alumnos - resumen tema06 (libros proféticos)

20
BACHILLER DE TEOLOGIA 6.1 TEMA 6: LIBROS PROFŽTICOS DEL A. T. 6.1) Vocaci—n y misi—n de los profetas 6.2) Importancia de los profetas y de su mensaje para el desarrollo de la revelaci—n del AT. 6.3) Caracter’sticas de los libros profŽticos: preexilicos, exilicos, postexilicos 6.1 VOCACIN Y MISIN DE LOS PROFETAS Entre los hebreos el nombre indica la naturaleza de lo designado o con su misi—n -si es una persona-, de ah’ la importancia de conocer los tŽrminos usados para designar al profeta. Son tres: N‰b”Õ (aybn): profeta; H™zh (hzwj): visionario; R™Õh (hawr): el vidente. Con estos mismos nombres se designa tanto a los verdaderos como a los falsos profetas. Si nos referimos a las otras civilizaciones se puede decir que los fen—menos profŽticos de tipo intuitivo que encontramos en la Biblia fueron rar’simos entre los Sumero-Acadicos. En cambio, fueron m‡s frecuentes los movimientos ext‡ticos y la adivinaci— n. Los or‡culos de Mari son los que tienen m‡s parecido con la profec’a b’blica, aunque su contenido es completamente diferente. El enorme esfuerzo de investigaci—n en las culturas circundantes a Israel para explicar los comienzos del profetismo b’blico ha dado escasos resultados. El material de historia de las religiones es fragmentario y no explica el fen—meno profŽtico b’blico. Son muchos los autores que niegan cualquier influjo de otras culturas. Al menos, es claro que el profetismo b’blico tiene unas peculiaridades propias, si bien en la forma pueden encontrarse algunos paralelismos en culturas precedentes. Cualquier camino de investigaci—n conduce al convencimiento de que los profetas son instrumentos en manos de Dios, es decir, personas elegidas gratuitamente por el Se–or, para transmitir su palabra. El estudio de la profec’a ha de comenzar, por tanto por el an‡lisis de la vocaci—n profŽtica. La misi—n de los grandes personajes b’blicos (Abra‡m, MoisŽs, Gede—n, David, etc.) nace en el contexto de la vocaci—n de Israel, como pueblo; elegidos como lo fue Israel. Esto queda reflejado en los relatos de vocaci—n, que contienen los siguientes elementos comunes: encuentro con Dios, discurso introductorio, misi—n, objeci—n humana, confirmaci—n divina y signo. Todos los que han ejercido alguna funci—n en Israel (patriarcas, jueces, reyes, sacerdotes, profetas) son conscientes de que cumplen una misi—n espec’fica de parte de

Upload: julian-baron-cortes

Post on 12-Jan-2016

218 views

Category:

Documents


2 download

DESCRIPTION

Resumen bachillerato teológico. Resumen 6 Libros Profeticos

TRANSCRIPT

Page 1: Alumnos - Resumen Tema06 (Libros Proféticos)

BACHILLER DE TEOLOGIA 6.1

TEMA 6: LIBROS PROFŽTICOS DEL A. T.

6.1) Vocaci—n y misi—n de los profetas6.2) Importancia de los profetas y de su mensaje para el desarrollo de la revelaci—n del AT.6.3) Caracter’sticas de los libros profŽticos: preexilicos, exilicos, postexilicos

6.1 VOCACI—N Y MISI—N DE LOS PROFETAS

Entre los hebreos el nombre indica la naturaleza de lo designado o con su misi—n -si es una persona-, de ah’ la importancia de conocer los tŽrminos usados para designar al profeta. Son tres: N‰b”Õ (aybn): profeta; H™zh (hzwj): visionario; R™Õh (hawr): el vidente. Con estos mismos nombres se designa tanto a los verdaderos como a los falsos profetas. Si nos referimos a las otras civilizaciones se puede decir que los fen—menos profŽticos de tipo intuitivo que encontramos en la Biblia fueron rar’simos entre los Sumero-Acadicos. En cambio, fueron m‡s frecuentes los movimientos ext‡ticos y la adivinaci—n. Los or‡culos de Mari son los que tienen m‡s parecido con la profec’a b’blica, aunque su contenido es completamente diferente.

El enorme esfuerzo de investigaci—n en las culturas circundantes a Israel para explicar los comienzos del profetismo b’blico ha dado escasos resultados. El material de historia de las religiones es fragmentario y no explica el fen—meno profŽtico b’blico. Son muchos los autores que niegan cualquier influjo de otras culturas. Al menos, es claro que el profetismo b’blico tiene unas peculiaridades propias, si bien en la forma pueden encontrarse algunos paralelismos en culturas precedentes.

Cualquier camino de investigaci—n conduce al convencimiento de que los profetas son instrumentos en manos de Dios, es decir, personas elegidas gratuitamente por el Se–or, para transmitir su palabra. El estudio de la profec’a ha de comenzar, por tanto por el an‡lisis de la vocaci—n profŽtica.

La misi—n de los grandes personajes b’blicos (Abra‡m, MoisŽs, Gede—n, David, etc.) nace en el contexto de la vocaci—n de Israel, como pueblo; elegidos como lo fue Israel. Esto queda reflejado en los relatos de vocaci—n, que contienen los siguientes elementos comunes: encuentro con Dios, discurso introductorio, misi—n, objeci—n humana, confirmaci—n divina y signo.

Todos los que han ejercido alguna funci—n en Israel (patriarcas, jueces, reyes, sacerdotes, profetas) son conscientes de que cumplen una misi—n espec’fica de parte de Dios, puesto que pertenecen a un pueblo especialmente elegido. Las tres instituciones (reyes-sacerdtotes-profetas) tienen por finalidad cumplir un designio salvador de Dios dentro del pueblo, pero cada uno tiene un objetivo y unas caracter’sticas concretas. Sin embargo, ni los reyes ni los sacerdotes recibieron una llamada espec’fica y personal: los reyes porque alcanzaron el trono por herencia, especialmente en el reino del Sur, o por usurpaci—n; los sacerdotes, porque hab’an de pertenecer a la tribu de Lev’, descendientes de Aar—n.

Todos los profetas, se sintieron llamados por Dios, aunque s—lo de cinco se ha escrito el relato de su vocaci—n: Am 7,15; Os 1,2; Is 6; Ier 1,4-10 y Ez 2,3-3,9. Por lo similares que son, muchos autores descubren en ellos el llamado gŽnero literario de vocaci—n. Dos bloques:

a) la vocaci—n de Am—s, Oseas y Jerem’as, junto con la de MoisŽs (Ex 3,1-12) y la de Gede—n (Idc 6,11-24);

b) la vocaci—n de Isa’as y de Ezequiel.En el primer grupo de relatos se distinguen seis elementos literarios que aparecen en todos

los relatos:-La irrupci—n de Dios . Cada uno percibe la presencia divina de forma sœbita, sin previa

preparaci—n, sin entrar en trance, sin Žxtasis ni fen—menos extraordinarios. (Ex 3,1; Am 7,15; Os 1,1; Jer 1,4).

-Propuesta de la misi—n o discurso introductorio. Suele ir acompa–ado con la f—rmula "El Se–or est‡ contigo" (Ex 3,4b-9; Jer 1,5a)

Page 2: Alumnos - Resumen Tema06 (Libros Proféticos)

BACHILLER DE TEOLOGIA 6.2-Mandato y encargo concreto, expresado normalmente en imperativo con el verbo enviar o

marchar. (Ex 3,10; Os1,2-9: cuatro acciones simb—licas).-Objeci—n y dificultades del enviado . Am—s y Oseas no las reflejan expresamente, pero a

lo largo del libro queda claro que tuvieron que contravenir sus deseos naturales. (Ex 3,11; Am 3,8)

-Confirmaci—n divina, normalmente con la f—rmula "Yo estarŽ contigo". Am—s y Oseas tampoco recogen expresamente esto, pero hablan con la certeza de saberse portavoces de Dios. (Ex 3,12a; Jer 1,7-8)

-Se–al confirmatoria de la misi—n . En Am—s y Oseas tambiŽn falta, dado que el relato de su vocaci—n es extremadamente sobrio. (Ex3,12; Jer 1,9-10)

b)En el segundo grupo de relatos de vocaci—n se descubren los siguientes elementos de un esquema similar:

-Irrupci—n de Dios en la liturgia , en el marco de una liturgia esplŽndida, se da una teofan’a extraordinaria, cargada de tintes sobrenaturales. M‡s desarrollada en la vocaci—n de Ezequiel. (Is 6,1-2; Ez 1,1-28)

-No hay objeci—n expl’cita. Aunque se supone, Isa’as siente sus labios puroificados por la brasa del ‡ngel (Is 6,7), adem‡s de la protesta encubierta que encierra la frase " À Hasta cu‡ndo, Se–or?" (Is 6,11); y Ezequiel escucha la f—rmula tŽcnica "No temas"( Ez 2,6).

-Mandato y encargo concreto (Is 6,9; Ez 2,3s)1.-Confirmaci—n divina (Is 6,11-13; Ez 2,3 ss). En Isa’as hay adem‡s una confirmaci—n en

el anuncio del "toc—n", del que brotar‡ el pueblo fiel; a ezequiel se le da la certeza de su misi—n, al darle a conocer que sus oyentes no le aceptar’an ni acoger’an su mensaje.

-La se–al confirmatoria est‡ en ambos casos diluida, quiz‡s en Isa’as podr’a ser el Enmanuel (Is 7), y en Ezequiel la acci—n simb—lica de comer "el rollo" (Ez 3,1).

Variedad de personalidad y de circunstancias. El profeta hebreo no tiene un perfil uniforme. Pudiendo pertenecer a cualquier tribu y cualquier estrato social: mientras unos estaban emparentados con la clase sacerdotal - Jerem’as y Ezequiel-, otros no -Am—s y Oseas-. Cada uno pose’a sus propiuas caracter’sticas, con sus propios afectos y debilidades. La psicolog’a del profeta de Israel es normal. Sus experiencias generalmante son interiores y en un encuentro no buscado por ellos, ya que la iniciativa es de Dios. Suelen proceder de un ambiente de vida religiosa sencilla, y comenzar el ministerio a edad adulta.

Es una vocaci—n singular, con un carisma especial. Dios da toda la fuerza y sabiduria. Porque lo decisivo es la Palabra de YahvŽh que llama, transforma y sostiene. Pero el profeta no es instrumento est‡tico, no pierde ni su libertad ni originalidad. Los profetas, como portavoces humanos del mensaje revelado, usaron de todas sus facultades para llevar a cabo su misi—n. Cada uno ten’a su propio estilo, pero hay adem‡s unos modos de decir comunes a todos ellos. Conviene conocerlos bien, puesto que Dios ha querido automanifestarse sin violentar la personalidad de sus mensajeros. Es l—gico que en su predicaci—n, unas veces eligieran formas convencionales (or‡culos sacerdotales, himnos, par‡bolas, etc) y otras fueran m‡s originales y creativos en sus expresiones. Se puede definir como el carisma sobrenatural, concedido gratuitamente y de modo transitorio por Dios, que ilustra la inteligencia y mueve la voluntad a comunicar lo que Dios ha revelado.

Se pueden describir las diferencias entre el carisma de profec’a y el carisma de inspiraci—n: el primero se orienta a la manifestaci—n oral de la Revelaci—n; el segundo a la puesta por escrito, es decir, a la transmisi—n de la Revelaci—n. El profeta es consciente de su carisma, puesto que se sabe portador de la Palabra de Dios; el hagi—grafo no necesariamente es consciente de la inspiraci—n divina. El cap’tulo 36 de Jerem’as puede ejemplificar la relaci—n entre profec’a e inspiraci—n.

La misi—n del profeta es doble:a) Mantener viva la alianza del Sina’, explican la Ley en su sentido profundo.b) Preparar la Nueva Alianza: dirigiendo su mirada hacia el futuro, el reino mesianico en el

que se hab’an de de cumplir las promesas dadas p—r Dios al pueblo de Israel

1"Ve y di a este pueblo: Escuchad bien, pero sin comprender, y mirad, pero sin ver" (Is 6,9).

Page 3: Alumnos - Resumen Tema06 (Libros Proféticos)

BACHILLER DE TEOLOGIA 6.36.2 IMPORTANCIA DE LOS PROFETAS Y DE SU MENSAJE PARA EL DESARROLLO DE LA

REVELACI—N DEL A.T. Los profetas han desempe–ado un papel considerable en el desarrollo religioso de Israel.

Cada uno ha desempe–ado su propia funci—n y ha aportado su piedra al edificio doctrinal, ya que se conjugan y combinan siguiendo tres lineas maestras:

1.- Monote’smo: no hay otro Dios que el Se–or:a) Dios es soberano absoluto de la historia. No se muestra en un lugar privilegiado ni es

tampoco el dios de la naturaleza - cuya fecundidad y ciclos reflejan su presencia-. Los profetas y los sabios (Sal 29; 96 ...) reconocen al se–or como due–o de la Creaci—n, pero es en sus intervenciones en la historia donde Dios se da a conocer.. Son gestos divinos que llaman al pueblo a volver a ƒl (Am 4,4-12). Dios se manifiesta a travŽs de todos los acontecimientos humanos y los profetas interpretan el sentido de esa manifestaci—n divina en la historia.

b) Dios tiene con Israel una relaci—n particular que Oseas denomina Alianza. En Amos, Dios es el compa–ero del camino, que comunica sus secretos a sus siervos los profetas. A Oseas se debe la imagen esponsal (Os 1-3), y la paterno-filial (Os 11-12). La elecci—n es un don gratuito que el pueblo debe reconocer (Is 2,11; Jer 9,24).

c) Dios es Santo, su relaci—n con el pueblo no significa que sea uno m‡s, y menos que sea manipulable por medio de sacrificios. Dios es trascendente, es Alt’simo, est‡ explicitado en Isa’as (cap. 6). La santidad del pueblo estriba en ser distinto de los dem‡s tambiŽn en sus exigencias morales. dios es el "Santo de Israel" (Is 5,19-24), porque se ha hecho cercanoen su relaci—n de amistad ("HablarŽ a su coraz—n" Os 2,16), y de conversaci—n de esposo enamorado ("Me has seducido y me he dejado seducir" Jer 20,7).

d) El castigo es consecuencia de no cumplir las exigencias de la elecci—n.e) Alianza, nace por pura iniciativa de Dios, es fruto de su bondad y de su misericordia,

aunque conlleva unos compromisos ineludibles. S—lo Dios puede pedir cuentas cuando estos compromisos no son guardados y rompen la alianza. Por ello tienen especial importancia los or‡culos de proceso, en los que el Se–or cita a su pueblo al tribunal (Os 1,4; Miq 6,2). Todos los profetas recogen la tradici—n de la Alianza, en el doble aspecto de compromiso de amor y de exigencias morales.

2.- Mesianismo: es la verdadera espina dorsal de los profetas.a) Preex’licos: parten de la profec’a de Nat‡n (2 Sam 7, 14) para expresar su idea de

salvaci—n del pueblo a travŽs de un descendiente de David. No adularon al rey ni asumieron "el estilo de la corte". espiritualizan la idea mesi‡nica, quitando importancia al monarca reinante y subrayando su condici—n de elegido del Se–or. Isa’as hace m‡s referencias a la realeza dav’dica, pero nunca menciona al rey por su nombre; le aplica t’tulos grandiosos, pero en ellos se glorifican m‡s las acciones prodigiosas del Se–or que al personaje receptor de las mismas. TambiŽn lo hacen Miqueas (5,1-5), y Jerem’as contiene un œnico or‡culo (Jer 23,5-6) que anuncia la venida de un v‡stago dav’dico que reinar‡ con la justicia del Se–or.

b)Los profetas ex’licos apenas hablan del mesianismo real; Ezequiel llega a quitar el tulo de rey al pr’ncipe dav’dico que regir‡ al Israel restaurado (Ez 37,25) Mes’as se denomina a todo personaje que en nombre de Dios traiga la salvaci—n a Israel, aunque sea extranjero, como el caso de Ciro ( Is 41,14). La salvaci—n vendr‡ ante todo a travŽs del pueblo, de uno nacido en el pueblo; en este contexto se comprende el alcance de la idea del ÔrestoÕ: unos pocos, pertenecientes a Israel, alcanzar‡n para s’ y sus compatriotas la liberaci—n plena.

c) En los profetas postexilicos el juicio divino, que es funci—n mesi‡nica, ya no se hace entre Israel y los dem‡s pueblos, sino entre los justos y los imp’os (Mal 3,13-21). En los œltimos profetas, hay una mayor espiritualizaci—n del mesianismo que cuadra mejor con la escatolog’a. Israel juzga a las naciones y prefigura el juicio definitivo de Dios (d’a de YahvŽh) que alcanzar‡ al pueblo y a todas las naciones.

La sublimaci—n de la escatolog’a conducida por los apocal’ticos llevar‡ a la idea trascendente del Mes’as. En el libro de Daniel, la figura del Hijo del Hombre (Dan 7,9-14), da testimonio de la esperanza en un salvador.

Page 4: Alumnos - Resumen Tema06 (Libros Proféticos)

BACHILLER DE TEOLOGIA 6.43.- Doctrina moral y social: Los profetas, en particular los peex’licos, insistieron en las exigencias sociales de la fe.

Son portadores de la doctrina sobre la elecci—n y la Alianza, e insisten en las virtudes inherentes. Pero sus contempor‡neos, viven apartados de las exigencias que ellos predican, y violan los derechos de los dŽbiles y toman las costumbres de los gentiles. Denuncian la opresi—n y proclaman la predilecci—n por los Ôpobres del Se–orÕ («anawim). Son muestra de quienes son los necesitados de la protecci—n divina, llegan a identificarse comn los justos y piadosos, con el resto fiel, capaz de invocar a Dios.

Los preceptos morales son los mismos que aparecen en la Ley, pero hacen un esfuerzo de interiorizaci—n, exigiendo un coraz—n limpio, por encima de los actos externos. Cada individuo es responsable de sus propios actos.

Las exigencias cultuales tambiŽn forman parte del mensaje, es purificar y rectificar las desviaciones del culto. Piden coherencia, por la denuncia de los ritos puramente externos y su falta de aplicaci—n en la vida moral y social. Un pueblo que se acerca a Dios el la liturgia y en los sacrificios, no puede negarlo en sus costumbres depravadas e injustas.

6.3 CARACTER’STICAS DE LOS LIBROS PROFŽTICOS: PREEXILICOS, EXILICOS, POSTEXILICOS

Presentan en su conjunto algunas caracter’sticas comunes, entre otras:- Contienen parte del ministerio profŽtico , aunque no todo.- En ocasiones falta el orden cronol—gico en la serie de profecias contenidas, bien por

desplazamientos accidentales introducidos por copistas, bien porque los mismos escritores no lo siguieron en la redacci—n del libro, prefiriendo un orden m‡s l—gico.

- La oscuridad en los libros profŽticos, es debido al cambio de locutor sin previo aviso, a la naturaleza parcial de la revelaci—n hecha por los profetas- no explican toda la revelaci—n que se les ha comunicado-, al uso de nombres simb—licos, al dar indicaciones cronol—gicas en un sentido vago, etc.

- Compenetraci—n del tipo y el antitipo, es una caracter’stica de los libros profŽticos. Puede ser perfecta, aplicado al cordero pascual y a Cristo; o imperfecta "yo serŽ para Žl padre y Žl ser‡ para m’ hijo", palabras de Dios transmitidas por Nat‡n a David, se aplican a Salom—n y a los reyes teocraticos en el sentido inferior de una filiaci—n adoptiva, son verdaderas en su aplicaci—n a Cristo por su eterna filiaci—n divina.

- Falta de perspectiva, en las palabras profŽticas como consecuencia de esa compenetraci—n, con la apariencia de que entre el tipo y antitipo que no hay casi intervalo de tiempo.

- Uso del tiempo perfecto en la expresi—n profŽtica, para anunciar hechos futuros como ya realizados.

Los datos que proporciona la Biblia no son suficientes para conocer el origen y el desenvolvimiento detallado del profetismo en Israel, porque los autores sagrados no pretenden reflejar la cronolog’a de los acontecimientos, sino presentar la revelaci—n de Dios en la historia. El desarrollo del profetismo, tal como aparece en los libros sagrados es el siguiente:

l. A MoisŽs se le denomina "profeta" (Dt 18,15) a la vez que se promete la existencia de un profeta como Žl para siempre (cfr Am 2,11). TambiŽn a Aar—n se le llama "profeta" (Ex 7,1: P). En los albores de la historia de Israel, los ancianos recibieron el esp’ritu y comenzaron a profetizar (Num 11,24-30: E).

2. DŽbora, en la Žpoca de los jueces es presentada como profetisa.3. Samuel. Segœn 1Sam 9,7 Samuel es el vidente al que se le va a consultar (vidente-

profeta, 1Sam 9,9). Siempre fue considerado como el profeta m‡s antiguo (1Sam 3,20; cfr Jer 15,1; Ps 99,6).

4. Grupo de profetas en la Žpoca antigua (hebel hanneb”Õ”m). Eran grupos de personas que entraban en trance ext‡tico, mediante la mœsica, la danza y movimientos violentos (1Sam 10,5-6.10-13). Entre ellos llega a mencionarse a David y Samuel (1Sam 19,19-24). La descripci—n de la actividad de estos profetas es semejante a la que se encuentra en los documentos de Mari.

Page 5: Alumnos - Resumen Tema06 (Libros Proféticos)

BACHILLER DE TEOLOGIA 6.55. De Samuel a Am—s. Cabe distinguir entre el reino del norte y el reino del sur.a. En el reino del sur encontramos grandes profetas ‡ulicos: Gad y Nat‡n son los m‡s

importantes. Gad es el "vidente de David": Le defiende frente a Saœl, reivindica los derechos de las tribus, le indica el lugar del templo de JerusalŽn. Natan mostr— una gran independencia. Profeta ‡ulico, intervino en tres momentos claves de la vida de David: prometi— el sucesor-Mes’as, conden— el pecado de la muerte de Ur’as y el concubinato con BetsabŽ; influy— decisivamente en la subida al trono de Salom—n. DespuŽs de Žstos ya no vuelve a hablarse de profetas en el reino del sur hasta Isa’as, excepto Azar’as (2Chr 14,1-15,7) y Semayas, hombres de Dios (1Reg 12,21-24).

b. En el reino del norte, en cambio, se mencionan muchos m‡s profetas:Aj’as de Silo, en tiempos de Jeroboan I, Jehœ, en tiempo de Basa, El’as, durante los

reinados de Ajab y Ococ’as. Eliseo, durante los reinados de Joran, Jehœ, Joacaz y Joas. Miqueas ben-Yimlah, durante el reinado de Ajab.

Por otra parte, se mencionan los profetas de los templos de Jeric—, de Gilgal, de Betel .6. Am—s (hacia el 760-750) y Oseas (comienza su actividad hacia el 753). El a–o 721

Samar’a sucumbi— a manos de los Asirios y el reino del Norte desapareci— para siempre.7. En Jud‡ la serie de profetas es la siguiente:-siglo VIII:

Isa’as (comienza hacia el 740 a.C.)Miqueas (hacia el 736)

-siglo VII: Sofon’as (hacia el 630)Nahœn (hacia el 612)Habacuc (hacia el 602)Jerem’as (hacia el 598)

El a–o 587 JerusalŽn fue invadida y sus habitantes deportados a Babilonia, comenzando as’ el largo destierro que durar’a hasta el 538 en que les fue permitido volver en virtud del edicto de Ciro, rey persa.

-Destierro:Ezequiel (593-571)Abd’as (probablemente poco despuŽs del 597)Deutero-Isa’as (hacia la mitad del siglo VI, cuando comienza la decadencia de

Babilonia).-Epoca persa:

Ageo (520)Zacar’as (hacia 520-515)Malaqu’as (en torno al a–o 450)

-Profetas de Žpoca incierta:Joel (probablemente hacia el a–o 350)Jon‡s (probablemente hacia el 330)

-Epoca de Ant’oco IV Ep’fanes: Daniel.

6.3.A.- Anteriores al destierro.Dos Žpocas: Asiria S. VIII al VI Incluye Isa’as, Am—s, Oseas y Miqueas.

Babil—nica ( 612-590 A.C.) Jerem’as, Baruc, Nahœn, Habacuc y Sofon’as.

Tras la muerte de Salom—n el pueblo hebreo se dividi— en los reinos de Jud‡ (sur) e Israel (norte). Israel estaba amenazado por peligro de idolatr’a, Dios envi— a El’as y Eliseo, sin libro. Ten’a su capital en JerusalŽn, hubo 19 reyes y reinaron alrededor de 2120 a–os. T ras esto fueron invadidos por Salmanasar IV, rey asirio, que dispers— al pueblo de Israel y parte de Žste fue deportado en el 721. Su territorio fue repoblado por pueblos gentiles a los que se asociaron m‡s tarde algunos israelitas que hab’an regresado del destierro. Dio lugar a los llamados samaritanos.

Page 6: Alumnos - Resumen Tema06 (Libros Proféticos)

BACHILLER DE TEOLOGIA 6.6Los reyes de Jud‡ ( reino del sur) fueron unos veinte, algunos permanecieron fieles a Dios.

El instrumento que emple— Dios para poner fin a este reino por sus constantes infidelidades fue Nabuconosor, rey de Babilonia, en el a–o 537 a.c. Destruy— el templo y la ciudad, llev‡ndose a Sedecias como prisionero y a gran parte del pueblo a Babilonia. En el reino del norte surgieron los profetas Am—s y Oseas, que proclaman con insistencia la penitencia:

Amos: 760-50, en el reinado de Jeroboam II. Predica en un momento de prosperidad econ—mica del reino del N; pero este apogeo escond’a una gran descomposici—n social, una degradaci—n religiosa por los templos paganos y de prostituci—n sagrada,, motivando la poca piedad. esperaban el D’a de yahveh, pero en unsentido material y pol’tico.

Subraya su doctrina: a, Majestad divina: Dios autor y due–o de la naturaleza, es un Dios personal

por contra a los baales. frente a la soberbia y autosuficiencia de los israelitas de aquella Žpoca, Am—s proclama la soberan’a de Dios.Dios no es un ser lejano, sino que est‡ comprometido con su pueblo: Am—s nunca menciona el amor misericordioso , pero insiste en la elecci—n como fuente de responsabilidad (Am 3,2). Solo con Israel tuv— gestos de predilecci—n y aunque el futuro se presenta tenebroso Dios mantendr‡ un resto (Am 5,15). Es el profeta que con mayor crudeza anuncia el castigo divino, se–al que pretende ense–ar la trascendencia de Dios, (Am 5,18-20).

b, Justicia: Es el profeta que muestra mayor sensibilidad ante las injusticias sociales de su tiempo: los or‡culos contra las naciones (Am 1-2), la perversi—n de los jueces por dinero, los abusos de los prestamistas (Am 2,6; 5, 11-12),denuncia cruda y real de abusos de la clase urbana, avaricia de poderosos, inmoralidad del comerciante, el lujo y despilfarro.

Pero no se queda en lo social , sino que los cr’mene de Israel son contra Dios (Am 2,6-16) y s—lo Dios puede castigarlos como merecen. No busca tanto la soluci—n de los problema, como la conversi—n del pueblo (Am 4,6-12)

c, Pecado: para Israel es suponer que Dios se ha comprometido con su pueblo de modo incondicional y no podr’a castigarlo. Israel no puede apropiarse como mŽrito el ser elegido sino que es un don gratuito que comporta exigencias. S—lo un cambio de actitud puede sarvarlo. Siendo el orgullo el origen de todos los pecados: la ingratitud por los beneficios antiguos, la incomprensi—n del designio divino, la degradaci—n del culto y la idolatr’a.

d, D’a de YahvŽh: no como pensaban los israelitas un d’a de victoria y se–alado siendo de fiesta y ; sino que Am—s la da otro sentido, ser‡ un d’a de juicio, destrucci—n y condena (Am 5,19). Hay dos or‡culo contenidos en Am 8, 9-14: vv 9-10, refleja el duelo profundo y triste que provoca el castigo; vv. 11-14, gira entorno a "la sed de la palabra de Dios" cuando el Se–or haya abandonado a su pueblo.

Oseas: 745-725, en decadencia pol’tica de Israel, con Jeroboam II. Tras la muerte de Žste se produjeron en pocos a–os cinco pronunciamientos, ocupando el trono seis reyes en 24 a–os. La deacdencia vertiginosa es producida por el resurgimiento del poder Asirio . Con la subida de Salamanasar V al poder de Asiria, y el rey Oseas que dejo de pagar los tributos, provoc— la invasi—n de Samar’a. Con lo cual se di— por derrotado el reino del nortte en el 721 a.C.

Otro aspecto imprescindible en Oseas es la influencia del culto a Baal. Los israelitas al asentarse en Canaan, ten’an clara idea de Yahveh, Dios pertsonal, que cuida de su pueblo. Pero al sedentarizarse, muchos se hicieron agricultores y adoptaron las costumbres de los cananeos, y empezaron a dar culto a Baal. Poe eso, Oseas aparece como defensor del monote’smo.

Su mensaje se centr— en:- contraposici—n del amor de YahvŽh y la ingratitud de Israel. La relaci—n

entre Dios y su pueblo se manifiesta a travŽs de una alianza, del amor ’ntimo entre dos esposos. Exhorta al pueblo a dar un culto interior a Yaveh, condenando las formas meramente externas. Su doctrina mesi‡nica est‡ intimamente relacionada con el v’nculo matrimonial: el pueblo

Page 7: Alumnos - Resumen Tema06 (Libros Proféticos)

BACHILLER DE TEOLOGIA 6.7sufrir‡ el castigo del destierropero no ser‡ totlamente destruido; despuŽs de expiar sus infidelidades ser‡ restaurado. esta restauraci—n trasciende el horizonte del pueblo de Israel: se habla de una restauraci—n que culmina con la liberaci—n mesi‡nica.

- Alianza , menciona las tradiciones antiguas que recuerdan la intervenci—n de dios con su pueblo: Exodo en Os 11,1; 12,14; el dec‡logo Os 4,2.

La Alianza es una relaci—n ante todo jur’divca que se va cargando de afectividad: el profeta llega e esta idea debido a su experiencia matrimonial y aplica la imagen esponsal a las relaciones de Dios con su pueblo. La Alianza no es algo fijo y cerrado, sino una iniciativa permanebnte: se ofrece, se quebranta y se vuelve a ofrecer.

Los pecados contra la Alianza no son simples actos contra una norma, sino ofensa y desamor: son infidelidad, prostituci—n, y falta de conoxcimiento de Dios. Siendo el mayor pecado la idolatr’a, al participar en el culto de los baales. Esta Alianza tiene adem‡s conotacoines pol’ticas, al intentar pactar con Asiria y Egipto, se olvidan de Dios, pensando que s—lo de esos pueblos puede veniri la salvaci—n (Os 5,13-14).

- La misericordia divina : la conversi—n es el objetivo de Oseas, Os 6,1-6 - refleja el comportamiento que el pueblo debe de iniciar-, aunque conoce la debilidad del pueblo y sus caidas. Pero el castigo no es la œltima palabra, lo que en Os 2,4-25 se insinœa con la imagen esponsal, en Os 11 se desarrolla con la imagen del padre-hijo: se divide en dos partes; vv.1-7 hablan del amor divino y Dios como padre, la ingratitud del pueblo, y el castigo es inevitable. Pero el castigo no es el final, en los vv 8-11 aparece un or‡culo de salvaci—n , en que dios se dirige al pueblo con tonos humanos u amorososde padre, e invoca a su trascendencia para confirmar su perd—n. Entonces se produce la conversi—n del pueblo.

El reino de Jud‡ fiel al principio se corrompi— tambiŽn y predicaban Isai‡s y Miqueas. Durante este per’odo, excepto el rey Exequ’as, hub— infidelida e ingratitud.

Isa’as: n. 760, en s.VIII. Su actividad profŽtica se realiza a lo largo de los anos 740-700 a.C. Su mensaje se basar‡ en la elecci—n divina de JerusalŽn y en la dinast’a David. En el relato de su vocaci—n aparecen cuatro temas que vertebran toda su ense–anza: santidad de Dios, conciencia de pecado como levantamiento contra Dios, la inminencia de un castigo inevitable y la esperanza de salvaci—n.

1» Parte:a. Acerca de Dios: Es el Santo de Israel. Dios es el Otro, se manifiesta en las

maravillas obradas en la historia. Dios se manifiesta como tracendente y omnipotente, autor de la creaci—n y de la hisoria, no es un ser sbatracto, sino un ser personal, presentado con atributos y cualidades antropom—rficas.

b. Pecado: frente a la santidad de Dios, la criatura dŽbil y llena de pecado. El pecado consiste en la miseria humana frente a la pureza infinita e incontaminada. El hombre est‡ en rebeli—n contra Dios, desprecio y burla. El gran pecado es el orgullo y la autosuficiencia. El castigo divino debe ser una humillaci—n al hombre, y se realizar‡ el D’a de YahvŽh. (Is 2,12-16)

c. Mesianismo real: la promesa divina sobre David y JerusalŽn es el centro de su predicaci—n. Tras el desatre de la desaparici—n de Israel y parte de Jud‡ se salvar‡ un 'resto' que ser‡ el nucleo de restauraci—n nacional y del que saldr‡ un reto–o que ser‡ la semilla santa de los rescatados de Si—n (Is 4,4). Aunque no aparece el tŽrmino Mesias, es el profeta del mesianismo regio por caracterizar al futuro salvador con rasgos del rey.

d. Libro de Enmanuel, cap 7-12, el protagonista es un 'ni–o', simbolo de intervenci—n especial. Se han dado cinco interpretaciones a este texto : unas de corte historicista y y dos m‡s directamente mesi‡nicas. Todas se centran en saber quiŽn es el ni–o, quiŽn la mujer, y en quŽ consiste el signo que propone el profeta. Junto e este primer or‡culo hay que a–adir otros dos: Is 9, 1-6; 11,1-9.

Page 8: Alumnos - Resumen Tema06 (Libros Proféticos)

BACHILLER DE TEOLOGIA 6.82» Parte: Libro de la consolaci—n (œltimo periodo del destierro). Poemas de exaltaci—n

de Israel y JerusalŽn, y del Siervo de YahvŽh (40-55) y convicci—n de la misi—n del profeta. Se otorga la autor’a de esta parte a otro autor que no es el profeta, y ha venido a desmoronarse el deutoroisa’as. Se situar’a entre los desterrados, al final del ex’lio. Que coincidir’a con las campa–as de Ciro en 553, o en 539 con la ca’da de Babilonia.

Toda la historia y tambiŽn el destierro, tiene sentido y se orienta a la salvaci—n de Israel. Es un conocedor de las tradiciones de su pueblo. El estilo es distinto a la primera parte, emplea un estilo m‡s ampulosoy oratorio, y repite con complacencia los ep’tetos con que describe a Yaveh a Jacob o a Israel.

a. Misi—n de Israel y universalidad de la salvaci—n: recurre a tres hitos y personajes: la historia patriarcal con Abrah‡m, el Žxodo con MoisŽs y la monarqu’a con David. Israel en su historia es testigo de las intervenciones salv’ficas de Dios y se vislumbra como instrumento de Salvaci—n. Pero con un alcance universal.

b. Figura del Siervo: hay unas secciones en el libro que parecen formar una uindad literaria: Is 42,1-4; 49,1-6; 50,4-11; 52,13-53,12.

Sobre la identificaci—n del siervo las opiniones se diversifican: a)- colectiva ( se identifica al Siervo con el Israel hist—rico), b) -individual no mesi‡nica, siendo muchos los personajes que se han identificado a lo largo del AT con el siervo sufriente: MoisŽs, Joaqu’n, Jos’as.... Aunque la la mayor aceptaci—n actual es ver en el Siervo sufriente al propio profeta autor del Canto. c) individual mesi‡nica, la mayor parte de los exegetas que se encuadran en esta l’nea consideran que el Siervo es el Mes’as anunciado por los profetas y esperado por el pueblo de Israel. d) significacci—n abierta (tanto Jesœs como el Israel actual).

3» Parte (Is 56-66). La fecha de los or‡culos var’a, entre quienes lo sitœanen el a–o 450 hasta quienes los consideran del s.II. Se supone que los or‡culos m‡s tard’os pertenecen a las primeras dŽcadas de la vuelta del destierro, entre 538 y el 510. En esta situaci—n habr’a una permisividad de culto.. El entusiasmo de los repatriados chocar’a con la realidad cruda surgiendo tensiones de los que llegaban y los que hab’an permanecido en JerusalŽn. En el tercer Isa’as es la polŽmica que se encuentra de transfondo. Se considera que los cap’tulo 60-62 forman el cuerpo del mensaje, teniendo como elemento central Is 61,1-11.

La apocal’ptica, sobre la misi—n del enviado y la exaltaci—n de JerusalŽn. La seguridad de la salvaci—n, ense–anzas morales, el pecado es la falta de amor a Dios hace referencia a un personaje elegido por Dios y que por su sufrimiento traer‡ la salvaci—n. El mensaje es:

a) La nueva JerusalŽn y el futuro glorioso: el profeta intenta animar a los palestinenses a que descubran una JerusalŽn gloriosa, a donde acudir‡n todas las naciones. Siendo los ep’tetos de la ciudad en tonos siempre espirituales Is 62,4.12; 65,18.

El pueblo descubre el valor de la humillaci—n pasada: donde Dios se fija en los que sufren y les anuncia una nueva era de salvaci—n, Is 61,1-3. La era mesi‡nica no se caracteriza por el dominio d un rey ni por la presencia de unser trascendente, sino por el anuncio de una nueva etapa de libertad, de bendici—n, y de gracia.

La nueva JerusalŽn es s’mbolo de un nuevo orden. El profete termina con la esperanza de un futuro esplendoroso, que ser‡ la instauraci—n de una nueva creaci—n y de una alegr’a nueva.

b) Interiorizaci—n de la doctrina: la alegr’a en un futuro m‡s prometedor no se centra en instituciones externas, ni en el culto y las normas legales, donde habr‡ una purificaci—n de todo formalismo Is 58,1-12. La instauraci—n ser‡ la implantaci—n de la justicia como eje de todo desarrolloIs 61,8-11; y el pueblo alcanzar‡ la salvaci—n sin necesidad de intermediarios.Is 62,2-12.

El Templo, no es el objetivo œltimo, ya que el trono de Dios son los cielos, uy la intervenci—n divina no se ha limitado a los prodigios externos descritos en Exodo, sino que va guiando a su pueblo hasta que reconozcan que "el Se–or es su Padre"(Is 63,7-16).

Page 9: Alumnos - Resumen Tema06 (Libros Proféticos)

BACHILLER DE TEOLOGIA 6.9Miqueas: Contempor‡neo a Isa’as (s. VIII), prosigue con las alusiones al Mes’as.Realiz—

su actividad duerante el reinado de tres reyes del Sur: Jot‡n, Acaz, Ezequ’as; aunque su mayor actividad tuvo que ser en el a–o 727-701, al ser contempor‡neo de la ca’da de Samar’a -721-, y de la campa–a de Senaquerib -701 a.C-.

El libro se compone de cuatro partes, alternando or‡culos de amenaza y los de salvaci—n.a. Justicia y juicio: Las palabras finales en el cap. 3 resumen la doctrina y

postura de Miqueas " Por vuestra cusa Si—n ser‡ arada, JerusalŽn se convertir‡ en ruinas y la monta–a del Templo en altura selv‡tica" (Miq 3,2). Los pecados de Jud‡ pueden ocasionar una gran ruina, como le sucedi— a Israel. El cap. primero es un grito de dolor por los desastres del Norte y un lamento por la amenaza para JerusalŽn. Castiga con dureza las injusticias , siendo el cap. segundo el lugar donde se denuncian los abusos y los atropellos. El cap. tercero se ataca a los dirigentes que son los primeros en transgredir la ley. Dios como el sumo juez, cap. 8, para las gentes y su pueblo.

b. Alianza: ha sido violada por la injusticia del pueblo, se convoca al gran juicio, donde YahvŽh acusa, castiga y se apiada de su pueblo. En este clima de esperanza, la profec’a sobre BelŽn.

c. Purificaci—n del templo (interiorizaci—n del culto)d. Cat‡strofe universal.e. Esperanza de salvaci—n: el mensaje del profeta no queda s—lo el la

condena sino que abre puertas a la esperanza: en cuanto el Se–or confundir‡ a los que destrozan al pueblo, y en cuanto salvar‡ a todos. S—lo de Dios vendr‡ la salvaci—ndefinitiva: ya que en la parte tercera cargada de amenazas y denuncias termina con una esperanza " Yo estoy esperando al Selor, mi Dios y Salvador: mi Dios me escuchar‡"( 7,7).

La segunda parte es un di‡logo entre miqueas y los falsos profetas; en el cual insiste en la seguridad de un resto, que surgir‡ de entre el pueblo.

Jeremias: 627-586, en momentos m‡s criticos de Jud‡ (destrucci—n Templo, ruina JerusalŽn). Hombre de gran amor enviado a esa dif’cil misi—n, anunciar desgracias.

Las relaciones de Dios con su pueblo es como un agricultor con su vi–a, de esposo que se ha unido a Israel por la Alianza eterna. Rechaza el mero formalismo religioso, y da tono optimista a los hechos.

a. Dios y la Alianza: es la 'fuente de agua viva', creador y trascendente, conserva las cosa en el ser, omnisciente, omnipotente, Justo y Misericordioso. Frente a los dem‡s dioses vanidades. Jerem’as no insiste tanto en la naturaleza de Dios como en sus relaciones con el pueblo.La relaci—n culmina con la Alianza " Yo serŽ vuestro Dios, vosotros seris mi pueblo" (Jer 24,7). Anuncia una alianza nueva(31,31-34), y eterna (32,37-41), que no se basa en normas sino que penetra en lomprofundo del hombre. Se la da a la Alianza una proyecci—n m‡s personalizda.

b. Dios y la humanidad: todas las naciones deben reconocerlo como œnico Dios, todos los pueblos son sus hijos.

c. Dios e Israel: Su pueblo por vinculo especial, ha hecho una alianza matrimonial (2,2). La idolatr’a es una verdadero adulterio (2,11).

d.Salvaci—n gratuita: El pecado es la causa de la ruptura de las relaciones entre Dios y los hombres. Describe con crudeza los pecados:la idolatr’a y el sincretismo religioso. Preciso curar los corazones de los hombres que son la fuente de todos los pecados. El pecado causa la desgracia en los ignorantes y en los poderosos, en toda la naci—n, y es el origen del caos de la naturaleza - es el primer profeta que hace a los seres inanimados solidarios con la suerte de los hombres.

S—lo Dios puede conceder la salvaci—n, y de modo gratuitoe. Observancia religiosas: las ideas se toman del discurso en el Templo (Jer

7,1-8,3): puro formalismo externo, sin la entrega del coraz—n es una hipocres’a. Verdadera religi—n consiste en la pr‡ctica de la justicia con el pr—jimo y circuncisi—n del coraz—n. No

Page 10: Alumnos - Resumen Tema06 (Libros Proféticos)

BACHILLER DE TEOLOGIA 6.10puede compaginarse el culto en el templo con la pr‡ctica idol‡trica. Las ofrendas carecen de valor si no van acompa–adas de la acogida de la palabra de Dios. Jerem’as no condena el culto sino su falsa interpretaci—n.

f. Idea mesi‡nica: Restauraci—n de la naci—n tras el castigo. Israel y Jud‡ volveran a unirse para formar una sola naci—n. El nuevo rey ser‡ la reencarnaci—n de David y llevar‡ por nombre 'YahvŽh nuestra justicia'. Su doctrina no se centra en un descendiente de David, sino ser‡ dios quein gu’e y salve a su pueblo.Los or‡culos que pueden considerase de mesianismo real, el Žnfasis no lo pone en la monarqu’a, sino en la herencia dav’dica que revcibir‡ el futuro Mes’as.

Sofon’as, Nahœm, Habacuc y Baruc fueron contempor‡neos:

Sofon’as: va a la ra’z del pecado que es la falta de fe y de amor, habla del pobre y humilde con visi—n escatol—gica y mesi‡nica. El d’a de YahvŽh como una cat‡strofe que alcanzar‡ a todas las naciones.

Nahœm: La c—lera de YahvŽh contra los malos, Dios castigar‡ los enemigos del plan divino, al opresor de Israel y todos los pueblos. El cumplimiento de la Ley Divina.

Habacuc: el triunfo del bien sobre el mal, se atreve a pedir a Dios cuenta de su gobierno del mundo (Dios ejerce su justicia por caminos parad—jicos y el justo vivir‡ por su fidelidad. Su libro es dialogo entre le profeta y Dios).

Baruc: importante porque nos introduce en las comunidades de la dispersi—n y como se conservaba la vida religiosa en ellas y su relaci—n con JerusalŽn, la oraci—n, el culto de la ley, el esp’riut de desquite y los sue–os mesi‡nicos.

6.3.B.- Durante y posteriores al destierro.

Ezequiel: Predic— 593-572, le correspondi— mantener viva la fe entre los desterrados a Babilonia. Es un sacerdote, un hombre de gran personalidad y su principal preocupaci—n es el Templo presente o futuro, as’ dos momentos:

a. antes destrucci—n JerusalŽn: Los exiliados no se convierten y acusan a Dios de injusto al hacerles cargar con las culpas de sus antepasados, tambiŽn tuvo que corregir la falsa desviaci—n moral-religiosa.

b. despuŽs de la toma de JerusalŽn: en la depresi—n nacional consuela al pueblo y anunciarles la promesa del futuro resurgimiento de la naci—n. Sustituci—n de la Alianza por una Alianza Eterna de pura benevolencia. El Mesias es el 'Pastor de su pueblo, un principe'. Doctrina centrada en la renovaci—n interior, un coraz—n y esp’ritu nuevo que ser‡ dado por Dios al hombre.

Daniel: Libro escrito en hebreo, arameo y griego. Tres partes: narraciones, visiones y sue–os.

Doctrina: Sostener la fe y esperanza del pueblo judio perseguido por Antioco Ep’fanes. Daniel y sus compa–eros pasaran por las pruebas pero saldr‡n victoriosos y los antiguos perseguidores tendr‡n que reconocer el verdadero poder de Dios. Acabar‡n las desdichas del pecado y tendr‡ lugar el reino de los santos, universal gobernado por un 'Hijo de hombre', cuyo imperio jamas pasar‡. Es m‡s libro apocal’tico que un libro profŽtico. La salvaci—n ser‡ dada con gratuidad, y en la segunda parte del libro, la venida salvadora del reino no ser‡ fruto del esfuerzo humano sino don de Dios.

El reino de Dios se presenta en dos perspectivas: a) la actual se refleja el se–or’o de Dios en los asuntos privados y en los

pœblicos - en un ambiente pagano Daniel y sus compa–eros manifiestan la sabidur’a que les viene de Dios. El reino de Dios se manifiesta presente porque dirige los destinos de los imperios.

b) El dominio definitivo es el escatol—gico, la sucesi—n de los imperios es se–al del poder ef’mero de lo humano. Las visiones de Dan 8-14, anuncian la llegada de un

Page 11: Alumnos - Resumen Tema06 (Libros Proféticos)

BACHILLER DE TEOLOGIA 6.11Òreino universal y eterno". Tres son sus caracter’sticas: 1) que es eterno e indestructible, 2) llega misterioasamente, 3) es universal.

La figura del Hijo del Hombre, (Dan 7,9-14), ha suscitado tres cuestiones fundamentales:a) Su ser trascendente, se indica que es un ser suprerior al hombre por la indicaci—n del

pasaje en que habla que vendr‡ "con las nubes", a un siendo un texto apocal’ptico, las nubes siempre aparecen en un contexto de teofan’a en la Biblia. Adem‡s 'hijo del Hombre' es un s’mbolo de una realidad humana. Tiene que ver con los hombres m‡s que con Dios, simbolizando al reino de Israel y a su rey. Decir que es un ser trascendente no signifiva que sea divino, sino que puede ser un hombre que recibe de Dios una envistidura peculiar, un reino que no se destruir‡. tiene una relaci—n especial con Dios.

b) Figura colectiva o individual; los conceptos de rey y reino esta‡n unidos. El cap.7 anuncia la venida de una comunidad mesi‡nica, pero esa comunidad es inconcebible sin su Cabeza. La figura del Hijo del hombre simboliza a lossantos y al Santo, al Salvador futuro.

c) Su caracter mesi‡nico: por su constante referncia a la imagen del reino y del dominio universal y eterno, pero con una perspectiva nueva. Es un personaje misterioso ybsu reino posee unas coordenadas distintas a la de cualquier reino humano.La figura delm Hijo del hombre pone de relieve la sencillez y la humildaden su presentaci—n; pero con origen y misi—n que trasciende todo lo humano.

Ageo: Habla de la grandeza del nuevo templo cuando aparezca el Mes’as. Indica que la gran era est‡ por inagurar, era de prosperidad.

Zacar’as: Profeta oscuro. El Mes’as ser‡ rey manso y pac’fico. Se preocupa por la pureza y la moralidad, la reconstrucci—n del Templo y la restauraci—n ancional.

Malaquias: s V. Denuncia las victimas defectuosas y la falta de disposiciones internas, al caer el fervor de los repatriados y anuncia la sustituci—n de este culto. El esc‡ndalo de los matrimonios mixtos y el divorcio. Anuncia la venida del Angel de la Alianza preparada por un enviado misterioso contemplar‡ el restablecimiento del orden moral y del orden cultual, que culminar‡ en el sacrificio perfecto ofrecido por Dios en favor de todas las naciones.

LOS PROFETAS DE EPOCA INCIERTA.

Su situaci—n cronol—gica es una cuesti—n aun abierta , unos los sitœan en el s.VIII, mientras otros los colocan en la Žpoca persa.

Abd’as: Es el libro m‡s corto del AT, s—lo posee veintiœn vers’culos. Dado su caracter de esp’ritu de venganza y de nacionalismo, su valor radica en su aspecto documental y de testimonio. Es un documento que refleja la situaci—n de la comunidad jud’a en un momento de la historia y de la influencia de la ley del tali—n. Aun con todo, hay un mensaje de esperanza par el "resto santo", llamado a recobrar las posesiones( (v.17), y a permanecer inc—lume el " d’a del Se–or".

Joel: Tiene el libro dos partes bien diferenciadas. la primera (cap. 1-2) se mueve en un plano hist—rico - que se inicia con la plaga de langostas y una sequ’a, y provoca que se haga una ceremonia penitencial y una rogativas a Dios para que termine con la desgracia y vuelva la abundancia.- . La segunda (cap. 3-4), parte se remonta al plano escatol—gico, lo integran tres aspectos: la efusi—n del esp’ritu, el juicio sobre las naciones y la restauraci—n paradis’aca.

La primera parte es una ense–anza sobre el comportamiento y la pedagog’a de Dios en la educaci—n de su pueblo a lo largo de la historia.Los grandes desastres jugaban el castigo por los pecados del pueblo y esla llamada a la conversi—n.

El tercer cap’tulo es un or‡culo escatol—gico, en el que aparecen dos elementos cl‡sicos, los prod’gios c—smicos que preceden al "d’a del se–or" y la salvaci—n definitiva del "resto". Son propios del libro los vv. 1-2, que narran la efusi—in del Esp’ritu Santo. En Joel "mi

Page 12: Alumnos - Resumen Tema06 (Libros Proféticos)

BACHILLER DE TEOLOGIA 6.12esp’ritu" indica s—lo la acci—n directa de Dios; la efusi—n del Esp’ritu Santo en PentecostŽs ilumina y lleva a plenitud este or‡culo, Cfr. Con Hech 2,17-21.

Jon‡s: es una narraci—n sapiencial al estilo de tob’as, escrita para transmitir una ense–anza. Intenta plasmar el dominio de Dios sobre todas las naciones, puede condenar a Nive o a cualquier naci—n, como se expres— en los 'or‡culos de las naciones; aunque tambiŽn puede ser misericordioso con ellas.

Rediculiza el particularismo de algunos jud’os repatriados que negaban la salvaci—n de los paganos, a no ser , que se unieran con todas las consecuencias al pueblo elegido u asumieran la ley.Preoara la venida del "Israel de Dios", que tiene este mensaje una presentaci—n midr‡sica y sapiencial. El Se–or cita el texto de Jon‡s para referir a su propia sepultura ( Mt 12,38-42 y paralelos).