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TEORÍA ECONÓMICA Y JUSTICIA SOCIAL JOSEPH F. JOHNSON DONNELLY Traducción al español por MSc. Olga González Martín

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Page 1: Alex Donelli

TEORÍA ECONÓMICA Y JUSTICIA SOCIAL

JOSEPH F. JOHNSON DONNELLY

Traducción al español por

MSc. Olga González Martín

Page 2: Alex Donelli

y Noel González Martín

1

Page 3: Alex Donelli

“Más alta que la verdad, objeto de razón,

es la justicia, objeto de la conciencia.”

----de

Hostos

Page 4: Alex Donelli

ÍNDICE TEMÁTICO

Introducción……………………………………………………………………………………

1

Capítulo I La Relación entre lo Social y lo

Individual…………………………………23

Capítulo II Prólogo a los Profetas

………………………………………………………..49

Capítulo III Los Profetas y la Justicia Social …………….....………………….

…….…..71

Capítulo IV Adam

Smith…………………………………………………………………...95

Capítulo V Teoría del Crecimiento Económico…………………………………..

….....127

Capítulo VI La Controversia del Capital.

………………………………………………..168

Capítulo VII La Teoría Keynesiana

Page 5: Alex Donelli

………………………………………………………185

Capítulo VIII Expansión Económica………………….

…………………………………...201

Capítulo IX Instituciones Fiduciarias

……………………………………………………215

Capítulo X La Justicia Social y la Teoría Sociológica Moderna

………………………283

Capítulo XI La Dignidad y la Institución del Empleo

…………………………………319

Bibliografía …………………………………………………………………………………...335

1

Page 6: Alex Donelli

INTRODUCCIÓN

El tema de este libro es la justicia social. Presentaremos los

resultados obtenidos por tres campos de estudio diferentes: la arqueología

(1980s), la sociología (1950s) y la teoría económica (1970s). Estos

resultados aclaran los debates actuales sobre el significado de la justicia

social. No se supone conocimiento previo de la teoría económica o la

sociológica. Las distintas posiciones, ya sean a favor o en contra, se

examinarán a profundidad en sus propios términos.

Los profetas del Antiguo Testamento tenían una idea sobre la

justicia social algo diferente a lo que los teólogos pensaban, una idea de

acuerdo con los movimientos populistas a lo largo de la historia: Jeremías y

Amós abogaban por el alivio de la deuda y la reforma agraria por motivos

morales relacionados con una preocupación por la justicia. Sin embargo,

Adam Smith los atacó por esta misma razón.

La teoría sociológica moderna ha alcanzado una noción muy precisa

acerca lo que es una institución social y ha definido “lo social” como algo

que es ininteligible desde un punto de vista estrictamente individualista.

Pero los economistas angloamericanos tienden a afirmar que en una

sociedad de individuos racionales no existiría ningún fenómeno así de

incomprensible.

2

Page 7: Alex Donelli

La finada profesora de economía de la Universidad de Cambridge

Joan Robinson y sus estudiantes1, razonaban desde 1953 hasta 1975 la

existencia de paradojas inevitables en las matemáticas de la teoría

económica de la valoración del capital si se adoptaba el tradicional análisis

individualista de la teoría económica del mercado libre.2 Robinson y otros

afirmaban que debido a estas paradojas, la tasa de beneficios no se podía

explicar desde un punto de vista completamente individualista. Más bien

se debe determinar como un resultado de las políticas y las luchas, es

decir, determinado por un proceso social que no se puede entender según

los términos limitados del análisis económico individualista.

Los resultados de estas tres disciplinas se utilizan para aclarar

cuestiones importantes en debate actualmente sobre el significado y el

estatus del concepto de la “justicia social”. Desafortunadamente, este libro

no nos puede decir cómo obtener la justicia social: ello le corresponde a

esos que están más involucrados directamente en las luchas populistas

para lograrla3. Pero hasta ahora, la naturaleza destructiva y confusa de los

debates en torno al concepto de la justicia social constituyen un obstáculo

para estas luchas: la teoría económica ortodoxa ha sido utilizada para

desacreditar la comprensión popular. Espero que con estas aclaraciones el

1 Entre ellos el profesor Amartya Sen (premio Nobel y actualmente Maestro del Trinity College).2 Esto fue objeto de una famosa, larga y desagradable polémica que incluyó por un lado al profesor Samuelson y el profesor Solow del Instituto Tecnologico de Massachusetts (M.I.T.), premios Nobel posteriormente, y a Robinson y sus colegas, por otro. Véase Avi Cohen y Geoffrey C. Harcourt: ”Whatever Happened to the Cambridge Capital Theory Controversies?”, Journal of Economic Perspectives, 17(1), Inverno 2003.3 Este autor ha estado, de hecho, involucrado en estas luchas pero se necesita la ayuda de los esfuerzos de muchos más para lograr un verdadero progreso.

3

Page 8: Alex Donelli

debate sea más constructivo y que los aportes de aquellos más

involucrados directamente sean más valorados que las críticas de los

ideólogos economistas.

El método en este libro no es el deductivo. El gran número de citas

en esta introducción puede ser engañoso: no se ofrece una historia

académica de gran erudición de los conceptos pertinentes, ni un tratado

abstracto filosófico de principios fundamentales. En cambio se ofrecen

ejemplos históricos concretos. Luego se definen los conceptos teóricos que

usamos para analizar esos ejemplos, —tal como la definición de una

institución. Al final se muestra cómo estos conceptos aclaran los ejemplos y

organizan de nuevo los hechos históricos en un orden comprensible.

¿Cuál es el significado de la justicia social?

Existe una tradición en el populismo reflejado en autores

influyentes desde los tiempos de los profetas del Antiguo Testamento hasta

la actualidad que asevera sobre el contenido práctico del concepto de la

justicia social. Esta idea popular de la justicia social la expresó José Martí

en 1886 por ejemplo, en un artículo periodístico escrito a propósito del

movimiento social en los Estados Unidos por la justica social.

“La libertad pública,... no trajo á su establecimiento, ni

crió aquí en su desarrollo, un sistema económico que

4

Page 9: Alex Donelli

garantizase á lo menos una forma de distribución equitativa de

la riqueza; en que sin llegar á nivelaciones ilusorias e injustas,

pudiese el trabajador vivir con decoro y sosiego, educar en

honor á su familia, y ahorrar para su ancianidad como el

legítimo interés de labor de toda su existencia, una suma

bastante para librarlo del hambre, o de ese triste trabajo de los

viejos que de veras es una ignominia para cuantos no hemos

imaginado aún el modo de evitarlo.4

La idea de la justicia social ha sido atacada desde la época de Hume y

Adam Smith. Los economistas anglosajones niegan que el concepto de la

justicia social tenga sentido, afirman que la justicia es individualista.

Estudiantes impresionados por la consistencia intelectual de la teoría

económica individualista del mercado libre (no importa si es poco realista)

tienden en la práctica a convenir con ellos. Sus opiniones son cada vez más

influyentes en América Latina y entre estudiantes en Colegios de

Comercio.

Según el influyente economista y filósofo Friedrich von Hayek

(Premio Nobel en Economía), la frase “justicia social” es un fraude

semántico y “La idea de lo que es ’la social’...nos conduce a una ampliación

del concepto de la justicia a esferas donde no es pertinente:...la

4 ”El Movimiento Social y La Libertad Política”, El Partido Liberal (México), 4 nov. 1886.

5

Page 10: Alex Donelli

distribución de los bienes del mundo....En cuestiones de la distribución no

existe ningún criterio de la justicia.”5

Si deseamos analizar el mundo real de las actividades económicas,

se ha afirmado que por lo menos debemos suponer6 que la motivación para

una acción es el interés personal del actor. Su clásica expresión se debe a

Adam Smith y es frecuentemente citada.

“No es la benevolencia del carnicero, del cervecero o del

panadero la que nos procura el alimento, sino la consideración

de su propio interés.7

La mayoría de los economistas teóricos han heredado esta visión

utilitarista, y la han elevado para abarcar todas las opciones humanas, no

sólo en las opciones en la esfera económica.8

Frente a esto, Eugenio María de Hostos habla claramente sobre la

moral social y los deberes sociales y dice, por ejemplo, que

5“What is 'Social'? –What Does it Mean?” Studies in Philosophy, Politics, and Economics, Chicago, 1967, pp. 244s. Véase también “The Legal and Political Philosophy of David Hume”, ob. cit.6 (por lo menos hacerlo una parte esencial de nuestro análisis)7 La Riqueza de las Naciones, México, 1958, p. 17.8 Gary S. Becker, Premio Nobel en Economía precisamente por esto dice: “Incluye desde escoger un auto, hasta la selección de un consorte o una religión...Se trata en todos estos casos la utilización de recursos escasos para satisfacer fines competitivos...insisto los principios económicos desarrollados para este sector [del mercado] son relevantes para todo problema de elección...Creo que el análisis económico es esencial para comprender mucho del comportamiento que tradicionalmente estudian sociólogos, antropólogos,...¡Esto sí que es un ejemplo de imperialismo económico!” Teoría Económica, México, 1977, p. 11.

6

Page 11: Alex Donelli

“es inmoral hacerse abogado o médico, o maestro o

periodista, o comerciante o peluquero, sin más mira que la de

ganar el pan.9

Significados opuestos de la palabra ''justicia''

En las escrituras de Cicero y muchos otros autores clásicos, la

'injusticia' significa tomar lo que no le pertenece a uno mismo. “Suum

cuique tribuere. Neminem laedere”.10 Mas, se puede preguntar: ¿esto se

aplica a la reforma agraria y a la nacionalización? ¿Estos son, por lo tanto,

injustos? Este libro razona cuidadosamente que hay circunstancias

importantes donde estas sentencias no son pertinentes.

En la actualidad el mundo vive en una lucha. Cuba todavía está

siendo castigada por haber llevado a cabo una reforma agraria en 1959.

Otros países que con razón, quizás, puedan rechazar el pago de las deudas

que han contraído, están bajo la amenaza de castigos similares por parte

de los banqueros del Primer Mundo. ¿Justifica el bien de la sociedad la

expropiación o nacionalización de la propiedad privada o la extranjera?

¿Puede el gobierno justamente prevenir la ejecución de las hipotecas de las

casas de los consumidores que no hacen sus pagos mensuales? ¿Son justos

9Tratado de Moral: “La Moral Social y las Profesiones”. México, 1945, p. 214. Más adelante critica que “en...las...relaciones industriales que...se rigen generalmente por la oferta y la demanda, aún ahí compite con la vocación la ineptitud, y con el deber cumplido, la burla del deber no conocido o no aceptado”, comparando esto con el nepotismo.10 Giorgio Del Vecchio: La Giustizia, Roma, 1946, pp. 25, 115.

7

Page 12: Alex Donelli

los impuestos redistributivos y las regulaciones de la tasa de beneficios? Si

se entiende la justicia como algo puramente individualista, entonces, la

respuesta sería no. Esto es, de hecho, parte de la “justificación” para

castigar a Cuba con un bloqueo.

La dirección futura de la economía mundial es un tema de gran

debate y lucha. Parte de este debate versa sobre el significado de la

justicia social: parte de esta lucha es entre aquellos que buscan la justicia

social y aquellos que explotan a los pobres. Parte de la disputa versa sobre

lo que cuenta realmente como explotación y si ésta es esencialmente algo

malo.

Algunos defensores de la globalización y del mercado libre pueden

verdaderamente tener en sus corazones los intereses de los pobres del

Tercer Mundo. Y sí plantean que abrir los mercados a una mayor

“explotación” sería algo bueno en el largo plazo aunque provoque mayor

desigualdad en el corto plazo.

Los economistas ortodoxos11 actualmente tratan el tema de la gran

brecha existente entre el Tercer y el Primer Mundo a partir de la

recomendación de los primeros abandonar sus intentos de regular la tasa

de beneficio o subsidiar el costo de la vida de los más pobres y que que

deben abrir sus economías a la explotación. El aumento resultante de la

desigualdad, plantean, es una consecuencia necesaria de permitir que el

interés propio sea la motivación para el desarrollo económico.

11 Con el objetivo de patentizar su desacuerdo al respecto, la profesora Robinson permitió que uno de sus libros fuera titulado Herejías Económicas, Barcelona 1976 (ed. original Nueva York, 1971).

8

Page 13: Alex Donelli

Niegan que pueda existir un derecho humano como el derecho al

empleo, o que la sociedad deba tomar medidas concretas para garantizar

tal derecho o garantizar cualquiera de las desiderata enunciadas por José

Martí y muchos otros.

Sólo los derechos sobre los bienes son importantes para ellos;

afirman que el capital se debe tratar como otros bienes; de modo que

cualquier ley que impida su venta a extranjeros se debe derogar. Cualquier

reforma agraria debe ser socavada por medio de permitir la transferencia

completamente libre del título o escritura de propiedad, aun si esto

ocasiona de nuevo una concentración extrema de la riqueza.12 Presentan

argumentos basados en la teoría económica para apoyar esta posición a la

vez que menosprecian las preocupaciones con la justicia. Ellos desean

estimular una actitud utilitarista y pragmática.

Otros plantean que las políticas económicas que incrementan la

desigualdad y excluyen de manera creciente a los individuos de participar

en las decisiones de la sociedad son injustas a primera vista. En este libro

se demostrará que la teoría económica en la que se basan los economistas

ortodoxos está extremadamente viciada también que, el crecimiento

económico en compañía de una creciente desigualdad parece estar lista

para provocar desastres en países menos desarrollados.13

¿Es desigualdad, por si, una injusticia? Esto seguramente todavía

no se ha demostrado. Muchos trabajos recientes de filósofos académicos

12Por esta razón algunos de estos economistas no tuvieron reparo alguno a la hora de colaborar con y alabar al asesino Pinochet. 13Amartya Sen: “The Rich Get Hungrier“, The New York Times, 28 Mayo 2008.

9

Page 14: Alex Donelli

sobre la justicia social hacen suposiciones extravagantes al respecto.

Muchos otros filósofos y economistas niegan que la desigualdad económica

es, por si, una injusticia. Por eso, no planteo tal supuesto en este libro. Sin

embargo, no será posible probar que la desigualdad es, por si, una

injusticia moral. No obstante, investigaciones teóricas de la profesora Joan

Robinson y empíricas del profesor Amartya Sen (un estudiante suya y

Premio Nobel) han comprobado que el crecimiento económico en la

presencia de un aumento del nivel de la desigualdad de la sociedad es muy

peligroso y puede resultar en una hambruna y grandes escaseces de tipos

variados, no solamente una escasez de comida.

Uno de los temas filosóficos/ideológicos básicos se plantea en este

libro: ¿es un acuerdo (contrato) llegado libremente por dos individuos (sin

fraude, excesiva influencia, amenazas, fuerza, etc.) ipso facto justo? La

teoría individualista de la justicia del Liberalismo Clásico plantea que sí lo

es, pues parece ser incomprensible que dos individuos racionales puedan

en tales circunstancias acordar algo injusto. Una teoría social de la justicia

y la filosofía tradicional del derecho sostienen que la cuestión de la justicia

va más allá de los simples elementos formales de procedimiento como los

enumerados más arriba.

Sobre este tema en particular, Alain dice que: “Por ejemplo, es

necesario examinar un salario, a ver si permite sostener una vida humana.

Supongamos un salario miserable; es bien conocido que el obrero pudiera

aceptarlo. Pero cuando firma el supuesto contrato en frente de un notario,

10

Page 15: Alex Donelli

no siempre es un contrato”.14 O, de nuevo, “Falta la justicia cada vez que

no son iguales los dos contrayentes, si esa desigualdad modifica el

contrato: por ejemplo, si uno sabe mas que el otro, si uno es mas rico que

el otro o puede asistir mejor, o si es menos dominado por las necesidades y

las pasiones”.15

Sería justo caracterizar a la tradición utilitaria angloamericana en

negar que existe algo como la justicia en el sentido expuesto arriba.16 Los

seguidores de Adam Smith atacan cualquier concepto de la justicia social

que vaya más allá de la igualdad de oportunidades económicas.17 Esto

forma parte de su propensión individualista en contra de “lo social” y de su

parcialidad filosófica contraria a las ideas clásicas de la moral a favor del

utilitarismo.

Esta tradición utilitaria también afirma que no existe tal cosa como

la sociedad que solo existen individuos.18

Mas, el Premio Nobel y activista Adolfo Pérez Esquivel se refirió a

los sistemas injustos cuando les habló a las Madres de la Plaza de Mayo en

14 Alain era el seudónimo de un influyente profesor de filosofía en París quien tenía muchos lectores y tuvo a Simone Weil como discípulo. “Propos de 16 juillet 1932“, Pléiade, p. 1089, Propos sur des philosophes, p. 120.15 “Propos du 4 mai 1914“, Propos d'un Normand, t. V, p. 230.16 Jeremy Bentham: An Introduction to the Principles of Morals and Legislation, Oxford, 1789, p. 8 ss. Bentham no andaba con rodeos pero sus seguidores, a la vez que concordaban con él, han preferido apropiarse de la palabra tradicional “justicia“ para sus propios conceptos que se oponen completamente a los de los profetas, Cícero, de Hostos o Alain). 17 A veces algunos de ellos permiten por excepción de medidas redistributivas muy leves basadas en la utilidad social –pero eso es una falla en la consistencia lógica de su teoría.18 Margaret Thatcher dijo: “No existe tal cosa como la sociedad. Hay hombres y mujeres individuales y también hay familias“. Citado en Alex Abello: Soldiers of Reason: The RAND Corporation and the Rise of the American Empire, Nueva York, 2008, p. 257. A partir de la adición ilógica de la familia a la lista, ella demuestra la teoría subyacente…las familias son colectividades o instituciones y si alguien las adiciona, por qué no adicionar otras instituciones o colectividades…

11

Page 16: Alex Donelli

julio de 1980 y afirmó: “La no violencia es un espíritu de profecía a la vez

de ser un método---un conjunto organizado de quebraduras del orden civil

para desordenar el sistema responsable para las injusticias que nos

rodean. “ Reafirmó también el llamado de la Conferencia de Obispos

Latinoamericanos en Puebla para ”restablecer la justicia en las relaciones

socio-políticas y económicas” (no. 533) que a la vez reafirmó la declaración

de su conferencia en Medellín, 1968, parte II, p. 54s.:

“No deja de ver que América Latina se encuentra, en

muchas partes, en una situación de injusticia que puede

llamarse de violencia institucionalizada cuando, por defecto de

las estructuras de la empresa industrial y agrícola, de la

economía nacional e internacional, de la vida cultural y política,

’poblaciones enteras faltas de lo necesario, viven en una tal

dependencia que les impide toda iniciativa y responsabilidad, lo

mismo que toda posibilidad de promoción cultural y de

participación en la vida social y política’19, violándose así

derechos fundamentales.

Esto claramente le atribuye la responsabilidad de una injusticia a

un sistema o una institución. Pero si es así, ¿cómo puede ser moral la

responsabilidad? ¿es esto simplemente una analogía al concepto

tradicional moral de la justicia en el sentido estricto? Uno de los objetivos 19 Pablo VI, Populorum Progressio.

12

Page 17: Alex Donelli

de este libro es responder a las críticas o dudas que se basan en estas

preguntas. Una colectividad puede ser, en un sentido, un actor pero no un

actor moral. La teoría sociológica moderna aclara la relación exacta entre

las acciones individuales y el comportamiento de las instituciones.

Igualmente, los profetas y Martí no podían expresar con claridad lo

que querían. Nosotros repetimos los datos y argumentos que resultan en

un consenso entre los teólogos modernos que los profetas trataban de

enseñar un concepto de la justicia que no era individualista pero que tenía

cierto componente social. Además nosotros apuntamos que los profetas

explícitamente condenaban los contratos hipotecarios que produjeron

peones-endeudados en el Antiguo Israel, aún y cuando fueron acordados de

manera libre. El profesor Moshe Weinfeld de la Universidad Hebrea de

Jerusalén ha resumido hábilmente una generación de erudición en los

aspectos lingüísticos de los términos usados en estos textos biblicos y otros

textos paralelos en otras culturas antiguas del Cercano Oriente. Lo que

está traducido de manera equívoca en las traducciones del Antiguo

Testamento como ”misericordia y justicia” era un término técnico para el

alivio de la deuda y reforma agraria (la restitución de los bienes raíces

hipotecados).20

Pero Adam Smith atacó a los profetas por esta misma razón. Él

creía que es absurdo que un contrato (acordado libremente) pueda ser

injusto. Smith atacó explícitamente los puntos de vista de los profetas en

torno a la usura y la hipoteca y promovió una justificación teórica sobre la 20 Moshe Weinfeld: Social Justice in the Ancient Near East, Jerusalén, 1991.

13

Page 18: Alex Donelli

posición del Liberalismo Clásico en torno a los contratos. Esta posición se

convirtió en el proyecto teórico de la teoría del mercado libre para

demostrar cómo los bienes sociales surgen de las motivaciones

comprensibles indivualísticamente.

¿Un bien o un imperativo?

El concepto de la justicia social nunca se ha definido.21 La mayoría

de los economistas y algunos de los filósofos dicen explícitamente que no

hay tal cosa,22 que toda la justicia es individualista, aunque pueda tener

subdivisiones tales como la justicia distributiva o la justicia conmutativa.23

Los sociólogos y muchos populistas piensan que ni una ni otra de estas

subdivisiones son adecuadas, y ninguna es verdaderamente ”social”.

El propósito de este libro es presentar los modos típicos del análisis

que usan los economistas, los humanistas y los sociólogos, en un caso

21 Quizás el intento más útil ha sido la discusión del profesor David Miller (Oxford) sobre el profesor Alasdair MacIntyre (Notre Dame). Profesor Miller reformula la definición de éste sobre la justicia de la siguiente manera: ”La justicia es la disposición a darle a cada persona lo que merece y a no tratarle de manera incompatible con su mérito. …esto no se puede entender concretamente sin referir a las prácticas sociales de la sociedad”, Principles of Social Justice, Cambridge, Mass., 1999 p. 111 ss.22 Según el profesor Miller, el profesor MacIntyre es uno tal, loc. cit.23 La justicia distributiva es “la proporción que existe entre el Estado y sus miembros, por la cual aquél reparte entre éstos las cargas y bienes y comunes, con relación á los méritos de cada uno. No requiere igualdad absoluta, como la conmutativa, entre el mérito del individuo y lo que éste recibe, sino solamente que la relación en que se encuentren el mérito y la recompensa, la capacidad y la carga, sea la misma para todos; así, quien puede trabajar más, debe soportar más cargas.” Enciclopedia vniversal ilvstrada evropeo-americana (Espasa), Barcelona 1930, en el artículo ”Justicia”, p. 3239. Como esta definición se centra en el Estado es insuficientemente social. La teoría sociológica moderna nos permite expandir en gran medida el alcance de esta definición.

14

Page 19: Alex Donelli

concreto actual: ¿cuáles son estas nociones competitivas de la justicia

social? Básicamente, ¿*es* que hay tal cosa?

Uno de los temas es concocer si la justicia social en el sentido

explicado más arriba es realmente un deber de la justicia o sólo un ideal de

la “buena sociedad” que nos gustaría ver ocurrir, de la misma manera que

nos gustaría que sucedieran muchas acciones admirables morales.

“Desde antiguo los moralistas distinguen la justicia de la

caridad. Se funda la primera en la igualdad moral y en el

respeto á los demás, y la segunda en la comunidad de

naturaleza y en el amor á los demás hombres; por la primera

somos miembros de un mismo cuerpo, por la segunda somos

hermanos. Establecían, á este efecto, la división general de los

deberes de los hombres entre sí en deberes de justicia y de

caridad, caracterizados, respectivamente, por ser los primeros

coactivos é exigibles y los segundos voluntarios y de pura

beneficencia; negativos casi siempre, los de justicia son

determinados y corresponden á la esfera jurídica; positivos los

de caridad, son indeterminados y se consideran, por lo común,

de exclusiva competencia de la Moral. A los primeros se les ha

llamado también de precepto y á los segundos deberes de

consejo.24

24 Ob. cit., p. 3240.

15

Page 20: Alex Donelli

En la visión tradicional de las virtudes, la caridad es buena pero la

justicia es imprescindible. La naturaleza imperativa de la justicia se ve en

que la injusticia es habitualmente reparada por la fuerza o por la amenaza

de ella (el Estado, a través de las funciones de sus tribunales y la policía;

también hay la revolución).

Algunos autores, cuando se refieren a una “sociedad justa” son

poco cuidadosos con la manera en que utilizan el término “justo” pues no

queda claro si utilizan esta palabra significando “justo” en el sentido

estricto (según lo que se citó de la enciclopedia más arriba) o si hablan de

“justo” como un simple “ideal”. Muchos de los que hablan sobre la justicia

social no han aclarado si sus principios de la justicia social son preceptos

estrictos cuya violación justificaría la violencia o simple consejos.

Evidentemente, los profetas del Antiguo Testamento decían lo

primero: que los principios de la justicia social son preceptos estrictos.

Para ellos, la incapacidad del Antiguo Israel para establecer el alivio de la

deuda y la reforma agraria significaba que los invasores asirios estaban

justificados para destruir esa sociedad. La incapacidad de los teólogos

tradicionales de imaginar que el alivio de la deuda y la reforma agraria

pudieran ser preceptos estrictos de la justicia significaba que el

entendimiento teológico tradicional de los profetas no les dejaban ver los

profetas sí abogaban por esas dos medidas de la justicia social.

16

Page 21: Alex Donelli

Lo que digo ser la idea “normal” de la justicia, es la idea

compartida por los profetas del Antiguo Testamento, Aristoteles, Cicero,

Ulpiano25, de Hostos, Martí, Alain, Simone Weil, y muchos otros. (No

importa si es individualista o es social). Esa idea de la justicia está a una

larga distancia de muchos que lo usan para discutir un patrón ideal de la

sociedad. Hace falta clarificar la idea, ¿es que se puede incluir el contenido

práctico de “la justicia social” como un tipo de la justicia normal? (Por

ejemplo, el contenido práctico de la versión de la justicia social de los

profetas incluía la reforma agraria. Y eso contenido ha planteada por la

lucha práctica de los peones.) Si se pudiera hacer, las dos distintas

definiciones de “la justicia” y “la justicia social” significarían la misma

“justicia”.

Quienes actualmente hablan sobre la justicia social, ya sean las

Conferencias del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en Medellín y

Puebla o los filósofos políticos académicos que utilizan esta frase, no dejan

claro si significan la justicia en el sentido estricto o en un sentido más débil

o análogo. Uno meta de este libro es demostrar que el contenido de su

concepto de la justicia social puede tener el mismo status imperativo como

lo tiene la justicia individualista de los moralistas clásicos.

David Miller26 no se muestra muy convincente: 'la justicia social es

un proyecto no terminado. El trabajo del filósofo politico es decirnos, en

formato de bosquejo, como se mirara una sociedad justa...' Para Miller y la

25 Jurisconsulto romano (170-228).26 David Miller, Political Philosophy, A Very Short Introduction, Oxford, 2003, p. 91.

17

Page 22: Alex Donelli

mayoría de sus colegas, la palabra “justo” se ha reducido a casi el mismo

significado de “bueno” y ha perdido la fuerza que tenía, por ejemplo, en el

proverbio romano (atacado explícitamente por Bentham) Fiat justitia, ruat

coelum.

Teoría Económica

La teoría económica trata de interpretar estas situaciones

individualísticamente. Aunque esto es Quijotesco, sí funciona teóricamente

–hasta un cierto punto. En la misma teoría esto no funciona para el capital.

Por lo tanto, no funciona para la teoría del desarrollo y la globalización. El

modelo para los individualistas se basa en la teoría de la utilidad marginal

y la productividad marginal: una parte de la teoría micro-económica.

La mayoría de los sociólogos o los defensores de un ingrediente

social de la justicia descartan los argumentos opuestos de la economía del

mercado libre por faltar del realismo. Lo hacen de dos maneras

inadecuadas: la primera deficiencia del realismo señalada es suponer la

carencia de la “fricción”.27 El mundo real está lleno de fricción, así que la

teoría del mercado libre no se aplica. 

La segunda deficiencia indicada es la más profunda carencia del

realismo, es que los agentes individuales no se comportan racionalmente,

por lo menos no con racionalidad económica. Ninguna de las dos

27 Los costos de una transacción son el equivalente económico de la fricción en los sistemas físicos: están presente en la incertidumbre, en la búsqueda de información sobre precios, calidad, disponibilidad de insumos, la protección de la propiedad de ataques de terceros, los costos de contratación y negociación, y en la discriminación de precios.

18

Page 23: Alex Donelli

evaluaciones ha perjudicado el prestigio de la economía matemática en la

mente del estudiante y estas evaluaciones son superficiales e inadecuadas.

La discusión no es solamente sobre lo que sucede, sino sobre dónde queda

la culpa y cuáles reformas pudieran suceder si se instituyeran. Las

preguntas sobre la justicia efectivamente son más que una pregunta

descriptiva científica, y la presencia de la fricción e irracionalidad en el

mundo permite que los apologistas del mercado libre pongan la culpa para

los resultados no deseados en esos factores. Los experimentos no realistas

del pensamiento han sido cruciales a la discusión del concepto de la

justicia desde Platón. La teoría económica del mercado libre se tiene que

tratar en sus propios términos como parte de la exploración del concepto

de la justicia.

El sistema económico en el que vivimos se llama Capitalismo pero

no porque tenga mercados libres pues no los tiene; no porque sea

individualista porque tampoco lo es (ya que tiene familias). Lo llaman

capitalismo porque el sistema trata al Capital como si fuera una mercancía

cuya posesión es una propiedad; el Capital se-considera-transferible

libremente y poseerlo confiere derechos a un flujo28 de beneficios. La

crítica hecha en este libro es una que plantea que el modelo matemático de

valoración de capital necesario para-hacer-comprensible este sistema tiene

contradicciones lógicas irremediables. Pues es una crítica muy aguda.

Sin embargo, Piero Sraffa (el ejecutor literario de Antonio Gramsci,

y un protegé de John Maynard Lord Keynes, barón de Newnham) descubrió 28 Desde el punto de vista matemático, un flujo es una serie temporal.

19

Page 24: Alex Donelli

que es imposible lógicamente que la cantidad de capital sea designada

únicamente por la productividad marginal porque el proceso de valorarlo

varía con los cambios del nivel de la desigualdad de la sociedad. En los

años 50, después de un análisis cuidadoso de profesora Joan Robinson de

la Universidad de Cambridge, se supo que aparentemente existían círculos

viciosos lógicos e inevitables implicados en el tratamiento del capital como

mercancía sujetos a las leyes usuales de la oferta y la demanda.

Más, un análisis cuidadoso de las bases de la teoría económica del

crecimiento, que se debe a Robinson y a Amartya Sen en los años 6029

demuestra que el capital no es un factor de producción tal como lo es el

trabajo. Es una relación social, o sea, una institución sociológica. El índice

de beneficios (o de interés) o la tasa de rendimiento al capital está

determinada por un equilibrio de fuerzas sociales---es decir, por política.

Esta discusión teórica decide si el índice de beneficio es “natural” o

“político”. Si es político, entonces las medidas sociales para controlarlo no

tienen ninguna desventaja obvia. Pero si es “natural”, entonces, como

creen los economistas, todas las tentativas de controlarla producirían

ineficiencias y un índice más bajo de crecimiento económico.

Amartya Sen condujo investigaciones empíricas sobre las

hambrunas. Demostro que las inestabilidades en la valoración del capital

(como el estock del maíz) en el mercado libre eran más culpables que las

escaseces de comida.

29 Éste no es el trabajo por el cual nominaron a la profesora Robinson para un Premio Nobel o por el cual el profesor Sen obtuvo su Premio Nobel. Véase Marcuzzo, Pasinetti, y Roncaglia, eds., The Economics of Joan Robinson, Londres 1996, esp. p. 217 ss.

20

Page 25: Alex Donelli

Esto confirmó los descubrimientos teóricos de Sraffa y Robinson en

torno a la “reversión” (“reswitching”). El valor de un bien capital puede

cambiar con un cambio en el grado de la desigualdad en la sociedad y, por

lo tanto, no se puede comprender solamente en términos de las

motivaciones individualistas de los actores económicos, según Smith. El

crecimiento económico acompañado de una desigualdad creciente causó la

Gran Hambruna de Bengala en 1943, en la que murieron tres millones de

personas, aun cuando no era una escaces del arroz.

Enlazándolo todo junto

Los economistas teóricos y sus aliados como el profesor Rawls

pueden usar la palabra “social” pero no hay nada verdaderamente social

en la manera en que la utilizan. Los sociólogos le han asignado a la misma

palabra un distinto significado y el punto de vista al que se acoge este libro

es el sociológico, el cual contrasta con los puntos de vistas de los legalistas

y los individualistas.

Como han señalado los sociólogos, las sociedades actuales están en

parte constituidas de instituciones. Los economistas contestan que esto

sólo sirve para demostrar que las sociedades existentes actualmente son

irracionales. Sin embargo, el trabajo de la profesora Robinson demuestra

que sólo se puede entender el Capital a través de un análisis institucional.

Lord Keynes hizo lo mismo para la teoría del dinero.

21

Page 26: Alex Donelli

Si adoptamos el punto de vista sociológico, entonces el gobierno no

es lo que las leyes oficialmente definen. En la realidad social, este incluye

a todos quienes realizan funciones de gobierno (en términos cibernéticos):

los oficiales del crédito bancario, aseguradores de bonos, y los inversores

mayores. Esta es la parte no-elegida del gobierno.

El punto de vista de este trabajo es que la teoría económica debe

ser reconstruida sociológicamente al menos porque la teoría económica

individualista y utilitaria no puede explicar la teoría del Capital.

Cualquier estructura socio económica estable que pueda

imaginarse debe basarse en algo que vaya más allá de las preferencias

individuales como, por ejemplo, las instituciones. A partir de la definición

de “institución” que hace Talcott Parsons, este libro muestra cómo los

ejemplos de los profetas y de otros pueden formularse como ejemplos de

un concepto de “justicia social”.

Sí hay algo como la justicia social, pero no puede detectarse con

solo echar una mirada a las acciones de los individuos y ver que evitan el

fraude, el robo, etc. Las conclusiones de las tres disciplinas ahora se

enlazan y comparan entre sí.

Incluso, dentro de la teoría económica no es creíble que las

motivaciones comprensibles individualísticamente tales como maximizar la

utilidad o los beneficios por sí solas pueden (incluso en un modelo teórico

puro) explicar fenómenos macroeconómicos como la tasa de beneficios, del

interés o el nivel agregado del empleo. De igual manera, un acto individual

22

Page 27: Alex Donelli

tiene una dimensión de “la justicia social” si su justicia o injusticia es

incomprensible en términos de una análisis individualístico, es decir si uno

necesita analizar sociológicamente el contexto institucional que la da a la

acción su significado. El arquetipo de esto es el cambio en la capacidad o

incapacidad de empleo del mismo individuo concreto en dos diferentes

climas económicos con niveles diferentes30 de empleo. Puede ser que los

patronos que niegan a contratar a alguien no cometen ninguna injusticia31

si no le discriminaron. Pero si no obtuvo empleo debido a los niveles

agregados del desempleo, y si esos niveles resultan de la manipulación por

medios injustos, sí hubo una injusticia social. ¿Quién es el responsable?

Esos que crearon o mantuvieron las instituciones manipuladoras, ya que

las instituciones de una sociedad son el análogo social de la planta capital

de una economía.

La justicia no se limita a una regularidad de procedimiento y

libertad formal. Ésta puede incluir conceptos (desarrollados por el

movimiento popular de lucha contra las injusticias) de valores comparable

y una consideración de las relaciones del poder que limitan la elección

individual y manipulan los niveles agregados. Desde el punto de vista

sociológico, los banqueros y los inversionistas ejecutan funciones

dominantes en la sociedad y deben considerarse como parte del gobierno

(el “sistema político”, en el lenguaje técnico de Parsons –en inglés,

30 Ya que niveles distintos de demanda agregada produjeron niveles distintos de empleo.31 en términos comprensibles individualísticamente

23

Page 28: Alex Donelli

“polity”). Así, debe extenderse la democracia para incluir a la esfera

socioeconómica.

Si la sociedad hace promesas a través de sus instituciones debe

mantenerlas.

Si la institución del capital es social porque no es una adición

simple de las preferencias de los individuos, la cuestión de la justicia de un

contrato (implicada en esta institución) depende de la injusticia de la

institución. Ni depende de la igualdad de dos ocultas substancias

intercambiadas (según Aristóteles), ni de si el acuerdo se hizo con libertad

completa (según Hume y Adam Smith).

El fallo de la teoría filosófica individualista de moralidad de

reducir la justicia social a una adición sencilla de derechos y propiedades

individuales, es profundamente similar al fallo de la teoría económica de

explicar los conceptos macroeconómicos (tales como el dinero, el nivel de

producción, y la tasa de rendimiento al capital) en términos de las

preferencias de individuos atomísticos.

La moralidad de los profetas concuerda con una idea moral de la

justicia y con el punto de vista sociológico sobre las instituciones. Pero la

idea de los economistas de que el capital es una materia es incoherente en

sus propios términos: se destruye al examinarlo más de cerca.

Organización en detalle

24

Page 29: Alex Donelli

El cuerpo del libro no se va a centrar en muchos de los detalles

sobre la filosofía de la justicia, solo en las contradicciones previamente

mencionadas que son pertinentes para la mayoría de los temas

socioeconómicos. El primer capítulo presenta el concepto básico

sociológico de una institución. Mas, como la teoría de la institución de

Talcott Parsons se obtuvo a partir de la Teoría del Dinero de Lord Keynes,

sólo será en el Capítulo IX que lo consideraremos de nuevo para ponerle

punto final a este tema ya que la teoría Keynesiana será presentada en el

Capítulo VII.

Los Capítulos II y III narran la historia social del Antiguo Israel

pues está relacionada con los profetas del Antiguo Testamento y aplica el

concepto sociológico de institución social a esta situación para esclarecer

su verdadero mensaje.32

El padre de la teoría económica moderna del mercado libre, Adam

Smith, atacó explícitamente las doctrinas económicas de los profetas y

Aristóteles y, por lo tanto, el capítulo siguiente ofrece una introducción

elemental pero cuidadosa a esta teoría de la oferta y la demanda de la

mercancía. Al presentar la lógica detrás de este razonamiento (con las

aclaraciones y sofisticaciones introducidas con el tiempo) preparamos el

escenario para los próximos tres capítulos. En estos se explica la

Controversia del Capital, entre otras, y se demuestra por qué este

razonamiento ya no sirve para ni el Capital o el dinero. De aquí puede decir

que no es valido para la teoría del crecimiento económico. 32 Trateremos de demostrar que esto no es tan anacrónico como parece…

25

Page 30: Alex Donelli

Debido a que la teoría keynesiana del dinero demuestra que éste es

una institución social, el Capítulo IX regresa a la explicación de la teoría

sociológica moderna de las instituciones: la teoría económica del dinero

será el guía. Cuando Keynes desarrolló la Teoría del Dinero, planteó un

problema de la relación entre esta nueva teoría y el marco ortodoxo de la

demanda y la oferta, basado en los actores individuales tratando de

maximizar sus ganancias en términos utilitarios. Varios teóricos

económicos comenzaron a buscar las bases individualistas de la teoría

Keynesiana que permitiría que fuera deducida lógicamente del enfoque

ortodoxo de Adam Smith y sus seguidores como Walras. Después de la

Controversia del Capital, se hizo evidente para muchos economistas que

sería imposible ofrecer tal tipo de base. Por lo tanto, la teoría del dinero y

la del Capital son ejemplos de comportamiento económico incomprensible

en términos individualistas: resultante del comportamiento social.

El Capítulo X aplica estos conceptos sociológicos al problema del

significado de la justicia social y el capítulo que le sigue se centra en el

caso concreto de cómo encajar el concepto intuitivo de dignidad humana

en el marco económico de la institución sociológica del empleo. Esto pone

punto final al libro al demostrar cómo una teoría rigurosa de la justicia

social puede deesarrollarse, demostrando que algunos elementos que se

pensaron eran obstáculos se pueden de hecho vencer.

26

Page 31: Alex Donelli

Las traducciones de las citas son del autor, a no ser que la nota

hace referencia a una traducción de la obra editada en el español. Las citas

bíblicas vienen de la Biblia de Jerusalén, ed. 2da.

Agradecimientos

Quisiera agradecer al profesor Robert Heilbroner (que en paz

descanse), al profesor jubilado Geoffrey Harcourt del Jesus College de

Cambridge, al profesor Amit Bhaduri de la Universidad de Hamburgo, al

profesor Martin Shubik de la Universidad de Yale, al profesor jubilado

Carlos González Prado de la Universidad de Queen”s, al Sr. Noel González

Martín (quien ha traducido los capítulos IV, V, y IX), a la MsC. Olga Rosa

González Martín de la Universidad de La Habana (quien ha traducido los

restantes capítulos), al profesor Takeshi Negishi de la Universidad de

Tokio, al profesor Esteban Morales de la Universidad de La Habana, y al

profesor John Randall (que en paz descanse) del Hostos College, CUNY,

por sus útiles comentarios y aliento.

27

Page 32: Alex Donelli

Capítulo I

La Relación entre lo Social y lo Individual

El individualismo niega la existencia de que exista algo como la

“justicia social”: según esta teoría sólo existe la justicia individualista. De

manera general, este concepto de la justicia significa el mantenimiento de

las promesas, incluyendo aquellas relacionadas con los contratos, y el no

robar, etc. La pobreza que existe en la sociedad es injusta solamente

cuando resulta directamente de una acción individual injusta.33 El

individualismo viene en varios sabores pero lo que sí tienen todos en

común es que sólo los individuos son agentes morales y, por lo tanto, sólo

las acciones individuales pueden considerarse como moralmente correctas

o incorrectas, justas o injustas. Y, como por supuesto, la justicia es

solamente un elemento más de la moral en general, la “justicia social” es

un oxímoron.

33Según el individualismo, la pobreza puede ser una falla que no llega a ser injusta. El individuo pobre quizás es culpable por ser peresozo. Sus antepasados quizás son culpables por no cumplir con su deber de criar bien sus hijos. Si la pobreza extensa es el resulta de una decisión político-económica equivocada de un legislador, esta acción individual podría ser una culpa moral sin ser una injusticia real.

28

Page 33: Alex Donelli

Por otro lado tenemos el colectivismo. Una noción típica colectivista

de justicia es: “es injusto que algunos tengan más que los demás: debería

haber igualdad de sufrimiento”. Existen más bien distintas posiciones

intermedias. Sería muy difícil establecer rigurosamente la verdad de tal

propósito. Por eso, en este libro, no haremos suponer (como principio)

nada tan igualitario como eso. Aceptaremos que solo un individuo puede

ser un agente moral y que la justicia (no importa si es individualista o es

social) es una parte determinada de la moral. Pero demostraremos que la

noción de la “justicia social” no tiene nada contradictorio, y que sí hay

acciones cuya justicia o falta de justicia es ininteligible si se analizan según

si los individuos robaron de o defraudaron a otros.

Porque si las acciones individuales tienen lugar en un ambiente

formado por las acciones de otros, su significado moral puede depender de

ese contexto. Ya que ese contexto puede ser de naturaleza social, su

significado moral puede depender de las estructuras sociales. Esta idea tan

obvia y tan general se puede hacer suficientamente precisa para utilizar en

el análisis de acontecimientos importantes como el trueque de la inflación

por el desempleo,34 o de la equidad por el crecimiento económico.35 Las

instituciones sociales existen objetivamente y desempeñan un papel en la

cadena de la causa y el efecto que acompaña las acciones individuales. No

es necesario pensar que una institución sea un agente moral, y nunca se

34 Hecho por Paul Volcker, el entonces director del banco central de los EE.UU., en 1979. Actualmente, es consultor económico al presidente Obama. Véase James K. Galbraith, Balancing Acts, NY, 1989, pp. 48 ss.35 Propuesta perenne del FMI.

29

Page 34: Alex Donelli

pudiera convencer a ningún individualista o moralista clásico de esto. Solo

los individuos pueden ser agentes morales, pero las instituciones son

reales y, por lo tanto, la sociedad no puede ser analizada correctamente

sólo en función de las motivaciones individualistas de los individuos sin un

contexto institucional. Por consecuencia, el problema de la justicia tiene

que incluir un análisis de la justicia de las instituciones. Esta parte del

análisis de la justicia es el asunto de la “justicia social”.36 Resulta que no

existe razón alguna para llegar a la conclusión de que la “justicia social” es

una contradicción, aún para los dedicados a la tesis individualista que

sólo los individuos pueden ejecutar actos morales o hacer elecciones

morales, mientras se abandone la tesis separada que todo lo que ocurra en

la vida se puede analizar correctamente en términos de motivos

individualistas y que las causas y efectos encadenados entre los motivos

individuales y sus consecuencias solamente vincula los individuos como

individuos, y nunca pasa por ninguna construcción social tan complicada

como una institución. La sociología moderna ha explicado la manera en

que una institución social es construida, mantenida y alterada de forma

ocasional, por las acciones de los individuos, pero niega que las

instituciones son cosas tan sencillas como los individualistas las suponen

ser.

36 Cuando se entienden estos términos bien.

30

Page 35: Alex Donelli

La definición abstracta de una institución social37 se dará mas luego,

pero primero explicamos el punto de vista sociológico opuesto a lo de los

legalistas o individualistas, seguido por algunos ejemplos de las

instituciones según los sociólogos.

La teoría sociológica se ha enfocado en explicar científicamente

varias de las regularidades que pueden observarse en la sociedad; en

particular, el comportamiento social en contraposición con el individual.

Cada individuo es diferente; mas, a pesar de eso, aquellos que forman

parte de una cultura específica tienen más en común que lo que lo que uno

pudiera esperar de una simple casualidad. Las similitudes no son algo al

azar, existe una regularidad a explicar en el sentido científico. Además hay

muchas mas regularidad de lo que se puede explicar a partir sólo del

análisis de las leyes escritas o promulgadas de esa sociedad. Mas, tampoco

pueden ser deducidas a través de la razón pura sin la observación. Así es

que el adoptar un punto de vista simplemente legalista o individualista es

un rechazo de los deberes científicos.

En este capítulo, en vez de enumerar los argumentos abstractos o

disciplinarios y los estudios empíricos que según los sociólogos

profesionales refutan la perspectiva individualista, nos conformarnos con

explicar la perspectiva sociológica pero sin probarla. En los capítulos a

continuación sobre los profetas del Antiguo Testamento estudiaremos las

evidencias lingüísticas y arqueológicas que muestran que ellos adoptaron

37 Véase Talcott Parsons, El Sistema Social, Madrid, 1976, (ed. orig. 1951), cap. ii y vii, esp. pp. 43 ss, y también Talcott Parsons y Neil Smelser, Economy and Society, Londres, 1956, p. 103.

31

Page 36: Alex Donelli

una visión de “justicia” que incluye los elementos sociales y rechazaron el

elemento central del análisis individualista de la justicia. Este punto

central se basa en el reclamo de que si dos individuos llegan a un acuerdo

(contrato) de manera libre, sin fraude, amenazas, demasiada influencia o

fuerza, entonces el acuerdo es justo. Y también es justo que el Estado lo

ponga en vigor. Sin embargo, los profetas condenaron la puesta en

práctica por parte del estado de determinados contratos que fueron

firmados de manera libre (hipotecas que no habían sido pagadas).

El objetivo de este capítulo es clarificar el tipo de relación existente

entre lo social y lo individual que conforma a “la perspectiva sociológica”.

En resumen, sólo los individuos existen y actúan pero algunos patrones en

sus acciones son ininteligibles en términos puramente individualistas.

“Social” es el adjetivo que utilizamos cuando eso sucede. Si resulta,

entonces que no se puede explicar la justicia de un acto individual en

términos puramente individualistas, [tal como el robo de un objeto

concreto, o un derecho explícitamente definido de otra persona], entonces

es un asunto de la “justicia social”. Si un patrón de tales actos injustos

parece rodear específicamente una institución en particular, sería

razonable hablar de una institución injusta, o decir que se ha

institucionalizado la injusticia en esa sociedad.

En este capítulo vamos a presentar muy brevemente dos ejemplos

concretos en los que se verá por qué la visión individualista difiere

notablemente de la sociológica: el concepto de contrato, de propiedad y el

32

Page 37: Alex Donelli

ejemplo más específico del salario negociado en el contrato de trabajo.

Posteriormente, presentaremos las definiciones y categorías analíticas de

la teoría sociológica moderna. Luego de esto, vamos a repasar los ejemplos

usando estas mismas categorías. Teniendo esto en cuenta, consideraremos

la definición de justicia social y su relación con la justicia individual. Esto

será aplicado entonces al distinto significado que “propiedad” asume

cuando se aplica a los medios de producción y no a los de consumo. El

primer ejemplo es la institución del contrato, en particular, la hipoteca.

La institución del contrato tiene una dependencia en la

implementación práctica de normas morales en la naturaleza general del

régimen en el que un individuo pueda vivir (cazador-recolector,

civilizaciones antiguas, feudalismo, capitalismo, monarquía, democracia).

La cosa más importante a decir sobre los contratos en esta conexión es que

existen dos tendencias opuestas. Por un lado, está el principio que plantea

que en el mero hecho del acuerdo existe suficiente sustancia que sirve

como portador de la cualidad moral. La propuesta le da poca importancia

al contenido del acuerdo y se centra más en las condiciones a respeto a la

llegada a éste, tales como el uso de la fuerza o el fraude. Esta visión liberal

es más bien formal y de procedimiento que sustantiva. La decisión de

comprometerse uno con un acuerdo es arbitraria al igual que el contenido

del mismo.

La otra tendencia es admitir, después de todo, que el contenido del

acuerdo es de importancia. Como un ejemplo explícito de la disparidad

33

Page 38: Alex Donelli

entre estas dos posiciones considere si el Estado tiene derecho a prohibir

una clase entera de contratos, p.ej., (1) prohibirle a un individuo que se

venda como esclavo, (2) prohibirle a un individuo que firme un contrato de

empleo que no tenga una cláusula permitiendo el modo de la renuncia a

empleo y (3) prohibirle a un individuo vender armas de destrucción masiva.

Una visión absolutista acorde a la primera tendencia suele negar que el

Estado pudiera prohibir tales contratos en el sentido de hacerlos

inmorales. Mas, en la práctica, la gente ha tendido a admitir que están

todos dentro del rango de variabilidad del derecho positivo.

Por consiguiente, la visión individualista absolutamente pura está

completamente en desacuerdo con la práctica real de todas las sociedades

en torno a los contratos. Los sociólogos desean analizar esta práctica y no

predicar contra esta.38 Donde los individualistas pensaban, de forma

ingenua, que el concepto de contratos era algo natural (incluso divino), los

sociólogos modernos descubrieron precisamente que existen muchas

determinaciones igualmente “naturales” (por consiguiente, también

antinaturales) de este concepto: por ejemplo, la determinación de las

contenidos apropiados para los contratos (como lo mencionamos arriba).

Esta comprensión de la existencia y la influencia de lo que podría llamarse

una estructura social, es “moderna”. Desde el punto de vista moderno, el

concepto por ejemplo de contrato que adopta realmente una sociedad

38Esto no demuestra que los individualistas están equivocados en hacer tales juicios de valor. Este libro no tratará de tomar partido entre las perspectivas rivales hasta llegar al capítulo VII. Mas, es necesario explicar la visión sociológica antes de tratar de demostrar que los individualistas morales absolutos están equivocados en cuanto a los contratos.

34

Page 39: Alex Donelli

particular en un momento determinado depende de la estructura de esa

sociedad en ese momento específico.

¿Qué es entonces una estructura social y cuál es esta dependencia?

El contrato no es algo que sea precisamente eterno, incluso varias

sociedades tienen diferentes instituciones al respecto. De hecho, la misma

sociedad puede tener dos instituciones fundamentales y distintas sobre el

contrato que no se diferencian desde el punto de vista legal pero sí desde

el punto de vista sociológico. Su equidad fundamental puede diferir incluso

si el criterio de regularidad de procedimiento39 no puede distinguir entre

ellos.

Para nosotros es tan difícil ver las instituciones actuales en las cuales

vivimos como lo es para los peces ver el agua en la que viven. Por eso es

mas fácil observar una sociedad ajena tal como la del Israel Antiguo o el

feudalismo. Lo ajeno de todo lo que les rodea nos hace apreciar mejor su

dependencia en las instituciones que los componen. Es un bies emocional

individual pensar que los modos ajenos no son racionales, mientras que los

suyos bien conocidos si lo son. Las instituciones propias son bien

transparentes, y parecen ser el único modo de comportarse.

Luego se explorarán también las diferencias entre el método de

análisis legalista y el sociológico.

En el antiguo Israel u otras sociedades antiguas, los tipos de

contratos que eran reconocidos como válidos, a saber, institucionalizados,

eran muy pocos y muy rígidos. Sin embargo, uno de ellos, el de la usura o 39 Es decir, la ausencia de o fraude o amenazas de recurrir a la de fuerza.

35

Page 40: Alex Donelli

hipoteca, era muy distinto al que se conoce en la actualidad, aún cuando la

legalidad parece ser la misma. Desde el punto de vista legal o filosófico

parece ser un simple contrato, una relación libre entre dos individuos

iguales: el magnate de la aldea local, el prestamista de dinero que

normalmente tiene una banda de matones, hace un trato en igualdad de

condiciones con el pequeño propietario absoluto quien debido a la mala

cosecha tiene que solicitar un préstamo de un 200% o 1000% para poder

llegar a la próxima cosecha. La tierra, la esposa y los hijos pasan a ser una

garantía. El objeto real del magnate es confiscar la tierra – esperar una

ejecución de hipoteca. Al no poder pagar, los campesinos serán

desalojados o se les permitirá quedarse en condición de peón endeudado ---

un tipo de servidumbre permitida a regañadientes por el terrateniente.

Desde el punto de vista legal todo esto (excepto la parte de la

esclavitud) es formalmente lo mismo que las hipotecas modernas. Las

hipotecas son también una relación libre o contractual representada por

dos entidades: un banco y un propietario de una vivienda, etc. Es una

institución distinta desde el punto de vista sociológico debido a la

diferencia en los roles que se desempeñan. Un banco, un funcionario de

préstamos del banco o los accionistas no desempeñan papeles muy

semejantes a los del magnate de la aldea y sus matones. Por ejemplo, ellos

no esperan realmente aplicar una ejecución de hipoteca y prefieren no

tomar posesión de la propiedad al no ser que la revendan inmediatamente.

Por lo general, el magnate de la aldea no piensa en revender la propiedad

36

Page 41: Alex Donelli

ya que normalmente no hay otros compradores potenciales. El legalismo

desestima esto.

Pero una misma sociedad puede tener dos distintos tipos de

contratos hipotecarios, los cuales legalmente parecen ser iguales pero de

veras pertenecen a dos distintas instituciones. En el mismo Israel antiguo,

un prestamista comercial urbano y un comerciante rico en su relación a

través de un contrato de préstamo participaban en una clase de juego

considerablente diferente de lo que hacían el peón y el magnate de la

aldea. Aquellos dos contratos pertenecían a dos instituciones diferentes

porque el papel de poder en estos cuatro roles era diferente también. (Los

ideólogos del libre mercado, en su alergia al análisis institucional, intentan

negar la necesidad del uso del concepto de “poder” en este caso, y afirmar

que los cuatro tipos de individuos están participando en el mismo juego

con las mismas reglas y, por lo tanto, no hay ninguna necesidad de

distinguir entre los dos contratos.)

La institución del contrato es conceptualmente de una naturaleza

distinta al concepto filosófico (ley natural) del contrato. Existe una

diferencia entre una institución y un concepto (de moralidad o ley natural).

Una institución es una combinación de roles que satisfacen ciertas

propiedades que se explican a continuación. Por ejemplo, una pareja

casada puede constituir un matrimonio, pero no una institución del

matrimonio. Tampoco la constituyen todas las parejas casadas ya que por

un lado hacen otras cosas fuera de sus roles como personas casadas, por

37

Page 42: Alex Donelli

ejemplo cometer delitos y, por otra parte, un grupo de personas es también

menor en algunos aspectos que un grupo de roles.

El segundo ejemplo concreto es el del empleo. La visión

individualista de un contrato de empleo o negociación salarial ve sólo dos

actores: el patrón y el empleado. Esta visión no considera que los patrones

de expectativas presentes puedan influir la justeza o no del contrato. Sin

embargo, para los sociólogos, la estructura de las expectativas es incluso

más importante que el lenguaje explícito del acuerdo porque en ella se

incluyen las expectativas de los que no son legalmente una parte del

contrato laboral: vecinos, familiares, clientes, compañeros de trabajo. La

institución del empleo es mucho más que la simple suma del par de

contratantes y el lenguaje explícito de los contratos. Es un complejo de

roles. El rol del patrón incluye todas las expectativas que las terceras

partes tienen de él. Lo mismo sucede con el rol del empleado. Por otro

lado, el complejo institucional incluye mucho más que los roles de patrón y

empleado. Por ejemplo, incluye también los roles de sostén de la familia,

carga familiar, colega, y otros.

Incluso entre las dos partes contratantes existen a menudo

expectativas no escritas, tácitas (ya sean creadas o no por

comportamientos pasados o cualquier otro mecanismo social). Algunos

empleos son reconocidos socialmente como “trabajos sin futuro” pero otros

son todo lo contrario: una clase particular de empleos puede verse como

una especie de transición hacia puestos mejores. Por ejemplo, a cambio de

38

Page 43: Alex Donelli

un rendimiento profesional excelente la recompensa será una promoción.

¿Puede verse el incumplimiento de esta expectativa como una injusticia?

¿Puede considerarse el hecho de permitir la existencia de esta expectativa

–aún sabiendo que va a tener muy pocas posibilidades de cumplirse- como

una injusticia? Desde la perspectiva individualista no, al no ser que el

empleador individual haya creado la expectativa a propósito. Pero los

sociólogos, por su parte, se fijan en las funciones que estas expectativas

tienen para la sociedad total, en las actitudes generalizadas40 de los demás

hacia estos incumplimientos, et hoc genus omne.

La idea de “prácticas laborales injustas” es también un concepto

social y no individual. En el libro de texto de pregrado de Samuelson sobre

economía se encuentra una lista sencilla de prácticas laborales injustas.

“Ejemplos de prácticas de dichos empleadores son (1) el despido de

personas por sumarse al sindicato, (2) negarse a emplear personas que

simpaticen con los sindicatos, (3) amenazar con cerrar el establecimiento

si los empleados se unen al sindicato, (4) interferir en o dominar la

administración de un sindicato, o (5) negarse a negociar con los

representantes nombrados de los empleados.” Si fuese realmente cierto

que las relaciones entre los empleadores y los empleados están regidas por

un contrato, y que la teoría individualista habitual sobre los contratos fuese

válida, entonces no puede haber ninguna objeción moral posible a estas

prácticas. Pero por supuesto, la opinión pública ha condenado estas

prácticas desde el final del siglo, y considero que se debe apoyar 40 “institucionalizada”, como la definiremos más adelante.

39

Page 44: Alex Donelli

totalmente el derecho de los trabajadores para que formen sindicatos u

otras asociaciones con motivo de garantizar sus derechos a tener un

salario y condiciones laborales justas.

Si un patrón hace un contrato con un trabajador a una tasa salarial

determinada y luego, el día de cobro, desembolsa solamente dos tercios de

la cantidad acordada (sin una razón adecuada) no es difícil clasificar esto

como una injusticia individual ya que se violó el contrato sin una razón

justificada. Sin embargo, si un patrón hace un contrato con un trabajador a

una tasa salarial determinada (asumiendo que esta es la tasa salarial

competitiva prevaleciente) y cumple con el contrato, aún puede darse el

caso que se considere hoy día que se ha cometido una injusticia de alguna

manera. Por ejemplo, ¿qué pasaría si esta tasa salarial normal es muy baja

en cierto sentido? Los moralistas tradicionales han hablado sobre esto de

forma general por los siglos y en la actualidad también.41 Pienso que la

mayoría del pueblo coinciden en que a cambio del trabajo que realizan los

trabajadores tienen el derecho a salarios y otros beneficios que sean

suficientes para sostenerse en la vida con dignidad.42 Si es un derecho43 y

no se cumple con este, entonces aunque se haya cumplido con el contrato

individual se ha cometido una injusticia. ¿Entonces quién lo cometió?

41 Esto se basaba en la teoría del precio justo, especialmente entre los aristotélicos. En aquel entonces, la cantidad de trabajo ofrecida en una parte del contrato, que intrínsecamente valía una determinada cantidad del producto nacional bruto, se debía cambiar sólo por algo con un “valor igual”, en este caso, una cantidad de dinero que pudiera comprar esa misma cantidad de bienes. Sin embargo, propuestas alternativas como la de Martí y la de la Conferencia de Medellín fueron citados también en la introducción.42 Dedicaremos todo un capítulo a la cuestión del concepto de dignidad en este contexto.43 Al final de este libro, aclararemos de forma general la noción más polémica del “derecho de empleo”.

40

Page 45: Alex Donelli

Según el punto de vista tradicional que se tiene sobre el pecado, no puede

haber realmente injusticia ni remotamente.

La injusticia de este contrato no es comprensible en términos de los

dos individuos solamente, sus acuerdos, compromisos, motivaciones o

intenciones. Son las circunstancias sociales alrededor de este las que

crearon una estructura de oportunidades para el trabajador –una en la que

la opción era entre un salario injustamente bajo o morirse de hambre– que

demuestran que este contrato es injusto.

En este ejemplo concreto se supone que la tasa salarial es la que

prevalece. Pero naturalmente, esta tasa salarial se determina solamente

mediante un proceso de negociación (no necesariamente una negociación

colectiva –incluso en el panorama puramente competitivo y atomístico, esto

aún se denomina “negociación”). En particular, ¿qué procesos tuvieron

lugar aquí? Los individualistas han elaborado una teoría económica para

explicar el establecimiento de este nivel de precio como la simple suma de

decisiones sin conexión alguna, independientes, atomísticas, que es la

teoría económica ortodoxa de la oferta y la demanda que data de los

tiempos de Adam Smith. A esto se le llama teoría microeconomía porque

cada par de individuos es microscópico si se compara con el mercado

laboral en su totalidad.

Cada contrato laboral individual incluye a dos personas: el patrón y

el empleado. El patrón tiene en mente sus propias necesidades y no

negocia con el empleado potencial en correspondencia exacta, de persona

41

Page 46: Alex Donelli

a persona. Con un ojo puesto en la tasa salarial vigente y el otro en sus

propias necesidades (necesita que la tasa salarial sea lo suficientemente

baja como para obtener beneficios) el patrón simplemente toma o no una

decisión: si la tasa salarial vigente es lo suficientemente baja, el patrón

ofrece el empleo (y esa tasa). Si no, no lo hace. En teoría, 44 entonces, el

trabajador tiene una actitud simétrica.

Esta no es una interacción muy social (pero tampoco lo es

completamente individualista). El resto de la sociedad sólo interactúa con

este par a través del medio del precio del mercado. Sin embargo, este

precio es el resultado de la suma total de todos los pares de negociaciones

salariales. Este resultado viene de una institución que es la del mercado

libre. Mas, esta no es muy complicada y se ajusta al marco del utilitarismo

individualista muy fácilmente, a diferencia de otras instituciones sociales.

Sin embargo, la teoría económica ortodoxa tiene una rama separada

que se llama macroeconomía. Esta estudia las relaciones entre el monto

total de variables45 económicas y deja las motivaciones, necesidades y

preferencias individuales completamente fuera. El resto del libro

argumentará que esta rama es incompatible con la microeconomía porque

las relaciones entre los montos agregados se establecen a través de

instituciones como el dinero, el capital, el empleo (instituciones que son

más complicadas y, de hecho, incompatibles con el mercado libre). Estas

44 Una teoría muy poco realista hasta ahora.

45 Como la cantidad de empleo y el valor total de todos los bienes producidos.

42

Page 47: Alex Donelli

instituciones son mucho más “sociales”46 que la institución del mercado

libre.

Las teorías de micro- y macro- economía serán examinadas de

manera más detallada en capítulos posteriores. Podremos demostrar lo que

muchos economistas ortodoxos han sospechado desde hace tiempo, o sea,

que la macroeconomía es inexplicable en términos de preferencias

individuales y opciones utilitaristas. En particular, no puede inferirse a

partir de los modelos de contratos entre dos personas estudiados por la

teoría microeconomía. Incluso el aspecto económico de la sociedad no

puede ser entendido en términos de un modelo basado en contratos. Por lo

tanto, la justicia económica no se puede reducir a la teoría de los contratos

o cualquier teoría de justicia que tome a los contratos como su base.

Según la teoría ortodoxa de la microeconomía, ningún individuo tiene

poder sobre ningún otro siempre que el mercado sea libre y sin

fricciones.47

Los sociólogos, los radicales y los socialistas plantean que es

necesario conceptualizar el “poder económico”.48 Si hubiese que

conceptualizar el poder para teorizar sobre las cuestiones económicas,

46 Es decir, incomprensibles desde una perspectiva utilitarista e individualista47 Sin embargo, la realidad es visiblemente diferente, de manera que los sociólogos no se interesan en cuáles son estas premisas, pues no los verifican. Lo que se aprecia en la práctica es, por ejemplo, la ruptura de sindicatos y una agresión al estándar de vida del trabajador. Los salarios reales han disminuido alrededor del 50% durante los últimos decenios.48 Este fue, explícitamente, el asunto entre el profesor Samuelson y la profesora Robinson al que hicimos alusión en la Introducción y que será desarrollado ampliamente en el Capítulo IV aunque Robinson no era ni sociólogo, ni radical ni socialista. Esta disputa será demostrada en este libro en el Capítulo VI luego de un cuidadoso análisis de las dos teorías económicas. Sin embargo, en este Capítulo I continúa ser una simple afirmación utilizada sólo para ilustrar la perspectiva sociológica.

43

Page 48: Alex Donelli

entonces la teoría económica no sería totalmente autónoma y debería ser

reconstruida desde el punto de vista sociológico. Si dos sucesos

individuales que, analizados en microtérminos o en cualquier otro término

puramente individualista, tienen contenidos sociales sustancialmente

diferentes, porque uno fue el resultado de una disparidad en el poder y el

otro no, entonces uno pudiera ser injusto aún y cuando se hubiese llegado

a este de forma libre y justa, mientras que el otro no. Por lo tanto, su

injusticia o falta de ella sería incomprensible sin el uso del concepto de

poder para analizarla.

Ahora deseamos hacer una presentación abstracta más explícita de

los conceptos sociológicos como rol, expectativas e institución los cuales ya

hemos mencionado en el contexto de los ejemplos concretos explicados

anteriormente. Sin embargo, antes de hacer esto sería bueno esbozar,

también en lo abstracto, algunos principios básicos de la perspectiva

sociológica aunque ya han sido ilustrados.

Las perspectivas generalizadas son más importantes que las leyes y

contratos explícitamente escritos, como también lo son las funciones de las

prácticas y las expectativas para la sociedad. Una institución no se

constituye a partir de procesos y normas explícitas sino por los patrones de

la esperada conducta habitual. La significado de una acción o de un patrón

de conducta es una construcción. Los lingüistas también se han apartado

de la idea de que el significado de una oración se puede formar a partir de

las consultas a un diccionario pues se han dado cuenta de que el

44

Page 49: Alex Donelli

significado de una oración viene de las interacciones sociales en las que se

utiliza esa oración.

La perspectiva sociológica estudia más lo que la gente hace

realmente y cómo clasifican y evalúan sus acciones en términos de

expectativas o de la “moral tradicional” que cómo pueden ser estas

clasificándolas legalmente. Por ejemplo, desde el punto de vista legal, una

Constitución establece quién es “parte del gobierno” y quién no lo es. Pero

la sociología se centra en la sustancia del gobierno. Cualquiera que ejerza

funciones de gobierno es parte de las instituciones del gobierno definidas

sociológicamente, del “sistema de gobierno”, para usar el término técnico.

Los funcionarios de préstamos bancarios y los inversionistas en bonos

ejercen las funciones de gobierno porque dirigen el flujo de las

asignaciones de los recursos de la sociedad hacia algunos proyectos y no a

otros (esta es la capa más alta en la jerarquía cibernética: la función en

torno al logro o consecución de los objetivos y es la función del sistema de

gobierno).

Una institución no es un objeto hecho de ladrillos y con fachada de

mármol. No es siquiera un carta, estatuto, o manual burocrático de reglas

y procedimientos. Para un sociólogo, la Universidad de París no es una

institución: lo es la Academia, el matrimonio, la ley; la Casa Blanca no lo es

pero sí lo es la “presidencia”, no desde el punto de vista legalista pues la

presidencia no está definida por las leyes o demás elementos que

supuestamente la gobiernan. Lo mismo sucede con el matrimonio; se trata

45

Page 50: Alex Donelli

de roles y no de reglas. Se trata de expectativas y no de manuales de

procedimientos.

En el siglo XX los sociólogos descubrieron – y ahora vamos a

presentar este descubrimiento a partir de la formulación que hizo Talcott

Parsons—que la cantidad (y tipo) de conformidad con relación a las

instituciones sociales era mucho mayor (y de naturaleza diferente) que lo

que pudiera medirse en términos de cálculos puramente oportunistas49.

Los individuos son racionales pero no en el sentido meramente oportunista

utilitarista. Existen razones profundas por las que las sociedades serían

más estables y funcionales cuando las cosas son así y, de cualquier

manera, este es un hecho observado.

En resumen, existen regularidades en la sociedad que no pueden

explicarse sólo en términos del individualismo. Es obligación del científico

estudiar estas regularidades y con el objetivo de ordenar datos como

regularidades uno debe usar algún tipo de categoría analítica. Los

sociólogos han encontrado las siguientes categorías ser esenciales para

esto.

La definición abstracta de una institución es que es un complejo

entrelazado de roles, expectativas y sanciones que se institucionalizan en

una sociedad particular. 50

49 (Cálculos sobre la probabilidad de ser recompensado por tal conformidad o castigado por haberse desviado de su rol.)50 Esta no es una definición viciada. La definición de “institución“ depende de la definición de rol, entrelazado, expectativas, sanciones, e “institucionalizado“. Cada uno de estos conceptos se define independientemente de la definición de “institución“. La de “institucionalizado“ se da más adelante.

46

Page 51: Alex Donelli

Un rol es como un guión pero es más flexible, de hecho, es mucho

más flexible que una regla. El esposo es un rol, de la misma manera en que

lo es el doctor, el paciente, el patrón, el empleado, el deudor, el acreedor,

el maestro, el estudiante, el peón, el contratista, etc. Estos roles no

envuelven a la persona en su totalidad pero cuando una persona ejecuta un

rol con otra haciendo el suyo también se produce una restricción en torno

a lo que van a hacer, aunque no tan restrictivo como un guión teatral, sino

restrictivo en el sentido beneficioso de reducir la cantidad de opciones o

elecciones que tienen que hacer cada segundo.51 Existe una estructura de

expectativas y sanciones mutuas –tanto las recompensas como las

sanciones negativas—en el comportamiento recíproca.

Una sociedad es más que la suma de sus individuos aunque no exista

una especie de entidad independiente o trascendente que pueda ser

llamada “sociedad” aparte de esos mismos individuos. Sin embargo, la

esencia de la teoría de la acción es que los individuos ejecutan roles que

son objetos culturales, por lo general, de naturaleza extremadamente

complicada como para ser producidos por un solo individuo. Por lo tanto,

en esencial el individuo asume los roles para su propio uso –los asume

51 Por ejemplo, algunas veces la interacción de personas individuales tiene lugar a través de los roles de médico y paciente. Cuando esto sucede, el doctor toma menos decisiones en torno a lo que tiene que hacer que si la interacción se hubiera producido en un entorno mucho más privado e íntimo. En particular, se supone que el médico no se moleste siquiera en medir las ventajas o desventajas de la seducción como también se supone que no lo haga el paciente. Otro ejemplo puede ser dictar o impartir una clase versus conversar. Véase Parsons, ob. cit., cap. x, acerca de la medicina.

47

Page 52: Alex Donelli

desde los individuos que lo rodean en sus propios roles como transmisores

de objetos culturales o desde la sociedad en sí–.52

Son preguntas claves en el gran debate: ¿si las colectividades

actúan? ¿Cómo puede tener sentido atribuirle una acción a una

colectividad en vez de atribuírsela a distintos individuos de la colectividad

si no existe una colectividad como agente separada de los individuos que la

componen? La teoría de la acción simplemente intenta precisar la

respuesta lógica de que en algunas ocasiones un miembro individual de

una colectividad ejecuta un rol mientras que, en otros momentos, ejecuta

algún otro.

La motivación de un individuo conforme a un rol puede muy bien

diferir de la importancia funcional del rol para la sociedad. Es raro que un

individuo se sienta motivado precisamente por la importancia funcional del

rol para la sociedad como tal. Por consiguiente, un gran subsistema social

se dedica precisamente a fijar las motivaciones individuales para que los

individuos asuman los roles preexistentes.

Es importante destacar que un rol no debe verse como algo

psicológico por naturaleza. Ser “empleado” es un rol pero no porque el

actor que es empleado, cuando lo ejecuta, adopta una determinada postura

psicológica o un grupo de sentimientos. El rol se define, simplemente, en

términos de las relaciones entre los individuos, esto es, las interacciones.

Es, por definición, conductual. Si el actor muestra las características de

52 Evidentemente, se hacen algunas modificaciones en los roles o, al menos, se hacen elecciones entre los roles que compiten y esto sucede de manera más significativa o frecuente a medida en que más variados sean los roles.

48

Page 53: Alex Donelli

comportamiento del rol, entonces el actor está ejecutando su rol. Por

supuesto, es raro que cualquier rol estratégico socialmente funcione si

muchos de sus actores son completamente “falsos”, esto es, si solo unos

pocos actores han adaptado su psicología para cooperar con su

comportamiento. Por lo tanto, sería “usual” para el actor tener, en

términos psicológicos, los sentimientos “apropiados” para el rol –si esto es

así, entonces decimos que éste (o cualquiera de sus valores que sea

discutido) ha sido interiorizado. Consecuentemente, el empleado se va a

sentir como un empleado. Pero es empleado aunque no se sienta como tal.

Nótese que esto deja abierta la pregunta de si la psicología existió primero

y produjo al rol o si el primero fue el rol y el individuo aprendió a sentir los

sentimientos apropiados. Los sociólogos modernos tienden a asumir la

segunda postura. A esto se le llama proceso de socialización.

Para el objetivo de este libro, las diferencias específicas entre los

análisis rivales sociológicos de acción no son importantes. Sólo se supone

la posibilidad de una categoría coherente de acción social. Los roles son

objetos sociales o culturales asumidos por los individuos y producidos por

la sociedad53 y esta es una categoría que permite la existencia de un nivel

de análisis separado pero análogo de acción social similar al nivel de la

acción individual. La única presuposición necesaria para este libro es la

comprensión esencial de que el comportamiento humano es, por un lado,

“plástico” (es decir, no determinado rígidamente por los instintos o la

53 A saber, por individuos, posiblemente en el pasado, pero mantenidos y reproducidos por procesos estables que tienen lugar en el presente, al igual que en una maquinaria…

49

Page 54: Alex Donelli

naturaleza humana) mientras que, por otro, los amplios campos del

comportamiento social (de los individuos) poseen regularidades

observables que no son inteligibles de manera individual54 sino a través de

objetos construidos socialmente como los roles.

Aunque un rol puede ser más o menos flexible, todavía habrá

expectativas por parte de la audiencia en torno al comportamiento suyo

pues ellos también han leído el guión y van a reaccionar a la actuación

suya. A diferencia de una obra teatral, su reacción será posiblemente

inmediata, íntima e influirá directamente en usted: pueden haber

recompensas o sanciones. Y si usted sabe cuál es su rol también tendrá

expectativas en torno a las reacciones de otros (su audiencia).

Pueden haber roles privados que sólo son conocidos y significativos

para una o dos personas. Un rol está institucionalizado si puede ser

asumido por muchos individuos (lo mismo para la audiencia) y el “guión”

se escribe usando principios de valor de comportamiento que son (1)

compartidos por el actor y la audiencia en el sentido de que un miembro de

la audiencia recompensa en función de estos principios y castiga el desvío

de ellos y (2) es interiorizado por el actor en el sentido de que el actor

tiene, verdaderamente, una necesidad psicológica de cumplir con éste.

Esto no quiere decir que el actor siempre cumple –evidentemente

algunas necesidades conflictivas pudieran tener, en algunas ocasiones o a

menudo, mayor prioridad. Pero si nadie sintió siquiera esta necesidad,

quisiéramos decir que esos principios y, por lo tanto, este rol no tenían 54 (en el sentido clásico utilitario.)

50

Page 55: Alex Donelli

legitimidad institucional entre los miembros de la sociedad. De hecho,

tenemos una escala contínua de posibilidades que van desde totalmente no

institucionalizado hasta completamente institucionalizado.

El otro requisito para que un conjunto de roles forme una institución

es que constituyan un sistema entrelazado que tiene varias funciones

sociales importantes.

Este concepto, por lo tanto, se opone a lo que un no sociólogo quiere

decir a través de la palabra “institución” que es, generalmente, una noción

vaga de burocracia o jerarquía y una instalación material con nómina:

cualquier cosa con un gran departamento de personal. En la Sociología,

esas se llaman “colectividades” o “firmas”.

Una institución es un complejo de roles entrelazados que están

institucionalizados en el sentido de que una cantidad suficiente de actores

ha interiorizado y aceptado como legítimo lo suficiente de sus roles de

forma tal que la interacción resulte efectiva: las recompensas disponibles

para distribución son suficientes para el objetivo tal y como lo son los

castigos. Estas recompensas pueden ser parcialmente materiales, en

función del aspecto económico de la sociedad, y parcialmente afectivas o

psicológicas. Los roles no se institucionalizan al no ser que su entrelazado

complejo se corresponda con la sociedad en la que las otras instituciones

producen las recompensas y castigos a distribuir, etc.55

55 Esto es más bien en situaciones estables. Pero en tiempos de cambios contínuos y extremos, puede que acciones individuales ya no se adhieren en ninguna pauta suficientemente grande para ser considerada institucionalizada.

51

Page 56: Alex Donelli

Como es lógico, las instituciones cambian, algunas se reducen o

pierden importancia y otras desaparecen. El matrimonio hoy es bastante

distinto al que existía sesenta años atrás. Debido, probablemente, a la

disminución en los salarios reales las presiones de otras instituciones

significaron que los viejos roles no cubrirían más las necesidades de las

personas, etc. Tal tensión genera desviaciones por parte de los individuos

pero también cambios constructivos en las instituciones. También el

empleo ha cambiado, por ejemplo.

Una institución, o un rol, es meramente una categoría analítica que

usamos para analizar patrones de comportamiento individual. Si utilizamos

estas categorías vemos más patrones que si no las utilizáramos: las

regularidades de comportamiento que eran ininteligibles sin ellas se hacen

inteligibles. De la misma manera en que el descubrimiento que hace un

filólogo del “significado” de una palabra ayuda, las categorías sociológicas

también nos ayudan a ver el significado de una acción individual. (Aun así,

es objetivo, no subjetivo.)

Es precisamente en el proceso de interiorización que las

instituciones se mantienen. Si los roles que conforman una institución no

se le enseñaran más a la próxima generación o no fueran más

interiorizados (el aprendizaje es un proceso de interiorización) entonces la

institución moriría con los mayores (la ley natural no hace esto). Pero hay

más: como con cualquier aprendizaje, la interiorización se debe reforzar

continuamente (o periódicamente) pues si no se deteriora. Por lo tanto, las

52

Page 57: Alex Donelli

instituciones necesitan mantenimiento en este sentido también –al igual

que las máquinas. Mientras mayor sea el rol de la “fricción” social (para

tomar prestado un término técnico de las máquinas) más importante se

hace este tipo de mantenimiento, al punto incluso de ser la tarea

fundamental de los gobernantes.

De manera general, una institución social de cualquier tipo es

análoga a una instalación capital en materia de economía. La palabra

“capital” en teoría económica significa instalación industrial capital –es

decir, algunas maquinarias concretas, edificaciones o herramientas. La

cuestión es que (en el pasado) necesitaba de la mano de obra para

producir pero ahora hace que ésta sea más productiva que si hubiera

estado ausente o nunca hubiera sido producida. La excavadora es un

ejemplo perfecto; sin embargo, el dinero no.56 Las instituciones se crean a

partir de las acciones individuales y requieren mantenimiento rutinario:

dictar sanciones contra personas que obedecen o violan las normas. Estas

instituciones también requieren ajustes ocasionales. Se necesitan criterios

para cuando una institución es socialmente injusta y poder realizar dicho

análisis institucional según se describe en la definición antes mencionada;

al igual que se necesitan criterios para cuando una acción es

individualmente injusta y realizar el análisis teológico moral clásico de la

justicia concebida de forma individual.

56 Aunque comúnmente “capital“ significa, por lo general, la suma de dinero líquido o algo equivalente, la teoría económica distingue entre dinero y capital.

53

Page 58: Alex Donelli

Como un ejemplo concreto más y para ver cuán útiles son estas

categorías analíticas para explicarlo, ahora pasamos a discutir un aspecto

interesante de la institución de la propiedad. Esta ha tenido distintas

formas en sociedades diferentes o en momentos históricos distintos. La

esclavitud es un ejemplo extremo mencionado anteriormente. Un ejemplo

más suave es la diferencia entre la propiedad de la tierra y la personal. En

el feudalismo, la institución de la propiedad sobre la tierra era una

institución separada de la propiedad sobre bienes muebles y personales

como las joyas o la ropa. Por ejemplo, uno no podía disponer de su tierra

pues las formas para transferir la propiedad eran muy pocas y rígidas. La

propiedad sobre la tierra también significaba responsabilidades hacia los

campesinos que servían en ella. Por otro lado, el tributo pagado por estos

sirvientes no podía ser renegociado libremente (el concepto de “propiedad

intelectual” también es muy diferente del que tenía 75 años atrás).

Los populistas y ahora muchos teólogos han progresado en una

distinción como esta pero la han establecido entre los derechos de

propiedad sobre los bienes capitales (medios de producción) en

comparación con los derechos de propiedad sobre los bienes de consumo,

que nadie nunca puede poseer los recursos de capital totalmente o

controlar su uso sin tener en cuenta a los otros y a la sociedad como un

todo (tanto San Tomás de Aquino y las encíclicas de los Papas recientes,

incluyendo el difunto Papa Juan Pablo II, reiteran este tema tradicional).

54

Page 59: Alex Donelli

Los dueños son responsables ante estos trabajadores y comunidades

a la hora de tomar decisiones, por que los recursos creados por la industria

humana, es decir, el capital, sean en cierto modo, mantenidos en

fideicomisos. Los dueños y los gerentes no crearon este capital por sí solos

pues se beneficiaron del trabajo de muchos otros y de las comunidades

locales que apoyaron su empeño. Después de todo, ¿qué es el capital? Es la

“totalidad de los medios de producción…es el resultado del trabajo y tiene

todas las características del trabajo humano” (esto concuerda

completamente con la teoría económica clásica: es un principio común de

Adam Smith57, David Ricardo y Karl Marx. Pero, lo cierto es que esta cita

es del Papa Juan Pablo II). Entonces, la tendencia en torno al valor diría:

adjúntele un valor positivo a la hora de seleccionar los métodos para

resolver problemas que utilicen la técnica de darle cuenta a la comunidad

local, etc. Está claro que esta orientación en torno al valor no está

institucionalizada en el rol del patrón. Hasta cierto punto está presente, en

algunas ocasiones, en el rol del empleado cuando este rol se define por

parte de un sindicato pero tampoco podemos llamarlo siquiera

“institucionalizado” porque uno de los miembros principales aquí, el

patrón, no reacciona de manera gratificante para con el actor (el

empleado) cuando éste se comporta en correspondencia con este valor de

solidaridad con la comunidad (nótese que aún y cuando este acto reciba

una recompensa por casualidad eso no cuenta para cumplir con las

condiciones de la definición de “institucionalizado” al no ser que la 57 La teoría del valor trabajo, véase p. 119, infra.

55

Page 60: Alex Donelli

conformidad del acto con el valor sea la razón real para la reacción

gratificante). Casi siempre, el patrón sólo reacciona de forma favorable a

las acciones que producen rentabilidad (o manejabilidad). De hecho, la

rentabilidad entendida limitadamente no es un criterio relevante –muchas

empresas rentables son liquidadas de forma indignante. Otro valor ante el

cual el patrón reacciona favorablemente es el cumplimiento de los

contratos (a saber, el contrato de empleo). Es un condición esencial de éste

que el empleado no tenga ni voz ni voto en el funcionamiento de la firma.

De hecho, no hay responsabilidad alguna ante los empleados o la

comunidad local. El capital es propiedad de la firma y todos sus

compromisos con los productores anteriores de capital deben satisfacerse

a partir de la indemnización obtenida en el contrato que le concedió la

propiedad a la firma. Esto es según la teoría económica clásica también

(este rol es también un rol que es parte de la institución de la propiedad:

un rol puede estar en varias instituciones). Por supuesto, la ideología tiene

una razón aparente para este valor pero dejaremos esto para después.

Todas estas razones ideológicas son menos básicas para un análisis

sociológico que la misma institución en sí (junto a su función real en el

sistema social). Así, otro valor institucionalizado es la independencia de la

administración de la firma de las demás partes. Recíprocamente, la vida

familiar del empleado está, aparentemente, fuera del ámbito del patrón.

En términos prácticos, distintos principios de análisis se convierten

en algo muy importante para nosotros en dos casos. En el caso estable nos

56

Page 61: Alex Donelli

preocupamos de la socialización, específicamente de la motivación e

interiorización de los valores de los roles. Mas, en el inestable nos

preocupamos de la presión y de la correlación de fuerzas o equilibrio del

poder. Lo que en algunas ocasiones es identificado como “la lucha de

clases” es realmente este tipo de manipulación estratégica por el derecho

a definir los términos en los que serán hechos los negocios.

Su analogía ocurre todo el tiempo en el mundo de los negocios en el

que, eufemísticamente, se conoce como “negociaciones” (no siempre

expresadas con palabras, por supuesto: el problema es que las

estratagemas y las amenazas implícitas son tan importantes en el mundo

real como las negociaciones superfluas y los contratos explícitos). Cuando

ésta, sin embargo, ocurre entre los asalariados y los empresarios (o sus

agentes, los supervisores) determina las proporciones relativas del

producto que va hacia los salarios y beneficios. La teoría alternativa no

sociológica trata de afirmar que estas proporciones relativas están, sin

embargo, determinadas por los procesos impersonales y no políticos del

mercado libre. Pero, más adelante veremos que la teoría del mercado libre,

a pesar de la validez que pueda tener cuando se trata de discutir las

proporciones relativas del ingreso que son gastadas en posibilidades

alternativas del consumidor, falla completamente cuando se trata de la

teoría del beneficio, la teoría del capital. Es incapaz de explicar

lógicamente las proporciones relativas de salarios y beneficios.58

58 Joan Robinson, “Keynes and Ricardo”, Journal of Post-Keynesian Economics, Vol. 1 No. 1, 1978, también en What are the Questions? And Other Essays: Further Contributions to Modern Economics, N.Y., 1981, p. 82.

57

Page 62: Alex Donelli

Aunque todas las acciones se reducen a acciones individuales la

importancia de éstas no. En algunas ocasiones, es ininteligible sin el

contexto social. Este le da su carácter justo o injusto que de otra forma no

tendría. Esa es la diferencia entre la justicia social y la individual.

Hasta ahora, discutimos meramente el patrón de la justicia social: no

hemos dicho nada sobre el contenido. Discutimos cómo la justicia social

interactúa con la justicia individual pero no lo que ésta es.

Aún no hemos terminado con la sociología moderna (hasta que no

terminemos con la teoría del dinero, la inflación y las instituciones

fiduciarias) pero ahora que sabemos qué buscar –roles e instituciones— y

sabemos la relación entre lo individual y lo social vamos a darle algún

contenido a nuestro concepto de justicia social a partir de las tradicionales

e influyentes59 lecciones del patrimonio Judeocristiano enseñadas por

algunos de los grandes profetas del Antiguo Testamento.

El resto de este libro está dedicado a examinar la evidencia a favor y

en contra de las aseveraciones hechas en este capítulo y esto incluye la

necesidad de desarrollar la analogía con la macro-economía en

profundidad. Lo primero será plantear que no existe inconsistencia alguna

entre esta idea de la justicia social60 y una visión individualista clásica de la

moral. Los capítulos II y III tratarán esto tomando a los profetas bíblicos

como representantes canónicos de una perspectiva clásica de la moral y

59En el pensamiento occidental.60Que es muy distinta a la idea socialista o colectivista sobre la justicia social en sus bases teóricas aunque su contenido práctico puede tener mucho en común con las luchas populares por la justicia social.

58

Page 63: Alex Donelli

demostrarán que ellos también tenían una idea similar a esta sobre la

justicia social y no veían contradicciones entre lo social y lo individual.61

61Este, por su parte, demostrará que determinadas bases filosóficas extremas para el individualismo (moderno) no son clásicas.

59

Page 64: Alex Donelli

Capítulo II

Prefacio de los Profetas

Los profetas eran la gente más sorprendente de todos los tiempos:

su inspiración dio-existencia a la Biblia tal y como la conocemos hoy

(ensamblada con los escritos anteriores por primera vez). No todo lo que

dijeron ha sobrevivido pero hay suficiente en los libros del Antiguo

Testamento titulados Amós, Oseas, Isaías y Jeremías, etc. Sus mensajes

han tenido repercusión en la historia desde entonces como mensajes de fe,

esperanza, juicio y justicia: parte de ellos ha, de hecho, inspirado a muchos

que no comparten la fe del Antiguo Testamento, incluyendo a comunistas

como Shelley y a ateos como Bertrand Russell. Los revolucionarios ingleses

de 1642 y los abolicionistas han estado dispuestos a aprender de ellos tal y

como lo hicieron muchos de los participantes en el movimiento obrero a

principios del siglo XX en Estados Unidos y Gran Bretaña. La continua

influencia de los profetas es algo que tampoco debe desdeñarse.

60

Page 65: Alex Donelli

La importancia de los profetas de Israel radica no sólo en lo que

dijeron sino en el contexto económico en el que lo hicieron. La arqueología

moderna y la investigación lingüística han hecho que no pasemos por alto

elementos del pensamiento de los profetas que anteriormente eran

oscuros. Leerlos con cierto grado de fundamento económico es importante

por varias razones. Las épocas en las que vivieron y que juzgaron fueron

extraordinariamente interesantes y, además, tienen algunos paralelos

importantes no sólo con el actual Tercer Mundo sino con la economía de

los Estados Unidos también. Destacar que los fundamentalistas

contemporáneos estadounidenses están a menudo comprometidos con

visiones de justicia económica que no concuerdan con esas de los profetas

del Antiguo Testamento no se hace sin interés.

Los profetas dijeron lo que pensaban sobre la crisis social, a

menudo en una crítica virulenta del grupo dominante poderoso, a menudo

en una denuncia apasionada de la injusticia social cometida por los ricos

en contra de los viudos, huérfanos y los pobres; a menudo en una crítica

radical de las prácticas religiosas de los sacerdotes y soberanos. Los

profetas consideraron al Antiguo Israel digno de una destrucción total y la

predijeron incluso en un momento en que el éxito económico y militar de

Israel parecía indiscutible.

Las tribus israelitas vivían en Palestina –entonces llamada Israel—

desde aproximadamente el 1200 a. de C. Estaban dominadas durante largo

tiempo por vecinos poderosos, y se habían convertido en un reino unido

61

Page 66: Alex Donelli

bajo el carismático Rey David hacia el 1000 a. de C.62 Bajo David y Salomón

los tribus se convirtieron en un estado poderoso con una religión

monoteísta. En el catequismo todavía nos enseñan su historia

minuciosamente: cómo su código de leyes basado en los diez

mandamientos fue violado repetidamente por ellos y traicionada, de la

misma manera, su religión monoteísta. Los profetas fueron inspirados por

Dios para advertirles al pueblo israelita que las consecuencias de este

comportamiento diabólico sería la ruina nacional y la destrucción total.

Como estas profecías se cumplieron, a pesar de un aparente éxito y

prosperidad, primero en 722 a. de C. cuando las diez tribus del norte

fueron conquistadas por Asiria y sacadas a la fuerza63, — y finalmente en

586 a. de C. cuando Jerusalén fue completamente destruida y las dos tribus

restantes fueron conquistados y sacados como cautivos por Babilonia.

Lo más fácil de escribir en la historia es lo de los combates y los

reyes: la versión histórica del catequismo es demasiado simple. Para

nosotros, el aspecto más interesante y útil de los profetas no se encuentra

ni en el catequismo ni en el Talmud.

Los profetas clásicos cuyos nombres honran los libros de la Biblia

–nos concentraremos en Amós, Oseas, Isaías y Jeremías— vivieron una

revolución socioeconómica en el siglo VIII a. de C. que había comenzado

con la misma monarquía más de un siglo atrás64.

62el supuesto/titulado autor del libro bíblico de los Salmos.63“perdidas” de hecho64los israelitas mantuvieron el contacto con su historia –varios libros de la Biblia circulaban ya para esta época, razón por la cual la sociedad más igualitaria del tiempo de Débora y anterior a la de David no fue olvidada.

62

Page 67: Alex Donelli

A mediados del siglo VII a. de C. justo cuando Israel parecía estar

de nuevo en la cúspide de su poder, compitiendo con las glorias de

Salomón con una creciente prosperidad y ciudades, Amós decidió que Dios

lo había llamado para que abandonara a su gente en el sur de Judea, cerca

de Belén, y viajara setenta kilómetros (a pie) hacia la capital del Norte

durante sus solemnes celebraciones públicas en su templo e interrumpir

las festividades para decir: “¡Ay de aquellos que se sienten seguros ... !

Acostados en camas de marfil, arrellanados en sus lechos, comen corderos

del rebaño y becerros sacados del establo, ... mas no se afligen por el

desastre de José. Por eso, ahora van a ir al cautiverio a la cabeza de los

cautivos y cesará la orgía de los sibaritas..”65 Amós fue probablemente

ejecutado por esto. Como dice el arqueólogo, Rev. Philip J. King66: “Para los

profetas, Amós en particular, tal lujo lo tenían los ricos solamente por

medio de explotar los pobres.”6768

Vamos a analizar esta parte abandonada u olvidada del mensaje

de los profetas –lo que ellos dijeron sobre la justicia social. Expertos en

arqueología hoy día saben de lo que sabían antes sobre la economía y la

sociedad del Antiguo Israel (aunque saben menos que los profetas).

Nosotros, por nuestra parte, sabemos más actualmente sobre la economía

y la sociología que antes.

65“José” se refiere al país en general o, de manera más específica, al miembro promedio de la sociedad que era pobre.66 Profesor de arqueología bíblica en Boston College, Massachusetts.67 Para un economista moderno también. 68 Rev. Philip J. King, Amos, Hosea, Micah---an Archaeological Commentary, Filadelfia, 1988, p. 139.

63

Page 68: Alex Donelli

Los profetas sabían más qué juicio moral hacer sobre todo esto

que la mayoría. Relacionarlo todo nos va a permitir llegar a importantes

conclusiones. Por ejemplo, los profetas estaban directamente dentro de la

tradición Judeocristiana del individualismo moral. Por lo tanto, el que ellos

hayan aceptado una noción sociológica de la justicia social va a demostrar

que no existe incompatibilidad en mantener o sostener nociones

conservadoras de moral y responsabilidad individual al mismo tiempo que

se tienen nociones progresistas sobre justicia social y políticas económicas.

El programa económico de los profetas era el alivio de la deuda y la

reforma agraria.

Tanto los americanistas como los izquierdistas humanistas laicos

han malinterpretado a los profetas aunque de manera diferente. Los

profetas del Antiguo Testamento no sólo hacían acusaciones en torno a

violaciones individualistas de la ley. No se trata solamente de los profetas

descubrir estafadores, ni se trata de que los jueces fueran sobornados para

decidir en contra de los hechos del caso. Amós y otras profetas

condenaban la ejecución y desalojo de campesinos cuando se trataba de un

genuino caso de faltar de pagar las deudas contraídas legalmente y

justamente. Ellos no simplemente protestaban contra la falta de garantías

procesales o el soborno y extorsión en el sentido técnico legal de las

palabras.

Por otro lado, tampoco es cierto que los profetas categóricamente

se oponían a las desigualdades y los ricos. Es cierto que culparon a los

64

Page 69: Alex Donelli

ricos y a los poderosos políticamente por gobernar mal la nación y que

profetizaban un cambio total de fortuna entre los ricos y los humildes.

“...quitaré yo de tu seno a tus alegres orgullosos, y no volverás a engreírte

en mi santo monte. Yo dejaré en medio de ti un pueblo humilde y pobre,”

Sofonías 3,11-12. Pero la razón por la que creían justificar esto no era una

simple envidia en contra de los ricos.

Para ver esto tenemos que analizar la verdadera situación del

momento. Los profetas intervenían de manera parcial en los asuntos

económicos de su tiempo69. El verdadero matiz del significado de un dicho

de algún profeta era más fácilmente visto por sus contemporáneos quienes

conocían la situación económica, que por nosotros. Nosotros que estamos a

más de dos mil años de distancia de ese entonces y con un vocabulario

sociopolítico desarrollado a partir de la tradición anglosajona de Jefferson,

Adam Smith, Mill y otros, un vocabulario no compartido por el hebreo

antiguo.

Simétricamente, el hebreo antiguo tenía convencionalismos y

frases retóricas bien entendidos: la ignorancia al respecto no siempre

impide la comprensión del sentido general del Antiguo Testamento pero sí

hace imposible ver el verdadero significado que distingue la concepción

clásica liberal de “justicia” de la concepción sociológica de “justicia social”.

Cuando Amós se queja de aquellos que “…venden al justo por dinero y al

pobre por un par de sandalias;” la idea general se entiende pero uno tiene

69este libro ignora con toda intención sus otras intervenciones en los temas de política exterior y en los cultos religiosos.

65

Page 70: Alex Donelli

que saber que la transferencia de un par de sandalias era parte de los

tecnicismos legales de una transacción de bienes raíces en el mundo

antiguo que venía desde los patriarcas: ¡Con esta frase, Amós está

condenando la ejecución de las hipotecas!

La vida económica del mundo antiguo, más específicamente la del

Antiguo Israel desde el siglo XI hasta el VI, era completamente diferente a

la nuestra en sus aspectos diarios (sin embargo, un campesino africano o

indio pudiera sentirse familiarizado con ésta). La gran mayoría de las

personas vivía de la tierra como agricultores, campesinos que básicamente

se autoabastecían. Por una parte las ciudades eran realmente importantes

aunque no lo eran en términos numéricos: tanto en esto como en productos

la población urbana estaba atrofiada. En términos económicos, las

ciudades eran verdaderos parásitos que vivían de los campesinos y del

campo sin dar nada tangible en cambio. Esto hace que estudiar nuestro

tema sea difícil ya que todos los documentos escritos fueron escritos desde

el punto de vista urbano. Los campesinos, peones y pastores eran la gran

mayoría, producían la mayor parte de los productos económicos y ni

siquiera se les permitía expresar algo de lo que ha llegado a nosotros (con

la posible excepción de Amós).

Como Geoffrey Ernest Maurice de Sainte Croix70 plantea, en todo

el mundo antiguo griego todas las ciudades eran alimentadas por el propio

interior. Los granos y, de hecho, toda la comida, eran recibidos como

tributo o como un tipo de renta en especies feudal (o sobre la base de un 70La lucha de clases en el mundo griego antiguo, Barcelona, 1988 (orig., Londres, 1982).

66

Page 71: Alex Donelli

porcentaje aparcero). Las cosas buenas como las espadas, los barcos, los

botes grandes, las artes y las joyas, además de los instrumentos musicales,

eran producidas en la ciudad, por supuesto. Pero eran para los habitantes

urbanos. Casi nada de esto se intercambiaba con el campo.

En los Estados Unidos hoy día, los agricultores ya no usan nada

hecho a mano ni tampoco fabrican sus propios tractores. Ellos

intercambian la comida por petróleo y maquinarias (y bienes de consumo)

y de manera productiva consumen estas herramientas y suministros en el

proceso de producción de más comida. Esta es una interacción

económicamente significativa entre las ciudades (con sus industrias) y el

campo (con su agricultura). Y esto permite, por cierto, una mayor

productividad. No era así en el Antiguo Israel. Ningún número significativo

de campesinos estaba involucrado en relaciones mercantiles con el resto

del país (al menos, en la primera parte de este período) y, de hecho, el

dinero era casi desconocido en las aldeas. Los campesinos se

autoabastecían prácticamente con la excepción de un posible herrero o

alfarero y de un trueque con pastores vecinos o con otros pastores en el

pueblo (de hecho, los arados de hierro no tenían un uso universal –las

herramientas de piedra y los arados se mantenían en uso incluso para

finales de este período en algunos lugares).

El Antiguo Israel, en el tiempo de los profetas clásicos, había

atravesado por tres tipos de organizaciones socioeconómicas

extremamente diferentes. Y ellos lo sabían –no fue algo inconsciente, los

67

Page 72: Alex Donelli

profetas referían a esto: ellos los compararon y contrastaron por varias

razones. Para empezar, fueron un pueblo pastoral –casi nómada, desde los

tiempos patriarcales de principios del segundo milenio hasta la época del

asentamiento en Canaán. Luego, hasta el período de la monarquía, durante

lo que se conoce como período de los Jueces, ellos eran una sociedad

agraria igualitaria descentralizada (todavía con un elemento pastoral). El

tercer período es el de la monarquía: desde mas o menos los 1000 a. de C.

hasta la caída de Jerusalén en 587 a. de C. Una auténtica revolución social

ocurrió durante este período. La sociedad urbana, el comercio, los

gremios, la literatura y la política exterior comenzaron a florecer (expertos

especializados se centran en estos aspectos). Mas, no debe olvidarse que

aproximadamente más del noventa por ciento del pueblo de Israel estaba

desconectado de la vida urbana excepto por la novedad de los impuestos o

la renta. La creciente importancia de la vida urbana y las actividades

económicas de la élite aumentaron continuamente durante este período.

Durante esta época, las ciudades no tenían ninguna importancia, por

razones absolutamente económicas (como la productividad, número de la

población, etc.). Sin embargo, como sucede a menudo en los fenómenos

sociales, las ciudades llegaron a alcanzar el dominio gracias a la

influencia71 que le daban las nuevas instituciones sociales.

71 El concepto de “influencia” es de gran importancia en la sociología científica aunque este no sea el término técnico para esto. En una sociedad más desarrollada, la forma en que un número pequeño de especialistas afecta los acontecimientos no guarda relación con sus números matemáticos ya que lo que nosotros llamamos coloquialmente “influencia” es totalmente análogo a operaciones financieras de crédito aunque tengan lugar en un contexto no monetario y no económico. Esto será discutido de forma abstracta con más detalles en el Capítulo IX.

68

Page 73: Alex Donelli

El período seminómada es fácil de describir. En los tiempos

patriarcales, los hebreos vivían de arrear ovejas y cabras. Algunas veces,

las cosechas aumentaban pero no lo suficiente como para que el grano

estuviera a la mano durante todo el año (algunos granos de crecimiento

rápido como la cebada eran sembrados en tierras marginales no

reclamadas por gentes asentadas). La leche de cabra tenía un papel muy

importante en la dieta. La carne se comía sólo en raras ocasiones: en

festivales o cuando había un visitante importante. Este tipo de economía

puede ser complemente autoabastecida y todavía existía en algunas partes

de Sudán hasta hace poco. Posteriormente, venderle la lana a las tribus

vecinas dos veces al año daba algunos lujos en cambio –lujos utilitarios

como suplementos útiles para la dieta (aceite) y herramientas de metal o

armas (que eran raras y costosas).

El asentamiento en la tierra de Israel trajo consigo la conversión

(nunca en un ciento por ciento) a una vida campesina-agrícola. El Período

de los Jueces (como Débora) fue, en términos políticos, organizado de

manera flexible por las tribus y las aldeas si lo comparamos con el período

monárquico que lo siguió después de 1000 a. de C. Pienso que este período

fue más igualitario que otras sociedades israelitas o que la nuestra. Los

profetas, por supuesto, le atribuyeron a estos primeros períodos una mayor

pureza de fe. Hay un gran contraste, visible aunque superficialmente, en

las estructuras económicas del Israel ante y después de la monarquía.

69

Page 74: Alex Donelli

El típico campesino de pueblo del período de los Jueces, o sea,

antes de la monarquía, vivía así (al menos si estaban un poquito mejor que

la media): eran dueños de su propia tierra. Los agricultores israelitas no

vivían de sus tierras de labranza sino más bien en sus casas en la aldea con

las tierras de todo el mundo rodeando el pueblo. El típico campesino no

tenía ningún esclavo o jornalero. Sin embargo, tenía quizás dos bueyes

para arar, un pequeño huerto de frutas y una huerta de hortalizas.

Una pequeña aldea como Salem no tendría más que unas pocas

casas cercas unas de otras, talleres del alfarero del pueblo y quizás un

herrero u otros artesanos, un pozo o fuente para agua, una era para el

grano, y prensa de uva colectiva, y una pequeña área abierta para

festivales, reuniones o el mercado. Mas, cada familia molía sus propios

granos, horneaba su propio pan y tejía su propia ropa en la casa. La mayor

parte de la comida venía de su propia granja. Sin embargo, dulces

ocasionales (aparte de las frutas) como la miel tenían que comprarse en el

mercado al igual que la lana o la carne. Esta última sólo se comía en

ocasiones festivas o importantes: esto explica el sarcasmo de Amós cuando

se refirió a la predilección de la clase alta por la ternera.

En tiempos de cosecha, incluso cuando la rapidez era esencial, la

familia de un campesino regular se las arreglaría solo. Mas, un campesino

más rico con una mayor área de tierra que cosechar necesitaría contratar

ayuda para la ocasión. Si una familia de campesino pobre tenía la suerte de

ser una familia grande, ellos podían mantenerse a flote al ofrecerle los

70

Page 75: Alex Donelli

niños extras a su vecino más rico en la cosecha. Pero no había espacio en

la aldea para un sin tierra, o un trabajador independiente (con la excepción

de dos o tres artesanos o pastores). No había un mercado de trabajo

regular para jornaleros, excepto en período de cosecha y no está de más

decir que las personas de afuera o migrantes los percibían con gran

desconfianza.

Sin embargo, comenzando al menos con la institución de la

monarquía, este equilibrio fue alterado y un largo período de cambio

comenzó. La motivación, desde luego, fue la presión externa del ejército

filisteo. Las sociedades que rodeaban Israel eran más civilizadas y los

filisteos (en la costa) gozaban, en particular de un mayor desarrollo

tecnológico: aplicado, por supuesto, a las armas. Fue comparativamente

fácil para ellos dominar y oprimir a los israelitas –descentralizados,

desorganizados y atrasados tecnológicamente teniendo en cuenta,

fundamentalmente, que estos últimos no tenían un ejército profesional

permanente y no podían darse el lujo de contratar mercenarios.

Entonces, alrededor de 1000 a. de C., se instauró una monarquía en

Israel. Pasó algún tiempo antes de que esta se desarrollara

completamente. Historiadores israelitas posteriores fueron ambivalentes

en cuanto a este revolucionario acontecimiento. Por un lado, tenían sus

dudas en torno a las consecuencias de esta institución, que incluía un

fuerte aumento de la desigualdad de la sociedad.

71

Page 76: Alex Donelli

La monarquía fue instituida en la aldea de Guilgal, como se describe

en el libro de Samuel (profetas posteriores hicieron una alusión poética a

Guilgal para expresar sus opiniones en torno a la institución de la

monarquía). Determinadas actitudes negativas lo decían los llamados

“deuteronomistas” –el autor o editor del libro de Samuel en su actual

forma. “Dijo todo el pueblo a Samuel: ’Suplica a Yahveh tu Dios en favor de

tus siervos, para que no muramos; hemos colmado nuestros pecados

pidiendo en rey para nosotros.’ ” (1 Samuel 12,19) Samuel es presionado

por la gente para que seleccione y nombre un rey. Él responde: “ ’He aquí

el fuero del rey que va a reinar sobre vosotros. Tomará vuestros hijos y los

destinará a sus carros y a sus caballos y tendrán que correr delante de su

carro. Los empleará como jefes de mil y jefes de cincuenta; les hará labrar

sus campos, segar su cosecha, fabricar sus armas de guerra y los arreos

de sus carros. Tomara vuestras hijas para perfumistas, cocineras y

panaderas. Tomará vuestros campos, vuestras viñas y vuestros mejores

olivares y se los dará a sus servidores. Tomará el diezmo de vuestros

cultivos y vuestras viñas para dárselo a sus eunucos y a sus servidores.

Tomará vuestros criados y criadas, y vuestros mejores bueyes y asnos y les

hará trabajar para él. Sacará el diezmo de vuestros rebaños y vosotros

mismos seréis sus esclavos.’ El pueblo no quiso escuchar a Samuel y dijo:

’¡No! Tendremos un rey y nosotros seremos también como los demás

pueblos: nuestro rey nos juzgará, irá al frente de nosotros y combatirá

nuestros combates.’ ” (1 Samuel 8,11-20.) Nosotros expresaríamos esto

72

Page 77: Alex Donelli

hoy usando la jerga de la sociología. Una casta militar profesional necesita

de un sistema de financiamiento –al menos impuestos exigidos al

campesinado en especies. Pero también necesita, o al menos fomenta, la

institución del arrendamiento: la propiedad de una finca por uno que no

trabaja la tierra, por ejemplo un capitán victorioso, y no necesita residir

allí.

Por primera vez, existe la necesidad de una clase entera de

trabajadores sin tierra –jornaleros o esclavos– para trabajar en estas fincas

por sus terratenientes ausentes. Lo que se llama latifundios, grandes fincas

que se extendieron mucho más allá de los terrenos que tenían los antiguos

campesinos-propietarios, comenzó a desarrollarse. Cultivos industriales

como las aceitunas y la vid comenzaron a resaltarse para que los ricos

pudieran venderle a los comerciantes internacionales para comprar lujos.

Dos economías paralelas se desarrollarían: el campesino

propietario trataría de continuar con el viejo estilo pero también pagaba

impuestos en especie y renta aunque las nuevas fincas formaban parte de

una economía monetaria y vean algunos pequeños adelantos tecnológicos –

nuevas y mejores herramientas, técnicas agrícolas más productivas y

eficientes, economías de escala. Ninguna de las dos economías beneficia al

campesino propietario porque él todavía no participa en la nueva economía

monetaria. De hecho, el crecimiento de la economía nueva es una

amenaza, pero no por la competencia –esta no existe todavía entre estas

dos esferas de actividades paralelas.

73

Page 78: Alex Donelli

La nueva prosperidad –en parte causada por una conquista

extranjera del rey David– crea un comercio internacional de lujos,

materiales de guerra y bienes para la vida urbana: estimula la literatura y

la religión y el aumento urbano, pero no trae beneficio económico alguno

para el campesino regular. Es todo lo contrario por una razón instructiva;

las desigualdades en las aldeas comenzaron a crecer y así empieza la

institución del magnate de la villa o prestamista. En tiempos de mala

cosecha o reveses similares, los campesinos pobres hambrientos tienen

que recurrir al “prestamista”.

Por supuesto, lo que se presta no es dinero probablemente sino

granos y semillas de nuevos almacenes construidos por los magnates (y

agentes reales). Esto pospone el desastre pero conlleva, por lo general, a

un endeudamiento ruinoso. En el mundo antiguo, como en muchas partes

del Tercer Mundo actualmente, las tasas de interés exigidas en tales

circunstancias pueden ser de un 220 a un mil por ciento. El verdadero

objetivo del prestamista es obtener la tierra –el prestamista espera por la

ejecución hipotecaria.

“La mas vieja estructura económica del israel cedió a diferencias

bien marcadas de riqueza y privilegios. Las excavaciones en Tirgah (Tell el-

Farah)72 descubrieron evidencia de la revolución social que hubo. Mientras

las casas de la ciudad en el siglo diez eran todos del mismo tamaño, en el

72 Tirsá (o Tirzá o Tirgah), actualmente Tell el-Farah (del Norte) (o Tell el Far’ah), al nordeste de la moderna Nablús, era un ciudad importante que, según la Biblia (1 Re 16,23), el rey de Israel Jeroboam usó como ciudad capital de su reino. Anteriormente, era una de las ciudades capitales de los cananeos. Véase Ernest G. Wright, Arqueología Bíblica, p. 326. En el sur hay otra sitio importante que se llama Tell el-Far’ah (Sur).

74

Page 79: Alex Donelli

siglo ocho, había una sección de casas grandes y caras, y otra de

estructuras pequeñas amontonadas las unas con las otras.”73 Este

incremento en riquezas se debía solamente a que los terratenientes

ausentes tomaran las tierras de los campesinos y los despojaran. Algunas

veces la tierra se quedaría entonces despoblada (igual que antes,

relativamente) como para sembrar cultivos industriales para un comercio

rentable. En otras ocasiones, el anterior dueño campesino y su familia eran

mantenidos como arrendatarios o aparceros pagando la renta en especies.

Tal renta ascendería a más de la mitad de la cosecha. Atrasarse en la renta

ocasionaría una renta mayor, el desalojo o ser vendidos como esclavos para

pagar la deuda. Se creó así una gran clase de trabajadores agrícolas sin

tierras y desposeídos, de los cuales algunos tenían que mudarse a las

ciudades o convertirse en esclavos para sobrevivir.

Varios profetas protestaron en contra de las políticas de la

monarquía. No obstante, también existían profetas oficiales a los que les

pagaba el estado (como Samuel, Nathán y Jonás) pero nos referimos

fundamentalmente a los manifestantes no patrocinados como Elías, Eliseo,

Amós, Oseas, Miqueas, Isaías, Zacarías, Urías, Jeremías, además de varios

anónimos, de los cuales algunos fueron asesinados o ejecutados por las

autoridades (de hecho, Elías y Jeremías escaparon de tales destinos

milagrosamente). Comenzando en el siglo VIII, los profetas declararon que

Israel y Judá74 debían ser destruidos y que lo serían (por invasores

73 James Luther Mays, Amo: A Commentary, Filadelfia, 1969, p.2.74ya existían dos reinos separados donde antes había habido sólo uno.

75

Page 80: Alex Donelli

extranjeros). En el catequismo a uno le enseñan que la razón por la cual

dijeron eso fue que Israel (la unión de Israel y Judá) no cumplía con los

diez mandamientos75. Existen muchísimos pasajes de las escrituras que

apoyan esta interpretación que es totalmente irrelevante para nuestro

tema. Mas, como veremos, también existen pasajes que explican

claramente que Israel merecía ser destruido por extranjeros debido a la

injusticia económica y social. Aunque no hubieran existido pecados

religiosos y de otro tipo, las injusticias sociales eran suficientes como para

condenarlo. Para ver además cuán terrible fue esta censura téngase en

cuenta cuán etnocéntrico era Israel. Ser destruido es lo suficientemente

malo ¡...pero ser destruido, además, por extranjeros…!

Israel fue destruido por los asirios en 722 a. de C. y Jerusalén (la

capital de Judá) fue destruida luego de un prolongado asedio por Babilonia

en 587 a. de C.. Casi todos los líderes y habitantes urbanos fueron

asesinados o forzados al exilio. Jeremías había predicado una política

derrotista por años. Se basaba en su propia aseveración de que Jerusalén

merecía ser destruida por su injusticia social (e idolatría). Más adelante

explicó que para arrepentirse y evitar la destrucción tanto una reforma

social sólida como una rendición voluntaria ante Babilonia eran necesarias.

Durante el asedio continuó a predicar el derrotismo y lo metieron dentro

de un tanque de almacenamiento vacío para que muriera; sin embargo,

simpatizantes influyentes dieron la contraorden secretamente cancelaron

la orden de ejecución.75referida como “la Alianza”.

76

Page 81: Alex Donelli

Los peones, campesinos y trabajadores agrícolas sin tierras en el

campo quedaron más acomodados después de la conquista por Babilonia

que antes. La población urbana y casi toda la élite cultivada fueron

reasentadas a la fuerza cerca de Babilonia (por setenta años). Allí,

valoraron e interpretaron de nuevo las palabras de los profetas,

preservaron y editaron de nuevo los primeros libros de la Biblia y les

agregaron la mayoría de los libros de los profetas. En este sentido, los

manifestantes contra el estado como Amós fueron la motivación para la

Biblia tal y como la conocemos hoy. Es historia revisionista en el sentido

arquetípico de la palabra.

Por el contrario el código de la ley mosaica tal y como está

presentada en el Deuteronomío daba una mayor igualdad económica y

trataba de evitar la formación de una gran clase de personas sin privilegios

y en desventaja. La noción de ley o código era muy diferente en el Mundo

Antiguo antes de la época de Roma, y los textos bíblicos en el Éxodo,

Levítico y Deuteronomio76 que contienen el código del Antiguo Israel no

son una excepción. Los códigos eran un género literario para ellos: eran

escritos por autores77 y no por jueces o legisladores además de que no se

consideraban vinculantes para los jueces o soberanos; más bien eran para

expresar los ideales de la sociedad. No existían reglas o normas fijas de

procedimientos legales en los tribunales antiguos como existen

actualmente (que se celebraban, por lo general, los portales o zaguanes de

76 Ex 20-23; 34,17-26; 35,1-19; Dt 12,1 – 26,15 y 31,9-13; Lv 25-27 y Nm 35.77 Véase Godfrey Driver y Sir John Miles Kt., The Babylonian Laws, vol. 1, Oxford, 1952, p. 53.

77

Page 82: Alex Donelli

las ciudades y no dentro de salas o patios).78 Sin embargo, los siguientes

textos legales de la Biblia ilustran la oposición de los profetas a la

revolución social reseñada anteriormente: “Si tu hermano se empobrece y

vacila su mano en asuntos contigo, lo mantendrás ... No tomarás de él

interés ... No le darás por interés tu dinero ni le darás tus víveres a

usura..” (Lv 25,35-37.) Incluso hoy, nadie aprueba una ley para remediar

un problema hasta que ese problema no exista, por lo tanto, esto es

evidencia para las actividades de los prestamistas de las aldeas descritas

arriba: “Si tu hermano hebreo, hombre o mujer79, se vende a ti, te servirá

durante seis años y al séptimo le dejarás libre.” “Cada siete años harás

remisión. En esto consiste la remisión. Todo acreedor que posea una

prenda personal obtenida de su prójimo, le hará remisión;“ El séptimo año

se llama “año sabático”. Este se refiere a la cancelación de las deudas,

devolución de las prendas y liberación de las personas vendidas como

esclavos por deudas (Deuteronomio, 15,vv12ss, vv1s.) Un texto afín está

parcialmente inscrito en la Campana de la Libertad de los Estados Unidos

y se cantó durante la Guerra Civil Estadounidense. Luego de cada año

sabático nos ordenan que “Declararéis santo el año cincuenta, y

proclamaréis en la tierra liberación para todos sus habitantes. Será para

vosotros un jubileo; cada uno recobrará su propiedad, y cada cual

regresará a su familia.“ (Levitico 25,9) Esto se refiere a la devolución de la

propiedad a su dueño original o su familia (herederos) sin importar si esta

78 Véase, p. ej., Eric Havelock, The Greek Concept of Justice, Cambridge, Mass. 1978, pp. 136ss.79Esto explica lo que el término “hermano” significa en otras citas también.

78

Page 83: Alex Donelli

fue vendida o ejecutada como una hipoteca. Es una prescripción para

cierto tipo de reforma agraria, de redistribución de tierras. Si se hubiera

puesto en práctica fielmente se hubiera impedido, al menos en intención,

que la desigualdad de la sociedad llegara al punto de crear una clase de sin

tierras desposeídos.

El sistema legal de la monarquía no tenía obligación legal de

poner en práctica estas leyes antiguas de un viejo código. Y evidentemente,

no lo hicieron. Los profetas proclamaron que, sin embargo, existía la

obligación moral y religiosa de mantenerse fiel a los ideales expresados en

el código y no hacer esto era injusto.

La institución del peonaje por deuda era injusta. El crecimiento de

grandes fincas, a menudo con terratenientes ausentes, llamado latifundio,

propiedad de una sola familia (o quizás de una familia extendida) pero

ocupada y trabajada por una masa de arrendatarios, de los cuales muchos

eran como siervos, era parte de esta institución. Los peones o siervos en el

posterior feudalismo Occidental (1200 A.D.) son una categoría de personas

legalmente reconocida con muchos menos derechos que los que tienen los

campesinos libres aunque con más que los que tiene un esclavo. El peonaje

por deuda consiste en un arrendatario que está endeudado con el

terrateniente o magnate local hasta lo último y que, por lo tanto, ha

perdido todo poder de negociación. El terrateniente en el Antiguo Israel,

entonces, tenía el derecho legal de asediar a los arrendatarios, sus

pertenencias y familia y venderlos como esclavos para pagar la deuda. A

79

Page 84: Alex Donelli

cambio de no ejercer este derecho legal el arrendatario,

“voluntariamente”, aceptaba por necesidad cualquier demanda del

terrateniente convirtiéndose en un sirviente a todos los efectos prácticos.

Legalmente, el arrendatario todavía es “libre” pero es un deudor. Tal

arrendatario, prácticamente un sirviente, se llama peón por deuda. El

peonaje por deuda es una institución en el sentido de la teoría sociológica.

No necesita ser una categoría legal en el sentido en que lo fue la

servidumbre en la Edad Media o la esclavitud en los Estados Unidos de los

1700 - 1860’s. El peonaje por deuda como institución es todavía importante

en el actual Tercer Mundo.

Los terratenientes ausentes y las fincas pertenecientes a la familia

real a menudo se apartaban del tipo de cultivo practicado anteriormente

por las casas de los campesinos que se autoabastecían. La finca grande

entonces se especializaba en un cultivo. Por ejemplo, aceitunas o cultivos

de algún tipo. En este sentido, las economías de escala permitían que se

usaran nuevas tecnologías eficientes de cultivo haciendo así que la

empresa fuera más rentable. Se necesitarían menos personas y el territorio

parecería despoblado, si se compara con la época en que pertenecían a

campesinos libres. Mas, los mayores beneficios le permitirían al

terrateniente ausente construir una mansión en la ciudad capital de Israel,

Samaria, por ejemplo, mientras que los campesinos desplazados se podían

morir de hambre o trasladarse a la ciudad para vivir en una casucha.

80

Page 85: Alex Donelli

Este proceso explica las frases sarcásticas del profeta Isaías: “Se

levanta a pleitear Yahveh y está en pie para juzgar a los pueblos. Yahveh

demanda en juicio a los ancianos de su pueblo y a sus jefes. ’Vosotros

habéis incendiado la viña, el despojo del mísero tenéis en vuestras casas.

Pero ¿qué os importa? Machacáis a mi pueblo y moléis el rostro de los

pobres’ –oráculo del Señor Yahveh Sebaot– .” “…Esperaba de ellos justicia,

y hay iniquidad, honradez, y hay alaridos. ¡Ay, los que juntáis casa con

casa, y campo a campo anexionáis, hasta ocupar todo el sitio y quedaros

solos en medio del país!“ (Isaías 3,13-15; 5,7-8).

Con el objetivo de dejar claro que una acción podía ser legal pero

injusta, Isaías declaró: “¡Ay! los que decretan decretos inicuos, y los

escribientes que escriben vejaciones, excluyendo del juicio a los débiles,

atropellando el derecho de los míseros de mi pueblo…”! (10,1-2). Amós

condena lo mismo cuando dice: “Pues bien, ya que vosotros pisoteáis al

débil, y cobráis de él tributo de grano, casas de sillares habéis construido,

pero no las habitaréis; viñas selectas habéis plantado, pero no beberéis su

vino.” (Amós 5,11). Estos textos no son simples denuncias generales o

poéticas de “pecado” o “conducta diabólica”: se refieren específicamente a

la revolución social concreta que explicamos anteriormente.

La “exacción” es un término técnico para un tipo de arriendo

pagado por el arrendatario. “Tallar piedras” era una técnica lujosa de

albañilería sin argamasa que requería mucha mano de obra. Antes del

aumento de la desigualdad económica, la técnica constructiva habitual era

81

Page 86: Alex Donelli

el ladrillo y sólo el palacio real y el templo usaban “piedras talladas” que

era una técnica extranjera que demandaba la importación de expertos

obreros. El patrón de esta sentencia o fallo viene de la maldición semita

(estándar) de inutilidad, que se usaba también en los convenios/acuerdos.

El peonaje por deuda fue declarado como injusto por los profetas

y el código mosaico ordenaba que se mantuviera bajo control y no se

permitiera ningún aumento en la desigualdad económica. ¿Por qué?

Evidentemente no porque implicaba fraude, robo, engaño, violencia,

extorsión o cualquier otra violación de procedimiento legal (como el

soborno, actos de falsificación, etc.). Podemos decir esto con total

seguridad porque, en realidad y según la ley, el peonaje por deuda puede

mantenerse perfectamente bien sin ninguna de estas violaciones

individualistas de procedimiento o de la ley del contrato. Por lo tanto, si los

profetas condenaban el peonaje por deuda debía haber alguna otra razón.

Hay dos que indicaron ellos mismos y cada una tiene su propio

defensor. La primera posible razón se debe al hecho de que la ley mosaica

prohibe la usura, definida como cobro de intereses. Cualquier tasa de

interés está prohibida (excepto cero). La segunda razón obvia es que el

contexto de las leyes con relación a los años sabáticos y de jubileo expresa

claramente el deseo (siendo el de Dios) de que: ”Cierto que no debería

haber ningún pobre junto a ti, …” (Dt 15,4). Pero, la institución del

peonaje por deuda condujo a la creación de una clase empobrecida. Como

82

Page 87: Alex Donelli

esto contradice, en su resultado, el deseo de Dios, los profetas la

declararon como injusta.

La usura ha sido una especie de tema paranoico para la

civilización occidental desde que se leyó en el libro del Éxodo que Dios le

había ordenado a los israelitas que ”Si prestas dinero a uno de mi pueblo,

al pobre que habita contigo, no serás con él un usurero; no le exigiréis

interés.” (Ex. 22,24) Y nuevamente en el Deuteronomio ”No prestarás a

interés a tu hermano, ya se trate de réditos de dinero, o de víveres, o de

cualquier otra cosa que produzca interés. Al extranjero podrás prestarle a

interés, pero a tu hermano no le prestarás a interés,” (23,19-20).

Aristóteles80, Aquino, Ezra Pound81 y muchos excéntricos continúan a

declarar contra los intereses de los préstamos llamándolos usura. Por otro

lado, Adam Smith y la mayoría de los teóricos económicos, al igual que los

“intérpretes” modernos más autorizados de las tradiciones bíblicas Judía y

Cristiana, han tratado de llegar a un acuerdo con otros modernos y tratar

de distinguir entre la usura y algún tipo de tasa de interés permisible.

Desde el desarrollo del capitalismo en el siglo XVI, los préstamos basados

en intereses han sido indispensables para que la economía funcione. Por

ejemplo, Adam Smith declaró82 frente a esta tradición de no cobrar

80 Universidad de Málaga, “Aristóteles”, en Encíclopedia y Biblioteca Virtual de las Ciencias Sociales, Económicas, y Jurídicas, www.eumed.net/cursecon/economistas/aristoteles.htm, “[Aristóteles] identifica la existencia de interés con la usura, que condena éticamente.” Véase también David Knowles, con Dimitri Obolensky y C.A. Bouman, Nueva Historia de la Iglesia vol. II: La Iglesia en la Edad Media, 2 ed., Madrid, 1983, p. 384.81Véase Thomas Geoghegan, “Infinite Debt”, Harper’s Magazine, vol. 318, No. 1907 (Abr. 2009) pp. 31-39.82y la ideología americanista de laissez-faire trata su libro The Wealth of Nations de manera sagrada.

83

Page 88: Alex Donelli

intereses, que “...como en todas partes algo se puede hacer con el uso del

dinero, de aquí que en todas partes haya que pagar algo por usarlo.”83

Los esfuerzos por regular la tasa de interés son inútiles: “La ley

nunca puede establecer esta tasa a nivel inferior a la que prevalece en el

mercado cuando aquélles se promulga. Por eso el Edicto de 1766, dado por

el rey de Francia con la intención de reducir la tasa de interés de cinco al

cuatro por ciento, no tuvo efecto, y se continuó prestando al cinco por

ciento y evadiéndose la ley por mil subterfugios.”84 El fervor religioso es

inútil: “La prohibición absoluta del interés no basta a impedirlo. Muchas

personas necesitan tomar prestado y nadie prestaría sin prometerse la

utilidad que del uso de su dinero puede resultar, no sólo con arreglo a las

ganancias que con él puedan obtenerse, sino en consideración al riesgo y

peligro que lleva consigo evadir la ley...[Cuando el interés no existe],

únicamente la amistad o la caridad pueden justificar el préstamo.”85 Por

cierto, la excepción bíblica de que el interés que se le puede exigir a los

extranjeros no es ni racista ni etnocentrista. Como señala el profesor

Albright, la situación en ese momento era que los extranjeros eran

comerciantes internacionales o mercaderes. Por lo tanto, la distinción

entre “hermanos” y “extranjeros” era igual a la de prohibir el interés en los

préstamos agrícolas y permitirlo para los mercantiles.86

83“...as something can everywhere be made by the use of money, something ought everywhere to be paid for the use of it.” Smith, ob. cit., (Vol. 1, p. 355) 84Ibid, pp. 323s.85Ibid., p. 93.86W.F. Albright, finado profesor de arqueología a Johns Hopkins. Véase también Weinfeld, ob. cit., p. 167

84

Page 89: Alex Donelli

Esta observación se hace mucho más significativa cuando notamos

una excepción similar en la ley de cesión y liquidación. Las ventas o

ejecuciones de tierras de labranza nunca eran absolutas en la

intencionalidad de ésta. Estas podían ser derogadas y la propiedad

devuelta luego de siete años o, al menos, durante el Jubileo. “La tierra no

puede venderse para siempre, porque la tierra es mía, ... Habló Yahveh a

Moisés…” (Lv 25,23; 27,1) Pero había una excepción significativa. La

propiedad dentro de una ciudad estaba exonerada de estas disposiciones.

Nuevamente, leemos “Si uno vendiere una vivienda en ciudad amurallada,

su derecho a rescatarla durará hasta que se cumpla el año de su venta...

En caso de no ser rescatada para él dentro de un año entero, la casa

situada en ciudad amurallada quedará a perpetuidad para el comprador y

sus descendientes y no quedará libre en el jubileo.” (Lv 25,29-30) De

nuevo, la distinción es entre el comercio y la agricultura –o posiblemente

entre el parasitismo no productivo y el uso productivo y provechoso.

Los pensadores modernos que están desesperados por conciliar la

tradición judeocristiana con la teoría del capitalismo han recurrido a

distinciones como tasas de interés “razonables” –algunos dicen tres

porciento, otros que nada por debajo del seis porciento—o la distinción

entre préstamos para consumir y préstamos para la producción o actividad

mercantil (inversión).87 Entonces, una de estas se llama usura y la otra

parte está exonerada de la prohibición mosaico-aristotélica.

87 Véase, p. ej., Rev. Thomas Slater, S.J., Questions of Moral Theology, N.Y., 1915, pp. 96-98.

85

Page 90: Alex Donelli

Tales esfuerzos son legales y son incompatibles con la perspectiva

sociológica y la teoría económica. Los esfuerzos por tomar seriamente la

condena bíblica de la usura han sido abandonados por casi todas las

personas influyentes modernas y ya no desempeñan ningún papel en el

debate público.

Es más, es difícil tomar a los profetas con total seriedad si su

concepto de usura era crucial para ellos pero explotado por la ciencia

moderna.

Leer a los profetas más sociológicamente que legalísticamente

ayuda a resolver este problema. Si es cierto que la verdadera intención era

más una crítica de una institución que una adhesión a la ley mosaica (y una

oposición fanática al progreso, algo de lo que algunos los han acusado),

entonces podemos continuar y preguntar si la teoría económica científica

realmente contradice su perspicacia o no.

86

Page 91: Alex Donelli

Capítulo III

Los Profetas y la Justicia Social

¿Abogaban los profetas por algún tipo de regulación de la actividad

financiera? Y si lo hicieron, ¿qué pasa entonces con la visión de Adam

Smith de que en el mejor de los casos las leyes en contra de la “usura” son

contraproducentes y que incluso condenan una economía al

estancamiento?

Los asuntos implicados aquí han estado presentes a lo largo de la

historia. Los populistas siempre han abogado por la justicia y la equidad y

a veces por la exoneración de la deuda y la reforma agraria, desde Israel y

Roma hasta el Tercer Mundo del siglo veinte (y a través de William

Jennings Bryan, el entonces candidato presidencial del Partido Demócrata

en el Chicago de 1896).

87

Page 92: Alex Donelli

El grupo dirigente88, por su parte, siempre ha rebatido esto con dos

argumentos. Uno basado en los estándares individualistas y legalistas de

justicia en los que, por ejemplo, el alivio de la deuda se ve como algo

totalmente inmoral ya que un contrato al que se haya llegado de manera

libre entre un deudor y un acreedor no debe ser interferido pues las

promesas deben cumplirse. Otro ejemplo representativo de esta posición lo

constituye la oposición a la reforma agraria sobre la base de razones

morales a partir del argumento de que tomar la propiedad privada de una

persona sin una compensación justa constituye un robo. El otro argumento

era probablemente entendido como incoherente incluso en el mundo

antiguo pero finalmente alcanzó su clásica expresión con Mandeville,

Hume y Adam Smith. Las interacciones económicas desreguladas basadas

en los contratos no necesitan tener moral o ética alguna. De hecho, el

egoísmo privado funciona para el bien general de la sociedad en su

conjunto como puede ser “demostrado” por la teoría económica (la teoría

de Smith del mercado libre). Los intentos equivocados de regular o legislar

la “justicia” destruirían este mecanismo maravilloso (del mercado libre). El

crecimiento y la equidad se oponen. Por lo tanto, existe un trueque: las

políticas encaminadas a asegurar la equidad estrangulan el crecimiento

económico. Las injusticias a corto plazo promueven el desarrollo. La

tradición bíblica y el instinto populista no tienen valor alguno. Hay que

reconocer que el soborno, el fraude, la violencia y la extorsión son

injusticias pero la imposición de contratos a los que se haya llegado de 88“establishment”

88

Page 93: Alex Donelli

manera libre no lo es. A esta posición se le llama “liberalismo clásico”.

¿Constituía la denuncia del soborno, el fraude y la violencia el

verdadero objetivo de los profetas del antiguo Israel? ¿Eran los profetas

como Ralph Nader, señalando el delito de las empresas y la corrupción

gubernamental?

Establecer estos elementos resulta instructivo para el caso del

antiguo Israel antes de analizarlos en el caso más complicado de una

economía industrial moderna como la de los Estados Unidos. También es

importante recuperar la tradición profética de los fundamentalistas

liberales clásicos. Existe un concepto significativo de “justicia social” que

se aplica a las instituciones y que no se reduce simplemente a decir “no al

fraude, no a la violencia, no al soborno”. Existe una norma para juzgar si

una ley o un contrato son injustos o no. No es cierto, como mantienen los

liberales clásicos, que mientras se siga el reglamento interno el resultado

es justo. El juego puede ser manipulado injustamente contra el pobre aún y

cuando las reglas no establezcan en términos legales diferencias entre el

deudor pobre y el rico.

Por lo tanto, este capítulo analizará el pensamiento de los profetas en

términos sociológicos. Esto probará que las objeciones morales al

populismo son injustificadas. Capítulos posteriores tendrán que tomar el

desafío de la teoría económica antes de tratar, finalmente, el caso más

sofisticado de la economía estadounidense.

Una institución es un sistema de roles entrelazados –y no un corpus

89

Page 94: Alex Donelli

de normas sistematizadas–; está concebida en función de los roles y no de

las normas o de manera legalista. Mientras más racionalizada o

burocrática sea una institución más posibilidades existen de que haya

alguna expresión legalista de su actividad –algún tipo de manual sobre

“reglas y procedimientos”. Incluso hoy, sólo un participante ingenuo se

creería esas normas. El antiguo Israel estaba lejos de ser tan racionalizado

o burocrático como lo es una sociedad moderna tecnológicamente

orientada como lo es la de los Estados Unidos. Por lo general, la institución

más concebida en función de las normas en las sociedades modernas

tiende a ser el tribunal de justicia. En el antiguo Israel, como en la antigua

Mesopotamia (y en la antigua Grecia también), hasta el proceso legal era

mucho menos formalizado, previsible y determinado por las normas que

actualmente.

En el período de los Jueces cada pueblo tenía una sala o, al menos,

un área cerca del “portalón, o zaguán” donde se decidían los casos legales.

Cada habitante libre podía participar. Los jueces no eran funcionarios

asalariados sino, simplemente, los “patriarcas”, los reconocidos o notables

del pueblo.

Las sesiones legales se desarrollaban al menos cualquier día de

mercado. Bajo la monarquía, los funcionarios (o agentes) reales tomaron

gradualmente las posiciones o poderes reales de los jueces. No sabemos

los detalles de este proceso pero debe haber sido un gran shock. Quizás los

funcionarios solamente controlaban las acciones de estos tribunales que

90

Page 95: Alex Donelli

todavía conducían los notables locales. Parece haberse producido un

cambio en las doctrinas legales de control: de hecho, el código mosaico no

se aplicó más, fundamentalmente en los aspectos socioeconómicos tocados

en el capítulo anterior.

Desde cualquier perspectiva legal, un préstamo es concebido como

un contrato entre dos individuos. La propiedad hipotecada o de garantía

real, y el interés, son simples disposiciones del contrato. Desde una visión

sociológica un contrato de préstamo es una verdadera interacción entre

dos roles –acreedor y deudor–. Las estipulaciones legales y formales del

contrato, por su parte, no son lo que verdaderamente importa, sino las

expectativas, recompensas y sanciones (incluyendo las amenazas y

castigos) en un sentido de facto puramente. En el mundo real del antiguo

Israel, el comportamiento del peón deudor, el del prestamista de la villa, el

de los tribunales del pueblo o el de cualquier grupo de “respetables”

(usualmente los matones y criados del prestamista de la villa –quien es

siempre uno de los notables del área y, por lo general, un magnate local) —

es una cosa y el comportamiento de un prestamista urbano (o financista),

el de un deudor mercantil, el de los tribunales urbanos y reales y el de los

soldados es otra completamente diferente. Desde el punto de vista

sociológico éstas son dos instituciones diferentes. No importa si los

contratos legales son indistinguibles en papel. Las instituciones son

diferentes en sus roles, economía, impacto en la sociedad e incluso en su

legitimidad percibida en ese momento.

91

Page 96: Alex Donelli

Pero los profetas clásicos no escribieron libros en el sentido moderno

del término. Lo que hicieron fue predicar en público en algunas ocasiones

cosas como ésta: ”¡Ay de los que cambian en ajenjo el juicio y tiran por

tierra la justicia, detestan al censor en la Puerta y aborrecen al que habla

con sinceridad! Pues bien, ya que vosotros pisoteáis al débil, y cobráis de

él tributo de grano, casas de sillares habéis construido, pero no las

habitaréis; viñas selectas habéis plantado, pero no beberéis su vino. ¡Pues

yo sé que son muchas vuestras rebeldías y graves vuestros pecados,

opresores del justo, que aceptáis soborno y atropelláis a los pobres en la

Puerta!” (Amós, 5, vv. 7 y 10-12) y algunos sermones, etc. El Libro de Amós

es entonces una antología y no un tratado. Puede que Amós haya dejado o

no notas escritas y aunque lo haya hecho no fueron notas de “oráculos”

separados emitidos en muchas ocasiones (los profetas también

intervinieron entre bastidores de la misma manera en que lo hacen las

personas influyentes habitualmente, incluso hoy —y parte de los “libros” de

los profetas consiste en la recolección de estas actividades más

conversacionales).

El hecho es que para la enseñanza de los profetas lo único que

tenemos para continuar son, por lo general, textos aislados y cortos. No

tenemos párrafos sistemáticos, fluidos y organizados por capítulos.

Mientras más corto es un texto más ambiguo resulta cuando está aislado.

Los textos relevantes de los profetas sobre la justicia socioeconómica son

ambiguos cuando nosotros, que estamos tan alejados del antiguo Israel, los

92

Page 97: Alex Donelli

analizamos detalladamente. Es muy probable que esos textos hayan sido

inequívocos y convincentes para la audiencia a la que estaban dirigidos en

el momento en el que los escribieron. Por ejemplo, Habacuc 1,3ss “¡Ante

mí rapiña y violencia, querella hay y discordia se suscita! Por eso la ley se

desvirtúa, y no aparece el juicio. ¡Sí, el impío asedia al justo, por eso

aparece el juicio pervertido!” O, de nuevo en 2,6ss. “¡Ay de quien

amontona lo que no es suyo (¿hasta cuándo?) y se carga de prendas

empeñadas! ¿No se alzarán de repente tus acreedores, no se despertarán

tus vejadores, y serás presa de ellos? ... ¡Ay de quien gana ganancia

inmoral para su casa, para poner su nido en alto y escapar a la garra del

mal! ¡Vergüenza para tu casa has sentenciado: al derribar a muchos

pueblos, contra ti mismo pecas!. . . ¡Ay de quien edifica una ciudad con

sangre, y funda un pueblo en la injusticia!”

Las “prendas” eran, por regla general, los mantos89 de los

campesinos (estos eran necesarios para las noches frías). El deudor

entregaba la “prenda” como un símbolo (en una forma vinculante

legalmente) del contrato hipotecario. Estas prendas eran un gasto muy

importante para una persona pobre pero no lo suficientemente valioso para

un acreedor rico para el cual no eran más que un símbolo. El montón de

“prendas” que figura en el texto profético es un símbolo de la acumulación

de bienes raíces ejecutados como hipotecas.

Miqueas decía: “. . . no queda un justo entre los hombres! Todos

89 Véase Ex 22,25-26. “Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás al ponerse el sol, porque con él se abriga: es el vestido de su cuerpo. ¿Sobre qué va a dormir, si no?”

93

Page 98: Alex Donelli

acechan en busca de sangre, cada cual atrapa en la red a su hermano. Para

el mal sus dos manos adiestran: el príncipe exige, y también el juez,

recompensa; el grande habla de la codicia de su alma, y él y ellos lo

urden.” (Miqueas 7,2ff) Su contemporáneo Isaías reafirmó esta crítica al

declarar (Is.3,13ff) ”Se levanta a pleitear Yahveh y está en pie para juzgar

a los pueblos. Yahveh demanda en juicio a los ancianos de su pueblo y a

sus jefes. ’¡Vosotros habéis incendiado la viña, el despojo del mísero tenéis

en vuestras casas. Pero ¿qué os importa? Machacáis a mi pueblo y moléis

el rostro de los pobres’ –oráculo del Señor Yahveh Sebaot–.” Y,

nuevamente: ”¡ Ay, los que llaman al mal bien, y al bien mal; que dan

oscuridad por luz, y luz por oscuridad; ... los que absuelven al malo por

soborno y quitan al justo su derecho!” (Is 5,20ff).

¿Cómo iban a estar Miqueas, Habacuc e Isaías realmente satisfechos

si los mismos resultados, la misma revolución social, la misma “opresión a

los pobres” había sido alcanzada legalmente? (Pero, en realidad, ¿dependía

verdaderamente el grueso del desposeimiento de los pequeños agricultores

(los campesinos) de los sobornos, los testigos falsos y las ilegalidades o

eran estas violaciones legalistas simplemente fenómenos que les

rodeaban?) ¿Qué querían decir?

Los textos, aislados, son ambiguos. Primero, éstos son poéticos y

utilizan técnicas imaginistas, retóricas y provocativas. Aunque la mayoría

de estos textos menciona el fraude o el soborno, no dicen de manera

explícita que esos elementos legalistas son lo esencial. También existen

94

Page 99: Alex Donelli

unos pocos textos que ignoran completamente el tema de la ilegalidad

(fraude o soborno) y sólo condenan el resultado (debemos volver a la

historia para ver que “el resultado” era la creación de una clase de

personas sin tierra y poder). “El Señor Yahveh ha jurado por sí mismo,

oráculo de Yahveh Dios Sebaot: ’Yo aborrezco la soberbia de Jacob [es

decir, la nación, Israel], sus palacios detesto, y voy a entregar la ciudad

con cuanto encierra.’ “ (Amós, 6, 8s) O, nuevamente, “¡Congregaos contra

los montes de Samaria, y ved cuántos desórdenes en ella, cuánta violencia

en su seno! No saben obrar con rectitud –oráculo de Yahveh– los que

amontonan violencia y rapiña en sus palacios. Por eso, así dice el Señor

Yahveh: El adversario invadirá la tierra, abatirá tu fortaleza y serán

saqueados tus palacios.“ (Amós 3, 9s) O, de nuevo, “Escuchad esta palabra,

vacas de Basán [es decir, aristocráticas damas], que estáis en la montaña

de Samaria, que oprimís a los débiles, que maltratáis a los pobres, que

decís a vuestros maridos: ’¡Traed, y bebamos!’ El Señor Yahveh ha jurado

pro su santidad: He aquí que vienen días sobre vosotras en que se os izará

con ganchos, y, hasta las últimas, con anzuelos de pescar.“ (4,1-2)

Como muchos de los textos condenan y hacen referencia a las

violaciones legalistas de procedimiento (como el soborno o los testigos

falsos) un lector moderno, demasiado impactado por los beneficios de

nuestro sistema moderno de leyes y códigos imparciales, pudiera asumir

que “opresión” o “exacción”, etc., se refieren particularmente a tales

violaciones de procedimiento. Pero el último texto y sus paralelos no dicen

95

Page 100: Alex Donelli

eso; simplemente condena lo que dice que condena, “opresión”, etc.

Interpretar la “opresión” como “ilegalidad” o violencia o cualquiera de los

elementos de la lista de John Stuart Mills es una presuposición anacrónica.

También sería anacrónico asumir que Amós quiso decir lo mismo que Karl

Marx. Pero, ¿qué fue lo que Amós quiso decir? Hay que leerse el texto sin

ninguna idea ética o filosófica preconcebida que pueda ser anacrónica (no

resultaría anacrónico usar sistemas de ética o filosofía de la época de

Amós). Sería bastante permisible usar la teoría económica moderna o la

sociológica –si son objetivamente verdaderas ahora, entonces también lo

eran en ese momento; por lo tanto, nos van a decir de qué hablaba el

profeta aunque éste no haya usado nuestra terminología latinista. Es

anacrónico leer estos textos con los ojos de John Stuart Mills y concluir que

el objetivo fundamental de los profetas era la igualdad formal ante la ley y

la imparcialidad o justicia de procedimiento. Estos son cosas buenas a

tener pero no son el bien que entusiasma a los profetas.

En realidad, la “opresión” a la que se refirieron los profetas y la que

su audiencia observó fue o la revolución social como un todo, es decir,

como resultado, o la institución del peonaje por deuda que, como sabemos

ahora, fue su causa. Sabemos que las ilegalidades individualistas eran, en

realidad, fenómenos correspondientes y no la causa del efecto, “la ruina de

José”. Puede que no hayan sido incluso más frecuentes de lo que son hoy.

El poder económico (y el político) elimina alguna de las tentaciones al

delito sentidas por los pobres o los que no tenían poder (negar que algo

96

Page 101: Alex Donelli

como el poder económico existe o que la igualdad puede coexistir con una

verdadera desigualdad en el poder es simplemente un dogma laissez-faire).

Capítulos posteriores tratarán este tema extensamente.

Por ahora, podemos decir esto: primero, los profetas no son,

explícitamente, liberales clásicos como Mill; por lo tanto, uno no debe

asumir que por “opresión” entendían la falta de un sistema moderno de

justicia ni violaciones individualistas de procedimientos legales como la

violencia, el fraude o el soborno. Por lo que sabemos, un profeta como

Amós al comparar las innovaciones monárquicas con las prácticas tribales

durante el período de los jueces como las de Débora, consideraba el salario

de un juez real poéticamente como “soborno” con el objetivo de,

tendenciosamente, apelar al código mosaico en la memoria de su

audiencia. ¿No llaman algunos populistas estadounidenses a determinada

ley del Congreso “el delito del ‘73”?90 O, de nuevo, “negarle a los pobres

sus derechos” en un caso legal no significa necesariamente “sus derechos

procesales”.

Segundo, podemos decir que como la teoría sociológica moderna es

verdadera, la institución del peonaje por deuda sí existió y puede haber

sido el objeto descrito por los profetas bajo los distintos nombres de

“opresión”, “esclavitud”, “acoso”, “negación de derechos”, etc. Sin

embargo, las violaciones de procedimiento también existían; por lo tanto,

la mayoría de los textos proféticos en torno al tema podían, posiblemente,

90. El congreso decretó que la plata no se podía usar para hacer la moneda, solamente el oro. Este era el llamado “delito” del ‘73

97

Page 102: Alex Donelli

estarse refiriendo específicamente a ese aspecto limitado de cosas.

Tercero, es muy poco probable que los textos que son condenas

directas de la revolución social simplemente se refieren a violaciones de

procedimiento (verdaderamente, la teoría de Mills reafirma que si no

hubiera sido por las violaciones de procedimiento la institución del peonaje

por deuda no hubiera provocado “la ruina de José”, es decir, la creciente

miseria de los pobres en la medida en que se convertían en desposeídos.

Esta ruina socio-económica fue provocada por las violaciones de

procedimiento o por algo más como la sobrepoblación). A menos que uno

acepte la validez objetiva de la teoría económica de Mills, es imposible

lidiar con el contexto histórico de los textos proféticos y el contexto de la

prohibición de la usura que nos hace entender la conclusión de que su

objeto de referencia fue la institución del peonaje por deuda como un todo

y no sólo sus abusos.

(El sólo en el párrafo anterior deja una puerta abierta de la teoría

económica en nuestra línea de argumentación que aún no podemos cerrar.

La teoría económica de Smith ofrece un análisis alternativo sobre el

antiguo Israel: al negar la importancia de las categorías sociales niega que

la institución del peonaje por deuda haya sido responsable de todos los

males de la sociedad. Acusa a los profetas de hacer un diagnóstico no real

sobre los problemas de la época y de ser románticos reaccionarios. Mas,

aún y cuando la alternativa de Smith fuera verdadera es irrelevante para

poder entender el significado deseado o buscado por los profetas: es obvio

98

Page 103: Alex Donelli

que el código mosaico ocupa un lugar preponderante en los horizontes de

los profetas mayor que los imperativos del laissez-faire. Además, la

evidencia es que los profetas no eran conscientes de ninguna presión de la

población).

Evidentemente, la institución del peonaje por deuda era incompatible

con el código mosaico. Descubrimientos arqueológicos recientes han

demostrado que la frase usada por los profetas en los Proverbios y los

Salmos, a saber, “justicia y rectitud” era realmente una frase técnica que

se refería a las leyes de liberación y jubileo, mejor traducidas como “alivio

de la deuda y reforma agraria (o redistribución).”

Una serie de descubrimientos hechos por varios arqueólogos ha

concretizado nuestro entendimiento de la justicia social en el antiguo

Cercano Oriente como un todo y el Israel Bíblico en particular. El profesor

Weinfeld ha sintetizado hábilmente la nueva evidencia como la puesta en

práctica del año del Sabbat bíblico y el Jubileo (capítulo 15 del

Deuteronomio y capítulo 25 del Levítico) en su libro Social Justice in

Ancient Israel and the Ancient Near East. Los textos describen una

institución extraordinaria: cada siete años las deudas eran anuladas y los

esclavos liberados. Los bienes raíces eran redistribuidos cada cincuenta

años. Estas son regulaciones muy igualitarias y suenan verdaderamente

utópicas. Mas, casi ningún documento económico o legal del período de la

monarquía israelita ha aparecido y muchos expertos críticos han tenido sus

dudas en torno a la verdadera implementación de estas leyes del

99

Page 104: Alex Donelli

Pentateuco. Sin embargo, su autenticidad está bien sustentada ahora,

fundamentalmente gracias al hecho de que los códigos en el antiguo

Cercano Oriente, como el de Hammurabi en Mesopotamia, eran un ideal

formulado conscientemente. Los jueces activos no estaban obligados a

cumplir con estos códigos en la misma forma en que deben hacerlo los

jueces modernos (o incluso un romano). Paralelas a estas leyes han sido

descubiertas en Mesopotamia y Egipto en el segundo milenio a. de C. y en

Asiria después de la caída de Jerusalén (Nabucodonosor).

También hemos tenemos evidencias contundentes de que leyes

similares fueron puestas en práctica (aunque sólo de manera intermitente)

en los períodos Helenístico y Macabeo en Israel. Documentos legales del

período Macabeo han sobrevivido y muestran que se empleaban

subterfugios y ficción legal para burlar la cancelación sabataria de las

deudas (Mishuah Shevit 10: 3-4) y la liberación de los esclavos (B. Gittin

37a, 86 a). Por lo tanto, ya no hay razón alguna para el escepticismo: la

evidencia cambia radicalmente lo que se pensaba sobre los textos bíblicos.

De hecho, la evidencia va más allá. El significado de las palabras

empleadas en hebreo no es el que se pensaba hace un siglo. “Justicia y

rectitud” realmente significan “moratoria de pagos y reforma agraria”.

“Liberación” significa “liberar a los esclavos” –como era evidente en el

contexto. Estos no eran elementos básicos del vocabulario sino términos

técnicos legales con un significado claramente definido. Traducir mspt

wsdqh como “justicia y derecho”, como en Sal 33:v “Él ama la justicia y el

100

Page 105: Alex Donelli

derecho, del amor de Yahveh está llena la tierra” o Sal 99, 4, o Jr 9, 24, “Yo

soy Yahveh, que hago merced, derecho y justicia sobre la tierra” es invitar

al lector a caer en un anacronismo. En un sentido estándar, no técnico, la

frase “derecho y justicia” significa simplemente la combinación de dos

conceptos separados, a saber: “el derecho” y “la justicia”. Cada uno de

ellos es un concepto individual y van más allá de mantener la ley, la

honestidad et hoc genus omne. Pero, en el hebreo clásico, la frase mspt

wsdqh o frases muy relacionadas con ésta eran lo que se llama parejas

lexicales, o sea, una combinación de dos palabras cuyo significado va más

allá de lo que dicen las dos por separado. El inglés no utiliza mucho esta

técnica. La pareja lexical en hebreo conformada por “justicia y derecho” es

un cliché que significa una proclamación legal de la cancelación de las

deudas y una devolución de toda la propiedad confiscada (como garantía

por no pagar la hipoteca) al deudor y la cancelación de otras transacciones

de tierras haciendo así que hubiera una redistribución más equitativa de

los bienes raíces regularmente. Como era costumbre que los padres con

problemas económicos vendieran a sus hijos como esclavos, y algunas

veces se vendían ellos también, estas transacciones fueron canceladas

también.

En los períodos helenísticos ulteriores tales proclamaciones están

bien documentadas a través de 1 o incluso Miqueas 6, 8 fuera del mundo

helenístico (que puede haberlas derivado de los mesopotámicos). La Piedra

de Rosetta tiene una. En Grecia estas acciones eran catalogadas como

101

Page 106: Alex Donelli

“filantropía” y términos similares como “amabilidad” y “verdad” y

“misericordia” son usadas en la Biblia ocasionalmente como análogos de

nuestras parejas lexicales (típicamente, proclamaciones posteriores

tendieron a ser más limitadas a las transacciones involucrando al rey pero

también se perdonaron los impuestos atrasados y los delincuentes

recibieron amnistía). La reducción total del significado de filantropía o

caridad a su denotación del siglo veinte es típica –vea, por ejemplo,

trivializaciones similares de las palabras “virtud” o “caballero”.

Una vez que uno está alertado sobre esto, el patrón de uso en la

Biblia queda claro. Comentaristas rabínicos han perdido ya la tradición de

su significado y como resultado han tenido que complicar pasajes como Gn

18, 19 y 2 S 8, 15 (Weinfeld, pp. 34 s). El problema con una interpretación

moderna anacrónica, como la de ellos, fue sentida y expresada por ellos

claramente: “Si existe la justicia absoluta, cómo puede haber caridad?”

Existen pasajes suficientes como este como para mostrarle al lector

cuidadoso que la combinación de palabras significa algo más bien diferente

de lo que significaría la palabra “juicio” aislada. Como resume Weinfeld, p.

33, “Ir por el camino de la . . . ”justicia y el derecho” significa . . . el

establecimiento de la equidad social, es decir, mejorar el status de los

pobres y de los débiles en la sociedad a través de una serie de regulaciones

como las esbozadas anteriormente y que evitan la presión…”

Esto es completamente análogo a las distinción en español entre “la

justicia” (en su significado individualista habitual) y “la justicia social” en

102

Page 107: Alex Donelli

el sentido sociológico más relevante de la palabra debido a que el abismo

filosófico entre la justicia y la justicia social es tan grande que existen

pensadores influyentes que aceptan el primero pero niegan cualquier

significado a “la justicia social”. Desde luego, un individualista filosófico

está obligado a negar que el concepto de justicia social explicado en este

libro es significativo o que tiene algo que ver con la justicia. Ellos ven “la

justicia social” como publicidad engañosa –una pareja lexical como las que

se llaman oxímoron. El concepto de justicia social tiene la misma relación

con “la justicia” individualista que las parejas lexicales tienen con sus

componentes individuales. Los casos son paralelos. La filología es fiel

aunque la posición Anglosajona diga que la filosofía es lejana.

Las denuncias proféticas de “injusticia” y “extorsión” son mucho más

abarcadoras de lo que le pudieran parecerle a un ideólogo del mercado

libre. Como resume Weinfeld en la p. 36 “Si examinamos a qué se oponían

los profetas exactamente vemos que el mayor pecado no lo constituía la

deformación del proceso judicial sino la opresión perpetuada por los ricos

terratenientes y clases dirigentes que controlaban el orden

socioeconómico.” Isaías reprende en el Cap 5, vv. 7, 8 y en el 10, vv. 1, 2

“. . .sin duda se refiere a aquellos que ejecutan las hipotecas de los pobres

que no pueden pagar sus deudas…y a aquellos responsables de promulgar

leyes y regulaciones. Al hacer leyes injustas sofocan la causa de los pobres,

roban los derechos a los necesitados, despojan a las viudas y hacen de los

huérfanos su botín. Subvertir la justicia aquí no se refiere a abusar del

103

Page 108: Alex Donelli

sistema judicial per se sino, más bien, a la promulgación de leyes injustas”.

Mas, desde una visión moderna, ¿cuál es la ley que está siendo

censurada aquí? Al parecer, una ley perfectamente justa: una deuda

contraída de manera libre entre dos partes va a hacerse cumplir por los

tribunales. Eso es todo. Es suficiente. La ley o decreto era considerada lo

suficientemente injusta como para incluirse en la “pequeña lista” de delitos

por la que Israel mereció la destrucción. Is. 5, 8 ss., Jr. 5, 20 ss.

La fuente de las expresiones eternas de los profetas que han sido

adoptadas por gran parte de la humanidad para expresar las aspiraciones

de justicia de un mundo mejor fue la agitación del campesinado por el

alivio de la deuda y la reforma agraria.

Como resultado de estas consideraciones hemos llegado a tener una

visión muy diferente de los profetas israelitas de la que tienen la mayoría

de las sectas “bíblicas” estadounidenses. Esto se debe a que leímos sus

escritos teniendo en cuenta el contexto de su propia sociedad y los

problemas sociales que les preocupaban. Sin embargo, la mayoría de los

pensadores angloamericanos entre los siglos XVI y XX han leído sus textos

como si hubieran sido escritos en el medio de una sociedad de mercado

libre que se basa en el contrato y en el individualismo. No quiero negar

que existen paralelos importantes entre los problemas socioeconómicos del

antiguo Israel y el mundo actual (de hecho, uno de los ejes centrales de

este libro es que existen y los hemos discutido anteriormente en este

capítulo: el peonaje por deuda y los fallos de una clase dominante a la hora

104

Page 109: Alex Donelli

de cumplir con el contrato social provocando así la destrucción de esa

sociedad). Mas, los paralelos no son aquellos en que el pensamiento o el

fundamentalismo angloamericano han hecho hincapié: la ideología de la

sociedad individualista basada en el contrato no era importante en el

antiguo Israel y es una imagen muy distorsionada de la realidad

angloamericana (existen muchísimos individuos en las clases medias que

cuando la economía marcha bien y no hay guerra pueden ver su situación

en la vida con cierto nivel de exactitud o precisión en correspondencia con

esta ideología –mas, es terriblemente inexacta o imprecisa para una parte

significativa de las clases marginadas o durante las recesiones o las

guerras).

Desde el punto de vista de la justicia económica (para no prejuzgar el

tema llamándolo justicia social) los dos elementos más importantes son,

primero, si las principales injusticias (económicas) presentes en nuestra

sociedad (o una anterior si lo vemos desde una perspectiva histórica) se

deben a actos que son violaciones de contratos (concebidos de manera

individual) como el fraude, el soborno y la violencia o si no lo son.

Segundo, si las injusticias económicas o incluso simples fracasos en el

progreso se deben a imperfecciones en la correspondencia de la realidad

con los principios del mercado libre o si se deben a algo más. Por supuesto,

apelar a los textos proféticos no resuelve de ninguna manera estos

problemas.

Sin embargo, mirar la historia estadounidense con la visión

105

Page 110: Alex Donelli

ideológica más “oficial” basada en el contrato ha sido la corriente de

pensamiento sobre la “justicia” económica o social proveniente de los

profetas (a la larga). Podríamos incluso atrevernos a decir que palabras

como “individualismo”, “libertad”, y “justicia” tienen significados

diferentes en dependencia de las dos tradiciones contradictorias que las

usan. Es bastante sospechoso hacerlo pensar a uno que el tipo de tradición

de “justicia” más ”popular”, que tiene prioridad, ha sido un blanco de

oportunidad para los ideólogos ”oficiales” (quienes han sido canonizados

en nuestros planes de estudio –Locke, Smith, Mill, etc.). Las palabras de

los profetas han sido secuestradas por estos últimos quienes las han

refinado y les han robado su significado original. Por lo tanto, cuando los

populistas escuchan a los ideólogos, puede parecer que estos últimos están

de acuerdo con los primeros; sin embargo, esto es una forma de disuadirlos

de sus conclusiones a través de una especie de técnica ideológica para que

muerdan el anzuelo. La idea general de “justicia” se ha reducido a

significar simplemente contratos no fraudulentos que se hacen cumplir

cuidadosamente a través de la violencia estatal o sus amenazas. La idea

populista de “individualismo” probablemente tenía más que ver con los

derechos a la privacidad que con la elaborada estructura teórica filosófico-

económica de los ideólogos. En lo particular, pienso que la idea popular

estadounidense del individualismo está condicionada por la propuesta de

que si uno está dispuesto a trabajar duro (”realmente”), entonces uno debe

ser recompensado (a través de beneficios o sus alternativas) con un nivel

106

Page 111: Alex Donelli

de vida decente (en función de los estándares de la comunidad) y con

privacidad en la vida privada, en el hogar (es decir, la ”esfera privada”).

Esto no tiene nada que ver ni tampoco es consecuente con la noción

filosófica de individualismo de Locke-Mill.

Este juego de despojar a las palabras populares de sus significados

populares han ido tan lejos que ha eliminado de la tradición popular

estadounidense de “justicia” uno de sus textos fundacionales hasta el

punto incluso de no reconocerlo. Hemos visto que tratar de leer a los

profetas en términos de las teorías individualistas de justicia basadas en

los contratos es realmente una falsificación de sus propósitos. Los

contratos de peonaje por deuda contra los que ellos arremetieron eran

legales y acordados libremente y de manera ”justa”, si por justo se

entiende que no hubo fraude ni coerción ilegal o amenazas por parte de

ninguna de las partes. Por lo tanto, esto no significa nada diferente a

”acordado libremente”. En el lenguaje popular (e incluso en la teoría legal

de los contratos) justo significa mucho más; por lo tanto, es un poco

engañoso para los ideólogos del mercado libre hablar de ”justo y acordado

libremente” como lo hacen (en su lío técnico, la palabra justo no agrega

nada que vaya más allá de lo que deja por sentado la palabra libre).

Los profetas han dado un testimonio imperecedero en contra de esto.

Pocas personas se preocupan más por la moralidad en el sentido individual

tradicional que ellos. Sin embargo, ellos no vieron como una contradicción

el condenar el cumplimiento de un contrato libremente acordado entre dos

107

Page 112: Alex Donelli

individuos formalmente libres sobre la base de que tal contrato fuera

injusto. Como ellos condenaron el peonaje por deuda como institución no

estaban influenciados por posibles argumentos –de que estos contratos

eran puramente asuntos individuales y no violaban los estándares de

justicia individualista—aunque condenaron el cumplimiento de los

contratos. Por el contrario, recomendaron un repudio sistemático de las

deudas y una reforma agraria periódica y sistémica. Por estar ellos

dispuestos a abogar por tales medidas, que atacan las bases de cualquier

ideología de derechos individuales, la libertad individual de contratos, los

derechos de propiedad y tierra, y los contratos de deuda en general, no

deben haber estado comprometidos con la teoría de que la justicia es un

asunto de moralidad individual independiente de las instituciones sociales.

Sería una mala interpretación legalista pensar que la distinción entre

“hermanos”, para quienes la exacción de intereses estaba prohibida, y

“extranjeros”, para quienes estaba permitida, era un hecho real.

Ciertamente, los textos existentes del código mosaico expresan las leyes en

torno a la usura, la cesión y cancelación en términos, algunas veces, de esa

distinción.

Mas, los profetas ni lo copian ni lo repiten. Y esto es explicable en

términos de que el hecho de que el antiguo idioma hebreo parece haber

usado la palabra “extranjero” como sinónimo de “mercader”. Los profetas,

por el contrario, trazaron una línea entre el pueblo y el campo. Pero, ¿es

una coincidencia que ese sea el mismo lugar en el que la teoría sociológica

108

Page 113: Alex Donelli

traza una línea entre dos instituciones separadas? Concretamente, el

peonaje por deuda y el crédito comercial. Tenemos que darles a los

profetas el crédito de que de la misma manera en que el código mosaico

distinguió esencialmente dos tipos de propiedad –la de la ciudad que era

alienable a perpetuidad y que por lo tanto podía ser propiedad personal

verdaderamente; y la del campo que no era tan alienable y, por lo tanto,

era más propiedad de Dios que personal, hecho este que hacía que

estuviera sujeta a una redistribución periódica—y, por consiguiente, dos

tipos de deuda, aparentemente indistinguibles en términos legales, fueran

esencialmente diferentes unas de otras porque pertenecían a dos

instituciones diferentes: el peonaje por deuda y el crédito comercial. Los

profetas no tenían nuestra terminología moderna pero pueden haber

tenido éxito a la hora de explicarles a sus contemporáneos la diferencia a

través de sus recursos más poéticos y retórica reflexiva.

De ahí que nuestra primera conclusión sea que los profetas

condenaron la incapacidad de Israel de regular socialmente, a través de la

“justicia y el derecho”, la tasa de beneficios en préstamos y los ingresos

por concepto de la renta sobre la tierra y los terrenos. Las instituciones

socioeconómicas de Israel, por el contrario, permitieron que las fuerzas del

mercado y el poder económico de una clase de acaudalados propietarios

ausentes determinaran esas tasas. La razón por la que los profetas

condenaron estas instituciones fue porque el resultado produjo un

empeoramiento de la posición de los pequeños agricultores en la medida

109

Page 114: Alex Donelli

en que muchos de ellos fueron convertidos en arrendatarios sin tierra,

peones con deudas o esclavos; un resultado que contradecía su visión de

una sociedad justa.

No es fácil sacar una definición filosófica general, abstracta, sobre

justicia social del Antiguo Testamento. Mas, a la conclusión a la que hemos

llegado hasta ahora es un criterio útil. Al menos, esas instituciones son

injustas y tienen en común el peonaje por deuda que tanto les preocupaba

a los profetas. Quizás muchas otras instituciones son también injustas por

distintas razones pero al menos este elemento es suficiente como para

condenar una institución socioeconómica. De hecho, los profetas

demostraron que incluso esta sola razón era suficiente como para merecer

la destrucción total de la sociedad (refiriéndose a sus instituciones

sociales). Es más, luego del regreso del exilio a Jerusalén de un remanente

de judíos setenta años después, Nehemías organizó deliberadamente

distintas instituciones sociales. En particular, el peonaje por deuda fue

eliminado y el código mosaico en torno a la usura fue, según evidencias

arqueológicas, respetado (o, al menos, verdaderos intentos por hacerlo

cumplir fueron institucionalizados). Fueron precisamente las instituciones

socioeconómicas de Israel las que fueron destruidas total y

permanentemente, y no el pueblo de Israel.

La segunda conclusión que podemos presentar está relacionada con

la validez del concepto de justicia social, diferenciándose de las nociones

individualistas de justicia. Los profetas fueron pioneros en este sentido y

110

Page 115: Alex Donelli

tienen que permitírseles algunas dificultades en sus expresiones al

respecto: algunas imprecisiones deben permitírseles. Incluso, aparentes

contradicciones que, sin embargo, pueden eliminarse simplemente

puliendo o perfeccionando su lenguaje sin violar sus intenciones.

Las aparentes contradicciones de los profetas a nivel literal son una

señal de que los objetos de referencia (de estos oráculos) no son

precisamente los individuos. Jeremías también predijo una restauración

después del Exilio. Como, de hecho, la destrucción (que Jeremías explicó

fue el castigo por los ”pecados”) no fue unánime en términos

individualistas pues algunos individuos fueron perdonados y reintegrados

ya que, en particular, algunas instituciones socioeconómicas en cuestión

fueron destruidas y no restauradas, es imposible resistir la marcha de

estos contextos. Está claro que Jeremías estaba, quizás, a un nivel intuitivo,

considerando y condenando lo que nosotros llamamos actualmente

“instituciones”. Él no estaba tratando de afirmar que la catástrofe colectiva

de destrucción nacional y de esclavatura era consecuencia de los

adulterios, mentiras, etc., individuales de todos los israelitas. Él estaba

tratando de hacer énfasis en el hecho de que las instituciones

socioeconómicas del peonaje por deuda y el latifundismo eran

”pecaminosos”, que la nación como un todo estaba permeada por éstas y

que estas instituciones serían destruidas completamente por el castigo de

la nación. Quizás pensó –es difícil estar seguro—que la vasta mayoría de

los urbanistas eran culpables de algún tipo de complicidad en la injusticia

111

Page 116: Alex Donelli

social de estas instituciones.

El libro de Jeremías sí contiene este interesante detalle histórico:

después de la destrucción de Jerusalén, el vencedor babilonio “cuanto al

resto del pueblo que quedaba en la ciudad, a los desertores que se habían

pasado a él y a los artesanos restantes los deportó Nebuzaradán, jefe de la

guardia, a Babilonia. En cuanto a la plebe baja, los que no tienen nada,

hízoles quedar Nebuzaradán, jefe de la guardia, en tierra de Judá, y en

aquella ocasión les dio viñas y parcelas” un acontecimiento que Jeremías

aprobó. (Jr 39, 9-10.) Existen también otros ejemplos en los textos

proféticos sobre la distinción entre lo urbano y lo agrario. De hecho, tanto

en el Antiguo Mundo Griego como en el Antiguo Israel, las distinciones

entre los terratenientes y los arrendatarios, los ricos y los pobres, las

gentes de las ciudades y las del campo, tenían por razones prácticas la

misma distinción. En cuanto a los que habitaban las ciudades, los ”ingresos

consistían en la red de suministros provenientes de las rentas cobradas por

la aristocracia urbana a los campesinos…Las maravillas de la vida civil

eran, en gran medida, costeadas por estas rentas y las villas estaban

empobrecidas por los beneficios de las ciudades…Los magnates de las

ciudades sólo establecían contacto con los aldeanos en calidad de tres

roles: como recaudadores de impuestos, como policías y como

terratenientes”.91

Este es el cuadro que muestra el resultado final de la acción de las

instituciones del peonaje por deuda, el feudalismo real, el latifundismo, el 91 A.H.M. Jones, The Greek City From Alexander to Justinian, 1940, pp. 268, 187, 295.

112

Page 117: Alex Donelli

arrendamiento y la usura en la más igualitaria sociedad tribal del período

de los Jueces como Débora y Samuel. Por arrendamiento nos referimos en

particular a los derechos de propiedad protegidos por el nuevo estilo de

proceso legal en contraposición con el ideal del código mosaico

incorporando las leyes de liberación y jubileo (debemos señalar también

que la “esclavitud” no es un concepto universal y constante. Distintas

sociedades pueden posiblemente tener distintas instituciones de

“esclavitud” de la misma manera en que ya vimos que un concepto

aparentemente idéntico como el de “interés” podía ser realmente parte de

dos instituciones diferentes –crédito comercial o usura y peonaje por

deuda. Lo mismo sucede con la “esclavitud”. Para el código mosaico y la

sociedad anterior, la “esclavitud” era una institución –que no recomendaría

para nada—hasta que la revolución social de la monarquía estuvo bastante

avanzada y con el desconocimiento de las leyes del jubileo y la liberación

era otra institución aunque con el mismo nombre).

Por otro lado, al tomar las ideas de la Alianza como un todo –código

mosaico, testigo profético, comentario deuteronómico—las bases de sus

ideas en torno a una sociedad ”buena” se hacen evidentes. La parte más

vieja del Antiguo Testamento dice, esencialmente, que ser libre y ser una

comunidad corresponsable es la intención de Dios para con nosotros. La

interacción social es para reflejar las normas de la alianza: responsabilidad

recíproca, misericordia, honestidad y ”justicia y rectitud”. Vivir así

promueve la “integridad” (shalom). Las promulgaciones y medidas legales

113

Page 118: Alex Donelli

deben manifestar una preocupación especial por los miembros vulnerables

de la comunidad.

Existen fundamentalmente dos tipos diferentes de críticas que uno

puede hacerle a una sociedad y a estas alturas ya queda claro la que

hicieron los profetas. La primera de ellas se llama “ideal/desviación del

ideal”. Esta es cuando usted compara el estado actual de las cosas con un

ideal imaginado y lo deja así. Esta permite preguntar si las “faltas” se

deben a la debilidad humana y a la transgresión individual o si se deben

quizás a problemas menores que pueden ser reformados o si, por el

contrario, las “faltas” son estructurales o radicales. Esta posición no tiene

en cuenta la naturaleza de las instituciones. El segundo tipo de crítica es

“radical”: plantea que la raíz del ”problema” es una institución o varias.

Esta diferencia es como la diferencia entre proponer que todos hagamos

nuestro máximo esfuerzo—y proponer que hace falta un cambio radical. La

palabra bíblica para cambio es “arrepentirse” o “convertirse”.

Evidentemente, los profetas estimularon la última. Ellos también atacaron

las mismísimas instituciones de Israel y no sólo los abusos cometidos por

individuos sino las bases de las instituciones. Esta fue una crítica radical

aunque haya sido en sus aspectos socioeconómicos solamente. Su

definición de “justicia” significaba que una sociedad debía tener

instituciones justas y no sólo “prácticas comerciales leales” entre

individuos.

La integridad de la teoría de ellos en torno a la cualidad de bueno –su

114

Page 119: Alex Donelli

teología moral—y de una “buena” sociedad no es objetivo nuestro aquí.

Indudablemente, los profetas sí dijeron que la causa de que varios

israelitas hayan tenido que vivir bajo instituciones injustas fue la maldad

de aquellos que las permitieron o establecieron (por lo general, los

soberanos). Por eso, la perspectiva sociológica plantea claramente que al

final las instituciones son siempre creadas, mantenidas y destruidas por los

individuos. Ellas no caen del cielo. Mas, el hecho de que los profetas

también hayan reconocido que la causa fundamental de que instituciones

diabólicas como la de la injusticia social sea la decadencia moral en

algunos individuos en algunos lugares, eso no significa que las razones por

las que las instituciones fueran malas estuvieran asociadas a la decadencia

moral de los individuos. Las instituciones hubieran seguido siendo injustas

si, incluso por accidente, los hombres que las establecieron hubieran sido

un dechado moral. Las buenas personas no convierten una mala institución

en justa al no ser que realmente alteren la institución. Para decirlo de otra

manera, los profetas, evidentemente, tenían un criterio independiente de

justicia social y lo aplicaron directamente a las instituciones. No tuvieron

que medir a los individuos. Esto es lo que se puede ver en los textos

proféticos sobre justicia social.

¿Cuál era el criterio de ellos? La Alianza –aunque no vamos a adoptar

todo eso. ¿Qué parte mínima de lo que ellos entendieron sobre la Alianza

es aplicable directamente a la cuestión de la justicia social de las

instituciones socioeconómicas? Al menos esto: ellos juzgaron las

115

Page 120: Alex Donelli

instituciones del peonaje por deuda, el arrendamiento, el latifundismo y la

usura como injustas porque tendían a crear una nueva clase empobrecida

(que no podía vivir dignamente como acostumbraban a hacerlo) para el

beneficio de una clase separada que no daba en cambio algo que se

correspondiera suficientemente con lo recibido (una independencia digna

se simbolizaba en el Antiguo Cercano Oriente con la siguiente frase:

“comerá cada uno de su viña y de su higuera,…” cf. Is. 36, 16.) Los

profetas hicieron incluso demandas más absolutas pero, al menos,

exigieron que para que una institución fuera socialmente justa no hiciera

esto. La ambivalencia en torno a la monarquía parece mostrar que los

profetas podían haber considerado una determinada cantidad de

desigualdad, de movimiento de recursos económicos de los pueblos a las

ciudades como justa a cambio de una adecuada protección y de un sistema

legal justo. Ellos no eran igualitarios doctrinarios.

Sin embargo, los liberales del mercado libre no están de acuerdo. En

los próximos capítulos trataremos sus clásicas razones pues sus

afirmaciones tienen determinada credibilidad. Ellos plantean que el tipo de

medidas sociales recomendadas por los profetas contendría el crecimiento

y que el progreso del Tercer Mundo o de las condiciones económicas

antiguas hacia nuestro actual próspero Primer Mundo fue posible gracias

al rechazo al igualitarismo a favor del crecimiento a través del

individualismo. Ellos plantean que el crecimiento y la equidad se oponen.

116

Page 121: Alex Donelli

Capítulo IV

Adam Smith

Adam Smith sentó las bases de todas las teorías económicas

modernas en su célebre libro La Riqueza de las Naciones publicado en

Londres en 1776.92 De ahí que, tanto él como sus seguidores Malthus,93

Ricardo94, Marx, y Mill95, hayan sido considerados como los economistas

clásicos. Su objetivo era explicar una nueva visión de la economía,

denominada “mercado libre” o “laissez-faire”: a diferencia de la visión

tradicional en la que las organizaciones necesitaban leyes que fuesen

promulgadas y aplicadas por las autoridades, la nueva visión era un

sistema descentralizado, autorregulado de individuos atomísticos. Los

ingredientes fundamentales de esta visión eran las leyes económicas del

mercado, especialmente las leyes de la oferta y la demanda. Sin embargo,

la visión de Smith era, de su propio puño y letra, solamente un proyecto--,

92 Investigación Sobre las Causas de la Riqueza de las Naciones, versión española (2 ed.), México, 1958. 93 Thomas Malthus, clérigo y escritor (1776-1834).94 David Ricardo, hacendista, miembro de Parlamento de Gran Bretaña, y escritor (1772-1823).95 John Stuart Mill, filósofo y escritor (1806-1873).

117

Page 122: Alex Donelli

audazmente esbozado y expuesto de forma persuasiva, pero con partes

importantes inconclusas. La parte más importante por cierto era la Teoría

del Crecimiento Económico, que se desarrolló por completo solamente en

los años 50, aunque era la motivación principal de Smith para desarrollar

su teoría económica en primer lugar. Sin embargo, en los años 50,

economistas96 meticulosos descubrieron que había una falta de lógica

fundamental que socavaba cualquier intento de concluir el proyecto de

Smith.

Evidentemente, la economía de mercado libre ha sido siempre

atacada desde muchos puntos de vistas pero el problema con la Teoría del

Crecimiento es quizás el ataque más radical e importante que haya sufrido

ya que se reconocen todas las hipótesis de Smith, y tiene que ver con la

naturaleza del propio Capital. Ahora, el sistema económico en el que

vivimos se llama “Capitalismo” por muy buenas razones, y esta crítica es

más radical que cualquier otra crítica externa.

Existe una diferencia fundamental entre el funcionamiento del

mercado libre en una economía estática, invariable sin crecimiento, y en

una dinámica, con un probable crecimiento (o lamentablemente,

decrecimiento). Por este motivo, este capítulo presenta los fundamentos de

la teoría de Smith que funcionan perfectamente en un análisis estático. El

96 Como Piero Sraffa, Producción de mercancías por medio de mercancías, preludio a una crítica de la Teoría Económica, Ediciones Oikos-Tau, 1966, ed. orig., 1960, y Joan Robinson “The production function and the theory of capital”, Review of Economic Studies, Vol. XXI (1953-1954), (2) No. 55. También en Collected Economic Papers vol. 2, Cambridge Mass., 1980 (vers. cast. Teoría del desarrollo, Barcelona 1973).

118

Page 123: Alex Donelli

siguiente capítulo muestra los intentos de los seguidores de Smith para

desarrollar una teoría de crecimiento económico según los principios del

mercado libre y la teoría del Capital. Lo que funcione mal será expuesto

allí y en los siguientes capítulos sobre las polémicas que resultaron de la

teoría del capital y del crecimiento. Para comprender el aspecto negativo

de la teoría de mercado libre, incluso en teoría, hay que entender primero

el razonamiento que intentó emplear Smith para justificarla. Resulta

mortal aseverar a la ligera que las leyes de la oferta y la demanda le

atribuirían un precio (o valor monetario) a un activo capital, pero cuando

se analiza precisamente cómo las leyes de la oferta y la demandan se

justifican, se aprecia que la justificación de Smith hace conjeturas que no

son válidas para bienes duraderos y, en particular, para bienes de capital.

Smith inventó el lema que se repite con bastante frecuencia en la

actualidad: “La mano invisible”. Este se refiere al funcionamiento de la

competencia en un mercado libre para estimular a las empresas útiles y

desestimular los proyectos inútiles o ineficientes. La competencia

establece la disciplina para evitar que gran parte de los recursos de la

sociedad vayan a parar en un proceso productivo poco económico o que

satisfagan las necesidades de una minoría, como la Grand Ópera.

Smith afirmó que la competencia haría bajar los precios hasta que

alcanzaran un nivel en el que los productores promedios, con habilidades y

diligencia promedio, cubrieran sus costos (incluyendo el de su propio

trabajo) y la tasa promedio de beneficios (que es por lo general de

119

Page 124: Alex Donelli

alrededor del 11%). Para él, la tasa promedio de beneficios era un dato

determinado, aunque los economistas tratarían después, sin llegar a un

consenso real, de explicar cómo el mercado libre determinaría este

promedio.

La competencia y el mercado libre

Primero se realizará un análisis sobre la demanda de los bienes de

consumo. La motivación para comprar uno es bastante simple: la “utilidad”

que tiene ese bien para el consumidor. ¿Qué satisfacción o felicidad le

producirá al consumidor ese bien a la hora de disfrutarlo? La compra de

una unidad de cierto producto a un precio determinado (dígase el pan)

significa evidentemente que el consumidor tiene que privarse de la

oportunidad de comprar otros productos debido a ciertas limitaciones

presupuestarias. Si la posible felicidad que se pudo haber producido al

emplear la misma cantidad de dinero en aquellas posibilidades alternativas

de consumo es mayor que la que se produciría con la compra del pan, sería

irracional comprar entonces un pan a ese precio. Pero si el precio del pan

fuese menor, posiblemente la compra de más cantidad de pan produciría la

misma felicidad, y entonces sería racional realizar dicha compra. De esta

manera se pueden analizar desde el punto de vista conceptual todos los

precios posibles del pan, y cuáles conducen a este consumidor individual a

hacer las compras (y qué cantidad).

120

Page 125: Alex Donelli

Significación de la curva de demanda de un consumidor individual.

Si el precio P = 1.50$ causase la Cantidad demandada = 30,

y si P = 1.40$ C = 31,

y si P = 1.30$ C= 33,

P con los ejes usuales P suavizado P se extendie

a otros valores

30 31 33 C C O

C

La cantidad de pan demandada es una función del precio del pan97, de manera

que se podría trazar la llamada “curva de la demanda” de la forma habitual.

Ahora, cada individuo podría tener distintas preferencias por el pan si se

compara con el vino, por lo que cada individuo podría tener una curva de la

97 Mientras sea una hipótesis simple, como lo hace Smith, que el presupuesto es fijo, y los otros precios son fijos. Walras, con más herramientas matemáticas, demostró después que esta hipótesis simple es inocente y la idea de Smith era correcta. Pero se hace imposible representarla en un gráfico y es difícil de explicar con palabras.

1.5

1.4

1.50$

1.40$

1.30$

1.3

121

Page 126: Alex Donelli

demanda diferente. Sin embargo, la curva de la demanda agregada para toda la

sociedad sería la curva (o función) que surge como resultado de cada precio al

sumarle todas las demandas individuales por separado que se harían a ese precio.

La adición sencilla de las demandas individuales

para obtenir la demanda agregada de pan.

Suponga que la curva anterior es la demanda para persona 1 y que la población total consiste de

tres personas.

Persona 2 Persona 3 Demanda Agregada

Precio = 1.50$ Cantidad2 = 29 Precio = 1.50$ C3 = 40 CA = 99

Precio = 1.40$ Cantidad2 = 30 Precio = 1.40$ C3 = 42 CA = 103

Precio = 1.30$ C2 = 32 Precio = 1.30$ C3 = 44 CA = 109

CA = C + C2 + C3

P

C2 C C3 CA

O C

A corto plazo, no existe ningún análisis sobre la oferta del pan. La

cantidad de panes que producen los productores es fija, ya se compraron

para su comercialización, y se echarán a perder si no se venden

inmediatamente. Así que todos se ponen a la venta sin importar el precio.

Evidentemente, la “curva de la oferta” es simplemente una línea horizontal

122

Page 127: Alex Donelli

recta. El concepto de equilibrio es ahora muy simple98: también se

denomina “equilibrio del mercado”. Algunos precios posibles conducirían a

que se genere una gran demanda de pan, se agote la reserva disponible del

mismo, y queden todavía compradores insatisfechos que deseen comprar.

Los precios altos pudieran resultar “demasiado altos” en el sentido de que

pocos consumidores desearían comprar pan a ese precio y otra cantidad se

quede y se eche a perder (esto significa vendedores insatisfechos). El

precio de “equilibrio del mercado” es aquel en el que no existen

compradores ni vendedores insatisfechos (por supuesto que pudieran

existir personas insatisfechas que, debido a que tienen un presupuesto

pobre, quisieran comprar más pan a un precio más bajo, pero no se

cuentan como compradores porque dejaron de hacer ofertas, y el mercado

no le presta atención a ese tipo de insatisfacción.) Este precio es

denominado también precio de equilibrio pero no significa más que

equilibrio del mercado.

CURVA DE OFERTA (a corto plazo) PUNTO DE

EQUILIBRIO

P P

O C O

C

98 Este criterio va a ser muy problemático cuando se trate el tema de los bienes duraderos o a largo plazo.

123

Page 128: Alex Donelli

No importa el precio, todo el pan se ofrece para

vendar.

Este mismo análisis no se puede hacer para los empresarios: los

organizadores de la producción, dígase de las herramientas, compran de

hecho sus insumos (obreros, otras herramientas, materias primas) en el

mercado libre y los conceptos de curvas de la demanda y de la oferta99

deben todavía tener lógica. Pero la motivación por la curva de la demanda

no puede ser en términos smithianos de satisfacción o términos

walrasianos de utilidad. Los empresarios no sienten placer al comprar ocho

horas de trabajo de un empleado: estos obtienen beneficios a partir de la

venta del producto que se produce. Por ende, los beneficios originan

dinero y el efecto que este tiene sobre sus limitaciones presupuestarias se

traduciría en satisfacción del consumidor si se hace la extraña hipótesis de

que los empresarios gastan inmediatamente todos sus beneficios en bienes

de consumo. En este supuesto estricto se puede motivar la curva de la

demanda de insumos de producción por parte de un productor y, la

existencia de los precios de equilibrio de todos los bienes, obreros con

distintos niveles de calificación, y materias primas ha sido demostrada

matemáticamente100. Pero todavía hay que suponer que todo es perecedero

porque las personas aún actuarían como si todo fuese perecedero en lo

99 O sus generalidades walrasianas más multidimensionales y sofisticadas desde el punto de vista matemático.100 Siempre y cuando se hagan todavía más supuestos que por lo menos sean menos extraños que el fundamental que se mencionó anteriormente de forma explícita.

124

Page 129: Alex Donelli

referente a que el mercado se inundaría de productos al mismo tiempo y

ningún ahorro o acumulación tiene lugar. Pero esto significa también que

no se produce ningún crecimiento.

De hecho, este modelo es adecuado solamente para las economías en

las que los bienes de capital no se compran ni se venden, según

reconociera de forma explícita el propio Walras. Se necesita trabajar más

para poder crear un modelo de una economía en la que los bienes de

capital sean producidos por otros empresarios con el objetivo de

vendérselos a otros. Tan pronto se produzcan más cantidad de nuevos

bienes de capital que aquellos que sufren un desgaste debido al deterioro

normal por el uso, hay un crecimiento económico, y este tema será tratado

en el próximo capítulo sobre Walras101. (Esto no quiere decir que

economistas clásicos como Marx no hayan hecho aportes a la teoría del

crecimiento, pero lo hicieron sin haber expuesto qué motivó cada curva

individual de la oferta o la demanda.)

Antes de comenzar este trabajo extra, se deben abordar las cosas

desde un punto de vista conceptual antes de preguntarse cuáles son las

modificaciones que se necesitan para lo que se conoce como “a largo

plazo”. A pesar de que el mercado pueda estar equilibrado, los productores

podrían sentirse insatisfechos desde otro punto de vista, en el sentido de

que la tasa de beneficios que ellos generan no es la que esperaban

razonablemente si se hubieran dedicado a otra línea de trabajo como la

101 De hecho, Smith nunca hizo un análisis individualista verdadero sobre el mercado libre de donde surgían las curvas de la demanda para la producción de nuevos bienes de capital; trató la tasa promedio de beneficios como algo que estaba determinado socialmente.

125

Page 130: Alex Donelli

elaboración de vinos. De manera que algunos productores se quedan

dándose con la cabeza contra la pared y diciendo “si hubiera utilizado mis

recursos solamente en cosechar uvas y dicho a los trabajadores que se

ocuparan de las uvas y cubas en lugar del trigo y los hornos102“. Así que,

una situación concreta que se considera como un equilibro cuando se

analiza de una forma no lo constituye cuando se analiza de otra. El

concepto de equilibrio de período corto no se puede adoptar como el

criterio correcto de equilibro para llevar a cabo un análisis de período

largo. En un mercado libre nadie puede obligar a esos panaderos a

quedarse en la empresa si estos ven que hay mejores oportunidades en

otras partes, aun cuando el pan barato sea vitalmente necesario para la

sociedad en ese momento. Esto significa también que la demanda por los

hornos va a disminuir y la demanda de espalderas y cubas va a aumentar.

Si la elaboración de vinos requiere un uso más intensivo de mano de obra

que hacer el pan, entonces aumentará la demanda de obreros y, viceversa.

En la medida en que se retiran los recursos de la elaboración del pan y van

hacia otros procesos productivos, la oferta futura de pan va a ser menor.

Esto es para presentarlo de manera dinámica e intuitiva, pero también se

puede ver en una forma más estrictamente análoga con respecto al análisis

que se hizo sobre la curva de la demanda (que todo fue en tiempo presente

y no implicó cambios de cantidad en la medida que pasaba el tiempo). Con

este precio, la oferta de “período largo” que estará disponible y hace sentir

satisfechos a los productores en cierta forma, sería una cantidad definida

(menor que la cantidad que ellos realmente produjeron de manera

insensata). Esta cantidad alternativa definida existe en un universo

paralelo….pero de esto es lo que realmente trata la curva de la oferta a

largo plazo: diferentes formas, pero paralelas, en la que se pudo haber

102 El lector que es atento se percatará inmediatamente que aquí hay un serio problema: los hornos no se pueden convertir en cubas tan fácilmente…este problema demostrará ser complicado.

126

Page 131: Alex Donelli

organizado el proceso productivo. Esta cantidad ideal a ofrecer es una

función del precio, de manera que tenemos una curva. El precio de

equilibrio de “período largo” es el precio en el que la curva intercepta la

curva de la demanda; no es donde la línea de la oferta real (que incluso

pudiera haber sido accidental) intercepta a la curva de la demanda. Es el

precio en el que no hay compradores insatisfechos ni productores dándose

con la cabeza contra la pared, maldiciendo su falta de previsión103.

CURVA DE OFERTA (a largo plazo) EQUILIBRIO (a largo

plazo)

P P

O C O

C

Un equilibrio de largo plazo tiene esta propiedad: la situación

económica se duplicará en el próximo período. Los productores no ven

motivo alguno para cambiar sus pedidos futuros por insumos, ni tampoco

los consumidores, de manera que las cantidades de cada bien en el futuro

no cambiarán, ni los precios. Esta idea tiene una adaptación de sentido

común para el crecimiento constante, una población de crecimiento

103 Suponiendo que una persona razonable no se culpa por meras variaciones accidentales en la oferta que no se pudieron pronosticar y que no espera una nueva tendencia del mercado.

127

Page 132: Alex Donelli

constante de nuevos consumidores y, una acumulación constante de más

bienes de capital de manera que todas las cantidades demandadas y

ofertadas aumentan en paralelo y los precios se mantienen invariables.

Pero esta adaptación de sentido común genera una controversia

conceptual extraña, así que en este libro es preferible no tenerla en

cuenta. Este aspecto de la economía “inmutable” fue lo que motivó a

seleccionar la palabra “equilibrio” que proviene de la mecánica newtoniana

y se refiere a un sistema mecánico en el que todas las fuerzas (que puedan

producir movimiento) están neutralizadas por otras fuerzas de manera que

la fuerza neta en cada componente es cero.

Smith ya no es un libro de texto. El consenso entre los economistas

del mercado libre ha sido aplicar cambios en la base, al igual que realizar

otras modificaciones y aclaraciones para poder utilizar más las técnicas

matemáticas104.

Uno de los profesores más importantes en este análisis, que llegó a

ser llamado neoclásico, fue Léon Walras. Algunos de los detalles de

nuestra presentación sobre las ideas de Smith le deben algo a Walras, y los

libros de texto más modernos también. A veces, se asegura que existen

diferencias radicales entre Smith (con otros clásicos) y Walras (con otros

104 Como el teorema de punto fijo de Kakutani “A Generalization of Brouwer's Fixed Point Theorem”, Duke J. Math 1941 vol. 8 no. 3, pp. 457-459 –el último en una larga fila de teoremas de punto fijo, como p.ej. John von Neumann, “a model of general economic equilibrium”, Review of Economic Studies vol. 13 1945 pp. 1-9. Una versión temprana de esta teorema lo descubrió de veras Marx, véase ponencias de Anwar Shaikh, citado en John Cunningham Wood, Karl Marx's economics, p. 364, aunque no se pudo demostrar hasta que Frobenius lo publicara (el teorema de Frobenius está citado en Gerard Debreu y I.N. Herstein, “Nonnegative Square matrices”, Econometrica 1953).

128

Page 133: Alex Donelli

neoclásicos como Marshall, Jevons y Böhm-Bawerk). Algunos prefieren el

realismo sólido de Smith a la precisión gala del profesor Walras.

Algo que Smith y Walras tienen en común es hacer hipótesis simples

de manera que la única forma en que se corre algún tipo de riesgo es

mediante el costo de asegurarlo contra ese riesgo previsible. Por esta

razón, la tasa de beneficios en el sentido económico científico no incluye

una asignación para riesgos. La tasa de beneficios real es lo que recibe un

capitalista incluso sin haber corrido ningún tipo de riesgo. Si existen

riesgos, entonces el beneficio económico es un recargo por encima del

costo de asegurar que, como promedio, las pérdidas por concepto de

riesgo están cubiertas por el éxito.

Smith lo enfocó de esta manera “El nivel más baja del beneficio

ordinario ha de ser por lo menos algo más que suficiente para compensar

las pérdidas ocasionales a que se expone cualquier colocación de capital; y

es únicamente ese remanente lo que se puede considerar como beneficio

neto o puro. El llamado beneficio bruto no sólo suele comprender ese

remanente, sino la parte que se retiene para compensar tales pérdidas

extraordinarias. …”105

“Del mismo modo, la tasa más baja del interés usual ha de ser algo

más que suficiente para compensar las pérdidas ocasionales a que está

expuesto el que presta, aun dentro de los limites de una tolerable

prudencia.”

105 Ob. cit., p. 94.

129

Page 134: Alex Donelli

O sea, la teoría de Smith no incluye un análisis de riesgos. Esto fue

de forma deliberada. Los beneficios, desde el punto de vista de Smith,

constituyen una recompensa de capital realizado como un factor de

producción, aun ante la ausencia de cualquier tipo de riesgo. Si existiese

algún tipo de riesgo, se debe pagar una prima de riesgo adicional por

encima de la tasa de beneficios promedio. Se supone que el uso racional

del seguro les permite a los capitalistas promediar los riesgos hasta una

cantidad calculable estimada dentro de la definición de eficiencia media. Si

la mitad de las buques que navegan bordeando el Cabo de Hornos

naufraga, entonces cuesta el doble enviar los bienes por esa vía. El seguro

no es un juego, o correr un riesgo, ni tampoco el capitalismo si se tiene en

cuenta este punto de vista. Los obreros reciben un sueldo sin correr

ningún tipo de riesgo, los arrendadores reciben un pago por concepto de

renta sin correr ningún riesgo así que, Smith, al definir el Capital como

uno de los tres factores de producción, al ponerlo en igualdad de

condiciones con la Tierra y el Trabajo, definió los beneficios como esa

parte de lo recaudado que el capital “ingresó” sin correr ningún riesgo.

El verdadero modelo de intercambio

Hagamos una pausa y analicemos con más detenimiento lo que

hemos hecho. Valdría la pena generar un debate con un sentido común y

smithiano, pero los libros de textos modernos consideran valioso hacer una

130

Page 135: Alex Donelli

distinción importante que, desafortunadamente, parece muy poco realista

al principio. En el análisis a corto plazo, era como si nuestros productores

no estuviesen realmente produciendo nada. Es más lógico, aunque para los

principiantes es increíblemente poco realista, insertar el análisis a corto

plazo en un modelo que parezca, concretamente, muy diferente pero que

sea conceptualmente el mismo.

O sea, si bien el análisis que se hizo sobre un mercado libre parecía

tener un modelo pero con dos nociones distintas de equilibrio, es más

lógico y más evidente dividir el análisis en dos modelos diferentes. En el

primero, existen solamente consumidores-comerciantes, no hay

productores, y existe solamente el criterio de equilibrio del mercado, o

equilibrio de período corto. En el otro, habrá productores, el proceso

productivo y las serias diferencias entre estos y los consumidores se

establecerán de forma explícita.

La teoría, que para ser realmente sólida tiene que formularse desde

el punto de vista matemático además de investigar dichos temas como el

equilibrio del conjunto de precios y cantidades para toda la economía, ha

llegado a ser denominada Teoría del Equilibrio General. Por lo general, se

presenta de la forma en que hemos comenzado a hacerlo: como una

secuencia de modelos, comenzando por el más sencillo en el que las

cantidades de los bienes de consumo son totalmente fijas, ningún otro bien

se vende en el mercado libre y, todo aquel que tenga que tomar una

131

Page 136: Alex Donelli

decisión la toma como si fuera un consumidor106. Es por ello que a este

modelo se le llama generalmente la verdadera economía de intercambio.

Es como si los productores no estuviesen produciendo realmente, o como si

todos tuvieran sencillamente sus existencias disponibles para comerciar.

Nótese además que es una economía de trueque esencialmente donde no

existe el crédito, el banco, ni el dinero (esto es un error permanente en

todas las teorías del equilibrio general, sin importar cuán sofisticadas estas

sean…)107.

Como siempre, haremos varias hipótesis simples que se suman al

supuesto de mercados libres perfectos y libre competencia sin fricción. Se

supone que cada individuo no tenga problemas en obtener una información

completa acerca de todas sus opciones disponibles, por ejemplo, todos los

precios, cantidades y utilidad de los bienes, dónde encontrarlos, quién los

tiene disponibles, etc. Se piensa que los individuos no se unen para

otorgarse mutuamente condiciones preferenciales; más bien, todos tienen

derecho al mismo precio. Así que ningún individuo puede realmente

obtener una gran cantidad de un bien de la cantidad total disponible para

poder controlar el mercado o algo por el estilo. Sin embargo, si no pueden

controlar el mercado, tampoco pueden saturarlo. Al productor que le

106 Nuestros productores, al lanzar todas sus bienes existentes hacia el mercado, actúan como los consumidores que tienen demasiado de un bien y tienen que deshacerse de este a través del comercio. Estos actuaron realmente como comerciantes y no como productores. 107 Se han hecho intentos para remediar esto, pero no solamente son polémicos, sino que los pensadores contemporáneos más profundos como el profesor Martin Shubik de Yale, ob. cit., y la difunta profesora Robinson, publicaron varios razonamientos demostrando porqué este error no podía remediarse, incluso en teoría. Este tema será tratado más detenídamente en los próximos capítulos, p. ej. pp. 313 ss.

132

Page 137: Alex Donelli

gusten los precios imperantes en el mercado puede vender a ese precio,

sin hacer que este baje, tantos productos como se puedan producir

(estamos asumiendo que cada productor individual es una fracción tan

pequeña de un todo que sus acciones no pueden afectar el enorme

mercado que existe para su producto). Esto quiere decir que los actores

económicos en nuestro modelo son los que no pueden influir en los precios.

También se formularán varias premisas simples que han sido

criticadas pero que han resultado ser instrumentos explicativos útiles,

suponiendo que no existe ningún riesgo real en la vida (nada contra lo que

se pueda asegurar). Ya que la teoría del seguro es una rutina,

continuaremos y daremos por sentado que no existe ningún tipo de riesgo.

También suponemos que no hay un desgaste normal en las maquinarias,

sin caída en desuso, ni cambios en el conocimiento técnico, las personas

viven una eternidad, no hay niños que crecen después, no hay violencia,

fraude, bancarrotas, o cancelación de contratos, sin sistema bancario, sin

dinero y sin comercio exterior.

Teniendo esto en cuenta, el verdadero modelo de intercambio

funciona según el análisis de equilibrio de período corto que ya se

presentó108.

El segundo modelo: producción e intercambio

108Se exhorta a los lectores que vuelvan a leer el análisis anterior ante este nuevo punto de vista.

133

Page 138: Alex Donelli

El próximo paso es dejar que los productores analicen si se sienten

satisfechos con el precio que obtuvieron por sus productos y que hagan

algunos ajustes dentro de su organización del proceso productivo con el

objetivo de aumentar, si es posible, su satisfacción. Se debe introducir el

concepto de equilibrio de período largo que es un criterio diferente al del

de período corto. Un patrón de precios de bienes podría ser un equilibrio

de período corto pero no un equilibrio de período largo.

Por lo tanto, el segundo modelo tiene dos clases de actores

económicos. Los consumidores son como antes. Tal vez tienen algunas

disponibilidades de bienes de consumo para comerciar, pero luego se les

permite que tengan las disponibilidades de materias primas para la venta y

horas laborales a ofrecer para la venta. Los productores son los dueños de

los bienes de capital pero, aun así, se asume que la cantidad de bienes de

capital es de alguna manera fija permanentemente y no se venden ni

alquilan en el mercado libre. Las únicas decisiones que toman los

productores son en cuanto a la cantidad de materias primas y mano de

obra que comprarán en el mercado libre para utilizar con los bienes de

producción dados. Esto es un aumento significativo desde el punto de vista

de sofisticación porque ahora el presupuesto de los trabajadores que no

tienen existencia de bienes para comerciar depende de los salarios

ofrecidos y horas de trabajo compradas por los productores. En el

verdadero modelo de intercambio, si una persona no tuviera nada que

ofrecer para llevar a cabo una práctica comercial, moriría de hambre

134

Page 139: Alex Donelli

inmediatamente, y su limitación presupuestaria sería cero.

Afortunadamente, el aumento de sofisticación es meramente matemático.

Siempre y cuando se haga el supuesto tradicional (aunque ha sido criticado

por poco realista) de rendimientos decrecientes a escala, los mismos

métodos matemáticos de análisis que funcionaron en el verdadero modelo

de intercambio solucionarían este modelo de producción simple.

¿Qué significa esta hipótesis109? Vamos a fundamentarla a

continuación. El rendimiento decreciente significa que si alguien (de

alguna manera) duplicó todos los insumos recibe menos del doble de la

producción final. Si por lo menos un insumo se mantuviera constante pero

se duplicaran los otros, esto sería un supuesto muy razonable: si diez

hombres se demoran una hora en hacer un hoyo que reúna ciertas

especificaciones, utilizando diez palas, entonces no hace falta ni siquiera

media hora para que veinte hombres hagan el mismo hoyo con las mismas

diez palas….ni tampoco darle a los mismos diez hombres veinte palas sería

una inversión sabia. En este modelo, ya que los bienes de capital (las palas

y la tierra) son una cantidad fija, esto no constituye una hipótesis poco

razonable. Desde el punto de vista matemático, se establece el mismo

supuesto que se hacía, de forma silenciosa, en el verdadero modelo de

intercambio, o sea, asumiendo la utilidad extra decreciente mientras

aumentan las compras de uno. Esto quiere decir que pasado cierto punto

109Este tema pertenece al tecnicismo de la teoría económica que resuelve las matemáticas. No es importante desde el punto de vista conceptual y criticarlo no sería una crítica radicalmente fundamental.

135

Page 140: Alex Donelli

(dígase dos botellas de vino al día), la próxima botella de vino no produce

tanto placer extra como lo hizo la primera110.

Con una cantidad dada de bienes de producción, los productores

pueden aún variar la cantidad de insumos que se utilizan, las tasas en las

que se emplean, y los métodos exactos de producción a utilizarse. El móvil

del interés los induce a seleccionar la tasa más eficiente y método una vez

que se haya determinado la cantidad de insumos a utilizar. Pero ¿cómo

logran determinar la cantidad de insumos a utilizar? ¿Se puede ver esta

cantidad como una función de los precios de los insumos? Si se puede, esto

nos daría una curva de la demanda de forma análoga para la curva de la

demanda de bienes de consumo. Los productores no tienen una limitación

presupuestaria como la tenían los consumidores en los modelos anteriores.

Estos pueden pagar sus costos a partir de sus ingresos, de manera que no

va a ser extremadamente análogo para la curva de la demanda de bienes

de consumo. Sin embargo, los economistas resolvieron una teoría de la

siguiente manera:

Consideremos a un productor con su stock de bienes de capital fijo.

Supongamos que los precios de todos los bienes están dados. Él tiene que

decidir cuánta cantidad de cada tipo de insumo (mano de obra, materias

primas) tiene que comprar. El móvil del interés, por supuesto, significa que

este va a elegir las cantidades que maximizen los beneficios, que son los

ingresos menos los costos. Para cada patrón posible de cantidades de

insumos adquiridos, el costo total se determina fácilmente al multiplicarlos 110 Desde el punto de vista matemático, esto se conoce como la convexidad.

136

Page 141: Alex Donelli

por sus precios y sumarlos. Suponiendo que se tiene un conocimiento

perfecto del proceso de producción, el productor conoce cuáles son los

métodos a utilizar con esas cantidades para producir la mayoría de los

productos, y también sabe el precio en que se venderá el producto, de

manera que también conoce sus ingresos. Por ende, este sabe cuáles son

los beneficios que se van a obtener a partir de la compra de esa cantidad

de insumos.

Entonces, los beneficios de esta persona son una función de las

cantidades de insumos que decide comprar. Ahora, las matemáticas

establecen111 que existe una selección exclusiva de cantidades de insumos

que hace de los beneficios resultantes un máximo. Por lo tanto,

lógicamente la selección de cantidades a comprar es ahora una función de

sus precios. De manera que se tiene una curva de la demanda que

evidentemente es el resultado del móvil del interés112. Está motivado desde

el punto de vista individualista en el sentido utilitario, pero ya es una línea

de razonamiento más elaborada (y por ende más fácilmente quebrada). En

el verdadero modelo de intercambio, todos tenían una cantidad limitada de

recursos para comenzar a realizar sus operaciones comerciales, así que la

validez del supuesto de minuciosidad, si se puede decir de esta forma, fue

muy transparente: mientras ningún individuo comenzara con una fracción

111 Gracias al supuesto de convexidad.112 Hay que asumir que la única fuente de satisfacción de los productores son los bienes de consumo que se pueden comprar con los beneficios. Si la pena de seleccionar una mayor cantidad de algo afecta la felicidad, entonces este análisis no funciona. Más importante aún, si las consideraciones políticas acerca de sus elecciones afectan su felicidad, se ha destruido la teoría general del equilibrio sin habérselo propuesto uno.

137

Page 142: Alex Donelli

apreciable de las existencias totales de cualquier producto, era evidente

que la hipótesis de mercado libre sobre la incapacidad de cualquier

individuo de influenciar el mercado con un comportamiento113 estratégico

resultara válida. No dependía de ninguna hipótesis sobre la naturaleza de

satisfacción del consumidor, aunque se hizo de hecho el supuesto sobre la

utilidad marginal decreciente (nuestro primer supuesto de convexidad).

Sin embargo, con los productores ya es diferente. Los productores

financian sus costos salariales y de materias primas a partir de sus

ingresos, como los consumidores financian sus compras con sus ventas114.

Este es el comportamiento normal de cualquier cámara de compensación y

hace dinero de forma innecesaria. Pero, si existiese dinero, entonces los

bancos al conceder préstamos lograrían lo mismo. De manera que es una

parte necesaria en nuestros modelos que los productores no se limiten con

su efectivo disponible. Un productor está limitado solamente por el

supuesto de convexidad en el sentido de que no puede duplicar sus

ingresos aun cuando este duplique sus costos, así que no tratará de

producir mucho evidentemente y sus beneficios se reducen a cero. Esto

significa que el único límite sobre el productor es la cantidad de bienes de

capital que este posee. Ahora resultará peligroso comenzar a dejar que

este límite sea una nueva variable, como se hará en el próximo capítulo.

Walras era consciente de esto y ello explica el razonamiento de algunos de

sus supuestos peculiares en el próximo modelo, el que permite el

crecimiento.

Este es el punto en que muchos estudiantes (y profesores) no se

percatan del análisis de Smith (aun cuando haya sido esclarecido por

113 Como tratar de monopolizar el mercado, hacer convenios preferenciales comerciales con unos pocos...114 Pace Mill, véase H. D. Henderson, Las Leyes de la Oferta y la Demanda, Méx. 1946, pp. 110-112 y Blaug, ob. cit., pp. 185-188.

138

Page 143: Alex Donelli

Walras y Marshall). La justificación de la curva de la demanda del

productor por los insumos, y su curva de la oferta de bienes de consumo,

parece superficialmente semejante a la del consumidor pero, más

importante aún, es distinta. Todo depende de encontrar la forma de tener

la misma limitación para los productores y limitaciones presupuestarias en

los consumidores. Para nosotros, esta es la manera en que las limitaciones

en el acceso a los bienes de capital pueden jugar el papel de limitación

presupuestaria-sucedánea115. Este es el punto medular de este capítulo

sobre Adam Smith.

Los teoremas de optimalidad y de la eficiencia

En el contexto de estos modelos teóricos los economistas han podido

demostrar dos teoremas que son muy elogiados con frecuencia, aunque

críticos liberales han apuntado hacia sus defectos. Estos son teoremas de

optimalidad: se demuestra que los patrones de consumo y la producción

que son producidos por la Mano Invisible (o sea, que los consumidores y

productores son inducidos a llevarlo a cabo mediante el conjunto de

precios de equilibrio que resulta del mercado libre) son los más óptimo

(dada la tecnología existente, bienes de producción, y materias

incluyendoprimas –incluyendo la la población---disponibles).población-

115 O de lo contrario se puede tratar de presuponer teorías extrañas acerca de la gestión y dirección empresarial para lograr de cierta manera la misma tarea de hacer algo por la limitación presupuestaria (los intentos de Marshall en este sentido son particularmente desalentadores…) a cualquier tasa, y estos arreglos provisionales destruyen el carácter racional individualista utilitario de la teoría de mercado libre aun cuando estos sean más realistas. Si se comienzan a introducir soportes según el caso de este tipo realista, ¿Por qué no se introducen también políticas y luchas sociales?

139

Page 144: Alex Donelli

disponibles). Pero para que esta propuesta tenga sentido, se deben definir

los términos de uno, y al término “mejor” hay que darle una definición

específica que sea más débil que el significado coloquial de la palabra.

Se debe considerar un patrón definido de consumo, una cantidad

definida de cada bien de consumo que se consume por cada persona. Por

ejemplo, en un mundo donde hay solamente dos bienes de consumo, pan y

vino, y solo dos personas, usted y yo, un posible patrón es que yo tenga dos

flautas de pan y una jarra de vino, y usted también. Esta distribución es

denominada óptimo de Pareto (se le puso este nombre por el sociólogo

italiano Wilfredo Pareto) si no nos pueden satisfacer más al alterar esta

distribución. Bueno, usted no es como yo y, si no le gusta el vino tanto

como a mí, usted pudiera sentirse más contento si tuviera dos flautas y

media de pan y media jarra de vino solamente. Desafortunadamente, esto

implica que yo termine con una flauta y media de pan y el equivalente a

tres mitades de jarras de vino, de manera que la interrogante obviamente

es si estoy mejor o peor. Si esto me hace sentir menos satisfecho, entonces

tal vez estábamos mejor con la distribución existente. Pero si no me hace

sentir menos satisfecho, evidentemente el mundo sería un mejor lugar si

comerciáramos. Esto demuestra que la distribución existente no es un

óptimo de Pareto.

A diferencia del acostumbrado significado de la palabra “mejor”,

existe una infinidad de varias distribuciones, las cuales son todas según el

óptimo de Pareto. Si yo tengo una migaja de pan pero no tengo vino, y

140

Page 145: Alex Donelli

usted posee todo lo demás, esto es un óptimo paretiano porque yo no

puedo mejorar al no ser que usted empeore. Este concepto sobre el óptimo

de Pareto es por ende muy débil: no se puede establecer una diferencia

entre las distintas situaciones aunque una cuestión elemental de sentido

común sí lo permite hacer.

En cuanto a los patrones de producción, existe un teorema de

optimalidad, conocido también como el teorema de la eficiencia. Se puede

demostrar que el patrón de equilibrio de cantidades de mercancías

producidas es un tipo de óptimo de Pareto también, en el sentido de que es

imposible producir más de una mercancía sin terminar produciendo menos

de otra.

Sin embargo, cuando se analice la teoría del crecimiento, se podrá

apreciar que lo que los economistas modernos reclaman haber encontrado

en paralelo en estos modelos más sofisticados de crecimiento económico

(donde los productores deben elegir entre la producción de más bienes de

consumo o más bienes de capital) se viene abajo cuando se hace un estudio

detallado. De hecho, es un tipo de compensación recíproca en una

economía creciente producir más mantequilla o más maquinarias. Por

supuesto, nadie quiere maquinarias sólo porque sí, de manera que el hecho

de desear mayores niveles de consumo (“mantequilla”) implica dedicar

algunos recursos de la sociedad para producir las maquinarias con el

objetivo de aumentar el nivel de mecanización en la producción de

141

Page 146: Alex Donelli

mantequilla y haya más per cápita después116 y, con el teorema de la

eficiencia, esto significa producir menos de lo que no son máquinas ahora y

menos mantequilla también. Parece intuitivo que exista una relación de

compensación entre un consumo ahora y otro después debido al teorema

de la eficiencia. De hecho, los economistas del mercado libre moderno se

apasionan al hablar de cómo dejar que el mercado libre dicte la elección de

cómo hacer esta relación de compensación, negándose a utilizar medidas

de política fiscal o tributaria para ejercer una influencia en ello,

garantizando así que la economía elija la trayectoria de crecimiento

óptimo. Pero ahora que se analizaron detenidamente las razones que se

fundamentaron en el caso estático para justificar el concepto de equilibrio,

demanda, y optimalidad, se podrán analizar estos argumentos en el

próximo capítulo con un enfoque sólido.

La teoría del valor trabajo

Smith fue el inventor de la teoría del valor trabajo. Dicho en pocas

palabras, la teoría del valor trabajo plantea que el valor de un producto es

igual a la cantidad de tiempo de trabajo socialmente necesario que se

requiere para producirlo. La frase “socialmente necesario” significa tener

en cuenta los niveles promedios de calificación y conocimientos de manera

116 Por supuesto que se podría producir más mantequilla sin esto si se quisiera sacrificar la producción de otros bienes como la carne de ternera. Para que exista más de todo lo demás después, se tienen que idear nuevos procesos productivos, nuevos trucos, con los mismos recursos, o haber más mecanización que permita utilizar otros procesos distintos a los que se están empleando.

142

Page 147: Alex Donelli

que los bienes producidos por una persona no calificada que necesita el

doble del tiempo (o mediante un proceso anticuado ineficiente) no valen el

doble. Si una máquina (“Capital”) es utilizada, parte de ese trabajo que

llevó hacer la máquina debe contarse como un aporte a los bienes también.

El precio en que se vende un producto puede variar debido a causas

transitorias pero, de forma general y como promedio, los productos más

valiosos se venderán a un precio más alto. Pese a que Smith afirmara

también que el precio de una mercancía podía dividirse en tres partes:

salarios, renta (de factores escasos que se necesitan en el proceso

productivo) y beneficios (sobre el “capital” utilizado en el proceso),

pensaba que de alguna manera, en el último análisis, todo esto se dividía

en salarios –por ejemplo ya que los bienes de capital como las máquinas

eran al mismo tiempo el producto del trabajo realizado anteriormente.

Aunque sus enseñanzas sobre este tema son probablemente un poco

desorganizadas, se le puede atribuir a él tal vez la observación que, en el

último análisis, el trabajo es la limitación fundamental de lo que se puede

producir. El trabajo es realmente el factor escaso —toda la acumulación de

capital es trabajo acumulado creando las riquezas de las naciones a través

de los años. La teoría de la renta se dejó para que Ricardo y Marx trataran

de dilucidar, pero por simplicidad, se hará caso omiso a ella.

Por lo tanto, la teoría del valor trabajo es una teoría capitalista

peculiar. Las sociedades primitivas o feudales no tratan de calcular el

promedio de habilidades concretas (y carencia de estas) de los distintos

143

Page 148: Alex Donelli

individuos para sacar una media de trabajo “socialmente necesario”. Ya

que la teoría de valor trabajo se desarrolló con el objetivo de explicar el

Capitalismo, no existe razón científica para suponer que esta sería útil para

analizar el Socialismo (si este último fuese a existir).

Los neoclásicos pensaron que la teoría del valor no era necesaria en

lo absoluto, y por lo tanto, abandonaron la teoría clásica en lo que respecta

a este tema. Los neoclásicos eran de la opinión de que el “valor”, a

diferencia del precio, era un tipo de misterio metafísico y que la economía

se ocupaba solamente del precio. Entonces los neoclásicos desarrollaron

una teoría del precio distinta117 a la de Smith, aunque utilizando los

conceptos de las curvas de la oferta y la demanda.

Sin embargo, como los problemas de la agregación han llamado el

interés últimamente, los méritos de la teoría del valor trabajo han sido

percibidos por los keynesianos y algunos teóricos neoclásicos como

Morishima118. Se debe aclarar que la teoría del valor trabajo no es un

juicio de valor moralizador sobre quién produce las cosas realmente. Con

Smith y después, la economía trata de ser una ciencia. Una de las

conclusiones de este libro es intentar fortalecer el caso para tratar el valor

del Capital como el resultado del trabajo incorporado en su producción.

117 El principio de la utilidad marginal, según se ha detallado a partir de Walras. Véase Francisco Zamora, Tratado de Teoría Económica, México, 1966, pp. 205 ss. La interrogante consiste en si la utilidad es meramente un misterio metafísico diferente. 118 Michio Morishima, Marx's Economics, Cambridge, 1973, pp. 18, 89, 194.

144

Page 149: Alex Donelli

Las consecuencias sociales del interés personal

Adam Smith era un liberal clásico que, en sus días, era progresista.

Hizo énfasis en que nadie sabía mejor que uno mismo lo que mejor

conduciría a uno a alcanzar su propia felicidad o, por lo menos, que no se

debe confiar en nadie para cuidar los propios intereses (incluso si tal vez

los conocieran mejor que uno mismo). Por ende, un aspecto del patrón de

los precios de equilibrio del mercado libre es la estabilidad en el sentido de

que se autorregula. Si el precio de mercado es 10, ningún vendedor

voluntariamente venderá por menos que este, y ningún comprador

comprará por más. Así que si el precio de mercado, siendo un precio de

equilibrio, produce optimalidad y eficiencia, el egoísmo y la falta de visión

de los compradores y los vendedores están garantizados para aplicar esa

optimalidad y eficiencia. Esto fue lo que quiso decir Smith con que el

interés personal se armonizara para el bien de la sociedad. Desde

entonces, otros han hecho hincapié en esta naturaleza de autorregulación

del patrón de equilibrio de precios y cantidades.

Otro aspecto interesante en el que también von Hayek y otros

recalcaron fue el contenido informativo de estos precios y el origen del

mismo. Si la teoría del mercado libre es válida (y se aceptan los supuestos

que se han hecho es, aunque no totalmente válido, por lo menos útil para

analizar las situaciones estáticas de este capítulo), se puede pensar en las

decisiones sociales del sistema económico, las decisiones en cuanto a qué

145

Page 150: Alex Donelli

cantidad de cada producto se produce, cuáles son los métodos para

producirlos, y quién recibe el producto para su disfrute, decisiones que

cualquier sociedad imaginable sí toma de alguna manera u otra, como las

que se toman (en el sistema de mercado libre) por los individuos que están

más estrechamente ligados a esta actividad. El productor, que

seguramente debe ser la persona que más conocimientos tiene sobre este

tema, decide cómo llevar a cabo el proceso de producción y cuánto

producir. Los consumidores, quienes mejor conocen sus propios gustos y

preferencias, deciden qué cantidad comprar, y esto resulta ser la misma

cantidad (debido a la propiedad de equilibrio del mercado) que se produjo.

Y así sucesivamente, afectando a todos, en todas partes. El proceso de

decisión ha sido descentralizado para que aquellos que tienen más

probabilidades de tener las mejores informaciones decidan al unísono

cómo hacerlo. De todas las informaciones concretas que existen en la

sociedad y que son útiles para alguien, estas no son distribuidas por igual

en cualquier parte. Aquellos que las necesitan, las obtienen, y en cuanto al

resto, los precios son todo lo que necesitan saber. Estos precios son como

el Reader’s Digest.

Sin embargo, es solamente autorregulación mientras las curvas de la

oferta y la demanda estén motivadas por separado por los beneficios, lo

que quiere decir interés propio. Si al desarrollar la teoría se descubre que

se requieren otras consideraciones para motivar las funciones de la oferta

o la demanda, como prácticas contables, conformismo social para un

146

Page 151: Alex Donelli

consenso temporal, conceptos ad hoc de buenas prácticas bancarias, o

cualquier cosa, entonces ya no es autorregulación. Ya no son los intereses

propios de dos partes compitiendo cara a cara, donde cada una está muy

bien informada acerca de sus propios intereses, pero se pueden dar el lujo

de ignorar las necesidades o capacidades de la otra parte, lo que impone

un equilibrio justo. Smith y otros teóricos laissez-faire le prestan mucha

importancia a esta cualidad de autorregulación. Sin embargo, no se

presenta de forma automática solo porque un sistema sea un mercado

libre119, o debido a la ley de la oferta y la demanda. Es válida solamente

cuando las curvas de la oferta y la demanda suben por los mismos

motivos120 que subieron las de Smith, según hemos reproducido de forma

más explícita y detenidamente121.

Factores de producción

Smith pensaba que el móvil del interés servía como un motivo para la

acumulación de capital. Sin embargo, esto es más problemático de lo que

aparenta ser. Smith se refirió a tres categorías generales: la Tierra, el

Trabajo, y el Capital. Se entiende por Tierra todos los artículos productivos

escasos que no se pueden producir, y permanecen escasos incluso a largo

plazo. “Trabajo” quiere decir mano de obra y, “Capital”, bienes de capital,

es decir, ni dinero ni instrumentos financieros, sino artículos productivos

119 Ni siquiera automáticamente ante la ausencia total de fricciones u otras imperfecciones en el mercado. 120 A saber, razones racionales individualistas, comprensibles individualistas, utilitarias o, mejor dicho, motivaciones. 121 Aquí, a partir ya de las aclaraciones y revisiones de Walras y otros sobre Smith para beneficio la exposición.

147

Page 152: Alex Donelli

durables que se producen, como por ejemplo canales, clavos, máquinas,

etc. En la actualidad, se tiende a incluir incluso cosas inmateriales bajo

capital, tales como la educación, el know-how general tecnológico y las

organizaciones. La Tierra, el Trabajo y el Capital son tres factores de

producción que, de forma general, entran en el proceso productivo de

cualquier cosa que se pueda imaginar. El pan utiliza la tierra para cultivar

el grano, los obreros para cosecharlo, transportarlo, hornearlo y los hornos

y los camiones para hornearlo y transportarlo. Cada factor recibe una

recompensa o ganancia por su papel en la producción, contribuyendo así al

costo de los bienes. La Tierra recibe la renta, los obreros reciben los

salarios, y el Capital los intereses o beneficios.

Ahora viene la característica distintiva de la teoría clásica que

abandonaron los neoclásicos. ¿Qué determina estas ganancias? Los

clásicos sostenían que los salarios eran un dato sociológico. El estándar

socialmente aceptable de un salario vital para los obreros era considerado

una subsistencia mínima. A los trabajadores se les pagaba lo suficiente por

eso y ya. Eso determinaba los salarios (por cuestiones de simplicidad, se

ignorará la renta y la Tierra en nuestros modelos). Los beneficios son

residuales: cualquier cosa que quede después de haber pagado los

salarios y los costos de los otros insumos, es un beneficio.

Para poder argumentar que el móvil del interés estimula el

crecimiento al impulsar la acumulación de capital, habría que decir

primero que la acumulación de capital significa una alternativa para

148

Page 153: Alex Donelli

destinar más obreros con el objetivo que produzcan bienes de capital y

menos para producir bienes de consumo que si el caso fuese a la inversa.

En segundo lugar, que la mano invisible organizara la sociedad para

generar esto de forma automática, siempre y cuando la recuperación de

bienes de capital sea superior a que si fuese de otro modo. El primer punto

es muy bien aceptado, pero el segundo no, tal como se expondrá cuando se

analice la Controversia del Capital en el capítulo VI.

Ricardo y Marx trabajaron incluso en la teoría del crecimiento y

llegaron a la conclusión de que el problema no tenía solución –el

capitalismo no favorecía el crecimiento constante y no conduciría a elevar

cada vez más los niveles de vida. Los neoclásicos entonces consideraron

necesario analizar a Smith en varios aspectos y tratar de interpretar el

criterio de que el interés, o los beneficios, es el precio del Capital, el factor

de producción (debido a los supuestos simples de nuestro modelo, no

existe diferencia entre los intereses y los beneficios).

Para Smith, la economía es la ciencia de la asignación de recursos

escasos. El mecanismo de mercado libre hace la asignación. El precio es la

señal que simboliza lo que se debe hacer. El uso del capital tiene, por lo

tanto, que tener un precio, si la mano invisible va a asignarlo entre los

diferentes usos posibles de producción a los cuales se le puede poner.

Desde el punto de vista del capitalista individual, se está siendo

egoísta al negarse a comprometer el capital a la producción sin recibir el

mejor precio que se puede obtener. Esta motivación no tiene

149

Page 154: Alex Donelli

absolutamente nada que ver con el riesgo, es análogo a la renta, de

manera que Marshall, de hecho, se refirió a esta como “cuasirrenta”. Smith

reconoció ese egoísmo. No trató de mitigarlo al decir que el capitalista de

alguna manera obtuvo los beneficios supervisando la empresa: esto se

cuenta como trabajo; o al abstenerse de no consumir el fábrica;capital –no

puede comer una máquina de la fábrica de azúcar; o al correr el riesgo:

porque reducir a la mitad los riesgos no significa reducir a la mitad la tasa

de rentabilidad. Smith dijo que la sociedad se beneficiaba del egoísmo

particular porque necesitaba un mecanismo de distribución que eliminara

la ineficiencia, estimulara la diversidad de bienes útiles producidos y

condujera al crecimiento.

Sin embargo, aquí es donde surge la debilidad del razonamiento de

Smith que ha hecho un gran esfuerzo para poner al Trabajo y el Capital en

un paralelo simétrico, en lo que concierne a los factores de producción

(aunque quedó para Walras ponerlos de forma explícita en un paralelo

totalmente simétrico). Así que Smith está imitando de manera implícita, en

su análisis sobre el incentivo de los capitalistas para invertir, su análisis

anterior sobre la ley de la oferta y la demanda para la los bienes de

consumo (consumidos fundamentalmente en la práctica por los

asalariados). O sea, ahora asume implícitamente que todos los (bienes) de

capital inundan el mercado y no existe acaparamiento, porque

anteriormente supuso que todo el maíz se había vendido porque de lo

contrario se hubiese podrido. Anteriormente, este tipo de supuesto de no

150

Page 155: Alex Donelli

acumulación era muy superficial, pero por lo menos tenía lógica. Sin

embargo, ahora es peculiarmente ilógico: el capital es precisamente el bien

duradero por excelencia. Los productores estadounidenses operan

típicamente al 70% o menos de la capacidad, que debe ser considerado

como amontonar al 30%. El supuesto de Smith no es defendible. El

mercado de capital nunca llega a un equilibrio, ni siquiera de forma

aproximada.

Entonces, ¿qué significa equilibrio? Smith tendía a oscilar entre dos

concepciones diferentes. La primera era pensar que el equilibrio

significaba equilibrio de mercado, es decir, acciones vendidas y licitadores

satisfechos (que están dispuestos a hacer una oferta por encima del precio

de mercado para obtener más acciones de que las que ya obtuvieron). La

segunda era pensar qué significaba estancamiento; precios estables y sin

cambios en la producción o consumo, los actores anticiparían una situación

semejante interminable. Se puede decir que el punto fundamental en

común entre estos dos puntos de vista es que ninguno de los dos queda

dándose con la cabeza contra la pared. Pero ningún concepto es

precisamente satisfactorio. El primero no requiere acaparamiento, es

decir, nadie decide acumular existencias con la esperanza de contar con

precios más favorables después; se descarta la acumulación especulativa.

La última es evidentemente incompatible en una economía creciente que

fue, después de todo, el verdadero interés de Smith. Marshall, en 1890,

tuvo que admitir francamente que los métodos establecidos para los

151

Page 156: Alex Donelli

análisis económicos eran inadecuados para realizar un estudio sobre el

crecimiento, pero Smith todavía se sentía optimista acerca de este tema en

1776.

En el próximo capítulo veremos lo que Walras y Marshall hicieron

para tratar de arreglar esto. Para anticiparse, seleccionaron el primer

concepto de equilibrio pero lo hicieron matemáticamente preciso. Dejaron

que los productores variaran la cantidad de bienes que sacaban al mercado

y analizaron el incentivo para oferta, que determina esta cantidad y el

incentivo análogo para el consumo, el cual explica la curva de la demanda.

En muchos aspectos, el modelo de Walras representa una

continuación e incluso una mejoría del análisis de Smith. Sin embargo,

existen algunas diferencias que resultan, a la luz de la Controversia del

Capital que aparece mucho después, ser más significativas de lo que se

pensó. En primer lugar, los capitalistas de Smith (que son los únicos

empresarios) emplean un enfoque de valoración a “coste total” (aunque

esto pueda parecer realista, es todo lo contrario al espíritu del análisis

utilitario individualista de las curvas racionales de la oferta y la demanda).

Para esto, Smith tiene que suponer que, de alguna manera, los capitalistas

ya conocen cuál es la tasa promedio de beneficios. Pero Smith no puede

decir una palabra en cuanto a cómo el mercado libre determina la tasa de

beneficios. Es un tipo de dato sociológico (como lo es el nivel de

subsistencia salarial que se le paga a los obreros, una vez más, ignorando

la oferta y la demanda). En otras palabras, Smith analizó un sistema que

152

Page 157: Alex Donelli

tiene solamente un mercado libre a la mitad, y no un mercado totalmente

libre. Esto es más realista que Walras, pero solo porque es más psicológico

y menos doctrinario. Por lo tanto, es menos útil para poder conocer si, en

el impasse de hoy día, liberar el mercado un poco más es la dirección

correcta para aplicar reformas en el Tercer Mundo y en los Estados

Unidos.

Relacionado con esto está la otra diferencia entre el concepto de

Smith de un “factor de producción” y el de Walras de un “factor de

producción” que, para evitar cualquier tipo de confusión, Walras lo llamó

un “servicio productivo” (Samuelson genera la confusión al denominar

ambos conceptos por el mismo nombre, y en ocasiones estamos obligados a

utilizar su uso, que es estándar entre los neoclásicos). Para Smith, el

capitalismo disminuye, en su contabilidad, todo el trabajo concreto a un

tipo de denominador común más bajo: el trabajo abstracto, que cuando se

capitaliza, es uno de los tres factores de producción: Tierra, Trabajo y

Capital. También hace lo mismo con los otros dos. En particular, las palas y

los tractores hay que reducirlos de alguna manera a un denominador

común de “Capital”122 abstracto.

Para Walras, existen millones de diversos factores concretos de

producción: Cada trabajador es por separado, al no ser que se pueda 122 Evidentemente si nos encontramos en un punto de equilibrio (y suponemos que conocemos lo que significa equilibrio…) podríamos utilizar una unidad de cuenta como denominador común…pero explicaremos más adelante porqué se elude el problema. Según reconoció Smith, necesitamos una cantidad variable que tenga lógica incluso fuera del equilibrio. Es en este orden, dada la variable que a) se defina el concepto de equilibrio y b) formule las ecuaciones de movimiento que determine donde existe el punto de equilibrio. Sin esto, sería lógicamente circular utilizar los precios. Por este motivo, Walras no hizo la reducción.

153

Page 158: Alex Donelli

intercambiar absolutamente por alguien más, un factor diferente. Un

elevador de carga que tiene 10 años es un factor diferente a uno nuevo. No

existe tal cosa como el “Capital” puro y simple. Solo existen todos los tipos

concretos distintos de bienes de capital.

Cada uno tiene su propio precio. Si para el concepto de Smith sobre

los beneficios relacionamos el concepto análogo de Walras sobre el “precio

de los servicios capitales” y le llamamos a este último “beneficios”

también, no obtenemos todavía una tasa de beneficios, porque incluso si se

supiera que este elevador de carga va a generar $1000 semanales de por

vida, o $52,000 al año, no se puede decir si es el 10% ó 20% o por el estilo,

ya que se desconoce el valor que hay que darle al elevador de carga de 10

años. Para Walras, no interesa cuál fue su costo de producción. El valor es

el resultado de la oferta y la demanda, de manera que al no ser que exista

un mercado libre líquido de elevadores de carga de segunda mano, se

desconociera cuál es su valor ahora. Para remediar esto, Walras trató de

cambiar su modelo de producción y consumo por el modelo de producción,

consumo e inversión, que para abreviarlo se denomina modelo del

crecimiento.

154

Page 159: Alex Donelli

Capítulo V

La Teoría del Crecimiento Económico

El nuevo hecho económico a explicar y que llamó la atención en 1776

fue el crecimiento económico. Adam Smith, increíblemente, no reflejó en

su libro la Revolución Industrial que lo rodeaba. Pese a que el desarrollo

tecnológico pudiera ser en realidad el factor más importante que genera

un crecimiento económico y un nivel de vida más alto, sus causas y efectos

son todavía muy polémicos, y hay muy poco entendimiento al respecto para

poder formular una teoría. En su lugar, Smith señaló que la acumulación

de Capital era el ingrediente fundamental para elevar el nivel de vida de

las masas trabajadoras.123

Vale la pena analizar el aspecto puramente económico del

crecimiento, es decir, el tipo de crecimiento (o parte de este) que se

desarrolla por razones puramente económicas y no por razones

sociológicas, tecnológicas o biológicas. Por este motivo, nuestra idea

básica, desarrollada por Ricardo y Marx pero siguiendo la visión de Smith,

123 Y es posible que el crecimiento económico genere un desarrollo tecnológico, en lugar de ser todo lo contrario. No se ha llegado a ningún consenso, incluso ahora, sobre la teoría del desarrollo tecnológico.

155

Page 160: Alex Donelli

es un mundo en el que no existe un crecimiento en la población, no

aumenta la productividad debido a los avances en la ciencia o

conocimientos de ingeniería, no se descubren nuevos productos, mercados

o continentes124. Los factores sociológicos como el desarrollo de la

innovación o valores culturales que recompensan el logro individual125 se

supone que son constantes. Todos los supuestos simples expuestos

anteriormente se mantienen en vigor excepto uno: ahora se le permite a

los productores producir (y comprar de cada uno de ellos) bienes de

capital, o sea, bienes duraderos (de hecho, por cuestiones de simplicidad

se está asumiendo que estos nunca se gastan) que aportan productividad al

proceso productivo de otros bienes sin llegar a ser utilizados o dañados en

el proceso de producción. Por ejemplo, una pala o un banco de trabajo.

Para introducir la teoría del crecimiento, comenzaremos con la idea

básica como la presentaron los economistas clásicos Ricardo y Marx

(siguiendo las nociones esenciales de Adam Smith) que son un componente

“agregativo” en el sentido de que se miden de alguna manera todos los

insumos de trabajo en “unidades” L de Trabajo, todos los bienes de capital

utilizados en el proceso productivo (o producidos para la venta) en

“unidades” C de Capital, y todos los bienes de consumo (o cualquier otro

tipo de bienes no duraderos) en “unidades” de producción O.

La economía puede dividirse (aproximadamente) en dos grandes

sectores: el Sector I que produce bienes de consumo, y el Sector II que

124 Es fácil ajustar el modelo ligeramente para permitir el crecimiento de la población. 125 Una manera más neutral de presentarlo sería decir, “…que ajusta las prioridades entre valorar la solidaridad y valorar el individualismo”.

156

Page 161: Alex Donelli

produce nuevos bienes de capital (a los cuales se le puede llamar también

bienes de inversión)126.

Supongamos que existen 6000 unidades de Capital en la economía el

1ro de enero, 1864, 1200 unidades de trabajo L, y el proceso óptimo de

producción que utiliza estos insumos (y teniendo en cuenta la demanda) ya

ha sido seleccionado por el equilibrio competitivo. Supongamos que la

optimalidad ya haya conducido a la división de estos insumos entre los dos

sectores, y que el Sector I utiliza 5000 unidades de Capital y 1000

unidades de Trabajo, mientras que el Sector II utiliza 1000 unidades de

Capital y 200 unidades de Trabajo.

1864

Capital Trabajo Producción Oferta

Dept

I

5000 1000 3000

Dept

II

1000 200 1200

Supongamos que con estos procesos productivos en el año 1864, el número

de unidades de producción127 del Departamento I es 3000 y el número de

126Para los fines de este artículo, no se ignora nada esencial si se ignoran los bienes intermedios que no son para los consumidores, ni son duraderos como los bienes de capital, tales como el benceno. 127 O se le puede llamar “valor” de la producción ya que los clásicos (Smith, Ricardo…) creían en la Teoría del Valor Trabajo y hacían una distinción entre el valor y el precio de

157

Page 162: Alex Donelli

unidades de bienes de inversión del Departamento II es 1200. Los bienes

de consumo se agotan evidentemente en el próximo período, del año 1865.

Ambos sectores pueden utilizar los nuevos bienes de capital,

suponiendo que los capitalistas del Departamento I compran 1000

unidades, y los capitalistas del Departamento II retienen 200 unidades.

Entonces el próximo período de producción tiene más Capital disponible.

Se supone que el rendimiento del Capital disminuya ya que la cantidad de

Trabajo no aumentó. Por ende, a pesar de que la cantidad de Capital haya

aumentado un 20%, se puede decir que la cantidad de producción aumenta

solamente un 15%.

1865

Capital Trabajo Oferta

Dept

I

6000 1000 3450

Dept

II

1200 200 1380

Es evidente que ha habido un crecimiento económico. El importe

total de bienes de consumo aumentó un 15% y aumentará más.

mercado.

158

Page 163: Alex Donelli

Este análisis no se basa en motivaciones individuales. Debido a que

el nivel de vida aumentó, tal vez los individuos quieran cambiar la

proporción de ingresos que gastan en los diferentes productos que están

disponibles. Asimismo, la distribución de todos los recursos agregados de

la sociedad entre los dos departamentos pudiera cambiar con el tiempo al

igual que la acumulación de Capital. Esta idea puede resultar útil en

ocasiones como una guía muy general en la realidad, pero ¿Por qué el

aumento de 1200 en el Capital se divide entre los dos departamentos en

1000 : 200 en lugar de otra forma? Posiblemente la proporción exigida por

los capitalistas en el Departamento I va a disminuir porque mientras mayor

sea la cantidad de O, los beneficios de los consumidores no se

incrementarán de igual manera debido a la utilidad marginal decreciente.

Este modelo ha sido analizado con más detenimiento para tomar en

cuenta estas consideraciones desde dos puntos de vistas diferentes. En

primer lugar, se han introducido más supuestos rudimentarios pero

efectivos al estilo smithiano para asumir como premisa las variaciones de

la demanda agregada basado en los márgenes decrecientes. Nuestra

suposición de rendimientos decrecientes pudiera significar que la

productividad no aumenta de forma constante pero sí de manera

indefinida, y ya que existe el mismo número de personas (el capital no es

solamente mayor, sino más “hondo”), hay más bienes per cápita y por ende

un mayor nivel de vida. Además, debido a que la productividad de cada

trabajador aumentó, la teoría económica sugiere que el salario aumente

159

Page 164: Alex Donelli

también. Sin embargo, debido al rendimiento decreciente del Capital, la

productividad de cada pieza del Capital disminuye en la medida que este

proceso avanza, así que la teoría económica sugiere que los rendimientos

del Capital disminuyen de forma constante. No obstante, este era un

análisis smithiano rudimentario pero efectivo sobre el que se hicieron una

gran cantidad de supuestos extras que todavía no se han aclarado siquiera

debido a problemas más importantes. Veremos más adelante en el capítulo

sobre la Controversia del Capital que existen problemas peculiares a la

hora de definir el significado de “cantidad de Capital” en total, a

diferencia del número de palas que es una cosa evidentemente física (pero

¿cómo comparar las palas y los tractores? Smith utilizó la teoría del valor

trabajo, pero los neoclásicos la rechazaron en favor de la utilidad. Por este

motivo, ya que ni las palas y ni los tractores tienen ninguna utilidad en el

sentido técnico teórico económico de la palabra, se necesita una línea de

argumentos más amplia y más delicada).

Por lo tanto, en segundo lugar, el enfoque “desagregado” de la teoría

del crecimiento trata de ser análogo con el enfoque walrasiano en el

capítulo anterior. No acepta utilizar la misma “unidad” imaginaria para

medir una pila de 100 palas y una de 2 bulldozers, ni el supuesto de que tal

comparación (especialmente si no hay un equilibrio en la economía) sea

incluso posible128. Este insiste en utilizar una variable para el número de

128 De igual modo que la teoría walrasiano-paretiana no comparó las utilidades de los distintos individuos.

160

Page 165: Alex Donelli

palas, y una variable diferente para el número de bulldozers. No existe

lugar en sus ecuaciones para C, L u O.

El modelo de crecimiento de equilibrio general

En el modelo anterior de producción e intercambio se incluyó

solamente la producción de bienes que se consumen de forma inmediata:

consumidos por consumidores o agotados en el proceso de producción.

Nuestro modelo de crecimiento incluye la producción de bienes duraderos,

bienes de capital que potencian la productividad del proceso productivo

pero que no se agotan. Su producción es para la venta o uso, pero como

siempre, es más claro desde el punto de vista conceptual si se asume que

es para la venta, como en el capítulo anterior que era conceptualmente

más claro asumir que los agricultores le vendieran todos sus productos a

un subastador y luego compraran nuevamente todo lo deseen comer.

Tenemos, al igual que antes, dos clases de actores: los consumidores

y los productores. Existen ahora tres sectores de la economía (mientras

que antes eran dos solamente). Un sector produce materias primas para

los otros, por ejemplo, para la extracción (minería, etc.). Este sector utiliza

la mano de obra, bienes de capital (maquinaria) y materias primas como

insumos---al igual que los otros sectores. Otro sector produce bienes de

consumo como alimentos y ropa (se deben omitir los bienes duraderos en

nuestro modelo básico). El tercer sector produce nuevos bienes de capital

161

Page 166: Alex Donelli

(maquinarias, almacenes, talleres, etc.) para que los inversores los

compren.

Todos los supuestos simples mencionados anteriormente se

mantienen en efecto. Debido a que no se tendrá en cuenta la necesidad de

realizar mantenimientos, reparaciones, amortizaciones, y un eventual

cambio de maquinarias, toda la producción de nuevos bienes de capital

aumenta el capital total de la sociedad. Ya que se asume, como siempre,

que no hay crecimiento en la población, cualquier aumento en el capital

total es también un aumento en el capital per capita, por ejemplo, por

obrero; conocido como “aumento del capital con respecto al trabajo”. Un

obrero que utilice un destornillador eléctrico en lugar de uno manual es

más productivo129. Lo mismo que el cultivo de la tierra se haga mediante el

uso de la maquinaria y grandes cantidades de fertilizante en vez de la

cosecha manual y el empleo de fertilizante natural130.

Ahora se necesita analizar las motivaciones de las curvas de la oferta

y la demanda. Walras y otros neoclásicos estaban interesados en una

129 ¿En qué sentido un destornillador eléctrico es un capital “mayor” que uno mecánico? (Para Smith, Ricardo, Marx, porque se incorporó más “trabajo” en su producción). En cierto momento, el destornillador eléctrico (probablemente) cuesta más, de manera que un walrasiano pudiera intentar utilizar el precio. Sin embargo, considerar que en algún momento hace 150 años cuando los destornilladores manuales eran lo normal, y comparar su precio en aquel entonces con el precio de un destornillador eléctrico ahora, resultaría muy difícil. Véase Robinson, Teoría económica y economía política, Barcelona, 1975, pp. 65-73. Puede que haya un problema entonces al considerar la intensificación del uso del capital como un proceso que tiene lugar en el tiempo. Mejor se considera, como en los capítulos anteriores, comparar dos universos paralelos. Este problema será difícil e insuperable. 130Curiosamente, quizás no sea más productivo cuando se mida en otras unidades, dígase calorías consumidas, ya que el combustible y los fertilizantes artificiales representan una infusión masiva de calorías en el proceso. Véase Susan George y Nigel Paige, Food For Beginners, Londres, 1982 y Norman Levine, ed., Human Ecology, North Scituate, Massachusetts, 1975, pp. 35, 329-332.

162

Page 167: Alex Donelli

justificación utilitaria individualista pero los bienes de capital no tienen

utilidad (en el sentido técnico de la palabra en el terreno de la teoría

económica), de manera que se requiere un enfoque indirecto como se hizo

anteriormente. Debido a que son duraderos, el enfoque que se utilizó

anteriormente no funcionará y tendría que ser incluso más indirecto.

Oferta y demanda

Las funciones de la oferta serán las mismas si se asume como antes

que cada productor gasta todos sus beneficios en utilidad inmediata131.

Estamos suponiendo, entonces, que solamente los consumidores compran

bienes de capital. Para los productores, entonces, la maximización de

beneficios es igual a la maximización de utilidades, al igual que en modelo

anterior. Por lo tanto, los productores, que son individuos utilitarios

racionales, deciden maximizar los beneficios con su capital social dado y no

les interesa absolutamente si producen tractores o maíz. El análisis del

principio básico individualista utilitario racional para las curvas de la

oferta permanece invariable.

La demanda de los bienes de consumo es como antes (asumiendo

nuevamente que no hay acaparamiento ni bienes de consumo duraderos):

cada consumidor observa los precios dados y su existencia de bienes que

se puede vender en el mercado en esos precios (en la práctica, el stock 131 Esto es peor que ser poco realista. Es perverso. Pero si se puede resolver el otro, entonces en otros problemas más complicados que surjan pronto se podrá cambiar este supuesto por uno más realista.

163

Page 168: Alex Donelli

principal son las horas de trabajo que se ofrecen, por lo que el precio

principal que se ve es la tasa salarial). Esto les dice el presupuesto que

tienen que gastar. Entonces, observando los precios dados de los artículos

que pudieran comprar por las utilidades o satisfacción que puedan dar,

deciden la cantidad que van a solicitar según el principio de la

maximización de utilidades. Cada actor es una pequeña máquina

maximizadora. Por ende, como antes, para cada individuo la cantidad

demandada es una función de todos los precios de todas las cosas. Para el

mercado como un todo, la demanda agregada132 es simplemente la suma de

todas estas demandas individuales.

La demanda de las materias primas que se consumen en el proceso

de producción es también como antes, si se asume que todas las utilidades

se gastan inmediatamente al comprar bienes de consumo que generen

utilidades para el disfrute del productor.

Pero, ¿De dónde surge la demanda de los nuevos bienes de capital?

Se puede hacer una distinción útil para los bienes duraderos. El

propietario de un edificio es una cosa, su renta es otra. Esto se aplica a las

herramientas, máquinas y fábricas también. Walras señala que la renta de

un bien, digamos por un día, equivale a la compra de su servicio por ese

día. Ahora, los servicios de una herramienta en la actualidad son

perecederos aun cuando la herramienta no lo sea. De manera que los

servicios de todos los bienes de capital existentes se lanzan al mercado por

lo que se puedan vender (y pudiéramos haber reestructurado el modelo 132 Por un bien específico como el pan.

164

Page 169: Alex Donelli

anterior para tener en cuenta este---pero no hubiera cambiado nada de

forma sustancial).

Se deduce que la demanda de los servicios de los bienes de capital

(existentes) se puede justificar de la misma forma que se hizo la demanda

de materias primas. La tenencia de capital le permite a uno ofrecer a la

venta sus servicios en cada período, y a través de nuestro análisis anterior

se obtendrá un precio por estos servicios determinado por las leyes

normales de la oferta y la demanda (el que compra los servicios lo hace

exactamente como si comprara petróleo combustible que se va a utilizar en

el proceso de producción). Es posible que este precio pudiera ser diferente

en cada proceso de producción, pero el propietario puede esperar recibir

un flujo de dinero.

Ahora considérese una versión analógica puramente financiera de

esto. Si nos abstraemos del material que nos concierne, se puede

considerar la posibilidad de un agente económico que ofrece un contrato

financiero, un bono, al mercado libre: en lugar de un pago de una suma

global, el agente acuerda pagar una unidad de un numerario en cada

período siempre; en otras palabras, una anualidad. Esto equivale, desde el

punto de vista de incentivo, a un productor de un nuevo bien de capital

ofreciéndolo a la venta en el mercado libre. El primer paso para entender

la motivación de comprar bienes de capital es analizar la demanda

individualista utilitaria racional por ese bono133. Si se tiene una previsión

133 Un comprador de un nuevo bien de capital está esencialmente comprando una serie de pagos futuros, como el que compra un bono. La motivación de estos es la misma que la del que compra una anualidad.

165

Page 170: Alex Donelli

perfecta de todos los precios futuros de los bienes de consumo, entonces se

podrá conocer cuáles son las utilidades que se pueden comprar en el

futuro con esa serie de pagos, y se podrá decidir cuáles darán una mayor

satisfacción. Esto quiere decir que se puede seguir aumentando el

porcentaje de sus ingresos destinado a los ahorros hasta que se obtenga

una cantidad igual de satisfacción a partir de las perspectivas de la futura

serie de utilidades como la que se obtiene a partir del consumo actual

precedente. Esto se denomina transacción intertemporal o sustitución

porque sucede entre dos tiempos diferentes134. Ahora, según la hipótesis

restrictiva de que solamente se puede disfrutar la serie futura de pagos

que se obtuvieron a partir de la renta de los servicios de los equipos y que

nunca se puede considerar obtener una ganancia o pérdida de capital y

que se tiene una previsión perfecta del futuro, esto es razonablemente casi

igual al tipo de motivación utilitaria, individualista y racional que se solía

tener, la única diferencia es la naturaleza intertemporal de la

comparación135.

Esto es lo que ha pasado a ser el tema de la génesis de la curva de la

demanda de los bienes de capital.

134 Esto genera muchísimas interrogantes: no esta claro que esto sea del todo el mismo tipo de problema que enfrentaban los consumidores anteriormente, ni tampoco queda claro porqué se debe tener una respuesta. Lo que sí es cierto es que los consumidores o inversores sí toman tales decisiones. Sin embargo, Walras y otros economistas presuponen que ellos hacen esto por las mismas razones que hacen las transacciones entre los bienes competidores en el mismo momento. Esta es la diferencia entre las teorías de “expectativas” walrasianas y keynesianas. 135 Si se asume que las personas son impacientes, aún se tiene otro supuesto técnico que desde el punto de vista matemático resulta ser el mismo supuesto antiguo de convexidad. Entonces, la matemática es invariable desde el modelo anterior aun cuando los significados económicos de las cantidades y preferencias hayan variado significativamente.

166

Page 171: Alex Donelli

Walras y el consenso de los economistas modernos de mercado libre

presuponen en modelos simples de la teoría del crecimiento que el

consumidor o inversor racional decide qué por ciento de su limitación

presupuestaria gasta en bienes de consumo ahora y qué porcentaje

(denominado ahorros) gasta en consumos futuros al comprar un bono

mediante el tipo de malabarismo que ya describimos en el verdadero

modelo de intercambio: si la satisfacción que se debe recibir al gastar un

dólar extra en cualquier producto ahora es mayor que la satisfacción

recibida ahora a partir del prospecto de la serie extra de consumo en el

futuro de $0.01 cada semana, entonces sería irracional ahorrar y viceversa.

Estos plantean que las personas son impacientes, y para motivarlas a que

se priven de las utilidades ahora, se les debe ofrecer una mayor cantidad

de utilidades en el futuro 136. Eso es visto como la fuente de rendimiento

del Capital desde el punto de vista de la oferta de ahorros. La persona que

ofrece el bono debe utilizar el dinero adquirido para producir un bien de

capital mediante el cual se ingrese el flujo de dinero futuro que se necesita

para compensar al comprador del bono.

O sea, la oferta de Capital proviene del ahorro137 que está motivado

por la necesidad de recompensar la “espera”. La demanda de Capital surge

136 Pero esto es irrelevante para la lógica del modelo: Samuelson y Robinson hicieron modelos en los que hay personas que prefieren el consumir después y no ahora, por lo menos hasta cierto punto, y por ende van a pagar una prima para hacer esta transacción intertemporal. Esto fue desarrollado aún más por el profesor Modigliani y otros en la llamada “hipótesis del ciclo de la vida”.137 Lo que se expresa aquí es el punto de vista de los economistas clásicos y neoclásicos. Es un criterio totalmente equivocado, como también se podrá apreciar en los próximos capítulos, incluso en la teoría para una economía con facilidades de créditos y un sistema bancario. En los años 30, Keynes revolucionó la economía al desarrollar una teoría de inversión más realista, más sofisticada y más social.

167

Page 172: Alex Donelli

a partir del hecho de que los bienes de capital mejoran la productividad y

por lo tanto pueden aumentar los beneficios si los precios de los bienes de

capital son lo suficientemente bajos.

Esto permite que haya un crecimiento económico sin haber siquiera

nuevos descubrimientos o desarrollo científico. Es el aporte al crecimiento

económico en el mundo real hecho por la intensificación del uso de capital,

y valdría la pena estudiar en un modelo que comprenda nuevos

descubrimientos (o nuevas guerras y nuevas enfermedades…) Si la

demanda de bonos es positiva en equilibrio, entonces se producirán nuevos

bienes de capital para responder a esta demanda y la economía tendría un

crecimiento por definición. Lo que es mejor aún, la productividad del

trabajo en la economía crece138.

Dos problemas significativos

Evidentemente hay un problema aquí que Walras no resolvió salvo de

forma arbitraria. El dinero ahora significa utilidad, y debido a que se

conocen los precios con certeza, esto no es un problema. Pero el dinero se

puede traducir después en utilidad solamente si el consumidor o inversor

conoce con seguridad los precios de los bienes de consumo después.

Debido a que la economía esta creciendo de hecho, posiblemente cambie y

138A pesar de que la productividad del Capital haya disminuido, Walras dijo haber demostrado desde el punto de vista matemático la ley de la tendencial de la disminución de la tasa de beneficios. Se desconoce si él conocía las ideas de Marx con relación a este tema, que eran más o menos contemporáneas.

168

Page 173: Alex Donelli

el patrón de los precios futuros tal vez no sea el mismo que ahora. Parece

que se necesita que el consumidor pueda prever el futuro con suficiente

certeza para motivar sus transacciones. Esto se denomina previsión en la

literatura económica sobre este tema, y para ver cuántas utilidades se van

a obtener en el futuro a cambio de la paciencia en el presente, el inversor

necesita tener una previsión perfecta. Este problema ha sido muy debatido.

Walras lo postergó de manera bastante deliberada, sin la intensión de

retomarlo después (es muy razonable que un científico fabrique un

problema y lo deje como legado para generaciones futuras, siempre y

cuando se haga de forma tan explícita como lo hizo Walras). Tenía que

asumir que el disfrute ahora de la posibilidad de un flujo de numerario

después era la motivación de la compra de un bono o la producción de

nuevos bienes de capital. El disfrute de un sueño ahora (incluso, o

especialmente cuando el sueño sea acerca del futuro) es una utilidad que

se puede y es comparable con otras utilidades más tangibles. Esto resuelve

(o evita) cualquier problema lógico y le permite a Walras adaptar la

derivación de la curva de la demanda de nuevos bienes de capital en el

paradigma de la teoría del equilibrio general.

Quizás haya otro problema menos obvio que Walras notó y, una vez

más, “resolvió” meramente al presuponer que no se permitía que existiera.

El comprador o productor de un nuevo bien de capital, exactamente al

igual que el comprador de un bono, no tiene solo la expectativa de un flujo

de pagos sino el derecho a vender ese bien (o bono) a una tercera parte y

169

Page 174: Alex Donelli

recibir una suma global mucho más grande. ¿Qué pasaría si el precio

futuro del producto fuese más alto? Entonces esta revalorización del activo

pudiera ser una motivación mucho más importante que el flujo para

demandar los bienes de capital ahora. Si existe de todas manera una

previsión perfecta sobre los bienes de consumo, es difícil poder apreciar

porqué no hay una previsión perfecta sobre la futura revalorización del

activo (o depreciación) que aumentará debido al incremento futuro de la

demanda (o disminución de esta) de los bienes de capital. Para evitar este

problema, Walras presupuso de forma explícita en sus modelos de la teoría

del crecimiento que los bienes de capital existentes no se podían revender

en el mercado, ni los bonos existentes se podían negociar. El mercado libre

se concentró solamente en nuevas emisiones de bonos y nueva producción

de bienes de capital. Reconoció que las complicaciones extras al permitir

consideraciones sobre la revalorización de activos para motivar la

demanda de bonos serían difíciles de solucionar.

Por lo tanto, estos son dos problemas serios. Fue necesario evitarlos

al hacer esta restricción artificial sobre el modelo porque si no, entonces

un bono (y de hecho cualquier bien duradero, incluso el chocolate) puede

servir como función monetaria en la sociedad. Para repetirlo de forma más

precisa, las dos presuposiciones que se hicieron y fueron forzadas

arbitrariamente sin dar ninguna razón fundamental son: a) los

consumidores tienen una manera de comparar las utilidades actuales con

un flujo de dinero futuro (no utilidades), y b) no hay mercado en los bonos

170

Page 175: Alex Donelli

o bienes de capital existentes. Siempre que se acepten estas

presuposiciónes artificiales, habrá una curva de la demanda para los

bonos139 porque para cada conjunto de precios de los otros bienes, los

consumidores / inversores deciden qué porcentaje de sus ingresos destinan

a los ahorros y cuál al consumo, y la decisión se basa en una relación de

compensación entre la satisfacción recibida a partir del consumo actual y

la mera previsión ahora de un futuro flujo de dinero. Entonces la curva de

la oferta sería como antes para cualquier insumo del proceso de

producción. El concepto de equilibrio es equilibrio del mercado como en el

primer modelo.

Un tercer problema es el supuesto en el que ninguno de los actores

ejerce una influencia sobre los precios. Tendríamos que asumir también

que ningún individuo puede, por acciones estratégicas, afectar los precios

del mercado. Esto parecía razonable cuando la proporción de todos los

bienes disponibles por parte de cualquier actor individual era desdeñable.

Esto es una parte importante del supuesto de lo que se conoce como “pura

competencia” e incluye el supuesto de que no existen monopolios. Este

supuesto es menos razonable cuando los bonos se ofrecen a la venta. Un

empresario individual puede ofrecer cualquier cantidad de bonos porque

se autofinancian. Lo recaudado a partir de sus ventas al público es lo que

financia el proceso de producción de los nuevos bienes de capital. No hay

un límite inicial (basado en los recursos que posee el empresario) que

pueda jugar el papel de una limitación presupuestaria. Un individuo 139 y por ende los bienes de capital.

171

Page 176: Alex Donelli

pudiera, al ofrecer más que todos los otros, acaparar el mercado de un tipo

particular de un nuevo bien de capital, o incluso de la producción total de

todos los bienes de capital. El supuesto de que los actores individuales no

influyen en el precio no se aplica a través de cosas inmateriales, con

producción potencialmente ilimitada.

En todos los modelos anteriores, si cada individuo tenía la misma

cantidad de recursos económicos y había un millón de individuos, era

evidente que todos eran, aproximadamente agentes económicos sin

influencia en el precio. Pero en este modelo, puede que un actor no tenga

ningún tipo de recurso, y sin embargo le ofrezca bonos a todo el resto de la

economía a un precio de mercado determinado. Así que es también obvio

que haya guerras de ofertas y que los individuos no sean agentes

económicos sin influencia en el precio. Walras descartó esto mediante una

regla institucional, prohibiendo tales acciones porque introdujo de forma

explícita un individuo que estaba por encima del mercado, no un actor,

pero un “subastador” desinteresado que actuaba como una cámara de

compensación. Las alianzas estratégicas y las guerras de ofertas

estrategizadas se descartaron mediante la regla institucional en la que

ningún individuo podía hacer un contrato con los otros, o ni siquiera

comunicarse mutuamente, y que todos los acuerdos se hacían con el

subastador. Siempre se ha esperado que esto fuera una simplificación

temporal conveniente para hacer la teoría más fácil de formular, pero ya

ha transcurrido un siglo y medio y nadie ha pensado cómo formular una

172

Page 177: Alex Donelli

Teoría del Equilibrio General que se pueda resolver sin la institución del

subastador. El motivo es este tema de los bonos. Se puede eliminar al

subastador de los modelos anteriores pero no de este.

Es poco razonable tener una limitación institucional significativa en

un modelo de mercado libre. En el mundo real, la motivación principal de

muchos inversores es de hecho la posibilidad de la ganancia de capital. En

el caso específico de las inmobiliarias destinadas a la renta en áreas

residenciales, el pago de las rentas recibidas cubren solamente los costos

de hipoteca, seguro, impuestos, mantenimiento, y los costos de

administración (como los desalojos y mostrarle la propiedad a nuevos

arrendatarios potenciales) –excepto en los barrios marginales donde se

puede obtener verdaderos beneficios. La motivación principal para invertir

en estos inmuebles es que se espera una revalorización del activo. A esto

se le denomina motivo especulativo.

Los diferentes significados de la palabra “dinero”

Hemos aplazado una serie importante de distinciones hasta ahora.

En ocasiones se ha aclarado que el modelo no incluye nada que sirva como

dinero, más bien es esencialmente un trueque y los intercambios se hacen

como si fuese a través de una cámara de compensación central, como si

todo ha sido negociado de forma simultánea después de los contratos. Sin

embargo, en estos momentos todavía se utiliza la palabra “precio” que

173

Page 178: Alex Donelli

carece de significado en el trueque, y asume un patrón monetario de valor.

En otras ocasiones, se ha hablado intuitivamente acerca del dinero y hasta

ahora cualquier confusión posible hubiera sido inofensiva. Pero ahora

vamos a hacer un paréntesis para aclarar la diferencia entre la moneda

imaginaria y el dinero como medio de intercambio, y aun más, el dinero

bancario. Los clásicos nunca lograron entender la naturaleza del sistema

bancario moderno y lo que se conoce ahora como “dinero” no se parece en

lo más mínimo a lo que los clásicos y neoclásicos llamaban en la teoría

económica “dinero”. Lo que llamamos hoy día “dinero” sin prestarle la

debida atención es técnicamente el “dinero bancario” y no se puede

incorporar fácilmente en la economía política clásica o la Teoría del

Equilibrio General de Walras, pero es el tema de una rama separada de la

teoría económica llamada “teoría monetaria” y se va a posponer hasta el

próximo capítulo140. En los siglos XVIII y XIX la palabra “dinero” significaba

más bien un producto como la plata o el oro convertido en una moneda.

Economistas como Marx se refirieron a esto de forma más explícita como

“dinero mercancía”. En nuestros modelos, se ha asumido que el dinero en

este sentido no existe porque es ciertamente duradero, y su demanda no se

ajusta en lo absoluto a nuestro marco de utilidades. Los economistas

140 Obviamente, la separación de la teoría económica en dos ramas distintas es tan poco satisfactoria como la división entre la química y la física que han existido por más de cien años. Desde la época de Lavoisier hasta Linus Pauling, la química era incompatible con la física. Es por ello que Pauling recibió un Premio Nobel por haber explicado el vínculo de la química mediante la física fundamental. Esto significó finalmente que la física y la química se podían considerar como parte de la muy bien elaborada teoría fundamental, la Mecánica Cuántica. Pero todavía no hay un acuerdo sobre una teoría económica muy bien fundamentada que incluya la Teoría del Equilibro y la Teoría Monetaria. Según se podrá apreciar después, algunos economistas distinguidos piensan que la reconciliación es imposible. Véase pp. 107 supra y 312 ss. infra.

174

Page 179: Alex Donelli

clásicos y neoclásicos comenzaron asimismo sus series de modelos

abstrayéndose del dinero mercancía, aunque siguieron elaborando modelos

complicados con otro sector, un sector minero que producía dinero

mercancía: reflexionando retrospectivamente, esto era un callejón sin

salida y una complicación innecesaria. El “crédito” es realmente la

complicación que se necesita.

La moneda imaginaria o numerario es simplemente un mecanismo de

contabilidad que utiliza la cámara de compensación para llevar la

contabilidad de todo el mundo y que los actores económicos individuales

usan para hacer sus planes. Por ende, los precios se expresan en una

unidad estándar irreal que es sólo una forma de hablar. La cámara de

compensación no es un banco y nadie puede ahorrar una forma de hablar

para utilizarla después. No hace falta siquiera ser realmente una cámara

de compensación, ya que después de todo, cada transacción se realiza

entre dos individuos que intercambian dos bienes que el mercado

considera que valen lo mismo, y que es realmente un trueque. Los precios

expresados en numerario son sencillamente una forma de hablar sobre el

trueque. Pero este capítulo ha introducido un bien duradero que se puede

comprar en el mercado, la maquinaria, y un instrumento financiero, el

bono, que también es duradero.

Los clásicos hablaban sobre “el dinero como una reserva de valor”,

una forma de poseer un valor de mercado para después pero no consumirla

ahora. Nuestro modelo de crecimiento es el primer modelo en el que esto

175

Page 180: Alex Donelli

es posible, y se logra mediante la compra de un bien de capital con el

numerario de uno. Esta es una forma primitiva de préstamos y ahorros.

Entonces, lógicamente la maquinaria hace una de las funciones clásicas del

dinero, puede servir como una reserva de valor y si hay que asumir una

previsión perfecta de todas maneras, el dinero del mundo real no tendría

ventaja en nuestro modelo imaginario sobre la maquinaria. Así que viendo

las cosas retrospectivamente, la maquinaria sería un dinero mercancía si

solo se permitiera revenderla. Walras estipuló en su modelo que no se

puede revender ya que comprendió que sin esta condición su modelo ya no

funcionaría: las complicaciones de la teoría monetaria harían impotentes a

sus métodos de análisis de equilibrio.

Expectativas

El primer problema significativo ha sido muy debatido. Los

inversores tienen que comparar el flujo del ingreso monetario futuro

(factor-beneficio) con la utilidad actual no percibida en esta transacción

intertemporal. Entonces pueden tener una idea en cuanto cuál será el

ingreso monetario. Esto se conoce como expectativa.

Uno de los intentos realizados para simplificar el modelo ha sido las

expectativas estacionarias, en el que cada inversor asume que el precio

actual de los servicios de los bienes de capital se mantendrá invariable de

forma constante, y las expectativas adaptables, donde los inversores

176

Page 181: Alex Donelli

utilizan algún método simple de extrapolación para predecir el futuro. Pero

solamente las expectativas racionales, mediante las cuales se predice el

futuro fielmente con una previsión perfecta, son realmente compatibles

con los objetivos del modelo. Se pudiera decir que el utilitarianismo

racional requiere una previsión perfecta en una forma típicamente

newtoniana. La trayectoria de crecimiento que sigue la economía depende

fundamentalmente del tipo de expectativa que se utilice … esto es una

contradicción con la expectativa de los economistas clásicos y neoclásicos

que el comportamiento dependía, en caso que los actores fueran

racionales, solamente de las llamadas “fuerzas reales” de la productividad,

escasez, y preferencias utilitarias.

En cambio, Keynes revolucionó la teoría económica al prescindir de

la microbase, la idea de la maximización de utilidades en la curva de la

demanda del capital en la motivación para las inversiones. Para formular

una teoría más realista, dejó que las expectativas estuviesen determinadas

por la psicología, la mentalidad colectiva o cualquier otro tipo de proceso

social (como la política) que sí generan un consenso entre las personas. Así

que en este momento crucial, en lugar de un principio microbasado de

maximización para equiparar las inversiones y los ahorros, hizo que las

expectativas fueran la causa del macronivel de inversiones que a su vez

determinaba los ingresos y este entonces la cantidad de ahorros.141 La

igualdad de inversiones y ahorros es una macroecuación en vez de un tipo

141 Amit Bhaduri, Macroeconomía, México, 1990, trata de esta inversión del principio de causalidad, pp. 90, 92, 117, y passim.

177

Page 182: Alex Donelli

de ecuación sobre la que se ha hablado en los últimos dos capítulos (la que

surge a partir de las motivaciones de la maximización individual de

utilidades que conduce a ofertas a un subastador ficticio).

La teoría de Keynes sobre las expectativas es más realista. Sin

embargo, el proyecto de este libro es investigar posibles alternativas para

la realidad, incluyendo la posibilidad de un mundo económico en el que

todos sean racionales, no haya mentalidad colectiva, y las expectativas

tengan un fundamento racional. Si142 es posible incluso en principio tener

una previsión perfecta basada en consideraciones individuales de

utilidades calculadas racionalmente, entonces se puede culpar por el

desempleo a individuos irracionales e instituciones (como las regulaciones

bancarias) que obstruyen el libre juego de la maximización individual de

utilidades. Pero si esta previsión perfecta es imposible, entonces el propio

concepto de equilibrio se torna conjetural ya que está basado en

expectativas conjeturales. Si hubiese una previsión perfecta, entonces el

dinero, como lo concibió Keynes, se hace relativamente innecesario. Si no

hay previsión perfecta, entonces cualquier bien duradero puede hacer las

funciones monetarias y todo el fenómeno del auge y colapso se hacen

posibles, los cuales son fenómenos sociales porque las expectativas fueron

hechas socialmente y no de forma individual (esto se aclarará después del

Capítulo VII).

142 Esto anticipa uno de los temas fundamentales de este libro, aunque no se puede explicar totalmente hasta después de los capítulos sobre la teoría keynesiana.

178

Page 183: Alex Donelli

Walras pospuso este problema porque supuso que cualquiera que

fuesen las expectativas de los inversores sobre las utilidades futuras, era el

disfrute del sueño ahora de estas utilidades lo que motivó su demanda de

bonos. Esto es un cambio peligroso en el uso del concepto de utilidad. El

capítulo anterior trataba sobre los consumidores cuyo juicio sobre las

utilidades era de hecho subjetivo, pero estaba sujeto a un bien real de

algún tipo, de manera que tenían cierta estabilidad. La teoría de la

demanda basada en la utilidad subjetiva no sería muy útil si los juicios de

las personas sobre las utilidades pudieran cambiar drásticamente dentro

de un período muy corto de tiempo sin tener en cuenta las fuerzas reales

fundamentales de la economía. Esto significaría que la curva de la

demanda estaría sujeta a cambios impredecibles, imprevistos.

Sin embargo, esto es exactamente lo que sucede con una curva de la

demanda basada en la utilidad de un sueño. El disfrute de un sueño puede

ser perturbado de manera muy severa si todos los demás se burlan de este,

o si los sucesos futuros decepcionan los sueños actuales de uno, entonces

es menos probable que uno disfrute sueños semejantes en el futuro. Dentro

de los detalles técnicos de la teoría de la utilidad hay un supuesto

179

Page 184: Alex Donelli

importante que no nos tomamos el trabajo de explicar en su momento: se

asume que el disfrute de un producto no depende del comportamiento de

otras personas, y esto es más o menos cierto en el caso de la mayoría de

los bienes de consumo aunque no para símbolos de prestigio como diseños

exclusivos. Sin embargo, esto no es siquiera el caso para las expectativas

que son solamente un sueño. Por lo tanto, después de Walras, otros

economistas como Hicks y Morishima continuaron estudiando la

posibilidad de equilibrio si todos compartían expectativas estáticas, o si

todos compartían expectativas adaptativas. Se puede demostrar

matemáticamente que existen algunas normas de expectativas que si todos

las comparten, su formulación induce su cumplimiento si el sistema

comienza en cierto momento fortuito. Esto se consideró como un tipo de

equilibrio. Se le puede y se ha llamado equilibrio “autorealizado”.143 No es

completamente racional o individualista. Las normas de expectativas

funcionan “por casualidad” e incluso solo porque todos los demás las

comparten y porque las condiciones iniciales eran adecuadas. No se basan

en las utilidades. Esto es un tipo de comportamiento social aunque de un

tipo muy mecánico.

143 En inglés, “bootstrap”, significa una de las tiras de cuero que asoman de las botas camperas y que nos ayudan a calzarlas; se llama “oreja de bota” o, a veces, “tirabota”. Una antigua novela cómica alemana nos cuenta del barón Münchhausen se sacó por si mismo de un hoyo profundo en él que había caído jalándose para arriba con las orejas de sus botas. Por eso, hay una frase en inglés, “pulling one’s self up by one’s own bootstraps” es decir, jalándose para arriba con sus propias orejas de bota. Robinson, Hicks, y Harrod discutieron las expectativas auto-realizando con esa frase peyorativa, véase Joan Robinson, Collected Economic Papers, vol. 2, p. 257 s. (vers. cast. Teoría del desarrollo: aspectos críticos, Barcelona 1973), Sir John Hicks, Value and Capital, p. 164, y Sir Roy Harrod, Dynamic Economics, London, 1973, p. 62.

180

Page 185: Alex Donelli

Las llamadas “expectativas racionales” han sido objeto de una gran

polémica en los últimos decenios al igual que los Premios Nobel. Pero un

examen de su definición muestra que no son racionales desde el punto de

vista individualista ni se basan en las utilidades. Se definen como cualquier

grupo de expectativas basadas en alguna norma144 compartida que, si se

mantiene universalmente, su formulación induciría su cumplimiento. Es

mejor quedarse con la clasificación original de Robinson de expectativas

“oreja de bota”. Estas no surgen de ningún principio de maximización.

Ahora, como cuestión de principio general, no tiene sentido hablar de

maximización u óptimo al no ser que el actor tenga en mente una serie de

alternativas para comparar y de las cuales seleccionar la que produzca el

máximo resultado. Si se consideran otras alternativas, el significado

específico de “óptimo” cambia. Ahora supongamos que se quisiera tratar la

norma de expectativa como el resultado de un principio de maximización.

Entonces, ¿Cuáles son las normas de expectativas que tienen los actores en

mente?

Hasta la fecha, nadie ha investigado el conjunto de todas las posibles

normas de expectativas para ver si un individuo racional puede maximizar

sus utilidades al seleccionar la regla óptima de selección. La razón es que

el conjunto de todas estas normas sería infinito-dimensional, y como es

bien conocido a partir del contraejemplo de Kakutani,145 los supuestos

144 Por ejemplo, una norma de previsión económica derivada del uso de algún modelo macroeconómico simple por parte de los actores.145 Véase, p.ej., Joel Franklin, Methods of Mathematical Economics, Linear and Nonlinear Programming, Fixed Point Theorems, Berlin 1980, pp. 274 s.

181

Page 186: Alex Donelli

matemáticos que hicieron posible demostrar la existencia de un punto de

equilibrio ya no son lo suficientemente sólidos para llegar a estas

conclusiones146. El conjunto de normas posibles es una cosa muy diferente

al conjunto de precios posibles. En la literatura, las restricciones

artificiales se ponen en el conjunto de normas de expectativas para evitar

el problema.

El modelo de crecimiento walrasiano totalmente individualista ha

demorado mucho más históricamente en desarrollarse que el modelo del

equilibrio general de la producción y el intercambio. Por lo tanto, los

modelos de crecimiento agregativos clásicos simples siguieron siendo

desarrollados por los economistas. Dicho modelo se denomina también

“modelo sectorial”. Tiene lógica hacer esto si se tiene un estándar de

“valor”147 que sea objetivo e independiente de la evolución de la estructura

de las preferencias y demandas del consumidor. Los clásicos creían en la

teoría del valor trabajo de manera que podían sumar las diferentes

cantidades de producción de palas, bancos de trabajo, tractores, motores

eléctricos en un agregado masivo llamado Capital. Lo mismo sucede con la

ropa, el maíz, el arroz, las papas, las carnes, todo en un agregado, bienes

de consumo148. Desde su punto de vista, no es más difícil hacer esto que

construir un número índice como el índice de precios al consumidor.

Incluso aquellos economistas modernos que han abandonado la teoría del

146Los teoremas de punto fijo ya no son válidos para este conjunto. 147 Utilizar para las “unidades” de Capital, producción, etc.148 Por el contrario, el enfoque walrasiano se denomina “desagregado” porque el número físico de palas es una variable, el número físico de motores eléctricos de cierta capacidad es otra variable, etc. Esto evita la necesidad de tener un concepto de “valor”.

182

Page 187: Alex Donelli

valor trabajo a favor de la teoría de la utilidad walrasiana los lunes,

miércoles y viernes, se sienten satisfechos al sumar los distintos productos

los martes y los jueves según algunos números índice indeterminados de

valor que no llaman valor trabajo. En dicho modelo, la demanda de Capital

nunca está relacionada directamente con la utilidad, ni siquiera una serie

futura de utilidades, así que la cuestión de previsión prefecta nunca sale a

relucir. Se supone que la demanda surge a partir de los imperativos de

maximización de beneficios, como si los productores no fueran también

individualistas utilitarios racionales. En cierto sentido esto puede ser más

realista pero debilita toda la lógica de la teoría de mercado libre. Se

supone que existe una curva relacionando la tasa de beneficios con la

cantidad de ahorros futura. Este método de análisis evita los

superproblemas sutiles del análisis walrasiano puramente individualista,

pero se tropieza con la llamada Controversia Capital. Es fiel a las

observaciones de Smith de que los capitalistas sí se comportan diferente a

los obreros, que existen tres grandes instituciones, Tierra, Trabajo y

Capital que forman tres grandes factores de producción149, pero en el

Capítulo VI esto se tropezará con sus propias paradojas lógicas y que la

“tasa de beneficios” no se puede definir independientemente a la

trayectoria de crecimiento de equilibrio y por lo tanto, no se puede utilizar

como una explicación causal para la trayectoria del crecimiento que tiene

lugar.

149 Esto es lo que plantea Smith, pero sucede que su transición desde “institución” hasta “factor de producción” es inválido cuando el nivel de desigualdad social es muy grande o aumenta rápidamente.

183

Page 188: Alex Donelli

Esto es un análisis que como el de Walras está comprometido a los

individuos que utilizan las utilidades como su único criterio para la toma de

decisiones, y es teóricamente coherente en el nivel requerido para tratar

de negar que hace falta la sociología, instituciones o justicia social, pero se

encuentra con una serie de problemas. Estos son la dependencia en el

subastador, en la previsión perfecta, o si no en la previsión perfecta,

entonces en la dependencia de hacer la motivación para la inversión de

disfrutar un sueño. Cualquiera que sean los méritos de la teoría de la

utilidad para explicar el comportamiento del consumidor, se necesita cierta

estabilidad en la evaluación de los individuos de su utilidad de, por

ejemplo, el pan. Una utilidad de un sueño no tiene este tipo de estabilidad

y está evidentemente sujeta al comportamiento público y shocks.

Pero un análisis como el de Smith acepta determinaciones sociales

de dichas variables cruciales en la medida que la tasa salarial o la tasa

promedio de beneficios se tropiecen con el problema de agrupar palas y

tractores en un factor abstracto de producción, el “Capital”150. Ambas

alternativas se retomarán en el próximo capítulo sobre la Controversia

Capital.

150 Esto no es meramente un problema de agregación como lo es para el Trabajo como un factor de producción. Es, como siempre lo evidenció Robinson, también un problema para un bien capital que se puede utilizar en dos diferentes técnicas productivas diferentes que duran tiempos distintos.

184

Page 189: Alex Donelli

Resumen

La teoría del crecimiento estudia las motivaciones económicas para

la demanda de nuevos bienes de capital. Esto produce un aumento del

capital con respecto al trabajo y un mayor nivel de actividad económica, y

por lo tanto la posibilidad de un mayor nivel de vida. Sin embargo, para

poder adaptar esta demanda en los paradigmas de justificación de una

curva de demanda mencionados anteriormente, hay que hacer uno de los

siguientes supuestos estrictos y poco realistas: no se permite la reventa de

bonos o bienes duraderos, el subastador prohíbe la comunicación entre los

actores, o todos los actores comparten expectativas estáticas. Cualquiera

de estos supuestos contradice el marco filosófico de la racionalidad

individualista utilitaria (y por lo tanto no se puede utilizar para dar razones

contra la validez de lo social).

La alternativa de las expectativas racionales en la forma en que

normalmente se presenta no permite que se justifique la curva de la

demanda en términos microeconómicos porque invoca un tipo de

comportamiento social en el que todos los agentes comparten la misma

regla para formar sus expectativas y el éxito de la regla depende en gran

medida de que se comparta ya que las expectativas son meramente

realizaciones propias “autorealizadas”.

La única posibilidad de un fundamento para la curva de la demanda

en términos individualmente comprensibles es si la previsión perfecta

185

Page 190: Alex Donelli

estuviese basada en un principio de maximización de utilidad: es decir, si

los cálculos en cuanto al curso futuro de los precios estuviesen basados en

un conocimiento total de las preferencias de todos los otros actores y

cuáles serían sus reacciones ante las distintas estrategias posibles de

inversión por parte de los otros actores151. Solamente un análisis de este

tipo podría eliminar la “conjetura” de las expectativas y la naturaleza del

equilibrio. Es decir, no es permisible dentro del marco utilitario

individualista asumir que los otros actores van a ajustarse a una norma

particular de formación de expectativas al no ser que se pueda demostrar

que al hacer esto se maximicen sus utilidades si se compara con sus

posibles desviaciones de la norma152. Pero los métodos matemáticos

normales que se utilizan para demostrar la existencia de un equilibrio no

funcionarán para el espacio de todas las estrategias de inversión debido al

contraejemplo de Kakutani. Este problema nunca se ha resuelto y por

ende, en muy pocas ocasiones se han hecho intentos incluso para hacerlo

ya que el consenso informal parecer ser que no se puede resolver, un

equilibrio que no está basado en conjeturas no es necesario que exista153.

La tasa de beneficios

La tesis de Smith sobre el crecimiento se ha convertido hasta ahora

151 Incluyendo la previsión de las situaciones fuera de equilibrio.152La presentación usual de la teoría de expectativas racionales no considera esta comparación. 153De hecho, en un trabajo sobre economía monetaria de Grandmont se demostró que a veces el equilibrio no existe.

186

Page 191: Alex Donelli

en una frase trillada. Evitando algunos de estos problemas sutiles, los

economistas a menudo recurren a los modelos agregativos y dan por

supuesto que la demanda de nuevos bienes capitales es una función de la

tasa de beneficios. Pero existe el hecho evidentemente paradójico del

modelo de Smith, y es que la tasa de crecimiento es igual a la tasa de

beneficios (abstrayéndose de factores extraños y complicados).154 Esta es la

justificación teórica por la que nos liberales se manifiestan en contra de

cualquier intento de regular la tasa de beneficios o la graven

excesivamente (la equidad o igualdad relativa son contrarias al crecimiento

–se plantea que los más pobres se beneficiarán más al aumentar la tasa de

crecimiento, y por ende su nivel de vida, que mediante medidas

gubernamentales de gravar los beneficios y redistribuir los ingresos

resultantes entre los pobres).

Sin embargo, el propio Smith se percató que en el mundo real lo

contrario era cierto:

“En los países que siguen haciendo progresos en cuanto a su

ríqueza, la baja tasa del beneficio puede compensar, en el precio

de muchos artículos, los elevados salarios del trabajo, y permite

que esos pueblos vendara tan barato como sus vencinos menos

industriosos, cuyos salarios quizá sean más bajos

“En realidad, los beneficios elevados tienden a aumentar

mucho más el precio de la obra que los salarios altos.155

154 Véase p. 261.155 “In countries which are fast advancing to riches, the low rate of profit may, in the price of many commodities, compensate the high wages of labour, and enable those countries to

187

Page 192: Alex Donelli

“…Ahora bien, la tasa del beneficio no sube, cual acontece

con la renta y los salarios, a medida que aumenta la prosperidad,

ni desciende cuando la sociedad decae. Por el contrario, es

naturalmente baja en los países ricos, y alta en las naciones

pobres, elevándose a los niveles más altos en aquellos pueblos

que caminan desbocados a la ruina.”156

Se deduce algebraicamente a partir de los modelos simples

agregativos que la tasa de crecimiento es igual a la tasa de beneficios (y

los modelos agregativos serían por lo general casi ciertos si los modelos

walrasianos complicados fuesen ciertos). Para hablar de “la” tasa de

crecimiento, que debe describir por ejemplo un rápido crecimiento en la

electrónica pero uno más lento en la agricultura y quizás incluso un

crecimiento negativo en el sector de la vivienda, es en el menor de los

casos una gran simplificación del número índice de una realidad

complicada (pero debe ser el número de cualquiera, como la “población

total” ya que las personas y sus preferencias de utilidad son muy

diferentes). Este o cualquier modelo de crecimiento capitalista de mercado

libre ha sido impuesto ya que una vez que se trate el capital como producto

cuyo precio debe ser determinado en el mercado libre, la tasa de

beneficios que se obtiene al invertir en tractores debe ser igual a la tasa de

beneficios que se obtiene al invertir en equipos quirúrgicos. Esta

sell as cheap as their less thriving neighbours, among whom the wages of labour may be lower. . . In reality high profits tend much more to raise the price of work than high wages.” The Wealth of Nations, p. 95.156 Ob. cit., p. 240.

188

Page 193: Alex Donelli

equiparación de lo (que comienza a ser) muchas tasas diferentes de

beneficios se impone por la competencia de la compra de nuevos bienes de

capital (y se impondría aun más si se permitiera la compra de bienes de

capital de segunda mano). Sin embargo, esto implica que la economía

como un todo haga su transacción intertemporal basado en esta señal, y

por ende las “decisiones” que toma el sistema económico en cuanto al

crecimiento están basadas en esta vasta simplificación de considerar “la”

tasa de crecimiento.

Esto no parece importar mucho si hubiese una diferencia, digamos,

de un 3% en un sector y 3.5% en otro, pero resulta que es evidentemente

inválido cuando el crecimiento es distribuido de forma muy desigual, y este

se distribuye de esta manera si el grado de desigualdad en la sociedad

aumenta significativamente. Antes de referirnos a la teoría de esto que

requiere una crítica radical de la teoría ortodoxa del crecimiento como se

expuso en este capítulo, daremos un ejemplo práctico del mundo real: la

hambruna.

El trabajo de Amartya Sen sobre las hambrunas

Amartya Sen comenzó su carrera como un estudiante de Joan

Robinson y trabajó en esta crítica teórica radical sobre la Teoría del

Crecimiento debido a ella y Piero Sraffa. Ganó el Premio Nobel por su

último trabajo sobre los problemas de números índices y el bienestar (es

189

Page 194: Alex Donelli

decir, las utilidades de los consumidores y el nivel de vida). Pero en mi

opinión su trabajo más importante fue su estudio empírico157 sobre varias

hambrunas y su trabajo sirve como una confirmación empírica del trabajo

teórico realizado anteriormente.

Un ejemplo práctico de las dificultades de la teoría ortodoxa del

crecimiento es la hambruna. Las hambrunas, depresiones, guerras y la

globalización de la competencia no son desastres naturales simplemente.

Cada uno depende de estructuras políticas de cierto tipo para llegar a ser

un desastre. Quizás esto sea muy difícil de ver en el caso de la hambruna

en el Tercer Mundo pero empezaremos por allí y en el resto del libro, en

varias partes, procederemos entonces a demostrar los elementos paralelos

en cada ejemplo sucesivo mencionado anteriormente terminando con la

globalización.

La teoría ortodoxa del crecimiento pretende abstraerse de estos

desastres al decir que la razón por la que no tiene que lidiar con ellos es

que se deben a factores que no tienen relación con la economía y, por lo

tanto, fuera de su ámbito. Esta es una evasión culpable de responsabilidad

si, como hemos dicho, la misma ortodoxia subrepticiamente depende de

estructuras e instituciones socio-económicas.

El error principal de la teoría ortodoxa del crecimiento es pensar que

el factor limitante es la acumulación de capital y que aumentar la tasa de

beneficios es el método para aumentar el ritmo de acumulación de capital.

Superficialmente, esto puede parecer verosímil por las siguientes razones. 157 Amartya K. Sen, Poverty and Famines, Oxford, 1981.

190

Page 195: Alex Donelli

Si el capital es una mercancía, entonces, su oferta debe depender de su

precio, es decir, debe haber una curva de la demanda y una de la oferta

para el capital, tal y como analizó Adam Smith de forma general para los

bienes perecederos. Parece natural suponer que la tasa de beneficios (o,

después de haberse hecho razonamientos abstractos simplificadores, la

tasa de interés) es el “precio” del capital. Esto es una falacia.

Amartya K. Sen, un prominente economista (y discípulo de la famosa

Joan Robinson) ha estudiado, entre otras cosas, los aspectos económicos

del problema del hambre. Ha estudiado, en particular, varias hambrunas

famosas del siglo XX. Cada una, desde luego, es diferente. Sin embargo, lo

que caracteriza a la gran hambruna de Bengala en 1943 y que nosotros

queremos resaltar —un aumento en la desigualdad puede provocar una

depresión (del consumo de alimentos en una hambruna o de la actividad

económica en general en casos paralelos) o incluso un colapso (hambruna

o colapso económico a la vez)— se evidencia también en estos otros casos

de estudio en mayor o menor medida. Por lo tanto, se trata de un principio

suficientemente importante que merece que nos abstraigamos de las

nimiedades y tecnicismos del desarrollismo.

En términos más generales y abstractos, esto significa que la

cantidad de capital depende de la cantidad de desigualdad en la sociedad:

esto está relacionado con el efecto de Ricardo. La misma cantidad física de

capital será valorada de manera diferente, dependiendo de los cambios en

el nivel de desigualdad de la sociedad. Esto invalida la lógica ortodoxa.

191

Page 196: Alex Donelli

Por esta y otras razones, el capital no es una mercancía y la tasa de interés

no es su precio. El Capital es una relación social insertada en una

institución social particular y responde a las leyes político-sociológicas y no

a las de la oferta y la demanda.

Aunque la hambruna fue en tiempo de guerra no hubo, de hecho,

ningún sistema de racionamiento para el alimento básico, o sea, el arroz.

Esto se debe a que el sistema estaba demasiado descentralizado (o

primitivo) para permitir ese tipo de control gubernamental sobre la

producción, distribución y venta final del arroz. Aunque dos años

anteriores había habido una mala cosecha la del otro año había sido

satisfactoria. Por lo tanto, las autoridades no sospechaban lo que iba a

suceder. De hecho, la hambruna, que mataría más de tres millones de

personas, comenzó luego de una cosecha satisfactoria sin que notaran

nada al respecto por algún tiempo. En esa época, la información o los datos

no estaban disponibles de una forma centralizadamente organizada como

para saber lo que estaba pasando (incluso la cifra real pudo saberse solo

años después gracias a investigaciones hechas). Cuando en un período de

cuatro meses el precio del arroz en el mercado alcanzó una cifra superior a

su doble todo el mundo fue advertido aunque todavía era posible

malinterpretar la advertencia (sin embargo, en los próximos seis meses el

precio se cuadruplicó nuevamente).

Una de las razones que ocasionó el malentendido oficial ha sido

revelada por el análisis del profesor Sen. Allí no hubo una escasez grave de

192

Page 197: Alex Donelli

arroz. Como las autoridades gubernamentales consideraban que las

hambrunas se producían por la falta de alimentos –una presuposición muy

generalizada y aparentemente razonable— es entendible que no se hayan

preocupado al principio, que hayan malinterpretando las señales de

advertencia, y que hayan adoptado medidas erróneas en plena

hambruna.158

Sin embargo, lo cierto es que esta hambruna no fue el resultado de la

falta de arroz sino de la falta de poder adquisitivo. La falta de alimentos no

provoca hambrunas sino la pobreza o la desigualdad. Por supuesto, uno

puede imaginarse un escenario en el que la hambruna haya sido causada

por la escasez de alimentos, pero multas de las hambrunas reales no son

de ese tipo. La Gran Hambruna de Bengala en 1943 es particularmente

reveladora en este sentido aunque sigue siendo un ejemplo típico de las

hambrunas reales. Mas, un elemento atípico que es excepcionalmente

instructivo precisamente por su atipicidad es que en ese momento se

estaba produciendo realmente un boom económico en Bengala debido, en

gran medida, a la producción para la guerra (aunque no había escasez de

trabajo ni de alimentos provocada por la guerra porque la India era no

combatiente y porque las autoridades habían restringido la exportación de

alimentos desde Bengala como precaución ante la hambruna).

En retrospectiva, lo que sucedió es terriblemente simple. Los

trabajadores agrícolas rurales fueron los más afectados

desproporcionadamente porque habían perdido su capacidad para 158 Véase ob. cit., pp. 58 ss.

193

Page 198: Alex Donelli

permitirse su consumo habitual de arroz a la vez que los trabajadores

urbanos habían hecho subir el precio (inicialmente, pues después fue la

especulación la que contribuyó). En términos reales, la desigualdad

aumentó (no la pobreza absoluta, sólo la relativa) debido al aumento de la

demanda de exportaciones (uno debe resistir la tentación de mirar de

manera muy superficial el aspecto monetario solamente y llamarle a esta

causa “inflación” porque, de ninguna manera, se trataba de dinero

recientemente creado ese que se le estaba pagando a los trabajadores

urbanos en el “sector de la exportación”. Se trataba de una entrada de

dinero proveniente de otros países (Inglaterra). Este no es un elemento

típico de las inflaciones pero sí de los países en desarrollo actualmente).

Por lo tanto, un incremento de la pobreza relativa, es decir, desigualdad,

produjo una hambruna aún y cuando una parte significativa de la población

disfrutaba de un mejor nivel de vida (este es el paralelismo significativo

que existe con la situación de muchos países tercermundistas actualmente

aún y cuando la situación pueda ser, temporalmente, menos extrema que

una hambruna).

Algunos (libertarios en su gran mayoría, supongo) pudieran tratar de

decir que el verdadero culpable de la gran hambruna de Bengala en 1943

no fue la creciente desigualdad como hemos dicho (siguiendo al profesor

Sen) sino la interferencia gubernamental en las operaciones del libre

mercado. Y hay que admitir que hubo dos áreas de interferencia

gubernamental. Primero, el gobierno de la India, un subsidiario total del de

194

Page 199: Alex Donelli

Gran Bretaña (en 1942, etc.) estaba regulando el movimiento de

suministros alimentarios –en una forma que distaba mucho del

racionamiento real de los condados cercanos a la guerra pero que también

distaba de los ideales del libre mercado (esta objeción es demasiado

doctrinaria: la regulación estaba totalmente a favor de los bengalís e

impedía la exportación de granos que se sabía había sucedido en otras

hambrunas como, por ejemplo, la Gran Hambruna de Irlanda en 1848). En

segundo lugar, y mucho más razonable además, el gobierno fue

responsable del aumento en la demanda de las exportaciones (relacionadas

con la guerra) producidas por los trabajadores urbanos. La entrada de

dinero fue resultado de las órdenes de compra del gobierno, etc. Esta

objeción es esencialmente irrelevante. En esta hambruna es más fácil

documentar los hechos porque fue una intervención gubernamental

aunque los resultados no dependieron del carácter estatista de esta

particular intervención. Cualquier aumento equivalente en la demanda de

bienes exportables por parte de sectores privados extranjeros hubiera

producido la misma hambruna. De hecho, el mal camino en el “desarrollo”

de los países en el Tercer Mundo actualmente demuestra la veracidad de

esto. Debido a las políticas concebidas en función del libre mercado, su

desarrollo se centra en la demanda de exportación y ésta proviene del

sector privado de los países primermundistas. Mas, el resultado es el

mismo de 1942 hasta cierto punto. Las condiciones de sub-hambruna se

crean en el Tercer Mundo gracias al desarrollo organizado por el libre

195

Page 200: Alex Donelli

mercado, libre de intervención gubernamental (y, en algunas ocasiones,

hambrunas reales: sólo que como el libre mercado internacional, a

diferencia del gobierno del Emperador Jorge VI, no deja rastros

documentales atrás es mucho más difícil de documentar).

En particular, el aumento inicial en el precio del arroz tuvo lugar en

el contexto de una oferta de este producto que estaba mayor que en 1941.

Por lo tanto, este aumento no fue provocado por una escasez de arroz sino

por un aumento en la demanda –más probablemente por parte de los

trabajadores vinculados a las exportaciones. Los trabajadores agrícolas y

los casi desposeídos (los descascaradores de arroz, por ejemplo, formaban

más bien una categoría de personas que aunque tenían empleos y, por lo

tanto, no eran mendigos, eran casi desposeídos) formaban la dos más

grandes categorías de víctimas de la hambruna (los otros eran los

artesanos cuyo bienestar económico dependía a su vez del bienestar

económico de sus clientes: de ahí que cuando éstos comenzaron a pasar

estrecheces y a gastar más en alimentos y menos en otras cosas, los

artesanos pasaban hambre cuando sus clientes sobrevivían). Estos grupos

todavía constituían una “demanda” en el sentido humano de la comida pero

no en el sentido económico ni en el de la “demanda de mercado”. La única

demanda que el mercado reconoce es la del pago. Debido a cambios en los

patrones de producción estos grupos no recibían una remuneración que les

permitiera comprar comida. Por lo tanto, se morían de hambre. El libre

mercado no iba a salvar esta situación. La hambruna de 1943 fue la mejor

196

Page 201: Alex Donelli

pero los mismos trabajadores que la provocaron estaban pasando hambre.

No existía razón alguna relacionada con el mercado que indicara una

mayor importación de alimentos proveniente de otras regiones a Bengala

pues estos trabajadores no la hubieran podido comprar de todas formas

(este es un rasgo general de las hambrunas tal y como lo ha demostrado la

historia una y otra vez. Téngase en cuenta que en la Gran Hambruna de

Irlanda en 1848, el gobierno británico, comprometido como estaba con las

políticas del libre mercado permitió que se exportara comida de Irlanda

durante la hambruna pues, al parecer, era tiempo de “escasez de

alimentos”. Y, definitivamente, no hubiera evitado la importación de

comida si así lo hubiera indicado el libre mercado. Mas, no había demanda

de pago para la importación de alimentos).

Así, la creciente desigualdad es la causa crítica de la (mayoría) de las

hambrunas y no la pobreza absoluta, los desastres naturales o la

interferencia gubernamental en los mecanismos del libre mercado.

¿Cómo rebatiría un doctrinario del libre mercado esta conclusión? Ya

hemos visto que, realmente, ellos nos pueden señalar la injerencia

gubernamental en el libre movimiento de los granos porque en la Gran

Hambruna de Bengala en 1943 tal interferencia fue toda a favor de la

oferta de alimentos en el sentido de que impidió la exportación habitual de

alimentos que ocurre en las hambrunas históricamente. Pero un defensor

del libre mercado mucho más sofisticado pudiera señalar los siguientes

elementos: el cambio en la demanda de trabajo, de trabajo agrícola a la

197

Page 202: Alex Donelli

exportación de trabajo (y construcción) condujeron a una reducción

relativa en los salarios de los primeros. Por consiguiente, debió haberse

provocado la migración y adaptación: la gente debió haber dejado esa línea

de trabajo y haberse sumado a una mucho más remunerada hasta que se

hubiera producido una equiparación. Simplemente, fue una fricción la que,

debido a las habilidades culturales atrasadas del típico trabajador agrícola

bengalí, causó la hambruna (o la acción imprudente de las autoridades en

tiempo de guerra quienes cambiaron la demanda de manera demasiado

abrupta olvidando que la fricción estaba presente y no previendo las

consecuencias). Tal trabajador estaba adaptado a un sistema de

producción económica más estático y tradicional y no tenía el hábito de

considerar diferentes líneas de trabajo para seleccionar la mejor

oportunidad que es un hábito que ha sido desarrollado en la economía del

libre mercado moderno. Algo así sería el relativamente sofisticado

argumento del libre mercado.

Es muy importante que analicemos este asunto profundamente

porque si nuestra tesis es correcta entonces tiene paralelos no sólo con el

impacto de la globalización en el Tercer Mundo sino en asuntos puramente

internos en la economía de los Estados Unidos (incluso aparte de la

globalización que nos afecta a nosotros también, desde luego).

El mismo Adam Smith dejó que la observación práctica del mundo

real lo convenciera de lo contrario. Él identificó tres “clases” en la

sociedad: los trabajadores, los terratenientes y los capitalistas (o

198

Page 203: Alex Donelli

empresarios industriales). Al referirse a sus calificaciones para determinar

la política económica de la sociedad como un todo, y sus bases, declaró:

“Ahora bien, la tasa del beneficio no sube, cual acontece con la renta y los

salarios, a medida que aumenta la prosperidad, ni desciende cuando la

sociedad decae. Por el contrario, es naturalmente baja en los países ricos,

y alta en las naciones pobres, elevándose a los niveles más altos en

aquellos pueblos que caminan desbocados a la ruina .… Toda proposición

de una ley nueva o de un reglamento de comercio, que proceda de esta

clase de personas, deberá analizarse siempre con la mayor desconfianza, y

nunca deberá adoptarse como no sea después de un largo y minucioso

examen, llevado a cabo con la atención más escrupulosa a la par que

desconfiada. Ese orden de proposiciones proviene de una clase de gentes

cuyos intereses no suelen coincidir exactamente con los de la comunidad, y

más bien tienden a deslumbrarla y a oprimirla, como la experiencia ha

demostrado en muchas ocasiones” .(p. 240 f)159

En respuesta a los argumentos del defensor del libre mercado

tenemos dos elementos a considerar. Primero, su argumento no está en

contra de que la creciente desigualdad fuera la causa más probable de la

debacle. Sólo extiende la cadena de las causas a otro eslabón y trata de

159 ”But the rate of profit does not, like rent and wages, rise with the prosperity, and fall with the declension of the society. On the contrary, it is naturally low in rich, and high in poor countries, and it is always highest in the countries which are going fastest to ruin. . . The proposal of any new law or regulation of commerce which comes from this order, ought always to be listened to with great precaution, and ought never to be adopted till after having been long and carefully examined, not only with the most scrupulous, but with the most suspicious attention. It comes from an order of men, whose interest is never exactly the same with that of the public, who have generally an interest to deceive and even to oppress the public, and who accordingly have, upon many occasions, both deceived and oppressed it. ”

199

Page 204: Alex Donelli

decir que si no hubiera sido por la fricción, la desigualdad no hubiera

aumentado de forma tan peligrosa. Segundo, se basa en su filosofía

general para sustentar su criterio de que (tanta) desigualdad no hubiera

surgido en una economía sin fricciones. Sin embargo, no hay apoyo

empírico para tal argumento. Ellos tienen un programa utópico para el

futuro y su teoría económica predice cómo va a ser el mundo en tal utopía.

La única respuesta lógica a esto es ensayar la credibilidad de su teoría y

esta es la función de los capítulos teóricos de este libro. En términos

empíricos, el hecho de que el desempleo medido oficialmente de casi un

10% pueda existir por años incluso en los países altamente desarrollados

hace dudoso el que una movilidad de trabajo incrementada sea el método

para prevenir el aumento de la desigualdad.

Se reconoce, por lo tanto, que en el mundo real la creciente

desigualdad puede ocasionar un desastre económico, incluso una

hambruna. Mas, ¿cuáles son los paralelos contemporáneos a este proceso

tal y como lo observamos en el caso de la Gran Hambruna de Bengala de

1943? Primero, téngase en cuenta que el carácter estatista de la inflación

de la guerra, del cambio en la demanda, es irrelevante. El mismo efecto

pudo haber sido producido por bancos o industrialistas extranjeros

estableciéndose o expandiéndose rápidamente en la contratación en

Bengala para producir bienes de exportación para Gran Bretaña o

Alemania. La inyección inesperada de mayores salarios financiados por el

intercambio extranjero tendría el mismo efecto: un relativo

200

Page 205: Alex Donelli

empobrecimiento (o miseria) del trabajador agrícola (o de cualquier otro

sector de la producción puramente doméstico). No necesariamente tan

extrema o tan bien documentada como la de 1943 pero aún así, real. En

segundo lugar, y mucho más interesante para nosotros, el mismo patrón

económico abstracto puede desarrollarse en mercancías concretas

completamente diferentes. En los Estados Unidos, un aumento inesperado

en los niveles de vida de los ricos puede provocar un cambio radical en la

demanda también. Aún y cuando la inflación “promedio” resultante

parezca baja, la irregularidad de ésta puede tener un impacto drástico en

los que quedaron atrás. Los ricos pueden aumentar su consumo de

vivienda mucho más incluso que el de comida. Y aunque no deba pasarse

por alto hasta qué punto aumentó en el sentido económico el consumo de

comida: entiéndase vegetales más frescos traídos desde el trópico, más

carne, mayor calidad, manjares más caros, todo esto va en detrimento de

los pobres. Mas, el resultado del costo de la vivienda (de una calidad fija y

constante) es posiblemente mucho más imponente. En los Estados Unidos,

durante veinte años, no ha habido demandas de pago para renovar las

disponibilidades de vivienda ordinarias o incluso para el mantenimiento de

las casas en las zonas urbanas deprimidas. Los ricos han subido el precio

de la tierra en los vecindarios seguros o en aquellos con buenas escuelas y

el grueso de las nuevas construcciones va en la misma dirección. Por

supuesto, aquí han influido muchos factores. Mas, posiblemente, este

cambio en la demanda provocado por la creciente desigualdad ha sido

201

Page 206: Alex Donelli

responsable de la diferencia histórica de este período reciente con la “edad

de oro” (después de todo, los otros “muchos factores” han estado

presentes por bastante tiempo así que, por lo tanto, es muy poco probable

que puedan explicar los rasgos noveles de nuestra situación actual). Lo

mismo sucede con el educación universitaria, como ha sido reconocido de

forma general. Esta es, sin duda alguna, la razón por la que la tasa de

inflación en la vivienda y en la educación universitaria ha excedido

vastamente la tasa promedio de inflación. En un estimado aproximado, el

primero ha estado alrededor del 10% anual, para ascender a 1000% luego

de veinticinco años. Pero la tasa promedio de inflación sobre todos los

precios al consumidor ha sido meramente de 5.6% para ascender a 390%

luego de un cuarto de siglo. Los trabajadores pobres, cuyos salarios se

quedaron atrás prácticamente con la “inflación”, significando esta última

cifra que como resultado de este incremento en la desigualdad relativa en

lo concerniente a la vivienda (y la educación) han tenido que recurrir a

viviendas y educación de peor calidad. Como demuestra la observación

pura, ha sido un cuarto de siglo de devastación en el que se ha

desarrollado una hambruna en torno a la vivienda y la educación (el costo

de un título universitario entra dentro del costo de la educación primaria

de manera capitalizada por la naturaleza de financiación de nuestro

sistema de educación primaria basada en los impuestos de propiedad). El

fundador de la teoría del libre mercado, Adam Smith, fue totalmente

explícito cuando se refirió a que sus motivaciones eran el beneficio de las

202

Page 207: Alex Donelli

grandes masas, incluyendo a los de peor posición económica. “Los criados,

los trabajadores y los operarios de todas las categorías constituyen la

mayoría en toda sociedad política de importancia. En consecuencia, no

puede ser perjudicial para el todo social lo que aprovecha a la mayor parte

de sus componientes. Ninguna sociedad puede ser floreciente y feliz si la

mayor parte de sus miembros son pobres y miserables. Es, por añadidura,

equitativo que quienes alimentan, visten y albergan al pueblo entero

participen de tal modo en el producto de su propia labor que ellos también

se encuentren razonablemente alimentados, vestidos y alojados.”160

Esto ilustra cómo el tipo de crecimiento errado realmente hace que

algunos estén en peores condiciones económicas –llegando incluso a

situaciones catastróficas. El crecimiento sin justicia, sin consideración por

la seguridad del trabajo y un salario vital es muy peligroso.

160 Ob. cit., pp. 76ss.

203

Page 208: Alex Donelli

Capítulo VI

La Controversia del Capital

Durante los años 50 en la Universidad de Cambridge, después de la

prematura muerte de Keynes, existía un grupo importante de

economistas que habían sido alumnos suyos y colegas que se

relacionaban con el Partido Laborista y estaban deseosos de revolucionar

la teoría económica al transformar sistemáticamente las ideas monetarias

de Keynes en una noción nueva y más general del equilibrio; estaban

dispuestos a cuestionar las bases del proyecto aún sin terminar la teoría

clásica del crecimiento.161 Ellos descubrieron que había serios problemas

lógicos en subsumir los bienes de capital bajo la noción clásica o la

Walrasiana sobre la oferta y la demanda.162 Inmediatamente se produjo

161 Kahn, R.F., “Análisis del Crecimiento”, en Economía del Crecimiento, selección de Amartya Sen, Cd. México, 1979, pp. 133-147, ed. orig. Oxford Economic Papers, nuevo serie, vol. 11, 1959, pp. 143-156.162 Joan Robinson, “The production function and the theory of capital”, Review of Economic Studies, Vol. XXI (1953-1954), (2) No. 55. (Vers. cast. en Teoría del desarrollo: aspectos críticos, Barcelona, 1973.)

204

Page 209: Alex Donelli

un gran debate específicamente con algunos de los economistas

matemáticos más importantes que después fueron laureados con el

Premio Nobel y quienes eran miembros de la facultad de la Escuela de

Administración Sloan en los Estados Unidos. La controversia se mantuvo

por más de veinte años y ha pasado a la historia como la controversia del

capital.163 Con el tiempo, hasta los autores de los libros de texto básicos

tuvieron que incluirlos en sus libros como un punto de vista totalmente

diferente a los que se incluían como parte de la instrucción general.

Después de un tiempo, cada lado cantó victoria: la evidencia empírica

para decidir el problema no aparecía convenientemente y los temas

ideológicos que se relacionaban aparentemente con los problemas

teóricos abstractos influyeron en las simpatías de los participantes (y

también en la de los espectadores) a favor de las decisiones contrarias.

Por ejemplo, si el proyecto clásico es esencialmente sólido, entonces

la distribución de ingresos como un todo entre los salarios y los

beneficios obedece a determinadas leyes económicas. Cualquier intento

que haya, ya sea político o social, de alterar esa distribución va a afectar

el crecimiento o, debido a la ley de las consecuencias no planeadas, va a

fracasar y a mover la distribución hacia lo contrario de lo que está

planeado. Pero si el proyecto clásico no es sólido, entonces no sólo queda

abierta la cuestión de qué determina la distribución entre beneficios y

163 Véase en especial Joan Robinson, ob. cit., Joan Robinson, “The unimportance of reswitching”, Quarterly Journal of Economics, Feb. 1975 (Collected Economic Papers vol. 5, Cambridge Mass., 1980), y el simposio celebrado sobre este tema en Quarterly Journal of Economics, vol. 80 (1966).

205

Page 210: Alex Donelli

salarios sino que el mejor candidato para una respuesta es uno que

incluya lo que Robinson, ella quien inició la controversia, llamó la

respuesta “de sentido común”: esto depende del poder relativo de

negociación de los empleadores vs los empleados. Pero el poder no es ni

siquiera conceptualizable dentro del marco de la economía clásica pues

es un concepto político o sociológico. Las dos partes involucradas en el

debate vieron que las apuestas políticas en una decisión eran muy

altas.164

En este capítulo vamos a analizar estos temas de manera

retrospectiva. Los que pueden verse ahora como los elementos

fundamentales del debate no fueron considerados de esta manera por los

participantes del mismo. Por lo tanto, una historia del debate o una

presentación de las “dos partes” (aunque, de hecho, hubo más de

veinte!!!) será un poco difícil para nuestros objetivos.165 Visto así, el

estudio empírico hecho por Sen sobre las hambrunas puede considerarse

como una confirmación empírica de la tesis fundamental de Robinson: si

el mercado libre pudiera darle a los bienes de capital un valor (o un

precio), éste dependería de la distribución de ingresos entre los salarios y

los beneficios y del nivel de desigualdad en la sociedad. De ahí que no se

base de forma individual en la manera en que las curvas de la demanda

basadas en la utilidad deben estarlo en teoría. Una teoría económica

164 Samuelson, P., “Remembering Joan”, en George Feiwel, ed., Joan Robinson and Modern Economic theory, N.Y., 1989, pp. 130 ss.165 Véase Harcourt y Cohen, ob. cit., Harcourt, Some Cambridge Controversies in the Theory of Capital, Cambridge, 1972, pero más sencilla es Edward Nell, “Accumulation and Capital Theory”, en Feiwel, ob. cit., pp. 377-412.

206

Page 211: Alex Donelli

individualista es imposible si los bienes de capital son significativos. Es

en este detalle que el proyecto teórico sobre el libre mercado de Adam

Smith falla pero el conocimiento ganado en torno a lo que precisamente

falló puede utilizarse a nuestro favor.

En más detalle, existen más bien dos líneas diferentes que se

desprendieron del manifiesto original de Smith. Los términos técnicos

para estos son “clásicas” y “neoclásicas”. Ambas comparten la

preferencia por el proyecto del libre mercado: demostrar que el libre

mercado, a través de las fuerzas del mercado con tendencia hacia un

equilibrio, dentro del marco de las leyes de la oferta y la demanda,

armoniza las preferencias y motivaciones individuales en un todo

coherente. El libre mercado opera descentralizadamente para organizar

los procesos de producción y determinar la distribución de los productos

entre los beneficios y los salarios.166

Para los clásicos como Smith, Ricardo y Marx, el Capital y el Trabajo

como un todo son factores de producción que pueden combinarse de

distintas maneras. Sin embargo, la idea de la utilidad y las

compensaciones no matematizable;fue implementada matematicamente;

por consiguiente, estos autores hicieron un postulado que uno puede

valorar ya sea como una medida provisional en espera de un avance o

una conquista matemática o sea como un nivel de comprensión muy

elevado de la naturaleza de la sociedad. Este postulado es llamado

166A partir de ahora podemos dejar a un lado el tema de la renta y de la tierra para facilitar más la comprensión.

207

Page 212: Alex Donelli

algunas veces como la “ley de bronce de los salarios”. Los salarios son

tan bajos como puedan ponerlos los empleadores teniendo en cuenta las

necesidades médicas y culturales de los trabajadores y, por supuesto, las

habilidades especiales de éstos, si es que tienen alguna. La ganancia es

todo lo demás. La teoría del crecimiento es estudiada en función del

modelo macro analizado anteriormente.

Los neoclásicos prefieren hacer hincapié en esa parte del proyecto

de Smith que buscaba ver la sociedad como un todo, incluyendo las

curvas de la oferta y la demanda –incluso para los bienes capitales y

laborales- en lo relativo a los planes de los individuos y cada plan

individual o curva está determinado en teoría por sus utilidades

individuales (o en el caso de los bienes sin utilidad consumible, una

demanda derivada que en última instancia depende de las utilidades

individuales), limitaciones de presupuesto, y compensaciones, o sus

análogos en el proceso productivo: maximización de beneficios,

propiedades técnicas del proceso de producción y demás. Este es el

enfoque definido por Walras y otros que predominan en los libros de

texto económicos.

Ahora bien, lo primero que hay que señalar en torno a este enfoque

es que se concibió como si estuviera refundando el teorema clásico del

crecimiento de Ricardo sin necesidad alguna de asumir algo como la “ley

de bronce de los salarios”. Más bien, los salarios y los beneficios son el

resultado de las fuerzas del mercado y de las compensaciones

208

Page 213: Alex Donelli

individuales. Los trabajadores compensan el tiempo libre y la

remuneración. Los inversionistas compensan sus ganancias o las

reinvierten pidiendo cualquier pago por bienes capitales nuevos. Si la

economía está fuera de balance es posible que los salarios y los

beneficios no cuadren en un 100% si se determinan de esta manera pero

en un punto determinado sí lo hacen. Además, y esto está reafirmado

aunque el modelo sea agregado o no, cada factor de producción, cada

asalariado o dueño de capital (inversionista) recibe como “pago por

factores” (remuneración) un valor igual a la fracción del total del valor

del producto que se debe a su contribución al proceso productivo. Los

economistas Victorianos que elaboraron esta teoría estaban muy

complacidos con su obvio paralelo a la definición individualista de

justicia.

La llamada teoría de la “productividad marginal” (cuyos detalles no

vamos a analizar aquí) era el análogo formal del análisis que ofrecimos

anteriormente de un consumidor individual decidiendo qué cantidad de

comida comprar. Ellos estudiaron la compensación en la utilidad. Un

poco más de comida significa un poco menos de alojamiento o refugio y si

el balance de las utilidades no es igual a cero se harán ajustes. De modo

parecido, un productor que quiere maximizar beneficios seguramente

desea ser lo más eficiente posible. Eso significa que la mayor cantidad de

los productos que salgan del proceso de producción por unidad cuesta.

Pero el costo es dividido entre los costos de la mano de obra y los del

209

Page 214: Alex Donelli

equipamiento (básicamente). Y ahí hay una compensación. Si se utilizan

menos trabajadores el costo ahorrado se puede gastar en más

equipamiento; si se obtienen más o menores productos se harán los

ajustes necesarios. De hecho, los salarios ofrecidos por hora van a ser

iguales al valor del producto extra producido al contratar una hora más

de trabajo. El beneficio obtenido por los bienes de capital por unidad es

igual al valor del producto extra producido si una unidad de

equipamiento más (aumento del capital con respecto al trabajo) estuviera

a la disposición de los empleados, según esta teoría.

El primer descubrimiento de Sraffa y Robinson167 (Ricardo fue

consciente de esto en un contexto totalmente diferente) fue que esta

línea de razonamiento estaba viciada. Se supone que estas

compensaciones en el proceso de producción provoquen la división de

ingresos entre los salarios y los beneficios. Pero el valor de una unidad de

equipamiento depende de la distribución del ingreso: la misma unidad de

equipamiento física sería valorada de manera completamente diferente

con distintos grados de desigualdad en la sociedad aunque las medidas

de producción (y crecimiento) fueran las mismas pues el proceso de

producción más rentable depende de la distribución de ingresos y de la

tasa de crecimiento.

No existe fuerza del mercado que se haya definido

individualísticamente que permita o estimule (o inste) a los productores a

167 Piero Sraffa, ob. cit., y Joan Robinson, “Preludio a una crítica de la Teoría Económica”, Teoría Económica y Economía Política, Barcelona 1975, pp. 20-29, orig. Oxford Economic Papers, febrero 1961. Véase también Sen, ob. cit., pp. 23-24.

210

Page 215: Alex Donelli

ajustar sus procesos de producción (a partir de estas compensaciones) si

no conocen cuál va a ser la tasa de beneficios (debido a esto existe un

círculo vicioso lógico en el argumento de la “productividad marginal”). La

razón por la que esto es verdadero es que parte del costo de usar bienes

de capital es el interés que cobra con el tiempo el valor monetario del

capital y los salarios pagados durante el proceso de producción. Pero

puede esperarse que los cambios requeridos en el proceso de producción

al cambiar el capital por el trabajo alteren el tiempo de duración del

proceso. Por lo tanto, parte de la modificación en costos no lo son los

salarios o los precios de los factores sino los intereses imputados (en el

modelo simplificado no hay diferencia entre la tasa pura de beneficio y la

tasa de interés debido a la falta de instituciones bancarias y de crédito

con su consiguiente fenómeno keynesiano. En modelos neoclásicos más

complicados todavía existe una estrecha relación entre los dos).168

168 El debate se encendió. Los economistas matemáticos trataron de defender este argumento al señalar, y es verdad, que un sistema de ecuaciones matemáticas puede ser vicioso y no hay nada mal en esto. Mas, la economía es mucho más que la matemática y es necesario que el significado económico de cada ecuación y que cada cantidad en la ecuación sean parte de un argumento lógico sin círculos viciosos. En particular, cada ecuación debe estar apoyada por un análisis económico serio de una “fuerza del mercado” que tienda a que la ecuación sea buena. (P.ej., Kenneth Arrow, “Joan Robinson and Modern Economic Theory: an Interview”, en, Feiwel, ob. cit., p. 149.) Es a este nivel que se hacen los argumentos de Robinson y las consideraciones de los economistas matemáticos pasan esto por alto completamente –uno no puede enfrentarse a la crítica de Robinson centrándose en la estructura matemática del sistema de ecuaciones e ignorando las fuerzas del mercado que operan sin y con equilibrio. Las variables tienen que estar bien definidas. En matemática está bien tener un sistema de ecuaciones en el que las cantidades dependan todas de ellas mismas en un círculo. Pero en la economía las ecuaciones deben significar algo. También, para que existan las fuerzas del mercado es necesario que las variables estén bien definidas fuera del equilibrio. Cada ecuación y cada cantidad en cada ecuación tiene que ser económicamente significativa incluso fuera del equilibrio –porque si no no podría haber un fuerza del mercado que sostenga la validez de la ecuación. Se supone que las fuerzas del mercado operen (en cantidades) fuera de equilibrio para inducir al ajuste necesario para alcanzar el equilibrio. Si la expresión matemática no tiene sentido

211

Page 216: Alex Donelli

Así, el primer descubrimiento de Sraffa y Robinson echa por tierra el

intento no Walrasiano de justificar objetivamente dividiendo el producto

total en las acciones del trabajo y las del capital. Mucho de la mentalidad

victoriana en torno a la predilección por la economía o ahorro individual,

la sensatez y el no pedir más de la parte que te toca, ha sobrevivido

incluso ahora que esta destrucción fue un golpe que demostró ser no

atrayente para los escritores de libros de texto y difícil de aceptar para

los profesores de las escuelas de administración o gestión de empresas.

Si la crítica puede extenderse a una justificación al estilo Walrasiano de

las formas del capitalismo para el género humano, entonces no habría

posibilidad alguna de que una teoría individualista de la justicia

establezca objetivamente tasas salariales y de beneficio sobre la base de

factores económicos solamente. No habría base alguna para hablar sobre

salarios justos o una tasa de beneficio justa. Los ideólogos individualistas

serían reducidos a un estado de anarquía: cualquier acuerdo al que se

económico fuera de equilibrio no existe fuerza del mercado que justifique el planeamiento de esa ecuación. Lo cierto es que la construcción de un modelo económico con variables que sólo pueden ser definidas en equilibrio no es algo legítimo. Si la variable no tiene sentido económico fuera de equilibrio entonces no puede haber fuerza del mercado alguna detrás de una ecuación. Si la tasa de beneficios no tiene sentido fuera del equilibrio no puede haber fuerza del mercado alguna que equipare la tasa de beneficios en los distintos bienes de capital. Nota bene: La estratagema de Debreu de los bienes con fecha y de un subastador constituye una limitación institucional que elimina de toda consideración el comportamiento estratégico especulativo. No es que intentar ponerlo en práctica sea no beneficioso, es que es imposible tratar de ponerlo en práctica y en este sentido difiere del verdadero libre mercado (ese que no tiene subastador). Por lo tanto, reproduce la increíble estipulación de Walras a un nivel superior. Para demostrar, como lo hace Debreu, que existe una posición de equilibrio mientras no se le permita a nadie tratar de especular o actuar estratégicamente es insuficiente para un verdadero equilibrio intertemporal y significa que, como reafirmó la segunda crítica de Robinson, el significado económico del equilibrio intertemporal ha sido malinterpretado y, por lo tanto, no se ha podido hacer en un modelo matemático.

212

Page 217: Alex Donelli

haya llegado libremente entre los individuos debe ser justo: pero no

tendrían una definición económica independiente de los justo, por lo

tanto, sólo esconden detrás de una verborrea que no les pertenece el

hecho de que simplemente están diciendo –debido a que para ellos

“justo” sólo significa “que se haya llegado de manera libre o voluntaria”-

que cualquier acuerdo al que se haya llegado libre o voluntariamente

entre un asalariado y un especulador debe haber sido acordado de

manera libre y voluntaria. Confiar en tal tautología significa estar en

bancarrota ideológica.

El sentido común indica que un trabajador desorganizado que vive al

día tiene menos poder de negociación que alguien con riqueza (en la

forma de bienes de capital). Para los ortodoxos apologistas, el punto

central era ofrecer un análisis coherente sobre la determinación de la

tasa de beneficio que dependía solamente de factores económicos

objetivos169 e ignoraba el asunto real del poder (y sus disparidades). En el

mundo real, las disparidades en el poder están relacionadas con las

desigualdades en la distribución de ingresos (o riqueza) por lo que el

hecho de que la primera crítica de Sraffa y Robinson demuestre que es la

presencia de las variaciones en la distribución de ingreso la que arruina

el análisis sobre la oferta y la demanda es significativamente atrayente

para la reflexión. Este sugiere que un análisis sobre el poder es lo que

hace falta para un análisis sistemático y lógicamente coherente sobre la

169 Y eso todavía no ha sucedido, véase Mark Blaug, Economic Theory in Retrospect, ed. 4, Cambridge, 1985, pp. 458-465 y Robinson, “Time in Economic Theory”, Kyklos, vol. 33, No. 2, 1980, también en Robinson, What Are the Questions?, N.Y., 1981, p. 93.

213

Page 218: Alex Donelli

determinación de la tasa de beneficios y la distribución del ingreso.

(Entonces, un estudio más profundo sobre la acumulación del capital

explicaría mejor la distribución de la riqueza).

A una cantidad física determinada de bienes de capital no se le

puede asignar un valor hasta que la variable macroeconómica, la

distribución de ingreso entre los beneficios y los salarios (y con mayor

exactitud el grado de desigualdad en la sociedad), se sepa.

Mas, Walras comenzó a desarrollar un análisis económico del

mercado que eludió este círculo lógico al eliminar cualquier intento

prematuro o artificial de definir el “valor del capital” o la tasa de interés.

De manera profética él simplemente dejó que cada bien capital

independiente fuera descrito por sus cantidades físicas en uso y no por su

“valor contable” que es un problema de convencionalismos y de

expectativas. Esto es más lógico que el modelo agregado, más sofisticado

desde el punto de vista matemático; es desagregado y algo como esto les

permitió a Arrow y a Debreu ganar el Premio Nobel.

Ahora bien, lo que hizo el “valor contable” por los capitalistas en el

antiguo modelo viciado fue permitirles imaginarse que estaban en

equilibrio mientras que los ingresos (beneficios) por unidad de éste valor

contable ficticio (y lógicamente viciado) fueran los mismos que las tasas

de beneficio de sus competidores. Walras y Debreu vieron claramente

que la formación, las fuerzas del mercado, las compensaciones del

proceso de producción no pueden usar un valor contable atribuido sin

214

Page 219: Alex Donelli

cometer un error. El problema entonces pasa a ser la definición de

equilibrio en una economía en crecimiento.

Si el capital crece y la productividad cambia también lo hacen el

ingreso real per cápita, el índice salarial, los beneficios y los precios

relativos. La definición de equilibrio lógicamente debe tener en cuenta

esto y distinguir también, entre estos cambios, cuáles están en equilibrio

–reaccionan bien con las utilidades individuales y los deseos de los

inversionistas de maximizar beneficios- y cuáles no debido a que no

reaccionan tan bien.

Walras (y después de todo esto hubo un primer ensayo) no pudo y

sabía que no podía resolver este problema. Por lo tanto, sugirió que los

bienes capitales no podían ser revendidos (aún así tuvo serias

dificultades a la hora de definir el equilibrio intertemporal y simplemente

le indicó el camino a seguir a investigadores que vinieran después).

Morishima, toda una autoridad en sistemas económicos dinámicos ha

confesado finalmente que el problema de permitir la reventa de bienes

capitales duraderos parece ser insoluble pues presenta dos motivaciones

completamente separadas para demandar y comprar un bien capital: la

circulación de ganancias con el tiempo sobre los beneficios que el bien va

a hacer posible, y las futuras pérdidas y ganancias de capital.170 170Michio Morishima: Dynamic Economic Theory, Cambridge, 1996, p. 285 s. “El mecanismo de auto regulación del mercado no funciona…Es extremadamente decepcionante para el autor en particular que tenga que completar su libro con la sección final del Apéndice que establece como teorema que ningún equilibrio general del pleno empleo es posible si no se descarta el equiparamiento de las tazas de beneficios entre bienes capitales. Yo le llamo a esta tesis el ‘dilema de los bienes duraderos’…debido a esto la visión de Walras es que las verdaderas funciones de demanda de los nuevos bienes capitales no están en el modelo”.

215

Page 220: Alex Donelli

La justificación que hace Morishima de ésta conclusión es

extremadamente técnica. Una línea de pensamiento más intuitiva fue

definida por la segunda crítica de Robinson. Ella criticó la definición

usual de equilibrio intertemporal por ser no individualista y por lo tanto

traicionar la esencia del modelo neoclásico. Si las ganancias o pérdidas

de capital son usuales en los bienes duraderos entonces, a menos que

estos cambios sean previstos por lo actores que los van a sufrir, el estado

está fuera de equilibrio. Aunque sea formalizado o matematizado, la

definición real de equilibrio (intertemporal) debe incluir la noción de

sentido común de que “nadie se lamente” por haber tomado sus

decisiones y hecho sus compromisos pasados. Incluso si las ganancias de

capital en el bien No. 23 no son previstas habría una razón para

lamentarse: ”Si yo hubiera escatimado algo más recursos para comprar el

bien No. 23”.

La reacción del Premio Nobel Solow a esta crítica, y que se aplica al

trabajo neoclásico anterior de Morishima171 sobre el equilibrio del

crecimiento (que el mismo autor incluso repudia en el pasaje citado

arriba), fue reconocer que sólo el modelo Walrasiano totalmente

desagregado y matemático, La Teoría del Valor por la que Debreu ganó el

Nobel, evitaba la falta de lógica identificada y demostró cómo un perfecto

equilibrio intertemporal con total precisión existía necesariamente si

existía un mercado totalmente libre que incluyera futuros movimientos

171 Michio Morishima, Equilibrium, Stability, and Growth, Oxford 1964.

216

Page 221: Alex Donelli

comerciales para todos los bienes económicos.172 Este también falló en

reconocer la profundidad de la crítica de Robinson.

El modelo de Debreu no permite estrategias especulativas como

asaltos bajistas, ofertas públicas de adquisición o intentos de acaparar un

mercado. Estos no pueden ser inteligentes en una economía estática sin

bienes duraderos si uno está en un punto de equilibrio. Tales estrategias

sólo tienen sentido si uno está fuera de equilibrio y uno puede pedir un

préstamo a corto plazo para ejecutar compras a largo plazo –una típica

práctica bancaria. Sólo la presencia de bienes duraderos hace posible el

intento de ejecutar tales especulaciones estratégicas.

Sin embargo, no fue válido por parte de Debreu y de otros

Walrasianos olvidar la inclusión de éstos en el análisis. Cierto, si existe

un equilibrio dinámico, tales asaltos nunca serían buenos –estos

comportamientos estratégicos nunca serían parte de la solución. Pero,

¿qué pasa si no existe el equilibrio dinámico? Sería un lógico error pasar

de “si existe equilibrio esta estrategias son irrelevantes” a “mi modelo

descarta estas estrategias y voy a probar que dentro de este modelo

mutilado y truncado el equilibrio existe”. Esto no logra tratar realmente

la idea de Robinson (para ser justos con Debreu, él nunca dijo que lo

había hecho: fueron sus colegas173 quienes lo dijeron). Sólo un estudio de

un modelo que incluya el comportamiento de depredadores financieros y

172Marjorie Turner, Joan Robinson and the Americans, Armonk, New York, 1989, p. 120 s., Robert Solow, “Brief Comments”, Quarterly Journal of Economics, vol. 89, No. 1 (Feb. 1975), p. 48, y también Kenneth Arrow, ob. cit., pp. 154 ss., y Frank Hahn, “The neo-Ricardians”, Cambridge Journal of Economics vol. 6 (4) (1982), p. 363. 173 P. ej., Solow, Arrow, Hahn, y Samuelson, loc. cit.

217

Page 222: Alex Donelli

todavía tenga éxito en demostrar la existencia de un equilibrio

intertemporal puede igualarse a la crítica de Robinson de la previsión

perfecta.174

Ninguna va a suceder porque los bienes duraderos tienen funciones

monetarias y Drèze175 y Grandmont176 ya han demostrado que el dinero

acaba con la posibilidad de un equilibrio intertemporal, como también se

vio en la historia de la Gran Depresión.

Y así lo hace también el brillante trabajo de Amartya Sen sobre la

estructura económica de las hambrunas. Ya hemos hablado sobre los

contenidos empíricos de sus investigaciones en torno a la Gran

Hambruna Bengala en 1943 en la que millones de personas murieron a

pesar de que todos los indicadores macroeconómicos de crecimiento eran

favorables y el suministro de comida per cápita estaba creciendo y era

mayor que el de dos años atrás. También hemos visto que el

extraordinario análisis que hace el Dr. Sen sobre esta hambruna como

resultado no de falta de comida sino de los programas socio económicos

para enfrentar escasez de alimentos. Pero esta es una ejemplificación

empírica de la crítica de Robinson a la teoría neoclásica del desarrollo.

Aunque Smith y Ricardo trataron al maíz como un bien perecedero y

así fue comparado con instrumentos agrícolas, fábricas, etc., en el 174 ”Pero, si los agentes tenían incertidumbre sobre el comportamiento de los otros agentes, pues que el razonamiento estratégico surge, podría ser una falta del equilibrio aún con los mercados futuros completos. Este problema es grave.” E. Roy Weintraub, Microfoundations: The Compatibility of Microeconomics and Macroeconomics, Cambridge, 1979 p. 92.175 Jacques Drèze, Unemployment Equilibria, Cambridge, 1991.176 Jean-Michel Grandmont, Money and Value: a Reconsideration of Classical and Neoclassical Monetary Theories, Cambridge, 1983, p. 1.

218

Page 223: Alex Donelli

contexto a corto plazo del período que va de una cosecha a la otra, el

maíz es un bien lo suficientemente duradero a pesar de que los costos de

mantenimiento son reales. Hay que reconocer que tiene que ser

guardado a un precio determinado en un silo lo suficientemente bien

diseñado como para evitar los gusanos y la humedad pero éste es sola

una diferencia en el rango con el oro; mas en el mediano plazo el maíz

puede cumplir funciones monetarias, servir como reserva de valor, como

un bien duradero para la ejecución de estrategias especulativas: tomarse

prestado y prestarse a la vez además de estar sujeto a los giros de los

precios especulativos.

Así, el “dilema de los bienes duraderos” contribuyó a la creación y

sustento de la Gran Hambruna de Bengala al evitar la existencia de un

equilibrio intertemporal. Aumentó el deterioro de los medios de obtener

alimentos por los típicos fenómenos financieros desestabilizadores que

también invalidan la teoría de Debreu. La crítica de Robinson no es

solamente lógica sino práctica. El crecimiento inicial en la desigualdad de

la distribución de ingreso (o de los medios de obtener alimentos también)

alteró el valor del capital, incluso de bienes cuasi durables como el maíz,

que a su vez alteró las expectativas de los inversionistas con relación a la

ganancia futura de capital a partir de la acumulación de reservas de

maíz. Las fortunas fueron hechas por aquellas familias cuyos recursos les

permitieron resistir los costos de mantenimiento.

Por cierto, esto indica que en determinadas situaciones el

219

Page 224: Alex Donelli

desequilibrio sucede debido al acceso limitado a los recursos necesarios

para cubrir los costos de mantenimiento de los bienes capitales. El maíz

no podía ser prácticamente un objeto de especulación para el agricultor

bengalí promedio, sólo para unos pocos magnates de algunos pueblos o

aldeas. Existe una base social o de clase para determinar si el maíz es lo

suficientemente duradero o no. Lo mismo pasa en las economías

industrializadas como la de los Estados Unidos donde la propiedad de la

riqueza es extremadamente desigual.

Es muy difícil obviar y explicar de manera convincente una gran

hambruna pero otro punto es que en un menor grado y con menos cosas

que el mismo pan de cada día (como la vivienda o la educación) el mismo

fenómeno puede suceder.

El principio de la continuidad indica que en la medida en que

aumente la desigualdad debe haber una revalorización de efectos

capitales incluso antes de que se llegue al extremo de un desastre visible

(por cierto, el desastre puede ser un deterioro en el acceso a la vivienda,

a la atención médica o la educación y no en la comida: el análisis de Sen

pudiera aplicarse con éxito a algunas cosas en los Estados Unidos). Debe

haber alguna distorsión introducida por esta revaluación haciendo que

las fuerzas del Mercado no sean confiables para alcanzar decisiones de

crecimiento óptimas mucho antes de que el problema sea tan visible para

todos. Y esta es la esencia de la segunda crítica de Robinson: siendo de

naturaleza lógica se aplica a cualquier análisis de las fuerzas del mercado

220

Page 225: Alex Donelli

aún cuando el desperdicio, la ineficiencia, y las decisiones nada óptimas

puedan ser escondidas por los medios y las confusiones estadísticas en

una forma en que no se puede hacer con la hambruna. Esto se aplica a la

economía ahora mismo.

Lo que sea que esté determinando la tasa de beneficio (y la de

interés), no son las fuerzas del mercado y el resultado no es ni eficiente

ni óptimo. No va a ser así aun y cuando todo proyecto utópico de laissez-

faire de eliminar las fricciones y la intervención del gobierno fueran

puestos en práctica como por arte de magia.

El capital es una relación social entre los individuos,

institucionalizada actualmente de forma particular (aunque otras son

posibles y han ocurrido en distintos momentos o en distintos países). No

es un factor de la producción cuya remuneración esté determinada por

leyes económicas. Aunque la teoría matemática y la económica

necesitaban probar esto, y necesitaban justificar rigurosamente las

afirmaciones convincentes hechas en este capítulo hasta ahora mientras

esbozamos los puntos centrales sobre la Controversia del Capital, la

conclusión, como se ha dicho aquí, es históricamente posible. En el

mundo clásico del Imperio Romano –una economía basada en la

esclavitud- la esclavitud no era una categoría económica sino una

institución socio-política. En el Feudalismo, basado en el señorío de la

tierra y en la existencia de siervos, la Tierra era gobernada por

determinadas instituciones sociales muy particulares mientras que los

221

Page 226: Alex Donelli

bienes personales eran una mercancía económica “normal”. Nosotros

vivimos en el Capitalismo. Por analogía, uno pudiera esperar que el

Capital no fuera tratado y que no se comporte de manera “normal” como

las otras mercancías económicas. Por lo tanto, la conclusión de Robinson

era de esperar, aparentemente.

La peculiaridad más importante es que el dueño del bien capital, el

empresario, reciba lo que sobra, el beneficio, después de que se hayan

hecho todos los pagos factores previamente acordados –salarios, rentas,

los seguros o amortizaciones. Esta es una asimetría fundamental. Los

salarios constituyen una remuneración de los factores (como lo es la

renta) pero la ganancia es un residuo. No está determinado por la ley de

la oferta y la demanda sino por lo que sea que sobra. Por lo tanto, el

poder relativo de negociación entre los trabajadores y los capitalistas

determina el valor del capital, no de la otra manera.

Ninguna teoría económica que ignore esta asimetría fundamental ni

cualquier similar que ya hayamos analizado, puede lidiar con esta teoría

del beneficio, la tasa de interés y el crecimiento económico. Además, la

otra asimetría es que sólo alguien que posea una riqueza sustancial o

influencia socio-política puede ver la maquinaria como capital: que un

determinado bien sea capital o no depende incluso en algunas ocasiones

de si el magnate es el dueño o si es un simple ciudadano medio.

Los fondos de pensiones son un caso importante. Es falso decir que

un gran número de familias estadounidenses tiene riqueza real por su

222

Page 227: Alex Donelli

fondo de pensión, SEOP, por que su patrimonio en casa o en carros

asciende a algo. Su posición socio financiera no les permite tener las

mismas actitudes hacia sus inversiones que las de un magnate. O, de

nuevo, si un empleado tiene una acción en un fondo de pensión o en una

compañía de seguro, y éste tiene acciones en una firma y la firma tiene

bienes capitales el empleado no es el dueño de los bienes capitales y no

es un capitalista.

Otro factor que es importante en la manera en la que el mundo real

determina la tasa de crecimiento y, por consiguiente, la tasa de beneficio

es el de la banca y el de otras instituciones de crédito. Esto será

explicado en el próximo capítulo. Pero lo primero a señalar es resultado

de la Controversia del Capital. El crédito no se expande o se contrae

según las leyes de la oferta y la demanda debido a, por lo menos, las

mismas razones que invalidaron su control en la acumulación de capital

(y más). Las operaciones bancarias y de crédito se basan en el consenso

en torno a las expectativas de los capitalistas y los inversionistas, tienden

a su propio cumplimiento y son sociológicas por naturaleza. De hecho,

Parsons clasifica a los oficiales de préstamo como parte de la estructura

que gobierna una sociedad.

La última y más importante conclusión a sacar de la Controversia del

Capital es que los teoremas sobre la eficiencia y la optimación de Walras

y Debreu no son válidos para una economía de bienes duraderos. Por lo

tanto, no hay razón, excepto las políticas, para suponer que los impuestos

223

Page 228: Alex Donelli

y otras regulaciones de beneficios tendrían efectos económicos

perjudiciales. De interés también para el tema de este libro resulta el

hecho de que no tiene sentido en que tal regulación constituya una

injusticia esencial para los dueños de los bienes capitales porque no hay

sentido en que el mercado determine la “remuneración justa” para el

capital basado en el proceso de producción o en la productividad de

capital y la utilidad del producto. La pregunta no puede responderse

sobre una base individualista porque no son las fuerzas del mercado

basadas individualísticamente las que determinan la tasa de beneficio. El

capital es una relación social, la tasa de beneficio está determinada por

acciones sociales: evidentemente es un problema de justicia social.

224

Page 229: Alex Donelli

Capítulo VII

La Teoría Keynesiana

El siglo XX vio el desarrollo de las teorías económicas que finalmente

comprendieron los acontecimientos del XIX. En 1930, Keynes descubrió la

primera teoría satisfactoria sobre el dinero a partir de la cual Parsons

distinguió medios de intercambio análogos que operaban en la sociología.

Las leyes tradicionales de la economía, tanto de Adam Smith como de

otros, y entre las que se destaca la ley de la oferta y la demanda, no son

aplicables a la economía contemporánea debido a la invención del dinero

bancario y del sistema bancario moderno (al menos desde el siglo XIX).

“Dinero bancario” es lo mismo que “depósito bancario”; es dinero ya sea en

forma de moneda, billete de banco, cheque o una simple copia electrónica en

la computadora del banquero. Su valor no depende del trabajo que haya

costado su producción sino del crédito únicamente, a saber, la confianza que

los actores individuales ponen en él.

La razón por la que el dinero no obedece a las leyes de la oferta y la

demanda radica en el hecho de que no es una mercancía. Es producido y

también destruido a voluntad del sistema bancario. Sin embargo, hay un

malentendido popular en torno a esto. La mayor cantidad de dinero consiste

225

Page 230: Alex Donelli

en copias electrónicas –los pagarés de la reserva federal o monedas son una

cantidad insignificante-. Más dinero es creado pero no cuando se imprimen

los billetes. De hecho, el gobierno no es la fuente más importante de creación

o destrucción del dinero (su papel es estabilizador pues el mayor motor de

todo el proceso lo constituye la colectividad de bancos privados). Para hacerlo

todo más sencillo, nuestro análisis se hará sobre la base de la no interferencia

gubernamental en el sistema bancario privado pues así los principios básicos

se entenderán más fácilmente (como ha sido planteado, en efecto, por uno de

los seguidores de Friedman). 177

El dinero se crea cada vez que un banco le da un préstamo a alguien. Los

banqueros no “toman depósitos para luego prestarlos”. No tienen que esperar

a que haya depósitos suficientes para dar un préstamo. Lo cierto es que dan

los préstamos y confían en que los prestatarios gasten el dinero de forma tal

que sea devuelto (voluntariamente) por sus beneficiados como depositantes.

Los bancos dan los préstamos y de alguna manera los reciben como depósitos.

Si esto parece inconcebible citemos tanto a Keynes en su Tratado sobre el

Dinero como al popular texto de Samuelson Economía (quinta edición).

Empecemos por este último.178

“La Creación de Depósitos Bancarios”

“¿Pueden los bancos realmente crear dinero?

177Milton Friedman, Premio Nobel, influyente en la teoría monetaria pero totalmente equivocado y un derechista à l’outrance. Cf. Nicholas Kaldor, barón de Newnham, The Scourge of Monetarism, Oxford 1982. 178 Paul A. Samuelson: Economics An Introductory Analysis, 5 ed., Boston, 1961, p. 331.

226

Page 231: Alex Donelli

“La mayoría de las personas ha escuchado que pueden crear

dinero de la nada pero muy pocos entienden realmente cómo

funciona el proceso.

“Lo cierto es que no hay nada mágico o incomprensible en la

creación de los depósitos bancarios [nótese que ‘depósito

bancario’ equivale a ‘dinero bancario’]. Los banqueros prácticos

se enfurecen cuando ven que se les atribuye tal poder pues por lo

general van al extremo opuesto. En algunas ocasiones plantean

que el sistema bancario no puede (y no lo hace) crear dinero.

‘Después de todo’, argumentan, ‘sólo podemos invertir lo que se

queda en nuestro poder. Nosotros no creamos nada. Sólo

ponemos en funcionamiento los ahorros de la comunidad’. Los

banqueros que afirman esto están en un gran error. Se han

enredado con ese amigo nuestro que es la falacia de la

composición: lo que es verdadero para uno no lo es para todos. El

sistema bancario puede hacer lo que cada banco pequeño no

puede: puede expandir sus préstamos e inversiones muchas veces

mientras que un banco pequeño solo presta una fracción de sus

depósitos.

“Por lo tanto, nuestra respuesta a la pregunta básica es

afirmativa. Sí, entre el sistema bancario y el público crean

aproximadamente $5 de depósito bancario por cada dólar

sacado de circulación y dejado en los bancos”.

227

Page 232: Alex Donelli

Por otro lado, y con el objetivo de entender la siguiente cita tomada del

libro de Keynes, aclaro que uno debe estar al tanto de su terminología,

explicada en una sección previa de su libro y que yo no reproduzco aquí.

Por “depósito pasivo” él entiende un depósito creado en el banco por un

ahorrador que entra y deposita el dinero: lo que nosotros hemos llamado

simplemente un “depósito”. Por “depósito activo” o “depósito creado

activamente” él entiende los recursos del préstamo o la extensión de un

préstamo a un prestatario. Lo importante aquí es que la mayoría de los

bancos todavía necesita que usted abra una cuenta corriente. Por lo tanto,

la extensión de un préstamo a usted crea, primeramente, un depósito en el

banco. Y los depósitos son dinero. Siempre tengan eso presente. De ahí

que mientras Samuelson, un estadounidense, se preguntaba si los bancos

podían crear dinero de la manera en que lo hacían, Keynes prefería

preguntarse si los depósitos eran creados por los bancos o por los

ahorradores. Veamos entonces la cita de Keynes.179

“La ‘CREACIÓN’ del Depósito Bancario

“Los banqueros prácticos como el Dr. Walter Leaf han

llegado a la conclusión de que para el sistema bancario en su

totalidad la iniciativa está en los depositantes y que los bancos

no pueden prestar más que los que estos les han confiado

previamente. Pero los economistas no pueden aceptar esto como

179John Maynard Lord Keynes, A Treatise on Money, Vol. I: The Pure Theory of Money, Londres, 1930, p. 25ss.

228

Page 233: Alex Donelli

si fuera algo natural. Por lo tanto, voy a esforzarme por sacar a

la luz algo que, decididamente, no debe estar en la oscuridad.*

“Aún si analizamos el asunto desde el punto de vista de

un banco entre muchos, es evidente que el ritmo en el que el

banco crea depósitos pasivamente depende en parte del ritmo

en el que este los crea activamente porque aunque los clientes

que pidan el préstamo pagaran rápidamente el producto de los

mismo, muchos de aquellos a los que se los van a pagar

pueden ser depositantes-clientes del mismo banco. Hasta el

punto en el que esto ocurre, y partiendo de que los

depósitos

“--------------------------------------------------------

“*Ver F.W. Crick: ‘The Genesis of Bank Deposits,’ Economics,

June 1927, para poder entender mejor este punto. Para una

discusión más detallada sobre el tema discutido en este capítulo

consultar prof. C.A. Phillips: Bank Credit.

creados activamente son el resultado de los pasivamente

creados, podemos decir que es todo lo contrario. Esto muestra

un poco de lo que está pasando en el sistema bancario

como un todo. En la medida en que los clientes que piden un

préstamo paguen rápidamente sus depósitos a clientes de otros

bancos se ven fortalecidos por el crecimiento de sus depósitos

229

Page 234: Alex Donelli

creados pasivamente. Esto pasa en la misma medida en que el

primer banco ha sido debilitado y de la misma manera nuestro

propio banco se encuentra fortalecido siempre que los otros

bancos creen depósitos activamente de forma tal que parte de

los depósitos creados de manera pasiva sean el resultado de los

depósitos creados activamente por otros bancos aún cuando no

sean el resultado de los depósitos activamente creados por su

propio banco.

“Es evidente que no existen límites para la cantidad de

depósitos bancarios que los bancos pueden crear sin temor a

equivocarse siempre que lo hagan a un ritmo adecuado. Las

palabras marcadas son la clave del comportamiento de todo el

sistema. Cualquier movimiento hacia delante por un banco

individual lo debilita pero cualquier movimiento como ese hecho

por uno de sus bancos vecinos lo fortalecerá. Por lo tanto, si

todos se mueven juntos ninguno queda debilitado. De esta

manera, el comportamiento de cada banco, aún cuando no se

pueda arriesgar a dar un paso hacia delante por encima de los

otros, dependerá del comportamento promedio de los bancos en

su conjunto –-sin embargo, se debe tener en cuenta que él

también contribuye a ese promedio a través de la contribución

de una cuenta sea grande o pequeña--. Cada presidente de

banco sentado en su sala puede considerarse como el

230

Page 235: Alex Donelli

instrumento pasivo de fuerzas externas sobre las que no tiene

control alguno, pero puede que esas ‘fuerzas externas’ no sean

nada sino él y los otros presidentes de banco, y seguramente no

sus depositores.

“Un sistema monetario de este tipo tendría una

inestabilidad inherente pues cualquier acontecimiento que

pudiera influir en el comportamiento de la mayoría de los bancos

no podría resistirse y podría crear un movimiento violento de

todo el sistema. Debemos ver que los sistemas monetarios

actuales no son, por lo general, tan malos como este y que se

han concebido controles para prever la inestabilidad inherente.

“Nos hemos esforzado por decir lo suficiente para

demostrar que la controversia familiar en torno al cómo y al

quién crean los depósitos bancarios es de alguna manera irreal.

No puede haber duda alguna de que en el uso más conveniente

del lenguaje todos los depósitos son ‘creados’ por el banco que

los tiene. Lo que sí está claro es que los bancos no están

limitados a ese tipo de depósito cuya creación depende de que

los depositantes lo hagan por su propia voluntad trayendo

dinero en efectivo o cheques. Pero también es evidente que el

ritmo al que un banco individual crea depósitos por su propia

iniciativa depende de ciertas reglas y limitaciones pues debe

mantenerse a la altura de los otros bancos y no debe subir sus

231

Page 236: Alex Donelli

propios depósitos en comparación con los depósitos totales fuera

de proporción de su cuota del negocio bancario del país.”

Con una mercancía o un dinero mercancía (como el oro), un aumento

en la oferta puede darse solamente gracias al proceso físico de producción

pues se necesitan inputs productivos (materias primas, trabajo y en

muchas ocasiones del uso de instrumentos, plantas –maquinaria y

edificaciones-), tiempo y esfuerzo. Por otro lado, los recursos son escasos.

Sin embargo, no sucede lo mismo con el dinero. El dinero (a saber, el

dinero bancario y el depósito bancario) es una creación política como la

lealtad, la confianza o la legitimidad y no una creación física. No es una

mercancía y su incremento o reducción depende de un proceso de toma de

decisiones políticas por parte de los agentes de préstamos bancarios, etc.

Esta es la razón por la que está eximido de las leyes de la oferta y la

demanda y sujeto entonces a las leyes económicas Keynesianas.

El “mercado monetario” no es un mercado en el sentido habitual del

mercado libre en la economía. La tasa de interés, en particular, no es el

precio del dinero (o del uso del dinero) en el sentido habitual.

Gran parte del debate actual sobre las bajas tasas de ahorro por parte

de los consumidores y asalariados estadounidenses se centra en la base

errada de este punto. Se sabe, como se ha dicho muchas veces, que la

sociedad (la economía en general) no puede crecer si no ahorra

(abstrayéndonos del tema de la utilización de la capacidad productiva, por

supuesto que si la tasa de utilización de la capacidad productiva crece de

232

Page 237: Alex Donelli

un 80% a un 95% en un año, entonces la economía podría crecer ese año a

un ritmo increíble sin ningún ahorro). Pero lo que sí no es cierto es que los

individuos privados tengan que ahorrar dinero para que la sociedad

(incluyendo los bancos y todo lo demás) invierta más. La inversión y los

ahorros pueden crecer al mismo tiempo –incluso una inversión creciente

puede considerarse como la causa de los ahorros crecientes que la

acompaña. Este es el punto central de las dos citas hechas anteriormente.

Por lo tanto, aun cuando algunos políticos de espíritu cívico y

editorialistas se preocupan porque la tasa de inversión en Estados Unidos

está peligrosamente baja, no debieran decir que los ciudadanos

estadounidenses deben ajustarse los cinturones, ahorrar más y consumir

menos. De todas formas, un sentimiento de ajuste de cinturones –si llegara

a todos los consumidores- es lo que menos va a alentar la inversión en la

capacidad productiva expandida y la innovación tecnológica.

El gobierno no crea ni imprime dinero. El sector privado sí. Durante el

período victoriano esto era evidente para todo el mundo pues los billetes

de banco tenían impresos en ellos el nombre del banco que los había

emitido y la regulación gubernamental era muy poco estricta. Ahora las

cosas no son tan evidentes para la opinión pública pero todo es igual tanto

técnica como legalmente. Con relación a la parte técnica podemos decir

que el dinero es impreso por el sector privado, la Banknote Corporation de

los Estados Unidos, y es controlado por el Banco de la Reserva Federal

cuyo nombre está de hecho en los billetes. Ahora bien, este banco es parte

233

Page 238: Alex Donelli

del sector privado tanto técnica como legalmente y no es una agencia

gubernamental.

Algunos miembros de su equipo administrativo son designados por el

gobierno federal pero muchos son designados por la industria bancaria

privada. Sus acciones son reguladas por la ley pero son independientes y

sus salarios no vienen del gobierno. La Reserva Federal realiza, por

supuesto, funciones regulativas en nuestra sociedad y desde el punto de

vista sociológico debe verse como parte del gobierno de nuestra sociedad o

más bien, como prefieren decir los sociólogos (para evitar confusiones),

parte del “sistema de gobierno”. Pero también lo son los banqueros,

incluidos los privados.

Mas, aparte del status legal exacto de los bancos de la Reserva

federal, lo importante aquí es que los bancos privados por separado crean

dinero y no el gobierno (con la insignificativa excepción quizás de las

monedas). De hecho, los billetes (y las monedas) son solo una fracción

insignificante de la reserva de dinero existente en la economía de los

Estados Unidos. El dinero significativo existente en términos económicos

es la deuda. El dinero puede ser definido incluso teóricamente como deuda

transferible y pagable a la vista. Aún antes de las computadoras y de la

electrónica moderna existían en Londres y otros centros de crédito lo que

se llamaba “dinero exigible o dinero a la vista”. El corredor de bolsa “A”

llamaría por teléfono al corredor “B” en la mañana para pedirle dinero

prestado reintegrable a la vista. Si el corredor “B” decía que sí, se

234

Page 239: Alex Donelli

consideraba que la cantidad de dinero era transferida solo con decirlo…y

era devuelto (por lo general en el mismo día) a partir de una llamada

telefónica180 de “B” a “A” pidiendo que el dinero fuera devuelto. Este es el

ideal platónico del dinero. En vista de esta historia, no debe ser difícil

creer que la mayor parte del dinero existente hoy es, económicamente

hablando, una simple copia en la memoria de la computadora. En términos

legales, es una deuda contraída por el banco y debida a su depositante.

Pero como en el caso de nuestros dos corredores de la ciudad de Londres,

el banco no toma tu dinero prestado para admirarlo sino para gastarlo en

garantías o en pagar una de sus otras deudas que pudo haber sido

“llamada” ya sea por otro banco u otro depositante. Téngase en cuenta

también que el “dinero” que usted, el depositante, le prestó al banco no

tiene que ser necesariamente efectivo o moneda –pudo haber sido

perfectamente un cheque- lo que significa que otro banco le debe a usted

este dinero pero que usted transfirió la deuda a su nuevo banco. Por lo

tanto, ahora el banco viejo se la debe al banco nuevo.

No todas las deudas se transfieren tan fácilmente. Por lo general, si

usted me pide dinero prestado, yo no puedo transferirle la deuda a otra

persona: puede que otros no lo consideren a usted digno de recibir el

crédito como lo hice yo, puede que no estén interesados en su promesa de

pago. Este hecho destaca un elemento significativo del dinero: la razón por

la que el dinero moderno es del mismo tipo de aquel al que se llamaba

“dinero bancario” (a diferencia de monedas, efectivo, moneda fiduciaria, 180 Sir Roy Harrod, Money, Londres 1969, p. 51.

235

Page 240: Alex Donelli

etc.). Con el objetivo de mantener su valor el dinero necesita de confianza

(esto es aplicable incluso en parte al oro). Por lo tanto, el dinero es una

institución sociológica.181 Primero, usted necesita tener confianza en el

deudor, en el que emite el dinero. Segundo, usted tiene que tener

confianza en el sistema económico como un todo para sentir que el dinero

va a servir para comprar algo que usted necesita (de lo contrario, usted no

aceptaría el dinero o haría un depósito a pesar de la confianza que le

inspirara el deudor o el que emite el dinero: esto pasa en tiempos de

extremo pánico social o de emergencias naturales cuando ni siquiera el oro

es valorado, solo las latas de comida y de agua).

Ahora bien, ¿en qué se basa esa confianza? En esencia, se basa

simplemente en el hecho de que todo el mundo tiene confianza. Es un

círculo vicioso que acarrea su propio cumplimiento. De manera indirecta

tiende a basarse también en la verdadera fortaleza y productividad de la

economía junto con la prudencia o realismo de los financieros, si ellos se

mantienen al tanto de las producciones reales de la sociedad. Sin embargo,

esto es solo una tendencia promedio y una conexión indirecta.

El descubrimiento Keynesiano de las leyes del dinero bancario ha

destruido la vieja creencia de que los actos individuales de ahorro

producen una acumulación de “capital disponible”, unas cantidades fijas de

181 Están de acuerdo un izquierdista como Amit Bhaduri, ob. cit., p. 117 “El dinero es una institución social…” y un Friedmanista como Laurence Harris, “el dinero es un fenómeno social…cuando examinemos diferentes estructuras sociales, encontramos distintos sistemas monetarios…” Teoría Monetaria, México, 1985, p. 16. Entonces, necesitamos una teoría de los “fenómenos sociales“. Claro que la teoría de Friedrich von Hayek de tales fenómenos es mas concordante con las teorías de los Friedmanistas, pero la teoría de Talcott Parsons tiene mas apoyo empírico.

236

Page 241: Alex Donelli

dinero que entonces se encuentran con su contraparte: la demanda de

préstamos. Este “encuentro” se debe, según las viejas ideas, a las leyes de

la oferta y la demanda. Los agentes de los préstamos bancarios (y otros

financieros) deciden si crean o destruyen el dinero sobre la base de un

criterio combinado en torno a la capacidad de pago de la empresa

demandante del préstamo y de la extensión de préstamos por parte de sus

iguales. Este es un proceso político. Si usted quiere trigo, puede ir a

Chicago y ofrecer más que los otros demandantes de trigo pero si usted

quiere un préstamo tales acciones no lo van a ayudar a obtenerlo

necesariamente.

En este proceso político existen dos aspectos. El primero es la opinión

en torno a la capacidad de pago. Por naturaleza, los bancos tratan de

formalizar reglas generales definitivas para no darle a sus oficiales de una

libertad total. Pero estas reglas son a su vez el producto de una

determinación política. El segundo aspecto es el criterio en torno al

momento, o sea, si es el momento adecuado para continuar dando

préstamos a este ritmo, o si es necesario frenarlos un poco o expandirlos.

Este es el elemento enfatizado por Keynes. En la misma medida en que

todos los bancos se muevan en la misma dirección la creación de dinero

nuevo es sostenible. Si solo un banco continúa dando nuevos préstamos

apartándose de la línea general adoptada por los otros que, supongamos

que por alguna razón han dejado de dar nuevos préstamos, la situación se

hace insostenible por la siguiente razón: aunque al principio el nuevo

237

Page 242: Alex Donelli

préstamo exista en la forma de un depósito bancario en cuenta corriente

en nuestro banco, el banco “A”, digamos que el individuo que tomó el

préstamo (por supuesto lo hizo con el interés de gastarlo) probablemente

va a emitir cheques a otras personas o firmas cuyas cuentas no están en el

banco “A”. En la medida en que el cheque se pague, el banco “A” tendrá

que hacer más pagos que los que hace habitualmente. Pero si los otros

bancos hubieran emitido nuevos préstamos también, entonces el banco “A”

también recibiría más pagos que los habituales (y se podrían cancelar sin

necesidad de efectivos). Mas, lamentablemente, “A” se salió de la línea, los

demás bancos no dieron más préstamos, sus clientes no les están haciendo

cheques a los depositantes de “A” y, por lo tanto, el banco “A” ha contraído

demasiadas obligaciones financieras.

Esta es la esencia de lo que se considera sea un proceso político. La

política es el arte de hacer que la gente se ponga de acuerdo lo suficiente

para que puedan ir en la misma dirección. Les incumbía a los agentes de

préstamos o a sus supervisores lograr que todos los bancos se pusieran de

acuerdo en las líneas a seguir. Por supuesto, está claro que la influencia

del banco “A” es fundamentalmente en el mismo banco “A” y no en los

otros. Por lo tanto, este arte consiste prácticamente en el hecho de que los

agentes del banco “A” se anticipen a sus iguales –y que los agentes del

banco “Z” se anticipen a sus iguales también (incluyendo los agentes del

“A”). Esto es lo que lo hace un proceso esencialmente político. El hecho de

que el préstamo sea bueno o malo importa de alguna manera pero si el

238

Page 243: Alex Donelli

préstamo es capaz de “cooperar“ exitosamente con las acciones de los

otros bancos importa mucho más. De esto se trata la política: no basta con

tener la razón, tus colaboradores tienen que estar de acuerdo contigo

también.

Las ideas de Keynes se han convertido en las bases de la teoría de la

sociología moderna Parsoniana. Han sido tomadas como la explicación de

cómo una institución merece crédito, se mantiene con capacidad de pago y

posee legitimidad. Son la “conexión” entre la conciencia subjetiva de los

participantes y las tareas realizadas por la institución, entre la estructura y

la función (y, por cierto, lograron sacar a la sociología del campo de la

teoría de juegos para siempre). Las distintas esferas de la sociedad tienen

su propio set de símbolos (culturales) que sirven como una especie de

efectivo o medio de intercambio. De la misma manera en que las copias

electrónicas en un disco de banco son prácticamente intangibles, el

simbolismo utilizado por un sistema político institucional no debe ser más

que un flatus voci. Al igual que los oficiales de préstamos de un banco, una

institución cultural va a tener sus propios agentes y guardianes de la

moralidad, sus censores y tribunos. El “crédito” relativo a esa institución

puede expandirse o contraerse (en analogía con las variaciones del ciclo

económico en el suministro de dinero bancario). Y aunque no es nuestro

objetivo hacer un análisis de los detalles técnicos de la teoría Parsoniana

aquí sí hablaremos de las similitudes fundamentales entre las instituciones

socio-políticas y el sistema bancario.

239

Page 244: Alex Donelli

Ambas son esencialmente viciadas —como en un círculo lógico— y

económicamente independientes cuando el sistema funciona sin

complicaciones. Por ejemplo, si todos los bancos se mueven en una misma

dirección ¿cuál, después de todo, es la justificación para el proceso? Es,

socialmente, su propia justificación. Es circular y económicamente

independiente a corto plazo (en cuanto a causas y efectos inmediatos se

refiere). En nuestro ejemplo, la justificación del cuestionamiento del banco

“A” sobre al comportamiento del resto de los bancos será (suponiendo que

sea correcta) la misma que la de éstos en torno a “A”. Pero al menos parte

de su anticipación es cuestionarse a “A”. Por lo tanto, es circular, viciado

(y solo se rompe en un momento decisivo).

También vemos una diferencia importante de la vieja teoría

económica. En esta, el precio está simplemente determinado por la ley de

la oferta y la demanda. Es un proceso simple. Pero hay dos elementos que

debemos tener en cuenta. Al “nivel promedio” o nivel de expansión de

créditos como un todo se llega a través de este cuestionamiento

anticipatorio político. Una vez que se llega aquí, el crédito disponible se

distribuye entre los que mayor capacidad de pago tengan a partir de lo

establecido por las reglas generales. Por lo tanto, las preguntas en torno al

macro-nivel (cuánto es el total) y el micro-nivel (quién lo obtiene y quién no

y de cuánto es cada préstamo por separado) se determinan por separado.

Pero antes, en la vieja teoría, todas las decisiones se tomaban a nivel micro

240

Page 245: Alex Donelli

y entonces automáticamente o por definición se sumaban para darle a

usted la suma total.

En el contexto de una institución social vemos que sucede lo mismo.

Una institución es un sistema de roles, expectativas de comportamiento y

sanciones. Siempre que este opere sin complicaciones (y no estamos ante

la presencia de un momento decisivo), ¿cuál sería el apoyo inmediato de un

persona para regirse por estos roles? El simple hecho de que todos los

demás lo harán. O sea, una persona espera que determinadas sanciones

acompañen el cumplimiento de determinados roles porque se supone que

simplemente las demás personas van a albergar las mismas expectativas.

A veces, cuando nuestras propias instituciones funcionan sin

complicaciones puede resultar difícil incluso notarlas si sus reglas y

expectativas han sido internalizadas porque todo parece “natural” y de la

manera en que “se supone que sea”. Un análisis de algunos momentos

decisivos de la historia cuando los patrones de comportamiento

institucionalizado se han roto (y han sido sustituidos por otros nuevos) nos

permite ver de manera más fácil la “no naturalidad” de las instituciones.

Pero esto muestra una imagen de la sociedad no representativa. En la

mayoría de los casos, la mayor parte del tiempo, las instituciones funcionan

sin problema y el dinero también parece hacerlo excepto en momentos de

pánico o crisis. Pero el hecho es que el dinero no es una “cosa” o una

mercancía, es más bien un acuerdo, una convención. Su eficacia radica en

el consentimiento de los afectados. Y lo mismo pasa con las instituciones.

241

Page 246: Alex Donelli

Pero, ¿cómo ocurre un pánico bancario? Recuerden que estamos

partiendo de un sistema bancario totalmente privatizado donde el gobierno

no controla a ningún banco y tampoco funciona como “entidad crediticia de

último recurso” (ese fue el caso en el siglo XIX y fue así como las doctrinas

de Friedman ganaron atractivo). Pasó igual que se muestra en la película

It’s a Wonderful Life de Jimmy Stewart. Si una mayoría de los depositantes

demanda, como pueden hacerlo legalmente, el retiro de sus depósitos en

efectivo a una misma vez el banco, por supuesto, no puede hacerlo. A esto

se le llama “pánico bancario”. Por consiguiente, legalmente el banco cae

en bancarrota y como parte de la liquidación puede exigir el pago

inmediato de sus préstamos a la vez. Por supuesto, sus prestatarios

tampoco pueden pagar pues ellos esperan poder refinanciar sus préstamos

y pagarlos pidiéndole otro a otro banco. Si cada banco experimenta una

situación como esta a la vez no pueden complacer a sus clientes. De esta

manera, todos los negocios caen en bancarrota. Entonces, los depósitos en

el banco en bancarrota no cuentan más como dinero, evidentemente. La

confianza en la eficacia del libro de contabilidad (o en la de la copia

electrónica) no existe para un banco en bancarrota. Incluso, si solo algunos

bancos quiebran, la confianza en el valor de estas entradas (depósitos) en

los bancos que quedaron puede perderse. La cantidad de dinero se reduce

inmediatamente y en casos extremos solo el efectivo, las monedas, a saber,

el oro, pueden mantenerse siendo valiosos.

242

Page 247: Alex Donelli

El mismo proceso de destrucción puede observarse, en teoría, con

otras instituciones sociológicas182. El “dinero bancario” significa los

símbolos culturales que denotan influencia o la capacidad para organizar e

imponer sanciones. Ahora bien, eso puede ser si todos, excepto una

persona, por alguna razón cambiaran de pronto y no tuvieran más en

cuenta esos símbolos e ignoraran las sanciones potenciales. Por lo tanto, el

que se quede respetando las normas institucionales está fuera de contexto:

no puede influir en el comportamiento y solo tiene a la fuerza bruta como

sanción efectiva.

En el caso extremo de que cada institución social caiga en bancarrota

y de que cada expectativa carezca de valor, sólo la fuerza física

permanecería como organizador y, por supuesto, este caso extremo nunca

sucedería con toda su pureza y sencillez. Simplemente, de la misma

manera en que no hay suficientes monedas de oro no hay fuerza física

suficiente para organizar una sociedad compleja. Sin embargo, existen

fuerzas físicas suficientes como la policía con sus pistolas para dispararle

al número habitual de individuos desviados como existe efectivo suficiente

en un banco para lidiar con el número habitual de retiros.

Esto es todo lo que vamos a decir sobre las características de las

instituciones sociales generales paralelas al medio de intercambio (dinero

bancario) del sistema capitalista completamente desarrollado de las

naciones industrializadas de Occidente. En el próximo capítulo

182 Talcott Parsons, “On the Concept of Influence”, Public Opinion Quarterly, (Verano 1963), también en idem, Politics and Social Structure, N.Y., 1969, pp. 426-429.

243

Page 248: Alex Donelli

continuaremos analizando algunos de los elementos particulares de esto

último: lo relacionado con la expansión y la contracción económica, y el

crecimiento y la recesión (las formas extremas del boom y el pánico que

dejamos afuera).

244

Page 249: Alex Donelli

Capítulo VIII

Expansión Económica

Hablaremos en particular sobre la “interrelación”, paradójica con

sentido común o la teoría “económica a la antigua” (incluyendo su última

reencarnación, la llamada por The Economist, “La Nueva Economía”) entre

los ahorros, inversiones, y el nivel general de la actividad económica. (Cuál

es la actividad que cuando es lo suficientemente alta conduce a un pleno

empleo y a una alta capacidad de utilización, digamos 95%, y cuál es,

cuando es baja, la que conduce a un desempleo “oficial” significativo peor

que el 3%). La teoría comenzó con el Tratado sobre el dinero de Keynes en

1930 y se concluyó en su obra famosa La Teoría general de la ocupación, el

interés y el dinero en 1936. (También apareció en varios panfletos políticos

que escribió para el Partido Liberal en varias ocasiones). Esta teoría se

convirtió en la política oficial de los Estados Unidos desde 1947 hasta 1975

más o menos, y constituyó la base del período más largo de estabilidad

245

Page 250: Alex Donelli

económica y prosperidad –crecimiento (comparativo) y expansión, por lo

menos en la historia. Fue la base de las políticas de postguerra del Partido

Laborista en Inglaterra, que produjo un crecimiento continuo con pleno

empleo al costo de una inflación moderada solamente (del dos a tres por

ciento).

La interrelación con sentido común entre los ahorros y las

inversiones se puso de manifiesto como una falacia en la cita sobre los

“banqueros prácticos” a la que se refirió Samuelson. Debido a que ningún

acto de inversión puede realizarse sin haber un correspondiente acto de

ahorro, se considera que los ahorradores, individuos o empresas, primero

deciden (de manera independiente y individualista) privarse de cierta

cantidad de consumo de sus ingresos, y, luego, introducen esa parte de

ingresos como fondos prestables al mercado monetario (o al banco, para

depósito). Los empresarios (y los oficiales financieros de las corporaciones)

introducen sus demandas de préstamos en el mismo mercado, o se puede

decir, “introducen sus oportunidades de inversión”. En este (punto de vista

obsoleto), si la demanda excede la oferta de fondos prestables, entonces,

como es usual, la tasa de interés (que se concibió a partir del “precio” del

dinero o del uso del dinero, un préstamo) aumenta –desalentando algunos

empresarios, reduciendo así la demanda, e influenciando a algunos avaros

a consumir menos y ahorrar más. De esta forma se incrementa la oferta –

hasta llegar a un equilibrio y la demanda sea igual a la oferta, y vice versa.

Ahora, si esto solamente fuese verdad, tendría sentido argumentar que el

246

Page 251: Alex Donelli

crecimiento, que depende de las inversiones, obviamente, necesita una alta

tasa de ahorro. De manera que si la economía estuviese en una recesión o

con un desempeño podre, (al permitir que la infraestructura de las

disponibilidades de viviendas se deteriore, o dejar que continúe el

desempleo), y si la tasa de ahorro ha caído y alcanzado el punto más bajo

de la historia, se deben tomar medidas para aumentar la tasa de ahorro de

los hogares individuales (y corporaciones). Las medidas más obvias en las

que piensan los expertos y economistas son reducir los impuestos,

especialmente sobre las ganancias de capital, dividendos, y utilidades de

las empresas, con el objetivo de aumentar la tasa de rentabilidad después

de los impuestos (sobre fondos prestables) sin que sea necesario aumentar

la tasa de interés que deben ofrecer aquellos que solicitan los préstamos

(empresarios y corporaciones).

Sin embargo, las premisas y razonamientos sobre las que se basan

estas recomendaciones son totalmente falsas. La teoría de los fondos

prestables,183 y el resurgimiento de su “Nueva Economía”, ignora la

naturaleza del dinero bancario y la naturaleza política del proceso de

inversión y bancario. Para aumentar la oferta de préstamos no es necesario

aumentar la tasa de ahorro en lo absoluto. Si los banqueros intervienen de

forma conjunta y aumentan la oferta monetaria al extender nuevos

préstamos, aún cuando los hogares individuales no aumenten sus ahorros

al privarse cada vez más del consumo (y al no existir cambios en la política

tributaria que tenga como objetivo sacarle más provecho a la tasa de 183 Blaug, ob. cit., p. 200.

247

Page 252: Alex Donelli

ahorro existente), los “ahorros” extras aparecen inmediatamente, producto

de las acciones de los propios banqueros, en la forma a la que se refería

Keynes como “depósitos activos”. O sea, según se manifiesta

anteriormente, el propio préstamo comienza a cobrar vida inmediatamente

en forma de depósito. Hay que reconocer que este no es un depósito de

ahorro, sino que después de todo, fue un error contenerlo, que es algo muy

diferente. Los “ahorros” pueden existir también tanto en un depósito en

cuenta corriente como en un depósito de ahorro. Los ”ahorros” siempre

son igual a las ”inversiones”, pero no tienen que ser igual a los “depósitos

de ahorro”. Además, si el juicio de los banqueros era sensato, en la medida

que los fondos del préstamo son extraídos de la cuenta corriente y

gastados, estos se suman a los ingresos monetarios de la sociedad como un

todo. De manera que aún cuando la tasa de ahorro se mantenga constante,

los ahorros totales depositados por individuos por concepto de depósitos

de ahorro van a aumentar porque sus ingresos del hogar aumentan.

Por lo tanto, desde el punto de vista de Keynes, aún está lejos de ser

el caso que, según lo estipula la teoría de fondos prestables, la tasa de

interés se ajuste (aumente o disminuye) para equilibrar la demanda de

préstamos (inversión deseada) con la oferta de préstamos (ahorros). En

cambio, la tasa de interés puede permanecer congelada mientras el

ingreso monetario de la sociedad como un todo se ajuste para verificar las

expectativas de los banqueros, y justificar su racionamiento del crédito, sus

decisiones políticas, conjuntamente con los empresarios, en lo que

248

Page 253: Alex Donelli

respecta a la cantidad de inversiones se seguirán realizando.

Naturalmente ambas se pueden ajustar también, la tasa de interés y

el nivel de ingreso monetario pueden variar simultáneamente. Las

publicaciones originales de Keynes explicaban con lujo de detalle un

mecanismo teórico que conduce a las consideraciones anteriores. Desde

entonces, otros estudios realizados por profesora Robinson, barón Kaldor,

Pasinetti, Drèze, Bhaduri y muchos otros han demostrado que existe una

variedad de distintos mecanismos que podrían conducir a resultados

semejantes desde el punto de vista teórico. Desafortunadamente, las

investigaciones empíricas sobre cuál mecanismo funciona realmente han

demostrado ser, como sucede casi siempre en la teoría económica en este

nivel de generalidad, casi imposible de llevar a cabo en cualquier forma

real concluyente.184 También adoptan una fusión apócrifa, de forma gráfica,

de los principios de Keynes sobre la teoría de los fondos prestables,

falsificando de esta manera precisamente aquellos puntos que más han

llamado a la reflexión de la sociología general. Hay que reconocer

evidentemente que existe al menos un mercado monetario importante

donde, a primera vista, la tradicional licitación del mercado de subasta

opera a la antigua para expresar la ley de la oferta y la demanda al

establecer la tasa de interés (en ese mercado solamente) como si fuese un

precio. Y esta es la subasta común de letras del Tesoro. La relación de

este mercado con los ahorros y las inversiones es indirecta. Pero los

184 Los libros famosos de textos estadounidenses tienden a hacer énfasis en algunos detalles técnicos exactos del mecanismo original de Keynes, centrándose en el lado equivocado de los principios básicos, por así decirlo.

249

Page 254: Alex Donelli

argumentos (más bien escolásticos) que esto ha provocado en los círculos

académicos económicos, ya sean en contra o a favor de la teoría

keynesiana esbozada anteriormente, no deben ser un obstáculo. Los

hechos acaecidos en la historia reciente hacen que el caso keynesiano, en

su sentido más amplio, sea lo suficientemente convincente. Haremos

referencia a la experiencia histórica de “los seis años del gobierno de

Attlee185, que le sucedió al Gobierno de la Coalición” de Gran Bretaña “en

el verano de 1945, el más exitoso de este siglo en materia de logros

sociales y económicos”.186 La tasa de interés sobre los bonos del Tesoro a

largo plazo era aproximadamente de 2%, la tasa de inflación alrededor de 4

ó 5% (a veces 3%), y el desempleo en 1%.

Por lo tanto, de una forma u otra, aún cuando se trate solamente de

la versión caricaturesca del ”gasto deficitario para estimular la economía”

como en la reducciones famosas de impuestos de Kennedy, los principios

keynesianos ejercieron una gran influencia durante todo el período de la

postguerra hasta la primera crisis petrolera entre 1945 y 1973, que se

denominó “la época de oro del capitalismo”.187

Igualmente, el período de prosperidad de Reagan coincidió

exactamente con los déficits acelerados. El auge terminó tan pronto se

aplicaron medidas para restringir los déficits. ¿Qué otro ejemplo más

práctico de los principios keynesianos que este propio? Por ende, se puede

185 Líder del partido político “Labour” y primer ministro de Gran Bretaña, 1945-1951.186 Nicholas Lord Kaldor, barón de Newnham, ob. cit., p. X.187 Stephen Marglin y Juliet Schor, eds., The Golden Age of Capitalism, 1945-1970, Oxford, 1990.

250

Page 255: Alex Donelli

apreciar que si las oportunidades de inversión existen y parecen ser

razonablemente prometedoras, el sistema bancario, actuando como un

todo de forma conjunta, puede crear las facilidades (depósitos bancarios,

dinero bancario) para que las empresas puedan pagar por los nuevos

bienes de inversión (actividades económicas capitales y gastos iniciales

sobre la nómina salarial y materias primas) que se necesitan para

aprovechar esas oportunidades. No se necesita esperar a que los

ahorradores ahorren el dinero. Tan pronto se extienda el préstamo se

genera el dinero, y se considera como “ahorro” cuando aún nadie lo haya

ahorrado. Este se ahorrará después, luego de que haya circulado por las

nóminas salariales, también por las utilidades de las firmas a las que se les

paga por los bienes de inversión, y pagan estas utilidades en dividendos.

Así se paga por la expansión económica al crear un nuevo dinero.188

Tampoco se ha tenido en cuenta la parte relevante, y cada vez más

importante, del sistema financiero que no es parte de lo que generalmente

se denomina “bancos”. Ahora, en la medida que la nueva inversión sea tan

productiva como el promedio de producción existente, el nuevo dinero que

se puso en circulación encontrará una mayor cantidad de bienes y servicios

para poder cubrirla, de manera que el nivel de precios promedios, como el

Índice de Precios al Consumidor, no necesita aumentar. No debe

producirse ninguna inflación al aumentar la oferta monetaria. Por otro

188 En esta breve exposición se ha excluido cualquier consideración sobre el “multiplicador”, el cual aquellos que estén interesados en conocer el proceso en detalle, deben referirse, por ejemplo, a Samuelson, ob. cit., o Robinson, Introducción a la teoría del empleo, Madrid 1963 (ed. orig. Londres, 1936.)

251

Page 256: Alex Donelli

lado, si la nueva inversión es una especulación desacertada, podría

provocar una inflación. Las políticas keynesianas tienden a tener una

tendencia viciada inflacionaria en parte por esta razón.

Hasta ahora se han descrito solamente las leyes y no las políticas.

Esto se debe a que nos hemos abstraído del Gobierno. Se han descrito las

operaciones de las empresas privadas con un sistema bancario privado. La

única “política” que se ha descrito ha sido las decisiones del colectivo de

banqueros. Cada banquero individual tiene un margen muy pequeño para

políticas independientes, si quieren seguir siendo solventes y competitivos.

Están limitados por las oportunidades de inversión que existen y por la

“política” ya establecida de facto por las acciones del resto de todos los

banqueros ---qué políticas se le comunican a nuestro banquero individual---

simplemente a través del flujo de depósitos y las extracciones. Esta es una

forma altamente descentralizada de formular política, hasta tal punto que

es invisible para la mayoría de las personas que estudian el tema.

Sin embargo, supongamos que los oficiales de préstamos de los

bancos (y sus directores o supervisores) estuviesen organizados en un

colectivo implícitamente autónomo, una entidad política, con comités, que

tenga voto sobre las políticas, y prisiones para los rebeldes. El proceso de

cuestionamiento a posteriori, sobre el cual se habló, ya no se necesitaría.

La libertad del sistema bancario para expandir o contraer el nivel de

actividad económica sería consciente y visible. Evidentemente sería un

gobierno, un gobierno de la economía (y especialmente tan repugnante

252

Page 257: Alex Donelli

para los banqueros como para los ciudadanos). El objetivo de este

experimento teórico (que bajo ningún concepto es una propuesta) es

simplemente demostrar que el poder (de forma general) que tendría

evidentemente el sistema bancario si estuviese organizado de esta manera,

debe ser también el del sistema bancario, aún cuando esté organizado en

su habitual forma descentralizada. La única diferencia es que en el caso

anterior es un poder que se puede ejercer de forma consciente y

deliberada, luego de un debate y votaciones. En el último caso, el que más

se acerca a la realidad, se ejerce exactamente el mismo poder de forma

relativamente inconsciente, respondiendo automáticamente y de manera

descentralizada a las condiciones locales (y estímulos) según se

manifiesten. Por varias razones esta distinción es interesante e

importante. Sin embargo, no afecta la naturaleza del poder y las funciones

del sistema bancario. Es por ello que el punto de vista sociológico hace

hincapiés en que los oficiales de préstamos (y sus directores) trabajan

regulando las funciones. Desde el punto de vista sociológico, ellos son

parte del gobierno de la sociedad, más allá de cuáles sean las formas

legales de ejercer este poder, y la psicología individual de este ejercicio.

Además, los funcionarios de las corporaciones, o el empresario que decide

realizar la nueva inversión (utilizando las facilidades del sistema bancario)

son también parte del gobierno. Entonces, desde el punto de vista

sociológico, ya se ha hablado de las “políticas gubernamentales”. No

obstante, “las políticas gubernamentales” en el sentido acostumbrado de

253

Page 258: Alex Donelli

las palabras desempeñan un papel solo y cuando la demanda de las

inversiones privadas, según se ha ilustrado anteriormente, está en un nivel

muy bajo para poder elevar el nivel de la actividad económica hasta el

nivel donde se alcance un empleo pleno (y una tasa de crecimiento

satisfactoria para seguir elevando el nivel de vida de los pobres). En dicho

caso, Keynes también demostró mediante medidas concretas (tales como

aquellas que tomó el gobierno de Attlee), cómo el gobierno generalmente

puede a través de la financiación del déficit, estimular la economía al

encargar sus propios bienes de inversión y realizar sus propios proyectos

de inversión —por ejemplo, la construcción de viales, hospitales, viviendas

públicas— al igual que subsidios de asistencia social (como el seguro de

desempleo) que, al potenciar la demanda de los consumidores, cree un

ambiente empresarial más favorable y tienda a hacer que las

oportunidades de inversión (por lo menos en los restaurantes de comida

rápida) sean más rentables. Es importante, para no crear ninguna

confusión, mantener separadas las leyes de las propuestas de políticas de

Keynes. Las primeras tienen una base muy sólida en lo que respecta a sus

principios esenciales, pero las últimas, carecen de cualquier tipo de

garantía firme. Los principios de Keynes han mostrado de manera

concluyente que si la economía no funciona a plena capacidad, entonces, a)

[el laissez-faire] no corregirá el problema, b) el problema pudiera ser

debido al tipo de causa que se puede solucionar con las políticas

keynesianas, y c) si las políticas keynesianas no solucionan el problema,

254

Page 259: Alex Donelli

este fracaso no se debe a ninguna de las razones laissez-faire que los

economistas (o monetaristas como Friedman o von Hayek) fomentaban (y

que aún lo hacen).

En cuanto al tema de porqué no ha continuado el mismo éxito de lo

acaecido desde la crisis petrolera, no hay un consenso al respecto. Esto

pudiera ser debido a nuevos problemas, que no son tan fáciles de

solucionar por la versión relativamente de historieta de las políticas

keynesianas que lograron ser aceptadas por los gobiernos de derecha en

toda Europa y Norteamérica que se desarrollaban lentamente y luego

fueron reveladas por las crisis; o porque las crisis requerían políticas

keynesianas (de forma temporal) pero decisivas y mucho más drásticas que

antes, hasta un punto donde nunca antes se contaba. Además, la ejecución

de estas hubiera echado por tierra el frágil consenso que rige dichas

políticas, o que las crisis petroleras fuesen un pretexto para aquellos que

pudieran beneficiarse con las políticas monetaristas para insistir en su

punto de vista. No estamos tratando de argumentar que nuestros

problemas económicos son fáciles de solucionar. No estamos tratando de

vender el keynesianismo a los escépticos al mitigar las incertidumbres y

dificultades que existen (como sucedió con la primera ola de divulgadores

keynesianos de la postguerra).

Basta con demostrar que las políticas keynesianas funcionaron

durante un par de decenios para probar que la doctrina laissez-faire

siempre está equivocada. Si se necesitan nuevas políticas económicas, que

255

Page 260: Alex Donelli

así sea. No se está sugiriendo que el keynesianismo debe ser la última

palabra. Pero las nuevas políticas no pueden ser neumáticos

recauchutados del monetarismo o laissez-faire, que están empíricamente

desaprobadas (y definitivamente) o son contradictorias desde el punto de

vista lógico. No se deben perder de vista dos factores en particular, (a) que

el dinero no es una mercancía (y la tasa de interés no es el precio de su

uso), y (b) el capital no es un factor de producción (y la tasa de beneficio

no es una ganancia devengada) —aunque esta última es para anticipar una

conclusión de un estudiante de Keynes, Robinson, sobre la cual se hablará

en un capítulo posterior.

Para resumir el papel que desempeñará el conjunto de conclusiones

de este capítulo en la estructura del argumento de este libro, hagamos las

siguientes observaciones. Anteriormente se identificaron varias injusticias

evidentes en el funcionamiento de la economía estadounidense, aunque

para ser justos, se han sometido a consideración para ver si realmente son

así. Se han examinado varios argumentos que se han hecho a nombre del

sistema existente. Por ejemplo, debemos suponer que algunos problemas

son inevitables. Ahora, hay que reconocer que la necesidad es una defensa.

Sin embargo, se ha apreciado en este capítulo que un alto desempleo no es

inevitable. Basta con ver el resultado del gobierno del Partido Laborista en

Gran Bretaña cuando las políticas keynesianas se aplicaron de forma

intransigente. No importa si la repetición exacta de la misma solución

funcionará ahora. La historia y la experiencia práctica ya han demostrado

256

Page 261: Alex Donelli

que aquellos, tanto ahora como en aquel entonces, plantean que el empleo

pleno no es práctico, o que tiene consecuencias peligrosas, están

equivocados. Se puede conocer a quién culpar, y que es injusto, antes de

que se sepa exactamente la solución. Y una de las razones de esto es que el

“cómo” depende de que se llegue a un consenso. No cabe dudas de que si

el mismo consenso político existiera hoy día, las mismas políticas

keynesianas funcionarían. Esto nos lleva al punto final. Los principios de

Keynes demuestran dos cosas: que la cantidad de gastos en materia de

inversión es crucial para el nivel de actividad de toda la economía; y que la

decisión sobre esa cantidad es, aunque sea descentralizada, aún una

decisión política. Si la cantidad que se decide es muy baja para lograr un

pleno empleo, aquellos que tomaron la decisión (banqueros y empresarios

conjuntamente) asumirán la responsabilidad política por ello. Necesitamos

tener esto presente en la medida que se hable sobre las injusticias sociales

reales de hoy día.

De hecho, las dos razones por las cuales los sectores influyentes de

los formuladores de políticas del sistema sociopolítico de los Estados

Unidos se oponen a las políticas keynesianas son: (a) que funcionarían, y

generarían un pleno empleo, y (b) que al no ser que se complementen con

una política de ingresos con una regulación salarial, estas políticas

producirían una inflación. Evidentemente, esto carece de sentido hasta que

no se explique el porqué el pleno empleo y la inflación son ¡”malos”! desde

su punto de vista. En el penúltimo capítulo de este libro especularemos

257

Page 262: Alex Donelli

sobre el porqué el pleno empleo es “malo”. Por supuesto, no es tan malo,

solo que actúa contra sus propios intereses. De manera que hay un

espectáculo de un grupo de personas influyentes que bloquean las políticas

económicas eficaces que beneficiarían a la gran mayoría de las personas,

simplemente porque está dentro de sus intereses hacer esto.

Así, las acciones de esta institución son socialmente injustas. Queda

por ver si las injusticias son inherentes en las propias instituciones o son

meramente el resultado de un mal uso de estas instituciones.189

La inflación es, dentro de sí misma, perfectamente neutral, siempre y

cuando se pueda calcular y pronosticar. Debido a que esto no se puede

hacer, entonces, los sectores de la sociedad se favorecen evidentemente a

costa de otros. Probablemente los dos aspectos fundamentales de la

inflación son: (a) cuando es constante, se requiere la renegociación regular

de convenios salariales, prestación de jubilación, entre otros. Cuando

existe un pleno empleo esto no constituye una dificultad para los

asalariados porque dichos contratos pueden ser renegociados fácilmente,

pero sí lo es para los jubilados y retirados al no ser que el gobierno haya

indexado sus beneficios. En cuanto a los obligacionistas o rentistas, la

estabilidad de la tasa de inflación hace que sea fácil incluirla en la tasa de

interés del bono o hipoteca. Sin embargo; (b) los obligacionistas pueden

llegar a obtener ganancias no merecidas, inesperadas si la tasa de inflación

disminuye a mediados de la vida del bono. Por el contrario, pueden llegar a

189 Las instituciones siendo la institución de las decisiones en materia de inversión –el sistema bancario y los oficiales financieros corporativos y empresarios– y la institución de empleo.

258

Page 263: Alex Donelli

perder bastante si ocurre a la inversa. Esto explica sus motivos de

oponerse a los fundamentos (nuevamente) de las políticas keynesianas, y

luchar por la anulación de estas una vez que se pusieron en práctica. (De

hecho, la situación posible más ventajosa para ellos sería un aumento

pronosticado y lento en la tasa de inflación, seguido por un cambio abrupto

en la política hasta llegar a una inflación de casi cero.)

Hay que preguntarse porqué se opondrían (y de hecho se oponen) a

las políticas keynesianas complementadas con las medidas mencionadas

anteriormente, que han demostrado que se puede mantener la inflación a

un nivel módico. Posiblemente esto se debe a los controles que estas

medidas ejercen sobre las posibilidades financieras y especulativas de los

ingresos no provenientes del trabajo. El gobierno de Attlee controlaba no

solamente los salarios a través de su alianza con los poderosos sindicatos

de tendencia socialista en aquel entonces, sino que formula leyes para

limitar los dividendos en acciones, etc., así controlaba también los ingresos

diferidos, y generaba un mercado de valores en calma (ya que dicho límite

tenía el efecto de desalentar la especulación). Ante varias desventajas que

conllevaban estos controles y la falta de confianza (por naturaleza) en los

beneficios de las medidas (cuyos beneficios en cualquier caso se les

conferían primero a los desempleados y los más pobres de la sociedad), es

que ellos se oponen a estas medidas con más rigor, incluso, que a la

inflación. Por supuesto, que no se necesita adoptar su punto de vista.

En la crisis global actual, estas medidas son conocidas por casi todos

259

Page 264: Alex Donelli

los economistas como las normales para resolver la crisis y reactivar los

mercados financieros de manera que la demanda de los consumidores

pueda rescatar a las compañías manufactureras de la inminente

bancarrota. Esto, a su vez, protegerá los precios de vivienda y resolverá

esa crisis. Sin embargo, el dólar experimentará una inflación al igual que

todas las otras monedas vinculadas a este. La única oposición a estas

medidas está motivada por el hecho de que todavía hay muchas personas

con empleo, e inversores que no lo han perdido todo, y la inflación

necesaria debilitará su posición aún cuando restablezca la posición de los

otros. La dificultad que se enfrenta para resolver esta crisis a corto plazo,

entonces, es de naturaleza política: los intereses opuestos de estos dos

grupos, uno que se beneficia por la inflación, y el otro que se ve afectado

por esta.

Mas a partir del punto de vista expresado en los últimos capítulos,

esta inflación es simplemente el complemento necesario para la inflación

desigual y tendenciosa que comenzó en los años de Reagan. El gasto

deficitario de Reagan se necesitaba para mantener la economía próspera.

Su gobierno canalizaba hábilmente la inflación resultante hacia el sector

financiero y evitaba que los salarios nominales y los precios al consumidor

aumentaran al mismo ritmo. Esto fue un suceso sin precedentes: la

inflación se distribuyó de forma muy desigual. Los precios de vivienda

aumentaron a un ritmo casi el doble que todo lo demás. Pero ya que la

expectativa justificada sobre el aumento de los precios de vivienda era uno

260

Page 265: Alex Donelli

de los principales sostenes económicos para alcanzar una prosperidad total

de postguerra, fue útil aumentar los precios de vivienda. Según se ha

puesto de manifiesto, obedeciendo los principios de Keynes, la solución

para los precios demasiado altos de viviendas no es una corrección

descendente, sino inflar al resto de la economía hasta que se restaure la

paridad. Ahora es muy tarde para hacer esto de forma tal que no cause

dolor, pero es la solución evidentemente, funcionará de hecho a corto

plazo.

261

Page 266: Alex Donelli

Capítulo IX

Instituciones Fiduciarias

La filosofía del dinero y el funcionamiento del sistema bancario son

fascinantes y políticamente cargados de significado como lo han demostrado

las luchas en la historia estadounidense y el interés que han mostrado

actualmente los Perotistas190 y muchos otros.

El mecanismo fundamental que hace que un comportamiento sea

“social” en vez de individualista es, por naturaleza, más monetario que

psicológico, o sea, opera de la misma manera en que lo hace el sistema

bancario y no en la forma en que operan los trueques. No obstante, debe

tenerse en cuenta que un banco puede estar sujeto a un pánico bancario

aunque por lo general esto no suceda. Por supuesto, si todos trataran de

retirar sus fondos el banco no podría cumplir con sus obligaciones y los

clientes no triunfarían en su empeño. Entonces, ¿por qué la gente deposita

190 Así se llaman los seguidores de Ross Perot, el candidato presidencial en los EE.UU. en 1988.

262

Page 267: Alex Donelli

fondos en una situación tan peligrosa como esta? Pues lo hace por la

creencia individual de que los demás tampoco van a retirar su dinero. El

banco se mantiene a flote debido a la confianza y, por consiguiente, la acción

individual de los depositantes es racional. Pero la acción del individuo es

racional solo si se tiene en cuenta su creencia en torno a las acciones futuras

de los otros depositantes (acreedores) del banco. Mas, esto es solo

comprensible en su contexto social.

Un ejemplo mucho más claro de esto se evidencia en cualquier inversión

en negocios como valores de renta variable, el arte o los bulbos de tulipán.

Los inversionistas o, más bien, los titulares de las acciones albergan una

creencia definitiva sobre el comportamiento futuro de los otros titulares. La

expectativa de dividendos, el disfrute estético o las calorías invertidas por sí

solas son simplemente insuficientes para justificar, en la mente del titular de

acción individual, el precio pagado por la inversión. Sólo las expectativas en

torno a la variedad de precios en el futuro pueden hacerlo. De ahí que la

confianza mantenga al mercado de valores a flote.

Por supuesto, los bancos pueden fallar, como se demostró con la

tulipomanía. Mas, esa confianza que mantiene el mercado a flote se basa en

algo y eso lo explicaremos más adelante.

Una institución o un role se mantienen en vigencia de la misma manera

(incluso si parte de la fuerza es psicológica usualmente pensamos que ésta

es insuficiente para explicar el éxito total de la institución). No hay nada

paradójico en advertir que la verdadera razón por la que la mayoría de las

263

Page 268: Alex Donelli

personas obedece las reglas institucionalizadas, sigue los roles y actúa como

si aceptara los valores institucionalizados es porque espera que los demás

hagan lo mismo también. El sistema se mantiene a flote por la confianza.

Desde luego, el sistema también debe funcionar eficazmente. O sea, como

promedio y a largo plazo, la gente debe recibir una suficiente cantidad de

recompensas y satisfacciones del funcionamiento del sistema; como

promedio y en el largo plazo los programas de inversión del banco deben

tener éxito, esto es, incrementar realmente la productividad de las firmas (o

de las familias) para que puedan hacer sus pagos de intereses al banco. Esta

es la prueba que no pasaron los tulipanes.

No todos los individuos necesitan recibir satisfacciones suficientes;

algunos quieren más. Ningún individuo necesita que se le pague

inmediatamente por cualquier “servicio” –que sea interacción asocial en el

sistema de trueque– la mayoría de los negocios no recibe lo suyo en cambio

hasta que no haya pasado un tiempo y aún así puede ser de manera

intermitente. Pero, en especial, la oferta monetaria puede expandirse –los

intercambios de servicio y recompensa no tienen que ser un juego de suma

cero-.

Esto no es un simple “tú me ayudas y yo te ayudo” pues eso sería

simplemente un trueque. Si los individuos solo interactuaran con otros

individuos como “dividendos” no te pudieras licenciar en trueques. Una

institución fiduciaria debe ser el intermediario para poder tener un

verdadero comportamiento monetario. Los compromisos a largo plazo y los

264

Page 269: Alex Donelli

préstamos ilíquidos tienen que ser sopesados con los compromisos cuyos

límites no se han fijado y los depósitos altamente líquidos para que el

mecanismo de expansión monetaria y crédito pueda tener un alcance.

Incluso entre los economistas no existe propuesta o sugerencia en

torno a la teoría del dinero que no sea controversial. Existen definiciones

rivales sobre el dinero en cuanto al impacto de este en la economía y cómo

lo hace (si es que lo tiene). Es más, ninguna de estas propuestas es

ampliamente conocida por el público: las nociones generalizas sobre el

dinero constituyen todavía otro cuerpo teórico que está en desacuerdo con

lo planteado por los economistas.

Por suerte, parte de estas diferencias es fundamentalmente verbal.

Para comenzar este tema, entonces, podemos apoyarnos en el consenso

existente entre muchos de los teóricos serios de la economía, quizás la

mayoría, cuya principal discrepancia sería que estamos usando una

terminología incorrecta o quizás omitiendo elementos importantes o

haciendo demasiado hincapié en otros pero que no desearían negar el

significado expresado por nosotros (en la terminología que hemos

escogido). En primer lugar tenemos que definir la palabra dinero y ya hay

una gran discusión en torno a esto. En el siglo XVIII la palabra dinero se

utilizaba para designar lo que ahora llamamos dinero en efectivo. Sin

embargo, en el XIX, con el desarrollo del sistema moderno de crédito, el

significado de la palabra se amplió para incluir también a los billetes y los

“depósitos bancarios” o dinero bancario. Esto es claramente un problema

265

Page 270: Alex Donelli

de terminología y nosotros podemos escoger el que queramos. Sin

embargo, antes de continuar me parece que es mejor que expliquemos las

diferencias entre ellos y para hacerlo no hay nada mejor que hacer una

breve recapitulación de la historia del dinero.

Una economía no monetaria es realmente primitiva. Si existiera alguna

mercancía en su sentido moderno tendría entonces que cambiarse a través

de trueques. Pero esto no es conveniente y una vez que estas lograron ser

una parte importante de la vida diaria de las personas algo se hizo para

que el proceso de intercambio fuera más fácil. Una mercancía especial

como el oro, por ejemplo, aunque de hecho bien que pudo haber sido la

plata al principio pues en ese momento era más valiosa que el oro, es por

consenso seleccionado como “dinero”. Como todos sabemos, eso significa

que ya no cambiamos cerdos por fondos sino que cambiamos los cerdos

por oro y luego cambiamos el oro por fondos y esto es mucho más

conveniente (no menos). La cantidad de oro por la que se cambió un cerdo

es el “precio” del cerdo. El oro es invalorable.

Sin embargo, este es todavía un estado bastante primitivo aunque duró

por un buen tiempo. En tal punto de la historia el dinero es todavía, en

principio, una mercancía igual que cualquier otra. Obedece a las leyes de

la oferta y la demanda, aparentemente. Más dinero puede producirse pero

a través de mayores esfuerzos como la minería, por ejemplo. Su valor

puede fluctuar como cualquier otro producto aunque no tenga precio. Si

bien los tiempos recientes son una excepción seria, el valor del oro ha sido

266

Page 271: Alex Donelli

a menudo mucho más estable que el de cualquier otra mercancía rival.

También es mucho más fácil de almacenar o de transportar.

En esta situación, el oro es el “medio de intercambio”, es lo que todo el

mundo usa para cambiar por la mercancía que realmente quieren. Sus

otros usos, aparte de este, son insignificantes si se comparan. Por lo tanto,

una clásica definición de dinero (tomada por ejemplo de la Enciclopedia

Británica) es que es “una mercancía aceptada por el consenso general como

un medio de intercambio económico. Es el medio en el que se expresan los

precios y valores; circula de persona a persona y de país a país facilitando

así el comercio. Es la medida principal de riqueza.”

Pero no es este el que la civilización moderna usa principalmente. O,

para decirlo de otra manera, actualmente no existe una mercancía que

sirva como medio de intercambio y que sea además el medio a través del

cual se expresen los precios y valores de contratos, fundamentalmente las

deudas. Por ejemplo, en la Gran Bretaña del siglo XIX la moneda de oro, la

llamada “soberano”. Este era una mercancía. Sin embargo, los precios

eran contratos y las deudas se expresaban en términos de “libras

esterlinas” que no eran una mercancía. Los economistas clásicos hablaban

de esto como “dinero de cuenta”. El número de libras esterlinas necesarias

para comprar un soberano variaba de semana en semana. Clásicamente, el

dinero no es lo mismo que el dinero de cuenta. En la actualidad, tanto el

dinero de cuenta como el medio de intercambio se conocen como “dólar”

en los Estados Unidos. Sin embargo, aún se impone hacer determinadas

267

Page 272: Alex Donelli

distinciones científicas en algunas ocasiones. Aún cuando de alguna

manera se podían lograr dos objetivos diferentes con la misma “cosa”,

debemos estar preparados para hacer las distinciones pertinentes. Pero

todavía no existe en Estados Unidos ningún “dinero” como el definido por

la Enciclopedia Británica porque nuestro medio de intercambio no es una

mercancía, es un billete, un billete de banco, o sea un …

Pero, ¿es esto un problema? Quizás lo sea. No obstante, hay que tener

en cuenta que existe un gran diferencia entre el sistema monetario

civilizado de hoy en día y el que existía en los tiempos de Roma. Mientras

no haya confusiones de ningún tipo podemos llamarle a los dos “dinero”.

Mas, asegurémonos de que no surjan dudas.

Los economistas clásicos prefieren reducir la definición de la

Enciclopedia Británica a su primera acepción porque son conscientes de

que las “cosas” comprendidas en los cuatro puntos no tienen que coincidir

y cuando lo hacen necesitan de aclaraciones pertinentes. Por lo tanto,

comúnmente el dinero es una cosa usada, por lo general, como medio de

intercambio. Si realmente es una mercancía -que era habitual que lo fuera

–pudiera llamarse dinero-mercancía. Si habláramos solo de pedazos de

papel sancionados y monopolizados por el estado –se reconocería como

moneda fiduciaria porque no sería una mercancía en el sentido económico

habitual de la palabra debido a que su proceso de producción sería legal y

no económico–.

268

Page 273: Alex Donelli

Por lo general, los economistas clásicos no experimentaron,

entendieron o notaron el “dinero bancario” o “depósito bancario” moderno

y tampoco hubieran tenido en cuenta a su precursor, el “billete”, como

dinero. En los siglos XVII y XVIII el gran aumento en la producción y el

comercio – en particular, la novedad de que el comercio a las Antillas y la

producción fabril demoraran más que antes- estimularon e incluso

requirieron de nuevos medios de intercambio. No había dinero suficiente y

este era además muy rígido, inflexible. El crédito se desarrolló, expandió y

perfeccionó de una manera extraordinaria. Para nosotros un ejemplo clave

es suficiente: la “letra de cambio” –solo un simple pagaré: Yo, José

Sanchez, prometo que le pagaré a usted, Jorge Blanco, cincuenta libras

esterlinas dentro de tres meses, el 1ro de Agosto de 1750. Jorge me dará

suministros por el valor de cuarenta y cinco libras que yo necesito para mi

negocio. Jorge autoriza a Juan –a recibir bienes por un valor de cuarenta y

cinco libras (quizás), etc., incluso diez veces más. Y quizás el 1 de

noviembre de 1750 lo tenga un intermediario y luego de presentármelo a

mí acceda a recibir una letra de cambio por otros tres meses-. De esta

manera se hacían los negocios antes, no con dinero en efectivo.191

Un banco comercial haría lo mismo, desde luego, en nombre de sus

clientes. Así, regula y facilita el proceso debido al gran elemento que

constituye el “reconocimiento de su nombre”. Pero la intervención privada

de un banco privado en estas relaciones contractuales privadas entre los

empresarios del sector privado no altera la trascendencia económica de 191 Amit Bhaduri, ob. cit., p. 87.

269

Page 274: Alex Donelli

este proceso de descuento y aceptación de letras o pagarés. Se convirtió

en un hecho común que estas letras de cambio actuaran como sustitutos

del dinero o “cuasidinero”. Obviamente, mucho dependía de su

conocimiento y confianza en los que lo aprobaban aunque uno de ellos

fuera un banco. Y cada uno de los que lo endosaba era responsable de

pagarlo en la fecha de vencimiento de forma tal que si no podía pagarlo,

Jorge, Juan, etc., eran responsables de hacerlo. Sólo faltaba por hacerse un

paso. Un banco podía ser el intermediario entre todas las transacciones,

reduciendo realmente la cadena de endosantes. En vez de Jorge

extenderme el crédito, y entonces Juan extendérselo a Jorge, etc., yo podía

solicitarlo directamente al banco. Este podía extenderme un crédito y

darme un pagaré -pagadero al portador- sin necesidad de endoso y en el

que estuviera debidamente grabado el nombre del banco y la cara de algún

personaje (ya sea la del presidente del banco o la de algún patriota). Si yo

le ofrezco este pagaré a Jorge él lo aceptará más rápidamente que antes

porque el banco tiene mayor capacidad de pago que él o que yo y, por lo

tanto, confía en que se lo pueda pasar a Juan o a cualquiera de los socios.

Por otro lado, ya no tiene que preocuparse de lo que pudiera pasar en un

lapso de tres meses. Así, él me puede ofrecer bienes por un valor de

cuarenta y ocho libras esterlinas por un pagaré de cincuenta, etc.

El dinero bancario y el depósito bancario sufrieron un proceso de

evolución con la letra de cambio (que era prácticamente dinero) como

270

Page 275: Alex Donelli

medio de intercambio. Pero, ¿por qué era mejor para los negocios que el

dinero-mercancía o la moneda fiduciaria?

Primero, hagamos hincapié en nuestra distinción entre la manera en

que se veía el dinero en el siglo XVIII y los depósitos bancarios. Primero

hubo dinero, oro acuñado. Después, aparte del dinero, individuos privados

inventaron la letra de cambio como un pagaré que era transferido

libremente (por aprobación). No era regulado por el estado en ningún

sentido y tampoco fue una evolución del dinero sino un sustituto. Servía

como una especie de medio de intercambio en círculos de hombres de

negocio (pero era un medio imperfecto debido al descuento). Fue

desarrollado de forma tal que sirviera como un excelente medio de

intercambio una vez que se estandarizó en tres sentidos: a) el deudor

siempre sería un banco en vez de mí; b) la letra de cambio sería pagable a

la vista en vez de en la fecha de vencimiento; c) la letra de cambio era

pagadero al portador y no necesitaba de endoso. No obstante, la forma no

estandarizada de letra de pago se mantuvo por un tiempo, por supuesto.

Pero la estandarizada se hizo conocida como pagaré o depósito bancario

aunque sin ningún cambio legal en su estatus original: la letra de cambio.

No era dinero ni en el sentido en que lo define la Enciclopedia Británica, ni

la jerga legal del siglo XVIII o la teoría económica clásica. Era “dinero

bancario” o “depósito bancario”. Pero como sirvió a los objetivos del

dinero, al menos en los círculos de negocios, algunos fueron utilizados

271

Page 276: Alex Donelli

para revisar la definición científica de dinero. La jerga popular fue

adelante, por supuesto.

La razón por la que llamamos billete de dólar al “billete del dólar” es

precisamente porque surgió como letra de cambio –y para la economía

científica todavía lo es-. La razón por la que le llamamos pagaré es porque

una letra de cambio era un pagaré (y si era manuscrito pues entonces se

trataba de una nota manuscrita (“note-of-hand”)).

Mucho antes del período prebélico en los Estados Unidos, los negocios

bancarios se hacían por el sector privado. La competencia por el libre

mercado privado es fundamental para la banca y las letras de cambio,

como hemos visto. La naturaleza esencial de los depósitos bancarios no

depende del gobierno aunque sí del “consenso general” de aquellos

involucrados en el intercambio. En ese período histórico varios bancos

emitieron diferentes tipos de dinero con distintas imágenes. La mayoría de

los comerciantes lo aceptaban a descuento, al igual que con cualquier letra

de cambio. Si el banco estaba en Cleveland un comerciante de Pittsburg

podía necesitar un descuento considerable o negarse a aceptar el pagaré

completamente. Sin embargo, para 1869 aproximadamente, se le llamaba,

por lo general, “dinero” y la mayoría de los economistas lo definirían hoy

de la siguiente manera: dinero de cuenta es aquel en el que se expresan

las deudas, precios y poder adquisitivo; por lo tanto, el dinero como tal es

ese a partir del cual los contratos de deudas y de precios son liquidados y

en la forma en la que se mantiene el poder adquisitivo. Actualmente, en los

272

Page 277: Alex Donelli

Estados Unidos (o mejor en el de 1929) el dinero de cuenta es el dólar en

el sentido habitual de la palabra y existen varias “cosas” que responden a

tal expresión: moneda (dentro de los límites), Pagarés de la Reserva

Federal (un tipo particular de pagaré) y saldos de cuentas corrientes –que

no son más que las copias electrónicas en la computadora de su banco.

Pero según la definición clásica, solo las monedas hubieran sido

consideradas dinero. Los bancos de la Reserva Federal son bancos que

pertenecen al sector privado y no agencias gubernamentales y sus billetes

son todavía letras de cambio. Debido al hecho de que el gobierno ha

prometido apoyar estos doce bancos del sector privado, se considera que

ellos tienen una mayor capacidad de pago que los bancos del período

Federal (1790-1859). Sin embargo, sus emisiones fiduciarias no son lo que

los representantes de la doctrina jurídica del siglo XVIII como, por

ejemplo, los Padres Fundadores de los Estados Unidos, considerarían como

dinero. Existen además economistas libertarios de la actualidad como von

Mises que todavía negarían eso debido a que él todavía lo llamaría cuasi

dinero –el desacuerdo es terminológico-.

Esto nos permite esclarecer otro error común sobre la Reserva

Federal y el dinero. Hay muchas personas que plantean que la Ley de la

Reserva Federal es anticonstitucional porque la Constitución se reserva el

poder de acuñar dinero y de regular el valor del dinero al Gobierno

Federal. Pero, lo que sea que se pueda decir en torno a los méritos legales

de tal argumento, la historia del concepto del dinero que acabamos de

273

Page 278: Alex Donelli

revisar nos ha demostrado que los Padres Fundadores nunca hubieran

utilizado ese lenguaje en esas partes de la Constitución sobre los pagarés

(letras de cambio) porque no fue hasta bien adentrado el siglo XIX que ese

uso se admitió. Adam Smith, por ejemplo, no utilizó la palabra dinero como

“depósito bancario”.

Sería anacrónico pensar que los abogados y estadistas del siglo XVIII

que escribieran un documento legal utilizaran la palabra dinero para

referirse a los billetes o depósitos bancarios que tanto desde el punto de

vista legal como científico era lo mismo que una letra de cambio. La

palabra dinero en el siglo XVIII tenía un significado mucho más restringido

que en el discurso actual. En aquel entonces no se refería ni a billetes ni a

letras de cambio, al menos no es su uso legal o más cuidadoso (por

ejemplo, cuando el autor estaba siendo cuidadoso) como se evidencia en

los escritos de Jefferson y de Adam Smith. Las disposiciones en la

Constitución de los Estados Unidos con relación al dinero no son, por lo

tanto, en ningún sentido, prohibitivas de los pagarés o del actual sistema

de la Reserva Federal. Arthur Nussbaum en su libro A History of the

Dollar, Nueva York, 1957, p. 52 resume este punto que también podría

tomarse de las cartas de Jefferson, el Diccionario Oxford, La Riqueza de las

Naciones de Smith, o los Commentaries de Blackstone. “En la terminología

técnica de la ley estadounidense, los billetes de banco al igual que otros

billetes como los últimos de los Estados Unidos, billetes de banco nacional

y billetes de la Reserva Federal, se denominan ‘moneda’ (un término que

274

Page 279: Alex Donelli

significa simplemente circulación en la ley anterior), mientras que el

término ‘dinero’ se reserva por lo general para la moneda metálica. Esto es

un residuo de la tradición de derecho consuetudinario que consideraba los

billetes de banco simplemente como instrumentos comerciales. “

Otro error generalizado es creer que el complicado aparato de encaje

fraccionario es de alguna manera importante. Sin embargo, no lo es. Es un

simple tecnicismo y no afecta la esencia del depósito bancario. Como

hemos visto, el depósito bancario es un saldo de cuenta o una letra de

cambio y cualquiera que sea el caso lo único importante en derecho o en

esencia desde un punto de vista individualista es que el depósito bancario

es un contrato de deuda que puede usarse para saldar otros contratos de

deudas de la misma manera en que lo hace una letra de cambio entre dos

individuos privados. De hecho, no hace falta que haya reserva alguna: el

billete tiene valor por el crédito. Cuando Jorge Blanco le pagó a Juan con

mi pagaré, yo no tenía ninguna reserva en efectivo porque todavía no

había vendido los suministros que le compré a Jorge. Mientras que los

negocios sigan su curso normal y todos los individuos sean prudentes, las

reservas son totalmente innecesarias porque el crédito es justificable. Las

reservas solo son necesarias para protegernos de cualquier contingencia

no prevista y para lidiar con las tiranteces. En circunstancias ideales hasta

un banco podría hacer negocios sin reservas. La cantidad de reservas

necesarias para operar en el mundo real podría, en principio, dejarse a la

prudencia de los banqueros y a la competencia en el libre mercado en

275

Page 280: Alex Donelli

cuanto a lo que a la naturaleza del depósito bancario concierne. De hecho,

y en el mundo ideal del mercado libre sin fricciones de ningún tipo yo,

como individuo privado, podría crear dinero de la nada al escribir una letra

de cambio como en el ejemplo en el que creé cuarenta y ocho libras de

cuasidinero (el ejemplo fue el de la creación de cuarenta y ocho libras de

cuasidinero en un mundo imperfecto –en un mundo perfecto hubieran sido

cuarenta y nueve libras y cincuenta centavos de dinero bancario-).

La esencia del dinero bancario es que se crea del crédito y no de las

reservas. Por lo tanto, la afirmación de que el banco puede crear dinero de

la nada es casi verdadero. Pero el crédito es realmente una institución

sociológica –desde un punto de vista individualista puede parecer que es

de la nada pero es una mala interpretación-. El error generalizado de que

los bancos dependen de la Reserva Federal, de los poderes monopolísticos

dados por el gobierno o de las regulaciones es un serio error científico y es

refutado por la historia de la banca estadounidense pues todos estos

elementos son sólo tecnicismos diseñados para “obligar” a un sistema

bancario de libre empresa por naturaleza a comportarse de una manera

mas estable.

Los complicados tecnicismos del sistema de bancos de la reserva

federal, además de sus regulaciones y leyes, simplemente equivalen a

regular un sistema bancario esencialmente privado para hacerlo, en

primer lugar, más estable y, en segundo lugar, más controlable que antes

por parte de los miembros más influyentes y poderosos de la élite del

276

Page 281: Alex Donelli

poder. Pero de alguna manera siempre fue estable y bastante controlado

por la élite del poder. Por estas razones es que es un error esperar mucho

de reformas al sistema aunque sean muy drásticas. La mayoría de las

reformas al sistema monetario llevarían al comercio, involuntariamente, a

depender de letras de cambio y de agentes de bolsa privados, a

intermediarios y a bancos como los de los siglos XVII y XVIII. De hecho,

algunas de esas propuestas por parte de los libertarios, por lo general,

están encaminadas a prohibir las operaciones bancarias, la creación del

dinero bancario al exigir un 100% de respaldo en oro para que haya

moneda de curso legal. Esto parecería una restricción intolerable de la

libertad de los individuos para crear un banco si quisieran hacerlo. Adam

Smith pensaba lo contrario pero se pronunció en contra de la falta de

confianza extrema en la regulación gubernamental. Con relación a las

operaciones bancarias privadas sin restricción de ningún tipo escribió:

“Acaso habrá quien sostenga que impedir que un particular reciba en pago

los billetes de un Banco, por una suma grande o pequeña, cuando no tiene

inconveniente en aceptarlos, o prohibir a un banquero que los emita cuando

los demás no tienen inconveniente en recibirlos, es un atendo manifiesto

contra la libertad natural, que la ley viene obligada a proteger y no a violar.

Estas reglamentaciones pueden considerarse indiscutiblimente como

contrarias a la libertad natural. Pero el ejercicio de esta libertad por un

contado número de personas, que puede amenazar la seguridad de la

sociedad entera, puede y debe restringirse por la ley de cualquier Gobierno,

277

Page 282: Alex Donelli

desde el más libre el más despótico. La obligacion a construir muros para

impedir la propagación de los incendios es una violación de la libertad

natural, exactamente de la misma naturaleza que las regulaciones en el

comercio bancario le que acabamos de hacer mención.”

Ahora bien, ¿por qué era y es el dinero bancario mejor para los

negocios que el dinero-mercancía? ¿Por qué, cuando este no existía

todavía, los individuos privados lo inventaron? Sencillamente porque es

más flexible, abstracto, organizado y consciente, menos mecánico y

automático. Las operaciones comerciales complicadas, diversificadas y

extendidas necesitan de planificación. La planificación necesita que las

acciones de los otros sean previsibles. Esto significa que esos otros deben

ser dignos de confianza y con capacidad de pago. El dinero bancario es

simplemente una conversión de este intangible y reducido a un objeto

aritméticamente calculable fungible, transferible de forma tal que se

corresponda con las limitaciones impuestas por el código de propiedad

privada y racionalidad económica (o de contabilidad). Realmente, un

sistema con dinero mercancía nada más es, en esencia, igual que un

antiguo trueque. Ahora bien, el trueque es perfectamente válido para un

simple intercambio de dos mercancías físicas y portátiles. Sin embargo, es

totalmente inadecuado cuando una mercancía es intangible o cuando se

trata de un proceso de producción complicado o uno que lleve mucho

tiempo. A su vez es poco apropiado para los contratos de deudas; o sea, el

trueque no es idóneo para el capitalismo.

278

Page 283: Alex Donelli

Un proceso de producción prolongado necesita organización y

coordinación, al igual que compromiso, de diferentes inputs por un período

de tiempo. El producto, por su parte, no se puede vender hasta tanto ese

período de tiempo no haya transcurrido. El productor necesita tiempo. De

ahí, la invención del crédito. Los sistemas de distribución complicados y los

intermediarios también necesitan del crédito para su mejor

funcionamiento. Quizás en una sociedad socialista organizada uno pudiera

imaginarse el crédito sin el dinero bancario pero en una sociedad

individualista (de libre mercado) la única forma útil que el crédito puede

tomar es la de crédito bancario. Los grandes proyectos de ferrocarril de

1830 no hubieran podido haberse construido nunca de otra manera.

Recordemos nuevamente que un sistema de dinero mercancía es

peligrosamente inflexible. Ninguna mercancía como el oro puede

representar verdaderamente el poder adquisitivo de manera generalizada.

Por ejemplo, en un espacio de veinte años el oro ha caído de seiscientos

dólares la onza a trescientos cuarenta aproximadamente. Pues en los

últimos años, ha subido acerca de mil dólares. Por lo tanto, es muy poco

apropiado como patrón de valor en el que deban expresarse los contratos

de deuda a largo plazo. Un contrato de tal duración, expresado en función

del valor del oro (o de cualquier otra mercancía) significaría que los

empresarios se están comprometiendo con una visión definitiva del futuro

valor del oro en ese período de tiempo y ya ellos corren demasiados

riesgos y tienen demasiados compromisos como para arriesgarse mucho

279

Page 284: Alex Donelli

más. Por lo tanto, es preferible algo menos riesgoso y más generalizado

que el valor de una mercancía. El dinero bancario es ideal para esto pues

es el compromiso de menor riesgo de poder adquisitivo –es mucho más

seguro que las casas incluso-.

El crédito es realmente un fenómeno social y, por consiguiente, el

dinero civilizado es una institución sociológica de tipo sofisticado.

El dinero mercancía es verdaderamente un trueque. Aunque muchas de

las inconveniencias del trueque pueden mejorarse a través de los

certificados de oro o los mecanismos de acuñación, el trueque no es

apropiado para las economías en crecimiento o una economía capitalista

que se beneficie de los adelantos científico-técnicos. Muchas de las nuevas

oportunidades para invertir capital nuevo surgen a menudo gracias al

progreso tecnológico. Pero el oro nuevo no surge en el momento adecuado

si es que llega a surgir. Por esta razón, las empresas privadas inventaron

el dinero bancario (cuando éste perfeccionó a la letra de cambio). Así, el

nuevo dinero puede crearse justo cuando es necesario, aunque no a la

voluntad de unos pocos individuos, por supuesto. Sólo por aquellos

individuos que, según consenso de los círculos comerciales, tienen un

juicio razonable y están capacitados para hacerlo. Esta es la naturaleza

social del crédito.

Quizás nuestro sistema tradicional de crédito no es totalmente racional

desde el punto de vista tecnocrático. Este fallo es sencillamente algo que

tenemos en común con la mayoría de nuestras instituciones sociológicas.

280

Page 285: Alex Donelli

Pero en su defensa se puede argumentar lo siguiente: cualquier sistema de

créditos descentralizado debe verse defectuoso cuando se compara con

una utopía imaginaria en la que las nuevas decisiones sobre inversiones

sean tomadas por comités de expertos desinteresados, objetivos y

democráticamente electos. No importa cuán “lógico” pueda parecer esta

eficiencia en papeles, simplemente no es “sociológica” porque ignora las

leyes del comportamiento de las sociedades humanas. ¿Cómo es que un

individuo llega a ser reconocido como experto, como objetivo, como

desinteresado comúnmente de forma tal que el electorado democrático

tenga acceso a su conocimiento? En un sistema social verdadero ese

conocimiento tiene que estar “institucionalizado” de forma tal que no haya

necesidad de poner a prueba el conocimiento de cada candidato experto –

una tarea que necesitaría que todo el mundo fuera experto también.

El reconocimiento como “experto” se institucionaliza en forma de

“títulos” y “reconocimientos”. Para hacer esto más fácil, nos centraremos

en el caso que estamos analizando, o sea, el conocimiento técnico. No

obstante, en la sociedad contemporánea hasta la mano de obra necesita de

acreditación y trataremos este caso paralelo cuando lleguemos al capítulo

sobre la institución del empleo.

La institución más simple y obvia que lidia con la pericia es el “título”.

El título o nivel académico, como el de una maestría en ingeniería o

economía, certifica que quien lo posee tiene cierto grado de pericia y que

el mismo está avalado por la institución que lo emitió (los títulos en

281

Page 286: Alex Donelli

medicina son otro buen ejemplo pues son emitidos por instituciones no

académicas especiales). Los títulos comparten algunas de las

características del dinero aunque no son transferibles. De alguna manera,

ambos pueden falsificarse o robarse, incluso. Las instituciones que los

crean o emiten pueden inflarlos o exagerarlos llenando el mercado con

ellos y bajando así el nivel o la calidad necesaria para poder obtener uno.

Ahora, como experimento, consideren qué uso tiene para la sociedad la

institución de los títulos. Como en todas, cualquiera que sea su papel, el

uso es de alguna manera aligerar el peso de la continua toma de

decisiones. Si una firma química necesita otro grupo de ingenieros como

empleados, ¿qué tendrían que hacer estos si no existiera algo semejante al

“título” o “grado”? Tendrían que anunciarse en los periódicos si, como

asumimos, estamos hablando de empleos iniciales. Las respuestas a los

anuncios incluirían probablemente a un número significativamente mayor

de personas no calificadas, incluyendo aquellos que lo hacen de manera

consciente. La firma tendría una carga enorme, tendría que confiar en la

palabra de los candidatos y tendría que comprobar el conocimiento de

ellos en ingeniería química. Aparte del esfuerzo doble que representaría

que un mismo individuo hiciera las pruebas de distintas firmas

independientes –esto no sería fácil de eliminar porque no sería fácil para

las distintas firmas con sus distintos requisitos y énfasis negociar la

existencia de una autoridad central conjunta que sea aceptable para todos

como la que se encarga del Test de Aptitud Escolástica –SAT- está el hecho

282

Page 287: Alex Donelli

evidente de que incluso un estudiante que haya aprobado un grupo de

exámenes finales durante años no apruebe esos mismos exámenes todos

juntos de una vez. Quizás hasta más importante sea el hecho de que existe

una cierta “cultura ingenieril” que se adquiere luego de años de trabajo y

que no puede ser evaluada correctamente a través de una prueba escrita.

Sería muy molesto para los departamentos de personal de las firmas tener

que evaluar todo este background empezando desde cero. La tarea ya es lo

suficientemente dura en el mundo real y sería imposible sin una institución

como el “título”.

De hecho, y por supuesto, existen muchos trabajos en la economía que

no necesitan de conocimientos científicos y que no se prestan para el uso

de “títulos” o documentos semejantes. Algunos son intrínsicamente tan

difíciles de cubrir de manera satisfactoria como cualquier otro. No

obstante, mi experiencia me dice que esos trabajos no se cubren con el

mismo nivel que los tecnológicos y que los empleados hacen una

chapucería de su trabajo. La sociedad sufre debido a esto pero qué

podemos hacer.

Hay otro elemento importante en torno a esto de los títulos y es que

estos no actúan como una medida puramente racional e intencional de la

pericia del individuo. Como una institución, éste se mantiene en gran

medida por las motivaciones más que por los cálculos racionales. Es decir,

algunos estudiantes se las arreglan para obtener un título sin haberse

convertido realmente en tecnólogos aceptables (algunas firmas todavía

283

Page 288: Alex Donelli

tienen que eliminar a muchos) y también es perfectamente posible ser un

experto sin tener título alguno (existen, por lo tanto, muchas instituciones

auxiliares en práctica como, por ejemplo, la “recomendación” o las “cartas

de recomendación”).

Para serle útil a la sociedad, el conocimiento prácticamente tiene que

estar institucionalizado en el sentido sociológico abstracto. Si no lo está,

entonces no hay forma alguna de saber quién conoce la respuesta –a

menos que ya usted la sepa y pueda hacerle una prueba a todo el mundo.

La proliferación de dietas pasajeras y prácticas es un buen ejemplo. A la

inversa, cualquier forma social organizada de conocer quién es el que sabe

sobre nutrición es una institucionalización de la pericia nutricional. En una

cultura tradicional, por ejemplo, puede ser que haya consenso general en

que las abuelas son las depositarias de esa pericia nutricional. Por otro

lado, en la sociedad estadounidense contemporánea existen instituciones

en competencia: medicina organizada, tradiciones culturales mantenidas

por las familias, además de organizaciones comerciales y mediáticas.

Ahora bien, el dinero (y la banca) constituyen un caso paralelo en este

sentido. La función de la sociedad a la que el dinero sirve es que a través

del mercado ayuda a organizar la producción. Como la economía se ha

hecho más complicada, al igual que la tecnología, las transacciones

financieras organizan y hasta parecen determinar los amplios preparativos

de algunos proyectos cuyos frutos no se verán hasta que no pasen unos

cuantos años. En una sociedad más organizada tradicionalmente la

284

Page 289: Alex Donelli

organización de la producción puede ser, y lo fue básicamente,

institucionalizada de manera más primitiva: sin banca alguna, a menudo

sin dinero o casi sin él e incluso con el trueque desempeñando un papel

bastante pequeño proporcionalmente. Por ejemplo, la preparación o no de

los terrenos y la rotación de los cultivos en el Medioevo se organizaban

según las tradiciones. (En los tiempos modernos, se hace acorde a las

finanzas). La gente sabía qué trabajo tenían que hacer porque sabían con

exactitud la edad, el sexo y las condiciones con las que contaban. Había

mucho menos decisiones que tomar porque la vida era repetitiva. Todo el

mundo sabía cuándo y cuánto sembrar pues seguían las tradiciones. El

riego y el calendario constituyeron un paso de avance significativo y fueron

grandes adelantos tecnológicos gracias a la civilización. En esas

sociedades, la pericia es institucionalizada, está dada por el status (a

saber, la edad, el sexo, las condiciones) y es así que se organiza y se decide

la producción. Los grados y títulos como en la academia no son necesarios.

Una barba es suficiente. El dinero tampoco es necesario –no es necesario

calcular lo que se va a hacer después en función de las posibles ganancias

y de la ratificación de préstamos bancarios porque los asuntos

relacionados con, digamos, la excavación de calles y la instalación de

tuberías de gas un año aproximadamente antes de poder empezar a cobrar

cualquier pago por la entrega de gas no surgen: usted sabe que en la

primavera se siembra, en el otoño se cosecha, en el invierno se pasta en

otro lugar porque así se hizo el año anterior y en el anterior y así…-.

285

Page 290: Alex Donelli

Sin embargo, en esa sociedad moderna, complicada y tecnológica, el

poder de decisión debe institucionalizarse de manera más flexible. No debe

ser tan basado en las tradiciones porque nuevos métodos e incluso nuevos

productos no se pueden poner en práctica tan rápido. Las sociedades

tradicionales sí cambian, por supuesto, pero la tendencia indica que la

aplicación de nuevas técnicas afecta las viejas instituciones y, por lo tanto,

debe esperarse a que haya un cambio institucional para que se produzca el

cambio. Esto no es tan flexible como cuando se utiliza el dinero. En los

tiempos modernos ha sido mucho más fácil innovar gracias a la institución

del dinero bancario. Para comprender esto veamos el siguiente ejemplo.

En la situación no monetaria, suponga que usted, como un agricultor de

subsistencia, recibe una oferta de un empresario persuasivo que le da la

oportunidad de pasar de ese estado de agricultura de subsistencia en la

que usted produce para usted, cosecha su propia comida y satisface sus

necesidades que son las que entiende y sabe además cómo funcionan, a

una línea de producción experimental –una nueva manera de producir

herramientas. De manera más específica, usted va a suministrar el carbón

necesario con el que otros van a forjar las nuevas herramientas que, a su

vez, se les entregarán a otros campesinos que han sido inducidos hacia

nuevas prácticas agrícolas que son posibles gracias a éstas herramientas y

que van a ser tan productivas que todos, incluyéndolo a usted, los mineros,

los forjadores, los distribuidores, los demás campesinos y el empresario

van a tener más comida que antes. A falta de dinero (y sin posibilidades de

286

Page 291: Alex Donelli

contratos de deuda tampoco) a usted le ofrecen partes de los productos

que los campesinos van a cambiar por las herramientas –si todo sale bien-.

Tenga en cuenta además que al no saberse con exactitud el total, la

cantidad a ganar tampoco puede ser definida –o sea, la parte que le

corresponde a usted.

Alguien puede negarse a correr tal riesgo. Pero piense que se le de la

misma oportunidad aunque esta vez con la presencia de la institución del

dinero y la de la comercialización de la comida. Ahora puede fijar un

contrato con el empresario que incluya dinero en efectivo (cash) –por

adelantado incluso- para el carbón que es menos riesgoso. El dinero

permite que todo el proyecto sea dividido en pequeños proyectos a la vez.

Esto le permite a usted no tener que hacer valoraciones independientes

sobre lo razonable de todo el plan. Deje que sea el empresario el que se

encargue de eso. Usted puede ser su contraparte sin necesidad alguna de

ser su socio. La preocupación suya es ver si el mercado de alimentos es lo

suficientemente estable como para que el dinero con el que usted cuenta

ahora en la primavera le servirá para comprar la suficiente cantidad de

alimentos que usted necesita en el otoño después de la cosecha.

Ahora, y para continuar con el mismo ejemplo, considere la diferencia

entre el pagaré del empresario o el contrato para pagar al recibo del

carbón y su pago por adelantado gracias a un préstamo bancario con

dinero recién creado. En el caso anterior estos son riesgos extras aparte de

la única preocupación que ya mencionamos. ¿Será el empresario lo

287

Page 292: Alex Donelli

suficientemente solvente como para cumplir con el contrato cuando usted

le entregue el carbón? Este riesgo de la contraparte sería grandioso en una

sociedad pequeña o altamente centralizada. Pero, como el dinero permite

que el sistema se divida en pequeñas partes hasta el riesgo de la

contraparte sería menos preocupante si hubiera muchos empresarios

compitiendo entre ellos por los contratos de carbón. Por lo tanto, si el que

firma el contrato con usted cae en bancarrota antes de que usted le

entregue el carbón usted siempre puede recurrir al mercado de productos

disponibles y ver si algún empresario (o factor) rival todavía solvente

comprará el carbón. Tendría que colapsar todo el mercado de carbón antes

de que usted sufra una pérdida. Lo mismo sucede con el riesgo de colapso

en el mercado de alimentos. A pesar de esto, la posición del campesino de

cultivos comerciales es peor cuando hay una mala cosecha que la del

campesino de subsistencia. Hasta una mala cosecha catastrófica le deja lo

suficiente a un pequeño agricultor para sobrevivir -porque sacan la

reducción en el mercado de alimentos y como resultado colapsan los otros

de manera catastrófica también. Entonces, el precio de la comida sube

astronómicamente, los especuladores hacen que la situación se ponga más

difícil y aquellos cuyas ganancias en dinero resultaban suficientes para

satisfacer sus propias necesidades alimenticias se encuentran con que el

dinero ganado no es suficiente. Ellos son los primeros en sufrir: incluso en

una hambruna ligera se morirían de hambre o, al menos, quedarían

reducidos a la indigencia. La ideología del libre mercado indica que este

288

Page 293: Alex Donelli

riesgo puede evitarse en gran medida y que su indiscutible presencia en la

realidad se debe a que aún no se siguen los ideales del libre mercado. Sin

embargo, la teoría económica objetiva demuestra otra cosa como ya hemos

discutido en otras partes. No obstante, debido a razones sociológicas, las

“nuevas” y modernas instituciones del dinero y el mercado han favorecido

las innovaciones técnicas y metodológicas y han fallado en el cumplimiento

de la promesa de un mejor nivel de vida para todos.

En resumen, entonces, el uso de las facilidades de crédito por el

empresario para pagar por adelantado hace que la innovación sea mucho

más fácil. Los contratistas individuales como usted, por ejemplo, no tienen

que ser persuadidos a la vez de la solidez del plan o proyecto de

empresario. Éste sólo tiene que convencer al banco. Esto es lo que

significa afirmar que el dinero bancario es más flexible que el dinero

mercancía, además de que facilita el desarrollo del proceso de producción.

Ahora bien, si analizamos este mismo ejemplo pero desde el punto de

vista sociológico, podemos decir que en cada uno de los casos diferentes –

tanto el que tenía como el que no tenía dinero- la misma descripción

abstracta de los acontecimientos cubre los casos. La sociedad toma

decisiones que comprometen recursos en acciones específicas, negando su

aplicación o uso en otras iniciativas que por lo tanto ni se desarrollan ni se

hacen. En el caso anterior, todos los productores y factores involucrados

forman, de hecho, un subcomité de la sociedad y deciden qué hacer

hablándolo explícitamente. La sociedad como un todo ha delegado en ellos

289

Page 294: Alex Donelli

o en su subcomité, a través de la institución de la propiedad privada, el

derecho a decidir esa parte de las decisiones económicas de la sociedad

que incluyen a su propiedad privada. En el último caso pasaría

prácticamente lo mismo pero con dos diferencias significativas. La

diferencia obvia es que en vez de hablar sobre los hechos, los objetos

reales, se habla mucho sobre el dinero solamente, esto es, pagos

simbólicos y, sólo de manera indirecta, sobre las cosas que el dinero puede

comprar. Esto simplifica la tarea de pensar y lo hace de la misma manera

en que hemos dicho lo hacen las instituciones sociológicas. Reduce el peso

de la toma constante de decisiones desde el principio en todos y cada uno

de los casos a una tarea posible de alcanzar. En ambos casos, la función

social es la misma: la organización de la producción. Mas, la estructura

cambia. Las instituciones que hacen el trabajo son diferentes. En el caso

primero, más primitivo, existe evidentemente menos institucionalización y

las instituciones en funcionamiento son menos complicadas. Por

consiguiente, se logra mucho menos.

Desde el punto de vista principal, esto resuelve la pregunta de si el

dinero es una institución o no. Pero también podemos ver esto

concretamente de dos formas. Primero, para ser una institución, la

institución del dinero debe ser un complejo de roles. Y lo es. Los papeles

de comprador y vendedor son parte de la institución del dinero e imponen

un comportamiento que es diferente al de un trueque o una cooperación

(persuasión). En la colaboración o cooperación, como en nuestro primer

290

Page 295: Alex Donelli

ejemplo, usted debe estar al tanto de todo lo que ocurre en el proceso de

producción conjunto. Usted debe ser un “ciudadano informado” sobre la

empresa conjunta y es difícil decir cómo se van a tomar las decisiones.

Pero en el último caso, su papel como vendedor de carbón es más fácil de

cumplir. Usted sólo debe preocuparse por su (pequeña) parte del proceso

de producción y por el precio. Las decisiones son mucho más fáciles

porque la vida es menos flexible. Usted tiene menos opciones. Para ver

cuán restringido es el papel del vendedor sólo imagínense cuánto se

sorprendería usted si el carnicero le preguntara antes de saber lo que

usted va a pedir si su dieta es lo suficientemente balanceada. Tal acción

significaría una seria violación de su role.

Por cierto, como nos interesa el concepto de justicia social, son

precisamente estos roles los que afectan o restringen las preocupaciones

de uno. Sin estos, en el caso primitivo y no diferenciado de la cooperación

las preocupaciones, opiniones, sentimientos y actitudes de uno pasan a

tener un papel en el proceso de toma de decisiones. Uno es más

responsable, más personal. Uno consideraría si una acción es “justa” –

algunos tratarían incluso de expresar su personalidad y preguntarse si es

“interesante” o “relevante”. Pero cuando el papel de uno es el de

comprador o vendedor, prestamista o deudor, uno no hace eso. Uno se

desconecta, es irresponsable (exceptuando el número limitado de

imperativos codificados en ese papel). Uno no expresa su personalidad sino

el role que tiene.

291

Page 296: Alex Donelli

En segundo lugar, hasta las monedas de oro se convierten más

rápidamente en medios de intercambio simbólico que en objetos químicos

y eso es de dos maneras. Para empezar, como ya hemos señalado, usted no

está tan preocupado como sí lo está en un trueque con la utilidad física o

química del oro si usted es el vendedor. Su única preocupación radica en lo

que usted puede comprar con éste después. Usted ya está centrándose

más en la realidad social de las monedas que en la física. De hecho, si

pudiera pasarlas no le importaría que estuvieran bañadas en oro. Esto nos

trae al punto obvio de que las monedas también son símbolos porque muy

pronto van perdiendo su valor debido a su uso y desgaste natural. No

obstante, todas “pasan” igual aproximadamente pues aunque la pérdida

del valor comienza a tenerse en cuenta y a permitirse (por la inflación,

quizás) lo cierto es que no todas pierden su valor de la misma manera:

“pasan” más o menos igual –excepto en el caso de loa arbitrajistas- pues

todo el mundo está seguro de que van a “pasar”. Hasta una moneda de oro

es un constructo social y funciona como algo simbólico. Y, por supuesto, si

tenemos en cuenta que la utilidad directa del oro para la mayoría de las

personas es muy pequeña vemos esto de manera más clara: el valor del oro

es social y no físico.

En contraposición con el mito, y un mito que se ha mantenido presente

en casi todos los libros de texto, los depósitos bancarios o el dinero

bancario no surgieron, históricamente, de los ingresos del oro depositado

por un orfebre para su cuidado. Más bien, los comerciantes desarrollaron

292

Page 297: Alex Donelli

la institución de una cámara de compensación y comenzaron a emitir papel

comercial o “letras de cambio”. Una disposición de la cámara de

compensación les permitía a los comerciantes saldar sus deudas a través

de compensaciones. Si el comerciante “A” le debe 60 ducados a “B” quien

le debe 50 a “C” quien, a su vez, le debe 55 a “A”, entonces cuando llegue

el momento de arreglar las cuentas (en pocos meses más o menos) la

cámara de compensación les indica que todo lo que hay que hacer es que

“A” le pague 10 ducados a “B” y que “C” le pague cinco a “A”. No hace

falta que hayan 50 ducados en el mundo. Por lo tanto, el dinero moderno

desde sus inicios fue una deuda – un pagaré. Y nuestro ejemplo demuestra

que una deuda puede pagarse con una deuda. El capitalismo industrial

moderno no hubiera podido desarrollarse sin esta institución del crédito

porque sólo así el proceso de producción pudo apartarse de la rigidez o

inflexibilidad inherente al suministro del oro. No obstante, siguió siendo

“patrón oro” porque el valor de las deudas estaba condicionado al valor del

oro (al menos mientras los ducados se hicieron de oro). Por lo tanto, no fue

tan nuevo como para que la sociedad lo absorbiera.

Como una institución para la organización de la producción, el crédito

es en parte como una cooperación o colaboración pero también es en parte

como el dinero mercancía: es una combinación de algunos elementos de

nuestros dos ejemplos. Dado que dinero bancario, una vez creado y en las

manos de los empleadores y de los consumidores, actúa como dinero

mercancía, como una cosa que se “cambia” por otras, el sistema es

293

Page 298: Alex Donelli

altamente descentralizado como en nuestro segundo ejemplo. Pero la

creación (y destrucción y retiro) del dinero bancario está en las manos de

ese encomiable subcomité de “banqueros” de la sociedad, ungidos para

este propósito. Ellos y sus clientes, los hombres de negocio que sacan los

préstamos, deben hablar y pensar sobre la factibilidad productiva física del

proceso financiado por el préstamo. En ese sentido es como una

“cooperación”. Por supuesto, los banqueros hacen todo lo posible por

evitar la parte de pensar y por eso han establecido reglas generales. Estas

reglas o procedimientos generales que guían sus decisiones son parte de la

institución del crédito, del dinero actual y se diferencia de la cooperación

primitiva. No obstante, sirve a la misma función. En teoría, todavía puede

describirse como “la sociedad organizando el proceso de producción”.

El Estados Unidos actual ha desarrollado incluso más instituciones de

finanzas y crédito para eludir la renuencia de los banqueros en torno a

pensar. En los tiempos de Adam Smith los bancos que podían crear dinero

nuevo por sí solos, por lo general, se negaban a financiar nuevas empresas

con él pero se limitaban a líneas de crédito para líneas de negocios ya

establecidas. Las nuevas empresas (o la expansión de las viejas) dependía

de inversores privados que no podían crear dinero nuevo, con la excepción,

quizás, de hipotecar propiedades. Actualmente, los analistas de Wall Street

tratan de o pretenden tratar de hacer la reflexión al estilo “cooperativo”

necesaria y pueden actuar como intermediarios entre la creación del nuevo

dinero -a través, por ejemplo, de los préstamos marginales- y la empresa

294

Page 299: Alex Donelli

por mediación de los inversionistas privados que siguen a los analistas. Los

bancos comerciales se ha liberado de estos escrúpulos Smithianos,

aunque el caso ha sido más evidente en los sistemas de Japón y Alemania

que aquí. Toda la reflexión que va hacia el clima de la opinión en estas

instituciones aún y cuando tome la forma de reglas generalizadas, es ahora

parte de la institución del dinero y afecta la oferta monetaria.

Esta “reflexión” es más creación de opinión, reacción, prejuicio,

suposiciones, etc., que un verdadero proceso de razonamiento o reflexión

consciente. Mas, sociológicamente, eso es lo que es el pensamiento en la

sociedad. Lo que sirve a los propósitos sociales como “pensamiento” no es

lo que se definiría como “pensamiento” desde el punto de vista individual.

La diferencia entre el proceso de toma de decisiones de un comité y el de

un individuo es un ejemplo de esto. El mismo individuo como miembro de

un comité va a decidir qué es lo que va a aprobar, qué es lo que va a

desafiar, qué es lo que va a expresar de manera totalmente diferente a

como lo harían si estuvieran involucrados en una pequeña conversación en

la que intercambiaran sus opiniones teniendo en cuenta que en la misma

no esté en juego nada social.

Las leyes de la evidencia y la lógica pueden ser entendidas y aceptadas

por un individuo e incluso cumplirlas en el último caso y, sin embargo, ser

remplazadas o sustituidas en el primer caso por la leyes de influencia y

autoridad y los roles sociales que cumplen como miembros del comité o

participantes en la interacción social.

295

Page 300: Alex Donelli

Para pasar a un ejemplo más amplio, el dinero y los mercados ejecutan

el pensamiento económico de la sociedad. O sea, en vez de un comité de la

sociedad (o, en vez de cualquier método de votación o discusión de la

sociedad –digamos, cuando estamos en campañas electorales-) tomando

decisiones discursivas en torno a quién produce tanto de tantas

mercancías y quién recibe tanto de qué, se da más bien el caso de que la

mayor parte de ese pensamiento se hace a través de un medio simbólico de

intercambio: el dinero.

Para entender esto veamos el siguiente experimento. Desde un punto

de vista específico, lo que cuenta es sólo aquello que sucede física y

materialmente, no lo que los actores piensan o dicen sobre lo que sucede.

Entonces, imagine que usted, acabado de llegar de Marte, le sigue la pista

a la economía sin el beneficio de entender el idioma. Usted mira la

producción física de automóviles o comida, y mira cómo estos productos

van de una persona a otra y a otra y así. Pero usted no entiende ni los

actos del habla ni la documentación que acompaña estos actos físicos.

Usted tampoco les presta atención a las (raras) manifestaciones físicas de

dinero en la forma de cash pues usted no entiende su significado y, a pesar

de estar físicamente orientado, no lo está de manera simbólica y por lo

tanto se pierde la sociología. Pero, ¿qué es lo que usted ve? ¿Qué es lo que

usted piensa, cuánto lo golpean estas cosas que ve?

Usted sabe lo que usted ve. Obviamente, existe un proceso de

producción organizado, eso es evidente, como también lo es que existe un

296

Page 301: Alex Donelli

compleja distribución de los productos (el consumo es relativamente

sencillo pero también es evidente que no es al azar, de alguna manera está

organizado pues es demasiado desigual). Usted también puede distinguir

que para la mayoría de los actores económicos parece existir algún tipo de

paridad entre lo que reciben y lo que emiten. Hasta un vendedor de

hamburguesas recibe mucha carne cruda, un delantal, un sombrero y

emite toneladas de hamburguesas cocinadas y recibe una comida en el

establecimiento y, después, recibe otras cosas de otros lugares.

Si a la misma vez usted observó una economía de trueque una

diferencia puede ser muy chocante. En vez de un complicado patrón de

recepción y emisión, sólo los intercambios tienen lugar. No se emitiría

ninguna mercancía o producto si no se recibe otra comparable a esta al

mismo tiempo. La emisión y la recepción sólo ocurren en una economía de

trueque como una pareja unida al instante. No hay separación ni en el

tiempo ni en el espacio. Por lo tanto, una economía de trueque nunca

podría llevar a cabo un proceso de producción y distribución tan

complicado como el que acabamos de describir. De hecho, en cuanto se

produce esa separación en el espacio y el tiempo usted tiene contratos de

deuda. Entonces, es cuanto éstos se formalicen y se hagan transferibles

que usted tiene dinero.

Ahora suponga que un terrícola nativo le informe o le hable a usted

sobre el uso del dinero. El actual intercambio de cash es sólo una pequeña

parte de su uso. Usted también le presta atención a las hojas de cálculo,

297

Page 302: Alex Donelli

los créditos, los salarios, las cuentas y las facturas, además de todos los

tipos de documentos internos de una compañía y los libros de contabilidad.

Ahora es obvio que el dinero y el sistema monetario son una parte

importante de la manera en que la sociedad actual organiza su complicado

proceso de producción y distribución –mucho más complicado que en el

trueque-. Y aún así el dinero no hace esto directamente. Usted más bien

percibe que la gente alterna entre la contemplación de estos documentos

monetarios y la de los procesos físicos de producción y distribución (o

intercambio). Existe un paralelo evidente entre alguien leyendo

documentos de instrucción para poder llevar a cabo algún proyecto físico y

este aspecto de la economía. O entre esto y alguien operando un ábaco y

ejecutando cualquier proyecto físico guiado por los resultados de esa

operación. El sistema monetario es el ábaco para la sociedad como un

todo. Y el papel de los distintos individuos, ya sean empleadores,

empleados, deudores, acreedores, banqueros, consumidores, empresarios,

vendedores, intermediarios, o compradores, etc., constituyen los análogos

de las reglas de interpretación que nuestro misterioso individuo análogo

usa para conectar la observación o reflexión sobre el ábaco con las

acciones de los objetos físicos. Y una diferencia entre la ingeniería o los

juegos y la sociedad es que los roles son más sueltos que las reglas y

permiten una libertad de interpretación que anula la analogía un poquito.

Pero si nos abstraemos de esta diferencia entre roles y reglas la analogía

sigue siendo sorprendente.

298

Page 303: Alex Donelli

La teoría económica, de hecho, difiere de la teoría sociológica

precisamente porque parte de que los roles son meramente mecánicos,

automáticos siguiendo un grupo de imperativos programados como si la

economía fuera un autómata celular (en el sentido en que lo dicen Ulam y

von Neumann). Después de todo, ese grupo rígido, automático y mecánico

de reglas es un role –solo que la sociología reconoce una secuencia de

variabilidad en la rigidez o flexibilidad de interpretación que un role

incorpora (como normal y aceptado). El concepto de acción de los

economistas teóricos es un role en el límite teórico extremo de la rigidez

continua. Es una abstracción de la realidad. Los roles actuales que existen

en la sociedad no son casi nada rígidos. Pero esto no importa –es una

abstracción empírica útil que se hace algunas veces.

El complejo de estos roles lo constituye la institución del mercado. Sin

estos, el dinero no tiene significado alguno. Un ejecutivo de una empresa

no sabría cómo convertir las reflexiones en torno a los documentos

monetarios como las proyecciones de costo y de ventas en decisiones

concretas en torno a las operaciones de la compañía si no fuera por el role

que adoptan durante la ejecución de esa parte de sus deberes. Por

ejemplo, la maximización de ganancias podría ser parte de su role (aunque

en realidad no lo es usualmente, es más bien un balance complicado de

imperativos). O, para un banquero, el concepto habitual de

responsabilidades fiduciarias pudiera ser parte de su role.

299

Page 304: Alex Donelli

En cuanto al dinero, la cosa no es sólo que haga posible un patrón

complicado de separación en un lugar dado entre el intercambio de

equivalentes sino que es mucho más importante el hecho de que haga

posible una separación también en el tiempo, una demora, un retraso o

una anticipación; algo que en el trueque está prohibido. Y como los valores

relativos pueden cambiar en ese tiempo, tal transacción dilatada es

esencialmente diferente a un trueque. En el caso de una economía en

expansión este tema es de importancia práctica. Es por eso que los

criterios basados en la teoría del dinero mercancía y el intercambio casi

nunca son exactos cuando se trata de una economía en crecimiento que

posee dinero bancario (esto se aplica en particular a Ludwig von Mises y a

miembros semejantes de la Escuela Austríaca de Economía tan populares

dentro de los libertarios).

Mas, uno no debe malinterpretar los medios de intercambio

generalizados de la teoría sociológica aunque sean análogos al dinero. El

dinero no es una simple cantidad de algo. Sería muy simplista ver al dinero

como una cosa física que puede ser cuantificada de manera exacta.

Cuando la imagen mental de alguien sobre el dinero ha sido establecida a

partir de pedazos metálicos o de certificados de papel esta simple imagen

se hace muy natural. Pero es teóricamente erróneo por varias razones.

Primero, ignora las raíces históricas del dinero bancario como letras de

cambio con un tipo de descuento variable y con la posibilidad de no ser

pagado o respetado.

300

Page 305: Alex Donelli

En segundo lugar, ignora la naturaleza variable de la cantidad de

dinero. Cuando el banco acepta el pago de uno de sus préstamos por

medio de un cheque extraído de una de sus cuentas el dinero ha sido

destruido (al igual que una deuda). Esto no necesariamente significa que el

dinero ha sido guardado en otro lugar. Si el banco no renueva su cartera

de acciones inmediatamente extendiendo un préstamo de la misma

cantidad que el que ha sido pagado, el total de los depósitos del banco ha

disminuido. El banco no deposita los fondos recibidos en una cuenta

bancaria. El dinero y las deudas son como la materia y la antimateria. Son

creados de la nada, cuando un banco extiende un préstamo el nuevo dinero

es creado como depósito y el nuevo préstamo es una deuda y ambos son

iguales en magnitud. Cuando chocan se eliminan el uno al otro: la deuda es

pagada y el depósito deja de existir y no se crea ningún otro depósito para

que ocupe su lugar –al no ser que se extienda otro préstamo. Una deuda y

un pago entre individuos privados se comporta completamente diferente a

como sería en el caso de una deuda y un pago al banco. Esto se explica en

cualquier libro de texto sobre economía en el primer año de cualquier

colegio. Ya hemos citado, por ejemplo, a Keynes y a Samuelson.

De hecho, desde el punto de vista científico, el dinero es una deuda.

Por lo tanto, lo que hay aquí no es paradójico. No es nada extraño que una

deuda de “A a “B“ pueda cancelar una deuda de “B“ a “A“ si tienen la

misma magnitud. Antes de las regulaciones bancarias federales, cuando los

bancos emitían su propio dinero, esto era obvio. La persona “A“ sería un

301

Page 306: Alex Donelli

individuo y “B“ sería el banco. Por lo tanto, el dinero era a menudo

simplemente una deuda de “B“ hacia “A”. Así es en la actualidad un

depósito a la vista. Y el préstamo es solo una deuda de “A” con “B”. Los

demás bancos, incluyendo los de la Reserva Federal, entran en el juego y

aunque lo complican lo hacen sin alterarlo en lo esencial. Las monedas

metálicas son una parte tan insignificante del total que tampoco lo

cambian en su esencia (desde el punto de vista sociológico, es importante

que los otros bancos entren en juego también: esta interferencia con el

proceso teórico cumple con la importante función de mantener el orden, de

hacer cumplir con posibles sanciones las normas institucionales que no

estarían implementadas de forma estable si solo las interacciones

individuales sin la interferencia potencial de estas terceras partes como

intermediarias estuvieran presentes).

Debido a que la cantidad de dinero varía constantemente, pensar

demasiado en el hecho de que es una magnitud cuantificada de forma

exacta es algo engañoso.

En tercer lugar, existe un número de mercancías o instrumentos

financieros como la propiedad, las monedas excepcionales, el oro en

lingotes, efectos comerciales, valores de primer orden, entre otros, que

sirven como “cuasi dinero”. Por lo tanto, si tenemos esto en cuenta, es

imposible cuantificar el valor neto de lo que pueda tener un individuo.

Contar solamente el dinero y no la propiedad, los stocks o los bonos, va

más allá de lo artificial. Sin embargo, estos últimos elementos no son

302

Page 307: Alex Donelli

dinero exactamente, de la misma manera en que el dinero no es una

propiedad exactamente y, por lo tanto, su valor no es precisamente

cuantificable.

La situación de los medios de intercambio generales es mucho más que

eso (no obstante, nuestro criterio es que esto es más una diferencia de

grado que de tipo). En esta etapa de transacciones electrónicas, es un

hecho que salta a la vista que los intercambios monetarios no necesitan

acompañarse de los elementos físicos: mas, el poder es mucho menos físico

que eso. Las analogías entre el dinero, como medio de intercambio, y el

poder, como un medio de intercambio generalizado,192 solamente pueden

verse cuando se ha perdido la imagen mental de dinero y, en su lugar, el

tratamiento científico del dinero como una deuda transferible emitida por

una institución fiduciaria involucrada en la mediación es firmemente

captado. Por otro lado, la imagen científica es más obvia cuando las

instituciones legales o gubernamentales obscuras se abstraen de la misma

manera en que lo hace la teoría económica pura. Es por eso que queremos

concentrarnos en la teoría del dinero del libre mercado con una banca

desregulada completamente. Y para ver todas estas analogías debemos

terminar con el dinero y la inflación primero. Pero podemos señalar una

analogía inmediatamente. El dinero es una deuda contraída por un

individuo y debida por un tipo particular de institución especializada. Tiene

valor y credibilidad para otros individuos porque ellos creen que la

institución especializada está cumpliendo con sus funciones (y así lo hará 192 Parsons, ob. cit., p. 120 ss.

303

Page 308: Alex Donelli

con sus compromisos). Es fácil ver que el poder se parece en algo a esto.

Un funcionario, por ejemplo, tiene poder si puede escribir una orden a una

institución especializada (por ejemplo, a la policía o al poder judicial) de la

misma manera en que usted puede escribir un cheque. Existe una relación

contractual u orientada por reglas entre el funcionario y la policía –

pasando posiblemente por intermediario- de la misma forma en que existe

una base contractual en la deuda suya debida por el banco. Esto lo

explicaremos con más detalle más adelante. Las diferencias incluyen, por

ejemplo, que las relaciones de poder son incluso menos rígidas o

específicamente cuantificables que las deudas de dinero pero el cuasi

dinero se aproxima más a ellas.

Sería justo decir que el poder, considerado como un medio de

intercambio generalizado, es como una abstracción para ayudarnos a

organizar nuestros pensamientos sobre la sociedad y no tanto una “cosa” u

objeto objetivo. Mas, esto no lo hace irreal o poco realista. El dinero es

mucho más que lo que un acercamiento ingenuo a él indicaría. Hay que

reconocer que en muy pocas ocasiones usted puede señalar pedazos de

poder regados por ahí. Se da más bien el caso de que los individuos no

están seguros sobre la cantidad de poder exacta que tienen y del uso que

le pueden dar a éste, a diferencia del dinero, que al menos parece ser

contado o medido hasta en peniques. Sin embargo, al nivel promedio de

una gran institución el poder se comporta como un medio de intercambio:

la falta de responsabilidad y las dudas o incertidumbres individuales

304

Page 309: Alex Donelli

calculan el promedio. En particular, lo sorprendente es que la “oferta de

poder”, al igual que la de dinero, puede inflarse y desinflarse. Por esta

razón cerramos nuestro capítulo sobre la teoría Keynesiana del dinero y la

inflación con una explicación sobre la inflación (y la deflación).

Cuando se analiza desde el punto de vista filosófico, el dinero no es una

“cosa” objetiva. El dinero es realmente una relación social hasta cierto

punto porque es una deuda transferible y así, de manera implícita, tiene

relación con el sistema judicial para recaudarlo). En las pequeñas

transacciones individuales de los consumidores esto puede ignorarse pero

cuando consideramos el flujo de los bienes y de los servicios de la sociedad

como un todo o consideramos un lapso de tiempo suficiente para que las

condiciones económicas se alteren significativamente, lo ignorado conduce

a errores. Por lo tanto, la diferencia entre poder y dinero en este sentido es

más de grado o de nivel que de tipo. Por ejemplo, una razón que hemos

vimos anteriormente, por qué el dinero no puede verse como si fuera

partículas objetivas, es la creación y destrucción del dinero. Cuando usted

paga un préstamo al banco usted puede verlo como si le estuviera

enviando una suma de dinero-partículas. Pero lo que sucede es que la

deuda y el pago se cancelan dejando nada atrás. La oferta monetaria se ha

reducido. Si usted insiste en ver al dinero como una “cosa” entonces usted

debe ver este pago como si usted mandara al banco un grupo de partículas

que una vez llegadas al mismo se van a desaparecer, a destruir. Por lo

tanto, es muy difícil creer que las partículas hayan sido reales. Es mejor

305

Page 310: Alex Donelli

pensar en términos de una relación social entre usted y el banco (y, desde

luego, en el sistema bancario como un todo) involucrados en una deuda o

dos, un acreedor y un deudor, cuya relación se ha alterado como resultado

de un “pago” –algún oscuro ritual o cualquier otra cosa. Puede haberse

cambiado al mismo status, a ese de la independencia, como resultado de

procesos menos placenteros como los rituales de “ejecución” o

“bancarrota”.

La oferta monetaria se infla cada vez que se extiende un préstamo y se

deflacta cada vez que se retira un préstamo siempre y cuando el préstamo

sea de una institución fiduciaria como asumimos a partir de ahora y no de

un individuo privado cuyos efectos negociables no serían aceptados como

medio de pago. Igualmente, por supuesto, una simple deflación

momentánea que sea seguida de una reflación similar dejando a la oferta

monetaria exactamente en el mismo lugar en el que estaba antes, no sería

de importancia. Lo que sí es importante es el producto o la tendencia. Un

banco, luego de destruir determinada cantidad de dinero, terminaría

generalmente creándolo nuevamente al extender un nuevo préstamo. Sin

embargo, no existe razón alguna como para creer que la nueva creación va

a contrapesar la destrucción anterior. Cuando el dinero es destruido

realmente desaparece: no hay nada que obligue al banco a extender un

nuevo préstamo. Si el juicio prudente de los banqueros justifica la

extensión de un nuevo préstamo en una menor cantidad –debido quizás a

un cambio en el clima de los negocios desde la creación del préstamo

306

Page 311: Alex Donelli

anterior- entonces el resultado de esta gran destrucción seguido de esta no

tan grande creación es una pequeña pero actual deflación.

Como es usual en la economía, es este segundo o “marginado”

resultado neto de dos fuerzas grandes pero con inclinaciones opuestas lo

que se discute. A menudo, los actores no son conscientes de este efecto

neto. Es probable que el afortunado receptor de un préstamo no se de

cuenta de que el total mensual de préstamos a todos los clientes está por

debajo de la cantidad necesaria para el estancamiento. Un banco es sólo

una pequeña parte del juego y puede incrementar su contribución absoluta

al crecimiento de la oferta monetaria todavía a partir de un aumento

desapercibido en su cuota o participación en el mercado que atenúa esa

contribución actuando como una fuga neta. Los ajustes temporales

obscurecen el panorama y pasan meses para que se puedan recopilar los

datos precisos si la economía como un todo está involucrada. Aunque las

causas inmediatas de la inflación o la deflación las constituyen

simplemente las acciones de los banqueros y prestatarios individuales (que

son usualmente inversionistas), las motivaciones de estos actores están

directamente relacionadas con distintos objetivos y es solo el balance o

equilibrio neto entre las motivaciones opuestas lo que determina la

inflación, el estancamiento o la deflación como resultado.

En una economía en crecimiento es habitual aceptar que una oferta

monetaria estática sea poco prudente o incluso injusta. Por múltiples

razones, el consenso indica que un crecimiento de la oferta monetaria que

307

Page 312: Alex Donelli

mantiene el ritmo de un crecimiento equivalente en los bienes reales y los

servicios producidos por la economía no cuenta como inflación. Más bien

un crecimiento en exceso en la oferta monetaria por encima de aquél

justificado por el crecimiento económico real se llama inflación –y un

déficit o escasez una deflación.

Nosotros nos vamos a adherir a esta terminología convencional a pesar

de que existe un serio problema teórico con ésta. Es imposible definir

exactamente lo que uno deba decir por “equivalente”. En estadísticas

gubernamentales y otros, los economistas usan varios números índices.

Por ejemplo, el índice de los precios al consumidor debe ser un promedio

(un promedio ponderado) de los precios de los distintos bienes que un

típico consumidor compra para consumir (más que para invertir).

(“Ponderado” quiere decir que la partida de gastos más importantes o

comunes cuenta más que los otros, afecta más al promedio). Las

imprecisiones y ambigüedades del Índice de Precios al Consumidor se han

convertido en un tema muy manido y en otra parte de este libro hemos

planteado que los bajos precios de los gastos de la vivienda han sido

extremadamente engañosos. Sin embargo, existen otros muchos números

índices –otros calculados por los estadísticos del gobierno y otros

concebibles (aunque no sea práctico calcularlos). Por ejemplo, el Índice de

Precios a los Productores. El hecho es que cada número índice tiene una

tasa de crecimiento diferente –entonces, ¿cuál es la “verdadera” tasa de

crecimiento de la economía? Es incluso mucho más importante en el

308

Page 313: Alex Donelli

contexto actual señalar que ningún número índice puede salvar las

diferencias entre esas dos esferas muy diferentes: la circulación de los

bienes de consumo y la financiera. El “crecimiento de la oferta monetaria”

parece ser una concepción bien definida pues la cantidad de dinero es sólo

un número. Pero, el “crecimiento de los bienes reales y los servicios” es

una concepción ambigua e indeterminada porque los bienes y los servicios

no tienen un denominador común. Peor aún, si la tasa de ahorro de los

individuos y las firmas cambia, entonces tenemos que determinar cómo

comparar los precios de los bienes y los servicios con los de los

instrumentos financieros, los valores de renta variable y las inversiones en

bienes raíces.

Esto demuestra cuán confusa es esa simple parábola (“demasiado

dinero persiguiendo demasiadas pocas cosas”) que data de los economistas

del siglo XVIII -todavía adorada por monetaristas- como una mítica

explicación de la inflación.

Esta vieja historia va así: imagínese qué sucede si la oferta monetaria

se duplica instantáneamente pero nada más cambia. Como todo el mundo

tiene el doble de dinero en sus bolsillos pero se sigue vendiendo la misma

cantidad exacta de pan, mantequilla y cerveza que existía hasta ese

momento, los precios deben duplicarse y nada cambia realmente: quizás

cada individuo pueda tratar de mejorar su fortuna con su nueva creada

riqueza pero nadie puede tener éxito realmente en comprar más (pues

nada más se ha producido) al no ser que alguien compre menos –pero

309

Page 314: Alex Donelli

¿cómo puede pasar eso? Todo el mundo tiene más dinero, todo el mundo

está tratando de mejorar su fortuna, y lo que resulta es una guerra pujante

en la que los precios han subido un 100% y los patrones reales de

distribución y consumo no han cambiado. La moraleja de esta parábola es

que como demasiado dinero está persiguiendo la misma cantidad de bienes

o demasiado pocos, el resultado es la inflación.

El defecto lógico de esta parábola es que no hemos explicado

realmente la motivación, por qué la gente necesariamente sube los precios.

De hecho, lo que sucede pudiera ser muy diferente: la gente pudiera

alterar su tasa de ahorro, digamos de un 10% a un 20%. Así, su

presupuesto para artículos de consumo no se duplica, sube a un 78%. Por

lo tanto, primero, los precios no se duplicarían, sólo subirían en un 78%.

Pero su presupuesto para artículos de inversión sería más que el doble: se

cuadriplicaría. Esto al principio llevaría a una subida inmensa en la

tasación de los bienes de capital o de los activos financieros (aunque no

necesariamente en un 300% debido a la existencia de un exceso de

capacidad y por la flexibilidad en el sistema bancario) pero pronto, según

las suposiciones lógicas de la parábola del siglo XVIII, esto llevaría a una

ampliación del sector de la economía que produce bienes capitales y a una

reducción del sector que produce los bienes de consumo. Esto es sobre la

base de que las expectativas en torno al futuro no cambien. Entonces,

inmediatamente, esto constituye un cambio en los patrones reales de

consumo. Desafortunadamente, para la coherencia lógica de esta parábola,

310

Page 315: Alex Donelli

es muy difícil ver cómo grandes cambios en las proporciones relativas de la

economía dedicadas al consumo versus la producción de capital, pudieran

dejar de afectar las expectativas. Por lo tanto, el resultado neto de un

cambio en la oferta monetaria –dejando incluso al dinero bancario fuera- es

probablemente real y, de cualquier manera, difícil de determinar conforme

a estas simples líneas, contraria a la conclusión establecida generalmente

de esta parábola.

Lo fundamental en esta parábola es que ignora al sistema bancario y la

naturaleza política de sus decisiones y de su proceso de formación de

expectativas. Sin embargo, el crecimiento, el sistema de crédito y el ciclo

de formación de expectativas son los elementos más importantes

discutidos actualmente en la economía moderna de los Estados Unidos. Por

lo tanto, la parábola no es válida para una sociedad moderna.

En la realidad, por supuesto, el hecho de tener más dinero en los

bolsillos no ocurre por accidente. Si estamos hablando de consumidores a

punto de gastar ese dinero deben habérselo ganado (los préstamos de

carros, entre otros, son en principio, préstamos para inversiones –existen

muy pocos préstamos para fines de consumo en el sentido de la teoría

económica). Si estamos hablando de inversionistas a punto de comprar

bienes de capital entones hay dos opciones: o se lo ganaron (a través de

beneficios) o como queda claramente definido teóricamente –algo que

asumiremos por ser más simple- lo pidieron prestado. En este caso, existen

dos sub casos más que deben destacarse a través de otra distinción. El

311

Page 316: Alex Donelli

dinero prestado es reciclado o creado recientemente, o sea, el dinero

prestado es fundamentalmente reciclado porque otra persona está

pagando un préstamo –en cuyo caso proviene de ganancias o beneficios- o

es un incremento de nueva expansión de la oferta monetaria. Suponga

primero que la oferta monetaria es estática de forma tal que sea solamente

reciclada. Tendría que haber, entonces, una paridad entre los beneficios y

los costos de mantenimiento (en el capital) y, por lo tanto, ningún beneficio

verdadero en el sentido de la teoría economía pura. Si asumimos una

situación de estabilidad en la realidad de forma tal que no haya negocios

malos o extraños con expectativas, raramente podríamos tener una nueva

inversión si la oferta monetaria fuera estática (porque nuevas inversiones

podrían desplazar la producción de bienes de consumo y provocar un

cambio en los precios relativos). El reemplazo del uso y desgaste normal

de los bienes capitales que decidimos llamar “mantenimiento” es todo lo

que es compatible con una oferta monetaria estable y estática. Los

“beneficios” en el sentido puro de la palabra no incluyen las cantidades

requeridas para reembolsar el uso y desgaste natural normal, asegurar

contra riesgos, o compensar al empresario o a la administración por su

tiempo, esfuerzo y habilidades especiales. Como dijo Adam Smith hace ya

mucho tiempo: “Habrá acaso quien se imagine que estos beneficios del

capital son tan sólo un nombre distinto por los salarios de una particular

especie de trabajo, como es le de inspección y dirección. Pero son cosa

sompletamente distinta, regulándose por principios de una naturaleza

312

Page 317: Alex Donelli

especial, que no guardan proporción con la cantidad, el esfuerzo o la

destreza de esta supuesta labor de inspección y de dirección. Los

beneficios se regulan enteramente por el valor del capital empleado y son

mayores o menores en proporción a su cuantía… En muchas grandes

empresas el trabajo de inspección de esta clase suele encomendarse

generalmente a un empleado principal; los salarios pagados a esta persona

representan verdaderamente el valor de dicha labor de inspección y

dirección. Aun cuando al fijar esos salarios se atiende regularmente, no

sólo a la destreza ya al esfuerzo de la labor, sino también a la confianza que

se deposita en el empleado, nunca guardan proporción con el capital que

manejan, el proprietario de este capital, a pesar de quedar liberado casi por

completo de todo trabajo, aún espera que sus beneficios conserven una

proporción regular con su inversión.” Todos estos son costos, implícita o

explícitamente, de hacer negocios y deben ser descontados de los ingresos

antes de llegar a los beneficios. Si hubiera un crecimiento económico con

una oferta monetaria estática, obviamente los precios tendrían que alterarse

aunque no todos en la misma proporción. Tomando en cuenta el sistema de

créditos moderno, lo primero que notamos sobre una tendencia secular a la

baja de los precios de los consumidores y los salarios, etc., es que esto

conlleva a un cambio en la posición relativa de los deudores y los acreedores

(en términos históricos, este es el resultado más importante de la deflación o

la inflación). Una hipoteca de treinta años o un bono empresarial no se

renegocian de la misma manera en que lo hacen los precios del mercado

313

Page 318: Alex Donelli

como cuando una oferta monetaria restringida interactúa con una economía

en crecimiento. La suma nominal fija que el deudor ha prometido pagar, año

tras año durante décadas, es una carga cada vez más pesada en términos

reales. De hecho, cuando los precios de los bienes raíces caen, las

bancarrotas masivas siguen de la misma manera en que el valor de la

propiedad hipotecada cae por debajo de la deuda a cambio de un activo

financiero. Esto impondría una presión intolerable en el sistema bancario

que difícilmente puede trabajar sin una oferta de valores de primer orden.

Por lo tanto, una continua y estable deflación es prácticamente imposible y

una sorpresiva, seria, deflación es catastrófica. Una deflación intermedia es

obviamente injusta con los deudores –como lo es cualquier reducción no

prevista de la tasa de inflación de su valor esperado (lo contrario no es

injusto con los acreedores –especialmente si tenemos en cuenta que éstos

son, por lo general, bancos ya que estos no operan en términos reales sino

en monetarios y no están limitados en sus planes futuros de operaciones por

sus “ingresos” pues ellos crean dinero si las condiciones lo justifican; sus

planes futuros no se perjudican por una inflación imprevista).

Por otro lado, una lenta inflación constante no constituye ningún riesgo

simétrico para la solvencia del sistema de créditos. De hecho, es todo lo

contrario. Una pequeña inflación es prácticamente necesaria para

contrarrestar los efectos de la fricción. Esto puede verse de la siguiente

manera. En realidad, el sistema de créditos es la manera que tiene la

sociedad de decidir cuáles son los proyectos que va a ejecutar. Esto lo hacen,

314

Page 319: Alex Donelli

en parte, los comités y los individuos de manera descentralizada a través de

las señales del mercado y los procedimientos. Pero, en esencia, es solo una

simple manera de seleccionar proyectos que se ven muy bien aunque la

parcialidad es inherente al mismo. Algunos de los proyectos seleccionados

fallan, algo que por supuesto no hacen los no seleccionados. Este sesgo

asimétrico es, por supuesto, natural. Esto quiere decir que sería ineficiente

seleccionar y financiar solo los proyectos que estarían garantizados por el

índice de crecimiento real de la economía. Como algunos están destinados

al fracaso no alcanzaríamos la tasa de crecimiento justificada. Es mejor

seleccionar y financiar más de lo que sería realmente necesario para que

así el éxito sea suficiente. Mas, esto implica que una pequeña tasa de un

tres por ciento aproximadamente de inflación es prudente o sensata.

Esto se debe a que, como fue explicado de manera general

anteriormente, si el aumento de dinero deja atrás el aumento o crecimiento

de los bienes (y servicios) uno tiene una inflación. Ahora, el proyecto

fracasado no ha producido los nuevos bienes o, si fue infraestructural, la

nueva productividad (produciendo, por supuesto, nuevos bienes de manera

indirecta). Pero el financiamiento otorgado ha sido gastado, el nuevo dinero

creado ha entrado en circulación a través de los empleados y los

proveedores de la desventurada operación. Ese dinero está siendo gastado

en los bienes existentes. Hasta el punto en que la (vieja) parábola pueda ser

confiable, el dinero extra ahora persigue los mismos viejos bienes y, por lo

tanto, surge la inflación. Esto no hubiera sucedido (en la misma medida, al

315

Page 320: Alex Donelli

menos) si el proyecto hubiera llevado de manera exitosa a un crecimiento

económico. El dinero extra, entonces, se correspondería con los bienes

extras193.

Como ningún sistema de selección de proyectos puede ser perfecto,

debe haber algún nivel de inflación u otra cosa para no alcanzar la tasa de

crecimiento justificada. Eso, a su vez, reduce la tasa de beneficios porque

al haber otras cosas igual la tasa de beneficios (puros) equivale a la tasa de

crecimiento (menos fricción, gastos poco económicos, seguros de riesgo y

compensación por el esfuerzo de gestión y capacidad empresarial). Por lo

tanto, todo el sistema económico y financiero está a favor de una pequeña

inflación y no funciona bien sin ésta.

Sin ésta, uno tiene fuertes tendencias a favor de un ciclo económico

que tenga períodos de estancamiento. Si la tasa de beneficios disminuye

“inesperadamente” por debajo de la tasa justificada, entonces uno ha

preparado el terreno para que las expectativas se modifiquen y se pongan

peor. Esto acelera el problema y provoca la fluctuación del ciclo económico

hacia la baja (o sea, cuando la tasa de beneficios es menor que lo

esperado, los empresarios toman menos préstamos, comprometen menos

cantidad de su dinero y piden menos bienes capitales para nuevos

proyectos: esto entonces provoca una tasa de crecimiento y de beneficio

aún menor y, por lo tanto, a una revisión más drástica de las expectativas,

etc.). Con esto, por el contrario, uno evita estos problemas porque solo

193 Otra consideración importante a tener en cuenta es que como sin crecimiento económico no hay beneficios, ¿cómo entonces podría financiarse ese crecimiento?

316

Page 321: Alex Donelli

unos pocos individuos –los que fallan- quedan defraudados. Los resultados

promedios cumplen con las expectativas –en términos monetarios (aunque

no en los reales). Mas, las obligaciones de los empresarios se expresan en

términos monetarios y no en los reales. Por lo tanto, para ellos esto no es

ningún tipo de decepción o dificultad.

Existe un gran número de mitos con relación a la inflación. Los tres

principales que trataremos aquí son, en primer lugar, que ésta tiende por

naturaleza a acelerarse hasta que destruye la moneda. Segundo, hace que

los planes empresariales sean más inciertos al hacer los cálculos

económicos más difíciles: si el curso de la inflación es desconocido, los

costos futuros son desconocidos y, por lo tanto, los contratos a largo plazo

son excesivamente riesgosos. Se dice que esto debe tener un efecto

deprimente en las inversiones. El tercer mito establece que es injusta con

los prestamistas y reduce las motivaciones para ahorrar reduciendo así,

nuevamente, las inversiones. Sin embargo, hay respuestas para cada uno

de estos mitos.

En términos históricos, el primer mito es totalmente erróneo. Por

ejemplo, varios países de Suramérica han controlado inflación de tres

dígitos durante décadas sin ninguna señal de que ésta se haya convertido

en una hiperinflación incontrolable y haya destruido su moneda (como

pasó en Europa Central después de la Segunda Guerra Mundial).

En segundo lugar, los imponderables en la planificación empresarial

realmente son mayores que los de cualquier problema en la tasa de

317

Page 322: Alex Donelli

inflación. No es una preocupación significativa, excepto en raros casos de

contratos a muy largo plazo –que no son muy comunes en el capitalismo

competitivo en una era de cambios tecnológicos.

Tercero, tenemos que hacer una distinción entre préstamos y ahorros.

Los ahorros individuales no son una fuente significativa de crédito

financiero actualmente, como tampoco es el rendimiento del dinero real la

mayor motivación para un ahorrador individual. Éste ahorra con el objetivo

de tener el dinero después –para el retiro, por ejemplo. En este caso, la

inflación esperada realmente aumenta la motivación para ahorrar pues se

entiende que va a hacer falta más dinero. Además, una persona empleada

o un empresario exitoso ahorra más que uno desempleado o en bancarrota.

En cuanto a las entidades crediticias –concretamente los bancos- el

dinero es creado de la nada y, por lo tanto, la inflación es irrelevante. Los

bancos no tienen motivación alguna para no prestar porque no hay un uso

alternativo para el dinero si ellos no lo crean. Solo las condiciones

concretas y reales de los negocios, en general, y la capacidad de pago del

prestatario se toman en consideración. La tasa de interés no es un “precio”

que modera entra la “oferta” de préstamos y la “demanda” de éstos. Los

préstamos son una cuestión política y el crédito no es una mercancía, no

está sujeto a la ley de la oferta y la demanda. Pensar esto y concluir que al

disminuirle la recompensa a un prestamista (a través de la inflación) debe

reducir la “oferta” es una falacia. Lo que más bien sucede es que la

confianza en los negocios –como un fenómeno político fundamentalmente-

318

Page 323: Alex Donelli

determina el comportamiento de los prestamistas. Mientras que los

factores económicos se comporten como un input en la formación de este

clima de opinión, que se espera sea de confianza, lo que importa son los

efectos indirectos de la inflación a través de la tasa de crecimiento y la

utilización de la capacidad. Así, en determinadas circunstancias, un 3% de

inflación puede ser “bueno” porque provoca un desarrollo económico que

inspira confianza. Sin embargo, en otras circunstancias puede ser “malo”.

En los momentos actuales, es equivalente a la deflación debido a la curiosa

desigualdad de nuestro crecimiento económico que, en algunos sectores,

es negativo y deflacionario.

Existe un poderoso interés creado en contra de la inflación –o, con más

precisión, en favor de una disminución inesperada en la tasa de inflación-

que es el de la clase de los tenedores de bonos u obligacionistas. Si existe

un estado de inflación y se negocia un contrato de deuda por treinta años

bajo la expectativa del aplazamiento de ese estado, entonces la tasa de

interés nominal tendrá eso en cuenta. Cualquier reducción en la tasa de

inflación es un puro beneficio para el obligacionista a quien le pagarán con

un dinero que vale mucho más que aquel con el que ellos contaban. Ahora

bien, si nos referimos a los bonos en las manos de los individuos, podemos

decir están en poder de los más ricos. Aparte de éstos, los bonos están

generalmente en los bancos. Llamarle a esto “interés creado” es no

polémico. La política de los intereses de estos derechos en hacer que baje

de forma imprevista la tasa de inflación versus los intereses de esos

319

Page 324: Alex Donelli

individuos y corporaciones igualmente poderosos que se beneficiarían más

del crecimiento económico resultante del mantenimiento de esta tasa,

complicada por el hecho de que incluso una política de inflación sabia no

provoca per se un crecimiento económico sino que actúa de manera

indirecta, solo si los factores reales necesarios y la confidencia están

presentes, es la historia completa de la lucha con la inflación en las últimas

décadas. Esta pelea política e ideológica ha deformado completamente

tanto la discusión popular del tema en los medios como el debate

académico del mismo en los textos económicos y las investigaciones.

De hecho, el efecto de la inflación en la economía debe operar

indirectamente (como pasa de vez en cuando en la economía que

prácticamente conserva la ley de las consecuencias no buscadas) a través

de otros factores que son tan complicados que la ciencia económica ha

sido incapaz de llegar a un consenso en torno a lo que le ha sucedido a la

economía estadounidense desde 1970. Las complicaciones han sido

demasiado grandes como para hacer el modelo teórico básico poco flexible

(o sea, éste es tan discreto incluso cuando es despojado de complicaciones

prácticas que no existe consenso en torno a cuáles serían los resultados

efectivos si se modificara para tener cuenta las crisis petroleras, la entrada

y salida de personas al mercado laboral, la deuda del Tercer Mundo, la

globalización y las políticas domésticas).

Sin embargo, el modelo teórico básico de la inflación es instructivo

porque al menos nos convence de que los problemas reales se deben,

320

Page 325: Alex Donelli

probablemente, a una o más complicaciones y no a la inflación per se (o a

otros aspectos estructurales básicos de una economía doméstica

avanzada). El primer economista en entender la naturaleza del dinero

bancario moderno fue Keynes impulsado por la depresión de los años

veinte en Gran Bretaña (a partir de su experiencia como especulador de

divisas). Debido a que el objetivo de los acuerdos de créditos es salvar la

distancia entre las necesidades actuales y la capacidad futura y que el

objetivo de designar estas obligaciones en dinero es para lidiar mejor con

la incertidumbre no tiene sentido estudiar el impacto del fenómeno

monetario en la economía sin tener en cuenta estos elementos cardinales

del tiempo y la incertidumbre.

Por esta razón permitimos que la noción clásica de las curvas de la

oferta y la demanda para los bienes de inversión sea generalizada a través

de la noción de expectativas. Reconocemos que esas curvas pueden

cambiar violentamente en medio de nuestro análisis en una forma que es

una violación de la clásica comprensión de la ley de la oferta y la demanda.

Digamos que un parámetro como el empleo total y, por tanto, el ingreso

nacional, cambia. Esto no solo provoca el clásico movimiento a lo largo de

la curva de la demanda de inversiones sino un cambio en la curva total

pues se establece una nueva información y un nuevo régimen de

expectativas de negocios.

En concreto, el cuadro keynesiano es así. Asuma, para hacerlo más

simple, que los trabajadores gasten lo que reciben pero que los capitalistas

321

Page 326: Alex Donelli

inviertan todos sus beneficios. Todos los bienes producidos son para el

consumo inmediato o son bienes de inversión para ser usados en fábricas.

Los trabajadores compran todos los bienes de consumo y los capitalistas

todos los bienes de inversión. En este simple ejemplo es fácil ver que la

tasa de beneficios es igual a la tasa de crecimiento y que la suma total de

beneficios es igual a la suma total de ahorros que equivale a la suma total

de inversión. Es evidente también que la totalidad de los ahorros no está

exactamente bajo el control de nadie ya que los beneficios son el resultado

de las fuerzas del mercado (esto no se debe en lo particular a nuestra

suposición simplificada –a pesar de que, en el mundo real, los empleados

también ahorran, la suma no está totalmente bajo su control pues ésta

sube o baja con el ingreso nacional y, así, con la tasa de desempleo).

Como experimento teórico, suponga que en un momento determinado

todo está bien, en equilibrio, todo el mundo está trabajando, invirtiendo,

consumiendo, etc. Suponga que por alguna razón los capitalistas son presa

de un ataque de ahorro e intentan acumular parte de sus beneficios en vez

de invertirlos. El gasto en inversiones disminuye, por supuesto. Sin

embargo, la suma total de beneficios es igual a la suma total del gasto en

inversiones. Por lo tanto, los beneficios deben reducirse también. Éstos

continuarán disminuyendo hasta que los capitalistas se den cuenta,

finalmente, de que no pueden darse el lujo de acaparar nada de lo que

sobre.

322

Page 327: Alex Donelli

Desafortunadamente, tal reducción en los beneficios está obligada a

provocar un cambio en las expectativas, a producir un pesimismo en los

negocios (y en la banca). Esto va a reducir más las inversiones debido a un

efecto multiplicador. Lógicamente, mientras menos bienes de inversión se

paguen ocurrirá el desempleo. Esto reduce además el ingreso nacional.

Es fácil ver el proceso concreto a partir del cual este fenómeno ocurre.

El primer capitalista que acumula beneficios (que hubieran sido gastados)

produce un bien de inversión no vendido en algún lugar. Los inventarios se

amontonan antes de que los productores se den cuenta de la reducción en

la demanda y de que el beneficio de ellos se ha reducido por la misma

cantidad de lo acumulado. Por supuesto, como una igualdad o identidad

contable puramente, los ahorros todavía son iguales a la inversión –el

beneficio acumulado es todavía ahorrado en un sentido pero,

técnicamente, los inventarios extras también cuentan como inversiones.

Sin embargo, es una inversión no deseada, no planeada y tiene un efecto

perturbador. El productor, por supuesto, no quería invertir en ese bien de

inversión particular. Al desviarse los beneficios del productor de su destino

habitual hacia este inventario no deseado, nuestra economía ha obligado a

otro capitalista a reducir sus gastos en inversiones y así reducir las

ganancias o beneficios de otro. Esto tiene un efecto multiplicador que

puede ser enorme (o en un modelo más realista y complicado, mediano –

alrededor de un 300%).

323

Page 328: Alex Donelli

Como la demanda de bienes de inversión es reducida, los obreros serán

despedidos. Esto reduce a su vez el gasto en consumo. Por lo tanto, los

beneficios de los productores de los bienes de consumo también se

reducirán. Este proceso de reducción de beneficios y empleo debe

continuar hasta que el equilibrio se alcance y los beneficios, a un nivel más

bajo, sean iguales a los gastos en inversiones, a un nivel más bajo también

y que el acaparamiento o acumulación sea eliminado.

Este es un ejemplo perfecto de la ley de las consecuencias no buscadas.

No era parte de la intención original del capitalista reducir las ganancias o

beneficios. Mas, ese fue el resultado. La misma cosa, una depresión,

ocurre si los trabajadores comienzan a ahorrar de repente parte de sus

ingresos. Hasta donde dice la definición de contabilidad el inventario

también es una inversión. Y puede contar con él –usar el inventario como

una garantía para un préstamo siempre y cuando ese stock se venda, sea

vendible en la forma habitual. Esto no se tiene en cuenta en nuestra

parábola, en nuestro experimento teórico porque una acumulación de

inventario no planeado afecta esas expectativas.

Tener conocimiento de la existencia del sistema bancario y permitir

que los ahorradores depositen sus beneficios en un banco que pueda a su

vez prestárselo a inversionistas no afecta nuestras conclusiones. ¿De

dónde van a salir estos inversionistas? Son precisamente ellos los que se

sienten más económicos ex hypothesi.194 Si algún otro inversionista está

dispuesto a aprovechar la capacidad al máximo, entonces el ahorro neto no 194 Es decir, por suposición nuestra.

324

Page 329: Alex Donelli

se ha incrementado. Estamos asumiendo que hay una reducción neta en el

gasto fuera de los beneficios –eso es lo que ahorro significa. Con relación a

la pregunta de si el segundo capitalista en nuestra parábola, el productor

de bienes de inversión, no pudo cortar de raíz el efecto multiplicador al

mantener su gasto en inversiones planificado al sacar un préstamo para

recuperar el beneficio perdido, nótese que sería demasiado despilfarrador

extender un préstamo a un negocio tambaleante. Los préstamos están

justificados por garantías o por las expectativas de beneficios. La garantía

vale menos ahora que antes y las expectativas son, con toda razón,

revisadas a la baja debido a que, por hipótesis asumimos un nuevo mayor

nivel de ahorro permanentemente. Por lo tanto, el sistema bancario no va a

ir en contra de la tendencia y a complacer a un productor inconformista

que puede estar personalmente inclinado a oponerse a las nuevas

expectativas. La esencia del sistema bancario es institucionalizar estas

expectativas y tendencias consensuadas y, a través de la intermediación,

anular a los inconformistas. Por lo tanto, si el ahorro o la economía de un

capitalista es un simple golpe de suerte y éste es anulado, como promedio,

por el espíritu emprendedor de alguien más, el sistema bancario puede

tener esto en cuenta y cancelarlos o anularlos. Pero si la economía o el

ahorro de un capitalista es simplemente el ejemplo de un nuevo consenso,

el sistema bancario ayuda a multiplicar el impacto de la tendencia.

La parábola del ahorro trabaja a la inversa. Si los capitalistas son

presas de un impulso expansivo ellos pueden, gracias a los créditos del

325

Page 330: Alex Donelli

sistema bancario, gastar más que el total de sus beneficios en bienes de

inversión. Luego de un intervalo aceptable, los beneficios aumentan por la

suma exacta del exceso de gastos. Este proceso también se va a mantener

hasta que el impulso expansivo sea saciado. Los capitalistas obtienen lo

que gastan.195

En principio, la misma expansión debía ocurrir si los trabajadores

redujeran sus ahorros y aumentaran la proporción de sus ingresos

gastados. Mas, en la práctica, el gasto en inversiones es la clave por

razones que Keynes explicó están relacionadas con el sistema monetario.

Para tener desempleo o capacidad no utilizada en un equilibrio los precios,

por supuesto, tienen que ser rígidos. El problema es, entonces, ¿qué tipos

de precios son significativamente rígidos y por qué, y a qué otras funciones

sirven? Los textos tienden a centrarse en la rigidez de los salarios pero

esto es malinterpretado. Es la existencia de las obligaciones financieras a

largo plazo designada en dinero la que produce, por ejemplo, rentabilidad

rígida. Además, las empresas tienden a reducir la producción antes de

rebajar los precios por la misma razón. Este sesgo por exceso es análogo a

lo que discutimos anteriormente sobre las hipotecas y la deflación. Los

precios de las rentas y de los bienes raíces, al igual que las tasas de

interés, son significativamente mucho más rígidos que los salarios. El nivel

de gasto en inversiones es mucho más variable y sensible a cambios en las

expectativas (que son políticas), menos condicionado económicamente, que

195 Un dicho de Michal Kalecki, economista en Inglaterra y Polonia (1899-1970), “los trabajadores gastan lo que reciben y los capitalistas reciben lo que gastan”, citado en Robinson, Teoría Económica y Economía Política, p. 73.

326

Page 331: Alex Donelli

cualquier otra variable económica. Desde el punto de vista de la teoría

económica, entonces, el gasto en inversiones es la causa y las otras

variables como los salarios o la tasa de desempleo o beneficios son los

efectos. La decisión de invertir es política y se toma a partir de un proceso

político institucionalizado fuera de las leyes económicas, en parte. Por

supuesto, el curso de los salarios, el desempleo y los beneficios son

observados e influidos por esta decisión. Pero esto no se hace a través de

las leyes económicas sino a partir de la influencia en las expectativas del

futuro. Esto es política. Las expectativas de los beneficios futuros son más

importantes en el mercado de valores que los beneficios existentes. Las

expectativas de valor de capital futuro son incluso mucho más importantes.

Para evitar malas interpretaciones debe hacerse hincapié en que no

estamos hablando de regulaciones o políticas gubernamentales de ningún

tipo cuando decimos que la política influye en las expectativas del clima de

negocios del futuro. Hablamos de política en el sentido Parsoniano –la

manera en que los inversionistas y los prestamistas deciden cómo

distribuir los recursos de la sociedad. Estas decisiones están influenciadas

por los inputs de poder y las influencias de otros sectores de la sociedad,

aparte de la economía. No son explicables puramente en términos de las

fuerzas del mercado debido al papel que desempeñan el consenso, la

autoridad y la confianza, como hemos vistos anteriormente. Ellas proceden

en función de las bases institucionales. Sin embargo, las instituciones

necesitan de los inputs de poder tanto para sus operaciones como para su

327

Page 332: Alex Donelli

mantenimiento. Las instituciones económicas incluso usan más que el

dinero simplemente y así obedecen a las leyes sociológicas, aparte de las

económicas.

Para redondear nuestra respuesta sobre la rigidez, Keynes y,

posteriormente, Hicks descubrieron que si los precios eran totalmente

flexibles iban a ser extremadamente inestables –de tal manera que haría

que el dinero resulte inútil para los contratos a largo plazo- y en todo caso

esta inestabilidad no es observada (Keynes consideraba que las variaciones

resultantes en el poder adquisitivo del dinero serían lo suficientemente

grandes como para eclipsar las otras fuentes más usuales de

incertidumbre).

Han existido teorías razonablemente exitosas sobre el ciclo económico

que se han basado en esta parábola del ahorro (y la expansión). Mas, en

última instancia el proceso de formación de expectativas debe mantenerse

como un misterio para los economistas. Es esencialmente sociológico por

naturaleza y no puede explicarse a través de un modelo económico que en

última instancia puede explorar las consecuencias de una regla general (o

una tendencia pasajera) u otra. Pero cuando un sistema institucional se

modifica por razones sociológicas puede obtenerse un nuevo paradigma de

formación de expectativas y surge el momento de cambiar los modelos.

Ahora que tenemos más conocimiento sobre la naturaleza del dinero,

podemos aplicarle esto al problema de la naturaleza del capital. El banco

no está bien dependiendo de la cantidad de depósitos que admite o de los

328

Page 333: Alex Donelli

préstamos que extiende, sino que, como hemos visto, lo que importa es la

participación o cuota de cada uno en el mercado. Lo importante es

mantenerse a la altura de los otros bancos y no crecer o decrecer en

términos absolutos. En particular, el aparente efecto paradójico del

aumento de los préstamos de un banco a la vez que decrecen los depósitos

aumentando más bien su posición y no, como indicaría el sentido común,

llevándolo a la bancarrota, puede suceder siempre que las cuotas en el

mercado de cada una de estas categorías se muevan en direcciones

contrarias a las sumas totales (o que, al menos, se mantengan estables. Lo

mismo puede suceder con el capital. Es mejor pensar en la propiedad del

capital como una especie de título que como una mercancía. El capitalista

tiene derecho a una parte de la prosperidad total de la sociedad que sea

igual a su cuota del mercado multiplicada por la proporción relativa del

capital vis-a-vis el trabajo y la rentabilidad (como promedio).

Desafortunadamente, esto significa que el resultado de un incremento en

la oferta del capital es impredecible. Depende del equilibrio político de la

fuerzas entre los empleados y los empleadores, además de los fenómenos

Keynesianos como las expectativas, la inflación y la deflación con su

impacto en la expansión o la contracción económica.

Una institución fiduciaria es una organización a la que las personas le

confían compromisos de valor. La esencia de estas instituciones puede

verse en una sociedad de ahorros y préstamos (o un banco). Los individuos

le confían dinero (ahorros) a esa sociedad a través de los depósitos y ésta

329

Page 334: Alex Donelli

se los presta a otros individuos (o al mismo individuo, incluso). Mas, esto

no tendría mucho sentido si no fuera por una asimetría fundamental entre

los ahorradores y los prestatarios. Los primeros son, de hecho,

prestamistas para la sociedad pero el préstamo puede ser exigido o

retirado en poco tiempo (treinta días o menos) –por esta razón es que se

hace con bajo interés–. Por su parte, la sociedad hace préstamos a más

largo plazo a sus prestatarios como, por ejemplo, las típicas hipotecas de

treinta años (puede, entonces, cobrar un interés mayor) –y así es cómo la

institución gana su parte para mantenerse–.

La sociedad, por supuesto, asume un riesgo. Este proceso de asumir

deudas a corto plazo y de extender préstamos a largo plazo, es lo contrario

de prudente y se llama intermediación. Es imposible para un individuo

comportarse de esta manera y sobrevivir. Debido al riesgo de que la deuda

a corto plazo se venza antes de que el préstamo a largo plazo pueda

cobrarse, el individuo correría el riesgo de la insolvencia si se mantuviera

el curso esperado de los acontecimientos.

Una corporación con determinada cantidad de reserva de capital

podría intentar llevar esto a cabo a gran escala. Los típicos textos

económicos afirman que debido a la ley de los grandes números uno puede

predecir cuánto de la deuda a corto plazo, a saber, los depósitos, se podrá

pagar. De manera más precisa, los nuevos depósitos también vienen a un

ritmo predecible y es solo el posible exceso de los depósitos extraídos

sobre los nuevos depósitos lo que es una fuga neta de ahorros y préstamos

330

Page 335: Alex Donelli

para las cuentas de la sociedad. Esto puede ser sopesado con el flujo

permanente del pago de los préstamos y el capital reserva usado como una

protección contra las fluctuaciones normales en el primero. Lo que un

individuo no podía asumir sin la casi segura posibilidad de bancarrota lo

puede asumir una gran corporación sin peligro debido a la ley de los

grandes números.196

Mas, ésta no es la esencia del asunto. En una sociedad sociológica, las

gentes son más predecibles que las monedas o que jugar a los dados

porque tienden a imitarse unos a otros y por muchas razones sociológicas:

porque son roles e instituciones –porque la gente tiende a adoptar roles y

porque la sociedad tiende a estar organizada institucionalmente. De hecho,

si la versión de los economistas fuera la esencia del asunto, las sociedades

de ahorro y préstamo, además de los bancos, caerían en bancarrota

inevitablemente. Es más, caerían en bancarrota sin correlación alguna.

Pero es fácil ver que tienden a caer en bancarrota por etapas; en el

intermedio (las depresiones o pánicos del ciclo económico) son más

solventes que lo que la teoría de los números grandes predeciría; durante

los pánicos son menos solventes.

Por lo tanto, esta situación es análoga a la que Durkheim estudió

originalmente en su texto La División del Trabajo Social. Las regularidades

observadas son demasiado regulares para ser explicadas por las leyes del

196 La ley de los grandes números es básicamente la siguiente: si usted sólo lanza una sola moneda usted lo arriesga todo porque no se sabe si en el lanzamiento saldrá cara –usted gana– o cruz –cae en bancarrota–. Pero suponga que usted lanza dos mil monedas a la vez. Ahora es casi seguro que al menos 900 de ellas saldrán con cara. Por lo tanto, usted corre un poco de peligro. Mientras más monedas haya más seguro estará usted.

331

Page 336: Alex Donelli

hazar–incluso por la de los grandes números. El hecho es que mientras

todos aquellos que lo rodeen a usted mantengan sus depósitos usted

probablemente lo haga también. Pero en cuanto un número significativo de

sus iguales desde el punto de vista sociológico pierda su confianza en la

institución usted lo hará también –incluso sin ninguna razón o evidencia

independendiente-. Este es un factor sociológico debido a la naturaleza de

los roles. El mantenimiento de una institución requiere de esfuerzos

continuos para sancionar –positiva o negativamente- la actuación de los

individuos en sus distintos roles. Pero las sanciones positivas, por ejemplo,

no son siempre recompensas directas y materiales. En un sistema social

sofisticado se usan los medios de intercambio generalizados: los análogos

para las instituciones sociales y los subsistemas, como el gobierno, la

familia, el centro de trabajo, de lo que es el crédito para el nexo o la red

económica.197 Algunos de los medios de intercambio generalizados son el

poder198 y la influencia. El caso que estamos analizando es, por supuesto,

una institución económica (aunque sociológica por todo esto). Sin

embargo, las instituciones económicas tienen funciones gubernamentales e

interactúan con la psicología de las personas –por lo tanto, ellos “cobran” y

“pagan” medios de intercambio generalizados como, a la inversa, usan el

dinero las instituciones políticas. Una institución fiduciaria como un banco, 197 Talcott Parsons y Neil Smelser, ob. cit.; véase también el resumen en Mark Gould, Revolution in the Development of Capitalism, Berkeley, 1987, caps. I y II, también editado como “Systems Analysis, Macrosociology, and the Generalised Media of Action”, en Johannes Loubser, Rainer Baum, Andrew Effrat, y Victor Lidz , eds., Explorations in General Theory in Social Science, N.Y., 1976.198 Talcott Parsons, “On the Concept of Political Power”, Proceedings of the American Philosophical Society, CVII (Junio 1963), pp. 232-262, también en idem, Politics and Social Structure, N.Y., 1969, pp. 352–404.

332

Page 337: Alex Donelli

por ejemplo, crea dinero de la nada pero también necesita confianza para

operar; así que la tiene adquirir a través de otro subsistema no económico

de la sociedad. A la inversa, el sistema de gobierno crea poder de la nada y

los distribuye entre las otras partes de la sociedad como si fuera un “banco

de poder”. Mas, necesita también del dinero para operar; dinero que tiene

que “ganar” a partir del buen comportamiento recompensado con el

mercado de bonos por los préstamos que necesita para sobrevivir de mes

en mes (aunque existen otros métodos también).

La manera en que los bancos crean, administran y destruyen el dinero

determinando así la oferta monetaria se trata en detalles en el capítulo

dedicado al Dinero y la Inflación. Esto representa un medio de intercambio

altamente desarrollado, racionalizado y sofisticado. En nuestra sociedad

actual el dinero se administra de una forma totalmente diferente a como se

hacía hace cuatrocientos años atrás. Mas, los otros medios de intercambio

generalizados no son ni tan desarrollados ni cuantificables. Por ahora, el

dinero es invisible a simple vista –porque se ha computadorizado- pero el

poder y la influencia sí lo son por la razón contraria (los distintos medios

de intercambio generalizados no son análogos en su totalidad). Sin

embargo, existe una especie de paralelismo, como veremos a continuación.

En cierto sentido, las monedas de oro o cualquier otro tipo son la base de

toda la estructura del dinero (no en el mismo sentido que tenía hace

setenta y cinco años atrás pero nada esencial se pierde si lo simplificamos

y continuamos con nuestra discusión como si nada hubiera pasado entre la

333

Page 338: Alex Donelli

actualidad y 1929). El sistema bancario, a través del crédito, crea veinte o

cien veces tanto dinero como el que hay respaldado en oro (la suma

precisa varía igual que lo hace la oferta monetaria –a esto se le llama

inflación o deflación). Por supuesto, si todo el mundo trata a la vez de

convertir su dinero bancario (deuda transferible) en monedas el sistema

colapsaría. Pero, generalmente, solo una pequeña parte –por ejemplo, el

establecimiento de desequilibrios internacionales- es necesario o deseado

de forma tal que el sistema funcione bien mientras que la confianza en su

mantenimiento futuro se mantenga (una función sociológica que requiere

confianza e influencia). Y esto tiene un paralelo en, digamos, el sistema de

gobierno (funciones de gobierno). Todo el poder viene del cañón de una

pistola, pero la política comanda a la pistola. La base del poder es el uso de

la fuerza mortal –la policía le dispararía en última instancia a cualquiera

que se resista. Pero el subsistema social, a través de la “autoridad” (el

análogo político del crédito –la “legitimidad” es usada también en algunas

ocasiones como un término para describir la autoridad), puede obtener los

mismos resultados que si amenazara con disparar sin hacerlo realmente –

de la misma manera en que yo puedo comprar la misma cantidad de bienes

con un saldo bancario o con una moneda de oro sin poseer ninguna

moneda de oro, teniendo en cuenta que el sistema funcione. Cuando hay

un colapso, un colapso total de la autoridad, solo el tiroteo funciona. Mas,

la verdadera conformidad de la autoridad presente en nuestra sociedad, en

tiempos normales, es de veinte a cien veces mayor que la cantidad real de

334

Page 339: Alex Donelli

tiroteos. Si tuviéramos que usar solo el oro, nuestra economía se

desmoronaría. Si la gente solo obedeciera a una pistola cargada, no

veríamos la misma conformidad que realmente vemos y, de hecho,

necesitamos para el funcionamiento correcto de nuestra sociedad.

Sin embargo, la inflación y la deflación de poder ocurren en la historia.

En algunas coyunturas de la historia más tiroteo es necesario para obtener

un determinado grado de conformidad; en otros momentos es menos. El

primero de los casos es la deflación, al igual que cuando se necesita más

oro para respaldar la misma cantidad de dinero o depósitos. El segundo

caso es la inflación, cuando se necesita menos.

De la misma manera en que los billetes y las notas en los libros de

contabilidad son símbolos que representan la capacidad para controlar la

mercancía real, también hay elementos simbólicos199 –poder- que

representan la capacidad para controlar o comandar las pistolas de la

sociedad. De la misma manera en que sería tonto abandonar el sistema de

créditos bancario moderno y regresar a una moneda respaldada un 100%

en oro, sería suicida intentar abandonar el estado de derecho y regresar al

viejo estado de anarquía. La ley es uno de los elementos simbólicos que

reemplazan al tiroteo. El poder, en general, es la credibilidad en que la

sociedad usaría la fuerza para apoyar…lo que sea, cualquier petición hecha

por un individuo, o una institución que posee esa gran cantidad de poder.

La ley es la manera en que la sociedad toma sus decisiones (y así es

política en el sentido sociológico aunque votar no sea necesario). 199 Parsons, El Sistema Social, p. 391 ss.

335

Page 340: Alex Donelli

Técnicamente, nosotros distinguimos entre el aspecto de una

institución fiduciaria producido por la intermediación y el aspecto que le

permite crear dinero de la nada (sin esperar por que el depósito venga

primero) al extender un crédito. Este último aspecto es tratado

detalladamente en el capítulo dedicado al dinero y la inflación. En la

práctica, los dos aspectos estás interrelacionados. Puede que el último

aspecto no se lleve a cabo a gran escala entre extraños sin combinarlo con

la intermediación y logrando mantener los depósitos –o, más específico, en

mantener la cuota de mercado de uno en el negocio de mantener los

depósitos iguales a la cuota de mercado de uno en el negocio de extensión

de préstamos (esta formulación más cuidadosa de los imperativos del

banco permite el incremento de los préstamos simultáneamente con una

reducción en los depósitos –que es segura mientras los otros bancos lo

hagan también, aunque sea porque el aumento en préstamos actuará para

revertir la disminución en depósitos si todos los bancos actúan igual).

Y, a la inversa: una sociedad o corporación restringida solo a la

intermediación no sería tan rentable como un banco con todas las de la ley

y no podría competir exitosamente con este en el largo plazo. La historia

reciente ha obscurecido, quizás, este esencial elemento teórico. Pero los

factores que complican las cosas siempre obscurecen los principales. Por

lo tanto, debe admitirse que estos puntos o elementos básicos no

constituyen una guía para las actuales preguntas urgentes que hay sobre

la reforma bancaria en una era de bancos centrales dispuestos a aumentar

336

Page 341: Alex Donelli

las tasas de interés para triplicar los números por razones políticas, de

cambios sorpresivos en la moneda y reglamentaciones aduaneras y otras

consideraciones no económicas fundamentalmente.

Un paralelo no económico, aunque instructivo y académico de alguna

manera, resulta instructivo: es una institución fiduciaria pero no con

relación al dinero sino que incluye un medio de intercambio generalizado:

la influencia.200 Es la academia. La academia produce “pericia” –un experto

es alguien que es aceptado como experto aunque sea un farsante o un

impostor. Una manera usual de hacer esto es a través del otorgamiento de

una credencial o de algún documento que lo identifique como tal. Desde

luego, existen formas no académicas de pericia y credenciales pero siguen

siendo un paralelo. Mas, para hacerlo más simple, nos concentraremos en

la academia ya que es muy conocida.

La influencia es cuando una persona (que la posee) es escuchada fuera

de la cadena de mando habitual. No es una cuestión de poder u obediencia.

La influencia es puramente personal cuando se trata del resultado de su

estima por el juicio de esa persona –ya sea justificado a partir de

experiencias pasadas o injustificado basado en ilusiones emocionales.

Aunque, si las emociones fueron producidas socialmente ésta empieza a

transformar la influencia en influencia social, lo que significa que se trata

de una influencia que es producida y usada en la forma determinada por

las instituciones sociales. Maestros, padres, autores, personalidades

famosas, todos ellos tienen un grado de influencia social fácilmente 200 Talcott Parsons, “On the Concept of Influence”.

337

Page 342: Alex Donelli

percibida (en el caso de los dos primeros se distingue de la autoridad

debido a su poderosa posición en la sociedad. Nuestro sistema social sería

diferente y tendría que desarrollar diferentes formas de funcionamiento

sin su influencia). Pero aparte de esto, y debido a que es una sociedad

industrial avanzada con una división del trabajo y de grandes empresas,

nuestra sociedad necesita alguna manera social sistemática de otorgar

credenciales de forma tal que la “pericia” pueda ser reconocida por

aquellos que, aunque no son expertos, deben de todas formas hacer juicios

responsables –aunque sea solo para delegar. Quien quiera que esté en esa

posición debe escoger la persona a la que le va a delegar la autoridad para

algo.

En general, la influencia puede definirse como la capacidad para

actuar intencionalmente con el objetivo de cambiar (o confirmar) la

opinión de otros. Un titular de un cargo puede tener poder, pero

cualquiera elegido formalmente o no, puede tener liderazgo –si tiene

influencia. La diferencia entre las líneas oficiales de autoridad y el

ejercicio más fino y flexible de liderazgo es la diferencia entre el poder y la

influencia (sin embargo, teniéndose en cuenta sus objetivos diferentes,

esferas de actividad, y métodos de producción, el poder y la influencia son

paralelos y análogos del dinero como medios de intercambio

generalizados).

Si la sociedad fuera totalmente individualista y “racional” (según la

perspectiva anti sociológica de la “racionalidad”), no existiría ningún

338

Page 343: Alex Donelli

medio de intercambio llamado influencia ni transacciones para adquirir o

conferir influencia. Sólo existiría la influencia personal y tendería a ser no-

transferible como lo es la confianza personal (al menos, más allá de los

estrechos círculos de el Gemeinschaft).201

Por definición, la influencia es la capacidad de que se acepte la palabra

de uno –fundamentalmente cuando se trata de dar información- y sus

opiniones sin tener que dar evidencias y razones conclusivas lógicas que

las validen. Por qué el aceite de ricino es bueno para ti, por qué la “Ciencia

Cristiana”202 no debe tomarse seriamente, por qué hay (o no hay) un

derecho constitucional a la privacidad, por qué este tópico de moda en la

física es realmente importante…estas no son preguntas fáciles de explicar

incluso para un experto que intente explicárselas de manera rigurosa a

otro experto. Y sería además extremadamente difícil para la sociedad

moderna si realmente fuera inevitable para el individuo profano llegar a

una decisión individual razonada. Con relación a las brujas quemadas, por

ejemplo, la mayoría de los individuos actualmente creen que no existen

brujas (que valga la pena quemar) sobre la base de evidencias nada

convincentes como lo creían sus ancestros. La sociedad tiene sus vías para

seleccionar a algunos como influyentes y a otros como no influyentes. Así,

la mayoría de los individuos tiende a buscar a personas influyentes para

201El Gemeinschaft es una sociedad o grupo caracterizado por un fuerte sentido de identidad común, estrechas relaciones personales y un apego a asuntos tradicionales y sentimentales (Nota de la Traductora). Véase Parsons, El Sistema Social, p. 101s.202Según el culto norteamericano que se llama en inglés “Christian Science”, los creyentes están obligados a negar la utilidad de la medicina moderna. Todos los enfermedades humanos son creados por pensamientos malos.

339

Page 344: Alex Donelli

que lo guíen en determinadas cuestiones como ésta. Un grupo de personas

sencillamente asociales nunca seleccionaría a nadie, al no ser que haya

demostrado un buen historial que casi todo el mundo haya visto –y aún así

la gente no observadora disentiría. Una sociedad primitiva tiene vías o

formas primitivas de distribuir y usar la influencia, de la misma manera en

que tiene un sistema financiero simplista. La sociedad moderna tiene

transacciones de influencia e instituciones de creación de influencia,

instituciones fiduciarias con relación a la influencia que llevan a cabo

operaciones de crédito.

Las universidades son como los bancos de influencia y la academia

como un todo es como el sistema bancario en su totalidad. La influencia,

por su parte, es la capacidad generalizada de actuar sobre las opiniones de

los otros de la misma manera en que el dinero es la capacidad

generalizada de obtener bienes materiales, la capacidad de hacer su

propia elección (pero todavía hacen falta dos para el contrato, uno no tiene

la garantía total de que una persona determinada que posea la mercancía

que uno ha seleccionado acceda). Cuando uno selecciona algo en

específico para comprometer sus recursos de influencia, los “amigos” de

uno, por decirlo de alguna manera, uno pierde la capacidad de actuar

sobre algo diferente o sobre un grupo de personas distinto. Siendo este el

caso, ¿cuál es el acto concreto que corresponde a la abstracción teórica de

“hacer un depósito” de influencia en este banco de influencia y a cuál

requisito de establecimiento de un banco en primer lugar en vista del

340

Page 345: Alex Donelli

“capital de subscripción” al banco?, siendo los depósitos los medios para

mantenerla como una empresa en plena actividad y crecimiento.

Como las instituciones de la academia han estado establecidas por

bastante tiempo ya vamos a olvidarnos del orden cronológico. Un pago (o

depósito) de influencia de un individuo a una universidad es cuando el

individuo concede prestigio a esa universidad –no solo en comparación con

otras universidades rivales, si hubiera alguna- pero más significativamente

en comparación con su grupo, iglesia o periódico. Una institución también

puede pagarle esta moneda a una universidad, de la misma manera en que

lo hace un individuo. Esta concesión constante de prestigio es la influencia

–el flujo de ingresos de la universidad correspondiente al flujo entrante de

depósitos en un banco. Las retiradas o retiros son cuando el individuo se

compromete con una creencia particular basada en el prestigio de la

universidad.

Como un hecho empírico esto tiende a reducir, temporalmente, el

prestigio de la universidad al no ser que y hasta el momento en que ese

compromiso arroje resultados favorables para el individuo. Por lo tanto, es

verdaderamente análogo a bajar o reducir los depósitos. A cambio, el

individuo persuadido espera alguna “gloria reflejada” de esta adopción –

espera ser tratado un tanto diferente por terceras partes debido a esto

(esta es la fuerza de la moda). Si esto es confirmado un depósito será

renovado. Si es una decepción, es probable que el individuo conceda

341

Page 346: Alex Donelli

prestigio en otra parte (o en ningún lugar). En cualquier medida el flujo de

ingresos de influencia de esta fuente decepcionada será decreciente.

Este último es análogo a cuando cada uno de los bancos emitió sus

propios pagarés, cuando el que deposita y retira descubre para su sorpresa

que la aceptabilidad de los pagarés del banco es muy baja, muy reducida.

Tenga en cuenta que el prestigio no se busca por su propio bien más que el

dinero. El que efectúa los retiros desea usar la influencia retirada en una

transacción privada (el lector también deberá notar que la analogía no es

completa en su totalidad y tampoco debería serla. El sistema social ya

tiene dinero y no necesita la influencia para comportarse exactamente

como el dinero en todos los aspectos.) El individuo desea utilizar la

influencia para agarrarse a determinadas creencias de terceras partes y

no, lógicamente, a la misma que nuestro individuo adoptó justamente de

una universidad. Más bien, al adoptar y manifestar esa, nuestro individuo

espera persuadir a una tercera parte de que un contrato o empleo sería

mejor que otro o algo como eso.

Al darle influencia a una institución, un individuo espera poder hacer

uso de ese depósito a necesidad para las interacciones diarias en las que la

influencia es intercambiada por cualquier otro medio –como sucede,

aunque usualmente entre dos instituciones (pero incluyendo un individuo

actuando en su papel como parte de la institución)- o utilizada para

obtener el compromiso hacia una opinión o creencia por parte de alguna

tercera parte (por ejemplo, en un proceso interno de presupuesto). Y la

342

Page 347: Alex Donelli

concesión de prestigio por parte de un individuo a una institución aumenta

la influencia de ésta –porque tendemos a mirar a las demás para ver cuál

institución tiene mayor prestigio, más influencia. Eso, en el último análisis,

es lo que significa el prestigio, a eso se resume.

El área de influencia de los inversionistas que hemos discutido hasta

ahora es la más difusa. Por otra parte, la más formal es la membrecía. Un

estudiante o claustro prestigioso que acepta una invitación para asociarse

está depositando su influencia en la institución (a diferencia de un banco

económico, existe una continuidad que va desde el depósito

extremadamente difuso hasta este depósito formal de “membresía”. Esto

se debe a que la influencia es más similar al cuasi dinero que al dinero

estrictamente cuantificable. Además, aquellas instituciones aparte de las

que tienen claramente definida su política de “membresía” también

desempeñan un papel influyente en la sociedad –los autores, los periódicos

y los tanques pensantes, por ejemplo –y, por lo tanto, la clase difusa de

relación inversionista es más importante). El prestigio de una universidad

es una función del prestigio de su claustro y de sus estudiantes quienes

están más identificados con ésta que sus más difusos partidarios, patrones

e imitadores. Obviamente, una vez que una masa crítica de miembros

prestigiosos ha sido admitida, la admisión de otros será para prestarles a

estos otros el prestigio o la influencia que no tenían antes. Así, la admisión

a una membresía significa también la extensión de un préstamo de

influencia con la expectativa de pago. La influencia total de la institución y

343

Page 348: Alex Donelli

sus miembros es mayor que la suma de las influencias de sus prestigiosos

inversionistas: ha sido creado el crédito de influencia.

La base de este crédito de influencia o influencia en general, análoga al

dinero mercancía (oro) como la base del dinero bancario es un grupo de

razones convincentes intelectualmente para creer en algunas afirmaciones.

O, más bien, la capacidad generalizada para preparar estas razones para

cualquier opinión demandada. Esa base es lo que la influencia simboliza,

de la misma manera en que el dinero simboliza el poder adquisitivo (del

oro). El proceso de creación de la influencia a través de las operaciones de

crédito puede darse de distintas maneras, pero una de ellas es la que

acabamos de ver: un proceso de admisión selectiva que permite que

aquellos que son prestigiosos debido a logros reales emitan o proyecten

una gloria reflejada en la cuota acordada de personas admitidas de manera

cuidadosa y que realmente no se la han ganado. El banco de influencia

corre el riesgo de la bancarrota si este último no lo justifica eventualmente

con el transcurso del tiempo (empleado en la institución).

Otras organizaciones de socios o afiliados como la Asociación

Estadounidense de Medicina también usan operaciones de apalancamiento

o influencia. Sus miembros les prestan su prestigio a los funcionarios y

voceros oficiales de la institución. Como resultado, sus palabras son más

persuasivas para los de afuera que lo que realmente impondría la lógica –

especialmente cuando están equivocados.

344

Page 349: Alex Donelli

De la misma manera en que la oferta monetaria se infla vis-a-vis los

productos reales de la economía pueden hacerlo otros medios de

intercambio generalizados. La academia en los años cincuenta tuvo éxito

en inflar su influencia. Entonces, el movimiento estudiantil de los sesenta

que se asoció con otras crisis de la sociedad preparó las condiciones para

que el resto de la sociedad mirara bien a la academia. El resultado fue una

depresión deflacionaria y la academia ahora tiene menos influencia en la

sociedad que en cualquier otro momento de la historia.

En general, esto es algo frecuente en la historia: una institución

fiduciaria puede estar autorizada por el resto de la sociedad a inflar la

oferta de su medio de intercambio. Un gobierno, por ejemplo, puede

intentar ejercer una mayor autoridad sin una expansión proporcional de su

zona de influencia. Si los resultados concretos de esta inversión no

cumplen las expectativas entonces resulta una crisis deflacionaria análoga

a la depresión. En casos extremos de deflación de poder, como el profesor

Mark Gould muestra en su libro Revolution in the Development of

Capitalism, un estudio de la Revolución Inglesa de 1642, un gobierno

deflacionario puede ser derrocado.

Las instituciones que son bancos de influencia como la academia, los

medios y los tanques pensantes definen los límites de aceptabilidad e

inteligibilidad en el discurso público. Es importante entender que ellos

hacen esto a través de leyes sociológicas que son análogas a los procesos

económicos Keynesianos de inflación, deflación y crédito. No es solamente

345

Page 350: Alex Donelli

el resultado de agregar opiniones individuales (o prejuicios), es una

operación social de crédito. Por lo tanto, los cambios repentinos e incluso

contrarios en la opinión pública que la historia contemporánea presencia

no son ni sorpresivos ni inusuales y podemos esperar más de lo mismo.

Propuestas lógicas que actualmente parecen ser no influyentes porque

desafían el consenso de los poderosos pueden estar en la agenda muy

pronto.

346

Page 351: Alex Donelli

Capítulo X

La Justicia Social y la Teoría Sociológica Moderna

¿Qué quiere decir exactamente “justicia social”? La mayoría de nosotros

podría coincidir, quizás, en alguna idea improvisada. En los casos extremos

la coincidencia es más fácil: para los estadounidenses es fácil ver la injusticia

en una especie de sistema feudal o en un sistema económico basado en la

esclavitud. Pero, si esas ideas fueran adecuadas para entender la injusticia

social de los complejos sistemas económicos modernos pienso que hubiera

menos desacuerdo. Los principales problemas en la economía

estadounidense no están tan claramente solucionados al no ser que hagamos

una definición de “justicia social” más precisa.

¿Qué podría decirse sobre las crecientes desigualdades en nuestra

sociedad? Si las desigualdades no pueden ser condenadas de plano, entonces

tenemos que definir cuánto es mucho y de quién es la culpa, cuándo es una

347

Page 352: Alex Donelli

necesidad lamentable que se permita que aumente y cuándo no. Lo mismo

puede aplicarse al desempleo y la discriminación.

Podemos lograr esto si tenemos en cuenta algunos de los aspectos

morales tradicionales de la tradición Occidental y los combinamos con la

concreción y especificidad de los descubrimientos sociológicos modernos

sobre las instituciones. Tomaremos como punto de partida a la Biblia -por un

lado porque ha sido muy influyente y, por otro, porque parece un material

poco prometedor para nuestro objetivo pero la verdad es que no sería

inteligente dejarla fuera como el terreno indiscutible o no impugnado de los

fundamentalistas de derecha. La mayoría de las formulaciones de la

moralidad Judeo-Cristiana (en sentido general, mucho de lo que pasa como

humanismo secular se debe a esta tradición) están expresadas en términos

individualistas y no sociales. Pero no todas, y el mensaje de los profetas del

Antiguo Testamento -que será examinado a mediados del capítulo- es

particularmente rico en este sentido.

Primero, haremos algunas consideraciones generales sobre el tipo de

problema que hay -la relación entre lo individual y lo social. Es necesario

hacer esto porque tenemos que ir más allá de frases vagas como “no soy yo,

es el sistema”. Desde luego que muchos problemas se deben al sistema pero

no quiere decir necesariamente que uno no tiene la culpa o que la culpa es

de todos. Los sistemas son creados y, más específicamente, son mantenidos

por algunos individuos. Descubrir la manera exacta en que esto se hace se

debe a la sociología del siglo veinte.

348

Page 353: Alex Donelli

La noción individualista de justicia ha sido resumida por Platón (con

desaprobación) como “darle a cada cual lo que le corresponde” y “no

engañar ni estafar a nadie”. Esta visión ha sido adoptada por los pensadores

modernos, utilitaristas, liberales y a favor del libre mercado a partir del

criterio de que cualquier contrato entre dos individuos al que se llegue de

manera libre y sin el uso de la fuerza o el fraude es necesariamente justo.

“Justicia” significa hacer valer o cumplir con tales contratos. El contenido, el

tema del contrato, es irrelevante. En esta perspectiva no existen las

prácticas laborales injustas y, lo que es peor, no hay nada injusto en la gran

tasa de desempleo. Cualquiera que sea el significado de tasa de desempleo,

éste es (según este punto de vista) el resultado de millones de decisiones

individuales a las que se llegó de manera soberana (ni la fuerza ni la

amenaza de la fuerza o el fraude parecen estar lo suficientemente presentes

como para explicarlo). Esta es la razón por la que los economistas puros

ideológicamente le llaman a este desempleo voluntario y no lo ven como una

injusticia –o lo que es peor, por qué los intransigentes culpan a los sindicatos

y a los llamados contratos “closed shop”203 ya que la única fuerza que ellos

reconocen como presente parece estar en la parte de los sindicatos.

La suma de todos estos millones de decisiones individuales y contratos

de trabajo puede ser muy bien una crisis de desempleo y, aún así, la visión

individualista de justicia puede no tener problema alguno con eso. Si no se

está de acuerdo en que ahora tenemos una crisis permanente de desempleo,

203 Se refiere a los contratos con empresas que tienen un convenio con un sindicato determinado por el cual todo empleado debe estar afiliado a éste (Nota de la Traductora).

349

Page 354: Alex Donelli

al menos ha tenido lugar una disminución dramática de la calidad del

empleo. La proporción creciente de nuevos trabajos que son de bajos

salarios e inseguros o a tiempo parcial ha sido mencionada. El nivel de

disminución de salarios reales y las crecientes horas extras son evidentes

también pero la visión individualista de la sociedad no puede lidiar con este

fenómeno al no ser que lo ignore.

Y, aún así, tradicionalmente, ha existido la creencia de que una categoría

como la “justicia social” debe existir y que ésta está relacionada con asuntos

como los que mencionamos anteriormente. La sociología moderna explica

que la sociedad (y esta incluye a la economía) no surge como una simple

suma de millones de decisiones individuales tomadas de manera libre. Ésta

reconoce la existencia y las funciones de instituciones como el matrimonio, el

dinero y el empleo donde la teoría política liberal Anglo Americana sólo ve

contratos (el voto del matrimonio es un contrato, el dinero es una deuda

transferible a voluntad y pagadera a la vista, por lo tanto es un contrato, y el

empleo es igual que lo que vimos más arriba, visto por ellos solamente como

un contrato entre dos individuos). Por consiguiente, nuestra discusión en

este capítulo sobre las diferencias entre estos dos puntos de vista sobre la

justicia no va a ser académica. Mas, para comenzar, veamos algunas ideas

tradicionales.

Existe una diferencia entre “comunidad” y organización (o burocracia) y

aunque no es fácil identificarla la gente habla a menudo sobre esta. Mas,

bastante a menudo, es demasiado vaga como para tener algún tipo de

350

Page 355: Alex Donelli

utilidad a nuestros efectos. Sin embargo, debe haber algo. Se dice que los

pueblos siderúrgicos en el corazón industrial de los Estados Unidos eran

comunidades –pero con la reciente tendencia a la reducción y hacia la

globalización (trasladar las fábricas a los países del Tercer Mundo para

aprovecharse de la fuerza de trabajo barata y su corolario dejando así que

entren más y más importaciones) las corporaciones se han ido.

Evidentemente, ya no se ven como parte de la comunidad. La devastación

provocada por la pérdida de empleos, etc., ha destruido prácticamente toda

la vida. Pero es demasiado vago y sentimental decir solamente esto; por eso

vamos a ser más analíticos después. Por supuesto, el liberalismo del laissez-

faire no quiere saber nada de esto y se rehusa a poner cualquier valor en la

“comunidad”.

Otra parte del pensamiento tradicional es que existe un “precio justo”

para las cosas y un precio injusto. Esta forma de hablar precede las bases de

la teoría económica moderna que introdujo “la ley de la oferta y la demanda”

en su lugar. Pero la vieja creencia es todavía muy fuerte. Por ejemplo, esto

se refleja en el sentimiento en contra de la especulación (p. ej. durante un

desastre natural o escasez de algo).

En la antigüedad, al igual que en el Medioevo, la usura era casi

universalmente condenada. El Antiguo Testamento también la condena y

trata la exacción de cualquier interés sobre un préstamo como una violación

de la “comunidad” (y por lo tanto es reservada para acuerdos con

extranjeros quienes, en esa época, sólo eran mercaderes profesionales que

351

Page 356: Alex Donelli

viajaban debido a que no existía la misma clase de afición por viajar que

existe ahora). Con el surgimiento de un sistema de crédito moderno y la

Reforma Protestante esta visión fue abandonada o modificada para

interpretar el interés excesivo como usura pero las tasas moderadas son un

rendimiento justo -por encima del riesgo de mora involucrado. De nuevo, la

economía moderna lo trata como un simple problema de oferta y demanda.

Sin embargo, ha quedado suficiente sobre la visión tradicional. Por ejemplo,

hasta hace poco tiempo, la mayoría de los estados tenían leyes anti-usura:

prohibiendo la exacción de intereses sobre un préstamo por encima de la

tasa legal, a saber, un límite legal en las tasas de interés.

Ha existido una tendencia a ver los modos de pensar antiguos, bíblicos

y del medioevo como anticuados en su enfoque sobre la usura. En los siglos

diecinueve y veinte también han habido maniáticos y se han reído de ellos

por tratar de imitar este enfoque de manera obsesiva –Ezra Pound me

viene a la mente. Sin embargo, veremos que la teoría económica

Keynesiana y post-Keynesiana hace de una versión (reinterpretada

adecuadamente) de esta aversión moral de la usura un elemento central de

la condición moderna.

Finalmente, todavía existe una concepción de “dignidad humana” que

era expresada en la ética tradicional. La idea liberal que la reemplaza es la

de los “derechos humanos” pero como éstos son concebidos en términos

limitadamente legalistas no cuadran con una visión más vieja de que algo

puede ser “legal pero injusto”, a saber, la violación de la dignidad de uno

352

Page 357: Alex Donelli

como ser humano aunque puede que no haya ningún “derecho” legal

reconocido de manera particular que se haya violado. ¿Cómo podríamos

legalizar el derecho al empleo, por ejemplo? O considerar las “cuatro

libertades” famosas de Franklin Roosevelt: libertad de expresión, libertad

de cultos, libertad del temor y de la miseria ¿Cómo es posible meter las

últimas dos en el marco liberal de los derechos humanos legales? Su

pobreza no es (típicamente) el resultado de una transacción individual de

alguien con usted. Es el resultado combinado de muchas transacciones y

de la no existencia de determinadas transacciones también. Pero si nos

referimos meramente al sistema, la dimensión moral se pierde y el

problema de la pobreza se convierte entonces en un simple problema de

política, un problema de alternativas y existe muy poco para determinar

cuál alternativa o transacción hacer o cuánta pobreza es mucha pobreza.

Indiscutiblemente, el 50% de la población va a estar por debajo del

promedio –no es fácil arreglar eso. La mayoría de las personas se siente

diferente en cuanto a la desgracia o el sufrimiento que es “justo” y el que

es “injusto”. Por lo tanto, una noción más precisa de justicia social

relacionada con la pobreza va a ser necesaria para demostrar que la

situación actual es, verdaderamente, una crisis y que se debe a nuestras

instituciones socio-económicas existentes relacionadas con el empleo y las

inversiones.

El Antiguo Testamento, de hecho, tiene un cuadro muy bien definido de

lo que debía ser la sociedad humana –las instituciones socio-económicas y

353

Page 358: Alex Donelli

las políticas– aunque no completamente en los famosos códigos, las

secciones legales del Tora. Muchas de esas leyes representan decisiones

de precedentes judiciales y están basadas en el cuadro implícito

fundamental de la sociedad humana.

Uno de los temas más importantes en el Antiguo Testamento es el del

pacto o alianza. En el idioma inglés esa palabra significa simplemente

“contrato” o “acuerdo contractual” y como demostraron Albright y otros

hace mucho tiempo, la palabra en sus idiomas originales también

significaba una especie de acuerdo contractual, un tratado de

protectorado; un acuerdo vasallo-cacique. Era el acuerdo de intercambiar

tributo por protección. Pero en las manos de los escritores del Antiguo

Testamento, que eran excelentes teólogos, la palabra adoptó un grupo de

significados más amplios y más interesantes (para nosotros). El concepto

de “alianza” estaba íntimamente relacionado con su concepto de

“comunidad”. De hecho, era definitivo de comunidad. Parte del tributo

exigido por el pacto era para tener éxito en actuar como una comunidad y

en ser la especie de comunidad que Dios quería que Israel fuera: una

comunidad de hermandad o cofradía.

La noción de hermandad no era simplemente una vaga o sentimental: a

esta se le dio una forma precisa. De hecho, el Antiguo Testamento tiene

éxito en (entre muchas otras cosas) describir una Utopía.

Una edición del código de leyes se encuentra en el libro de

Deuteronomio. Los editores de esta edición, quienes también escribieron o,

354

Page 359: Alex Donelli

al menos, revisaron (partes de) otros libros de la Biblia se llaman

deuteronomistas. Su trabajo incorpora la tradición legal de Israel, su código,

además de su tradición de sermones (pues los dos estaban relacionados).

Mas, incluye también una visión revisionista de la historia israelita como

veremos a continuación.

Por supuesto, ya todo el mundo sabe que Israel disfrutó de la

independencia por varios siglos. Luego de un período pastoral, ellos se

habían establecido como pequeños campesinos (y como pastores también) en

Canaán (considerando a la cultura urbana de sus parientes cananeos con

resentimiento y sospecha).

Pero bajo la presión de ataques filisteos y la opresión se decidió

establecer una monarquía: primero una no dividida, brevemente; luego, por

un par de siglos, una de dos reinos divididos. El del norte cayó en manos el

impero asirio en 722 AC y el del sur, luego de haber visto la letra en el muro

cayó en manos del imperio sucesor de los Babilonios en 586 AC. Las

narrativas históricas de la Biblia reflejan la historiografía contemporánea,

monárquica y oficial, además de las visiones revisionistas de los

deuteronomistas (que a veces rayan en lo anti-monárquico), incluyendo a

refugiados del derrocado reino del Norte, activo en el del sur hasta su caída y

a la escuela de pensamiento que ellos fundaron que se mantuvo en todo el

exilio de los Israelitas hacia Babilonia y su subsiguiente regreso a la

reorganización de Israel después de 539 AC. De hecho, finalmente, los

deuteronomistas se convirtieron en el partido dominante en Israel y pudieron

355

Page 360: Alex Donelli

controlar hasta los momentos finales de la edición de la Biblia (los seguidores

de varios profetas, la “escuela de pensamiento” profética, por decirlo de

alguna manera, no era exactamente igual pero tenía muchos puntos de

contacto y temas en común con ellos).

Como sucede, los deuteronomistas pensaron que el pacto fundamental,

en la forma de los principios del derecho israelita, había sido revelado en el

Monte Sinaí. Pero para los demás, ellos sabían muy bien lo que estaban

haciendo. Muchos de ellos eran abogados y sabían que lo que estaban

editando en la Biblia era el desarrollo de los precedentes judiciales de esos

principios, decisiones escritas en casos reales (compendiadas, por supuesto).

Ellos sabían lo que estaban haciendo cuando, más adelante, revisaron la

interpretación oficial aceptada de la historia israelita.

La versión oficial de la historia había sido fundamentalmente político-

militar. El Dios de Israel, cuyo nombre, por cierto, era Yahveh, les daría

victorias militares e integridad territorial a la nación de Israel a cambio de

cultos y tributos. Esto era una garantía de éxito y de que la dinastía

gobernaría para siempre de manera ininterrumpida. Esta visión abandonó

de hecho cualquiera que haya sido el significado que “pacto o alianza”

había tenido desde el principio. Los deuteronomistas, en vista de los

acontecimientos, se propusieron desarrollar y hacer más énfasis en el

significado más amplio de pacto o alianza que ya hemos explicado.

Los deuteronomistas revisaron incluso su interpretación de la historia

israelita pasada (el período del Éxodo y el período de los Jueces) en vista

356

Page 361: Alex Donelli

de la catastrófica falsificación de la interpretación oficial. Ellos

comprendieron que alguien tenia que interpretar la historia del “Pueblo

Elegido de Dios” como una historia de mantenimiento de la alianza versus

rompimiento de ésta –y con su significado de alianza expandido (debido a

que la interpretación oficial de la alianza era demasiado fácil de mantener).

La historia de ellos revocó las opiniones o juicios de los historiadores

seculares de Israel del período de la monarquía.

Esto forma un tema más bien largo e interesante que lamentablemente

tenemos que dejar aquí (no obstante, cualquiera que comparta mi interés

en este sentido puede seguirlo en los trabajos que se incluyen en la

bibliografía de este libro).

Vamos a centrarnos en el pensamiento de los profetas del Antiguo

Testamento con relación al tema de la justicia social. A mediados de este

capítulo vamos a tratarlos con más detalles para que puedan ser

entendidos en el contexto de sus circunstancias pero nuestro principal

interés no serán tanto sus recomendaciones políticas reales sino sus

concepciones en torno a la diferencia entre justicia social y justicia

individual, su concretización de la opinión de que algo puede ser “legal

pero injusto”.

Pero para ver los principios detrás de las recomendaciones políticas

tenemos que tener una teoría general de la acción (acción humana en el

aspecto sociológico). Si no podemos generalizar lo que ellos pensaron y

enseñaron, solo podremos tratar de copiarlo o de ignorarlo (lo primero es

357

Page 362: Alex Donelli

utópico e imposible y lo último es ignorante e imposible). Por lo tanto,

comenzaremos el cuerpo de este capítulo con una explicación de la teoría

científica de las instituciones (y de la acción humana en ese aspecto

limitado).

La sociología describe la actuación de un individuo sólo cuando éste ha

adoptado un rol. Una gran parte de la vida de uno se pasa en un rol o en

otro: no en un sentido peyorativo pero sí en el sentido preciso de uno es

categorizado y se abrigan o albergan expectativas en torno a uno. Mientras

usted es un cazador, cualquiera que sea consciente de esto (y se haya

aculturado a la misma sociedad) tiene ciertas expectativas en cuanto al

comportamiento de usted. Ningún rol da cuentas del todo de un individuo

(ni tampoco ningún rol está tan preparado de antemano con tanta

minuciosidad como para que no hay libertad alguna dentro de este). Existe

una tendencia a no ver que es un rol: a veces parece totalmente natural,

parte del “esquema de las cosas”. Para el momento en que la gente ve

conscientemente que se desempeña un rol está ya a la salida. Otros

ejemplos de roles son “esposa”, “empleado”, etc. En una manera no legal e

informal, las diferencias en los roles son (de manera temporal, por

supuesto) como las diferencias en el status legal entre el maestro y el

aprendiz, o entre el lord y el villano (en el feudalismo) aunque de manera

mucho más flexible, desde luego, que es la razón por la que persisten.

Los roles son construidos por la sociedad y transmitidos (más o menos)

a sus miembros individuales a través de un proceso de socialización (o

358

Page 363: Alex Donelli

aculturación). Usted no puede escoger su propio rol pues éste es

simplemente el grupo de expectativas que los otros tienen en cuanto a

usted. Los roles son asignados a través de un proceso más o menos

consensual que involucra a toda la sociedad. Este se opone al punto de

vista individualista. Debido a varias razones empíricas y teóricas,

explicadas por Talcott Parson en su famoso libro La Estructura de la

Acción Social, a principios del siglo los sociólogos encontraron el

comportamiento de la sociedad (y el de los individuos dentro de ésta)

mucho mejor explicado sobre esta base que sobre cualquier teoría

puramente individualista.

(Para simplificar un poco, sólo hagamos hincapié en uno de los

descubrimientos empíricos más importantes que condujo a este cambio.

Durkheim descubrió una inexplicablemente alta tasa de suicidios entre

personas que habían alcanzado una gran fortuna recientemente y de

manera inesperada. Imposible de explicar desde cualquier teoría de la

acción puramente individualista, se llegó a la conclusión de que esos

individuos habían sentido una gran presión provocada por la necesidad de

cambiar muchos de sus roles acostumbrados).

Si el sistema social funciona lo suficientemente bien no es probable

que haya muchos roles que no tengan una función racional para la

sociedad: para su mantenimiento o reproducción. Por lo general, no hay

mucha energía que gastar o perder. Por lo tanto, si hubiera muchos roles

359

Page 364: Alex Donelli

irracionales entonces la sociedad no se podría mantener por mucho

tiempo.

Mas, la función de un rol para la sociedad no tiene nada que ver con la

motivación individual para llevarlo a cabo. Para que la sociedad funcione

bien y tenga estabilidad y una posibilidad razonable de persistir tiene que

proporcionarles sanciones –recompensas y castigos– a los actores por

actuar o llevar a cabo sus roles. No puede pensarse que las sanciones son

siempre materiales: placer o dolor físico. Por supuesto, debe haber

“suficiente” comida para seguir (suficiente es un término relativo) pero por

lo general no hay fuerza física suficiente para seguir y se impone entonces

el uso de los factores sociales y psicológicos –al menos para las sociedades

complejas–. Aprobación, rechazo, actividades interesantes y otros muchos

otros métodos más sutiles (que incluyen símbolos culturales a menudo) son

por lo general útiles.

Para una mejor explicación del tema resumiremos conceptos básicos

del capítulo II. Una institución no es lo que el uso común indica –un gran

edificio de mármol, un organigrama y una burocracia. Una institución

puede ser no material completamente (como la del empleo), de la misma

manera en que el rol no es evidentemente un objeto material que pueda

señalarse. De hecho, una institución, en el sentido científico del término, es

un complejo de roles: simple y llanamente eso. Desde luego, una

institución es una creación de la sociedad también pero no tiene que ser

una creación formal o consciente. No hace falta que haya un set de reglas

360

Page 365: Alex Donelli

o normas adoptadas formalmente ni que los miembros de la sociedad sean

conscientes de haberlas creado o adoptado.

Un ejemplo de un complejo de roles es la institución del empleo, por

ejemplo. Esta consiste (al menos) en los roles de empleador y empleado

(también el de colega y como las mujeres son todavía menos pagadas que

el hombre por trabajos del mismo valor comparable, éste también

interactúa con roles como esposo, mujer, sostén de la familia, etc.: de una

manera complicada, todas las expectativas que entran a jugar aquí afectan

el ambiente del trabajo –y el salario– aún y cuando parezca irracional

basándose en las circunstancias individuales). De más está decir que en la

medida en que cambia la sociedad también lo hacen los roles y las

instituciones.

Toda acción de un individuo tiene dos aspectos. Obviamente, existe uno

individual, a saber, la motivación del individuo para hacer esa acción.

Cuando, como es usual para la mayoría de nuestras acciones sociales, ésta

es parte de un rol (y esto es positivo o negativo; cumplir o desobedecer un

rol son partes de un rol) las sanciones positivas o negativas que el

individuo espera constituyen una parte muy importante de esa motivación.

El otro aspecto es el social, a saber, qué función cumple o tiene para la

sociedad.

Ahora bien, una de las formas de incluir el aspecto sociológico es la

manera en que Parson lo hizo. Si no hubiera ningún rol (e instituciones)

sería humanamente imposible tomar decisiones y actuar por la cantidad de

opciones que hubiera. Sería agotador, literalmente. Para darles un ejemplo

361

Page 366: Alex Donelli

trivial sólo piensen en los hábitos alimenticios. Estos son adquiridos

culturalmente, no solo hábitos individuales de gustos o no. ¿Por qué tener

el postre después de la comida y no después del desayuno? ¿Por qué los

panqués y el sirope de arce no son postre? Sin leyes alimenticias, las

opciones serían abrumadoras. Todo el mundo sabe la sensación tan

desagradable que se siente cuando las normas de la comida se rompen

(durante las primeras veces). La vestimenta, por su parte, es análoga:

hasta los inconformistas se visten parecido.

Para poner otros ejemplos más importantes, suponga que no

existiese el rol del empleador ni del empleado, ningún set de expectativas

entrelazadas comunes sancionadas socialmente. Si la relación no estuviera

disponible todos y cada uno de los días, ¿se haría algún trabajo? El forcejeo

necesario para lograr una relación aceptable de manera gradual o modus

vivendi nunca terminaría -al no ser que fuera en la creación de los roles.

Esto se hará más claro por contraste. Fíjese en la visión liberal

clásica. Los economistas liberales, individualistas, laissez-faire, niegan

esto. Tienden a asumir que, por el contrario, estas relaciones son resueltas

individualmente cada vez, que sólo las motivaciones racionales individuales

entran aquí y la razón por la que esto no es tan difícil es porque no hay

mucho allí que realmente quede afuera: gran parte del guión de estos roles

está realmente en la naturaleza humana. No es la cultura o la sociedad, es

la naturaleza humana eterna (combinada con consideraciones racionales

obvias que le pueden ocurrir a cualquiera). Es así cómo los economistas

explican las regularidades en la sociedad.

Por lo tanto, para ellos, no son ni los roles ni las instituciones las que

regulan la sociedad al regular las interacciones individuales. Los individuos

negocian sus interacciones a través de contratos.

362

Page 367: Alex Donelli

Para los liberales clásicos, entonces, toda la justicia es justicia

individualista204 y ésta tiene que ver con contratos. Por analogía, entonces,

si es el punto de vista sociológico el correcto, entonces debíamos buscar la

visión correcta de justicia aplicando el doble aspecto de la acción humana

que ellos han identificado. La justicia tiene un componente individualista

debido al aspecto individual de la acción, a las motivaciones individuales

para ejecutar un rol, etc. Pero la justicia tiene también un componente

social debido al aspecto social de una acción individual. Por lo tanto, allí

hay, después de todo, una categoría separada, justicia social, que no es

simplemente un producto de la justicia individual. Esto es, por supuesto, lo

que se sostiene en este libro. Haría falta un libro aparte para presentar, rigurosamente, la evidencia

que demuestre la visión sociológica y que rebata la economista en su forma

original y clásica del siglo XIX (como se dijo anteriormente). Sin embargo,

aparte de los distintos estudios empíricos de Durkheim -incluido–incluido el

de los suicidios que mencionamos anteriormente- uno de los momentos

históricos cruciales fue el descubrimiento de Talcott Parsons de que el

libre mercado era una institución, no una manera transparente racional y

natural de hacer negocios sino una institución construida socialmente. De

la misma manera en que la institución del contrato no es un contrato,205 la

institución del libre mercado no es en sí el resultado de decisiones

individuales libres (oferta y demanda).

204 P. ej., según la conocida profesora de antropología, Mary Douglas, How Institutions Think, Siracusa, N.Y., 1986, p. 16, John Rawls era un individualista que negaba que la sociedad tuviera su vida distinta y sobre la de sus miembros con los relaciones suyas.205 Durkheim habla sobre los elementos no contractuales del contrato, La División del Trabajo Social, lib. I, cap. 7, véase también Parsons y Smelser, ob. cit., p. 105. Por esos elementos, Durkheim y casi todos los sociólogos modernos afirman que el contrato es una institución sociológica y no una cosa natural. No tiene sus rasgos en “la naturaleza humana” o en la psicología.

363

Page 368: Alex Donelli

O sea, el libre mercado es un complejo de roles. Algunas de las

“reglas” son tan suficientemente obvias que las podemos mencionar aquí.

Si ellas parecen transparentemente “naturales” es sólo porque esta

institución es casi lo único ileso que queda en la sociedad estadounidense

por la crítica modernista. Cuando usted le compra algo a un vendedor, éste

no trata de decidir si usted “merece” comprar el producto. Ellos no tratan

de medirlo a usted para ver si le pueden cobrar más a usted que a los otros

clientes; existe un precio de oferta, un precio relativamente fijo.206 Existen

roles para compradores y vendedores. Todo el mundo trata la publicidad y

el bombo de un vendedor como si fuera una categoría del discurso

totalmente separada de una conversación personal no relacionada con la

venta. Es así porque es así. Es parte de un rol diferente. La manera de

percibir las falsedades varía entre los distintos roles. Lo mismo sucede con

la ética de los negocios y la interpersonal.

Uno podría ser un existencialista o una especie de anarquista y tratar

de argumentar que esto es otro ejemplo de por qué los roles son malos –

una falta de libertad opresiva que cambia la personalidad y produce una

ética artificial retorcida como la “ética de los negocios”, etc. Todo debe

ser directo, auténtico e inter-personal sin ningún tipo de conocimiento o

deferencia a los roles y sus guiones o instituciones y sus reglas. Este es el

lado burlón del economista de raya diplomática y sería imposible refutarlo

206 Bueno, realmente lo hacen -pero no tanto como en otras sociedades; y lo más importante, cuando lo hacen uno se siente, si se entera, ofendido, como si alguna expectativa o valor hubiera sido traicionado hasta cierto punto. La norma de este rol se presenta como una expectativa ideal incluso cuando es violada.

364

Page 369: Alex Donelli

sin dejar a un lado la esencia de este libro. Es suficiente con reconocer el

contraste que éste tiene con la visión sociológica. Vamos a tratar de

unificar todas las éticas dentro del esquema general de justicia sin adoptar

esta más bien superficial e ingenua crítica de roles. Nuestro esquema

general va a tener en cuenta las diferencias en esferas de aplicación -ej. la

justicia toma la forma de justicia individual cuando se considera aplicada a

un elemento o aspecto de las acciones, y la aparentemente diferente forma

de justicia social para los otros aspectos.

El contrato de trabajo nunca explica en detalles todas las expectativas

del empleador (o del empleado) porque es imposible explicarlo todo por

adelantado. Por lo tanto, el role del empleado existe para satisfacer o

cumplir con lo que está implícito en el contrato —por ejemplo, que usted

tiene que hacer el trabajo en la manera en que lo indique el empleador y,

sin embargo, por otro lado, no de manera literal: las costumbres (a saber,

la institución del empleo) prohíbe demasiada libertad al empleador. Pero el

empleado no es un esclavo durante sus horas de trabajo. Un equilibrio

delicado entre lo estipulado explícitamente en el contrato y “hazlo de esta

manera, esclavo” está presente en lo roles aceptados y las instituciones e

impuesto por muchos medios, no sólo la ley o el mercado. Un empleador

que transgreda las normas del rol va a ser sancionado muchas veces así: el

trabajador individual objeta y es despedido. A menudo, no hay recurso

legal, pero si sus colegas sienten el sentido sociológicamente inducido de

que las expectativas inducidas por los roles (y las instituciones) fueron

365

Page 370: Alex Donelli

traicionadas pueden sancionar al empleador, la “moral” puede

deteriorarse, por ejemplo. Sin haber nada lo suficientemente explícito

como para señalarlo, la productividad puede sufrir; los empleados de más

experiencia y los más útiles pueden marcharse, etc.

Si, para variar la suposición, el empleador no estaba de hecho “fuera

de la línea”, entonces los colegas pueden sentir todavía simpatía por el

empleado despedido pero eso no es lo mismo que las sanciones. Es muy

poco probable que el empleador sea sancionado en este caso. Tales

sanciones requieren organización. Si la institución del empleo no tuviera

una organización ésta tuviera que ser dada o demostrada a través de

acciones explícitas, conscientes y políticas (digo políticas no porque el voto

tenga nada que ver aquí sino porque cuando un proceso de formación de

acuerdos para la acción común tiene lugar o se está desarrollando -eso es

político). Por lo general nadie tiene motivaciones para hacer esto y el pre-

requisito habitual para el éxito es un sentimiento de agravio generalizado.

Por lo tanto, la presencia de “precio” (en vez de negociarlo todo de

cero) es una institución; el empleo es una institución: no es lo mismo ser un

empleado que un contratista independiente o trabajar a destajo.

Algunos economistas modernos son los suficientemente astutos como

para reconocer que un mercado es una institución. Dicen que el libre

mercado, si es una institución, tiene tantas virtudes que deberíamos

mantenerlo donde está ya institucionalizado y trabajar para

institucionalizarlo en otras esferas de la vida donde aún no lo está de forma

366

Page 371: Alex Donelli

suficiente. En especial, quieren reconstruir la institución del empleo hasta

que logre seguir de manera más cercana el patrón del libre mercado para

aumentar la flexibilidad en el proceso de trabajo. Nosotros vamos a tratar

este asunto más adelante en el libro.

Decir que los “roles y las instituciones existen” y dar sus definiciones

científicas como lo hemos hecho no es suficiente. Esta ciencia sólo es útil si

hay unas leyes controlando las propiedades de los roles y las instituciones. Se

han descubierto algunas leyes —por supuesto, no tan útiles y certeras como

esas de la física y tampoco vamos nosotros a entrar en mucho detalle aquí

pero se impone que digamos que las instituciones, incluso después de ser

creadas, y mientras son un negocio exitoso todavía necesitan de

mantenimiento como un edificio o cualquier parte de una planta. Usted puede

pensar que las sanciones, especialmente la fuerza física, hacen esto, pero no.

Se ha descubierto que no existe suficiente fuerza física o castigos o

recompensas puramente materiales para lograr esto. Ellos desempeñan un

papel importante pero sin legitimidad son insuficientes —o sea, legitimidad

percibida. Esto se produce a través de medios culturales y sociales que son

más o menos entendidos. Sin centrarnos en los medios concretos, ahora

discutiremos las propiedades de este proceso y la relación entre la fuerza

física y el resto. Luego estaremos finalmente listos para aplicar esto a los

profetas del Antiguo Testamento y descubrir la categoría de justicia social.

Una institución, entonces, es una combinación de roles que satisfacen

ciertas propiedades que ya se han explicado con más detalles en el capítulo II.

367

Page 372: Alex Donelli

Una pareja puede constituir un matrimonio pero no la institución del

matrimonio, como tampoco lo constituye la unión de todas las parejas

casadas. “Una institución tiene, pues, que ser distinguida claramente de una

colectividad. Una colectividad es un sistema de roles específicos

concretamente interactivos. Una institución, por otra parte, es un complejo de

elementos pautados como expectativas de rol que puede aplicarse a un

número indefinido de colectividades. Por el contrario, una colectividad puede

ser el foco de un conjunto de series de instituciones. Por ello, las instituciones

del matrimonio y del parentesco son ambas constitutivas de una familia

particular como colectividad.”207 Por otro lado, esta unión o colección es

menos que una colección de roles porque ningún individuo comprende o se da

cuenta de todas las posibilidades escritas o preparadas de antemano para su

rol.

Mas, para tratar el tema de la justicia social es conveniente que se

resuman varias definiciones abstractas otra vez (véase el capítulo II supra).

Frecuentemente decimos que un rol aparece como un “guión” pero es

más o menos flexible. Sin embargo, van a haber expectativas por parte de la

audiencia en torno al comportamiento de usted aunque no puedan predecirlo

completamente. De hecho, roles estables e importantes (con significación

estratégica para la sociedad) tienen que ser internalizados, mas o menos, por

los actores (o su mayoría) –es una ley de la sociología. Un rol es una parte de

la orientación total de un actor individual que trata sobre las expectativas con

207 Parsons, ob. cit., p. 46s. Nuestra discusión es dirigida por ese capítulo (menos sus particularidades controversiales).

368

Page 373: Alex Donelli

relación a una audiencia (en un contexto de interacción particular). Un rol

tiene que ser integrado con un sistema de criterios de valores normativas.

Según la sociología, por regla general, las interacciones con los otros actores

(o re-actores como miembros de su audiencia) deben ser dirigidas por tales

criterios de valor. Un sistema de acciones en una sociedad concreta tiene que

ser normativamente orientada.

Una norma valorativa se llama “institucionalizada” si simultáneamente los

actores se sienten obligados208 a cumplirla y esta cumplimiento optimiza, a

través de las respuestas de su audiencia (como reactores), las probabilidades

de la consecución feliz de una meta particular del actor. Pero un rol no es una

cosa psicológica puramente. El actor en el rol de “empleado” no tiene que

sentirse “como un empleado”. Ese no es el problema. El rol está definido

puramente en términos de interacciones (entre individuos) y expectativas.

Pero, por supuesto, un rol verdaderamente importante no funcionará bien si

muchos de sus actores fueran completamente poco sinceros: esto es si

demasiados pocos actores han adaptado su psicología a cooperar con su

comportamiento. En ese caso, decimos que el rol no ha sido “interiorizado” de

manera exitosa y, por lo tanto, como acordamos por definición, no ha sido

“institucionalizado”. En un rol institucionalizado de manera exitosa, sería

usual para el actor sentir la necesidad de cumplir y tener los sentimientos

apropiados para el rol, aunque no es absolutamente necesario.

208 Pero no necesariamente en el sentido exacto del superego. Cualquier internalización de la valor normativa tal que conformirla –en actividades concretas– es para el actor una disposición de necesidad en su propia estructura, independientemente (más o menos) de las consecuencias externas de esa conformidad.

369

Page 374: Alex Donelli

La definición del concepto de institución es que es un complejo de roles

“institucionalizados” que tienen significación estructural en el sistema social.

Un rol, por supuesto, tiene como parte de su definición quién es el actor y

quiénes son (o pueden ser) los que conforman la audiencia (y cuándo).

Es precisamente en el proceso de interiorización que las instituciones

necesitan mantenimiento. La interiorización debe ser regularmente reforzada

o se deteriorará. Esto es el mantenimiento. Según Parsons, el antiguo punto

de vista “psicológico” de que las sociedades son las resultantes de los

“rasgos” de los individuos independientemente determinados, es que las

personalidades desarrolladas dentro de un sistema social actuarán

espontáneamente de tal manera que cumplan (mas o menos) los

prerrequisitos para la estabilidad de los sistemas sociales de que son partes,

sin la necesidad de mecanismos específicos sociales (y variables a través de

sociedades diferentes) para tal mantenimiento. Pero el punto de vista

“sociológico”209 es, au contraire, que también es necesario buscar tales

mecanismos, es decir, modos de organización de los sistemas motivacionales

de las personalidades y modos de mantener esta organización. Además, que

tales modos serían al nivel de roles socialmentes estructurados.

Por supuesto, las instituciones también experimentan cambios —que van

desde cambios más o menos sutiles a cambios radicales y destrucción pero

dejemos esto aquí (algunos de los más interesantes estudios sociológicos

209 Moderno. Parson, ob. cit., p. 39. Este no es un tema de controversia entre los sociólogos.

370

Page 375: Alex Donelli

tratan este tema pero nosotros no pretendemos analizarlo profundamente en

este libro).

La ley científica (o propiedad) que regula las instituciones y que es

relevante para nuestros propósitos es la que está relacionada con el proceso

de mantenimiento. El descubrimiento es que existen cuatro especies de

'divisas'210 sociales -la primera es el dinero y las demás son análogas: el

poder, la influencia (o reputación) y los compromisos de valor (o lealtad).

Cada uno de éstos es un lenguaje o código, un medio de comunicación

simbólico, un medio de intercambio (y de organización) generalizado y es

parte de un sistema bancario o de crédito.

Quizás se objete que el dinero es una cosa tangible y que las demás no.

Sin embargo, esto no es cierto. La mayoría del dinero es simplemente una

réplica o copia en una computadora. La “base” concreta del sistema bancario,

el oro, es casi insignificante en comparación con la cantidad total de dinero.

Mientras más sofisticado sea un sistema social más controlan las instituciones

fiduciarias el problema de distribución de los medios de intercambio y menos

dependencia hay de la base concreta.

La base concreta del poder es la fuerza. Los demás los saltamos. Los

recursos de la sociedad son muchos -objetos materiales, símbolos culturales,

decisiones organizadas, cooperación, etc. Los medios de intercambio

210 Es posible pensar sobre el sistema monetario como un código simbólico de comunicación, véase Parsons, “On the Concept of Influence”, p. 406, donde está citada Roman Jakobson y Morris Halle, Fundamentals of Language, La Haya, 1956 sobre la definición de lengua y una cita no específica a Adam Smith, Ricardo, y J. S. Mill. El aspecto de dinero como medio del cambio se llama “transmición de mensajes” —y lo de medida de valor se llama “código”.

371

Page 376: Alex Donelli

generalizados son el sistema de contabilidad para todos los recursos de la

sociedad de la misma manera en que el dinero lo es para los recursos del

subsistema económico de la sociedad. Los cuatro subsistemas de la sociedad

como un todo son, en la teoría de Parsons-Smelser-Gould, la economía, el

“sistema de gobierno” o gobierno, el sistema integrado, y el de latencia

(nosotros vamos a saltar los últimos dos)211. El objetivo de la economía es

satisfacer las necesidades materiales de la sociedad. El del sistema de

gobierno es satisfacer las necesidades gubernamentales o el logro de los

objetivos de la sociedad. El sistema de gobierno necesita, desde luego,

recursos materiales (que son los productos del subsistema de la economía)

para hacer esto y la economía necesita control, la producción del orden y la

organización (que son los productos del subsistema del gobierno) para poder

lograr sus objetivos. Entonces, los cuatro subsistemas están interconectados y

tienen que intercambiar sus “divisas”212.

Ahora bien, pienso que para evitar malos entendidos debemos hacer una

pausa. Nosotros adoptamos la visión sociológica; por lo tanto, el término

“gobierno” no tiene su significado habitual. “Gobierno” significa todo aquello

que en la sociedad tenga funciones de controlar o determinar. No tiene que

ser un gobierno simplemente legal, consciente, constituido y formal. Una

sociedad anarquista podría tener un sistema de gobierno en el sentido en que

lo plantea la teoría sociológica moderna aunque no hubiera ni sistema legal ni

211 Parsons y Smelser, ob. cit., cap. I, Gould, ob. cit., caps. I-II.212 Parsons y Smelser, ob. cit., pp. 51-69 y 74s; Niklaus Luhmann, “Generalised Media and the Problem of Contingency“, en Loubser et al., ob. cit., p. 512; Gould, ob. cit., p. 14, 18, 23, y passim. La teoría entera de Jürgen Habermas sobre el tema de la acción comunicativa es un intento de tratar la misma realidad sociológica.

372

Page 377: Alex Donelli

leyes ni gobernante (pero si la fuerza física nunca se usó o se amenazó con su

uso, sería una muy importante: como una sistema monetario totalmente sin

oro o cualquier equivalente funcional a él, por lo tanto, sería o estaría basado

completamente en el crédito. Quizás esto suceda en el futuro).

En una sociedad tribal-patriarcal puede que haya muy poco gobierno

central (que sería un jefe tribal o consejo de notables si existiera alguno). Sin

embargo, existe evidentemente un subsistema de gobierno de la sociedad y

cada jefe de familia es una parte importante del mismo. Un sistema o

subsistema es, como lo fue la “institución”, una abstracción. No es una

colección de individuos porque ningún individuo concreto está completamente

sumergido en cualquiera que sea el rol que puedan hacer o tener en el

subsistema.

En los Estados Unidos modernos, el gobierno legal, formal, es sólo una

mitad de lo que es el gobierno real, viéndolo desde el punto de vista

sociológico. Un oficial de préstamos de un banco decidiendo si crear o no una

línea de crédito (para un candidato) está, desde el punto de vista sociológico,

haciendo o ejerciendo funciones de control. Lo mismo para los inversionistas

ricos, especialmente en bonos públicos o del Estado. Los abogados, incluso

cuando ejercen de manera privada, también ejecutan funciones de control

(esta es la razón por la cual los esfuerzos superficiales para poner fin a la

práctica de firmas de abogados de grupos de presión de Washington han sido

tan inútiles: las formalidades legales no reflejan acertadamente la realidad

373

Page 378: Alex Donelli

social. Sólo los esfuerzos encaminados a alterar las estructuras sociológicas

podrían dar resultados).

Hay un número de tareas cruciales que pudieran llamarse imperativos

funcionales que cualquier sociedad debe cumplir para poderse mantener en

marcha (si tenemos en cuenta un sistema social razonablemente estable éste

deber lograr estas tareas de manera exitosa aunque no sepamos cómo).

Suficientes recursos materiales como la comida, el alojamiento, la ropa y,

lamentablemente, el armamento para la defensa ante una genuina amenaza

externa debe ser producida por la economía. Suficientes recompensas

psicológicas deben ser producidas de forma tal que su distribución (y

retención) motive de forma exitosa a los miembros de la sociedad para que

ejecuten los roles sociales necesarios a través del subsistema integral. Las

decisiones deben ser tomadas (y por lo tanto hechas) para la organización

exitosa de la cooperación necesaria para lograr todas estas otras tareas. Las

decisiones son tomadas por el sistema de gobierno y una interiorización y

socialización debe tener lugar, producida por el subsistema de latencia de

forma tal que las recompensas psicológicas sean genuinamente deseadas.

Ya tenemos suficiente teoría sociológica para establecer la ley que vamos

a encontrar relevante para nuestra discusión sobre los profetas y para

explicar la visión sociológica que es mucho más esclarecedora que las visiones

legalistas y naïve (de sentido común sin perspectiva histórica y liberalismo

clásico sin sentido común respectivamente).

374

Page 379: Alex Donelli

La ley no es muy precisa pero es lo suficientemente sustantiva como para

tener una influencia. Todas las funciones imperativas de la sociedad son

llevadas a cabo por las instituciones no por individuos asociados libremente;

estas instituciones necesitan recursos (que cuestan tiempo y esfuerzo) tanto

para sus operaciones comunes como para su mantenimiento; las instituciones

existentes realmente están estructuradas aunque no totalmente flexible y,

como resultado, sólo pueden hacer lo que pueden hacer: ellas no pueden

hacer las cosas que no pueden (son funcionales, no mágicas). La monarquía

francesa de 1789 simplemente no pudo resolver los problemas que tenía -

ninguna cantidad de inteligencia o habilidad podía haberla salvado.

Este es el denominador común más bajo de la teoría sociológica moderna:

no es controvertido seriamente. Sin embargo, es sorprendente ver cuán

desdeñado es en el discurso público y en disciplinas académicas paralelas

(como la economía, la arqueología y lo que pasa por “ciencia política”).

Sin tener la posibilidad de ir directamente a la evidencia científica de esta

prueba en el alcance limitado de este libro, voy a ofrecerles una analogía.

¿Puede hacer algo alguna computadora sin el software? (recuerden que el

software es el sistema operativo). ¿No limita el software lo que ésta puede

hacer? ¿No cuesta dinero la creación (y el mantenimiento) del software? Y si

usted quiere resolver un problema distinto, por lo general, usted tiene que

comprar un software diferente. Pues bueno, los individuos y los recursos

materiales de la sociedad son como el hardware de la computadora y los roles

y las instituciones son como el software.

375

Page 380: Alex Donelli

Como un ejemplo de la diferencia entre la visión sociológica y la

indiferente veamos un problema social contemporáneo y la propuesta

irreflexiva hecha a menudo al respecto. Se espera que tanto las corporaciones

como cualquier negocio más grande que un negocio familiar no se inmiscuyan

de forma paternalista en las vidas privadas de sus empleados (o incluso en las

de sus suministradores) a cambio de la expectativa de que ellos no son

responsables tampoco. Concretamente, no se espera que ellos sean

indulgentes con las penurias. Si usted se incapacita o sufre medianamente

algún daño no espere que lo retengan por que la alternativa sea quedarse en

la calle.

Muchos comentaristas bien intencionados (e inteligentes), incluyendo

aquellos con una gran experiencia en las técnicas de la administración, han

tratado de proponer que las firmas y las corporaciones cambien su estilo de

administración, que le presten menos atención al “balance final” y más a las

relaciones humanas y al impacto en la comunidad. En otras palabras, que se

conviertan en “corporaciones humanitarias”. Otros, especialmente

involucrados en el informe Cuomo213 o asociados al equipo del expresidente

Clinton, al menos han preferido esperar por resultados a largo plazo y no

tanto por un informe de ganancias trimestrales. Todas estas propuestas tienen

un gran mérito concreto en el sentido de que parecen prácticas desde el

punto de vista individual. Mas, no se ha pensado en cómo institucionalizar los

nuevos roles necesarios para que estas puedan funcionar realmente. ¿Cómo

213America's Agenda: Rebuilding Economic Strength, Cuomo Commission on Competitiveness, Lewis B. Kaden, y Lee Smith, Armonk, N.Y., 1992; Richard Caplan y John Feffer, eds., The State of the Union 1994, Boulder, Colorado, 1994.

376

Page 381: Alex Donelli

puede pensarse en curar o resolver un problema social sin un plan para

socializar la medida para resolverlo? Diseñando o estableciendo nuevos roles

e institucionalizándolos ¿Por qué no le decimos a todo el mundo que siga la

Regla de Oro? Estas propuestas pueden tener una apariencia artificial de

utilidad y sabiduría pero desde el punto de vista sociológico son tan inútiles

como un sermón. Una propuesta económica no sería tomada seriamente si no

se pensara en cómo pagarla ¿no es así? La visión sociológica por su parte es

que las otras instituciones de la sociedad son tan limitadas como las

instituciones económicas: los otros medios de intercambio (y los recursos

psíquicos, culturales o políticos que representan) son tan “administrados” en

sus respectivas arenas como lo es el dinero en el subsistema económico214.

Implementar estas prácticas propuestas superficialmente sería tan difícil

como implementar una estrategia que haya sido muy bien diseñada desde el

punto de vista político pero poco sólida desde la perspectiva económica.

Una vez que las partes entrelazadas de todas las instituciones

responsables de los problemas son revisadas, la comprensión concreta de las

nuevas técnicas de management por parte de estos expertos y la manera de

hacerlas funcionar desde la perspectiva económica va a ser valiosa y puede

ser útil –rodeada de nuevas instituciones de apoyo. Mas, sus esperanzas de

lograr más con menos son muy poco realistas.

Esta ley sociológica que hemos mencionado nos permite comprender la

diferencia entre la justicia individual y la justicia social. Por supuesto, no nos

214Según las teorías Keynesianas, estar “administrado” por la sociedad no es tan inflexible como lo es por un individuo.

377

Page 382: Alex Donelli

dice cómo determinar que una institución social es injusta. Mas, una vez que

nosotros por medio de consideraciones éticas y no sociológicas hacemos tal

determinación, sí nos dice la relación entre lo individual y los social. Las

acciones de mantenimiento de tal institución deben ser injustas también -y

estas son, desde luego, acciones individuales por las que los individuos deben

tomar responsabilidades. Por lo general, estas acciones son la repartición o

distribución de sanciones a los distintos actores -esa es la forma más común

de mantener una institución: reafirmación a través de sanciones positivas por

conformidad y sanciones negativas por desviación (debido a su efecto

disuasivo estas últimas son particularmente importantes para mantener los

roles institucionalizados)215.

Si fuéramos a decidir, por ejemplo, que el sistema monetario (bancario) es

injusto, esto no significaría que todos los que usan el dinero van a compartir la

culpa. Sólo aquellos que particularmente actúan para mantener y reforzar los

(aspectos injustos del) sistema están cometiendo actos individuales que son

una injusticia social: es decir, tienen injusticia en su aspecto social. O, de

nuevo, el mercado que se rehuse a darle comida a personas que en la caja no

tienen dinero no está, con esto, manteniendo los sistemas de dinero y

propiedad. Pero procesar brutalmente por hurto (de carne) como ha sucedido

por el efecto disuasivo que tiene sobre los otros es haber cruzado la línea de

participar en una institución a mantenerla activamente.

La institución se haría pedazos si no es mantenida activamente debido a

que está sujeta a presiones surgidas del hecho de que es injusta: su acción va 215 También hay otros metodos, p. ej., la creación de recursos culturales o ideológicos.

378

Page 383: Alex Donelli

en contra de los sentimientos generalizados de justicia de la gente y esa

contradicción es, desde luego, una fuente de presión.

En teoría económica el mercado es un arreglo institucional que “sintetiza”

todos los deseos individuales discordantes de los distintos actores en un

resultado posible definitivo. Los deseos contradictorios o incoherentes de los

proveedores de un factor se sintetizan en una curva de la oferta. Los distintos

deseos de los posibles compradores de ese factor se sintetizan es una curva de

la oferta. Cuando estas dos curvas se encuentran existe un solo punto de

contacto, su intersección, que las puede satisfacer a las dos simultáneamente.

Este es el resultado, el “punto de equilibrio”. Mas, éste no es el resultado

consciente de una decisión deliberada que se le puede atribuir a una sola

fuente –incluso a una fuente colectiva única como en la teoría de la

conspiración.

Por otro lado, las decisiones políticas son vistas generalmente como un

conflicto más fortuito y menos automático entre distintas facciones opositoras

donde, sin embargo, cada una está tratando de ser conscientemente

discursiva, deliberada y estratégica. Esto es presentado como el terreno de las

conspiraciones –si es que podemos estirar el término para incluir

“conspiraciones” abiertas, públicas, declaradas y no secretas.

Ninguna de estas presentaciones es correcta del todo. La perspectiva

sociológica analiza cada uno de estos campos como paralelos esencialmente –

cada uno es una combinación de tratados reconocidos generalmente en el

otro. La economía es institucional y política y la política tiene una curva de

379

Page 384: Alex Donelli

oferta y demanda que constriñe la consciencia de los actores y reduce el

elemento fortuito.

Como los Profetas del Antiguo Testamento estaban haciendo una crítica

institucional y no una individual, la condena mosaica de “usura” es más

correctamente interpretada como una condena de la institución particular de

la deuda por peonaje donde las relaciones de poder permitieron establecer la

tasa de interés. Su propósito era que en vez de que hubiera préstamos del

sector privado para devengar intereses en tiempos de mala cosecha hubiera

reservas de granos organizadas por el estado que fueran entonces prestadas

sin costo alguno. Es decir, las hipotecas serían reemplazadas por el seguro.

Pero lo interesante es que como consecuencia de la Controversia del

Capital vemos que incluso los préstamos comerciales y la tasa de interés

sobre los bonos empresariales no están de hecho determinados por la oferta

individualista y los inputs de demanda sino por factores y consensos socio-

políticos. Por lo tanto, la pregunta que se impone es si la tasa de beneficios no

podría ser regulada por un proceso más democrático que el imperante. Pero

ponerlo de esta manera la hace una cuestión técnica. No vamos a lidiar con la

cuestión interesante pero técnica de cómo la regulación de la tasa de

beneficios afecta a la economía. En un capítulo anterior destruimos la

suposición de que cualquier regulación sería desaconsejable pero todo lo que

eso es hace es abrir la cuestión técnica. Demostramos que la tasa de

beneficios puede decrecer con poca probabilidad de que baje la tasa de

crecimiento, incluso a la inversa.

380

Page 385: Alex Donelli

¿Cuál es la cuestión moral? Siguiendo el ejemplo populista de los Profetas,

estaríamos guiados a decir que las manipulaciones institucionales de la tasa

de beneficios (cada establecimiento capitalista de la tasa es una manipulación

institucional) que llevan a la desigualdad o a la exclusión creciente de los que

peor posición económica tienen de contribuir a la sociedad y participar

activamente en las decisiones que afectan el futuro es una gran injusticia

social. Por lo tanto, trocar el desempleo con la inflación puede ser una

injusticia social severa aún si la inflación perjudica a los pobres también.

Pero este es solo un caso particular de un patrón muy general de “lo

social” dentro de los asuntos económicos. Podemos usar las herramientas que

hemos juntado para analizar el aspecto de lo social en la propiedad de la

“capacidad de empleo” de un individuo particular.

Ahora les presento un ejemplo que quizás no sea muy concreto. Dos

individuos, digamos un empleador y un empleado, hacen un contrato

libremente sin fuerza, amenazas, malicia o fraude alguno. En términos

puramente individualistas, es difícil o imposible ver cómo esto puede ser

injusto. Sin embargo, pudiera ser una injusticia social que los términos del

contrato fueran los comunes y habituales o los imperantes. Así, entonces, el

acuerdo sería verdaderamente injusto. Quizás el salario acordado no es un

suelo vital aunque el trabajo sea a tiempo completo. Aunque éste quizás

mantenga la vida (u otras condiciones de empleo) viola la dignidad humana.

Aunque quizás nada de esto sea cierto, no es una remuneración igual a la que

381

Page 386: Alex Donelli

se acuerda habitualmente en otro sector de la economía que, aunque

diferente, es equiparable.

Dos filosofías actuales han rehusado aceptar un análisis institucional: la

filosofía clásica (occidental) y la rebelión Anglo-Americana de esta, el

utilitarismo. La filosofía clásica acepta que tal contrato puede ser injusto pero

no por las razones sociales esgrimidas. Aristóteles y las tradiciones de la

iglesia dirían que cada bien tiene un precio justo y que estar de acuerdo con

un contrato seriamente divergente sería una injusticia. El hecho de que la

correlación de fuerzas entre empleadores y empleados haya llevado a un

salario imperante de x sería una injusticia si x no es justo, si x no es el precio

justo natural por la calidad de la labor contratada.

Los teóricos o ideólogos del libre mercado (que son una especie de

utilitaristas) no están de acuerdo con esto. Un contrato así jamás sería injusto

porque “justo” simplemente es procesualmente regular216.

Considere ese contrato de empleo nuevamente. ¿Qué hay con la definición

de libertad de “marcharse”? El populismo, incluso el sentido común, indica

que la ley, con su regularidad de procedimiento, le permite al empleador con

acceso a las finanzas, o incluso al cash, marcharse de las negociaciones de la

misma manera en que le permite al trabajador que vive al día marcharse para

buscar otras oportunidades. ¿Es esto realmente libertad? Sólo en tiempos de

pleno empleo es esta “libertad sustancial” en contraposición a la “libertad

formal”. Por lo tanto, los ideólogos han tratado por todos los medios de

216 Es decir: se observó el procedimiento regular de llegar a un acuerdo, no hubo amenazas ni coerción ni fraude. Cada parte contratante podía marcharse de las negociaciones (en el sentido de libertad de procedimiento formal e individualista).

382

Page 387: Alex Donelli

neutralizar esta objeción. La teoría del equilibrio de la tasa de beneficios

pretende demostrar que al no ser que haya falta de libertad en el mercado

siempre vamos a estar en un estado de pleno empleo.217 Así, cualquier

desventaja que el trabajador sienta al “irse” no es culpa de la teoría de la

justicia sino del fallo a la hora de llevar a la práctica el ideal del libre

mercado218.

Sería suficiente para los economistas científicos ver que tal ideal no es

relevante para ninguna descripción científica de la economía real.219 Mas,

para un análisis filosófico del concepto de justicia social necesitamos más.

Necesitamos saber qué está mal con la teoría económica del ideal incluso en

sus propios términos y esto lo dio la Controversia del Capital de Robinson y

Sraffa versus Samuelson y Solow.

El mundo es, hasta hora, injusto pero los filósofos quieren estudiar la

justicia de todas maneras.

La Controversia del Capital se centró de hecho en el punto lógico

puramente de si incluso el ideal del libre mercado de los individuos racionales

con previsión perfecta de todas las tendencias futuras del mercado podría

valorar los bienes capitales coherentemente. Esta trató esta posibilidad ideal

con el objetivo de rebatirla. Es imposible en términos teóricos que el equilibrio

intertemporal sea dependiente de factores económicos individualistas. Los

217Michel Grandmont, Money and Value, Cambridge, 1983, p.1.218 Es decir: la misma definición de justicia está reducida a la sola condición de que el mercado sea libre. La ausencia de fricciones se considera como la ausencia de injusticia.219Joan Robinson: “The Disintegration of Economics”, ibid., vol. 5, p. 94, y Michel Grandmont, ob. cit., p. 6.

383

Page 388: Alex Donelli

elementos sociológicos de las instituciones, p. ej., las relaciones de poder en el

empleo o en las finanzas, deber ser utilizados.

Cuando la teoría económica es formulada y entendida correctamente

tiene en sus propios términos un paralelo preciso a ésta. Sólo los ideólogos

creen que han reducido la teoría macro económica a categorías micro

económicas. Los Keynesianos220 y otros221 como los institucionalistas (como

Martin Shubik222, el pionero de la teoría de los juegos, dentro de la economía)

han notado que esto no puede hacerse.

Las micro-bases son los cálculos de utilidad individual en cada

intercambio contractual.

Pero, ¿la suma total de estos muchos intercambios individuales realmente

explica el nivel agregado de las ofertas (producción) o consumo de la

sociedad? ¿Es el nivel agregado de empleo realmente inteligible como la suma

de ochenta millones de decisiones individuales para trabajar o rehusarse a

hacerlo? ¿Es el nivel agregado de salida de la producción realmente el

resultado de las decisiones de los consumidores?

La teoría macro económica tradicional dice que no. La idea de que la

teoría monetaria hace las determinaciones de estos niveles agregados

inteligible en una manera en que una teoría de trueque no lo hace precede a

Keynes. Incluso la teoría macro económica223 de antes de Keynes dependía de

220Paul Davidson: Money and the Real World, N.Y., 1972. 221 Amit Bhaduri: Unconventional Economic Essays, Delhi, 1993, p. 134. 222 Martin Shubik: “The General Equilibrium Model is not Adequate for the Reconciliation of Micro and Macro-economic Theory”, Kyklos 1975. 223 John Maynard Lord Keynes: The Theory of Money, Londres, 1930.

384

Page 389: Alex Donelli

categorías adicionales para hacer que estos niveles agregados fueran

inteligibles analíticamente.

El Keynesianismo224 fue incluso más allá; afirmó que no sólo eran los

niveles más inteligibles cuando se analizaban de esta manera sino que los

niveles eran previsiblemente diferentes a la que una teoría de trueque (la ley

de Say) 225 predeciría, por ejemplo, pudieran existir equilibrios de desempleo.

El dinero es, desde luego, una institución no reducible al libre mercado.

Como dice el economista famoso Frank Hahn, “Para un teórico puro, en la

etapa actual, el mayor interés y el desafío del dinero es que no puede

hallar ninguna función en una economía estilo Arrow-Debreu.”226 Por lo

tanto, dentro de la misma teoría económica vemos ya el paradigma de “lo

social”: ese que es incomprensible cuando es analizado en términos

estrictamente individualistas; en este caso, el nivel agregado de producción se

hace inteligible dentro del marco de un análisis institucional.

Realmente, Parsons estuvo muy influenciado por Keynes en los detalles

de su teoría de las instituciones y de los “medios de intercambio

generalizados” (o comunicación) como el poder, la influencia y la legitimación

224 Idem: La Teoría General de la Ocupación, el Interés, y el Dinero, Londres, 1936. 225 Michio Morishima, Walras’ Economics, Cambridge, 1977, pp. 185-188, Jacques Drèze: Underemployment Equilibria, Cambridge, 1991, y Blaug, ob. cit., p. 153-163.226”To the pure theorist, at the present juncture the most interesting and challenging aspect of money is that it can find no place in an Arrow–Debreu economy.” Frank Hahn, ”The Foundations of Monetary Theory”, pp. 21-43. En, Monetary Theory and Economic Institutions, Proceedings of a Conference held by the International Economic Association at Fiesole, Florence, Italy (1982), ed. por Marcello de Cecco y Jean-Paul Fitoussi. Londres, 1987. Véase también de Cecco y Fitoussi: ”Theme and Outline”, ob. cit., p. 3, ”No puede haber ninguna derivación microeconómica del dinero. El dinero es, por su esencia, un fenómeno macroeconómico, que necesita una fundación macro, que se derivaría desde el mundo institucional.” (”There cannot be a microeconomic justification of money. Money is, in its essence, a macrophenomenon, which needs a macrofoundation, to be derived from the institutional world.”)

385

Page 390: Alex Donelli

que, junto al dinero, él propuso tenían un papel en el funcionamiento de la

sociedad y las interacciones entre las instituciones.

Entonces, considere ahora lo que la teoría económica (en oposición a la

ideología) tiene que decir sobre nuestro ejemplo original: el contrato de

empleo. El trato o acuerdo individual tiene lugar dentro del nivel dado de

demanda agregada (relevante para el empleador en motivar sus espíritus

animales) y el nivel dado de empleo agregado (y no viceversa; no las

decisiones individuales que armonizan para producir los valores agregados;

no deliberadamente en una manera que los actores perciban e incluyan en sus

decisiones morales, no está en el radar moral). Para el individuo racional,

estos están dados. No se percibe injusticia, individualistamente concebida, en

el acuerdo libre al que llegan las dos partes, cada una con el ojo puesto en sus

niveles de motivación.

Pero los niveles agregados determinaron si éste fue un salario decoroso,

participativo, o no, etc. Y fueron las operaciones de las instituciones

monetarias en adición a los “factores reales” los que determinaron esos

niveles. Por lo general, se admite que los factores reales son fuerza mayor: la

lluvia cae por igual sobre los justos y los injustos. De ahí que la ideología del

libre mercado, postulando que los factores reales por sí solos determinan los

niveles agregados, negando la necesidad de la categoría analítica de las

instituciones monetarias, concluye que no existe ningún otro portador moral

para la justicia o la injusticia del acuerdo que los procedimientos de las dos

partes. Mas, la teoría económica identifica el comportamiento de las

386

Page 391: Alex Donelli

instituciones monetarias (al menos) como otro input, y el input social. Por lo

tanto, existe una dimensión individualista y una social.

¿Podemos definir cuáles instituciones son socialmente injustas? En primer

lugar, no todas las veces en que se falla para ser bueno hay injusticia. Por lo

tanto, no podemos responder a esta pregunta presentando a la buena

sociedad (igualdad, libertad y fraternidad son, sin duda alguna, buenas pero

no constituyen el mismo bien que la justicia). Si operamos por analogía con la

definición clásica de justicia individualista que es la del intercambio igual,

conjeturamos lo siguiente:

DEFINICIÓN: Una institución económica es socialmente injusta si dispone

que los individuos intercambien libremente valores desiguales en situaciones

comparables. Por lo general, este se va a deber a macro-niveles afectados de

los parámetros.

La filosofía toma elementos de prácticas comunes o usos lingüísticos. La

ratificación populista del testimonio de los profetas del Antiguo Testamento

debe ser, entonces, explicada o al menos debe encontrarse un explicación

convincente. Un compromiso filosófico como el utilitarismo que se basa en

una economía falaz con el objetivo de ignorar hechos sociológicos evidentes y

contradecir esta ratificación populista no puede ser correcta, entonces. ¿Es

nuestra conjetura mejor?

El contrato no es eterno; las distintas sociedades tienen distintas

instituciones de contrato. De hecho, una misma sociedad puede tener dos

instituciones de contrato completamente diferentes que sean imposibles de

387

Page 392: Alex Donelli

distinguir legalmente y sí ser distinguibles sociológicamente. Por lo tanto, la

justicia de cada una puede ser diferente aún y cuando el criterio regular de

procedimiento de justicia no sea distinguible entre ellas.

El deber del sistema de gobierno, según los profetas, es salvar a los

oprimidos de sus opresores, y la ejecución de una hipoteca es su excelente

ejemplo de opresión. La justicia social necesita del alivio de la deuda y de la

reforma agraria.

Nuestra visión abstracta justifica este elemento empírico. Aunque el

contrato hipotecario se acuerda de manera libre en la presencia de disparidad

de poder y aunque en el sentido utilitario el campesino prefiera obtener otro

año más de libertad antes de convertirse en esclavo que morirse de hambre

inmediatamente, es la disparidad en el poder, institucionalizada en el

contrato, la que dispone o fija los términos desfavorables del préstamo y no

los valores objetivos de los productos intercambiados. Este es un caso de

extrema divergencia de valor del precio. La misma es producida en parte por

la emergencia climática pero es aumentada por arreglos institucionales. El

análisis de Sen sobre la Gran Hambruna de Bengala en 1943 demostró que las

inestabilidades en la valoración del principal bien capital, el arroz (Ricardo lo

hubiera llamado granos o maíz), hicieron posible la gran divergencia entre el

valor y el precio que erosionó los derechos a la comida ganados por los

trabajadores más pobres. Este es otro ejemplo de arreglos institucionales que

aumentan o incluso provocan una injusticia catastrófica (en el caso de la Gran

Hambruna de Bengala no hubo una disminución grande de las reservas de

388

Page 393: Alex Donelli

alimentos. La erosión de los derechos fue resultado completamente de

arreglos institucionales)227. El estudio empírico de Sen es el ejemplo más

importante de la importancia práctica de la Controversia del Capital que se

haya publicado.

Regresando al caso del empleo estamos reafirmando, entonces, con Smith

y Ricardo, la teoría del valor trabajo pasa tener un estándar de “valor

comparable” (en principio, cualquier teoría económica del valor correcta

científicamente lo haría. Pero, al menos ahora, no hay ningún rival. La teoría

de la utilidad se fue a pique en la Controversia del Capital). Las habilidades de

un empresario para adivinar las demandas del mercado, organizar la

producción, además de la disposición para correr riesgos, merecen una

compensación igual a la de los trabajadores comparables en situaciones

diferentes. Obviamente, son las estructuras institucionales las que interfieren

con esta igualdad, no los “factores reales”.

La Controversia del Capital demostró que la quimera de una curva de la

oferta y la demanda para el Capital como si este fuera un factor de la

producción es incoherente a nivel de teoría.228 Por lo tanto, la cuestión de una

recompensa justa para el Capital no nos detendrá pues es simplemente

absurda. El Capital no es un factor de la producción, es una relación social,

una institución. La institución, incluyendo sus reglas para las recompensas, es

hasta el punto en que manipula niveles agregados de forma tal que etc., etc.

(esto no es más viciado que la economía en sí misma). Parecería, quizás, que

227 La profesora Douglas también da cuenta del resultado del profesor Sen….228 Geoffrey Harcourt: Some Cambridge Controversies in the Theory of Capital, Cambridge, 1972.

389

Page 394: Alex Donelli

si los capitalistas como una clase tienen más poder y bienes como promedio,

entonces esto es injusto pero quizás (esto no es fácilmente descartado a priori

pero pudiera serlo quizás de otra forma) aparte de eso, el capital como una

institución puede ser concebiblemente justo.

Robinson y Sraffa demostraron que sólo la teoría del valor trabajo puede

dar una valoración de los bienes capitales en los niveles agregados.229 La

teoría Parsoniana entonces necesita una enmienda poskeynesiana. Las

instituciones son los bienes capitales de la estructura social como un negocio

en marcha. Necesitan ser construidas, mantenidas y adaptadas. Los

individuos contribuyen a esto –de hecho, ninguna institución es más que el

trabajo acumulado de individuos pasados. La responsabilidad moral de los

individuos en torno a las injusticias sociales consiste entonces en estos actos

individuales de creación, mantenimiento y adaptación. Esto hace clara la

relación entre lo social y lo individual y la naturaleza mediada de

responsabilidad individual por las injusticias sociales. Afirmar que había

responsabilidad colectiva sería igual a decir que el Capital fue un Factor de

Producción con derecho a retorno de factor.

229 Robinson, citado en Luigi Pasinetti: Structural Change and Economic Growth, Cambridge, 1971, p. 179.

390

Page 395: Alex Donelli

Capítulo XI

La Dignidad y la Institución del Empleo

El empleo es una institución y no un contrato individualista. Los

empleados y los empleadores parecen negociar un contrato de manera libre

pero realmente están actuando dentro del marco de roles

institucionalizados socialmente. Vamos a analizar un ejemplo que está

simplificado e idealizado de alguna manera pero que es de gran

importancia para la economía actual de los Estados Unidos: los

trabajadores marginados y los “pobres” salarios. En teoría, puede haber

argumentos a favor y en contra en torno a esto. ¿Debe ser esto regulado

legalmente? O, para simplificar las cosas, considere si debe ser prohibido.

Mucha gente siente que en realidad hay algo injusto en esta situación

pero son incapaces de poner el dedo en la llaga y de rebatir los argumentos

en su contra en los debates públicos y este es asunto de debates públicos. A

primera vista todo parece indicar que no hay ninguna injusticia

individualista en ofrecer un trabajo marginal que pague menos que un

391

Page 396: Alex Donelli

salario vital pues el empleado siempre puede rechazar la oferta. Pero este

es un ejemplo perfecto de un acto que es una injusticia social. El empleador

está individualmente haciendo un acto injusto cuya injusticia es solo

comprensible cuando su dimensión social se tiene en cuenta.

Mas, vamos a comenzar tomando en serio los argumentos del libre

mercado. La década de los ochenta y los años posteriores fueron testigo de

un debate sobre la naturaleza de la institución del empleo y la conveniencia

de cambios significativos. Era la era de la reducción de plantillas (esta

etapa pasó ya aunque puede regresar con venganza. Sin embargo, es

importante entender su naturaleza en términos de justicia y justicia social

por razones tanto históricas como teóricas. Además, los efectos en la

estructura social de un episodio de reducción de empleos no son reparados

o enmendados simplemente porque la tasa de desempleo medida

oficialmente vuelve atrás cuando éste termina. Aparte de la permanente

pérdida de ingresos y crecimiento provocada por la falta de pleno empleo,

no reparar las injusticias cometidas si se cometió alguna, la falta de

memoria cultural, la ruptura en la transición de una cultura de trabajo de

una generación a la otra, está simplemente el efecto más o menos

permanente que el trauma tiene en las reacciones futuras de los empleados

ante eventos posteriores, incluso en una situación diferente). La

competencia en el trabajo dejó de ser recompensada por la continuación

del empleo. Presiones financieras de afuera conllevaron a la asignación de

cuotas a los jefes de personal en algunas firmas: despedir un 20% de la

392

Page 397: Alex Donelli

fuerza de trabajo a pesar de su competencia. La ideología del libre mercado

entró entonces a desempeñar su papel para justificar destacando las

virtudes de la flexibilidad y la eficiencia. Mas, la gente se sintió engañada y

traicionada. En este sentido, la cuestión es si podemos justificar

rigurosamente este sentimiento de que los cambios hechos en términos de

empleo fueron injustos o si debe prevalecer la visión individualista de que

el empleador tiene todo el derecho de contratar y despedir a voluntad.

Incluso más, ¿es correcta la visión del libre mercado de que estos cambios

en las corporaciones con menos personal y más malas y con una fuerza de

trabajo más flexible eran absolutamente necesarios para mantenerse siendo

competitivas y beneficiosas potencialmente a largo plazo al aumentar la

competitividad y la productividad?

El hecho de que la globalización, por su parte, haya puesto

indiscutiblemente una presión competitiva en las industrias manufactureras

es un factor que complica las cosas. Sin embargo, ésto no es algo que

“ocurrió así como así”, la globalización fue resultado de decisiones políticas

conscientes tomadas por sucesivos gobiernos guiados en parte por la

ideología del libre mercado. Si la justificación del libre mercado para el

libre comercio y la globalización no es válida, entonces es altamente

cuestionable si esta decisión fue una necesidad práctica y no tanto una

oportunidad para algunas secciones de la sociedad para mejorar su

posición a costa de otros sectores.

393

Page 398: Alex Donelli

Los humanistas deseaban imponer restricciones legales a la reducción

de plantilla, al cierre de plantas (y al traslado a áreas extranjeras o de bajos

salarios), imitando a Europa en este sentido donde los empleados tienen

más derechos legales en contra de sus empleadores que en los Estados

Unidos. La teoría del libre mercado plantea, en contra de esto, que tales

regulaciones son “inflexibilidades” e imperfecciones del mercado que

interfieren en la operación caritativa de la mano invisible de la

competencia. Los empleadores deben tener la flexibilidad de contratar y

despedir en función de lo que ellos consideren que va a ser rentable y la

Mano Invisible entonces se encarga del resto.

Las estadísticas muestran de hecho que durante esta etapa la economía

estadounidense creó más trabajos en proporción que la economía europea.

Los ideólogos del libre mercado toman esto como una prueba a favor de su

posición. Pero existen muchas explicaciones posibles de esto.

Si la perspectiva individualista de la justicia fuera correcta, entonces

regular o influir sobre un empleador para que retenga a un empleado al

cual no está obligado a retener por contrato y a quien no desea retener

tampoco sería visto realmente como una violación injusta de los derechos

del empleador. Además, si la teoría del libre mercado fuera correcta, la

falta de flexibilidad provocada por estas limitaciones conllevarían a

ineficiencias en la producción, un nivel de vida más bajo para los mismos

trabajadores y menos ofertas laborales (por lo tanto, habría una mayor tasa

de desempleo).

394

Page 399: Alex Donelli

Según esta perspectiva, la única “dignidad” que un empleado necesita

es el derecho a hacer contratos libremente y tener un estado que los haga

cumplir. Esto incluye a los contratos de trabajo. Si esta lleva a un nivel de

vida socialmente aceptable y considerado tradicionalmente como aceptable

pues bienvenida sea. Si no es así, no se trata entonces de una injusticia sino

que puede ser resultado de una situación histórica temporal análoga a la

escasez y privaciones de la hambruna o de tiempos de guerra y que

pasarán, eventualmente, en la medida en que la acumulación del capital a

escala global se incremente.

Cualquier sistema moral tiene que especificar lo que la dignidad

humana requiere. Mas, existen tantas filosofías (o incluso religiones)

opuestas que sería inútil tratar de dar una definición abstracta de dignidad

humana que sólo podría ser explicada a través de argumentos filosóficos de

alto nivel. Por lo tanto, no vamos a tratar de sistematizar una teoría de la

moralidad en su totalidad sino nos centraremos solamente en el empleo

como una institución en la economía estadounidense actual.

Existen dos elementos críticos y ambos están bien ilustrados por la

situación. Vamos a ver también cuán esclarecedor teóricamente es el que el

empleador ofrezca salarios no suficientes para un salario vital. Desde la

perspectiva individualista no es fácil ver por qué esto es una injusticia; de

ahí que el primer elemento esencial aquí sea la diferencia entre la visión

individualista de esta transacción y la social. El segundo es el del nivel de

vida de la comunidad en contraposición con necesidades fisiológicas,

395

Page 400: Alex Donelli

incluyendo la dimensión de “contribución”, es decir, cómo un individuo

contribuye al bienestar de la sociedad incluyendo dentro a la toma de

decisiones. Por lo tanto, la pregunta que se impone es si el trabajo, la

relación laboral, incluye la posibilidad de manera regular e

institucionalizada de que el empleado tome decisiones libremente que

contribuyan al bienestar de la sociedad. Esa es la diferencia entre el ser

humano y un robot.

Existen muchos trabajos marginales en la sociedad. Los salarios

iniciales para los arquitectos, los meseros en los centros turísticos

vacacionales, los vendedores de hamburguesas y los maestros de las

escuelas primarias no son suficientes para mantener incluso a la mitad de

la familia. Por otro lado, existen algunas personas que son económicamente

marginales (no en el sentido peyorativo necesariamente) porque necesitan

ingresos adicionales: los jubilados en sus pensiones, los adolescentes que

necesitan sus mesadas o empleo durante el verano, los trabajadores de

temporadas que pueden combinar dos empleos a tiempo parcial o dos

empleos de temporada y, como sucedía antes, las amas de casa que

necesitan mayor flexibilidad en las horas para poder estar en tiempo

cuando termina la escuela. Según la perspectiva individualista, es el

trabajador el que decide si esta es su situación o no y la transacción

empleador-empleado no tiene que ser injusta porque es acordada de

manera libre entre ambos. Además, sería realmente una violación

intolerable de la privacidad del empleado si el empleador que ofrece tal

396

Page 401: Alex Donelli

trabajo marginal se pusiera a preguntar si el posible empleado sólo tiene

necesidades marginales, como si fueran a ser despedidos o a rechazar el

empleo si estuvieran necesitados de un salario vital. Asimismo, es natural

que la sociedad requiera de la flexibilidad que algunos trabajos que

satisfacen necesidades sociales sean marginales en este sentido, de la

misma manera en que algunas tareas deben ser realizadas por voluntarios y

otros sin fines de lucro. Por lo tanto, una ley que fue tan aristotélica que

prohibía ofrecer cualquier trabajo que fuera menor que uno a tiempo

completo con beneficios que pagaran un salario vital sería, cuando se

analiza individualísticamente, una injusticia contraproducente en sí misma,

interfiriendo en la libertad de los empleados de decidir privadamente por

ellos mismos lo que realmente necesitan en la forma de empleo y en la

flexibilidad que necesita la sociedad para cumplir, satisfacer o resolver

todos los problemas de las tareas.

La teoría del libre mercado garantiza que la oferta de tales

trabajadores necesitados y la de tales trabajos marginales se ajuste de

forma tal que nadie que necesite realmente un salario vital vaya sin

ninguno y sea obligado a tomar un trabajo marginal. Mas, ya hemos visto

cuál es el problema de la teoría del libre mercado en este sentido: no es

cierto que la cantidad macro económica de la oferta total de tales trabajos y

de la demanda de los mismos se determine a través de la suma de las

preferencias de cada individuo. Son más bien los factores socio-políticos los

que determinan el nivel macro total y sólo entonces los procesos micro

397

Page 402: Alex Donelli

económicos reparten o distribuyen el pastel total entre los distintos

individuos. Por esta razón el desajuste es posible por razones no relaciones

con fricciones y es una injusticia social debido a los arreglos institucionales

y procesos políticos, no simplemente una cualidad de la transacción

individual entre el empleador y el empleado vista desde el individualismo.

El pago de menos de un salario vital a la gente que tienen necesidades

más que los marginales (como arriba), es una violación de su dignidad. Por

supuesto, no tan grave como esclavizarlos o encarcelarlos pero sí en una

décima parte. Y de la misma manera, en algún lugar de esas continuas

violaciones, está el empleo que no le permite al empleado participar en la

toma de decisiones más que lo que haría un robot.

La mayoría de las personas tiene una idea de la dignidad humana. Con

el objetivo de presentar algunos de los temas que han surgido sobre la

crisis de la que nos hemos estado preocupando, necesitamos precisar esta

idea de forma tal que podamos decidir definitivamente cuáles aspectos de

nuestras instituciones económicas actuales, si es que hay alguno, violan la

dignidad humana. Después de todo, no todo lo que sucede para ofender a

algunas personas se reconoce como violación de su dignidad humana –

puede que simple o solamente de su sentido de autosuficiencia o

presunción.

Cualquier sistema de moralidad tiene que definir lo que necesita la

dignidad humana. La idea fundamental de que los humanos –tanto los otros

como nosotros mismos– tienen algo que se llama dignidad, que no debe ser

398

Page 403: Alex Donelli

violada, es la forma característica en que cualquier sistema moral se

distingue de lo que algunas veces se conoce como “perspectiva

materialista”. Mas, nosotros la llamaremos perspectiva “instrumentalista”.

Esta sostiene que no debe haber ningún “debiera” y que lo que sea

materialmente (físicamente o químicamente) posible que un ser humano

haga como empleo no es una violación de su dignidad.

No podemos decir, absolutamente, que pasar hambre es una violación

de la dignidad humana aunque sea tentador hacerlo. El problema es que

bajo determinadas circunstancias debemos ver el hambre de un individuo

como “su propia falta” de alguna manera. Quizás se conciba como un

castigo pero es tentador analizar la institución del empleo y buscar

violaciones de la dignidad. Ciertamente existe una relación de desigualdad

entre el empleado y el dueño de los recursos productivos (bienes capitales –

plantas, instrumentos, conocimiento técnico- materias primas, etc.).

El empleado se enfrenta al hambre o, al menos, a la falta de vivienda en

el caso de un período de desempleo o una huelga mientras que el

empleador enfrenta peligros menos serios. Esto hace que este último tenga

más poder sobre el empleado a pesar del hecho de que, legalísticamente, el

“contrato” asume que las dos partes son iguales. Al respecto, los

pensadores comunitarios han dicho que esto es intrínsecamente una

violación de la dignidad del trabajador.

Desafortunadamente, el problema no siempre es tan claro. Si la teoría

económica dominante fuera más o menos correcta entonces sería

399

Page 404: Alex Donelli

cuestionable si esta desigualdad fuera realmente esencial. En una situación

de pleno empleo, ¿cómo el empleador pudiera usar la pérdida del trabajo

como una amenaza? Partiendo del criterio de que el empleado no haya

obrado mal, muy bien que pudiera entonces aspirar a encontrar otro

trabajo: por lo tanto, la amenaza del empleador es vana. La relación pasa a

ser, después de todo, de igualdad al menos en teoría.

Sin embargo, en la práctica actual, por supuesto, el empleado

despedido siempre tiene grandes dificultades para obtener otro trabajo. Si

la teoría económica dominante fuera correcta esto se debería a

imperfecciones existentes en la competencia en el mercado laboral y no a

nada inherente a la institución del empleo. Pero, después de todo, la

evidencia está en contra de la visión establecida de la falta de dificultades

para encontrar otro trabajo. No es sólo una imperfección que pudiera ser

reducida (por ejemplo, a través de esquemas de formación profesional y

transferencia de ayuda) sin afectar al sistema severamente. Se trata más

bien de una dificultad que constituye una parte esencial del enfoque de

incentivos y amenazas que es la esencia de la institución del empleo

existente.

Esta esencia es inhumana y se presta para violaciones de la dignidad

humana. Si el sistema funcionara, quizás la crítica fuera demasiado

altruista, utópica. Mas, como está incluso en una crisis actualmente que se

debe precisamente a esta característica de la institución, nada más lejos de

una señal de utilidad o pragmatismo que continuar insistiendo en la

400

Page 405: Alex Donelli

práctica de la política de incentivos y amenazas. Ni siquiera los campesinos

se basan ya en esta.

De hecho, el sentido común indica que todos los controles y medidas

necesarias para los empleadores encaminadas a contrarrestar el principal

conflicto de intereses entre los empleadores y los “jornaleros” constituyen

una sensación de seguridad para el empleado que promueve la lealtad en el

ser humano normal ya que valora la seguridad por encima de todo lo

demás. Los comparativamente pocos que no lo hacen no constituyen la

media o el promedio. La inseguridad es también una gran fuente de

ineficiencia. Sea o no sea la fuente más importante de ineficiencia en la

sociedad actual, como pensamos nosotros (y Raya Dunayevskaya y Harry

Braverman), no puede ser discutida objetivamente debido a la escasez de

datos y a los obstáculos impuestos a la investigación de este tema por

parte del establishment académico.

Los keynesianos parecen pensar que la causa está más en la mala

administración fiscal y la generación de deficiencia en la demanda efectiva.

Sin embargo, como los dos elementos están entrelazados no tiene sentido

esperar por la ciencia para encontrar la respuesta.

Al menos, el desequilibrio de poder entre el empleado y el empleador

debería ser rectificado con el objetivo de su eventual eliminación (lo que

sucederá, en su lugar, desde luego, es que al presentar propuestas

prácticas para su mejora no mediada sólo logramos demostrar que el

mantenimiento de estas relaciones es injusto. Entonces, estigmatizamos a

401

Page 406: Alex Donelli

la oposición previsible a estas propuestas como una obstrucción a la

justicia. Este procedimiento educativo puede ayudar a crear el marco para

vencer esa oposición a través de medidas más radicales incluso,

posteriormente).

Lo primero en la agenda es una ley prohibiendo la contratación de

trabajadores sustitutos durante una huelga. Lo otro es una ley que controle

el cierre de plantas y prohíba la exportación de capital. La tercera medida

obvia es la reforma de la bancarrota y de las leyes de fusión de forma tal

que no puedan ser usadas como una trampa para escapar de los

compromisos contractuales, especialmente los de las pensiones. Por último,

debería eliminarse el uso de la ficción legal de “contratista” por empleados

–p. ej. a través de impuestos prohibitivos y requisitos a cumplir. Es decir, a

los empleadores entablando “contratos” en vez de relaciones de empleo

debe exigírseles, a través de impuestos, que compensen los costos de la

estructura social contraídos por la sociedad en su conjunto a través del

cambio de patrones de empleo estables con beneficios a patrones inestables

de ayuda temporal sin beneficios. Cualquier empleador que todavía valore

la “flexibilidad” lo suficiente como para pagar por esta es bienvenido a

hacerlo.

Implícito en todo esto está, desde luego, el rechazo al Acuerdo General

sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) y al Tratado de Libre

Comercio de América del Norte (TLC) y un arancel proteccionista en su

lugar.

402

Page 407: Alex Donelli

Esto no se hará tanto para “proteger” al trabajo (y al management) de

la competencia como para recuperar el control nacional y local sobre

nuestra economía. También se hará para que las medidas de políticas

públicas a través de regulaciones no sean eludidas permanentemente y

saboteadas por la falta de jurisdicción (o de capacidad investigativa) en el

exterior.

Por lo general se siente, y así lo dicta el sentido común, que el

empleado básicamente tiene menos poder en la institución del empleo que

el empleador. Mas, no se ha llegado a un acuerdo en torno a lo que,

precisamente, significa esto –y ha sido negado totalmente por los teóricos

del laissez-faire. Sería un verdadero error pensar que el empleado no tiene

poder incluso si el derecho a la huelga fuera eliminado por ley (o, como

pasa actualmente, de hecho, por las circunstancias). La pérdida de moral, y

el robo, son solo dos de las represalias a su disposición. La teoría del

laissez-faire ignora esto pero sí reconoce el derecho a renunciar o

marcharse y buscar empleo en otro lugar. Esto nos permite concluir que el

trabajador no está tan carente de poder como un esclavo.

Esto, sin embargo, lleva a los teóricos del laissez-faire o, más bien, a los

menos capacitados, a concluir que la idea del “poder” es irrelevante ya que

todas las partes involucradas en el contrato de trabajo están en igualdad de

condiciones o que incluso tienen el mismo poder y control sobre la situación

(si no fuera por la fricción). Uno pudiera quizás alegar esto si el teorema de

la eficiencia que ellos ofrecen fuera válido. Mas, como hemos visto y como

403

Page 408: Alex Donelli

demostró Joan Robinson, ese no es el caso, al menos no mientras estén

presente los bienes duraderos y las estrategias especulativas comerciales

desempeñen un papel.

Si su argumento es significativo entonces ellos invalidan

considerablemente el teorema de la eficiencia.

De hecho, la fricción se convierte en algo esencial para el

funcionamiento estable del sistema ya que ésta es la única cosa que

contrarresta los efectos desestabilizadores de la especulación. La fricción

en torno al crédito es de especial importancia.

Es decir, como ha señalado Harrod,230 los bancos sólo le prestan a

individuos (o entidades) que ya tienen bienes o activos considerables. Por lo

tanto, sólo esos individuos pueden verdaderamente ejecutar las estrategias

especulativas. El hecho de que el equilibrio puro y teórico del mercado no

exista hace que éstas (y en general otros comportamientos estratégicos

también) sean rentables algunas veces. Por consiguiente, esos individuos

que no pueden incluir esa opción dentro de su repertorio están en

desventaja. Tienen menos poder en el sentido preciso de la teoría de los

juegos.

El precedente es la justificación teórica fundamental para la visión de

sentido común de que la razón por la cual el empleador o empresa

inversionista tiene más poder que el empleado en la institución del empleo

está dada porque la amenaza de despido puede ser parte de un estrategia

230Sir Roy Harrod, Money, Londres 1969, p. 51, y también pp. 62 ss. Véase también Perri Pakroo y Catherine Caputo, The Small Business Start-Up Kit for California, Berkeley, California, 2008, p. 87.

404

Page 409: Alex Donelli

especulativa del empleador en una forma en que no lo es la amenaza

correlativa formalmente (pero no de igual peso) del empleado de renunciar.

Claro que los patrones tienen menos que perder que los empleados al hacer

efectiva su amenaza. Admitimos que el patron está obligado a contratar

para tener beneficios pero el empleado tiene que encontrar trabajo para

comer. Los grandes argumentos hechos por el laissez-faire para intentar

demostrar que este evidente desequilibrio no es tal han sido

definitivamente refutados por Joan Robinson y otros. Podemos, entonces,

basarnos en el sentido común y reconocer que el desequilibrio es inherente

a la institución, además de ser esencial para ella, y que no es ningún tipo de

efecto secundario causado por la fricción. Por lo tanto, podemos resistirnos

a los esfuerzos tentadores de dejarnos llevar por las reformas encaminadas

a reducir la fricción a través de esquemas de formación o capacitación

profesional, entre otros.

Pero hay más, el comprender que es la fricción la que le da al sistema

económico la poca estabilidad que tiene nos permite sacar una conclusión

muy importante del trabajo de Robinson (que quizás ella no vio). Como la

fricción en torno al crédito tiene un papel tan importante en limitar la

expansión general de las estrategias especulativas, podemos ver lo que

pasaría si la riqueza estuviera más distribuida equitativamente. Autores

bienintencionados sugieren a menudo que el sistema económico sería más

justo si todos, incluyendo los empleados, tuvieran bienes o activos

significativos de forma tal que tuvieran un interés económico en nuestro

405

Page 410: Alex Donelli

sistema. Pero, entonces, el sistema económico verdadero fuera mucho más

inestable que ahora pues la fricción en torno al crédito tendría menos

posibilidades de restringir y limitar las estrategias especulativas. Para el

funcionamiento estable del actual sistema es esencial que la riqueza esté

distribuida de manera desigual. Aparte de eso, la falta de un punto de

equilibrio natural y de fricción conduciría a fluctuaciones más imprevisibles

hasta que la riqueza volviera a concentrarse en menos manos nuevamente

(el desarrollo natural de los monopolios en la historia americana constituye

un ejemplo de un fenómeno paralelo). Los esquemas que abogan por una

repartición de la riqueza y que no tocan las actuales instituciones del

empleo (y el capital) son utópicos precisamente porque son demasiado

limitados y con muy poca imaginación.

El experimento teórico de riqueza más equiparada nos ayuda a ver

dónde, precisamente, se encuentra la injusticia social dentro de nuestro

sistema socio económico. No se trata simplemente de desigualdad de

riqueza (o de oportunidades) o de lo que el sentido común puede ver en la

relación del empleo que vimos anteriormente. Existe algo en la institución

del empleo y en la propiedad de bienes capitales que es disfuncional, que

no está diseñado para trabajar sin fricción y desigualdad de poder –no

funcionaría bien en la ausencia de desempleo. Se basa en la intimidación y

las amenazas, las cuales están incorporadas en el sistema a pesar de las

excusas y pudieran incluso caracterizarse como extorsión. Hemos visto que

la tasa de beneficios no es una especie de señal neutral, de asignación

406

Page 411: Alex Donelli

caritativa de recursos, sino que se trata simplemente de la recompensa del

juego teórico extorsionado por los empresarios como el precio que precede

a la ejecución de las amenazas estratégicas a su disposición.

De manera más precisa, esa es la naturaleza de los “beneficios

verdaderos”, la participación en el producto real. Para producir estos

beneficios verdaderos económicamente tienen que ser vendidos, desde

luego. La mala administración aquí puede convertir los beneficios reales en

pérdidas financieras. Así, esta crítica no toca el regreso, que es una

recompensa para el empresario por la administración y los riesgos

asumidos, sólo toca lo que técnicamente se conoce como “beneficio puro”

en términos reales.

Ahora podemos dar una definición concreta y precisa de la dignidad

humana dentro de la institución del empleo que es necesaria para el

concepto de justicia social. Muchas personas han sugerido que una

persona, un actor económico, debe ser capaz de tener la sensibilidad de

contribuir al funcionamiento de la sociedad para tener un sentimiento de

dignidad. Esta visión a medio formar puede incorporarse al marco teórico

que hemos desarrollado hasta ahora. Es más, algunas personas han

indicado que tal ser humano debe tener la posibilidad de ayudar a decidir

sobre las acciones, el funcionamiento de la sociedad. Uno no debe ser

excluido de la toma de decisiones (al no ser que, quizás, haya un error o

una falta objetiva involucrada). Quizás esto parezca utópico pero

realmente está en la base de la misma ideología liberal clásica y sirve como

407

Page 412: Alex Donelli

publicidad a las virtudes morales del libre mercado, al menos, en el tipo de

porquería ideológica que se difunde en la academia americana

actualmente. Por lo tanto, es justo decir que ya ha sido aceptada como un

imperativo de la justicia social por gran parte de los intelectuales

estadounidenses (al menos en su propio juicio). Pero esto también ha

estado en la base del sentimiento común, en la misma base de la noción de

independencia que es un elemento muy importante históricamente en la

psicología social americana.

El presidente Lincoln le dio a este incipiente sentimiento una expresión

muy clara231 en las circunstancias en las que le tocó vivir aunque quizás no

sea la mejor expresión científica al respecto:

“Continúa promoviendo que la Insurrección232 es en

gran parte, si no exclusivamente, una guerra en contra del

primer principio del gobierno popular—los derechos del

pueblo.

“…existe un elemento…para el que pido atención. Se

trata del esfuerzo en aras de poner al capital en igualdad de

condiciones con, si no por encima del trabajo, la estructura de

gobierno. Se asume que el trabajo sólo está disponible en

relación con el capital…

“El trabajo es anterior al capital e independiente de él.

231 Annual Message to Congress, Dic. 3, 1861.232 Se refiere a la Guerra Civil estadounidense, 1861-1865.

408

Page 413: Alex Donelli

El capital es sólo el fruto del trabajo y nunca podría haber

existido si el trabajo no hubiera existido primero. El trabajo es

superior al capital y merece una consideración superior. El

capital tiene sus derechos y éstos merecen la misma

protección que los demás.

“Muchos hombres independientes en estos Estados

fueron contratados hace unos años como peones. El

principiante pobre y prudente en el mundo trabaja por un

salario durante un período de tiempo corto, ahorra un

excedente para comprar herramientas y tierra para sí;

entonces trabaja para su propia cuenta por un tiempo y

finalmente contrata a otro principiante para que lo ayude.

Este es el sistema justo, generoso y próspero que abre el

camino para todos, para dar esperanzas a todos y la

consiguiente energía y progreso y desarrollo de las

condiciones para todos.”

En ese momento histórico la dignidad fue definida por Lincoln como

libertad política más el hecho de la independencia económica o la

perspectiva razonable de ésta en el futuro cercano (o quizás la próxima

generación). Desde entonces, mucho ha cambiado industrialmente pero la

sociedad ha generalizado las ideas expresadas concretamente por Lincoln.

Es posible tener dignidad económica sin independencia económica en la

409

Page 414: Alex Donelli

opinión de Lincoln de no ser un asalariado. Sin tener que ser demasiado

abstractos en esto, podemos decir que la sociedad en sí ha

institucionalizado ciertos principios como la incorporación de la dignidad

de un asalariado, un empleado. La seguridad en el empleo es uno de ellos;

por lo tanto, la actual erosión de la institución del empleo está privando a

los trabajadores de una parte esencial de su dignidad humana.

Los liberales clásicos esperaban que el libre mercado garantizara esto.

No obstante, téngase en cuenta que la razón por la que pusieron sus

esperanzas en éste fue que creían en el pleno empleo. Es decir, cualquier

trabajador individual que pensara, correctamente, que un empleador no los

estaba tratando como establecían los principios o normas de la comunidad

podía marcharse o renunciar y encontrar otro trabajo sin muchas

dificultades. Es más, a ese trabajador no calificado se le pagaba lo

suficiente como para apoyar los principios de la comunidad. Como la teoría

clásica y neoclásica es errónea estas esperanzas son ilusorias. Mas, el

hecho sigue siendo que los liberales del siglo XVIII y los que le siguieron

reconocieron la validez de estos imperativos mientras pensaban que sería

una de las recomendaciones de su política económica como el libre

mercado, entre otras.

410

Page 415: Alex Donelli

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