alai - ciencia, tecnologia e innovación en la integración latinoamericana

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  • marzo 2014

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    Recursos naturales como eje dinmico de la estrategia de

    UNASURAl Rodrguez Araque

    Con la firma del Tratado Constitutivo de la UNASUR, los doce pases que la integran dieron un paso de dimensiones histricas. Se trata, nada ms y nada menos, que de ha-cer efectiva la decisin de reunir las partes, hoy separadas, de una gran nacin. Porque eso somos: por tener un territorio y un ori-gen histrico comunes, por tener una cultu-ra y creencias que nos son tambin comunes, por compartir igualmente una lengua que nos permite una comunicacin fluida y, no menos importante, porque enfrentamos problemas comunes, principalmente el de la pobreza.

    No es, sin embargo, el primer intento de inte-gracin. Existen, como se sabe, experiencias anteriores, revelacin de que, ste, es un ob-jetivo hacia el cual se est aspirando desde hace ya muchas dcadas. El hecho de que tales objetivos no se hayan alcanzado, nos co-loca ante algunas interrogantes a la hora de enfrentar la materializacin de un proyecto como la UNASUR.

    Dnde radica la principal fortaleza que puede convertir a la UNASUR en un proceso exitoso e irreversible? En consecuencia cul es el eje dinmico fundamental en una estrategia de in-tegracin y unidad Suramericanas? Cules los

    principales retos a encarar y superar en el cor-to, mediano y largo plazo?

    Un buen mtodo de seleccin es definir lo que no somos. As, es fcil concluir que no somos potencia militar, ni industrial, ni tecnolgica y, afortunadamente, tampoco potencia nuclear. Lo que nos confiere fuerza centrpeta en lo interno y gravitacin en el mbito mundial, es el hecho de representar una impresionante re-serva de recursos naturales: minerales, agua, bosques, biodiversidad, tierras aptas para la produccin de alimentos, todas las fuentes primarias de energa, una poblacin de 394 millones de habitantes que puebla algo ms 17.8 millones de kilmetros cuadrados de su-perficie, son recursos bastante ms que sufi-cientes para dar impulso a los ms ambiciosos planes de desarrollo integral que imaginarse pueda. Y lo ms importante, contamos con un pueblo talentoso, amante de su tierra, crea-tivo y laborioso. Podramos decir que lo te-nemos todo. Menos algo: una visin comn. Visin es lo que nos ha faltado y, con ella, una estrategia y un plan coherente que nos permi-ta desplegar la gigantesca potencialidad que est contenida en esta riqusima regin.

    Es una dolorosa irona que sobre esta inmen-

    Con el propsito de contribuir a la elaboracin de una poltica suramericana de ciencia y tecnologa para el desarrollo, la Secretara General de UNASUR organiz, en Rio de Janeiro, del 2 al 4 de diciembre de 2013, el Foro Ciencia, tecnologa, innovacin e industrializacin en Amrica del Sur. Por la importancia de profundizar el debate sobre esta propuesta, ALAI recoge en esta edicin algunas de las reflexiones de ese evento, as como otras sobre temas afines.

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    sa riqueza, 130 millones de suramericanos an sobrevivan en estado de pobreza y, de los mis-mos, ms de 60 millones en situacin de pobre-za crtica. Mientras tanto, la tajada del len en muchas de las explotaciones que se realizan, se la llevan las grandes corporaciones mundia-les que cuentan con una misma estrategia y un solo mando planetario. En tanto, la dispersin de nuestros pases, la misma que busca superar la UNASUR, an no es cosa resuelta. Apenas es-tamos en el comienzo.

    Una estrategia y un plan que, basado en las coincidencias de nuestras polticas y nuestras leyes, defina objetivos y medios claros para el mejor aprovechamiento de esa inmensidad de recursos, es un requerimiento que clama a gritos nuestra realidad y nuestra experiencia histrica. Es un hecho comprobado por la vida que, cuando no te ocupas de definir claramente tu poltica en asuntos tan decisivos como ste, otros lo harn por ti. Y lo han venido hacien-do por ti so pretexto de que tienen el capital y tienen la tecnologa. Esto es relativamente cierto si haces las cosas en la soledad de tus fronteras. Pero deja de serlo cuando renes las ideas para el mejor ejercicio de tus derechos soberanos y permanentes sobre los recursos na-turales con tus hermanos ms cercanos. Vase el ejemplo que nos da la Organizacin de Pases Exportadores de Petrleo -OPEP-, una organi-zacin intergubernamental agrupada en torno al ejercicio soberano sobre un recurso natu-ral, el petrleo, y que ya ha cumplido sesenta y tres aos. Una organizacin que agrupa las culturas y sistemas polticos ms diversos y que ha logrado mantenerse pese a conflictos, va-rios de ellos sangrientos, entre algunos de sus miembros. Y la clave es que los gobiernos han sabido entender que juntos pueden tener la influencia sobre el mercado petrolero mundial que de ninguna manera tendran separados.

    En el diseo de la poltica aqu esquematizada, existe una gua formidable, la Resolucin 1803 de la Asamblea General de las Naciones Unidas1 aprobada en 1962 y que versa sobre el principio de la propiedad soberana y permanente de los

    1 www2.ohchr.org/spanish/law/recursos.htm

    Estados sobre sus recursos naturales. La misma trata no solo sobre el asunto clave de la propie-dad (por lo dems ya resuelto en todas nuestras Constituciones) sino tambin como derecho soberano, que los desarrollos industriales sir-van para beneficio de los pueblos que son, en definitiva, los verdaderos propietarios de esos recursos, recursos que estn all como resulta-do de procesos naturales ocurridos desde hace millones de aos.

    Ahora bien, no basta con el correcto ejercicio de los derechos de propiedad de los Estados. Esto es algo imperativo, a lo cual debe aadirse el desarrollo cientfico y tecnolgico dirigido a minimizar el impacto que provoca toda inter-vencin del ser humano sobre la naturaleza. Y an es necesario ir ms all. No basta con di-sear y aplicar polticas racionales para la fase primaria, sino que es necesario trazar y realizar polticas de transformacin que expandan las posibilidades de empleo productivo, estable y de calidad como medio eficaz para combatir el desempleo y la pobreza. A ello se suma la ne-cesidad del desarrollo cientfico y tecnolgico que alivie el peso sobre el trabajo, incremente productividad y reduzca el impacto ambiental.

    Una poltica as trazada en sus aspectos ms generales demandar una masa de recursos muy significativa. Y ello, a su vez, va a reque-rir que se realicen aportes por todos los pases miembros para el desarrollo de instituciones como el Banco del Sur, as como de polticas comunes de negociacin cuando se requiera el financiamiento extrarregional.

    Estamos pues, frente a la enorme posibilidad de dejar atrs la pesadilla que representa para tan-tos seres la pobreza, y dar un vigoroso y crecien-te impulso al desarrollo integral del ser humano suramericano y, por extensin, dar una contri-bucin al ser humano a secas, no como abstrac-cin, sino como realidad material y espiritual. Esto, por supuesto, nos coloca ante el problema de la distribucin, pero esto es otro tema que ya abordaremos en otra oportunidad.

    Al Rodrguez Araque, abogado y diplomtico venezolano, es Secretario General de UNASUR.

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    Hacia la liberacin cientfica y tecnolgica

    Enrique Dussel

    El tema que abordaremos versa sobre la si-tuacin de la ciencia y la tecnologa en este momento en Unasur en Amrica Latina. Se insiste con razn en la importancia de la in-versin en el campo de la ciencia y tecnologa en aras del desarrollo de nuestros pases y el aumento de la riqueza nacional. Reflexiona-remos, entonces, sobre algunos puntos de la eficacia de dicha inversin en ciencia y tec-nologa en nuestros pases de Amrica Latina.

    La posicin tradicional en este aspecto epis-temolgico sostiene que la ciencia es un co-nocimiento explicativo de lo real a partir de teoras, las cuales son, a su vez, el horizonte de donde se interpretan los eventos, los he-chos reales. La ciencia es un conocimiento por verificacin emprica, de pruebas, a partir de hiptesis, lo que Charles Peirce, aquel gran pragmtico norteamericano, llamaba la ab-duccin.

    La verdad de la ciencia, si partimos del su-puesto de que la verdad es la actualizacin en el cerebro, es decir una construccin neuronal de lo real para manejarlo y gestionar as la vida humana en el horizonte individual o co-munitario, conocimiento que nunca se adeca del todo a la realidad, y en virtud de esto, la distancia entre la realidad y la ciencia va a permitir un progreso histrico de la ciencia.

    La tecnologa, por su lado, parte de la techne es decir, de aquellos instrumentos que el homo habilis hace 4 millones de aos o el homo sa-

    piens hace 150 mil aos fue inventando para transformar la realidad a fin de permitir un aumento cualitativo de la vida humana.

    La tecnologa, podramos as definirla, es la techne tradicional o artesanal subsumida por la lgica de la ciencia, de tal forma que la tecnologa surge desde la revolucin industrial en el siglo XVIII.

    Tecnologa entonces es techne ms ciencia. Por eso la posicin tradicional, pienso por ejemplo en un metodlogo de la ciencia como Mario Bunge, supondra que la ciencia se aplica a la tecnologa y la tecnologa se aplica al pro-ceso productivo, y a su vez el proceso producti-vo econmico produce riqueza, la cual culmina en el aumento de consumo de un pueblo y en su plena realizacin poltica. El modelo sera el siguiente: la ciencia aplicada a la tecnologa en el proceso productivo crea riqueza. Preten-demos ahora poder mostrar que la diacrona de ese proceso es distinta; habra que efectu-ar una diferente descripcin del fenmeno y debera realizarse de otra manera la invenci-n econmica en la ciencia, porque cuando la tecnologa se concibe como un fenmeno abs-tracto, universal, sin relacin con la realidad, puede fetichizarse, y entonces pierde eficacia la inversin que un Estado o un pas efecta en el desarrollo de la ciencia y tecnologa.

    La visin crtica de la cuestin es muy distin-ta y por eso quiero presentar dos ejemplos. El primero de ellos estara situado antes del origen de la as llamada modernidad. En mi hiptesis, la modernidad comienza all en 1492, cuando Espaa y Portugal se encontra-ban sitiados por el mundo musulmn que les impeda conectarse con el centro del merca-do mundial constituido por la China y la India.

    Enrique Dussel es filsofo e historiador argentino-mexicano. Actual rector interino de la Universidad Autnoma de la Ciudad de

    Mxico. (Artculo extrado de la exposicin en el Foro organizado por UNASUR).

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    Por esta razn se tienen que lanzar, para esta-blecer dicho contacto con el centro del mer-cado mundial de la poca, hacia el Atlntico. En 1441 se inventa la carabela, un pequeo barco que cargaba hasta 50 toneladas de mer-cancas, mucho ms pequeo que las naos chi-nas que podan transportar hasta 1000 tonela-das. Esas carabelas eran capaces de navegar en contra del viento, y por lo tanto, atravesar los ocanos. Advirtase que fue el enclaus-tramiento econmico por tierra (por medio de caravanas) lo que produjo la necesidad de lle-gar a mercados lejanos y que a su vez origin una revolucin tecnolgica en la navegacin, ya que Espaa y Portugal no podan comuni-carse con el Extremo Oriente por las indicadas caravanas en manos musulmanas, que unan a Bagdad con la China, sino que deban lan-zarse al ocano porque no haba otra manera de comunicacin con el centro del mercado mundial.

    Quiere decir que un proyecto econmico de-terminaba la revolucin tecnolgica, en este caso, la navegacin de los ocanos. En 1519-1520 Magallanes y Elcano dan una vuelta em-prica a la Tierra, por primera vez efectan tal hazaa los europeos (los chinos lo hicieron mucho antes que los europeos, segn descu-brimientos histricos actuales, ya que los es-paoles y portugueses usaban mapas chinos, donde ya Amrica estaba descubierta antes del supuesto descubrimiento de Coln) y una vez que la realizan, se comprueba em-pricamente que la Tierra es redonda. Esta comprobacin emprica hace que se refute la anterior teora que supona a la Tierra como el centro del sistema solar.

    La posterior aparicin de Coprnico y el he-liocentrismo, que ya haba sido descubierto por los rabes y por los chinos, as como de Galileo en 1616 (130 aos despus de Coln), y Newton en 1640, un siglo y medio despus del descubrimiento de Amrica, permitieron descubrimientos tericos que desembocaron en la aparicin de la fsica moderna. Como se sabe, la fsica moderna no fue el origen, sino que fue el trmino de un condicionante econmico.

    El segundo ejemplo nos remite a la Revoluci-n Industrial a fines del siglo XVIII. Ah nue-vamente nos encontramos con una hegemo-na de las metrpolis, que se van a constituir como tal en virtud de la explotacin de las colonias. Esta hegemona poltico-militar (los ingleses ocupan Calcuta a fines del siglo XVIII, tres siglos despus de la as llamada Conquista de Amrica por los espaoles) se encuentra en una etapa pre-industrial, permite lograr nue-vos mercados en el Asia continental y tambin en frica. El mecanismo del mercado es evi-dentemente la competencia. La competencia es un proceso que iguala los precios, pero al igualar los precios exige que el capital, la rama del capital o el pas que produce con mejor tecnologa, disminuya el valor de las mercanc-as, las cuales logran mejor precio, y derrum-ban o destruyen en la competencia aquellos capitales menos desarrollados. Fichte, un pensador alemn de fines del siglo XVIII, en un libro que se llama La economa germana cer-rada, propone a Alemania cerrar sus mercados para poder desarrollarse internamente, y no en cambio adoptar o comprar las mercancas inglesas, porque de ser as, esto convertira a Alemania en una colonia comercial de Ingla-terra. Este era el proyecto de un mercado comercial cerrado de Alemania. Vemos enton-ces que es el mercado, por la competencia, el que exige producir mercancas con el menor valor posible, las que adquieren en el mercado menor precio, y por la competencia destruyen a los otros capitales.

    De tal manera que, por mor de la competencia, se torna necesario tener mejor tecnologa, y es as que los empresarios ingleses comienzan a ofertar estmulos econmicos a aquella gen-te que desarrolle innovaciones tecnolgicas. Estos inventores que producan nueva tecno-loga se regan por la lgica de la competen-cia, porque al poseer mejor tecnologa, o sea, composicin orgnica del capital ms elevada, era posible competir con otros capitales en el mercado. La Revolucin Industrial no fue el fruto de la aplicacin de inventos tecnolgi-cos subsumidos por el proceso de produccin, sino a la inversa: la competencia fue la que exigi que el capital tuviese mejor tecnologa,

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    es decir, el mercado competitivo produjo la Revolucin Industrial y fue el primer sistema econmico de la historia que exigi el desar-rollo tecnolgico para poder competir con los capitales locales o de otros pases.

    Todo comienza por una decisin poltica

    Nos encontramos nuevamente con el hecho de que la tecnologa exigi el desarrollo de la f-sica, el desarrollo de la biologa y las dems ciencias. De tal manera que los criterios para el desarrollo cientfico y tecnolgico, no son, como algunos pensaban, la simple aplicacin de la ciencia a la tecnologa y esta ltima al proceso productivo, y el proceso productivo, por su parte, habra de generar riqueza y esto en ltima instancia redundara en la autode-terminacin de un pueblo. Es justamente al revs. Es la voluntad poltica de un pueblo de autodeterminarse polticamente lo que deter-mina una autodeterminacin econmica que exige, a su vez, un proceso ms competitivo y una tecnologa que cree productos innovado-res para ese nuevo mercado, lo cual requiere del desarrollo de la ciencia; y sta posibilita una tecnologa ms desarrollada que redun-da en produccin ms eficaz y, por ltimo, en mayor riqueza nacional.

    Otro ejemplo sera el de Corea del Sur, que primero cierra sus fronteras, desarrolla su tec-nologa en algunas ramas de la produccin, en la ciencia computacional o electrnica, y slo despus de realmente haber desarrollado los momentos cientfico-tecnolgicos y produc-tivos abre su mercado a la competencia. Es as que Corea del Sur resiste la competencia y es posible observar cmo ciertos productos de ese pas, ciertas ramas de la produccin, pue-den sostenerse en la competencia mundial.

    Es decir, no porque se invierta en ciencia y tecnologa, la ciencia y la tecnologa van a ob-tener resultados financieramente.

    Todo comienza por una decisin poltica de autodeterminacin. Esto significa una volun-

    tad de intentar pensar polticamente desde el pas y desde cierto campo econmico espec-fico en cuanto a las condiciones del pas. Por ejemplo, si un pas como Argentina tiene una inmensa Pampa y una gran produccin agrco-la, habr que pensar en la autodeterminacin econmica a partir de una tecnologa agrcola que permita una mejor produccin; sta exi-ge por su parte el desarrollo de una ciencia, por ejemplo, gentica de los vegetales para que stos produzcan mejores cosechas. Es decir, se necesita una determinacin de la ciencia y la tecnologa autocentrada y no un mero desarrollo cientfico pretendidamente universal. Hay ramas industriales propias que cada pas debe decidir responsablemente de-sarrollar. Por ejemplo, Bolivia posee un vasto yacimiento de litio. El litio es una sustancia fundamental para la acumulacin de ener-ga, en especial en la industria electrnica. Tiene grandes reservas. Las debe producir una transnacional que desarrolla tecnologa y ciencia de Corea del Sur? O debera un pas como Bolivia concentrar sus esfuerzos en fun-dar una Facultad de Ciencias en torno al litio, una Facultad de Ingeniera en litio, y comprar la tecnologa existente y desarrollar la propia, logrando entonces auto sustentabilidad en la industrializacin de esta materia prima?

    De lo anterior se deduce que vender mate-rias primas en bruto, sin industrializar, sera un craso error. Para no cometer ese error estn los consejos cientficos, las becas y las universidades. Pero estas estructuras deben contar con criterios elegidos con base en la autodeterminacin nacional, poltica, econ-mica, que determina el criterio tecnolgico y cientfico a seguir. De lo contrario, formamos, como ocurre de manera regular, cientficos en una pretendida ciencia universal. Aunque, claro que hay ciencia universal, 2 + 2 es 4 en todas partes de la Tierra. Y la matemtica es matemtica en todas las partes de la Tierra, pero es posible desarrollar los captulos de la matemtica ms necesarios para una deter-minada ciencia que, a su vez, desarrolle los aspectos ms prcticos y necesarios para un determinado propsito tecnolgico ligado, por poner un ejemplo, a la industrializacin de la

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    soya. Entonces, no se vendera soya en bruto sino soya industrializada; no se vendera hierro en bruto sino hierro laminado, no se vendera petrleo en bruto sino en gasolinas, plsticos, aceites. Con lo cual se adquiere diez veces ms de valor y precio en el mercado mundial.

    Hay que invertir masivamente en ciencia y tecnologa pero con criterios nacionales. Y no estoy indicando un nacionalismo oscurantista, estoy subrayando simplemente una visin ms crtica de la realidad que nos permita tener una visin ms universal en esta poca de la globalizacin.

    Hay pases como Mxico que no logran insta-lar ninguna refinera de petrleo, se vende el petrleo en bruto para que lo refinen en el extranjero, se privatiza en lugar de invertir en refineras a fin de que la gasolina por lo menos la que se consume en el pas no sea comprada en el extranjero, como actualmen-te ocurre. Lo mismo sea dicho de la agricul-tura. Y qu hablar de la electrnica o de la computacin! que evidentemente, se trata de un medio de medios, es un instrumento indus-trial de la ciencia y de la tecnologa, que me-rece se invierta en ello.

    Es decir: la poltica cientfica y tecnolgica debe estar determinada por la autodetermina-cin nacional, tanto para evaluar los proyec-tos e incentivarlos con dicho criterio de au-todeterminacin nacional, y adems, a stos tambin evaluarlos con criterios particulares, concretos, y no pretendidamente universales.

    Descolonizar las mentes

    La ciencia y la tecnologa son ciertamente una mediacin esencial para el desarrollo y la ri-queza de un pas, no slo cuantitativa, sino cualitativa, pero deberan estar orientadas no con criterios meramente universales y abs-tractos de las potencias cientficas y tecno-lgicas que han dominado la situacin en el mundo moderno en los ltimos cinco siglos. La ciencia y la tecnologa no tienen un valor abstracto, sino que deben concretarse en las

    exigencias de un pas o de una regin. Es ne-cesaria una poltica de descolonizacin episte-molgica y tecnolgica.

    La colonizacin es mental, y lamentablemen-te caen en ello muchos de nuestros cientficos principalmente que creen que la ciencia debe desarrollarse de la misma manera en todas par-tes, no advirtiendo que a pesar de existir mo-mentos realmente universales, aun as es pre-ciso que las exigencias tecnolgicas localizadas desarrollen ciencias bsicas en ciertos captu-los. Lo mismo pasa con la tecnologa: hay prin-cipios tecnolgicos universales, pero que en el nivel emprico requiere una aplicacin en vista de una exigencia concreta nacional.

    De igual forma, resulta imperante el despojar-se de cierto eurocentrismo, diramos hoy de cierto americanismo colonizador de nuestra mente, y pensar ms seriamente en la res-ponsabilidad de la ciencia y la tecnologa para el desarrollo cualitativo de la vida concreta de nuestra poblacin, donde el hambre, la des-nudez, la falta de habitacin, de cultura, de educacin, son negatividades que deberamos erradicar con ciencia y tecnologa concretas.

    Termino entonces: la ciencia y tecnologa tie-ne una responsabilidad patritica. La palabra no es de mucho uso ni tiene buena prensa. Sin embargo creo que el patriotismo es responsa-bilidad social, concreta, con el propio pas. El cientfico debera tener esto en cuenta.

    La tecnologa tambin debe proponerse fun-ciones concretas con base en una poltica in-dustrial fundada, a su vez, en una poltica de autoafirmacin. La ciencia y la tecnologa en Amrica Latina deben ser eminentes, y al mis-mo tiempo necesitan de la tica. La tica sig-nifica saber que los cientficos, habiendo sido educados en la mayora de los casos con dine-ro que proviene del pueblo, en universidades pblicas, deben responder con creces a lo que ese pueblo les ha dado, innovando tecnolgi-camente para no simplemente comprar royal-ties de las transnacionales, que no nos sirven como instrumentos para nuestra particularidad

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    7nacional. Necesitamos tecnlogos, inventores y cientficos que respondan a la realidad con-creta, y entonces s se habr hecho eficaz la inversin financiera en la ciencia y tecnologa.

    Tener muchos doctores o maestros en ciencias no indica el grado de desarrollo de un pas, sino cuntos de ellos estn solucionando y desarrollando los problemas concretos de la

    Entrevista con Ren Ramrez

    Por una hoja de ruta estratgica

    ALAIEn muchos pases de la regin creemos que es necesario tener una segunda independencia, la verdadera, y creo que estamos igualmente en un segundo neo-independentismo que est ligado a los temas del conocimiento. En ese sentido, si es que realmente estamos buscando tener una segunda independencia no buscar la emancipacin a travs de lo que est ligado al tema del conocimiento, del pensamiento, de la creatividad y de la innovacin imposibilita-ra producir este gran anhelo que tenemos los latinoamericanos; pues en este segundo mo-mento esa dependencia tiene que ver con la produccin y generacin de conocimiento que no se hace en Amrica Latina y ms bien es un proceso dentro del capitalismo, con una plani-ficacin de la obsolescencia de los bienes en funcin de la investigacin y de la innovacin que se produce en el Norte y que nosotros s o s tenemos que consumirlo, justamente porque no generamos conocimiento.

    Esta caracterizacin es del economista Ren Ramrez, Secretario de Educacin Superior, Ciencia, Tecnologa e Innovacin del Ecuador, quien actualmente preside el Consejo Surame-ricano de Ciencia Tecnologa e Innovacin de

    UNASUR (CONSECTI) y, por lo mismo, en la en-trevista que sigue iniciamos por preguntarle so-bre los temas prioritarios en una agenda comn dentro de UNASUR. Esto fue lo que nos dijo.

    - Creo que los temas prioritarios son tres. Pri-mero, trabajar en una agenda de investigacin cientfica y de innovacin de la regin que le permita posicionar a Amrica del Sur. Esto tie-ne que ver con una economa de escala que, en funcin de los problemas comunes y de las estrategias comunes, permita posicionar a la regin como una potencia. Por decir algo: cul es la investigacin de Amrica Latina que se va a hacer y que va a marcar una hoja de ruta estratgica para las prximas dcadas? Eso en el marco de la agenda programtica de investigacin y sobre todo de innovacin.

    El segundo punto tiene que ver con el tema de tener una estrategia conjunta sobre la pro-piedad intelectual. Nosotros somos pases o emergentes o en vas de desarrollo, inclusive hay algunos ms rezagados, y la agenda de la globalizacin que existe hasta este momento est ligada al tratamiento de la propiedad in-telectual. Si es que nosotros como regin no

    realidad nacional. Es una exigencia de pases como los nuestros que comienzan lo que Car-los Maritegui y tambin Jos Mart llamaron la segunda emancipacin. No la de 1810 1821 o del siglo XIX, sino la del siglo XXI, que es una emancipacin no slo poltica, sino tambin militar, econmica; una liberacin de descolonizacin epistemolgica. Una liberaci-n cientfica y tecnolgica

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    podemos trabajar colectiva y cooperativamen-te en cul es la disputa de la gestin del co-nocimiento en donde se rompa esa jerarqua de la propiedad intelectual que existe, a travs principalmente de ADPIC, de los TLCs o trata-dos bilaterales de inversin, seguiremos siendo dependientes del conocimiento del Norte, prin-cipalmente.

    El Norte logr desarrollarse con una agenda en la cual buscaba tener una normativa que le permita tener una generacin de conocimien-to ms abierto para poder desarrollarse, en el cual el tema de la copia o de la transferencia tecnolgica, la desagregacin tecnolgica, o lo que se llama ahora la ingeniera inversa, era permitido, y as justamente logr su desarro-llo; pero ahora, dado que est en su segunda fase de desarrollo, ya no le interesa tener esta perspectiva en trminos normativos. Entonces, obviamente, eso quiere trasladar a nuestros pases, busca que agachemos la cabeza en un sentido ms de sumisin y que no tengamos una agenda colectiva como Suramrica para tener una agenda de un conocimiento ms abierto, pblico, libre y comn para la regin. Creo que ser difcil que logremos presionar para, por ejemplo, trabajar el tema de propiedad inte-lectual en la Organizacin Mundial del Comer-cio OMC-, donde se establecen las normativas que rigen el comercio mundial, y es por eso que uno de los medios fundamentales es buscar en UNASUR una articulacin con respecto al tema de propiedad intelectual.

    Y un tercer punto, a mi modo de ver estratgi-co, tiene que ver con la ligazn existente entre generacin de conocimiento y biodiversidad. Cuando hablo de biodiversidad estoy hablan-do de conocimientos y saberes, en general, y saberes ancestrales, en particular. Una de las principales ventajas comparativas que tiene Amrica Latina es justamente su biodiversidad, y en este caso biodiversidad es sinnimo de in-formacin. Y tener esa informacin, si es que lo ligamos al tema del conocimiento, nos puede convertir en una potencia. Si es que lo traba-jamos separadamente, lo que hagamos ac en Ecuador puede ser contrarrestado con lo que se haga en otros pases de la regin, y puede

    eso torpedear una agenda estratgica que no slo puede servir para un pas sino para el resto de la regin. Como parte, quizs secundaria, de esto es que, si tenemos una agenda comn, es necesario buscar un financiamiento comn, para este tipo de articulacin de esta agenda programtica, del primer punto que seal an-teriormente que tiene que ver con la investiga-cin y la innovacin.

    Si se logra armar esa agenda comn, cmo podra traducirse en trminos concretos?

    Una agenda, para poner una cuestin muy con-creta, que siempre me ha parecido que pue-de ser estratgica y tener un impacto econ-micamente, y que tambin en la garanta de derechos tiene un impacto, es el tema de salud y el tema farmacolgico. En Amrica del Sur, existen enfermedades olvidadas, las cuales a las transnacionales no les ha interesado hacer investigacin porque no les resulta rentable; pero muchos de los perfiles epidemiolgicos, por poner un ejemplo concreto de la regin, pueden ser trabajados en trminos de agenda investigativa con investigacin concreta res-pecto a frmacos que permitan solucionar estos problemas estructurales. Una poltica de ese estilo, al menos esa es la visin desde el Ecua-dor, permite articular algunos temas que son fundamentales, como es el cambio en la matriz productiva, porque diversifica la produccin; el tema de dar valor agregado a esa produccin porque introduces el tema del conocimiento, no nicamente el tema de, por ejemplo, la fa-bricacin de cierto tipo de medicamentos que ya sera importante per-se para no nicamente importar medicamentos del exterior, y permite la garanta del derecho a la salud y del derecho a los medicamentos. De modo que hay cmo encontrar agendas comunes, que nos identifi-can y que nos resultan mucho ms eficientes si es que trabajamos conjuntamente, a si traba-jamos aisladamente.

    Implicara crear redes, laboratorios?

    Por supuesto, dentro de UNASUR se est tra-bajando en una agenda de lneas de investiga-cin y todo lo que implica con ello; es decir,

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    espacios concretos de infraestructura colecti-va, articulacin de financiamientos de inves-tigacin en redes en la regin, financiamiento de la investigacin, etc.

    Implica tambin aspectos como el recono-cimiento mutuo de ttulos? porque eso es un obstculo

    A veces, el tema de investigacin no va nece-sariamente por el mismo carril que el tema de la educacin superior; pero obviamente si es que hablamos de una ciencia sin fronteras o una ciencia inter-regional, necesitamos que se d una movilidad de ese talento humano, que fluya completamente. Y en el campo de la educacin superior, la acreditacin para que los ttulos de un pas puedan funcionar en otro pas para que se d la movilidad, el flujo de ideas y conocimientos de una manera mucho ms libre. Eso implica que todos nuestros pa-ses nos ponemos de acuerdo en que el conoci-miento, la ciencia y la tecnologa es un sector estratgico y, por lo tanto, dar las facilidades para que este sector estratgico pueda articu-larse para su generacin, produccin, distribu-cin y apropiacin.

    En el tema del cambio de la matriz produc-tiva y la propiedad intelectual, Ecuador est planteando un Cdigo de Economa Social del Conocimiento y la Innovacin. Cules son sus grandes lneas y qu condi-ciones se necesitan crear para ello?

    Lo primero es recuperar el sentido de que el conocimiento es un bien pblico y no es un bien privado. En Ecuador existe una normativa no para el desarrollo del pas, y creo que eso su-cede en muchos pases de la regin, con pe-queas excepciones, en la cual interesa ms el beneficio de la transnacional que apostar a que se genere conocimiento dentro del pas; pero si es que hablamos de generacin de conocimien-to dentro del pas, estamos hablando de la po-sibilidad de que se den procesos de innovacin dentro de nuestros pases.

    Entonces, el tema del reconocimiento del bien conocimiento como bien pblico es fundamen-

    tal y eso implica cambiar toda la normativa actual, en este caso del pas, porque nuestra normativa en este momento lo que hace jus-tamente es ser ADPIC plus (Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Inte-lectual relacionados con el Comercio). Y esto realmente atenta al desarrollo del cambio de la matriz productiva, ya que, por ejemplo, atenta con respecto a temas de desagregacin y trans-ferencia tecnolgica, afecta al tema de, a par-tir de esto, generar nuevas innovaciones. Es por eso que nosotros estamos planteando poner el tema de la gestin del conocimiento en el centro del cambio de la matriz productiva, en donde se pueda dar valor agregado y se pueda diversificar la produccin y tambin se pueda mejorar la productividad, que para el caso de Ecuador es uno de los cuellos de botella ms importantes que tiene dentro de su economa. Ecuador es un pas con muy baja productividad, entonces por eso nosotros proponemos un C-digo que trabaje justamente el tema de la in-vestigacin y la innovacin y su relacin con la gestin del conocimiento y con lo que implica el tema de la propiedad intelectual.1

    Y aqu un tema que tambin a mi modo de ver es fundamental, es qu se entiende por pro-piedad, y en este caso buscar, como seala la Constitucin de la Repblica, no nicamente una propiedad privada del conocimiento sino buscar una normativa que permita reconocer una pluralidad de propiedades en funcin de la pluralidad de economas que existen dentro del pas, donde podramos simplificar diciendo que existe una pblica-estatal, una privada, mixta, cooperativa, asociativa. Y esto implica ver tambin el otro lado del sistema que es la educacin y la cultura, y en especfico tambin la educacin superior, pues lo que se tiene que dar es la articulacin de un sistema, no priva-do del conocimiento, sino un sistema comn de generacin del conocimiento, que implica bus-car la construccin de redes de conocimiento, y eso implica otra forma de accin no colectiva sino conectiva, como se dira actualmente.

    1 Se ha creado la plataforma virtual Wiki-COESC+i para que la ciudadana puede debatir el contenido del Cdigo.

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    Hacia una economa poltica de la ciencia y la tecnologa

    Theotonio Dos Santos

    Para poder discutir la necesidad de sistema-tizar los principios que deben orientar una economa poltica de la ciencia y la tecnolo-ga, en las condiciones socioeconmicas ac-tuales, tenemos que dar algunos pasos atrs. La misma economa poltica fue cuestionada por una amplia campaa ideolgica, poltica y terica de origen conservadora o incluso reac-cionaria que en nuestros pases se denomina neoliberalismo, a pesar de que su correcta designacin sera la de un ultra-conservadoris-mo. El prefijo neo apareci para confundir, intentando presentar como algo nuevo un in-tento de hacer resurgir una problemtica en-teramente superada y de transformar en ar-caico lo que era y es lo ms avanzado esfuerzo intelectual: la crtica a la economa poltica iniciada por Karl Marx en El Capital, libro que casi todos los exponentes del neo confesa-ban nunca haber ledo.

    Para abrir el camino hacia una reflexin co-rrecta, tenemos que limpiar el ambiente inte-lectual y demostrar la declaracin de princi-pios del pensamiento terico neoliberal que se impuso en los ltimos 30 aos en el plano poltico, en los medios de comunicacin y has-ta en la academia. Este pretendido proyecto terico busc volver a las premisas bsicas del liberalismo, establecidas en el siglo XVIII. Pretendi demostrar que el libre mercado es un producto de la naturaleza humana, fundado para ellos en la idea del individuo posesivo como plena expresin de la natura-leza humana.

    Adems del contenido ideolgico evidente de esta construccin terica, ya demostrado por varios autores, entre los cuales me inclu-yo, ella choca con el carcter monopolista y

    sobre todo con el capitalismo desarrollado de Estado en el cual se fundamenta el capitalis-mo contemporneo. Si la hiptesis del libre mercado podra tener algn sentido prctico en el siglo XIX para imponer el dominio del capital sobre la economa mundial, en el siglo XX y ms an en el siglo XXI, es una aberracin intil que entra en choque con los hechos cada da. De ah el fracaso del neoliberalismo y del pensamiento nico para inspirar polticas econmicas coherentes.

    En mi estudio de la prctica del neoliberalis-mo, demuestro cmo las polticas econmicas de inspiracin neoliberal aumentaron el dfi-cit pblico y, por lo tanto, la intervencin del Estado en la economa (disminuyendo el gasto social pero aumentando de manera explosiva los gastos financieros y militares). Al mismo tiempo, los gobiernos neoliberales crearon d-ficits comerciales, de un lado, y supervits, del otro, que introdujeron un desequilibrio brutal en la economa mundial.

    Es evidente que estos desequilibrios fiscales y comerciales condujeron tambin a un des-equilibrio monetario y a una oscilacin de las divisas internacionales completamente dependientes de las intervenciones estatales y de los juegos monopolistas y especulativos que ningn mercado libre puede ni de le-jos regular. Este grado de desequilibrio solo puede ser logrado por va de la ms violenta intervencin estatal.

    Junto con esta descalificacin del intento infantil de disminuir el rol del Estado en el mundo del capitalismo de Estado, el fracaso neoliberal nos conduce a revisar el carcter mismo del Estado en una situacin de fuer-

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    te contradiccin entre su rol y las categoras ideolgicas y supuestamente cientficas que predominan en los crculos responsables de la toma de decisiones que involucran el destino de la humanidad.

    La segunda tesis que presentamos en varios libros se refiere a la relacin entre los reg-menes de fuerza, fascistas y para-fascistas, y el dominio ideolgico y poltico del neolibe-ralismo. No fue una coincidencia que el des-moralizado grupo de la Universidad de Chica-go encontrase su oportunidad histrica en el primer gobierno que los insert en el mundo econmico real, a travs del rgimen fascista de Augusto Pinochet en Chile. Ni es menos verdad que los gobiernos de Thatcher y Rea-gan, que propagaron en todo el mundo estas propuestas proto-modernas, se impusieron a travs de violentas confrontaciones con el mo-vimiento sindical de sus pases, con los movi-mientos sociales de fuerte contenido popular, a travs de bestiales formas de autoritarismo poltico.

    Establecimos as un cuidadoso anlisis de la correlacin directa entre el terror de Esta-do y las polticas neoliberales que retiraron de los trabajadores derechos histricamente conquistados, rebajando drsticamente sus sueldos, al combinar represin estatal con re-presin econmica a travs de las recesiones identificadas con sus polticas econmicas, con su squito de desempleo y desesperanza.

    Nuestro libro titulado Del Terror a la Espe-ranza: Auge y Decadencia del Neoliberalismo (editado en castellano por Monte vila editora y el Banco Central de Venezuela) contribuye as a una comprensin significativa del pe-rodo recesivo de la economa mundial entre 1967 y 1994, tema que analizamos en marco de las ondas largas de Kondratiev, contribu-cin terica y economtrica del economista ruso cuya vigencia hemos restablecido en la dcada de 1970, junto con Ernest Mandel, An-dr Gunder Frank, Christopher Freeman, Im-manuel Wallerstein, Giovanni Arrighi, Amlcar Herrera, Carlota Prez y tantos otros.

    Creemos haber dado ms substancia a este gran aporte terico al demostrar la relacin entre las ondas largas designacin de los ciclos largos que se impusieron por razones metodolgicas y tericas y los paradigmas tecnolgicos cuyo carcter sistmico impo-ne lmites de tiempo al funcionamiento de la economa. Estos paradigmas tecnolgicos son cada vez ms articulados, a su vez, con el de-sarrollo de los paradigmas cientficos revela-dos por Thomas Khun y estn profundamente asociados al movimiento de las innovaciones primarias, secundarias y terciarias que se su-ceden dentro de cada paradigma tecnolgico. Carlo Prez, por su parte, estudi con mucha lucidez la relacin entre estos fenmenos y los ciclos financieros, en un excelente libro.

    Debemos en gran parte esta comprensin sis-tmica que articula los ciclos largos y la lgica de las innovaciones revolucionarias producidas por la actividad del conocimiento (actividad cada vez ms organizada por la humanidad en su conjunto y desfrutada por los poderes monoplicos concentrados por el capital) a los descubrimientos del economista austriaco Joseph A. Schumpeter. Estos descubrimientos tericos fueron muy desarrollados por sus dis-cpulos en los aos 1970-1990 y sirvieron de base a polticas econmicas fundamentales como la del Estado japons cuyo documento marco de 1947 estuvo directamente elabora-do por Shigeto Tsuro, discpulo de Schumpeter y gran marxista japons que intent siempre articular los aportes de estos dos pensadores. En mi ltima visita a China, escuch la reve-lacin del Presidente de la Academia de Cien-cias Sociales de Shanghi que el gobierno de Shanghi, cuya poltica econmica l diriga, se inspir en los ciclos largos de Kondratiev y de nuestros estudios sobre su actualidad, con enorme xito por cierto.

    Armados de estos elementos clave, nos cabe as avanzar en el anlisis de la nueva fase de la economa capitalista mundial, en la cual entran en crisis definitiva las falsas interpre-taciones y soluciones impuestas en el perodo del auge neoliberal. El fracaso de estos an-lisis gan una evidencia colosal con la crisis

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    mundial desatada en el segundo semestre de 2008. Si es verdad que este perodo crtico no tuvo el carcter final que muchos anlisis trataron de insinuar o incluso explicitar, los cuales fueron fuertemente contestados por nosotros, este demostr, con enorme violen-cia, algunas de las tesis derivadas de la cons-truccin terica en marcha que resumimos en este artculo.

    Llamamos la atencin en varios estudios so-bre el rol particularmente impactante de la revolucin cientfico-tcnica sobre la articu-lacin entre el desarrollo de las fuerzas pro-ductivas y la supervivencia de relaciones de produccin arcaicas, basadas en la hegemona de la propiedad privada, las cuales se encon-traban ya superadas, desde la Primera Guerra Mundial. La profundidad de los cambios im-puestos por el desarrollo de los medios mate-riales e intelectuales alcanzados en esta nue-va fase del desarrollo de la humanidad qued evidente no solamente por el impacto terico que cuestion radicalmente la capacidad del capitalismo y del liberalismo para solucionar estas contradicciones.

    Pero, debemos comprender sobre todo las manifestaciones materiales de estas mismas contradicciones a travs de una guerra mun-dial en 1914-18 que acab con 30 millones de vidas humanas. Al mismo tiempo, la revolu-cin mexicana alertaba sobre los lmites del capitalismo en las zonas perifricas de la eco-noma mundial, la crisis final del Imperio Oto-mano mostraba los lmites del imperialismo que, en India, el dbil ciudadano indio Mahat-ma Gandhi haca temblar. Los varios avances revolucionarios importantes en Turqua , en la India, en Amrica Central, el Caribe y Amrica del Sur y en China mostraban el contenido pos liberal del nuevo momento histrico marcado por el surgimiento victorioso de una revolu-cin social que planteaba la construccin de una nueva formacin social pos capitalista en Rusia (venciendo la invasin de 23 pases capi-talistas, en una guerra civil que cost millones de muertos: el precio de la resistencia de la revolucin o de la fracasada reaccin de las relaciones sociales sobrepasadas?).

    Pero ms grave an fue la crisis econmica mundial, iniciada en 1929, cuyo desdobla-miento posterior desemboc en la Segunda Guerra Mundial, que cre las condiciones para una recuperacin mundial de las economas capitalistas a travs de la utilizacin de los fantsticos avances en las fuerzas productivas producidos durante estos aos, los cuales oca-sionaron cerca de 70 millones de muertos y permitieron demostrar la capacidad destructi-va de las armas nucleares que dominaran una prxima guerra mundial.

    No hay duda que el centro del poder econ-mico en la pos II Guerra se encontraba en los Estados Unidos. Pero la derrota del nazismo haba estado en manos de las tropas soviti-cas, lder de los Aliados (Estados Unidos, In-glaterra, Francia ser?), la China del Kuo-mintang (con las tropas del ejrcito rojo en sus talones) y algunas potencias aliadas me-nores como Brasil que no fueron convocadas a la reunin de Yalta. Era necesario detener la fuerza miliar, moral e ideolgica que repre-sentaba la Unin de las Repblicas Socialistas Soviticas que haba resistido prcticamente sola a la invasin del ms poderoso ejrcito del mundo y haba entregado 20 millones de muertos en defensa de su nacin y de un rgi-men econmico y social que haba surgido de una profunda revolucin social. Se arm as la Guerra Fra.

    Los o las filsofos(as) polticos a servicio de la potencia ganadora inventaron un nuevo cuento. Segn ellos (as) el nazismo era una modalidad de totalitarismo que represent una amenaza para la humanidad (de la cual se debera excluir a los filsofos que sostuvie-ron la ideologa nazi como Heidegger o Ezra Pound, o economistas liberales como Schaft, etc.). Pero, de otro lado, el nazismo fue de-rrotado por las tropas de otro totalitarismo (el sovitico) que pasaba a ser el gran enemigo a enfrentar (o destruir?).

    Restaba una cuestin muy dura: esta potencia totalitaria haba demostrado una superioridad no solo por la unin de su pueblo en contra

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    del rico y poderoso agresor, no solo de estra-tegia militar, no solo de disciplina militar y motivacin ideolgica y espiritual. Ella reve-lara tambin una capacidad excepcional de desarrollar sus fuerzas productivas, ya que no recibi ayuda de ninguno de sus aliados Ha-ba que dudar de su capacidad de desarrollar las fuerzas productivas que, segn la creencia dominante, continuaba en manos del llamado Occidente. No es aqu el lugar para narrar la debacle de esta propuesta estratgica. Ella intent detener la consolidacin de los reg-menes impuestos por las tropas soviticas en la Europa Occidental. Ella fracas en su in-tento de detener las ofensivas socialistas en el mundo, en Yugoslavia, en 1945, en China, en 1949, en Corea, en 1953, en Indochina (Viet-nam del Norte) en 1954, derrota que se con-solid sobre toda la regin (Vietnam del Sur, Laos y Camboya), en 1973, en Argelia en 1958, en Cuba, en 1961, en las colonias portuguesas en la dcada del 70, la presencia de las tropas cubanas en frica derrotando las fuerzas ar-madas de frica del Sur fuertemente apoyada por las naciones pro-occidentales.

    Ni nos cabe detallar aqu el avance cientfico y tecnolgico de la URSS que lanz la huma-nidad al Cosmos cambiando radicalmente el paradigma cientfico contemporneo. Esto permiti el surgimiento del concepto de re-volucin cientfico-tcnica que mostr con el excepcional estudio del socilogo checo Ra-dovan Richta que la hegemona de la ciencia sobre la tecnologa anunciaba un nuevo nivel de las fuerzas productivas que debe convertir-se en la base material de un nuevo modo de produccin: el comunista.

    Un pensamiento social ideolgicamente com-prometido con la salvacin de un sistema so-cial decadente y una ideologa sobrepasada se volc entonces a la negacin de la existencia de una solucin radical para las contradiccio-nes presentadas por el capitalismo. El aumen-to exponencial de los excedentes generados por la actividad productiva contempornea lleva a la necesidad del capital de apoyarse en los monopolios y en la accin estatal cada vez ms amplia (un capitalismo de Estado que se

    convierte en la fuerza ms dinmica y nece-saria para dominar estos gigantescos sistemas socio-econmicos que forman las bases de la sociedad moderna).

    Lo ms dramtico no es solamente la orien-tacin que el capital tiene que dar a estos tremendos avances en la estructura del co-nocimiento y en los productos de ella deri-vados (con especial nfasis en el rol de los productos militares cuya funcin y eficiencia se mide concretamente por su capacidad de destruccin y en la necesidad de mantener un clima moral de confrontaciones cada vez ms sangrientas entre los individuos, las clases, los grupos sociales, las instituciones, los pueblos, las etnias, los gneros , etc.).

    Los desequilibrios generados por las polticas neoliberales abrieron camino a un gigantesco sistema financiero internacional sostenido por el gigantesco excedente econmico producido por las nuevas fuerzas productivas como las deudas pblicas de casi todas naciones capita-listas, todas ellas generadas por dficits fisca-les permanentes y crecientes, siempre cubier-tos por ttulos de deuda pblica cuyas tasas de inters varan de acuerdo con la capacidad poltica de los bancos centrales de justificar esta monstruosa e irracional poltica macro econmica.

    Este cuadro econmico no puede crearse y mantenerse sin la transferencia colosal de recursos excedentes (segn la ptica del sis-tema), creados por la revolucin cientfico-tcnica desde el sector productivo hacia un mundo econmico financiero completamente artificial. Esta transferencia es hecha directa o indirectamente por los Estados nacionales o incluso provinciales y locales. El capitalismo de Estado pasa a ser el sostn fundamental de este nuevo orden capitalista hegemonizado por el capital financiero. Esta contradiccin ms general lleva a que los hechos y las po-lticas pblicas contraren drsticamente los principios ideolgicos del pensamiento econ-mico dominante, disfrazado de ciencias exac-tas. Se produce as una a-sincrona estructu-

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    10.000 hacia el Sur

    Ennio Candotti

    Existe en la Amazonia una formidable mquina cientfica que no valoriza-mos. Es equivalente a la del CERN de Ginebra que revel secretos profundos de la estructura de la materia.

    Los bosques, los ros, los acuferos, las culturas de la cuenca amaznica, que abarca ocho pases de Amrica del Sur, es un tremendo acelerador, es una po-derosa mquina que nos permitira des-cubrir los secretos de la biodiversidad de la naturaleza. Una selva exuberan-te que crece y se multiplica en suelos pobres!

    Hay mucho inters y se gasta mucha energa para conservar los bosques de la Amazonia, los ambientes biodiversos de Amrica del Sur, pero hay muy poco inters para entender lo que sucede en ese microcosmos, en la naturaleza. Es como si estuviramos frente a las gala-xias del firmamento y no buscsemos entender lo que pasa en el corazn de las estrellas.

    Las organizaciones internacionales quieren que nosotros conservemos la

    ral entre las construcciones tericas e ideolgicas y las prcticas sociales.

    Para superar esta contra-diccin se hace necesaria una nueva poltica pblica y sobre todo una alerta entre las varias fuerzas sociales que despertarn de su sue-o reformista para lanzarse a la gran transformacin econmica (automatizacin y bajas jornadas de traba-jo), social (construccin de una nueva subjetividad basada en la solidaridad hu-mana) y poltica (respecto al verdadero sentido de la democracia: gobierno del pueblo y para el pueblo; participacin no solamen-te electoral sino tambin en las tareas legislativas y ejecutivas). Todo esto su-pone sin embargo un pero-do histrico que combine el control del Estado sobre el proceso productivo al servi-cio de las grandes mayoras sociales, la combinacin del capitalismo de Estado con la democracia en la gestin de las empresas y las for-mas colectivas de produc-cin y prestacin de servi-cios (economa social). Las fuerzas productivas con-temporneas no solamente estn listas para este nuevo rgimen socio econmico sino que lo exigen.

    Theotonio Dos Santos es profesor visitante de la UERJ, Profesor

    emrito de la UFF, Presidente de la

    REGGEN, Premio Mundial de Economa Marxiana

    de 2013 (WAPE).

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    plo, para estudiar la Amazonia, no tenemos un fondo administrado por los ocho pases que pueda poner 300, 500 millones de dlares para promover las investigaciones necesarias para conocer sus secretos.

    Y dnde vamos a buscar este dinero? Yo creo que hay muchsimos grandes proyectos de donde se puede sacar algn presupuesto para nuestros proyectos cientficos. Por ejemplo, por debajo de la Amazonia, que conocemos por sus bosques y ros, hay un acufero que de Brasil llega a Colombia, Ecuador, Per, Bolivia, inmenso, a 200, 500 metros de profundidad. Hay ms agua en el subsuelo que en la super-ficie.

    Poco se conoce, poco se sabe de este acufero, y poco se explota para beneficio del pueblo que habita la zona. Hay gente que muere de enfermedades transmitidas por el agua de su-perficie, que es abundante pero contamina-da, y que vive sobre un inmenso reservorio de agua potable.

    Cmo es posible que no encontremos los 100 millones de dlares necesarios para estudiar este tesoro natural que adems de proveer agua potable, puede revelarnos aspectos de los climas de la regin y de nuestro planeta?

    Es un ejemplo, hay otros tan o ms impor-tantes; deberamos convocar una conferen-cia para tratar sobre los grandes desafos que Amrica del Sur propone a la ciencia. Y resol-ver la cuestin de cmo financiar los estudios necesarios para transformar estos tesoros en riqueza de valor social.

    Poner la juventud en circulacin!

    Los clrigos del ambiente quieren hacer de la Amazonia un gran santuario donde se conser-ven las aguas y la selva. En una conferencia internacional yo escuch decir: Ustedes con-serven la Amazonia, que las investigaciones, protegidas por las leyes de la propiedad inte-lectual, para entender lo que sucede all, las hacemos en Londres, New York, en Pars.

    Amazonia y los ecosistemas naturales. Y no-sotros permanecemos inertes, paralizados por la complejidad de la tarea y los malos conse-jos. No hacemos lo que ellos, en Europa y Es-tados Unidos, hacen, utilizando ampliamente el conocimiento para dominar la economa del mundo.

    No sabemos hacer una hoja, que es una tre-menda mquina de conversin de energa so-lar en nutrientes para los rboles. Para ha-cer una hoja se necesitara de cooperacin internacional, de mucha ciencia, y sobre todo necesitamos de gente que se quiera dedicar a la investigacin cientfica en los ambientes naturales.

    Hay otra cosa que creo es importante decir: estamos discutiendo la cooperacin cientfica y la ciencia en Amrica del Sur. La ciencia en Amrica del Sur tiene ms de 100 aos de cooperacin. En 1906, en Ro de Janeiro, se realiz una primera conferencia dedicada a la cooperacin cientfica y esa cooperacin pro-gres en los ltimos 100 aos, particularmen-te en los tiempos de las dictaduras.

    Es muy interesante observar cmo en los tiem-pos de las dictaduras, el exilio de cientficos de un pas a otro fertiliz el intercambio de conocimientos y de ciencias. Brasileos fue-ron a Venezuela, argentinos vinieron a Brasil, fue una poca en que la cooperacin naca y creca en el vientre de la tierra, una tierra subyugada por las dictaduras militares. Se formaban jvenes, se fertilizaban ideas.

    Ahora existe una amplia cooperacin, que funciona informalmente. Miles de cientficos, acadmicos, especialistas de salud pblica, viajan todos los aos a diferentes pases de Su-ramrica, realizan investigaciones cientficas, cooperan. Pero nosotros an no creamos una institucin para multiplicar este intercambio.

    Nosotros no tenemos una fundacin que finan-cie, un instituto que sea capaz de promover la cooperacin cientfica, promover la ciencia de inters comn a diferentes pases. Por ejem-

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    No, mis amigos, les respond! Ustedes ven-gan aqu a la Amazonia y pasen unos meses en la selva, y si no se pierden, y sobreviven ms de tres das, les daremos como premio un vaso de agua, si no, vuelvan a su tierra porque no-sotros necesitamos de gente que sepa caminar por la floresta y nos ayude a entender, a hacer las hojas, y no solo a conservar los arboles. De clrigos conservadores tenemos suficientes, y de nuestra produccin.

    Entonces, cmo encontrar el dinero? Todos los das vemos en los peridicos 2000 millones para el gaseoducto de Caracas a Recife, etc. 5000 millones para la hidroelctrica tal, bue-no, son importantes pero nosotros necesita-mos de un cerebroducto que conecte nuestros pases amaznicos, no solo de un gasoducto.

    Para hacer un cerebroducto necesitamos de 2% de lo que ustedes gastan en el gasoducto, 2% de los presupuestos de las hidroelctricas que ocupan los pases de la regin, Bolivia, Per, Brasil, etc. Dos por ciento de las carreteras que unen el Pacfico al Atlntico.

    Bueno, con dos por ciento de todo eso, hace-mos unos 400 o 500 millones de dlares que pueden financiar, s, la cooperacin regional y hacer que los secretos de la inmensa biblio-teca natural de Amrica del Sur, de Amazonia, puedan ser revelados y estudiados por nues-tros jvenes que tanto reclaman por ms es-pacio para el conocimiento.

    Observo que Chile vivi en estos meses un cambio de poltica Y sabemos que fue gracias a los estudiantes que salieron a las calles! Y salieron para qu? Para tener ms McDonalds en Santiago? No lo creo: lo hicieron para sa-ber, conocer ms. Ellos y los estudiantes de Per, de Venezuela, de Brasil, de Colombia, de Argentina, quieren conocer ms. Si noso-tros no somos capaces de darles la oportuni-dad de conocer, ellos la tomarn.

    No podemos responder a ellos mostrando los tmidos intentos de crear un Mercosur que in-siste en el comercio de vinos y quesos, coches

    y refrigeradores. Es un proyecto pequeo, en las ideas y propsitos, para responder a los ideales de los jvenes. Una juventud que est reclamando por ms conocimiento.

    Para concluir, propongo, que ofrezcamos a 10.000 estudiantes de Suramrica la posibi-lidad de circular por Suramrica. Debemos crear los instrumentos para dar 10.000 becas a estudiantes chilenos, brasileos, argentinos, colombianos, venezolanos, para que circulen, que vengan a Brasil a estudiar, que los brasi-leos vayan a Chile a aprender con los chicos y maestros chilenos. Debemos poner la juven-tud en circulacin!

    Crear diez mil becas no es un problema com-plejo. Brasil cre un programa Ciencia sin Fronteras de 70.000 becas o ms, para hacer que los estudiantes brasileos viajen a Euro-pa, a Estados Unidos, a estudiar ingeniera y ciencias exactas. Yo propongo que 20% de es-tas becas, 10.000, sean destinadas a estudian-tes que busquen conocimiento en los pases de Amrica del Sur, viajen para estudiar en Bue-nos Aires, en Santiago, en Bogot, conozcan Bolivia, Venezuela.

    Es muy importante que se produzca esa circu-lacin para el cerebroducto. La integracin cientfica y cultural en Amrica del Sur es es-tratgica y no puede tardar.

    Es necesario que los jvenes de los pases de Amrica del Sur recuperen el ideal de inte-gracin de Amrica Latina y de Suramrica, que tanto influenci nuestra generacin en los aos 60 y 70.

    Son ellos quienes deben escribir las nuevas pgi-nas de la historia de Amrica del Sur. Recin lo empezaron en Chile. Que viva Amrica Lati-na! no es un mote del pasado, no es solo como dice el tango una luz de almacn, es un ideal aun muy vivo, y los ideales, sabemos, mueven las montaas que necesitamos mover.

    Ennio Candotti es Director del Museo de Amazonia Musa, Manaus.

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    La colaboracin cientfica en el marco de la

    estrategia internacional para el desarrollo

    Alberto Santoro

    Este artculo se refiere a la colaboracin internacional cientfica como estrategia de adquisicin de conocimientos tcnicos y cientficos para el desarrollo de los pueblos, y como un factor que contribuye a la paz.

    La construccin de la Organizacin Europea para la Investigacin Nuclear (ms conocida como CERN) puso en marcha una prctica que ha sido extremadamente productiva y ligada a la realidad socio-econmica de los pases que colaboran en este proyecto. Me centrar en el CERN por ser la organizacin que vive la co-laboracin internacional desde su creacin.

    Las investigaciones de punta, como aquella en la Fsica experimental de Altas Energas reali-zada en el CERN, exigen una actividad multi-disciplinaria frecuente. Vamos a explicar por qu y cmo.

    Proyecto colaborativo

    En qu se diferencia esta rea de la ciencia de las otras? La gran diferencia es la concen-tracin de intereses. Por lo tanto, esta es la primera diferencia: la concentracin de es-fuerzos en un solo laboratorio a nivel mundial, con un propsito de comn inters. Esto hace que la investigacin sea ms econmica y ms interesante desde el punto de vista social, cuando tenemos la oportunidad de interactuar con muchas culturas diferentes.

    Este es el caso de los experimentos del Gran Colisionador de Hadrones (en ingls Large Ha-dron Collider, LHC). Recientemente, en el CERN, dos experimentos descubrieron el Bo-sn de Higgs, reconocido con el Premio Nobel de Fsica del ao 2013. Este descubrimiento viene al encuentro de una de las mayores cu-riosidades del hombre: cul es el origen de la masa de las partculas elementales.

    Un experimento en Fsica de Altas Energas co-mienza con una idea, y tarda mucho tiempo antes de que podamos realizarla. Es necesa-rio investigar las posibilidades y construir una colaboracin.

    As fue como las ideas y el trabajo del Premio Nobel del ao 2013 tard 50 aos en llegar al punto de observacin del objeto propuesto en la teora.

    Y fue principalmente una consecuencia del hecho de que el CERN puso a disposicin de la comunidad cientfica el LHC por medio de una intensa colaboracin internacional de la que muchos pases tomaron parte activa para construir el mayor acelerador de partculas del mundo. Este gran dispositivo es de 27 km de largo y se encuentra a 100 metros bajo tie-rra. En su interior se instalaron cuatro gran-des detectores de partculas (LHCb, ALICE, ATLAS y el CMS).

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    Para construir el acelerador, fue necesario inventar imanes superconductores para man-tener las partculas en rbita. Fue necesario sustituir los viejos cables por fibras pticas que llevaran las seales de un lado a otro y as trabajar con la fotnica. En informtica se cambiaron viejos programas, lenguajes y mquinas por una nueva estructura de compu-tacin, la GRID.

    Pero de cada tecnologa inventada surga una aplicacin, la instrumentacin mdica e in-dustrial.

    Para completar el proceso fue necesario mo-vilizar industrias de todo tipo. Fue necesario movilizar a los pases que decidieron integrar el complejo del proyecto CERN. Se fabricaron mquinas especiales bajo pedido para realizar en cada parte del proyecto un trabajo espec-fico. As, poco a poco se fue integrando a las actividades cientficas todo el complejo social que involucra Industria, Ciencia y Tecnologa. Esta interrelacin cre una economa rentable para cada pas con un alto retorno de sus in-versiones en el CERN. Este proceso tambin ocurri en los Estados Unidos. Y surgieron industrias nuevas creadas por fsicos que la-boraban en los Experimentos de Altas Tecno-logas, entre ellas Le Croy, una industria de la electrnica modular, que fue fundada por dos fsicos de Altas Energas en los Estados Unidos, y, en Europa, la CAEN. Y esto tuvo un gran impacto en la modernizacin de las industrias. Tambin se cre una industria de aceleradores de partculas para diversos fines industriales, mdicos, etc.

    Fue la colaboracin internacional la que via-biliz estas ideas. No fueron actitudes bene-volentes, sino la necesidad de avanzar en la ciencia, lo que puso la colaboracin y la coo-peracin internacional en el orden del da. Como organizacin, es de hecho un ejemplo para el mundo. Cmo tantos pases conviven sin mayores conflictos. Asociarse es el camino. Es necesario crear las condiciones internas para que podamos participar en las colabora-ciones internacionales en el CERN.

    Cooperar para la paz

    Recientemente, Luciano Maiani, ex director del CERN, tuvo dos iniciativas que favorecen a los fsicos de Amrica Latina: el proyecto He-len (High Energy Physics Latinamerican-Euro-pean Network) con el que fue posible formar muchos fsicos hoy en da, doctores y muchos ingenieros, abriendo muy buenas oportunida-des para Amrica Latina. Maiani posterior-mente consigui en la Comunidad Europea otro proyecto, el E-PLANET (European Particle Physics Latin American Network) que tiene el mismo propsito, pero con ms restricciones.

    Un acuerdo con el CERN, desde mi punto de vista, tiene que servir para aprovechar los la-boratorios brasileos en primer lugar, creando la posibilidad real de llevar a cabo en nuestros pases proyectos ms ambiciosos con gente capacitada en experimentos en el CERN. No hay duda de que esta puerta abierta es una oportunidad que la UNASUR debera liderar y llevar adelante como proyecto. Es sta una oportunidad de crear competencia propia y formar los recursos humanos escasos que hoy padecemos.

    En esta sistemtica de invenciones de nuevas tecnologas para la observacin de partculas hasta ahora no observadas, un gran hombre invent la mayora de los detectores de part-culas. Este hombre fue George Charpak, tam-bin Premio Nobel de Fsica de 1992 (http://en.wikipedia.org/wiki/Georges_Charpak). El aplic las mismas tecnologas de deteccin de partcu-las a la Instrumentacin Mdica. Y as fue que invent muchos de los instrumentos utilizados en los hospitales en el mundo entero.

    El acelerador de partculas, inventado en su origen para experimentos cientficos, hoy se usa para el tratamiento del cncer, con fines in-dustriales, para la conservacin de alimentos, la ecologa y muchas otras aplicaciones. Exis-ten importantes proyectos en Europa y Estados Unidos. Otro derivado de la Fsica Experimen-tal de Altas Energas, la WWW, fue inventado por el grupo de Tim Berners Lee en el CERN,

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    para resolver los problemas de los fsicos que trabajaban en la colaboracin internacional, y necesitaban de comunicacin y transferencia de datos rpida. No hay precedentes en la his-toria de la comunicacin humana.

    El LHC, el mayor acelerador de partculas jams construido, tard 10 aos en ser cons-truido. El costo total fue de 1.300 millones de francos suizos (unos US$ 1.400 millones), con inversiones compartidas por 14 pases, lo que significa 93 millones/pas, divididos en 10 aos. Esto significa que fueron 9,3 millones de francos suizos por pas y por ao. Hubo aportaciones de Estados Unidos, China, Japn y Rusia. Esta cantidad no es una suma que haya causado algn problema en la economa de los pases que participaron en la construc-cin del LHC. Al contrario, estos pases fueron los proveedores de materiales, equipos, con-tratos de construccin, etc. dando oportuni-dad para el desarrollo de diversas industrias. Por lo tanto, la inversin interna en cada pas permite el desarrollo. El CERN es una orga-nizacin mundial en la que conviven muchas culturas y donde todo se comparte, inclusive las glorias.

    Me gustara dejar bien claro que lo importan-te es que podemos ejercer nuestra sobera-na, sea poltica, sea en todas las actividades humanas. Colaborar, cooperar, son metas de cualquier pueblo que desea la paz. Fuimos muy lejos en el desarrollo de las tecnologas de la destruccin, pero no tan lejos en el de-sarrollo de tecnologas para la paz.

    Cuando mencionamos la colaboracin inter-nacional como estrategia de desarrollo, nos referimos a lo que ya sucede en gran parte del mundo en una actividad cientfica como la del CERN. All se practica la investigacin cientfica con la colaboracin internacional.

    Es una mezcla de las ms diversas culturas y donde hay una convivencia pacfica de los que all trabajan. Y a menudo son de dife-rentes pases que no conviven polticamente a nivel internacional. All, el hombre encontr un lugar donde se puede trabajar en conjun-to con otros pueblos sin los problemas de los conflictos existentes entre pases. Por qu no alimentar y priorizar cada vez ms estas actividades o al menos el modelo?

    La colaboracin internacional vale la pena cuando hay inters de ambas partes. De he-cho, slo se progresa si todas las partes estn interesadas. Esto es verdad para casi todas las actividades y las relaciones humanas.

    La ciencia no debe ser considerada un lujo y un privilegio de unos pocos. Debemos pensar en acciones para lograr que los pases fortalez-can su participacin en la ciencia, inyectando fondos que lleven al desarrollo y estimulen el orgullo de los pueblos por la participacin en la colaboracin internacional.

    El CERN es tambin una experiencia exitosa de organizacin social. No es una tarea f-cil cuando, en un solo experimento, tenemos 3.800 cientficos de 50 pases y 150 institu-ciones. Aqu, en este punto tambin tenemos que aprender. La democracia no anula la me-ritocracia. Esta es una cuestin fundamental, y poco observada en algunos pases donde la carrera poltica se superpone al mrito en los crculos cientficos. Todos, en una colabora-cin internacional, tienen derechos y obliga-ciones. (Traduccin ALAI).

    Alberto Santoro, fsico de altas energas, Universidad del Estado de Rio de Janeiro

    -UERJ-.

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    Investigacin, educacin y biotecnologa para la salud

    Un modelo para proyectos en red en UNASUR

    Wilson Savino

    Uno de los retos para el desarrollo de la ciencia, la tecnologa y la innovacin en el mbito de la UNASUR es proporcionar las con-diciones ptimas para que podamos generar conocimiento cientfico, difundir tal conoci-miento, y formar recursos humanos de calidad en la propia regin.

    Parece fuera de duda que uno de los modelos que deber ser aplicado es el trabajo en red, con caractersticas de interdisciplinariedad y participacin de las instituciones de los dife-rentes pases miembros de la UNASUR.

    En materia de salud, hay que dar prioridad a la formacin de redes que se propongan in-vestigar temas y formar a jvenes maestros y doctores con experticia que permita abordar y solucionar problemas de salud inherentes a la regin.

    Una iniciativa actualmente en desarrollo, y que puede ser vista como modelo a ser utiliza-do, es el Proyecto de Investigacin, Educacin y Biotecnologa para la Salud. Este proyecto se desarrolla en el mbito del Mercosur, gra-cias a la financiacin del FOCEM (Fondo para la Convergencia Estructural del MERCOSUR), por tanto, ya desde su creacin, se forj ideo-lgicamente en una perspectiva de reducir las desigualdades entre los pases del Mercosur. En la fase inicial del proyecto participan las siguientes instituciones de los pases del Mer-cosur: la Fundacin Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Brasil; el Instituto Pasteur de Montevideo, Uruguay; el Instituto de Biomedicina CONICET / Max- Planck de Argentina, mientras que Pa-raguay est representado por un consorcio in-tegrado por el Laboratorio Central de Salud

    Pblica y los centros asociados: el Instituto de Investigacin en Ciencias de la Salud y el Cen-tro para el Desarrollo de la Investigacin Cien-tfica. Estas instituciones se juntaron para de-sarrollar un ambicioso proyecto que ya tiene sus tres primeros aos de existencia.

    El proyecto fue postulado por el FOCEM en su programa de desarrollo de la competitividad, y pretende ser una herramienta de interaccin y complementacin en el marco de las institu-ciones en el Mercosur. Comenz a mediados de 2012, tras una serie de evaluaciones tc-nicas y negociaciones polticas, que en Brasil involucraron a los ministerios de Salud, Cien-cia, Tecnologa e Innovacin, y de Relaciones Exteriores.

    Como indica el nombre del proyecto, hay tres pilares fundamentales: la generacin de co-nocimiento cientfico sobre temticas de in-ters para la salud de los pases involucrados, la formacin de recursos humanos, inclui-da la movilidad de los jvenes estudiantes y postdoctorados, la creacin de espacios para la innovacin, en particular con la generacin de productos de naturaleza biotecnolgica, para uso en la salud.

    En trminos presupuestarios, este proyecto contar con un aporte de fondos del FOCEM / Mercosur del orden de siete millones de dla-res para tres aos. Siguiendo la lgica de la convergencia estructural, los recursos vienen siendo distribuidos de manera no equitativa, tratando de reducir la desigualdad entre los pases. En este sentido, Paraguay es el pas que ha recibido y recibir la cantidad ms im-portante de recursos.

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    Teniendo en cuenta los cambios en los esce-narios de la morbilidad en los pases del Mer-cosur, el enfoque tcnico del proyecto incluye los temas centrales de las enfermedades cr-nicas y el envejecimiento, ya sean de origen infeccioso, neurodegenerativas o cardiovascu-lares. En este sentido, pretendemos integrar la formacin de recursos humanos a la genera-cin de conocimiento cientfico.

    Asimismo, nos parece esencial difundir el co-nocimiento generado, proveyendo la mayor capilaridad posible, no slo a los crculos cien-tficos, sino tambin al pblico en general. Una pgina web sobre el proyecto ya est en funcionamiento (http://www.focem-investigacion.org.py).

    Aunque filosficamente podamos cuestionar si el conocimiento cientfico con innovacin deba ser distribuido para su utilizacin por la sociedad, es importante que, en el mbito del proyecto, dicho conocimiento pueda ser valo-rizado en trminos de proteccin intelectual.

    Desde el punto de vista estructural, uno de los objetivos es el desarrollo de laboratorios de excelencia en cuatro pases, y en ese sentido, en particular las instituciones paraguayas re-ciben un financiamiento importante.

    Movilidad de estudiantes y transferencia tecnolgica

    En el proceso de formacin de los recursos humanos, uno de los aspectos importantes es el de la movilidad de los estudiantes. La es-tructuracin de una red de plataformas tec-nolgicas en los diversos centros de excelen-cia, es una de las estrategias que permitir la movilidad de los jvenes entre los pases, ya sea para las etapas especficas de forma-cin o para cursos de corta duracin. En 2013, se realiz un curso en el Instituto Pasteur de Montevideo sobre la biologa estructural y bioinformtica.

    Por otra parte, despus de los tres primeros aos del proyecto, pretendemos tener estruc-

    turado un programa de doctorado en medicina molecular, lo que permitir una mejor estruc-turacin de la formacin de los recursos hu-manos en la regin a travs de la movilidad docente, y especialmente, de la movilidad de los estudiantes.

    Cabe aqu un comentario de algo que an co-nocemos poco, aunque ya tenemos compe-tencia instalada, por lo menos en el rea de la biotecnologa para la salud; competencia perfectamente competitiva con cualquier la-boratorio de excelencia, aunque todava no tenemos el hbito de priorizar. De hecho, an tenemos la tendencia a buscar preferente-mente a los laboratorios y centros de inves-tigacin en el hemisferio Norte, lo que no es absolutamente necesario, desde un punto de vista tecnolgico, a pesar de que puede ser relevante en otros aspectos, pero no desde un punto de vista tecnolgico.

    En cuanto a la cuestin de la transferencia de tecnologa, se cre recientemente un espa-cio de innovacin tecnolgica en el Instituto Pasteur de Montevideo. Adems de eso, los trabajos para la creacin del Centro para el Desarrollo Tecnolgico en Salud estn avanza-dos, y este centro debe estar operativo en los prximos 12 meses. Una vez que los espacios de innovacin estn funcionando, las diferen-tes instituciones se beneficiarn y se incen-tivar la implantacin de spin- offs en reas especficamente asignadas para este fin.

    Si por un lado, el envejecimiento y las enfer-medades crnico-degenerativas se correspon-den a un cierto grado de focalizacin en los diversos grandes temas de la salud, por otro lado, en trminos de generacin de conoci-miento integrado, nos parece importante fo-calizar an ms. Uno de los temas es la bs-queda de marcadores biolgicos, sean ellos de diagnstico y/o pronstico. Uno de los ma-lestares de relevancia social y econmica de los cuatro pases es la distrofia muscular de Duchenne (DMD ), una enfermedad gentica, ligada al cromosoma X , causada por una mu-tacin en el gen que codifica la protena dis-

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    trofina, y que afecta a 1 de cada 3.500 nios nacidos vivos. Hasta el momento, no existe cura para esta enfermedad, y la esperanza de vida no supera la tercera dcada de vida, lo que implica costos sig-nificativos en el sistema de salud de cada pas. El DMD representa tambin un problema social para toda la familia de cada paciente. Los datos ya obtenidos por los in-vestigadores de Fiocruz demues-tran la posibilidad de definir un marcador sanguneo para la pro-gresin rpida de la enfermedad. En consecuencia, en 2014, habr una formacin especfica destina-da a la realizacin de un estudio multicntrico realizado en los cua-tro pases, y que deber iniciarse en 2014. No hace falta decir que este estudio, en particular, no slo permitir la generacin de cono-cimiento cientfico para la regin, sino que tambin ser importante para el diseo de estrategias de trabajo en red, en trminos de los ejes mencionados anteriormente.

    Tambin para 2014 debemos llevar a cabo una decena de cursos, ade-ms de la formacin especfica en los cuatro pases.

    En conclusin, estamos convencidos de que, efectivamente, podemos pensar en programas de estructura-cin para la generacin de conoci-miento cientfico, la formacin de los recursos humanos y la movilidad regional en Amrica del Sur, esta estrategia sin duda beneficiar a la regin de los pases de la UNASUR, y los har cada vez ms independien-tes. (Traduccin ALAI)

    Wilson Savino es Director del Instituto Oswaldo Cruz,

    Fundao Oswaldo Cruz, Rio de Janeiro, Brasil.

    Un reto para la integracin latinoamericana y caribea:

    La propiedad intelectual

    Lillian lvarez

    Los procesos asociados a la integracin de Am-rica Latina y el Caribe, deben abarcar necesa-riamente mltiples mbitos (social, econmico, cultural, cientfico, entre otros) y proponerse como objetivo superior la creacin de una comu-nidad.

    El ensayista venezolano Luis Britto enfatiza en que la clave del problema es bajo qu signo se in-tegran nuestros pueblos: el de la fraternidad o el del coloniaje. Del segundo modelo integrador son ejemplos la Doctrina Monroe, la filosofa del Destino Manifiesto, el Panamericanismo, el ALCA. Segn Britto,

    As como el proyecto ms generalizado y persistente de Nuestra Amrica es el de in-tegrarse, el plan ms continuo de la Am-rica Anglosajona es el de compactarnos como un bloque econmico, social, polti-co, estratgico, y cultural, reservado para su dominacin. Para ejercer a plenitud su hegemona sobre el mundo, Estados Unidos necesita homogeneizarnos bajo una domi-nacin que le permita aduearse casi en exclusiva de nuestros recursos naturales, nuestra fuerza laboral nuestros Estados, ejrcitos y nuestra creacin cultural1.

    La denominacin propiedad intelectual abarca una serie de derechos que tienen por objeto los llamados bienes inmateriales: el derecho de autor, que se refiere a las obras literarias, mu-

    1 Britto, Luis, Amrica Nuestra Integracin y Revolu-cin Tomo II Superestructuras de a conciencia, Fondo Cultural del ALBA, 2009.

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    sicales, artsticas, fotogrficas, audiovisuales y otras; y la propiedad industrial, que alude a patentes, derechos sobre dibujos industriales, marcas, nombres y lemas comerciales, indi-caciones geogrficas, variedades vegetales y otros. El propio reconocimiento de esta dis-ciplina implica un concepto errneo, pues no repara en las notorias diferencias del objeto de esta materia con respecto a lo que se defi-ne como propiedad y dota a los mencionados derechos de atributos propios de las mercan-cas.

    Esta disciplina aparece como parte de las ne-gociaciones comerciales en los Acuerdos sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad In-telectual relacionados con el Comercio (ADPIC o TRIPS), que surgen del Acuerdo de Marrakech constitutivo de la OMC. Como consecuencia, los pases interesados en pertenecer a esta naciente organizacin deban aceptar como estndares mnimos de proteccin para los ti-tulares de derechos, los establecidos en estos acuerdos. Pero los ADPIC fueron concebidos por el Comit de Propiedad Intelectual CPI2 de EE.UU. y asociaciones industriales de Japn y Europa y fueron reflejo de sus puntos de vista e intereses.

    Convendra entonces recordar de qu lado es-tn los pases de Amrica Latina y del Caribe en cuanto a la propiedad intelectual: si estn del lado de los que generan derechos y son, por tanto, dueos del conocimiento y de la llamada alta tecnologa, o si estn del lado de los consumidores, obligados por tanto, a pagar por el acceso a los mismos.

    Es conocida la ancdota de que la hoy multi-millonaria industria del cine de Hollywood fue construida por aquellos creadores y directores que emigraron desde la costa este a California a principios del siglo XX a fin de escapar del frreo control que sobre las patentes otorga-

    2 El CPI es una coalicin formada por trece des-tacadas empresas estadounidenses : Bristol Myers, Dupont, General Electric, General Motors, Hewlett Packard, IBM, Johnson and Johnson, Merck, Monsan-to, Pfizer, Rockwell y Warner.

    das ejerca Thomas Edison. Casos similares ocurrieron a propsito del desarrollo de la ra-dio y de la msica grabada.

    El reconocido intelectual norteamericano Noam Chomsky, explicaba en una entrevista a La Jornada3 cmo los britnicos protegieron sus industrias y emplearon tecnologas roba-das esencialmente a la India para desarrollar su imperio; y cmo, ms tarde, Estados Unidos tambin lo hizo al apropiarse de la tecnologa de los ingleses. Algo similar hicieron Alema-nia, Francia y Japn, y ms recientemente los llamados tigres asiticos. El proteccionismo fue un elemento crucial, casi sin excepcin, en el avance de todos los modelos ms exitosos del primer mundo. Con respecto a los ADPIC, Chomsky expona cmo ahora estas propuestas obligan a respetar las patentes de medicamen-tos y alta tecnologa de Estados Unidos y otros pases desarrollados, pero evitan que los pases pobres hagan justamente lo que ellos hicieron para llegar a ser lo que son hoy.

    Ningn pas puede superar los obstculos del subdesarrollo a travs de acuerdos diseados por y para las grandes corporaciones de los pases del primer mundo. Al asumirlos, que-dan obligados como mnimo a reconocer y a respetar tales reglas del juego y a pagar por acceder al conocimiento y a la tecnologa de avanzada. Se trata de un esquema perfecto para extender la fuerza de los monopolios ya creados y perpetuar las asimetras existentes. Y en concordancia perfecta con el modelo neoliberal, estos acuerdos exigen adems a los dbiles gobiernos nacionales que acten con fuerza en caso de violaciones.

    Soberana legislativa

    Otro aspecto a tener en cuenta sera el grado real de soberana que tienen los pases de la regin para definir sus propias legislaciones de propiedad intelectual. El engranaje de las

    3 Chomsky: en la OMC, libertinaje para ricos, Jim Cason y David Brooks , La Jornada, 8-9-2003 http://www.jornada.unam.mx/2003/09/08/026n2eco.php?origen=index.html&fly=2

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    normas de esta disciplina, tiene sus orgenes en los finales del siglo XIX, cuando las ex co-lonias calcaron de sus antiguas metrpolis sus sistemas de proteccin, a veces palabra por palabra. De esa manera, las normas de las na-cientes naciones formalmente independientes fueron muy similares a aquellas que las do-minaron, aun cuando eran muy diferentes sus necesidades. Esta similitud ha permanecido hasta nuestros das y en 1995, los Acuerdos so-bre los ADPIC fortalecieron esta deformacin. Pero en esa fecha Internet y las nuevas tecno-logas de la informacin no haban tenido sufi-ciente desarrollo y su aparicin hizo nacer r-pidamente nuevos requerimientos. Ante este nuevo panorama y dudas y reticencias de los pases subdesarrollados expresadas en algunos foros multilaterales, las naciones ms ricas adoptaron la estrategia de diversificar los es-cenarios de su rea de influencia, lase OMPI, OMC, UNESCO, y hacer nfasis en los espacios regionales y bilaterales, a travs de acuerdos de diversos tipos4.

    Partiendo de la fracasada ALCA (que tuvo un extenso y controvertido acpite de propiedad intelectual) y pasando por los diferentes Trata-dos de Libre Comercio (como por ejemplo el de Amrica del Norte TLCAN, el Tratados de Libre Comercio EEUU-Colombia, el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamrica y Repblica Dominicana CAFTA) , los acuerdos regionales a la hechura del Acuerdo de Asocia-cin Transpacfico (TPP), los Tratados Bilatera-les de Inversin, o el tan cuestionado Acuer-do comercial anti-falsificacin (ACTA), u otros intentos anteriores como la Comunidad Andina de Naciones (CAN), se extiende un entramado de obligaciones que deja muy poco espacio al ejercicio de la soberana nacional a la hora de disear una poltica domstica en materia de propiedad intelectual aun cuando ha sido evi-dente que estos pactos contravienen o imposi-bilitan el cumplimiento de otras obligaciones. Tal es el caso de la relacin entre los ADPIC y los tratados internacionales de derechos huma-

    4 Los acuerdos que de algn modo incluyen aspec-tos de propiedad intelectual y que elevan los estn-dares de proteccin son conocidos como acuerdos ADPIC Plus.

    nos respecto al acceso a los medicamentos, o la relacin entre aquellos y la Convencin de la Diversidad Biolgica que obliga a los Estados a la conservacin de la diversidad, al uso sos-tenible de sus componentes y al reparto justo y equitativo de los beneficios que se deriven de la utilizacin de los recursos genticos y a la transferencia apropiada de las tecnologas.

    Constantemente son filtrados documentos en los que se pone de manifiesto las presiones a las que son sometidos los diferentes estados para lograr, no solo que se acepten las clu-sulas de propiedad intelectual de los tratados mencionados, sino la modificacin o adopcin de legislaciones nacionales especficas afines a sus aspiraciones5. Y por si quedara alguna duda, estn las emisiones anuales del llamado Informe Especial 301, que elabora el Repre-sentante de Comercio de los EE.UU en el que se evala y clasifica a los diferentes pases en funcin de la proteccin que brinda a la propiedad intelectual. Estos informes se han convertido en instrumento de burdo chantaje e intromisin respecto a los pases deudores y dependientes del Tercer Mundo.

    Qu integracin

    Volviendo entonces a las reflexiones de Luis Britto, lo ms importante sera determinar de qu integracin estamos hablando. El pro-yecto de integracin hegemnico neoliberal, como sabemos, estuvo a punto de salir victo-rioso el 1 de enero de 2005, fecha prevista para la entrada en vigencia del ALCA, pero fue derrotado por la movilizacin de los pueblos. Sera un buen ejercicio tomarlo como referen-cia y analizar qu puntos en comn tenia este proyecto neocolonial con las propuestas de ho-mogeneizacin de la Organizacin Mundial de Comercio y las de los TLC. Lo ms importante a destacar sera que estos acuerdos coinciden en fijar estndares mnimos de proteccin que

    5 Alvarez, Lillian; Julian Assange: sus aportes al debate sobre propiedad intelectual http://www.especieenpeligro.org/index.php/privatizacion-de-la-vida/1167-julian-assange-sus-aportes-al-debate-sobre-propiedad-intelectual

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    favorecen a los titulares de derechos que los pases miembros deben considerar a la hora de actualizar o modernizar sus legisla-ciones nacionales. O sea, puede otorgrsele mayores derechos a los dueos de estos, pero nunca menos. Estos postulados tienen detrs, en el caso de los acuerdos de los ADPIC , por solo citar un ejemplo, la fuerza coercitiva de los mecanismos de la OMC.

    Los acuerdos ADPIC y los llamados ADPIC plus se caracterizan ante todo por defender el Trato Nacional, con la desigualdad que encierra un trato igual a sujetos de muy diferente poder econmico (como puede ser una transnacio-nal con respecto a un pequeo agricultor); por crear nuevas reas u objetos de aplicacin de la propiedad intelectual, como, por ejemplo, la proteccin de las obtenciones vegetales (de conformidad con el modelo de la UPOV), de las seales de satlite codificadas portadoras de programas, de los nombres de dominio en Internet, entre otros; la ampliacin de los de-rechos en el entorno digital (de manera que se pone en peligro el ejercicio de las excepciones reconocidas en los tratados); por la obligacin de adoptar medidas eficaces y cada vez ms severas contra las infracciones de los derechos de propiedad intelectual, y tambin por la am-pliacin de la duracin de los mismos.

    Estos estndares mnimos tambin favorecen la apropiacin y monopolizacin de los pro-ductos derivados de la biodiversidad, con lo que se socava el derecho de las comunidades a su conocimiento tradicional y a su diversidad biolgica, limita o hace muy complejo el ejer-cicio del derecho de los pases a utilizar licen-cias obligatorias, la importacin paralela y las provisiones de uso pblico no comercial con el objetivo de garantizar el acceso a medicinas esenciales patentadas, algo que pone en grave peligro el derecho a la salud de los ciudadanos de los pases subdesarrollados e incorpora la compensacin a los titulares de derechos por la demora en la ampliacin del plazo de vigen-cia de la patente.

    En el caso de los derechos de autor, se han tra-

    ducido, ade