al ratito

3
“AL RATITO” En un pequeño pueblo había una niña llamada Sofía, la cual siempre soñaba con historias fantásticas. En lugar de hacer las tareas de la escuela, se la pasaba soñando cosas de princesas, príncipes, castillos y hadas. Un día, mientras Sofía veía una película en la televisión, su mamá le dijo: -Sofía, debes hacer tu tarea y, por favor, también ordena tu cuarto. No has hecho nada en todo el día, más que ver televisión. -Al ratito-dijo Sofía. Pero en lugar de hacerle caso a su mamá, decidió irse al parque. Sofía jugaba en el parque y comenzó a atardecer. Entonces pensó: “Debo de regresar antes que anochezca, pero…al ratito”. Y siguió jugando a que era una adivina que se subía a una alfombra voladora, cuando trepaba en el columpio, y que se deslizaba por el puente de un castillo, cuando se aventaba por la resbaladilla. Mientras Sofía jugaba, la oscuridad de la noche comenzó a envolverla, pero estaba tan divertida que no quería regresar, nunca se había divertido tanto. Tenía hambre y sabía que debía regresar a casa porque su mamá estaría preocupada, pero siempre pensaba…al ratito. La estaba pasando muy bien, cuando de pronto escuchó un fuerte aullido. Sofía volteó y vio unos grandes ojos amarillos que brillaban entre las ramas de un frondoso arbusto; Sofía comenzó a temblar de miedo, estaba a punto de salir corriendo cuando escuchó nuevamente el aullido. Puso más atención y se dio cuenta que era un perrito atorado entre las ramas. -¿Qué haces allí perrito? -Me quedé atrapado y no puedo salir-contestó el perrito. Sofía estaba verdaderamente sorprendida. Nunca antes había escuchado un perro que hablara. -¿Co… co…cómo pasó?- preguntó con asombro Sofía.

Upload: cristiilpzvqz

Post on 20-Dec-2015

217 views

Category:

Documents


3 download

DESCRIPTION

Breve cuento para los más pequeños que trata sobre las consecuencias de postergar las actividades.

TRANSCRIPT

Page 1: AL RATITO

“AL RATITO”

En un pequeño pueblo había una niña llamada Sofía, la cual siempre soñaba con historias fantásticas. En lugar de hacer las tareas de la escuela, se la pasaba soñando cosas de princesas, príncipes, castillos y hadas.Un día, mientras Sofía veía una película en la televisión, su mamá le dijo:

-Sofía, debes hacer tu tarea y, por favor, también ordena tu cuarto. No has hecho nada en todo el día, más que ver televisión.-Al ratito-dijo Sofía. Pero en lugar de hacerle caso a su mamá, decidió irse al parque.

Sofía jugaba en el parque y comenzó a atardecer. Entonces pensó: “Debo de regresar antes que anochezca, pero…al ratito”. Y siguió jugando a que era una adivina que se subía a una alfombra voladora, cuando trepaba en el columpio, y que se deslizaba por el puente de un castillo, cuando se aventaba por la resbaladilla.

Mientras Sofía jugaba, la oscuridad de la noche comenzó a envolverla, pero estaba tan divertida que no quería regresar, nunca se había divertido tanto. Tenía hambre y sabía que debía regresar a casa porque su mamá estaría preocupada, pero siempre pensaba…al ratito.

La estaba pasando muy bien, cuando de pronto escuchó un fuerte aullido. Sofía volteó y vio unos grandes ojos amarillos que brillaban entre las ramas de un frondoso arbusto; Sofía comenzó a temblar de miedo, estaba a punto de salir corriendo cuando escuchó nuevamente el aullido. Puso más atención y se dio cuenta que era un perrito atorado entre las ramas.

-¿Qué haces allí perrito?-Me quedé atrapado y no puedo salir-contestó el perrito.

Sofía estaba verdaderamente sorprendida. Nunca antes había escuchado un perro que hablara.

-¿Co… co…cómo pasó?- preguntó con asombro Sofía.-Quería atrapar una ardilla. Ella corrió hacia aquí y la quise seguir, pero como aún soy un cachorro, ahora no sé cómo salir. Por favor ayúdame y te prometo que siempre seré tu fiel amigo.

Sofía lo pensó un momento y dijo:

-Lo siento mucho cachorrito. Sé que debo ayudarte y lo voy a hacer, pero…al ratito.

Page 2: AL RATITO

Sofía nuevamente se puso a jugar. Dio maromas en el pasamanos, se subió en el volantín y pensaba que iba galopando acompañada de caballeros en un oscuro bosque.

Un rato más tarde, cuando se cansó de jugar, decidió ayudar al perrito. Con un poco de esfuerzo y paciencia comenzó a desramar y logró abrir una pequeña salida. El perrito estaba muy agradecido. Aunque Sofía había tardado en ayudarle, el perrito la seguía obedientemente por el camino de regreso a su casa.

Mientras caminaban, Sofía iba soñando que volvía a un castillo y, por lo oscuro de la calle, no vio una gran brecha y cayó en ella. Estaba muy asustada y lastimada, y le pidió ayuda al perrito para salir de allí.

El perrito, moviendo su rabito dijo:

-Lo siento mucho, pequeña Sofía. Sé que debo ayudarte y lo voy a hacer, pero… al ratito.

-Por favor, cachorrito-dijo ella-¿Podrías ayudarme ahora?

Sofía recordó con tristeza todas las veces que su mamá le había pedido que hiciera su tarea, ordenara su cuarto o la ayudara en los quehaceres de la casa, y cómo ella a todo contestaba “al ratito”. También pensó en cómo se habría sentido el cachorrito cuando ella le dijo que lo ayudaría más tarde.

Llorando le dijo al perrito:

-Cachorrito, te ofrezco disculpas por no haberte ayudado en el instante que me lo pediste, pero, por favor, ayúdame y te prometo que de ahora en adelante haré todo en el mismo momento que me lo pidan, en lugar de dejarlo “al ratito”.

El perrito ladró contento, se estiró lo más que pudo y, suavemente, con su hocico, asió el suéter de Sofía y la fue jalando hasta que ésta pudo salir.

Desde entonces Sofía y el perrito son los más grandes amigos. Ahora Sofía, después de terminar las tareas de la escuela y de su casa, y con el perrito de su mamá, sale con su perro a jugar al parque, y sigue divirtiéndose mucho, sobre todo cuando juega a sus historias fantásticas siendo la persona más obediente y ordenada que pueda haber.