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    EL MANUSCRITO LLABRESY EL TEATRO CASTELLANO DEL SIGLO XVI

    Una tarde, los mercaderes musulmanes de Sin Kaln me condujeron a unacasa de madera pintada, en la que vivan muchas personas. No se puede contar cmoera esa casa, que ms bien era un solo cuarto, con filas de alacenas o de balcones,unas encima de otras. En esas cavidades haba gente que coma y beba; y asimismoen el suelo, y asimismo en una terraza. Las personas de esa terraza tocaban el tamboy el lad, salvo unas quince o veinte (con mscaras color carmes) que rezaban,cantaban y dialogaban. Padecan prisiones, y nadie vea la crcel; cabalgaban, perono se perciba el caballo; combatan, pero las espadas eran de caa; moran y despuestaban de pie.

    Los actos de los locos dijo Farach exceden las previsiones del hombrecuerdo.

    No estaban locos tuvo que explicar Abulcsim. Estaban figurando, medijo un mercader, una historia.

    J. L. Borges, La busca de Averroes, El Aleph (1957).

    La problemtica del teatro peninsular primitivo se vio enriquecidaa comienzos de siglo, cuando Gabriel Llabrs public su artculo Repertorio

    de consuetas representadas en las iglesias de Mallorca s. XV y XVI),en la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, tomo V, 1901. El estadeficiente de este cdice, escrito en su mayor parte en cataln, hizo questas habituales representaciones fueran abordadas por pocos estudiosos. Slo Shoemaker, Curet y Daz-Plaja le dedicaron alguna atenciEste ltimo crtico, adems, anunciaba hace un par de aos una prximpublicacin del manuscrito1. poco de aparecer el artculo de Llabrs,Leo Rouanet al publicar su edicin del Cdice de autos viejos establecilas posibles correspondencias entre las dos colecciones, basndose solamente en los nombres de las obras. De estas aproximaciones slo haque rectificar la relacin de la consueta nm. 12, que, por no tener ttulo, Rouanet asoci errneamente con la muerte de Jacob (auto xxny, en cambio, est vinculada con el auto xx, sobre los desposorios de JoEn cuanto a las dos consuetas sobre Sant ristofol (nms. 32 y 33), no tienenninguna relacin con el auto xxvn. Los restantes paralelismos temtic

    1 WII.I.IAM HuiCHiNSON SHOEMAKER, The Llabrs manuscript and its castilians plays.en Hisp. Rcv., 1936, pp. 239-55. FRANCESC CURET, Historia del caire caala. Aedos, Barce-lona, 1967, p. 28. GUILLERMO DAZ-PLAJA, Soliloquio y coloquio. olas sobre lrica y teatro.Una aportacin al estudio de la tcnica escnica medieval (on thc Consueta del ReAsuero), Gredos. Madrid. 1968.

    AIH. Actas IV (1971). El Manuscrito Llabrs y el teatro castellano del siglo XVI. JOS AMCOLA

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    nos imponen la bsqueda de una conexin ms directa. Adems de lasesperables escenas tomadas del Nuevo Testamento, aparecen entre lostemas comunes del Antiguo, la historia del Hijo prdigo, la del ReyAsuero, la de Tobas, el Sacrificio de Isaac y los Desposorios deJos. stos dos ltimos episodios pudieron haber conseguido difusina causa de haber estado incluidos en las Lectiones y esponsoria de Sep-tuagsima, Sexagsima y Cuadragsima2. Pero, cmo se difundieronlos otros temas bblicos? Tal vez el hilo conductor est en la obrita cas-tellana del cdice mallorqu, la cuarta en el orden del manuscrito, unastira acadmica, nica obra profana dentro de la coleccin que, por ello,se distingue del resto como ocurre con el Entrems de las esteras del Cdicede autos viejos nm. xxxiv), y que contiene tambin la burla a la vanidadpor el estudio y al empleo de latines. Es evidente, pues, su semejanza conlas obras del llamado teatro de colegio, representado por los manus-critos que se hallan en la Real Academia de la Historia de Madri d, dela segunda mitad del siglo xvi, y que contienen burdos doctores, bachille-res o alcaldes puestos en ridculo. Siguiendo adelante con el rastreo detemas, encontramos que entre esas obras jesuticas de fuente bblicaexisten dos sobre el Hijo prdigo, una de ellas titulada Philautus deSevilla (1565), del padre Acevedo3. Por otro lado, en Salamanca, el Brcenseestren en 1568 una versin en latn, con la traduccin espaola, de Asuero4.Esto ltimo es muestra de en qu medida el teatro de colegio pudohaber sido uno de los agentes portadores del teatro humanstico5. Essabido que los colegios de jesutas estuvieron vinculados entre s el deBarcelona se haba fundado en 1545 y el de Mallorca en 1561 y quepor ellos pasaron los que se dedicaban al oficio de escribir. Llama la aten-

    cin, justamente, que muchos tpicos famosos de la primera mitad delsiglo XVII se encuentren esbozados en las obras de colegio del sigloanterior; as la Tragicomedia Tanisdorus por ejemplo, de Sevilla nm. 384de los Mss. de la Academia de la Historia) trata el encierro de un prncipe

    2 Cf. J. P. WICKERSHAM CRA W FORD, Spunish D rama befare Lope de Ve a, Filadelfia, 1937,Cap. VII.

    El hecho de que en Italia se difundieran los mismos temas un siglo antes en las sacrerappresentatione abre tambin la p osibilidad de que los autores castellanos y catalaneshayan podido inspirarse en esas solemnidades cf. ALESSANDRO D AN CO NA . Origini de lTeatro Italiuiw 2. a ed., Torino. 1891, Cap. XVI.

    Se encuentra en el tomo nm. 3X3 de la coleccin llamada de Corles, de la R. A. de laHistoria. Segn WICKERSHAM CRA WFORD, op. til., este es el tema predilecto del teatro decolegio.

    Dato proporcionado por RAYMOND LEONARD GRISMER. The Injluence of Pluutus in Spuinhefore Lope de Vega Hisp. lnst. in the U.S. A., Nueva York. 1944.

    ? La mejor definicin de teatro humanstico se halla en el libro de MARA R. LIDA DEVIALKIEL, La originalidad artstica de La Celestina , EU DE BA . 1961 . ln l rod . .

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    para evitar profecas com o anteceden te calderon iano), la Historia Fi-lerini Sevilla, 1587) contiene el germen del don Juan ; los alcaldesaldeanos se hallan en casi todos los entremeses de colegio,1 que culminan en la Eleccin de los alcaldes de Daganzo; la stira a las composicionesen esdrjulos aparecen en el entrems de Las oposiciones6 nm . 392 delos Mss. de la Academia de la Historia), estrenado en Alcal, retomadapor Cervantes en El coloquio de los perros y el comienzo del Quijote.Un el Triumphus circumcisionis Ms. nm . 384) se encuentran los elementossatricos de La hora de todos, de Quevedo..Aparte de estos rasgos temticos,encontramos en la coleccin de consuetas algunos elementos caractersticos del teatro de colegio: por ejemplo, la palabra interlocutores obra nm . 9) y el vocativo grancenat nm . 1 ); en la nm . 31 se menciona Apollo y en la 44 a Ephigenia y Egipo rey; en esta ltima obry en la nm. 45 se hallan, adems, trozos en latn.

    Creemos, pues, que no es por azar que el famoso Auto de la ovejaperdida, que segn Marcel Bataillon se represent en Valencia en 1557 ,se encuentre entre los mismos manuscritos existentes en la Academia

    de la Historia y que tambin se halle en el cdice que nos ocupa comoObra llamada la pastorella nm. 23). Son tambin refundiciones de Ti-nioneda las piezas castellanas nms. 24 (Aucto del nacimiento) y 25 (Deldescendimiento de la cruz), copiadas una tras otra en nuestro manuscrito.\ o\- ltimo, la pieza nm. 49, incompleta, es una traduccin catalanade la nm. 25 recin mencionada; cuyos escasos veinte versos muestranno slo la influencia de Timoneda, sino tambin la manera en que fcilmente poda pasar al cataln una obra castellana; parece ser, adems,la nica muestra de paralelismo literal7.

    Nos hemos referido ya a cuatro obras castellanas; la restante no ca-lalana es la nm. 3, Consueta o obra del santissimo nacimiento de uestro

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    seor jesuchristo llamada del peccador ada ptac in de la pieza de B artolomAparicio. Junto con la uno y dos tiene la particularidad de haber sidocopiada por Michaelis Pasqual en 1599, segn consta en la segunda piezaLa nica otra obra de la coleccin que lleva fecha es la nm. 9 y en ellafigura el ao 1598 tambin con abundantes rasgos castellanizantes). De-nominamos de manera amplia, entonces, de influencia castellana loselementos pasados a travs del teatro de colegio, de las refundicionesde Timoneda, de la adaptacin de la obra de Aparicio, o por vas msdifusas; pues estos mltiples caminos no siempre pueden deslindarse con

    nitidez.En tanto que el Cdice de autos viejos muestra adornadas cartulas,

    como corresponda a un libro, la presentacin de las 49 obras del Ma-nuscrito Llabrs, en cambio, indica que el cdice serva como gua olibreto; de all su abundante acotacin. El determinado orden con queestn copiadas las piezas, adems, nos hace aventurar la hiptesis de unasecuencia de cuatro aos de teatro alusivo a las festividades de la iglesiaen Mallorca, pues se suceden cuatro veces, aproximadamente, las Nativi-dades, las historias del Viejo Testamento y las escenas del ciclo pascual.Las series se eslabonan de la siguiente manera:

    Primer ao:Ordo Prophetarum

    NatividadesMagiDebates

    del Viejo Testa me nto 1.a serie)

    de la vida de Cristo Ciclo Pascual 1.a serie)

    Segundo ao:Ob ra teolgica 1.a serie)

    Natividad 2.a serie) del Viejo Testa me nto 2.a serie) Ciclo Pascual 2.a serie)

    Tercer ao: Vida de San tos 1.a serie) del Viejo Testa men to 3.a serie)

    Danza de la Muerte Natividad 3.a serie) Ciclo Pascual 3.a serie)

    N m e r o s :12, 3, 5, 67, 8 9), 10, 1112, 13, 14, 16

    15, 17, 1819-20. 21, 22

    23242627-28, 25

    29, 30 , 31 ,32,3334, 35363738-39, 41

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    El Ma nuscrito Llabrs

    Cuarto ao Obra teolgica (2.a serie) 40 Ciclo Pascual (4.a serie) 42-43, 49

    Vida de Santos (2.a serie) 44, 45, 46, 48 del Viejo Testamento (4.a serie) 47

    Como el manuscrito est incompleto, puede pensarse que en el cuartoperodo tambin existan Natividades, pero que no han sido copiadas.La nica pieza que no encaja en la liturgia es la ya mencionada obritasatrica (nm. 4). De esas 49 obras8 encontramos, pues, 13 de Pascua,9 acerca de vidas de santos, 8 sobre el nacimiento de Cristo, 8 con historiasdel Viejo Testamento, 7 con cierta inspiracin alegrica, 3 sobre la ju-ventud de Cristo y, finalmente, una stira de colegio. Mientras que enel Cdive de autos viejos predominan las piezas alegricas, en el cdicemallorqu hay una mayor conexin con la liturgia y, por lo tanto, pre-dominio de las obras pascuales. El elemento alegrico aparece todavacon mucha timidez. En esto, como en las siguientes caractersticas, senota que las obras fueron pensadas para representar dentro de la iglesiatienen, por ello, menor extensin, por lo general, que los autos viejos;en la mayora la msica y los cantos recuerdan las celebraciones religiosas;los personajes van alternando su intervencin de acuerdo a tonos decanto o recitado 9 alme laudes, eterne rerum, plant, pangelinguam, veni creator, etc.; est ausente el ingrediente cmico(salvo, quiz, en la nm. 14, del fill prodich, donde el padre llama a

    * Los n om bres son: 1, s. ttulo ; 2, Consueta p nit de nadal; 3, C. o obra del satissimonacimiento de tro sor jesuchristo llamada del peccador; 4. s. ttulo; 5, C. del pastorelle;6, C. de la natiuitat de jess Christ; 7, C. del tres reys de orient; 8, dem; 9 C. de latenta cio ; 10, C. de la represe tacio d e la tatac io q fouch feta a n ro sor. xpi; 11, C. del juy ;12, s. tt.; 13,. C. del fill p rod ich ; 14, dem ; 15, C. de la sam arita na ; 16, C. de su sanna ;17, C. de Latzer; 18, dem; 19, C. del ditjous sanct; 20, C. del divedres st.; 21. Coblesdel deuallement de la creu questa cada any en la seu de malorca; 22. C. de la resurectio dejesu xpo; 23, Obra llamada la pastorella; 24, Aucto del nacimiento; 25. Del descendi-miento de la cruz; 26, C. del sacrifici de q abram volia fer de son fill; 27, C. del ditjous st.;28. C. del divendres; 29 . rapresetatio de la uida de st. Feo.; 30, C. de st. or [x i]; 31 ,C. del glorioso st. iordi; 32. C. del glorios st. christofol; 33, C. del martirio de st. enrsto-fol; 34. C. de la historia de tobies; 35. C. del rey asuero; 36. rapresetatio de la mort;37 , ra pret atio pa la nit de na dal ; 38. C. de la ditjous st.; 39, C. del dived res st.; 40,C . molt salud able p tras alm as la qual cote los set sagraments de la sglesia sancta; 41, C. deldevallam ent; 42, Re presentatio p lo dtjous st. de cena; 43, C. dej divendre s st.; 44, C. dela couersio y uida de st. matheu; 45, C. de st. crespi y st. crespna germans filis de un reysarray; 46, representatio de la uida de st. p /e r/ a ; 47, representatio de judith ; 48, repre-sentatio de la couersio del beneueturat st. pau; 49, /repre/sentatio del deuallement de lacreu.

    En la consue ta nm . 14 enc ontr am os la acotacin asi came n al to qu e voldran,y en la nm. 18, et primo entre un cotret catat alme laudes.

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    escena al estilo de Lope de Rueda a Ysabeleta); los personajes respondena estereotipos conforme a las fuentes.

    Por otra parte, estas consuetas se acercan a las obras del Oeste penin-sular al incluir entre sus personajes a profetas o sibila s10 , que se emplearoncomo comodines argumntales para introducir la accin o permitirseun variado desplazamiento temporal (por ejemplo, en Gil Vicente, enDiego Snchez de Badajoz).

    Entre las consuetas del tercer y cuarto perodo encontramos algunasque desarrollan una divisin interna. As, pues, en la nm. 29 la accin

    se parcela en siete partes llamadas-11

    pas; tambin hay cuatro pasen las nms. 37 y 44 y cinco en la nm. 46. Esta divisin es todava muyrudimentaria, pues no responde a una necesidad interna; pero, sin embargo,muestra una preocupacin por la secularizacin, en momentos en que enCastilla se daba la comedia temprana dividida en cinco actos.

    Otra de las caractersticas del cdice es su precisin en las acotaciones.En la consueta nm. 1112, por ejemplo, se aclara por extenso la puestaen la que los salvats y los damnats salen a escena vestidos con coloresdistintivos al toque de trom petas a cargo de los ngeles. Este efecto teatralreaparece en la nm. 45 y en la nm. 40 se hace ruido con disparos de ar-cabuces; en la nm. 41 se acota: la maria dona un crit ten alt y fort q totsqts r va spantar. Las acotaciones aumentan, especialmente, a partirdel tercer ao con la nm. 29, obra que, por muchas razones, marca unhito dentro de la secuencia de las piezas. Que este tipo de detallismo noera extrao a Castilla lo demuestra la epresentacin de San Justo y SanPastor de Francisco de las Cuebas, Ms. 6149 de la Biblioteca Nacionalde Madrid, editado por Crawford13, y que es de Alcal de Henares, donde

    se represent en 1568.Entre las evidencias internas hemos encontrado una serie de elementos

    que indican que las ondas de influencia se expandan por esos aos deCastilla a Catalua. En efecto, de las 49 consuetas hay 5 en castellano,21 castellanizantes en distinto grado, y un examen ms profundo podrarevelar quiz tambin otros puntos de contacto en las 23 restantes. La

    10 Esta tradici n se vincula con la sibila eritrea, que habra pro fetizado la venidade Cristo, segn Eusebio de Cesrea y, luego. San Agustn (cf. RICHARD B. DONOVAN, TheLiturgical Drama in Medieval Spain To ron to, 1958, Ca p. X ll). La vinculacin de sibilascon el Cristianismo pareee haberse expandido por toda Europa segn lo demuestran losmosaicos de la catedral de Siena y las tallas de la sillera de la catedral de Ulm (ambasmanifestaciones del arte del s. xv).

    11 Llabrs cont en esta consueta slo seis cuadros.'- Analizad a por SHOEMAKER. The Mltiple Stage in Spain during ihe Fifleenth and

    Sixteenth Centuries Princeton, 1935. R. Hispa nique, 1908, XIX . pp . 431-53.

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    influencia castellana en el Este fue, sin embargo, menor que la ejercidaen Portugal, pues all Gil Vicente hizo representar 11 obras en castellano,15 en portug us y 18 bilinges. En prim er lugar n os ha servido como piedrade toque para la bsqueda de la influencia castellana el paulatino desalojode la palabra co nsueta por el de representad o en las nm s. 29, 36,37, 42, 46, 47, 48, 49) un ido al em pleo de la quintilla en las 30, 32, 36,41, 42, 43, 44, 46, 48 y 49) o del pie qu ebr ado nm s. 9 y 37) -e s decir,sobre todo en el perodo que hemos denominado tercer ao. Segnel estudio de S. Griswold Moiicy 14,este metro, la quintilla, es caracters-tica castellana durante el siglo xvi, pues de las 96 obras del Cdice de autosviejos 76 estn escritas enteramente en quintillas y slo en redondillas.Tambin llama la atencin la novedad de la aparicin de la palabra pro-lech prlogo) en las obra s nm s. 29, 31, 36, 41 , 44 y 46, adem s de in-troit en la nm . 49 hay, adem s, muc has otras con comienzos a manerade prlogo, que no tienen denominacin). El elemento alegrico, propiono slo del Cdice de autos viejos sino tambin del teatro de colegio,se da slo en las obras nms. 11, 13, 36, 37 y 40. La prosa intercalada en

    la lectura de cartas, que en Castilla surge con Torres Naharro, apareceen las piezas nms. 33 y 43. Dejan de lado los caractersticos tonos derecitado las obras nms. 9, 29, 30, 36, 37, 42, 43, y aun las canciones, lasnmeros 9, 29, 30, 36, 43. 44 y 48. Tal vez de casualidad, se encuentre enla nm . 45 un refrn qui tal a fet, tal aure ), muy repe tido entre losautos viejos, llevado, luego, a su ms bella expresin y hondo signi-ficado por Tirso de Molina Quien tal hizo, que tal pague).

    Como un paso hacia la secularizacin aparece el ya mencionadollamado a escena en la nm. 14, y el auctor en las nms. 33 y 32. En estaltima consueta, adems, se reiteran insistentemente en el texto las pala-bras obra, representar, recitar y se acota: ara vindra un juglarcatt les pnts cobles. Por ltimo, en la representacin nm. 48 apareceinesperad ame nte la pala bra teatro sis conse llers... cuo cats en elteatro).

    Como todas las obras de la coleccin, salvo una, estn ligadas al recintode la iglesia, todava a fines del siglo xvi, resulta claro preguntarse quha sucedido en los siglos intermedios, despus del elaborado Quem

    quae ritis de Ripoll s. xn) . Es evidente que la teora simplista de un tea tromedieval que, sin marchas y contramarchas, pase a fecha fija por los tresestadios de litrgico, semilitrgico y secularizado 1B no encuadra

    14 Strophes in the Spanish Dram before Lope de Vega H.M .P. 1925 t. I. pp. 505-531.

    15 Divisin establecida por GUSTAVE COHN en Le thtre en France au Moyen-Age

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    con las manifestaciones catalanas ni aun tampoco es posible adjudicaa este teatro un pasaje del altar al atrio del atrio a la plaza y de la plaa carros ambulantes ta. El anlisis del cdice nos lleva a concluir puesque Catalua presenta tambin sus frutos tardos aunque los rabque no posean el gnero teatro no frenaron su desarrollo pues fuedesplazados desde temprano. Digamos por ltimo que en el ManuscrLlabrs hay obras ms simples que en el llamado ^Manuscrito de 159nm. 14.864 de la Biblioteca Nacional de Madrid lo que obligaconsiderar con cautela las hiptesis para resolver el problema del retradel teatro castellano. Tanto Catalua como Castilla van en el siglo xa la par rezagadas en las manifestaciones teatrales con respecto a los dempases europeos1T pero ms vidas tambin por las novedades de ungnero casi recin descubierto.

    JOS AMCOLA.Universidad de Hamburgo

    Pars 948; segn este autor corresponderan al primer momento los s. x y xi al segundolos s. XII y xin y al te rcero los s. xiv y xv.16 Vase el libro de O.B . H ARDISON. JR.. Christian Rite and C hristian Drama in the M iddle

    Ages J. Hopkins Press Baltimore 1965 donde se enjuicia con inteligencia un lugar com nde la crtica de hab la inglesa.

    17 Cf. HARDIN CRAIG English Religious Drama oflhe Middle Ages Londres 1960 quiensostiene que una obra c om o Jacob and Esau de 1568 constituye uno de los ltimos restosde l dra ma ingls con tema bblico hasta los ocasionales drama s isabelinos sobre el ViejoTestamento.

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