La agricultura ecológica.

El surgimiento de una nueva forma de hacer agricultura respetando al medio ambiente

y vinculada con la producción de alimentos sanos y orientados al mercado de

exportación, ha venido ganando importancia en la agricultura mundial durante las

ultimas tres décadas.

Esta nueva forma de agricultura es conocida en el mundo con diferentes

denominaciones, como agricultura orgánica en EE.UU. y Canadá, agricultura ecológica,

en Alemania, España y Dinamarca, agricultura biológica en Francia, Italia y Portugal, y

Agroecología en México.

En todo el mundo existen aproximadamente unos 16 nombres para lo que en ingles se

denomina organic farm (agricultura organica). En algunos casos hay muy poca

diferencia entre ellos. Por ejemplo orgánico y biológico en el Reino Unido significa lo

mismo y son intercambiables. El término «biológico » se utiliza más en la Europa

continental, mientras en la Gran Bretaña y en los Estados Unidos se han apegado

obstinadamente al término orgánico. En otros casos, sin embargo,

[…] la diferencia en el nombre es conceptual o filosófica. Algunas de estas diferencias, por

ejemplo entre los términos «regenerativa» y «sostenible», son el resultado de pedanterías

académicas para llenar el tiempo de una charla o la estantería de una biblioteca, y si hubiera

sido más inteligente por su parte no haberse molestado en inventarlos […]. Otros, tales como la

agricultura biodinámica, son realmente parte de una filosofía integral, que abarca tanto la

educación, el arte, la nutrición y la religión, como la agricultura.1

No obstante, los principios y prácticas en los que se basan estos diferentes nombres en

esencia son similares y se expresan concisamente en el documento de normas de

IFOAM:

Producir alimentos de alta calidad nutritiva y en suficiente cantidad.

Trabajar con los ecosistemas en vez de intentar dominarlos.

1 Nicolas Lampkin. Agricultura Ecológica, tr.Nicolas L. Mundi-Prensa Libros. España, 2001, p 4

Fomentar e intensificar los ciclos bióticos dentro del sistema agrario, que

comprenden los microorganismos, la flora y fauna del suelo, las plantas y los

animales.

Mantener y aumentar a largo plazo la fertilidad de los suelos.

Emplear al máximo recursos renovables en sistemas agrícolas organizados

localmente.

Trabajar todo lo que se pueda dentro de un sistema cerrado en lo que respecta a

la materia orgánica y nutriente.

Proporcionar al ganado las condiciones de vida que le permita realizar todos los

aspectos de su comportamiento innato.

Evitar todas las formas de contaminación que puedan resultar de las técnicas

agrícolas.

Mantener la diversidad genética del sistema agrario y de su entorno, incluyendo

la protección de los hábitats de plantas y animales silvestres.

Permitir que los agricultores obtengan unos ingresos satisfactorios y realicen un

trabajo gratificante en un entorno laboral saludable.

Considerar el impacto social y ecológico más amplio del sistema agrario.

Para los agricultores ecológicos, estos principios proporcionan las bases para la

práctica agrícola cotidiana.

La agricultura ecológica es un sistema de producción que evita o excluye en gran

medida la utilización de fertilizantes compuestos sintéticos, plaguicidas, reguladores

del crecimiento y aditivos para la alimentación del ganado. En la mayor medida de lo

posible, los sistemas en agricultura ecológica se basan en el mantenimiento de la

productividad del suelo y su estructura, la aportación de nutrientes a las plantas y el

control de los insectos, malas hierbas y otras plagas, en la rotación de cultivos, los

residuos de los cultivos, los abonos animales, las leguminosas, los abonos verdes, la

utilización de residuos orgánicos producidos fuera de la finca, y determinados aspectos

del control biológico de plagas.

Existe consenso en que la agricultura orgánica, no abarca solo aspectos tecnológicos

de la producción agrícola, sino que implica cuestionar el papel que juega la agricultura

en la sociedad y en el modelo de desarrollo que se quiere construir, tiene que ver

entonces con la seguridad alimentaria, con relaciones más equilibradas entre campo-

ciudad, agricultura-industria, economía-energía, donde también están incluidos el

arraigo campesino y una mayor participación en la definición de políticas agrícolas.

La agricultura sustentable implica componentes ecológicos, técnicos y sociales que

permitan tener una producción de alimentos y fibras sin poner en riesgo la

conservación de los recursos naturales, la diversidad biológica y cultural para las

futuras generaciones, y que realmente permita un modelo de vida y de civilización

distinto al y que se ha impuesto a nivel mundial. “La propuesta de agricultura ecológica

parte del supuesto de que es en la unidad campesina donde podemos encontrar los

elementos de un nuevo paradigma de agricultura” 5, dada la cultura que han

desarrollado en torno a la relación seres humanos naturaleza, su conocimiento del

medio, las estrategias económicas diversificadoras, la combinación de producción para

autoconsumo y para el mercado, el manejo integrado y múltiple de los recursos tierra,

ganado, agua y bosques.