agamben - sin rango (pico della mirandola. lo abierto, cap 8)

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Giorgio Agamben - Lo abierto. El hombre y el animal 1 8. SIN RANGO. La máquina antropológica del humanismo es un dispositivo irónico, que verifica la ausencia en Homo de una naturaleza propia, y le mantiene suspendido entre una naturaleza celestial y una terrena, entre lo animal y lo humano, y, en consecuencia, su ser siempre menos y siempre más que él mismo. Esto es algo que resulta evidente en ese “manifiesto del humanismo” que es la oración de Pico della Mirandola 2 , a la que se sigue llamando impropiamente De hominis dignitate 3 , aunque no contiene – ni, por otra parte, habría podido aplicárselo en modo alguno – el término dignitas, que significa sencillamente “rango”. El paradigma que presenta está lejos de ser edificante. La tesis central de la oración es, en rigor, que el hombre, al haber sido plasmado cuando se habían agotado ya todos los modelos de la creación (iam plenia omnia {scil. archetipa}; omnia summis, mediis infimisque ordinibus fuerant distributa) 4 , no puede tener ni arquetipo ni lugar propio (certa sedem) ni rango específico (nec munus ullum peculiare: Pico della Mirandola, 102). Antes bien, dado que su creación se ha producido sin ningún modelo definido (indiscretae opus imaginis), no tiene propiamente ni siquiera una cara (nec propiam faciem; ibid.) y debe modelarla a su arbitrio en forma animal o divina (tui ipsius quasi arbitrarius honorariusque plastes et fictor, in quam malueris tute forman effingas. Potreéis in inferiora quae sunt bruta degenerare; potreéis in superiora quae sunt divina ex tui animi sentencia regenerari, ibid., 102 – 104) 5 . En esta definición por medio de la ausencia de rostro, opera la misma maquina irónica que, tres siglos después, moverá a Linneo 6 a clasificar al hombre entre los Anthropomorpha, entre los animales “semejantes al hombre”. En tanto que no tiene esencia ni vocación específica, Homo es constitutivamente no-humano; puede recibir todas las naturalezas y todas las caras (Nascenti homini omnifaria semina et omnigenae vita germina indidit Pater: ibid., 104) 7 , lo que permite a Pico subrayar irónicamente sus inconsistencias y su inclasificabilidad, y llegar a definirlo como “nuestro camaleón” (Quis hunc nostrum chamaeleonta non admiretur?: ibid.) 8 . El descubrimiento humanístico del hombre es el descubrimiento de ese faltarse a sí mismo, de su irremediable ausencia de dignitas. A esa labilidad y esa inhumanidad de lo humano corresponde en Linneo la inscripción en la especie Homo sapiens de la enigmática variante Homo ferus 9 , que parece desmentir punto por punto las características del más noble de los primates: es tetrapus (camina a cuatro patas), mutus (privado de lenguaje), birsutus (cubierto de pelo). El repertorio que sigue en la edición de 1758 especifica su identidad precisa: se trata de los enfants 1 Adriana Hidalgo ED., Bs As, 2007, pp 31-42 2 (Mirandola, 1463 - Florencia, 1494), humanista y pensador italiano. En su Discurso sobre la dignidad del hombre, formula tres de los ideales del Renacimiento: el derecho inalienable a la discrepancia, el respeto por las diversidades culturales y religiosas y, finalmente, el derecho al crecimiento y enriquecimiento de la vida a partir de la diferencia. 3 De la dignidad del hombre 4 Todo estaba lleno ya, todo había sido distribuido entre los órdenes sumos, medios, ínfimos. 5 Como libre, extraordinario plasmador y escultor de ti mismo, tú te puedes configurar por ti mismo en la forma que prefieras. Podrás degenerar en los seres inferiores, que son los animales; podrás regenerarte según tu decisión, en los seres superiores que son los divinos. 6 (Rashult, 1707 - Uppsala, 1778) Botánico y medico sueco. Considerado el creador de la clasificación de los seres vivos o taxonomía, desarrolló un sistema de nomenclatura binomial (1731) que se convertiría en clásico, basado en la utilización de un primer término, escrito en letras mayúsculas, indicativa del género y una segunda parte, correspondiente al nombre específico de la especie descrita, escrita en letra minúscula. Por otro lado, agrupó los géneros en familias, las familias en clases, las clases en tipos (fila) y los tipos en reinos. Entre sus obras destacan Systema naturae (1735-1770) y Species plantarum (1753) 7 En el hombre naciente, el Padre infunde semillas de todo tipo y gérmenes de todas las especies de vida 8 ¿Quién no admirara a nuestro camaleón? 9 Hombre salvaje

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Pico della Mirandola

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  • Giorgio Agamben - Lo abierto. El hombre y el animal1

    8. SIN RANGO.

    La mquina antropolgica del humanismo es un dispositivo irnico, que verifica la ausencia en Homo de una

    naturaleza propia, y le mantiene suspendido entre una naturaleza celestial y una terrena, entre lo animal y lo

    humano, y, en consecuencia, su ser siempre menos y siempre ms que l mismo. Esto es algo que resulta

    evidente en ese manifiesto del humanismo que es la oracin de Pico della Mirandola2, a la que se sigue

    llamando impropiamente De hominis dignitate3, aunque no contiene ni, por otra parte, habra podido

    aplicrselo en modo alguno el trmino dignitas, que significa sencillamente rango. El paradigma que

    presenta est lejos de ser edificante. La tesis central de la oracin es, en rigor, que el hombre, al haber sido

    plasmado cuando se haban agotado ya todos los modelos de la creacin (iam plenia omnia {scil. archetipa};

    omnia summis, mediis infimisque ordinibus fuerant distributa)4, no puede tener ni arquetipo ni lugar propio

    (certa sedem) ni rango especfico (nec munus ullum peculiare: Pico della Mirandola, 102). Antes bien, dado que

    su creacin se ha producido sin ningn modelo definido (indiscretae opus imaginis), no tiene propiamente ni

    siquiera una cara (nec propiam faciem; ibid.) y debe modelarla a su arbitrio en forma animal o divina (tui ipsius

    quasi arbitrarius honorariusque plastes et fictor, in quam malueris tute forman effingas. Potreis in inferiora

    quae sunt bruta degenerare; potreis in superiora quae sunt divina ex tui animi sentencia regenerari, ibid., 102

    104)5. En esta definicin por medio de la ausencia de rostro, opera la misma maquina irnica que, tres siglos

    despus, mover a Linneo6 a clasificar al hombre entre los Anthropomorpha, entre los animales semejantes al

    hombre. En tanto que no tiene esencia ni vocacin especfica, Homo es constitutivamente no-humano; puede

    recibir todas las naturalezas y todas las caras (Nascenti homini omnifaria semina et omnigenae vita germina

    indidit Pater: ibid., 104)7, lo que permite a Pico subrayar irnicamente sus inconsistencias y su inclasificabilidad,

    y llegar a definirlo como nuestro camalen (Quis hunc nostrum chamaeleonta non admiretur?: ibid.)8. El

    descubrimiento humanstico del hombre es el descubrimiento de ese faltarse a s mismo, de su irremediable

    ausencia de dignitas.

    A esa labilidad y esa inhumanidad de lo humano corresponde en Linneo la inscripcin en la especie Homo

    sapiens de la enigmtica variante Homo ferus9, que parece desmentir punto por punto las caractersticas del

    ms noble de los primates: es tetrapus (camina a cuatro patas), mutus (privado de lenguaje), birsutus (cubierto

    de pelo). El repertorio que sigue en la edicin de 1758 especifica su identidad precisa: se trata de los enfants

    1 Adriana Hidalgo ED., Bs As, 2007, pp 31-42

    2 (Mirandola, 1463 - Florencia, 1494), humanista y pensador italiano. En su Discurso sobre la dignidad del hombre, formula tres de los

    ideales del Renacimiento: el derecho inalienable a la discrepancia, el respeto por las diversidades culturales y religiosas y, finalmente, el derecho al crecimiento y enriquecimiento de la vida a partir de la diferencia. 3 De la dignidad del hombre

    4 Todo estaba lleno ya, todo haba sido distribuido entre los rdenes sumos, medios, nfimos.

    5 Como libre, extraordinario plasmador y escultor de ti mismo, t te puedes configurar por ti mismo en la forma que prefieras. Podrs

    degenerar en los seres inferiores, que son los animales; podrs regenerarte segn tu decisin, en los seres superiores que son los divinos. 6 (Rashult, 1707 - Uppsala, 1778) Botnico y medico sueco. Considerado el creador de la clasificacin de los seres vivos o taxonoma,

    desarroll un sistema de nomenclatura binomial (1731) que se convertira en clsico, basado en la utilizacin de un primer trmino, escrito en letras maysculas, indicativa del gnero y una segunda parte, correspondiente al nombre especfico de la especie descrita, escrita en letra minscula. Por otro lado, agrup los gneros en familias, las familias en clases, las clases en tipos (fila) y los tipos en reinos. Entre sus obras destacan Systema naturae (1735-1770) y Species plantarum (1753) 7 En el hombre naciente, el Padre infunde semillas de todo tipo y grmenes de todas las especies de vida

    8 Quin no admirara a nuestro camalen?

    9 Hombre salvaje

  • sauvages o nios-lobo, de quienes el Sistema recoge cinco apariciones en menos de quince aos: el joven de

    Hannover (1724), los dos pueri pyrenaici (1719), la puella transilana (1717), la puella campanica (1731). En el

    momento en que las ciencias del hombre empiezan a establecer los contornos de sus facies10, los enfants

    sauvages, que aparecen cada vez con mayor frecuencia en las cercanas de las aldeas europeas, son los

    mensajeros de la inhumanidad del hombre, los testigos de su frgil identidad y de su ausencia de un rostro

    propio. Frente a estos seres mudos e inciertos, la pasin con que los hombres del Ancien Rgime trataban de

    reconocerse en ellos y de humanizarlos pone de manifiesto hasta qu punto eran conscientes de la

    precariedad de lo humano. Como escribe Lord Monboddo en el prefacio de la versin inglesa de la Historie

    d`une jeune fille sauvage, trouve dans le bois l`age de dix ans11, saban perfectamente que la razn y la

    sensibilidad animal, por muy diferentes que podamos imaginarlas, se influyen recprocamente mediante

    transiciones hasta tal punto imperceptibles, que es ms difcil trazar la lnea que las separa que la que distingue

    al animal del vegetal (Hecquet, 6). Los rasgos del rostro humano son y sern an por algn tiempo tan

    indecisos y aleatorios que estn siempre deshacindose y borrndose como los de un ser momentneo:

    Quin puede decir escribe Diderot en el Rve de D`alembert si ese bpedo deforme, que slo tiene cuatro

    pies de alto, al que en las cercanas del polo se llama todava hombre y que no tardara en perder este nombre

    si se deformara an un poco ms, no es la imagen de una especie que pasa? (Diderot, 130)

    10

    Rostro 11

    Marie-Catherine Hecquet, Historia de una jovencita salvaje, encontrada en el bosque a la edad de diez aos (1755)