a qué se llama realidad

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¿A QUÉ SE LLAMA REALIDAD? La realidad no es otra cosa que la capacidad que tienen de engañarse nuestros sentidos -Albert Einstein- Todo depende de cómo vemos las cosas y no de cómo son en realidad -G. Carl Jung- La Realidad es aquello que realmente existe y se desarrolla, contiene en sí mismo su propia esencia y sus propias leyes, así como los resultados de su propia acción y desarrollo. La realidad es la realidad objetiva en toda su concreción. En este sentido, la realidad se distingue no solo de todo lo aparente, imaginario y fantástico, sino, además, de lo que es solamente lógico (concebido), aunque esto último por completo justo; también se diferencia de todo lo que solo es posible, probable, aunque aún no exista 1 . Hacer un tratado sobre la realidad, nos llevará, ineludiblemente, a orientarnos desde los fundamentos filosóficos que se hicieron sobre esta. Es una cuestión que, ha ocupado a los filósofos de nuestra tradición desde sus inicios presocráticos. Para algunos, este es el problema central de la metafísica u ontología, ámbitos de la reflexión filosófica que se definen precisamente por dedicarse al estudio de lo real en cuanto que es real. El predicado “real”, convertido en sustantivo “lo real” o “la realidad”, puede aproximarse al concepto de “ser”, incluso llegar a identificarse puesto que “lo real” puede ser entendido como el ser en plenitud, siendo la realidad la

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A QU SE LLAMA REALIDAD?La realidad no es otra cosa que la capacidad que tienen de engaarse nuestros sentidos-Albert Einstein-Todo depende de cmo vemos las cosasy no de cmo son en realidad-G. Carl Jung-La Realidad es aquello que realmente existe y se desarrolla, contiene en s mismo su propia esencia y sus propias leyes, as como los resultados de su propia accin y desarrollo. La realidad es la realidad objetiva en toda su concrecin. En este sentido, la realidad se distingue no solo de todo lo aparente, imaginario y fantstico, sino, adems, de lo que es solamente lgico (concebido), aunque esto ltimo por completo justo; tambin se diferencia de todo lo que solo es posible, probable, aunque an no exista1. Hacer un tratado sobre la realidad, nos llevar, ineludiblemente, a orientarnos desde los fundamentos filosficos que se hicieron sobre esta. Es una cuestin que, ha ocupado a los filsofos de nuestra tradicin desde sus inicios presocrticos. Para algunos, este es el problema central de la metafsica u ontologa, mbitos de la reflexin filosfica que se definen precisamente por dedicarse al estudio de lo real en cuanto que es real. El predicado real, convertido en sustantivo lo real o la realidad, puede aproximarse al concepto de ser, incluso llegar a identificarse puesto que lo real puede ser entendido como el ser en plenitud, siendo la realidad la manera primaria de ser. En cierto sentido podramos decir que todo es real, lo que convertira dicho concepto en un concepto vaco de significado: si todo es real, nada es real, puesto que el predicado deja de establecer una diferencia significativa. Sin embargo, en la vida cotidiana aplicamos el trmino realidad en diversos contextos con clara capacidad de establecer diferencias significativas que ayuden a una mejor comprensin de las cosas con las que nos relacionamos2. Pensemos, sin ir ms lejos, en la advertencia que figura al final de numerosas pelculas: cualquier parecido de esta pelcula con situaciones o personajes de la 1. Diccionario Filosfico, Rosental Iudin, Ediciones Universo, pg. 391.2. Qu es la realidad?, Flix Garca Moriyn. Documento en lnea: http://www.uam.es/servicios/apoyodocencia/ice/olimpiada/Que_es_la_realidad.pdfvida real es pura coincidencia, aviso que afirma justo lo contrario que otro que es tambin frecuente: esta pelcula se basa en hechos reales. Las dos frases sirven para entender los dos enfoques tradicionales en la filosofa al abordar el problema de la realidad: marcar negativamente lo que lo distingue de las cosas no reales por un lado, o destacar aquellas caractersticas que permiten definir la realidad. Quiz el primer enfoque sea el que pueda resultar ms interesante para iniciar un fructfero dilogo filosfico sobre este problema. En gran parte, eso es lo que hicieron los primeros filsofos. Para ellos, lo que nos mostraban los sentidos, aquello con lo que mantenamos una relacin cotidiana estrecha, no corresponda a lo que el ser realmente es, a la realidad en su sentido ms pleno y ms profundo. No se trata de dirimir si las apariencias o los sentidos nos engaan, sino ms bien de ir algo ms all o ms profundo, para desvelar lo que genuinamente existe, la verdadera realidad, o la verdad sin ms. En el fondo, todo es agua, deca Tales de Mileto, y lo que aparece ante nuestros sentidos no son sino manifestaciones diversas del agua, en distintos estados de condensacin. Buscar la verdad es levantar el velo que oculta la realidad a nuestros sentidos cotidianos. La relacin entre apariencia y realidad se convierte as en uno de los ejes que vertebran la reflexin sobre el ser y sobre lo real y la alegora de la caverna pasa a constituirse en una de las metforas ms fecundas sobre la reflexin filosfica: solo un duro esfuerzo personal permitir a los seres humanos romper con las cadenas de un mundo de sombras y apariencias para ascender hacia la captacin de lo autnticamente real3. Y as como Tales, los Pitagricos presentan su propia concepcin de la realidad: Decir pues, que todas las cosas son nmeros significara que todos los cuerpos constan de puntos o unidades en el espacio, los cuales, cuando se los toma en conjunto, constituyen un nmero: transferan sus concepciones matemticas al orden de la realidad material4.3. Historia de la Psicologa, F. L. Mueller, Fondo de cultura econmica, Mxico 2002, pg. 22.4. Historia de la Filosofa, Tomo I Grecia y Roma, Frederick Copleston, pg. 33 (vase anexos).A Herclito le conocen muchos por la famosa expresin que se le ha atribuido, aunque, segn parece, no es suya: Todo fluye: ppa e5. Esto, en resumidas cuentas, es lo que de l sabe mucha gente. Pero tal afirmacin no constituye, por as decirlo, el ncleo de su pensamiento filosfico, aunque s sea, verdaderamente, un aspecto importante de su doctrina: Acaso no dijo aquello de que es imposible meterse dos veces en el mismo ro, pues quienes se meten se sumergen en aguas siempre distintas?6

Platn observa, adems, que Herclito dice en alguna parte que todo pasa y nada permanece; y, comparando las cosas con la corriente de un ro, dice que no se puede entrar dos veces en el mismo ro. Y Aristteles describe la doctrina de Herclito como la afirmacin de que Todas las cosas estn en movimiento, nada est fijo. En este aspecto, Herclito es un Pirandello del mundo antiguo, proclamando que no hay ninguna cosa estable, que nada permanece, dando por averiguada la irrealidad de lo real. Sera, no obstante, un error suponer que Herclito pretendiese ensear que el continuo cambio es la nada, pues esto lo contradice todo el resto de su filosofa.

Ni la proclamacin del cambiar es tampoco el rasgo ms importante y significativo de su pensamiento. Herclito insiste en su Palabra [Logos], o sea, en su especial mensaje a la humanidad, y no es creble que se hubiese sentido con derecho a hacerlo as si tal mensaje se redujera a la obvia verdad de que las cosas cambian incesantemente, verdad que ya haban considerado los otros filsofos jonios y que apenas parecera novedosa. No, la contribucin original de Herclito a la filosofa ha de buscarse en otra parte: consiste en su concepcin de la unidad en la diversidad, de la diferencia en la unidad. Como ya hemos visto, en la filosofa de Anaximandro los opuestos aparecen invadindose unos a otros sus terrenos, sus competencias, y, despus, pagando cuando les llega el turno una multa o compensacin por tal acto de injusticia. Anaximandro considera la guerra de los opuestos como algo desordenado, algo que no debera tener lugar, algo que mancha la pureza del Uno.5. Todo fluye, transcrita en griego antiguo. Herclito, en cambio, no adopta este punto de vista. Para l, la lucha de los contrarios entre s, lejos de ser una tacha en la unidad del Uno, le es esencial al ser mismo del Uno. En efecto, el Uno solamente puede existir en la tensin de los contrarios: esta tensin es esencial para la unidad del Uno.La realidad es una segn Herclito, como lo patentiza bastante su dicho: Es de sabios prestar odos no a m, sino a mi Palabra, y reconocer que todas las cosas son una.6Por otro lado, que el conflicto entre los contrarios es esencial para la existencia del Uno queda claro tambin por frases como Conviene saber qu la guerra es comn a todas las cosas y lucha es la justicia, y que todo se engendra y muere mediante lucha, y Homero se equivocaba al decir Ojal se extinguiese la discordia entre los dioses y los hombres!: no vea que estaba pidiendo la destruccin del universo, puesto que, si su deseo fuese atendido, todas las cosas pereceran. Herclito dice, adems, positivamente: Los hombres no comprenden que lo diferente concierta consigo mismo y que entre los contrarios hay una armona recproca, como la del arco y la lira. Para Herclito, pues, la realidad es una; pero, al mismo tiempo, es mltiple, y esto no de un modo meramente accidental, sino esencialmente. Para que exista el Uno, es esencial que sea a la vez uno y mltiple, identidad en la diferencia. La atribucin hecha por Hegel de la filosofa de Herclito a la categora del devenir est basada, por consiguiente, en una interpretacin errnea, lo mismo que se engaa al considerar a Parmnides anterior a Herclito, pues Parmnides, adems de contemporneo de Herclito, fue crtico suyo, y, por ende, hubo de escribir despus que l. La filosofa de Herclito corresponde mucho ms a la idea del universal concreto, del Uno existente en lo mltiple, Identidad en la diferencia.

Mas, qu quiere decir esto del Uno en lo mltiple? Para Herclito, igual que para los estoicos del ltimo perodo quienes tomaron de l tal concepcin, la esencia de todas las cosas es el fuego. A primera vista, quiz parezca que Herclito se dedicase a hacer meras variaciones sobre el viejo tema jonio, algo as como s, porque Tales identific la realidad con el agua y Anaxmenes con el aire, Herclito, slo por distinguirse de sus predecesores, hubiese optado por el fuego.

Claro est que pudo haberle influido un tanto el deseo de afirmar otro Urstoff distinto, pero en su eleccin del fuego haba algo ms que semejante afn: tena una razn positiva y muy buena para fijarse en el fuego, un motivo muy relacionado con el pensamiento central de su filosofa.