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Año 67 | # 993 | Noviembre/Diciembre 2017 $ 70,00.- ATENTADO A LA AMIA: 281 MESES SIN JUSTICIA Periodismo judeoargentino con compromiso Fundado en 1948 Aportes de María Gabriela Mizraje, Nerina Visacovsky, Daniel Muchnik, Moshé Rozén, Rudy, Eduardo Barcesat, Efraim Davidi y Langer Januca: “Los milagros y las maravillas” por Laura Kitzis | Pag. 13 El caso Gauto en la Suprema Corte israelí, en primera persona Escribe Shlomo Slutzky | Pag. 18 “Jerusalén: una jugada mezquina con la vida de millones” La perspectiva de Ricardo Aronskind | Pag. 17 A 100 años del octubre bolchevique La revolución y los judíos. ¿Mito o realidad?

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Page 1: A 100 años del octubre bolchevique La revolución y los ... · Año 67 | # 993 | Noviembre/Diciembre 2017 $ 70,00.- ATE NDO L M I: 281 SJU C Periodismo judeoa rgentino con compromiso

Año 67 | # 993 | Noviembre/Diciembre 2017 $ 70,00.- ATENTADO A LA AMIA: 281 MESES SIN JUSTICIA

Periodismo judeoargentino con compromisoFundado en 1948

Aportes de María Gabriela Mizraje, Nerina Visacovsky, Daniel Muchnik, Moshé Rozén, Rudy, Eduardo Barcesat, Efraim Davidi y Langer

Januca: “Los milagros y las maravillas”por Laura Kitzis | Pag. 13

El caso Gauto en la Suprema Corte israelí, en primera personaEscribe Shlomo Slutzky | Pag. 18

“Jerusalén: una jugada mezquina con la vida de millones”La perspectiva de Ricardo Aronskind | Pag. 17

A 100 años del octubre bolchevique

La revolución y los judíos.¿Mito o realidad?

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Humor/Staff2 NUEVA SION #992 | Noviembre/Diciembre 2017

Colaboradores:En Argentina:Adrián Krupnik, Alejandro Droznes, AlejandroDujovne,AlejandroKaufman, Ariel Abramovich,Ariel Benasayag, Ariel Jeifetz, Brian Fuksman,Bruno Kusevitzky, Carlos Escudé, Carlos Gabeta,Carlos Segalis, Carolina Herz, Claudio Martyniuk,Daniel Muchnik, Daniela Lucena, Dany Goldman,Damián Karo, Damian Szvalb, Daniel Feierstein,Darío Brenman, Darío Sztajnszrajber, DéboraKantor, Diana Sperling,Diego Levis, DiegoNiemetz, Eduardo Barcesat, Emmanuel Kahan,Emmanuel Taub, Enrique Grinberg, EnriqueHerszkowich, Entique Rosenburt, Erick Haimovich,Erwin Wiera, Eugenia Bekeris, Ezequiel Erdei,Ezequiel Pessaj, Ezequiel Siddig, Fabián Bosoer,Facundo García, Federico Augman, FedericoCorbiere, Felipe Frydman, Gaby Weber, GerardoScherlis, Guido Farbiarz, Guillermo Levy,Guillermo Lipis, Héctor Polino, Hernán Aisenberg,Horacio Lutzky, Ariel David Gueiser, Jonatan-Lipsky, Jonathan Karszenbaum, Jorge Wosniak,José Alberto Itzigsohn, José Glinsky, Juan CarlosZabalza, Julián Blejmar, Julián Datri, Julio Toker,Kevin Ary Levin, Laura Anapolsky, Laila Lerner,Laura Glanc, Langer, Laura Schenquer, LeonardoNaidorf, Liliana Mayer, Maia Czarny, MarceloPolako�, María Clara Güida, María GabrielaMizraje , María Elena Barbagelata, MarianoSzkolnik, Mario Ver, Mario Roitter, MaximilianoBorches, Miriam Christen, Mirta Goldstein, MosheKorin, Natalia Weis, Natalio Arbiser, Natan Sonis,Naum Kliksberg, Nerina Visacovsky, OsvaldoCipolloni, Pablo Dreizik, Pablo Gorodne�, PabloHupert, Pablo Grinberg, Ricardo Aronskind,Ricardo Feierstein, Roberto Bobrow, Roberto Faur,Roberto Modalvsky, Rudy, Silvina Chemen,Tamara Rajczyk, Verónica Constantino,YaacovRubel, Yosef Ohman.

Periodismo judeoargentino con compromiso

STAFF / HUMOR 2EDITORIAL 3ABORDAJES 4 | 12

REFLEXIONES 14 | 15

Sumario

FESTIVIDADES 13

ISRAEL 17 | 21ARGENTINA 16

MEDIO ORIENTE 22SOCIEDAD 23CULTURA 24 | 28

Staff

StaffDirector:Gustavo Efron

Mesa de RedacciónAriel Abramovich, Ariel David Gueiser, Bruno Kusevitzky, DaríoBrenman, Damián Szvalb, Enrique Grinberg, Joao Koatz Miragaya,Jonathan Sepiurka, Julián Blejmar, Kevin Ary Levin, LeonardoNaidorf, María Gabriela Mizraje, Mariano Szkolnik, Pablo Gorodneff,Ricardo Aronskind, Roberto Faur, Rudy, Susana Gelber.

En Uruguay: Rafael PorzecanskiyEn Israel: Aaron Barnea, Avshalom (Abu) Vilan, AfroRemenik, Alberto Mazor, AndrésLacko, Andy Faur, AriehDayan, Daniel Alaluf, Daniel Filc, Daniel Galay, DaríoTeiltelbaum, Edy Kaufman, Efraim Davidi, Efraim Zado�,Ester Diner, Ethel Katz de Barylka, Gabriel Bacalor,Heriberto Winter, JaymeFucs Bar, João Koatz Miragaya,José Alberto Itzigsohn, Leonardo Cohen, LeonardoSenkman, Marcelo Kisilevski, Mario Schejtman, MarioSznajder, Marki Levy, Meir Margalit, MikiKratzman,MikiTsur, MoshéRozen, Ofer Laszewicki Rubin, PabloArcuschin, Sandra Kochmann, Shlomo Slutzky,Yerahmiel Barylka, Yoel Schvartz.

En EE.UU.: Jonathan Wheeler, Sebastián Sclofsky,Victoria WigodzkyEn Alemania: Guillermo AtlasEn México: Moisés Salinas FleitmanEn Hungría: Pedro LermanEn Australia: : Inés Dunstan

Editor Responsable:Tzavta (juntos) Asociación Civil -Tte. Gral. J. D. Perón 3638 (C1198AAR), Cdad. de Bs. As.

Comercialización y Suscripciones:[email protected]ño: [email protected] de la Propiedad Intelectual Nro. 1763Impreso en Argentina / Printed in Argentina. Los editores no seresponsabilizan ni necesariamente comparten las opinionesde los artículos "rmados.

Redacción y Administración:Tte. Gral. J. D. Perón 3638 (C1198AAR), Cdad. deBs. As., Argentina. Tel: [+54 11] 4865-2804 / 2823E-mail: [email protected]

Fecha de cierre: 18 de Diciembre 2017 / Fecha de salida: 21 de Diciembre de 2017

Recopilados por Rudy

------------------------------------Un viejo militante se dirige a la sede del PCUS y le pregunta al primer funcionario queencuentra-Disculpe, camarada...pero quisiera hacer una pregunta sobre la historia de nuestropartido-Pregunte nomás, para eso estamos los camaradas-Bien, lo que yo quisiera saber es: el fundador de nuestro partido, ¿Fue un político oun científico?-Un político, sin duda-Claro... lo que yo pensaba- ¿Y por qué pensaba eso?-Porque si fuera un científico hubiera ensayado primero con conejillos de Indias

------------------------------------------------------Un nene soviético le pregunta al papá:_Papi, ¿Qué diferencia hay entre los cuentos para niños que se cuentan en los paísescapitalistas y los que se cuentan aquí?-Mira Mischa, en los países capitalistas los cuentos para niños comienzan con lafrase "Había una vez...", en cambio aquí comienzan:"Habrá una vez..."

--------------------------------------------------------La acción en el Kremlin, 1969. Un soviético compungido-Tengo una mala noticia, camarada Igor Mijailovich: Los norteamericanos ya están enla Lunay Mijailovich, lo más campante:-¿Todos?

------------------------------------Cansados de hacer cuatro horas de cola para conseguir papas, le dice un amigo a otro-Mira Mischa, estoy harto, yo me voy de aquí, a matar al burócrata responsable deasuntos comerciales.Al rato vuelve, y Mischa le pregunta-¿Qué haces aquí de nuevo, Boris?-¿Sabes que pasa, Mischa? ¡La cola para matar al burócrata era muchísimo más largaque esta!

---------------------------------------------Ilitch y Boris, dos jerarcas de la ex URSS, cuando todavía era URSS-¿Viste, Boris? Se murió Sergueí-¿Se murió? ¡Ni siqueria sabía que lo habían arrestado

-------------------------------------------------------Se encuentran en la URSS dos viejos amigos, que hacía décadas que no se veían. Unoluce próspero, el otro parece a la miseria.-Piotr Piotevich Mijailenko,¿Cómo te va?!-Mischa Alexandrvich Polstrofnikpov, ¿Qué es de tu vida!-Bueno, la verdad no me puedo quejar, Piotr, vos te acordás que en los gloriosos díasde la revolución de 1917 yo era un simple militante de base del Partido, no? Pero heprogresado, y ahora soy un alto funcionario, con casa, auto importado último mode-lo y quinta de fin de semana-¡Felicitaciones, Mischa!-Pero a vos se te ve muy mal, Piotr, ¿Cómo puede ser, si ya en el 17 eras un altísimocuadro del Partido?-Lo que pasa, Mischa, es que he cometido tres errores. Mira, cuando el Partido se ins-taló en el gobierno, yo fui nombrado tesorero general, era un cargo altísimo. Comorecordarás, a los pocos años se murió Lenin y se organizó un gran funeral.Y cuandome preguntaron cuánto había costado la ceremonia, yo dije "Miren, con lo que salióesta ceremonia se podía haber enterrado a todo el Comite Central del Partido", esefue mi primer error. Me destituyeron pero me dieron un cargo que también era bueno,con oficina propia, retrato de Lenin a un costado y de Stalin al otro, secretaria, todoslos chiches-Y entonces, Piotr, ¿qué pasó?-Lo que pasó es que después se murió Stalin, y vino el Congreso en el que se lo defe-nestró. A la salida del Congreso, un funcionario pasa por mi oficina, y me pregunta:"¿Cómo es posible, Piotr, qué aún tengas colgado el retrato de ese imbécil?" "¿Decual de los dos estás hablando?" le respondí, y ese fue mi segundo error. Ahí me qui-taron el cargo y me mandaron a una granja, aunque me permitieron seguir militandoen el Partido. Pero hace un par de años falté a una reunión de célula. Entonces uncamarada me encontró por la calle y me preguntó: "Ey,Piotr, ¿por qué no fuiste a laúltima reunión del Partido?" y le respondí "¡Si sabía que era la última, seguro queiba!"Y ese fue mi tercer error-----------------------------------------------------

Cien años con humor popularChistes populares de la URSS. En todos los casos, fueron contados por amigos que eran militantes del PC

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Editorial Noviembre/Diciembre 2017 | NUEVA SION #993 3

EDITORIALEstimados lectores:

Cuando se cumple un siglo de la Revolución Rusa, cuyo impacto se expandió entodo el siglo tanto en el plano político y económico como en el cultural y filosófi-co, en la Mesa de Redacción del periódico decidimos afrontar el desafío de abor-dar en la última edición de 2017 un número especial que intente capturar –aun-que sea de manera indicial e incompleta- sus vínculos y relaciones con los judí-os, o bien –¿por qué no?- con la “cuestión judía”, parafraseando a Carlos Marx.Claro que la apuesta es difícil, porque hay muchas aristas que abordar y todarelación que queramos hallar puede resultar quizás caprichosa. Que los líderesrevolucionarios hayan sido judíos… que empezando por Marx y siguiendo porEngels una buena cantidad de los filósofos y pensadores lo hayan sido, noimplica una relación ni de causalidad ni de necesariedad. Son tal vez solo con-tingencias de la historia, de una historia que se construye sobre saltos…Más allá de esto, el intento en esta edición es el de abrir surcos para pensarestos cruces e imbricaciones, situándonos en distintos escenarios: la Rusia deentonces… el antes y el después… las reverberancias en Argentina, los ecos enPalestina por esos años…. Hacerlo sin dogmatismos y con la puerta abierta a laconversación, a la confrontación de ideas, sin esquivarle a la pregunta sin res-puesta y a la afirmación sostenida. Hacerlo abordando el momento y tambiénasomarnos a la complejidad de las proyecciones que produjeron los aconteci-mientos de aquel octubre a lo largo del siglo XX. Desde el campo de la política,de la economía; pero también desde la filosofía, la literatura, el humor…Con esta premisa, convocamos a distintos especialistas, con lentes y enfoquesvariados, intentando dimensionar desde lo múltiple aquella irrupción que seincrustó en la historia, sin pretensiones totalizadoras, reconstruyendo algunosretazos de sucesos relatos, miradas, experiencias…allá, aquí, allí…Al cierre de la edición, los Diputados de la Nación argentina convertían en leyuna reforma previsional que hace recaer el peso de la crisis financiera y fiscalsobre jubilados, niños y niñas que reciben Asignación Universal, discapacita-dos y ex combatientes, a pesar de la sucesión de manifestaciones y protestascallejeras, algunas de ellas reprimidas con gases y balas de goma, en una exhi-bición de violencia institucional feroz, no visto desde hace muchos años ennuestro país. A último momento, incluimos una nota que analiza esta cuestión,no sólo desde la coyuntura sino desde lo estructural, que atañe a nuestrademocracia.

Fuera de del tema central y de esta nota añadida al cierre, hay una serie de pro-puestas que diversifican la agenda en función de nuestro perfil periodístico:entre otras cosas, analizamos las significancias del anunció de Donald Trumpde trasladar la embajada de EE.UU. a Jerusalén, una provocación de conse-cuencias imprevisibles que ya está teniendo sus consecuencias en Israel, con laesperada reacción palestina. Por otra parte, a días del fallo de la Corte israelíexigiendo al Gobierno una revisión de la negativa a anular la ciudadanía israe-lí del represor Aníbal Gauto, nuestro colaborador Shlomo (Sergio) Slutzky -ape-lante en la causa-, nos relata en primera persona por qué salió a esta batalla ypor qué no la abandonará, hasta que se haga justicia.Proponemos un artículo, además, sobre el intento de unidad de las dos princi-pales organizaciones palestinas: El Fatah, que encabeza el gobierno de laAutoridad Palestina en Cisjordania, y el Movimiento de Resistencia Islámico(Hamás), que gobierna en la Franja de Gaza, una movida que aún no tiene unaconsecución efectiva al cierre de esta edición. También, ponemos el ojo en lamovida que está realizando Arabia Saudita en las últimas semanas para dispu-tarle a Irán el liderazgo del Medio Oriente árabe-islámico.En nuestra sección Festividades, ofrecemos al lector una perspectiva singularsobre Janucá, desde una pluma personal trazada a partir de recuerdos de lec-turas y literaturas. Luego, a partir de una mirada filosófica, abordamos los lími-tes del relativismo cultural, tomando como caso el sistema educativo australia-no, desde el testimonio y el pensamiento de una profesora argentina que viveen ese país.Desde nuestra habitual sección de Cultura, realizamos una cobertura delFestival de Cine Judío en Argentina, a partir de la cual presentamos dos comen-tarios de películas (Vitch y El molino de Habermann) y un reportaje a la realiza-dora israelí Sigal Bujman que vino a nuestro país a presentar Vitch. Y finalmen-te, orgullosos de la obra musical de nuestro colaborador e integrante de la Mesade Redacción Enrique Grinberg, damos cuenta de su segunda producción disco-gráfica, “KinderIorn/Mizmorshir”, un verdadero puente entre generaciones.Esto… y más… Y así nos vamos despidiendo, satisfechos por haber afianzado–aún en tiempos difíciles- un año más de crecimiento cualitativo de nuestra pro-puesta periodística y cultural, enhebrada no sólo desde el profesionalismo sinotambién desde el entusiasmo y la pasión.Jag Januca Sameaj. Un feliz año nuevo y nos reencontramos en 2018.Gustavo EfronDirector de Nueva Sion

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Abordajes4 NUEVA SION #993 | Noviembre/Diciembre 2017

A cien años de la Revolución Rusa:el ¿mito? judeo-bolchevique

A lo largo de este año, el mundo ha recordado la Revolución Rusa de 1917. Se ha discutido acerca de sus signifi-cados, de su devenir, de sus impactos. Las biografías de Lenin, Stalin y Trotsky, entre otros, cobraron protago-nismo en librerías y la cuestión judía no ha sido ajena en análisis e interpretaciones de la experiencia soviética

que marcó el siglo XX. La experiencia en Rusia y su repercusión en Argentina…

Por NerinaVisacovsky *

La histórica toma por asalto del Palacio deInvierno en Petrogrado (según el calendariojuliano, el 7 de noviembre, y según el grego-riano, el 25 de octubre) tuvo importanteshitos previos. Imprescindible mencionar elfrustrado intento de 1905, que despertó lacreciente actividad de los Consejos Obreros(Soviets); yla abdicación del Zar Nicolás IIenfebrero de 1917y el gobierno provisional enca-bezado por Aleksander Kérensky, marco en elcual Lenin y otros militantes exiliados pudie-ron retornar a Rusia. Y asimismo, laRevolución Rusa sólo estaba comenzando,porque aún se extendería durante elComunismo de Guerra y hasta 1921, cuandocon la Nueva Política Económica (NEP) surgíaun cierto orden, para dar paso a la creación dela Unión de Repúblicas SocialistasSoviéticas.Para reflexionar acerca de la pre-sencia judía en todo aquello, proponemos dospreguntas concretas: 1) ¿Por qué tantos judí-os suscribieron a la causa bolchevique? 2)¿Cómo ese hecho, junto con la creación de laInternacional Comunista (1919), impactaronentre los inmigrantes judíos llegados a laArgentina?

En el siglo XIX, el Imperio Zaristase extendíapor más dediez mil kilómetros entre Poloniaal oeste y Vladivostok en el extremo oriente.La dinastía Romanov, iniciada a principios delsiglo XVII,había continuado la política expan-sionista de sus antecesores y gobernaba unterritorio poblado por más de 180 millones depersonas de las más diversas etnias y religio-nes. Con un sistema semi-feudal, producto deuna tardía abolición de la servidumbre (1861)y un 85 % de población rural casi analfabeta,las condiciones de miseria, marginación yopresión eran comunes a varios grupos, entreellos, los judíos. Considerados de nacionali-dad hebrea, cerca de 5 millones de personasresidían en la “Zona de Residencia” (actual-mente Polonia, Lituania y parte de Ucrania yBielorrusia).Al igual que otras minorías norusas, se los consideraba ciudadanos desegunda clase y les estaba prohibido circularlibremente, ser propietarios de la tierra oejercer profesiones liberales. Las penuriasfamiliares se agudizaban frente a la obliga-ción de enrolarse y permanecer por años en elejército, dónde muchos jóvenes (y tambiénadultos) no lograban sobrevivir a las perma-nentes guerras y hostilidad de los inviernosrusos. Cierto es que, buscando vías de inte-gración y progreso socio-económico, habíacasos excepcionalesi.No obstante, las gran-des masas vivían en aquel confinamiento.Empero, el aislamiento y la ausencia de cana-

les de integración (como si habían tenido losjudíos europeos occidentales) fueron la clavede un rico desarrollo cultural idishista. Conlos ecos de la modernidad europea, tambiénllegó el “iluminismo judío” o Haskalah. Esemovimiento, liderado por una intelligentziaque se rebeló contra el mandato religioso,aceleró un masivo despliegue institucional ypolítico. Las ciudades de la Zona se fueronconvirtiendo en centros comerciales e indus-triales de importancia y paulatinamentecomenzaron a despoblarse los shtétls, dóndelas condiciones de vida eran cada vez másdifíciles. La gente empezó a buscar oportuni-dades en Varsovia, Kiev, Vilna, Minsk, Lodz,Bialystok u Odessa. Y allí también fueron apa-reciendo tanto las ideas marxistas como losconflictos entre la burguesía y el proletariadojudío.Sin embargo, a partir del asesinato delZar Alejandro II, el 1 de marzo de 1881, seve-ras hostilidades llegaron a la Zona. La prensapublicó que el crimen era responsabilidad deuna agrupación de revolucionarios populistasdenominados Narodnaia Volia (La voluntaddel pueblo) y la presencia de elementos judí-os en esa organización. Entre sus objetivos,los populistas (naródniki) querían demostrara las masas religiosas y analfabetas quequién gobernaba desde 1855, era un simplemortal y no un Dios omnipotente. El sucesocausó gran conmoción y dio inicio a una vio-lenta ola de represión. Durante tres años,hasta 1884, los judíos sufrieron una intensaserie de pogroms. Claro que eso no era nuevo,pero desde las masacres de Ucrania en 1660,no ocurrían ataques de aquella magnitud. Laagresión estaba legitimada por la IglesiaOrtodoxa Rusa que combatía al “marxismojudío”y las “leyes de mayo” de 1881 queAlejandro III había dispuesto para vengar lamuerte de su padre y enfrentar los intentosdesestabilizadores contra la dinastíaRomanov. Ciertamente existían varios movi-

mientos populares que conspiraban paraderrocar a la monarquía, y era real quemuchos judíos los lideraban o participabanen ellos.Cabe destacar que el antisemitismopor parte de las elites rusas tenía orígenesmás lejanos;desde Iván el Terrible en el 1550o Pedro el Grande en 1698, preservar el cultoreligioso ortodoxo y evitar la “contamina-ción” con otras confesiones era cuestión deEstado. Por eso, a medida que el Imperio ane-xaba territorios, y por ende a las diversaspoblaciones que allí vivían, dictaban leyespara restringirlos y mantenerlos alejados delos centros de poder. También, ya en el sigloXIX, los Protocolos de los Sabios de Síon cir-cularon en las Iglesias Ortodoxas. Aquel largopanfleto, en el cual se denunciaba la existen-cia de una conspiración secreta judía paraapropiarse del mundo y finalizar con la civili-zación cristiana, describía cómo los judíosiban a adueñarse de la economía, cómo seganarían el ejército, y cómo engañarían a lagente común a través de la palabra yla pren-sa para lograr sus objetivos. Evidentemente,todo aquello se parecía bastante a las accio-nes que Iglesia y Zarismopercibían por partede los revolucionarios.

LLooss bbuunnddiissttaassBajo estas condiciones, las dos tendenciasmás generalesentre los judíos fueron migrarhacia el continente americano y/o sumarse ala lucha revolucionaria. En cuanto a esto últi-mo, fue fundamental la creación del PartidoObrero Judío BUNDii, en Vilna, en 1897, quepronto se convirtió en una de las principalesfuerzas políticas de la Zona y nutrió las filasdel Partido Obrero Socialdemócrata Ruso(POSDR), creado en marzo de 1898 en Minsk.Los bundistas consideraban que en el éxitode la socialdemocracia rusa anidaba la posi-bilidad de emanciparse conservando su auto-nomía étnica. Sin embargo, una nueva ola depogroms ya iniciado el siglo XX, los dejaría

A 100 años. La RevoluciónA 100 años. La Revolución

Bolchevique y los JudíosBolchevique y los JudíosA 100 años. La Revolución

Bolchevique y los Judíos

Ilustración: Langer

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Abordajes Noviembre/Diciembre 2017 | NUEVA SION #993 5

desolados. Sucedía para entonces, que elensañamiento no provenía sólo del zarismo,sino también de otros trabajadores tan opri-midos como ellos. Esto se explicaba en parte,por una suerte de escuadrones de la muertellamados “centurias negras”, que se despla-zaban por las aldeas, organizando y emborra-chando a los trabajadores para atacar a susvecinos judíos. Así, en 1903 tuvo lugar elpogrom de Kishinev, capital de Besarabia yen 1905, luego del frustrado levantamiento,los judíos fueron castigados con salvajesmatanzas en Odessa y Kiev. Un año después,en 1906, otra terrible masacre tuvo lugar enBialystok. En esos años se multiplicaron lasmigraciones y surgieron nuevas alternativaspolíticas como el sionismo socialista. Peroademás, los bundistas se alejaron de las con-cepciones centralistas y luego unipartidistasde Lenin. Ellos seguían los principios dePlejánov y Mártov y la vía socialista de laSegunda Internacional, mientras que en 1902,el líder bolchevique, en su famoso ¿Quéhacer?, sostenía que los trabajadores someti-dos a la explotación capitalista no podíandesarrollar espontáneamente una concienciarevolucionaria, por lo cual necesitaban mili-tantes formadosque los guiaran. Es decir, una“vanguardia” dirigente. En cambio, otrosjudíosfueron protagonistas destacados o apo-yaron con vehemencia la dictadura del prole-tariado y el flamante marxismo-leninismo.Entre sus consignas libertarias, el POSDRademás, proclamaba el fin del antisemitismo.Y cierto es que, luego de octubre de 1917, lasCenturias Negras fueron eliminadas y susmiembros apresados. Así también, cumpliendocon su promesa, Lenin retiró a las tropas rusasde la Gran Guerra, en la cual injustamente, losobreros de distintos países -quienes debíanunirse para enfrentar al “enemigo burgués”-semataban unos a otros.Entonces, hacia 1918 yfrente a una caótica Guerra Civil entre ejércitosrojos y blancos (y también verdes), los militan-tes idishistas se dividían en tres tendencias;los bolcheviques, los bundistas, y los sionistassocialistas de Linke Poale Sion. Esta últimaopción, además, había sumado adherentesfrente a la promesa que el ministro británicoLord Balfour había formulado en 1917, acercade crear un “hogar nacional judío” en la colo-nia inglesa Palestina.

EEnn nnuueessttrraass ppaammppaass……Esos tres movimientos llegaron a la Argentinacon los inmigrantes. En 1914 y según el censonacional, se calculabaque81.915 israelitasvivían mayormente en las colonias agrícolas,pero en permanente desplazamiento hacia lasciudadesiii. Entonces, ¿cómo se expresó aquíla Revolución acontecida en la tierra de ori-gen de esa izquierda idishista? Los bundistasencontraron afinidad ideológica con elPartido Socialista Argentino, fundado porJuan B. Justo. En 1908, conservando su auto-nomía, editaron Avangard, que expresaba enídish similares ideas que La Vanguardia encastellano. En 1918, siguiendo la escisiónentre el Partido Socialista y su sectorInternacional-Socialista (luego, Comunista),el BUND también se fraccionó. Un significati-vo sector adhirió a la vía internacionalista, elinmediato cese del conflicto bélico y otrasconsignas de Lenin y los bolcheviques. Esesector formaría en 1921 la Ídische Sektzie desKomunistishes Partei (Idsektzie)iv o, para losrusos, Yevsektzia.Varios judíos anarquistasse sumaron también a este sector adherido a

la Internacional Comunista (Komintern). Elhistoriador Hernán Camarero afirmaba que en1922 la colectividad más numerosa en elPartido Comunista Argentino era la judía. En1927, por ejemplo, el periódico ídish RoiterShtern (Estrella Roja) publicaba 3500 ejem-plares, constituyendo el de mayor tirada des-pués de La Internacional en castellanov.Paralelamente, ya existían centros culturalesisraelitas, bibliotecas y de ayuda a coterráne-os. En 1915 se había realizado un PrimerCongreso Federal de Cultura en el CentroLiterario y Biblioteca Israelita Max Nordau deLa Plata (fundada en 1912). Miembros de ins-tituciones judías de todo el país asistieronpara sentar las bases de un animado encuen-tro en pos de fomentar la cultura judía laicaidishista. La organización estuvo a cargo deMáximo Rozen, obrero gráfico quien mástarde sería el máximo líder comunista de laIdsektzie. Desde 1916, con la llegada de laUCR al gobierno, los inmigrantesde todas lascolectividades habían comenzado a participaractivamente de la vida política. Sin embargo,como su condición de extranjeros aún no lespermitía votar; las manifestaciones y publica-ciones constituían su principal canal deexpresión.Hacia 1918, el clima recesivo de laprimera posguerra afectó crudamente el esce-nario económico internacional y enfrentó algobierno argentino con sucesivas huelgas.Los reclamos obreros, que llegaron a supunto más álgido y violento durante laSemana Trágica de enero de 1919 y los suce-sos de la Patagonia Rebelde en 1921, fueronpara los círculos conservadores y oligárqui-cos, una clara “amenaza” arraigada en dossupuestos; “el peligro democrático” y “elpeligro rojo”vi. El primero se manifestaba enla penetración de los “plebeyos” radicales enel sistema político, y el segundo en el efecto“contagio” de la Revolución Rusa. Las elitestemieron que esas huelgas fueran el inicio deuna gran conspiración organizada por extran-jeros, anarquistas y agitadores, principal-mente judíos. No casualmente, fue en 1919cuando nació la Liga Patriótica Argentina bajola dirección de Manuel Carlés, una organiza-ción paramilitar nacionalista de fuerte conte-nido antisemita. Durante la funesta SemanaTrágica, entre las varias atrocidades cometi-das por los miembros de esa Liga y las fuer-zas policiales, Pinie Wald, su compañeraRosa Wainstein y otros miembros deAvangard fueron apresados y acusados derepresentar al “Soviet judío” que conspirabapara destituir al gobierno argentino. En sulibro Koshmar (1929)vii, Wald describía cómolo creyeron “presidente del Soviet” y relata-ba sus vivencias durante aquellas jornadasnefastas que historiadores de la talla de TulioHalperín Donghi interpretaron como un ver-dadero pogrom en Buenos Aires. No obstante,en una sociedad cosmopolita y en formacióncomo era la argentina, no se trataba de unrechazo puramente étnico, sino del elementojudío combinado con lo revolucionario, lomaximalista. Es decir, a la clase política no lepreocupaba el judío aristócrata inglés, sino eljudío ruso y obrero con sus pancartas enídish: y el mejor ejemplo de esta supuesta“amenaza judeo-bolchevique” ya la habíadado el joven Simón Radowitzky en los añosdel Centenario, que vengando a sus compañe-ros muertos, había puesto una bomba en elcoche del Jefe de Policía Ramón Falcón.Claroque, en los años veinte, la Revolución Rusageneraba simpatía y aceptación en vastos

sectores liberales de la intelectualidad argen-tina. Baste mencionar el gran optimismo, quejunto a la Reforma Universitaria de 1918, des-pertaba aquella gesta enfiguras como JoséIngenieros o Deodoro Roca, e incluso en eljoven Jorge Luis Borgesviii.

En el entorno idishista, a partir de octubre de1917, las escuelas obreras (árbeternshuln)vinculadas a la Idsektzie pudieron expresarlibremente su adscripción “marxista-leninis-ta”. Hasta 1929, antes de ser perseguidas yclausuradas por la dictadura de José FélixUriburu, y la pseudo-democracia de AgustínP. Justo, en Buenos Aires funcionaban “ochoestrellas rojas en la historia del movimientoobrero” para niños y adolescentes. Tambiénel partido Linke Poale Síon tenía una serie deescuelas marxistas denominadas Dov VerBórojov, en homenaje al líder ucraniano. Esasdos redes eran similares, pero mientras en lasBórojov aparecía el componente emancipadorsionista, en las otras subyacía una tendenciahacia la integración y disolución del judaísmoen una clase trabajadora internacional;ambas eran complementarias a la escuelaestatal obligatoria. El Bund abrió sus aulas enlos años treinta. En 1938,y contemplando elavance del nazismo, Pinie Katz, intelectualclave en la creación del ICUF, lamentaba nohaber resuelto las diferencias, y unido fuer-zas entre los tres grupos para crear escuelasmás sólidas. En el entorno de la Idsektzietambién funcionaba la “Sociedad de Ayuda alos Colonos Israelitas en la Rusia Soviética”,conocida por su sigla PROCOR.. En un congre-so de 1927 realizado en Buenos Aires, seano-taron 2500 interesados enmigrar a la UniónSoviética. Finalmente, aquel proyecto impul-sado por Stalin como comisario de nacionali-dades dio sus frutos cuando en 1928Birobidyán fue declarada centro judío soviéti-co, y en mayo de 1934 Territorio AutónomoJudío.Durante la Segunda Guerra, el rol de laURSS frente al nazismo merece estudiarsecon profundidad y tal vez eso explique partede la incondicional fidelidad y gratitud denumerosos judíos por la causa soviética hastael final de sus días. La colectividad judeo-argentina, en diversas formas, fue protago-nista de esa historia. Empero, en los alboresde los años veinte, dónde Octubre de 1917sehacía cada vez más real, y los oprimidos deayer tenían una nueva esperanza, la luz quellegaba del oriente atravesaba fronteras geo-gráficas y temporales; y tras su brillo iban losnuevos argentinos, judíos y camaradas.

iA fines de siglo XIX se registraban aproximadamente 320mil judíos viviendo fuera de la Zona. GILBERT, Martin, Atlasde la Historia Judía, Buenos Aires, Raíces-Milá, 1988.iiAlgemeyner Yidisher Árbeter Bund fun Rusland, Poyln unLite: Unión General de los Trabajadores Judíos de Rusia,Polonia y Lituania.iiiAVNI Haim, Argentina y la Historia de la Inmigración Judía1810-1950Jerusalem-Buenos Aires, Universitaria Magnes-Universidad Hebrea de Jerusalem, 1983.ivSección Idiomática Idísh del Partido Comunista.vCAMARERO, Hernán, A la conquista de la clase obrera. Loscomunistas y el mundo del trabajo en la Argentina 1920-1935, Buenos Aires, Siglo XXI, 2007.viBUCHRUCKER, Christian, Nacionalismo y Peronismo. LaArgentina en la crisis ideológica mundial (1927-1955),Buenos Aires, Sudamericana, 1987.viiWALD, Pinie, Pesadilla. Una novela de la Semana Trágica(Koshmar, 1929) Buenos Aires, Ameghino, 1998.

viii CAMARERO, Hernán, Tiempos Rojos, Buenos Aires,Sudamericana, 2017.

* Investigadora del CONICET, profesora en la UNSAM yautora de Argentinos, judíos y camaradas tras la utopíasocialista (Biblos, 2015).

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Abordajes6 NUEVA SION #993 | Noviembre/Diciembre 2017

Los judíos y la granrevolución del siglo XX

Hablar de la toma de los resortes de lo poco que quedada del Estado zarista por los bolcheviques prácticamen-te en un golpe de estado, en octubre de 1917, y plantearla como "la revolución rusa" es hacer historia parcial.Y en todo esto están involucrados los judíos del Imperio absolutista, que participaron activamente en la caída

del régimen. Lo que vino después…Por Daniel Muchnik *

La revolución rusa se vino gestando treinta añosantes de 1917. La desesperación por las espanto-sas represiones del régimen zarista forjó el naci-miento de los "desesperados": no surgieron deninguna manera ligados al pensamiento marxis-ta de los social-revolucionarios y los maximalis-tas. Tenían una mezcla de ideas. Antes de la guerra, Rusia presenció un avanceimpresionante de la industrialización, con una par-ticipación activa en las protestas por parte de obre-ros y otros asalariados. Los obreros escuchabanmás a los mencheviques y a los primeros bolchevi-ques que a los social revolucionarios, que domina-ban los centros políticos de gran parte del país. La mayor parte de los judíos veía una revolucióncomo lo que era, una liberación, y se fueron inte-grando a las agrupaciones marxistas de distintavisión y estrategias. Los mencheviques iban máspausada y concienzudamente que los bolchevi-ques. Precisamente, muchísimos apoyaron a larevolución de Febrero cuyo gabinete actuó enmedio de los fracasos, la falta de armamento yhasta de fusiles (tuvieron que comprar en Japón yen Inglaterra) y las pérdidas humanas continuas,sosteniendo el enfrentamiento contra Alemania yel Imperio Austro Húngaro. Era una guerra dra-mática a la que ingresaron los principales aliadospor algunos pocos motivos que podían haberseresuelto en tratados y acuerdos. Como dicenalgunos historiadores actualmente; todos -sindistinción- los que decidían qué hacer entraronen la guerra como "sonámbulos" enfermos y nocomo seres humanos y con responsabilidad sobrelo que hacían.En octubre de 1917 los bolcheviques tiran todo eltablero político al suelo. Querían un partido mino-ritario, alerta, decidido, de revolucionarios profe-sionales dedicados full time al gran cambio, para"forjar al hombre nuevo". Su plan fue terminar laguerra con los enemigos. Alemania había ayuda-do a Lenin a cruzar el continente desde Suiza, entren blindado, hasta su arribo a la Estación deFinlandia, en el centro decisivo de Petrogrado,luego Leningrado y después vino el derrumbe SanPetersburgo para que pudiera concretar la paz yponer las tropas a enfrentarse con ingleses, fran-ceses y norteamericanos (desde 1917). El 24 deoctubre, en un país totalmente anarquizado, losbolcheviques capturan el Palacio de Gobiernosiguiendo el lema "Hay que arrancarle el gobier-no a la burguesía". A la "burguesía " que yahabía tumbado al zar y procuraba evitar las grie-tas entre tantos protagonistas y en medio de laniebla política total.

El judío identificado como bolcheviqueLa mayoría de los judíos adhirieron a los bolche-viques, crearon el servicio secreto (CHEKA) quecon las décadas pasaría a llamarse KGB, allí seenrolaron y comenzaron a manifestar extremismode ideas. Es allí donde se imprime en la mente delmundo que judío es sinónimo de bolchevique y alrevés. Por eso se llamó comunistas a las 1500 víc-

timas del único pogromo en Buenos Aires dirigidopor los niños bien de la Liga Patriota, de familiasamigas de Hipólito Yrigoyen.Cuatro millones de rusos huyeron al exteriorantes de 1920. Entre ellos, monárquicos e inte-grantes constitucionalistas de KDT, como elpadre abogado del escritor Vladimir Nabokov. Nofaltaron mencheviques que se hicieron bolchevi-ques como el mismísimo caso de León Trotski yotros tantos a quienes Stalin hará pagar sus"pecados" en las purgas de los años 30 (la granmayoría eran judíos)Los ex- aliados de Rusia en el conflicto armado lovivieron como una traición y se dispusieron a ali-mentar y preparar a las fuerzas antibolcheviques(o "blancas"). La estrategia incluía fortalecer apro-monárquicos, conservadores y liberalesextremistas. También enviaron armas, dinero ytropas expedicionarias.La guerra civil (entre blancos y rojos) que seextendió desde 1917 hasta 1921 fue un atroz bañode sangre. LA CHEKA fusilaba, torturaba e interro-gaba, contra todo "desviacionista" o "contrarre-volucionario". El Ejército Rojo atacó a todo "ene-migo del pueblo" sin juicio previo. En una solaregión se encargaron de 10.000 ejecuciones. En elcampo de batalla avanzaban o retrocedían dejan-do un tendal de víctimas. Hacia octubre de 1919 elEjército Rojo que dirigía Trotsky había perdido 1millón de hombres. En Ucrania como en el restode los frentes de batalla, el ingreso de los blancosse iniciaba o terminaba con los pogromos, todoen medio de un hambre extendido e insoportableen el país. La especialidad de los blancos era elasesinato de judíos. Hasta su muerte, Lenin repetiría que la violenciarevolucionaria era esencial contra los "elementosvacilantes e incontrolables" Lenin insistió siem-pre con la intensificación del Terror hasta sumuerte en 1924, contra la opinión de algunos desus subordinados, más cautos y menos tempera-mentales, que serán echados con los años delpoder. Es Lenin el que inicia los asesinatos masi-vos. Tras la caída del sistema comunista, investi-gaciones históricas -teniendo a la vista documen-tos por doquier- afirman que el mentor de todo

fue el caudillo iniciador de la revolución. Stalinseguiría la misma escuela.Hacia mediados de 1920 los "jefes blancos" esta-ban en desbandada, aunque los efectos de lalucha civil se manifestaron con más hambre y másterror. Todo se acentuó con tres millones de sol-dados desmovilizados y cuatro millones y mediode huérfanos con los estómagos vacíos que mero-deaban por los caminos, las ciudades y el campo.

La primera y efímera patria judíaEn el momento de la distribución de tierras segúnnacionalidades, los judíos consiguieron un primersitio, en la década del 20, en Birobidszhan. FueRepública Autónoma, en el confín siberiano, lejosdel mundo. A los pocos años fracasó.Ya por entonces el Kremlin había prohibido todointento de antisemitismo, que no cumplieronmuchos de los grupos guerrilleros armadosdurante la Segunda Guerra. Stalin, tras el descu-brimiento de los campos de concentración, noquiso reconocer que las víctimas eran judías. Setrataba de ciudadanos rusos. Punto. En 1948,disolvió el Comité Judío Antifascista, hicieron ase-sinar al dramaturgo Mijoels -uno de sus líderes- yprohibieron que tanto Mijoels como VassiliGrossman publicaran "El Libro Negro delAntisemitismo". A Grossman lo anularon, y prohi-bieron la salida de toda su inmensa y valiosaobra. Diez años después la paranoia de Stalin inventóel complot de los médicos judíos contra su vida ymontó un tinglado para que los juzgaran. Es elmismo antisemitismo que brotó en los regímenescomunistas satélites. No en vano juzgaron ymataron a la conducción judía en los partidoscomunistas checo y húngaro en la segunda mitadde los años 40. En Polonia, en 1968, el comunis-mo apeló al término "cosmopolita" contra losjudíos. Los echó de cátedras y profesiones. Se dióen medio de una crisis económica seria donde losjudíos fueron los chivos emisarios. Una de las víc-timas fue el profesor recientemente fallecidoZygmunt Bauman que emigró a Israel para luegoradicarse definitivamente en Inglaterra.

* Periodista. Escritor. Licenciado en Historia

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Abordajes Noviembre/Diciembre 2017 | NUEVA SION #993 7

Revoluciones y otras aventurasEl centenario de la Revolución Soviética no sólo marca un antes y un después en la historia universal:

es -también- una de las claves de las utopías y desencantos de mi generación. ¿Cómo olvidar eloctubre-noviembre del sesenta y siete, al celebrar cincuenta años del triunfo revolucionario, cantando, puños

en alto, la Internacional en las calles porteñas, desafiando al Onganiato?De este tormentoso siglo nos quedan tanto el sueño libertario, el heroísmo del Ejército Rojo, como la pesadilla

del terror estatal stalinista y tantos otros fracasos y traiciones.

Por Moshé Rozén *

Las antinomias ycontradicciones,los avances y retro-cesos, la inconme-surable grandeza yla degradantemiseria, Rasputiny Tostoi, Lenin yKerensky, Stalin yTrotsky: todo eluniverso, previo yposterior al GranOctubre, trascien-de las fronteras dela mitológica RosiaMatushka -MadreRusia-y se parecen

concentrar en nombres y momentos, cápsulas deuna época mayor.Uno de esos nombres es Mania Shojat (ManyaWilbushevitz Shochat). Uno de esos momentoses mayo de 1921.El Primero de Mayo de 1921, desde Yafo (Jaffa),un grupo de militantes judíos del Partodo de losObreros Socialistas (Mifleguet HaPoalimHaSotzialistim) marcharon en manifestación,rumbo a Tel Aviv. Vecinos árabes de Yafo, incita-dos por la propaganda antisionista y anticomunista de la dirigencialocal, atacaron la Casa del Pionero, albergue deinmigrantes judíos, cercano al Hospital Francés,asesinando a quince e hiriendo a decenas de resi-dentes. Algunos agentes policiales árabes,dependientes del Mandato Británico, en lugar deacudir en socorro de las víctimas, facilitaron lamasacre.El 17 de enero de 1923, a las cinco y veinticincode la tarde, en el barrio Neve Shalom, el comisa-rio Taufik Bak Al Said recibió un disparo en lafrente: la órden de atentar contra el policía fuedecretada por el “Kibutz Secreto”, uno de losgrupos liderados por Mania Shojat, como repre-salia por la matanza efectuada por los árabes y elsupuesto involucramiento del funcionario enaquella agresión. El militante que, según ciertasversiones, ejecutó la órden de Shojat se llamabaLukasher y era activista del Partido Comunista(PKP). En 1930, acusado por el Mandato Británicode ser un agente soviético, Lukasher escapa aRusia, donde se enrola en el Ejército Rojo, perosu destino todavía no está claro: al parecer,Stalin, sospechando del pasado sionista deLukasher, lo manda a Siberia, aunque sus cama-radas aseguran que, en realidad, se movilizó enlas filas republicanas durante la Guerra CivilEspañola y, al regresar nuevamente a la RusiaSoviética, cae, al cabo de una década, en ladefensa de Stalingrado durante la invasión ale-mana. Lo cierto es que el autor del disparo contra elpolicía Taufik Bak Al Said, no pudo ser apresadoy el episodio permanece hasta hoy en las som-bras del misterio. La comunidad judía dePalestina sostuvo que Taufik fue asesinado por

árabes, deseosos de vengar su traición por servir,como oficial, al colonialismo inglés. Pero, yaconstituido el Estado de Israel, se produce ungiro en relación a los hechos: Mania Shojat, el 25de agosto de 1951, declara que, conmovida por lamasacre de Yafo en 1921, denunció inmediata-mente a Taufik ante las autoridades británicas, y,ante su negativa a actuar, decidió la venganza.Cabe destacar que Ben Gurión, figura clave en elliderazgo sionista y en la esfera laborista, conde-nó energicamente aquella acción de represalia.A la postre, la versión de Mania Shojat resultó serequivocada: Taufik Bak Al Said no fue el policíaárabe que tuvo participación en aquella matanza;el oficial responsable fue otro y aquel error deidentificación condujo al “Kibutz Secreto” a ase-sinar a un inocente.Pero ¿quien era Mania Shojat, cuyo nombrequedó grabado en éste y otros muchos momen-tos de la historia del sionismo y del movimientoobrero en Palestina?. En noviembre-diciembre del año 1893, con ape-nas quince años, Mania Shojat abandona suhogar en Rusia y se traslada –vestida de varón- aLodz, resuelta a trabajar en aquella orbe indus-trial y realizar su sueño proletario. Otra versiónindica que Mania comienza su labor como agita-dora revolucionaria en Minsk, influida por laUnión de Trabajadores Socialistas Judíos, Bund.En 1899, en una imprenta, es detenida y encerce-lada: durante su cautiverio, la militante conoce aZubatov, jefe de la policía zarista, que le proponela libertad a cambio de abandonar el activismopolítico y dedicarse al campo sindical, exento deribetes revolucionarios...En 1901 Mania Shojat funda el Partido ObreroJudío Independiente, organizando huelgas enMinsk y Odesa. En 1904 visita Palestina y –entu-siasmada por los experimentos de cooperativis-mo campesino- resuelve radicarse y no regresar aRusia.Al cabo de tres años -1907- Mania viaja a Europaa efectos de conocer otras experiencias de coo-

peración agraria. Al volver a Palestina, se une alos fundadores de la autodefensa judía. El impe-rio otomano, gobernante en Palestina, resuelveenviarla al exilio. A su regreso, a término de laPrimera Guerra Mundial, Mania Shojat se con-vierte en uno de los ejes de la conducción políti-ca sionista socialista: se integra al Kibutz KfarGuiladí; promueve, asimismo, la creación de laCentral Obrera (Histadrut). En 1920 cristaliza otro proyecto: la Legión delTrabajo (Gdud Avodá), para sostener el carácterautónomo del socialismo pionero y sus recursosdefensivos en la consolidación de la presenciajudía en Palestina. Estas iniciativas perpetuan sunombre en aquella etapa fundacional, pero loque muchos, em el mundo judío –e inclusive enIsrael- no conocen es el rumbo revolucionarioque Mania trató de imprimir en las filas delsocialismo sionista: en 1930 se cuenta entre losfundadores de la “Liga de Cooperación Judeo-Arabe” y de un “Grupo Obrero Sionista-CírculoMarxista“.En 1948, con la creación del Estado de Israel,Mania Shojat se pliega al Partido ObreroUnificado (MAPAM), que –por aquel entónces-bregaba por un socialismo marcadamente inspi-rado en la interpretación soviética de las tesis deMarx y Lenin. Hoy, en la era de la posverdad, esdifícil recuperar la intensidad vivencial de aque-llas épocas, cuando la convicción ideológica eraun credo absoluto; o, a la inversa, podemos,ahora, entender mejor el espíritu rebelde queanimaba a las primeras olas de pioneros sionis-tas, arribados a Palestina en los años de laPrimera Guerra Mundial y la Revolución deOctubre.A nosotros, a las generaciones posteriores,maestras en desilución, nos falta el hechizo deMania Shojat, pero, aun así, nadie podrá borraraquellas tardes en el cine Lorraine, cuando jura-mos, con los marinos de Odesa en “El AcorazadoPotemkin”, vencer a los cosacos del Zar...* Miembro del kibutz Nir-Itzjak, Israel

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Abordajes8 NUEVA SION #993 | Noviembre/Diciembre 2017

Asómbrate conmigo: las nuevas tablasde la Revolución bolshevik

¡Ah, sí, los bolcheviques! Claro es que tampoco ahora estoy completamente de acuerdo con ellos,con su fanatismo pacifista. Pero después de todo, no es culpa suya. Están cogidos en una situación forzosa,

en que no pueden optar más que entre dos caminos, y se deciden por el más corto.Son otros los responsables de que el diablo vaya a ser el único que salga beneficiado con la Revolución rusa…

Rosa Luxemburgo, carta a Luisa Kautsky, Penitenciaría de Breslau, 19 de diciembre de 1917

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Por María Gabriela Mizraje *

Filosofía, estadismo y judaísmo están en lagénesis misma del pensamiento político que, entiempos modernos, cambió el curso de la huma-nidad drásticamente. En verdad, la revoluciónempieza mucho antes de 1917, en la fuerza delpensamiento de Karl Marx durante el másromántico de los siglos, el XIX. Y ese sentido de la revuelta (término usado yapor el generoso Príncipe Kropotkin en 1892), larevuelta dentro de la mente brillante de unjudío, que acaba desencadenando la revueltasocial, es lo que a cien años de aquel episodioque llegó a transformar la historia del mundopara siempre, aquí nos convoca.A. Gramsci advierte con claridad el espíritu vivi-ficante del pensamiento de Marx en el de losbolcheviques y explica hasta qué punto “No sonmarxistas [sino que] viven el pensamiento mar-xista”.Muchos de los principales hombres que, fun-dando, promoviendo e instituyendo, encarnanaquella línea de fuerza (línea de conciencia pri-mero y luego línea de acción) son judíos o estánentroncados con el judaísmo. De modo que pre-guntarse por la relación entre izquierda y juda-ísmo, o entre revolución rusa y judaísmo esretornar al origen de un sistema de pensamien-to que arrastra desde las ideas más esclarece-doras hasta las acciones más tenebrosas.Así como las mayores utopías del Renacimientocontaron con la firma de hombres profundamen-te cristianos, estas utopías del siglo XX llevan larúbrica inteligible de hombres judíos que quie-ren incidir en los destinos de la humanidad ensu conjunto. Si el humanismo renacentista nodejaba de levantar la vista a los cielos, el huma-nismo socialista mira sobre todo la materia. Sonotros tiempos, corren otras urgencias y el uni-versalismo opera como antecedente del inter-nacionalismo.Aunque condición de muchos, socialismo yjudaísmo, en términos comparativos, constitu-yen minorías. Cada uno ha sido motivo de estig-ma; los dos juntos, por doble disrupción, fueroncausa de ensañamiento o persecucio-nes.Podemos seguir extensamente las conver-gencias y puntos de fuga entre ambos, desde elincómodo texto de Marx, La cuestión judía de1843.Todo cabe, desde la capacidad o incapacidad delas concepciones marxistas para pensar y posi-cionarse frente a “la cuestión judía”, pasandopor la mirada de sospecha y rechazo que granparte del judaísmo ha venido sosteniendo sobrela cuestión marxista, hasta alianzas respetuo-sas y productivas, e incluso algunos mitos.“Cuando uno encuentra a un ruso inteligentecasi siempre es judío o tiene sangre judía en lasvenas” le habría dicho Lenin al famoso escritor

Maksim Gorki.Nombres como el suyo, Stalin, Trotsky, Kautsky,Luxemburgo, Vladimir Medev o, por otro lado,Otto Bauer, Paul Levi, Eduard Bernstein… con-forman una lista impactante, pero más allá delentrecruzamiento que este dossier propone, esimprescindible tener cuidado con ciertos con-ceptos que pueden resultar resbaladizos. Lascuentas sobre los porcentajes (de la sangre –yala probada, ya la discutida– de los líderes y con-ductores, en este caso, o de los participantes delos fenómenos históricos en general) sacadastanto por la bibliografía judía y filosemita comopor la antijudía y antisemita son peligrosas, yaquela influencia en términos culturales es unacosa y otra el esencialismo genético. Más tem-prano que tarde, estas miradas conllevan argu-mentos racistas de distintos signos.

Cuerpos y almas contra el desencantoEn la década de 1920, en Alemania, DietrichEckart fue el apropiador inescrupuloso del sin-tagma “Jüdischer Bolschewismus” (“judío bol-chevique”) que andaba circulando como flecha,y bajo su amparo se apuntalaron nefastas ideasdel nacional-socialismo. Los enemigos delcomunismo señalaban otra forma deInternacional, pues afirmaban que laRevolución de Octubre había sido dirigida yfinanciada por el “judaísmo internacional”, bus-cando destruir la única civilización de valía (cris-tiana y aria). Así el “bolchevismo judío” se cons-tituyó en slogan nazi y un panfleto de entonces,escrito por Eckart, lo atestigua con milenariadenuncia: “El bolchevismo desde Moisés hastaLenin”.Fritz Gerlich, convertido en su enemigo intelec-tual, aunque fundador de la LigaAntibolchevique, en su libro Der Kommunismusals Lehre vom Tausendjährigen Reich, publicadoen Munich en 1920, había discutido el amplioarco de bolchevismo, comunismo, socialismomístico y marxismo. Respondiendo a “la campa-ña de difamación contra nuestros conciudada-nos judíos [que] amenaza con convertirse en unpeligro público”, sale a la defensa concluyendoque el judaísmo creyente es enemigo del bol-chevismo y los judíos que tienen un rol en losmovimientos internacionalistas “en su mayorparte ya no son judíos”. Ya W. Churchill había apuntado algo parecidoen aquel mismo año cuando se refería a “estosjudíos internacionales y, en su mayoría, ateísta”y expresaba su impacto ante la situación de losrusos diciendo: “En las instituciones soviéticas,el predominio de los judíos es aún más asom-broso”. El Secretario de Estado para la Guerra yla Aviación de Gran Bretaña realiza estas afir-maciones en un tremendo artículo titulado “Elsionismo frente al bolchevismo: una lucha porel alma del pueblo judío”(8/2/1920).

En la contracara de este horroroso abordaje,hay una extensa tradición crítica que une reden-ción mesiánica con utopía revolucionaria yWalter Benjamin es acaso el más entrañable yluminoso de todos sus exponentes. Él encarnael materialismo metafísico y mesiánico y lo llevahasta las últimas consecuencias. Definía su pro-pio rostro bifronte, recuperar la espiritualidadjudía y apostar a la transformación de la socie-dad de acuerdo con el modelo marxista. Así fueen busca de la “redención” (Erlösung), comode-fensor del sionismo cultural y no del geopolíti-co.Restauraciones y utopías aquí y allá.Rusia produce el pasaje de subella literaturamoral del siglo XIX a la propaganda izquierdis-ta. Con el siglo XX las estilizaciones edificantesvan quedando atrás, son el viejo realismo. Parael credo del estado bolchevique, la revoluciónplantea el desafío de construir la superestructu-ra en los dominios del arte, y la literatura tieneque alcanzarlo. Ahora le esperan nuevas expre-siones, con noveles voces o las mismas vocesde antaño que deben dar un giro para ponerse ala altura de las circunstancias.Entre el derrumbamiento de la época de loszares y el estallido socialista, leemos a IsaakBabel, Mijail Bulgakov, Andrei Biely, EugueniZamiatin, los transicionales entusiasmados queabrenla renovación estética. Zamiatin, bolchevi-que fervoroso que más tarde tiene problemascon el régimen stalinista y logra exiliarse, cons-truye un Nosotros en su novela futurista de 1920que es único. El agudo Trotsky critica ese tipode futurismo pero laobra anticipatoria deZamiatin aún conserva una vigenciaque desafía.Él había sabido afirmar “Necesitamos escritoresque no teman nada”.Hay una literatura intensa en hojas clandesti-nas, que los años nos han devuelto, las quequedaron atrapadas tras los muros de las cen-suras o la autoimposición silente. Entre esaspáginas, las de Marina Tszvetáieva se llenan depreguntas y exclamaciones del tenor de “¡RezaMoscú, yace Moscú, para el sueño eterno pre-parada!” y “¿Dónde están tus hijos, Moscú?–Muertos” o “¡Asombrate conmigo, profetaMoisés!”Es un Mar Rojo lo que está en juego, un inmen-so Mar Rojo de alumbramientos colosales, deconfianza en milagros, de resistencia humana,de oleadas gigantescas y muertes en el trans-curso, de decisiones, de coraje, de violencia; unmomento fundamental de la historia del mundoque no puede soslayarse, para tomar de suespejo lo mejor y para evitar, por siempre, larepetición de lo siniestro que salió a abrirsecamino en medio del valioso ideal de aquellagesta de liberaciones imprescindibles.

* Crítica literaria, filóloga y escritora. Investigadora de laUNTREF.

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Por María Gabriela Mizraje

La intelligentsia latinoamericana y particular-mente la argentina supo mirar en dirección aEuropa del Este y a los aires transformadoresque acarreaba, aún con las contradicciones ylas críticas que, tras la revolución de 1917,luego del giro que abriera con el gobiernosoviético un nuevo mundo, se despertaron.Latinoamérica toda está atenta; bajando por elmapa que empieza en verdad en los EstadosUnidos, entre las expresiones más significati-vas repercuten las de Waldo Frank; en México,las de Diego Rivera, José Revueltas o JoséVasconcelos; en Perú las del político Haya de laTorre y el poeta César Vallejo más tarde; enUruguay, la del socialista Emilio Frugoni; enArgentina, las de Manuel Ugarte, JoséIngenieros, Rodofo Puigrós o José Portogalo,por nombrar sólo a algunos. Alberto Gerchunoff —siempre reconocido en surol de fundador de la literatura judeo-argenti-na— deja su testimonio de balance cuando sedecide a trazar las semblanzas de algunas delas figuras más representativas de su tiempo. En ese libro de 1979, al detenerse en MáximoGorki, como “predicador del advenimiento”,asegura que habrá de perdurar con Tolstoi yDostoievski, como intérprete “de las agitacio-nes sentimentales y de los problemas psicoló-gicos de un pueblo de corazón caudaloso”. Asípercibe y define, con intensidad, Gerchunoff alpueblo ruso. Y al recalar en Kropotkin afirma: “su biografía,que se relaciona con el período revolucionariomás interesante de aquel vasto y confuso país,constituye quizás la explicación más clara demuchos fenómenos del movimiento democráti-co ruso”. Gerchunoff no está señalando enton-ces la revolución de 1917 sino las transforma-ciones previas. Por el contrario, al anunciar lamuerte del príncipe, se refiere a la vida en sutierra como “la inmensa batahola de la Rusiabolsheviki”. Su visión queda muy clara, es definitivamentecrítica: “la tragedia que se iniciaba en Rusia”dice,para explicar cómo Gorki “no preveía loque se ocultaba detrás del Consejo de Obrerosy Soldados, y al sobrevenir el bolchevismocreyó que asistía a la incruenta realización deun programa completo de socialismo. […] Masno tardó en desengañarse. El Soviet perseguía,destruía, oprimía. Gorki se puso contra elSoviet”. Y aclarar que de algunos de sus libros“fluye como una emoción religiosa ante elespectáculo del país rehaciéndose penosamen-te de su catástrofe histórica y de los desgastesformidables de la revolución”.Algunos escritores contemporáneos a él, comoJ. L. Borges, tendrán una mirada aprobatoria, almenos al calor de los acontecimientos vivos,pues Borges registra aquella revolución a susdieciocho años de edad, mientras reside enEuropa, y se siente indudablemente atraído. Su poema “Rusia” de 1920 termina expresan-do: “En el cuerno salvaje de un arco iris/ cla-mamos su gesta/ bayonetas/ que portan en la

punta las mañanas”. Ese futuro solidario es laesperanza de casi todos los muchachos.A tres años de la Revolución del `17, en corres-pondencia con su amigo Jacobo Sureda cuentaque ha “fabricado” algunos poemas, el primeroque menciona es “Gesta soviética”, “muy diná-mico”, el segundo, “Judería” con “estilo desalmo bíblico”; en una carta siguiente añadirá“Guardia roja”, “muy objetivo, dinámico y frío”.Los define por contraste, como intentando quelas formas reflejen los temas. Tomando elpulso de aquel momento histórico, los poemasalusivos a Octubre y su después, que se hallanentre lo menos conocidos del repertorio borge-ano, se publican en revistas y queda en proyec-to un libro que se titularía Los himnos rojos (oLos ritmos rojos).Algunos de nuestros hombres más relevantesrealizarán visitas a la URSS que quedaránescritas, configurando cuadros y memoriasintensas, de apreciaciones en las que prima lasimpatía, aunque también se tome distancia deciertos aspectos. Entre ellos, se destacan laspáginas de Elías Castelnuovo. Dos libros resul-tan de ese proceso: Yo vi en Rusia (Impresionesde un viaje a través de la tierra de los trabaja-dores), 1932 y Rusia Soviética (Apuntes de unviajero), 1933. Castelnuovo, quien viaja en 1931junto al célebre G. F. Nicolai y al médico y pro-fesor Lelio Zeno, nos asegura: “Durante mi per-manencia tuve la oportunidad de tratar con uncentenar de viajeros ilustres. Muchos, no lle-gan allí en calidad de veedores sino de jueces.Traían ya su veredicto confeccionado. No iban acertificar un fenómeno. Iban redondamente afallar sin apelación, como si el curso de la his-toria dependiese de su juicio”.Los ítalo-criollos de izquierda se dan la manocon el judaísmo socialista o comunista y losanarco-bolcheviques no ocultan su alegría anteel florecimiento soviético.

Recorridos necesariosSi lo que queremos rastrear es la relación conel campo intelectual judío argentino a través delos años, es necesario ver las revistas queharán historia (tales como Judaica, Columna oMundo Israelita) y mencionar, en lo acotado deeste espacio, dentro del campo de los escrito-res, por un lado al querido César Tiempo y, porotro, al postergado Enrique Espinoza, próximosen fechas y geografías, el oriundo de Ucrania yel oriundo de Rusia. Preciso es recordar quehay varios otros.Nadie como Espinoza sintió y difundió tanto elimpacto de lo que la Revolución de Octubre y elmarxismo en su conjunto significaban comoaire transformador para la época. El mapa queda así equilibrado, desde su amigoFrank al Nortehasta el Cono Sur donde él semueve, y completándose con J. C. Mariátegui,Espinoza (seudónimo de Samuel Glusberg) esel promotor cultural más representativo deaquella cosmovisión. Su revista y más tardeeditorial Babel lo atestigua, además de suslibros. Mauricio Amster, por ejemplo, traduce para

Babel el artículo “Fantasmas verbales” deThomas Mann, que explica cómo la sola men-ción de la palabra “comunismo” genera un tipode temor que se ha construido deliberadamen-te —y persiste hasta la actualidad—, agitandofantasmas que determinan prescripciones delvocabulario (hecho que los argentinos conoce-mos muy bien)Entre los libros de Espinoza, especialmenteConciencia histórica- Pensamiento y acción, de1973, permite reconstruir su perspectiva: desdela “amistad ejemplar” entre Marx y Engels,hasta Daniel de León —pensador que interesa-ba a Lenin— como “un caso de injerto social”,del cual nos enseña que “En Rusia sólo se supodel solitario De León después de consumada laRevolución de Octubre”. O Rosa Luxemburgodiciendo que espera que “ocurran muchoshechos trascendentales de éstos en los próxi-mos años” o André Gide en su Retour de l´URSS y el análisis de la posición del escritor enla sociedad capitalista.Nuestro autor, nacido en Kischiniev, que habíaemigrado con la familia en la infancia, huyendode los pogroms y quien ya adulto anhelabaescribir la biografía de Trotsky, no podía dar laespalda a esas voces. Él hace girar La Noriapara saludar en verso al hombre de Coyoacán,“comandante/ del Ejército Rojo, en tren blinda-do” y cantar “En la gran Rusia del soviet triun-fante”.Otra cara de las repercusiones de octubre de1917 es la que se da a poco más de un año poraquí, pues la revolución de allá penetra a suforma en la Semana Trágica de enero de 1919,en tanto determina una de las primeras reac-ciones violentas en nuestro suelo a la expre-sión de protesta junto a la interpretación delmaridaje entre izquierda y judaísmo.La Aurora Rusa los desveló a todos y laArgentina enarbolará su propia resistencia, porpura terquedad de la esperanza.

Periodismo judeoargentino con compromiso | Abordajes Noviembre/Diciembre 2017 | NUEVA SION #993 9

Ilusión y revolución, o aquel vasto yconfuso país

Revuelta, utopía, resurrección, revolución son palabras que van cayendo sobre las calles y los campos de unaRusia que va agotando sus antiguas formas hasta ponerse de pie como un solo hombre. Los ecos cruzan los

mares y llegan hasta aquí.

A 100 años. La RevoluciónA 100 años. La Revolución

Bolchevique y los JudíosBolchevique y los JudíosA 100 años. La Revolución

Bolchevique y los Judíos

Enrique Espinoza, alias "Samuel Glusberg"

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Abordajes10 NUEVA SION #993 | Noviembre/Diciembre 2017

A 100 años. La RevoluciónA 100 años. La Revolución

Bolchevique y los JudíosBolchevique y los JudíosA 100 años. La Revolución

Bolchevique y los Judíos

La Revolución de Octubre y elsocialismo siglo XXI

No se pretende aquí un ensayo que configure una reconstrucción histórica de la Revolución de Octubre de 1917,ni un balance de logros y frustraciones, sino establecer el peso y relación que la misma puede configurar para loque se denomina “Socialismo Siglo XXI”. El trabajo expresa la opinión personal de quien escribe y está exenta

de toda visión catequista.-

Por Eduardo S. Barcesat *

De qué hablamos cuando decimos “revolu-ción”Como toda pregunta simple la respuesta esnecesariamente compleja. La ciencia políticano tiene una respuesta uniforme ni máxima-mente sencilla para aportar sobre aquello quedenominamos como revolución.-Desde una lógica jurídica, todo cambio dis-ruptivo del orden jurídico podría ser entendi-do como “revolución”. He mantenido, muchosaños atrás, una amable polémica con el Dr.Carlos Cossio. Con muy buenos argumentosCossio sostenía que para el derecho no podíaestablecerse una diferencia entre lo quedenominamos “golpe de estado” y aquelloque denotamos con el término “revolución”;que en ambas situaciones se produce unaruptura del orden jurídico y que no existen cri-terios posibles de distinción, o –en todo caso-, que son estrictamente subjetivos. De miparte sostenía, y lo sigo entendiendo así, quela revolución es un cambio totalizador de laestructura de las relaciones sociales, en tantoque los golpes de estado se caracterizan porla toma del aparato de estado, sin introducircambios sustanciales en el conjunto de lasrelaciones; antes bien, que el golpe de estadoes, arquetípicamente, para impedir los cam-bios sociales. Desde este punto de vista, exis-ten diferencias objetivas y notorias entre, la“Revolución Francesa”, o la “Revolución deOctubre”, de un lado, y la llamada“Revolución Argentina” (año 1966), o el“Proceso de Reorganización Nacional” (año1976).-El tema central para caracterizar una revolu-ción es el situar, en tiempo y espacio, cuándose consagra la revolución: si al momento de latoma (violenta) del aparato de estado; o cuan-do la revolución logra ese cambio totalizadorde la estructura de las relaciones sociales,generando un nuevo régimen, lo suficiente-mente estable como para impedir la reposi-ción del orden social que esa revolución vinoa cambiar.-Es muy sencillo y simplificador apoyarse en el“joven Marx”, y sostener que “la violencia esla partera de la historia”, con lo que la tomadel aparato de estado devendría en garantedel cambio revolucionario. Pienso que el“Marx maduro” se inclina por reservar el tér-mino revolución para la culminación establedel cambio totalizador de las relacionessociales. Esta lectura es la que comparto. Latoma violenta del aparato de estado no es, depor sí, condición suficiente y necesaria paraproducir el cambio totalizador y estable delconjunto de las relaciones sociales. La violen-cia ha sido y es “partera de la historia”; perotambién ha sido y es “abortista de la histo-ria”, y mucho temo que colecta más de lo

segundo que de lo primero. En el momen-to actual, de este Siglo XXI, viendo elgrado creciente del poder de destruccióndel Planeta Tierra, o de la supremacíamilitar para invadir y destruir estadosextranjeros, el pensar que una apropia-ción violenta del aparato de estado, en unpaís determinado y con signo o proclamarevolucionaria, puede pasar desapercibi-da o tolerada por el imperialismo, peca deingenuidad.-El Socialismo Siglo XXI tiene que replan-tearse, necesariamente, cómo introducirese cambio totalizador en la estructura delas relaciones sociales de modo que seainconmovible.-Anticipo mi respuesta: las transformacio-nes revolucionarias sólo son posibles, si ysólo si, se configura un bloque socialhegemónico que apropia el herramentaljurídico en su proceso de liberación,nacional y social, como pueblo y comoindividuos. Algunos llaman a esta posturacomo “el uso alternativo del derecho”. Noes inexacto, pero es insuficiente. La apro-piación del herramental jurídico requierede la conformación de un bloque socialhegemónico que apropie y ejerza ese usoalternativo (o alterativo) del derecho. Lavieja consigna del anarquismo sosteníaque las revoluciones no se hacen con lasleyes, sino contra las leyes. Entiendo quees menester un nuevo paradigma; los cam-bios y transformaciones deben hacerse desdey con el derecho…sobre todo, para que seanduraderos.-

¿Por dónde empezar?El cambio del modo de producción dominantees el que signa o sobre-determina, en últimainstancia, la posibilidad de la revolución entanto que cambio totalizador y estable.-La Revolución de Octubre produjo un cambiosustantivo al introducir, tras la toma del apa-rato de estado, la propiedad social de losmedios de producción. Ese cambio repercutióinmensamente en la superestructura social,modificando el acceso a la cultura, el derecho,la situación de la mujer, las artes, la alfabeti-zación del pueblo, y la libertad religiosa, par-ticularmente en su etapa inicial y bajo la con-ducción de V.I. Lenin.-Conforme C. Marx y la lectura de L.Althousser, todo cambio del modo de produc-ción comporta una variación de invariantes;esto es, que el modo de producción implica,siempre, la producción propiamente dicha; ladistribución; el intercambio y el consumo. Elcambio del modo de producción puede iniciar-se desde cualquiera de las cuatro invariantes(producción, distribución, intercambio y con-sumo).-La Revolución de Octubre ingresó por el cam-

bio del modo de producción propiamentedicho y por su correlato jurídico: el régimende propiedad de los medios de producción.Tuvo resultados espectaculares que se pro-yectaron en la ciencia y en la tecnología, lavieja Rusia zarista se convierte, a pasos agi-gantados, en una potencia industrial y conmenor suceso en una potencia agrícola.-¿Qué produjo su resquebrajadura y derrum-be? No es fácil dar una respuesta abarcativa ytotalizadora. Propongo dos factores para elexamen: 1) el peso de la carrera armamentis-ta y los costos de la solidaridad con los pro-cesos revolucionarios y movimientos de libe-ración nacional en otros países. La URSS des-tinaba más del 20% de su producto brutointerno con esos fines. Resultó un peso enor-me y soportado en soledad. 2) La brutal con-centración del poder en el Partido Comunistaconducido por J. Stalin, ahogando el espaciode las libertades públicas, de los derechosciviles y políticos. La URSS, férreamente con-ducida, obvió la revolución burguesa y loslogros del estado demo-liberal-burgués. Y el“stalinismo” fue peor que el propio J. Stalin.-La aspiración por más democracia y mássocialismo que llevó adelante M. Gorbachov(“perestroika”), fue como el estallido de unacompuerta que terminó destrozando eldique.-La ex URSS conquistó, a consecuencia de ese

"El joven Marx"

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derrumbe, los derechos que fueran estandar-te de la Revolución Francesa, pero no pudocontenerlos dentro del modo socialista deproducción y de sus formas jurídicas.-El Socialismo Siglo XXI tiene que diseñar unaestrategia de acceso al aparato de estado,conforme las reglas y procedimientos delestado demo-liberal burgués, para poder ini-ciar –desde esa instalación, que no comporta,de por sí, la apropiación de los medios de pro-ducción-, la incidencia y debilitamiento delmodo de producción dominante.-Me parece entrever, en todo aquello que seinscribe como Socialismo Siglo XXI, que seingresa al cambio de la estructura social, através de avances en la distribución de lariqueza de las naciones en el interior de esaestructura social y cuyo bloque hegemónicolleva adelante el cambio, que de ser cohe-rente y persistir, adquirirá carácter revolu-cionario.-

Cuando la distribu-ción del producidoglobal de la socie-dad alcance eldesarrollo suficien-te, incidirá en elintercambio y elconsumo para,finalmente, llegar aun modo de produc-ción más elevado,justo y equitativo,con la propiedadsocial de losmedios de produc-ción. Queda abiertosi esa propiedadsocial debe abarcartoda la actividad

productiva y de prestación de servicios, osólo los fundamentales.-En ese camino, el cambio revolucionario tro-pezará con todos los obstáculos que leimpondrán los factores de poder. Es impor-tante delimitar al partido del poder del pen-samiento único y hegemónico actual, confor-mado por las grandes empresas trasnaciona-les –muy especialmente el conglomerado dela industria bélica-, los medios masivos decomunicación social, que son los que “norma-lizan” el modelo y lo presentan como único einextinguible –fin de la historia-; finalmente,los poderes conservadores y retardatarios, enespecial la administración de justicia, entanto que poder vitalicio y aristocrático,generado como resguardo en última instanciafrente a todo proceso de cambio social.-Un factor esencial en el proceso del cambiosocial lo configura la unidad de iguales; esto

es, el conjunto de los pueblos latinoamerica-nos, asiáticos y africanos, siempre con elideal de la conjunción e integración progresi-va. No es casual la preocupación del imperia-lismo por desarticular y desvertebrar todoslos procesos de unidad generados desdeabajo por quienes están en iguales circuns-tancias de dominación y explotación.-Juntos deberán enfrentar, pueblos y gobier-nos progresistas, la dominación y explotaciónpor la deuda externa, la fuga de capitales, laexplotación devastadora de los recursos yriquezas naturales, la apropiación de las tie-rras con capacidad rural, el agua potable, loshidrocarburos y los minerales estratégicos(sílice, litio, y tungsteno) para el desarrollocientífico y tecnológico.-En este proceso de cambio social, debemediar un ensamble –siempre lo he sosteni-do- entre socialismo y derechos humanos.Los seres humanos y los pueblos deben serlibres respecto del temor y libres respecto dela miseria.-

ColofónLa experiencia del socialismo real que inau-guró la Revolución de Octubre debe apropiar-se y rectificarse, fundamentalmente en el res-guardo de las libertades civiles y políticas, yen posibilitar el pleno desarrollo de la liber-tad creadora de lo humano.-El catequismo es para las religiones; el espí-ritu creador es para la revolución.-Y la utopía es la mayor libertad del pensa-miento.-

* Profesor Titular Consulto, Facultad de Derecho, UBA

"El Marx maduro"

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Abordajes12 NUEVA SION #993 | Noviembre/Diciembre 2017

A 100 años. La RevoluciónA 100 años. La Revolución

Bolchevique y los JudíosBolchevique y los JudíosA 100 años. La Revolución

Bolchevique y los Judíos

Una historia poco conocida: LaRevolución de Octubre y Palestina

Ecos de la epopeya revolucionaria bolchevique

Por Efraim Davidi *

La Revolución de Octubre de 1917, liderada porVladimir Ilich Lenin, causo una gran conmociónentre los millones de judíos de Europa y lasAméricas. 500 años de oprobio, explotación ydiscriminación llegaban a término y las grandesmasas de trabajadores judíos en todo elmundo, desde el Puerto de Salónica al Este yhasta los "sweatshops" (talleres de explota-ción obrera) en Nueva York, acogían esperanza-dos los rápidos cambios que se producían en laRusia de los Soviets. También en la lejana Palestina de entonces,bajo la ocupación del imperialismo inglés, lle-garon los ecos de la epopeya revolucionariabolchevique. La primera conmoción local suce-dió cuando el 23 de noviembre de 1917, los dia-rios moscovitas Izvestia y Pravda publicaronuna serie de pactos secretos firmados por laautocracia zarista, entre ellos el conocido bajodel nombre de "Acuerdo Sykes-Picot", firmadopor los diplomáticos británico y francés MarkSykes y François Marie Denis Georges-Picot. Este acuerdo, firmado en mayo de 1916 por losrepresentantes de las dos potencias colonialesmás grandes de la época, dividía al MedioOriente en zonas de influencia, en un vastoterritorio a la sazón parte del Imperio Otomano.Por el mismo el Imperio Británico recibiría elcontrol de la costa mediterránea del CercanoOriente hasta el rio Jordán y la Trans-Jordania yel sur de Irak. La República Francesa, por suparte, ocuparía el sureste de la actual Turquía,el norte de Irak y todo Siria y el Líbano. El impe-rio zarista iba a recibir la ciudad de Estambul,los Estrechos Turcos y Armenia. Claro está queel joven gobierno bolchevique desistió de ocu-par esos territorios luego de finalizada laPrimera Guerra Mundial, no es este el caso debritánicos y franceses.Dada la derrota otomana del 1918 y la subsi-guiente victoria franco-británica , el acuerdodividió entre las dos potencias imperialistas lasprovincias árabes de los otomanos y se propu-so una "administración internacional" para

Palestina, que en los hechos se transformó enocupación colonial y que duro desde 1917 yhasta la independencia de Israel en 1948.

El primer grupo clandestino anti-colonialistaEn los años que siguieron a la Revolución Rusallegaron a la Palestina decenas de miles dejudíos inmigrantes ("Tercera Alia", de acuerdoa la historiografía sionista). Eran estos una ínfi-ma minoría entre los millones de judíos queemigraron de Europa Oriental a EuropaOccidental y las Américas. Pero todos teníanalgo en común: la admiración por los logros delos "maximalistas" (como se denominaba a losbolcheviques en la prensa de la época). A pesar que en la "historia oficial" de Israelestos jóvenes se denominan "jalutzim" y"jalutzot" (pioneros que se destacaban en lasactividades agrícolas), en su gran mayoría seinstalaron en las ciudades, particularmente Tel-Aviv, Haifa y Jerusalen en una situación deextrema precariedad, donde acechaban el ham-bre, la desocupación y la miseria. Cientos deellos comenzaron a dudar de los ideales sionis-tas que los llevaron a la lejana Palestina y serebelaban contra el trato discriminatorio que elestablishment sionista reservaba hacia lapoblación árabe-palestina autóctona, que con-formaba la gran mayoría de la población.Muchos de ellos se encontraron en octubre de1919 para fundar el clandestino Partido de losTrabajadores Socialistas, conocido por MOPS,por sus siglas en hebreo. En 1923, en su quintocongreso cambiaría su nombre por PartidoComunista Palestino (PKP) que en 1924 seadhiere a la III Internacional, el Comintern. Durante los cuatro años en que el MOPS tuvoexistencia se desarrolló un profundo debatesobre sus relaciones con el sionismo. Hasta lafundación del PKP cohabitaron en su seno anti-sionistas, a sionistas y pro-sionistas, lo cualacarreo varias divisiones. Con todo en el con-greso fundacional se establecieron líneas pro-gramáticas claras: ruptura con la OrganizaciónSionista Mundial, apoyo a la Revolución deOctubre y a la que se convertiría en 1922 en la

Unión de RepúblicasSocialistas Soviéticas(URSS), lucha conjuntajudeo-árabe contra el colo-nialismo inglés, el imperialis-mo y el capitalismo, la ins-tauración del socialismo enPalestina. Así se convirtióeste partido, que en uncomienzo contaba con solocientos de militantes (deacuerdo a fuentes policialesbritánicas de esa época), enel primer grupo clandestinoanti-colonialista.

Cárcel, destierro y torturasDesde su instalación enPalestina en 1917 las autori-dades coloniales británicasestaban muy preocupadas

por los "agentes bolcheviques" que supuesta-mente enviaría Rusia soviética para actuar en laregión. No hay que olvidar que Gran Bretaña sesumó a más de una decena de países que ata-caron el territorio ruso para tratar de derrocar alos bolcheviques del poder. Las fuerzas británi-cas fueron vencidas en 1920 y solo Japón per-sistió en este combate anti-revolucionariohasta 1922.La creación del MOPS clandestino en 1919 soloaporto un indicio más para confirmar estas"sospechas": los agentes soviéticos se encon-traban en Medio Oriente. La realidad es queMoscú no envió espías o representantes a laregión. La creación del MOPS fue una expresiónlocal. Y la ironía es que durante los años 20 y 30muchos comunistas palestinos, mayoritaria-mente judíos, fueron realmente designados porel Comintern para ayudar a establecer partidoscomunistas en Egipto, Siria y el Líbano. Frente al "peligro rojo", los británicos estable-cieron una unidad especial de policía (CID) queestaba dirigida por militares que realizaron fun-ciones de este tipo en otras colonias delImperio, particularmente en la India y Kenia. ElCID estableció un verdadero centro de inteli-gencia que funciono hasta fines de 1947 y cuyoobjetivo era acosar e impedir el funcionamien-to a todas las fuerzas o personalidades antico-lonialistas, árabes o judías, particularmente loscomunistas. Cárcel, torturas y destierro eran los principalesmétodos que empleaba el CID. Hasta la funda-ción del PKK decenas de comunistas fueronencarcelados y torturados y posteriormentedesterrados a sus países de origen. Los expul-sados de origen polaco se llevaban la peorparte: llegaban a un país donde reinaba el régi-men fascista del Mariscal Józef KlemensPiłsudski. Se contabilizan en más de mil loscomunistas expulsados entre 1920 y 1941. Sololos nacidos en Palestina estaban exentos deexpulsión, pero no de la cárcel y la tortura.Es señalar que esta represión conto con laayuda de establishment sionista y a partir de1922 con la colaboración del liderazgo laboris-ta de la Histadrut (Confederación deTrabajadores) conducida por David Ben-Gurion,que impidió por resolución la afiliación a susfilas de trabajadores árabes y comunistas. Estoa pesar que muchos militantes del MOPS seencuentran entre sus fundadores y eran mayo-ritarios en la dirección de un nuevo sindicato:de trabajadores del ferrocarril. La URSS de los 20 se transformó en verdadera"retaguardia" de los comunistas palestinos.Muchos de ellos hablaban y escribían en ruso yfueron incorporados a las "escuelas internacio-nales" que poseía el Comintern. Otros, despuésde la expulsión volvieron a Palestina y al MedioOriente con documentos falsos. Muchos seenlistaron en las Brigadas Internacionales queposteriormente lucharan contra el fascismo enEspaña. Esta es una historia poco conocida,pero no olvidada.

* Doctor en Historia Económica y Social, profesor e investi-gador en las universidades de Tel-Aviv y de Beer-Sheva

Antigua estación de tren de Jerusalen en los años 20. La compañía de trenesinglesa fue uno de los focos de la lucha conjunta de los trabajadores árabes y judíos

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Festividades Noviembre/Diciembre 2017 | NUEVA SION #993 13

Por Laura Kitzis *

Janucá, la festividad de las luminarias,Janucá y el aceite que era para un día y duróocho, Janucá y las nueve pequeñas velitas decolores que encendí de niña y la perinola y“Ma’oz tzur ieshuatí”Nada de eso es estafiesta para mí. Desde el territorio mágico delas lecturas de mi infancia, Janucá fue, es yserá siempre, la historia de cinco hermanosnacidos en la aldea de Modín. Los hermanosMacabeos. Mis gloriosos hermanos.

Estas velas prendemos…Tuve la suerte –inmensa, infinita- de creceren una casa con una biblioteca judía. Unabiblioteca judía quiere decir Éxodo de LeónUris, los cuentos de Efraím Kishón, La libera-ción del judío de Albert Memmi, las obras deScholem Aleijem… La lista es larga, no quie-ro aburrirlos. Esta biblioteca significó paramí una luz mucho más intensa que la de cual-quier candelabro de siete o nueve brazos.Una de estas luces me iluminó de maneraparticular. Me refiero, por supuesto a “MisGloriosos Hermanos”, de Howard Fast. Howard Fast fue un escritor colosal, inmen-so, fáustico. Supo integrarse al mainstre-am hollywoodense y a la máquina de bestse-llers como ninguno, también supo soportar lapersecución y la cárcel (a la cárcel lo envió elComité de Actividades Anti Americanas porhaberse negado a denunciar a sus camara-das –era comunista-). Allí, en la cárcel, escri-bió “Espartaco”, Stanley Kubrick hizo la pelí-cula con Kirk Douglas y Lawrence Olivier y larompió (4 premios Óscar). Las vueltas de lavida. Sus novelas bordeaban el panfleto. Peroeran panfletos brillantemente escritos,magistrales, conmovedores. Muchos pue-blos y razas oprimidas encontraron un hogaren sus páginas. Los indios cheyennes, losnegros del sur, los esclavos de la antiguaRoma. Y también su pueblo, los judíos. Publicado en 1948, al calor del recienteexterminio nazi y de las Guerras por laIndependencia en Israel, “Mis GloriososHermanos” cuenta la rebelión de losMacabeos, los cinco hijos de Matitiahu: elSacerdote de la aldea de Modín. Rebeliónencabezada por Yehuda Hamacabi, el com-batiente que se alzó contra Antíoco Epífanesy la dominación greco-seléucida. YehudaHamacabi, el que reinauguró el Gran Templo.Un templo que había sido profanado concabezas de chancho y estatuillas de Palas-Atenea, y también con la complicidad de losjudíos de clase alta helenizados. (Siemprehay oprimidos que no saben que lo son y jue-gan para el opresor, también entre nosotros).Y es esta reinauguración del Templo (del BeitHamikdash) la que le brinda su nombre a lafestividad. Janucá deriva del término hebreo“lejanoj” (inaugurar).PPoorr llaa rreeddeenncciióónn yy ppoorr llaass bbaattaallllaass……En Modín, una pequeña aldea de labradorescercana al mar y bañada por el sol, transcu-

rre la juventud de los hijos de Matitiahu. Eldespótico poder seléucida todavía no hainvadido sus vidas. Una tarde, una de las tantas bellas tardes deModín, Pericles, el recaudador de impuestos,intenta someter al menor de los hermanos,Ionatán. Rápidos, eficaces, letales, con elarrojo y la audacia que luego demostraríanen el combate, Shimón, Yehuda y Eleazarmatan a Pericles y a sus dos guardaespaldas.Se quedan con sus armas y entierran loscuerpos en un terraplén. “Había tres hom-bres muertos y nosotros los habíamos mata-do; nuestra infancia había concluido y termi-nado”. Desde ese momento, una preguntaobsesiva invadirá los días y las noches deYehuda“¿Cómo se hace una guerra?”.No hay en la novela milagros de aceites quemultipliquen su rendimiento en el GranTemplo. Hay guerra, muerte, sangre.Cohaním que jamás hubieran osado acercar-se a una impureza caen rendidos luego de labatalla para dormir junto a cadáveres putre-factos. Hombres que van a luchar. Que van amorir. Que tienen que fundir sus instrumen-tos de labranza para forjar espadas.Hombres que han tenido hijos, o que tienenpadres ancianos que cuidar y deben decidirsi van a combatir a las montañas o van a que-darse en la aldea. Que tienen que elegirentre una vida sumisa pero vida al fin, o undestino incierto y una muerte más que proba-ble. Eran hombres de paz, con vidas simplesal ritmo de los tiempos de la cosecha y de lareligión de sus padres. Pero acaso… “¿laresistencia a la tiranía no es obediencia aDios?”.

Que Hiciste para nuestros padres…Muchos años más tarde el pueblo ha recupe-rado su autonomía política y religiosa. Sontiempos de calma. Shimón, el último de losMacabeos, el único que ha sobrevivido desus gloriosos hermanos, está en su sitial juz-gando. Se presenta ante él un curtidor cuyoesclavo –un muchacho beduino- ha huido.Shimón se dirige al muchacho y le preguntapor qué:“-Para ir a mi casa -lloriqueó el muchacho.-¿Dónde está su casa? -reclamó el curtidor-.…. Le estoy enseñando un oficio, preparándo-lo para ser libre; ¡pero él prefiere una suciatienda de piel de cabra! -¿Para qué quieres irte a tu casa? - preguntéal muchacho. -Para ser libre -gimió el chico-. Para serlibre... Guardé silencio entonces, mirando a lamuchedumbre…. Todos ellos aguardabanturno para ser juzgados, ¿y quién era yo parajuzgar, y con qué, y por qué? -Quedará libre dentro de dos años - dije-,como lo expresa la ley. -¿Y el dinero que pagué a la caravana?-Cárgalo en la cuenta de tu propia libertad,curtidor. Simón Ben Matatías… -comenzó a decir conel rostro rojo de ira. Pero yo lo interrumpí.

-¡He dado mi fallo, curtidor! - bramé-.¿Cuánto hace que dejaste tú mismo de dormiren una sucia tienda de piel de cabra? ¿O esque ya lo has olvidado? ¿La libertad es acasoalgo que se pueda poner y quitar, como unachaqueta? -Dice la ley que...-¡Yo sé lo que dice la ley, curtidor! ¡La ley diceque si lo castigas puede reclamar su libertad!Puede reclamármela a mí, aquí. ¿Me entien-des, muchacho?”

Por los milagros y las maravillas… Si el juda-ísmo significó para mí el imperativo de com-batir cualquier forma de opresión;fue poreste libro. La libertad no se puede poner yquitar como una chaqueta.

En aquellos tiempos y en este.Tengo en mis manos el ejemplar, es la edi-ción de Acervo Cultural. Hay otra, editada porLa Pléyade, pero esta me gusta más, megusta la tapa. Tiene un fondo marrón y sobreun manchón negro está el título escrito enimprenta minúscula, oblicuo, hacia arriba.Tiene un diseño como de grafiti, parece unapintada en un muro. Tiene un aspecto… ¿Diréla palabra tan demonizada en estos tiempos?militante…. También tiene el embriagantearoma de los libros de antes, el nombre de mimamá escrito en una letra redonda y esmera-da. Y una fecha: 1957. Lo leyó a los 15 años.Supongo que –al igual que yo en su momen-to- debe haberse enamorado de todos y cadauno de los hijos de Matitiahu. Este año -comotodos los años- encenderá con mi hija lasvelas de Janucá: “Asher kideshanu ve mitzvo-tav vetzivanu, leadlik ner shel Januca”. Y talvez… yo le leeré a mi hija una parte del libro.La de la chaqueta, por supuesto.

* Psicoanalista (UBA)

Los milagros y las maravillas“Estas velas prendemos, por los milagros y las maravillas, por la redención y por las batallas, que Hiciste para

nuestros padres, en aquellos tiempos y en este”(“Hanerot halalu"”, canción popular de Janucá)

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Reflexiones14 NUEVA SION #993 | Noviembre/Diciembre 2017

Cuando todo vale, hasta el nazismoresulta respetable

El relativismo cultural en su expresión más extrema -según la cual nunca se puede cuestionarlas costumbres de otra cultura, por más aberrante que éstas resulten-, termina por justificar las mayores

violaciones a los derechos humanos. Esta perspectiva–dominante en la educación autraliana- llega a poner encuestionamiento toda idea de que algo esté mal, inluso las violaciones y el exterminio masivo de personas.

Una deformación de una mirada antropológica que en su origen es sana y valiosa porque defiende la autonomíade las culturas frente al colonialismo.

La perspectiva de una profesora argentina inserta en el sistema educativo australiano

Por Dra Inés Dunstan *

Hace diecisiete años que emigré a Australia, yhace más de diez que estoy involucrada en laenseñanza de historia, filosofía e idiomas anivel universitario y secundario. Todavíarecuerdo con nitidez la primera vez que notéque algo andaba mal. Fue cuando empecé adar clases de historia australiana, y mis estu-diantes, chicos australianos de dieciochoaños, argumentaban en sus ensayos que nohabía que juzgar a Hitler, porque esto era‘sesgado’ y lo importante era ofrecer unbalance apropiado de todo proceso y perso-naje histórico. Los ensayos argumentabantambién que no existía la verdad, que al fin yal cabo todo se reducía a perspectivas indivi-duales, todas igualmente válidas. La cantidadde chicos que adherían a este credo relativis-ta y moral extremo y vacío me alarmó, y se lomencioné a una colega, quien se encogió dehombros y dijo: ‘es lo que aprenden en laescuela.’

La segunda vez que me sentí desorientadasucedió poco tiempo después. Estaba char-lando con una profesora de estudios de géne-ro y le comenté que la mutilación femenina esun abuso de los derechos humanos. La acadé-mica, una activista de los derechos igualita-rios de las personas gay y transgénero, y unafiel creyente en la liberación sexual femenina,me miró shockeada, y me dijo que estabasiendo sentenciosa. El comentariome confundió. ¿Yo estaba siendosentenciosa? Esta era, después detodo, una práctica que podía inca-pacitar a las mujeres afectadas depor vida. Era una práctica que lesarruinaba sus vidas sexuales. Erauna práctica condenada por lasNaciones Unidas. Pero la académi-ca insistió en su postura: no erabueno juzgar las prácticas de otrasculturas; mi comentario, aunquebien intencionado, era casi, casiracista. A mí me pareció que estoera el mundo del revés. La falta deinterés en el sufrimiento y el desti-no de las mujeres en otras culturasme pareció extremadamente racis-ta. El hecho de que yo misma seauna mujer de otra cultura, una en laque ha habido abusos terribles dederechos humanos, hacía que elcomentario fuera todavía másabsurdo a mi modo de ver.

Estos dos temas: Hitler, y los dere-chos de las mujeres de otras cultu-ras, volvieron a emerger algúntiempo atrás, cuando empecé a

enseñar humanidades en una escuela de SudAustralia. Un día, me pidieron que compartie-ra una lección con otra profesora, y fue enton-ces, menos de dos semanas después de habersido contratada, que volví a escuchar la opi-nión que tanto me había afectado durante mitiempo como lectora de historia. Hitler -la pro-fesora le dijo a los estudiantes-, fue un pro-ducto de su tiempo y su cultura. Juzgar a otracultura era arrogante. Más aún, la negacióndel Holocausto era una perspectiva que debíaser respetada. Después de todo, yo tengo miverdad, vos tenés tu verdad, y todas las ver-dades son igualmente válidas. En esta erapostmoderna extrema, los alumnos ni siquie-ra parpadearon.

Más allá del bien y del mal

Unas semanas más tarde, les pregunté a losalumnos, así, de frente, qué pensaban sobreuna costumbre de Jordania que obliga a muje-res violadas a casarse con sus violadores. Erauna pregunta simple, y no me dio ningún res-quemor utilizar las categorías ‘bien’ o ‘mal’.¿Está bien o mal que obliguen a una mujerviolada a casarse con su violador? Muchosalumnos se retorcieron en sus asientos, y mepareció que esto no se debía a la costumbreen cuestión, si no al hecho de que yo utilizaralos términos ‘bien’ y ‘mal’. Me quedé atónitacuando, después de un largo silencio, la granmayoría de los adolescentes contestaron que

no debíamos juzgar esta costumbre, o que lacostumbre era apropiada en el contexto cultu-ral jordano. Una profesora, presente en laclase, asintió vigorosamente con la cabeza.Decidí simplificar la pregunta: ‘¿Es una viola-ción algo bueno o malo?’ Otra vez, el silenciose apoderó del salón de clases. Nadie se ani-maba a contestar. Por primera vez en mi vidacomo educadora me encontré gritando, altope de mi voz: ‘¡¡¡¡¡ Violar a alguien estámal!!!!!’, mientras las imágenes de Ni UnaMenos se sucedían en mi mente. Los estu-diantes me miraban desconcertados. ¿ Habíarepetido la palabra taboo, ‘mal’? Después demás silencio incómodo, una chica se atrevió alevantar la mano, y dijo lo esperado:‘Debemos respetar la perspectiva de que vio-lar a alguien está bien.’ Mientras le pase auna mujer de otra cultura, claro está.

¿Qué está pasando en Australia? ¿Y cómonegocia esta situación una mujer argentina?¿Cómo puede ser que los derechos humanossean sinónimo de racismo? Entiendo las com-plejidades en juego; no promuevo un absolu-tismo total y autoritario. Entiendo que haymucho que aprender del relativismo cultural:como ha argumentado James Rachels, el rela-tivismo cultural nos enseña que muchos denuestros valores e ideas son determinadospor la sociedad en la que crecemos. Muchasde las cosas que encontramos naturales sonsolamente productos culturales. Una profun-

Manifestación de mujeres jordanas

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Reflexiones Noviembre/Diciembre 2017 | NUEVA SION #993 15

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da comprensión y apertura hacia otras cultu-ras es un valor clave que ciertamente debepromoverse. Pero la tolerancia y el entendi-miento no equivalen a una obligación de decirque todas las creencias, todas las costum-bres, y todas las prácticas sociales son igual-mente aceptables.

La negación de un corpus pequeño de valoresuniversales; la negación de la importancia dela evidencia; el total rechazo de una noción deverdad; la promoción de este relativismo en elque todo vale; no le hace ningún favor a nadie.Este culto de la tolerancia poco tiene que vercon la tolerancia: es, más bien, la promociónde las mentiras y de la indiferencia humana. Elproblema es que aquellos que profesan estasideas creen que están haciendo lo opuesto.Creen que son gente abierta y de izquierda,respetuosa de toda costumbre y cultura. Yoentiendo que no es siempre fácil demarcar ellímite. Entiendo también que existe una histo-ria de destrucción de culturas nativas en elnombre de valores europeos. Yo misma hepublicado artículos en contra del imperialismocultural. Pero, otra vez citando a JamesRachels, ‘condenar una práctica determinadano equivale a decir que el total de esa culturaes inferior a otra. La cultura puede tenermuchas características admirables. De hecho,es lógico esperar esto de la mayoría de lassociedades humanas: son mezclas de prácti-cas buenas y malas.’

Pero en la cultura de izquierda australiana, elrelativismo cognitivo, moral y cultural, pare-ciera reinar de manera suprema. A nivel aca-démico, y dentro de la izquierda, existe uncuestionamiento muy fuerte hacia los dere-chos humanos porque, supuestamente, sonirrespetuosos de las diferencias culturales.Sin ir más lejos, hace un tiempo me invitarona una conferencia en la que los presentadores

alegaban que los derechos humanos se utili-zan para avanzar en el neocolonialismo y lasupremacía occidental. Más aún, la conferen-cia cuestionaba la universalidad de algunosprincipios morales (idea detrás del conceptode derechos humanos): según los organizado-res, todos destacados profesores académicos,los derechos humanos son absolutos perotambién, relativos. Yo me pregunto: ¿En quécircunstancias sería relativo el artículo 4 de laDeclaración Universal de los DerechosHumanos, que establece: “nadie estará some-tido a esclavitud ni a servidumbre; la esclavi-tud y la trata de esclavos están prohibidas entodas sus formas”?

Los argentinos nos acordamos…

Los argentinos sabemos que el mal existe.Tenemos la memoria bien fresca. Yo me acuer-do de la Junta; me acuerdo del famoso ‘Losargentinos somos derechos y humanos’.Cuando yo escucho ‘derechos humanos’visualizo a una pobre madre dando vueltas enuna plaza con una foto de su hijo desapareci-do colgando del cuello. Visualizo la lucha porla justicia. Visualizo a un Videla que rememo-raba a Hitler. Visualizo al papá de mi amigaLoli, torturado por la dictadura. O a los papásde mi amiga Cecilia, quien nunca pudo ente-rrarlos porque no sabe si están vivos o muer-tos. Que tiene suerte de que no se la hayanrobado a ella también, porque entonces nosabría quién es. O sí, tal vez se estaría ente-rando por estos días, gracias a los esfuerzosde activistas de derechos humanos.

Los argentinos conocemos el mal. Sabemosque tomar posición clara en contra del mal noes intolerante o arrogante. Que es justicia.

No es que los australianos no lo sepan, perosu historia reciente es muchísimo menos trau-

mática (a menos que seas AborigenAustraliano, claro está).

Por supuesto que hay que tomar en cuenta lascircunstancias de cada caso individual; porsupuesto que tal vez sea posible mejorar aúnmás el estilo o los términos de los derechoshumanos. Por supuesto que existen casos enAustralia en los que la derecha australiana hainvocado a los derechos humanos para justifi-car sus violaciones a… los derechos humanos!(un claro ejemplo fue la intervención en lascomunidades Aborígenes en el NorthernTerritory en el 2007).

Pero aunque el debate siempre sea bueno, yaunque haya siempre espacio para ciertoscuestionamientos, creo que la izquierda aus-traliana académica y educativa debe reconec-tarse a un nivel básico con la existencia devalores universales, con los derechos huma-nos, con la noción de una verdad que existemás allá de nuestras opiniones, con el valorde la evidencia y la existencia de hechosincuestionables. En estas épocas de Trump,hechos alternativos, post verdades, y noticiasfalsas, el relativismo cognitivo extremo des-truye todo conocimiento y desemboca en bar-baridades tales como ‘la negación del holo-causto es también una perspectiva válida’. Lomismo sucede con el relativismo cultural ymoral. Un retorno a los conceptos del bien ydel mal, y a los derechos humanos, no es arro-gante o intolerante.

Como profesora argentino-australiana, meniego a educar a adolescentes australianos enesta tibieza soporífica y moralmente repug-nante. Soy demasiado ‘argenta’ para esto.Nací en el 76.

* Doctora en Historia, investigadora y profesora, enAustralia

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Argentina16 NUEVA SION #993 | Noviembre/Diciembre 2017

Nadie se atreva… a tocar a mi viejaAl cierre de esta edición, la Cámara de diputados aprobó la ley de Reforma Previsional. Se traslada así el pesode la crisis financiera y fiscal sobre las espaldas de aquellos que el Gobierno prometió proteger: jubilados,

niños y niñas, discapacitados y ex combatientes. No lo pudo impedir la sucesión de protestas callejeras, asfixia-das con los gases y balas de una represión institucional feroz, desatada y sin bozal contra quienes expresaban

su descontento con la medida.

Consideraciones en torno a la recién aprobada Reforma Previsional

Por Mariano Szkolnik *

Luego de décadas de postergación, privatiza-ción y virtual saqueo financiero (sobre tododurante los años ’90), el sistema previsionalargentino volvió a ser administrado por elEstado en 2008. Entre ese año y 2015, el haberjubilatorio se incrementó, en promedio, porencima de la variación general de los precios.Además, de modo indirecto, el salario de losabuelos y abuelas fue mejorado a partir de lagratuidad de prestaciones y medicamentos brin-dados por el Estado. Y, finalmente y sobre todo,sucesivas moratorias permitieron la incorpora-ción al sistema de tres millones y medio de nue-vos jubilados con menos de los 30 años de apor-tes que exige la ley. Las mujeres fueron las másbeneficiadas, ya que conforman el 85% de laspersonas que pudieron ingresar al sistema pormoratoria. Así, hoy la cobertura previsional ennuestro país es la más alta de América latina,alcanzando el 97% de las personas en edad jubi-latoria.Pero, como sucede con casi la totalidad de lossistemas previsionales del planeta, su talón deAquiles radica en la cuestión del financiamiento.En el esquema de reparto solidario, son las y lostrabajadores activos quienes financian a lospasivos, mediante sus aportes. La ecuación“activo financia pasivo” constituye la pesadillade los profesionales contables, ya que el equili-brio dista de alcanzarse, más aún teniendo encuenta el grado de informalidad persistente enel mercado laboral (es decir, trabajadores “ennegro”). Y aquí hay dos bibliotecas posibles:aquella que postula que el sistema debe autofi-nanciarse (a partir de mejorar los índices de for-malización, reducir los niveles de elusión, incre-mentar la edad jubilatoria mínima, recortar elmonto de las pensiones a la vejez, e impedir olimitar la capitalización de quienes no cuentencon aportes suficientes), y la que sostiene que elEstado debe subsidiar el sistema, por medio devías alternativas (fundamentalmente, impues-tos y retenciones)

“Estado empresa” versus “Estado familia”Los apologistas del neoliberalismo sostienenque si el sistema no puede autofinanciarse, elEstado no debería compensar la pérdida en laque se incurre. En su formulación más elemen-tal, el Estado es equiparado con una empresa:los costos no pueden ser nunca mayores que losingresos. “Un país –nos iluminan los expertosopinadores televisivos– es como un almacén debarrio. Si la cuenta no cierra, va a la quiebra demodo irremediable.” Paralelamente, afirman,“incrementar la recaudación solo contribuye adistorsionar el libre juego de la oferta y lademanda”, ley fundamental de la física delsacrosanto mercado. Para mejorar el dinamismode un mercado laboral mutante y moderno, elEstado debería aliviar el peso de los aportespatronales, lo cual adicionalmente permitiríauna mayor fluidez tanto a la hora de contratar ydescontratar personal. Pero ¿qué hay de aque-llos sectores de la sociedad que no generaningresos? ¿Qué aporte hace una niña, un niño, aesta “gran empresa” que llamamos “sociedad”?

Bajo esta cosmovisión, los menores serían seresimproductivos (a lo sumo, necesarios en tantoreproducción de la futura mano de obra).Mientras no trabajen, sólo serán (como los vie-jos) pasivos en el balance. Es decir, un problemacontable. La otra perspectiva, la que sin salirse del marcoreferencial del capitalismo contempla las nece-sidades y derechos de todas y todos aquellosque constituimos el colectivo social, compara alEstado y la sociedad con una familia: aunque enel balance anual “hijos e hijas den ‘pérdida’”,nadie en su sano juicio retacearía alimentación,vestimenta, recreación, vivienda, educación y lasalud de sus vástagos. No deben comer menossi su rendimiento escolar no es el esperado, nilos castigamos restándoles vacaciones si oca-sionaron un superlativo gasto médico.

El imperio del interésNinguna acción de gobierno es neutra. Quienafirme que gobierna en beneficio “de todos”,miente. Cada decisión afecta unos intereses enbeneficio de otros. Cuando, apenas asumida, laactual administración decidió reducir sustan-cialmente las retenciones a las exportacionesagropecuarias, que junto con la fuerte devalua-ción del peso, operó como una formidable trans-ferencia de ingresos desde los sectores popula-res hacia el capital concentrado. Poco tiempodespués, decidió –con el acuerdo del Congreso–cancelar sin rechistar ni negociar nada, unadeuda ruinosa con los fondos buitres.i Ambaspolíticas redundaron en un agujero fiscal denotable magnitud, que se tradujo en la imposi-bilidad de continuar con la política de subsidiosimplementada y mantenida por el gobierno quelo precedió. Transportes, combustibles, servi-cios públicos, telefonía… las tarifas de estoscomponentes del gasto de las familias constituí-an una parte menor del gasto de los hogares,incrementando el salario indirecto. Sin la exi-gencia de inversiones y mejoras, con la solafinalidad de reconstituir la ganancia empresaria,el Gobierno habilitó el incremento de las tarifasde manera exponencial. Los sectores popularesy medios pasaron así, por arte de “magia finan-ciera”, a subsidiar el incremento patrimonial delos sectores más concentrados de la economía yel capital financiero nacional e internacional. Pero como la voracidad y la avidez por dividen-dos nunca encuentran límites precisos, en laconsideración del Gobierno ha llegado elmomento de afectar los intereses cubiertos porel sistema de seguridad social: el equipo econó-mico considera que el gasto previsional consti-tuye la principal sangría de eso que se da en lla-mar “déficit fiscal”. En otros términos: en elmodelo “Estado almacén”, los viejos y los niñosestán de más, provocan déficit. A eso, los neoli-

berales de cualquier período histórico y encar-nación política, le llaman “gobernar”.

Reprobado en aritméticaSin entrar en detalles, digamos que la reformapropone un nuevo método de cálculo para laactualización de las erogaciones de la seguridadsocial. Mediante ese mecanismo, se prevé unahorro fiscal de 100.000 millones de pesos para2018. Sin embargo, el diputado por el PRO PabloTonelli, explicó los alcances de la reforma de unmodo que provocaría su reprobación en un cursode aritmética básica. El legislador declaró quecon la fórmula establecida en la ley, “los jubila-dos van a perder plata, no poder adquisitivo”1. El argumento es tanto absurdo como débil.Expresa un problema que el Gobierno, bajo esteestado de cosas, no puede resolver: como en lastragedias griegas, aún el camino que parecieraevitar la catástrofe, conduce a ella. El ajuste esnecesario para cubrir un déficit producido porlas políticas económicas que propician la rentafinanciera veloz y cortoplacista, fundada en latoma de deuda y la exacción de recursos a lossectores productivos de la sociedad. Con la legi-timidad obtenida en las urnas hace apenas dosmeses, el Gobierno arremetió contra un sectorque se percibe como vulnerable (todos tenemosviejos en la familia… más allá de cuál haya sidonuestra preferencia electoral). Y no lo hizo conmodos amables, sino que apeló a la intimida-ción y represión de la protesta callejera. La vio-lencia institucional enseñoreada en las calles dacuenta de ello, y pone en riesgo la pluralidaddemocrática. La única ecuación cierta en todoeste asunto es la que postula que “no hay ajus-te sin represión”.Un sistema de seguridad social tan extendidocomo el argentino expresa uno de los pilaresfundamentales de la justicia social. El contratocolectivo dispone que no puede haber niños sinprotección ni viejos sin cobertura. De lo contra-rio, se impone la anomia, el saqueo y el caniba-lismo. El sistema conformado a partir de 2008(con la recuperación de los fondos de la seguri-dad social, en manos del capital financiero bajola forma de Administradoras de Fondos deJubilación y Pensión) permitió la incorporación yreconocimiento de millones de personas que deotro modo habrían languidecido en la miseria, apesar de haber trabajado todas sus vidas. Laexistencia del sistema supone un desafío, cuyaresolución requiere de creatividad. No se puedeni se debe dinamitar la seguridad social soloporque los organismos internacionales de crédi-to así lo exijan, o porque la dirigencia política–carente de audacia e ideas– no pueda contem-plar alternativas de financiamiento. El Gobierno,quizás sin saberlo o sin que le importe, dilapidacapital político al afectar directamente a sunúcleo de votantes.

1 https://www.infobae.com/economia/2017/12/04/los-jubilados-van-a-perder-plata-no-poder-adquisitivo-aseguro-el-diputado-pablo-tonelli/

i Empresas financieras que habían adquirido a precio de gangabonos de la deuda defaulteados, no para entrar en alguno de loscanjes ofrecidos por el Estado argentino, sino para accionar judicial-mente, esperando cobrar el valor nominal de esos títulos, más inte-reses, más punitorios).

* Sociólogo. Profesor de la UBA

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Israel Noviembre/Diciembre 2017 | NUEVA SION #993 17

Por Ricardo Aronskind

Jerusalen no sólo está cargada de significadosy de valores simbólicos y emocionales, en unaregión donde la religión como articuladora deidentidades ocupa un lugar relevantísimo en lapolítica, sino que es parte de un conflicto his-tórico con repercusiones regionales y globa-les.Jerusalen –o una parte de ella- es uno de lostantos elementos sensibles de toda negocia-ción en serio entre israelíes y palestinos paraarribar a una solución del conflicto. La irrup-ción de la potencia norteamericano sustrayen-do –con el sólo argumento de su peso interna-cional- a uno de esos elementos para entre-gárselo a una de las partes, no puede serentendido sino como grosero favoritismo.Previsiblemente el hecho ha generado indig-nación en la calle árabe y musulmana, y con-dena de buena parte de la comunidad interna-cional.Pero ¿cuál es la apuesta de Trump? ¿Qué lógi-ca hay detrás de un movimiento que generadesgaste diplomático a Estados Unidos, creadisgusto y debilita a sus aliados en MedioOriente –justamente cuando están tratando decrear un amplio frente unido anti-iraní-, y cla-ramente no contribuye a acercar posiciones ycrear un clima pacífico entre palestinos e isra-elíes?Se ha hablado en los últimos meses de la exis-tencia de un “Plan de Paz” elaborado por laadministración Trump, que sería más cercanoa las posiciones israelíes, y que de concretarsele permitiría exhibir al egocéntrico presidenteun logro que ha frustrado sucesivamente avarios presidentes estadounidenses. Aún nose ha lanzado públicamente la iniciativa, perode avanzar en el intento, Estados Unidos debe-ría tener que lidiar con el gobierno más extre-mista de la historia de Israel, campeón de lanegativa a cualquier arreglo de paz concreto, ymilitante de la profundización de la ocupacióncolonial de Cisjordania. ¿Será esta ofrenda al anexionismo israelí unaforma de generar “cercanía” con el gobiernode derecha –con el que ya existen múltiples

lazos de negocios y de visiones geo-estratégi-cas- para poder tener “autoridad moral” parareclamarle ciertos “sacrificios” territoriales ennombre de una paz basada en el principio deDos Estados para Dos Pueblos? El 95% de los diplomáticos norteamericanoscree en esa solución, dado que sería un factorde alivio de tensiones en el mundo árabe, y lallave para un gran frente de países “modera-dos” que traten de aislar al eje Irán-Siria ydiversos aliados locales antioccidentales queexisten en ese complejo tablero regional. Siesa fuera la intención –presentar un Plan dePaz “tolerable” para la derecha extremistaisraelí- parece tratarse mínimamente de unaingenuidad diplomática. Se estaría tratandode una apuesta equivocada, ya que con el tipode actores que actualmente conducen elEstado de Israel es imposible pensar en cual-quier acción diplomática sensata, como seríala búsqueda de una paz que contenga las rei-vindicaciones nacionales del pueblo palestino. Para cualquier observador perspicaz del con-flicto, es evidente la absoluta reticencia de ungobierno compuesto por colonos, religiososfundamentalistas y políticos oportunistas ydemagogos a avanzar en cualquier modifica-ción del statu quo en dirección a una resolu-ción seria del conflicto. Es clara la estrategiadel gobierno de Netanyahu de “ganar tiempo”e ir consolidando la colonización, apostando aque se generen nuevos “hechos geopolíticos”que minimicen la relevancia de la “cuestión

palestina” y lleven a que la comunidad inter-nacional los ponga en el fondo de la agenda detemas diplomáticos a resolver.Es decir, se trataría de una muy mala estrate-gia norteamericana “pro-solución de conflic-to”… en caso de serlo.Pero no sería la primera vez que la gestión deTrump exhiba falta de coherencia y compren-sión profunda de los problemas, tanto nacio-nales como internacionales, en áreas de políti-ca, economía, derechos ambientales o huma-nos. No sería la primera vez que muestre apre-suramiento, cortoplacismo y megalomanía,además de una profunda visión reaccionaria. En ese sentido, no deberían descartarse algu-nos motores de política interna que puedenestar favoreciendo un paso diplomático tandesafortunado: la búsqueda desesperada deapoyos internos –la derecha judía norteameri-cana, la derecha evangélica, los multi-millona-rios con negocios en Israel-, la creación de cor-tinas de humo y temas de debate artificialesante la popularidad en baja del presidenteTrump, y eventualmente la creación de conflic-tos reales a la distancia (Korea del Norte,Medio Oriente), que compliquen el avance deun proceso que parece cada vez más probable:el lanzamiento de un procedimiento de impe-achment presidencial, por varias causas muygraves que están hoy en marcha en la justicianorteamericana.

Jerusalen: un jugada mezquinacon la vida de millones

En la política exterior de Estados Unidos, desde Reagan para aquí, parecen ser los presidentes republicanos losque toman las decisiones “impopulares” -que se basan en el enorme poder económico y militar norteamericano

para cambiar las realidades internacionales-, y luego son los presidentes demócratas quienes, con mejoresmodales, consolidan y tejen “consensos” en relación a los nuevos hechos consumados.

Trump no parece ser la excepción, aunque le agrega a esta lógica de política exterior cierta dosis de imprevisibi-lidad y unilateralismo. La decisión de reconocer a Jerusalen como capital de Israel y luego trasladar la Embajadanorteamericana desde Tel Aviv a la ciudad en disputa, es un paso político que tiene impreso el sello de Trump.

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Israel18 NUEVA SION #993 | Noviembre/Diciembre 2017

Por Shlomo Slutzky

Todo empezó en febrero del 2011, cuando meencontraba en Argentina filmando “Sin Punto yAparte”, un documental en gran medida auto-biográfico, sobre los años de la Dictadura cívi-co-militar, aquella masacre que ex-compañerosde los movimientos juveniles sionistas socialis-tas vivimos en Argentina muchos y otros, comoyo, en Israel. Fue entonces cuando recibí un llamada sorpre-siva de Alejandro Inchaurregui, el Jefe de lasección “desaparecidos” en La Plata y quienconocía de cerca el caso de mi propio desapa-recido, el Médico Samuel Leonardo Slutzky,primo hermano de mi padre. “¿Te juro Shlomo,que no lo puedo creer y no lo a creer!”me dijoAlejandro, que en general es un tipo tranquilo ysosegado aún para tratar temas tétricos comolos ocupaban día a día a su equipo. “A vos tecreo todo. ¿Pero de qué se trata?” contesté.“Esto es de película, Shlomo“, comenzó a rela-tar Alejandro: “¿Dónde te parece que se escon-de Aníbal Teodoro Gauto, uno de los sospecho-sos de crímenes de lesa humanidad que debie-ran ser juzgados en el juicio contra los respon-sables del Centro de Detención Clandestino“La Cacha”, ese mismo donde torturaron y ase-sinaron a tu primo Sami Slutzky? Nada más ynada menos que en Israel“.Confieso que en un primer momento quisecreer que Alejandro me hacía una broma, o a losumo me citaba algún rumor de algún sitio dela red de internet, de aquellos para los queIsrael es el origen de todos los males.Pero no. Aníbal Teodoro Gauto, solicitado porla Justicia argentina ya en el 2003 por un des-falco al Banco Central de la República

Argentina en el que trabajaba, pasó a ser“Buscado” como sospechosos de crímenes delesa humanidad, secuestro, torturas y asesina-tos en el caso “La Cacha” y contra él fue expe-dido una orden de detención en la Interpol, apedido de la justicia argentina. Y en la orden dela policía internacional aparecía que Gautohabía logrado la ciudadanía israelí, bajo elnombre de Yosef Karmel.Esto fue un golpe bajo para mí: el cómplicepotencial del secuestro, tortura y asesinato deSami Slutzky, llegó a Israel como parte de lagran ola de inmigración argentina del 2001 al2003, recibió cientos de miles de dólares enayuda del Estado y el pueblo judío en el exte-rior, y vive tranquilo en la muy agradable ciu-dad de Kiriat Bialik, junto con otras 500 fami-lias de argentinos y uruguayos que llegaron en

un proyecto de inmigración, a solo 100 Kms dedistancia de mi domicilio en Tel Aviv.Y quizás ese dolor es el que me llevó a colabo-rar con la causa “La Cacha” desde Israel,enviando información acerca del paradero deGauto e investigando a su alrededor por dosaños en el “perfil bajo” que me solicitaran enArgentina, temiendo que Gauto escape deIsrael. Finalmente, después de postergaciones del ini-cio del juicio “La Cacha” por la imposibilidadde tomar declaraciones a Gauto en Israel, sedecidió separar su causa de la del resto de acu-sados, para poder dar inicio al juicio lideradopor el juez Carlos Rozanski en diciembre del2013. El juicio finalizó el 24 de octubre del2014, con condenas de 15 años a cadena perpe-tua para los acusados para 25 acusados menosuno: Anibal Gauto, libre en Israel.El próximo paso fue el de unir la profesión a lacausa, realizando en febrero del 2015 un docu-mental para la TV Pública israelí, en la quedemostramos que Gauto, amen de las acusa-ciones en su contra por lesa humanidad, entróen Israel y obtuvo su ciudadanía en forma ile-gal, mintiendo en la declaración jurada que fir-mara para obtenerlas, ocultando el estar enmedio de un juicio en su contra por desfalco alBCRA.Paradójicamente, esto último detalle, unainformación respecto al juicio no declarado porun delito económico, podría ser la clave paraquitarle a Gauto la ciudadanía y obligarlo aregresar a la Argentina para ser indagado y -sifuera necesario- también juzgado por crímenesde lesa humanidad, entre ellos el asesinato demi primo, Sami Slutzky.El documental emitido por la TV israelí hizoolas, pero no logró respuestas oficiales y pasosconcretos para el quite de la ciudadanía aGauto. Esto nos obligó a presentar una apela-ción a la Suprema Corte como ciudadano israe-lí (Shlomo Slutzky contra el Ministerio deJusticia y otros) exigiendo que el gobiernoisraelí actúe al respecto de Gauto, lo que ocu-rrió finalmente el 10/12/17.

El caso Gauto en la Suprema Corte israelí, en primera persona

"Justicia, justicia perseguirás"(también en Israel)

A dos días del importante fallo de la Corte Suprema Israelí, exigiendo al Gobierno una revisión de la negativa aanular la ciudadanía israelí de Anibal Gauto (Ver recuadro) , el apelante en la causa, nuestro colaborador

Shlomo (Sergio) Slutzky nos relata en primera persona por qué salió a esta batalla y porqué no la abandonará,hasta que se haga justicia.

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En la espera a la entrada a la sala de sesiones,un periodista me preguntó qué esperaba yo dela Suprema Corte. “Que sea más sabia que elgobierno israelí. Que otra vez salve al gobier-no y al Estado de Israel de decisiones anti-constitucionales o antidemocráticas”.En aquellos momentos, bajo el techo del pala-cio de la justicia, pensé que era injusto quemientras que mi primo Samuel Slutzky no gozódel refugio que Israel proclama ofrecer a todojudío en el mundo, a pesar de tener familiaaquí, el gobierno israelí dedica todo un equipode abogados y empleados para proteger a unsospechoso de crímenes de lesa humanidadque entrara ilegalmente a Israel, Aníbal Gauto. A la salida de la sala, después de escucharcómo los jueces cuestionaron a los represen-tantes del Gobierno por responder tratar laanulación de la ciudadanía de Gauto a nivel deempleados menores, sin elevar el tema a ins-tancias superiores, y después de escuchar ladecisión de la Corte de exigir una revisión deltema y una respuesta a nivel ministerial porparte del Gobierno, me encontré nuevamentecon el periodista del canal 2. “¿Acaso la Corte fue realmente más sabia queel Gobierno?” me preguntó el periodista, y yole respondí: “Pareciera que sí, le dio alGobierno una escalera para bajarse del peli-groso lugar adonde había escalado y le indicótambién cómo bajar”. “¿Se van entonces Ud.y sus compañeros de lucha a festejar?” quisoel periodista terminar la nota televisiva con unguiño, pero tuvo que escuchar una llamado a nocerrar los ojos, ninguno: “Nos vamos a traba-jar, a utilizar estos seis meses para buscardocumentos, pruebas y testimonios que ayu-den al Gobierno a desechar la táctica de “bici-cletear” un tema de importancia trascenden-tal de principios, como si fuera un caso de unsimple inmigrante ilegal, y esperamos que elministro del Interior, que deberá ser él quiendecida, sepa ver consecuencias de la inacción,más allá de lo que lo hicieron sus emplea-dos”.

Periodismo judeoargentino con compromiso | Israel Noviembre/Diciembre 2017 | NUEVA SION #993 19

Israel fija plazo para decidir laextradición de Gauto

Teodoro Aníbal Gauto está acusado de haber cometidocrímenes de lesa humanidad en el centro clandestino de detención de La Cacha. La Corte Suprema israelí

dio un plazo de seis meses al Ministerio del Interior de ese paíspara definir la situación del represor. Gauto

cuenta con la ciudadanía israelí.

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( Telam) La Corte Suprema de Israel dio ayer al Ministerio de Interior de ese país un plazo deseis meses para que decida sobre la extradición del argentino Teodoro Aníbal Gauto, prófu-go acusado de crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar enArgentina.Así lo informaron dirigentes de organismos de derechos humanos de Israel que detallaronque en una audiencia celebrada en Jerusalén, el tribunal presidido por la jueza Esther Hayutconsideró que, en función de la “gravedad" de las acusaciones que pesan sobre Gauto, elgobierno israelí "debe fijar una posición sobre el tema". De esta forma, la cartera que conduce el ministro Aryeh Dery deberá decidir si revoca la con-dición de ciudadano israelí de Gauto -imputado por crímenes en el centro clandestino dedetención de La Cacha- para que se habilite el trámite de extradición a Argentina.Asimismo, el tribunal supremo israelí estableció que, durante este período, las partes inte-resadas pueden aportar nuevas pruebas para incorporar al caso, lo que puede acelerar larealización de un juicio para que Gauto compadezca ante la Justicia de su país de origen.El pedido de extradición de Gauto fue formulado en el marco de la causa por delitos de lesahumanidad cometidos en el centro clandestino de detención La Cacha, caratulada"Expediente Nº 16.419 Arias Duval, Alejandro Agustín; Di Pasquale, Jorge Héctor; RomeroPavón, Carlos María y otros s/ homicidio, privación ilegal de la libertad, tormentos y sus-tracción de menores". “Creemos que dimos un paso positivo. El tribunal reconoce la gravedad de las acusaciones yentiende que debe haber una definición política. Tenemos que aprovechar este tiempo paramovilizarnos y denunciar el caso ante la opinión pública”, señaló el periodista argentinoisraelí Shlomo Slutzky, quien denunció la presencia de Gauto en la nación hebrea en febrerode 2015.

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Israel20 NUEVA SION #993 | Noviembre/Diciembre 2017

Por Enrique Herszkowich *

Una tierra, un pueblo, dos ejércitos (e Israel)A mediados de octubre las dos principales orga-nizaciones palestinas, el Fatah y el Hamás acor-daron en El Cairo la conformación de un gobiernode unidad, la formación de un Ejecutivo de con-senso y la celebración de elecciones, después de11 años sin votaciones nacionales. Según elacuerdo, Hamás debería ceder el control de lasfronteras de la Franja de Gaza el 1º de noviembre,y el 1º de diciembre debería haber entregado laadministración civil.La Franja de Gaza, gobernada de facto por Hamásdesde 2007, es una porción de tierra en la que 2millones de habitantes sufren una tasa dedesempleo del 44%, y en la que el 80% de lapoblación depende de la ayuda internacional. El90 % de los acuíferos está contaminado, y lascloacas vierten directamente al mar por falta deenergía eléctrica en las estaciones depuradoras.Para gran parte de la población, el suministroeléctrico es de 4 horas diarias. Además de elec-tricidad y agua potable, los hospitales de Gazacarecen de medicamentos. El bloqueo terrestre ymarítimo sostenido por Israel y por Egipto, y lassanciones impuestas por la Autoridad Palestina(como el recorte de los pagos por la electricidadproveniente de Israel) agravan la situación. Lainfraestructura gazatí está completamente dete-riorada (por ejemplo, el aeropuerto construido en1998 por la Unión Europea fue arrasado por losataques israelíes durante la segunda Intifada).Además de la ayuda recibida por organizacionesinternacionales europeas, uno de los principalessocios de Hamás, el régimen de Qatar, estásufriendo un proceso de aislamiento relacionadocon las presiones impuestas por su rival, ArabiaSaudita, por lo que sus ayudas a la Franja tam-bién decayeron. En ese contexto, el anuncio de lacúpula de Hamás de disolver su gobierno y some-terse al mandato de la Autoridad Palestina, es ungesto de supervivencia.Sin embargo, la implementación de los acuer-dos no se ha podido completar mientras seescriben estas líneas. Si bien Hamás ha cedidoel control de los tres pasos fronterizos (dos conIsrael y uno con Egipto), no se ha traspasado elgobierno civil (se había pospuesto para el 10 dediciembre, pero a la fecha de salida de esteperiódico no se produjo aún). El compromiso deotras 13 agrupaciones de celebrar eleccionesantes del fin de 2018 no parece aún muy firmesi no se resuelven previamente los principalespuntos de conflicto entre Hamás y Fatah, quepueden resumirse en dos. Por un lado, la cues-tión del desarme de las milicias del Hamás,unos 25 mil combatientes, a lo cual la organi-

zación islamistase niega, y que esc o n s i d e r a d oimprescindiblepor la AutoridadPalestina. Porotro lado, el desti-no de otros 40 milfuncionarios civi-les vinculados alHamás, cuya con-tinuidad laboralno está garantiza-da por los acuer-dos firmados.Siendo el empleopúblico vital parala subsistencia en Gaza, la mediación egipciaaún busca lograr un plan masivo de jubilacio-nes de funcionarios y la financiación necesariapor parte de los donantes extranjeros. Por su parte, las demoras egipcias en la apertu-ra del paso fronterizo de Rafah y la consecuenteretención de más de 20 mil peticiones de pasocontribuyen a la asfixia de la población gazatí. En cuanto a la cuestión militar, a pesar de laexigencia del gobierno de Mahmud Abbas deque todas las fuerzas armadas se unifiquenbajo el mando unificado de la AutoridadPalestina, el dirigente del Hamás Mahmud alZahhar confirmó que la organización no renun-ciará a las armas. Lo propio señaló el líder laJihad Islámica palestina, Nafed Azzm, aunquealabó los esfuerzos del Hamás por lograr lareconciliación nacional. Incluso el subjefe delHamás en Gaza Jalil al Hayya afirmó que lasarmas del movimiento serán trasladadas aCisjordania para continuar la resistencia arma-da también desde allí.

El vecino de arriba(o el enemigo de mi enemigo)En ese contexto, los enfrentamientos entre lasfacciones palestinas de la Franja de Gaza y lasFuerzas de Defensa de Israel no contribuyen ala unidad palestina. En ese sentido, se hacedifícil distinguir entre los problemas de seguri-dad (que agrupaciones como Hamás o JihadIslámica realmente plantean), y los interesespolíticos del gobierno israelí (que no necesita,ni ve con agrado, un gobierno de unidad pales-tino). Tanto el gobierno de Israel como el de EE.UUanunciaron que no reconocerían un Ejecutivopalestino que incluyera al Hamás. Más clara-mente, el Primer Ministro Netanyahu afirmóque el acuerdo intrapalestino “hace más difícillograr la paz”.

Por su parte, las facciones islámicas no dejande darle a Israel oportunidades para confirmarla imposibilidad de negociaciones que rompancon el statu quo. El túnel recientemente des-truido por Israel, construido por la JihadIslámica palestina, efectivamente se adentrabaen el territorio de este último Estado, y su obje-tivo declarado, según el líder de la Jihad, Jaledal Batsh, era el secuestro de civiles israelíes.Mientras que tanto EE.UU como Arabia Sauditay Egipto reclamaban a Israel apoyar la unidadnacional palestina, la destrucción del túnel, decuya existencia se sabía con anterioridad, nodeja de ser una señal de autonomía y fuerza deun Primer Ministro que debe responder tam-bién a la intransigencia de su propia coalición. A partir de la destrucción del túnel, la escaladade violencia fue en aumento, tanto verbal, conamenazas de venganza y represalias mutuas,como con la caída de proyectiles de mortero enterritorio israelí y respuestas israelíes sobre laFranja de Gaza. Si bien es posible que el propioHamás haya intentado contener la respuestade la Jihad Islámica para preservar el acuerdode acercamiento y el eventual gobierno de uni-dad, las declaraciones de sus líderes acerca deque no entregarán las armas, de que continua-rán con la resistencia armada, y de que laextenderán a Cisjordania, hacen que se vea aúnmás lejano un gobierno de unidad que puedamantenerse en el tiempo y convertirse en inter-locutor válido para Israel. Mientras tanto, ade-más de las respuestas militares del Tzahal a losbombardeos desde la Franja, Israel arrestó allíder de la Jihad en Cisjordania, Tariq Qa´adan yresponsabilizó al Hamás de cualquier ataqueque provenga desde Gaza.

Los de afueraEl contexto regional e internacional tampoco sepresenta como el mejor escenario para acuer-

El gobierno de unidad palestina, o elintento de (siempre) ganar tiempo

Una vez más las dos principales organizaciones palestinas, el Fatah, que encabeza el gobierno de la AutoridadPalestina en Cisjordania, y el Movimiento de Resistencia Islámico (Hamás), que gobierna en la Franja de Gaza,han formalizado un intento de unidad. Desde que el Hamás expulsó a los funcionarios del Fatah de Gaza en

2007, después de ganar las elecciones de 2005 y 2006, han existido otros intentos fallidos de reunificación: losacuerdos de La Meca (2007), El Cairo (2011), Doha (2012) y Gaza (2014). En todo ese tiempo, se produjeron lasoperaciones israelíes Plomo Fundido (enero 2009), Pilar Defensivo (noviembre de 2012) y Margen Protector

(julio 2014), además del bloqueo terrestre y marítimo de todas las fronteras de Gaza, y la constante tensión enla frontera israelí. ¿Qué tiene de diferente este acuerdo, de los otros?

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Por Isaac Roberto Faur*

El principal objetivo del trabajo fue examinar lavalidez predictiva del primer estudio y tratar deevaluar los cambios después de unos 18 años,a partir de la identificación de patrones endiversos materiales disponibles: declaracionesde Netanyahu, entrevistas, testimonios y entre-vistas con varias personas que han trabajadocon él. Se trata de una investigación de los Dres. ShaulKimhi y Yarden Oliel, ambos miembros delDepartamento de Psicología del Tel HaiCollege, Israel, conjuntamente con SagitYehoshua, Investigador becado del Instituto deLucha Contra el Terrorismo en el CentroInterdisciplinario de Israel y docente asociadoen el King´s College, Reino Unido. Los resultados destacados indicaron que:• Netanyahu sigue viéndose a sí mismo como

superior a otros y como un político dotado;• le encanta la buena vida que el estatus y el

poder le permiten, como hoteles de lujo,restaurantes de alta clase y buena comida;

• Netanyahu usa la manipulación para alcan-zar sus metas y, sobre todo, asegurar susupervivencia política;

• la desconfianza y el sentido de victimiza-ción de Netanyahu, según la cual todosestán en su contra, continúa;

• un punto destacado es su marcada dificul-tad para tomar decisiones importantessobre las cuestiones fundamentales delfuturo del conflicto israelo-palestino;

• su ambición se ha manifestado mediante lavoluntad de permanecer en la cima a cual-quier costo;

• continúa actuando como un orador articula-do con una capacidad excepcional paraenviar mensajes.

• El largo y duradero mandato del primerministro Netanyahu ha dado lugar a la "fati-ga", expresada en parte como un aumentode la sospecha, la dificultad para hacer fren-

te a la presión, y la toma de decisiones pro-blemática, con todo lo que eso implica.

El contexto epistemológico de estos estudiosEl estudio forma parte de una amplia gama deinvestigaciones que evalúan la personalidad delíderes políticos. Estos estudios han desperta-do muchos años de debate entre diversas disci-plinas científicas centrándose en, entre otras,dos cuestiones principales: a) La cuestiónesencial de la medida en que un líder moldea lahistoria, o es simplemente un instrumento de lahistoria o del espíritu de la época; b) Cuál es lametodología preferida para dibujar un retratopsicológico a distancia, ya que el investigadornormalmente no puede tener contacto directocon el líder y no puede utilizar las habitualesherramientas de evaluación psicológica de lapersonalidad. Por lo tanto, no es de extrañar que se hayanadoptado diferentes enfoques para investigarel retrato psicológico de los líderes. Estos enfo-ques difieren con respecto a los antecedentesteoréticos y la metodología detrás de ellos.Un perfil de un líder político (o, como a veces esdenominado, un perfil psicológico) a distancia(sin contacto directo con el líder) plantea dile-mas éticos entre dos valores básicos: el dere-cho a la privacidad y el derecho del público asaber.Según los investigadores, en el caso de loslíderes políticos, el derecho del público a sabersobrepasa el principio de privacidad. Pareceque el debate principal gira en torno a la deter-minación de un diagnóstico de salud mental. Eneste trabajo, no se sugiere un diagnóstico psi-cológico, pero tratamos de señalar el patrónrepetido de comportamiento.Una revisión de la literatura indica que muchoslíderes políticos, incluyendo muchos presiden-tes de Estados Unidos a lo largo de la historia,han servido como sujetos de investigación pararetratos psicológicos destinados a una varie-dad de cuestiones: características distintivas,

rasgos, tipo de personalidad, estilo de lideraz-go, cosmovisión, valores, capacidad de nego-ciar y disposición a comprometerse, así comolas formas en que estas características sonexpresadas y cómo afectan al comportamientopolítico del líder.Para aquellos que deseen leer el informe com-pleto, en inglés, éste se encuentra publicado enel sitio web:https://www.jscimedcentral.com/Psychiatry/vol5issue5.php

Fuente: JSciMedCentral -Annals of Psychiatry and MentalHelth (Anales de Psiquiatría y Salud Mental) – 21/7/2017.

* Coordinador de J-Amlat Argentina. Presidente de Tzavta

Periodismo judeoargentino con compromiso | Israel Noviembre/Diciembre 2017 | NUEVA SION #993 21

¿En qué cambió el perfil de Netanyahuentre 1999 y 2017?

Esta nota es una apretada síntesis del estudio actualizado que realizó un análisis de comportamientodel primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, comparándolo con un estudio previo realizado en 1999.

En general, los resultados indican que los patrones de conducta se han mantenido estables,aunque algunos se han radicalizado.

dos que rompan con el actual statu quo. Másallá de las declaraciones de D. Trump acerca desu intención de lograr un acuerdo definitivo enel Medio Oriente, su decisión de cerrar lamisión palestina en Washington frente a laamenaza de Abbas de denunciar a Israel frentea la Corte Penal Internacional, y su anuncio deltraslado de su embajada a Jerusalén, confirmanque no se trata de un mediador imparcial. Por otra parte, el enfrentamiento entre laRepública Islámica de Irán y Arabia Saudita nose da sólo en el plano ideológico y simbólico,sino también en los terrenos de Yemen, Líbano,Siria y Gaza, los tres últimos con implicanciasdirectas en el conflicto palestino israelí. En elcaso del Líbano, el propio Hizballah declaró suapoyo incondicional tanto al Hamás como a laJihad Islámica. Se realizaron encuentros entreel líder del Hizballah y el vicejefe del Hamás,

Saleh Aruri, y líderes del Hamás viajaron a Irán,restableciendo unas relaciones interrumpidasdesde 2011, cuando Hamás se había negado aapoyar al presidente sirio Bashar al Assad.Esas relaciones fueron restablecidas justo des-pués del acuerdo entre el Hamás y la AutoridadPalestina, lo que hace temer que las concesio-nes del Hamás en la Franja de Gaza, motivadaspor su gran debilidad política y económica, sevean compensadas con el ingreso en la regióndel nuevo aliado iraní. Por último, las relaciones entre Israel yJordania también se vieron afectadas por variosincidentes, producidos tanto en territorio jorda-no (la muerte de dos jordanos por un guardiade la embajada israelí) como por los produci-dos en la Explanada de las mezquitas, enJerusalén. La “resolución” de ambos incidentesle valieron críticas internas a los líderes de

ambos Estados: al rey, por permitir el regresodel guardia a Israel, y a Netanyahu por retirarlas medidas de seguridad adicionales enJerusalén. En el contexto del mencionado acercamientodel Hamás a Irán, y el temor de su ingreso enGaza, el reino saudí convocó a Abbas a una reu-nión urgente en Riad. El líder palestino, de 83años, deberá decidir rápidamente si se acercaal Hamás, o mantiene su alianza con la monar-quía saudí, que impulsó en la Liga Árabe la con-dena al Hizballah como organización terrorista. Aparente paradoja, el gobierno israelí deberáesforzarse por mantener un statu quo quedependa de su irreconocible comunidad deintereses con la dictadura egipcia y con lamonarquía de Arabia Saudita. La paz, no parecehaberse acercado. * Profesor de Historia de Medio Oriente (UBA)

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Medio Oriente22 NUEVA SION #993 | Noviembre/Diciembre 2017

Por Damian Szvalb *

El gran protagonista de este terremoto políticoes el príncipe heredero de Arabia Saudita,Mohammed Bin Salman, conocido como MBS,quien está liderando un proceso de reformasinternas que sorprende a propios y extraños.Está construyendo las bases a fin de preparar asu país para esta pulseada de consecuenciasimprevisibles. La monarquía saudita parecehaber tomado conciencia absoluta de que Iránva por todo. Lo malo para ellos es que tardaronen darse cuenta. Lo bueno es que parece queahora encontraron quien puede liderar esteproceso de reformas profundas, necesariaspara hacerle frente a Irán y no morir en el inten-to.Desde que George W Bush le sacó de encima aSaddam Hussein en 2003, Irán no ha parado deganar influencia. En 15 años desarrolló un pro-grama nuclear que fue avalado por EstadosUnidos y otras potencias occidentales y que,aunque sometido a un control que garantizaque no lo utilizarán para fines bélicos, lo deja alas puertas de entrar al selecto club nuclear.También Irán logró mantener en el poder a susocio sirio Bashar al Asad. Para eso se involu-cró militarmente en la crisis siria y barrió delterritorio a Isis. Claro que tuvieron de aliado aun experto en el arte de hacer lo que quierefrente a la mirada ingenua de todos: VladimirPutin. Hoy Irán juega fuerte en Irak, Líbano yYemen, mientras mantiene su alianza con unfortalecido Hezbollah que siempre preocupa aIsrael. La foto de hace unos días de Putin conErdogan y Rohani para dar por concluida laguerra de Siria envió un mensaje aún máspotente: quieren ser ellos quienes diseñen elfuturo sirio y de buena parte de la región.Semejante expansión del chiismo iraní es lapeor amenaza para la gran mayoría sunita, que,más temprano que tarde, iba a necesitar unliderazgo potente para enfrentar esta amenaza.Ese rol es el que Arabia Saudita estuvo tratan-do de cumplir sin mucha convicción ni destrezapolítica. Y esto es lo que MBS quiere cambiar.Para eso necesita consolidarse como el hombremás influyente del reino, uno de los principalesproductores de petróleo del mundo y lugar quecobija los sitios más sagrados del islam.Acusar a Irán de intentar dominar el mundomusulmán y llamar “nuevo Hitler” al lídersupremo iraní no es una reacción espontánea.Más bien responde, más que ninguna otra cosa,a una estrategia encarada de forma decisivapara tratar de, al menos, emparejar fuerzas y,sobre todo, cambiar las percepciones sobrequien marca la agenda del Medio Oriente,aspecto muy importante en las relaciones inter-nacionales. No todo es lo que parece, pero esclave que lo parezca.Es verdad que la política de Obama fue letalpara los sauditas. El ex presidente norteameri-cano no solo no resolvió el caos dejado por su

antecesor Bush sino que,con el acuerdo nuclear, ledevolvió a Irán la legitimi-dad internacional quehabía perdido hacemucho. Su protagonismoen la crisis siria así lodemuestra. Esto no hizomás que profundizar labrecha con sauditas eisraelíes, históricos alia-dos de Estados Unidos.La llegada de DonaldTrump parecía que iba arevertir esta situación. Lohizo de manera parcial.Su política en el MedioOriente sufre las mismasfalencias que el resto delos asuntos internaciona-les en los que intervienela actual administraciónnorteamericana. Sí hahabido fuertes advertencias verbales a Iránpero en los hechos nada cambió.

Economía, religión y políticaEn este marco, las reformas encaradas por MBSdeben analizarse en tres planos: el económico,el religioso y el político. Todas ellas buscancambiar la imagen que se tiene del régimensaudita. La purga de funcionarios de gobiernose presentó como un paso indispensable paralimpiar al Estado de corrupción. El argumentoes contundente: un país miembro del G20 debedemostrar que busca transparentar las relacio-nase económicas entre el Estado y los empre-sarios. Para abrirse definitivamente al mundo,los corruptos deben ir a la cárcel. Y que se note.Con la reforma religiosa, busca flexibilizar elislam saudita. En otras palabras, moderarlopara mostrar apertura al resto de los musulma-nes. MBS quiere devolver el islam a sus oríge-nes y darle más derechos a las mujeres y aotras religiones. Si con esto logra contrarrestarel islam anti pluralista y misógino con el queestá identificada Arabia Saudita, estaría dandoun paso revolucionario.Otra señal que muestra hacia dónde quiere irArabia Saudita se detecta en un reciente dis-curso de MBS, en el que dijo que el terrorismoestá arruinando la reputación pacífica del Islamy ofreció sus condolencias al pueblo egipciotras el ataque terrorista en una mezquita en elnorte de Sinaí, en la que murieron 305 perso-nas. Una declaración inédita en el MedioOriente, que despierta expectativa enOccidente.Dijo esto durante la primera cumbre islámicacontra el terrorismo que organizó con altos fun-cionarios de 40 naciones musulmanas en Riad.Irán, Siria e Irak no participaron. Su intento deposicionarse como nuevo líder terrenal de unIslam pacífico sin duda generará la reacción de

aquellos grupos más radicalizados, que no tar-darán, en el mejor de los casos, en tratarlo detraidor.El tercer aspecto es el más delicado, porqueademás de disputar el poder regional, se tratade un choque frontal en el interior de losmusulmanes: la eterna lucha entre sunitas ychiitas. Esta confrontación ya se viene dandoen la práctica, aunque de forma indirecta, enYemen, donde está cerca de ganar la pulseadaal costo de una emergencia humanitaria nomuy difundida. Otro round tuvo lugar en elLíbano, cuando hizo que el presidente Haririrenuncie desde Riad para exponer la influenciade la alianza Irán-Hezbollah en ese país. Lomás difícil será cuando quiera jugar sus fichasa la hora de diseñar el Medio Oriente post Isis.La pregunta es hasta donde estará dispuesto allegar para no dejar que Irán y Putin hagan loque quieran.

La hora de actuar…Este proceso de reformas inédito dice mucho.Pero más aún dicen las fuertes declaracionesde este príncipe heredero y ministro deDefensa contra el régimen iraní. Los dichos ylas acciones ya no van por caminos separados.En los últimos años en Medio Oriente se produ-jeron cambios impactantes. Cayeron líderesque parecían perpetuos, se borraron fronterase Irán, sin disparar un tiro, se convirtió en unactor central dándole a los chiitas un poderimpensado tan solo unos años atrás.Mientras todo esto pasaba, los saudíes parecí-an meros espectadores. Ahora les llegó la horade actuar y hacerse oír. Las consecuencias sonimpredecibles y podrían transformar en insigni-ficante todo lo que hemos visto en esta regiónhasta ahora.

* Magister en Relaciones Internacionales (UTDT)

Arabia Saudita se preparapara frenar a Irán

Pocas cosas deberían preocupar más a nivel internacional que los movimientos políticos que viene realizandoArabia Saudita en las últimas semanas. Se trata, ni más ni menos, de un desafío mayúsculo para dirimir con Iránuna cuestión clave: quién se queda con el liderazgo político, territorial y religioso en el Medio Oriente. Lo más

grave es que no hay lugar para dos.

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Sociedad Noviembre/Diciembre 2017 | NUEVA SION #993 23

Por Ricardo Schkolnik*

El racismo existe actualmente, aunque no anivel de clubes sino en las gradas. Ejemplosmuy difundidos, aunque tan no recientes sonlos insultos raciales al jugador del F.C.Barcelona, Samuel Etoo, por parte de algu-nos hinchas del Real Zaragoza, o al defensordel Messina, Marc Zoro, en un encuentrocontra el Inter de Milán.El resonante caso de los hinchas de Lazio(institución identificada históricamente conel fascismo italiano), denigrando la imagende Ana Frank en Roma, es uno más de unacadena de hechos que de una u otra manerase repiten en la mayoría de los países euro-peos y sudamericanos. No es secreto que losmilitantes del Frente Nacional en Francia, elPartido por la Libertad en Holanda, elAmanecer Dorado en Grecia o una Alternativapara Alemania, pueblan masivamente lasgradas de los estadios de fútbol. Y negarloes absurdo porque sólo contribuye a enmas-carar el problema.En algunos países como Inglaterra oAlemania, hay campañas muy duras para eli-minar el racismo y la intolerancia del fútbol yde los estadios. En otros países como Españao Italia, se han tomado pocas medidas al res-pecto.El mejor jugador de la liga española es unargentino, Messi; Peter Lim, el presidentemás acaudalado, desembarcó en Valenciacon su chequera procedente de Singapur; elgoleador es uruguayo, Luis Suárez; y elentrenador que ganó la última Champions esun francés de origen argelino, ZinedineZidane. Todos los equipos, salvo el Athleticde Bilbao (que sólo ali-nea jugadores vascos,cuentan con extranjeros.En las 20 nóminas dePrimera División estáninscritos 479 futbolistasde 44 países.Esta situación no escomún sólo en España.“El fantasma del racismorecorre los estadios deEuropa” parafraseó undirigente alemán hacepoco, y nosotros pode-mos asegurar que enArgentina la situación noes diferente, sin que lasinstituciones del fútbolni el Gobierno se atrevana adoptar medidas con-tundentes.No podemos ignorar loscánticos antisemitas dela hinchada de ChacaritaJuniors, cada vez queenfrenta a Atlanta; o las

alusiones peyorativas a la hinchada boquen-se en la figura de “bolitas y paraguas” (boli-vianos y paraguayos) y comparaciones zoo-lógicas cuando se trata de jugadores negros.Es obvio, o debería serlo, que como judíosesto nos conmueve. Pero, ¿estamos dispues-tos a enfrentarnos al espejo?

Eternamente puraLa fama de Abbas Suan, jugador de origenárabe, surgido del humilde y único clubárabe de Israel, Bnei Sakhnin, creció cuandoen 2006, un tiro suyo desde fuera del área enel minuto 90 supuso el empate uno a unoante Irlanda, y mantuvo vivas las opcionesde jugar el Mundial de aquel año, del quefinalmente Israel se quedó fuera por el gola-veraje.En el siguiente partido de liga como visitanteen el campo de Beitar Jerusalén, la directivalocal decidió homenajearlo con un ramo deflores, pero desde la tribuna del lateral Estedel estadio Teddy se desplegó una pancartaque heló la sangre de Israel: “Suan, no nosrepresentas”, decía, mientras que el grupús-culo que la portaba gritaba: “Odiamos atodos los árabes”, además de graves insul-tos contra Mahoma. Al salir del estadio que-maron el coche de Abbas Suan. Esa fue lapresentación en sociedad de la barrabravade Beitar, autodenominada La Familia.Esta anécdota pinta de cuerpo entero las tra-diciones de Beitar -fundado en 1936 y quedesde siempre fue el representante de esaderecha fuera del establishment del país-.Ha sido el equipo favorito de los nombresmás representativos del Likud, el gran parti-do de la derecha tradicional israelí.

En 2005, el nigeriano Ibrahim Nadallah pasóen el club jerosolimitano media temporada,pero cuando se fue dejó la siguiente frase:“No recomiendo a los musulmanes fichar porBeitar”.En noviembre de 2007, en el duodécimo ani-versario de la muerte del ex primer ministroIsaac Rabin, La Familia no respetó el minutode silencio y coreó gritos en favor de YigalAmir, el judío ultraortodoxo que lo asesinó.Desde entonces, las sanciones -económicasy de puntos- al club han sido constantes porgritos racistas e incitación al odio.Hace cuatro años, La Familia mostró hastadonde podían llegar. El club contrató dosjugadores chechenos musulmanes y estegrupo ultra no paró hasta que los echaron.Acosaron a los jugadores y a la directiva,destrozaron una sede del club y consiguieronsu objetivo en pocos días. El entrenador ter-minó admitiendo públicamente que nuncamás se plantearían fichar jugadores árabes omusulmanes.En las últimas temporadas, en las tribunasocupadas por este grupo xenófobo ondeauna gran pancarta conde reza “Beitar tehorála ed” (Beitar pura eternamente).Escalofriante. Cuando desde el mismo cora-zón de Jerusalén, surge una masa humana encrecimiento que habla de pureza racial, queactúa en consecuencia y se enorgullece deello, comenzamos a entender que algo, muybásico, muy profundo, no funcionó en losúltimos 70 años. Que no estamos libres delpecado del racismo, que a la hora de “tirar lapiedra” contra los racistas, muchas de nues-tras manos deben quedar en los bolsillos.* Periodista especializado en temas internacionales.

La primera piedraFútbol y racismo

En Europa se han dado diversos casos en los que no se ha aceptado a jugadores por ser de una raza diferente ala blanca. Esto ha cambiado durante el inicio del siglo XXI debido a los cambios en la sociedad y también a lascampañas de las autoridades futbolísticas en diferentes países. La UEFA y la Unión Europea apoyan el proyecto

Fútbol contra el racismo en Europa (FARE), cuyo objetivo es frenar la discriminación racial; aunquelos resultados distan de ser satisfactorios. También en Israel.

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Cultura24 NUEVA SION #993 | Noviembre/Diciembre 2017

Por Por Enrique M. Grinberg

NS: ¿Existe para vos un género que podría-mos llamar cine judío?SB: Creo que el cine judío muchas veces abor-da temáticas como ser la Shoá o el conflictoisraelo-palestino y hay pocos cineastas quesalen de estos tópicos, por lo menos es eso loque pasó durante muchos años. En Israeltodavía se producen películas que tratantemas vinculados a las guerras, de la Guerradel Líbano, como que no se puede salir de eso.Aparecen, aquí, allí, historias urbanas. Perocomo que no se puede salir de la Shoá y delconflicto.

NS: Tu documental se puede incluir en estadefinición de cine judío.SB: Es una muy buena pregunta porque no sé,no estoy segura. Por un lado sí, es totalmenteun tema judío. Pero por otro lado, muchagente me ha dicho que es un tema general. Esun tema del ser humano, que podría ser enotro lugar. Podría haber sido aquí enArgentina en la dictadura de los setenta o conStalin en la Unión Soviética.

NS: Una vez escuché decir a un gran comen-tarista de cine que hablar de cine es hablarde judaísmo, ya que el cine es un inventojudío, comenzando por Hollywood.SB: Estoy totalmente de acuerdo. En el casode mi documental, trata de un judío llamadoEddie Vitch que es el judío errante, que estásiempre buscando su lugar. Está buscandopertenecía. Esa búsqueda errante, es algo queatraviesa mucha gente hoy, son los actualesrefugiados, se pueden identificar. Lo quepasa en Estados Unidos con los hispanos,“los soñadores”, es una historia bastanteequivalente. Cada inmigrante puede tener esevínculo con Eddie Vitch, quién lo hizo seisveces en su vida. Siempre yendo de un lugar aotro sin encontrar su lugar. Siempre lo quierenechar, lo persiguen, o por la guerra, porque lodesterraron o porque quería procurar unavida mejor. Para mí esto es algo típico judíodesde aquellos Sefaradim (judíos de origenespañol).Acerca de lo que me preguntaste antes delgénero judío, ya no se trata de reflejar unatravesía, porque es definitivo que estamos enIsrael y que sabemos que pasamos la Shoá.Es por eso que no creo que existan muchaspelículas de aquel judío errante que va bus-cando y tratando de pertenecer. En Israel, elcine ya tiene lugar, como los judíos y los isra-elíes tienen lugar.

NS: Si tuvieras que definir tu identidadactual: ¿Cómo lo harías?: ¿Israelí fuera deIsrael o judía en la diáspora?SB: Me definiría como una ciudadana delmundo, como Eddie Vitch. Porque no quieropertenecer a ningún lugar, pero también meidentifico como judía. Siento el judaísmo

como de esa persona que va de un lugar aotro, no necesariamente quiere pertenecer aun lugar.

NS: Puedo inferir entonces que el documen-tal en cierto lugar también cuenta tu propiahistoria, tu propia búsqueda…SB: Así es, la búsqueda de lugares. Pero yo noquiero necesariamente pertenecer, y él yocreo que tampoco quería, pero iba de un lugaral otro por necesidad, porque lo expulsaban oel quería irse.

NS: ¿Qué diferencia encontrás entre serjudía en Israel y en la diáspora?SB: Los israelíes no se identifican como judí-os, se identifican como israelíes. Algunos delos palestinos también son israelíes pero sonárabes-israelíes. Pero los judíos no dicen soyjudío-israelí, toman como un hecho la identi-dad israelí. No tienen que decir que son judíoslos israelíes. Yo soy israelí porque nací y crecíen Israel, pero no me siento que me definecompletamente. Cuando estaba en la EscuelaSecundaria en el Kibutz, un día nos ponen enun cuarto donde había en cada rincón un car-tel con consignas acerca de la identidad. En unrincón decía “soy Kibutznik (miembro delKibutz)”, otro rincón decía “soy ciudadano delmundo, cosmopolita”, otro decía “soy israelí”y el último “soy judío”. La mayoría de la gentese ubicó en el rincón del “soy israelí”, y yo ydos chicos más nos ubicamos bajo el cartelque decía “ciudadano del mundo, cosmopoli-ta”, solo tres de nosotros. Uno de estos chicosvive fuera de Israel al igual que yo y el otroestá en Israel. Pero todos los demás siguen enel rincón de los “israelíes”, como que no tení-an duda de que son israelíes.

NS: También a veces te marca la identidad elafuera. Sobre todo al sentirse amenazadoscomo en el caso de los israelíes, la respues-ta más fácil es decir “soy israelí”, es unadefinición que aglutina a la sociedad. El otrocaso es la discriminación como judíos, enambos casos el tema es si se aceptan o nolas presiones por etiquetarte del afuera. Entu caso es más amplio aún cuando decísquiero ser ciudadana del mundo, sos israelíy judía y salís al mundo.SB: Con eso es lo que me identifico. Quizás espor la influencia que tuve viviendo aquí, en laArgentina en los años setenta. Se me abrieronlos ojos. Me encanta el mundo, no quiero per-tenecer a un lugar. También mi trabajo comorealizadora cinematográfica me permitió via-jar por el mundo. Hice treinta episodios decultura acerca de festivales para el canalDiscovery. Siempre viendo cosas nuevas, esinteresante el mundo.

NS: Naciste en un Kibutz en Israel y a lomejor conocerás alguna filmografía queaborda de una manera crítica la vida y socie-dad kibutziana, como ser Adama Meshugaat,

Medurat HaShevet y quizás una más cómicacon Miftza Safta. ¿Qué pensás de estás pelí-culas y de tu propia experiencia en elKibutz?SB: La única de esas que me pude identificar yme morí de la risa es Miftza Safta. Amo tantoesa película que no dejo de verla. En particu-lar no refleja mi experiencia en el Kibutz. Aúnno hay una película que refleje mi propiaexperiencia en el Kibutz, como nacimos, comocrecimos, en los años sesenta y setenta.Tampoco hay libros al respecto. Nosotros cre-cimos en un Beit Ieladim (Casa de niños) ycreo que no hay una reflexión acerca de esosaños.

NS: Bueno en Adama Meshugaat sí se mues-tra un poco ese mundo del Beit Ieladim(Casa de niños)1… SB: ¡No, no creo! No creo en ese mundo que semuestra allí, es un mundo falso para mí.Quizás sea la experiencia del director pero nola mía.

NS: Para vos no fue un Kibutz opresivo einvasivo como muestra esa película…SB: No solamente eso, si ves el carácter de lamamá, el que la provoca, todo es como muyextremo, no me creí ese mundo que se mues-tra allí. Sabes que cuando te gusta una pelícu-la, creés en ese mundo, en ese mundo que eldirector te muestra. Yo lo vi desde afuera, nome metí adentro, porque no fue esa mi expe-riencia en el Kibutz.

NS: ¿Y por qué creés que no hay una pelícu-la o un libro que cuente acerca de tu visión ovivencia sobre el Kibutz?

Sigal Bujman cineasta del mundoEntrevista exclusiva de Nueva Sion

Se define a sí misma primero como ciudadana del mundo, segundo como judía e israelí. Nacida y crecida en unKibutz de los años sesenta, decidió dedicarse al cine con la esperanza de alguna vez poder conocer el mundo y

mostrar la riqueza cultural y la diversidad de realidades e historias con la cuales se encontraría. Visitó laArgentina en oportunidad de realizarse en Buenos Aires el Festival Internacional de Cine judío en Argentina ,

donde presentó con mucho éxito el primer documental de su autoría titulado Vitch.

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Cultura Noviembre/Diciembre 2017 | NUEVA SION #993 25

SB: Creo que hay un trauma de mucha genteque creció como yo crecí y tal vez necesitanpasar una años más para poder comenzar anarrar.

NS: ¿Qué película o directores marcaron tucarrera profesional?SB: “El conformista” de Betolucci, me gustótanto, tanto, cuando la vi por primera vez en elKibutz. Porque es esa persona que va desdefascista a comunista, que cambia y Vitch miprotagonista es más o menos así, que cambiacomo un camaleón. El Betolucci de los setentaes el que me encantó.

NS: ¿Si hablamos de películas acerca de laShoa?SB: Una película que me influyó tambiéncuando era muy joven fue “El portero de lanoche” con Charlotte Rampling, pero nopuedo pensar en una. Hay muchas, no es queno hay, pero no me vienen a la mente ahora.

NS: ¿Crees que el tema de la Shoá es untema importante para la sociedad israelí,para el israelí promedio, para los jóvenes?SB: Sí lo es, pero hay que buscar nuevasnarrativas. Por ejemplo Avi Nesher trató debuscar nuevas narrativas en donde las hijasestán descubriendo algo de su padre. Estápelícula es muy nueva. También Ha Dirá (Elapartamento) que es un documental, creo quetambién logra una nueva narrativa. Estudiécine en Israel, y nos mostraron muchos docu-mentales acerca de la Shoá y de creadoresisraelíes; ver otras historias de sobrevivientesy otras historias es difícil, pero es muy impor-tante. Ahora la gente está lista para poderacercarse a otra narrativa.

NS: Otra manera de contar la Shoá como ensu momento lo hizo Lanzamann.SB: Así es, distinta y muy necesaria en aque-llos momentos. Pero esos fueron los ochenta,ahora estamos en la segunda y tercera gene-ración y es tiempo de estar listos para recibirotra manera de relato.

NS: Ahora vamos a tu obra: ¿Que diferenciassentís que hay entre hacer ficción y hacerdocumental?SB: Hay muchísima diferencia. Por ejemplo,esta obra Vitch la quiero hacer ficción: quierofriccionarla y ponerla en el contexto de laSegunda Guerra Mundial, entonces estoy pen-sando el actor que hace la vida cotidiana enBerlín por ejemplo. Actuando en el gran teatrode Berlín, que se llama Scala, frente a losnazis, puede ser enfrente de la Wehrmacht, dela Gestapo, y como muestro en su cara con lasluces y con el ambiente que pasa con él. Comomuestro que tiemblan sus manos, que sudan ycomo lo trata de ocultar. Todas estas cosas nolas puedo hacer en un documental. Es muydifícil mostrar emociones, existen otras mane-

ras, pero al tener unactor o actores, es unapuesta por medio dela cual podes mostrardiversos matices yquiero hacerlo.

NS: Crees que paraproducir un docu-mental hay que tenercierta madurez y tra-yectoria previa deproducción. SB: No necesariamen-te. Quien me pidiórealizar el documentalfue la sobrina deEddie Vitch. Ella nosabía nada o muypoco de su tío y mepidió a mí que investi-gue. De repente vi quehabía una gran histo-ria. Hay una cosa nadamás que yo creo quehay que tener, y noimporta si es tu prime-ra película o la décima o número cien, hay queestar listo para investigar. Hay que estar pre-parado para decir yo no sé nada, voy a inves-tigar. Sin eso y sin tu curiosidad no va a saliralgo bueno y eso depende del documentalis-ta.

NS: ¿Cuándo pensaste en Vitch tenías claralas líneas de investigación y argumentales?SB: Si, tenía claro que tengo que saber lomáximo posible acudiendo a historiadores,escritores, periodistas, cuál es la teoría deellos acerca de cómo él sobrevivió en laSegunda Guerra Mundial. Esta fue la base.Esa fue la pregunta rectora. No pude haceresta pregunta sin juntar papeles, sin juntardocumentos, sin saber la historia. Antes nome pude acercar a un historiador. Pero esa fuela pregunta principal que me guío en todo elarmado de la película.

NS: ¿Cuándo avanzabas en la investigaciónpensaste que llegarías a develar lo que paravos era la incógnita, lo que para vos era unmisterio?SB: Fue misterio desde el principio hasta elfinal. Cuando supe más, supe menos.

NS: ¿Qué pensás vos y que pensás que pien-sa el público frente a un final abierto?SB: Creo que es muy difícil para EstadosUnidos, creo que los productores van a pensarque no es comercial y necesitan un final. Perohasta ahora donde presenté la película en fes-tivales en los Estados Unidos, Australia yaquí, la gente acepta eso, como que los hizopensar. Lo que yo vi es que inmediatamentequieren hablar. Mucha gente quiere inmedia-

tamente hablar porque quedó abierto.Entonces, ¿qué pasa cuando algo queda abier-to? Tenés una necesidad de reflexionar ocerrarlo y eso es lo que produce.

NS: ¿Tenes algún próximo proyecto enmente?SB: Quiero hacer la ficción de Vitch, como teconté, e inmediatamente después quierohacer la historia de mi familia en los años dela dictadura aquí en la Argentina. Mi papáayudó a mucha gente a escapar a Uruguay yentre ellos a parientes nuestros. Hay gente demi familia que no logró salvar y hay historiasmuy emocionantes y muy dramáticas en mifamilia. Quiero contar esta historia de maneraficcional con actores, ya que existen docu-mentales sobre la época, pero quiero poner elpunto de vista y la historia judía en los añossetenta.

1 Casa de los niños

Un grupo de niños, todos de la misma edad, compartíanuna casa para niños y tenían una niñera que se ocupabade sus necesidades diarias. Cada casa tenía un comedor,un salón de clases, dormitorios (3-4 niños en cada habita-ción) y un baño. Los niños y niñas se ducharon juntosdurante la escuela primaria hasta el sexto grado y por logeneral compartieron sus dormitorios, incluso hasta elfinal de la escuela secundaria.

Cada niño tenía una toalla en una percha en el baño y unatoalla de mano más pequeña cerca del a la pileta en elbaño, con una taza pequeña para el cepillo de dientes.Cada uno también tenía dos estantes en el armario, unopara la ropa de la mañana y otro para la ropa de la tarde.La niñera estaba a cargo de la rutina diaria en la casa delos niños. Fuente: Wikidepdia.

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Cultura26 NUEVA SION #993 | Noviembre/Diciembre 2017

Por Natalia Weiss*

Sigal Bujman se presentó en el 14° FestivalInternacional de Cine Judío en la Argentina(FICJA) para compartir su reciente documentalVitch. Hija de argentinos, nace en un kibutz enIsrael y vuelve por pocos años a vivir en nuestropaís. Es documentalista y realizó materialespara canales como Travel Channel y DiscoveryNetwork. Hoy vive con su familia en Seattle,Estados Unidos, donde, como cuenta en la entre-vista que acompaña esta crítica, fue contactadapor un familiar del protagonista de esta historiapara averiguar información sobre el artista.Eddie Vitch, o Ignace Levkovitch, pudo escaparluego de finalizada la guerra y se muda, tras tra-bajar y conocer a su nueva esposa en Londres, aAdelaida, en Australia. El asunto familiar tomatambién forma en la música, dado que su nieto,el compositor Ryadan Jeavons, intervino en lacreación de la música del documental. Sin embargo, su pasado hace atravesar por ente-ro este documental por una pregunta ¿cómo fueposible? Y, como suele pasar con este género,las respuestas a dicha pregunta se presentanesquivas. Insólitamente, Vitch llegó a ser invitado paraactuar en Berlín, contando como público a lospropios Goebbels y Göring. Como vemos a travésde la documentación que se expone como prue-ba, sus contratos y su identificación eran firma-dos bajo el nombre de Ignace Levkovitch, lo quedaría a entender que su ascendencia judía no eraocultada. Se trata de un judío de origen polaco,de Skierniewice, que emigra a los EstadosUnidos en 1930. Allí se dedicó a dibujar a perso-nalidades famosas de Hollywood, caricaturasque lograron popularidad siendo algunas deellas expuestas en este festival. Se codeaba ydibujaba a personalidades como Greta Garbo,Clark Gable y Joan Crawford. Pero en la décadadel 40, por aparentes problemas de visado, esobligado a partir de los EE.UU. y se dirige a unaEuropa que se encuentra en tiempos oscuros.Un documental, a diferencia de una película deficción, no tiene una resolución asegurada. Laspistas, documentos, materiales diversos, espe-cialistas y testigos, pueden conducir a distintaspreguntas sin garantizar el arribo a una conclu-sión que permita develar el misterio. La argu-mentación del documental se construye asícomo una búsqueda que involucra al especta-dor, y que se conforma tanto a través de los rela-tos familiares de esta figura esquiva como porlas reflexiones de expertos. Son actores socialesdel film y van transitando, a la vez, por distintosestados emocionales. Se articula, a nivel perso-nal, la voluntad de saber con la incomprensión yla falta de información brindada por el padre. De esta forma, 32 años después de la muerte delmismo, a los 82 años, se produce esta investiga-ción familiar que toma cuerpo en el documentaly que impacta en distintos modos en el especta-dor por su singularidad. El material incluye laposibilidad de escuchar la voz del protagonistaen una entrevista, lo que genera una extraña

sensación de cercanía y lejanía a la vez. La entre-vista es en francés, dado que él vivió en laFrancia ocupada y hasta fue invitado en la épocaal teatro berlinés más importante en su género:la Scala de Berlín. Las imágenes de sus espectá-culos devienen valiosos documentos y, a su vez,los transforman en una mueca un tanto pertur-badora, como lo es la declaración que hace en laentrevista: “Adoro hacer reír a la gente”. ¿Simplemente una máscara?Es una de las hijas la que, mientras contemplafotos de su padre, se detiene frente a la de unshow exclamando que era el único judío de eselugar, para divertir a los nazis. ¿Qué hacía

allí?¿Cómo podía ser posible? Esa máscara queaflora en sus espectáculos humorísticos, ¿erasimplemente eso? En este sentido, Bujman afir-ma que evidentemente hay documentación queno pudieron encontrar y tal vez hubiera podidoexplicar tan peculiar destino. Sin embargo, unavez terminada la guerra concurre a la Cruz Rojaen Francia para saber si sus familiares habíansobrevivido, y le informan que murieron al finalde la misma. Aunque se sabe que Levkovitch estuvo en Israelen el año 68 con su hijo, no intentó dirigirse nue-vamente a buscar ninguna información sobre elparadero de sus familiares. En este punto, comoes lógico, las interpretaciones sobre los motivosquedan abiertas y devienen elocuentes a la horade intentar una reconstrucción.El film, en cambio, intentando retornar sobrehuellas de pasos borrosos, en una suerte deanhelo de conjurar el silencio y permitir develarel misterio, acude a los archivos de diferentesmuseos y expertos de países como Polonia,Francia, Alemania e Israel. Una figura destacadaentre ellos es Alan Riding, durante muchos añosperiodista cultural y especialista en la vida de laFrancia Ocupada y autor del libro “Y siguió lafiesta. La vida cultural en el París ocupado porlos nazis”. Él destaca su cualidad de artista, ypiensa que tal vez eso lo ayudó a que tuvieraprotección. Es su nieta, cuyo punto de vistasobre este abuelo a quien no conoció va modifi-cándose a lo largo de la investigación, quien

concurre a la exposición “La colaboración. 1940-1945” que tiene lugar en el año 2015 en losArchivos Nacionales en París. Allí se reúne con elorganizador Denis Peschanski, también destaca-do historiador y especialista en la Francia deaquellos años. Su mirada sobre el artista es crí-tica, y pese a algún intento de la nieta por enten-der su rol en la época como una determinaciónde sobrevivir, el historiador se muestra reticentehacia esta explicación. Pudo haber elegido otroscaminos, afirma, como lo hicieron otros artistascuando París fue invadida por los nazis.Tampoco en el Museo de Yad Vashem el encar-gado del Archivo e investigación es capaz de daruna explicación sobre cómo es posible un casocomo el de Eddie Vitch, con lo cual tambiénintenta articular distintas teorías posibles. Esta investigación en archivos, esta pesquisasobre documentación, permite disfrutar de imá-genes y pruebas documentales valiosas, tantopara el intento de comprensión de la historiacomo para la posibilidad de ver, desde unaactualización desde el presente, originalesregistros de la época. No se presentan en eldocumental pruebas que puedan dar cuenta dequién era este hombre para los nazis ni por quéle fue permitido desplazarse y trabajar, puestoque esa información o no existe o no pudo serencontrada. Mimo entrenado por CharlesChaplin, caricaturista, actor cómico tanto en elfilm como en los retratos que se exponen en elmarco del festival, parece plantearse un cruce demiradas, las de las hijas, las de los distintos pro-fesionales, la de la realizadora y la de los espec-tadores. Eddie Vitch se consagra en el célebre FoliesBergère de Paris, ocupando el lugar de primerafigura una vez que parte Maurice Chevalier; esademás festejado en el Berlín nazi y finalmentehuye, después de la guerra, ayudado ahora porsu condición de judío. Sin embargo, el destinode las mujeres con las que estuvo casado fueotro, siendo una de ellas deportada a Auschwitz.Sin duda, el exterminio de los judíos surge comola contracara ineludible de esta historia y lacoloca en un lugar particularmente incomprensi-ble e incómodo.

El encuentro entre las distintas hijas deLevkovicht permite que todas estas inquietudesse desplacen en su propio seno familiar, y danlugar a la afirmación final de una de ellas con-templando el mar sobre una imposibilidad deaprehensión que parece, al contrario de lo quepodría pensarse, otorgarle al documental unmayor despliegue y profundidad. Una suerte decaleidoscopio de sombras, y una revelación ine-ludible, la cantidad de historias que aún quedanpor explorar en un terreno en el que, en ocasio-nes, su intrumentalización pareciera hacer sentirerróneamente que ya no quedan historias porconocer y por contar.

* Egresada en la especialidad de guión cinematográfico dela ENERC (INCAA) Licenciada y Profesora de EnseñanzaMedia y Superior en Artes combinadas (Filosofía y Letras,UBA). Profesora de la materia Narrativas Audiovisuales(FADU, UBA)

Vitch, un artista judío que brillaen la Europa del nazismo

Son las propias hijas del protagonista de este documental las que se interrogan e intentan poder entender yaceptar el destino dispar de este individuo, su padre. Un judío cuyo paso por la Segunda Guerra Mundial fue unaoportunidad para su desarrollo como artista de éxito creciente, a pesar de que los suyos, incluida su familia,

perecían víctimas de la shoá.

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Cultura Agosto/Septiembre 2017 | NUEVA SION #992 27

Por Natalia Weiss

El molino de Habermann es un film de Juraj Herz,un director judío eslovaco nacido en laChecoslovaquia de hace 83 años, sobrevivientede la shoá. Inicia su formación en la Academia deArtes de Praga y posee hoy una extensa carreraque incluye el cine y la televisión,donde realizóuna serie checo-francesa en la cual el protago-nista era el personaje del escritor francésSimenon, el inspector Maigret. Es consideradoun director de la nueva camada de los años 60en la vieja Checoslovaquia y su estilo se desliza-ba, en un primer momento, entre el grotesco, logótico y el terror, además de influencias del artnouveau, creando una reconocida poética perso-nal. Esta puede percibirse en films como El inci-nerador de cadáveres (1968), Morgiana (1972),La bella y la bestia (1978) y en los últimos tiem-pos se dedica a films para televisión. Por El molino de Habermann (2010) recibió elpremio Baviera como mejor director, así como elde mejor actor para el protagonista del film,Mark Waschke, que fue parte también de filmsalemanes como Barbara (Christian Petzold,2012), Los Buddenbrook (Henrik Broeler, 2008)y la exitosa y polémica miniserie de la televisiónalemana sobre los descendientes de los alema-nes de los tiempos del nazismo, conocida enespañol como Hijos del Tercer Reich(UnsereMütter, unsere Väter,2013), entre otros.La actriz alemana Hannah Herzsprung (4 minu-

tos, KrisKraus, 2006) encarna aquí Jana, otropersonaje central de esta historia.Se trata, en este caso, de un film de época, degran presupuesto, rodado en República Checa,con coproducción germano-checa y con un guióncinematográfico que fue escrito por WolfgangLimmer, Jan Drboholav y el propio director a par-tir de la novela de Josef Urban, que se basa enalgunos hechos reales y, a la vez, agrega ele-mentos y personajes de ficción. Exhibe una fac-tura clásica y más ligada a una estética televisi-va de calidad que a la inventiva formal de los pri-meros films, con una bella fotografía deAlexander Surkala y un cuidado diseño de arteque buscan trasladarnos a la época para refle-jarnos una cotidianeidad que se verá absoluta-mente impactada por los hechos históricos quedestruyen vidas y lazos humanos, abriendo pasoa la crueldad.. August Habermann es un alemán pudiente ydueño de un molino que da trabajo a muchoschecos desde hace tres generaciones, lo que locoloca en un lugar de excepción, pero de apa-rente respeto y afecto de sus coterráneos. Porsu parte, el hermano más joven de August, Hans,va construyendo una idolatría fanática hacia elnazismo y espera con ansias que el territorioforme parte del Reich. De hecho, terminaráuniéndose a la Wehrmacht y yendo a combatir alfrente oriental.Como telón de fondo geográfico- político, sehace referencia a la zona conocida como de losSudetes, una cadena montañosa ubicada en laszonas fronterizas de Checoslovaquia y Alemaniaal norte y al oeste. El acercamiento ofrecido esficcional y sin una voluntad que privilegie elenfoque historicista, sino más bien la emoción yel dramatismo sobre las consecuencias de la cri-sis de los sudetes a escala humana. La familiaHabermann pertenece a los conocidos como“alemanes sudetes” que habitaban en zonas dela antigua Checoslovaquia por décadas y repre-sentaban una porción importante de la pobla-ción, a la vez que mantenían sus propias cos-tumbres. Este territorio se vuelve un objetivocentral para Hitler. En el film se intenta reflejarun clima de cierta integración, confianza y frater-nidad, que se irá resquebrajando a medida queingresen las tropas y se instalen en la cotidia-neidad del pueblo. A su vez, el verosímil se vebeneficiado en el hecho de que los actores sonde origen checo y alemán respectivamente yéstas son las lenguas habladas en el relato; asícomo, tal vez por este mismo motivo, en muchoscasos los actores conservan también sus nom-bres verdaderos. Desde el principio, el espectador cuenta con unainformación crucial que no es compartida con losprotagonistas. Si bien Jana –la esposa deHabermann- fue criada por las monjas y esentregada por ellas para su casamiento con

August, (dado que su madre muere poco des-pués de su nacimiento), fue bautizada y poseeuna cadenita con una cruz (que jugará un papelsimbólico al final del metraje). De hecho, en supartida de nacimiento figura que es hija de unhombre judío de apellido Silberstein. El casa-miento por Iglesia se lleva a cabo en el año 1937,cuando se inicia el flashback, desconociendoeste secreto que, como es posible imaginar, seráfundamental en la resolución de la trama. Las tropas nazis ingresan ante el flamear de lasbanderas y los festejos, y entre ellas elSturmbannführer nazi Kurt Koslowski (el actoralemán Ben Becker), a cargo de la región, dialo-gará y extorsionará a Habermann por el destinode los checos que irán siendo cada vez más hos-tigados y perseguidos. En este sentido, si bienpor momentos el film cae en pinceladas másbien didácticas; en otros, logra recuperar ciertabienvenida complejidad. Un personaje periférico pero interesante esVáclav Pospíchal, el director del lujoso hospi-tal/spa que recibe a los nazis cuando vienen ainstalarse en este lugar. Distinto a la construc-ción de los personajes checos, no es un campe-sino sino un hombre que se presenta como dis-tinguido y recibe con absoluta amabilidad a losinvasores. Los saluda inmediatamente con un“Heil Hitler” y cuando le preguntan por su nacio-nalidad explica que uno no puede elegirla. Estelugar será el hospital de soldados alemanes quevienen del campo de batalla, como Hans cuandoJana lo saca del tren y lo esconde en una casitaalejada para poder cuidarlo y alejarlo de ellos.Pospíchal es la construcción perfecta del oportu-nista amoral, sin ningún afecto o convicción quelo perturbe, trabaja colaborando para los nazisde forma diligente, pero, a su vez, sabe, como loexpresa en algún momento, que la guerra termi-nará y las cosas no podrán seguir así. Entonces,a sabiendas de que tienen escondido a Hans, lealcanza a un perplejo August insumos médicos,también esconde a Masek, miembro de la resis-tencia, capataz del molino de Habermann. En consonancia con la lista de Schindler,Koslowski ha obligado a Habermann a haceruna lista de salvados porque dos soldados ale-manes han sido asesinados, presionándoloademás con la condición de judía de su esposa.La muerte de cada alemán es calculada por elvalor de diez checos.Una vez concluido el relato, surge una pregun-ta final: ¿puede hacerse una simetría tan direc-ta de un plan sistematizado de unos y la vio-lencia y ajustes de cuentas de otros que tomancuerpo después de la guerra? Probablemente,como virtud en el planteo de este tema, si bienla repetición de la historia parece cerrarse aquícíclicamente, sin fisuras y con los mismos tre-nes, el debate, en cambio, se ofrece abierto ainterés antes vías de análisis.

El molino de Habermanno la rueda de la historia

Desde el inicio asistimos a una escena desgarradora: estamos en Eglau, Sudentengau, en el protectorado deBohemia y Moravia, es el año 1945, en el fin de la guerra. Pero lejos de dar lugar a cualquier idea de

conclusividad, como es sabido, abre el paso a despiadados ajustes de cuentas que se conforman a través de untumulto de personas a los gritos, robando y buscando culpables para castigar. El film aborda con determinaciónun tema particularmente difícil para esa sociedad: el castigo y expulsión de los “alemanes sudetes” en un marco

de brutalidad, robos y venganza llevado a cabo por los checos; amparados por las leyes de amnistíaconocidas como los Decretos de E. Brenӗs.

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Cultura28 NUEVA SION #992 | Agosto/Septiembre 2017

Por Leo Naidorf

Fiel a su estilo, Grinberg no está dispuesto aresponder sólo esta pregunta. A su lado,como fiel ladero va Matías Linetzky en ladirección artística y los arreglos, y pordetrás un conjunto de músicos invitados dediferentes extracciones, que se reunieronpara darle mayor brillo a la propuesta.Se trata en este caso de una obra dividida endos partes. La primera, bajo el nombreKinder Iorn (Los años de la niñez), es larepresentación más tradicional de un lega-do: su abuela, sus padres, su hermana y sussobrinos son protagonistas excluyentes ensu doble rol de voces cantantes y destinata-rios principal de este legado.En Kinder Iorn se compilan canciones, queen sus versiones líricas funcionan como ima-ginarias canciones de cuna en idish, españoly hebreo. La propia Kinder Iorn; la Canciónde Cuna, de Alberto Ginastera; La vida esbella, de Ajinoam Nini forman parte de esterepertorio. La segunda parte, Mizmor shir (Salmos ycánticos) compila alguna de las piezas máspopulares de la jazanut clásica, aquella que

se proponía reunir en un mismo pentagramalos textos de la liturgia judía con las formasde la música clásica.La jazanut logró que los textos originalmen-te religiosos se autonomizaran de su funciónoriginal y pasaran a ser parte del acervo cul-tural del pueblo judío. Esa disociación per-mite que hasta el más agnóstico pueda dis-frutar de canciones que en su traducción alespañol se conocen como Cántico de dedica-ción al Templo, Escucha a Di-s, Estos son lospreceptos ó Señor del mundo.La producción discográfica que está enca-rando Enrique Grinberg (en los créditos pre-anuncia un tercer disco) encarna lo mejor delculturalismo judío. Una propuesta que secorre de la antinomia religión/cultura paraconstruir senderos que se bifurcan hasta elinfinito, generando y promoviendo nuevossentidos.Y como ya se ha dicho, una parte fundamen-tal en este proyecto lo tienen los invitados.Allí aparecen el director de orquesta israelíRonen Nissan, una leyenda del Teatro Colóncomo la pianista Susana Cardonnet, el TríoLinetzky (compañeros de ruta de en esto deabordar los legados), el baterista Daniel

Frenkel y dos reconocidos jazanim comoAbraham Szmirewicz y Oscar Fleischer.Completan el violín de Elena Buchbinder, elpiano de Erick Haimovich y Guillermo Gutkinjunto a los infaltables Javier Weintraub,Matías Tchicourel y Victor Garelik, primeroscompañeros de Grinberg en el canto.

Parte del marKinder Iorn/Mizmor shir, de Enrique Grinberg

“Mientras miro las nuevas olas, yo ya soy parte del mar” - Mientras miro las nuevas olas/Serú Giran¿Cómo transmitir a nuevas generaciones una pasión que el presente insiste en teñir de pasado? Esa parece ser la preguntaque motiva la producción discográfica de Enrique Grinberg, que acaba de editar su segundo CD “Kinder Iorn/Mizmor shir”

(2017), luego de “Basavilbaso, shteitele di main” (2015).