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ZÓCALO SALTILLO Martes 22 de septiembre de 2009 9A 8A ZÓCALO SALTILLO Martes 22 de septiembre de 2009 LOURDES DE KOSTER | MANUEL RODRÍGUEZ MURO, ENVIADOS. SEGUNDA DE CINCO PARTES Zócalo | San Pedro Garza García, N.L E l blanqueado de di- nero mal habido fue otra de las grandes hazañas del fun- dador de la Legión de Cristo, el padre Marcial Maciel Degollado. A través del Banco Ambrosiano, en el Vaticano, Maciel, en compli- cidad con cardenales y sacerdo- tes, “lavaba” recursos provenien- tes de la mafia, principalmente italoamericana, que gracias a la cercanía a la Santa Sede y al pres- tigio de Maciel utilizaron las insti- tuciones financieras de Roma para desviar dinero sucio procedente del narcotráfico y otras activida- des delictivas. Esto es parte de esta serie de reveladoras entrevistas en las que Flora Garza, hija de Flora Barra- gán de Garza, la bienhechora más importante de Maciel, describe a detalle cada una de las ilegalida- des en que incurrió el sacerdote michoacano para allegarse de los recursos necesarios y edificar su emporio y su legión. QUIEBRA DE EMPRESAS En su residencia de la colonia Del Valle, Flora Garza –hija adoptiva de doña Flora Barragán– abre sus puertas a Zócalo y comenta sobre las atrocidades de Maciel Degollado. La quiebra de empresas como IMSA, fundada por el empresario Roberto N. Garza, el despojo de propiedades y la exigencia cons- tante de dinero y buen trato, fue- ron parte de la gran vida que se dio del impulsor del Regnum Cris- ti en las visitas que hacía a Mon- terrey, Nuevo León a principios de los años 50. Su principal benefactora, la re- giomontana doña Flora Barragán de Garza, fallecida hace tiempo, le entregó la mayor parte de la he- rencia que al morir dejó Roberto N. Garza, su esposo. Maciel supo aprovechar cada uno de los contactos y llamadas hechas por la señora Barragán a empresarios del norte del país. Pugnó siempre por sus intereses personales, nunca por la fe en la Iglesia. VISITA PIEDRAS NEGRAS En una visita a Piedras Negras, Coahuila, Marcial Maciel sorpren- dió a los asistentes cuando con una frase acabó con la admiración que algunos le profesaban: “Dinero, aquí no se ve dinero”. Eso desilu- sionó a varias mujeres que dejaron de ser sus benefactoras, sus alia- das. Descubrieron en este muni- cipio fronterizo de Coahuila que para Maciel sólo el dinero y el po- der eran los puntales en su vida. – Me gustaría preguntarle, seño- ra Flora Garza, ¿a usted nunca se le insinuaron los seminaristas que acompañaban a Marcial Maciel, o él mismo, durante estas visitas que hacían a la casa de su mamá? “No, fíjate que no; realmente yo los trataba con mucho respeto y no, con Marcial Maciel nunca sim- paticé, se me hacía guapo. “Cuando lo conocí se me hizo muy buen tipo, como para mamá; yo estaba muy chiquita. Se me ha- cía muy grande para mí, un hom- bre de 31 años contra una niña de 12, pero… Sí creo que a mamá sí le pareció un hombre muy, muy bien parecido, a mamá sí; la primera impresión que tiene –en una car- ta que tengo– lo describe como un hombre que no dice ‘me fascinó’, pero da a entender como que le en- cantó su personalidad, pero no sé en qué forma le encantó, mamá le tuvo un respeto”. –Cuénteme una cosa: ¿nunca hubo algo más allá que una admi- ración perpetua? “Sí, yo pienso que efectivamente así fue. Por el fanatismo de mamá creo que hasta ahí llegó y si no llegó a más fue porque a Marcial Maciel no le gustaban las mujeres, a Marcial Maciel le gustaban los hombres”. – Se dice que el sacerdote Marcial Maciel procreó incluso varios hijos, no solamente aquí en México… “Se habla, pero a mí se me hace que son cosas raras, porque se dice que los hijos se veían y que todo eso… A mí se me hace que hay algo raro, porque, ¿cómo iba a presentar a los hijos de tal mujer con otra y otra? Y todos te- nían diferentes apellidos; digo, si hubieran tenido el mismo apelli- do sí, pero…” DINERO DE LA MAFIA EN LOS LEGIONARIOS – Aunque dicen que Maciel te- nía varias identidades… “Sí, sí, sí, quizás esa hija sí exis- tió, (pero) de varios hijos de dife- rentes mujeres no creo; él estuvo muy metido en la mafia, estuvo metido con las drogas”. – ¿Cómo con la mafia? “Pues en la mafia, de lavado de dinero”. – ¿Por qué creé que exista esa posibilidad? “Si uno se pone a pensar, los jesuitas, que tienen tantos, tan- tísimos siglos, y los mismos del Opus Dei, que tienen muchos más años que los Legionarios no han podido crecer en la forma tan bárbara en la que han crecido los Legionarios. ¿Por qué han creci- do en esa forma tan desmesurada los Legionarios? ¿Cómo? –¿Tienen muchos benefactores por todos los países? “Por donde tú quieras, pero ¿cómo le han hecho para tener esos benefactores? Por más que los benefactores aporten no es po- sible (tanta riqueza)…” – Es que es toda una estrate- gia, ¿no? “No, no creo; yo creo que ahí está metida la mafia. Es que si uno se pone a ver, no sé si uste- des han visto la película que hizo Jason Berry. Es una película tan, tan interesante, porque en ver- dad es una cosa que no puede uno creer; esas instalaciones que tie- nen en todas partes del mundo, y es que no hay más que en el Va- ticano, que tiene 2 mil años de existencia, no hay ninguna orden que, por más siglos que tenga, po- sea las instalaciones que tienen los Legionarios. “Oye, recibir 650 millones de dólares por año, solamente la ma- fia lo puede hacer; por más bene- factores que tenga no es posible que puedan hacerlo. “Hay una carta de un trabajador que les entregó su vida y que se en- fermó de la columna; esto fue en el 97. La encontré cuando arreglaba una cajita de cosas de mamá y está muy interesante. Lamentándose esta persona que les entregó 23 años trabajando para ellos (en el Colegio Cumbres); 23 años de haber dado toda una vida, de haber dado todo su esfuerzo, de ser ahí un mozo. “Y lo increíble es que se enfer- ma y el IMSS lo incapacita, y re- sulta que cuando va por la incapa- cidad no le quieren dar, ni siquiera lo quieren recibir para darle su dinero y se queda sin trabajo por- que ya era una persona incapacita- da. Es una verdadera inmoralidad lo que hacen los Legionarios con las gentes cuando ya les estorban, como lo hizo Marcial Maciel con mi mamá cuando ya no pudo dar ni un centavo. “Como si fuera –como decía Marcial Maciel– un limón que se exprime, y cuando ya le sacaste todo el jugo lo tiras a la basura por- que ya no hay que sacarle nada. “Ésa era la receta de Marcial Maciel para cualquier persona benefactora que trabajara con ellos, una miss, a cualquier per- sona que ya no sirviera se le ex- primía y se le tiraba”. El dinero blanqueado en el Vaticano » En Italia, para 1968, se realiza un cambio en las regulaciones financieras solicitando a las instituciones más transparencia en el proceso. » Debido a este cambio se empiezan a descubrir ciertas irregularidades en las transacciones financieras debidas a ciertos servicios ilegales, como el “lavado de dinero” en el papado de Pablo VI (arzobispo Montini). » Michele Sindona –consejero papal de las finanzas, cuyo fin es vender activos y mover el dinero para ocultar la abundancia del Vaticano– resulta ser el principal responsable de la afluencia masiva de dinero, desde el momento en que se dedicó a “lavar” y “planchar” los beneficios provenientes del negocio de la heroína de la familia mafiosa, utilizando para ello una corporación fantasma denominada Mabus. » Este lavado fue logrado con la ayuda de Roberto Calvi, quien tenía a su cargo el manejo del Banco Ambrosiano. Resulta interesante ver que tanto Calvi como Sindona eran miembros de una logia. » Para el año de 1982, y debido a las grandes inversiones realizadas por entes internacionales, no se pudo cubrir por más tiempo y se señala a la luz pública la bancarrota del Banco Ambrosiano, siendo el Vaticano uno de los 13 accionistas importantes; controlaba el 20% de su capital, lo que nos indica que, como mínimo, se había hecho de la vista gorda ante algunas de las oscuras operaciones emprendidas por la entidad. » Sin embargo, este banco del Vaticano no es sometido a ninguna valoración de tipo fiscal, por lo que mucho se ha dicho sobre el blanqueado de dinero en que han incurrido prelados y grandes jerarcas de la Iglesia católica que tienen acceso a esta fiduciaria. SU VISITA A PIEDRAS NEGRAS – Cuando Maciel va a Piedras Negras su visita causó expecta- ción; luego, al dejar la ciudad, el padre deja en los asistentes un sentimiento totalmente contrario; es una sensación de decepción, ¿qué sabe usted de esa historia? “Sí, lo supe, porque una muy, muy amiga mía, la viuda de un se- ñor Villarreal, de allá de Múzquiz, pero que tienen muchos terrenos en Piedras Negras y muchos ran- chos. Una hermana de él era o es de los Legionarios, no sé, y va pre- cisamente vuelta loca, como todas, a ver a Maciel, a la plática. ¡Iban como casi a ver a Dios! “Y que llegó, y que de plano les dijo ‘Dinero, aquí no se ve dinero; pues no sé cómo sería, pero aquí, dinero no se ve’… Y bueno, salie- ron todas tristes y de lo más de- cepcionadas de esa situación”. – No era congruente con su discurso Maciel, puesto que pre- gonaba los valores, buenos prin- cipios, y ya personificado era un hombre al que únicamente le interesaba el dinero, el poder, la manipulación. –¡Exacto! Ese era Maciel, así era exactamente. Él sí, de plano, cuando no tenía dinero ya no le in- teresaba nada. Él quería el dinero y si no era el dinero no le interesa- ba nada”. – Cuando empezaron a notar que a Marcial Maciel le interesa- ba sólo el dinero, ¿mamá grande, Camila (la abuela), nunca le ad- virtió a su mamá, la señora Flora, lo que estaba ocurriendo? “Bueno, mamá grande empezó con un problema, no Alzheimer, pero en aquél tiempo empezó a ír- sele la memoria. Decían que tenía un problema de que ya se le iban las ideas. Y mamá grande, Camila, nunca tuvo injerencia con mamá, sus hermanos, sus tres hermanos, nunca quisieron que mamá le die- ra dinero a Marcial Maciel”. –¿Cómo se llamaban los her- manos de su mamá? “Prisciliano, Enrique y José Luis Barragán”. ELLOS NO QUERÍAN – ¿Le advertían que no había que darle su dinero a Maciel? “Pues no sé. Mi tío José Luis nunca me ha querido decir más; pero sé, por cartas y por cosas que he leído de mamá, que no querían sus hermanos que diera dinero. “Y bueno, de ahí vino la quie- bra de IMSA; no la de los Clarión Garza; papá fundó dos IMSA: el IMSA de los Clarión Garza, eso quedó en manos de una hermana de mi papá, de mi tía, María Gar- za de Clarión, y fundó otro IMSA que hacía cajas para la Coca Cola y hacía escritorios”. “Todo eso, de ahí vino la quie- bra, de mamá, de tanto sacarle a la industria esa, y de allí vino, ade- más de malos manejos, vino tam- bién la quiebra”. – ¿En qué años fue esto? “Pues…en 1970”. – De estas pláticas que como familia han tenido, ¿qué opina Roberto, su hermano, de todo lo que vivió la familia Barragán?, ¿han pensado en “pelear” una parte de lo que Maciel le quitó a la señora Barragán? “Claro que a Roberto no le cae bien, nunca le cayó bien Maciel; pero no puede hablar de esto por- que él no vivió tantas anécdotas de estas visitas de Maciel. “Pero hubo una temporada, una vez que fuimos a Roma, el padre Maciel nos dijo que el Papa nos iba a dar un título nobiliario, nos podía hacer príncipes, condes, duques… pero nosotros –al menos yo– no quisimos nada de esto. “Qué payasada tan espantosa. A Roberto le gustó eso, pero yo le dije ‘¿qué tienes?’, y a mi mamá tampo- co le gustó eso del título nobiliario. Aquí fue donde me pregunté ‘¿has- ta dónde llega una persona para sacar dinero?’ Darnos un título no- biliario. No es posible. “Y del cardenal Montini, cuan- do nosotros lo vimos, cuando fue secretario de Estado, Maciel nos dijo que cuando muriera Pio XII Montini iba a ser Papa y si no, el siguiente, porque tiene que ser un Papa de transición, ellos saben que no existe el Espíritu Santo para elegir un Papa. Y así es, vino Juan XXIII, luego Montini. “Ellos, o bueno, más bien Pablo VI sí se metió con la mafia, ustedes lo han de haber leído. Es muy co- mún que la Iglesia se meta con la mafia, eso es muy común. Por eso, cuando dicen que el espíritu Santo ya eligió al nuevo Papa, ya los ilu- minó, no es cierto. “Uno se hace muy incrédulo. Yo no puedo creer en la Iglesia, vi tantas cosas desde chiquita, tantas cosas de Maciel…” –¿Entonces no cree ni en los sa- cerdotes, ni en la misma Iglesia? “No, ¿cómo puedo creer con todo lo que he visto y lo que me tocó atestiguar?”. –¿Profesa alguna religión? “No. Lo único que tengo es que me gusta mucho la cuestión del bu- dismo, practico el budismo”. –¿Tiene fe? “No, no creo en nada”. –¿A qué le teme Flora Garza? “A la ignorancia. Creo que de- bería ser el primer mandamiento, no ser ignorante. Realmente creo que es una cosa terrible, qué bueno que pudiéramos todos tener una vi- sión muy grande del mundo. Dejar la ignorancia es dejar todas estas barbaridades”. entre la corrupción y la fe recursos sucios de la iglesia maciel: el lavado de dinero El líder de los Legionarios cimentó su emporio también en acciones ilícitas Marcial Maciel sorprendió en Piedras Negras, Coahuila, cuando en una frase acabó con la admiración que algunos le profesaban: ‘Dinero, aquí no se ve dinero’. Los mismos del Opus Dei, que tienen mucho más años que los Legionarios, no han podido crecer en la forma tan bárbara en la que han crecido los Legionarios… yo creo que ahí está metida la mafia”. El padre Maciel nos dijo que el Papa nos iba a dar un título nobiliario, que nos podía hacer príncipes, condes, duques…” DER. RAFAEL Cue, Gregorio López, José Luis Barragán (sexto); atrás, Jorge Meléndez Ocadiz, Camila Lagrains de Barragán (abuelita), Santiago Galas, Sr. Barroso, Marcial Maciel, Faustino Pardo, Cardenal Martínez, Sra. Flora Barragán de Garza, Roberto Garza Barragán y Flora Garza Barragán (vestido blanco, cuarta de izquierda a derecha). JUAN PABLO II, durante su pontificado, fue un ferviente defensor de Marcial Maciel, de quien era muy cercano. ÉSTA ES la antigua casa de doña Flora Barragán, en la calle de Padre Mier, cerca del Obispado, en Monterrey, a la que Maciel llegaba a instalarse hasta por más de 15 días, según cuenta Flora Garza, la hija de la mayor benefactora de los Legionarios de Cristo. FLORA GARZA, hija de Flora Barragán, la principal benefactora de Los Legionarios, confió a Zócalo material fotográfico invaluable para esta serie de especiales. 11 años de edad tenía Flora Garza cuando conoció a Marcial Maciel en la ciudad de Roma. 2 seminaristas acompañaban siempre a Maciel en sus visitas a Monterrey. ¿A QUÉ LE TEME FLORA GARZA? » “A la ignorancia. Creo que debería ser el primer mandamiento, no ser ignorante. Realmente creo que es una cosa terrible, qué bueno que pudiéramos todos tener una visión muy grande del mundo. Dejar la ignorancia es dejar todas estas barbaridades”. FOTOS: MANUEL RODRÍGUEZ MURO

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ZócaloSaltillo Martes 22 de septiembre de 2009 9A8A ZócaloSaltillo Martes 22 de septiembre de 2009

LOURDES DE KOSTER | MANUEL RODRÍGUEZ MURO, ENVIADOS.

Segunda de cinco parteSZócalo | San Pedro Garza García, N.L

E l blanqueado de di-nero mal habido fue otra de las grandes hazañas del fun-dador de la Legión de Cristo, el padre

Marcial Maciel Degollado.A través del Banco Ambrosiano,

en el Vaticano, Maciel, en compli-cidad con cardenales y sacerdo-tes, “lavaba” recursos provenien-tes de la mafia, principalmente italoamericana, que gracias a la cercanía a la Santa Sede y al pres-tigio de Maciel utilizaron las insti-tuciones financieras de Roma para desviar dinero sucio procedente del narcotráfico y otras activida-des delictivas.

Esto es parte de esta serie de reveladoras entrevistas en las que Flora Garza, hija de Flora Barra-gán de Garza, la bienhechora más importante de Maciel, describe a detalle cada una de las ilegalida-des en que incurrió el sacerdote michoacano para allegarse de los recursos necesarios y edificar su emporio y su legión.

QUIEBRA DE EMPRESASEn su residencia de la colonia Del Valle, Flora Garza –hija adoptiva de doña Flora Barragán– abre sus puertas a Zócalo y comenta sobre las atrocidades de Maciel Degollado.

La quiebra de empresas como IMSA, fundada por el empresario Roberto N. Garza, el despojo de propiedades y la exigencia cons-tante de dinero y buen trato, fue-ron parte de la gran vida que se dio del impulsor del Regnum Cris-ti en las visitas que hacía a Mon-terrey, Nuevo León a principios de los años 50.

Su principal benefactora, la re-giomontana doña Flora Barragán de Garza, fallecida hace tiempo, le entregó la mayor parte de la he-rencia que al morir dejó Roberto N. Garza, su esposo.

Maciel supo aprovechar cada uno de los contactos y llamadas hechas por la señora Barragán a empresarios del norte del país. Pugnó siempre por sus intereses personales, nunca por la fe en la Iglesia.

VISITA PIEDRAS NEGRASEn una visita a Piedras Negras, Coahuila, Marcial Maciel sorpren-dió a los asistentes cuando con una frase acabó con la admiración que algunos le profesaban: “Dinero, aquí no se ve dinero”. Eso desilu-sionó a varias mujeres que dejaron de ser sus benefactoras, sus alia-das. Descubrieron en este muni-cipio fronterizo de Coahuila que para Maciel sólo el dinero y el po-der eran los puntales en su vida.

– Me gustaría preguntarle, seño-ra Flora Garza, ¿a usted nunca se le insinuaron los seminaristas que acompañaban a Marcial Maciel, o él mismo, durante estas visitas que hacían a la casa de su mamá?

“No, fíjate que no; realmente yo los trataba con mucho respeto y no, con Marcial Maciel nunca sim-paticé, se me hacía guapo.

“Cuando lo conocí se me hizo muy buen tipo, como para mamá; yo estaba muy chiquita. Se me ha-cía muy grande para mí, un hom-bre de 31 años contra una niña de 12, pero… Sí creo que a mamá sí le pareció un hombre muy, muy bien parecido, a mamá sí; la primera impresión que tiene –en una car-ta que tengo– lo describe como un hombre que no dice ‘me fascinó’, pero da a entender como que le en-cantó su personalidad, pero no sé en qué forma le encantó, mamá le tuvo un respeto”.

–Cuénteme una cosa: ¿nunca hubo algo más allá que una admi-ración perpetua?

“Sí, yo pienso que efectivamente así fue. Por el fanatismo de mamá creo que hasta ahí llegó y si no llegó a más fue porque a Marcial Maciel no le gustaban las mujeres, a Marcial Maciel le gustaban los hombres”.

– Se dice que el sacerdote Marcial Maciel procreó incluso varios hijos, no solamente aquí en México…

“Se habla, pero a mí se me hace que son cosas raras, porque se dice que los hijos se veían y que todo eso… A mí se me hace que hay algo raro, porque, ¿cómo iba a presentar a los hijos de tal mujer con otra y otra? Y todos te-nían diferentes apellidos; digo, si hubieran tenido el mismo apelli-do sí, pero…”

DINERO DE LA MAFIA EN LOS LEGIONARIOS

– Aunque dicen que Maciel te-nía varias identidades…

“Sí, sí, sí, quizás esa hija sí exis-tió, (pero) de varios hijos de dife-rentes mujeres no creo; él estuvo muy metido en la mafia, estuvo metido con las drogas”.

– ¿Cómo con la mafia?“Pues en la mafia, de lavado de

dinero”.

– ¿Por qué creé que exista esa posibilidad?

“Si uno se pone a pensar, los jesuitas, que tienen tantos, tan-tísimos siglos, y los mismos del Opus Dei, que tienen muchos más años que los Legionarios no han podido crecer en la forma tan bárbara en la que han crecido los Legionarios. ¿Por qué han creci-do en esa forma tan desmesurada los Legionarios? ¿Cómo?

–¿Tienen muchos benefactores por todos los países?

“Por donde tú quieras, pero ¿cómo le han hecho para tener esos benefactores? Por más que los benefactores aporten no es po-sible (tanta riqueza)…”

– Es que es toda una estrate-gia, ¿no?

“No, no creo; yo creo que ahí está metida la mafia. Es que si uno se pone a ver, no sé si uste-des han visto la película que hizo Jason Berry. Es una película tan, tan interesante, porque en ver-dad es una cosa que no puede uno creer; esas instalaciones que tie-nen en todas partes del mundo, y es que no hay más que en el Va-ticano, que tiene 2 mil años de existencia, no hay ninguna orden que, por más siglos que tenga, po-sea las instalaciones que tienen los Legionarios.

“Oye, recibir 650 millones de

dólares por año, solamente la ma-fia lo puede hacer; por más bene-factores que tenga no es posible que puedan hacerlo.

“Hay una carta de un trabajador que les entregó su vida y que se en-fermó de la columna; esto fue en el 97. La encontré cuando arreglaba una cajita de cosas de mamá y está muy interesante. Lamentándose esta persona que les entregó 23 años trabajando para ellos (en el Colegio Cumbres); 23 años de haber dado toda una vida, de haber dado todo su esfuerzo, de ser ahí un mozo.

“Y lo increíble es que se enfer-ma y el IMSS lo incapacita, y re-sulta que cuando va por la incapa-cidad no le quieren dar, ni siquiera lo quieren recibir para darle su dinero y se queda sin trabajo por-que ya era una persona incapacita-da. Es una verdadera inmoralidad lo que hacen los Legionarios con las gentes cuando ya les estorban, como lo hizo Marcial Maciel con mi mamá cuando ya no pudo dar ni un centavo.

“Como si fuera –como decía Marcial Maciel– un limón que se exprime, y cuando ya le sacaste todo el jugo lo tiras a la basura por-que ya no hay que sacarle nada.

“Ésa era la receta de Marcial Maciel para cualquier persona benefactora que trabajara con ellos, una miss, a cualquier per-sona que ya no sirviera se le ex-primía y se le tiraba”.

El dinero blanqueadoen el Vaticano» En Italia, para 1968,

se realiza un cambio en las regulaciones financieras solicitando a las instituciones más transparencia en el proceso.

» Debido a este cambio se empiezan a descubrir ciertas irregularidades en las transacciones financieras debidas a ciertos servicios ilegales, como el “lavado de dinero” en el papado de Pablo VI (arzobispo Montini).

» Michele Sindona –consejero papal de las finanzas, cuyo fin es vender activos y mover el dinero para ocultar la abundancia del Vaticano– resulta ser el principal responsable de la afluencia masiva de dinero, desde el momento en que se dedicó a “lavar” y “planchar” los beneficios provenientes del negocio de la heroína de la familia mafiosa, utilizando para ello una corporación fantasma denominada Mabus.

» Este lavado fue logrado con la ayuda de Roberto Calvi, quien tenía a su cargo el manejo del Banco Ambrosiano. Resulta interesante ver que tanto Calvi como Sindona eran miembros de una logia.

» Para el año de 1982, y debido a las grandes inversiones realizadas por entes internacionales, no se pudo cubrir por más tiempo y se señala a la luz pública la bancarrota del Banco Ambrosiano, siendo el Vaticano uno de los 13 accionistas importantes; controlaba el 20% de su capital, lo que nos indica que, como mínimo, se había hecho de la vista gorda ante algunas de las oscuras operaciones emprendidas por la entidad.

» Sin embargo, este banco del Vaticano no es sometido a ninguna valoración de tipo fiscal, por lo que mucho se ha dicho sobre el blanqueado de dinero en que han incurrido prelados y grandes jerarcas de la Iglesia católica que tienen acceso a esta fiduciaria.

SU VISITA A PIEDRAS NEGRAS

– Cuando Maciel va a Piedras Negras su visita causó expecta-ción; luego, al dejar la ciudad, el padre deja en los asistentes un sentimiento totalmente contrario; es una sensación de decepción, ¿qué sabe usted de esa historia?

“Sí, lo supe, porque una muy, muy amiga mía, la viuda de un se-ñor Villarreal, de allá de Múzquiz, pero que tienen muchos terrenos en Piedras Negras y muchos ran-chos. Una hermana de él era o es de los Legionarios, no sé, y va pre-cisamente vuelta loca, como todas, a ver a Maciel, a la plática. ¡Iban como casi a ver a Dios!

“Y que llegó, y que de plano les dijo ‘Dinero, aquí no se ve dinero; pues no sé cómo sería, pero aquí, dinero no se ve’… Y bueno, salie-ron todas tristes y de lo más de-cepcionadas de esa situación”.

– No era congruente con su discurso Maciel, puesto que pre-gonaba los valores, buenos prin-cipios, y ya personificado era un hombre al que únicamente le interesaba el dinero, el poder, la manipulación.

–¡Exacto! Ese era Maciel, así era exactamente. Él sí, de plano, cuando no tenía dinero ya no le in-teresaba nada. Él quería el dinero y si no era el dinero no le interesa-ba nada”.

– Cuando empezaron a notar que a Marcial Maciel le interesa-ba sólo el dinero, ¿mamá grande, Camila (la abuela), nunca le ad-virtió a su mamá, la señora Flora, lo que estaba ocurriendo?

“Bueno, mamá grande empezó con un problema, no Alzheimer, pero en aquél tiempo empezó a ír-sele la memoria. Decían que tenía un problema de que ya se le iban las ideas. Y mamá grande, Camila, nunca tuvo injerencia con mamá, sus hermanos, sus tres hermanos, nunca quisieron que mamá le die-ra dinero a Marcial Maciel”.

–¿Cómo se llamaban los her-manos de su mamá?

“Prisciliano, Enrique y José Luis Barragán”.

ELLOS NO QUERÍAN– ¿Le advertían que no había

que darle su dinero a Maciel?“Pues no sé. Mi tío José Luis

nunca me ha querido decir más; pero sé, por cartas y por cosas que he leído de mamá, que no querían sus hermanos que diera dinero.

“Y bueno, de ahí vino la quie-bra de IMSA; no la de los Clarión Garza; papá fundó dos IMSA: el IMSA de los Clarión Garza, eso quedó en manos de una hermana de mi papá, de mi tía, María Gar-za de Clarión, y fundó otro IMSA que hacía cajas para la Coca Cola y hacía escritorios”.

“Todo eso, de ahí vino la quie-

bra, de mamá, de tanto sacarle a la industria esa, y de allí vino, ade-más de malos manejos, vino tam-bién la quiebra”.

– ¿En qué años fue esto?“Pues…en 1970”.– De estas pláticas que como

familia han tenido, ¿qué opina Roberto, su hermano, de todo lo que vivió la familia Barragán?, ¿han pensado en “pelear” una parte de lo que Maciel le quitó a la señora Barragán?

“Claro que a Roberto no le cae bien, nunca le cayó bien Maciel; pero no puede hablar de esto por-que él no vivió tantas anécdotas de estas visitas de Maciel.

“Pero hubo una temporada, una vez que fuimos a Roma, el padre Maciel nos dijo que el Papa nos iba a dar un título nobiliario, nos podía hacer príncipes, condes, duques… pero nosotros –al menos yo– no quisimos nada de esto.

“Qué payasada tan espantosa. A Roberto le gustó eso, pero yo le dije ‘¿qué tienes?’, y a mi mamá tampo-co le gustó eso del título nobiliario. Aquí fue donde me pregunté ‘¿has-ta dónde llega una persona para sacar dinero?’ Darnos un título no-biliario. No es posible.

“Y del cardenal Montini, cuan-do nosotros lo vimos, cuando fue secretario de Estado, Maciel nos dijo que cuando muriera Pio XII Montini iba a ser Papa y si no, el siguiente, porque tiene que ser un

Papa de transición, ellos saben que no existe el Espíritu Santo para elegir un Papa. Y así es, vino Juan XXIII, luego Montini.

“Ellos, o bueno, más bien Pablo VI sí se metió con la mafia, ustedes lo han de haber leído. Es muy co-mún que la Iglesia se meta con la mafia, eso es muy común. Por eso, cuando dicen que el espíritu Santo ya eligió al nuevo Papa, ya los ilu-minó, no es cierto.

“Uno se hace muy incrédulo. Yo no puedo creer en la Iglesia, vi tantas cosas desde chiquita, tantas cosas de Maciel…”

–¿Entonces no cree ni en los sa-cerdotes, ni en la misma Iglesia?

“No, ¿cómo puedo creer con todo lo que he visto y lo que me tocó atestiguar?”.

–¿Profesa alguna religión?“No. Lo único que tengo es que

me gusta mucho la cuestión del bu-dismo, practico el budismo”.

–¿Tiene fe?“No, no creo en nada”.

–¿A qué le teme Flora Garza?“A la ignorancia. Creo que de-

bería ser el primer mandamiento, no ser ignorante. Realmente creo que es una cosa terrible, qué bueno que pudiéramos todos tener una vi-sión muy grande del mundo. Dejar la ignorancia es dejar todas estas barbaridades”.

entre la corrupción y la fe

recursos sucios de la iglesia

maciel: el lavado de dineroEl líder de los Legionarios cimentó su emporio también en acciones ilícitas

Marcial Maciel sorprendió en Piedras Negras, Coahuila, cuando en una frase acabó con la admiración que algunos le profesaban: ‘Dinero, aquí no se ve dinero’.

Los mismos del Opus Dei, que tienen mucho más años que los Legionarios, no han podido crecer en la forma tan bárbara en la que han crecido los Legionarios… yo creo que ahí está metida la mafia”.

El padre Maciel nos dijo que el Papa nos iba a dar un título nobiliario, que nos podía hacer príncipes, condes, duques…”

Der. rafael Cue, Gregorio López, José Luis Barragán (sexto); atrás, Jorge Meléndez Ocadiz, Camila Lagrains de Barragán (abuelita), Santiago Galas, Sr. Barroso, Marcial Maciel, Faustino Pardo, Cardenal Martínez, Sra. Flora Barragán de Garza, Roberto Garza Barragán y Flora Garza Barragán (vestido blanco, cuarta de izquierda a derecha).

Juan pablo II, durante su pontificado, fue un ferviente defensor de Marcial Maciel, de quien era muy cercano.

Ésta es la antigua casa de doña Flora Barragán, en la calle de Padre Mier, cerca del Obispado, en Monterrey, a la que Maciel llegaba a instalarse hasta por más de 15 días, según cuenta Flora Garza, la hija de la mayor benefactora de los Legionarios de Cristo.flora Garza, hija de Flora Barragán, la principal benefactora de Los Legionarios, confió a Zócalo material fotográfico

invaluable para esta serie de especiales.

11años de edad tenía Flora

Garza cuando conoció a Marcial Maciel en la

ciudad de Roma.

2seminaristas

acompañaban siempre a Maciel en sus visitas a

Monterrey.

¿a quÉ le teme flora Garza?» “A la ignorancia. Creo que debería ser el primer mandamiento, no ser ignorante. Realmente creo que es una cosa terrible, qué bueno que pudiéramos todos tener una visión muy grande del mundo. Dejar la ignorancia es dejar todas estas barbaridades”.

FOTOS: MANUEL RODRÍGUEZ MURO