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…el laberinto es un temorpero es también una esperanza;

es un temor porque estamos perdidospero es una esperanza porque hay un centro

porque hay un planoporque hay una arquitectura

J.L. Borges

AbstractIn recent years the academic discussion about thenature of science (NOS) is becoming deeper andwidespread. One approach has been model’s cons-truction characterization of NOS. In this paper, cen-tred in chemistry, models with their peculiarities andlimitations were recognized behind many concepts.

Finally its importance in the education of che-mistry, practically at any educative level has beenadvised.

I. IntroducciónEl repensar la química a través de sus modelos fuela propuesta original, hace casi veinte años, de Suck-ling (1987), continuando una línea de pensamientoiniciada varias décadas atrás por von Neumann alre-dedor de la física y las matemáticas. Éste como otrostantos asuntos que escapan de la “normalidad cien-tífica” fue prácticamente olvidado y es ahora cuandolas estrechas recetas sobre la actividad científica,realizadas por los investigadores y trasladadas a lasaulas por los profesores, fracasan en todo el mundo,cuando se vuelven a reconsiderar (Gilbert, 2000;Erduran, 2004). A lo anterior hay que agregar unreciente e intenso interés por incorporar en la ense-

ñanza de la ciencia las últimas discusiones filosóficase históricas sobre estos temas y que se han concreta-do en diversas reuniones (IHPST, 2005) y revistasespecializadas (Hyle, 2000).

Los modelos han jugado un papel extraordi-nariamente importante en el devenir del conoci-miento. Aquí poco a poco se les irá caracterizando,buscando entender sus peculiaridades, rodeándolos,cercándolos y recordando siempre lo frágil que es elsaber, lo anterior sin olvidar las siguientes tres pre -guntas, centrales en el terreno de la enseñanza de laciencia, y que estarán presentes a todo lo largo deeste trabajo:• ¿Para qué enseñar?• ¿Qué enseñar?• ¿Cómo enseñar?

El pensador francés E. Morin nos adelanta una pri -mera respuesta (2002, pag 65):

El afrontar la dificultad de la comprensión humananecesitaría el recurso, no a enseñanzas separadas, sinoa una pedagogía conjunta que agrupara al filósofo, alpsicólogo, al sociólogo, al historiador, al escritor, y estose conjugaría con una iniciación a la lucidez. Lainiciación a la lucidez es en sí inseparable de unainiciación a la omnipresencia del problema del error. Es necesario enseñar, y esto desde la escuela prima-ria, que toda percepción es una traducción reconstruc-tora operada por el cerebro a partir de terminalessensoriales, y que ningún conocimiento puede dejar deser una interpretación.

II. Sobre los modelosLos modelos tienen varias características, identifica-ré las ocho de ellas menos controvertidas (Achinstein1987; Giere 1997; Justi, 2002; Bailer-Jones, 2002), lasdiscutiré brevemente y ejemplificaré a continuación: 1. son representaciones 2. son instrumentos 3 son analogías con la realidad

NATURALEZA DE LA CIENCIA o QUIMOTRIVIA REJECTA

Los modelos de la QuímicaJosé Antonio Chamizo*

* Facultad de química, UNAM,04510 México DF.Correo electrónico: [email protected]: 24 de septiembre de 2005; aceptado: 10 de agostode 2006.

Una sección para trabajos sobre qué es la ciencia, cómo funciona internamente, como se desarrolla, sobre el origen de los conocimientos,de su fiabilidad, de cómo se obtuvieron, si ello ocurre con cooperación y colaboración, qué implicaciones tiene el juicio de los pares, paraqué se utilizan comúnmente los conocimientos, qué beneficios reportan para la socied ad, etc. Un poco de lo que contiene hasta ahorala sección llamada QUIMOTRIVIA REJECTA, de la cual es responsable José Luis Córdova, es decir, la dimensión humana de la ciencia,es decir, el entusiasmo creador del investigador; los antecedentes ideológicos de las teorías científicas; la influencia de colegios invisiblesy de modas; la amistad y el debate entre colegas; el orgullo del oficio; la paciencia; las pasiones; las preocupaciones educativas de losinvestigadores, etcétera.

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4. son diferentes de la realidad 5. se construyen 6. se desarrollan de manera iterativa a lo largo de

la historia 7. deben ser aceptados por la comunidad científica 8. pueden ser de dos tipos: icónicos y conceptuales

1. Un modelo siempre esta relacionado con unobjeto, un sistema, o un proceso. El modelorepresenta al objeto, sistema, o proceso.Obviamente los modelos lo son de “algo”. El mundoreal es tan extraordinariamente complejo, en cadaobjeto (por ejemplo un automóvil) o sistema (cómoel mapa del metro) o proceso (diversos pero vandesde la combustión de un cerillo hasta, por ejemplo,la producción de cloruro de metileno) influyen tantasy tan diversas variables que para intentar entenderlorelacionamos un objeto, sistema o proceso del mis -mo, con un modelo. Como se verá más adelante, losmodelos simplifican aquello que representan.

2. Un modelo es un instrumento para responder laspreguntas de la ciencia. Se emplea para obtenerinformación que no puede obtenerse directamente.La ciencia no empieza en los hechos, sino en laspreguntas. Los hechos no son independientes de losobservadores y de sus maneras de ver el mundo. Porello, en un momento y en una cultura determinados,es posible que todos los observadores coincidan enun cierto hecho. Hay hechos a los que no puedeaccederse directamente ya sea por su tamaño (unátomo o un hoyo negro), su lejanía (temporal comolos dinosaurios o material como los hoyos negros) ocomplejidad (una rata macho Sprague-Dawley quese utiliza de manera estandarizada en las investiga-ciones biomédicas ). Esta imposibilidad ha suscitadoa lo largo de la historia diversas preocupacionesentre destacados científicos que incluso han queridodesterrar las palabras que relacionan los modeloscon la realidad. Las siguientes citas así lo indican parel caso particular de los átomos (Chamizo, 1996):

Si estuviera en mis manos borraría la palabra átomo de lciencia persuadido de que va más allá de la experiencia.

Dumas 1837

No admito ni la ley de Avogadro, ni los átomos, ni lasmoléculas; me resisto a creer en lo que no puedo ver ni

imaginar.Sainte-Claire Deville, 1860

Aunque no sepamos nada de lo que es un átomo, no pode-

mos evitar formarnos alguna idea de una pequeña partí-cula que se nos representa en la imaginación; y aunque

nuestra ignorancia de la electricidad sea al menos igual,porque somos incapaces de decir si ella es una materia, ovarias, o simplemente un movimiento de la materia co-

mún, o más bien un tercer género de potencia o de agente,sin embargo existe un número inmenso de hechos que nos

autorizan a pensar que los átomos de materia están encierta manera dotados de potencias eléctricas, o están aso-

ciados con estas potencias, a las que están obligados porsus cualidades más notables, en especial por sus afinida-

des mutuas.M. Faraday, 1833

Faraday centra el problema. Ya desde la primeramitad del siglo XIX se pedía a gritos (valga la metá-fora) una explicación de la materia a través de losátomos. En esta dirección Savater nos recuerda(2004, pág. 81):

…juzgamos irracional al que mantiene su adhe-sión a creencias contradictorias, aun sabiendoque lo son, o al que niega evidencias que le esimposible ignorar.

3. Los modelos guardan ciertas analogías con elobjeto, sistema, fenómeno o proceso querepresentan. Son semejantes pero no enteramente,de manera que se pueden derivar hipótesis (y/opredicciones) del mismo y someterlas a prueba. Losresultados de esta prueba dan nueva informaciónsobre el modelo, figura 1.

Sobre esta relación Bailer-Jones comenta (2002, pág.112):

Las analogías frecuentemente aparecen en laciencia porque apoyan la función central de losmodelos: la explicación.

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Figura 1. Ejemplos de los modelos atómicos como analogías (año en quefueron propuestos y evidencia experimental que no pudieron incorporar)

• 1897, Thomson-budín con pasas (la existencia de los protones)

• 1911, Rutherford-núcleo con carga positiva (atracción de los electrones por el núcleo)

• 1913, Bohr-sistema solar (naturaleza ondulatoria del electrón)

• 1926, Schroedinger-aquí ya no hay analogía macroscópica(los electrones a pesar de tener la misma carga pueden ocupar espacioscercanos asunto que se explica a través del spin).

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En su trabajo sobre los modelos Achinstein indica(1987, pág. 9):

El modelo de Bohr postula electrones que des -criben órbitas, por analogía con el sistema pla-netario. El modelo de la gota líquida para elnúcleo atómico explica la fisión nuclear poranalogía con la división de una gota líquida endos gotas más pequeñas. El modelo nuclear decapas se desarrolló recurriendo a una analogíaentre el núcleo atómico y las capas de electronesextranucleares. Esto concuerda con el puntoanterior de que los modelos teóricos tienen porobjeto proporcionar una representación útil deun sistema: para proporcionar una represen-tación así, resulta útil muchas veces estableceruna analogía entre el sistema en cuestión y algúnsistema conocido que esté gobernado por leyes quese entienden y suponen que algunas de esasleyes, u otras similares, gobiernan también elsistema que se trata de describir en el modelo.

Aquí es fundamental “el grado de similitud” ya quenos remite de manera muy clara a que la analogíano es la realidad. De hecho la analogía se separa dela realidad que intenta representar una vez queante la prueba experimental se encuentra informa-ción que no puede “acomodar”. Así, las analogías ylos modelos que se construyen sobre ellas son reem -plazables por otros que sí pueden incorporar lanueva evidencia.

Hoy el modelo atómico de Dirac, derivado de lamecánica cuántica relativista parece ser la mejorexplicación que tenemos sobre el átomo de hidrógeno.

4. Los modelos se diferencian de los objetos,sistemas, o procesos que representan. En generalson más sencillos y lo que se les ha eliminado notiene interés explícito para lo que fundamental-mente representan, figura 2Los modelos se construyen para responder una ovarias preguntas sobre una determinada parte delmundo, por ello es crucial identificar el sentidodel modelo, para qué se construyó, de dónde vieney de alguna forma a dónde va. Así se está en posibi-lidades de reconocer lo que se ha eliminado de latotalidad del mundo para poder entenderlo mejor.Por ejemplo, en el modelo atómico de Lewis-Lang -muir que busca explicar la naturaleza del enlacequímico y la estructura de las moléculas, el que loselectrones no caigan al núcleo o que no se repelanentre sí, tiene poca importancia una vez que con su

uso se responde a las preguntas que importaban ensu tiempo (y aún hoy en día) a los químicos, aquéllasrelacionadas con la estructura molecular (a las querespondía y aún hoy responde bien). Así lo indicabaLangmuir hace casi un siglo (1919, pág. 868):

El problema de la estructura de los átomos hasido estudiado principalmente por los físicos,quienes consideran de manera muy pobre laspropiedades químicas, las que en última instan-cia deben ser explicadas por una teoría de laestructura atómica. La gran cantidad de conoci-mientos que sobre las propiedades químicas setiene y las relaciones como las que resume latabla periódica deben emplearse como un ma-yor fundamento para la estructura atómica quelos relativamente escasos datos experimentalesobtenidos únicamente con ideas físicas.

5. La construcción de un modelo es uncompromiso entre las analogías y las diferenciasque tienen con los objetos, sistemas, o procesos querepresentan, figura 3Así, cuando el modelo ideal no encaja con los datosempíricos obtenidos puede ser ampliado y corregi -do. El modelo del gas ideal es un ejemplo perfecto.Reconocidos sus logros pero evidenciando sus ca-rencias Van der Waals introdujo dos constantes con“sentido físico” que modelaban mejor a los gases.Con la incorporación de dos nuevas constantes a yb mejoró la descripción de los gases representadaspor la ecuación del gas “ideal”. Así, a/v2 representala atracción, entre sí, de las partículas cerca de las

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Figura 2. Ejemplos de diferencias entre los modelos y losobjetos, sistemas, o procesos que representan.

• Modelo atómico de Lewis(los electrones no se mueven, ni cumplen con la ley deCoulomb)

• Modelo de Debye-Hückel (soluciones infinitamente diluidas)

• Modelo de campo cristalino(ligantes como cargas puntuales)

• Modelo cinético de los gases(las partículas no tienen estructura interna)

Figura 3. Ejemplo del compromiso entre analogías ydiferencias para la representación de los gases.

• Modelo de gas ideal p = RT/v

• Modelo de Van der Waals p = RT/ (v–b) – a/v2

• Modelo de Berthelot p = RT/ (v –b) – a/Tv2

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paredes del recipiente, y b considera que efectiva-mente estas partículas tienen un volumen propio.Este tipo de compromiso para los gases ha sidoextendido por modelos como el de Berthelot o el deBeattie-Bridgeman (Atkins, 1998).

6. Los modelos se desarrollan a través de un procesoiterativo en el cual la evidencia empírica permite revisary modificar los presupuestos básicos de los mismos.Un modelo es generalmente uno, en una secuenciahistórica en un área particular del saber científicoLa historia de la ciencia es rica en ejemplos decómo las comunidades científicas has desarrolladomodelos para explicar el mundo real y cómo éstoshan ido evolucionando para ir acomodando la evi-dencia empírica acerca de los hechos observados. Lafigura 3 es un ejemplo de lo anterior. En la mismalínea de pensamiento hay que recordar a Popper(citado por Savater, 2003, pág. 117) cuando dice:

No disponemos de criterios de verdad y estasituación nos incita al pesimismo. Pero posee-mos en cambio criterios que con ayuda de la suerte,pueden permitirnos reconocer el error de lafalsedad.

7. Un modelo es aceptado como conocimientocientífico cuando ha sido publicado en una revistaespecializada. Como ya se dijo antes su permanenciahistórica depende de la evidencia empírica que se apor ea lo largo del tiempo para sostenerlo o para refutarloLa ciencia es conocimiento público sujeto a compro-bación por otras personas, generalmente científicos.Es esa posibilidad de repetir una y otra vez losexperimentos y las observaciones en diferentes con -diciones de tiempo y espacio, y validarlos común-mente, lo que hace que el conocimiento científicosea objetivo y confiable. Así lo caracterizó el recono-cido filósofo de la ciencia K. Popper (1979, pág. 108):

El conocimiento, en este sentido objetivo, estotalmente independiente de la pretensión deconocer de cualquiera; es también indepen-diente de las creencias o de la disposición decualquiera a asentir, a afirmar o a actuar. Elconocimiento en sentido objetivo es un conoci -miento sin conocedor, es conocimiento sin suje -to cognoscente.

Uno de los ejemplos más famosos de lo anteriorproviene de la astronomía. Cuando en 1687 Newtonpublicó su Principia lo que hizo fue describir el

mundo físico a partir de modelos que no hacíanreferencia explicita a objetos del mundo real. Unosaños más tarde, en 1695, E. Halley un astrónomo yamigo de Newton aplicó dichos modelos para expli -car el movimiento de los cometas. Así pudo predecirque a finales del entonces lejano 1758 regresaría uncometa que se había observado en 1530-31, 1607-07y 1682. El asunto no era tan sencillo una vez quejunto con estas observaciones “confiables” de come-tas había al menos otras 24 en otras tantas fechas.Halley publicó su trabajo en 1705 el cual fue recibidocon entusiasmo en Inglaterra y, como era de espe-rarse, con escepticismo en Francia. Pasaron los años,Halley murió 15 antes de 1758 pero para ese entoncesla evidencia experimental sobre los modelos deNewton era tan amplia que en 1756 la misma Acade -mia de Ciencias de Francia ofreció un premio a lapredicción más exacta del retorno del cometa, el cualapareció, ya bautizado como cometa Halley antes dela navidad del esperado 1758.

8. Los modelos pueden ser: icónicos y conceptualesDe entre las muchas y diversas clasificaciones de losmodelos la adelantada por Bruner (1967) y aquísimplificada parece ser de las más relevantes paradiscutir el aprendizaje. Así, entre los primeros tiposde modelos tenemos sobre todo imágenes u obje-tos de tamaño diferente a lo que representan: mapas,o los aviones y automóviles a escala que se pruebanen los túneles de viento para mejorar su desempeño(no el de ellos, sino el de los aviones y automóvilesreales).

Los segundos son aquellos relacionados con ellenguaje, ya sea a través de formulas matemáticas ode símbolos (como es el caso del lenguaje químico,Chamizo, 2005).

El filósofo F. Suppe (1989) reconoce tres tipos deleyes:— de coexistencia (estados del sistema) como

PV = nRT— de sucesión (trayectorias en el tiempo) que para

el caso de la química puede ejemplificarse con k1t = ln ([A]0/ ([A]0 – x)

— de interacción (entre dos o más sistemas) comoes el caso de la interacción entre una partícula yel aparato de medición o también la situacióndescrita por Schroedinger, HΨ = EΨ

Actualmente se discute si la ciencia puede expresarsesin la necesidad de leyes (Giere, 1999) y si los mode-los conceptuales pueden ser identificados con éstas.

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En caso de serlo, la clasificación de Suppe puederesultar también, con las cautelas del caso, una cla -sificación de los modelos conceptuales.

La caracterización de los modelos que acabo depresentar representa un enorme desafío a la visióntradicional de la química, una vez que “asuntos”como: orbitales moleculares, número de oxidación,ácidos y bases duros y blandos, sustitución nucleofí -lica bimolecular, PV = nRT, octeto de valencia, pri-mera ley de la termodinámica, aromaticidad, entro-pía, enlace covalente, t1/2 hibridación, fuerzas de vander Waals, campo cristalino, Debye-Hükel, toxici-dad, etc…para ejemplificar sólo algunos deellos…¡son modelos!…no realidades. Giere (1999)lo resume utilizando el esquema mostrado en lafigura 4 y Erduran recientemente lo califica así(2004, pag 130).

para aspirar a un aprendizaje efectivo de laquímica en los salones de clases hay que mos -trar lo que “los químicos hacen”, es decir mode-lar la estructura y la reactividad de la materia.

III. Sobre el APRENDIZAJELa distinción entre modelos y realidad nos lleva aotro asunto, nuestro asunto, el del aprendizaje quees el que guía este trabajo. Recordando las preguntaspresentadas en la Introducción se puede ahora inten-tar dar algunas respuestas. La pregunta ¿qué ense-ñar? puede mejorarse y contextualizarse a partir deltrabajo de D. Hodson (2003, pág. 647-648):

Hay un extenso reconocimiento entre los edu-cadores de la ciencia que ésta es un producto desu lugar y su tiempo, intensamente relacionadacon la cultura y las instituciones locales y pro-fundamente influenciada por sus métodos de

generación y validación… sin embargo, a pesarde lo mucho que se ha logrado, hay razones paraestar muy preocupados. Muchos estudiantes noaprenden lo que nosotros quisiéramos: su cono-cimiento sobre la ciencia y la capacidad de usartal conocimiento efectivamente están lejos de lo queambicionamos; su entendimiento sobre la natu-raleza y los métodos de la ciencia son general -mente incoherentes, distorsionados y confusos.…Ahora, por primera vez en la historia, estamoseducando alumnos para vivir en un mundo acer-ca del cual sabemos muy poco, excepto queestará caracterizado por un vertiginoso cambioy que será más complejo e incierto que el mundode hoy…¿qué tipo de educación en ciencias esapropiada para preparar a nuestros estudian-tes para ese desconocido mundo del futuro?”

La respuesta la da enfáticamente otro investigadoringlés, G. Claxton, en su famoso libro Enseñar mentescuriosas (Claxton, 1994, en donde el subrayado esmío):

En el mundo en el que van a vivir los jóvenes,nada podría tener más valor que la capacidad deconstruir nuestra propia vida a medida que lavivimos: encontrar nosotros mismos qué es loque nos satisface, conocer nuestros propios va -lores y nuestra propia mente, enfrentarnos a laincertidumbre con coraje e ingenio, y valorar loque nos dicen los demás con un escepticismointeligente y sano…La preocupación fundamen-tal de una educación contemporánea útil debecentrarse en la capacidad de las personas paraaprender bien. Cualquier otra prioridad, pormuy apreciada que sea, que socave el compro -miso de fomentar la habilidad para el manejo delcambio o nuestro éxito en hacerlo, deberá serrelegada o suspendida.

Así una tentativa y primera respuesta es: hay queenseñar para el cambio, para el incierto futuro.

La respuesta a la segunda pregunta, que sin dudatiene que ver con la primera y también con la tercerase encuentra en la ciencia escolar, cuya recientefundamentación epistemológica (Izquierdo, 2003)permite relacionar y separar el hacer de los científi -cos profesionales con la actividad desarrollada en elaula, la cual se puede caracterizar alrededor de trestemas: la importancia de los procesos metacogniti-vos (por ejemplo hay que enseñar a los estudiantes

Argumentos Íconos

Conceptos

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Figura 4. Los modelos y la realidad (Giere, 1999)

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a pensar); la importancia de las ideas previas ( de lospropios estudiantes… y, por qué no decirlo, de algu-nos profesores); la transposición didáctica (Izquierdo2003, pág. 27):

La analogía del ‘estudiante como científico cen-trada en el método experimental como un pro -ceso de justificación del conocimiento ha sidoconsiderada apropiada por más de un siglo, perohoy es insuficiente. La presente reflexión entrelos expertos acerca de la ciencia y la educaciónen ciencias desde la perspectiva de la ‘nuevahistoria y filosofía de la ciencia y de las cienciascognitivas cuestiona severamente esta analogíay sugiere nuevos campos de investigación en laenseñanza de las ciencias. Hoy contamos con unnuevo paradigma acerca de la ciencia que puedeser útil para la enseñanza de la ciencia, en elque se establece una conexión gradual entre losmodelos teóricos propios de la ciencia y lasrepresentaciones mentales que los estudiantestienen sobre los fenómenos naturales…La cien-cia escolar debe permitir a los alumnos explicar-se adecuadamente algunos de los fenómenosnaturales que requieren para entender la socie-dad en la que viven.

Por lo anterior hay que tener muy claro que lo queenseñamos son modelos y no realidades. Es en laexplicitación de la enseñanza de los modelos y dela modelación donde se puede establecer de maneramuy clara la distancia que separa la construcciónteórica (científica, social, histórica) del mundo real ydonde se puede gestar permanentemente la condi-ción del cambio. Actualmente es bien reconocidoque el conocimiento químico sobre una gran canti-dad de fenómenos es producido y comunicado através de modelos ( J usti, 2002a).

Para responder a la tercera pregunta es pertinen-te la investigación de Grosslight (1991) en la queidentificó la diferencia en cómo interpretan los mo-delos los expertos (es decir los científicos) de losaprendices (es decir los alumnos), figura 5. Pasar dela interpretación de los aprendices a la de los exper -tos es ya una primera respuesta, adelantada porBruner en el lejano 1966, a “como” hacerlo. Para ellohay que construir (recordemos las características 4 y5 de los modelos) y enseñar modelos didácticos(Chamizo 1991a, 1991b, 1992; Galagovsky, 2001;Sánchez Blanco, 2003; Caamaño, 2003), algunos de

ellos históricos (Justi, 2000; Chamizo, 2007) y tam-bién hay que aprender a modelar (Justi, 2002), locual representa un problema para los docentes (Gue-vara, 2004). Pero no sólo esto, aquí también ayudalo que escribió en su último artículo antes de morirla inglesa R. Driver, pionera en la investigaciónsobre las ideas previas de niños y adolescente, si -guiendo las ideas propuestas por Giere (Driver,2000) y refiriéndose a las actividades “científicas” enlos laboratorios de investigación y en las aulas:

La actividad principal de los científicos es eva-luar cuál de entre dos o más modelos rivalesencajan con la evidencia disponible y por lo,tanto cuál representa la explicación más convin-cente para determinado fenómeno en el mundo.

Si ésta es la actividad principal de los científicosuna de las herramientas imprescindibles para hacer-lo, y que por ello es necesario incorporar en loscurriculos de ciencias, como adelanta la misma Dri-ver, es la argumentación, la argumentación racionalcomo también lo ha ejemplificado Jiménez-Aleixan-dre (2000).

Finalmente y volviendo de alguna manera alprincipio, como Morin indica, la enseñanza de losmodelos, como algunos de los varios (los correctosy los equivocados con la argumentación necesariapara así ser reconocidos) que construyen las comu-nidades de científicos y que pueden también cons-truir los alumnos en las aulas, puede ser uno de loscaminos a la lucidez.

Figura 5. Comparación en cómo interpretan los modelos aprendices yexpertos

Aprendices

• Los modelos son icónicos .

• Ayudan a comunicarse con el mundo real.

• Modelos diferentes del mismo objeto, sistema, fenómeno o procesomuestran diferentes aspectos del objeto, sistema, o proceso real.

• Los modelos pueden cambiar si son equivocados o se encuentra nuevainformación.

Expertos

• Los modelos son icónicos y conceptuales.

• Los modelos ayudan a entender o pensar sobre un objeto, sistema,o proceso.

• Diferentes modelos de diferentes objetos, sistemas o procesos puedenconstruirse para diferentes propósitos.

• Los modelos son reemplazados por otros mejores.

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