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    Educacin

    ISSN: 0379-7082

    [email protected]

    Universidad de Costa Rica

    Costa Rica

    Oseguera Rodrguez, Jorge Francisco

    El humanismo en la educacin mdica

    Educacin, vol. 30, nm. 1, 2006, pp. 51-63

    Universidad de Costa Rica

    San Pedro, Montes de Oca, Costa Rica

    Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=44030104

    Cmo citar el artculo

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    http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=44030104http://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=44030104http://www.redalyc.org/fasciculo.oa?id=440&numero=7080http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=44030104http://www.redalyc.org/revista.oa?id=440http://www.redalyc.org/http://www.redalyc.org/revista.oa?id=440http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=44030104http://www.redalyc.org/fasciculo.oa?id=440&numero=7080http://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=44030104http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=44030104http://www.redalyc.org/revista.oa?id=440
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    Introduccin

    Los requerimientos de la sociedad,en el siglo XXI, han obligado a las escuelasde educacin superior a entrar en procesosde evaluacin y acreditacin que garanti-cen que estn formando a los profesionalesacordes a las necesidades de los ciudada-nos de este nuevo siglo. Para lograr estose ha propuesto como estrategia central eldefinir las caractersticas del egresado quepretenden.

    Por otra parte una vez definidasestas caractersticas del egresado es nece-sario evaluarlas desde el punto de vistadel desempeo profesional, para garan-tizar que las escuelas estn logrando elprofesional deseado. Este desempeo se haevaluado generalmente desde el punto devista cognoscitivo y de habilidades, peropoco se han considerado las caractersticashumanistas y el compromiso social expre-sado (Federacin Mundial para la Edu-

    cacin Mdica, 2000). La evaluacin delactuar profesional debe de incluir no slolos aspectos ms rutinarios, de bajo nivel,sino aquellos que se refieren a valores ycualidades personales.

    Y aunque la tica y la visin humanis-ta han pasado a formar parte del currculo,los mtodos para evaluar a los valores y

    EL HUMANISMO EN LA EDUCACIN MDICA

    Jorge Francisco Oseguera RodrguezCentro de Investigacin Educativa y

    Formacin Docente, Quertaro.

    Instituto Mexicano del Seguro Social, Mxico.

    Resumen: En los ltimos 30 aos se ha considerado,de forma creciente, el enfatizar el retorno al

    humanismo en medicina como una medida para

    contrarrestar el corporativismo que rodea a los

    sistemas de salud, ya que parece ser el responsable

    de la deshumanizacin en la atencin mdica que

    hoy se proporciona. Como mdicos educadores, nos

    encontramos preocupados por el impacto que las

    conductas profesionales de los mdicos ejercen sobre

    el desarrollo de las actitudes y conductas humanistas

    de los estudiantes y residentes mdicos, sin embargo,

    an parece existir cierta confusin de lo que implica

    el trmino humanista en este mbito. De esto se

    deriva la necesidad de aclarar lo que entendemos

    por humanismo mdico para lograr un acuerdo

    general que sustente la evaluacin del humanismo

    en los mdicos y estar en la posibilidad de plantear

    estrategias pedaggicas explcitas que permitan

    impulsarlo y fortalecerlo en el mbito de la educacin

    y la prctica mdica. En este documento se revisa

    el concepto clsico de humanismo y su evolucin

    dentro de la Medicina hasta considerarse como una

    forma de vida en la que se estima y se hace nfasis

    en el bienestar del ser humano y se posibilita laconstruccin de valores y normas.

    Palabras clave: Humanismo, medicina, educacin,deshumanizacin.

    Recibido 16-III-2006 Aceptado 25-IV-2006

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    actitudes de los estudiantes a la hora deabordar problemas de la prctica clnica nohan avanzado al mismo.

    Es un error pretender evaluar lascaractersticas humanistas, sin establecerpreviamente una conceptualizacin que dcuerpo a un modelo de la prctica profe-sional aceptable equivalente al deber serprofesional. De esta forma, se estableceun patrn de referencia contra el cual secompara a cada individuo. El modelo quesirve de patrn de referencia en el procesose construye mediante la articulacin delestado del arte necesario para una prctica

    aceptable de la profesin, con los ambientesde trabajo estndar en los cuales habr dedesempearse el individuo, en donde la opi-nin de los pacientes y las expectativas quetiene la poblacin sobre los profesionaleses muy importante, de manera que la edu-cacin sea ms sensible a las necesidadescambiantes de la sociedad.

    Para que el modelo de evaluacinresulte funcional deben vencerse dos gran-des retos: hacerlo operativo, estableciendoclaramente sus componentes, variables eindicadores; traducidos en caractersticasclaramente enunciadas y determinar los cri-terios de ejecucin, para distinguir el cum-plimiento o incumplimiento de las normas.

    En el mbito hispano parlante pocashan sido las instituciones que han definidoen forma concreta las caractersticas fina-les de sus alumnos y en muchos casos sehan limitado a hacer declaraciones de esca-sa utilidad para que los estudiantes sepanlo que se espera de ellos al licenciarse,para que los profesores puedan enmarcarsus actividades y mucho menos para que sepuedan definir los criterios de evaluacin.

    La responsabilidad de definir las

    caractersticas de los mdicos atae a dife-rentes personas de diferentes instituciones.Por ello, definirlas no es una tarea fcil. Esresponsabilidad en forma principal de lasinstituciones educativas, pero otros agen-tes tienen que ser implicados, entre ellos,los sistemas de salud de cada pas, esta-do, regin, etc., los profesionales mdicos

    Abstract: For the last thirty years, medical science has

    a growing attention regarding an emphasis to returnto the humanism to counteract the corporativism

    around the health care system, because it seems the

    main responsible of the dehumanization of the health

    are provided. Like medical educators, we are worried

    about the impact that our own professional behavior

    exerts on the development of the humanistic attitudes

    and behaviors of the medical students and residents,

    however it still seems that the concept humanism

    is confusing among the medical areas. This brings

    out the need to clarify what we understand by

    medical humanism, to reach a general agreement

    that supports the evaluation of the humanistic

    medical attitudes and behaviors and outlines specific

    pedagogical strategies that enhance and strengthen

    the term in the environment of medical education

    ad practice. This paper review the classical termhumanism and its evolution inside the medical

    science until it may be considered as a way of life with

    an emphasis made on human welfare and it enables

    the construction of human values and norms.

    Key words: Humanism, medicine, education,dehumanization.

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    (Baker MZ, Scoffield RH.,1998) y las ins-tituciones que los representan, los recingraduados, los estudiantes, los profesiona-les de otras profesiones sanitarias (Des-Marchais JE., 1999), los representantes delos empleadores, el gobierno, los sindicatos,los pacientes y la sociedad en general (Har-den RM., Crosby JR., Davis MH., 1999).

    En esta lnea, algunas agrupacionesprofesionales como el Colegio Americanode Medicina Ocupacional y Ambiental y lasfacultades de medicina escocesas (HardenRM., Crosby JR., 1999), entre otros, hanelaborado inventarios de las caractersticas

    deseadas en los mdicos.En los ltimos treinta aos, el huma-nismo en la medicina ha ganado una atencincreciente, muchos han llamado a un regresoal humanismo mdico como una manera deresponder a la transformacin corporativadel sistema de cuidado de la salud. Se hanalarmado los mdicos en lo individual sobrelo que est pasando a sus prcticas que hallevado a la deshumanizacin de la atencinmdica (Nizama-Valladolid, 2002).

    Las asociaciones de profesionales estnpreocupadas por los cambios que la medicinacorporativa ocasiona en las responsabilida-des de los mdicos hacia los pacientes. Losmdicos educadores estamos preocupadospor el impacto que las conductas de los mdi-cos producen en el desarrollo profesional deestudiantes mdicos y residentes (Patio,1998, 2000). Pero hoy todava no todo mundoentiende claramente lo que entendemos porhumanismo en medicina.

    Lo que resalta la necesidad de acla-rar lo que entendemos por humanismomdico teniendo como meta el lograr unacuerdo general suficiente para evaluar elhumanismo de los mdicos y poder plan-

    tear intervenciones pedaggicas explcitasque permitan fortalecerlo en el mbito dela educacin y la prctica mdica.

    Ante este panorama, el inters y elobjetivo de este ensayo se centr en revisarel concepto de humanismo y su evolucinhasta llegar al concepto actual en el mbitomdico.

    El humanismo clsico

    El humanismo ha sido definido dediversas formas. Pero durante el siglo XIIIsurge la idea de la cultura clsica quepuede considerarse como la precursora delhumanismo de los siglos XIV y XV, en quese despert una devocin por la literaturade la antigedad clsica greco-romana, sinembargo los expertos no han formuladouna nica definicin de los rasgos de esapoca, que recoja una aprobacin unnime.Esto resulta complicado porque en esteperiodo se encuentra una modificacin del

    pensamiento filosfico y adems tambinde toda la vida del hombre en sus aspectossociales, polticos, literarios, cientficos yreligiosos.

    El trmino humanista a mediados delsiglo XV, se utiliza para sealar a quienesenseaban y cultivaban la gramtica, laretrica, la poesa, la historia y la filosofamoral. Humanitas significaba lo que losgriegos haban expresado en trminos depaideia, es decir, educacin y formacin delhombre. Considerando a estas disciplinascomo las ms idneas para hacer que elhombre sea aquello que debe ser, de acuer-do a su naturaleza espiritual especfica(Reale y Antiseri, 2001:27).

    Alcanza su mximo esplendor en lasegunda mitad del siglo XV en donde a losestudios de la litterae humanaese les da ungran valor y se considera que la antigedadclsica griega y latina son una especie deparadigma y de punto de referencia, en loque concierne a las actividades espiritualesy a la cultura en general y los autores grie-gos y latinos aparecen como modelos insu-perables, como maestros de la humanidad.

    Un pionero humanista fue Frances-

    co Petrarca, florentino, muy aficionado ala literatura latina por lo que se dedic acoleccionar los escritos de estos autoresy sta fue una de las caractersticas quepermiti la trascendencia de esta corrientefilosfica. l como otros humanistas des-cubrieron un gran nmero de manuscritosclsicos, que de otra forma podran haberse

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    perdido, establecieron bibliotecas en lasuniversidades y gracias a la invencin de laimprenta difundieron la literatura greco-latina antigua.

    Otra razn para la expansin de losintereses humansticos en Europa se debea su impacto en las instituciones existentesde educacin formal, en donde paulatina-mente la mayor parte de las universidadesaadieron el programa humanstico de lasliteraturas griega y latina, como un pro-grama cultural y pedaggico en donde elaristotelismo renacentista utiliz los mto-dos propios de la escolstica, enriquecidos

    por el influjo humanista que exigi a losestudiosos el regreso a los textos griegos deAristteles y que abandonasen las traduc-ciones latinas medievales y apelasen a loscomentarios de otros pensadores griegos.Estos programas fueron ganando acepta-cin como principio educacional.

    La discusin terica y filosfica acer-ca del humanismo ha llevado a algunosexpertos como Kristeller (en Reale y Anti-seri, 2001) a dejar al trmino el significadotcnico que posea en sus orgenes, limitn-dolo al mbito de la retrica y la literatura.De acuerdo a este autor el humanismo deesta poca ha sido sobrevalorado, atribu-yndole una funcin renovadora del pensa-miento que no tuvo, pues slo de maneraindirecta se ocup de la filosofa y de laciencia. Y es la continuacin de la tradicinaristotlica medieval, enriquecida por lacorriente humanista la que expresara lasverdaderas ideas filosficas de la poca.

    Otros autores como Garin, (en Realey Antiseri, 2001) no opinan lo mismo yconsideran que la negacin del significadofilosfico al humanismo renacentista esten funcin de entender por filosofa a una

    construccin sistemtica de grandes pro-porciones y se niega que pueda ser filosofaotro tipo de especulaciones no sistemticas,problemticas y pragmticas. Para l lafilosofa humanista presenta una nuevaforma de plantearse los problemas conindagaciones concretas, definidas, precisas,en el mbito de las ciencias morales y en las

    ciencias naturales, constituyndose en unfilosofar efectivo y autntico.

    De acuerdo a esto lo que el huma-nismo quera destruir fueron las grandessistematizaciones lgico-teolgicas, unafilosofa que subordinaba todos los proble-mas y todas las investigaciones al proble-ma teolgico, filosofa que el humanismoconsidera como vana, intil y carente desentido histrico. Es precisamente este sen-tido histrico el que permite al humanismovalorar la cultura antigua en su autnticadimensin: pensamiento de hombres, enuna cultura determinada, resultado de sus

    experiencias y no como orculos de la natu-raleza o de Dios, revelados a los filsofosgriegos, sino como productos humanos.

    El descubrimiento de lo antiguo per-miti a los humanistas el descubrimientodel hombre, adquiriendo el sentido de supropia individualidad y originalidad, elsentido de la creacin humana, de la obraterrena y de la responsabilidad, que losllev a actuar libremente en la vida pbli-ca de su tiempo, a la exaltacin de la vidacivil y de las problemticas afines a ella,mas all del oficio literario y del claustrouniversitario.

    Las dos opiniones contrapuestas deestos autores reflejan una discusin que noha sido resuelta en el mbito de la filosofa,pero un punto intermedio es considerar quela tradicin aristotlica fue transformadaal efectuar una nueva lectura de los escri-tos griegos originales y se le dio un nuevosentido al hombre y a sus problemas, estenuevo sentido culmina con conceptualiza-ciones tericas de la dignidad del hombrecomo ser extraordinario con respecto a todoel resto del cosmos que se ven manifestadaspor las representaciones de la pintura, la

    escultura y la poesa.

    El humanismoen la poca moderna

    La concepcin de humanismo que elmundo occidental hered del Renacimiento

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    europeo fue la de humanitas, entendidacomo la accin libre y creativa del serhumano que, al transformar la naturale-za y crear el mundo de la cultura, lograla transformacin en el sujeto. Abriendomltiples posibilidades de desarrollo, con-virtindolo en un proyecto inacabado, enun individuo nico e irrepetible, el cual,mediante su actividad libre e inteligente, seda a si mismo una forma de ser.

    Los humanistas volvieron sus ojos a laantigedad clsica porque vieron en ella elejemplo de la afirmacin de la autonoma delespritu humano y porque consideraron el

    ejercicio de la razn como la clave para cons-truir una comunidad plenamente humana.Hegel (1997) retom la idea renacen-

    tista y describi la unidad dialctica sujeto-objeto como un proceso de construccin quees a su vez autoconstruccin, en la cual elsujeto al objetivarse, crea el mundo de lacultura y se recupera, mediante su expe-riencia, como sujeto enriquecido.

    Entre la concepcin renacentista yotras del siglo XIX como la hegeliana,hay diferencias: el ser humano para losrenacentistas es el ser particular, el que alperder su lugar privilegiado en el centro deluniverso (por efecto de la revolucin coper-nicana) busca constituirse en el centro delos valores. Posicin que fue criticada enel siglo XIX por quienes vieron en el indi-vidualismo un obstculo para la justiciasocial y que interpretaron como un signode poder que amenazaba la autonoma delas comunidades y como un smbolo deexplotacin, en perjuicio de la libertad yde las posibilidades de desarrollo de losseres humanos a favor del beneficio de unoscuantos.

    El individualismo mostr uno de los

    lmites del humanismo renacentista, perose expuso a otro lmite: la anulacin de loparticular en aras de lo universal. Amboslmites se presentan como una tarea inelu-dible para quien adopta una perspectivahumanista a inicios del siglo XXI, la deresolver la relacin contradictoria entre louniversal y lo particular.

    Podemos considerar el humanismo,ms que una corriente del pensamiento,como una forma de ver la realidad, unaperspectiva que considera a la dignidadhumana como criterio ltimo de valoracio-nes y normas y como el horizonte al quedeben orientarse las acciones.

    El siglo XIX hered del humanismo yde la ilustracin la confianza en el indivi-duo y en la razn. Los avances cientficos ytecnolgicos hacan suponer un futuro pla-centero, prspero y saludable, en donde elsujeto era capaz de crear cultura y cambiarel rumbo de la historia. Lo humano era

    una voluntad incondicionada que haca delsujeto, el creador de su propio destino. Elsiglo XX fue la otra cara de la moneda; seavanz mucho en el conocimiento cientficoy tecnolgico, pero las aplicaciones de steno siempre han resultado benficas.

    Con la supuesta muerte de las ideo-logas sobrevino el desencanto, la desespe-ranza, la incredulidad del ser humano ensu razn y en sus posibilidades de transfor-macin. El ser humano no se concibe comolibertad autnoma e ilimitada, sino comouna persona sujeta a mltiples ataduras ydeterminaciones. La marca del siglo XX fueel desencanto, el pragmatismo y la barbarieque pone en peligro la vida y que lesiona ladignidad humana.

    Es importante entender que lo huma-no por excelencia no es lo universal quedestruye lo particular, ni lo particular quese construye sobre la destruccin de lo uni-versal, sino lo integral que se reconoce enla totalidad.

    El humanismo renacentista tieneotra limitante a la que se opusieron los te-ricos de la escuela de Frankfurt (Fromm,1998), la racionalidad funcional, que se

    fortaleci por efecto de los avances tecnol-gicos, los descubrimientos geogrficos y lasconquistas de nuevas tierras, con la conse-cuente subordinacin y explotaron de loshabitantes de estas. Y aunque en el huma-nismo renacentista la dignidad radicabaprincipalmente en la razn y en la libertaddel ser humano, estas cualidades quedaron

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    subordinadas al criterio de eficacia y a laobtencin del xito.

    El comn denominador de la pers-pectiva humanista es el de considerar ala dignidad humana, por una parte, comoun criterio que confiere validez a princi-pios, valores y normas y, por la otra, comohorizonte al que han de tender las accionesdel ser humano. Se trata de un gran ideal,que incluye otros ideales, pero tambin deun valor fundamental que sirve de pauta atoda forma de regulacin.

    Es claro que la especie humana esel resultado de la evolucin biolgica y por

    otro lado de su herencia cultural, la que alnacer y desarrollarse en una comunidadle proporciona cdigos, usos, costumbrese instituciones y se los ofrece para suapropiacin.

    Pero la condicin humana no se agotaen la dimensin biolgica ni en la dimen-sin contextual, ni en la conjuncin deambas, el ser humano es tambin un serque acumula experiencia, es un ser quemira al futuro, que tiene la posibilidad dedar significado y sentido a la vida en gene-ral, a la propia vida en particular y a lacondicin humana misma. Que adems escapaz de actuar conforme a ese significadoy ese sentido para crear cultura y auto-crearse como sujeto. Es en esta dimensinde ser proyecto, sujeto en formacin, en laque radica la dignidad.

    El humanismo mdico

    El trmino humanista es aadidomuy frecuentemente al trmino mdico, enuna moda tanto imprecisa como intuitiva.La idea del humanismo renacentista en el

    mbito mdico se resume en lo expresadoa fines del siglo XIX por Jos Letamendiel que slo sabe de medicina, ni medicinasabe, el mdico que a la vez no es fil-sofo, no es ni siquiera mdico, ideas quea muchos hace considerar que el mdicohumanista es aquel que cultiva las artes,la pintura, la literatura, que cultiva las

    ciencias que enriquecen el espritu (MariaMoliner, 1983), pero el humanismo es msque slo cultivar estas artes, como hemosvisto, y si bien es importante para el mdi-co conocer esas disciplinas, no es esencialpara su profesin.

    La idea del humanismo mdico seencuentra ya expresada en el juramentoy en otros libros del Corpus Hipocrtico,durante estos ltimos aos, gran partede los profesionales de la medicina, hanperdido la imagen humanista que los iden-tific durante milenios, por lo que hoy sonconsiderados como simples tcnicos, vidos

    de reconocimiento econmico y profesional,adheridos al modelo racional cientificistay divorciados de la sensibilidad humana(Mainetti, 1992).

    Pero, la ciencia no es la causante detal reduccionismo materialista sino algunoscientficos que slo quieren saber de cien-cia. Hoy creo que todos estamos de acuerdoen que el hombre no es una mquina nila enfermedad una simple descompostura;tambin, en que la medicina no es una cien-cia sino que, como lo aclara Edmund Pelle-grino (1990): ...es la ms cientfica de lasartes, la ms artstica de las humanidades,la ms humanista de las ciencias. Lo quele confiere un status epistemolgico propioy diferente a las dems disciplinas.

    El acto mdico es un ejercicio dehumanismo, entendido tambin comohumanitarismo. Que se basa en una insus-tituible relacin de confianza mutua entreel mdico y su paciente, cuyas dimensioneshumanas y de espiritualidad deben serindividualmente consideradas y atendidas.

    El humanismo, dentro del mbitomdico, nutre y se nutre de principios ynormas que constituyen el dominio de la

    tica mdica. En los ltimos tiempos, labiotica ha adquirido gran inters, quizcomo respuesta a la preocupacin, cada vezmayor, que ocasionan los cambios debidosal auge de la medicina institucional y a lacreciente aplicacin de innovaciones tecno-lgicas en el campo de la salud, situacionesambas que tienden a despersonalizar la

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    prctica mdica y que constituyen lo que seha dado a denominar la deshumanizacinde la medicina.

    Esta realidad hace necesaria plan-tear nuevas perspectivas dentro del huma-nismo mdico. Ahora bien, no se trata slode escudriar en la relacin entre un mdi-co y su paciente; es necesario hurgar en lainteraccin del mdico con la colectividad,de la institucin de salud con el enfermoy de los mdicos con los gobiernos y losusuarios de los servicios. Y sobre todo, elreconsiderar el papel que estn jugandolas instituciones formadoras de mdicos en

    el cumplimiento de las demandas del serindividual y colectivo.Partiendo del anlisis de los perfiles

    de egreso declarados por diversas escuelasde medicina en donde se plantea la necesi-dad de la formacin humanista del mdico(De la Fuente, 1994), es necesario prime-ro aclarar cual es el concepto de mdicohumanista, entendiendo que lo humano,mas all del basamento biolgico, es lo quenos hace diferentes de los animales. Estoda la carga de racionalidad, de civiliza-cin y cultura, de historia o religin quecada uno quiera depositar en el concepto.

    As pues, entendemos por humanis-mo mdico, a todo el conjunto de valores,actitudes y prcticas que promueven unaautntica vocacin de servicio y dan lugara considerar al paciente como un semejan-te que sufre y solicita alivio. Los aspectosms significativos que promueven el huma-nismo en el trato con los pacientes son: elafecto, el apoyo, el respeto y la solidaridad,que, a la vez, son los que nos procuranla mayor cooperacin posible del pacien-te para conocerlo mejor y ayudarlo ms(Viniegra, 2000).

    Se han establecido algunas caracte-rsticas del mdico humanista como son:la empata, la autenticidad, la compasin,la fidelidad, la integridad, el respeto,la espiritualidad y la virtud; tratandode diferenciarlos del profesionalismo endonde otros autores como Markakis (2000)han agrupado caractersticas como son: la

    responsabilidad, el altruismo, el compromi-so con la excelencia, el deber, el honor y elrespeto para otros.

    Consideramos que la dimensinhumana es ms amplia e integradora y noes posible fragmentarla, compartimos lascategoras establecidas por Rogers (2000):

    1. El respeto de los puntos de vista delpaciente y la consideracin de cadauna de sus opiniones en la toma dedecisiones respecto a su salud.

    2. El atender el bienestar psicolgico delpaciente.

    3. Recordar que el paciente es nico eindividual.4. Tratar al paciente en su contexto

    familiar y ambiente social y fsico.5. Poseer buenas cualidades de comuni-

    cacin y para escuchar.6. Proporcionar confidencialidad y con-

    fianza.7. Demostrar calidez y compasin, y8. Ser emptico.

    Estas categoras son compatibles conlos rasgos de una atencin humanizadaexpresados por Gafo (1993): Reconoci-miento de la dignidad intrnseca de todoenfermo, unicidad del paciente, globalidaddel paciente, el respeto a la libertad, laparticipacin de los pacientes, el igualita-rismo y el equilibrio en la relacin empa-ta-afecto.

    Y tambin son coincidentes con loplanteado como derechos del enfermo y lospacientes (el derecho a la vida, a la salud, ala autonoma, a la informacin, a la verdad,confidencialidad, a la intimidad, a la liber-tad y al trato digno) que se han incorporadoa diversos marcos legales en el mundo e

    Hispanoamrica: Declaracin universal delos derechos humanos, 1948; Derechos delos Pacientes, Asociacin Medica Mundial,1995; Resolucin 13437 del Ministerio deSalud Colombiano, 1991; Ley 8239 sobrelos derecho y deberes de los usuarios de losservicios de salud en Costa Rica, 2002; etc.(Tena Tamayo, 2002).

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    La ausencia de esas caractersticasen el personal de salud, adems de diversosfactores, ha favorecido la deshumanizacinen la atencin mdica. Trmino utilizadocuando se trata al paciente como un objetoy no se consideran sus rasgos personales eindividuales, prescindiendo de sus senti-mientos y valores, cosificndolo como elpaciente de la cama X, o el paciente con talo cual padecimiento, relegando a un segun-do plano sus dimensiones personales, siem-pre especficas en cada paciente. Tambincuando existe la indiferencia o frialdad enla interaccin humana, una preocupacin

    distante que constituye una negacin dehumanidad hacia el enfermo en el propiomdico (Gafo, 1993).

    Estas situaciones se presentan enun sistema dominado por instituciones endonde las exigencias de productividad, efi-ciencia y rentabilidad son prioritarias. Lasinstituciones prestadoras de servicios desalud procuran el control en busca dela mxima utilidad o el mximo ahorropor encima de todo lo dems, generandoambientes ms o menos degradantes de lacondicin humana, en donde las institucio-nes limitan la reflexin sobre la experien-cia y los acontecimientos, limitando al pro-fesional de la salud a una ejecucin tcnicay no reflexiva de su actividad profesional.Es aqu en donde algunos profesionalesmuestran una autntica falta de vocacinde servicio y la incapacidad para sobre-ponerse a estas condiciones imperantes,perpetuando estos ambientes degradados ydeshumanizados (Viniegra, 2005).

    Otro signo de deshumanizacin es larestriccin de la libertad, la falta de auto-noma del enfermo en donde ste no es pro-tagonista de su destino, en donde no se le

    hace partcipe de la toma de decisiones queponen en juego lo ms valioso que tiene suvida, algunas veces argumentando su faltade capacidad, con una visin paternalista,no siempre bien justificada. Procurar laautonoma incluye aspectos como el deci-dir quien ser su mdico tratante, cundodesea hospitalizarse u operarse, el derecho

    a ser informado de su diagnstico, del porqu de su tratamiento y del pronstico desu enfermedad. Y hasta la decisin de enqu momento morir.

    La deshumanizacin de la medicinatanto en sus caractersticas globales comoindividuales, tiene que ser abordada desdeuna perspectiva social e histrica que ana-lice los diferentes factores involucrados sinla cual no es posible vislumbrar encontrarsoluciones adecuadas.

    Cabe hacer notar que este proce-so deshumanizador se presenta en unasociedad con una desbordada criminalidad,

    en incontrolable delincuencia, con flagran-tes injusticias; nuevas guerras y muertespor viejos y nuevos conflictos de inters,religiosos o nacionalistas; que desarrollannuevos procesos de exclusin y de odio.Dentro de una sociedad materializada,crecientemente desprovista de valores fun-damentales para una convivencia humanasatisfactoria, presa de la desconfianza yde la desesperanza, sentimientos que sonmuchas veces fabricados desde los centrosde decisin meditica, o simplemente apro-vechados para hacer de la confusin, real oprovocada, el mejor de los negocios.

    Con el desarrollo cientfico y tecno-lgico cuyas manifestaciones ms impor-tantes se dieron en la primera mitad delsiglo XX se ha producido la socializacinde la medicina, en donde las grandes insti-tuciones de salud como representantes delestado benefactor han llevado la atencina colectividades, sindicatos, comunidades,etc. Es un modelo de prestacin de servi-cios que partiendo de principios de justiciasocial ha llegado en nuestros das a lavisin gerencial de la industria de la aten-cin de la salud, rompiendo con la relacin

    individual entre el mdico y su paciente,originando conflictos en esta relacin indi-vidual, socializada en donde se gesta elproceso deshumanizador.

    La deshumanizacin no es un proble-ma particular de la medicina, sino partede un todo que es la deshumanizacin dela sociedad, producto de la modernizacin

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    reflexiva, entendiendo por esto la tesisplanteada por Beck, en la cual los sujetos(personas o instituciones) a travs de cono-cimiento, pero paradjicamente, el no cono-cimiento por falta de reflexin en el mismo,evolucionan produciendo individualizacin ycausando crisis en las estructuras sociales,las instituciones, la familia y los seres en loindividual (Beck, Giddens y Lash, 1997).

    As pues, los mismos condicionantessociales que originan deshumanizacin enla prensa, en el arte, en los medios econ-micos y polticos contribuyen a la presenciade este fenmeno en la asistencia mdica.

    Es aqu donde la capacidad individual deun mdico no es suficiente para compensarlas deficiencias o limitaciones que la insti-tucin le impone.

    Son estos sistemas de atencin mdi-ca, que han transformado a los profesio-nales de la salud en un manufacturerode la salud, los ambientes acadmicos endonde los futuros profesionales se moldeany aprenden los esquemas que han de repe-tir, perpetuando los modelos que muchoscriticamos pero que no hemos encontrado laforma de cambiarlos.

    En el mbito de las instituciones losresponsables de esta imagen deshumani-zada no son nicamente los mdicos, sontambin el resto de los sujetos que parti-cipan en el proceso de atencin. Desde losadministradores que dictan las polticas aseguir (incluso los supranacionales como elFondo Monetario Internacional), los encar-gados de la recepcin de los pacientes quepueden no ofrecer un trato adecuado, hastacada uno de los sujetos que directa o indi-rectamente participa en la atencin mdicacomo puede ser un camillero o intendente.

    Es aqu donde la reflexin indivi-

    dual, la reflexin de las instituciones hacecrisis, donde el ser individual ya no conocequ es lo que quiere, es en este marco delinicio del siglo XXI que las institucionesde salud a nivel mundial estn sufriendouna crisis sin precedentes y slo una mayorreflexin, ms expertos, ms ciencia, msesfera pblica, ms autoconciencia y ms

    autocrtica abrirn nuevas y mejores posi-bilidades para este mundo (Beck, Giddensy Lash, 1997).

    Otro de los factores que favorecela deshumanizacin ha sido el desarrollotecnolgico que ha hecho, aparentemen-te, ms fcil para lograr un diagnsticoel solicitar diversos estudios (tomogra-fas, ultrasonidos, bateras de exmenes,etc.), que establecer una relacin mdicopaciente personalizada, con un dilogo yuna exploracin adecuada, ese desarrolloque nos ha llevado a olvidarnos de losms elementales principios de la medicina

    clnica. Estos principios en este momentoestn siendo revalorados y se presentancomo una alternativa para enfrentar elexcesivo uso de la tecnologa que frag-menta al ser humano y es causa de ladependencia social y econmica, que estmediada por intereses muy diversos y casisiempre ajenos a los verdaderos interesesque tratan de lograr una mejor atencinmdica.

    Los factores econmicos son los quemueven el mundo, o los factores polticosoriginados en esos intereses econmicos,pero finalmente estos intereses econmico-polticos deben de ser considerados comointereses de grupo, en una interrelacincircular en la cual los cambios en la ticaindividual genera cambios en la tica socialy esta, a su vez en los seres en lo particulargenerando un crculo, difcil de romper sinuna intervencin intencionada, que requie-re una profunda reflexin.

    La educacin humanistaen medicina

    Tradicionalmente la enseanza de lamedicina consista en la relacin directadel aprendiz y el maestro, el cual propor-cionaba los diferentes secretos de la disci-plina de manera gradual y el alumno sedesarrollabaestrechamente vinculado a laprctica, trasmitindose el conocimiento degeneracin en generacin.

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    Actualmente la medicina se enseaen las universidades y en las unidades deatencin mdica en un contexto social quese aleja cada vez ms del modelo tutorialtradicional, condicionado esto por los mis-mos cambios que ha tenido la atencinmdica, la cual tradicionalmente tambincorresponda a la relacin entre dos perso-nas (el mdico y el paciente) y actualmenteconsiste en la relacin entre las institucio-nes de salud y los diversos grupos sociales.

    El modelo dominante de educacinmdica tuvo su nacimiento en el famosoinforme Flexner, que orient la medicina

    acadmica. Este modelo ofrece las siguien-tes caractersticas: a) Reduccionismo biol-gico (desde el punto de vista del objeto de lamedicina. Es el llamado modelo biomdico,dirigido a la patologa general y a la enfer-medad, slo referido al cuerpo humano comoobjeto propio del conocimiento mdico). b)Conocimiento cientfico-natural (desde elpunto de vista del mtodo de la medicina.Es el paradigma clnico tradicional, descrip-tivo-explicativo de las especies morbosas oentidades nosolgicas a las que se refiereel diagnstico del enfermo como caso indi-vidual). c) Naturalismo normativo (desde elpunto de vista de la axiologa y la tica, elesquema teraputico clsico se justifica porel principio de beneficencia y se fundamen-ta en el orden natural o fisiolgico, cuyapreservacin y restauracin constituye elsentido y deber ser del acto mdico).

    En contraposicin el modelo huma-nista aboga por los siguientes principios: a)Holismo (realidad biopsicosocial, concepcinpluridimensional y multicausal de saludy enfermedad en trminos de bienestar-malestar). b) Hermenutica o conocimientointerpretativo (la relacin interpersonal

    mdico-paciente como contexto, la historiaclnica centrada en el enfermo antes bienque en la enfermedad) y c) Normativismoo moral de la libertad (la autonoma delas normas respecto de la naturaleza de lacosas, y la conducta teraputica como posi-bilidad de mejora de la condicin humana(Mainetti, 1992).

    Estamos claros en que estudiamosal ser humano, que debe ser abordado ensu totalidad, para promover su desarrollointegral. La perspectiva holstica pretendeentender un fenmeno en su carcter detotalidad, como un sistema abierto que con-figura sus diferentes componentes, estruc-turas y procesos en organizaciones dinmi-cas (percepcin, cognicin, valores, metas,motivos, factores biolgicos, etc.), asumien-do la posicin de buscar las regularidadesy los esquemas unificadores contenidos enla libre expresin de los sujetos.

    Esta visin emergente demanda una

    ciencia diferente, basada en una nuevacomprensin del universo y de quinessomos; no puede separar la ciencia de laespiritualidad, sino que debe integrarlasen un marco ampliado de la experienciahumana. Pretende lograr un proceso dereestructuracin e innovacin en las estruc-turas sociales, polticas y econmicas, comouna alternativa a un modelo de civilizacinque se ha convertido en una fuente de pro-blemas (Gallegos, 1999).

    La visin holstica reclama la eva-luacin del estudiante en su integridad yen su contexto. Tendencia que surge comoalternativa a la fragmentacin del apren-dizaje (y de su sujeto) en mbitos o esferascognitivas, afectivas y psicomotoras, des-pojadas de todo sentido personal. Adems,trata de aproximar a la realidad el actoevaluativo y analizar de manera naturalel proceso didctico, aportando y valorandoinformacin a partir de las prcticas coti-dianas de trabajo, de la realizacin de lastareas docentes, de la comunicacin entrelos participantes, a fin de orientar, regulary promover el aprendizaje.

    Por lo tanto, lo primero que tenemos

    que considerar es si el currculo, es el ade-cuado para formar a los mdicos en los prin-cipios ticos y humanistas deseados y porotra parte considerar el currculo oculto quese hace manifiesto en la prctica cotidiana,que es donde se aprende realmente la clni-ca y en la cual los sistemas institucionalesms all de las posturas individuales de los

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    profesores, se hacen manifiestas y moldeanal futuro profesional.

    En necesario considerar que en esteproceso deshumanizador que ha sufridola sociedad en general y en particular lamedicina, participa, de manera importan-te, el modelo dominante de educacin queprivilegia el aprendizaje memorstico, laacumulacin del conocimiento en la cual alsujeto se le ensea ha obtener informaciny acumularla, sin necesariamente, apren-der el proceso de la reflexin que le permitahacer concientes sus creencias y conviccio-nes, las cuales generalmente se encuentran

    ocultas, para que pueda reconocer quedetrs de su forma de actuar est su formade ver el mundo y sus propios intereses, yal reconocer lo que hace y porqu lo haceestar en condiciones de contrastarlo conotros puntos de vista, cuestionarse y teneruna introspeccin autocrtica que le permi-ta generar un conocimiento reflexivo con elcual genere una postura personal ante larealidad (Viniegra, 1999).

    Es necesario que el modelo educati-vo dominante se modifique fomentando laprctica de la reflexin sobre la experien-cia, que permita producir un conocimientocrtico, transformador del ser individual,que a su vez sea generador de un cambio ensu entorno. Se requiere, entonces, la accinintencionada de las instituciones educativaspara romper este crculo deshumanizador,acrtico. Estas intervenciones presuponen lanecesidad de un cambio en el modelo educa-tivo partiendo no slo de modificaciones alcurrculo, sino ejerciendo acciones dirigidasa generar la toma de una postura reflexivapor parte de los docentes, sin olvidar laimportancia de los ambientes en donde selleva a cabo el proceso educativo.

    Este ltimo punto, el de los ambien-tes, es trascendente en la educacin mdicapuesto que las reas de asistencia, hospita-les y clnicas de atencin, son los ambien-tes en donde se lleva a cabo el proceso deformacin de los futuros mdicos y espe-cialistas. En donde es necesario romperel crculo, necesitamos cambiar el modelo

    de atencin mdica, para transformar elmodelo educativo de manera paralela. Noes posible tener una buena atencin mdicasi no tenemos una buena educacin mdicay viceversa.

    Conclusin

    El humanismo en medicina es unaforma de vida en la que se valora y se hacenfasis en el bienestar del ser humano.Favoreciendo el que asumamos la concien-cia de nosotros mismos, como individuos

    y como especie. Y permite la conviccinde que todo individuo posee una especialdignidad, por lo que no puede ser utilizadocomo medio, ni reducido a instrumento, niesclavizado, ni explotado por otros hom-bres. Y posibilita la construccin de valoresy normas que protegen esa dignidad (Sobe-ron, 1994).

    La medicina, la educacin y la socie-dad misma se encuentran hoy en una crisisde identidad respecto de su objeto, mtodo yfin, que se expresa en un conflicto de para-digmas o modelos de racionalidad. Y aun-que el modelo positivista contina siendoel modelo dominante, empiezan a valorarselas posibilidades del modelo humanista.Los cambios necesarios para transformarla educacin y la atencin mdica paramodificar el llamado proceso deshumani-zador dependen de las decisiones socialesy polticas que deberan tomarse tras unamplio proceso de deliberacin, en queintervinieran la totalidad de los afectadospor ellas. Sera la manera de legitimarmoralmente esas decisiones, de hacerlasrealmente justas, vlidas, legtimas.

    Es aqu entonces, en donde la accin

    pedaggica dirigida a crear una actitudcrtica que permita reflexionar en la impor-tancia de transformar los ambientes edu-cativos nos permitir iniciar un cambioen la atencin medica dirigida a la rehu-manizacin del actuar cotidiano del mdi-co, aunque esto no ser posible sin unamodernizacin reflexiva de la sociedad en

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    su conjunto, pues como hemos enfatizado,la llamada deshumanizacin de la medici-na, es la prdida de los valores del grupo delos profesionales de la salud (enfermeras,estomatlogos, recepcionistas, tcnicos,trabajadores sociales, etc.) y de la sociedaden su conjunto (industria farmacutica,aseguradoras, asociaciones gremiales), enla cual estn inmiscuidos muchos conflic-tos de intereses.

    El resolver los conflictos de interesessolo ser posible a travs de la reflexinindividual y colectiva que dirija estos inte-reses hacia el bienestar humano y ms

    all de ste hacia el bienestar ecolgico, esnecesario considerar una visin integralholstica, que permita transformar nues-tro pensar en el actuar y nuestro discursoen la accin y la reflexin cotidiana denuestro vivir.

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