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38 UNIVERSIDAD DE MEXICO
H. B,
Dos cuentos encierra n estas páginas:el que les da título y "La noche del inmortal". Ambos coinciden en tener varios planos de tiempo y dos líneas paralelas de acción, paralelas y, en ciertomodo, equivalentes: en ambos se filtranhilos de la antjgüedad griega, iluminan-
('o r¡ l/e espero del71vstra r es q l/e la identidad entre las afumaclOnes slgl1lflcatlvas y las verificables no es completamente satisfactoria, pem si constituye '1111.
fJrofiláctico útil para impedir desvaríosfilosóficos. El problema del ongen temporal del universo-por ejemplo- es unproblema de significado, antes de quellegue a ser 1111. problema que la cienciapueda decidá. Y concluye: No se puede!wcer una afirmación verificable de qued universo tiene o 110 1Ina edad infinita-admirémonos del término, y parangonémoslo con los otros términos de lausual jerga científica: "verificable","afirmaciones", "utilidad" ... -. Todavia podemos creer que hay una diferencia ent1'e estas a.firmaciones, pero la. diferencia es de tal natuTO.leza que no estáal alcance de la ciencia dete'rminarla, nijamás lo estará. El Dr. Davies (Inglaterra), por su parte, dice: La edad del1/ n iverso es un concepto cuya validez depende de la aplicabilidad de la escala detiempo de la fisica de laboratorio al universo . .. Toda hipótesis, por muy fehacientemente que sea confirmada, puedecarecer de validez lógica . .. Una teoriacien lífica sólo tiene validez cuando estimula a 'realizar mayores investigadol/es que puedan refutarla, ..
\i\T ILLlAM ASHWORTH, B¡'eve historia dela economia internacional (1850-1950).Fondo de Cultura Económica, México, 1958, 273 pp.
Fruto de un trabajo colectivo de traductores (Seminario del Curso de traducción de inglés para economistas ysociólogos, dirigido por el Dr. ManuelSánchez Sarta en el Fondo de CulturaEconómica) es este libro inusitadamente ameno, cuyo autor a más de un espíritu penetrante y de una clara críticaobjetiva posee una "ferviente pasiónimaginativa", cosa rara de hallar entrehistoriadores de la economía. Así, a conocimientos especializados, ocupados enla materia específica económica, añadetambién la posibilidad de ensanchar lacomprensión internacional de la experiencia social, ya que toma en cuentatambién elementos diplomáticos, militares, culturales e intelectuales en general.Con este modo de presentación innovador, que va en contra de las modalidadescorrien tes en esta clase de trabajos, sibien no se logra desarrollar-o emplearun sistema económico teórico (¿podríaexistir alguno en relación a la historiaeconómica del mundo entero, dados losrecursos que tiene hoy el historiador tanlimitados, tan particularizados, tan incompletos, tan regionalizados ...?), sí-en cambio- consigue aportar generalizaciones descriptivas que, en su limitación, logran algunas explicaciones delproceso histórico económico 1850-1950,cuya total comprensión podrá "realizarse en el transcurso del presente siglo".
H. B.
JOSÉ FERRATER MORA, Ortega y Gasset.Etapas de una filosofía, Barcelona,Editorial Seix Barral, S. A., 1958, ] 45pp.
El libro se divide en cuatro capítulos,el primero de los cuales es una introducción muy clara a los restantes. Elmétodo empleado, nos anticipa el autor,
_es el método biográfico, pero, claro está,el' método este tiene un sentido bienespecial a la luz de la doctrina que élexpone: no se atiene a una lnera enUlneración de hechos ordenados en formacronológica, sino que parte del supuestode una estructura sistemática que poseenla vida humana y la actividad que éstaejerce.
Este método biogdfico ha hecho veren Ortega tres etapas distintas del filosofar del maestro, explicadas en los capítulos lI, III Y IV, Y a las que llamaFerrater "Objetivismo", "Perspectivismo" y "Raciovitalismo", respectivamente. El último capítulo se divide, a suvez, en cinco partes que son: a) El concepto de razón vital; ?) La doctri?a delhombre; c) La doctnna de la SOCIedad;d) La idea de la filosofía y e) La ideadel ser. Sigue a esto una bibliografíano muy extensa pero hábilmente seleccionada, pues Ferrater es experto consumado en bibliografías filosóficas: cuatro ediciones del erudito Diccionario defilosofia han hecho de él el primer bibliógrafo filosófico en nuestra lengua.
Ferrater ha señalado varias dificultades en la enorme obra de Ortega y Gasset. Citemos aquí algunas: 1) La teoríade los conceptos (pp. 55-56); 2) Laafirmación de que la vida humana esradicalmente problemática, por un lado, y de que esa misma vida está hechade creencias, por otro (pp. 89-90); Y 3) :el conflicto entre historicismo puro y lateoría de la razón vital (pp. 93-94).Nuestro autor, sin embargo, se afana encomprender estas dificultades y hastapropone fórmulas muy personales que,según él, serían una interpretación auténtica y desapasionada del verdaderopensamiento orteguiano, ya cuando ésteparece naufragar en antinomias, yacuando los textos inducen al desconcierto.
No se plantea Ferrater el problemaya viejo, aunque siempre pueril, de siOrtega es o no filósofo. Su libro parte delsupuesto evidente de que lo es y constituye, con su sola existencia, un homenaje al pensador. En la página 22 l~~mos
esta afirmación que revela la eqUIlIbrada posición del autor frente al maestro:"Ortega es probablemente más originalde lo que sus detractores proclaman, yalgo menos original de lo que sus entusiastas escoliastas predican ..."
Los méritos del libro de Ferrater sonla lucidez, la sencillez y la rigurosa precisión. Es su libro, como debía esperarse, obra de una mente madura, largamente ejercitada en la dificilísima tareade presentar en apretadas síntesis, conlas cualidades apuntadas, las idells dequi'enes hacen del idear una misión yuna pasión.
E. C.
H. R. A.
con timbres nuevos (novedosos) y ataque temas de mayor inmediatez, o demayor resonancia. (¿Será de poca resonancia el tema bifronte de la inmortalidad?)
do y dando sentido a historias ~ontel1l
podne~s que, a. su vez, retroactl\'~n.H:i1
te, hacen lo mismo con las pretcn tas;paralelismo y juego d~ espejos.. ,
Ambos cuentos tienen un ll1equlvaco, voluntario <lspecto de ejercicios literarios, esto es, de piezas escritas COH
u na primordial preocu pación estética.La valiosa preocupación literaria de
Pacheco se hace presente, ante todo, enla prosa: cuidada, bien sonante, extra·ordinariamente 1i m p i a, labr<lda conamor y h{lbil minucia, llena de adjetivos aguzados, inteligentes y a menudoflamantes.
Como virtud mayor, ::tmbos cuentostienen una estructura ingeniosa y capaz,de complicado mecanismo, sorpresiva yeficazmente montado. lVIás lograda "LaNoche del inmortal" coincide con "Lasangre de Medusa" en la armazón doble, en el correr simultáneo de dos historias independientes que, a pesar delos tiempos, son la misma, con diferencias que consisten en el grado de atro·cidad.
A través de un manuscrito azarosamente conservado, la acción de Eróstrato, el incendiario de Efeso, viene a determinar y a repercutir en la de GabriloPríncip, el asesino de Sarajevo. Logranasí los dos una inmortalidad absurda ein (ame, con los mismos colores del actocometido.
Perseo en su palacio, y un oscuro uxoricida contemporáneo en su raquíticomundo, ven decaer y languidecer susenvolturas mortales; dueños de una fugaz liberación por la violencia ¿heroica?, decaen en dos encierros que sonrealmente el mismo; triunfan de laGorgona, pero no de la irrevocable mortalidad.
Con lo anterior, res;1lta la estructuraelel cuaderno, su significativa simetría:ambas historias son e! anverso y el reverso ele una misma moneda: el ansiade perpetuación individual, el anhelode la inmortalidad. Y tema tan evasivoy vasto est.l alcanzado y expresado congusto, claridad, ingenio; incluso podríamos decir que con fuerza en "La Noche de! inmortal".
Quienes gustan de hallar influenciasy antecedentes, no tendr.ín que buscarmucho para mencionar a Borges. Lasombra del argentino se hace presenteen el cuaderno, tanto como en la obrade veintitantos nuevos cuentistas mexicanos. Ahora, ¿importa esto? Para unaobra en sí misma, siempre un mundoaislado y completo, importa solament~
el mecanismo de su propio universo, enrazón ele sí mismo. Su eventual contacto con otros universos aislados, con otrasobras literarias, viene a ser dato informativo solamente. En cambio, para juzgal- al autor, y sus méritos como creadoren potencia, es importante.
¿Puede Pacheco crear concepcionespropias, reflejos personales de! mundoque personalmente lo rodea? Si se mencionan sus influencias, debe mencionarse también su edad: 19 años. Y debecompadrsele con nuestros flamantesveintitantos cuentistas de imaginación,cuya s edades osci lan todas en tre los 25y los 40. Pacheco sale ganando muchocon la comparasión; su estilo, su sentido de estructura, su intuición de trascendencias, parecen mayores. Y es decreer que acumul<lndo experiencias (lectura, conocimiento de gente, incidentespersonales) vendrá a determinarse quesu magnífico instrumento verbal suene
sau<JTe deb
Unicornio,.JOSj~ EMILIO PACHECO, La
¡VIedusa. Cuadernos del18. México, 1959.