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31 El sindicalismo ante los cambios en el mercado de trabajo y en la composición de la clase trabajadora Eduardo Rojo Torrecilla (*) «-‘‘‘2 Introducción Las convulsiones sociales derivadas de la crisis económica de la década de los setenta y primera mitad de los ochenta, con sus secuelas de precari- zación laboral y pérdidas de derechos sociales adquiridos en años anteriores por los trabajado- res. requiere analizar en profundidad los cam- bios que se están generando desde hace vanos años en el modelo de relaciones laborales. Las fuerzas sociales representativas de los intereses de los trabajadores deben cuestionarse si es posi- ble seguir manteniendo una cultura rigida de de- fensa de lo existente, o —tratando en especial de incorporar nuevas demandas, cuantitativas y cualitativas, de los jóvenes y las mujeres que se incorporan al mundo laboral— formular nuevos planteamientos que miren hacia un futuro cada vez más cercano y traten de influir sobre el mis- mo, de diseñarlo y construirlo. Es necesana. a mi parecer, una política sindical que haga del em- pico. la redistribución del trabajo ysu humaníxa- ción su eje central. Nuestras sociedades no tienen cubiertas mu- chas de sus necesidades básicas, pero paradójica- mente no utilizan las potencialidades creativas y creadoras de un importante porcentaje de su po- blación —desempleada o inactiva—. Pienso que una política que tienda a la generación de nuevos empleos y ocupaciones es un objetivo prioritario en la actualidad, en la búsqueda de un modelo de sociedad más participativo, democrático y solida- rio. donde cl pleno ejercicio de los derechos sea real porque las normas que los recogen tengan un efectivo desarrollo. Más en concreto, y por lo que respecta a España, se trata de evitar que se consolide un proceso de dualización. tal como puso de manifiesto el Comité Económico y So- cial (CES) de las Comunidades Europeas el mes de abril de 1989 en su informe sobre la situación económica y social en nuestro país. Para el CES. preocupa lo que parece un avancc hacia la duali- zación de la so~-iedad española que Lis crisis y formas que ha adoptado su recuperación se han encargado de profundizar. Mientras que un colectivo importante de la sociedad se ve abocado a la marginación y una parte no menos importante y creciente se enírenta a empleos más precarios o nts tiene grandes esperanzas de mejorar sus etíndiciones dc vida. se observa un in- cremento espectacular dc determinadas rentas, que han propiciado el auge de los mercados especulativos. nmohiliarios y bursátiles, y comportamientos el, una estrecha Iranja —pero influyente—de la sociedad ha- Eduardo Rojo Torrecilla. Upto. Derecho del Trabajo y Seguridad Sociat Univ Barcelona. Barcelona Política y Sociedad) ( 1990t Madrid 1 pp. 31-44>

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El sindicalismoante los cambiosen el mercado de trabajoy en la composiciónde la clase trabajadora

EduardoRojo Torrecilla (*)

«-‘‘‘2

Introducción

Lasconvulsionessocialesderivadasde la crisiseconómicade la décadade los setentay primeramitaddelosochenta,con sussecuelasdeprecari-zación laboral y pérdidasde derechossocialesadquiridosen añosanteriorespor los trabajado-res. requiereanalizar en profundidad los cam-bios que se estángenerandodesdehacevanosañosen el modelo de relacioneslaborales.Lasfuerzassocialesrepresentativasde los interesesde los trabajadoresdebencuestionarsesi esposi-ble seguirmanteniendounaculturarigida de de-fensade lo existente,o —tratandoen especialdeincorporar nuevas demandas,cuantitativasycualitativas,de los jóvenesy las mujeresque seincorporanal mundolaboral— formularnuevosplanteamientosque miren hacia un futuro cadavezmás cercanoy tratende influir sobreel mis-mo,dediseñarloy construirlo.Es necesana.a miparecer,una política sindical que hagadel em-pico. la redistribucióndel trabajoysuhumaníxa-ción su eje central.

Nuestrassociedadesno tienen cubiertas mu-chasdesusnecesidadesbásicas,peroparadójica-menteno utilizan las potencialidadescreativasycreadorasdeun importanteporcentajede su po-blación —desempleadao inactiva—. Piensoqueunapolítica quetiendaa la generaciónde nuevosempleosy ocupacioneses un objetivoprioritarioen la actualidad,en la búsquedade un modelodesociedadmásparticipativo,democráticoy solida-rio. dondecl pleno ejercicio de los derechosseareal porque las normasque los recogentenganun efectivo desarrollo.Más en concreto,y por loque respectaa España,se trata de evitar que seconsolide un procesode dualización. tal comopusode manifiestoel Comité Económicoy So-cial (CES) de las ComunidadesEuropeasel mesde abril de 1989 en su informesobrela situacióneconómicay social en nuestropaís.Parael CES.

preocupa lo que parece un avancc hacia la duali-zación de la so~-iedad española que Lis crisis y formasque ha adoptado su recuperación se han encargado deprofundizar. Mientras que un colectivo importante dela sociedad se ve abocado a la marginación y unaparte no menos importante y creciente se enírenta aempleos más precarios o nts tiene grandes esperanzasde mejorar sus etíndiciones dc vida. se observa un in-cremento espectacular dc determinadas rentas, quehan propiciado el auge de los mercados especulativos.nmohiliarios y bursátiles, y comportamientos el, una

estrecha Iranja —pero influyente—de la sociedad ha-

Eduardo Rojo Torrecilla. Upto. Derecho del Trabajo y Seguridad Sociat Univ Barcelona. BarcelonaPolítica y Sociedad) ( 1990t Madrid 1 pp. 31-44>

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sados en la ostentación de las nuevas riquezas obteni-das,,

Es oportuno,en consecuencia,reflexionarso-bre esta problemática,y más en nuestro pais.dondela realidadsindical actual (con el incre-mentode afiliación, en un númerocercanoa los125.000trabajadoresen los últimos meses)per-mite contemplarcon un cierto optimismoel fu-turo por lo querespectaa lascondicionesde viday del trabajode todoslos trabajadores.

A tal efecto,voy a examinaren primerlugar losrasgosmásrelevantesde la situaciónsocial y eco-nómica,y cómoincide en la realidadsindical engeneraly en la españolaen panicular.l3edicaréacontinuaciónun apartadoespecíficoal análisisdelas relacionesentrelos jóvenesy lasorganiza-cionessindicales,por entenderquees en la capa-cidadde los sindicatosparasaberintegrara losque accedenal mercado laboral —con nuevasdemandasy valores—dondeaquéllosse jueganuna parteimportantede su futuro. Finalmente,formularéalgunaspropuestasquepermitirían,ami entender,el avancede las posicionesde lostrabajadoresy sus organizaciones,en esa largalucha que iniciaron hace casi dos siglos paratransformary superarun modelo económicoysocial profundamenteinjusto.

Conviene recordarque las transformacionessociales no se han producido nunca de formainstantánea,y comprobarcómo reivindicacionesqueen su momentoparecieronutópicas,o suma-mentecostosasdesdela ópticaempresarial,hanido siendopaulatinamenteincorporadasa las le-gislacionesde los distintos paisesdesarrollados.Con estaperspectiva,cabeseguirapostandopornuevoscambiosen el mundo laboral.

1. La realidad económicay social de la década

de los ochenta

- Rasgosgenerales

A) Se ha operado un cambio sensible decomposiciónen la clasetrabajadoradurantelosúltimos veinte años,con la incorporaciónCre-ciente al mercado laboral de los jóvenesy lasmujeres—en panicular,de aquellasqueserein-corporana la vida activay a la actividad laboraltrasun periodomáso menosimportantede mac-

tividad por razón del cuidadode los hijos—: escadavez más importanteel númerode trabaja-doresocupadosen el sectorterciario,y la estadí-sticacomunitarianosindica quecercadel 60% deJa poblaciónocupadasc encuentraya en dichosector:de otra parte, las penosascondicionesdevida y laboralesen numerosospaisesafricanosyasiáticosprovocaqueun importantenúmerodeciudadanosprocedentesde los mismospretendaaccederal mercadolaboral,encontrándosecadavez más con mayoresreticencias,al tiempo quese producencrecientesy preocupantessituacio-nes de xenofobia, utilizadas políticamenteporlos sectoresmás radicales(véase,como ejemplo.el ascensoelectoralen las últimas eleccionesdela ultradereehafrancesay alemana).

B) La cohesióny consolidaciónde la Europasocial sólo será posiblesi se adoptana tiemporespuestasimaginativas y adecuadaspara en-frentarsea losproblemasen materiade empleoybienestarsocial, que han aparecidoduranteladécadaque termina, y que corren el riesgo deacrecentarseen añosvenideros.Importanteses-tudioscomunitarios—y puedeconsultarsecomocl más significativo el elaboradopor la propiaCEEsobreel empleoen Europa.publicadoel pa-sadoaño 2 han puestorecientementeal descu-bierto las grandestendenciasde futuro en el ám-bito de la Europade los doce:

a) Cambiosen los modelosindustrial y tec-nológico.

b) Preocupacióncrecientepor los niveles deinflación y los equilibrios presupuestariosentrelos Estadosmiembros.

e) El mayorpesodel sectorserviciosy del nú-merode trabajadoresocupadosa tiempoparcialy/o con contratosde duracióndeterminada.

d) Vii desfaseimportanteentrela proporciónde la poblaciónen edadde trabajary queactual-menteocupa un empleo en la comunidad,conrespectoa otros Estadoscon un nivel de desarro-lío comparable,como EE.UU..Japóny otrospai-seseuropeosno comunitarios(60% frenteal 70%).

e) Paulatinoincrementodel númerodc tra-bajadoresque alcanzaránla edadde jubilaciónen la décadade los noventa,hastasuperara me-diadosde la mismael númerode aquellosqueseIncorporen al mercado laboral, con las consi-guientesrepercusionessobreel mercadode tra-bajo y las políticassociales.

1) Los sectoresque másempleogeneraránenun próximo futuro serán,previsiblemente,los deserviciosindustrialesy financieros.el turismo, el

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ocio y la salud.Al mismo tiempo, se dará unapreponderanciaprogresiva de la demanda decompetenciasvinculadascon la inteligencia, laorganizacióny las comunicaciones.

g) En suma,y si atendemosal Informe Lind-ley, los rasgosesencialesde la evolución cualita-tiva del mercadode trabajoen la CEE serán:

— la búsquedade la polivalencia;— la elevacióngeneralizadadel nivel decono-

cimientosy de categoriasprofesionales:— el equilibrio entrelos conocimientosadqui-

ridos y la experienciaprofesional:— la capacidadde adaptacióny flexibilidad.

C) La hegemoníacultural e ideológica enbuenapartede los paiseseuropeosdel discursoneo-liberaly la defensadel individualismo inso-lidario. ha colocadoa los trabajadoresy a susor-ganizacionesen una posición defensiva,de laque necesitansalir si quieren ponercoto a lasmismas.Son preocupantes,en particular, los si-guientesaspectos:

a) El descensodel número de trabajadoresafiliadosa los sindicatosen la mayorpartede lospaisescomunitarios.En diez años,lossindicatosbritánicoshanvisto descenderenmásdedosmi-llones el númerodc sus -afiliados: en Francia,aún y con la presenciade un gobiernosocialista,se produce un descensode cinco puntos en latasade afiliación —siendo especialmentesigni-ficativala pérdidapor partede la ConfederaciónGeneral de Trabajadores(CGT) de más de900000 afiliados en la décadaque va de 1977 a1987—: la política del gobiernodemócrata-cris-tiano de la República Federalde Alemania.enfin, obliga a los sindicatosa un vigorosoesfuerzopara evitar el descensodel númerode susafilia-dos, ante los riesgos de una mayor precariedaden el mercadolaboral.

Ahorabien, tambiénhay signosde esperanza.Se mantienemuy elevadala tasade sindicaciónen lospaísesnórdicos(cercade un 80%), demos-trándoseque unasorganizacionessindicalespo-tentespuedencontribuirsobremaneraal poderioeconómicode un país;se incrementala afilia-ción en España—como he indicado antes— alhilo de los conflictoshabidosduranteel pasadoaño,y en especiala partir de la huelgadel 14 dediciembrede 1988,como claroejemplodequelaunidadde acciónentrefuerzassindicalesescon-templadamuy positivamentepor el conjuntodela clasetrabajadora.

b) En los últimos años,se ha puestoen tela

dejuicio un principio básicodel movimientosin-dical y de todoslos trabajadores.cual es el de laestabilidaden el empleo:ello seha producidoatravés del importante número de trabajadoresdesempleados.de unaparte,y del augede la con-tratacióntemporal.de otra.

Al finalizar el mes de mayo dc ¡989, las esta-dísticascomunitariasregistraban14.300.000des-empleados.un 9.3 % de la población activa: el50% de los mismos eran desempleadosde largaduración (es decir, quebuscabanempleodesdehacemásde docemeses):los jóvenesmenoresdeveinticinco añossignificabanel 20% dcl paroto-tal. y las mujeres52,3%.

Dc otra parte.en el mareode los cambiosacae-cidosen laspolíticasocupacionalesse asistea unincrementode las modalidadescontractualesdi-ferentesde la clásica, cual era el contrato portiempo indefinido. En efecto, se desarrolla lacontratacióntemporal—quesuponeel 9% de loscontratos,según datos recogidosen la encuestarealizadapor la Comisiónde la CEE a comien-zos de 1989.entretrabajadoresy empresariosdela industriay el comercio—,el trabajoa domici-lio y el trabajoa tiempo parcial (quesuponeel15% del empleo global de la Comunidad,congrandesdiferenciaspor paises,quevan desdeci2% en Grecia al 27% en los PaísesBajos): en lospropios documentoscomunitariosse ponen derelieve los numerososproblemasqueestáplan-teandoeste augedel «empleoatipico»: trabajopococualificado.bajo nivel salarial,escasaspo-sibilidades de formación, mínima proteccióncontra el despido,escasarepresentaciónen lasinstanciasde participaciónen la empresay mí-nima coberturasocial.

Las fluctuacionesde la produccióny la necesi-dad de adecuaríaa las demandasdel mercado.estánen el centrode los argumentosempresaria-les quedemandanunamayor flexibilidad de en-tradaen el mercadodc trabajo. Esa mayor flexi-bilidad tiene unas repercusionesdirectas sobrelos trabajadoresy las condicionesen queprestansu trabajo: aquellosque esténcontratadostem-poralmentetendrántendenciaa aceptarcondi-cionesde trabajo más desfavorablesque las desuscompañeroscon empleo fijo. se encontraránen situacióndedesigualdaden materiadeforma-ción y promoción profesional.e incrementaránsu productividaden razón de la amenazacons-tante que pesasobre su empleo.Los datosesta-dísticospermitirán. en fin, alardearde creaciónde empleo,perono de mejorade condicionesla-

borales,y mucho menosde condicionesde vidade una buenapartede la población.

En toda Europa.y Españano es una excep-ción,el riesgode «acostumbrarse»aconvivir conelevadastasasde paroy precariedadlaboral hasido oportunamentedenunciadopor las organi-zacionessindicales,avisandosobrelo que ellosupondria—y de hechoya estásuponiendo—so-bre la desarticulacióndel tejido social. Asimis-mo.en la encuestamencionadacon anterioridadse pone también de relieve que la ausenciadecualificación profesionalaumentael riesgo dequedarexcluido del mercadolaboral: el 54% delos paradosno tenía ningún tipo de formaciónprofesional.lo queocurríaparael 30%de las per-sonascon empleo.

O) El procesocrecientede internacionaliza-ción de la producciónasí como de su financia-ción antela libre circulaciónde capitalesque scva expandiendopor todos los países,requiererespuestasquedesbordanlas fronterasnaciona-les y también las comunitarias. El procesodeinternacionalizacióndela economíasepusodemanifiestocon la crisisde las BolsasInternacio-nalesen octubrede 1987; pero,paradójicamente,podemoscomprobarque las basesde la econo-mía mundialestánenfermas:la esferafinanciera(la «economíamonetaria») se desarrolla conmuy escasarelacióncon la economíareal: el en-deudamientode algunospaises—en especiallossudamericanos—y sussecuelasescadavezmásimportante,tal como seconstatóen el Informedel ConsejoEconómicoy Social de la ONU so-bre la economíamundialen 1988:en fin, la inter-dependenciade las economíasnacionales escada vez mayor Todo ello, implica que ya nopuedepensarseen construirel bienestarde unapartede la poblacióntrabajadora—la del primermundo—sobrela explotaciónde la otra —la delos paísesdesarrolladoso en vías de desarrollo—.Las dos mitadesdel mundoson interdependien-tes yel desarrollodel Sur,tal comoconstatannu-merososestudiosde la OIT lejosde perjudicaralNorte, constituyeun requisito para su bienestar.Gráficamenteha podido afirmar el ex-cancilleralemány PremioNobel de la PazW. Rrant.en sulibro «Carreraarmamentistay hambre en elmundo»,que«el Norte sólo lograrásobrevívírsídeja que el Sur se independicey viva digna-mente».

2. La realidad ocupacional española

De acuerdoa los datosproporcionadospor laEncuestade PoblaciónActiva (EPA) y por el Mi-nisterio deTrabajoy Seguridadsocial (MTSS).elmercadode trabajoen Españapuededescribirse.a grandesrasgos.de la siguientemanera:

A) Al finalizar 1988. la Población Activa(PA) era de 14.620.500 personas.la PoblaciónOcupada(PO) se situabaen 11.772.700y el nú-merodeparadosalcanzabalos 2.847000.La tasade actividadsesituabaen un 48.9%y seguíades-cendiendolentamentela tasade paro.con res-pectoa períodosanteriores,hastasituarseen un18.5% de la PA. Conviene aquí recordar queEspañaes el paísde la Europacomunitariaconmenorporcentajede PA, en especialFemenina,yquepresentael indice másbajo de POrespectoaPA. debidoa la alta tasade desempleo.

En los últimos años,y másconcretamentedes-dccl segundotrimestrede 1985.destacasobrema-nera el incrementode la PA femeninahastaal-canzar la cifra de cinco millones, que implicóque la tasade actividadde las trabajadorasal-canzarael 32,7%en el tercertrimestrede 1989.altiempo que la tasade actividadmasculinaman-teníasudescensoininterrumpidodesdeel pnncí-pio de la década,hastasituarsesólo unasdéci-maspor encimadel 66%. Destaca,sin dudapor lainfluenciade las medidascontractualespuestasen marchaa partirdc 1985, la elevadatasade ac-tividad de los jóvenes de veinte a veinticuatroaños,quesesitúa alrededordcl 69%.

B) Los datos Facilitadospor la EPA, corres-pondientesal Tercertrimestrede 1989, refuerzanlas tendenciasapuntadasen los expuestosconanterioridad.Me interesaríadestacarde los mis-moslos siguienteselementos:

a) La poblaciónasalariadasupera los nuevemillones.y la poblaciónocupadaalcanzaya losdocemillonesy medio.lo quesuponequela tasade actividadsobrepaseel 49%.

b) El desempleosesitúaen 2.468.400trabaja-dores,lo quesuponeel l6.5%de la poblaciónac-tiva. El parocontinúa«feminizándose».y el datode la provinciade Barcelona.correspondientealmesdediciembrede l989esdel todopuntosigni-ficativo: en lasOficinasdc Empleoestabanregis-tradosun total de 229.355 desempleados,de losquesólo un 6.6l% eranvarones,mientrasque el2l.37% (o lo que es lo mismo. 148.223personas)eran trabajadorasen situaciónde paro ~.

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e) Siguecreciendolentamentela tasade asa-larización dc la PO, que sesitúa en un 72%, sibien se encuentranuevepuntospor debajodelpromedioexistenteen el restodepaisescomuni-tarios.

d) La PO en el sectorserviciossuponeya el54,2%, habiendoexperimentadoun incrementoporcentualde doce puntos desdeel año 1977,mientrasquelos porcentajesen la agricultura,in-dustriay construcciónsondel 13.1,23.7.y 9%,res-pectivamente.

C) La reformade la Ley 8/1980de lUde mar-zodel Estatutode los Trabajadores,operadaporla Ley 32/1984de 2 deagostoy los RealesDecre-tos quela desarrollaron,introdujo ampliasdosisde flexibilidad por lo que respectaa la posibleutilización de modalidadescontractualesde du-racióndeterminada,ya setratarano no demedi-das de fomento del empleo.Ello quedaplena-mente reflejadoen los siguientesdatos:

a) Desdeel segundotrimestre de 1987 —apartir dela reformadela EPA— al cuartotrimes-tre de 1988.el porcentajedepoblaciónasalariadacon contrato temporal pasade un 15,6% a un25.1%; paralelamente,retrocedeel porcentajedetrabajadorescon contrato fijo, desdeel 84.2 al74,8%. Los datosde la EPA conocidosdel tercertrimestredc 1989.permitenafirmarquesigue iii-

crementándosela contratacióntemporal: de los232.400 empleos creadosdurante este período.¡74.600fueron temporalesy35lOOdccarácterin-definido, lo que suponeque en la actualidadel27%delos trabajadoresespañolesestáncontrata-dos al amparode algunamodalidadcontractualde duracióndeterminada.

b) Con datosdel Instituto Nacional de Em-pleo (INEM) correspondientesal cuarto trimes-trede 1988.puedeobservarsequemásdel 70% delos contratosde fomento del empleotienen unaduraciónigual o inferior a seis meses—y no seolvide quelos contratostemporalescoyunturalestienen esaduración mínima por imperativo le-gal—. En particular,destacaquela duraciónini-cial delos contratosde formación no superalosseis meses,en un 88,2%de los mismos,y queenlos contratosen prácticaseseporcentajees del76,4%.Un estudiorealizadopor el GabineteTéc-nico de la CS de CCOO,sobrela evoluciónterri-tonaldel empleoasalariadodesdeel segundotri-mestrede 1987 alprimerodc 1989pusode niani-tiestoqueel índice de temporalidaden la contra-taciónera superioral 30% en variasComunida-des Autónomas: Andalucía (35.9%). Canarias

(34%), Murcia (33,1%).Castilla la Mancha(32,3%>y Extremadura(30.9%) ~.

O) Los datosque acabode exponerhan lla-mado poderosamentela atencióndel CESde laCEE, queen su Informe del pasadomesde abrilsobrela evolución de la situacióneconómicaysocial en Españaalertó sobrelos peligros quepuedenimplicar:

«Se necesitaría un tnejor conocimiento de los aspec-tos concernientes a esta forma de empleo. ya que si seafianzase la tendencia que se observa en los últimosaños, y si estos empleos temporales no llegaran a verseconvertidos en empleos fijos, se llegaria en 1993 a lahipotética situación en la que en torno al 441% de la po-blación asalariada tendria un contrato eventual. Seriaéste un modelo económico y social que nos alejariaconsiderablemente del existente en tos paises de laComunidad. y que acompañado de otros desequili-brios,. llevaría a una preocupante situación social. Unmodele,. ademós, que si para los trabajadores implicauna degradación de sus condiciones laborales, paralas empresas constituiría a medio plazo un procesoque pondría dificultades al catnino.hacia una mejorpreparación y competitividad de la mano de obra.comprometiendo avances futuros en productividad.»

E) Los problemasderivadosdc la multiplici-dad de modalidadesde contratación y lo queello significa para el desarrollode la actividadsindical en las empresasy en los centrosde tra-bajo. no puedehacernosolvidar quela políticade contrataciónno esunapiezaaisladadentrodela política económicaglobal de la empresa.sinoque por el contrario forma parteplenamentedela misma —y, como es obvio, tambiénva estre-chamenterelacionadaconla política tecnológicaque aquélla adopte—. En consecuencia,parecepoco acertadodiscutir de manerafragmentariasobrela mayoro menorutilización de las diver-sasmodalidadesde contratación-Yme pareceríamásconsecuenteintentarla negociaciónsobrelapolítica económicaglobal de la empresay sobresupolítica tecnológica,y a partir de ahi incidir enla estructurade la contratación.Todoello. unidoa un importanteesfuerzonegociadoren materiade introduccióndel derechode formación conti-nua remuneradaa imageny semejanzade la re-gulación existente en otros paíseseuropeos.eigualmenteen línea con las ResolucionesdelParlamentoEuropeoy las Decisionesadoptadaspor la Comunidad.

Entiendo que éstaseria la vía más adecuada—sindescartaren modoalgunootras,talescomolas propuestasen la primerapartede la Propues-ta Sindical Prioritaria— 6, paratratarde evitarlacrecienteprecarizaciónde las relaciones(le tra-

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bajo quese estáoperandoen España.y como lasorganizacionessindicalespodríanlograrunain-fluencia real en la marchade la empresa.y deretruequeun mayorprestigioentreel conjuntodclos trabajadores.

No puedeolvidarse.con todo, que la actualrealidadjurídica en materiade contrataciónla-boral supone,si se me permite la expresión,ellanzamientode un torpedoqueimpactade plenoen la línea de flotación sindical y contribuye, atravésde un lento peropersistentegoteo,al debi-litamientodc los sindicatos.Porello, me parecenacertadaslas propuestascontenidasen el Acuer-do InterconfederalUGT-CC.OO. para la nego-ciacióncolectivaen 1990 dequelos empleosesta-bles pasena serocupadospor trabajadoresconcontratode trabajode duraciónindefinida,y quelos convenios establezcantopes conceptualesmáximosal númerode trabajadorescontratadostemporalmentecon respectoa los fijos, y en-tiendo que la negociaciónsectorial seríael ám-bito negociadoradecuadoparatratar de estable-cer taleslímites.

II. Problemáticadel sindicalismoespañol

1. El sindicalismoespañoltiene másaudien-cia quepresencia.como se demuestraen la im-portante participación de los trabajadoresenconflictos laborales—paradigmáticaal respectoseria la huelga general del ¡4 de diciembrede1988— y en el elevadoporcentajede votantesenlos procesoselectoralesparaelegir representan-tes en los centrosde trabajo—en la última con-sulta electoral,celebradaparalos asalariadosenlosmesesde octubrea diciembrede 1986y entrenoviembrey diciembrede 1987 para los funcio-nariosde las distintasAdministraciones,se situóentreun 75 y un 80%—. Mientrastanto,el indicede afiliación no superaen la hipótesismásopti-mistael 15-17%de la poblaciónactiva asalariada.semejanteal de Franciay sensiblementeinferioral deotrospaíseseuropeoscomo sedesprendedelos siguientes datos: Reino Unido, 40%; Dina-marca,70%; Bélgica. 70%: RepúblicaFederaldeAlemania,42%. Italia. 46% ‘.

2. El alto índicede desempleo,quese situabaal finalizar 1989 en un 17% de la poblaciónac-tiva, y la precarizaciónde las relacionesde tra-bajo a travésde la utilizaciónpor parteempresa-

rial de las numerosasmodalidadesde contrata-ción de duracióndeterminadaprevistasen el or-denamientojurídico-laboralespañol.debilitan almovimiento sindical, al que le es difícil llegar alos jóvenessin trabajo,a los trabajadoresen paroy a los colectivosprecarioso en situaciónde irre-gularidadlaboral.

Ahorabien, la realidadespañolano es muydi-ferente de los restantespaíseseuropeos,dondelos sindicatosencuentranlos mismoso similaresproblemas.En Francia.alrededorde un 20% detrabajadoresno dispone de un empleo normal—entendiendopor tal el detiempo plenoy dura-ción indefinida—, habiendodescendidoel nú-mero de trabajadorescon contratofijo en cuatroaños (1982-1986) en 900.000: en Inglaterra. el19.1%de la poblaciónactivatrabajabaya a tiem-po parcial en 1983.y en la RFA el 32%dcl trabajofemeninose concentrabaen 1986 bajo estamo-dalidad contractual.El VI Congresode la Con-federaciónEuropeade Sindicatos(CES), cele-bradoen Estocolmodcl 9 al 13 de mayo de 1988.constatóque buenapartede los nuevosempleoscreadosenlos últimos añoshansidode bajacua-lificación. mal remunerados,y ocupadospor tra-bajadorescon contratostemporales.y exigió quese garantizara.bien por vía legal,bien por la ne-gociacióncolectiva,la protecciónde los derechosde todos los trabajadores.y en todos los secto-res

3. Las estructurasde formación,discusiónydebatede las organizacionessindicalesno sonaún lo suficientementepotentescomoparapoderinfluir en la sociedada travésde lo que podría-mos denominar«cultura sindical propia»: contodo, el desarrolloy consolidaciónde las publi-cacionessindicales(GacetaSindical.de la CSdeCCOO.Claridadde UGT: El Proyecto.de USO).así comola potenciaciónde sus Escuelasde For-mación (ej. Escuela Julián Besteiro. de UGT:UniversidadSindical dc USO) y de los foros dedebate(ej.: FundaciónPrimero de Mayo. de laCS. de CCOO. Instituto Sindical de EstudiosdcUGT). estácontribuyendopositivamenteen la vi-sión quela sociedadespañolatienede lasorgani-zacionessindicales.En el ámbito internacional.no es por casualidadqueen el VI Congresode laCES,y tambiénen el de la ConfederaciónInter-nacional de OrganizacionesSindicales Libres(CIOSL) celebradoen Australiael mesde marzode 1988,sc pusierade manifiestoqueuna de lasactividadessindicalesmás importantesdebeserla dehacerllegara susafiliados tina información

El sindical¡smo ante los cambios en el mercado de trabajo... 37

completay rigurosa, a fin de quepuedanobraren todo momentocon pleno conocimiento decausa,y que es necesariomejorar los canalesenlos mediosdecomunicación,o bien crearmediosinformativospropios,paracontrarrestarla infor-mación antisindical ~.

De la mano de lo anterior,debedarsela im-portanciadebidaa la formación sindical,enten-didaéstaen un sentidoamplio como un mejorymásprofundoconocimientode la realidadlabo-ral, económica,cultural y social que nos circun-da. La correctarespuestaa partede muchosdelos problemasplanteadosestoy convencidoquepodrádarsea partir de la asunciónpor lossindi-catosquela formación humanay sindical de susafiliados,y de los trabajadoresen general.es lainversión más rentablea medio y largo plazo.

4. La división ideológicaentre las organiza-cionessindicalesmásrepresentativasfue un fac-tor quecontribuyódurantebastantesañosen Es-pañade maneranegativaen las tasasdesindica-cion. Sin que la misma haya desaparecido,locierto es quedesdelos primerosmesesde1988ta-les organizacioneshan dado pasos aceleradosparaacercarsusplanteamientosen todoaquelloque respondaa la defensay profundizacióndelos interesesde los trabajadores,procurandode-jar de lado todosaquelloselementosque pudie-ran enfrentaríaso separarlas.

Esteacercamientono esajeno,a mi parecer,ala potenciaciónde la autonomíasindical con res-pectoa las fuerzaspolíticas;dicha líneade ten-dencia se ha ido abriendopasopaulatinamenteen España,queriendo poner de manifiesto laexistenciade un espaciopropio de actuacióndelos sindicatosy diferenciadodel de los partidospolíticos.La autonomíasindical no quieredecir.como es obvio, queno existanlazoscomunesen-tre algunas fuerzaspolíticas y sindicales.Peroello, si seanaliza la realidadhistóricadel sindi-calismodesdesusorigenesen los comienzosdels. XIX hastala actualidad,parececompletamentelógico, y basteobservarlos ejemplosdelospaísesnórdicos,de Gran Bretañao de la RFA, por po-nersólo algunosejemplossignificativos.A partirde estaconstatación,la afirmación de espaciosdiferenciados—que no contradictorios—paraunosy otros es un reto del presente.y de cuyoéxito dependeráen buenamedidala mayoro me-nor credibilidadqueseles coneedaen el futuroalas organizacionessindicales.

5. Parecenecesariorealizarun debatea fon-do. serenoy sinprejuicios.sobrelaspautascultu-

ralesde los sindicatos,a fin dc analizarsi real-menterepresentana todosaquellostrabajadoresquequiereny pretendenrepresentarEn el planointernacionalse pusode manifiestoen los con-gresosdela CES y CIOSLqueel mayornivel cul-tural y educativodelos trabajadoresen la actua-lidad.con respectoa épocaspasadas,requiereunesfuerzosuplementariopor partedel sindicatoparademostrarlesqueles siguesiendo útil y ne-cesario.Ello, deberíair estrechamentevinculadoal estudiode los cambiosocupacionalesy de lasestructurasproductivasoperadasenla última dé-cada,algunosdecuyosrasgosmásrelevantessonlos siguientes:

A) El decrementode la población ocupadaen el sectorsecundario—según datos del con-gresode la CIOSL,en los paisesindustrializados,el empleoindustrialha pasadodel 36% en 1961 al31% en la actualidad—.Recuérdesequeel sindi-calismo español,y el europeoen general,hantenido susbastionesafiliativos ensectoresindus-trialesquehoy estánsujetosa procesosde recon-versióny quehansufrido losembatesde la crisiseconómica,y quela afiliación en el sectorde losserviciosno ha logradocompensaraúnlas pérdi-dassufridasen el sectorindustrial.

E) La importanciacrecienteque los trabaja-doresdel sectorpúblico estánalcanzandodentrodel conjunto de la poblaciónasalariada—en laactualidadsu númerosesitúa en un porcentajecercanoal 23-24% de la población ocupada—;destacaen especialquecercade 1.4000.000traba-jadores—e incluyo dentro de estevocabloa to-das las personasque trabajan paralas distintasAdministraciones(contratadoslaborales,funcio-narios.etc.)— prestansusservicios en la Admi-nistracióncentral.local,autonómicao institucio-nal. Las eleccionessindicalescelebradasa fina-les de 1987 demostraronque junto al sindica-lismo «clásico»estáfuertementeimplantadoen-tre los funcionariosun modelosindical profesio-nal y corporativo(representadopor la Confede-raciónSindical Independientede Funcionarios).con el quehayquecontarplenamentesi sedeseaexplicarde formacorrectael estadoactualde lasrelacionessindicalesen la Administración.

C) La incorporaciónde la mujer al mundolaboral. y muy en especialde aquellassituadasen la franjade los treintaa cuarentay cinco añosque se reincorporanal mismo tras un periodo -

máso menosprolongadode inactividad.La tasadeactividadfemeninasesituabaal finalizar 1989en un 32.8%, la más elevada alcanzadaen

Españadesdeel año 1974.si bien todavía ochopuntos por debajodel promedio de los paísescomunitarios.

Dado quela mayor partede mujerestrabaja-dorasen Europase encuentranen sectorespococualificados y ocupandoempleosvulnerablesaloscambiostecnológicos.son mássensiblesa lasreduccionesde empleo.Piénseseque.en el ám-bito comunitario.el 70% de las mujeresprestansuactividaden el sectorservicios,y quesuponenel 53% del paro comunitario.

La necesidadde una formaciónprofesionala-decuaday la adopciónde medidaslegalesten-dentesa superaro atenuarla desigualsituaciónsocio-laboralexistenteentretrabajadoresde dis-tinto sexoha sido asumidaen sus reivindicacio-nespor las organizacionessindicalesespañolasyeuropeas,así como tambiénpor los órganosdegobiernocomunitarios.Porsu interés,merececi-tarsela Resolucióndel ParlamentoEuropeodeII de noviembrede 1986, en la que se subrayaquela formación profesionaldebepermitir la a-daptaciónde la mujer activa a los métodosdetrabajonuevosy más modernos,y contribuir aevitarsu relegaciónen sectoresmal retribuidosyque no exigensino bajaso escasascualificacio-nesy quegozandepocaconsideraciónen el mer-cado laboral.

D) El desarrollode la economíasocial,apar-tir del mareonormativo abiertopor la Ley 15/1986de 25 de abril, de SociedadesAnónimasLa-boralesy la Ley 3/1987de 2 de abril, de Coopera-tivas —así como las leyes dictadaspor diversasComunidadesAutónomasen relación a esteúl-timo apartado,por disponer de competenciasparaello—. Buenapartede las empresasqueseconstituyencomo SAL o Cooperativasde Tra-bajo Asociado no respondenal modelocaracte-rístico de la etapaanterior(1980-1986).marcadapor la crisis económica.descapitalizaciónde lasempresasy gravesdificultadesparasu manteni-miento por los trabajadorescuando se hacíancargode ellas: por contra,respondenmásbien aunarealidadproductivacaracterizadapor el sur-gimiento de unidadesproductivas de reducidadimensióny con manodeobraaltamentecualifi-cada,que se acoge a las fórmulas empresarialesde la economíasocial, bien por las importantesayudaseconómicasque puedeobtener,bien porentender—y, obviamente,ello no es incompati-ble con lo anterior— que estemodelo empresa-rial introduceelementosde participacióny soli-daridadentrelos miembrosde la empresaquelo

hacen más recomendablesque las fórmulasso-cietariasclásicas.

En el conjuntodelas empresasdela economíasocial,deberáconjugarsela participaciónsindi-cal con el datode quela mayorparte,o la totali-dad,del capitalsocial de las mismaspertenecealos propios trabajadores:ello implica replantear-se muchosvaloresclásicossobrelos quesebasanlos sindicatos,y entreellos el que su afiliaciónmayoritaria provenga de trabajadoresasalaria-dos que no poseenningúncontrol sobrela pro-piedadaccionarialde la empresa.

6. La existenciade acuerdosinterconfedera-les en el momentopresente.y superadoya unmodelo de concertaciónque.con muchos«cla-roscuros».respondíaa unaetapade crisiseconó-mica y de cierta inestabilidadpolítica, no debecondicionar,a mi entender,la posibilidadde ela-boraracuerdosal másalto nivel en los que,obje-tivamente.puedenestarinteresadostanto las or-ganizacionessindicalescomo las empresariales.Me refiero a posiblesacuerdosen materiade for-mación y reciclajeprofesional,incorporacióndenuevo personalcualificadoa la empresa—y ahilossindicatostendrianmuchoquedecirsi pudie-ran ejercerun control y seguimientoestricto so-bre la formaciónocupacional—,introduccióndenuevastecnologías,con el menorcostesocialpo-sibley fórmulas de composiciónextrajudicialdelos conflictoslaborales,individualesy colectivos.

Entre la opción de apostarpor una políticaeconómicade alto contenidotecnológico,manode obracualificaday salariosdignosy suficien-tes. (rentea otra queapuestaparía preatrizaciófldel empleoy salariosinferiores a la media euro-pca, es obvio que el sindicatoapuestadecidida-mentepor la primera. y también deberíanha-cerlo a mi entendertodasaquellasempresases-pañolasque deseenenfrentarseen igualdaddecondicionesa la competenciaextranjera.Las or-ganizacionessindicalesde los paiseseuropeossejueganmuchotambiénen el empeño;comoafir-tnabacon todaclaridadel SecretarioGeneraldela ConfederaciónGeneralItalianade Trabajado-res (COJL). Bruno Trentin. en la Conferenciapronunciadael pasado17 dcmayo en la Univer-sidad Complutensede Madrid.

«queremos una batalla de competitividad entre lasempresas, incluso de selección entre las empres-as. quese lleva a cabts mediante una competencia de tecnolt>-gia. de política de mercado, de politica de investiga-eton: rio una competencia a través dc la precarizacióodel trahajt sumergido. del trabajo negro, del írabajt>

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El sindicalismo ante los cambios en el mercado de trabajo... 39

por el cual no se paga ninguna cotización st>cial, etcé-terao ‘>.

7. Siguesiendonecesario,y ello no es nuevosino quedatade muchosañosatrásen el tiempo.reivindicar mayoresderechosde información yconsultapara los representantesde los trabaja-dorescon respectoa la marchaeconómicade laempresa,y en tal reivindicación los sindicatospuedenencontrarel apoyo de las institucionescomunitarias, objetivamenteinteresadasen lapromulgacióndel Estatutode la SociedadEuro-pea,en el quese recogerían—a travésde las di-versasfórmulas posibles—talesderechos.Comoha recordado el CES en su Informe sobreEspaña,y al referirsea loscontenidosdela nego-ciación,

«las nuevas tecnologias incitan a reexaminar la fun-ción de los trabajadores. En este contexto, la utiliza-ción de recursts humanos exige una mayor forma-ción, una más amplia información a la vez que pro-gresiva participación de los trabajadores en las deci-siones a todos los niveles, en definitiva, una mayor in-tegración en la empresa».

Ahorabien,tales reivindicacionesno deberíanplantearsesólo por vía normativa,sino tambiénconvencionala travésde la negociacióncolectivade ámbitoeuropeo,superandolosobstáculosju-ridicos y las barrerassindicalesnacionalesexis-tentesen la actualidad.En esteúltimo punto hasido nuevamenteBruno Trentin,en la conferen-cia antescitada el quesehamanifestadocon ab-solutay meridianaclaridad:

«Si queremos eliminar ohstáculos y alcanzar la ca-pacidad plena de negociación (a nivel europeo), debe-mos., tener la fuerza de liberarnos,., y de trabajar en eldesarrollo... de una reforma del sindicalismo europeoque nos lleve a la Confederación Sindical representa-tiva. compuesta, como todas las organizaciones sindi-cales nacionales, deuna estructura de confederación yde sindicatt,s dc sectores, capaz por tanto de decidircon plenos poderes y capaz de disponer de un man-dato por parte de las distintas organizaciones nacio-nales para los poderes de negociación colectiva de ca-rácter supranacional.»

8. Es también de actualidadpermanentelaluchapor lograrla igualdaddecondicioneslabo-ralesentretrabajadoresde uno y otro sexo, tareaéstaademásen la quelos sindicatospuedende-jar atrásun lastre que les ha acompañadodu-rantedemasiadotiempo,cual ha sido el de preo-cuparsede los trabajadoresvarones,y preferente-mente adultos.Con toda posibilidad,eselastreseríamuchomenoren Españasi tuviéramosunaalta tasade sindicaciónfemenina,y sirva comoejemplo paradigmáticoen el ámbito europeola

realidadsueca,cuyo gobiernoy las fuerzassocIa-les son pionerasen el desarrollode una politicasocialavanzadaen esteterreno:en efecto,con un80% detasade sindicaciónglobal,destacaquedelos 2.275.720afiliadosa la LO. un 43% (1.008.010miembros)son trabajadoras.

En idénticosentido,el entrara negociaren lasempresascuotaso porcentajesdeterminadosdepuestos de trabajo reservadospara los jóvenespuedepareceruna apuestaarriesgadapero quellenaría de contenido el conceptode sindicatocomo instrumentode organizacióny defensadetodoslos trabajadores,con independenciade suedady susexo;ello enlazacon el puntoquevoy aexaminara continuacion.

III. Los jóvenesy los sindicatos

Si bien la problemáticadel joven hasidoabor-dadadeuna manerageneralen la mayorpartedelosestudiosrealizados,delosmismosse deducenunaseriedeelementoso dadosa tomaren consi-deración y que nos puedenayudara entendermejor la relación sindicalismo-juventud.

1. La culturalaboral y sindical de un paísesun factor importanteque incide en los procesosde sindicalizaciónde los que se incorporan almundolaboral. El joven ve lógica su incorpora-ción al sindicatoenlospaisescon elevadatasadesindicación(Bélgica. Suecia.etc.),y a ello no esajeno la fuerzasindical de la empresa,que va asuponerque la defensade los interesesde todoslos trabajadores,con independenciade su edad.esté plenamente garantizada. Por contra, enpaísesdondeseabajala tasade sindicacióny dé-billa presenciasindical en lasempresas,seda unprimer freno para la incorporacióndel joven alsindicato. Ob~ewese que —en contraposicióncon el supuestoanterior—el jovenpuedepensarque su afiliacióny militancia sindical podría re-sultarle desventajosade caraa su hipotéticaca-rrera profesionalen la empresa,y por ello adop-tarunaposturapasivaanteel fenómenosindical.

En definitiva, lo que es realmenteimportantees la valoraciónsocial —y aquí tambiénintervie-nen los poderespúblicos— que tenga el sindi-cato, cual seasu inserciónen la sociedad,y si sele reconoceo no como el mejor instrumentoor-ganizativoparadefenderlos interesesde los tra-bajadores.

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40 Eduardo Rojo Torrecilla

2. La cultura sindical familiar influye cierta-mente en la visión que el joven adquierede larealidadsindical y que le puedeanimara embar-carseen la actividadcolectiva.Es obvio que merefiero a jóvenesque accedena un trabajo.em-pIcou ocupación,ya quepor loquerespectaa losjóvenesdesempleadoso a los que siguen estu-diando ante la falta de expectativasde accedera un empleo,es muy dificil que los mismosad-quieran concienciade lo que significa organi-zarsecolectivamenteparadefendersusintereses:los sindicatos,además,deberánsuperarel riesgode que los mismosles considerensólo comoor-ganizacionesde trabajadorescon empleo,a tra-vés de unapolítica de relación directacon traba-jadoresy estudiantes,de unaparte, y a travésdepropuestasde creaciónde empleo,ya seapor vianormativao convencional.deotra.

3. La unidado pluralidadsindical es otro ele-mento quepuedeincidir en la visión de que elsindicalismotengael joven,y animaro desincen-tivar la afiliación. La experienciaempíricade-muestraque a mayorgradode unidad —ya seaorgánicao de acción—secorrespondeun mayornivel de afiliación deaquellosquese incorporana la vida laboral.

4. ¿Llega el lenguajesindical a los jóvenes?En demasiadasocasiones,los documentos.esen-tos, octavillas,etc.,queemanande los sindicatostienen un lenguajeestereotipado,hechode gran-desfrasesy grandesdeclaracionesprogramáticaspero queno desciendensuficientementea la rea-lidad de los problemasconcretosquemáspudie-ran interesarleal joven.Todavía hay un ampliocampode actuaciónparaquelos sindicatosy susdirigentesadecúen,no sólosu lenguajesino tam-bién suprácticaal nivel cultural y a lasexpectati-vas laboralesde la mayor partede jóvenesqueaccedenal mundodel trabajo.

La «globalización»de los problemas,de las-actitudesy reivindicaciones,es algo que ha ca-racterizadodurantemucho tiempo la actuacióndelas organizacionessindicales.Sin desmerecersu importancia,piensoque los sindicatosdebe-rían estarmás atentosa las demandas«indivi-dualizadas»que planteaunaparle de la pobla-ción trabajadora,y muyen particularlos jóvenes.Nada más lejos de mi intenciónque el apostarpor un estrechocorporativismodc defensade in-teresessectoriales;todo lo contrario, ya que elsindicatodeberíaser capazde integraresasde-mandasen un proyectocomún.Si para muestravale un botón,véaseel ejemplode la reivindica-

ción de la reducción dc jornada, que encierravaloracionesmuy diferentespara los trabajado-resadultosconempleoestable,los jóvenesreciénincorporadosal mundolaboral—muyamenudoen condicionesprecarias—y los desempleadosydemandantesde empleo.

5. El accesodel joven al mercadolaboralsue-le realizarseal amparode modalidadescontrac-tualesdc duracióndeterminada,y ello implicaquesu continuidaden el empleoquedea la libredecisión empresarial,al menos hastaagotarelperiodo máximo, legal o convencional,de dura-ción del contrato.Más alládela aptitudprofesio-nal del trabajador,no hayduda quelas modali-dades contractualesde duración determinadacumplenuna función más amplia,cual es la se-lecciónpor parteempresarialde los trabajadoresmásidóneos.Si el joventrabajadorpiensaquesumilitancia sindical, o su actitud reivindicativadurantela vigenciadel contratotemporal,puedeimplicar unavaloraciónnegativaparala empre-sa de caraa su permanenciaen la misma,el cal-do decultivo parael alejamientode la vidasindi-cal esclaroy manifiesto:muchomás,si lossindi-catosno poseenla fuerzasuficienteen vía nego-ciadorapara garantizarque las condicionesla-boralesseanidénticasparalos írabajadoresfijosy temporales.

La puestaen prácticapor parteempresarialdenuevosmodelosdeorganizacióndel trabajo.y lapotenciacióndc fórmulas de participaciónparalos trabajadoresdistintasde los clásicoscanalesparticipativos—Comitésde Empresa,Delegadosdc Personal.SeccionesSindicalesy DelegadosSindicalesde Empresa—pudieraincidir igual-menteenla afiliación, si los sindicatosmanifes-taranposturasreticentesanteestasnuevasfór-mulas(gruposautónomosde producción,círcu-los de calidad,etc.),y, por contra,muchostraba-jadores—y entreelloslos jóvenes—pudieranverresueltos sus pequeñosproblemascotidianosdentro de la empresa.La experienciaeuropeademuestraque.bien quecon muchos«claroscu-ros».los sindicatoshandecididoparticiparen ta-les instancias,paraincidir sobrela marchade laempresay evitar quepudieranconvertirseen me-canismosdesincentivadoresde la vida y activi-dad sindical por partede los trabajadores.

6. En conclusión, la relación de los jóvenescon los sindicatosestaráen función de comovean los primems los resultadosobtenidosporlos segundosen la defensade los interesesde lostrabajadores.y de como puedenbeneficiarsede

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los mismos.A mi parecer,no le preocupaal jo-ven tantola vía elegidapor el sindicato—concer-tación y acuerdocon los poderespúblicos y lasorganízacíonesempresariales.o reivindicaciónconflictual— sino los resultadosfinales que seobtengan(recuérdese.incidentalmente,que laexperienciade los paíseseuropeosdemuestraquelas altastasasde sindicaciónsonel mejorar-gumentopara «incitar» a la negociación,y paraalcanzaracuerdosque. resultenventajososparalos trabajadores).Es obviotambiénquelos servi-cios queoferte el sindicatoy queimpliquen unarealdefensade los intereseslaborales,y tambiéndelos externosa la vida laboral(tiempo libre, vi-vienda, seguros.etc.).contribuirán igualmenteaincentivarla afiliación sindical.

IV. Propuestasde futuro

1. Los cambiossociales,económicosy cultu-rales.que sehanproducidoen los últimos años,con su impacto sobrela estructuraocupacional.han incidido sobrela clasetrabajadora,peroenmodo alguno la han hecho desaparecer.Sigueexistiendo un colectivo importantede ciudada-nosqueseencuentran,en el marcode las relacio-nes laborales,en clara situaciónde desigualdadfrentea otros,y al mismotiempocadavez esma-yor el númerode losquecorren el riesgode caeren la marginaciónsocial y de no poderincorpo-rarsea los procesosproductivos.Lo quesíescier-to es que hancambiadosustancialmentelos va-lores y expectativasde buenapartede la pobla-ción ocupada,y deello debenserbien conscien-tes las organizacionessindicalessi quieren serdefensorasde los interesesdel conjunto de lostrabajadores.

2. Numerososretosseabrenantelos trabaja-doresy susorganizaciones.anteun futuro cadavez máscercano,cualesson:

A) La europeizaciónde la política laboral ysindical,con la necesidaddequela CEEdesarro-lle la recientementeaprobadaCartade DerechosSocialesFundamentalespara todos los trabaja-dorescomunitarios.

Toda opción política y sindical que apuestepor la mejoray consolidacióndel Estadodcl Bie-nestardesarrolladoen Europa tras la SegundaGuerraMundial deberátender a potenciarlosaspectossocialesdc la Europacomunitaria.a finde que no quedenrelegadosa un segundoplano

y ajugar un meropapelsecundariocon respectoa losaspectoseconómicosy monetarios.La reali-zación del mercadoúnico, tal como se subrayóen las Conclusionesde la Presidenciadel Con-sejo Europeocelebradolos días2 y 3 de diciem-brede 1988.«no puedeconsiderarseun fin en símismo, sino que persigueun objetivo más am-plio. que consisteen garantizarun máximo debienestarparatodos,de acuerdocon la tradiciónde progreso social inserta en la historia deEuropa».

E) La opción por una política activa de em-pIco que tome en consideracióncuálesson losproductosauténticamentenecesariosqueel mer-cado debe producir —tratándosede conjugarrentabilidadeconómicay rentabilidadsocial—,yquegradode participacióndebentenerlos repre-sentantesdelos trabajadoresen todaslas decisio-nesqueles afecten.

C) Una política salarialque tienda a primarla generaciónde empleo,a través del estableci-mientode fondos de inversión, tal como existenya ejemplosen los paísesnórdicos.

D) Una organizacióndel tiempo que aban-done viejosplanteamientosindustrialistas—«lamismajornaday el mismohorarioparatodos»—y que,al mismotiempoqueavanceen la reduc-

ción de la jornadalaboral,permitatomaren con-sideración las distintas necesidadesy opcionesdecadatrabajadoitporque.hay quedecirlo cla-ramente.si el sindicatono avanzaen estalínea.dejarálas puertasabiertasa la negociaciónindi-vidual de la empresacon cadatrabajador

El crecimientorealde lossalarios,la reduccióndc jornaday la generaciónde nuevosempleosnosonen modoalgunoexeluyentes.perorequierenun adecuadoestudioen cadacasoconcreto,paraponerel acentoen uno u otro punto.

E) Una mayor preocupaciónpor problemasque hastahacepoco tiempo quedabanfuera dela agendade los sindicatos:

a) La proteccióndel medio ambiente.b) La lucha contra la droga. Merece desta-

carseen estepuntoel estudiocoordinadopor elDepartamentoConfederalde ServiciosSocialesde UGT sobre«la incidenciade las drogodepen-denciasen el mundo laboral»: del mismo, cabesubrayarque pone de manifiestocómo más deun millón de trabajadoresseencuentranen unasituación real o potencialde riesgo alcohólico,yquelossindicatosdeberíanactuarmuchomásenesteterreno,a juicio delos trabajadoresencuesta-dos.

e) Una política activa por la paz. que con-llevadauna radical reducciónde los presupues-tos destinadosa armamentomilitar —secalculaque en 1988 se «invirtieron» en Europa más de150.000millonesdedólaresen preparativosmili-tares.

Quedamucho por hacercomo puedecompro-barse,pero piénsese,con memoriahistórica,enlos retosquea los trabajadoresy sus incipientesorganizacionesse les plantearonhacedos siglos.y como buennúmerode elloshansidosuperadoscon notableéxito a lo largo de la historia.

3. Algunas propuestasdc actuación,en unalíneade mayordesarrollodelo expuestocon an-terioridad, seenumerana continuacion:

A) Los sindicatosdebenimplicarsede ma-nera decididaen la determinacióny fijación delos procesoseducativosy formativos,tanto en elcampode la ensei~anzaregladacomo en el dc laempresa.Una voz tan autorizadacomo la delpresidentesueco1. Carlssonafirmaba,en sudis-cursoen el VI Congresode la ConfederaciónEu-ropeade Sindicatos,que:

«para evitar la división permanente dentro del mer-cado laboral en razón de las diferencias de cualifica-ción, los sindicatos han de tener una gran influenciasobre la manera en que se organiza la ir~trucción ysobre las personas que la han de recibir».

En esteterreno,la apuestadecididapor la po-tenciaciónde las prácticasenalternancia,poten-ciandola interrelaciónmundoeducativo-mundolaboral.demaneraquesecombinenperíodosdeaprendizajeteóricosy prácticospor partede lostrabajadores-estudiantes,me pareceunamedidaacertada,siempreque se garanticela real prác-tica y la no ocupaciónde jóvenesen puestosdetrabajoquedebieranestarocupadospor trabaja-dorescontratadosregularmente.

B) Se deberíaconseguir,ya fuera por vía le-gislativao a travésde la negociación,quesededi-quen importantesinversioneseconómicasparaformación,y quese considerela inversión en ca-pital humanotan importantecomo puedaserlainversión en maquinariao nuevatecnología.Laimportanciade una mayor formación se mant-fiestaclaramentecuandoseobservanlas modifi-cacionesque las nuevastecnologíasestánope-randoen los métodosy organizacióndel trabajo.y quelos nuevospuestosde trabajoquesecrea-rán en el mercadocomunitatiorequeriránunosniveles de formación más elevadosque habráquereactualizarperiódicamente.

En el ámbito negociador,los sindicatosespa-

ñoles deberian presionarpara lograr la plenaaplicacióndel Convenion.0 140 de la OIT. sobrela licencia de estudiospagada,a fin de quese re-conozcael derechode todo trabajadoradisfrutarde permisosremuneradospararecibir formaciónfuerade la empresa,ya versesobresu ocupaciónactualo sobreotras materias,combinadológica-mentecon las necesidadesorganizativasde laempresa.

No hay queolvidar tampocoquela importan-cia de la formación permanenteha sido recono-cida por el propio ParlamentoEuropeo(Resolu-ción de 15 de mayo de 1987).al invitar a la Comi-sión a que elaborarauna recomendaciónquepermitiera a los trabajadoresobtenerpermisospagadospara estudiosen una especialidadim-portantepara la empresa.debiendoestipularsedecomún acuerdo«el númerode horasquepue-den dedicarlos asalariadosy las asalariadasa laformacióny educaciónal margendel trabajore-guIar, así como las prioridadesen la eleccióndelos cursillos», y que el Consejo de Ministroscomunitarios tiene en su agendala aprobaciónde una Decisión por la que se apruebaun pro-gramade acción comunítariapara el desarrollode la formación profesionalcontinuada,entreel1 dc julio de 1990y el 31 de diciembrede 1993 II,

Inclusosehanavanzadopropuestasparcialesdefinanciación de tales permisos.como la efec-tuadapor la ConfederaciónEuropeade Sindica-tos en suVI Congreso,a travésde la creacióndefondosespeciales,nutridospor una partede losbeneficios realizados por las empresas,quepermitirían alcanzaren un breve espacio detiempo éxitosimportantesen accionesde forma-ción paratrabajadoresamenazadospor la evolu-ción tecnológicat2

C) Son necesariasmayoresdosis de demo-cratizaciónen lasempresasy en la sociedad,a labúsquedadeun trabajoqueno seaalienantesinoenriquecedory creativo,y de un reconocimientotnstitucional real de las organizacionessindica-les que les permita teneruna influencia directaen las decisionesqueafectenen mayormedidaalos interesesde los trabajadores.

La democratizacióndel trabajono interesasó-lo a los trabajadores.sino quetambiénbeneficiaal buen funcionamientode las complejassocie-dadesindustriales.Estademocratizaciónseapo-ya en la elevaciónde los niveleseducativosy enla concienciaque la democraciaes indivisible.por lo queun ciudadano-trabajadorno tieneporquédejarsusderechosconstitucionalesa la puer-

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ta de la empresa.Ilustrativo al respectoes el de-batesuscitadoen Italia duranteel pasadoañoso-bre la presuntaviolación de los derechossindica-les por partedela direcciónde la empresaFIAT.y que provocóuna amplia discusiónen el con-junto de la sociedaditaliana sobrelos derechosde los trabajadoresdentrode la empresa.

D) Hayquedefenderunosvaloresculturalesque seplanteencomo objetivo básico la reduc-ción de las cadavez más lacerantesdesigualda-des sociales:reivindicaruna reforma radical dela clásica división del trabajo entre hombre ymujer, potenciandouna «culturade la solidari-dadentresexos»,lo queimplicaría un repartodelas cargasfamiliaresy laborales,de una parte.yuna política discriminatoriaen favor de las tra-bajadoras,y en especial de aquellascon bajacualificación. de otra; potenciar.asimismo,unanueva oferta cultural que llene de contenidocreativoel mayortiempolibre dequesedispongaapartir dela reducciónde la jornadalaboraly dela vida profesional.

E) Debeapostarsepor unanuevaculturaem-presarialy emprendedorade los jóvenes,paralo-grarnuevos modelosempresarialesmás partici-pativosy solidarios.Ello enlazacon la necesidadde que los nuevoscontenidoseducativospoten-cien,no sólo la preparaciónde futurostrabajado-respor cuentaajena,sino sobretodoqueayudena los jóvenesa asumiriniciativas propias,esde-cir, quepropicienlos hábitosde iniciativasy coo-peración.En las instanciasinternacionales(Co-munidadesEuropeas.Consejode Europa,Orga-nizaciónInternacionaldel Trabajo,etc.) se apun-ta con insistenciala necesidaddc apoyarlas ini-ciativasde creaciónde empresaspor y parajóve-nes.a travésde medidascomo la capitalización—si fuera posible—de las prestacionespor des-empleo.la creaciónde organismosde ayudaa lagestión.y el facilitar accesoencondicionesventa-josas al capital-riesgo.

F) Debe primarsela contrataciónlaboral decarácterfijo. destinandolos recursoseconómicosde fomentodel empleoenestadirección,en espe-cial para los colectivosque tienen más dificulta-des para insertarseen el mercadolaboral. Elloiría dc la mano,como he dicho antes,con la po-tenciaciónde la formación,a fin de quelas em-presasespañolasseancompetitivas frente a laseuropeas.en la perspectivade la aplicación delActa Unica Europeaa partir de 1993.

6. No menosimportante,en fin deberíaserelplantearsela lucha por un nuevo OrdenEconó-

mico Internacionalmásjusto,asícomo la luchapor una politica de reorganizaciónde los servi-cios públicosque —al tiempo que garanticelasprestacionessociales—los conviertaen auténticoservicio paratodoslos ciudadanos,peromuyenparticularparalos colectivos,másdesfavorecidosy quetienen más necesidadde los mismos.

y. A modode recapitulación.retose interrogantes

Es necesarioun nuevo modelode crecimientoy un conceptode trabajodiferente.

Las tareassindicalespendientesvan más alláde las reivindicacionestradicionalesy se encua-drandentrode lo quedeberíaserunaacciónsin-dical «global».Cualquierintervencióndel sindi-catoen el ámbitode lasrelacionesdeproducciónen la empresa,o cualquierpropuestade luchacontrael paro. debeir articulada a propuestasmás amplias: un nuevo modelo de crecimientoeconómico,el repartodel trabajo y unapolíticade solidaridadmás ambiciosaque la practicadahastael presente.Los sindicatosdebenpronun-ciarseen favorde aquellosmodeloso tiposde de-sarrollo que den prioridad a las necesidadesesencialesy básicasde la mayor partede la po-blación,algo a lo queespontáneamenteno se res-pondepor las leyes del mercado 3

Querríafinalmentedejarabiertasalgunaspre-guntase interrogantessobrelos quepiensoqueesnecesarioseguir realizandoun profundoestu-dio y reflexión:

A) ¿Asistimosa la crisisdefinitivay a la desa-parición dcl «pleno empleo directamentepro-ductivo»,tal como se ha conocidoen las décadasanteriores?

E) ¿Debemosacostumbrarnosa convivir conun elevadoíndice de desempleoy con una tn-frautilizaciónpermanentede lascapacidadeshu-manas?

C) La reducciónde la jornadalaboral,¿vaacontribuira unamejorade la calidadde vida y ala generaciónde nuevosempleos?¿Esnecesariaunaacción internacionalcoordinada,o puedea-bordarsepaís por país?

D) ¿Cómoinfluye el cambio tecnológicoenel contenidoy la organizacióndel trabajo.sobrela descentralizaciónde los procesosproductivosy las condicioneslaboralesde lostrabajadores?

E) ¿Tendránlas organizacionessindicalesla

~PbEt5&ó

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capacidadsuficientepara incorporar las nuevasdemandasy reivindicacionesde los colectivos—jóvenes,demandantesde empleo,mujeresen-tre treinta y cuarentay cinco años—cada vezmás presentesen el mercadode trabajo?

Paralograrunasociedadmásjustay solidaria.quepongacoto al individualismoe insolidaridadimperante.y en dondelos valoreséticosjueguenun papel preponderante,habrá que buscarres-puestasquedensatisfaccióna los interesesde losmásdesprotegidos.Quizá.ycon ello termino,ha-yamossentadolasbasesparaqueen un próximofuturo puedan plantearsenuevas reivindicacio-nes que avancenmucho más en el procesodetransformaciónde nuestrasociedad.

NOTAS

e> Profesor Ulular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad St>-cial. Universidad de Barcelona,

vid, la última parle dei Informe cn PLAzA. C.: Diáiogt, social. lico-nomistas núm. 37/abril-mayo 9<9. PP. 28 a 31.

2 CEE: Lempioi en Europe 1989. Luxemburgo. 1989,DIRECCION PROVINCIAL DE BARCELONA DEL INEM:

ijocurneniación cstadisiica correspondiente al mes de diciembre de1989.

Viii. 6<:rirtRrz, E-: La contratación temporal en los 1 irniics dc laprecarización. Gaceta sindical núm. 71/marzo 1989. pp. 27 a 3ti.

Písrz AMOISÚS. F.: Las nuevas formas de contratación temporal.lEí Provecto. núm. 9-itt, junio-septiembre 989, PP. 09 a 28.

Rojo. E.: Un primcr análisis de la Propuesta Sindical Prioritaria.Razón y Fe. núm. itNS, enero [990, pp. 79 a 87.

Datos rectsgidos en Pt RFZ. E. y Rtao. E.: (luía Sindical 88-59,Pp. 411 a 418.

Puede consultarse toda la documentación de dicho congreso en cinúm. 25-26. mayts-agosto 988, de Claridad. dedicado monográfica-metile al misoso.

ICFTU: Repon ofUse Iburteentts World Congrcss. Melbourne, 14-18 march 988, Bruselas. 988.

LI iextts de la conferencia, titulada «La estrategia sindical ante clespacio social europeo», loe publicada por Gacela Sindical. núm. 74/junio 1989. pp. 10-14

1 La propuesta de Decisión ha sido publicada en el Diario Oficialde las Comunidades Europeas. núm. Ci 12. 18-1-911. PP. 16 a 19. En suartículo prinsero se lee que «todo trabajador de la Comunidad Eu-ropea debe poder acceder a la formación profesional y beneficiarse dela misma durante toda su vida activa>.

2 Sobre la lormación profesional, vid. mi articulo «Formación Pro-fesional y Empleo>. El Proyecto. núm. 9- Itt/jonio-septien,bre 1989.Pp. 129a 4<.

Ii Para un más amplio desarrollo de itt> ideas aquí expuestas, véase(i-sRtIA-Ntrro, J.. y Rojo. E,: El futurts del sindicalismo. Retos y pro-poesía>. Cuadernos 1-bAC. Madrid 986: también GARCM-Ntrro. J., yotros: La sociedad del desempleo. Por un trabajo dilereote. Cristia-nisme i Justicia. 1989.