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30 años de Cooperación Suiza en Nicaragua

Suiza ha estado cooperando con la República de Nicaragua desde hace 30 años. El pueblo y gobierno Suizo han apoyado a Nicaragua en el desarrollo del sector rural, en el fortalecimiento de la gestión pública y en la construcción de infraestructura social para la población en situación de pobreza. La Cooperación Suiza ha destinado 254 millones de dólares no reembolsables en estos 30 años. Los desafíos que quedan son múltiples. Suiza seguirá abordando estos desafíos, conjuntamente con sus socios nicaragüenses, a fin de continuar promoviendo prácticas exitosas e impulsando innovaciones para el desarrollo.

La cooperación oficial del gobierno Suizo con Nicaragua comenzó en 1979. Desde 1978 su sede estaba en Honduras y cubría toda la región Centroamericana. A partir de 1990, la sede de la Cooperación Suiza se trasladó a Nicaragua estableciendo un programa regional que prioriza a Honduras, Nicaragua y El Salvador. La Cooperación Suiza ha estado acompañando a Nicaragua durante 30 años ininterrumpidos, manteniendo siempre el mismo objetivo: apoyar al país en la reducción de la pobreza y contribuir al desarrollo económico equitativo. El enfoque de nuestra relación bilateral está basada en el diálogo y en una perspectiva de largo plazo, sellos que distinguen el compromiso de la Cooperación Suiza con Nicaragua.

En los años 80, Suiza inició tres grandes proyectos enfocados en dos temas : desarrollo rural, agua y saneamiento. Estos temas todavía son importantes en el programa actual. El apoyo inicial a la producción agrícola se transformó en un enfoque de cadenas de valor, incluyendo un apoyo a la industria de micro financieras. Otros temas introducidos en los últimos 10 años fueron el programa de la reducción de riesgos ante desastres naturales, a partir del huracán Mitch, y la gestión de finanzas públicas.

Durante estos 30 años la Cooperación Suiza ha tenido constantes y cambiantes: constante es el enfoque en la persona, su empoderamiento y su participación en los procesos de decisión. Cambiante ha sido en la introducción de nuevas temáticas, como equidad de género, la buena gobernabilidad y nuevos enfoques metodológicos importantes como son: la apropiación, alineamiento y armonización.

Más allá de las relaciones oficiales entre Suiza y Nicaragua, hay una multitud de relaciones importantes entre personas y organizaciones de la sociedad civil de ambos países; y la solidaridad del pueblo suizo se ha manifestado de varias formas a través de estas 3 décadas. A partir de la Revolución de 1979, llegaron más de 800 suizas y suizos voluntarios para apoyar en distintas áreas del país. Adicionalmente, Nicaragua ha sido y sigue siendo país prioritario para varios organismos privados suizos. Otra manifestación de la continua solidaridad del pueblo Suizo con Nicaragua y con toda la región Centroamericana fue la respuesta al Huracán Mitch en 1999, en la cual Suiza reunió la excepcional suma de alrededor de 25 millones de dólares

Esta publicación expone algunos de los programas más importantes de la Cooperación Suiza en los últimos 30 años de relación con Nicaragua. Nos sentimos satisfechos y felicitamos a los socios por los logros obtenidos a lo largo de este tiempo. Suiza de esta manera continuará impulsando la reducción de la pobreza y el desarrollo de Nicaragua.

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Municipios con apoyo de la Cooperación Suiza

El Mapa muestra el apoyo de la Cooperación Suiza en los municipios donde ha habido una presencia de proyectos y programas. Sin embargo, hay programas que tienen cobertura nacional. Por ejemplo, Prorural y Apoyo Presupuestario entre otros.

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El Programa de Desarrollo Rural Integral CHINORTE tenía el objetivo de mejorar las condiciones de vida de la población rural de los municipios de Villa Nueva, San Pedro del Norte, Somotillo, Santo Tomás, Cinco Pinos y San Francisco, todos en el departamento de Chinandega, en el occidente de Nicaragua. Se ejecutó entre 1982 y 1994 con un monto de 24.3 millones de dólares aportados por la Cooperación Suiza. En total, el programa benefició a más de 70 mil personas.

CHINORTE realizó una gran cantidad de colaboraciones para aumentar y diversificar las fuentes de ingreso de la población, fortalecer su desarrollo social y proveer infraestructura. La estrategia utilizada se centró en aumentar las capacidades de la gente mediante asistencia técnica, investigación, entrenamientos e intercambios con otras experiencias similares. Al mismo tiempo la población tuvo acceso a fondos para financiar actividades productivas.

El trabajo incluyó la coordinación con los gobiernos municipales y el liderazgo local, con quienes se formulaban los planes operativos de forma participativa.

El ex Director del Programa, Señor Santos Palma, destaca como principales logros de CHINORTE el desarrollo de capacidades gerenciales y de negocios en los productoras/es individuales y en las cooperativas de los seis municipios. En lo productivo, lograron mayor rendimiento al tener acceso a

variedades mejoradas de sorgo, maíz y frijoles, lo que se tradujo en mayor seguridad alimentaria para sus familias. Los productores dedicados a la ganadería se capitalizaron y se convirtieron en sujetos de crédito de la banca comercial tradicional. También se logró la creación de pequeñas empresas de procesamiento de henequén.

Se instalaron talleres de construcción y reparación de silos metálicos. Se creó infraestructura para ganadería (como pozos, pilas, aeromotores), y para el procesamiento de semilla de jícaro, lo que generó empleos y aumentó los ingresos de la población.

CHINORTE incentivó la presencia de instituciones públicas y organizaciones financieras como el Fondo de Desarrollo Local y otros bancos tradicionales en los municipios de influencia del programa.

En el aspecto social, se construyeron alrededor de 600 viviendas con todos los servicios: agua, electricidad y saneamiento. Además se edificaron centros de salud que luego fueron operados por jóvenes de la comunidad formados en enfermería gracias a becas otorgadas por el Programa. También se formaron promotores de salud comunitaria, tanto brigadistas como parteras.

Se habilitaron caminos para sacar la producción y para que la población accediera a los servicios públicos, lo que facilitó la entrada del cableado eléctrico a las comunidades. 3

CHINORTE y el enfoque de desarrollo rural integral

Para Santos Palma el Programa se desarrolló en un ambiente bien complicado. “Chinorte empieza en 1982, cuando se activa el conflicto con la contrarrevolución y cuatro de los seis municipios en los que trabajábamos eran fronterizos con Honduras. Eso se convirtió en una limitante para el desarrollo del Programa como teníamos pensado, por lo menos al incio”.

Caminos en Somotillo

Producción de frijoles,

Santo Tomás

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El Programa de Agua y Saneamiento tiene el propósito de mejorar e incrementar de forma sostenible y participativa, el acceso a los servicios de agua potable, saneamiento e higiene para la población rural pobre y contribuir al desarrollo social equitativo.

Desde 1982 ha acompañado a los socios de Nicaragua en la prestación de estos servicios beneficiando aproximadamente a 285,000 personas con acceso a agua de calidad. Al 2008 la Cooperación Suiza ha aportado 32.3 millones de dólares. La cobertura de Aguasan alcanza los departamentos de León, Chinandega, la Región Autónoma Atlántico Norte y municipios vecinos de Matagalpa y Jinotega, así como las Segovias. Como co-ejecutores del programa en apoyo a las alcaldías de los municipios priorizados están el Fondo de Inversión Social de Emergencia FISE, CARE y Save The Children.

Aguasan trabaja con un enfoque de demanda; se apoya en comunidades que solicitan el servicio de agua, que se comprometen a cofinanciar un porcentaje según la capacidad financiera de la población y que cuentan con una organización comunitaria –los Comités de Agua Potable- capaces de administrar los sistemas. Las inversiones se realizan con aportes en mano de obra de las comunidades.

La estrategia de colaboración varió con el tiempo, involucrando cada vez más a los gobiernos municipales en el tema de agua y saneamiento, quedando el Programa con un rol de facilitador, asistencia técnica y capacitación.

“Aprendimos a hacer esa tarea en el camino, porque sabíamos construir y hacer, pero no enseñar a otros a realizar lo mismo. Ya para el 2004 todo el trabajo se realizaba a través del municipio”, comenta Ronald Castillo, Director del Proyecto Agua, Letrina y Saneamiento ejecutado por CARE en León y Chinandega.

Actualmente los presupuestos de los municipios del área de influencia de Aguasan cuentan con fondos para agua y saneamiento y gestionan con otros donantes. Han conformado unidades técnicas de agua y saneamiento en sus estructuras y el nivel de aporte es mayor en inversión y construcción de sistemas de agua.

El liderazgo de los municipios es un elemento clave de la sostenibilidad del proyecto, junto con otros elementos como son: la protección de fuente de agua; la introducción de tarifas para cubrir los costos y un sistema para su recaudación; incorporación del enfoque de género y una información pública transparente y completa de todo el proyecto.

La salud en el hogar es el centro del proyecto, esto permite buenos resultados: acceso al agua potable, saneamiento y educación en higiene para todos.

Aguasan:Agua y saneamiento para el

desarrollo humano

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Miriam Norori Cortez tiene 59 años y es Coordinadora del Consejo de Agua Potable de San Benito, a 6 kms de Chinandega.

Cuenta que ha experimentado varios cambios en su vida desde la llegada del agua: “En primer lugar me hice líder, ahora cualquier proyecto o coordinación me buscan a mí. En la casa antes bebíamos agua de pozo contaminada y ahora tenemos agua limpia al alcance de la mano. Y en la comunidad, desde que hay agua se abrió un hotel, un restaurante, un taller y todos los trabajadores son del lugar”.

Foto

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con agua potable,

Chinandega

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Con el propósito de contribuir a reducir la pobreza rural en América Central, surgió el Programa Regional de Transferencia de Tecnología POSTCOSECHA, cuyo objetivo era mejorar el almacenamiento de granos básicos en fincas de pequeños productores y reducir las perdidas posteriores a la cosecha. Inició en Honduras en 1980, continuó en Guatemala, Nicaragua y el Salvador. La Cooperación Suiza apoyó con un monto total para la región de 14 millones de dólares.

Este programa inició en Nicaragua desde 1992 hasta 2007 destinando un monto de 3.9 millones de dólares. El programa se dirigió a pequeños y medianos productores que cultivaban menos de 10 manzanas de tierra. La población a beneficiar eran 220 mil productores.

Se trabajó en conjunto con el Instituto Nicaragüense de Tecnología Agrícola INTA, organizaciones no gubernamentales y campesinos artesanos independientes.

La lógica de colaboración de POSTCOSECHA apunta a diversificar el empleo rural no agrícola formando a pequeños productores en las técnicas de hojalatería para producir silos metálicos. A la par, se establecieron relaciones estrechas con ONG nacionales para la difusión del uso adecuado del silo y su distribución.

El silo metálico contribuyó de manera efectiva y sostenible a modificar la situación alimentaria en las familias rurales. Antes del uso del silo, las familias campesinas tenían pérdidas posteriores a la cosecha equivalentes al 27% de las cosechas de maíz y el 23% en las de fríjol debido a la humedad y roedores.

El silo ha impactado al productor y su familia, ha fomentado una conciencia sobre la posibilidad de cambios en su vida y a sentirse capaz de aprovechar oportunidades que le da el mercado. Los productores que instalaron un silo pueden decidir, por sí mismos, cuando es oportuno vender su cosecha excedente en el mercado.

En muchos casos, mediante una buena estrategia de venta, los propietarios de silos lograron duplicar su ingreso anual. Ya no están sometidos a las fluctuaciones del mercado y las consecuencias de catástrofes naturales. En el 2007, al final del Programa, se habían beneficiado a casi 380 mil personas con alimento seguro gracias a los 81 mil silos distribuidos.

Por su parte, los productores de silos lograron, en promedio, ganancias líquidas de aproximadamente USD 470 dólares al año. A esto se suman ingresos por la venta de utensilios, como regaderas de hojalata galvanizada o chimeneas de cocina. El programa formó un total de 175 artesanos en Nicaragua.

POSTCOSECHA:Los silos mejoran la

seguridad alimentaria

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“Si hubiéramos podido tener esta técnica cuando yo era más joven!, El silo da muy buen resultado, nos ayuda en la sobre vivencia, por que de último, uno vive de tortilla y sal. Tenemos lo básico y no compro maíz, sino incluso vendo antes de la próxima cosecha. ¿Sabe que significa romperse la cabeza en búsqueda del alimento? Yo siempre he sido responsable con mis 9 hijos y en aquel entonces no teníamos silo y pasamos a veces con muchas calamidades. Así que cuando miro para atrás y pienso en el hambre, la falta del maíz y del fríjol y nada para vender, no quiero volver a eso”.

José Alvarado, Productor, Wiwilí, Nicaragua.

Artesanos de silos en Wiwilí

Artesanos de silos en Wiwilí

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PASOLAC:Una agricultura sostenible

para las laderas

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El Programa para la Agricultura Sostenible en Laderas

en América Central PASOLAC surgió con el objetivo

de contribuir a mejorar la productividad, los ingresos

de las familias campesinas y al mismo tiempo asegurar

el uso sostenible de los recursos naturales.

Estudios desarrollados por el especialista Miguel

Obando, indican que en Nicaragua la superficie

con pendientes mayores a 5% es cercana al 40%

del territorio nacional. En cuanto a la producción, el

80 % de las cosechas de granos básicos de secano

proviene de las laderas, en el caso del café es 90 %.

Durante 15 años (1992-2007) la Cooperación

Suiza destinó 4 millones de dólares para fortalecer

las capacidades técnicas y metodológicas de los

equipos técnicos de instituciones gubernamentales y

no gubernamentales dedicadas a la extensión, así

como a promotores y promotoras campesinas.

PASOLAC centró sus esfuerzos en Estelí, Nueva

Segovia, León, Chinandega y la zona sur. Un 30%

de la población que vive en las laderas ha sido

impactada positivamente por el programa.

PASOLAC contribuyó al desarrollo de tecnologías y

métodos orientados a reducir la vulnerabilidad de la

población rural asentada en laderas, frente a eventos

climáticos extremos y recurrentes como sequías e

inundaciones.

El impacto financiero en los productores/as de fríjol

y maíz en una familia típica fue el incremento en las

ganancias de 63 dólares por manzana, cultivando

30% fríjol y 70% maíz. Esto significa un aumento de

10% del ingreso global de una finca de subsistencia.

La experiencia fue mostrando que era necesario que la

estrategia del Programa evolucionara de un enfoque

tecnológico a uno de territorialidad. En los 15 años,

PASOLAC cambió del trabajo en la parcela, a la finca,

después a la micro cuenca y finalmente al territorio,

donde confluyen el interés público y el privado en la

construcción de un desarrollo económico local.

A nivel de contenido, se caminó de un énfasis en la

conservación de suelos y agua hacia un enfoque más

amplio de agricultura sostenible en laderas ASEL.

El programa incrementó la adopción de tecnologías

de manejo sostenible y consolidó su uso mediante

el trabajo coordinado con aproximadamente 50

instituciones públicas y privadas alrededor de diversas

líneas de acción tales como: validación y transferencia

de tecnologías; manejo sostenible de cuencas; pagos

por servicios ambientales; cambio climático y gestión

del riesgo en laderas.

El involucramiento de estas organizaciones facilitó que

una vez finalizado el Programa, éstas se constituyeran

en la Red PASOLAC. Como dice su coordinador, Ing.

Sergio Silva Pérez, las organizaciones de la sociedad

civil, agentes de investigación y de desarrollo de las

zonas de laderas se consideraron actores importantes

en la propuesta que se generó desde PASOLAC y

decidieron continuar con el legado del Programa.

“Se puede decir que al menos la mitad de todas las ONG y otras organizaciones que trabajan en las zonas de laderas, han adoptado el enfoque ASEL en sus políticas de intervención y ese es uno de los logros de PASOLAC”, asegura el Ing. Sergio Silva Pérez, coordinador de la Red PASOLAC. . “Consideramos que tenemos más ventajas en haber interiorizado el enfoque ASEL, porque institucionalizarlo en cada una de nuestras organizaciones fue más fácil que en las instituciones del Estado”, dijo Silva.

Productores de laderas en Jinotega

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Hace 14 años la Cooperación Suiza formalizo un convenio con la Escuela Agrícola Panamericana ZAMORANO, para la implementación del Programa de Manejo Integrado de Plagas MIP para América Central PROMIPAC. Tiene como objetivo fortalecer las capacidades de las organizaciones campesinas e instituciones de extensión y educación a fin de difundir el manejo integrado de plagas.

El monto aportado por la Cooperación Suiza al programa PROMIPAC Nicaragua ha sido de 3 millones de USD.

PROMIPAC combina la extensión, la educación, la investigación y promoción de políticas para introducir una producción limpia y amigable con el medio ambiente. Una clave para el éxito ha sido mejorar los conocimientos y habilidades de los productores para la toma de decisiones informadas en el manejo de plagas y cultivos directamente en la parcela.

Entre 2005 y 2008, PROMIPAC formó a más de 500 productores/as como promotores/as y 135 técnicos en el manejo integrado de plagas, además facilitó las escuelas de campo (ECA) como estrategia para la extensión.

Se pretende institucionalizar la escuela de campo como método de enseñaza en las instituciones que trabajan con PROMIPAC, entre las que están Visión Mundial, Catholic Relief Service, Technoserve, FUNICA y la Universidad Campesina.

Estudios recientes de PROMIPAC muestran que la mayoría de la gente con cual se trabajó adaptó las tecnologías enseñadas. Por ejemplo, el 80 % de los agricultores/as saben realizar un análisis agro-ecológico y el 70 % identifica enemigos naturales de las plagas.

Ahora es muy común oír a los productores/as decir que son capaces de combatir las plagas y producir mejor. Según Carlos Gómez, responsable de seguimiento a los facilitadores formados, se ha comprobado que las ECA pueden incrementar conocimientos de manera importante incluso en personas que no saben leer.

En el marco de la última evaluación al programa (2008) se detectó que la población campesina entrenada en las técnicas MIP eliminó el uso de productos químicos de etiqueta roja, es decir, aquellos altamente peligrosos para la salud humana y el ambiente, disminuyendo el riesgo e incidencia de intoxicaciones.

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Parcela de aprendizaje en Tipitapa

Productora de Tipitapa

PROMIPAC:Manejo integrado de plagas mejora

los ingresos y el medio ambiente

Walter Cerda es responsable del Proyecto Seguridad Alimentaria de Visión Mundial, en Tipitapa. Pionero en su organización en aplicar la metodología Escuela de Campo para Agricultores, dice que “La Escuela de Campo para Agricultores es una oportunidad para que las familias se apropien de conocimientos agrícolas y es la mejor forma de aumentar la efectividad de nuestro trabajo como extensionistas haciendo de los agricultores expertos en el Manejo Integral de Plagas”.

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El Programa de Fomento de Servicios Financieros para Poblaciones de Bajos Ingresos PROMIFIN, tiene como objetivo apoyar la expansión de servicios financieros dirigidos a personas pobres, a fin de que mejoren sus ingresos y condiciones de vida de sus familias.

Una línea de trabajo importante es la educación financiera en los/las clientes que les permita tomar decisiones correctas, a partir de conocimientos, habilidades y actitudes con respecto al manejo del dinero y de los productos financieros.

PROMIFIN es financiado por la Cooperación Suiza y ejecutado por el consorcio Triodos Facet. El monto aportado a lo largo de 9 años asciende a 7 millones de dólares.

PROMIFIN ha desarrollado 12 instrumentos de toma de decisión aplicados en 80 instituciones financieras (bancos, financieras, ONG y cooperativas de ahorro y crédito). Estas a su vez atienden aproximadamente 400 mil clientes, lo

que representa más del 70% del mercado de micro finanzas.

El mayor acceso a servicios financieros contribuyó a mejorar los niveles de ingreso de poblaciones más pobres, entre un 50% y un 100%. Esto permitió mejorar su calidad de vida en áreas de alimentación, vivienda, educación infantil y salud.

Clientes mujeres que representan más del 50% de la población atendida, optimizaron su capacidad de acceso y decisión sobre los recursos del crédito y su independencia financiera, mejorando sus niveles de autoestima.

Del lado de los clientes, PROMIFIN desarrolló una metodología de educación financiera para ayudar a los usuarios de servicios financieros a tomar decisiones mejor informadas: respecto al uso de su dinero, manejo de su deuda y control de gastos e inversión productiva, fomentando el crecimiento del micro-ahorro y el control de su sobre-endeudamiento.

PROMIFIN:La educación financiera mejora los ingresos de las más pobres

Cooperativa de mujeres de café, Jinotega.8

Isabel Bautista García, 46, explica sobre lo que ha aprendido y cómo locomparte con otras mujeres de su comunidad en Palacaguina:

Nos explicaron que no sólo podemos ahorrar en el banco, sino tenemos que ahorrar en especie: en animales, en tierra, en joyas… Ahora me va a tocar ir a la comunidad a impartir los talleres sobre todos los temas que nos han enseñado, tengo que capacitar a 29 mujeres, para que todas sepamos cómo mejorar nuestras vidas.

Ya hemos abierto cuentas de ahorro gracias a la participación en el programa de educación financiera. Y hemos multiplicado lo que hemos aprendido y estamos ahorrando, ya hemos conseguido más gallinas y mejorado nuestra alimentación. Estamos manejando mejor nuestro dinero. Este conocimiento nos va a servir en general para beneficio de nuestras familias y para evitar desperdiciar nuestro dinero. Vamos a aprovechar cada oportunidad que se nos da, vamos a ahorrar, y a cada una de las mujeres nos va servir esta oportunidad.

Entrevista tomada Artículo 7 Días: “PROMIFIN-COSUDE Edición 542 del 30 de Junio al 6 de Julio del 2008.

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“Para nosotros es un logro que ahora existan los comités locales de prevención de desastres y además se activen cada vez que viene una tormenta tropical, incluso nos llaman para informarnos a pesar que el trabajo del proyecto terminó”, asegura el Ingeniero Ernesto Velásquez, quien se desempeñó como gerente del Proyecto Fortalecimiento para la Gestión Local del Riesgo de CARE, socio del Programa en Estelí. “Otro triunfo es que el personal técnico de las Alcaldías capacitado en gestión de riesgos continúa trabajando a pesar del cambio de gobiernos locales”.

Capacitación de maestras en Riesgolandia

Muro de contención en la Trinidad

La vulnerabilidad ante los fenómenos naturales que con frecuencia afectan a Nicaragua, provoca daños que obstruyen el desarrollo y agravan la pobreza de la población. Por ello, la Cooperación Suiza está implementando el Programa de Reducción de Riesgos de Desastres desde 1999, con un aporte hasta 2008 de casi 6 millones de dólares.

El Proyecto “Fortalecimiento de la Gestión Local del Riesgo en 5 municipios del Departamento de Nueva Segovia y en 6 municipios del Departamento de Estelí”, tuvo como objetivo incidir en mejorar la gestión integral de riesgos y desastres con las autoridades municipales y las comunidades seleccionadas. El proyecto se ejecutó entre 2005 y 2008.

La sensibilización y la capacitación en gestión de riesgos fue la tarea más importante de este Proyecto. Además, centró sus esfuerzos en sensibilizar a los gobiernos municipales y a la población, facilitó la adquisición de conocimientos especializados por parte de técnicos locales y de instituciones nacionales que trabajan en la temática.

Con asesoría técnica se generaron instrumentos para hacer análisis de riesgos como estudios, mapas, planes de prevención y ordenanzas para regular el uso en las zonas de riesgo. Finalmente, se apoyó la construcción de obras de mitigación

de desastres en puntos considerados críticos en diferentes comunidades.

Los logros obtenidos al finalizar el proyecto son: 11 gobiernos municipales sensibilizados y capacitados a través de cursos en reducción de riesgos y desastres; se conformaron 30 comités municipales y 75 comités comunitarios para la respuesta a emergencias; técnicos locales se apropiaron de la metodología para la planificación de la inversión pública tomando en cuenta la gestión de riesgo.

En el área rural niños, niñas y docentes de las escuelas tienen mayor conocimiento de los riesgos. En la población hay más conciencia de la importancia de participar en la construcción de obras de mitigación.

Los socios y aliados fueron el Sistema Nacional de Prevención de Desastres (SINAPRED), Ministerio de Educación, Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, Universidad del Norte de Nicaragua, Cruz Roja Nicaragüense, Instituto de Estudios Territoriales (INETER), las Asociaciones de Municipios de Estelí y de Nueva Segovia (AMUNES y AMUNSE), además de CARE Internacional y el Instituto para la Democracia (IPADE).

Actualmente se esta implementando una nueva fase del programa 2009 hasta 2012.

La Reducción de Riesgos de Desastres contribuye al

desarrollo local

Obras de mitigación en el Jícaro

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El proyecto “Usos productivos de la hidroelectricidad a pequeña escala”, más comúnmente conocido como “Pequeñas Centrales Hidroeléctricas PCH” inició en el año 2003 a iniciativa del Gobierno de Nicaragua y con el apoyo del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF en inglés), el Programa de las Naciones para el Desarrollo, PNUD y la Cooperación Suiza. Se agregaron al proyecto, el Banco Mundial y el gobierno de Holanda.

A lo largo del proyecto, la Cooperación Suiza se ha convertido en uno de los principales donantes habiendo comprometido entre el 2003 y el 2008 aproximadamente 5.8 millones de dólares, de una inversión total de 19 millones de USD.

El Proyecto tiene como objetivo mejorar las condiciones de vida de la población en zonas alejadas del interior del país fuera del área de distribución; promover el aprovechamiento productivo de la energía eléctrica por los pobladores y contribuir a la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero a través de la producción de energía renovable.

El proyecto es ejecutado por el Ministerio de Energía y Minas. El socio principal del proyecto es la población beneficiaria organizada alrededor de las Empresas Locales de Electricidad, quienes son las propietarias de las plantas hidroeléctricas

y responsables de la producción y distribución de la energía eléctrica.

El Proyecto prevé la construcción de ocho Pequeñas Centrales Hidroeléctricas PCH, de éstas ya están operando cuatro: El Bote, Wanawas, Rió Bravo y El Naranjo. En total se espera beneficiar a 10’000 familias.

Investigaciones realizadas recientemente, demuestran que las PCH han tenido efectos importantes en la calidad de vida de la comunidad y el desarrollo comercial y productivo. Desde el 2005 hasta la fecha se ha incrementado el uso del alumbrado eléctrico por familia en un 445%. El sector comercial aumentó en un 200% y el de soldadura y metalmecánica en un 800% en el mismo periodo.

Hay efectos importantes en los centros de acopio de carne con energía eléctrica los cuales no existían antes del proyecto, y ahora hay cinco. Los productores se han beneficiado al incrementarse los precios del galón de leche en un 89% y la libra de queso en un 66%.

El valor promedio de una manzana de tierra cerca de la comunidad se incrementó en un 60%. Con esto se muestra la contribución del uso de la energía eléctrica para la reducción de la pobreza en los habitantes de esas zonas lejanas y pobres del país.

Pequeñas Centrales Hidroeléctricas: Energía para el desarrollo

10Plantas de acopio de leche, Río Bravo, Matagalpa

PCH, Río Bravo, Matagalpa

Acopio de granos en Waslala

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El Apoyo Presupuestario es una contribución de recursos de libre disponibilidad que se canalizan por el presupuesto de la República. El objetivo final es apoyar la implementación de las estrategias de reducción de pobreza de Nicaragua.

La Cooperación Suiza, desde el 2005 hasta la 2008, ha aportado 20.4 millones de dólares en calidad de donación, canalizados al Presupuesto General de la República. Su asignación se decide según las prioridades nacionales, en base a la estrategia de reducción de la pobreza.

El aporte de Suiza al apoyo presupuestario equivale al 34.5 % del monto total de su cooperación en Nicaragua.

El Grupo de Apoyo Presupuestario GAP, formado por ocho agencias de cooperación, se ha constituido en un mecanismo que facilita el diálogo sobre los avances en políticas nacionales y en las metas de reducción de pobreza.

El GAP monitorea los resultados anuales sobre la base de 25 indicadores seleccionados que permiten conocer los logros en los temas: social, gobernabilidad, producción, macroeconomía y finanzas públicas.

La contribución del apoyo presupuestario a las prioridades del país se observa en la tendencia que ha seguido el gasto social entre el 2002 y el 2008, el cual aumentó en 3.8 % su participación en el PIB. Por su parte el gasto en reducción de pobreza aumentó en 3 % su participación en el PIB.

Por otra parte, según datos del Ministerio de Hacienda y Crédito Público entre 2005 y 2008 el gasto público en educación aumentó 68.7% y en salud 62.2 %.

Adicionalmente al apoyo presupuestario, la Cooperación Suiza ha contribuido al fortalecimiento de la gestión de las finanzas públicas, mediante asistencia técnica para la implementación del marco presupuestario de mediano plazo (MPMP).

El Ministerio de Hacienda y Crédito Público ha logrado institucionalizar el MPMP tanto en el gobierno central como en otros poderes del Estado. Este instrumento ha sido bien valorado por el gobierno y el parlamento y tiene su sustento legal en la Ley que rige las finanzas públicas del país.

Apoyo Presupuestario para reducir la pobreza

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Foto: Pascal Chaput

Estudiantes San Juan del Río Coco.

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Desde los años 80, numerosas ONG suizas están presentes en Nicaragua, entre otras: Caritas Suiza, SWISSAID, Ayuda Obrera Suiza, Brücke Le Pont, Central Sanitaria Suiza, Swisscontact, Ayuda Médica para Centro América, Intercooperation, UNITE y Tierra para Hombres.

Las ONG suizas trabajan con múltiples socios nacionales como organizaciones gremiales, cooperativas, asociaciones y fundaciones sin fines de lucro, grupos comunitarios, organizaciones juveniles, sociales y de mujeres.

Los fondos de las ONG suizas provienen por una parte de donaciones privadas del público suizo, Fundaciones y Cantones y por otra parte del Gobierno de Suiza. El Gobierno Suizo aporta un promedio de 1.8 millones de dólares anuales y las ONG invierten anualmente 4 millones provenientes de sus recaudaciones directas del público suizo.

Se estimula la participación de la población nicaragüense y de los gobiernos municipales a través de fondos de contrapartida como una estrategia para la autonomía y la sostenibilidad.

El objetivo de las ONG suizas es contribuir a la reducción de la pobreza y vulnerabilidad económica y social de la población nicaragüense.

Colaboran con mujeres, niñez, jóvenes y el campesinado a fin de promover su participación

en la sociedad en los diferentes niveles. Para ello apoyan a los actores económicos y sociales, fortalecen a la sociedad civil y empoderan a las personas como ciudadanos activos en la búsqueda de soluciones a sus problemas.

“Todas las ONG suizas trabajamos enfocados en la equidad de género, la justicia social y la sostenibilidad, fortaleciendo el desarrollo y el ejercicio de la democracia” afirma Lucía Aguirre, Coordinadora de SWISSAID.

Las ONG suizas no son ejecutoras directas de proyectos sino que apoyan a las organizaciones locales a desarrollar sus propias propuestas de acuerdo a sus agendas y necesidades de sus socios/as o afiliados/as. La cooperación que se establece es de mediano plazo, generalmente entre 6 a 12 años.

Los temas en los que trabajan son variados, como por ejemplo, seguridad alimentaria, agricultura alternativa, desarrollo comunitario, comercio justo, salud y rehabilitación de niños/as en situación de riesgos, género y violencia contra las mujeres. Trabajan en 13 departamentos, en el norte, centro y sur del país.

La comunicación entre las ONG suizas es permanente. Existe una Mesa de Coordinación que funciona desde hace varios años cuyo propósito es el intercambio de información. La Cooperación Suiza en Nicaragua, mantiene una comunicación constante con las ONG a fin de intercambiar experiencias y conocimientos.

ONG Suizas:Colaboran con las

organizaciones de base

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“Durante el huracán Mitch, las ONG suizas tuvieron una labor destacada tanto en el ámbito de acciones de emergencia como en salud, educación, techo y rehabilitación productiva de fincas. A través de todos estos años hay efectos importantes con las familias campesinas en seguridad alimentaria y nutricional, generación de ingresos y desarrollo humano que han tenido su impacto en la reducción de la migración campo- ciudad y mejorar la calidad de vida, debido a la formación, diversificación de fincas, fondos de créditos en agricultura sostenible entre otros”.

Lucía Aguirre, Coordinadora de SWISSAID.

Foto

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