23536337 el poeta enamorado jose angel buesa

Upload: angel-marcelo-galarza-lozada

Post on 30-Oct-2015

132 views

Category:

Documents


4 download

TRANSCRIPT

ALA Y RAZ

Jos ngel Buesa

El Poeta Enamorado

REPS

Jos ngel Buesa

Ala y razAla y raz: la eternidad es eso.Y aqu, de frente al mar, en la ribera,la vida es como un fruto que cayerade un alto gajo, por su propio peso.

Ala y raz. Y el ala, sin regreso,a la raz, con sed de primavera:que as el confn de la emocin viajeraduerme a la sombra del follaje espeso.

(El mar corre descalzo por la arena.Mi corazn ya casi es slo mo.El ancla est aprendiendo a ser antenay el latido unicorde se hace escala.Despus, libre del tiempo, en el vaco,As: mitad raz y mitad ala!)

A una lgrima

Gota del mar donde en naufragio lentose hunde el navo negro de una pena;gota que, rebosando, nubla y llenalos ojos olvidados del contento.

Grito hecho perla por el desalientode saber que si llega a un alma ajena,sta, sin escucharlo, le condenapor vergonzoso heraldo del tormento.

Piedad para esa gota, que es cual llamade la que el corazn se desahogacual desahoga espinas una rama.

Piedad para la lgrima que azogael dolor, pues si as no se derrama,el alma, en esa lgrima se ahoga...

A veces

A veces se ilumina lo que es sombra, otras veceslo que es noche perpetua para mi pensamiento,y s cmo coinciden las aves y los peces,los hombres y los rboles, la eternidad y el viento.

Pero tambin a veces la noche se iluminacon el relmpago triste hasta lo ms lejano;y no comprendo entonces el rencor de la espina,ni los pozos sin agua, ni los surcos en vano.

Y as es mejor ser ciegos, vagar en las tormentasy olvidar las preguntas que nadie nos responde;y seguir en las sombras, peregrinando a tientassin saber hasta cundo, ni por qu, ni hasta dnde.

Ah, s, ya abr mi casa

Ah, s, ya abr mi casapara todo el que llega, para todo el que pasa.

Sobran salud y pan, y, sin embargo,hay algo en esta miel con sabor amargo.

Y desdeo mis bienes,estos bienes ganados con sangre y con lamentos,y envidio el hombre sucio que despide los trenesviendo crecer sus hijos alegremente hambrientos.

Acurdate de mCuando vengan las sombras del olvido

A borrar de mi alma el sentimiento,

No dejes, por dios, borrar el nido Donde siempre durmi mi pensamiento.

Si sabes que mi amor jams olvida

Que no puedo vivir lejos de ti

Dime que en el sendero de la vida

Alguna vez te acordars de m.

Cuando al pasar inclines la cabeza

Y yo no pueda recoger tu llanto,

En esa soledad de la tristeza Te acordars de aquella que te am tanto.

No podrs olvidar que te he adorado

Con ciego y delirante frenes

Y en las confusas sombras del pasado,

Luz de mis ojos, te acordars de m. El tiempo corre con denso vuelo

Ya se va adelantando entre los dos

No me olvides jams. Dame un recuerdo!

Y no me digas para siempre adis. Alma musical Yo soy borracho. Me seduce el vinoluminoso y azul de la Quimeraque pone una explosin de primaverasobre mi corazn y mi destino.

Tengo el alma hecha ritmo y armona;todo en mi ser es msica y es canto,desde el rquiem tristsimo del llantohasta el trino triunfal de la alegra.

Y no porque la vida mi alma muerdaha de rimar su ritmo mi alma loca:aun ms que por la mano que la tocala cuerda vibra y canta porque es cuerda.

As, cuando la negra y dura zarpade la muerte destroce el pecho mo,mi espritu ha de ser en el vacocual la postrera vibracin de un arpa.

Y ya de nuevo en el astral caminoconcretar sus ansias de armonaen la cascada de una sinfona,o en la alegra musical de un trino.Amamos porque s

Amamos porque s, sencillamenteporque s, sin saberlo,como cuando la espiga se levanta,como la lluvia cuando est cayendo,como el viento que pasa y no lo sabey sin embargo, pasa y es el viento.

Amamos porque s, sencillamenteporque s, sin razn y sin remedio,como se seca un pozo,como se empaa a veces un espejo,como una fecha que cambi de dao un nombre que olvidamos en un sueo.

Amamos porque s, sencillamentey no importa en qu tiempo,si en un amanecer de primaverao en un lento crepsculo de invierno,pues si el rbol lozano da ms floresson ms dulces los frutos de los rboles viejos.

Amamos porque s, sencillamentepor un porqu fatal que no sabemos,como el traje de luto para un nioo como las estrellas para un ciego,como van hacia abajo las racesy hacia arriba las ramascon las hojas por dentro.Amamos porque s, sencillamenteporque s, porque es cierto,como un anochecer al medioda,como una llamarada sobre el hielo,como resucitar estando vivosslo para morir sin haber muerto.

Amamos porque s, sencillamente.Sencillamente, como pasa el viento

Amor insatisfecho

Mi corazn se siente satisfecho de haberte amado y nunca posedo;as tu amor se salva del olvido igual que mi ternura del despecho.

Jams te vi desnuda sobre el lecho, ni o tu voz murindose en mi odo;as ese bien fugaz no ha convertido un ancho amor en un placer estrecho.

Cuanto el deleite suma a lo vivido acrecentado se lo resta el pecho, pues la ilusin se va por el sentido.

Y en ese hacer y deshacer lo hecho, slo un amor se salva del olvido, y es el amor que queda insatisfecho.

Amor prohibidoSolo t y yo sabemos lo que ignora la genteal cambiar un saludo ceremonioso y fro,porque nadie sospecha que es falso tu desvo,ni cunto amor esconde mi gesto indiferente.

Solo t y yo sabemos porqu mi boca miente,relatando la historia de un fugaz amoro;y t apenas me escuchas y yo no te sonro...y an nos arde en los labios algn beso reciente.

Solo t y yo sabemos que existe una simientegerminando en la sombra de este surco vaco,porque su flor profunda no se ve, ni se siente.

Y as, las dos orillas, tu corazn y el mo,pues, aunque las separa la corriente de un ro,por debajo del ro se unen secretamente.

Amor tardoTardamente, en el jardn sombro,tardamente entr una mariposa,transfigurando en alba milagrosael deprimente anochecer de esto.Y, sedienta de miel y de roco,tardamente en el rosal se posa,pues ya se deshoj la ltima rosacon la primera rfaga de fro.Y yo, que voy andando hacia el poniente,siento llegar maravillosamente,como esa mariposa, una ilusin;Pero en mi otoo de melancola,mariposa de amor, al fin del da,qu tarde llegas a mi corazn...

AniversarioHoy hace un ao, justamente un ao. Y llueve como entonces en el atardecer. Y es una lluvia lenta, tan lenta que hace dao, porque casi no llueve ni deja de llover.

Mi pena es una pena sin tamao, en el tamao triste de un nombre de mujer, aunque la gente pasa sin saber que hace un ao, y aunque la lluvia ignora que llueve como ayer...

Aria de lutoTendr que suceder, hoy o maana,en cualquier parte y de cualquier manera,--puede ser que bajando una escalerao puede ser que abriendo una ventana.

Suceder tal da de semana,sencillamente, sin llover siquiera,en el banco de un parque en primaverao en un hotel de una ciudad lejana.

As suceder, como un espejoque se queda de pronto sin reflejo,porque crece la sombra o porque s.

Ir de puerta en puerta un viento loco,y t tambin te morirs un pococon algo tuyo que se muere en m...!

Arte poticaAma tu verso, y ama sabiamente tu vida,la estrofa que ms vive, siempre es la ms vivida.Un mal verso supera la ms perfecta prosa,aunque en prosa y en verso digas la misma cosa.

As como el exceso de virtud hace el vicio,el exceso de arte llega a ser artificio.Escribe de tal modo que te entienda la gente,igual si es ignorante que si es indiferente.

Cumple la ley suprema de desdearlas todas,sobre el cuerpo desnudo no envejecen las modas.Y sobre todo, en arte y vida, s diverso,pues slo as tu mente revivir en tu verso.

As, verte de lejosAs, verte de lejos, definitivamente.T vas con otro hombre, y yo con otra mujer.Y s que como el agua que brota de una fuenteaquellos bellos das ya no pueden volver.

As, verte de lejos y pasar sonriente,como quien ya no siente lo que senta ayer,y lograr que mi rostro se quede indiferentey que el gesto de hasto parezca de placer.

As, verte de lejos, y no decirte nadani con una sonrisa, ni con una mirada,y que nunca sospeches cuanto te quiero as.

Porque aunque nadie sabe lo que a nadie le digo,la noche entera es corta para soar contigoy todo el da es poco para pensar en ti.

Balada de las recapitulacionesTodo es igual y siempre: Yo, la noche, el olvido-ac abajo las rosas y all arriba los astros.Y el hombre y sus preguntas. Y nadie y su silencio.Y un gran montn de escombros floreciendo y girando.Todo es igual: el ro, las espigas, la nieve,las lgrimas, las fechas. Todo es igual y en vano.A veces, en otoo, la msica del bosquenace en las hojas secas del comps de mi paso,y hay nubes parecidas a las cosas que pienso,y me duele en los hombros lo que quisiera un rbol;pero despus no importa: lo que pasa o se queda,lo que sueo y olvido, todo es igual y en vano.Libros de letras torpes, viejos pozos vacos,turbio espejo en la sombra, negra espuma en el vaso;sello del rey asirio bajo costras de arena;mandolina del paje, talismn del templario;y nada ms que el tiempo soplando su ceniza,y otra vez y cien veces, y todo igual y en vano.Y decimos: Ya es tarde. Y an as pasa el viento.Y el viento nada dice, pero sigue pasando.Y decimos: No importa. Y al mirar hacia arribarecorremos a tientas los caminos de abajo.Y decimos entonces: Est bien. Y no importa,y es tarde y, como siempre, todo es igual y en vano.Balada del loco amor INo, nada llega tarde, porque todas las cosastienen su tiempo justo, como el trigo y las rosas;slo que, a diferencia de la espiga y la flor,cualquier tiempo es el tiempo de que llegue el amor.No, Amor no llega tarde. Tu corazn y el mosaben secretamente que no hay amor tardo.Amor, a cualquier hora, cuando toca a una puerta,la toca desde adentro, porque ya estaba abierta.Y hay un amor valiente y hay un amor cobarde,pero, de cualquier modo, ninguno llega tarde.IIAmor, el nio loco de la loca sonrisa,viene con pasos lentos igual que viene a prisa;pero nadie est a salvo, nadie, si el nio locolanza al azar su flecha, por divertirse un poco.As ocurre que un nio travieso se divierte,y un hombre, un hombre triste, queda herido de muerte.Y ms, cuando la flecha se le encona en la herida,porque lleva el veneno de una ilusin prohibida.Y el hombre arde en su llama de pasin, y arde, y ardeY ni siquiera entonces el amor llega tarde.IIINo, yo no dir nunca qu noche de veranome estremeci la fiebre de tu mano en mi mano.No dir que esa noche que slo a ti te digose me encendi en la sangre lo que so contigo.No, no dir esas cosas, y, todava menos,la delicia culpable de contemplar tus senos.Y no dir tampoco lo que vi en tu mirada,que era como la llave de una puerta cerrada.Nada ms. No era el tiempo de la espiga y la flor,y ni siquiera entonces lleg tarde el amorBalada del mal amorQu lstima muchacha,que no te pueda amar.Yo soy un rbol seco que slo espera el hacha,y t un arroyo alegre que suea con el mar.Yo ech mi red al roSe me rompi la redNo unas tu vaso lleno con mi vaso vaco,pues si bebo en tu vaso voy a sentir ms sed.Se besa por el beso,por amar el amorEse es tu amor de ahora, pero el amor no es eso,pues slo nace el fruto cuando muere la flor.Amar es tan sencillo,tan sin saber por quPero as como pierde la moneda su brillo,el alma, poco a poco, va perdiendo su fe.Qu lstima muchacha,que no te pueda amar!Hay velas que se rompen a la primera racha,y hay tantas velas rotas en el fondo del mar!Pero aunque toda heridadeja una cicatriz,no importa la hoja seca de una rama florida,si el dolor de esa hoja no llega a la raz.La vida, llama o nieve,es un molino queva moliendo en sus aspas el viento que lo mueve,triturando el recuerdo de lo que ya se fueYa lo mo fue mo,y ahora voy al azarSi una rosa es ms bella mojada de roco,el golpe de la lluvia la puede deshojarTuve un amor cobarde.Lo tuve y lo perdPara tu amor temprano ya es demasiado tarde,porque en mi alma anochece lo que amanece en ti.El viento hincha la vela, pero la deshilacha,y el agua de los ros se hace amarga en el marQu lstima muchacha,que no te pueda amar!Balada del Soldado John Smith I

Iban diez mil soldados bajo la lluviay el cielo gris;diez mil rostros amargos bajo el casco de acero,marchando por el lodo sin fin.Uno solo, entre tantos, sonrea:Era el soldado John Smith.

Cuatro semanas antes,en el momento de partir,diez mil madres lloraban. Una solasonrea, feliz.Una sola. Sabis quin era?-La madre del soldado John Smith.

En su granja de Ohio,cuando la feria del maz,una gitana de ojos remotosy brusco perfil,contempl largamente la manode John Smith.

-Generales y emperadoresse descubrirn ante tiVeo un desfile de estandartesy un monumento en el confnHallars la gloria en la guerra,John Smith

II

Bajo la lluviay el cielo gris,marchan hacia la muerte diez mil hombresque no quieren morir.Slo sonre uno, alto, flaco, pecoso:se llama John Smith.

Slo una, entre diez mil manos,acaricia el fusil.Quisieran decir que no, diez mil bocas.Slo una dice que s.Son la mano y la boca del soldadoJohn Smith.

Y cuando un oficial desenfunda su sabley un hombrecillo sopla un clarn,el primero en calar la bayonetay disponerse a combatir,el primero de todos,es el soldado John Smith.

Y all va, chapoteando en el fango,con un heroico frenes.Se siente capaz de algo grandey seguro de no morir.Es el que siempre va delante:es John Smith!

Ya han muerto Jack, y Dick, y Denny.Y otros cien ms. Y luego, mil.Pero l recuerda a la gitana,cuando la feria del maz:Hallars la gloria en la guerra,John Smith!.

S: es el nico que sonrePero deja de sonrer.Un asombro agranda sus ojosy su mano suelta el fusil.Con un hueco negro en la frente,cae el soldado John Smith.

III

Junto al viejo molino,de ruidosas aspas de zinc,en la abandonada trincheraque parece una cicatriz,se oye un ruido de palasy alguien dice: Cavad aqu

Hermoso sol, clara maanade abril.Ya se van viendo los cadveresde los que no queran morir.-Hay uno, con un hueco en la frente,junto a un oxidado fusil.

Y es colocado en un suntuosoatad de marfil,y conducido solemnementepor los bulevares de Pars,y depositado en un monumentode mrmol rosa y piedra gris.

Generales y emperadoresse descubren al pasar por all,y resuenan las botas de los regimientosentre intermitentes toques de clarn:En la tumba del Soldado Desconocido,reposa para siempre John Smith!

Balada del tulipn negro. Karl Gustav Van der Meyerera un gran jardinero.All en su alegre Holanda,de cofias y de molinos,donde canales y suecos,Karl Gustav Van der Meyer,soaba con la gloriade un tulipn fastuosamente negro,ntegramente negro, como las noches rticas,como un luto total de terciopelo...ardiendoY era as, da a da y ao a ao,y sueo era un sueo, pero el, imperturbable,regaba sus macetas, meditando en abonosy en injertos... y a veces, distrado,se guardaba los bulbos en los bolsillos del chaleco.ardiendoKarl Gustav Van der Meyer, indiferentemente,vio blanquear sus cabellos...pas el amor un da y el se encogi de hombros,para seguir soando con tulipanes negros.ardiendoPero una noche, alguien salt la tapia,alguien con un pual, y el jardinerocayo de bruces sobre sus macetas, muerto.Y alguien cavo en la tierra, ech el cadvery tap aquel hueco.ardiendoKarl Gustav Van der Meyer se qued para siempreen la penumbra de su invernadero.Ah! pero un da, un da se vio brotar del osueloun tulipn de luto, fastuosamente negro,ntegramente negro...ardiendoKarl Gustav Van der Meyer no pudo ver su gloria,pues la abon su propio cuerpo.Karl Gustav Van der Meyer no supo que su muertele dio vida a su sueo.Karl Gustav Van der Meyer siempre llevaba bulbosen los bolsillos de su chaleco.ardiendoPor los viejos canales siguen pasando barcasy aun giran como entonceslos molinos de viento,las muchachas sin novio regresan el domingoentre un blancor de cofias y un trepidar de zuecos...ardiendoAh! y sin embargo, Karl Gustav Van der Meyerera un gran jardinero.ardiendoBalada en la alameda.Era el silencio miel sobre seda,

y era un ungento de paz la brisa.

Yo iba del brazo con tu sonrisa

por la alameda.

Tu boca dulce como un olvido

me dio sus jugos bajo el follaje,

y su chasquido rozo m odo

como un plumaje de un cisne herido;

como un encaje desvanecido;

como un celaje loco de viaje

sobre un paisaje desconocido...

Tu boca ungida de luz de trino,

bordo una sombra de frases quedas...

Tu boca tibia me supo a vino,

y en la hojarasca de las veredas

se alzo el revuelo de un remolino

de ureas monedas...

Y fue el silencio como una gruta,

y la quimera fue como un ro

donde bogaron tu amor y el mo...

Y fue tu boca como una fruta

humedecida por el roco...

Como amputando gestos sombros

bruno la luna su filo de hacha,

y retorciendo sus dedos fros

cruzo una racha...

Yo unte de besos tu boca roja,

tu boca dulce como un regreso,

y en cada rbol fue cada hoja

un eco verde de cada beso!

Tu boca intacta me dio sus rasos,

tu voz sin bordes me su seda,

y, en la delicia de los retrasos,

mora el roce de nuestros pasos

en el silencio de la alameda...

BrindisHe aqu dos rosas frescas, mojadas de roco:una blanca, otra roja, como tu amor y el mo.

Y he aqu que, lentamente, las dos rosas deshojo:la roja, en vino blanco; la blanca, en vino rojo.

Al beber, gota a gota, los ptalos flotantesme rozarn los labios, como labios de amante;y, en su llama o su nieve de idntico destino,sern como fantasmas de besos en el vino.

Ahora, elige t, amiga, cul ha de ser tu vaso:si ste, que es como un alba, o aqul, como un ocaso.

No me preguntes nada: yo s bien que es mejorembriagarse de vino que embriagarse de amor...

Y as mientras t bebes, sonrindome as,yo, sin que t lo sepas, me embriagar de ti...Cancin a la mujer lejanaEn ti recuerdo una mujer lejana,lejana de mi amor y de mi vida.A la vez diferente y parecida,como el atardecer y la maana.

En ti despierta esa mujer que duermecon tantas semejanzas misteriosas,que muchas veces te pregunto cosas,que slo ella podra responderme.

Y te digo que es bella, porque es bella,pero no s decir, cuando lo digo,si pienso en ella porque estoy contigo,o estoy contigo por pensar en ella.

Y sin embargo si el azar maaname enfrenta con ella de repente,no seguira a la mujer ausentepor retener a la mujer cercana.

Y sin amarte ms, pero tampocosin separar tu mano de la ma,al verla simplemente te dira:"Esa mujer se te parece un poco"Cancin a la mujer lejana (versin 2)En ti recuerdo una mujer lejana,Lejana de mi amor y de mi vida,A la vez diferente y parecidaComo el atardecer y la maana.

Y hay en tu parecido con la ausenteTantas afinidades misteriosas,Que me equivoco hablndote de cosasQue son suyas y mas solamente.

Y te digo que es bella, porque es bella,Aunque no se decir, cuanto lo digo,Si pienso en ella porque estoy contigoO estoy contigo por pensar en ella.

Pero si la encontrara de repente,Tan bella como ayer, o mas acaso,Le cedera cortsmente el paso,Con una Cortesa indiferente;

Sin mirarla mas, pero tampocoSin separar tu mano de la ma,Despus que ella pasara, te dira:-Esa mujer se te parece un pocoCancin AgradecidaGracias, amor, si hiciste que llovieraen el ltimo instante de este da,pues, por ser una lluvia triste y fra,hubo un rayo de sol sobre una hoguera.

Gracias, Amor, si tu designio eraque lloviera del modo que llova,para ofrecerme en una flor tardatodo el perfume de la primavera.

Gracias, Amor, si no la mereca;gracias, Amor, aunque la mereciera;gracias tambin por la melancola

que llueve adentro cuando escampa afuera,y haz que vuelva a llover de esa manera,como llueve en mi alma todava.Cancin al olvidoAquel amor que se nos fuerano lo debemos recordar,rbol que muere en primaveraya nunca vuelve a retoar.

Perla que en el humo se disuelve,peregrina de la emocin,la ilusin que se va, no vuelvejams a nuestro corazn.

Cuando el amor se siente extraoen el pecho, ya no es amor,y retenerlo es un engaoque tortura al engaador...

Djalo ir....Deja vacoese hueco en tu corazn,y en las cenizas de tu hastopon la brasa de otra ilusin....

Aquel amor que se nos fuerano lo debemos recordar,rbol que muere en primaveraya nunca vuelve a retoar...

Es la ley amarga de la vidade todo sueo despertar:Sobre las huellas de una huidaes intil querer soar....

As, triste, pero sumisa,aceptando el dolor, mujer,di adis con tu mejor sonrisaa lo que nunca ha de volver.....

Enigma que si se resuelvenos desencanta, es la pasin:La ilusin que se va, no vuelvejams a nuestro corazn...

Juntemos pues las manos fras,y digamos una oracinpor las pasadas alegrasy por la actual desilusin.

Y con humilde voz, pidamospronto consuelo a este dolor,por lo mucho que nos amamosen lo breve de nuestro amor.

Como la mar, que no devuelveal ro su agua, la ilusin,una vez que se va, no vuelve jams a nuestro corazn!

Aquel amor que se nos fuerano lo debemos recordar:rbol que muere en primaveraya nunca vuelve a retoar!....Cancin compartidaDerramaras tus lgrimas, desventurado amante, como un nico dolor, y en la anchura del mundo siempre habr, en ese instante, unos ojos ms tristes y una pena mayor.

Abrirs la ventana cuando se enciende el da, feliz con tu destino, libre de todo mal, y en la anchura del mundo cualquiera encontrara otra ventana abierta y una alegra igual.

Maldecirs la noche viendo pasar el viento, o crisparas las manos sin saber contra quien, y en la anchura del mundo y en el mismo momento ha de haber alguien, siempre, descontento tambin.

Y un da, cuando escuches el llamado profundo, la seal para el viaje, la terrible seal, quien sabe cuantos hombres, en la anchura del mundo, te seguirn los pasos de la sombra final

Cancin contigoAqu estas en la sombra, con tu mano en la ma,respirando en un tiempo sin antes ni despus.Ya vez que, aunque te fuiste, no te vas todava,y estas aqu, conmigo--no importa donde ests.

Desnuda en esta sombra te palpara mi mano, lenta mano de ciego que acaricia una flor, y sabr de repente donde empieza el verano,yo, que solo he sabido donde acaba el amor.

Aqu estas en la sombra, conmigo todava,compartiendo este lecho calidamente aqu, Detenida en la noche, y donde nunca es de da,detenida en la noche y amaneciendo en mi.

Y ahora soy como el surco donde madura el trigo,como la flor que nace donde pisan tus pies,porque, aunque nunca vuelvas, siempre estars conmigo,conmigo en esta sombra sin antes ni despus.

Cancin cotidianaCalladamente;calladamente se me fue...

Porque el amor es una fuenteque se nos seca de repente,sin saber cmo ni por qu.Amor de un beso que se olviday de un suspiro que se va;amor de paso en nuestra vida,pues se le da la bienvenidacuando tal vez se aleja ya.As tu amor fue como el mo,mujer de un claro atardecer:amor que pasa como un ro,sin estancarse en el hastoni repetirse en el placer.Amor feliz que da sin tasa,pues slo pide, a cambio, amor;amor que deja, cuando pasa,no la ceniza de una brasa,sino el perfume de una flor.Amor que al irse no est ausente;amor sin dudas y sin fe,como este amor intrascendente,que, si lleg calladamente,calladamente se fue...

Cancin de la bsquedaTodava te busco mujer que busco en vano,mujer que tantas veces cruzaste mi sendero,sin alcanzarte nunca cuando extend la manoy sin que me escucharas cuando dije: "te quiero..."

Y, sin embargo, espero. Y el tiempo pasa y pasa.Y ya llega el otoo, y espero todava:De lo que fue una hoguera slo queda una brasa,pero sigo soando que he de encontrarte un da.

Y quizs, en la sombra de mi esperanza ciega,si al fin te encuentro un da, me sentir cobarde,al comprender, de pronto, que lo que nunca lleganos entristece menos que lo que llega tarde.

Y sentir en el fondo de mis manos vacas,ms all de la bruma de mis ojos huraos,la ansiedad de las horas convirtindose en dasy el horror de los das convirtindose en aos...

Pues quizs est mustia tu frente soadora,ya sin calor la llama, ya sin fulgor la estrella...Y al no decir: "Es ella!" - como dira ahora -,seguir mi camino, murmurando: "Era ella..."

Cancin de la esperaEspero tu sonrisa y espero tu fraganciapor encima de todo, del tiempo y la distancia.Yo no s desde dnde, hacia dnde, ni cundoregresars... s slo que te estar esperando.

En lo alto del bosque y en lo hondo del lago,en el minuto alegre y en el minuto aciago,en la funcin pagana y en el sagrado rito,en el limpio silencio y en el spero grito.

All donde es ms fuerte la voz de la cascada,all donde est todo y all donde no hay nada,en la pluma del ala y en el sol del ocaso,yo esperar el sonido rtmico de tu paso.

Comprendo que de m ya se ra la genteal ver cmo te espero desesperadamente.Cuando todos los astros se apaguen en el cielo,cuando todos los pjaros paralicen el vuelocansados de esperarte, ese dalejano yo te estar esperando todava.

No importa: aunque me digan todos que desvaro,yo te espero en las ondas musicales del ro,en la nube que llega blanca de su trayecto,en el camino angosto y en el camino recto.

Nio, joven o anciano, sonriendo o llorando,en el alba o la tarde, yo te estar esperando,y si me convenciera que ese ansiado dano habra de llegar, tambin te esperara.

Cancin de la Hoguera

Dir que junto a un rbol resplandece una hoguera,y que estar encendida maana igual que ayer...En invierno y otoo, verano y primavera,arde esa hoguera loca sin que deje de arder.

Le dio sus hojas secas, el rbol corpulento;despus, las hojas verdes, y los gajos quizs...Y aunque es mayor la llama cuando la sopla el vientono importa si arde pronto, porque ilumina ms.

Y no importa si el rbol no tiene flor ni fruto,porque muere en el sueo de una muerte feliz:y cuando falten ramas para el fugaz tributo,convertir en cenizas, su tronco y su raz...

Ms, si alguien no comprende la verdad escondidaen la hoguera implacable y en el rbol sin flor,yo le dir que el rbol que se quema es mi vida,y que la hoguera es el amor.Cancin de la lluviaAcaso est lloviendo tambin en t ventana;Acaso est lloviendo calladamente, as.Y mientras anochece de pronto la maana,yo s que, aunque no quieras, vas a pensar en mi.Y tendr un sobresalto tu corazn tranquilo,sintiendo que despierta su ternura de ayer.Y, si estabas cosiendo, se har un nudo en el hilo,y an llover en tus ojos, al dejar de llover.Cancin de la Noche SolaFue ma una noche. Lleg de repente,y huy como el viento, repentinamente.Alumna curiosa que aprendi el placer,fue ma una noche. No la he vuelto a ver.Fue la noche sola de una sola estrella.Si miro las nubes, despus pienso en ella.Mi amor no la busca; mi amor no la llama;la flor desprendida no vuelve a la rama,y las ilusiones son como un espejoque cuando se empaa pierde su reflejo.Fue ma una noche, locamente ma:me quema los labios su sed todava.Bella como pocas, nunca fue ms bellaque soando el sueo de la noche aquella.Su amor de una noche sigue siendo mo:la corriente pasa, pero queda el ro;y si ella es la estrella de una noche sola,yo he sido en su playa la primera ola.Amor de una noche que ignor el hasto.Somos las distantes orillas de un ro,entre las que cruza la corriente clara,y el agua las une, pero las separa.Amor de una noche: si vuelves un da,ya no he de sentirte tan loca y tan ma.Ms que la tortura de una herida abierta,mi amor ama el viento que cierra una puerta.El amor florece tierra movediza,y es ley de la llama trocarse en cenizas.El amor que vuelve, siempre vuelve en vano,as como un ciego que tiende la mano.Amor de una noche sin amanecer:acaso prefiero no volverte a ver!

Cancin de la RosaHay que cortar la rosa, pues de cualquier manerase secar en la rama su adorable ornamento;y, al renacer cien veces con cada primavera,es cien veces ms triste que la deshoje el viento.

Hay que cortar la rosa, pues siempre se terminafugazmente su encanto para aquel que lo ama,y al final sobrevive solamente la espina,que es tambin lo primero que le nace a la rama.

Por eso, en esta angustia de andar hacia el olvido,lgrubes caminantes de la noche luctuosa,para no lamentarnos del tiempo que se ha idohay que cerrar los ojos y hay que cortar la rosa...

Cancin de los AmantesDonde quiera en las noches se abrir una ventanao una puerta cualquiera de una calle lejana.No importa dnde o cundo... puede ser donde quierani menos en otoo, ni ms en primavera.

Y hoy igual que maana, maana igual que ayerun hombre enloquecido besar una mujer.

Tal vez nadie lo sepa... Como tal vez un datodos irn sabiendo lo que nadie saba.

Y para los amantes su amor desesperadopodr ser un delito... pero nunca un pecado.

Por eso el amor pasa por las calles desiertasy es como un viento loco que quiere abrir las puertas

Bien saben los amantes que hay caricias que sonno una simple caricia sino una posesin.Y que un beso... uno solo puede ms que el olvidosi se juntan dos bocas en un beso prohibido.

No, un gran amor no es grande por lo mucho que durasi se parece a un rbol reseco en la llanura.Y los amantes saben, que sin querer siquierahay un amor que crece como una enredadera

Es natural que el agua de un estanque sombrosuee en sus largas noches con el viaje de un ro.

Y si por algo es triste la lluvia que no llueveser porque es la lluvia condenada a ser nieve.

Es natural que un da comprendan los amantesque no hay nunca sin siempre... que no hay despus sin antes.Y as brota en el alma la rebelin de un sueoque es como un perro arisco que le grue a su dueo.

El amor... esa estrella de una sombra infinitaaunque muera cien veces... cien veces resucita

Y suele ser un nio de manos milagrosasque rompe las cadenas y hace nacer las rosas.

Ya no habr das turbios... ya no habr noches malassi hay un amor secreto que nos presta sus alas.

Y el corazn renace con renovada feigual que los rosales... que no saben porqu.

Donde quiera en las noches, puede abrirse una puertapero... tan suavemente que nadie se despierta

Puede ser en otoo... puede ser en veranotanto un amor tardo... como un amor temprano.Una mujer... un hombre... y un oscuro aposentoy all afuera en la calle... sigue pasando el viento.Y si en la noche hay algo queriendo amaneceres simplemente un hombre que besa a una mujer.Cancin de los RemosQuizs olvidaremos, pues siempre hay que olvidarpero escucha los remos, cantando sobre el mar.Bajo este cielo claro tu alma llega a la macomo la luz de un faro desde la lejana.As como la espuma pasar este momentonuestra ilusin se esfuma, como la espuma al viento.Pero en el alma sola si un gran amor la llenahay algo de la ola y hay algo de la arena.Nufrago de su espanto, piloto de su hastoel mar canta en su canto que ya tu amor es mo.Yo soy la vela rota que da al aire su vuelo,y tu eres la gaviota que va a estrenar su vuelo.Pero an quedan futuros que yo desconocaen tus ojos oscuros donde nunca es de da.An hay algo postrero mas all del olvidoy en tu amor recupero todo lo que he perdido.Ni digo que te quedes, ni quiero que te vayas.Pues soy como las redes tendidas en las playasarroyo de ternuras hazme tuyo en lo mollenando de agua pura mi cntaro vaco.Ya mi voz tiene un eco, ya mi voz no se pierde.Por eso el tronco seco retoa la hoja verde.Y as mi vida espera la gracia de un retoocomo la primavera que ilumina un otoo.Por eso aunque olvidemosque siempre hay que olvidaroye cantar los remossobre el dolor del mar.

Cancin de un Sueo

Otra vez, esta noche, vi tu mano en la ma,otra vez, esta noche, volv a soar contigo,yo, que no soy tu amante ni siquiera tu amigo,sino un hombre que pasa bajo la luz del da.Sin embargo, en la sombra donde el tiempo no existe,se buscan nuestras almas, no s por qu. Y despierto vagamente inconforme de que no ha sido cierto,triste de una tristeza que no llega a ser triste.

Algo ocurre en la noche, pero yo no lo digo:ni a ti, que nada sabes, ni a ti te dir nada,pero al mirar tus ojos sabr, por tu mirada,si tambin, esta noche, t has soado conmigo.

Cancin del Amor LejanoElla no fue, entre todas, la ms bella,pero me dio el amor ms hondo y largo.Otras me amaron ms; y, sin embargo,a ninguna la quise como a ella.

Acaso fue porque la am de lejos,como una estrella desde mi ventana...Y la estrella que brilla ms lejananos parece que tiene ms reflejos.

Tuve su amor como una cosa ajenacomo una playa cada vez ms sola,que nicamente guarda de la olauna humedad de sal sobre la arena.

Ella estuvo en mis brazos sin ser ma,como el agua en cntaro sediento,como un perfume que se fue en el vientoy que vuelve en el viento todava.

Me penetr su sed insatisfechacomo un arado sobre llanura,abriendo en su fugaz desgarradurala esperanza feliz de la cosecha.

Ella fue lo cercano en lo remoto,pero llenaba todo lo vaco,como el viento en las velas del navo,como la luz en el espejo roto.

Por eso an pienso en la mujer aquella,la que me dio el amor ms hondo y largo...Nunca fue ma. No era la ms bella.Otras me amaron ms... Y, sin embargo,a ninguna la quise como a ella.

Cancin del Amor Prohibido

Solo t y yo sabemos lo que ignora la genteal cambiar un saludo ceremonioso y fro,porque nadie sospecha que es falso tu desvo,ni cuanto amor esconde mi gesto indiferente.

Solo t y yo sabemos porque mi boca miente,relatando la historia de un fugaz amoro;y tu apenas me escuchas y yo no te sonro...y aun nos arde en los labios algn beso reciente.

Solo t y yo sabemos que existe una simientegerminando en la sombra de este surco vaco,porque su flor profunda no se ve, ni se siente.

Y as dos orillas tu corazn y el mo,pues, aunque las separa la corriente de un ro,por debajo del ro se unen secretamente.Cancin del Amor que Pasa

Yo soy como una nube que da sombra un instante;

soy una hoguera efmera que no deja una brasa.

Yo soy el buen amor y el mal amante.

Dime adis y sonreme: Soy el amor que pasa...

Soy el amor que olvida pero que nunca miente,

que muere sonriendo porque nace feliz.

Yo paso como un da fugazmente;

y aunque se siembra un ala nunca tendr raz.

No intentes retenerme: djame que vaya

como el agua de un ro que no vuelve a pasar

Yo soy como una ola en una playa

pues las olas se acercan pero vuelven al mar

Soy el amor de amar que odia lo inerme

que se lleva el perfume pero deja la flor

Dime adis y no intentes retenerme:

Soy el amor que pasa pero soy el amor. Cancin del amor que pasa (versin 2)

Yo soy como un viajero que no duerme ms de una vez en una misma casa. Dame un beso y olvdame. No intentes retenerme. Soy el Amor que pasa. Yo soy como una nube que da sombra un instante; soy una hoguera efmera que no deja una brasa. Yo soy el buen Amor y el mal Amante. Dime adis y sonreme: Soy el Amor que pasa... Soy el Amor que olvida, pero que nunca miente, que muere sonriendo porque nace feliz. Yo paso como un ala, fugazmente; y, aunque se siembre un ala, nunca tendr raz. No intentes retenerme: djame que me vaya como el agua de un ro, que no vuelve a pasar... Yo soy como una ola en una playa, pues las olas se acercan, pero vuelven al mar. Soy el Amor de Amar, que odia lo inerme, que se lleva el perfume, pero deja la flor... Dime adis, y no intentes retenerme: Soy el Amor que pasa... Soy el Amor de Amar, que odia lo inerme, que se lleva el perfume, pero deja la flor... Dime adis, y no intentes retenerme: Soy el Amor que pasa... ...pero SOY el AMOR

Cancin del Andn.Nadie Va a Esperarme.Yo me encog de hombros y me eche andar.Soy un hombre de paso, simplemente,Soy Simplemente una mujer que Llega y Se Va.

No Conozco este Pueblo este pequeo pueblo junto al mar.

Hoy, por primera vez miro estas Casas con sus techos de tejas y sus muros de Cal.

Pero se que esta calle polvorienta le da la vuelta aun Parque con sus bancos de metal.Y Que frente a ese parque hay una iglesia, y que junto a esa iglesia hay un rosal.

Yo conozco el chirrido de una verja oxidada,

y, entre tantos portales, reconozco un portal

- aquel portal con baranda verde,

con un horcn rajado a la mitad.

Y es que estoy en el pueblo de tus cartas de novio, tu viejo pueblo tristemente igual, aunque yo vine demasiado tarde, y aunque tu ya no estas...Cancin del ViajeRecuerdo un pueblo triste y una noche de froy las iluminadas ventanillas de un tren.Y aquel tren que parta se llevaba algo mo,ya no recuerdo cuando, ya no recuerdo quien.

Pero s que fue un viaje para toda la viday que el ltimo gesto, fue un gesto de desdn,porque dej olvidado su amor sin despedidaigual que una maleta tirada en el andn.

Y as, mi amor intil, con su intil reproche,se acurruc en su olvido, que fue intil tambin.

Como esos pueblos tristes, donde llueve de noche,como esos pueblos tristes, donde no para el tren.Cancin IIISolo bajo los astros, te digo que estoy triste,en la profunda noche de races de fuego.Aqu, en un agua turbia que me agranda los ojos,con el dolor creciente de la sed de tu beso.

Isla de locos pjaros ms all de la sombra,y nieblas de remotas latitudes de hielo;y el corazn que asciende golpendome las venas,en el horror sin nombre de saber que te quiero.

S. En la noche inclemente, solo bajo los astros,oigo oscuras campanas en el fondo del viento,y el rumor de los rboles recorre los caminos,y me quema los labios la sed de tu recuerdo.

Te digo que estoy triste porque no ests conmigo,pero la noche sabe, cuntas veces ya he muerto!Cancin NocturnaA los pies de tu cama, como un perro,se ech mi corazn.

Noche tras nochegime calladamente su reprochey sufre injustamente su destierro.

All est. Nada importa que lo apartetu pie pequeo y cruel.

All, en la sombra,calla el grito de amor con que te nombra,para no despertarte.

Noche tras noche, hasta que llega el da,gime un reproche y sufre su destierro.

Cancin para la Esposa AjenaTal vez guardes mi libro en alguna gaveta,sin que nadie descubra cual relata su historia,pues ser simplemente, los versos de un poeta,tras de arrancar la pagina de la dedicatoria...Y pasarn aos... Pero acaso algn da,o acaso alguna noche que ests sola en tu lecho,abrirs la gaveta - como una rebelda,y leers mi libro- tal vez como un despecho.Y brotar un perfume de una ilusin supremasobre tu desencanto de esposa abandonada.Y entonces con orgullo, marcaras la pgina...y guardars mi libro debajo de la almohada.Canzonetta

rase un verde bosque de eterna primavera,y rase un nio iluso que vagaba al azar...El nio entr en el bosque siguiendo una quimera;entr en el bosque... y nadie lo ha visto regresar.

rase un mar sereno, de tan hondo que era,y rase un nauta que vio un da aquel mar...El nauta aborreca la paz de la ribera;empu el remo...y nadie lo ha visto regresar.

Mujer: comprende el smil. Yo tambin quise un dapenetrar el secreto de tu melancola,y me perd, y no pude regresar.

Porque en tus ojos verdes se extravi mi destino,como el nio en el bosque, como el loco marino en el mar.

Canzonetta IIEra bella, muy bella. No fue ma.Una tarde de lluvia la bes.Y sin embargo yo no la quera,y la recuerdo sin saber por qu.

No me debi dejar ninguna huellaen la memoria y en el corazn;pero hay una cancin que o con ella,y ahora me deja triste esa cancin.

Carta a UstedSeora:Segn dicen ya tiene usted otro amante.Lstima que la prisa nunca sea elegante.Yo s que no es frecuente que una mujer hermosa,Se resigne a ser viuda, sin haber sido esposa.

Y me parece injusto discutirle el derechoDe compartir sus penas sus goces y su lechoPero el amor seora cuando llega el olvidoTambin tiene el derecho de un final distinguido.

Perdn... Si es que la hiere mi reproche... PerdnAunque se que la herida no es en el coraznY para perdonarme... Piense si hay mas despechoQue en lo que yo le digo, que en lo que usted ha hecho.

Pues sepa que una dama con la espalda desnudaSin luto en una fiesta, puede ser una viuda.Pero no como tantas de un difunto seorSino para ella sola, viuda de un gran amor.

Y nuestro amor recuerdo, fue un amor diferenteAl menos al principio, ya no, naturalmente.

Usted ser el crepsculo a la orilla del mar,Que segn quien lo mire ser hermoso o vulgar.Usted ser la flor que segn quien la corta,Es algo que no muere o algo que no importa.

O acaso cierta noche de amor y de locuraYo viva un ensueo y... y usted una aventura.Si... usted juro cien veces ser para siempre maYo besaba sus labios pero no lo crea.

Usted sabe y perdneme que en ese juramentoInfluye demasiado la direccin del viento.Por eso no me extraa que ya tenga otro amanteA quien quiz le jure lo mismo en este instante.Y como usted seora ya aprendi a ser infielA mi as de repente me da pena por l.

Si es cierto... alguna noche su puerta estuvo abiertaY yo en otra ventana me olvide de su puertaO una tarde de lluvia se ilumin mi vidaMirndome en los ojos de una desconocida.

Y tambin es posible que mi amor indolenteDesdeara su vaso bebiendo en la corrienteSin embargo seora... Yo con sed o sin sedNunca pensaba en otra... si la besaba a usted.

Perdneme de nuevo si le digo estas cosasPero ni los rosales dan solamente rosas.Y no digo estas cosas por usted ni por mSino por... por los amores que terminan as.

Pero vea seora... que diferencia habaEntre usted que lloraba... y yo que sonrea.Pues nuestro amor concluye con finales diversosUsted besando a otro... Yo escribiendo estos versos.Carta de Amor I y IIAqu, sin ti, ya s lo que es la muerte,pero no te lo digo para no entristecerte.

Quiero que te sonraspara que siga habiendo claridad en los das.

Quiero que no se empae tu mirada,pues, si no, no habr estrellas, ni habr luna, ni nada.

Y, sobre todo, lo que quiero y quieroes un ao que tengo doce meses de enero.

Aqu llueve y no importa, pues la lluvia es tan leveque al leer esta carta no sentirs que llueve.

Pero cierro los ojos y te recuerdo tantoque casi se dira que est lloviendo llanto.Carta de Amor IIIY ya ves: yo estoy solo, murmurando tu nombre,recordando los besos que te di y no te di,y acaso t, esta tarde, le sonreste a un hombreque ni siquiera se parece a m.

O puede suceder, quin sabe cundo,que irs entre el gento de una calle cualquiera,y yo s de qu modo se le quedan mirandoa una mujer bonita que pasa por la acera.

S, tal vez siento celos, celos tristes,celos de no estar juntos, celos de no s quin;celos de por qu sales y de cmo te vistes,que no quieren ser celos y son celos tambin.

Y de repente no te siento ma,o ests como ms lejos de repente,y tengo la tristeza de una casa sombradonde an sopla el perfume de una mujer ausente.

Afuera est la tarde, con su gris infinito;afuera est la lluvia, calladamente cruel,y quisiera decirte cmo te necesito...pero se me emborrona la tinta en el papel....!Carta sin FechaAmigo: s que existes, pero ignoro tu nombre.No lo he sabido nunca ni lo quiero saber.Pero te llamo amigo para hablar de hombre a hombre,que es el nico modo de hablar de una mujer.

Esa mujer es tuya, pero tambin es ma.Si es ms ma que tuya, lo saben ella y Dios.Slo se que hoy me quiere como ayer te quera,aunque quiz maana nos olvide a los dos.

Ya ves: ahora es de noche. yo te llamo mi amigo;yo, que aprend a estar solo para quererla ms;y ella, en tu propia almohada, tal vez suea conmigo;y t, que no lo sabes, no la despertars.

Qu importa lo que suea! Djala as, dormida.Yo ser como un sueo sin maana ni ayer.Y ella ir de tu brazo para toda la vida,y abrir las ventanas en el atardecer.

Qudate t con ella. Yo seguir el camino.Ya es tarde, tengo prisa, y an hay mucho que andar,y nunca rompo el vaso donde beb un buen vino,ni siembro nada, nunca, cuando voy hacia el mar.

Y pasarn los aos favorables o adversos,y nacern las rosas que nacen porque s;y acaso t, algn da, leers estos versos,sin saber que los hice por ella y para ti....

CelosYa solo eres aquellaque tiene la costumbre de ser bella.Ya pas la embriaguez.

Pero no olvido aquel deslumbramiento,aquella gloria del primer momento,al ver tus ojos por primera vezY se que, aunque quisiera,no he de volverte a ver de esa manera.Como aquel instante de embriaguez;y siento celos al pensar que un da,alguien, que no te ha visto todava,ver tus ojos por primera vez.Con la Simple PalabraCon la simple palabra de hablar todos los das,que es tan noble que nunca llegar a ser vulgar,voy diciendo estas cosas que casi no son mas,as como las playas casi no son mar.Con la simple palabra con que se cuenta un cuento,que es la vejez eterna de la eterna niez,la ilusin, como un rbol que se deshoja al viento,muere con la esperanza de nacer otra vez.Con simple palabra te ofrezco lo que ofreces,amor que apenas llegas cuando te has ido ya:Quien perfuma una rosa se equivoca dos veces,pues la rosa se seca y el perfume se va.Con la simple palabra que arde en su propio fuego,siento que en m es orgullo lo que en otro es desdn:Las estrellas no existen en las noches del ciego,pero, aunque l no lo sepa, lo iluminan tambin.Y as, como un arroyo que se convierte en ro,y que en cada cascada se purifica ms,voy cantando este canto tan ajeno y tan mo,con la simple palabra que no muere jams!Corazn en la noche

Una ventana abierta. La lluvia. Y un lejano recuerdo.Una calle vaca. Nada ms que una calle y el viento.Corazn en la noche sin que nadie comparta un sueo.La lluvia, un hombre solo. Y el dolor de las rosas que han muerto.La vida est pasando. La vida es lo que pasa no el tiempo.Eso es as. Y no importa. Lo dems es un largo silencio.

Cuartetos del Transente- Bebed.- Dice el amor junto a la fuentecuya corriente clara dice tambin:- Bebed...Y como a cada sorbo tu sed es diferenteal secarse la fuente, tendrs la misma sed.Sonre, jardinera que en surco te inclinasy buscas el secreto profundo de las cosas.No pienses que las rosas se afean con espinas,sino que las espinas se embellecen con rosas.Jugu al amor contigo con vanidad tan vana,que marqu con la ua los naipes que te di.Y en este extrao juego donde pierde el que ganagan tan tristemente, que te he perdido a ti.Fue un amor del que apenas quedara,lo que queda del viento cuando el viento pas.Y yo doblo la almohada como t, todava,y t marcas los libros, a veces, como yo...Cuento para la nia triste

Sabes t?Mi vida es como un canto que nadie ha de cantar,pues tuvo las violentas inquietudes del mary el espejismo de la droga hind...

Yo anduve errante, soador proscrito,un ao, o veinte, o quizs cien,y med las pirmides de Egiptoy las murallas de Jerusaln.

Yo tuve ms tesoros que los Zares,y un diamante mayor que el Gran Mongol,y en cada uno de los siete maresme vio nufrago el sol.

Yo visit con tembloroso paso,como quien rinde un fnebre tributo,la hmeda celda de Torcuato Tassoy el oscuro taller de Benvenuto.

Yo busqu en los jardines de Versallesla huella leve de Mara Antonieta,y llor por Ronaldo en Roncesvallesy por Icaro en Creta.

Y como fin de una aventura rara, enloquecido por un astro hostil,fui jeque de un aduar en el Saharay negrero en la Costa de Marfil.

An guardo en el cristal de una redoma,para unir mis creencias y mis dudas,un pelo de la barba de Mahomay una hoja del rbol donde se ahorcara Judas.

Tuve un corcel de resonante cascoque floreca en la llanura seca,y mendigu en las calles de Damasco,y or en una mezquita de La Meca.

Y mucho ms, que huy de mi memoriay que quizs no ha de volver jams:Das de amor y odio, de fracaso y de gloria;y mucho ms...y mucho ms...

Sabes t? Quizs nada ha sido cierto.Acaso nicamente lo so...- No s bien si dormido o despierto;no s... -Quizs la vida que he vivido ha sido tan abrumadoramente vulgar,que invent los recuerdos por no morir de olvido,y nunca vi de cerca el mar.Pero si s que he naufragado en una lgrima de mujer:Fue un naufragio romntico, a la luz de la Luna,y me qued en el fondo, sin querer.

De Canciones Absurdas 2El corazn de un sueopalpita entre mis manos.-Ptalo de una msicarizada hacia los astros-.

(Ya no recuerdo dnde,ya no recuerdo cuando,ya no recuerdo cmo...No puedo recordarlo...)

El corazn de un sueopalpita entre mis manos.-Puerta que no abri nadie,y que nadie ha cerrado-.

Onda de bordes tibios,plida voz sin labios,latido de silencio,polvo de ecos amargos...

-El corazn de un sueopalpita entre mis manos...

De Muerte en Flor...Morir de muerte en flor toda la vida, ardiendo en este sueo vertical, en este ardiendo fugaz contacto azul con lo celeste, ardiendo en esta vieja sed recin nacida...ardiendo Y volver luego con el alma erguida, ardiendo a la vez Norte y Sur, Este y Oeste, ardiendo de la propia emocin, ya en ansia agreste ardiendo En inquietud sutil o en paz pulida. Ardiendo Y resurgir de cada muerte diaria ardiendo ms dueo de la vida, al ser ms dueo ardiendo de esta muerte parcial y necesaria .ardiendo Y con esa cordial melancola ardiendo de los pocos que saben cada da ardiendo morir y renacer dentro de un sueo.

De pie bajo la lluviaAs ests todava de pie bajo la lluvia,bajo la clara lluvia de una noche de invierno.De pie bajo la lluvia me llega tu sonrisa,de pie bajo la lluvia te encuentra mi recuerdo.Siempre he de recordarte de pie bajo la lluvia,con un polvo de estrellas muriendo en tus cabellosy tu voz que naca del fondo de tus ojosy tus manos cansadas que se iban en el vientoy aquel cielo de plomo y el rumor de los rbolesy la hoja seca aquella que te cay en el senoy el roco nocturno dormido en tus pestaasy engarzando diamantes en tu vestido negro.

As ests todava lejanamente cercadesde tu lejana de sombra y de silencio.Mi corazn te llama de pie bajo la lluvia,de pie bajo la lluvia te acercas en el sueo.La vida es tan pequea que cabe en una noche.Quizs fue que en la sombra me encontr con tu besoy por eso me envuelve, de pie bajo la lluvia,el sabor de tu boca y el olor de tu cuerpo.

Si, me has dejado triste porque pienso que acasoya no estars conmigo cuando llueva de nuevo.Y no he de verte entonces de pie bajo la lluviacon las manos temblando de fro y de deseo.Pero aunque habr otras noches cargadas de perfumesy otras mujeres, y otras, a lo largo del tiempo,siempre he de recordarte de pie bajo la lluvia,bajo la lluvia clara de una noche de invierno...

Desafo al otooSoar es ver la vida de otro modo,y es olvidar un poco lo que es.Un sueo es casi nada y ms que todo;ms que todo al soarlo... Casi nada despus.

Dios no lo Sabe Dios no lo sabe, pero yo estoy tristecomo los viejos pozos en la tarde;triste como el portn de la herreraque hace cien aos que no ha abierto nadie.Ya le encuentro sabor de sed alagua, viendo crecer un trigo miserable;y todo se me va con el otoo,pero Dios no lo sabe.Dios no lo sabe, porque est all arriba,y yo ac abajo, triste a mi manera;yo, que ya s lo que no dice el vientoy de qu modo hay que pisar la hierba.Dios no lo sabe, pero yo lo digo,solo en la noche, solo en la tristeza,y eso que s que nada cambiaraaunque Dios lo supiera.Yo s el camino del que sigue andandoderechamente hacia ninguna parte,y ese lado del tiempo donde hay nievepara el pequeo amor que llega tarde.Yo s cmo se cierra cada puertaen el anochecer de cada calle;y s que hay un sol negro que da sombra,pero Dios no lo sabe.Yo s del hacia abajo en las races,sin hacia arriba, hacia la primavera;de la lluvia que llueve y ya no es lluviaen la arena que sigue siendo arena.Dios no lo sabe, y nada cambiara,nada, por ms que un da lo supiera.- O tal vez Dios lo sabe, y est tristesin que nadie lo sepa...Discreto Amor Mi viejo corazn toca a una puerta,mi viejo corazn, como un mendigocon el afn de su esperanza inciertapero callando lo que yo no digo.Porque la que me hiri sin que lo advierta,la que slo me ve como un amigosi alguna madrugada est despiertanunca ser porque so conmigo...Y sin embargo, ante la puerta oscurami corazn, como un mendigo locova a pedir su limosna de ternuraY cerrada otra vez, o al fin abierta,no importa si alguien oye cuando toco,porque nadie sabr cul es la puerta.Do de AmorEn el hondo silencio de la noche serena se dilata un lejano perfume de azucena, y aqu, bajo los dedos de seda de la brisa, mi corazn se ensancha como en una sonrisa...

Y yo s que el silencio tiene un ritmo profundo donde palpita un eco del corazn del mundo, un corazn inmenso que late no s dnde, pero que oye el latido del mo, y me responde...

El corazn que sientes latir en derredor, es un eco del tuyo, que palpita de amor. El corazn del mundo no es ilusorio: Existe. Pero, para escucharlo, es preciso estar triste;

triste de esa tristeza que no tiene motivo, en esta lenta muerte del dolor de estar vivo. La vida es un rosal cuando el alma se alegra, pero, cuando est triste, da una cosecha negra.

El amor es un ro de luz entre la sombra, y santifica el labio pecador que lo nombra. Slo el amor nos salva de esta gran pesadumbre, levantando el abismo para trocarlo en cumbre.

Slo el amor nos salva del dolor de la vida, como una flor que nace de una rama cada; pues si la primavera da verdor a la rama, el corazn se llena de aroma, cuando ama.

Amar es triste a veces, ms triste todava que no amar. El amor no siempre es alegra. Tal vez, por eso mismo, es eterno el amor: porque, al dejarnos tristes, hace dulce el dolor.

Amar es la tristeza de aprender a morir. Amar es renacer. No amar, es no vivir. El amor es a veces lo mismo que una herida, y esa herida nos duele para toda la vida.

Si cierras esa herida tu vida queda muerta. Por eso, sonriendo, haz que siempre est abierta; y si un da ella sola se cierra de repente, t, con tus propias manos, brela nuevamente.

Desdichada alegra que nace del dolor. De un dolor de la rama tambin nace la flor. Pero de esa flor efmera, como todas, se mustia, y la rama se queda contrada de angustia.

Cada hoja que cae deja el sitio a otra hoja, y as el amor -resumen de toda paradoja- renace en cada muerte con vida duradera; porque decir amor, es decir primavera.

Primavera del alma, primavera florecida que deja un misterioso perfume en nuestra vida. Primavera del alma, de perpetuo esplendor, que convierte en sonrisa la mueca del dolor.

Primavera de ensueo que nos traza un camino en la intrinca selva donde acecha el destino. Primavera que canta si el huracn la azota y que da nuevo aliento tras de cada derrota.

Primavera magnnima, cuyo verdor feliz rejuvenece el rbol seco hasta la raz... Amor es la ley divina de plenitud humana; dolor que hoy nos agobia y aoramos maana...

Eso es amor, y amando, tambin la vida es eso: Dos almas que se duermen a la sombra de beso!

El AmigoNo envidiis mi alegra, mi salud ni mi canto;

no envidiis lo que sueo, ni envidiis lo que digo.

Todo eso vale poco, por ms que cueste tanto...

Pero, eso s: envidiadme la amistad de este amigo.

Envidiadme la gloria de esta firme confianza

cuyo sentir profundo ni en bien ni en mal se altera,

porque yo siento mo lo que su mano alcanza,

y en l es permanente mi dicha pasajera.

Envidiadme este amigo que me mira de frente,

pues ni lo acerca el triunfo ni lo aleja el fracaso,

y l madura en espiga lo que en m fue simiente,

y yo duermo en su lecho pero l bebe en mi vaso.

No importa si estoy solo, pues siempre est conmigo,

y mis propias arrugas lo van haciendo viejo...

Ah, s, envidiadme todos la amistad de este amigo que refleja mi espejo.

El Ancestro del CisneEntre la imperturbable quietud de la alameda, donde el csped recama su tapiz absorbente, la fuente silabea melanclicamente la tmidas metforas de una estrofa de seda.

El chorro de agua clara vacila, ondula y rueda, irisando de espuma los labios de la fuente, y sobre la amatista cncava del poniente el sol funde los bordes de su roja moneda.

En el placido estanque de linfa transparente un cisne erige el asa de su cuello indolente, y en actitud herldica meditabundo queda

Pero el plumaje candido se eriza de repente, y del pico de mbar fluye un grito estridente, ante un botn de rosa que flota en la corriente, hmedo y sonrosado como el sexo de leda

El rbol ViejoBuen rbol que perdiste bruscamente los donesde ardiendoPero, tarde o temprano, vendr la primavera,y, al rejuvenecerse tu tronco envejecido,tendrs la flor y el fruto, y el follaje, y el nido...Y yo, en cambio, no tengo tu esperanza siquiera.

Cien veces me ofreciste tu sombra en el verano;cien veces tu perfume fue a visitar mi casa,buen rbol que floreces mientras la vida pasa,acaso porque ignoras que nunca pasa en vano.

Mi niez te recuerda casi como un amigo,aunque ya se agrietaba tu ancianidad de abuelo.Y hoy, al ver cmo creces todava hacia el cielo,ni aun me queda el consuelo de envejecer contigo.

Pues, aunque nos agobian idnticos otoos,sobre tus hojas secas crecen hojas lozanas,y as, algn da, el viento despeinar mis canas,trayndome el perfume de tus nuevos retoos...

El Arquero.I

Arquero de la noche, con un gesto arrogante,

Alc el arco en la sombra y apunte a las estrellas!

Arquero de la noche, m pulso esta firme,

y en m carcaj haba solamente una flecha.

II

Y vigorosamente lance m flecha al viento,

y hubo un largo zumbido sobre la cuerda tensa.

Lance m nica flecha - la flecha de m ensueo -

y me cruce de brazos bajo la noche negra.

III

El arco envejecido se me pudre en las manos,

pero yo sigo - arquero de la noche - en m espera.

Lance m nica flecha, y se perdi en la sombra.

Y nunca he de saber si llego a las estrellas!

El Clavel SecoComo el clavel del patio estaba seco,yo, entristecido por sus tristes males,baje al jardn para cavar un hueco,en buena sombra entre dos rosales.Y eran rosales cerca, gajo a gajoen una cercana indiferentepero al cavar un poco, vi all abajosus races trenzadas locamente.As, esta tarde, descubr el secretode un cario verdadero, hondo y discreto,transplantando un clavel que se sec.Y, en nuestra indiferente cercana,que loco ensueo se descubrirasi alguien cavara un hueco entre t y yo.El ExtranjeroMirad: Un extranjero... Yo los reconoca, siendo nio, en las calles por su no s que ausente. Y era una extraa mezcla de susto y de alegra pensar que eran distintos al resto de la gente.Despus crec, soando, sobre los libros viejos; corr, de mapa en mapa, frenticos azares, y al despertar, a veces, para viajar ms lejos, inventaba a mi antojo ms tierras y ms mares.Entonces yo envidiaba, melanclicamente, a aquellos que se iban de verdad, en navos de gordas chimeneas y casco reluciente, no en viajes ilusorios como los viajes mos.

Y hoy, que quizs es tarde, con los cabellos grises, emprendo, como tantos, el viaje verdadero; y escucho que los nios de remotos pases murmuran al mirarme: Mirad: Un extranjero...El Falso AmorUn amor que pregunta, si es virtud o es pecado,la fuerza que lo agita, eso es el amor soado.Un amor que se esconde, porque teme al futuro,puede ser un amor, pero no es el ms puro.

Un amor que se escapa de su propio sentido,es la rama del rbol sin la gloria del nido.Un amor que razona, que contrata su ensueo,inevitablemente ser un amor pequeo.

Un amor que me exige preceptos y rituales,con dudas aritmticas y pginas legales...Ese no es el amor que soaba ofrecertepara toda la vida, sobre toda la muerte.

Si tu amor es tan pobre, recurdame perdido:cuando es poco el amor, Vale ms el olvido!

El Gran AmorUn gran amor, un gran amor lejanoes algo as como la enredaderaque no quisiera florecer en vanoy sigue floreciendo aunque no quiera.Un gran amor se nos acaba un day es tristemente igual a un pozo seco,pues ya no tiene el agua que tenapero le queda todava el eco.Y, en ese gran amor, aquel que amacompartir el destino de la hoguera,que lo consume todo con su llamaporque no sabe arder de otra manera.

El Hijo del Ensueo Un hijo! T sabes, t sientes que es eso:ver nacer la vida del fondo de un besopor un inefable milagro de amor.Un beso que llene la cuna vacay que ingenuamente nos mire y sonra,un beso hecho flor!

Un hijo! Un fragante, fuerte y dulce lazo.Me parece verlo sobre tu regazo palpitando ya;y miro con moverse con pueril empeolas pequeas manos de nuestro pequeo,como si quisieran sujetar un suenoque llega y se va.En el agua fresca de nuestras ternurasmojara las alas de sus travesurascomo una paloma que aprende a volar.y ser violento, loco y peregrino,y amar igualmente la mujer y el vinoy el cielo y el mar.

Con la sed amarga de la adolescenciabeber en la fuente turbia de la ciencia.Mi tierno cantor!Ira por el mundo con su lira al hombrodejando un reguero de rosas de asombroy aun ureo fulgor.

Cruzara al galope la rida llanuraplido de ensueo, loco de aventuray ebrio de ideal.Y en su desvaro de viajes remotosvolver algn da con los remos rotos,trayendo en los labios un sabor de sal.Caminante absurdo, de caminos muertospasar su sombra sobre los desiertosen una infinita peregrinacin,y su alucinada pupila inconformever en su destino gravadauna enorme interrogacin.Pero ser intil su tenaz andanzapersiguiendo un sueno que jams se alcanza.Y ha de ser as, pues no hallar nunca, como yo,la meta de todas sus ansias de hombre y poeta,porque en las mujeres de su vida inquietano hallar ninguna parecida a ti.

Que t eres la rosa de una sola vida,la rosa que nadie ver repetidaporque al deshojarse secar el rosal.Y como en el mundo ya no habr esa rosa,el ira en su bsqueda infructuosaen pos de una igual...El Nombre Olvidado Voy andando en el tiempo de otro da, alma sin nombre, nombre en el olvido; te vi en un sueo y te he reconocido, quiz porque en tu frente amaneca.

Y hoy es ayer en este parque viejo donde est esperando, sombra leve, como un olor de lluvia que no llueve, como una nia ciega ante el espejo.

Pero eres t, tan ma y tan ajena, de un modo tan confuso y tan sencillo, como el brillo redondo de un anillo que no se sabe quin perdi en la arena.

Y yo soy la ternura de aquel hombre que t quisiste, ya no importa cuando, y el tiempo se detiene, y sigo andando, pero no logro recordar tu nombre... El Nudo

Me costaba trabajo desatar aquel nudo aquel viejo vestigio de una vieja ilusin que todava no se como pudo enredar sus races sobre mi corazn

Me costaba trabajo y el tiempo se me iba vanamente torcindolo hacia abajo vanamente doblndolo hacia arriba

Ahhh.. castigo final de los amantes que es el dolor mas terco y mas agudo doloroso castigo de las manos sangrantes queriendo deshacer un viejo nudo

Luchar confiadamente ciegamente quizs que al tratar de aflojarlo, de repente se apret mas y mas

Ahora voy cantando por la vida despreocupadamente una cancin aunque tengo una herida una pequea herida sobre mi corazn

Y es que quizs fui rudo como quien ciega un pozo, como quien parte un gajo pero ya me dola tanto el nudo que lo corte de un tajoEl Pequeo DolorMi dolor es pequeo,Pero an as bendigo este dolor,Que es como no soar despus de un sueo,O es como abrir un libro y encontrar una flor.

Djame que bendigaMi pequeo dolor,Que no sabe crecer como la espiga,Porque la espiga crece sin amor.

Y djame cuidar como una rosaEste dolor que nace porque s,Este dolor pequeo, que es la nica cosaQue me queda de ti.

El Pozo SecoDej mi copa en el brocal maldito.Grit hacia abajo, hacia el profundo hueco,pero el coro sarcstico del ecome devolvi multiplicado el grito.Llegaba tarde: el pozo estaba seco.Un gran golpe de viento llen el pozo,y, al recorrer su vertical garganta,en su ms honda hondura o un sollozo,donde cantaba el agua y ya no canta...Brillaba entonces la primera estrella,pero el anochecer amanecacuando me puse a comparar aquellaprofunda sed del pozo con la ma.Y all dej mi copa abandonada,con un tardo gesto de homenajepor quien se supo dar sin pedir nadaal que calm su sed y sigui el viaje...Y all, junto al brocal ennegrecido,y el cubo roto y la inservible rueda,comprend que no cabe en el olvidola ingratitud de un agua que se ha idoni el espanto de un pozo que se queda...

El Pozo VacoTu vida es como un pozo que se queda vaco,Que se te esta secando sin que sepas porque;Es como un viejo pozo con lgamo de hastiQue al fin descubre, un da, que el agua se le fue.

El agua de tu pozo se evaporo en roci,Se consumi en la sombra, tristemente sin fe,Pues pudiendo irse alegre, caminando en un ro,Prefiero ser un agua que se muere de pie.

Tu vida es como un pozo. Tu amor fue el agua puraQue, sin beberla nadie, se te seco en la hondura;Pero el pozo se queda cuando el agua se va.

Y yo comprendo ahora, junto a tu pozo seco,Que en un pozo sin agua siempre responde el ecoY en un alma vaca nada responde ya. . .El ResucitadoINo, nunca fue lo oscuro tan oscuro.Y est acostado pero no en su lecho.Quiere moverse y se lo impide un muro.Un muro en derredor, largo y estrecho.Llama, y su voz resuena extraamente,sin que acudan su madre ni su hijo.Y un sbito sudor hiela su frente,Al palpar en su pecho un crucifijo.No, no hay duda: Esa sombra que lo aterraes sombra de atad bajo la tierra,y no es soando, porque est despierto.Y lo aturde un pavor definitivoAl comprender que se le dio por muertoy al comprobar que fue enterrado vivoIIPero un da, al abrir la sepultura,se sabra su muerte verdadera.Si el atad mostrara la hendidura,de un golpe de su mano en la madera.Y al pensar de repente en el maana,piensa tambin enloquecidamenteen el espanto de la madre ancianay en el horror del hijo adolescente.Y all, en la sombra, sin quejarse en vanosin dar un grito, sin alzar la mano,con una abnegacin casi suicidaCierra los ojos y se queda quietoPorque as, solo as, ser un secretoSu horrible muerte de enterrado en vidaElegaGolondrina del alba sombra,mariposa del alba radiante:cunto puede durar un instante,Un instante de noche en el da!

Yo, que supe ignorar tantas cosas,ahora s que jams nos veremos,pues te fuiste, empuando los remos,en tu barca cubierta de rosas.

Ahora s la verdad de la tierra,que florece aunque nadie la labre,y la puerta de luz que se abresi una puerta de sombra se cierra.

Ahora s que la noche no mientecuando deja de caer su roco:Fue un rosal a la orilla de un ro,y quizs lo arrastr la corriente...

Y te fuiste, lucirnaga loca,golondrina del alba sombra,con el tibio sabor de tu boca-de tu boca que nunca fue ma!

Elega Lamentable Desde este mismo instante seremos dos extraospor estos pocos das, quien sabe cuantos aos...yo ser en tu recuerdo como un libro prohibidouno de esos que nadie confiesa haber ledo.Y as maana, al vernos en la calle, al ocaso,tu bajaras los ojos y apretaras el paso,y yo, discretamente, me cambiar de acera,o encender un cigarro, como si no te viera...Seremos dos extraos desde este mismo instantey pasarn los meses, y tendrs otro amante:y como eres bonita, sentimental y fiel,quizs, andando el tiempo, te casaras con el.Y ya, mas que un esposo ser como un amigo,aunque nunca le cuentes que has soado conmigo,y aunque, tras tu sonrisa, de mujer satisfecha,se te empaen los ojos, al llegar una fecha.Acaso, cuando llueva, recordaras un daen que estuvimos juntos y en que tambin llova.Y quizs nunca ms te pongas aquel trajede terciopelo verde, con adornos de encaje.O hars un gesto mo, tal vez sin darte cuenta,cuando dobles tu almohada con mano soolienta.Y domingo a domingo, cuando vayas a Misa,de tu casa a la Iglesia, perders tu sonrisa.Qu ms puedo decirte? Sers la esposa honestaque abanica al marido cuando ronca la siesta:tras fregar los platos y tender las camas,te pasaras las noches sacando crucigramas...y as, aos y aos, hasta que, finalmente,te morirs un da, como toda la gente.Y voces que aun no existen sollozarn tu nombre,y cerrarn tus ojos los hijos de otro hombre.

Elega NocturnaQuin nos hubiera dicho... Que todo acabaracomo acaba en la sombra la claridad del da.

Fuiste como la lluvia cayendo sobre un ropara que fuera tuyo... todo lo que era mo.

Fuiste como una lmpara que se encendi en mi vida,yo la sopl de pronto... Pero sigui encendida.

Fuiste un ro ilusorio cantando en un desiertoy floreci la arena como si fuera cierto.

Mi amor fue una gaviota que construy su nidoen lo alto de un mstil... Ahora el buque se ha ido.

Ahora me envuelve un hosco silencio de campanadonde slo resuena tu campana lejana.

Y como un surco amargo... Que se negara al trigoahora mi alma no suea... Por no soar contigo.

Elega Para Entonces Entonces, todava tu voz me sabr a luego.Y todava y luego y siempre sers otrams all de ti misma, inaccesiblementeY siendo t el mar ntegro, te buscar en la ola.

Entonces, en tus ojos flotar todavaaquella vaga msica que rim con las rosas.Y todava entonces saldr a escuchar tus ecosa las distancias hmedas de palabras redondas.

Entonces, todava te esperarEn ti mismaesperar el retorno lrico de tu otra.Y aromar la brisa del bosque con tu nombrey en la arena del pramo sembrar mi voz ronca

Y la flor, y la piedra, y el rbol, y el sendero,y la raz, y el ala, y la luz, y la ondame dirn que te vieron pasar como un perfumeenvuelta en una trmula tnica de palomas

Y la rosa, y la brisa, y la fuente, y el astro,y el pjaro, y el musgo, y la nube, y la frondame dirn que pasaste cubierta de rocoentre un emocionado vaivn de mariposas!

Y en lo hondo de tus besos habr un temblor de ausencia,y besar en el polvo la huella de tus corzas;fatigar el orculo del ptalo sonoroy beber el narctico del ptalo sin sombra.

Y entonces, todava tu voz me sabr a nunca,y todava y siempre esperar a tu otrams all de ti misma, inaccesiblementeY, siendo t el sol ntegro, te buscar en la aurora!Elega para M y para Ti Yo seguir soando mientras pasa la vida,y t te irs borrando lentamente de mi sueo.Un ao y otro ao caern como hojas secasde las ramas del rbol milenario del tiempo,y tu sonrisa, llena de claridad de aurora,se alejar en la sombra creciente del recuerdo.Yo seguir soando mientras pasa la vida,y quiz, poco a poco, dejar de hacer versos,bajo el vulgar agobio de la rutina diaria,de las desilusiones y los aburrimientos.T, que nunca soaste mas que cosas posibles,dejars, poco a poco, de mirarte al espejo.Acaso nos veremos un da, casualmente,al cruzar una calle, y nos saludaremos.Yo pensar quiz: " Qu linda es todava."T quiz pensars: " Se est poniendo viejo "T irs sola, o con otro. Yo ir solo o con otra.o t irs con un hijo que debiera ser nuestro.Y seguir muriendo la vida, ao tras ao,igual que un ro oscuro que corre hacia el silencio.Un amigo, algn da, me dir que te ha visto,o una cancin de entonces me traer tu recuerdo.Y en estas noches tristes de quietud y de estrellas,pensar en ti un instante, pero cada vez menos....Y pasar la vida. Yo seguir soando;pero ya no habr un nombre de mujer en mi sueo.Yo ya te habr olvidado definitivamentey sobre mis rodillas retozarn mis nietos.(Y quiz, para entonces, al cruzar una calle,nos vimos frente a frente, ya sin reconocernos.)Y una tarde de sol me cubrirn de tierra,las manos para siempre cruzadas sobre el pecho.

T, con los ojos tristes y los cabellos blancos,te pasars las horas bostezando y tejiendo.Y cada primavera renacern las rosas,aunque ya t ests vieja, y aunque yo me haya muerto.Elega por NosotrosErguida en tu silencio y en tu orgullo,no s con qu seor que te enamora,comentas a manera de murmullo:Mirad ese es el hombre que me adora!

Yo paso como siempre, absorto,... mudo,y t nerviosamente te sonres,sabiendo que detrs de mi saludo,te ahondas y despus te me desles.

Yo s que ni te busco, ni te sigo,que nada te mendigo, ni reclamo,comento, nada ms con un amigo:"Esa es la mujer que yo ms amo".

Yo s que mi cario recriminas,es claro t no entiendes de esas cosas,qu sabe del perfume y las espinas,quien nunca estuvo al lado de las rosas.

T sabes que jams suplico nada,y me sabes cautivo de tus huellas,que vivo en la regin de tu mirada,y comparto contigo las estrellas.

Un da nos veremos nuevamente,y es lgico que bajes la cabeza,tendrs muchas arrugas en la frente,y el rostro entristecido y sin belleza.

Sers menos sensual en la cadera,tus ojos no tendrn aquel hechizo,y an murmurar - Si me quisiera!t slo pensars: Cunto me quiso!EllaAmaraotroHombreElla amar a otro hombre.Yo voy lejos, andando hacia el olvido.Y puede suceder que alguien me nombre,pero ella fingir no haber odo.

Ella amar a otro hombre: el tiempo pasay el amor finaliza,y es natural que lo que fue una brasaacabe convirtindose en ceniza.

Aunque nadie lo quiera,envejecen las vidas y las cosas,y es natural tambin que en primaveralos rosales den rosas.

Es natural. Por eso,ella amar a otro hombre, y est bien.No s si ya olvid mi ltimo beso,ni me importa con quin.

Pero quizs, un da,oyendo una cancin,sentir que esa vieja melodale cambia el ritmo de su corazn.

O ser algn vestidoque yo le conoc,o el olor del jardn cuando ha llovido,pero algn da ha de pensar en m.

O puede ser un gesto,un modo de mirar,o ciertas calles, o un botn mal puesto,o una hoja seca que vol al azar.

Y de alguna maneratendr que recordarme, sin querer,escuchando unos pasos en la aceracomo los mos al atardecer.

Ser en algn momento,no importa cundo o dnde, aqu o all,porque el amor, por parecerse al viento,parece que se ha ido y no se va.

Y si en ese momento ella suspiray l pregunta por qu,le tendr que inventar una mentirapara que nunca sepa por qu fue.

Y l no ver esa huella,eso tan mo en lo que ya perd;y, aunque la pueda amar ms que yo a ella,ella no podr amarlo ms que a m..!

EnvoLa vida pasa; la vida rueda... Quizs se aparten tu alma y la ma, pero el recuerdo nace y se queda... Y aunque el deseo no retroceda y nuestra llama se apague un da, mientras yo pueda soar, y pueda regar mis sueos en la vereda de la armona, tendr la dulce melancola de aquellas frases entre la umbra y aquellos besos en la alameda.

EplogoDi que mi amor ha muerto de una forma habitual, aunque t, por la espalda, le clavaste un pual. Lo enterraremos juntos, sin pesar ni alegra, aunque yo solo sepa que vive todava. Pero no intentes nunca remover esa fosa: Djala abandonada; djala silenciosa... pues si un da la abrieras, tu mano desleal no hallara otra cosa que tu propio pual. Era mi Amiga

Era mi amiga, pero yo la amaba,yo la amaba en silencio puramente,y mientras sus amores me contabayo escuchaba sus frases tristemente.

Era mi amiga, pero me gustabay mi afn era verla a cada instante.Nunca supo el amor que yo albergabaporque siempre me hablaba de su amante.

Era mi amiga para todo el mundoporque a nadie mi amor yo confesaba,pero yo la quera muy profundoy forzosamente me callaba.

Era mi amiga, y mi cuerpo sentaestremecer si ella me miraba,al orla junto a m feliz me hacams de este amor ella nunca supo nada.

Y aunque slo mi amistad yo le ofreca,era mi amiga, pero yo la amaba.

Esa Mujer.Esa mujer que ya no va conmigo,ms que un amor, fue una costumbre ma.Y alguien podr entenderme cuando digoque a veces me acompaa todavaesa mujer que ya no va conmigo.Nadie ha podido detener el vientoni transformar en jbilo una pena.Se va el amor y cambia el sentimiento,y aunque alguien haga florecer la arenanadie ha podido detener el viento.Lo que pudo durar toda la vidase convierte en espuma de repente.Y el alma se nos queda entristecidacuando se va definitivamentelo que pudo durar toda la vida.Esa mujer que ya no va conmigosupo crearme una ilusin extraa.Y alguien podr entenderme cuando digoque a veces todava me acompaaesa mujer que ya no va conmigo.Esta Vieja CancinEsta vieja cancin que o contigo,y que contigo di por olvidada,surge del fondo de la madrugadacomo la voz doliente de un amigo.

[Yo se' que la mujer que va conmigono puede adivinar en mi miradaque esa cancin, que no le dice nada,le esta diciendo lo que yo no digo]

Y, al escuchar de pronto esa tonada,comprendo la amargura de un mendigoante una puerta que le fue cerrada.

Pero intento rer, y lo consigo. . .como si no me recordara nadaesta vieja cancin que o contigo.

Estoy aqu Contigo...Estoy aqu, contigo. Y pienso en ti, a tu sombra,

a tu sombra callada como un agua de otoo.

Aqu, con la cabeza cada en tu regazo,

como para que pienses que contemplo las nubes.

En tu rostro apacible se refleja el crepsculo,

y eres tan bella, amiga, que me duele mirarte.

Aqu estoy, a tu sombra, pensando en ti, contigo.

Y t piensas, acaso, que estoy pensando en otra.

T sonres, segura del poder de tu beso,

y yo sierro los ojos para sentir tu ausencia.

Ah, pobre amiga ma, cmo quisiera amarte,

amarte como entonces, cuando t no me amabas...

Ah, s, qu pronto pasan el amor y las nubes...

Qu irreparablemente se mustian las espigas...

Aqu, bajo este rbol que ignora su silencio,

m corazn se aleja tristemente del tuyo.

Y, sin embargo, amiga, ya ves que te sonro.

Y m boca recorre la distancia del beso.

Pero pienso en el modo de dejar de besarte,

y en una despedida que no te haga llorar...Excusa del viento Yo le entregu mi corazn al viento En una encrucijada del camino, al viento de invisible movimiento que se va sin saber de dnde vino.

As por el camino polvoriento, Con el azar del viento en su destino, Mi corazn fue el prncipe de un cuento, Bajo un hosco sayal de peregrino.

Pero al ser como el viento, a veces lento Y a veces con violento remolino Tambin se hace voluble el sentimiento.

Y si mi amor se va por donde vino, En una encrucijada del camino, No es culpa de mi amor, sino del viento.Finge con fiero orgullo...

Finge con fiero orgullo la sonrisa del fuerte,alma tmida y dbil para siempre vencida:Despus de haber vivido la mitad de la muerte,hay que seguir muriendo lo que an queda de vida.

He Callado Largamente He callado largamente para escuchar mejor las voces.T las conoces, corazn cansado de hogueras y de peces.T las has escuchado otras veces.T las conoces.

Voces que ascienden de las profundidades del mundo submarinode las algas, de los crustceos, de los tentculos y las escamas.Voces que aturden enloquecidamente, como el vino.T las conoces y las llamas.

T conoces las voces que dan manos al manco y ojos al ciego.T conoces las voces crepitantes de las hogueras del Polo,all donde la nieve quema mucho ms profundamente que el fuego.T te acompaas de esas voces para sentirte ms solo.

He callado largamente como soando un viajehe callado clidamente como los caones despus de las batallas;y ahora miro crecer los rboles como un salvajeoh, corazn tumultuoso de esas voces que oyes y callas.

Mirar como pasan las nubes siempre es un gran consuelooh corazn que tanto has aprendido y tanto desconoces.Desdichado del esquimal sordo cuando cruje el deshielo.Triste de aquel que para siempre cerr su corazn a las voces.

Las estatuas de sal vienen cantando que han muerto las mariposaspero nada es cierto en la vida, ni siquiera la muertey an nutrimos con nuestra sangre la inseguridad de las cosasy tambin la tribu de sabios se humilla ante el ms fuerte.

Podrn morir las voces pero nos persiguen sus ecosen la ua que crece y en la supersticin del azar.El gran latido de la selva repercute en los troncos secosy en la fugitiva permanencia del tiempo y del mar !

Del fondo del crepsculo llegan hombres cobardemente tristes.El trigo no quiere madurar cuando se afilan las hocesoh, corazn que slo muriendo puedes comprender que existes,definitivamente sordo a la sana alegra de las Voces !

InesperadamenteInesperadamente tu amor llega a mi vida,mujer de besos hondos y plenitud creciente,como brota un retoo de una rama cada,como en un ro seco renace la corriente.

Llegas como las nubes, inesperadamente;inesperadamente llegas como el verano,para dejarme el peso de una sombra en la frentey un dolor de races profundas en las manos.

Y es que tu boca alegre me inspira un beso triste,y en tus ojos cercanos veo un mirar ausente,porque s que algn da, lo mismo que viniste,te me irs de los brazos, inesperadamente...La AbejaTu boca jugosa y fragante,su risa coqueta rea...Tan fresca la risa flua,que su agua la fuente sonantepor ti detena...

Tu boca rea... Tu boca,que tiene humedad de ambrosa,que tanto promete y provoca;tu boca de piel y armona,rea...

Y vino una abeja dorada,de mieles ansiosa,y quiso creyndola rosa,posarse en tu boca encarnadafragante y jugosa...

Y en tanto la abeja volababuscando la miel de la rosa,riendo una risa nerviosa,tu boca el ataque esquivaba,melodrosa...

Tu boca rea y gemade angustia... La abeja de oro,en pos de la rosa que hua,ritmaba su vuelo sonoro...

Y, al cabo, la abejaposse en tu boca riente,Tu risa fue grito doliente,fue queja...

II

Decidme, seora, si es justala clera vuestra;decir si merezco esa adustamirada que demuestra...

Al ver vuestro aprieto, un instantequedse mi mente perpleja:No haba manera galantede darle la muerte a la abeja!

Verdad que os bes; pero en esono hay sombra de culpa:Matar una abeja de un beso,tal beso disculpa.

No fue, mi Seora, osada,besar vuestros labios, rosados:La abeja me iriso en su agona.Miradme los labios hinchados.

Cierto es que bendigola abeja traidora,mas, ved cunto sufro, en castigode haberos besado, Seora.

Red vuestra risa nerviosa,red vuestra risa coqueta;que ra la boca jugosa,que ra la hmeda rosaque adora el poeta...

Red, y pensad un instantesi el beso una injuria refleja:Haba otro modo galantede darle muerte a la abeja?La Copa de Diamante

ardiendoTal vez ests ausente, o acaso ests delantepero si ests delante lo contar mejor

Dir que hubo una copa tallada de diamanteuna flor sin roco y un blanco surtidor

Pero aunque se mora de sed un caminantele negaron el agua para regar la flor

Como ves es una historia que puede no ser mapues habla de un suceso que ocurre cada daburlar a un vagabundo, negar una merced

Pero al fin de este cuento vulgar y cotidianotu sentirs la copa de diamante en tu manoy yo estar de nuevo murindome de sed.La Dama de la Rosa Los que vieron la Dama luciendo aquella rosa,que era como el fragante cogulo de una llamano supieron decirme cual era ms hermosasi la Rosa o la Dama.

Los que vieron la Dama llevar la flor aquellacomo un broche de fuego sobre su piel sedosano supieron decirme cual era ms hermosasi la Dama o la Rosa.

Cuando pas la Dama fue un perfume su huellanadie supo decirme si fue la flor o ellala que dej la noche perfumada.

Y yo, que la tuve desnuda sobre mi lecho,yo que cort la rosa para adornar su pecho...tampoco dije nada.

La Dama de las PerlasYo he visto perlas claras de inimitable encanto,de esas que no se tocan por temor a romperlas.Pero solo en tu cuello pudieron valer tantolas burbujas de nieve de tu collar de perlas.Y ms, aquella noche del amor satisfecho,del amor que eterniza lo fugaz de las cosas,cuando fuiste un camino que comenz en mi lechoy el rubor te cubra como un manto de rosas.Yo acarici tus perlas, sin desprender su broche,y las vi, como nadie nunca ms podr verlas,pues te tuve en mis brazos, al fin, aquella nochevestida solamente con tu collar de perlas!La Dama del Espejo.De aquella extraa noche que no fue tuya y ma,

pero que en m fue tuya, como fue ma en ti,

me queda lo que queda de un sueno al otro da,

o el regres de un viaje que jams emprend.

Pero fue ms que un sueno. Pero fue ms que un viaje.

Fue una penumbra rosa y una ventana al mar.

Y el viento remova las cortinas de encaje

como si se estuviera desvistiendo al entrar.

No fuiste ma, es cierto, ni te bese siquiera,

pero te sent ma, ma de otra manera,

mujer de un slo instante maravilloso y cruel;

porque te vi desnuda, de pie, frente a un espejo,

y as, hermosa dos veces, en ti y en tu reflejo,

te sigo recordando frente al espejo aquel.

La EnredaderaEn el ureo esplendor de la maana,viendo crecer la enredadera verde,mi alegra no sabe lo que pierdey mi dolor no sabe lo que gana.

Yo fui una vez como ese pozo oscuro,y fui como la forma de esa nube,como ese gajo verde que ahora subemientras su sombra baja por el muro.

La vida entonces era diferente,y, en mi claro alborozo matutino,yo era como la rueda de un molinoque finge darle impulso a la corriente.

Pero la vida es una cosa vaga,y el corazn va desconfiando de ella,como cuando miramos una estrella,sin saber si se enciende o si se apaga.

Mi corazn, en trnsito de fuego,ardi de llama en llama, pero en vano,porque fue un ciego que extendi la manoy slo hall la mano de otro ciego.

Y ahora estoy acodado en la ventana,y mi dolor no sabe lo que pierdeni mi alegra sabe lo que gana,viendo crecer la enredadera verdeen el ureo esplendor de la maana.La Estrella.Yo sigo enamorado de la estrellaque ilumina mi melancoladndole miel a la ternura aquellaque acaso era vulgar, pero era ma.

Mi corazn ha envejecido un poco,pero, a pesar de su envejecimiento,me duele todava si lo tocoy todava se me va en el viento.

Y tercamente, qu s yo hasta cuando,mi viejo corazn sigue esperandola ltima rosa del jardn marchito;y ya despus no importa que se vaya,como la ltima arena de una playa,con el ltimo verso que haya escrito.La Fuga InfinitaBatiendo sus alas de rosa parti...Le rogu, llorando: "Vuelve a mi otra vez!"-Volver- me dijo... Pero no volvi...

Despus, mi inocencia, cual mstica flor,se musti entre lasllamaradas locas del pagano amor,y a mi alma su aroma no torn jams...

Y, al llegar mis dudas, se march mi fe...-"Volvers?"- le dije... No s si me oy:Hizo un gesto vago me mir y se fue.

Luego, acurrucada, sufri mi ilusinde los desengaos el flagelo cruel:Me mir con hmedos ojos de lebrely se fue en silencio de mi corazn...

Y yo s que un da tambin t te irs,sin que mis caricias puedan retenerte,pues ya hacia otros brazos, o ya hacia la muerte,no te detendrs...

Porque s que un da llegar el olvido,y s que ese da te me irs, mujer,como tantas cosas que ya se me han ido:Para no volver!...La Lmpara.I

Era un vetusto templo de ennegrecidos muros,

durante largos siglos olvidados en la selva.

Trepndose y retorcindose por las rotas columnas,

lo apresaban sus verdes tentculos la hiedra.

Prticos apretados y techos derruidos,

que ya slo ofrecan un refugio a las fieras,

en la gloria caduca de su esplendor remoto

eran el esqueleto de un cadver de piedra.

Pero all, en los escombros de un altar milenario,

una lmpara arda, misteriosa y eterna.

Era una humilde lmpara de aceite, pero arda,

con fulgor tranquilo y una ambicin serena.

Inexplicablemente arda la llama,

desde el oscuro fondo de las edades muertas:

la llama inagotable que iluminaba el tiempo,

y que abra en la sombra su flor amarillenta.

Y la lmpara arda bajo el viento y la lluvia.

La llama invulnerable venca las tormentas,

como fosforescente lagrima de un Dios triste;

y arda, arda, arda, misteriosa y eterna.

II

En lo alto una estrella fulguro de repente,

como un diamante vivo sobre la noche negra.

Fascinadoramente su luz resplandeca

como un filo de plata, descendiendo a la tierra.

Y en las ruinas del templo se acrecent la sombra,

al vacilar la llama de la lmpara terca;

ardi siglos y siglos bajo el viento y la lluvia,

y la apago la fra mirada de una estrella !

La Mujer Aquella.A veces me pregunto:"Que habr sido de la mujer aquella"? Y su mirada me llega desde el fondo del olvido,y oigo su voz, sin que me diga nada.

Y voy con ella, como en otro mundo,en otro tiempo, nuevamente ma;y es ella, y de repente la confundocon no s quin, ni dnde ni qu da.

Y se me pierde en una calle tristeque no recuerdo ya, pero que existe,y all le digo adis y no la sigo;

Porque quizs, a la mujer aquella,si piensa en m le ocurrir conmigolo que me ocurre a m si pienso en ella....

La Mujer sin NombrePor ti escribo estos versos, aunque no s quin eres;estos versos que acaso t nunca leers...

Quizs ests ahora junto al hombre que quieres,o el hombre que t quieres no te quiere quizs.

Yo he de olvidarte pronto, como a tantas otras mujeres,y t, al hombre que hoy amas, tambin lo olvidars,y vendrn otras noches y otros amaneceres,sin que nos encontremos nuevamente jams...

Y te escribo estos versos, mujer desconocida,con la extraa certeza de haberte amado en vano,aunque te vi un instante solamente en la vida.

Y si acaso lo lees, t, la mujer sin nombre,quizs sientas la angustia de un recuerdo lejano,y entornars los ojos, pensando en otro hombre...La Pena sin OlvidoYo conozco la pena sin olvidode tu melancola de mujer, como un rosal que nunca ha florecido o que no lo dejaron florecer.

El corazn te duele en un latido que lo atraviesa igual que un alfiler, pues no hay amor, por triste que haya sido, ms triste que el