23 marzo 2008 : diario de burgos : diario de ......asignaturaescolar,latoponimia devías,...

4
18VIVIR BURGOS DIARIO DE BURGOS DOMINGO 23 DE MARZO DE 2008 HISTORIA Y MEMORIA DE 1808 A 2008 Héroes y caídos R.P.B. / BURGOS En la época contemporánea el uso político del pasado involucra al menos tres aspectos: una consi- deración de la historia previa por parte de los grupos dominantes, referida de modo especial a los periodos inmediatamente ante- riores (con su car- ga de juicios de va- lor, políticos, éti- cos...); una sanción de los in- dividuos y grupos que ocuparon puestos de gobier- no en esos perio- dos o se beneficia- ron de su cometi- do; y una gestión pública de la ‘me- moria colectiva’ orientada a extender en la opinión pública las valoraciones y actua- ciones mencionadas (una gestión programada e impulsada por las elites políticas e intelectuales pa- ra luego proyectarse en la socie- dad a través del sistema educati- vo, los medios de comunicación y propaganda, entre otros, que dan lugar a los llamados ‘lugares de la memoria). Bajo estos parámetros desarrolla el investigador e histo- riador burgalés Luis Castro las po- líticas de la memoria en la España contemporánea en su recién publi- cado ensayo Hé- roes y caídos (Edi- torial Catarata). Desde la Gue- rra de la Indepen- dencia hasta el ac- tual periodo de- mocrático, Castro realiza un recorri- do interesantísi- mo por todos los movimientos po- líticos que sostuvieron, y en algu- nos casos justificaron, su existen- cia y destino en referencias del pa- sado manipuladas en su propio beneficio, así como los instru- mentos de que se valieron algu- nos de estos gobiernos, sobre to- do el ilegítimo que se instauró tras la Guerra Civil, para inocular en la sociedad una memoria colectiva perfectamente diseñada en el odio hacia lo inmediatamente an- terior y en el ensalzamiento de los valores y símbolos encarnados por ese Nuevo Estado. Todo ese aparataje franquista es el núcleo esencial de la obra de Castro. La propaganda, puesta en marcha desde el inicio de la su- blevación militar del 18 de julio de 1936, fue el primer arsenal em- pleado a este fin. «El tópico prin- cipal de esa propaganda durante la guerra tiene que ver con el sig- nificado y legitimación del propio conflicto civil, muy pronto con- ceptuado como ‘Cruzada’, un sen- tido que arraiga principalmente a través del culto a los héroes y már- tires ‘caídos por Dios y España’ y de la identificación con el Caudi- llo providencial», escribe el tam- bién autor del libro Capital de la Cruzada. A lo largo de sus casi cuarenta años de gobernante, señala Cas- tro, «Franco iba a apelar a la victo- ria en la Guerra Civil como medio para legitimar su régimen y, en esa retórica, los muertos ‘por Dios y por España’ no podían ser sino los imprescindibles héroes y mártires frente a las turbas del materialis- mo ateo. A la vez, la consideración Monumento al general Mola en la localidad burgalesa de Alcocero de Mola, donde murió en un accidente de aviación en 1937. / ALBERTO RODRIGO El historiador burgalés Luis Castro publica un ensayo sobre las políticas de la memoria en la España contemporánea, desde la Guerra de la Independencia hasta hoy Placa del Arco de Santa María que recuerda la lucha contra los franceses. / J.M. El ilegítimo gobierno franquista inoculó en la sociedad el odio hacia lo anterior DB / BURGOS El Vicerrectorado de Estu- diantes y Extensión Universi- taria, junto con el Servicio Cultural de Alumnos (Univer- sidad-Caja de Burgos), con- vocan la IX Edición de los Certámenes de Poesía, Rela- tos Breves y Fotografía «con el propósito de fomentar la creación en las disciplinas ar- tísticas tradicionales entre la comunidad universitaria, así como ofrecer la posibilidad de difundir las obras de los nuevos creadores. Con estos objetivos, la Universidad de Burgos pretende cumplir con una de sus finalidades, como es la cooperación en el desa- rrollo cultural de su entorno». Los trabajos se presenta- rán en el registro general o en los registros auxiliares y el plazo finaliza el 12 de sep- tiembre. Cada obra se hará llegar identificada por un le- ma o pseudónimo y en un so- bre cerrado se incluirá el cer- tamen al que se presenta, la ficha de inscripción debida- mente cumplimentada, foto- copia del DNI, matrícula de la UBU, así como una decla- ración jurada. En Poesía y Relatos Breves se han establecido tres pre- mios, dotados económica- mente con 450, 300 y 150 eu- ros. En Fotografía, B/N y Co- lor, con dos primeros de 300 euros y otros dos de 150. IX Convocatoria de Certámenes de Poesía, Relatos Breves y Fotografía 4 UNIVERSIDAD DB / BURGOS El pasado 20 de febrero salió a la venta el último disco del grupo Kaotiko, que se deno- mina Adrenalina. Con él ini- ció el 14 de marzo una gira de conciertos por toda España y con él llegará el 19 de abril, sábado, a la Sala Bolera, en la burgalesa calle Soria. Esta enérgica banda antes se subirá a los escenarios de la Sala Caracol de Madrid (29 de marzo), Sala Studio 54 de León (3 de abril), A Coruña, Pontevedra, Vizcaya, Sala- manca, Valladolid y Burgos el citado 19 del mes que viene. Kaotiko proceden de Sal- vatierra (Álava). Se presentan como nacidos al calor de mí- ticas bandas como La Polla Records y heredan lo mejor de su esencia y rápidamente consiguen un sonido propio, brillante, férreo y enérgico, creando mundos propios, originales e intransferibles. La banda se formó en ju- lio del 2000. Su anterior dis- co, Destino escrito, lo grabó con Universal en 2006. La banda alavesa Kaotiko actuará el sábado 19 de abril en la Bolera 4 CONCIERTO

Upload: others

Post on 10-Jul-2020

6 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

18VIVIR BURGOS DIARIO DE BURGOS DOMINGO 23 DE MARZO DE 2008

HISTORIA Y MEMORIA DE 1808 A 2008

Héroesy caídos

R.P.B. / BURGOSEn la época contemporánea el usopolítico del pasado involucra almenos tres aspectos: una consi-deración de la historia previa porparte de los grupos dominantes,referida de modo especial a losperiodos inmediatamente ante-riores (con su car-ga de juicios de va-lor, políticos, éti-cos...); unasanción de los in-dividuos y gruposque ocuparonpuestos de gobier-no en esos perio-dos o se beneficia-ron de su cometi-do; y una gestiónpública de la ‘me-moria colectiva’orientada a extender en la opiniónpública las valoraciones y actua-ciones mencionadas (una gestiónprogramada e impulsada por laselites políticas e intelectuales pa-ra luego proyectarse en la socie-

dad a través del sistema educati-vo, los medios de comunicación ypropaganda, entre otros, que danlugar a los llamados ‘lugares de lamemoria). Bajo estos parámetrosdesarrolla el investigador e histo-riador burgalés Luis Castro las po-líticas de la memoria en la España

contemporáneaen su recién publi-cado ensayo Hé-roes y caídos (Edi-torial Catarata).

Desde la Gue-rra de la Indepen-dencia hasta el ac-tual periodo de-mocrático, Castrorealiza un recorri-do interesantísi-mo por todos losmovimientos po-

líticos que sostuvieron, y en algu-nos casos justificaron, su existen-cia y destino en referencias del pa-sado manipuladas en su propiobeneficio, así como los instru-mentos de que se valieron algu-

nos de estos gobiernos, sobre to-do el ilegítimo que se instauró trasla Guerra Civil, para inocular en lasociedad una memoria colectivaperfectamente diseñada en elodio hacia lo inmediatamente an-terior y en el ensalzamiento de losvalores y símbolos encarnadospor ese Nuevo Estado.

Todo ese aparataje franquistaes el núcleo esencial de la obra deCastro. La propaganda, puesta enmarcha desde el inicio de la su-blevación militar del 18 de juliode 1936, fue el primer arsenal em-pleado a este fin. «El tópico prin-cipal de esa propaganda durantela guerra tiene que ver con el sig-nificado y legitimación del propio

conflicto civil, muy pronto con-ceptuado como ‘Cruzada’, un sen-tido que arraiga principalmente através del culto a los héroes y már-tires ‘caídos por Dios y España’ yde la identificación con el Caudi-llo providencial», escribe el tam-bién autor del libro Capital de laCruzada.

A lo largo de sus casi cuarentaaños de gobernante, señala Cas-tro, «Franco iba a apelar a la victo-ria en la Guerra Civil como mediopara legitimar su régimen y, en esaretórica, los muertos ‘por Dios ypor España’ no podían ser sino losimprescindibles héroes y mártiresfrente a las turbas del materialis-mo ateo. A la vez, la consideración

Monumento al general Mola en la localidad burgalesa de Alcocero de Mola, donde murió en un accidente de aviación en 1937. / ALBERTO RODRIGO

El historiador burgalés Luis Castro publicaun ensayo sobre las políticas de la memoriaen la España contemporánea, desde laGuerra de la Independencia hasta hoy

Placa del Arco de Santa María que recuerda la lucha contra los franceses. / J.M.

El ilegítimogobierno

franquistainoculó en la

sociedad el odiohacia lo anterior

DB / BURGOSEl Vicerrectorado de Estu-diantes y Extensión Universi-taria, junto con el ServicioCultural de Alumnos (Univer-sidad-Caja de Burgos), con-vocan la IX Edición de losCertámenes de Poesía, Rela-tos Breves y Fotografía «conel propósito de fomentar lacreación en las disciplinas ar-tísticas tradicionales entre lacomunidad universitaria, asícomo ofrecer la posibilidadde difundir las obras de losnuevos creadores. Con estosobjetivos, la Universidad deBurgos pretende cumplir conuna de sus finalidades, comoes la cooperación en el desa-rrollo cultural de su entorno».

Los trabajos se presenta-rán en el registro general o enlos registros auxiliares y elplazo finaliza el 12 de sep-tiembre. Cada obra se harállegar identificada por un le-ma o pseudónimo y en un so-bre cerrado se incluirá el cer-tamen al que se presenta, laficha de inscripción debida-mente cumplimentada, foto-copia del DNI, matrícula dela UBU, así como una decla-ración jurada.

En Poesía y Relatos Brevesse han establecido tres pre-mios, dotados económica-mente con 450, 300 y 150 eu-ros. En Fotografía, B/N y Co-lor, con dos primeros de 300euros y otros dos de 150.

IX Convocatoriade Certámenesde Poesía,Relatos Brevesy Fotografía

4 UNIVERSIDAD

DB / BURGOSEl pasado 20 de febrero salióa la venta el último disco delgrupo Kaotiko, que se deno-mina Adrenalina. Con él ini-ció el 14 de marzo una gira deconciertos por toda España ycon él llegará el 19 de abril,sábado, a la Sala Bolera, en laburgalesa calle Soria.

Esta enérgica banda antesse subirá a los escenarios dela Sala Caracol de Madrid (29de marzo), Sala Studio 54 deLeón (3 de abril), A Coruña,Pontevedra, Vizcaya, Sala-manca, Valladolid y Burgos elcitado 19 del mes que viene.

Kaotiko proceden de Sal-vatierra (Álava). Se presentancomo nacidos al calor de mí-ticas bandas como La PollaRecords y heredan lo mejorde su esencia y rápidamenteconsiguen un sonido propio,brillante, férreo y enérgico,creando mundos propios,originales e intransferibles.

La banda se formó en ju-lio del 2000. Su anterior dis-co, Destino escrito, lo grabócon Universal en 2006.

La banda alavesaKaotiko actuaráel sábado 19 deabril en la Bolera

4 CONCIERTO

VIVIR BURGOS19DOMINGO 23 DE MARZO DE 2008 DIARIO DE BURGOS

de los leales a la República comoanti España llevaba a excluirles decualquier tratamiento conmemo-rativo, como no fuera para poner-les como ejemplo de lo que no sepodía ser o hacer».

USO DE LA MUERTE. A este res-pecto, el historiador apunta queel régimen franquista adquiriópronto un marcado carácter ne-crófilo, «dando a las honras fúne-bres de sus caídos un cariz religio-so y patriótico muy acusado».

Funerales grandilocuentes,construcción de monumentos (al-gunos faraónicos, como el Valle delos Caídos, otros más discretos pe-ro con un espíritu similar, como elde Mola en el pueblo burgalés deAlcocero), inscripciones de losnombres de los muertos del ban-do sublevado en las iglesias onombres de personalidades muer-tas ‘por España’ en las ciudades,proliferaron por toda la geografía.Además, hubo un proceso (queaún sigue activo) de beatificacio-nes y canonizaciones de ‘mártiresde la Cruzada’, e incluso se diseñóun nuevo calendario.

La Causa General fue otra he-rramienta de justificación, segúnexplica Castro. Su primer objetivoera demostrar la ilegitimidad delrégimen republicano con dos ar-gumentos: «demostrar su origenviciado -toda vez que las eleccio-nes de febrero del 36 habían sidomanipuladas a favor del FrentePopular-; y, por otra parte, la deuna ilegitimidad ‘en el ejerciciodel poder’, pues este derivaba enatropellos y crímenes generaliza-dos de los que el gobierno eracómplice o incluso, en algún caso,inductor».

La educación franquista teníauna enorme carga ideológica.

Fue «el vehículo más eficaz parainculcar en la población el reper-torio de valores y nociones de lamemoria histórica franquista. ElNuevo Estado asentó el sistemaescolar sobre los valores de loque más adelante se llamaría elnacional-catolicismo, dando ungiro de 180º respecto de las pau-tas laicas y modernizadoras im-plantadas por la II República»,

explica Castro. La educación seentregó a las pautas e inspiracio-nes de la Iglesia y la historiografíade una España «que nace con sucristianización en tiempos delapóstol Santiago y llega a su apo-teosis final con el Movimientonacional y su Caudillo».

Finalmente, Luis Castro anali-za la Transición, el ‘pacto de si-lencio’ en torno a las víctimas delfranquismo (en la imagen, laaprobación en 1977 de la Ley so-

bre Amnistía) y cierra con el inte-rrogante sobre la recuperacióntotal de la memoria histórica,asunto que, según el autor, está

pendiente. «Contra lo que podíaesperarse, laTransición democrá-tica no abordó a fondo la revisiónde ese pasado histórico inmedia-to, ni asumió la responsabilidadde recuperar la memoria históri-ca de los vencidos y perseguidospor la dictadura franquista, a pe-sar de que muchos de éstos se ha-llaban en las filas de la izquierday de que hubiera entonces un in-cipiente movimiento ciudadanoreivindicador de esa memoria».

‘Espíritu Nacional’, Transición y MemoriaASUNTO PENDIENTEl

20VIVIR BURGOS DIARIO DE BURGOS DOMINGO 23 DE MARZO DE 2008

HISTORIA Y MEMORIA EN PRIMERA PERSONA

R.P.B. / BURGOS

Castro reside ahora en CiudadRodrigo, aunque su vincula-

ción con Burgos es permanente:todas sus investigaciones se cen-tran en la provincia.

Poco antes de la promulga-ción de la Cortes de Cádiz de 1812,ya se produce una política de lamemoria histórica, «un uso se-lectivo de los recuerdos del pasa-do común que se interpretan y va-loran de modo que justifiquen yestimulen las conductas del pre-sente». ¿Por qué empieza a pro-ducirse y por qué entonces?

Es curioso que los revoluciona-rios -pues los liberales lo eran aprincipios del XIX- traten de legiti-mar sus propuestas con modelosdel pasado, señalando sus seme-janzas con los Comuneros, porejemplo, o con unas Cortes medie-vales supuestamente representati-vas. Lo mismo pasó con la I Repú-blica Francesa, que imitó los mo-dos de la Roma antigua. Quizá setrataba de combatir a los absolu-tistas en su propio terreno ideoló-gico, que era la tradición. Tambiénésta, según los patriotas liberales,mostraba señeros ejemplos de lu-cha por la libertad. Siempre, desdelos egipcios, ha habido una reve-rencia hacia las generaciones pa-sadas y hacia sus grandes gestas,lo cual se reflejaba simbólicamen-te en los monumentos, las cróni-

cas, la épica... Pero en el AntiguoRégimen esa actitud se limitaba alos círculos palaciegos y solía refe-rirse a los reyes y grandes guerre-ros. En la época contemporáneasurge la nación, el pueblo, comosujeto político y, por tanto, la «me-moria histórica» debe buscar unarraigo social cada vez más ampliocomo seña de identidad común yno referirse solo a individualida-des.

¿Qué fuerza radica en ese pa-sado -real o mitificado (ficticio enalgunos casos)- para que cobreesa importancia políticamente?

La cultura grecorromana dabaa la historia un papel de «magistravitae», de lección moral que valíala pena tener en cuenta para, almenos, no tropezar dos veces enla misma piedra.Ya en épocas mo-dernas, la historia es un elementode legitimación política y, a la vez,de cohesión cultural del grupo. Entodas las construcciones del na-cionalismo hay un lugar privile-giado para la historia como regis-tro del pasado común. El proble-ma es que las visionesnacionalistas del pasado suelenser distorsionadas, pasadas por eltamiz de los valores e intereses decada momento. El profesor JavierPeña ya ha mostrado certeramen-te cómo ocurre eso, por ejemplo,en la visión de la historiografía tra-dicional acerca de figuras como

Fernán González o el Cid. Hobs-bawm llega a hablar de «invencio-nes» al referirse a este tema de lacreación de un pasado. Ciertosgrupos castellanistas hablan de lascortes medievales como casi «de-mocráticas», lo cual es una aberra-ción intelectual.

¿Es a partir de ese momentoque, a través del ajuste de cuentasque tiene la lectura partidista delpasado y la furibunda reaccióncontra el contrincante político,eclosionan las ‘dos Españas’?

El tópico de las «dos Españas»se debe a Menéndez Pelayo y creo

que lastra demasiado la historio-grafía española. Es demasiadosimplista. Ya en la Guerra de la In-dependencia hay, al menos, tres«Españas», por decirlo así, pues alos liberales y absolutistas habríaque añadir los afrancesados. (Aúnmás: cabría hablar de una «cuartaEspaña», la gran masa del puebloespañol aún amorfa políticamen-te hablando). Pero sí que hay unadinámica pendular binómica sinos referimos a quienes ocupan elpoder desde 1814: absolutistas yliberales; moderados y progresis-tas; Cánovas y Sagasta… La alter-

nancia -que solía ser fruto casisiempre de prununciamientos mi-litares- daba lugar a «ajustes decuentas» con los responsables delperiodo anterior, a cambios lega-les y de personal político y a dis-tintas «políticas de memoria». Porejemplo: a los patriotas de la gue-rra contra el francés los conme-moran tanto los liberales comoFernando VII, pero, obviamente,por distintos motivos. Para éste,son los héroes defensores de la tra-dición y de la iglesia; para aquéllosson los adalides de las libertades yla independencia.

Esa referencia mítica del Dosde Mayo se prolongará en el XX.

Con mayor o menor fuerza, elrecuerdo del Dos de mayo ha sidopersistente en toda la época con-temporánea. Los monumentos es-tán repartidos por toda España.En la Guerra Civil, ambos conten-dientes recordaron el Dos de Ma-yo. Pasionaria, Negrín o Miaja, en-tre otros, apelaron al patriotismopopular para defender a la repú-blica de la agresión del fascismo yel nazismo, que se iban extendien-do por toda Europa. El No pasaránpuede entenderse en esa clave y elterrible otoño de 1936 en Madridrecuerda mucho las jornadas de1808. Curiosamente, la llamadaprendió incluso en los voluntariosde las brigadas internacionales,que hicieron suya la causa del pue-

«Ya en la Guerra de la Independenciahay, al menos, tres «Españas»: libera-les, absolutistas y afrancesados. Aúnmás: cabría hablar de una «cuarta Es-paña», la masa del pueblo españolaún amorfa políticamente hablando»

«Los movimientos fascistas eran muyconscientes del valor de la propagan-da de masas y, dentro de ésta, de unapolítica de la memoria adecuada»

Autor de Capital de la Cruzada. Burgos durante la Guerra Civil, obra imprescindible para conocer al detalle el papel que jugó esta ciudad y su provincia desde el 18 de julio de 1936 hasta el finalde la contienda, Luis Castro regresa a las librerías con Héroes y caídos. Políticas de la memoria en la España contemporánea, un ensayo de largo aliento que descubre el activo papel de la memo-ria en el devenir político. Ha sido concejal, procurador regional y coordinador Izquierda Unida y es miembro de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH).

s

«Laamnistíade1977esunpecadode lademocraciadelquenosomosconscientes»

FOTO: ALBERTO RODRIGO

LUIS CASTRO • Historiador y ensayista

VIVIR BURGOS21DOMINGO 23 DE MARZO DE 2008 DIARIO DE BURGOS

blo español. También el franquis-mo usó ese mito. Podemos ver lalápida dedicada a los junteros bur-galeses, que se halla en la puertade Santa María y que es del año1937 ó 38. El Movimiento presen-taba la sublevación como unareacción patriótica preventiva an-te el comunismo y la masoneríainternacional y lo mismo hizo elepiscopado en su pastoral colecti-va de 1937. Pero la historiografíahace mucho que ha mostrado es-te tema -la conspiración judeo-masónica-comunista e interna-cional- como mera invención pro-pagandística. (No así loshistoriadores franquistas o los re-visionistas actuales, para quienessería un dogma de fe; pero, con to-do respeto, creo que sus opinio-nes tienen un valor académicocercano a cero).

La II República también vuel-ve la mirada atrás. El morado dela nueva bandera, por poner sóloun ejemplo, es un guiño al movi-miento comunero...

En eso siguen una tradición delos liberales, masones y radicalesdel siglo XIX. Creían que ese era elcolor del pendón comunero, aun-que los eruditos señalan que esoes poco probable y difícil de saber.Debemos tener en cuenta que lasbanderas, tal como hoy las vemos(símbolos de los estados nación),son productos culturales muchomás recientes. Álvarez Junco re-cuerda que solo a principios delsiglo XX fue obligatoria la exhibi-ción de la bandera nacional espa-ñola en los lugares públicos e ins-titucionales. Para la II república, elmorado era símbolo de las liberta-des populares defendidas por loscomuneros frente al absolutismoextranjerizante de Carlos I.Vemosahí también, como señalábamosantes, ese recurso al pasado inclu-so también entre los progresistas.

Y por fin, el Nuevo Estadofranquista, que, como dice en ellibro, «se hizo sobre la base de latrituración de las bases políticase ideológicas del régimen ante-rior, así como un sanguinario yriguroso proceso represivo de lossujetos históricos» que protago-nizaron la II República. Ese Nue-vo Estado surgió acompañado deuna política de la memoria histó-rica «elaborada y funcional». ¿Enqué momento el franquismo tu-vo claro que debía ser así?

Muy tempranamente. Los mo-vimientos fascistas -yo defiendoque el Movimiento lo era o lo pre-tendía ser en sus primeros años-eran muy conscientes del valor dela propaganda de masas y, dentrode ésta, de una política de la me-moria adecuada. Fue habitual re-

cordar los aniversarios ya durante1936-39, y así se hablaba de «pri-mer año de la Cruzada», «segun-do», y, luego, «primer año de laVic-toria», etc. Sería muy prolijo de ex-plicar todo lo que esa políticasupuso. Es la parte central de milibro. Pero lo más importante fueel recuerdo de los héroes y caídos,muertos «por Dios y por España».Puesto que la guerra estaba gene-rando tanta muerte, sangre y des-trucción, el franquismo apelaba ala memoria de los muertos por sucausa como ejemplo de patriotis-mo y, a la vez, como medio legiti-mador del propio régimen. De ahíse derivaron las lápidas de los«presentes», los monumentos alos «caídos», las misas de campa-ña, las beatificaciones de los «már-tires», que aún siguen, la «Forma-ción del Espíritu nacional» comoasignatura escolar, la toponimiade vías, edificios e instituciones…

Quizás lo que más llame laatención sea la obsesión por bo-rrar cualquier atisbo de la histo-ria reciente del país, sobre todode la II República, a través de laformación del ‘Espíritu Nacional’,lo que supuso una alineaciónbárbara que afectó a generacio-nes.

Ni que decir tiene, los «rojos»no fueron objeto de recuerdo sinocomo ejemplo de la anti-España.Con ellos se practicó lo que los ro-manos llamaban la «damnatiomemoriae», esto es, el borrado y elsilencio persistente de su memo-ria, algo que hoy -vergüenza da de-cirlo en una sociedad españolaque se dice democrática a princi-pios del siglo XXI- aún está pen-diente de una completa repara-ción. Los restos de Azaña -es soloun ejemplo- aún se hallan en el ex-tranjero y son muy pocos los luga-res que simbólicamente le recuer-dan. Al margen de lo que cada unoopine, hay que reconocer que fueun estadista de gran capacidad in-telectual y política; y que ocupólos mayores lugares de represen-tación a través de las urnas, cosaque no se puede decir de otros je-fes de estado del siglo XX, el rey ac-tual incluido.

¿Por qué hubo ‘pacto de silen-cio’ durante la Transición? ¿Real-mente corría un riesgo serio la re-cién inaugurada democracia dehaberse hecho una revisión deresponsabilidades del régimenfranquista y de los diferentes apa-ratos sobre los que se sostuvo?

Es esa otra cuestión a la quetrato de dar respuesta en mi libro.Lo determinante fue, creo, que lospoderes fácticos -lo que entoncesse llamaba «el búnquer»- era de-masiado poderoso como para lle-

var a cabo un proceso de depura-ción de los aparatos del estado(ejército, policía, judicatura, etc).No es que no se planteara entre lasfuerzas de izquierda, pero, comocomo dijo Alfonso Guerra, «¿quiénle hace la manicura al tigre?». Lapolítica de «pacto para la libertad»y de «reconciliación nacional» quedefendió el PCE desde los añoscincuenta iba en esa dirección. Pe-ro luego resultó un mito muy po-deroso al que se agarraron unos yotros (neofranquistas y opositoresal franquismo) para gestionar latransición, haciendo de la necesi-dad virtud. Algo se hizo entoncespara reparar a las víctimas delfranquismo, pero muy tímida-mente. Las amenazas de golpe mi-litar eran recurrentes en esa épo-ca (sin olvidar que iban acompa-ñadas de un contexto de gravecrisis económica y de zarpazos te-rroristas de distinto signo) y el 23-F supuso un frenazo en esta comoen otras cuestiones. Que la ley deamnistía de 1977 tuviera que per-donar en un plano de igualdad alos responsables del franquismo ya sus víctimas es, creo hoy, un pe-

cado original de la democracia es-pañola del que no sé si somos de-masiado conscientes.

El último capítulo hace refe-rencia a la recuperación de la Me-moria Histórica. ¿La ley aproba-da en el Congreso conseguirá quedeje de ser una tarea pendiente?

Los grupos de reivindicaciónde la memoria histórica han con-siderado esta ley como algo nece-sario, pero a la vez han manifesta-do serias críticas a su contenido yal hecho de que su tramitación ha-ya sido tan lenta y tortuosa. Enparticular, se denuncia que no sehayan anulado las sentencias delos tribunales especiales franquis-tas; que las tareas de localizacióny posible exhumación de fosas co-munes continue dependiendo deasociaciones y de particulares; yque no haya una política seria deconservación y acceso a los archi-vos. Si no desarrolla y amplía la leyen esos sentidos, este tema segui-rá siendo una tarea pendiente. Dehecho, debería ser un cargo deconciencia para los representan-tes políticos y para la propia socie-dad española que a lo largo de es-tos años hayan muerto muchasvíctimas o familiares sin que ha-yan podido ver satisfechas sus jus-tas reivindicaciones. Confío que lanueva legislatura aborde estacuestión con mucha más genero-sidad y valentía que la anterior. Pe-ro me parece que, sin la moviliza-ción de la sociedad civil y de la opi-nión pública, el bipartidismo quepadecemos seguirá con sus plan-teamientos acomodaticios.

¿Cuáles son las principalestrabas?

La principal -triste es decirlo-es la falta de sensibilidad de gran-des capas de la propia sociedadespañola. Me parece vergonzosoque el jefe de la oposición haya di-cho que este asunto «no interesa anadie» o que la jerarquía eclesiás-tica denuncie que es hurgar en vie-jas heridas, cuando, a la vez, pro-mueve interminables accesos desus mártires a los altares. ¿Qué cri-terios de conducta humana -nodigo ya cristiana- se pueden esgri-mir contra la demanda de ente-rrar a los muertos dignamente, de-dicarles el duelo que merecen ycultivar su memoria? Ahí no ha-blamos de principios políticos, si-no de valores humanos básicosque deberían ser asumidos porcualquier persona «humana». Es-te es un reto pendiente para quela democracia española alcancesu plena madurez, como ha ocu-rrido en otros países de todo elmundo cuando han tenido queabordar pasados traumáticos y re-parar los derechos de las víctimas.

«En la Transición,los poderes fácticos -lo que se llamaba ‘elbúnquer’- era dema-siado poderoso co-mo para llevar a ca-bo un proceso de de-puración de losaparatos del estado»