2005 democracia e indigenismo en los andes

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  • 7/30/2019 2005 Democracia e Indigenismo en Los Andes

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    Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=52001307

    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y Portugal

    Sistema de Informacin Cientfica

    Carlos MalamudDemocracia e indigenismo en los Andes

    Qurum . Revista de pensamiento iberoamericano, nm. 13, invierno, 2005, pp. 57-62,

    Universidad de Alcal

    Espaa

    Cmo citar? Fascculo completo Ms informacin del artculo Pgina de la revista

    Qurum . Revista de pensamiento

    iberoamericano,

    ISSN (Versin impresa): 1575-4227

    [email protected]

    Universidad de Alcal

    Espaa

    www.redalyc.orgProyecto acadmico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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    La reciente publicacin de la Comisin Eco-nmica para Amrica Latina (CEPAL), Obje-

    tivos de Desarrollo del Milenio: una mirada des-

    de Amrica Latina y el Caribe2, destaca que uncomponente indispensable de las polticas p-

    blicas en la lucha contra la pobreza y la desi-

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    Democracia e indigenismo en los Andes1

    carlos malamud

    Profesor de Historia de Amrica de la Universidad Nacional de Educacin a Distancia (UNED)e Investigador Principal para Amrica Latina del Real Instituto Elcano

    resumen

    El artculo discute la situacin poltica que viven las distintas co-munidades indgenas en la regin andina y la necesidad de su inte-

    gracin plena a la vida democrtica. Si bien la situacin de cadapas es diferente, la exclusin y la pobreza se han convertido en unserio factor de exclusin que debe ser combatido con las polticas p-blicas adecuadas. La plena integracin de los indgenas al sistema de-mocrtico es un freno importante a ciertas derivas populistas, ac-tualmente presentes en la regin.

    Palabras clave: Democracia, Indigenismo, Populismo, Exclusin,Pobreza

    abstract

    The article discusses the political situation of the various nativecommunities in the Andean region and the need for their full

    integration to democratic life. Although conditions are differentin each country, marginalisation and poverty have becomeserious factors in their exclusion from society, and this must becountered with the appropriate public policies. The fullintegration of the indigenous population to a democratic systemshould be an effective curb to certain populist tendenciescurrently present in the region.

    Key words: Democracy, Indigenism, Populism, Exclusion, Poverty.

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    gualdad es la consideracin de la intercultu-ralidad en funcin de la etnia y la necesidad deeliminar las desigualdades que se sustentan enel origen tnico de la poblacin. Por lo gene-ral, los indgenas son los ms pobres entre lospobres de las sociedades en las que viven, a talpunto que en Bolivia un 75 por 100 de ellosvive por debajo del umbral de la pobreza, un87 por 100 en Ecuador y un 79 por 100 enPer, lo que permite hablar claramente de unadiscriminacin en su contra.

    Sin nimo de entrar, en este momento, a va-

    lorar y profundizar en el significado de la in-terculturalidad y su papel en las actuales so-ciedades democrticas latinoamericanas, locierto es que el problematnico, centrado evi-dentemente en los indgenas pero extendido alos afroamericanos, se ha convertido en los l-timos aos en un importante tema de debate,recogido incluso por los organismos interna-cionales. Esto se puede comprobar tambin enel informe del Programa de las Naciones Uni-das para el Desarrollo (PNUD) sobre la de-mocracia en Amrica Latina, que no slo insisteen la necesidad de dejar atrs todo tipo de dis-

    criminacin para avanzar en una democracia in-cluyente, sino que incluso llega a mencionarlademocraciatnica3. El informe del PNUDtambin llama la atencin sobre la baja pre-sencia de representantes indgenas en los par-lamentos latinoamericanos, un punto que, sinembargo, presenta variaciones nacionales im-portantes, especialmente en la regin andina.

    Por lo tanto, la cuestin central que aquplanteo es cmo integrar plenamente a los in-dgenas en las sociedades en las que estn in-sertados, acabando con la discriminacin y

    convirtindolos en ciudadanos con plenos de-

    rechos que participen activamente en la con-solidacin de las democracias de sus pases.De este modo, y desde esta perspectiva, elproblema de fondo gira en torno a su parti-cipacin en los sistemas polticos de los pa-ses andinos, al reconocimiento de sus dere-chos (individuales y colectivos) y a su presenciaen los distintos poderes del Estado. Sin em-bargo, a esta postura, que busca su participa-cin plena, activa y eficaz en las democraciasrepresentativas de la regin, se contraponeotra que quiere convertir a los indgenas y almovimiento indigenista no slo en actores

    polticos sino tambin en un factor desenca-denante de la revolucin en Amrica Latina.

    La participacin poltica de los movimien-tos indgenas en la regin andina estvincula-da al grado de organizacin y representativi-dad de las agrupaciones que dicen defender susposiciones e intereses y a las reivindicacionesespecficas (la agenda) que estas agrupaciones,movimientos o partidos impulsan. El funcio-namiento de estas variables depende de ciertaspremisas, como el porcentaje de poblacin in-dgena sobre la poblacin total de cada pas4 o

    la definicin previade momento sin una res-puesta concluyente acerca de a quin se debeconsiderar indgena, a quin mestizo y a quincampesino, as como las diferencias existentesentre ellos. Para ello, centrar mi anlisis en laregin andina, lo que implica considerar a pa-ses tan diversos como Chile, Bolivia, Per,Ecuador, Colombia y Venezuela, casi todosellos con sociedades indgenas importantes,aunque de diverso peso, entre las que destacanquechuas, aymaras y mapuches. Parte de esavariedad se puede comenzar a ver en el Cuadro1, que recoge el estado de algunos de los dere-

    chos indgenas en los pases mencionados.

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    Es evidente que el hiato entre la ley y la rea-lidad poltico-social es importante, pero no

    debemos olvidar que el entramado legal-cons-titucional existente en cada pas establece elmarco en que se mueven y actan los distin-tos actores sociales y polticos, incluidos losindgenas. As, por ejemplo, la Constitucincolombiana de 1991 reconoce el derecho delos indgenas a estar representados en el Par-lamento, un punto que se cumple a rajata-bla desde la sancin de la Carta Magna. Peroms allde una situacin legal relativamen-te favorable al reconocimiento de derechosmulticulturales en la mayor parte de los pa-ses de la regin, salvo Chile, la coyuntura de

    los movimientos indigenistas vara de pas a

    pas, comenzando por su grado de organiza-cin e implantacin nacionales y por la am-

    plitud de sus reivindicaciones. Mientras enciertos pases los movimientos indigenistasslo actan polticamente en un plano local,all donde las comunidades indgenas estnpresentes (Colombia, Chile o Per), en otros(Bolivia y Ecuador) hay una presencia activaen la poltica nacional, que se ha expresado noslo en el parlamento sino tambin en acti-vidades de gobierno.

    En Ecuador, los dirigentes indgenas NinaPacari y Luis Macas se desempearon comoministros de Relaciones Exteriores y de Agri-

    cultura, respectivamente, del primer gobier-

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    Cuadro n. 1Derechos indgenas en la regin andina (2000)

    Derechos ConstitucionalesPas ConstitucinDerechos Existencia de derechos relacionados con el uso

    multiculturales del idioma

    Bolivia 1967/1994 S No, pero no existe un idioma oficial

    Chile* 1980 No No, pero no existe un idioma oficial

    Colombia 1991 S S, el castellano es el idioma oficial, pero las len-guas indgenas y los dialectos son oficiales en susterritorios

    Ecuador 1998 S S, el castellano es el idioma oficial, pero las len-

    guas indgenas son para uso oficial restringidoPer 1993 S S, el castellano es el idioma oficial, pero las len-

    guas indgenas son de uso oficial en las reas endonde predominan

    Venezuela 1999 S S, las lenguas indgenas son de uso oficial para losindgenas y deben ser respetadas en todo el territorio

    * En Chile, la Ley Indgena N 19.253, de octubre de 1993, establece la promocin de las culturas e idiomas indgenas y sistemas de edu-

    cacin intercultural bilinge (art. 39) y garantiza el uso de lenguas ind genas en juicios (art. 74).

    Fuente:PNUD, La democracia en Amrica Latina: Hacia una democracia de ciudadanas y ciudadanos, p. 106.

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    no de Lucio Gutirrez, que asumi el 15 deenero de 2003. Ambos dirigentes estaban vin-culados a la Confederacin de Nacionalida-des Indgenas del Ecuador (CONAIE) y alMovimiento Pachacutik. En Bolivia, el pa-pel de los indgenas en la poltica nacionalha sido destacado, como se demostr en losderrocamientos de los presidentes Snchezde Losada y Carlos Mesa. Los dirigentes Fe-lipe Quispe y Evo Morales, con grandes di-ferencias entre ellos, se han convertido en unreferente para importantes capas de la po-blacin. El Movimiento al Socialismo (MAS),

    dirigido por Morales, tiene serias posibilida-des de ganar las elecciones presidenciales, quese celebrarn a fines del 2005, aunque el altondice de rechazo que tiene Morales, debidoa sus posturas radicales, es un handicap im-portante que puede costarle el triunfo elec-toral.

    La cada del Muro de Berln, en 1989, la ex-periencia zapatista en Chiapas y los avancesde la globalizacin han cambiado la agenda demuchos partidos de izquierda, especialmen-te all donde no hay una fuerte implantacin

    de la social democracia, como ocurre, porejemplo, en Amrica Latina. Este hecho su-puso, por un lado, la potenciacin de lo lo-cal y de lo tnico, en contraposicin al avan-ce de lo global y, por el otro, la incorporacinde este tipo de reivindicaciones a la agenda delos movimientos y partidos antisistema5. Deun tiempo a esta parte, se ha incorporado allenguaje de lo polticamente correcto la de-fensa de los postulados de los movimientos in-digenistas. Un caso particular es el del Mo-vimiento Bolivariano en Venezuela, cuyomximo representante, el comandante Ch-

    vez, ha hecho una crtica frontal al descubri-

    miento y conquista de Amrica, en una de-fensa, totalmente anacrnica, de los derechosindgenas mancillados durante la expansineuropea, y que se plasm en un ataque con-tra una estatua de Cristbal Coln en Cara-cas, coincidiendo con la celebracin del 12 deoctubre de 20046. Ms allde las atrocidadescometidas por los conquistadores europeos,resulta bastante absurdo extrapolar la situa-cin de entonces a la de ahora y hacer de ellouna reivindicacin poltica que se asemeja-ra peligrosamente a una especie de racismoinvertido.

    Es as como se han incorporado al lxicopoltico una serie de trminos vinculados a ladinmica de los movimientos indigenistas.Entre otros, se ha acuado el concepto dedemocraciatnica al mismo tiempo que sesuele contraponer a la legalidad nacional losusos y costumbres propios de las comuni-dades indgenas. Son algunas de estas cues-tiones las que plantean dudas sobre la signi-ficacin y dimensin de las reivindicacionesindgenas. Esta situacin se ha visto compli-cada con la aparicin de algunos grupos vio-

    lentos, como el Movimiento Etnocacerista,de los hermanos Ollanta y Antauro Humalaen el Per7 que, en su intento de derrocar algobierno de Alejandro Toledo, aprovechanpara denunciar la discriminacin de los pue-blos originarios y defender la revolucin con-tinental, con un lenguaje populista y una sim-bologa que mezcla elementos indgenas conotros de neto corte fascista.

    En nombre de los usos y costumbres ode la justicia comunitaria, se realizaron he-chos totalmente condenables, como el ajus-

    ticiamiento del alcalde de Ilave, en abril de

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    2004 en Per, o el del alcalde de Ayo Ayo, enel altiplano boliviano, en junio de 2004. Elconcepto de justicia estestrechamente vin-culado al de democracia y, en ambos casos, lajusticia brill por su ausencia. Se diga lo quese diga, falta una codificacin que sistemati-ce lajusticia indgena, no hay jueces im-parciales, no hay igualdad ante la ley y, por sifuera poco, se pretende justificar la supre-maca de ese tipo de justicia sobre la Consti-tucin y la justicia nacional. Segn los po-bladores de Ayo Ayo, el alcalde linchado,Benjamn Altamirano, habra infringido la

    ley moral de los indgenas aymaras y que-chuas que ordenano robar, no mentir yno ser holgazn (ama sua, ama llulla, amakella). Segn la misma interpretacin, el al-calde habra cometido actos de corrupcincon los fondos de la Participacin Popular ynunca hizo nada por la regin, razn por lacual se le aplic la justicia comunitaria. Antela inaccin del Estado (Las autoridades de lospoderes Legislativo, Judicial y Ejecutivo no es-cucharon las decisiones de los pobladores),los pobladores decidieron aplicar la justicia co-munitaria.

    El carcter supletorio de la justicia ind-gena, que adquiere ciertos tintes de justi-cia popular, se justifica tambin en la inac-cin de la justicia burguesa, a la que sedefine como una de las ms corruptas eineficientes de Sudamrica, que deja im-punes a quienes roban y asaltan los recur-sos y dineros de los ms pobres. Ampa-rado en esta dinmica, Felipe Quispe, el l-der de la Confederacin Sindical nicade Trabajadores Campesinos de Bolivia(CSUTCB), seal que los comuneros no

    son los culpables del linchamiento, pero

    que s lo son los que manejan las leyes,los que administran las leyes, aquellos doc-tores que se corrompen hasta los tutanosy que dejan en la impunidad y sin castigoa los que le roban al pueblo8.

    La aplicacin de lajusticia comunitaria esuna realidad cotidiana, que slo trasciendecuando llega a casos semejantes. En Ecuador,algunos lderes del movimiento Pachacutik,encontrados culpables de traicin, fueron so-metidos en su momento a castigos fsicos (pa-lizas) o al embadurnamiento, castigos que,

    de ser aplicados por lajusticia burguesa,habran sido calificados lisa y llanamentecomo torturas o sevicias.

    La cercana de las elecciones presidencia-les en Bolivia y la posibilidad de un triun-fo electoral han moderado y pulido el lengua-je de Evo Morales. Se trata de una respuestameramente coyuntural y tctica frente a lacercana del poder o, por el contrario, esparte del aprendizaje de cualquier fuerzapoltica en su trnsito de la oposicin al go-bierno? La respuesta es complicada y slo el

    futuro despejar las incgnitas existentes,ya que pueden encontrarse evidencias enambas direcciones. En cualquier caso, nosencontramos con posturas contradictoriasque pueden comprometer el futuro de laregin. Frente al renacer del populismo, to-dos los esfuerzos tendentes al fortaleci-miento de las instituciones democrticasson escasos y por eso resulta perentorio elreforzamiento de las polticas pblicas quepermitan la plena integracin de los ciuda-danos indgenas a la vida de sus respectivasnaciones en usufructo de la totalidad de sus

    derechos y deberes.

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    notas

    1. Este artculo es fruto de la colaboracin entre elReal Instituto Elcano y la RevistaQurum

    2. Coordinada por Jos Luis Machinea, AliciaBrcena, y Arturo Len, CEPAL, Santiago, junio de2005, p. 306. Ver enhttp://www.eclac.cl/publicaciones/SecretariaEjecutiva/1/LCG2331/lcg2331e.pdf

    3. La democracia en Amrica Latina: Hacia unademocracia de ciudadanas y ciudadanos, PNUD,2004. Ver en http://democracia.undp.org/Informe/Default.asp?Menu=15&Idioma=1

    4. Segn la CEPAL Situacin de indgenas yafroamericanos en Amrica Latina y el Caribe

    (07/2000), en http://www.eclac.cl/cgi-bin/getProd.asp?xml=/prensa/noticias/comunicados/7/77/P77.xml&xsl=/prensa/tpl/p6f.xsl, a fines delsiglo XX, Bolivia tena un 62 por 100 de indgenas,Colombia un 2,2, Chile un 10,3, Ecuador un 35,3,Per un 40,2 y Venezuela un 0,9 por 100.

    5. Un breve recorrido por las principales pginasweb vinculadas a los movimientos, partidos ygrupos de la extrema izquierda latinoamericanapermitira corroborar este extremo.

    6. Resulta cuanto menos chocante la reivindicacinsimultnea de los valores tradicionales de lassociedades indgenas precolombinas y de la figurade Simn Bolvar, uno de los exponentes de lasociedad colonial criolla levantada comoconsecuencia de la misma conquista que se quiereatacar.

    7. Ver de Luis Esteban Gonzlez Manrique, Eletnonacionalismo: las nuevas tensionesintertnicas en Amrica Latina, ARI N 59/2005del Real Instituto Elcano,http://www.realinstitutoelcano.org/analisis/738.asp

    8. El relato de los acontecimientos, desde este

    punto de vista puede verse en varias pginas web,entre ellashttp://argentina.indymedia.org/news/2004/06/203464.php,

    http://www.socialismo-o-barbarie.org/bolivia_arde/040620_01_justiciacomunitaria.htm,http://www.lafogata.org/04latino/latino6/bol_ayo.htm.