2.0 marco historico - ri.ufg.edu.svri.ufg.edu.sv/jspui/bitstream/11592/8228/3/862-v335c-capitulo...
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2.0 MARCO HISTORICO
2.1 Reseña histórica de El Salvador.
2.1.1. Época pre- independentista.
Las primeras civilizaciones que se asentaron en esta región fueron: Lencas,
Pocomanes y Chortís, grupos de indígenas procedentes de los Mayas, que
conformaron lo que se denominó como “viejo imperio”. Es importante resaltar
que, la civilización Maya, ocupó la mayor parte de la región Salvadoreña. Otra
importante civilización que habitó El Salvador fue la de los Pipiles, su llegada se
ubica entre los años 900 y 1000 aproximadamente y en la primera parte del
período preclásico temprano. Los Pipiles eran descendientes de los grupos
emigrantes de habla Náhuat.
Durante la colonización española, en los inicios del año 1522, Andrés Niño llegó
al golfo de Conchagua, al cual denominó “Golfo de Fonseca”. Años después, el
08 de Junio de 1524, se realizó la primera expedición y la primera batalla en El
Salvador.3
En el año de 1525, Alvarado llevó a cabo la conquista definitiva del territorio de
Cuscatlán. En Abril de este mismo año, fue fundada la villa de San Salvador, en
un lugar cercano a Cuscatlán.
En 1528 fue reconstruida la villa de San Salvador por Diego de Alvarado, en el
valle de las Bermudas (muy cerca de la actual ciudad de Suchitoto). En el año
de 1530 esta villa se trasladó a otra ubicación, y en 1538 vuelve nuevamente a
3 Ed. Océano, Enciclopedia El Salvador, tomo1,. Editorial Océano, Pág.202.
7
las Bermudas. El traslado de dicha villa a su sitio actual se considera que fue
entre 1538 y 1575, ya que no se encuentra un dato exacto de este
acontecimiento. Poco tiempo después fue destruida por una serie de
terremotos.
De 1524 a 1542, la región Salvadoreña formó parte de la “Gobernación de
Guatemala”, que poco tiempo después pasó a ser “Capitanía General o Reino
de Guatemala”.
Por otro lado se estudiaba el tipo de cultura que era conveniente que los
indígenas obtuvieran; por tanto, “la colonia impuso la unidad de lenguaje en
América al introducir el Español”4. Este hecho fue muy importante para El
Salvador, ya que existían muchos pueblos con diferentes lenguas, lo cual
cambiaba todo para bien de los Españoles, al tener una sola lengua el español
podía entender lo que los indios decían.
Otro acontecimiento muy importante se produjo en 1641: se construyó la
primera imprenta en Centro América, por el Fraile Seráfico Juan de Dios del
Cid. En esta imprenta se imprimió el primer libro publicado en Centro América:
“El puntero apuntado con apuntes breves”, que trata sobre el procesamiento del
añil.
Después de muchos años, se fundaron en El Salvador, las primeras escuelas
de letras, aproximadamente de 1778 en adelante. Según el Dr. Manuel Vidal
“los que enseñaban eran los sacristanes de las iglesias y algunos curas”5. Ya la
educación secundaria y universitaria era impartida en centros educativos que
estaban ubicados en Guatemala.
4 Ed. Océano, Ob. cit., pág. 32. 5 Ibíd., pág. 33.
8
Mientras los terratenientes explotaban a los indígenas en estas tierras y
proporcionaban los impuestos correspondientes a la corona española, surgían
otros hechos que marcan un paso importante en el paso de colonias a
repúblicas independientes de España, como lo son, las reformas borbónicas, la
independencia de los Estados Unidos de Norteamérica en 1776, la Revolución
Francesa en 1789 con su Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano, la revolución industrial y la crisis política que sufrió España al ser
invadida por el emperador Napoleón Bonaparte en 1808.
Causas externas que llevaron a los próceres de Centroamérica a ingerir por una
independencia para sus beneficios por sus necesidades económicas; eran
terratenientes ligados a la industria del añil.
Los próceres de la patria, buscaron la independencia a través de dos intentos:
una en 1811 y la otra en 1814, logrando definitivamente la independencia de
España hasta 1821. Por situaciones políticas quedaron anexados a México,
quien años antes obtuvo la independencia.
El proceso de independencia tuvo, en el pueblo salvadoreño, bases bastante
firmes y claras, ya que el primer proceso de independencia fue iniciado por las
grandes masas populares, en donde demandaban: “una independencia
absoluta de España, un gobierno republicano, acceso a tierras, entre otras
peticiones”,6 según Humberto Velásquez. En este mismo año (1821), la
población más afectada por la federación fue el pueblo de Santiago Nonualco,
centro básico del cultivo y la fabricación del añil. A diferencias de los múltiples
levantamientos como el de Izalco y el motín en San Miguel, el levantamiento de
Aquino es meritorio por que enlazó a que las masas campesinas comuneras,
de pequeños propietarios y jornaleros semi-libres exigieran sus tierras sobre las
cuales tenían derecho y se unieran a la lucha por el poder. 6 Ibid pág. 37.
9
A su difícil condición de vida se sumaron los reclutamientos propiciados por los
ladinos que reclutaban por la fuerza a los jóvenes indígenas. Los cuales eran
ordenados por el gobierno de Mariano Prado ( jefe del estado impuesto por
Francisco Morazán ), los pueblos de San Juan Nonualco y Santiago Nonualco
fueron los más afectados, pues habían perdido muchos hombres de las tribus.
Aquino consideraba que sin la derrota del gobierno opresor, no podía realizarse
la liberación del pueblo explotado y oprimido por dicho gobierno.
En este escenario surgió la figura de Anastasio Aquino quien en el año de 1833
produjo un levantamiento como jefe de las tribus Nonualcas de El Salvador.
Fue el primer acto de insurrección de los jornaleros a quienes les habían sido
quitadas sus tierras; Anastasio Aquino les propuso un levantamiento en masa
para vengarse y desobedecer al gobierno de San Salvador.
Los pueblos de Santiago y San Juan Nonualco, Analco y parte de la Villa de
Zacatecoluca respondieron al llamado a la rebelión. El 15 de febrero de 1833
Aquino tomó la ciudad de San Vicente y se proclamó rey de los Nonualcos en la
iglesia de la ciudad.
Tras una serie de enfrentamientos, de los que los rebeldes salieron victoriosos,
las autoridades lograron sofocar la rebelión. Para atrapar a Anastasio Aquino,
se reunieron en consejo para ponerle una trampa y así pudieron darle caza en
Tacuazín a mediados de abril y en julio de 1833 fue ejecutado, pero, “ el invicto
jefe de los Nonualcos ha pasado a la historia como modelo de guerrero y
comandante de la insurrección”.7
En 1823 termina la anexión a México e inicia la lucha por la creación de una
república federal centroamericana. Inicia como presidente de la Federación
Manuel José Arce, elegido en 1825, quien como Francisco Morazán, fracasaron 7 La balada de Anastasio Aquino ( Matilde Elena López ) editorial universitaria, 1996, Pág. 25
10
en la consolidación de la República Federal, debido a los conflictos de los
criollos de las distintas provincias y “nunca aceptaron estar sujetos a la
hegemonía y los intereses económicos y políticos de los guatemaltecos”.8
Centroamérica quiebra con el sueño de ser República Federal y en 1841, El
Salvador se perfila como una República Soberana e independiente.
2.1.2 El Salvador en el siglo XX.
En las dos primeras décadas del siglo XX, surgió una sociedad dual de agudos
contrastes socioeconómicos. Por una parte, los sectores sociales mayoritarios,
formados por campesinos indígenas, mestizos y criollos, que se incorporaban a
la cosecha del café en las temporadas, obreros y empleados públicos. Por otro
lado, las familias terratenientes que tenían vinculación directa con la producción
y exportación del café.
Llegó al poder el finquero Pedro José Escalón (1903--1907), quien inició la
democracia institucionalizada por la constitución de 1886, -una democracia
cafetalera- que comenzó a funcionar en la década de 1900.
Entre 1907 y 1931 se continuo la regla de elegir presidentes civiles, con la
excepción del general Fernando Figueroa (1907—1911), pero en 1913 se llega
al poder lo que los historiadores llaman la dinastía de los Meléndez Quiñónez,
sucediéndose entre familiares, originándose un monopolio político y oligárquico.
En el período del gobierno de Pío Romero, surgió un medio de comunicación
llamado “Prensa”, que plasmaba ampliamente ideas nacionalistas y
8 Ed. Océano, Enciclopedia El Salvador, tomo2,. Editorial Océano, Pág. 250.
11
democráticas (estas atacaban a las compañías extranjeras y a Estados
Unidos), ideas que estaban a favor de las clases populares, es decir favorables
a la tolerancia y el pluralismo.
En la década de 1930 se perfilaron dos corrientes en el movimiento de los
trabajadores: la ”reformista” y la “revolucionaria”.
Los reformistas formularon “sus planteamientos en los órganos Los obreros
Unidos, dirigidos por Masferrer, Ejida, El mundo obrero y El Forjador, mientras
que la línea revolucionaria se expresó en Opinión estudiantil, La estrella roja -
animado por grupos marxistas de la Universidad de El Salvador (UES) y del
grupo Revolución Universitaria- y El machete, de la Regional”.9
El 1 de marzo de 1931, tomó oficialmente la presidencia Arturo Araujo. Y en
este contexto ambas tendencias se hicieron presentes. El descontento social y
el desacuerdo con los grupos de poder económico extremo, dio lugar a lo que
se conoce como “la rebelión de 1932.
Tras el derrocamiento de Araujo, tomando el poder el general Maximiliano
Hernández Martínez, “arremetió duramente contra la corriente sindical que,
vinculada al Partido Comunista, lo que dió soporte al levantamiento de
campesinos de 1932”.10 Dicho levantamiento se produjo el 22 de Enero de
1932 en la zona occidental del país, “a medianoche, miles de campesinos
pobremente armados lograron la captura de poblados como Nahuizalco,
Juayua, Tacuba e Izalco”11.
9 Ed. Océano, Enciclopedia El Salvador, tomo2,. Editorial Océano, Pág. 277 10 Ibíd., pág. 277 11 Ibíd., pág. 279.
12
Durante el Gobierno del General Martínez, que lo hizo con mano fuerte fuera de
toda corrupción, siempre hubo arbitrariedades en el manejo del estado,
llegándose a conformar un Gobierno de dictadura, suceso que dio origen a la
llamada “huelga de brazos caídos”; generadas por grupos estudiantiles, que
paralizó totalmente la vida nacional. El 7 de mayo de 1944, finalizó el Gobierno
de Maximiliano Hernández Martínez.
Después de varios años, ante la movilización de los sindicatos, estudiantes y
diversos sectores de clase media, el gobierno del coronel Lemus siguió
endureciendo las leyes y por la fuerza disolvió las concentraciones populares.
En este marco emergió el “Frente Nacional de Orientación Cívica”, formado por
partidos políticos de centro y de izquierda, asociaciones estudiantiles y
sindicatos, los cuales ejecutaron el golpe de estado de 1960.
Desde 1948 hasta 1979, los militares “fueron incapaces de comprender que las
necesidades políticas, sociales y económicos del país no se agotaban con las
reformas estructurales, sino que requerían también de una apertura política que
sólo podía hacerse efectiva con el apoyo del estamento militar.” 12
Durante la década de los 60 se dieron muestra de un notable crecimiento
económico. Este fue como resultado a la participación de la producción
industrial manufacturera en el intercambio comercial de la región.
El auge del mercado común Centroamericano propició la inversión extranjera, el
grado que la industrialización a escala regional era bastante semejante,
teniendo El Salvador una proporción un poco más elevada que la de los demás
países de Centro América.
12 Ibíd., pág. 295.
13
“Los cambios más importantes en las estructura productiva del sector
manufacturero salvadoreño y regional, se tradujeron en la inserción de
establecimientos industriales más modernos y dinámicos.”13
En El Salvador el esquema económico había aumentado, las industrias
extranjeras generaron un incremento notable y favorable en el comercio
interregional.
Desde que tuvo participación en el directorio de la “Comisión Económica
para América Latina” (CEPAL) en 1961, el presidente de El Salvador, Julio
Adalberto Rivera, trató de promover la modernización socioeconómica y se
mantenía en conversación con el presidente hondureño, Oswaldo López, con el
fin de regular la migración salvadoreña a Honduras.
La guerra que frustró estos esfuerzos fue denominada “guerra de las cien
horas” o “guerra del fútbol” de la cual se originó la discordia que aumentó
progresivamente entre El Salvador y Honduras.
El 21 de Diciembre de 1965 se dio lugar a que ambos países se suscribieran al
tratado de San Miguel, claro que las tensiones entre ambos países continuaron
sin que se pudieran arreglar pacíficamente. En 1967 asume la presidencia el
general Fidel Sánchez Hernández. A mediados de 1969 comenzaron a llegar al
país numerosos salvadoreños que habían huido de Honduras, luego de haber
perdido sus propiedades y después que las industrias de salvadoreños habían
sido asaltadas.
Los salvadoreños que vivían en Honduras, fueron desalojados violentamente de
sus tierras y sufrían atentados, en los cuales, algunos perdieron la vida, y las
13 Ibíd., pág. 297.
14
autoridades o la policía no intervenían. Estos conflictos continuaban día tras día
y así sucesivamente iban llegando a El Salvador más compatriotas.
El presidente salvadoreño demandó, que se adoptaran medidas necesarias
para proteger los derechos de los compatriotas en territorio hondureño, al igual,
el presidente de Honduras, demandó del mismo modo sobre los hondureños
que estaban en territorio salvadoreño.
Una vez perdidas las esperanzas y agotados los recursos para solucionar los
conflictos pacíficamente con el gobierno de Honduras, el presidente general
Fidel Sánchez Hernández ordenó un ataque militar el 15 de Julio.
A fines del mes de Julio, la Organización de Estados Americanos (OEA)
intervino en el conflicto, los días 27, 28 y 29 de ese mes se reunieron en
Washington, los cancilleres de los países miembros para adoptar medidas y
conseguir el cese de las persecuciones de salvadoreños en Honduras.
En la década de los 70´s, en El Salvador se generó una situación de conflicto
tanto social como político.
Esto, se enlazaba directamente con el empeoramiento de vida de la clase
popular, campesina, trabajador de mercados y personas de zonas marginales.
Y además por la imposición de militares que llegaron al poder gracias a fraudes
electorales de los años de 1972 y 1977. En estos hechos políticos tuvo un papel
muy importante la Unión Nacional Opositora (UNO) esta organización
expresaba “las demandas de democratización y resistencia al militarismo de la
sociedad salvadoreña”.14
14 Idem.
15
En el año de 1972 la Unión Nacional Opositora (UNO), llevó como candidato al
ingeniero José Napoleón Duarte, en las presidenciales de ese año, mientras
tanto el Partido de Conciliación Nacional llevó al Coronel Arturo Armando
Molina, en dicha elección la Asamblea Legislativa declaró como vencedor al
candidato del PCN coronel Arturo Armando Molina.
Esta decisión fue tomada por la Asamblea ya que ninguno de los candidatos
había tenido mayoría de votos, dicha decisión originó el rechazo popular que se
convirtió en un alzamiento armado el 25 de marzo del mismo año.
La actuación decisiva de los militares leales al ejército logró que fracasara el
alzamiento, e impulso al éxito del ingeniero Duarte.
En el año de 1977 se realizaron nuevas elecciones, con los candidatos: por la
Unión Nacional Opositora (UNO) el Coronel retirado Ernesto Claramont y por el
PCN el General Carlos Humberto Romero, y quedó en el poder el candidato del
PCN gracias a un nuevo fraude electoral. Esto originó nuevas protestas
populares.
Los dirigentes de la UNO y sus seguidores, integrados por personas de
diversos estratos sociales, se tomaron la Plaza Libertad; pero en la madrugada
el 28 de febrero de 1977, los cuerpos de seguridad desalojaron la Plaza a
“fuerza de gases lacrimógenos y ráfagas de ametralladoras”.15
15 Ibíd., pág. 301.
16
2.1.3 Gestación de la guerra civil.
El gobierno del General Carlos Humberto Romero fue incapaz de controlar las
organizaciones populares. El 15 de octubre de 1979, un grupo de militares
progresistas dio un golpe de Estado con pretensiones reformistas. Los grupos
militares trataron de detener a los grupos populares, estos grupos se
enfrentaban a las represiones que era cada vez más brutales.
Tras el golpe de estado se formó la Junta Revolucionaria de Gobierno, pero
ésta no pudo controlar la crisis política a la que se enfrentaba el país. En 1980,
José Napoleón Duarte se incorporó a esta junta, propiciando reformas
económicas sociales en el agro, la banca nacional y de comercio exterior; pero
siempre con una fuerte dosis de violencia estatal, a raíz de esto, los líderes de
las organizaciones izquierdistas decidieron llamar a la insurrección
revolucionaria.
En Mayo de 1980 se creó la Dirección Revolucionaria Unificada Político Militar
(DRU-PM) que era la que organizaba a los diferentes grupos guerrilleros.
En Octubre de 1980 el (DRU) se convirtió en el Frente Farabundo Martí para la
Liberación Nacional (FMLN).
La Policía Nacional (PN), la Guardia Nacional (GN) y la Policía de Hacienda
(PH) se encontraban asociadas con un grupo paramilitar llamados
“Escuadrones de la Muerte”, e inicia una campaña de represión contra personas
que se encontraban relacionadas con los grupos populares izquierdistas.
El mayor golpe que resonó en la conciencia colectiva fue “la muerte del
arzobispo de San Salvador, Oscar Arnulfo Romero, quien fue asesinado el 24
de marzo de 1980, mientras oficiaba una misa en la capilla del Hospital Divina
17
Providencia”.16 Monseñor Romero había sido un crítico de las injusticias
sociales a las que se veían expuestos los pueblos organizados. Tras la muerte
de Monseñor Romero, ocurrieron varios asesinatos más, en noviembre fueron
secuestrados los dirigentes del Frente Democrático Revolucionario (FDR)
quienes fueron encontrados asesinados, al igual que estudiantes, religiosos,
integrantes de las organizaciones populares y campesinos, tales hechos daban
mayor energía a las ideas de la insurrección armada que era inevitable.
2.1.4 Guerra civil (1980-1992)
A finales de 1980, los grupos izquierdistas se preparaban para iniciar la
ofensiva final o general el 10 de enero de 1981, su ideología era provocar un
levantamiento popular que logrará derrocar a la Junta Revolucionaria de
Gobierno (JRG), pero ésta resistió y lanzó una contraofensiva que obligó al
FMLN a internarse en las zonas montañosas del país. Fue así como se inició la
guerra civil.
En este periodo, José Napoleón Duarte, luego de pertenecer a la Junta
Revolucionaria de Gobierno, se postuló como presidente constitucional de la
república, en los años de 1984-1989. En éste período se dio la estrategia de “la
guerra de baja intensidad (GBI) patrocinada por los Estados Unidos”,17 este
proporcionó refuerzos al ejército salvadoreño y se multiplicaron los batallones
de infantería, para enfrentar las fuerzas del FMLN utilizando sus mismas
modalidades y técnicas de guerra y se ejecutaban medidas de acción cívica en
lugares de presencia guerrillera.
16 Ibíd., pág. 307. 17 Ibíd., pág. 308.
18
En las elecciones de marzo de 1989, llegó a la presidencia el Licenciado Alfredo
Cristiani, candidato por el partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). A
él se le legaron las buenas relaciones con el gobierno de Estados Unidos, un
ejército bien entrenado y grandes sumas de dinero por parte de los jerarcas,
esperando disponibilidad de combatir a los que se consideraban comunistas,
socialistas o revolucionarios.
El FMLN, mientras tanto, había desplegado todas las potencias con que
contaba: las organizaciones sobrevivientes de las represiones de la década
anterior. A estas, se unieron organizaciones campesinas, que además de
formar el ejército guerrillero fueron la base social fundamental.
“ARENA dejó atrás sus pasadas vinculaciones a los escuadrones de la
muerte… y encaró…la evidente necesidad de negociar el fin de la guerra con el
FMLN.”18
Pero la ofensiva de 1989 puso de manifiesto que el triunfo definitivo de
cualquiera de los bandos no estaba tan cerca, al contrario provocaban grandes
pérdidas económicas.
El 16 de noviembre, con la muerte de los jesuitas y de sus colaboradores se
creó una presión enorme entre la guerrilla y las fuerzas armadas del gobierno.
“Los doce años de guerra civil, los triunfos, las derrotas, los asesinatos, las
persecuciones, el temor y la inseguridad contribuyeron de forma decisiva a
moderar la postura mas extrema y aceptar que si no se podía exterminar al
enemigo había que intentar convivir con él”19
18 Ibíd. Págs. 309-310. 19 Ibíd., pág. 312.
19
2.1.5 Los acuerdos de paz.
A finales de 1991, el FMLN y el Gobierno Salvadoreño representado por Alfredo
Cristiani, ultimaban detalles para firmar los documentos que finalizarían la
guerra civil y sentarían bases para nuevas reformas políticas y económicas con
vista a superar los desequilibrios que iniciaron el conflicto.
El 16 de Enero de 1992 se firmaron los acuerdos de paz en Chapultepec, esto
era el inicio a una nueva fase del proceso de transición a la democracia iniciada
en la década de 1980.
Desde entonces todos los hechos debían estar valorados por el contexto de los
acuerdos de paz, el cumplimiento de ello le competía además de los agentes
firmantes, al conjunto de la sociedad.
Firmados los acuerdos de paz, se inicia el cumplimiento de los mismos con la
creación de nuevas instituciones de gobierno como La Academia Nacional de
Seguridad Pública (ANSP), La Policía Nacional Civil (PNC), el Consejo Nacional
de la Judicatura (CNJ) y la Procuraduría para la Defensa de los derechos
Humanos (PDDH).
Continua con la desmovilización de la guerrilla y la destrucción de las armas de
guerra usadas en la guerra civil; la desmovilización de los Batallones de
Infantería de Reacción Inmediata (BIRI) de Ia Fuerza Armada; la sustitución de
la Policía Nacional (PN), la Policía de Hacienda (PH) y la Policía de Aduanas
por la Policía Nacional Civil, preparada por la ANSP.
La libertad de prensa comienza a hacerse notar, como la participación de la
exguerrilla convertida en un partido político denominado Frente Farabundo
Martí para la Liberación Nacional (FMLN), en elecciones populares por primera
20
vez en 1994, para Concejos Municipales, Diputados, Presidente y
Vicepresidente de la república.
Asimismo, el desempleo, la desmovilización de excombatientes del ejército y de
la guerrilla, la fácil obtención de armas que quedaron en manos de
excombatientes y la venta prolífera, la desintegración familiar debido a la
migración masiva de personas hacia otros países en busca de mejor futuro,
fueron factores que desataron la delincuencia y las asociaciones juveniles
denominadas MARAS, que azotaron la sociedad salvadoreña en los años de
post-guerra.
2.2 Orígenes del teatro.
2.2.1 Teatro griego.
Tomando en cuenta muchos elementos históricos, principalmente griegos,
como las formas de teatro más antiguas conocidas en el mundo occidental, se
encuentran hipótesis que llevan a un mismo origen. Una de las más aceptadas
es que el teatro se originó de las danzas realizadas por brujos, magos o
sacerdotes de las tribus con el fin de ahuyentar los malos espíritus mediante
conjuros pantomímicos, o para atraerse el favor de sus dioses. Dentro de los
dioses a los cuales servían culto se encontraba Dionisios o Dioniso (entre los
romanos el dios Baco), que era considerado como el dios de las uvas, el vino,
la vendimia y la embriaguez.
Los ritos evolucionaron, hasta que en Grecia la tragedia logró un desarrollo
pleno en el siglo V a. de C. donde los oficiantes al dios, llamados “bacantes”,
se reunían alrededor de un chivo como sacrificio para el dios, lo cual era
repetido varias veces al año.
21
Debido al entusiasmo que mostraban los participantes en estas fiestas se deriva
al Ditirambo, una composición poética desenfrenada, desarrollada en las fiestas
al dios Dionisio, que luego sería un “canto coral a veces largo, donde alternaban
distintos grupos de cantores”20, que danzaban y cantaban sus coros en medio
de la gente del pueblo y demás participantes.
Algunos estudiosos suponen que el ditirambo eran coros relacionados con la
historia de cómo esa deidad vino al mundo por medio de Zeus su padre y de
una mujer mortal, “que enseñó a los hombres a cultivar la vid, así como otros
frutos y productos comestibles”21. Algunos danzantes se disfrazan con pieles de
macho cabrío “tragos” en griego y del cual se “derivará el término tragedia, por
su parte la comedia, derivará del término “comos” que sería otro tipo de gritos
lanzados por los danzantes un tanto subidos de tono”22
En las mismas fiestas en honor a Dionisio, donde el acto coral alternado por
varios cantores se produjo las estrofas y antiestrofas. Como consecuencia de
ello fueron las recitaciones, lo que dio la oportunidad de introducir un personaje,
luego dos y tres según los autores de obras.
Tespis es considerado hasta nuestro tiempo como el primer hombre de teatro,
quien introdujo diálogos en las fiestas y era necesario un segundo personaje,
con el cual representarían escenas de la vida del dios y finalmente de los
hombres, en las fiestas que ya se llamaban Grandes Dionisíacas, donde habían
representaciones teatrales, especialmente tragedias y tiempo después
introdujeron comedias y dramas de tipo satíricos.
Luego surge la figura de Esquilo, el primero de los tres grandes trágicos;
quien lleva un tercer personaje a la escena. En sus obras aparecen solo tres 20 José Roberto Cea. Letras 1. Edit. Canoa Editores. San Salvador. 1991. Pág.29. 21 Ídem. 22 Tragedia griega de Esquilo, Sófocles y Eurípides. Editorial Clásicos Roxsil, 1ª reimpresión 2003, pág. 9.
22
personajes juntos en escena. Mientras que algunas características del ditirambo
se mantienen como lo es el coro y el altar en medio de la orquesta.
Grecia alcanza la época de oro en el teatro con autores como Esquilo, Sófocles
y Eurípides, quienes escribieron gran cantidad de obras teatrales.
2.2.2 El teatro medieval.
Cuando sucede la caída del imperio Romano, el teatro también había caído.
Sus funciones desataron entretenimientos obscenos y vulgares, lo que fue
abolido por la iglesia cristiana al llegar al poder, pues el imperio romano cayó,
pero no la iglesia, que se propagó por toda Europa.
Una forma de representación fue la vida de los santos, que se describían en
obras llamadas milagros, de las cuales aparecieron centenares, algunos se
aproximaban ya a dramas mundanos.
Otras formas de dramas fueron las moralidades y la farsa que quizá nunca
desapareció, o hayan aparecido con las moralidades o de los cómicos
ambulantes con el propósito de entretener de una forma secular.
Estas farsas aparecen en las postrimerías de la Edad Media, donde ya el
renacimiento da sus primeros pasos, o quizá con la farsa hace su entrada a la
era moderna, pues ya en España se vislumbraba una nueva etapa con la
aparición de la Tragicomedia de Calixto y Melibea de Fernando de Rojas en el
año de 1499 .
23
2.2.3 Teatro renacentista.
En los países europeos del occidente se seguían desarrollando dramas de
carácter bíblicos, los personajes son representados por laicos y no
precisamente por el clero, esto dio paso a otro tipo de manifestaciones
dramáticas, en las cuales el hombre empezó a interesarse por el hombre mismo
como los griegos lo habían hecho hace más de dos mil años, cuando se
iniciaron las representaciones del teatro griego del siglo V a. de C.
En Italia no floreció tanto el teatro como en otros países de Europa, pues la
mayoría de obras eran del teatro griego y romano que se conservaban, lo que
ocupa un lugar importante en la historia del teatro. El nacimiento de la ópera y
el drama pastoral son parte del renacimiento italiano.
La comedia era una clase de obra que giraba alrededor del actor quien
improvisaba algunos de los entretenimientos más divertidos, a lo que se
denominó teatro popular o teatro de la gente. Otra manifestación teatral es el
drama pastoril en el siglo XVI de contenido idílico y sentimental con sinceridad y
belleza nostálgica.
2.2.4 El teatro de las colonias españolas americanas.
En la historia precolombina, en El Salvador, no se encuentran registros de
actividad teatral. Solamente bailes-drama o danza-teatro indígena, de las que
sobreviven algunas como “Los emplumados”, que se baila en cacaotera, región
oriental del país y la de “El Venado”23. En Guatemala apareció el texto de El
Rabinal Achí o el Güegüense o Macho Ratón en Nicaragua.
23 Velis, Carlos. Artes Escénicas Salvadoreñas. Edit. Clásicos Roxil. Primera Edición. Pág. 23.
24
Durante la época colonial se desarrollan piezas teatrales de carácter religioso,
pues era una época en que las leyes dictadas en Guatemala vedaron, desde el
siglo XV, la literatura de imaginación o invención en general, la novela y el
teatro profano, y permitieron solo el cultivo de las Letras Sagradas-incluso el
teatro religioso, la didáctica, la poesía y la historia.
Durante el periodo colonial junto a la influencia de la dinámica teatral
guatemalteca, surgen los movimientos independentistas que con motivo de
aniquilar al intendente de San Salvador llevan a escena una obra titulada “Más
vale tarde que nunca “, presentada el 16 de enero de 1814 en casa del
intendente, sin lograr el objetivo que era que las personas conocieran el nuevo
movimiento de expresión que surgía, pero, la obra tuvo un efecto de poca
trascendencia.
2.2.5 El teatro en El Salvador.
La puesta en escena de la obra de teatro “Más vale tarde que nunca” es parte
de la primera representación de una obra de contenido nacional en nuestro país
y como un preámbulo para la siguiente época, que va desde la independencia
hasta 1950.
En 1827 fue impresa otra pieza de teatro titulada “Noches fúnebres” de
Coaijnicuilapa, que registra la derrota de Manuel José Arce en un lugar
conocido como Milingo, cerca de San Salvador.
Otra obra teatral es la que se llama “La tragedia de Morazán” o “Morazánida”
escrita por Francisco Díaz, un soldado que intervino en las batallas junto con
Francisco Morazán en 1842.
25
Estas son las primeras obras con contenidos semejantes, en una época en
donde el romanticismo como corriente literaria está desapareciendo en Europa
y llegando a nuestra región: Don Francisco Esteban Galindo escribió “Las dos
flores”, en el año de 1870, con la influencia del género literario mencionado y
representada como las anteriores por los grupos de teatro que visitaban nuestro
país. Al igual, don Luciano Hernández escribió “Las candidaturas” y la
representó en Nicaragua en 1874. Esta era una comedia jocosa en la que
figuraban personajes del partido conservador en una etapa de agitación política,
lo que le acarreó la expulsión de ese país por parte del gobierno.
Luego aparece Francisco Antonio Gavidia (1863-1955), en 1887 y su teatro con
temas sobre la historia indígena prehispánica: “La princesa Citalá”, “La princesa
Cabek”, y “Héspero” y otras como “Ursino”, “Lucía Lasso” o “Los piratas y
Júpiter” , “Ramona”, “La torre de Marfil” y “Amor e interés”, estas últimas tratan
temas sobre la colonia, luchas de la independencia y la lucha política por una
verdadera democracia, según José Roberto Cea.
Gavidia es considerado dramaturgo, además de ser cultivador de otros géneros
literarios como la poesía, el cuento y el ensayo. Su formación autodidacta lo
llevó a ser filólogo, historiador y políglota. Para algunos autores, dio vida al
teatro en El Salvador; su creación dramática fue amplia, con temas profundos,
estudió la cultura nahoa, tolteca y maya, amante de su tierra, un
centroamericano conocedor de la dialéctica, que son materia prima para su
creación literaria.
En 1867 se anuncia el avance de la construcción de un teatro que fue
denominado “La Unión” ya que no existía un lugar adecuado para las
representaciones teatrales. La compañía Luque hizo sus presentaciones de
autores extranjeros; así también la compañía Blen, dirigida por el señor
Saturnino Blen, de nacionalidad española como don Mariano Luque. Fue puesto
26
en escena, tanto teatro extranjero como el drama “Los misterios de un hogar”
de Francisco Gavidia, en colaboración con Román Mayorga Rivas.
El señor Luque influyó en la construcción del teatro nacional, en el que
representaron obras de autores nacionales como la de “Ursino” de Francisco
Gavidia, estrenada en abril de 1887, por la compañía Luque.
“Júpiter”, se publicó en 1889 y presentada en 1896 por la Compañía Baytens en
el Antiguo Teatro Nacional.
Una de las innovaciones que Gavidia demostró en su obra “Júpiter” es una
nueva visión estética, en donde al contrario de otras obras teatrales “solamente
en esta obra triunfan los personajes contra la adversidad”24 que más tarde otros
autores lo llamaron Hacia un teatro dialéctico.
José Emilio Aragón, quien escribió obras tales como “La propia vida”, “La
muñeca rota” y “Los contrabandistas”, con influencias del italiano Luigi
Pirandello, que fueron presentadas en 1908.
José Llerena escribió muchas piezas representadas tanto por compañías que
visitaban el país como nacionales. Algunas de sus obras son “El corazón de los
hombres”, “Los tatuados”, “El derecho de los otros”, “La miseria alegre”,
“Nuestra sombra”, “El sabor de la vida”, “Negación de la naturaleza”, “Los
vínculos”, “El hambre”, “La esclavitud de los libres” y su mejor logro titulado “La
raza nueva”, donde satiriza los convencionalismos burgueses; todas
aparecieron en la segunda década del siglo XX.
24 José Roberto Cea, Teatro en y de una comarca centroamericana, 1ª edición, San Salvador, Canoa Editores, 1993 pág. 67-68
27
Entrado el siglo XX, autores nacionales como Alberto Rivas Bonilla escribe
“Alma de mujer”, ”Los millones de cucú”, “ Una chica moderna”, y “Celia en
vacaciones”; José Maria Peralta Lagos escribe dos piezas teatrales tituladas
“Estremés de las coyotas”, y “Candidato”; Ernesto Arrieta Yúdice es escritor del
presente siglo, muy activo en este período algunas de sus obras fueron
escenificadas como “El padre Eusebio o Las píldoras del Doctor Naranja”, “ Si
yo soy muy bruto”, entre otras; Raúl Contreras escribe “La princesa está triste”,
“Cagliostro”, “Los sesos de la mujer”, “Las aventuras del Padre O’conor;
escriben teatro y su producción la mayoría inédita. Muchas fueron presentadas
por la Escuela de Prácticas Escénicas, dirigida por don Gerardo Nieva, un actor
español que llegó al El Salvador con la Compañía Adams. Fue contratado por
don Pío Romero Bosque, presidente de la República, para fundar la primera
escuela de actuación a nivel profesional en 1929.
2.2.6 Segunda mitad del siglo XX.
Esta etapa se inicia en enero de 1951, al fundar la Dirección General de Bellas
Artes. La escuela de teatro es dirigida por el argentino Darío Cossier, actor y
autor nacionalizado salvadoreño, deja la dirección de la escuela en 1952,
presentando únicamente “El sueño de la niña pobre” y “El escaparate
encantado”. Se va a dirigir el teatro obrero del Ministerio de Trabajo y Previsión
Social.
De la dirección de la escuela se hace cargo el director español Edmundo
Barbero, quien la divide en dos departamentos: “la Escuela de Artes Escénicas
y el Elenco Estable. En la primera se daba una intensa formación actoral
mientras que en el segundo se montaban producciones teatrales.25”
25 Carlos Velis, Las artes escénicas salvadoreñas, 1ª Edición, Santa Tecla, El Salvador, Clásicos Roxsil, 2002, pág. 63
28
Algunos actores que formaban el Elenco Estable eran: Nena de Guzmán, Jorge
Alberto Jiménez, Manuel Mendoza, Santiago Duarte, Julia Herodier, María de
los Ángeles Castillo, María V. Echeverría, Gilda Lewin, Lorenzo Cruz, Conchita
Domínguez, Leonor Henríquez, Miguel Ángel Ortega, muchos se destacaron en
el trabajo teatral como actores, directores y maestros.
Edmundo Barbero sistematizó la carrera teatral que constaba de cuatro años;
con la presentación de sus logros en el Elenco Estable, lo que hacía evidente
su experiencia, pues desde su temprana juventud se involucró en su tierra natal
España, donde cultivó amistades con don Federico García Lorca, Rafael Alberti
y otros.
Durante su dirección en la escuela desarrolla una intensa actividad con apoyo
total del Ministerio de Cultura. Fue destituido en 1956 por don Serafín Quiteño,
el director de Bellas Artes por aparentes rencillas personales, según Carlos
Velis. Roberto Cea cita, que Barbero no pudo seguir su labor por un incidente
político en que se vio involucrado, el cual le obligó a dejar el cargo. Además no
le renovaron el permiso en migración para su estadía en el país, lo que no le
permitió crear el teatro universitario según la propuesta del Dr. Romeo Fortín
Magaña, rector de la Universidad de El Salvador y el Dr. Rodríguez Ruiz,
decano de la Facultad de Humanidades. Barbero tuvo que salir del país y al
solicitar entrada nuevamente le fue rechazada en varias ocasiones.
La dirección de Bellas artes, en 1954 pasa bajo la dirección del mejicano
Fernando Torres Laphan y en el 58 es invitado el Elenco Estable a participar en
el primer festival panamericano de teatro en México y que produce diversas
presentaciones teatrales.
“El presidente Oscar Osorio intento impulsar el teatro durante su administración
y ordenó la construcción de salas teatrales modernas dotadas con amplios
29
escenarios, áreas de camerinos debidamente equipados, baños para los
actores, parrillas de tramoya, telones e instalaciones eléctricas adecuadas”26.
Los teatros que se construyeron fueron: en San Salvador, el Teatro Iberia y el
América; en Sonsonate, el Arce; en San Miguel el Gavidia. Todos fueron
administrados por el circuito de teatros nacionales; pero no fueron usados como
teatros, porque no había actores ni grupos teatrales para mantener una
programación en cada uno de esos teatros, por lo que fueron transformados en
cines, ya era más fácil y lucrativo traer películas y negar la existencia de actores
y grupos de teatro salvadoreño. Estos teatro habrían salido adelante, “trayendo
compañías teatrales extranjeras y promoviendo festivales”27 pues los actores se
encontraban formándose en la escuela de Bellas Artes de la Universidad de El
Salvador.
En 1957, la universidad llama al francés André Moreau para dirigir el teatro
universitario. Este organiza la Escuela de Teatro de la Facultad de
Humanidades que durante tres años y medio trabajó enérgicamente. Trató de
fundamentar una buena escuela de teatro con lo que sembró inquietudes y
produjo muchos logros, pero apenas dejó los cimientos.
En esta época resultan escritores de teatro con marcada tendencia
existencialista, como: Roberto Arturo Menéndez, quien estudio con Barbero y
escribió obras como “La ira del cordero” (1958), “Los desplazados” (1958),
“Nuevamente Edipo” (1966); Walter Béneke, escribió “El paraíso de los
imprudentes” (1955), “Funeral Home” (1958); Waldo Chávez Velasco escribió
las siguientes obras: “Corrupción y otras hierbas” (1967), “El zipitín”, “El
sombrero de otoño”, “Fábrica de sueños” (1956), “Ruth de Moab”, “Sihuehuet”,
26 Jorge A. Jiménez, Apuntes sobre teatro en El Salvador, Anuario de Investigaciones 3, Centro de Investigaciones en Ciencias y Humanidades, Universidad Dr. José Matías Delgado. El Salvador C. A., Edit. Delgado, 2004, pág. 133 27 Ibíd., Pág. 133
30
“La ventana” y “Ulises siembra un jardín”. Hubo otros que se mencionarán más
adelante.
Barbero nuevamente regresa al país en 1961 a dirigir el teatro universitario
después de Moreau, pero las autoridades de la universidad estaban en
transición y el decano entrante de la Facultad de Humanidades Dr. Alejandro
Dagoberto Marroquín suprime el departamento de teatro. “El Rector electo Dr.
Fabio Castillo lo retiene con un manejo legal: traslada el departamento de teatro
a Extensión Universitaria, salvándolo de la muerte, pero quedando fuera todo
régimen curricular. “28 En esta etapa hay autores que se destacan como Álvaro
Menéndez Leal, principalmente con su obra: Luz negra, la que se ha
representado en El Salvador e internacionalmente. El Teatro Universitario, logra
cien representaciones con esta obra, pero para ello, el autor promovió con
diferentes empresas, les compraban los boletos, luego regalaban a sus
empleados y la mayoría no asistía a las presentaciones, pues el promedio de
los asistentes era entre 20 y 30 personas, no así en la universidad, en donde la
Extensión Cultural como su propia actividad, los estudiantes presentes no
pagaban boleto, por lo cual había unos cien espectadores.
Otras obras que se encuentran inéditas de Álvaro Menéndez Leal son: “El Cielo
no es para el Reverendo” (1966), “Diez Preciosidades Mudas” y lo que él llama
“Teatro Inútil” (El Circo y Otras Piezas Falsas).
Otros autores de teatro de este período son: José Napoleón Rodríguez Ruiz y
Tirso Canales, coautores de “Los Ataúdes” (1962), fue estrenada en el Local
del Teatro Universitario para inaugurar las actividades del Teatro Experimental
“El Colibrí”.
28 Carlos Velis, Ob. cit., pág. 76
31
Rodríguez Ruiz junto a Roque Dalton, iniciaron “Los Helicópteros”, entre 1962 y
1963, que después sirvió de base para “Rambó”, obra que fue terminada con la
colaboración de Miguel Ángel Parada. Otra obra de Rodríguez Ruiz es
“Anastasio Rey” (1969), la cual fue presentada varias veces por el Teatro
Universitario, desde que la estrenó en 1971 en San José Costa Rica, en el
Segundo Festival Centroamericano de Teatro, con la dirección del Maestro
Barbero, que más adelante la repuso el mismo Teatro Universitario con la
Dirección de Mario Tenorio.
Ítalo López Vallecios, escribió “Las manos Vencidas, estrenada por el Teatro
Universitario en 1966, “Burundi Sur”, publicada en 1968.
Roberto Armijo, publica “El Príncipe no Debe Morir” (1967), basada en el Popol
Vuh; “Absalón” (1968); “Jugando a la gallina ciega” (1969).
Otro escritor de la época es José Roberto Cea, quien en 1967 publica “Las
Escenas Cumbres”, escrita en 1965 y la estrenó el Teatro Universitario en 1968;
“Tres Hombres en sus Caminos (1987), “Pierda el Miedo”, “Fuera del
supermarket”, “En un Recodo de la Vida”, “Todavía entre Nieblas” (1988) y
“Memoria en Carne Propia” (1990).
El departamento de teatro se vuelve un círculo de interés para estudiantes de
diversas carreras y comienza la puesta en escena de diversas obras de teatro y
por donde pasaron muchos actores como Julia Herodier (su esposa), Dora
Cienfuegos, Isabel Dada, Gilda Lewin, Juan Ramón Montoya, Danilo Castro,
Antonio Lemus Simún, José René Serrano, Armando Calderón, Norman
Douglas, Gema Doris Chacón, Mario Tenorio y Carlos Velis, quien fungiera
como apuntador y asistente de dirección de los años 69 al 71. Con estos
actores se presentan una diversidad de obras tanto extranjeras como
32
nacionales, fue grande esta época que algunos hasta le llaman “Época de Oro”
por el nuevo impulso que da Barbero al teatro en El Salvador.
Fernando Torres Laphan renuncia en 1959 en la dirección del Elenco Estable
“y le suceden en poco tiempo varios directores: Alonso de los Ríos, Salvador
Salazar Carrión, españoles; Franco Cerruti, italiano; Waldo Chávez Velasco,
Adelina de Gumero y Margarita de Nieva, estas dos últimas llevan sus
actividades teatrales al interior del país” 29 como Sonsonate, San Vicente,
Zacatecoluca, San Miguel, Chalatenango.
Walter Béneke llega al Ministerio de Cultura ya nominado como Ministro de
Educación (1968). Cierra la Dirección de Bellas Artes y por supuesto sus
departamentos que ya no tenían perspectiva creadora; Béneke con su reforma
educativa de ese año crea, el sistema de bachilleratos diversificados con tres
años de estudio de formación técnica, y es así que surge el Centro Nacional de
Artes (CENAR), con los bachilleratos en artes, entre ellos el de teatro, que
funcionó hasta 1980 y fue reactivado en 1989. El Bachillerato en Artes
comienza a funcionar en las mismas instalaciones que el Instituto Nacional
Francisco Menéndez, pero al siguiente año se pasa a otro local bajo la dirección
de Roberto Salomón. Para 1971, llegan al país tres profesores españoles:
Antonio Malonda, Yolanda Monreal y Jesús Sartre, con quienes “se le da forma
definitiva a la Escuela, con el objetivo de formar HOMBRES DE TEATRO”30.
Esos años fueron de gran actividad en el CENAR, montando obras como la de
“Júpiter” de Gavidia; ”El retablillo de don Cristóbal“, de Lorca, “El arte del
silencio” (pantomimas de la escuela de Marceau) y otras muchas. Realizaron
giras por todo el país que resultaron fructíferas pero agotadoras.
29 José Roberto Cea, Ob .cit, pág. 117 30 Carlos Velis. Ob.cit., pág. 83
33
Para 1976, el Bachillerato en Artes pierde su local y lo incorporan al Centro
Nacional de Artes, organismo que sustituyó a Bellas Artes, la conducción del
Bachillerato en Artes pasa a manos de directores de poca duración y escogidos
de entre los egresados de la misma, por lo cual llega en sus peores momentos
y declinan los planes de la educación artística, mientras que los fondos fueron
recortados al Bachillerato en Artes. Así y otras dinámicas como la de pasar la
dirección de tales organismos a personas herederos de fortunas ajenas y
desconocedoras del objetivo inicial, caen en un funcionamiento irregular desde
1978, cerrando sus funciones en 1982.
Béneke impulsó también, los festivales estudiantiles que se convirtieron en
verdaderos medios de expresión y organización para los jóvenes. Por esta
fecha, se generan jornadas en contra de la guerra de Vietnam, promovidas por
la Universidad, así como la lectura de libros que crean conciencia del resto del
mundo, se ven películas y se oye música de nuevas corrientes, las luchas
estudiantiles internacionales, influyen en el estudiante salvadoreño y les dan un
nuevo enfoque al arte con acercamiento de la sociedad nace un sentido más
humanístico de la vida.
También se realizaron cuatro festivales estudiantiles de teatro, en los años de
1969 a 1972, las más importante fue la de 1970 con la participación de 37
instituciones estudiantiles, cuyo objetivo era favorecer la participación de los
jóvenes que luego ingresaran a estudiar arte como carrera profesional, fomentar
la creatividad y la expresión en medio de un sistema autoritario a la cual no
tenían derecho los jóvenes. De tales festivales salían estudiantes becados para
estudiar en el Centro Nacional de Artes y otras becas eran ganadas por medio
de exámenes que se les suministraba con tal fin.
Existió también el Teatro Estudio del Arte, dirigido por Eugenio Acosta
Rodríguez; a finales de los sesentas, aparece el Teatro Obrero de inclinación
34
izquierdista del Instituto obrero “José Celestino Castro”, toma el mismo nombre
del Teatro obrero del Ministerio de Trabajo, pero sus presentaciones de obras
son de contenidos diferentes, dirigida por Miguel Ángel Ortega.
El Grupo Teatral “Escena Futura”, nace por esos mismos años, con montaje de
obras de carácter vanguardista de autores extranjeros, la cual era dirigida por
José Luis Valle.
En 1966, la Unión General de Autores y Artistas Salvadoreños (UGAASAL),
organizó el Primer Festival Salvadoreño de Teatro, en donde participaron el
Conjunto de Teatro Lírico Dramático Paco García, Teatro Experimental, el
Elenco Estable de Bellas Artes, Teatro Estudio de Arte, Teatro UGAASAL y
Teatro Universitario, quienes presentaron una veintena de obras, con el objetivo
de lograr cierta presencia organizativa como de Bellas Artes, motivando
actividades de producción.
Los escritores de la época de los setentas que de alguna manera han hecho
actividad teatral, están: José maría Méndez, con sus obras: “Este Era un Rey”,
“El sargento y el borracho” y “la ronda del adulterio”, publicados en 1977;
Matilde Elena López, en 1977 publica en Guatemala “La Balada de Anastasio
Aquino”, presentada en el Primer Festival Estudiantil de Teatro salvadoreño, por
un grupo de teatro del Colegio Spencer, denominado Xilonem el 20 de
noviembre de 1987.
Uno de los autores con significado por su insólito caso, es José David Calderón,
que desde 1955, ha desarrollado actividades como dramaturgo, publicando
“Oropel”, premiada en los Juegos Florales de Quetzaltenango, estrenada por el
Elenco Estable de Bellas Artes en 1956; “Los extraviados” (1956) premiada en
el mismo certamen; “El sol se puso a las dos” (1957), premiada en los Juegos
Florales de San Salvador; “Judas” (1957), premiada en el Certamen de la
35
Sociedad de Beneficencia Española; “¿Quién Juzgará a los Jueces” (1958),
también premiada; “Los muertos deben morir” (1983); “Uno más uno y sobra
alguno” (1987) y “Las elecciones en breves lecciones” (1988). Además ha
escrito y transmitió en diversas radios, varias radionovelas episódicas, y
realizado varios largometrajes con actores nacionales y Ernesto Mérida que es
guatemalteco. Hugo Lindo escribió “Una pieza francamente celestial” (1966)
inédita. Mario Hernández Aguirre, escribió “Sólo el amor abre las puertas” y
“Fin de semana.
Roque Dalton, un autor que hizo sus intentos teatrales y escribió “Caminando y
Cantando” publicada en 1972 en San Salvador.
Los egresados del Bachillerato en Artes Escénicas, constituyen una nueva
generación de grupos teatrales, quienes se agrupan para formar talleres ex-
aula, resultando grupos de los cuales solo se mencionan los nombres y si es
posible su director: Teatro Experimental colectivo TECOLOTE (1973-74); El
Grupo de Teatro Popular, formada en los mismos años que el anterior; El
Teatro Grupo Independiente TGI, (1975-78); Gilda Lewin, quien era una actriz
de experiencia, tuvo que someterse junto con los adolescentes al Bachillerato
en Artes Escénicas, fungiendo después como directora de un grupo de
aficionados; “Francisco Cabrera, salido del CENAR, organiza dos grupos con
estudiantes del mismo lugar y produce, con el primero, llamado Calabaza,
“Encuentros”, “Los juegos de mis amigos” y “El muñeco Chilolo”. Con el
segundo, “Superpancho”, todos los textos de su creación”31; el Grupo Pequebú,
creado por Roberto Franco, se especializa en el teatro de títeres; Sol del Río
32, es un grupo formado por casi toda una promoción del CENAR, que
iniciaron con un taller ex –aula denominado Primero al Uno, y que luego al
constituirse un grupo profesional cambiaron el nombre. Otros grupos como:
31 Carlos Velis. Ob.cit., pág. 93.
36
Teatro Experimental Colectivo TEC; Chichicaste; Trapiche; Tlamemes; Cipitío;
Caminantes; Histriones Pipiles; Xibalbá.
Muchos de estos grupos crean La Corporación Salvadoreña de Trabajadores de
Teatro COSTTEA; desaparecida esta Institución, se crean en el país, la
“Escuela Libre de Teatro Universitario ELTU, que coordinó Roberto Armijo,
antecedente del Taller Libre de Teatro que coordinó Mario Tenorio en la
Universidad de El Salvador desde 1978-1985.”32
Otros elencos teatrales surgen con Roberto Salomón y Norman Douglas, que
participan en algunos festivales de teatro nacionales como extranjeros.
De los Grupos anteriores y de los egresados del Bachillerato en Artes, el único
que ha persistido es Sol del Río 32, quienes salieron del país en 1980 y
regresaron el 1988, solo con el nombre de Sol del Río.
Al afrontar el conflicto armado por los años 80s, varios grupos de teatro tuvieron
que salir del país debido a la represión política que iniciaba con más crudeza;
“otros se organizan bajo una bandera política para hacer teatro de
emergencia.”33 Se encuentran grupos como Maíces, dirigido por Dimas
Castellón y luego se convierte en Bululú; Los grupos Bayunco y Pequebú de
Roberto Franco, quien fuera secuestrado y su cuerpo nunca apareció.
El Teatro Universitario, a la muerte de Edmundo Barbero pasa a la dirección de
Mario Tenorio, hasta 1989, desarrollando algunas presentaciones durante los
años de la guerra y con la Universidad intervenida militarmente.
32 José Roberto Cea. Ob.cit. pág. 165. 33 Carlos Velis. Ob.cit., pág. 107.
37
En 1982 surge el Primer Festival Cultural (Danza, Coros y Teatro), montada por
las Empresas Goldtree Liebes y Liebes Exportadora, por tres meses
consecutivos, durante varios años hasta en 1987, donde participaban grupos de
teatro aficionados o semiprofesionales; así también, algunos grupos de actores
egresados de Bellas Artes y algunas instituciones nacionales e internacionales
se asocian para crear, en 1985, la temporada Gran Teatro Rex, como una
nueva estrategia de teatro, haciendo sus presentaciones en el Auditórium de
CAESS, de obras de escritores extranjeros y algunos nacionales, siendo un
90% de comedias. Dicha temporada conlleva varios objetivos adjuntos, dejando
en evidencias algunos de ellos: se encuentra potencial actoral pero hay crisis
en dirección, tanto en el Festival de Goldtree como en la temporada del Gran
Teatro Rex. También se dejaron ver el tipo de preferencias del público, que se
derivan por lo nuestro, la forma de hablar, las palabras, nuestro mundo y los
quehaceres cotidianos de diversas situaciones. Los grupos que participaron en
el Gran Teatro Rex, son: Hamlet; Camaleón; Talía-Oro; Taller Libre de Teatro;
Vivencias, Compañía Púrpura que en 1988 se agregó a Vivencias.
La alcaldía de San Salvador, promueve el Primer Festival Estudiantil de Teatro
Salvadoreño en Noviembre y Diciembre de 1987, bajo la responsabilidad de
Miguel Ángel Chinchilla, que deja también una misma enseñanza, que hay
gente que cultiva el arte teatral pero sin estar preparados. Se presentaron
treinta y tres obras de autores salvadoreños.
En la Universidad Centroamericana, el profesor Francisco Andrés Escobar, abre
en 1982, un programa cultural que llamó “Mediodías Culturales” en un aula de
la Universidad, programada todos los sábados a las once de la mañana, por
diez años ininterrumpidos, con la participación de grupos de esa época.
38
Otro festival desarrollado en 1988 es el Primer Festival Funter (Fundación
Teletón Pro-Rehabilitación), donde se presentó por primera vez el grupo Dos
Lunas, dirigido por Mario Segura.
Escritores de estos años se encuentran: Carlos Velis, quien escribe en 1988
“La Bruja Raquel”; “Sonata para una Madrugada” en 1987; “La misma Sangre“
(1990); “San Salvador después del Eclipse (1992) basada en “Made in lanus, de
la argentina Nelly Fernández Tiscornia; “La Flor que se fue” (1991); Tierra de
Cenizas y Esperanzas”(1992), producida colectivamente en la que Velis fue el
redactor de las improvisaciones del grupo.
La compañía Teatral Hamlet, fundada en 1960 por el Actor Mauricio Pacas, que
por los años 80s, pasa a ser dirigida por Nelson Portillo, que en 1986 se asocia
con el publicista Antonio Lemus Simún, quien empezó como actor del Elenco
Estable de Bellas Artes. Inician una serie de actuaciones donde atraen gran
público, presentando obras de carácter vulgar, con frases y alusiones políticas,
dándose cuenta que es eso lo que le gusta a la gente. Además, gozaban de
una gran publicidad y un vestuario lujoso, con muebles y una escenografía de
alto costo. Otra de sus virtudes fue el de presentar una vez al año, un drama
infantil que atraía a los niños para sus presentaciones.
A medida que avanza el tiempo, la actividad teatral va representando altos y
bajos en su desempeño; pues, para la época de los noventas, lo que más hacía
falta era la producción teatral con temas puramente salvadoreños, actuales y
populares que los espectadores entendieran en su juicio; lo otro que hacía falta
eran escenarios. Compañías teatrales han aparecido aunque sea a nivel
unipersonal, como es el caso de Francisco Cabrera que bajo el nombre del
grupo La Coyunda, presenta la obra “El Hombre Desconocido”, de su misma
autoría, que fue un fracaso de público, como lo indica Velis.
39
En la última década del siglo XX, aparecen “Un tal Ignacio” y “De la sal y la
rosa”, de Francisco Andrés Escobar. Geovani Galeas, escribe “Sócrates Ligth” y
“Sancho Panza en la ínsula Barataria”. En 1995 se estrena “Tamagás y el
payaso” de Jorge Gámez.
Tanto Edgar Gustave como Miguel Ángel Chinchilla, han publicado su trabajo
en revistas y libros de manera dispersa. Gustave ganó el premio de la rama
Teatro de los XXXIII Juegos Florales de Centroamérica, Panamá, México y el
Caribe, en Mazatenango, Zuchitepéquez, Guatemala, con la obra “Vita y Mute”.
En 1996, el Grupo de Teatro Sol del Río, la Fundación María Escalón de Núñez
y CONCULTURA, organizan el Certamen de Dramaturgia denominado
“Siembra una Semilla”, en donde se otorgó el premio único a tres obras por sus
cualidades dramáticas, ellas son. “El cura sin cabeza”, de Miguel Ángel
Chinchilla; “Mujer de las aguas”, de Francisco Ayala y “El Sentido de las eses”,
de Edgar Gustave”. En 1998 y 1999, Carlos Velis gana el Premio Único de
Teatro de los Juegos Florales de Quetzaltenango, Guatemala, con las obras
“Una vida familiar” y “¿Quiere usted comprar la luna?”. Waldo Chávez Velasco
publica la obra “Ruth de Moab” en 1999 y Alvaro Menén Desleal gana los
juegos Florales de San Miguel, con la obra “Haciendo el amor en un refugio
atómico”.
Otras formas teatrales, van desde el teatro infantil, el teatro escolar, el teatro
obrero, el teatro en los frentes guerrilleros, el teatro muy especial, el radio-
teatro, teatro desarrollado en las calles, casas y barrios; cada uno presentan
sus diferentes formas de manifestarse, de creatividad actoral, pues la mayoría
de esos grupos son jóvenes sin experiencia, sin formación y en muchos casos,
sin una dirección calificada.
40
Durante los años de la guerra, la producción literaria se vio detenida por
situaciones conflictivas, y que algunos directores, actores y grupos de teatro
tuvieron que emigrar, como se ha tratado antes, causando “una desaceleración
de la actividad teatral”34, como lo apunta Velis y como lo manifiestan algunos
escritores y directores de teatro (ver entrevistas en anexo). A medida en que se
termina la guerra, se siente que el teatro va a un paso lento, surgen grupos
teatrales en universidades, realizando encuentros de teatro en las postrimerías
del siglo XX.
Es importante mencionar, la labor realizada por Fernando Umaña, director de
ARTTEATRO, que desde su fundación por él mismo en 1993, desarrolla una
actividad teatral continua, crea también el Festival Centroamericano de Teatro
con el lema Creatividad sin Fronteras, que año con año se realiza en San
Salvador. Lleva a escena obras como “Fábrica de sueños” de Waldo Chávez
Velasco, “Luz negra” de Álvaro Menen Desleal y otras. Todo esto con
dificultades a pesar de que recibe apoyo de CONCULTURA, y que la séptima
edición del Festival fue escasa en la presentación de grupos de teatro
Centroamericano, que va disminuyendo respecto a las ediciones anteriores, y
esto se debe a la falta de espacios y la falta de estrenos de obras, pues la
respuesta del público es buena, solo que no hay temporadas continuas durante
el año. Además, recomienda que de parte del gobierno deba de haber una
muestra nacional de teatro y un festival nacional. Umaña “aboga por un apoyo
verdadero hacia el teatro estudiantil, al que hacen en los pueblos, porque el
teatro amateur es el semillero del profesional, donde la gente se va definiendo
con el trabajo, pero esto debe partir de una política del estado o de instituciones
como el caso de las universidades. Aquí hay una confusión entre el teatro
amateur, el teatro dis que profesional y el estudiantil. Hay toda una mezcla”. 35
34 Ibíd., pág. 188. 35 Mirella de Cáceres, Fernando Umaña: Con los festivales provoco, EDH, Rev. Hablemos. Pág. 5.
41
“Después del conflicto armado, las manifestaciones culturales ganaron más
espacios para desarrollarse: A finales del milenio, la cultura no es todavía
prioridad”. Durante la guerra hubo oscuridad en las artes. “Los personajes que
siempre aparecían eran: la política, la economía, el combate… Pero al terminar
el conflicto, se levantó de nuevo el telón y otro personaje empezó a colarse
poco a poco haciéndose cada vez más visible: La Cultura”… “No es que nunca
haya existido. Solo que tenía una vida más subterránea y olvidada. Pero hoy
empieza a brillar con luz propia”.36
Producto de los cambios que el país sufre en los inicios de la década de los
noventas, se disuelve el Ministerio de Cultura y Comunicaciones y se formó la
Dirección Nacional de Cultura, ubicada en el sector educación, que luego pasa
a la creación del Consejo Nacional para la Cultura y el Arte (CONCULTURA) en
1991, que en síntesis tiene como objetivos: ubicar la cultura como elemento
clave para el desarrollo de la nación como el potencial humano en todos los
salvadoreños, para lo cual es indispensable fortalecer la identidad y la memoria
histórica nacional. Poco a poco ha ido abriendo espacios culturales, producto ha
sido la apertura del museo David J. Guzmán, en donde existe un auditorio
adaptado para teatro como otro espacio para las artes escénicas.
La Escuela de Teatro Arte del Actor, dirigida por Filánder Funes, costeado con
fondos suecos y canalizados por CONCULTURA, nace en 1998 sin la
aprobación del Ministerio de Educación, pero que en 1999 brinda su apoyo al
mismo Ministerio y CONCULTURA en el proyecto denominado “El Teatro en la
Escuela Básica”, con un actor para cada grupo de teatro en las escuelas como
asesoría en el montaje y utilería.
36 Adda. Montalvo, El duro camino del arte nacional, LPG, Rev. ECO, Sección Cultura, ,Pág. 95.
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Ese proyecto era dirigido a niños de entre los nueve y los quince años de
edad en 27 escuelas de los departamentos de La Paz, La Libertad y San
Salvador, como parte de la reforma educativa, que en el mes de mayo de ese
año participaron al menos once mil niños y niñas involucrados en las
eliminatorias por departamentos presentando obras de Claudia Lars y cuentos
de Salarrué.37
Otro de los grupos que llama la atención y que desde 1987-88 ha venido
trabajando silenciosamente, es el Grupo Comunicateatro dirigido por Ciro
Rivera, presentando obras extranjeras en el primer Festival Universitario de
Teatro en 1997 y 1999. Para sobrevivir afirman que han tenido que trabajar con
obras de teatro de que piden los programas en los diferentes niveles
educativos, dirigido a los estudiantes de las diferentes instituciones.
Sol del río y sus fundadores Saúl Amaya y Fidel Cortés, de quien ya se habló
antes, inician por 1973 y se han mantenido por mucho tiempo fuera del país,
pero que desde sus inicios han mantenido un sueño, que hasta en diciembre de
1999 hacen realidad, que es la creación del Teatro Carpa, para “favorecer la
investigación teatral en el país”38 y la “Carpa Infantil” dirigida al público infantil
para que manifiesten sus inquietudes de la obra y jueguen con aspectos
relacionados al teatro. Es una carpa como la de circo que se radicó en la zona
del Boulevard Constitución. La carpa alberga el teatro estudio que es un
proyecto con jóvenes interesados en el arte. En 1998 presentan la obra “El
dulce y discreto encanto del matrimonio” dirigido por Fidel Cortés y actuado por
Dinora Alfaro.
Hay otros grupos de teatro que de alguna forma se unen para presentar una
obra con actores independientes o llegados de otros grupos, como Roberto 37 Tomás Guevara, El Camino a Las Tablas; LPG, Rev. Dominical, Pág. 8b. Ver entrevista de la Actriz Aída Bernal en Anexo. Nº 6. 38 Adda Montalvo,. Ob.cit., pág. 99.
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Salomón, que en 1998 inicia con un grupo llamado “Sueño”, con el cual
presenta la obra “sueño de una noche de verano de William Shakespeare, una
traducción que el mismo Roberto hizo un año antes, “que va directamente del
idioma original de las obras del gran dramaturgo universal, al español que se
habla en este país”,39 para la mejor comprensión del público, según lo comenta
el mismo director. “Roberto Salomón es partidario de la formación de una
compañía nacional de teatro, pero no de establecer plazas fijas para actores,
porque contratar a actores y directores como funcionarios sería el fin del arte.”40
Otro caso es el de Norman Douglas, que desde 1978 salió exiliado hacia
Panamá, donde se abrió espacio en las artes escénicas cuatro años después y
más adelante participó como actor y director del Grupo de Teatro Tablas, en los
festivales de teatro en El Salvador en 1998-99. Douglas considera que “lo más
maravilloso que tiene el Salvador es el público”. Y que “El público salvadoreño
es para que haya por lo menos cinco grupos diarios ofreciendo sus
espectáculos”. Caso que algunas personas critican que no hay gente en las
presentaciones”41, pues como Norman había hecho la comparación con el país
que le dio asilo, donde hay menos cultura teatral que en El Salvador.
El grupo vivencias, dirigido por Dora de Ayala como la compañía de Teatro
Cultura a cargo de Cesar Rivas y Ernesto Torres y el Grupo Renacer, también
participan en el Festival Universitario de Teatro, presentando obras extranjeras;
este grupo, hace sus presentaciones con la actuación de Jorgelina Cerritos. El
Grupo Caretas también hace su presentación en Septiembre de 1998.
39 Ricardo Bracamonte. Traducción Salomónica, LPG, Rev. ECO, pág. 80. 40 Isabel Villalta, Itzel Zavaleta. Norma Hernández. El Sueño a las Tablas, Co-Latino, Rev. Tresmil, Pág. 6. 41 Miguel Ángel Chinchilla, Lo más maravilloso que tiene El Salvador es el público, Co-Latino, Rev. Tres mil, págs. 4 y 5.
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Las universidades ponen su parte en el desarrollo del teatro, como es el caso
de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, la Universidad José
Matías Delgado, Pedagógica. Ésta última, con un grupo de jóvenes amantes del
teatro, sin tener formación actoral, crean el grupo de teatro “Toque de Queda”42
en 1999, bajo la dirección de Simeón Caldé.
Otras opiniones y artículos periodísticos señalan que en el país hay un
adormecimiento del teatro, que puede verse pobre en la producción de apenas
tres obras en casi dos años para el público en general: “Sueño de una noche de
verano” de William Shakespeare (traducción de Roberto Salomón); Luz negra y
Luz y sombra.
Para los años finales del siglo XX, algunos grupos de teatro reciben
financiamiento de CONCULTURA, de la Agencia Holandesa Hivos, de la Red
de Promotores Culturales de América latina, del Banco de construcción y
Ahorros (BANCASA ya desaparecido) y de la alcaldía de San Salvador.
Para en esos años también aparece una organización no gubernamental
denominada Sistema de Asesoría y Capacitación para el Desarrollo Local
(SACDEL), cuyo presidente es Mauricio Silva, que junto a CONCULTURA,
elaboraron una consulta en un sector del país, para conocer de cerca según la
opinión de los ciudadanos, las formas que ayudarían a bajar los niveles de
violencia, siendo apoyados por alcaldías y la red de Casas de la Cultura en
treinta municipios de la zona paracentral y oriental del país. Organizando
actividades en “danza, teatro, literatura, música y recuperación cultural”43. El
proyecto se inició en 1997, sobresaliendo el teatro entre las demás artes, lo que
mantuvo ocupados a los jóvenes como un medio para prevenir la delincuencia.
De los participantes salieron dos grupos ganadores: el Instituto Nacional de
42 Karla Vásquez, Arte sin límites ,Más, Rev. Galería, Pág.. 14 43 Orsy .Campos, El arte para dejar la violencia, EDH, Rev. Hablemos, Págs. 10, 11.
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Alegría en Usulután con la obra “El Ticuizo” y de las comunidades Verapaz y
Tepetitán en San Vicente, con “Verapaz, pueblo de leyendas vivientes”,
presentadas en el Teatro Nacional de San Salvador y el de San Miguel;
además, les dieron la oportunidad de participar en el IV Festival por la paz.
Jorge Alberto Jiménez, un actor que perteneció al Elenco Estable de Bellas
Artes de la Universidad de El Salvador, posteriormente actuando y fungiendo
como director, ha escrito varias piezas teatrales: “La carta de amor, El país de
las cortinas, Victoria o muerte y El que sabe es Chebo”.44
El Teatro alcanza un repunte después de la firma de los acuerdos de paz en
1992, desarrollándose progresivamente con grupos de teatro que no
interrumpieron su trabajo durante el conflicto armado. Por supuesto que
después del año 2000, el teatro ha tenido más apoyo de parte del estado a
través de CONCULTURA y las universidades han continuado su espacio teatral
en los últimos años, pero eso será caso de otro trabajo.
44 Jiménez, Jorge A. Apuntes sobre teatro en El Salvador, Anuario de Investigaciones 3, Pág. 145