Ottmar Hitzfeld, técnico del Borussia de Dortmund, comenzó la rueda de prensa, tras el partido, dando las gracias a San Nicolás. Papá Noel por estos lares. Evidencia de lo que fue el partido | ARCHIVO IG

Este miércoles se cumplirán 23 años de una de las de-rrotas más dolorosas del Deportivo en competiciones europeas. Fue en octavos de fi nal de la Copa de la UEFA 94-95 ante el Borussia Dortmund. En Riazor, en la ida, vic-toria por 1-0, quedando una muy complicada tarea para el partido de vuelta.

Como Arsenio era obsesivo con lo de abstraer a los ju-gadores, nos llevaron a un hotel que estaba, literalmente, en un prado, sin nada de nada en mucho espacio a la re-donda. Allí nos esperaba Miguel Gutiérrez, con el que yo ha-bía hecho amistad en intercambios de información sobre rumores de fi chajes y esas cosas. Miguel es hijo de emi-grantes españoles en Alemania y se había abierto camino en la prensa con un programa de deportes en la televisión pública alemana hecho en español y dirigido a emigrantes. Nos enseñó el pueblo, donde todo estaba nuevo porque había quedado demolido a causa de la Segunda Guerra Mundial y sólo se mantenía en pie un viejo molino que cui-daban como un tesoro. Miguel me llevó a ver la televisión donde trabajaba y me presentó a su jefe, un alemán que no hablaba español pero era muy simpático. Estuvimos muy a gusto conversando durante unos quince minutos y yo creía que iba a alargarse la charla, como en España, pero resulta que de pron-to miró el reloj y me dijo que se había agotado el tiempo que tenía para mí y que debía volver a trabajar. En fi n, otra forma de ver el mundo.

El campo del Dortmund, el Westfalenstadion (hoy conocido como Signal Idu-na Park por motivos publi-citarios), es mastodóntico, con vetustas gradas muy tendidas. El día del partido contra el Deportivo esta-ba lleno a tope, con más de 80.000 espectadores. Ambientazo.

El partido fue de los más emocionantes que recuerdo. El Deportivo jugó a grandísimo nivel, pero los alemanes también. Los 90 minutos acabaron con 1-0. Se llegó a la prórroga y Alfredo Santaelena marcó un golazo que nos daba el pase de ronda e hizo que el partido alcanzase el culmen de la épica. La intensidad en el campo, altísima, y el esfuerzo físico y la concentración de ambos tan eleva-da que se espesaban y se percibían en todos los rincones del estadio. A cinco minutos para el fi nal Riedle hizo el 2-1. Y sólo tres minutos después, en una de las últimas jugadas del partido, un chaval de 18 años, Lars Ricken, marcó el gol que nos dejó fuera.

Tan bonito fue el espectáculo que cuando Arsenio fue a la rueda de prensa le aplaudieron los periodistas ale-manes. Y el entrenador del Dortmund, Ottmar Hitzfeld, empezó su alocución dándole gracias a San Nicolás por haberles ayudado aquel día. A mí me emocionó mucho.

Pero no todos los alemanes eran tan lindos. Había via-jado un grupo de afi cionados desde A Coruña, entre ellos Rodolfo y su esposa. Rodolfo estaba en la grada senta-do, pegado a las escaleras que separaban fi las. Cuando Alfredo marcó el 1-1, Rodolfo no pudo evitar la emoción y se levantó para celebrarlo, sin más, sin faltarle a nadie. Cuando Ricken sentenció a favor de los locales, un ale-mán de dos metros con chupa de cuero y con botas con remates metálicos en la punta bajó por las escaleras y le propinó un puntapié en el costado a Rodolfo, al que tuvie-ron que llevar urgentemente al hospital y le extirparon el bazo. Quedó ingresado varios días e, incluso, al principio se temió por su vida. �

Gracias a San Nicolás

Este miércoles se cumplirán

23 años de una de las derrotas más dolorosas del Deportivo

Europa, fue en octavos de la UEFA 94-95

ante el Borussia Dortmund

MONCHO VIÑAEDICIÓN: ADRIÁN MENÉNDEZ

VOL XVIIIMoncho nos hace viajar en esta ocasión hacia una de las derrotas europeas que más dolieron a los depor-tivistas y cuenta cómo fue un gran partido del Depor con un amargo fi nal.

2 Depor dxtcampeón LUNES 4 | 12 | 2017 www.dxtcampeon.com