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San Ambrosio de Milán Rebeca Reynaud

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San Ambrosio de Milán

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San Ambrosio

Ambrosio significa

inmortal

Nació en Tréveris (Alemania) en 340 d.C.

Grandes Padres de la Iglesia Latina

San Agustín de Hipona

San Gregorio Magno

San Ambrosio de Milán

San Jerónimo

San Ambrosio

Es uno de los cuatro Padres de la Iglesia Latina y uno de los 36 doctores de la Iglesia.

Procedía de una noble familia cristiana, su hermana fue virgen consagrada. Ambrosio, al igual que otros Padres de la Iglesia –Basilio, Agustín y otros- se bautizó siendo adulto. Su padre era prefecto de la Galia Narbonense (Francia), y él se perfilaba para funcionario imperial. A la temprana muerte de su padre, su madre lo llevó a Roma, donde recibió una sólida formación retórica y jurídica.

En 370 fue nombrado gobernador de la

Liguria y la Emilia, que tenía como sede a

Milán, que por aquel entonces también era

residencia imperial. La diócesis de Milán,

como toda la Iglesia, estaba profundamente

dividida entre católicos y arrianos. Tras la

muerte de Auxencio, obispo arriano que

había gobernado la diócesis de Milán por

veinte años, Ambrosio acudió a la basílica

donde se iba a celebrar la elección para

evitar cualquier conato de rebelión.

Según la tradición, su discurso fue

interrumpido por el grito de un niño:

“Ambrosius episcopus! Ambrosius

episcopus!”. Él se opuso enérgicamente a

su elección pues no se consideraba

preparado, era catecúmeno, se estaba

preparando para el bautismo. Era un

candidato aceptado por todos, pero sólo

por intervención del emperador se mostró

finalmente dispuesto (año 374). En el

plazo de una semana recibió los

sacramentos del bautismo y del Orden.

Siendo obispo fue

adquiriendo sólidos

conocimientos

teológicos; estudió la

Biblia y a autores tales

como Filón, Orígenes,

Atanasio, Basilio, con

quien mantuvo

correspondencia;

también Cicerón influyó

mucho en él.

Ambrosio, Obispo de Milán

Los arrianos tenían cierta esperanza con su nombramiento pero él muy pronto empezó a luchar en favor de la ortodoxia nicena.

Habían tenido cierta paz desde el

Edicto de Milán pero cuando Juliano

el Apóstata sube al poder (361-363),

éste trata de restaurar el paganismo.

Existía un ambiente de inseguridad; la

unidad de la Iglesia era precaria,

estaba asolada por el arrianismo.

Ambrosio era catecúmeno cuando

fue gobernador de Milán. Milán era

una de las ciudades más importantes

del Imperio, la 7ª quizás, por eso

Agustín fue a Milán. Todavía había

mucho paganismo y, además, Juliano

desarregló muchas cosas.

Juliano el apóstata

Ambrosio y Teodosio

San Ambrosio trabó amistad con distintos emperadores: Valentiniano (364-375), Graciano (375-383), Valentiniano II (383-392) y Teodosio (379-395).

“El emperador está en la Iglesia no sobre la Iglesia”, afirmó.

Los arrianos dominaban la corte

del emperador Valentiniano II en

Milán (375-392 Ilírico).

Valentiniano era menor de edad,

su madre Justina era arriana y

detentó el poder real. Ambrosio

utilizó su influencia para que los

arrianos fueran perdiendo fuerza

en el gobierno de la Iglesia. Los

arrianos pidieron a la corte

imperial la basílica Portiana de

Milán. La emperatriz Justina llevó

a cabo una serie de intrigas para

conseguirlo.

Ambrosio se encerró con sus fieles ocho días en la basílica y se pusieron a cantar himnos litúrgicos. “Nabot se negó a entregar la herencia de sus antepasados. ¿Cómo voy yo a entregar las iglesias de Jesucristo?”, dijo.

Se estaban jugando la vida porque había una orden imperial de desalojar. No se sabe por qué las fuerzas militares no los agredieron sino que se retiraron.

En 384, Símaco, prefecto de Roma, del partido pagano, aprovechó la debilidad de Valentiniano II para pedirle a Valentiniano II devolver la estatua de la diosa Victoria al senado, lo que provocó la ira de Ambrosio. Le escribió dos cartas al emperador y éste no accedió a la petición de Símaco.

Una anécdota

San Ambrosio hablaba con persuasión de la

virginidad. Las madres impedían que sus hijas

fueran a oír su predicación, y llegó aún a

acusársele de que quería despoblar el Imperio.

El santo respondía: “Quisiera que se me citase el

caso de un hombre que haya querido casarse y

no haya encontrado esposa”, y sostenía que en

los sitios en que se tiene en alta estima la

virginidad la población es mayor.

Rebelión contra el emperador

Teodosio

Hubo una rebelión en Tesalónica (Grecia)

contra el emperador Teodosio en 390. Teodosio

era un cristiano devoto pero no era ortodoxo,

era impetuoso, temperamental. Una multitud

reunida en el circo de Tesalónica fue pasada a

cuchillo. El emperador actuó como pagano

esa la masacre. Ambrosio excomulgó al

emperador Teodosio (379-395 Oriente) a causa

de la masacre de Tesalónica y no lo readmitió

hasta que hizo penitencia.

Liturgia En la liturgia

introdujo el

canto ambrosiano. Su

carácter, sus

homilías y su

interpretación de

la Biblia

impresionaron a

San Agustín, lo

que le abrió el

camino de la

conversión.

San Ambrosio y San Agustín

Agustín llegó a Milán en el pináculo de su carrera. Le habían dado el puesto de orador en la corte imperial, y aun así se sentía vacío. Notaba que espiritualmente le faltaba algo. Su madre llegó a Milán y tomó a San Ambrosio como director espiritual. Le aconsejó rezar por su hijo y rezó 17 años.

San Ambrosio y San Agustín

San Agustín necesitaba

la clave interpretativa

del Antiguo Testamento,

y la encontró en los

sermones de Ambrosio,

porque Cristo era esa

clave. Fue a ver a

Ambrosio, pero no

tantas veces como su

madre hubiera querido.

Lectura en silencio

San Agustín narra su sorpresa al ver

como Ambrosio, cuando estaba sólo,

leía las Escrituras con la boca cerrada,

en silencio, ya que en aquel tiempo la

lectura estaba concebida para ser

proclamada en voz alta.

Agustín vio a Ambrosio absorto en la

lectura del Antiguo Testamento y no lo

quiso interrumpir pero deseó ser como

él en ese amor por la Escritura.

San Ambrosio y la lectura

"En esa lectura, donde el

corazón se esfuerza por

comprender la palabra de Dios

-dice Benedicto XVI-, se entrevé

el método de la catequesis

ambrosiana: la Escritura

íntimamente asimilada, sugiere

los contenidos que se deben

anunciar para convertir los

corazones”.

Obras

Las obras exegéticas constituyen casi la mitad

de su producción. Sigue los modelos de

interpretación alegórica de Filón y de Orígenes.

En el campo trinitario su teología es deudora de

los Capadocios.

Pide permanecer en comunión con la Iglesia de

Roma: Ubi ergo Petrus, Ibi Ecclesia (In ps. 40,30).

En el tratado De Virginitate

dice

“Todo lo tenemos en Cristo (…). Si deseas curar

de tus heridas, Él es médico. Si te abrasa la

fiebre, Él es la fuente. Si te oprime la iniquidad, Él

es justicia. Si necesitas ayuda, Él es la fortaleza.

Si temes la muerte, Él es la vida. Si deseas el

cielo, Él es el camino. Si te cercan las tinieblas, Él

es la luz. Si buscas alimento, Él es la comida.

Gustad y ved qué suave es el Señor (Virgt.,

16,99).

Reliquias de San Ambrosio

¿Por qué los 8 primeros concilios

ecuménicos fueron convocados por

Emperadores?

Los emperadores cristianos

querían seguir siendo como los

emperadores paganos: reyes y

pontífices; árbitros en cuestiones

religiosas y políticas. Además,

nadie más los podía convocar

porque se trataba de reuniones

de todo el imperio y había que

trasladar personas de todo el

imperio.

Fin