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BOLETÍN INFORMATIVO DE LA DIÓCESIS DE ORIHUELA-ALICANTE AÑO XVII N.º 382 10 de agosto - 13 de septiembre de 2014

Y además en este número

de NODI encontrarás...

CARTA DEL OBISPO PÁG. 3

15 de agosto, día de la Asunción, celebramos el Misteri d’Elx

CRÓNICAS PÁG. 6

Concesión de Año Jubilar en Novelda

15 de agosto, Asunción de Nuestra Señora, celebramos el Misteri d’ Elx

REPORTAJE PÁGS. 8-13

SANTO PADRE FRANCISCO PÁG. 4

La canción de cuna de Dios

Editorial

«PRENDADO ESTÁ EL REY DE TU BELLEZA» (Sal 45,12)

Esta sorprendente afi rmación del salmo 45 expresa el misterio que celebramos en la Asunción de María a los cielos. Pero también el misterio que se va desarrollando desde la Anunciación. Ambos misterios –en realidad, todos los misterios– de la vida de María están

íntimamente unidos, son sólo «momentos» de una úni-ca historia de salvación, irrepetible, y, sin embargo, mo-delo para nosotros: para nuestras comunidades y para nuestras personas.

Se prendó Dios de la belleza de María desde el momen-to primero de su existencia –ésa es la celebración de la Fiesta de la Inmaculada– y se lo hizo saber por medio del ángel Gabriel en la Anunciación: «Estás llena de gracia, has hallado gracia a los ojos de Dios». La Asunción es la culminación de aquel misterio escondido en la eterni-dad de Dios y manifestado en un momento determina-do de la historia de los hombres, convertida en historia de salvación.

En este salmo «profético» se hacen tres afi rmaciones que, en la fi esta de la Asunción, se pueden aplicar a Ma-ría como si se hubiesen escrito exclusivamente para ella:• «Quiero hacer memorable tu nombre». Cada fi esta

de María hace memorable su nombre, que no sólo no se ha perdido en el olvido del pasado, sino que se muestra digno de recuerdo y gratitud a cada mo-mento. Ella misma fue consciente de esta obra de Dios en su vida. Así lo manifi esta san Lucas al poner en sus labios la oración del Magnífi cat: «Me llama-rán dichosa todas las generaciones».

• «Los pueblos buscan tu favor». La Asunción nos hace reconocer a María como «Reina y Señora de todo lo creado». Con ella, la humanidad se encuen-

tra en presencia de la Trinidad constantemente en el Cielo, completándose la obra que había comenzado en la Ascensión de su Hijo, con la que la «humani-dad» entraba en la intimidad de la vida Trinitaria. Es normal buscar el favor y la intercesión de María, que goza de una cercanía única ante Dios.

• «Tendrás hijos que nombrarás príncipes por toda la tierra». El evangelio de Juan –como ya lo insinua-ban los Hechos de los Apóstoles– recoge la mater-nidad de María sobre los apóstoles y los discípulos. La Liturgia de las Horas utiliza este versículo para hablar de los Apóstoles: «Los nombrarás príncipes sobre toda la tierra… Harán memorable tu nombre, Señor». Así, la memoria del nombre de María va uni-da a la memoria del nombre del Señor… gracias a los apóstoles.

Tres consecuencias de la mirada de Dios sobre María. Prendado de su belleza, despliega en ella todo su amor y su poder y la convierte en fuente de gracia para todos los pueblos y todas las generaciones. La belleza del alma de María es puro don de Dios, pura gracia, plenitud de gracia. Así encontramos en ella un camino para atraer la mirada de Dios: no sólo el de nuestra pequeñez –como señala ella misma en el Magnífi cat– también el de la expresión de la gracia recibida. Lo que se dice de María puede y debe decirse de cada persona o comunidad que acoge con docilidad la gracia de Dios: prendado está el Rey, tu Dios, de tu belleza. Pero a nosotros, con más motivo que a María, nos corresponde acoger el manda-to que viene a continuación: póstrate ante Él, que Él es tu Señor. Es la única postura posible ante la manifestación del amor de Dios por cada persona y cada comunidad: la Adoración, de ella nos vendrán todas las gracias y el cumplimiento de todas las promesas divinas.

Noticias Diocesanas es una publicación de la Delegación de MCS del Obispado de Orihuela-Alicante Diseño y Maquetación: María Córdoba. Imprime: Servicio de Impresión de Levante, S. A. Depósito legal: A-578-1997.

25 (II) Interdependencia entre la persona humana y la sociedad

De la Constitución Pastoral Gaudium Et Spes sobre la Iglesia en el mundo actual, 25

Capítulo II: La comunidad humana

Mas si la persona humana, en lo tocante al cumplimiento de su vocación, incluida la re-ligiosa, recibe mucho de esta vida en sociedad, no se pue-de, sin embargo, negar que las circunstancias sociales en que vive y en que está como inmersa desde su infancia, con frecuencia le apartan del bien y le inducen al mal. Es cierto que las perturbaciones

2 DEL 10 DE AGOSTO AL 9 DE SEPTIEMBRE DE 2014

Es cierto que las perturbaciones que tan frecuentemente agitan la realidad social proceden en parte de las tensiones propias de las estructuras económicas, políticas y sociales. Pero proceden, sobre todo, de la soberbia y del egoísmo humanos

que tan frecuentemente agi-tan la realidad social proce-den en parte de las tensiones propias de las estructuras eco-nómicas, políticas y sociales. Pero proceden, sobre todo, de la soberbia y del egoís-mo humanos, que trastornan también el ambiente social. Y cuando la realidad social se ve viciada por las consecuencias del pecado, el hombre, incli-nado ya al mal desde su na-cimiento, encuentra nuevos estímulos para el pecado, los cuales sólo pueden vencerse con denodado esfuerzo ayu-dado por la gracia.

Carta del Obispo MONS. JESÚS MURGUI

3DEL 10 DE AGOSTO AL 9 DE SEPTIEMBRE DE 2014

El mes de agosto, mes de descanso y vacaciones para muchos, cuenta justo en su mitad con la importan-te celebración de la Asunción de la Madre de Dios a los Cielos. Sin lugar a dudas, es la fi esta grande en la ciudad de Elche, donde todos

pueden expresar su amor y devoción a la Mare de Déu en su Misteri, esta maravillosa obra que

recoge la fe, la cultura y la tradición de un pue-blo y que fue reconocida como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO hace ya trece años.

La celebración del Misteri va precedida por un lar-go tiempo de ensayos de escolanos y cantores; por el espectacular montaje del cel, el cadafal y toda la tramoya, y por la preparación de tantos detalles que hacen que cada mes de agosto todo salga bien y que miles de personas disfrutemos en la alegría de la fe de una obra tan extraordina-ria y preparada con tanto cariño.

Pero la preparación más importante para con-templar, celebrar y disfrutar la Festa es la del co-razón, alimentando el deseo de vivir estos días como un reencuentro con la Madre. Celebrar el Misteri es dar gracias a Dios por la Virgen María, Madre suya y Madre nuestra; es reconocer en Ma-ría el ejemplo de seguimiento de Jesucristo; es no olvidar que Dios nos acompaña en la cruz y en la gloria; es tener un corazón humilde como el de la Mare de Déu siempre dispuesto a servir, ten-diendo la mano a los más necesitados; es saber poner nuestra esperanza en los bienes defi nitivos del Cielo y no en las cosas pasajeras de este mun-do; es caminar cada día con la fuerza de Dios y la ternura de la Madre; es querer dar la vida por construir el Reino de Dios, es decir, un mundo en igualdad, justicia y paz.

Dentro de poco llenaremos la Basílica de Santa María para vivir este acontecimiento tradicional y que, a su vez, siempre es nuevo, porque tiene la capacidad de emocionarnos, de despertar en no-sotros recuerdos de familia y fe, de hacernos mi-rar al Cielo. Sonará el impresionante órgano del templo mariano y nuestras miradas se dirigirán al Cielo, de donde viene la esperanza y hacia donde se dirige nuestra peregrinación por este mundo. Que la Mare de Déu nos ayude a vivir unidos, olvi-dando diferencias y divisiones; a ayudarnos unos a otros en estos momentos difíciles para tantas familias y a vivir cada día de su mano siguiendo sus pasos de mujer creyente.

Queridos diocesanos, a todos, incluidos visitantes y turistas, feliz verano.

Bona festa.

Jesús Murgui Soriano Obispo de Orihuela-Alicante

Dentro de poco llenaremos la Basílica de Santa María para vivir este acontecimiento tradicional y que, a su vez, siempre es nuevo, porque tiene la capacidad de emocionarnos, de despertar en nosotros recuerdos de familia y fe, de hacernos mirar al Cielo

15 de agosto, Asunción de Nuestra Señora, celebramos el Misteri d’ Elx

santo padre francisco4 DEL 10 DE AGOSTO AL 9 DE SEPTIEMBRE DE 2014

INTENCIONES DEL PAPA PARAEL MES DE AGOSTO

INTENCIONES DEL PAPA PARAEL MES DE AGOSTO

INTENCIÓN GENERAL

Para que los refugiados, obligados a abandonar sus casas por causa de la violencia, sean acogidos con generosidad y sean respetados en sus derechos.

INTENCIÓN MISIONAL

Para que los cristianos en Oceanía anuncien con alegría la fe a todos los pueblos del continente.

T enemos un Dios «enamorado de nosotros», que nos acaricia tiernamente y nos canta la can-ción de cuna así como lo hace un papá con su niño. No sólo: Él, primeramente, nos busca, nos espera y nos enseña a ser «pequeños», porque «el amor está más en dar que en recibir»

y está «más en las obras que en las palabras». Lo recordó el Papa Francisco durante la misa cele-brada el viernes 27 de junio, día de la fi esta del Sagrado Corazón de Jesús.La meditación del Papa se inspiró en la oración colecta recitada durante la liturgia, en la que, dijo, «hemos agradecido al Señor porque nos da la gracia, la alegría de celebrar en el corazón de su Hijo las grandes obras de su amor».Y «amor», de hecho, es la palabra clave escogida por el obispo de Roma para expresar el signifi ca-do profundo de la solemnidad del Sagrado Cora-zón. Porque, señaló, «hoy es la fi esta del amor de Dios, de Jesucristo: es el amor de Dios por noso-tros y amor de Dios en nosotros». Una fi esta que «celebramos con alegría».Dos, en especial, son «los rasgos del amor» se-gún el Pontífi ce:- El primero está contenido en la afi rmación: «el amor está más en dar que en recibir»; - el segundo en la afi rmación de que «el amor está más en las obras que en las palabras».«Cuando decimos que está más en dar que en recibir —explicó el Papa Francisco— es porque el amor siempre se contagia, siempre contagia, y es recibido por el amado». Y «cuando decimos que está más en las obras que en las palabras», añadió, es porque «el amor siempre da vida, hace crecer».El Pontífi ce delineó las características fundamen-tales del amor de Dios a los hombres. Y volvió a proponer así algunos pasajes de las lecturas de la liturgia del día, que, señaló, «dos veces nos habla de los pequeños». En efecto, en la primera lectu-ra, tomada del libro del Deuteronomio (7, 6-11), «Moisés explica por qué el pueblo ha sido elegido y dice: pues sois el pueblo más pequeño». Des-pués, en el Evangelio de san Mateo (11, 25-30), «Jesús alaba al Padre porque ocultó las cosas divi-nas a los sabios y las reveló a los pequeños».Por lo tanto, afi rmó el Papa, «para entender el amor de Dios es necesaria esta pequeñez de co-razón». Por lo demás, Jesús lo dice claramente: si no os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de los cielos. He aquí, entonces, el camino justo: «Hacerse niños, hacerse pequeños», porque sola-mente en esa pequeñez, en ese abajarse se pue-

de recibir» el amor de Dios.No es casual, observó el obispo de Roma, que sea «el mismo Señor» quien, «cuando explica su rela-ción de amor, busca hablar como si hablase con un niño». Y, de hecho, Dios «lo recuerda al pueblo: “acuérdate, yo te he enseñado a caminar como un padre hace con su niño”». Se trata precisamente de «esa relación de padre a hijo». Pero, advirtió el Pontífi ce, «si tú no eres pequeño», esa relación no logra establecerse.Es una relación tal que lleva «al Señor, enamora-do de nosotros», a usar «incluso palabras que pa-recen una canción de cuna». El Señor, en efecto, dice en la Escritura: «No temas, gusanillo de Israel, no temas». Y nos acaricia, pues, diciéndonos: «Es-toy contigo, yo te tomo de la mano».Esta, «es la ternura del Señor en su amor, esto es lo que Él nos comunica. Y da la fuerza a nuestra ternura». En cambio, alertó el Papa, «si nosotros nos sentimos fuertes, jamás tendremos la expe-riencia de las caricias tan bellas del Señor».Las «palabras del Señor», afi rmó el Pontífi ce, «nos hacen entender ese misterioso amor que Él tie-ne por nosotros». Es Jesús mismo quien nos indica cómo hacer: cuando habla de sí, dice ser «manso y humilde de corazón». Por ello, «también Él, el Hijo de Dios, se abaja para reci-bir el amor del Padre».Otra verdad que la fi esta del Sagrado Corazón nos

recuerda, dijo también el Papa, se puede sacar del pasaje de la segunda lectura, tomado de la primera carta de san Juan (4, 7-16): «Dios nos ha amado primero, Él está siempre antes de noso-tros, Él nos espera». Por lo tanto, confi rmó el Pon-tífi ce, «cuando nosotros llegamos, Él está, cuando lo buscamos Él nos buscó primero: Él siempre de-lante de nosotros, nos espera para recibirnos en su corazón, en su amor».Recapitulando su meditación, el Papa Francisco reafi rmó que los dos rasgos indicados «pueden ayudarnos a entender este misterio del amor de Dios con nosotros: para expresarse necesita nues-tra pequeñez, nuestro abajamiento. Y necesita también nuestro asombro cuando lo buscamos y lo encontramos allí esperándonos». Y es «muy bello —constató— entender y sentir así el amor de Dios en Jesús, en el corazón de Jesús».El Pontífi ce concluyó invitando a los presentes a rezar al Señor para que dé a cada cristiano la gracia de «entender, de sentir, de entrar en este mundo tan misterioso, de maravillarnos y tener

paz con este amor que se entrega, nos da la alegría y nos lleva por el

camino de la vida como un niño» que lleva «de la mano».

Viernes 27 de junio de 2014,

Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús

La canción de cuna de Dios

DEL 10 DE AGOSTO AL 9 DE SEPTIEMBRE DE 2014

Centenario del S. D. Diego Hernández González

El día del Señor5

En Villena - Caridad sin límites. «Me hice todo a todos»

En su parroquia había muchísima miseria, ma-terial y espiritual. Pensaba don Diego que el

sacerdote no puede ni debe desentenderse de los pobres y necesitados; de ellos menos que de na-die. En unas meditaciones dice: «Es un enamora-

miento de Cristo, y como es pobre, yo quiero ser pobre. Por eso supone el enamoramiento. Yo diría, que sin enamoramiento de Cristo es un carnaval, es una farsa el practicar la pobreza. ¿Por qué se practica la pobre-za? Es consecuencia, nada más que del amor a Cristo». La gente percibía que él era hermano, siervo y padre de los pobres. No tenía que esforzarse para conven-cer a nadie de ello, bastaba mirarle. Era el amigo de los más humildes, hambrientos y enfermos, a los que visitaba casi a diario. Para ello, puso mucho in-terés en la creación de grupos de ayuda a los pobres, y en fundar una escuela parroquial «Santa María», abierta el curso 1950-1951. Favoreció la puesta en marcha de Cáritas parroquial e interparroquial. To-dos los días, temprano, las mujeres de Acción Cató-lica preparaban litros de leche para los pobres. Pero, no le bastaba remediar sus necesidades materiales, decía don Diego: «Por amor de Dios no dejen a los

pobres sobre todo la evangelización de sus almas, porque pan y dinero poco o mucho hay quien dé, pero catecismo y evangelio nadie da a los pobres». Cerca de su parroquia había una calle con muy mala fama; ninguna persona ‘decente’ quería pa-sar por ella. Cuando llegó el mes de octubre tenía costumbre de sacar todos los días la imagen de la Virgen de Fátima y llevarla en procesión cada día a una casa. Ese año don Diego la llevó por aquella calle. Muchos de los que le acompañaban se vol-vieron atrás, pero los que continuaron, tuvieron la dicha de presenciar cómo muchas de aquellas mujeres lloraban de emoción y de alegría, deseo-sas de obsequiar a María, la buena Madre. Era ver-daderamente un testigo infatigable del amor de Dios entre los pobres y enfermos. La ejemplaridad del párroco llevó a muchos a decir: «don Diego practicó todas las obras de misericordia».

• 10 de agosto - XIX Domingo del tiempo ordinario 1ª R. 19,19a.11-13a Rm. 9, 1-5 Mt. 14, 22-33

Hace ya muchos años, recibí la llamada desesperada de una amiga, y ciertamente, el escenario que me relató era un auténtico drama. Casada desde hacía años, su matrimonio parecía caminar inevitablemente al abismo, la convivencia en la familia se había vuelto insoportable, los dos hijos preadoles-centes, sobrepasados por la situación, estaban cayendo en el fracaso escolar e incluso mostraban brotes de violencia en la escuela, y por si todo aquello no fuese sufi ciente, acababa de recibir la noticia de que estaba en cinta, y la niña que esperaba era portadora del síndrome de Down. Exhausta ante aquel panorama se volvió a mí y me pregunto: ¿por qué Dios me hace esto? En la tempestad, hasta Dios parece un fantasma. Sin embargo, esa niña na-ció, y se convirtió desde el primer momento en el poderoso adhesivo que unió a todos los miembros de la familia. Su indefensión, su gran necesidad de atención, pero sobretodo su inocencia y su corazón desbordante, volcó a todos en su cuidado. Ahora la familia está unida y ella sigue siendo un punto de encuentro para todos. Esa madre, hoy da gracias, porque en plena tormenta, Dios le llamó a caminar sobre las aguas hacia Él. Pero quizá todos debe-ríamos tener en cuenta que nuestros límites humanos, sólo nos permiten reconocer a Cristo cuando la tempestad amaina.

• 17 de agosto - XX Domingo del tiempo ordinario Is. 56,1.6-7 Rm. 11,13-15.29-32 Mt. 15, 21-28

Dios siempre es una llamada a alzar la mirada, a elevar el listón, a dilatar el corazón. Y esa llamada es invariablemente personal, aunque para realizarla, Él mismo se sirve de la comunidad, de las circunstancias que nos envuelven, de las preguntas límite, o incluso de los últimos, de los que no cuentan, y que humillados elevan los ojos hacia nosotros demandando caridad. En este episodio evangélico, Jesús se ha adentrado en territorio pagano, lejos de las ovejas perdidas de Israel, y allí recibe la súplica de una extranjera, que por su condición está exenta del auxilio prometido al pueblo elegido. Pero su fe, es muy superior a la de los «perfectos» observantes hebreos. Y el mismo Hijo de Dios, como hombre verdadero que es, se conmueve. Y discierne gracias a ella, que su Padre le ha enviado a ofrecer la salvación a la Humanidad entera. Creo sinceramente, que todos estamos repletos de prejuicios. Por eruditos que seamos en cualquier materia, siempre será mayor la parte de ella que desconocemos, que la que comprendemos perfectamente. Y ese inmenso vacío lo completamos con prejuicios para poder funcionar. Pero al menos podemos pedir el don de un corazón sensible, que se deje convertir ante las llamadas que permanentemente Dios nos hace a que seamos misericordiosos.

• 24 de agosto - XXI Domingo del tiempo ordinario Is. 22, 19-23 Rm. 11, 33-36 Mt. 16, 13-20

Hachiko era un perro nacido en 1923 en Odate, Japón. Se hizo famoso porque todas las noches caminaba hasta la estación de tren a esperar la vuelta de su amo desde el trabajo. Pero por desgracia este murió en 1925, y durante 11 años sin fallar, Hachiko volvió fi elmente todas las noches a la estación de trenes, exactamente a la hora en la que llegaba el tren que solía tomar su dueño de regreso a casa, buscaba cuidadosamente a su amo y luego se marchaba. En la estación de Shibuya, Hachiko es hoy recordado con una estatua, en donde recibe el eterno abrazo consolador de un querubín.¿Qué es necesario para tener una fi delidad hasta la muerte? Lo primero es entender que la fi delidad o es personal, o simplemente no es. A Jesús le se-guía mucha gente en Galilea porque las cosas le iban «bien», curaba enfermos, se le agolpaban multitudes, se escuchaban atentamente sus discursos, realizaba signos... quizá, para seguirle allí bastaba con aceptar lo que la gente decía de él. Pero para acompañarle a Jerusalén, es necesario mucho más, porque allí tiene que dar la vida. Y si la adhesión a él no está íntimamente unida a nuestra persona, entonces con seguridad plena lo abandonaremos. Si queremos ser discípulos auténticos, no podemos eludir la responsabilidad de defi nirnos ante Cristo, y para ello ineludiblemente, tenemos que respon-der a la pregunta que hoy nos hace: «Y tú, ¿quién dices que soy yo?».

• 31 de agosto - XXII Domingo del tiempo ordinario Jr. 20, 7-9 Rm. 12, 1-2 Mt. 16, 21-27

Históricamente el ser humano ha pretendido salvaguardar sus bienes levantado inmensas murallas que pudiese ahuyentar el miedo de perder sus se-guridades materiales o incluso sus propias vidas. Así, el miedo a la muerte nos ha dejado portentosos monumentos como la muralla china o el muro de Adriano, que son unos auténticos homenajes a la neurosis, pero que resultaron ser tan impresionantes como inútiles.Sin embargo, no hace falta ser un gran emperador para caer en el mismo error, también nosotros podemos levantar portentosos muros espirituales para intentar sentirnos protegidos. E incluso pueden resultarnos muy útiles mientras que nuestra situación sea razonablemente buena. Tras ellos, nosotros también podemos rehusar aceptar a un Jesús sufriente y muerto, que nos enseña el verdadero camino de la entrega y del amor hasta el límite. Pero esos muros del miedo, en defi nitiva, son incapaces de retener para siempre el dolor o a la muerte misma, que indefectiblemente termina alcanzándonos. Esos muros, en defi nitiva, lo único que consiguen es enjaularnos, hacernos vivir doblados, robarnos nuestra libertad. Jesús es el hombre libre que nos mostró que si uno quiere salvar su vida, la perderá, pero el que la pierda por Él la encontrará. Y para ello es necesario volar los muros que nos impiden entregarla.

Manolo Llopis

crónica crónicas


El 21 de junio pasado partía a la presencia del Señor el pastor Francisco Manzanas, de la Iglesia Evangélica Española. Una sentida

pérdida para su familia, entre la cual su hijo el pastor David Manzanas, para la I.E.E. y la comu-nidad de su Iglesia en Alicante y para la causa del diálogo ecuménico en nuestra diócesis. El pastor Francisco fue una fi gura relevante y res-petada en su Iglesia que, al recordarle, le men-ciona «como el pastor, el evangelista, el luchador por un mundo mejor a la luz del Evangelio que dio sentido a su existencia». Lo es también como uno de los pioneros en la iniciación y promoción del diálogo ecuménico en Alicante. En la reseña sobre ecumenismo que se publica en Noticias Diocesanas núm. 379 (1-14 junio) se le menciona por su participación como profesor en el primer cursillo sobre ecumenismo que or-ganizó el secretariado de misiones allá por enero de 1966. Con él acaba una larga experiencia de contactos, encuentros, actos y reuniones para mantener encendida la llamita ecuménica, difícil-mente alentada en aquellas décadas de los años 60 y 70 pero que, gracias a pioneros como Fran-cisco, no solamente se mantuvo sino que fue ali-mentándose y creciendo hasta ser hoy un gozosa realidad presente, en lo que a la I.E.E. se refi ere, por su hijo el pastor David. Cuantos de alguna manera vienen participando desde hace tiempo en los actos de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, recorda-rán su presencia siempre con su esposa y última-mente cuando su salud lo permitía, en todos los actos y en las Iglesias o capillas donde se celebra-ban. Desde Noticias diocesanas y el Secretariado de Relaciones Interconfesionales de la Diócesis nos unimos a la Iglesia Evangélica Española en el sen-timiento por esta pérdida, que lo es también para la causa ecuménica que el pastor Francisco alen-tó hasta el fín de sus días.

Descanse en Paz.

Un pionero del ecumenismo ha partido

Un gran acierto la elección de la localidad de Cox para domingo 15 de junio de 2014, día del Encuentro Diocesano de Pastoral

de la Salud.Ante el amparo de de la Virgen del Carmen de Cox, iniciamos el encuentro concentrándonos ante su ermita, iban llegando los asistentes des-de los distintos puntos de la diócesis, Benidorm, Orihuela, Sax, Petrer, Elda, Elche, Callosa del Se-gura, Catral, Almoradí, La Campaneta, Novelda y Alicante entre otros vecinos. Hecha la acogida, Si-món, vecino de la misma localidad, nos habla de la Virgen de las Virtudes, antigua patrona de Cox y de la Virgen, allí conservan las imágenes de las dos vírgenes: la de las Virtudes y la del Carmen, cada una en su capilla.A continuación, se presenta el tema de trabajo para los distintos grupos naturales venidos, con el lema: «También nosotros debemos dar la vida por los hermanos», como nos recuerda el evan-gelista. Metidos en esta tarea, los halló el Sr. Obis-po D. Jesús Murgui Soriano al llegar al encuentro, acompañado por el Sr. Párroco, D. Vicente Alonso, el Sr. Alcalde, D. Carmelo Rives y varios concejales y esposas. El Sr. Obispo se detuvo en cada grupo teniendo gran interés por lo que hacían y por qué no se le escapara ninguno por saludar.A la una nos dirigimos al templo parroquial de San Juan Bautista, fábrica de estilo Barroco-Neoclásico, construido por mandato del obispo D. José Tormo y Juliá, quien encontrando el lugar acogedor, lo eligió para construirse una residen-cia veraniega. Por esta razón arranca la tradición de recibir en esta localidad al obispo entrante an-tes de hacer su entrada y toma de posesión en la Catedral de Orihuela. Hecho que D. Jesús re-cuerda con agrado por el recibimiento entusiasta que le brindó Cox. Nos preside la Eucaristía El Sr. Obispo y su primer saludo fue dirigido a los vo-luntarios y enfermos tanto del Cottolengo como de la casa Veritas, con VIH, de Alicante, siguió agradeciendo su trabajo a los Profesionales Sani-tarios, puntualizando que su profesión es hacer

Crónica del XV Encuentro Diocesano de Pastoral de la Salud con el Obispo Mons. D. Jesús Murgui Soriano

el bien a los enfermos según el deseo de Jesús, a los visitadores de enfermos, a los religiosos y religiosas y sacerdotes dedicados a la atención a los enfermos, ya sea en los hospitales o en la parroquias. Si bien nos agradeció a todos nuestra tarea y dedicación. Nuevamente nos dirigimos a las mesas de trabajo, pero esta vez ya estaban listas para la comida, cinco paellas de arroz para más de 250 personas. A las cuatro, entramos de nuevo en el templo parroquial, se presentaron las conclusiones del análisis y revisión de nues-tra pastoral y seguidamente participamos de un magnífi co concierto ofrecido por un coro cojense que interpretó cinco temas de Góspel. Con esto llego el asombro de los asistentes al encuentro y el mismo Sr. Obispo que exclamaban: «Pero si son los mismos voluntarios que nos han servido la comida». Y no se daba crédito a lo bien que lo hicieron todo. Quisieron que nos encontráramos como en casa y lo consiguieron. ¡Muchas gracias, Cox!

Vedasto José Gimeno Soler, Párroco de la Santa Cruz, Petrer

PENITENCIARÍA APOSTÓLICA Prot. N.29/14/ISANTO PADRE,

EL DÍA 3 DE JULIO DE 2014LA PENITENCIARÍA APOSTÓLICA, por mandato del Stmo. Padre Francisco, concede con gusto un año jubilar con la aneja Indulgencia plenaria, que puede alcanzarse bajo las acostumbradas condiciones (Confesión sacramental, Comunión eucarística y Oración por el Sumo Pontífi ce) por los fi eles, arrepenti-dos de verdad y movidos por el amor de Dios, si visitan en forma de peregrinación el Santuario de Santa María Magdalena o la Parroquia de San Pedro de Novelda y allí participan con devoción en alguna cele-bración jubilar o al menos por un adecuado tiempo meditan sobre temas piadosos, terminando con el Padrenuestro, Credo e invocaciones a la Bienaventurada Virgen María y a Santa María Magdalena.Por ello, para que el acceso a lograr el divino perdón por las llaves de la Iglesia llegue más propicio por la caridad pastoral, esta Penitenciaría ruega encarecidamente que el Párroco y los sacerdotes dotados de las oportunas licencias para confesar, se ofrezcan con generosidad a la celebración de la Penitencia y administren con frecuencia a los enfermos la Sagrada Comunión.El presente decreto es válido para todo el año jubilar. Con tal que no haya cualesquiera otras disposicio-nes contrarias.

MAURO, Cardenal de la Santa Iglesia Romana PIACENZA, Penitenciario MayorJuan María Gervais, Secretario

Formación laicos7DEL 10 DE AGOSTO AL 9 DE SEPTIEMBRE DE 2014

Evangelii Gaudium. Invitación a la lectura

Casa de espiritualidad «Betania»

Durante el mes de AGOSTO: Del 18 al 22 de agosto: Ejercicios Espirituales.

Pequeña Familia de Betania Partida de Orito, 51 03679. ORITO, Monforte del Cid (Alicante) Tfnos. 965 621 558 – 672 217 365

El tiempo de verano ofrece una ocasión excelente para lectu-ras reposadas. Ahora podemos

«rescatar» esos libros que, por falta de calma o de tiempo sufi ciente, hemos ido reservando durante los meses de trabajo. Me permito suge-rirte que, entre esos libros, incluyas también un documento del papa Francisco: la exhortación Evangelii Gaudium («La alegría del Evange-lio»). Para ser una carta, hay que reconocer que es bastante extensa: está compuesta de casi trescientos párrafos, repartidos en cinco capítu-los, en los que el papa se ocupa de temas muy diversos. Pero hay algo que imprime un valor excepcional a este documento: es una carta que el papa Francisco escribe a toda la Iglesia para explicar el programa de su pontifi cado.Te invito a que leas el documento. A que lo subrayes y hagas tus anota-ciones. El esfuerzo merece la pena. La propuesta del papa contiene nu-merosas sugerencias y matices, que tienen mucho que decir a tu vida y a la de tu comunidad o movimiento. Mucho que sugerir a toda nuestra iglesia diocesana, que el próximo curso se pondrá en atenta escucha de aquello que el Señor pide de la Iglesia de Dios que camina en Orihuela-Alicante. En este año de discernimiento, las sugerencias de Francisco serán una brújula perfecta para orientarse.Propongo algunos núcleos de lectu-ra de Evangelii Gaudium con la única intención de ofrecer un «menú de-gustación» del documento. Te ofrez-co aquello que más me ha gustado y en lo que he disfrutado más. Ojalá despierte tu apetito de leer o releer a Francisco.

1. La alegría del encuentro con Jesucristo. Desde las primeras

palabras de la exhortación, queda claro el lugar privilegiado que Fran-cisco otorga a la alegría. Pero no se trata de un gozo cualquiera, sino de la inmensa alegría de quien descu-bre a Jesucristo en el camino de la vida. «La alegría del Evangelio llena el

corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús» (1). A este en-cuentro le llamamos «fe». No tiene nada de casual que Francisco fi rma-ra su exhortación el mismo día en que clausuraba el año de la fe que Benedicto XVI había iniciado para invitarnos a «redescubrir la alegría de creer», y que cite las hermosas pala-bras del papa alemán sobre el inicio de la fe: «no se comienza a ser cristia-no por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro… con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello una orientación decisiva» (7).

2. El Evangelio en el centro. Fran-cisco habla de la alegría del

Evangelio. El término nos lleva a los orígenes de la predicación de Jesús, al manantial de donde brota fresca la salvación de Dios para los hom-bres. La Buena noticia es la melodía de fondo que ha de resonar en cada predicación, en cada actividad, en cada una de las instituciones de la Iglesia. Anunciar el Evangelio es lo primero, pero no como la prime-ra tarea de una lista que, una vez realizada, pasamos a la segunda. El Evangelio es «el anuncio principal, ese que siempre hay que volver a es-cuchar de diversas maneras» (164). En varias ocasiones Francisco trata de condensar el contenido de ese Evangelio, aunque creo que ningu-

na tiene más fuerza que esta: «Jesús, el evangelizador por excelencia y el Evangelio en persona» (209). Ponien-do a Jesucristo y su Evangelio en el centro, es fácil comprender que todo lo demás adquiere o pierde valor en función de si nos acerca o nos aleja del encuentro personal y eclesial con Él.

3. La conversión misionera de la Iglesia. Francisco invita conti-

nuamente a la Iglesia a la salida mi-sionera. No puede decirse que esta invitación la haya inventado el papa Francisco. Pablo VI nos recordaba hace cuarenta años que la Iglesia existe para evangelizar y el Concilio Vaticano II que la Iglesia es «misio-nera por naturaleza». La novedad de Evangelii Gaudium se encuentra en la invitación de Francisco a que pasemos de la teoría a los hechos, convirtiendo el principio teológico en un programa de acción pastoral: «Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructu-ra eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la auto-preservación» (27).

4. Una Iglesia pobre y para los pobres. Jorge Mario Bergoglio

quiere llamarse «Francisco», como el pobre de Asís. Quiere que aco-

jamos el Evangelio con la sencillez de quienes sólo poseen a Dios. Los pobres son los protagonistas espe-ciales de la historia de la salvación, hasta el punto de que «todo el cami-no de nuestra redención está signado por los pobres» (197). La sabiduría de Dios se comunica a través de los po-bres, hasta el punto de que cuando un creyente expulsa a los necesita-dos de su corazón y de su vida, tam-bién cierra la puerta a Dios.

5. El laico cristiano: miembro del Pueblo de Dios, evangeliza-

dor con Espíritu. Entre los muchos nombres de la Iglesia, Francisco muestra preferencia por describir la Iglesia como un pueblo formado por los hijos de Dios Padre, en la que todos hemos recibido el mismo bautismo que nos incorpora a Cris-to por el Espíritu. No hay más dife-rencias entre cristianos que las que impone el servicio: la minoría de los ministros ordenados se encuentra al servicio de la inmensa mayoría del Pueblo de Dios, que son los laicos. Cada bautizado ha de sentir como propia esa llamada a contagiar con otros la alegría de su encuentro con Jesucristo. Y ha de hacerlo con el gozo de ser miembro de la Iglesia, no de «un grupo de élite» (113) o mi-noría selecta de cualquier signo. En una palabra: con el «gusto espiritual de ser pueblo» (268-274).

Juan Pablo II invitó a la Iglesia a no tener miedo, abriendo las puertas de par en par a Cristo. Benedicto XVI nos recordó que Dios no nos quita nada y nos lo da todo. En la misma línea hay que entender la seria ad-vertencia de Francisco: «si algo debe inquietarnos […] es que tantos her-manos nuestros vivan sin la fuerza, la luz y el consuelo de la amistad con Je-sucristo, sin una comunidad de fe que los contenga, sin un horizonte de sen-tido y de vida» (49). La tarea es, como puede verse, urgente y la propuesta muy clara: «Salgamos, salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo».

Domingo García Guillén

HOGAR * RESPONSABILIDAD CIVIL* AUTOMÓVILES * ACCIDENTESObispado de Orihuela-Alicante965 204 909 (lunes y miércoles de 9:00 a 12:00)[email protected]

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reportaje especial Misteri


Es la única muestra del teatro asuncionista medieval que sigue representándose en

el interior de una iglesia, gracias a un privilegio del Papa Urbano VIII (1632). Fue declarada Monumento Nacional en 1931 y su carácter único y excepcional llevaron a la UNESCO a proclamarla Obra Maestra del Pa-trimonio Oral e Inmaterial de la Hu-manidad en el año 2001. Se convir-tió en la primera expresión española en conseguir este reconocimiento y en ser incluida en la Lista Represen-tativa del Patrimonio Cultural Inma-terial de la Humanidad (2008). La Festa nos muestra la Dormición de la Virgen María, su Asunción a los cielos y su gloriosa Coronación de manos de la Santísima Trinidad. Cada año se representa en la Insig-ne Basílica de Santa María, ubicada en el corazón de la ciudad. Pero también sale del templo para con-vertir la misma ciudad en escenario en las procesiones de la Roà, en la noche del 14 al 15 de agosto, y del Entierro de la Virgen, en la mañana del 15 de agosto.Esta joya única de la cultura univer-sal tiene lugar en el mes de agosto: el día 14 se representa la primera

El Misteri d’ Elx, una representaciDeclarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 200

parte denominada la Vespra y el 15, la segunda o Festa. Los días 11, 12 y 13 del mismo mes se realizan los ensayos generales para una mejor puesta en escena. Los años pares se organizan unas representaciones extraordinarias en recuerdo de la proclamación del Dogma de la Asunción. Los días 29 y 30 de octubre tienen lugar ensa-yos generales y el 1 de noviembre, la representación tradicional: por la mañana, la primera parte, y por la tarde, la segunda.

• Melodías de todos los tiempos

Uno de los aspectos más sobresa-lientes del Misteri d’ Elx es su músi-ca. Se trata de una obra totalmente cantada, con melodías medievales, renacentistas y barrocas perfecta-mente ensambladas y con bellos

ejemplos de monodia y polifonía. Una maravilla para los sentidos que se magnifi ca gracias a la espléndida sonoridad de la Basílica.De la interpretación se encargan los miembros de la Capella, unos seten-ta cantores adultos que intervienen como apóstoles, judíos, ángeles y Padre Eterno. A su vez, los niños de la Escolanía encarnan a las Marías, ángeles y parte de la Trinidad.

• La espectacularidad llega del cielo

Entre los grandes atractivos del Mis-teri destaca la enorme complejidad de su puesta en escena, que combi-na el espacio horizontal o terrestre y el vertical o aéreo, con la utilización de tres aparatos que le aportan gran espectacularidad y belleza. Durante los días de las representaciones la Basílica de Santa María se trasfor-

ma en el gran escenario del drama asuncionista ilicitano.En los días previos se cubre la cú-pula de la iglesia con una gran lona decorada con nubes y ángeles que simboliza el cielo. Con ella se oculta la compleja tramoya que permite el descenso y ascenso de los artefac-tos aéreos, ocupados por cantores, desde unos veinticinco metros de altura. Se vale de una gruesa maro-ma accionada con un torno manual situado en la cubierta del templo. El primero es el Núvol o Mangrana, en el que baja un ángel que anun-cia a la Virgen que su Hijo le conce-de el deseo de reunirse con Él y le entrega una palma dorada para su protección. El segundo, conocido como Recèli-ca o Araceli, tiene forma de retablo. En su centro aparece el Ángel Ma-yor, de pie, y junto a él dos adultos y dos niños que representan ánge-

La Festa o Misteri d’Elx es la principal seña de identidad de la ciudad de Elche, junto al Palmeral y a la Dama. Se celebra en honor a su patrona, la Virgen de la Asunción, desde hace más de quinientos años

reportaje9DEL 10 DE AGOSTO AL 9 DE SEPTIEMBRE DE 2014

ión medieval única en el mundo01, el primer Patrimonio de la Humanidad Inmaterial español

les y que cantan tañendo guitarras y arpa. El último de los aparatos aéreos es la Coronación, en el que baja el Padre Eterno junto a dos niños, simboli-zando la Santísima Trinidad.

• Valor cultural, festivo y religioso

El Misteri d’ Elx ha sido siempre la principal fi esta de la ciudad, la Fes-

ta d’Elx. Tiene gran valor como ma-nifestación de fe y catequesis dra-matizada. Constituye un símbolo primordial de la identidad ilicitana y del pueblo valenciano, en cuya lengua propia se canta. Invita a con-templar a María en su Asunción al cielo y en su actitud maternal e in-tercesora. Actualiza y mantiene viva una fe y una teología que se remon-ta a los primeros años del cristianis-mo.

• ¿Cómo se puede ver el Misteri d’ Elx?

Desde el 18 de mayo es posible ad-quirir las entradas para los ensayos generales de los días 11, 12 y 13 de agosto a través de internet en www.instanticket.es, llamando al teléfo-no 902 444 300 o directamente en la Casa de la Festa (c/Major de la Vila, 27 – 03202 Elche – Tel. 965456112). Los días 14 y 15 el acceso a Santa María es libre.

En la cita extraordinaria de otoño, para los ensayos generales de los días 29 y 30 de octubre, la venta de entradas se inicia en el mes de sep-tiembre. En la celebración del 1 de noviembre, el acceso también es libre.

Más información:

www.misteridelx.com



Tuve la suerte de presenciar por primera vez la celebra-ción del Misteri d’ Elx el día 1

de noviembre de 1990. Era aquella una fecha muy signifi cativa, puesto que aquel día se cumplían cuaren-ta años de la defi nición dogmática de la Asunción de María a los Cielos, por obra del papa Pío XII. Aquella tarde me prometí a mí mismo estu-diar a fondo los orígenes históricos, el sentido teológico y las posibilida-des pastorales de aquella admirable celebración. Han pasado ya veinte años desde que, a petición de D. Antonio Hur-tado de Mendoza (DEP), prediqué por primera vez las «Salves» que, en la Basílica de Santa María de Elche, ayudan a los fi eles a meditar el men-saje del Misteri y a acompañar el re-poso de la Madre de Dios. Sin poder sospechar que la invitación se había de repetir en otros cuatro años, en aquella primera ocasión elegí para todo el ciclo un título que, en mi opinión, recogía no sólo mi impre-sión inicial sino el meollo de todo el Misteri: «Un Evangelio para hoy».Así veía yo el Misteri y así lo veo to-davía. En efecto, el drama religioso de Elche es más que una obra de teatro que implica la tradición de un pueblo cristiano y da testimonio de la fuerza de su fe y de su pasión por la belleza. A primera vista, el Misteri es una fi es-ta popular en honor de Santa María, la Madre de Dios. Pero en esta fi esta,

Misteri d’ Elx y evangelizaciónMaría es un icono que implica refe-rencias personales y sociales que no pueden ser ignoradas. En el Misteri d’ Elx, María se nos muestra muy cercana a la humanidad y decidida-mente abierta al misterio de Dios. María es discutida y cantada por los hombres, y es acogida y coronada por Dios. Ante nuestro rostro hume-decido por lágrimas bien terrenas y salpicado de oropel celestial, María es la metáfora de una humanidad que busca más la felicidad que la satisfacción, es decir, busca sentido y salvación.

1. UN RESUMEN DEL EVANGELIO

Pero, el Misteri d’Elx, con ser patri-monio de la humanidad, es mucho más que una celebración festiva, por atrayente y fascinante que sea. Es un impresionante y exacto resu-men del Evangelio. En él se encuen-tra, en síntesis luminosa, el núcleo de la buena noticia de Jesucristo. Así me ha parecido verlo, y con el gozo enamorado de aquel primer descu-brimiento, así me gusta presentarlo.

1.1. En la eucaristía de la Fiesta de la Asunción quise recordar y recuerdo siempre el misterio de María. Ella es para nosotros la mujer que ha sido proclamada bienaventurada, no por sus posesiones o por su poder, sino por haber tenido la humildad de es-cuchar con atención la palabra del Señor y haber creído en lo que Él pedía y prometía.

La devoción a María, tan viva en la religiosidad popular, no es un obs-táculo para nuestra fe en el Dios vivo y misericordioso ni para el re-conocimiento de Jesucristo como único Salvador. Siendo tan huma-na como nosotros, reconocemos a María como la mujer tocada por la gracia de Dios, que transforma para siempre una existencia.

1.2. En mi primera predicación de las Salves intenté recoger y y subra-yar en otro tiempo los temas fun-

damentales e inolvidables de la ex-periencia cristiana. Veinte años más tarde creo que la meditación sobre aquellos siete puntos es básica para una buena catequesis cristiana. • El primero de ellos es sin duda el reconocimiento de Dios. En este mo-mento la sociedad parece represen-tar cada día el drama del eclipse de Dios. Son muchos los que preten-den vivir como si Dios no existiera. En la celebración del Misteri d’Elx Dios es confesado como Creador de cielos y tierra, como Padre de toda la humanidad, y como Aquel que nos

Ante nuestro rostro humedecido por lágrimas bien terrenas y salpicado de oropel celestial, María es la metáfora de una humanidad que busca más la felicidad que la satisfacción, es decir, busca sentido y salvación


da la vida y nos corona con la entra-da fi nal en la intimidad de su amor eterno, misericordioso y fi el. • A ese primer motivo sigue necesa-riamente la refl exión sobre el don y la tarea de la misma fe. Durante la celebración del Misteri la fe se con-vierte en el criterio imprescindible para la admisión de los judíos en una nueva comunidad. Como se sabe, en la celebración, la fe queda represen-tada y evidenciada por signos bien visibles, como la celebración bautis-mal, signifi cada por la aspersión y el toque de la palma que refl eja de la forma más gráfi ca e inculturada la presencia de la gracia en esta histo-ria de vida y de muerte, en este pai-saje concreto. • Evidentemente, el centro del dra-ma, como el centro de la fe cristiana es la redención aportada por Cristo a la humanidad. Es falsa la ilusión de pretender salvarse a sí mismo. Todos somos fruto del amor. Y nuestra au-téntica realización humana es el fru-to del amor de Dios que se ha hecho visible en Jesucristo. El querido Hijo, que María espera volver a encontrar, no puede ignorar el lamento de la humanidad. Jesús glorifi cado junto al Padre y el Espíritu está cerca de los redimidos, los anima en la esperanza y los recibe en la gloria que Él les ha ganado. • La redención dice siempre referen-cia a la vida entera de Jesús, pero, sobre todo a su misterio pascual. La cruz es el árbol santo y digno de honor, en el que derramó su sangre Aquél que vino a salvar al mundo, como canta María al entrar en la Ba-sílica de Elche. La cruz es el lugar de la revelación del amor de Dios. Vene-rada todavía desde el andador, que signifi ca la vida terrena y peregri-nante, nos remite a la luz del cadafal, sobre el que se vierten las promesas celestiales. • El Misteri incluye y suscita, además, una meditación sobre el misterio de la Iglesia. Fundada sobre los apósto-les, elegidos por Jesús, ha recibido de su Señor la misión de anunciar el Evangelio a todas las gentes. Entre difi cultades históricas y esperanzas metahistóricas, la Iglesia ha tratado

de construir la unidad entre las cul-turas, a pesar del muro que separa-ba a judíos y griegos, y a todos los pueblos de la tierra. La fi gura mater-nal de María no puede ser un signo de división sino un estímulo para el encuentro. Al subir a los cielos, lo último que ven los ojos abiertos de María son las manos en alto del Apóstol Tomás, en las que él recoge y presenta la inquietud misionera de la Iglesia y la esperanza de su coro-nación celestial. • Ahora bien, la celebración del Mis-terio de Elche no refl eja una preten-dida evasión cristiana de este mun-do. La esperanza no se confunde con el optimismo ni con la ingenuidad. El mal existe todavía en el mundo. El pecado es siempre una tentación y no puede ser silenciado por el tabú

de lo políticamente incorrecto. La pertenencia a la comunidad eclesial supone no sólo la confesión de la fe, sino también la conversión del cora-zón. Con razón piden los apóstoles a los que pretenden vivir en la Iglesia que abandonen sus pecados. Con razón proclaman a María como abo-gada de los pecadores. Y con razón confían que, en la gloria, ella roga-rá siempre por el pecador mientras contempla a Dios omnipotente. • El Misteri es además un canto cris-tiano a la dignidad del cuerpo huma-no. Con frecuencia se piensa que la fe cristiana promueve un espiritua-lismo desencarnado. Nada más lejos de la realidad. La Iglesia confi esa que Dios es el Creador de la totalidad del ser humano, que la Palabra eterna de Dios se ha hecho carne y que la

persona en su integridad espera la vida eterna. En la celebración del Misteri d’ Elx, a la muerte de María si-gue un hermoso canto fúnebre en el que los apóstoles cantan a su cuerpo santo y glorifi cado, que merece toda veneración. Como signo e icono de toda la persona, el cuerpo sagrado de María ha de acordarse de su pa-rentela humana cuando sea llevada a los cielos.

1.3. En la eucaristía familiar que sue-le celebrarse en el salón de plenos del Ayuntamiento de Elche durante los días en los que se celebran y can-tan las «Salves», solemos recordar a los difuntos vinculados de alguna forma a la celebración del Misteri. Es ésta una espléndida ocasión para meditar en la esperanza cristiana.

La fi gura maternal de María no puede ser un signo de división sino un estímulo para el encuentro. Al subir a los cielos, lo último que ven los ojos abiertos de María son las manos en alto del Apóstol Tomás, en las que él recoge y presenta la inquietud misionera de la Iglesia y la esperanza de su coronación celestial



Como todo lo más grande y bello, también la virtud de la esperanza es a la vez don y tarea. Ha de ser agra-decida, pero al mismo tiempo ha de encontrar el eco de la responsabili-dad humana, tanto personal como comunitaria. Apoyada en la resu-rrección de Jesucristo, la humilde esperanza ha logrado desenmasca-rar el chantaje de la muerte. Ya al principio de la celebración del Misteri, el emocionado cántico del apóstol Juan parece recoger una visión desesperanza de este mun-do cruel, tan desigual, que no nos permite entrever a dónde iremos y qué podemos hacer. Sin embargo, ahí tiene en sus manos la palma que simboliza la revelación, la gracia y las promesas de Dios. Más adelante, el texto del Misteri se vuelve a María con una confi ada plegaria que signifi ca y resume la humilde resistencia de la esperanza cristiana: «Salve Regina, princesa,Mater Regis angelorum, Advocata peccatorum, consolatrix afl ictorum». Los ángeles, los pecadores y los afl i-gidos vuelven sus ojos a María, a la que el pueblo cristiano invoca como «vida, dulzura y esperanza nuestra». He ahí los siete puntos clave de una inicial catequesis sobre el contenido de la fe cristiana y sobre la esencia misma del cristianismo.

2. LA NUEVA EVANGELIZACIÓN

Este descubrimiento del Misteri d’ Elx como «un evangelio para hoy» tiene una innegable actualidad. Como sabemos, la comunidad cris-tiana ha sido llamada y convocada para ser enviada al mundo como portadora de un mensaje de vida y de salvación. Un buen mensaje, que eso signifi ca la palabra «evangelio». El Misteri d’Elx parece recoger los elementos fundamentales de ese mensaje de Jesús.Ahora bien, como preparación para la celebración del Gran Jubileo del año 2000 y del tercer milenio cristia-no, el papa Juan Pablo II propuso a toda la Iglesia el ideal y el programa de una nueva evangelización. Con ella pretendía «despertar una fe viva, consciente y responsable».

Su sucesor, Benedicto XVI, con su carta apostólica Porta fi dei, convocó un Año de la fe, que comenzó el 11 de octubre de 2012, en el cincuenta aniversario de la apertura del Con-cilio Vaticano II, y terminó en la so-lemnidad de Jesucristo, Rey del Uni-

verso, el 24 de noviembre de 2013. Además encargó a la Asamblea Ge-neral del Sínodo de los Obispos, del mes de octubre de 2012, el estudio del tema de La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana. Comentaba el Papa que siempre,

pero especialmente «hoy es nece-sario un compromiso eclesial más convencido en favor de una nueva evangelización para redescubrir la alegría de creer y volver a encon-trar el entusiasmo de comunicar la fe». Según él, la fe va estrechamente


unida a las otras dos virtudes teolo-gales, la esperanza y la caridad. Por eso añadía el entonces Papa que «la fe crece cuando se vive como expe-riencia de un amor que se recibe y se comunica como experiencia de gracia y gozo. Nos hace fecundos, porque ensancha el corazón en la esperanza y permite dar un testimo-nio fecundo: en efecto, abre el cora-

ción en el amor eterno de Dios. Estas afi rmaciones propias de la fe cristiana, por abstractas y resabidas que puedan parecer, se transfi guran en mensaje de vida, en plástica be-lleza y en musical armonía en la ce-lebración del Misteri. Todas las personas implicadas en su preparación, su representación y su celebración en la basílica, como con-tinuación del canto litúrgico de las vísperas de la Asunción de María a los Cielos, participan en este proyec-to de la nueva evangelización. Todas ellas se hacen portavoces de un mis-terio que las precede en el tiempo y las trasciende en la esperanza. No sólo por la cordial tradición fa-miliar o por el amor apasionado a la cultura, participar en la celebración del Misteri es un privilegio de fe, de esperanza y de amor. Y un modo bien actual de asumir con toda res-ponsabilidad la urgente llamada a la nueva evangelización.

José-Román Flecha AndrésMiembro del Patronato Rector del

Misteri d’Elx

zón y la mente de los que escuchan para acoger la invitación del Señor a aceptar su Palabra para ser sus discí-pulos» (Porta fi dei, 7).

3. EL MISTERIO DEL MISTERI

Al leer estas palabras de Benedic-to XVI es fácil recordar que las tres virtudes teologales están represen-

tadas en tres magnífi cas imágenes, que se encuentran en la capilla del Santísimo Sacramento, en el ábsi-de de la Basílica de Santa María de Elche. En este artístico escenario, la celebración del Misteri d’Elx se nos presenta como un medio apropiado y oportuno para la nueva evangeli-zación. Para que lo sea de verdad es preci-so descubrir su profundo mensaje religioso. El Misteri no es un simple espectáculo cultural. Nació de la fe de los católicos de Elche y ha de testimoniar y propugnar el conoci-miento y el esfuerzo por vivir una fe auténtica. Para entrar de verdad en el corazón del Misteri no basta con conocer los mecanismos de la tra-moya. Es preciso acercarse al miste-rio del Misteri. Y ese misterio evoca y hace presente ante todos nosotros la fe cristiana en la Santísima Trinidad de Dios, la obra de nuestra Redención por obra del Mesías Jesús, la elección de María y su fi delidad a la llamada de Dios, la vocación y misión apostólica de la Iglesia, la dignidad del hombre y de lo humano y su esperada glorifi ca-

Liturgia

Damián L. Abad Irles, DELEGADO DIOCESANO DE LITURGIA


La Iglesia responde al mandato del Se-ñor de orar sin desfallecer no solo con la celebración eucarística, sino también con otras formas de oración, principal-mente con la Liturgia de las Horas, que

tiene como característica propia la de servir para santifi car el curso entero del día y de la noche (cf. OGLH 10). Santifi car el tiempo es dedicarlo al ser-vicio de Dios y de los hombres, y vivirlo como un espacio de gracia y una oportunidad de salvación. Es glorifi car al Padre y a Jesucristo, sometiendo a él todas las cosas, para que toda la existencia que-de impregnada de alabanza, de súplica y de ac-ción de gracias, y el cristiano pueda hacer de su vida una ofrenda santa, agradable a Dios y culto espiritual. Por eso, la Iglesia insiste en que la ce-lebración del Ofi cio Divino se haga en el tiempo más aproximado posible al verdadero tiempo na-tural de cada hora canónica (cf. OGLH 11).Se llama «Hora canónica» a cada una de las dis-tintas celebraciones durante el día y la noche de la Liturgia de las Horas. Los nombres de las Ho-ras por su orden cronológico de celebración son: Ofi cio de Lectura (aunque es de carácter nocturno, puede celebrarse también durante el día, desde después de Laudes hasta antes de Completas); Laudes (oración de la mañana); Hora Intermedio (llamada según la hora de celebración: Tercia –ha-cia media mañana, 9h. solares–, Sexta –hacia me-diodía, 12h. solares–, Nona –hacia la media tarde, 15h. solares–); Vísperas (oración al fi nal de la tar-de); Completas (antes del descanso nocturno).La Liturgia de las Horas es rica en elementos para la oración (cf. OGLH, cap. III): sobre todo destacan los Salmos, pero también comprende las Antífo-nas, que facilitan la oración de los salmos, los Cán-tico del Antiguo y del Nuevo Testamento, las Lec-turas de la Sagrada Escritura, las Lecturas de los Santos Padres y de los escritores eclesiásticos, así como las lecturas hagiográfi cas, los Himnos, las Preces, el Padrenuestro y las Oraciones conclusi-vas, sin olvidar los momentos de silencio sagrado.La Santifi cación del día mediante las distintas horas litúrgicas (cf. OGLH, cap. II):Se acostumbra a iniciar todo el curso de la oración cotidiana del Ofi cio con el INVITATORIO: el salmo

La Liturgia de las Horas - II parte

94 (o bien, los salmos 99, 66 o 23) diariamente in-vita a los fi eles a cantar las alabanzas de Dios y a escuchar su voz, y los estimula a esperar anhelan-tes el «descanso del Señor».La Horas principales son las Laudes, como ora-ción matutina, y las Vísperas, como oración ves-pertina.Las LAUDES matutinas están dirigidas y orde-nadas a santifi car la mañana. Esta Hora, que se tie-ne con la primera luz del día, trae a la memoria el recuerdo de la Resurrección del Señor Jesús que es la luz verdadera que ilumina a todos los hom-bres (cf. Jn 1, 9) y «el sol de justicia» (Mt 4, 2), «que nace de lo alto» (Lc 1, 78).Se celebran las VÍSPERAS cuando ya declina el día, a últimas horas de la tarde, en acción de gra-cias por cuanto se nos ha otorgado en la jornada y por cuanto hemos logrado realizar con acier-to. También hacernos memoria de la Redención por medio de la oración que elevamos «como el incienso en presencia del Señor», lo cual puede aplicarse también con mayor sentido a la institu-ción de la Eucaristía, que contiene aquel verda-dero sacrifi cio vespertino que el Divino Redentor ofreció al Padre, alzando sus manos en la Cruz por la salvación del mundo. Esta oración vespertina nos orienta también con la esperanza hacia la luz que no conoce ocaso, pidiendo que venga Cristo a otorgarnos el don de la luz eterna.

El OFICIO DE LECTURA se orienta a ofrecer al pueblo de Dios una más abundante meditación de la palabra de Dios y las mejores páginas de los autores espirituales. Tiene el carácter de alabanza nocturna, aunque los que no están obligados a rezarla en el coro, como en algunos monasterios, pueden rezarlo a cualquier hora del día.La HORA INTERMEDIA ofrece a los cristia-nos poder orar en determinados momentos del día, incluso en medio del trabajo, a imitación de la Iglesia apostólica. En ella se hace recuerdo de los acontecimientos de la Pasión del Señor y de la primera propagación del Evangelio, aunque los himnos y oraciones de cada hora concretan más los temas sobre los que hace recuerdo: en Tercia, Jesús camino del Calvario, la venida del Espíritu Santo, el valor del trabajo…; en Sexta, la Cruci-fi xión, el encuentro de Cristo con la Samaritana, la oración de Pedro, el peso de la jornada…; en Nona, la Muerte de Cristo, la oración vespertina en el Templo, la aparición a Cornelio…Las COMPLETAS son la última oración del día que se ha de hacer antes del descanso nocturno, aunque haya pasado ya la media noche. En ella es de alabar que se haga examen de conciencia. Sobre todo se han elegido aquellos salmos que estimulan la confi anza en el Señor. Termina con una antífona a la Bienaventurada Virgen María.

La escuela parroquial de la fe es el úl-timo libro –hasta el momento– de D. José Galiana Guerrero. El subtítulo, II Semana de Nueva Evangelización, lo une con el inmediatamente anterior, Comunidades Eucarísticas Parroquia-les¸ nacidas de una semana de Nue-va Evangelización en las parroquias.La propuesta del libro, editado por Monte Carmelo, como los anterio-res, es ofrecer el camino para crear esta «Escuela Parroquial de la Fe» en cada comunidad, sabiendo que esta Escuela «no debe ser conside-rada como un nuevo movimiento o asociación parroquial, sino como una nueva estructura de la misma

La escuela parroquial de la feAutor: José Galiana Guerrero Editorial: Monte Carmelo Páginas: 279

institución parroquial, en conformi-dad con las distintas orientaciones dadas por la Iglesia en estos últimos años, a fi n de llevar a cabo una ca-tequesis de adultos de inspiración catecumenal». Así lo señala el autor en la introducción.El libro, que ha sido prologado por D. Rafael Palmero Ramos, obispo emérito de Orihuela-Alicante, con el evocador título «Ninguna periferia quede privada de la luz del Evange-lio», se divide en seis capítulos, de los cuales el último está centrado exclusivamente en los temas rela-cionados con la Escuela Parroquial de la Fe: la actividad evangelizadora en la parroquia, las etapas en la Es-cuela parroquial de la fe y el estudio en la etapa precatecumenal. Este

sexto capítulo está cimentado en los cinco anteriores que ofrecen orien-taciones doctrinales, conferencias preparatorias, catequesis eucarís-ticas, catequesis de la semana de nueva evangelización y catequesis y meditaciones para la convivencia de constitución de la comunidad con la que comienza la escuela.Como señala Mons. Ginés Ródenas en la contraportada, con esta obra, el autor «viene a espolearnos en la tarea de la nueva evangelización, si-guiendo fi elmente las orientaciones dadas por la Iglesia en los últimos años, en orden a establecer en las diócesis y en las parroquias, un iti-nerario de catequesis de adultos de inspiración catecumenal, conforme a tales enseñanzas».

15DEL 10 DE AGOSTO AL 9 DE SEPTIEMBRE DE 2014

cáritas

La crisis sigue siendo un duro sacri-fi cio para muchas familias. Somos testigos de la desesperación de nu-merosas personas que acuden a Cá-ritas en busca de ayuda y seguimos asistiendo con dolor al desmantela-miento de servicios sociales y res-

tricciones de derechos, y al abandono a su suerte de todas esas personas, que, como denuncia el Papa Francisco, son víctimas de «esa cultura del descarte en la que el dios-dinero está en el cen-tro».Aunque a la luz de los datos macroeconómicos comienza a trasladarse a nuestro imaginario co-lectivo la idea de que la crisis ha terminado, cons-tatamos, sin embargo, que sus efectos más graves no han desaparecido en el día a día de las perso-nas más desfavorecidas. Es más, una eventual sa-lida de la crisis dejaría tras de sí una sociedad más desigual y precaria, con nuevas víctimas que se suman a las que ya existían antes de la recesión, con unos derechos sociales más restringidos y ex-puestas a una forma de analizar la realidad que, sin rubor, entiende que las personas solo son «res-catables» si las leyes de la economía lo permiten.El camino hacia un escenario mejor es todavía in-cierto y, en cualquier caso, será largo. Este nuevo contexto nos obliga, como Cáritas, a cambiar para poder responder a las nuevas situaciones, distin-tas tanto de las que hemos venido afrontando en lo más grueso de la crisis como las de la etapa an-terior. Es necesario escuchar la llamada de Fran-cisco a «salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio».Por todo ello, los miembros de la Asamblea Ge-neral de Cáritas queremos apostar por construir una sociedad:

· Que ponga en el centro a las personas y donde la economía esté a su servicio para primar la vida y la sostenibilidad, en lugar de ser un instrumen-to de exclusión e injusticia.

· Que apueste por reafi rmar los valores comuni-tarios de solidaridad y fraternidad a favor de todas las personas, especialmente de las más débiles, para sostener una sociedad verdadera-mente ética y democrática.

· Que fortalezca su compromiso con el desarrollo global y la cooperación con los países del Sur, frente al mero crecimiento económico.

· Que se abra a la realidad de un mundo global y sin fronteras, en el que todos, iguales en digni-dad y derechos, somos una sola familia humana.

· Que se base en la corresponsabilidad, donde los distintos actores asuman sus respectivos com-promisos:

· Las Administraciones públicas, en cuanto ga-rantes de derechos, son responsables últimas de implementar políticas y dotarlas de recursos y servicios sufi cientes para garantizar un Estado de bienestar de calidad. No pueden desenten-derse de esa misión ni apelar al papel protago-nista de otros como excusa para no acometer su papel.

· La sociedad civil debe jugar un rol proactivo y comprometido en defensa del bien común, velar porque el Estado desarrolle su función y asumir un liderazgo ético en la defensa y la construcción de un proyecto social compartido.

· El mercado debe cumplir con su responsabili-dad social a favor del bien común y no preten-der sacar provecho de esta situación.

Las personas deben orientar sus vidas hacia acti-tudes de vida más sencillas y modelos de consu-mo más sostenibles para que todos seamos res-ponsables de todos.En este contexto, queremos ser una Cáritas que camine con la mirada puesta en dos referencias: Cristo y los pobres. Esto nos obliga a:

1. Salir a las periferias para acompañar a los que quedan excluidos de todos los espacios y de-

sarrollar iniciativas innovadoras y signifi cativas, que pongan de manifi esto que es posible vivir desde lógicas alternativas a modelos económi-cos e individualistas.

2. Hacer incidencia pública para denunciar las estructuras de injusticia, de dolor y de sufri-

miento, y realizar propuestas concretas que ayuden a poner en práctica el mensaje del Evangelio.

3. No sustituir la acción de las Administraciones públicas, desde una convicción del cuidado

de «lo común» sustentado en los principios de subsidiariedad y solidaridad.

4. No caminar solos y apostar por el diálogo con los Gobiernos para, desde la experiencia

y la visión que nos da el trabajo directo con las personas, poder incidir en las políticas so-ciales. Queremos implicarnos también con los

71.ª Asamblea General de Cáritas Española

movimientos sociales en la lucha por los más pobres y desarrollar, desde la coherencia ética con nuestros valores, iniciativas conjuntas con las empresas.

5. Reafi rmar de manera universal la defensa y el respeto de los derechos humanos y la digni-

dad de todas las personas desde los principios de la Doctrina Social de la Iglesia.

6. Creer en la participación de los más pobres para ser una organización en la que todos los

que acuden en busca de ayuda y escucha en-cuentren un espacio comunitario abierto, don-de tenga cabida la espiritualidad, donde ellos sean los auténticos protagonistas también en la construcción de la sociedad, desde la corres-ponsabilidad como ciudadanos y el convenci-miento de que todos poseemos potencialida-des para servir a un proyecto común.

7. Estar atentos a lo que realidad cambiante re-quiere de nosotros, de manera que podamos

detectar las nuevas situaciones de pobreza sin ocultar aquellas que tradicionalmente hemos acompañado, incluso en épocas de bonanza.

8. Fortalecer, desde nuestra presencia en el te-rritorio y las parroquias, la animación comuni-

taria, donde el capital relacional sea el eje verte-brador de la vida en comunidad.

9. Trabajar, a través de nuestra participación activa en Cáritas Internationalis y en las redes

nacionales e internacionales del sector social, por los derechos de las comunidades y pueblos olvidados.

10. Apostar porque la ciudadanía no se ad-quiera solamente por la vía del empleo,

pues entendemos que el reconocimiento de la dignidad de las personas no puede supeditarse a su situación laboral.

Asumimos estos compromisos empujados por una realidad en la que se siguen construyendo muros cada vez más altos, verjas que cercenan sueños y cruces trenzadas por concertinas. Siguen existiendo espacios prohibidos para muchos, de-rechos que ya no lo son y lógicas que nos invitan a pensar únicamente en nuestro propio bienestar.Ante ello, junto con nuestra denuncia, lanzamos también desde Cáritas un mensaje de anuncio y esperanza, convencidos de que, juntos, podemos aportar elementos para la construcción de un nuevo modelo social en el que los bienes sean para todos y donde el otro es nuestro hermano.

La 71.ª Asamblea General de Cáritas Española concluyó con la siguiente declaración. Es un poco extensa, pero la transcribimos íntegramente, porque la consideramos un documento de suma importancia.

Declaración fi nal El Escorial, 29 de junio 2014

La Última16

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15 de agostoASUNCIÓN DE NUESTRA SEÑORA.

22 de agostoComienzan Ejercicios Espirituales para laicos. (Tanda 3)

7 de septiembreFinaliza la peregrinación a Tierra Santa presidida por el Sr. Obispo.

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9 de septiembreComienzan Ejercicios Espirituales para sacerdotes.

12 de septiembreJornada de Colegios Diocesanos.

13 de septiembreFinalizan Ejercicios Espirituales para sacerdotes.

DEL 10 DE AGOSTO AL 9 DE SEPTIEMBRE DE 2014

PUNT FINALLUIS LÓPEZ

La oración de las oraciones Mt. 6,7-15

Una sola. La única. Una oración nacida del corazón de Jesús, desde el corazón del Padre. La conocemos desde niños. La rezamos desde niños. Forma par-

te de la expresión más natural de nuestra religiosidad cristiana. La sabemos de memoria, en expresión espontánea y natural. Pero a fuerza de conocerla, saberla y rezarla se no ha hecho rutina. Y las palabras de la oración pasan sobre nosotros sin dejar huella. Inconscientemente nos unen a Dios Padre, pero la conciencia no nos deja el sentido de cada palabra y petición.Hay que pararse. Hay que detenerse. Par aponer la atención y la mirada en lo que queremos decir, expresar y meditar. De vez en cuando hemos de hacer este ejercicio de refl exión y volver a escuchar, de labios de Jesús, las llamadas y exi-gencias que esta oración nos reclama.Podemos hacer un pequeño ejercicio de contemplación sobre el Padre Nuestro.Al Padre, se dirigen tres momentos de la oración, en los tres se da un deseo y un compromiso dirigido al corazón del Padre:• Santifi cado sea tu nombre• Venga a nosotros tu Reino• Hágase tu voluntadNo son peticiones para engrandecer a Dios, sino para que su presencia se realice en nosotros, para que marque nuestra vida como morada del Padre. Queremos que forme parte de nuestra vida. Queremos entrar en su corazón y en su volun-tad para formar parte de su vida. Él nos diviniza en Cristo. Las palabras con las que rezamos nos abren al corazón de Dios. ¡Qué importan-te es decirle al Padre que se cumpla su voluntad! ¡Y qué comprometido! Que venga su Reino es decirle a Dios que nos importa su Reino, que lo necesitamos y lo queremos. El Reino de Dios signifi ca que queremos que la manera de ser de Dios se cumpla en nosotros. Así él nos engrandece. Necesitamos rezar bien esta parte del Padre Nuestro.En una segunda parte, nuestra oración sigue dirigiéndose al Padre, pero ponien-do en el centro las necesidades del hombre. Las peticiones de los hijos. Y tam-bién puede tener tres momentos o peticiones:• Danos el pan de cada día• Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos…• No nos dejes caer en la tentación…Le pedimos a Dios, en primer lugar, que acompañe y nos conceda el pan de cada día. La necesidad material de nuestra vida. En Jesús, fue una preocupa-ción importante, la preocupación por el bienestar material: «dadles vosotros de comer», decía Jesús ante la necesidad de los que le seguían. Él nos escucha, él conoce nuestras necesidades, pero quiere que las digamos. Necesidades, no ca-prichos o cosas superfl uas. El pan de cada día, no más. ¡Cuántas cosas tenemos que corregir en esta petición! Se nos enseña a no pedir aquello que nos sobra.Otro tema, muy importante, es el perdón que pedimos. La enseñanza más im-portante de Jesús es la de ser compasivos. El perdón es la mejor expresión del amor. No se puede amar sin compasión, sin perdón. Además nos atrevemos a decirle a Dios que nos perdone, porque nosotros hemos perdonado a los demás.Esta oración debe ayudarnos a revisar nuestra vida como creyentes que saben perdonar. No es fácil. Pero esto es lo que le decimos Dios Padre.Y, fi nalmente, le decimos que no nos deje caer en la tentación de lo malo. Que no nos encuentre fl ojos o distraídos. El puede librarnos del mal. Podemos sentir la tentación, el peligro, cosa bien humana, pero le pedimos que tenga la mano tendida para no caer. La nuestra es débil. Y una conclusión necesaria. Siempre que rezamos esta oración hacemos, o debemos hacer, dos cosas:1. Saber lo que estamos diciendo, rezando o meditando. Saber lo que hay en cada

palabra, lo que se dirige al Padre y lo rezamos para el hombre, para nosotros.2. Sentir lo que queremos decir y pedir al Padre.Se trata, al fi n, de vivir esa oración de Jesús que nos une al Padre. Ella nos ayuda a rezar como lo hacía Jesús. Él les enseñó esta oración, porque la rezaba él.

LUGAR: Casa Diocesana de Espiritualidad “Diego Hernández” Partida Peña de las Águilas. Pol. 2-170B – Elche

Tfnos.: 610 101 336 – 965 468 848

INFORMACIÓN E INSCRIPCIONES: Obispado de Orihuela-Alicante de lunes a viernes

de 10 a 14 horas (desde el 2 de junio hasta el 31 de julio).Teléfono 965 204 822 (Ext. 5) – Contactar con Andrés.

ORGANIZA: Delegación de Laicos - Diócesis de Orihuela-Alicante

DEL VIERNES 22 (18:00 h.)

AL DOMINGO 24 (18:00 h.)

Rvdo. D. Lucio Arnaiz Alonso

Párroco de San Gabrielde Alicante.

DEL LUNES 4(10:00 h.)

AL VIERNES 8 (18:00 h.)

Rvdo. D. Pedro Payá Giménez

Formador del Seminario Diocesano

DEL VIERNES 1(18:00 h.)

AL DOMINGO 3 (18:00 h.)

Rvdo. D. Juan Conejero Tomás

Párroco de San Agatángelo de

Elche.

15 de agosto, asunción de nuestra y además en … · expresa el misterio que celebramos en la...

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