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Sacando a los caciques de la oscuridad del olvido. Etnias chachapoya y chilchoBulletin de lInstitut Franais dtudes Andines / 2008, 37 (1): 111-122

Sacando a los caciques de la oscuridad delolvido. Etnias chachapoya y chilcho

Inge Schjellerup*

Re meLas investigaciones de los ltimos a os permiten identificar a unos caciques como unos importantesactores en el escenario colonial y sacan a la lu a unas etnias desconocidas. Revelan tambin los fuertes

agravios que sufrieron. El artculo trata de iluminar sucesos y casos en el siglo XVI en los departamentosde Chachapoyas y de Huallaga basados en trabajos de campo en arqueologa y antropologa y eninvestigaciones en los archivos de la historia peruana.

Pala ra cla e: nordeste del Per, etnohistoria, encomenderos, caciques, abusos, tributos

Le cac q e r de l l . E h e Chachap ya e Ch lchR mLes recherches les plus rcentes ont permis de mettre en relief le rle majeur de certains caciques dans

la vie coloniale et ont sorti de lombre des ethnies inconnues, ainsi que les svres abus dont ellesfurent victimes. Cet article sefforce de mettre en lumire des faits qui datent du XVI sicle et se situent dans les dpartements de Chachapoyas et de Huallaga. Ce travail sappuie sur des travaux de terrainen archologie et en anthropologie ainsi que sur des recherches dans les archives pruviennes.

M cl: nord-est du Prou, ethnohistoire, encomenderos, caciques, abus, tribut

* dr.h.c.,fil.dr. prof. hon, The National Museum of Denmar . E-mail: [email protected]


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Inge Schjellerup

Re c g cac q e fr m l : he Chachap ya a d Ch lche h c gr p

A racRecent investigations permit us to identify some caciques as important actors in the colonial era andto identify some previously unnamed ethnic groups. They also reveal the extent that natives sufferedfrom severe repression. This article highlights specific sixteenth century examples in the Chachapoyasand Huallaga regions, based on anthropological and archaeological fieldwor as well as research inPeruvian historical archives.

Key w rd: northeastern Peru, ethnohistory, encomenderos, caciques, abuses, tribute

1. Los invAsoREs EsPAoLEs En LA PoCA CoLoniALtEMPRAnA En EL PER noRoRiEntAL

El rincn nororiental del Per en la Ceja de Monta a ha sido dejado fuera de la corrienteprincipal de investigacin cientfica y nunca ha atrado mucha atencin. Un estudio desdeuna perspectiva arqueolgica y etnohistrica es de suma importancia para entender lasactividades humanas en esta rea donde solo en los bosques quedan vestigios arqueolgicos.En los archivos emergen algunos nombres de caciques, etnias y espa oles en los documentosamarillentos.Los primeros espa oles llegaron a la provincia de Chachapoyas en 1535, tres a os despusde la primera conquista o invasin europea, penetrando por los pueblos de Cochabambaun centro administrativo incaico y despus a Longa, Charrasmal y Gomor, siguiendoel consabido rumbo al Oriente.Segn los relatos los espa oles encontraron a muchas tribus selvticas en esta rea en laCeja de Selva.El capitn Alonso de Alvarado fue acompa ado por el capitn Juan Pre de Guevara ylos caciques Guaman de Cochabamba y Guaquemila, que irrumpieron contra el caciqueIgamet, se or de los adversarios.Los espa oles avan aron hasta el pueblo de Cocax o Coxcn, un lugar desconocido hoyen da (fig. 1) y

Quedado el camino seguro, los espa oles se juntaron los unos y los otros, trayendolos amigos el bastimento que hallaban en la comarca, destruyendo lo que hallabanhasta quemar las casas, que fue tanta la desesperacin para los naturales, quellosmismos arruinaron sus campos y pueblos, quejndose a Dios de los cristianos, puesestando en tierras tan lejanas, haban venido a los destruir totalmente (Jimne deEspada, 1965, cap. VIII).

Hasta ahora no se han locali ado documentos sobre los encuentros entre los incas y lasetnias selvticas o entre los incas y los espa oles. Garcilaso de la Vega (1967 [1609]: 81)

relata la conquista inca hasta Moyobamba y nuestras investigaciones arqueolgicas hanrevelado una notable presencia inca en la provincia de Huallaga (Schjellerupet al., 2003:2005). Los chachapoya fueron conquistados por los incas alrededor de 1470 y stos


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Sacando a los caciques de la oscuridad del olvido. Etnias chachapoya y chilcho

introdujeron nuevos estilos arquitectnicos junto con un marcado nfasis en los cultivospara el Estado inca de ma , algodn y la extraccin de oro. Un conjunto de instalacionestales como centros administrativos (Cascarilla Wasi), tampus (San Juan, Condebamba)fueron construidos al lado de los caminos y otras construcciones menores se al aron enreas agrcolas, con la edificacin de terra as (Schjellerupet al., 2003; Schjellerupet al.,2005: 28, 220).

En 1538 Alonso de Alvarado pas al descubrimiento de Moyobamba con Juan Prede Guevara: hallando una tierra spera y pobre, donde los indios hacan vida selvcola ycoman yuca en ve de ma (Busto Duthurburo, 1968, Tomo I: 141).

F g ra 1 Par e del mapa del Per , J. H d , c. 1630(Cortesa deDivision of maps, Library of Congress, Washington. D.C.)


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Por las descripciones tempranas parece que los espa oles siempre tomaron una mismaruta desde la ciudad de Chachapoyas hacia la ciudad de Moyobamba para entrar en laselva baja, dejando de lado un rea grande del valle de Guayabamba que queda ms al sur(fig. 2). Muy poca informacin ha sido encontrada sobre los paisajes y los indgenas desdeel tiempo de la penetracin temprana de los espa oles, pero varios nombres de etniasestn saliendo del olvido como los chilcho, los posic, los laya y los orimono.

F g ra 2 Par e del mapa de la i e de c a de tr j ll de G aya am a y M y am a(Martne Compa n, 1787)

El curaca go de los chicho y laya parece haber controlado un rea que inclua la lagunade los Cndores al sur, siguiendo la Cordillera Yasgolga, al oeste con una frontera norte atentativa en roTingo/Cerro Toln y que continuaba hacia el noreste hasta el ro Mashuyacu,un tributario del Ro Huayabamba, un rea mucho ms grande que el actual anexo de LosChilchos. Los chilcho controlaban el acceso a varias entradas naturales que conectabanlos Andes con las tierras bajas de la Ama ona, una onas sumamente importantes para lacomunicacin y el transporte de los productos de los Andes y de la selva (Schjellerupet al.,2005: 30, 55-56).Retornando a la provincia de Chachapoyas el capitn Alonso de Alvarado fue nombrado

primer encomendero de Leymebamba, Cochabamba y de los indios de Los Chilchos,pero dej Chachapoyas en 1546. El cacique Guaman ya haba muerto y su sucesor elcacique Alonso Quinyop se menciona como cacique de los indios de la sierra con 1 000


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tributarios mientras que el cacique Chilcho, tambin es mencionado como Se or de los Ancingas (Anayungas) naturales y mitimaes y como Se or de los Chontaces que tena 1 500tributarios (AGI 123: 51v). Dos a os despus la encomienda de Alonso de Alvarado fue entregada al capitn JuanPre de Guevara el 27 de agosto de 1548 por un decreto de La Gasca.

2. DisMinuCin DE LA PobLACin

En aquella poca la poblacin ya haba sufrido una disminucin importante a partir de 1535,donde la parcialidad de los chilcho encabe ada por el cacique principal don HernandoChilcho, se dice haba tenido 5 guarangas (5 000 tributarios/35-40 000 personas) y bajhasta 1 500 tributarios durante la encomienda de Alvarado en 1546 y a solamente 1 000tributarios ms adelante bajo la encomienda de Juan Pre Guevara (Espino a Soriano,2003: 71). No solo las enfermedades europeas introducidas eran responsables de la granprdida de gente sino tambin los fuertes abusos de los encomenderos.Las dificultades para estimar el nmero correcto de los habitantes en los periodosprehispnico y espa ol temprano, han sido abordadas por distintos autores. Han llegadoa diferentes conclusiones con relacin al nmero de personas obligadas a tributar, el cualnos permitira calcular la poblacin total del Per en diferentes pocas. Rowe ofrece unfactor de 5, Smith de 9, Coo propone entre 5 y 9 y Glte 6 entre nmero de tributarios ypoblacin total (Rowe, 1946: 264; Smith, 1970; Coo , 1981; Glte, 1973: 265).De acuerdo con la suposicin de que una casa alberga a una familia con 3-4 ni os yabuelos sugerir la presencia de 7 y 8 miembros, lo que significa que el nmero total dehabitantes en el lugar de Los Chilchos (incluyendo a los laya, los chontaces, y los posic)pudo haber alcan ado 7-8 000 personas durante los primeros a os de la encomienda de Juan Pre de Guevara.

3. EL EnCoMEnDERo JuAn PREz DE GuEvARA

En 1549 Juan de Guevara volvi a Moyobamba y fund la Ciudad de Santiago de losValles de Moyobamba en un asiento que en lengua autctona se llamaba Guaua. Guauaprobablemente viene del frutal Guaua (Vicente Villar & Linci Jara, 1995: 166).Cinco a os despus uno de los primeros Agustinos, el Padre fray Juan Ramre , lleg ala encomienda de Juan Pre de Guevara de Leymebamba y Cochabamba para fundarel convento de San Augustn de Leymebamba. Como el padre tena bastante inters encontinuar su obra, parti hacia Moyobamba siguiendo los caminos de la ribera de los rosal este del ro del Valle de Los Chilchos.Gracias a los agustinos tenemos una muy viva y vera descripcin de esa parte al este de laregin. Ellos destacan el peligro de viajar a estos lugares debido a la presencia de muchos jaguares. Cuando los misioneros agustinos empe aron su labor de cristiani acin,

... ava gran numero de Indios en pocos pueblos, i muchos en diversas i asperasmonta as... ay gran abundancia de tigres en aquellas monta as que se entravan enlos albergues i chacras de los Indios, i salen a los caminos i pastos de los pueblosdespedaando onbres, mugeres, ni os, ganados I animales caseros estos Indios

que abitan en monta as adoran una estrella que llaman Chuquichincay, porquedellas I otras que la acompa an se forma una figura de estrellas que parece tigrea sus ojos, I se piensa que es el que nosotros llamamos signo de Leon, que consta


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de 27 estrellas muy lucientes, dos de primera magnitud, que la una es de majorinfluencia entre todas las del cielo, entra en la imagen a los dos de Agosto, I saledella a los nueve de Setiembre, adoran estas estrellas, que dicen es tigre, porque lesdefienda destos animales,

yquando los Indios vieron tan terribles i fieros animales del tama o de grandesbe erros , i a su miedo mayores de elefantes, o torres, huyendo se bolvian muchos,i ninguno queria passar a ellos, a iendo algunos sumisiones de adorarlos. Alo elbuen Padre ojos al Cielo, pidi socorro,.... Y el brioso ministro con valor magestuosose fue a ellos, que le aguardavan encarniados, i no era ya poca admiracion de losIndios, viendo que no arremetian adelantandose como solian, mostr una Crua las crueles bestias,... se subieron sobre un gran arbol, mostrando solos dientesi miedo. .... Tir la primera piedra, i otras algunos Indios, sin que los animalesmostrasen mas que estar amilanados i rabiosos; animaronse mas Indios, i a pocaspedradas cayeron bramando las terribles bestias, i en el suelo las acabaron de matar,desollaron las pieles manchadas, i trujjonlas a poner a vista de todos en la pla apublica... (Los Primeros Agustinos, 1916 [1557]: 383).

Este mismo peligro tambin es mencionado ms adelante por el grupo tnico de losorimona (Espino a Soriano, 2003: 135), y en la actualidad este problema subsiste para loshabitantes de la regin (Schjellerupet al., 2003: 132).

4. EL CAso DE Los CHiLCHo

Durante el periodo colonial los chilcho sufrieron una carga muy pesada y experienciastraumticas. Alonso de Alvarado oblig a los chilcho a trabajar en las minas de oro de SantoThomas de Quillay como mitimaes, probablemente continuando la demanda de trabajodel tributo de los incas.Sin embargo Juan Pre de Guevara se dio cuenta del trabajo poco productivo de los chilchoen las minas, donde sufran las inclemencias del clima fro de la sierra, y para escapar deltrabajo duro huyeron monta a adentro, as que l decidi traerlos de vuelta a su lugar deorigen (Espino a Soriano, 2003: 53). Desafortunadamente no hemos podido verificar eltexto en el documento original ya que la ubicacin del documento es desconocida. Juan Pre de Guevara se percat de que indudablemente era mucho ms rentable para lobligar a los chilcho a que le pagaran sus tributos en tejidos de algodn y otros productospropios del Valle de Los Chilchos. Y coloc a un Francisco Menacho como mayordomoen 1548 hasta 1550 para supervisar el cultivo y la fabricacin de los textiles de algodn ytambin para controlar el pago del tributo que se transferira a su casa en Chachapoyas.Durante una rebelin e invasin de los posic en el Valle de Ipapuy en 1549 el corregidorde Chachapoyas, don Gme de Alvarado, orden a Juan de Guevara a que emprendierauna accin contra las partes implicadas, ya que en aquella poca pertenecan todos a suencomienda. l sali con die espa oles entre los cuales Francisco Menacho y una grancantidad de gente de Leymebamba y de Los Chilchos (Espino a Soriano, 2003: 69).El resultado de la expedicin lleg a ser muy violento y varios caciques de los posic fueronmatados. Antes de volver al Valle de Los Chilchos, a Francisco Menacho le ordenaron queinstalara una estancia de criar chanchos en Posic. Los chanchos deban ser alimentadoscon ma , cuyo cultivo se dice que se les ense aron a los posic. El ma sirvi no solo paraalimentar los chanchos sino tambin para pagar el tributo (Espino a Soriano, 2003: 70).


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Los espa oles consideraban a los posic como un grupo menos civili ado que los chilcho ypara incitar el proceso de civili acin los posic fueron colocados administrativamente bajola custodia de don Gme de Toledo, cacique de los chilcho, pero en tiempos anterioresparece que los chilcho eran aliados con los posic para conseguir acceso a la selva y a susproductos. Al inicio solamente se us el ma para el pago de tributos, pero despus se incluyeron lostextiles de algodn.Un tal Francisco Jara fue nombrado por Juan Pre de Guevara como mayordomo a cargode educar a los posic en la fabricacin de textiles bajo forma de mantas, camisetas y llicllas.Otros cinco espa oles se establecieron en Posic y vivieron all hasta 1556 (Espino a Soriano,2003: 70).

5. EL tRibuto

Excesivas cantidades de 900 pie as de ropa de algodn, 150 panes de cera, 2 800 canutosde miel, 5 510 ovillos de hilo de algodn, 594 petaquillas de pescado seco, 1 054 avesde Castilla, 20 fanegas del ma , 33 vigas, 46 troncos de la palma de chonta, 50 tablasy 2 camas de madera fueron exigidas de la encomienda de Chilcho y Laya a partir de1548-1549, y dichas cantidades se incrementaron en los a os siguientes (Espino a Soriano,2003: 80).Los mayordomos reciban la parte de su pago en textiles que podan vender. En aquellapoca, La Gasca todava no haba elaborado ninguna regulacin sobre la cantidad detributos que se podra exigir de la poblacin indgena, as que los encomenderos tenan

la libertad de explotar a los indios desvalidos. Incluso cuando las nuevas regulaciones dela tasa se impusieron con fuer a en 1561, Juan Pre de Guevara se neg a obedecerlas.Esto se convirti en la ra n de un pleito muy notable en la Audiencia de Lima, iniciadopor los caciques de Leymebamba y de Los Chilchos en 1564, donde, como se mencionaposteriormente, Pre de Guevara fue finalmente confinado en la crcel, aunque solo porun periodo muy breve.En esos a os Juan Pre de Guevara haba podido recoger 5 077 pie as de algodn, lamayor parte te ido, 394 panes de cera, 7 735 canutos de miel, 5 610 ovillos de hilo dealgodn, 4 400 petaquillas de man, 660 petaquillas de pescado seco, 510 aves de Castilla,5 000 piedras de sal, 90 fanegas de trigo, 200 fanegas de ma , 60 cargas de chonta y 6petacas de cobre para clavos (Espino a Soriano, 2003: 118).El algodn natural de los chilcho tena muchos colores que variaban del blanco al marrn(segn se pudo identificar en una coleccin actual (Schjellerup et al., 2003: 122) pero ellospueden haber tenido otros colores tambin porque la entrega del tejido de algodn comotributo no se poda dar solamente en un color. Mientras que segn parece los espaoles en lasciudades ms importantes del Per preferan solamente el blanco, los chilcho tuvieron queteir su algodn a un color (el marrn?) para poder satisfacer al encomendero, porque elalgodn teido se venda a mejor precio en el mercado. En el pleito en la Audiencia de Limalos chilcho manifestaron estar en contra de teir su algodn y pedan que el encomenderoaceptara los diversos colores del algodn natural (Espinoza Soriano, 2003: 112).El encomendero con insaciable avide orden a su hermano Francisco de Guevara que

viajara con un grupo de los chilcho, de los laya y de los posic para atacar a los orimona,el grupo tnico ubicado lo ms lejos al este como he mencionado antes. Los orimonaformaban probablemente dos grupos, uno de la sierra y otro del valle (fig. 3).


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Inge Schjellerup

El asalto fue muy cruel, se desarroll usando perros de cazay machetes y casi extermin a toda la poblacin. Sus casas ychacras fueron incendiadas, solamente algunos de los heridosfueron llevados a Posic. Un testigo declar luego que el ataquehaba sido realizado solamente a peticin del cacique de loschilcho, que arga que el clima en Los Chilchos era demasiadofro para el cultivo del algodn y no tenan ninguna cera.La ra n expuesta era que los orimona se negaban a cultivaralgodn, pese a tener el clima ideal para el desarrollo deesta planta, pero como los chilcho tenan que cumplir conel tributo, se vieron obligados a invadir aquel territorio parasembrar algodn. Juan Pre de Guevara enrol probablemente gente de

los chilcho, de los laya y de los posic como mercenarios,y con la ayuda de su hermano entr en guerra contra losorimona porque deseaba incluir este rea en su encomiendapara conseguir ms algodn. Uno de los problemas era laadministracin poltica de Chachapoyas y de Moyobamba,ya que la encomienda de Pre de Guevara perteneca aChachapoyas mientras que el grupo orimona de la Sierraperteneca a Moyobamba.Pero est claro que Juan Pre de Guevara posea un poder

absoluto y una influencia local abrumadora y poda manipular, amena ar y maltratar a lapoblacin indgena causndoles tanto temor que nadie se atrevi a emprender una accin

en su contra, hasta el pleito en 1564 y otras quejas (Schjellerup, 1997: 85-91).La descripcin del botn del ataque hace pensar que iba dirigido contra los orimona de lasierra ya que fueron robadas 100 llamas, muchas mantas, ropa, cierta cantidad de ovillosde algodn, muchas cerbatanas, macanas, redes para ca ar pjaros y un gran nmero decuyes (Espino a Soriano, 2003: 125).Otro Jara, Enrique, hermano del mayordomo Francisco Jara, fue encargado por Pre deGuevara de repartir la tierra de los orimona en nuevas chacras de algodn y tambinde asegurar la recoleccin del tributo. ste cometi una serie de crueldades contra lapoblacin de los orimona, ayudado por algunos miembros de los chilcho, de los lajas y delos posic durante los prximos seis a os a pesar de las protestas de los encomenderos de losorimona, que vivan en Moyobamba. Los asaltos de los laya y los posic contra los orimonacontinuaron hasta los a os 1570.Espino a Soriano enumera las quejas de los caciques. Estos llevaron a la Audiencia de Limaun pleito en contra de su encomendero Juan Pre de Guevara en 1564. Aqu citamossolamente una seleccin de las quejas publicadas por dicho historiador (2003: 115-120).

- Haber permitido que Menacho cortara las narices al indgena Sosia Otano en elpueblo de Ipapuy.- Haber consentido a Menacho para encerrar en un galpn del pueblo de Pilaya agran cantidad de indgenas de ambos sexos para que hilaran, tejieran y prepararanropa, sin proporcionarles alimentos, dando como fruto la huida de ellos a los montes,donde muchos fallecieron de hambre. Mientras que otros fueron capturados a

quienes se les amputaron las narices, a otros los descuarti aron cortndoles laspiernas por la parte de musculos a la altura de las corvas y a los restantes lestroncharon las orejas. Entre las vctimas mencionaron a Tipoc Punti y a Quiunti.

F g ra 3 Y d a de M a a y f el (Martne Compa n, 1787)


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- Que debido a tales abusos, los chilcho escaparon de su pueblo para buscar refugioen los montes de los indios de guerra no conquistados todava, sin poder regresarbajo ningn modo.- Que utili aba a una gran cantidad de indgenas en el transporte de los tributosdesde sus aldeas a la ciudad de Chachapoyas.- Que por medio de su criado Diego Pre logr que los chilcho y laya, aparte delos tributos que le entregaban, le labrasen chacras de algodn, en tanta cantidadque en dos a os le cosecharon ms de 7000 arrobas (8 750 g) depositadas en sucasona chachapoyana, sin pagarles absolutamente ningn salario.

Mantuvieron a Juan Prez de Guevara confinado en Chachapoyas en la crcel solamentedurante su declaracin donde l neg todas las acusaciones graves. La sentencia del caso esdesconocida pero Prez de Guevara ya estaba libre al poco tiempo. Muri en 1569 y dej suencomienda a su hijo Francisco de Guevara, quien continu con los abusos de su padre.

6. DEsPLAzAMiEnto DE Los CHiLCHo

Alrededor de 1580 el Repartimiento de Chilchos y Laya es un repartimiento separado,atribuido a la Corona espa ola, bajo juridiccin del Corregimiento de la Provincia deCaxamarquilla. Contaba con 353 indios tributarios y 1 457 personas (ancianos, mujeresy ni os) reducidos en las tres pueblos llamados Santa Mnica, San Guillermo y El Asientode Tambo.En 1583 el Repartimiento de Leymebamba y Cochabamba perteneca a la encomiendade Juan de Guevara, el segundo hijo de Juan Pre de Guevara, ya que Francisco habafallecido.

El Repartimiento de Laymebamba y Cochabamba, bajo don Juan de Guevara,tiene 912 indios pagadores del tributo y 5 203 personas, reducidos en las tresaldeas llamadas Santo Thoms de Quillay y Elifonso y Cochabamba (Maurta,1906: 262).

Aparece as que los chilcho fueron reducidos en el pueblo de San Ildefonso de los Chilchos. Sinembargo, la tradicin oral en el pueblo actual de Montevideo (anteriormente San Ildelfonsode los Chilchos) cuenta que los habitantes se mudaron de Chilchos (el valle de Los Chilchos)para vivir en otro pueblo a mayor altura, debido a que una enfermedad grave amenazabacon extinguir a la poblacin entera. Puede ser viruela u otra enfermedad (fig. 4).

7. LA visitA DE MoGRovEJoEl obispo de Lima Toribio Mogrovejo visit Chachapoyas en su segunda visita pastoral en1593 donde menciona muchos de los topnimos pero con muy pocos habitantes:

En el pueblo de San Ildefonso de los Chilchos, anexo a esta doctrina (de SanctoThomas) consta y parece por declaracin de don Juan Chilcho y don Pedro Yaxa(Laja) haber cincuenta y seis indios tributarios en los cuales declararon entrar trescojos y un mudo.En la doctrina de Taulia donde es cura el Padre Fray Francisco Cabe n, de laOrden de la Merced, donde dice que el sacerdote tiene que ir con mucho cuidado

y recato por causa de los indios Motilones y Jeberos [ ?]que de ordinario salena Laya y Possi y toda aquella tierra a cortar las cabe as a los cristianos, y todos loscaminos son muy malos y peligrosos.


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El pueblo de Laya, el cual por temor de los Ancaesy mal sitio se despobl, y hay tres indios.

El pueblo de Ypapuy, que est siete leguas de muy malcamino con riesgo de los Ancaes y tiene veinte y dosindios tributarios casados, y doce indios viejos reservados,casados y solteros, y doce indias viudas y solteras, y diey seis mochachos. Confirm su Se oria en este puebloonce personas.

F g ra 4 Y d c v rela (Martne Compa n, 1787)

El pueblo de Possi, tiene veinte y seis indiostributarios casados y nueve indios ms tributariossolteros, y die indios viejos reservados, casados, yocho indias, viudas, solteras, y die y seis mochachosy veinte y dos mochachas, que por todas son nimas

noventa y una. Confirm su Se ora esta ve en estepueblo veinte y ochos personas. Toda esta poblacinest dentro de la monta a y en tierra peligrosa deenemigos; y la relacin de los yanaconas ovejerosde las estancias est en la informacin que hi o suSe ora, que est en este libro, y todas son anexosa esta doctrina; y ms, tiene ac afuera en la sierrafuera de la monta a los pueblos y gente e indios(Mogrovejo, 1921: 51, 65).

La mayora de los asentamientos en la monta a parecen haber desaparecido en el sigloXVII como es el caso de los pueblos reducidos de Santa Mnica, San Guillermo y El Asientode Tambo en el repartimiento de Chilchos y Laya ya que estaban mencionados die a osantes. Es posible que hayan sido poblados solamente por un tiempo muy corto o tal veque no llegaran a existir siquiera. Encontramos un decrecimiento muy dramtico de lapoblacin en los primeros 50 a os despus de la Conquista con marcados abusos de losinvasores espa oles.En 2004 hicimos investigaciones interdisciplinarias de arqueologa, etnohistoria, antropologay geografa en el valle de Los Chilchos que pertenece geogrficamente a la provinciade Huallaga pero est adscrito administrativamente a Leymebamba en la provincia deChachapoyas.No tenemos ninguna referencia de dnde estaban situados estos tres pueblos. Los topnimosde Laja, Posic y de los pueblos de Ipapuy, Ipoala y de Jibil no constan en ningn mapacontemporneo pero la tradicin oral entre algunos habitantes ubica el pueblo original dePosic al suroeste de Soritor. Sera distinto del lugar cerca de Rioja que lleva hoy da estemismo nombre de Posic.Otros grupos de la Ceja de Monta a vivan a lo largo del ro Huambo, un tributario delro Huayabamba durante el mismo periodo pero en este caso tambin solo aparecen lostopnimos en los documentos sin que haya supervivientes.


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Refere c a c ada

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111 - sacando a los caciques de la oscuridad del olvido

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