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1.-INTRODUCCION AL ADIESTRAMIENTO. Todo poseedor de un perro debe saber que su alumno puede llegar a ser el más eficaz de los ayudantes o el más execrable; la diferencia está simplemente en el tiempo que se le haya querido dedicar a su educación y en la paciencia que hayamos tenido con él. Es preciso que lo sepamos antes de empezar. El adiestramiento es un empresa larga que precisa una sólida motivación, da igual cuál sea ésta, a condición de que sea más fuerte que vuestra impaciencia y vuestras iras pasajeras, siendo preciso saber calmarse antes de estropearlo todo., si hay alguna tarea que la cólera sea siempre mala consejera, esa es el adiestramiento, la calma la seguridad sosegada deben guiar todas vuestras relaciones con el alumno. La fatiga, la enervación, la impaciencia y la precipitación, sobre todo estas dos últimas, son estados de animo que no son apreciados en absoluto por los perros, en estos casos es mejor posponer la lección, es mejor no hacer nada antes que hacerlo mal, una lección retrasada no perjudica en nada, pero una mal impartida puede hacer que retrocedamos muchos peldaños. En muchos videos y libros me ha llamado la atención la frase “unas cuantas repeticiones y el perro habrá aprendido”, cuanto optimismo y que gran error hacer creer que todo es así de fácil, entre haber entendido un ejercicio y repetirlo como un reflejo, hay todo un camino en la psique del perro, una transformación progresiva de su personalidad, una maduración de carácter, una asimilación lenta y gradual que no puede efectuarse en menos de una quincena de meses, por supuesto que el látigo puede hacer avanzar más rápido que las caricias, “romper” un perro, doblegar su carácter, puede hacerse en 3 meses pero ¡pobre perro!. http://www.actiweb.es/albardial

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1.-INTRODUCCION AL ADIESTRAMIENTO. Todo poseedor de un perro debe saber que su alumno puede llegar a ser el más eficaz de los ayudantes o el más execrable; la diferencia está simplemente en el tiempo que se le haya querido dedicar a su educación y en la paciencia que hayamos tenido con él. Es preciso que lo sepamos antes de empezar. El adiestramiento es un empresa larga que precisa una sólida motivación, da igual cuál sea ésta, a condición de que sea más fuerte que vuestra impaciencia y vuestras iras pasajeras, siendo preciso saber calmarse antes de estropearlo todo., si hay alguna tarea que la cólera sea siempre mala consejera, esa es el adiestramiento, la calma la seguridad sosegada deben guiar todas vuestras relaciones con el alumno. La fatiga, la enervación, la impaciencia y la precipitación, sobre todo estas dos últimas, son estados de animo que no son apreciados en absoluto por los perros, en estos casos es mejor posponer la lección, es mejor no hacer nada antes que hacerlo mal, una lección retrasada no perjudica en nada, pero una mal impartida puede hacer que retrocedamos muchos peldaños. En muchos videos y libros me ha llamado la atención la frase “unas cuantas repeticiones y el perro habrá aprendido”, cuanto optimismo y que gran error hacer creer que todo es así de fácil, entre haber entendido un ejercicio y repetirlo como un reflejo, hay todo un camino en la psique del perro, una transformación progresiva de su personalidad, una maduración de carácter, una asimilación lenta y gradual que no puede efectuarse en menos de una quincena de meses, por supuesto que el látigo puede hacer avanzar más rápido que las caricias, “romper” un perro, doblegar su carácter, puede hacerse en 3 meses pero ¡pobre perro!.

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2.-¿CUANTO DURA EL ADIESTRAMIENTO? Es difícil preveer la duración de un adiestramiento y establecer su calendario, si la primera que vez que le miré a los ojos a mi perra Nala, hubiera sabido lo largo que era el camino a recorrer, creo que no lo hubiera iniciado, hoy teniendo en cuenta los resultados obtenidos y las satisfacciones que me ha reportado, me parece bien poco, lo que he disfrutado con ella en el campo, eso no tiene precio, las guías de 30 metros a las perdices, las muestras, tanto a perdices como a liebres, esas codornices que la hacían trabajar como una loca, la caza que le habré matado a muestra, eso amigos míos, bien merece la pena, el tiempo dedicado a ello. Algunos perros son alumnos perfectos, lo entienden todo rápidamente, con ellos un adiestrador experimentado puede ir muy rápido, otros pueden estropearse porque estos perros inteligentes no perdonan los errores , el error de querer ir demasiado rápido el error de no haber comprendido su personalidad y de haberla descuidado, cuidado, hay que tener paciencia, paciencia y mas paciencia, muchas veces culpamos al perro de nuestros errores, el perro es siempre el culpable, culpable de no aguantar, pero pocas veces he oído de reconocer que no se sabia de educación y adiestramiento canino, y por lo tanto no se sabia explicar las lecciones. Un buen amigo mío, tenia un spaniel, el cual se quejaba de que no cazaba, un buen día salimos a cazar juntos, el perro no se despegaba de sus pies, al preguntarle ¿Qué le había hecho al perro?, me contesto “nada, yo no le he hecho nada”. Después de varias horas volamos unas perdices, cayeron a un arroyo, mi perra me puso una que deje de ala, saliendo los dos perros detrás de ella, al volver traía mi perra la perdiz, cuando el spaniel toma una emanación, se va hacia su izquierda y unos metros mas delante, una muestra perfecta, mi amigo corre hacia el, el perro rompe la muestra y se va detrás de su amo, “no había hecho nada”, mi querido amigo rompió aquel perro. Todo adiestramiento debe planificarse, no en el tiempo, sino en las diferentes etapas que obligatoriamente comporta. Son necesarios un plan y un método, al igual que una perfecta aplicación, sin querer quemar etapas, esto es imperativo, la paciencia y el tiempo hacen más que la rabia y la fuerza.

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3.- PRINCIPIOS DEL ADIESTRAMIENTO. La finalidad del perro de muestra es situar la caza con precisión, muchos animales, en particular los felinos, se concentran antes de lanzarse ante su presa, los perros de muestra jóvenes hacen lo mismo ante sus primeras perdices. La meta del adiestramiento es alargar lo más posible este tiempo de concentración antes de abalanzarse, o mejor, la eliminación de ese afán de atrapar. El perro de muestra ya no caza para sí, sino para su amo, su adiestramiento no es más que la canalización de su instinto salvaje en provecho del hombre, la selección de los mejores ha conseguido transformar el instinto natural de atrapar en un reflejo de inmovilización: la muestra. Por su contacto permanente con el hombre, el perro ha mejorado además su inteligencia, sin embargo, su inteligencia canina tiene unos límites, evidentemente es capaz de asimilar un cierto número de cosas y de adaptarse por propia iniciativa a situaciones particulares, pero el perro carece de inteligencia pura: es incapaz de crear y procede por asociación de ideas. Se entiende por asociación de ideas el poder de recordar estados psicológicos pretéritos. Al triple criterio de que el estado psicológico se asocia con contiguedad, similitud y contraste, se añaden los criterios de frecuencia, vivacidad e interés, sobre estos tres últimos principios descansa el plan de adiestramiento. Me explico. En virtud de la frecuencia, las lecciones de adiestramiento deben ser muy próximas entre si unas de otras, de ese modo, en la lección presente el perro no ha tenido tiempo de olvidar las enseñanzas de la precedente. La práctica lo muestra, con la cadencia de una lección cada quincena un adiestramiento durará toda la vida del perro, teniendo en consideración las disposiciones de nuestro alumno, las lecciones, por ejemplo, de “sentado”, deberían ser diarias o incluso dos al día. Al campo hay que sacarlo dos sesiones de diez minutos por semana, mejor que una media hora por semana o que una hora cada quince días, son mejores dos lecciones demasiado cortas que una demasiado larga. En razón de la vivacidad una enseñanza nueva debe marcar al perro y, contrariamente al principio precedente, es preciso basar la enseñanza sobre la intensidad y no sobre la frecuencia. La corrección, por ejemplo, debe de ser infrecuente pero intensa, es decir severa, para que el perro se acuerde de ella, la primera condición es particularmente importante. El resultado del adiestramiento también depende de una tercera ley: la del interés. El perro es lo suficientemente inteligente como para elegir, entre dos opciones, la que más le agrada. Entre darse el gusto de seguir a una liebre y un pequeño castigo, elegirá correr tras la liebre, entre desobedecer, por ejemplo, a la llamada y una golosina, elegirá esta última. http://www.actiweb.es/albardial

La dosificación entre estos tres principios es lo que define al buen adiestrador. Utilizando la inteligencia y la memoria del alumno, poco a poco se llegan a imponer nuevos hábitos de comportamiento. Los hábitos se adquieren por repetición, y el buen educador- aquí conviene más este nombre que el de adiestrador- debe tener constantemente presente que el hábito es una fuerza muy poderosa en el mundo animal. Los educadores de humanos siempre lo tienen en mente, es fundamental, antes de imponer una orden, estar seguro de que el alumno ha entendido lo que se le pide. Esto es lo mas difícil de conseguir si queremos preservar la alegría de vivir y el desarrollo pleno del alumno. Todo lo demás no es más que paciencia y repetición, porque a mi entender los principios aquí expuestos constituyen la psicología y el a b c del adiestramiento.

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