Texto: Dr. Ernesto Contreras

Los humanos con injusticia detienen la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, porque Dios se los manifestó, ya que las cosas invisibles de Él, su eterno

poder y deidad, son claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por la naturaleza;

así que no tienen excusa. Pretendiendo ser sabios, se hicieron necios. (Romanos 1:18-22).

El principal propósito de la teoría de la evolución, es

dar una explicación naturista sobre el origen de la materia, de la vida, y de las especies, proponiendo que “la nada” un día se le ocurrió transformarse en

materia, formando átomos sencillos como el Helio e

hidrógeno, que progresivamente se

transformaron, por puros sucesos al azar, en todos

los otros 90 elementos químicos naturales, y

actualmente conocidos e incluidos, en la

Tabla Periódica de los Elementos.

Pero que entre los átomos de Helio con peso atómico 4.003 y el del Litio, con peso atómico 6.939, haya una brecha (no hay elemento

con peso atómico 5). Y que entre el Litio y el Berilio, con peso atómico 9.012, haya otra brecha (ausencia de algún elemento con

peso atómico 8), hace imposible la formación de los otros elementos.

“En la secuencia del peso atómico, están vacíos los lugares correspondientes a los pesos atómicos 5 y 8; o sea que no hay

átomos estables que tengan peso o masa atómica 5 y 8… La pregunta es entonces: ¿Cómo pudieron, durante el proceso de formación de los elementos por la captura de más neutrones,

salvarse tales brechas?”

“Este proceso no podría haber rebasado el Helio 4, y aun haciendo un puente sobre este primer hueco o brecha, se habría detenido a

nivel de la masa 8. Esta objeción fundamental a la teoría de Gamow, constituye una grave decepción, ante lo promisorio y filosóficamente

significativo de su idea.” *William A. Fowler (I. Tecnológico de California).

Nota: (*) significa que no es creacionista.

Los evolucionistas dicen que después del Big Bang (teoría que dice que una explosión masiva inicial hace 20 billones de años, transformó

“la nada condensada” en átomos de Hidrógeno y Helio), se fueron formando los elementos más pesados por fusión (unión de núcleos ó

átomos), o por fisión (fractura de un átomo en otros dos menos pesados).

Pero “La posibilidad matemática de que núcleos, átomos, o moléculas interestelares se adhirieran por azar, para formar un

grano de masa con un radio de 0.00001cm, sería de 3 mil millones de años.” *M. Harwit Astrophysical Concepts, 1973, p. 394. Esto

descarta la posibilidad de formar todas las estrellas y sus elementos en 20 billones de años.

Nota: (*) significa que no es creacionista.

“El modelo típico del Big Bang no da cabida al acumulamiento.” Philip E. Seiden (IBM). “Ese modelo supone que el universo empezó como un gas en expansión, globalmente uniforme y homogéneo. Si

aplicamos las leyes de la física a este modelo, salimos con una inmensidad cósmica de átomos sin ningún tipo de organización.”

“Sin galaxias, ni estrellas, ni planetas, ni nada. No es necesario decirlo, pero el cielo nocturno con sus cúmulos, grupos, y racimos

deslumbrantes, nos dice lo contrario. Entonces, ¿Cómo llegaron allí todos los cúmulos? Nadie sabe.” *Ben Patrusky, Why is the Cosmos

Lumpy, Science 81, Junio 1981, p. 96.

Nota: (*) significa que no es creacionista.

En otras palabras, que nuestro universo, en vez de caos, muestre un orden tan extraordinariamente complejo; con tanta diversidad de cuerpos celestes organizados, y con movimientos de rotación y translación, tan asombrosamente coordinados, como los de las lunas que giran en sentido contrario sin chocar, descarta a la

casualidad como su origen.

Pero aun suponiendo que gracias a explosiones subsecuentes de estrellas de primera y segunda generación, se formaron todos los

elementos, las posibilidades de que por azar, se formaran las primeras biomoléculas (aminoácidos, péptidos, proteínas, grasas y

azúcares compuestos; y ácidos nucléicos como el ADN, y ARN), son prácticamente cero.

Si también suponemos que por pura casualidad, hace

unos 3 mil millones de años, se formó

espontáneamente, la primera célula y bacteria viva, ancestro común de todos los seres vivos; por evolución y puros sucesos al azar, no habría tiempo

suficiente para que se formaran las miles

de especies de plantas y animales extintas y vivas,

conocidas.

Además, mencionemos que en los últimos 50 años,

el microscopio electrónico ha permitido

descubrir, describir, y estudiar el funcionamiento de los llamados organelos celulares, que dentro del citoplasma de toda célula viva, tienen estructuras, funciones, y mecanismos tan extraordinariamente

complejos, que descartan su origen por casualidad.

Ahora se sabe que como en cualquier lenguaje, la estructura, funcionamiento, y codificación de la información contenida en el ADN

(cromosomas, genes, y nucleótidos) del núcleo de toda célula viva, no puede ser el resultado de aglomeraciones fortuitas de átomos y

moléculas con información, sin dirección, propósito, guía, ni control.

Y los mecanismos necesarios de traducción, transcripción, y transformación de dicha información, en acciones concretas

(formación de proteínas, y otras biomoléculas y estructuras), en forma coordinada y controlada, que también han estado

programados desde su formación inicial, en el ADN, eliminan toda posibilidad de su origen por evolución.

El que en todas las estructuras de todos los seres vivos, desde los unicelulares hasta las plantas con flores y frutos, y los complejísimos mamíferos, haya dimorfismo sexual, simetría, colores, belleza, y un sofisticado diseño por ejemplo, en la forma de las hojas, las flores, los frutos, las alas, las plumas, y los ojos, descartan su origen por

pura casualidad.

Los evolucionistas dicen que todo esto surgió

gracias a que la sabia naturaleza, y la prácticamente

omnipotente selección natural, interactuando con

mutaciones genéticas sucedidas al azar, fueron

capaces de generar y seleccionar nuevos y cada

vez más complejos rasgos y funciones

heredables, que mejoraron la capacidad de sobrevivencia.

Esto implica otorgarle al medio ambiente la capacidad de desencadenar dichos cambios y variaciones, basados en las necesidades del ser vivo para sobrevivir, lo que contradice

los principios de que la evolución es consecuencia de sucesos ciegos, al azar, impredecibles, y sin dirección; ya que aceptar que

hubo propósito, implica un acto inteligente.

Pero todo el universo, el sistema solar, el

planeta Tierra, y los seres vivos, son

elocuentes e incontrovertibles

evidencias de que la creación completa,

es producto del diseño inteligente del Creador de todas las cosas que la Biblia llama Dios. Es un verdadero insulto a

la razón y a Dios, atribuir tales

maravillas, a la llamada sabia naturaleza.

Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. El testimonio de Dios, es

fiel, que hace sabio al sencillo y alumbra los ojos. Deseable es más que el oro, y más que mucho oro

afinado; y en guardarlo hay grande galardón. Líbrame de la soberbia, pues entonces seré íntegro, y limpio de gran transgresión, oh Dios, Roca mía, y Redentor mío

(Salmo 19).