1. abre tus brazos abre tus brazos, señor, señor, ven a mi lado, mi

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1. Abre tus brazos Abre tus brazos, Señor, Señor, ven a mi lado, mi Dios, mi Dios. Si algún día el odio y la guerra ya no surcan más la tierra será el Reino del amor. Todos unidos, con las manos enlazadas alzaremos la mirada para encontrar al Señor. Cuando unamos nuestras manos temblorosas para entregar una rosa o para pedir perdón. Cuando los hombres suban sus ojos al cielo y encuentren allí consuelo, Dios escucha su clamor. 2. Alegre la mañana Alegre la mañana que nos habla de Ti. Alegre la mañana. En nombre de Dios Padre, del Hijo y del Espíritu, salimos de la noche y estrenamos la aurora, saludamos el gozo de la luz que nos llega resucitada y resucitadora. Tu mano acerca el fuego a la sombría tierra, y el rostro de las cosas se alegra en tu presencia; silabeas el alba igual que una palabra, tú pronuncias el mar como sentencia. Regresa desde el sueño el hombre a su memoria, acude a su trabajo, madruga a sus dolores; le confías la tierra, y la tarde la encuentras rica de pan y amarga de sudores. Y tú te regocijas, oh Dios, y tú prolongas en sus pequeñas manos tus manos poderosas, y estáis de cuerpo entero los dos así creando, los dos así velando por las cosas. Bendita la mañana que trae la gran noticia de tu presencia joven, en gloria y poderío, la serena certeza con que el día proclama que el sepulcro de Cristo está vacío. 3. Alegría de vivir Cantando la alegría de vivir llegamos a la casa del Señor. Marchando todos juntos como hermanos andemos los caminos hacia Dios. Venid, entremos todos dando gracias; venid, cantemos todos al Señor, gritemos a la Roca que nos salva, cantemos la alabanza a nuestro Dios. La paz del Señor sea con nosotros, la paz que llena sola el corazón, la paz de estar unidos como hermanos, la paz que nos promete nuestro Dios. Entremos por las puertas dando gracias, pidamos al Señor también perdón, perdón por nuestras faltas a los hermanos, perdón por nuestro pobre corazón 4. Alzad la manos Alzad las manos y darle la Gloria a Dios (Bis). Alzad las manos y alabadle como niños del Señor. Dios dijo a Noe, construye una barca (Bis) Y hazla toda ella de madera para niños del Señor Los animalitos subieron de dos en dos (bis). Los elefantes y canguros como niños del Señor. Si tú vas al cielo primero que yo (Bis).Dile a todos esos angelitos que también yo iré. 5. A ti llegamos Después de una semana de mucho trabajo querer decirte mil cosas y no poder, tan sólo ofrecerte el cansancio, quizá un fracaso y siempre la misma alegría volver a tener A ti llegamos, a ti, queremos amarte, señor, donarte todo nuestro amor, decirte siempre que si. Qué lindo Señor encontrarte en cada momento qué lindo que pueda ofrecerte un poco de pan, Tú eres la luz, el Camino, la Estrella en la noche. Por eso Señor, te pedimos: que no nos dejes más. 6. A tu mesa Señor A tu mesa Señor, nos invitas a todos; beberemos tu copa, comeremos tu pan (Bis) La vida así es más bella, comiendo de tu pan: comunidad de hermanos podremos soñar. Caminad y luchar con la fuerza que da tu pan. (Bis) El que come este pan, vivirá para siempre: este es el pan de vida, pan de resurrección. De justicia y de paz, hambre tiene tu pueblo: sácianos a tu mesa y enséñanos a amar. En el pan que nos das mueres tú por nosotros: comunión es entrega, servir a los demás. 1 2

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Page 1: 1. Abre tus brazos Abre tus brazos, Señor, Señor, ven a mi lado, mi

1. Abre tus brazos Abre tus brazos, Señor, Señor, ven a mi lado, mi Dios, mi Dios. Si algún día el odio y la guerra ya no surcan más la tierra será el Reino del amor. Todos unidos, con las manos enlazadas alzaremos la mirada para encontrar al Señor. Cuando unamos nuestras manos temblorosas para entregar una rosa o para pedir perdón. Cuando los hombres suban sus ojos al cielo y encuentren allí consuelo, Dios escucha su clamor.

2. Alegre la mañana Alegre la mañana que nos habla de Ti. Alegre la mañana. En nombre de Dios Padre, del Hijo y del Espíritu, salimos de la noche y estrenamos la aurora, saludamos el gozo de la luz que nos llega resucitada y resucitadora. Tu mano acerca el fuego a la sombría tierra, y el rostro de las cosas se alegra en tu presencia; silabeas el alba igual que una palabra, tú pronuncias el mar como sentencia.

Regresa desde el sueño el hombre a su memoria, acude a su trabajo, madruga a sus dolores; le confías la tierra, y la tarde la encuentras rica de pan y amarga de sudores. Y tú te regocijas, oh Dios, y tú prolongas en sus pequeñas manos tus manos poderosas, y estáis de cuerpo entero los dos así creando, los dos así velando por las cosas. Bendita la mañana que trae la gran noticia de tu presencia joven, en gloria y poderío, la serena certeza con que el día proclama que el sepulcro de Cristo está vacío.

3. Alegría de vivir Cantando la alegría de vivir llegamos a la casa del Señor. Marchando todos juntos como hermanos andemos los caminos hacia Dios. Venid, entremos todos dando gracias; venid, cantemos todos al Señor, gritemos a la Roca que nos salva, cantemos la alabanza a nuestro Dios. La paz del Señor sea con nosotros, la paz que llena sola el corazón, la paz de estar unidos como hermanos, la paz que nos promete nuestro Dios. Entremos por las puertas dando gracias, pidamos al Señor también perdón, perdón por nuestras faltas a los hermanos, perdón por nuestro pobre corazón

4. Alzad la manos Alzad las manos y darle la Gloria a Dios (Bis). Alzad las manos y alabadle como niños del Señor. Dios dijo a Noe, construye una barca (Bis) Y hazla toda ella de madera para niños del Señor Los animalitos subieron de dos en dos (bis). Los elefantes y canguros como niños del Señor. Si tú vas al cielo primero que yo (Bis).Dile a todos esos angelitos que también yo iré.

5. A ti llegamos

Después de una semana de mucho trabajo querer decirte mil cosas y no poder, tan sólo ofrecerte el cansancio, quizá un fracaso y siempre la misma alegría volver a tener A ti llegamos, a ti, queremos amarte, señor, donarte todo nuestro amor, decirte siempre que si. Qué lindo Señor encontrarte en cada momento qué lindo que pueda ofrecerte un poco de pan, Tú eres la luz, el Camino, la Estrella en la noche. Por eso Señor, te pedimos: que no nos dejes más.

6. A tu mesa Señor A tu mesa Señor, nos invitas a todos; beberemos tu copa, comeremos tu pan (Bis) La vida así es más bella, comiendo de tu pan: comunidad de hermanos podremos soñar. Caminad y luchar con la fuerza que da tu pan. (Bis) El que come este pan, vivirá para siempre: este es el pan de vida, pan de resurrección. De justicia y de paz, hambre tiene tu pueblo: sácianos a tu mesa y enséñanos a amar. En el pan que nos das mueres tú por nosotros: comunión es entrega, servir a los demás.

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7. A María le gusta tanto A María le gusta tanto recibirnos cantando (Bis). Cantaremos, bailaremos, rezaremos, para llegar a los pies de la señora amando. Llevaremos a sus pies la belleza y sencillez de las flores que hay en el campo. Pediremos a María que nos lleve de la mano y nos proteja bajo su manto. Llevaremos la alegría , la esperanza y el amor, para estar unidos como hermanos. Ven amigo, ven hermano, vengan jóvenes, vengan niños que la madre nos está esperando Los muchachos de Cristo le cantan a María porque ella nos está escuchando. Y las chicas de Cristo le cantan a María porque ella nos está escuchando. Todos juntos le cantamos a María porque ella nos está escuchando.

8. Benditos son los pies Bendito son los pies de los que llegan para anunciar la paz que el mundo espera. Apóstoles de Dios, que Cristo envía, voceros de su voz, grito de vida. Felices los que anuncian con su vida la venida del Reino del Señor. De pie, en la encrucijada del camino, del hombre peregrino y de los pueblos: es el fuego de Dios el que los lleva como Cristos vivientes a su encuentro. Dichosos los que oyendo la llamada de la fe y el amor en sus vidas creen que la vida les es dada para darla en amor y con fe viva. Dichosos, del amor dispensadores; dichosos de los tristes el consuelo; dichosos, de los hombres servidores; dichosos, pregoneros de los cielos. Dichosos si abrazaron la pobreza para llenar de Dios sus alforjas, para servirle a él con fortaleza, con gozo y con amor a todas horas. Dichosos mensajeros de verdades, marchando por caminos de la tierra, predicando bondad contra maldades, pregonando la paz contra las guerras.

9. Buenas nuevas Un nuevo día amanece y los campos reverdecen, hombres nuevos aparecen, de una nueva tierra crecen. Y sus voces, como truenos, van rompiendo los silencios y en su canto con aliento hay un Dios que va contento. Buenas nuevas, buenas nuevas pa´ mi pueblo. El que quiera oír que oiga y el que quiera ver que vea lo que esta pasando en medio de un pueblo que empieza a despertar; lo que esta pasando en medio de un pueblo que empieza a caminar. Ya no estés más preocupado, tu dolor se ha terminado; mucho tiempo has esperado, tu momento ha llegado. En tu seno, pueblo mío, hay un Dios que está escondido y con fuerza ha levantado tu rostro adormecido. Podemos cambiar la historia, caminar a la victoria. Podemos crear el futuro y romper todos los muros. Si unimos nuestras manos, si nos vemos como hermanos, lograremos lo imposible: ser un pueblo de hombres libres.

10. Como una gran familia

Como una gran familia, Señor, hoy venimos a ti, escucha el grito de tu pueblo, oye su voz. Danos tu pan y tu palabra, guárdanos siempre en el amor. Poco tenemos para ofrecer, sufrimiento y dolor, mucho tenemos que pedir, mucho Señor. Tú nos reúnes junto a tu mesa, con nosotros estás, lleva al Padre nuestra plegaria, Cristo Jesús.

11. Canción de la Alianza El que no ama a Dios no ha conocido: porque a Dios en el amor se lo conoce. (Bis) Tenemos un Dios, que grande es mi Dios! Tenemos un Dios y Dios es amor. El amor del Padre entregado al mundo se mostró en Jesús para que creyendo, para que creyendo, por El vivamos, por El vivamos. Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la Vida porque nos amamos porque nos amamos y nos aliamos a los hermanos. El amor del Padre se derramó en nosotros por el Espíritu Santo que a nuestros corazones, que a nuestros corazones ha sido enviado ha sido enviado.

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12. Canción del caminante Porque el camino es árido y desalienta, porque tenemos miedo de andar a tientas, porque esperando a solas poco se alcanza, valen más dos temores que una esperanza. Dame la mano y vamos ya, dame la mano... y vamos ya. Si por delicadeza perdí mi vida quiero ganar la tuya por decidida porque el silencio es cruel, peligroso el viaje; yo te doy mi canción tu me das coraje. Animo nos daremos a cada paso, ánimo compartiendo la sed y el vaso, ánimo aunque hayamos envejecido, siempre el dolor parece recién nacido. Porque la vida es poca, la muerte es mucha, porque no hay guerra pero sigue la lucha, siempre nos separaron los que dominan, pero sabemos que hoy esto se termina.

13. Cantando la alegría Juntos cantando la alegría de vernos unidos en la fe y el amor juntos sintiendo en nuestras vidas la alegre presencia del señor . Somos la iglesia peregrina que El fundó, somos un pueblo que camina sin cesar. Entre cansancios y esperanzas hacia Dios, nuestro amigo Jesús nos llevará. Hay una fe que nos alumbra con su luz, una esperanza que empapó nuestro esperar. Aunque la noche nos envuelva en su inquietud, nuestro amigo Jesús nos guiará. Es el Señor nos acompaña al caminar, con su ternura a nuestro lado siempre va. Si los peligros nos acechan por doquier, nuestro amigo Jesús nos salvará.

14. El Señor hoy nos reúne El Señor hoy nos reúne, aleluya, aleluya (bis). Y tenemos su bendición en esta su reunión, aleluya, aleluya. La verdad y la justicia, aleluya, aleluya (bis). Él la ofrece con amor, nos entrega su redención, Él la ofrece con amor, aleluya, aleluya. Será justa su sentencia, aleluya, aleluya (bis). Lavará ya nuestros pecados con su sangre tan sagrada, lavará ya nuestros pecados, aleluya, aleluya.

15. El Señor nos llama

El Señor nos llama y nos reúne, somos su pueblo signo de unidad. Él esta en medio de nosotros: sirve a la mesa, nos reparte el pan. Por todos los caminos nos sales al encuentro, por todos hemos visto señales de tu amor. Tu pueblo se reúne, Señor a bendecirte, a celebrar con gozo tu paso salvador. Convocas a tus fieles, nacidos de las aguas, a festejar unidos la nueva creación. La sala del banquete se llena de invitados, estamos reunidos y en medio está el Señor. Revélanos al Padre, Oh Cristo nuestra fiesta, aumenta la esperanza de nuestro caminar. Tu Espíritu divino nos dé la fortaleza, los bienes que esperamos nos haga pregustar.

16. Cristos Jóvenes Jóvenes, Cristos jóvenes necesita el mundo de hoy. Jóvenes, Cristos jóvenes que devuelvan la fe en el amor. Que destruyan en la tierra, la injusticia y falsedad, que construyan un mañana lleno de fraternidad. Que en lugar de la miseria den al hombre dignidad y rediman al esclavo con trabajo y dignidad.

Que enderecen los caminos con la fuerza de Tú ley y que laven del dinero esa sangre de interés. Que silencien la metralla y rehagan el hogar, que liberen de la angustia y compongan un cantar.

17. Enséñanos a orar Señor enséñanos a orar. A Hablar con nuestro padre Dios. Señor enséñanos a orar, a abrir las manos ante ti. Orar con limpio corazón, que solo cante para ti, con la mirada puesta en ti, dejando que hables Señor. Orar buscando la verdad. Cerrar los ojos para ver. Dejarnos seducir Señor, andar por tus huellas de paz. Orar hablándote de ti, de tu silencio y de tu voz, de tu presencia que es calor. Dejarnos descubrir por ti. Orar también en sequedad, las manos en tu mano hombro Señor. Mirarte con sinceridad. Aquí nos tienes ¡háblanos!

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18. Entra a Mi hogar Abre la puerta y entra a mi hogar, amigo mío, que hay un lugar, deja un momento de caminar. Siéntate un rato a descansar, toma mi vino y come mi pan, tenemos tiempo de conversar. Si hay alegría en mi corazón, con tu presencia me traes el sol, manos sencillas, manos de amor, tienden la mesa y le dan calor. El pan caliente sobre el mantel, el vino bueno y un gusto a miel habrá en mi casa mientras tú estés.

¡Qué felicidad, amigo mío! tenerte conmigo y recordar; hacer que florezca pecho adentro ardiente capullo de amistad. Toma mi guitarra y dulcemente cántame con ella una canción, que quiero guardar en mi memoria el grato recuerdo de tu voz.(Bis)

19. Gracias al Dios Creador

Gracias al Dios creador, gracias al Dios que es amor. Porque hizo nacer el amor humanos para dar vida, para ser luz y camino en su creación. Alégrense mares y montañas, alégrense el cielo y las estrellas, porque el Señor de la vida hizo nacer el amor. Cante la vida en la tierra, cante la creación entera, porque el Señor de la vida hizo nacer el amor.

20. Fiesta de la Liberación Necesitamos celebrar una fiesta, con sabor a eternidad, necesitamos festejar una lucha, arriesgar nuestra seguridad . Aquel que resucitó vendrá a animar la fiesta, él mismo buscó un lugar en el que todos quepan. Prendar la esperanza allí donde se había apagado, pensar lo impensable, sí, vivir lo inesperado. La fiesta será arriesgar el todo por el todo, tendrá que recomenzar de diferente modo.

21. Hemos conocido el amor Hemos conocido el amor, hemos puesto en él nuestro ideal, y sabemos que al unirnos en el nombre del Señor, dando fuerza a nuestra vida, Dios está. Cristo nos convoca para ser con Él, signo de esperanza, digno de unidad. Para hacer presente el amanecer de una nueva vida que comienza ya. Juntos proclamamos el amor de Dios, juntos compartimos nuestro mismo pan. Siempre unidos como cuerpo del Señor, juntos en la lucha, juntos al rezar. Hemos descubierto que la vida es sólo una mentira si el amor no está, porque en el amor está viviendo Dios, como fuente eterna de felicidad.

22. Iglesia Peregrina Todos unidos formando un solo cuerpo, un pueblo que en la Pascua nació. Miembros de Cristo en Sangre redimidos, Iglesia peregrina de Dios. Vive en nosotros la fuerza del Espíritu que el Hijo desde el Padre envió. El nos impulsa, nos guía y alimenta Iglesia peregrina de Dios. Somos en al tierra semilla de otro Reino somos testimonio de amor, paz para las guerras y luz entre las sombras, Iglesia peregrina de Dios . Rugen tormentas y a veces nuestra barca parece que ha perdido el timón. Miras con miedo, no tienes confianza, Iglesia peregrina de Dios. Una esperanza nos llena de alegría; presencia que el Señor prometió. Vamos cantando. El viene con nosotros Iglesia peregrina de Dios.

23. Juntos como hermanos Juntos como hermanos, miembros de una Iglesia, vamos caminando al encuentro del Señor. Un largo caminar por el desierto bajo el sol, no podemos avanzar sin la ayuda del Señor. Unidos al rezar unidos en una canción viviremos nuestra fe con la ayuda del Señor.

La Iglesia en marcha está, a un mundo nuevo vamos ya, donde reinará el amor, donde reinará la paz.

24. Haz cantar tu vida Yo creo en Dios que canta que la vida hace cantar.(bis) Creo en Dios que canta que la vida hace cantar, la dicha y el amor son regalos que El nos da. Es como la fuente que canta en tu interior y te impulsa a beber la vida que El te da. Creo en Dios que es Padre que El se dice al cantar. El hizo para ti, cantar la creación. Nos invita a todos que a la vida le cantemos sólo pensando en El brota sola una canción. Creo en Jesucristo que es el canto de Dios Padre, y que en el Evangelio Él nos canta su amor. Él hace cantar la vida de los hombres, y toda vida es la gloria del Señor. Creo en el Espíritu que canta en nuestro ser, haciendo de la vida un canto celestial. Creo que la Iglesia reúne nuestras voces y nos enseña a todos la música de Dios.

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25. Pueblo de Dios

Pueblo de Dios, escucha a tu Señor, al que con gozo te invita a caminar. Pueblo de Dios, recibe a tu Señor, eres su pueblo y Él es tu pastor. Pueblo, confía, tú puedes caminar, soy yo quien guía tus pasos al andar. Pueblo, no temas, yo te acompañaré, sigue la senda que yo te señalé. Pueblo, tu dicha con gozo acogeré, y en día de llanto yo te asistiré. Pueblo, si caes yo te levantaré, yo soy tu padre y tu consolador. Pueblo, escucha mi voz que te hablaré, marcha a la tierra que yo te prometí. Pueblo, una alianza contigo sellaré, serás mi pueblo y por siempre te amaré.

26. Que misión tan bella ser apóstol Qué misión tan bella es ser apóstol seguir al Señor a donde vaya, anunciar con gozo su Evangelio ser para los hombres forjadores de su paz. Tanto nos amó al despedirse, en la Santa Cena aquella noche nos dio como pan su propio Cuerpo y a su sangre como vino de fraternidad. Tanto nos amó que un viernes santo clavado en la cruz Cristo murió. Con su muerte Él nos dio la Vida, Vida de alegría, Vida de Hijos de Dios.

Tanto nos amó que antes de irse al pie de la cruz Cristo nos dio a María como nuestra Madre, alegría nuestra, alegría del Señor.

27. Que lindo llegar cantando Que lindo llegar cantando a tu casa, padre Dios, y hermanados en el canto comenzar nuestra oración. Darte gracias y alabanzas, pedirte ayuda y perdón que lindo llegar cantando a tu casa, Padre Dios. Qué lindo traer la vida y en nuestra celebración contarle a nuestros hermanos y que se vuelva oración, sudor, lágrimas, esperanza, trabajo, rezo y amor. Qué lindo rezar cantando la vida que se nos dio. Qué lindo encontrar hermanos que viven la misma fe y amando son serviciales y esperando saben ver que el Reino de Dios avanza sencillamente y de a pie. Qué lindo rezar cantando el misterio de la fe.

28. Somos un pueblo que camina Somos un pueblo que camina y juntos caminando podremos alcanzar, otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad. Somos un pueblo que camina, que marcha por el mundo buscando otra ciudad. Somos errantes, peregrinos, en busca de un destino, destino de unidad. Siempre seremos caminantes, pues sólo caminando podremos alcanzar otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad. Sufren los hombres, mis hermanos, buscando entre las piedras la parte de su pan. Sufren los hombres oprimidos, los hombres que no tienen ni paz ni libertad. Sufren los hombres mis hermanos, mas tú vienes con ellos y en ti alcanzarán, otra ciudad que no se acaba sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad. Danos valor para la lucha, valor en la tristeza, valor en nuestro afán. Danos la luz de tu Palabra que vive en nuestros pasos en este caminar. Marcha, Señor, junto a nosotros, que sólo en tu presencia podremos alcanzar otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.

Dura se hace nuestra marcha, andando entre las sombras de tanta oscuridad. Todos los cuerpos desgastados ya sienten el cansancio de tanto caminar. Pero tenemos la esperanza de que nuestras fatigas al fin alcanzarán, otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.

29. Tengo un ideal No, ya no puedo ser como fui hasta ayer. Hoy debo cambiar. Ya debo comenzar pues para vivir tengo un ideal. Amar, amar, morir por los demás y así vivir y no volver atrás. Hoy ya comprendo al fin que debo morir si quiero nacer. Pues es muriendo que al fin entraré en la eternidad.

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30. Vamos a la montaña Deja la sequedad ese desierto estéril, ven vamos a cambiar, vamos a la montaña. Fue larga la aridez de prédicas en vano pero el silencio al fin me dijo su palabra. En el fondo de mí, algo yo descubrí que allí estaba el amor, y puedo yo vivirlo. Muerto estaba yo, mi mundo era vacío, de pronto en mi interior, brotó una nueva vida. Tan loco yo estoy sintiendo una presencia, a Dios podré encontrar creyendo en el hombre.

31. Vengan a Él Vengan a Él, Él es fuente de vida nueva. Vengan a Él, Él es vida y verdadera paz. Por largo tiempo yo vagué con un vacío en el corazón. Estaba herido y mendigué, por un mundo donde no hay paz. Pero hoy día mi vida cambió, Jesucristo la transformó. Quiero cantar y proclamar que Jesús es la verdad. Es en su vida que descubrí mi rostro y mi identidad. Cristo me llama a renacer, a la vida de eternidad.

32. Vienen con alegría Vienen con alegría, Señor, cantando vienen, con alegría, señor, los que caminan por la vida, Señor, sembrando tu paz y amor. (Bis) Vienen trayendo la esperanza a un mundo cargado de ansiedad, a un mundo que busca y que no alcanza caminos de amor y de amistad. Vienen trayendo entre sus manos esfuerzos de hermanos por la paz, deseos de un mundo más humano que nacen del bien y la verdad. Cuando el odio y la violencia anidan en nuestro corazón, el mundo sabrá que por herencia le aguardan tristezas y dolor

33. Vine a alabar a Dios Vine a alabar a Dios, vine a albar a Dios, vine a alabar su nombre, vine a alabar a Dios. El llegó a mi vida en un día muy especial cambió mi corazón en un nuevo corazón, y esta es la razón por la que digo que: Cristo nos regala el amor y la libertad, renueva la amistad y nos une de verdad. Y por este amor hoy digo otra vez El nos da su vida para juntos poder llegar a ese tiempo final donde sólo importa amar. Al atardecer de mi vida gritaré:

34. Yo creo y confieso Yo creo y confieso que hay un Dios del cielo. Un Dios que nos manda la lluvia y el sol. Un Dios que nos libra, nos guarda y nos cuida y hace que no falte la gracia de Dios. A Él le debemos todo lo que somos y en Él hemos puesto nuestro corazón por eso empezamos todo lo que hacemos, diciendo confiados en nombre de Dios. Yo creo en Dios Padre, nuestro creador, yo creo en Dios Hijo, mi hermano y Señor. Yo creo y confieso que Dios es amor, Dios Uno Dios Trino, Dios nuestro Señor. Yo creo y confieso que Dios se hizo hombre que igual que nosotros nació de mujer, que vivió la vida, fue niño, fue joven, eligió ser pobre se llamó Emmanuel. Mostró que ser hombre cuesta pero vale. Dio la mano a todos paso haciendo el bien, Murió ajusticiado pero al tercer día, nuestra hermana muerte no pudo con Él

35. Vuelvan los ojos .

Vuelvan los ojos hacia el Señor y despierten su amor, canten por El con el corazón, El es el salvador, El es nuestro Señor . Yo llamé al Señor y siempre me escuchó, de mis miedos me libró, y sin fin lo alabaré. Dios guarda a los que aman y escucha su voz, les consuela de sus penas y sus pasos El guía. Los que buscan al Señor todo lo tendrán, los que abren su corazón nada les faltará.

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36. Alianza Te amé con todo mi amor, te rescaté del horror y te curé en el desierto; Calmé tu hambre y tu sed, con juramento sellé un pacto de amor eterno. ¿Oh, por qué entonces te rebelaste? Fueron sordos a mi Voz tus oídos, y ahora estás tan sin luz, estás perdido. ¿Por qué no vuelves hijo mío? Si está en mis brazos tu lugar, si tu conoces el camino, Por qué, por qué esperar. ¿Por qué no vuelves pueblo mío? Te abro la fuente del perdón, que resplandezca nuestra alianza, será un pacto de amor. Mi rayo resplandeció, tu corazón aprendió que son mi amor y justicia. Probaste mi intimidad, mi ley que es miel de bondad para curar tu malicia. Oh, ¿por qué entonces te separaste? Te apoyaste en lo que es nada y vacío, y ahora estás desolado, estás herido.

37. Aputatayku Aputatayku khuyapayawayku Aputatayku khuyapayawayku Jesucristo qespirichiwayku Jesucristo qespirichiwayku Aputatayku khuyapayawayku Aputatayku khuyapayawayku

38. Déjame nacer de nuevo Tú conoces la dureza en mi sentir y la terquedad que hay en mi corazón. Son las cosas que me alejaron de Ti, Señor. Hazme renacer en tu amor. Déjame nacer de nuevo (Bis) ¡Déjame nacer e nuevo, Señor! No importa la edad que tenga Tú no la tienes en cuenta. ¡Déjame nacer de nuevo, Señor ! Tú conoces el pecado que hay en mí y el dolor que éste dejó en mi corazón. Por la muerte que he causado, vuelvo a Ti Señor. Dame Vida nueva con tu amor

39. Hazme volver Hazme volver y volveré, porque Yavhé eres mi Dios. Hazme volver y volveré, porque Tu eres mi Dios. Hallé gracia en el desierto, allí me hablaste al corazón. Con amor eterno me has amado, por eso soy en Ti, con amor eterno me has amado, por eso estoy en Ti. Tu eres el alfarero, Tu eres el hacedor, nosotros barro entre tus manos, las manos de mi Señor. (Bis)

40. Padre vuelvo a ti Querido Padre, cansado vuelvo a Ti, haz que conozca el don de tu amistad; vivir por siempre el gozo del perdón, y en tu presencia tu fiesta celebrar. Pongo en tus manos mis culpas, oh Señor, estoy seguro de que eres siempre fiel; dame la fuerza para poder andar buscando en todo hacer tu voluntad. Padre, yo busco tu amor; Padre, vuelvo a Ti. Mira que tu hijo soy. Padre, vuelvo a Ti. Lo reconozco, a veces olvidé que eres mi Padre y que a mi lado estás, que soy tu hijo y me aceptas como soy, sólo me pides vive en sinceridad. Quiero sentirte cercano a mí, Señor; oír tu voz que me habla al corazón; sentirme libre desde tu libertad, ser signo vivo de la fraternidad.

41. Padre vuelvo a casa

La tormenta terminó, todo es calma, siento el calor. Vuelvo a casa, aquí estoy oyes mis pasos, escuchas mi voz. Lejanas tierras mi cuerpo dejó, otros amores mi alma buscó. No encuentro reproches, te veo reír, estabas muerto y he vuelto a vivir. Padre, te canto, mi cuerpo se llena de Ti. Vuelvo a casa, mi alma te alaba sin fin.

Ya no hay más temores, confío en Ti, Señor de la vida, conviertes mis noches en luz. Aunque lejos estaba, tus brazos me tiendes, hoy me has encontrado. La tristeza deja su espacio a la paz, mi vergüenza desaparece en tu amor. Aquí estoy, Señor, esta es mi casa, tú me has encontrado. Reanima mis huesos, resuene tu voz. Atrás han quedado los días de esclavitud. Tu hijo amado soy, en tus brazos estoy. Este es mi hogar, mi paz, mi alma te alaba sin fin.

42. Una vez mas rezaré Una vez mas rezaré, de rodillas me pondré; puede ser que una vez más el me perdone. Le diré que sufro en vano, que peque, que soy humano; puede ser que una vez más El me perdone. Para un Dios que conoció la tentación, de un amigo la traición, yo no dudo me perdone, Dios amigo. Hoy vi sufrir a mi hermano, y no le tendí mi mano; puede ser que una vez más Él me perdone. Lo vi pobre y desahuciado, yo con los brazos cruzados; puede ser que una vez más Él me perdone.

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43. Zamba del perdón Perdón por aquél mendigo por aquella lágrima que hice brillar. Perdón, por aquellos ojos que al buscar los míos no quise mirar (bis) Señor, no le di mi mano, se encontraba solo y lo dejé partir. Perdón, por no dar cariño por solo buscarlo y tan lejos de Ti (bis) Señor, ¿por qué soy así? estoy como ciego, no se comprender. Señor, tú eres mi esperanza: dame tu mirada, que te sepa ver (bis) Señor, no soy siempre alegre no doy luz a otros que están junto a mí. Perdón por esta tristeza, por sentirme solo cuando estás ahí (bis). Perdón, por otros hermanos a quienes no importa de tu padecer. Estás cerca del que sufre: pasan a tu lado pero no te ven. (bis)

44. Solo y triste estoy Sólo y triste estoy, ten piedad, ante Ti, Señor, ten piedad. Soy un pecador, ten piedad, Señor, ten piedad. Sólo Tú, Señor, ten piedad, puedes perdonar, ten piedad, dame tu perdón, ten piedad, Señor, ten piedad. Con tu sangre fiel, ten piedad, Cristo lávame, ten piedad, quiero renacer, ten piedad, Señor, ten piedad

45. Oración del pobre Vengo ante Ti, mi Señor, reconociendo mi culpa, con la fe puesta en tu amor, que Tú me das como a un hijo. Te abro mi corazón y te ofrezco mi miseria, despojado de mis cosas, quiero llenarme de Ti. Que tu Espíritu, Señor, abrase todo mi ser. Hazme dócil a tu voz, transforma mi vida entera. Hazme dócil a tu voz, transforma mi vida entera. Puesto en tus manos, Señor, siento que soy pobre y débil, más Tú me quieres así, yo te bendigo y te alabo. Padre, en mi debilidad, Tú me das la fortaleza, amas al hombre sencillo, le das tu paz y perdón.

46. Alabanzas No sé cómo alabarte, ni qué decir Señor, confío en tu mirada, que me abre el corazón. Toma mi pobre vida que es sencilla ante ti, quiere ser alabanza por lo que haces en mí. Gloria, Gloria a Dios (4 veces) Siento en mí tu presencia, soy como tú me ves, bajas a mi miseria, me llenas de tu paz. Indigno de tus dones, más por tu gran amor, tu Espíritu me llena, gracias te doy Señor. Gracias por tu Palabra, gracias por el Amor, gracias por nuestra Madre, gracias te doy Señor. Gracias por mis hermanos, gracias por el perdón, gracias por que nos quieres, juntos en ti, Señor.

47. Gloria

¡Gloria, gloria a Dios, alabanzas! Él nos cuida con amor, Gloria a Dios, ¡Gloria a Dios! Padre, queremos alabarte, con Cristo agradecerte la vida juvenil, imagen de tu ser. Cristo, amigo siempre joven, que junto con María, la Madre virginal, compartes nuestro andar. Santo Espíritu de Dios, que infundes fuerza nueva a nuestra juventud y creas el amor.

48. Gloria (Folclórico) ¡Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres! Gloria a Vos, Padre nuestro, poder y amor que hiciste de la nada la creación y por salvar al mundo de su pecado enviaste desde el cielo a tu Hijo amado. Gloria a Vos, Jesucristo, Dios hecho hombre, que llevaste en tu carne nuestros dolores, que venciste a la muerte crucificado y reinas junto al Padre resucitado. Gloria a vos Santo Espíritu, viento y fuego que hiciste de los pueblos un solo pueblo, que animas a la Iglesia con tu aliento para que anuncie al mundo el Evangelio.

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49. Gloria

Gloria a Dios en el cielo, mucha paz en la tierra (Bis) Te alabamos, te bendecimos, te adoramos. Te glorificamos, te damos gracias, por tu inmensa gloria. Tú, Señor Dios, Rey celestial, Padre poderoso. Tú Jesucristo, Cordero de Dios, Hijo del Padre. El único Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo. Tú, Jesucristo y Espíritu Santo, en la gloria del Padre.

50. Gloria Chilote

Glorificaré a mi Padre, porque camina conmigo (bis); Él es quien guía mis pasos, Él es mi mejor amigo (bis). Cantaré la gloria del Señor, porque es el Rey de los cielos. Yo le cantaré a mi Padre porque mi vida ilumina (bis); Él me regala sus manos y su amor nunca termina (bis). Gloria a mi Padre en el cielo y al Hijo también la gloria (bis); gloria al Espíritu Santo por los siglos de la historia (bis).

51. Gloria a Dios Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres, y en la tierra paz a los hombres, que ama el señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias. Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor Hijo único, Jesucristo, Señor, Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre: tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros. Porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.

52. Gloria, Gloria a Dios Gloria, gloria a Dios. Gloria, gloria a Dios. Gloria a Dios en el cielo y en la tierra al hombre paz. Por tu Gloria te alabamos, por tu infinita bondad; por tu amor te bendecimos; Dios padre, Rey celestial. (Bis) Tú que quitas el pecado, Cristo, Cordero de Dios: apiádate de nosotros, escucha nuestra oración. (Bis) Por que sólo tú eres Santo, sólo tú eres el Señor, en la gloria de Dios Padre, con el Espíritu, Amor. (Bis)

53. Gloria criollo Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres. (3 veces) que ama el Señor. Te alabamos, te bendecimos, te adoramos, glorificamos te damos gracias, te damos gracias, por tu inmensa gloria, Señor Dios rey celestial. Dios, Padre Todopoderoso, Señor, Hijo único Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre. Tú que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros. Tú que quitas los pecados del mundo, atiende nuestra súplica. Tú que reinas con el Padre, ten piedad de nosotros, de nosotros.

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54. Alabado seas, mi Señor Alabado seas, mi Señor (Bis), el sol y las estrellas proclaman tu grandeza, las flores y la luna nos cantan tu poder. (Bis) Alabado seas, mi Señor (Bis), cantando el universo te ofrece su hermosura, pues toda criatura es cántico de amor. (Bis) Alabado seas, mi Señor. (Bis): los pájaros y el bosque, los árboles y el viento, los ríos y los mares nos cantan tu poder. (bis) Alabado seas, mi Señor (Bis), por todos los hermanos que acogen y perdonan, por todos los que rezan en su tribulación. (Bis)

55. ti, oh Dios A ti, oh Dios, altísimo Señor, gloria, loor y toda bendición. Tan sólo a ti, Señor, se debe el honor y ningún hombre es digno de nombrarte. Oh creación, te presto yo mi voz, juntos cantemos al que nos creó. Te damos gracias, Omnipotente Dios, te bendecimos, sirviéndote con humildad.

56. Bendigamos a Dios Bendigamos a Dios, cantemos en sus obras al Creador. Obras del Señor, bendecid al Señor; con vuestras maravillas, bendecid al Señor. Ángeles de Dios... Arcángeles de Dios... Santos del Señor... Apóstoles de Dios... Cielo y firmamento... Estrellas y planetas... Vientos de la tierra... Nubes del cielo... Brisas matinales... Tardes apacibles... Fuentes cristalinas... Ríos caudalosos... Días luminosos... Noches oscuras... Lluvias y rocíos... Nieves y escarchas... Fríos y heladas... Fuego y calor... Árboles y flores... Mieses y cosechas... Trigo sazonado... Viñas fecundas... Montes y collados... Mares y arroyos... Peces del mar... Pájaros del cielo...

57. Bendigan al Señor

Todas las obras del Señor, todo lo que es su creación, bendigan al Señor. Aguas del cielo y las del mar, todos los ríos de la faz, bendigan al Señor. También la fuerte tempestad, la suave brisa con su paz, bendigan al Señor. Los hijos de la tierra, hijos del mismo Padre, de todo pueblo y toda edad: canten a Dios a plena voz. También los vientos al soplar, junto a las lluvias al caer, bendigan…. Y que las aves al volar, junto al rocío y su frescor… Los animales al correr, también los peces al nadar… Y que los hielos y el calor, también los fríos y el ardor… Colinas y campos en flor, montañas y llanos sin fin… Bosques y selvas al crecer y las estrellas por doquier… La luna en su resplandor, también el sol en su fulgor… la aurora y el amanecer, las sombras y el anochecer… Toda tiniebla y toda luz, todo silencio y toda voz… Y los desiertos con su sed, y la foresta con su bien… Todos los siervos del Señor, y todo el pueblo de Israel… Cuanto germina en el dolor, cuanto madura en soledad… Los sacerdotes del Señor, y los pobres de corazón… Y todo ser en su existir, y todo hombre en su interior… Toda la corte celestial, almas y santos que allí están…

58. Cántico de Zacarías Un Rey nos ha nacido un niño nos ha sido dado. (Bendito sea el Señor ha visitado a su pueblo) Bendito sea el Dios de nuestros padres que no abandonó a su pueblo, y, como había prometido nos regaló al Salvador. Como lo habían dicho los profetas Él realizó su Santa Alianza y el juramento que había hecho a nuestro Padre Abraham. Para que todos libres de temores, vencido ya el enemigo seamos fieles servidores en la presencia de Dios. Por su entrañable misericordia nos da su sol de lo Alto para que brille en las tinieblas y trace sendas de paz

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59. Canto de las criaturas

Obras del Señor, bendigan al Señor, ángeles de Dios, bendigan al Señor, luna y sol, bendigan al Señor, estrellas del cielo, bendigan al Señor. Todo el universo es obra del Señor, todo nos invita a bendecir a Dios. Lluvias y vientos, bendigan al Señor, fuego y calor, bendigan al Señor; fríos y heladas, bendigan al Señor, nieve y escarcha, bendigan al Señor. Noches y días, bendigan al Señor, luz y tinieblas, bendigan al Señor; nubes y rayos, bendigan al Señor, toda la tierra, bendiga al Señor. Montañas y cerros, bendigan al Señor, plantas de la tierra, bendigan al Señor; fuentes y vertientes, bendigan al Señor, mares y ríos, bendigan al Señor. Peces de las aguas, bendigan al Señor, pájaros del cielo, bendigan al Señor, fieras y ganados, bendigan al Señor, todos los hombres, bendigan al Señor.

60. Cantad al Señor

Días y noches, cantad al Señor. Cielos y tierra, cantad al Señor Agua de las fuentes, cantad al Señor. Agua de los mares, cantad al Señor Aleluya, aleluya, canten todos al Señor. (Bis). Verdes praderas, cantad al Señor, Zarzas y arbustos, cantad al Señor, Árboles frutales cantad al Señor, Sol, luna y estrellas cantad al Señor. Peces y aves, cantad al Señor. Fieras salvajes, cantad al Señor. Hombres de la tierra, cantad al Señor. Pueblos y naciones, cantad al Señor.

61. Proclama el cielo Proclama el cielo la gloria del que vivo está. Nada es igual a la belleza del Señor. Por siempre Él será, cordero en el trono yo me arrodillaré para adorarlo a Él. Quiero cantar la gloria del que vivo está. El me salvó dio su vida por amor. Por siempre tu serás, cordero del trono, yo me arrodillaré y a ti te adoraré.

62. Bendito es el Señor Bendito es el Señor nuestro Dios que visita y redime a su pueblo, su presencia está viva en nosotros, su promesa perdura en el tiempo . Él será Salvador de los Pueblos, nos libera de toda opresión, manteniendo vigente en nosotros la Palabra que Él mismo nos dio. El Señor quiere vernos alegres, sin tristeza ni pena o dolor, quiere hacer una tierra más justa, que le sirva cantando su amor. Tú serás elegido profeta, que prepara el camino al Señor; proclamando que viene a salvarnos, anunciando a los pueblos perdón. Nacerá un nuevo sol en el cielo, y su luz a nosotros vendrá, guiará la que vive entre sombras por un nuevo sendero de paz.

63. Cántico del Hermano Sol Altísimo, omnipotente y Buen Señor, tuyas son las alabanzas, la Gloria y el honor, y toda bendición, a Ti altísimo solo corresponden ningún hombre es digno de hacer de Ti mención. Loado seas mi Señor por todas tus creaturas, especialmente el hermano sol con el cual Tú nos alumbras. El es bello y radiante y con gran esplendor, y sólo de Ti altísimo lleva significación. Loado seas mi Señor por la luna y las estrellas en el cielo las has formado luminosas preciosas y bellas. Loado seas mi Señor por el hermano viento, por el aire y el nublado, el sereno y todo tiempo. Loado seas mi Señor por la hermana y madre tierra, nos sostiene y alimenta, produce frutos y variadas hierbas. Loado seas mi Señor por aquellos que perdonan los que sufren en tu paz, y por ti coronados serán.

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64. Salmo 15 (Tú eres mi Dios)

Tú eres mi Dios, sólo Tú mi alegría; ampárame, oh Señor. Tú eres mi Dios y Señor, mi gozo se encuentra sólo en Ti. Tú eres mi único bien, nada se compara a Ti. Tú eres la roca que me salva, mi alcázar de refugio hallo en Ti. Tú eres la parte de mi herencia, hermosa la vida que me das. Se alegran mi alma y corazón, y mi cuerpo descansa seguro, pues Tú no me dejas por muerto y no me abandonas a la fosa. Me muestras el camino de la vida, en tu presencia hay gran alegría. Estar a tu diestra por siempre, hay dicha eterna junto a Ti. Gracias a Yahvé que me alienta, de día me lleva por su seda, de noche me instruye en sus caminos, mis pasos a su vista siempre están.

65. Mi Dios es mi Luz (Salmo 26) Mi Dios es mi luz y mi fortaleza. En Él todo el miedo desapareció. Mi Dios es la roca firme ¿de mi vida de quien pues tendré yo miedo? Mi Dios es amor, amor de mi vida. En Él está mi gran esperanza

66. Señor Dios nuestro (S.8) Señor, Dios nuestro, que admirable es tu nombre en toda la tierra, en toda la tierra. Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos. La luna y las estrellas que has creado. ¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él?; el ser humano para darle poder. (bis) Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad, le diste el mando sobre las obras de tus manos, todo lo sometiste bajo sus pies. Rebaños de ovejas y toros, y hasta las bestias del campo, las aves del cielo, los peces del mar, todo lo sometiste bajo sus pies.

67. Salmo 26 (El Señor es mi luz)

El Señor es mi luz y mi salvación, Él Señor es la defensa de mi vida, si el Señor es mi luz a quién temeré, quién me hará temblar. Una cosa pido al Señor, habitar por siempre en su casa, gozar de la dulzura del Señor, contemplar su templo santo. No me escondas tu rostro, Señor. Buscaré todo el día tu rostro. Si mi padre y mi madre me abandonan, el Señor me acogerá.

68. Salmo 18 Yo te amo, Señor, mi fortaleza mi roca, mi baluarte, mi libertador. Tú eres la peña en que me amparo, mi escudo y mi refugio, mi salvador. En el templo se escucho mi voz clamé por Ti en mi angustia, me extendiste tu mano y no caí, tu poder, del enemigo me libró. Las olas, de la muerte me envolvían me aguardaba la ruina, pero el Señor venció. Tú eres la luz que me ilumina quien abre mis caminos, eres mi Dios. Cuando, yo invoqué tu nombre con manos poderosas, me salvo tu amor. Son perfectos tus caminos, tus manos me sostienen, Tú eres mi Rey.

69. Salmo de la creación Oh.... Por tu océano azul y las aguas del mar, por todo continente y los ríos que van. Por el fuego que dice, como arbusto ardiente, por el ala del viento, quiero gritar: Mi Dios Tú eres grande y hermoso, Dios viviente e inmenso, 1) Tú eres el Dios de amor. 2) Dios presente en toda creación. Oh... Y por los animales de la tierra y el agua, por el canto del ave y el cantar de la vida, por el hombre que hiciste semejante a Ti y por todos tus hijos, quiero gritar:

Por la mano tendida que te invita a la danza, por el beso que brota, al surgir la esperanza, la mirada de amor que levanta y reanima, por el vino y el pan, quiero gritar:

70. Salmo 15 (Me refugio en ti)

Protégeme, Dios mío, que me refugio en Ti. El Señor es mi heredad, me refugio en Ti. Conmigo va el Señor, me refugio en Ti. Mi suerte está en su mano, me refugio en Ti. Siempre tengo al Señor, me refugio en Ti. Con Él caminaré, me refugio en Ti. Con Él no moriré, me refugio en Ti. Se alegra el corazón, me refugio en Ti. Conmigo va el Señor, me refugio en Ti. Me enseñas el camino, me refugio en Ti. Nunca me dejarás, me refugio en Ti. Bendigo al Padre poderoso, bendigo a Jesús el Salvador; bendigo al Espíritu Santo, que anima y consuela con amor. Oh, Señor, enséñame el camino, guíame por la senda verdadera, gozaré de la dicha del Señor, en la tierra de la vida.

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71. Salmo18 ( El Señor es mi fuerza)

El Señor es mi fuerza, mi roca y salvación (bis). Tú nos guías por sendas de justicia. me enseñas la verdad. Tú me das valor para la lucha, sin miedo avanzaré. Iluminas las sombras de mi vida, al mundo das la luz. Aunque pase par valles de tinieblas, yo nunca temeré

Yo confió el destino de mi vida al Dios de mi salud. A los pobres enseñas el camino, su escudo eres Tú. El Señor es la fuerza de su pueblo, su gran liberador. Tú le haces vivir en confianza, seguro en tu poder.

72. Salmo 26 Esto es lo que quiero señor vivir en tu casa por siempre. El Señor es mi luz y mi salvación, El Señor es baluarte en mi vida, ¿Quién me hará temblar? Aunque estalle una guerra contra mí, yo no temeré, no perderé jamás, la confianza en Ti. Gozar de tu dulzura Señor, contemplar tu templo. Cobijada al amparo de tu tienda, quiero vivir. Aunque Padre y Madre me abandonen, Yo sé que el Señor me acogerá, Sobre la fuerte roca de su amor me afirmará.

73. Salmo 22 El Señor es mi pastor nada me puede faltar, nada me puede faltar. El Señor es mi Pastor, que no me priva de nada en las praderas fresquitas de pasto verde me sacia, y me lleva a los arroyos donde el agüita es más clara. Como una cuestión de honor se preocupa de mi vida, me guía por buena senda y me asiste en las fatigas, andando con El no temo las quebradas más ariscas. Saber que él marca mi rumbo me sosiega y tranquiliza. Él me brinda su confianza hasta entre gente enemiga, me hace sentar a su mesa y en su copa me convida. Que lindo saber que tengo su cariño y su alegría, que siempre vendrán conmigo a lo largo de mi vida, y un día será mi casa la casa dónde él habita.

74. Rendid a Yahvé (salmo 28) Rendid a Yahvé santos del Señor, Gloria y poder al que hace la creación. Rendid honor al glorioso nombre del Señor y adoradlo en su Santo esplendor. Sobre los mares resuena la voz de Dios. Glorioso es Él, su voz hace temblar. ¡Qué poderosa es la voz de Altísimo! ¡Aleluya! Su voz descuaja los cerros del Líbano. ¡Aleluya! La voz del Señor lanza llamas de fuego ¡Aleluya! Sacude los montes la voz del Altísimo. !Aleluya! En su santuario gritan: “¡Gloria!” Sentado está Dios sobre la tempestad, sentado está Yahvé cual Rey eterno. La fuerza da al que pone su confianza en Él. Yahvé bendice a su pueblo con paz.

75. Salmo 36 Confía en El señor, y Él hará su obra. Confía en el Señor y practica el bien. Habita en tu tierra y vive tranquilo. Que el Señor sea tu único deleite y Él colmará los deseos de tu corazón. Encomienda tu suerte al Señor. Confía en Él, y Él hará su obra. Hará brillar tu justicia como el Sol y tu derecho como la luz del mediodía.

Aléjate del mal y practica el bien y siempre tendrás una morada. Por que el Señor ama a la justicia y nunca abandona a sus fieles.

76. Salmo 33 Bendeciré al Señor en todo tiempo, y mi boca no dejará de alabarlo. Mi alma se enorgullece en el Señor, que lo oigan los humildes y se alegren. Prueben que bueno es el Señor, hagan la prueba y véanlo dichoso aquel que busca en Él, refugio Engrandezcan conmigo al Señor, ensalcemos todos, su nombre. Busqué al Señor y Él me dio una respuesta, me libró de todos mis temores. Guarda tu lengua del mal, y tus labios de la mentira, a los justos Dios mira y escucha el Señor es la fuerza y la vida. 25

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77. Salmo 39 Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad. Esperé confiadamente en el Señor, Él se inclinó hacia mí y me escucho, puso mis pies sobre la roca. Que tu amor y tu fidelidad me protejan Señor, sin cesar, Tú eres mi ayuda, mi salvación. Puso en mi boca un canto nuevo, un himno de amor a nuestro Dios, feliz quien confía en el Señor.

78. Salmo 50 Señor, crea en mi un corazón puro Y renuévame en mi interior Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad Por tu gran compasión borra mis faltas Lávame, Señor de toda culpa Purifícame de mi pecado. Crea en mí, oh Dios, Un corazón puro Un espíritu firme, pon en mí No me arrojes lejos de tu rostro No me apartes de tu Santo Espíritu. Dame hoy la alegría, de tu salvación Que tus manos poderosas me sostengan Muéstrale el camino a los impíos Volverán a conocer tu amor.

79. Salmo 63 Señor, mi Dios, tu amor vale más que la vida Señor tu eres mi Dios, yo te busco, mi alma tiene sed de ti, por ti mi Dios yo suspiro como tierra reseca y sin agua. Por que tu amor vale que la vida, mis labios cantarán tus alabanzas, así te bendeciré mientras viva y alzaré mis manos en tu nombre. En las noches me acuerdo de Ti, velando medito en Ti. Porque siempre has sido mi refugio y soy feliz a las sombra de tus alas.

80. Salmo 63 Dios mío, desde la aurora te busco, mi alma tiene sed de Ti, Señor, por Ti yo suspiro como tierra reseca Yo quiero contemplarte, ver tu gloria y tu poder. Porque tu amor vale más que la vida mis labios cantarán tus alabanzas, te bendeciré cada día elevare mis manos, invocándote Me acuerdo de Ti en las noches, velando medito en Ti, porque siempre has sido mi refugio y soy feliz porque mi alma esta unida a Ti.

81. Oh Dios (S. 64) Oh Dios tu mereces un himno en Sión. (bis) Tú afianzas los montes con tu fuerza ceñido de poder. Tú que reprimes el estruendo del mar, el estruendo de las olas y tumulto de los pueblos. Tú que cuidas de la tierra, la riegas y la enriqueces sin medida, la acequia de Dios va llena de agua, prepara los trigales. Resuman los pastos del páramo, y las colinas se orlan de alegría. Las praderas se cubren de rebaños y los valles se visten de mieses que aclaman y cantan.

82. Alabanza al Dios Bueno (S.66) Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. Que Dios tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros; conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación. Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia; riges los pueblos con rectitud y gobiernas las naciones de la tierra. La tierra ha dado su fruto, nos bendice el Señor nuestro Dios, que Dios nos bendiga y que le teman hasta los confines del orbe.

83. Salmo 66: A Dios den gracias

los pueblos A Dios den gracias los pueblos, alaben los pueblos a Dios (bis) Que Dios tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro entre nosotros, conozca la tierra tus caminos, las naciones tu salvación. Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, con rectitud riges los pueblos y gobiernas las naciones de la tierra. La tierra ha dado su fruto, nos bendice el Señor nuestro Dios, que Dios nos bendiga y que le teman los confines todos de la tierra.

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84. Cantare eternamente (S. 88)

Cantare eternamente las misericordias del Señor, anunciaré su fidelidad a todas las edades. Tuyo es el cielo, tuya es la tierra; Tú cimentas el orbe y cuanto contiene; Tú has creado el norte y el sur, el Tabor y el Hermón aclaman tu nombre. Dichoso el pueblo que sabe aclamarte, caminará, oh Señor, a la luz de tu rostro; tu nombre es gozo cada dia, tu justicia es su orgullo. Porque Tú eres su honor y su gracia y con tu favor realzas nuestro poder. Porque el Señor es nuestro escudo, y el santo de Israel nuestro Rey.

85. Salmo 92 Reina Dios de majestad vestido se ha ceñido de poder. El mundo no será conmovido lo sostiene mi Rey. Más que el clamor poderoso de los ríos, más potente que las aguas de la mar, es poderoso Dios de las alturas y en su casa está la santidad. Desde siempre tu trono es habitado, desde siempre existes Tú, los ríos proclaman mi Dios, proclaman todo tu poder.

86. Salmo71: tu Reino es vida

Tu Reino es vida, tu Reino es verdad, tu Reino es justicia, tu Reino es paz; tu Reino es gracia, tu Reino es amor, ¡venga a nosotros tu Reino, Señor! ¡venga a nosotros tu Reino, Señor! Dios mío, da tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a los humildes con rectitud. (Bis) Que los montes traigan la paz, que los collados traigan la justicia; que él defienda a los humildes del pueblo, que socorra a los hijos del pobre; que él defienda a los humildes del pueblo y quebrante al explotador. Que dure tanto como el sol, como la luna de edad en edad. Que baje como lluvia sobre el césped, como llovizna que empapa la tierra; que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna. Librará al pobre que suplica, al afligido que no tiene protección; se apiadará del humilde e indigente, y salvará la vida de los pobres; salvará de la violencia sus vidas, pues su sangre es preciosa ante sus ojos.

87. Salmo 99 Aclama al Señor tierra entera. Aleluya. Servid al Señor con alegría. Aleluya. Entrad en su presencia con vítores. Aleluya. Sabed que el Señor es Dios. Aleluya. Que Él nos hizo y somos suyos. Aleluya. Su pueblo y ovejas de su rebaño. Aleluya. Entrad por sus puertas con acción de gracias. Aleluya. Por sus atrios con himnos. Aleluya. Dándole gracias y bendiciendo su nombre. Aleluya. El Señor es bueno. Aleluya. Su misericordia es eterna. Aleluya. Su fidelidad por todas las edades. Aleluya

88. Salmo 99 Aclamad al Señor la tierra toda, servid al Señor con alegría, venid gozosos a su presencia, reconoced que el Señor es Dios. Que él nos hizo y somos hijos suyos, somos sus hijos y ovejas de sus prados, entrad por sus puertas dando gracias y por sus atrios cantándole alabanzas. Dadle gracias, y bendecid su nombre porque el Señor es bueno, es para siempre su misericordia y su bondad por todas las edades. Gloria a Dios (4) Aleluya, gloria, aleluya (4) Gracias, Cristo, gracias, Jesucristo (4)

89. Cantad al Señor (S.97) Aleluya, aleluya, el Señor es nuestro Rey (bis) Cantad al Señor un cántico nuevo porque ha hecho maravillas, su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo. El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia, se acordó de su misericordia y su fidelidad a favor de la casa de Israel. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Aclamad al señor tierra entera, gritad, vitoread, tocad. Tocad la citara para el Señor, suenen los instrumentos, con clarines y al son de trompetas, aclamad al Rey y Señor. Regirá el orbe con justicia y los pueblos con rectitud.

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93. Salmo 102 Bendice alma mía al Señor, del fondo de mi ser su Santo nombre, bendice alma mía al Señor, al Señor. Él te corona de amor y de ternura, Él satura de bienes tu existencia, el Señor es compasivo y misericordioso, es el Señor del amor. Por siempre la gloria de Yahvé, mientras viva cantaré, yo en Yahvé tengo mi gozo, yo en Yahvé tengo mi vida, por siempre cantaré. ¡Gloria!

94. Salmo 103 Señor, envía tu Espíritu y renueva toda la tierra. Bendice alma mía al Señor, Señor Dios mío ¡Qué grande eres! Estás vestido de esplendor y majestad, te envuelves con un manto de luz. De la tierra el hombre saca el pan y el vino que le alegre el corazón. El aceite que embellece su rostro y el alimento que restaura sus fuerzas. Señor qué variadas son tus obras, yo quiero cantarte mientras viva, ojala que tu aceptes mi canto, bendice al Señor alma mía.

95. Salmo 114 Caminaré en Presencia del Señor. (bis) Amo al Señor porque escucha mi voz suplicante, porque inclina su oído hacia mí, el día que lo invoco. El Señor es benigno y justo, nuestro Dios es compasivo. El Señor guarda a los sencillos, estando yo sin fuerzas me salvo. 96. Salmo 112 Alabad, siervos de Dios, aleluya, alabad el nombre de Dios, aleluya, bendecid el nombre de Dios, aleluya, aleluya. Desde ahora y por siglos sin fin, aleluya, de la aurora al ocaso del sol, aleluya, alabad el nombre de Dios, aleluya, aleluya. Sobre todos los pueblos se eleva el Señor, aleluya más alta que el cielo la gloria de Dios, aleluya, quién como el Señor nuestro Dios, aleluya, aleluya. En la altura se sienta el Señor, aleluya, y se inclina a la tierra y al cielo, aleluya, y levanta del polvo al humilde, aleluya, aleluya. Gloria al Padre, al Hijo, al Espíritu Santo, aleluya; es Dios que reina sin fin, aleluya, por los siglos eternos. Amén. Aleluya, aleluya.

97. Salmo 115 ¿Cómo te pagaremos todo el bien que nos hiciste? Nuestro Dios es compasivo, está lleno de ternura, Él cuida de los pequeños, libró mi vida de la muerte. ¿Qué le daré a mi Señor por todo el bien que me hizo? Voy a cumplir mi promesa en la presencia del pueblo. Alzaré el cáliz que da vida y alabaré su nombre. Voy a cumplir mi promesa en la presencia de su pueblo. 98. Salmo 115 : Cómo te pagaré ¿Cómo te pagaré, oh Señor, todo el bien que me has hecho? ¿Cómo te pagaré?, oh Señor. Señor, rompiste mis cadenas, tu amor me ha desbordado y siempre te ofreceré mi alabanza. Alzaré la copa de la salvación e invocaré tu nombre y mis votos cumpliré ante el pueblo. Y así te pagaré, oh Señor, todo el bien que me has hecho. Y así te pagaré, oh Señor.

99. Salmo 116: todos cantamos Todos cantamos a ti, Señor, ¡Aleluya! (bis). Todos los pueblos alaben tu nombre, el nombre del Señor; porque tu amor a los hombres es fuerte, por siempre fiel es Dios. Gloria a Dios Padre que está en el cielo y a Cristo, el Señor; Gloria al Espíritu que vive en nosotros, por siempre fiel es Dios.

100. Salmo 121

Que alegría cuando me dijeron "Vamos a la casa del Señor" Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén. Jerusalén, está fundada como ciudad bien compacta. Allá suben las tribus, las tribus del Señor. Según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor; en ella están los tribunales de justicia en el palacio de David Desead la paz a Jerusalén, vivan seguros los que te aman, haya paz dentro de tus muros, en tus palacios seguridad. Por mis hermanos y compañeros, voy a decir: “la paz contigo”. Por la casa del Señor, nuestro Dios, te deseo todo bien.

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101. Salmo 118 Aleluya, aleluya, aleluya. Aleluya, aleluya (bis). Yo creo en tu amor, yo espero en tu bondad, yo medito tu Ley, Dios de Santidad Es fiel tu amor, es fiel tu bendición, sin fin publicaré tu fidelidad. Mi roca eres Tú, mi gran consolación, mi fuerza eres Tú mi liberador. Por ti yo viviré, por ti yo cantaré y me someteré a tu voluntad. 102. Salmo 117 Este es el día en que actuó el Señor sea nuestra alegría y nuestro gozo. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia ¡aleluya, aleluya! Que lo diga la casa de Israel: ¡es eterna su misericordia! Que lo diga la casa de Aarón: ¡es eterna su misericordia! Que lo digan los fieles del Señor: ¡es eterna su misericordia! Abridme las puertas del triunfo y entraré para dar gracias al Señor. Esta es la puerta del Señor, los vencedores entrarán por ella. Yo no he de morir, yo viviré, para cantar las hazañas del Señor.

Escuchad, hay cantos de victoria en las tiendas de los justos: la diestra del Señor es poderosa, es excelsa la diestra del Señor La piedra que el cantero desechó es ahora la piedra angular; es el Señor quien lo ha hecho, este ha sido un milagro patente. Te doy gracias porque me escuchaste, porque fuiste Tú mi salvación.

103. Salmo 118 Tu palabra me da vida, confió en ti Señor, tu palabra es eterna, en ella esperaré. Dichoso el que con vida intachable camina en la ley del Señor, dichoso el que guardando sus preceptos, lo que busca de todo corazón. Postrada en el polvo está mi alma, devuélvame la vida tu palabra, mi alma está llena de tristeza, consuélame, Señor, con tu promesa. Escogí el camino verdadero y he tenido presente tus decretos, correré por el camino del Señor, cuando me hayas ensanchado el corazón. Este es mi consuelo en mi tristeza: sentir que tu palabra me da vida. Por la noche me acuerdo de tu nombre, recorriendo tu camino dame vida. Repleta está la tierra de tu gracia, enséñame, Señor, tus decretos, mi herencia son tus mandatos, alegría de nuestro corazón.

104. Salmo 120: Levanto los ojos a los montes: ¿de dónde me vendrá el auxilio? El auxilio me viene del Señor que hizo el cielo y la tierra. El auxilio me viene del Señor que hizo el cielo y la tierra. (bis) No permitirá que resbale tu pie, tu guardián no duerme, no duerme ni reposa el guardián de Israel. El Señor te guarda a su sombra, el Señor está a tu derecha; de día el sol no te hará daño, ni la luna de noche. 105. Salmo 122 A Ti levanto mis ojos, a Ti que habitas en el cielo. A Ti levanto mis ojos, porque espero en tu misericordia. Como están los ojos de los esclavos fijos en las manos de sus señores, así están nuestro ojos en el Señor, esperando su misericordia. Como están los ojos de la esclava fijos en las manos de su señora, así están nuestros ojos en el Señor, esperando su misericordia. Misericordia, Señor, misericordia, que estamos saciados de burlas; misericordia, Señor, misericordia, que estamos saciados de desprecios. Nuestra alma está saciada del sarcasmo de los satisfechos, nuestra alma está saciada del desprecio de los orgullosos.

106. Salmo 127 Felices los que aman al Señor y siguen sus caminos. Del fruto del trabajo comerán, de la dicha y la bondad gozarán, como una vid fecunda será tu mujer en medio de tu casa. (bis) Como brotes de olivo tus hijos, alrededor de la mesa de tu hogar, esta es bendición del hombre aquel que ama al Señor.(Bis) Desde Sión te bendiga el Señor, todos los días de tu vida, contemples tu la dicha del hombre y puedas ver los hijos de tus hijos. (Bis)

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107. Salmo 129 Desde lo hondo a Ti grito, Señor, escucha mi voz, estén tus oídos atentos a la voz de mis súplicas. Mi alma espera en el Señor, mi alma espera en su palabra; mi alma aguarda al Señor, porque en Él esta la salvación. Si llevas cuentas de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir? Pero de Ti procede el perdón, así infundes respeto. Mi alma aguarda al Señor, más que el centinela a la aurora. Aguarde Israel al Señor, como centinela la aurora. Porque del Señor viene la misericordia y la redención copiosa y El redimirá a Israel de todos sus delitos.

108. Con alma de Niño (SL130) Un niño en brazos de su Madre, Se duerme ya, acaba de mamar, Se siente muy feliz, y antes de dormirse, Sonríe al amor que le sonríe. No piensa en porqué recibe tanto amor, confía en él, y se abandona en paz, Se sabe protegido, seguro en esos brazos, responde con amor al amor. Como un niño en brazos de su Madre, quiero vivir confiando en Dios, y no pretender más que lo que pretende un niño, esperar en el amor del Señor. Como un niño pequeño en los brazos de su Madre, Así quiero vivir en Dios, en Dios 109. Salmo 131 Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor. Tú conoces, Señor, mi corazón, tú conoces todos mis caminos. He guardado mi alma en la paz sin buscar honores y grandezas. En silencio la tengo sobre mí, como un niño en brazos de su madre. Israel confía en el Señor, Él será su fuerza para siempre.

110. Salmo 138 Conoce Señor mi corazón y llévame por el camino eterno. Señor Tú me sondeas y me conoces, Tú sabes si me siento o me levanto, de lejos percibes lo que siento te son familiares todos los pasos. Me rodeas por detrás y por delante, tienes puesta sobre mí tu mano. Si habitara en lo profundo del mar, allí me estarías cuidando. Me formaste desde el seno de mi madre, te doy gracias porque sos mi creador llévame por el camino eterno, sondéame y conoce mi interior. 111. Salmo 137 Te doy gracias, Señor por tu amor, no abandones la obra de tus manos, ¡Aleluya, aleluya! Te doy gracias, Señor de corazón porque escuchaste las palabras de mi boca, en presencia de tus ángeles te canto y me postro hacia tu santo templo. Te doy gracias por tu amor y tu lealtad, tu promesa ha superado tu renombre, cada vez que te invoqué me respondiste y aumentaste la fuerza de mi alma. El Señor completará en mí, la obra que ha comenzado. Señor, tu amor es eterno, no abandones la obra de tus manos.

112. Salmo 135 Dad gracias al Señor porque es bueno. Dad gracias al Señor de los dioses. Dad gracias al Señor de los señores. Todos juntos a Dios demos gracias. Porque su amor no tiene fin. (Bis) Sólo Él hizo maravillas. El hizo sabiamente los cielos. El afianzó sobre las aguas la tierra. Todos juntos a Dios demos gracias. Al que hizo las grandes lumbreras. El sol que gobierna el día, la luna y las estrellas en la noche. Todos juntos a Dios demos gracias. Guió por el desierto a su pueblo, hirió a reyes famosos, dio muerte a reyes poderosos, todos juntos a Dios demos gracias. Nos libró de nuestros opresores. Él da pan a todo viviente, dad gracias al Dios de los cielos, todos juntos a Dios demos gracias.

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113. Salmo 138: Tú me sondeas Tú me sondeas y me conoces, Tú me amas a mí, Señor (bis) A dónde iré yo sin tu Espíritu, dónde huir de tu rostro, Yahvé. Tú me proteges y me defiendes, y mi alma está viva por Ti. Tú me creaste para alabarte, te doy gracias por siempre, Señor. 114. Salmo 138 Señor tú me sondeas y me conoces, conoces cuando me siento y me levanto. De lejos penetras mis pensamientos Conduces mi camino y mi descanso. Todas mis sendas te son familiares. No ha llegado la palabra a mi boca y Tú Señor ya te la sabes toda. Me aprietas por detrás y por delante, me cubres con tu palma. Todas mis sendas te son familiares. A dónde puedo ir lejos de Ti si cuando subo a la inmensidad y cuando entro a lo pequeño, estás allí. Si pido alas al amanecer para ir al otro lado del mar, también me encuentro allí, de tu mano. Señor, yo te doy gracias por tus maravillas, pues tú me has ido tejiendo en lo secreto y por que me has escogido portentosamente y sigues paso a paso toda mi vida. Todas mis sendas te son familiares.

Si yo investigo todos tus pensamientos son abundantes como las estrellas y cuando me fatigo aún estoy contigo, no dejes que me pierda en el camino. Todas mis sendas te son familiares.

115. Mi Dios, Tú me conoces (SL138) Mi Dios, tú me conoces, entiendes desde lejos mi pensar, adviertes mi andar y mi reposo, conoces todos mis caminos, pues aún no está la palabra en mi voz y Tú la sabes. Delante, detrás me rodeaste, pusiste sobre mí tu amor. Alto es y no lo puedo comprender. ¿A dónde huiré de tu Espíritu, a dónde huiré de tu presencia? Porque si fuera a los cielos te hallaré. y si tomara las alas del alba, te encontraré. aunque habitara en el extremo del mar, tu mano me guiará, conmigo estarás. (Bis)

116. Salmo 138 Tú me conoces cuando estoy sentado, tú me conoces cuando estoy de pie, ves claramente cuando estoy andando, cuando reposo tú también me ves. Todas mis sendas te son familiares, tanto saber es grande y no lo abarco. ¿A dónde iré lejos de tu mirada?, ¿a dónde iré?, oh ¿qué haré? Hacia dónde iré?, ¿hacia dónde escaparé? Si me levanto o si me acuesto en el abismo, allí te encontraré. Tú me has tejido en el seno materno, me has escogido portentosamente, conoces hasta el fondo de mi alma, por todo eso doy gracias a Dios. Que incomparables todos tus designios, que inmensos son todos en su conjunto. Si piensas en ellos son como arenas, si se terminan aún me quedas tú.

117. Tengan los sentimientos de Jesús Tengan los sentimientos de Jesús, que siendo Dios se hizo hombre, por amor. El no defendió, su igualdad con Dios, se despojó, se hizo servidor, y apareció en la tierra con aspecto humano y vivió como uno de tantos. El se humilló, se hizo obediente, hasta muerte y muerte en una cruz, por eso Dios, lo engrandeció, y le concedió el nombre que está sobre todo nombre. Ante su nombre se arrodillan en el cielo, en la tierra y entre los muertos, y todo proclama, Jesucristo es el Señor, para la Gloria de Dios Padre.

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118. Salmo 144 Yo te ensalzo, Dios, mi Rey; tu nombre bendeciré, por siempre jamás, cada nuevo día, tu nombre por siempre alabaré. Porque tú eres grande, ¡Oh Dios!, insondable tu saber, de generación en generación, tus grandes proezas narraré. Misericordioso es el Señor, compasivo y grande en amor, Él envuelve todo en su bondad, su ternura nunca acabará. Que la creación cante al Señor, en acción de gracias por su amor, y que los amigos del Señor bendigan el nombre de su Dios. Fiel a su Palabra es Dios, bueno con su creación; su poder sostiene a quienes vacilan, a quien desfallece da vigor. Los ojos vueltos a Ti, esperando tu favor, abres Tú las manos, sacias el deseo, de quien su esperanza en Ti fijó. Cerca está el Señor del corazón de quienes lo invocan con verdad; siempre atento escucha su clamor, lo libera de toda opresión. De lo más profundo de mi ser, su alabanza siempre cantaré; que las creaturas del Señor bendigan el nombre de su Dios.

119. Tocaré para ti Dios mío yo te cantaré un canto nuevo, Sólo tocaré para Ti. (Bis) Porque Tú has inspirado mi canto, tocaré para Ti. Tú has abierto mis voces calladas, cantaré para ti. Yo siento que tu corazón me da vida, yo quiero escuchar tu canción............... Señor, yo no soy más que un soplo de viento para que te fíes de mí. Y mi tiempo es como una sombra que pasa y no deja huella al marchar. Pero Tú has recreado mi historia. Tocaré para Ti. Y le has dado sentido a mi esfuerzo. Cantaré para ti. Tú conoces bien todas mis ilusiones. Sabes que te busco Señor. También sabes qué quiero hacer con mi vida. La pondré en tus manos, ¡Oh Dios! Tú podrás disponer de mi tiempo. Tocaré para ti. Y será transformado mi rostro. Cantaré para ti.

120. Aleluya pascual Aleluya, aleluya, ¡aleluya! Toda la tierra levante su voz, cante la gloria del liberador: ¡Cristo Jesús resucitó! ¡Aleluya! Gloria por siempre a Cristo Señor, Buena Noticia del Dios que es Amor. Somos su pueblo, su sangre nos dio, ¡aleluya! El gran destierro del hombre acabó, por fin la casa del Padre se abrió; sobre la muerte, la vida triunfó, ¡aleluya! Vida entregada del Siervo de Dios, de su costado brotaba el perdón, sangre de Alianza que a todos reunió, ¡aleluya! Resucitado en la aurora triunfal, nos da la vida el Cordero Pascual, vida divina, la vida inmortal, ¡aleluya! ¡Gloria a Dios Padre y al Liberador! Hijos nos hizo, nos hermanó. Libres por la sangre que derramó, ¡aleluya! ¡Cante la tierra la gloria de Dios! Adoremos a Jesús, el Señor. Hemos costado la sangre de un Dios, ¡aleluya!

121. Aleluya, Por esa gente Los que tienen y nunca se olvidan que a otros les falta, los que siempre trabajan pensando en un mundo mejor. Los que están liberados de todas sus ambiciones, esa gente es feliz porque vive muy cerca de Dios. Aleluya, aleluya, por esa gente, que vive y que siente en su vida el amor. Los que ponen en todas las cosas amor y justicia, los que nunca usaron la fuerza, sino la razón, los que dan y no piensan jamás en su recompensa, esa gente es feliz porque vive muy cerca de Dios. Los que son generosos y dan de su pan un pedazo; los que siempre trabajan pensando en un mundo mejor; los que están liberados de todas sus ambiciones; esa gente es feliz porque vive muy cerca de Dios.

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122. Aleluya Aleluya, aleluya. Tu palabra es vida, verdad y camino. Aleluya. (Bis) 123. Canta aleluya Canta aleluya al Señor (bis), Canta aleluya (bis), Canta aleluya al Señor 124. Tu palabra es luz Tu palabra es luz que ilumina nuestra oscuridad. (Bis) Habla, Señor, habla a tu pueblo queremos escuchar tu voz. (Bis) Tu palabra nos hace libres, libres de verdad. (Bis) Tu palabra es fuego en el alma, fuego abrasador. (Bis) Con la fuerza de tu palabra, todo cambiara. (Bis) El que se fía de tu palabra, vivirá feliz. (Bis)

125. Jesús es Señor Jesús es, Jesús es Señor (6v) Aleluya (6v) Gloria a Dios, Gloria Gloria a Dios (3v) Jesús es, Jesús es Señor (6v) 126. Yo soy el camino Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya, aleluya, aleluya. Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí.

127. Cántaro de Barro Amasar con cariño mi tierra, aceptando el fracaso parcial, entregar a la historia mi barro hecho cántaro pleno y total. Lo que siento tapera en mi vida para Dios es etapa, tal vez, provisorio proyecto de barro que cacharro algún día ha de ser. ¡Cha que es duro creer en la historia y aceptar los proyectos de Dios! Esperar en silencio su fuego, el que El para mí destinó. En sus manos mi greda se afina, se hace pasta capaz de moldear, va creciendo despacio por dentro, va dejando proyectos detrás. Desde el fuego final de la muerte hecho cántaro regresaré, en vasija, silencio y servicio para el pueblo que habrá de nacer. 128. Bendito seas Señor Bendito seas, Señor Dios del universo por este pan fruto de la tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y aquí te presentamos; el será para nosotros, Pan de Vida. ¡Bendito seas por siempre Señor!

Bendito seas., Señor Dios del universo por este vino fruto de la vid y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y aquí te presentamos; él será para nosotros Bebida de Salvación. ¡Bendito seas por siempre, Señor! 129. Aquí está mi vida Aquí está mi vida, aquí mi honra y mi voluntad. Todo lo he dado, disponed de mí, Señor. 130. Desde adentro Para vivir el amor quiero volverme semilla, mesmo que el cardo castilla cuando le soplan la flor. Porque en la cruz el Señor me da su sabiduría, yo creo que la agonía del lucero matutino le va dejando camino a la luz del nuevo día. No ha de ser por sufrir que deje yo de cantar, los que no saben llorar tampoco saben reír. Tengo por meta vivir tal como Dios me pensó el mesmo que me creó me hace esperar lo que espero y si el lucero es lucero también yo quiero ser yo. No me acobarda la suerte de vivir para el dolor voy a campearlo al amor en los pagos de la muerte y no es que me sienta fuerte, me dobla el pecado en dos. Pero se ensancha mi voz cuando proclamo creer que en las venas de mi ser corre la sangre de Dios.

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131. Después de preparar Después de preparar la tierra y de sembrar se ha recogido el trigo bajo el sol otoñal; ha sido necesario blanca harina hacer; es trabajo del hombre el que ha hecho este pan. Este es el pan que presentamos hoy el pan de nuestra vida, el pan de nuestro amor, el pan de nuestra tierra, del gozo y del dolor; nuestro esfuerzo en hacer nuestro mundo mejor. Faltando el vino en las bodas de Caná, tu Madre se te acerca y te lo hace saber: "los jarros llenen de agua y háganlo probar"; necesario es el vino para celebrar. Este es el vino que presentamos hoy el vino de amistad y de fraternidad, el vino que será la sangre del Señor; nuestro esfuerzo en hacer nuestro mundo mejor. Al ofrecer el vino junto con el pan pensamos en el hambre que muchos sufren hoy, enséñanos Señor a compartir el pan y que alegres vivamos sembrando tu amor. Este es el pan…..

132. Coplas de Yaraví Señor, que nuestra vida sea cual una quena simple y recta, para que Tú puedas llenarla, llenarla con tu música. Señor, que nuestra vida sea arcilla blanda en tus manos, para que Tú puedas formarla, formarla a tu manera. Señor, que nuestra vida sea semilla suelta por el aire, para que Tú puedas sembrarla, sembrarla donde quieras. Señor, que nuestra vida sea leñita, humilde y siempre seca para que Tú puedas quemarla, quemarla para el pobre.

133. Con el trigo de los campos Con el trigo de los campos bajo el signo de la cruz se transforman nuestras vidas en el cuerpo de Jesús. A los pobres de la tierra a los que sufriendo están cambia su dolor en vino como la uva en el lagar. Te ofrecemos Padre Nuestro, con el vino y con el pan nuestras penas y alegrías el trabajo y nuestro afán. Estos dones son el signo del esfuerzo de unidad que los hombres realizamos en el campo y la ciudad. Es tu pueblo quien te ofrece con los dones del altar la naturaleza entera anhelando libertad. 134. Este pan y vino

Este pan y vino, Señor, se transformarán en tu cuerpo y sangre, Señor, en nuestro manjar. Gracias al sol y al labrador, en el altar florecen hoy las espigas, los racimos que presentamos Dios. Lo que sembré con mi dolor, lo que pedí en mi oración, hoy son frutos, son ofrendas que presentamos a Dios.

135. Escondido estás a los ojos Escondido estás a los ojos y tan claro estás en la fe, en los dones del pan y el vino hoy presente otra vez te hacés. Al comer de tu cuerpo y sangre nos unimos a tu pasión y en nosotros como un torrente brota vida y resurrección. Somos, Señor tu familia que en el altar se reúne en un gran banquete festejando que vos estás se reúne en un gran banquete festejando que vos vendrás. A la mesa también traemos los dolores del caminar, la injusticia en la que vivimos y la falta de pan y paz. Que tu Espíritu los transforme en ofrenda de comunión para hacer más presente el Reino y apurar la liberación. 136. En tu altar En tu altar, Señor, te ofrecemos hoy día el pan te ofrecemos el vino también, pan y vino de amor. Con esta ofrenda Señor, junto a Ti queremos estar con tu cuerpo y tu sangre Señor, será más fácil llegar.

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137. Esto que soy, eso te doy A veces me pregunto por que yo, y sólo me respondes porque quiero. Es un misterio grande que nos llames así tal como somos a tu encuentro. Entonces redescubro una verdad: Mi vida, nuestra vida es tu tesoro. Se trata entonces sólo de ofrecerte con todo nuestro amor, esto que somos. ¿Qué te daré?¿qué te daremos? si todo, todo es tu regalo te ofreceré, te ofreceremos esto que somos, esto que soy, eso te doy. Esto que soy, esto es lo que te doy, esto que somos es lo que te damos. Tú no desprecias nuestra vida humilde, se trata de poner todo en tus manos. Aquí van mis trabajos y mi fe, mis mates, mis bajones y mis sueños; y todas las personas que me diste desde mi corazón te las ofrezco. Vi tanta gente un domingo de sol, me conmovió el latir de tantas vidas y adivine tu abrazo gigantesco y sé que sus historias recibías. Por eso tu altar luce vino y pan, son signo y homenaje de la vida misterio de ofrecerte y recibirnos, humanidad que Cristo diviniza.

138. Esto que te doy Esto que te doy, es vino y pan Señor, esto que te doy, es mi trabajo, es mi corazón, es mi alma, es mi cuerpo y mi razón, el esfuerzo de mi caminar. Toma mi vida, ponla en tu corazón, dame tu mano, y llévame, cambia mi pan en tu carne, y mi vino en tu sangre, y a mí, Señor, renuévame, límpiame y sáname. Esto que te doy, mi vida es Señor, es mi amor, también es mi dolor, es la ilusión, mis sueños, es mi gozo, y mi llorar, es mi canto, es mi oración. Esto que te doy, no solo yo Señor, esta voz también, es de mi hermano, es la unión, la paz, y el orden, armonía y felicidad, es un canto en comunión.

139. Juntos nos acercamos Juntos nos acercamos a esta mesa para ofrecer, todo lo que tenemos que es para Ti. Es nuestra vida, nuestra esperanza, nuestro dolor y amor, deja que nuestras manos lleguen a Ti. El pan que es tierra, fruto y trabajo, tu cuerpo ya será, dánoslo y nuestra vida renacerá. El vino convertido en tu sangre, dánoslo a beber y se hará fecundo nuestro dolor. Como el pan y el vino que se transforman en este altar, transforma nuestras vidas en nuestro hogar 140. Los frutos de la tierra Elegiste Señor para quedarte frutos simples surgidos de la tierra, pan y vino sembrados por el hombre y que pueden estar en cualquier mesa. ¡Que sepamos Señor ser tu pan bueno nacido de la espiga verdadera! Hoy trayendo espigas y racimos nos llegamos, Señor, hasta tu mesa para unir a la ofrenda de tu Hijo el gozo y el dolor de la cosecha. ¡Que sepamos, Señor, ser vino bueno y apagar en el mundo la tristeza!

148. Pongo en tus manos Pongo en tus manos toda mi persona, Jesús, pongo en tus manos todo mi corazón, porque yo quiero vivir amándote, pongo en tus manos todo mi amor. Si el grano no cae en tierra, si no muere se queda solo, más si muere da mucho y es un fruto que durará. 141. Ofrenda de amor Por los niños que empiezan la vida. Por los hombres sin techo ni hogar. Por los pueblos que sufren la guerra. Te ofrecemos el vino y el pan. Pan y vino sobre el altar son ofrendas de amor. Pan y vino serán después tu cuerpo y sangre Señor. Por los hombres que viven unidos. Por los hombres que buscan la paz. Por los hombres que no te conocen. Te ofrecemos el vino y el pan. Por aquellos a quienes queremos. Por nosotros y nuestra amistad. Por los vivos y por los difuntos. Te ofrecemos el vino y el pan. 45 46

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142. Padre de Jesús bendice Este es el momento de alegrar la mesa con el vino y con el pan, en que ofreceremos y consagraremos y en que hemos de comulgar. Este es el momento de llegar confiados a la mesa del altar, porque tu Palabra vivificadora nos acaba de llamar. Padre de Jesús bendice lo que presentamos hoy, y que al preparar tu mesa se renueve el gozo de saber tu amor. Pan de nuestra vida, pan de nuestras almas, pan de nuestra juventud, pan que hoy entregamos juntos como hermanos, en señal de gratitud. Vino de la tierra buena y generosa, vino que ofrecemos hoy lleva nuestras luchas, lleva nuestras penas lleva nuestra sed de amor. 143. Me pongo en tus manos Me pongo en tus manos, Oh Señor te entrego toda mi vida, no me dejes nunca Señor mi fuerza eres tú y mi alegría. Tú que fuiste obediente hasta la muerte, tú que fuiste el testigo fiel, enséñame a cumplir hoy mi promesa, enséñame a decirte siempre amén. Tú que no has venido a ser servido, Tú te hiciste esclavo por amor dame un corazón grande y sencillo, dame un corazón de servidor.

144. Mi reino Mi reino es como un grano de mostaza, que alguien en la mesa sembrará y que cuando crezca será grande, las aves en el anidarán. Es también como la levadura, que toma en sus manos la mujer y que si la mezcla con la harina, fermenta y la masa hace crecer. Tú tienes mi reino entre tus manos trabaja para que pueda ser, tú eres la semilla y el fermento haz que otros en mí puedan creer. 145. Padre, me pongo en tus manos Padre, me pongo en tus manos, haz de mí lo que quieras. Padre, me pongo en tu regazo, como un niño débil y frágil, soy tu pequeño (bis). Padre, tómame en tus brazos, ten piedad, muéstrame tu rostro. Padre, tuya es mi vida, dame a conocer tus sendas. Padre, necesito darme, con todo el amor del que soy capaz. Padre, confío mis días, quiero cumplir tu voluntad.

146. Padre me pongo en tus manos Padre, Padre, Padre me pongo en tus manos, haz de mí lo que quieras, sea lo que sea, te doy las gracias, lo acepto todo, con tal que tu voluntad, se cumpla en mí y en todas tus criaturas. No deseo nada más, Padre. No deseo nada más. Yo te ofrezco mi alma y te la doy con todo el amor, del que soy capaz, porque deseo darme. Ponerme en tus manos, sin medida. Con infinita confianza, porque Tú eres mi Padre. 147. Padre me pongo en tus manos Padre me pongo en tus manos, haz de mí lo que quieras, sea lo que sea, te doy gracias, estoy dispuesto a todo, lo acepto todo, con tal que tu voluntad, se cumpla en mí. No deseo nada más, te confío mi alma, te la doy con todo el amor, del que soy capaz, porque te amo necesito darme, ponerme en tus manos porque eres mi Padre. 149. Presentemos al Señor

Con el pan y con el vino (bis), presentamos al Señor (bis) penas y padecimientos, alegrías y fracasos, presentamos al Señor (bis). Nuestro Padre nos reúne (bis) en la mesa del amor (bis) para hacernos más hermanos y hacer el mundo mejor, presentamos a1 Señor (bis). Danos, Señor, danos tu bendición (bis)

150. Por un pedazo de pan Por un pedazo de pan y por un poco de vino, yo he visto a más de un hermano, abandonar su camino. Por un pedazo de pan y por un poco de vino, yo también vi a mucha gente encontrar nuevamente un camino de amor, yo también vi a mucha gente volver nuevamente a un encuentro con Dios. Por un pedazo de pan, por un poco de vino, Dios se nos hizo manjar, se nos hizo camino, por un pedazo de pan. (4 veces) Al no tener vino y pan y por faltarle comida, he visto a más de un hermano amargado en la vida; y por no darle su pan y por no darle su vino, he visto a más de un creyente perder de repente el sentido moral; vi que el camino se hará si se siembre justicia, amor e igualdad. 151. Te ofrecemos Padre Nuestro Te ofrecemos Padre Nuestro, este vino y este pan, junto con ellos te damos, el trabajo y el dolor, la dicha de ser tus hijos, la alegría del amor. Te lo ofrecemos por Cristo que entre nosotros está, este pan será su cuerpo, el vino sangre se hará. Perdona nuestros pecados y haznos vivir en tu paz. 47

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152. Saber que vendrás En este mundo que Cristo nos da hacemos la ofrenda de pan, el pan de nuestro trabajo sin fin y el vino de nuestro cantar. Traigo ante Ti nuestra justa inquietud amar la justicia y la paz. Saber que vendrás, saber que estarás partiendo a los pobres tu pan. (bis) La sed de todos los hombres sin luz la pena y el triste llorar, el odio de los que se mueren sin fe, cansados de tanto luchar. En la patena de nuestra oblación, acepta la vida, Señor. 153. Se como el grano de trigo Se como el grano de trigo que cae en tierra y desaparece y aunque te duela la muerte de hoy mira la espiga crece. Un trigal será mi Iglesia que guardará mis entregas fecundadas por sangre de aquel que dio su vida por ella. Ciudad nueva del amor donde vivirá su pueblo que de los brazos de su dueño nació sostenida de un madero. Yo mi vida he de entregar para aumentar la cosecha que el sembrador al final buscará y dejará ser eterna. Un día al Padre volveré a descubrir el secreto de la semilla de trigo que fiel guardó su herencia en el cielo.

154. Quiero caer en tierra Quiero caer en tierra y morir, si no quedar‚ solo; soy un grano de trigo, quiero dar mucho fruto, ser tu testigo por el mundo. Si amo mi vida, la perderé, si doy mi vida, la ganaré, donde tu estás Jesús, allí estoy yo, te sigo, soy tu servidor . Padre ha llegado la hora, glorifica tu nombre, en mi ser, que muere, para que seas Tú el Rey. 155. Si el grano de trigo no muere Llora el trigal en el campo por sus tronchadas cabezas, cuando el campesino canta el gozo de la cosecha. Llora la vid su racimo cuando el trapiche lo traga, para convertir en vino la riqueza de su savia. Y las mesas de los hombres se alegran de pan y vino con las espigas molidas y los granos exprimidos. Por eso Dios esta noche, pobre semilla en el surco, como el trigal y las viñas llora su destino oscuro. Triturada por desprecios será alimento su carne y exigida por la espada será alegría su sangre. Y sabrá el hombre de nuevo aunque resulte muy duro, que debe morir el grano si pretende ser fecundo.

156. Te ofrecemos Te ofrecemos Señor el pan, pan de vida que harás y así, junto podremos ser como hermanos al fin, es el signo de amor que vos nos pedís. Este vino que aquí está, para que vos Señor vivas, es bebida de luz, para poder guiar a los hombres que hoy buscan tu amistad. Con sincera humildad Señor, queremos ofrendar amor, alegría, dolor y en nuestra pequeñez, el cansancio también dejar a tus pies 157. Te ofrecemos nuestra vida Te ofrecemos este nuevo día y el deseo inmenso de vivir; acéptalo Señor, nuestra vida esta puesta en nuestras manos esperándote, esperando tu vuelta Señor Acepta, Señor, nuestro trabajo y esta lucha diaria por vivir, y el fruto de la tierra que brota con amor y este pan que ahora nos va a alimentar, este pan que muchos no tendrán. Para algunos los días sólo pasan, para muchos estos días pesan, bregar de sol a sol, tragando su sudor; pobre rey del mundo “corona de sal”, acepta Señor nuestro dolor. Te ofrecemos nuestras esperanzas por lograr un mundo donde estar. Tus pobres se levantan, tu pueblo en lucha está, nadie se acomode, el Señor vendrá, acepta nuestro riesgo de vivir.

158. Te ofrecemos, Oh Señor

Te ofrecemos, oh Señor, este vino y este pan, lo sacamos de los campos para Ti. Junto al vino y junto al pan, te ofrecemos, oh Señor, nuestras penas y alegrías para Ti. Las ofrendas que aquí están son frutos de nuestro amor, te rogamos las aceptes para Ti.

159. Te vengo a ofrecer la vida Te vengo a ofrecer la vida todo lo que aprendí, todo mi trabajo, el amor que doy las cosas que me hacen crecer. Pan y vino son signos de tu amor, en tu amor quiero vivir yendo en tu presencia sigo tu camino... cosas que me hacen crecer. Te vengo a ofrecer el llanto todo lo que es mi sufrir, la paz que no tengo lo que no sé hacer las cosas que me hacen crecer. 160. Te ofrezco el blanco pan Te ofrezco el blanco pan a Ti, Señor, y en él yo te doy mi pobre corazón. Conviértelo en tu cuerpo redentor por tu cruz y por mi salvación. Por qué no cree el hombre en Ti, si tú le das calor. Si hiciste el cielo, el mar y el sol tan sólo por tu amor. Yo creo en Ti, señor, creo en Ti.

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161. Trigo puro en tus manos Hoy mi vida se desgrana como una espiga fecunda, haz Señor que estas mieses siempre la tierra produzca. Hoy mi vida se desgrana como una espiga fecunda. Trigo puro en tus manos me dejaré sembrar sólo el trigo que muere sirve para el altar.(bis) Me llamaste y me pediste compartiera tu deseo de ganarte muchos hombres y consagrarte el mundo entero. Me llamaste y me pediste compartiera tu deseo. Haz que arda y se consuma sin que lo llegue a saber solo el trigo que se oculta llega un día a florecer. Haz que arda y se consuma sin que lo llegue a saber. Hoy te ofrezco mis trabajos, mis cansancios y alegrías, tómalos Señor cual trigo por las manos de María. Hoy te ofrezco mis trabajos, mis cansancios y alegrías. 162. Te presentamos Te presentamos el vino y el pan, bendito seas por siempre Señor. Bendito seas, Señor, por este pan que nos diste; fruto de la tierra y del trabajo de los hombres. Bendito seas, Señor, el vino Tú nos lo diste, fruto de la tierra y del trabajo de los hombres.

163. Tierra Quiero ser tierra tuya, Señor, que necesita tu siembra y calor; tierra que arrope raíces y amor, que se nutre de la savia de tu tallo. Tierra, quiero ser tierra, Señor, tierra de amor en tus manos que retenga tu calor, donde los hombres puedan sentirse hermanos. Vengo a ofrecerte, Señor, esta tierra de mi nada, donde unos puedan pisar y otros pasar a tu morada. Quiero ser tierra fértil, Señor, que no se quede agostada, más si esa es tu voluntad, ser tierra fuerte, dispuesta a ser pisada. 164. Tomad Señor Tomad, Señor y recibid toda mi libertad, mi memoria, entendimiento y voluntad. Tomad, Señor, y recibid. Vos me lo disteis, a vos, Señor, lo torno, todo es vuestro, disponed conforme a vuestra voluntad. Tomad, Señor, y recibid, dadme vuestro amor y gracia que esto sólo me basta. Tomad, Señor, y recibid.

165. Tomad, Señor Tomad, Señor y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y mi voluntad, todo mi haber y mi poseer, vos me lo disteis, Señor, a vos lo torno, todo es vuestro. Disponed de todo a vuestra voluntad, dadme vuestro amor y gracia que esta me basta, que esta me basta.

166. Tomad, Señor(Maite López) Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y mi voluntad. Todo mi haber y mi poseer, vos me lo disteis, Señor, a vos lo torno, todo es vuestro. Disponed de todo a vuestra voluntad, dadme vuestro amor y gracia que esta me basta.

167. Tú pones lo demás

Un día de boda el vino faltó, imposible poderlo comprar ¡Qué bello milagro hiciste Señor con el agua de aquel manantial! Colmaste hasta el borde del vino mejor las tinajas que pude llenar, yo puse mi esfuerzo, yo puse mi afán: Tú pusiste Señor, lo demás. Es muy poco , Señor lo que vengo a traer, es muy poco lo que puedo dar; mi trabajo es dar, mi trabajo es el agua que quiero ofrecer y y mi esfuerzo un pedazo de pan. La gente sentada esperó, en el prado que baja hasta el mar; con cuanto tenía a Ti se acercó un muchacho que quiso ayudar. Tu mano en su frente feliz descansó en sus ojos tu dulce mirar. El puso sus peces, él Puso su pan: Tú pusiste, Jesús, lo demás. Es muy poco , Señor lo que vengo a traer, es muy poco lo que puedo dar; mi trabajo es dar, en tus manos divinas lo vengo a poner, Tú ya pones, Señor, lo demás. Los hombres volvían al amanecer, muy cansados de tanto bregar ¡Las barcas vacías! Qué tristes es volver y de nuevo tener que empezar. Salieron al lago a pescar otra vez., tu Palabra les iba a guiar: los hombres pusieron la barca y la red. Tú pusiste Jesús lo demás.

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168. Un niño se te acercó Un niño se te acercó aquella tarde, sus cinco panes te dio para ayudarte. Los dos hicieron que ya no hubiera hambre (Bis) La tierra, el aire y el sol son tu regalo, y mil estrellas de luz sembró tu mano. El hombre pone su amor y su trabajo. (Bis) También yo quiero poner sobre tu mesa mis cinco panes que son una promesa de darte todo mi amor y mi pobreza.(Bis)

169. Una espiga Una espiga dorada por el sol, el racimo que corta el viñador, se convierten ahora en pan y vino de amor en el Cuerpo y la Sangre del Señor (bis) Compartimos la misma comunión, somos trigo del mismo sembrador, un molino, la vida nos tritura con dolor: Dios nos hace Eucaristía en el Amor. (bis) Como granos que han hecho el mismo pan como notas que tejen un cantar como gotas de agua que se funden en el mar los cristianos un cuerpo formarán. En la mesa de Dios se sentarán, como hijos su Pan comulgarán, una misma esperanza caminando cantarán, en la vida como hermanos se amarán (Bis)

170. Yo soy Yo soy el trigo que crece en tus campos, yo soy la vid que crece en tu huerto, yo soy el agua que corre por tus ríos, yo soy el aire que da vida a tu cuerpo. Yo soy el pan que partes en tu mesa, yo soy el vino que bebes en tu fiesta, yo te he invitado para celebrar nuestra amistad. Soy el amigo que te tiende una mano, soy el mendigo que encuentras a tu paso, soy el hambriento que coge tus migajas y quiere el pan que te sobra en la mesa. Soy el hermano que vive a tu lado, estoy desnudo, abriga tú mi cuerpo, como a los muertos me has abandonado, si estoy contigo, por qué me has olvidado. Escúchame, te llamo a cada instante, si tú me oyeras, si sólo comprendieras, que cada día nos vamos acercando, y en esta mesa yo te estoy esperando.

171. Zamba del grano de trigo Zamba del grano de trigo, mañana yo he ser pan no le tengo miedo al surco algún día he de brotar. Barbecho de terrón fresco tu sangre yo he de mamar. Tierra que será mi madre un nuevo ser me has de dar. Silencio y noche en mi tumba espigas germinarán ciento por una y molienda mañana voy a ser pan . Me enterraré en tus entrañas y el mundo me olvidará es doloroso tu abrazo, pero yo quiero ser pan. La muerte aguarda en el surco cálido abrazo nupcial; muerte, sabrás un secreto: cuando matas vida das. Tallo verde, dos hojitas mi espiga despunta ya ciento por una y molienda mañana voy a ser pan.

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172. Padre amerindio Quiero decirte Padre en Aymará, quiero nombrarte Padre en araucano, quiero mostrarte Padre mi Otovalo, quiero darte las gracias por mi Amerindia. Quiero decirte fuerte que te amo en quechua, quiero sembrar tu reino con trigo maya, quiero darte mi vida como azteca, quiero adornar tu frente con oro inca. Mi Padre en tu corazón encuentro mi sintonía, mi sintonía, y puedo consagrar ahora mi pueblo todo a María, todo a María. Quiero decirte Padre en guaraní, quiero nombrarte Padre con alma shuara, quiero mostrarte Padre tierra y mares, quiero darte las gracias por mi amerindia. Quiero fuerte… 173. Padre Nuestro Padre que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino. Hágase tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo. (Bis) El pan danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras deudas así como nosotros perdonamos. Y no nos dejes caer en tentación,(bis) mas líbranos del mal. Amén.

174. Padre Nuestro Padre nuestro que estás en los cielos, desvelado por nuestros desvelos: Hoy tu nombre nos sabe a justicia, nos sabe a esperanza y a gloria tu Reino.(bis) Padre nuestro que estás en la calle, entre el tráfico, el ruido y los nervios; que se cumpla señor tu palabra lo mismo en la tierra que arriba en el cielo. (bis) Padre Nuestro, padre Nuestro, no eres un Dios que se queda alegremente en su cielo. Tú alientas a los que luchan para que llegue tu reino. Padre nuestro que sudas a diario, en la piel del que arranca el sustento, que a ninguno le falte el trabajo que el pan es mas pan cuando ha habido esfuerzo. (bis) Padre nuestro que no guardas nunca, contra nadie venganza o desprecio; que te olvidas de ofensas y agravios y pides que todos también perdonemos. (bis) 175. Padre Nuestro Misionero

Padre Nuestro Tú que estas en los que aman la verdad. Haz que el reino que por Ti se dio llegue pronto a nuestro corazón. Y el amor que tu hijo nos dejó, el amor esté ya con nosotros Y en el pan de la unidad, Cristo danos Tú, la paz. Y olvídate de nuestro mal, si olvidamos el de los demás. No permitas que caigamos en tentación, Oh Señor y ten piedad del mundo.

176. Alabanza y Gloria

Alabanza y gloria a nuestro Dios, santo es el Señor, Dios del universo. alabanza y gloria a nuestro Dios, cielos y tierras muestran su esplendor. Alabanza y gloria a nuestro Dios, sea bendito el que viene en su nombre. Alabanza y gloria a nuestro Dios, alabanza y gloria a nuestro Dios. Alabanza y gloria a nuestro Dios, Santo es el Señor, Dios del universo. Alabanza y gloria a nuestro Dios, santo es el Señor, santo es nuestro Dios

177. Gran gozo Santo, santo, santo es el Señor del universo llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Bendito es el que viene en el nombre del Señor Hosanna en el cielo al hijo de David Un gran gozo se anuncia en el pueblo de Israel: es Cristo salvador que llega para iluminar.

178. Santo (Alborada ) Santo, santo, santo dice la alborada, y es un canto de alabanza al Creador; santo, santo dice la noche estrellada, y el silencio se transforma en oración. Santo, santo, santo Dios dice la gente, y se alivia de su pena y su aflicción; santo, santo grita todo el continente, que despierta soñando liberación. Tanto en la vida como en la muerte, ahora y siempre, ¡Santo, Señor! Lo dicen todos, lo canta el pueblo y es un inmenso canto de amor (bis). 179. Santo Salvadoreño

Santo, santo, santo, santo, santo, santo, es nuestro Dios, Señor de toda la tierra (Historia), santo, santo es nuestro Dios. (Bis ). Que acompaña a nuestro pueblo, que vive nuestras luchas, del universo entero, el único Señor. Benditos los que en su nombre, al Evangelio anuncian, la buena gran noticia de la liberación.

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180. Santo

Santo, Santo es el Señor, el Señor del universo. Llenos están el cielo y la tierra, cielo y tierra de tu Gloria (Bis) Hosanna en el cielo (Bis) Bendito el que viene en nombre del Señor.

181. Santo

Santo, santo, santo, el Señor, Dios del universo los cielos y la tierra están llenos de tu gloria. Hosanna, hosanna, hosanna en lo alto del cielo. Bendito es el que viene en el nombre del Señor.

182. Santo: Dios Digno Santo es el Señor mi Dios, digno de alabanza. A él el poder, el honor y la gloria. (Bis) ¡Hosanna, hosanna, hosanna Oh Señor! (Bis) Bendito es el que viene en nombre del Señor con todos los santos, cantamos para él. (Bis)

183. Santo(Misa 500 años)

Santo, santo, santo es el Señor; santo, santo, santo es nuestro Dios. Señor, Dios del Universo, te proclamen sin cesar, con hosannas jubilosos, la tierra, el cielo y el mar.

Bendito es aquel que viene a traernos la unidad, en el nombre de Dios Padre, como solidaridad. 184. Santo (Marinera) Santo, santo, santo, santo es el Señor (bis). ¡Alégrese cielo y tierra en Cristo, Dios Salvador! ¡Hosanna en las alturas, bendito el nombre de Dios!

185. Santo(Misa Colombiana) Santo, santo, santo es el Señor; santo, santo, santo es nuestro Dios. Con tu fuerza y tu presencia todo lo llenas de vida; valles, ríos y montañas cantan llenos de alegría. Caminando codo a codo con tu pueblo que camina, entre lamentos y luchas con esperanza nos guías; entre anhelos e ilusiones, hacia un Reino de justicia. 186. Sumaj ( Qheshwa) Sumaj....Sumaj.....Sumaj. Ancha Sumaj kanki. Dius tatayku. ¡Qhallalla! ¡Qhallalla! Janajpachapi. Sumajta kachun sutiykipi jamoj. ¡Qhallalla! ¡Qhallalla! Janajpachapi. 187. Yo canto como David. Si el espíritu de Dios se mueve en mí, yo canto como David. (Bis) yo canto, yo canto, yo canto como David. (Bis).

188. Canto de Paz Siguiendo los pasos de pocos pudimos llegar hasta aquí, descubrir que ahora somos tantos y muchos más por venir. Elegir un saludo, un gesto, es también parte hoy, un compromiso para siempre por donde nos toque vivir. Que tengas paz, que tengas paz, es el saludo de un hermano a otro, que tengas paz, que tengas paz, es el deseo que te doy a vos. 189. Paz en la tierra Paz en la tierra, paz en las alturas, que el gozo eterno reine en nuestro corazón (bis). Da la paz hermano, da la paz. Constrúyela en tu corazón y con tu gesto afirmarás que quieres la paz. Que tu paz hermano sea don, es el menor signo de amor que tú nos puedes ofrecer, abrazo de paz.

190. Danos la paz Danos paz, danos luz en el camino, danos calma borra el cansancio y la inquietud con tu suave voz. Luz, paz, en el camino, danos calma con tu suave voz. Danos, luz en el camino, danos calma con tu suave voz.

191. La Paz No existe bien para mí mejor que tu paz gracias Dios mío porque me la das. Como nos dijo Jesús en nombre de Dios: "Mi paz os dejo, mi paz os doy".Extiende tu mano y desea la paz, gracias hermano porque me la das. Porque nos diste la vida, tu amor y tu paz. Gracias Señor, gracias Señor, gracias Señor. 192. Paz en la tormenta Cuando lloras por las veces que intentaste, y tratas de olvidar las lágrimas que lloraste sólo tienes pena y tristeza, el futuro incierto espera en paz, en medio de la tormenta. Puedes tener paz en la tormenta fe y esperanza cuando no puedas seguir aún, con tu mundo hecho pedazos el Señor guiará tus pasos en paz en medio de la tormenta. Muchas veces yo me siento igual que tú y mi corazón anhela algo real y el Señor viene hacia mí y me ayuda a seguir en paz en medio de la tormenta.

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193. Queremos paz Hago un llamado a quienes dirigen el mundo, para pedirles que piensen en la humanidad. Pueden ustedes hacer que se acaben las guerras: tantos que luchan y mueren sin saber por qué. Piensen que no es tan difícil hacer que en el mundo pueda flamear la bandera de la comprensión, porque los hombres prefieren amor antes que odio. Tiren las armas y dense las manos con amistad. Queremos paz, queremos la paz, queremos paz, queremos tan solo el derecho a vivir. (bis)

194. Cordero de Dios Cordero de Dios, de nosotros ten piedad; enséñanos, Señor, a saber perdonar. Que sea nuestra vida un canto a la verdad... Cordero de Dios, te pedimos la paz.

195. Dios de amor Dios de amor, el Cordero que se entregó por nuestros pecados. Misericordia, misericordia, ten de nosotros, misericordia. (Bis) Dios de amor, el Cordero que se entregó por nuestros pecados danos tu paz, Señor, danos tu paz danos tu paz Señor, danos tu paz, Señor. 196. Cordero (Quechua) Diospaj corderon, Dios, qan runaspaj juchankuta pampachaj: khuyarikullawayku (bis). Diospaj corderon, Dios, qan runaspaj juchankuta pampachaj: sonqochaykullawayku .

197. Alabo tu bondad Todo mi ser canta hoy por las cosas que hay en mí. Gracias te doy, mi Señor, tú me haces tan feliz. Tú me has regalado tu amistad, confío en ti, me llenas de tu paz; tú me haces sentir tu gran bondad, yo cantaré por siempre tu fidelidad. Gloria a ti, Señor, por tu bondad; gloria, gloria, siempre cantaré tu fidelidad (bis). Siempre a tu lado estaré alabando tu bondad, a mis hermanos diré el gran gozo que hallo en Ti. En Ti podrán siempre encontrar fidelidad, confianza y amistad, nunca fallará tu gran amor ni tu perdón, me quieres tal como yo soy. 198. Alientas mi fe Si vienes conmigo y alientas mi fe, si estás a mi lado ¿A quién temeré? A nada tengo miedo, a nadie he de temer, Señor si me protege tu amor y tu poder. Me llevas de la mano, me ofreces todo bien, Señor Tú me levantas, si vuelvo a caer. En cosas que se mueren yo puse el corazón, fue tierra mi tesoro, fue vana mi ilusión. En cosas que se mueren me voy muriendo yo, Tú sólo vives siempre, Tú sólo mi Señor.

199. Alabe todo el mundo Alabe todo el mundo, Alabe al Señor Alabe todo el mundo, Alabe a nuestro Dios 200. Alma Misionera Señor, toma mi vida nueva antes de que la espera desgaste años en mí. Estoy dispuesto a lo que quieras no importa lo que sea, tú llámame a servir. Llévame donde los hombres necesiten tus palabras necesiten mis ganas de vivir. Donde falte la esperanza, donde todo sea triste simplemente por no saber de ti. Te doy mi corazón sincero para gritar sin miedo lo hermoso que es tu amor Señor tengo alma misionera condúceme a la tierra que tenga sed de Ti. Y así, en marcha iré cantando por pueblos predicando tu grandeza, Señor; tendré tus brazos sin cansancio tu historia entre mis labios tu fuerza en la oración.

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201. Al pequeño rebaño ¿Qué voy a comer, como voy a vestir? ¿Cómo voy a salir de este pozo en que estoy? Preguntas desconfiadas, que desoyen el canto, de ese amor abundante que todo alimenta que todo lo teje. Presos de ansiedad quieren agregar una hebra más al telar de su vida. Si hasta lo más pequeño supera su hoy porque no abandonarse cual hierba que aguarda paciente su sol. No se inquieten por nada, vivan agradeciendo. Pues el Padre de ustedes pequeño rebaño quiso darles el Reino. Si al lirio engalana como a nadie más y al cuervo le da su ración a su hora. ¡Cuánto valen ustedes, hijitos cuanto más! Busquen primero el Reino con amor de madre dará los demás. Su escasez sin más, su fragilidad son oportunidad para el gesto de Dios. Confiados esperen a su providencia celebren alegres que el Padre ha dispuesto que Yo sea su herencia.

202. Amaos Cómo el Padre me amó, yo os he amado, permaneced en mi amor, permaneced en mi amor.

Si guardáis mis palabras y como hermanos os amáis, compartiréis con alegría el don de la fraternidad. Si os ponéis en camino sirviendo siempre la verdad, fruto daréis en abundancia, mi amor se manifestará. No veréis amor tan grande como aquél que os mostré. Yo doy la vida por vosotros, amad como yo os amé. Si hacéis lo que os mando y os queréis de corazón, compartiréis mi pleno gozo, de amar como él me amó. 203. Al paso de los pobres Caminando va lentamente el pueblo, caminando va y reza una oración. Canción de libertad, canción que hable de amor, canción que no mienta y diga lo que sienta el corazón. Caminando va lentamente el pueblo, caminando va y canta una canción. La vida ya es muy dura, para cantar dolor, cantemos la esperanza que nos da alegría y fecunda el amor. Caminando va lentamente el pueblo, caminando va y reza una oración. Al paso de los niños, también sus madres van, al paso de los pobres el amor invita hoy a caminar. Caminando va lentamente el pueblo, caminando va y canta una canción.

204. Amando hasta el extremo Déjame Señor, mirarte bien por dentro, entrar en tu corazón y dejarme seducir y que aumenten mis deseos de querer ser como tú, conocerte internamente amarte y seguirte más, apostar mi vida junto a ti, déjame verte Señor: Amando hasta el extremo, dejándote la piel entregando las entrañas, tus entrañas de mujer en una toalla y un lebrillo, en un acariciar los pies, en un mirarnos hasta el fondo, sin nada que reprochar y sin nada que pedir y con tanto para dar. Yo, el maestro y el Señor ya no puedo amaros más, pues como el Padre me ha amado así os he amado yo. Os dejo mi vida entera en este vino y este pan, este pan que soy yo mismo que parto y que me doy, mi deseo es que os améis de corazón, yo también os quiero ver: Amando hasta el extremo, dejándoos la piel entregando las entrañas, como lo hace una mujer en una toalla y un lebrillo en un acariciar los pies, en un miraros hasta el fondo, sin nada que reprochar y sin nada que pedir y con tanto para dar. Sí, te doy todo lo que soy para que sigas amando la lucha por la justicia entra en esta intimidad que se llena de personas y rostros que acariciar que me impulsa desde dentro a comprometerme más. Todos caben en tu corazón, quiero seguirte Señor:

Amando hasta el extremo, dejándome la piel entregando las entrañas, mis entrañas de mujer en una toalla y un lebrillo, en un acariciar los pies, en un mirarlos hasta el fondo, sin nada que reprochar y sin nada que pedir y con tanto para dar. 205. Amarte a ti Señor Amarte a Ti Señor en todas las cosas y a todas en Ti. En todo amar y servir. En todo amar y servir. Tu amor me ha dado vida, tu amor me ha dado ser. De Ti me viene todo y a Ti debe volver. Gustoso pues te ofrezco, mi haber, mi poseer. Tu amor y gracia dame, demás no es menester. Presente en las creaturas y activo en todo estás, en mí como en un templo te dignas habitar. De Ti bondad y gracia me llueven sin cesar, mi oficio ya no es otro, sino servir y amar.

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206. Amigo de publicanos Señor de los afligidos, Salvador de pecadores, mientras aquellos señores de solemnes encintados llevan al templo sus dones con larga cara de honrados. ¡Ay que me gusta escucharte! Cuando les dices: “la viuda, con su moneda chiquita, ha dado más que vosotros, porque ha entregado la vida”. Señor de las Magdalenas, pastor de samaritanos; buscador de perlas finas perdidas en los pantanos; cómo te quedas mirando con infinita tristeza al joven que te buscaba y cabizbajo se aleja por quedar con su dinero. ¡Ay, que difícil que pase por esta aguja, un camello! Amigo de los humildes, confidente de los niños; entre duros pescadores escoges a tus ministros, parece que todo fuera en tu Evangelio sorpresa. Dices: “¡Felices los mansos! ¡Y los que sufren pobreza! ¡Benditos son los que lloran! ¡Los sedientos de justicia! ¡Dichosos cuando os maldigan!

“Es hijo de los demonios”, los fariseos decían, “se mezcla con los leprosos y con mujeres perdidas, el sábado no respeta, ¡dónde vamos a parar! Si ha decidido sanar a toda clase de gente, ¡es un hombre subversivo! Ante tanta confusión, ¡yo me quedo con lo antiguo!

Ellos miraban al cielo y Tú mirabas al hombre cuando, apartado en el monte, te entregabas a la oración, sólo buscabas a Dios, a tu Padre, Santo y Justo. Y en el secreto nombrabas, para que tú los sanaras, al hombre uno por uno, y lo que el barro manchaba, tus ojos lo hicieron puro. 207. Amigo Tú eres mi hermano del alma realmente el amigo, que en todo camino y jornada está siempre conmigo. Aunque eres un hombre aún tienes alma de niño. Aquel que le da su amistad, su respeto y cariño.

Recuerdo que juntos pasamos muy duros momentos, Y tú no cambiaste por fuertes que fueran los vientos, es tu corazón una casa de puertas abiertas, tú eres realmente el más cierto en horas inciertas.

En ciertos momentos difíciles que hay en la vida, buscamos a quien nos ayude a encontrar la salida y aquella palabra de fuerza y de fe que me has dado, me da la certeza de que siempre estuviste a mi lado. Tú eres mi Amigo del alma en toda jornada, sonrisas y abrazos, festivo a cada llegada, me dices verdades tan grandes con frases abiertas, Tú eres realmente el más cierto en horas inciertas. No preciso ni decir, todo eso que te digo, pero es bueno así sentir que eres tú mi gran amigo ... que yo tengo un gran amigo.

208. Amigos de Dios No me eligieron ustedes, fui yo quien los elegí; ustedes son mis amigos, serán mis testigos, vivirán en mí. (Bis) Por qué temer, hombre de poca fe, si yo conozco a quienes elegí, les aseguro que harán mis obras y aún mayores si creen en mí. No muchos ricos y poderosos escoge Dios para evangelizar; fuertes y sabios son confundidos por la codicia y la necedad.

209. Anuncio de tu amor Todas las voces del viento, cada color del arco iris, cada sueño que consigue descubrir donde comienza el amor, cada palabra, cada historia, cada estrella de este cielo, esta inmensa creación, es testigo de tu amor. Todo el tiempo que yo viva seré anuncio de tu amor, cuando acaben las palabras seguiré oyendo tu voz. Cada vez que yo respire te daré gracias mi Dios, todo el tiempo que yo viva, seré anuncio de tu amor. Desde el monte hasta los valles, desde el cielo hasta el mar, cada mano que se estira, que se estira para ofrecer la paz. Cada acto de ternura, cada gesto de bondad, cada sueño y esperanza es reflejo de tu amor.

210. Amigos en Jesús Y es propio del que ama, el callarse y mirar, son miradas silenciosas que aman, ya no es necesario hablar. Tus ojos dejan ver el corazón como ventanas puedo ver lo que hay en vos. Así el silencio amigo, no los aburrirá y en tus ojos leeré la verdad. Mi vida yo daré junto con mi amor lo hizo Jesús por mi, yo lo haré por vos como el grano de trigo para crecer tendremos que morir para nacer

211. Amar es entregarse Amar es entregarse, olvidándose de sí, buscando lo que al otro pueda hacerle feliz (bis). Que lindo es vivir para amar que grande es tener para dar. Dar alegría y felicidad, darse uno mismo, eso es amar (bis). Si amas como a ti mismo, si te entregas a los demás, verás que no hay egoísmo que no puedas superar (bis)'.

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212. Andando por el camino

Andando por el camino, te tropezamos Señor. Te hiciste el encontradizo nos diste conversación. Tenían tus palabras fuerza de vida y amor. Ponían esperanza y fuego en el corazón. Te conocimos Señor al partir el pan, tu nos conoces Señor al partir el pan. Llegando a la encrucijada, Tú proseguías Señor. Te dimos nuestra posada; techo, comida y calor, sentados como amigos a compartir el cenar, allí te conocimos al repartirnos el pan. Andando por el camino te tropezamos Señor en todos los peregrinos que necesitan amor. Esclavos y oprimidos que buscan la libertad, hambrientos, desvalidos a quienes damos tu pan.

213. ¿A quién enviaré? Esto dice el Señor: Escucha pueblo mío a tu Dios, al que te formó y te salvó, luchando por tu libertad. No quiero tus sacrificios, ni limosnas, ni tus alabanzas, y aparta de mí tus manos manchadas con sangre de tu hermano. ¿Quién irá por mí? ¿Quién irá a decirle a mi pueblo? Hijos engendré, con ternura los crié y hoy me quieren olvidar, me quieren sepultar.

No oprimas al pobre y al huérfano, no te quedes con su salario y no robes su pan, fingiéndole ayudar porque él está ante mis ojos. Comparte tu pan con tu hermano, ahora que después se pudrirá, porque el pan que guardas es del hambriento, no esperes hasta mañana. Defiende al débil y a su tierra, defiende su vida para amar, lucha sin descanso y tu esperanza jamás será sofocada. Escucha mi voz ahora, te estoy llamando en sus bocas: en sus ojos tristes, de llanto reprimido, y en sus manos me clavan de nuevo. 214. Aquí estoy, Señor “Soy tu Dios, tu creador, yo he escuchado tu clamor, yo miré tu humillación, yo te salvaré. Yo que hice el sol brillar, bajaré a tu oscuridad. ¿Quién te llevará mi luz?, ¿Quién irá por mí?” Aquí estoy Señor, Tú me llamas, en la noche oscura escuche tu voz. Yo iré, Señor, si me guías Tú llevaré a tu pueblo en mi corazón. “Soy tu Dios libertador, yo he guiado tu andar, yo te di la libertad, y tu te olvidaste de mí. Cambiaré tu corazón y tu amor renacerá. ¿Quién te hará escuchar mi voz? ¿Quién irá por mí? “Soy tu Dios, tu salvador, junto a ti me sentaré y mi pan compartiré, yo te serviré. Y aquel día vivirás, de alegría cantarás. ¿Quién te llevará mi paz? ¿Quién irá por mí?

Callemos hermanos Callemos, hermanos, y vuelva el silencio, que ya hemos perdido el don de escuchar; y en este tumulto de nuestras palabras, somos incapaces de escuchar a Dios. Callemos, hermanos, y que hable el señor. Los hombres llevamos mil máscaras vanas para no encontrarnos con nuestra verdad; tememos mirarnos de frente en sus ojos, y al ver lo que somos, tener que cambiar. 215. A veces A veces, en algunos días grises, cuando pierdo la esperanza cuando no encuentro la paz me pregunto si es verdad que existes si realmente eres mi amigo Y si lo eres dónde estás. Es ese el momento cuando dudo, un momento de vacío y de fría oscuridad. Cuando pienso, si en verdad no existes mi vida sería vana como un libro sin final. Pero una voz siento surgir dentro de mí que me devuelve toda mi fe: es la voz de Dios mi amigo y es esa voz que con dulzura me habla de paz, la que me dice que Dios será siempre nuestro amigo. Entonces me contas que estás perdido que no encuentras el camino que te devuelva la fe y me dices que Dios está muy lejos, que no puedes acercarte quieres que se acerque Él.

Ahora que ya encontré de nuevo al Señor que me guía y que me enseña a amar, Yo te invito a que intentes encontrarlo; verás que no está tan lejos y que Él te espera ya. Y tú también has de escuchar la dulce voz que te hablará llena de amor es la voz de Dios mi amigo y es esa voz que con dulzura me habla de paz la que me dice que Dios será siempre nuestro amigo. 216. Baja a Dios de la nubes Baja a Dios de las nubes y llévale a la fábrica donde trabajas. Quita a Dios del letargo y grábale dentro de tu corazón. Saca a Dios de los templos donde los encerraron hace tantos años, déjale libre en las plazas y llévale al mercado del pueblo. Porque Dios no es un Dios muerto y si pensáis que Él está muerto, equivocados, equivocados, equivocados estáis. Ayer hablé con Él y lo noté un tanto triste, hoy hablé con Él y me contó que estaba solo. Porque hay muchos hombres que hablan en su nombre y no le dejan hablar a Él. Porque hay muchos hombres que se reúnen en su nombre y no le dejan entrar a Él.

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217. Bendición de San Francisco El Señor te bendiga, el Señor te guarde, te muestre su faz, te tenga piedad, vuelva a ti su rostro y te dé la paz. El Señor te bendiga hermana y te haga tan clara como un poco de agua tan prometedora como una mañana, que en la pequeñez puedas admirar al león y al cien pies. El Señor te bendiga, el Señor te guarde, el sol te dé luz, el fuego el calor, te alcance el rocío, te sostenga la madre tierra, de sus frutos te dé el mejor. Que mi Dios te acompañe en la tribulación, que te elija de compañera en el gozo y en el dolor, que te llene de gracia, por amar al amor.

218. Bienaventuranzas Felices somos en la pobreza si en nuestras manos hay amor de Dios, si nos abrimos a la esperanza, si trabajamos en hacer el bien. Felices somos en la humildad, si como niños sabemos vivir, será nuestra heredad, la tierra, la tierra. Si el grano de trigo no muere en la tierra, es imposible que nazca fruto, aquel que da su vida para los demás tendrá siempre al Señor Felices somos si compartimos, si nuestro tiempo es para los demás, para quien vive en la tristeza y para quien camina en soledad Felices somos si damos amor, si en nuestras manos hay sinceridad, podremos siempre mirar y ver a Dios y ver a Dios. Felices somos si ofrecemos paz y nuestra voz denuncia la opresión, si desterramos odio y rencores, será más limpio nuestro corazón. Felices somos en la adversidad, si nos persiguen cuando no hay razón, la vida entonces tendrá, sentido en Dios, sentido en Dios.

219. Buen Pastor Bajando los montes me ves pastor fiel, conoces mis manos, conoces mis pies. Cautivo en mis miedos me pierdo de Ti; puerta siempre abierta, de un solo redil. Contigo a mi lado ya no temo más, por verdes praderas me llevas a andar. Confío mi vida enséñame a amar, firme es tu callado, camino de paz. Dame tu alegría, Señor, toma mis temores, guía Tú mi senda, Buen Pastor; lléname de vida, reconozco hoy tu voz. Cada vez que llamas te escucho pastor, sigue mis pasos justicia y amor; los cercos se abren liberador. Dame tu alegría, Señor, cárgame en tus brazos, guía tu mi senda, buen Pastor. Sigue mis pasos justicia y amor. Lléname de vida, reconozco hoy tu voz.

220. Canción al corazón de Jesús Quiero hablar de un amor infinito, que se vuelve niño frágil; amor de hombre humillado. Quiero hablar de un amor apasionado. Con dolor carga nuestros pecados, siendo rey se vuelve esclavo; fuego de amor poderoso. Salvador, humilde, fiel, silencioso Amor que abre sus brazos de acogida, quiero hablar del camino hacia la vida, Corazón paciente, amor ardiente, quiero hablar de aquel que vence a la muerte. Quiero hablar de un amor generoso, que hace y calla, amor a todos; buscándonos todo el tiempo, esperando la respuesta, el encuentro. Quiero hablar de un amor diferente, misterioso, inclaudicable; amor que vence en la cruz. Quiero hablar del Corazón del Jesús.

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221. Canción de Zaqueo El día es hoy, la hora ya, pronto Jesús por mi vida pasarás. Sé que tu amor es fuerte, quiero trepar y verte. Ven a mi casa, a mi hogar, que hace tiempo guardo un lugar y llevo dentro tantos deseos de conversar. ven a mi casa, a mi hogar, que con vos se va a iluminar, y ese rincón oscuro y cerrado abre de par en par, y sea tuyo lo que es mío, tuyo mi hogar. No sé por qué estoy aquí; quiero guardar tus ojos dentro de mí porque miraste hondo, lo comprendiste todo. Él, que me amó sin despreciar y me buscó, y me vino a visitar, le devolvió a mis manos un latido de hermano. 222. Canción del Sí Llamas y me ofreces con amor construir un mundo mejor, necesitas de mi sí. Quieres que te siga hasta el fin, que comprenda que sin mí muchos quedarán sin Ti. Si, no solamente porque si, sino porque yo junto a ti encuentro paz, soy muy feliz. si, aunque no entienda digo si, aunque no vea digo si, tu me elegiste, siempre si. Sé que Tú no puedes esperar, tengo que dejar mi plan, tu camino vale más. Soy la sal que Tú quisiste echar, luz que debe iluminar, me elegiste para amar.

223. Caminando juntos En tus huellas, Padre bueno, hoy queremos caminar. Los anhelos de esta Iglesia te queremos presentar. ¡Haznos siempre disponibles para hacer tu voluntad! Es Jesús, Él es el camino y la verdad. Es Jesús, el hermano que nos da la paz. (bis) Jesucristo, buen maestro, danos fuerzas para amar. Esta Iglesia peregrina hoy te quiere proclamar: ¡Salvador de los sencillos, esperanza de la paz! Haznos fieles seguidores de tus pasos, oh Jesús. Danos hoy todos tus dones de tu Espíritu y la luz ¡para andar nuevos senderos, y vivir con plenitud! Virgen Santa, Madre nuestra, Señora de la Verdad. Tú, que siempre nos proteges desde lo alto, en la ciudad, ¡toma nuestro desafío de mayor fidelidad!

224. Canción del Profeta Tú me llamas, Señor y me quieres mandar a llevar tu palabra por tierra y por mar. Pero yo no podré anunciar tu verdad, porque soy como un niño que no sabe hablar. Ya antes que hubieras nacido por siempre pensaba yo en ti. No habías nacido y ya eras profeta. No habías nacido y te consagré. No, no digas que eres un niño, un niño que no sabe hablar, no sientas tristeza, no temas al mundo, pues siempre en la lucha contigo estaré. Tú serás mi antorcha radiante que lleve a los hombres la luz, serás mi profeta que hable a la gente y lleve en sus labios palabras de amor. luz, serás mi profeta que habel a la luz, serás m 225. Cartas de San Pablo Si yo hablara todas las lenguas de la Tierra, pero no tengo amor, soy como un bronce que retiñe, un címbalo que resuena. Si yo tuviera el don de profecía y conociera todas las ciencias. Si tuviera la fe de transportar las montañas, pero no tengo amor. Yo soy nada, porque el hombre no es hombre si no ama. (bis) Si yo diera a los pobres todos mis bienes y mi cuerpo entregara a las llamas pero no tengo amor, de nada me sirve.

Pasaran las profecías, cesaran todas las lenguas y la tierra un día acabará. Pero el amor nunca morirá porque todo cree, todo espera, todo cubre, todo sufre, mas goza de la verdad. 226. Con amor eterno El amor con que me amas brota de tu Corazón, él me invita, el me llama a no quedarme en mí, a salir de mi nada, a mirarte sólo a Ti, a encontrar mi corazón dentro del tuyo. No temas acercarte a mi divino Corazón, eres pobre, pero yo desde siempre te elegí, por mi Cruz, por mi Pascua, por mi Gracia al Cielo irás, te doy la salvación por mi costado. Con amor eterno yo te amé, con mi sangre consagré tu puerta. Ya nunca jamás te olvidaré, naciste de mi amor hacia la Iglesia . "No lo hago por tus obras, lo hago por mi amor, entraré en mi corazón, escóndete en mí, a la Casa del Padre, de mi mano entrarás, si me das tu corazón enamorado". "Alégrate, mujer, confía en tu Señor, yo te hago esposa mía, yo te hago hija de Dios, yo te doy plenitud si permaneces en mi amor, construye tu morada aquí conmigo".

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227. Con nosotros está Con nosotros está y no lo conocemos, con nosotros está: su nombre es el Señor. (Bis) Su nombre es el Señor y pasa hambre y clama por la boca del hambriento y muchos que lo ven pasan de largo: acaso por llegar temprano al templo. Su nombre es el Señor y está desnudo, la ausencia del amor hiela sus huesos y muchos que lo ven pasan de largo: seguros y al calor de su dinero Su nombre es el Señor y sed soporta y está en quien de justicia va sediento y muchos que los ven pasan de largo: a veces ocupados en sus rezos. 228. Cristo está conmigo Cristo está conmigo, junto a mi va el Señor; me acompaña siempre en mi vida, hasta el fin. Ya no temo, Señor, la tristeza, ya no temo, Señor, la soledad; porque eres, Señor, mi alegría, tengo siempre tu amistad. Ya no temo, Señor, a la noche, ya no temo, Señor, la oscuridad; porque brilla tu luz en las sombras ya no hay noche, Tú eres luz.

229. Celebración de la vida En medio de la guerra y la miseria celebramos la promesa. Celebramos la promesa de esperanza y paz. Todos juntos celebramos la promesa del Señor. Todos juntos construimos la liberación. En medio de la opresión impuesta celebramos la promesa, celebramos la promesa de la libertad. En medio de la duda y la tiniebla celebramos la promesa, celebramos la promesa de solidaridad. En medio de la muerte y el odio celebramos la promesa, celebramos la promesa de vida y amor. En medio del pecado y la ruina. Celebramos la promesa, celebramos la promesa de la salvación. En medio de la muerte que rodea celebramos la promesa, celebramos La promesa del Señor Jesús.

230. Centinela ¿Qué ves en la noche, qué ves, qué ves? Dinos centinela, ¿qué ves, qué ves? Dios cómo un almendro con la flor despierta, Dios que nunca duerme busca a quien no duerma. Y entre las diez vírgenes sólo hay cinco en vela. Dinos centinela qué ves en la noche. Gallos vigilantes que en la noche alertan, quién negó tres veces, otras tres confiesa. Y pregona el llanto lo que el miedo niega. Dinos centinela qué ves en la noche. Muerto le bajaban a la tumba nueva, nunca tan adentro tuvo el sol la tierra. Daba el monte gritos piedra contra piedra. Dinos centinela, qué ves en la noche. Vi los cielos nuevos y la tierra nueva, Cristo entre los vivos y la muerte muerta. Dios en las creaturas y eran todas buenas. Dinos centinela qué ves en la noche.

231. Como Cristo nos amó Como Cristo nos amó nadie pudo amar jamás. El no guía como estrella por la inmensa oscuridad. Al partir con Él el pan, alimenta nuestro amor, es el pan de la amistad, el pan de Dios. Es mi cuerpo: vengan a comer; es mi sangre: vengan a beber; porque soy la vida, yo soy el amor.¡A tu amor eterno llévanos, señor! Como Cristo nos amó nadie pudo amar jamás. En su pueblo es un obrero como todos los demás; con sus manos gana el pan, trabajando con amor El conoce la pobreza y el dolor. Como Cristo nos amó nadie pudo amar jamás. Al morir en una cruz nos dio su paz y libertad, pero al fin resucitó por la fuerza de su Amor y salió de su sepulcro vencedor. Como Cristo nos amó nadie pudo amar jamás. El nos une como hermanos en su Reino de bondad Para siempre junto a El viviremos sin temor. ¡Nada puede separarnos de su amor!.

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232. Comunidad

Hondo y largo recorrido nos queda por construir, alegraos, pues sabemos que todos queremos ir, alegraos, pues sabemos que todos queremos ir. Comunidad que haces tuya todas nuestras sinrazones, mis manos y mis tropiezos, tuyos son nuestros dolores (bis). Comunidad que acaricias al niño que todos somos, que alientas los desalientos y das vida al nuevo brote (bis). Comunidad que restañas nuestras heridas abiertas, fortaleces lo que es débil y llenas toda carencia (bis). Comunidad que caminas más allá de nuestros pasos, asumes nuestro proyecto, acortas nuestros retrasos (bis). Comunidad que Perdonas antes de solicitarlo, eres tú la que embellece lo bello de nuestro canto (bis). Comunidad Que deshaces nuestro hombre solitario. Haciendo de nuestras carne de hombre Solidario (bis) . Comunidad de hombres pobres sufrientes, no violentos, hombres con sed de justicia, serviciales, hombres buenos (bis). Comunidad que haces un sin fin de corazones y dejas que cada uno se construya en sus amores (bis). Comunidad que Jesús nos dejó como regalo. Cuidémoslas como sólo, sólo Dios sabe cuidarla (bis)

233. Consagrados a Ti Confiados en tu misericordia, nos acercamos a Ti Señor, para ofrecerte de nuevo la vida, para entregarte nuestra voluntad. Venimos con María nuestra madre, en la presencia de tu Santo Señor. Venimos a cantar a tu infinita bondad, el triunfo de tu gracia, nuestra libertad. Con tu amor y gracia Señor caminaremos. Cielo nuevo, nueva canción, proclamaremos. Funde a fuego nuestra misión, lánzanos a la aventura, manos que parten pan, consagrado el andar. Eterno Señor de todas las cosas, seguimos tu bandera. Conoces de sobra nuestra humanidad, fecunda nuestras miserias, refunda nuestras fronteras. Hay hambre en el mundo de hoy, hambre de pan y justicia, Señor; toma nuestros brazos queremos servir, Contigo el reino construir. Confiados… Señor Venimos… libertad

234. Credo de la Resurrección Creo Señor en la vida, creo que vale apostar. Creo en las manos abiertas, la cárcel desierta, el trabajo y el pan.(Bis) Yo creo en toda palabra, que no esconda la verdad. Toda señal, todo abrazo, que apriete los lazos de fraternidad.(Bis) Aleluya, aleluya, aleluya. Creo en el tiempo del hombre, cuando pelea al dolor, en el que rompe mordazas, construye su casa comparte el calor.(Bis). Creo que vale la pena, fundir espadas y hacer, miles de rejas y arados y en surcos callados fundir otra vez.(Bis) Creo en una tierra nueva, bajo esta misma ciudad, crece en silencio y madura por la cerradura se puede espiar.(Bis)Creo que bajo los puentes, corre agua de manantial, riega el esfuerzo del hombre y enhebra sus días con la eternidad.(Bis) Creo que el tiempo nos lleva, a su retorno final, cuando se alce tu voz fuerte que mande a la muerte su presa soltar.(Bis)Cristo, Señor de la historia, creo en la resurrección, clave de todo destino derrama tu vino sobre esta nación.(Bis)

235. Consolad Consolad a mi pueblo dice el Señor, hablad al corazón del hombre. Gritad que mi amor ha vencido, preparad el camino que viene tu Redentor. Yo te he elegido para amar, te doy mi fuerza y luz para guiar. Yo soy consuelo en tu mirar, gloria a Dios. Consolad a mi pueblo, dice el Señor, sacad de la ceguera a mi pueblo, yo he formado contigo una alianza perpetua. Yo soy el único Dios. Consolad a mi pueblo dice el Señor mostradle el camino de libertad. Yo os daré fuertes alas transformaré sus pisadas en sendas de eternidad.

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236. Consuelen a mi pueblo Como mi Padre me enseñó, yo les enseño su proyecto de amor, su viejo sueño de juntarnos y hacer aquí en el suelo lo que dice la fe que será el cielo. Cristianos por favor consuelen a mi pueblo atiendan su aflicción que está clamando el cielo. Cristianos por favor anúncienle mi Reino, denle mi bendición, consuelen a mi pueblo. Como mi Padre Creador, yo soy la vida y vine y aquí estoy para que vivan. Al compartir el pan y hacer justicia descubrirán que estoy dando vida. Como mi Padre me entregó, yo se la entrego, es mi paz, no tengan miedo. Abran su corazón, es como fuego, incendiará de amor el mundo entero. Como mi Padre me enseño, yo los envío, mi Espíritu les doy a él los confío. Vayan de dos en dos y sean amigos, con ustedes estoy, cuenten conmigo.

237. Creo en Jesús

Creo en Jesús, creo en Jesús, Él es mi amigo, es mi alegría, Él es mi amor. Creo en Jesús, creo en Jesús, El es mi Salvador. El llamó a mi puerta, me invitó a compartir mi heredad, seguiré a su lado, llevaré a su mensaje de paz. Ayudó al enfermo y le trajo la felicidad, defendió al humilde, combatió la mentira y el mal. Día y noche… creo en Jesús Él esta a mi lado.. Creo en Jesús. Sigo sus palabras… creo en Jesús. Doy por el la vida… creo en Jesús. Doy por el la vida… creo en Jesús. Es mi salvador. Enseñó a Zaqueo a partir su hacienda y su pan; alabó a la viuda porque dio cuanto pudo ella dar. Aleluya… Creo en Jesús Él es el Mesías… creo en Jesús Él es mi esperanza… esta a mi lado.. Creo en Jesús. Vive para siempre… creo en Jesús. Es mi salvador.

238. Creo Creo, aunque todo te oculte a mi fe. Creo, aunque todo me grite que no porque he basado mi fe en un Dios inmutable en un Dios que no cambia, en un Dios que es amor. Creo, aunque todo parezca morir. Creo, aunque ya no quisiera vivir; porque he fundado mi vida en palabra sincera, en palabra de amigo, en palabra de Dios. Creo, aunque todo subleve mi ser. Creo, aunque sienta muy solo el dolor; porque un cristiano que tiene al Señor por amigo, no vacila en la duda, se mantiene en la fe. Creo, aunque veo a los hombres odiar. Creo, aunque veo a los niños llorar; porque aprendí con certeza que El sale al encuentro en las horas más duras, con su amor y su luz. Creo, pero aumenta mi fe... 239. Cristo te necesita Cristo te necesita para amar, para amar, Cristo te necesita para amar. No te importe la raza ni el color de la piel ama a todos como hermanos y haz el bien. Al que sufre y al triste dale amor, dale amor. Al humilde y al pobre dale amor.

Al que vive a tu lado, dale amor, dale amor. Al que viene de lejos, dale amor. Al que habla otra lengua, dale amor, dale amor. Al que piensa distinto, dale amor. Al amigo de siempre, dale amor, dale amor. Y al que no te saluda, dale amor. 240. Creo (Teresa Parodi) Necesito hermano que me digas puedo, con las mismas ganas que lo dijo yo, necesito hermano que nos encontremos, en una mirada, en una canción. Y creo en vos y en mí, en mí y en vos. En la complicidad de la ilusión, no dejo de creer en vos y en mí, en mí y en vos. Llevo en la guitarra un amor urgente que me da coraje con obstinación. La esperanza invicta me sostiene siempre tan intensamente que no tengo opción. Porque creo en todo lo que nos debemos, porque creo en ésta nuestra rebelión, de amorosa vida, de amorosa fuerza, de amorosa rabia, de amoroso amor.

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241. Cristo libertador Cristo nos da la libertad. Cristo nos da la salvación. Cristo nos da la esperanza. Cristo nos da el amor. Cuando luche por la paz y la verdad, la encontraré; cuando cargue con la cruz de los demás me salvaré. Dame, Señor, tu palabra. Oye, Señor, mi oración. Cuando sepa perdonar de corazón tendré perdón; cuando siga los caminos del amor veré al Señor. Dame... Cuando siembre la alegría y la amistad vendrá el amor, cuando viva en comunión con los demás, seré de Dios. Dame...

242. Decítenos Decítenos rumbo en la encrucijada, camino seguro, la meta acertada, decite sentido y final de nuestra existencia, tierra prometida, ciudad celestial. Decítenos vida que arranca el dolor de esta única muerte que es estar sin vos. Proclamate resurrección, victoria escondida, fuerza que recrea, certeza y pasión. Decite maestro, resuena tu voz, reconoceremos tu canto Señor. Decítenos puerta y hogar, pastor del rebaño, que anhela tus pastos nuestra humanidad. Lucero de la mañana, en Ti vive la confianza, esperamos tu palabra, tu verdad… Cuando vuelvas otra vez, la esperanza será vida nueva toda en ti, al final. Decítenos canto, nuestra plenitud, brilla en las tinieblas, anunciatenos. Melodía dulce y capaz de hacernos hermanos. Recitate despacio, decítenos hoy. Decítenos agua del cauce desierto, de tierra agrietada, del día reseco. Mostratenos hoy manantial, que inundas de vida, renuevas el suelo, verdea tu amor. Decítenos hijo en la soledad, Oh rostro del Padre en nuestra orfandad. Decítenos Intimidad, cálido abrazo, lugar del remanso donde descansar.

243. Déjate Hace ya tiempo que comprendí, Tú me buscaste en todas partes, la llama que un día empezó a fallar, Tú no dejaste se apagase. Yo no comprendo y digo “qué será”, será que estaba equivocado y he descubierto que este loco está de amor muriendo porque le ame. Yo no he querido saber más, de la locura que me late, pero la fiebre quiere regresar y El no dejó de predicarme. Y Tú me dices: “Déjate que te consuma este fuego, no apagues ya más esta hoguera, que si no hay fuego no habrá luz. Créeme, que estoy clavado porque te amo, no encontrarás en otro lado quién quiera ya morir por ti”. No te preocupes no te dejaré, las veces que tú me reclames, yo gozo al ver que quieres regresar, déjame que yo te levante . Señor, no ves que quiero regresar, pero me pesa mi pasado, acaso pides lo que no sé dar, el tiempo me ha secado el alma. Tanto he besado el suelo, no lo ves, mis manos se han cerrado tanto, “No te preocupes te rescataré, mi vida cambio por la tuya”. Y Tú me dices: Déjate que te consuma este fuego, no apagues ya más esta hoguera que yo encendí en tu corazón.

244. ¿De quien es esa voz? ¿De quién es esa voz que va conmigo por el desierto de la noche oscura? ¿De quién es esa voz que me asegura la certidumbre de lo que persigo? ¿De quién es esa voz que no consigo reconocer en la tiniebla impura? ¿De quién es esa voz que cuya dulzura me recuerda la voz del pan de trigo? ¿De quién es esa voz que me serena? ¿De quién es esa voz que me levanta? ¿De quién es esa voz que me enajena? ¿De quién es esa voz que cuando canta, de quién es esa voz que cuando suena me anuda el corazón y la garganta? 245. Demos gracias Demos gracias al Señor, demos gracias, demos gracias al Señor. Por la mañana las aves cantan las alabanzas a Cristo Salvador. Y tú, hermano porque no cantas las alabanzas a Cristo Salvador. Y por la tarde…. Y por la noche….

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246. Despierta Un desafió grande es seguirlo, no temas sólo tienes que amarlo. Hacé la prueba, conmigo te invito a venir. Sin importar lo que nos detenga, dejando de mirar hacia atrás, dando la vida y jugándote entero, libres en verdad. Despierta, despierta. Que el mundo necesita de vos. Despierta, despierta. El cambio empieza en tu corazón. Despierta, despierta. Sólo se trata de amar. Despierta, despierta. Ponete a caminar Se luz de Cristo en la noche del mundo. Dame tu fuego prendámosla juntos. Llama de vida, misión que transforma toda oscuridad. 247. Desde el hogar Desde el hogar; desde nuestra labor vamos llegando a tu altar. Señor; Para ofrecerte con el vino y Pan, nuestros trabajos, gozos y penas (bis). Hemos trabajado pensando en Ti, que nos mirabas en nuestro vivir: hoy sentiremos, Padre de bondad. tu paternal caricia y amistad (bis). Tú nos preparas un rico manjar. Que da fuerza en la debilidad; tu cuerpo y sangre que alimentarán la vida nuestra hasta la eternidad. (bis)

248. Den al señor sus alabanzas Den al señor sus alabanzas, denle poder, honor y Gloria, a un voz, canten un himno al señor. En siete días creó Dios al mundo. Adán pecó y perdió el cielo. Jesús vino para redimirnos, murió en la Cruz y nos salvó. A Moisés dijo: “Haz mi pueblo libre. Yo seré tu guía, siempre sígueme”. Salidos ya de Egipto y el Mar pasado, cantaron y bailaron, se llenaron de júbilo. Jesús dijo a Pedro: “Ven te llamo, el camino es duro, mas iré contigo” Pedro respondió: “Soy un pecador”. Tiró sus redes y hacia el Señor corrió. Entrégate, hermano, al Señor Jesús. El te ama aunque seas pecador. El pagó el precio de tu salvación y ahora eres una nueva creación.

249. Dios Familia Cada vez que nos juntamos siempre vuelve a suceder, lo que le pasó a María y a su prima Isabel: ni bien se reconocieron se abrazaron, y su fe se hizo canto y profecía; casi, casi un chamamé. Y es que Dios es Dios familia, Dios amor, Dios Trinidad, de tal palo, tal astilla somos su comunidad. Nuestro Dios es Padre y Madre, causa de nuestra hermandad. por eso es lindo encontrarse, compartir y festejar. Cada vez que nos juntamos siempre vuelve a suceder lo que dice la promesa de Jesús de Nazareth: “donde dos o más se junten en mi nombre y para bien yo estaré personalmente, con ustedes yo estaré” Cada vez que nos juntamos siempre vuelve a suceder lo que le pasó a la gente reunida en Pentecostés. Con el Espíritu Santo viviendo la misma fe se alegraba compartiendo lo que Dios les hizo ver.

250. El buen samaritano Anda faltando en el mundo algún buen samaritano, que trate al hombre de hermano, tenga la sangre que tenga, y que venga de donde venga, siempre le tienda la mano, y que venga de donde venga, siempre le tienda la mano. Por esos mundos de Dios andan pobres y andan ricos, andan grandes y andan chicos, aporreados por sus males, y el prójimo, no me lo explico, en dónde está que no sale, y el prójimo, no me lo explico, en donde está que no sale. Hay que ser como los árboles en las invernadas crudas, del ramaje se desnudan para que otros tengan calor, que adonde todos se ayudan, sale más linda la flor, que adonde todos se ayudan, sale más linda la flor. 79

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251. Estáte Señor Estate Señor conmigo, siempre y sin jamás partirte y cuando decidas irte, llévanos señor contigo, porque el pensar que te irás, me causa un terrible miedo, de si yo sin ti me quedo, de si tu sin mi te vas. Llévame en tu compañía, cuando te vayas Jesús, porque bien se que eres tú, la vida del alma mía; si tu vida no me das, yo se que vivir no puedo, ni si yo sin ti me quedo, ni si tú sin mi te vas. Por eso, más que a la muerte, temo Señor tu partida, y quiero perder la vida mil veces más que perderte; pues la inmortal que tú das, se que alcanzarla no puedo, cuando yo sin ti me quedo, cuando tu sin mí te vas 252. Fidelidad Toda mi vida quiero serte fiel, fiel en el gozo y en el dolor también para que los hombres descubran que tu amor es el camino cierto que nos lleva a la salvación. Toda mi vida quiero serte fiel, descubriendo en cada día que eres tú el Rey, demostrando al mundo tu reinado Señor, demostrando que en tu nombre existe el amor.

253. El instrumento

Yo sólo soy un instrumento pobre, débil y sencillo que descalzo por la vida va buscando un camino, y muriendo a cada paso va dando fruto. Yo sólo soy un instrumento en las manos creadoras de mi Dios que es artista que es la fuerza de lo débil. Es el Dios que se ha empeñado en nuestra obra. Yo sólo soy un instrumento afinado en una cuerda entre fuegos de miradas en silencios que traspasan la más negra de las noches la cruz y el alma. Yo sólo soy un instrumento enviado a las personas preocupado porque sea realidad el hombre nuevo, porque reine la justicia en nuestro pueblo. Yo sólo soy un instrumento que se hace piedra viva de la Iglesia que más quiero por la que yo doy la vida y me hago pan y sangre con Jesucristo.

254. El carpintero Yo no sé qué está pasando, parece quieren cambiarme a ese hombre que llevo dentro y que vive en cada gente. Yo no sé si ya no escucho o si es El quien me habla menos lo que siempre fue su canto hoy siento que es mi llanto. El hombre que yo conozco no es de espuma y vanidades, siempre es libre y verdadero, son sus ojos diferentes. Cuando llama es un susurro, cuando calla una tormenta, una brasa cuando ama, cuando siente es un torrente. Eres Jesús el carpintero, el de alegrías y quebrantos, de pobres y afligidos, de mi canto y el de tantos. Jesús amor, Padre ternura, Dios del pan, Dios del madero, Señor de la esperanza. Eres el hombre que yo espero. El otro, el que quieren imponerme, es de piedras y mentiras, sólo compra, suma y vende, es de hielo y amargura. Yo no quiero parecerme a eso que llaman el hombre, el hombre es uno y desde siempre, en El creo y quiero verle.

255. El profeta Antes que te formaras dentro del vientre de tu madre, antes que tú nacieras te conocía y te consagré. Para ser mi profeta en las naciones yo te escogí, irás donde te envíe y lo que te mande, proclamarás. Tengo que gritar, tengo que arriesgar ¡ay de mi si no lo hago! ¿Cómo escapar de ti? ¿Cómo no hablar si tu voz me quema dentro? tengo que andar tengo que luchar, ¡ay de mi si no lo hago! ¿Cómo escapar de ti? ¿Cómo no hablar si tu voz me quema dentro? No temas arriesgarte porque contigo yo estaré, no temas anunciarme porque en tu boca yo hablaré. Te encargo hoy mi pueblo para arrancar y derribar, para edificar, destruirás y plantarás. Deja a tus hermanos, deja a tu padre y a tu madre, abandona tu casa porque la tierra gritando está. Nada traigas contigo porque a tu lado yo estaré es hora de luchar porque mi pueblo sufriendo está.

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256. Emaús Cada vez que nos ponemos en camino hacia Emaús, en el Diálogo sincero de corazón a corazón. Cuando buscamos sentido al mundo y su dolor, cuando abrimos nuestros ojos mirando alrededor. En la pregunta profunda, en la íntima amistad, aunque no te reconozcamos, estás presente Tú, Jesús Señor de Emaús, Dios de la historia, Dios del amor, Jesús, Señor de Emaús, resucitado a nuestro lado. Cada vez que decidimos escuchar y compartir acogiendo al extranjero, sin juzgar ni preguntar. En el abrir nuestra vida invitando a los demás a sentarse a nuestra mesa para comer de nuestro pan. Cuando el corazón se entiende por que ha sabido dar, aunque no te reconozcamos, estás presente Tú, Jesús Señor de Emaús, Dios de los pobres, Dios del amor, Jesús, Señor de Emaús, resucitado a nuestro lado. Abre Señor nuestros ojos, abre nuestro corazón, abre también nuestras manos, fortalece nuestros pies. Al escuchar tu palabra mientras partimos el pan. Que vida y Eucaristía son tan sólo una unidad. Cuando recorremos juntos el camino hacia Emaús aunque no te reconozcamos, estás presente Tú, Jesús Señor de Emaús, Dios de la vida, Dios del amor, Jesús, Señor de Emaús, resucitado a nuestro lado.

Jesús Señor de Emaús, Dios de la historia, Dios de la paz, Jesús, Señor de Emaús, resucitado a nuestro lado. 257. El Señor de Galilea Pon tus manos en las manos del Señor de Galilea. Pon tus manos en las manos del Señor que calma el mar. Es Jesús el que te va a cuidar noche y día sin cesar. Pon tus manos en las manos del Señor que calma el mar. Pon tus pies en la huella del Señor de Galilea. Pon tus pies en la huella del Señor que calma el mar. Es Jesús el que te va a cuidar noche y día sin cesar. Pon tus pies en la huella del Señor de Galilea. En tus labios la palabra del Señor de Galilea. En tus labios la palabra del Señor que calma el mar. Es Jesús el que te va a cuidar noche y día sin cesar. En tus labios la palabra del Señor de Galilea. En tus ojos la mirada del Señor de Galilea. En tus ojos la mirada del Señor que calma el mar. Es Jesús, Él que te va a cuidar noche y día sin cesar. En tus ojos la mirada del Señor de Galilea. Pon tus manos en las manos del Señor de Galilea. Pon tus pies en las huella del Señor que calma el mar Es Jesús él que te va a cuidar noche y día sin cesar. En tus labios la palabra del Señor que calma el mar.

258. Encuentro

Si pudiera espiar dentro de mi memoria, donde hay cosas que no se pueden olvidar, le diría al recuerdo que no me acompañe, cada vez que me acerco a lo que es amar. Que difícil que es entregarme a tu amor por completo cuando mi corazón ya no quiere volver a llorar, que difícil que es abrazarte y confiar en tus manos, si mi cuerpo grita: “Por favor, no te vuelvas a dar” Tu mirada me muestra una luz de esperanza, en tus ojos me encuentro y me vuelvo al mar. Tu caricia me eleva y conforta mi alma, no me sueltes que temo hundirme en el mar. Qué difícil que es entregarme a tu amor por completo si mi vida gira en torno a una gran oscuridad, qué difícil que es abrazarte y confiar en tus manos, si mi alma duda en cantar o ponerse a llorar. Caminando a tu lado todo lo vivido, vuelve a tener sentido, pues vos se das. Reconcilio mi vida, elevo la mirada, tu amor un horizonte comienza a trazar. Ni mis miedos podrán, ni el recuerdo aunque me acompañe, ni mi debilidad, si caigo me volves a salvar. Hoy me vuelvo a confiar en tu abrazo y descanso en tus manos. Y es este corazón el que lleno se quiere entregar. Caminando a tu lado mi vida y mi canto, se llenan de sentido pues vos se los das.

259. Envíame Como un grito tu palabra escuché ¿Quién irá para hablar por mí? ¿A quién enviaré? A esa voz que me apremia quiero yo responder, ya me tienes, aquí estoy, Señor, envíame. Tómame, Envíame, quiero hacer tu voluntad, se que tu pensabas desde siempre en mí para pregonar tu verdad, para ser testigo de tu amor sin fin, para dar a todos la paz Has venido a mi lado, me has hecho comprender lo que quieres de mí, Señor, esperas de mi fe. Has querido que hiciera sólo tu voluntad, ya me tienes aquí Señor, dispuesto a caminar. Muchos toda su vida buscan sin descansar, no conocen que Tú Señor, en esta vida estás. Cómo van a encontrarte, no te pueden oír, cómo van a creer, Señor, si nadie habla de Ti.

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260. En el nombre de Jesús Somos un nuevo pueblo gestando un mundo distinto, los que en el amor creemos, los que en el amor vivimos. Llevamos este tesoro en vasijas de barro, es un mensaje del cielo y nadie podrá callarlo. Y proclamamos un nuevo día, porque la muerte ha sido vencida. Y anunciamos esta Buena Noticia, hemos sido salvados por el Dios de la vida. En el medio de la noche, encendemos una luz, en el nombre de Jesús. Sembradores del desierto Buenas Nuevas anunciamos, extranjeros en el mundo, que no entiende nuestro canto. Y aunque a veces nos cansamos, nunca nos desalentamos, porque somos peregrinos y es el amor nuestro camino. Y renunciamos a la mentira, vamos trabajando por la justicia. Y rechazamos toda idolatría, solo creemos en el Dios de la vida. Que nuestro mensaje llegue más allá de las fronteras, y resuene en todo el mundo y será una nueva tierra. Es un canto de victoria, a pesar de las heridas, alzaremos nuestras voces por el triunfo de la vida. Y cantaremos con alegría, corazones abiertos, nuestras manos unidas. Celebraremos con alegría, porque está entre nosotros, el Dios de la vida.

261. En memoria tuya Llegada la hora del retorno al Padre sabiendo que iba camino a su cruz, reunió a sus amigos en la última cena y nos dio su Cuerpo el Señor Jesús. En memoria tuya, Cristo Redentor, vamos a tu mesa en señal de amor . Profundo misterio de amor y ternura de querer quedarse antes de partir, de dejar su sangre como alianza nueva, de darla en bebida antes de morir. “Tómenlo y coman, pues esto es mi cuerpo”, les dijo rompiendo en su mano el pan “tómenla y beban, pues esta es mi sangre”, la que por ustedes he de derramar. Y hagan lo mismo cuando se reúnan sabiendo que un día he de retornar, para convidarlos a beber unidos de aquel vino nuevo que el Padre ha de dar. Por eso inclinados su Cuerpo adoramos y aunque nada vemos nos basta creer. El antiguo rito ha dejado paso a su sacramento, misterio de fe. A Ti, Jesucristo, te damos la Gloria porque Tú nos diste el don del amor. A Ti la victoria, honor y alabanza porque estás sentado al lado de Dios.

262. En ti vivimos En Ti vivimos, nos movemos y existimos (bis). Dios creador, Padre universal, Dios del amor. Dios bondadoso, amigo Jesús, Dios misericordioso. Dios consolador, Espíritu divino, Dios santificador. Padre santo, Hijo hermano y Espíritu de unión. Padre paciente, Hijo ternura y Espíritu de paz. Padre eterno, Hijo camino y Espíritu de amor. Dios santidad, Padre adorado, Dios caridad. Dios humildad, Señor Jesús, Dios de hermandad. Dios compañía, Espíritu de vida, Dios armonía. 263. Escúchame Dios Señor son tus ojos dolor y ternura, tus manos llagadas sembrando amor. Y es tu palabra la fuente de vida, que alumbra las almas que van a Vos. Escúchame Dios, escúchame Dios quiero llegar, quiero llegar al horizonte donde haya paz quiero servir, quiero servir hasta morir, hasta morir a mis hermanos que veo en ti. Tu corazón llora el pecado del hombre e invoca tu Nombre, tu redención. Y con el sol las tinieblas se alejan y arrepentido, yo vuelvo a Vos

264. Eres el Dios de los pobres

Tú eres el Dios de los pobres, el Dios humano y sencillo, el Dios que suda en la calle, el Dios de rastro curtido. Por eso es que te hablo yo, así como habla mi pueblo porque eres el Dios obrero, el Cristo trabajador (bis). Tú vas de la mano con mi gente, luchas por el campo y la ciudad y te oí gritar con voz valiente, para que te paguen tu jornal. Tú comes alegre allá en el parque con Eusebio, Pancho y Juan José, muy contentos estás con los vecinos cuando juntos comparten su pan. Yo te he visto andar por el mercado, buscando apurado que comprar, te he visto vendiendo lotería sin que te avergüence ese papel. Yo te he visto en las gasolineras, chequeando las llantas de un camión y te vi asfaltando carreteras con guantes de cuero y overol.

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265. Este es nuestro cuerpo No es con palabras ni con deseos que juntos haremos el hombre nuevo. Es dar la vida por el camino, matando siempre al viejo egoísmo. Este es nuestro cuerpo para un hombre nuevo, esta es nuestra sangre para un pueblo nuevo (bis). Tu riesgo y el mío inventando huellas, y en manos trenzadas el miedo no cuenta. Las venas bien tensas con nervios de fuego, y de nuestra carne brotó un Cristo nuevo. Amar no es beca ni es regalo, es andar que duele y un trecho tan largo. Es con la madeja de un hilo de sangre que vamos temiendo un mundo sin hambre

266. Este pueblo mío, tuyo y nuestro

Llegó el momento de empezar, nuevos caminos a buscar, en medio de este pueblo nuestro que busca su libertad. Sembraremos semilla de igualdad, lucharemos por la fraternidad. Y en este pueblo mío, tuyo y nuestro nos encontraremos buscando la verdad; y volveremos como la mañana que a la noche aclara en su despertar. Con fuego ardiente hay que alumbrar, los corazones inflamar de amor por esta tierra nuestra, que tenemos que guardar. De su seno mi pueblo nacerá, nuestros brazos con calor lo abrigarán. Un hombre nuevo va a nacer, mi pueblo empieza a florecer, con nueva fuerza está creciendo, con gritos fuertes va subiendo. Y a su paso el odio queda atrás y en sus ojos brilla la verdad.

267. Eucaristía Pan transformado en Cuerpo de Cristo, vino transformado en la sangre del Señor. Eucaristía, milagro de amor, eucaristía, presencia del señor. Cristo nos dice tomen y coman, esto es mi cuerpo que ha sido entregado. Cristo en persona nos viene a liberar de nuestro egoísmo y la división fatal. Oh gran invento de Cristo sabio y bueno. Para alimentarnos con su sangre y con su Cuerpo. Este alimento renueva nuestras fuerzas para caminar a la gran liberación. Con este Pan tenemos vida eterna. Cristo nos invita a la aran resurrección. En la familia de todos los cristianos, Cristo quiere unirnos en la paz y en el amor. Cuando comulgamos nos unimos al Señor formamos entre todos la familia del Amor.

268. Evangelio Evangelio es decir amigo, es decir hermano. Evangelio es darte mi tiempo, es darte mi mano. Evangelio es mirarte a los ojos, es reír contigo. Es compartir la vida, es llevarte a Cristo (bis). Evangelio es llevar la paz siempre contigo. Evangelio es amar de balde hasta caer rendido. Evangelio es decir que amo a mi enemigo. Abandonar la vida en manos de Cristo (bis). Evangelio es vivir como un pobre que todo lo espera. Evangelio es mirar al cielo con los ojos de niño. Evangelio es dar gracias al Padre al nacer el día y continuar cantando al hacer camino. Evangelio es sembrar libertad, es vivir unidos. Es llevar esperanza a un mundo perdido. Evangelio es romper cadenas, es abrir sepulcros. No lo busques muerto, que está entre los vivos (bis).

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269. Felices Hombres Felices pueblos del Señor, del mundo sean primavera. El hielo funde con amor, pues Dios es sol en nuestra tierra. Al mundo en oscuridad, vuelve, Jesús, a revelar lo que nos dice tu misterio. Danos tu Espíritu a vivir, puedes tú vida dar así, el gozo pleno de tu Reino. En nuestra pobre sequedad no ha sido fácil encontrar el cielo abierto hacia tu Reino. Danos tu Espíritu a vivir, pues nos dijiste al partir: “Yo viviré siempre en ustedes”. Si el corazón está cerrado por egoísmos y temores, ¿quién es, Señor, quien puede abrirlo? Danos tu Espíritu a vivir, pues eres tú quien nos regala el Dios ternura como herencia. Si el corazón no está habitado por el amor y caridad, ¿cómo hallará en ti pureza? Danos tu Espíritu a vivir, para limpiar y corregir y se haga vida tu promesa. Tú, el artesano de la paz, ¿cómo poderla recrear en nuestro mundo que es de guerra? Danos tu Espíritu a vivir, que sople y vuelva a existir viento de amor que regenera.

270. Felices los pobres Felices son los pobres, los que todo lo han dejado porque es de ellos el Reino de los cielos. Felices los que lloran al ver a sus hermanos, porque encontrarán consuelo a su tristeza. Felices seremos si vamos por tus sendas, siguiendo tu sombra al caminar; felices seremos, Señor . Felices los que firmes superan las desdichas porque encontrarán el premio a su firmeza. Felices los que buscan y luchan por la paz, porque están forjando la tierra de todos. Felices los que miran con limpio corazón, porque encontraran el rostro de Dios vivo. Felices los que tiene sed y hambre de justicia, porque se verán satisfechos para siempre. Felices si los odian y los llevan a la cárcel, porque así trataron a todos los profetas. Felices si los maldicen y calumnian por mi causa, por que alcanzarán muy grande recompensa.

271. Fiesta del banquete

Fiesta del banquete, mesa del Señor; pan de Eucaristía, sangre de redención. Este pan que nos das por manjar, es el pan de unidad y de fraternidad. Hacia Ti vamos hoy a tu altar: Tú nos das el valor en nuestro caminar. Escuché hoy la voz de mi Dios, conocí al Señor en la fracción del pan

272. Gracias, Señor

Gracias, Señor, por nuestra vida; gracias, Señor, por la ilusión; gracias, Señor por la esperanza; gracias de todo corazón. Gracias, Señor por cada hora: gracias. Señor por cada flor, gracias Señor porque esperamos a que mañana brille el sol. Gracias, Señor por la sonrisa: gracias. Señor por el calor: gracias Señor por cada hombre que aún confía en el amor. Gracias, Señor por los amigos: gracias, Señor, por el amor. Gracias, porque creemos en tu callada redención.

273. Gracias Gracias, cuantas veces te doy gracias, cuantas veces debería darte gracias, mi Señor; muchas veces más de las que pido, cuantas veces debería darte gracias, mi Señor. Cuántas veces pido y pido tanto, y cuántas veces me olvido de darte gracias, Señor; vivo como un mal agradecido, solitario en el camino, olvidándome de Dios. Pero hoy quiero pararme en el camino, gritarle a todo el mundo que vivo por tu amor, que sin ti no doy un paso al frente, que tú eres mi motivo, que tú eres mi razón. Sigo, porque tú eres mi motivo, porque desde que te sigo sé que tú eres la verdad; sigo porque siento el desafío que me das a cada instante de sentirte, mi Señor. Sigo porque eres más que un amigo, porque eres más que un hermano, porque tú eres mi Dios; sigo porque desde que te sigo he descubierto que vivo, sí que vivo de verdad.

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274. Háblame Yo siento, Señor, que tú me amas; yo siento, Señor, que te puedo amar. Háblame, Señor, que tu siervo escucha, háblame, que quieres de mi. Señor, tú has sido grande para mí, en el desierto de mi vida, háblame. Yo quiero estar dispuesto a todo, toma mi ser, mi corazón es para ti. Por eso canto tus maravillas, por eso canto tu amor (bis) Te alabo, Jesús, por tu grandeza, mil gracias te doy por tu gran amor. Heme aquí, Señor, para acompañarte, heme aquí, qué quieres de mí. Señor, tú has sido grande para mí, en el desierto de mi vida, háblame. 275. Haces nuevas todas las cosas Hey, que haces nuevas todas las cosas, que haces nuevas todas las cosas, que haces nuevas todas las cosas (bis). Es vida que brota en la vida, es fruto que crece en amor, es vida que vence a la muerte, es vida que trae el Señor (bis). Dejaste el sepulcro vacío, la muerte no te derrotó, la piedra que te detenía, el día tercero cayó (bis). Me ofreces una nueva vida, renuevo en Ti mi amor, me das una nueva esperanza, ya todo lo viejo pasó (bis).

276. Haciéndote pan Comenzaste a hacerte pan, en Belén, Sol pequeñito en nuestra noche, Aprendiste en Nazareth, de ellos dos, El gesto manso, de la entrega. Pibe que en Jerusalén, te abrazaste de una vez; a las cosas de tú Padre. Debe tú cuerpo crecer, para poderse ofrecer, como pan, en nuestra hambre. Mi cuerpo es este, mi sangre es esta, que por ustedes doy; coman y beban, crean y vivan, que para siempre soy, soy yo, soy yo. Se multiplico tú amor, se partió; Todos saciados aún sobraba. Se mostró tú intimidad, eres pan, Que solo vive por donarse. Noche de Jerusalén, Cristo pan entrégate; Eres tú nuestro Cordero. Cena, huerto, beso y cruz, y tú entrega pan Jesús; Fue más fuerte, que el madero. 277. Hazme instrumento de tu paz

Hazme, Tú Señor, instrumento de tu paz. (Bis) De esa paz, Señor, que tú sólo puedes dar. (Bis) Quiero dar amor, quiero dar fraternidad. (Bis) No quiero buscar ser amado sino amar. (Bis) Quiero iluminar, sonreír y consolar. (Bis) Quiero confiar, comprender y perdonar. (Bis)

278. Hazme un instrumento de tu paz Hazme un instrumento de tu paz, donde haya odio lleve yo tu amor, donde haya injurias, tu perdón Señor. Donde haya duda fe, en Ti. Maestro, ayúdame a no buscar querer ser consolado como consolar, comprendido como comprender, ser amado como yo amar. Hazme un instrumento de tu paz, que lleve tu esperanza por doquier, donde haya oscuridad lleve tu Luz, donde haya pena, tu gozo Señor. Hazme un instrumento de tu paz, que es perdonando que nos das perdón, es dando a todos que Tú te nos das, muriendo es que volvemos a nacer. 279. Himno a la alegría Escucha, hermano, la canción de la alegría, un canto alegre del que espera un nuevo día. Ven, canta, sueña cantando, vive soñando un nuevo sol, en que los hombres volverán a ser hermanos. (Bis) Si en tu camino solo existe la tristeza, y el llanto amargo de la soledad completa

280. Haz tu cielo con tus manos

Si te acercas al altar y algo tienen contra ti, ve primero a perdonar y el Señor te aceptará. Siempre debemos amar, muchas veces perdonar, pues no sólo siete veces ha perdonado el Señor. Haz tu cielo con tus manos aquí, haz tu gloria con tu hermano aquí. Ama y perdona si te ofenden a ti, pues Cristo ha perdonado y nos ha dado su amor. Muchos seres que se mueren mucha hambre sin saciar, ¿cómo puedes darle piedras a quien te pide un pan? Nunca niegues al que pide, no reclames por tu amor, ama a aquellos que te odian y tendrás la salvación. Perdonar es aceptar, es vivir en amistad, es poner la otra mejilla a quien te quiere pegar. Perdonar es olvidar, lo que tienen contra ti, perdonar es apurar la venida del Señor.

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281. Hermanos en el amor Venimos hoy a buscar, el pan que da nueva vida y que sana las heridas que nuestras miserias dan; para poder caminar con el corazón contento y este claro sentimiento de amor hacia los demás. Abramos el corazón brindemos amor profundo que los hombres de este mundo son todos hijos de Dios, porque quien no brinda hoy a otro hermano su techo con Cristo no lo habrá hecho claramente lo anunció. Alcemos la voz, por esta hermandad brindemos amor, vivamos en paz que se ha de agrandar la Gloria de Dios siendo hermanos en el amor. Donde haya pena y dolor sembremos flor de esperanza porque su gracia nos manda sublime rayo de sol. Aquel que abrigue rencor que perdone a sus hermanos para que Dios con su mano le mande su bendición. Este mundo pecador valora sólo la ciencia, pero tal vez su conciencia tiene gran hambre de Dios. Por eso es que esta canción nos invita a la aventura: ¡rompamos las ataduras, glorificando al Señor!

282. He deseado ardientemente He deseado ardientemente comer esta pascua con vosotros. Hacerme pan, hacerme vino, ser compañero de camino, y ante todo hacerme amigo. He deseado ardientemente quedarme cada noche, cada día; ser uno más de vuestro grupo, comprometido con el mundo, dando mi vida en cada uno. Tomad y comed este mi cuerpo; tomad y bebed esta mi sangre; que se entrega por vosotros, que se entrega por vosotros. He deseado ardientemente seguir trabajando por el Reino. Ser defensor de mis hermanos, de cada hombre marginado, de los que siembran con trabajo. He deseado ardientemente vivir y morir a vuestro lado. Ser fuerza y don de los profetas, el alimento deseado de los más necesitados.

283. Himno Eucarístico

Danos hoy, hambre de Dios, aliméntanos Señor; y que el fruto de tu amor limpie el rencor, nos de la paz, traiga el perdón. Hacia Emaús iban dos amigos sintiendo la gran tristeza por Jesús; y no supieron que el mismo Cristo era quien iba en su camino.

La noche está muy avanzada: dijeron los amigos de Emaús y cuando vieron el pan partido reconocieron al Cristo-vivo. El pan que todos compartimos es su misma comunión: es el encuentro con Cristo- Hermano que dio su vida para salvarnos. El sembrador salió a su campo buscando el fruto del trabajo, vio las espigas que florecían: pensó en sus hijos con alegría. Si el don de Dios tú conocieras, le dijo Cristo a la mujer: le pedirías el agua viva que siempre sacia la sed de vida. Quien come el Pan que yo le diera eternamente vivirá: unos se fueron desalentados, los que quedaron la fe encontraron. Yo soy el Pan que da la vida, dijo a todos el Señor: y aquella noche mientras comían el Pan de Vida se dio en comida. Soy el Señor a quien persigues Jesús le dijo al Pobre Saulo: al que tú hieres odiando tanto, a mi me ofende porque es mi hermano.

284. Hoy Señor vengo ante ti Hoy Señor vengo ante Ti, bajo tu mirada a descansar. Te entrego mi fe, mi esfuerzo, gratitud, pues sólo Tú mueres por mí. Hoy Señor vengo ante Ti, hoy Señor vengo a pedir, que no te olvides de mí, que me alientes una vez más. Que me vuelvas a levantar, Contigo quiero caminar. Hoy Señor vengo ante Ti, con esperanza en tu amor, Salvador; en tu gloriosa resurrección. Amén, amén 285. Hombres sin fronteras Unidos queremos cantar, al mar, al viento y al sol. Queremos al mundo gritar lo mucho que Dios nos amó. Queremos cantar . Alegres formemos un mundo, un mundo de fraternidad en donde los hombres descubran caminos, senderos de paz. Valientes corremos fronteras, distancias de razas y edad y hagamos toda la tierra un pueblo sincera hermandad. Y así gente nueva en el mundo, dejando rencores atrás, cantemos a todos los pueblos, la tierra será nuestro hogar.

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286. Himno del Congreso Eucarístico Jesucristo, Señor de la Historia que estuviste, estás y estarás; sos presencia, esperanza y memoria, sos el Dios de la Vida, hecho pan, sos el mismo Jesús que estuviste junto a l Lago de Genesaret, y ante el hambre del pueblo exigiste: “¡Denle ustedes, por Dios, de comer!”.

¡Quedate con nosotros, Jesús, que da miedo tanta oscuridad, no es posible morirse de hambre en la patria bendita del pan…! ¡Quedate con nosotros, Señor, que hace falta un nuevo Emaús!¡La propuesta será compartir como vos y en tu nombre Jesús! Primitivo ritual de pastores; que fue luego banquete pascual; homenaje de nuestros mayores al Dios vivo de su libertad, cena santa, signo y profecía; memorial de Jesús Servidor; Nueva Alianza de la Eucaristía que es Misterio de fe y comunión. Sacrificio de la propia vida, que se ofrece y se da a los demás, cuerpo y sangre, comida y bebida, que hace y nutre la comunidad. Sos la fiesta de cada semana que resume y celebra el amor; el amor que perdona y hermana y es sincera reconciliación.

Jesucristo, Señor de la Historia, que pusiste en el vino y el pan tu presencia real, tu victoria sobre el Tiempo, la muerte y el mal. Que tu Madre, “La Virgen Morena”, siga

estando junto a “nuestra Cruz”, y nos muestre que vale la pena entregarse por el bien común… Somos hijos del “ Dios Padre y Madre” que es ternura y ayuda eficaz; desde la compasión y el coraje reinventemos nuestra caridad… Somos rostro de un Dios Trinitario que aparece cuando hay comunión cuando somos todos solidarios, cuando el pobre es sujeto y señor. 287. Jesús estoy aquí Jesús estoy aquí Jesús que esperas de mí. Mis manos están vacías. ¿Qué puedo ofrecerte? Sólo sé que quiero ser diferente. Jesús estoy aquí, Jesús que esperas de mí. Mis ojos temen al mirarte, quisiera poder enfrentarte Amar como Tú amas, sentir como Tú sientes. Mirar a través de tus ojos Jesús. Contigo, mi camino es difícil, me exiges abrir un nuevo horizonte, en la soledad de mi noche Jesús No, no puedo abandonarte, Jesús en mi penetraste, me habitaste, triunfaste y hoy vives en mí.

288. Jesús está entre nosotros Jesús está entre nosotros, Él vive hoy y su Espíritu a todos da. Jesús razón de nuestra vida es el Señor, nos reúne en pueblo de amor. Cambia nuestras vidas con tu fuerza, guárdanos por siempre en tu presencia, Tú eres verdad, eres la paz. Rompe las cadenas que nos atan, llénanos de gracia en tu Palabra. Gracias Señor, gracias Salvador. Nuestras existencias hoy te alaban, nuestros corazones te dan gracias. Tú eres amor, eres canción. 289. Jesús mi alegría Oh Jesús de dulcísima memoria, que nos das la alegría verdadera, más que miel y que toda otra cosa, nos infunde dulzura tu presencia. No habrá canto más suave al oído, ni que grato resulte al escucharlo, ni tan dulce para ser recordado, como Tú, oh Jesús, el Hijo Amado. En Jesús, se confía el que sufre, que piadoso te muestras al que ruega, que bondad encuentra en tí el que busca, que dichoso será el que te encuentra. No habrá lengua que pueda expresarlo, ni palabra que pueda traducirlo. Pues tan sólo el que lo ha experimentado, Es capaz de saber lo que es amarlo.

290. Id y enseñad Son la semilla que ha de crecer, son la estrella que ha de brillar. Son levadura, son grano de sal, antorcha que debe alumbrar. Son la mañana que vuelve a nacer, son espiga que empieza a granar. Son aguijón y caricia a la vez, testigos que voy a enviar. Vayan todos, por el mundo, anunciando el amor, mensajeros de la vida, de la paz y el perdón. Sean amigos, los testigos de mi resurrección. Vayan llevando mi presencia con ustedes estoy. Son una llama que ha de encender resplandores de fe y caridad. Son los pastores que han de guiar el mundo por sendas de paz. Son los amigos que quise escoger, son palabra que intento gritar. Son Reino nuevo que empieza a engendrar justicia, amor y verdad. Son fuego y savia que vine a traer son la ola que agita el mar. La levadura pequeña de ayer fermenta la masa de pan. Una ciudad no se puede esconder, ni los cerros se han de ocultar. Al ver las obras que hacen el bien los hombres al Padre verán.

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291. Hombres nuevos Danos un corazón grande para amar; danos un corazón fuerte para luchar. Hombres nuevos creadores de la historia constructores de nueva humanidad. Hombres nuevos que viven la existencia como riesgo de un largo caminar. Hombres nuevos luchando en esperanza, caminantes sedientos de verdad. Hombres nuevos sin frenos ni cadenas, hombres libres que exigen libertad. Hombres nuevos amando sin fronteras por encima de razas y lugar. Hombres nuevos al lado de los pobres, compartiendo con ellos techo y pan.

292. Jesús te seguiré Jesús te seguiré donde me lleves iré muéstrame ese lugar donde vives quiero quedarme contigo allí. Escuchando tu palabra algo nuevo nace en mí, es que nunca nadie nos había venido a hablar así hoy ya veo claro la verdad está en Ti. Aleluya. Hoy he visto cómo se aman los que viven junto a Ti. Hace tiempo que sediento había querido amar así, hoy ya siento que tu amor viene hacia mí. Aleluya. Hoy he visto a los leprosos sanos, y a los ciegos ver, si hasta el pan multiplicaste para darnos de comer. Oh Maestro mío todo lo haces bien. Aleluya.

293. La Gloria de Dios La Gloria de Dios es el hombre vivo, la Gloria de Dios es que vivas Tú. Él te da la vida en abundancia, puedes dar tu vida a manos llenas, no será la muerte tu destino. Amaneces con luz en tu mirada, te estremece el amor y la ternura, la belleza te cubre y te ilumina. La amistad te nutre y te consuela, la alegría te inunda y te conduce la vida te invita a te regala. Te rodea la noche pavorosa, se te llena la vida de agonías, se endurece el alma y se rebela. El cuerpo es desgarro y es ausencia, no hay más que pérdida y distancia, se te quiebra la fe y nubla la esperanza. Espera en el Señor, sé valiente, espera en el Señor, porque 294. La hora de los pobres

El nos ha elegido para anunciar su amor y a todos los cautivos su liberación. A los desterrados que pronto volverán y a los afligidos que no llorarán. Derrama sobre nosotros su fuerza y su poder, para anunciar Buenas Nuevas a su Pueblo otra vez; ha llegado el momento, es tiempo de avanzar. La hora de los pobres ya acaba de empezar.

Aunque nos persigan, sembremos la paz, seremos más fuertes y no nos vencerán. Si la muerte cruza nuestro corazón, tu pueblo nunca morirá de nuevo nacerá. Aunque nos condenen a una cruel prisión, más fuerza tendremos de amar con pasión. A este pueblo nuestro que nos vio nacer, a este hermano nuestro que nos vio crecer. Trigo de molino, tu pueblo es Señor. Si la piedra es dura, más fuerte es el calor, que abrigamos juntos y seremos pan, que alimentará nuestra libertad.

295. La llamada

Si escuchas la voz del viento llamando sin cesar. Si escuchas la voz del tiempo mandándote esperar. La decisión es tuya (bis) son muchos los invitados (bis) pocos los decididos (bis). Si escuchas la voz de Dios, llamando sin cesar. Si escuchas la voz del mundo queriéndote engañar. El trino ya se perdió, creció y de nada sirvió, y el mundo pasando hambre, pasando hambre de Dios.

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296. La llevaré al desierto Conozco tu conducta y tu constante esfuerzo, has sufrido por mi causa sin sucumbir al cansancio. Pero tengo contra ti, que has dejado enfriar el primer amor. Por eso yo, la voy a seducir, la llevaré al desierto y ahí le hablaré a su corazón y ella me responderá como en los días de su juventud. (Bis) No se te llamará jamás abandonada ni a tu tierra se dirá ya más la desolada, pues tu Dios se complacerá en ti y tu tierra será desposada. Y como un joven se casa con doncella se casará contigo tu hacedor y con gozo de esposo por su novia se gozará por ti tu Dios. Yo te desposaré conmigo para siempre te desposaré en fidelidad y en compasión y tú conocerás a tu Dios. Ensancha el espacio de tu tienda, tus hijos heredaran naciones y un Pueblo de Dios formarán Por eso yo, te voy a seducir, te llevaré al desierto y ahí hablaré a tu corazón y tú me responderá como en los días de tu juventud. (Bis)

297. Lo importante es el amor La vida sin amor carece de valor en todo. Es como un caminar sin rumbo con un gran dolor, se adormece la ternura, nada nos causa alegría, da lo mismo la noche que el día, la lluvia y el sol. La vida sin amor es como un corazón dormido. Es como un despertar y ver que nunca sale el sol. El amor es una fuerza inmensa que nos da alegría; es la luz que nos sirve de guía, que nos da calor. Lo importante es el amor (Bis), Nada más tiene valor (Bis). Sin amor la vida es como un barco que va a la deriva… Lo importante es el amor (Bis), Nada más tiene valor (Bis). Sin amor la vida es como un barco que va a naufragar. La vida sin amor es como una flor marchita. Es como una paloma herida, no puede volar. Se adormece la ternura, nada nos causa alegría, da lo mismo la noche que el día, la lluvia y el sol.

298. La vida es bella La vida es bella, bella, bella, quien puede herirla en su primavera válgame Dios, la quiero en cada cosa pequeña, en cada herida que me desvela o en esa flor. La vida es bella, bella, bella, válgame Dios. Todas mis ganas y mis urgencias y mis quebrantos y mis paciencias tienen razón, cuando celebro su persistencia, que me levanta, que me sustenta con ilusión, la vida es bella, bella, bella, quieran o no, la vida es bella, bella, bella, válgame Dios. Que no haya hombres, que la detengan ni con el odio ni con la guerra, válgame Dios. Tiendo las manos con la inocencia de los que creen en la pureza de corazón, la vida es bella a pesar de todo quieran o no, la vida es bella, bella, bella válgame Dios. Ni con exilios ni con cadenas, ni con violencia ni con miserias válgame Dios, haya quien pueda acabar con ella, la vida es bella a pesar del miedo quieran o no, en la sonrisa del más pequeño o en el dolor. Que los que atentan contra su fuerza, sepan que siempre la vida vuelve y esa razón, hace tan vano quebrar sus alas ya con la cárcel ya con las armas, porque el amor vence a la muerte a pesar de todo, quieran o no, siembra la vida a válgame Dios.

299. La noche de los orígenes Canta el mundo está en tu mano, canta ya no eres huérfano, canta la vida se abre a ti y el sol guía tu andar. Y el mundo, ha recorrido el tiempo, los surcos milenarios tejieron la memoria, manos unidas forjaron nuestras obras fundidas poco a poco, al crisol de la historia. Nuestros sueños de luz se revistieron surgiendo lo infinito, del fondo de lo humano aurora nueva despierta tu la tierra la noche es solo un sueño, la vida siempre invita, tus penas deja ya. Y la tela de tu historia, el cielo ya pintó. (bis) 300. Llegará la libertad. Caminamos hacia el sol, esperando la verdad; la mentira, la opresión, cuando vengas cesarán, Llegara con la luz, la esperada libertad (bis). Construimos hoy la paz, en la lucha y el dolor nuestro mundo surge ya, en la espera del Señor. Te esperamos. Tú vendrás a librarnos del temor; la alegría, la amistad son va signos de tu amor.

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301. Las bienaventuranzas Felices los de espíritu de pobre, de ellos es el reino de los cielos; Felices los que ahora están sufriendo van a recibir un profundo consuelo. Felices los que con paciencia esperan de ellos será la tierra en herencia; felices los hambrientos de justicia, van a ser saciados y tendrán la vida. Esta es tu buena nueva Jesús manso e´ corazón, este el Evangelio en el que quiero creer. Enséñame a vivirlo para darlo a conocer, dame tu mirada nueva hace mas honda mi fe. Felices los que tienen compasión, en Dios van a encontrar mucho perdón. Felices los de corazón limpio, en sus vidas ellos van a ver a Dios. Felices todos los que buscan la paz, porque Hijos de Dios los llamarán. Felices los perseguidos por buenos, para ellos es el reino de los cielos. Felices cuando por mí los persigan, alégrense y muéstrense contentos, ya saben que así sufren los profetas, van a recibir el premio en el cielo. Felices los que creen en el Señor que cumple sus promesas por amor. Cantemos con alegría y cariño al Buen Padre que nos regaló a su Hijo.

302. Libertad No nos hablen más de héroes, no nos hablen más de revolución, dígannos ¿cuántos quedan aún? Dejen atrás de ustedes suelos robados, mundo gastados, soles quemados ¡Déjennos crear! Un arma de amor, una bomba de luz, un fusil de flores, una vida sin muros ¡Déjennos soñar! De un niño presidente, de un rey sin corona, de un Jesús indio, de un Dios que perdona aún a quién lo olvida. Dejen detrás de ustedes, madres golpeadas, lunas pisadas, hombres que mueren ¡por la libertad! 303. Libertador de nazaret Libertador de Nazaret, ven junto a mí, ven junto a mí. Libertador de Nazaret, qué puedo hacer sin ti. Yo sé que eres camino, que eres la vida y la verdad; yo sé que el que te sigue sabe a dónde va. Quiero vivir tu vida, seguir tus huellas, tener tu luz; quiero beber tu cáliz, quiero llevar tu cruz. Quiero encender tu fuego, alumbrar mi vida y seguirte a Ti; quiero escucharte siempre, quiero luchar por Ti. Busco un mensaje nuevo, te necesito, Libertador; no puedo estar sin rumbo, no puedo estar sin Dios.

304. Libertad Por el pájaro enjaulado, por el pez en la pecera; por mi amigo que está preso, porque ha dicho lo que piensa. Por las flores arrancadas, por la hierba pisoteada, por los árboles podados; por los cuerpos torturados; Yo te nombro: LIBERTAD. Te nombro en nombre de todos por tu nombre verdadero, te nombro cunado oscurece, cuando ya nadie te ve. Escribo tu nombre en las paredes de mi ciudad. (Bis) Tu nombre y otros nombres. Tu nombre verdadero, que no nombro por temor. Por los dientes apretados, por la bronca contenida, por el nudo en la garganta; por las voces que no cantan: por el verso clandestino, por el verso censurado, por los pueblos apagados; por los hombres que prohíben: yo te nombro: LIBERTAD. Por la idea perseguida, por los golpes recibidos; por aquel que no resiste; por aquellos que se esconden. Por el miedo que te tienen; por los paso que vigilan, por la forma en que te atacan; por los hijos que te matan: Yo te nombro: LIBERTAD. Por las tierras invadidas; Por los pueblos conquistados; por la gente sometida; por los hombres explotados. Por los muertos en la hoguera; por el justo ajusticiado; por los rostros apagados; yo te nombro: LIBERTAD.

305. Los yuyos de mi tierra Achicate hermano, no busques la loma, anda por los bajos, pisa el trebolar, no temas el charco que el agua es playita, y el barro del campo no sabe ensuciar. Si queres altura mira las estrellas donde anida el rumbo que conduce a Dios no negués tu rostro al ala del viento, ni cubras tu frente por no ver el sol. No vendas distancias por comprar sosiego no dejes taperas después de acampar. tené fe en la huella busca el horizonte de seguro un día lo habrás de alcanzar. Florecé a los vientos como lo hace el cardo que llegado a seco, libera el pompón, no apures la historia, no arríes tus banderas confía en tus hermanos como ellos en vos. Vení matearemos despacito juntos, me hablarás de lucha te hablaré de fe y al final del día nos daremos cuenta de que en igual senda andamos tal vez. Cuando el sol se vaya y la tarde caiga se abrirán los ojos al partir el pan. y entonces sabremos que por el camino nos venía arriando el Dios de la paz.

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306. Mar adentro Es hora de partir, mar adentro y no voy a esperar. Él vendrá para ir mar adentro y yo lo voy a esperar. Él está junto a mí y sus ojos derraman ternura, Él espera mi “Sí” y yo no quiero hacerlo esperar. Quiero sentir tu amor y volver a nacer, quiero decirte ven, mi barca es tuya. Es tan inmenso el mar, pero yo estoy con vos. No temo navegar, si está mi Dios. Quiero ser como vos y ser pan que se deja comer. Quiero que los demás, vean en mí tu sonrisa, Señor. Quiero ser manantial que da vida donde quiera que vaya. Quiero llevar tu luz a ese mundo que no habla de Dios. 307. Me apresó el amor Me apresó el amor de Jesucristo, ya no puedo gloriarme sino en la cruz de Él. Cuando vivir es Cristo, muerte es ganancia, debilidad es fuerza, tiniebla es luz. Corro por conseguir un solo premio, alianza de amor con sello de la cruz. Todo lo tengo en nada por alcanzarlo, mi gloria y mi corona, Cristo Jesús. Nadie podrá robarme, el amor del Señor, Santa María tiene la gracia de este don (bis).

308. Más allá de las fronteras Más, más allá de las fronteras, más allá de las fronteras. Con Jesús, más allá de las fronteras. Allí donde Dios nos lleva, donde alguien espera, donde hay un hermano que la marginación segrega, donde la muerte da vueltas, y la vida se pelea, donde una esperanza duerme y la justicia espera. Un llamado a la Iglesia, a anunciar la Buena Nueva dándonos todos las manos y abriendo las puertas. Desafiando las guerras, con la paz que nos libera donde la tierra sedienta está aguardando la siembra. Cinco continentes con diversidad de lenguas, cruzando desiertos, mares, montañas, ríos y selvas. Una nueva primavera, por toda la tierra, más allá de las fronteras la Iglesia misionera. Es consuelo y fortaleza, María, Virgen Misionera a todo pueblo y aldea

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309. Me has seducido Señor Señor no soy nada, por que me has llamado. Has pasado por mi puerta y bien sabes que soy pobre y su débil. ¿Por qué te has fijado en mi? Me has seducido Señor con tu mirada. Me has hablado al corazón y me has querido. Es imposible conocerte y no amarte. Es imposible amarte y no seguirte. Me has seducido Señor. Señor, yo te sigo y quiero darte lo que pides, aunque hay veces que me cuesta darlo todo. Tú lo sabes yo soy tuya. Camina Señor junto a mí. Señor, hoy tu nombre es más que una palabra. Es tu voz que resuena en mi interior y me habla en el silencio. ¿Qué quieres que haga por ti? 310. Mi fuerza y mi fracaso Mi fuerza y mi fracaso eres tú, mi herencia y mi pobreza eres tú, tú mi justicia Jesús, mi guerra y mi paz, mi libre libertad.(Bis) Mi muerte y mi vida, tú, palabra de mis gritos, silencio de mi espera, testigo de mis sueños, cruz de mi cruz, tú. Perdón de mis pecados, razón de mi esperanza, mi Tierra prometida, tú, Jesús.

311. Mensajero de la Paz El Señor eligió a sus discípulos los mandó de dos en dos. Es hermoso ver bajar de la montaña los pies del mensajero de la paz. Los mando a las ciudades y lugares donde iba a ir Él. La cosecha es abundante les dijo el Señor al partir. Pídanle al dueño del campo que envíe más obreros a la mies. Al entrar en una casa saluden anunciando la paz.

312. Mi fuerza y mi poder Mi fuerza y poder es el Señor, el fue mi salvación. (bis) El es mi Dios yo lo alabaré, el Dios de mis padres, yo lo ensalzaré (bis), Cantaré al Señor sublime es su victoria. Cuando soplaste las aguas se pararon, las corrientes se alzaron como un dique (bis), las olas se cuajaron en el mar. Extendiste tu diestra, se los tragó la tierra, guiaste a tu pueblo, hasta tu santa morada, (bis). Lo introduces y lo plantas en el monte del Señor.

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313. Mientras vas de camino

Mientras vas de camino agradece a la tierra que te acuna y te aloja como madre y maestra, tiene arrugas su rostro, montañosa belleza, llevan vida sus ríos, llevan sangre sus venas. Mientras vas de camino y te empujan los vientos y te empapa la lluvia y el sol quema en silencio, sentirás que la vida tiene su movimiento, obedece a su ritmo, que te lleve su aliento. Mientras vas de camino, mientras llega tu muerte, cada instante es tan frágil y a la vez es tan fuerte, no vivir de rutina, celebrar cada encuentro, saborear que lo simple está lleno de eterno. Mientras vas de camino guarda todo en tu adentro, las lecciones más grandes las explica el tiempo, una hoja en blanco será tu alma serena que los pueblos escriban allí lo que Dios quiera. Mientras vas de camino, solidario y hermano, cargaran en tus hombros mil dolores cansados, secarán tus sudores, serás hijo en sus casas, confiaran sus secretos, te hablaran de esperanza. Mientras vas de camino transitando senderos, gritarán desde abajo que no eres el primero, te sabrás peregrino, abrirás tu memoria, buscarás que tus huellas también se hagan historia.

Mientras vas de camino lejos de tu querencia amarás tus amores en la escuela de ausencias, los verás sin mirarlos, las distancias te acercan ofertorio sagrado que prepara la fiesta. Mientras vas de camino hallarás soledades, viajaras a lo hondo donde están tus verdades, esforzando camino de alegría y vergüenzas, silencioso equipajes madurado en paciencia. Mientras vas de camino regresando a la meta, avanzando al origen, recordando experiencias, vas volviendo a tu padre, tan hambriento se llega, vislumbrando a lo lejos que la mesa esta puesta. Mientras vas de camino misterioso regalo, una madre y su hijo te han querido a su lado, pronunciaron tu nombre te ofrecieron sus manos pa´ llevarte a los pueblos y saberlos hermanos, pa´ llevarte a los pueblos y sentirlos hermanos.

314. Morir en septiembre Dejando una huella me largue a los rumbos y anduve caminos amando el tierral, la huella se alarga, la meta no llega, la estrella me invita a seguir nomás Amé los caminos que creía míos, hoy veo que aquellos son solo de Dios. Voy dejando amigos que toman desvíos, misterios distintos del que tengo yo. Todo lo que vive hacia allá camina sigue el mismo rumbo que camino yo, un día el encuentro volverá a reunirme con los que dejado por buscar a Dios. Morir en septiembre cuando todo estalla blanquea el ciruelo despertando en flor cuando el duraznero se viste de nuevo y todo renace a mi alrededor. Dejar el invierno como algo pasado, al que no se vuelve para nostalgear, meterse en la vida, brotar en la tierra y con ella irse para más allá. Si buscas la vida no hay otro camino, es duro morirse pero hay que morir, sangrando en la huella me voy ser adentro no puedo negarte de nuevo mi sí.

315. Mi siervo Mi Siervo está aquí, a quien sostengo, mi elegido en quien yo me complazco. Mi Espíritu en Él está puesto, ha de traer justicia a las naciones. No clamará, no gritará, ni alzará en las calles su voz. No romperá la caña quebrada, ni apagará la mecha que aún arde Yo el Señor, te llamé, Yo te formé y te tomé de la mano. Te destiné para que unas a un pueblo, serás alianza y luz para los hombres. Lo anunciarás a los pobres, haz de sanar el corazón herido, libertarás a los desterrados y los cautivos a la luz volverán.

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316. Ni la muerte ni la vida

Ni la muerte ni la vida, ni el presente, el porvenir, nada nos separará del amor de Dios. Todo es para bien de aquellos que lo ven, nada nos podrá dañar, con nosotros está. Si El está con nosotros quién en contra estará, porque El nos amó, a la muerte venció. Qué podrá separarnos de la vida y la verdad si morimos en su amor, el camino seguirá. Aunque el miedo y la angustia se ciernan sobre ti, nada te podrá vencer, Él ya resucitó. 317. Mundo nuevo Dios que un mundo nuevo quieres y una nueva humanidad, para construirlo hágase tu voluntad, para construirlo, sóplanos tu Espíritu. Dios que quieres que vivamos en combates de libertad, para liberarnos hágase tu voluntad, para liberarnos sóplanos tu espíritu. Dios que has abierto el libro que nos da nueva dignidad, para ser tus hijos hágase tu voluntad, para ser tus hijos, sóplanos tu Espíritu. Dios que quieres que sigamos los caminos del Salvador, para que avancemos hágase tu voluntad, para que avancemos sóplanos tu Espíritu.

318. Mil Consejos Mil consejos voy a darte pero no sirve de nada, todo depende de ti no importa si estás cansada. Debes seguir adelante, aunque te humille la gente cuando te quemes los pies, si es que el piso está caliente. No sé si pueda servirte, no sé si pueda ayudarte, pero ten siempre presente que mis manos voy a darte.Mil veces vas a caerte y otras mil van a tirarte pero lo más importante es que puedas levantarte. Cuando tu sol se te esconda y no haya ideas brillantes no dejes bajar los brazos debes seguir adelante. Cuando se apague tu luz cuando estés agonizando Cristo ha muerto en la cruz para que sigas marchando No sé si pueda servirte no sé si pueda ayudarte pero ten siempre presente que mis manos voy a darte.

319. Nada Podrá separarnos Aquí queremos quedarnos en tu Corazón abierto sin medida, no te canses de repararnos, que por nosotros te hiciste Eucaristía. Nada podrá separarnos de tu amor Señor Jesucristo: Ni el fracaso ni la muerte, ni el dolor, ni las partidas, ni nuestros sueños errados, ni el poder ni la alegría, en todo somos amados por que ha triunfado la vida. Vinimos de tu costado, somos hijos del amor, de un don magnífico que no se agota nunca, y con tu Madre allí nos recoges, allí nos has unido. Queremos llevar a todos lo que a todos pertenece, esta noticia: de que aquí todos caben, de que siempre sigue la humanidad brotando de esta herida. Gracias Señor, Padre fiel, es grande tu amor, tu bondad infinita; te canta nuestro corazón, te alaba y en tus manos confiamos nuestra vida.

320. Nadie te ama como yo Cuánto he esperado, este momento, cuánto he esperado que estuvieras aquí; Cuánto he esperado que me hablaras, cuánto he esperado que vinieras a mí. Yo se bien porque has vivido, yo se bien porque has llorado; Yo se bien, lo que has sufrido, pues de tu lado no me ido. Pues nadie te ama, como yo, pues nadie te ama, como yo, mira la cruz, esa es mi más grande prueba, nadie te ama como yo. Pues nadie te ama, como yo, pues nadie te ama, como yo, mira la cruz, fue por ti porque te amo; nadie te ama, como yo . Yo se bien, lo que me dices; aunque a veces ni me hablas; Yo se bien lo que en ti sientes, aunque nunca lo compartas. Yo a tú lado, he caminado, junto a ti , siempre yo he ido; Aún a veces te he cargado, yo he sido, tu mejor amigo.

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321. No hay espinas sin rosas Qué pena pensar que muchísimos hombres no viven la vida porque no la ven. Y no la ven, porque miran al mundo, miran al mundo con sus propios ojos. En cambio si la gente lo hiciera a través del prisma del amor, aún el dolor, hablaría de Dios. Así ya lo humano pierde su color, cuando un alma se abandona a Dios, sobre cada lágrima nace una sonrisa y en cada ocaso un amanecer. La frase del mundo “ No hay espinas sin rosas, se transformará más bien dirá: “No hay espinas sin Rosas” 322. No pongáis los ojos No pongáis los ojos en nadie más que en Él (Bis) No pongáis los ojos en nadie más (Bis) No pongáis los ojos en nadie mas que en Él. No escuchéis ….. No confiéis…. Porque sólo Él te puede dar la paz No pongáis los ojos en nadie más que en Él. No escuchéis a nadie, a nadie más que a Él. No confíes en nadie, en nadie más que en Él.

323. No hay mayor amor

No hay mayor amor que dar la vida no hay mayor amor.(bis) Este es mi Cuerpo y mi Sangre todo esto es lo que soy. Quedo por siempre entre ustedes, aunque parta no me voy. No teman, amigos míos si algún tiempo no me ven, que si entre ustedes se quieren me verán a mi también El miedo no es sentimiento que abriga el que cree en mí, recuerden estas palabras. al mundo yo lo vencí. Les enviaré mi Espíritu que consuela en el dolor alentara la esperanza traerá fuego al corazón. 324. No importa tu nombre

No importa tu nombre yo soy tu hermano, no importa tu nombre y estrecha mi mano. (Bis) Hermano vamos juntos, no se quede nadie atrás. Préstame tu carga yo te puedo ayudar. No nos alejemos, juntos avancemos, Juntos forjaremos el destino que unirá en todos los pueblos lazos de fraternidad. Y apretando filas el fervor se anima. Cuidado con aquellos que nos quieren separar. Van sembrando el odio para hacernos enfrentar. Pero gritaremos, la verdad del pueblo.

325. Oración de la Noche Jesús, el día muere, nuestro sol desciende ya, a Ti sube la dicha de mi corazón. Un día feliz me llenaras de eternidad, un día, Señor, me esconderás en tu corazón. Oigo cantar los hombres ya su gozo, su dolor; quiero escuchar allí, Señor, el eco de tu voz. Señor, el sol se ha puesto, nuestra tierra dormirá; descanse en tu paz, Señor, toda la humanidad. 326. No tengan miedo No tengan miedo, no tengan miedo Jesús murió. Pero está vivo pero está vivo, resucitó. Vayan y cuenten, vayan y cuenten, celébrenlo. Murió la muerte, murió la muerte, triunfó el amor. Alégrense dice el Señor, Yo estaba muerto y aquí estoy. Alégrense y de corazón demos gracias a Dios. No tengan miedo, no tengan miedo, si ustedes son, por bautizados, por bautizados, hijos de Dios. Vayan y cuenten vayan y cuenten celébrenlo, que Jesucristo que Jesucristo es hombre y Dios.

327. No se puede sepultar la luz

No se puede sepultar la luz, no se puede sepultar la vida, no se puede sepultar un pueblo que busca la libertad. Como estrellas siempre brillarán, porque aún muertos seguirán, porque el pueblo nace cada día caminante de la verdad. Cantarán por los caminos y su voz resonará a lo largo de toda la historia como un eco que siempre se oirá, a lo largo de toda la historia desafío que no acabará. No podrán amordazar su voz porque es fuerte el grito de los hombres que se unen como un arco iris, en abrazo de mar a mar. Y si no las piedras gritarán la invencible causa de los pobres, la esperanza de una tierra justa que amanece con ansiedad.

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328. Oración en la noche Vuelve a su silencio la tierra, pasa el brillo vivo, reina la serenidad. Y parece ser tu misma mano, la que nos une y nos rodea al descender. Todo se detiene, todo llama a recoger el corazón para adorarte. Y parece que asomara tu presencia y golpeara suavemente nuestra puerta, ocupando en el silencio de la noche ese lugar que sólo tú, señor, puedes ocupar. Vela tu mirada a la noche, firme como el cielo es tu fidelidad. Y aunque estén quizás muy vacías nuestras manos elevamos hacia Ti porque sabemos que no hay nada que no llene tu bondad, y eso nos basta. Cuna que pronuncia tu nombre, descansa la tierra mecida en tu amor; Y suben las mil armonías, del coro inmenso que te alaba al existir. Y al contemplarte, comprendemos el secreto del porqué de nuestra vida. 329. Oh Sagrado Corazón Oh, Sagrado Corazón, nuestros sueños tómalos, danos fuerza, tu perdón, Cristo en ti confiamos.

330. Oración simple Señor, haz de mi un instrumento de tu paz. Donde haya odio, ponga yo amor. Donde haya ofensa, ponga yo perdón. Donde hay discordia, lleve la unidad. Donde hay error, lleve la verdad. Donde haya miedo, ponga mi esperanza. Donde haya duda, lleve yo mi fe. Donde hay tristeza, lleve mi alegría. Donde hay tinieblas, ponga yo tu luz. Donde haya odio, ponga yo amor.

331. Padre bueno, Dios hermano Tu Señor que enciendes las estrellas, Tú que al Sol le das el resplandor, Tú que cuidas del pájaro perdido que va buscando un nido guiado por tu amor. Tu que siembras rosas y trigales, Tú que al lirio vistes de esplendor, nos proteges, Señor, con gran cariño, pues quieres más a un niño que al pájaro y la flor. Padre bueno, Dios alegre, primavera y manantial, Dios hermano, Dios amigo, Padre nuestro celestial. (Bis) Tú Señor que velas por el pobre y al humilde das tu protección, al que amas le ofreces un tesoro que vale más que el oro, le das tu corazón. Tú Señor que alumbras mi camino, Tú que escuchas siempre mi oración, en tu amor pongo yo mi confianza, renace mi esperanza, se acuna mi canción.

332. Oye Padre (Cristo)

El Pueblo gime en el dolor, quiere resurgir. A Dios levanta su clamor va a librarlo al fin. Oye Padre (Cristo) el grito de tu pueblo. Oye Padre (Cristo) manda elSalvador (ven y sálvanos). El pueblo ansía libertad, quiere resurgir. El pueblo esclavo surge ya hacia el porvenir El pueblo anhela vida y paz, quiere resurgir. El pueblo empieza a caminar hacia Ti, Señor. 333. Padre bueno Padre, dueño de este cielo, que es el techo de los pobres y la ruta de tus hijos que te quieren conocer. Con la voz estremecida y este amor va mi oración. Padre, voy en tus entrañas, guárdame siempre con vos. Padre bueno y de ternura cuida bien mi corazón que mi noche se hace día cuando escucho en mí tu voz. Apropiate que soy tuya, me compraste con tu amor, arrullame en tu silencio, murmurame en la oración. Como no puede una madre olvidar a su pequeño así, nada se te escapa, Padre, a vos, mi Creador. Endúlzame mi amargura, con tu amor dame alegría, que despierte hoy en tu celo, y tus ojos pueda ver.

334. Padre amado Padre amado, padre amado, somos hijos bendecidos Padre amado. Levantemos nuestras manos en un gesto de amor. Padre amado, Padre amado. Cristo vive, aleluya, somos pueblo redimido aleluya. Levantemos nuestras manos en un gesto de amor, Cristo vive, aleluya. Santo Espíritu, Santo Espíritu, úngenos y llénanos oh Santo Espíritu. Levantemos nuestras manos en un gesto de amor. Santo Espíritu, Santo Espíritu. Señor nuestro, te adoramos, Señor nuestro, te adoramos. Levantemos nuestras voces en un canto de amor. Señor nuestro, te adoramos. Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya. Levantemos nuestras voces en un canto de amor, aleluya, aleluya. 335. Padre, yo te adoro Padre, yo te adoro Yo te ofrezco mi alma y vida, cómo te amo. Jesucristo… Espíritu Santo… Trinidad Santa…

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336. Padre Dios Nuestro Dios hizo el cielo y la tierra, nuestro Dios hizo el agua y el sol, nuestro Dios inventó la semilla y mantiene tu respiración. Nuestro Dios hizo el hombre a su imagen y varón y mujer los creó y le puso la vida en sus manos dándoles su poder creador. Y ese Dios, ñamandú, Dios Yahvé es el Dios de Jesús el señor y ese Dios será hoy como ayer Padre Dios nuestro Consolador. Para Él, Padre Dios, para Él cante y baile nuestro corazón. Para Él, Padre Dios, para Él cante y baile el Pueblo de Dios. Nuestro Dios inventó el arco iris y su vuelo le dio al picaflor, nuestro Dios hizo la primavera su obra cumbre es la Resurrección. Nuestro Dios es ternura y paciencia, nuestro Dios tiene un gran corazón, es el Dios defensor de los pobres; providencia, justicia, perdón.

337. Partiendo el mismo pan Somos tu pueblo que se reúne y quiere celebrar esa promesa que nos hiciste y que vida nos da, que seguís siempre entre nosotros en la fracción del pan. Yo soy el Pan de Vida que da la fuerza en el caminar, soy alimento para el cansado pan de fraternidad soy ese gesto de pan y vino que permanecerá. En nuestro caminar tu palabra nos das y te reconocemos al partir el pan y nos reconocemos partiendo el mismo pan . Sos manantial de misericordia ternura y compasión, fuente de gracia transformadora que llega al corazón, nos reconcilia, nos hace hermanos, signos de comunión. Un mandamiento nuevo les dejo que se amen de verdad porque mi Reino se hace presente desde la claridad. Sea el servicio deuda entre ustedes y el mundo creerá. Por el camino nos lamentamos porque Jesús murió, sentados a la mesa lo descubrimos resucitó cuando escuchamos que nos hablaba nos ardió el corazón. Yo los envío no se acobarden la fuerza llegará han recibido amor verdadero vayan a contagiar sean testigos del gran milagro en la mesa fraternal.

338. Pescador de Hombres Tú has venido a la orilla, no has buscado ni a sabios ni a ricos, tan solo quieres que yo te siga. Señor, me has mirado a los ojos, sonriendo has dicho mi nombre, en la arena he dejado mi barca. Junto a ti buscare otro mar. Tú, sabes bien lo que tengo, en mi barca no hay oro ni espadas, tan solo redes y mi trabajo. Tú, necesitas mis manos, mi cansancio que a otros descanse, amor que quiera seguir amando. Tú, pescador de otros lagos, ansia eterna de hombres que esperan amigo bueno que así me llamas. 339. Pueblo que crees ¡Pueblo que crees. Pueblo que amas, pueblo que esperas: canta a tu Dios! Paso con paso, abriendo caminos, manos con manos haciendo el destino. Riesgos Con riesgos venciendo peligros, amor y esperanza creando a los hijos. ¡Pueblo Que buscas, pueblo que avanzas, pueblo que vences: canta a tu Dios!. En tus raíces tu Dios se ha escondido, en medio de ti está confundido: alza tus ojos a tu mañana. Él ya ha venido y te acompaña. ¡Pueblo que crees, pueblo que amas. Pueblo que esperas: canta a tu Dios, canta a tu Dios!.

340. Pequeñas aclamaciones Cuando el pobre nada tiene y aún reparte, cuando un hombre pasa sed y agua nos da, cuando el débil a su hermano fortalece: Va Dios mismo en nuestro mismo caminar (bis) Cuando un hombre sufre y logra su consuelo, cuando espera y no se cansa de esperar. Cuando amamos aunque el odio nos rodee: Cuando crece la alegría y nos inunda, cuando dicen nuestros labios la verdad, cuando amamos el sentir de los sencillos: Cuando abunda el bien y llena los hogares, cuando un hombre donde hay guerra pone paz, cuando hermano le llamamos al extraño:

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341. Pescador

Pescador que al pasar por la orilla del lago me viste secando mis redes al sol. Tu mirar se cruzó con mis ojos cansados y entraste en mi vida buscando mi amor. Pescador, en mis manos has puesto otras redes que puedan ganarte una pesca mejor, y al llevarme contigo en la barca, me nombraste Señor, pescador. Pescador, entre tantos que había en la playa tus ojos me vieron, tu boca habló. Y a pesar de sentirse mi cuerpo cansado, mis pies en la arena siguieron tu voz. Pescador, manejando mis artes de pesca en otras riberas mi vida quedó, al querer que en todos los mares del mundo, trabajen mis fuerzas por Ti, Pescador. Pescador, mi trabajo de toda la noche, mi dura faena, hoy nada encontró. Pero Tú que conoces los mares profundos compensa si quieres mi triste labor 342. Puedo confiar en el Señor Puedo confiar en el Señor que me va guiar. Puedo confiar en el Señor, no me va a fallar. Si el Sol llegará a oscurecer y no brillara más, yo igual confió en el Señor, no me va a fallar. Puedo descansar, puedo descansar; en su mansión, Cristo me dará.

343. Pidan y se les dará Pidan y se les dará, llamen y se les abrirá, busquen y encontrarán que hay un Dios que se llama amor. Si después de un largo viaje , alguien nos viene a visitar y nos toma de sorpresa sin tenerle que brindar, aunque sea medianoche, algo vamos a intentar, recurriendo a algún amigo que nos pueda dar un pan. Y aunque nuestro amigo diga que no es hora de golpear con paciencia insistiremos hasta hacerlo levantar. Te aseguro que esa noche la insistencia triunfará y aunque este muy enojado alguna ayuda nos dará. Si los hombres que son malos, cosas buenas saben dar, Nuestro Padre de los cielos, cuánto más nos cuidará. Sólo basta que pidamos y busquemos su amistad. Porque aquel que busca, encuentra y al que llama le abrirá.

344. Porque soy parte del pueblo Porque soy parte del Pueblo y en él mis raíces tengo, porque sus avances son torrentes, que son caminos ciertos: porque somos en su seno cada cual un arroyuelo, mi canto se hace en tu canto para derrotar al miedo (bis) Un hombre de sangre joven por los andes va diciendo, que en esta fecunda tierra esta naciendo un hombre nuevo (bis.) . En América Latina abrimos caminos ciertos, nuestros hermanos nos miran, tenemos que ser ejemplo: que no se diga que aquí la semilla se fue al viento, que en este rincón de América el futuro está naciendo (bis), Que nadie se quede solo somos todos uno entero, la taclla y el azadón, el pincel y el lapicero: cada cual en su lugar y ningún lugar primero, somos todos uno solo para hacer un Perú nuevo (bis)

345. Prometido y esperado Prometido y esperado, hecho hombre sin pecado, por nosotros condenado a morir en una cruz. Sufriente y esperanzado, tu pueblo canta confiado que vivís resucitado y sos Dios, Señor Jesús. Yo creo que Jesucristo vino de parte de Dios para enseñarnos a todos que somos hijos de Dios. Yo creo que Jesucristo tuvo madre igual que yo fue igual en todo a nosotros tan solo que no pecó. Yo creo que Jesucristo predicó el Reino de Dios, con su vida y su palabra nos mostró lo que es el amor. Yo creo que Jesucristo para salvarnos murió, venció en la cruz al pecado por eso resucitó. Yo creo que Jesucristo sigue siendo el Buen Pastor, jefe y guía de su Iglesia, Iglesia Pueblo de Dios. Yo creo que Jesucristo fue y es verdadero Dios, se llama "Dios con nosotros" y es nuestro liberador. Yo creo que Jesucristo mandó a los suyos de a dos y que está personalmente donde se vive el amor. Yo creo que Jesucristo es nuestro liberador, que ayuda, perdona y salva y es paz del corazón.

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346. Que bien todos unidos Que bien todos unidos, mano con mano en el luchar, que bien todos hermanos en el sufrir y en el gozar. Nosotros queremos, Señor amarte amando la vida, queremos dejar tras nosotros un mundo mejor, una vida más bella. Nosotros queremos, Señor correr con la antorcha encendida, queremos dejar al relevo un fuego mejor, una llama más viva. 347. Que no caiga la fe Que no caiga la fe, que no caiga la esperanza, (Bis) que no caiga la fe, mi hermano, que no caiga la fe, mi hermana, que no caiga la fe, que no caiga la esperanza. Si se cae la esperanza de tu pecho, si se acaba el deseo de luchar, no te olvides del rostro de tu pueblo, y confía, el Señor te sostendrá. Aunque el tiempo se presente muy difícil y se aumente entre nosotros la aflicción, que no caiga la esperanza, hermana mía, ni se apague la luz del Reino de Dios.

348. Quedate con nosotros Quedate con nosotros Señor de esperanza, el mundo que tú amas hoy lucha por vivir; y aunque a veces dudamos de tu presencia en casa no dejes que la noche nos sorprenda sin ti. Y porque ya anochece quédate con nosotros, no dejes que la noche nos sorprenda sin ti. Quedate con nosotros Señor de la pobreza, los pobres y los niños te quieren descubrir; porque a veces no saben que son tus preferidos no dejes que la noche nos sorprenda sin ti. Quedate con nosotros Señor de la justicia, los hombres no aprendemos a dar sin recibir; vivimos muchas veces una justicia falsa no dejes que la noche nos sorprenda sin ti. Quedate con nosotros Señor de la promesa, Tú mismo aseguraste amarnos hasta el fin. Por eso humildemente volvemos a pedirte no dejes que la noche nos sorprenda sin ti.

349. Quédate con nosotros Quédate con nosotros, la tarde esta cayendo, quédate. ¿Cómo te encontraremos al declinar el día si tu camino no es nuestro camino? Detente con nosotros, la meas está servida, caliente el pan envejecido el vino. ¿Cómo sabremos que eres un hombre entre los hombres, si no compartes nuestra mesa humilde? Repártenos tu cuerpo y el gozo irá alejando la oscuridad que pesa sobre el hombre Vimos romper el día sobre tu hermoso rostro, y al sol abrirse paso por tu frente. Que el viento de la noche no apague el fuego vivo que nos dejó tu paso en la mañana. 350. Quédate Señor Quédate Señor ya llega la noche. Quédate aquí, Señor con nosotros. Danos la paz, danos tu amor, la noche jamás caerá. Quédate señor nos llevaras por las rutas del mundo, Señor. Te llevaremos a los hermanos que van perdidos por los caminos. Quiero confiarte mis pobres manos, quiero entregarte toda mi vida.

351. Que se alegren Que se alegren los pobres de la tierra, porque de ellos es el fuego y la esperanza. Felices los humildes y sencillos, porque de ellos es la vida y la alegría. Que se alegren los que sudan por su pan, porque ellos comerán a manos llenas. Felices si comparten cada día, porque de ellos es el pan de la vida. Que se alegren los que sufren por su tierra, porque ellos sembrarán los nuevos surcos. Felices los que aman y esperan, porque ellos gozarán el nuevo día. Que se alegren los que son perseguidos, porque a ellos el amor los ha herido. Felices los que mueren por su pueblo, porque de ellos será la patria nueva. Que se alegren los que luchan por la paz, porque ellos serán “simiente nueva”. Felices los que defienden la vida, porque ellos vivirán para siempre,

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352. Queremos ser señor Queremos ser, señor, servidores de verdad, testigos de tu amor, instrumentos de tu paz. Convéncenos que por tener un Padre Dios, somos hermanos. Su voluntad es que haya paz, justicia y paz van de la mano. Enséñanos a perdonar para poder ser perdonados. Recuérdanos que por tu amor quiso morir crucificado. Ayúdanos a comprender que la misión del bautizado es compartir con los demás su fe en Jesús resucitado. 353. ¿Quién nos separará? ¿Quien nos separará de su Amor, la tribulación, tal vez la espada? Ni vida o muerte nos separará del Amor en Cristo Señor. ¿Quién nos separará de su Paz, la persecución, quizás el dolor? Ninguna fuerza nos separará de quien por nosotros murió. ¿Quien nos separará de su Alegría, quién podrá alejarnos de su perdón? Nadie en el mundo nos separará de la vida en Cristo Señor.

354. Que venga tu Reino

Tú eres un Dios compasivo, no te olvidas de tu Alianza, ya está cerca tu salvación para aquellos que te aman. “Sólo un instante te abandoné con piedad te recogeré”. El amor y la verdad se encuentran, la justicia y la paz se abrazan. Venga a nosotros tu Reino Señor, danos tu salvación Venga a nosotros tu Reino Señor, tu amor y tu paz. El Señor nos ha rescatado y alentó nuestra esperanza, cambiará nuestro sufrimiento y nuestro llanto en alegría. “Ustedes serán mi pueblo y mi ley en sus corazones, les daré un espíritu nuevo y les pondré un corazón de carne” El tiempo ya se ha cumplido, llegó nuestra salvación, preparen los caminos, enderecen los senderos. El Reino es para los pobres, los humildes y sencillos, el Reino es como una semilla que crece cada día. El Reino es verdad y paz, justicia y vida plena, el reino sufre la violencia del amor de los que se niegan. El Reino es la libertad de los hijos que renacen, hombres nuevos resucitados, pueblo santo y liberado.

355. ¿Quién sos vos? Si me diste un cielo nuevo, si me mostraste otro sol, si me enseñaste a mirar la tierra en flor. No me dejes en la noche hablale a mi corazón, Decime... ¿Quién, quién sos vos, mi dulce Señor? ¿Quién, quien sos vos, y quién soy yo? Me he parado en montaña y he visto que alrededor todos viven para otros, recordarás, que la hierba es del ganado, que el río acaba en el mar, que la leña es para el fuego de nuestro hogar. Y yo aquí estoy esperando, inquieto mi corazón, que me digas para quién viviendo estoy. No me dejes en la noche, Dejá que escuche tu voz Decime... Si pudiste ver mi rostro, si nueva es la creación, fue por Jesús hombre nuevo, gozo y dolor. No te quedes en la noche, viví escuchando mi voz, te digo... ¿Quién, quién soy Yo? Tu dulce Señor. ¿Quién, quién sos vos? Mi tierra en flor.

356. ¿Quién nos separará? ¿Quién nos separará? ¿Quién podrá separarnos del amor de Cristo?, ¿Quién nos separará? Si el está con nosotros, ¿Quién será, quien será contra nos? ¿Quién nos separara del amor de Cristo? ¿Quien será? Ni la espada, ni el peligro, ni las faltas de mi hermano, ni criatura alguna ni la desolación. Ni la vida ni la muerte, ni los ángeles, ni los poderes, ni el presente o el futuro, ni las fuerzas del universo. Ni los cielos o abismos, ni tampoco la persecución, ni la angustia, el dolor, el hambre o alguna tribulación.

357. Quiero alabarte Quiero alabarte más y más aún (Bis) Buscar tu voluntad, tu gracia conocer. Quiero alabarte. Las aves del cielo cantan para ti. Las bestias del campo reflejan tu poder. Quiero yo cantar, quiero levantar mis manos a Ti. Quiero buscarte... Quiero encontrarte... Quiero sentirte... Quiero amarte... Quiero seguirte... Quiero adorarte...

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358. Quiero ser pan Es joven el que espera, el que sabe caminar, el que lucha por el Reino sin volver la vista atrás. Él que da su mano a otro, el que sabe transformar, el que es pan para los pobres, defendiendo la verdad. Quiero ser pan, para el hambre ser pan, de mi pueblo y construir el escándalo de compartir. Es joven el que arriesga, el que sabe caminar, el que siempre pregunta sin volver la vista atrás. El que sabe hacer historia, el que sabe transformar, el que es voz de los pequeños, defendiendo la verdad. El que sigue a Jesús pobre, el que sabe caminar, el que apoya la justicia sin volver la vista atrás. El que vive siempre abierto, el que sabe transformar, el que canta con los otros, defendiendo la verdad. 359. Señor, ¿a quién iremos? Señor ¿A quién iremos? Tú tienes palabra de vida. Nosotros hemos creído que tu eres el hijo de Dios. Soy el pan, que os da la vida eterna, el que viene a mi no tendrá hambre, el que viene a mí no tendrá sed. Así ha hablado Jesús. No busquéis alimento que perece sino, aquel que perdura eternamente; el que ofrece el Hijo del Hombre que el Padre nos ha enviado.

360. Quiero oír tu voz Siento que me habla el Señor, es como un clamor, quiere que me acerque más a Él. Quiero oír a mi Señor, quiero oír su voz, su Palabra quiero comprender. Que sepa yo escuchar, que sepa también ver que sepa yo vivir, Señor, tu palabra de amor. Viene tu Palabra a mí, me alegra el corazón, siento ya la vida que me da. Que se haga carne en mí, Señor, lo que me dices hoy, que sea yo testigo de tu amor. 361. Resurrección Porque tengo vida, te pido que vivas. Porque los caminos a veces se estiran, y se agostan al final donde cuesta caminar, donde te clavas las espinas. Porque tengo fuerzas te pido que aguantes. Porque no estás solo, solo te quedaste fabricaste una prisión donde nunca ha entrado el sol que vos mismo te tapaste. Te llamo desde acá, quiero que resucites te quiero ver cambiar, salir de tu escondite. Quiero que veas el sol, la vida y a Dios, rompiendo el cascaron, saliendo de la cueva, encontraras la prueba de que Dios existe, de que Dios está y que jamás te abandono ni lo hará.

362. Señor, ¿a quién iremos?

Señor, ¿a quién iremos, si Tú eres nuestra vida? Señor, ¿a quién iremos, si Tú eres nuestro amor? Si Tú eres nuestro amor. Quién como Tú conoce lo insondable de nuestro corazón; a quién como a Ti le pesan nuestros dolores, nuestros errores. Quien podría amar como Tú nuestra carne débil, nuestro barro frágil. Quién como Tú confía en la mecha que humea en nuestro interior; quién como Tú sostiene nuestra esperanza malherida y nuestros anhelos insaciables, quién como Tú espera nuestro sí de amor. 363. Señor enséñame Señor enséñame a mirar la vida, a aceptarla y amarla tal como es, así con sus dolores y alegrías (Señor) , así con su derecho y su revés (Bis) Dame, Señor una mirada limpia para saber para saber tu huella descubrir, en los ojos de aquellos que me miran, (Señor), allí tu amor de Padre percibir. (bis) Tú estás en cada despuntar del alba, tu huella esconde cada amanecer, tu voz está prendida en las estrellas, (Señor), de ti nos habla el anochecer.

364. Quiero ser sembrador Un sembrador yo quiero ser, un sembrador para el Señor, y todas mis semillas lanzarlas por el mundo para sembrar amor, amor. Un sembrador yo quiero ser, un sembrador para el Señor, y todas mis semillas yo quiero esparcirlas para un mundo mejor. Yo quiero convertirme en alguien puro y santo, llevarte con mi canto y ser tu mensajero, a todo yo prefiero servirte con amor, por eso yo te pido me hagas sembrador. Yo quiero que mi vida prolongue tu presencia y viva mi existencia uniéndome a tu causa. Yo quiero que mi vida prolongue tu misión por eso hoy te pido me hagas sembrador. Yo quiero dar a todos la luz de tu palabra, que el corazón transforme y las conciencias abra; y compartir con otros el gozo y la misión de ser en todas partes, Señor, tu sembrador.

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365. Señales de Vida En el medio de todo lo que nos pasa, doy señales de vida por si hace falta, quien no espera señales de vez en cuando, para darse coraje y seguir andando. Canto, doy señales de vida como naciendo, doy señales de vida mientras espero, que me de sus señales de vida el pueblo. Los amigos del alma los verdaderos, los que quieren las cosas que más queremos, los que están de este lado de la vereda, los que están y también los que no volvieron. Los ancianos, las madres y los maestros, que ennoblecen la vida con cada gesto, nos confirman a diario con sus señales, que el camino es difícil pero es tan bello. Canto porque tengo esperanzas que se me escapan, pequeñitas y libres y enamoradas, si me da sus señales de vida el pueblo… 366. Siento tu llamada Siento tu llamada y confío en ti( 4 veces) El señor es la esperanza de la vida y del dolor. Y su amor es la palabra que ilumina el corazón. (Bis)

367. Señor dame de tu agua

Señor dame de tu agua y no tendré más sed (bis). Agua que da vida, que da fuerza para vencer, agua que cala dentro, que hace que brote nuestra verdad. Agua que se regala, que todo hombre puede beber, agua que cubre aristas, llena vacíos, calma el dolor. Agua que cura miedos y nos da luces para crecer, agua que cura ciegos, limpia los ojos, deja mirar. Agua que apaga fuegos y es para el alma serenidad, agua que fluye gozosa, que los ríos lleva hasta el mar. 368. Señor de los milagros

Señor de los milagros, a Ti venimos en procesión, tus fieles devotos, a implorar tu bendición. Faro que guía, da a nuestras almas, la fe, esperanza, la caridad, tu amor divino nos ilumine, nos hagas dignos de tu bondad. Con paso firme de buen cristiano, hagamos grande nuestro Perú. Y unidos todos como una fuerza te suplicamos nos des tu luz.

369. Señor de la vida Tu rostro escondido nos dejas mirar y un rostro de hermano nos haces buscar, oculto en nuestra carne de sudor y de tierra, y escondido tu cariño nos entregas. Cuando tú has venido la vida empezó, cuando tú te fuiste la vida siguió, y ahora quieren matarla y esta vida no muere, porque corre por las venas de tu pueblo. Señor de la vida, del principio y del final, nuestro corazón está cansado de esperar. Señor de la vida, de la tierra y del mar, nuestras voces juntas se entrelazan pa’ cantar. Nuestro es este suelo y no lo dejaremos, nuestro es el aire y no lo perderemos, nuestro es el sol y no lo apagaremos, y esta vida que es nuestra cuidaremos. Por eso hoy te ofrecemos toda nuestra vida, con manos encallecidas y el corazón herido, el pan que te traemos es el fruto del trabajo que tu pueblo lo ha sembrado y lo ha ganado.

370. Señor ¿Quién puede entrar ?

Señor, ¿quién puede entrar en tu santuario para adorar? (bis). El de manos limpias y corazón puro que no sea vanidoso y que sepa amar (bis). Señor yo quiero entrar en tu santuario para adorar (bis). Dame manos limpias y un corazón puro que no sea vanidoso y que sepa amar (bis). Señor ya puedo entrar en tu santuario para adorar (bis). Tu sangre me lava, tu fuego me quema, tu Espíritu Santo inunda mi ser. (bis). 371. Señor quiero caminar Señor quiero caminar sin fijarme en los espinos que se pegan al andar al andar por los caminos. Dame amor dame humildad y yo moveré montañas, si Señor tu me acompañas que me pudiera faltar. Jesús quiero caminar pero caminar contigo y al volver la vista atrás ver el árbol florecido. Si me sintiera caer si las fuerzas me faltaran recordando tu mirada volvería a renacer.

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372. Siempre es nuevo el amor Amar es darse a todos los hermanos, uniendo en nuestras manos en gozo y el dolor, y al amarnos el mundo se renueva, la vida siempre es nueva, siempre es nuevo el amor. Yo sé, Señor que aunque hablara las lenguas del mundo, aunque todos me llamen profeta, si no puedo amar es sólo un rumor. Yo sé que sabiendo las ciencias extrañas, conociendo secretos ocultos seré poca cosa si no tengo amor. Yo sé. Señor, que aunque tenga una fe tan intensa que traslade montañas y rocas, de nada me sirve si no tengo amor. Yo sé que aunque queme mi cuerpo en las llamas, aunque todo lo entregue a los pobres sí no puedo amar es todo ilusión. Yo sé, Señor que la vida imperfecta del hombre. Las palabras y ciencias transcurren como un ave errante que cruza veloz. Yo sé que aunque el tiempo devore la tierra y el olvido sepulte la historia en medio de todo perdura el amor.

373. Si rasgaras Si rasgaras los cielos y descendieras. Si se corriera el velo y yo te viera, La luz de tu Palabra me iluminaría Y en un eterno abrazo de amor me consumiría. Cuando el árbol florece en la primavera Cuando las cosas cambian sin que yo quiera. La luz de tu Palabra me iluminaría Y en un eterno abrazo de amor me consumiría. 374. Sólo el amor Debes amar la arcilla que va en tus manos debes amar su arena hasta la locura y si no, no la emprendas que será en vano. Sólo el amor alumbra lo que perdura. Sólo el amor convierte en milagro el barro Debes amar el tiempo de los intentos debes amar la hora que nunca brilla y si no, no pretendas tocar lo cierto. Sólo el amor engendra la maravilla sólo el amor consigue encender lo muerto Sólo el amor alumbra lo que perdura….

375. Signo de esperanza Queremos ser una Iglesia servidora del Señor; Jesús, el Dios hecho hombre, el profeta, el servidor. Una Iglesia de testigos con mártires, donde son protagonistas los pobres y hombre nuevo el pecador. Signo de esperanza, causa de alegría, con Santa María y un Jesús pascual. La gente se siente, siendo servidora, que es transformadora de la sociedad. Queremos ser una Iglesia de veras comunidad: fraterna porque la gente comparte fe y realidad. Con sencillez y alegría aprende a participar como hacían los cristianos con Pedro, Santiago y Juan. Queremos ser una Iglesia que esta siempre en oración, que alumbra toda su vida con la palabra de Dios. Que celebre con su pueblo la nueva alianza de amor, en la fiesta de la vida que es la cena del Señor. Queremos ser una Iglesia samaritana y cordial, que organiza la esperanza y la solidaridad. Donde el Espíritu Santo "padre de los pobres", va suscitando los servicios según la necesidad. Queremos ser una Iglesia que muestra el amor de Dios, que sale a encontrar al hombre y lo abraza en su perdón. Que consuela y acompaña, que agranda su corazón, a medida de la gente que sufre la situación.

Queremos ser una Iglesia en estado de misión, que se abre, sale y propone al mundo el reino de Dios. Que transforma desde adentro sociedad y corazón, y planta comunidades donde se da conversión.

376. Sirviendo la vida es fiesta Sirve el sol cada mañana, cuando comienza a alumbrar, sirve la lluvia que hace al campo nuevo espigar. Sirve un deseo de estrella cuando esa estrella es fugaz y sirve mansa la tierra fructificándose en pan. Sirviendo la vida es fiesta, es una fiesta servir, el que no vive sirviendo no sirve para vivir. Quién da generosamente lo que gratis recibió sirve al hermano más débil sirviendo al mismo Dios. Fue Cristo quién hecho hombre la creación silenció y fue una fiesta su entrega Cuando por Amor se dio. Sea tu servicio alegre, expresión del corazón, dice María “No teme el corazón que ama a Dios”. La fiesta de los cristianos requiere todo de vos, pues quien da con una mano recibe llenas las dos.

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377. Signos de amor Tienes que encender una luz aunque sea pequeña si ella se apaga este mundo será una tiniebla, tienes que arriesgarte a creer y no cerrar más tu puerta, vale la pena su brillo aunque sea pequeña No permitas que la noche invada tu vida, hay mucha belleza en vos para que este escondida, no le niegues a los otros tus ojos, tu amor, tu voz, tu alegría no te quites libertad, ni borres tu sonrisa. Tienes atreverte vivir de una forma distinta, llenarte los ojos de amor y sembrar cada día. Y veras como cambia este mundo cuando sin temor abras al fin tu puerta y mantengas prendida tu luz por pequeña que sea. Y cuando la oscuridad te lastime muy dentro, deja brillar tu candil que puede ser eterno. Solo podrás ser feliz si te atreves a amar sin medida y sin tiempo, manteniendo la llama encendida a pesar de los vientos. Si quieres te ayudo a cuidar tu pequeña chispa hasta que sea llamarada que de fuerza y vida. Hasta que tu corazón sea un signo de amor para el que camina y seamos muchos los que tengamos la luz encendida

378. Sólo Tú Sólo Tú eres mi plenitud, eres mi apoyo, mi fuerza y mí luz. Eres mi vida y mi juventud, eres mi gozo y mi cruz. Sólo Tú, eres todo mi bien, sólo Tú, sólo Tú; sólo Tú eres mi plenitud, sólo tú, sólo tú. Samaritana siempre con sed, cuando la tarde abrazaba el calor. Pero me diste un día a beber del manantial de tu amor. Siento a mi lado tu palpitar por el camino que va hacia a Emaús. Das un sentido a mi caminar. Mi Salvador eres tú. 379. Si vivimos, vivimos por el Señor Ninguno de nosotros vive para sí, tampoco muere nadie para sí. Si vivimos, vivimos para el Señor, si damos la vida, también . Todo aquel que haya dejado casa, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o hacienda por mi nombre, recibirá ciento por uno, El que quiera hacerse grande se hará servidor vuestro como el Hijo del Hombre vino para servir y dar su vida para la redención de todos.

380. Solamente madrugo por vos Solamente madrugo por vos, Señor, escucha mi grito; que te invoco desde este destierro, con el corazón, bien marchito. Que te invoco desde este destierro, con el corazón, bien marchito. La esperanza en mi Dios voy dejando, como abandonado; en que nada se habrá de perder, de lo que el Padre me ha dado. En que nada se habrá de perder, de lo que el Padre me ha dado. Venga el descreído, a cantar conmigo; que si el viste tan lindos los campos, ¡qué no ha de hacer por sus hijos! Que si viste tan lindos los campos, ¡qué no ha de hacer por sus hijos!

381. Soy tuya Soy tuya, Señor, para siempre, tuyo es todo mi ser. Tuya es la luz de mis ojos, tuya es la fuerza de mi querer. Yo sé que no tengo nada. mi fuerza viene de Ti., mi gozo te pertenece y en mi pobreza soy muy feliz. Un día veré tu rostro entonces me saciaré, más pienso que desde ahora aunque es de noche, te empiezo a ver.

382. Somos pueblo de Dios Somos pueblo de Dios haciendo historia y semilla de un mundo que vendrá, pueblo de fe y de esperanza peregrinos que marchan hacia Dios. Hombres nuevos nacidos a la vida que Jesús con su muerte nos ganó, cuando alzado en la cruz nos enseñaba la verdad más profunda del amor. Una Madre esperaba el nuevo día y en la pascua su luz se derramó, vencedor del pecado y de la muerte tu esperanza, María se cumplió. Una estrella acompaña nuestra marcha una Madre comparte nuestro afán es María, Señora de la vida que acompaña nuestro caminar. Es tu pueblo María, que te pide vocaciones para servir a Dios. Madre nuestra, ruega por nosotros llévanos a tu mano hasta el altar.

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383. Tan cerca de mí Tan cerca de mí, tan cerca de mí, que hasta le puedo tocar, Jesús está aquí. Ya no busco a Cristo en las alturas, ni lo buscaré en la oscuridad, dentro de mi ser, en mi corazón, siento que Jesús conmigo está. Yo le contaré lo que me pasa, como a mis amigos le hablaré, yo no sé si es El quien habita en mi o si soy yo quien habita en El. Míralo a tu lado caminando, en las alegrías y el dolor, a tu lado va siempre al caminar, El es un amigo de verdad. 384. Tarde te amé Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé. Tú estabas dentro de mí y yo fuera, me lanzaba sobre el bien y la belleza, creados por Ti. Pero gritaste y alejaste mi sordera, me diste luz y borraste mi ceguera, me abracé a Ti. Exhalaste tú perfume en mi pobreza, me alegraste y despertaste en mi vida, deseos por Ti.

385. Tan pobre, tan rico Oye Señor mi amigo, Cuando veo tu amor eterno, siento encogerse mi alma, soy tan pequeño. No te importan mis obras, no te alejas si estoy lejos, me amas aunque no te ame, no impones precio. Quisiera darte todo, pero es tan poco lo que tengo: un pobre y tibio amor que busca dueño. Pero a pesar de todo Tú lo aceptas con gran afecto y haces del tibio amor, un amor nuevo. Soy tan pobre y tan rico, pues tu amor me hace valioso, pongo ante ti mi nada, y reluce como el oro. y al ver cuánto me amas, quiero regalarme todo. ¡Señor hazme generoso como Tú! Al repetir tu nombre se me llena de gozo el alma y me brota este canto y un mar de calma, quiero gritarle al mundo que el amor ha vencido al odio y quiero amar al hombre como tú lo amas. Si acaso tú quisieras ser el dueño de esta alma inquieta, no dudes en tomarla ella es tu sierva. Pero como es tan débil se resiste a confiar su senda, hazla pues mansa y dócil como una oveja.

386. Te agradezco Señor tu palabra Te agradezco, Señor, tu palabra, te agradezco tu Verbo de amor; meditar en silencio tus cosas aprender lo que es el amor. Te agradezco tu vivo silencio ese rato para hablar con Vos; encarnarme en tu sabiduría y vivir tu palabra, Señor. Gracias, gracias, gracias, Señor, Gracias, gracias, gracias, Señor. 387. Te alabo a ti, Señor mi Dios Te alabo a ti, Señor mi Dios, muy junto a mí, yo sé que tu velas mi alma reposa en la paz. 388. Te alabo Aún en la tormenta, aún cuando arrecie el mar te alabo, te alabo en verdad. Aún lejos de los míos, aún en mi soledad, te alabo, te alabo en verdad. Pues sólo a ti te tengo, pues Tú eres mi heredad, te alabo, te alabo en verdad. (bis). Aún sin muchas palabras, aunque no sé alabar, te alabo, te alabo en verdad.

389. Testigos

Nos envías por el mundo a anunciar la Buena Nueva. (Bis) Mil antorchas encendidas y una nueva primavera. (Bis) Si la sal se vuelve sosa, quién podrá salar el mundo. (Bis) Nuestra vida es levadura, nuestro amor será fecundo. (Bis) Siendo siempre tus testigos cumpliremos el destino. (Bis) Sembraremos de esperanza y alegría los caminos. (Bis) Cuanto soy y cuanto tengo, la ilusión y el desaliento. (Bis) Yo te ofrezco mi semilla y tu pones el fermento. (Bis) 390. Todo en esta vida Todo en esta vida en un decidir, si me voy contigo o me quedo aquí. Romperé los muros de mi propia casa, iré mar adentro y pescaré por Ti. Hoy mi pueblo esta clamando, pide vida, pide amor, piden mis hermanos y llega hasta el cielo su voz. La misión que Tú me has dado, quiero hacerla realidad, luchar por la vida, luchar por un mundo de Paz. Me has hablado en mil canciones, mas no te quise escuchar, cerré mis oídos, por que es muy difícil hablar. Hace tiempo me pregunto, tu respuesta escucho hoy, tu voz habla dentro y por tu camino yo voy.

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391. Todo hombre simple Todo hombre simple, lleva adentro un sueño, con amor y humildad podrás realizarlo. Si con fe tu quieres, vivir humildemente, cuanto más feliz serás aunque nada tengas. Si pusieras cada día, con sudor y esfuerzo, una piedra y otra más, llegarás muy alto. Y los gozos simples, son los más hermosos, son aquellos que al fin, son los mas grandiosos.

392. Tres cosas tiene el amor Tres cosas tiene el amor, que no se pueden olvidar, que Dios nos amó primero, que hay que darse por entero y ponerse a caminar (4) En medio de su pueblo Jesús va caminando, en todos tus hermanos hay señas de su paso, si escuchas el silencio su amor está cantando. Señor Tú me has llamado a ser tu peregrino, si un paso yo he entregado tu cien haces conmigo. Para anunciar tu nueva, la dicha de ser hijos. Tu mano me conduce de noche y de día, llevando tu evangelio me llenas de alegría, me alumbra tu palabra, me sanas las heridas.

393. Testigos de tu Reino Como semilla pequeña en manos de los pobres, como el trigo que germina en la sombra de la noche. Tu Reino en nuestras manos agita nuestro espíritu y nos lleva por caminos de luchas y esperanzas (bis) Tu voz es nuestro canto, tu grito es la Palabra que palpita en el corazón ardiente de tu pueblo, creadores de la historia, testigos de tu Reino . Danos tus manos duras y seremos una fuerza. Danos tu voz valiente y seremos grito viviente. Danos tus pasos firmes para abrir nuevos caminos, danos tu amor sincero pa’ crear un mundo nuevo (bis). Ven junto a tu pueblo, Señor con nosotros, llevamos tu regalo en vasos de barro. Porque nada tenemos estamos esperando que tus manos nos agarren para seguir andando (bis).

394. Trinidad Oh mi Dios, mi Trinidad, quiero establecerme en vos, pacifica mi alma, has en ella tu morada, tu reposo, cielo donde nunca yo pueda dejarte solo. Oh Jesús, muerto de amor, quiero ser tu esposa, quiero colmarte de gloria, ven a mí como adorador, mi redentor, mi salvador, Palabra de mi Dios. Oh mi tres, oh mi todo, infinita soledad, inmensidad en que me pierdo, mi bienaventuranza, quiero ser tu prisionera, quiero esconderme en vos, hasta que un día pueda contemplar tu grandeza. Oh Espíritu de amor, ven a mi alma para que se encarne en mí el Verbo, que yo sea para él, humanidad en la que pueda renovar todo su misterio. Padre mío ven a mí, pobre criatura soy, cúbreme con tu sombra, no viendo en mí sino a tu hijo, a quien amas, a quien mandas escuchar, en quien tú te complaces. 395. Tu fidelidad Tu fidelidad es grande, tu misericordia incomparable es Nadie como tu, bendito Dios grande es tu fidelidad.

396. Tu eres el Dios que nos salva Tú eres el Dios que nos salva, la luz que nos ilumina, la mano que nos sostiene y el techo que nos cobija (bis). Te damos gracias, Señor, te damos gracias, Señor. (bis). Te damos gracias. Señor, porque has depuesto la ira y has detenido ante el pueblo la mano que lo castiga (bis) Y sacaremos con gozo del manantial de la vida las aguas que dan al hombre la fuerza que resucita (bis) 397. Tuyo soy Yo no soy nada, y del polvo nací, pero Tú me amas y moriste por mi. Ante la cruz sólo puedo ex-clamar: tuyo soy, tuyo soy. Toma mis manos, te pido, toma mis labios, te amo, toma mi vida, oh padre, tuyo soy, tuyo soy. Cuando de rodillas, te miro, Jesús, veo tu grandeza y mi pequeñez. Qué puedo darte yo, todo mi ser, tuyo soy, tuyo soy.

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398. Tu alientas mi vida Tus palabras alientan mi vida, tu presencia conforta mi fe; eres vida, verdad y camino, eres fuerza que ayuda a vencer. No te tomes descanso en la lucha, sé testigo del Reino de Dios, sigue siendo ese trigo que muere para ser una espiga mejor. Y sí acaso perdieras la vida, porque estorba a los hombres tu luz, no eres tú solamente quien muere: Cristo sufre contigo en la cruz. Es posible que digan algunos que es absurda tu forma de ser, piensa entonces que no eres del mundo, aunque Dios te ha llamado de él. Cuando todos te cierren sus puertas aún pensando que dan Gloria de Dios, es tan sólo un fracaso aparente, eso hicieron con Cristo el Señor.

399. Tu Gloria Señor Tu gloria, Señor, es la vida del hombre, el hombre de pie, es tu alabanza. Tu gloria, Señor, es la vida del hombre, el hombre de pie, quien te rinde honor. La paz entre los hombres, es tu alabanza, la paz sobre la tierra, es tu alabanza. La paz en los corazones, es tu alabanza, la paz en lo alto del cielo, es tu alabanza. La vida que da la vida, es tu…, la vida que vence a la muerte. La vida que dice “sí”…, la vida que nace en la cruz…. El gozo de un nuevo sol…, el gozo del que es salvado…. El gozo del arrepentido…, el gozo de un nuevo mundo…. 400. Ven y sígueme Ven y sígueme y mar adentro echa ya tus redes. Ven y yo te haré pescador de hombres. En tus palabras echaré mis redes, dejo mi barca y donde quieras iré, Tu me llamaste Señor por mi nombre y solo a ti, Señor, te seguiré. Ven y sígueme deja que mi luz ilumine tu vida. Ven y yo te haré de tus hermanos, luz y guía. Tu resplandor curará mi ceguera dejo mi sombra, en tu verdad viviré Tu me llamaste a alumbrar a los otros y solo así, Señor te serviré.

401. Tu mirada No tengo palabras que puedan formar una oración, que me salga entera. Bebo tu silencio de a sorbos pequeños para llenar mi aljibe solitario. Pedirte dones no me ocupa la intención sino sentirme estando bien amada. Sólo vos y yo y tu mirada que traspasa, que me acaba, sacudiendo el corazón. ¡Cómo te despiertas, flor de primavera, mi Jesús, cuando a vos me dispongo! ¡Qué suave es tu aliento, mi respiración del corazón, rezando de tu mano! Y siento que en esto de la contemplación no miro yo tan hondo Como me miras vos. En mi soledad yo y tu mirada que traspasa, que me acaba, sacudiendo el corazón. 402. Tu Señor Tu Señor cada mañana llamas a mi puerta y me dices ven. Yo quiero seguirte con todas mis fuerzas, que se haga tu voluntad. Sabes que no tengo nada, que soy muy débil y pecador. Mi vida te ofrezco, mis pies, mis manos, te entrego mi corazón. Tu Señor, has tomado todo lo que soy. Me seduce tu evangelio y tu verdad, tu amor y tu amistad. Tu Señor me has mostrado un modo de vivir, un camino de renuncia y caridad; contigo soy feliz. Tu me has hecho un hombre nuevo, un hombre libre, capaz de amar. María

me enseña a ser sencillo, viviendo en fidelidad. Tú me has puesto entre los hombres como testigo de tu verdad. Ser sal de la tierra, ser luz del mundo. Tu fuerza me bastará. 403. Tus huellas Padre, que hermosas son las huellas de tu amor, en mi vida, en mi corazón. Padre, me pensaste y criaste en tu amor, y mi cielo es estar con vos. Tantas personas, tantos gestos de amor, en mi camino tu me has dado, tanta fuerza y salvación, tanta misericordia, tanta compasión que mi alma se estremece por ti, mi Dios. Padre, tu sabes que no siempre supe ver, como en todo, intervenías en mi bien. Padre, agradecida por siempre te alabaré, tu has defendido mi pequeñez.

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404. Un mandamiento nuevo Un mandamiento nuevo nos dio el Señor, que nos amemos todos como Él nos amó La señal de los cristianos es amarnos como hermanos. Quién a sus hermanos no ama, miente si a Dios dice que ama. Cristo, luz, Verdad y Vida al perdón y amor invita. Perdonemos al hermano como Cristo ha ordenado. Somos de Cristo hermanos si de veras perdonamos. En la vida y en la muerte Dios nos ama para siempre En trabajos y fatigas Cristo a todos nos anima. Amar es estar al lado del que sufre y del que es pobre. Comulgar es abrazarnos con Jesús y los hermanos.

405. Un nuevo sol Una tierra que no tiene fronteras, sino manos que juntas formarán, una cadena más fuerte que el odio y que la muerte, lo sabemos, el camino es el amor. Una patria más justa y más fraterna, donde todos construyamos la unidad, donde nadie es desplazado, porque todos son llamados, lo sabemos, el camino es el amor. Un nuevo sol se levanta, sobre la nueva civilización que nace hoy, una cadena mas fuerte, que el odio y que la muerte lo sabemos, el camino es el amor. La justicia es la fuerza de la paz, el amor, quien hace perdonar. La verdad es la fuerza, que nos da liberación, lo sabemos, el camino es el amor. El que cree, contagia con su vida, el dolor se cubre con su amor, porque el hombre se siente, solidario con el mundo, lo sabemos, el camino es el amor.

406. Una ciudad para todos Una ciudad para todos, levantaremos. Un gran techo común, la ciudad. Una mesa redonda como el mundo, levantaremos. Un pan de multitud. Un lenguaje de corazón abierto, una esperanza: ¡ven, Señor Jesús! No rechazaremos la piedra angular, sobre el cimiento de tu cuerpo levantaremos la ciudad. Levantaremos la ciudad. Suben los pueblos del mundo. Levantaremos. Suben a la ciudad, la ciudad. Los que hablaban en lenguas diferentes. Levantaremos. Pregonan la unidad. Nadie grita quién eres ni de donde, todos se llaman “hijos de la paz”. 407. Vamos todos al banquete Vamos todos al banquete, a la mesa de la creación, cada cual con su taburete tiene un puesto y una misión. Dios invita a todos los pobres a esta mesa común por la fe, donde no hay acaparadores y a nadie le falta el ponque. Dios nos manda a hacer de este mundo una mesa donde haya igualdad, trabajando y luchando juntos, compartiendo la propiedad. Hoy me levanto muy temprano, ya me espera la comunidad, voy subiendo alegre la cuesta voy en busca de una amistad.

408. Un salto a la luz No pase la noche sin otro por alcanzar, que no termine el día sin morir un poco más. El buen Dios entibie mis días de invierno, María, Madre, muestre el camino al mar. Pescador de tiempo eterno, Pastor de paz. No me canse de buscarte, mi Dios, no me falte el alma fuerte, Señor; solo y a pie regálame el camino, a tu mayor gloria va mi vida, a la mayor gloria de mi Dios. Y que vengan los días, que venga el salto a la luz, que el buen Amor se venga, y que me abrace al Salvador, a tu mayor gloria va mi vida, a la mayor gloria de mi Dios. Gastar mi vida en almas, gaste en mí mi valor. Tronca mi sed en servicio, amar y servir a Dios. Ligero de equipaje me encuentre para en todo amarte y servir. Forjador de buen servicio, humilde el corazón. No me canse...

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409. Vasija de Barro

Yo quiero que a mí me entierren como a mis antepasados, (Bis) en el vientre oscuro fresco de una vasija de barro. (Bis) Cuando la vida se pierde tras una cortina de años. (Bis) Vivirán a flor de tiempo amores y desengaños. (Bis)

Arcilla cocida y dura, alma de verdes collados, (Bis) luz y sangre de mis hombres, sol de mis antepasados. De tu nací y a ti vuelvo vasija, vaso de barro, (Bis) con mi muerte vuelvo a ti, a tu fondo enamorado. 410. Volver a Vos Volver a vos, volver a ser, volver a respirar. Saberme sostenido por tu amor, volver a amar Dejar atrás la confusión, el pozo sin salida. Volver a estar unido a vos, volver a la alegría Del barro antiguo, hacia tu imagen, dejar soplar tu aliento. Recuperar mi nombre de hijo, estar vivo de nuevo. Decirte que por sobre todo, Dios mío, te deseo. Mi angustia desandar y anclar en tu amor fiel y eterno

411. Vaso nuevo Gracias quiero darte por amarme, gracias quiero darte yo a ti, Señor. Hoy soy feliz porque te conocí. Gracias por amarme a mí también. Yo quiero ser, Señor amado, como el barro en las manos del alfarero. Toma mi vida y hazla de nuevo, yo quiero ser, yo quiero ser, un vaso nuevo. Te conocí y te amé, te pedí perdón y me escuchaste. Si te ofendí, perdóname, Señor, pues te amo y nunca te olvidaré. 412. Vivir de amor Vivir de amor, es darse sin medida, sin reclamar salario aquí en la tierra. Yo me doy sin cuenta bien segura, de que en amor el cálculo no entra. Lo he dado todo al Corazón Divino que rebosa ternura, nada me queda ya corro ligera, ya mi única riqueza es, y por siempre será: Vivir de amor. Vivir de amor, oh que locura extraña, me dice el mundo; cese ya tu canto. No pierdes tus perfumes, no derroches tu vida, aprende a utilizarlos con ganancia. Jesús, amarte es pérdida fecunda, tuyos son mis perfumes para siempre. Al salir de este mundo cantar quiero: Muero de amor. Morir de amor, dulcísimo martirio, y ese martirio que sufrir quisiera. Este será mi cielo y mi destino: ¡Vivir de amor!

413. Vuelve a casa Señor quiero contarte algo que me está pasando. En medio de este silencio, una voz me está llamando. Es una voz que me dice que le diga a mis hermanos con gozo y con alegría poniendo mi canto en alto. Vuelve a casa hermano mío, vuelve a casa que el Señor con amor se alegrará y te abrazará, ya no pienses en aquello que una vez te hizo alejar pues saber arrepentirse es querer hacer la paz. Si yo sé que vos hermano, no estás cerca de Jesús. Te invito a tomar mi mano y marchemos tras su luz. Canta conmigo esta letra, carga en tu espalda la cruz, que el dolor de tus heridas es el camino a Jesús. 414. Yo le alabo con el corazón Yo le alabo con el corazón, yo le alabo con mi voz. (bis) Y si me falta la voz, yo le alabo con las manos, y si me faltan las manos, yo le alabo con los pies, y si me faltan los pies, yo le alabo con mi alma, y si me falta el alma, es que me he ido con Él.

415. Yo quiero ser Yo quiero ser, brillar como el sol y dar vida y amor donde pudiera faltar. Y quiero ser una gota del río de la humanidad. Yo quiero ser silencio y tranquilidad para sentir a tu corazón hablar, una ilusión, una copla, un toque de la eternidad. Yo quiero ser un sueño de paz real. Ya no pensar que alguno me matará. Quiero morir como el trigo mi vida convertida en pan. 416. Yo quiero ser feliz Yo quiero ser feliz, yo quiero ser feliz llenar mi vida de una nueva luz. Cristo esa luz será que mi alma brillará y alumbrará toda mi juventud. Cristo está a la puerta de mi vida presto a concederme su perdón y dejar sembrada mi alegría dentro de mi pobre corazón. En la vida todos mis hermanos quieren ser felices como tú, quieren que les tiendan una mano v que los conduzcan a la luz. En el alma de todos nosotros hay un ansia de felicidad. Anhelo de amar y ser amado y eso por toda la eternidad.

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417. Yo soy el camino “Yo soy la Luz del Mundo, no hay tinieblas junto a mí; tendrán la luz de la vida por la palabra que les di”. “Yo soy el Camino firme, yo soy la Vida y la Verdad, por mi llegaran al padre, y el Santo Espíritu tendrán”. “Yo soy el Pan de Vida y con ustedes me quedé; me entrego como alimento, soy el Misterio de la fe”. “Yo soy el Buen Pastor y por amor mi vida doy; yo quiero un solo rebaño soy para todos Salvador”. “Yo soy la Vid verdadera, mi Padre Dios el Viñador; produzcan fruto abundante permaneciendo en mi amor”. “Yo soy Señor y Maestro y un mandamiento nuevo doy: que se amen unos a otros como los he amado yo”.

418. Yo soy la Luz del mundo

Yo soy la Luz del mundo, el que rompe las tinieblas. Yo soy la luz del mundo. Quiebra la noche con la gracia de la fe, quiebra la noche con la fe. Abre la niebla que no deja entrar el sol, abre la niebla con tu luz. Que tu esperanza sea fuego en el andar. Que sea fuego en el andar. 419. Yo tengo fe Yo tengo fe que todo cambiará, que triunfará por siempre el amor. Yo tengo fe que siempre brillará la luz de la esperanza no se apagará jamás. Yo tengo fe, yo creo en el amor, yo tengo fe también mucha ilusión, porque yo sé será una realidad el mundo de justicia que ya empieza a despertar. Yo tengo fe, porque yo creo en Dios. Yo tengo fe será todo mejor, se callarán el odio Y el dolor. la gente nuevamente hablará de su ilusión. Yo tengo fe, los hombres cantarán una canción de amor universal, yo tengo fe será una realidad, el mundo de justicia que ya empieza a despertar.

420. Y te reconocemos

Pura como la luna de noche en la montaña, de mis hermanos del noroeste es la mirada. Hoy te reconocemos en su honda fortaleza, oro de fe, silenciosa marcha, violín que alienta. Nos dicen qué es la Iglesia: es como un monte con abundancia de minerales. Y que es la Eucaristía: una presencia, memoria y huella en las soledades. Y te reconocemos si cruzamos la puerta de la unidad 1. Y te reconocemos aunque nos amenace la oscuridad... 2. Y te reconocemos nuestro júbilo es este: vos siempre estás 3. Y te reconocemos si Argentina comparte el mismo pan... Es como lluvia blanda sobre el suelo sediento el habla dulce de mis hermanos litoraleños. Hoy te reconocemos entre los del noroeste: santa alegría para luchar cueste lo que cueste. Nos dicen qué es la Iglesia: como un gran Río, el fluir lento de una esperanza. Y que es la Eucaristía: como el mate, no hay excluidos y siempre alcanza.

Como un cielo turquesa limpio sobre los Andes, de mis hermanos cuyanos, límpido es el talante. Hoy te reconocemos en su hidalguía humilde: tenacidad de creer de pie aunque nos granice. Nos dicen que es la Iglesia: es una Viña, don y sudores, sangre por vino. Y qué es la Eucaristía: Acequia que distribuye un milagro sencillo.

Es gaucho el horizonte que un viento fresco aclara, el gesto llano de los hermanos de nuestras pampas. Hoy te

reconocemos en su sabiduría, que nace de aprender de la tierra en el “día a día”. Nos dicen qué es la Iglesia: cruza de sangres, tierra de todos, pasión que migra. Y que es la Eucaristía: trigal que brilla, pan para todos, mesa tendida.

Como un beso de brisa perfumada de yuyos, hermanos del centro del país saben dar lo suyo. Hoy te reconocemos al calor de su chispa, y bajo el sol de sus tradiciones que nos entibian. Nos dicen qué es la Iglesia: Subir la sierra y tras la sierra, una profecía. Y qué es la Eucaristía: Un puente desde nuestra memoria hacia el nuevo día.

Casi como pioneros de un viento de utopías, nuestros hermanos del sur habitan una osadía. Hoy te reconocemos en su sembrar desiertos, en la pasión por llevar la vida hasta lo más lejos. Nos dicen qué es la Iglesia: La casa nueva del Arquitecto que hizo el paisaje. Y que es la Eucaristía: El tibio viático para el frío de nuestro viaje.

Como bullente trepa la vida en los veranos, de las ciudades grandes vivaces son mis hermanos. Hoy te reconocemos en su mirada intensa, pues Vos que amabas a tu ciudad, lloraste por ella! Nos dicen que es la Iglesia: Ciudad posible, ritmo plural, amor hecho historia. Y qué es la Eucaristía: tocar urgente nuestras pobrezas, misión ahora.

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421. Zamba para Adorarte Contemplando tu vida, beber tu intimidad, tu amor siempre fontal que hace comunidad, que nos descubre hermanos Celebrar tu simpleza, tu hablarnos bajito, tu lenguaje de pan cotidiano y cordial que amistad despierta Y en ti vivir muriendo y amando y así al servir así, vivir resucitando. Habitar tu silencio que es plenitud intensa y en el aceptar nuestra identidad, nuestro barro, tu aliento Sonreírle al fracaso nunca definitivo, tu llegada esperar que ha de transformar nuestra pobreza vencida. Y en ti…. Adorarte en el pobre En el que más sufre Y en la entrega total Muerte radical, Devolvernos al Padre. Y en ti….

422. Zamba para que te quedes Para que estés siempre en medio nuestro, para que nos juntes en la comunión; para que a pesar de toda tristeza esta sea una fiesta porque aquí estás vos. Compartimos la copa y el pan que es amor, amor bien jugado por vos en la cruz; celebramos que no hay muerte que pueda atar a la vida que recibimos de vos. Padre, te pedimos con todo el pueblo por aquel que sufre injusticia y dolor. Cambia nuestro llanto por alegría, danos esperanza, ahuyenta el temor. En el barrio tantos te necesitan, y quién sabe cuantos en esta ciudad. Danos la palabra, el gesto, el cariño, que te muestre simple, así como sos.

423. Reina del Cielo ¡Alégrate María, Aleluya! La pascua esta cumplida, Aleluya. Oye Madre nuestra voz, por nosotros ruega a Dios, Salve, Salve, Salve María. Resucitó tu Hijo, Aleluya. Según Él lo predijo, Aleluya. Sufriste con tu Hijo, Aleluya. Hoy gozas de su triunfo, Aleluya. 424. Angelus Escuchando el clamor de su pueblo, quiso Dios el mundo reparar. Y saluda una Virgen su ángel: “El creador te miró con bondad”. El Espíritu vendrá sobre ti, en tu seno el verbo se encarnará. “Soy su esclava, que Él haga en mí el misterio que acabas de anunciar. ¡Cuánta gracia se derrama con un “Sí”! ya comienza a alborear la salvación. La Palabra se hace carne en María, para hacernos hijos de Dios. Ponenos con tu Hijo, Santa Madre de Dios, que digamos contigo “Ha hecho maravillas en mí el Señor”

425. Angelus El Ángel vino de los cielos y a María le anunció el gran misterio de Dios hombre que a los cielos admiró. Virgen Madre, Señora Nuestra recordando la encarnación, te cantamos tus hijos todos como Estrella la Salvación. "Yo soy la Esclava del Señor, mi Dios" la Virgen dijo al contestar. "Que se haga en mí según has dicho, se cumpla en mí tu voluntad" Y el Verbo para redimirnos tomó su carne virginal; vivió hecho hombre entre nosotros, librándonos de todo mal. 426. Arcilla entre sus manos Eres madre muy sencilla, Criatura del Señor. Virgen pobre, Madre mía, llena de gracia y amor. Fuiste arcilla entre sus manos. El Señor te modeló, aceptaste ser esclava siempre dócil su voz. Yo quiero ser arcilla entre sus manos, Yo quiero ser vasija de su amor. Quiero dejar lo mío para Él. (bis). Para Él No entendías sus palabras pero respondes con fe. Dejas que su amor te guíe, confiando siempre en Él. Por su espíritu de vida te dejaste transformar, te abandonas en sus manos para hacer su voluntad.

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427. A nuestra Señora de las Américas Madre de los pobres, de los peregrinos, te pedimos por América Latina, tierra que visitas con los pies descalzos, apretando fuerte un niño en tus brazos. ¡América despierta! Sobre tus cerros despunta la luz de una mañana nueva, ¡Día de la salvación que ya se acerca! Para los pueblos que están en tinieblas ha brillado una gran luz. Luz de un niño frágil que nos hace fuertes, luz de un nuño pobre que nos hace ricos. Luz de un niño esclavo que nos hace libres, esa luz que un día nos diste en Belén. Madre de los pobres hay mucha miseria, porque falta siempre el pan en muchas casas. El pan de la verdad falta eb muchas mentes, el pan del amor falta en muchos hombres. Conoces la pobreza porque la viviste, alivia la miseria de los pueblos que sufren. Arranca el egoísmo que nos empobrece, para compartir y avanzar hacia el Padre.

428. Ave María ¡Ave María! traes al mundo el amor, Madre de los peregrinos, Madre del pueblo de Dios. María de la esperanza, de la humildad y del amor, atiende nuestras palabras, escucha nuestra oración. Hay muchos que se olvidaron de la verdad y del amor, hay muchos que están perdidos buscando la luz del sol. Hay pueblos que están en guerra y almas que no tienen luz; Madre, tu pueblo implora que nazca otra vez Jesús. ¡Qué lindo es sentir tan cerca todo tu amor maternal! Por todas las madres del mundo hoy te queremos rezar.

429. Bendita sea tu pureza Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti celestial princesa, Virgen sagrada María. Yo te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión no me dejes Madre mía morir sin tu compañía sería mi perdición. Si todo el cielo te canta mi niña, mi niña linda yo también quiero cantarte un lindo canto de amor. Todito mi ser lo pongo a tus pies, por ti llegaré a Jesús contemplar. Oh Virgen gaucha! te voy a pedir que vos nunca me dejes.

430. Bendita seas mujer Bendita seas mujer que le ofreces a Dios la vida. Bendita por ser del Padre, bendita por ser del pueblo, bendita por ser mujer y hacer nacer a Dios adentro. Bendita seas mujer que desde Dios miras al Pueblo. Bendito sea tu canto, bendito tu caminar, benditos sean tus pies que pisan barro y siguen yendo. Mi pueblo te necesita viviendo como mi pueblo, mi gente te reconoce te quiere ver a vos con ellos. Que siga la puerta abierta. Que siga el desprendimiento. Que siga tu mesa pobre y el pobre sentado adentro. Bendita sea tu pureza de compartir angustias y sueños. Bendito sea el no tener, bendito sea tu silencio, Bendita que sin horarios dejas que todos sigan viniendo. Bendita seas amiga, hermana y madre al mismo tiempo. Bendita virginidad, bendito deseo eterno, bendito sea el amor que late dentro de un «te quiero».

431. Cántico de María Mi alma glorifica al Señor mi Dios, gozase mi espíritu en mi Salvador. Él es mi alegría, es mi plenitud, Él es todo para mí. Ha mirado la bajeza de su sierva, muy dichosa me dirán todos los pueblos, porque en mí ha hecho grandes maravillas. El que todo puede, cuyo nombre es Santo. Su clemencia se derrama por los siglos sobre aquellos que le temen y lo aman; desplegó el gran poder de su derecha, dispersó a los que piensan que son algo. Derribó a los potentados de sus tronos y ensalzó a los humildes y a los pobres. Los hambrientos se saciaron de sus bienes y alejo de si vacíos a los ricos. Acogió a Israel su humilde siervo, acordándose de su misericordia, como había prometido a nuestros padres, a Abraham y descendencia para siempre.

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432. Canto de María Mi alma canta el amor de Dios, y mi espíritu al salvador porque él miró mi humildad, todo el mundo me aclamará. Y la Virgen Santa le canto al Señor, dándole las gracias por su gran amor. Al humilde Dios levantará, al soberbio lo derribará al hambriento le dará su pan y a los ricos los despedirá. Desde siempre Dios nos eligió, para ser testigos de su amor, su misericordia y su bondad con nosotros siempre estará. 433. Dichoso quien en su vida Dichoso quien en su vida vive como vivió María (bis). Siempre amando a los demás, Siempre sirviendo a los demás (bis). Con tu entrega permitiste que nos acompañe Dios y creciendo, Él a tu lado compartía nuestra vida. En tu canto de alabanza retrataste nuestro mundo, donde siempre los pequeños del Señor son preferidos. Que sigamos la Palabra de Dios Padre que nos ama, por María todos sepan que su amor a todos llega.

434. De mujer a mujer De mujer a mujer, enséñame Señora los secretos de la vida, de mujer a mujer contame paso a paso lo que aprendías. A decirle que SÏ, a creer sin entender, a cuidarle la vida, a permanecer de pie al ladito de la cruz, a amarlo si medida. De mujer a mujer al oído enseñame a ponerme en camino, dar alegres novedades, servirles el pan y ver, si les falta el buen vino. De mujer a mujer enseñame, Señora a guardarme en el alma fielmente todas las cosas y luego reconocer al Espíritu que pasa. Virgen Madre, mujer, nos juntarás en casa y nos pondrás a rezar, porque un niño va a nacer y crecer nos lo dirás, con tus poquitas palabras. 435. La alegría de mi pueblo La alegría de mi pueblo derrama en un canto por este Dios fiel. (Bis) Porque el Señor hizo en mi, grandes cosas y me invito a ser amada desde hoy mi gente y su historia, es la bienaventurada. Que nadie ignore su nombre es Santo porque se apiada, porque confunde al soberbio y en el pobre hace morada. Él es el bien del hambriento al rico no le da nada para este pueblo que espera en mi cumplió su palabra.

436. Dolorosa Dolorosa, de pie junto a la cruz. Tú conoces nuestras penas, penas de un pueblo que sufre. (bis). Dolor de los cuerpos que sufren enfermos el hambre de gentes que no tienen pan, silencio de aquellos que callan por miedo, la pena del triste que está en soledad. El drama del hombre que fue marginado, tragedia de niños que ignoran reír. La burda comedia de huecas promesas. La farsa de muertos que deben vivir. Dolor de los hombres sin tregua oprimidos, cansancio de brazos en lucha sin fin, cerebros lavados a base de slogans. en rictus amargo del Pobre infeliz. El llanto de aquellos que suman fracasos, la cruz del soldado que mata el amor, pobreza de muchos, sin libro en las manos, derechos del hombre truncado en flor.

437. Esperando con María El Señor ha estado grande, a Jesús resucitó. Con María sus hermanos entendieron qué pasó. Como el viento que da vida, el Espíritu sopló, y aquella fe incierta en firmeza se cambió. Gloria al Señor, es nuestra esperanza, y con María se hace vida su palabra. Gloria al Señor, porque en el silencio guardó la fe sencilla y grande con amor. Pues sus ojos se abrieron y también su corazón, la tristeza fue alegría, fue su gozo el dolor. Esperando con María se llenaron del Señor, porque Dios está presente si está limpio el corazón. 438. Fuente de paz

Fuente den paz y de fidelidad, Virgen María. Dios se fijó en ti por tu humildad, Virgen María. Elegida del Señor, siempre dócil a su voz en el amor. Hágase, Señor, en mi tu voluntad, hágase en mi según tu palabra. Con María unimos nuestras voces al cantar: hágase, Señor tu voluntad en mi. : hágase, Señor tu voluntad Llena de amor, de luz y sencillez, Virgen María. Guía mis pies, maestra de la fe, Virgen María. Cambia nuestro corazón por tu fiel intercesión ante el Señor.

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439. La virgen del silencio Como una tarde tranquila, como un suave amanecer era su vida sencilla en el pobre Nazareth, y en medio de aquel silencio, Dios le hablaba al corazón. Virgen María, Madre del Señor danos tu silencio y paz para escuchar tu voz. (Bis) Enséñanos Madre buena como se debe escuchas, al Señor cuando habla en una noche estrellada y en la tierra que dormida hoy descansa en su bondad. Y sobretodo María, cuando nos hablen los hombres en el hermano que sufre, en la sonrisa de un niño, en la mano del amigo, en la paz de la oración 440. He aquí la esclava del Señor He aquí la Esclava del Señor: hágase en mí según tu Palabra. Yahvé desde el seno de mi madre me llamó, en la sombra de su mano me guardó y ha puesto su palabra en mi boca. Poco es, dice el Señor, que seas sierva, como luz de las naciones te pondré, que por ti llegue a la tierra mi promesa. Mira, en la palma de mi mano estás grabada, por ti y por tu pueblo soy amor y contigo una Alianza sellaré.

441. La visitación A casa de Zacarías, María se encaminó, camino de montañas, Y en sus entrañas, el mismo Dios. Oyó Isabel, su saludo, Su seno se estremeció, Y el Espíritu Santo, Casi cantando en ella habló. Llena de gracia, ha venido a mi, la mamacita del salvador, dichosa sea la que creyó, en la promesa de su señor. Mi alma cantando se alegra, En Dios mi salvador, Puso en mí su mirada, Su humilde esclava de corazón. Fortaleció a los humildes, Al poderoso lo hecho por la misericordia que en nuestra historia Dios derramó 442. Madre Junto a Ti María como un niño quiero estar, tómame en tus brazos, guíame en tu caminar. Quiero que me eduques, que me enseñes a rezar, hazme transparente lléname de paz. Madre, Madre, Madre, Madre. (Bis) Gracias Madre mía, por mostrarnos a Jesús, haznos más humildes, tan sencillos como Tú. Gracias madre mía por abrir tu corazón, porque nos congregas y nos das amor.

443. Feliz de ti María Feliz de ti, María, hija santa de Israel, toda la antigua alianza revive con tu fe. Queremos hoy honrarte como el mismo Dios te honró, y queremos amarte, como Jesús te amó. Feliz de ti, María, Madre santa y virginal, Dios mismo se ha prendado de tu fidelidad. Feliz de ti, María, que creíste al Señor, se cumplirá en tu vida la voluntad de Dios. Feliz de ti, María que engendraste al Salvador, eres aún más dichosa por tu obediencia a Dios. Feliz de ti, María, Dios te puso por señal, para anunciar al mundo la redención total. 444. Magnificat Mi alma cantará la grandeza, de nuestro Señor. Porque Él me escuchó cuando dije, que su esclava soy. Y se enamoró de mi humilde condición. Y por eso en adelante me dirán que soy feliz, porque el todopoderoso ha hecho gran cosa de mi. Su misericordia alcanza a todos los hombres. Su amor permanece por siempre, Santo es su nombre. Derribó a los poderosos, soberbios de corazón; ensalzó a los humildes, y amó su realidad. Y a los que tenían hambre, los sació con su bondad.

445. La promesa ¿Qué fue Señor, lo que ayer sucedió? Vi a un ángel que mi casa visitó. “No temas María, el Señor está en Ti, de tus entrañas Dios quiere nacer”. Mas, ¿cómo en mi puede esto ocurrir? Y me dijo “ten fe, Dios todo lo puede hacer”. Señor me es difícil comprender, lo que en mi tu querer me propone vivir. Hace un tiempo atrás te quise prometer que en tu querer viviría hasta morir. Sólo ayer Señor estaba en Belén, con Jesús recién nacido entre mis brazos; sólo ayer, Señor, estaba en Nazaret, con Jesús hombre, hijo y amigo; y hoy, Señor, estoy en Jerusalén con Jesús que en mis brazos descansa en su morir. Hoy en su gloria, mi Señor, ha vuelto a vivir, y en su bondad me ha querido visitar; y me ha dicho “Mujer, recuerda siempre la promesa que en tu juventud el Buen Padre te hizo”. La oración de mi vida hoy vuelvo a recitar, dichosa por los siglos, vuelvo yo a cantar.

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446. Madre de la Iglesia Madre de la Iglesia, Madre de Jesús, de los que son humildes, como fuiste tú. Mira que no tienen vino, tu le dijiste a Jesús. Aquí tiene a tus pobres, pobres que no tienen pan. Madre de los que sufren violencia y opresión; por su color desprecio, hambre y marginación. Tú trajiste la Vida, Cristo nuestra salud, nuestra gente se muere, se muere, Tú Jesús. Este pueblo que llora, te canta su canción, es canción de esperanza y de liberación. 447. Una entre todas Una entre todas fuiste la escogida. Fuiste tu, María, la elegida Madre del Señor, Madre del Salvador. María, llena de gracia y consuelo, ven a caminar con el pueblo, nuestra Madre eres tú. Ruega por nosotros, pecadores de la tierra. Ruega por tu pueblo que en su Dios espera. Madre del Señor, Madre del Salvador. Siempre auxiliadora eres tú, María. Madre de los jóvenes que en ti confían. Madre del Señor, Madre del Salvador.

448. Madre del amor Tú la amada y favorecida por el Señor; tú Madre de la inocencia y del amor; Tú que preguntas cómo y no por qué; Tú que te haces servidora de Dios. No temas dice el ángel porque has encontrado el favor del Señor; y en la cruz ha vencido tu Hijo nuestro salvador. Tú llevas el silencio en tu corazón, Tú eres reina de toda creación, Tú que derribas la muerte con la fe y te elevan victoriosa a Dios. Tu Bienaventurada Madre de Jesús, lo acompañas de la infancia hasta la cruz. Tú llevas en silencio una espada de dolor, Tú condúcenos a tu Hijo salvador. 449. Magnificat (Yo cantaré)

Yo cantaré al Señor un himno grande, yo cantaré al Señor una canción (bis) Mi alma se engrandece, mi alma canta al Señor (bis). Proclama mi alma la grandeza del Dios, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador, porque ha mirado la humillación de su sierva (bis), cantad conmigo la grandeza de Dios, todas las naciones alabad al Señor (Bis).

450. Madre de los pobres Madre de los pobres, los humildes y sencillos, de los tristes y los niños que confían siempre en Dios. Tú la más pobre porque nada ambicionaste; tú perseguida vas huyendo de Belén. Tú que un pesebre ofreciste al rey del cielo, toda tu riqueza fue tenerlo sólo a Él. Tú que en sus manos sin temor te abandonaste, tú que aceptaste ser la Esclava del Señor, vas entonando un poema de alegría: canta alma mía, porque Dios me engrandeció. Tú que has vivido el dolor y la pobreza; tú que has sufrido en la noche sin hogar. Tú que eres Madre de los pobres y olvidados, eres el consuelo del que reza en su llorar. 451. Magnificat (Triunfo) Mi alma canta el triunfo de Aquel que quiero, que lo canten los hombres del mundo entero. Que se escapen mis versos por los potreros, celebrando el amor del Dios verdadero. Porque puso sus ojos sobre su esclava y dio vuelta la suerte como a una taba. Y con mi pequeñez hizo grandes cosas, por siglos y siglos me dirán dichosa. Este es el triunfo grande del Dios viviente que prefiere el humilde al prepotente. lararalalala..que prefiere el humilde al prepotente

Porque volteó del trono al potentado y colocó en su sitio al olvidado. Hizo pasar vergüenza al engreído y sentó a su mesa al desposeído. Porque Dios, a los ricos, dejó sin nada y con el pobre se hizo pura gauchada. Así Dios prometió, y nunca miente, al abuelo Abrahám, y descendientes. 452. Madre del Salvador Aceptando nuestra carne Cristo nos redimió (bis). Y la luz nació en María, Madre del Salvador (bis). Es la luz que nace en la oscuridad. Es el Dios con nosotros, su fuerza triunfa del mal (bis). Conviviendo con los hombres Cristo nos redimió (bis). En silencio le seguía, Madre del Salvador (bis). Él murió luchando por el amor. A los pobres del pueblo les ofreció su verdad (bis). El amor venció a la muerte Cristo nos redimió (bis). Se alegraba con su triunfo, Madre del Salvador (bis). Esperad, veremos la salvación. Cristo venció por siempre tendremos la libertad (bis). Nuestra tierra se hace nueva Cristo nos redimió (bis). La construyes con nosotros, Madre del Salvador (bis). Con tu fe vivida en la oscuridad. Nos abres el camino para luchar, para amar (bis).

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453. María Madre de Dios María, Madre de Dios, hoy yo te alabo por lo que sos, por lo que fuiste, lo que serás siempre en mi vida, mi alegría y el más perfecto de los ejemplos de fidelidad... Oh María../(6 veces) María, Madre de Dios, hoy yo alabo y a mi Señor por elegirte como mi Madre y madre de Dios 454. .Madre de nuestro pueblo Madre de nuestro pueblo, los hombres abren el corazón: quieren llamarte Madre en sus palabras, en su canción. Madre te llaman los pobres, pobres sin pan ni calor, pobres sin libro en las manos, pobres sin una ilusión. Madre te llama el que sufre penas de llanto y dolor, penas de verse oprimido, penas que evocan el amor. Madre te llama este pueblo, pueblo nacido en la cruz, pueblo que marcha hacia el cielo: Madre del Pueblo eres tú. Madre te llama el que ríe, el que camina en la luz. Madre de todos los hombres, Virgen María, eres tú.

455. Magnificat (Kairoi)

Proclama mi alma la grandeza de Dios, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador. Porque ha mirado la humildad de su sierva. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones. Porque el poderoso ha obrado y hace maravillas en nosotros, grande es su amor para todos, grande es su amor y por siempre, grande es su amor. Hace proezas con su brazo, corrige a los soberbios y con todo el corazón, ensalza a los humildes, llena de bienes a los pobres, su promesa por siempre durará, como dijo a nuestros padres. 456. Maravillas hizo en mí

Maravillas hizo en mí, mi alma canta de gozo pues al ver mi pequeñez se detuvieron sus ojos, y el que es Santo y Poderoso hoy aguarda por mi sí; mi alma canta de gozo, maravillas hizo en mí. Maravillas hizo en mí, del alma brota mi canto. El Señor me ha amado más que a los lirios del campo, por el Espíritu Santo el habita hoy en mí; no cese nunca mi canto, maravillas hizo en mí.(Bis)

457. María de Nazareth Dulce muchacha humilde de Palestina a vos pa' ser su madre, Dios te eligió y cuando desde el cielo te mandó un ángel para pedir tu consentimiento vos le dijiste: "Tu esclava soy". Por eso voy a darte mi corazón y cantando repetiré tu nombre, María de Nazareth. (bis) Fue tu materna espera luz y esperanza hasta que el gurisito nació en Belén. Y vinieron los pobres y peregrinos para adorarlo, y él sonreía Dios con nosotros, el Emmanuel. Ahora que en cuerpo y alma estás en el cielo sentimos tu presencia junto al Señor y que vas caminando con el que sufre, con el que llora, con el que sueña con la justicia, con el amor. 458. María música de Dios Me quedé sin voz con que cantar y mi alma vacía dormida se queda. Y pensé para mí, me pondré en sus manos, manos de Madre, me dejaré en su amor. Y tu, María, hazme música de Dios. Y tú, María, anima tú las cuerdas de mi alma. Aleluya, amén. (Bis) María acompaña mi caminar, yo sólo no puedo, ayúdame a andar.

459. María de Nazareth Por el sendero al río va una mujer en el camino, el cansancio cubre su rostro. Cargando ropas de lino, sus ojos miran al cielo, el viento responde a su voz: bendita sierva de Dios. La mujer del carpintero es mujer como todas, se levanta muy temprano y es madre de sol a sol. Qué tienes María de Nazaret, que tu corazón se alegra, canta, ríe, buscando libertad. Su rostro es un sol radiante, sus ojos luceros son, sus manos envejecidas muestran su trabajo de amor, el lavado en el río, el cuidado de un niño, su fatiga y su dolor, su fatiga y su dolor. 460. María, Madre de la generosidad Enséñame a amar su voluntad, a responder con generosidad, a darle todo a Jesús, Mi señor aunque es poco, él lo multiplicará. María, Madre del amor, que bendice, reparte y alimenta, ayúdame a compartir la esperanza, la paz, el perdón, la amistad. María, Madre de la fe que sostiene, guía e ilumina, ayúdame a proclamar con fervor la palabra de Dios, la verdad.

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461. María de Nazareth María de Nazareth. María me cautivó, hizo más grande mi fe y por hijo me adoptó. Hay veces en que yo me pongo a pensar y sin percibir me voy a rezar y mi corazón se pone a cantar a la Virgen de Nazareth, Doncella que Dios amó y escogió. Madre de Jesús el Hijo de Dios, María que el Pueblo entero eligió. Señora y Madre del amor. Ave María (3 veces), Madre de Dios. En cada mujer que en tierra creció, un poco de Dios, María dejó: un sueño de Madre María plantó, para conseguir la paz. María que hizo a Cristo hablar, María que hizo a Jesús caminar; María que vive siempre en Dios, María del pueblo mío.

462. Mi alma alaba al señor Mi alma alaba al Señor y mi espíritu se alegra en su presencia, porque Él que es grande maravillas hizo en mí, es santo su nombre. 463. Salve María Salve María morena, Salve María del indio, Salve María de América, Salve María de América

464. Nuestra Señora de América Madre de los pobres, de los peregrinos: Te pedimos por América Latina. Tierra que visitas con los pies descalzos, apretando fuerte un Niño entre tus brazos. América despierta: sobre tus cerros despunta la luz de una mañana nueva, día de la salvación que ya se acerca; sobre los pueblos que están en tinieblas ha brillado una gran luz. Luz de un Niño frágil que nos hace fuertes. Luz de un Niño pobre que nos hace ricos. Luz de un Niño esclavo que nos hace libres: esa luz que un día nos diste en Belén. Madre de los pobres: hay mucha miseria, porque falta siempre el pan en muchas casas, el pan de la verdad falta en muchas mentes, el pan del amor que falta en muchos hombres.

465. Mujer Morena Mujer Morena, de ojos bajos, mira a tus hijos, ¿No son los más pequeños de tus hijitos? Mujer Morena, Santa María de Guadalupe, Hacenos parecidos a tu Jesús. Mujer Morena, de manos juntas, pedí por ellos ¿No son los más pequeños de tus hijitos? Mujer Morena, Santa María de Guadalupe, que tengan alegría en el corazón. Mujer Morena, Guardalos dentro de tu corazón, ¿No son los más pequeños de tus hijitos? María Morena, Santa María de Guadalupe, que como el de Jesús tengan el Corazón. Mujer Morena Santa María de Guadalupe, llévale al Padre Dios nuestra oración (Bis) 466. Santa María del camino Mientras recorres la vida tú nunca solo estás, contigo por el camino Santa María va. Ven con nosotros a caminar, Santa María, ven (bis) Aunque te digan algunos que nada puede cambiar, lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad. Si por el mundo los hombres sin conocerse van, no niegues nunca tu mano al que contigo está. Aunque parezcan tus pasos, inútil caminar, tú vas haciendo caminos, otros los seguirán.

467. Santa María de la esperanza

Santa María de la esperanza, mantén el ritmo de nuestra espera (bis). Nos diste al esperado de los tiempos, mil veces prometido en los profetas; y nosotros de nuevo deseamos que vuelva a repetirnos sus promesas. Viviste con la cruz de la esperanza pensando en el amor la larga espera; y nosotros buscamos con los hombres el nuevo amanecer de nuestra tierra. Brillaste como aurora del gran día, plantaba Dios su tienda en nuestro cielo, Y nosotros soñamos con su vuelta, queremos la llegada de su reino. Esperaste cuando todos vacilaban, el triunfo de Jesús sobre la muerte, y nosotros esperamos que su vida anime nuestro mundo para siempre.

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467. Unidos a todos los pueblos Yo canto al Señor porque es grande, me alegro en el Dios que me salva Feliz me dirán las naciones en mi descansó su mirada. Unidos a todos los pueblos cantamos al Dios que nos salva. El hizo en mí, obras grandes su amor es más fuerte que el tiempo triunfó sobre el mal de este mundo derriba a los hombres soberbios. No quiere el poder de unos pocos del polvo a los pobres levanta; dio pan a los hombres hambrientos dejando a los ricos sin nada. Libera a todos los hombres cumpliendo la eterna promesa que hizo en favor a su pueblo los pueblos de toda la tierra. 468. Santa María del amen Madre de todos los hombres, enséñanos a decir: Amén. Cuando la noche se acerca y se oscurece la fe. Cuando el dolor nos oprime y la ilusión ya no brilla. Cuando aparece la luz y nos sentimos felices. Cuando nos llegue la muerte y Tú nos lleves al cielo.

469. Santa María servidora Porque fuiste mujer de un pueblo esclavo, soñabas con una nueva Nazaret; cuando no te dejaban pronunciarte entonaste un canto a Yahvé. Porque fuiste mujer que en el silencio escuchabas la Palabra del Señor, sabías que el amor es siempre justo, que compromete y da valor. Santa María servidora de la Palabra de Yahvé. Santa María servidora de la Alianza de Israel. En tu vientre se formó el hombre nuevo encarnando en ti la salvación, confiabas en el Dios enamorado aunque mañana sintieras el temor. Porque fuiste mujer cercana y fuerte, acompañaste a tu Hijo hasta la cruz, la esperanza firme en tu mirada, aunque a los ojos faltara luz. Porque fuiste mujer que por el Reino ofrecía la vida y el dolor, apoyaste la fe de los primeros diciendo a todos: resucitó. Fortalece mi paso en tus sandalias, fortalece mi voz en tu canción, que viva y que proclame la Palabra al servicio del Reino de Dios.

470. Te miro a los ojos Te miro a los ojos, entre tanto llanto, parece mentira que te hayan clavado; que seas el pequeño, al que yo he acunado, él que se dormía tan pronto en mis brazos; él que se reía al mirar al cielo y cuando rezaba se ponía serio. Sobre este madero, veo al pequeño que entre los doctores hablaba en el templo. Cuando pregunté, respondió con calma; que de los asuntos de Dios se encargaba. Es el mismo niño, el que está en la cruz, el Dios de los pobres, se llama Jesús. Fue ese mismo hombre, ya no era un niño que en aquella boda le pedí mas vino; que dio de comer a un millar de gente y a pobres y enfermos los miró de frente. Rió con aquellos a quienes más quiso y lloró en silencio al morir su amigo. Apenas si puedo quedarme parada, ver el sufrimiento que hay en tu mirada; pero sin embargo lo aceptas callado porque por amor te has entregado. Cargas con tu cruz todos los pecados; el amor más grande el que has demostrado. Ya cae la tarde se nublan los cielos, pronto volverás con tu Padre eterno, duérmete pequeño, duérmete mi niño, hoy yo te he entregado todo mi cariño. Como en Nazareth, aquella mañana, he aquí tu sierva, he aquí tu esclava.

471. Virgen de Guadalupe La Virgen de Guadalupe, estrella de la mañana, ojos negros piel morena, virgencita americana. Protectora de los pobres, crisol de todas las razas, transformaste a nuestro pueblo en continente de esperanza. Juan Diego nos explica como pudo pasar, la Reina de los cielos nos vino a visitar, está llorando el indio, el rosal floreció, Dios le ha dado una madre, de su mismo color. Ya no son enemigos indio con español, a través de su gracia, la Virgen los unió, a través de los siglos, aún perdura la fe de América que grita, que quiere renacer.

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472. Virgen del Buen Viaje Estamos vivos y vivimos, amarte es nuestro destino aunque este viaje es distinto, solo hay un solo camino. Llegar a vos: la ra la... Sólo quedó hierba seca en donde antes pisamos, ahora hay flores de pureza, porque hacia ti caminamos. Espéranos: la ra la... Dulce doncella, te seguiré, tu eres mi estrella, te alcanzaré. Yo sé que sí: la ra la... En la ruta de mis días el viaje fue muy pesado, hasta que vi una doncella, y así juntos caminamos. Para llegar: la ra la... Me demostró que en la vida el amor es necesario, el que hasta ayer se evadía, al fin al puente ha llegado. Lo cruzará: la ra la

473. Virgen del pueblo Al contemplarte María se abrirán todas las flores y entonarán los cantores un concierto de alegría. (Bis) Virgen del pueblo, qué linda eres échame madre tu bendición (Bis) Al mirar tus ojos mansos nos sentimos comprendidos y todo el que está perdido encuentra en ti su descanso (Bis)

Levanta Madre al caído salva al enfermo y al niño y derrama tu cariño sobre este suelo querido (Bis) No olvides nuestra oración bendita Virgen bendita, y que tu gracia infinita reavive nuestra oración (Bis) 474. Virgen Nazarena

Virgen Nazarena, muéstranos a Jesús, nadie supo amarlo como tú. Madre del silencio, háblanos del Señor. Déjanos entrar en tu oración. Conservabas todo dentro de tu corazón, fiel al hombre, fiel a Dios, Madre Nuestra, María del Señor. María del huerto llévanos sin temor tras los pasos del hijo de Dios. Servidora atenta, enséñanos a guardar la palabra ardiendo hasta el final. Madre de los pobres, mira nuestro dolor. Oye el grito sordo de los que no tiene voz. Tierra prometida, engéndranos otra vez a la vida que queremos volver.

475. Virgen Morenita Virgen morenita, virgen milagrosa Virgen morenita te elevo mi cantar, son todos en el valle devotos de tus ruegos son todos peregrinos Señora del lugar. Virgen morenita india fue tu cuna porque india tu naciste por la gracia de Dios, así somos esclavos de tu bondad divina así somos esclavos de tu infinito amor. Así será Virgen mía mereces el respeto y la veneración por eso yo te canto y te elevo mi plegaria y pido que escuches mis ruegos por favor. Virgen morenita, Santa Inmaculada virgen morenita señora del lugar tu gozas del respeto y cariño de tus hijos así los peregrinos te rezan en tu altar. Virgen morenita india te llamamos por que india tu naciste por la gracia de Dios así somos esclavos de tu bondad divina así somos esclavos de tu infinito amor.

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476. A Belén A Belén se va y se viene por caminos de alegría y Dios nace en cada hombre que se entrega a los demás. A Belén se va y se viene por caminos de justicia y en Belén nacen los hombres cuando aprenden a esperar. Lo esperaban como rico y habitó entre la pobreza. Lo esperaban poderoso y un pesebre fue su hogar. Lo esperaban un guerrero y fue paz toda su guerra. Lo esperaban rey de reyes y servir fue su reinar. Lo esperaban sometido y quebró toda soberbia, denunció las opresiones, predicó la libertad. Lo esperaban silencioso, su Palabra fue la puerta por donde entran los que gritan con su vida la verdad. 477. Aleluya, ven Salvador Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya. Ven Salvador, danos tu paz. Aleluya, aleluya, aleluya. (4 veces)

478. Alegría sincera Un ángel habló. Ya viene el Señor tu Dios, prepara el camino para el Salvador. Se alegra los pobres la tierra poseerán, su vida es regalo a la humanidad. Dios nacerá, en la noche profunda, hermano se hará, También sufrirá. El nos dará alegría sincera, que no pasará. Con su salvación . Feliz el que sufre, consuelo encontrará, el llanto del hombre se transformará. En vida que brota del rostro del niño Dios, verdea el desierto, llega el Salvador. Florece el silencio. Por la palabra de Dios. La vida hecha carne. Sólo por amor, abraza la tierra. La gloria del nuevo sol. Ya vive el camino. Simple y pequeño.

479. Algo nuevo esta naciendo

En medio de la noche, noche oscura, noche larga que mi pueblo soportaba y en silencio como un niño la esperanza alimentaba. Y pronto en esa noche como luces prendidas mi Pueblo se encendía y este niño que esperaba sus manitos levantaba. Algo nuevo esta naciendo, en mi pueblo esta latiendo, algo nuevo esta naciendo, con nosotros va subiendo, algo nuevo esta naciendo, con los pobres va creciendo. El yugo que soportaba, las cadenas que llevaban, los barrotes apretaban, se fundían con el fuego que quemaban sus entrañas. Y en medio de las calles mucha sangre está corriendo, nuevos surcos van abriendo y aunque un hombre esté muriendo, muchos niños van naciendo. Con dolor van sembrando, los que luchan por ser libres, los que aman, los humildes, muy contentos volverán a cosechar lo que han sudado. Algo nuevo esta naciendo y con fuerza está creciendo en el seno de mi pueblo, algo nuevo va subiendo “nuestro Dios se hizo pueblo”

480. Comunión de Navidad En el cielo de Belén, hay una estrella brillando; y en el portal de Belén, hay un niñito llorando. En el cielo de Belén, hay una estrella brillando; y en el portal de Belén, hay una madre cantando. Rey de los reyes del mundo, sólo los pobres lo ven, es el misterio profundo del Niñito de Belén. Tiene en sus labios la paz y el amor entre sus brazos tiene un palomo torcaz durmiéndose en su regazo. Mira que pide en tu pecho un pesebre que habitar para hacer su humilde lecho donde le puedas cantar. Mira que pide tus labios para seguir enseñando, mira que pide tus pies para seguir caminando. Mira que pide tus ojos para seguir dando luz, mira que pide tus hombros para cargar con su cruz. Mira que pide tus manos para seguir construyendo, mira que pide tu vida para continuar viviendo. Mira que pide tus penas para continuar penando, mira que pide tu amor para continuar amando. Al Niñito de Belén que nació para sufrir, no lo defraudes jamás piensa que murió por ti.

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481. Cerca está el Señor

Cerca está el Señor, cerca está el Señor, cerca de mi pueblo, cerca del que lucha con amor. Cerca está el Señor, es el peregrino que comparte mi dolor. También está el Señor, le conocerán, en el que lucha por la igualdad. También está el Señor, le conocerán, en el que canta la libertad. También está el Señor, no olviden su voz, sufre el gran dolor del oprimido. También está el Señor, le conocerán en el obrero en su taller. También está el Señor, no olviden su voz, en el hospital, junto al enfermo. Jesús es el Señor, le conocerán, Él es la Vida, es la verdad. Jesús es el Señor, le conocerán, es el camino de libertad. Jesús es el Señor, no olviden su voz, es el redentor de nuestro pueblo.

482. Despertemos llega Cristo ¡Despertemos, llega Cristo! ¡Ven Señor! ¡Acudamos a su encuentro! ¡Ven Señor! La Iglesia espera tu venida ¡Ven Señor! Y llena de alegría canta, ¡Ven Señor! Palabra eterna y creadora, ¡Ven Señor! A renovar todas las cosas, ¡Ven Señor! Imagen de la luz eterna, ¡Ven Señor! A iluminar nuestras tinieblas ¡Ven Señor! Verdad y vida encarnada ¡Ven Señor! A responder a nuestras ansias. ¡Ven Señor! Pastor y Rey de nuestro pueblo ¡Ven Señor! A conducirnos a tu Reino ¡Ven Señor! 483. El niño Dios ha nacido en Belén El niño Dios ha nacido en Belén, aleluya, aleluya; quiere nacer en nosotros también, aleluya, aleluya. Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya, aleluya, aleluya, aleluya. Sólo los pobres y humildes lo ven, aleluya, aleluya; sólo el amor nos conduce hasta Él, aleluya, aleluya. Hay en el cielo mensajes de paz aleluya, aleluya; para los hombres de fe y voluntad, aleluya, aleluya.

484. El Niño Dios ha nacido

El niño Dios ha nacido allá lejos en Belén. (Bis) Vendrán los reyes a verlo y los pastores también. El niño Dios ha nacido allá lejos en Belén. ¡Ay niñito de Belén, ruega por todos, por mi también! Su padre cómo le mira, su madre llorando está.(Bis) Quizás que llore sabiendo tormentos que ha de pasar. Su padre cómo le mira, su madre llorando está. Los Reyes le traen oro, los pastores su bondad. (Bis)Y una estrellita del cielo, plata del cielo le da. Los Reyes le traen oro, los pastores su bondad. 485. Hoy en la tierra

Hoy en la tierra, nace el Amor, hoy en la tierra nace Dios. Alegría, paz y amor en la tierra a los hombres. Alegría, paz y amor esta noche nace Dios. Alegría, gozo y paz en la tierra a los hombres. Alegría, gozo y paz esta noche es Navidad. Alegría, paz y bien en la tierra a los hombres. Alegría paz y bien, hoy Dios nace en Belén.

486. Esperando Esperando, esperando, esperando al Mesías que nos ha de salvar, tierra y hombres que sueñan porque Dios va a llegar. Esperando, esperamos Señor tu venida, tu venida de verdad. Buscamos la luz que nos guíe, encendemos estrellas de papel, hasta cuando Señor jugaremos como niños con la fe. Aunque vanos discursos gritemos pregonando una falsa hermandad, hasta cuándo Señor viviremos, sin justicia y caridad. Esperando, esperando, esperamos a un niño, que en Belén nacerá, como nace en mi alma, si hay en mí Navidad. Villancicos alegres y humildes, nacimientos de barro y cartón, más no habrá de verdad nacimiento si a nosotros nos falta el amor. Si seguimos viviendo en pecado, si hay un niño que llore sin pan, aunque suenen canciones y fiestas, no podremos tener Navidad.

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487. Mi casa será Belén Señor que casa no hallaste cuando naciste en Belén, hoy te ofrezco la mía, mi casa será Belén. Tu eres luz y eres vida, ven a mi vida a nacer y te cuidaré, como te cuido María, como te cuido José.( Bis) Mi casas será Belén si vive mi puerta abierta y si mi mente está alerta al resplandor de la fe ; la fe que tuvo María, la fe que tuvo José. Mi casa será Belén, si doy mi llave a los pobres y si sé amar a los hombres con el amor de tu Ley: igual que amaba María, igual que amaba José. 488. María de la Esperanza María de la esperanza prepáranos para recibir a Dios, que tus dos manitos buenas recuesten al Niño en nuestro corazón. Madre de la aurora, tráenos al Señor, que nuestra pobreza haga de horizonte, donde salga el sol. Madre peregrina, Virgencita de Belén tráenos la Buena Nueva, Virgen misionera, haznos renacer. Alegría de los pobres, Madrecita del amor. Amor hecho niño que une en su carne al hombre con Dios. Ilumina nuestra espera, que se haga realidad. Ven a transformar la noche, nuestra noche oscura en Noche Buena.

489. Ha nacido el rey del cielo Ha nacido el Rey del Cielo, ha nacido nuestro Dios! Elevemos nuestros cantos a Jesús, el Salvador. ¡Aleluya, cante el cielo! ¡Aleluya, cante el suelo! Gloria a Cristo, nuestro Rey! ¡Gloria al niño de Belén! en la tierra, paz y amor y en los cielos, Gloria a Dios" Con los ángeles del cielo, celebremos Navidad. Con sus voces anunciemos: "Gloria a Dios y al hombre paz" El Señor de los señores, el Ungido celestial a salvar los pecadores vino al seno virginal. Es la noche prometida, es la noche del perdón hoy el Cielo se concilia con el mundo pecador. 490. Huayno navideño

Rueda, rueda por la montaña blanca luz del sol: llega, llega cholo, cholito que es la navidad (bis). Vuela, vuela blanca paloma, sigue más allá. Lleva, lleva la Buena Nueva en la Navidad: llevaremos la Buena Nueva que es la Navidad. Que esta noche a medianoche, Jesús nacerá.

491. Noche anunciada Noche anunciada, noche de amor, Dios ha nacido, pétalo y flor. Todo es silencio y serenidad, paz a los hombres, es Navidad. En el Pesebre mi Redentor es mensajero de paz y de amor, cuando sonríe se hace luz y en sus bracitos crece una cruz. Esta es la noche que prometió Dios a los hombres, y ya llegó; es nochebuena, no hay que dormir, Dios ha nacido, Dios está aquí. 492. Jesús Naciente Devorando distancias de noche y día cabalgan un burrito José y María. El ángel le había dicho en aquel día: por Madre del Mesías fuiste elegida. Ella lleva en su vientre el fruto santo, el futuro Maestro de los milagros Una tarde de tantas en el camino ella siente seguro que llega el niño, y apurando el burrito buscan abrigo . La noche los sorprende sin un amparo; tan sólo la tibieza de un pobre establo. Humildemente nace el Rey de reyes, aquel que en el futuro nos redimiese. Mientras tanto, a distancia y con certeza, cabalgan los tres Reyes tras una estrella. Incienso y mirra traen desde el Oriente, oro y joyas preciosas que, humildemente, ofrecen al niñito Jesús naciente

493. La peregrinación A la huella, a la huella, José y María. por las pampas heladas, cardos y ortigas. A la huella, a la huella, cortando campo, no hay cobijo ni fonda, sigan andando. Florcita del campo, clavel del aire, si ninguno te aloja, ¿Adónde naces? ¿Dónde naces, florcita, que estás creciendo, palomita asustada, grillo sin sueño? A la huella, a la huella, José y María, con un Dios escondido, nadie sabía. A la huella, a la huella los peregrinos. “Présteme una tapera para mi niño” A la huella, a la huella soles y luna, dos ojitos de almendra ¡Ay burrito del campo! ¡Ay rey barcino! , que mi niño ya viene háganle sitio. Un ranchito de quincho sólo me ampara, dos alientos, amigo, la luna clara. A la huella, a la huella, José y María, con un Dios escondido, nadie sabía.

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494. Nace el Señor Para esta tierra sin luz, Nace el Señor, Para vencer las tinieblas Nace el Señor. Para cambiar nuestro mundo, Nace el Señor. Todos los días nace el Señor.(Bis) Para traer libertad, nace el Señor. Rompiendo nuestras cadenas, nace el Señor. En cada hombre que es libre. Todos los días nace el Señor.(Bis) Para vencer la pobreza, nace el Señor. Para los pobres que sufren, nace el Señor. Por la igualdad de los hombres. Todos los días nace el Señor.(Bis) Para traernos amor, nace el Señor. Para vencer egoísmos, nace el Señor. Al estrechar nuestras manos. Todos los días nace el Señor.(Bis) Para este mundo dormido, nace el Señor. Para inquietar nuestras vidas, nace el Señor. En cada hombre que espera. Todos los días nace el Señor.(Bis)

495. ¿Qué es navidad? Sabes tú ¿Qué es navidad? Navidad es el amor de un Dios. En sombras y tinieblas sin luz y sin calor. Y Dios al hombre salva en un derroche de amor. Tu noche y mi noche vagaban sin fin. Y Dios saltó las fronteras y aquí se vino a vivir. Ya no hay que temer. Dios se ha hecho fiador. Y ha salido triunfante en empresa del amor.

496. Profecías Ya está cerca a venir aquel que nos va a explicar, sin violencias ni gritos; paz para este mundo traerá. Caminando vendrá a ofrecer lo que siempre faltó; es el Hijo del Hombre; paz para este mundo traerá. ¿De dónde viene? ¿Cómo se llama? Nadie lo sabe, ni yo lo se. No me importa su nombre no, ni cómo nacerá Lo importante es que viene, trae la oportunidad. Mucho más fácil es creer, mucho más que matar... por ser hombre soy tonto busco fe donde no está. Las cosas predichas ya se han cumplido, hoy yo las predigo y se cumplirán.

497. Noche de paz Noche de paz, noche de amor, todo duerme en derredor, sólo velan mirando la faz de su Niño en angélica paz, José y María en Belén. Noche de paz, noche de amor, en los campos el pastor, coros celestes proclaman salud, gracias y glorias en su plenitud, por nuestro buen Redentor. Noche de paz, noche de amor, miren que gran resplandor luce en rostro del Niño Jesús, en el pesebre del mundo la luz: astro de eterno fulgor Noche de paz, noche de amor, Jesús nace en un portal, llena la tierra la paz del Señor, una a los hombres la gracia de Dios, porque nació el Redentor Noche de paz, noche de amor, todo canta en rededor. Clara se escucha la voz celestial que llama a todos al pobre portal: Dios nos ofrece su amor. 498. Vamos Pastorcillos Vamos pastorcillos, vamos a Belén, que en Belén acaba, Jesús de nacer (Bis) Vamos pastorcillos, vamos a Belén que Dios ha nacido para nuestro bien (Bis). Esta feliz nueva debemos honrar y llenos de gozo a Dios alabar (Bis). Suenen las campanas, cante el corazón Todas a ser buenos que Cristo nació (Bis).

499. Señor a ti clamamos Señor a Ti clamamos: ¡Envíanos tu Salvador! Confiados esperamos tu luz, tu vida y tu amor. ¡Ven, oh Señor! Danos tu paz, tu pueblo ansioso clama a Ti: ¡Socórrenos, no tardes mas! Anhelos del Mesías, tu pueblo eleva en su cantar; tristeza es nuestra vida, vivida sin tu paz. Recuerda tu promesa y tu deseo de salvar. Inmensa es la tristeza de nuestro peregrinar. Que a nuestro ardiente anhelo germine ya tu Salvador, y lluevan hoy los cielos rocío de bendición. La espera del Mesías, también nos viene a recordar su última venida en gloria y majestad.

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500. Ternura de Navidad Un niño berrea en la noche oscura, la historia madura se ha partido en dos, y un buey y un burrito retienen su aliento frente al Dios con hambre que recién nació. Y una madre Virgen ofrece su pecho, ofrece su leche al verbo de Dios, y acuna en sus brazos el misterio inmenso al Dios que en su seno rostro le tejió. Rosado entre pajas sonríe el Niñito, regalo de carne que Dios nos dejó, y un buey y un burrito contemplan absortos al Dios que se duerme después que mamó. Y una madre Virgen lo vela en sus sueños, aparta las pajas que puedan pinchar: “Conserva tu sangre, ser de mis entrañas, hay tiempos y tiempos, mejor no pensar." El puente de carne dormita en pañales, amor hecho abrazo entre el hombre y Dios; la estrella cansada concluye su viaje con guiños de luces al verlos al Señor. Reyes y pastores tomadas las manos, bailan una ronda con María y José. No hay ricos ni pobres juntito al pesebre, todos son hermanos del Dios de Belén.

501. Zamba de Navidad Navidad, Navidad, mañana será Navidad. Esta noche es la noche buena mañana será la navidad.(bis) Niño Dios, Niño Dios, Niño Dios de los changuitos, que como ellos muy pobrecito en un ranchito quiso nacer, (bis) Navidad por el salitral, que alegre llegó, que alegre se irá, dejando a los pobres changos mucha "myskita" en el corazón (bis) Abajo, sonando las campanas de la Iglesia y los changos mirando el cielo esperan al Niño que va a nacer (bis) Llega ya, llega ya; montado en una estrellita, llega ya el Niñito bueno a los pobres changos consolar. (bis}

502. Toda la tierra Toda la tierra espera al Salvador y el surco abierto a la obra del Señor; es el mundo que lucha por la libertad reclama justicia y busca la verdad. Dice el profeta al pueblo de Israel: "de madre virgen ya viene el Emmanuel, será 'Dios con nosotros', hermano será, con el la esperanza al mundo volverá. Cerros y valles habrá que preparar, nuevos caminos tenemos que trazar, el Señor está cerca, hay que irlo a encontrar, y todas las puertas abrir de par en par. En un pesebre Jesús apareció, pero en el mundo es donde nace hoy; vive en nuestros hermanos, con ellos está, y vuelve de nuevo a darnos libertad.

503. Todos los días nace el Señor

Para esta tierra sin luz, nace el Señor para vencer las tinieblas, nace el Señor. Para cambiar nuestro mundo todos los días nace el Señor Para traer libertad, nace el Señor Rompiendo nuestras cadenas, nace el Señor en cada hombre que es libre todos los días nace el Señor (bis). Para quitar la opresión, nace el Señor Para borrar la injusticia, nace el Señor. En cada pueblo que grita todos los días, nace el Señor (Bis) Para traer la paz, nace el Señor. Para esta tierra que sangra, nace el Señor en cada hombre que lucha todos los días nace el Señor (Bis).

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504. Amar y más amar Esclava para la libertad, tú me llamas por mi nombre; enamorada de tu voluntad, Salvador de los pobres. Aquí estoy, con toda mi fragilidad, Dispuesta a seguirte hasta el final. Amar y más amar porque el amor todo lo vence y pedir sin cesar este amor. Amar y más amar porque el amor todo lo vence y adorarte con mi vida y con mi voz. Somos un Cuerpo enviado en misión al servicio de tu Reino; fieles, Jesús, despierto el corazón al dolor de tu Pueblo. Aquí estoy, con toda mi fragilidad, dispuesta a seguirte hasta el final. Testigos de tu Resurrección, abrazamos confiadas el mundo. Despojadas y pobres queremos vivir solo para amar. Con toda la Iglesia marchamos, Señor, peregrinas en la historia; signo y promesa de tu comunión, Dios de misericordia. Aquí estoy, con toda mi fragilidad, Dispuesta a seguirte hasta el final.

505. El Señor me quiere a mí El Señor me quiere a mí como a la niña de sus ojos, él sabe lo que ha de hacer, lo que hacer de mí; yo en Él confío. Nuestro corazón no debe, no debe limitarse a un mundo reducido, que todos somos hermanos, hijos del gran Corazón, Corazón de Cristo. Debo de vivir en Cristo, por Cristo y siempre para Cristo; hasta hacerme semejante y atraer a todo aquel que pueda a Cristo. 506. Hagamos todo por él Yo quiero amar a quien me ama y ofrecer mi amor a quienes no lo hagan; nunca perder la fe ni la alegría, abandonarme en el Señor, que él sea mi guía. Jesús yo sé cuán pequeña soy, pero tú estás en mí sembrando mil riquezas, por eso voy a entregar tu mensaje para enseñar a los demás la gracia de amarte. Hagamos todo por Él y en Él, con ilusión y esperanza, con fuerza y gran confianza, en quien tanto nos ama y tan poderoso es. Recibe hoy, mi Señor, mi alma, mi verdad y todo lo que soy, y hazme llegar al camino de amor y de humildad que seguía Rafaela María.

507. Fiat Dejar que tu torrente de gracia llegue hasta nuestro fondo, hasta lo más íntimo del corazón. Y que de nuestra parte sólo quede quitar estorbos, no hemos de hacer, sino dejarnos hacer. Eso es reparar, eso es adorar, eso es acoger y decir fiat, fiat, fiat, mi Señor (Bis) Contemplar el Corazón de Cristo abierto y lleno de misericordia, misericordia, y a través de él mirarlo todo, mirar el mundo y en él comprender la debilidad. ¿Qué hará una criatura que se siente tan impotente en la correspondencia, siendo tan pequeña?, pues amar y más amar, porque el amor todo lo vence y pedir sin cesar, pedir ese amor. 508. Fiat voluntas tua Como soy toda de Dios, nada, nada he de temer, todo mi ser debe aprender, todo mi ser quiere decirte: Fiat voluntas tua, fiat voluntas tua, fiat voluntas tua Señor (bis) Que se haga en mí, Señor, lo que tú, lo que esperas de mí, enséñame a decirte siempre sí.

509. Lléname de Ti

Descubrí que tu mirada, llena todos mis sentidos. Entregarse por entero y seguir tu gran camino, ya no basta con quererte así, necesito tus secretos, lléname de tu alegría quédate tu con la mía. Lléname de ti, cuando yo me sienta sola, aunque estés aquí. Hoy me llamas y me enseñas a servir, lléname de ti, déjame sentirte cerca, muy cerca de mi. Ella me mostró su luz, en sus huellas veo tu cruz, amar siempre hasta que duela por en ellos estas Tú . Quiero abandonarme en ti Señor, ser testigo de pobreza toma mi alma en tus manos hoy camino a tu lado. Lléname de ti, si no encuentro tu mirada déjame sentir, que el camino es más fácil, junto a ti, lléname de ti, ver el mundo con tus ojos, Rafaela en mí.

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510. Magníficat Veo a Dios muy grande y a mí pequeñísima, y me gozo porque eso es ver lo que es Dios y lo que soy yo. Viéndome pequeña estoy en mi centro, porque veo lo que hace Dios en mí y en mis cosas que es lo que yo quiero. Magníficat anima mea dominum (4) Dios me ama muchísimo, con privilegio especial, verdaderamente ha hecho prodigios a favor mío. Por él nunca queda dar a manos llenas somos nosotros los que no sabemos acoger las horas de gracia. Porque a Dios le agrada valerse de los pequeños, y le roba el corazón el humilde y el sencillo. Su amor infinito alcanza a todos los hombres, por su sola misericordia, porque somos sus hijos. 511. Reparar Reparar el corazón del mundo, y adorar a Cristo por que se hace pan, vivir sólo en Cristo, por Él, para Él. Hacernos sencillas dejarle crecer. Y reconciliar a los hombres que andan escasos de amor. Estar cerca del hermano roto, llevar la alegría de la salvación. No ponerle límites a nuestro corazón, ser en todo el mundo signos de su amor, y Cristo presente en la comunión es para los pueblos el Dios y Señor. (Bis)

512. Oración de Santa Rafaela María Señor, he visto en mi vida, tu bondad, dame tu mano hoy tu santidad, yo te prometo no poner mi amor jamás en cosa alguna de la tierra sino en Ti. En Ti confío todo lo que soy, yo sé que nunca me abandonarás; Señor, no quiero yo dejar la empresa aquí, porque es tu obra, por tu gloria y para Ti. Mis sentidos, mis potencias, mis afectos para Ti ; amar a todos siempre vale tu sangre Señor. Señor tu gracia me da fuerza y paz, no debo contentarme con amar, hay que atraer a todo el que pueda a Ti, hay que enseñarles que por Ti deben vivir. Señor, me gusta hablar contigo, Tú me miras, yo te miro, Amén 513. Sé por experiencia Sé por experiencia cuanto me ama Dios, lo que ha hecho por mí desde que nací. El Señor me quiere con privilegio especial, quiere que le conozca y que fomente mi amor a Él, con una confianza sin límites(bis). Me ha dado un corazón capaz de amarle el Señor me quiere a mí, como a la niña de sus ojos (bis). Si dulce es estar con Él, no lo es menos el servirle, aunque sea por peñascales. Él me acoge siempre con misericordia, me enseña a conocerle y conocerme, deseo ser la alegría del Señor (bis)

514. Te alabo Padre querido Sólo en Jesús, para Él toda mi vida y mi alma, todo el corazón en calma, todo Señor para siempre, y que esto Jesús lo pruebe la vida crucificada. El corazón que repara, el corazón del amado, es corazón dedicado a que ninguno se pierda, con todos la puerta abierta, que su sangre le ha costado. Te alabo Padre querido Señor de tierra y de cielo, porque ocultaste el misterio a los sabios y a los grandes y en cambio lo revelaste al que es humilde y pequeño. Rafaela María, mujer sabia, mujer fuerte, mujer de Dios humilde, Santa Mujer, Madre, Hermana, ruega por nosotros, ruega por nosotros. Yo dejo que me conduzca esa mano cariñosa de Dios, y que Él me acoja en las buenas y en las malas, así, en la prueba mi barca la mueven mejor las olas. Cuando me veo pequeña, ahí mismo encuentro mi centro, que Dios me brinda su aprecio, como a la misma pupila de su mirada que cuida, confiarle todo, eso quiero. Jesús es quien me alegra aunque este medio escondido, presente en el pan y el vino para que lo celebremos, y así lo adoren los pueblos porque no hay otro camino. La muerte de mis quereres da al corazón alegría, pues como en toda la vida Jesús el alma se ensancha, conmigo se siente en casas y allí mismo se convida.

Amar siempre y más amar, amar en todo momento, amar cuando brilla el cielo de sol, y amigos y estrellas y amar más cuando nos llega la lucha o noche o silencio. A Nuestro Señor le roba su corazón tan bendito, el humilde y el sencillo bien abierto a su palabra, y a mí también me lo gana el que seamos unidas. Estoy en este buen mundo como en un inmenso templo, y todo a Dios se lo ofrezco con mucho amor y alabanza, así mi vida se ensancha y se ahondan los cimientos. No importa morir a todo se así es Cristo quien crece, sólo no desaparece lo que el amor ha sembrado y la fe consolidado si generosa se teje. 515. Tus ojos en la noche Tus ojos en la noche iluminaron la experiencia ya marchita por la dura realidad. Tus manos se pasaron en la tierra y mirando al infinito, tu amor nos quisiste dar. Cuando un día nació la mujer que supo amar. Rafaela María, madre llena de humildad, caridad, humildad, sonreír... aceptar. Su vida fue buscando la de otros y siempre con alegría aceptó su esclavitud. Su camino fue difícil y violento, pero en medio de la noche tu amor nunca le faltó. Quién sino tú supo dar felicidad. No, no fui yo, fuiste tú, fue el amor, el amor, el amor.

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516. Todos unidas en todo Si todos buscamos complacernos y en silencio sufrir, el mundo sería un paraíso, el hombre sería feliz. Quiero formar mi propia historia en la sola mente del Señor, y el corazón tener dispuesto para acoger todo su amor. Todos unidos en todo como los dedos de la mano y un corazón universal, entregarnos por amor, darlo todo por la paz, en la sencillez con humildad. Como un poco de barro en sus manos, sostenidos por su voluntad, nuestra vida debe abandonarse para que Él nos pueda modelar. Si el grano de trigo no cae y muere, la tierra no lo fecundará, para ser cimiento es necesario que nos dejemos apisonar.

517. Rafaela María Rafaela María hermana nuestra, pide para todos los hombres, fe, esperanza y amor; fe, esperanza y amor. Esta vida nuestra tan llenas de cambios debe estar tejida de entrega y de fe. Dios que es nuestro Padre quiere que confiemos, quiere que sintamos urgencia de amar. Amor es confianza, entrega y servicio, es abrirse a todos, darse sin pensar: que nos aceptemos y nos ayudemos que en nuestra familia no haya un sí ni un no Hacer porque todos los que nos rodean no sufran y pasen la vida feliz: esto, es Evangelio, estoes ser familia, esto es sin dudarlo verdadero amor. Que como la Iglesia, sea nuestro empeño vivir sin fronteras, amar de verdad que nuestro servicio se abra al mundo entero: todos han costado la sangre de un Dios.

517 (Bis) Rema Mar adentro ¡Rema mar adentro! ¡Rema mar adentro! (bis) Soltando amarras, izando velas, ensanchando horizontes, descubriendo rutas nuevas.´ Tú que calmas tempestades, caminas sobre las aguas, conoces todos los mares, experto en profundidades, aquí tienes nuestras redes y nuestra pequeña barca, nuestra vida y nuestro corazón ardiente. Tú, Pescador de hombres, llévanos contigo a trabajar. Nos esperas en la orilla con las brasas encendidas, después de bregar la noche: trabajo duro y estéril. No nos falte tu palabra y el calor de tu presencia de la mesa compartida que da vida. Tú, pescador de hombres, invítanos una vez más. Tú que vienes con nosotras y manejas el timón, haznos compartir la pesca, aumenta la tripulación. Eres tú nuestra esperanza y nuestra seguridad, la ruta segura y el motor de abordo. Tú pescador de hombres, vuélvenos a seducir.

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518. Camino de la cruz Silencioso pasas cargando tu cruz, tu cruz que no es tuya sino mía. Descalzo sobre el polvo de tu querida tierra, que hoy te condena por amar a cualquiera. Pasas entre la gente sin reprocharles nada y miras silencioso que el camino se alarga. Con los hombros hinchados por llevar el madero, un madero cargado de pecados del pueblo. Aquel sacrificio en que culmina tu vida de treinta y tres cortos años, largamente sufrida. Treinta y tres años de vida honda predicador de tan noble evangelio y tan noble misión. Pa’ estos palos naciste pa´ salvar hombres como yo, débiles peregrinos que no entonan canción. Tú te mueres tantas veces en mi calle y mi nación y hoy loco de amor mueres de forma atroz. Tú no tenías cruz buscaste las mías y por mucho que caigas sin embargo caminas. Seguiré tus pasos, amigo Jesús al final mi locura, locura de cruz. Gracias, Señor, gracias por cargar con tu cruz tu cruz que no es tuya sino mía.

519. Cueca de Ramos Corten ramas, tiendan mantas, batan palmas de alegría, viene llegando el señor a cumplir las profecías ¡Hosanna, hosanna! Hombres de Jerusalén que nadie se quede en casa en homenaje al Señor, orgullo de nuestra raza. Volvió a Lázaro a la vida, hoy lo grito y no lo niego, los panes multiplicó, volvió la luz a los ciegos. Chicos de Jerusalén entonen vivas y hosannas. Las voces de los changuitos resuenen como campanas. Por qué será que el Señor se ha detenido en el muro? Esta llorando en silencio, tal vez piensa en su futuro. Que se callen insensatos, claman rostros bien huraños, doctores que ven airados, escaparse su rebaño. No se preocupen muchachos, es día de fiesta y canto, Si ustedes cierran la boca, las piedras gritaran.

520. El huerto Señor, el huerto aquel donde tú rezabas con gran dolor, se transformó ha dado frutos, ha dado amor, pues tú lo regaste con el sudor que te provocó el peso del pecado, hasta dejarte a ti desangrado, y allí tu muerte había comenzado, para salvar a la humanidad y al mismo hombre que te ha matado, para que nazca tu gran verdad. Señor, que día a día te traicionamos, perdónanos, perdónanos. Perdona todos nuestros pecados y todas nuestras faltas de amor, hacia el amigo, hacia el hermano, hacia el que sufre por el dolor por todo nuestro género humano sin distinción de edad ni color; perdona cuanto no te escuchamos, perdón por todo, perdón, Señor. Señor, somos cobardes y te negamos porque no tenemos valor, pues no entendemos que ser cristianos quiere decir morir por vos: por el amigo, por el hermano, por el que sufre por el dolor, por todo nuestro género humano sin distinción de edad ni color, perdón, pues nuestra cruz rechazamos, perdón por todo, perdón, Señor 521. Cristo calla

Si pudiera preguntarte tantas cosas, aquellas que por hombre no comprendo, cómo pudiste abrigar un sentimiento de tan intenso amor y estar muriendo. Y cómo soportar que no entendieran, todo el dolor del mundo en tus espaldas, si hasta sudaste sangre en aquel huerto, sintiendo la traición de aquel que amabas. Te dolió, te dolió, te dolió tanto, que golpearan tu cuerpo hasta cansarse, pero quizás, te doliera mucho más el alma al ver que no entendieron tu mensaje. Por qué callas tú Cristo tantas veces por qué dejas al hombre no escucharte acaso fue tu amor tan infinito que pudo con la angustia confortarte. Si aún llevas la cruz es por mi culpa, no supe levantarla en su momento por culpa día a día de mi ofensa hoy debes soportar el sufrimiento.

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526. En mi Getsemaní Para que mi amor no sea un sentimiento, tan solo de deslumbramiento pasajero. Para no gastar mis palabras, mas mías ni vaciar de contenido mi "Te quiero” Quiero hundir mas hondo mi raíz en ti y cimentar en solidez este mi afecto pues mi corazón, que es inquieto y es frágil, solo acierta si se abraza a tu proyecto. Mas allá de mis miedos, mas allá de mi inseguridad quiero darte una respuesta aquí estoy para hacer tu voluntad, para que mi amor sea decirte “si” hasta el final. Duermen en su sopor y temen en el huerto: ni sus amigos acompañan al Maestro. Si es hora de cruz es de fidelidades pero el mundo nunca quiere aceptar esto. Dame comprender, Señor, tu amor tan puro; amor que persevera en cruz, amor perfecto. Dame serte fiel cuando todo es oscuro para que mi amor no sea un sentimiento. No es en las palabras ni es en las promesas donde la historia tiene su motor secreto, solo es el amor en la cruz madurado el amor que mueve a todo el universo. Pongo mi pequeña vida hoy en tus manos por sobre mis seguridades y mis miedos. Y para elegir tu querer y no el mío hazme en mi Getsemaní fiel y despierto

522. Abrazada a ti en tu cruz Me arrodillo a tus pies, mi Adorado rey y con mi perfume los ungiré. Con el ardor de mi amor, yo los lavaré y con mis cabellos los secaré.

Abrazada a ti en tu cruz quiero por amor permanecer, eres el amor de mi vida hacia ti tiende mi ser (bis )

Y todo el amor, que puede tener no se compara con tu querer. Eterna alianza de amor. Entre Tu y yo, un solo vivir una sola pasión. 527. Ustedes son mis amigos Hijos míos, voy a estar poco tiempo entre ustedes, me buscarán más donde voy no podrán venir. Les doy un mandamiento nuevo: Ámense unos a otros así como los amé. En eso todos verán que ustedes son mis amigos. (Bis) Si alguien me ama cumplirá todas mis palabras y así mi Padre lo amará y vendremos a El. Les dejo la paz, les doy mi Paz no como la da el mundo no teman ni se acobarden, oyeron lo que les dije. Me voy pero volveré. (Bis) Ya no son como el siervo que ignora a su dueño conocen ya lo que mi Padre me ha dicho a mi. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que les mando. Recuerden que los amé, no me eligieron a mi, soy yo quien los ha elegido (Bis). 528. Hasta dar la vida

Háblame ya amigo al corazón, descansa en vos mi frente, mi vida en vos, porque me rescataste del fatal secuestro, porque me libraste de mi eterna tumba Porque me amaste hasta dar la vida (bis) Tan asombrado miro, todo acabó. Manso te has dormido, hermano y Dios. Muriendo descuajaste mi árbol más sombrío. Muriendo conquistaste el centro de mi mismo. Partir en una mesa, y no guardad. Soltar y echar al vuelo, ya no aferrar. Yo recibí al nacer mi moneda dorada, no la atesoraré, quiero verla entregada. 523. Cristo resucitó ¡Cristo resucitó! ¡Cristo resucitó! Cristo venció a la muerte ¡Cristo resucitó! Cristo venció al pecado. ¡Cristo resucitó! Mira el sepulcro vacío, la roca de gloria estalló. ¡ Qué absurdo pensar que entre piedras se entierra la fuerza de Dios! Mira a los hombres corriendo, soldados que el miedo asustó. Llorando sin fe las mujeres, a veces sin fe lloro yo. Tiene sentido mi vida, también yo resucitaré. Sin Pascua que es vida y promesa sería mentira mi fe. Toca y aprieta mi carne, dice a Tomás que dudó. Soy yo Quién murió por salvarlos, tu amigo que resucitó. 529. Esperamos contra toda esperanza

Hoy al fin tenemos que seguir caminando en paz, esperando contra toda esperanza. Y es así que todo va a cambiar, resucitarás, esperamos contra toda esperanza. Vos sos la vida, sos la paz, vos sos nuestra esperanza, sos el camino para andar, sos fuerza y sos confianza, No aflojar, seguirte hasta el final, tu cruz abrazar esperamos contra toda esperanza. Esperar también es transformar, un sueño en realidad, esperamos contra toda esperanza. Al saber que vos vas a volver, a resucitar esperamos contra toda esperanza. Al sentir que Jesús está aquí, esperándonos, esperamos contra toda esperanza.

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530. Resucitó Resucitó, resucitó, resucitó, ¡aleluya! Aleluya, aleluya, aleluya, ¡resucitó! La muerte ¿Dónde está la muerte? ¿Dónde está mi muerte? ¿Dónde su victoria? Gracias sean dadas al Padre, que nos pasó a su reino donde se vive de amor. Alegría, alegría, hermanos, que si hoy nos queremos, es que resucitó. Si con Él morimos, con Él vivimos, con Él cantamos: Aleluya. 531. Resucitó Ninguno de nosotros, vive para sí, Ni ninguno muere para si. Si vivimos, vivimos para el Señor Si morimos, morimos para El. Aleluya, todo es posible para nosotros. Resucitó, Cristo Nuestro Señor, revive hoy, nuestro amor y nuestra esperanza renace la vida en el corazón (bis) Nos apremia el amor del redentor porque por nosotros el murió para que todos los que vivan, vivan para Él en la pascua de su amor.

532. Él vive No se enciende una luz para no dejarla brillar, ni se emprende un camino que luego no has de seguir. No se escucha del cielo un mensaje para callar, ni se puede ser libre si piensas que has de morir. No se puede creer en Cristo sólo por lo que oyes o has visto. Tu debes creer por que Él se entrego con todo su ser, por ti por amor. Él vive en ti y en mi y en aquel que cree en su nombre y practica el bien, sabe esperar, aún sin ver pone su confianza en Dios. Él vive, Él no esta allí, mira bien la tumba vacía nos dejo, el amor triunfó al final y en su cruz selló su victoria, Él vive….. Puede caerse en el cielo, cubrimos la tempestad y hasta puede que el miedo llegue a nuestro corazón, pero ten la certeza que no existe oscuridad que haga cesar el fuego que alumbra la salvación. No existe sombra ni penumbra que empañe su amor que deslumbra. Él es el poder, la gloria y la verdad, El que crea en Él nunca morirá. 533. Gloria al Señor

¡Gloria al Señor ha llegado la Pascua! Paso de Dios la fiesta universal Cristo Jesús es nuestra Pascua eterna, que se inmoló por nuestra libertad. ¡Gracias Señor por esta Noche Santa que hiciste Tú para mostrar tu amor ! ¡Gloria al Señor ha llegado la Pascua! Pascua feliz, la fiesta de la luz; despierta tú, que duermes en la sombra, te alumbrará la gloria de Jesús. ¡Gloria al Señor ha llegado la Pascua! Paso de Dios, la noche bautismal; por su poder, del seno de las aguas nacemos hoy al Reino celestial. ¡Gloria al Señor ha llegado la Pascua! Pascua feliz, eterna novedad. Dejando ya la antigua injusticia vistámonos de amor y de verdad. ¡Gloria al Señor ha llegado la Pascua! Paso de Dios, banquete celestial: Cristo Jesús, la víctima inmolada se ofrece aquí por nuestra libertad. ¡Gloria al Señor ha llegado la Pascua! Pascua feliz, la fiesta fraternal: la humanidad está hoy invitada a compartir la mesa del altar. 524. Canción de la Madrugada Voy a vos, recorriendo mi desierto con el corazón despierto, por tu cruz y tu amistad .Esa cruz clavó mi alma con tu cuerpo pero sé que no estás muerto, juraste regresar

Oh Jesús , sé que estás vivo. Si vos vivís, yo también vivo No es verdad que esa noche hayan quedado para siempre silenciados tu mirada y tu abrazo: “Regresé, Yo soy la vida engendrada y el alba resucitada, viviente vencedor” No es verdad que lo turbio de mi vida, Mi vergüenza y mis heridas son más fuertes que tu amor. Si en la cruz, al ladrón le diste abrigo, es que tu nombre es amigo, tu regalo, el perdón. Sí, Jesús, sos aquel en quien creemos, Al que amamos y no vemos, nuestro hermano nuestro Dios. Llámanos, te escuchamos y seguimos, Que es verdad que estamos vivos: nuestra vida sos vos.

534. En la mañana de resurrección

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En la mañana de Resurrección. Caminan al sepulcro donde está el Redentor. Se pregunta al marchar: ¿quién moverá, quién abrirá la tumba donde está el Señor? El Señor nuestro Dios resucitó. ¡Aleluya aleluya, aleluya! Vivimos la esperanza de un futuro mejor. Ser testigo del Señor exige cambiar, exige luchar por un mundo de justicia y de paz.

535. La fiesta del Señor

Aleluya, aleluya, es la fiesta del Señor. Aleluya, aleluya, el Señor resucitó. (Bis) Ya no hay miedo, ya no hay muerte, ya no hay penas que llorar, porque Cristo sigue vivo, la esperanza abierta está. Cuando alguien a tu lado ya no sabe caminar, no le dejes de la mano dale tu felicidad Cuando alguien te pregunta dónde está la libertad, en tus obras él descubra que Jesús es quien la da. 536. Que resuene por la tierra Que resuene por la tierra, aleluya,

aleluya, la noticia salvadora aleluya, aleluya. El Señor resucitó aleluya, aleluya, Gloria a Cristo vencedor aleluya, aleluya, En la fiesta de la Pascua, aleluya, aleluya, proclamemos nuestro gozo, aleluya, aleluya. Es el día del Señor, aleluya, aleluya. Es la nueva creación, aleluya, aleluya, Por las aguas del Bautismo, aleluya, aleluya, por la sangre del Cordero, aleluya, aleluya. El Señor nos liberó, aleluya, aleluya. Es la obra de su Amor aleluya, aleluya, En camino hacia la patria, aleluya, aleluya, renovemos jubilosos, aleluya, aleluya, el banquete fraternal, aleluya, aleluya, de la víctima Pascual, aleluya, aleluya,

537. Somos testigos El Señor resucitó venciendo la muerte y la cruz; nuestra esperanza está en él, él es muestro Salvador. Atrás

quedó el temor, la duda y la poca fe, hagamos ya realidad un reino nuevo de amor. Somos testigos de la resurrección, Él está aquí, está presente, es vida y es verdad. Somos testigos de la resurrección, Él está aquí, su Espíritu nos mueve para amar. Tú nos reúnes, Señor, en torno al cáliz y al pan, y nos invitas a ser la luz del mundo y la sal. Donde haya odio y dolor, haremos presenta tu paz. En cada gesto de amor, María madre estará.

538. Secuencia de Pascua Cristianos ofrezcamos al Cordero Pascual nuestro sacrificio de alabanza, porque ha redimido a las ovejas Cristo el inocente las llevó junto a su Padre. La muerte y la vida se enfrentaron, lucharon en un duelo admirable; el Rey de la vida estuvo muerto pero nuestro Rey ahora vive. Dinos María Magdalena ¿Que viste en el camino? He visto el sepulcro del Cristo viviente la Gloria del Señor resucitado, he visto a los ángeles testigos del milagro, he visto los vestidos y el sudario. Ha resucitado mi esperanza, Cristo nos espera en Galilea, verdaderamente ha resucitado. ¡Tú Rey victorioso ten piedad! Amén. Aleluya. 539. Suenen campanas Suenen campanas, suenen tambores, suenen guitarras y hosannas a Dios, renace el día, surge la luz, cantemos, hermanos, un himno a Jesús. ¡Porque Cristo resucito (3 veces)

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Canta el ave, brinca el ganado, toda tristeza ya es del pasado, hoy la alegría inunda a los hombres, del niño al más grande, del rico al más pobre. El hombre nuevo surge en el mundo, hay en las cosas un cambio profundo; Pascua de Cristo, resurrección, paso del hombre a la vida de Dios. Desde hoy la muerte ha sido vencida, y es nuestra fe un canto a la vida; suenen campanas, suenen tambores, suenen guitarras y hosannas a Dios.

540. Triunfo de la Resurrección Viene la Magdalena por el sendero, hay una tumba abierta y un jardinero. Alguien dice su nombre y la Magdalena siente que se terminan todas sus penas. Este es el triunfo lindo, muerte vencida triunfo de Dios y el hombre, triunfo e´ la vida Juan y Pedro corriendo hacia su gente llevan la gran noticia, del Dios viviente. venga Tomás y toque, llagas y heridas, créale a los demás crea en la vida. Hacia Emaús conversan los dos vecinos mientras se junta a ellos un peregrino. Cuando se parte el pan anochecido hay un Cristo viviente reconocido. Larga noche sin pesca y los pescadores, echan redes cansados de sus labores. Que cantidad de peces cruje la quilla, es el resucitado que está en la orilla. 541. Resucitó el Señor Cristo, el Señor, resucitó, su amor fue más fuerte que la muerte (bis). La Iglesia canta alegría, los pobres saltan de contentos. Encuentran paz los perseguidos, consuelo y perdón los pecadores.

Se alegran por fin los olvidados, se ponen de pie los humillados. Los pobres se sientan a la mesa, encuentran lugar los postergados. Jesús, el Señor crucificado vive glorioso para siempre. Cristo Jesús, hermano nuestro está con nosotros para siempre. Se alejan confusos los soberbios, se enreda el saber de los doctores. Entienden los pobres la Palabra, la Iglesia sorprendida en adulterio recibe el perdón estremecida. 542. Jerusalén Es tiempo de ponerse de pie pues tu luz viene con la gloria del Señor. (bis) Levanta la mirada y mira lejos, que tu corazón se funda y se dilate; he aquí tus hijos que vuelven hacia ti, construyendo el nuevo amanecer Jerusalén, Jerusalén, quítate el manto de tristeza. Jerusalén, Jerusalén, canta y baila para Dios. Todas las naciones marcharán hacia ti, en tu luz los reyes nacerán. (bis) La paz y la justicia en ti gobernarán, plena de confianza y amor estarás. El tiempo de tu duelo habrá terminado, entre las naciones me glorificarás. Hijos de extranjeros construirán tus muros y tus reyes por tus puertas pasarán. (bis)

El Líbano y su gloria vendrán sobre ti y te llamarán “ciudad del Señor”. No se esconderá nunca más el sol, yo seré tu luz eternamente. 543. Yo estoy con vos Aquel amanecer te busque en la Cruz, al no encontrarte allí mi Señor Jesús postrado me quede y comencé a llorar, sentí mi vida terminar. Corrí al sepulcro casi sin respirar, con la esperanza ciega de hallarte allí, abierto lo encontré, grité ¿Dónde estás? Y en mi corazón oí. Yo estoy con vos (bis), levántate y camina (bis), levántate yo estoy con vos. Me levante con ánimo de anunciar. ¡Él vive entre nosotros, ÉL está aquí! Me diste de tu Espíritu y de tu pan, Señor viviré para ti. El mundo esta sediento de amor y paz, el Padre me envió yo te envío a ti, si te sientes caer y tu fe quebrar, clama al cielo y podrás oír:

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544. Al Espíritu Santo

Viento, Espíritu Divino, que llevas hacia la unión con el amor. Soplo que impulsas a los hombres a Cristo para la Gloria del Señor. En Pentecostés nos manifiestas tu poder, mueves al apóstol a la acción: muévenos ahora con la fuerza de amor, para ser testigos de Jesús con nuestra acción. Fuerza, Espíritu Divino, que impulsas hacia la felicidad; ora y pide por la Iglesia que animas para que llegue a la unidad. Guía nuestra mente y posee nuestro corazón, danos la alegría de conocerte más: haz que los cristianos nos dejemos orientar dóciles a Cristo y a su sabia inspiración. Llama, Espíritu Divino, que ardes para llenar de tu calor; fuego que quemas y transformas en Cristo para la Gloria del Señor. En Pentecostés …viento, Espíritu….

545. El Espíritu del Señor

El Señor nos dará su Espíritu Santo, ya no temáis, abrid el

corazón, derramará todo su amor. El transformará hoy vuestra vida, os dará fuerza para amar. No perdáis vuestra esperanza, Él nos salvará. Él transformará todas las penas, como a hijos os acogerá, abrirá vuestros corazones a la libertad. Fortalecerá todo cansancio si al orar dejáis que os de su paz. Brotará vuestra alabanza, Él os hablará. Os inundará de un nuevo gozo con el don de la fraternidad. Abrid vuestros corazones a la libertad.

546. El Espíritu de Dios El espíritu de Dios esta sobre mi (bis)

Porque él me ha ungido, él me ha enviado, para dar la Buena Noticia a los pobres. Y a anunciar a los cautivos la libertad. Y a anunciar a los cautivos la libertad. Y a los ciegos la vista, la libertad al oprimido. Y anunciar la salvación del señor. 547. Envíanos Padre Envíanos Padre, tu Espíritu Santo que nos prometiera tu hijo el Señor . Que venga a tu Iglesia, con sus siete dones y nos de el coraje de vivir tu amor. Que nos de su Ciencia, su Sabiduría, el Entendimiento y el don de oración. Nos traiga el Consejo, la Piedad de hijos nos de Fortaleza y el Temor de Dios. Sus lenguas de fuego, repártelas Padre, y danos a todos la paz y el amor. Tu Espíritu Santo nos llene de gozo y sea en nosotros Palabra de Dios. 548. ¡Espíritu Santo ven! ¡Espíritu Santo ven!(Bis) Si tu no vienes, nos faltarán las alas para la plegaria, desgastaremos el silencio y las palabras, si en lo escondido tu voz no clama. Si tu no vienes, será imposible el abrazo del reencuentro con el hermano que la

ofensa puso lejos, si tu no enciendes de nuevo el fuego. Pero si vienes a recrearnos y con un soplo das vida al barro, como un artista iras plasmando un rostro nuevo de hijos y hermanos, por eso ¡Ven!, ¡Espíritu Santo ven!(Bis) Si tu no vienes olvidaremos la esperanza que llevamos, sucumbiremos al desánimo y al llanto, si tu no vienes a consolarnos. Si tu no vienes, evitaremos el camino aconsejado por el Señor de las espinas y el calvario, si tu no vienes a recordarlo. Pero si vienes a sostenernos y nos conduces como un maestro, en nuestra carne se irá escribiendo cada palabra del Evangelio, por eso ¡Ven!, ¡Espíritu Santo ven!(Bis) Si tu no vienes nuestra mirada será ciega ante tus rastros, la poca fe dominará lo cotidiano, si no nos donas el ser más sabios. Si tu no vienes y no sacudes con tu viento nuestra casa, y con un sello de profetas nos consagras, tendremos miedo si no nos cambias. Pero si vienes y en silencio del alma escribes renglones nuevos entre nosotros se irá tejiendo la historia cierta del Nuevo Reino, por eso ¡Ven!, ¡Espíritu Santo ven!(Bis) 549. Fruto nuevo de tu cielo

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Sopla, Señor te lo pido, quédate esta noche en mi alma, pues solo tu amor y abrigo me darán consuelo y calma. Sopla, Señor sopla fuerte, envólveme con tu brisa, y en tu espíritu renovame, hazme libre en tu sonrisa. A pesar de mis caídas hazme fiel a tus promesas. Sopla Señor en mi vida y arráncame esta tristeza. Sopla, sopla Señor tu grandeza, sopla. Hazme fiel en mi pobreza, sopla . Sopla, Señor en mi oído, sopla fuerte, arranca el miedo, pues sin Ti me hallo perdido, sin tu luz me encuentro ciego. Sopla, Señor, y hazte viento, y bautízame en Tu Nombre; llámeme a servir, Maestro, hazme fiel entre los hombres. Toma mi vida en Tus manos, mis sueños mi amor, mi todo ; mis cansancios mi pecado y moldéalo a tu modo. Sopla, y bautízame en tu brisa, sopla renovame en tu sonrisa. Sopla, Señor tu caricia por sobre mis sentimientos, que sea el ángel de tu misa quien obre en todo momento. Sopla. Señor, y hazte canto, pon tu Palabra en mis manos, en ella hazte providencia y bendice a mis hermanos. Quiero ser de Tu árbol rama, fruto nuevo de Tu cielo, que madure Tu palabra como un ave en pleno vuelo... Sopla, sopla Señor tu grandeza, sopla. Hazme fiel en mi pobreza, sopla . Sopla, y bautízame en tu brisa, sopla renovame en tu sonrisa.

550. Espíritu de Dios Espíritu del Trino Dios, llénanos de Ti (bis).Quebrántanos. Transfórmanos, llénanos, úsanos. Espíritu delTrino Dios, llénanos de Ti. Espíritu del Trino Dios, lléname de Ti (bis). Quebrántame, transfórmame, lléname, úsame. Espíritu del Trino Dios, lléname de Ti. 551. Fuego de Dios Fuego de Dios, Espíritu de amor, de fuerza y alegría, guíanos tú en la comunidad, danos tu luz y vida. Tú junto al Padre estás, Señor; ¡ven, Señor! Ven pronto Espíritu de amor; ¡ven, Señor! El cielo brilla con tu luz; ¡ven, Señor! El mundo vive por tu amor; ¡ven, Señor! Mi corazón te busca a ti; ¡ven, Señor! Tu fuego me transformará; ¡ven, Señor! Y cuando tiemblo ante el dolor; ¡ven, Señor! Tu Espíritu me da valor; ¡ven, Señor! Si canto tú eres mi cantar; ¡ven, Señor! Si sufro me has de consolar; ¡ven, Señor! Tú me has cambiado el corazón; ¡ven, Señor! Hazme testigo de tu amor; ¡ven, Señor! 552. Las letanías del Espíritu Santo El Espíritu es como el viento, sopla donde quiere y oyes su voz, pero no sabes de donde viene ni adonde va, hay que ser como hoja seca y dejarse llevar.

Espíritu Santo, ven a nosotros (Bis) Don del Amor, ven a nosotros (Bis) Fuente de Gracia, ven a nosotros (Bis) Santificador, ven a nosotros (Bis) Alma de la Iglesia, ven a nosotros Consolador, ven a nosotros (Bis) Ven Espíritu a nuestras almas, quema nuestros corazones, con el fuego de tu Amor, ayúdanos a amarnos de verdad, haz del nuestro un pueblo santo que viva en la unidad. Ven a nosotros, alégranos, haz que vivamos en el amor. (4 Veces) 553. Espíritu de Dios Espíritu de Dios, toma mi vida, toma mi alma, toma mi ser.(Bis) Ven lléname, con tu presencia. Lléname, lléname con tu poder, lléname, lléname con tu amor.(Bis) 554. Hoy tu Espíritu Señor Hoy tu Espíritu, Señor, nos congrega en la unidad nos da fuerza para andar renovados en tu amor. Santo Espíritu de Dios, de la Paz y de la Luz, que nos das a conocer el misterio de Jesús. Ven al fin a saciar nuestra sed de paz.

Este mundo en su dolor clama ardiendo de ansiedad, que tu Espíritu de amor lo conduzca a la verdad. Ven al fin a reinar; cambia al mundo ya. Ni la carga de la cruz nuestras fuerzas rendirá; la alegría que tu das nadie nos la ha de quitar. Ven al fin a cantar en mi voz: Amén. 555. Ven Espíritu de Dios Ven espíritu de Dios sobre mí, me abro a tu presencia, cambiarás mi corazón. (Bis) Toca mi debilidad, toma todo lo que soy. Pongo mi vida en tus manos y mi fe, poco a poco llegarás a inundarme con tu luz. Tu cambiarás mi pasado. Cantaré. Quiero ser signo de paz, quiero compartir mi ser, yo necesito tu fuerza, tu valor. Quiero proclamarte a ti, ser testigo de tu amor. Entra y transforma mi vida. Ven a mí. 556. Secuencia del Espíritu Santo Ven, Espíritu Santo, y envía desde el cielo un rayo de tu luz. Ven, Padre de los pobres, ven a darnos tus dones, ven a darnos tu luz. Consolador lleno de bondad, dulce huésped del alma, suave

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alivio de los hombres. Tú eres descanso en el trabajo, templanza de las pasiones, alegría en nuestro llanto. ¡Ven! Penetra con tu santa luz en lo más íntimo del hombre, del corazón de tus fieles. Sin tu ayuda divina no hay nada en el hombre, nada que sea inocente. Ven, Señor, lava nuestras manchas, riega nuestra aridez, cura nuestras heridas. Ven, suaviza nuestra dureza, elimina nuestra frialdad, corrige nuestros desvíos, Concede a tus fieles que confían en Ti tus siete dones sagrados. Premia nuestra virtud, ven y salva nuestras almas, ¡Danos la eterna alegría!¡Amén! ¡Aleluya! 574. El Espíritu de Dios El Espíritu de Dios está sobre mí, el Espíritu de Dios está sobre mí, porque Él me ha ungido, Él me ha enviado, para dar la buena noticia a los pobres y anunciar a los cautivos la libertad, a los ciegos la vista, la libertad al oprimido y anunciar la salvación del Señor. 557. Ven Espíritu de Dios Ven Espíritu de Dios, inúndame de amor. Ayúdame a seguir. Ven y dame tu calor quema mi corazón, enséñame a servir. Ven Espíritu de Dios, ven a mi ser, ven a mi vida, ven Espíritu de amor, ven a morar. ¡Maranathá!

Hoy la vida que me das, te invoca en mi dolor, y clama ven Señor, ven y calma mi existir, transforma mi penar, en gloria hacia ti. 558. Ven Espíritu Santo Creador Ven Espíritu Santo Creador a visitar nuestro corazón, repleta con tu gracia viva y celestial nuestras almas que tu creaste por amor. Tú que eres llamado consolador, don del Dios altísimo y Señor, vertiente viva, fuego que es la caridad, y también, espiritual y divina unción. En cada sacramento te nos das, dedo de la diestra paternal, eres tu la promesa que el Padre nos dio, con tu palabra enriqueces nuestro cantar. Nuestros sentidos has de iluminar, los corazones enamorar, y nuestro cuerpo presa de la tentación, con tu fuerza continua has de afirmar. Lejos al enemigo rechazar, tu paz danos pronto sin tardar, y siendo tu nuestro buen guía y conductor, evitemos así toda forma del mal. Concédenos al Padre conocer, a Jesús, su Hijo comprender, y a ti Espíritu de ambos por amor, te creamos con ardiente y sólida fe. Al Padre demos Gloria pues es Dios, a

su Hijo que resucitó y a ti Espíritu de ambos por amor, por los siglos de los siglos, amén. 559. Ven Espíritu de santidad Ven, Espíritu de santidad. Ven, Espíritu de luz. Ven, Espíritu de fuego, ven abrázanos. Ven, Espíritu del Padre, sé nuestra luz, derrama del cielo tu esplendor de Gloría. Testimonio cierto, tu nos enseñas a proclamar que Jesús resucitó. Ven, unción celeste, fuente de agua viva, danos de beber del cáliz de amor. Eres la alegría, fuego de la Iglesia pon en nuestros ojos la mirada del Señor. Haznos reconocer el amor del Padre y revélanos el rostro de Jesús. Fuego que nos quema hasta las entrañas por ti resplandece la luz del amor.

560. Ven Espíritu Santo Ven Espíritu Santo, ven a iluminar nuestra inteligencia y a preservarnos del mal. Tú, promesa del Padre, Don de Cristo Jesús, ven y danos tu fuerza para llevar nuestra cruz. Tú, llamado Paráclito, nuestro consolador, ven y habita en nosotros por la fe y por el amor. Haz que cada cristiano bajo tu inspiración, sea testigo de Cristo con la palabra y la acción. Guiados por el Espíritu hacia Cristo Jesús, caminemos con júbilo a la Patria de la luz.

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561. Alabemos hoy al Señor Alabemos hoy al Señor, porque Él es bueno; alabemos hoy al Señor, aleluya. 562. Alabe todo el mundo Alabe todo el mundo, alabe al Señor, alabe todo el mundo, alabe a nuestro Dios. 563. Al partir el pan Al partir el pan y beber el cáliz, anunciamos tu muerte, proclamamos tu Resurrección. 564. Amor, amor Amor, amor, amor, amor, hermanos míos, Dios es amor. Ama a todos como hermanos. Dios es amor. 565. Anunciamos tu muerte Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven Señor Jesús. 566. Bueno es poder confiar Bueno es poder confiar en el Señor. Bueno esperar en el Señor.

567. Cada vez Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas. 568. Cantad pueblos Cantad pueblos la gloria del Señor, porque su amor es eterno. (4 veces) 569. Confío en ti Confío en ti, de ti me fíe, no andaré tus pasos si no es desde la fe, justo he de vivir si en ti confié, dame Dios tu Espíritu, dame tú la fe. 570. Cristo viene Cristo viene caminando sobre el agua, Él viene a ti, Él te va a levantar. Cristo llega, es el Señor del Universo. Cristo llega, pleno Él te hará. 571. Cristo vive en mí Cristo vive en mí, aleluya, Cristo vive en mí. ¡Oh que maravilla es, que Cristo viva en mí! Ale-alelu, aleluya, ale-alelu. ¡Oh que maravilla es, que Cristo viva en mí! 572. De noche iremos De noche iremos, de noche, que para encontrar la fuente, sólo la fe nos alumbra, sólo la fe nos alumbra.

573. Dios esta aquí Dios está aquí, está aquí, tan cierto como el aire que respiro, tan cierto como la mañana se levanta, tan cierto como yo le hablo y el me puede oír. 574. Dios que nos amas Dios que nos amas, hoy te damos gracias, Dios que nos salvas, te alabamos hoy. 575. Donde hay amor Donde hay amor y caridad; donde hay amor, Dios ahí está. 576. Donna nobis Donna nobis, pacem, pacem, donna nobis, pacem. 577. El amor del Señor (Lam 3, 22-23) No se ha acabado el amor del Señor, no se ha acabado su misericordia. Cada mañana renueva el Señor su ternura, ¡grande es su fidelidad! 578. El Señor es mi fortaleza El Señor es mi fortaleza, el Señor es mi canción, Él nos da la salvación, en Él confío, no temo más, en él confío, no temo más.

579. En el nombre de Jesucristo En el nombre de Jesucristo se doble toda rodilla, los que están arriba en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra, /:y toda lengua confiese que es el Señor para gloria del Padre:/ 580. En nuestra oscuridad En nuestra oscuridad, enciende la llama de tu amor Señor, de tu amor Señor. En nuestra oscuridad, enciende la llama de tu amor Señor, de tu amor Señor. 581. En ti, señor reposa En ti, Señor, reposa todo mi ser, he sido amado por ti. SI, sólo en ti se alumbra mi esperanza, en ti sólo, Señor. 582. Envía tu espíritu Envía tu Espíritu Señor y renueva la faz de la tierra. 583. Escucha bien Escucha bien, amigo mío, lo que el Señor va a decir (bis). 584. Espíritu ven Espíritu respira en mí, vivifícame en Ti. Espíritu ven, enciéndeme, ora tú en mí. 585. Gloria a ti, señor

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Gloria a ti, Señor. Gloria a ti, Señor. Tu mi roca, mi fortaleza, tu mi vida y mi canto. Gloria a ti, Señor. Gloria a ti, Señor. 586. Habla, Señor Habla, Señor, sé que me quieres conversar, y mi corazón también puede escuchar. 587. La bondad del Señor La bondad y el amor del Señor, duran por siempre, duran por siempre. Alabemos al Señor, nos inunda con su amor. Da la paz al corazón, os inunda con su amor. Me hace para siempre suyo, y me inunda con su amor.

588. La luz de Jesús

La luz de Jesús ha llegado al mundo (bis). Todo hombre debe renacer para ver el reino de Dios. EL agua y el Espíritu nos traen vida nueva. La luz de Jesús ha llegado al mundo. 589. La misericordia del Señor La misericordia del Señor cada día cantaré(bis). 590. La palabra de Dios La Palabra de Dios como lluvia cayó, no saldrá de nosotros sin antes cambiarnos, prodigio de amor. Es semilla de luz para la humanidad, por eso cantamos todos alegres ¡aleluya! 591. Las tinieblas Las tinieblas no son tinieblas ante Ti, la noche es luminosa como el día. 592. Llénanos de tu espíritu Danos, Señor, el compartir; alimenta hoy nuestra hermandad. Y llénanos de tu Espíritu, Señor, que nos hace comunidad (bis). 593. Margaritas Margaritas comenzaron a salir y me anunciaron lo que está por venir; como una linda primavera de color, llegan los tiempos que el Señor nos anunció.

Serán los tiempos de la hermandad. Serán los tiempos de la tranquilidad. Serán los tiempos de la felicidad, y florecerán como margaritas. 594. Mi bien amado Mi bien amado, mi bien amado, mi bien amado, he aquí que viene. El salta por las montañas y brinca por las colinas. 595. Muéstranos, señor Muéstranos, Señor, tus caminos, tus caminos. Para no hacer nada más que lo que sea tu voluntad. 596. Nada te turbe Nada te turbe, nada te espante, quien a Dios tiene nada le falte. Nada te turbe, nada te espante, sólo Dios baste.

597. No se ha acabado No se ha acabado el amor del Señor, no se ha acabado su misericordia. Cada mañana renueva el Señor su ternura, ¡grande es su fidelidad! 598. Oh Cristo, Señor Jesús Oh Cristo, Señor Jesús; oh Cristo, Señor Jesús. 599. Oh pobreza Oh pobreza, fuente de riqueza, Señor, siémbranos alma de pobre. 600. Oigo en mi corazón Oigo en mi corazón: “buscad mi rostro”. Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro (Bis). 601. Padre pronto Padre pronto venme a lavar en lo hondo las heridas, que si no me dejase amar por ti, moriría, moriría.

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602. Padre te adoramos Padre (Jesús, Espíritu), te adoramos. Nuestra vida te entregamos, cómo te amamos. 603. Padre, únenos Padre, únenos; Padre, únenos; y el mundo crea en tu amor. Padre, únenos. 604. Pon tu gozo en el Señor Pon tu gozo en el Señor, Él te dará los deseos del alma. Pon tu gozo en el Señor. 605. Preparad el camino al Señor Preparad el camino al Señor, y escuchad la Palabra de Dios. Voz que clama en el desierto, preparad el camino al Señor, desterrad la mentira por siempre, preparad el camino al Señor. 606. Quédate Quédate, velad y orad junto conmigo, junto conmigo.

608. Señor, óyeme

Señor, óyeme; Señor, óyeme; cuando llamo ábreme. Señor, óyeme; Señor, óyeme; ven y escucha mi voz. 609. Si alguno tiene sed Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba. Alimenta, Señor, nuestro desierto que una flor quiere salir. Alienta, Señor, mi corazón, para que pueda vivir en Ti. 610. Tinieblas Cristo, Jesús, fuego que abrasa, no dejes que mis tinieblas tengan voz. Cristo Jesús, disipa mis sombras, y que en mí sólo hable tu amor. 611. Toda mi vida Toda mi vida te bendeciré y alzaré las manos invocándote, aleluya. 612. Todo es un don Todo es un don del Señor, el estar aquí reunidos es un regalo del Padre.

Que toda la tierra se una a nuestra voz, para gritar: ¡Gracias, Señor!

613. Tú has venido Tú has venido, tú volverás, te esperamos, oh Jesús, estabas muerto y vivo estás, en nuestras vidas, oh Jesús. 614. Tu nombre, Señor Por siempre yo cantaré tu nombre, Señor, fuente de paz y alegría. Tu nombre, Señor, fuerza escondida en la noche, tu nombre, Señor. 615. Ven Jesús Ven Jesús, no tardes, Señor, ven con tu paz. Oh ven, Señor, y llena mi ser de tu confianza. 616. Vive Jesús Vive Jesús el Señor (4) El vive, vive (Bis), vive Jesús el Señor.

Salva Jesús el Señor... Ama Jesús el Señor... Sana Jesús el Señor... 617. Yo cultivo la esperanza Yo cultivo la esperanza en un jardín de tristeza, donde ha sembrado pobreza la muerte con su loca danza. Y aunque hay muchos que no cantan porque sopla el desaliento, contra malezas y vientos, yo cultivo la esperanza. 618. Yo seré tu Dios Yo seré tu Dios, tú serás mi pueblo. Te fortaleceré, yo contigo marcharé, yo contigo avanzaré, contigo, contigo iré. 619. Montañas y colinas Con gran felicidad, partiremos en paz, montañas y colinas se aplaudirán. Los bosques cantarán, las flores se abrirán, al vernos caminar. Y con los campos aplaudiremos, junto a los montes alabaremos. Y todos juntos ensalzaremos el nombre del Señor.

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620. Bendecid a Dios Bendecid a Dios, todos los siervos de Dios, que permanecen en la casa de Dios. Levantad las manos hacia el santo lugar, bendecid a Dios, el Señor Dios.

621. Canción de fuego Los perros ladran, cumpa y no sabemos que quieren decir. El sol nos brilla cumpa alimentando historias pa’ vivir. Desde su corazón, el monte no está lejos, se me arrima, como un nido gigante, como una sombra verde que ilumina. Canción de fuego que no se apaga nunca, hay cosas irrompibles todavía, como la luna; canción de fuego que no se apaga nunca, hay cosas generosas todavía, como la lluvia. Ahí va la carcajada, el ademán furioso de la espina. Las cosas invisibles protegen la verdad de la mentira. La música de siempre un soplo de la infancia nos arrima. Corazón musiquero, los sueños van prendidos con la vida

622. Como pájaros en el aire Las manos de mi madre son como pájaros en el aire. Historias de cocina entre sus alas heridas de hambre. Las manos de mi madre saben que ocurre por las mañanas cuando amasan la vida horno de barro, pan de esperanza. Las manos de mi madre llegan al patio desde temprano, todo se vuelve fiesta cuando ellas vuelan junto a otros pájaros. Junto a los pájaros que aman la vida y la construyen con el trabajo. Arde la leña, harina y barro. Lo cotidiano se vuelve mágico. Se vuelve mágico, ... o ... o ... o . Las manos de mi madre me representan un cielo abierto y un recuerdo añorado trapos calientes en los inviernos. Ellas se brindan cálidas nobles, sinceras, limpias de todo. Cómo serán las manos del que las mueve gracias al odio.

623. Solo le pido a Dios Sólo le pido a Dios que el dolor no me sea indiferente, que la reseca muerte no me encuentre vacío y solo sin haber hecho lo suficiente. Sólo le pido a Dios que lo injusto no me sea indiferente, que no me abofeteen la otra mejilla después que una garra me arañó esta suerte. Sólo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente, es un monstruo grande y pisa fuerte toda la pobre inocencia de la gente. Sólo le pido a Dios que el engaño no me sea indiferente, si un traidor puede más que unos cuantos, que esos cuantos no lo olviden fácilmente. Sólo le pido a Dios que el futuro no me sea indiferente, desahuciado está el que tiene que marchar a vivir una cultura diferente. 624. Todavía Cantamos Todavía cantamos, todavía pedimos todavía soñamos, todavía esperamos…

A pesar de los golpes que asestó nuestra vida el ingenio del odio desterrando al olvido... a nuestros seres queridos. Que nos digan adónde han escondido las flores que aromaron las calles persiguiendo un destino dónde, donde se han ido. Que nos den la esperanza de saber que es posible que el jardín se ilumine con las risas y el canto de los que amamos tanto. Por un día distinto sin apremios ni ayunos sin temor y sin llanto porque vuelvan al nido nuestros seres queridos. 625. Todo Cambia Cambia lo superficial. Cambia también lo profundo, cambia el modo de pensar Cambia todo en este mundo. Cambia el clima con los años. Cambia el pastor su rebaño. Y así como todo cambia Que yo cambie no es extraño. Cambia el mas fino brillante de mano en mano su brillo. Cambia el nido, el pajarillo. Cambia el sentir un amante. Cambia el rumbo el caminante sin que esto le cause daño Y así como todo cambia que yo cambie no es extraño Cambia... todo cambia ( 3 veces)

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Cambia el sol en su carrera cuando la noche subsiste. Cambia la planta y se viste de verde en la primavera. Cambia el pelaje la fiera. Cambia el cabello el anciano. Y así como todo cambia que yo cambie no es extraño. Pero no cambia mi amor por más lejos que me encuentre, ni el recuerdo ni el dolor de mi pueblo y de mi gente. Y lo que cambio ayer tendrá que cambiar mañana. Así como cambio yo en esta tierra lejana. 626. Y Dale Alegría a mi corazón Y dale alegría, alegría a mi corazón, es lo único que te pido, al menos hoy. Y dale alegría, alegría a mi corazón, afuera se irán la pena y el dolor. Y ya verás, las sombras que aquí estuvieron no estarán y ya verás, bebamos y emborrachemos la ciudad. Y dale alegría, alegría a mi corazón, es lo único que te pido, al menos hoy. Y dale alegría, alegría a mi corazón, y que se enciendan las luces de este amor. y ya verás, cómo se transforma el aire del lugar. y ya verás, que no necesitaremos nada más.

Y dale alegría, alegría a mi corazón, que ayer no tuve un buen día, por favor. Y dale alegría, alegría a mi corazón, que si me das alegría estoy mejor. Y ya verás, las sombras… Y dale alegría, alegría a mi corazón, es lo único que te pido al menos hoy. Y dale alegría, alegría a mi corazón, afuera se irán la pena y el dolor. 627. Yo vengo a Ofrecer mi corazón ¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón. Tanta sangre que se llevó el río, yo vengo a ofrecer mi corazón. No será tan simple, ya sé qué pasa, no será tan fácil como pensaba, como abrir el pecho y sacar el alma, una cuchillada del amor. Luna de los pobres siempre abierta, yo vengo a ofrecer mi corazón, como un documento inalterable yo vengo a ofrecer mi corazón. Y uniré las puntas de un mismo lazo, y me iré tranquilo, me iré despacio, y te daré todo, y me darás algo, algo que me ayude un poco más. Cuando no haya nadie cerca o lejos, yo vengo a ofrecer mi corazón.

Cuando los satélites no alcancen, yo vengo a ofrecer mi corazón. Hablo de países y de esperanza, hablo por la vida, hablo por la nada, hablo de cambiar ésta, nuestra casa, cambiarla por cambiar, nomás. ¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón...