08.formación etica y ciudadana ok

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MODULO SEMINARIO DE FORMACIÓN ÉTICA Y CIUDADANA PARA PLATAFORMA VIRTUAL LICENCIATURA EN EGB 1 Y 2 ESCUELA PARA LA INNOVACION EDUCATIVA Autores: Adaptado para plataforma virtual año 2012 por Dra. ANA ROSA RODRIGUEZ sobre contenidos modulo de igual espacio curricular de la Escuela p Innovación Educativa de Dra. Luciana María Saber y colaboración Dra. Ofelia Josefina Montenegro de Siquot y Mg. María Emilia Isorni año 2005

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Formación ética

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  • MODULO SEMINARIO DE FORMACIN TICA Y CIUDADANA PARA

    PLATAFORMA VIRTUAL

    LICENCIATURA EN EGB 1 Y 2

    ESCUELA PARA LA INNOVACION EDUCATIVA

    Autores: Adaptado para plataforma virtual ao 2012 por Dra. ANA ROSA RODRIGUEZ sobre contenidos modulo de igual espacio curricular de la Escuela p Innovacin Educativa de Dra. Luciana Mara Saber y colaboracin Dra. Ofelia Josefina Montenegro de Siquot y Mg. Mara Emilia Isorni ao 2005

  • INDICE

    PRESENTACION DE LA MATERIA

    A Introduccin y Planificacin del espacio curricular B Objetivos generales C Objetivos especficos INTRODUCCION

    La Carrera de licenciatura en EGB 1 y 2, persigue como objetivo en la formacin del egresado, la

    adquisicin de una perspectiva de la complejidad y naturaleza transdisciplinaria de la Educacin, y

    a la valoracin crtica, y al respeto por la identidad socio-cultural.

    La importancia formativa de la materia radica en la adquisicin de la conviccin de que, la vida en

    sociedad debe ser afianzada en la virtud de la justicia como indican las leyes que se dictan para el

    bien comn, para desenvolverse en la convivencia democrtica. La tica que debe forjarse en el

    proceso educativo, en la que el profesor es un mediador, implica internalizar el valor de la

    persona, sus derechos, resaltar la importancia del gobierno representativo , republicano y

    democrtico del Estado Federal.

    La intervencin pedaggica, implica tambin un proceso de debate, concertacin democrtica

    entre educador-educando, donde la participacin, la expresin de ideas, en interaccin, en la

    formacin de valores ejemplares de la ciudadana, con convicciones cvicas que desarrollen la

    democracia como modo de vida, como cultura al servicio del Hombre.

    Desde nuestra perspectiva, deliberadamente decimos educar y formar al alumno para sus

    derechos porque creemos que no se trata aqu de ensear un contenido ms, de transmitir cierta

    informacin fctica que puede ser ms o menos desconocida para los estudiantes. No nos

    manejamos con datos de la misma naturaleza de los que, por ejemplo, describen la topografa de

    una regin, la cronologa de un suceso histrico o la organizacin de una regin, la cronologa de

    un suceso histrico o la organizacin de una institucin social.

    De lo que se trata en este caso es de Ir construyendo (en un trabajo que es colectivo y progresa

    histricamente una nueva visin sobre la persona y las relaciones entre las personas basada en la

    dignidad y los derechos que le son inherentes a tos por su condicin humana Creemos pues, que la

  • meta es educar (y educarnos) en esa visin y para llevarla a la prctica. En trminos muy

    concretos, educar en una filosofa de reconocimiento de los derechos humanos y para una prctica

    cotidiana de respeto y defensa de esos derechos.

    Planificacin del Espacio Curricular:

    1 ) Instancias Virtuales

    Momentos de comunicacin virtual, durante los cuales el equipo docente brindar el marco

    terico, el anlisis e interpretacin de los diferentes aspectos y enfoques incluidos en la

    programacin.

    Tutoras:

    Espacio de encuentros para aclarar dudas, profundizar los contenidos o solucionar problemas

    que se le pudieran presentar.

    Evaluacin de los conocimientos construidos:

    La propuesta incluye un Parcial Domiciliario, (en el que se espera la aplicacin de los

    conceptos estudiados, y sobre los cuales se ha efectuado una variada gama de actividades), y

    un Parcial Integrador, individual, a libro cerrado, que constituye una revisin de los

    principales ejes del Espacio Curricular.

    2) Instancias de Auto aprendizaje.

    - Lectura comprensiva de material diseado para el estudio independiente.

    - Resolucin de los trabajos prcticos propuestos en este modulo para la construccin del

    conocimiento.

    Objetivos Generales:

    - Concientizar acerca de la tica la moral y el desarrollo de valores y virtudes humanas.

    - Analizar, comprender e internalizar el valor de la persona, sus derechos, garantas

    constitucionales, la formacin cvica y ciudadana afianzada en la justicia.

    - Reconocer el papel de la libertad y responsabilidad en la construccin de una personalidad moral

    autnoma e ntegra.

    Objetivos Especficos:

  • - Identificar la responsabilidad del educador en la formacin tica

    - Favorecer el reconocimiento, prctica y la incorporacin gradual y progresiva de las virtudes

    ciudadanas para una ciudadana proactiva y participativa .

    - Reflexionar crticamente las formas de organizacin social y

    desarrollar el sentido de solidaridad.

    PROGRAMACION DE CONTENIDOS

    UNIDAD 1: El sentido de las argumentaciones y falacias en la construccin de la tica y

    ciudadana.

    1.1. La lgica y los argumentos. Diferencias, tipos. Importancia para la construccin de un

    pensamiento crtico y autnomo. Las falacias, tipos.

    1.2 El lenguaje. Las funciones bsicas del lenguaje. Las mltiples funciones del discurso. Hablar

    negociar, transmitir. Credibilidad. La transmisin de valores a travs del lenguaje y la

    comunicacin.

    UNIDAD 2: Bases Antropolgicas para la construccin de la tica y la Ciudadana 2.1. La antropologa filosfica: cul es su problema? El concepto de persona. Perspectivas de

    anlisis. Interioridad y unicidad. Conocimiento filosfico del hombre.

    2.2. Etapas histricas: la concepcin en la filosofa griega, en el pensamiento cristiano, en la edad

    moderna, el giro antropolgico. La libertad en el hombre. El aspecto fenomenolgico, metafsico,

    antropolgico.

    UNIDAD 3: LA ETICA Y LA FORMACION ETICA. 3.1. Origen, significado y cometido de la tica. Origen etimolgico. Conceptos fundamentales.

    Obligacin Moral Trascendencia de los valores humanos.

    3.2. Virtudes humanas. Los hbitos. Virtudes humanas fundamentales. Dominio de si.

    3.3 Valores. Funcin de los Valores. Educacin y valores. La educacin como socializacin. La

    educacin moral como clarificacin de valores. La educacin moral como desarrollo. La educacin

    moral como formacin de hbitos virtuosos. Hacia una connotacin del concepto de accin moral.

    Caractersticas y condicionamientos. Libertad, ignorancia, coaccin y responsabilidad moral.

    Desarrollo de la conciencia moral: libertad, autonoma y heteronoma.

  • 4 CONSTRUCCION DE LA CIUDANIA. 4.1 Ciudadano y Ciudadana: conceptualizacin. Formacin Ciudadana en la Escuela. La moral

    democrtica. Los valores y virtudes cvicas. Virtudes Pblicas y Privadas: Austeridad; Veracidad;

    Lealtad; Tolerancia; Perseverancia; Fraternidad; Patriotismo; Abnegacin. Las fuerzas morales.

    4.2 Hacia la construccin de la ciudadana. La participacin democrtica y el pluralismo.

    Pensamiento crtico y solidaridad. La ciudadana participativa.

    4.3 Los Derechos Humanos. Los derechos Humanos como derechos morales universales. Los

    derechos de primera segunda y tercera generacin. La educacin en Derechos Humanos Los

    derechos del nio. Los derechos del hombre. Los tratados e instrumentos internacionales de

    proteccin de los Derechos Humanos: La Declaracin Universal de Derechos Humanos. La

    Declaracin Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. La Convencin Americana sobre

    Derechos Humanos, San Jos de Costa Rica. El Pacto Internacional de Derechos Econmicos,

    Sociales y Culturales adoptado por la Asamblea General de la ONU. Y la Convencin sobre los

    Derechos del Nio.

    UNIDAD 1

    OBJETIVOS:

    - Identificar los diferentes tipos de argumentaciones y falacias como prcticas que se instalan en

    los procesos discursivos en general y en los destinados a la construccin de la tica y ciudadana en

    particular.

    - Distinguir las caractersticas del lenguaje, sus diversas funciones y usos mltiples para posibilitar

    el conocimiento de s mismo y contribuir al cuestionamiento y critica de argumentaciones falaces.

    Introduccin

    Desde nuestra perspectiva analtica, siguiendo el planteo de Cullen (1998), la tica es una

    disciplina cognitiva que puede argumentar racionalmente y la ciudadana es una categora

    codisciplinar racional. Esto implica que propongamos como insustituible en cualquier espacio

    de formacin tica y ciudadana el estudio de las argumentaciones y el dilogo argumentativo.

    Su estudio proporciona elementos para pensar las diferentes argumentaciones que se instalan

    en las prcticas discursivas en general, y en las prcticas para la construccin de la tica y la

  • ciudadana en particular. El conocimiento de los diversos tipos de argumentos y de las falacias

    contribuye a la superacin y construccin crtica del pensamiento.

    Ese es el propsito de los apartados destinados a los diferentes modos de argumentar y las

    distintas formas de falacias que se pueden cometer.

    Un tema que resulta imprescindible tratar en este primer captulo, es sin duda, el lenguaje y

    sus funciones. Las razones resultan de una doble cuestin: en primer lugar porque el lenguaje

    es la matriz a partir de lo cual se construyen los conocimientos, se aprende a vivir, a convivir

    con los dems y a conocerse a s mismo; y, en segundo lugar porque el conocimiento de los

    mltiples usos del lenguaje permite advertir su flexibilidad y contribuye a la critica, al

    cuestionamiento de ciertas argumentaciones y a evitar incurrir en falacias. Ese es el propsito

    de los apartados destinados a su tratamiento.

    Qu entendemos por Lgica y Argumentos?

    Desde nuestra perspectiva analtica, como decamos en la introduccin, su estudio proporciona

    elementos para pensar en torno a las diferentes argumentaciones que operan en las prcticas

    discursivas en general, y en las prcticas para la construccin de la ciudadana en particular. El

    conocimiento de los distintos tipos de argumentos y de las falacias ayuda en el proceso de

    superacin del pensamiento ingenuo y en la construccin del pensamiento y/o actitud crtica.

    Ahora s podemos comenzar con lo estrictamente atinente a este apartado: El trmino lgica

    proviene del vocablo griego logos que significa palabra, discurso, tratado. Filosficamente implica

    lo inteligible, por una parte se refiere a aquello que de inteligible tienen las cosas y, por otra, a

    aquello que hace inteligible a las cosas.

    El objetivo de la lgica es el pensamiento mismo. Estudia el instrumento que tiene la persona

    humana para llegar al conocimiento. En trminos generales podemos sealar que la lgica es la

    ciencia que estudia los mtodos y los principios usados para distinguir el razonamiento correcto

    del incorrecto. Naturalmente esta definicin no pretende afirmar que slo es posible razonar

    correctamente si se ha estudiado lgica. Sostener esto sera tan errneo como pretender que slo

    es posible correr bien si se ha estudiado fsica y la fisiologa necesarias para la descripcin de esta

    actividad.

    A los lgicos les interesa cuestiones tales como: la conclusin a la que se ha llegado deriva de las

    premisas usadas o afirmadas?, es decir, qu relacin existe entre una conclusin y los hechos que

    se aportan para fundamentarla? Si la conclusin se desprende de las premisas, esto es, si las

  • premisas constituyen un fundamento o una buena evidencia de la conclusin, de manera que

    afirmar la verdad de las premisas garantiza la afirmacin de que tambin la conclusin es

    verdadera, entonces el razonamiento es correcto; caso contrario es incorrecto. La distincin entre

    razonamiento correcto e incorrecto es el problema del cual se ocupa la lgica.

    Podramos sintetizar sealando que la lgica se ocupa de la inferencia vlida y de la definicin

    precisa de los trminos empleados en la inferencia.

    Entendemos por inferencia el razonamiento que va desde un conjunto de creencias a un segundo

    conjunto. Si se hace verbalmente decimos que es un argumento. Si una inferencia no la hacemos

    explcita, es decir, no la convertimos en argumento, no puede ser sometida al anlisis lgico. En

    este sentido, la lgica es un elemento importante en la solidez de la evidencia que enlaza las

    premisas con las conclusiones de los argumentos.

    Ahora bien, qu es un argumento? Comencemos por sealar que dar un argumento significa

    ofrecer un conjunto de razones o de pruebas en apoyo de una conclusin. Aqu, un argumento no

    es simplemente la afirmacin de ciertas opiniones, ni se trata simplemente de una disputa. Los

    argumentos son intentos de apoyar ciertas opiniones con razones (Weston, 2003). En este

    sentido, el argumento es esencial, en primer lugar, porque es una manera de tratar de informarse

    acerca de qu opiniones son mejores que otras. No todos los puntos de vista son iguales.

    Algunas conclusiones pueden apoyarse en buenas razones, otras tienen un sustento mucho ms

    dbil. Pero a menudo desconocemos cul es cul, la tarea es brindar argumentos a favor de las

    diferentes conclusiones y luego valorarlos para considerar cun fuertes son realmente. Esto

    supone indagar, supone conocer ms acerca de algo. Argumentar es importante tambin por una

    segunda razn. Una vez que hemos llegado a una conclusin bien sustentada en razones, la

    explicamos y la defendemos mediante argumentos. Un buen argumento no es una mera

    reiteracin de las conclusiones, es ofrecer pruebas y razones que la sostengan. Muchos

    estudiantes, invitados a argumentar a favor de sus opiniones respecto a determinada cuestin,

    sealan afirmaciones elaboradas por otros, pero no ofrecen ninguna autntica razn para pensar

    que sus propias opiniones son las correctas.

    Argumentar implica la tarea de aprender a pensar por s mismos, a formar opiniones de una

    manera responsable. Implica tambin, brindar fundamentos de nuestras creencias, cuestionar

    nuestras propias creencias, ponerlas a prueba y defender nuestros propios puntos de vista.

    Atencin

  • Componiendo un argumento: premisas y conclusiones

    El primer paso para argumentar es preguntar: qu estoy tratando de probar?; cul es mi

    conclusin? Recuerde que la conclusin es la afirmacin a favor de la cual usted est dando

    razones. Las afirmaciones mediante las cuales se ofrecen razones son llamadas premisas.

    Considere esta afirmacin de Winston Churchill:

    sea optimista, no resulta de mucha utilidad ser de otra manera.

    ste es un argumento porque Churchill est dando una razn para ser optimista: su premisa es:

    no resulta de mucha utilidad ser de otra manera.

    La premisa y la conclusin presentada es bastante obvia, pero hay otros argumentos en que

    pueden no ser tan obvias. Veamos uno:

    un perro estaba en los establos, y, sin embargo, aunque alguien haba estado all y haba sacado

    un caballo, no haba ladrado ( .). Es obvio que el visitante era alguien a quin el perro conoca

    bien.

    En este argumento se advierten dos premisas, una explcita: el perro no ladr al visitante. La

    otra es un hecho general implcito que presupone que conocemos: los perros ladran a los

    desconocidos. Estas dos premisas juntas implican la conclusin: que el visitante no era un

    desconocido.

    Cmo argumentar?

    a) Una secuencia natural

    Exponer un argumento no implica necesariamente comenzar con las premisas para llegar a la

    conclusin, puede resultar apropiado comenzar por la conclusin seguida de sus propias razones.

    En cualquier caso, las ideas deben expresarse en un orden de modo que la lnea de pensamiento

    se muestre de la forma ms natural.

    Consideremos este argumento corto de Bertrand Russell: los males del mundo se deben tanto a

    los defectos morales como a la falta de inteligencia. Pero la raza humana no ha descubierto hasta

    ahora ningn mtodo para erradicar los defectos morales. La inteligencia, por el contrario, se

    perfecciona fcilmente mediante mtodos que son conocidos por cualquier educador

    competente. Por lo tanto, hasta que algn mtodo para ensear la virtud haya sido descubierto, el

    progreso tendr que buscarse a travs del perfeccionamiento de la inteligencia antes que del de

    la moral1.

    En este pasaje, cada afirmacin conduce naturalmente a la siguiente. Russell comienza sealando

    las dos fuentes del mal en el mundo: los defectos morales y la falta de inteligencia. A

  • continuacin, afirma que desconocemos cmo corregir los defectos morales, pero que se sabe

    como corregir la falta de inteligencia. Seguidamente, la expresin por lo tanto indica claramente

    su conclusin: el progreso tendr que llegar mediante el perfeccionamiento de la inteligencia.

    b) La fiabilidad de las premisas

    Es importante la fiabilidad de las premisas porque an si el argumento es vlido, esto es, la/s

    premisa/s conduce/n a la conclusin, si las premisas son dbiles, la conclusin lo ser tambin.

    Veamos un ejemplo: nadie en el mundo es realmente feliz. Por lo tanto, parece que los seres

    humanos no estn hechos para alcanzar la felicidad.

    La premisa de este argumento es la afirmacin de que nadie en el mundo es realmente feliz. Esta

    premisa necesita al menos alguna justificacin, y es muy probable que no sea precisamente

    verdadera. De modo que este argumento no puede mostrar que los seres humanos no estamos

    hechos para alcanzar la felicidad.

    Un buen argumento es aqul que asienta sus conclusiones en premisas fiables. Esto implica un

    conocimiento seguro acerca de la fiabilidad de cada premisa lo cual implica a su vez la necesidad

    de conocer ms sobre la cuestin de que se trata para poder brindar aclaraciones cortas a favor de

    la premisa misma.

    Con esto, queremos sealar tambin la necesidad de que los trminos empleados en las premisas

    deben ser concretos, es decir, no generales, vagos o abstractos, evitando un lenguaje en que la

    nica finalidad sea la de influir en las emociones del lector u oyente, y usando trminos que tengan

    el mismo significado en todo el argumento y no sean ambiguos. Una manera de evitar la

    ambigedad es definir cuidadosamente cualquier trmino clave que se introduzca en la

    argumentacin. Tambin puede ser necesario definir trminos especiales o palabras tcnicas.

    1 Skeptical Essays, Allen and Unwin, 1977, p. 127.

  • Espacio de Aplicacin

    ACTIVIDAD 1

    1.- Repase los puntos centrales hasta aqu analizados

    2.- Una vez que tenga clarificadas ciertas ideas, lea el siguiente argumento:

    Si Usted estudia otras culturas, entonces comprender que hay una diversidad de costumbres

    humanas. Si comprende que hay una diversidad de costumbres humanas, entonces cuestionar sus

    propias costumbres. Si cuestiona sus propias costumbres, entonces se volver ms tolerante. Por lo

    tanto, si usted estudia otras culturas, entonces se volver ms tolerante

    3.- Responda: cules son las premisas?; cul la conclusin?

    4.- El argumento est correctamente formulado? Tanto si es s como si es no, fundamente.

    Falacias

    Las falacias son errores en los argumentos, es decir, argumentaciones incorrectas. Algunos

    argumentos son tan obviamente incorrectos que no engaan a nadie. En el estudio de la lgica se

    acostumbra reservar el nombre de falacia a aquellos razonamientos que, aunque incorrectos, son

    psicolgicamente persuasivos. Por lo tanto, definimos falacia como una forma de razonamiento

    que parece correcta, pero resulta no serlo cuando se la analiza cuidadosamente. El estudio de

    estos razonamientos es provechoso, pues la familiaridad con ellos y su comprensin impedir que

    seamos engaados.

    A veces, se cometen falacias cuando se viola alguna regla de los buenos argumentos. En este caso,

    para entender una falacia hace falta entender cul es la regla que viola. Veamos estos dos tipos en

    el punto que sigue:

    Dos grandes falacias

    Uno de nuestros errores ms comunes es extraer conclusiones de una muestra demasiado

    pequea. Por ejemplo: si el primer italiano que encuentro tiene un temperamento vehemente,

    espero que todos los italianos tengan un temperamento vehemente.

    No se puede extraer la conclusin de que todos los estudiantes son indisciplinados, basndose

    en uno o en pocos casos, de una o pocas escuelas del radio urbano de Santiago del Estero. Esta es

    la falacia de la generalizacin a partir de una informacin incompleta.

  • Es fcil apreciar este error cuando otros lo cometen, y ms difcil ver cuando uno es quin lo hace.

    Tengamos en cuenta las siguientes reglas para no cometer falacias de este tipo en nuestros

    argumentos: o no se puede extraer una conclusin de todo el colectivo, basada en uno o en unos

    pocos casos. o la conclusin de un colectivo debe basarse en ejemplos representativos.

    o se debe buscar informacin de trasfondo, basado en una muestra lo suficientemente grande

    teniendo en cuenta el tamao del colectivo.

    Una segunda falacia comn es el olvido de alternativas.

    Esta falacia se comete en los casos en que se sospecha que dos sucesos A y B estn

    correlacionados. Pero, de esto no se sigue que A causa a B. Puede que en realidad sea B que cause

    a A; o alguna otra cosa podra causar a A sin que sea B; o alguna otra cosa podra causar a ambos

    (A y B); o puede que A y B no estn causalmente relacionados.

    Examinemos un argumento acerca de las causas:

    Una buena manera de evitar la desercin escolar es posibilitar la participacin de los padres en

    los procesos de enseanza aprendizaje, porque las estadsticas demuestran que el compromiso de

    los padres con los procesos de enseanza evitan la desercin escolar de los hijos.

    En este argumento olvidamos de sopesar otras alternativas tales como el nivel de instruccin de

    los padres; el nivel socio econmico de los padres; el trabajo infantil; la capacitacin de los

    docentes; las condiciones didcticas de los maestros; etc. Si bien las estadsticas pueden

    demostrar una correlacin positiva entre el compromiso de los padres con los procesos de

    enseanza aprendizaje y la desercin escolar, no siempre necesaria y suficientemente una cosa

    causa la otra, en algunas circunstancias ambas cosas pueden estar causadas por otra y, en otras,

    ambas cuestiones pueden no estar relacionadas.

    Tengamos presente la siguiente regla: o una causa no es necesariamente la causa de un suceso.

    No se debe generalizar excesivamente a partir del hecho de que se haya encontrado una causa,

    otras causas pueden ser ms probables

    En cuestiones ticas tambin tendemos a olvidar alternativas.

    Decimos: que el feto es un ser humano con todos los derechos que tiene todo ser humano, o que

    es un pedazo de tejido sin ninguna importancia moral. Decimos: o bien que cualquier uso de un

    producto animal es equivocado, o que cualquiera de los usos actuales es aceptable. Una vez ms,

    no obstante y seguramente hay otras posibilidades.

    Entonces, tengamos en cuenta la siguiente regla: o al argumentar aumente el nmero de

    opciones que examine, no las disminuya

  • * nfasis: Se comete la falacia del nfasis en un razonamiento cuya naturaleza engaosa y carente

    de validez depende de un cambio o una alteracin en el significado. La manera en que los

    significados cambian en este tipo de falacia depende de las partes de l que se destaquen o

    recalquen. Es indudable que algunos enunciados adquieren significados completamente diferentes

    segn las diferentes palabras que se subrayen.

    En general, podemos sealar que las falacias son trampas en las que cualquiera de nosotros puede

    caer en nuestro razonamiento. La familiaridad con estos errores y la habilidad para indicarlos y

    analizarlos pueden impedir que seamos engaados por ellos. No hay ningn modo seguro para

    evitarlas

    Espacio de Aplicacin

    ACTIVIDAD 1

    1.- Tome cualquier texto, recorte de diario, folleto, artculos de su inters. A continuacin repase

    el contenido de falacias y,

    2.- Reconozca, y posteriormente analice cada una de las falacias que all encuentre.

    3.- Luego, identifique desde su prctica docente, uno o varios argumentos que construye.

    EL LENGUAJE

    Funciones bsicas del lenguaje.

    El anlisis de los usos del lenguaje es importante en un doble sentido. En primer lugar, porque el

    lenguaje es la matriz bsica de la socializacin educativa ya que es el medio privilegiado donde se

    construyen los conocimientos y, es en consecuencia el operador bsico de los procesos

    educativos. Aprender a hablar es educarse mediante la construccin social de lo real, que la lengua

    misma opera (Berger y Luckman, 1991; Giddens, 1995). En este sentido, el lenguaje y el

    conocimiento son los dos grandes operadores de la educacin, mediante los cuales se aprende a

    vivir, a convivir con los dems y a conocerse a s mismo, adicionalmente, a travs del lenguaje, la

    educacin se convierte en el campo socialmente especializado de la transmisin cultural

    controlada (Bernstein, 1994).

    En segundo lugar, el anlisis de los usos del lenguaje, nos permitir conocer, como decamos en

    prrafos precedentes, la flexibilidad del lenguaje y su multiplicidad de usos para impedir que

    confundamos una exhortacin a aceptar y aprobar una cierta conclusin, con un razonamiento

  • destinado a demostrar que esta conclusin es verdadera. Es decir, para evitar cometer falacias de

    atinencia especialmente.

    Ahora s pasemos a analizar los usos del lenguaje: Un uso muy importante es comunicar

    informacin. Por lo comn, esto se realiza mediante la formulacin y la afirmacin (o negacin) de

    proposiciones. Del lenguaje usado para afirmar o negar proposiciones, o para presentar

    razonamientos, se dice que cumple una funcin informativa.

    En este contexto, usamos la palabra informacin de modo que incluya tambin la mala

    informacin, o sea tanto las proposiciones falsas como las verdaderas, tanto los razonamientos

    correctos como los incorrectos. El discurso informativo es usado para describir el mundo y para

    razonar acerca de l. Que los presuntos hechos descriptos sean o no importantes, sean generales

    o particulares, no interesa. En todos los casos, el lenguaje con que se los describe o se trasmite

    algo acerca de ellos es usado informativamente.

    Adems del informativo, podemos distinguir otros dos usos o funciones bsicos del lenguaje, a los

    que nos referiremos como el uso expresivo y el uso directivo. As como la ciencia nos ofrece los

    ejemplos ms claros de discurso informativo, la poesa nos suministra los mejores ejemplos del

    lenguaje que cumple una funcin expresiva. El propsito del poeta es comunicar, no conocimiento,

    sino sentimientos y actitudes. El verso no fue escrito para transmitir ninguna informacin, sino

    para expresar ciertas emociones que el poeta experimenta muy agudamente y para despertar en

    el lector sentimientos similares. El lenguaje tiene una funcin expresiva cuando se lo usa para dar

    expansin a sentimientos y emociones, o para comunicarlos.

    Sin embargo, no todo lenguaje expresivo es potico. Expresamos pena exclamando: Qu

    desgracia!, y entusiasmo voceando: Magnfico! El poeta expresa sus emociones complejas y

    concentradas en un soneto o en alguna otra forma de poesa. Todos estos son usos no dirigidos a

    comunicar informacin, sino a expresar emociones, sentimientos o estados de nimo. El discurso

    expresivo, como tal, no es verdadero ni falso. Si alguien quiere aplicar solamente criterios de

    verdad o falsedad, de correccin o incorreccin a un discurso expresivo tal como un poema,

    juzgar errneamente y perder mucho de su valor.

    La expresin puede ser descompuesta en dos componentes. Cuando una persona se maldice a s

    misma en momentos que est sola, cuando un poeta escribe poemas que no muestra a nadie o

    cuando un hombre ora en la soledad, su lenguaje expresa o revela su propia actitud pero no est

  • destinado a despertar una actitud similar en algn otro. Por otro lado, cuando un orador trata de

    instar a su auditorio, no a la accin, sino a que comparta su entusiasmo; cuando una multitud

    vitorea a su equipo deportivo preferido, el lenguaje usado no solamente pone de manifiesto las

    actitudes de los que hablan, sino que pretende tambin despertar las mismas actitudes en sus

    oyentes. El discurso expresivo, entonces, se usa ya sea para manifestar los sentimientos del que

    habla o para despertar ciertos sentimientos en el auditorio. Por supuesto que puede ser usado

    simultneamente para ambos fines.

    El lenguaje cumple una funcin directiva cuando se lo usa con el propsito de originar (o impedir)

    una accin manifiesta. Los ejemplos ms claros de discursos directivos son las rdenes y los

    pedidos. Cuando una madre indica a su pequeo que se lave las manos antes de comer, no

    pretende comunicarle ninguna informacin, ni tampoco manifestar o despertar alguna emocin

    particular. Su lenguaje est dirigido a obtener resultados, a provocar una accin del tipo indicado.

    Cuando la misma seora pide al almacenero que le mande ciertas mercaderas a su casa, est

    usando nuevamente el lenguaje de manera directiva para motivar o causar una accin. Plantear

    una pregunta es, por lo comn, pedir una respuesta y debe clasificarse tambin como discurso

    directo. La diferencia entre una orden y un pedido es bastante sutil, pues cualquier orden puede

    traducirse en una solicitud agregando palabras por favor, o mediante cambios adecuados del

    tono de voz o en la expresin facial.

    En su forma crudamente imperativa, el discurso directivo no es verdadero ni falso. Una orden como

    cierre la ventana no puede ser verdadera ni falsa en ningn sentido literal. Que la orden sea o no

    obedecida, ello no afecta ni determina su valor de verdad, pues no tiene ningn valor de verdad.

    Podemos no estar de acuerdo acerca de si una orden ha sido o no obedecida; podemos diferir en

    cuanto a saber si una orden debe ser o no obedecida; pero nunca podemos diferir acerca de si

    una orden es verdadera o falsa, pues no puede ser ninguna de ambas cosas. Sin embargo, las

    rdenes tienen ciertas propiedades que presentan alguna analoga con la verdad o falsedad del

    discurso informativo: son las cualidades de ser razonables o adecuadas, y no razonables o

    inadecuadas. Y los problemas relativos a la adecuacin de las rdenes pueden plantearse y

    resolverse por mtodos que se hallan estrictamente dentro del mbito de la lgica.

    Las mltiples funciones del discurso

    En la seccin precedente, los ejemplos presentados eran casos qumicamente puros de los tres

    tipos bsicos de comunicacin. La triple divisin propuesta es esclarecedora y muy valiosa, pero no

    se la puede aplicar mecnicamente, porque casi toda comunicacin ordinaria probablemente

  • combine, en mayor o menor medida, los tres usos del lenguaje. As por ejemplo, un poema, que es

    fundamentalmente un tipo de discurso expresivo, puede tener una moraleja y por lo tanto ser

    tambin un requerimiento al lector (o al oyente) para que observe un cierto tipo de vida, y puede

    tambin contener una cierta cantidad de informacin por otra parte. Si bien un sermn es de

    carcter predominantemente directivo, ya que trata de provocar determinadas acciones por parte

    de los miembros de la congregacin (por ejemplo, que abandonen sus malas costumbres o que

    contribuyan con dinero al sostn de la iglesia), tambin puede manifestar y despertar

    sentimientos, cumpliendo as una funcin expresiva, o incluir alguna informacin al comunicar

    ciertos hechos. Un tratado cientfico, que es esencialmente informativo, puede revelar algo del

    propio entusiasmo del autor, con lo cual desempea una funcin expresiva, y puede tambin, al

    menos implcitamente, cumplir alguna que otra funcin directiva al invitar quizs al lector a que

    verifique independientemente la conclusin del autor. La mayora de los usos ordinarios del

    lenguaje son mixtos.

    No siempre es resultado de una confusin por parte del que habla el que su lenguaje cumpla

    funciones mixtas o mltiples. Lo que ocurre, ms bien, es que la comunicacin efectiva exige cierta

    combinacin de funciones. Pocos de nosotros nos encontramos, unos con respecto a otros, en la

    relacin de padre a hijo o de patrn a empleado. Y fuera el contexto de relaciones formales tales

    como stas, no podemos tener la esperanza de ser obedecidos con solo emitir una orden. Por

    consiguiente, debemos emplear ciertos rodeos; una orden descarnada provocara antagonismo o

    resentimiento y frustrara su propio objetivo. No podemos provocar una accin profiriendo

    simplemente un imperativo: es necesario utilizar un mtodo ms sutil para estimular la accin

    deseada. Puede decirse que toda accin obedece a causas muy complejas. El anlisis de las

    motivaciones corresponde ms a un psiclogo que a un lgico pero es de conocimiento comn

    que, habitualmente, las acciones son el resultado de deseos y creencias.

    Algunos estudiosos del lenguaje han sugerido que el discurso sirve a ms de estas tres funciones

    distintas. Sin embargo, es posible considerar cualquier otra funcin como una mezcla o

    combinacin de dos o quiz de los tres usos bsicos que hemos distinguido aqu. La ms

    importante de estas otras funciones ha sido llamada con frecuencia la funcinceremonial del

    lenguaje. Dentro de esta categora se incluyen muy diferentes tipos de grases, que van desde los

    saludos corrientes hasta los discursos mas ampulosos de una ceremonia matrimonial, los

    documentos de Estado y los ritos verbales realizados en las festividades religiosas por las casas de

    culto. Pero puede considerrselos a todos como mezclas de discurso expresivo y directivo. Ms que

  • como un gnero completamente diferente y nico. Por ejemplo, los saludos ceremoniales comunes

    y la charla de las reuniones sociales sirven al propsito de manifestar y estimular la buena

    voluntad y la sociabilidad. Para algunos quiz sirva tambin al propsito directivo de hacer que sus

    oyentes acten de cierta y determinada manera, que patrocinen los negocios del que habla, que le

    ofrezcan empleo o que lo inviten a almorzar. Por otra parte, el lenguaje imponente de la

    ceremonia matrimonial est dirigido a destacar la solemnidad de la ocasin (su funcin expresiva)

    y tambin a instar al novio y a la novia a que desempeen sus nuevos papeles con una elevada

    apreciacin de la seriedad del contrato matrimonial (su funcin directiva).

    Merecen destacarse tambin entre las funciones del lenguaje la de negociar. Hablar es negociar.

    En esta premisa se fundamentan hoy las nuevas tcnicas de facilitacin y resolucin adecuada de

    conflictos donde un tercero imparcial acerca a la partes en orden de llegar a un acuerdo pudiendo

    emitir su opinin, no vinculante, tanto en una reunin conjunta, como en una privada, es decir

    traspone el marco de la reunin privada para expresarse aun en presencia de ambas partes. Es la

    gestin de procesos que permite el dialogo y el libre intercambio de ideas. Consiste

    principalmente en promover ese intercambio, de manera que todos sean escuchados y

    comprendidos en sus respectivos puntos de vista. Este proceso de intercambio de valores se

    denomina NEGOCIACION POR INTERESES.

    La NEGOCIACION POR INTERESES (NPI), o tambin denominada N.V.A o WIN WIN BARGAINING,

    alienta la armona y la cooperacin de las partes y es una herramienta esencial de la facilitacin.

    La N.P.I tiene un mtodo propio que la sustenta y una estructura lgica de la que se desprende su

    elevado porcentaje de xito, esta estructura est dada por la diferenciacin entre la denominada

    POSICION y el INTERES. Es bueno diferenciar entonces entre:

    POSICIN: que es la postura, la fundamentacin que da una parte, del denominado

    INTERES: que es la necesidad subyacente, es el deseo, la aspiracin de la parte.

    Tiene distintas clasificaciones que atienden a la causal de su existencia, por ejemplo: intereses

    colectivos, sectoriales, polticos, econmicos, financieros.

    Esta claro que, negociar, significa ponerse de acuerdo, etimolgicamente hablando, el negocio es

    el comercio. Comerciar es extraer una determinada ganancia, por ambos lados, a partir del

    intercambio de bienes servicios.

    El problema fundamental de la negociacin se halla en el equilibrio del intercambio. Cuando lo

    ofrecido y lo que se demanda estn equilibrados, la negociacin no deber ser conflictiva, cuando,

  • por el contrario, la valoracin de las dos partes no coincide, se produce un proceso conflictivo que

    debe ser resuelto para proseguir, para que el intercambio se produzca.

    Negociar tambin es, bsicamente, hablar. Esto puede parecer una reduccin del propio concepto

    de negociacin, pero no es as. El ser humano habla, comunica ideas, sentimientos, conocimientos,

    por los mecanismos naturales de transmisin de seales y signos. Cuando las personas hablan

    estn transmitindose mensajes que repercuten. A esto se llama negociar. En un sentido muy

    inicial, muy primario, pero que representa el fundamento de todo proceso comunicativo se puede

    asegurar que todo hablar es negociar.

    Cuando hablamos esperamos que el receptor entre en nuestro mensaje, repercuta, repercutir

    sobre el receptor es interesarle en un tema propio de su incumbencia, sin generarle situaciones

    violentas y no intentando convencerle.

    El negocio es que la repercusin (deseo mo) interese (deseo del otro). Una negociacin que

    no incida de forma clara en los trminos de repercusin e inters que se han definido, puede

    generar dificultades tales como: falta de confianza, olvido, tensiones, y esta falta de confianza

    lleva a concluir que una negociacin eficaz est basada en la credibilidad de los negociadores.

    El concepto credibilidad es, al tratar los temas relacionados con la comunicacin, uno de los

    aspectos ms complejos de definir. La credibilidad de un comunicador, es una categora subjetiva

    que le otorga el otro comunicador, es decir aquel con quien se est hablando. Credibilidad

    quiere decir que para el (receptor) la fuente de emisin de datos es fiable, se confa en ella, no

    se la considera como una posibilidad de engao o confusin, la fuente de emisin tiene, en s

    misma o por lo que representa, la garanta de sinceridad. Entonces con la base de la sinceridad

    aceptada por las partes, la credibilidad es directamente proporcional a los conocimientos o

    capacidades que los comunicantes.

    Espacio de Aplicacin

    ACTIVIDAD 3

    1.- En cada uno de los siguientes pasajes, cules son las funciones del lenguaje que con mayor

    probabilidad se intenta llenar?

    Despus de la libertad y la justicia, viene en importancia la educacin popular, sin la cual no

    puede mantenerse de manera permanente ninguna libertad y ninguna justicia.

  • La guerra aplasta con su taln sangriento toda justicia, toda felicidad y todo lo que es similar a

    Dios en el hombre. En nuestra poca no puede haber paz que no sea honorable; por tanto no

    puede haber guerra que no sea deshonrosa.

    El lenguaje es el arsenal del espritu humano y contiene al mismo tiempo los trofeos de su pasado

    y las armas de sus futuras conquistas.

    Un poco de filosofa inclina el espritu del hombre al atesmo; pero la profundizacin de la

    filosofa lo lleva a la religin.

    Los ltimos resultados de investigaciones cientficas han demostrado de que con ms educacin

    es posible precaverse del desempleo.

    La educacin es un proceso ligado al control del poder social y a su lucha por la hegemona a fin

    de conseguir bases amplias de consenso y legitimidad

    Bibliografa Consultada

    - Alchourrn, C. y E. Bulygin (1995), Anlisis lgico y derecho, Centro de Estudios

    Constitucionales, Madrid

    - Atienza, M. (1993), Tras la justicia, Ariel, Barcelona, Espaa.

    - Berger, P. y Luckman, T. (1991), La construccin social de la realidad; Amorrortu, Argentina.

    - Coll, C. (1991), Aprendizaje escolar y construccin del conocimiento, Paids, Espaa.

    - Cullen, C. (1996) Autonoma moral, participacin y cuidado del otro: Bases para un currculo de

    formacin tica y ciudadana, Novedades Educativas, Argentina.

    - Cullen, C. (1998), Hacia una didctica para la enseanza de la tica y ciudadana, en Revista

    Novedades Educativas, ao 8 N 69, Argentina.

    - Copi, I. (1992) Introduccin a la lgica, Universitaria de Buenos Aires, Argentina.

    - Pereda, C. (1990), Qu es una falacia?, en Argumentacin y Filosofa,

    Universidad Autnoma Metropolitana, Mxico.

    - Trilla, J. (1992), El profesor y los valores controvertidos, Paids,

    Barcelona, Espaa.

    - Weston, A. (2003), Las claves de la argumentacin, Ariel, Argentina.

    - Diaz Viviana, (2009) Negociacin en Conflicto Unidad I material de estudio Maestra en

    Derecho del Trabajo y Relaciones Laborales Internacionales Universidad de Tres Febrero

    Argentina.

  • UNIDAD 2

    OBJETIVOS:

    -Reconocer que la formacin tica y ciudadana constituye un campo de saberes prcticos y que la

    antropologa filosfica brinda un marco referencial que posibilita la reflexin acerca de dichas

    prcticas.

    -Identificar distintas modalidades de entender el concepto de libertad desde variados marcos

    conceptuales y desde la historicidad humana.

    ndice

    Introduccin.

    Bases antropolgicas para la construccin de la tica y la ciudadana.

    La antropologa filosfica: Cul es su problema. Otro aspecto a tener presente: el concepto de

    persona. Perspectivas de anlisis. Algunas caractersticas especficas del hombre: interioridad y

    unicidad.

    Qu sabemos del hombre.

    Conocimiento filosfico del hombre: etapas histricas. La concepcin en la filosofa griega.

    La concepcin en el pensamiento cristiano. La concepcin en el pensamiento de la edad moderna.

    El giro antropolgico.

    El hombre como ser persona: propiedades esenciales.

    La libertad en el hombre. El aspecto fenomenolgico. El aspecto metafsico. El aspecto

    antropolgico.

    Introduccin

    Hemos tomado una opcin, pensar al Seminario de formacin tica y ciudadana como un rea

    especfica de problemas. Un rea de conocimientos y valores que lo fundan. Esta manera de

    concebirlo tiene como supuesto subyacente la necesidad de establecer una distincin entre un

    campo propio y especfico de la filosofa, que es el de los saberes prcticos, y otro campo diferente

    y de otra naturaleza que es el de los saberes tericos. Por eso una teora de antropologa filosfica

    sobre el objeto de estudio que construiremos, es necesaria como marco referencial y categorial

    para posibilitar la reflexin sobre los principios y fundamentos de la tica y la ciudadana que se

    construyen por las prcticas sociales.

    De all que sea imprescindible la organizacin de un conjunto de conceptos que hacen a las bases

    antropolgicas para la construccin de la tica y la ciudadana. Ese es el propsito del primer

    apartado.

  • Desde este hilo conceptual conductor un aspecto que no puede faltar es el concepto de persona y

    sus dimensiones, as como los referidos a la interioridad y unicidad del hombre. Ese es el propsito

    del segundo apartado.

    Para poder comprender lo que es el hombre desde el punto de vista filosfico fue necesario

    adentrarnos en las etapas histricas que fueron conformando distintas concepciones de l. As

    contemplamos la concepcin desde la filosofa griega, desde el pensamiento cristiano, desde el

    pensamiento de la edad moderna hasta llegar al giro antropolgico contemporneo. Otra de las

    cuestiones que era imprescindible presentar se refiere al concepto de libertad mirado desde la

    dimensin fenomenolgica, metafsica y antropolgica.

    Bases antropolgicas para la construccin de la tica y la ciudadana. La antropologa filosfica: Cul es su problema? La disciplina que responde a la pregunta precedentemente sealada es la antropologa filosfica o

    filosofa del hombre. Hagamos un recorrido conceptual para entender de qu estamos hablando.

    M. Heidegger la entiende como la ciencia del hombre que investiga todo lo que puede saberse

    acerca de su naturaleza, en cuanto ser dotado de cuerpo, alma y espritu, y de todo lo que el

    hombre, como ser actuante, hace de s mismo. M. Scheler, por su parte, sostiene que la

    antropologa filosfica se ocupa lo que el hombre es y qu lugar y puesto ocupa dentro de la

    totalidad del ser, del mundo y en Dios. Aos ms tarde, otro antroplogo, J. Y. Jolif, convierte la

    antropologa filosfica en bsqueda de la esencia humana y de su fundamento ontolgico. Por eso

    la define como la ciencia que se interroga sobre la verdad del hombre en virtud de la misma

    preocupacin que la lleva a asegurarse crticamente de su fundamento.

    Entre nosotros hay quienes ven tambin en la antropologa filosfica un discurso autnomo que

    da razn de la pregunta por el hombre, no como narracin descriptiva de lo que es el hombre, sino

    como reflexin filosfica que explicita el logos humano, haciendo del hombre el ente seor de los

    entes, en lugar de pastor del ser.

    Al decir de Jorge V. Arregui y Jacinto Choza la antropologa filosfica es, por tanto, el saber

    que tiene por objeto al hombre y que, a tenor del grado actual de desarrollo de las diversas

    disciplinas antropolgicas, se constituye como una sntesis en el plano filosfico de los

    conocimientos aportados por las ciencias biolgicas, humanas y sociales, lo que en ltimo

    trmino significa una comprensin metafsica de cuanto las ciencias positivas han aportado al

    conocimiento del ser humano.

  • Segn Coreth, el punto de partida y de llegada as como el hilo conductor de una antropologa

    autnticamente filosfica est constituido por la propia autocomprensin del hombre. La

    antropologa filosfica encuentra en la autocomprensin humana, en cuanto comprensin

    propia del hombre, el objeto y el sujeto de su tarea explanativa, la cual consiste en la

    obtencin de una comprensin especfica de lo que el hombre es. El modo propio humano de

    comprenderse representa as la experiencia originaria del hombre: se trata de un a priori

    concreto y de una pre comprensin. El rpido muestreo que acabamos de hacer manifiesta

    bien a las claras la dificultad de definir la antropologa filosfica propiamente. El problema

    surge a la hora de lograr la unidad sistemtica de los diversos aspectos y dimensiones del ser

    humano y, sobre todo, de determinar el grado ontolgico de los mismos. En un proceso de

    esta ndole es casi imposible distinguir entre lo emprico y lo filosfico. A ello contribuyen dos

    factores: la carencia de una idea unitaria previa del ser humano y la disparidad de los

    resultados de las ciencias humanas, que, como deca M. Scheler, ocultan la esencia del

    hombre mas que la iluminan. El misterio del hombre presenta una doble faz que no puede

    contemplarse independientemente.

    Espacio de Reflexin

    El hombre es indisolublemente esencia y existencia, naturales y biografa, cuyo conocimiento

    conjunto es harto difcil y complicado de modo que algunos filsofos lo cuestionan

    seriamente. A pesar de todo y aunque el logos o razn formal del ser humano se cumple de

    forma pluriforme y distendida en el tiempo y en el espacio, no por ello pierde su unidad

    esencial que lo hace capaz de conocimiento universalmente vlido a nivel filosfico.

    Dado que es posible el anlisis del yo humano a nivel filosfico desde el conjunto de sus relaciones

    con otras realidades tanto en su actividad cientfica como histrica, esttica, religiosa y cultural, as

    como en su conducta tica y poltica hay que convenir en que la antropologa filosfica es posible y

    necesaria. Ni en la ciencia ni en la antropologa general se dice todo del hombre. La misma filosofa

    necesita de la antropologa filosfica, puesto que, como ensea Gusdorf, en la base de toda

    especulacin se encuentra la justificacin de la existencia humana. Por el camino del

    comportamiento integral es posible llegar a la entraa misma del ser humano y descifrar desde all

    sus relaciones con el ser en general. Limitarse solamente a uno de sus aspectos, el lenguaje por ej,

    sera un reduccionismo que cerrara las puertas a una antropologa filosfica autntica.

  • Otro aspecto a tener presente: el concepto de persona.

    La categora de persona hace referencia a lo ms propio y distintivo de los hombres y mujeres, su

    singularidad proviene de ser individuo de una naturaleza fsica, psquica y espiritual. Esto hace a la

    persona racional y consecuentemente, consciente, libre y moralmente responsable y funda su

    dignidad como ser humano. Cuando se habla de persona se piensa en la capacidad de conocer,

    querer, elegir, crear, sentir, expresarse, relacionarse con otros y responsabilizarse por el propio

    actuar, trascender y, por ende, relacionarse con Dios Estos procesos se pueden presentar

    organizados en torno a tres dimensiones, la de la vida afectiva, la de la vida intelectiva y la de la

    vida volitiva, las que slo han de distinguirse a efectos de su presentacin y anlisis, ya que en las

    personas estn mutuamente implicadas.

    La vida afectiva.

    Los contenidos referidos a la vida afectiva pretenden contribuir a comprender y explicar lo que se

    siente: los sentimientos personales e interpersonales, las emociones, los deseos, los miedos, los

    conflictos, la agresividad, la autoestima y la desvalorizacin; la afirmacin de la identidad sexual y

    su relacin con los roles sociales y con la orientacin hacia el amor; la reacciones frente al dolor y

    a la muerte.

    La vida intelectiva.

    Los contenidos referidos a la inteligencia pretenden facilitar la comprensin y explicacin de lo

    que se piensa. Se refieren a los complejos procesos del pensamiento humano, que incluyen la

    percepcin, la memoria, la imaginacin, el lenguaje y el trabajo propio de la inteligencia.

    La vida volitiva.

    Los contenidos referidos a la voluntad pretenden facilitar la comprensin y explicacin de lo que

    se quiere y hace. Se trata de procesos que conducen al actuar y a la autorrealizacin a travs de

    elecciones y decisiones libres.

    Veamos otras dimensiones de anlisis

    Sociabilidad bsica.

    La persona es un ser social, se conforma a travs de la interaccin con otros, se comunica, juega,

    colabora, vive en contextos institucionales y normados socialmente. El mismo desarrollo de los

    procesos antes mencionados est mediado socioculturalmente. La dimensin social es, pues, un

    componente fundamental del desarrollo personal.

    Los grupos

  • La sociabilidad se va construyendo y expresando a travs de la insercin por referencia,

    pertenencia y/o diferenciacin, en distintos grupos sociales.

    Uno de esos grupos fundamentales es la familia, elemento natural y fundamental de la sociedad.

    Constituye el grupo primario. Deben comprenderse los cambios que se producen en su

    composicin durante la vida de una misma persona, los roles y expectativas y sus

    condicionamientos sociales y culturales.

    La salud

    La salud est estrechamente ligada a la calidad de vida e incide

    directamente en las posibilidades de aprovechamiento escolar y de insercin activa y creativa en la

    sociedad. Por eso, la educacin para la salud es un derecho de todos. Los contenidos referidos a la

    salud provienen de diferentes campos del saber y del hacer, son canalizados por agentes diversos

    y a travs de distintos medios. Es funcin de la escuela organizar e integrar los contenidos de

    orgenes variados: aquellos que circulan en los mbitos familiares, entres los amigos, las

    organizaciones de las comunidades; los que son transmitidos por los medios de comunicacin

    social, la publicidad y otros.

    Algunas caractersticas especficas del hombre: Interioridad y unicidad del hombre.

    Interioridad

    Espacio de Reflexin

    La interioridad es el hecho de ser el hombre un yo que se percibe como fuente de sus

    actividades, responsable de sus opciones libres, y como sujeto, centro consciente de atribucin de

    todas las realidades que constituyen su ser la interioridad define la persona como un ser capaz de

    pensar y obrar conscientemente y de decidir en forma autnoma.

    La subjetividad, la autoconciencia y la autodeterminacin son sus rasgos:

    La subjetividad es lo que hace que yo pueda sentir mis dolores y vos no puedas, que yo vea al

    mundo desde mi punto de vista y vos desde el tuyo.

    La autoconciencia, o autotransparencia o autopresencia es un rasgo propio del hombre que no

    solamente sabe sino que sabe que sabe (advierte que conoce), se da cuenta de que obra. Ms

    an, se da cuenta de s mismo y atribuye a su yo todas sus actividades, al mismo tiempo que

    reconoce la entidad propia de las dems cosas frente a la suya. La autodeterminacin es el

    poder que tiene el hombre de realizarse (perseguir la felicidad) saliendo de s mismo, de la

    indeterminacin en que ordinariamente lo dejan los motivos que tiene para obrar: a esto lo

    denominamos libertad.

  • Contrariamente, el animal carece de autopresencia, de interioridad; el perro conoce a su amo,

    pero no sabe que lo conoce, no se lo puede expresar a s mismo, no puede decir: yo conozco.

    Unicidad.

    La interioridad fundamenta la unicidad del hombre, el hecho de que no sea un ejemplar

    multicopiado de una especie determinada sino que cada uno tenga una manera rigurosamente

    singular de ser persona. Tambin el hombre es un individuo, porque tambin l pertenece a una

    especie determinada; como individuo forma nmero con los dems y se distingue de los dems

    por el peso, el color, la forma, etc: por los caracteres individualizantes.

    Espacio de Reflexin

    Pero al aadir que el hombre es persona, afirmo algo absolutamente diverso del individuo,

    irreductible a las cualidades abstractas que puedo atribuirle: afirmo que cada uno, como sujeto,

    realiza la especie hombre de un modo irrepetible e irremplazable.

    Dijimos que la interioridad es lo que fundamenta la unicidad del hombre. Sobre todo el hecho de

    la libertad, el ser dueo de la propia individualidad y de poder moldearlas: esto es lo que lo va

    configurando y diferenciando de los dems.

    Qu sabemos del hombre?

    Conocimiento filosfico del hombre: etapas histricas.

    El pensamiento filosfico responde en general y desde los tiempos ms antiguos a una

    aspiracin fundamental del hombre, y es que el hombre no est rgidamente atado al acontecer

    natural, sino que debe enfrentarse con la realidad para configurar en ella su vida de un modo

    autnomo y responsable. De ah que se pregunte por el fundamento y sentido del mundo en que

    vive. Surge as la problemtica filosfica de los primeros pensadores griegos acerca del principio

    de todas las cosas. Esa pregunta seala la tarea que incumbe al pensamiento filosfico de todos

    los tiempos: interrogar a todas las cosas por su principio, llegar al fundamento de todo.

    Pero esa pregunta se plantea desde el hombre y en razn del hombre: se pretende analizar la

    realidad toda en la que el hombre se experimenta a s mismo y conocer despus su propio lugar y

    misin acerca del propio hombre y del modo como se entiende a s mismo en su mundo, en la

    historia y en el conjunto de la realidad. El pensamiento filosfico, tanto por su origen como por su

    finalidad, est siempre determinado antropolgicamente.

    Sin embargo, en la historia del pensamiento el tema antropolgico no siempre se expresa en la

    misma forma. De aquello que aparece como totalmente evidente apenas si se habla. Slo se

    empieza a tratarlo cuando resulta problemtico. Es as que el hombre, por lo general, no se

  • convierte en tema explcito de la filosofa, al menos no en su tema central. Hasta la edad

    contempornea no existi una antropologa filosfica tal como se cultiva en el c presente. Es

    verdad que la especulacin filosfica reflexiona desde antiguo sobre el pensamiento humano

    (lgica) y sobre la actuacin moral del hombre (tica), as como sobre su posicin en la naturaleza

    (fsica) y en la totalidad del ser (metafsica). Surgen as de continuo planteamientos y puntos de

    vista autnticamente antropolgicos que, aunque apenas alcanzaron su pleno desarrollo

    metodolgico y temtico, revelan ya una interpretacin y valoracin de la existencia humana.

    Los momentos mas importantes que marcan concepciones del hombre significativas son: la

    filosofa griega, el pensamiento cristiano, la filosofa moderna y la antropologa contempornea.

    Cada uno de ellos reviste caractersticas especiales por su punto de partida y por la perspectiva

    adoptada. Los griegos estudiaron al hombre como pieza integrante del cosmos y en relacin

    directa con l; el cristianismo lo hizo teniendo en cuenta su origen especial y su destino

    trascendente (Dios); la filosofa moderna lo encerr en su propia intimidad y lo vio exclusivamente

    desde s mismo; la antropologa contempornea lo considera en su relacin con sus semejantes y

    con la historia.

    La concepcin en la filosofa griega.

    Aunque el pensamiento griego, construido sobre un fondo mtico religioso de connotaciones

    antropolgicas innegables, se centr en el estudio de la naturaleza como un todo, no tard sin

    embargo, en decantarse por la investigacin del hombre al que consider punto axial del universo.

    Su distincin y superioridad estriban en el alma racional diferente del resto de los seres.

    La capacidad para captar el sentido de las cosas, segn Herclito, y el poder de penetrar las

    apariencias hasta llegar al meollo, como ensea Parmnides, se convierte por obra de los sofistas

    en facultad crtica y elemento central del ser humano.

    Protgoras de Abdera, claro exponente de la escuela sofista, advierte en esta funcin el poder por

    el que el hombre se constituye en paradigma de todas las cosas, de las que son y de las que no

    son3. Pero no porque descubra la esencia de las cosas, sino porque slo en referencia a l cobran

    aquellas sentido. Este hecho es suficiente para que el hombre, que se considera parte integrante

    de la naturaleza adquiera una neta superioridad sobre el resto de la naturaleza. Sobre todo si est

    dotado de capacidades peculiares como la intuicin que le permite inventar las artes para

    sobrevivir, y el sentido de la justicia que lo capacita para formar comunidad con sus semejantes y

    vencer la opresin.

  • Se llega as a una reflexin directa sobre el hombre que Scrates hace suya, aunque al mismo

    tiempo se supera su rasgo escptico relativista, de cara sobre todo a los valores y normas

    morales.

    Es Scrates el primero en descubrir la voz divina de la conciencia. El hombre, entendido como ser

    racional aunque aqu con un neto predominio del aspecto prctico y tico-, est ligado a la

    verdad eterna e inmutable y siempre vinculante, por encima de todos los cambios del mundo

    sensible.

    Estas ideas hallan un ulterior desarrollo en la metafsica clsica. Segn Platn, el hombre est

    ordenado por su espritu al mundo inteligible. Ese mundo es la verdadera realidad frente al mundo

    aparente y mudable de las cosas que se perciben por los sentidos. Por ello, el alma del hombre es

    esencialmente inmortal, pertenece al mundo inmutable de las ideas y est fundamentalmente por

    encima del mundo cambiante. Platn es el primero que intenta demostrar filosficamente la

    inmortalidad del alma.

    El descubrimiento del espritu, de una realidad espiritual accesible slo al espritu del hombre, es

    sin duda alguna el gran logro de importancia duradera que ha conseguido el pensamiento griego.

    Pero a la luz de esta consideracin, lo espiritual aparece como el nico verdadero ser. La esencia y

    dignidad del hombre se sitan nicamente en lo espiritual; por el contrario, lo material y corpreo

    no pueden entenderse de un modo positivo. Aparece as en Platn un dualismo entre espritu y

    materia, entre el alma espiritual y el cuerpo material del hombre; cuerpo que se presenta como la

    crcel y cadena del alma. El alma debe liberarse de los lazos y trabas que la ligan al mundo

    material para retornar as a su existencia especfica que es la puramente espiritual. La perfeccin

    del hombre consiste por lo tanto en la mayor desmaterializacin y espiritualizacin posible de la

    vida. El espritu es razn de tal forma que aqu el espiritualismo va ligado al intelectualismo de la

    imagen del hombre.

    Tambin para Aristteles el hombre est por encima de todas las dems cosas por su razn. El

    pensador, intenta superar el dualismo platnico entre cuerpo y alma as como entender la unidad

    esencial del hombre. De acuerdo con su doctrina de materia y forma como principios internos y

    esenciales de las cosas, Aristteles entiende el alma como forma del cuerpo; es decir, como el

    3 El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en cuanto son y de las que no son en

    cuanto no son Platn, Protgoras, 1

  • principio esencial y constitutivo que configura internamente a la materia convirtindola en un

    cuerpo humano vivo. Pero la materia es el medio potencial que, de una parte, recibe la

    determinacin por la forma esencial, mientras que, de otra parte, le confiere la individuacin para

    constituir un ser individual y nico, determinado en el espacio y en el tiempo.

    Con ello establece ya Aristteles la doctrina bsica del hombre que, en las afirmaciones clsicas

    acerca del anima forma corporis y de la uni substantialis entre alma y cuerpo, influir

    profundamente en el pensamiento cristiano, sobre todo a travs de la escolstica aristotlica de

    la edad media.

    Sin embargo tampoco Aristteles ha superado por completo la visin platnica del hombre.

    Tambin en l como en todo el pensamiento griego el ser espiritual del hombre se define

    principalmente por el elemento cognoscitivo. El espritu es razn, la facultad del conocimiento

    intelectual.

    Queda en segundo plano la facultad de la libertad, de la decisin y responsabilidad, del amor y

    comunin personales. El espritu est ordenado a lo general y necesario, a la idea eterna de

    Platn, cuya esencia se mantiene tambin en la doctrina aristotlica de la forma, aunque sta ya

    no es una idea trascendente sino un principio esencial inmanente.

    De ah que la dimensin de lo histrico no haya alcanzado an su valoracin plena en su

    significado para el hombre. Esto slo se lograr en el marco del cristianismo en el que al hombre

    se le capta en su historia, aunque entendida sta como una historia de salvacin, como el lugar del

    dilogo histrico entre Dios y el hombre, como el marco de la accin salvfica divina sobre la

    humanidad. Es as como la historia alcanza, por vez primera, un significado de salvacin eterna.

    Aparece, pues, aqu una oposicin entre el pensamiento griego y el pensamiento cristiano.

    Para el pensamiento griego, en contraste con el pensamiento cristiano, es mucho mas decisiva la

    rgida creencia en el destino segn la cual todo est regido por la necesidad del destino

    predeterminante. En este sentido los acontecimientos intramundanos e histricos carecen de

    verdadera importancia, al venir todo predeterminado de un modo necesario. El hombre se sabe

    bajo un destino absoluto, ciego e impersonal; y no frente a un Dios vivo y personal que, segn el

    cristianismo, se revela en la historia como Dios del amor y de la salvacin. Aqu es donde radica la

    oposicin ms profunda entre las concepciones griega y cristiana relativas al hombre.

    La concepcin en el pensamiento cristiano.

  • En una forma totalmente extraa al pensamiento griego, se acentan el valor y dignidad de lo

    particular, su singularidad individual, su vocacin divina y su libre decisin frente al destino eterno.

    Por primera vez se acua en el mbito cristiano el concepto de persona, que tiene un origen

    puramente teolgico. En esta panormica cristiana los contenidos de la filosofa griega adquieren

    nuevo valor. El hombre se encuentra en el centro, entre el mundo material y sensible del cuerpo y

    el mundo espiritual y suprasensible. Constituye el escaln ms alto del mundo corpreo, comparte

    las leyes de la materia y las fuerzas vitales de la planta y del animal. Pero simultneamente

    pertenece ya al orden de lo espiritual a travs de su espritu que, en cuanto alma, es el principio

    vital del cuerpo.

    El alma no se concibe como preexistente al modo de la concepcin platnica , sino que ha sido

    creada libre por Dios, es imagen y semejanza de Dios, el lugar de la trascendencia hacia Dios y est

    llamada la vida inmortal. Tampoco se la entiende ya como pura razn, sino que al mismo tiempo

    es voluntad y facultad de libertad y de amor.

    Veamos dos posturas:

    * San Agustn, cuyo pensamiento filosfico est hondamente influido por Platn y el

    neoplatonismo, ve en el alma y en el cuerpo dos realidades o sustancias separadas, que no

    constituyen una unidad sustancial, sino que simplemente estn unidas por la accin recproca.

    El esquema de la reflexin agustiniana se articula en los puntos siguientes: subjetividad, unidad de

    alma y cuerpo, imagen de Dios.

    Subjetividad.

    Partiendo de su propia experiencia, San Agustn descubre la subjetividad humana entendida como

    autopresencia y autoconocimiento suficiente para establecer una diferencia neta con los dems

    seres (ontolgica) y una semejanza con Dios. Semejante capacidad e interiorizacin hace hombre

    al hombre y lo convierte en objeto y campo de su propio conocimiento. Lo constituye en espritu,

    es decir, en sujeto que se pone a s mismo como objeto.

    Unidad de alma y cuerpo.

    El hombre no es solamente espritu, es tambin cuerpo que, al unirse al espritu, forma una sola

    realidad. El texto siguiente es una declaracin inequvoca de la funcin que el santo atribuye a

    cada uno de los elementos integrantes del ser humano:

    Son tres las partes de que consta el hombre: espritu, alma y cuerpo, que por otra parte se dicen

    dos, porque con frecuencia el alma se denomina juntamente con el espritu; pues aquella parte del

    mismo racional, de que las bestias carecen, se llama espritu; lo principal de nosotros es el espritu;

  • en segundo lugar, la vida por la cual estamos unidos al cuerpo se llama alma; finalmente el cuerpo

    mismo, por ser visible, es lo ltimo de nosotros.

    Es patente el esfuerzo del santo por expresar su concepcin unitaria de la persona humana, no

    slo por lo que se refiere a sus elementos constitutivos esenciales (alma y cuerpo), sino tambin

    en la integracin de las tres potencias de la misma (memoria, entendimiento y voluntad) en una

    sola persona. Agustn hace del alma racional el elemento esencial por el que el hombre es imagen

    de Dios.

    Imagen de Dios.

    No se trata de un nuevo constitutivo del ser humano, sino del resultado de los anteriores. La

    entidad as configurada es la que aparece como imagen de Dios.

    Al hombre lo estudia en primera persona como ser que se conoce a s mismo y responde de sus

    actos. No obstante esta doctrina, impregnada de platonismo, no ve clara todava la unin

    sustancial de alma y cuerpo. Admite mas bien, una vinculacin funcional y operativa, establecida

    sobre una accin recproca.

    * Santo Toms de Aquino, por el contrario, adopta la doctrina aristotlica, segn la cual el alma

    espiritual es al propio tiempo el principio interno que conforma al cuerpo; alma y cuerpo no son

    por lo mismo dos substancias separadas, sino dos principios internos constitutivos que, unidos

    sustancialmente, dan como resultado la substancia total del nico y mismo hombre completo. Con

    ello se supera el dualismo por cuanto la dualidad de elementos se funde en la unidad esencial del

    hombre.

    Por encima de estas diferencias, en el marco general del pensamiento medieval cristiano se

    mantiene la posicin particularsima del hombre, es el centro en el que se renen todos los grados

    del ser. Santo Toms aborda dos: cuestiones fundamentales que vertebran su antropologa: la

    unidad sustancial del hombre y su dimensin persona.

    El hombre, unidad sustancial de alma y cuerpo:

    Santo Toms opta por la concepcin unitaria del ser humano asumiendo las tesis aristotlicas

    pero dndole un enfoque nuevo entiende al hombre en su entronque con Dios. En sta nunca

    aparece formulada la dicotoma de alma y cuerpo como espritu y materia contrapuestos. Las

    escrituras hablan siempre del hombre entero como imagen de Dios, a quien se le promete la

    resurreccin en su ser integral y no en una de sus partes.

    En la doctrina que presentamos, el hombre no queda reducido a ninguno de sus elementos

    constitutivos, sino que es resultado de la unin de ambos, pero siendo el alma naturalmente

  • forma del cuerpo. Y aunque reconoce al mismo tiempo la inmaterialidad y subsistencia del alma,

    no por ello deja de considerar al hombre entero totalmente anmico y totalmente corpreo, esto

    es, una entidad sustancial corpreo espiritual nica.

    El hombre es persona: en un paso ulterior de su discurso, Santo Toms descubre en la

    inteligencia el constitutivo esencial especfico del ser humano y la clave de su parecido con Dios.

    En efecto, la persona, que es el grado supremo en el orden de la sustancia, no es un algo

    indeterminado, sino un alguien autnomo e independiente.

    Todo hombre, aade el Santo, posee una aptitud natural para conocer y amar a Dios; dicha

    aptitud consiste en la misma naturaleza de la mente, que es comn a todos los hombres. Aqu

    radican, por tanto, la trascendencia y libertad humanas que explicamos a continuacin:

    A Conocimiento intelectivo, base de la trascendencia humana. Por el conocimiento el hombre se

    sobrepuja a s mismo y se instala en el rea de la realidad como tal.

    B El conocimiento, fuente de la libertad. En la medida en que el hombre se conoce a s mismo y a

    las cosas, se aduea de su propio ser y se libera de las cosas. De esta manera puede disponer de s

    y de sus actos.

    Esta apertura ilimitada le permite retornar sobre s mismo y alcanzar su plena subjetividad (verse

    por dentro), llegando de esta manera a Dios. De esta concepcin del hombre se deduce una

    consecuencia importante: el ser humano no es una cosa entre las cosas, un microcosmos, como

    pensaron los griegos, sino la cima de la creacin entera. Representa la sntesis ms perfecta del

    devenir csmico. Se encuentra en relacin con Dios y de este modo la cuestin antropolgica se

    trasciende en una cuestin teolgica.

    La concepcin en el pensamiento de la edad moderna.

    Desde los comienzos del pensamiento moderno la filosofa experimenta una orientacin hacia el

    sujeto. A pesar de todo, el hombre moderno no llega a configurar una antropologa filosfica. En el

    pensamiento filosfico de la poca, el viraje hacia el hombre se estrecha hasta convertirse en un

    viraje hacia el sujeto. El hombre pasa a ocupar el centro, pero como simple sujeto, y no como

    centro de un orden objetivo del ser, sino cual centro de un mundo de conocimientos subjetivos,

    que encuentra en Descartes su ms seguro punto de partida con la pura autocerteza de la

    conciencia. Ese yo, que cobra conciencia y est seguro de s mismo antes que de todas las dems

    cosas, no significa el hombre concreto sino nicamente la razn pura, que se posee a s misma de

    forma autnoma; y desde s misma, es decir, desde unas ideas innatas, puede alcanzar toda la

  • verdad. Aqu est el punto de partida del exacerbado dualismo cartesiano entre cuerpo y alma;

    dualismo que va muchos ms lejos que el de Platn y de Agustn.

    Espritu y materia, conciencia pensantes y mundo corporal extenso constituyen unas realidades

    radicalmente distintas, que nada tienen de comn entre s. Si bien es verdad que todava no puede

    hablarse de verdadera antropologa filosfica, porque no se estudia al hombre como un todo

    integral, sino que se le reduce a una de sus partes, la razn, no es menos cierto que en esta forma

    de pensamiento se encuentra el germen del nuevo paradigma de lo que ms tarde ser autntica

    filosofa del ser humano. El descubrimiento de la subjetividad y el conocimiento del yo constituyen

    un poderoso fermento y precioso hallazgo que orientarn la bsqueda que campa en nuestro

    tiempo.

    Con Descartes renace un exacerbado dualismo, del ms puro estilo platnico, que presenta al

    hombre como mquina accionada por un agente espiritual. Mientras el cuerpo no pasa de ser

    mera estructura material ajena a la actividad especfica del yo, el alma, en cambio, constituye la

    parte esencial que distingue al hombre de los seres materiales, hacindolo capaz de emitir juicios y

    formular razonamientos. Es el hombre propiamente reducido a pensamiento: concibo muy bien

    que mi esencia consiste slo en ser algo que piensa, o en ser una sustancia cuya esencia o

    naturaleza toda es slo pensar. En este sistema el alma y el cuerpo son irreconciliables entre s

    como entidades diferentes.

    Por su parte, para Kant la razn humana est condicionada por la finitud y ligada a la sensibilidad,

    de donde se sigue la limitacin del conocimiento a la experiencia posible y al simple fenmeno.

    Despus de Kant el idealismo alemn luchar por derribar otra vez esa autolimitacin de la razn

    humana y por recuperar un horizonte absoluto de conocimiento. En el idealismo, el hombre

    aparece primordialmente, aunque no de forma exclusiva, como un puro ser racional. Y la razn

    finita del hombre queda absorbida en un proceso racional infinito en el que la individualidad del

    sujeto finito acaba por sucumbir.

    Verdad es que en el idealismo, adems del elemento terico del conocimiento, afloran de

    continuo otras dimensiones distintas: como la conducta moral prctica (Fichte), la creacin y

    vivencia estticas (Schelling), la realidad histrica (Hegel).

    En el fondo late una imagen humana que, entiende al hombre esencialmente como un ser racional

    sin tener la razn finita en un acontecimiento espiritual infinito, con lo cual no adquiere su pleno

    valor la singularidad personal del hombre es su libertad y responsabilidad. Es esto precisamente lo

    que suscita la protesta que exige a toda costa un giro del pensamiento hacia el hombre concreto.

  • El giro antropolgico.

    Esta orientacin, irrumpe con una nueva fuerza en el siglo XIX como una reaccin contra el

    estrechamiento racionalista e idealista de la imagen del hombre. Se abre aqu paso un

    pensamiento antropolgico concreto que se despliega en una pluralidad de aspiraciones muy

    diversas.

    Si en la etapa anterior se estudi al hombre desde el interior de s mismo, en el perodo siguiente

    se le indaga en su trato con la naturaleza y en su devenir histrico.

    El concepto de hombre se troca por el de existente humano, con todo el dinamismo que

    comporta dicho trmino, que lo muestra como ser dinmico que alcanza su plenitud en el trato

    con las cosas y con sus semejantes. Se hace a s mismo y no tiene otra meta que su propio ser y la

    optimacin del conjunto de relaciones existenciales que lo configuran como entidad absoluta

    dentro de la colectividad.

    Precursores inmediatos de esta nueva antropologa son dos pensadores: Ludwing Feuerbach y

    Sren Kierkegaard. Ambos proclaman la vuelta al hombre concreto histrico sin las elucubraciones

    de la modernidad.

    Para ordenar este perodo complejo, trataremos los siguientes puntos: antropologa marxista,

    antropologa personalista, antropologa existencialista, antropologa estructuralista.

    Antropologa marxista.

    Para comprender al hombre marxista es necesario conocer la reduccin antropolgica de

    Feuerbach. El fue el primero que, para fundamentar al ser humano desde s mismo, tom como

    punto de partida de su reflexin al hombre concreto, tal como aparece en su relacin con los

    dems.

    Significa esto que el individuo humano, limitado y finito en su realidad emprica tiende a algo que

    supera su finitud concreta, encontrndolo en los otros que lo completan y liberan. En una palabra

    el hombre feuerbachiano no es tanto el individuo como la comunidad, el hombre con el hombre,

    la humanidad.

    Desde su innegable materialismo, el marxismo acepta la dialctica hegeliana del espritu

    convirtindola en dialctica de la materia, segn esta dialctica no existe ms que la materia en

    constante evolucin. La situacin econmica y social crea una serie de superestructuras e

    ideologas destinadas a asegurar una forma de vida favorable a las clases econmicamente fuertes

    y contraria a las ms dbiles, de suerte que el individuo humano queda reducido al conjunto de

    sus relaciones disolvindose en ellas.

  • En esta doctrina se descubren tres dimensiones constitutivas del ser humano: laboral, social e

    histrica. El hombre es, por tanto, un ser que trabaja, que vive en sociedad y que tiene lugar en la

    historia.

    El hombre es un ser que trabaja.

    Esta dimensin brota de la relacin del hombre con la naturaleza. Tiene un aspecto constitutivo y

    dialctico, en cuanto que el ser humano slo construye su ser actuando sobre su entorno natural,

    o sea, trabajando. Con ello, adems de satisfacer sus necesidades hace suya su esencia mediante

    su actividad.

    El hombre ser social.

    El trabajo no slo cumple una funcin mediadora respecto de la naturaleza, perfecciona al sujeto

    que lo realiza, sino que repercute tambin en la realizacin de la humanidad hasta su completa

    perfeccin. Esta se alcanza en la relacin de unos con otros mediante el lenguaje y las

    instituciones, que son, por su parte obras de la accin humana. En el trato con los hombres es

    como el hombre ejerce verdaderamente su libertad personal y puede desarrollarla en plenitud.

    El hombre es ser histrico.

    Las dos dimensiones anteriores hacen al hombre esencialmente histrico. Un ser en devenir,

    resultado de su propia accin llevada a cabo en el tiempo.

    Mediante su actividad, adems de transformar la naturaleza en provecho propio, crea todas

    aquellas determinaciones que lo hacen posible a l (instrumentos, instituciones, medios,

    organizaciones), en un tiempo determinado. No obstante, hay que reconocer que los hombres no

    construyen su historia libremente, al contrario, lo hacen en un movimiento dialctico interno que

    los obliga a actuar en condiciones impuestas, por encima de los individuos concretos.

    Antropologa personalista

    M. Scheler, M. Buber y E. Mounier son representantes de esta lnea de pensamiento.

    *Scheler coincide con los personalistas, inspirndose en los planteos de Husserl para concebir al

    hombre como una realidad integralmente humana. Intenta configurar en torno a la idea unitaria

    del hombre en confrontacin con el vegetal y el animal una antropologa filosfica estricta.

    Scheler contempla al hombre emergente del reino animado y dirigindose al espritu como su

    meta especfica. Entiende por espritu la capacidad de auto posesin y trascendencia que permite

    al individuo aduearse de su realidad y rebasar su entorno. Las categoras que conforman el

    espritu son: la apertura y el dinamismo.

  • *M. Buber es seguidor de Scheler pero se distancia en cuestiones puntuales. Para Buber el espritu

    es el poder de captacin del mundo en imgenes, en conceptos y palabras. La peculiaridad

    humana no es la ruptura, sino su inclinacin hacia los seres en tanto que reales, independientes y

    duraderos, es decir como entidades que poseen una dimensin de realidad propia. La tesis central

    es la imposibilidad de conocer la hombre slo desde la referencia a s mismo. Para comprenderlo

    es necesario considerarlo en el abanico completo de sus relaciones esenciales con la realidad

    entera. Hay que atender a lo otro y a los otros.

    Ah se plasma el hombre completo como un todo. Se trata de un mbito ms all de lo subjetivo

    donde el yo y el t constituyen su encuentro.

    *Mounier considera al a persona en amor, en el sentido de generosidad y de entrega

    desinteresada, a su realizacin como libertad. En general podramos sealar que la lnea

    antropolgica personalista concibe al hombre dirigido al logro de una sociedad personalizada en la

    que cada individuo es reconocido y aceptado como persona inalienable e intransferible abierta a

    la trascendencia.

    Antropologa existencialista.

    Para abordar este apartado debemos tomar en consideracin quienes han sido la raz y fuente de

    esta antropologa: S. Kierkegaard, M. Heidegger y J. P. Sartre.

    * Para Kierkegaard, el hombre se reconoce como hombre en su confrontacin con Dios o

    perfeccin infinita, que hace suya por la fe. Se

    trata de una verdadera relacin personal entre dos sujetos, finito uno e infinito el otro. Este es el

    ingrediente de la existencia humana delante de Dios.

    El autor ha traducido esta concepcin en tres estadios que forman el sustento del existente

    humano: el esttico o encuentro y prdida en la multiplicidad de las cosas (angustia y

    desesperacin); el tico o comportamiento ordenado y responsable con las cosas; el religioso o

    conciencia de liberacin mediante la relacin con Dios por la aceptacin de Jesucristo. Es la forma

    de reconciliacn consigo mismo o reconocimiento de la propia identidad.

    * Heidegger, en su Carta sobre el humanismo define el humanismo como el pensar y cuidar de

    que el hombre sea humano, as como el esfuerzo por que el hombre sea libre para su

    humanidad y encuentre en ella su dignidad. Para Heidegger el hombre es una existencia dialgica

    que culmina en la muerte. Por existencia entiende un modo especial de ser o ente singular que

    comprende su relacin con el ser, es decir, un ente abierto en el mbito general del ser. De todos

    cuantos seres hay en el mundo slo el hombre cumple esta condicin, porque nicamente l

  • entiende su acto de ser o existir. Para Heidegger la muerte es un existencial, un modo de ser que

    acompaa al hombre desde su nacimiento.

    Por qu es existencia dialgica? Porque el hombre se determina en la relacin con las cosas y con

    los hombres. Es, por tanto, un ser-con o ser en comn. El hombre es un ser que se va haciendo en

    dilogo con su entorno, progresiva y continuamente en el espacio y el tiempo.

    *Para Sartre, el hombre es un ser que surge de la nada y termina siendo lo que l se propone ser,

    porque no existe nada ni nadie que establezca de antemano. No hay un Dios que piense la esencia

    del hombre. La no existencia de Dios hace posible la libertad del hombre. Puesto que el hombre es

    el nico responsable de sus acciones, ya que no existe ningn punto de referencia por encima de

    l que le imponga su conducta. La frase que sigue condensa el pensamiento del autor el hombre

    es el porvenir del hombre, es el nico principio y fin supremo de todas sus obras, de modo que no

    tiene ante s otro futuro que lo que l llegue a ser al trmino de su vida.

    En general el pensamiento existencialista tiene un comn denominador la concepcin del hombre

    como ser progrediente (a partir de la relacin que tiene con los dems), que no se cumple del todo

    en ninguno de sus momentos histricos sino que se realiza en el decurso temporal mediante el

    ejercicio de su libertad.

    Antropologa estructuralista.

    El pensamiento de Lvi Strauss, M. Foucault, entre otros son mximos representantes de ste

    movimiento.

    *Para Lvi Strauss el hombre como individuo no tiene especial significacin. La tiene solamente en

    cuanto entra a formar parte del todo social, a cuyas exigencias y leyes se somete por completo con

    la prdida de su autonoma. Slo las invariantes culturales son aptas para conocer al hombre, las

    cuales lo muestran como elemento y lugar de una serie de relaciones que lo configuran como tal.

    *Para Foucault el hombre es una construccin humana reciente. El hombre no es mas que las

    obras que realiza, el sujeto humano carece de consistencia ontolgica, para l no hay sujeto

    humano, ha muerto el ser humano porque si el hombre es resultado de su pensamiento y su

    palabra, habr que convenir que su duracin est ligada a la de sus obras.

    La caducidad de stas conlleva la desaparicin de aquel. En este recorrido histrico, a todas luces

    breve e incompleto, hemos intentado resumir las corrientes mas destacadas de cada perodo de la

    antropologa filosfica. Su contraste ofrece una inmensa gama de matices que obedecen a la

    intencin misma de conocer al hombre a nivel filosfico y no puede menos que reflejar

    dimensiones humanas muy distintas.

  • Espacio de Aplicacin

    ACTIVIDAD 1

    1.- Lea atentamente lo desarrollado precedentemente.

    2.- A continuacin, elabore una definicin de persona que contemple las diversas caractersticas

    presentadas.

    3.- Confeccione un cuadro sinptico en el que se advierta principales similitudes y diferencias de

    las cuatro concepciones filosficas del hombre analizadas.

    4.- Desde su prctica profesional, cul de ellas se queda? Fundamente su respuesta, para hacerlo

    tome en cuenta el contenido del captulo.

    El hombre como ser persona: propiedades esenciales.

    Una vez hecho el recorrido por las diversas fases histricas que han ido configurando diversos

    posicionamientos respecto de las concepciones filosficas del hombre, a partir de aqu iremos

    esbozando algunas caractersticas centrales de la persona.

    Una primera propiedad a considerar es la libertad en el hombre.

    Sabemos que el hombre es persona por su modo de obrar, que denota auto posesin y dominio.

    Puede disponer de s y hacerse disponible para los dems, cosa que ningn otro ser, clausurado en

    s mismo, es capaz de hacer. Solamente el existente humano ejerce pleno dominio sobre s y sobre

    las cosas sobrepujndose a s mismo y superando su entorno. Todo ello demuestra

    autotrascendimiento, por una parte, y apertura a