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ISSN 1668-348X UdeMM Publicación académica de la Universidad de la Marina Mercante Año XI - Nº 12 - Noviembre 2015

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ISSN 1668-348X

UdeMM

Publicación académica de la Universidad de la Marina Mercante Año XI - Nº 12 - Noviembre 2015

A T E N E APublicación académica de la Universidad de la Marina Mercante

UdeMM

ATENEA - UdeMM

UdeMM

Revista Atenea es una publicación de la Editorial UdeMMPropietario: Universidad de la Marina MercanteDirector: Lic. José Luis Segade

Dirección: Av. Rivadavia 2258. (C1034ACO).Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Teléfono: 4953-9000e-mail: [email protected]: http//www.udemm.edu.ar

Año XII - Número 12 - Noviembre 2015ISSN 1668-348X

Foto de Portada: Moneda Atenea y el olivo.

Diseño gráfico: Gráfica Sur Editora S.R.L.

Los datos, conceptos y opiniones vertidos por los autores no son necesariamente compartidos por la Editorial, ni comprome-ten a los entes u organismos en los que éstos se desempeñen.

Autoridades Académicas Universidad de la Marina Mercante

CONSEJO SUPERIOR ACADÉMICORectorDr. Norberto e. Fraga

Secretario GeneralLic. Mirko e. Mayer

Decano Facultad de Administración y EconomíaDra. SiLvia i. góMez MeaNa

Decano Facultad de IngenieríaiNg. Diego c. caputo

Decana Facultad de HumanidadesLic. cLauDia etkiN

Decano Facultad de Cs. Jurídicas, Sociales y de la ComunicaciónLic. Héctor r. NareDo

Secretarías dependientes del RectoradoSecretaría de Investigación y Desarrollo TecnológicoDr. eDMuNDo D. raMoS

Secretaría de Extensión UniversitariaLic. SiLvia g. vázquez

Dirección General de Acreditación de Carreras de GradoiNg. viceNte a. giMéNez

Direcciones dependientes del RectoradoPublicacionesLic. JoSé LuiS SegaDe

InvestigacionesiNg. FraNciSco agüera

IdiomasproF. María victoria rivaS

Autoevaluacion y Gestión InstitucionalLic. JoSé LuiS SegaDe

Pasantías Educativas e Inserción LaboralLic. aNa Laura garcía

Red de Calidad de Colegios SecundariosproF. SiLvia b. raNieri

Orientación VocacionalLic. SiLvia g. vázquez

Facultad de Administración y EconomíaDecanaDra. SiLvia i. góMez MeaNa

Secretario AcadémicoFeDerico e. bogiaNcHiNo

Director de Carrera Contador PúblicocoNt. MigueL g. Nava

Director de Carrera Lic. en Administraciónc.p. DarDo H. carraNza

Director de Carrera Lic. en Comercio InternacionalLic. roDoLFo páez

Director de Carrera Lic. en Transportes y Logística OperativaMg. Jorge a. guiDoboNo

Director de Carrera Lic. en MarketingLic. FeDerico bogiaNcHiNo

Directora de Carrera Lic. en Administración NavieraLic. coNStaNza bugLioNi

Director de Carrera Lic. en SegurosDr. FraNciSco LauLetta

Director de Carrera Lic. en EconomíaA cargo del decanato

Facultad de IngenieríaDecanoiNg. Diego c. caputo

Secretario AcadémicoiNg. MarceLo beLLotti

Director de Carrera Ing. Mecánica y Máquinas NavalesiNg. FerNaNDo DeL caMpo

Director de Carrera Ing. ElectromecánicaiNg. aLDo buiatti

Director de Carrera Ing. IndustrialiNg. carLoS papiNi

Director de Carrera Ing. ElectrónicaiNg. DaNieL reMoNDegui

Director de Carrera Ing. SistemasiNg. oSvaLDo MarcoveccHio

Directora de Carrera Lic. en Gestión AmbientaliNg. María carMeN SMocovicH

Director Departamento de Ciencias BásicasLic. JuLio céSar LoSúa

Facultad de HumanidadesDecanaLic. cLauDia etkiN

Secretario AcadémicoLic. JoSe LuiS SegaDe

Directora de Carrera Lic. en PsicologíaLic. MarceLa garcía rey

Directora de Carrera Lic. en PsicopedagogíaLic. aNa FiSzer

Director de Carrera Lic. en Producción de Bio-imágenesLic. MerceDeS MoNaSterio

Facultad de Ciencias Jurídicas, Sociales y de la ComunicaciónDecanoLic. Héctor r. NareDo

Directora de Carrera de AbogacíaDr. igNacio rebauDi baSaviLbaSo

Directora de Carrera de Cs. de la ComunicaciónLic. gracieLa aLba SMerLiNg

Directora de Carrera Lic. en Administración de RR. HHMg. SiLvaNa D. FuMagaLLi

Director de Carrera Lic. en Relaciones PúblicasLic. Héctor r. NareDo

Directora de Carrera Lic. en Relaciones LaboralesMg. SiLvaNa D. FuMagaLLi

Directora de Carrera Lic. en TurismoLic. aLicia D. areS

Revista Atenea

DirectorLic. José Luis Segade

Comité ConsultivoIngeniería y Ciencias Exactas

PhD. Ing. Osvaldo Micheloud (ITBA)Ing. Francisco R. Agüera (UdeMM)

PhD. Lic. Dante Edmundo Ramos (UdeMM)

Administración y EconomíaDr. Juan C. Gómez Fulao (U.B.A.)

Dr. Andrés M. Regalsky (Inst. Torcuato Di Tella)Dr. Eduardo J. Rabinovich (UdeMM)

HumanidadesDr. Bernard Gangloff(Université de Rouen)

Dr. Aldo Imbriano(Hospital J. T. Borda)

Dr. Miguel Ángel Materazzi(Hospital J. T. Borda)

Dr. Víctor René Nicoletti(Universidad Nacional de La Matanza)

Dra. Miriam Aparicio (UdeMM)

ÍNDICE

EditorialDr. Norberto E. Fraga 6

EditorialLic. José Luis Segade 7

¿Cuánto tiempo tenemos los consumidores para reclamar?L. Javier Cúneo Libarona 8

Las Categorías Contractuales en el Código Civil y Comercial y la Intensidad ProtectoriaWalter Vázquez Fiel 13

La Inseguridad de la Seguridad:

Un modelo de aplicación en la Universidad de la Marina MercanteSergio Daniel Conde - Osvaldo Donato Marcovecchio - Silvio Ramiro De Cicco 19

El Profesional ReflexivoNora Elsa Juri 27

El Transporte Marítimo Nacional y la Relación Macroeconómica Equilibrio Interno-Equilibrio Externo de la ArgentinaRodolfo Paez, MBA 33

Alternativas de mallado en un código para el estudio de escurrimientosAlejandro Gronskis 54

Obtención de las deformaciones plásticas en conexiones roscadas de componentes petroleros usando redes neuronalesJosé M. Pereiras, Lisandro Roldan, Claudio E. Jouglard, Manuela Benitez 59

Cooperativas de Trabajo en Argentina. San Luis, ¿Una Nueva Esperanza?Germán Luciano Nazareno Sapia 68

Determinación experimental del exponente politrópico y su uso en el modelo del ciclo indicado previsto en motores a gasolinaDiego C. Caputo, Rodolfo O. Berberi, Néstor A. E. Ferré J. Mauro Bruno, Blás E. Calvo, Rodolfo N. Aguirre 78

El ferrocarril provincial de Buenos Aires –un ensayo heterodoxo leído en clave política–Mirko E. Mayer 85

El Compromiso Social Aplicado (CSA) como objetivo transversal en el ámbito educativoLic. Silvia Gabriela Vázquez 96

Normas para la presentación de trabajos 101

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Dr. Norberto E. Fraga

Rector de la Universidad de la Marina Mercante.

Esta nueva edición de Atenea continúa la línea de sus precursoras mediante la publicación de varios artículos pro-ducidos por docentes e investigadores que integran sus claustros.Se ha conseguido mantener el nivel aca-démico de los trabajos demostrando con ello el creciente interés que despierta una revista científica de notable calidad.La variedad temática acredita la partici-pación de las cuatro facultades y de los institutos de investigación, por medio de sus profesores e investigadores.La Universidad desde hace varios años, ha concedido particular relevancia a las áreas de investigación, ha fomentado su desarrollo mediante la creación de Institutos, e invertido ingentes recursos para cumplir con uno de los clásicos postulados de Ortega, a saber, constituir una escuela de investigación científica.Así, al área de las ingenierías, se han sumado sucesivamente, el Instituto de Investigaciones en Psicología, “Dra. Julia Elena Duplessis”, el Instituto de Investigaciones en Ciencias Eco-nómicas y el Instituto de Derecho y Ciencias Sociales. Además, existe un Observatorio de opinión pública que, desde hace varios años, investiga,

mediante encuestas, diversos aspec-tos de la realidad social del país.En este sentido la política de la Univer-sidad ha sido constante y su programa de desarrollo institucional para los próximos años prevé un incremento de actividades científicas considerable, en relación con los recursos disponibles. Ha de tenerse presente que ello conlleva un importante esfuerzo económico, habida cuenta que la financiación de estos sectores se realiza básicamente con los ingresos regulares provenientes del cobro de matrículas y aranceles. De todos modos se ha considerado que se trata de una actividad irrenunciable que confiere prestigio, contribuye a la for-mación de recursos humanos valiosos, mejora el nivel de la enseñanza y, en definitiva, colabora con el crecimiento y el desarrollo del país.La República Argentina necesita con-solidar sus instituciones que constitu-yen el fundamento de su organización republicana. Una de las funciones esen-ciales de la Universidad es la de formar profesionales, investigadores y dirigen-tes con un claro sentido del deber hacia la sociedad a la que habrán de volcar sus mejores esfuerzos para mejorar su

calidad de vida espiritual y material. La UdeMM, en forma constante, ha seguido este camino poniendo el acento no sólo en la generación, distribución y transferencia del conocimiento, sino también en la necesidad de observar la ética de los fines y de los procedimien-tos para alcanzarlos. Como decía Derek BoK, ex Presidente de la Universidad de Harvard,... “los investigadores deben tener un cuidado especial al hacer inves-tigaciones en tópicos controvertidos y deben esforzarse para advertir sobre las posibles distorsiones y aplicaciones erradas de sus resultados”...Los docentes e investigadores se encuentran imbuidos de estos princi-pios rectores que han sido enumerados repetidas veces por el Consejo Supe-rior Académico y por el suscripto.La Universidad deberá persistir en esta política de mejoramiento de la tarea de enseñanza – aprendizaje con un fuerte contenido ético, así como en la inves-tigación básica, aplicada, en la innova-ción y transferencia tecnológica como elementos esenciales para garantizar su crecimiento y desarrollo futuros.

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Editorial

Lic. José Luis Segade

Director de Publicaciones UdeMM - Director Revista Atenea.

Habiendo llegado ya a la edición número 12 de la revista ATENEA, la cantidad creciente de artículos reci-bidos en estos últimos 12 años nos muestran a las claras el interés de los docentes de la Universidad por publi-car en ella y difundir sus trabajos. Tal es así que la dificultad inicial, cuando nació la revista, para conseguir un número suficiente de artículos para completar la edición de aquel enton-ces, en más de una oportunidad ha trastocado en una nueva dificultad, que es la de tener que dejar de lado algunos trabajos por falta de espacio.Lejos de preocuparnos, esta nece-sidad de seleccionar artículos nos muestra que ATENEA ya se ha ins-talado en la Universidad de la Marina Mercante como un medio de difusión reconocido por sus docentes, a los que lejos de tener que solicitarles

artículos, son ellos los que consultan acerca de la posibilidad de incorpo-rarlos en cada edición.Asimismo la publicación ininte-rrumpida, respetando una exacta periodicidad durante 12 años, y la distribución entre una gran cantidad de bibliotecas, universidades e ins-tituciones académicas ha hecho que el reconocimiento exceda los límites de nuestra universidad, recibiendo continuamente positivos comenta-rios acerca no sólo de la calidad de los trabajos publicados sino también sobre su prolijo formato y cuidada presentación.Los destinatarios de nuestra publi-cación siguen siendo los mismos en los que pensamos para el número inicial: investigadores, doctorandos, maestrandos y estudiantes de grado, docentes universitarios, autoridades

académicas, y todos los que de una u otra manera puedan encontrar en sus páginas nuevas ideas acerca de temá-ticas relacionadas con las carreras de nuestra Universidad de la Marina Mercante.En resumidas cuentas, dado el amplio espectro de áreas contenidas en sus cuatro facultades así como la diversidad de profesionales que se desempeñan en ellas, ATENEA ha sido desde sus inicios, y esperemos que continúe siéndolo por muchos años más, un medio eficaz a través del cual nuestros docentes difunden sus ideas y trabajos.Esa fue la intención con nuestro número inicial hace ya 12 años, y continúa siéndolo hoy, 12 años después.

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L. Javier Cúneo Libarona

Profesor adjunto en la materia Derecho del Consumidor - Facultad de Ciencias Jurídicas, Sociales y de la

Comunicación - Universidad de la Marina Mercante (UdeMM).

¿Cuánto tiempo tenemos los consumidores para reclamar?

Reflexiones respecto a la modi-ficación a la Ley de Defensa del Consumidor en materia de prescripción

I. Introducción

La sanción del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación (en adelante CCyC) ha suscitado un gran interés que excede el marco propio de los ope-radores del derecho. No es para menos, ya que se trata de una reforma que se ha hecho esperar –el Código Civil rigió desde 1871 y por más de 140 años– sino que además atañe a un cuerpo normativo con vocación de regular en forma sistemática los aspectos más importantes de la vida en sociedad.El Derecho del Consumidor, de forma análoga al CCyC, es una materia que tiene potencialidad para alcanzar a toda hora a todos los que vivimos en la moderna sociedad de masas, de modo que las modificaciones que a su respecto se introducen, tienen virtua-lidad para afectar la vida diaria de sus individuos.En ese marco, especial relevancia cobran las acciones consumeriles como herramienta de fundamental

significancia para la defensa de los derechos de los consumidores y usua-rios. Lo que se propone es analizar un retoque a ciertas faces de la pres-cripción de aquellas, instituto que, como uno de sus modos de extinción, tiene capacidad, en palabras de Carlos Ghersi, para generar un "fuerte impacto jurídico, social y económico, cultural e ideológico..." 1. Es que, como bien se ha señalado, se encuentran en juego valores como el efectivo ejercicio de los derechos, la justicia, la equidad y un pilar de la seguridad jurídica como lo es la prescripción 2.Con el CCyC no sólo ha aparecido un nuevo régimen general de prescripción liberatoria que sustituye el que conte-nía el Código de Vélez Sársfield (CC), sino que en forma complementaria se modificó la Ley 24.240 de Defensa del Consumidor –de aquí en más, LDC–, que es lo que en esencia aquí invito a sondear. En esa senda, repasaré los asuntos más relevantes y debatidos que

1 Citado por Waldo A. R. Sobrino en Prescripción de cinco años en seguros en el nuevo Código, trabajo Publicado en LA LEY 25/02/2015.

2 Sobrino, Op. Cit.

se originaron alrededor de esta insti-tución jurídica desde la sanción de la LDC para desembocar en el análisis de la regulación vigente.En ese camino, el norte será la Cons-titución Nacional, la única que puede dar las respuestas adecuadas a las preguntas que formulan las cuestiones de derecho. Es que no puede olvidarse que el art. 42 no se agota en otorgar derechos a los consumidores y usua-rios, sino que avanza hacia el modo de hacerlos efectivos, imponiendo a los tres Poderes del Estado la obligación indeclinable de protegerlos.

II. El art. 50 originario:

En el texto sancionado en 1993 podía leerse que "Las acciones y sanciones emergentes de la presente ley prescri-birán en el término de tres años. La prescripción se interrumpirá por la comisión de nuevas infracciones o por el inicio de las actuaciones administra-tivas o judiciales".El instituto se regía en lo general (defini-ción, vías de hacerla valer, suspensión, etc.) por las reglas del CC, y la norma se aplicaba tanto a los procedimientos administrativos reglados en el Capítulo XII, a las acciones judiciales referidas

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¿Cuánto tiempo tenemos los consumidores reclamar?

en el Capítulo XIII, y a las sanciones del art. 47. Naturalmente, quedaban fuera de su ámbito las acciones ejer-cidas por el proveedor, emergentes del derecho común. Como novedad, se preveía un plazo genérico de tres años y nuevas causales de interrupción.En cuanto al término, aparecía como inespecífico. La doctrina en general fue crítica de este punto –entre otros como su ubicación metodológica e imprecisión– puesto que surgían con-troversias frente a relaciones jurídicas de consumo regidas a su vez por leyes particulares que preveían plazos espe-ciales, como ser el de un año en materia de seguros (art. 58 de la ley 17.418). Así, algunos autores y fallos jurispru-denciales otorgaron preponderancia a la ley específica, mientras que para otro sector primaba el plazo de la LDC por sobre dichas disposiciones 3.En lo atinente a las causales o hechos jurídicos con virtualidad como para inutilizar el efecto del tiempo ya trans-currido y reiniciar uno nuevo íntegra-mente, el CC preveía principalmente la demanda (cfr. art. 3986) y el reconoci-miento del deudor (art. 3989). A dichos hitos se agregaron para las relaciones de consumo, el inicio de las actuacio-nes administrativas o judiciales y la comisión de nuevas infracciones por parte del proveedor.Esta última disposición tenía por fina-lidad desalentar el apartamiento de la LDC de la parte fuerte de la relación, aunque por la generalidad de sus expre-siones, resultaba dificultoso determinar con precisión su alcance. Esto es, si cualquier nueva infracción tenía

3 En el fallo plenario "Sáez" (12-03-12), la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil determinó como doctrina obligatoria que "es aplicable a las acciones de daños y perjuicios originadas en un contrato de transporte terrestre de pasajeros el plazo de prescripción establecido por el artículo 50 de la ley de Defensa del Consumidor -ley 24.240 modificada por la ley 26.361".

virtualidad interruptiva, o si debía estar relacionada con aquella cuyo término está corriendo, y con un contratante determinado 4.Finalmente, cabe señalar que según el art. 50, el tiempo corría tanto para las acciones judiciales que pudiera enta-blar un consumidor, como para efec-tuar la denuncia o que la Autoridad de Aplicación iniciara de oficio las actua-ciones administrativas, como también para ejecutar una sanción ya aplicada por esta última.

III. La ley 26.361:

La reforma mantuvo en general las reglas de derecho contenidas en el artí-culo, pero se añadió un párrafo dirigido a reforzar el principio protectorio (in dubio pro consumidor): "[c]uando por otras leyes generales o especiales se fijen plazos de prescripción distintos del establecido precedentemente se estará al más favorable al consumidor o usuario".Su técnica legislativa dejaba sin embargo margen para la hermenéutica, en tanto podía inferirse que a pesar de que una ley especial estableciera un plazo más reducido, el consumidor contaba igual con tres años para iniciar la acción judicial. La doctrina se pre-guntaba también si podría regir el plazo mayor previsto en otra norma (vgbr., el decenal del art. 4023 del CC).Autorizada doctrina 5 exigía que para que el principio de la prevalencia a favor del consumidor fuera aplicable, el reclamo debía encontrarse fundado directamente en la aplicación de una disposición de la LDC y no en la norma especial. Caso contrario, regía la ley especial.

4 Véase Lorenzetti, Ricardo Luis, Consu-midores, segunda edición actualizada, Rubinzal - Culzoni, Santa Fe, 2009, pp. 614.

5 Vázquez Ferreyra, Roberto A., Ley de Defensa del Consumidor Comentada y Anotada, Tomo 1, 1ª ed. Bs. As., La Ley, pp. 576 y ss.

IV. La nueva regulación:

La Ley 26.994 en su Anexo II, pto. 3, además de sustituir los arts. 1, 8 y 40 bis de la LDC reemplazó el texto del artículo en comentario. Actualmente expresa que "[l]as sanciones emergen-tes de la presente ley prescriben en el término de tres años. La prescripción se interrumpe por la comisión de nue-vas infracciones o por el inicio de las actuaciones administrativas".Resulta claro a primera vista que el espíritu del precepto ha cambiado, ya que más allá de mantener el mismo plazo, el articulado alcanza ahora úni-camente a las sanciones. En efecto, se ha acotado su ámbito de aplicación al excluir de su seno a las acciones emer-gentes de la LDC, las que ya no cuentan con un término genérico de tres años.En línea con dicha alteración, en el apartado relativo a la interrupción se ha suprimido la causal alusiva al inicio de las actuaciones judiciales.Con la nueva normativa, empero, asoman otros interrogantes. De con-formidad con su letra, debiera regir sólo para las sanciones, palabra que la RAE define en su primera acepción como aquella "[p]ena que una ley o un reglamento establece para sus infrac-tores". Verbigracia, para aplicar una sanción cualquiera como puede ser una multa, la Autoridad de Aplicación debe seguir el procedimiento reglado por ley, con respeto al derecho de defensa (art. 18 CN), e imponerla al proveedor mediante la emisión del respectivo Acto Administrativo, por comprobar la comisión de una infracción a una cláu-sula de la LDC. Cobra así sentido que la Autoridad de Aplicación cuente con tres años para luego ejecutar la multa sin el riesgo de afrontar una excepción de prescripción, a no ser que el provee-dor cometa una nueva infracción.Más aún, el plazo ahora únicamente tiene relevancia para la Autoridad de Aplicación, que debe urgir el trámite, resultando así razonable que el artículo ya no establezca la prevalencia de la

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norma más favorable al consumidor.Ahora bien, la mención al "inicio de las Actuaciones Administrativas" no parece tener razón de ser frente a una sanción ya aplicada que sólo puede ser la culminación, justamente, de actua-ciones administrativas ya iniciadas.Pero además, a no ser que el legislador haya querido decir que las "infraccio-nes" prescriben a los tres años, esa causal de interrupción se adecuaba mejor al texto que incluía a las acciones judiciales, cuyo término prescriptivo se veía interrumpido por el inicio de las Actuaciones Administrativas (de oficio o por la eventual denuncia que pudiera realizar el consumidor).A esta confusión se agregan las dudas que ya planteara la doctrina en lo concerniente a la expresión "nue-vas infracciones", y que señalara al comentar la versión primigenia de la ley 24.440, puesto que nada se ha aclarado. He de decir que considero que la postura enseñada por Loren-zetti es la más acertada.En lo que hace a las acciones judiciales en materia de Derecho del Consumi-dor, teniendo en cuenta que ya no se encuentran comprendidas por el art. 50 de la LDC, habremos de estar pues a las normas generales contenidas en el CCyC. A ellas nos avocaremos en el apartado siguiente aunque no ya exhaustivamente puesto que excede al objeto de este trabajo una glosa aca-bada sobre la nueva regulación.

V. Algunas notas sobre la prescripción en el Código Civil y Comercial de la Nación:

A modo de introducción puede decirse que en muchos aspectos no se ha inno-vado demasiado, más allá de algunos puntos especiales, en aras a su sistema-tización, actualización y adecuación a las interpretaciones jurisprudenciales y doctrinales mayoritarias. El producto es en general, como todo el CCyC, más claro y asible.Se omite –intencionadamente según

los Fundamentos– la definición del instituto, se reglamentan aspectos comunes de aplicación general a sus dos manifestaciones, para luego entrar en la suspensión 6, la interrupción 7, dispensa, normas procesales 8, los pla-zos y su cómputo.Como consecuencia de la unificación de las materias Civil y Comercial como así también de la fusión de las orbitas contractual y extracontractual de res-ponsabilidad, se prevé un término gené-rico de prescripción: salvo disposición local en contrario, las acciones judicia-les prescriben a los 5 años (art. 2560).En los arts. 2561, 2562 y 2564 se regulan casos específicos 9 que funcio-nan como excepciones a la regla. De modo que, en principio, y salvo que el reclamo pueda enmarcarse dentro de uno de los intervalos especiales que se regulan en ellos o en leyes especiales, prima tal precepto.Tocante al Derecho del Consumidor lo concreto es que ya no existe un plazo genérico de tres años para las accio-nes emergentes de la LDC y con ello emergen dos posturas interpretativas disímiles.Por un lado, no debe olvidarse que si bien las disposiciones de la LDC se integran con otras normas generales y especiales aplicables a las relaciones

6 Se aclara su carácter personal, se incorpora la mediación (también contenida en el art. 18 de la Ley 26.589, que en este aspecto no ha sido modificada), y se elimina la causal del art. 3982 (querella criminal).

7 Son mantenidas la demanda del acreedor, el reconocimiento del deudor y la mención al arbitraje, a las que se agrega el reclamo administrativo.

8 A diferencia del art. 3962 del CC, ahora puede hacerse no solo por vía de excepción sino también de acción (art. 2551).

9 Según los Fundamentos del Anteproyecto, tal decisión procura una "actualización de los plazos regulados, intentando la unificación y la reducción en cuanto resulta conveniente y ajustado al valor seguridad jurídica y a la realidad actual"

de consumo, en caso de duda prevalece la norma más favorable al consumidor (art. 3 LDC). Además –continúa el artí-culo citado– las relaciones de consumo se rigen por la LDC, sin perjuicio de que al proveedor le sea aplicable otra norma específica.En la misma dirección, el propio CCyC –que integra la LDC por vía del mentado art. 3– dispone en el título dedicado a los contratos de consumo que las normas que regulan las relaciones de consumo deben ser aplicadas e interpretadas con-forme con el principio de protección del consumidor y que, en caso de duda sobre la interpretación del CCyC o leyes especiales, prevalece la más favorable al consumidor (art. 1094).El armónico juego de estas normas permite abrir la puerta, en aquellos casos en que ha mediado contrato de consumo –tal como lo define el art. 1093– para interpretar que siempre debe prevalecer el plazo más favorable al consumidor que no es otro que el del art. 2560, que por lo demás solo reenvía a legislaciones locales 10 (en ese sentido, la ley de seguros no lo es).En la otra vereda interpretativa, puede razonarse también que el CCyC esta-blece un plazo genérico de cinco años que se aplica siempre que no se prevea otro más específico, ya sea en el propio Código o en otra norma, dependiendo la solución pues, de la naturaleza de cada reclamo consumeril en particular 11. Es

10 Es la opinión de Sobrino, en la Op. Cit; de Álvarez Larrondo, Federico M., El consumidor a partir del Proyecto de Código Civil, artículo publicado en: RCyS2013-III, 5; de Corbalán, Pablo S. y Pinese, Graciela Gloria, Modificaciones introducidas al régimen de prescripción de la Ley de Defensa del Consumidor por la ley 26.994, Publicado en: DJ24/06/2015, 83, entre otros.

11 A dicha conclusión arriba Chamatro-pulos, Demetrio Alejandro, La prescrip-ción en la relación de consumo y su regulación en el Código Civil y Comercial, Publicado en RCCyC 2015 (julio), 229; y autorizada doctrina

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¿Cuánto tiempo tenemos los consumidores reclamar?

que no sólo la prevalencia a favor del consumidor se pone en funcionamiento únicamente en caso de duda, sino que el art. 2560 admite excepciones previs-tas a renglón seguido en los arts. 2561, 2562 y 2564.Desde este punto de vista, y puesto que la cuestión no se encuentra definida, no resulta ocioso recordar aquellos plazos que prevé el CCyC y que creo podrían tener mayor relevancia o repercusión para el Derecho del Consumidor.Para empezar, parecen no existir dudas de que la acción de cumpli-miento contractual queda regida por el art. 2560. Es decir, entre otras, aquellas que autorizan los arts. 7, 9 y 19 LDC (en casos de servicios) por el cumplimiento de la oferta (con su correlato en el art. 1103 CCyC), el art. 10 bis de la LDC por incumplimiento de la obligación, las de la garantía de cosas muebles no consumibles y por servicios, y a las condiciones de la prestación de éstos

como Compiani, María M. Fabiana, en El contrato de seguro y el Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación, Publicado en DCCyE 2012 (octubre), 01/10/2012, 102.

(arts. 20 y 23), incluso los servicios públicos domiciliarios.En segundo lugar, según el 2° párrafo del art. 2561, prescriben en tres años los reclamos de daños fundados en responsabilidad civil, es decir aquellos que dimanan del Capítulo I del Título V del libro Tercero. Podemos enmarcar en este ámbito las acciones de respon-sabilidad por violación a la obligación de seguridad del art. 5 LDC, por la falta a la obligación de brindar un trato digno (art. 8 bis LDC y 1097 CCyC) o equitativo y no discriminatorio (art. 1098 CCyC) o por daños que resultan del vicio o riesgo de la cosa o de la prestación del servicio del art. 40 LDC.En punto a ello se ha advertido con agudeza –aunque dicha situación ya podía darse durante la vigencia del CC– que si el consumidor acumula las acciones de cumplimento de la obligación y de daños y perjuicios, se encontrará con que cuenta con plazos distintos. "El operador del derecho, superado el tercer año desde que la acción quede expedita, deberá aconsejar a su cliente incoar

una acción de cumplimiento exclusi-vamente y no de daños" 12.Existen también plazos de dos años (art. 2562), que aluden a: i) las peticiones de nulidad relativa y de revisión de actos jurídicos; ii) reclamos de todo lo que se devenga por plazos periódicos; y iii) el contrato de transporte. Las acciones de nulidad total o parcial e integración del contrato que emergen de los arts. 36 LDC (requisitos de las operaciones de venta de crédito), 37 LDC, 989 y 1112 CCyC (cláusulas abusivas), pueden quedar comprendidas por este término.Finalmente, entre los reclamos que podrían encolumnarse en el ámbito del derecho del consumo, prescriben al año (art. 2564) aquellos: 1) por vicios redhibitorios; 2) acciones posesorias; 3) de responsabilidad por ruina con-tra el constructor; 4) provenientes de documentos endosables o al portador; y 5) la acción autónoma de revisión de la cosa juzgada.Lo antedicho puede resumirse en el siguiente cuadro:

12 Álvarez Larrondo, Op. Cit.

Plazo de prescripción Acciones

Art. 2560 CCyC:5 años

Cumplimiento contractual (art. 730 CCyC);Resolución de contrato (1083 y ss. CCCN);Cumplimiento de la oferta (arts. 7, 9 y 19 LDC; art. 1103 CCyC); Incumplimiento de la obligación: art. 10 bis LDC; Garantía (cap. IV);Condiciones de la prestación de servicios (arts. 20 y 23), incluso los públicos domiciliarios (cap. VI)

Art. 2561 CCyC:3 años

Responsabilidad civil (arts. 1708-1780 CCyC); Violación a la obligación de seguridad, art. 5 LDC; Falta al trato digno (art. 8 bis LDC y 1097 CCyC) o equitativo y no discriminatorio (art. 1098 CCyC);Daños por vicio o riesgo de la cosa o de la prestación del servicio, art. 40 LDC

Art. 2564 CCyC:1 año

Vicios redhibitorios (art. 1034–1051 y ss. CCyC); Acciones posesorias (arts. 2238–2246 CCyC); Responsabilidad del constructor por ruina (arts. 1273–1275 CCyC);Documentos endosables o al portador ;Revisión de la cosa juzgada;

Art. 2562 CCyC:2 años

Nulidad relativa y revisión de actos jurídicosReclamos por obligaciones a plazos periódicos;Contrato de transporte;Nulidad total o parcial e integración del contrato, arts. 36 LDC (requisitos de las operaciones de venta de crédito), 37 LDC, 989 y 1112 CCyC (cláusulas abusivas)

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VI. Conclusiones:

No es difícil advertir que la institución conlleva el análisis de múltiples aristas, y que respecto de ellas no ha existido consenso desde la sanción de la LDC ni tampoco a través de sus sucesivas reformas (años 2008 y 2014). Con variado fundamento, se han asumido interpretaciones que en algunas oca-siones resultan divergentes, afectando seriamente la estabilidad de los dere-chos y la seguridad jurídica.Cierto es que en derecho no siempre dos y dos son cuatro, y que los textos legales se han caracterizado por no ayudar a la clarificación, recurriendo a una deficiente técnica legislativa. Pero es en un tema tan trascenden-tal como éste, por su capacidad de restringir el derecho fundamental de acceso a la jurisdicción de los consu-midores y usuarios, que el legislador debió poner especial empeño en pro-veer una disposición que sin amba-ges definiera la cuestión. Máxime teniendo en cuenta la manda constitu-cional dirigida a las Autoridades de la Nación, que impone el deber de pro-veer a la protección de los derechos del consumidor, y establecer a través de la legislación, procedimientos efi-caces para la prevención y solución de conflictos (art. 42).Ha quedado expuesto que esa opor-tunidad también se ha perdido con la ley que sancionó el CCyC, tomando centralidad el plazo de prescripción a aplicar, punto en que según la corriente que se siga pueden obte-nerse resultados muy diferentes.La ley 26.994 ha parecido dirigirse, aunque no puede decirse que mediante una clara intención, a ordenar los tér-minos prescriptivos mediante la elimi-nación de su tratamiento en la LDC. Desde una mirada rápida, el nuevo art. 50 aparenta sustentar la visión según la cual el plazo a aplicar es el genérico de 5 años que ha previsto el art. 2560 del CCyC, con excepción de los casos especiales de los arts. 2561, 2562 y 2564, y de los contenidos en leyes específicas.Sin embargo, no puede soslayarse que tal hermenéutica choca de lleno

contra el principio protectorio y es ello lo que me induce a pensar que la solución correcta necesariamente debe tener en cuenta el hecho de posicionar favorablemente al consu-midor. Es aquél un principio general y fundamental al que el Derecho del Consumidor no puede jamás des-atender, desde que su razón de ser mucho tiene que ver con la situación desventajosa desde el punto de vista jurídico, técnico y económico en que se encuentra la parte débil de la rela-ción de consumo.Esta propuesta no sólo compatibiliza las disposiciones normativas de los arts. 1094 y 2560 del CCyC y 3 de la LDC, en la búsqueda de un equi-librio e integración normativa, sino que además brinda una respuesta más adecuada a la tutela jurisdiccio-nal, a la protección del consumidor y al espíritu de la legislación tuitiva. Es este mismo motivo el que lleva a autores que propugnan la aplicación de plazos específicos, a admitir que de lege ferenda deberían reformarse los términos que resulten sumamente exiguos 13, como es el caso de la ley de seguros. Es que un plazo de un año como el que existe en esa materia, resulta llanamente inaceptable para las relaciones de consumo, y no se entiende cómo en contra del principio de progresividad (no regresión de los derechos) y de igualdad (art. 16 CN), se "amplíen" los derechos del provee-dor en detrimento del consumidor.Adviértase que la proposición contra-ria se encamina a dar una respuesta única: para las relaciones de consumo se tiene siempre en cuenta el plazo mayor; los especiales regirán para aquellos contratos que no sean de con-sumo regulados por leyes específicas.Desde la óptica de la finalidad del Derecho del Consumidor, de ambas posturas solo una puede resultar adecuada. No obstante, debe admi-tirse que puedan surgir vacilaciones, y que como se ha hecho notar ya en esta Publicación, en definitiva "habrá que esperar que los jueces comiencen a aplicar el nuevo Código y a sentar

13 Vease Compiani, Op. Cit.

nueva jurisprudencia... y otorguen a cada uno lo suyo" 14.No podrán ser sino los jueces quienes inspirados por el espíritu protecto-rio del estatuto del consumidor – la LDC es una norma de orden público (art. 65) y por tanto deben aplicarla de oficio aún cuando las partes no la hayan invocado–, y de la Cons-titución Nacional, irán abriendo el camino hacia la justicia frente al caso concreto. No nos quedan dudas que a dicho fin, y salvo excepciones en las que se evidencie una notoria injus-ticia, se inclinarán por favorecer al consumidor.

14 Rebaudi Basavilbaso, Ignacio M., Una deuda en dólares estadounidenses ¿se puede cancelar pagando pesos al cambio oficial?, Atenea - UdeMM, Año XI - n° 11 - Noviembre 2014.

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Las Categorías Contractuales en el Código Civil y Comercial y la Intensidad Protectoria

Walter Vázquez Fiel

Abogado. Universidad de Morón. Profesor de Derecho Privado III (UdeMM).

Las Categorías Contractuales en el Código Civil y Comercial y la Intensidad Protectoria

La entrada en vigencia del nuevo Código Civil y Comercial unificado constituye uno de los acontecimientos más importantes del la historia del Derecho argentino. En lo que a con-tratos se refiere, la derogación de los códigos en materia civil y en materia comercial implica, entre otras conse-cuencias, la desaparición de la tradi-cional división entre contratos civiles y comerciales y, en su lugar, aparece otra configuración contractual que en este trabajo se intentará describir.

Antecedentes y evolución

El Código de Vélez Sársfield de 1871 respondía al ideario racionalista y liberal de la revolución francesa que caracterizó a las iniciativas codificado-ras de la época. La propiedad privada y la libertad individual representaban los valores más preciados que el dere-cho civil debía garantizar y la auto-nomía de la voluntad se erigía como la manifestación más cabal de esos principios. A las partes del contrato se las consideraba libres e iguales; por consiguiente, nadie como ellas mis-mas para cuidar sus propios intereses y regular sus mutuas obligaciones

y, salvo que se demostrara un vicio de la voluntad, las disposiciones del contrato eran irrevisables por el Juez, quien sólo debía intervenir para hacer cumplir las obligaciones libremente acordadas pero que, una vez asumi-das, su estricto cumplimiento tenía para los contratantes la misma fuerza obligatoria que la ley. El principio dogmático de autonomía de volun-tad y de igualdad entre las partes era considerado como una consecuencia natural de la realidad, más que como un interés a proteger.Pero no tuvo que pasar mucho tiempo para que se advirtiera que las partes de un contrato no siempre concertaban sus intereses en un marco de mutua libertad y que muchas veces una de ellas se encontraba en una situación de inferioridad negocial. Con la revo-lución industrial las herramientas del derecho civil concebidas por el posi-tivismo y la ilustración empezaron a mostrar insuficiencia para resolver crecientes desequilibrios, algunos de ellos causantes de conflictos sociales. Se hizo innegable entonces la nece-sidad de adoptar normas imperativas que compensarán las desventajas a

que la parte vulnerable solía encon-trarse expuesta, principalmente en una determinada forma de contrata-ción que dejaría de considerarse una versión de la locación de servicios para evolucionar en un contrato que desde hace mucho lo regula una ley especial y que con una importante dosis de orden público establece principios inderogables a favor del más débil de la relación. Se trata del contrato de trabajo.Aunque permaneciendo dentro del ámbito del derecho civil, otras formas de contratación aparecidas durante el siglo XX pusieron en evidencia que el ideal de igualdad fundado en la libre discusión del contenido contractual se había tornado, en muchos casos, una creencia ilusoria y que la rígida concepción de que lo dispuesto en el contrato es inalterable podía involu-crar serias inequidades. En nuestro derecho, la manifestación más impor-tante de esa nueva visión fue la san-ción de la Ley 17.711. Suele decirse que esta reforma humanizó el código, al jerarquizar a la buena fe como principio esencial en materia con-tractual e incorporar nuevas figuras

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interpretativas derivadas o relaciona-das con dicho principio, tales como la teoría de la imprevisión, el abuso de derecho o el vicio de lesión.Posteriormente, y fuera del ámbito del Código civil, la Ley 24.240 de Defensa del consumidor creó un microsistema legal destinado a regu-lar las masivas formas de contrata-ción entre consumidores y empresas proveedoras de bienes y servicios, en las que el formato clásico del per-feccionamiento del contrato como el resultado de una libre negociación se había convertido en una ficción. Un año después, con la reforma de la Carta Magna de 1994, se consagra la protección constitucional de los con-sumidores en el artículo 42, pasando a integrar el grupo de derechos funda-mentales. En el año 2006, la reforma de la Ley 26.361 incrementó la tutela respecto de los sujetos y de las situa-ciones que quedan bajo la protección de la Ley 24.240.El progresivo aumento de los con-tratos de consumo y de la modalidad de adhesión, requería armonizar estas formas de contratación con las disposiciones del Código civil pero éste, aun con las modificaciones de la Ley 17.711, no estaba preparado para regular apropiadamente las novedosas y complejas relaciones negociales que irrumpieron en las últimas décadas.Esta carencia, al igual que en otras áreas del derecho privado, se fue cubriendo con un ejemplar desa-rrollo doctrinario y jurisprudencial pero, aun así, desde tiempo atrás se advertía la conveniencia de sancio-nar un nuevo código que compren-diera la actualización de todo el derecho privado de manera integral y unificada. En 1987 un proyecto contó con la aprobación de ambas Cámaras del Congreso pero fue vetado por el Ejecutivo en 1991; en 1993, otra iniciativa no llegó a tener aprobación en el Senado y en el año 1998 se elaboró un Proyecto de

unificación que tampoco logró ser aprobado 1.En febrero de 2011, un Decreto del Poder Ejecutivo Nacional creó una Comisión para la elaboración del pro-yecto de ley de reforma, actualización y unificación de los Códigos Civil y Comercial de la Nación, integrada por los Drs. Ricardo Lorenzetti, Helena Highton de Nolasco y Aída Kemel-majer de Carlucci. En abril del 2012, la Comisión redactora concluyó un Anteproyecto que elaboró con la cola-boración de 111 juristas y que tomó como antecedente más importante al Proyecto de 1998. Con escasas modi-ficaciones, el Poder Ejecutivo elevó al Congreso el Proyecto que en octubre del 2014 se aprobó como Código civil y comercial de la Nación (en adelante CCyC) mediante la Ley 26.994.

Aspectos más destacados del nuevo código en relación con los contratos

La regulación los contratos en los Títulos II, III y IV del Libro III dedi-cado a los derechos personales, ha sido uno de los temas menos contro-vertidos en el ámbito doctrinario. La Comisión redactora del Anteproyecto logró –reconociendo en el Proyecto de 1998 un precedente fundamen-tal- una sistematización centralizada de los contratos, adecuando figuras tradicionales a necesidades y valores actuales, armonizada con los micro-sistemas preexistentes en leyes espe-ciales y con la caudalosa doctrina y jurisprudencia producida en los últi-mas décadas. Entre los aspectos más trascendentes, podemos mencionar:Constitucionalización del derecho privado: En los Fundamentos del Anteproyecto la Comisión redactora declara que se buscó abandonar la

1 El primer proyecto de reforma integral del Cód. civil –Proyecto Bibiloni- data de 1926. Hubo otras iniciativas en 1936 y 1954.

división entre derecho público y dere-cho privado que impera en otros códi-gos y que se tomaron muy en cuenta los derechos reconocidos en todo el bloque de constitucionalidad. En el artículo 1° se establece como primera regla de interpretación que sus dispo-siciones deben resolverse conforme a la Constitución y a los tratados en que la República sea parte.Esta premisa se proyecta sobre todas las disposiciones del código y con una especial incidencia en los con-tratos de consumo, dada la explícita protección constitucional que gozan los consumidores.• Nuevas reglas de interpretación

y jerarquización de la buena fe: Se fijan importantes reglas de interpretación contractual –varias de ellas tomadas del derogado Código de Comercio- estrecha-mente vinculadas con la buena fe, y se acentúa el protagonismo que la Ley 17.711 le atribuyó a este imperativo de conducta. Ya desde el artículo 9, en el Título Prelimi-nar, el CCyC impone a la buena fe como requisito ineludible a la hora de ejercer los derechos. Lo impone también en el artículo 729 como un deber de conducta del deudor y del acreedor; lo reafirma en el artículo 961 al disponer que los contratos deben celebrarse, interpretarse y ejecutarse de buena fe, y en el 991 se instaura el deber de actuar con buena fe durante las tratativas contractuales. En el artículo 1011, se estipula que la oportunidad razo-nable de renegociar de buena fe es un requisito previo a la rescisión de un contrato de larga duración y, en el artículo 1061, queda establecido el deber de interpretar el contrato conforme a la intención común de las partes y al principio de buena fe. En el artículo 1067, aparece la protección de la confianza como una regla de interpretación contrac-tual, incorporando así una de las

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Las Categorías Contractuales en el Código Civil y Comercial y la Intensidad Protectoria

más emblemáticas derivaciones del principio de la buena fe, que es la doctrina de los actos propios. Tam-bién aparecen definidos el subcon-trato y sus alcances (1069 a 1072) y la conexidad contractual, con su regla interpretativa y sus efectos (1073 a 1075).

• Actualizada regulación de los con-tratos en particular: Desaparecen los contratos reales, quedando todos perfeccionados con el acuerdo de voluntades. En el título IV, dedicado a la parte especial, se tipifican varios contratos ampliamente utilizados y reconocidos por la jurisprudencia pero que carecían de base normativa, como la franquicia o la concesión; se incorporan otros que estaban regla-dos en leyes especiales, como el leasing o el fideicomiso y se regulan los contratos asociativos dejando clara su distinción con las socieda-des. También se actualizan, depuran y perfeccionan los contratos tradi-cionales; por ejemplo, a la locación de cosas se la separa netamente del contrato de obra o servicios, o se distingue al contrato de mandato de la teoría de la representación.

• Unificación de contratos civiles y comerciales: Como se señaló al comienzo, la entrada en vigencia del Código civil y comercial unificando ambas materias, lleva a la desapa-rición de la tradicional distinción entre contratos civiles y comerciales. Las nuevas formas de contratación han diluido la importancia práctica esta división y desde hace muchos años, la doctrina prácticamente uná-nime propiciaba la desaparición de la doble regulación de numerosos contratos que estaban tipificados en ambos códigos, provocando serios inconvenientes 2. En su lugar, el

2 "La alternativa de la doble regulación –civil y comercial– aplicable a numerosos contratos genera toda suerte de dificultades." (aLteriNi, atiLio aNibaL Contratos civiles, comerciales y de

nuevo código unificado nos presenta una nueva configuración contractual –y cuya descripción motiva este trabajo- que se produce como conse-cuencia de incorporar a su contenido a los contratos de consumo y a los contratos de adhesión.

Las categorías contractuales

Con el claro propósito de brindar un marco legal eficaz ante a las nove-dosas formas de contratación, con normas protectorias que equilibren la situación en que suele quedar la parte más débil, el nuevo código establece tres categorías con disposiciones de distinta intensidad protectoria, que modifican los efectos del tipo general y que se aplican a cualquier tipo de contrato.Dichas categorías son:• Contratos paritarios o

discrecionales• Contratos de consumo• Contratos de adhesiónSi bien el vocablo "categoría" suele utilizarse en el sentido de clase, tipo, variedad o especie dentro de un grupo más general (por ejemplo, el artículo 1104 se refiere a los contratos cele-brados fuera de los establecimientos comerciales como a una categoría que comprende a otras modalida-des), en este caso le asignaremos a la expresión un significado más res-tringido y la usaremos únicamente para referirnos a esos tres regímenes contractuales.En el derogado Código civil estas categorías no existían y todos los con-tratos tenían el mismo tratamiento. Cuando entró en vigencia la Ley 24.440 regulando las relaciones de consumo, lo hizo como un microsis-tema externo al Código civil. La doc-trina dio en calificar como paritarios

consumo. Teoría general Ed. Abeledo Perrot. p. 105).

–entre pares- 3 a los contratos que no entraban bajo la tutela especial de la Ley del consumidor y que seguían regulados por las disposiciones gené-ricas del Código civil. En cuanto a los contratos de adhesión, directamente carecían de regulación legal 4.Contratos de consumo: En los Fun-damentos del Anteproyecto, se admite que fue un aspecto muy discutido la incorporación de los contratos de consumo dentro del ámbito del nuevo código y, en su caso, su grado de exten-sión. Una alternativa era mantener los contratos de consumo en un microsis-tema aparte; otra, derogar el microsis-tema de la Ley 24.240 y llevar todas sus disposiciones al CCyC. En virtud de que la protección de consumidor tiene reconocimiento constitucional, se optó por su codificación pero, a su vez, se entendió que no resultaría adecuado trasladar todas las disposiciones de la Ley 24.440, sino que es más conve-niente dejar que permanezca la Ley del Consumidor como un microsistema e incorporar al CCyC sólo las normas fundamentales sobre consumo, confor-mando un "núcleo duro" de protección mínima, que puede ser mejorado pero no disminuido por la ley especial (por ejemplo, el principio de interpretación más favorable al consumidor). De esta manera, la tutela del consumidor se conforma mediante la integración

3 El término paritario es reiteradamente utilizado en los Fundamentos del Anteproyecto para designar a los contratos que se rigen por la parte general y que no entran en las categorías de consumo o de adhesión, pero tal denominación no aparece en el articulado del CCyC.

4 Los contratos de adhesión tuvieron mucho desarrollo doctrinario pero escasa recepción legislativa. Solamente aparecen en el artículo 38 de la Ley 24.240 para obligar a la autoridad de aplicación a vigilar que los contratos de adhesión o similares no contengan las cláusulas abusivas que describe el art. 37 de dicha norma.

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legal de dos niveles estables, que son la Constitución Nacional y el Código, y la ley especial que representa un tercer nivel más flexible a las adecuaciones reglamentarias de los usos y prácticas. La solución parece acertada, en vir-tud de que la legislación de consumo es relativamente nueva, dinámica y sujeta a adaptaciones que no serían apropiadas en un código, con mayor vocación de permanencia que una ley especial más permeable a recibir ajus-tes legislativos.Partiendo de la idea de que los con-tratos de consumo son una fragmen-tación del "tipo general" que influye sobre los tipos especiales, en los Fundamentos se explica que ahora "hay dos partes generales". Una que se ocupa de la regulación general en contrato clásico o paritario o entre iguales y que es la del Título II dedi-cada los contratos en general; la otra es la del Título III que se ocupa de los contratos de consumo. El Título IV, en cambio, es la parte especial que regula los "Contratos en particular", como la compraventa, la locación y los demás "tipos" contractuales. Es muy importante señalar que en la regulación de cada contrato en parti-cular no se hace distinción alguna res-pecto de los supuestos en que deben aplicarse las reglas de los contratos paritarios o las normas protectorias del consumidor. Es decir, hay un solo tipo de compraventa, de locación o de fianza; no hay regulación separada de cada contrato (por ejemplo compra-venta y compraventa de consumo).Hay que tener muy presente que la categorización de contrato de con-sumo depende de cada contrato en particular y que el factor determinante es el destino que en el caso concreto el adquirente le dará al bien o al ser-vicio contratado. Conforme al artí-culo 1093, si actúa como destinatario final para él o su grupo familiar y no lo vincula a su actividad comercial, artesanal, profesional o industrial, el

contrato celebrado en esas condiciones será categorizado como de consumo y se activarán los dispositivos que el Título 3 reserva a favor del adquirente (interpretación, publicidad, revoca-ción, etc.). Si esas condiciones no se presentan, el contrato será regido por las normas genéricas del Título 2.También corresponde señalar que la tutela del consumidor trasciende la órbita de los contratos, ya que el artículo 1092 equipara al consumidor, aunque que no sea contratante, a quien sin ser parte en la relación de consumo actúa como destinatario final del bien o servicio adquirido o contratado. Asimismo, el artículo 1096 extiende dicho ámbito de aplicación a todas las personas expuestas a las prácticas comerciales (consumidor expuesto o bystander), pero solamente en los casos de prácticas abusivas 5.Dado que el régimen protectorio del consumidor excede el marco de los contratos, hay autores que opinan que hubiera sido más apropiado ubi-car esta normativa dentro del ámbito de las obligaciones en general, en el Libro I. 6

Contratos de adhesión: La regula-ción de los contratos celebrados por

5 Receptando numerosas críticas, se consideró inapropiada la figura del consumidor expuesto que dentro de la noción general de consumidor incorporó la Ley 26.361 al final del art.1 de la Ley 24.240, por lo que el CCyC solo admite al consumidor expuesto dentro de la Sección de "prácticas abusivas", (art. 1096) retomando así el alcance original dado por su fuente, el art.29 de la Ley del Consumidor de Brasil, que lo limita a las prácticas comerciales y que, incorrectamente, la Ley 26.361 lo extendió dentro de la noción general. Con la sanción del CCyC, el art. 1 de la Ley 24.240 artículo fue concordantemente modificado.

6 Cfr.: ARIAS CAU, Esteban J., "Los contratos de consumo en el proyecto de Código Civil 2012", Academia Nacional de Derecho de Córdoba.

adhesión constituye otra importante novedad legislativa. En el Antepro-yecto se aclara que no son, como los de consumo, una fragmentación del tipo general, sino que la adhesión es una modalidad del consentimiento, donde hay una gradación menor de la autonomía de la voluntad que afecta a la parte que adhiere a condicio-nes o, dicho más apropiadamente, cláusulas 7 generales fijadas unila-teralmente por la otra. La doctrina denomina contratos discrecionales a los que no se celebran por adhesión y el perfeccionamiento del contrato se alcanza mediante la negociación de su contenido en forma discrecional.Esta categoría aparece legislada den-tro del Título II de los Contratos en general, en el Capítulo III dedicado al consentimiento pero, como la adhe-sión se trata de una modalidad especial de éste, el contrato así celebrado se lo regula en una Sección específica -la segunda- ya que la primera Sección se ocupa del consentimiento paritario o discrecional. Lo define el artículo 984 como "aquél mediante el cual uno de los contratantes adhiere a cláusulas generales predispuestas unilateral-mente por la otra o por un tercero, sin que el adherente haya participado en su redacción." El artículo 985 impone los requisitos de redacción que deben respetar las cláusulas generales pre-dispuestas, como claridad, autosufi-ciencia e inteligibilidad, teniendo por no convenidas las que efectúen reen-víos a antecedentes no facilitados al adherente antes o simultáneamente a la conclusión del contrato, y extiende estas obligaciones a la contratación

7 En los Fundamentos del Anteproyecto se explica que se prefirió el término "cláusulas" en lugar de "condiciones" al regular los contratos de adhesión, en virtud de que el término condición tiene un significado técnico específico en el ámbito de las obligaciones y contratos que no se compadece con el supuesto que en ese caso se estaba reglando.

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Las Categorías Contractuales en el Código Civil y Comercial y la Intensidad Protectoria

telefónica o electrónica. En el artículo 986 se describen a las cláusulas par-ticulares como aquellas negociadas individualmente que modifican a las generales y se establece el principio de preferencia de las primeras.El artículo 987 fija el principio de que las cláusulas ambiguas se deben interpretar en sentido contrario al predisponente. En el 988 se prescribe que las cláusulas que desnaturalicen las obligaciones del predisponente, las que importen renuncia a derechos del adherente o las que no sean razo-nablemente previsibles, serán consi-deradas abusivas y se tendrán por no escritas. El 989 establece que cuando el juez dispone la nulidad parcial del contrato lo debe integrar y deja en claro que la aprobación adminis-trativa de las cláusulas generales no obsta el control judicial.La regulación legal de los contratos celebrados por adhesión es una inno-vación muy oportuna, al brindar pro-tección a un importante sector de la comunidad formado por adquirentes o usuarios que al no ser destinata-rios finales de los bienes o servicios que contratan, están excluidos de la tutela que gozan los consumidores, quedando en situaciones de inferio-ridad negocial y hasta abusivas, que la legislación no contemplaba, pues frecuentemente se ven precisados a suscribir contratos con cláusulas unilateralmente impuestas por el predisponerte sin posibilidades rea-les de negociación, por ejemplo un comerciante individual o una pequeña empresa frente a una compañía de telefonía celular.Es interesante destacar que adhesión no es lo mismo que predisposición. Si bien el articulado del CCyC no lo aclara, lo hace la Comisión redactora del Anteproyecto en los Fundamentos, explicando que se trata de situaciones diferentes, puesto que la adhesión en una forma de celebrar el contrato mediante la cual no se negocian las

cláusulas y una de las partes adhiere al contenido que la otra dispuso con anterioridad; la predisposición, en cambio, es una técnica de redacción que mucha veces no es un indicio de debilidad de un contratante, sino una forma de simplificar el acto al recurrir a un modelo de contrato elaborado con anterioridad por una de las par-tes, por ambas o por un tercero. La adhesión es una característica del acto del aceptante que puede implicar una situación abusiva y que activa el prin-cipio protectorio; la predisposición es un aspecto neutro. Por eso –aclara la Comisión- sin perjuicio de que se fijaron reglas para las cláusulas pre-dispuestas (arts. 985,987 y 988) se ha legislado el tema basándose en la adhesión más que en la pre-redacción.La autonomía de la voluntad y los regímenes protectorios: Con la regu-lación en el CCyC de los contratos de consumo y de los contratos de adhe-sión, se efectuó una equilibrada depu-ración de importantes antecedentes generados en los ámbitos académico y jurisprudencial, en los anteriores proyectos legislativos y en el derecho comparado. Es evidente que la Comi-sión redactora tuvo como premisa fundamental en materia de contratos vigorizar el principio de autonomía de la voluntad. No es casualidad que en el Capítulo 1 dedicado a las dispo-siciones generales e inmediatamente después de la definición de contrato, el artículo 958 pondere la libertad de contratación declarando que las partes son libres para celebrarlo y determinar su contenido dentro de los límites de la ley, el orden público, la moral y las buenas costumbres. Tam-bién incluye una norma cuya incorpo-ración no resultaría imprescindible, y no porque no sea importante, sino porque su contenido se deduce de otras disposiciones del código y, sobretodo, de la Carta Magna, sin necesidad de su articulación expresa. Se trata del artículo 965, que dispone

"los derechos resultantes de los con-tratos integran el derecho de propie-dad del contratante". El legislador incluyó esta regla –siguiendo el ante-cedente del proyecto de 1998- como un refuerzo conceptual tendiente a evitar que la eventualidad de una interpretación desmesurada afecte ese derecho fundamental.Para proteger la autonomía de la voluntad y el derecho de propiedad es preciso reconocer que la vertiginosa dinámica contractual de hoy en día provoca frecuentes y diversas situa-ciones de debilidad y vulnerabilidad en uno de los contratantes y que son necesarias medidas legislativas y judiciales efectivas para contrarrestar esas distorsiones mediante regímenes de diferente intensidad protectoria. En los contratos paritarios la pari-dad negocial se presume, pero en los contratos de consumo y en los que se celebran por adhesión, la protección se intensifica porque el legislador directamente parte de la presun-ción de que uno de los contratantes es más vulnerable y que el contrato se perfecciona bajo condiciones que limitan su autonomía, lo que justifica la existencia de normas imperativas dirigidas a recuperar el equilibrio contractual.La diferencia está en que en los contratos de adhesión se considera que hay una afectación del consen-timiento por el modo de celebración y se aplica la Sección que regula esta modalidad, en tanto que en el contrato de consumo la condición de vulnerabilidad del consumidor que el legislador presume es más estructural y tiene que ver la causa que lo lleva a contratar, por lo que la situación se regula en el Título 3 dedicado a los contratos de consumo. La mayor intensidad protectoria se da –por cierto muy frecuentemente- cuando el consumidor es también adherente, en cuyo caso goza simultáneamente del amparo de ambos regímenes

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protectorios. Esta doble tutela está expresamente normada en el artículo 1117, que establece que lo dispuesto en los artículos 985 a 988 sobre contratos de adhesión, se aplica en contratos de consumo respecto de la declaración de abuso de sus cláusulas, existan o no cláusulas predispuestas por una de las partes.Normas protectorias en los contra-tos paritarios: En los contratos pari-tarios la ley presume que las partes perfeccionan sus acuerdos gozando de plena autonomía de la voluntad. Sin embargo, es importante adver-tir que la presunción de que ambos contratantes son libres e iguales que se proclama en el artículo 958, actualmente no está concebida bajo la lógica de igualdad que imperaba en el derecho decimonónico donde, como se dijo al comienzo, muchas veces se tornaba ilusoria, sino que se concibe como un ideal que es necesario pro-teger. Hoy se sabe que, aun sin llegar a los vicios del consentimiento, pue-den presentarse situaciones en las que el ideal de libertad y de igualdad se encuentre amenazado por limitacio-nes al consentimiento en las que no se reparaba en el derecho privado de hace un siglo.En otras palabras, ya por una debi-lidad estructural en los contratos de consumo, ya por un modo de cele-bración que afecta el consentimiento en los celebrados por adhesión, la ley presume desequilibrios, mientras en los contratos paritarios se sigue partiendo de la presunción de que los contratantes son libres e iguales, pero asumiendo que hay supuestos en que esa presunción debe abandonarse y recurrir a mecanismos interpretativos que reconozcan y compensen asime-trías en el poder de negociación de los contratantes.Con esa finalidad, dentro de la parte general del Título II dedicada a los contratos paritarios, además de una Sección especial sobre el

consentimiento en los contratos celebrados por adhesión, el CCyC incorporó una cantidad de normas derivadas de la buena fe, que amplían notablemente el estrecho sendero que había marcado la reforma de la Ley 17.711 con la teoría de la imprevisión y el abuso de derecho, y que permi-ten revisar situaciones que bajo la apariencia de ser expresiones de la autonomía de la voluntad, en realidad constituyen abusos o limitaciones de dicho principio.Así, y en consonancia con numero-sos antecedentes jurisprudenciales, el artículo 990 introduce el deber de obrar de buena fe para no frustrar injustificadamente las tratativas. La novedosa incorporación de los con-tratos de larga duración del artículo 1011, establece el deber de colabora-ción y de que la parte que decida la rescisión debe dar a la otra la opor-tunidad de renegociar de buena fe. El artículo 1067 dispone que la inter-pretación debe proteger la confianza y lealtad entre las partes, e instituye la aplicación la doctrina de los actos propios entre otras reglas que se con-sagran en el Capítulo 10 dedicado a la interpretación del contrato. Otra innovación es la regulación de los contratos conexos de los artículos 1073 a 1075, que permite a la parte perjudicada oponer las defensas por incumplimiento a personas ajenas al contrato. El artículo 1090 prevé que la frustración de la finalidad del con-trato autoriza a la parte perjudicada a declarar su rescisión y el 1091 man-tiene vigente la teoría de la imprevi-sión. Asimismo, existen en el Título preliminar importantes reglas pro-tectorias dirigidas a todo el código, destacándose, en lo que a contratos se refiere, los artículos 10 y 11, que contemplan el abuso de derecho y el abuso de una posición dominante en el mercado.Importancia práctica de las cate-gorizaciones: Es evidente que la

categorización del contrato tiene una significativa trascendencia de orden práctico. No hay contrato que no per-tenezca a una de las tres categorías legales que estamos analizando, por lo que su determinación resulta inelu-dible para evaluar las normas que lo rigen. Así como la existencia de un daño es el primer elemento que debe verificarse para la determinación de la responsabilidad civil, establecer de entrada a que categoría pertenece un contrato, permite saber qué régimen protectorio le resulta aplicable.Una cláusula puede ser válida o ser tenida por no escrita, según el con-trato sea discrecional o celebrado por adhesión; la oferta a personas indeterminadas que, en principio, no es vinculante, en un contrato de consumo puede obligar al oferente; la interpretación de un contrato de consumo se efectúa en el sentido más favorable al adquirente, principio que no corre en un contrato paritario. Es fundamental, entonces, a la hora de preparar, celebrar, exigir o interpretar un contrato, conocer a cuál categoría pertenece.Probablemente hubiera sido mejor que las categorías que surgen de la sistematización del CCyC, quedaran expuestas de una manera más directa y asequible no sólo a operadores jurídicos como jueces o abogados, sino también a las partes contratan-tes, puesto que a ellas van dirigidas y les será provechoso saber bajo qué circunstancias y en qué medida se activarán –en su favor o a su cargo, según sean consumidores o proveedo-res, adherentes o predisponentes- las numerosas disposiciones protectorias que la nueva legislación dispone.

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La Inseguridad de la Seguridad

Sergio Daniel Conde - Osvaldo Donato Marcovecchio - Silvio Ramiro De Cicco

Universidad de la Marina Mercante, Secretaría de Investigaciones Facultad de Ingeniería

La Inseguridad de la Seguridad:Un modelo de aplicación en la Universidad de la Marina Mercante

Abstract

El objetivo de la investigación es demostrar desde el punto de vista del usuario, si los procedimientos de guía para las diferentes contraseñas que se necesitan como cliente de cualquier entidad bancaria hoy en día en Argentina facilitan la gestión de éstas por parte del usuario o todo lo contrario. Se ha propuesto la utilización de una encuesta como herramienta de diagnóstico dirigida a diferentes usuarios de bancos para determinar la opinión de estos sobre las Políticas que deben seguir para gestionar las contraseñas de las diferentes plataformas que ofrecen los bancos para operar. Cabe aclarar que todo esto tiene como objetivo general proteger la información del usuario, haciendo foco en la confidencialidad de la misma sin descuidar su integri-dad y disponibilidad.La investigación se realiza en la Universidad de la Marina Mercante en la Ingeniería en Sistemas interviniendo la Asignatura Ingeniería del Software II teniendo especial atención en la Seguridad Informática como parte de los contenidos de las asignatura.

Se parte de la Hipótesis:Los procedimientos de guía para el cambio de las diferentes contraseñas que se necesitan como cliente de cualquier entidad bancaria hoy en día en Argentina dificultan la gestión.Se aplica una metodología detallada donde se integran diferentes elementos que permiten identificar el análisis cualitativo y cuantitativo comparando diferentes variables que se encuentran presentes en un determinado ámbito de incumbencia.Por último para terminar se procede a validar la muestra con los resultados obtenidos.El tipo de diseño es cuantitativo / cualitativo.

Palabras Clave

Seguridad, Información, Activo de Información, Confidencialidad, Integridad, Disponibilidad, Contraseña, Control, Amenaza, Vulnerabilidad, Riesgo, Impacto, Concientización, Proceso, Procedimiento, Política.

Introducción

Hace relativamente pocos años la Seguridad de la Información era de

fácil administración, sólo bastaba con guardar los documentos más impor-tantes bajo llave y brindar protección a los empleados que poseían el cono-cimiento. Hoy en día esto es mucho más difícil. Con la evolución de los sis-temas electrónicos, que han permitido automatizar un sin número de procesos y brindar grandes ventajas por su capa-cidad de almacenamiento y procesa-miento, se han ido constituyendo como un componente fundamental en todas las organizaciones, pero al mismo tiempo se debería desarrollar sistemas que permitan preservar la seguridad de los activos de información y evolucio-nar conjuntamente para mantenerse al día con la tecnología cambiante. Con la llegada de Internet han surgido los crímenes cibernéticos que causan gran-des gastos y pérdidas muy significati-vas por no mantener Seguridad de la Información.El objetivo fundamental de la Seguridad de la Información es reducir los riesgos y dar soporte a las operaciones del negocio, pues implementar una solu-ción cien por ciento segura no existe, sólo es posible realizar un proceso de mitigación de riesgos.

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El objetivo de la investigación es demostrar Los procedimientos de guía para el cambio de las diferentes contra-señas que se necesitan como cliente de cualquier entidad bancaria hoy en día en Argentina dificultan la gestión.Se aplica una metodología detallada donde se integran diferentes elemen-tos que permiten identificar el análisis cualitativo y cuantitativo comparando diferentes variables que se encuentran presentes en un determinado ámbito de incumbencia en el momento de reali-zar cambios en la operatoria de tarjetas electrónicas por internet.Por último para terminar se procede a validar la muestra con los resultados obtenidos.El tipo de diseño es cuantitativo / cualitativo.

Elementos del Trabajo y metodología

1. Marco Teórico

La Seguridad InformáticaLa seguridad informática es el área encargada de la protección de las infraestructuras de las Tecnologías de la Información y Comunicación, en adelante TIC. Por ejemplo: en seguri-dad informática, podemos implemen-tar algunos controles para la protección del equipamiento informático y de los sistemas de información contra ataques o códigos maliciosos, como Antivirus y Corta Fuegos (Firewall). En cambio, la seguridad de la infor-mación es el área encargada de la pro-tección de los activos de información en cuanto a las siguientes propiedades de la información: confidencialidad, integridad, disponibilidad, autentici-dad, no repudio, trazabilidad. Como la información puede estar contenida en diferentes soportes, medios, formas y no sólo en medios informáticos, aquí podemos citar como ejemplos docu-mentación en papel, mobiliarios con diferentes documentos en su interior, y el recurso humano que es el activo de

información más importante dentro de las organizaciones.En síntesis, la seguridad de la informa-ción abarca la seguridad informática.

Activo de informaciónUn activo de información, es todo aquello que tiene un valor para la orga-nización, pero que al mismo tiempo almacena y manipula información. Por ejemplo, una cajonera con expedientes en su interior, debe ser considerado un activo de información y, como tal, debe protegerse. En cambio una cajo-nera vacía, no representa un activo de información para la organización, sino un bien de uso. Es fundamental tener en claro este concepto para darles la protección adecuada a estos activos.La información posee ciertas propieda-des que definiremos a continuación:• confidencialidad:eslapropiedadde

la información por la que se garan-tiza que sólo esta accesible por el personal autorizado.

• integridad: es la propiedad de lainformación por la que se garantiza que la misma no ha sido alterada.

• disponibilidad:eslapropiedaddelainformación por la que se garantiza que está disponible siempre y cuando se la requiera.

• autenticidad: es la propiedad de lainformación por la que se garantiza la veracidad y exactitud de la misma.

• no repudio: es la propiedad de la

Información por la que se garantiza la autoría de la misma.

• trazabilidad: es la propiedad de lainformación por la que se garantiza quién hizo qué y cuándo lo hizo.

Estos conceptos son fundamentales a la hora de identificar nuestros activos de información y realizar un análisis con respecto a todas sus propiedades, para decidir el nivel de protección adecuado que se necesita.Los activos de información se deben inventariar en un documento llamado Inventario de activos de información. Para que este último sea transparente y entendible se pueden discriminar en diferentes categorías. Por ejemplo:• Datos: todosaquellosdatosque,en

cualquier formato, se generan, se recogen, se gestionan, se transmiten y se destruyen.

• Aplicaciones: el producto de soft-ware que se utiliza para gestionar la información.

• Personal: todosaquellosquetenganacceso de una u otra forma a los acti-vos de información.

• Servicios: servicios internos comoexternos.

• Tecnología:losequiposqueseutili-zan para gestionar la información y las comunicaciones.

Equipamiento Auxiliar: son aquellos activos que dan soporte a los sistemas de información y que no están incluidos en ninguna de las categorías anteriores. Ejemplos de esto último son equipos de destrucción de datos, equipos de climatización, etc.Fallo en la Seguridad.Un fallo de seguridad es cualquier incidente que la compromete, es decir que pone en peligro cualquiera de las propiedades de la información des-criptas anteriormente. Como ejemplo de fallo de seguridad, podemos citar: fallos en el suministro eléctrico, fallos en las comunicaciones, fallos humanos (ya sean internos como externos a la organización), fallos en los sistemas de información, códigos maliciosos,

Figura 1: Grafico que comprende la seguridad informática.

Seguridad de laInformación

Seguridad informática

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La Inseguridad de la Seguridad

accesos no autorizados o incumpli-miento de leyes o reglamentos.Los fallos de seguridad a menudo suceden porque se tiene la errónea percepción de que si la seguridad física está asegurada no debería haber mayores inconvenientes. O porque tenemos asegurado todo lo referente a la seguridad informática. Pero de esta manera se deja sin protección muchas áreas y muchos activos de informa-ción pueden ser dañados o destruidos por no considerar todos los aspectos de seguridad de la información.Para entender un poco más este punto debemos saber que existen amenazas potenciales, que pueden explotar vul-nerabilidades de nuestros activos de información produciendo riesgos, y de esta forma tendremos un impacto deter-minado sobre nuestro negocio. A con-tinuación describiremos los criterios de la información sobre estos puntos:• Amenaza: evento que puede com-

prometer un activo de información.• Vulnerabilidad: debilidad que hace

susceptible a un activo de información.• RiesgoIntrínseco:nivelderiesgosin

ningún tipo de control aplicado al mismo.

• Riesgo Residual: nivel de riesgoresultante una vez aplicados los controles.

• Impacto:resultadodelamaterializa-ción de la amenaza.

• Proceso Tratamiento determinado que

resulta de la aplicación de diferen-tes procedimientos.

• ProcedimientoConjunto de instrucciones técnicas que llevan a un tratamiento determinado (Proceso).• PolíticaEs lo que busca y entiende cualquier persona, física o jurídica, por seguridad de la información. Acá influye mucho la cultura organizacional y personal según corresponda.• AutenticidadEs la propiedad de la información por

la que se garantiza la veracidad y exac-titud de la misma.• NoRepudioEs la propiedad de la Información por la que se garantiza la autoría de la misma.• TrazabilidadEs la propiedad de la información por la que se garantiza quién hizo qué y cuándo lo hizo.Marco LegalLey de Protección de Datos Personales N° 25.326Artículo 17: Seguridad.Los sistemas de información e ins-talaciones de tratamiento de datos se someterán a una auditoría interna o externa, que verifique el cumplimiento del presente reglamento, de los pro-cedimientos e instrucciones vigentes en materia de seguridad de datos, al menos, cada dos años.• El informe de auditoría deberá

dictaminar sobre la adecuación de las medidas y controles al presente reglamento, identificar sus deficien-cias y proponer las medidas correc-toras y complementarias necesarias. Deberá, incluir datos, hechos y observaciones en que se basen los dictámenes alcanzados y recomen-daciones propuestas.

• Los informes de auditoría seránanalizados por el responsable de seguridad competente, que elevará las conclusiones al responsable del fichero que adopte las medidas correctoras adecuadas y quedarán a disposición de la Agencia de Protec-ción de Datos.

Tipos de ficheros.• Todos los ficheros que contengan

datos de carácter personal.• Los ficheros que contengan datos

relativos a la comisión de infrac-ciones administrativas o penales, hacienda pública, servicios financie-ros, etc.

• Los ficherosquecontengadatosdeideología, religión, creencias, origen racial, salud o vida sexual así como

los que contengan datos recabados para fines policiales sin consenti-miento de las personas afectadas.

• Cuando los ficheros contengan unconjunto de datos de carácter perso-nal suficientes que permitan obtener una evaluación de la personalidad del individuo.

Ley N° 24.766.- ConfidencialidadLey N° 25.036.- Modificatoria de la Ley N° 11.723.- Propiedad IntelectualLey N° 25.188.- Ética en el ejercicio de la función públicaLey N° 25.506.- Firma DigitalLey N° 25.520.- Inteligencia NacionalLey N° 26.388.- Delitos Informáticos. Modificación al Código PenalDecisión Administrativa 669/04. Polí-ticas de seguridad de la informaciónEstándaresISO/IEC 27000: SGSI. Conceptos y generalidadesISO/IEC 27001: SGSI. RequisitosISO/IEC 27002: Código de buenas prácticas para la gestión de la seguri-dad de la informaciónISO/IEC 27003: Guía de implementa-ción de un SGSI. Circulo de Deming o PDCA (Planificar, Hacer, Checkear, Actuar). Ciclo de mejora continua.ISO 27004: Métricas. Medición efecti-vidad controles.ISO/IEC 27005: Metodología para la Gestión del RiesgoISO/IEC 27006: Requisitos para enti-dades de servicio de Auditoría y Certi-ficación de SGSIISO/IEC 27007: Guía para la realiza-ción de Auditorías de un SGSIISO/IEC 27011: Directrices para la seguridad de la información en organi-zaciones de Telecomunicaciones utili-zando la Norma ISO/IEC 27002ISO/IEC 27799: Gestión de la seguri-dad de la información sanitaria utili-zando la Norma ISO/IEC 27002La Norma ISO/IEC 27001 es la única certificable de la serie.Amenazas más comunes de un acceso no autorizado.• IngenieríaSocial

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• Keylogger• Spyware• CookiesMaliciosas• Ataquesanivelred• Botnets• Phishing• Pharming1.La sociedad redCastells M, define a la sociedad red como un conjunto de nodos Interco-nectados con capacidad de expansión ilimitada entre los que compartan unos mismos códigos. Se van creando distintos tipos de redes a partir de las cuales la sociedad se estructura y la comunicación entre los puntos inter-conectados de una red fluye sin que exista distancia - tiempo entre ellos. La conexión entre elementos ajenos a una misma red viene marcada por distan-cias inexistentes en el caso anterior. De esta forma, las relaciones en la socie-dad quedan marcadas por la inclusión o exclusión de las redes. 2.

1.3 La protección de datos

La ley 1845/2006 de protección de datos personales establece Definiciones. A los fines de la presente ley se entiende por:Datos personales: Información de cual-quier tipo referida a personas físicas o de existencia ideal, determinada o determinable.Datos sensibles: Aquellos datos perso-nales que revelan origen racial o étnico, opiniones políticas, convicciones reli-giosas o morales, afiliación sindical, información referente a la salud o a la vida sexual o cualquier otro dato que pueda producir, por su naturaleza o su contexto, algún trato discriminatorio al titular de los datos.Archivos, registros, bases o bancos de datos: Indistintamente, designan al conjunto organizado de datos

1 Conde Sergio D. y Marcovecchio Osvaldo (2015). El Conocimiento Organizacional. Argentina. Editorial Aplicación.

2 Conde, Sergio D y De Cicco Silvio (2014). La Comunicación Tecnológica. Argentina. Editorial Aplicación.

personales objeto de tratamiento, cual-quiera sea la modalidad o forma de su recolección, almacenamiento, organi-zación o acceso, incluyendo tanto los automatizados como los manuales.Tratamiento de datos: Cualquier ope-ración o conjunto de operaciones, efectuadas o no mediante procedi-mientos automatizados, que permitan la recolección, conservación, ordena-ción, almacenamiento, modificación, relacionamiento, evaluación, bloqueo, destrucción, registro, organización, elaboración, extracción, utilización, cotejo, supresión, y en general, el pro-cesamiento de datos personales, así como también su cesión a terceros a través de todo tipo de comunicación, consulta, interconexión, transferencia, difusión, o cualquier otro medio que permita el acceso a los mismos.Titular de datos: Persona física o de existencia ideal cuyos datos sean objeto de tratamiento.Responsable del archivo, registro, base o banco de datos: Persona física o de existencia ideal del sector público de la Ciudad de Buenos Aires que sea titular de un archivo, registro, base o banco de datos.Encargado del tratamiento: Persona física o de existencia ideal, autoridad pública, dependencia u organismo que, solo o juntamente con otros, realice tratamientos de datos personales por cuenta del responsable del archivo, registro, base o banco de datos.Usuario de datos: Persona física que, en ocasión del trabajo y cumpliendo sus tareas específicas, tenga acceso a los datos personales incluidos en cualquier archivo, registro, base o banco de datos del sector público de la Ciudad deBuenos Aires.Fuentes de acceso público irrestricto: Exclusivamente, se entienden por tales a los boletines, diarios o repertorios oficia-les, los medios de comunicación escri-tos, las guías telefónicas en los términos previstos por su normativa específica y las listas de personas pertenecientes a

grupos de profesionales que contengan únicamente los datos de nombre, título, profesión, actividad, grado académico, dirección o cualquier otro dato que indi-que de su pertenencia al grupo. 3

Padilla define al derecho a la intimidad "como el derecho que tienen los indi-viduos, los grupos y las instituciones, de determinar por su cuenta cómo y en qué medida las informaciones que les atañen pueden ser recolectadas, trata-das y, eventualmente, comunicadas a otras personas". 4

El avance de las nuevas tecnologías ha facilitado enormemente la recolec-ción y almacenamiento de los datos personales. La computadora y el uso de Internet posibilitan el rápido y completo tratamiento de datos per-sonales. Se habla así actualmente del derecho a la "autodeterminación informativa" como la facultad que tiene toda persona para ejercer con-trol sobre la información personal que le concierne, contenida en registros públicos o privados, especialmente los almacenados mediante medios informáticos. 5

Bidart Campos señala "en la autodeter-minación informativa aparece una fase activa que, en el proceso de circulación de la información personal, confiere al interesado un protagonismo fuerte para intervenir con fines de control y preser-vación de sus datos, en todo lo que en cuanto a su veracidad y confidenciali-dad le conciernen".

3 Ley CABA Nº: 1845 / 2006. Publicado en el B.O. CABA Nº 2494 el 03-08-2006.

4 Padilla, Miguel M. Bancos de Datos y Acción de Hábeas Data Editorial Abeledo Perrot – Buenos Aires – pág. 31

5 Viggiola Lidia. y Molina Quiroga, Eduardo. En su trabajo: "Tutela de la autodeterminación informativa. Aproximación a una regulación eficaz del tratamiento de datos personales". Ponencia presentada al Congreso Internacional "Derechos y Garantías en el Siglo XXI" de la Asociación de Abogados de Buenos Aires.

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La Inseguridad de la Seguridad

Pero dentro de los datos que hacen a la intimidad existen datos íntimos y total-mente privados de las personas, cuya divulgación afecta de manera particu-lar no solo a su intimidad sino también a su privacidad. 6

Miguel S. Elías interpreta a los datos sensibles "como aquellos que por sí solos impulsan naturalmente a un individuo a la más íntima y absoluta reserva de dicha información". 7

Por su parte Carlos Paladella Salord asume una postura en relación a los datos personales íntimos: "Se trata de información relativa al fuero interno de las personas, es decir, que iden-tifica los sentimientos, la persona-lidad, las creencias y pensamientos de orden privado de las personas. Se trata de partes del ser que se revelan exclusivamente de forma particular e individual, y rara vez son objeto de tratamiento público" 8

Horacio M. Lynch y Mauricio Devoto sostienen "En las primeras épocas de estudio de los datos personales se dis-criminó entre los datos comunes y los llamados sensibles, precisamente por-que afectaban con particular inciden-cia la esfera personal del individuo o persona. Anticipamos ya que en un trabajo publicado en 1996 expresa-mos la idea de que esta clasificación había perdido importancia, desde que la sumatoria de datos no sensibles podía revelar, mediante los recursos

6 Bidart Campos, German -"Tratado Elemental de Derecho Constitucional Argentino", Edición 2000-2001 Tomo I-B, Edit. Ediar, pág. 69.

7 Elias, Miguel Sumer - "Situación Legal de los Datos de carácter Personal frente a las Nuevas Tecnologías". Ponencia presentada en el Congreso Internacional por Internet sobre Aspectos Jurídicos del Comercio Electrónico – ECOMDER- celebrado en Buenos Aires durante el año 2001.

8 Paladella Salord, Carlos "Datos Personales Contenidos en Bases de Datos y Registro Electrónicos" http://www.it-cenit.org.ar/Publicac

utilizados, datos sensibles, inclinacio-nes o tendencias" 9

2. Desarrollo

Para desarrollar la investigación se elabora una encuesta que es contestada por 100 (cien) personas donde se soli-cita responder:1) Tiene más de una cuenta que opere

con contraseñas Incluye tarjetas, cuentas bancarias,

home banking y cuentas de internet Hasta tres. Entre tres y cinco. Más de cinco. No tengo tarjetas.2) Debes cambiar las contraseñas en

forma obligatoria En todas. En algunas. No es obligatorio cambiar contraseña3) Con qué Frecuencia cambias las

contraseñas Mensualmente. Trimestralmente. Anualmente. No cambio contraseñas.4) Debes colocar una cantidad de

caracteres en forma obligatoria Mínima. Exacta.5) Los caracteres deben incluir Sin condiciones. Mayúsculas y Minúsculas. Mayúsculas, Minúsculas y números.6) La cuenta que le exige el cambio de

contraseña permite: Utilizar los mismos caracteres en

otro orden. Cambiar algún carácter de la con-

traseña vieja. Cambiar más de tres caracteres de

contraseña vieja. Cambiar radicalmente la contraseña7) El procedimiento de cambiar la

contraseña le produce dificultad

9 Lymch, Horacio M. y Devoto, Mauricio - Bases de datos electrónicos y el Habeas Data –Problemática legal– Investigación CENIT # 1/98 - http://www.it-cenit.org.ar/Publicac

para recordar la nueva contraseña Si No8) Este procedimiento lo obliga a utili-

zar una muletilla para acordarse de su contraseña

Si No9) Considera que el procedimiento de

cambiar contraseña le da más segu-ridad a sus datos

Si No10) De los siguientes elementos cuales

considera que perjudican Cambio de contraseña complicado Demora en el tiempo de cambiar la

contraseña Ninguna de las opcionesProcesando la Información

Se observa que 37 (treinta y siete) per-sonas tienen entre tres y cinco tarjetas con un porcentaje del 37%.37 (treinta y siete) personas tienen hasta tarjetas con un porcentaje del 37%.26 (veintiseis) personas tienen hasta tarjetas con un porcentaje del 26%.

Gráfico 1: Gráfico de Cantidad de tarjetas que tiene una persona.

Gráfico 2: Gráfico de cambio de contraseña.

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Se observa que es obligatorio el cambio de contraseñas en 58 (cincuenta y ocho) personas con un porcentaje del 58%.En algunas tarjetas permite el cambio de contraseñas en 40 (cuarenta) per-sonas con un porcentaje del 40% y 2 (dos) personas no tienen la obligación de cambiar contraseñas con un porcen-taje del 2%.

Analizando los resultados del último gráfico se observa que 98(noventa y ocho) personas tienen la obligación de cambiar contraseñas con un porcentaje de 98% y 2 (dos) personas no cambian contraseñas con un porcentaje del 2%.

Se observa que cambian contraseñas trimestralmente 60 (sesenta personas) con un porcentaje del 60%.Cambian contraseñas mensualmente 35 (treinta y cinco) personas con un porcentaje del 35%.Cambian anualmente contraseñas 5 (cinco) personas con un porcentaje del 5%.

Se observa que piden cambiar exacta-mente los caracteres de la contraseña a 57 (cincuenta y siete) personas con un porentaje del 57%Piden cambiar una cantidad mínima de los caracteres de la contraseña a 43 (cuarenta y tres) personas con un porentaje del 43%.

Se observa que 87 (ochenta y siete) personas le pide cambiar mayúsculas, minúsculas y números con un porcen-taje del 87%.Se observa que 10 (diez) personas le pide cambiar minisculas y números con un porcentaje del 10%.Se observa que 3 (tres) personas no tienen condicones de cambio especifi-cado con un porcentaje del 3%.

Se observa que 97 (noventa y siete) personas tienen que respetar un for-mato específico con un porcentaje del 97% y 3 (tres) personas no tienen que respetar un formato específico con un porcentaje del 3%.

Se observa que 73 (setenta y tres) per-sonas tienen problemas para recordar contraseñas con un porcentaje del 73% y 27 (veintisiete) personas no tienen problemas en recordar la contraseña con un porcentaje del 27%.

Se observa que 76 (setenta y seis) per-sonas usan muletillas con un porcentaje del 76% y 24 (veinticuatro) personas no utilizan muletillas para recordar la contraseña con un porcentaje del 24%.

Gráfico 3: Gráfico d Personas Totales que cambian de contraseña.

Gráfico 4: Gráfico Tiempo de Cambio de contraseñas.

Gráfico 5: Gráfico de Caracteres Requeridos.

Gráfico 7: Gráfico de Estadística Total de Formato de Contraseñas.

Gráfico 8: Gráfico de Recuerdo de Contraseña.

Gráfico 9: Gráfico de utilización de muletillas.

Gráfico 10: Gráfico de seguridad en el cambio de contraseña.

Gráfico 6: Gráfico de Característica de la Contraseña.

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La Inseguridad de la Seguridad

Se observa que 72 (setenta y dos) per-sonas no le da seguridad el cambio de contraseña con un porcentaje del 72% y 28 (veintiocho) personas le da seguri-dad el cambio de la contraseña con un porcentaje del 28%.

Se analiza que 61 (sesenta y una) per-sonas consideran que es complicado el cambio de contraseñas con un por-centaje del 61% y 39 (treinta y nueve) personas consideran que es una demora en el tiempo el cambio de contraseñas con un porcentaje del 39%.

Conclusión.Se puede verificar que la hipotesis planteada: Los procedimientos de guía para el cambio de las diferentes contra-señas que se necesitan como cliente de cualquier entidad bancaria hoy en día en Argentina dificultan la gestión.es validada.Se puede identificar que 73(setenta y tres) personas tienen problemas en recordar contraseñas debiendo utilizar 76(setenta y seis) personas muletillas y 72 personas el hecho de cambiar contraseñas no le da seguridad en el ambiente que se desenvuelve.Atribuyen las causas a que necesitan un formato específico 97 (noventa y siete) personas.Consideran que es complicado el cambio de contraseña 61 (sesenta y uno) personas y 39 (treinta y nueve)

personas consideran que es perdida de tiempo.60 (sesenta) personas cambian tri-mestralmente las contraseñas siendo contraproducente para recordar las mismas.35 (treinta y cinco) personas cambian mensualmente las contraseñas siendo contraproducente para recordar las mismas.Teniendo en cuenta cuando Padilla define al derecho a la intimidad "como el derecho que tienen los individuos, los grupos y las instituciones, de determinar por su cuenta cómo y en que medida las informaciones que les atañen pueden ser recolectadas, trata-das y, eventualmente, comunicadas a otras personas" se observa que el estar expuestos en el cambio de contraseñas en un período de tiempo se pierde inti-midad y se gana como contrapartida inseguridad.Teniendo en cuenta la expresión de Viggiola, Lidia E. y Molina Quiroga El ordenador y el uso de Internet posibilitan el rápido y completo trata-miento de datos personales. Se habla así actualmente del derecho a la "auto-determinación informativa" como la facultad de toda persona para ejercer control sobre la información personal

Se analiza que 50 (cincuenta) personas deben cambiar en forma total la contra-seña con un porcentaje del 50%.27 (veintisiete) personas deben cam-biar algún carácter con un porcentaje del 27% y 23 (veintitres) personas deben cambiar más de tres caracteres con un porcentaje del 23%.Validando Resultados

Analizando el total de las personas que contestaron afirmativamente y que tienen inconvenientes en la complejidad del funcionamiento del sistema en el cambio de claves se obtiene una validación de 0,16 en respuestas afirmativas con una valida-ción de 0,78 en respuestas negativas.

Gráfico 11: Gráfico elementos que perjudi-can el cambio de contraseña.

Gráfico 13: Gráfico Validación de la muestra.

Gráfico 12: Gráfico Características de la nueva contraseña.

Tabla 1: Tabla de Estadística de validación de muestra.

Estadísticas SI NO

Usa Muletillas 76 24

Personas que cambian Contraseñas 98 2

Problemas para Recordar Contraseñas 73 27

Desviación Estándar 13,14 13,14

Seguridad Cambio de Contraseña 72 28

Media 83,20 16,80

Cambio con Formato Específico de Contraseña 97 3

Desviación Estándar / Media 0,16 0,78

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que le concierne, contenida en regis-tros públicos o privados, especialmente los almacenados mediante medios informáticos se puede determinar que la persona se encuentra expuesta a el inadecuado control de la información que es controlada por un servidor y esta a disposición del robo del activo como un elemento fundamental.Teniendo en cuenta a Bidart Campos cuando afirma que dentro de los datos que hacen a la intimidad existen datos íntimos y totalmente privados de las personas, cuya divulgación afecta de manera particular no solo a su intimi-dad sino también a su privacidad se

puede afirmar que las personas que cambian contraseñas con la compleji-dad establecida en la muestra pierden la intimidad y privacidad de los datos obligados a cambiarlos en un periodo de tiempo determinado.Fortalezas:• Se puede determinar la validación

comprobable de la muestra.• Identificar elementos que provocan

inseguridad.• Optimizarlaevaluacióndetodoslos

elementos que provocan inseguridad.Debilidades:• Elresultadodelanálisiscualitativoy

cuantitativo obtenido en las respues-

tas de la muestra junto con el Análisis de Desviación permite puede obser-var que los elementos críticos que se aplican en el control y aplicación de contraseñas.

• Permite integrar la aplicación decompetencias de conceptos teóricos de Seguridad Informática y Normas de Calidad que se contemplan en el diseño curricular de la Asignatura por intermedio de la investigación.

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El Profesional Reflexivo

Nora Elsa Juri

Magister en Gestión Educativa. Posgrado Educación a Distancia. Lic. en Tecnología de Comunicación. Prof. en Letras.

El Profesional Reflexivo

En educación superior, todos los acto-res que han estado involucrados durante las últimas décadas, han visto como los procesos de enseñanza-aprendizaje se han ido fracturando, sin lograr propues-tas concretas que permitan construir alternativas viables con las cuales hacer frente a los problemas y dinámicas que permean el ámbito educativo: globali-zación, lesión y consecuente pérdida de los valores y acelerada desactualización de contenidos. Sin embargo, también durante el transcurso de los últimos años, se han ido publicado documen-tos que intentan nuevos diseños en la enseñanza y el aprendizaje de las profesiones, considerando como eje de construcción a la formación reflexiva.Considerar la formación plantea el reconocimiento de un conjunto de pro-cesos que se expresan con significados culturales y de valores, apunta hacia la apropiación de procesos asociados al campo del conocimiento y de la realidad, esto implica que la produc-ción de conocimiento no es propiedad exclusiva de las instituciones de ense-ñanza. Desde esta perspectiva surge el movimiento de la enseñanza reflexiva: el conocimiento excede los límites

de una institución y su construcción requiere del proceso de confrontación con la situación real.Las nociones de enseñanza, práctica y formación reflexiva han adquirido auge en los últimos años, fundamen-talmente a través de escritos como el de Schön, Zeichner y Santos Guerra (Reynaga Obregón, 1995). Los oríge-nes de estas nociones se pueden recu-perar desde principios de siglo cuando Dewey planteó la diferencia que observaba entre una acción humana rutinaria y una acción reflexiva. La primera sugiere acciones guiadas por impulsos, tradiciones y autoridades.En este tipo de acciones se intenta crear la imagen de situaciones no problemá-ticas. A diferencia de ésta, la acción reflexiva supone una actitud activa, persistente y cuidadosa de las creen-cias y/o prácticas desempeñadas. Es necesario poner en juego no sólo una solución lógica y racional de proble-mas, sino reconocer la intervención de las intuiciones y emociones, para ello, se requiere de una apertura intelectual y un alto grado de responsabilidad.Tiempo más tarde, dentro de lo que se conoce como sociología del currículo

escolar (Eggleston, 1980), se plantea la perspectiva reflexiva como modelo ideológico de currículo. La perspec-tiva reflexiva del currículo planteaba al conocimiento y a sus componentes como negociables, cuyo contenido puede ser criticado y discutido. Desde esta posibilidad, la elaboración del currículo es esencialmente dialéctica y sujeta a influencias políticas. Dicho enfoque concibe al currículo como un dispositivo elaborado por los sujetos involucrados en esta tarea, es decir, el conocimiento curricular es conse-cuencia de una elección humana que produce importantes consecuencias sociológicas.Durante el transcurso de la década de 1980 el texto de Schön (1982) sobre la formación de profesionales reflexivos, consigue traer nuevamente a la mesa de disputa el tópico de la formación y la reflexión. Las ideas planteadas enton-ces, parten de la crisis de confianza en la preparación de los profesionales en donde se señala a las instituciones formadoras de no saber preparar a sus alumnos en las nociones elementa-les de una práctica eficaz. Con el fin de averiguar cómo formar mejores

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profesionales, este autor plantea que es necesario pensar el problema de manera inversa.Usualmente se piensa que un profesio-nal no hace uso adecuado, pertinente y eficaz del conocimiento científico cuando desempeña una actividad laboral, este autor esboza que sería pertinente considerar qué se puede aprender a partir de un examen dete-nido de las prácticas y competencias vinculadas con la racionalidad técnica, sosteniendo que existen áreas de la formación profesional que escapan a dicha racionalidad. Para la elabora-ción de su iniciativa, Schön recupera planteamientos conocidos como el de "aprender haciendo". Desde esta perspectiva, se concibe que los estu-diantes aprendan mediante la práctica al hacer aquello en lo que se forman, y se ayuden por medio de otros profe-sionales prácticos experimentados. Se propone así una especie de formación artesanal en donde la tradición y la experiencia conforman un campo de formación profesional, considerando a las tradiciones como convenciones de acción, a través de las cuales se comparten lenguaje, significados, ins-trumentos, haceres, saberes y puntos de identificación.De esta forma, los estudiantes apren-derían bajo la guía de un profesional experimentado, en donde conocerían no sólo contenidos conceptuales, sino lógicas de resolución ante situaciones de inseguridad, concibiendo estas acciones como elementos intervinien-tes y articulados con el currículum. Un prácticum es una situación pensada y dispuesta para la tarea de aprender una práctica; en un contexto que se aproxima al mundo de la práctica, los estudiantes aprenden haciendo, aun-que su hacer a menudo se quede corto en relación con el trabajo propio del mundo real. Si se ve al conocimiento profesional en términos de pensarse como un profesional determinado, se aprenderán hechos y operaciones

relevantes, pero también se aprenderán las formas de indagación que sirven a los profesionales prácticos compe-tentes para razonar sobre el camino a seguir en situaciones problemáticas. Este tipo de planteamientos resulta sugerente por el contexto en el cual están inmersas las instituciones de educación superior.La búsqueda de la formación profesio-nal competente, en buena medida debe orientarse a una nueva concepción de lo que implica la formación profesio-nal, no como aquélla concebida llena de contenidos, sino como una forma capaz de crear una lógica, con cono-cimientos básicos e indispensables para el desarrollo de una profesión, pero sobre todo, con una lógica que permita al futuro profesional una con-frontación creativa ante las situaciones cambiantes y problemáticas que son el signo de nuestros días. Ello implica que la formación se conciba como un proceso activo de interacción; la reflexión significa identificar que la producción del conocimiento respecto a una enseñanza adecuada rebasa los límites de los centros universitarios. En este sentido, el concepto de pro-fesional reflexivo reconoce la riqueza que encierran las prácticas.Dicha reflexión implica que el proceso de aprender se extiende más allá de cualquier periodo legalmente san-cionado o legitimado, como lo es el recorrido académico. La reflexión es un proceso que se lleva a cabo antes y después de la acción, lo que se ha denominado reflexión sobre la acción. Es un proceso a través del cual el pro-fesional mantiene un diálogo reflexivo con las situaciones en las que desarro-lla su actividad, resolviendo proble-mas específicos. Estos conceptos de reflexión sobre, y en la acción, se basan en un enfoque del conocimiento, de la teoría y de la práctica, muy distinta de la que ha venido predominado en la escena de la enseñanza tradicional.Desde el punto de vista de la

racionalidad técnica, existe una sepa-ración entre la teoría y la práctica que debe superarse. Sin embargo, los úni-cos que a menudo son conscientes de las contradicciones existentes entre la teoría y la práctica en las universida-des son los alumnos (Zeichner, 1993). Se debe destacar que son los propios alumnos quienes muchas veces exigen ciertas competencias en sus profesores. Segura (2003), señala que los docentes deben contar con un buen manejo de las situaciones que se presenten dentro del aula, contar con ciertos aspectos ligados al orden de la creatividad, ingenio para llevar adelante sus clases, y exhibir confianza en sí mismos, ya que esto genera un impacto directo en la percepción que el alumno tiene del profesor.Si existe la preocupación sobre la falta de conexión entre la idea de conoci-miento profesional, y aquellas com-petencias que se les exigen a los pro-fesionales en el terreno de la realidad, se debería no sólo reflexionar cómo hacer un mejor uso del conocimiento, sino, qué se puede aprender a partir de un contexto específico caracterizado por su heterogeneidad, complejidad y cambio constante.Este reconocimiento, implica apren-der a conceptualizar una nueva forma para ofrecer procesos específicos de enseñanza aprendizaje a través de problemas. Es decir, no fundamentar la formación en el contenido discipli-nar, sino configurar los andamiajes de sentido a partir de problemas per-tinentes para cada una de las distintas profesiones, que permitan confrontar contenidos y problemas en un ámbito de realidad concreta. En este sentido, el aprendizaje tiene como umbral, una totalidad específica a través de los problemas pertinentes de la profesión, lo cual conduce a la concomitancia de diferentes procesos a propósito de la formación profesional: la indagación, la comunicación y la confrontación de bases empíricas con propuestas

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El Profesional Reflexivo

teóricas e históricas para la construc-ción de conocimientos. En represen-taciones epistemológicas, ello implica pasar de una concepción disciplinar a otra centrada en la resolución de pro-blemas del ejercicio profesional, lo que conlleva a una participación efec-tiva durante el proceso de formación con prácticas derivadas de acciones concretas y tangibles.Al abordar el proceso de aprendizaje bajo esta noción, se dirige la formación de los profesionales a partir de proble-mas reales mediante la ejercitación de la práctica profesional, la cual logra la unificación entre teoría y práctica, e incrementa la capacidad de producir conocimientos. El procedimiento per-mite además la flexibilidad requerida para abordar los objetos de estudio en correspondencia con los cambios del proceso tecnológico emergente. En definitiva, se aprende y se aprehende en la propia realidad (Arenas, 1994). Esta noción parte del interés de que la formación de los profesionales guarde efectiva vinculación con los diferentes sectores de la sociedad, reconceptuali-zando la visión sobre los procesos de formación y convirtiéndose así, en una posibilidad real.A continuación, se considerarán espe-cíficamente los postulados centrales de la obra propuesta por Schön, quien es considerado como un pensador influ-yente en el desarrollo de la teoría y práctica del aprendizaje del profesional reflexivo en el siglo XX, y constituye actualmente un auténtico referente en la temática de la profesionalización.La praxis docente se caracteriza por la complejidad, la incertidumbre, la ines-tabilidad, la singularidad y el conflicto de valores. La perspectiva técnica no es la adecuada para la gestión de la problemática del aula escolar. La pro-fesión docente debe entenderse como una actividad reflexiva y artística en la que se incluyen algunas aplicaciones técnicas. Por este motivo se propone la búsqueda de una nueva epistemología

de la práctica implícita en los procesos intuitivos y artísticos que algunos pro-fesionales llevan a cabo en las situa-ciones de incertidumbre, inestabilidad, singularidad y conflicto de valores.La orientación práctica o reflexión en la acción en la que se sitúa este modelo, surge como una respuesta a la nece-sidad de profesionalizar al maestro y como propuesta que tiene la intención de superar la relación lineal y mecánica entre una teoría o conocimiento cientí-fico-técnico entendido como superior, y una práctica de aula supeditada a éste. Buena parte de la profesionalidad del docente y de su éxito depende de su habilidad para manejar la complejidad y resolver problemas prácticos del aula escolar. La habilidad requerida es la integración inteligente y creadora del conocimiento y de la técnica. Schön estudia esta habilidad en profundidad, entendiéndola como un proceso de reflexión en la acción y sitúa el cono-cimiento de este proceso como condi-ción previa necesaria para comprender la actividad eficaz del docente ante problemáticas singulares. Este proceso reflexivo debe servir para optimizar la respuesta docente ante situaciones rea-les, teniendo en cuenta que el profesio-nal debe poner sus recursos intelectua-les al servicio de la situación, de manera que a través de un proceso de análisis y búsqueda de estrategias o soluciones, se satisfagan las necesidades reales del aula de forma eficaz.Schön concibe la reflexión (entendida como una forma de conocimiento), como un análisis y propuesta global que orienta la acción. Así mismo, el conocimiento teórico o académico pasa a ser considerado instrumento de los procesos de reflexión, teniendo además en cuenta, que este carácter instrumental sólo se produce cuando la teoría se integra de forma signifi-cativa, imbricándose en los esquemas de pensamiento más genéricos que son activados por el docente en su práctica. Es decir, se entiende que la

teoría integrada únicamente en par-celas de memoria semántica aisladas no puede ponerse al servicio de la acción docente. Este razonamiento pone de manifiesto la importancia del pensamiento práctico y en esta base se sustenta el profesional reflexivo.De este modo, la descripción del modelo de Schön pasa por entender qué es el pensamiento práctico (enun-ciado por el propio autor), y cuáles son las fases o elementos que lo compo-nen. Schön diferencia tres conceptos o fases dentro del término más amplio de pensamiento práctico:a) Conocimiento en la acción.b) Reflexión en y durante la acción.c) Reflexión sobre la acción y sobre la

reflexión en la acción.a) Conocimiento en la acciónEs el componente inteligente o mental encargado de la orientación de toda actividad humana, el que se encuentra en el saber hacer. Se trata de una rica acumulación de conocimiento tácito personal que se encuentra vinculado a la percepción, a la acción o al juicio existente en las acciones espontáneas del individuo. Es decir, un conoci-miento implícito inherente a la activi-dad práctica que acompaña permanen-temente a la persona que actúa. En ese conocimiento en la acción, Schön dis-tingue básicamente dos componentes: por un lado, el saber proposicional de carácter teórico que corresponde a lo adquirido por medio del estudio cien-tífico en la universidad, lo que vulgar-mente puede llamarse el saber de libro y, por otro, el "saber-en-la-acción", procedente de la práctica profesional, y que es algo tácito, espontáneo y diná-mico. Schön posiciona los guiones del "saber-en-la-acción", para destacar que precisamente el saber está en la acción (Schön, 1982). De este modo cada día cuando el docente se dispone a atender su tarea docente, va equipado con un bagaje personal de conocimiento teó-rico, práctico, experiencial y vivencial fuertemente consolidado, en el que

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también tienen espacio elementos inconscientes, prejuicios, recuerdos, vivencias personales, interpretaciones subjetivas, etc.b) Reflexión en y durante la acciónEsta fase corresponde a un conoci-miento de segundo orden. Se trata del pensamiento producido por el indi-viduo sobre lo que hace según actúa. Schön explica este momento como un proceso de reflexión en la acción o como una conversación reflexiva con la situación problemática concreta. Viene marcado por la inmediatez del momento y la captación in situ de las diversas variables y matices existentes en la situación que se está viviendo; carece de la sistemática, y el distanciamiento requerido por el aná-lisis o reflexión racional. Se trata de una reflexión que surge de la sorpresa ante lo inesperado. La existencia del efecto sorpresa conlleva captación de atención, ya que podría suceder que el resultado inesperado no fuese detec-tado por el individuo. Cabe destacar que la sorpresa debe interpretarse como variación respecto de lo espe-rado, ya que en general, las respuestas espontáneas "sorprendentes" no sue-len salir del ámbito de lo familiar. Tras la sorpresa se establece una reflexión dentro de una acción en el presente. Esta reflexión, aunque no se verba-lice, se produce de forma consciente (al menos en cierta medida). Este pensamiento reflexivo se nutre tanto de la situación o respuesta inesperada, como del conocimiento en la acción que da lugar a su detección. En este momento de reflexión se producen preguntas como las siguientes:• ¿quéestásucediendo?;• ¿está ocurriendo algo que me sor-

prende y que no es lo habitual?;• ¿es adecuado en este momento lo

que estoy haciendo?;• ¿tengo que modificar, enmendar,

cambiar lo que estoy haciendo y siendo, para ajustarlo a las circuns-tancias cambiantes, recuperar el

equilibrio, prestar atención con pre-cisión, etc.?;

• ¿debocomprobarconmigomismosiestoy en el buen camino?;

• sinoestoyenelbuencamino,¿hayuna forma mejor de proceder?

A la vez el docente se cuestiona "¿cómo he estado pensando en esto?" Es decir, el pensamiento se centra en el fenómeno que causa sorpresa y, parale-lamente, sobre sí mismo. La reflexión en la acción cuestiona el conocimiento en la acción debido a que este tipo de reflexión tiene carácter crítico, provo-cado por una situación inesperada o no prevista, que conduce ágilmente a buscar nuevas estrategias de acción o la reestructuración de las ya utilizadas, a la vez que ayuda a la comprensión de la situación o a modificar la formula-ción de los problemas.La reflexión conduce a la experi-mentación in situ, y sobre la marcha. Esto significa reflexionar mientras está produciéndose la acción. Se idean y prueban nuevas acciones, se comprueban los nuevos enfoques (establecidos de forma provisional), así como también se verifica la nueva comprensión de la situación (también formulada de forma provisional). Todo esto se produce en espacios de tiempo muy reducidos, de manera que habitualmente el momento de la sor-presa se solapa con el de la interpreta-ción de la misma. Por otra parte, cabe destacar que el conocimiento que se desprende de la reflexión en y durante la acción se encuentra limitado por las presiones espacio temporales y por las demandas psicológicas y sociales en que tiene lugar la acción. Aunque, con sus limitaciones y dificultades, resulta ser un proceso extraordina-riamente rico en la formación del docente, ya que esta reflexión tiene carácter crítico respecto del conoci-miento en la acción: lo cuestiona.Con palabras de Schön: "Cuando hablamos del profesor nos estamos refiriendo a alguien que se sumerge en

el complejo mundo del aula para com-prenderla de forma crítica y vital, impli-cándose afectiva y cognitivamente en los intercambios inciertos, analizando los mensajes y redes de interacción, cuestionando sus propias creencias y planteamientos proponiendo y experi-mentando alternativas y participando en la reconstrucción permanente de la realidad escolar" (Schön, 1992:89).c) Reflexión sobre la acción y sobre la

reflexión en la acciónEsta fase final corresponde al análisis efectuado a posteriori sobre los pro-cesos y características de la acción, incluyendo en estos procesos la reflexión simultánea que ha acompa-ñado al acto. Schön explica este pro-ceso como el análisis que a posteriori realiza el profesional sobre las caracte-rísticas y procesos de su propia acción. Esa fase de la reflexión constituye el componente esencial del proceso de aprendizaje permanente por parte del profesor. Éste, en su interacción con la situación, elabora un diseño flexible de enfoque progresivo que experimenta y reconduce de forma continua como resultado de esta reflexión.En este caso, el conocimiento aparece como un instrumento de evaluación, análisis, reconocimiento y recons-trucción de la intervención pasada. Se trata de un conocimiento de tercer orden que analiza los dos anteriores en relación con la situación y el con-texto. Este tercer tipo de conocimiento también resulta imprescindible en el proceso de formación permanente del profesional práctico, ya que permite la puesta en consideración y cuestiona-miento individual y colectivo de:• Las características de la situación

problemática considerada.• Losprocedimientosquehanentrado

en juego en el diagnóstico y defini-ción del problema.

• Ladeterminacióndemetas, laelec-ción de medios y la propia interven-ción que ponen en acción las decisio-nes tomadas.

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El Profesional Reflexivo

• Los esquemas de pensamiento, lasteorías implícitas, creencias y formas de representar la realidad vivida por el profesional práctico.

En todo caso hay que apuntar que estos componentes del pensamiento práctico no deben ser entendidos como elementos independientes entre sí, se necesitan mutuamente para garantizar una intervención práctica racional. Las acciones que los profesores llevan a cabo dentro del aula, repercuten de forma vital en sus alumnos, ya que son los profesores quienes se forman intelectualmente, e integran sus cono-cimientos sociales y profesionales, para que luego los estudiantes puedan enfrentar el mundo sin problemas.

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El Transporte Marítimo Nacional y la Relación Macroeconómica Equilibrio Interno ...

Rodolfo Paez, MBA

Licenciado en Economía (UBA). Magister en Dirección de Empresas (MBA, Escuela de Dirección de Empresas de

UADE). Director de la Carrera de Comercio Internacional (UdeMM)

El Transporte Marítimo Nacional y la Relación Macroeconómica Equilibrio Interno-Equilibrio Externo de la Argentina

Resumen

El equilibrio macroeconómico general de una nación requiere una óptima coordinación entre su sector interno y su sector externo. Históricamente, la economía de la Argentina, como la de otros países, ha padecido de un importante desequilibrio cíclico en estos sectores y por lo tanto en su coordinación. Para la Argentina, ha resultado y resulta, muy importante el sector externo. Su crecimiento econó-mico y por ende sus niveles de empleo han dependido fuertemente de este sec-tor. Características estructurales de su economía se han manifestado a través de problemas como el de la restricción externa, es decir divisas insuficientes como para atender sus obligaciones con el resto del mundo y, particular-mente, mantener su aparato productivo abastecido de insumos importados, que no genera, de una manera sostenida. Las marinas mercantes nacionales, contribuyen, aunque no la solucionen, a resolver esta dificultad mediante el ahorro e ingreso neto de divisas que se visualiza en la Cuenta Corriente del Balance de Pagos. En el presente tra-bajo se analiza toda esta problemática,

particularmente para el caso de la marina mercante argentina.

Equilibrio interno y equilibrio externo

En toda economía, macroeconómica-mente, no hay equilibrio interno sin equilibrio externo y no hay equilibrio externo sin equilibrio interno. Los dos equilibrios se interrelacionan unívocamente.Por equilibrio interno, se entiende una situación de la economía doméstica en la que el producto real ha alcanzado su nivel potencial o de capacidad, y la tasa de inflación se manifiesta en un nivel reducido. Dicho en otros términos, se observa equilibrio interno cuando los recursos productivos con que cuenta un país están plenamente ocupados y el nivel general de precios estabilizado alrededor de un valor bajo.Es tan malo para una economía que sus recursos disponibles se desapro-vechen como también cuando se los sobre-emplea. La primera situación, desempleo, es comprensible inmedia-tamente, se despilfarran recursos. La segunda, tal vez menos entendible y menos nociva que la primera, también

implica un mal empleo de los recursos productivos.El desempleo y el sobre-empleo de recursos productivos generan fluctua-ciones en el nivel general de precios, perdiéndose con ello seguridad en el valor de la moneda doméstica. La moneda pierde utilidad como guía de las decisiones económicas. En particu-lar, un nivel de precios inestable altera el valor de los préstamos y provoca la redistribución de la riqueza entre acreedores y deudores. Si el deudor en moneda doméstica es el gobierno, un alza repentina del nivel de precio pro-voca una reducción en el valor real de la deuda pública generando un "impuesto inflacionario" hacia los ciudadanos y, al mismo tiempo afecta su credibilidad empeorando con ello su capacidad de endeudamiento.La noción de equilibrio interno cuenta con elementos objetivos de referencia como el "pleno empleo" y la "estabili-dad de precios". Las estadísticas sobre ocupación y los índices de precios sus indicadores.En cuanto al equilibrio externo, su definición es más compleja así como también la obtención de su indicador.

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La base para analizar el equilibrio externo es el balance de pagos nacio-nal. El balance de pagos es un estado sistemático que resume las transac-ciones económicas internacionales entre los residentes del país que lo confecciona y los del resto del mundo. Se considera residente del país a toda persona física o jurídica, cualquiera sea su nacionalidad, que manifiesta su cen-tro de atención de interés económico o actividad principal dentro de la frontera del país. Se acepta internacionalmente que un individuo se presume residente del país, si permanece o tiene intención de permanecer en el mismo durante un año o más. En cuanto a las personas jurídicas, la residencia se acepta como dada cuando estas producen una can-tidad significativa de bienes o prestan una cantidad significativa de servicios en el país, para lo cual deberán man-tener un establecimiento productivo durante un año o más. La estructura del balance de pagos utilizada en la Argen-tina se muestra en el Cuadro Nº 1.Charles P. Kindleberger señala que equi-librio externo puede definirse como el estado de la balanza de pagos que, dado un conjunto de variables y parámetros, puede ser sostenido sin intervención de políticas económicas oficiales. Este conjunto dado abarca "el ingreso nacio-nal, niveles de precios y detrás de ellos preferencias, recursos y las funciones de producción para la cuenta corriente, y para la cuenta capital, las propensiones a invertir y a ahorrar, la preferencia por la liquidez, las ofertas de dinero y las opiniones acerca del valor de la moneda de un país relativamente al de activos alternativos, que tengan los individuos y las autoridades monetarias".Pero, observando el saldo del balance de pagos de una nación puede concep-tualizarse operativamente el equilibrio externo?. Evidentemente, no se puede. El balance de pagos de una nación es un estado histórico, es un estado ex post. Su resultado, suele contener, por ejemplo, la influencia de políticas

monetarias, fiscales o de ingresos que condujeron a deflación y desem-pleo internos, a efectos de reducir la demanda de divisas para importacio-nes, o controles directos al movimiento de capitales, o restricciones cuanti-tativas al comercio exterior. Luego, para definir operativamente equilibrio externo, y obtener una definición como la de Kindleberger, habría que excluir débitos y créditos que impliquen la influencia de ciertas políticas econó-micas. Siendo el balance de pagos un estado contable histórico tal exclusión resulta prácticamente imposible.Dada tal imposibilidad, frecuentemente es una concepción empírica definir el equilibrio externo como una posición en cuenta corriente que puede mante-nerse mediante afluencia de capital en condiciones compatibles con las pers-pectivas de crecimiento de la economía sin recurrir a restricciones de comercio exterior o de pagos, para que el nivel de las reservas internacionales sea ade-cuado y relativamente estable. Esto no implica necesariamente que el balance en cuenta corriente tiene que estar equilibrado, es decir tener un resultado cero. Luego, los hacedores de política económica suelen establecer algún objetivo para la cuenta corriente, cuya consecución se convierte en su objetivo de equilibrio externo. Si bien dicho objetivo no implica generalmente un resultado igual a cero, tratan de evitar fuertes superávits o déficits, salvo que los justifiquen, de una manera pruden-cial, por potenciales ganancias en el comercio inter-temporal.

Importancia del sector externo en la economía argentina

En la Argentina, el sector externo tiene un importante papel en la relación equilibrio interno-equilibrio externo. Lo típico ha sido que el nivel y la tasa de crecimiento de la actividad econó-mica interna estuvieron determinados por la evolución del sector externo.

Las exportaciones dependen del creci-miento de la economía mundial y del tipo de cambio real, las importaciones son fuertemente dependientes de la pro-ducción doméstica, del Producto Bruto Interno, y del tipo de cambio real.La economía argentina ha mostrado hasta el presente una serie de proble-mas estructurales vinculados con dicho sector:• Restricción externa y consecuente-

mente fuerte endeudamiento interna-cional, sin el consiguiente respaldo de reservas internacionales, y crisis recurrentes de balance de pagos: desde el año 1821, entonces Pro-vincias Unidas del Río de la Plata, la Argentina observa hasta nuestros días una larga historia en materia de endeudamiento externo, incluyendo refinanciaciones y cesaciones de pago (default), consecuencia de res-tricciones externas (insuficiencia de divisas), con las consecuentes crisis de balance de pagos.

• Relación de complementariedadentre las importaciones y la pro-ducción doméstica: tal como puede verse en el Cuadro Nº 2, los bienes de consumo tan sólo representan alrededor de un 10 % de las impor-taciones totales; el resto, entre un 89 y un 90 %, constituyen bienes de suma importancia para el aparato productivo. El aparato productivo interno requiere un flujo óptimo de importaciones de estos bienes a los efectos de mantener y acrecentar su operatividad. Insuficiencias en su stock frente a una escasez de divisas (restricción externa) paraliza par-cialmente o totalmente el aparato productivo interno.

• Estructura productiva fuertementevinculada con el sector primario y en consecuencia muy dependiente de este en materia de exportacio-nes y captación de divisas, lo que se exporta, al mismo tiempo se consume: la Argentina es un "país pequeño", en el sentido que no

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El Transporte Marítimo Nacional y la Relación Macroeconómica Equilibrio Interno ...

influye en la formación de los precios internacionales. Un aumento en los precios internacionales de cereales y oleaginosas, o de la carne vacuna, mejora claramente la performance exportadora del país, pero al mismo tiempo plantea un dilema de asig-nación: a quién privilegiar, al sector exportador que genera divisas o a los consumidores internos de esos bienes?. El dilema, surge porque al aumentar los precios externos de estos bienes, en forma directa o intermedia, se produce inflación reduciendo con ello el ingreso real de los consumi-dores domésticos. En el Cuadro Nº 3 puede visualizarse la estructura de las exportaciones argentinas.

• Enfermedadholandesa(enalusiónalos problemas que se plantearon en Holanda en 1960 por el descubri-miento de gas natural): un importante aumento en el valor de la exportación de un producto, o de un conjunto de productos, disminuye el tipo de cam-bio real, perjudica a los productores del resto de los bienes importables y a los que los tratan de sustituir. En la Argentina, un ejemplo es lo que ocurrió con la soja con posterioridad a la crisis económica del año 2001. El boom de la soja hizo que: a) todos los recursos productivos se destinen a ese bien, retirándoselos de otras producciones, abandonándose estas o limitándoselas a zonas marginales,

lo que se observó con la producción de carne vacuna, generándose una descapitalización en esta actividad y, b) se afecte al resto de las manu-facturas, una desindustrialización indirecta, que se suma a la pérdida de competitividad por la disminución en el tipo de cambio real, consecuencia del fuerte ingreso de divisas por liqui-dación de las exportaciones de soja.

• Sector industrial con orientación alconsumo interno y muy reducido hacia las exportaciones.

Rubros y Cuentas Comentario

C Errores u omisiones

I. MercancíasExportaciones de mercaderías (FOB)Importaciones de mercaderías (FOB)

Este rubro constituye el "Balance Comercial".

B Cuenta Capital y Financiera (V + VI)

III. RentasRentas de inversión

InteresesUtilidades y dividendos

Otras rentas

Se refiere a ingresos y egresos por rentas de capital financiero, así como también los derivados del trabajo.

VI. Cuenta financieraSector Bancario

BCRAOtras entidades financieras

Sector público no financieroGobierno NacionalGobiernos LocalesEmpresas y otros

Sector privado no financiero

Las transacciones que se registran en este rubro modifican la posición acreedora-deudora del país en relación con el exterior.

A Cuenta Corriente (I + II + III + IV)

D Variación de Reservas Internacionales(A + B + C)

Es el "Resultado del Balance de Pagos"

Reservas BCRAAjuste por tipo de pase

II. ServiciosExportaciones de serviciosImportaciones de servicios

Ingresos y egresos por fletes, seguros, gastos portuarios, servicios personales, culturales y recreativos, entre otros.

V. Cuenta Capital Registra las transacciones de activos no financieros no producidos, como la tie-rra y los recursos del subsuelo y las relacionadas con activos intangibles.

IV. Transferencias corrientes Se trata de partidas reales o financieras que no tienen contrapartida ni real ni financiera, como por ejemplo las remesas de emigrantes o las ayudas sin lucro económico entre países.

Cuadro Nº 1: Estructura del Balance de Pagos

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Cuadro Nº 2: Estructura de las importaciones de la Argentina

Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

Tipo de bienes(Porcentajes)

1980 20112000 20131990 20122010 2014Bienes de Capital 22,0 18,7 23,4 16,4 15,7 17,4 20,5 19,3

Bienes de consumo 19,4 10,8 18,2 10,1 8,1 10,5 11,6 10,2

Combustibles ylubricantes 9,3 13,2 4,1 15,4 7,9 13,4 8,4 16,7

Resto 0,9 0,4 0,1 0,3 0,4 0,5 0,3 0,4

Bienes intermedios 34,2 29,3 33,4 26,5 50,7 29,1 31,1 28,7

Vehículos automotoresde pasajeros

2,3 7,5 3,2 9,6 0,3 7,9 7,9 5,5

Piezas y accesoriospara bienes de capital 11,9 20,1 17,6 21,7 16,9 21,2 20,2 19,2

Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

Cuadro Nº 3: Estructura de las exportaciones de la Argentina

Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

Tipo de bienes(Porcentajes)

1980 20112000 20131990 20122010 2014Productos Primarios 36,9 24,1 20,4 22,9 25,8 23,7 22,2 20,8

Combustibles y energía 3,5 7,9 18,6 6,9 7,9 8,7 9,6 6,5

Manufacturas de origenagropecuario 40,3 33,6 29,8 35,4 39,1 33,4 33,2 39,1

Manufacturas de Origenindustrial 19,3 34,4 31,2 34,8 27,2 34,2 35,0 33,6

Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

La importancia del sector externo para la economía argentina puede observarse en el Cuadro Nº 4, para el período 1986 - 2014, a través del comportamiento de ciertos indicadores tales como:• ÍndicedeTérminosdelIntercambio(ITI):sedefinecomoelcocienteentreelíndicedepreciosdeexportaciones(IPX)yelíndice

de precios de las importaciones (IPM), referidos ambos a la misma base, multiplicado por cien. Se trata de un estadígrafo que indica la evolución en el tiempo de la relación de precios registrada durante el período base. Expresado en otros términos, es representativo de la capacidad de compra de un volumen de exportaciones. Permite responder a la siguiente pregunta: en qué proporción ha aumentado o disminuido el número de unidades que deben exportarse para financiar la importación de igual can-tidad de productos que se introducía en el país durante el año base?. Un incremento (disminución) de este índice en un período determinado significa que los precios de las exportaciones han aumentado (caído) más que los precios de las importaciones.

• PoderdeCompradelasExportaciones(PCX):consisteenelcocienteentreelvalordelasexportacionesaprecioscorrientes(X) en dólares y el índice de precios de las importaciones (IPM), multiplicado por cien. Mide las unidades físicas de importa-ciones que se pueden adquirir con las exportaciones del período. También puede obtenerse multiplicando las exportaciones en términos reales (X/IPX) por el Índice de Términos del Intercambio y dividiendo por 100.

(1)

(2)PCX=X

IPMx100=[(

X

IPXx100

ITI

100)( )]

37

El Transporte Marítimo Nacional y la Relación Macroeconómica Equilibrio Interno ...

Siendo:C = demanda de bienes de consumo del sector privado (precios corrientes).G = gasto público = demanda de bienes de consumo del sector público (precios corrientes).I = demanda de bienes de inversión pública y privada (precios corrientes).X = exportaciones de bienes (precios corrientes).M = importaciones de bienes (precios corrientes).IPC, IPG, IPI, IPX, e IPM = índices de precios del consumo, el gasto público, la inversión, las exportaciones y las importa-ciones, respectivamente.

• EfectodelosTérminosdelIntercambio(ETI):cuandounpaíssebeneficiadeunaumentodelíndicedetérminosdelinter-cambio en relación al período base, requerirá una cantidad menor de exportaciones para poder pagar un volumen dado de importaciones o, alternativamente podrá adquirir un volumen mayor de importaciones sin alterar la cantidad exportada, comparativamente con el período base. Esto significa que, dado el nivel de producción interna, medido a través del Producto Bruto Interno real, es decir a precios constantes, el país estará en condiciones de aumentar su demanda interna en bienes de consumo o de inversión, mediante una disminución de los volúmenes exportados, que conduzca a un mayor gasto interno en bienes nacionales, o mediante un aumento de los volúmenes importados que permita un mayor gasto interno en bienes del resto del mundo. Naturalmente, una disminución del índice de términos del intercambio, en relación al año base, plantea un movimiento inverso.

Dicho en otros términos, una mejora (empeoramiento) en los términos del intercambio, incrementa (reduce) el poder de compra del Producto Bruto Interno en términos reales.El efecto de los términos del intercambio permite cuantificar la captura del esfuerzo productivo del resto del mundo (ganan-cia) o la transferencia de parte del esfuerzo productivo interno hacia el exterior, fruto del comercio internacional.Formalmente se tienen las siguientes relaciones:

(3)

(4)

(5)

Donde:YBI = ingreso bruto interno realETI = efecto de los términos del intercambio (Ganancia o pérdida)

(6)

ATENEA - UdeMM

38

relación que nos dice que el ahorro privado (S) más el ahorro público (T - G), es decir el ahorro nacional, menos la inversión, es igual al saldo de la cuenta corriente. Si el ahorro nacional resulta ser mayor que la inversión de un período se impacta positivamente a la cuenta corriente, y viceversa.

Volviendo a la relación (7), realizando pasajes de términos de un miembro a otro, obtenemos:

Simplificando y haciendo un pasaje de términos de miembro a miembro, tenemos:

(11)

(12)

Pero, el primer miembro es, según (8) el ingreso disponible y este tiene sólo dos destinos, o se consume (C) o se ahorra (S). Luego reemplazando se tiene:

(10)

Donde: YBN = Ingreso bruto nacional. XN = cuenta corriente del balance de pagos. Por otra parte, definimos el ingreso disponible como el ingreso nacional (suma de remuneraciones a los factores producti-

vos internos y externos, YBN), menos los impuestos netos (T), es decir los impuestos o recaudación tributaria bruta, menos transferencias gubernamentales (pagos de subsidios, jubilaciones y pensiones)

En la relación (7) restemos en ambos miembros la misma variable T:

(8)

(9)

• CuentaCorrientedelBalancedePagos(XN):talcomosediagramóenelCuadroNº1lacuentacorrientedelbalancede pagos comprende los rubros Mercancías, Servicios reales, Rentas y Transferencias corrientes. Su saldo (superávit o déficit) resulta muy importante como indicador del equilibrio externo y para establecer un objetivo de política económica al respecto. Podemos establecer las siguientes relaciones formales:

Sea la relación oferta agregada igual a demanda agregada:

Que se interpreta como que: si el país produce (YBN) más que lo que gasta (C + G + I), se favorece la cuenta corriente, y viceversa.

Explicado el sentido e interpretación de los indicadores, volviendo al Cuadro Nº 4 puede observarse sus comportamientos en relación de fuerte interdependencia con el crecimiento económico argentino, es decir la importancia del equilibrio del sector externo.

(7)

39

El Transporte Marítimo Nacional y la Relación Macroeconómica Equilibrio Interno ...

El transporte marítimo internacional, su importancia para las economías nacionales

El transporte marítimo integra la logística internacional y representa alrededor del 80 % del volumen del comercio exterior mundial. Si bien el fluir continuo de los movimientos de mercancías hace necesario la utilización de sistemas de transporte multimodal, el modo marítimo se constituye en la columna vertebral del comercio global.En el Cuadro Nº 5 se detalla la evolución del transporte marítimo internacional de mercancías en el período 2000 - 2014, según tipo de mercancía.Desde el punto de vista de las economías nacionales, su transporte marítimo también representa un porcentaje muy impor-tante de su comercio exterior. El Cuadro Nº 6 muestra su participación en el comercio exterior por agua.

Cuadro Nº 4: Indicadores del Sector Externo de la Argentina

Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y Banco Central de la República Argentina (BCRA). Para la Cuenta Corriente, 1986-1990, metodología del Balance de Pagos distinta a la del período 1991-2013. PBI 2003-2013, entre paréntesis, Orlando J. Ferreres y Asociados.

AñosVariación del PBI

(%)

Efecto de los Términos del Intercambio

Exportaciones

(Millones de U$S a precios de 2004)

Índice de Términos del Intercambio

(2004 = 100)

Cuenta Corriente

(Millones de U$S)

Poder de Compras de las Exportaciones

1986 7,3 -2.319,7 9.429,7 75,4 -2.861,0 7.110,0

1994 5,8 -2.809,3 18.008,4 84,4 -10.981,0 15.199,1

2006 8,4 (8,1) 524,8 40.366,1 101,3 7.768,0 40.890,9

1990 0,1 -3.134,4 14.055,5 77,7 -1.833,0 10.921,1

2002 -10,9 -4.480,5 32.944,5 86,4 8.767,0 28.464,0

1998 3,9 -4.660,6 31.070,5 85,0 -14.465,0 26.409,9

2010 9,1 (8,2) 10.793,5 43.002,1 125,1 2.818,0 53.795,5

1988 -1,9 -1.263,0 10.352,3 87,8 -1.572,0 9.089,3

1996 5,5 -1.844,4 23.953,3 92,3 -6.755,0 22.108,9

2008 3,1 (3,0) 8.722,6 42.342,8 120,6 6.755,0 51.065,4

1992 8,7 -2.271,7 14.023,0 83,8 - 5.558,0 11.751,3

2004 9,0 (8,9) 0,0 34.608,0 100,0 3.212,0 34.608,0

2000 -0,8 -4.182,8 30.983,9 86,5 -8.955,0 26.801,1

2012 0,9 (-0,4) 18.601,8 41.521,8 144,8 22,0 60.123,6

1987 2,6 -1.609,4 8.382,5 80,8 -4.230,0 6.773,1

1995 -2,8 -2.694,2 22.266,3 87,9 -5.104,0 19.572,1

2007 8,0 (8,6) 3.251,1 42.777,8 107,6 7.354,0 46.028,9

1991 8,9 -2.880,2 13.981,4 79,4 -2.861,0 11.101,2

2003 8,8 (8,5) -2.284,3 34.610,6 93,4 8.140,0 32.326,3

1999 -3,4 -6.355,8 30.410,3 79,1 -11.910,0 24.054,5

2011 8,6 (5,2) 17.431,7 44.468,7 139,2 -1.568,0 61.900,4

1989 -6,2 -1.945,6 10.631,6 81,7 -1.304,0 8.686,0

1997 8,1 -2.701,8 27.569,7 90,2 -12.116,0 24.867,9

2009 0,1 (-4,1) 8.165,6 37.803,7 121,6 11.127,0 45.969,3

1993 6,0 -2.495,1 15.214,2 83,6 -8.209,0 12.719,1

2005 9,2 (8,5) -1.158,3 38.610,7 97,0 5.274,0 37.452,4

2001 -4,4 -5.129,6 32.882,2 84,4 -3.780,0 27.752,6

2013 3,1 (2,8) 15.005,5 42.995,7 134,9 -4.696,0 58.001,22014 0,5 (-2,6) 12.345,5 38.700,5 131,9 -5.069,0 51.046,0

ATENEA - UdeMM

40

Si se analiza la participación del transporte marítimo en el Producto Bruto Interno de los países se observará, en general, su reducido valor relativo, excepto en países como Panamá, quien por tener un registro de buques de "bandera de conveniencia" alcanza aproximadamente un valor del 21 %, constatándose que aproximadamente el 45 % de las empresas abanderadas tienen oficinas en el país. En el caso de la Argentina las cuentas nacionales lo contabilizan en el rubro "Transporte, Almace-namiento y Comunicaciones". En el período 2004 - 2013, este rubro se comportó estructuralmente como se puede observar en el Cuadro Nº 7.

Cuadro Nº 5: Transporte Marítimo Mundial de Mercancías

Fuente: Asociación de Navieros Españoles (ANAVE), 2014. (x): carbón mineral, mineral de hierro y granos.

Años

Petróleo crudo y

derivados

Millones de Toneladas

Carga general

Total de mercancías

Otros graneles

Principales graneles

sólidos (x)

Carga líquida y gaseosa

Demanda Total

Miles de Millones

Ton-millas

Carga en container

2000 2.248 918 6.108 874 1.219 143 30.648 6072001 2.219 922 6.150 976 1.262 143 30.804 628

2009 2.642 813 8.003 1.197 1.997 223 39.719 1.131

2005 2.587 876 7.439 1.185 1.609 180 36.830 1.002

2013 2.834 965 9.914 1.632 2.677 282 50.500 1.524

2003 2.346 915 6.677 1.064 1.389 161 32.908 802

2011 2.771 893 9.173 1.484 2.344 288 48.579 1.383

2007 2.699 790 8.117 1.368 1.836 210 40.830 1.214

2002 2.190 975 6.317 1.003 1.308 149 30.958 692

2010 2.753 885 8.773 1.358 2.234 263 44.057 1.280

2006 2.658 865 7.793 1.271 1.709 199 39.401 1.091

2014 2.893 1.020 10.325 1.649 2.844 296 52.418 1.623

2004 2.504 893 7.128 1.142 1.509 169 35.451 911

2012 2.828 919 9.563 1.547 2.541 283 48.750 1.445

2008 2.722 832 8.337 1.362 1.937 215 41.818 1.269

41

El Transporte Marítimo Nacional y la Relación Macroeconómica Equilibrio Interno ...

Cuadro Nº 6: Transporte Marítimo y Fluvial del Comercio Exterior de Argentina

AñosExportaciones

(Miles de Toneladas)

Participación

%

Total ComercioExterior

ImportacionesTransportado por vía

marítima y fluvial

1985 38.628,3 90,0 46.258,6 7.630,3 38.392,7

1993 40.794,6 89,2 54.779,9 13.985,3 48.863,7

1989 27.190,6 89,4 36.895,7 9.705,1 32.984,7

1997 69.994,8 83,5 92.764,6 22.769,8 77.458,4

1987 23.348,0 89,7 35.077,4 11.729,4 31.464,4

1995 57.718,3 84,5 75.368,1 17.669,8 63.686,0

1991 38.890,3 89,3 48.883,1 9.992,8 43.652,6

1986 30.272,5 91,0 39.879,5 9.607,0 35.380,3

1994 46.678,0 84,8 63.890,8 17.212,8 54.179,4

1990 39.082,4 90,4 47.228,0 8.145,6 42.694,1

1988 29.183,3 90,5 40.797,8 11.614,5 36.922,0

1996 62.432,5 83,9 82.012,7 19.580,2 68.808,6

1992 42.468,5 89,9 56.427,9 13.959,4 50.773,6

1998 82.530,1 83,0 106.914,0 24.383,9 88.738,6

2007 105.596,2 75,5 135.674,9 30.078,7 102.405,8

2002 89.019,8 83,0 102.401,6 13.381,8 84.972,8

2011 101.670,6 s/d 139.769,6 38.099,0 s/d

2013 (x) 94.350,5 s/d 129.714,6 35.364,1 s/d

2000 82.751,5 83,8 104.336,1 21.584,6 87.454,7

2009 82.229,1 s/d 104.334,7 22.105,6 s/d

2004 99.199,6 s/d 121.420,4 22.220,8 s/d

1999 77.807,1 82,3 98.678,2 20.871,1 81.212,1

2008 91.275,1 s/d 119.570,3 28.295,2 s/d

2003 94.789,0 s/d 111.806,4 17.017,4 s/d

2001 89.911,5 83,1 108.874,9 18.963,5 90.472,7

2010 99.692,1 s/d 130.325,3 30.633,2 s/d

2012 98.753,4 s/d 131.339,9 32.586,5 s/d

2005 102.722,1 71,9 127.312,1 24.590,0 91.573,8

Fuente: Comercio Exterior: 1985-2013, INDEC. Transporte Marítimo: 1985-2003, "Compendio Estadístico de la Navegación", (R. Delú); 2005 y 2007 "Conexión Logística y de Infraestructura Latinoamericana", (P. M. Sosa Pinilla, D. Vaca Villegas). (x) datos provisorios.

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42

Cuadro Nº 7: PBI Transporte Almacenamiento y Comunicaciones

Años

Total PBI a Precios de mercado

Miles de $ a precios 2004

% sobre el PBI

Transporte, Almacenamientoy Comunicaciones

Miles de $ a precios 2004

2004 535.828.338 6,7 35.845.1892005 585.116.447 6,9 40.432.384

2009 708.397.733 7,5 53.168.580

2007 684.797.886 7,3 50.203.810

2011 836.888.837 7,6 63.600.479

2006 634.055.144 7,0 44.709.007

2013 869.520.376 7,6 66.259.189

2010 770.835.940 7,6 58.737.843

2008 706 .041.082 7,6 53.437.260

2012 844.807.455 7,6 64.482.763

Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

Años Cantidad de ocupados

2005 5.342

2009 7.3082010 7.729

2007 6.7782006 5.680

2008 7.324

Tal como se detalla, la participación del agregado "Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones" es relativamente baja respecto de las restantes ramas de actividad de la economía. Y si se desagrega el conjunto, se estima que los transportes representan alrededor del 57 % del mismo, porcentaje dentro del cual tan solo le corresponde un 0,3 % al transporte por agua.A su vez, si nos centramos en el transporte por agua como generador de empleo, también constatamos su relativa baja contri-bución. Un estudio realizado por la Administración Federal de Ingresos Públicos constató que el sector transporte marítimo y fluvial verificó los siguientes niveles de empleo:

De lo visto podría concluirse en que es reducida la importancia del transporte marítimo y fluvial para la economía mundial y particularmente para las economías nacionales. Sin embargo no es así.Para la economía mundial, el transporte marítimo, por su participación, se convierte en la columna vertebral del sistema logístico que permite que ocurra el comercio internacional de mercancías. Y para las economías nacionales, este modo de transporte resulta esencial para facilitar su comercio exterior y dar seguridad en la cobertura de tráficos considerados vitales para el país. Y es más, su actividad puede implicar, cuando se posee una marina mercante propia, una contribución positiva al logro del equilibrio externo, a través de su incidencia en la cuenta corriente del balance de pagos.Las marinas mercantes, intervienen en la cuenta corriente del balance de pagos específicamente en el rubro "Servicios" a través de ingresos y egresos de divisas por fletes, pasajes, gastos portuarios, arrendamiento de buques y de contenedores, entre otras fuentes, originadas en la prestación de servicios de transporte marítimo y fluvial del comercio exterior de mercancías y pasajeros.En el Cuadro Nº 8, se detalla la generación de divisas por fletes del transporte marítimo y fluvial del comercio exterior de la Argentina y entre puertos extranjeros. A su vez en el Cuadro Nº 9 se presentan los movimientos de divisas por pasajes, gastos portuarios y arrendamiento de buques. Con los datos de los dos cuadros, convenientemente organizados, podemos diagramar tres balances:• BalanceNavieroNacional.• ContribuciónNetadelaMarinaMercanteNacionalalaCuentaCorrientedelBalancedePagos.• BalanceNavieroGeneral.

43

El Transporte Marítimo Nacional y la Relación Macroeconómica Equilibrio Interno ...

Cuadro Nº 8: Fletes generados por el transporte marítimo y fluvial internacional de la Argentina

Fuente: Dirección Nacional de Cuentas Internacionales. Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.

Años Export.

Millones de U$S corrientes

Buques armadores residentes

Export.

Buques de armadores no residentes

Total fletesEntre puertosImport. Import.Total fletes

Total fletes

1980 175,2 827,9 1.473,6 109,1 641,8 215,7 2.399,7 926,1

1996 81,3 2.228,3 3.058,0 35,5 55,5 829,7 3.230,3 172,3

2011 33,6 4.220,5 6.004,8 39,2 16,3 1.784,3 6.093,9 89,1

1992 84,5 1.321,5 1.871,8 74,7 136,4 550,3 2.167,4 295,6

2007 37,8 2.761,2 4.003,5 0,6 26,2 1.242,3 4.068,1 64,6

2000 105,3 2.133,7 2.848,9 37,6 49,5 715,2 3.041,3 192,4

1990 175,9 1.420,3 1.528,0 93,7 118,6 107,7 1.916,2 388,2

2005 48,4 2.374,8 3.103,8 5,5 30,0 729,0 3.187,7 83,9

1998 87,0 2.186,2 3.122,3 34,0 65,5 936,1 3.308,8 186,5

2013 30,2 3.971,0 5.687,3 60,0 12,0 1.716,3 5.789,5 102,2

1994 63,7 1.478,6 2.276,0 47,2 75,9 797,4 2.462,8 186,8

2009 36,3 2.747,3 3.587,6 2,0 14,7 840,3 3.640,6 53,0

2002 103,2 1.820,6 2.062,6 11,3 37,7 242,0 2.214,8 152,2

1985 239,4 1.710,9 1.811,2 88,4 107,2 100,3 2.246,2 435,0

2004 78,4 2.169,0 2.719,4 6,2 33,9 550,4 2.837,9 118,5

1997 93,4 2.444,0 3.439,9 31,2 67,0 995,9 3.631,5 191,6

2012 30,8 3.859,5 5.410,8 40,0 23,8 1.551,3 5.505,4 94,6

1993 48,5 1.311,8 1.938,3 60,6 91,0 626,5 2.138,4 200,1

2008 40,2 3.460,7 5.188,9 3,0 28,7 1.728,2 5.260,8 71,9

2001 87,2 2.036,2 2.630,5 46,9 46,8 594,3 2.811,4 180,9

1991 105,6 1.549,2 1.841,3 77,1 120,4 292,1 2.144,4 303,1

2006 34,1 2.525,9 3.334,5 1,3 17,5 808,6 3.387,4 52,9

1999 87,2 1.894,0 2.612,4 41,0 49,7 718,4 2.790,3 177,9

2014 30,0 3.516,7 5.047,1 76,1 11,7 1.530,4 5.164,9 117,8

1995 94,9 1.938,5 2.700,7 40,1 57,3 762,2 2.893,0 192,3

2010 38,8 3.646,3 5.088,6 9,5 15,4 1.442,3 5.152,3 63,7

2003 100,3 1.995,4 2.332,5 6,0 40,4 337,1 2.479,2 146,7

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Cuadro Nº 9: Pasajes, gastos portuarios y arrendamientos originados en el transporte marítimo y fluvial internacional de la Argentina

Fuente: Dirección Nacional de Cuentas Internacionales. Ministerio de Economía.

Años

Buques de armadores residentes

Millones de U$S corrientes

Pasajes Gastos por arrendamientosGastos en puertos

argentinos

Buques de armadores no residentesGastos en puertos

extranjerosPasajes

1980 5,7 85,6 292,0 283,5 20,21985 2,5 74,6 269,3 114,9 4,6

2005 s/d -3,4 348,5 11,1 31,2

1997 7,1 26,0 257,8 47,9 48,1

2013 s/d 34,3 748,7 8,9 80,9

1993 10,6 14,3 187,3 44,9 27,7

2009 s/d 3,0 466,7 11,5 64,7

2001 7,0 20,4 279,1 45,3 39,0

1991 6,7 20,1 204,7 70,6 19,0

2007 s/d 1,2 467,2 8,3 43,0

1999 8,5 26,0 252,7 44,4 49,8

1995 5,0 26,1 226,2 48,1 32,5

2011 s/d 34,7 657,6 13,8 66,1

2003 3,9 6,6 279,6 16,8 17,2

1990 4,3 40,6 182,8 89,1 11,8

2006 s/d -3,9 412,5 7,8 32,9

1998 7,0 25,3 273,7 46,6 50,2

2014 s/d 31,7 744,4 11,8 60,6

1994 10,6 21,5 165,3 46,7 34,9

2010 s/d 2,1 575,8 10,3 65,0

2002 5,2 16,8 241,6 38,2 20,3

1992 10,1 33,0 210,9 63,4 26,1

2008 s/d -1,3 543,1 15,4 60,8

2000 8,9 28,8 282,4 47,4 41,6

1996 5,5 23,4 254,2 43,1 41,8

2012 s/d 25,9 710,3 7,9 72,6

2004 3,0 9,1 299,3 16,2 25,8

45

El Transporte Marítimo Nacional y la Relación Macroeconómica Equilibrio Interno ...

Cuadro Nº 10: Balance Naviero Nacional (Millones de U$S)

Con- ceptos 1980 20112000 20131990 20122010 2014

1.Fletes percibidos por el trans-porte de exportaciones buques de empresas residentes

175,2 33,6 105,3 30,2 175,9 30,8 38,8 30,0

3.Pasajes de no residentes en el país transportado en buques de empresas residentes

3,2 s/d 3,1 s/d 1,3 s/d s/d s/d

2.Fletes percibidos entre puertos extranjeros por buques de empresas residentes

109,1 39,2 37,6 60,0 93,7 40,0 9,5 76,1

Fuente: Dirección Nacional de Cuentas Internacionales., Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.

7Gastos en puertos extranjeros por buques de empresas residentes

283,5 13,8 47,4 8,9 89,1 7,9 10,3 11,8

A. Total Ingresos 579,0 730,4 428,4 838,9 453,7 781,1 624,1 850,5

B. Total Egresos 605,0 1.898,9 833,0 1.840,4 249,2 1.657,7 1.519,7 1.634,5

5Fletes percibidos por buques de empresas no residentes por el transporte de importaciones

215,7 1.784,3 715,2 1.716,3 107,7 1.551,3 1.442,3 1.530,4

8 Arrendamientos de buques 85,6 34,7 28,8 34,3 40,6 25,9 2,1 31,7

Egresos de Divisas

4.Gastos efectuados en puertos argentinos por buques de empresas no residentes

291,5 657,6 282,4 748,7 182,8 710,3 575,8 744,4

A - B Balance Naviero -26,0 -1.168,5 -404,3 -1.001,5 204,5 -876,6 -895,6 -784,0

6Pasajes de residentes en el país transportados en buques de empresas no residentes

20,2 66,1 41,6 80,9 11,8 72,6 65,0 60,6

Ingresos de Divisas

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46

Cuadro Nº 11: Contribución neta de la Marina Mercante Nacional a la Cuenta Corriente del Balance de Pagos (Millones de U$S)

Fuente: Dirección Nacional de Cuentas Internacionales, Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.

Conceptos 1980 20112000 20131990 20122010 2014

1.Fletes percibidos por el transporte de importaciones en buques de empresas residentes

641,8 16,3 49,5 12,0 118,6 23,8 15,4 11,7

B Total de ganancia 287,5 72,8 146,0 90,2 270,9 70,8 48,3 106,1

3Fletes percibidos por el transporte de exportaciones en buques de empresas residentes

175,2 33,6 105,3 30,2 175,9 30,8 38,8 30,0

= C Contribución Neta 562,7 40,6 125,1 59,0 262,8 60,8 51,3 74,3

A Total del ahorro 644,3 16,3 55,3 12,0 121,6 23,8 15,4 11,7

4Fletes percibidos entre puertos extranjeros por buques de empresas residentes

109,1 39,2 37,6 60,0 93,7 40,0 9,5 76,1

2.Pasajes de residentes del país transportados en buques de empresas residentes

2,5 s/d 5,8 s/d 3,0 s/d s/d s/d

A + B Contribución Bruta 931,8 89,1 201,3 102,2 392,5 94,6 63,7 117,8

Ganancia de divisas

Menos

Gastos en puertos extranjeros por buques de empresas residentes

283,5 13,8 47,4 8,9 89,1 7,9 10,3 11,8

Arrendamientos de buques 85,6 34,7 28,8 34,3 40,6 25,9 2,1 31,7

5 Pasajes de no residentes en el país transportados en buques de empresas residentes.

3,2 s/d 3,1 s/d 1,3 s/d s/d s/d

Ahorro de divisas

47

El Transporte Marítimo Nacional y la Relación Macroeconómica Equilibrio Interno ...

Cuadro Nº 12 Balance Naviero General (Millones de U$S)

Fuente: Dirección Nacional de Cuentas Internacionales. Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.

Conceptos 1980 20112000 20131990 20122010 2014

1.Fletes percibidos por el transporte de importaciones en buques de empresas residentes

641,8 16,3 49,5 12,0 118, 6 23,8 15,4 11,7

7.Fletes percibidos por buques de empresas no residentes por el transporte de exportaciones

827,9 4.220,5 2.133,7 3.971,0 1.420,3 3.859,5 3.646,3 3.516,7

6.Gastos efectuados en puertos argentinos por buques de empresas no residentes

291,5 657,6 282,4 748,7 182,8 710,3 575,8 744,4

B. Total Egresos 1.432,9 6.619,4 2.966,7 5.811,4 1.669,6 5.517,2 5.166,0 5.151,2A - B Balance Naviero -209,6 -5.872,7 -2.483,0 -4.960,5 -1.094,3 -4.712,3 -4.526,5 -4.304.5

3.Fletes percibidos entre puertos extranjeros por buques de empresas residentes

109,1 39,2 37,6 60,0 93,7 40,0 9,5 60,6

9.Pasajes de residentes en el país transportados en buques de empresas residentes

20,2 66,1 41,6 80,9 11,8 72,6 65,0 60,6

Egresos de Divisas

4.Pasajes de residentes del país transportados en buques de empresas residentes

2,5 s/d 8,9 s/d 4,3 s/d s/d s/d

10.Gastos en puertos extranjeros por buques de empresas residentes

283,5 13,8 47,4 8,9 89,1 7,9 10,3 11,8

2.Fletes percibidos por el trans-porte de exportaciones buques de empresas residentes

175,2 33,6 105,3 30,2 175,9 30,8 38,8 30,0

8.Fletes percibidos por buques de empresas no residentes por el transporte de importaciones

215,7 1.784,3 715,2 1.716,3 107,7 1.551,3 1.442,3 1.530,4

A. Total Ingresos 1.223,3 746,7 483,7 850,9 575,3 804,9 639,5 846,7

5.Pasajes de no residentes en el país transportado en buques de empresas residentes

3,2 s/d s/d s/d s/d s/d s/d s/d

11. Arrendamientos de buques 85,6 34,7 28,8 34,3 40,6 25,9 2,1 31,7

Ingresos de Divisas

Estos tres balances se muestran respectivamente en los Cuadros Nº 10, 11 y 12.En el Balance Naviero Nacional, se registran las transacciones económicas internacionales de fletes, pasajes, gastos portuarios y arrendamientos, derivados del transporte marítimo y fluvial, correspondientes a armadoras residentes y no residentes, que se contabilizan en el rubro Servicios de la Cuenta Corriente del Balance de Pagos. Es decir, este balance respeta el principio residente no residente de la contabilidad del Balance de Pagos.En la Contribución Neta de la Marina Mercante Nacional a la Cuenta Corriente del Balance de Pagos, se contemplan únicamente las transacciones mencionadas realizadas por empresas armadoras residentes, se contabilicen o no en el rubro Servicios de la Cuenta Corriente del Balance de Pagos. Es decir, en este estado económico, a pesar de significar una relación residente no residente, no se contemplan las transacciones realizadas por armadores no residentes. Además, se contemplan transacciones efectuadas por empresas armadoras residentes con otros actores residentes, por constituir un "ahorro de divisas" para el país. La idea es la siguiente, cuando una empresa importadora de mercancías (institución residente) contrata para el transporte internacional una empresa armadora nacional (también, institución residente), se

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evita que el exportador (institución no residente) lo obtenga y con ello la erogación de divisas, es decir se produce su ahorro para el país.En el Balance Naviero General se resumen todas las transacciones derivadas del transporte marítimo y fluvial corres-pondientes a empresas armadoras residentes y no residentes, se contabilicen o no en la Cuenta Corriente del Balance de Pagos, es decir respeten o no el principio residente no residente.El Balance Naviero Nacional y la Contribución Neta de la Marina Mercante Nacional a la Cuenta Corriente del Balance de Pagos son indicadores de la importancia de un sector naviero para la economía de un país desde el punto de vista de su equilibrio externo.El Balance Naviero Nacional, en los períodos presentados en el Cuadro Nº 10, arroja saldos negativos, acentuados parti-cularmente en el período 2000 - 2014. La excepción fue el año 1990 que manifestó un resultado positivo.La Contribución Neta de la Marina Mercante Nacional a la Cuenta Corriente del Balance de Pagos muestra, para iguales períodos en el Cuadro Nº 11, siempre saldos positivos aunque decrecientes. El valor máximo se obtuvo en el año 1980 y el mínimo en el 2011.El Balance Naviero General, como resulta obvio de los datos de los Cuadros anteriores, ha mostrado históricamente saldos negativos.Un análisis retrospectivo del Balance Naviero Nacional y de la Contribución Neta de la Marina Mercante Nacional a la Cuenta Corriente del Balance de Pagos, tal como se detalla en el Cuadro Nº 13, nos permite observar que el mejor período durante el cual el transporte marítimo nacional verificó su mayor aporte al equilibrio externo y su relación con el interno, fue el comprendido entre 1981 y 1990. Efectivamente, tanto uno como otro indicador muestran saldo positivos, con máximos en el año 1985, para el Balance Naviero Nacional, y en el año 1981 para la Contribución Neta. Con relación a esta última, si bien siempre refleja saldos positivos lo hace con tendencia decreciente: del máximo de 580,8 millones de dólares del año 1981, finaliza la serie con un valor de 59,0 millones de dólares.El Cuadro Nº 13 también indica la evolución del elenco de buques de la bandera nacional mayores de 1000 Toneladas de Registro Bruto (TRB). Tal evolución se correlaciona con el comportamiento del Balance Naviero Nacional y de la Contribución Neta de la Marina Mercante Nacional a la Cuenta Corriente del Balance de Pagos. El valor máximo, tanto en lo referente al número de buques como de Toneladas de Porte Bruto (TPB), 192 y 3.256.000 respectivamente, se verificó en el año 1984.La tendencia del elenco de buques también es decreciente, estimándose para el año 2012: 45 unidades con un total de 1.272.443 T.P.BUn análisis de la evolución estructural de la marina mercante de la Argentina, en materia de buques mayores de 1000 T.R.B., entre 1980 y 2014, permite comprender con mayor precisión lo ocurrido con su contribución al equilibrio macroeconómico externo. Con tal sentido, podemos individualizar tres períodos bien diferenciados:a) 1980 - 1990: tomando su inicio como ejemplo del período, la marina mercante nacional contaba con 197 buques que

totalizaban 3.070.234 T.P.B., 99 (50,2 %) eran de ultramar con un total de 1.877.955 T.P.B., 47 (23,9 %) de cabotaje con 1.003.281 T.P.B. y 51 (25,9) de transporte fluvial con 188.998 T.P.B.

Desde el punto de vista de la propiedad, 95 (48,2 %) buques eran estatales con un total de 1.295.076 T.P.B. y 102 (51,8 %) con un total de 1.775.158 T.P.B. pertenecían a armadoras privadas. Los estatales, comprendían 54 embarcaciones de ultramar con 738.129 T.P.B, 27 de cabotaje con 528.712 TPB y 14 de transporte fluvial con 28.235 T.P.B. Los del sector privado, se dividían en 45 buques de ultramar con un total de 1.139.826 T.P.B, 20 de cabotaje con 474.569 T.P.B. y 37 fluviales con 160.763 T.P.B.

49

El Transporte Marítimo Nacional y la Relación Macroeconómica Equilibrio Interno ...

Cuadro Nº 13: Elenco de buques de bandera nacional al 1 de Enero de cada año, Balance Naviero Nacional y Contribución de la Marina Mercante Nacional a la Cuenta Corriente

AñosElenco de buques

Cantidad

BalanceNaviero Nacional

(millones de U$S)T.P.B. (Miles)

Contribución Neta

1980 -26,0 197 562,7 3.070,21981 46,9 189 580,8 2.948,6

1991 -13,4 149 225,1 2.798,5

1986 221,7 178 221,8 3.168,8

1996 -565,6 87 111,3 1.803,8

1982 85,1 187 365,0 2.896,6

1992 -299,7 133 209,3 2.425,1

1987 107,0 160 237,0 2.815,0

1997 -733,0 84 124,8 1.817,8

1983 87,0 190 257,0 3.102,7

1993 -413,6 118 151,5 2.201,5

1988 182,9 156 245,2 2.705,8

1998 -661,0 76 121,6 1.658,1

1984 214,1 192 275,0 3.256,7

1994 -600,2 104 129,2 1.947,3

1989 234,0 154 239,6 2.729,5

1999 -455,1 77 116,0 2.097,0

1985 303,9 189 248,0 3.200,2

1995 -506,3 92 123,1 1.751,2

1990 204,5 154 262,8 2.905,5

Fuente: Compendio Estadístico de la Navegación.; Ministerio de Economía.

2000 -404,3 72 125,1 1.223,32001 -283,1 72 122,2 2.205,0

2011 -1.168,5 s/d 40,6 s/d

2002 40,8 70 102,4 2.248,8

2012 -876,6 45 60,8 1.272,4

2003 11,4 67 127,2 2.082,4

2013 -1.004,7 s/d 59,0 s/d

2005 -365,5 46 76,2 1.293,6

2014 -784,0 s/d 74,3 s/d

2010 -895,6 s/d 51,3 s/d

b) 1991 - 2003: En este período, en el año 1991, el Gobierno Nacional dicta el Decreto 1772, proseguido con otros que extendieron su vigencia y complemen-taron, que permitió a las empresas armadoras privadas que tenían sus buques en el registro nacional a regis-trarlos provisoriamente en otros registros, compro-metiéndose a reincorporar las unidades a la matrícula nacional dentro del lapso de dos años a partir de la fecha del otorgamiento del cese provisorio de bandera.

Las empresas registraron sus buques en países tales como Panamá y Liberia, de banderas de conveniencia.

Además en este período la marina mercante estatal se vio reducida a los buques del Servicio de Transpor-tes Navales de las fuerzas armadas nacionales. Las empresas estatales ELMA (Empresa Líneas Marítimas Argentinas) y Flota Fluvial del Estado Argentino se disolvieron, desprendiéndose de sus buques. A su vez YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales) también se desprendió de sus embarcaciones.

Al 1 de Octubre de 2003 la marina mercante argentina mostraba la siguiente estructura: 67 buques con un total de 2.082,405 T.P.B, 17 (25,4 %) de ellos bajo matrícula nacional con 139.925 T.P.B. y 50 (74,6 %) registrados provisoriamente en otras banderas sumando 1.942.480 T.P.B.

Desde el punto de vista del tipo de navegación, 50 (74,6 %) buques actuaban en el transporte marítimo, de ultramar y de cabotaje, y 17 (25,4 %) en el transporte fluvial. En materia de propiedad, pertenecían al sec-tor estatal (Servicios de Transporte Navales 3 (4,5 %) buques con un total de 21.566 T.P.B. y al sector privado 64 (95,5 %) unidades con 2.060.839 T.P.B.

c) 2004 - 2014: En Agosto de 2004, el Poder Ejecutivo Nacional dicta el Decreto 1010 derogando el Decreto 1772 del año 1991 y sus continuadores. El nuevo Decreto otorgó un plazo de dos años a las empresas armadoras que hayan optado por pabellones proviso-rios de registro a reintegrarse a la matrícula nacional, gozando hasta su incorporación únicamente el benefi-cio de operar en el cabotaje nacional.

El Decreto 1010, también establece que se otorga "el tratamiento de bandera nacional, a todos los fines de la navegación, comunicación y comercio, de cabo-taje internacional, a los buques y artefactos navales de bandera extranjera locados a casco desnudo, bajo el régimen de importación temporaria por armadores argentinos, que se sujeten a las condiciones, plazos y características que instituye el presente decreto".

Más adelante, agrega que "la capacidad de locación a casco desnudo de los armadores que cumplan con los requisitos establecidos en el presente decreto, será igual al cien por ciento del tonelaje o potencia o capacidad de bodega de sus buques y/o Artefactos navales en actividad que registre de su propiedad ... Dichos armadores sumarán a esa capacidad hasta dos-cientos por ciento del tonelaje o potencia o capacidad de bodega de las unidades que posean en construcción en astilleros nacionales, o que hayan construido en astilleros nacionales desde la entrada en vigencia del régimen establecido por el Decreto Nº 1772/91 y que a

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su vez se encuentren enarbolando pabellón nacional". También agrega que "los armadores que se acojan al

presente régimen podrán, previa autorización de la Autoridad de Aplicación y en cualquier momento de su vigencia, sustituir buques incorporados por otros de tonelaje o potencia o capacidad similar o equivalente, una vez efectuado el despacho de importación tempo-ral correspondiente, y el cual tendrá una vigencia igual a lo que le restaba de tiempo de permanencia al buque que fuera incorporado originalmente".

Según información de la Dirección Nacional de Trans-porte Fluvial y Marítimo entre el año 2005 y el 2011, considerando embarcaciones mayores de 1000 T.R.B., se incorporaron a la matrícula nacional 8 buques, 7 de ellos "tanque", con un total de 155.570 T.R.B. y 292.841 T.P.B. Se otorgó también el cese de bandera a 9 buques que suman 135.925 T.R.B. y 313.956 T.P.B. Además se autorizó el "tratamiento de bandera nacional" (buques charteados) a 33 buques tanques y 3 buques portacontenedores. Asimismo, entre el 2005 y el 2011, se incorporaron a la matrícula nacional 13 barcazas mayores de 1000 T.R.B., 7 de ellas "tanque".

Considerando esta información y partiendo de la exis-tente para el año 2005, según Cuadro Nº 13, se puede estimar que al 1 de Enero del año 2012 la marina mer-cante nacional con buques mayores de 1000 T.R.B. sumaba 45 unidades con un total de 1.272.443. Ade-más, contaba con buques con tratamiento de bandera nacional, es decir charteados. La mayoría de los buques mayores de 1000 T.R.B. de la bandera nacional y los charteados están dedicados al cabotaje nacional e inter-nacional marítimo y al transporte fluvial. Es importante el número de buques "tanque".

Actualmente, las empresas armadoras argentinas pres-tan servicios de transporte en el tráfico con Brasil, de cabotaje marítimo internacional, a través del acuerdo de Servicios de Transporte Marítimo Argentina - Brasil (SEMARBRA) y en el transporte fluvial y de cabotaje marítimo nacional, este último fundamentalmente de hidrocarburos. No se observan buques de bandera nacional que actúen en el transporte marítimo de ultra-mar. En lo que hace al transporte fluvial de la hidrovía Paraguay - Paraná más del 95 % de las embarcaciones tienen bandera paraguaya o boliviana.

Pautas a tener en cuenta para desarrollar una marina mercante nacional.

"Una Nación que deja hacer por otra una navegación que puede realizar por si misma compromete su futuro y el bienestar de su pueblo". Esta frase fue escrita por quien

fuera Secretario del Real Consulado de Buenos Aires, el Dr. Manuel Belgrano. Con esta premisa básica, el 25 de Noviembre de 1799 inauguró la Escuela de Ciencias Mate-máticas y Náuticas, la que sufriría distintas clausuras y reaperturas hasta que en 1895 se concretó su puesta en fun-cionamiento definitivo. Esta Escuela hoy se conoce como Escuela Nacional de Náutica Manuel Belgrano.Respetando la premisa de Manuel Belgrano, la marina mercante argentina fue creciendo, aunque de una manera cíclica. Su pico máximo, tal como se manifestó anterior-mente, lo alcanzó en la década de los años ochenta para luego ir decayendo su crecimiento hasta nuestros días, hasta manifestar el nivel mencionado para el año 2013.Hoy en día, la logística, la competitividad vía precio y el aprovechamiento de las economías de escala, son facto-res fundamentales para disponer de una marina mercante nacional. Un país no puede tener una marina mercante propia si no se adecua operativamente a estos factores. El entorno internacional marítimo de los años ochenta no es el mismo actualmente.Inducidos por las necesidades logísticas, las empresas arma-doras de buques amplían su campo de actividad ofreciendo sistemas de distribución internacional. La filosofía "just in time", exigida por las empresas productivas, les genera la necesidad de adecuación a ella. La relación transportista-cliente ha evolucionado hacia una relación bidireccional de mayor colaboración. El transporte se observa ahora como parte de los procesos productivos de las empresas y no como un complemento.La importancia relativa del precio, en nuestro caso del flete, ha ido evolucionando como criterio para la toma de decisio-nes en materia de selección de proveedores. En la década de los años ochenta, la frecuencia de salidas y el flete eran factores fundamentales para esas decisiones. En la actua-lidad, el tiempo de tránsito (transit time) entre puerta del proveedor y puerta del cliente y no entre puerto y puerto, se convirtió en un importante determinante de las decisiones de embarcar en un determinado servicio, afectando el peso relativo del flete marítimo en las mismas.En el mercado de transporte marítimo se observan dos tipos de tráficos, el "tramp", fundamentalmente de graneles, y el de "línea regular". El tráfico "tramp", tradicionalmente ha sido fuertemente competitivo, ya que dispone de dificulta-des para la entrada muy fáciles de superar por los nuevos operadores pues los buques que operan en él no ofrecen servicios regulares entre puertos, sino que sus rutas se esta-blecen exclusivamente en base a la oferta de carga que en cada momento surge en forma espontánea de los fletadores. En cambio, el mercado de línea regular ha presentado una estructura que ha sido caracterizada como monopólica, cartelizada u oligopólica. Hoy, además, el mercado de línea

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regular se caracteriza por la incursión del contendor que ha conducido a la utilización de buques de más de 20.000 TEUS de capacidad.En los años ochenta todavía eran posibles las líneas marí-timas regulares a través de las "Conferencias", así como también el establecimiento de Leyes de Reserva de Carga. La Argentina participaba en once Conferencias y en dos Acuerdos Intergubernamentales de Fletes, estos últi-mos con Rusia y con China. En la actualidad, el sistema conferenciado ha quedado prácticamente abolido en los Estados Unidos de América y Europa mediante cambios legislativos.Desde su origen, las Conferencias fueron observadas como una especie de cartelización con sus consecuencias negativas sobre los usuarios de los servicios de transporte marítimo. Las legislaciones más relevantes que los gobier-nos establecieron para superar estas consecuencias han sido: Shipping Act 1984 y Ocean Shipping Reform Act (OSRA) de 1998 de los Estados Unidos de América; la DG VII Transport Directorate, DG IV Competitive Direc-torate, Directivasd 4056/86, 870/95; 1017/68 y la Council Regulation (EC) Número 1419/2006 del 25 de Septiembre de 2006 de la Unión Europea; y las Shipping Conferences Exemption Act (SCEA) de 1987 y Canada Tranportstion Act (CTA) de 996 del Canadá. Japón y Australia también legislaron en tal sentido. Estas legislaciones, no solo mini-mizaron a las Conferencias, sino también afectaron la apli-cación de leyes de reserva de carga.Además de los cambios legislativos, el declive de las Con-ferencias Marítimas se debió a la irrupción de operadores asiáticos en el mercado de línea regular – outsiders – con una fuerza similar al de aquellas alianzas.Internacionalmente y particularmente a partir de los años noventa, prácticamente desmontadas las Conferencias, sur-gieron en el mercado de líneas regulares nuevos tipos de concentraciones empresarias. Así se observan:a) Alianzas estratégica globales: convenios de larga dura-

ción entre líneas competidoras entre sí, que implican la utilización de los medios propios de cada empresa para el beneficio conjunto y que se da en servicios intercontinentales. Los acuerdos extienden su ámbito al conjunto de los servicios de los operadores implica-dos es decir a todas sus rutas y comprenden acuerdos incluso en el campo de las terminales portuarias y en las instalaciones terrestres.

b) Acuerdos básicos operacionales: mediante este tipo de acuerdos, un conjunto de competidores se unen poniendo en común buques completos y/o espacios reservados en ellos. Los miembros del acuerdo pueden pertenecer al mismo tipo de servicio o de otros adya-centes en función de la disponibilidad de operaciones

dispuestas al acuerdo. A diferencia de las alianzas estra-tégicas globales, los acuerdos básicos operacionales no extienden su ámbito al conjunto de los servicios o rutas concretas de los operadores implicados, sino a ciertas rutas concretas. No recogen acuerdos en el campo de las terminales portuarias y las instalaciones terrestres.

c) Consorcios, pools y joint ventures: una sofisticación orgánica de mayor complejidad técnica de los acuerdos se manifiesta en los Pools y Consorcios Conjuntos, Consortia & Jount Marketing Pools, los cuales presen-tan una estructura de colaboración distinta en las que las firmas no intercambian participaciones ni acciones recíprocamente, sino que generan una empresa nueva de servicios –pool– a través de la cual ofrecen al mer-cado una imagen diferenciada, conjunta y más amplia que la que puedan ofrecer. Es decir aúnan esfuerzos sin perder las identidades propias, pero comercializan una marca conjunta de servicios, nueva y de mayor cobertura.

d) Fusiones y adquisiciones: el escalón más alto de grado de concentración es aquel en el que las firmas indivi-duales forman nuevos grupos empresariales de capital accionario compartido por medio de fusiones y adqui-siciones, verticales y horizontales.

En el año 2013, el mercado de línea regular en contendores sumaba una capacidad de 17.737.898 TEU’s. El 84 %, es decir 14.953.048 TEU’s la ofertaban tan sólo 20 operado-res marítimos. Los tres primeros de ellos, APM-Maersk, Mediterranean Shg Co. Y CMA CGM Group absorbían el 36,6 % (6.488.386 TEU’s) del mercado total. A principios del año 2015 se hizo operativo el mayor acuerdo de bodega compartida (vessel sharing agreement) del mundo, la deno-minada "alianza 2 M" integrada por la danesa Maersk y la suiza MSC, que decidieron avanzar en su acuerdo de bodega luego de que China desaprobara una alianza mayor, la "P 3", que incluía también a la francesa CMA CGM.Un factor de cambio estructural del mercado de línea regu-lar ha sido el del aprovechamiento de las economías de escala. Las empresas armadoras de buques relativamente pequeñas y medianas han ido declinando en su porcentaje de participación en el negocio de línea regular en términos absolutos en tanto, simultáneamente las firmas de gran tamaño y alcance de mercado han incrementado su inciden-cia en el sector. Las estrategias de estas se ha dirigido hacia el logro de reducciones de costos a través de rendimien-tos crecientes a escala en la producción de sus servicios, básicamente de transporte de contenedores. Tal economía de escala es obtenida a través del aumento en los tama-ños de los buques. Hoy, por ejemplo, se puede disponer de buques portacontenedores con una capacidad superior a los 19.000 y 20.000 TEU’s. En efecto, a principios del

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2015 fue clasificado para la empresa suiza Mediterranean Shipping Co. ((MSC) el buque MSC Oscar con una capaci-dad de 19.244 TEU’s. Esta empresa, a esa fecha tenía ade-más órdenes de construcción por otros dieciocho buques portacontenedores de 19.000 TEU’s. A su vez, el gigante naviero japonés Mitsui O.S.K. Lines (MOL), en Marzo de 2015 anunció un contrato con el astillero coreano Samsung Heavy Industries para la construcción de cuatro portacon-tenedores de 20.150 TEU’s de capacidad, que se sumarán a otros dos que se construirán en Japón, habiéndose firmado contrato de charteo a largo plazo con Shoei Kisen Kaisha.En los años ochenta la marina mercante argentina con-taba con una estructura que hoy no presenta: existía una flota de buques de propiedad estatal, que operaba en conjunción con la del sector privado. Además este sector disponía de una fuente relativamente de bajo costo para el financiamiento de sus inversiones en buques en astilleros nacionales, el Fondo Nacional de la Marina Mercante. Este Fondo se nutría de recursos provenientes de gravámenes sobre los fletes de importación y exportación. Además, y con muy poca utilización, también contaba con créditos del ex Banco Nacional de Desarrollo (BANADE). En los años noventa, la flota estatal se disolvió y se eliminaron las mencionadas fuentes crediticias. Para el armamento privado argentino sólo quedó el posible financiamiento externo, de buques nuevos o de segunda mano, y en los últimos años una línea de financiamiento mediante leasing bancario. Estos cambios se adicionaron a la no intervención en los servicios de líneas regulares conferenciados. Sólo se mantuvo la participación en el Servicio de Transporte Marítimo Argentina – Brasil (SEMARBRA), un acuerdo bilateral sobre transporte marítimo con Brasil en el ámbito del Mercado Común del Sur (MERCOSUR).Lo que sí siguen subsistiendo en el mercado internacional son los registros abiertos para incorporar los buques en "banderas de conveniencia" como, por ejemplo, Panamá y Liberia.En particular, en lo relativo al cabotaje varios países están otorgando una mayor apertura a su sistema de cabotaje nacional por uno de mayor amplitud y flexibilidad, de manera de favorecer el comercio exterior y la mano de obra local. En tal sentido, Canadá favorece con incentivos finan-cieros a armadores, propietarios u operadores, que deseen participar en el área. Brasil para revertir su disminución de bandera, reteniendo su exclusividad de bandera en el servi-cio, permite que empresas extranjeras se asocien con líneas brasileñas. Australia analiza para el futuro que empresas extranjeras puedan participar asociadas con empresas nacionales.

Conclusiones

De lo señalado, para tener una marina mercante nacional adecuada al sistema logístico internacional y doméstico, competitiva vía precio (flete) y que aproveche las ventajas de las economías de escala, para que con su operatividad contribuya fuertemente al equilibrio externo y a su relación con el interno, deben darse respuesta, entre otros, a los siguientes interrogantes:a) ¿Cuáles deben ser y cómo generar, si se requiere por ser

originales, las fuentes de financiamiento de la inversión naviera, de aceptable costo-beneficio para la sociedad en su conjunto?

b) ¿Cómo lograr que los costos operativos de los buques de las empresas armadoras nacionales, en conjunción con los del sistema logístico, sean competitivos frente a los del extranjero?.

c) ¿Cómo incentivar al sector armatorial privado para que adecue su intervención en el mercado de transporte internacional conforme a las condiciones que en el mismo se manifiestan actualmente y a las que se exijan en el futuro?. Se trata de lograr un empresariado que se sienta incentivado a ser emprendedor, que adecuando su operatividad a un entorno colaborativo internacio-nal, genere empleo para el mercado laboral interno y capte y ahorre divisas de modo de favorecer a la cuenta corriente del balance de pagos doméstico.

El funcionamiento de una marina mercante nacional debe adecuarse al entorno evolutivo internacional, a una ope-ratividad más colaborativa y consistente con el desarrollo tecnológico que acompaña la búsqueda de economías de escala.Una marina mercante nacional, contribuye positivamente al equilibrio externo mediante el ahorro y el ingreso neto de divisas por su incidencia en el rubro Servicios de la Cuenta Corriente del Balance de Pagos.El poseer una marina mercante propia debe surgir de claros objetivos de política económica para el mediano y largo plazo. Ello, sin perjuicio de objetivos de estrategia geopo-lítica. En este último sentido, la guerra de las Malvinas ha sido un ejemplo de la importancia de una merina mercante nacional. En ella se emplearon buques mercantes para abas-tecimiento logístico a las islas, para transportes logísticos y de personal a puertos patagónicos, para el abastecimiento de combustible a puertos y bases patagónicas, para abas-tecimiento a unidades de la armada y para tareas de inteli-gencia. Por su parte Gran Bretaña dispuso de alrededor de sesenta embarcaciones mercante para el conflicto bélico.Además, frente a una disputa ajena a la nación, una marina mercante propia es de mucha importancia. Como ejemplo de esto último valga el ejemplo de Suiza, un país sin mar y

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El Transporte Marítimo Nacional y la Relación Macroeconómica Equilibrio Interno ...

que sin embargo cuenta con una marina mercante nacional moderna de buques mercantes. Según la UNCTAD, en el 2013, Suiza operaba con una flota de 350 embarcaciones y 17.012 millones de DWT, de las cuales 1.195 millones de DWT formaban su marina mercante nacional. Esta fue creada en 1959 por el Consejo Federal, apoyando a un grupo de armadores privados, en momentos en que el continente europeo vivía bajo la tensión de la Guerra Fría y este país se fijó el objetivo el de asegurar al país el sumi-nistro de alimentos básicos y no tener que deprender de flotas extranjeras.

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Alejandro Gronskis

Departamento de Ingeniería Mecánica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires

Unidad de Investigación de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la Marina Mercante

Alternativas de mallado en un código para el estudio de escurrimientos

1. Interés del desarrollo de un codigo de calculo "casero"

Hoy en día, códigos de cálculo como Fluent, Star-CD y CFX entre otros, pueden responder a practicamente todas las situaciones consideradas dentro de la mecánica de fluidos debido a su potencia en cuanto a la gestión de geometrías complejas, a su versatilidad y al número impor-tante de modelos implementados. Sin embargo existen sectores en los cua-les estos códigos comerciales resultan menos adecuados que ciertos códigos "caseros"'. Los códigos comerciales son, en el caso más favorable, de orden dos en tiempo y espacio. Así, para todos los cálculos que necesitan un alto grado de precisión estos se demuestran poco adecuados. En el caso, por ejemplo, en el que se desee simular flujo turbulento, la mayoría de estos códigos utiliza modelos RANS o en el mejor caso LES, lo cual puede no ser apto si se desean con-servar ciertas características del flujo en estudio. Estos códigos de cálculo comerciales pueden ser ejecutados en máquinas de arquitectura paralela, donde generalmente muestran una

performance pobre en términos de CPU mientras que los códigos "case-ros" particularmente bien optimiza-dos pueden ser netamente de mayor performance.Para situaciones de cálculo más espe-cíficas, los códigos comerciales no responden tampoco de la forma espe-rada. Aunque a menudo se ofrezca la posibilidad de modificar o imple-mentar nuevos modelos por medio de subrutinas, no siempre es posible modificar el código lo suficiente-mente en profundidad para que este satisfaga nuestras necesidades.Estas cuestiones hacen que ciertas personas prefieran desarrollar su propia herramienta de cálculo y así adaptarla conforme a la manera más óptima a sus necesidades específicas.La perspectiva de tener el control completo de los recursos del código es por lo tanto una de las mayores razones que nos motivan a desarrollar nuestra propia herramienta. Como última observación (no menor), el elevado costo anual de una licencia de software comercial justifíca aún más nuestra iniciativa de desarrollar nuestro propio código.

2. Opciones de mallado

Las ecuaciones de conservación pue-den ser escritas de diferentas formas, dependiendo del sistema coorde-nado y los vectores base utilizados. Por ejemplo, se pueden seleccionar sistemas coordenados cartesianos, cilíndricos, esféricos u ortogonales curvilíneos, los cuales pueden estar fijos o en movimiento.Además se deben seleccionar las bases sobre las cuales los vectores y tensores van a ser definidos (fijos o variables, covariante o contravariante, etc.). Dependiendo de esta elección, el vector velocidad y el tensor de ten-siones pueden ser expresados en tér-minos de, por ejemplo, componentes cartesianos.Para poder llevar a cabo una simula-ción para un caso de interés se debe primero elegir el modelo matemático a utilizar, esto es, el conjunto de ecua-ciones diferenciales (o integro-dife-renciales) en derivadas parciales y las condiciones de borde. Se debe elegir un modelo apropiado para el fenó-meno que se pretende simular (flujo incompresible, invicido, tubulento, etc.). Luego de haber seleccionado

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Alternativas de mallado en un código para el estudio de escurrimientos

el método, se debe elegir un método de discretización adecuado, o sea, un método de aproximación de las ecuaciones diferenciales mediante un sistema de ecuaciones albegráicas para las variables de algún conjunto discreto de localizaciones en tiempo y espacio (método de diferencias finitas, volúmenes finitos, espectrales, etc.).

2.1. Grilla numérica

Las localizaciones discretas sobre las cuales las variables van a ser calcula-das están definidas por la grilla numé-rica, siendo esta esencialmente una representación discreta del dominio geométrico en el cual el problema va a ser resuelto. Esto divide el dominio solución en un número finito de sub-dominios (elementos, volúmenes de control, etc).Algunos tipos posibles de grilla para el mallado son:Grilla estructurada o regular: Las grillas estructuradas o regulares con-sisten de familias de líneas de grilla con la propiedad de que los miembros de una familia no se cruzan entre ellas y cruzan a cada miembro de las otras familas solo una vez.Esto permite que las líneas de un dado conjunto (set) puedan ser enumeradas de forma consecutiva. La posición de cualquier punto de grilla (o volumen de control) dentro del dominio es indentificado de forma única por un set de dos (en 2D) o de tres (en 3D) índices, por ejemplo (i,j,k).Esta es la estructura de grilla más simple dado que es lógicamente equi-valente a la grilla cartesiana. Cada punto tiene cuatro puntos vecinos en dos dimensiones y seis puntos vecinos en tres dimensiones. Uno de los índi-ces de cada punto vecino P difiere en +-1 del índice correspondiente a P. Un ejemplo de grilla estructurada ortogo-nal regular se muestra en la Figura 1. Su estructura simplifica la programa-ción y la matriz del sistema de ecua-ciones algebraico tiene una estructura

regular, la cual puede ser aprovechada para desarrollar una solución técnica. Debido a esto existe una gran can-tidad de resolvedores (sistemas de resolución) aplicables solo a grillas estructuradas. La desventaja de las grillas estructuradas es que pueden ser utilizadas solo para dominios geomé-tricamente simples. La otra desventaja es que puede ser difícil controlar la distribución de puntos de la grilla dado que la concentración de puntos en una región, por razones de precisión, produce un espaciamiento pequeño innecesario en otras partes del dominio solución resultando esto en un gasto de recursos. Este inconveniente se hace más notorio aún en los problemas en tres dimensiones. Este tipo de grilla es utilizado generalmente para cuerpos con bordes pronunciados. La simu-lación de geometrias en el dominio tiene también el inconveniente de que para bordes curvos el mallado grueso produce una representación del cuerpo poco adecuada en la superficie, dado que dicha superficie se forma a partir de cuadrados o rectángulos correspon-dientes a las localizaciones discretas.

Grilla estructurada en bloques: En una grilla estructurada en bloques hay dos o más niveles de subdivi-sión del dominio solución, estos son por ejemplo, el nivel basto o grosero

(coarse level) y el nivel fino (dentro de cada bloque). En el nivel basto o grosero los bloques son segmentos relativamente grandes del dominio, su estructura puede ser irregular y pueden o no superponerse. En el nivel fino se define una grilla estructurada. Se requiere un tratamiento especial en las interfaces de los bloques. En la Figura 2 se muestra un ejemplo de una grilla estructurada de tres bloques utilizada para el cálculo de flujo alrededor de un cilíndro. En este caso los puntos de las interfaces son coincidentes y no existe superposi-ción. En la Figura 3 se muestra una grilla en bloques estructurada donde los puntos de las interfaces no son coincidentes y tampoco existe super-posición. Esta grilla es utilizada para calcular el flujo alrededor de un perfil alar. La programación en este caso es más dificultosa comparada con los casos mencionados anteriormente. Se pueden aplicar resolvedores para gri-llas estructuradas para cada bloque y así, con estas grillas, se pueden tratar dominios para flujos complejos. Es posible realizar un refinamiento local por bloque, lo cual es una ventaja destacable. Las grillas estructuradas en bloques con superposición son llamadas a veces grillas composite. Un ejemplo de tales grillas es el de la Figura 4. En la región de superpo-sición las condiciones de borde para un bloque se obtienen interpolando la solución desde el otro bloque superpuesto. La desventaja de estas grillas es que la conservación no se logra fácilmente en los bordes de los bloques. Otra ventaja de este enfoque es que los dominios complejos se pueden tratar de manera más sencilla que para otros y ser utilizados para cuerpos en movimiento; por ejem-plo, un bloque está unido al cuerpo y lo representa, moviendose con este mientras que una grilla estacionaria cubre los alrededores.

Figura 1. Grilla regular estructurada ortogonal.

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Grillas no estructuradas: Para geo-metrías muy complejas, el tipo más flexible de grilla es el que se puede adaptar a una condición arbitraria de dominio para hallar la solución. En principio, tales grillas podrían ser utilizadas con cualquier esquema de discretización pero se adaptan mejor a enfoques de elementos o volúmenes finitos. Los elementos o volúmenes de control pueden ser de cualquier forma dado que no existe restricción alguna al número de elementos o nodos vecinos. En la práctica, las gri-llas más utilizadas son las formadas a partir de triángulos o cuadriláteros para el caso de dos dimensiones, y tetraedros o hexaedros para el caso de tres dimensiones. Tales grillas pueden ser generadas automática-mente con algoritmos ya existentes. La grilla se puede hacer ortogonal, controlar así fácilmente el radio de aspecto, y refinar localmente, con lo cual la flexibilidad es una ventaja destacable. Como desventaja se tiene la irregularidad de la estructura de datos. Las localizaciones de los nodos y sus conexiones vecinas necesitan ser especificadas explícitamente. La matriz del sistema de ecuaciones algebraico no presenta una estructura regular diagonal. El ancho de banda debe entonces ser reducido reorde-nando los puntos. Los resolvedores para los sistemas de ecuaciones alge-braicos son usualmente más lentos que aquellos utilizados para grillas regulares. Las grillas no estructuradas son a menudo utilizadas con métodos de elementos finitos y volúmenes finitos con lo que, sumado a una relación de aspecto grande, la preci-sión en el cálculo de las derivadas se verá disminuida en comparación con el método de diferencias finitas. Los códigos computacionales para grillas no estructuradas son más flexibles dado que no necesitan ser cambiados cuando la grilla es localmente refi-nada o cuando se utilizan elementos

Figura 2. Grilla en bloques con puntos de interfaz coincidentes y sin superposición.

Figura 3. Grilla en bloques con puntos de interfaz no coincidentes y sin superposición.

Figura 4. Grilla en bloques con puntos de interfaz no coincidentes y con superposición.

Figura 5. Grilla no estructurada.

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Alternativas de mallado en un código para el estudio de escurrimientos

o volúmenes de control de formas distintas. Sin embargo, la generación de la grilla y el preprocesamiento son usualmente dificultosos e involucran un alto costo computacional para el caso de un cuerpo en movimiento. Un ejemplo de grilla no estructurada se muestra en la Figura 5.

3. Métodos de aproximación

Siguendo la elección de tipo de grilla se deben seleccionar las aproximacio-nes que serán utilizadas en el proceso de discretización. En un método de diferencias finitas se deben seleccio-nar las aproximaciones para las deri-vadas en los puntos de la grilla. En el método de volúmenes finitos se deben seleccionar lo métodos de aproxima-ción de las integrales de superficie y volumen. En un método de elementos finitos se deben elegir las funciones de forma (elementos) y las funciones de peso. En los métodos espectrales la aproximación de la función hace uso de una serie truncada de funcio-nes base ortogonales; por ejemplo, las series de Fourier son utilizadas para problemas periódicos, mientras que para problemas de valores en la frontera se utilizan los polinomios de Chebyshev o Legendre como funcio-nes base.Existen muchas posibilidades de elec-ción; la misma influencia la precisión de la aproximación. Esto además afecta la dificultad de desarrollar el método de solución, su programa-ción, su depuración, y la velocidad del código. Aproximaciones más precisas requieren el uso de más nodos y en algunos casos matrices más densas. El incremento de los requerimientos de memoria puede precisar del uso de grillas gruesas, afectando esto a la ventaja de la alta precisión. Por estas razones se debe hacer un compromiso entre simplicidad, facilidad de imple-mentación, precisión y eficiencia computacional.

4. Eficiencia computacional

La misma aproximación puede ser muy precisa en una parte del flujo pero imprecisa en otra. El espacia-miento uniforme (tanto espacial como temporal) es raramente óptimo, dado que el flujo puede variar de forma muy pronunciada localmente tanto en el espacio como en el tiempo. Donde los cambios en las variables son pequeños, los errores serán tambien pequeños. Por lo tanto, con el mismo numero de elementos discretos y las mismas aproximaciones, los errores en los resultados pueden diferir en un orden de magnitud o más. Dado que el esfuerzo computacional es proporcio-nal al número de elementos discretos, su propia distribución y tamaño son esenciales para la eficiencia computa-cional (o sea, el costo de alcanzar la precisión deseada).

5. El código a utilizar: Incompact3d

Si se busca alta precisión y rapidez de cálculo, entonces se emplean métodos espectrales. Estos métodos, que ope-ran sobre las ecuaciones transforma-das al espacio espectral, se limitan sin embargo a flujos de interés académico. En cambio, si se busca estudiar flujos que involucren geometrías complejas en detrimento de la precisión de los resultados y el costo computacional, entonces se recurre a algunos de los métodos mencionados anteriormente, que hacen uso de una malla no estruc-turada la cual se ajusta perfectamente al contorno de la geometría considerada. Estos métodos, que emplean elemen-tos finitos y/o vol úmenes finitos, son muy difundidos en el ámbito indus-trial siendo ampliamente utilizados en códigos comerciales; sin embargo, como ya se dijo, su utilización pre-senta tres inconvenientes: el tiempo de cálculo para generar la malla, la complejidad del código a desarrollar y la distorsión de la malla la cual podría

tener un efecto desastroso sobre la precisión del cálculo. Además, como se explicó antes, estos códigos utilizan modelos de turbulencia (RANS o LES) y no realizan DNS. El código de cál-culo adoptado en el presente trabajo, Incompact3d, se ubica en un lugar intermedio entre las dos aproxima-ciones descriptas anteriormente. Este código se basa en esquemas numéricos de alta precisión sobre una malla car-tesiana. El empleo de tal malla no es incompatible con el estudio de flujos que involucren geometrías complejas, gracias al método de forzado (immer-sed boundary method), el cual emplea nuestro código para modelizar el obs-táculo. La intención es poder competir en términos de precisión con los méto-dos espectrales y al mismo tiempo ser capaz de tratar geometrías complejas en forma simple y con un costo de cál-culo lo menor posible.Tradicionalmente, para la descripción de geometrias complejas, se realizan las discretizaciones de las ecuaciones gobernantes sobre mallas curvilíneas, estructuradas o no estructuradas, ajustadas al cuerpo (body-fitted curvi-linear grids), haciendo que las fron-teras geométricas del cuerpo inmerso coincidan con aquellas del dominio computacional. Un abordaje alterna-tivo a este problema, que utiliza los esquemas cartesianos es la utilización del Método de Fronteras Sumergidas (immerserd boundary method). En este método, la presencia de cuerpos inmersos en el dominio debe ser con-siderada de otra forma. En el método de fronteras sumergidas se especifíca un término de fuerza de campo de modo de simular la presencia de una frontera inmersa en el escurrimiento sin alterar la malla cartesiana. La ven-taja de este método es que cuerpos de formas completamentes arbitra-rias pueder ser adicionados sin una reconstrucción de la malla.El código Incompact3d permite la resolución de las ecuaciones de

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Navier-Stokes para el caso de un fluido incompresible, siendo posibles dos tipos de aproximaciones numéricas para el cálculo de flujos: DNS o LES. Durante los últimos años este código ha sido validado para diferentes tipos de escurrimientos: chorro circular (Lardeau-tesis), control de chorros (Lardeau et al., 2002), capas de mezcla (Lardeau et al. 2001), flujos alrededor de un cilindro (Lamballais et al, 2002), (Silvestrini, 2003), (Parnaudeau et al., 2008), (Ribeiro and Vitola, 2006).Incompact3d se vale de la discretiza-ción sobre malla cartesiana utilizando el método de diferencias finitas. El código tiene la capacidad de poder realizar una densificación de la grilla hacia el centro o hacia los costados del dominio en la dirección trans-versal al flujo. Si tenemos en cuenta la definición antes dada para la efi-ciencia computacional, en la cual haciamos incapié en que hay ciertas regiones donde el flujo varía más bruscamente que en otras, y por tanto es donde se requiere una malla más fina, entonces se puede presuponer que si realizamos la densificación en la zona donde se producirá dicha variación pronunciada podremos así tratar estos problemas utilizando una menor cantidad de puntos de grilla cartesiana para estudiar un problema que requeriria más puntos para su correcto tratamiento. De esta manera nuestro objetivo al densificar, es en parte aumentar la eficiencia compu-tacional (aunque por supuesto, habrá que analizar también las cuestiones de memoria y tiempo de cálculo al realizar dicha densificación).En un estudio proximo futuro nos propondremos realizar la densifica-ción de la grilla en la otra dirección para un flujo bidimensional (o sea, la dirección del escurrimiento) y luego procederemos a realizar un estudio del desempeño del código utilizando la implementación ya disponible (ver Laizet, 2009) y a continuación

nuestra implementación, efectuando además comparaciones con el caso de la grilla no densificada.Entonces, como resultado del estudio mencionado tendremos un código que será capaz de realizar la densi-ficación en la dirección transversal al escurrimiento, en la dirección del escurrimiento y en ambas direcciones al mismo tiempo.

6. Conclusiones

Hemos realizado una breve descrip-ción de las grillas más comunmente utilizadas para discretizar el dominio a fin de llevar a cabo las simulaciones en un código CFD; asimismo descri-bimos los métodos a menudo utiliza-dos para estas estructuras de grilla, y podemos concluir que:• Es de interés desarrollar un código

"casero" acorde a nuestras necesida-des para ciertos casos específicos.

• Es posible disponer de un códigointermedio entre los códigos espec-trales y de diferencias y/o volúme-nes finitos considerando precisión y flexibilidad.

• Esdeinterésprocurarllevaracabouna densificación de la grilla para estudiar ciertos escurrimientos que presenten una gran variación local, en aras de aumentar así la eficien-cia del código disminuyendo el esfuerzo computacional y la memo-ria de cálculo requerida.

Referencias

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Parnaudeau P. 2004 Etude numerique d'un ecoulement cisaille turbulent complexe a basse vitesse: Application a la protection rapprochee. PhD thesis, Universite de Poitiers.

Lardeau S. 2001 Simulation numeri-que directe du controle d'ecoulements cisailles libres par injection de fluide. PhD thesis, Universite de Poitiers.

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Vitola M. 2006 Influencia de um con-torno plano sobre o desprendimento de vortices ao redor de um cilindro circu-lar. PhD thesis, Instituto de Pesquisas Hidraulicas - IPH/UFRGS, Brazil.

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Optimización de la inversión en buques mercantes

José M. Pereiras a, Lisandro Roldan b, Claudio E. Jouglard c, Manuela Benitez d

a Secretaría de Investigaciones, Ude MM; b UTN, Regional Pacheco; c Departamento de Ingeniería Civil, UTN -

Fac. Reg. Bs. As; d UTN - Fac. Reg. Paraná, Entre Ríos.

Obtención de las deformaciones plásticas en conexiones roscadas de componentes petroleros usando redes neuronales

Keywords: elementos finitos, elasto-plasticidad, deformaciones plásticas, redes neuronales.

Abstract:

La determinación de las deformaciones plásticas en las conexiones roscadas de componentes petroleros como ser: tubing, casing, varillas de bombeo, es de principal importancia para la eva-luación de la confiabilidad estructural.El método de los elementos finitos es el usualmente empleado para el cálculo de las deformaciones plásticas con refi-namiento de malla en las zonas de altos gradientes de tensiones. El problema que se presenta son los tiempos de corrida que oscilan entre un 2 y 6 horas dependiendo del ciclo de carga y de los refinamientos de malla adoptados. El impacto de los tiempos de corrida se amplifica cuando es necesario eva-luar varias conexiones de una sarta de varillas, pudiendo llegar a tomar varios días de corridas.El uso de redes neuronales a partir del entrenamiento de resultados obtenidos con el método de elementos finitos posibilita reducir drásticamente los tiempos de cálculo. Adicionalmente

habilita el desarrollo de herramientas de funcionamiento en tiempo real.Específicamente se emplea el uso de redes neuronales para la predicción del campo de deformaciones plásticas equivalentes en las raíces de dientes de la conexión donde se registran la mayor cantidad de roturas debido a esfuerzos cíclicos elevados. Este campo depende de varios parámetros como ser: pre-carga de ajuste de la conexión, geome-tría del diente de rosca, carga activa y otros parámetros como ser tratamiento superficial del componente.

1. Introducción

En este trabajo se desarrolla una meto-dología para la determinación eficiente de las deformaciones elastoplasticas a través de la combinación del Método de los Elementos Finitos (Bathe-1996, Felippa-2004, Zienkiewicz-1982) y Redes Neuronales. El cálculo de las deformaciones elastoplasticas es de una gran importancia en el análisis de falla de componentes sometidos a ten-siones que superen el límite de fluencia y también cuando las cargas tienen variación cíclica lo cual puede generar falla debido a fenómenos de fatiga.

El uso del Método de los Elementos Finitos en el análisis elastoplastico de metales es bien conocido por su capa-cidad predictiva y posibilidad para la determinación de variables como las deformaciones elastoplasticas. Si bien el cálculo de estas variables es reali-zado con una muy buena precisión, se plantea el problema que el tiempo de resolución de un modelo no lineal suele ser elevado. Por ejemplo, en este caso nos focalizaremos en aplicaciones para uniones roscadas (Pereiras, 2005) de componentes petroleros. Un modelo típico puede tomar en el orden de horas para resolverlo y poder obtener así las deformaciones elastoplasticas.Las Redes Neuronales (Mackay, 2003) han sido aplicadas en muchos campos de la ciencia, reconocimiento de patro-nes, análisis de datos y últimamente se utilizan en la optimización en tiempo de metodologías como la de Elementos Finitos. Básicamente el uso de Redes Neuronales en este trabajo permite una predicción de las deformaciones elasto-plasticas en tiempos extremadamente más cortos, en términos de segundos o fracciones de segundo. Esto permite el desarrollo de aplicaciones numéricas

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de análisis en tiempo real, que en el caso de uniones de varillas petroleras de bombeo alternativo (ANSI/API RP 11L–1988, API 11b-2010, Baek-1990) es de fundamental importancia para la predicción temprana de fallas.Uno de los principales sistemas de ele-vación mecánica de fluido empleado en pozos petroleros es el de "bomba de varilla". Estos sistemas son nece-sarios en todos aquellos pozos en que la presión del reservorio no resulta suficiente para que el fluido ascienda de manera natural a la superficie. En general, están destinados a pozos con una producción relativamente baja. En Argentina más del 80% de los pozos activos se producen empleando éste sistema (Emiliozzi, 2001).La inmensa mayoría de las fallas seve-ras en los sistemas de elevación artifi-cial pueden ser atribuidos a una falla en uno de los tres componentes principales del sistema ubicado bajo la superficie: Bomba de fondo, varillas de bombeo o un problema en el tubing. Éste tipo de falla impide continuar con la explota-ción del pozo por lo que la producción de éste cesa hasta que la falla pueda ser completamente reparada.Las fallas severas asociadas a proble-mas con las varillas de bombeo obli-gan a la ejecución de una operación de mantenimiento costosa y compleja que requiere la pesca y remoción de la cadena de varillas, en una operación denominada pulling (Norris, 2007).Finalmente, el desarrollo de una meto-dología que permita el análisis de las uniones del string de varillas en tiempo real, será de gran utilidad en la toma de decisiones sobre el funcionamiento del sistema y así reducir los costos de operación.

2. Sistema de bomba de varilla

2.1. Descripción del funcionamiento del conjunto

Uno de los principales sistemas de ele-vación mecánica de fluido empleado

en pozos petroleros es el de "bomba de varilla". Estos sistemas son necesarios en todos aquellos pozos en que la pre-sión no resulta suficiente para que el fluido ascienda de manera natural a la superficie. En general, están destinados a pozos con una producción relativa-mente baja.En la Figura 1 se muestra una repre-sentación esquemática del conjunto de elementos que componen al sistema. Éstos pueden agruparse en cinco con-juntos principales:1. Motor (Prime mover): Propor-

ciona la fuerza motriz.2. Caja reductora (Gear reducer):

Reduce la velocidad del motor de manera que resulte compatible con la velocidad de bombeo.

3. Unidad de bombeo: Compuesta por la biela (Crank), el contrapeso

(Counter weight), el brazo "Pit-man" (Pitman arm), la viga (wal-king beam), el cabezal (horse head), el cable de acero (bridle) y la varilla pulida (polished rod). Es la responsable de convertir el movimiento circular en un movi-miento vertical alternativo.

4. Cuerda de varillas de bombeo (Sucker rod string): Transmite el movimiento alternativo a la bomba de fondo de pozo (Down hole pump).

5. Bomba de fondo de pozo (Down hole pump): Se ubica en el extremo inferior de la perforación y es la responsable de desplazar el fluido hasta la superficie.

Figura 1: Representación esquemática del sist. de bomba de varilla.

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Optimización de la inversión en buques mercantes

Por su ubicación respecto del terreno podemos decir que los elementos 1, 2 y 3 componen las instalaciones de superficie mientras que los 4 y 5 forman parte de las instalaciones subterráneas.En el extremo inferior izquierdo de la Figura 1 se observa un detalle de la "bomba de fondo de pozo". Se repre-senta tanto el momento en que las instalaciones de superficie ejercen una fuerza ascendente (Up Stroke) como el momento en que ejercen una fuerza descendente (Down Stroke). La bomba de pozo se compone de cuatro elemen-tos principales: la válvula fija (Standing Valve), la "válvula viajera" (Travelling Valve), el pistón (que no se nomencla en la figura pero que aloja a la válvula viajera y va conectado con el extremo inferior de las varillas de bombeo) y el cilindro de la bomba (Pump Barrel). Es importante notar que las dos válvulas son de tipo unidireccional.El funcionamiento de la "bomba de fondo de pozo" es en extremo sencillo. Cuando el pistón viaja en dirección ascendente, la "válvula viajera" se cierra como consecuencia de la acción del peso del fluido sobre el pistón; y el movimiento de éste eleva al fluido en su interior una distancia igual a la longitud de cada golpe (Stroke Length). Simultáneamente, la válvula fija se abre producto del vacío que se genera en el cilindro de la bomba permitiendo que éste se llene de fluido. Luego, cuando el pistón viaja en dirección descendente, la "válvula viajera" se abre y la válvula fija se cierra lo que genera que el fluido contenido en la cámara ingrese al pistón desplazando hacia arriba el contenido de éste. La sucesión de estos ciclos eleva el fluido desde el fondo del pozo hasta la superficie.La función de las varillas de bombeo es la de transmitir la fuerza que se genera en las unidades de superfi-cie hasta el pistón de la "bomba de fondo". En cada ciclo las fuerzas sobre las varillas varían a lo largo de

todo el ciclo generando que las mis-mas estén sometidas a tensiones cícli-cas. Para reducir la severidad del ciclo desde el punto de vista de la fatiga, se disponen varillas de gran diámetro en el sector inferior a fin de lograr que la mayor parte del cordón de varillas se encuentre traccionado durante todo el ciclo. Éstas varillas reciben el nombre de "sinker bars".

2.2. Varillas de bombeo

Las varillas de bombeo son barras de acero macizo. Éstas se fabrican en longitudes standard de 30 pies (9.10m). Los diámetros se encuentra estandarizados por el American Petro-leum Institute (API) a través de su norma API 11b y son los siguientes: 1/2'’, 5/8’’, 3/4'’, 7/8’’, 1-1/8’’.En general, la unión entre varillas se resuelve forjado y luego maquinado cada uno de los extremos de las vari-llas para generar una rosca macho (denominada Pin) y empleando un accesorio de conexión especial con dos roscas hembra (Box). Los acceso-rios de conexión tienen longitudes del orden de 4’’.En la Figura 2 se muestra el extremo de una varilla de bombeo. El color de la varilla se debe a que la mostrada en la foto fue sometida a un tratamiento anticorrosivo. En la Figura 3 se mues-tra un accesorio de conexión.

Estas calidades también se encuentran normalizadas por el API a través del standard citado.

Las varillas se proveen en diferentes

calidades de acero en función del tipo

de servicio al que estarán sometidas.

3. Geometría de las varillas de bombeo API

En la Figura 4 - Dimensiones Standard Varilla de Bombeo 7/8’’ según norma API 11bse muestran las dimensiones standard de una varilla de bombeo API 7/8’’; éstas responden a lo indicado en la norma API 11b (API, 2010).El presente trabajo concentra su aná-lisis en la unión de la varilla de 7/8’’ por ser la que presenta el mayor y más frecuente número de fallas que llevan a la parada del pozo tal como muestra la Tabla 1 (Ge, 1998).

4. Análisis elastoplastico por elementos finitos de la unión

Se presenta aquí los análisis usando Elementos Finitos de una unión de varilla de bombeo 7/8" las cuales son las que generalmente presentan los estados de carga y falla (Bannantine- 1989, Duan-2013, Hoffman-1997) más críticos.A grandes rasgos podemos distinguir dos estados de carga en las varillas: (1) Make Up (MU): Este es el estado de carga de ajuste de la varilla. (2) Make Up + Carga de Tracción: Este estado es el que corresponde al de máxima carga, para este análisis se adoptó 10 ton de carga de tracción.A continuación se muestran fallas típi-cas en este tipo de uniones debido a propagación de fisuras.

Figura 2: Extremo forjado y roscado (Pin) de una varilla de bombeo.

Figura 3: Accesorio de conexión (Box) de una varilla de bombeo.

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El modelo numérico consta de un aná-lisis 2D axil simétrico. A continuación se muestra la malla de Elementos Fini-tos utilizada.

Figura 4 – Dimensiones Standard Varilla de Bombeo 7/8’’ según norma API 11b

Tabla 1: Cantidad total y frecuencia de fallas que derivaron en la parada de pozo

Figura 5: Falla en una Unión 7/8" Figura 6: Malla de Elementos Finitos.

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Optimización de la inversión en buques mercantes

Respecto al tiempo de análisis, la reso-lución completa de los dos estados de carga toma en el orden de 2 a 4 horas.

5. Conceptos fundamentales de redes neuronales

Las redes neuronales son herramientas del campo de la inteligencia artificial que permite generar modelos, a través de algoritmos de aprendizaje, para predecir y analizar posteriormente distintos fenó-menos. Muchas tareas de clasificación y transformación son enfocadas con un análisis estadístico inicial de los datos de entrada y de los resultados.

Estos tipos de análisis son adecuados para intentar descubrir una o más ecuaciones "estáticas" o fórmulas que permitan a los problemas de ingeniería ser transformados en "resultados". Sin embargo, las soluciones "dinámicas" que incluyen variación de parámetros históricos, como ser las deformacio-nes plásticas en ciertas regiones de un componente metálico, poseen una gran complejidad que en general requieren metodologías de análisis no lineal las cuales son computacionalmente muy costosas. Afortunadamente, las Redes Neuronales son capaces de procesar estos tipos de soluciones a un bajo costo computacional derivando en cor-tos tiempos de respuesta.En la siguiente figura se muestra un esquema general de una red neuronal de una sola capa (single layer).

La red neuronal tiene por lo tanto R inputs, S neuronas y "a" es la salida de la red. En general, el poder de una red neuronal puede ser medido en función de su cantidad de neuronas y/o su can-tidad de capas.

Respecto al modelo de material, se utilizó un modelo de material no lineal (Crisfield, M., 1991) elastoplastico bilineal con criterio de fluencia von Mises.Este tipo de falla inicia con una concen-tración de tensiones en la raíz de los dien-tes (Assanelli-1997, Assanelli-1998), este incremento de tensiones produce una deformación plástica localizada la cual se muestra en la siguiente Figura.

Cuando se aplica la carga de tracción sobre el sistema, las deformaciones elastoplasticas en dientes van a aumen-tar ya que aumenta la carga sobre los mismos. En la Figura siguiente se muestran las deformaciones elasto-plasticas para el estado de Make Up + Tracción.

Figura 7: Deformaciones elastoplasticas en MU.

Figura 9: Deformaciones elastoplasticas MU+Tracción.

Figura 11: Esquema clásico de Red Neuronal de una capa.

Figura 12: Función de Transferencia Tan-Sigmoid.

Figura 10: Detalle de deformaciones elastoplasticas en MU+Traccion en raíz de diente.

Figura 8: Detalle de las Deformaciones elastoplasticas MU en raíz de diente.

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En la figura que se muestra a conti-nuación se representa una red con dos capas de neuronas (existen redes multi-capas), donde "tansig" y "purelin" son las funciones de transferencia "Tan-sigmoid" y "Linear".

5.1 Ejemplo: Red Backpropagation

Como se mostró anteriormente, una red neuronal se constituye de una capa (layer) input, otra capa output y capas intermedias, donde la cantidad de esta varía según la topología elegida por el usuario. A continuación se muestra una red multicapa.

La red descripta en la figura posee N inputs. Definimos la función de activa-ción como:

Se define el error cuadrático para el patrón p:

ii. Si la neurona es una neurona de output, la señal de error está dada por:

iii. La señal de error para una neurona oculta es determinada recursiva-mente en términos de la señal de error a la cual está directamente conectada y a los pesos de esas conexiones. Para la función sig-moidea elegida queda:

5.2. Entrenamiento o aprendizaje de una Red Neuronal

Durante la operación de una red neu-ronal podemos distinguir dos fases: la fase de entrenamiento, y la fase de operación o ejecución.Durante la primera fase, la red es entre-nada para realizar un determinado tipo de procesamiento. Una vez alcanzado un nivel de entrenamiento, se pasa a la fase de operación, donde la red es utilizada para realizar las simulaciones correspondientes. (Bertona-2005)

6. Metodología: Elementos fini-tos y redes neuronales (finite element method & artificial neural network - FEM&ANN)

Con el objetivo de focalizarse en la problemática de las fallas en uniones roscadas, se desarrolló un modelo simple axil simétrico de raíz de diente donde se tomaron como parámetros de análisis: (1) Carga total de tracción, (2) Radio de raíz de diente. Se aclara que este es un modelo básico de estudio con el objetivo evidenciar la metodología FEM&ANN. Para el análisis completo de una unión el modelo debería ser geométricamente más representativo. En la Figura siguiente se muestra el modelo 3D.

Tomando ahora como función de acti-vación la siguiente función sigmoidea:

Siendo la derivada:

Entonces la señal de error puede escri-birse como:

Figura 13: Función de Transferencia Lineal.

Figura 15: Red Neuronal Multicapa.

Figura 16: Modelo 3D Básico representa-tivo de Raíz de Diente.

Figura 14: Esquema de Red Neuronal de dos capas.

Donde es el output deseado por la neurona "o" cuando el patrón "p" es introducido.El funcionamiento de una red back-propagation puede resumirse en los siguientes tres pasos:i. El peso de una conexión es ajus-

tado mediante una cantidad pro-porcional al producto de una señal de error:

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Optimización de la inversión en buques mercantes

Con el objetivo de obtener información para así poder desa-rrollar un modelo predictivo usando redes neuronales, se corrieron los siguientes casos de carga en Kilo-Libras o klb: (1)150 klb, (2)155 klb, (3)160 klb y (4) 165 klb.

A continuación se muestra la malla de elementos finitos utilizada con densificación de elementos en la zona de raíz de diente para tener una mayor precisión.

A continuación, con el objetivo de tener una idea general de los mapas de deformación, se muestran las deformaciones plásticas solo para los casos 9 y 12.Puede verse que para el Caso 3 donde tenemos carga mínima, solo tenemos plastificación de una región en diente. En cam-bio, para el caso 12, donde tenemos carga máxima, aparece una zona de plastificación mayor.

Para cada uno de estos 4 casos de cargas, se tomaron 3 radios de dientes distintos expresados en pulgadas o in: (1) 0.1 in, (2) 0.3 in, (3) 0.5 in.En la siguiente Tabla se resumen los 12 casos corridos.

Tabla 2: Casos corridos para el Modelo Básico de Raíz de Diente.

Figura 17: Malla de Elementos Finitos.

Figura 19: Deformaciones plásticas Caso 9.

Figura 20: Detalle deformaciones plásticas Caso 9.

Figura 22: Detalle de deformaciones plásticas Caso 12.

Figura 21: Deformaciones plásticas Caso 12.

Figura 18: Detalle de Raíz de Diente

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Si ahora graficamos los valores de deformación plástica a lo largo de la línea normal a la superficie de raíz de diente. Ver Figura.

7. Análisis de Resultados

Una vez entrenada la Red Neuronal, se procedió a simular dos casos extremos los cuales no fueron utilizados para entrenar la red. Estos casos fueron también analizados por elementos finitos (MEF). Hay que considerar que la geome-tría es conocida, por lo cual los casos a analizar están dentro de las geometrías entrenadas. Lo que se variará son las con-diciones de carga que es lo que en campo produce los daños sobre los componentes del sarta de varillas.Estos dos casos simulados los nombramos 13 y 14. Estos casos no solo representan cargas elevadas, las cuales son de interés porque son las que producen las mayores deforma-ciones plásticas, sino que también, muestran dos casos desfa-vorables de radios de raíces de diente. En resumen, estos dos casos representan prácticamente todo el espectro de solución de interés. A continuación mostramos las características de estos casos

A continuación se muestran las comparaciones entre las simulaciones de la Red Neuronal con los obtenidos con el MEF.

Puede verse que la precisión de predicción de la Red Neu-ronal es excelente. El error relativo porcentual medido para los casos 13 y 14 son 0.3% y 2.4% respectivamente. Estos errores en principio son totalmente aceptables para las apli-caciones en estudio. En caso que se necesite mayor precisión es necesario tomar una mayor cantidad de casos de entrena-miento para la Red Neuronal.Otro punto importante a mencionar es que el tiempo de simulación de la red es del orden de centésimas de segundo

Entonces, esta información de deformaciones plásticas para los 12 casos, se utiliza para entrenar la Red Neuronal. A con-tinuación se muestran las deformaciones plásticas para los 12 casos.

Figura 23: Sistema de coordenadas para la medición de las deformaciones plásticas.

Figura 24: –Deformaciones Plásticas– Caso 9 y 12.

Figura 25: Deformaciones Pasticas para los Todos los Casos

Figura 26 – Casos Simulados

Figura 27: Comparación de Resultados: MEF y Red Neuronal

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Optimización de la inversión en buques mercantes

para este caso analizado. Lo cual da un valor excelente de performance.

8. Conclusiones

La metodología desarrollada en este trabajo con aplicación directa al aná-lisis de falla de un componente petro-lero muestra un gran potencial en la predicción instantánea de fallas sin la necesidad de realizar largas corridas de Elementos Finitos.La precisión de las predicciones mostró un excelente acuerdo con las simula-ciones de elementos finitos, con errores máximos del orden del 2%. También las predicciones identifican perfectamente las zonas plásticas de las elásticas, lo cual es de gran significación teniendo en cuenta la gran complejidad de este problema no lineal.

9. Futuras Líneas de Investigación

Como trabajos futuros se piensa exten-der estos estudios teniendo en cuenta la variación de otros parámetros geomé-tricos, en especial se comenzara con variaciones del radio, los cuales no fue-ron parte del entrenamiento de la red y se analizara la capacidad predictiva del modelo.

Referencias

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API 11b, Specification for Sucker Rods, Polished Rods and Liners, Couplings, Sinker Bars, Polished Rod Clamps, Stuffing Boxes, and Pumping Tees, American Petroleum Institute, 2010.

Baek, W. K. y Stephens, R. I., Com-putational life prediction methodol-ogy for mechanical systems using dynamic simulation, finite element analysis, and fatigue life prediction methods (Technical Report R-71), Center for Simulation and Design Optimization (The University of Iowa), 1990.

Bannantine, J., Comer, J., Handrock, J., Fundamentals of Metal Fatigue Analysis, Prentice Hall, 1989.

Bathe, K., Finite Element Proce-dures, Prentice Hall, 1996

Bertona, L.F., Entrenamiento de redes neuronales basado en algorit-mos evolutivos. (Tesis de grado), FIUBA, 2005.

Crisfield, M., Non-linear Finite Ele-ment Analysis of Solids and Struc-tures, John Wiley & Sons, 1991.

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Emiliozzi, I., El abecé del Petróleo y del Gas, IAPG, 2da edición, 2001.

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Pereiras, J., Modelado de Unio-nes Roscadas para Tubos Petrole-ros Considerando Deformaciones Elasto-Plásticas Finitas (Tesis de Maestría), FIUBA, 2005.

Zienkiewicz, O., El método de los elementos finitos, Barcelona, Reverté, 1967 (3° ed. 1982).

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Germán Luciano Nazareno Sapia

Contador Público (UdeMM) - Profesor de Administración Pública (UdeMM).

Cooperativas de Trabajo en Argentina. San Luis, ¿Una Nueva Esperanza?

"Crear riquezas, es el problema económico; repartir éstas con justicia, es el problema social; resolver estos dos problemas es la obra de la libre organización de los consumidores, unidos en sociedades cooperativas"1

Introducción.

Históricamente en nuestro país nos encontramos con un exceso de recursos mal aprovechados que de una u otra forma terminan en algún momento estallando alguna crisis debido a las grandes brechas socio-económicas que surgen.Ante esto surge un interrogante, Teniendo una superficie de más de tres millones y medio de kilómetros cuadrados 2 con suelos cuya caracte-rística principal es la fertilidad, siendo más de 43 millones de habitantes 3,

1 La Cooperación Libre Julio de 1929 año XVI N° 189 Página 13.

2 3.761.274 kilómetros cuadrados según el Instituto Geográfico Nacional de la República Argentina al año 2015.

3 43.131.966 según estimación al 1 de julio de 2015 del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de la República Argentina (INDEC).

teniendo la mejor Universidad de Iberoamérica, ¿por qué nos seguimos encontrando con desigualdades socio-económicas abismales no solo entre las provincias sino entre la división política de las provincias en sí?Si bien esta situación es imposible de corregir en un 100%, debido a que siempre la decisión adoptada por el gobierno no será óptima para la totalidad de los ciudadanos, existen provincias del país que intentan poner todo de sí para que estas brechas se morigeren lo más posible.En el presente trabajo nos enfocare-mos en analizar de qué manera en la Provincia de San Luis la impulsión a crear Cooperativas de Trabajo por parte de beneficiarios de planes sociales, los cuales surgieron de una emergencia social generalizada en el país, afectó los indicadores sociales y económicos de la provincia en pos de poder resolver o mejorar, según lo descripto por "La Cooperación Libre Julio de 1929", el problema econó-mico y el problema social.

La importancia de la Interven-ción del Estado en la Economía.

A través del tiempo las diversas corrientes económicas han lineado en sus teorías cuál debería de ser el rol del estado en la Economía, pasando desde la liberalidad del capitalismo al extremo opuesto en el Comunismo.Ante el predominio del Capitalismo en el mundo, analizaremos brevemente la evolución de la importancia de la inter-vención del Estado en la Economía.La escuela clásica, cuyos principales exponentes fueron, entre otros, Adam Smith, John Stuart Mill, Marshall Pigou, sostuvieron a lo largo de los años que el Estado debería funcionar como un "Estado Gendarme", no debiendo intervenir en la economía salvo en la satisfacción de las nece-sidades básicas colectivas (cómo ser la defensa exterior, la legislación, la justicia, etc.) dejando en manos del mercado el funcionamiento de los agentes económicos que se ajustarán por los propios pesos del mercado cumpliendo con la frase "Laissez-faire, laissez-passer, le monde va de lui même" (Dejad hacer, dejad pasar, el mundo funciona solo).

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Cooperativas de Trabajo en Argentina. San Luis, ¿Una Nueva Esperanza?

Mientras no ocurra ninguna diferencia sustancial es posible que el mercado "per-se" logre equilibrarse, ahora bien: ¿Qué sucede si surge algún tipo de contingencia en ese juego de la oferta y la demanda que incline la balanza para alguno de los lados?Ante la aparición de estas "fallas de mercado" es dónde debe de aparecer el Estado para intentar equiparar esa balanza a los fines que la economía, y de su mano la sociedad, puedan seguir su curso sin la exigencia de acrecentar aún más las diferencias. Estas ideas vienen de la mano de John Maynard Keynes quién en su "Teoría General de la ocupación, el interés y el dinero" afirma que los mecanismos de ajuste automático solamente serían útiles a largo plazo, pero que el corto y mediano plazo es necesario que el Estado intervenga a fin de corregir estas fallas 4.Ahora bien, en mi opinión, el derrame de la riqueza no lo hace el mercado por sí solo, es por eso que la intervención del Estado no solo debe de ser utilizada para satisfacer necesidades públicas y/o corregir fallas de mercado sino también para que en estas correcciones se apro-vechen estratégicamente los recursos para crear sobre economías externas buscando introducir al mercado a aque-llos agentes que estén excluidos a fin de integrar a todos los individuos por igual controlando y regulando la des-igualdad de condiciones de cada uno.Actualmente en nuestro país, son varias las políticas públicas que, con diferentes objetivos, inciden en el desenvolvimiento de la Economía, promoviendo el desarrollo y consoli-dación de las cooperativas y mutuales, su instauración como actor relevante de la economía nacional, promoviendo el surgimiento y desarrollo de iniciati-vas productivas autogestionadas y de

4 "Análisis Económico del Mercosur" Cuarta Edición; PALACIO, Susana, OLARTE, Jorge; Editorial Estudio; Buenos Aires; 2008.

participación social relacionadas con el desarrollo local.

El "constitucionalismo social", los derechos de tercera gene-ración y su impacto en el texto de la Constitución de la Provin-cia de San Luis.

Según detalla Miguel Ángel Ekmedjian5, a partir de las crisis económicas, socia-les, políticas y culturales que se produje-ron en el mundo en la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del siglo XX el rol del Estado debió cambiar, amplián-dose su intervención en el quehacer de la sociedad tras el descubrimiento de que el hombre además de ser habitante y ciu-dadano, es trabajador empresario, profe-sional, pobre, o rico; y que tiene necesi-dades sociales y económicas que no se garantizan con el mero reconocimiento de los derechos civiles y políticos.Si bien la fallida reforma de la Consti-tución de la Nación del año 1949 intro-ducía clausulas de contenido econó-mico y social, es en la reforma de 1957 donde, con el agregado del artículo 14 bis a la Carta Magna, se incorpora el constitucionalismo social en ámbito nacional.Menciona Ekmedjian 6 que según parte de la doctrina (en especial la extranjera) se pretende modificar la clasificación de los derechos fundamentales por la de derechos de primera y segunda genera-ción en atención al orden cronológico en que habrían sido reconocidos. A este grupo se agrega recientemente otro, denominado de tercera generación, que se refiere, entre otros, al derecho a una mejor calidad de vida, el derecho al desarrollo, el derecho a la paz, entre otros.Tras la reforma constitucional de 1994, más precisamente en el

5 "Manual de la Constitución Argentina" Sexta Edición; EKMEDJIAN, Miguel Ángel; Editorial Lexis Nexis; Buenos Aires; 2007.

6 Ibídem.

inciso 22 del Artículo 75 de nuestra Carta Magna, se otorga jerarquía constitucional a diversos tratados internacionales. Podemos encontrar en la Declaración de la Asamblea de la Organización de las Nacio-nes Unidas del 11/12/1969 ciertos principios, los cuales revisten en la actualidad jerarquía constitucional, como ser:• Elprogresosocialyeldesarrollose

fundan en el respeto a la dignidad y el valor de la persona humana

• Todos lospueblosy todos lossereshumanos tienen derecho a vivir con dignidad y a gozar de los frutos del progreso social.

• Elincrementodelaparticipacióndelpueblo en la vida económica, social, cultural y política de los países.

En el texto de la Constitución de la Provincia de San Luis (en adelante CPSL), modificado el 11/11/2011, podremos observar mucho más cla-ramente las garantías sociales que le da a su habitantes, comenzando a ver rasgos del constitucionalismo social en su prologo v.gr: "(...) Establecer el derecho y el deber al trabajo, su justa retribución y dignificación, estimular la iniciativa privada y la producción, procurar la equitativa distribución de la riqueza; el desarrollo económico (...)". También podemos observar estos conceptos sociales en su artículo 16 que reza "Todos los habitantes tienen idéntica dignidad social y son iguales ante la ley, sin distinción de sexos, ori-gen étnico, idioma, religión, opiniones políticas y condiciones sociales, no existiendo fueros personales ni títulos de nobleza. Deben removerse los obs-táculos de orden económico y social que, limitando de hecho la libertad y la igualdad de los habitantes, impiden el pleno desarrollo de la persona humana y la efectiva participación de todos los habitantes en la organización política,

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económica y social de la Provincia" 7. Nuevamente el estado garantiza, en el artículo 47 de la CPSL, promover la mejora progresiva de la calidad de vida de todos los habitantes de la Provincia 8 volviendo a denotar la estrecha vincu-lación de esta carta magna con el cons-titucionalismo social y los derechos de tercera generación lo que se resume básicamente en la primera parte del Artículo 82 que reza "El Estado pro-mueve el bienestar de la sociedad, mediante el desarrollo económico y social, fomentando la generación de la riqueza en todos los sectores de la economía (...)" 9

La Emergencia Social puntana del 2004 y el surgimiento del Plan "Trabajo por San Luis"

Si bien los planes sociales en Argentina tienen su nacimiento en el año 1996, las sucesivas crisis Sociales y Económicas que devinieron a fines de la década del 90 y principios del siglo XXI, más precisamente la crisis socio-económica de diciembre de 2001, llevaron a una instalación más profunda del concepto "Plan Social" en el país. En principios del año 2002 se crea a nivel nacional el plan "Jefas y Jefes de Hogar" cuyo objetivo fue, entre otros, disminuir el desempleo, la desigualdad social y superar la pobreza. Unos años más tarde pero aún en un marco de con-moción social, las provincias también debieron actuar. En la Provincia de San Luis se dictó en noviembre de 2003 el "Estado de Emergencia Social" 10 en todo su territorio, creándose el plan

7 Artículo 16, Constitución de la Provincia de San Luis.

8 Artículo 47, Constitución de la Provincia de San Luis.

9 Artículo 82, Constitución de la Provincia de San Luis.

10 Articulo 1 Ley Provincia de San Luis Nº I-0001-2004. Fecha de Sanción: 05/11/2003 Fecha de Publicación: 14/11/2003.

de inclusión social "Trabajo por San Luis" dirigido a todos los ciudadanos de San Luis desocupados, dispuestos a mejorar sus posibilidades de conseguir empleo mediante la inclusión en la cul-tura del trabajo. 11

Ahora bien: ¿Que entendemos como "Emergencia Social"? Según la Real Academia Española se define emer-gencia como una "situación de peligro o desastre que requiere una acción inmediata" 12 podemos entonces decir que Emergencia Social es una situa-ción de peligro o desastre social que requiere una acción inmediata.Encontramos como fundamento de la declaración de la Emergencia Social que según dispone el artículo 58 de la Cons-titución de la Provincia de San Luis, a saber: "Todo habitante tiene derecho al trabajo y a la libre elección de su ocupación. El trabajo es considerado como actividad básica para satisfacer las necesidades espirituales y materiales de la persona humana, de su familia y en la construcción del bien común. El Estado provincial en la esfera de sus poderes, protege al trabajador y al tra-bajo en todas sus formas y aplicaciones y en particular vela por el goce de los derechos que la Constitución y las leyes nacionales reconocen al trabajador, propugnando el pleno empleo y esti-mulando la creación de nuevas fuentes de trabajo.(...)." 13 Y teniendo en cuenta que la tasa de desempleo en la provincia alcanzó en el año 2002 al 14,2% de la población activa de la provincia, siendo su tasa más alta desde 1980 14 era necesa-rio declarar la situación de desastre a fin

11 Articulo 3 Ley Provincia de San Luis Nº I-0001-2004. Fecha de Sanción: 05/11/2003 Fecha de Publicación: 14/11/2003.

12 Diccionario de la Lengua Española; vigésimo segunda edición; Real Academia Española.

13 Artículo 58, Constitución de la Provincia de San Luis.

14 Evolución de Tasa de Desocupación 1980-2010 (anual) - Dirección Provincial

de poder tomar acciones inmediatas para su corrección.Tras la sanción el día 05/11/2003 de la Ley Provincia de San Luis Nº I-0001-2004, se crea, "a los efectos de dar repuesta inmediata a la Emergencia Social declarada" 15 , el plan de inclu-sión social "Trabajo por San Luis", destinado a todos los ciudadanos de San Luis desocupados, dispuestos a mejorar sus posibilidades de conseguir empleo mediante la inclusión en la cul-tura del trabajo, garantizando el acceso al mismo a todo habitante de la Provin-cia mayor de dieciocho años, madres solteras, a todas las personas con capacidades diferentes y a todo sector de la población en emergencia social. Todo beneficiario de este plan social recibirá cobertura de salud de la Obra Social del Estado Provincial, seguro de riesgo de trabajo y una "colaboración económica" de carácter no remunera-tivo por todo concepto en forma men-sual a cambio del desarrollo por parte de éstos de "prácticas" en jornadas de 8 horas diarias durante cinco días semanales 16. Vale aclarar que a fin de incorporar a los beneficiarios del plan en el desarrollo de proyectos de interés público, el Poder Ejecutivo Provincial quedo facultado a celebrar convenios con empresas del sector privado.Es preciso destacar que la naturaleza del plan, según describe el propio texto legal en su artículo séptimo, no es la inserción de naturaleza laboral ni administrativa, sino social, estable-ciendo la autoridad de aplicación los derechos y obligaciones de los bene-ficiarios, pudiendo ante eventuales

de Estadística y Censos de la Provincia de San Luis.

15 Articulo 2 Ley Provincia de San Luis Nº I-0001-2004. Fecha de Sanción: 05/11/2003 Fecha de Publicación: 14/11/2003.

16 Artículos 8 y 9 Ley Provincia de San Luis Nº I-0001-2004. Fecha de Sanción: 05/11/2003 Fecha de Publicación: 14/11/2003.

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Cooperativas de Trabajo en Argentina. San Luis, ¿Una Nueva Esperanza?

incumplimientos dar de baja a los mis-mos en cualquier momento atento a la especial naturaleza de la relación.Es interesante observar que según la ley I-0006-2004, sancionada el 22 de Abril de 2004 se convocó a consulta popular por sí o por no sobre la continuidad del plan "Trabajo por San Luis" el cuál se llevo a cabo el 22 de Agosto de 2004 imponiéndose la ciudadanía puntana por una amplia mayoría al voto afirma-tivo sobre su continuidad.Desde la creación del mencionado plan social en la Provincia de San Luis, y atento a que "El Gobierno de la Provin-cia se comprometió a mantener dicho plan hasta que el último trabajador encontrara un trabajo mejor" 17 , el mismo fue prorrogado sucesivamente por decretos y leyes siendo el venci-miento de su última prórroga el día el 29 de diciembre de 2015 18.Estructura social y económica de la Provincia de San Luis.La Provincia de San Luis es una de las 3 Provincias 19 que forman parte de la "Región de Cuyo". Políticamente la provincia se encuentra dividida en nueve departamentos, a saber:• DepartamentoAyacucho.• DepartamentoBelgrano.• DepartamentoChacabuco.• DepartamentoCoronelPringles.• DepartamentoGeneralPedernera.• DepartamentoGobernadorDupuy.• DepartamentoJunín.• DepartamentoJuanMartínde

Pueyrredón (También llamado Departamento Capital).

• DepartamentoLibertadorGeneralSan Martín.

17 Considerando tercero del Decreto de Necesidad y Urgencia N° 7080-MCT-2005, dictado el 29/12/2005 el cuál prorroga por un año el plan "San Luis Trabaja".

18 Articulo 1 Ley Provincia de San Luis Nº I-0912-2014. Fecha de Sanción: 26/10/2014 Fecha de Publicación: 17/12/2014.

19 Junto a Mendoza y San Juan.

Analizando la evolución económica de la Provincia de San Luis podemos decir que es una histórica provincia agrícola-ganadera. A principios de 1980 y gracias a la implementación de un régimen de promoción industrial hubo un viraje en el enfoque econó-mico de la provincia transformándose en una provincia fabril con importante incidencia del sector manufacturero.Con el decaimiento de la promoción industrial y las mutaciones del sector agropecuario nacional de la última década, la economía provincial volvió a vincularse con sector primario, pero obligada a evolucionar sus modelos productivos, adecuándose a las nuevas técnicas de producción altamente tec-nificadas y demandantes de capital.En los últimos años se observa creci-miento en la actividad lechera, la pro-ducción de electrodomésticos, plásticos y artículos de papel y cartón. También se desarrolla la industria minera en las sierras de San Luis, del Gigante y de la Estanzuela, ricas en granito y lajas, de donde extraen calizas, basalto y mármol.Otra actividad impulsada en la pro-vincia es el Turismo, actualmente la provincia cuenta con la más importante red de autopistas del país, que conecta a la mayoría de las localidades turísti-cas con la capital provincial.El principal cultivo de la provincia es el maíz 20, del cual se estima que anualmente se siembran unas 300.000 hectáreas, teniendo cierta importancia relativa también el sorgo granífero y la soja.Los departamentos con mejor produc-ción agrícola son Chacabuco, el norte de Pedernera y el este de Pringles, por sus suelos fértiles y abundantes pre-cipitaciones pluviales. En cuanto a la ganadería si bien predomina el ganado bovino, también se crían cabras,

20 Informe "San Luis" - Dirección Nacional de Relaciones Económicas con las Provincias - DINREP - Ministerio de Economía y Finanzas Públicas de la Nación.

ovejas, caballos y cerdos. En general, la forma de ganadería es extensiva, o sea, sin mayores inversiones para refi-nar las razas y mejorar los pastos. Los departamentos de general Pedernera y gobernador Dupuy reúnen alrededor del 60 % del total del ganado siendo las mayores zonas de producción.Vale aclarar que también se pueden observar Industrias Hogareñas dedica-das al tejido artesanal, bordado, alfare-ría, cestería y herrería decorativa.Según proyecciones poblacionales rea-lizadas en base al Censo Nacional del año 2010, se estima que al 1 de Julio del 2015 la población de la Provincia de San Luis alcanzó las 476.351 perso-nas, distribuidas en 236.166 varones y 240.185 mujeres. 21 Siguiendo las mis-mas proyecciones 165.076 personas se encuentran entre 0 y 19 años, 144.531 entre 29 y 39 años, 100.929 entre 40 y 64 años, y 46.645 habitantes son mayo-res a 65 años. 22

Podemos definir "Tasa de Actividad" cómo "Un porcentaje entre la pobla-ción económicamente activa y la pobla-ción de 14 años y más." 23 Tomando en cuenta el índice de actividad publi-cado en la Encuesta Permanentes de Hogares 24 para la región "San Luis

21 Según el Cuadro 1. "Población estimada al 1 de julio según año calendario por sexo. Provincia de San Luis. Años 2010-2040" del estudio "Proyección de la Población - Provincia de San Luis 2010-2014" publicado por la Dirección Provincial de Estadísticas y Censos de la Provincia de San Luis.

22 Cuadro 2. "Población por sexo y grupos quinquenales de edad. Provincia de San Luis. Años 2010-2040" del estudio "Proyección de la Población - Provincia de San Luis 2010-2014" publicado por la Dirección Provincial de Estadísticas y Censos de la Provincia de San Luis.

23 Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010, Resultados definitivos, Serie B N° 2, Tomo 1 - INDEC, p.154.

24 La Encuesta Permanente de Hogares Continua es un programa nacional cuyo propósito es el relevamiento sistemático

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- el Chorrillo" por el INDEC para el segundo trimestre de 2015, podemos inferir en que la población económi-camente activa proyectada al 01 de Julio de 2015 ascendería a 197.209 habitantes. Se entiende por "Población Económicamente Activa" a la suma de habitantes de un determinado lugar que, estando en condiciones de hacerlo, trabajen o busquen trabajar, entendién-dose como "ocupados" a aquellos que se encuentran trabajando por lo menos una hora en la semana anterior al día del relevamiento, se encuentran realizando alguna changa, haciendo algo para vender afuera, o ayudando a un fami-liar o amigo en una chacra o negocio, no se encuentran ejerciendo un trabajo por una circunstancia transitoria como enfermedad o accidente, conflicto labo-ral, vacaciones u otra clase de permiso, etc., pero mantienen su empleo. 25

El Poder Ejecutivo Provincial consta

y permanente de los datos referidos a las características demográficas y socioeconómicas fundamentales de la población, vinculadas a la fuerza de trabajo.

25 Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010, Resultados definitivos, Serie B N° 2, Tomo 1 - INDEC, p.153.

de 12 ministerios, a saber: Ministerio de Deportes, Ministerio de Educa-ción, Ministerio de Gobierno, Justicia y Culto, Ministerio de Hacienda y Obras Públicas, Ministerio de Inclusión Social, Ministerio de Industria, Comer-cio, Minería y Transporte, Ministerio de la Vivienda, Ministerio de Medio Ambiente, Ministerio de Salud Minis-terio de Seguridad, Ministerio de Turismo y Las Culturas, Ministerio del Campo. En lo que ataña al presente tra-bajo analizaremos solamente al Minis-terio de Inclusión Social.El Ministerio de Inclusión Social pro-vincial se encuentra a cargo del Dr. Gastón Hissa, y son, entre otras, sus principales competencias:• Establecerpolíticasyprogramasde

empleo que tornen operativo el prin-cipio de la justicia social.

• Generar acciones de inclusiónsocial en toda la gestión del Estado Provincial.

• Promover acciones de compromisoy solidaridad hacia los sectores más necesitados.

• Desarrollar el Plan de InclusiónSocial Trabajo por San Luis creado por Ley Nº I-0001-2004.

• Celebrarconveniosconempresasdelsector privado para la incorporación de beneficiarios del Plan de Inclusión Social.

• Serautoridaddeaplicaciónenmate-ria de políticas activas de promoción del empleo en el territorio provincial, interviniendo en la ejecución de las mismas, y ejerciendo la coordinación con el sector privado.

• Proponer las políticas relacionadascon la promoción del empleo, inter-viniendo en la elaboración y ejecu-ción de pautas orientadoras de la misma.

Analizando los Presupuestos Provin-ciales del Ministerio en cuestión podemos observar la importancia de los planes de Inclusión y fomento del trabajo no solo en la descripción de los planes de políticas públicas sino tam-bién desde un aspecto presupuestario.En el siguiente cuadro se puede obser-var la evolución de partidas presupues-tarias asignadas al total del Ministerio, al plan "Trabajo por San Luis, y a pla-nes de Cultura e Inserción Laboral" de los últimos tres años.

Fuente: Elaboración Propia en base al Presupuesto del Ministerio de Inclusión Social para los años estudiados.

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Cooperativas de Trabajo en Argentina. San Luis, ¿Una Nueva Esperanza?

Como se puede observar aproxima-damente el 70% del presupuesto del Ministerio de Inclusión Social de la Provincia de San Luis es afectado al plan "Trabajo por San Luis". Es refe-rente también destacar que para el 2015 se han prácticamente duplicado los montos destinados a planes de fomento a la Cultura e Inserción Laboral desde su creación en 2013.

Las cooperativas de trabajo como instrumento de políticas socioeconómicas.

Diversos países del mundo han incor-porado a la Economía Social y Solida-ria en sus intervenciones públicas diri-gidas a afrontar problemas de índole socioeconómica como el desempleo y la exclusión social con diversos objetivos, como ser la promoción del desarrollo territorial en Europa o como respuesta a los mayores momentos de crisis Latinoamericanas.Jean Louis Laville enuncia que la Eco-nomía Social y Solidaria engloba una multiplicidad de prácticas socioeco-nómicas que intentan conjugar los tres polos que constituyen la economía contemporánea: La economía mer-cantil (donde la distribución de bienes y servicios se realiza principalmente pero no exclusivamente, por medio del mercado); La economía no mer-cantil (la distribución y redistribución está en manos del Estado social); y la economía no monetaria (donde la dis-tribución de bienes y servicios se con-fía principalmente a las relaciones de reciprocidad, como la autoproducción y la economía Doméstica). 26

La convergencia de los recursos prove-nientes de estos tres polos conseguiría transformar las estructuras de las Eco-nomías Sociales y Solidarias, colabo-rando estas en la autogeneración del propio ingreso de los particulares, con

26 "Economía Social y Solidaria. Una visión europea", LAVILLE, Jean Louis, Altamira - UNGS.

la finalidad de moderar la marginación económica y social.A partir de ciertas posturas doctrinarias, surge, en el marco de las Economías Sociales y Solidarias, el concepto de "Economía de Trabajo", definida como "un sistema de organización dela pro-ducción y división social del trabajo, de circulación y distribución así como de legitimación de las formas de satisfac-ción de las necesidades, centrado en el trabajo libremente asociado" 27

Para el impulso de esta "Economía del Trabajo" es necesaria la generación de políticas públicas activas que estimulen la generación de emprendimientos aso-ciativos y económicamente sustentables que permitan elevar el nivel de ingresos de la sociedad, impulsando la coopera-ción entre el Estado y la sociedad civil, generando nuevas formas de protección social para el trabajo creado por estas formas de organización de la producción.Las políticas públicas constituyen el conjunto de objetivos, decisiones y acciones que lleva a cabo un gobierno para solucionar los problemas que en un momento determinado los ciuda-danos y el propio gobierno consideran prioritarios.Los distintos niveles de gobierno tie-nen diferentes responsabilidades en el entorno de un territorio, debiendo priorizarse los proyectos locales o regionales, buscando la eficiencia en la utilización de los recursos existentes.A nivel nacional, luego de la crisis del año 2001, más precisamente desde el año 2003, el poder ejecutivo, de la mano del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS) ha modificado el enfoque de las polí-ticas de empleo a su cargo, buscando modificar el objetivo principal de las mencionadas políticas de empleo para transformar la generación de empleos

27 "Políticas sociales argentinas en el cambio de siglo. Conjeturas sobre lo posible" HINTZE, Susana, II Seminario - Taller de Economía Social de la Patagonia.

transitorios en una promoción integral del empleo, fomentando la autoges-tión y el desarrollo socio-económico mediante la generación de cooperativas de trabajo y/o otras formas de econo-mía social.En los últimos años, las políticas argentinas orientadas al desarrollo han incluido en sus agendas la promoción de la economía social, adoptando dis-tintas medidas como ser: Medidas de apoyo fiscal; Apoyo financiero, crédi-tos blandos, subsidios, tasas diferencia-das; Apoyos en servicios reales como información, capacitación, creación de redes, asesoría técnica, investigación.Por otro lado los distintos niveles del Estado, ya sea nacional como provin-cial, vienen realizando en los últimos años otro tipo de acciones que permiten la promoción de las empresas sociales, promoviendo la capacitación de las mismas, otorgando beneficios tribu-tarios a quienes contraten con éstas y/ o aumentando el gasto público en este sector (v.gr.: el incremento del gasto público destinado a planes de "cultura e inserción laboral" en el presupuesto provincial de la Provincia de San Luis analizado en capítulos anteriores).En la provincia de San Luis, entre otras provincias Argentinas (como por ejem-plo Santa Cruz), se busca utilizar este tipo de políticas sociales a fin de generar empleo genuino y buscando el desarro-llo sustentable social y económico del territorio, siendo un claro ejemplo de esto la sanción de la ley provincial VIII-0844-2013 que crea el plan "Progreso y Sueños" cuyo objetivo principal es la creación y el fomento de Cooperativas de Trabajo a partir de beneficiarios del plan "Trabajo por San Luis".

Las cooperativas de trabajo en la Provincia de San Luis. Plan "Progreso y Sueños".

La provincia de San Luis reconoce en su carta magna el derecho y el com-promiso con las Economías Sociales,

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Solidarias y del Trabajo. Podemos ver esto más precisamente en el artículo 85 de la Constitución Provincial que reza: "El Estado reconoce la función económica y social de la cooperación libre. Estimula el desarrollo de las mutuales, empresas de autogestión y cooperativas de distinto objeto social, procurando se asegure su carácter y finalidad." 28

A mediados del 2013 se sanciona en la Provincia de San Luis la Ley Nº VIII-0844-2013 creándose el Plan Provincial de Cooperativas "Progreso y Sueños" siendo su objetivo fomentar la creación de nuevos puestos de tra-bajo en todo el sector de la economía de la Provincia de San Luis, a través dela promoción del Cooperativismo y el asociativismo, para beneficiarios de Pasantías y del Plan de Inclusión Social "Trabajo por San Luis" 29, quedando como organismo competente para el fomento y conformación de las coo-perativas de trabajo, el Ministerio de Inclusión Social a través del Subpro-grama de Cooperativas "Progreso y Sueños". 30

Como ya se mencionó el plan de fomento de cooperativas esta dirigido exclusivamente a todos los beneficia-rios de Pasantías y del Plan de Inclu-sión Social "Trabajo por San Luis" , a quienes se les reservará por dos años contados a partir de la integración ala cooperativa de trabajo, su condición de beneficiario de los planes sociales mencionados. 31 Claramente se ve aquí la intención del legislador de conservar

28 Artículo 85, Constitución de la Provincia de San Luis.

29 Artículo 1 Ley Provincia de San Luis Nº VIII-0844-2013. Fecha de Sanción: 29/05/2013 Fecha de Publicación: 10/06/2013.

30 Artículo 13 Ley Provincia de San Luis Nº VIII-0844-2013. Fecha de Sanción: 29/05/2013 Fecha de Publicación: 10/06/2013.

31 Artículo 6 Ley Provincia de San Luis Nº VIII-0844-2013. Fecha de Sanción:

la naturaleza no laboral del plan "Tra-bajo por San Luis" como también la autogeneración de ingresos por parte de los cooperativistas a través del desa-rrollo de su propia actividad, contando con el beneficio económico del plan social como un medio de ayuda para el impulso del desarrollo de su propio emprendimiento.Cómo política de fomento a la crea-ción de las cooperativas de trabajo, se les otorga en beneficio de exención de todos los tributos provinciales por el término de cinco años, 32 observándose aquí también el compromiso del Estado Provincial por el surgir de Economías Sociales y Solidarias sustentables.En cuanto a las características formales definidas para las cooperativas creadas en marco de esta ley, si bien no difieren de las características formales de la constitución de todo tipo de coopera-tiva de trabajo, es necesario destacar que cuentan con un número mínimo de seis asociados; no tienen como fin principal ni accesorio la propaganda de ideas políticas, religiosas, de naciona-lidad, región o raza, ni imponen con-diciones de admisión vinculadas con ellas y fomentan la educación coopera-tiva y formal. 33

En relación a la constitución de las mismas, la ley prevé su constitución por acto único y por instrumento público privado, labrándose acta que debe ser suscripta por los consejeros titulares (suscribiendo el resto de los integrantes, la planilla de asistencia y conformidad), debiendo pronunciarse la asamblea constitutiva sobre un informe de los iniciadores, el proyecto

29/05/2013 Fecha de Publicación: 10/06/2013.

32 Artículo 7 Ley Provincia de San Luis Nº VIII-0844-2013. Fecha de Sanción: 29/05/2013 Fecha de Publicación: 10/06/2013.

33 Artículo 4 Ley Provincia de San Luis Nº VIII-0844-2013. Fecha de Sanción: 29/05/2013 Fecha de Publicación: 10/06/2013.

de estatuto, la suscripción e integración de cuotas sociales, la designación de consejeros y síndico. 34

Acerca del contenido mínimo de los estatutos la ley dicta que deberán conte-ner como mínimo la denominación y el domicilio de la cooperativa; la designa-ción precisa del objeto social; el valor de las cuotas sociales y del derecho de ingreso (si lo hubiera),expresado en moneda Argentina; la organización de la administración y la fiscalización y el régimen de las Asambleas; las reglas para distribuir los excedentes y soportar las pérdidas; las condiciones de ingreso, retiro y exclusión de los asociados; las cláusulas necesarias para establecer los derechos y obligaciones de los asociados y las cláusulas atinen-tes a la disolución y liquidación. 35

Vale aclarar que para que la coopera-tiva se considere regularmente consti-tuida en el marco de la ley bajo estudio deberá contar la autorización para fun-cionar y la inscripción ante la Direc-ción de Constitución y Fiscalización de Personas Jurídicas, dependiente del Programa Gobierno y Asuntos Regis-trales, perteneciente al Ministerio de Relaciones Institucionales y Seguridad de la Provincia de San Luis, no requi-riéndose publicación alguna. 36

Como último eslabón del fomento a la creación de Cooperativas de Trabajo el legislador buscó de qué manera inser-tarlas en el mercado y fomentar a su contratación, para lo cual beneficia a aquellos privados que contraten crea-das por más de tres meses consecutivos

34 Artículo 8 Ley Provincia de San Luis Nº VIII-0844-2013. Fecha de Sanción: 29/05/2013 Fecha de Publicación: 10/06/2013.

35 Artículo 9 Ley Provincia de San Luis Nº VIII-0844-2013. Fecha de Sanción: 29/05/2013 Fecha de Publicación: 10/06/2013.

36 Artículo 11 Ley Provincia de San Luis Nº VIII-0844-2013. Fecha de Sanción: 29/05/2013 Fecha de Publicación: 10/06/2013.

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Cooperativas de Trabajo en Argentina. San Luis, ¿Una Nueva Esperanza?

con las cooperativas, con la deducción del 5% del monto facturado en esas contrataciones ya sea del Impuesto sobre los Ingresos Brutos, del Impuesto Inmobiliario o del Impuesto a los Auto-motores, Acoplados y Motocicletas; en forma excluyente. 37 También y en el mismo objetivo, la ley de rito auto-riza al Estado Provincial, Organismos Descentralizados y Entes Autárquicos a contratar con las cooperativas confor-madas en el marco del programa "Pro-greso y Sueños" mediante la modalidad de contratación directa. 38

En el presupuesto del Ministerio de Inclusión Social del año 2015 se define el programa "Cultura del Trabajo e Inserción Laboral" el cuál promueve la implementación de las políticas ten-dientes a generar los procesos defor-mación y capacitación, con el fin de desarrollar las habilidades requeridas para incrementar las oportunidades de inserción laboral de los beneficiarios de nuestros planes sociales, conside-rando al trabajo como gran ordena-dor social y condición básica para el mejoramiento de la calidad de vida y superación personal. 39 Dentro de las acciones a realizar se encuentra el fomentar la creación conformación y consolidación de Cooperativas, orien-tando las mismas hacia los sectores demandantes, públicos o privados, procurando la sustentabilidad de las mismas, brindando a su vez asesora-miento y guía en su evolución, como

37 Artículo 14 Ley Provincia de San Luis Nº VIII-0844-2013. Fecha de Sanción: 29/05/2013 Fecha de Publicación: 10/06/2013.

38 Artículo 17 Ley Provincia de San Luis Nº VIII-0844-2013. Fecha de Sanción: 29/05/2013 Fecha de Publicación: 10/06/2013.

39 Presupuesto 2015 del Gobierno de la Provincia de San Luis, Jurisdicción 21: Ministerio De Inclusión Social, Unidad Ejecutora Nº 17: Programa Cultura del Trabajo e Inserción Laboral, Programa Nº 25: Cultura del Trabajo e Inserción Laboral.

así la provisión inicial de herramientas e insumos facilitando el tránsito por su etapa de lanzamiento. 40 Como objeti-vos de la mencionada política publica se enuncian, entre otros, la creación, asesoramiento y seguimiento de Coo-perativas de Trabajo y la suscripción de convenios de capacitación con empre-sas y el mismo sector público, esta-bleciendo como meta física a cumplir el alcance de convenios de formación a 950 beneficiarios, de capacitación con colaboración con Empresas a 400 beneficiarios y de formación de Cooperativas a 700 beneficiarios, des-tinándose para el mencionado proyecto 7.580 millones de pesos. 41

A mediados del 2014 según la Agencia de Noticias de San Luis se calculaba un total de 78 cooperativas creadas en el marco de la ley estudiada alcanzando a 800 trabajadores, aprobándose en noviembre del mismo año la creación de 17 cooperativas más incluyéndose 183 trabajadores nuevos. Dentro de las actividades que realizan estas coo-perativas se encuentran la limpieza y mantenimiento de espacios verdes, edificios municipales, establecimientos educativos y organizaciones privadas diversas.A fin de que todos los beneficiarios de las cooperativas puedan trabajar de forma efectiva se realizan jornadas diarias menores a 8 horas, (entre 4 y 6 horas depende la estacionalidad y las tareas) distribuyéndose las tareas en forma equitativa para que la distribu-ción de los excedentes sean realmente genuinas y acordes al trabajo efectuado.

Las principales variaciones en los indicadores laborales puntanos.

Se ha procedido a elaborar y analizar la evolución de los Indicadores de Activi-dad, Empleo y Desempleo de los últi-mos cinco años en base a la Encuesta

40 Ibídem.

41 Ibídem.

Permanente de Hogares para el conglo-merado "San Luis - El Chorrillo".La Encuesta Permanente de Hogares es un programa nacional de produc-ción sistemática y permanente de indicadores sociales llevado a cabo por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), que permite conocer las características socio demográficas y socioeconómicas de la población. Es realizada en forma conjunta con las Direcciones Provinciales de Estadística (DPE).Tiene por objetivo central caracterizar la situación social de los individuos y las familias teniendo en cuenta las modalidades de su inserción en la estructura económico-social. Propor-ciona las tasas oficiales de actividad, empleo, desocupación y subocupación, los indicadores de pobreza e indigencia y otros resultados sobre las caracterís-ticas socioeconómicas de la población.Vale aclarar que la EPH es una encuesta por muestreo es decir que para conocer las diversas características del total de los hogares, se encuesta una pequeña fracción representativa de los mismos existiendo limitaciones y errores de muestreo producidos por no ser anali-zada la población en su totalidad.Es necesario aclarar previo a volcar los datos y su análisis la definición de cada uno de los indicadores analizados, los cuales el Instituto Nacional de Esta-dísticas y Censos (INDEC) los define como 42 :• Tasadeactividad:seobtienecomoun

porcentaje entre la población econó-micamente activa y la población de 14 años y más. Provee información sobre el peso relativo de la oferta de trabajo, entendiendo a ésta, en el período de referencia considerado por el censo, como la suma de los ocupados más los desocupados.

• Tasadeempleo:seobtienecomounporcentaje entre la población ocu-

42 Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010, Resultados definitivos, Serie B N° 2, Tomo 1 – INDEC, p.154.

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pada y la población de 14 años y más. Aporta información sobre el porcentaje de personas que se encuentran traba-jando actualmente.

• Tasadedesocupación:seobtienecomounporcentajeentrela población desocupada y la población económicamente activa. Brinda información sobre la proporción de perso-nas que están buscando trabajo y no lo consiguen.

Existen mediciones nacionales del impacto de los planes sociales sobre los indicadores a estudiar, siendo recalcula-dos los índices considerando como desocupados a los ocu-pados cuya ocupación principal proviene de un Plan Jefas/Jefes de hogar y que además buscan activamente trabajo. Al analizar dicho recálcalo entre los períodos 2006 y 2010 (últimos períodos publicados del recálculo) se observó que la relación del ajuste respecto a todos los índices es depre-ciable por lo que se procedió a desestimar el mismo para años posteriores al 2010.A continuación se vuelcan los datos volcados a fin de proce-der luego con su análisis:

cooperativas "Progreso y Sueños" y el Cuarto Trimestre de 2014 cómo último punto de análisis.En cuanto al índice de actividad podemos ver como incre-mentó a 40,12% en el segundo trimestre de 2013 desde el 39,91% del primer período analizado. A partir del 3° Trimes-tre de 2013, si bien en dicho período baja a 38,62% podemos ver una tendencia alcista hasta volver a llegar a un 40% a finales de 2014.

Por último pero no por eso menos importante podemos ver la evolución de la tasa de desempleo en la provincia.A principios de 2010 el índice alcanzaba el 2,20% encon-trando una cota mínima a fines de 2010 cuando alcanzaba el 0,77%. Con fluctuaciones llego a tocar uno de los máximos puntos de los últimos cinco años en el segundo trimestre de 2013 alcanzando un 2,72%. Desde la creación del Plan Progreso y Sueños podemos observar una tendencia dispar, habiendo disminuido a 1,30% a finales de 2013, tocando el techo máximo del lustro a mediados de 2014 y alcanzando un 1,20% a finales del año 2014.

Analizando el Índice de Empleo podemos observar que entre el primer trimestre de 2010 y el segundo trimestre de 2013 tenemos una variación mínima pasando de 39,01% en el pri-mero a 39,03% en el segundo período.Al momento de la creación del Plan "Progreso y Sueños" podemos ver una importante baja llegando el empleo al 37,83% obteniendo desde el trimestre siguiente en adelante un alza continua hasta alcanzar el 39,05% de empleo en el último trimestre del 2014.

Para el análisis tomaremos como base de partida el Primer Trimestre de 2010, el Tercer Trimestre de 2013 momento en el cuál se encuentran creado el plan de fomento de

Fuente: Elaboración propia a partir de las Encuestas Permanentes de Hogares (EPH) de los períodos estudiados.

Fuente: Elaboración propia a partir de las Encuestas Permanentes de Hogares (EPH) de los períodos estudiados.

Fuente: Elaboración propia a partir de las Encuestas Permanentes de Hogares (EPH) de los períodos estudiados.

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Cooperativas de Trabajo en Argentina. San Luis, ¿Una Nueva Esperanza?

Fuente: Elaboración propia a partir de las Encuestas Permanentes de Hogares (EPH) de los períodos estudiados.

Conclusión

Como objetivo del presente trabajo hemos definido analizar de qué manera las políticas sociales y económicas orientadas a la Economía Social y Solidaria en la Provincia de San Luis contribuyeron a resolver o mejorar el problema social y el problema económico de la Provincia.Luego de haber observado y analizado armónicamente las normas legales de promoción social, como ser el Plan "Tra-bajo por San Luis", la Constitución Provincial en cuanto sus mandatos de fomentar la economía social y el asociativismo, la ley marco del Programa de fomento de Cooperativas "Proyecto y Sueños" logramos ver como es posible en una Provincia la continuidad de los planes políticos a lo largo del tiempo, con una continuidad real y en busca del real benefi-cio de la población.Es concluyente también que más allá de la escasez de datos de acceso público que existe en la actualidad Argentina, y más allá también de que los objetivos presupuestarios fija-dos, la creación y fomento de cooperativas de trabajo no solo trae aparejado la disminución de la tasa de desempleo de un lugar, sino también la autogestión del ingreso el cuál empujará al desarrollo sustentable y productivo no solo de la provincia sino de sus habitantes, quienes por el mero hecho de ejercer una actividad productiva contribuirán a las arcas provinciales y por sobre todas las cosas se sentirán efectiva-mente útiles y no meros beneficiarios de una asignación en carácter de "ayuda social".

Bibliografía

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Diego C. Caputo *1, Rodolfo O. Berberi 2, Néstor A. E. Ferré 1

J. Mauro Bruno 1, Blás E. Calvo 1, Rodolfo N. Aguirre 1

*1 Dto. De Ingeniería Mecánica - UTN - Fac. Reg. Bs. As. 2 Laboratorio de Máquinas Térmicas - UdeMM

Determinación experimental del exponente politrópico y su uso en el modelo del ciclo indicado previsto en motores a gasolina

Trabajo presentado originalmente en el IV Congreso Argentino de Ingeniería Mecánica (CAIM) 2014, realizado los días 2, 3, 4 y 5 de septiembre de 2014 en la UNNE, ciudad de Resistencia, provincia de Chaco, Argentina.Resumen publicado en el libro Anales IV CAIM 2014. Recopilado por J. L. Basterra, Resistencia, prov. de Chaco. Editorial de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Nor-deste, 2014. ISBN 978-987-45571-0-0

Resumen

El presente trabajo se encuentra inserto en un proyecto de investigación deno-minado "Modelo físico matemático del ciclo previsto para motores de combustión interna" (CIPREV), del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Facultad Regional Buenos Aires, Universidad Tecnológica Nacional. En el estudio de los motores de combustión interna, el ciclo indicado previsto define la potencia indicada del motor. Dicha potencia constituye la variable principal de diseño con que un motor se proyecta o selecciona para un uso determinado.En esta ponencia se pretende mostrar la relación entre el exponente politrópico

y la potencia indicada del ciclo. En efecto, el exponente politrópico esta-blece la permeabilidad térmica del sis-tema real. El modelo propuesto busca indagar los fenómenos que determinan el valor del exponente y mediante su aplicación, se efectuará el cálculo de las transformaciones de compresión y expansión del ciclo. Resulta de sumo interés la vinculación entre éste, las condiciones de funcionamiento y los aspéctos tecnológicos de los motores; intentando de este modo, asentar un modelo unificado de cálculo sencillo y de razonable incertidumbre para la etapa de anteproyecto de motores de combustión interna.Como base experimental se tomarán datos preliminares obtenidos mediante ensayos de medición de presión de compresión aplicados a motores de ciclo OTTO de cuatro tiempos. Estos ensayos han sido desarrollados en el Laboratorio de Máquinas Térmicas perteneciente a la Facultad de Ingenie-ría de la Universidad de la Marina Mer-cante. Durante la ejecución de la etapa experimental del proyecto CIPREV, se espera obtener los resultados expe-rimentales definitivos que permitan

homologar el alcance del modelo pro-puesto y acotar las condiciones de con-torno que definan la dependencia del exponente politrópico con los factores tecnológicos de diseño de los motores y las condiciones funcionales.Palabras Clave: motor - potencia - ciclo indicado - trabajo - calor.

1. Introducción

El presente trabajo tiene por objetivo presentar una formulación para el estu-dio del "ciclo indicado previsto" apli-cado a motores de combustión interna de cuatro tiempos con encendido a chispa, de modo que sirva tanto en el desarrollo de proyecto de motores, como para la verificación de prototipos en la etapa previa a las pruebas de banco.El motor alternativo de combustión interna es una máquina compleja en la que tienen lugar una gran cantidad de fenómenos térmicos, mecánicos, químicos, de mecánica de los fluídos, etc; y que dan por resultado la transfor-mación de la energía potencial térmica almacenada en las moléculas del com-bustible en trabajo mecánico útil.La variable principal que define a un motor de combustión interna es la

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Determinación experimental del exponente politrópico y su uso en el modelo del ciclo ...

potencia. En efecto, la potencia, da la magnitud del trabajo mecánico que se puede obtener de la máquina en un determinado tiempo, y es el parámetro fundamental con el que un motor se selecciona o diseña.La determinación de la potencia de un motor se realiza habitualmente en pruebas o ensayos de banco, como el ensayo de potencia al freno donde se determina la máxima potencia que un motor puede entregar a plena carga y a un régimen constante de giro [1]. Los valores obtenidos en este ensayo permiten trazar la curva de potencia característica del motor o curva de "potencia al freno". Pero este método, ampliamente difundido, sólo es de posible aplicación cuando el motor tiene una existencia física, es decir, con posterioridad a su fase de diseño y construcción. Podríamos decir enton-ces, que el método descripto es un método de constatación de la potencia prevista en la fase de diseño; y sólo se puede llevar a cabo en laboratorios equipados con complejos dispositivos absorvedores de la energía como lo son los frenos dinamométricos.En función de lo expuesto, el proyecto CIPREV se propone formular un método unificado que sirva al proyec-tista de motores tanto para la fase de anteproyecto en el diseño de nuevos motores, y para la verificación de motores existentes antes de las prue-bas de potencia al freno; de modo de verificar si el anteproyecto propuesto cumple con la potencia requerida, o bien, si el prototipo desarrollado será capaz de entregar la potencia prevista en la prueba de banco.Además, como condición fundamental de cualquier método y/o modelo que se utilice en etapas de anteproyecto o de verificación de prototipos, el mismo deberá ser lo más simple posible en su formulación matemática con el objeto que el proyectista no invierta un gran número de horas en el cálculo del ante-proyecto; y en el caso de verificación

de prototipos, los ensayos que requiera su aplicación se realicen con rapidéz, sencillez y confiabilidad.El modelo físico matemático que se pretende desarrollar para la determi-nación de la potencia de los motores de combustión interna se basará en el estudio del ciclo de trabajo de la máquina térmica donde se estudiarán las transformaciones termodinámicas del fluido de trabajo y sus variables en un modelo al que llamaremos "ciclo previsto o cuasi real" [2]. Se dará pre-ponderancia al estudio de las transfor-maciones politrópicas de compresión y expansión, y haciendo fundamental hincapié en el valor del exponente politrópico [3]. Luego, y a través de un método matemático integrativo que tendrá en cuenta las condiciones par-ticulares en que se desarrollan dichas transformaciones, se buscará conocer el área del ciclo previsto para obtener el trabajo y la potencia.

2. Planteo del modelo:

El área del ciclo trazado en un par de ejes presión – volumen representa el trabajo del fluido en el interior del cilindro, y se lo conoce generalmente como trabajo indicado. El método que a continuación presentaremos consiste en determinar la función matemática de las curvas de compresión y expan-sión politrópicas en las condiciones más reales posibles y mediante un método matemático integrativo hallar el área del ciclo. La selección adecuada del exponente politrópico determinará la cercanía a las condiciones de trabajo real, de modo que dedicaremos un apar-tado a su determinación experimental.

2.1 Datos de partida e hipótesis simplificativas:

Se tomarán como datos de partida la carrera, el diámetro del cilindro, la relación de compresión del motor, el número de cilindros, el régimen de máxima potencia y la máxima poten-cia desarrollada. Estos datos han sido

obtenidos del manual de taller del motor [4] y se muestran en la tabla 1 (página 4).El método se aplicará en su forma de constatación de la potencia de un motor existente. El trabajo experimen-tal se realizará sobre un motor Fiat de 1498cm3 de cilindrada, y estará dedi-cado a la determinación experimental del exponente politrópico de la trans-formación de compresión. Se asumirán conocidas algunas cuestiones inheren-tes al cálculo básico de los motores, estas se muestran a título informativo en la tabla 2 (página 4).La relación de compresión (ε) se ha obtenido del manual de taller del motor en estudio, pero también se puede calcular como se indica en la tabla 2. La presión de admisión P1 se puede medir durante el ensayo con la ayuda de un vacuómetro conectado a la admi-sión. En este ensayo preliminar se ha virado el motor de combustión con su propio motor eléctrico de arranque. En estas condiciones, la presión P1 es distinta a la de trabajo real del motor en todo su campo de velocidades, por esta razón y a los efectos de los cálculos, se ha adoptado un valor con-vencional de P1 que coincide con los eventualmente registrados durante los ensayos de banco a máximo régimen, y en este caso vale 0,9 kg/cm2 (presión absoluta). El exponente politrópico "n" se determinará experimentalmente, y se considerará constante ya que su variación es pequeña para las distintas situaciones de trabajo. La presión final de combustión P3 se calculará con la fórmula empírica propuesta por Dante Giacosa [2], cuyo entorno de validez será objeto de otros estudios no alcan-zados para el presente trabajo.Se llamará PMI al punto muerto infe-rior o punto más bajo que adopta el pis-tón en su carrera descendente y PMS, al punto muerto superior o punto más alto alcanzado en su carrera ascendente.

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2.2 Estudio de las transformaciones de compresión y expansión:

Las transformaciones politrópicas se caracterizan por la forma:

Y aplicándola a la transformación observada en la carrera de compresión, que sucede entre los volúmenes extremos V1 (volumen total o máximo del cilindro) y V2 (volumen de la cámara de combustión), puede escribirse:

La relación de compresión es una relación volumétrica que representa el valor máximo en el que se reduce el volumen total del cilindro hasta alcanzar el volumen de la cámara de combustión. En su recorrido desde el PMI hasta llegar al PMS, el pistón adopta infinitos puntos intermedios que determinan un sin número de relaciones entre el volumen

total del cilindro y el observado en cada punto de su reco-rrido. En un modo genérico puede escribirse que la presión en el interior del cilindro durante la carrera de compresión P

y corresponde a un volumen V

x , para V

2 ≤ V

x ≤ V

1 , y

estará dada por:

Análogamente se puede plantear el mismo razonamiento para la poltrópica de expansión obteniendo una ecuación matemática del tipo:

Sustituyendo dv por dx, y Vx por x, y asumiendo constantes los valores de V1, V2, y P4:

Para esta primera formulación se ha considerado que el exponente politrópico de compresión es igual al de expan-sión y que ambas transformaciones se desarrollan entre los volúmenes V1 y V2.

2.3 Cálculo del ciclo indicado previsto:

El trazado del ciclo de trabajo se realizará en forma conven-cional utilizando como referencia un par de ejes de presión en abscisas y volumen en ordenadas. El área por debajo de la politrópica de expansión representará entonces el trabajo correspondiente a la expansión del fluido y estará dado por:

Tabla 1: Datos técnicos del motor ensayado

Tabla 2: Abreviaturas y fórmulas básicas

(1)

(4)

(5)

(2)

(3)siendo

(6)sión

(7)

(9)

(8)

81

Determinación experimental del exponente politrópico y su uso en el modelo del ciclo ...

El trabajo de compresión, suministrado por la máquina al fluído, puede obtenerse a partir de la politrópica de compresión:

El trabajo neto resultante (Li) estará dado por:

Realizando idénticas sustituciones que en el estudio del tra-bajo de expansión y considerando también invariable el valor de P1:

Se podría decir que el trabajo resultante Li, determinado en estas condiciones, representa el trabajo indicado del ciclo ya que para su cálculo se han tenido en cuenta solamente las transformaciones termodinámicas experimentadas por el fluido dentro del cilindro.Obtenido el trabajo indicado del ciclo previsto es posible conocer la presión media indicada (pmi) y la potencia (Pi), mediante los métodos tradicionales:

La expresión (18) es aplicable al caso en estudio ya que el motor es de cuatro tiempos. Para que el resultado quede expresado en CV (caballo-vapor) se deberá tener presente que pmi deberá estar expresada en kg/cm2 y Vct en dm3.

2.4 Determinación del exponente politrópico "n" para los procesos de compresión y expansión

Dante Giacosa [1], en el capítulo tercero de su obra Motores Endotérmicos nos ilustra respecto de valores posibles de dicho exponente:

"Para un trazado en primera aproximación del ciclo Otto se puede dar al exponente n un valor de 1,31 a 1,35. Para los motores de ciclo diesel, cuya relación de compresión varía entre 14 y 22, un exponente n = 1,3 a 1,32 para el proceso politrópico de compresión y un exponente de 1,55 a 1,65 para el proceso de expansión."Refiriéndonos específicamente a los motores de encendido a chispa en uso para la autotracción, las presiones de compre-sión (P

2) están en el orden de 12 a 15 kg/cm2, determinada

fundamentalmente por sus relaciones de compresión (ε) cercanas a 9.Partiendo de la ecuación (2), podemos obtener la fórmula general para determinar el valor del exponente politrópico n:

Todos los valores que intervienen en el cálculo de n son conocidos a excepción de P2 (distinto para cada motor y función de la relación de compresión).

3. Procedimiento experimental.

Como el método del ciclo previsto se presenta para este trabajo en su forma de constatación de un motor existente, el trabajo experimental estará orientado a la determinación del exponente politrópico mediante la medición de la presión final de compresión P2.El valor de la presión final de compresión para un motor cualquiera es un dato relativamente fácil de obtener, y pode-mos medirlo con la ayuda de un manómetro especialmente preparado llamado compresómetro. Este manómetro es capaz de retener la lectura de la máxima presión que registra gracias a una válvula de retención instalada en su conexión de ingreso al tubo de Bourdón. Mediante un accesorio com-puesto de una extensión que permita roscarlo en el orificio de la bujía es posible registrar este valor con bastante exactitud.Este procedimiento debe realizarse de la siguiente forma:a) Se encenderá el motor permitiéndole alcanzar la tempe-

ratura de régimen.b) Se extraerán todas las bujías de encendido, aún aquellas

de los cilindros cuya presión de compresión (P2) no se

desee medir. Esta operación debe hacerse rápidamente para evitar que el motor pierda temperatura alejándose demasiado del valor habitual de trabajo.

c) Se instalará el compresómetro en el cilindro 1 (el más cercano a los engranajes de la distribución), y luego en el resto sucesivamente.

d) Con la mariposa de aire completamente abierta y el resto de los cilindros conectados a la atmósfera a través de

(10)

(12)

(19)

(13)

(14)

(15)

(17)

(18)O bien:

(16)

(11)

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los orificios de sus bujías, y desconectando previamente el sistema de encendido, se hace virar el motor mediante la utilización del motor eléctrico de arranque.

e) La falta del resto de las bujías, así como la desconexión del sistema de encendido, producirá que el motor no arranque, pero al encontrarse el cilindro que se está midiendo completamente estanco, permitirá al manómetro registrar la máxima presión de compresión. Este dato será tanto más real cuanto más se acerque la temperatura del motor a la temperatura habitual de régimen ya que el aire tendrá aproximadamente la misma densidad en el interior del cilindro.

4. Resultados experimentales preliminares:

En la tabla 3 se muestran los resultados experimentales preliminares obtenidos en el laboratorio de Máquinas Térmicas de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la Marina Mercante sobre un motor Fiat de 1498 cm3 de cilindrada y relación de compresión 9,2. En dichas mediciones se ha obtenido experimentalmente el valor de P2 en los cuatro cilindros virando el motor con su motor eléctrico de arranque a una velocidad de rotación de aproximadamente 415 RPM.

Tabla 3: Presión final de compresión P2

Tabla 4: Instrumentos utilizados

4.1. Aplicación del modelo CIPREV a los datos obtenidos de las experiencias:

La Tabla 5 muestra la aplicación del método del modelo CIPREV a los datos experimentales en su forma de constatación de la potencia indicada prevista.

83

Determinación experimental del exponente politrópico y su uso en el modelo del ciclo ...

5. Conclusiones y críticas al modelo.

5.1 Respecto del procedimiento experimental:

El manómetro y su tubo de conexión al cilindro adicionan volumen a la cámara de combustión durante la medición de la máxima presión de compresión (P2), esto altera la relación de compresión original conduciendo a errores. Se deberán utilizar por lo tanto, conexiones inelásticas y lo más cortas posible.Al virar el motor de combustión con su propio motor de arranque, la velocidad de rotación es pequeña lo que facilita la disipación del calor producido durante la compresión a través de las paredes del cilindro, esto conlleva a una disminución de la presión en el interior del cilindro.El motor debe ser precalentado antes de realizar las mediciones para que las condiciones de ingreso de aire y su densidad se aproximen a las reales de funcionamiento.La medición debe realizarse sobre cada uno de los cilindros, permitiendo que el resto se encuentre vinculado a la atmósfera; retirando para esto, el resto de las bujías. Se evitará así que el motor de arranque utilizado para virar el motor de combustión, lo haga más lentamente producto del trabajo de compresión que debe vencer en el resto de los cilindros. Idéntico cuidado ha de tomarse al mantener la mariposa de aire o del carburador totalmente abierta para evitar que el trabajo de bombeo produzca un efecto similar e ingrese menor masa de aire al cilindro.

5.2. Respecto de la aplicación del modelo:

Hasta obtener una modelización satisfactoria del proceso de combustión, se ha utilizado la formula de Dante Giacosa [2] para el cálculo de P3. Este valor al ser únicamente función de la relación de compresión se mantiene constante para los cuatro cilindros, situación que sabemos inexacta. De este modo el cilindro que experimentalmente registre la menor P2 obtendrá el mayor trabajo, cuando es de esperar que una menor P2 redunde también en una menor P3, y por consiguiente una disminu-ción del área del ciclo y del trabajo. Para una mejor aproximación al ciclo previsto se ha medido el volumen de la cámara de combustión V2 en los cuatro cilindros, y en base a ello, se puede calcular la relación de compresión y el volumen total del cilindro V1. Los resultados obtenidos (ver tabla 6) muestran una notable coherencia en el valor del rendimiento mecánico cuando se lo compara con resultados experimentales al aplicar el ensayo de Morse [1] tendiente a determinar las pérdidas mecánicas del motor. Teniendo presente las limitaciones observadas en 5.1 es posible pensar que el valor de la potencia indicada es correcto, y que efectivamente los exponentes politrópicos obtenidos a partir del método experimental representan las condiciones que determinan el proceso de compresión. Y que éstas pueden extrapolarse con discreta aproximación a la transformación de expansión en motores de encendido a chispa.

Tabla 5: Aplicación del método del ciclo previsto en la verificación de un motor existente.

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6. Referencias:

[1] Martinez de Vedia H, Teoría de los Motores Térmicos Conversión de la energía, Alsina, Argentina 1997.

[2] Giacosa Dante, Motores Endotérmicos, Omega, Barcelona 1988.

[3] Lapuerta M. y otros. Study of the compression cycle of reciprocating engine through the polytropic coefficient, Valencia, España octubre 2002.

[4] Fiat Regatta Manual de Taller. Sevell Argentina S.A.

Tabla 6: Aplicación del método del ciclo previsto en la verificación de un motor existente conside-rando valores medidos de P2 y V2

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El ferrocarril provincial de Buenos Aires –un ensayo heterodoxo leído en clave política–

Mirko E. Mayer

Profesor de Historia Economía y Social Argentina (UdeMM / UBA). Secretario General, UdeMM.

El ferrocarril provincial de Buenos Aires –un ensayo heterodoxo leído en clave política–

Introducción

Los cuadros dirigentes de la provincia de Buenos Aires demostraron poseer una temprana visión de la importan-cia que revestía el ferrocarril para la economía del Estado provincial, como elemento vinculante de los centros de producción con los puertos de salida y como proveedor de medios directos de comunicación entre las diversas localidades bonaerenses. Fue esta pro-vincia la que otorgó la primera conce-sión ferroviaria en la Argentina, la del Ferrocarril Oeste en 1854, que habría de concretar en 1857 la apertura de su primer tramo.Consecuente con esta concepción del rol su gobierno, ante el agotamiento de la compañía privada que cinco años antes había construido esta línea férrea, aceptó en 1862 asumir la ope-ración directa de la misma, dada la inicial escasez de capitales privados disponibles para este tipo de empren-dimientos. 1

El hecho de que el primer ferrocarril argentino fuera erigido sobre la base

1 Sschvarzer y Gómez (2006). Zalduendo (1975): 338.

de capitales privados locales, ha dado lugar a un intenso debate dentro del cual se discute la existencia y/o sufi-ciencia de estos capitales para posibili-tar el desarrollo del sector, la necesidad o no de recurrir al capital extranjero, así como también el rol del Estado tanto en lo que hace al contralor de aquél como en su carácter de promotor de la expan-sión ferroviaria.Para ciertos autores, el caso del Ferro-carril del Oeste –como el de los prime-ros frigoríficos– aportaría pruebas en el sentido que el país disponía de los recursos necesarios para iniciar su des-pegue económico, no obstante lo cual se reconoce que la inversión extranjera resultó de fundamental importancia a los fines de consolidar la infraestruc-tura y la red de transportes. Esto no tendría en sí nada de objetable, a no ser por la falta de un control adecuado que caracterizó al proceso y que habría de conducir al desenfreno especulativo que ocasionaría la crisis de 1890. 2

Así, el propósito de este trabajo es explorar en una de las primeras expe-riencias de Estado empresario que tuvo

2 Rapoport (1988): 177. Véase también López (1991) y Zalduendo (1975).

lugar en la Argentina, a comienzos del siglo XX, por parte del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires y en el sec-tor ferroviario, que se materializó con la creación del "Ferrocarril del Puerto de La Plata al Meridiano V", denomi-nación oficial que luego cambiaría por la de "Ferrocarril Provincial de Buenos Aires".Este ferrocarril, que funcionó en la órbita provincial entre 1912 y 1951, representó uno de los casos más singu-lares y controvertidos de intervención estatal en la economía, en pleno apogeo del modelo agroexportador y cuando las visiones spencerianas acerca del rol del Estado todavía estaban vigen-tes. Dicha singularidad está dada en el hecho de haber poseído la Provincia, en la segunda mitad del Siglo XIX, su pro-pia red de ferrocarriles, que luego ven-dió a un consorcio británico en medio de la crisis económico-financiera de 1890, veinte años antes de emprender esta nueva experiencia. Además, por el hecho de desarrollarse en una de las zonas de mayor densidad ferroviaria, lo que estaba en relación con su impor-tancia demográfica y económica.Coherente con este propósito, en una

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primera sección se ofrecerá una breve reseña de los antecedentes de la polí-tica ferroviaria provincial, seguida de otra referida a la iniciativa de la creación del Ferrocarril al Meridiano V y los primeros avatares a que dio lugar la misma. En la tercera sección se intentará un análisis de las razones esgrimidas por las autoridades para justificar la creación del nuevo ferroca-rril, mientras que en la cuarta y última se efectuará un balance provisional del emprendimiento.

1. La política ferroviaria provin-cial. Del primer "estado empre-sario" a la privatización y la búsqueda de nuevos caminos, 1860-1904:

La estrategia estatal conducente a atraer inversiones extranjeras al sec-tor ferroviario comprendió en primer lugar, el otorgamiento de garantías de un beneficio mínimo de hasta el 7% sobre el capital empleado, algo solici-tado por todas las compañías a partir de la primera concesión de este tipo, la de la Provincia de Buenos Aires a favor del Ferrocarril del Norte (a San Fernando) en 1859. 3 Oportunamente algunas empresas prefirieron renunciar a este régimen en la medida en que sus ganancias superaban el límite impuesto por éste, de manera tal de no perder la libertad de fijar las tarifas. Otros estí-mulos a la inversión externa fueron las concesiones de tierras adyacentes a las vías, la introducción de materia-les libres de derechos y, por último, la exención impositiva. 4

Al igual que lo sucedido a nivel nacio-nal, este esfuerzo ferroviario bonae-rense, más que el resultado de acciones previamente planificadas, se inscribiría en la categoría de "proceso en construc-ción". En efecto, tras hacerse cargo de la compañía originaria, los sucesivos gobiernos fueron visualizando sobre la

3 Schvarzer y Gómez, 2006.

4 Ibíd, 179.

marcha las alternativas que estimaban más adecuadas para un mejor desarro-llo del sector. Es así que tras la federa-lización de la ciudad de Buenos Aires, el gobierno provincial concibió diver-sas estrategias tendientes a recrear los elementos perdidos en el nuevo ámbito provincial; 5 por ejemplo, el contar con un sistema portuario eficiente como complemento natural del ferrocarril. Consecuente con este diagnóstico, contrató la construcción del puerto de La Plata y concesionó al Ferrocarril del Sud la construcción y explotación del de Bahía Blanca. 6

A medida que la línea va extendiendo el trazado de sus vías con el lógico correlato del incremento de sus niveles de tráfico, se hace patente la necesidad de insuflar al emprendimiento un mayor volumen de capital, así como también dotarlo de una estructura organizativa acorde a las nuevas circunstancias. Es en este contexto en el que la sociedad pro-pietaria del Ferrocarril del Oeste arriba a un rápido acuerdo con las autoridades provinciales, en virtud del cual el Estado bonaerense adquiere la propiedad y con ella plenas facultades de organización y dirección, sin perjuicio de que los antiguos propietarios continúen man-teniendo lazos formales y sobre todo económicos con la empresa. De esta manera, en 1862 la Provincia de Buenos Aires inaugura la experiencia de Estado empresario en la Argentina, en el sector ferroviario, la cual se extenderá en lo que atañe a este caso particular, hasta 1890 en que en medio de los efectos de la crisis económico-financiera desatada en ese año, transfiere su ferrocarril a un consorcio británico.En el caso del Ferrocarril del Oeste las contingencias de la política oficial culminaron con la ley del 23 de octubre de 1889, que dispuso su controvertida

5 López, (1991): 234. Véase también Salerno (2003) y Palermo (2006).

6 Ibíd., 247, 248.

enajenación a un consorcio británico 7, hecho que fue percibido en importantes franjas de la sociedad bonaerense como un virtual retroceso para los intereses de la provincia. 8

Esto no ocurrió sin un encarnizado debate previo, cuyo eje conceptual pasó por el rol del Estado como admi-nistrador, faceta que le era taxativa-mente desconocida por los políticos que adherían a la teoría spenceriana en boga, entre los que se destacaban el presidente Juárez Celman y el gober-nador bonaerense Máximo Paz. Este último, en su mensaje a la Legislatura promoviendo la venta del ferrocarril, esgrimió como uno de los principales argumentos para fundamentar la inicia-tiva, la equidad en materia tarifaria:

"Creo que ha llegado el caso de que se establezca por una ley especial la uniformidad de tari-fas para todos los ferrocarriles cuyas concesiones hayan sido acordadas por la Provincia, uni-formidad que ya existe estable-cida por el Congreso, en cuanto a los ferrocarriles de carácter nacional, pues no es justo que un productor goce de una tarifa más baja por igual extensión de transportes en competencia ventajosa con otro productor que deba servirse de una línea distinta. Es por demás evidente también, que el favor acordado a los productores de la zona que recorren las líneas del Estado, se traduce en una injusticia notoria desde que perjudica a los pro-ductores de las demás zonas que no pueden competir en precios con los que tienen que pagar menor flete." 9

Como era de esperarse, esta línea "privatizadora" que bajaba del poder

7 Ibíd., 41.

8 PBA-MOP. 1913.

9 PBA-MM.GG. 05/01/1889. Véase también Barry y Gómez (2004).

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El ferrocarril provincial de Buenos Aires –un ensayo heterodoxo leído en clave política–

central, también afectó a los empren-dimientos ferroviarios de otras provin-cias. 10

Sin embargo, la decisión de despren-derse del Oeste no obedeció única-mente a razones ideológicas; también reconocería como factor causal el rigor de la crisis financiera que habría de estallar plenamente en 1890, cuyos síntomas más visibles fueron la fluc-tuación en el precio del oro y de los productos agropecuarios, como así también la falta de crédito. 11 Sin per-juicio de las críticas que motivara esta operación, es necesario tener presente que, lanzado a una virtual competencia con el Sud, al Oeste lo sorprendió la crisis del noventa tratando de concre-tar un ambicioso plan de expansión, el que le deparó como contrapartida un extraordinario endeudamiento externo. Así, el Estado bonaerense, profunda-mente endeudado, optó por vender su ferrocarril y, si bien no podría califi-carse a esta medida como inevitable, debe convenirse que las alternativas no eran muchas. 12

Tras la venta del Ferrocarril del Oeste, el gobierno de Máximo Paz hizo san-cionar una nueva Ley General de Ferro-carriles de la Provincia (1890), que ade-más de liberalizar el régimen vigente para éstos, consagró la desaparición del Estado en su rol de empresario ferroviario. Por el otro lado, intentaba codificar mejor la fiscalización de las empresas ferroviarias establecidas en la Provincia. Así, comenzaba definiendo como ferrocarriles sujetos a la juris-dicción provincial a los establecidos en su territorio y a los que en adelante se construyeran por concesión de sus poderes públicos, a los cuales imponía la obligación de informar sus horarios y tarifas publicándolas, en caso de modi-ficación, en al menos dos diarios.

10 Ferns (1979): 441. Véase también Regalsky (1986).

11 Zalduendo (1975): 339.

12 Regalsky (1986): 36.

Creaba asimismo una Dirección Gene-ral de Vías Férreas y Canales de Nave-gación, compuesta por un presidente y cuatro vocales inspectores, que tenía por cometido vigilar el cumplimiento de la normativa y aplicar las multas y apercibimientos que resultaran perti-nentes. 13

Superada la crisis de 1890, las grandes compañías ferroviarias de capital bri-tánico consolidaron su predominio, a través de un sostenido proceso de fusio-nes y adquisiciones, y acrecentaron sus rendimientos como consecuencia de la notable expansión agropecuaria que se verificó en esos años. El virtual mono-polio que establecieron estas compa-ñías en sus respectivas zonas, también tuvo su impacto en el cuadro tarifario. 14 El problema de las tarifas ferroviarias -que remitía al costo del transporte- , se tornaba prioritario en ese período de bajos precios internacionales de los productos agropecuarios, debido a la directa incidencia que dicho factor ejer-cía sobre los márgenes de rentabilidad del sector terrateniente. A la baja en los precios se sumaba la valorización del papel moneda y la fusión de las compa-ñías ferroviarias. En el primer caso, está claro que los ingresos de los exportado-res se veían reducidos, mientras que en el segundo, puede inferirse un aumento de tarifas como resultado de la elimina-ción de la competencia. 15

Los reclamos de los productores no tar-daron en llegar a los despachos oficia-les, particularmente durante la gestión del gobernador Udaondo (1894-98), que por su parte, señalaba lo difícil que resultaba revertir la situación:

"...en lo relativo a las tarifas han llegado al Poder Ejecutivo reclamos más o menos justos que se ha procurado satisfacer en cuanto lo permiten las leyes

13 RA-MOP-DGVC: T.I: 311-322.

14 Ibíd., 334-337. Véase también Regalsky (2002) y Girbal de Blacha (1991).

15 Regalsky (2002): 328.

y contratos que, como sabéis, limitan en este punto y coar-tan en demasía la acción del Estado". 16

Su sucesor, Bernardo de Irigoyen, tam-bién daba testimonio en sus mensajes a la Legislatura de la insistencia de estos reclamos.

"...pero formúlanse reclamos, en todas las direcciones, contra lo que se llama la tiranía de las tarifas. Juzgo que estas protes-tas tienen, en parte, razón". 17

Al mismo tiempo expresaba las dudas de que la sola intervención tarifaria pudiera resolver los problemas plan-teados por los productores.

"Admito que las tarifas vigen-tes son elevadas y desiguales; pero sospecho que la equitativa modificación de ellas, sólo suprimirá parcialmente las difi-cultades actuales. La extensión del recorrido, con sus inevita-bles gastos; el reducido valor de algunos ramos de la producción nacional y la mayor o menor distancia que medie entre los establecimientos productores y las estaciones de las vías férreas, son inconvenientes para alcanzar las radicales modifica-ciones anheladas". 18

Consecuente con este malestar, las sucesivas autoridades provinciales fue-ron adoptando algunas iniciativas para resolverlo.Así, el 31 de diciembre de 1897 se sancionó la Ley de Ferrocarriles Agrí-colas y Económicos, que permitía a los particulares construir líneas férreas de trocha angosta, bajo el cumplimiento de una serie de requisitos legales y técnicos. Dicha ley fue reglamentada mediante un decreto del 22 de julio de 1898, que a su vez fue modificado por otro del 6 de septiembre de 1899.

16 PBA-MM.GG. 28/05/1897.

17 Ibíd., 01/05/1901.

18 Ibídem.

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Finalmente, el 6 de septiembre de 1904, bajo la administración Ugarte, se sancionó una nueva ley de ferro-carriles económicos que, junto a las líneas principales de un metro, preveía la construcción de las líneas auxiliares con trocha de 75 y 60 centímetros, establecía la caducidad de las conce-siones en caso que las mismas no fue-sen ejecutadas antes del año de su otor-gamiento, y les acordaba una suerte de zona propia al no permitir durante el lapso de quince años la construcción de otras vías paralelas a las propias a una distancia de siete kilómetros y medio a cada lado de las mismas. Por fin, contemplaba la intervención oficial en las tarifas en caso que el pro-ducido de las líneas excediera del 8% sobre el capital invertido. 19 Producto de esta normativa se otorgó en 1904 la concesión a Enrique Lavalle y Cía., que daría origen al Ferrocarril Midland de Buenos Aires. 20

Recapitulando, es posible advertir que la política ferroviaria provincial coin-cidió en alguna medida con la seguida por el Estado nacional, diferencián-dose, sin embargo en que mientras la Nación hizo sentir su acción en regiones periféricas, la Provincia hizo lo propio en otras caracterizadas por su elevada densidad ferroviaria, lo que supuso una mayor cuota de conflictivi-dad con las compañías británicas esta-blecidas. 21 El desarrollo asistemático y por momentos anárquico que tuvo el sector, tanto en la esfera provincial como en la nacional, constituyó otra de las notas distintivas, que sería la fuente de numerosos conflictos.

2. La iniciativa para un nuevo ferrocarril provincial y sus primeros avatares (1902-1907):

Los principales motivos de queja de los productores en contra de las compañías

19 RA-MOP-DGVC. T.I: 334-341.

20 Rogïnd (1937): 348, 406, 407.

21 Ferns (1979): 355.

ferroviarias tenían que ver con las tarifas, pero también con la falta de material rodante adecuado en tempo-rada de cosecha. Respecto del primer problema, James Scobie cita estudios técnicos que reflejaban los mayores costos del transporte en la Argentina, en relación a los Estados Unidos, aun-que considera que estaban dentro de lo razonable (un 10% de los costos). Con relación al segundo tema, el mismo autor lo explicaba por la acentuada característica estacional de la demanda.Así concluía que si se efectuara una relación costo-beneficio objetiva, el resultado de la misma presentaría al ferrocarril extranjero como un factor que contribuyó positivamente al desa-rrollo argentino. 22

Esta dependencia que padecían los productores respecto del ferrocarril, habilitaría el siguiente interrogante: ¿por qué, si disponían de importantes recursos propios y de considerable influjo sobre el Estado, no se habrían planteado seriamente la posibilidad de implementar un sistema alternativo que les permitiera superar ese condiciona-miento estructural? Resulta pertinente a los fines de responderlo, el análisis que realiza Jorge F. Sábato en el sen-tido que a los integrantes de esta élite se le presentaban mejores oportunida-des de negocios en otros rubros, inter-pretación que es coincidente con la que realiza H. S. Ferns. 23

A este desinterés de la élite por la explo-tación directa de los ferrocarriles, habría que añadirle como causa –además de la posibilidad de dedicarse a otros nego-cios más redituables–, la alternativa de recurrir al Estado en el caso que el servicio de transporte brindado por las compañías particulares no resultase de acuerdo a sus expectativas. 24

Debido a su autoexclusión del rubro

22 Scobie (1968): 126.

23 Sábato (1988): 136. Ferns (1979): 339, 405.

24 Ortiz (1987): 590.

ferroviario, al que no concibieron como negocio, los productores bonaerenses debieron servirse del transporte que le brindaban las compañías inglesas, con quienes no tardaron en entrar en colisión por los motivos que han sido indicados más arriba, bajo los cuales subyacía su pretensión de minimizar costos frente a la no menos decidida determinación de aquellas tendiente a maximizar sus dividendos. El tono del discurso mediante el cual se expresaba la protesta de estos sectores –recogido por la prensa y por funcionarios públi-cos–, no debiera tomarse sin embargo como fundamento para atribuir a éstos una actitud básica de anglofobia, teniendo en cuenta los réditos que el acceso al mercado británico les repor-taba. Reflejaría en cambio, su males-tar ante la acción de las compañías que, ejercida sin un real contrapeso -léase competencia- avanzaba sobre sus márgenes de rentabilidad. De ahí entonces, la apelación al poder político tendiente a un replanteo del problema en términos favorables a sus intereses sectoriales. 25

Como se ha señalado, los problemas de las tarifas ferroviarias se agudizaron en los noventa con la fusión de las com-pañías, circunstancia que extremaba la situación desventajosa de los producto-res. A fines de esa década era posible advertir la formación de cuatro grandes bloques ferroviarios que actuaban en defensa de sus intereses como verdade-ros grupos de presión: el Ferrocarril del Sud, el Oeste, el Central Argentino y el Buenos Aires y Rosario. 26

La fusión de los ferrocarriles Central Argentino y Buenos Aires y Rosario, ocurrida en 1902, vino a significar otra vuelta de tuerca en el proceso de concentración ferroviaria a favor de los grupos más importantes, a la vez que proporcionó argumentos a favor de una movilización más contundente de

25 Scobie (1968): 124, 126.

26 Ortiz (1987): 590.

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El ferrocarril provincial de Buenos Aires –un ensayo heterodoxo leído en clave política–

los sectores afectados por el alza tari-faria. Mientras las autoridades de las empresas tramitaban ante el gobierno nacional la convalidación de la fusión, comenzaban a aplicar la "tarifa parabó-lica" (que aumentaba los fletes en los recorridos cortos y los reducía en los más largos) al transporte de cereales. De inmediato, entidades representati-vas del sector como la Liga de Defensa Comercial, la Cámara Gremial de Cereales de la Bolsa, la Cámara de Comercio de la Capital y de Rosario y la Liga Agraria, elevaron sus reclamos los que se sumaron otros que ya habían sido presentados en el parlamento. Se formó una comisión de defensa contra el aumento en las tarifas ferroviarias, presidida por el Dr. Faustino Alsina, un hacendado de Baradero, quien asumió una posición muy dura en contra de la fusión de esas empresas, alegando que el aumento de tarifas que habían dispuesto era elevado e ilegal. 27 Ejem-plos de los aumentos fueron comen-tados oportunamente en el Senado bonaerense:

"...la Liga Comercial demostró con evidencia que la implan-tación de aquella nueva tarifa elevaba el flete de los artículos de tienda y ropería entre el 70 y el 300 por ciento; los de almacén y ferretería, entre el 30 y el 200 por ciento; las maquinarias agrícolas, de un 10 a un 90 por ciento; el azúcar, del 25 al 150 por ciento; el carbón de leña, del 20 al 40 por ciento; maderas del país, del 45 al 66 por ciento; haciendas, del 20 al 70 por ciento; el 100 por ciento en el fierro de canaleta; y aumen-tos también, aunque en muy pequeña escala, a los cereales". 28

Fue el gobernador Marcelino Ugarte, que ejerció entre 1902 y 1906, quien intentó una solución más radical a esta problemática. Como expresaba en un

27 PBA-DSS: 19/08/1913.

28 Girbal de Blacha (1991): 15, 24.

mensaje a la Legislatura en 1906, era el Estado el que debía tomar a su cargo la explotación directa de las líneas férreas, pues era el único que garantizaría el logro del interés general al tiempo que cubriría con relativa holgura los gastos que demandase su mantenimiento:

"Primero, conceder en la actua-lidad una línea en ciertas zonas donde la riqueza está creada, equivale a donarla en plazo cierto, desde que el tráfico costea con exceso el interés y la amortización del capital, dejando, además, un remanente. Prueba: el Ferrocarril del Sud o el del Oeste. Segundo, porque no hay conveniencia en aceptar tarifas elevadas, cuando basta-rían, otras más reducidas, aún para pagar íntegramente las líneas del Estado" 29

Así anunciaba la construcción de una línea estatal en un mensaje a las Cáma-ras de diciembre de 1903:

"...el Poder Ejecutivo tiene el pensamiento de promover la construcción, por secciones sucesivas, de una red provincial, de costo mínimo, con terminal en el puerto de La Plata. Abriga la convicción que el estado del crédito le permitirá costearla con obligaciones hipotecarias sobre la misma línea y a tipo conveniente. El producido sería amplio, según pienso, internán-dose en zonas aptas para la pro-ducción agrícola. Y aún cuando se implantaran tarifas reducidas, se obtendrían compensaciones indirectas de importancia, en la contribución territorial y muy principalmente en el considera-ble tráfico que necesariamente habría de provocar por el puerto de La Plata... Siempre he creído que las grandes vías de trans-porte son medios de gobierno y

29 PBA-MM.GG.: 01/05/1906.

simpatizo con la idea de cons-truirlas por cuenta del Estado, el cual puede aplicar tarifas míni-mas o aún a pérdida, contando con amplias compensaciones indirectas". 30

Esta iniciativa de Ugarte logró con-senso en una importante franja del sector terrateniente, quien se mostraba sensible a un discurso político que articulaba sus intereses sectoriales con el propósito subyacente en el mismo y que apuntaba nada menos que a la recu-peración de un atributo de soberanía de la provincia, que había resignado su liderazgo a nivel nacional tras la crisis institucional del ochenta. Indepen-dientemente de su presencia personal al frente del gobierno de la provincia, esta influencia estaba llamada a perdu-rar dada la aceptación de que gozaba en influyentes sectores ganaderos, para quienes el recuerdo de lo que conside-raban la "feliz experiencia" del Ferro-carril del Oeste, aún seguía vivo en su memoria:

"Recuerdo que en un momento de expansión me dijo Ugarte: tengo dos grandes anhelos: uno es el resurgimiento del Banco de la Provincia; el otro es el restablecimiento del ferrocarril del Estado, es decir, la línea que teníamos al Oeste, por un ferrocarril amplio y vasto que sirviera a los intereses económi-cos". 31

Es que el cuadro de situación descripto abría un amplio espacio para la acción política del gobernador, en coinciden-cia con la alianza táctica que había establecido con el presidente Roca. En efecto, por intermedio de "Los Partidos Unidos" –nombre que reci-bía el agrupamiento conservador que había erigido en la Provincia–, ejerció

30 PBA-MM.GG.: 03/12/1903. PBA-MOP (1913): 28, 40. PBA-MOP (1925): 44-49.

31 PBA-DSS: 19/08/1913.

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influencia decisiva en la Asamblea de Notables celebrada en 1903 en la que se impuso la candidatura presidencial del Dr. Manuel Quintana, en sintonía con los designios del general Roca, confiando en que a la postre podría convertirse en su sucesor a la presiden-cia de la Nación. 32

La iniciativa del ferrocarril estatal comenzó con un decreto de febrero de 1904, que ordenaba los primeros estudios de la línea a construir. En su mensaje a la Legislatura del 7 de mayo de 1904, el gobernador daba cuenta detallada de dichos estudios, e incluía entre los objetivos del emprendimiento la reactivación del Puerto de La Plata:

"Dos comisiones estudian actualmente sobre el terreno el trazado de una línea que arranca del Puerto de La Plata, cruza los partidos de San Vicente, Monte, Saladi-llo, Veinticinco de Mayo y Nueve de Julio, bifurcándose en este punto en dos ramales: uno que llega al Meridiano V, internándose en los partidos de Pinto y Villegas y otro que corre paralelamente y a la de Flora al citado meridiano. El desarrollo de esta línea será de setecientos kilómetros, con zona de influencia suficiente para asegurar su rendimiento. Pero acrecerá, además, indi-rectamente, la renta pública volcando considerable movi-miento sobre el Puerto de La Plata, aun cuando se adopten tarifas mínimas –de amparo a la agricultura- y sin perjuicio para el fisco. Se haría la obra emitiendo obligaciones hipo-tecarias o dando en garantía una renta". 33

También se negociaba en esos momen-tos un arreglo para el problema de las

32 Barba (2000).

33 PBA-MM.GG.: 07/05/1904.

cédulas hipotecarias de la Provincia y, sugestivamente, el grupo represen-tado por O. Bemberg, responsable de dicha negociación, aparecía como el principal interesado en el proyecto ferroviario provincial. 34 En su mensaje de diciembre de 1903, Ugarte anun-ciaba la firma del contrato con dicha casa, en su carácter de apoderada de la Corporation of Foreign Bondholders y del Comité de Tenedores de Cédulas, tendiente a liquidar el asunto. 35

Sin embargo, las tramitaciones por el ferrocarril quedaron en suspenso al poco tiempo, para retomarse recién con el decreto del 14 de agosto de 1907, que encaraba el estudio definitivo de un Ferrocarril que debía correr entre el Puerto de La Plata y el Meridiano V. 36

El motivo de esta demora se debió a las otras alternativas que ensayó Ugarte para modificar la situación creada en el sistema ferroviario, y que llevaron a diferir la acción directa del Estado. Aprovechando la coyuntura favorable que debido al auge agropecuario y el alza en los mercados financieros euro-peos, alentó a otros grupos empresarios a concretar inversiones en el sector, al tiempo que no desdeñó la negociación directa con las compañías británicas. La primera alternativa, basada en la Ley de Ferrocarriles Económicos, dio lugar a numerosas concesiones, de las que habría de concretarse una, la del Ferro-carril Midland, coincidiendo con otras concesiones que en similares términos otorgó el gobierno nacional a grupos inversores franceses (Ferrocarriles Compañía General de Ferrocarriles en la Provincia de Buenos Aires, y Rosario-Puerto Belgrano, respectivamente). La segunda alternativa, es decir, la negocia-ción directa con las compañías, mostró al gobernador Ugarte asumiendo un perfil alto con el que por un momento pareció doblegar la resistencia de las compañías.

34 RA-MOP-DGFC. T.VII: 334-337.

35 PBA-MM.GG.: 03/12/1903.

36 PBA-RO, 1907.

Los detalles de estas negociaciones fue-ron así expuestos por Ugarte:

"Busqué, en el anhelo de lle-gar a un acuerdo, otra fórmula, reconociendo que el enun-ciado tiene dos excepciones: primero, cuando el Estado carece de eficacia financiera; segundo, cuando pueden con-certarse tarifas equivalentes a las que el mismo Gobierno cobraría; y propuse, en con-secuencia, que se sometieran a un régimen comprensivo de estos puntos capitales: reduc-ción de la tarifa; intervención del Gobierno cuando produ-jeran cierto porcentaje bruto, sobre un capital claramente establecido; fiscalización de toda ampliación de capital, y reconocimiento, a favor de la Provincia, de una suma dada, por kilómetro, que debería de aplicarse a la construcción de caminos carreteros. Las compañías observaron que no podían salir del régimen que les atribuye la legislación nacional, sin haber, tampoco, coincidido en la totalidad de los puntos. (...) Me proponía obtener por este medio una entrada de sesenta mil libras esterlinas al año, o sea el ser-vicio necesario para atender un empréstito de un millón doscientos mil libras esterli-nas, con cuatro por ciento de interés y uno por ciento de amortización anual. Extin-guida la deuda, claro es que podría repetirse la operación, recibiendo la Provincia una fuerte cantidad, de tiempo en tiempo, puesto que la contribución tenía carácter permanente. (...) El Directo-rio de Londres no creyó que la propuesta era compatible con su interés. Por mi parte,

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El ferrocarril provincial de Buenos Aires –un ensayo heterodoxo leído en clave política–

mantengo la convicción, de que he sostenido esta negocia-ción dentro de términos per-fectamente razonables, quizás con flexibilidades favorables a las empresas, porque me sedu-cía la idea de reducir el flete correspondiente a casi toda la producción provincial, que ellas transportaban, sin refe-rirme a una sola sección...". 37

Probablemente, las razones por las cuales la máxima instancia empresa-ria rechazó el planteo que se le hacía desde el gobierno bonaerense, tendría que ver con su decisión de no aceptar ningún precedente de impuesto a los ferrocarriles en retribución de servi-cios administrativos. Esta es la inter-pretación que hace un historiador del Ferrocarril del Sud. 38

Fue recién tras el fracaso de estas nego-ciaciones, en 1906, que Ugarte puso en marcha el proyecto de construcción de un ferrocarril estatal, cuyos estudios definitivos serían aprobados –como se expresó- durante la gestión de su suce-sor. El propósito oficial era construir una línea que uniera el puerto de La Plata con el Meridiano V, demarcación fronteriza con el Territorio Nacional de La Pampa, obra que era presentada con visos de reparación histórica. 39

De acuerdo a lo expuesto, la construc-ción de un ferrocarril del Estado no debería entenderse como una iniciativa aislada dentro de la acción gubernativa de Ugarte. Por el contrario, represen-taría el nexo aglutinante entre la base agropecuaria y la superestructura polí-tico - institucional conducida por el propio gobernador. La instrumentación del ferrocarril estatal iba a permitir a aquellas élites superar las restriccio-nes que a su margen de rentabilidad imponía la acción de los ferrocarriles particulares, a la par que posibilitaría

37 Arce (1959): 186.

38 Rogïnd (1937): 357.

39 Allende (1967): 54.

a éste motorizar su proyecto político personal que, bajo un discurso rei-vindicativo de la gravitación que la provincia había resignado tras la crisis del ochenta, cobijaría sus aspiraciones presidenciales. 40 En cuanto a los sec-tores rurales, la instrumentalización del Estado en orden a sus intereses secto-riales, derivaba los costos y riesgos de su implementación sobre el conjunto de la sociedad. 41

3. Las razones de la crea-ción del ferrocarril; algunas consideraciones:

Las razones invocadas para justificar la construcción de este ferrocarril, desde una visión estrictamente económica, podrían resumirse en estas tres: dotar a la provincia de un instrumento de fomento de su riqueza; proveer a su gobierno del medio adecuado para con-trolar las tarifas de las empresas parti-culares y; provocar un mayor volumen de operaciones al puerto de La Plata. En el orden político, el ferrocarril servi-ría para unir sólidamente a la Provincia con su ciudad capital, rompiendo así el aislamiento de La Plata, provocado por las compañías particulares que conver-gían sobre Buenos Aires.La primera de las razones citadas, remite al debate sobre si cabría reconocer al Meridiano V el carácter de ferrocarril de fomento pretendido por sus promotores. El hecho que la zona en que incursionó estuviera servida desde hacía muchos años por otras líneas –Ferrocarril del Oeste y Ferrocarril del Sud– y, desde unos pocos, por la Compañía General y el Ferrocarril Midland, hace que este carácter sea muy discutible. Más aún, las gestiones que culminan en la construc-ción del Meridiano V fueron contem-poráneas con las que en el ámbito par-lamentario nacional realizaban las dos primeras líneas precitadas, tendientes al establecimiento de ramales dentro del

40 Barba (2000).

41 Sábato (1988): 147.

área que tenía previsto penetrar el ferro-carril del Estado. 42 No obstante ello, se argumentó que las zonas por donde habría de trazarse la línea del Estado se hallaban en gran medida despobladas y que tenían un gran potencial agrícola. Considerando esto último, el hecho de que las vías de las empresas existentes corriesen a diez o a más kilómetros de distancia de los campos que se quería poner a trabajar, tornaba inviable su explotación económica debido a las cir-cunstancias detalladas en el comentario que se transcribe a continuación:

"En la actualidad, todos los terre-nos situados a mayor distancia de legua y media de la estación, no pueden dedicarse a la agri-cultura, ya que el transporte en carro de las cosechas, cuando éstas son buenas, es gravado con un acarreo superior al flete del ferrocarril; y además se con-vierte, en ciertas épocas, debido al mal estado de los caminos, casi en un problema irresoluble a cualquier precio, como se ve en cada cosecha, que hay que guardar en los galpones parti-culares, los productos por largo tiempo, por la inaccesibilidad de las estaciones de todos los ferrocarriles. Es pues, una gran ventaja, muy digna de tenerse en cuenta, ya que es reproductiva esta reducción del transporte por carros que importa la nueva red". 43

La segunda finalidad, en cambio, encontraría sustento en dos datos primordiales. Por un lado, el carácter monopólico del servicio, con la consi-guiente desprotección de los usuarios. Por el otro, parecía claro que la única estrategia conducente a que las com-pañías particulares moderaran su ope-ratoria pasaba por la presión directa. Como antecedente de esto último,

42 RA-DSCD, 1908.

43 PBA-DSS: 19/08/1913.

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podría mencionarse el acuerdo que en 1881 alcanzaron el gobierno bonae-rense y el Ferrocarril del Sud, en virtud del cual la compañía se avino a introducir rebajas de hasta un 30% en sus tarifas, a cambio del compro-miso oficial de no expropiar la línea. 44 También, las negociaciones mante-nidas por Ugarte con las compañías británicas a las que se hizo referencia más arriba y que fracasaron ante la negativa de los directorios londinen-ses a convalidar la importante rebaja que, ante la presión del gobierno bonaerense, habían insinuado los gerentes locales. 45 Sin embargo, una objeción lógica que admitiría el proceder del Estado-Empresario es que la rebaja tarifaria introducida en la zona servida por su ferrocarril originaba una flagrante injusticia para la gran mayoría de la población que quedaba fuera de esa asistencia. 46 Esta objeción, precisamente, cons-tituyó en su oportunidad uno de los principales argumentos para justificar el desprendimiento del Ferrocarril del Oeste por parte del Estado provincial:

"Es por demás evidente tam-bién, que el favor acordado a los productores de la zona que recorren las líneas del Estado, se traduce en una injusticia notoria desde que perjudica a los pro-ductores de las demás zonas que no pueden competir en precios con los que tienen que pagar menor flete." 47

Por fin, la idea de potenciar el puerto de La Plata como boca de exportación no era mala en teoría. De concretarse, contribuiría a generar un mayor movi-miento comercial a la ciudad homó-nima, a la par que descomprimiría la saturación que padecía el puerto de la Capital Federal. No obstante, la

44 Ortiz (1987): 267.

45 PBA-MM.GG.: 01/05/1906.

46 Ibíd., 05/01/1889.

47 Ibídem.

realidad se imponía sobre la teoría, teniendo en cuenta que la supremacía de este último estaba por demás con-solidada, desde el momento en que todas las líneas férreas lo tenían como cabecera o, por lo menos, conectaban con él. Por otra parte –y más allá de las contingencias políticas apuntadas–, el hecho que la administración provincial aceptara transferir el puerto platense a jurisdicción nacional, podría inter-pretarse como sintomático de la poca confianza que tenía en la proyección del mismo. 48 Respecto al verdadero potencial de este puerto, resulta perti-nente la evaluación que realiza Scobie, según la cual al concluirse las obras de construcción del Puerto Madero, vio considerablemente reducidas sus chan-ces de consolidarse como centro expor-tador de primera magnitud, no obstante sus excelentes condiciones naturales. El hecho de hallarse tan cerca de Bue-nos Aires hacía que los barcos prefirie-ran operar en este último, opción que contaba además con el aliciente de las rebajas de tarifas aplicadas por los ferrocarriles a los envíos directos que se hacían al mismo. 49

Precisamente, a causa de las excelentes condiciones que presentaba, durante el período que se extiende desde su inauguración oficial en 1890 hasta su traspaso a jurisdicción nacional en 1904 tiene lugar el mayor volumen de operaciones, el cual habría alcanzado su punto máximo en 1896. En efecto, mientras el Puerto de La Plata perte-neció a la Provincia de Buenos Aires, los muelles se encontraban abarrotados de mercaderías, y los buques debían fondear lejos, provocando demoras y gastos. Se realizaron estudios que comprobaron que el puerto estaba ubicado en la zona menos afectada por las bajantes del estuario rioplatense, y al verificarse que el calado era de 21 pies, el Gobierno Nacional prohibió

48 Ortiz (1987): 637.

49 Scobie (1968): 138.

las operaciones de carga y descarga en rada abierta y espacios abiertos del río de la Plata, debiéndose efectuarlas en muelles y diques de la Capital Federal, y sólo las podían hacer en La Plata aquellos que no operaran en la rada porteña. Esta medida trajo como con-secuencia una marcada disminución del tráfico en el puerto platense entre 1896 y 1904. 50

Otro factor que incidió fuertemente en la merma de operaciones verifi-cada durante el período mencionado fue el cese de la jurisdicción provin-cial sobre las vías del ferrocarril que accedía al puerto de La Plata, lo que había posibilitado el otorgamiento de precios especiales para el transporte de cereales. Tras el pase de las mis-mas a jurisdicción nacional, las tarifas se establecieron en función de las dis-tancias recorridas, medida que junto con la aludida en el párrafo anterior beneficiaba claramente a los envíos dirigidos al puerto de Buenos Aires, toda vez que los empalmes se encon-traban más cerca de la Capital Federal, y los costos de transporte se reducían notablemente. Por otra parte, aunque las tarifas del puerto platense fueran inferiores a las del de Buenos Aires, el mayor costo de transporte que insumía el envío de carga al primero hizo que la mayoría de los operado-res terminara optando por derivarla a Buenos Aires. Así, pese a que por sus condiciones estructurales y operativas el puerto platense superaba a su par porteño, el conjunto de circunstancias que han sido mencionadas determinó que en la práctica quedara relegado frente a éste; salvo en ocasiones en las que una muy buena cosecha obligaba a tenerlo en cuenta ante la insuficien-cia de las terminales de Buenos Aires y de Bahía Blanca. No obstante ello, las deficiencias de calado y operati-vidad del Puerto Madero obligaron a las autoridades nacionales a activar la

50 Scarfo (1998).

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El ferrocarril provincial de Buenos Aires –un ensayo heterodoxo leído en clave política–

construcción del Puerto Nuevo, para consolidar la supremacía portuaria de Buenos Aires. 51

En opinión de algunos estudiosos, coherente con su tradición centraliza-dora, Buenos Aires no podía admitir la competencia de un puerto eficiente como lo era el de La Plata; encima tan cercano geográficamente, por lo que gravitó para dejarlo virtualmente desconectado de la red general del transporte nacional, con excepción de un ramal del F. C. del Sud. Así, la carencia de una vinculación ferroviaria y económica con la zona productora de la Provincia de Buenos Aires justifica-ría la falta de estabilidad en el régimen comercial del puerto platense en víspe-ras de la creación del F. C. Provincial, que no por casualidad fue bautizado inicialmente como "Ferrocarril del Puerto de La Plata al Meridiano V". 52

En lo que tiene que ver con la recu-peración económica de la Provincia, el proyecto ferroviario formaba parte de un esquema dentro del que cabría incluir el reflotamiento del Banco Pro-vincia -profundamente afectado por la crisis financiera de 1890-, y la solución al problema del crédito hipotecario 53 pero, si a ello se lo yuxtapone con la transferencia del puerto de La Plata a la órbita nacional y la concesión otorgada por el gobierno central al Ferrocarril Compañía General, quedaría abierto un interrogante referido a los objetivos concretos que perseguiría la política ugartista: ¿se trataba de restablecer el "status-quo" anterior a 1880, o simple-mente revitalizar circuitos económicos funcionales al desarrollo de la provin-cia aún bajo jurisdicción del gobierno nacional? Ciertamente, el puerto conti-nuaría sirviendo a la economía provin-cial –que al mismo tiempo redimía una parte considerable de su deuda exterior

51 Ibídem.

52 Ibídem.

53 Ferns (1979): 370, 371; 419-424; 476, 477.

con el producido de la transferencia, liberándose de los costos de explota-ción–, mientras que la construcción del ferrocarril atendería las demandas locales.Resulta interesante notar cuál era la lectura que de esta problemática hacían las compañías británicas, muy diferente por cierto a la del gober-nador bonaerense. En una carta al ingeniero Emilio Mitre fechada el 28 de noviembre de 1907, Mr. A. Bell, miembro del directorio londinense, se queja amargamente de la actitud asu-mida por las autoridades bonaerenses, la que a su juicio no sólo sería ilegal sino que pecaría además por ingra-titud. Señalaba este funcionario que la condición acordada con el Estado bonaerense al momento de comprarle el Ferrocarril del Oeste había sido que éste no interferiría con las tarifas a fijar por la nueva administración hasta que las líneas no redituaran a ésta el 10% sobre el capital invertido. No solamente había hecho pública su determinación a intervenir en las tarifas, sino que también había anun-ciado la construcción de líneas de su propiedad dentro de la esfera natural de influencia de las compañías britá-nicas, a las que no podría sin embargo acusar de falta de iniciativa en tal sentido, pues habiéndoles propuesto oportunamente construirlas por sí, encontraron todo tipo de obstáculos. Mr. Bell culminaba su reclamo, soli-citándole a Mitre que interpusiera su influencia en favor de los intereses de las compañías inglesas. 54

4. Un balance provisorio:

En 1907, durante la gestión del suce-sor de Ugarte, Ignacio Darío Irigoyen, fue sancionada la ley que autorizaba la construcción de la red ferroviaria en cuestión, por intermedio del grupo Bemberg, que sería financiada con títu-los de 4,5% de interés al precio mínimo

54 Museo Mitre. Archivo Ing. Emilio Mitre.

de 85%, por doce millones de pesos oro. 55

Sin embargo, la inauguración del pri-mer tramo de la obra, La Plata-Sala-dillo (209 km), recién tendría lugar en marzo de 1912. El tiempo transcurrido desde la elaboración del proyecto de la red ferroviaria provincial –febrero de 1904– hasta la habilitación de su primer tramo –marzo de 1912–, se explicaría por los obstáculos que debió sortear y que serían producto de la conjunción de factores complejos. Por un lado, el impacto ejercido por la alternancia al frente del gobierno bonaerense de distintas banderías políticas, con los consiguientes realineamientos respecto de las administraciones nacionales de turno. Por el otro, la ausencia de un pensamiento uniforme en la materia, que es dable advertir en el interior de los grupos dirigentes de la provincia.Oportunamente se ha hecho referencia a esta cuestión, sobre la que es nece-sario insistir desde el momento en que no todos los involucrados en la problemática del transporte ferrovia-rio estaban convencidos que una línea estatal fuera la mejor solución para la misma. Algunos interpretaban que con los frentes de competencia abiertos, se habían creado condiciones aceptables para los intereses agropecuarios. En cuanto al tendido de nuevas líneas que el sector pudiera demandar en función de sus necesidades de expansión, con-sideraban preferible negociar su cons-trucción con los grupos establecidos más importantes, en lugar de aventu-rarse con un ferrocarril estatal cuya implementación comprometería las finanzas de la Provincia por el término de varios años. La coyuntura favorable por la que atravesaba el sector, habría motivado un cambio en su orden de prioridades. En efecto, el aumento en los precios internacionales de los pro-ductos agropecuarios y el consiguiente alza en el valor de la tierra, había

55 PBA-RO, 1907.

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puesto en un primer plano la necesidad de extender el transporte ferroviario a amplias zonas aún no alcanzadas por el mismo, con lo que el abaratamiento de los fletes pasaba a constituir una preocupación secundaria. El hecho que las solicitudes presentadas por el Ferrocarril del Sud, el Ferrocarril del Oeste y por el Ferrocarril Central Argentino para el trazado de nuevos ramales aparecieran avaladas por estancieros y comerciantes, reflejaría la convicción existente en el seno de estos sectores que la expansión del servicio en la medida que las circunstancias lo requerían sólo era posible a través de las grandes compañías establecidas. 56 Asimismo, tras la sanción en 1907 de la Ley Nº 5315 (Ley Mitre), que en su Art.9º contemplaba la intervención del Poder Ejecutivo en las tarifas cuando el producto neto de una compañía supe-rara el 17% en promedio de los últimos tres años, siempre y cuando los gastos de la misma no hubieran excedido del 60% de las entradas, se abría la expec-tativa para los productores en el sentido que las empresas no podrían elevar sus tarifas por encima de ciertos límites razonables; al menos en teoría. 57

Conclusiones:

La Provincia de Buenos Aires asumió decididamente un rol pionero en la historia del desarrollo ferroviario en la Argentina, pudiéndose advertir de inmediato el alto grado de consenso existente entre sus autoridades guber-nativas y los actores dinámicos de la economía en cuanto a la contribución que cabía esperar del mismo dentro del contexto más amplio del desarrollo económico y social de la Nación.Esta circunstancia explicaría el inequí-voco apoyo brindado a la iniciativa privada orientada a la construcción de ferrocarriles que se dio con el Ferro-carril del Oeste, como así también que

56 Regalsky (1986): 32.

57 RA-MOP-DGFC. T.VII: 334-337.

el propio Estado provincial tomara su lugar cuando ésta se declaró incompe-tente para continuar con el emprendi-miento; todo lo cual era básicamente coherente con lo que se entendía por aquellos años como el legítimo rol del Estado en la economía.Sin embargo, el caso analizado a lo largo de este trabajo ha permitido cons-tatar la irrupción en este esquema de factores heterodoxos, si se quiere, por cuanto su incorporación tanto al dis-curso como a la práctica de los actores involucrados suponen un apartamiento de la ortodoxia económica impuesta por el liberalismo dominante por entonces.La heterodoxia a la que se hace refe-rencia sería tal porque implica la asun-ción por parte del Estado de facultades de intervención directa en la economía, ya no para suplir una eventual ausen-cia de la iniciativa privada o bien para fortalecerla debido a la insuficiencia de ésta, sino que, por el contrario, su acción aparece ahora claramente orien-tada a direccionar su comportamiento empresarial cuando no a competir con ella; motivaciones que cabría inferir de dos hechos muy concretos, como lo son que el emprendimiento se radique dentro de la zona que goza de mayor densidad ferroviaria del territorio pro-vincial y que en los considerandos de la iniciativa se mencione la regulación de tarifas.Aquí residiría la mayor singularidad de la experiencia de que se trata y también el carácter controversial que cabe atri-buirle. Pero también, el hecho de que la Provincia tendió su propia red ferro-viaria y que a menos de veinte años de haberla enajenado al capital británico, reincida en el rol de empresaria de este rubro a despecho de lo estable-cido por la doctrina vigente. Este solo hecho abriría numerosos interrogantes, comenzando por el de si la privatiza-ción de 1889 fue resultado de una con-vicción madura o fue impuesta por la coyuntura económica de crisis que se

vivía en esos años. También, habilitaría a preguntarse por los resultados que en términos del desarrollo económico y social habría arrojado dicha privatiza-ción, tanto a los ojos de las autoridades gubernativas como los de los actores sociales involucrados.Probablemente, no será posible res-ponder a estos interrogantes o efec-tuar estas valoraciones en términos lineales, puesto que una ponderación equilibrada de la realidad demanda considerar una serie de matices. Lo cierto es que tanto en el momento de desprenderse del primer ferrocarril provincial (F.C. Oeste), como en el de lanzar el segundo ferrocarril provincial (Meridiano V), las decisiones surgie-ron en medio de fuertes debates, en los que aunque algunos interlocutores se repitieron, a menudo cambiaron de postura de acuerdo a las circunstancias imperantes en el momento.Tal vez sería caer en un exceso de simplificación, afirmar que la emer-gencia de este segundo ferrocarril estatal provincial se produce pura y exclusivamente por la concurrencia de factores económicos presentes en una coyuntura determinada; ignorando la incidencia de otros no menos signifi-cativos como lo fueron los efectos de la lucha política partidaria, los factores ideológicos, las apelaciones al ima-ginario social, etc., que, se interpreta, conformarían el sustrato de la cuestión.Sin perjuicio de ello, el análisis pre-cedente daría pie a inferir que este proyecto nacía en un contexto de opi-niones divididas en el interior de los estratos dirigentes de la Provincia, lo cual habría de incidir crucialmente en su evolución y resultados.

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El ferrocarril provincial de Buenos Aires –un ensayo heterodoxo leído en clave política–

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Lic. Silvia Gabriela Vázquez

Psicopedagoga. Sec. de Extensión Universitaria. Directora de la Cátedra de Responsabilidad Social y la Diplomatura

en Educación (UdeMM). Sec. de Asuntos Académicos de la Red Latinoamericana de Prof. de la Orientación

El Compromiso Social Aplicado (CSA) como objetivo transversal en el ámbito educativo

Resumen

¿Qué aportes pueden hacer las ins-tituciones educativas para lograr la disminución de las desigualdades, el desarrollo sostenible o la cons-trucción de una sociedad pacífica e inclusiva?Quizás una de las estrategias sea fomentar en los estudiantes una auténtica apuesta al futuro que se aleje tanto de las visiones catastró-ficas como de ciertas esperas resig-nadas que suelen resultar cómplices involuntarias de aquello que se desea cambiar. Y de ese modo, convertir a cada docente en un tutor de resilien-cia que los ayude a formarse como profesionales con vocación, capaces de una visión esperanzada, vínculos interdisciplinarios respetuosos y actitudes socialmente comprometi-das, no sólo desde la intención, sino desde la acción.

Palabras clave

Compromiso Social Aplicado- RSU- Metas educativas- ODS

1. Educar en pos del logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible

A lo largo de la pasada década y media, los 8 Objetivos de Desarrollo del Milenio se han transformado en un documento de consulta imprescindible acerca del progreso mundial en cues-tiones tan urgentes como la conserva-ción de los bosques, la reducción de la pobreza, la enseñanza primaria univer-sal o la salud materno-infantil.En el año 2015, la ONU revisó dichos objetivos y aprobó una resolución que los amplía, estableciendo 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible para ser cum-plidos antes del año 2030:1. Acabar con la pobreza en todas sus

formas en todas partes.2. Acabar con el hambre, lograr la

seguridad alimentaria y una mejor nutrición y promover la agricultura sostenible.

3. Asegurar una vida sana y promo-ver el bienestar para todos en todas las edades.

4. Garantizar una educación de cali-dad y equitativa y promover las oportunidades de aprendizaje per-manente para todos.

5. Lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.

6. Asegurar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos.

7. Garantizar el acceso a una ener-gía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos.

8. Promover el crecimiento sostenido, inclusivo y económico sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos.

9. Construir infraestructura flexible, pro-mover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación.

10. Reducir la desigualdad dentro y entre los países.

11. Convertir las ciudades y los asen-tamientos humanos en inclusivos, seguros, resistentes y sostenibles.

12. Asegurar patrones de consumo y producción sostenibles.

13. Tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus impactos.

14. Conservar y utilizar de manera sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desa-rrollo sostenible.

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El Compromiso Social Aplicado (CSA) como objetivo transversal en el ámbito educativo

15. Proteger, restaurar y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, el manejo sostenible de los bosques, la lucha contra la desertificación, y detener y rever-tir la degradación de la tierra y la pérdida de biodiversidad.

16. Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y construir ins-tituciones eficaces, responsables e inclusivas en todos los niveles.

17. Fortalecer los medios de implemen-tación y revitalizar la alianza mun-dial para el desarrollo sostenible.

Como miembros de la comunidad educativa tenemos la posibilidad y la obligación moral de promover en los jóvenes el interés por el logro de cada uno de ellos, así como de orientar sus esfuerzos para que se vuelvan copartí-cipes de los avances, a pequeña escala, en su contexto más cercano.

2. ¿Qué proponen las Metas Educativas 2021?

En el año 2008, durante la XVIII Con-ferencia Iberoamericana de Educación, convocada por la OEI, comenzó a redactarse un importante documento cuya versión final se dio a conocer luego de dos años de trabajo para obte-ner consensos, bajo el título de "Metas educativas 2021: La educación que queremos para la generación de los bicentenarios".

2.1. Metas educativas 2021 (OEI, 2010)

1. Reforzar y ampliar la participa-ción de la sociedad en la acción educadora

2. Lograr la igualdad educativa y superar toda forma de discrimina-ción en la educación

3. Aumentar la oferta de educación ini-cial y potenciar su carácter educativo

4. Universalizar la educación pri-maria y la secundaria básica, y ampliar el acceso a la educación secundaria superior

5. Mejorar la calidad de la educa-ción y el currículo escolar

6. Favorecer la conexión entre la educación y el empleo a través de la educación técnico-profesional (ETP)

7. Ofrecer a todas las personas opor-tunidades de educación a lo largo de toda la vida.

8. Fortalecer la profesión docente9. Ampliar el espacio iberoameri-

cano del conocimiento y fortale-cer la investigación científica

10. Invertir más e invertir mejor11. Evaluar el funcionamiento de los

sistemas educativos y del pro-yecto "metas educativas 2021"

Para alcanzar estas 11 metas gene-rales –que incluyen 28 específicas y 39 indicadores con sus respectivos niveles de logro– es imperioso que la RSU (Responsabilidad Social Uni-versitaria) comience a formar parte de las diversas actividades que llevan a cabo las universidades.La RSU es una filosofía institucio-nal y una estrategia de gestión, que lejos de limitarse a la función de un departamento específico, incumbe a toda la comunidad educativa. Como ha afirmado Vallaeys (2006), la RSU articula las tres misiones de toda uni-versidad: docencia, investigación y extensión.Un estudiante aprende a ser social-mente responsable cuando se le ofre-cen buenas prácticas, capacitación, espacios y oportunidades para ejercitar dicha responsabilidad.

3. Responsabilidad Individual Global (RIG)... para que ningún efecto vuelva a considerarse secundario.

Para que los ODS y las Metas Educati-vas 2021 puedan ser alcanzados es pre-ciso que los futuros graduados de las distintas carreras los conozcan, estén al tanto de sus indicadores y se involucren en buenas prácticas que tomen dichos

documentos como referencia.Estas prácticas -conjunto de acciones sistemáticamente implementadas, eva-luadas y sostenidas en el tiempo- deben ser documentadas. Si demuestran ser eficaces para dar respuesta a los pro-blemas prioritarios de la comunidad, su registro servirá de patrón para recrearlas y diseñar otras iniciativas más adelante. También es útil registrar las dificultades y cómo han sido superadas en cada ins-tancia. De lo contrario, "la mayor parte del saber reflexivo e innovador acumu-lado en esas experiencias, una porción importante de sus contenidos transferi-bles y transformadores de la práctica, se pierden (...)" (Suarez y Brito, 2001)Hace falta también, que los estudiantes ejerzan su responsabilidad a nivel perso-nal, teniendo en cuenta el impacto que cada una de sus obras puede generar en su ambiente mediato e inmediato (RIG).El concepto de Responsabilidad Indivi-dual Global (Basualdo, 2010) no atenta contra el establecimiento de redes soli-darias ni fomenta el individualismo, todo lo contrario. Sugiere que el com-promiso social comienza por una labor individual activa en la toma de decisio-nes responsables basadas en un respeto genuino a los derechos humanos.Dado que los DDHH son universales, los derechos de quienes padecen situa-ciones de desigualdad y los de quienes permiten que ello ocurra son los mis-mos. No tendremos manera de llegar a una sociedad justa si lo olvidamos.Si –como ha expresado Bauman (2011)– la desigualdad es un daño colateral, no deberíamos aceptar ese daño con resignación sino hacer algo para evitarlo o, al menos, compensarlo.Dejar de creer en la desigualdad como un precio a pagar por el desarrollo y reunirnos, como miembros de una única gran familia -la especie humana- en Proyectos de Aprendizaje-Servicio, son pasos esenciales en dicha tarea.

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4. ¿Quiénes aprenden a partir de un Proyecto de Aprendizaje-Servicio?

La respuesta es: Todos

4.1. Los destinatarios o socios comunitarios

La comunidad a la que va dirigido el programa aprende a:• Lucharporunasociedadinclusiva.• Aceptar,generaryvalorareldiálogo

intercultural, interreligioso, interdis-ciplinario e inter-generacional.

• Ensayar maneras no estereotipadasde resolver sus problemas, probando respuestas diversas a partir del inter-cambio con otros.

• Descubrir que sus aportes resultanvaliosos tanto para los estudiantes que participan de la experiencia como para la sociedad en general.

• Ycomprendenquetienenderechoasostener en el tiempo el bienestar o la alegría de sentirse tenidos en cuenta.

4.2. Los estudiantes

Más allá de los contenidos curriculares involucrados, aprenden desde cómo detectar y atender solidariamente a una demanda social, hasta cómo conseguir fondos o recurrir a distintas disciplinas para decidir la mejor manera de imple-mentar una acción.• Experimentanlapuestaenjuegode

su compromiso en los temas con mayor impacto en la sociedad.

• Seejercitanenaplicar la teoríaa lapráctica y teorizar sobre la realidad, para contrastar luego las hipótesis en el campo, alimentando el círculo virtuoso del aprendizaje.

• Desarrollanestrategiasmeta-cogniti-vas de aprendizaje.

• Compruebanquetodosnecesitamosde otros y de la propia convicción para realizar lo que nos proponemos.

• Entienden la importancia de tenderpuentes y de "enfatizar el compartir, más que el dar" (Tapia, 2001:19)

• Perciben que si el único modo de

afrontar las dificultades es ir tratando de resolver emergencias a medida que surgen, no se hace más que hilva-nar desprolijos parches transitorios.

• Comprenden que, en cambio, cen-trándose en las cuestiones priorita-rias, es posible planificar respuestas que resulten eficientes y eficaces a largo plazo.

4.3. Los docentes

Los educadores que impulsan Proyec-tos de A-S como estrategia de ense-ñanza, aprenden a:• Crear condiciones para que aquello

que se sueña sobre un papel, suceda.• Evaluarprocesosmásqueresultados.• Construirandamiosydesarmarlosa

tiempo.• Escuchar más, a escucharse y

a hacerse escuchar. Aprendiza-jes esenciales también para su empoderamiento.

Confirman que toda enseñanza está signada por pasos graduales y que su rol requiere de paciencia, por eso se animan a caminar a la par de sus alum-nos, respetando los diferentes ritmos, para avanzar juntos.

5. Aprendizaje-Servicio (A-S) y Compromiso Social Aplicado (CSA)

Los proyectos de Aprendizaje-Servicio se proponen, por definición, dar res-puesta a necesidades comunitarias detectadas, sin dejar de lado sus obje-tivos educacionales. Cuando suman además la pasión personal de aquellos que lo ejecutan, estamos ante el verda-dero CSA.El objetivo último de la noción de Compromiso Social Aplicado que proponemos desde la Cátedra de RSU (UdeMM), es que cada estudiante encuentre un nicho en el que pueda ser útil a la sociedad y se atreva a poner en juego su propia vocación de servicio. De esta manera es factible prevenir, en gran parte, el fracaso de ciertas accio-nes solidarias que a pesar de haber sido

concebidas y declaradas con sincero entusiasmo, no logran la continuidad deseada.Esta clase específica de compromiso consiste en articular problemáticas sociales que necesitan soluciones urgentes con las fortalezas vocaciona-les de quienes aportarán su esfuerzo para intentar resolverlas. Supone corresponsabilidad, empoderamiento, resiliencia e integración social. Dado que aprender a comprometerse tras-ciende un sector específico del saber, el CSA es –o debería ser– un objetivo transversal en los planes de estudio de todas las carreras universitarias y terciarias.Para que un proyecto de A-S resulte fructífero es fundamental que los res-ponsables de ponerlo en marcha estén preparados para tolerar las dificultades, avanzando a pesar de las mismas. Y, sobre todo que no se desanimen si no consiguen modificar la realidad tanto como desean. Luego de cada intento, algo en ellos mismos habrá cambiado para siempre...

6. Esperar, desesperar, construir...

Una vez desterrado el escepticismo y vencida la desesperación frente a los impedimentos que dificultan el logro de un objetivo, resta aún un abanico infinito de maneras de "darle tiempo al tiempo".Existen tantos modos de esperar como personas que esperan. Hay quienes aguardan con desconfianza, soberbia, ilusión, incertidumbre, alegría, indife-rencia o miedo frente al vértigo amena-zante de lo imprevisto.• Talvezlaclaveestéencruzarlagran

distancia entre dos estilos opuestos en el arte de la espera:

• Enunextremode la líneadescansala espera pasiva 1, resignada. La que

1 Existe una noción de “espera pasiva”, connotada positivamente, como dejar fluir. Desde ese punto de vista se la

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El Compromiso Social Aplicado (CSA) como objetivo transversal en el ámbito educativo

aguarda a que las cosas ocurran, con una actitud negligente y solitaria que, en el peor de los casos, nos trans-forma en cómplices involuntarios de aquello mismo que nos molesta o lastima. O nos hace sentir impoten-tes, nos enoja, nos frustra.

• Enelotro,elanhelo activo que nos lleva a salir de nuestra zona de con-fort y de lamento, para tomar peque-ñas decisiones tendientes al cambio deseado. Nos mueve a aceptar la incertidumbre de no saber qué ocu-rrirá y el desafío de salir al encuentro de aquello que buscamos.

Entre una y otra orilla encontramos múltiples intentos fallidos de activar las esperas.Algunos, sospechando que su contribu-ción podría ser insuficiente, optan por confiar en que los problemas habrán de resolverse, tarde o temprano, indepen-dientemente de su acción. Otros, pre-fieren sembrar lo que quieren cosechar, haciendo todo lo que está a su alcance para que lo ansiado acontezca.Habrá que comenzar, entonces, a cons-truir, aunque sabiendo que quienes verán los resultados no seremos noso-tros, sino las próximas generaciones. Para conquistar el desarrollo sostenible es indispensable poner en práctica la solidaridad intergeneracional a la que hace referencia la encíclica Lau-dato SI.

considera como condición para el surgimiento de ideas creativas. En el presente texto, en cambio, se toma dicha expresión en un sentido menos saludable que consiste en: permanecer quieto, confiando en que la solución llegará, actuemos o no, y en que hacerlo no aceleraría dicho proceso.

Educar a quienes pueden cambiar el mundo

"La educación no cambia al mundo, cambia a las personas que van a cambiar al mundo"

(Paulo Freire)En los primeros párrafos del presente artículo nos preguntábamos qué aporte podían hacer las instituciones educa-tivas para fomentar el compromiso de sus estudiantes en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y de las Metas Educativas 2021.A lo largo de estas líneas hemos hecho hincapié en la necesidad de acom-pañar a los futuros graduados en el diseño e implementación de proyectos en los que, integrando aprendizaje con servicio, orientaran su compro-miso de acuerdo a sus aspiraciones vocacionales.Este camino exige tolerancia a la frus-tración, capacidad de espera, apertura y acción.Quizá para que la igualdad deje de ser una utopía y se vuelva alcanzable, no se necesiten inversiones millonarias sino equipos de trabajo proactivos que amalgamen buenas intenciones con conocimientos, responsabilidad indivi-dual y perseverancia.Llegará el día en que los docentes ten-gamos la fortuna de comprobar cómo cada estudiante se gradúa habiendo decidido en qué proyecto solidario comprometerse, desde su vocación, con su entorno (Compromiso Social Aplicado).Ese día, estaremos mucho más cerca de lograr la equidad global que per-siguen tanto los ODS como las Metas Educativas 2021...

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Normas para la presentación de trabajos

Normas para la presentación de trabajos

1. Objetivos

1.1. El objetivo de la revista Atenea, es la difusión de trabajos e investigacio-nes de carácter académico y científico relacionados con las diferentes temá-ticas de las Facultades de la UdeMM, realizadas tanto por profesionales y docentes de la Universidad como así también por otros profesionales cuyos escritos resulten de interés a juicio del Comité Consultivo.1.2. La revista Atenea buscará preser-var y garantizar la calidad académica y editorial, tanto en su presentación como en su contenido. A tal fin, la Universidad de la Marina Mercante invitará a sus docentes, alumnos y graduados a volcar en ella los frutos de sus reflexiones y debates académicos, doctrinales, científicos y éticos.1.3. También se invitará a prestigiosos doctrinarios y docentes, para que con su aporte enriquezcan el contenido de la revista, al tiempo que extiendan los lazos de amistad con otras Uni-versidades, instituciones, revistas y bibliotecas.1.4. En sus páginas se dará cabida y prioridad a aquellos trabajos que a jui-cio del Comité Consultivo resulten de

interés y cumplan con requisitos míni-mos de rigurosidad profesional, y que permitan alcanzar el cumplimiento de los objetivos de la publicación.

2. Sistema de referato

2.1. A fin de garantizar la calidad de la revista Atenea, se implementará un sistema de Referato, con las siguientes características:2.1.1. Cada trabajo presentado será sometido a la consideración de los miembros del Comité Consultivo correspondiente. El mismo estará com-puesto por miembros de cada Facultad de la UdeMM y personalidades acadé-micas de reconocido prestigio que no sean docentes de la UdeMM, elegidos anualmente por el Consejo Superior Académico de la Universidad de la Marina Mercante.2.1.2. Los miembros del Comité Con-sultivo deberán remitir sus considera-ciones al Director de la Revista, expi-diéndose de la siguiente manera:• Identificación del trabajo (título y

autor).• Consideraciones generales sobre

calidad, originalidad, importancia y actualidad del trabajo.

• Dictamen,porelcualdeberánexpe-

dirse en alguna de las siguientes

formas: a) Se recomienda su publi-

cación; b) Se sugieren cambios o

mejoras; c) Se recomienda su no

publicación.

2.1.3. Si la cantidad de recomenda-

ciones favorables a la publicación del

trabajo fuera de la mitad o más de las

opiniones recibidas, el trabajo podrá

ser publicado con la única limitación

del tamaño de la revista. A tal efecto,

se tendrá en cuenta el principio de la

prioridad temporal de los trabajos pre-

sentados y aprobados.

2.1.4. De las recomendaciones de

cambios o mejoras, sin indicación del

opinante que las sugirió, se correrá

traslado al autor, para que formule su

descargo o realice las modificaciones

sugeridas. Una vez cumplidas, volverá

a remitirse el trabajo a todos los opi-

nantes, con indicación de la sugerencia

emitida y del descargo o cambios rea-

lizados. Cumplido, sólo corresponderá

expedirse sobre su publicación o no.

ATENEA - UdeMM

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3. Especificaciones técnicas para la presentación de trabajos

3.1. Los trabajos en versión impresa (original y 2 copias), deberán ser re-mitidos al Director de la revista, junto con un disquete, el que deberá estar diagramado para su reproducción directa en la versión final impresa.3.2. Su extensión no deberá ser inferior a 10 (diez) páginas (sin considerar los gráficos e ilustraciones), ni superior a 20 (veinte) páginas con interlineado simple, pudiendo aceptarse a criterio del Comité Consultivo una extensión diferente.3.3. Las características del trabajo impreso y del contenido del disquete deberán ser las siguientes:3.3.1. La presentación corresponderá a un formato adecuado para hojas tamaño A4 (21,0 cm x 29.7 cm), escri-tas con un espaciado simple.3.3.2. El formato y tamaño de letra será Times New Roman, tamaño 12, con citas y notas al pie en cuerpo 10, sugiriéndose el procesador de texto Microsoft Word.3.3.3. Deberán conservarse los si-guientes márgenes: superior e inferior, 2,5 cm; derecho e izquierdo, 3 cm. Asi-mismo, se deberá emplear la alineación justificada en el texto.3.3.4. La página inicial se reservará para indicar:

• Títulodeltrabajo(ennegrita),cen-trado y en letras mayúsculas;

• Subtítulo,silohubiere,ennegritayletra minúscula;

• Nombreyapellidodel(delos)autor(es);

• Nombre, dirección postal y correoelectrónico de el/los autor(es), y la(s) institución(es) a la(s) que pertenece(n).

3.3.5. El trabajo será precedido por un resumen (abstract) de 50 a 100 palabras en fuente cursiva (itálica), en donde se delinearán los aspectos más sobresalientes, que permitan tener una comprensión general del contenido del artículo.3.3.6. Los títulos y subtítulos en la parte interior del trabajo deberán pre-sentarse en negrita y ser precedidos por un esquema numerado, por ejemplo:1.1.1.1.1.1.2.2.1.2.1.1.3.3.7. Las citas y referencias bibliográ-ficas se consignarán en el texto, según el siguiente orden y formato:APELLIDO, Nombre; Título de la obra. Número de edición; página. Edi-torial. Ciudad. Año.3.3.8. Las tablas se incluirán en la ubicación deseada de acuerdo al texto, numeradas consecutivamente y acom-pañadas con un título explicativo en el

encabezado y, de corresponder, leyenda explicativa al pie.3.3.9. Las figuras, gráficos y fotografías deberán ser adecuadas para su repro-ducción directa, no admitiéndose figu-ras o fotografías escaneadas o bajadas de Internet, permitiéndose solamente la presentación de originales. En el texto del trabajo se indicará la ubicación de cada una de las figuras.3.3.10. Las fotografías digitalizadas deberán entregarse en archivos separa-dos del archivo en donde se incluye el texto del trabajo.

4. Recomendaciones de estilo

• Se recomienda evitar el exceso denegritas o comillas en el cuerpo del texto.

• Se debe preferir el uso de cursiva(itálica) para textos en otro idioma.

• Lascitasdeotrosautoresodeotrostextos deben ir en letra cursiva (itálica).

• Sedebenpreferirlasnotasalpiedepágina por sobre las notas al final del trabajo.

• Sedebepreferirelusodelalenguacastellana en aquellas expresiones que tienen un vocablo propio.

• Los textos en otro idioma debenestar traducidos inmediatamente, o al pie de página.

Se terminó de imprimir en el mes de Noviembre de 2015en los talleres de Gráfica Sur Editora SRL.

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