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HISTORIA VERDADERA

DEL FALSO , Y PERVERSO PROFETA

MAHOMA, SACADA DE S. EULOGIO, JUAN SAGREDO,

Fray Jayme Bleda , y otros.

SU AUTOR DON HILARIO SANTOS ALONSO.

CON LAS LICENCIAS NECESSARIAS.

En Murcia en la Imprcnta,y Librería de Francifco Bcncdito, vive en la Platería , donde le hallará cfta, y otras diíeraitcs.

Año de 177^.

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RESUMEN DE LA HISTORÍ ORIGB^, Y Js'JCIMIENTO DE MJIÍOM. hilas que escriben sobre el. Métese MnliomaaSalte>. so, es vendido a un Mercader. Muerto l'Jie, se casa J aumenta el caudal. ¡Juntase con un Herege, con qm^ Mo fara fundar su nueva ley. Fingimiento de sus revelací clplos de su predicación. Engaña a los Sudios^ y le tienen / sias. Conocen sus engaños, y se apartan de hl. Medios diabólicos que tomo Malioma para hacer permanecer su lev. Forma su Al-coran. Artificios que usa Malioma par a hacer creer su ley. Medios que usa para atraher a si la gente entendida. Pretende Malioma reducir a los de Meca; mas es desechado, y ahuyentado de ella a persuasión de los iludios. Juntanselea Malioma muchos, y f^f-ma Exerclto contra los que se le resljicn. Nombra Malwma Ca­pitanes para ir contra Meca, y antes dejlruye muchos Puebles de Judíos. Es vencido de los de Meca^yrebuelve con su gente contra otros ^Pueblos de Sudlos, y cogiendo a Almedlna, se corona Rey. SiüÉa Malioma un poderoso Ezcrcito,y va contra Meca^ y la toma. Derramase Malwma por otras Ciudades, y las coge, hacien­do que todas abracen su ley. Intenta Malioma conqulflar las quatro Partes del Mundo. Sobrevlenelela enfermedad déla muerte. Re­fiérese efla, y aquella de la manera que fue. Es comido de los perros. Origen délas Romerías a Meca. Preceptos de Mahoma.

UE Mahoma natural de la Arabia Feliz , y naci­do en una Aldea, llamada Itrarip, cerca de la Ciudad de Meca. Hay diferencia éntrelos Authorcs sobre el año en que nació: peroá lo que mas se aíiente es el año de ni-el-tro Redentor quinientos y ochcnta.Su padre se llamó Ábra­la-vX su madre Emina, de Nación Judia: parecióle def-

A i pues

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4 tíijloña verdadera delfalfo , pues de muerto su padre, quefueldóLitrn. Un Judio, tío suyo , hermano de su madre grande Aftrologo , hecho juicio sobre su nacimiento , dixo , que havia de tener grande poder, y jí ierza para alcanxar Reyno, y fundar nueva ley. Murió su madre al segimdo año defpues que le parió, y su tio le crió los primeros años en los ri­tos de los Judios.

En el libro, ó Chronica de los Sarracenos, donde se trata de la generación de efíe falso Profeta, se escriben mil cosas fabiüosas, y blasfemas, en alabanza de efte mal­vado hombre. Dicen, que su madre le parió fin ningún dolor; que nació circunciso, y alegre ; que en su naci­miento cayeron todos los ídolos del mundo; que Luci­fer , arrebatado de los Aiigeles , fue echado en lo pro­fundo del mar; que el modo de su educación fue decre­tado por los vientos, por las nubes, y por las aves; que una burra con voz humana le llamó Sello de los Profetas'^ y que fiempre se vio sobre su cabeza una nube muy. obfcura, aunque el Cielo eftuviese muy sereno; que ef-tando la Luna dividida en dos partes, él las tomó en sus manos, y la unió. Otros mil dlfparates efcriben, que ver­daderamente son materia para reir.

Ya fiendo muchacho, dicen algunos, que andando con los Scenitas Sarracenos robando, fue preso, y vendido á un Mercader , llamado Abdimonc. A efte sirvió Maho-ma al principio de apacentarle los Camellos, y Alhos,-y defpues, al haver cumplido los veinte y cinco años, le dedicó a su trato, reconociendo en el Joven potencias baftantes para ello. Dio buena quenta de su incunven-cia; por lo que se le aficionó el Amo, y le hizo su Fac­

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y perverso Profeta Mahoma. ^ tor, haciéndole Adminiftrador de sus negocios ; tan­to que ya se governaba todo, segiin y como Maho-ma lo quería. Encontróse en sus viages con un Heie-ge Neftoríano, llamado Sergio , a quien se aficionó mucho, y le llevó configo. Efte malvado Herefiarca, co­nociendo que Mahoma era ingenio.so, y de buenas po­tencias , por las muchas preguntas que le hacia, comen­zó a ensenarle la Religión Chríftiana. Hizolo bautizar; pero lo impuso en todos sus errores , aunque le hizo dejar la Idolatría.

Muriósele breve el amo Abdimone, y casóse Maho­ma con su Ama Cadiga,ó Hadixa. Proliguióconel tra­to, y le aumentó mucho mas. Como era ingenioso, y el trato le hacia correr muchas tierras, procuró saber el modo de vivir délas demás Naciones, y en breve quedó inftruido en todas las leyes que avia en el mun­do: y afsi de las tres, Idolatría, Judaifma , y Chrif-tiandad, urdió látela con que delpuesengañó al mun­do. Defcontentabale á su muger Cadigaver, que muy á menudo le daban defmayos como de gota coral: mas le hizo entender á Cadiga,que aquellos accidentes eran mis terioios, porque prevenían de ser gran Profeta de Dios, el qual me embia, la decia, continuamente un Án­gel, avisándome de lo que debo hacer. Y como quiera que yo soy hombre, y que no tengo fuerzas para poder sufrir tan divino acatamiento, es necesario, quecay-ga, como me ves, amortecido por algún rato, hafta que cobro esfuerzo para levantarme. Efto mifmose lo confirmaba el perverso Herege Sergio, atefíiguandoselo Gon algunos Profetas de Dios, que al teneF alguna revela- .

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6 He!}orla verdadera dd falfo^

clon, Ó aparición de un Ángel, los fucedia lo mírmo, Gpnio 3 Daniel.

Ella S.Q lo creyó, y óz^áo. entonces le tomó éxvQ-mado amor; tanto, que havicndo muerto no poco def-pjcs, le dejó heredero de toda su hacienda. Duróle to­da su vida aquella paísion del corazón, y fatigóle mu­cho, porque íieinpre se dio defenfrenadamente al vi­no. San Eulogio dice, que no era QÜ^ enfermedad la que padecía Mahoma,íino que estaba cfpirituado, y que el Diablo se le aparecía en figura de Buy tre con pico de oro, él decía, que era el Arcángel San Gabriel, que le llegaba con las divinas revelaciones. Afsi lo creyó sumuger, y lo hizo creer á otras amigas suyas, y de ellas manó efta fábula á muchos hombres plebeyos.

Viéndose Mahoma muy acreditado con muchos del vulgo ínconftante, y por otra parte rico defpues que murió sumuger, comenzó á tenerse publicamente por Profeta de Dios. Salió á predicar una nueva ley , y doélrina , compucfta de diversas leyes , como aquel que de todas havía aprendido mucha parte. Seguíanle muchas gentes; ibanse ázíx'z&^Q el muchos, y efpecial-mente mugeres, ligeras en creer. Fuese primeramente á la Ciudad de Meca, donde nohavíendoledado crédito la quiso combatir por medio de la hypocresia. Fuese á morirá una cueva, llamada Gathera, puefta en una grande montaña, donde hizo vida solitaria por algún tiempo, viniendo de quando en quandoá verá los de su casa, á los quales fingía que cada dia tenia revela­ciones que Dios le enviaba con su >* unció S. Gabriel,

í í a viendo, pues, heclio creer á sus deudos, y á otros mucho*

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y perverfó Profeta M¿ihoma. 7 muchos sus patrañas, comenzaban ya á oírle secretamen­te , poique e-i publico no se atrevían, por temor de los Idólatras. Empezó con efto á tomar mayor audacia en su negocio, y derramarse por los campos donde ha­bitaban gentes idiotas, é ignorantes , como Paftores, Salteadores, Vandoleros, y otras gentes fáciles de enga­ñar. A los Salteadores los enviaba á los montes, bofques y valles solitarios, para que robasen a los Mercaderes, y al que se resiftiese le matasen. A otros deftinaba á otros negocios: y en fin, vino la cosa á tal eftremo, que era ya mucha la gente que se le havia juntado, ya áefpaldas de ella usaba ya de su poder; y íi acaso al­guno se dcfmandaba en afear, ó poner lengua en su doétrina, le caftigaba con crudeliílmos tormentos.

A la fama que iba cobrando, dice Paulo Diácono, y Cedreno, que se le juntaron infinitos Judíos que le hof-" pedaban en sus casas, y recibían en sus Synagogas con grande alegría , teniéndole por su Mesías. Moviéron­se los Judíos a seguirle, por ver, que aprobaba la cíf-cunciíion, y que predicaba entre los Alárabes, qué havia íido juntamente deftruido Cofroes, Rey de Per^ íia, y su caita, porque adorábanlos ídolos; y que las? Leyes de los Chriftiauos, y de los Judíos eftaban llenas, y contaminadas de muchos errores, y que entre ellos.-havia SeAas del todo contrarias, y repugnantes, por lo qual luego se havian de acabar. Demás de efto, veían que se vendía por Interprete de la Voluntad Divina, y Autor único de la verdadera Religión, y Promulga-dor de ella. Mas quando vieron los Judíos, que CO Í mía carne de Camellos, y otras vedadas en su ley, se

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8 mu o ría verdadera del falfo^ fueron apartando de él poco á poco, por no perder su aniiftad, y la ocaíion que tenían de indignarle contra los Chfiftianos; y afiel ha ver hecho Mahoma tintos eftra-gos co los Chrirtianos,todo provino de los niilnios Jiidios.

Para eftablecer su Sefta tomó tres medios. El prime­ro fue por embelecos, ficciones, y engaños. El segundo por la libertad de conciencia, efpecialmente en quanto á los vicios de la carne. Y el tercero fue con el terror de las armas. Ademas de eíto, puso quatro muros para que no se la pudiesen combatir, nicontraftar. Primeramente mandó, que mueran todos los que refiftiesen á su Al­corán , y todos los que dixeren, ó predicaren contra su Seda, fin oirles, ni darles lugar á defensa, ni revif-ta. Puso rigurosa ley, que de sus embelecos, y engaños no se difputecon hombres de otraSeéla. De la mifma manera mandó, que a nadie den crédito en cosa algu-' na, fino fuere Mahometaoo. Y finalmente, que se apar­ten totalmente de todas las personas de diferente profe-fion, y digan: Guarda tu tu Le), que yo guardaré la mía. Tuno dar (1$ quenl.aa Dios de lo que jo hago, nljodelo que tu haces. Y afi cerradas todas las puertas para reducir a ef-tos infelices, permanecen en su porfidia, y tienen cerra­dos los oídos a la Palabra de Dios, y a la Fe: porque cómo creerán fin Predicador?

Y porque sussequaces, conversando entre Chriftia-nos, no defmayasen viendo el refplandor de la Iglefia Catholica, y de los milagros que á veces son tan paten­tes , que aunque los hombres cierren los ojos, y no vean mas que un topo, los ha de ver, y tocar con las manos, les enseñó un defatinado error, diciendo, que cada uno

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y perverfo Profita Mahoma. 9 puede salvarse en su Ley, el Chnftiano, Judio, y Mo^ ro;y que puede haver Chriftianos Stos. que obren mila­gros ; pero que eftos, mirnios íi se hiciesen Moros, se­rian mejores, y que por eso no es licito al Sarraceno, ó Moro dejar su Se(íta,y pasar á otra.De aqui nace la gran­de dificultad que hay en la converfion de efta endemo­niada canalla, que apenas ninguno se convierte de ve­ras ; y aunque m ichos dan á entender q le son Chrif­tianos , por la mayor parte es ficción por efta licencia que les da su torpe ley, con que se hacen incapaces de reducirse a la verdadera.

Compuso,pues, el perverso Mahoma su profano Al­corán de las opiniones de los Filosofos,dc los Gentiles, Ju­díos Arríanos, Sabslianos, Manichéos, y Epicuros, de todas las abominables Sedlas que en aquel tiempo havia, para dar gufto á todos. Formó un grande caos de horri-bles,y monftruososerrores,fabulas,blasfemias, y dcfati-nos;y declaró, y aun eftableció por ley, que aquel su pro­fano Anti-Evangelio,como bajado del CicIo,sc dcbia te­ner en mas que todos los Santos Patriarcas, y Profetas. O blasfemia infame,nacida de boca tan sucia,ydiabolica!

Para que juzgasen, que el Cielo autorizaba su veni­da al mundo, como qjando envió Dios á Moyses con­vocó el Pueblo un dia en un lugar, donde, según él decia , havia de recibir la Lsy de Dios con señales y prodigios. Ha viendo, pues, juntado la gente, pusose él á predicar , y eílando en el mayor fervor de su malva­do Sermón, una paloma que tenia prevenida en aquellas cercanías, muy enseñada, y avezada á vcniisele a la oreja, voló en presencia de-todos., y se puso encima dp

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I o Hlfloña verdadera del falfo^ SU hombro, y arrimando el pico ásii oreja , comenzó á comer unos granos que tenia alli, con que aquel anima-lito eftaba enseñado de antemano, j muchas veces: por lo qual se persuadieron todos los circundantes, que arri-mandóse afi a sus oidos,le infpiraba las palabras de la Leí.

Hizo también otros artificios diabólicos. Difpufq, que a viíla de todo» viniese un Toro, llamándole él, y tomó de su mano la comida, como él le avia avezado, y enseñado, y al mifmo tiempo traia en las bailas los preceptos de la Ley nueva, embiada del Cielo, como el dcciá; pero a la verdad, él mifmo le havia atado el libro-.Fiiera de efto hizo cabar en tierra en su presencia, como .movido a hacerlo por divina revelación, y hallaron unas ,jarras.llenasdeleche,y miel, las quales enseñó al Pueblo en señal de la abundancia de que havian de gozar,obede-

.ciendo á sus jnandamientos, haviendolas él pueíloalU

. con tiempo secretamente para eftff caso. De cfta manera engañó á todos los presentes, y fue recibida suliialdita Seíta, y él aclamado con mucho aplauso por Profeta de Dios. Exhortóles a que guardasen con mucha pun­tualidad una Ley confirmada con tales artificios, y eíle solo medio bailó para que el ignorante vulgo, amigo de novedades, la recibiese, y le figuiese en todo.

Al principio no le creyeron hombres sabios, ni exer-citados en cosas divinas, y human as, fino la gente del campo, beftial,que vivianenlos defiertos. Mandó con grande aftuciaá los que le seguianno leyesen Libro al­guno déla Biblia Sacra, recelándose, que por ai seria defcubierta su falsedad. Para atraer a silos hombres en-tendidos, y Ciudadanos, predicó la libertad de concien­

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y ptfvírfo Profeta Máhomd. r i cía etilos mas de los vicios, pero con efpecialidad en los de la luxuria; permitiéndoles el que se pudiesen casar haf-ta con quatro mugeres, lo que también él hizo, tomando muchas mas, diciendo, que como Profeta de Dios, no quería, que eftos eíluviesen sujetos á la IJQJ, Atajólos^ en fin, con el cebo dulce de los delcytes mundanos, per­mitiéndoles el ayuntamiento carn .1 á rienda suelta, y to­dos los regalos, y pasatiempos de la sensualidad , hafta darles la Bienaventuranza de la otra vida en deleytes car­nales , haciéndoles creer, que derpuesdeefta vida mor­tal se havian de ir con él á gozar de una vida regalada, llena de banquetes, y de fieftas,como las que aquí se u«an yaíieranmuy amigos de ellas los Moros, y por eso de­cían , que los Chriílíanos gaftan las haciendas en plcytos, los Judios en comidas, y los Moros en fieftas.

Escogió de todas las Leyes,y Religiones lo menos gra­ve , y penoso, y aquello que mas gufto daba á la flaqueza-humana, dándolas haciendasálos ricos, y poderosos, y libertad á los Pueblos, muy confiado, que c6 efto atrae­ría las gentes con mayor facilidad á su nueva, y heré­tica Seéta; laqual, quan torpe > sucia, y ridicula sea, y fuera de toda política humana, lo sabe todo el mun­do. Havia muchos hombres entendidos, que le tenian por un perdido, temerarío, y atrevido, como inclinado á qualquier mal. Mas no havia quien osase contradecirle; porque como creció en opinión, y riquezas, defpues que heredó á su primera muger, y mas defpues que casó con Ayxa, pues con eftc parentcfco, y favor de la casa dé Abubequer,suRieG;ro, con facilidad hacia matara los q ue le iban ala mano. A los de su opinión,y vaíido,

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1 fí'f/ioria verdadera del faifas,

quanto mas malos, y atrevidos eran, tanto mas los hon­raba , y favorecía. Con efto se juntaron á él muchos mas hombres valientes, y perdidos.

Refiere Rabbi Samuel, antiguo Ercritor, que Abube-quer, suegro de Mahoma, trabajó mucho por traer a su devoción a los del Pueblo de Meca. Viole tan pues­to en querer persuadir cosas tan increíble*, y que se ha­cia Profeta, y Mcnsagero de Dios, y viendo, que de ninguna suerte querían los de Meca, admitirle porque hallaban, que quanto decía, y hacía era enderezado cla­ramente a tyranizar el Sefíorio, y libertad á las Repú­blicas , trató de meterle secretametite en la Ciudad -por medio de un amigo Ciudadano rico, llamado Od-man Ben-Vafan. De efta manera entró Mahoma en Meca. Hacia, que en las noches acudiesen algunos hom­bres, y mugercillas, y les p-edicaba sus vanidades , y torpezas. Escandalizóse aquella Ciudad de la nueva doc­trina , y defpues de grandes alborotos, y debates, man­daron á Mahoma, que ño tratase mas de sus novedades.

Quienes mas atizaron para efto, fueron los Judíos, que rebolvíeron con los Regidores, y vecinos de Meca," dándolesá entender, que Mahoma de ninguna sueitc era Profeta , ni lo parecía, por moftrarse tan lujurioso, y amigo del vino, como también de novedades, patra-fias,y cosas ridiculas. No por eso defiftió Mahoma de su perversa superfticlon, porque íi unos le contradecían, otros le abrazaban. Viendo los Idólatras, y Judíos, que pasaba adelante con &u pretensión, en daíio suyo, y co­nociendo, q je eraún cmbaydor,y que encaminabaá tyranizar la tierra, recabaroii conlps MiniTtrosde Jufti-

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y perver''o Profeta Mahoma. i -) cta, que le matascn,ó le cerrasen en una cárcel perpetua. Juntóse, pues,mucha gente,y cercáronle la casa donde ei-taba con &ns compañeros: animó él á su gente, y mandó abrir las puertas, y saliendo a los que le querían prender, supo decirles tales cosas, que con efto, y con el favor de Odman, le dieron lugar á que se fuese libremente.

Salió de aquí con sus compañeros, y se fue á la Ciu­dad de Tibico en la Arabia Deíierta. Comenzó aqui a coger gente de todas partes, permaneciendo suma­mente indignado de la Ciudad de Meca, porque le huvie-sen expelido, y con efpecial salió ofendido de los Judíos, que fueron causa de su expulfion \ y afi determinó def-de entonces deílruir aquella Ciudad. Hallándose ya con bailante gente, empezó á sembrar la voz, que ha vían dé irá saquear, y deftruirá Meca, diciendo que Dios por su Ángel se lo havia mandado. A cfta fama acudieron á él muchos Alárabes, Sarracenos, Agarenos, Ismaeli-^ tas, que andaban vagavundos por aquella tierra, don­de continuamente viven de robos, y latrocinios.

Viéndose Mahoma Caudillo de tanta gente, y po­deroso, salió un día al campo, y se metiócnmedio de todos ellos, y les hizo un grande razonamiento en ala­banza de su Seda, y vituperio de los Idolatras, y Ju­díos d^ Meca, declarándoles, quan maldita gente era aquclla,y que Dios le havía mandado, que fuese á con­vertirlos , y retirarlos de sacrificar al Demonio; y que viéndoles tan endurecidos,rebeldes,y encenagados en sus .errores,se havía salido de aquella Ciudad \ mas que en ej caminohafta allí havia Diosmoftradotantos milagros^ como a todos era notorio, (de eíle camino cuentan los q

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14 fíifloria verdadera del falfo^ compiifieron los Alcoranes muchas cosas ridiculas por grandes milagros)/ le mandaba Dios, que dejando ya los Sern:ones, y medios blandos, usase con ellos el rigor de las armas. Concluyó,prometiéndoles grandes premios ef-pirituales,y temporales,íi abrazaban,y defendían su Ley.

En efto se levantó grande ruido de voces, y acla­mación de aquella gente barbara, y levantando las ef-padas defnudas, le prometieron de no tomar otra Ley, finóla que les cnsenab.i, porlaqual morirían, y la de­fenderían con las armas, y con sus haciendas, hijos, y mugeres, y á él obedecerían en todo. Mandó entonces Mahoma, que se sosegasen, y eftando atentos dixo en voz alta: Ea, pues, animosos, y fuertes Varones, que con las armas, y aminos ejlals aparejados para pelear con vuejtros ene­migos , haced como gente de valor, que yo os aseguro^ que alcan­zareis visoria, y muchas riquezas, gloria, hermosa* mugeres, tres cosas tan deseadas. Todo lo qualos lo concede Dios, median­te mi oración, en premio de vuejlra gran virtud, y valor.

Proíiüuióen su razonamiento, aun diciendolos mas; puestos aseguró, y dixo: Como de parte de Dios,y Pro­feta suyo, os prometo, que ganaremos muy famosas victorias, que tendréis seguro el Cielo los que muriereis en tan santas guer­ras, y que gozareis de tanta gloria, que los Jlaraies, muer­tos de dolencia , o de otra manera , desearían resucitar pa­ra morir en batalla contra tan pertinaces incrédulos, y al­canzar tanto triunfo. Quedó Mahoma defpues de efte ra­zonamiento hecho un León ferocifimo contra los de Meca; y en presencia de todos, nombró luego diez Capitanes, hombres fuertes, y belicosos, de quienes mas se fiaba, y mandó los obedeciesen todos, como ásu per­

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ypetverfo Profeta Mafiema. i $ sona. Eftos fueron Abubeqiier, su suegro, Cedic Oinar, Ben Atab,Odman Ben Afen, Ali Ibni Abitalep,Moavia, AliZubeir, Ali Azed, Ali Obeyd, y Abutalha el An-zari : entre eftos repartió toda aquella gente, inftru-ycndolos en lo que dcbian hacer. ' Movió luego Mahoma sus tropas contra los Judíos de

lin Pueblo, llamado Abul, y habida vidoria contra ellos , fue al año íigiiiente contra otros del Tribu de Buata: venciólos, y sugctólos también con muerte de muchos de ellos. Defpues fue contraía Ciudad de Me-: ca: hizo algunas correrías, y entradas en las tierras ve­cinas , y caminos reales. Fueron veinte y seis las coi>, rerías, en que los cogió muchos haberes, y en nueve de ellas se halló Mahoma. Defde que efta infernal béf-tia tomó las armas contra los Pueblos nombrados, em­pezaron los Alárabes á contar los años en sus inílruraen-Cos, y Efcríturas publicas, y otros qualefquier nego­cios , como de una cosa señalada, afi como nosotros los Chriftianos del Nacimiento de nueftro Redentor Jesu^ Chrifto,y los Judíos defde la Creación del Mundo. Y ^do. es el año entre la Morífma de la Egíra, que quiere decir peregrinación , que correfpondia á los años de seiscientos y trece, de nueftro Salvador , álos 44.de U edad de Mahoma, ó 45'. según Garíbay.

Viéndose, pues, Mahoma con tan buen numero de gente, quiso caminarse contra la Ciudad de Meca. No fueeílotan secreto, que no se supiese en ella con tiem­po, y de la rabia con que venia. Juntaron los de Meca sus fuerzasjsalieronle al encucntro,y venciéronle en bata-üa > y no pudiendo conseguir aquella vez su pre tensión,

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I 6" W'fíoría verdadera del. falfo^

boVióála Arabia Desierta, y en quatroaíios nod;f-hizo su ejercito, peleando con poderosos Pueblos de Ju­díos c;i nuichas cscarainilzas, íiendo unas veces venci­do, y otras vencedor. Hariendo Mahoma en todas eftas salidas agradado mucho á sus Soldados, quedaron muy animosos, y arrogantes de las vidorias. Amanecieron un día sobre la Ciudad de Almcdina, en la qual entra­ron por el rigor de las armas, y durando en continuas peleas, y efcaramuzas un Jueves, y un Viernes, con­tra las vecinos de aquella Ciudad , que los mas eran Jwdios, después de muchas muertes de ambas partes, quedó Mahoma vencedor, y Señor de Almedina, don­de efte dia Viernes fue jurado por Alcalifa suyo, que quiere decir Rey: cuyo dia guardan los Moros enca­da semana, como los Chriftianos el Domingo.

Apoderado, pues, Mahoma de la Ciudad de Al­medina , hizo cruel guerra á las Provincias de Hijez, cuya Ciudad principal, llamada Haybara,eftaba po­blada de un belicoso Pueblo de Judios,a quienes no pudo sujetar de aquella vez, aunque obtuvo otras viftorias contra otros Pueblos. Bol vio otra vez contra los Judos^ de Haybara, y llevando configo la gente de Almedina, que ya eftaba por él , los venció, y les ganó la Ciu­dad , y Fortalezas de aquella Provincia; y a los que no querían abrazar su Seda, los deftruia, y mataba. Eíla file lina de las Veinte y fíete batallas, que venció por su persona Mahoma a los Judios, defpues que salió de Me­ca , y ya entonces vino á juntar hafta doscientos mil hombres de guerra.

Cogida Haybara;, marchó Mahoma comra otro gran Pus-

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y perverso Profeta Malioma. 1 7

Pueblo de Judíos, llamado Benibedcr, cuyo Caudillo, que se decía Alinoguera, fue muerto en la batalla por mano de uno de los diez Capitanes, que diximoshavla nombrado Mahoma, llamado Ali Zubier. Eíle dice Ta-ric, que fue uno de los mas valientes Soldados, que le seguían, y mas arriefgado; y tratando de sus hazañas, dice, que eftandose bañando un día, entró acaíb Moa-via, otro Capitán de ellos, y que se tapo los ojos, por no verle: d qual le preguntó, que por qué se tapaba ? Y que Moavía le dixo: Admírame ver tu cuerpo, que pa­rece haver mudado forma humana con tantas heridas: y que entonces le refpondió Ali Zubier:No tengas ver­güenza de verme, que la mayor honra que tengo, son todas eftas heridas, que me han íido dadas tn servi­cio de Mahoma, y por defenderle.

Defpues de todo efto, cerca de los años de seiscien­tos y veinte y tres, que los Mahometanos contaron diez^,—.^ de la Egira, Mahoma juntó un poderoso Exercito, y pasando sóbrela Ciudad de Meca, huvobatalla con los Ciudadanos , que havian traído en su favor grandes Gojiipañias de gentes; y ííendo los de Mahoma, ven­cedores, niLirieron en la pelea los mas nobles Judíos, ,y pasando Mahoma á Meca, se apoderó de ella. Era Meca cabeza de todas aquellas Provincias, y la mayor, y mas rica que las otras, donde havia en aquel tiem­po gran concurso de Mercaderes, y de gente foraftera, que vivían en libertad, á manera de República. Los Ciudadanos eran Judíos. Dice Obregon, que entonces fue Mahoma jurado por Rey, y mandó con Edidlo píi-

• blico, que todos recibiesen su Seíta, de qualquier • - C Ley,

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18 JJjHoñaikrh.ísrñMfalfo^ Ley, ó Profefíon que fuesen, sopeña de la vida.

Pexando Mahoma en Meca Guarnición de Alárabes Agarenos, fue ala Ciudad de Onain, y entrándola por fuerza , la saqueó , y repartió los defpojas entre sus gentes. De allí fue sobre otra gran Ciudad , llamada Tarso, mas no le sucedió como en otras; porqueha-vieiidola tenido cercada mas de treinta dias, se huvó de retirar con pérdida de mucha gente. Dirigióse á la Arabia Defierta, y tornó á la guerra contra los Judios del Linage de Beny Habar,que havian buélto a ocupar gran­de parte de aquella tierra; y venciéndolos en batalla, hi­zo que muchos de ellos abrazasen su Seéta, deftruyen-do á los que no quiüesen hacerlo. Y íiendo avisado, como los de Meca eftaban mal con Ali Zubier, á quien haviadexado Governador, porque era hombre alóca-do,embió en su lugar á Moavia,que era de mejor govier-

. no,'mandándole, que puíiese grandiíima diligencia eri que los Judios de aquella Provincia dcxascnla Ley de Moysés, y: el Sacrificio de un ídolo q le adoraban otros íSiudadanos, y abrazasen la niieva Ley.

:. Al íiguicnte año fde Mahoma á Tibico, y mientras edificaba una suntuosa Mezquita (que hoy es tenida en mucha veneración por los de aquella Seda) embió a Sus Capitanes Abi Aced, y Abi Acíd con parte del Ejercitó contra Aliozaydi Aben Alfat,que era gran Señor en Ara­bia, y no quería tomar su Sefta : los quales, no solo le vencieron, fino que le trajeron preso. Vínose, pues, á en^obervecer tanto Mahoma con eftos sucesos, que cmb'ósusEmbaxadores al Emperador Heraclio, al Rey de Perfia, y a losdemas Prindpessus confinantes, ám>

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• 'y-penferfo Profeta Mahuma. 19 (leftandoles, que abrazasensii Sefta,6nufeví Ley;y e« las Cartas que les éfcrivia hacia ppnereon: letra» de ^\ztz:. Mahmet idrzazul Jla :,(\UQ quier.ecjecir: A " . liorna Mensagero de Dios. A ;; .- ; . ' ' "; .;.) .;, Ya todo lo mas conquiftado,,4iízo ¿Mabómiisu áfifeii-to, y ordenó su Corte en Almédina,: según algunos, j \ según otros en Meca: y no queriendo hacer masía gUer- ra por su persona, nombró quatro Capitaneis Genérale* para que fuesen a CQnquiítaf las quatro partes de la Tieí-* r ? , y les hiciesen a todt s abrazar su nueva !Ley. Hi--cieron eftos quatro demonios muchos daños, y no::a-» biUíimos, adonde llegaron, aíi a las almas como á lo# cuerpos., quitando a las gentes jsus haciendas , y,ha* cjendoles abrazar la maldita^ y endemoniada Se6ta. Y no fueron pocos los Santos Martyres que eftos maldi--tos hombres dieron al, Cielo ; pUQS llegando á tierras de Chriñianos-:,lps, querían pbligar á dexar su Santa ; i y. ,y-á;.at>rjazar Jasuya p^ftifera ^y abominable t masr"^ los, valerosos Soldados de JesurChriflo cedian sus vidas por no asentir á sus diabólicos., y falsos dogmas. .V .Cpi 1 Jos profpcifQS;sucesos referidos, vino Mahoma a ?< Htio de los podeix)sps,y nías reipetados Principes qmi su tiempo huyo^n elorbe: era niuy reverenciado délos suyos , y temido délos eftrafíOvS. Los buctlosle cono­cían por maninefto azotedeLmundo,embiado por los pe-j c?adp ,d las geiites. Siendendciidad de cinquenta y fíete ^n%r.4wÍ|aiidbse^en tanta grandeza y mageftad, temi­do conio Rey, reverenciado como l rofeta de Dios, can­sado dt^las.güQrras,; y- yiejp ¿por lujurias, se retiró á ÓQ^-^ gansafála (Tiiidadije j^iev^n^csun uiios, y otros, que

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2,0 Hijiorla verdadera del falfo^

se fue á la de Almedina. Pero lo que se tiene por mas seguro, que efcogióla Ciudad de Meca para en ella go­zar de su mucha prolperidad, por ser la mas regala­da, y Cabeza de la Arabia Feliz.

Eftando Mahoma pacifico en su Reyno en grandiíi-mas, y profperas delicias, le sobrevino una enferme­dad mortal de Epilepíía, que es gota coral, que ahora le acometió con mucha mas fuerza, y á eílo se le aña­dió dolor de coftado con el vientre muy hinchado de hy-dropesia, y defde luego eftu^o privado del juicio •, y de los sentidos, que parecía un endemoniado,fin que pudiese hablar en fíete dias, haciendo tan grandes vísa-ges, y movimientos, que manifcílaban la venganza que en él comenzaba ya a executar la Ira de Dios. Al ca­bo de los fíete dias cobró la habla, y viéndose cercano íi la muerte, llamando á sus cercanos deudos, y Ca-ipitanes, confirmó su peftilenclal, y herética doftrina, no solo ratificándose en todo lo dicho, y enseñado haf-ta entonces, mas aun afirmándoles, que al tercero día resucitaría para ir en cuerpo, y alma á gozar de Dios, y que vendrían los Angeles del Cielo para acompañar­le a la Gloría : por quanto les mandó, que efperasen todo aquel tiempo fín enterrar su cuerpo.

Bolvió á turbársele el juicio, y entonces se puso mas inquieto que antes, dando horrendas voces y alaridos como perro rabiosa; y con eftas defcompasadas voces, y horribles visages vino á morir al catorceno día de la dolencia, en que dio fin asuspefimosdias, entregando su alma al demonio, cuyo fíervo havia fído. Asi ter­minó su perversa vida el malvado, y falso Profeta Maho­

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y pei-verfo Profeta "Mahorna., 2, i ma, muy semejante á lo que en ella se havia exercitado,

San Eulogio Martyr, que floreció en el Siglo figuien-te á efte perverso Profeta, dice haver hallado en el Mo-nafterio Legerensc la vida, y muerte de Mahoma; y en quanto á lo que prometió de resucitar al tercero dia, dice haver hallado en un manufcrito de aquel Monaf-terio , como haviendole puefto guardas los tres días, no pudiendo ya eftas al tercero tolerar el mal olor que defpedia su maldito cuerpo,le dexaron, y huyeron; mas al punto, en vez de los Angeles que havia dicho ha-vian de venir, y aterrar á las guardas, vinieron baftan-tt^ perros que le comieron parte de un lado de su cuerpo; pero q acudieron algunos,lo reftante de él lo sepultaron; y para vengar efta in)uria,determinaron, y se prometieron todos los años matar muchos perros en desagravio de la ofensa que havian executado con su gran Profeta.

Defpues su Succesor Eububecer le erigió Sepulcro^ que hoy veneran todos los de su Seéta con mucha de­voción , viniendo de lexas tierras a vifitarle. Leonico en el libro tercero de las cosas de los Turcos , dice el origen de las Romerías que hacen eftos á Meca por vi-íitar el Sepulcro de Mahoma. Acoílumbraba todos los años á venir á vifitar el Sepulcro una Heroyna,ó: Sefíora principal, que veneraba á Mahoma por un Va-íon Santo, cmbiado de Dios a promulgar sus Leyes. Con ella, y a su exemplo venian muchos, y de aqiii fue tomando cuerpo la Romería, tanto, que ya son innu­merables los que acuden,prometiendose muchos favores de Dios por el obsajuio que hacen á aquel su Profeta.

Defpues tomó mas vigor; porque adornando grande-nicn-

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-J.2. Hiüor'múerdaííeradelfalfo

mente el Sepulcro de Mahoma un Diícipulo suyo, 113T mado Honiure, se ofreció á habitar alli íiempre, y ha­cer Icomo ErnVitaíiode aquel Santuario. Efte empezó a persuadir á tódo5 le viniesen á adorar, y á eftender, que t;odos bs que ténian la dicha de. haverle viíitado se hacian )u¡fto j,y of dia no pocos de la AíÍa,Libia,yEuropa pasan a vifitar el Sepulcro de Mahoma, persuadiéndose hacer ^ Dios un gráode óblequio , y que con eíla Romería qued.in p-irificados. Los que no pueden haccrla,por eftar efife anos, ó por otras causas, dan á otros cantidad de di: tieróá para q.ié hagan sus veces, y efíán en la persua- |ion de que coriíiguen ib mifmo que íi fuesen personal-? mente. El camino es afperiíimo, y tiene muchos aret nales del poblados, y ali es preciso llevar Camellos car ga.ios de todo lo necesario para el suílento , hasta agua, porque no se encuentra. No hay camino en mui chas partes señalado , porque como ló mas es arena, los vientos le ciegan ; y aíi • es preciso, que por \ coon jettiras caminen. Esta peregrinación se incluye en unc de los preceptos qiie eftos infelices tienen, que no 6% dé los que menos les dan que haceií. ; j . , ; c,.o n,fííío 2.,:So\\ los, precepto ;, de la. Mahomctaiia sujjerf^cíwa ^miPif<Ái^mon.dd 2Jtj.no'^^kcuncwm > ^Jfunoy, 0/a£hrí-^r,Lí-f, fJiC^MmyuJPeregrinachn,- La privación del vinpla im;pi4r; s.o€l «falso Profeta, como quien conocía los de(*oF¡cipne* qU)$ bpbidjo con abundancia y hayi^ade Ocuwin,, (^^p^^ ciaUllénte iG n los.Soldados, paija;q¿ i3D.jperdieseri; ej reípetO ábs Oficiales, ni olvidasen sus obligaciones eOi Ig* fiindaiiies de sus. Gei)tiíiejas , que en eso sm e>ía.#osíi T-a eircuJidfipn !ís, l,:riío,principal y pretcjidicñdo, 5 que

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. y -pervirfo Profeta Mahorna.

haga en ellos el milhio efeéto que el Baiitifm qual confideran cerradas las puertas para la lud. La oración es cinco veces al día, a la Mahoma columna de la Religión, y llave del y confifte en pofíraciones, humillaciones,' bolviendose al Oriente, y mucho mas al Medi de tienecl Sepulcro su profeta. Executanla con tai-reverencia, y profundo filencio, como humilde refpeto, que no se moverán eftando en ella, aunque se les queme" la casa , menos que el Sultán se lo mande» Atribuyen, al ineritode sus oraciones todos los desordenes de los Ghriftianos , y ruegan en ellas por la profperidad d¿ sil Monarca , por el bien del Imperio, y por la di-; viíion de los Principes Chriftianos.

El ayuno se observa principahncnte en el Ramasanr: (que es su Quarefma) no comen, ni beben fino es de noche el tiempo que dura, abfteniendose de sus vicios,-como deluso de tabaco, tan habituado en ellos v y fil alguno violase el ayuno le coílaria la vida. Frecuentan;, entonces de dia, y de noche las Mezquitas^ .fia dexar^e, ver vagabundos por las calles, refignados con aparente devoción, como retirados délas conversaciones , con aborrecimiento general á las blasfemias. En el tiempo que dura el J.lamasan eftan imprefionados de que las puertas del Qélo eftan ^abiertas para ellos, como cer­radas las del Infierno. Sigúese defpues elBairan (que es la Pafqua) cuya publicación se hace en Conftan-tínopíá con la ^Ivade'la artilleria, celebrándose tr¿¿ días con feftivas deíiionftraciones •, y suntuosos, ban.-quetes, á qi.ié-'tailibien' afifíen los Derbis , ó Rell-

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¿ 4 ITí/lora vcrda.hra ddfalfo Mahomd. gloso?, "" ftos son los que llaman los Santones , rigii-rosQ-, observadores del filencio , y de lahumíldad: andaíT deilcalzos, ceñido el cuerpo de correas de cue-ío , metiendo entre ellas piedras para mortificarse, a que aviaden hierros abrasando con que se cauterlran por penitencia. .'•• La limofna es liberal , pues gaftan con largueza

en las obras pias , como en el mantenimiento de los pobres en los Hofpltales que construyen ; y en las fabricas de las Mezquitas son generosos fin limite, aplicando por obligación todos uno por ciento de sus haciendas. Aplicanse con grande refignaciona las pe­regrinaciones de la Meca , confintiendo, que vayan en comitiva hafta clnquenta mil: para cuyo efeíto nom^ bra el Sultán un Cabo de Peregrinos, que camina con ellos por evitar algunos dctbrdenes. Este lleva un Al­corán , cubierto de tela de oro. Va sobre un Came­llo, á quien á la buclta del viage cubren de flores, y le efcusan par toda la vida del trabajo para que ef-tán deftinados eftos animales.

FIN. Relmprimafe.

Guemu.

En Murcia en la Imprenta , y Librería de Francisco BemJ'ito, vive en la calle de la Platería , donde se

hallará efta , y otras diferentes Hiftorias.

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