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""MI \ SEMANARIO LIBERAL. AÑO 1. LOS ANGELES, CAL., JULIO 20 DE 1907. . 3. EL ESTRADA CABRERA MEXICANO. La bestia negra que tiene su guarida en Ohapultepec ha dado un golp* en falso con el plagio de Manuel Sarabia :• esta vez el bandido no quedará sin castigo. La facilidad con que había co- rrompido á algunos funcionarios americanos; la presteza con que ee le entregaban los refugiados políticos por esos mismos f unció- narios, y el silencio, el misterio, las tinieblas en que todos esos crí menea habían quedado sepulta- dos, dieron alientos á la bestia inmunda, al aborto maldito que oprime nuestras nucas y nos hace desgraciados, para cometer un atentado más, un nuevo cri- men : el del plagio de Manuel Sarabia. Creyó el verdugo del pueblo mexicano que el oro que derra- mase para cometerel crimen, se- ría suficiente para sellar los la- bios. No esperaba que el pueblo de Douglas, como un solo hombre, «nir^a. oa» v «ola .voluntad, 6e re- moviera indignado pidiendo el castigo de los malhechores, entre los cuales y como principal autor esta él, Porfirio Díaz. Ocurrió á ' este tiranuelo lo que á Estrada Cabrera con el asesinato de Li- eandro Barillas: ha sido el pri- mer condenado en la conciencia públiea., Ha llegado para Porfirio Díaz la hora de la expiación. El hipó- crita que en sus periódicos deni- graba á Estrada Cabrera, será denigrado á su vez, mejor dicho, ya ha comenzado á ser denigrado, J- ya se le maldice, ya se le excecra. En su rostro aparecen ya los pri- meros escupitajos que le han lan- zado los hombres honrados de todo el mundo; en su rostro odio- so y negro por la infamia, se ven las marcas de los primeros bofe- tones con que lo han castigado los hombres virtuosos de la tie- rra. En esta nación, en Francia, ©n Inglaterra, en España, en Cuba, en todas partes lia comen- zado á ser desnudado ese chacal disfrazado de oveja, y cuando esa obra áe justicia comenzaba, la fiera, de un salto, se ha lanzado al precipicio cometiendo un nue- vo crimen, ejecutando un aten- tado más, de los más vergonzo- sos, de los más repugnantes, de los que conmuevan hasta á esos seres desgraciados que sólo se preocupan de su bienestar per- sonal, hasta los indiferentes, esos moluscos impasibles que viven felices en la concha de su estupi- dez. Estrada Cabrera asesinando á Barillas, perdió tanto como Por- firio Díaz plagiando á Manuel Sarabia. El mismo escándalo que produjo en la Kepública Mexicana el asesinato de Lisan- dro Barillas, se ha producido en esta nación con el plagio de Ma- nuel Sarabia,'y, tal ves más por- que aquí son los ciudadanos los que han protostado, los que han exigido una satisfacción pronta y completa á la justicia. Gracias á la acción popular, el Cónsul de México en Douglas, el perro de la Dictadura, Antonio Maza, fue puesto en la cárcel en compañía de los bandidos que con él fraguaron el, plagio de aóuerdo con Porfirio Díaz, autor intelectual del crimen que ha llenado de indignación al pueblo americano. En importantes oiudades de esta nación se han celebrado re- uniones de proteita contra el atentado porfírista; la prensa ha comentado el caso y condenado con energía á los autores, yjpuy pronto, cuando se verifique el jurado de Antonio Maza y de.los bandidos que cometieron el villa- no atentado, se hará pública la participación que en el crimen tuvieron -Porfirio Díaz y otros altos funcionarios de la Repú- blica Mexicana. Entonces vere- mos reproducirse las miamae negociaciones que se entablaron entre México y Guatemala con motivo del asesinato de Barillas: se pedirá la extradición del Go- bernador de Sonora, el Gral. Torres, que ha hecho el papel de José María Lima en Guatemala, y Porfirio Díaz, nuevo Estrada Cabrera, se negará á entregar á su cómplice. Veremos envueltos en el sucio proceso á Ramón Corral, quizás, también, al inútil y embrutecido lacaya Ignacio Mariscal, al esbirro Kosterlizky y á muchos de los bandidos que nos oprimen y nos cubren de vergüenza con sus atentados salvajes. Para el pueblo mexicano es una manoha de fango la que ha recibido en pleno rostro con el plagio de que fue víctima Ma- nuel Sarabia. Los ciudadanos de esta nación se preguntan ad- mirados cómo ha sido posible que un pueblo formado de hom- bres haya soportado por tanto tiempo la gavilla de ladrones que lo saquean y lo diezman. Estas gentes educadas en la li- bertad, no comprenden que haya hombres que se dejen oprimir, y sólo conciben que puedan ser eBclavos los hombres que no tengan brazos para tomar un fusil. Los oiudadanos de Douglas, enérgicamente, como hombreí libres que son, han pedido que se devuelva á Manuel Sarabia á los Estados Unidos, Vivo, si to- davía respira, ó su cadáver, si ha sido asesinado por los esbi- rros de Porfirio DÍAZ. El viejo bandolero, la hiena maldita que ensoberbecida por sus fáciles triunfos contra los luchadores liberales, se atrevió hasta invadir con sus esbirros el territorio americano para verifi- car el plagio, confiado en que Teodoro Roosevelt, el Porfirio Díaz norteamericano, cubriría el atentado de su cómplice de opresión y .disimularía el crimen nefando, se ha equivocado. En esta nación el pueblo no es el juguete de vulgares bandoleros; en esta nación el pueblo no es la bestia que se deja apalear por sus amos; el, pueblo de esta na-i el dolorido pueblo do México; el pueblo de esta naciójunó permi- tirá que el cómplio& de Díaz en la esclavitud de los mexicanos, Teodoro Roosevelt, se burle de la justicia en beneficio de su socio, de su camarada, del sombrío ti- rano en cuyo hocico hediondo agoniza la Patria desgarrada. Aquí se hará justicia, pésele a Roosevelt; aquí se hará justicia, pésele á Díaz. El tirano de la Casa Blanca se morderá los eo- dos; pero Manuel Sarabia tiene que ser devuelto á este país, por- que el pueblo lo exije, porque el pueblo lo quiere, porque el pue- blo americano no quiere ser cómplice de ese crimen cobarde fraguado en la sombra. El cachorro Antonio Maza es el primer Cónsul de Porfirio Díaz que se sienta en el ban- quillo de los acusados. A ese mal nacid'D< seguirán otros de la misma asquerosa Talea, otros Cónsules miserables á quienes el Partido Liberal exigirá respon- sabilidades y los hará morder los hierros de los presidios ame- ricanos. Ha llegado el momento de caer sobre los mastines de Porfirio Díaz y de despedazar esa jauría de esbirros que el ti- rano de México ha echado sobre los revolucionarios refugiados en este nación. Y tú, bestia envejecida en el crimen, prepárate á caer. Tu reinado de^ sangre ha llegado á •a omega. Miles de brazos espe- ran impacientes el momento de tomar el winchester y de lanzar al viento en son de reto estas palabras : ¡Tierra y Libertad! En la práctica del mal has en- vejecido. Tu vida ha sido larga como la de las serpientes, y como a do éstas, estéril para el bien. Al arrastrarte, tu vientre esca- moso ha desgarrado la justicia, y, todavía más, he desgarrado la Pafaria. Justo es que caigas, monstruo viejo, ó, mejor, que subas, porque para los monstruos de endurecido corazón, caer es ascender : ¡subirás á la horca! ¿Amas la altura? Pues bien, la obtendrás: el cadalso es una cima. Es inútil que en tu calda te agarres á ese clavo enrojecido que se llama Teodoro Roosevelt: caerás, fatalmente caerás en un mar de saliva y de lodo. Presintiendo tu caída, quieres vender la Baja California y que- rrás vender la Patria entera. ¡Mi reino, por un caballo! dijo un tirano eomo tú. Y tú gritas; tmi Patria.ipor j.a3ilia/presid,en-; cial! Quisiste convertirnos en cer- dos, pero el honor es mago: nos ha transformado en leones. ¿Llevas la cuenta de IOB que has asesinado? ¿Sabes siquiera cuántas lágrimas has hecho de- rramar? ¿No te estremece el llanto del viento en las comisu- ras de las puertas como el rumor lejano de los lamentos de tu* víctimas? ¿No sientes en tu frente de maldito el soplo de las fosas por tí abiertas? ¡Oh, ciencia injusta 1 ¿Porqué destruíste el Infierno? jEse era él lugar destinado á. Porfirio Díaz!. ... DOS INCIDENTES. En Douglas, el Sheriff y Pro- ourador del Condado se distin- guían por su adhes'ún y m afán de servir á la Dictadura de Mé- xico. Al tenerse noticia del plagio de Manuel Sarabia, el pueblo unánimente soapechó que osos dos funcionarios estaban compli- cados en el atentado, y de la misma opinión fueron varios oradores que hicieron uso de la palabra en las manifestaciones públicas que tuvieron verifica- tivo á raíz del escandaloso acon- tecimiento. En una de esas manifestacio- nes, la celebrada el martes 2 del actual, el Sheriff abordó la tri- buna y conmovido, suplicante, juró al pueblo que no era culpa- ble, que no tomó parte en el complot, que de haber sabido lo que se tramaba, el Cónsul Maza y su horda de.plagiarios,^abrían, ^ettiW^fía^'-pWrSotiré ití J caclS-"' IMPORTANTE RECOMENDACIÓN. A fin de que REVOLUCIÓN circule profusamente en México, recomendamos á nuestros sus- criptores de Estados Unidos, que después de leer este periódico y mostrarlo á los simpatizadores que no lo reciban, lo pongan bajo cubierta cerrada y lo man- den á algún amigo ó conocido, de ideas liberales, residente en nuestro país. Esta medida es muy útil para hacer que en México aumente el número de revolucionarios. Los que la adopten, prestarán un importante servicio á !a causa de la Libertad. "La Defensa de Juan Sarabia" está de venta en esta redacción. Precio: 10 centavos. Los pedi dos por correo deberán venir a- ccmpañados de una estampilla de á 2 canta vos. ver (el del Sheriff) antes de con- sumar el secuestro de Manuel Sarabia. El Procurador del Condado, tal Shelley, no juzgó pru- dente adoptar, como su cama- rada el Sheriff, una actitud de sumisión y humildad. Al con- trario, quiso ejercerla de bravo, y en presencia del Señor C. A. Overlock, presidente del Comité que se organizó para perseguir á los plagiarios, trató de burlarse de las resoluciones tomadas por ese cuerpo de honorables ciuda- danos. El Sr. Overlock no pudo contener su indignaoión de hom- bre honrado y castigó al inso- lente, abofeteándole el rostro. Shelley se dejó castigar como escolapio oogido en falta y acabó por dar mil excusas y satisfac- ciones á su irritado contrincante. Algo saludable enseñan los dos incidentes á que nos hemos referido. ¡ARMAOS, LUGHADORES! Cada rebelde debe apresurarse ú. comprar su fusil Winchester y parque 30x30 en cantidad sufi- ciente para cubrir las exigencias de una campaña activa y pro- longada. En esta época de agitación y de combate, el hombre sin arma no es un hombre completo. ,A armarse ciudadanos 1 Procúrese el próximo núme- ro; contendrá buena informa- ción.

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SEMANARIO LIBERAL.

AÑO 1. LOS ANGELES, CAL., JULIO 20 DE 1907. . 3.

EL ESTRADA CABRERA MEXICANO.La bestia negra que tiene su

guarida en Ohapultepec ha dadoun golp* en falso con el plagiode Manuel Sarabia :• esta vez elbandido no quedará sin castigo.La facilidad con que había co-rrompido á algunos funcionariosamericanos; la presteza con queee le entregaban los refugiadospolíticos por esos mismos f unció-narios, y el silencio, el misterio,las tinieblas en que todos esos crímenea habían quedado sepulta-dos, dieron alientos á la bestiainmunda, al aborto maldito queoprime nuestras nucas y noshace desgraciados, para cometerun atentado más, un nuevo cri-men : el del plagio de ManuelSarabia.

Creyó el verdugo del pueblomexicano que el oro que derra-mase para cometerel crimen, se-ría suficiente para sellar los la-bios. No esperaba que el pueblode Douglas, como un solo hombre,«nir^a. oa»v «ola .voluntad, 6e re-moviera indignado pidiendo elcastigo de los malhechores, entrelos cuales y como principal autoresta él, Porfirio Díaz. Ocurrió á

' este tiranuelo lo que á EstradaCabrera con el asesinato de Li-eandro Barillas: ha sido el pri-mer condenado en la concienciapúbliea.,

Ha llegado para Porfirio Díazla hora de la expiación. El hipó-crita que en sus periódicos deni-graba á Estrada Cabrera, serádenigrado á su vez, mejor dicho,ya ha comenzado á ser denigrado,

J- ya se le maldice, ya se le excecra.En su rostro aparecen ya los pri-meros escupitajos que le han lan-zado los hombres honrados detodo el mundo; en su rostro odio-so y negro por la infamia, se venlas marcas de los primeros bofe-tones con que lo han castigadolos hombres virtuosos de la tie-rra. En esta nación, en Francia,©n Inglaterra, en España, enCuba, en todas partes lia comen-zado á ser desnudado ese chacaldisfrazado de oveja, y cuando esaobra áe justicia comenzaba, lafiera, de un salto, se ha lanzadoal precipicio cometiendo un nue-vo crimen, ejecutando un aten-tado más, de los más vergonzo-sos, de los más repugnantes, delos que conmuevan hasta á esosseres desgraciados que sólo sepreocupan de su bienestar per-sonal, hasta los indiferentes, esosmoluscos impasibles que vivenfelices en la concha de su estupi-dez.

Estrada Cabrera asesinando á

Barillas, perdió tanto como Por-firio Díaz plagiando á ManuelSarabia. El mismo escándaloque produjo en la KepúblicaMexicana el asesinato de Lisan-dro Barillas, se ha producido enesta nación con el plagio de Ma-nuel Sarabia,'y, tal ves más por-que aquí son los ciudadanos losque han protostado, los que hanexigido una satisfacción prontay completa á la justicia.

Gracias á la acción popular, elCónsul de México en Douglas, elperro de la Dictadura, AntonioMaza, fue puesto en la cárcel encompañía de los bandidos quecon él fraguaron el, plagio deaóuerdo con Porfirio Díaz, autorintelectual del crimen que hallenado de indignación al puebloamericano.

En importantes oiudades deesta nación se han celebrado re-uniones de proteita contra elatentado porfírista; la prensa hacomentado el caso y condenadocon energía á los autores, yjpuypronto, cuando se verifique eljurado de Antonio Maza y de.losbandidos que cometieron el villa-no atentado, se hará pública laparticipación que en el crimentuvieron -Porfirio Díaz y otrosaltos funcionarios de la Repú-blica Mexicana. Entonces vere-mos reproducirse las miamaenegociaciones que se entablaronentre México y Guatemala conmotivo del asesinato de Barillas:se pedirá la extradición del Go-bernador de Sonora, el Gral.Torres, que ha hecho el papel deJosé María Lima en Guatemala,y Porfirio Díaz, nuevo EstradaCabrera, se negará á entregar ásu cómplice. Veremos envueltosen el sucio proceso á RamónCorral, quizás, también, al inútily embrutecido lacaya IgnacioMariscal, al esbirro Kosterlizkyy á muchos de los bandidos quenos oprimen y nos cubren devergüenza con sus atentadossalvajes.

Para el pueblo mexicano esuna manoha de fango la que harecibido en pleno rostro con elplagio de que fue víctima Ma-nuel Sarabia. Los ciudadanosde esta nación se preguntan ad-mirados cómo ha sido posibleque un pueblo formado de hom-bres haya soportado por tantotiempo la gavilla de ladronesque lo saquean y lo diezman.Estas gentes educadas en la li-bertad, no comprenden que hayahombres que se dejen oprimir, ysólo conciben que puedan ser

eBclavos los hombres que notengan brazos para tomar unfusil.

Los oiudadanos de Douglas,enérgicamente, como hombreílibres que son, han pedido quese devuelva á Manuel Sarabia álos Estados Unidos, Vivo, si to-davía respira, ó su cadáver, siha sido asesinado por los esbi-rros de Porfirio DÍAZ.

El viejo bandolero, la hienamaldita que ensoberbecida porsus fáciles triunfos contra losluchadores liberales, se atrevióhasta invadir con sus esbirros elterritorio americano para verifi-car el plagio, confiado en queTeodoro Roosevelt, el PorfirioDíaz norteamericano, cubriríael atentado de su cómplice deopresión y .disimularía el crimennefando, se ha equivocado. Enesta nación el pueblo no es eljuguete de vulgares bandoleros;en esta nación el pueblo no es labestia que se deja apalear porsus amos; el, pueblo de esta na-i

el dolorido pueblo do México; elpueblo de esta naciójunó permi-tirá que el cómplio& de Díaz enla esclavitud de los mexicanos,Teodoro Roosevelt, se burle de lajusticia en beneficio de su socio,de su camarada, del sombrío ti-rano en cuyo hocico hediondoagoniza la Patria desgarrada.

Aquí se hará justicia, pésele aRoosevelt; aquí se hará justicia,pésele á Díaz. El tirano de laCasa Blanca se morderá los eo-dos; pero Manuel Sarabia tieneque ser devuelto á este país, por-que el pueblo lo exije, porque elpueblo lo quiere, porque el pue-blo americano no quiere sercómplice de ese crimen cobardefraguado en la sombra.

El cachorro Antonio Maza esel primer Cónsul de PorfirioDíaz que se sienta en el ban-quillo de los acusados. A esemal nacid'D< seguirán otros de lamisma asquerosa Talea, otrosCónsules miserables á quienesel Partido Liberal exigirá respon-sabilidades y los hará morderlos hierros de los presidios ame-ricanos. Ha llegado el momentode caer sobre los mastines dePorfirio Díaz y de despedazaresa jauría de esbirros que el ti-rano de México ha echado sobrelos revolucionarios refugiados eneste nación.

Y tú, bestia envejecida en elcrimen, prepárate á caer. Tureinado de sangre ha llegado á•a omega. Miles de brazos espe-ran impacientes el momento detomar el winchester y de lanzar

al viento en son de reto estaspalabras : ¡Tierra y Libertad!

En la práctica del mal has en-vejecido. Tu vida ha sido largacomo la de las serpientes, y comoa do éstas, estéril para el bien.

Al arrastrarte, tu vientre esca-moso ha desgarrado la justicia,y, todavía más, he desgarrado laPafaria. Justo es que caigas,monstruo viejo, ó, mejor, quesubas, porque para los monstruosde endurecido corazón, caer esascender : ¡subirás á la horca!

¿Amas la altura? Pues bien,la obtendrás: el cadalso es unacima.

Es inútil que en tu calda teagarres á ese clavo enrojecidoque se llama Teodoro Roosevelt:caerás, fatalmente caerás en unmar de saliva y de lodo.

Presintiendo tu caída, quieresvender la Baja California y que-rrás vender la Patria entera.¡Mi reino, por un caballo! dijoun tirano eomo tú. Y tú gritas;tmi Patria.ipor j.a3ilia/presid,en-;cial!

Quisiste convertirnos en cer-dos, pero el honor es mago: nosha transformado en leones.

¿Llevas la cuenta de IOB quehas asesinado? ¿Sabes siquieracuántas lágrimas has hecho de-rramar? ¿No te estremece elllanto del viento en las comisu-ras de las puertas como el rumorlejano de los lamentos de tu*víctimas? ¿No sientes en tufrente de maldito el soplo de lasfosas por tí abiertas?

¡Oh, ciencia injusta1 ¿Porquédestruíste el Infierno? jEse eraél lugar destinado á. PorfirioDíaz!. . . .

DOS INCIDENTES.

En Douglas, el Sheriff y Pro-ourador del Condado se distin-guían por su adhes'ún y m afánde servir á la Dictadura de Mé-xico.

Al tenerse noticia del plagiode Manuel Sarabia, el pueblounánimente soapechó que ososdos funcionarios estaban compli-cados en el atentado, y de lamisma opinión fueron variosoradores que hicieron uso de lapalabra en las manifestacionespúblicas que tuvieron verifica-tivo á raíz del escandaloso acon-tecimiento.

En una de esas manifestacio-nes, la celebrada el martes 2 delactual, el Sheriff abordó la tri-buna y conmovido, suplicante,juró al pueblo que no era culpa-ble, que no tomó parte en elcomplot, que de haber sabido loque se tramaba, el Cónsul Mazay su horda de.plagiarios,^abrían,^ettiW^fía^'-pWrSotiré itíJ caclS-"'

IMPORTANTE RECOMENDACIÓN.

A fin de que REVOLUCIÓNcircule profusamente en México,recomendamos á nuestros sus-criptores de Estados Unidos, quedespués de leer este periódico ymostrarlo á los simpatizadoresque no lo reciban, lo ponganbajo cubierta cerrada y lo man-den á algún amigo ó conocido,de ideas liberales, residente ennuestro país.

Esta medida es muy útil parahacer que en México aumente elnúmero de revolucionarios. Losque la adopten, prestarán unimportante servicio á !a causade la Libertad.

"La Defensa de Juan Sarabia"está de venta en esta redacción.Precio: 10 centavos. Los pedidos por correo deberán venir a-ccmpañados de una estampillade á 2 canta vos.

ver (el del Sheriff) antes de con-sumar el secuestro de ManuelSarabia.

El Procurador del Condado,UÜ tal Shelley, no juzgó pru-dente adoptar, como su cama-rada el Sheriff, una actitud desumisión y humildad. Al con-trario, quiso ejercerla de bravo, yen presencia del Señor C. A.Overlock, presidente del Comitéque se organizó para perseguir álos plagiarios, trató de burlarsede las resoluciones tomadas porese cuerpo de honorables ciuda-danos. El Sr. Overlock no pudocontener su indignaoión de hom-bre honrado y castigó al inso-lente, abofeteándole el rostro.Shelley se dejó castigar comoescolapio oogido en falta y acabópor dar mil excusas y satisfac-ciones á su irritado contrincante.

Algo saludable enseñan losdos incidentes á que nos hemosreferido.

¡ARMAOS, LUGHADORES!

Cada rebelde debe apresurarseú. comprar su fusil Winchester yparque 30x30 en cantidad sufi-ciente para cubrir las exigenciasde una campaña activa y pro-longada.

En esta época de agitación yde combate, el hombre sin armano es un hombre completo.

,A armarse ciudadanos1

Procúrese el próximo núme-ro; contendrá buena informa-ción.

REVOLUCIÓN.SUIiSOlUI'TlON KATK8;

Ono yonrSix montliB

2. 001. 10

CONDICIONES:UKVOLUCIÓN HÜ publicará torio»

kw SubadoB, siendo los pronos di>suscripción los siguientes.

En los Estados UnidosUn uño $ 2. 00¥n semestre " 1. 10Nlimeros fnnlto« .05

Un lu República Mt-MiatuiUn año, moneda mexicana, $ 5. 00Un semestreNúmeros sueltos

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Todn pago debe ser precisamenteadelantado.

Háganse las remesas de dinero,en Billbtee de Banco, por giro gps-fcal ó por Express, dirigiéndolas entodo caso al Editor, 660 San Fer-nando, St. Los Angeles, Cal. U. S.A

Editor y Propietario:MODESTO DÍAZ.

TIERRA Y LIBERTAD.

De las aberraciones en que incurre el derecho de propiedad, eide las más odiosas, sin duda alguna, la que pone las tierras enposesión de unos cuantos afortunados.

Las leyes escritas sancionan laapropiación de tierras; pero comedice Montesquiu "la igualdad natural y las leyes naturales sonanteriores á la propiedad y á lcrtleyes escrita»," y, agregamos nosotros, deben prevalecer sobrelas legislaciones artificiosas q' hiforjado el egoísmo para favoreceá las castas privilegiadas, arrojando á la miseria y al abandonoá la mayoría, á la inmensa níayoría de los seres humanos.

La Naturaleza no hace distingot; no formó este globo que havaricia ha convertido en iníierno de los desheiedados, para qufuera la "cosa" de un reducidgrupo de explotadores. Formeeste globo de inagotables íjjqr.ezas, fecundo, prodigioso, magniñceute, para que nadie carecierade lo necesario, para que en éleí humanidad toda viviera feliy satisfecha. La Naturaleza eiigualitaria: leyes semejantes, precisas, invariables, rigen la viduniversal de los astros, y de 1misma manera,leyes semejantesprecisas, invariables determinarel nacimiento de todos los horabres. No hay quien sea superioá los demás: todos los hombre,nacen iguales, tienen idénticorigen y viven sujetos á las mismas leyes biológicas. ¿Porquhan de ser unos poderososotros miserables? La tierra, obrade la Naturaleza ¿porqué ha deser el feudo de los mimados de lafortuna, en vez del patrimoniode la colectividad, de la humani-dad entera?

El derecho á acaparar tierrasindividualmente, á adueñarse delo que corresponde á la colecti-vidad, es «n atentado contra lasleyes naturales que eitán muypor «neima de las leyes escritas

Habiéndose'caudillos" yGobierno de

no rigon á la sociodnd actual. |do la Patria.V ese atentado resulta más

dioso ei se observa que no es laaboriosidad ó algunu otra vir-ud, lo que determina eleuriquo-imicnto do los hombros; al con-rario, son pasiones bajas, olgoísmo, la avaricia, lu nipaci-lad, las quo generalmente con-luctn al solio do IOB proceres.

Uno de los mayores absurdosdol régimen capitalista estribaen la injusta y desproporcionadadivisión de las tierras. En Mé-xico, para no hablar do otrospaíses, esa división, tal comosubsiste hoy, es una verdaderacalamidad nacional.

El territorio mexicano está po«Reído, casi en su totalidad, porun grupo reducidísimo de terra-tenientes, quedando cortas ex-tensiones en poder de los peque-nos propietarios La masa délapoblación, el proletariado tannumeroso como hambriento, noposee ni un palmo de terreno.

Si examinamos esta cuestión,encontraremos que la violenciay la corrupción oficial han con-tribuido principalmente á despo-jar á la colectividad de las tierrasque por derecho natural le perte-necen. El Estado, el Gobierno,ha sido un aliado eficaz de losdespojadores.de los acaparadoresde tierras que en virtud de sucrimen, se convierten en gran-des, en poderosísimos Señores devidas y haciendas.

La eonquista española nos tra-jo una irrupción de soldadosaventureros, y de nobles ambi-ciosos que mediante la influenciade que gozaban cerca del tronode España ó oerca de los Virre-yes, Jes era fácil, sencillísimo,obtener títulos de propiedad so-bre terrenos rústicos ó urbanos,aunque éstos pertenecieran deantiguo á los indios. Desalojará los indígenas de sus tierras eracopa trivial y corriente en tiem-pos de la dominación española lomismo que ahora.

Así se formaron grandes pro-piedades, muchas de las que, pa-sando de generación en genera-ción, aún subsisten en poder delos descendientes de los despoja-dores primitivos.

Ya independientes, vino la in-terminable sucesión de guerrasciviles que engendraron el cau-dillaje, tan ávido de riquezascomo los dominadores ibéricos.

Cualesquier "caudillo" que seinsurreccionaba y que alcanzabaéxito en la aventura, una vez en-caramado al Poder, se llamaba ásí mismo salvador de la Patria yen premio á sus meritorios ser-vicios se adjudicaba terrenos ymás terrenos.

Sus compañeros de armastambién tenían parte en el botíny se improvisaban rancheros óhacendados.

Desde los tiempos del Presi-dente Bustamante hasta las revo-luciones de Díaz, los ' 'caudillos'que luchaban por el medro per-sonal y no por la defensa deideales, jamás perdieron la opor-tunidad de hacerse de un pedazo

Hubo "caudillos" que llegaronu poseer Estados ontoros.

En nuoatra é p o c a tonomos•juilipíos vivientes do esos vora-cos deiontadoros de tioi ras, sion-do ol principal Luía Ton tizas,amo y tíefior do Chihuahua y doparto do Sonora.

Los "caudillos" no reconocie-ron límites á su ambición: tiuntaAna fuC« duoño do haciendas in-oontablos, lo mismo quo Már-quez, Miramón y Mejía.

Santiago Vidaurri se declarópropietario de gran porción deNuevo León y Coahuila, y lomismo hizo Manuel González enTamaulipas y Guanajuato, Pa-

y distribuirlos ontro Jos pobros.Y esas tiorras y osos bienes

son inmensos. Hay tiiuehuí tío-rras ain, cultivar y favoritos dola Dictadura como Limuntour,Terrazas, Corral, Torrea, Cardo-nas, Molina, Royes, Donosa ymuchos mas, han formado for-tunas colosales y son dueños dograndes extensiones de torrono.

El Partido Liberal no doíiondoprincipios de relumbrón: luchapor las libertados políticas y porla omancipación oconómion delpueblo. Quiere para los oprimi-dos reformas positivas, reformasprácticas. Al mismo tiempo quepor la conquista de los derechoscívicos, se preocupa porque el

ohooo en Tamaulipas y cien uia9 j trabajador obtenga mejores sala-cuyos nombres callamos.

apoderadolos favoritos

o sdel

todas las tierrasapetecibles, siendo ya difícil en-contrar aunque sea un sobrantequé denunciar, los hombres ddinero y de influencia que quie-ren engrandecer su feudo, enta-blan por cualquier pretexto plei-tos coa los propietarios pequeñosé indefectiblemente triunfan ennuestros corrompidos Tribuna-les.

Así, los terratenientes van ab-sorviendo rápidamente el terri-torio nacional, que, puede asegu-rarse, está en manos de unoscuantos.

Pero tales propiedades sonperfectamente ilegítimas y elpueblo tiene pleho derecho áapropiárselas y destribuirlas deuna manera equitativa.

Esta solución justa y radicaldel problema agrario no es denuestros días, es de un porvenirtodavía remoto, bien lo sabemos.Estamos aún distantes de la épo-ca en que la colectividad tomeposesión de las tierras y se eviteasí que por medio de ellas, seexplote al trabajador que las cul-tiva y que ve con cólera y deses-peración, que los productos pa-san á los cofres de los propieta-rios holgazanes é insolentes.

Estamos muy lejos de abolir laexplotación del hombre por elhombre; pero nuestro deber esavanzar hacia ese fin noble yfulgente., No podemos instituir nuestra

sociedad sobre la base de laigualdad económica porque nosfal ta educación; no podemosenarbolar como reg\a de con-ducta la sentencia de Proudhon:"la propiedad es el robo;" perosí podemos contribuir al mejora-miento del proletariado y á po-nerlo en aptitud de que mástarde destruya al monstruo dela explotación y se emancipe porcompleto.

No suena aún la hora de quela colectividad entre en posesiónde bodas las tierras; pero sí sepuede hacer en México lo queofrece el Programa del Partido

ríos y pueda hacerse de tierras.Por eso nuestro Programa es

de verdadera redención; por esonuestro grito de combato será;

jJIERRA Y LIBERTAD!

l A VISITA DE \

Liberal: tomar las tierras quehan dejado sin cultivo los gran-des propietarios, confiscar losbienes de los funcionarios enri-quecidos bajo la actual Dictadura

Después de grandes esfuerzos,de reiteradas invitaciones y ser-viles ruegos, la diplomacia de JaDictadura, la sueia diplomaciaque "tiene de representante enWashington al rapaz norte-ame-ricano Enrique C. Cree!, ha lo-grado que Root, Secretario deRelaciones Exteriores en el Ga-binete de Teodoro Roosevelt, secomprometa á hacer una visita áMéxico.

Porfirio Día-z que se preocupahasta habatirse, que se afligehondamente al observar que laopinión pública en Estados Unidos le es adversa, no quiere acep-tar como irremediable su des-prestigio y recurre á cuantos me-dios están á su alcance — ridí-culos unos, tontos los otros —para vindicarse de las acusacio-nes que se le hacen, para limpiarlas manchas imborrables de suexistencia de malvado y hacercreer al pueblo americano queMéxico es un país de ciudadanoslibres, - próspero; feliz "y "regido.por un Gobierno paternal, sabiíy fuerte.

Consecuente con sus propósitos, el tirano se vale de sus consulillos para que le compren encomios en ciertas hojas venale;que deshonran á la prensa deeste país, y lleva su.afán de defenderse de cargos que llama injustos, hasta el extremo de domeñar su orgullo y solicita? humildemente entrevistas con los corresponsales de periódicos americanos que visitan á Méxicoponiéndose muchas veces enridículo, como le sucedió hacepoco, cuando debido á la intervención del Embajador Thompson, pudo hablar con el representante del "New YorkHerald.

La visita de Root á la capitade nuestra República, es otrpunto del programa que se hpropuesto desarrollar PorfiriDíaz, con el ánimo de amengua:la horrible impresión que suscrueldades han causado en 1

oncionoiado ostopuobl nUi0*uo Root vuya it M6xiflftu

nbringarlo allá do adulnoMÍ*para hacerlo vor dosdo las osfo-as oficiales, ospojiainoa de bion-istar, dondo salo hay on roaliduduadros do miseria y dosespora-ii(5u. Quioro quo Root vuelva

los Estados Unidos encantadaagradooido do la regia rocop-

:ión de quo va á hacer objeto yuonto maravillas dol hombro

quo lo agasajó y lo rodoó do.tenciones y honores.

Afortunadamente, no es la pa-labra de Root lo que, como pormcanto, pueda dar prestigio iun nombre maldecido. Root, ásu vez, necesita que la presti-gien. La alta posición que ocupano la debe al cariño de sus con-iudadanos; sino á la voluntad

de Roosevelt que lo nombro" Se-¡retario de Estado. Root no goza

de popularidad, ni merece con-fianza ni es querido del puebloamericano. 'Al contrario, es ge-neralmente repudiado y conside-rado como un explotador d# lapolítica. Siempre ha estado alservicio de los potentados,:de lasjorporaciones monopolizadorascuyos intereses pugnan abierta-mente con los altos, con los ver-daderos intereses nacionales.Esto lo sabe muy bien el puebloamericano y por eso se muestradesafecto á Root, lo mismo que átodos los d e f e n s o r e s de los

Trusts."'

¿Un hombre como Root podráarrancar del pueblo 'americanola convicción que tiene de queDíaz es un bandolero y un tiranoexcecrable? ¿No será lógico que¡se mismo pueblo que tantas

pruebas ha recibido de la false-dad de Root, suponga que cuan-do éste.encomie á Díaz que obrapor los mismos móviles que loguían á defender los monopolios;esto es, por interés, por venali-dad?

Nos tiene sin cuidado lo queel abogado de los g r a n d e s"Trusts" pueda decir al regreso-de su visita á México.

El pueblo americano no va-riará de opinión, seguirá cre-yendo que la caída de PorfirioDíaz, que la revolución contraese salvaje opresor, es necesaria,es una demanda imperiosa de lacivilización.

Y ésto sí es importante paranosotros, porque en tanto que elpueblo americano simpatice connuestra causa, la será imposibleal imperialista de Roosevelt re-petir los crímenes de lesa huma-nidad que cometió el año próximopasado; le será imposible volverá intervenir en nuestros asuntos,prestando soldados á la Dicta-dura, como lo hizo durante losimborrables sucesos de Cananeaó reincidiendo en la alevosa per-secución que, para -su eternooprobio, llevó á cabo no hacemucho en contra de los liberalesmexicanos que se habían refu-giado en este país.

Sin la entromisión de Roose-velt en la lacha que pronto va ácomenzar, nuestro triunfo será

/ > f . < í 3 *

oG

" t ' O Cl| n i ' l O JlzJL 16/1;

seguro, FaUAndoIe á la Dictadora el

apoyo del Gobierno araoricano, queda convertida en una humilde carabela, vieja, podrida, que no resistir» loa primeros embates de la tormenta que se avecina.

EL MUTUAUSMO. Cada vez que la lucha entro e)

Trabajo y el Capital coumuove a la sociedad soiimolionto con la planteador) de sus formidablos problemas, el órgano do la tirn-nía, "El.lmparejal," predica el mutualismo como el mejor me­dio para que los trabajadores se rediman.

El mutualismo, como se ha entendido y practicado hasta nuestros días, no redime ni puo-de redimir. El mutualismo en tales condiciones, más que motor de progieeo ee una remora para el adelanto de loa clases laboran­tes. No lucho contra el Capital;

. el mutualismo está fundado en la practica, del ahorro, y os, por

. lo mismo, del haber del trabaja­dor de donde vive. Si alguna

. satisfacción puede producir tal práctica al trabajador, esa satis­facción, ha sido comprada al pre­cio de privación os y sacrificios

-siempre mas grandes que la sa­tisfacción qne puede obtonersc.

Pero no os eso todo: confiando el mutualismo en qne lleva en sí mismo, la redención del trabaja­dor, aleja ti éste del campo do le lucha do clases,' convirtiéndose por ese hecho la institución IUU-

. tualistu, en remora y cu obstá­culo para ln redención del prole­tariado, redención que puede obtenerse solamente por medio de lu lucha del Trabajo contra el Capital-

Si ft alguien beneficia el mu-tuuliiimo, es al Capital y no al

. Trabajo, porquo iiada pide del Capital, sino qne, todo, quiere obtenerlo del ahorro

Por eao "El Imparcial" recu-inieiida cou tanto ¿aior el mu­tualismo, por eso lo venios pre­dicando contra cualquiera otru institución obrera que tienda :'i lesionar los intereses de lew capi­talistas.

Aft'orln;:adaruente ya hay mu­daos obreros quo no permiten qne MJ les engañe y que saben cuál es el género de lucha que hay que entablar para procurar la redención del proletariado.

ílesdo el próximo número do REVOLUCIÓN comenzaremos ú publicar una serie de artículos por medio de los cuales haremos

. saber al proletariado mexicano la mejor forma de organización quo puede adoptar para luchar

• con ventaja contra el Capital. Ee de la lucha de clases y rio do la defensa pasiva quo implica el mutualismo, do donde debe espe­rar su redención el trabajador.

A leí laieríptoreí de "El Fopalar."

A todos los guscriptoree de "El Popular" que tengan pagada su suscripción les enriáremos "Revo-loción;" loe que la deban no serán Berridos basta no pagarla.

¡AHORA 0 NUNCA!

La falta do honrado* do Porfirio Díaz y los truhanea quo lo aostic-non, pone en gf ave peligro la auto­nomía nacional.

En nuestra' anterior edición de­nunciamos ante loe mexicanos que nos loen, la conbinnaión fraguada en el subsuelo de las corrupciones diplomáticas para .despojarnos del territorio de la Baja California y transpusarlo á los Estados Unidos.

So niega quo ln. marina amoricn-na. necesita de estaciones navales y carboníferas en o! Pacífico, y que la Baliiu Magdalena en el literal de la Baja California constituye, por su posición estratégica, una ex­celente baso de operaciones, indis­pensable para qu^lagran Repú­blica sajona pueda oponer alguna resistencia al temido é inminente ataque de las flotas japonesas.

En ese pretexto se fundó el Ga-bineto de Washington para solici­tar la venta de la Baja California, y, según despachos de fuente "ofi­cial, el Dictador Porfirio Díaz sim­patiza con el proyecto y está re­suelto á acceder n las demandas de la Casa Blanca.

El viaje de Root á México que tanto ruido lia metido en lo6 círcu­los palaciegos do allende el Bravo, tiene por principal objeto ultimar los tiradnos del contrato, median­te el que, la Baja California será borrada del mapa de la República Mexicana.

Hablamos con la amargura, con la .amargura desesperante y ano-dodadorn quo so siente al dintel del desastre. t

Oid, mexicanos! Hemos perdido la Baja California—Porfirio Díaz la vendió—y si alguna reacción for­midable y maravillosa no nos con-1

vierte de siervos, de mnstjos y mi­serables siervos quo somos, en un pueblo de leones, heroico y pujan­te; si no nos rebelamos para casti­gar la infidoncia de Díaz y anular la v e n t a de la Baja California, pronto, muy pronto, apuntarán ¡i nuestros pedios loe fusiles nipones.

Oid, mexicanos! La guerra en­tre el Japón y los Estados Unido* es inevitable. Ambos países se disputan el comorcio del1 Pacífico y los cañones van :! decidir la cues­tión. El mal trato, las iniquida­des de quo cstiin siendo víctimas en San Francisco, California, los subdito» del Afiliado, constituyen el motivo' aparente del conflicto que e*.avecina y que en verdad lo suscitan intereses comerciales. ' La Ilota americana del Atlántico' reci­bió órdenes do dirigirse al Pacíiioo, y este cambio súbito, ha precibita-do la renta de lu Baja California. La Ilota americana necesitaba con­tar con un refugio seguro en la Babia Magdalena. Portirio Dínz accedió á ello, traicionando á la Patria y provocando con CBB acto do parcialidad el encono y las re­presalias do) Imperio Japones.

El Japón noe considerará como enemigos, y de las consecuencias seremos nosotros las rfutimní, si no haoomoB un esfuerzo supremo para nulificar las imprudencias y las perfidias quo está cometiendo Porfirio Díaz.

Oid, mexicanos! Según investi­gaciones practicadas por agentes del Gobierno Americano y según datos publicados por la pronsa de este país, hay entro la Baja Cali­

fornia y loa Estados do Sonora y Cothuahua cerca do nuevo mil col-dados japoneses, veteranos de la reciente g u o r r a ruso-japones». lian llegado á México durante IOB últimos meses y disfrazados de jor­naleros, so han distribuido en la citada región. Trabajan en grupos en minas, haciondas ó vías forreas y cada grupo tieno sus clases y ofi­ciales. Hay multitud de ingenie­ros militares estudiando el terreno

LA JUSTICIA TRIUNFA.

' Manuel Sarabía está libre. • £1 pueblo lo salvó. ¿Habéis visto en los circos á

loa noraB con el espanto en los ojos, roplnpnrse angustiadas, tré­mulas, abatidas ante el gesto im­pon outo del domador?

Asf se rpplettnron y so rimlie-

y levantando planos, cepccialmen-¡ r o n " discreción y aullaron su te en las costas do Sonora y la Ba­ja California. Tres Generales del Ejército japonés s o encuentran también en la citada oomarca y viajan de un lugar á otro, pretex­tando que deeean comprar ranchos ó haciendas para establecerse de­finitivamente.

Ln prensa americana sospecha que los japoneses tratan do apode-, rarse de Sonora y la Baja Califor­nia, fortificar el puerto de Guay-maa oonvirciéndolo en base de ope­raciones 6 invadir entonces á>los Estados Unidos por el Sudoeste.

Se recuerda un antecedente peli­grase Durante la guerra ruso-ja­ponesa, loa nipones so apoderaron de Corea que, como Mélico carecía, do marina, y marcharon luego so­bre la Mancburia á destrozar las huestes moscovitas.

Los mexicanos no debemos per­mitir la venta de la Baja Califor­nia, venta qao hiere nuestros sen­timientos do patriotismo y que nos cría tremendas dificultades con una unción poderosa, como ese] Japón, y d la que no tenemos razón para ofender. •

prosa, esos dos chacales, Díaz y HooBovelt, que so hun unido con lazos de crimen para despedazar á los luchadores por la libertad y sumir en ol duelo y la opresión á la infortunado Patria mexi­cana.

Díaz y RooBevelt,' cogidos de sorpresa cuando so iban i outre-gar d su festín de sangre amena-eados por la indignación popu­lar, sintieron, en sus medula* el cosquilleo del pavor y sus garras inquietas que jamas ga.privn.ror» del placer de arrancar girones do un cuerpo indefenso, perdie­ron en ceta veí sil Agilidad y sn fuerza y so doblaron rígidos ó impotentes.

El pueblo se alzaba ante ellos, amenazador, colérico. La pro­testa había surgido como Huma­rada incontenible que provoca-rin ol iucondio. El pueblo acu­saba á los plagiarios, los sena-labu, pronunciaba it gritos su» nombres; Ln trama estaba des­cubierta. La acusación estaba

En ol conflicto que se avecina i . . , , . , -r. . i TI • 'tonto y ¿i cstj! entre ol Japón y los Estados Uní-; . . ' . ".- ,• , , , r • partir justicia, se acudiría n Tri

'presentada ante un juoz cniupc BU negaba á i tu

dos, toca á nosotros observar , a j P " t i r justicia, s más estricta neutralidad para sal-,l*unnle» mas altos y en ultimo var nuestro decoro y nuostra infe-ícnso, so llevaría la queja nníc hu; gridad como pueblo independiente. [Cámaras de la Unión Americana,

Si á pesar do observar e»a con­ducta so viola nuestro territorio, los mexicanos todos, como un solo homhfc, deboraus acudir á repeler al invasor; poro en tanto no Be nos ataque,' es imporioso que perma­nezcamos noutrules, absolutamente neutrales.

i Ln venta de la Baja California ¡í ílos Estados Unidos es ol mayer dé ! los crímenes y la peor de las abe^ ! rraciones que pueden cometerse on! i los .actuales momentos. El tirano ;ha consentido en ello, para satisfa­cer ambiciones personales, para que Roosovelt lo siga sosteniendo

¡en la Presidencia y continúo persi­guiendo á los liberales mexicanos ..

: residentes en íite país; poro esa[»/__;,/, ,' circunstancia, eu vez dejitcnnar la traición, la haco más negra, más abominable. /

Mucho nos hemos humillado los mexicanos durante treinta anos de esclavitud, muy censurable ha sido nuestra larga ó ignominiosa éumi ¡ñon; poro si toleramos ese nuevo ultrajo, si permitimos que la Pa tria, sea desmembrada ....¡más noB valiera no haber nacido hom­bres!

. Urge que nos rebelemos para e-manciparnos de la Dictadura y es­capar al yugo extranjero.

- Es el momento propicio de los grandes esfuerzos y do las grandes reivindicaciones.

Esperar es remachar nuestraB cadenas.

No esperemos más. I Ahora ó nunca 1

Dinz y ftoosevolt iban d so:' exhibido:) como y-i«s de bando loros, iban á ser acusados de pía. giarios, y unte ese peligro, opta­ron por dejar en !¡birlad á Ma­nuel Sarabía.

líl pueblo de Douglas, on ma­sa, mexicanos y americanos, ce­lebraron varios nicetings de in­dignación al." darse cuenta del gran crimen que liabíii sido con­sumado en esa bolla ciudad. Los periódicos ¡ocales, unánimemen­te, distinguiéndose por su vehe­mencia "Do ligias Exaniiner,1' pidieron justicia, detnuudaron el

''ñ'r- lo<> enlpables. Un comilí; du U»J¿J.U'. ''•' -dúdanos, fue organizado para volur por los intereses do la sociodad y el juez que so avocó el aonocimiento del escandaloso secuestro, hubo do proceder conforme a la ley, y dictó orden do aprehensión con­tra ol'Cónsul Moxicuno Antonio Moza, el Constable A. J. Slirop-sirc, el Ranger Saín Hayhurst y el Policía Lee Thomson quienes responderán de su crimen ante el Ciran Jurado que se reunirá próximamente. Mientras son juz­gados y se dictn sentoncia en contra de ellos, los responsables del plagio disfrutan do libertad bajo fianza de $lQ00.0Ocadu uno, conforme á las leyes americanas.

Al mismo'lieinpo quo presen­taron la acusación criminal, los

¡ciudadanos de Douglas so diri­

gieron á Roosevelt demandando-que Manuel Sarabía fuera de­vuelto al cuelo americano. Esa. petición fué secundada por loa, liberales mexicanos refugiados on El Paso, Del Río, San Anto­nio, Texas, Los Angeles, Cal., y otras poblaciones, on las que se celebraron riudosas manifesta­ciones y do donde se enviaron & Washington protestas vibrantes.

Roosovelt no quisa esperar más y ordenó á Díaz quo devol­viera el prisionero á tos Estados Unidos, lo que se verificó el 12 dol actual, fecha en que Manuel Sarnbia arribó ú Naco, Arízoaa, acompaflado del Capitán de Ran-gers Harry Wheeler.

El pueblo de Douglas esperaba con ansia la lleguda do Manuel Sarabía y la noche dol mismo día 12, según despacho do la Prensa Asociada, cientos de me­xicanos y americanos se reunie­ron en !rt estación esperando la vuelta de Sarabía, y la multitud tuvo que disolverse al recibir la noticia quo el plagiado se había detenido en Naco.

Esta tremenda lección que han* recibido Díaz y Rootcvelt, es do gran importancia pura el futuro de nuestra causa. Significa que los refugiados mexicanos sere­mos respetados en lo sucesivo y qne en caso contrario, si se nos hace víctimas M: IID atropello, de un plagio, do un Mentado, I un puertas ríe la prisión se abrirá» para los culpables, aunque entre éstos se halle algún represen­tante 'le la Dictadura, como su­cedió con los plagiarios de.Doog—' his, como sucedió con Maza, el primor Cónsul de Porfirio Díaz sentado en ol • banquillo del cri­man. ¡V hoy tantos Cónsules bandoleros que debían do estar en el presidio!

Círandos sorpresas nos tiene reservudas el porvenir. *

¡Adelante, liberales!

LECTOR. Si acaso llega uno de miesiroa

ejemplares ii sus mano?, es para in­vitarle á que se suscriba. Si Vil. sim­patiza cou nuestras ideas y perió­dico, se lo agradeceremos infinito si nos toma una suscripción. Pero en caso do que no fuere de su ngrtido, tendrá la bondad de devolvérnoslo, y así ñus evitará grandes perjuicios.

EN FAVOR DE ESPINOSA.

Colectado y repor hasta el Vi do J

lado •lio:

Contribucionas duran­te ln semana:

Rodrigo García Manuel Ascencio Francisco Plores

Tot)

$ II).

11 2. " 2, " 1.

ni * -ir>.

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(10 60 00

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A nuestros laicriptores: Suplicamos atentamente nos liti­

gan el favor de llenar ol cupón que les licinoB enviado y devolvérnoslo, pues ncccBitamo» presentarlo al administrador do correos.

Procure Ud. ol próximo número, contendrá lectura que debo Ud» leer.

EL DUELO ESINEVITABLE

No puodo haber enemigo unís pe-ligroso que ol que sn presonta conla careta de ln amistad, y un ene-migo do esos, hipóontü como buendiscípulo de Loyola, vonal comoun Judas, sutil corno el veneno yraotroro como una serpiente, so haintroducido al seno do las agrupa-ciones obreras de Puobla, y congran éxito lleva á cabo BU negraJabor de perfidia y traioión

Un esbirro de Porfirio Díaz yservidor vergonzante de los indus-triales de Puebla, se ha dado ma-'fia para captarse la oonfianza delos ti abajadores de las fábricas deacuella región y logra que é§tos lonombren Presidente de la sociedadque tiene formada

Pascual Mendoza se llama el ha-bil intrigante, que se hace pasarcomo impulsor d»l movimiento o-hrero, como abnegado luchador porla causa del proletariado, y que no«8 otra cosa que un espía metido alcampo enemigo, un sabueso delGobierno y loa capitalistas.

La misión de Pascual Mendozaee reduce ó procurar que los obre-ros so mantengan en paz y que na-da exijan de sus amos; esto es, per-eigue el mismo fin que cualquierrepresentante de la autoridad, conla única diferencia que en vez deimponerse por la fuerza, se impo-ne por medio del engaño, por me-dio del consejo desprovisto de sin-ceridad.

Y no se crea que es un hombrede talento é ilustración; todo locontrario. Lo único que en justi-cia podemos reconocer en su abo-no, es la audacia del charlatán yla perspicaz malicia del picaro.

Se la da de periodista, y no ha-ce más que ensartar frases hueca»y sin sentido; se la da de orador,y no sabe otra cosa que gritar va-ciedades.

Dice que luchar por el bienestardel obrero, por el mejoramientode BUS compañeros (?) de trabajo,y en cambio se opone terminante-mente á la huelga como medio dea l c a n z a r ventajosas concesionesdel capitalista,, y se opone así mis-mo á cualquier otro acto de altivezque tienda combatir la desenfrena-da avaricia y los criminales abu-sos de los explotadores del pueblo.

Con abstinación predica á cadaoportunidad que se le presenta,la mansedumbre, el respeto al pa-trón holgazán é insolente, el amoral amo despiadado, oruelmente e-góísta que se roba el trabajo ajeno.

Debido á sus gestiones, sólo unahuolga y en contra de su voluntad,se ha registrado en Puebla. Así loexpresa con gran orgullo en undiscurso que pronunció, el 9 delmes próximo pasado, en el TeatroGuerrero de la ciudad angelopoli-tana.

Ese discurso contiene un buennúmero de impúdicas declaracio-nes, á las que debemos referirnos,aunque sea brevemente.

C o n ñ e z a el pillastre PascualMendoza que durante un viaje que

llanamonto é injuria tí loa quo 61llama instigadores do la huolga.

Dn oBtn1» instigadores que sinduda alguna son Hombros dignos,dice Mendoza • "después"de haberoncendido la mecha so convirtieronen onomigos nuoBtroB para doni-

giarnos unte nuestros compañeros,para pregonar quo nosotros, losquo formábamos la Mesa Directiva,nos habíamos vendido ante las au-toridades y ante los mismos indus-triales." Y, agregamos nosotsos,razón tuvioron por lo que respectaá Mendoza, los que de tal modo o-hraron.

En efecto, basta una poca de pe-netración y una poca de honradezpara distinguir á quienes sirveMendoza y para condenar su do-blez y venalidad.

¿Qué hizo Mendoza, qué hizo el"Vendedor de Obreros," como ac-tualmente lo llaman donde bien loconocen, durante la huelga?

El nos lo dice: se dirigió á la Ca-pital de la República á solicitardel Dictador que arbitrara la cues-tión, á poner en manos del Dicta-dor—el gran enemigo del proleta-riado—la causa de los obreros dePuebla.

¿Y el Dictador cómo se condujo?Como era natural, como era lógicoesperar, fallando en beneficio delos capitalistas y simulando queconcedía algo á los obreros, algoque vale- menos que una ironía,menos que una burla sangrienta.

Pero el discurso de que nos ve-nimos ocupando contiene más pri-mores. Arremete Mendoza contranosotros, los ant-porfinatas, que

rar las roBponsabilidados y los sa-oriiicios á que so oxponon on estaépoca de tiraníi todos los que lu-chan por idoalos sanos y redento-res.

La emancipación económica, lalibertad, no se conquistan con sú-plioas ni con humillaciones. Ja-más con ruegos despostaremos sen-timientos de conmiseración en losque nos explotan; jamás les con-,moverán nuestras penas ni mejo-rarán nuestra condioión por pie-dad.

[Sigloe han transcurrido y nun-ca los poderosos se han apiadadode los esclavos! El corazón bur-gués eetá enjuto de egoísmo, enca-llecido, duro como el granito. Noflofiemos en que pueda tener palpi-taciones de clemenoia; hay quepensar en destrozarlo.

Entre los explotadores y la re-dención de los explotados no existemás que un duelo á muerte. Lascondescendencias, l a s tentativasde concilación son cadenas que nosatan á la esclavitud. El duelo esineludible: eludirlo efe simplemen-te retardarlo y prolongar esta épo-ca de abyección. No debemos elu-dirlo; debemos provocarlo si ver-daderamente anhelamos ser libres.

formará uno do los pozos en quoserán sepultados los últimos ves-tigios do libertad quo soñaronlosformudores de nuestra MagnaCarta."

"El último caso reportado osdo Amona y fue perpetradocontra Manuel Sarabia, fugitivopolítico de México, y uno de loejefes de redacción del penódioo"Regeneración" que vio la luzpública en San Luis, Mo."

"Douglas Examiner" consagrala mayor parte de sus últimasediciones á la defensa de ManuelSarabia.

Para que nuestros lectorestengan una idea de la indigna-ción de ese periódico, transcribi-mos en seguida algunos párrafosa que nos falta espacio para re-producir, como desearíamos, si-

quiera uno de BUS brillantes artí-culos.

Dioe así hablando del plagiole Sarabia:

"El Cónsul Mexicana pagó ógastos. El

REVISTA DE LA PRENSA.

Nuestro caro colega "El Liberal" de Del Río, Texas, que es unpartidario decidido y ardorosode la revolución, publicó el 5 delactual un número excelente, nu-

, ... trido de importante informacióncondenamos su servilismo, y aguí- r

y de artículos vibrantes y enar-decedores.

joneado por una ridicula vanidadde burguesillo, ó de mastín de bur-gueses, que para él significa lomo, se burla de nuestra miseiia, yexpresa que gritamos contra el Go-bierno "desde el obscuro rincón dede un cuartucho donde nadie losve." ¿Vivirá Mendoza en palaciosde artesonados y lujosos orientales?No lo creemos. En México los es-birros son mal pagados, y de segu-ro que con Mendoza no se ha deviolar la íegla general.

En otra parte de su peroración,después de vanagloriarse de queen esta época de saludable agita-ción se haya conservado en Pueblauna paz inalterable, concluye asíuno de sus contrahechos y astrososperiodos: "reprimamos de una vezlas huelgae, para dedioarnos á en-sanchar el hoy estrecho horizontede nuestro porvenir."

¿Y cómo se lograría ese milagro?Hacienáo v d s i t a s «lacayescas alPresidente, besando las pantuflas álos burgueses, entonando himnos ala paz que nos mutila y nos degra-da. Así y solo'así seremos felicesMendoza lo ha dicho.

Irrita que zánganos de la calañade Mendoza logren posesionarse depuestos de importancia en las a-grupaciones obreras y convertirseen leaders, en directores de unaclase que detestan y contra cuyobienestar conspiran.

Es tiempo de que los obreros dePuebla se figen en que Mendoza esel Judas que los vende, el Caín in-

y á l a de susse celebraron

"Douglas-Induitriai," sema-nario socialista de Douglas, Ariz.,tomó con empeño y abnegaciónla defensa de nuestro hermanoManuel Sarabia que fue plagiadoúltimamente por los agentes dePorfirio Díaz.

Al día siguiente de haberseconsumado el cobarde crimen,el referido colega publicó unahoja suelta acusando á los culpa-bles y demandando la devolucióndel prisionero.

A su iniciativacofrades locales,varias manilestaciones de pro-testa, á las que concurrió el pue-blo en masa y las que resultaronimportantes y magestuosas.

El número 62 de! "Douglas-Industrial," publicado el 7 delcorriente, dedica gran parte deSUB columnas al mismo asuntoy, como en la hoja suelta, semuestra valeroso y digno.

Vayan nuestras congratulacio-nes sinceras para los redactoresde esa publicación, que han sa-bido cumplir con sus deberes dehombres y de periodistas.

hizo á Orizaba, á fines del año pro- ¡humano que loa devora,a m o pasado, algunos espíritus in-quietos, turbulentos, instigaron álos obreros á abandonar sus tareaspara exigir mejor salarios y menos|ioraa de trabajo. Este acto legíti-mo, meritorio, no fue del agradodel eunuco Mendoza j lo impugna

Ss tiempo de que se emancipende la tutela de ese rufián y de quelo sustituyan en la dirección delmovimiento obrero, con UCP hom-bre de energías y vergüenza, queno adule ni sirva á los poderosos yque se manifieste resuelto á áreos-

De "La Voz del Pueblo," LasVegas, N. M., tomamos lo siguíente:

"Con el buen éxito alcanzadipor la conspiración de los gobernadores de Idabo y Colorado enla secuestración de personas acusadas para que no pudieran apelar á sus derechos legales, lapráctica parece que ee inaugu-rará como sistema en este país y

aran tizó todos losdebe ser obligado á vomitar todaa información que tenga sobre1 asunto."

"Oh! Justicia, qué cosas sonhechas en tu nombrel Oh! Ley,qué infamias son perpetradas entu nombre!"

' 'Movimientos revolucionariosmilitares! Qué pretexto para pía-iar y robar un prisionero! Ha-amos pedazos ese acto infa-

mante que deshonra á la progre-sista Douglas. Traigamos antela Justicia á los ruines perpetra-dores de este villano crimen; nomporta quienes ellos sean, no.mporta quienes sean' los com-plicados."

"Enseñemos al mundo que lasbarras y las estrellas están poralgo. Demostremos á todas lasnaciones de la tierra que nuestraíonstitucíón no es una cosa

vana. Probemosá los refugiados,los aislados, á los oprimidos

que cuando ellos busquen unasilo entre nosotros, no seránobjeto de injusticia y que si elgobierno falta á su deber, el pue-blo, por sí mismo, que es el ver-dadero gobierno, se levantará,ejercerá su poder y verá porquelectivamente se haga justicia."

"El pueblo de Douglas deman-da, como una parte de la naciónamericana, que el Cónsul Mexi-cano, por medio de su Gobierno,devuelva á esta ciudad — la ciu-dad de Douglas — la persona deManuel Sarabia, si él vive, ó sucadáver, si ha muerto."

Guatemala. Calificó ft a\Momo do bestial y despótlmando al PresírlontoCabrera "demonio encarnada."

"Debido a ésto, hace pooo queun periódico independiente y va-leroso de la ciudad de Méxicodijo lo BÍguiente : M&cjco no da-be ser ligero para juzgar á Gua-temala, porque todo el mundosab« que en cada pueblo mexi-cano de mil habitantes hay unKstradita Cabrera."

"Son innumerables los derra-mamientos de sangre que porcausas políticas han ocurrido enMéxico."

"Uno de los más terribles ysangrientos capítulos en el regis-tro de sangre, es sin duda élcometido por el G«neral Bernar-do Reyes."

"Unos cuantos años pasadosse hizo en la C. de Monterreyuna manifestación en contra deél, de una manera ordenada ypacífica, El reprimió" la mani*festaoión haciendo con sis opo-nentes una hecatombe. Hom- •bres, mujeres y niños se dieronita en la Plaza Zaragoza -ma

mañana de Abril (día 2), c iroaños pas&uos, y sobre todosmandó á sus militares asesinos áhacer fuego, sobre los culpableslo mismo que sobre los inocen-.es. Cuando el humo se disipóueron hallados una docena de

personas muertas, otras agoni-zando y muchos heridos.. Enun país civilizado esta accióndel Gral. Reyes hubiere sido juz-

ada por autoridades competen-tes como delito de asesinato. En"México fue juzgada como una re-presión necesaria."

"Otro caso que debe mencio-narse es el del Gral. Martínez,médico mexicano. Altamenteeducado y de un carácter admi-rable, se hizo políticamente per-sona nongrata del que todo lopuede. Se radicó en Laredo,Texas, donde practicaba su pro-esión. Un día, al salir de la

casa de uno de sus pacientes ádonde se le Ilam6, fue asesinado.El no tenía enemigos, en Laredoy se cree generalmente que fueasesinado por emisarios de Ber-nardo Reyes. En vista de estosasos y de otros que pueden ser

enumerados, se admira que unhijo de Bernardo Reyes vitupereal Gobierno de Guatemala y áEstrada Cabrera, acusándolo deser el instigador de asesinatospolíticos."

"The Houston Daily Post" pu-blica un gran artículo acerca dela situación de México, del qureproducimos algunos trozos.

Habla del participio que tom¿en el proceso de los asesinos dBarillas el Lie. Rodolfo Reyeshijo del asesino Gobernador deNuevo León Bernardo Reyes, ysobre el particular dice «1 "Post'lo siguiente i

"Habló en su discurso el LieRey«s acerca de la condición di

"La Voz del Cantero," ue Ma-drid, España, en su númeto 134,inserta un extenso artículo im-pugnando al Czar de México ydescribiendo con exactitud, lasterribles condiciones econ árnicasporque atraviesa el proletariadode nuestro país.

En párrafo separado dice elcitado colega que siempre estáal lado de los que luchan por suemancipación y, añade, que sehalla dispuesto á "emprenderuna enérgica campaña en "--o d©los compañeros de México quese encuentran en la actualidaden peores condiciones que loscamaradas ruaos."