"y le pondrás por nombre jesús"

Upload: scribd1412

Post on 10-Jan-2016

216 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Revista de la Hermandad de Hijos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón

TRANSCRIPT

  • Y le pondrs por nombre Jess

    Hermandad de Hijos de Nuestra Seora del Sagrado Corazn Plaza San Andrs, 5; 45002 Toledo email:[email protected]

    Centro de formacin sacerdotal

    Sagrado Corazn Diciembre 2012 - Ao VII - Nmero 15

    (Mt 1, 21)

  • En el contexto de la celebracin de la Navidad podra sorprender la estampa de nuestra portada, en la que el protagonista de nuestra fiesta est

    ausente. Dnde est el Nio Jess?, se preguntarn nuestros lectores.

    No vemos a Jess, pero ciertamente est presente. Lo est en el seno de Mara Virgen que ha credo en la palabra del ngel y lo est en Jos, que en sueos escucha al enviado del Seor que le revela el misterio de la Virgen Madre, confindole la misin de ser el padre y custodio de aquel Nio a quien l pondr el nombre de Jess.

    A travs de la fe de Mara y del abandono confiado en la palabra del Seor por parte del justo Jos, podemos descubrir al Divino Nio nacido en Beln y que quiere hacerse presente en nuestras vidas, en nuestra historia personal, familiar y social.

    Para ayudarnos en este redescubrimiento, presididos por el Papa Benedicto XVI, estamos celebrando en toda la Iglesia el Ao de la Fe. Con esta convocatoria hemos sido invitados a confesar nuestra fe yendo a las fuentes de la revelacin y del Magisterio de ayer, de hoy y de siempre. De una manera especial el Santo Padre nos ha exhortado a acudir a los textos del Concilio Vaticano II desde la llamada hermenutica de la continuidad y a tomar tambin como libro de cabecera de nuestro estudio y de nuestra profundizacin el Catecismo de la Iglesia Catlica.

    Para ayudarnos a sacar el mayor fruto posible de este Ao acudimos a la intercesin poderosa de Nuestra Seora y tambin de San Jos. Precisamente, en el deseo que el Concilio Vaticano II diera los frutos esperados, el Papa Juan XXIII encomend los trabajos del mismo a la poderosa intercesin de San Jos, proclamndolo su especial patrono y protector. Son muchos los aspectos que podran considerarse a la hora de examinar por qu en tantos mbitos de la

    Saludo

  • vida de la Iglesia no se derivaron los frutos esperados. No es el momento para entrar en esta cuestin tan compleja. Sin embargo permtasenos aludir a lo que en tantas ocasiones escuchamos de nuestro maestro el Dr. Francisco Canals Vidal. Entre estas causas, repeta el Dr. Canals, habra que subrayar la de no haber secundado la indicacin dada por parte del Papa Juan XXIII, al inicio del Concilio y reiterada posteriormente en su conclusin por Pablo VI, de tomar a San Jos como especial gua, protector y defensor de la Iglesia para estos tiempos.

    Nos parece, por tanto, oportunsima la presente celebracin del Ao de la Fe como momento en el que volver a acudir con toda confianza a la poderosa intercesin del Santo Patriarca de la Iglesia Universal, para que en toda la Iglesia se produzca aquella autntica y renovada conversin al Seor, nico Salvador del mundo a la que nos invitaba el Papa Benedicto XVI en su Carta Apostlica Porta Fidei.

    Como nos pasa al contemplar la estampa de nuestra portada, queremos y necesitamos ver a Jess en esta Navidad. Nos cogemos de la mano del Esposo de la Virgen Mara para que podamos reconocer y adorar la presencia del Nio que quiere nacer en nuestro particular Beln.

    FELIZ Y SANTA NAVIDAD!

  • CRNICA: SEIS PEREGRINOS POR

    SANTOS LUGARES

    Fue sobre todo la conclusin del noviciado: una peregrinacin pensada de tal manera que mostrara la realizacin histrica de lo que

    habamos aprendido durante todo el ao. Visitamos muchos de aquellos lugares que guardan una conexin estrecha con nuestra espiritualidad. Siendo ms precisos, as como nuestro noviciado se estructur fundamentalmente en el estudio de aquellas tres etapas en la devocin al Sagrado Corazn (que con genial ocurrencia haba sealado el padre Orlandis), y en la doctrina de nuestros santos patronos, as la peregrinacin estuvo marcada fundamentalmente tres lugares (Paray-le-Monial, Lisieux y La Vende) y por el acompaamiento de los santos en todos ellos. (Por cierto, no deja de ser curioso que estn estas tres etapas como condensadas en Francia).

    Obviamente, puestos ya en camino no dejamos de visitar otros muchos lugares que aun cuando no estaban directamente relacionados con nuestro itinerario de formacin, eran dignos de alguna que otra parada ya por su relevancia histrica, ya porque nos daban devocin.

    El grupo era el siguiente: tres sacerdotes y tres seminaristas. D. Ignacio Manresa iba como nuestro maestro de novicios; D. Jos Aurelio Jimnez nos acompaaba en la furgoneta porque nos haba tambin acompaado en varios momentos de nuestra formacin en el noviciado. Por ltimo iba tambin D. Eusebio Guindano, neo-sacerdote que celebraba en la peregrinacin una suerte de luna de miel sacerdotal. Los tres novicios ramos Nori, Lucas y Josep, que adems de terminar el ao de espiritualidad, participbamos en la peregrinacin para hacer nuestras promesas de candidatos en la Hermandad.

    La primera parada fue Montserrat. Por la Virgen comenzamos siempre nuestro camino; de algn modo venamos a repetir la ofrenda que a los pies de la

    Noticias

  • Moreneta haba hecho san Ignacio algunos siglos atrs. Pero como todo hay que decirlo, no consisti en una noche de vela, sino en una misa en el camerino y en una comida con los padres de D. Ignacio Manresa. Preparndonos para atravesar la frontera, hicimos noche en La Roca con la familia Alsina.

    Siendo un grupo de sacerdotes y seminaristas, era difcil dejar de pasar por Ars. A pesar de ser un pueblo pequeo, se palpa la accin del santo cura. Qu alegra contemplar lo que la gracia de Dios puede hacer en un sacerdote! Un detalle bonito antes de partir rumbo a Paray-le-Monial: por la maana D. Eusebio pudo presidir la misa y usar el cliz del mismo san Juan Mara. En temas culinarios descubrimos una grata sorpresa: despus del segundo plato, y un poco antes del postre, siempre haba buenos quesos para completar la comida.

    Camino al lugar donde santa Margarita haba recibido las revelaciones del Corazn de Jess, descubrimos que con slo un pequeo desvo podamos visitar la famosa abada de Cluny, o ms exactamente, lo que queda de ella. Nos pareci un buen lugar para hacer una parada y nos quedamos a comer. Para que os hagis una idea: nuestro sistema de comidas consista principalmente en dos bolsas, una con las bebidas y la otra con los panes y sus acompaamientos. As, descubrir un buen csped bajo la sombra de un rbol significaba invariablemente tiempo de descanso.

    Llegamos a Paray-le-Monial Qu alegra poder rezar en la capilla de las apariciones y tener en ella la misa! Pensar que ese fue el lugar escogido por el Corazn de Jess para darse a conocer a nuestro mundo y derramar sobre nosotros sus gracias... Como en Francia se encuentran como condensado nuestros santos patronos, no slo nos encomendamos a la santa visitandina, sino tambin a quien fuera su director espiritual, san Claudio de la Colombire. Y para que nuestra estada fuera un poco ms movida, quiso Dios que coincidiramos con un encuentro del movimiento del Emmanuel, por lo que la pequea ciudad estaba ms activa y llena de vida que de costumbre. Daba alegra ver la devocin de las familias.

    Pero el tiempo pasa rpido e Issoudun nos esperaba. Partimos de Paray poco despus de medioda y llegamos, por la tarde, a Bourges, donde nos alojaramos. Como hay que reconocer que somos un poco desastres, no slo nos cost muchsimo encontrar el alojamiento, sino que sufrimos casi cuarenta kilmetros

    Celebrando misa en Ars

  • con la alerta de gasolina encendida! Afortunadamente nada pas, y al da siguiente temprano nos dirigimos al Santuario de Nuestra Seora del Sagrado Corazn. La maana la pasamos (ms o menos) de retiro, y a medioda durante la celebracin de la misa, los novicios hicimos nuestras promesas para ser aceptados como candidatos a la Hermandad.

    Esa misma tarde estbamos a las puertas de Pars. El da siguiente sera muy muy largo: visitar la ciudad casi entera en menos de 24 horas. Fue, por decirlo as, un rcord. Formbamos adems un grupo extrao. Tres sacerdotes (uno muy alto) y tres seminaristas caminando a pleno sol (estamos en mitad de agosto), detenindonos en varias esquinas, mapa en mano, buscando alguna iglesia que los franceses parecan tener olvidada. Afortunadamente no era el japons quien llevaba la cmara fotogrfica, sino el chileno; de otro modo, ms que peregrinos hubisemos parecido turistas! En fin.

    Comenzando por lo importante, nuestro primer destino en esta ciudad fue Montmartre, donde pudimos rezar ante Nuestro Seor Sacramentado. El recorrido siguiente no puedo recordarlo con exactitud: visitamos la iglesia donde est enterrado san Vicente de Pal, la de la Medalla Milagrosa, comimos en los jardines de las Tullerias, estuvimos tambin en la Saint Chapelle y en Notre-Dame, lo mismo que en el barrio latino y en torno a la Sorbona. Caminamos tambin por algn otro jardn, rezamos en la iglesia del famoso seminario de san Sulpicio y en Nuestra Seora de las Victorias. Probablemente est dejando en el olvido algn otro lugar, pero queda una idea aproximada de nuestro da. Y por la noche, para cerrar, cenamos en un restaurant en un barrio de Pars. La torre Eiffel y los Campos Elseos slo los pudimos ver desde nuestra furgoneta en un

    Los novicios haciendo sus promesas en Issoudun

    Notre-Dame de Pars

  • pequeo tour nocturno camino al alojamiento.

    El da siguiente era principalmente de viaje, pero antes de comenzarlo hicimos una ltima parada. Nos acercamos a Versalles para ver en qu haba quedado la monarqua francesa. Despus de comer bajo unos rboles en sus bellos jardines fuimos a uno de los sitios ms entraables de la peregrinacin: Lisieux.

    Dos das permanecimos en esta ciudad, pidindole a la Santa Doctora que nos concediera comprender y vivir su caminito de infancia espiritual. Su casa, la iglesia donde rezaba, el Carmelo, todo hablaba de santa Teresita y haca ms concreto an, si cabe, su doctrinita, porque quedaba del todo claro su ncleo: el amor de Dios que escoge libremente a sus criaturas y que no anhela sino manifestarle a ella toda su infinita misericordia.

    Nuestra peregrinacin estaba llegando a sus ltimas etapas. Nos quedaba un lugar antes de volver a Espaa: St. Laurent-sur-Svre, donde se encuentra el cuerpo de san Luis Mara Grignon de Montfort y la casa central de sus hijos. Un importante lugar mariano, donde renovamos nuestra consagracin a la Virgen y nos volvimos a ofrecer como esclavos de amor a su Inmaculado Corazn. En este lugar recordamos tambin lo que constituy el levantamiento de La Vende. Qu impresionante ver cmo un pueblo entero estuvo dispuesto a dar su vida antes de abandonar la fe y cmo ante la adversidad puso toda su confianza en el Sagrado Corazn de Jess!

    Faltaba un lugar por visitar: Loyola. La providencia haba dispuesto que as como habamos comenzado a los pies de la Virgen como san Ignacio, as acabramos visitando su casa natal. Despus de eso nos dispersamos y cada cual volvi con su familia para reponer fuerzas y prepararse a comenzar un nuevo ao acadmico.

    Slo nos queda volver a dar gracias a Dios y a Nuestra Madre por las mltiples gracias recibidas durante la peregrinacin. Fue la clausura de un noviciado Ahora nos encomendamos nuevamente a vuestras oraciones para que Dios lleve a trmino la vocacin que por gracia nos ha dado.

    En Los Buissonnets, la casa donde se cri santa Teresita de Lisieux

  • Queridas familias y amigos de la Hermandad:

    Se acerca el final del ao y, con l, el fin de curso en Chile. Los acontecimientos se suceden rpidamente. En nuestro colegio, los exmenes finales y los trabajos de fin de ao agobian a profesores y alumnos... hasta ah, todo normal, como cualquier colegio.

    Pero hay una diferencia: la gracia de Dios, que viene a conducir todo lo humano hacia l. Los corazones ante todo, pero tambin, como consecuencia, todo lo humano.

    Hay quien dice: "Para qu sirve rezar? Para qu sirve la religin?" Que venga y vea! Un colegio en el que se reza cada da maana, medioda y tarde, se tiene la celebracin de la Eucarista como centro, el crucifijo en cada clase, se bendicen los alimentos... ese colegio, sin duda, recibe abundantes bendiciones del Seor. Y si tambin las reuniones de profesores comienzan con una oracin, y el director, en sus intervenciones pblicas, proclama abiertamente que el colegio no puede hacer nada sin la gracia de Dios, porque eso es lo ms necesario, entonces tenemos bien entendida y puesta en prctica la doctrina de la Iglesia sobre la debida presencia de Dios en la vida pblica.. Y eso, lejos de lo que parecera, hace que el ambiente sea ms alegre, que las personas se quieran ms, soporten con caridad los defectos ajenos, reciban ms impulso para trabajar con ahnco hasta el ltimo da... porque, aunque imperceptible para muchos, Dios est en medio de nosotros.

    Recientemente tenamos un almuerzo en que se despeda a los alumnos de ltimo ao que dejan el colegio, y en esa ocasin muchos de ellos quisieron tomar la palabra. Resultaba impresionante el agradecimiento que guardaban al colegio

    por su fidelidad a la Iglesia y la transmisin firme del ideal de la bsqueda de la verdad, incluso algunos que reconocan haberse resistido a esa formacin en algn momento de la adolescencia.

    Desde Ch

    ile

    Algunos alumnos en la capilla del colegio

  • "Donde est Dios, all hay futuro", record Benedicto XVI en su viaje a Alemania. Y los sacerdotes lo constatamos diariamente. Donde entra la gracia de Dios, no slo se arregla todo y los corazones vuelven a la vida, sino que surgen cada da nuevas formas de cristianizar toda la vida. En nuestro colegio, el Seor est bendiciendo las reuniones de Schola Cordis Iesu con cada vez ms asistencia y est haciendo crecer en las almas la devocin al Sagrado Corazn y a Cristo Rey. Los jvenes de la Adoracin Nocturna de ambos sexos estn perseverando, y cada mes llega alguno nuevo invitado por sus amigos. Los nios crecen en la fe, con deseos de imitar a los santos en el camino al cielo... En la solemnidad de Cristo Rey, sin que los sacerdotes lo sugirisemos, varias familias del colegio organizaron una convivencia con comida, tertulia y proyeccin de la pelcula Cristiada, sobre los mrtires cristeros. Haban adornado las mesas con carteles en honor al Sagrado Corazn de Cristo nuestro Rey. "Donde est Dios, all hay futuro". All hay alegra, all hay vida.

    Lo ms importante para sostener nuestra labor sacerdotal en Chile son vuestras oraciones y sacrificios. Para ayudar a los sacerdotes, a los profesores, a los alumnos (sobre todo a los que estn ms tentados) y a sus familias. Os lo pedimos de todo corazn. Nuestro Seor, que hizo de las dos monedas de la viuda una ofrenda valiossima, enriquecer tambin nuestras pobres nadas que le ofrecemos "por Cristo, con l y en l". Os pedimos especialmente que os acordis de los tres campamentos que tendremos este verano (diciembre-enero), para que puedan ser instrumentos al servicio del Reino de los Corazones de Jess y de Mara.

    Desde Chile, que Dios os bendiga.

    Jvenes adorando al Santsimo durante un campamento de Schola Cordis Iesu Chile

  • Los seminaris tas

    AAPOSTOLAPOSTOLA

    Los seminaristas

  • del curso 2012-2013

    ADOADO 20122012

    del curso 2012-2013

  • MI VOCACIN

    Me llamo Francisco Javier Recabarren. Nac hace 19 aos en

    Santiago, Chile. Mis primeros pasos en la fe estuvieron vivamente marcados por mi familia, en

    especial por mis padres. Ellos se encargaron que el centro de la educacin de sus seis hijos sea la luz inagotable de Cristo; inculcndonos desde la infancia, con sencillez y autoridad, las enseanzas de la Iglesia.

    Sin embargo, esta pequea burbuja no fue el nico instrumento del Seor para mostrarme Su Corazn abierto de amor. Ha habido muchos otros mensajeros del Rey, entre los cuales merecen especial atencin dos. Primero, el colegio San Francisco de Ass, al cual nunca agradecer lo suficiente todo el bien que signific en mi formacin cristiana. En l se me ense a amar la verdad en cada uno de los aspectos del hombre: las artes, la filosofa, la literatura, las ciencias, los idiomas, etc. Aprend que todo lo creado es expresin viva de un amor infinito, por eso debe ser objeto de conocimiento y admiracin. El otro mensajero fue el camino Neocatecumenal. Ah fui testigo de una fe viva y autntica que me atrajo hacia el Seor y me uni con amigos fieles a Cristo, en una convivencia sana y alegre.

    A travs de estos tres focos, Jess me fue dando a entender sus deseos ansiosos de amor. Todava lo recuerdo bien. Mostrndose en pequeos instantes de lucidez, me llamaba a entregarlo todo a l. Ms que nada, comprenda que deseaba ser amado no slo en el gozo y la alegra, sino tambin en las penas y sufrimientos. As, en el ao 2004, cuando contaba 11 aos, el Seor decidi en su providencia infinita llevarse consigo a mi padre despus de dos aos de enfermedad. Fueron momentos duros, sin embargo, Dios no nos dej hurfanos por mucho tiempo: mi madre, luego de un ao y medio, se volvi a casar con Ignacio Ossandn, quien con sencillez, humildad y vigor continu la tarea comenzada por mi padre de educarnos en fe.

    A pesar de todo, a partir de los trece aos, comenc a alejarme de Jess. No era un acto de rencor ni un intento de evadir el sufrimiento; simplemente ca en la estupidez de una vida mundana y llena de excesos, intentando, por todos los medios posibles, apagar la llamita que l haba prendido en el fondo de mi alma. Eran aos de profunda vanidad y soberbia, pero la Virgen, a la que tanto afecto prodigu de nio, nunca me quit los ojos de encima. Ella no permiti que esa llamita se extinguiera entre tanta agua que yo le echaba encima.

    Testimon

    io

  • De esta manera transcurri mi vida hasta los diecisis aos. Al final de ese ao 2009 la muerte volva a tocar la puerta de mi casa, slo que esta vez era mi abuelo el que iba al encuentro del Padre. En realidad, ms que de la misma muerte, Dios se serva del sufrimiento de mi madre para repetir con voz ms fuerte su sed de cario. As, a comienzos del ao 2010, cuando el terremoto sacuda a todo Chile, yo era especialmente removido por la llama vocacional que se encenda de nuevo con mayor fuerza.

    Pero Dios no da deseos imposibles ni inquietudes inaguantables; siempre al lado de grandes pruebas nos da ayudas todava mayores y este caso no fue la excepcin. Precisamente el ao 2009 llegaban al colegio los sacerdotes espaoles. En ellos Jess se sirvi del instrumento perfecto para hacerme descansar nuevamente en Su Corazn. Con uno de estos hijos de Nuestra Seora, D. Carlos Sobrn, inici la direccin espiritual. Con ella el Seor me aclar sus deseos, hasta que a mediados de tercero medio (primero de bachillerato) comprend que quera hacerme partcipe de su sacerdocio en los ejercicios ignacianos. Cunta alegra desbordaba mi alma en esos instantes: tena deseos de ir a anunciar a todos aquellos amigos de antao que haba algo ms grande y duradero que las fugaces vaguedades del mundo! Sin embargo, me acobardaba

    An as, la llamada no se poda esconder, huir de mi vocacin hubiera sido como negar toda mi infancia, todas mis oraciones, toda mi vida

    As pues, luego de terminar el colegio, hice el Postulantado viviendo con la comunidad de la Hermandad en Chile. En esos seis meses tuve tiempo para conocer ms profundamente los secretos del Corazn de Cristo, llenndome del carisma y la espiritualidad de los hijos de Nuestra Seora.

    Finalmente, en septiembre del presente ao, en medio de despedidas, nerviosismo y alegra, tom el avin para viajar a Espaa e integrarme al seminario de Toledo como seminarista de la Hermandad.

    Francisco Javier Recabarren

    Francisco, junto a Diego Andueza, en Toledo

  • Entrevist

    a

    ENTREVISTA A D. EUSEBIO GUINDANO LABORDA,

    SACERDOTE DE LA HERMANDAD ORDENADO EL JULIO PASADO

    -Cundo sentiste la vocacin? A los 16 aos. -Qu fue lo primero que sentiste al escuchar el llamado? Tuve paz, tranquilidad y alegra. -Cmo reaccionaron tus padres? Estaban contentos. -Qu fue lo que ms te cost dejar? No s. Mi casa, mi familia... -Qu fue lo ms importante que aprendiste en el seminario? Aprend a rezar, a vivir abandonado en la confianza en el Seor. Lo ms importante del seminario es la experiencia de Dios -Qu es lo fundamental para la vida de un seminarista? La vida interior: cuidarla mediante la oracin, el estudio, el trabajo y la convivencia. -Resume en tres palabras tus aos de seminario. Cortos, aprovechados, intensos. -Qu es lo que ms extraas de ese tiempo? La tranquilidad. -Qu le diras a un joven que se plantea entrar al seminario? Si creo que el Seor lo llama, le dira que el amor del Corazn de Jess, que ha conocido en la oracin, exige una respuesta que se concreta en una vocacin. -Cmo describiras el da de tu ordenacin? Fue un da muy feliz. All el Seor me dio aquello para lo que me haba estado preparando durante tantos aos. Ped al Seor ser un instrumento suyo y le di gracias con toda mi familia y mis conocidos. -Cules fueron tus primeras impresiones como sacerdote? Fue raro, porque no me acostumbraba a decir la Misa y no tena experien-cia en el confesionario. Pero a la vez tena alegra, porque el Seor actuaba all en los sacramentos y porque poda alimentar con Cristo a las almas.

  • -Qu pediste en tu primera misa? Habl del Corazn de Jess en la homila. No me acuerdo qu ped. Su-pongo que la santidad sacerdotal. -Define en tres palabras lo que es el sacerdocio. Pastor, profeta y rey. -Qu es lo que ms te gusta de ser sacerdote? Celebrar la misa. -Qu piensas de que tu primer ao como sacerdote coincida con el ao de la fe? Creo que es Providencial, porque coincide con la crisis de fe que tenemos en Occidente. Por eso me siento llamado a tratar de resolverla, a llevar a la fe a los fieles con mi oracin, con mi predicacin con mi ministerio. -A qu ests dedicado ahora? Actualmente soy vicario de Bargas, que es un pueblo de Toledo de diez mil habitantes. All estoy junto con otros sacerdotes. -Hoy en da es muy recurrente el tema de la nueva evangelizacin. Pensando en tu pueblo, cul crees que sera la mejor forma de evan-gelizar? Hay campos por todos los lados. Nosotros, por ejemplo, formamos un gru-po para los nios de comunin, en el que aprenden a rezar, se les da una charla y juegan un rato. Aprovechamos tambin las catequesis de confir-macin y nos juntamos con los jvenes de vez en cuando, para intentar crear un grupo de oracin y ldico a la vez. Se estn formando tambin grupos de familias. Pero falta todava mucho por hacer. -Cul es el objetivo de tu vida? La santidad sacerdotal. -Cmo esperas conseguirla? Con la gracia de Dios, respondiendo a lo que l me pida.

    D. Eusebio celebrando su primera misa solem-ne en Javier,

    Navarra

  • EXTRACTO DE LA HOMILA DE D. EUSEBIO GUINDANO

    EN SU PRIMERA MISA SOLEMNE

    Dios am tanto a los hombres que envi a su Hijo nico, para que se entregara por ellos. No nos neg ni siquiera a su Hijo querido, y por ello estamos alegres. Queridos hermanos (), por fin estoy entre vosotros como sacerdote: tras estos ocho aos de preparacin en el seminario, soy sacerdote. Y vengo como San Francisco Javier, lleno de celo por la salvacin de las almas, de vuestras al-mas, de vosotros. Aquel fuego que vemos salir del pecho inflamado del santo sigue vivo en los cristianos, y tambin en m, y me hace exclamar con Cristo: He venido a prender fuego al mundo, y ojal estuviera ya ardiendo! Este fuego es el amor del Corazn de Jess, que me mueve a predicaros en esta misa tan especial. Queridos hermanos: lo que me quema por dentro es que el amor de Dios ha sido olvidado, y esta es la gran tragedia que hoy padecemos. Nuestra sociedad ha odo hablar mucho del amor de Dios, pero muy pocos lo conocen. Cmo es este amor? Dios est enamorado de nosotros, desea ardientemente que le conoz-camos, que le amemos: en resumen, que respondamos a la amistad que nos brin-da. La amistad no puede existir cuando uno no conoce el amor del otro. Es cosa de los dos. Pero la amistad requiere un paso ms, y es querer el bien del pr-jimo como el mo propio. La prueba ms grande que podemos encontrar de la amistad es el dar la vida por el amigo. Si miris encima de m, al Crucifijo, veris a Aqul que os ama como ami-go, pero que quiz no conozcis: es Cristo, que muri por ti en la Cruz. Cristo no muri por los hombres en general, sino que como era Dios, te conoca a ti, y el amor con el que muri, tambin era amor a ti. El plan de Dios ha sido y sigue

  • siendo salir a por nosotros, perdonar nues-tras culpas, buscarnos, recogernos, vendar nuestras heridas, guardarnos y apacentar-nos () . Caed en la cuenta de cunto os ama Cristo: San Ignacio de Loyola, en sus ejer-cicios, resalta siempre que todo lo que vivi Cristo, fue por m. Todo por nuestra salvacin, en su vida terrena y ahora tam-bin en el cielo. Si l naci por m, nuestros padres no podrn recibir a su hijo como don de Dios? Si l trabaj por m, yo no puedo trabajar por l?, si se alegr por m, yo no voy a alegrarme con l?, si muri por m, yo no voy a morir por l? Cuando uno se pone frente a Cris-to, pone en verdad su vida de pecado, pero a la vez Cristo no se lo reprocha, sino que sana esa herida, levanta. As se entienden los mandamientos, no como una imposicin exterior, sino como una respuesta que uno hace con gusto, porque quiere de veras al amigo, y no quiere ofenderle. Cristo nos dice en el evangelio: Si me amis guardaris mis mandamientos. Pero si algo ha dejado claro la historia es que el hombre con sus fuerzas no puede responder a Dios, sino que cada vez cae ms bajo conforme se aleja de Dios, y de sus mandamientos. Los mandamientos hacen libre al hombre, porque son su felicidad, pero no puede cumplirlos. Slo con la gracia de Cristo podemos. Y es que si Cristo no nos da la caridad, no podemos responder a su amor de amis-tad. Los hombres no podemos amar a las plantas ni a los animales como a perso-nas humanas. Igualmente, si no recibimos el amor de Dios, no podemos amarle como Dios ama. Para eso se nos han dado los sacramentos: para que se nos d la gracia. Para eso existe el sacramento del Orden: para que a travs de hombres, Cristo siga bajando a la tierra para alimentar a los hombres con su gracia, y para darles el perdn de los pecados, instaurndoles en la vida de gracia. El mejor invento de la humanidad es la Eucarista: es el sacramento en el que Cristo est entero, con su cuerpo, sangre, alma y divinidad, y es el sacra-mento que nos hace poder estar en el calvario, o junto al pesebre, o en la Anun-ciacin El sacerdote es el amor del Corazn de Jess, que da la vida por el Evan-gelio, que anuncia a tiempo y a destiempo el amor de Dios, el que saca a los hom-bres del infierno, el que les cura en la confesin, les alimenta con la Eucarista y les acompaa en su vida.

    D. Eusebio en el campamento de Schola Cordis Iesu 2012

  • EL SACERDOTE HA DE SER PROFETA

    En el tiempo en que vivimos es especialmente importante que la llamada a participar en el nico sacerdocio de Cristo en el ministerio ordenado florezca en el "carisma de la profeca": hay gran necesidad de sacerdotes que hablen de Dios al mundo y que presenten el mundo a Dios; hombres no sujetos a efmeras modas culturales, sino capaces de vivir autnticamente la libertad que slo la certeza de la pertenencia a Dios

    puede dar (). En el modo de pensar, de hablar, de juzgar los hechos del mundo, de servir y de amar, de relacionarse con las personas, incluso en el hbito, el sacerdote debe sacar fuerza proftica de su pertenencia sacramental, de su ser profundo. Por consiguiente, debe poner sumo esmero en preservarse de la mentalidad dominante, que tiende a asociar el valor del ministro no a su persona, sino slo a su funcin, negando as la obra de Dios, que incide en la identidad profunda de la persona del sacerdote, configurndolo a s de modo definitivo.

    Discurso del papa Benedicto XVI a los participantes del congreso "Fidelidad de Cristo, fidelidad del sacerdote

    Dice el P

    apa

  • CRISTO, LUZ DEL HOMBRE

    Los desequilibrios que fati-

    gan al mundo moderno estn conecta-dos con ese otro desequilibrio funda-mental que hunde sus races en el cora-zn humano. Son muchos los elemen-tos que se combaten en el propio inte-rior del hombre. A fuer de criatura, el hombre experimenta mltiples limita-ciones; se siente, sin embargo, ilimita-do en sus deseos y llamado a una vida superior. Atrado por muchas solicita-ciones, tiene que elegir y que renun-ciar. Ms an, como enfermo y peca-dor, no raramente hace lo que no quiere y deja de hacer lo que querra llevar a cabo. Por ello siente en s mismo la divisin, que tantas y tan graves discordias provoca en la sociedad. Son muchsimos los que, tarados en su vida por el mate-rialismo prctico, no quieren saber nada de la clara percepcin de este dramtico estado, o bien, oprimidos por la miseria, no tienen tiempo para ponerse a conside-rarlo. Muchos piensan hallar su descanso en una interpretacin de la realidad pro-puesta de mltiples maneras. Otros esperan del solo esfuerzo humano la verdadera y plena liberacin de la Humanidad, y abrigan el convencimiento de que el futuro reino del hombre sobre la tierra saciar plenamente todos sus deseos. Y no faltan, por otra parte, quienes, desesperando de poder dar a la vida un sentido exacto, alaban la insolencia de quienes piensan que la existencia carece de toda significa-cin propia y se esfuerzan por darle un sentido puramente subjetivo. Cree la Igle-sia que Cristo, muerto y resucitado por todos, da al Hombre su luz y su fuer-za por el Espritu Santo a fin de que pueda responder a su mxima vocacin y que no ha sido dado bajo el cielo a la Humanidad otro nombre en el que pueda salvarse. Igualmente cree que la clave, el centro y el fin de toda la his-toria humana se halla en su Seor y Maestro. Afirma adems la Iglesia que, bajo la superficie de lo cambiante, hay muchas cosas permanentes, que tie-nen su ltimo fundamento en Cristo, quien existe ayer, hoy y para siempre.

    Concilio Vaticano II, Gaudium et spes, 10

    Nuestra

    espiritua

    lidad

  • Oracin del Acurdate Acurdate, Nuestra Seora del Sagrado Corazn, de las maravillas que hizo en Ti el Seor. l te escogi por Madre y te quiso junto a su Cruz. Ahora, te hace partcipe de su Gloria y escucha tu plegaria. Ofrcele nuestra alabanza y nuestra accin de gracias. Presntale nuestras peticiones... (se pide la gracia que se desea alcanzar).

    Haznos vivir como T, en el Amor de tu Hijo, para que venga a nosotros su Reino. Conduce a todos los hombres a la Fuente de Agua Viva que brota de su Corazn, extendiendo sobre el mundo la esperanza y

    la paz, la misericordia y la salvacin. Mira nuestra confianza, responde a nuestra splica y mustrate siempre nuestra Madre. Amn.

    Nuestra Seora del Sagrado Corazn, rogad por nosotros

    CMO COLABORAR? Con vuestra oracin por nosotros. Os invitamos a rezar a Nuestra Seora del

    Sagrado Corazn la oracin Acurdate, pidiendo para la Hermandad: - La santidad de sus miembros - El aumento de sus vocaciones - La fecundidad en sus apostolados Con vuestra ayuda econmica*: - Con un donativo puntual - Becando a un seminarista (beca mensual: 350) - Con una cuota peridica *Podis hacer un ingreso en la cuenta de La Caixa 2100-1224-86-

    0200234363 (Titular: Hermandad de Hijos de Nuestra Seora del Sagrado Corazn).

    **Los donativos hechos a la Hermandad pueden desgravarse en la

    declaracin de la renta. Podemos remitiros un justificante.