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Nn -1 . ~ . :1 tilos kE

Además, nosotros no nos aveníamos con gusto

que Panamá apagara s u voz., precisamente cuando

una unta de primavera.literario hace un

un largo y dulce murmullo los vírgenes boscajes de

América. de: Cristóbal Colón

Dicho lo anterior, quedan agotados los números

de nuestro programa

Pero no queremos concluír

aquellos,que pi ensan que tratamos de imponer a nuestro público nuestra religión

literaria que van fuera de lo cierto , pues somos los primeros en creer que nosotros n i aún reuniendo los elementos dispersos con que contamos

y exprimiendolos todo lo bueno que puedan tener alcanzamos a presentarnos a la América con fisonomía propia . Así pues acptaremos lo bello y lo bien dicho de donde quiera que brote, ya que en las columnas de nuestra revista caben todas las escuelas como en el pequeñño vientre de un violín todas las vibraciones

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Nuevos Ritos

Luis Rosado ea

Hace ya muchos días que recibí deMérida un hermoso libro de versos, es-crito con inspiración y buen gusto, porel ilustre poeta mejicano, cuyo nombresirve de encabezamiento á este ar-tículo. Tal libro, en mi sentir, colocaa su autor en el número de las más

brillantes figuras literarias deHispano—América . Está dividido así : A

LMA Y SANGRE—LAS PEREGRINACIONESDEL, AMOR Y DEL ENSUEÑO OTRAS

VISIONES Y OTRAS ANSIAS- LOS POEMAS.

Inútil es decir de quien escribe entierra mejicana ., . y en estos últimostiempos, que pertenecen á la escuelamoderna, á la cual están afiliados in-signes escritores, que enaltecen consus obras las buenas letras americanas.

Pero mis elogios no le van al yaglorioso vate, porque prefiriendo losnuevos rumbos, se aparte de los quehan (lado notoria celebridad á muchosy muy notables prosistas y poetas, si-no porque ha sabido unir á una

inspiración sana y vigorosa, una forma ar-tística y bella.

No todo, por supuesto, lo conteni-do en el libro de Rosado - Vega encajacon las duras exigencias (le la reformaimportada de Francia, que haytambien algunas delicadas composiciones

del más puro y deleitoso sabor español.

Alabo también á Vega por la cla-ridad con que escribe.

Tiempos son estos de tortura parael idioma y para el buen sentido, tiem-pos en que, á pretexto de novedad, seintroducen en la lengua extravagantesneologismos, y se descoyuntan á dredelas más conocidas reglas de la sintaxiscastellana . Es tal la sed de reforma,

que ni los más esclarecidos maestrosse escapan de incurrir en defectos dig-nos de no pálida censura.

Los literatos de escasa enjundia seentrañan creyendo que las buenas

letras exigen el ag lomerado de todas las palabras exóticas

giros enrevesados, los que lejos de iclaridad y belleza, entorpecen lacanción

y la hacen obscura y fastidio

No creo, ni puedo creer, que el ude rico vocabulario sea un defecto.tes bien lo tengo á cultura ygallardopero amontonar sin buen acuerdonumerables términos, constantesóen los léxicos, no dejará de serinstrumentoalarde de conocimientosidiomáticos

No olvidemos que para ser un gescritor ó un gran poeta, lo queprincipalmente

se necesita es genio . Laflaquegueza de palabras, sí util, no esindispensable. Se dice que el Dante conoció 18,000 voces, Shespir, 15,000,Cervantes y Lutero más de 12,090, mientras que Metastasio sólo4, -y hay quien sostenga que á Racínbastaron 1,200 para escribir todascomedias (aunque lo más probableque haya puesto al servicio (le su pma 2,000, como otros loafirman)—Ymás fáciles é ilustrados conversado'los periodistas más fecundos y los(lores más verbosos, apenas el empleande 6 á 7,000 términos . EnEspañaJovellanos, que es uno de los escritorespríncipes, fué parco en el uso de vnuevas, y á J . Joaquín Pachecoporleérsele sin consultar una. sola vezDiccionario.

Por lo dicho no vayaa sospecharse siquiera que yo ataco el briosopuje de las modernas letras ; por el c

ontrario, lo veo con placer y loaplaudo.La nave seguirá su marchaaunqueazote la tempestadad pero pocos, no pocos npocos de los tripulantes arribaron alpuerto.

Volviendo al libro dequetratando, debo elogiartambién

deleitable sencillez de algunacomposiciones-... En esta epocasición para la. literatura, pocoque abriendo surcos nuevosh~ '

_mas o se enreda:enmarañamientos .

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untas de la idea, he aquí el sueño ymacollo de muchos ilustres ingenios,el lores ciegos del renombrado

Pero lo que muchos no saben, 6mentan no saber, es que la reformaí r.irrs es apenas una resurrecciónla reforma efectuada en otras lita-arao, duchos siglos atrás.

En el Escalda, 6 arte poético derri Stnrluson (muerto en 1241), lasao que "se dan son una imagen(le los poemas del siglo XIII; y no

iutele concebir nada irás artificial,etc les recuerde la poesía. natu-

y verdadera del antiguo Tdda."

E ' Id"rese que conforme el arte1-o dril innovador Sturluson, nada

IIantans^ por su propio nombre;ce ocurrir al símbolo, al enigma,

forzosas, y casi siempre obscurasc-woluciones . La sangre no debe,brarse sangre sino rocío del dolor,

qHe hace bardar la es cada . Elt ero es árbol arrizado 6 <fa$ol de laze,'..z . El enervo anfi,-arrzo de tiraste-, esuinciador de males . La abun-ieia y novedad de palabras, que hoy

nca con tanto empezco, fué cosa,'a entre los escaldas, hasta el

colo de contarse no menos de 115para decir Odino, y 120 sin6-

se para significar una isla.

~bngora en bis palia buscó también!balo, la expresión concisa y enig

v:.a de la idea, hasta hundirse en

ial de extravagancias y sutilezas,

oi y no paco, la brillantrsr-labor da su privilegiado ingenio.

Pero esas escuelas no perduran;o ;ion llamadas á vivir eterna-

te las obras de arte en que resplan-domo inc ximables. prendas el es-

1 1' originalidad y la gracia, uni-i r , .1 lao, la fuerza y la claari-

lo que toca á la reforma mé-ue testo se alardea, dir tam-tales reformas : ., ven de tiem-npo en todas las )i te(aturas,

msecuencia del'

manidola humanidad . i- ..P-

'elidey la }~} eníl'

llardamente introducida por Garciyy Boscán, yDiego de Mendoza y -Luisde 1Iaro (1.) En ese siglo tan gloriosoy tan fecundo para la; letras espailo-las,-se efectuó una gran tevolucián.Esclarecidos poetas peninsulares learrebataban á Italia su ritmo y á Ro-ma y Grecia su símbolo . Los diosesdel paganismo se unían á los dioses dela cristiandad, y los metros del Petrar-ca parecían sustituir para siempre álos de Juan de Mena y Jorge Manri-que. La lucha fué sangrienta . Deun lado los innovadores, con toda lafuerza de las nuevas escuelas, y deotro los clásicos con el justo apego álos metros en que tanta celebridad ha-bían alcanzado. Contra Garcilaso yBoscán y Diego de Mendoza y Luis deHato, se levantan altivos y desdeñososJuan de Mena, Jorge Manrique, GarciSánchez, Cartageno y Torres de Nal-

'vareo, y sobre todo Castillejo, que pa-recia anonadarlos con el pedo de susfulminantes invectivas . Pero ¿cualfuá el resultado? Que ambas escuelasse armonizaron, se unieron estrecha-mente, se fundieron. en una . sola, y co-rrieron después limpias, diáfanas y so-noras, por ancho y dilatado cauce, de-rramando por todas partes la gracia.la frescura y la armonía . Yino podíaser de otro modo; pues donde quieraque se piense alto, y se sienta hondo,y se hable claro, allí estará la _ poesia.

Tocante á originalidad, creo queen América la tenemos . Si no la tu-viéramos, mis simpatías y mi afectohacia la madre patria me harían (lesearque no perdiéramos ese aire de espailo-les con que Bello y Olmedo, y Montal-vo y Merchán, y.cien poetas y escrito-re s más, se han gloriosamente inmor-talizado.

¿Que no se puede pertenecer á laescuela de los nuevos, sin abrevar enfuente francesa? Error . Salvador Rue-da es uno de ellos, sin ba .st'roi;tar enlo menos de su noble y preclaro "linaje.

(1) Ya en el siglo XIV el Marquésde Santillana habla - publicado cuarenta ydes sonetos }echos al /Ialico ánodo, y en-tro él y el eragoeés Juan de Yitlapando

' . taras^-

ala tal clase de -eulhl

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No evos I ,tt-os

Bien esta que avaros de riquezasliterarias, sedientos de originalidad,extraigamos el oro de las otras litera-turas; pero vaciémoslo en nuestrosmoldes, démosle nuestra forma, y quesalga con el rico y brillante pulimentode nuestros talleres.

En algunas novelas de Pérez Gal-,dós palpita el espíritu , de Erckmaum—Chatrian, Dickens, Balzac, Zola, Ib-sen ¿mas quién podrá decir por estoque no haya originalidad, y mucha, enel gran novelista español? ¿Quién

podrá, decir que es por su estilo inglés,francés o noruego?

Para los que no conocen la galanamusa. de Rosado Vega, citemos algu-nos fragmentos del brillante libro deversos, que ha servido de tema á estecorto trabajo.

COPA ANTIGUA es una composicióndelicadamente poética . Encanta porla sencillez de la forma y por la pure-za del fondo . En ella se siente el per-fume del espíritu de Luís de León y deSan Juan de la Cruz : véanse las si-guientes estrofas:

Inocente zagala,que por vega, por monte y por collado

apacientas tranquila tu ganadoy eres por bella, gala,

y la flor más fragante de este prado,dichosa tú, dichosa,

que lejos de mundanos sinsaborespasas la vida, ajena de dolores,

como ovejita hermosasaltando entre las breñas y las flores.

Nunca á la ingrata Villatus pasos enderece anhelo insano,1 oh zagala 1 que el uso cortesano

envenena y mancillacuanto logra alcanzar con diestra mano.

En cambio aquesta vegade dulce calma perennal testigo,es codiciado edén y grato abrigo

para el alma que llegatras de la paz y del reposo amigo.

¿Qué más deseable cosani mas grato regalo apetecido,que mirar este huerto florecido,

y oír la armoniosacanción que el ave ensaya desde el nido? "

La composición A un pintar, toda celadas por mano de artista excelsobuena, tiene estrofas hábilmente 'cin- trascribamos algunas.

"Dale la castidad de la azucena6 su frente serena;

y llenade frescura y de rosas su semblante gentil,

de manera que quede como el prado en Abril.Da á sus pupilas humedas y tiernas

lumbre de estrella y sombra de capuz,de modo que simulen ¡los cavernaspringadas con dos lágrmas de luz;

y semejaen la ceja

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Nuevos Ritos 6

una grácil golondrinacon las alas abiertas como en cruz.

Y completa la pinturahaciendo que su cuerpo de esbelta donosura,

surja en valiente escorzo,con algo de palmera en la cintura,y con algo de víbora en el torso.

Veamos ahora á Vega en su ganar- do poema La Muerte de la Amada :

dicen LAS ILUSIONES:

"Venimos de los vagos confines donde moracomo en lecho de púrpura su majestad la aurora,ella nos dió sus tenues y vagarosos velos,el oro de sus crenchas, la gloria de los cielos;ella . nos dió el zafiro que esmalta los espacios,y enjoyó nuestra frente con perlas y topacios.

Venimos en los rayos de luz de la alborada,corremos en los giros del aura perfumada;nuestra frente es de hostia, de ensueño nuestros ojosdivinamente azules, y en nuestros labios rojoscuaja la miel de todos los castos embelesosen nectarios de aromas y en panales de besos.

Por donde vamos riegan como triunfal tesorolos fúlgidos luceros su cabellera de oro;por donde vamos vibran de amor los corazones¡Somos las bien amadas, somos las ilusiones! "

Hablan ahora LAS ESPERANZAS:

"A Julieta llorando de amoresal pensar en su amado que tarda,icuántas veces dijimos^ `No llores,volverá, no lo dudes; Aguarda!

Al poeta, al artista, al videnteque de anhelos gloriosos viviera,¡qué de noches besando su frentele dijimos : `No cejes . . . . Espera!

Ya la gloria vendrá, vendrá luegoá ofrecerte la miel de sus urnas,y á prender sus festones de fuegoen sus frías tinieblas nocturnas.

Somos lampo de luz que fulguraen las almas que agita el anhelodel amor ; y en la negra amargurairis santo de paz y consuelo .

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Todos los metros los maneja Ro- por motor eléctrico. Para terminar,sado Vega con maestría . El pareado, citaré algunos ejemplos . de esta claseque es por su naturaleza fatigosa, bajo de versos, ya que no me es posible,sus hábiles manos tiembla y corre, para deleite de los lectores, trascribirse inclina ó se yergue, como impulsado composiciones enteras . ,

¿En qué hora azul besaste las aguas del Permeso?¿Qué besos te enseñaron la música del beso?Porque tu rima besa, besa como en la quietanoturnidad , Romeo la frente de Julieta.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..

Tú rasgaste el corpiño de la reina Eleganciay de sus roseos senos bebíste la fragancia,Por eso hay en tus versos olorosos ungüentosy finos y lácteos aterciopelamientos,y pues ya besaste de la Reina Elegancialos culminantes senos, vete, vete á la Francia.En exodo de arte, vete, vete al paísdel eximio Rey Sol, y de la flor de lis.Vete allí con el iris de tus frases preclaras,y con tus versos nuevos, y con tus gemas raras.

Serás de los magníficos si vas con tu tesorotus estrofas joyantes engarzadas en oro ."

¿A qué decir que en el libro delflorido poéta mejicano hay incorrec-ciones idiomáticas que habría sido me-jor evitar? Pero ¿será posible sus-traerse por completo á esa oleada re-volucionaria que ha invadido á toda lala América?

Y por otra parte ; ¿qué libro no lastiene? Queda para otros la ingra-

ta, la penosa tarea de señalar los lu-nares de la obra; y de mi parte váyanleal señor Rosado Vega las más cor-diales felicitaciones, porque hay ensus hermosos versos, fuerza de ingenioy esplendores de arte.

MARIANO BARRETO.

(Nicaragüense.)1906.

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Nuevos Ritos

SINFONÍA EN MENORde Henri Greville

Los clarinetes y los contrabajos vi-bran en perfecto acorde, triste yprolongado, como la clamorosaresignación de un alma cuyo mal es incurable

.Al sonido doloroso de esas notas,alzó él la frente soñadora y pálida ; yal escuchar el ritmo regular , de laorquesta seme jando un paso fúnebre, suMente evoco escenas del pasado.

Cuando él era joven--- :muchos añosha- amó con pasión . ¿Fue correspon

dido Nadie hubiera podido decirlo.Joven y bella . era la amada: así la

recordaba él . Por ella hubiera dadogustoso su vida ; y sin embargo 'nuncase atrevió á decírselo, aunque proba-blemente ella lo comprendiera.

Al desarrollar losviolines—pausadamente—la melodía con acentos de de-sesperada dulzura, recordó él lasnoches de otras épocas, pasadas en pa-sear solitario y pensativo hasta elamanecer .

Los violoncellos acompañaban consus acompasados acordes la medida desu paso sonoro, y él marchaba siempresolitario ; diciéndose que jamás semirara en aquellos ojos adorados.

Lágrimas del corazón cayeron entonces,lentamente, gota agota, semejantes alagua que horada la . piedra, y trazaronen su afma los surcos imborrables deeste amor.Llevóse, como entonces, la mano álos ojos : ¿por qué , al recuerdo del pa-sado las lágrimas se obstinan en . caer?

De golpe, el canto de los dúos evocala luz : un cielo radiante, azul, se descubre sobre su cabeza . Un día elsueño insensato de sus noches de angustiase vió realizado : los ojos amados sealzaron hacia él, y en su brillar inten-so, levó su corazón hambriento deamor todo lo que deseaba saber ; los.labios divinos se entreabrieron en unasonrisa de amorosa dicha y el rostrobello y languideciente se inclinó sobre

el suyo y por un momento sus almasse fundieron en una sola.

Resuena ahora un himno de triunfoy de alegría ; la . orquesta entera lo canta en las aladas voces de sus cuerdas .vibrante;;--A él le pareció tener lafantástica quimera entre las manos yse figuró alzarse sobre el mundo comounconquistador glorioso

Una hora . . . . un minuto nosquizás . . . . ¿se sabe lo que dura la di-cha?—No tiene duración : o es elrápido fulgurar de un relámpago o elperdurar de una eternidad ..

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... .Después el sol desapareció ; las gri-ses claridades del crepúsculo descen-dieron sobre li. tierra, y el paso caden-cioso de los enterradores que se llevan

a los seres amados resonó en un silen-cio cargado de sollozos.Los ojos adorados se cerraron parasiempre á la luz ; los labios sonrosada;no volvieron á sonreir y. el rostro rí-gido é inmóvil reposa en la caja deblanco satín que llevan les enterrado-res y donde duerme la bienamada elverdadero y eterno sueño.

Van despacio, muy despacio, en lasombra transparente de una tarde primaveral y él, con el alma llena de uncruel y amargo goce, se repetía. mar-chando tras el cortejo : Ella me

amó Siguen, siguen siempre adelante.

lejos ;, muy lejos y él los sigue con elcorazón fatigado, con los miembrosrotos y con la sensación del dolorosotriunfo que sobrevive aún a la mismamuerta

Y siguen, siguen andando á la luzextinta de la tarde : los enterradores,el ataud, su amor y su suena

Y todo decrece con la luz y se des-vanece con la última notacristalinaque exhalan sollozando los violines . . . .

CARLOTA WERTHER

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+

+MADRIGAL

(de un libro inédito)

Era un cuativo beso enamoradode una mano de nieve que teníala apariencia de un lirio desmayadoy el palpitar de un ave en agonía.

Y. sucedió que un díaaquella mano suavede palidez de cirio,de languidez de lirio,de palpitar de ave,

se acercó tanto a la prisión del besoque ya no pudo más el pobre presoy se escapó más con violento girohuyó la mano hasta el confin lejano,y el beso que volaba tras la mano,rompiendo el aire, se volvió suspiro.

Luís G Urbina.

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Nuevos Ritos

MensajeTal vez pronto, muy pronto, mi planta peregrinase detendrá á la puerta de tu feliz morada:mis pies ensangrentados y mi húmeda esclavinadirán de las . fatigas de la áspera jornada,

Yo voy como el trovero de-tiempos. medioevales,,tras la fermosa dama por quien mi ser delira,en busca de remedio para curar mis malesy á darle en recompensa las notas, de mi lira,

Con mi. bordón de viaje yó Llamaré -á tu puertay pediré un albergue . Si acaso en esa horadurmieres dulcemente, no tomas y despierta:yo soy el peregrino que tú. piedad implora .

Yo entonces agradecido, en trovas harmoniosas,.te contaré la historia de príncipes gallardos,de reyes prisioneros, de damas amorosas,de enanos- y bufones, de ninfas, y de bardos.

Y te diré de monstruos que tienen sus moradasdonde jamás el ojo llegó de los mortales,y de princesas rubias-que viven encantadasentre palacios. hechos de perlas y corales,

Y al fin., cuando mi lira se quede silenciosa,y el Sueno en tus pupilas quiera poner sus vendas,.

me acercaré á decirte que tú eres- más hermosaque todas las princesas de cuentos y leyendas

rDemetrio Fábrega

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Nuevos Ri tos 11

El aria y la sonataLección de historia musical profesada por

el Director de la Escuela Nacionalde Música y Declamación el13de

Septiembre de 1906 , con ocasióndel primer Concierto del CírculoFilarmónico de Panamá.

Señoras y Caballeros:

Mi último informe al Señor Se-cretario de Instrucción Pública y Jus-ticia, que corre publicado en la Me-moria presentada por este alto fun-cionario á la Asamblea Legislativadel año en curso, contiene el anunciode dos hechos inminentes : la inaugu-ración de los conciertos del CírculoFilarmónico y la creación de una cá-tedra de historia musical en esta Es-cuela. El concierto de esta noche esla 'realización simultanea 'de ambospropósitos.

El Círculo Filarmónico de Pana-má, asosiación de los alumnos másavanzados de la Escuela de NacionalMúsica y Declamación, ha querido ensu primer concierto, en su primer ac-to de vida, elaborar un programa ar-tístico de primer orden . Este progra-ma no es un efecto del simple azar,no es un resultado casual ni incons-ciente, sino el fruto de una idea lar-gamente preconcebida, de un planlógico y racional determinado previa-mente . La lección de historia que loacompaña se propone explicar esa ideay ese plan, ilustrar por medio de ade-cuados comentarios el pensamientoque ha presidido á la agrupación delos elementos constitutivos de esteconcierto y dar de esa manera todo suvalor y realce á la hermosa manifes-tación de arte y de talento que conpatriótico regocijo presenciamos .

Lo primero que observa quien-quiera que recorra con la vista el pro-grama de esta noche es que todas laspiezas de piano son sonatas y todaslas piezas de canto son arias.Significa esto que en la Escuela Nacionalde Música y Declamación tan solo seenseñan arias y sonatas?—Práctica-mente, sí : debo confesar que todas laspiezas instrumentales que damos alestudio son sonatas y todos las piezasvocales, arias, pues bien que en algu-nos casos dichas piezas no se intitulanprecisamente arias ni sonatas, sin cm-k bargo, su forma procede siempre de laforma sonata, si es instrumental;de la forma aria, si es vocal.

Y es que el aria y la sonata sonlas dos formas capitales de la músicadramática y de la música sinfónicarespectivamente, en tal grado queocioso fuera intentar buscarles rival6 equivalente alguno en cualquierade esos dos órdenes musicales . Elconcierto qué va á seguir es la historia,musicalmente referida, del aria y dela sonata desde su aparición hasta eladvenimiento de la escuela románticapersonificada por , Carlos María vonWeber. Cada número del programamarca alguna de las grandes etapas enla evolución interna de aquellas dosformas musicales .

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Nuevos Ritos 12

El aria es un producto genuinodel Renacimiento.

Todos sabemos qué cosa fué el Renacimiento: una reacción universalcontra las ideas y el espíritu de laEdad Media, un regreso á los idealesdel paganismo, una restauración triun-fante del Arte griego, olvidado y me-nospreciado por el ascetismo medio-eval .

El Renacimiento de la música co-menzó á fines del siglo XVI, esto es,un siglo más tarde que el Renacimien-to de la literatura, la pintura, la es-cultura y la arquitectura, y 'fué obrade la. famosa camerata florentina enque alternaban artístas, sabios y poe-tas, como Jacopo Peri, Giovanni Bardi, Rinuccini, Emilio del Cavaliere yVincenzo Galilei, padre del gran Ga-lileo . Estos ardorosos reformadores sepropusieron resucitar la antigua tra-gedia clásica griega, la tragediade Esquilo, Sófocles y Eurípides,acción combinada de las tresartes del ritmo : poesía, música y (lan-za en busca de un efecto estéticocomún, y de esta tentativa nació la ópe-ra, ó, como se la llamó en un princi-pio, el dramma per musica. A laaparición de estas nuevas tenden-cias artísticas correspondió la apari-ción de una forma artística nueva, ó,mejor dicho, de un nuevo modo de expresión musical ; y asi como existía yaun estilo peculiar al Renacimiento enpintura, escultura y arquitectura,pronto existió también un estilo delRenacimiento en la música. Este es-tilo fué el recitativo : amplificación dela prosodia del verso basada en elprincipio de la acentuación tónica dellenguaje, imitación musical del idio-ma hablado que más procedía de ladeclamación que de la música . Losreformadores florentinos alzaron á las

nubes el nuevo estilo y lo tremolaron co-mo enseña de combate contra el arte yapoco menos que caduco de la EdadMedia, ontra el estilo madrigalesco,las sutilezas, los preciosismos y refi-namientos del contrapunto escolástico.Vitorearon y aclamaron el recitativocomo si se hubiera tratado del descu-brimiento de una nueva América ysinceramente creyeron haber restan-

rado los sanos principios de la expre-sión dramática, sin recordar que esosmismos principios habían sido yapuestos en práctica por los artístascristianos compositores de canto lla-no, quienes nos legaron en lasmelodías del Antifonario y el Gradual ver-daderas joyas de expresión dramáticabasadas en la justa observación delacento tónico y expresivo del idioma.

Pasados los primeros entusiasmos,calmada la primera fiebre del secta-rismo, la generación siguiente comen-zó á hallar soberanamente monótonoy fastidioso el recitativo seca), como lellamamos hoy para distinguirlo delrecitativo acompasado que creóposteriormente el célebre Rameau y en elcual se dió mayor cabida al elementopuramente musical . Acabose por com-prender que el recitativo seco era unacreación de la pura inducción litera-ria, un producto de la reflexión y lavoluntad sin raíces profundas en elinstinto ni el sentimiento, sin vida nicalor comunicativo, en suma., un esque-leto inerte que el arte verdadero, laverdadera inspiración musical, no ha-bía cubierto aun. con sus cálidas yseductoras carnaciones.

La generación siguiente producecompositores de la talla de Landi, Ca-valli y el gran Monteverde, quienesliberan la melodía del rigor del textoy hacen prevalecer la musica sobre ladeclamación . Ellos crean en este es-píritu la melodía vocal de un solo pe- .riodo, expresión de una sola idea lite-raria ; pero esta forma musical tam-poco disfrutó de larga vida, pues enbreve se le reprochó su falta de varie-dad y amplitud. Imaginose entoncesuna forma más desarrollada, compues-ta de una idea ó melodía principal, se-guida de otra incidental en un tono re-lativo y de la repetición de la melodíaprincipal para concluir . Este fué elgermen de la grande Aria da Capo quellevaron á su mayor grado de desarro-llo Alessandro Scarlatti, Haendel, Por-pora y los compositores italianos dela época del bel canto, comunicando ála segunda idea ó melodía amplitud,importancia y caracteres suficientespara hacer equilibrio á la primera ideay contrastar con ella. La primera idea

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Nuevos. Ritos 13

se repite á modo de conclusión . locual constituye `el da capo propiamen-te dicho, y tenemos así establecidaslas grandes divisiones temáticas delaria tripartita o da capo, la forma clá-sica y tradicional del aria:

I a, Preludio Instrumental,

b, Primera idea ó melodía vocal;

II a, Interludio Instrumental,

b, segunda idea ó melodía vocal,

c, Interludio instrumental;

III a, Repetición de la primera idea

vocal,

b, Postludio instrumental,

En esta forma está concebida elaria de soprano del célebre oratorio

El Mesías, obra del inmortal Haendelque encabeza el programa del concierto.

Al número 3 del programa halla -mos inscrita el aria de Cherubino enla ópera de Mozart L e Nozze figaro, que comienza por estas palabras:" Voi che sepate ."—En dicha aria de-saparecen los interludios y el postlu-dio instrumental ; prevalecen el preludio6 ritornelo inicial y las tres divisionesesenciales del aria da capo, pero estasultimas sin solución de continuidad

entre sí y como soldadas unas á otras.Diríase una larga frase melódica entres secciones . Las fiorituras, voca-lizaciones y pasajes de virtuosidad vo-cal familiares á la manera deHaendel, desaparecen igualmente para de-jar el campo abierto á una melodíasilábica y expresiva, más sencilla yamable, menos florida y enfática quela de El Mesías.

Al número 5 del programa figurael aria célebre de Leonora en la ópera

Fidelio, de Beethoven . Aquí nos ha-llamos en presencia de una verdaderatransformación del aria: el da capo,la repetición de la melodía principal,desaparece como artificio contrario ála expresión dramática, y en su reem-plazo emplea Beethoven una nuevaestructura temática : el aria en dosmovimientos, fórmula que tantapopularidad tuvo entre los compositoresdramáticos del siglo pasado : un mo-vimiento lento seguido de un movi-miento vivo . El aria de Fidelio co-mienza por un recitativo, ora seco oraacompasado, interrumpido por los fre-cuentes comentarios de la orquesta,y cada uno de los dos movimientos delaria constituye por si solo una ariacompleta con sus tres secciones esen-ciales. Son dos arias en una sola, conla particularidad de que la primera delas dos carece de da cato, según se ve-en el croquis siguiente:

Movimiento lento(1° aria

sin da capo),

Movimiento vivo(2a aria

da capo)

Una frase melódica en mi mayor.si

„ mi

Frase melódica en mi mayor,,

modulanteRepetición de la primera frase en Mi.

Los compositores modernos, ins-pirándose en los principios del drama

wagneriano, condenan la forma ariaen todas sus manifestaciones como in -terrupción de la acción dramática enprovecho 6 para mayor desarrollo delelemento puramente lírico, y emitenla te ;teoría de que las formas de la mú-sica con palabras no pueden ser racio -nalmente fijadas de antemano sino im-puestas por el contexto del poema li-terario. Pero el aria de Fidelio, que

concilia la rapidez de la ácción y el in -terés de la verdad dramática con unaestructura temática puramente musi-cal, es una prueba elocuente dequepara el verdadero genio no hay impo-sibles .--

—Al número 7 del programa le-emos : Grande aria de 'Agata en la opera Freyschütz de C . M . WeLer.

Si en Mozart vimos ya simplificadoel andamiaje tradicional del aria da .

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Nuevos Ritos 14

capo por medio de la supresión de losinterludios y el postludio instrumen-tal ; si en Beethoven vimos suprimidoel propio da capo y establecida ensulugar la forma del aria en dos movi-mientos, en Weber veremos caer porcompleto las últimas fórmulas conven-cionales del aria y constituirse libre-mente la melodía vocal sin otra suje-ción que la impuesta por el espíritumismo del poema y su contexto lite -rario . La estructura temática y con-vencional del aria va debilitándose,borrándose poco á poco, en términosque la evolución del aria dramáticaparece proceder por la eliminaciónprogresiva de sus elementos objetivosy específicos hasta fundirse en el tex-to poético mismo . De Weber paraacá, los destinos del aria pueden consi-derarse definitivamente cumplidos; suforma temática entra en un período dedisolución final . Cabe decir que We-ber ha entonado en Freyschütz el can-to del cisne del aria.

** *

Como el aria, la sonata es un pro-ducto genuino del Renacimiento . Silos reformadores florentinos, al crearel recitativo no innovaron absoluta-mente nada, en cambio, al proclamarel principio griego de la igualdad delos tres artes del ritmo: poesía, músicay danza, rehabilitaron el arte de ladanza, relegado al olvido y el desdénpor el espíritu religioso de la EdadMedia, y echaron las bases de la mú-sica sinfónica del porvenir.

Los ritmos y melodías de la danzapopular, que antes eran el patriotismoexclusivo de los cantori al liuto, trovadores, bardos y juglares, comienzaná atraer desde el siglo XVII la aten-ción de los compositores de genio. In-numerables chaconas, pavanas, pasacalles, baladas, correntes, sarabandas,sicilianas, minués, rondas y rigodones,pululan en literatura de los clavici-nistas de esa época . De este movi-miento general nace una nueva formade arte que florece á la par en Italia,Francia y Alemania y que personifi-can Domenico Scarlatti, Jean Phi-lippe Ramean y Juan Sebastián Bachrespectivamente : la Séric llamada par-

tita por los italianos, , Suite, por losfranceses y alemanes . Es una verda-dera serie de piezas de danzas dispues-tas en un orden fijo, determinado porcuatro movimientos esenciales, á cadauno de los cuales corresponde una 6dos piezas de la Séric . Su arquitec-tura general es la siguiente:

I Movimiento bastante vivo óAllegro,

II Movimiento lento : Andante óAdagio,

III Movimiento Moderato : Andan-tino 6 Modéralo,

IV Movimiento muy vivo ó Presto.Los movimientos extremos, I y IV,

constan por lo general de sendas pie-zas ; pero los movimientos del medio,II y III, constan de una ó más piezascada uno. La danza del movimientoI es casi siempre una Alemana y la delmovimiento IV una Giga; las danzasque corresponden al movimiento II sonuna Corrente ó una sarabanda, cuandono ambas, y al movimiento III corres-ponden ordinariamente un Minué y unaGavota, ó alguna de las dos.

Quien no ve ya establecidos allí loscuatro movimientos esenciales y carac-terísticos de la sonata moderna, el

Allegro inicial seguido del Andante óAdagio y del Scherzo o Minué que pre-cede al Presto finale? Pero si la sonata moderna ha conservado la econo-mía general de la série, por otra parte, emancipándose de las influenciaspopulares, rehuyendo afinidades dema-siado cercanas con la danza plebeya,purificando y espiritualizando sus ten-dencias estéticas, la sonata logró ele-varse á una altura artística incompa-rable. La transformación de laserieen sonata comenzó por el ler . movi-miento, el Allegro, el más importantede todos y el que ha prevalecido co-mo prototipo de la forma sonata . Enlugar de la antigua alemana, divididacomo todas las piezas de la serie endos partes : una que partía de la tónicapara concluír en la dominante y otraque partía de la dominante para re-gresar á la tónica, el creador de la so-nata moderna, Felipe Emanuel Bach,imaginó una forma más complexa

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Compuesta de dos temas contrastadosy dividida en tres secciones principa-les, así:

I Un tema en la tónica seguido deun 2° tema en un tono relativo . Estaes la parte de la sonata que llamamosla exposición;

II Los dos temas de la exposiciónson tratados según todos los recursosy artificios del contrapunto, la armo-nía y la composición, dilatándose . re-duciendose,juxtaponiéndose, penetrán-dose mutuamente, pasando, en una pa-labra, por todas las faces y modos deser de que son susceptibles . Esta esla parte llamada el desarrollo, la másinteresante y la que con mas fortunahan cultivado los compositores moder -nos ;

III Repetición del primer tema ensu tono original y repetición del se-gundo tema, no ya en su tono originalsino en la tónica, como el primero,para concluir por medio de una coda óperoración. Esta es lareexposición

Estas tres divisiones principalescorresponden á la exposición, la peri-pecia y el desenlace del drama, y dejanver claramente las tendencias dramá-ticas de nuestra sonata instrumental.Su forma admirablemente equilibraday ponderada, dotada de una plastici-dad propia á la manifestación de todaslas riquezas de la composición, ha si-do el molde por excelencia en que vie -nen vaciándose hace más de dos siglostodas las grandes inspiraciones de lamúsica sinfónica 6 instrumental . Laforma de la sonata es al mismo tiempola forma de la sinfonía, de la obertura,del trío y el cuarteto de cuerdas, detoda la musica de cámara y hasta delpoema sinfónico en sus lineamientosesenciales.

La vitalidad de la sonata es ina-gotable. Hoy cuando la formadel aria su contemporanea,parece irremisiblemente sacrificadaen aras de un nuevo concepto del artedramático, después de haber rendidogloriosas jornadas y llenado su objetoesencial, la sonata, rebosante deeterna juventud, no divisa en el horizonte

Nuevos Ritos 15

artístico, ni siquiera remotamente, laforma rival llamada á reemplazarla óá destronada.

Creada por Felipe Emanuel Bach,hijo del gran Juan Sebastian, la Sona-ta primitiva fué llevada á alto gradode perfección por sus sucesores Haydn,Haendel y Mozart . Al número dos(2) del programa figura un espécimende la Sonata de aquella época : la ensi menor de Haydn . Modesta deproporciones y concebida en un estilomelódico rico y variado, es de obser-var que carece de uno de los movi-mientos esenciales de la sonata : elmovimiento lento. Indudablemente,la forma cíclica de la sonata no estabaá la sazón consolidada d 1 todo.

En la obra número 2 de Beethoven(número 4 del programa)-la armoníageneral de la sonata moderna se mani -fiesta ya plenamente establecida . Eltema, la idea musical, cesa de ser unasimple frase melódica compuesta demiembros y periodos diversos para eri-girse en organismo superior, en perso-nalidad estética dotada de carácter yvoluntad. Y no solamente la idea mu-sical se transforma interiormente, sinoque exteriormente cada uno de los mo-vimientos de la sonata recibe de Bee-thoven un ensanchamiento prodigioso,resultando la obra entera una perfectamaravilla de arquitectura musical.

La obra número 24 de Weber-so-nata en do mayor-ocupa el número 6del programa. Pero de BeethovenaWeber la distancia es mucho menorque de Haydn á Beethoven, pues esteultimo fué uno de los primeros románticos de la musica, comoquiera quelos gérmenes revolucionarios en queabundan sus obras fueron el origendel movimiento romántico de que fuéWeber la más alta personificación his-tórica .

La estructura temática de la obra2 de Beethoven es casi idéntica á lade la obra 24 de Weber . Haysin emhargo entre ellas una diferencia dignade ser puesta en evidencia porque esindicio cierto de una evolución progre -siva: el Scherzo de la sonata deBeethoven no guarda proporción conlos demás movimientos ; su duración es

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NuevosRitos 16

apenas de dos minutos, en tanto que lostres movimientos restantes duran cincominutos cada uno . En la sonata de We-ber esa desigualdad desaparece ; la du-ración media de cada movimiento esde cinco minutos . No puede negarseque la construcción musical resulta eneste último caso mucho más equilibra-da y perfecta .

*

Señoras y Caballeros, mis discípu -los se muestran sumamente agradeci -dos hacia el distinguido auditorio queles ha tocado en suerte por los aplau -sos y elogios que no ha cesado deprodigarles desde los comienzos . del

concierto . Esta es su mejorrecompensaal par que su mas precioso estímulo

y creo ser fiel intérpetre de los senti-mientos que ellos experimentan en estos momentos diciéndoos que por vivosque sean su reconocimiento y gratitud,no alcanzan á eclipsar la admiraciónsincera que en su ánimo ha despertadoel espectáculo consolador de un públicointeligente, silencioso y recogido, elcual, sin un instante de desfallecimien-to, sin una señal de impaciencia ni ungesto de fastidio, antes bien interesán-dose visiblemente en nuestras áridasexplicaciones y archi–clásicasejecucionesnes, ha soportado heroicamente estagrave operación musical de dos horassin cloroformo .

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N 11eV11s ¡tilos Ii

STA. RAMONA EMILIA LEFEVRE

Para La Trona

Oh rubia sculi,nculalromo una aria de 7Jig(1nbaja un cielo de sal/Ar una Luna de cristal:

Flor la morís (n7 ;c realque naden( en el jardínde 11n castillo nlediarz b¿le las riberas del Rhi :

morada esta hoy de lista,peueti?r, que y á la arqucstaha empezada á prelucfiar

nn /rafe 1' dulce 111/111/eyrre escribió para lu piéellnlsluisivno Ilo_zarl.

Dl/1 V'EL

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Nnva írn Iiito,s lS'

2)a/akeasEbrias de Chipre, envueltas e

bajo el rosado despertar del día,van, por la adormecida Alejandría,como una alegre banda de palomas.

La fatiga no pudo hacerle pautaá aquella carne de placer ahitaEllas, oyendo la sagrada flauta,morirán ante el ara de Afrodita.

Mas . qué fue de la tropa femenina? ..Qué de aquella ciudad aletargada? . ..Como sueños que hilvana la Neblinael Sol las desgarró con la mirada.

Oh Ródope, oh Arquídice, beldadescuya carne crujió sobre los camposen horas de sublimes liviandades:vuestros nombres aun brillan como lamposentre la niebla gris de las edades.

Heliópolís cayó • • . Los ibis rojos—aves sagradas de mollera sabia—ya nos turban el sueño de los ojosdormidos de los montes de la Arabia.

Oh Laís, adorable pecadora:ya nadie cuelga ante tu puerta flores •••Va invadiendo la yedra trepadoracon una carcajada triunfadorala ciudad que vibró con tus amores.

Venus se borral . . . . La belleza toda,bajo el corset, que oprime y que destruye,como la corza blanca huye y huye,perseguida de cerca por la Moda.

Y la línea se apaga en la querella,y en esta aurora gélida y profana

cortesana tan docta como bella—palideces lo mismo que una estrellapalidece al abrirse la Mañana.

Atenas! •• En las grietas de tus ruinas,con dolorosos y sinceros gritos,lloran las enlutadas golondrinasla decadencia de los viejos ritos . ..

** *

Cerca al umbral del triste cementeriodonde tiende la Calma su ala fría,como una flor henchida de misteriopiensa y llora la pálida María .

aromas',

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Nnevos I0tA)S I!)

Sus crenchas grises, sus guedejas ralasfruyeron de su calva reverendaSus brazos macilentos son dos alas

.que perdieron la pluma en la contienda.

Sobre su rostro— flor de desengaño —brillan sus ojos trémulos é inciertoscual sobre un cofre de marfil de antañodesmayaran nn par de ópalos muertos.

Y aquellas dos pupilas ¡oh ironía .!se abrieron al amor, como en la nocheabren los astros su encendido brochepara cantar la vida y la alegría.

Y aquella boca desgarrada y esoslabios como los bordes de una herida,hablaron de amistad y dieron besosque alegraron, quizá, más de una vida.

Tuvo la suave irradiación de un astroy fingiéndose griega usó sandalia,tuvo un pie modelado en alabastrocon perfumes á rosas de Castalia.

"Y aquella vendedora de alegrías". que joven caminaba sobre flores,hoy sufre heróicamente los dolores

.de sus interminables agonías.

Dolorosa mujer! . Marchita, vieja,.con el alma cansada y dolorida,mira desde el ocaso de su vidaun pasado de rosa que se aleja ..

Sobre el umbral ruinoso de su choza,con ojos que la fiebre hace brillantesmira la. procesión de sus amantes 'que van, uno tras otro, hacia la fosa.

Y cuando un labio con dolor exhalael nombre del difunto entre un lamento,alza, orando, la faz al firmamentoy una lágrima trémula resbalapor su rostro amarillo y macilento.

Y es que en sus noches negras, sin afectos,entre un ruido de copas y palabras,la llaman sus amantes predilectoscon muecas horrorosas y macabras.

Dolorosa mujer! . . . Como una brujadescarnada y horrible, se halla fuerte,y lucha con la Parca que la empujaá las ávidas fauces de la Muerte.

Entre la Vida, airada, que la arroja,y el Olvido, final. de su destino,la visita la Tisis, esa rojaque abrevia las jornadas del camino.

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N uevos

os ','O

Y llena. de dolores y pesares;cerca á, la puerta del panteón sagrado,.como ha visto difuntos á millarespiensa que está viviendo demasiado.

s +

Ebrias (Ve aristocrático champaña,al despuntar rosado de la Aurora,.de París por la arteria bullidoravan, cono aves que sienten en la entrañauna llama infernal, devoradora.

Pintó el Placer sobre sus labios tiernos:el toque pavoroso del hastíoPobres flores que van, en pleno Estío,.bajo el odio de todos los Inviernos.

Mujeres que al carmín le_ piden vida :.porque la sed del oro las apremia,cuando van como banda perseguidapor el ávido buitre de la Anemia ..

Mujeres que sonriendo abren el pechopor compartir de los ajenos malesy mueren, solitarias, en un lechode los caritativos Hospitales.

Ah París, ah París . . . moderna Atenas .::frió un arte nuevo en tus entrañas vidaI,a leyenda, razgadas ya sus venas,muere mientras desangra por la herida ..

Ah París : en tus regios Carnavales,.por tus Plazas, tus Teatros y Jardines,—representantes de las Casas Reales—van lo gotosos Duques de Arlequinessiguiendo .á tus grisetas magistrales ..

Se profana en el nombre de Afrodita.el . culto de los Dioses tutelares,y van, por tus fastuosos bulevares,los Sátiros vestidos de levita . . .

Oh Poetas : alcemos nuestras voces,y así como las griegas golondrinaslloremos sobre el musgo de las ruinasla prematura muerte de los Dioses.

tJlicarc/o ...Miró.

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Nncwos Ritos 21

Natas marginalesLa joven literatura His-

panoamericana, porM anuo)Ugarte .--1 vol, son XLVII-320 pgs .--Libroria ArmandCelia, Paris 1906.

Asevera el docto, y grave don ju-lio Cejador, académico de la Españo-la, con tina prosopopeya muy de cas-tellano viejo y de una manera seca ybrutal, como el mismo declara sin em-pacho, que la literatura americana,floja, ligera é híbrida, ' tanto en el pen-samiento como en la forma, choca átodo paladar español, incapaz dearrostrar diez estrofas ó tres capítulosde tan desabrido manjar (1).

Muy á las claras demuestra conesta brusca declaración el docto acadé-mico no estar al tanto del movimientointelectual de nuestro continente, másimportante y digno de estudio mesu-rado y sin prejuicios hoy que en cual-quier otra época . Perola culpa detamaña ignorancia, francamente im-perdonable, no es toda del señor Ceja-dor: él no hace sino Mantenerse dentrode las tradiciones de su pueblo, y en-cerrarse, como la mayoría de los escri-tores españoles de 'todos los tiempos,en círculo estrecho y arcáico, invagi-nando que el siglo XVII aún subsistecon sus autos de fé por una parte y suCorral de la Pacheca por la otra.

Válganos el señor Cejador, y decuántos modos le hubiera sido posibleenterarse del estado actual de nues-tra literatura, antes de entrar á juz-garla con falta de premeditación quedesdice del claro juicio que revela ensu obra Idiotismos del Quijote, porcualquier trozo de prosa raquítica ydesmazalada, que no sabemos en cuálcovacha huroneó el ilustre académicoen mala hora. ya que ni aún el nom-bre del autor declara ` ni lija el lugary fecha de la publicidad.

Sin irmuy lejos, ahí está dicién-dole de lo que son capaces, no ya to-

(l) ,—"El Castellano en América,"por Julio, Cejador .—España Moderna,Madrid, Septiembre de 1900

`dos los escritores de América sino so-lamente los nuevos, el libro La javenLiteratura Hispanoamericana, publi-cado en París hace poco tiempo porManuel Ugarte, libro del cual vamosá ocuparnos ligeramente, dejando á/unlado por ahora á don Julio Cejador ysu peregrino entredicho, muy en des-acuerdo por cierto con el modo de pen-sar de don Juan Valera, la Pardo Ba-zán, Castelar,Pérez Galdós, Unamuno,Salvador Rueda, Joaquín Dicenta, PíoBaroja, Manuel Bueno y algunos otrosespañoles que sí saben apreciar nues-tra obra intelectual y la época que lesha tocado en suerte vivir y no son co-mo Cejador brotes tardíos de siglos yaremotos.

Conocido es de todo el público lec-tor de las Américas Manuel Ugarte,joven argentino que á los veintinueveaños de su edad ha realizado una laborintelectual briosa y digna de encomio.Sus libros—Visiones de España, Lanovela de las horas y los días, PaisajesParisienses, Crónicas del Bulevar—sushermosos versos—pues es al par queun prosador sustancioso un poeta de-licado—y sus artículos de periódico-con muchos de los cuales no estamosde acuerdo en el fondo por razón desus ideas socialistas pero cuya flexibi-lidad y gallardía de forma nos encan-ta.n--1,e han dado notoriedad y hechocircular su nombre con gran rapidez.

Hoy nos ofrece un nuevo producto,no diremos de su intelecto sino de sulaboriosidad, á pesar de que rectifican-do podríamos tambien asegurar que delo primero, pues el estudio que haceen el Prefacio de su nuevo libro sobrela literatura hispano- mericana, si -guiéndola en. todas su fases, acusa unprofundo laborar de ideas.

En este libro, antología de buenafactura, nos ofrece Ugarte trozos es-cogidos de los intelectuales americanosjóvenes„ Paciencia de benedictino y

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Nuevos Mitos 21›a

amplio conocimiento del movimientointelectual de nuestros países ha nece-sitado indudablemente para efectuareste trabajo, y es por esto muy excu-sable el que dejen de figurar en laobra algunos buenos escritores, puesantes que premeditación acusa á nues-tro entender olvido ó ignorancia de suexistir, ya que el autor pide á sus lec-tores todos los datos, rectificaciones éindicaciones útiles, que puedan su —ministrarle, con el fin de subsanar enpróximas ediciones las diferencias quese adviertan en la primera y comple-tarla gustosamente.

En vista de esta manifestación,que juzgamos sincera, vamos á avan-zar ahora algunas ligeras observacio -nes al libro del brioso argentino.

Notamos en primer lugar la pocarepresentación que en la antología tie -nen paises como el Perú y Colombia q 'han dado un buen contingente á la li -teratura americana, mientras aparecencon una larga lista otros como Chile y laArgentina representados no sólo porsus jóvenes literatos de primer orden,sino también por un gran número deescritores y poetas de mérito inferior.

Del Perú, por ejemplo, ha olvida-do Ugarte á Francisco García Calde-rón Rey, cuya inteligencia está hoypor desgracia en eclipse, quien con . suhermoso libro De Litteris escribió unapágina de gloria para el Perú . Tam-poco figuran allí Carlos G . Amézaga,cuyo nombre no debe ser desconocidopara el autor, ni Oscar Miró Quesadaintelectual que ha visto su fama tras-pasar los linderos de la patria . Y co-mo en el libro ocupan puesto tambiénjovenes que para un porvenir próximoprometen buena cosecha, no estaríade más incluír entre ellos á José Cal-vez, poeta de veinre años que se iniciabravamente.

De Colombia la lista de olvidadoses larga . Apenas figuran en el libronuestros buenos é inteligentes amigosJusto Pastor Ríos y Abraham Z . Ló-pez-Penha, pues Pimentel Coronel,que aparece como colombiano era ve-nezolano y la gloria de Darío Herrerala reclamamos para Panamá. Exiguaes pues la representación de tierra tanpródiga en talentos, y podría aumen-tarse con nombres de brillo excelso co-

mo los de Guillermo Valencia, uno delos primeros poetas modernos ; el ma-logrado José Asunción Silva, orfebreel más exquisito que haya pulido joyaslíricas en América ; Diego Uribe, cuyolibro de versos Margarita ha cruzadolos mares y despertado la fama., Pa-cho Valencia, el sutil ; Ismael Lópezalma antigua ; Luis Carlos López, divi-namente raro y caprichoso ; Víctor M.Londoño, el Magno ; Manuel AntonioCarvajal, caucano que valientementese inicia ; Alfredo Gómez Jayme, que ácada nuevo verso ensancha su horizon-te, y Max. Grillo y Alberto Sáhchez,prosadores de alto vuelo, muy lejos ca-si todos del octavo lustro.

Dijimos en párrafo anterior queen el libro figuran escritores argenti -nos y chilenos en gran numero, y mu-chos de ellos de mérito inferior . Estonos sorprende sobre todo respecto delprimer país mencionado, tierra nativadel autor, puesto que en cambio de tan-to segundon no vemos figurar allí es-critores tan brillantes, tan conocidos ytan jóvenes por sus ideas y tendenciascomo Ricardo Jaimes irreyre, Luis Be-risso, Manuel M. Pinto H ., Jorge La-valle Cobo y Mario Bravo . Pero co-mo no estamos al tanto de los añosqne cuenten de vida estos distingui-dos compañeros de labor, suponemosque sea debida la exclusión á traspa -sar ellos el límite de edad señaladopor Ugarte : los cuarenta años.

No están en este caso indudable-mente Luis Rosado Vega, gran poetaveracruzano cuyos versos En pos deSuiamita valen por muchas antologías,Roberto Argüelles Bringas, Manuelde la Parra y Ef rem Rebolledo, jóvenesmexicanos que forman grupo líricode gran valía intelectual.

Muy cerca de la edad temible, pe-ro aún sin llegar á ella, están en Ve-nezuela Pedro Emilio Coll, quien es,después de Manuel Díaz Rodríguez, elescritor de arte más notable en esepaís, Andrés Mata, poeta blasonadoen el Olimpo y Eloy G. Gónzález, queen su libro Alrededor de la Epopeya senos muestra como un apasionado fer -viente de los libertadores cuyas faltasatenúa y aún esconde mientras exage-ra sus méritos . Y siguiendo tras és-tos van algunos jóvenes como Juan D'

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N txevos ]Mitos .̀23

Sola, peregrino de las letras un tiem-po, Rafael Angel Arraiz y EmilianoHernández, el lírico errante que á losveintiocho años ha cruzado muchosmares y visitado muchas tierras, de-rrochando aquí y allá su tesoro poéti-co, con el desenfado que le presta elsaber que sus trojes están bien re -pletas.

Figura en el libro como único re-presentante del Salvador el malogradoIsaías Gamboa, hijo de Colombia, yqueda pues sin legítimo delegado latierra generosa y beróica que dió viday abrigo á Francisco Gavidia, VicenteAcosta, Arturo Ambrogi, AlbertoMasferrer y Luis Lagos y Lagos, es -critores cuya edad, si hemos de ser sin-ceros, no nos es conocida.

Reclaman un lugar también en ellibro el cubano Arturo R . de Carricar -te, de alto sentido crítico y Max . Hen-riquez Urdía, dominicano que ha tra-jinado todos los senderos literarios, de -jando en ellos huellas luminosas de supaso .

A pesar de todas estas salvedadesel libro es de mérito excepcional, yaque tiende á difundir el conocimientode los buenos escritores hispanoameri -canos de la presente generación, des-conocidos aún en el mismo continenteen su. mayor parte, debido á la pocacomunicación entre los países herma-nos y á la indiferencia de sus gobier-nos por lo que toca á la cultura y edu -cación de los pueblos . Es tan graveeste mal, que salvo una pequeña por-ción de amigos de las letras, se da elcaso de no conocerse en Colombia, porejemplo, los más renombrados escrito-res de Venezuela, con todo y ser veci-nas las dos repúblicas, y de no sospe-charse siquiera el gran movimientointelectual de la Argentina y el Brasil,ni el alto grado de cultura literaria áque han llegado las ciudades deMéxico y la Habana.

Por esto no tomamos á mal el queUgarte ignore aún que Darío Herreraes panameño, ni que deje sin represen-tación en el libro á nuestra tierra, queya va, magüer sea cojín cojineando, áocupar puesto entre sus hermanos ma-yores . Bastaría para nosotros con só-lo ese nombre de Darío Herrera cuyotalento nos ha llenado de honor en to-

das las tierras de América que ha vi-sitado ; pero también podrían ocuparun lugar en el libro, Narciso Garay, cu-ya prosa de arte, muy rica, flexible ysustanciosa, es siempre interesante yamena, y Ricardo Miró, el director deesta publicación,joven poeta cuyos ver-sos han alcanzado los más vivos elo-gios de varios maestros despues de cir -cular, reproducidos en los mejores pe -riódicos y revistas, por el continenteamericano.

La obra de Ugarte viene á demos-trar á los que no están al tanto de laliteratura americana y pueden creeren la veracidad de lo aseverado porCejador, la necesidad imprescindibleen que están de rectificar su juicio.Ofrecen hoy nuestros países un núcleovigoroso de inteligencias superiores conlas cuales se honraría España ó cual -quier otro país de cultura más avanzada que la nuestra . Cierto es que nosomos los escritores americanos regu-larmente tan nimios en cuestiones delenguaje hasta llegar á la tontería,término en lo general, de los estilistasintransigentes que no recuerdan ó noquieren recordar que los grandes inge -nios que dieron esplendor á la lenguade Castilla fueron poco escrupulosos altoma'r aquí y allá, del italiano, del fla -menco y del francés principalmente,los vocablos que necesitaban para ex -presar mejor sus ideas . Olvidan tam-bién estos señores, como dice Ugarte,que en la vida lo que no se renuevaperece, y que la lengua española ence-rrada en el círculo vicioso á que la tie-ne circunscrita la Academia, no avan-za, no se hace flexible, no marcha conel siglo . El progreso ha creado infinidad de cosas nuevas, de necesidadesantes desconocidas ; se han efectuadograndes avances en todos los ramosdel saber, y este mundo nuevo que an -te nosotros se ensancha, necesita serclasificado y nominado conveniente-mente.

Pero no es tampoco que creamosnosotros que al hacer flexible el idio-ma y abrirle vías más anchas, la gra-mática deba ser atropellada torpemen-te, pues nada está más lejos de nues-tro pensar. Y es cosa fuera de dudaque todos los grandes escritores ' ame-ricanos de hoy, por más libertades idio-

Page 24: y dulce murmullo losbdigital.binal.ac.pa/.../nritos/ritosfeb1907.pdf · Nn-1. ~. :1 tilos kE Además, nosotros no nos aveníamos con gusto que Panamá apagara s u voz., precisamente

Nuevos Ritos 2 1.

máticas que se tomen, conocen á fondolas reglas de analogía y sintaxis, y nodeben juzgarse sus obras con la mismamedida que la de esa inmensa claqueintelectual que nos abruma, pues estovendría á demostrar intemperancia ymala fé.

Pero dejando á un lado esta cues -tión de la forma, bueno es hacer cons-tar que, en lo referente a la altera delos pensamientos y á la._ profundidadde las ideas, hemos producido regularcosecha los americanos . .Sin ir muylejos, mientras el decaimiento . de lapoesía en España se acentúa cada vezmás, vibran en tierras hispanoamericanas los acordes líricos de poetas tan

prodigiosos como Rubén Darío,Leopoldo Lugones, Salvador Díaz Mirón,Guillermo Valencia, Santiago Argüe-llo, Amado Nervo y aún el mismoChoca no, que suben más alto indudable-mente que los cantos de Villaespesa y,Federico Balart, Salvador Rueda yAntonio Casero, Emilio Carrere yManuel Machado, y que apenas si podrían ..

ser igualados por los que producen las

NOTAS___Nuevos Ritos

saluda 'atentamente á laprensa' er e la Capital y á la extranjera,á las canales tiene el placer de ofrecerles su amistad.

Debidoá la amabilidad de nuestro

amigo Guillermo Andreve, podremosilustrar los primeros numeros denuestra Revista con algunos grabados quepertenecieron al `Heraldo del Istmo .'' Sólo del tercer número en adelante

ofrecemos al público los queconstantemente nos llegarán de los Esta

dos Unidos para nuestra publicación- ..

Enel . vapor del 4 siguen á Costa Rica,

de paso para su Patria, las señori-tas Gómez, Directoras del Colegiode la Inmaculada Concepción.

Les deseamos un felíz viaje y undichoso arribo á las costasespañolas

Hemosenviado el primer número de nues-

tro periódico á todas aquellas personasen quienes suponemos afición á la liter atura

liras de .Eduardo Marquina y Antoniode Zayas .

También en otro terreno, esta vezárido y fatigoso como es el de. la psi-.cología, ha producido 'América . obrade alientos, trillando por senda aunno explorada en España . Nos referi-mos al libro del joven escritor argen-tino José Ingenieros, La simulaciónen la lucha por la vida, reproducidoen periódicos y revistas de la

Península como nunca tal vez lo fué trabajo.alguno del señor Cejador.

Aún podríamos insistir sobre estepunto que se presta á maravillas para.un estudio cuidadoso y compulsado, pe-ro no ha sido por esta vez ese nuestro'objeto. Hemos querido ocuparnos solamente de Ugarte y su hermoso libro,.cuya lectura recomendamos á todosaquellos que sin medios' adecuados á su,alcance, deseen ponerse al corriente

del prodigioso movimiento intelectualde nuestras tierras, plenas de vida y desol .

GUILLERMO ANDREVE

y á las artes en general . Noobstante esto, aquellas que no deseencontarse en el número de nuestros sus -criptores, pueden devolver el primerejemplar que se les envía, dentro delos tres dias siguientes al de su recibo.- - Asimismo suplicamos á las perso-

nas á quienes por un olvido- involunta-rio no lo hemos enviado y deseen sus-cribirse, que soliciten el primer númerode la Revista al Director, quien tendrámucho placer en enviarlo donde se desee.Avisamos

á , nuestras lectoras que desdemuypronto podremos ofrecerles a menudopiezas musicales, pues ya está hechoel pedido delmaterial necesario.

Tambienadvertimos á nuestros lectores en

general, que el pago de las -suscripcio-nes es adelantado y que les agredece-ríamos que se sirvieran cancelar susrespectivos recibos tan pronto , comoles sean presentados, pues como no hemos tenido en mira . hacer un negociola. Revista sólo cuenta con sus propiosrecursos para sostenerse . ;,