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1 La Ascendencia de Joel Robert Poinsett en José Miguel Carrera 1 Rev. Dr. David Muñoz Condell 2 Proemio Joel Robert Poinsett, fue el primer protestante preeminente en llegar a Chile. En 1810, es comisionado por el Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica James Madison como agente especial para Sudamérica, permaneciendo como tal de forma itinerante en Santiago y en Buenos Aires respectivamente, donde participó activamente en el proceso independentista de Chile y Argentina. El 24 de febrero de 1825 se convierte en el primer cónsul en presentar sus credenciales ante el General José Miguel Carrera, donde se le rinden los honores correspondientes a un ministro penitenciario. El protestantismo de Joel Robert Poinsett quedo de manifiesto al presentar el 11 de julio de 1812 un proyecto de constitución política, documento que postulaba el artículo relativo a la religión, donde se decía que la religión del Estado de Chile será la apostólica y católica” y se omite la palabra “romana”. Con lo cual dejaba abierta la posibilidad del ingreso de otras confesiones cristianas. La influencia de Joel Robert Poinsett llegó a tal grado que aconsejó en la creación del escudo patrio y en el cual el cónsul demostró su influjo calvinista, pues se coloca en el escudo de la patria vieja la inscripción de fe de los protestantes ginebrinos POSTA TTENEBRAS LUX-AUTOCONSILIO, AUTENSE” después de las tiniebla la luz. La amistad de Joel Robert Poinsett y el General José Miguel Carrera fue tal que cuando el general chileno se reunió con el en Baltimore en 1815, no solo lo inicio en el conocimiento da las doctrinas protestante y de los servicios religiosos presbiterianos, sino que también es iniciado en las practicas y costumbres de la masonería del Rito de York 3 , siguiendo así con la tradición de los libertadores de América que son parte de las llamadas logias lautarinas o caballeros racionales. 1 Ponencia presentada en la XXX Jornada sobre Historia de la Iglesia en Chile, realizada en el Convento de San Francisco los días 29 y 30 de septiembre de 2011. 2 Pastor bautista. Teólogo, Cientista Social. Doctor en el Estudio de las Sociedades Latinoamericanas, mención Historia. Miembro de la Sociedad de Historia de la Iglesia en Chile. Socio Activo de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía y Miembro de Número del Instituto O’higginiano de Chile 3 Instituto Nacional de Estudios Políticos. Ver el sitio: http://www.inep.org.

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1

La Ascendencia de Joel Robert Poinsett en José Miguel Carrera1

Rev. Dr. David Muñoz Condell2

Proemio

Joel Robert Poinsett, fue el primer protestante preeminente en llegar a Chile. En 1810, es

comisionado por el Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica James Madison

como agente especial para Sudamérica, permaneciendo como tal de forma itinerante en

Santiago y en Buenos Aires respectivamente, donde participó activamente en el proceso

independentista de Chile y Argentina.

El 24 de febrero de 1825 se convierte en el primer cónsul en presentar sus credenciales ante

el General José Miguel Carrera, donde se le rinden los honores correspondientes a un

ministro penitenciario.

El protestantismo de Joel Robert Poinsett quedo de manifiesto al presentar el 11 de julio de

1812 un proyecto de constitución política, documento que postulaba el artículo relativo a la

religión, donde se decía “que la religión del Estado de Chile será la apostólica y católica” y

se omite la palabra “romana”. Con lo cual dejaba abierta la posibilidad del ingreso de otras

confesiones cristianas. La influencia de Joel Robert Poinsett llegó a tal grado que aconsejó

en la creación del escudo patrio y en el cual el cónsul demostró su influjo calvinista, pues se

coloca en el escudo de la patria vieja la inscripción de fe de los protestantes ginebrinos

“POSTA TTENEBRAS LUX-AUTOCONSILIO, AUTENSE” después de las tiniebla la

luz.

La amistad de Joel Robert Poinsett y el General José Miguel Carrera fue tal que cuando el

general chileno se reunió con el en Baltimore en 1815, no solo lo inicio en el conocimiento

da las doctrinas protestante y de los servicios religiosos presbiterianos, sino que también es

iniciado en las practicas y costumbres de la masonería del Rito de York3, siguiendo así con

la tradición de los libertadores de América que son parte de las llamadas logias lautarinas o

caballeros racionales.

1 Ponencia presentada en la XXX Jornada sobre Historia de la Iglesia en Chile, realizada en el Convento de

San Francisco los días 29 y 30 de septiembre de 2011. 2 Pastor bautista. Teólogo, Cientista Social. Doctor en el Estudio de las Sociedades Latinoamericanas,

mención Historia. Miembro de la Sociedad de Historia de la Iglesia en Chile. Socio Activo de la Sociedad

Chilena de Historia y Geografía y Miembro de Número del Instituto O’higginiano de Chile 3 Instituto Nacional de Estudios Políticos. Ver el sitio: http://www.inep.org.

2

Inicio del protestantismo

Una lectura crítica e interpretativa de las prácticas ideológicas y sociales del protestantismo

chileno a través de la historia, nos da la posibilidad de investigar mediante el análisis de los

actores sociales vistos como una minoría religiosa tipo que se constituirá en la de mayor

importancia relativa al interior del cristianismo de América Latina.

Conscientes de que el fenómeno religioso minoritario del protestantismo chileno se genera

a partir de un contexto socio-religioso-político complejo que determina, y que también es

determinado por ellas, las prácticas de los actores eclesiales y sociales, nuestra

aproximación al comportamiento de estos es un período específico debe incluir los

elementos históricos, mediatos e inmediatos, y la consiguiente lectura socio-religiosa para

hacerlo entendible.

Más allá de los esfuerzos no tradicionales como lo eran aquellos aventureros, dramáticos y

de los destacables esfuerzos de algunos pioneros, el protestantismo como fuerza social de la

comunidad chilena no había logrado entrecruzar el tejido social.4

Consideramos que, a lo menos dos son los factores preponderantes que obstaculizan esta

inserción en el panorama religioso criollo:

- El primero, la sólida presencia de la Iglesia Católica colonial, una Iglesia conectada

directamente al poder político del Estado. Estado que en su inicio necesitaba de la

legitimidad religiosa de la Iglesia oficial. Esto entendido como la bendición divina a

la autoridad civil.5

- El segundo, tiene que ver con la proclamación del evangelio. En el período colonial

fue al calor de la contrarreforma y el espíritu de cruzadai, donde se presentaron las

intolerancias hacia otros credos, por lo que la pertenencia a un grupo religioso

minoritario no tenía mayor relevancia y expresión pública de sus ideas.

Es en este caso en que los incipientes proyectos misioneros protestantes se relacionan con

sectores políticos liberales6 y masones para hacer frente común a una Iglesia Católica que le

impedía todo tipo de espacios públicos para proclamar su fe.7

A esto le hemos denominado como alianzas estratégicas en pro de un objetivo común:

promover las libertades individuales, tales como la libertad de conciencia, la libertad de

expresión, la libertad de educación laica, entre otras.8

4 MOUNTANT, F. Religión y lucha de clases en américa latina. Cetri Ottognes, Lovaina, 1979, p.23. 5 Carta de San Pablo a los Romanos Capítulo 12:1-2. Santa Biblia. Reina Valera 1960. Sociedades

Bíblicas Unidas s/f. 6 Ver el texto de JAKSIC, IVÁN. POSADA CARBÓ, EDUARDO, Editores. Liberalismo y poder

latinoamericana en el siglo XIX. Fondo de Cultura Económica. Santiago, 2011. 7 MUÑOZ CONDELL, DAVID. La Influencia de Diego Thompson en Bernardo O’Higgins, en Anuario

de Historia de la Iglesia en Chile. Volumen 28. Seminario Pontificio Mayor. Santiago, 2010, pp. 111-

129.

3

Estos grupos sociales eran notoriamente marginados por la Iglesia oficial. Un ejemplo de

esta situación lo constituye el testimonio histórico de aquellos extranjeros tildados de

herejes que no tuvieron acceso a cementerios católicos, y que eran considerados los

cementerios como terrenos santos, oficiales y que debieron ser sepultados

clandestinamente en las faldas del Cerro Santa Lucía.9

Aquellos hombres y mujeres fueron líderes liberales quienes estimularon la inserción del

protestantismo en el escenario religioso, como una forma de ir socavando la acción de la

Iglesia católica.10

Desde 1810, una serie de hechos se fueron dando, los que ayudaron a ir preparando el

escenario social, que a modo de ejemplo, autorizó la instalación en la ciudad de Valparaíso

de un cementerio laico para disidentes religiosos protestantes, mayoritariamente de origen

europeo.

Dijimos antes que el hermetismo ideológico de la Colonia fue roto por la proliferación de

las ideas liberales europeas entre la burguesía criolla, preparando las condiciones para las

disputas independentistas, gracias a literatura que es traída desde Europa y de los Estados

Unidos de Norteamérica.

El mismo factor geográfico, constituido por la lejanía de Chile y por su aislamiento, que

facilitaría la permanencia de una mentalidad estrechamente unida a la metrópoli real en los

primeros siglos del coloniaje, deviene, a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, a un

caldo de cultivo para el ideario liberal independentista, incontrolable por el autoritarismo

español.

La inspiración de la independencia norteamericana y el contenido ideológico del siglo de

las luces, llamado así a la ilustración, inflaman los espíritus rebeldes del criollismo que,

oficialmente, en 1810 comienza las luchas independentistas, con sus características propias

económicas, lo que hace de Chile un proyecto republicano en curso.

Es sabido que la Iglesia a causa de su fidelidad a la corona española adquiría rango de

sospechosa ante los grupos dirigentes criollos independentistas. Pero las tensiones sociales

propias de la crisis liberacionistas se repetían al interior de la jerarquía de la institución

religiosa dominante que veía debilitarse su capacidad de influencia sobre lo político y

consiguientemente, sus posibilidades reproducción institucional.11

En esta crisis de hegemonía que comenzaba a poner fin al dominio ibérico, la Iglesia se

encontraba desconcertada. Por una parte, algunos sacerdotes participaban activamente del

proceso revolucionario (el caso del Fray Camilo Henríquez es demostrativo de esta actitud),

8 MUÑOZ CONDELL, DAVID. Sectas Religiosas y Campo Simbólico. Instituto de Criminología. Policía

de investigaciones de chile. Santiago, 2004. 9 Ibíd., p. 89. 10 Ver a LAGOS, HUMBERTO. Herejía en chile: evangélicos y protestantes desde la colonia hasta 1925.

Ediciones Sociedad Bíblica Chilena. Santiago, Junio 2009. 11 Ver a ARBIOL QUEZADA, MIGUEL ÁNGEL. Chile 1810-1830: una economía postcolonial.

Ediciones LOM. Santiago, Agosto 2010.

4

y por la otra, la mayoría del clero vivía la tensión entre su fidelidad a la corona española y

las presiones de la nueva contingencia política chilena.

Debemos reconocer a su vez, que los patriotas en relación con la institución religiosa

debían afrontar una problemática doble:

a) Reducir el ámbito de injerencia de la Iglesia Católica en el terreno político y, también,

en el económico.

b) Ganar el apoyo de la Iglesia católica como aparato hegemónico para legitimar el nuevo

orden rupturista del liberalismo.12

Los hechos históricos demuestran las dificultades reales encontradas por los patriotas para

obtener la colaboración católica al nuevo orden y, a partir de esta constatación que atentaba

contra el ideario liberal, las medidas anticlericales toman forman creando las primeras

condiciones objetivas para la instalación del pensamiento protestante en el país.

El 13 de febrero de 1812 se publicó el primer número de la Aurora de Chile, periódico

ministerial y político, que cumpliría una función importante en la difusión de la ideología

independentista. Esta publicación, que en abril de 1813 cedió pasó a su subtítulo: El

Monitor Araucano, era dirigida por el Fray Camilo Henríquez, miembro de la Orden de la

Buena Muerte.13

Un actor importante en las iniciativas afirmadoras del proceso independentistas fue el

cónsul norteamericano, para Santiago de Chile y Buenos Aires, Argentina don Joel Robert

Poinsett, que en la segunda década del siglo XIX llegaba para representar a su país en las

jóvenes repúblicas gobernadas por, también, jóvenes con escasa experiencia política y

manejos del poder.14

Este representante diplomático simbolizaba para los gobernantes chilenos el apoyo político

y militar necesario para hacer frente al aún no derrotado ejército español. Pero en el hecho,

don Joel Robert Poinsett debía cumplir una función que garantizara primero la obtención de

nuevos mercados para la pujante economía norteamericana, apoyando políticamente las

intenciones independentistas de estos países sudamericanos pero sin arriesgar una ruptura

de relaciones con la metrópoli española.

12 LAGOS SCHUFFENEGER, HUMBERTO. La función de las minorías religiosas: el caso del

protestantismo chileno en el período 1973-1981 del gobierno militar. Tesis Doctoral en Sociología.

Universidad Católica de Lovaina. Bélgica. 1983, p. 124. 13 Ver a VICUÑA MACKENNA, BENJAMÍN (ed.). Historia jeneral de la república de chile desde su

independencia hasta nuestros días. Imprenta Nacional. Calle de la moneda. Santiago. Chile. 1866. 14 Según el historiador JUAN WERLY, POINSETT fue “anciano gobernante” de la iglesia

Presbiteriana de Charleston, su ciudad natal. Citado en: El reverendo doctor don david trumbull, Su

influencia en el desarrollo de las libertades religiosas y pública en chile. Tesis para optar al grado de

licenciatura en historia, Universidad de Chile. Santiago, 1989, pp. 22-26.

5

El cónsul Joel Robert Poinsett, hombre polifacético y con una amplia cultura, comenzó una

intensa actividad de orientación ideológica del proceso independentista chileno. Su

influencia sobre don José Miguel Carrera quedó manifestada en numerosas iniciativas

como la adopción de una bandera nacional - presentada oficialmente en coincidencia con la

celebración de la independencia de los Estados Unidos de Norteamérica, el 4 de Julio de

1812, o como la obligatoriedad de portar, por parte de los funcionarios públicos, una

escarapela tricolor que representaba los colores de la bandera nacional.

La acción más importante de Joel Robert Poinsett para la ruptura del monopólico poder

religioso fue su influencia sobre los primeros proyectos constitucionales que se discutían

bajo el gobierno de don José Miguel Carrera, tertulias continuadas, muchas veces en la

casa del Cónsul norteamericano. El mismo diplomático redactó su propio proyecto que fue

sometido a la opinión de don José Miguel Carrera quien le propuso al parecer por el

requisito de la edad, que aquel proponía para el jefe del gobierno, 36 años, cuando José

Miguel Carrera tenía sólo 28 años.

Antecedentes biográficos

Joel Robert Poinsett nació en 1779 en Charlestón Carolina del Sur de los Estados Unidos de

Norteamérica. Estudio humanidades en la Academia de Green Field en Connecticut,

después estudia medicina en la Universidad Presbiteriana de Edimburgo, Escocia. Estudia

ingeniería en la Academia Militar de Wooliwirch Inglaterra y se había incorporado en

algunas cátedras de derecho en su ciudad natal, Charleston.15

En 1810, es comisionado por el presidente de los Estados Unidos James Madison como

agente especial para Sudamérica, permaneciendo como tal de forma itinerante en Buenos

Aires, Santiago y Lima.

Sirvió como “agente especial” en los países de América del Sur desde 1810 a 1814 (fue

enviado allí por el Presidente James Madison en 1809 para investigar las posibilidades de

los revolucionarios en su lucha por la independencia de España), participando en la Guerra

de Independencia de Chile, en el ejército chileno al mando del general José Miguel Carrera

Verdugo, del cual fue amigo personal.16 Entre este prócer de nuestra Independencia y el Cónsul americano se establecieron vínculos

más fuertes de amistad y compañerismo, generando entre sí una empatía que los llevó a

trabajar juntos el diseño de una institucionalidad basadas en principios libertarios.

Aunque con el pretexto de las funciones diplomáticas, Joel Robert Poinsett traía una misión

confidencial, cual era de inquirir el estado de la colonia, no tardando en involucrarse en la

causa independentista, a favor de sus ideales de progreso.

15 RIPPY, J FRED. Joel R. Poinsett, versatil estadounidense. Duke University Press, Carolina del Norte,

1935. 16 BARROS ARANA, DIEGO. Historia general de chile. Tomo VIII, Editorial Universitaria. Centro de

Investigaciones Diego Barros Arana, Santiago, 2002, pp. 407- 409.

6

La vasta experiencia y formación liberal e ilustrada de Poinsett le habilitaba, por lo demás,

para servir de asesor irremplazable al gobernante de un país, que como Chile, aspiraba a la

autonomía del poder español e iniciaba su carrera de pueblo libre.

Volvió a su casa de Carolina del Sur en 1815. Se presentó a las elecciones allí y sirvió en la

legislatura estatal de Carolina del Sur de 1816 a 1820 así como en el Comité de Obras

Públicas de Carolina del Sur de 1818 a 1820. Desde 1821 a 1826 representó a Carolina del

Sur en la cámara baja del Congreso de los Estados Unidos de Norteamérica.

Simultáneamente ejerció como enviado especial en México desde 1822 a 1823 siendo el

primero en ser nombrado ministro estadounidense en México en 1825. Se vio implicado en

los tumultos políticos del país hasta su vuelta en 1830.17

Fue durante aquella época cuando visitó el área del sur de México llamada Taxco de

Alarcón y entró en contacto con la flor de noche buena o flor de navidad, más tarde llamada

en los Estados Unidos como poinsettia. Los aztecas se referían a esta planta que florecía en

invierno como “Cuetlaxocitl”, su nombre científico es “Euphorbia Pulcherrima”.

Joel Robert Poinsett ejerció como Secretario de Guerra desde el 7 de marzo de 1837 hasta

el 5 de marzo de 1841 y durante su presidencia se continuó la eliminación de los

Amerindios del oeste del río Misisipi, se produjo la Guerra de Seminola y se redujo la

fragmentación del ejército concentrando elementos en posiciones cercanas. Finalmente se

retiró a su plantación en Georgetown, Carolina del Sur, en 1841.

Fue cofundador del Instituto Nacional para la promoción de la ciencia y de las artes útiles

(“National Institute for the Promotion of Science and the Useful Arts”) en 1840, un grupo

de políticos que abogaba por el uso del “Smithson bequest” para un museo nacional que

albergaría reliquias del condado y sus líderes, y celebraría los avances de la tecnología

estadounidense. El grupo no consiguió sus objetivos, pues otro grupo deseaba que fueran

científicos y no políticos los que liderasen lo que acabaría siendo la “Smithsonian

Institution”.

Su relación con la masonería

Se tienen registros de Joel Robert Poinsett de haber pertenecido a la Logia N 31, Greenville

y Logia Nº 1 Salomón, de Charleston, Carolina del Sur.18 En 1821 fue elegido Diputado

Gran Maestro de la Gran Logia de Carolina del Sur, pero no pudo servir como Gran

17 GARCÍA LUNA, MARGARITA, ITURRIAGA DE LA FUENTE JOSÉ. Viajeros extranjeros en el

estado de méxico. Universidad Autónoma del Estado de México, 1999, pp. 201-204. POINSETT, JOEL

ROBERT. Notes on Mexico, made in the autumn of 1822: accompanied by an historical. Philadelphia. H.

C. Carey and i lea. Chessnut, strert, 1824. GUADALUPE CURIEL. La historia de texas en la biblioteca

nacional de méxico. 1528-1848. UNAM, 1994. 18 THOMPSON, EDWARD N., Joel Robert Poinsett: el hombre detrás de la flor. Boletín breve, charla,

Masonic Service Association de los Estados Unidos, 1984.

7

Maestro, debido a su nombramiento como Secretario de Guerra entre los años 1837 y 1841

bajo Van Buren, octavo Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.19

Joel Robert Poinsett fue uno de los principales promotores de la formación y legalización

de las logias masónicas del Rito de York,20 dependiente de la Gran Logia de Filadelfia. El

14 de octubre de 1825 en un comunicado Joel Robert Poinsett se enfrenta con el propósito

de contrarrestar el partido fanático en esta ciudad, y, si posible fuera, difundir los principios

liberales entre quienes tienen que gobernar al país, ayudo y animo a cierto número de

personas respetables, hombres de alto rango y consideración, a formar una Gran Logia de

Antiguos Masones Lorquinos... Vicente Guerrero, Miguel Ramos Arizpe y Lorenzo de

Zavala, quienes editaron en 1828 el “Manifiesto de los Principios Políticos del Excmo. Sr.

D. J. R. Poinsett”, estuvieron entre los hombres de alto rango que pertenecieron a esa

logia.21

Pero los masones escoceses comenzaron a crearle un ambiente muy adverso. Lo acusaron

de participar en el complot del Presbítero Arenas y supieron desatar la antipatía popular

sobre Joel Robert Poinsett, al grado de que la consigna ¡Afuera Joel Robert Poinsett!

pasaba de boca en boca por todos lados, hasta que dos legislaturas pidieron su expulsión al

Presidente Victoria.22

Joel Robert Poinsett publica en su defensa un panfleto titulado “Exposición de la conducta

política de los Estados Unidos para con las nuevas repúblicas de América”. No basta

porque se dio un motín y fue apedreada su casa. Poinsett desplegó sus enseñanzas diciendo

19 FERRER BENIMELI, JOSÉ ANTONIO. La masonería en madrid y en españa del siglo XVIII al XXI.

Gobierno de aragón, Departamento de educación, cultura y deporte. España. 2004. VIDAL

MANZANARES, GUSTAVO. Masones que cambiaron la historia: dieciocho semblanzas masónicas.

Editorial Edaf. S. A. México. 2007. GALLATIN MACKEY, ALBERT. LE ROY HAYWOOD,

HARRY. Encyclopedia of freemasonry. Volumen 3. Kessinger Publishing, 1946, pp. 1338-1339. 20 El de Rito York, también llamado Rito Americano o del Antiguo Gremio Masónico, es uno de los

ritos más importantes de la francmasonería. Es uno de los ritos más utilizados en los Estados Unidos de

América. Su nombre se deriva de la ciudad de York, donde según la leyenda masónica, se realizaron las

primeras reuniones de masones en Inglaterra. Fue descrito por Albert Mackey como el primer rito

utilizado en la Gran Logia de Inglaterra. Algunas de las obediencias del Rito Escocés, fuera de los

Estados Unidos y en países donde el Rito de York no está activo, pueden conferir algunos de sus grados.

Pero, la esencia es siempre la misma, tres grados simbólicos más otros grados capitulares. Ver a

FABO, JOSÉ ANTONIO El Secreto Masónico Desvelado. Libros libres, madrid. 2007. HURTADO,

ARMANDO. Nosotros los masones. edaf ediciones, méxico. 2005.

21 ZELDIS, LEÓN. La masonería. contribución a la independencia de sudamérica, un enfoque basado en

hechos. Ars quatour coronatorum. Volumen 11 (1998), publicado en 1999. FERRER BENIMELI,

JOSÉ ANTONIO. La masonería en madrid y en españa del siglo XVIII al XXI. Gobierno de aragón,

Departamento de educación, cultura y deporte. España. 2004. FERRER BENIMELI, JOSÉ

ANTONIO. La masonería española y la crisis colonial del 98: VIII Symposium internacional de historia

de la masonería española: del 3 al 6 de diciembre de 1997. Barcelona. 1999. CASSARD, ANDRÉS.

Manual de la masonería, ó sea el tejador de los ritos antiguo escocés. Macoy y Sickles, Nueva York.

1861. 22 HERNANDO PORTILLO, JORGE. El problema de las relaciones entre la iglesia y el estado en

méxico. Costa-Amic Editores. Universidad de California. Los Angeles. 1982.

8

esta es la bandera de la nación a cuyo ejemplo debe México su libertad; enseguida la

multitud fue dispersada por un piquete de caballería.23

A petición de masones mexicanos, apadrinó cinco logias masónicas, que fueron

reconocidas por la Gran Logia de Nueva York. Posteriormente, ayudó a establecer la Gran

Logia de México.24

La presencia de Joel Robert Poinsett en México, como la de H. G. Ward, representa la

avanzada de la presencia política de Estado Unidos de Norteamérica e Inglaterra.25 Poinsett

facilita los caminos y espacios para la aplicación de la Doctrina Monroe e inicia la

inserción de su país en la vida del naciente estado mexicano.26

Joel Robert Poinsett habló de la Doctrina Monroe, y en contra de la transferencia de los

territorios españoles (es decir, Cuba o Puerto Rico) a cualquier nación independiente en el

Nuevo Mundo fuera de los Estados Unidos de Norteamérica. (México o Colombia).

Parte de la oposición a su intriga política parecía venir de los elementos de trabajo para una

invasión mexicana de Cuba. A pesar de una invasión como tendría que ser una aventura

audaz, posiblemente absurdo, un régimen mexicano había hecho un reciente intento de

anexar América Central y México tomaron Chiapas de Guatemala.

Los límites entre las nuevas naciones de América española eran vulnerables a los cambios

militares. Murió cerca de Carolina del Sur y sus restos descansan en la Iglesia del Holy

Cross Episcopal Cemetery.

Su labor como agente especial

Para 1811 era el extranjero mejor informado de política europea, al tanto de las ambiciones

británicas y francesas sobre las posesiones americanas de una España decadente. En esa

misma carrera por el despojos de un imperio en desintegración, se encontraban los Estados

Unidos, cuya inminente guerra con Inglaterra y su creciente expansionismo, requerirán de

información estratégica de las colonias españolas y en su momento, hacerlas firmar a su

favor tratados de comercio con aquellas que se independizaran.

Cuando, obtuvo su nombramiento oficial de Cónsul y viaja a Chile en diciembre de 1811,

en donde logra establecer una amistad estrecha con José Miguel Carrera, Presidente de la

23 JOEL ROBERTS POINSETT. El estado actual política de mexico: un anterior informe confidencial

publicado in 1822 , ed. en 1822, ed. L. Smith Lee (1976) L. Lee Smith (1976) 24 MANNING, WILLIAM R. La misión de oinsett a méxico. Revista americana de derecho internacional

1913. Delgado de Cantú, Gloria M. Sánchez Córdova, Humberto. Romo Medrano, Lilia Estela.

historia de méxico. Volumen 1, 2002. 25 MUÑOZ CONDELL, DAVID. La alianza estratégica entre liberales, protestantes y masones en el siglo

XIX: un análisis comparado entre chile y perú. 1810-1930. Ediciones Sociedad Bíblica Chilena. Santiago,

2009. 26 FERNÁNDEZ CABRELLI, ALFONSO. Masonería y sociedades Secretas en las luchas emancipadoras

de la patria grande. Editorial América Una. 1975

9

Junta de Gobierno y pudo hacer que los chilenos proclamaran la Independencia de Los

Estados Unidos de Norteamérica el 4 de julio siguiente, para hacerla coincidir con la

norteamericana.27

Ahí aprende a hablar español y gana influencia entre los grupos independentistas, pese a la

pretendida neutralidad de los Estados Unidos en los conflictos de España con sus colonias.

El periódico ministerial y político La Aurora de Chile, en una edición extraordinaria, en sus

páginas 3 y 4 del lunes 2 de marzo de 1812, comenta la llegada del Cónsul Joel Roberts

Poinsett , diciendo que con mucho fervor y entusiasmo, el redactor de la Aurora destaca la

llegada de Joel Roberts Poinsett, como Cónsul de Estados Unidos en Chile. Sin embargo de

su paso por nuestra nación no quedan rastros en sus múltiples biografías, ni si quiera en la

preparada por el Congreso de Estados Unidos de Norteamérica donde lo recuerdan por

haber sido Cónsul en México y haber introducido la flor de la víspera de Navidad.28

Este día fue de gran complacencia para los verdaderos amantes del país, por el solemne

recibimiento del Señor Coronel Don Joel Roberts Poinsett Cónsul general de los Estados

Unidos de la América Septentrional, nombrado por Jaime Madison su actual su actual

Presidente cerca del gobierno superior de Chile. Asistieron todas las corporaciones, cuyo

voto unánime había precedido.29

“El Señor Cónsul ocupó su lugar, y dirigiéndole la palabra el

Señor Presidente, dixo: CHILE, Señor Consul, por su govierno, y

sus corporaciones reconoce en V. S. el Cónsul general de los

Estados Unidos de Norte América. Esta potencia se lleva todas

nuestras atenciones, y nuestra adhesión Puede V. S. protextarla

seguramente de nuestros sinceros sentimientos. Su Comercio ser

atendido, y no saldrán de nosotros sin efecto las representaciones

de V. S. que se dirijan su prosperidad. Este es el sentimiento

universal de este pueblo por quien hablado V. S.”30

Por su parte la respuesta de Joel Robert Poinsett a las palabras del gobierno fueron:

”EL Govierno de los Estados Unidos me encarga sta

comision cerca del Exelentisimo Govierno de Chile, para dr

una prueba nada equivoca de su amistad, y deseos de

establecer con este reino unas relaciones comerciales

reciprocamente ventajosas. Los Amricanos del norte miran

generalmente con sumo interes los sucesos de stos paises, y

desean con ardor la prosperidad, y la felicidad de sus

27 GALLARDO, GUILLERMO. Joel roberts poinsett, agente norteamericano, 1810-1814. Emece

Editores. Buenos Aires, 1984. 28 AURORA DE CHILE. 2 de marzo de 1812. Llegada del cónsul joel roberts poinsett.

www.auroradechile.cl. Fecha de Acceso: sábado 16 de julio de 2011. 17:30 horas. 29 GAZERA DE WASHINGTON 25 DE junio 1812. 30 Ibíd.

10

hermanos del Sur. Hará presente al Gobierno de los Estados

Unidos los sentimientos amigables de V. E. Y me felicito de

haber sido el primero, que tuvo el cargo honorifico de

establecer relaciones entre dos naciones generosas, que

deben mirarse como amigas y aliadas naturales”.31

Su influjo en José Miguel Carrera

Bandera de la patria vieja

En el periodo del gobierno de Jose Miguel Carrera, fue decretada la creación de la primera

bandera nacional que tuvo el país, la cual pasa a denominarse de la Patria Vieja.

La bandera fue izada por primera vez el 4 de julio de 1812 durante la celebración del

aniversario de la independencia estadounidense, hecho de enorme influencia entre los

partidos criollos. Poco tiempo después, el 3 de septiembre de ese año, el escudo y la

bandera de la Patria Vieja fueron adoptados con solemnidad, aunque su establecimiento no

llega ser un acontecimiento nacional ni fue dictado un decreto al respecto.

Para el Fray Camilo Henríquez, el pabellón patrio representaba a los tres valores del

Estado: Majestad, Ley y Fuerza. Sin embargo, esta bandera no sobrevivió a la Patria Vieja

y en mayo de 1814, a raíz de la firma del Tratado de Lircay, el Director Supremo y

enemigo de Carrera, coronel Francisco de la Lastra, la manda a retirar, siendo reemplazada

nuevamente por la bandera española. Fue así como se usa por última vez el 1 y 2 de

octubre de 1814 en la batalla de Rancagua. Este hito marcó el inicio de la Reconquista,

periodo en el cual Chile no tuvo bandera propia. De hecho, el Ejercito Libertador,

organizado en Argentina, pelea en la Batalla de Chacabuco bajo la bandera argentina.

Este episodio, ocurrido el 12 de febrero de 1817, significa el fin del dominio realista y el

comienzo de la Patria Nueva, donde los emblemas adquirieron mayor significación. Desde

entonces, no se usa más la bandera española. Los colores de la Patria Vieja, según la

simbología heráldica representaban el azul, la justicia; el blanco la autoridad real (pabellón

de los Borbones); y el amarillo el poder o la fuerza. Ahora bien, estos colores, que se

interpretan en conformidad a la ciencia feudal de la heráldica, en lenguaje republicano

correspondieron, según la explicación dada por el Fray Camilo Henríquez, a la ley, la

soberanía popular y a la fuerza.

En cuanto al significado político antes aludido, el blanco, situado entre el azul y el amarillo,

representa el fundamento espiritual de la soberanía, que antes se hallaba en el carácter sacro

de la realeza; la soberanía desacralizada en la racionalidad democrática, se traspasó al

pueblo, de donde deriva el principio constitucional que reza: La sobreaña reside

esencialmente en la nación. A ambos lados de esa soberanía nacional, aparece la justicia

encarnada en la ley (color azul) y el sabio ejercicio del poder encarnado en la ley (color

amarillo).

31 Ibíd.

11

Ahora bien, la desacralización de la autoridad real que engendra la sobreaña nacional, al

permanecer siempre simbolizada en el blanco, color de lo trascendente, sitúa

implícitamente a la democracia en un espacio der sacralidad que siempre ha estado latente

en los ideales modernos y reactualiza las más antiguas y nobles concepciones republicanas.

Sin duda esta interpretación de los colores de la Patria Vieja, puede no corresponder a la

mentalidad chilena de hoy, pero si sabemos que emana del bagaje filosófico de los padres

de la patria, particularmente de don José Miguel Carrera y de la avanzada revolucionaria

del siglo XVIII y del pensamiento libertario que se promovía desde el mundo anglosajón y

de las logias lautarinas.32

La bandera de la patria vieja lleva consigo a dos araucanos que los divide una columna.

Esta columna central se define como árbol de la libertad, según la denominación de la

época. Sobre ella el mundo realza el valor de la libertad como supremo bien.

La lanza y la palma son símbolos de la guerra y el triunfo respectivamente, aunque pueden

interpretarse también como el binomio guerra y paz.

Sobre ellos, la estrella de Chile surge como un símbolo luminoso de buen augurio. Bajo el

lema de “Post Tenebras Lux”, viene a ser el lucero de la mañana, anunciador del nuevo día,

símbolo del nuevo orden, libertario, igualitario y fraternal.

El escudo nacional

El primer escudo fue creado en reemplazo del emblema Real Español vigente en la época.

Fue dado a conocer por el gobierno del Presidente de la Junta Provisional Jose Miguel

Carrera el 3 de septiembre de 1812, durante una celebración en la Plaza de Armas de

Santiago en conmemoración de la Primera Junta Nacional. El nuevo escudo, expuesto en un

lienzo colgado en la portada principal de la Casa de Moneda, fue además incorporado al

centro de la bandera tricolor chilena.

Aunque una representación real y oficial del emblema no existe hoy día, el fraile realista

Melchor Martínez describe su diseño en su obra. l pie de este lienzo estaba colocado otro

de figura ovalada, cuyo centro ocupaba un grande escudo, y en l se vea retratada una

robusta columna, en cuya áspide aparece un globo, y en su cumbre una lanza y una palma

cruzada; sobre todo esto se descubra una radiante estrella encumbrada con alguna

distancia.33

32 EYZAGUIRRE, JAIME. La logia lautarina y otros estudios sobre la independencia. Editorial

Francisco de Aguirre S.A. Santiago, 1973. EYZAGUIRRE, JAIME. Hispanoamérica del dolor y otros

estudios. Ediciones de Cultura Hispánica del Centro Iberoamericano de Cooperación, Santiago, 1979. 33 PADRE MARTÍNEZ, MELCHOR. Memoria histórica sobre la revolución de chile desde el cautiverio

de Fernando VII hasta 1814. Escrita por Orden del Rey por Fray Melchor Martínez, Valparaíso, 1848,

12

A la siniestra de la columna estaba un gallardo joven vestido de indio, y a la diestra una

hermosa mujer con el mismo traje; la inscripción superior decaPost Tenebras Lux (Despus

de las tinieblas, la luz); y la inferior Aut Consiliis Aut Ense (O por consejo o por espada).

Ambos lienzos estaban interior y exterior graciosamente iluminados, para que desde lejos

pudieran ser vistas y notadas claramente todas sus particularidades, y con mayor cuidado, el

nuevo y característico escudo adoptado en la reciente Republica Chilena.

Post tenebras lux influye logrando que un lema calvinista apareciera en el primer escudo de

armas de la Patria Vieja “Post tenebras lux” (despues de las tinieblas la luz, acuñado en la

suiza calvinista del siglo XVI). Este escudo dejó de existir con el advenimiento del período

conocido como la Reconquista Española (1814 - 1817).

Escarapela tricolor

Por medio de un bando el gobierno explica que debido a la adopción del sistema de la

libertad, no haber distinción entre civiles y militares, lo cual se graficar en el uso por parte

de toda la población de la escarapela tricolor.

El emblema de la patria debe señalar al ciudadano virtuoso estamos obligados

indistintamente comprar su existencia todo costo en el sistema de la libertad civil cada

hombre es con la fuerza de la expresión soldado de su país se acabaran felizmente las

odiosas diferencias del estado; los militares son ciudadanos armados, y cada ciudadano es

un guerrero para sostener los derechos de la sociedad.

Desaparezca enteramente la humillante idea de los mercenarios, que vio el despotismo

como los promotores de la tiranía. Para decidirlo usaron todas las clases del estado secular

la escarapela tricolor, que se dispensa al Ejercito con la diferencia de no traer las presillas

de oro y plata, que han sido privativas de los militares. Publíquese por Bando dese en la

orden, imprimase.

Reglamento constitucional provisorio de 1812

Una de las primeras normas dictadas por la Junta de 1810, es el reglamento para el arreglo

de la autoridad ejecutiva provisoria de Chile de 1811, del 14 de agosto, considerado como

unos de los primeros ensayos constitucionales del país. Éste, como primer intento de

ordenamiento constitucional, establecía un gobierno Ejecutivo de tres miembros, y un

Congreso unicameral, establecido el 4 de julio de 1811, que desde el momento de su

instalación, la Junta queda disuelta, por lo que el congreso ejerce las funciones ejecutivas y

legislativas, con una marcada tendencia conservadora leal al Rey de España.

No conforme con estos acontecimientos, el 4 de septiembre de 1811, José Miguel Carrera

encabeza un golpe contra el congreso, el cual es disuelto el 2 de diciembre de 1811. Junto

con la creación de una bandera y una escarapela nacional, una de las importantes tareas

impulsadas por Carrera es el reglamento constitucional provisorio de 1812, sancionado el

13

26 de octubre, que deroga el reglamento de 1811 y que establece un poder ejecutivo de tres

personas y un legislativo unicameral de siete (Senado Consultivo).34

Redactado en parte por el cónsul norteamericano Joel Robert Poinsett, y presentado por

José Miguel Carrera, este reglamento de 27 artículos, que se asemeja mucho a una

Constitución, se destaca por ser el primer reconocimiento a la soberanía de Chile y a la

autonomía de sus gobernantes, por proteger las libertades públicas, por consagrar la libertad

de imprenta, establecer la garantía de los derechos individuales, y por poner límites a los

gobernantes, entre otros.35

Sin embargo, las circunstancias políticas y militares, marcadas por el enfrentamiento entre

patriotas y realistas, hicieron que don José Miguel Carrera fuera destituido, y que este

reglamento constitucional fuera reemplazado por otro, el reglamento para el gobierno

provisorio de 1814.

Promulgado el 7 de mayo, crea un Ejecutivo unipersonal, con el nombre de Director

Supremo, al cual se asignan amplias atribuciones con el objeto de hacer frente el problema

bélico existente, y que mantiene al mismo tiempo, un senado integrado por siete personas.

Como director supremo, es nombrado el coronel Francisco de la Lastra, gobernador de

Valparaíso.36

Es indudable que don José Miguel Carrera estudió esta materia con detenimiento en

conjunto con su amigo Joel Robert Poinsett, y que aceptó la proposición que éste le hiciera

de redactar el mismo un proyecto constitutivo.

El hecho es que el cónsul norteamericano le entrega el 11 de julio a don José Miguel

Carrera su trabajo, acompañado de una carta donde explica los alcances de este proyecto.

Este reglamento constitucional provisorio de 1812 fue el texto constitucional que rigió en

Chile entre el 27 de octubre de 1812 hasta el 6 de octubre de 1813. Fue promulgado por

don José Miguel Carrera y elaborado con una importante participación del cónsul

estadounidense Robert Poinsett.

Constaba de un preámbulo y 27 artículos. Aunque en su prefacio declara la fidelidad del

país a la monarquía española, durante la ausencia del rey Fernando VII debido a su captura

por las tropas de Napoleón Bonaparte, es considerado como el primer texto oficial que

manifestaba una velada declaración de independencia de Chile.

34 BIBLIOTECA DEL CONGRESO NACIONAL DE CHILE. Breve historia constitucional de chile.

www.bcn.cl. Fecha de Acceso: sábado 16 de julio de 2011. 17:15 horas. 35 FUENTES, JORDI; CORTES; Lia; Castillo; Fernando; Valdés, Arturo. Diccionario histórico de

chile. 5ª edición. Editorial del Pacífico. Santiago, 1978. 36 VALENCIA, LUIS. Anales de la república. 2º edición. Editorial Andrés Bello. Santiago, 1986.

14

Este texto plasma las ideas de los llamados "exaltados" liderados por don José Miguel

Carrera y son el primer indicio de un movimiento emancipador, contrario a aquellos que

creían en un gobierno provisional hasta la restauración monárquica. Al comienzo del texto

se presenta una fuerte crítica al gobierno colonial: “Los desgraciados sucesos de la nación

española [...] obligaron a sus provincias a precaverse de la general ruina a que las

conducían las caducas autoridades emanadas del antiguo corrompido gobierno.

Chile, con igual derecho y necesidad mayor, imitó una conducta cuya prudencia ha

manifestado el atroz abuso que han hecho en la Península y en la América los depositarios

del poder y la confianza del soberano [...]”.

Respecto a la religión dice este Reglamento Provisorio en su artículo primero: “La religión

Católica Apostólica es y será siempre la de Chile”. La simple omisión de una palabra en la

fórmula Católica Apostólica Romana, indica una forma de ser independientes, guardando

las apariencias para no incomodar a la mayoría católica del país.37

En la sociedad católica de comienzos del siglo XIX “la supresión del adjetivo romana para

designar a la Iglesia dominante provocó conmoción y las indignadas reacciones de la

jerarquía eclesiástica”38. Diego Antonio Navarro Martin de Villodres, Obispo de la

Concepción de Chile, en oficio enviado al Intendente de la ciudad, plantea, entre otras, la

siguiente interrogante: “¿será casualidad?, yo así lo creo, i lo atribuyo a falta de

imprenta…”39

El obispo de Concepción, Diego Antonio Navarro Martín de Villodres, en una extensa

pastoral para los eclesiásticos y fieles de la diócesis pretendía advertirles los peligros que

significaba la nueva ideología de Voltaire y Rousseau y, al mismo tiempo, exhortaba a los

creyentes a su unión con la "madre patria". "Pero, todo fue en vano... a las reflexiones de

vuestro pastor nada respondíais"40

El obispo reconocía el fracaso de contener la filtración de las nuevas ideas y la fuerza de

sus avances entre los jóvenes que ponían en peligro el predominio del bando tradicional.

Todo este proceso revolucionario, el obispo, se lo atribuía en su origen a la influencia

determinante de Juan Martínez de Rozas, señalando que todos los manejos clandestinos

37 La expresión "romana" figuraba en la copia del Reglamento que se presentó al obispo de Concepción

Diego Antonio Navarro Martín de Villodres, quien juró adhesión "sin perjuicio de las facultades y

autoridad del Romano Pontífice...". Reclamó, más tarde de la supresión: Campos Harriet, Fernando,

Diego Antonio Navarro Martín de Villodres 1758-1806-1827, en Episcopologio Chileno 1561-1815 T. IV

(Santiago Ediciones Universidad Católica de Chile, 1992), pp. 503-506. El vicario capitular de Santiago

y obispo electo, José Santiago Rodríguez Zorrilla se excusó de prestar juramento pretextando

enfermedad: Bravo Lira, Bernardino, José Santiago Rodríguez Zorrilla 1752-1815-1832, en

Episcopologio Chileno 1561-1815 T. III (Santiago, Ediciones Universidad Católica de Chile, 1992), p.

213; Briseño, op. cit. (n. 2), pp. 59-60. Se refiere al tema Galdames, op. cit. (n. 10), pp. 326-327. 38 LAGOS SCHUFENEGGER, HUMBERTO. Crisis de la Esperanza. Religión y autoritarismo en chile.

Ediciones Presor-Lar. Santiago, Agosto 1988, p. 44.e 39 Ibíd. 40 LA AURORA DE CHILE. Jueves 16 de julio de 1812. Tomo I. Nº 10.

15

eran justificados o respaldados por sus actores al recurrir frecuentemente a la autoridad

intelectual de Rozas, utilizando para ello una frase muy socorrida entre la juventud de la

ciudad "lo dijo el Maestro", y que bajo la misma influencia de ese maestro se habían

separado un grupo de diputados de la augusta asamblea.41

El historiador Miguel Luis Amunategui, interpreta este “desatino legal”, diciendo:

¿Se querrían conjuntamente i de un modo solapado, la

emancipación política i la emancipación eclesiástica?... tal vez…

¿se aseguró que aquella supresión había sido aconsejada por el

cónsul norteamericano Mr. Joel Robert Poinsett. Camilo Henríquez

era amigo íntimo de este extranjero protestante o descreído?42

Percibiendo, además, otra omisión grave en el proyecto que catalogaba como “abominación

de las abominaciones, el mencionado historiador afirmaba: “…Ella no prohibía

expresamente, como se pensaba, debía hacerlo, el ejercicio público de los cultos

disidentes…”43

En este contexto político de grandes tensiones sociales y religiosas, los patriotas al

eliminar el adjetivo “romana” a la Iglesia Católica y al no prohibir expresamente las

manifestaciones públicas y/o privadas de otras variantes religiosas, daban una respuesta

nacionalista, impregnada de liberalismo independentista, buscando romper los lazos de

relación entre la institución católica y la corona ibérica para ponerla al servicio del proyecto

político patriota y de los intereses de la nueva república. Estamos, ni más ni menos, en el

intento de nacionalizar a la Iglesia Católica Apostólica y Romana.44

En las acciones que realizó don José Miguel Carrera en Estados Unidos en 1816, con la

ayuda de su amigo Joel Robert Poinsett, a fin de recolectar recursos financieros entre los

empresarios del país del norte, para adquirir una flota de barcos, contratar tripulación,

oficiales y adquisición de armamento,

En las afortunadas gestiones que hiciera don José Miguel Carrera pudo tomar contacto con

los poderes masónicos de Estados Unidos de Norteamérica, con el patrocinio de su

“hermano” Joel Poinsett.45

El Archivo de don José Miguel Carrera nos da a conocer el acta de la tenida de la Logia St

John”s Nº 1 de Nueva York, celebrada el 24 de febrero de 1816, cuyo texto es el siguiente:

“En tenida especial de la Logia St John”s, realizada en el

Samary Hall, el 24 de febrero de 1816 A.L. estuvieron

presentes: G. Carroll, Venerable Maestro; Seymour, Primer

Vigilante; J.H. Davids, Segundo Vigilante; W.C. Sparks,

41 LA AURORA DE CHILE. El aporte de la elite intelectual al proceso de 1810: la figura de Juan

Martínez de Rozas. Jueves 16 de julio de 1812. Tomo I. Nº 10. 42 AMUNATEGUI, MIGUEL LUIS. Camilo Henríquez. Imprenta Nacional. Santiago, 1889, p. 97. 43 Ibíd, p.98. 44 LAGOS SCHUFENEGGER, HUMBERTO. Op. Cit, p. 45. 45 IBÁÑEZ VERGARA, JORGE. Op. Cit.

16

Tesorero; John B. Spicey, Secretario. Y los hermanos

presentes. Se abrió la sesión en Logia de Primer Grado, de

acuerdo al Ritual. Se decidió que no se leyera el Acta de

nuestra última Tenida Especial anterior y se otorgó la

dispensa necesaria.

En atención a que el Comité de Investigación emitió su

favorable respecto de Don J. M. Carrera y Don Phillipi L.

Hoffman y que se ha obtenido la dispensa necesaria para

otorgar a Don José Miguel De Carrera y Phillipi L. Hoffman

los grados masónicos de Aprendiz, Compañero y Maestro. Se

resuelve que la Logia proceda en consecuencia.

Don José Miguel De Carrera, estando debida y

adecuadamente preparado, fue conducido hasta el Altar y

recibió el Primer Grado de la Masonería de acuerdo al Ritual

Antiguo.

Fue clausurada la Logia de Aprendices y se abrió una Logia

de Compañeros. Al ser el Hermano Carrera, valioso y estar

bien recomendado, fue conducido hasta el Altar donde

recibió el Grado de Compañero.

Fue clausurada la Logia de Compañeros y se abrió una Logia

de Maestros Masones. El Hermano Carrera que ha servido

como Aprendiz y ha permanecido algún tiempo como

Compañero, fue conducido hasta el Altar donde recibió el

Sublime Grado de Maestro Masón.

La logia se abrió nuevamente en el grado de aprendiz. P. L.

Hoffman, estando debida y adecuadamente preparado fue

llevado hasta el Altar y recibió el Grado de Aprendiz –

Fue clausurada la Logia de Aprendices y se abrió una Logia

de Compañeros. El Hermano Hoffman recibió el Grado de

Compañero - Se clausuró la Logia de Compañeros y se abrió

una Logia de Maestros. Al ser Hermano Hoffman valioso y

estar bien recomendado recibió el Sublime Grado de Maestro

Masón de acuerdo al Ritual Antiguo. No habiendo más

materia que tratar, la Logia se cerró hasta la próxima Tenida

Regular”.46

En cuanto a su permanencia y acción en la masonería se tienen escasos registros al

respecto. Se cree que por el tipo de actividades que realizara don José Miguel Carrera al

regresar de su viaje a los Estados Unidos de Norteamérica se mantuvo ajeno a este tipo de

encuentros.

46 Archivo del General José Miguel Carrera. Tomo XVII. Santiago. 1817, pp. 359-360.

17

A modo de conclusión

Es necesario mencionar un hecho importante en la relación entre Carrera y Poinsett y es

que aunque no hay elementos de prueba que aseguren que José Miguel Carrera, por la

influencia de Poinsett, hubiera abrazado la fe evangélica calvinista.

No es menos cierto que en un momento tan delicado como el que precedió a su muerte,

haya dado testimonio de su actitud anticatólica romana, frente a los testigos que sostienen

que en este acto ocurrido en la plaza de Mendoza, al patriota chileno “…se le conminó a

que mirando el crucifijo se arrepintiera de sus pecados, y lo besara, a lo que él, en forma

desdeñosa respondió: qué padre tan afligido, a Cristo, señor, lo llevo en el corazón y no en

los labios”.47

Esta opinión de José Miguel Carrera responde, a nuestro juicio, a una lectura crítica de la

Iglesia oficial, más que a la fe personal que él tenía como católico.

La influencia de Joel Robert Poinsett va por el lado de la puesta en escena de una nueva

manera de ver la coyuntura histórica de su época. Esta lectura se nutre de una lectura

teológica calvinista, de un liberalismo político, desde un punto de vista epistemológico

centrada en el meliorismo y el eclecticismo masónico y normado por una estructura

geopolítica norteamericana de influir en las incipientes repúblicas americanas.

47 Fusilamiento de los Carrera, referidos por el fray Benito Lamas.

http://es.wikisource.org/wiki/Portada.