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SUPLEMENTO MENSUAL producción de revista - publicación del colegio de arquitectos d1 JUEVES 04 DE NOVIEMBRE DE 2010 - AÑO 4 Nº47 ESPERANZA CIUDAD HISTÓRICA DE LA COLONIZACIÓN P A R T E 1 Esta publicación de Arqs X Arqs tiene el propósito de continuar indagando en la problemática urbana y arquitectónica de ciudades y poblados que El Colegio de Arquitectos de la provincia de Santa Fe otorga como jurisdicción a nuestro Distrito 1, con precisos límites territoriales. Siguiendo con la secuencia iniciada con las ciudades de Santo Tome y Coronda, nuestro suplemento encara hoy, una primera entrega de la ciudad de Esperanza , ciudad histórica de la colonización y emblema de los inicios y principios de la argentina “moderna” Con la incorporación de las praderas naturales al laboreo y la crianza de animales en los amplios territorios colindantes con la desembocadura del río Salado en la región central de la Provincia de Santa Fe, hacia mediados del siglo XIX se pone en marcha la epopeya de transformar estos inmensos territorios en campo fértil para la creación de riquezas y desarrollo. Estos primeros colonos llegados al territorio, estos pioneros del proyecto del 53´, constituyen a Esperanza en una de las ciudades del territorio provincial donde este proceso transformador, deja testimonios insustituibles de las culturas arquitectónico-urbanas predominantes de cuño europeo que, en base a esfuerzos y trabajo, marcan caminos en la entrada del país en un proceso de acelerada incorporación en la modernidad y en la integración como nación, al mercado mundial que forja el capitalismo en el siglo XIX. Este Nº de Arqts X Arqts publica la 1ra parte, de un valioso material producto del trabajo académico- investigativo de dos reconocidos docentes y profesionales de nuestro medio: los Arqs. Carlos M. Reinante y Miguel Sergio Rodríguez. En el 1er caso, como titular de la Cátedra de Historia III en la FADU – UNL , el Arq Reinante condujo un trabajo de relevamiento patrimonial con alumnos y docentes de esta institución, donde durante años se fue acumulando un valioso material del que solo se ha seleccionado una pequeña parte para esta publicación de nuestro Colegio que con lo reservado para el próximo Nº de esta serie, será solo la muestra de un rico material que merece encontrar el registro completo en un libro definitivo. En segundo lugar el Arq. Miguel Rodríguez nos presenta una historia urbana de Esperanza, que en distintos periodos da cuenta de los orígenes, evoluciones y transformaciones de la ciudad como la complejidad de una historia que testimonia de manera paradigmática, los procesos de construcción de la ciudad en sus variantes y articulaciones más complejas. Este Colegio agradece a los mencionados colegas este aporte a la divulgación de la riqueza y la cultura de la región Consejo Editor

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SUPLEMENTO MENSUAL

producción de revista - publicación del colegio de arquitectosd1 J U E V E S 0 4 D E N O V I E M B R E D E 2 0 1 0 - A Ñ O 4 N º 4 7

ESPERANZACIUDAD HISTÓRICA DE LA COLONIZACIÓNP A R T E 1

Esta publicación de Arqs X Arqs tiene el propósito de continuar indagando en la problemática urbana y arquitectónica de ciudades y poblados que El Colegio de Arquitectos de la provincia de Santa Fe otorga como jurisdicción a nuestro Distrito 1, con precisos límites territoriales.

Siguiendo con la secuencia iniciada con las ciudades de Santo Tome y Coronda, nuestro suplemento encara hoy, una primera entrega de la ciudad de Esperanza , ciudad histórica de la colonización y emblema de los inicios y principios de la argentina “moderna”Con la incorporación de las praderas naturales al laboreo y la crianza de animales en los amplios territorios colindantes con la desembocadura del río Salado en la región central de la Provincia de Santa Fe, hacia mediados del siglo XIX se pone en marcha la epopeya de transformar estos inmensos territorios en campo fértil para la creación de riquezas y desarrollo. Estos primeros colonos llegados al territorio, estos pioneros del proyecto del 53´, constituyen a Esperanza en una de las ciudades del territorio provincial donde este proceso transformador, deja testimonios insustituibles de las culturas arquitectónico-urbanas predominantes de cuño europeo que, en base a esfuerzos y trabajo, marcan caminos en la entrada del país en un proceso de acelerada incorporación en la modernidad y en la integración como nación, al mercado mundial que forja el capitalismo en el siglo XIX.

Este Nº de Arqts X Arqts publica la 1ra parte, de un valioso material producto del trabajo académico- investigativo de dos reconocidos docentes y profesionales de nuestro medio: los Arqs. Carlos M. Reinante y Miguel Sergio Rodríguez.

En el 1er caso, como titular de la Cátedra de Historia III en la FADU – UNL , el Arq Reinante condujo un trabajo de relevamiento patrimonial con alumnos y docentes de esta institución, donde durante años se fue acumulando un valioso material del que solo se ha seleccionado una pequeña parte para esta publicación de nuestro Colegio que con lo reservado para el próximo Nº de esta serie, será solo la muestra de un rico material que merece encontrar el registro completo en un libro definitivo.

En segundo lugar el Arq. Miguel Rodríguez nos presenta una historia urbana de Esperanza, que en distintos periodos da cuenta de los orígenes, evoluciones y transformaciones de la ciudad como la complejidad de una historia que testimonia de manera paradigmática, los procesos de construcción de la ciudad en sus variantes y articulaciones más complejas.

Este Colegio agradece a los mencionados colegas este aporte a la divulgación de la riqueza y la cultura de la región

Consejo Editor

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Editor responsable: Colegio de Arquitectos de la provincia de Santa Fe / D1 - Santa Fe

créditosArq. Mario Daniel ANSELMIArq.Carlos FALCOArq. Ruben MARTINEZ LEDESMAArq. Alberto MAIDANAArq. Luis A. MÜLLERDra. Arq. María Laura TARCHINI

Consejo editor:

Arq. Mario Daniel ANSELMIArq. Francisco Daniel GONZALEZ Arq. Graciela Verónica MANTOVANIArq. Silvia Mónica MEYER Arq. Hernán BUSANICHE ITURRASPE Arq. Sebastián Ignacio GUZZETTI

presidente:vicepresidente:

secretario:tesorero:

vocales titulares:

Redacción:

Contacto editorial:

Imagen de tapa:

Diseño y diagramación:

San Martín 1748 – 2º piso – cp (3000) Sta. Fe, Arg. – tel: 0342-4582003 / 09

[email protected] / [email protected]

foto: “El Control del Cielo” de Gabriel DURDOS / fuente: www.google.com

Arq. Jerónimo POQUETCompilación y coordinación general:

Arq.Carlos FALCO

Resumen

El presente trabajo describe y exp l ica e l proceso de formación de la ciudad de Espe ranza desde una perspec t i va d isc ip l i na r urbanística relacionando esta mirada con los procesos económicos, políticos y sociales que influyen en la configuración definitiva de la ciudad. Para ordenar el discurso, se proponen tres momentos fuertemente relacionados con la historia de nuestro país donde se señalan una estrecha relación entre las i d e a s y p a r a d i g m a s dominantes en cada una de estas épocas, su influencia en la o rgan izac ión de la sociedad, el rol asignado a la disciplina y sus resultados obten idos en términos urbanísticos. E l p r i m e r m o m e n t o , fundacional para la colonia de Esperanza, se enmarca en el proceso de organización nacional. En el segundo, de expansión y crecimiento para la ciudad, se establece su correlato con el intento de insta lar un modelo de industrialización para sustituir im po r t ac i ones a n i v e l nacional y en la tercera instancia, se analiza la situación contemporánea como producto del impacto territorial de la revolución tecnológica y la globalización cultural. A manera de cierre se f o r m u l a n a l g u n o s interrogantes sobre cuál será el futuro de la ciudad para el s. XXI en la clave de reflexión que propone el Bicentenario de la República Argentina.

El período de la organización nacional Gobernar es Poblar

“El secreto de poblar reside en el arte de distribuir la población en el país.” “Gobernar es poblar muy bien; pero poblar es una ciencia, y esta ciencia no es otra cosa que la economía política, que considera la población como instrumento de riqueza y elemento de prosperidad. La parte principal del arte de poblar es el arte de distribuir la población.”

J. B. Alberdi

El 1º de mayo de 1853 fue jurada la constitución nacional argentina, inspirada en el extraordinario trabajo de uno de los pensadores más lúcido de la historia política nacional y exponente fiel de la denominada generación del „37, Juan Bautista Alberdi. La constitución, entendida como programa para el gobierno del territorio nacional, tiene entre sus objetivos centrales la ocupación y poblamiento del mismo. “Artículo 25 - El Gobierno Federal fomentará la inmigración europea; y no podrá restringir, limitar ni gravar con impuesto alguno la entrada en el territorio argentino de los extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las industrias, e introducir y enseñar las ciencias y las artes.” Así es que, dentro de las principales acciones encaradas por los gobiernos nacionales de la segunda mitad del S. XIX, se destacan la promoción de la inmigración y la creación de colonias de extranjeros e n e l i n t e r i o r d e l p a í s . Particularmente en la región pampeana y en el litoral. Fiel a sus convicciones la afirmación de Alberdi, no solo indica el horizonte que debían alcanzar en materia de administración del territorio aquellos primeros gobiernos constitucionales sino que además, les señala un camino muy preciso cuando explica que poblar es una ciencia o un arte (en el sentido de habilidad o destreza). Es claro que el discurso de aquellos intelectuales es el fruto del

pensamiento de la época. Si se tiene en cuenta que el nacimiento del urbanismo como ciencia o disciplina es ubicado por autores como Choay (1970); Ascher (1995 2004); García-Bellido (2000); entre otros, en la mitad del s. XIX y atribuida su paternidad al español Ildefonso Cerdá (Teoría de la Construcción de Ciudades, 1859 y Teoría general de la urbanización, 1867), no es extraño que a los pensadores nacionales de entonces, les preocupara también lo vinculado a la organización del territorio y en forma concomitante, de las ciudades. Si bien existían diferencias enormes entre la realidad territorial de aquella Europa, en proceso de su segunda revolución industrial y enfrentando profundas crisis institucionales, y una América Latina prácticamente d e s i e r t a , d e p r o d u c c i ó n predominantemente extractiva y en vías de institucionalización, está claro que Alberdi, advierte en esta condición una oportunidad para evitar – desde el inicio - las dificultades con las que ya lidiaban los europeos. Sería probablemente esta misma c i rcuns tanc ia la que Aarón Castellanos vislumbró cuando, con el propósito de fundar una colonia en el medio del desierto pampeano, requirió los servicios del agrimensor Ricardo Foster para que delineara los primeros planos borradores, a los q u e l u e g o A u g u s t o R e a n t transformaría en definitivos. Estos profesionales son quienes imagina la organización espacial de la colonia y proponen dejar liberada del uso agrícola una franja central de cuatro manzanas de ancho por el todo el largo de la colonia como fondo, en sentido norte sur y 3 destinada al futuro pueblo. Luego, Demetrio Isola fraccionará en 96 manzanas reservando las cuatro centrales para una plaza, (Vranken de Donnet, Rosa 2005). IMAG1

“Ved allí el pueblo ya formado donde los colonos tendrán todo lo que necesitan para el cuerpo y para el alma." Comunicación del 7 de junio de 1855 de Aarón Castellanos desde París, Francia (Gori 1969). Esta visión de Castellanos ya había

sido plasmada en el artículo 8 del contrato de colonización que él mismo suscribe con el gobierno provincial el 15 de junio de 1853 (apenas cuatro meses después de haber sido jurada la Constitución Nacional): “8°- Cada colonia se poblará en dos secciones de cien familias cada una enfrentadas, ocupando cien cuadras distantes una de otra, tres cuadras de latitud, cuya área intermedia podrá ser vendida por el Gobierno de Santa Fe a los que quieran edificarla con el fin de aumentar la población colonial; quedando convenido que la mitad del producto de las ventas pertenezca al erario de la provincia y

la otra mitad a una caja comunal, que se formará en la colonia con destino a sus adelantos públicos; y declarándose del mismo carácter la porción del terreno resultante entre las posesiones coloniales y las márgenes de los ríos.” Pero es conveniente señalar aquí que existen otras ideas en el pensamiento de Castellanos que no se traducen explícitamente en este contrato aunque que no por ello, deben ser consideradas de menor relevancia. “No só lo i nm ig rac ión , s i no ferrocarriles, era lo que según Castellanos el país necesitaba.” (Schobinger 1957 en Zingerling 2000-2004).Existe una evidente

EL PROCESO DE FORMACIÓN DE LA CIUDAD DE ESPERANZA. URBANISMO, ESTADO Y SOCIEDAD CIVIL / PARTE 1 p o r e l a r q . M i g u e l S e r g i o R O D R Í G U E Z *

imag 1: Plano reproducido por Grenón sobre la ubicación de las parcelas (concesiones) otorgadas en 1856, a las familias fundadoras. Publicado por Grenón Pedro, S.J., La ciudad de Eperanza, T. 1, Córdoba, 1939, p. 107 (fuente: www.zingerling.com.ar )1

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· 0 3 I p o r a r q u i t e c t o s I 0 4 · 1 0 · 1 0 - A Ñ O 4 - N º 4 7

*Miguel Sergio Rodríguez, es Arquitecto, Especialista en Gestión Urbana, Docente - Investigador, Profesor Adjunto a cargo del Taller de Proyecto Urbanístico – Cátedras “Adrián Caballero” Facultad de Arquitectura, Diseño y

Urbanismo, Universidad Nacional del Litoral

valoración de la dimensión física del t e r r i t o r i o c o m o o b j e t o d e transformación. Un reconocimiento de que la transformación del mismo era una cuestión clave en la organización del país y que la misma debía ser consecuencia de una acción voluntaria y decidida: la Argentina no dejaría de ser un desierto naturalmente o por fruto de la casualidad.“En un folleto que Castellanos publicó en 1877 „Colonización en Santa Fe y Entre Ríos y el ferrocarril de Rosario a Córdoba? explica lo que propuso entonces al gobierno de Santa Fe… ” (Zingerling 2000-2004) que era nada más y nada menos que poblar el Chaco. Está claro entonces que la fundación de Esperanza respondía a una concepción ideológica de lo que debía ser una nación (la futura Republica Argentina), a un programa plasmado en su ley fundamental (la Constitución Nacional de 1853), a un proyecto económico-social y a un proyecto de organización territorial aunque el mismo jamás fuera plasmado - dibujado - en el papel. Es necesario entender el contexto general para poder encontrar explicaciones al gran avance que hiciera que aquella colonia de apenas doscientas familias, se transformase en pocos años en una de las principales ciudades de la provincia de Santa Fe. No fue una sumatoria de factores que en forma aleatoria o “natural” se fueron dando para que esto sucediera. Es muy clara la coherencia que había entre lo que por entonces se pensaba, luego se decía y finalmente se hacía. A pesar de todos los inconvenientes y de las disidencias hubo un proyecto nacional y una gran coherencia entre éste y las acciones emanadas. Podemos hoy revisar la historia con un sentido crítico y manifestar nuestros acuerdos y/o desacuerdos con el proyecto y/o con su inspiración pero la existencia del mismo es lo que hizo claro el camino a recorrer para quienes debían hacerlo. Sabido es que para lograr este propósito se apeló muchas veces a métodos violentos y de enorme crueldad que llegaron al exterminio de los pueblos originarios y que este procedimiento es aún hoy tan revisado como reprobado. Sin embargo esta reflexión pretende reconocer que estos hombres tenían claro que la única forma posible de transformar ese desierto en una n a c i ó n e r a m e j o r a n d o l a s comunicaciones y generando nuevos asentamientos humanos, donde estuviera garantizada las condiciones de subsistencia para la población, esto es: urbanizándolo. Pero, qué forma debían tener

aquellas ciudades, cómo debían ser? Si observamos los planos de la colonia proyectada por Foster y Reant es probable que lo primero que nos llame la atención sea el damero de concesiones para la colonia y el vacío inicial que se conocería durante mucho tiempo como “la calle ancha”; y que luego sería el contenedor para el damero de manzanas para el pueblo. No sería extraño asociar esta forma del trazado con las que preveían las Leyes de Indias para las fundaciones coloniales españolas y que por supuesto era lo que predominaba en las principales ciudades de la región.IMAG 2

Pero también es posible pensar que en su estadía en Europa, A. Castellanos tomara contactos con las ideas del varón de Haussmann (Plan para Paris 1853-58), las de Ildefonso Cerdá (Ensanche de Barcelona 1859) y tal vez más tarde con las de Arturo Soria y Mata (Ciudad lineal para Madrid 1886), todos ellos preocupados por resolver los conflictos que se presentaban entre la configuración de la ciudad medieval aún presente y los nuevos medios de transporte. Y que la forma del trazado proyectado para Esperanza tenga que ver con la posibil idad de garantizar los desplazamientos de los carruajes de la época como así también permitir la futura – y muy deseada - aparición del ferrocarril, en lugar de emular las Leyes de Indias.IMAG 3-4-5

Es muy claro que, tanto el barón Geoges de Haussmann como los ingenieros Cerdá y Soria y Mata, tenían dentro de sus principales preocupaciones la de resolver los problemas circulatorios que les planteaba la irrupción de los nuevos medios de transporte en la ciudad heredada. Ahora bien, pudieron los grandes bulevares de Haussmann haber servido de inspiración para la “ c a l l e a n c h a ” p r e v i s t a p o r Castellanos para “el pueblo”? Pudo el damero de las grandes manzanas del Ensanche de Cerdá haber servido de referencia a Foster ó Reant? Pudo aquella “calle ancha” – que permitía llegar hasta el río Salado a toda a colonia - haber sido un intento de “ciudad lineal” como la insinuación de un modelo para el futuro crecimiento?IMAG 6-7

Es muy difícil establecer analogías o similitudes directas pero no sería descabellado pensar en que, de algún modo u otro, las ideas urbanísticas de la época pudieron influir en estos hombres. Eran profesionales y es bastante lógico que intentaran la mejor respuesta posible y la más innovadora ante una d e m a n d a d e s e m e j a n t e trascendencia. La misma debería estar fundada en los conocimientos

imag 2: Plano de la fundación de Esperanza en el conjunto de sus concesiones que se encuentra en el Archivo de la Comuna de Birmensdorf – Aargau – Suiza y que fuera donado por R. Zehnder. (fuente: Documento Diagnóstico PECE, 2001)

imag 3: Boulevard Montmartre Camille Pissarro 1897 Un claro ejemplo del resultado de la obra de Haussmann (1853-70)

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imag 4: Plan de Ensanche para Barcelona 1859. / Ildefonso Cerdá

imag 5: Propuesta de Ciudad Lineal para Madrid 1886. / A. Soria y Mata

más evolucionados que pudieran encontrar. No serían los únicos en el país que admiraron las prácticas urbanísticas de Europa. Torcuato de Alvear, intendente de Buenos Aires entre 1883 y 1887, hizo lo propio cuando decidió la construcción de la Avenida de Mayo que si bien demoró varios años en materializarse y cuyo proyecto pasó por varias manos, nunca perdió de vista la idea de imitar al París de Barón de Haussmann.IMAG 8

Si bien la generación del 37 - inspiradora de todo este proceso - admiraba tanto lo europeo como despreciaba lo local, conviene destacar que la imitación en este caso no puede entenderse como falta de creatividad o la aspiración a parecerse algo que no se es, sino simplemente tratar de encontrar pistas o seguir la experiencia de quienes ya a han debido enfrentar el mismo problema. La realidad ind icaba que Europa había alcanzado niveles de avance en términos de conocimiento científico y desarrollo tecnológico que en nuestra América Latina aún no existían. Finalmente, es posible concluir este tramo del relato del proceso de

formación de la ciudad de Esperanza resaltando por un lado la coherencia entre su propio proyecto y el proyecto nacional y por otro, la confianza en los conocimientos científ icos imperantes demostrada por sus principales actores. Es justamente allí donde parece apoyarse el éxito de aquella colonia que además sumó elevados valores y principios para consolidar el desarrollo de una vida en comunidad prospera más allá de las dificultades que tuvo que sortear. El espíritu pionero no solo se manifestaba en la abnegación honesta y la contracción al trabajo sino que, además, era capaz de elevar la mirada hacia el horizonte futuro que indicaban las ciencias por aquel entonces. Quizás la figura de Castellanos, más allá de sus limitaciones, sirva como ejemplo para explicar la diferencia entre un visionario y un improvisado.

imag 6: Banda aficionados unidos. Fotografía de F. Paillet

imag 7: Acto Político UCR,1915. Fotografía de F. Paillet

imag 8: Detalle de Ciudad Lineal 1886. / A. Soria y Mata

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p o r e l A r q . C a r l o s M . R E I N A N T E

ESPERANZA Y SU PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO

INVENTARIO / obras seleccionadas / primera parte

“Situación”

Paloma, espiga y ancla,a 31 grados y 25 minutos de latitud

Sur -línea del río y la calandria-

y 60 grados y 56 minutos de longitud,

está mi tierra: Esperanza.

Es un pequeño punto palpitantehacia el norte del mapa;

boya de trigo verde,corazón de la pampa.

( José Pedroni)

El inventario: una forma de conocimiento

El presente trabajo corresponde a una síntesis del “Inventario del Patrimonio Arquitectónico de la ciudad de Esperanza”, realizado por la Cátedra Historia III de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UNL. Como parte de un plan académico dirigido a relevar los patrimonios de nuestra capital y su región, (iniciado el mismo año de creación de la FADU en 1985), estos materiales responden a una investigación y trabajo de campo

que documenta los edif ic ios significativos y los principales espacios públicos de Santa Fe, Esperanza, Santo Tomé y Coronda, un emprendimiento de estudio y a p r e n d i z a j e r e a l i z a d o p o r estudiantes bajo la tutela de los docentes a cargo de la asignatura. Tal cual ocurrió con el libro ya agotado - “Inventario: 200 obras del patrimonio santafesino”-, publicación realizada por la UNL (FADU), la Fundación del Centro Comercial y el Colegio de Arquitectos en el año1997, estos t rabajos de inventario esperan aún su edición, al igual que el segundo tomo dedicado a la ciudad de Santa Fe y que incluye sus sistemas ferroviario y portuario. De modo que celebramos esta iniciativa del Colegio de Arquitectos y del diario “El Litoral” de dar a conocer sucintamente estos reservorios, como un modo de alentar su protección como de generar conciencia de lo que significan los patrimonios en la construcción de la ciudad contemporánea.

Construcción histórica del patrimonio esperancino

Gastón Gori refiriéndose a la creación de Esperanza afirma: si

fundar es edificar materialmente una ciudad, fundar una colonia agrícola y a la vez realizar una política de inmigración, significa edificarla materialmente, pero además iniciar con ella lo que es objeto de su creación; el trabajo de la tierra, las siembras, las cosechas, y radicar en carácter de familias campesinas a las inmigrantes. De modo que resulta indisoluble comprender la llegada de inmigrantes y la colonización con el acto de ocupar el territorio, trazar el poblado, distribuir las parcelas y todo cuanto implica una apropiación efectiva del espacio urbano y rural. Por este motivo, el contrato que firmó A. Castellanos con el gobierno de la provincia de Santa Fe el 15 de junio de 1853 para fundar colonias agrícolas con inmigrantes europeos, se completa con los trabajos de mensura e instalación de la colonia iniciados el 5 de setiembre de 1855, al tiempo que los primeros pobladores llegan el 27 de enero de 1 8 5 6 p a r a t r a s l a d a r s e inmediatamente a los lugares asignados. Y es nuevamente G. Gori quien describe los primeros años de vida de estos pobladores: araron y sembraron y además, después de 1860 edificaron sus propias nuevas

viviendas sin intervención oficial, plantaron árboles, alambraron, apacentaron y multiplicaron sus ganados, ejercieron otros oficios, es decir que dieron nacimiento y vida a una colonia con su propio trabajo; y eso es fundar.

Si la historia construye la ciudad en una manifestación tangible, los espacios y edificios públicos, las edificaciones civiles y religiosas como las demás construcciones privadas, son los depositarios que materializan dicho devenir. Por ello se afirma que es insustituible para la historia urbana como para el patrimonio arquitectónico, todas y cada una de las referencias donde se entretejen significados entre formas físicas y pasado, entre edificios y espacios: formas que en definitiva aparecen como expresiones y simbolizaciones de la vida privada, las institucionales y la sociedad de su tiempo.

Por lo mismo, la historia de Esperaza se justifica y revela en cada uno de sus particulares patrimonios: en el plano de Paillet (1889) como en trazado de la plaza San Martín para el Centenario (1910); en la casa “granero” de la colonia (1874) como

en la casa “chorizo” del gringo (siglos XIX y XX); en las herencias clasicistas de la Casa Municipal (1881-83) como en las formas italianas y eclécticas de la Sociedad Italiana (1899) y de la Sociedad de Socorros Mutuos (1907); en la tradición funcional de la Estación de ferrocarril (1885) como en el Molino Angelita (1890); en la modernidad del edificio de Correos y Telecomunicaciones (1954-56) como en la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la UNL (1967); etc. Como en toda creación humana, el patrimonio de Esperanza plasma su particular impronta en la función utilitaria como en la función simbólica; una impronta que fluye severa y contundente en orden a los útiles, pero que se vuelve persuasiva y sutil en los casos donde el vuelo áurico de los edificios persiguen instaurar una deliberada estética.

Cátedra de Historia IIIArqs: Carlos M. Reinante (Prof. Titular); Adriana Collado (Prof.

Adjunto); Miriam Bessone y Silvia Bournissent ( JTP).

En 1885, Aarón Castellanos había solicitado desde Europa al gobierno provincial que le cediera un espacioso terreno en el centro de la colonia que consideraba de absoluta necesidad para formar un pueblo que podía convertirse en una gran ciudad: Esperanza.La tarea de agrimensura del poblado comienza en 1856 para culminar el mismo año con la delimitación de 100 manzanas, de las cuales cuatro fueron reservadas para la plaza del futuro centro urbano. La colonia creció vertiginosamente, siendo declarada ciudad en 1884.La plaza mayor de la ciudad se encuentra circundada en sus cuatro manzanas por las calles 25 de Mayo, M. Belgrano, D.F. Sarmiento y A. Castellanos. En el año de su trazado la plaza era solo un potrero, con un sembradío de alfalfa, cubierta de paraísos y cercada con un alambrado. Posteriormente fue cambiando su fisonomía, la primera remodelación de la plaza data del año 1892, cuando se procede a la colocación de la piedra fundamental para el monumento a la Agricultura, retirando el alambrado y trazando sus senderos diagonales y medianiles. A partir de este momento, su crecimiento no tubo

pausa, agregándole, por ejemplo, una caja armónica, bancos de mármol y columnas de iluminación. Hacia 1905 la plaza ya posee un nuevo arbolado: circundada por una doble fila de naranjos, su diagonal sudoeste ostenta ligustros, la sudeste causarinas, la noreste doble fila de naranjos y la noroeste brachichitos. El monumento a la Agricultura que hoy se encuentra en el centro de la plaza se inaugura en 1910, en coincidencia con los festejos del centenario de la Revolución de Mayo.La gran transformación de la plaza se realiza en el año 1933 otorgándole el aspecto general que conse rva hoy d ía . En 1961 , conmemorándose el centenario del Primer Concejo Municipal, se inaugura un monumento alusivo.En la actualidad, la plaza luce además un mástil para la bandera, una fuente con juegos de agua y luces, una caja armónica, sitial de autoridades, pérgolas, jardines y una seleccionada variedad de especies arbóreas entre las que podemos destacar la doble hilera de jacarandáes que la bordea, un retoño del pino de San Lorenzo, los cedros azules y los lapachos paraguayos. Consta también con plantas ornamentales, enormes tipas, tilos, castaños, ceibos, azahareros, naranjos gomeros, paraísos, palos borrachos, pinos, ombúes y palmeras. Estos árboles no se podan ya que reciben el mismo tratamiento de los árboles de las reservas naturales. relevamiento, fotos y planimetría: Adrián SLAVNER / Carina SGROI

PLAZA SAN MARTIN

El interés que ha despertado en la sociedad este espacio urbano, que se traduce respeto y numerosos cuidados y transformaciones a lo largo del tiempo, ha logrado que en la actualidad esta plaza sea considerada como una de las tres mejores en cuanto a preservación y aspecto estético de América del Sur. Parafraseando a Isabel Heer de Baugé, la plaza pública “… es el sitio de todos para todo. Para la “voz del pueblo” o “la voz de Dios”. “Como fue en el pasado y como seguirá siéndolo en el futuro”.

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evidencia en la fachada: los capiteles de sus columnas de origen romano, combinan las volutas del Jónico y el acanto del Corintio, y las proporciones y escala de sus elementos son monumentales. Morfológicamente posee tres cuerpos similares, el central remata en un gran frontispicio triangular, el mismo descansa sobre un arquitrabe liso sostenido a su vez por columnas adosadas al muro que dividen el cuerpo en paños. Los cuerpos laterales se diferencian del central por haber sustituido las columnas por pilastras del mismo orden. En el tímpano se encuentra una ornamentación que centraliza el escudo de la ciudad de Esperanza y su símbolo. La amplitud del frente descansa sobre una escalinata que integra la edificación al ambiente urbano.La imponente fachada y el edificio en si mismos dan a la institución municipal, autonomía, fuerza y presencia que pocas ciudades poseen en la provincia de Santa Fe.

Relevamiento y fotos: LUESMA Ma. Alejandra, SANTARELLI LeticiaPlanimetría: Municipio de Esperanza

Luego de la fundación de Esperanza, se crea en 1861 EL PRIMER Concejo Municipal, y su edificio en 1866, llamado Cabildo por el pueblo, el cual resulta insuficiente tras el progreso de la colonia. Esto motiva en 1881 llamar a licitación para la construcción del nuevo edificio, siendo José Forte el arquitecto y constructor elegido. La obras e comienza en 1882 y se inaugura entre marzo y abril de 1883. Si bien desde los primeros tiempos se utiliza como Municipalidad, funcionaron también otros organismos oficiales, como el Juzgado de Paz, oficina de Correo, Telégrafos, Teléfonos y Banco Nacional. Todos ellos en planta baja. Actualmente su única función es la de Municipalidad de la ciudad de Esperanza.El edificio tiene la tendencia neoclásica propia de los edificios institucionales de fines de siglo XIX. Su Orden Compuesto Monumental se

CASA MUNICIPAL

El 23 de febrero de 1856, merced a las gestiones de Aarón Castellanos, llegaron a Esperanza los primeros inmigrantes mayormente alemanes, franceses y suizos. Muchos de ellos profesaban la religión evangélica, desconocida en la región.La Congregación Evangélica en Esperanza queda constituida con la llegada en 1857 de su primer pastor, Don Felipe Enrique Staiger, y sus primeros tiempos en el ejercicio de la fe transcurren en un primer templo precariamente construido con paredes de barro y techo de paja, que se incendió misteriosamente a los pocos años. El fuego consumió testimonios escritos que hoy serían muy valiosos.Este primer templo fue sucedido en sus funciones por un segundo edificio – de material – que se inauguró en 1865, un año después que la primera casa pastoral, la cual debió funcionar como vivienda, templo y escuela durante un corto período.Con el paso del tiempo se resolvió la construcción de un tercer templo cuya piedra fundamental se colocó en 1887 para

quedar inaugurado el 25 de octubre de 1891.Este es el templo actual, cuya jerárquica espacialidad se yergue sobre el borde norte de la Plaza San Martín, en la esquina de 25 de Mayo y San Martín y fue proyectado y ejecutado adoptando estilemas eclécticos donde predomina lo neogótico.Funcionalmente consiste en la resolución de un atrio como transición hacia una nave única, con cielorraso plano de madera machimbrada. Responde tipológicamente a la iglesia de planta salón.Bancas de madera lustrada delimitan un eje principal de circulación. Coronando a este se encuentra el ábside que aloja un sobrio altar de madera lustrada, y cuyos falsos vitrales constituyen la única imaginería presente en el templo, exceptuando una importante pintura en el lateral derecho del frente de la nave.Un elaborado púlpito sobre-elevado de madera – en el lateral izquierdo de la nave – completa significativamente el sector simbólico del templo por la poderosa connotación semiótica que supone, no solo desde lo litúrgico sino también desde lo funcional.La volumetría exterior del edificio se jerarquiza por la torre-campanario central a

la fachada; que celebra el ingreso principal. El reloj público fue adquirido en el año 1895 por una comisión mixta de evangélicos y católicos, convirtiéndose con los años en todo un símbolo a nivel ciudad. Dos sub-espacios laterales al atrio reivindican la simetría del conjunto, constituyendo la circulación vertical hacia el primer nivel de la torre y equiparándose volumétricamente con los dos que se generan en la parte trasera de la nave, como entradas s e c u n d a r i a s d i r e c t a s a l s e c t o r conmemorativo.Esta obra constituye un acabado ejemplo del eclecticismo de fines del siglo XIX, con características formales y estilemas tanto interiores como exteriores que responden exhaustivamente a las preceptivas de esta importantísima corriente, de tanto peso en un amplio lapso de la historia arquitectónica argentina. Es, por otro lado, un edificio de importancia máxima en la historia de Esperanza ya que define caracteres paradigmáticos de quienes contribuyeron anónimamente al desarrollo de esta ciudad, en sus primeros tiempos.

IGLESIA EVANGELICA

En 1892 se instalan en Esperanza una sucursal del Banco Nación de la Argentina; siendo la tercer filial en la provincia y la décimo cuarta en el país. Este primer edificio situado en las calles Lehman y Belgrano es comprado a la señora Eugenia Chapuis de Stoessel.Desde sus comienzos fue el epicentro económico de la colonia y su radio de influencia se extendía a todas aquellas a las que le había dado origen.La sucursal esperancita pronto generó confianza y tranquilidad a quienes tenían cajas de ahorro, cuentas corrientes, dando

incentivos y beneficios para agricultores granaderos y molinos harineros. Aquí además se crea la oficina de cambio de moneda.A partir de su creación 1892 y hasta 1923, fecha en que se traslada a su actual local frente a la plaza principal, multiplicó por diez su cartera; hecho muy importante teniendo en cuenta que en esos años no se conocía la palabra inflación.El nuevo terreno ubicado en calle Los Colonizadores esquina Belgrano, fue comprado a Sofía Berraz de Soutomayor y consta de 40m por 40m. El proyecto y la ejecución es llevado por Juan Camps. El edificio es resuelto en un claro lenguaje neoclásico compuesto por basamento (sólido pedestal de pulido y brillante granito negro), desarrollo coronamiento. A ambos lados se lee una rítmica disposición de aventanamiento con arcos de medio punto, enmarcados por columnas adosadas y con capitel jónico. Sobre Belgrano se halla el ingreso de la casa del gerente y en la ochava el acceso principal enmarcados por columnas dóricas y un frontis.En la planta baja se conforma un gran salón de

doble altura con columnas dóricas, exclusivamente para la actividad bancaria y hacia el sector noreste, como en le entrepiso, s e e n c u e n t r a n l a s d e p e n d e n c i a s administrativas, de apoyo y servicio. La planta alta es destinada para el gerente.En enero de 1985, se comenzaron las tareas de ampliación, remodelación y restauración, las cuales fueron realizadas por la empresa Pedro Pilatti y Cia., con la representación técnica del arquitecto Carlos Magliano.El proyecto logró la conjunción de modernos materiales con los tradicionales, resultando una armonía entre lo existente y las ampliaciones, que se destaca en la fachada este del salón principal donde se ve la exactitud de molduras nuevas comparándolas con las del frente principal.Por su imponencia, le corresponde el calificativo de majestuoso. Si el Arquitecto que concibió el proyecto quiso simbolizar estabilidad, poder económico y señorío, con creces lo hubo logrado.

BANCO DE LA NACION

ARGENTINA, SUCURSAL

ESPERANZA

relevamiento y fotos: Karlen Fabiana / Rodriguez Ma. Carolina

Relevamiento, planimetría y fotos: Pallotti Federico Luis / Schramm Alejandro

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“Siempre presente en las grandes obras de nuestra región”

“Siempre presente en las grandes obras de nuestra región”

VIDRIOS.CRISTALES

El origen de la colonia Esperanza se produjo cuando Aaron Castellanos solicita desde Europa al gobierno provincial un terreno en el centro de la colonia para formar un pueblo. La construcción de viviendas había sido simultánea a los trabajos de agrimensura. En los primeros años de vida colonial la misma precariedad que devenía de su origen se observaba en las construcciones que se limitaban a 12 manzanas en torno de la plaza principal, siendo éstas primitivas viviendas y ranchos. Ya en el año 1863 se puede observar la vivienda ocupada por la fonda Ronchetti (póster Hotel Mayo) en la esquina suroeste de la plaza lo que hoy seria Castellanos esquina Sarmiento; esto certificado por testimonios

que demuestran que la diligencia se detenía en la misma. Este era un edificio de precaria condición, su monótona construcción basada en un ritmo simétrico de techos bajos y de color rosado. Ya transcurrido el año 1884, Esperanza es declarada ciudad, donde se observa un crecimiento poblacional y una diversidad inmigratoria de importancia donde hizo que estas condiciones, mas las pequeñas dimensiones del local se procedieran a una ampliación con un nuevo salón. Ya cercano el comienzo del siglo, Esperanza se había transformado en el centro de mayor gravitación industrial y comercial del departamento, acogiendo como todo el país la fiebre del progreso, también en el aspecto arqui tectónico, donde tuvo buenos exponentes en mansiones y palacetes con modelos importados de Europa. Es en estos momentos cuando la fonda toma el nombre de Hote l Mayo, s in produc i r g randes

modificaciones en su estructura, ofreciendo los beneficios del progreso con una amplia sala cinematográfica, un importante bar y la terminal. El año 1928 es cuando se produce la principal modificación donde en la mayor parte continúa hasta la actualidad. Se transforma en un palimpsesto, construyendo un edificio nuevo casi en su totalidad en un estilo europeizante. La obra posee una sintaxis ordenadora dada por un eje central, coincidente con el ingreso donde existe una repetición de entrepaños y pilastras provocando un ritmo. La obra posee característ icas clásicas, basamento, desarrollo y coronamiento. Entre 1928 y 1964 se producen reformas menores, y es en este año cuando se produce una reforma importante sometiendo al edifico a una subdivisión mediante el reglamento de propiedad horizontal. Ya en la década del 80 el hotel queda limitado a la planta alta, con un crecimiento en la parte posterior.

HOTEL MAYO

relevamiento y fotos: Bellot Rodolfo J. / Scotto Gustavo R.

La casa perteneció a Santiago denner y su esposa Emilia Vollenweidei. Este colonizador llegó a esperanza en 1870 después de pasar por Santa Fe, donde estableció buenas vinculaciones junto a las cuales participó activamente en la fundación de colonias como San Carlos, Frank, Gessler, Gruttly y otras. En 1874 construyó a 100m de la plaza, su casa y un molino harinero que ocupaba el vasto predio contíguo la actual Av. Colonizadores. Fue un gran precursor de la colectividad ag r í co l a , t r ayendo maqu ina r i as e instalaciones modernas a la colonia de Esperanza, por lo que esta vivienda fue el centro de reuniones sociales y de negocios. El molino se incendió en 1888 y fue inmediatamente reconstruido. Pero en 1929, pasada la fiebre molinera, comenzó su declive

y dejó de funcionar. Estos terrenos se fueron loteando preservándose solo la casa familiar que es la construcción existente más antigua de Esperanza en la actualidad.La casa fue adquirida por la municipalidad en 1969 y recibió el nombre de Casa de la Colonia en 1973. Desde 1985 alberga el Museo de Arte de la asociación de Artistas Plásticos de Esperanza, habiendo sido restaurada sin muchas modificaciones.Se trata de una arquitectura popular utilitaria, de autoría anónima. La tipología espacial y formal responde a un desarrol lo y superposición del típico rancho criollo y dispone de vestíbulo flanqueado por dos habitaciones contiguas a cada lado y desde el cual se accede, además, al patio posterior, al sótano y a la planta alta, posiblemente destinada, en sus orígenes, al acopio de harina.La fachada de planta baja está articulada por pilastras acanaladas que determinan cinco paños proporcionados con ventanas, mientras que la planta alta va acompañando esta disposición con su aventanamiento. Queda

determinado así un eje de simetría que coincide con el ingreso. Dos cornisas paralelas dividen la fachada horizontalmente y acusan la división de las plantas. Es de remarcar el trabajo del enrejado en hierro forjado que se agregó a principios del siglo XX para determinar el jardín del frente.Se logra de esta forma un volumen compacto de sobrio diseño y escasa ornamentación; conjunto armónico que se integra fácilmente al tejido y paisaje urbano.La cubierta se resuelve en dos aguas de tejas francesas que sobrevuelan los muros, sostenida por cabriadas de madera. El entrepiso es un doble entablonado de quebracho, sostenido por vigas de la misma madera.Esta obra, de estética pintoresquista, expresa casi sin ninguna especulación estilística o formal las necesidades de vida de estos colonos desde su condición de testigo omnipresente de la rica historia de esta ciudad.

CASA DE LA COLONIA

relevamiento: M.B. Corina Alday y fotos: Pablo Cuello

Pablo Cuello

El 20 de septiembre de 1871 un grupo de personas llegadas de Italia resolvieron, como la mayoría de extranjeros radicados en esta ciudad, agruparse en una sociedad mutualista.El 7 de mayo de 1877 adquieren una manzana de terreno, señalada con los números 57, 58, 59 y 60, al norte de la plaza principal y este mismo día se coloca la piedra fundamental de lo que sería una precaria construcción donde comienzan a dictarse clases de italiano.Hacia 1899 se amplía esta construcción

agregándole una sala de usos múltiples y generando una fachada de 35 mts sobre calle Sarmiento bajo un marcado y sencillo estilo italianizante. Sobre esta construcción corre una balaustrada coronada por un tímpano que proporciona un marco adecuado para las inscripciones y relieves que completan el remate sobre la puerta principal.En 1910 se incorporan las verjas artísticas creando un jardín de 15 mts que antecede al edificio.En el año 1931 se completa el edificio con un escenario acorde a las necesidades de la población.Con la ampliación de 1931 se reproduce la fachada existente y así se concluye el edificio.El ingreso a éste, tras pasar el jardín en fachada, se produce directamente al salón principal, desde donde encontramos a la izquierda los demás locales con acceso directo.Con aspecto lateral independiente sobre la izquierda del edificio existe una habitación y cocina. Este mismo ingreso se extiende hasta los camarines que se encuentran bajo el escenario.

La tecnología estructural se resuelve de una forma muy simple con espesos muros portantes donde descansan los tirantes de pino que sostienen la chapa sinusoidal galvanizada de cubierta.En 1986 la sociedad dona el edificio a la municipalidad de la ciudad y desde ese momento, se ha encargado de restaurarlo y tras un muy buen trabajo, hoy funciona el centro cultural “Dante Alighieri”

Relevamiento, fotos: Martín Boeykens / Ignacio GómezPlanimetría: sociedad Italiana de socorros mutuos “UNION Y FOMENTO” Municipalidad de Esperanza

SOCIETA ITALIANA

DI MUTUO SOCCORSO

“UNIONE E FOMENTO”

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[email protected]

PINTURASIMPERMEABILIZANTES

REVESTIMIENTOS PLASTICOS TEXTURADOS

“Todo para el pintor y aplicador”

UNA ELECCION SEGURA

Debido a la necesidad del agrupamiento de personas con el fin de facilitar el mutuo entendimiento y el bien común, nacen en las colonias pobladas en su mayoría por extranjeros, sociedades que intentan concentrar esfuerzos dirigidos hacia el progreso.De esta manera, nace en Esperanza la Sociedad Argentina Cosmopolita de Socorros Mutuos el 5 de Mayo de 1901. Tras sus primeros años de vida se ve la necesidad de obtener una sede propia, esto se hace realidad en el año 1907.

Proyectado por el arquitecto Pozzo, y construido por el Maestro Constructor de Obras Zoilo Ocampo se levanta el edificio que sustenta una imponente fachada que poco tiene que ver con los espacios interiores.El ingreso se da por la calle Sarmiento, y se caracteriza por un retiro de la línea de edificación jerarquiza aún más la fachada que da al oeste y recibe un gran trabajo ornamental.La estructura espacial es simple y está comprendida por un salón principal al que se accede directamente del exterior, que esta conectado con otro más pequeño utilizado para las reuniones de la comisión directiva. Estos espacios se complementan con un patio que alberga los baños en su parte posterior.Esta institución efectuó valiosos aportes al acerbo cultural de Esperanza. En el año 1927, dota a la misma en una biblioteca que funcionaba como anexo de la Biblioteca Municipal.De la misma manera comienza a utilizarse el patio para reuniones sociales, fiestas patrias, bailes, etc.-

En 1940 se construye otro local que le serviría de apoyo funcionando como cantina, y se amplían los baños. Años mas tarde, se construye en el patio, una zona de asadores para uso de los socios.Actualmente el edificio esta siendo restaurado para una vez finalizado su arreglo vuelva a ocupar su lugar como anexo de la Biblioteca Soutomayor.La fachada esta organizada simétricamente, esta trabajada como un plano de soporte de una elaborada composición encuadrada en los principios del eclecticismo. Esto se convierte en el principal indicador del carácter, tanto institucional como social del edificio, que a pesar de estar contenido entre medianeras, logra establecer una imagen de escala pública.Esta arquitectura, testimonio de aquella sociedad de principios de siglo que aspiraba a un mejor nivel de vida social y cultural, se constituye hoy en un destacado ejemplo del patrimonio arquitectónico de la ciudad de Esperanza.

SEDE SOCIEDAD

ARGENTINA DE SOCORROS

MUTUOS

relevamiento: Ganis Ramiro / Guerra Sebastián / Muchiut Lucas / Pautasso

Mariano / Pedroso Adriana.fotos: Ganis Ramiro / Pautasso Mariano

El actual Club Social Aarón Castellanos, en su origen Casa Kuriger está situado en la ciudad de Esperanza Dpto. Las Colonias (Pcia. de Santa Fe). María Schneider de Kuriger, quien descendía de la familia colonizadora Nicolás Schneider y de Ana Geiser, mandó a construir esta mansión de dos plantas en 1906.Cuando la familia Kuriger se traslada a Bs. As. fueron sus moradores el matrimonio Rodolfo Vionnet y Eugenia Ladreyr con su numerosa familia.En la década del 30' esta familia también se muda a la Capital Federal y la propiedad es comprada por el Dr. Joaquín Ferrer (de Sta. Fe) quien no llega a habitarla pero lo hacen sus parientes el Dr. Eudocio Benítez y su esposa María Putier. Este matrimonio atendió la conservación de detalles interiores de la

vivienda y el cuidado de los ejemplares arbóreos.En abril de 1945 el Club Social Aarón Castellanos compra la propiedad al Sr. Ferrer siendo el presidente de dicha institución Atilio Falco.De una arquitectura que denota la sólida posición económica de la familia, fue construida por especialistas en construcción quienes siguieron el modelo de las mansiones levantadas entre 1880 y 1914 en Bs. As. , Paraná y Santa Fe, como así también en el casco de muchas estancias.El acceso a la vivienda no era directo como el actual, debía trasponerse una puerta de hierro de dos hojas, la cual integraba el motivo de la verja de hierro forjado, la cual fue realizada en la fábrica Schneider.El ingreso se acentúa por un cuerpo que avanza a manera de pórtico sostenido por columnas.En la fachada se perciben los elementos ornamentales que caracterizan el estilo renacentista italianizante, hay sillares en los numerosos paños, balaustradas en los

balcones, ventanas puertas con celosías sobre las cuales hay cartelas con decoraciones vegetales centrando rostros femeninos.Tímpanos triangulares coronan las aberturas de la planta alta, ménsulas de gran volumen ostentan caprichosas molduras y una serie de medallones ornamentan la base de la cornisa, sobre la que se eleva, coronando el edificio, un pretil con apretados balaustres que se extienden en todo su frente y lateral.En el interior, el salón de recepción comunica todas las habitaciones del entorno. Una claraboya con vitrales y una amplia mampara artística brindan una buena iluminación al recinto sin vistas al exterior.Una amplia escalera de mármol de carrara partía desde el salón de recepción y conducía a los aposentos privados de la planta alta.E l ed i f i c io fue ob je to de a lgunas modificaciones, como por ejemplo, una ampliación que le quitó la perspectiva que le permitía resaltar su unidad original. En su interior, la escalera fue trasladada a otro ámbito y a pesar de la incorporación del bar,

baños y otras dependencias, se puede sostener que el interior guarda armonía con el estilo de su fachada.El color rosado original de sus fachadas fue sustituido por blanco visón.Los patios y jardines fueron modificados, ahora se alternan niveles altos, bajos y sólidas estructuras de ladrillo que lucen plantas

CLUB SOCIAL AARON

CASTELLANOS

ornamentales.La casa Kuriger, una residencia más del pasado, hoy con el nombre de Club Social Aarón Castellanos, luce como antaño y abre sus puertas a toda la sociedad esperancina, a la cual durante tantos años estuvo negada.

relevamiento y fotos: Alejandro Borda / Sandra Saravia

La institución que da origen a este edificio se funda en el año 1894, siendo originariamente una sociedad llamada “juventud esperancina”, En 1922 la Sra. Sonia Berraz viuda de Soutomayor dona para la construcción de la biblioteca el terreno en el que funciona actualmente el Banco de la Nación Argentina; pero, por razones de costumbre de emplazamiento (el Bco. debía localizarse en

esquina) es que se establece que la ubicación de la biblioteca sea en el terreno lindante, también perteneciente a la fami l ia Soutomayor. Ese mismo año se establece el nombre de “Biblioteca popular Francisco Soutomayor” en honor a su difunto esposo.-El programa arquitectónico original, se e s t r u c t u r a e n u n a p l a n t a ú n i c a , construyéndose tres salones sobre calle Belgrano, la que en 1988 pasa a llamarse Av. de los Colonizadores.-La institución funciona ininterrumpidamente hasta 1972, año en el que por razones económicas, cierra sus puertas a la población, quedando sus bienes en custodia de la Municipalidad.-El 9 de julio de 1976 se procede a la reapertura de la biblioteca, la que sigue cumpliendo,

como hasta el presente sus fines socio-culturales al servicio de la Comunidad, pasando a llamarse “Biblioteca Municipal Francisco Soutomayor”.-La comisión de la Biblioteca, siempre activa encara la ampliación de la obra; en primera instancia en 1985, en el que se proyectan dos sectores más: uno en PB. Y un entrepiso coincidente con este y otro continuo a esta sala (que no llega a construirse) utilizando la franja Este del terreno, apoyado en la medianera. Una nueva ampliación además de reformas de lo existente, se plantea en 1997, proyecto que en la actualidad se encuentra en pleno desarrollo.-La estructura de la obra es, tanto en existente como en la ampliación, tradicional: muros portantes con cerramiento de chapa

ondulada.-Lo que permanece, sin reforma alguna, es la fachada; organizada simétricamente se desarrolla en la clásica división tripartita. El ingreso flanqueado por pilastras adosadas al muro, las que poseen capiteles con volutas y otras ornamentaciones, se corona por un tímpano.-La decoración emplea un lenguaje que apela a distintos elementos del código academicista, ecléctico, italianizante.-Esta obra es un claro ejemplo de los intereses de la población esperancina: la conservación del legado de sus fundadores en constante evolución para saciar los fines propuestos al servicio de la Comunidad.-

relevamiento: Falco Carolina / Ramos Silviafotos: Pablo Cuello

BIBLIOTECA MUNICIPAL

FRANCISCO SOUTOMAYOR