evitaliaR Vol 4.

Globuss Bioges�ónEmprendimiento 5.0

El internet de lasBioNano Cosas

Bioé�ca en laconvergencia

Ecoturismo en el Amazonas

Economía Azul en los Hogares

Ciudades Inteligentes

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EditorialDe esta manera, quiero empezar a apoyar las startups (empresas de rápido desarrollo basadas en I+D+i) a través del denominado programa emprendimiento 5.0. Este consiste, en la divulgación de ideas de negocio que reposan en los preceptos de la convergencia NBIC / CKTS / industria 4.0 (de allí el nombre que connota el próximo salto a todas las escalas y en todas las dimensiones).

Así, se exhiben extensiones de la fractalidad, las neu-rociencias, las nuevas artes, la divulgación científica en lenguajes interdisciplinarios, el dominio de algoritmos y la colaboración con el comercio digital, entre otras cosas.

La capacitación inicial es gratuita, pero a través de un sistema de donaciones que comienzan desde cinco dólares (5 USD) es posible obtener beneficios como: acompañamiento en toda la consolidación del negocio, posicionamiento en la nube y mercadeo de los productos en las grandes plataformas (como lo son Amazon, eBay y MercadoLibre).

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Juan Pablo Ramírez GalvisFundador de Globuss Biogestión29 de febrero de 2020Para mí, es muy grato decir que la empresa Globuss

Biogestión está pasando por una etapa de crecimiento significativa, y ello debido a que las empresas y sociedad están empezando a concebir la importancia de trasladar la perfección evolutiva natural hacia los procesos y estructuras humanas. En estos días estuve leyendo el libro de Adrian Bejan titulado “The Physics of Life: The Evolution of Everything”, lanzado el 24 de mayo de 2016, el cual recopila una vez más esta idea de la aplicabilidad de los fenómenos universales a cualquier campo incluyendo el organizacional.

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El Internet de las Bionano cosas (IoBNT)

Bioética en la convergencia NBIC / industria 4.0

En el marco de la industria 4.0 nace lo que se denomina el internet de las cosas. Este desarrollo le apunta a la captación de información por parte de los diversos dispositivos, periféricos, chips y construcciones biónicas que alimentan la memoria de las redes neuronales artificiales las cuales trabajan depurando dichas entradas en una arquitectura big data (tipificación de la información y extrapolación mediante el diseño de patrones complejos con relaciones de diversos pesos entre nodos dinámicos).

Una característica esencial, es la de generar la posibilidad de interfaces máquina – máquina pudiendo trabajar cooperativamente entre ellas para lograr objetivos establecidos. Así, mediante la computación evolutiva, esta interacción resulta en un aprendizaje y entrenamiento constante de lo no biológico.

El concepto de internet de las cosas (IoT) lo acuña Kevin Ashton en el MIT hacia 1999, el cual ha atravesado por una serie de progresos; primero, se incluyen los avances de la nanotecnología (proveniente de la convergencia NBIC) dando como resultado el internet de las nano-

cosas (o IoNT), momento para el cual ya se podían percibir desarrollos como sensores entretejidos a dicha escala que captan gran cantidad de información en cuestión de segundos (y sin importar la intensidad de la señal a rastrear).

Un ejemplo de esto, son las capas de grafeno monocapa equipadas en su superficie con “brazos” que posibilitan la captación de estímulos expresados en microvoltios u ondas de luz (fotones) y sonido (fonones).

Otro artificio importante, es la flexibilización de los componentes para montar estas “antenas” a través de materiales nanoestructurados que permiten, por ejemplo, que una fibra textil pueda empezar a retener datos del entorno (representando una buena frontera de posibilidades para la construcción de ropa inteligente que exprese y transmita en la web aspectos como niveles de estrés, temperaturas, ritmo cardiaco, contaminación, etc.)

Sin embargo, aunque lo mencionado anteriormente parezca surreal, los avances tecnológicos y científicos han llevado el tema a un siguiente eslabón: el internet de las bionano cosas (o IoBNT). Ello es, la inclusión de la inteligencia contenida en las moléculas biológicas (como el ADN, ARN, los péptidos y las proteínas) para empoderar la capacidad de comunicación en las estructuras a escala nanométrica.

Por ejemplo, los explosivos plásticos tienen dentro de sus componentes a los denominados químicos arómaticos (por configuraciones a manera de anillos) los cuales podrían ser detectados por una lechuga que pueda sensar su presencia y traer a su ubicación a un dron para llevar a cabo el respectivo proceso de desactivación.

¡Ya no solo nos comunicamos entre nosotros y con las máquinas, ahora estamos incluyendo formas de interacción con todo sistema biológico capaz de emitir señales!

Pese a que estos principios han conllevado al buen desarrollo de la bioética a lo largo del tiempo, algu-nos pensadores (como el médico psiquiatra español Diego García y el médico académico Warren T. Reich), cuestionan que los mismos se basan en la cognición del hacer dejando por fuera a las virtudes del ser. Por consiguiente, proponen un paradigma basado en la triada principios > virtudes > cuidado.

Por ende, este matiz le da un toque de ética personalista moderna que incluye:

• La concepción de que más allá del bien y del mal, están la vida y la muerte

• La dignidad humana como un fin que no se debe instrumentalizar

• El entendimiento de que la libertad es igual a la responsabilidad

• La percepción del ser humano como una totalidad estructural y multidimensional

El enfoque presentado también ha impregnado una serie de encíclicas, magisterios católicos y cartas apostólicas, encontrando una simbiosis interesante entre la iglesia y la ciencia; apartados en los cuales se incluyen visiones de multirracialidad (cómo se podrían sopesar los principios de la bioética en temas de inmigración, globalización cultural, nuevos movimientos y estilos de vida).

Ahora bien, cabe la pena preguntar acerca del cómo la sociedad del 2020 podría afrontar varios de los temas expuestos.

• Acerca de lo que significa ser humano: La creación de redes neuronales evolutivas y los avances pragmáticos en robótica han atenuado la frontera entre la cognición biológica y artificial. La era del test de Turing para deter-minar si un chatbot convence a un interlocutor humano se ha quedado atrás.

Es sabido que alrededor de 1979 se crea el denominado informe Belmont el cual es titulado “Principios éticos y pautas para la protección de los seres humanos en la investigación”, en manos del Departamento de Salud, Educación y Bienestar de los Estados Unidos. De allí se fundan las bases para los cuatro principios “clásicos” de la bioética, a saber:

• Autonomía: Cada ser humano puede decidir sobre los aspectos relevantes para su propia salud y vida (resultando en los consentimientos informados).

• Beneficencia: Obligación de los individuos (en especial del sector de la salud) de prevenir o aliviar el sufrimiento de los seres que están, en cierta manera, a su disposición (razonamiento fundamental en el juramento hipocrático).

• No maleficencia: Prohibición para inducir el sufrimiento o privar del placer a otro ser vivo.

• Justicia: Proveer a cada quien de una manera equitativa, de todas las herramientas, mecanismos y elementos para llevar una vida sana y digna (tal cual, como se contempla en los postulados del Estado Social de Derecho).

¿Te parece la mecánica cuántica algo aislado del mundo real?

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Así, ya es posible ver máquinas que hacen poesía e ilustración bajo su propia inspiración y apreciación de la realidad (acercándonos al hombre bicentenario de Isaac Asimov expresado en la Fig 1.) o como la androide Sofía de Hanson Robotics que ya obtuvo una nacionalidad en Emiratos Árabes Unidos.

¿Es posible entonces que estos acontecimientos nos sugieran la necesidad de replantear que la ciudadanía es una condición que no se remonta únicamente a lo orgánico? ¿Deberíamos para estos nuevos seres aplicar las directrices de la bioética?

El rol del transhumanismo: Este movimiento global que propende por el próximo salto evolutivo del homo sapiens sapiens y que tiene muchas vertientes, representa un agente activo en el cómo se pueden manifestar los principios tratados.

Así, la correlación más directa se presenta con las corrientes del abolicionismo que procura evitar el sufrimiento y las enfermedades a toda costa, del extropianismo que opta por el mejoramiento de las cualidades que se ven restringidas por parámetros biológicos (como tener una visión y audición en rangos frecuenciales muy limitados), del immortalismo (prolongando la vida a través de vitrificación y clo-nación digital del pensamiento), y el posgenerismo (eliminando las barreras entre hombre y mujer) (Asociación Transhumanista Mundial, s.f.)

Entonces, ¿Llevando un buen control de esta tecnología, se podría contribuir a los principios de autonomía (mejorarse voluntariamente a sí mismo), beneficencia (evitando el dolor y promoviendo el placer) y de justicia (circulando los dispositivos cada vez a un menor costo)?

Importancia de entender la dualidad materia/energía: La perspectiva personalista aporta el concepto de multidi-mensionalidad humana (totalidad unificada de cuerpo y espíritu). Si se hace correlación con la ley cuántica de la onda/corpúsculo, es posible percibir que ello sitúa al humano en el contexto de la complejidad, para la cual se requiere una bioética que trascienda de lo tangible y espaciotemporal.

¿Podría extrapolarse el campo de aplicación deontológica a la mitigación del dolor más allá del plano físico?

Concluyendo, es pertinente decir que en medio de los ciclos evolutivos que moldean los paradigmas actuales como lo son la dualidad NBIC/CKTS y la industria 4.0, se hace necesario que los saltos tecnocientíficos estén igualmente respaldados por un matiz humanista, para lo cual la bioética es el área que mejor puede acudir a dicho cometido.

En otras palabras, los avances que están generando nuevas pautas de enacción (construcción multilateral de la realidad, en donde cada actor es un agente activo respecto al entorno que a su vez es influenciador), se podrían considerar peligrosos en caso de hallarse carentes de una conciencia universal, respeto y amor por las formas/funciones de vida y una espiritualidad sólida desde la frontera que se le quiera ver.

Referencias

Asociación Transhumanista Mundial. (s.f.). ¿Qué es el Trans-humanismo? Obtenido de https://transhumanismo.org/old/articulos/transhumanismo.htm

Ciccone, L. (2005). Bioética. Historia, principios y cuestiones. Madrid: Palabra.

Diario 26. (Junio de 2015). Una inteligencia artificial creó el primer dibujo por cuenta propia. Obtenido de https://www.diario26.com/209499--una-inteligencia-artifi-cial-creo-el-primer-dibujo-por-cuenta-propia

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Economía Azul en los Hogares

Ciudades Inteligentes

Gunter Pauli en su libro titulado “La economía azul” habla de ciertos principios relevantes para lograr una relación armoniosa entre las esferas humana, natural y artificial. De esta manera, cita que mientras las leyes de la física hacen referencia a flujos invariables en la naturaleza, la biología se encarga de los procesos de adaptación y la química a la transformación de unos elementos en otros. Así, los seres humanos deberíamos recurrir en mayor medida a la optimización de las formas / funciones de nuestros inventos a través de la física (vórtices, fractalidad y conducción de gradientes de temperatura, concentración, electricidad, entre otros).

De igual forma, expresa el autor que en los ecosistemas naturales no existen los conceptos de desempleo, desperdicios y jerarquización piramidal (lo que hay son redes a diversos niveles que cooperan de manera similar a la cadena alimenticia, donde muchos elementos pequeños interactúan con pocos grandes).

Contrariamente, en estos patrones se puede evidenciar abundancia en todos los recursos y corrientes que los atraviesan. Es por ello, que Gunter Pauli defiende la idea de aprovechar lo disponible localmente (argumentando la suficiencia de capital nativo para asegurar calidad de vida a quienes habitan cada territorio) y de generar sistemas circulares de reaprovechamiento de subpro-ductos resultantes de la manufactura de los bienes y la prestación de los servicios.

Añadiendo a lo anterior, en el libro se sostiene la idea de innovación factible como un portafolio amplio de posibles desarrollos que provienen de un mismo descu-brimiento (Por ejemplo, el grafeno que sirve para hacer múltiples cosas por sus características de conductividad, flexibilidad y capacidad de autoensamblaje). ¿Cómo se

Comercialización de objetos usados en plataformas de eCommerce y redes sociales: Un actual problema suscitado desde el consumismo exacerbado y los sistemas de obsolescencia programada (daño desde los materiales de manera calculada para lapsos de tiempo determinados) y percibida (cambios constantes en las modas y estilos de vida), es la acumulación de bienes al interior de los hogares. ¿Qué hacer entonces con todos esos objetos que ya no se están utilizando? Es posible convertirlos en dinero si se siguen algunas recomendaciones que están a la mano.

Por un lado, en sitios como eBay se pueden realizar subastas en mercados grandes (como el norteamericano) con visitantes de alto poder adquisitivo y que confían en las compras online. De otra parte, en redes sociales como Facebook, se han consolidado grupos para la compraventa e intercambio de estos artículos. Todo dependerá de la destreza a la hora de implementar estrategias de marketing digital (como la configuración de las fotos, el diseño de los títulos y descripciones, y la pericia en los procesos logísticos).

Utilización de gradientes para generar soluciones caseras: Hoy en día la disminución de los precios de dispositivos tecnológicos como paneles fotovoltaicos a pequeña escala o hidrogeles, así como la divulgación social de conocimientos científicos, permiten empezar a pensar en el aprovechamiento de gradientes eléctri-cos, térmicos y gravitacionales a escala doméstica.

Por ejemplo, se pueden diseñar sistemas de recolección de luz mediante espejos hacia unas celdas solares para dispositivos que requieran poca potencia para su funcionamiento, o a través del concepto del blanco y negro presentes en las cebras se pueden lograr sistemas de refrigeración que pueden ahorrar grandes sumas de dinero para las personas que habitan en

climas cálidos. También, a través de los hidrogeles “comúnmente conocidos como orbeez” se puede optimizar el uso del agua para irrigar a las plantas.

Para navegar profundamente por los fundamentos que hacen acepción al título de este artículo, es conveniente primero evaluar los conceptos de evolución desde las leyes de la física tal cual como se expresa en el libro de Adrian Bejan titulado “The Physics of Life: The Evolution of Everything”. Resulta que las formas y funciones en todas las esferas (humana, natural y artificial) provienen de la adaptación estructural para optimizar el paso de los flujos vitales (aire, agua, fuego, tierra, electricidad, sangre, elementos químicos, etc.).

Se puede argumentar entonces, la importancia de ofrecer menos fricción al paso de dichas corrientes que mantienen los estados metaestables (vitales) de los sistemas. Desde esta perspectiva, evolución es igual a velocidad. Y esta aseveración se puede evidenciar por doquier: comunicaciones, internet, movilidad en las ciudades, comercio, movimiento del dinero, prestación de los servicios básicos, agilidad en las formas de aprender y trabajar, etc.

Consiguientemente, las formas de expansión dendrítica (a manera de ramificaciones desde un núcleo hacia la periferia) hacen posible que una población se extienda por el territorio espaciotemporal, procurando siempre una correcta planeación bajo el supuesto de diseñar varias líneas rectas que conecten los puntos de alta densidad poblacional, desde los asentamientos hacia los lugares donde estos individuos ejercen sus actividades rutinarias (como trabajar y estudiar) y viceversa.

En otras palabras, minimizar los tiempos en los trayectos de un lugar frecuente a otro, mientras que pequeñas calles conectan todo lo demás (tal cual cómo funcionan las arañas de Google para rastrear los resultados de búsqueda).

podrían entonces aplicar estos principios de la economía azul al ámbito de los hogares?

Fabricar biopolímeros con los residuos orgánicos de la cocina: Este proceso es más sencillo de lo que parece, simplemente se necesitan ingredientes como almidón o fécula de maíz (maicena), vinagre blanco, agua, cáscara de cualquier fruta, glicerina, colorante natural (opcional) y una malla de serigrafía.

En una olla se vierte una copa (o taza) de agua, 20 a 30 gramos de fécula de maíz, una cucharada de vinagre blanco, una cucharada de glicerina. Revolver hasta que quede una mezcla homogénea. Luego, de ello incorporar un poco de colorante natural para que el plástico quede de un color parejo. Se prende el fuego mientras se sigue revolviendo con fuerza (dado que con el aumento de la temperatura irán apareciendo grumos). Una vez la mezcla quede con el aspecto de una masa se puede agregar un poco más de agua hasta que el componente quede lo más integrado posible. Aparte, se deberá contar con una cáscara de fruta (mango o aguacate) licuada en otra taza de agua (verificando que haya alta concentración).

Se incorporan las dos mezclas en una sola y se vuelve a licuar a baja velocidad por 3 a 5 minutos. Haciendo uso de la malla de serigrafía se dejan láminas finas y deshidratadas del componente final. Después, se deja el resultado al sol durante un día. Finalmente, con bisturí o guillotina para papel, se corrige la forma irregular dejando el bioplástico en geometrías para diversos usos (cuadernos, libretas, billeteras, separador de libros, etc.).

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Ecoturismo en el Amazonas

Purificación dinámica del aire: a través de jardinería vertical sincronizada con el internet de las cosas. También se ha logrado amortiguamiento del ruido.

Cobertura total de wifi: permitiendo la conectividad 24/7 de todos los ciudadanos a la web (traducida en información y conocimiento).

Transporte con energías renovables: como los vehículos híbridos y 100% eléctricos. Más recientemente se está trabajando promisoriamente en las celdas de combustible y capacitancia para termoelectricidad y fotovoltaica.

Abastecimiento alimenticio intraurbano: evitando la dependencia a grandes hectáreas periféricas para el cultivo. Ecosistemas verticales en las fachadas y terrazas, generadores de relaciones interespecíficas que resultan en productos para el consumo humano (incluso en sistemas de purificación del agua).

En este escrito pretendo dar un testimonio de las cosas que un turista podría hacer en el Amazonas colombiano, resaltando los aspectos ecológicos y culturales que probablemente dejarán huella.

Al arribar al aeropuerto Alfredo Vásquez Cobo el cual se encuentra en un proceso de remodelación bastante interesante, ya se siente el aire húmedo selvático y un olor a vegetación que relaja los sentidos. Luego, en un servicio de taxi podrá insertarse en la ciudad de Leticia. Aunque de momento, no se perciba significativamente la inmersión en la naturaleza, éste es apenas el punto de partida para vivir grandes experiencias.

Cerca al malecón, hay un sinnúmero de agencias que ofrecen paquetes a la tan reconocida isla de los micos (en la cual un guía turístico explica la historia de cómo el comerciante de estas especies salvajes se vio obligado por razones legislativas, a cambiar su modelo de negocio hacia el avistamiento de aquellos sin sacarlos de su hábitat nativo), la visita artesanal a las malokas de Macedonia en donde las mujeres de las tribus indígenas allí residentes hacen un baile ceremonial mientras cantan en lenguas ancestrales, el imperdible

Asimismo la arquitectura general de las ciudades funciona a manera de cuadrantes, en donde se intentan instalar de manera equitativa y distribuida los asentamientos clave para el desarrollo de la vida humana (colegios, hospitales, centros comerciales, etc.). Lo que finalmente se pretende es equilibrar la proporción de movimiento entre muchos peatones en relación a pocos vehículos, recurriendo por ende, a estrategias como el diseño de vías largas para lo más rápido y atajos más cortos para lo más lento (tal cual como sucede con las conexiones neuronales, en las que los potenciales de acción de ma-yor velocidad se transmiten por axones más largos y viceversa, para lograr pulsos sincrónicos).

El principio mencionado, es el que establece el por qué las grandes avenidas tienen límites de velocidad más altos que el de las pequeñas carreteras. Se comprende así, un rol especial del tiempo y la energía empleados para movilizarse de un punto a otro, en donde el flujo en medio de dicha urbe son los seres humanos que por allí transitan. Complementando, así como la configuración de los trayectos es crucial para la movilidad también lo es el subsecuente gasto energético. El tener que frenar y nuevamente arrancar implica más trabajo que un desplazamiento continuo.

Todo lo mencionado hasta este punto, es el fundamento para la generación de lo que hoy se denominan ciudades inteligentes, las cuales pretenden desde su creación el visualizar las tendencias y acontecimientos futuros, evitando la mala práctica de estar construyendo y

destruyendo los diferentes asentamientos a manera de “actualización”. La definición conceptual sería algo como: “son aquellas ciudades que utilizan los avances en I+D+i para promover una mejor calidad de vida para quienes allí residen, resultando en un mejor ambiente, garantías a la salud, menores costos de subsistencia digna, conectividad eficiente, accesibilidad a las TICs, incubación de la creatividad y abundancia de los recursos; todo en un marco alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la justicia política”.

La pregunta que se suscita en este punto es: ¿Cuáles estrategias específicas existen para lograr dichos postulados?

Estructuración de las vías a manera de círculos concéntricos: para evitar geometrías muy alargadas para los cuales ninguna autopista pudiese acceder eficientemente a sus extremos.

Semáforos inteligentes: que funcionan a intervalos de tiempo variables dependiendo de la densidad de diversos elementos presentes en un tiempo dado (peatones y vehículos, principalmente).

Evacuaciones y accesos en 3D: optimizando el aprovechamiento de los espacios volumétricos en desarrollos como el paso acuático de Tokio, Montreal subterránea en Canadá, la autopista M30 de Madrid y el huerto subterráneo de Londres.

Puerto Nariño con sus casas coloridas y su mirador desde el cual se puede visualizar la majestuosidad de la jungla, el río Tarapoto para deleitarse con los delfines rosados (que a propósito son muy tímidos por lo cual requiere de diversas tretas para hacerlos jugar) y por supuesto la inmensa cabaña hecha en madera llamada Flor de Loto en honor a la presencia de estas especies vegetales.

Volviendo al casco urbano, es interesante conversar con los miembros de una comunidad que se hacen llamar Hipilandia (del cual hay un hostal ubicado en la Cra. 9 #7-70), pues estos individuos van en contra de lo que catalogan como “el tour comercial”. Advierten que la presencia humana masiva irrumpe en los ciclos naturales de sueño, reproducción y caza de la biocenosis que habita la selva amazónica. Por ello, instan a las personas a realizar una inmersión más real (tipo expe-dición) en la cual se pueden visualizar a los animales en su comportamiento natural. Proponen planes de cinco días en donde se puede disfrutar de danzas tribales alrededor de una hoguera y compartir con los indígenas, bebidas contenidas en totumas.

Finalmente, otra curiosidad que ofrece el lugar es la de disfrutar las bandadas de loros que hacen sus cantos jolgoriosos a las 6 pm, ocupando las copas de los árboles en el jardín central de Leticia (mostrando en sombras sus figuras con el sol naranja ocultándose detrás de sus cuerpos).

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