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Vol. 10 No. 3 Marzo 2014 deleite El prometido 14 Dos clases de milagros 24 Esperanza en los lugares celestiales 26 Publicación internacional de los adventistas del séptimo día

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Vol. 10 No. 3 Marzo 2014

deleiteElprometido

14 Dos clasesde milagros

24 Esperanza en loslugares celestiales

26

P u b l i c a c i ó n i n t e r n a c i o n a l d e l o s a d v e n t i s t a s d e l s é p t i m o d í a

Publicado por la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Vol . 10 No. 3

spanish.adventistworld.orgwww.adventistworld.org: Disponible en línea en doce idiomas

N O T A D E T A P A

16En busca de nuestras raíces

Gerald A. KlingbeilEs un ejercicio útil revisitar los lugares y las personas que tuvieron papeles importantes en la formación de este movimiento.

8 P A N O R A M A M U N D I A L

Un urgente llamado profético Segunda parte

Ted N. C. Wilson Ha llegado la hora de aprovechar este momento

significativo de la historia humana.

12 D E V O C I O N A L

Comida de ángeles Lael Caesar Al igual que en el pasado, las bendiciones de

Dios son nuevas cada mañana.

14 C R E E N C I A S F U N D A M E N T A L E S

El deleite prometido Afia Donkor Honremos esas 24 horas semanales que llamamos

«sábado».

22 S E C C I Ó N E S P E C I A L

«Bueno en gran manera» Ronny Nalin Cómo celebrar la creación y no solo discutir

sobre el tema.

24 L A H I S T O R I A A D V E N T I S T A

Dos clases de milagros Josephine y Gilbert Wari Los comienzos humildes se transformaron en

un crecimiento destacado.

D E P A R T A M E N T O S

En la portada: VENTANAS A LA HISTORIA: Linda Everhart y Betti Knickerbocker nos ayudan a experi-mentar el mundo de Miller. La iglesia adventista Roosevelt, en Fulton (Nueva York), es la primera iglesia construida por los adventistas y desde entonces ha estado en uso continuado por una congregación adventista.

3 I N F O R M E M U N D I A L

3 Noticias breves 6 Informe de noticias 10 Iglesias de un día

11 S A L U D M U N D I A L

¿Moderación?

21 E S P Í R I T U D E P R O F E C Í A

Valor en el Señor

26 P R E G U N T A S B Í B L I C A S

Esperanza en los lugares celestiales

27 E S T U D I O B Í B L I C O

Filadelfia: Una puerta abierta

28 I N T E R C A M B I O D E I D E A S

2 Adventist World | Marzo 2014

I N F O R M E M U N D I A L

D E P A R T A M E N T O S

Co n t i n ú a e n p á g i n a 4

■ Un nuevo contrato satelital del canal de televisión de la Iglesia Adven-tista en Beirut expande de manera significativa la presencia de los medios de la iglesia en el norte de África y Oriente Medio. El Canal Hope Al Waad inició este mes un contrato de cinco años con el satélite Eutelsat West A. Según afirman los directivos de la red televisiva, llevará un men-saje de esperanza a una audiencia más amplia en árabe, turco y persa.

«Este nuevo contrato representa una oportunidad muy importante para el progreso de la obra de Dios, y un gran paso para la obra misionera urbana –dijo Brad Thorp, presidente del canal–. Ahora podemos ofrecer Al Waad a todas las ciudades de la región, abriendo así millones y millo-nes de hogares a las buenas nuevas de Dios, a fin de que tengan una vida mejor en el presente y por la eternidad».

El proveedor satelital francés Eutelsat opera Eutelsat West A en estrecha cooperación con el proveedor satelital egipcio Nilesat, el más grande proveedor satelital de Oriente Medio. El lanzamiento en 2011 de Eutelsat 7 West A formó parte de los esfuerzos del proveedor por incrementar las transmisiones en Oriente Medio, los estados del Golfo, el norte de África y la región noroccidental de ese continente.

Los televidentes que usan el satélite Nilesat ahora pueden reajustar su oferta de canales, y recibir la televisión adventista en sus hogares. El satélite es el método de transmisión más común en la región.

«Hemos estado orando por esto durante muchos años», dijo Amir Ghali, director de Al Waad. y añadió que «la programación pacífica e imparcial» del canal ha sido bien recibida en la región desde su lanzamiento en 2010.

Los programas de Al Waad se ocupan de temas tales como la salud, la educación y la familia. El canal deriva su nombre de la palabra árabe que significa «promesa», ofreciendo lo que Ghali llamó «una promesa de esperanza» para la región.–Red de Noticias Adventistas

Nuestra ayuda, ayer y siempre

C a n a l H o p e / a n n

El Canal Hope Al-Waad ahora está disponible

Oriente Medio y norte de Áfricaen

ALCANCE REGIONAL: El mapa muestra el área de cobertura del canal adventista de televisión satelital Al Waad.

En las colinas Berkshire, en el oeste del estado de Massachusetts, hay unos

campos a los que regreso más a menudo con el pensamiento que en persona.

Cuando escucho la palabra «hogar», mi mente huye rápidamente hacia allí, recor-dando las muchas horas felices jugando en el heno, trepando las coníferas más altas, y construyendo diques en el arroyuelo aledaño.

Esa tierra perteneció en primer lugar a mis abuelos, luego a mi padre, y es ahora la herencia que comparto con mis hermanos y sus familias. Durante casi un siglo, un Knott ha transitado esas hectáreas, cortado el heno, apilado leña y recogido las fresas silvestres que crecen en junio. Cuando llegó el día que escogí para pedirle a Debby que fuera mi esposa, la llevé allí para preguntárselo, sentados sobre un cerco de piedras, rodeados de un paisaje impactante pero íntimo.

Todos tenemos un lugar así. Para algunos, como yo, es un sitio rural donde los bosques y los cielos nos revelan nuestra pequeñez. Para otros, es el chirrido familiar de la escalera de una vivienda urbana, con omnipresentes vistas, sabores y sonidos de ciudad. Esos lugares son, en su sentido más pleno, lugares «espirituales», porque conectan nuestro presente con valores heredados del pasado.

Como herederos de un legado espiritual, los adventistas también tenemos decenas de lugares así. En uno, Elena White tuvo la visión que inició el ministerio mundial de lo que ahora es Adventist Review/Adventist World. En otro, en Hong Kong, desembarcó Abram LaRue por la década de 1880. Un cartel indicador es lo único que queda de una institución adventista, pero allí nos reunimos para recordar la historia que comenzó en ese punto, las vidas transformadas, y la manera en que creció allí el reino de Dios.

Al acompañar al editor asociado Gerald Klingbeil por la nota de tapa de este mes, que lo transportará a varios de esos lugares tan preciados, le ruego que invite al Señor que guía nuestros recuerdos para que lo lleve hacia esas piezas del pasado que restaurarán

y renovarán su fe en este gran movimiento divino para el

tiempo del fin.

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I N F O R M E M U N D I A L

Expertos de libertad religiosa se reúnen en Atenas

■ Un grupo de estudiosos y abogados especializados en libertad religiosa se reunió en Atenas (Grecia) para el «En-cuentro de expertos» patrocinado por la Asociación Internacional de Libertad Religiosa (IRLA). Este evento anual permite que estos especialistas analicen temas de interés en un ambiente infor-mal y franco.

Según Ganoune Diop, enlace de la IRLA con las Naciones Unidas, Atenas fue seleccionada como sede no solo por su ubicación sino también por su histo-ria. La ciudad es cuna de filósofos como Sócrates, Pericles y Sófocles, hombres cuya obra sigue influyendo en la socie-dad siglos después de su muerte. Atenas fue el hogar de «La academia» de Platón, y de «El liceo» de Aristóteles. Es conside-rada la cuna de la civilización occidental. Desde una perspectiva política, se dice que la democracia también comenzó allí.

El lema del evento fue «Religiones, sociedad secular y libertad religiosa en el Mediterráneo», con un énfasis en cómo interactuar en las diversas sociedades. Los presentadores cubrieron temas relacionados con la religión, el secularismo, la Primavera Árabe, y cuestiones de igualdad, derechos de las mujeres y dignidad humana, así como la necesidad de traducir esa dignidad en provisiones legales cuidadosamente articuladas con el fin de mejorar las relaciones dentro de las sociedades.

Entre los participantes estuvieron Gunnar Stålsett, obispo emérito de Oslo (Noruega) y copresidente de «Religiones para la paz»; W. Cole Durham Jr., direc-tor del Centro Internacional de Leyes y Estudios Religiosos de la Escuela de Leyes J. Reuben Clark de la Universidad Brigham Young (E.E. U.U.); y Silvio Ferrari, profesor de Derecho Canónico

Cada noche, Doug Batchelor llevó a la audiencia por un viaje al mundo de la Biblia. Con la ayuda de su propia expe-riencia, narró episodios significativos de las vidas de personajes bíblicos, pero en un contexto para el siglo XXI.

En Rumania, un total de 328 iglesias recibieron el programa por vía de satélite. Los miembros de iglesia promovieron el evento distribuyendo volantes e invitando a sus amigos a asis-tir al programa con ellos. Un equipo del Canal Hope viajó por el país durante nueve días, transmitiendo cada noche en vivo desde una iglesia diferente.

La respuesta en línea fue impresio-nante. Tanto la primera como la última conferencia de la serie fueron las más vistas. En el sitio spereantatv.ro se con-tabilizaron 13.000 y 15.500 seguidores, respectivamente. Durante el período de transmisión, se hicieron más de ciento cincuenta mil visitas al sitio, tanto en vivo como en los sitios sperantatv.ro, sperantalaorizont.ro, adventube.ro, y hopetv.org. Se lanzaron asimismo aplicaciones de Android y de iOS para ofrecer un mejor acceso a los programas del Canal Hope. La página de Facebook de Speranta TV alcanzó los diez mil seguidores.

La serie de sermones «Horizonte de esperanza» fue seguida de una edición especial, con participantes académicos y de varias denominaciones religiosas.

«Considero que es un evento encomiable, por ser en primer lugar una manifestación cultural con una importante dimensión espiritual, muy necesaria hoy en día. Representa un esfuerzo considerable. Todo el evento es un éxito que otras confesiones deberían

de la Universidad de Milán (Italia) y exprofesor de Relaciones Iglesia-Estado de la Universidad de Lovaina (Bélgica).

Entre los representantes de la IRLA estuvieron el presidente del grupo, el embajador Robert Seiple, primer em-bajador general de libertad religiosa de los Estados Unidos; la vicepresidenta de la IRLA Rosa María Martínez de Codes, profesora de Historia en la Universidad Complutense de Madrid (España), que fue vicedirectora de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia de España; y el secretario general John Graz, director del Departamento de Libertad Religiosa de la Iglesia Adventista a nivel mundial, junto a los abogados Dwayne Leslie, Karnik Doukmetzian y Todd McFarland.–Mark A. Kellner, editor de noticias, con información de la IRLA

Miles de europeos orientales siguen conferencias por Internet

■ Paz, fortaleza y un propósito para la vida. Eso fue lo que se les ofreció a decenas de miles de usuarios que siguie-ron la serie de sermones «Horizontes de esperanza», llevada a cabo en Bucarest (Rumania) del 6 al 14 de diciembre de 2013, y presentada por el pastor y escritor adventista Doug Batchelor.

El Instituto Teológico Adventista fue anfitrión del evento, que se transmitió en vivo por el Canal Hope, la radio «La voz de la esperanza» y por Internet. Las conferencias fueron traducidas al rumano, húngaro, ruso y ucraniano, y transmitidas en Rumania, así como en Ucrania y Moldavia.

ENCUENTRO DE EXPERTOS: Con la Acrópolis de fondo, expertos de libertad religiosa participaron del último simposio de la Asociación Internacional de Libertad Religiosa.

K a r n i K D o u K m e t z i a n / i r l a

4 Adventist World | Marzo 2014

I N F O R M E M U N D I A L

emular», declaró Constantin Bălăceanu-Stolnici, un destacado neurólogo y profesor rumano.

Las conferencias pueden ser vistas o descargadas en línea. Ya han sido des-cargadas más de 8800 veces (unas 5400 veces en rumano, 1900 en húngaro, 1400 en ruso y 170 en ucraniano). La reacción del público fue positiva.

«Lo que más me gustó de los sermones es la manera de presentar el mensaje del Señor, en forma simple, para que todos lo entiendan. Les deseo un gran éxito en toda esta obra», escribió Vasile Ștefan.

«Estas conferencias son un don especial de Dios, porque tuvimos la oportunidad de escucharlas en nuestra lengua materna, el húngaro», declaró Szabó Gergely.

«Seguí con mucho interés los sermones. De ahora en más, seguiré las enseñanzas y el camino de Cristo», manifestó Csiki Margit.

En el último día de «Horizonte de

Al reflexionar sobre Isaías 54, Israel Leito, presidente del territorio, animó a los líderes para que reflexionen en los éxitos y fracasos del pasado y miren nuevas oportunidades de mejorar y enriquecer la misión de la iglesia en In-teramérica. «No piensen en los fracasos. Tienen la bendición de tener esperanza. Piensen en el futuro, y en que las cosas pueden mejorar», dijo Leito.

Ese futuro implica supervisar la capacitación de miles de líderes y miem-bros laicos durante lo que el territorio denominó «Año de la educación no formal». Esto permitirá que los líderes laicos se preparen para equipar a otros, lo que permitirá continuar la capacita-ción estructurada en cada departamento y ministerio de la iglesia, dijo Leito.

En su informe a los líderes y el personal del territorio, Elie Henry, secretario ejecutivo de la iglesia en Interamérica, informó que hasta junio de 2013, se añadieron 150.810 nuevos miembros a la iglesia, lo que llevó la feligresía del territorio a 3.685.644, en 11.968 iglesias y 8.104 grupos.

Aunque aún no se tenía el número total de miembros para 2013, los bau-tismos anuales han ido descendiendo levemente desde 2010. –informe de Libna Stevens, División Interamericana

esperanza» se bautizaron diez personas en Bucarest.–informe de Loredana Dumitrașcu; Noticias de la EUD

Interamérica reflexiona sobre año de crecimiento

■ Apenas comenzado el 2014, los líderes y el personal de la División In-teramericana de la Iglesia Adventista tuvieron un culto especial para orar y alabar a Dios por el progreso de la iglesia en el año que pasó. El 6 de enero, más de ochenta ministros y empleados del territorio analizaron el crecimien-to de la feligresía y el financiero, en la sede de la División Interamericana, en Miami (Florida, EE. UU.). Allí se vio claramente el éxito del «Año de los lai-cos» –un año designado para celebrar la obra que ellos realizan– y se trazaron planes, iniciativas y actividades para los próximos meses.

CONFERENCIAS DE EVANGELIZACIÓN: El evangelista Doug Batchelor y el intérprete Christian Salcianu en una de las conferencias de Bucarest (Rumania).

C l a u D i a t a C H e

NUEVO COMIENZO: El pastor Israel Leito, presidente de la Iglesia Adventista en Interamérica, da la bienvenida el pasado 6 de enero a los líderes y el personal en la sede central de la DIA en Miami (Florida, Estados Unidos), en el primer día oficial de trabajo de 2014.

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Vol. 10 No. 3 | Adventist World 5

I N F O R M E M U N D I A L

Durante las tardes del 8 al 10 de enero, se llevó a cabo una Feria de Salud en tres lugares de Barretos, en la que profesionales y oradores ofrecieron con-sejos sobre el uso de los ocho remedios naturales para disfrutar de buena salud. También se ofrecieron temas especiales dedicados a la salud femenina.

Una característica única del IV Camporí Sudamericano fue el esfuerzo por incluir a personas con discapaci-dades. Natalia Paola Blanco pertenece al Club de Conquistadores Ebenezer, ubicado en el noroeste de Argentina. Natalia sufre de síndrome de Down. «La apertura fue hermosa», dijo la jovencita. Su madre, Elva Blanco, enfatizó que el contacto con el club ha contribuido significativamente a la participación social, la comunicación y el aprendizaje general de su hija. También representa una oportunidad para que los jóvenes

Y aunque la «ciudad» de los Con-quistadores en el Parque Cowboy de Barretos fue un centro de actividades y diversión para los jóvenes, no todo se centró en la mera diversión. Una parte importante del evento también estuvo dedicada al servicio comunitario y la obra misionera. En un solo día, los Conquistadores visitaron cuarenta mil hogares, compartiendo información so-bre cómo proteger a los niños del abuso y también repartieron un folleto sobre la prevención de la fiebre del dengue. Al día siguiente, distribuyeron en forma gratuita cuarenta mil ejemplares de La única esperanza, un libro escrito por el pastor Alejandro Bullón. El viernes 10 de enero, los ciudadanos recibieron un DVD con imagines de Israel, Turquía, Grecia y Roma, y un mensaje especial de la Biblia sobre los acontecimientos del pasado en esos lugares históricos.

Un récord de 35 mil jóvenes –en su mayoría adventistas provenientes de doce países–

se reunieron del 7 al 12 de enero en Barretos, en el estado brasileño de San Pablo, para el IV Camporí Sudamericano de Conquistadores, un encuentro de jóvenes que promovió la vida cristiana y el servicio comunitario.

Geraldo Alckmin, gobernador del estado de San Pablo, dio la bienvenida formal a los participantes, que llegaron desde los países sudamericanos e incluso desde naciones de América del Norte, Europa, África y Asia.

El Club de Conquistadores es uno de los proyectos mundiales más grandes de apoyo espiritual, social y educacional a los niños y jóvenes. Cada sábado y domingo, unos 150 mil niños y adolescen-tes de entre diez y quince años se reúnen para adquirir diversas habilidades, que van desde cómo dar primeros auxilios a un herido a cómo sobrevivir en el desierto o la selva y cuidar del medio ambiente.

La ciudad recibió 850 autobuses que trasladaron a los participantes. Asimismo hubo unas ochocientas zonas destinadas a alimentar a los asistentes. El camporí también contó con un mu-seo donde se mostró la historia de los Conquistadores, un centro de compras, con supermercado, panadería, cafetería, puestos de policía y bomberos. Al me-nos quinientas personas estaban a cargo de la seguridad y el tránsito interno.

«Se necesita una estructura masiva para garantizar la seguridad de todos los participantes –dijo Udolcy Zukowski, coordinador general del evento–. Hace-mos este tipo de evento una vez cada diez años, debido a la logística que requiere. El Club de Conquistadores es un evento continuo: cada sábado y domingo, los clubes se reúnen buscando que los niños y adolescentes no participen de activida-des negativas como las drogas o el delito. Les enseñamos valores que esperamos que sigan siendo parte de sus vidas».

El evento reúne participantes de doce países y promueve la vida cristiana

35.000 jóvenesasisten a camporí adventista en Brasil

F o t o g r a F í a S : C o r t e S í a D e l a a S n6 Adventist World | Marzo 2014

I N F O R M E M U N D I A L

adventistas aprendan una lección sobre la igualdad y la participación social.

Elías Santos, de diecinueve años, es instructor en el Club de Conquistadores Cinco Océanos, en la ciudad brasileña de Bahía, y es discapacitado. Para él, asistir al evento fue un sueño hecho realidad. «Yo participo en todas las acti-vidades del club, y los muchachos jamás se burlan de mí», dijo. Diego Barreto, un amigo de la infancia de Elías, dijo que la amistad que el joven discapaci-tado halló en el club, sin duda influyó para que venza los problemas que sufre en su pierna izquierda. También contó que Elías se unió al club antes de sufrir el accidente y que los conquistadores lo han aceptado así «porque para nosotros él no es discapacitado. Además todavía juega a la pelota con nosotros, ¡y lo hace mejor que yo!»

Leonardo Fontán, que se incorporó hace tres años al Club de Conquista-dores Herederos, de Villa Luzuriaga, en Argentina, también sufre de una disca-pacidad física y asistió al camporí. «Me gusta acampar, participar en eventos y ayudar a la gente», explicó. Tres sema-nas antes del camporí, Fontán decidió expresar públicamente su decisión de seguir a Cristo por medio del bautismo, y esto fue resultado de su participación en el Club de Conquistadores.

Además de los campistas que estu-vieron en el lugar, otro grupo significati-vo también participó del evento, aunque con una diferencia: se llevó a cabo un «camporí virtual», con transmisiones en

idea de un «camporí virtual», y comen-zamos a incorporar algunos requisitos para que pudieran competir y obtener el reconocimiento, para que tuvieran algo que demostrara que en realidad estaban participando, observando e interactuan-do. Si cumplían esos requisitos, podrían obtener el reconocimiento», dijo Ferraz.

Y no solo los conquistadores presen-tes en Barretos escucharon los mensajes del pastor Odailson Fonseca, orador del evento. Televidentes a miles de kilómetros también se sintieron parte de la invitación para un «Encuentro para la eternidad». «No estuve para el IV Camporí, pero estoy conectado con CamporíTV […]. También tengo una cita con JESÚS #CamporiDSA #campanha TrunfoParaOsInternaltas», escribió en Facebook Ana Leticia Maranhão.

El ministerio por Internet tuvo sus resultados, dijo Ferraz. Una jovencita, que había planeado asistir al camporí pero que cambió de idea a último momento, siguió el programa por Internet y envió un mensaje diciendo que pensaba regresar a la iglesia. Otra señal de éxito: se recibieron 680 solici-tudes de los participantes virtuales para recibir sus reconocimientos.

En total, los contenidos del camporí fueron vistos 337 mil veces por 80 mil personas de 97 países, informaron los directivos.–Compilado por Mark A. Kellner, editor de noticias de Adventist World, e informes de Felipe Lemos y Deborah Calixto, ASN

vivo de los programas e interacción por medio de las redes sociales.

La versión virtual no estaba en los planes del equipo de comunicaciones que coordinó las actividades. Rogério Ferraz, gerente de estrategias digitales de la Iglesia Adventista en Sudamérica, dijo que la idea surgió espontáneamente gracias a conquistadores que estaban participando de la transmisión web. «El objetivo inicial fue contar lo que estaba pasando aquí a los conquistadores que no pudieron venir, para que tuvieran una idea de lo que estaba sucediendo y com-partieran algunos de los eventos», dijo.

Los campistas virtuales crearon dos grupos de Facebook denominados «#CampanhaTrunfoParaOsInternautas» y «No fui pero estoy en el #CamporíDSA». Los grupos operaron al mismo tiempo que las transmisiones oficiales del sitio web del evento.

«Estaba observando el chat Camporí-TV, y vi que mucha gente en línea estaba triste por no haber asistido al evento. Como no me gusta ver a nadie triste, tuve la idea de crear el grupo, de hacer que todos se sientan motivados y felices», dijo el conquistador Henry Santos, de Puerto Seguro, que creó el grupo de Facebook con la etiqueta #CampanhaTrunfoParaOsInternautas.

Dado que estaban tan conectados con lo que sucedía, los participantes en línea comenzaron a sentir que ellos también eran parte del camporí, y qui-sieron obtener un reconocimiento por su participación. «Así fue que creamos la

Arriba: POR AQUÍ: Magdiel Pérez Schulz, secretario ejecutivo de la División Sudamericana, dirige el tráfico en el IV Camporí Sudamericano de Conquistadores. Izquierda: ACAMPANTES FELICES: Miles de jóvenes adventistas se encontraron en Brasil a comienzos de enero de 2014 con motivo del IV Camporí Sudamericano de Conquistadores, uno de los mayores eventos cristianos en el mundo.

CIUDAD DE TIENDAS: Algunas de las miles de tiendas preparadas para el IV Camporí Sudamericano de Conquistadores en Barretos, en el estado brasileño de San Pablo.

Vol. 10 No. 3 | Adventist World 7

P A N O R A M A M U N D I A L

Esta es la segunda parte de una versión abreviada de «Un urgente llamado profético: mensaje del presidente de la Asociación General». En la primera parte (Febrero 2014), Wilson analiza las implicaciones de la Iglesia Adventista como movimiento profético que a su vez tiene un llamado profético. Recuerda así a los líderes que la iglesia es el cuerpo de Cristo y aunque como iglesia hemos experimentado un crecimiento sorpren-dente, necesitamos reavivamiento, reforma y oración en unión. Si desea consultar el texto completo y el video, visite http://adventistreview.org/ an-urgent-prophetic-calling.–Los editores

Aunque hay muchas razones para sentirnos animados, enfrentamos algunos enormes

desafíos. Recuerdo la amonestación del apóstol Pablo a los ancianos de la iglesia de Éfeso, cuando proclamó: «Nada que fuera útil he rehuido de anunciaros y enseñaros» (Hech. 20:20).

Como pastor de los creyentes adven-tistas de todo el mundo, mi amor por la iglesia y la fidelidad a la Palabra me impulsan a compartir algunas preocu-paciones. Noten por favor que no estoy diciendo que estos desafíos espirituales afectan a todos los miembros, pero son serios y nos causan preocupación.

Aquí comparto cuatro grandes preocupaciones para la iglesia actual. Podríamos añadir otras más, pero analicemos con cuidado estas cuatro:

1. La pérdida de la identidad adven-tista entre algunos pastores y feligreses.

2. La creciente marea de mundanali-dad en muchas de nuestras iglesias.

3. El peligro de la desunión.4. Una complacencia y apatía

espirituales que llevan a la falta de participación en la misión de la iglesia.

Nuestra identidadLa Iglesia Adventista del Séptimo

Día no es tan solo una denominación más. Según Apocalipsis 10, tiene origen divino, a partir del chasco de 1844, así como la iglesia del Nuevo Testamento

que usemos el método histórico-bíblico de estudiar las Escrituras, y que anali-cemos las profecías desde la perspectiva histórica. La Palabra de Dios tiene que ser el fundamento de nuestras creencias, fe y vida práctica. El Espíritu Santo nos guiará a toda verdad si estudiamos, oramos y escuchamos la voz de Dios.

El evangelio completoMe permito citar la clara declaración

de Elena White: «En el mensaje del tercer ángel se encierra la totalidad del evangelio, y en toda nuestra obra, la verdad tiene que ser presentada así como está en Jesús […]. Que nada disminuya la fuerza de la verdad para este tiempo. El mensaje del tercer ángel tiene que efectuar su obra de separar de las iglesias a un pueblo que se ponga en la plataforma de la ver-dad eterna. Nuestro mensaje es de vida o muerte, y debemos […] presentarlo con toda la fuerza de su expresión. Entonces el Señor lo hará efectivo» (Manuscript Releases, t. 1, p. 58).

Los adventistas hemos sido levanta-dos, al igual que Noé, para preparar al mundo para las horas finales y, al igual que Juan el Bautista, para preparar al mundo para la venida del Señor. Jamás olvidemos quiénes somos y por qué estamos aquí.

Hago una invitación de todo cora-zón para que sean fieles al llamado que Dios les ha dado como adventistas del séptimo día. Abracemos plenamente este mensaje y, llenos del Espíritu Santo, salgamos a compartirlo con el mundo.

nació del chasco de la cruz en el año 31 d.C. En ambas instancias, los seguidores de Cristo comprendieron mal la profe-cía y quedaron amargamente chasquea-dos. Pero de esos chascos, Dios levantó providencialmente un movimiento divino destinado a impactar al mundo. Según Apocalipsis 12:17, el pueblo de Dios para el tiempo del fin se caracteri-zaría por guardar los mandamientos de Dios y tener el testimonio de Jesús, que el ángel identifica en Apocalipsis 19:10 como el don de profecía.

Según Apocalipsis 14:6-12, la iglesia de Dios para el tiempo del fin: (a) pro-clamaría el mensaje del evangelio eterno en el contexto de los tres ángeles y la segunda venida de Cristo; y (b) llamaría a que «toda nación, tribu, lengua y pueblo» adorara al Creador al guardar el sábado. Ningún otro movimiento reli-gioso del mundo encaja en este modelo. Ninguna iglesia o denominación cumple los criterios de Apocalipsis 10, 12 y 14.

La Palabra de Dios neutralizadaAhora bien, esta es precisamente mi

preocupación: demasiados de nuestros pastores y miembros no reconocen, o han olvidado, el llamado profético divino que Dios nos ha dado como iglesia. Existe una tendencia creciente de minimizar nuestras diferencias con otras denominaciones. Gran parte de esto deriva de la neutralización de la Biblia como Palabra de Dios. Es sumamente importante que basemos nuestras creencias en la Palabra de Dios,

llamadoTed N. C. Wilson

s e g u n da pa r t e

Un urgente

Dios guía a su iglesiaprofético

8 Adventist World | Marzo 2014

La influencia del mundoEsto me lleva a mi segunda

preocupación: En nuestras iglesias, es alarmante la creciente influencia de la mundanalidad. Jesús lo expresó bien cuando oró diciendo: «No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal» (Juan 17:15).

El apóstol Juan añadió: «No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el

amor del Padre no está en él, porque nada de lo que hay en el mundo –los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida– proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre» (1 Juan 2:15-17).

La iglesia siempre ha enfrentado el peligro de perder su perspectiva y comprometer su lealtad a Cristo por una tendencia creciente de permitir que el mundo moldee su pensamiento. Cuanto más cerca estamos del fin del tiempo, más redoblará el diablo sus esfuerzos. Me preocupa la casi abruma-dora corriente de mundanalidad que ha irrumpido en algunas de nuestras igle-sias. Las normas una vez atesoradas por los adventistas en cuestiones de dieta y vestimenta, de recreación y entrete-nimiento, y de observancia del sábado, se están convirtiendo rápidamente en cosas del pasado.

Descorramos el veloEsto me lleva a otra preocupación:

el peligro de la desunión. En Juan 17, Jesús oró por la unidad de la iglesia. Una de las estrategias intencionales del diablo es atacar esta unidad. Él sabe que si la iglesia no está unida, no cumplirá de manera efectiva su misión.

Con visión profética, Elena White nos dio este consejo de inspiración divi-na: «La unidad constituye la fortaleza de la iglesia. Satanás lo sabe y emplea toda su fuerza para introducir disensiones. Desea ver una falta de armonía entre los miembros de la iglesia de Dios. Debería prestarse una mayor atención al tema de la unidad» (Mensajes selectos, t. 2, p. 182). Esta hermosa cita descorre el velo y revela las estrategias del diablo. El maligno usa todas sus fuerzas para pro-ducir disensión y conflicto, de manera de neutralizar los esfuerzos del pueblo de Dios para ganar almas.

Es tiempo de que todos se unan en Cristo bajo la bandera de su verdad, para predicar el mensaje al mundo. Dios ha dado a la Iglesia Adventista una organización eclesiástica de inspiración divina, y acuerdos mutuos denomina-dos reglamentos eclesiásticos, que, bajo la conducción del Espíritu Santo, son parte de lo que nos mantiene unidos como familia mundial. Descartar o ignorar estos acuerdos mutuos viola una confianza sagrada y crea discordia innecesaria. Mi oración es que cada uno de nosotros dejemos de lado las opi-niones personales para bien del cuerpo de Cristo, y de que, juntos, sigamos marchando hacia el reino de Dios.

Parálisis espiritualHe aquí la última de mis grandes

preocupaciones: La creciente apatía y complacencia espirituales predomi-nante en muchas vidas. Necesitamos examinar nuestra vida para asegurarnos de que Dios esté obrando. Encuestas recientes indican que una abrumadora mayoría de los miembros de la iglesia creen en los fundamentos doctrinales de la Iglesia Adventista, pero que existe

Salvación por medio de CristoPor supuesto, no accedemos al cielo

por lo que comemos, o por nuestra apariencia religiosa. Somos salvos por el poder y la sangre de Jesucristo. Pero una vez que Cristo viene a nuestra vida y obra en nosotros de manera poderosa, justificándonos, el mismo poder nos santifica, lo que nos ayuda entonces a tener la mente de Cristo. Pablo escribió: «Haya, pues, en

vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús» (Fil. 2:5). Somos embajadores de Cristo (2 Cor. 5:20). Jesús dice: «Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos» (Mat. 5:16).

En el mundo, millones de personas están buscando algo diferente de lo que tienen. En lo profundo, están cansados de sufrir para satisfacer los deseos del corazón por medio de lo que el mundo les ofrece. Ansían un cristianismo genuino y auténtico. Jamás los alcanzaremos si compro-metemos las normas que Dios nos ha dado. No es momento de coquetear con la vestimenta, la dieta, el entrete-nimiento y las influencias mundanales del diablo. La presencia de Cristo en nuestra vida y corazón marca una diferencia dramática en nuestra forma de vivir.

La tarea es inmensa, pero Dios está en control. Él guía a su pueblo .

s e g u n da pa r t e

a r t e : C o D y J e n S e n Vol. 10 No. 3 | Adventist World 9

P A N O R A M A M U N D I A L

una complacencia creciente a la hora de compartir nuestra fe. Esa mayoría es parte de la cultura de los que evitan la participación y sienten poco entusias-mo por compartir su fe en Cristo. No sienten urgencia alguna.

Para crecer espiritualmenteQueridos hermanos, sin una

participación activa en el servicio de Cristo, no podremos crecer espiri-tualmente. La Mensajera del Señor no podría haberlo expresado con mayor claridad: «La misma vida de la iglesia depende de su fidelidad en cumplir el mandato del Señor. Descuidar esta obra es exponerse con seguridad a la debilidad y decadencia espirituales. Donde no hay labor activa por los demás, se desvanece el amor, y se empaña la fe» (El Deseado de todas las gentes, p. 765). La participación es la respuesta a la apatía.

La presencia del EspírituLa tarea es inmensa, pero Dios está

en control. Él guía a su pueblo. ¿Tiene desafíos la iglesia? Sí, pero veo eviden-cias de que el Espíritu Santo se está moviendo con poder entre su pueblo. Veo evidencias de que el Espíritu Santo está actuando ahora mismo de manera especial en su iglesia, preparando a un pueblo para la pronta venida de Cristo.

Hermanos, hago un llamado, tanto a ustedes como a mí, a consagrarnos plena y completamente a Cristo. Los invito a abrazar el llamado profético que Cristo ha dado a la Iglesia Adventista del Séptimo Día, su iglesia remanente. Los llamo a elevar la norma en sus propias vidas. Los llamo a participar activamente en la testifica-ción por el Señor, en anticipación del pronto regreso de Cristo. ■

Dias D’Avila, Brasil

Mariano era el peluquero de la comunidad y gracias a su trabajo, durante quince años había llevado muchos miembros a su congregación. «Después de todo –dice–, ¿hay algo mejor que llevar a los amigos hacia Jesús?»

La iglesia de Dias D›Avila cuenta con ocho miembros registrados, aunque cada sábado asisten entre treinta y cinco y cincuenta personas.

«Vea allí –dice Mario, y señala una vivienda del otro lado de la calle–. La mujer que vive allí ha decidido bautizarse el sábado en que inauguremos la nueva iglesia. La familia de más allá quiere acompañarla, y hay tres más en la calle siguiente; y varios otros hombres que me hablan de Dios cada vez que les corto el cabello». Mariano sigue explicando cómo la iglesia triplicó su asistencia.

Hace tres años, la madre de Ana decidió remodelar completamente su casa. Cuando terminó de hacerlo, le pidió a su hija que invitara a sus amigos a la dedicación de la casa. Llegaron muchos amigos de la madre, pero ninguno de la hija.

La dueña de casa es parte de los ocho miembros «originales» y todos sus amigos van a la iglesia los sábados. En la fiesta de dedicación reiteradamente invitaron a Ana para que los acompañara. Antes del fin de la celebración, Ana se dijo que quería sa-ber por qué esas mujeres eran tan felices.

«Todas vinieron a la inauguración, pero yo no logré que alguno de mis amigos me acompañara», recuerda Ana.

Poco tiempo después Ana pidió ser bautizada, y sugirió que su familia le diera el terreno adyacente a su casa a los adventistas. Entonces, pidieron a Maranatha que construyera una «Iglesia de un día».

¡Eso hizo que Mariano hablara aún más con sus clientes! La asistencia a la iglesia se incrementó rápidamente.

El 16 de enero llegaron los voluntarios, y pronto, la iglesia estuvo lista para ser dedicada, ¡y para varios bautismos!

ASI y Maranatha Volunteers International colaboran para financiar e implementar el proyecto «Iglesias de un día» y «Escuelas de un día». Desde su lanzamiento en agosto de 2009 ya se han construido más de mil seis-cientas edificaciones de ese tipo en diversos países. Estas historias llegan a usted gracias a Dick Duerksen, el «narrador» de Maranatha.

Ted N. C. Wilson es presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

LISTOS PARA CRECER: Desde

hace quince años Mariano les habla

a sus clientes de Jesús, mientras les

corta el cabello.

MUJER FELIZ: Anna posa delante del proyecto de «Iglesias de un día» que se levanta en un terreno donado por su familia.

F o t o g r a F í a S : D i C K D u e r K S e n

Iglesias de un día

10 Adventist World | Marzo 2014

S A L U D M U N D I A L

Por cierto no lo hará, y por dos razones convincentes. En primer lugar, el alcohol es un veneno

peligroso. En segundo lugar, y más importante, el cuerpo como templo del Espíritu Santo tiene que ser conservado puro e inmaculado. Analicemos algunos datos.

Según la Organización Mundial de la Salud (Febrero de 2011):

■ Cada año, mueren en el mundo 2,5 millones de personas por causas relacionadas con el alcohol.

■ El cuatro por ciento de todas las muertes tiene relación con el alcohol, ya sea por lesiones, cáncer, afecciones cardiovasculares o cirrosis hepática.

■ Unos 320 mil jóvenes de entre 15 y 29 años mueren de causas relacionadas con el alcohol. Esto representa el nueve por ciento de todas las muertes en ese grupo etario.1

En 2010, una clasificación de las drogas por parte del Comité Científico Independiente del Reino Unido halló que, según el nivel de daño personal y a terceros, el alcohol era la droga más peligrosa del mundo.2

Además, el alcohol es la droga social más usada, superando al tabaco, la ma-rihuana y otros químicos. También es el tercer factor en importancia causante de enfermedades.

El consumo de alcohol tiene un significativo impacto negativo en las familias. Con frecuencia, incide en el presupuesto familiar y está en conexión con la violencia doméstica, el abuso infantil, y el síndrome alcohólico fetal; afecta negativamente a la sociedad por su relación con delitos y violencia de todo tipo, y con el gran número de

dos por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios» (1 Cor. 6:19, 20, NVI).3 Este es el argumento más convincente a favor de la abstinencia.

Al considerar los significativos riesgos relacionados con el consumo de alcohol, no tiene sentido promover su uso, en especial cuando existen maneras probadas de prevenir y tratar las afeccio-nes cardíacas, que incluyen el ejercicio, la dieta saludable y de ser necesario, las medicaciones probadas no adictivas.

Las elecciones de estilo de vida ofrecen protección contra los problemas que inevitablemente produce el alcohol. Esto incluye el ejercicio, el descanso, el consumo de alimentos saludables, el aire puro, la luz del sol, el agua pura (interna y externamente), una relación de confianza con Dios, el apoyo social, una buena dosis de optimismo y, por supuesto, la tempe-rancia, que nos anima a usar sabiamente lo bueno y saludable, y a abstenernos por completo de todo lo dañino, gracias al poder de nuestro Señor Jesucristo. ■

1 World Health Organization, «Global Status Report on Alcohol and Health». Modificado por última vez en 2013. http://www.who.int/substance_abuse/publications/global_alcohol_ report/en. Visitado el 2 de abril de 2013.2 David J. Nutt, Leslie A. King, y Lawrence D. Phillips, «Drug Harms in the UK: A Multicriteria Decision Analysis», The Lancet 376:9752 (2010):1558-1565.3 Los textos de la NVI pertenecen a La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI® Copyright © 1999 de Biblica, Inc.® Usada con autorización. Todos los derechos reservados.

víctimas inocentes en accidentes.Los supuestos beneficios de un

consumo moderado no se aplican entre grupos etarios, étnicos y entre los sexos, en especial en lo que respecta a la salud cardíaca. En el caso de los jóvenes (me-nores de 35 años) el alcohol no brinda beneficios a la salud.

Aun el consumo moderado está aso-ciado con efectos negativos tales como las conductas agresivas y las decisiones morales deficientes. Es una causa cono-cida de cáncer (de seno y colon, entre otros), aun cuando se lo consuma en muy bajas dosis.

La Biblia enseña claramente que el cuerpo es el templo del Espíritu Santo que se comunica con nosotros por medio de la mente consciente y racional. La ingesta de alcohol, por más pequeña que sea, afecta las funciones cognitivas, el juicio y el razonamiento. Para disfrutar de una salud óptima, y también mantener claros y abiertos los canales de comu-nicación entre nuestra mente y el cielo, deberíamos evitar el alcohol. Asimismo, si queremos obedecer la orden divina de amar a nuestro prójimo como a noso-tros mismos (Lev. 19:18), el imperativo moral de la abstención se torna aún más apremiante. Esta necesidad se ve intensificada por los amplios efectos del alcohol sobre el consumidor y su familia, amigos y comunidad, en el ámbito de los traumatismos, la violencia doméstica, los accidentes, las muertes por accidentes de tránsito, la inmorali-dad sexual y la diseminación de enfer-medades de transmisión sexual.

Jesús nos redimió con su propia sangre. Por lo tanto, concluyó Pablo, «ustedes no son sus propios dueños; fueron compra-

¿Moderación?Peter N. Landless y Allan R. Handysides

F o t o g r a F í a : p o z n a n n o w o w i e J S K i e g o

Hace poco leí que universidades y seminarios cristianos que en el pasado defendían la abstinencia están suspendiendo la prohibición de alcohol en sus instituciones. ¿Flexibilizará también la Iglesia Adventista su posición sobre el alcohol?

Peter N. Landless es cardiólogo nuclear certificado y director del Departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General.

Allan R. Handysides es ginecólogo certificado y exdirector del Departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General.

Vol. 10 No. 3 | Adventist World 11

D E V O C I O N A L

En la vida, nada tiene que estar antes que el maná.

«Partió luego de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, y […] murmuró […]: “Ojalá hubiéramos muerto a manos de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos ante las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos, pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud”» (Éxo. 16:1-3).

Tremendos desagradecidos ¿Por qué Dios no nos mató en Egipto?

Dios los acababa de sacar de ese lugar, pero lo maldecían. Querían regresar: «Nos iba bien allí», decían. ¡Qué afirma-ción tan ridícula! Puede ser que tenían hambre. Pero eso no significaba que no tuviesen alimentos. Acababan de salir de Elim, del agua dulce y las palmeras datileras. Lo que realmente querían eran las ollas de carne de Egipto (Éxo. 16:3). (¡Y no crean que estoy por reflexionar acerca del vegetarianismo!).

¿Qué tenía Egipto de maravilloso que Israel tanto quería regresar allí? Dios los acababa de librar de la tiranía de faraón, y el pueblo quería regresar. Esta clase de pensamiento rememora metáforas bíblicas repugnantes: el perro que vuelve a su vómito, o la puerca lavada al cieno (2 Ped. 2:22). ¿Qué podría resultar más incómodo que dejar de lado a Cristo y su sangre expiatoria para codiciar las degradaciones de las que nos salvó hace no mucho tiempo?

Un Dios maravillosoBueno, ¿quieren regresar? ¡Entonces

vayan! Eso es lo que yo les diría. Me daría por vencido. Al fin, estoy haciendo todo lo que puedo para ayudarlos, y todo lo

que hacen es quejarse e insultarme.Nuestro maravilloso Dios, sin

embargo, jamás se da por vencido. Nos ama demasiado, y promete hacer todo lo posible para ayudarnos. Por ello, en lugar de permitir que Israel volviese a la vergüenza y la victimización, propuso una demostración única: «En la tarde –anunciaron Moisés y Aarón– sabréis que Jehová os ha sacado de la tierra de Egipto, y por la mañana veréis la gloria de Jehová» (Éxo. 16:6-7).

Al medir las palabras de Éxodo 16:6 y 7 según la norma divina de Éxodo 6:6 y 7, vemos que Dios no es aficionado a

ángelesComida

estos dramas. En Éxodo 6, Dios le informa a Moisés que la manera de saber que él es el Señor y que los sacaría de Egipto es presenciar lo que haría a los egipcios. Cuando Dios le dice a Moisés «así sabréis», y lo repite unas sesenta veces en Ezequiel (6:7, 10; 11:9, 10, etc.), no pensemos que está sonrien-do. Dios no está enviando codornices porque está feliz.

Queda aún más claro la segunda vez que lo hace: «Aún tenían la carne entre sus dientes, antes de haberla masticado, cuando la ira de Jehová se encendió contra el pueblo, y lo hirió Jehová con

Lael Caesar

Las primeras cosas primero

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de

12 Adventist World | Marzo 2014

una plaga muy grande» (Núm. 11:33; Sal. 106:15).

¿Qué hace Dios entonces cuando se siente consternado por la gente que olvi-da sus maravillas? Inventa algo que jamás olvidarán. Es lo que hizo con el maná.

El maná¿Qué es el maná? No sé. Israel no

lo sabía. Por eso lo llamaron maná. Lo llamaron «¿Qué es eso?» (Éxo. 16:15, 31). Como bien sabemos, el maná no es un artículo común que obtenemos en un mercado. Es tan raro que nadie lo ha visto antes.

¿Qué es el maná? Es alimento, por cierto, pero un alimento de aspecto extraño y poco atractivo. Ni se acerca a los finos restaurantes y modernos comedores estudiantiles que igualmente provocan la ira de muchos jóvenes. Los tres términos que lo describen en Éxodo 16:14 hablan de una cosa «menuda», «redonda», «como escarcha».

Ahora bien, «menuda» es más que «menuda». Es el mismo vocablo que usa faraón para referirse a las espigas y vacas que aparecen en segundo término: las flacas y feas. El maná no es motivo de orgullo; su propósito es la nutrición. Y el otro término, «menuda como escarcha» no aparece en ningún otro lugar de la Biblia. Es único. Lo más cerca a ese término hebreo es un verbo arameo que significa «pelar» y, en su forma intensiva, «trillar la mies». En la molienda se llega al grano. Se trilla, se suda, y se logra quitar la cáscara para llegar al alimento.

El maná también requiere esfuerzo. Pero solo hay que recogerlo. Acaso al-guien ha sudado y molido antes; alguien sudó sangre para que tengamos alimen-

ayuda a recordar. Nos muestra cómo obedecer, cómo no olvidar. El maná está allí cada mañana durante cuarenta años de vagar por el desierto, durante la apostasía y el perdón, la rebelión y la providencia. Los viernes llega en cantidad doble (Éxo. 16:22), y no aparece el sábado. El maná se echa a perder si tratamos de guardarlo para otro día. Pero dura para siempre cuando escu-chamos a Dios y colocamos una vasija llena dentro del arca (vers. 33).

Al igual que el sábado, el maná es un milagro que nos lleva a recordar. La vasija con maná que jamás se echaba a perder acompañaba las tablas con los Diez Mandamientos, completando el ciclo de recordar o desistir; de obede-cer al trabajar y obedecer al descansar. Porque el Dios de los seis días, es el Dios del séptimo. Y el que nos da nuestro pan cotidiano es el único en quien podemos hallar el descanso semanal y el eterno.

El maná implica respetar sus térmi-nos: «Seis días trabajarás». Lo mismo sucede con el sábado: «No hagas en él obra alguna» (Éxo. 20:9, 10). Por ello, el maná y el sábado forman una unidad: El Señor del sábado es el pan vivo del cielo, el maravilloso milagro del maná que nos da vida eterna (Juan 6:51, 58). Vivimos cuando lo buscamos en primer lugar. Nada tiene que estar antes que el maná. ■

ángeles

to; para que ahora tengamos maná. Un «pan angelical», lo denomina el salmista (Sal. 78:25, RVC*).

¿Y cómo se consigue? Hay que salir de la cama; no es allí donde se consigue. Y no se puede posponer. No podemos dedicarnos primero a otras cuestiones, ya sean mensajes de texto, llamadas telefónicas o las noticias. Nada tiene que estar antes que el maná. Por ello, hay que dejar las sábanas y salir al aire fresco. Hay que ponerse de rodillas para recoger el maná. Hay que levantarse temprano y ponerse de rodillas porque el maná se derrite cuando calienta el sol (Éxo. 16:21).

El maná inicia el día. Nada tiene que antecederlo. El maná está primero: ¡todos levantados antes de la salida del sol! Postrados cada mañana en el suelo, temprano, para recibir lo que Dios ha enviado para esa jornada. Porque es como la vitamina C: no se puede almacenar en cantidades y acopiarla en el cuerpo. Hay que consumirla todos los días. Cada día, por la mañana. Nadie recoge por usted; cada uno lo hace para sí mismo, según su necesidad personal (Éxo. 16:16, 21).

El maná es la acción de estos senti-mientos cantados:

«En la mañana, oh Señorelevo a ti, mi voza tu buen nombre doy loor,con gratitud, mi Dios».

La importancia de recordarEn momentos de olvido podemos

relacionarnos con las noticias –los sucesos políticos, los desastres naturales y la guerra– como si satisficieran el hambre. Pero está claro que seguimos necesitando el maná. El maná nos

Lael Caesar es editor asociado de ADVENTIST WORLD, y realmente le gusta el sabor del maná.

Al igual que el sábado, el maná es un milagro que nos lleva a recordar .

Vol. 10 No. 3 | Adventist World 13

C R E E N C I A S F U N D A M E N T A L E S

Deleite. Eso es lo que sentí cuando, al volver a casa después de

un día especialmente difícil en la facultad, recibí un paquete de mi iglesia, lleno de mensajes alentadores y cosas ricas. Deleite. Es lo que inundó todo mi ser cuando caminé por primera vez por los senderos montañosos de Suiza. ¿Qué nos viene a la mente cuando pensamos en esa palabra? ¿Gozo? ¿Un gran placer? ¡Por supuesto! Sin embargo, ¿pensamos alguna vez también en aventura, riesgo o exploración? Si no es así, deberíamos hacerlo. El deleite a menudo es producto del descubrimiento. En efecto, se puede considerar que el deleite es un descubrimiento que «nos ilumina». Al atrevernos a probar cosas nuevas, explorar

IdentificarEl texto comienza con una frase de identificación:

«Si retraes del sábado». En otras palabras, hay solo uno. Es el sábado el que brindará el medio de experimentar el gozo. ¿Y qué es el sábado? Es el séptimo día, el evento culminante de la creación perfecta de Dios, un día tan especial para Dios que él mismo lo santificó (Gén. 2:2, 3). Es un día que él nos pide evocar y guardar como recordatorio del mundo perfecto que creó (Éxo. 20:8, 11), y como símbolo de la perfección que volverá a crear en los corazones de sus hijos (Éxo. 31:13).

Imagine que a mi puerta llega el paquete, pero en lugar de abrirlo, lo ignoro por completo y me dedico a cualquier otra cosa. La caja que llegó es la «bendecida», la que incluye men-

deleite n Ú m e r O 2 0

Retraer, llamar y venerar

El

prometido

F o t o g r a F í a : u l F H i n z e

lugares novedosos y conocer gente, la belleza es revelada, y experimentamos deleite.

Para muchos cristianos, hay una experiencia de deleite que está por sobre todas las demás: conocer a Dios. No es suficiente saber mucho de él o participar activamente de la vida cristiana. Queremos una relación cercana, real y preciosa con Dios. Queremos deleitarnos en el Señor. Gracias a Dios, la Biblia nos promete que si buscamos, hallaremos:

«Si retraes del sábado tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamas “delicia”, “santo”, “glorioso de Jehová”, y lo veneras, no andando en tus propios caminos ni buscando tu voluntad ni hablando tus propias palabras, entonces te deleita-rás en Jehová. Yo te haré subir sobre las alturas de la tierra y te daré a comer la heredad de tu padre Jacob. La boca de Jehová lo ha hablado» (Isa. 58:13, 14).*

Creo que sé lo que está pensando. ¿El sábado? ¿Le parece? ¡Sí, así es! El texto contiene una promesa definida, coronada por una declaración de autoridad: «La boca de Jehová lo ha hablado». Si realmente queremos conocerlo, solo necesitamos seguir paso a paso la prescripción incluida en el texto.

sajes de aliento y algunas golosinas. Por ello, tiene el potencial de producir deleite. Ese potencial estará desperdiciado hasta que yo escoja abrir esa caja.

De manera similar, el sábado es el día bendecido por Dios, el que él apartó y santificó. Es tentador pensar: ¿Qué importa el día? La pregunta real, sin embargo, es: «¿Confiamos en Dios?». Él nos dice que sí importa, y promete que ese día encierra su bendición. ¿Le creeremos y abriremos el regalo que nos ha dado? Los que lo hacen no se verán defraudados, porque «la boca de Jehová lo ha hablado».

Retraer, llamar y venerarImagine la siguiente situación. Decido visitar Suiza para

disfrutar del hermoso paisaje. Encuentro el país en el mapa, vuelo hasta allí e ingreso a un hotel. ¿Le parece que mi experiencia de deleite en las montañas ya es plena? En realidad no. Hay otro aspecto del deleite que es sumamente importante. Tenemos que «practicar» el deleite. A veces, sin embargo, necesitamos orien-tación. ¿Quiere experimentar la majestuosidad de las montañas? Entonces, necesitará instrucciones detalladas que lo lleven a ellas. Tendrá que ponerse zapatos adecuados, y salir en esa dirección.

Afia Donkor

14 Adventist World | Marzo 2014

Lo mismo sucede con el sábado. Dios enseña, y nosotros escuchamos y hacemos. La lección de Dios es simple: para experimentar las delicias del sábado, tenemos que retraernos, llamar y honrar.

Retraer: El sábado es el día en que los cristianos hacen un giro de ciento ochenta grados. «Retrae tu pie», dice Dios. En ese día especial, cambia de dirección. ¿Por qué? A lo largo de la semana, nuestros pies avanzan con firmeza en la bús-queda personal. El trabajo, la familia y otras tareas ocupan nuestro tiempo y demandan nuestra atención. En sábado, Dios nos pide que dejemos esas cosas de lado y que volvamos nuestros pensamientos, palabras y acciones hacia él. El sábado es el día para olvidar nuestros problemas y tratar de entender a Dios, nuestra verdadera solución. ¿Quién es él? ¿Cómo es él? En este día, más que en ningún otro, podemos escudriñar los misterios de Dios y emerger con una com-prensión más profunda de su carácter y sentir sed de saber más. Al igual que el científico, que después de años de inves-tigación dedicada, se regocija en un nuevo descubrimiento, también nos regocijaremos si dedicamos tiempo a descubrir a Dios en su día santo.

Llamar: Hay poder en las palabras. Lo que decimos influye sobre lo que pensamos y nuestras acciones. Asimismo, nuestra forma de pensar y actuar suele quedar reflejada en lo que decimos. En Isaías, Dios nos pide que llamemos «deleite» al sábado. La declaración no es condicional. No se nos pide

que lo llamemos un deleite cuando «sentimos» que lo es. Más allá de nuestra experiencia subjetiva, el sábado es un deleite porque Dios, el Dador de todo don perfecto (Sant. 1:17), lo creó para nosotros. Los que por fe lo llaman «deleite» comen-zarán a ver valor en ese día. Nuestras palabras quedarán refor-zadas por nuestras acciones. Al dejar de lado nuestros propios intereses y aprovechar ese día como una oportunidad para encontrarnos con Dios, nuestra experiencia con él será más profunda, y los momentos sabáticos se volverán preciosos. Entonces, de corazón, por experiencia personal, llamaremos deleite al sábado, porque realmente así es.

Venerar: El respeto, la diferenciación y la estima espe-cial son expresiones de veneración. Los que se identifican, muestran consideración y expresan deleite en el día que el Señor ha llamado santo, están venerando a Dios. Y el fin de la veneración es el comienzo del deleite. El sábado es un día de descubrimiento. Los que se atreven a abrazarlo y honrarlo captarán algo invalorable: comenzarán a conocer a Dios, y conocerlo es amarlo y deleitarse en él. ■

Afia Donkor es abogada en Ontario, Canadá.

El benéfico Creador descansó el séptimo día después de los seis días de la creación, e instituyó el sábado para

todos los hombres como un monumento de la creación. El cuarto mandamiento de la inmutable Ley de Dios

requiere la observancia del séptimo día como día de reposo, culto y ministerio, en armonía con las enseñanzas

y la práctica de Jesús, el Señor del sábado. El sábado es un día de deliciosa comunión con Dios y con nuestros

hermanos. Es un símbolo de nuestra redención en Cristo, una señal de santificación, una demostración de nuestra

lealtad y una anticipación de nuestro futuro eterno en el reino de Dios. El sábado es la señal perpetua de Dios, del

pacto eterno entre él y su pueblo. La gozosa observancia de este tiempo sagrado de tarde a tarde, de puesta de

sol a puesta de sol, es una celebración de la obra creadora y redentora de Dios. (Gén. 2:1-3; Éxo. 20:8-11; Luc. 4:16;

Isa. 56:5, 6; 58:13, 14; Mat. 12:1-12; Éxo. 31:13-17; Eze. 20:12, 20; Deut. 5:12-15; Heb. 4:1-11; Lev. 23:32; Mar. 1:32).

El fin de la veneración es el comienzo del deleite .

El sábado

Vol. 10 No. 3 | Adventist World 15

N O TA D E TA PA

Gerald A. Klingbeil

Derecha: FALTA POCO: En la Roca de la Ascensión, cerca de la granja de Guillermo

Miller en White Hall (Nueva York) tratamos de imaginar el momento. Abajo: ENCONTRARSE

CON AMIGOS: Gerald Klingbeil, editor asociado de ADVENTIST WORLD, junto a las fotos de tamaño

real de Elena y Jaime White, en la Aldea Histórica Adventista de Battle Creek (Míchigan).

En octubre de 2013, el editor asociado Gerald A. Klingbeil salió de viaje en

busca de nuestras raíces adventistas. Se unió a una Excursión de Herencia Adventista, a cargo de James Nix, director del Patrimonio White de la Asociación General. Durante nueve días, viajaron unos 3500 kilómetros por el noreste de los Estados Unidos. Los partici-pantes, que comenzaron como un grupo de treinta y cinco extraños de entre ocho y ochenta años, terminaron siendo amigos y, aún más, sintiéndose hermanados. A continuación se presentan extractos de su blog de viaje.1

Izquierda: EL DÍA DESPUÉS: Hiram Edson y sus amigos se reunieron a orar en un granero como este después del gran chasco del 22 de octubre de 1844. El día que visitamos la granja de Hiram Edson en Clifton Springs (Nueva York), hacía frío. Abajo: EL AUTOBÚS: El medio de transporte elegido para trasladarnos superó con creces los medios que usaron los pioneros adventistas del siglo XIX.

H ay muchos caminos hacia nues-tras raíces. Las raíces determinan

lo que somos. Un árbol con raíces profundas crece fuerte y alto. Las raíces superficiales producen un crecimiento también superficial. Esa metáfora nos ayuda a entender nuestra herencia adventista. Jaime y Elena White, Urías Smith o John N. Andrews son nombres que los adventistas reconocen fácilmente. Sin embargo, ¿qué decir de los héroes menos conocidos del adventismo? ¿Qué decir de los detalles de un joven movimiento que luchó para mantenerse junto y articular –gracias a la conducción especial de Dios– el mensaje singular que los adventistas deben dar a un mundo que necesita escuchar el clamor de los tres ángeles?

OL os «buenos tiempos antiguos»

parecen seguros, tranquilizadores y simples. No obstante, la vida a comienzos del siglo XIX carecía de la mayoría de las comodidades que hoy damos por sentadas. Cada pan reque-

ría horas o días de trabajo. Pensemos en las imprentas del siglo XIX en

Nueva Inglaterra. El folleto de ocho páginas titulado La verdad

presente (antecesor de la Adventist Review) requería al menos un día de preparación de los tipos. La tirada de mil ejemplares llevaba uno o dos días más, y entonces las hojas tenían que secarse antes de ser cortadas y dobladas. Según la estación del año y las tempera-turas, el secado era más lento. Por ello, imprimir era costoso. En una era de impresoras láser y libros de impresión a pedido, siento nueva admiración por esos laboriosos pioneros adventistas que, a pesar de las jornadas extensas, separaron tiempo para embarcarse en proyectos de dividendos eternos.

OAntes de que Elena Harmon

(más tarde White) recibiera su primera visión, Dios escogió a dos hombres para comunicar su voluntad. El afroamericano William Foy y Hazen Foss recibieron visiones, según sus pro-pios testimonios. Aunque Foy, si bien muy tímidamente, relató las visiones públicamente y siguió siendo un fiel predicador bautista, Foss, por temor al ridículo, decidió no compartirlas. Falleció en 1893 siendo agnóstico.

Por el contrario, José Bates, Jaime White y Elena Harmon de White, los

tres fundadores clave del adventismo, respondieron con entusiasmo al llama-do divino de predicar el pronto regreso de Cristo y las muchas otras verdades que descubrieron en las Escrituras.

¿Qué hizo la diferencia? No era la edad o la experiencia. En 1844, Bates tenía cincuenta y dos años, pero Elena y Jaime eran jóvenes (ella tenía diecisiete y él veintitrés). Sabemos que todos lucharon con la nueva luz, desafíos emocionales y otras cuestiones. En últi-mo término, creo que fue su pasión por Cristo lo que hizo la diferencia.

OM e emocionó la visita al Cemente-

rio de North Street, en Gorham, donde está sepultada Elizabeth, la hermana gemela de Elena. Hasta donde sabemos, ella nunca aceptó a Cristo. Escuchar una de las cartas en que Elena le ruega a su hermana Lizzie (como se la conocía), que se entregue al Salvador, me hizo un nudo en la garganta. En mi mente aparecieron imágenes de familiares o amigos que se apartaron de Cristo (o que jamás lo aceptaron). En el llamado que le hizo Elena, me iden-tifiqué con el anhelo divino de envolver con sus brazos a los que amo.

F o t o g r a F í a S : g e r a l D a . K l i n g b e i l

En la senda de los pioneros

Vol. 10 No. 3 | Adventist World 17

N O TA D E TA PA

OQué clase de historia podríamos

escuchar si Annie Smith –poeta y directora editorial de la naciente publi-cación adventista en Rochester (Nueva York)– pudiera hablar hoy? Creo que escucharíamos el entusiasmo, optimis-mo, pasión, profunda convicción y la energía aparentemente sin límites de los jóvenes. Aún hoy puedo sentir esa pasión cuando hablo con mi hija adoles-

cente sobre temas que la entusiasman. Cuando los adolescentes adventistas se proponen algo, nada puede detenerlos. Esa fue una parte fundamental del éxito del adventismo temprano. Eran pocos y tenían recursos limitados, pero estuvie-ron dispuestos a avanzar, convencidos por la verdad y seguros del nombra-miento divino. Necesito redescubrir esa energía en mi propia vida.

O

«¿No crees en Jesús, Lizzie?

¿No crees que es tu Salvador,

que te ha demostrado su amor

al dar su preciosa vida para

salvarte? Todo lo que pide de ti

es que lo aceptes como tu

Salvador precioso y personal

[…]. Lizzie, tienes que creer,

simplemente creer que Jesús

habla en serio. Cree en sus

palabras y deposita tu alma

indefensa en Jesucristo […].

Cree simplemente que Jesús

escuchará tu confesión, recibirá

tu penitencia, perdonará todo

pecado y te hará una hija de Dios.

Jesús está intercediendo en tu

favor. ¿Te entregarás a Cristo con

fe confiada? Anhelo tomarte en

mis brazos y ponerte en el regazo

de Jesucristo».

Carta de Elena White a su hermana Elizabeth (Lizzie)Bangs, escrita el 21 de febrero de 1891. Lizzie pasó al descanso diez meses después.

A l escuchar las historias de Guillermo Miller y de los que lo siguieron,

su espíritu de sacrificio y fortaleza me emocionó otra vez. Estuvieron dispues-tos a defender sus creencias frente al ridículo, la burla o el escarnio.

Más allá de su fidelidad posterior, a Guillermo Miller le llevó años aceptar a Cristo. Una vez convertido, pasó dos años estudiando las Escrituras. Y cuando entró a la iglesia, no dejó de pensar. Se dio cuenta de que la revelación divina

Querida Lizzie:

Derecha: INCONTABLES ANÉCDOTAS: Jim Nix, director

del Patrimonio White de la Asociación General, comparte

anécdotas muy interesantes. Arriba: LA MELLIZA: Los viajeros

escuchamos con atención la historia de la trágica vida de

Elizabeth, hermana melliza de Elena White.

¿

18 Adventist World | Marzo 2014

sin respuesta. A la mañana siguiente del gran chasco, mientras Edson cruzaba un maizal, sintió repentinamente como si el cielo se abría y podía ver directamente el Santuario celestial.

Este descubrimiento ayudó a que los creyentes adventistas entendieran el cuadro completo de las profecías bíblicas. De-searía que pudiéramos captar su carácter central dentro del paquete total de lo que constituye la Iglesia Adventista del Sépti-mo Día.2 El Santuario es el pegamento que mantiene unidos todos los elementos de nuestra teología, ¡y Jesús se encuentra en el centro mismo del Santuario!

OUna de las lecciones más impor-

tantes que recogí durante mi viaje es que la familia tiene que mantenerse unida. Los miembros de una familia lloran juntos, y en ocasiones disienten. Sin embargo, en tiempo de crisis se mantienen unidos. Cuando leo la historia de los pioneros adventistas, encuentro sólidas convicciones y discu-siones apasionadas. Pero ese no fue el fin. Había algo mayor que los impulsa-ba: un mundo que tenía que escuchar el mensaje. A partir de los comienzos del adventismo, esta visión se ha hecho aún mayor. Los primeros adventistas pensaban que tenían que alcanzar al mundo en los Estados Unidos; después

Abajo: DESCUBRIR EL SÁBADO: Esta es la primera iglesia donde los adventistas

guardaron el sábado, mucho antes de que se estableciera oficialmente la

Iglesia Adventista del Séptimo Día. Se encuentra en el pueblo de Washington

(Nueva Hampshire). Derecha: A VISTA DE PÁJARO: La atenta audiencia escucha las experiencias que comparte Jim Nix sobre la gente que adoró a Dios, amó y

rió hace más de ciento setenta años.

una tentadora invitación de Will K. Kellogg para unirse a su nueva compañía de producción de copos de maíz, como director del departamento de ventas. Magan pasó toda una noche orando. A la mañana, supo claramente qué tenía que hacer. Muchos años después expresó en una carta a un amigo: «Tengo que seguir fiel a este mensaje». Vender copos de maíz (y ganar mucho dinero) no podían compararse con la formación y el moldeado de jóvenes que buscaban orientación y una misión en la vida.

OCuando los primeros adventistas en-

frentaron la realidad de que Cristo no regresó en 1844, muchos cuestiona-ron la validez de sus interpretaciones proféticas. Otros, sintiéndose avergonza-dos y engañados, rechazaron por com-pleto el cristianismo. Un pequeño grupo, en el que estaba Hiram Edson, de Port Gibson (Nueva York), lloraron y oraron. Sus lágrimas y preguntas no quedaron

incluía a ese Dios que creó el poder de razonar. Después de intensivos estudios, escribió: «Me sentí forzado a admitir que las Escrituras tenían que ser una revela-ción de Dios. Llegaron a ser mi delicia; y en Jesús encontré un amigo». Su amistad con Jesús lo sustentó mientras predicaba la inminente segunda venida de Cristo frente a miles de personas, durante más de una decena de años. Los estudiosos estiman que el movimiento millerita llegó a tener medio millón de adeptos. No fue este un espectáculo cristiano irrelevante y relegado, sino un llamado a viva voz, osado y apasionado.

OUna de las características comunes

de los primeros líderes parece haber sido la fidelidad en las circuns-tancias más difíciles. Percy Magan, uno de los primeros educadores de la naciente Iglesia Adventista, enfrentó en ocasiones oposición a su enfoque inte-gral de la educación. Cierto día recibió

Vol. 10 No. 3 | Adventist World 19

retroceder a «los buenos viejos tiempos». Los pioneros abrazaron el mundo cam-biante que los rodeaba y se esforzaron constantemente por usar nuevas ma-neras de llevar adelante el plan de Dios. Usaron esculturas innovadoras en papel maché para hablar del panorama profé-tico de Daniel y Apocalipsis.3 Estuvieron dispuestos a usar medios de transporte no probados (como lo era el tren y más tarde el automóvil) para llegar al próxi-mo compromiso. Siguieron adelante porque sabían que el tiempo era corto.

O

A l abrazarnos y despedirnos en el Aeropuerto Internacional de Chicago

sentí que yo tenía raíces importantes. Más allá de mi lugar de nacimiento, mi lengua materna o mi cultura, soy en primer lugar miembro de la familia de Dios, y aguardo a que la Bienaventurada Esperanza se haga realidad, y mientras espero, quiero compartir las Buenas Nuevas. ■

1 Puede consultar el blog completo de este viaje y muchas imágenes en http://adventistreview.org/route-to-roots.2 Gerald A. Klingbeil, «Big Picture Thinking: The Sanctuary and the Heart of Adventist Theology», Adventist Review, 20 de octubre de 2011, pp. 18–21.3 Ver Glúder Quispe, «William Ward Simpson: El primer evangelista adventista urbano de éxito», Adventist World, Marzo 2013, pp. 24, 25.

Si desea saber más sobre muchos de los lugares mencionados en este artículo, lo invitamos a visitar el sitio web del Ministerio de Herencia Adventista (http://www.adventistheritage.org/), donde podrá consultar recursos, imágenes e historias adicionales, además de oportunidades de voluntariado.

Gerald A. Klingbeil es editor asociado de ADVENTIST WORLD, y le encanta la historia y la

fotografía. Vive con su esposa Chantal y sus tres hijas en Silver Spring (Maryland, Estados Unidos).

de todo, era un país de inmigrantes de todo el mundo. Al comprender mejor el pensamiento de Dios, se dieron cuenta de que el mundo era mucho más grande. Jamás hablaron de la «Ventana 10/40», pero en 1874, después de la partida de Andrews a Europa, la misión y el servicio se convirtieron en la razón de ser del movimiento. Y así tiene que ser en el presente.

Tengo una reflexión más sobre este viaje a nuestras raíces: Los pioneros eran gente real, que vivía en un mundo real. No eran santos. Tampoco hubiesen querido que nosotros procurásemos

En la derecha: IMÁGENES DE OTOÑO: Ni siquiera las lápidas del Cementerio de Elmswood en

Haverhill (Massachusetts) pudieron opacar el gozo de la integrante más joven del grupo.

Ministerio de Herencia Adventista

En la izquierda: Derecha: EL PODER DE LA PALABRA ESCRITA: Pequeñas prensas como

esta, en la aldea histórica de Old Sturbridge (Massachusetts) resultaron ser un medio ideal

para compartir el mensaje adventista. Abajo: DIJO QUE NO: La tumba de Hazen

Foss en Haverhill (Massachusetts), quien se rehusó a compartir las visiones que recibió

antes de que Elena White lo hiciera.

N O TA D E TA PA

20 Adventist World | Marzo 2014

E S P Í R I T U D E P R O F E C Í A

Estoy más agradecida de lo que puedo expresar por el apoyo del Espíritu del Señor, por el consuelo y la gracia que sigue dándome, y porque me proporciona

fortaleza y la oportunidad de impartir ánimo y ayuda a su pueblo. Mientras el Señor me conceda vida seré fiel y leal a él, y procuraré hacer su voluntad y glorificar su nombre. Que el Señor aumente mi fe para seguir conociéndolo y para hacer su voluntad en forma más perfecta. El Señor es bueno y debe ser grandemente alabado.

Deseo intensamente que los experimentados soldados de la cruz, los que han encanecido sirviendo al Maestro, prosi-gan dando un testimonio directo para que los que son más jóvenes en la fe puedan comprender que los mensajes que el Señor nos dio en el pasado son muy importantes en este período de la historia terrena. Nuestra experiencia pasada no ha perdido ni la mínima parte de su fuerza.

Que todos tengan cuidado de no desanimar a los pioneros o de hacerles sentir que su utilidad es limitada. Su influencia todavía puede sentirse poderosamente en la obra del Señor. El testimonio de los ministros de edad será una ayuda y una bendición para la iglesia. Dios velará noche y día por sus portaestandartes leales y fieles, hasta que llegue el tiempo cuando deban deponer su armadura. Asegúreseles que están bajo el cuidado protector de aquel que nunca dormita ni duerme, y que centinelas incansables velan sobre ellos. Al saber esto y al comprender que permanecen en Cristo podrán descansar confiadamente en las providencias de Dios.

Oro fervorosamente para que la obra que hacemos en este tiempo penetre profundamente en el corazón, la mente y el alma. Las perplejidades aumentarán, pero como creyentes en Dios debemos animarnos mutuamente. No bajemos el estan-darte, sino mantengámoslo ondeando en alto mientras contem-plamos al que es el Autor y Consumador de nuestra fe. Cuando no puedo conciliar el sueño elevo mi corazón en oración a Dios, y él me fortalece y me da la seguridad de que permane-ce con sus siervos ministradores en este país y en las naciones

distantes. Me siento animada y bendecida al comprender que el Dios de Israel sigue conduciendo a su pueblo y que continuará con él hasta el fin […].

Debemos permanecer firmes como una roca en lo que respecta a los principios de la Palabra de Dios, y recordar que Dios está con nosotros para proporcionarnos poder para enfrentar cada nueva experien-cia. Mantengamos siempre en nuestras vidas los principios de la justicia para que progresemos en fortaleza en el nombre del Señor. Necesitamos retener como algo muy sagrado la fe que ha sido establecida por la instrucción y la aprobación del Espíritu de Dios

desde nuestra experiencia más temprana hasta el momento actual. Debemos considerar como algo preciosísimo la obra que el Señor ha estado realizando por medio del pueblo que guarda sus mandamientos, la cual, mediante el poder de su gracia, será más fuerte y eficiente a medida que el tiempo avance. El ene-migo está procurando oscurecer el discernimiento del pueblo de Dios y debilitar su eficacia, pero si sus miembros trabajan siguiendo las directivas del Espíritu de Dios, él abrirá puertas de oportunidad para que lleven a cabo la obra de edificar las ruinas antiguas. Su experiencia consistirá en un crecimiento constante, hasta que el Señor descienda del cielo con poder y gran gloria para poner sobre sus fieles el sello del triunfo final. ■

Elena White

El pasado es importante para el futuro

valorSeñoren el

Los adventistas del séptimo día creemos que Elena White (1827-1915) ejerció el don bíblico de profecía durante más de setenta años de ministerio público. Este texto fue publicado originalmente en la Review and Herald, el 12 de junio de 1913.

Vol. 10 No. 3 | Adventist World 21

S E C C I Ó N E S P E C I A L

Cómo era el mundo cuando Dios lo creó? El relato del Génesis ofrece una respuesta concisa a

esta pregunta en múltiples ocasiones: era «bueno»; en efecto, era «bueno en gran manera» (Gén. 1:31). La palabra «bueno» aparece siete veces en el primer capítulo del Génesis, lo que contribuye a una estructura textual de repetición del número siete.1 No se usa una vez por día de la creación, como podría esperarse, sino más bien en seis ocasiones, en referencia a la compleción de componentes individuales de la creación: la luz (día 1; Gén. 1:4); el mar y la tierra (día 3; Gén. 1:10); la vegetación de la tierra (día 3; Gén. 1:12); las lumbreras del cielo (día 4; Gén. 1:18); las criaturas acuáticas y aladas (día 5; Gén. 1:21); y las criaturas de la tierra (día 6; Gén. 1:25).

La séptima mención de «bueno» (al final del día 6, en Gén. 1:31) usa una construcción diferente –era «bueno en gran manera»– para describir la sumamente buena naturaleza de la totalidad de la creación. El efecto de esa progresión puntualizada y su culminación es transmitir una idea de orden, perfección y compleción de la acción creadora de Dios.

Control de calidadEn Génesis 1, «era bueno» no suele

describir algo que Dios dijo, sino algo que vio. En términos generales, puede reconocerse una estructura tripartita para cada una de las entidades creadas «buenas»: (1) Dios dijo: «Que sea»; (2) la entidad fue; y (3) Dios vio que era buena. Aunque «decir» precede al hacer, y expresa por lo tanto la intención

en la mente del Diseñador, el «ver» es en consecuencia la materialización física de la entidad creada. Este «ver» de Dios no denota una mirada superficial o distraída, sino que transmite la impre-sión de una evaluación abarcadora, después de la cual aparece la expresión «era buena» como sello de aprobación. Esta «certificación de calidad» es conferida no solo a cada componente individual del sistema sino también a toda la creación, señalando así la armo-niosa integración de partes eficientes desde el mismo comienzo.

¿Qué significa «bueno»?Si el texto bíblico expresa tan

claramente que la creación original era buena, se torna esencial comprender qué significa la palabra «bueno».

BuenoRonny Nalin

maneraen gran

La creación, la muerte y el mal en la naturaleza

22 Adventist World | Marzo 2014

¿Describe tan solo la eficiencia inmacu-lada de un sistema diseñado por la Divinidad? ¿Implica la ausencia de lo que en filosofía se llama mal natural (tales como las hambrunas y las catástrofes naturales)? ¿Y qué decir de la muerte? ¿Podría Dios considerar «bueno» a un mundo que incluyera en él algunas formas de muerte biológica?

El contexto inmediato del texto brinda una respuesta clara. Después del relato de los días de la creación, Génesis 2 presenta la idea del «todavía no», de hablar de cosas que aún no estaban presentes en ese mundo (Gen. 2:5, 6).2 Esta perspectiva crea una tensión entre la buena creación original y lo que apareció después. Génesis 3 nos brinda una descripción de cuándo y por qué cambiaron las cosas: como resultado del pecado. Aprendemos que las conse-cuencias del pecado incluyeron la muerte (Gén. 2:17; 3:19), el sufrimiento y el trabajo duro (Gén. 3:16-19) y afectaron en varios sentidos lo inorgánico (vers. 17) y los reinos vegetal, animal y humano. (vers. 14-19). La misma estructura del texto, por lo tanto, nos lleva a concluir que la muerte, la lucha, el dolor y la violencia no formaban parte de la creación original «buena» de Dios.

Dos trayectorias contrastantesCiertas comprensiones de la natu-

raleza, como por ejemplo la idea de que las formas modernas de vida resultan de millones de años de evolución, han adquirido tanta respetabilidad científica que algunos estudiosos están tratando de integrar esas perspectivas con el concepto bíblico de un Dios Creador. En esos intentos, los fenómenos como la muerte, las catástrofes y la lucha por la vida son componentes necesarios del diseño original de Dios. «La transitorie-dad, la disolución, la muerte y el dolor, el sufrimiento y la pérdida que inducen, tienen sus raíces en las características subyacentes de la naturaleza».3 «Todo universo que tenga sus propios dina-

mismos e integridad internos, que sea material, relacional, interconectado y en evolución, y que al mismo tiempo esté abierto a nuevas posibilidades pre-decibles y potencialmente personales, tendrá que ser de esta manera».4 Más allá de cuán atractivas desde el punto de vista intelectual puedan sonar estas perspectivas, vemos que se esfuerzan por presentar el mal natural como una parte constituyente de la operativa divina. Esto se opone por completo al relato de la creación del Génesis, que se ocupa de distinguir claramente la creación que en un principio era «buena», del nuevo orden del mundo después del pecado.

Una pequeña palabra con grandes implicaciones

En la belleza de su simpleza, la repetición en siete ocasiones de «bueno» brilla como un faro en el mar de las perspectivas filosóficas y científicas sobre los orígenes. Cuando pienso en el origen del mal natural, recuerdo que Dios afirmó la bondad de hasta los componentes inorgánicos de la creación original. Cuando analizo las aplicaciones teológicas de la teoría de la evolución, no puedo sino pensar en la aprobación explícita de Dios de los sistemas biológicos creados en el principio. Cuando leo de la emergencia y el desarrollo de la vida como un extenso y dificultoso proceso de prueba y error, siento una distancia abismal con la descripción bíblica de un sistema integrado que, desde el comienzo, «era bueno en gran manera». ■

1 Por un análisis del uso del número siete en Génesis 1, ver U. Cassuto, A Commentary on the Book of Genesis, Part One, From Adam to Noah (Jerusalem: The Hebrew University/Magnes Press, 1961), pp. 12-15.2 Por un análisis erudito de la perspectiva del «todavía no», ver J. Doukhan, «The Genesis Creation Story: Text, Issue, and Truth», Origins 55 (2004): 22, 23. Puede ser descargado en http://grisda.org/origins/55012.pdf.3 W. R. Stoeger, «Entropy, Emergence and the Physical Roots of Natural Evil», en N. Murphy, R. J. Russell y W. R. Stoeger, eds., Physics and Cosmology: Scientific Perspectives on the Problem of Natural Evil (Notre Dame, Ind.: University of Notre Dame Press, 2007), vol. 1, p. 93.4 N. Murphy, «Introduction», en Murphy, Russell y Stoeger, p. xviii.

La muerte, la lucha, el dolor y la violencia no formaban parte de la creación original «buena» de Dios .

saber másSi quiere

Ronny Nalin es científico investigador en el Instituto de Investigaciones en Geociencia de la Asociación General

de la Iglesia Adventista, y vive con su esposa Elisa y su hija Gioia en Mentone (California, Estados Unidos).

Por reflexiones sobre la posibilidad e implicaciones teológicas de la muerte y el mal en los sistemas biológicos antes del pecado, ver:

L. Brand, «What Are the Limits of Death in Paradise?», Journal of the Adventist Theological Society 14, Nº 1 (2003): 74-85. Disponible en línea en http:// www.atsjats.org/publication_file.php?pub_id=38&journal=1&type=pdf.

M. T. Terreros, «Is All Death a Conse-quence of Sin? Theological Implications of Alternative Models», Journal of the Adventist Theological Society 14, Nº 1 (2003): 150-175. Disponible en línea en http://www.atsjats.org/publication_file.php?pub_id=43&journal=1&type=pdf.

J. T. Baldwin, «Christ, Character, and Creation», Adventist Review, 24 de octubre de 2013. Disponible en línea en http://adventistreview.org/2013-1530-p14.

Recursos adicionales en Internet:www.grisda.org

http://grisda.wordpress.com/

www.facebook.com/Geoscienceresear-chinstitute

Vol. 10 No. 3 | Adventist World 23

D i v i S i ó n D e Á F r i C a C e n t r o - o C C i D e n t a l

historia adventista

Matías Bohuia, chofer de la sede de la División de África Centro-Occidental en Abiyán (Costa de Marfil), sufría graves problemas de próstata. Aun

así, tenía temor de someterse a una cirugía. Sumédico, el doctor Jean-Baptiste Moulo, trató de calmarlo, asegurándole que no sería necesario operarlo si mejoraba con el trata-miento. Eso sucedió el 11 de marzo de 2013.

La operación: Durante la semana, los tratamientos lo hicie-ron sentir mejor. Pero el viernes 15 de marzo, algo inesperado sucedió. Alrededor de las 15:30, el doctor Moulo llevó a Ma-tías a la sala de cirugía. Matías se resistía; no estaba preparado para eso. Aún no le había informado nada a su familia. Pero el doctor Moulo insistió y lo convenció de que tenía que proce-der. Según el médico, esas tres horas y quince minutos fueron de gran crisis. Matías casi perdió la vida en tres ocasiones. El equipo tuvo que hacer un alto para hablar con Dios. El doctor Moulo elevó una oración pidiendo la ayuda divina, y Dios le respondió. Finalmente, la intervención culminó con éxito.

El testimonio: A la noche siguiente, cuando el doctor Moulo visitó a Matías en su habitación, este le preguntó por qué había insistido en operarlo el viernes por la tarde. El doctor Moulo no es adventista, pero le explicó a Matías que cada viernes de noche, el Espíritu de Dios visita la Tierra de manera especial, y la deja el sábado de noche. Por esa razón, el doctor Moulo deja las operaciones más delicadas para los viernes por la tarde. Tan convencido está este médico no adventista de la ayuda y presencia divinas al atardecer del viernes que le dijo que si la intervención se hubiera realizado otro día, el habría muerto.

La fe del doctor Moulo constituye una lección inusual para la iglesia remanente de Dios. Necesitamos tomar en serio la preparación para el sábado, la bienvenida de Yahvé, el Dios de Abrahán, Isaac e Israel. El Señor visita este mundo cada viernes de noche para bendecir y proteger a sus hijos. ¡Aleluya! ¡Qué vívido testimonio que motiva la preparación que debería tener el pueblo de Dios para recibir el sábado y adorarlo «en espíritu y en verdad» (Juan 4:24) en ese día!

Un sábado en el futuroEn la actualidad, Matías cumple su trabajo con alegría, y

su salud ha mejorado. Alabamos a Dios por la misericordia que mostró a su siervo, y oramos para que todos los hijos y siervos de Dios del mundo puedan servirlo de todo corazón hasta que regrese a llevarnos al hogar y, finalmente, nuestros ojos puedan verlo cara a cara.

Esto nos recuerda lo que dice Juan: «Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro» (1 Juan 3:2, 3). Hasta entonces, que el Señor ayude a su pueblo a prepararse para darle la bienvenida cada viernes de noche, tener comunión con él durante las horas sagradas del sábado, y culminar ese día con él al anochecer, así como lo presenta su Palabra (Éxo. 20:8-11; Isa. 58:13, 14; Luc. 23:54-56).

milagros

Josephine y Gilbert Wari

Historias de la División de África Centro-Occidental

clases de

Matthias Bohuia

Dos

La

24 Adventist World | Marzo 2014

Llegará el día en que nos encontraremos con él en ese gran sábado que ha prometido, para ya nunca separarnos ni sufrir más enfermedades, muerte ni dolor.

El accidente más extrañoHace poco, se produjo un terrible y extraño accidente en

el territorio de la Unión Asociación de Nigeria Oriental. El jueves 30 de mayo de 2013, diez integrantes de la familia Abali viajaban desde la ciudad oriental de Port Harcourt a la Universidad Babcock, en el oeste, donde sus queridas Margaret y Chinyere Abali esperaban graduarse el siguiente 2 de junio. Happy Abali, el hijo mayor de la familia, que es ingeniero petrolero y fiel anciano de iglesia, nos hizo saber las terribles noticias: un motociclista que repentinamente cambió de carril había chocado con la nueva furgoneta

la ventana de la furgoneta y los sacó del vehículo en llamas. Escucharon que su madre, el bebé más pequeño, y los demás miembros de la familia gritaban. ¡Qué realidad inexplicable!

Nadie sino Dios puede responder nuestros interrogantes sobre la razón específica de ese accidente en particular. Solo él conoce la identidad específica del «tío». Solo él puede explicar por qué dos niños fueron liberados del horror. Solo él sabe la respuesta.

Podemos decir que, al igual que en el Monte Perazim (Isa. 28:21), el Señor llevó a cabo «su extraña obra». Y pode-mos seguir orando en sumisión y súplica de que se haga su voluntad, y que a él sea la gloria. Algún día, lo entenderemos.

Un llamadoElena White escribió: «Está muy cerca el momento en que

habrá en el mundo una tristeza que ningún bálsamo humano podrá disipar. Se está retirando el Espíritu de Dios. Se siguen unos a otros en rápida sucesión los desastres por mar y tierra. ¡Con cuánta frecuencia oímos hablar de terremotos y ciclones, así como de la destrucción producida por incendios e inundaciones, con gran pérdida de vidas y propiedades! Aparentemente estas calamidades son estallidos caprichosos de las fuerzas desorganizadas y desordenadas de la naturaleza, completamente fuera del dominio humano; pero en todas ellas puede leerse el propósito de Dios. Se cuentan entre los instrumentos por medio de los cuales él procura despertar en hombres y mujeres un sentido del peligro que corren».2

Puede ser que el Señor permita ciertos eventos o situaciones que ahora no entendemos; pero lo haremos cuando lleguemos al hogar. Este es un llamado a prepararse. La tragedia puede golpear a cualquiera, en cualquier lugar. La precaución de alquilar una furgoneta nueva no protegió a los Abali. Lo ines-perado puede golpearnos fácilmente. Si el «tío» decide venir a rescatarnos, lo alabamos. Si él nos permite experimentar una terrible calamidad, sigamos alabándolo, porque su fidelidad es segura. Entretanto, lloramos con los Abali, aguardando «la bienaventurada esperanza» de la mañana de la resurrección (Tito 2:13; 1 Tes. 4:13-18). Gracias por orar por nosotros aquí en la División de África Centro-Occidental. ■

1 Elena White, Consejos para la iglesia, p. 627.2 Elena White, Profetas y reyes, p. 217.

alquilada que transportaba a la familia. La furgoneta volcó y se incendió, produciendo la muerte de ocho miembros de la familia. ¡Qué tragedia atroz!

¿Por qué?: Cuando se le pidió que expresara lo que sentía, el ingeniero Abali respondió: «¿Quién soy yo para cuestionar la autoridad de Dios?». Dios es demasiado sabio para errar.1

En medio del profundo dolor, Abali obtuvo fuerza y seguri-dad en el hecho de que el sábado anterior, la familia había participado junta de la Santa Cena. Frente a la tragedia, le parecía que fue la manera de decirse «adiós».

Un giro inesperado: No todos murieron en el terrible incendio. Dos de los hermanos menores, Unique (de 5 años) y Blossom (de 4) contaron una extraña experiencia. «Vino un tío», le explicaron a Abali. Le dijeron que «el tío» abrió

SOBREVIVIENTES: Unique y Blossom (al centro) fueron los únicos que sobrevivieron al accidente que se cobró las vidas de varios miembros de la familia.

Josephine Wari es directora asociada del Departamento de Educación, y coordinadora de las esposas de pastores en la División de África Centro-Occidental.

Gilbert Wari, su esposo, es el presidente de la División.

Vol. 10 No. 3 | Adventist World 25

R E S P U E S T A S A P R E G U N T A S B Í B L I C A S

y en total independencia de sus acciones. Esta comprensión de la omnipresencia asume que él está en todos lados porque él está en un lugar en particular. Se ubicó a sí mismo en el espacio de sus criaturas, en un lugar específico. El Dios trans-cendental llegó a ser el Dios inmanente al ingresar a nuestro espacio en un lugar en particular. Al describir lo que se pro-dujo en el comienzo, el salmista declara sin ambages: “Firme es tu trono desde siempre; tú eres eternamente” (Sal. 93:2). «Jehová estableció en los cielos su trono y su reino domina sobre todos» (Sal. 103:19). Para el salmista, el trono de Dios se encuentra en el Templo celestial (Sal. 11:4). El único frag-mento del espacio donde lo infinito y lo finito se entrecruzan, y donde la cercanía de Dios puede ser vista y experimentada por sus criaturas inteligentes, es lo que llamamos el Templo celestial. Su majestad y grandeza siguen siendo misteriosas e inimaginables para nosotros. El Templo celestial es tan anti-guo como la misma creación.

3. Un templo real: El Templo celestial no es un detalle incidental de la teología bíblica, o una especulación innece-saria. Es un lugar real que revela el carácter personal de Dios y el intenso amor que siente por sus criaturas. No fue hecho por manos humanas, sino por un acto único de la creación divina. Su realidad es afirmada por el hecho de que es un centro cósmico de adoración para innumerables seres inteli-gentes (Sal. 89:5, 6; Dan. 7:9, 10; Apoc. 4:2-7), y el centro del reino cósmico de Dios (Sal. 103:19). Desde allí, el Señor revela su voluntad a sus criaturas (Sal. 103:20, 21). Desde ese lugar majestuoso, Dios obra para resolver el conflicto cósmico por medio del juicio (Sal. 11:4-6; 33:13-15). Desde allí, desciende y libera a su pueblo de la opresión del enemigo (Sal. 18:6-9, 16, 17), otorga el perdón de los pecados (1 Rey. 8:30, 38, 39), y bendice y justifica a su pueblo (Deut. 26:15; 1 Rey. 8:32). En ese espacio único, Cristo ministra por nosotros ante el Padre (Heb. 7:25). Por medio de Cristo, Dios vino a nuestro mundo pecaminoso, y hemos experimentado su cercanía salvífica (Juan 1:14). ■

lugares celestialesLa discusión sobre la significación del Templo celestial necesita examinar la naturaleza de Dios, su interacción con la creación,

y lo genuino de esta rela-ción. La interacción divina y

su presencia en la creación son temas teológicos profundamente

significativos, y el Templo celestial juega un papel clave para comprenderlas.

1. La naturaleza de Dios: Dios es único. Todo lo que está en el universo pertenece a la esfera de lo que ha sido creado, pero no es así con él. Los teólogos se refieren a esta dimensión de Dios como su trascendencia; en otras palabras, se encuentra por encima y en forma independiente del cosmos. La creación no puede contenerlo (1 Reyes 8:27). Respecto de la creación, por naturaleza, Dios es el distante. La creación no emanó de él, sino que llegó a la existencia por medio de su palabra; se encuentra fuera de él. Dado que Dios es vida en sí mismo, nada de la naturaleza puede contribuir a su existencia. Tampoco necesita nada de ella para preservarse. La naturaleza es el hábitat exclusivo de las criaturas finitas.

Aunque Dios es por naturaleza trascendente, por elección es el siempre presente. Los teólogos se refieren a esto como la inmanencia divina; Dios está presente en su creación. Es un rechazo del deísmo, según el cual Dios creó el universo para abandonarlo a su antojo. En ese caso, Dios sería un creador absolutamente ausente. El Dios inmanente aparece descrito claramente en Génesis 2, donde se lo describe como un Dios activo al momento de crear a los seres humanos. El Dios bíblico condescendió a vivir cerca de sus criaturas, dentro del espacio que creó para ellas. La creación es una expresión de su amor.

2. La cercanía de Dios: Ahora necesitamos pregun-tarnos: ¿De qué manera está presente Dios en su creación? Se han dado respuestas diversas, y a veces complejas, a esta pregunta. Una de las más comunes habla de la omnipresencia (Dios está en todas partes). Esta respuesta se aproxima a la herejía del panteísmo, que afirma que Dios es un ser impersonal que penetra en todo y que, por lo tanto, todo es en esencia divino.

El Dios de la Biblia, sin embargo, es una persona. La Biblia habla de la omnipresencia de Dios en el sentido de que nada dentro del cosmos se lleva a cabo fuera de su presencia

Esperanza en los

Ángel Manuel Rodríguez está jubilado, después de una carrera distinguida como pastor, profesor y teólogo.

¿Por qué es importante

el Santuario celestial?

26 Adventist World | Marzo 2014

E S T U D I O B Í B L I C O

He visitado varias veces el lugar donde se encuentran las ruinas arqueológicas de la antigua Filadelfia. El conservador del lugar siempre me recibe con un gran

abrazo de Oriente Medio. Por cierto, la ciudad está a la altura de su nombre, que significa «ciudad del amor fraternal». Fue fundada antes del año 138 a.C., y fue nombrada en honor del amor de Atalo II Filadelfo por su hermano Eumenes, que lo precedió en el trono. La antigua Filadelfia se encuentra dentro de lo que hoy es un moderno pueblo turco, a unos cincuenta kilómetros al sudeste de Sardis.

Es evidente que los creyentes de Filadelfia eran extrema-damente fieles a Cristo y su Palabra. La ciudad fue uno de los lugares del lanzamiento del cristianismo en la región. Fue la iglesia de puertas abiertas, que compartió el mensaje de Cristo. En el contexto de las profecías históricas de Apocalipsis, Filadelfia representa la fidelidad de los primeros adventistas que, al igual que los creyentes de esa ciudad de la antigüedad, fueron fieles a las Escrituras y proclamaron el mensaje de Jesús con poder en el siglo XIX.

1 ¿Cómo se describe al Ser divino que se dirigió a la iglesia de Filadelfia? ¿Qué título le da el ángel? Lea Apocalipsis 3:7 y compare este pasaje con Levítico 19:2, Jeremías 10:10 y Juan 14:6.El Cristo viviente es perfectamente santo, y sus palabras, por siempre verdaderas. Él mismo se dirige a Juan, instruyéndolo respecto de esas maravillosas verdades para el tiempo del fin.

2 ¿Qué tiene Jesús en su mano, y qué representa? Lea Apocalipsis 3:7 y compárelo con Isaías 22:22 y Lucas 11:52.La llave de David representa la promesa mesiánica: Jesús vino al mundo como el Salvador sufriente, y regresará como el Señor triunfante. Transmite la restauración completa de este mundo de pecado, y del triunfo de Cristo en el gran conflicto sobre el mal.

3 Lea Apocalipsis 3:7, 8; 10:1 y 14:6, 7. ¿Qué ha puesto Jesús ante su iglesia? ¿Qué significado tiene ese evento divino? ¿Cómo se aplica al progreso milagroso del movimiento adventista?Jesús ha ingresado en la puerta abierta del Santuario celestial en el final de la obra de la historia de esta tierra. La puerta del Santuario y la puerta de la salvación están abiertas. Ningún ser humano puede cerrar la puerta que Cristo mismo ha abierto.

El cielo está haciendo su llamado final a toda la humanidad para que se prepare para el pronto regreso de Cristo. La gracia fluye desde el trono eterno hacia cada uno de nosotros.

4 Lea Apocalipsis 3:7, 8 una vez más. ¿Quién ha abierto la puerta? ¿Puede cerrarla algún ser humano? Reflexione en las puertas que Jesús está abriendo ahora mismo en su vida. ¿Qué oportunidades le está dando hoy por las que puede alabarlo?

5 ¿Qué promesa hizo Cristo a la iglesia de Filadelfia, y cómo se aplica esto a la iglesia de Cristo del tiempo del fin? Lea Apocalipsis 3:9 y compárelo con Isaías 56:7, 8; Joel 2:28-32; Amós 9:13-15 y Mateo 24:14.La promesa de Cristo a la iglesia de Filadelfia suena a lo largo del tiempo y anuncia un movimiento poderoso para el tiempo del fin. Está compuesto por creyentes llenos del espíritu, que con valor proclaman su Palabra hasta los fines de la tierra y experimentan la luz del amor y la verdad de Cristo en todas partes. Ver también Apocalipsis 18:1, 2.

6 ¿Qué seguridad da Cristo a su pueblo en relación con las pruebas tumultuosas de los últimos días? Lea Apocalipsis 3:10 y compárelo con las maravillosas promesas de la presencia de Dios en las pruebas de la vida registradas en Isaías 41:10 y 43:1-4, 19-21.

7 Lea Apocalipsis 3:11, 12. ¿Cómo concluye el mensaje a la iglesia de Filadelfia, y qué promesa gloriosa hizo Jesús a su pueblo fiel del tiempo del fin?Esta promesa tiene que haber resonado de manera especial con los creyentes de Filadelfia. La ciudad era conocida por los terremotos. En efecto, un devastador sismo en el año 17 d.C. destruyó la mayor parte de la ciudad. La gente huyó de sus hogares y tenía temor de regresar. La promesa de Cristo es que su pueblo sería una columna en el templo de Dios, que jamás sería removida o sacudida. Jamás tendremos que abandonar el hogar celestial que él nos está preparando.

Cuando el piso bajo nuestros pies se sacuda, y toda la vida parezca desmoronarse a nuestro alrededor, las promesas de Dios seguirán siendo seguras. Él está eternamente con nosotros, y en su presencia tenemos seguridad. Sus promesas son verda-deras, y podemos depositar nuestra confianza en el Cristo que cumplirá todo lo que ha dicho. ■

Una puerta abierta

Mark A. Finley

Filadelfia:

Vol. 10 No. 3 | Adventist World 27

I n t e r C a m B I O d e I d e a s

Pautas para las cartas: Envíelas por favor a [email protected]. Las cartas tienen que ser claras, con una extensión máxima de cien palabras. Incluya el nombre del artículo y la fecha de publicación. Coloque también su nombre, el pueblo o ciudad, el estado o provincia y el país desde donde nos escribe. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todas las cartas serán publicadas.

le fue dado en el contexto de una relación con su hermano. Los envíos masivos jamás pueden ser tan efectivos como las relaciones personales. Acaso necesitamos repensar las cosas y volver al discipulado.

Eric AndersonPuerto Hardy, Columbia BritánicaCanadá

La verdad, la obediencia y la saludLeo Adventist World todos los me-ses. Me impresionó mucho el editorial de Bill Knott titulado «La verdad en acción», y aprecio las columnas de Ángel Manuel Rodríguez, en especial la titulada «Cuestión de obediencia» (Noviembre 2013). También agradezco por los consejos de Allan R. Handysides y Peter N. Landless, en la columna mensual de salud.

Yaovi GagnoTogo

Muchísimas gracias por la revista Adventist World. Realmente disfruto de los editoriales de Bill Knott y de la sección «Respuestas a preguntas bíblicas», de Ángel Manuel Rodríguez.

Margaret MajorAustralia

Sueños de maternidadJamás podré olvidar las palabras de F. Imabong («Sueños de maternidad», Diciembre 2013): «¿Por qué el cielo a veces parece estar silencioso en nuestros momentos de mayor deses-peración, cuando parece que ya no soportamos más, cuando no sabemos qué hacer o a quién ir, cuando parece que solo Dios podría entendernos pero aparentemente no se interesa en nosotros?»

El mensaje de Imabong, que abunda en referencias bíblicas, destila perseverancia. Gracias a la autora y a Adventist World for compartir la perspectiva de esa mujer en la nota de tapa.

Dawna Fae Bradley Rogue River, Oregón, Estados Unidos

¡La nota de tapa de Diciembre 2013 fue excepcional! Yo tampoco puedo tener hijos, y veo que F. Imabong analiza muchos de los puntos que descubrí al estudiar la Biblia en esos años en que luché con el dolor de no concebir. Es importante reconocer que aunque la infertilidad suele ser vista como motivo de dolor para las mujeres, los hombres también la sufren. Ambos sufren por la pérdida del gozo de amar y criar a frutos de su amor. Las mujeres sufren vergüenza,

chismes y culpa. Algunas culturas también avergüenzan a los hombres, incrementándoles la tentación de tener hijos fuera del matrimonio. Más allá de eso, los hombres enfrentan el hecho de que nadie portará su apellido.

En la sociedad judía era muy importante tener una genealogía que incluyera la memoria del nombre. Al no tener descendientes, el nombre del hombre sin hijos dejaba de ser men-cionado en las siguientes generaciones. Jesús tuvo que aceptar esto, como lo predijo Isaías: «Por medio de violencia y de juicio fue quitado; y su genera-ción, ¿quién la contará?» (Isaías 53:8). Al permanecer soltero en obediencia a su misión, Jesús renunció al gozo de la procreación. Solo por fe pudo confiar que en la eternidad «verá descenden-cia» (vers. 10) y estará satisfecho […]. ¡Es un Salvador maravilloso!

Pam BaumgartnerPor vía electrónica

Los que hallan la verdadTed N. C. Wilson relató, en su artículo «Los que hallan la verdad» (Nov. 2013), la inspiradora historia de John Bradshaw, y de cómo el libro El conflicto de los siglos jugó un papel integral en su conversión. Historias como estas son ejemplos maravillosos de la importancia continua del ministerio de publicaciones para la iglesia.

Sí, el libro transformó la vida de John porque contenía grandes verdades. Pero igualmente importante,

Cartas

Es importante reconocer que aunque la infertilidad suele ser vista como motivo de dolor para las mujeres, los hombres también la sufren .

–Pam Baumgartner, Por vía electrónica

28 Adventist World | Marzo 2014

Oraciones y alabanzas: Envíe sus pedidos de oración y agradecimientos por las oraciones contestadas a [email protected]. Sea breve y conciso; dígalo en cincuenta palabras o menos. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todos serán publicados. Incluya por favor su nombre y su país. También puede enviar sus pedidos por fax a: 1-301-680-6638; o por correo a ADVENTIST WORLD, 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600 U.S.A.

Por favor, oren para que mi familia regrese al Señor. Oren también por mi nieta, que está en un viaje misionero.

Mildred, Estados Unidos

Oren por favor por mis padres, mis hermanas y hermanos menores. Oren también por mi salud.

Baraka, Tanzania

Les pido que oren por las víctimas del tifón de Filipinas. Por favor, oren también para que mis hermanos regresen a la iglesia.

Neda, Filipinas

Por favor, oren por mí y mi familia.Karina, Perú

Mi simple pedido de oración es que el Señor me dé sabiduría.

Crest, Zambia

Oren por favor por mi hermana, que no tiene hijos y ha perdido cinco embarazos. Oren para que pueda tener un bebé.

Egnes, Sudáfrica

Tenemos que tomar importantes decisiones respecto de mi madre. La salud de mi hermana tampoco es buena. Que Dios nos abra las puertas. Gracias por sus oraciones.

Luz, México

Necesito ser fiel en guardar el sábado, y fiel al devolver diezmos y ofrendas. Oren por mí.

Janeth, Papúa Nueva Guinea

RESPUESTA: Los asistentes a un Encuentro del Ministerio Joven en Dumaguete City (Negros Oriental, Filipinas), muestran con orgullo las Biblias que recibieron como obsequio.enviaDa por lySa g. SalinaS, CoorDinaDora De JóveneS.

C I T A

A la luz de Cristo, las horas más oscuras de la vida brillan con una luz sin igual .

–Jimmy Lee Martin, Baltimore, Maryland, Estados Unidos.

agradecimientosPedidos y

mund se encuentra?lugar¿En qué del

Un viaje juntos explorando toda la BibliaDios nos habla mediante su Palabra. Únase a otros creyentes de más de 180 países que están leyendo un capítulo de la Biblia por día. Para descargar la Guía de lectura diaria de la Biblia, visite RevivedbyHisWord.org, o apúntese para recibir el capítulo diario de la Biblia por correo electrónico. Para participar de esta iniciativa, comience aquí:

1 DE abRIL DE 2013 • isaías 36

por laRevividos Palabra

Vol. 10 No. 3 | Adventist World 29

Jesús?

¿CÓMO LOdiría

RecargableCientíficos y técnicos de Japón están invirtiendo 200 millones de dólares para construir una batería recargable de tamaño extragrande que almacenará la energía que reciba de la luz del sol.

Fuente: The Rotarian

Según donde vivan, las mujeres tienen las siguientes probabilidades de perder la vida durante el embarazo o el parto:

Afganistán 1 en 32Botsuana 1 en 220Brasil 1 en 910Camboya 1 en 150Estados Unidos 1 en 2400 Finlandia 1 en 12.000India 1 en 170Ruanda 1 en 54

Fuente: The Rotarian

Cuando Jerusalén se encontraba en el cruce de caminos entre Egipto al sur, Roma y Grecia al noroeste, y Babilonia y Asiria al noreste, el idioma común era el arameo.

La «escritura en la pared» de Daniel 5 fue en arameo.

La frase de Jesús en la cruz: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?» fue en arameo

(Mar. 15:34).Aunque el Nuevo Testamen-

to fue escrito en griego, lo más probable es que Jesús y sus

discípulos hablaban en arameo, una lengua semítica emparentada

con el hebreo y el árabe.Hoy día, solo se habla arameo en

la aldea de Malula, en las colinas de las afueras de Damasco (Siria), donde con apoyo estatal, los ancianos aún enseñan la lengua a los niños. Fuera de este enclave, es probable que en una generación o dos el arameo oral desaparezca.

Fuente: Smithsonian

I n t e r C a m B I O d e I d e a s

estadísticasvItALES

«He aquí, vengo pronto . . .»Nuestra misión es elevar a Cristo, uniendo a los adventistas de todo el mundo en creencias, misión, vida y esperanza.

EditorADVENTIST WORLD es una publicación internacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, editada por la Asociación General y la División de Asia-Pacífico Norte de la Iglesia Adventista.

Editor ejecutivo Bill Knott

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Gerente editor internacional Chun, Pyung Duk

Junta editora Ted N. C. Wilson, presidente; Benjamin D. Schoun, vice- presidente; Bill Knott, secretario; Lisa Beardsley-Hardy; Daniel R. Jackson; Robert Lemon; Geoffrey Mbwana; G. T. Ng; Daisy Orion; Juan Prestol; Michael Ryan; Ella S. Simmons; Mark Thomas; Karnik Doukmetzian, asesor legal.

Comisión coordinadora de ADVENTIST WORLD Lee, Jairyong, presidente; Akeri Suzuki; Kenneth Osborn; Guimo Sung; Chun, Pyung Duk: Han, Suk Hee

Editores de Silver Spring, Maryland, EE.UU. Lael Caesar, Gerald A. Klingbeil (editores asociados), Sandra Blackmer, Stephen Chavez, Wilona Karimabadi, Mark A. Kellner, Kimberly Luste Maran

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Dirección y diseño gráfico Jeff Dever, Brett Meliti

Consultores Ted N. C. Wilson, Robert E. Lemon, G. T. Ng, Guillermo E. Biaggi, Lowell C. Cooper, Daniel R. Jackson, Geoffrey Mbwana, Armando Miranda, Pardon K. Mwansa, Michael L. Ryan, Blasious M. Ruguri, Benjamin D. Schoun, Ella S. Simmons, Alberto C. Gulfan Jr., Erton Köhler, Jairyong Lee, Israel Leito, John Rathinaraj, Paul S. Ratsara, Barry Oliver, Bruno Vertallier, Gilbert Wari, Bertil A. Wiklander

A los colaboradores: Aceptamos el envío de manuscritos no solicitados. Dirija toda correspondencia a 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600, EE.UU. Número de fax de la oficina editorial: 1 (301) 680-6638

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A menos que se indique lo contrario, todas las referencias bíblicas pertenecen a la versión Reina Valera. Revisión 1995.

ADVENTIST WORLD es publicada todos los meses e impresa simultáneamente en Alemania, Argentina, Australia, Austria, Brasil, Corea, Estados Unidos e Indonesia.

Vol. 10, No. 3

Maurice Tièche nació en Nîmes (Francia) el 5 de marzo de 1895. Era hijo del pastor, evangelista y administrador adventista Léon-Paul Tièche, y mientras estudiaba literatura y filosofía en la Universidad de

París, se interesó también en estudiar teología y educación.Después de enseñar historia, teología y literatura en varias instituciones

adventistas, llegó a ser pastor y editó la Revue Adventiste, la publicación de la iglesia para los adventistas de habla francesa. También dedicó cuatro años para organizar el ministerio para los jóvenes en Francia.

Después de dejar la enseñanza, fue orador del programa radial La voix de l’espérance («La voz de la esperanza»), que era escuchado en todo el mundo francófono. Escribió numerosos artículos tanto para la prensa denominacional como la secular; habló en numerosas ocasiones sobre educación familiar, y publicó quince libros. Falleció en 1959.

VOCES DE LA PROFECÍA: J. P. Fasnacht (izquierda), Robert Gerber y Maurice Tièche fueron los responsables del ministerio

radial en francés de «La voz de la esperanza» a comienzos

de la década de 1950.

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119Hace años

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