viÑetas de la provincia margarita 4 (29 de abril de 1956 ... · raras combinaciones que pueden...

4
* Empresario, historiado r y narrador. Carlos Caco Ceballos Silva Cosas de mi niñez y juventud Cosas de mi niñez y juventud De lejos y a mi alrededor O TOÑO, 1997.- Me platicaba mi papá que los carrancis- tas tenían el control de la plaza de Colima, y que por todos lados se veía la mano del vencedor y el agobio del vencido; fusilamientos, aprehensiones, abusos y demás agravios propios de las guerras y entre hermanos que siempre son las más crueles y sanguinarias. Un día de tantos, mi nana nos había encatrinado, llevándonos a mi hermana y a mí al jardín frente al Palacio; en esos momentos bajaban la bandera, la plaza llena de soldados y ociales donde descollaban los aguerridos y despiadados yaquis; posiblemente enardecido por las cornetas y los tambores, yo empecé a gritar con todas las fuerzas de mis pequeños pulmones: “Vivan los villistas”, que mi nana, pálida y temblorosa con el rebozo, me tapaba la boquita y yo pataleaba y me sentía asxiar por falta de resuello, pero que tan luego empezaba a tranquilizarme y ella me quitaba el rebozo, reanudaba mis gritos: “Viva Villa y vivan los villistas”, lo que hacía que ella me jalara fuera del jardín, mientras mi hermana Lila, llorando, se jaloneaba para soltarse, y todo esto ante las mi- radas adustas de la soldadesca, terminaba mi padre agregando que mi nana nunca más quiso llevarnos de paseo al jardín. Por los mismos ayeres, cursé párvulos en el colegio ubicado en la primera cuadra de la calle Zara- goza, cuya directora era Ramon- cita Andrade, asistida por Juanita Pamplona, dirigiéndolo con mu- cho acierto, atención y rigidez; en él se educaba y enseñaba a lo más granado de la sociedad colimense, fui condiscípulo de Eduardo Lle- renas, Salvador Gallardo, Sergio Aboud, Concha Bazavilvazo, Esperanza, Mercedes y Consuelo Padilla, Carmen y Lola Vizcaíno, María Luisa Gómez Guerra, Mercedes Venegas, Carolina Vogues, Margarita Guzmán, Alicia Hurtado, mi hermana Beatriz Martínez y otras niñas y niños. Uno de los ejercicios que para mí eran una pena y un sacricio, consistía en que la señorita Ramoncita se paraba en un montón de cintas de colores en la mano, y todos los niños y niñas formados en la, corríamos uno por uno saltando, y al coger el listón, gritábamos: azul, amarillo, verde, según la cinta que cogíamos; desde niño padecí cierto daltonismo, así es que corría, brincaba y gritaba el color que me imaginaba; por supuesto casi nunca le atinaba, pues como no conocía bien los colores, trataba de adivinar, al no ser que al brincar me tocara el blanco o el negro. Cuando el colegio de Ramoncita se cambió frente al Jardín Núñez, precisamente donde está ubicado ac- tualmente Serfín, empezó a llamarse colegio Cuauhtémoc y ahí cursamos el tercer año Eduardo Llerenas, Salvador Gallardo y yo, en compañía de 22 niñas, por lo que siempre nos quedábamos hasta que era hora de cerrar, escabulléndonos por la puerta del jardinero que daba a la calle Zaragoza, y ni aún así, podíamos evitar los gritos y burletas de los hombrecitos de las escuelas oaciales: ¡Benditos entre las mujeres!, ¡taralailos!, ¡jotos!, que nos ponían llenos de vergüenza, y en nuestras caritas se reejaba los colores de los jitomates maduros. Mis primeros amiguitos fuera de la escuela fueron Amador y Jorge Murguía, que vivían por el barrio de la Sangre de Cristo, precisamente donde hoy es la Casa de la Mora; Mario Fernández, frente a la tienda de mi papá; y David Betancourt, contraesquina por Constitución, 5 de mayo y Zaragoza. Desde luego que recuer- do a otros que se me adelantaron en el viaje al cielo, como Enrique Vogel, Jorge Corona, Jorge Gómez Guerra, Alberto Lepe, Rubén, Manuel Negrete y Rafael Béjar. Me acuerdo de otros cuatro que se me desapare- cieron, por lo que no sé si vivirán o habrán “tomado el tren”, y ellos eran Abraham Cárdenas, Manuel Radillo, Juanito Cuéllar y Raúl Bracamontes. Por aquellos años nuestras ilusiones eran “pasar año”, ir de vacaciones a Guadalajara, ver los domingos la llegada del tren, cenar sopitos en la Villa y resbalarnos en La Piedra Lisa. Nuestras obligaciones eran hacer los “viernes primeros”, rezar el rosario por las noches, procurar no ensuciar- nos los pantalones y las blusas, andar bien peinados con goma tragacanto, y aprendernos de memoria el catecismo del padre Ripalda para saber la doc- trina de los sábados en El Beaterio. Cuando nos confesábamos, no- sotros ya niños de trece años, nos aconsejaban que tuviéramos mucho cuidado con las tentaciones, que el chamuco se presentaba en muchas ocasiones como mujer, y esas enseñanzas dieron resul- tado, pues todavía a los veinte años de aquellos tiempos, cuando todavía nos sentíamos como adolescentes, le teníamos miedo cerval al sexo lindo, máxime si éste se nos presentaba colore- teadas y con enaguas y blusas bien ajustaditas, y a ese vapor se debió que toda la muchachada nos convirtiéramos en adoradores del bíblico Onán, que nos concedía lindas guraciones, nada de infecciones y todo sin desembolsar nada del bolsillo; y ahora, con tantos ayeres a cuestas, me nutro de los bonitos y agradables recuerdos que me dejaron tantos amigos y amigas de aquellos tranquilos y bellos tiempos del Colima de ayer. (29 de abril de 1956) Su majestad “El Fotingo” PLAZA CULTURAL DE DIRECTOR GENERAL: ARMANDO MARTÍNEZ DE LA ROSA COORDINADORA: ÉRICKA MARGARITA TREJO Imágenes: Fotos de Archivo. Correo: [email protected] DOMINGO 17 DE FEBRERO DE 2019 2533 VIÑETAS DE LA PROVINCIA 4 8 Ágora PLAZA CULTURAL DE ESCRIBEN: Verónica Zamora, José María Lomelí, Marcela Gómez, José Luis Larios, Gabriel Araico, Miguel Ángel León, Grace Licea, Noé Ranferi Sampedro y Carlos Caco Ceballos. Soledad silencio Miguel Ángel León Govea Despacio, el cauce de la voz. Saliva del lago en que la memoria mira el cielo reejado. Amanece en la inmediatezdelospárpados, y el mundo toma prestado el ritmo del canto de los pájaros; da inicio la búsqueda constante del silencio, altisonante espera, soledad en el aliento. Breve, la vida se consume en la verdad del aire: incendio repentino en el pastizal del tiempo. La noche es estrellada, y ella no está conmigo. Eso es todo, Vincent van Gogh. La voz del silencio, Gerald Moira.

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Page 1: VIÑETAS DE LA PROVINCIA MARGARITA 4 (29 de abril de 1956 ... · Raras combinaciones que pueden estallar en cualquier instante y segar las vidas. Veredas, ondonadas, suaves colinas

* Em

pres

ario

, hist

oria

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y nar

rado

r. †

Carl

os C

aco

Ceba

llos

Silv

a

Cos

as d

e m

i niñ

ez y

juve

ntud

Cos

as d

e m

i niñ

ez y

juve

ntud

De

lejo

s y

a m

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eded

or

OTO

ÑO

, 199

7.- M

e pl

atic

aba

mi p

apá

que

los c

arra

ncis

-ta

s te

nían

el c

ontr

ol d

e la

pla

za d

e C

olim

a, y

que

por

to

dos

lado

s se

veí

a la

man

o de

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cedo

r y

el a

gobi

o de

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ncid

o; f

usila

mie

ntos

, ap

rehe

nsio

nes,

abu

sos

y de

más

agr

avio

s pr

opio

s de

las

gue

rras

y e

ntre

her

man

os q

ue

siem

pre

son

las

más

cru

eles

y s

angu

inar

ias.

Un

día

de ta

ntos

, mi n

ana

nos h

abía

enc

atri

nado

, lle

vánd

onos

a

mi h

erm

ana

y a

mí a

l jar

dín

fren

te a

l Pal

acio

; en

esos

mom

ento

s ba

jaba

n la

ban

dera

, la

plaz

a lle

na d

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ldad

os y

ofi c

iale

s do

nde

desc

olla

ban

los

ague

rrid

os y

des

piad

ados

yaq

uis;

pos

ible

men

te

enar

deci

do p

or la

s cor

neta

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s tam

bore

s, y

o em

pecé

a g

rita

r con

to

das l

as fu

erza

s de

mis

peq

ueño

s pul

mon

es: “

Viv

an lo

s vill

ista

s”,

que

mi n

ana,

pál

ida

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mbl

oros

a co

n el

reb

ozo,

me

tapa

ba la

bo

quit

a y

yo p

atal

eaba

y m

e se

ntía

asfi

xia

r po

r fa

lta

de r

esue

llo,

pero

que

tan

lue

go e

mpe

zaba

a

tran

quili

zarm

e y

ella

me

quit

aba

el r

eboz

o, r

eanu

daba

mis

gri

tos:

“V

iva

Vill

a y

viva

n lo

s vill

ista

s”, l

o qu

e ha

cía

que

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me

jala

ra fu

era

del j

ardí

n, m

ient

ras

mi h

erm

ana

Lila

, llo

rand

o, s

e ja

lone

aba

para

so

ltar

se, y

tod

o es

to a

nte

las

mi-

rada

s ad

usta

s de

la

sold

ades

ca,

term

inab

a m

i pa

dre

agre

gand

o qu

e m

i na

na n

unca

más

qui

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lleva

rnos

de

pase

o al

jard

ín.

Por

los

mis

mos

aye

res,

cur

párv

ulos

en

el c

oleg

io u

bica

do e

n la

pri

mer

a cu

adra

de

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lle Z

ara-

goza

, cuy

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rect

ora

era

Ram

on-

cita

And

rade

, asi

stid

a po

r Jua

nita

Pa

mpl

ona,

dir

igié

ndol

o co

n m

u-ch

o ac

iert

o, a

tenc

ión

y ri

gide

z; e

n él

se e

duca

ba y

ens

eñab

a a

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ás

gran

ado

de la

soci

edad

colim

ense

, fu

i con

disc

ípul

o de

Edu

ardo

Lle

-re

nas,

Sal

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r G

alla

rdo,

Ser

gio

Ab

oud

, C

onch

a B

azav

ilva

zo,

Esp

eran

za, M

erce

des

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onsu

elo

Padi

lla, C

arm

en y

Lol

a V

izca

íno,

M

aría

Lui

sa G

ómez

Gue

rra,

Mer

cede

s Ven

egas

, Car

olin

a V

ogue

s,

Mar

gari

ta G

uzm

án, A

licia

Hur

tado

, mi h

erm

ana

Bea

triz

Mar

tínez

y

otra

s ni

ñas

y ni

ños.

Uno

de

los

ejer

cici

os q

ue p

ara

mí e

ran

una

pena

y u

n sa

crifi

cio,

con

sist

ía e

n qu

e la

señ

orit

a R

amon

cita

se

para

ba e

n un

mon

tón

de c

inta

s de

colo

res e

n la

man

o, y

todo

s los

ni

ños

y ni

ñas

form

ados

en fi l

a, c

orrí

amos

uno

por

uno

sal

tand

o,

y al

cog

er e

l lis

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gri

tába

mos

: azu

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arill

o, v

erde

, seg

ún la

ci

nta

que

cogí

amos

; des

de n

iño

pade

cí c

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o da

lton

ism

o, a

sí e

s qu

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rría

, bri

ncab

a y

grit

aba

el c

olor

que

me

imag

inab

a; p

or

supu

esto

cas

i nun

ca le

ati

naba

, pue

s co

mo

no c

onoc

ía b

ien

los

colo

res,

tra

taba

de

adiv

inar

, al n

o se

r qu

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bri

ncar

me

toca

ra

el b

lanc

o o

el n

egro

. Cua

ndo

el c

oleg

io d

e R

amon

cita

se

cam

bió

fren

te a

l Ja

rdín

Núñ

ez,

prec

isam

ente

don

de e

stá

ubic

ado

ac-

tual

men

te S

erfín

, em

pezó

a ll

amar

se c

oleg

io C

uauh

tém

oc y

ahí

cu

rsam

os e

l ter

cer a

ño E

duar

do L

lere

nas,

Sal

vado

r Gal

lard

o y

yo,

en c

ompa

ñía

de 2

2 ni

ñas,

por

lo q

ue s

iem

pre

nos

qued

ábam

os

hast

a qu

e er

a ho

ra d

e ce

rrar

, esc

abul

lénd

onos

por

la p

uert

a de

l ja

rdin

ero

que

daba

a la

cal

le Z

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oza,

y n

i aún

así

, pod

íam

os

evit

ar l

os g

rito

s y

burl

etas

de

los

hom

brec

itos

de

las

escu

elas

ofi

aci

ales

: ¡B

endi

tos

entr

e la

s m

ujer

es!,

¡tar

alai

los!

, ¡jo

tos!

, que

no

s pon

ían

lleno

s de

verg

üenz

a, y

en

nues

tras

car

itas

se refl e

jaba

lo

s co

lore

s de

los

jitom

ates

mad

uros

.M

is p

rim

eros

am

igui

tos

fuer

a de

la e

scue

la fu

eron

Am

ador

y

Jorg

e M

urgu

ía, q

ue v

ivía

n po

r el

bar

rio

de la

San

gre

de C

rist

o,

prec

isam

ente

don

de h

oy e

s la

Cas

a de

la M

ora;

Mar

io F

erná

ndez

, fr

ente

a la

tien

da d

e m

i pap

á; y

Dav

id B

etan

cour

t, co

ntra

esqu

ina

por C

onst

ituci

ón, 5

de

may

o y

Zara

goza

. Des

de lu

ego

que

recu

er-

do a

otr

os q

ue s

e m

e ad

elan

taro

n en

el

viaj

e al

cie

lo,

com

o E

nriq

ue

Vog

el,

Jorg

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oron

a, J

orge

Góm

ez

Gue

rra,

Alb

erto

Lep

e, R

ubén

, Man

uel

Neg

rete

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afae

l B

éjar

. Me

acue

rdo

de o

tros

cua

tro

que

se m

e de

sapa

re-

cier

on, p

or lo

que

no

sé s

i vi

virá

n o

habr

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tom

ado

el tr

en”,

y e

llos

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A

brah

am C

árde

nas,

Man

uel R

adill

o,

Juan

ito C

uélla

r y

Raú

l Bra

cam

onte

s.

Por

aque

llos

años

nue

stra

s ilu

sion

es

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“pa

sar

año”

, ir

de

vaca

cion

es

a G

uada

laja

ra,

ver

los

dom

ingo

s la

lle

gada

del

tre

n, c

enar

sop

itos

en l

a V

illa

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sbal

arno

s en

La

Pied

ra L

isa.

N

uest

ras

oblig

acio

nes

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hac

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s “v

iern

es p

rim

eros

”, r

ezar

el

rosa

rio

por l

as n

oche

s, p

rocu

rar n

o en

suci

ar-

nos l

os p

anta

lone

s y la

s blu

sas,

and

ar

bien

pei

nado

s con

gom

a tr

agac

anto

, y

apre

nder

nos d

e mem

oria

el ca

teci

smo

del p

adre

Rip

alda

par

a sa

ber

la d

oc-

trin

a de

los

sába

dos

en E

l Bea

teri

o.C

uand

o no

s co

nfes

ábam

os,

no-

sotr

os y

a ni

ños

de t

rece

año

s, n

os

acon

seja

ban

que

tuvi

éram

os m

ucho

cu

idad

o co

n la

s te

ntac

ione

s, q

ue e

l cha

muc

o se

pre

sent

aba

en

muc

has

ocas

ione

s co

mo

muj

er, y

esa

s en

seña

nzas

die

ron

resu

l-ta

do, p

ues t

odav

ía a

los v

eint

e añ

os d

e aq

uello

s tie

mpo

s, c

uand

o to

daví

a no

s se

ntía

mos

com

o ad

oles

cent

es,

le t

enía

mos

mie

do

cerv

al a

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o lin

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áxim

e si

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nos

pre

sent

aba

colo

re-

tead

as y

con

ena

guas

y b

lusa

s bi

en a

just

adit

as, y

a e

se v

apor

se

debi

ó qu

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da la

muc

hach

ada

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onvi

rtié

ram

os e

n ad

orad

ores

de

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lico

Oná

n, q

ue n

os c

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día

linda

s fi g

urac

ione

s, n

ada

de

infe

ccio

nes

y to

do s

in d

esem

bols

ar n

ada

del b

olsi

llo;

y ah

ora,

co

n ta

ntos

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res a

cue

stas

, me

nutr

o de

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onit

os y

agr

adab

les

recu

erdo

s qu

e m

e de

jaro

n ta

ntos

am

igos

y a

mig

as d

e aq

uello

s tr

anqu

ilos

y be

llos

tiem

pos

del C

olim

a de

aye

r.

(29

de a

bril

de 1

956)

Su m

ajes

tad

“El F

otin

go”

PLA

ZA C

ULT

UR

AL

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2533

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4

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PLA

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Mar

ía L

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s, G

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uel Á

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los.

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sile

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uel Á

ngel

Leó

n G

ovea

Des

paci

o,

el c

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la v

oz.

Saliv

a de

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o en

qu

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mem

oria

mir

ael

cie

lo r

efl e

jado

.

Am

anec

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edia

tez d

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párp

ados

,y

el m

undo

tom

a pr

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do e

l rit

mo

del c

anto

de

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pája

ros;

da in

icio

la b

úsqu

eda

cons

tant

e de

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,al

tiso

nant

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pera

,so

leda

d en

el a

lient

o.

Bre

ve,

la v

id a

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onsu

me

en la

ver

dad

del a

ire:

ince

ndio

rep

enti

noen

el p

asti

zal d

el ti

empo

.

La

noc

he

es e

stre

lla

da

, y e

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no

está

co

nm

igo.

Eso

es

tod

o, V

ince

nt

van

Gog

h.

La

voz

del

sil

enci

o, G

eral

d M

oira

.

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2Ágora

PLA

ZA C

ULT

UR

AL

DE

7Ágora

PLA

ZA C

ULT

UR

AL

DE

En la

his

tori

a de

l art

e...

Ágo

ra

Veró

nica

Zam

ora

Barr

ios

La e

xplo

sión

Vall

e de

lágr

imas

LA

S se

ñori

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Juan

a R

osal

es y

Ter

esit

a C

eval

los

vení

an e

n m

isió

n se

cret

a y

muy

esp

ecia

l por

tan

to p

elig

rosa

, si e

s qu

e ha

bía

algo

que

no

fuer

a ri

esgo

de

perd

er la

vid

a en

eso

s ti

empo

s. A

mba

s se

hab

ían

hosp

edad

o di

scre

tam

ente

en

una

casa

del

cen

tro

de la

ciu

dad

trop

ical

. Sal

iero

n po

r la

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heci

ta a

tom

ar e

l fr

esco

, pue

s er

a m

es d

e ca

loro

nes.

Ago

sto

habí

a si

do te

stig

o de

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uert

e de

Tom

asit

o,

el m

árti

r, y

de

muc

hos

más

. El c

uart

el d

e la

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erza

s de

l gob

iern

o er

a el

pro

pio

sem

i-na

rio

y la

s ca

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nas

de t

odos

los

tem

plos

est

aban

cal

lada

s. A

un a

sí, J

uana

y T

eres

a es

cuch

aban

los

preg

ones

, pas

eaba

n y

com

prab

an p

an, u

na m

ujer

de

rebo

zo c

hano

les

desl

izó

un p

apel

ito

escr

ito

en c

lave

. La

salid

a se

ría

muy

tem

pran

o, h

acia

la H

acie

nda

La

Esp

eran

za. Y

a es

taba

avi

sado

un

peón

de

confi

anz

a de

don

Enr

ique

Sho

ndub

e, d

ueño

de

la h

acie

nda,

un

alem

án q

ue v

estí

a de

man

ta y

hua

rach

es q

ue lo

mis

mo

ayud

aba

al

gobi

erno

y lo

grab

a co

nces

ione

s pa

ra in

trod

ucir

la lu

z el

éctr

ica

que

apoy

aba

a la

cau

sa

sant

a, o

blig

ado

por

la c

onve

nien

cia

que

repr

esen

taba

, ir

en c

ontr

a de

los

agra

rist

as y

el

rep

arto

de

tier

ras.

-¿Q

ué tr

aen

las

seño

rita

s en

esa

s m

alet

as s

i no

son

arm

as n

i par

que?

-pr

egun

taba

M

arco

s a

Dio

nisi

o.-T

raen

exp

losi

vos

para

pre

para

r bo

mba

s, M

arqu

itos

, la

s co

sas

que

se r

equi

eren

pa

ra a

rmar

las

y es

e m

ater

ial e

s m

uy le

tal,

muy

pel

igro

so. V

amos

a a

rmar

las

aquí

en

el

cam

pam

ento

, con

lata

s de

con

serv

a.Lo

s dos

hom

bres

mir

aban

a lo

lejo

s, h

acia

los a

rroz

ales

, com

o bu

scan

do a

lgun

a se

ñal.

Enc

endi

eron

un

ciga

rro

y re

gres

aron

por

la v

ered

a.A

l am

anec

er, l

os c

ampo

s de

stel

laba

n en

el h

o-ri

zont

e, c

on e

l roc

ío c

uaja

do a

l sol

que

des

punt

aba

el d

ía. L

os c

abal

los e

ntra

ban

por s

ende

ros p

erdi

dos

que

los

cam

pesi

nos

cono

cían

a la

per

fecc

ión.

La g

ente

del

gob

iern

o “a

ndab

a le

jos”

, les

dijo

el

guía

. El a

gua

rega

ba la

tie

rra,

y lo

s ri

cos

sem

bra-

díos

hac

ían

nota

r qu

e la

reg

ión

se h

alla

ba e

n un

pe

riod

o al

tam

ente

pro

duct

ivo

bajo

la m

ano

fuer

te

de S

hond

ube.

-El

patr

ón a

nda

en e

l Fr

esna

l, no

lo

verá

n,

seño

rita

s, s

ólo

nos

reci

birá

nue

stra

gen

te p

ara

que

desc

anse

n ta

ntit

o y

ver q

ué ra

zón

nos d

an d

e lo

s de

La H

ierb

abue

na -

les

info

rmó

aque

l ho

mbr

e, c

asi

anci

ano,

que

las

acom

paña

ba.

Am

bas

muj

eres

hab

ían

salid

o de

Gua

dala

jara

: Te

resa

, huy

endo

de

sus p

adre

s que

no

eran

“cru

za-

dos”

; y J

uana

, que

ya

habí

a pe

rdid

o a

su h

erm

ano

en e

sa lu

cha

por

la li

bert

ad r

elig

iosa

.E

ntra

ron

a lo

s ter

reno

s de

la H

acie

nda

y di

visa

-ro

n el

her

mos

o ca

seró

n, b

ajar

on p

or la

s ch

ozas

de

los

trab

ajad

ores

, vie

ron

el m

olin

o de

arr

oz q

ue e

l pr

opio

Sho

ndub

e ha

bía

traí

do e

inst

alad

o co

n su

s ta

ntos

recu

rsos

de

inge

nier

ía q

ue m

arav

illab

an a

los p

obla

dore

s de

Toni

la y

pue

blos

cer

-ca

nos.

A su

enc

uent

ro, l

os p

erro

s y lo

s niñ

os le

s ind

icar

on q

ue F

élix

May

oral

est

aba

cerc

a.U

n ra

nche

ro d

e ba

ja e

stat

ura

y ro

stro

hur

año

las

llevó

a u

na c

asit

a ju

nto

a la

s ca

-ba

lleri

zas.

-Ya

todo

est

á lis

to a

rec

ibir

las,

señ

orit

as, m

i co

rone

l Mar

quit

os la

s es

pera

en

La

Bar

ranc

a de

l Fra

ile y

él m

ism

o la

s re

sgua

rdar

á ha

sta

el c

ampa

men

to d

onde

arm

arán

la

s bo

mba

s; te

ngan

cui

dado

y ¡V

iva

Cri

sto

Rey

!C

onti

nuar

on h

acia

la s

ierr

a vo

lcán

ica,

falt

aba

muc

ho, d

ijo e

l moz

o; la

s m

ujer

es e

s-ta

ban

mol

idas

por

la m

ontu

ra, l

a si

lla to

sca

de u

nos

caba

llos

que

pasa

ban

por j

amel

gos

y la

s ro

pas

hum

ildes

olo

rosa

s a

petr

óleo

y p

obre

za q

ue le

s ha

bían

pre

stad

o en

Col

ima

las

tort

urab

an. S

e m

irar

on. U

na d

ulce

tri

stez

a le

s lle

nó lo

s oj

os q

ue s

e in

unda

ron

de

lágr

imas

. Era

n dí

as d

e do

lor,

de

desa

mpa

ro y

ent

once

s, a

l mis

mo

tiem

po c

omen

zaro

n a

cant

ar: “

Tú r

eina

rás,

/ es

te e

s el

gri

to q

ue a

rdie

nte

exha

la n

uest

ra fe

,/ tú

rei

nará

s/ ¡o

h!

Rey

ben

dito

,/ p

ues

tú d

ijist

e re

inar

é…”.

-A v

er si

se c

alla

n, se

ñori

tas,

est

amos

pas

ando

cer

ca d

e lo

s sol

dado

s; re

cen

un P

adre

N

uest

ro c

on e

l pen

sam

ient

o y

perd

onen

, per

o yo

no

me

quie

ro m

orir

.Se

cal

laro

n, se

aco

mod

aron

. Un

huar

ache

le h

abía

cal

ado

el p

ie a

Jua

nita

y sa

ngra

ba

ya la

am

polla

de

su p

iel d

elic

ada

de m

ucha

cha

tapa

tía.

Den

tro

de la

s m

alet

as b

ullía

n lo

s el

emen

tos,

el T

NT,

el a

rsén

ico,

sus

alm

as ll

enas

de

mie

do y

mel

anco

lía. R

aras

com

-

bina

cion

es q

ue p

onen

en

pelig

ro la

vid

a de

la g

ente

. Rar

as c

ombi

naci

ones

que

pue

den

esta

llar

en c

ualq

uier

inst

ante

y s

egar

las

vida

s.V

ered

as, o

ndon

adas

, sua

ves

colin

as. L

as fa

ldas

del

Vol

cán

son

de m

ujer

, y e

n su

s so

leda

des

hay

una

mag

ia q

ue d

espi

erta

a v

eces

tem

or y

a v

eces

mar

avill

a. S

e es

cuch

an

pisa

das

en la

hoj

aras

ca, s

e m

ulti

plic

an la

s vi

sion

es d

e ve

nado

s y

felin

os. E

l moz

o va

con

la

esc

opet

a al

erta

y e

ntra

n a

la o

scur

a ba

rran

ca c

asi a

l ano

chec

er…

-¿Q

uién

viv

e?-¡

Cri

sto

Rey

!-A

laba

do s

ea J

esús

-exc

lam

aron

todo

s.Y

de e

ntre

los

cafe

tos

salió

Mar

cos,

aco

mpa

ñado

de

tres

de

sus

hom

bres

, am

igos

de

caus

a: R

afae

l Bor

jas,

Ped

ro R

adill

o, P

etro

nilo

Vue

lvas

El C

hapo

tán,

y T

rini

Lóp

ez, q

ue

salu

daro

n a

las

seño

rita

s qu

itán

dose

los

som

brer

os d

e cu

atro

ped

rada

s.-G

raci

as a

Dio

s que

lleg

aron

con

bie

n. M

i gen

eral

Dio

nisi

o le

s man

da sa

ludo

s y ta

m-

bién

el p

adre

Och

oa q

ue n

os e

stán

esp

eran

do e

n La

Mes

a, y

a va

n a

desc

ansa

r us

tede

s en

el c

ampa

men

to.

Dic

ho e

sto,

Mar

cos

se h

izo

carg

o de

enc

abez

ar a

l gru

po y

con

dos

o t

res

seña

les

a su

s ho

mbr

es fl

anqu

earo

n a

Juan

a y

Tere

sita

que

des

falle

cían

en

med

io d

e un

bos

que

volc

ánic

o sa

lvaj

e, d

esco

noci

do.

El j

efe

Dio

nisi

o lo

s re

cibi

ó en

la M

esa

de la

Yer

babu

ena.

Cad

a fa

mili

a cr

iste

ra s

e ac

ercó

a s

alud

ar a

las

com

pañe

ras

de la

Lig

a. L

a ca

rga

fue

tran

spor

tada

con

cui

dado

al

inte

rior

de

un ja

caló

n bi

en c

ubie

rto

de z

acat

e y

con

pare

des d

e ba

jare

te. S

e lle

gó la

hor

a de

l ros

ario

. C

anto

s y v

ivas

ani

mab

an a

l peq

ueño

cam

pam

ento

. Ya

ent

rada

la n

oche

lleg

aron

más

not

icia

s a

trav

és

de o

tros

niñ

os q

ue a

pena

s ves

tido

s y su

cios

dej

aban

lo

s so

mbr

eros

de

palm

a y

com

enza

ban

a ha

blar

de

los

mue

rtos

, de

los

sold

ados

que

hab

ían

burl

ado

y de

la s

eñor

a A

nton

ia C

oron

a, c

auti

va e

n el

Ref

ugio

po

r la

gen

te d

e Pl

oned

a.-A

ver

, ¿qu

é sa

ben

uste

des

de la

señ

ora,

pue

s?

-los

inte

rrog

ó M

arqu

itos

.-P

ues

de s

aber

, sab

er, n

ada

en c

laro

, la

vim

os

lava

ndo

cam

isas

en

el rí

o de

la b

arra

nca,

dic

en q

ue

es r

opa

del g

ener

al e

se b

igot

ón…

Plo

neda

.Lo

s ojo

s de

Mar

cos s

e en

som

brec

iero

n. É

l no

era

hom

bre

de o

cult

ar n

ada,

pos

eía

una

mir

ada

sim

ple

de la

gen

te q

ue c

onte

mpl

a si

empr

e lo

s mis

mos

pai

-sa

jes y

sólo

ve

cam

biar

el a

ire,

los t

onos

dor

ados

de

las c

olin

as, l

os a

man

ecer

es d

e m

ar, e

l air

e de

nso

de

la m

onta

ña cu

ando

va

a lle

gar e

l tie

mpo

de

la ll

uvia

.-H

abrá

que

ir a

l Ref

ugio

-le

dijo

al C

hapo

tán,

qu

e de

cer

ca lo

seg

uía

siem

pre

más

que

com

o un

co

mpa

ñero

de

guer

ra, c

omo

un g

uard

ián

disp

uest

o a

dar

la v

ida

por

él.

-Cua

ndo

lo d

ispo

ngas

, cor

onel

, si q

uier

es a

hori

ta m

ism

o.M

arco

s ap

enas

alc

anzó

a c

onte

star

un

sí v

erti

gino

so, p

ero

un s

onid

o ex

plos

ivo

vino

en

segu

ida,

un

crep

itar

de

hier

ba s

eca,

un

alar

ido,

gri

tos

de m

ujer

, más

gri

tos…

¡San

tís-

ma

virg

en! D

e en

tre

las

llam

as d

e un

a de

las

choz

as s

alía

n tr

es c

uerp

os v

ivos

, una

sol

a ám

pula

de

carn

e qu

emad

a qu

e m

ostr

aba

las

órbi

tas

de lo

s oj

os ll

enos

de

dolo

r. T

oda

la

piel

neg

ra, e

l cor

azón

enl

oque

cido

no

atin

aba

a de

cir l

o qu

e ha

bía

suce

dido

. La

gent

e de

l ca

mpa

men

to a

paga

ba e

l fue

go y

el p

adre

Mig

uel t

rata

ba e

n va

no d

e ex

plic

ar e

l est

allid

o.-¡

Ars

énic

o! ¡A

rsén

ico!

Hág

ase

Seño

r tu

vol

unta

d.E

l cao

s hi

zo d

e aq

uella

noc

he u

n infi e

rno

en la

s al

tura

s de

aqu

ella

ave

ntur

a. M

igue

l O

choa

veí

a co

nsum

irse

a lo

s tre

s cue

rpos

: Dio

nisi

o E

duar

do, s

u he

rman

o; J

uana

Ros

ales

y

Tere

sita

Cev

allo

s, a

goni

zaba

n.-F

ue c

ulpa

mía

, pad

re; c

onfi é

sem

e, d

eme

la c

omun

ión.

Con

los l

abio

s neg

ros,

una

mas

a de

car

ne si

n su

sten

to y

a pa

ra v

ivir

. La

gent

e llo

raba

po

r la

s ví

ctim

as. O

choa

se

acer

có a

los

catr

es p

ara

auxi

liarl

os e

n la

más

larg

a no

che

de

dolo

r qu

e lo

s cr

iste

ros

recu

erde

n.-M

uero

en

Gra

cia

de D

ios.

Nun

ca p

ensé

ter

min

ar a

sí, h

erm

ano,

cre

í que

ser

ía

en c

omba

te. N

unca

mat

é a

nadi

e -c

oncl

uyó

Dio

nisi

o E

duar

do O

choa

con

su

últi

mo

alie

nto.

17 d

e F

ebre

ro16

73.-

Mur

ió J

ean-

Bap

tist

e Po

quel

in, M

oliè

re, d

ram

atur

go fr

ancé

s. C

onsi

dera

do e

l pa

dre

de la

com

edia

fran

cesa

, sig

ue s

iend

o el

aut

or m

ás in

terp

reta

do. D

espi

adad

o co

n la

ped

ante

ría

de

los f

also

s sab

ios,

la m

enti

ra d

e lo

s méd

icos

igno

rant

es, l

a pr

eten

cios

idad

de

los b

urgu

eses

enr

ique

cido

s,

Mol

ière

exa

lta

la ju

vent

ud, a

la q

ue q

uier

e lib

erar

de

rest

ricc

ione

s ab

surd

as. E

l Tar

tufo

(16

64),

Don

Ju

an (1

665)

, El m

isán

trop

o (1

666)

, El m

édic

o a

palo

s (1

666)

y E

l ava

ro (L

’Ava

re, 1

668)

, son

alg

unas

de

sus

obr

as m

ás c

onoc

idas

.

18 d

e F

ebre

ro15

64.-

Fal

leci

ó M

igue

l Á

ngel

Buo

narr

oti,

polif

acét

ico

arti

sta

(arq

uite

cto,

pin

tor

y es

cult

or)

del

Ren

acim

ient

o it

alia

no. D

esar

rolló

su

labo

r ar

tíst

ica

a lo

larg

o de

más

de

sete

nta

años

ent

re F

lore

ncia

y

Rom

a, q

ue e

ra d

onde

viv

ían

sus

gran

des

mec

enas

, la

fam

ilia

Méd

icis

de

Flor

enci

a y

los

dife

rent

es

Papa

s ro

man

os. T

riun

fó e

n to

das

las

arte

s en

las

que

trab

ajó,

car

acte

rizá

ndos

e po

r su

per

fecc

ioni

smo.

La

esc

ultu

ra, s

egún

hab

ía d

ecla

rado

, era

su p

redi

lect

a y

la p

rim

era

a la

que

se d

edic

ó; a

con

tinu

ació

n, la

pi

ntur

a, c

asi c

omo

una

impo

sici

ón p

or p

arte

del

pap

a Ju

lio II

, y q

ue se

con

cret

ó en

una

obr

a ex

cepc

iona

l qu

e m

agnífi c

a la

bóv

eda

de la

Cap

illa

Sixt

ina;

y y

a en

sus ú

ltim

os a

ños,

real

izó

proy

ecto

s arq

uite

ctón

icos

.

19 d

e F

ebre

ro19

37.-

Se

suic

idó

el e

scri

tor

Hor

acio

Qui

roga

, cu

enti

sta,

dra

mat

urgo

y p

oeta

uru

guay

o. F

ue e

l m

aest

ro d

el c

uent

o la

tino

amer

ican

o, d

e pr

osa

vívi

da, n

atur

alis

ta y

mod

erni

sta.

Sus

rela

tos

brev

es, q

ue

a m

enud

o re

trat

an a

la n

atur

alez

a ba

jo ra

sgos

tem

ible

s y

horr

oros

os, y

com

o en

emig

a de

l ser

hum

ano,

le

val

iero

n se

r com

para

do c

on e

l est

adou

nide

nse

Edg

ar A

llan

Poe.

Est

udio

sos

de s

u ob

ra o

pina

n qu

e la

fa

scin

ació

n co

n la

mue

rte,

los

acci

dent

es y

la e

nfer

med

ad s

e de

ben

a la

vid

a in

creí

blem

ente

tr

ágic

a qu

e le

tocó

en

suer

te, p

ero

ha d

ejad

o pa

ra la

pos

teri

dad

algu

nas

de la

s pi

ezas

más

bri

llant

es d

e la

lite

ratu

ra h

ispa

noam

eric

ana

del S

iglo

X

X. L

a ve

rsió

n ac

tual

de

Cue

ntos

de

amor

, de

locu

ra y

de

mue

rte,

es

una

obra

que

reú

ne s

us n

arra

cion

es m

ás r

econ

ocid

as.

22 d

e F

ebre

ro19

42.-

Se su

icid

ó St

efan

Zw

eig,

un

escr

itor,

bió

graf

o y

activ

ista

so

cial

aus

tria

co d

e la

pri

mer

a m

itad

del

Sig

lo X

X.

Sus

obra

s fu

eron

de

las

prim

eras

en

prot

esta

r co

ntra

la in

terv

enci

ón d

e A

lem

ania

en

la S

egun

da G

uerr

a M

undi

al y

fue

muy

pop

ular

en-

tre

1920

y 1

930.

Esc

ribi

ó no

vela

s, re

lato

s y

biog

rafía

s. D

e es

tas

últim

as, s

on p

artic

ular

men

te co

noci

das l

as d

e M

aría

Est

uard

o y

la d

e Fo

uché

, una

obr

a m

itad

bio

graf

ía y

mit

ad n

ovel

a hi

stór

ica

muy

inte

resa

nte

sobr

e un

per

sona

je q

ue n

adie

ha

podi

do d

efi n

ir

mej

or n

i ant

es n

i des

pués

. Otr

a de

sus

bio

graf

ías,

la d

edic

ada

a M

aría

Ant

onie

ta, f

ue a

dapt

ada

al c

ine

en H

olly

woo

d.

23 d

e F

ebre

ro16

01 M

urió

el p

into

r y

grab

ador

ital

iano

Ago

stin

o C

arra

cci,

per-

tene

cien

te a

la tr

ansi

ción

ent

re e

l Man

ieri

smo

y el

nac

ient

e B

arro

co.

Segu

ía c

omo

idea

l la

natu

rale

za, y

fue,

con

sus

par

ient

es A

nnib

ale

y Lu

dovi

co, e

l fun

dado

r de

una

esc

uela

que

bus

caba

una

vis

ión

más

pa

rtic

ular

izad

a de

ést

a, y

en

cier

to m

odo

riva

l al e

stilo

pre

co-

niza

do p

or C

arav

aggi

o. E

ste

esti

lo p

ictó

rico

, qu

e en

cont

gran

eco

en

el a

mbi

ente

rel

igio

so d

e la

Con

trar

refo

rma,

se

den

omin

a cl

asic

ism

o bo

loñé

s. C

on s

u he

rman

o A

nnib

ale

fund

ó la

Aca

dem

ia d

e lo

s E

ncam

ina-

dos

o de

los

Des

eoso

s, p

ropu

gnan

do u

n es

tilo

op

uest

o al

Man

ieri

smo

que

no t

arda

rá e

n im

pone

rse

a pe

sar

de la

s cr

ític

as p

or p

arte

de

los

ambi

ente

s m

anie

rist

as d

e B

olon

ia.

1999

.- E

l gu

itar

rist

a m

exic

ano

Car

los

Sant

ana

obtu

vo o

cho

Pre

mio

s G

ram

my,

ig

uala

ndo

el r

écor

d qu

e po

seía

Mic

hael

Ja

ckso

n, lo

grad

o en

198

3.20

04.

- La

esc

rito

ra c

olom

bian

a La

ura

Res

trep

o ga

nó e

l Pre

mio

Alfa

guar

a de

Nov

ela

con

su o

bra

Del

irio

.20

09.

- Pe

nélo

pe C

ruz

se c

onvi

rtió

en

la

prim

era

actr

iz e

spañ

ola

en c

onse

guir

un

Prem

io

Ósc

ar.

Lapi

sláz

uli

Ner

udia

noG

race

Lic

ea

De

qué

entr

aña

oscu

ra d

e la

tier

rase

con

stit

uyó

el

min

eral

lazu

rita

reun

ido

de la

sa

l azu

l, ul

tram

arin

apa

ra c

onfo

rmar

tu s

ólid

o co

razó

n.D

e m

illon

es d

e añ

os d

esce

ndis

tepo

lvo

este

lar,

qu

ímic

a ce

lest

e,pa

ra p

reña

r la

roc

a.D

e qu

é ol

a su

ave

se

form

ó tu

sup

erfi c

iede

l mar

de

Chi

le.

Isla

Neg

ra, d

etuv

o la

imag

en d

e su

mar

ina

piel

y el

bes

o de

su

esp

uma

en u

na v

eta,

la fo

rjad

a ge

ma

que

llegó

a m

í.La

bes

o to

dos

los

días

, com

o be

sarí

a al

mar

la a

mad

a,

la a

mal

gam

ada

gem

a.

El j

ug

lar,

Mar

c C

hag

all.

Pin

tura

de

Rem

edio

s V

aro.

Ent

once

s at

ravi

eso

the

fact

una

mañ

ana

sim

ple

de d

omin

goen

el i

nsta

nte

de tr

ansi

ción

entr

e la

osc

urid

ad y

el d

ía

Res

piro

, abs

orbo

the

thin

gm

ient

ras

los

pája

ros

dice

n co

sas

yen

los

pequ

eños

sile

ncio

sdo

nde

exis

to s

olo

yoto

daví

a de

sper

tand

o

The

thin

g is

olv

idar

se d

el w

hyde

jar

en p

az e

l por

qué

the

fact

is y

ou c

an n

ot c

ontr

olth

ings

la c

osa

es q

ue tú

are

the

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Vue

lve

a se

r la

noc

he c

uand

opi

enso

en

ties

a os

curi

dad

vací

a el

abi

smo

en d

onde

due

rmes

Y no

es q

ue to

do e

sto

sea

abou

t you

de h

echo

it is

not

abo

ut y

oum

ucha

s ve

ces

that

´s th

e th

ing

it is

not

abo

ut y

ou

Ope

n yo

ur e

yes

and

ther

e is

ligh

tit

´s s

unda

y m

orni

ngun

a fr

anja

lum

inos

a de

bajo

del

dom

o az

ul p

álid

o7:

25 a

.m.

dom

ingo

3 d

e fe

brer

o

The

thin

gD

anie

la A

rtem

isa

Arc

eo G

alle

gos

s y

la e

nfer

med

ad s

e de

ben

a la

vid

ain

creí

blem

ente

jado

par

a la

pos

teri

dad

algu

nas

ura

hisp

anoa

mer

ican

a de

l Sig

loor

, de

locu

ray

de m

uert

e, e

s s

reco

noci

das.

rito

r, b

iógr

afo

y ac

tivis

ta

el S

iglo

XX

. Su

s ob

ras

ntra

la in

terv

enci

ón d

ey

fue

muy

pop

ular

en-

sy

biog

rafía

s. D

e es

tas

as d

eM

aría

Est

uard

o y

mit

ad n

ovel

a hi

stór

ica

nadi

e ha

pod

ido

defi n

irog

rafía

s, la

ded

icad

a a

n H

olly

woo

d.

ano

Ago

stin

o C

arra

cci,

per-

rism

o y

el n

acie

nte

Bar

roco

.on

sus

par

ient

es A

nnib

ale

y ue

bus

caba

una

vis

ión

más

do r

ival

al e

stilo

pre

co-

óric

o, q

ue e

ncon

tró

Con

trar

refo

rma,

u

herm

ano

cam

ina-

esti

lo

á en

arte

. lo

sm

y,

ael

aura

ovel

a

en l

aPr

emio

La

actr

iz e

spañ

ola,

Pen

élop

e C

ruz.

Page 3: VIÑETAS DE LA PROVINCIA MARGARITA 4 (29 de abril de 1956 ... · Raras combinaciones que pueden estallar en cualquier instante y segar las vidas. Veredas, ondonadas, suaves colinas

SE q

ueda

ría

en c

asa

de L

ucía

has

ta q

ue p

asar

a la

lluv

ia. A

mbo

s m

irab

an la

lu

z te

nue

de la

tard

e en

trar

por

la v

enta

na, m

ient

ras

com

part

ían

el ú

ltim

o ci

garr

o. A

l res

pira

r el

hum

o, E

nar

lo a

guan

taba

lo m

ás q

ue p

odía

, has

ta

tose

r al

pun

to d

e la

asf

ixia

; se

recu

pera

ba s

iem

pre

por

algú

n m

ilagr

o de

l cu

erpo

y t

erm

inab

a ti

rado

en

el s

uelo

des

pués

de

un r

ato,

aca

rici

ando

el c

abel

lo

de L

ucía

con

tern

ura.

Ello

s lo

int

enta

n, L

ucía

, de

verd

ad q

ue l

o in

tent

an, p

ero

no h

acen

más

que

da

rse

cont

ra la

bar

da c

uand

o lo

hac

en; l

os im

agin

o, lo

s ve

o ah

í en

sus

tard

es d

e oc

io c

reye

ndo

sabe

r de

sus

mov

imie

ntos

, que

rien

do d

esci

frar

si e

sa m

ujer

que

ven

ah

í es

acor

de a

su

nom

bre

y su

nom

bre

a su

cue

rpo

y su

cue

rpo

a su

voz

. Esa

voz

su

ya. T

endr

ía q

ue i

nten

tarl

o yo

tam

bién

, lee

r al

guno

s no

mbr

es i

nsól

itos

en

los

dicc

iona

rios

y lu

ego

obse

rvar

le, o

bser

varl

e de

teni

dam

ente

has

ta q

ue e

n m

i cer

ebro

se

alin

ee a

lgo

com

o lo

s as

tros

-neu

rona

s-es

trel

las

y de

toda

s el

las

surj

a co

mo

un h

az e

léct

rico

de

vida

qu

e, e

n el

mej

or d

e lo

s ca

sos,

dig

amos

, en

una

sa

lud

no t

an t

irad

a co

mo

la m

ía, s

ería

pos

ible

, y

no h

abrí

a po

r qu

é de

scar

tarl

o, L

ucía

, por

que

hay

que

ser

just

os,

serí

a po

sibl

e qu

e en

cont

rara

la

pala

bra

o pa

labr

as p

erfe

ctas

, no

cua

lqui

era,

tal

ve

z un

a qu

e só

lo y

o en

tien

da p

or lo

insó

lita

o un

a qu

e lo

mis

mo

ya s

e ha

ya d

icho

, la

adec

uada

par

a us

ted,

la p

alab

ra q

ue d

iga

brev

emen

te a

lgo

de t

i. B

reve

. Sin

pre

tens

ione

s de

sol

itar

io r

eneg

ado,

sin

la

sed

cie

ga.

El

prob

lem

a su

ena

y lo

oím

os f

ácil

, pe

ro y

a sa

bes

cóm

o es

la

men

te d

e re

beld

e. T

endr

ía q

ue

tira

r pa

labr

as,

Lucí

a, p

alab

ras

por

sueñ

os,

y m

e di

scul

pará

s, p

orqu

e yo

no

soy

un e

scri

tor

ni n

ada

de e

so, t

an s

ólo

tal v

ez u

n ti

rado

r im

agin

ario

que

in

tent

ará

dar e

n el

bla

nco

vuln

erab

le to

das

las

no-

ches

, bla

nco

del s

ueño

. Ent

once

s lo

pen

sarí

a. M

e le

vant

aría

toda

s la

s m

añan

as a

pre

para

r caf

é a

eso

de la

s 7:

30 y

lo p

ensa

ría

dete

nida

men

te u

na v

ez

más

. La

mañ

ana

avan

zarí

a y

yo h

abrí

a co

men

zado

de

cua

lqui

er f

orm

a la

s ac

tivi

dade

s ne

cesa

rias

de

aque

l dí

a, l

os c

alce

tine

s o

la r

opa

o lo

s lib

ros,

o

los

ciga

rros

que

no

deja

n de

gus

tarn

os, e

nton

ces

apar

ecer

ía a

nte

mí l

os r

ecue

rdos

de

las

prom

esas

y

obje

tivo

s qu

e un

o se

hac

e pa

ra a

tars

e un

poc

o al

sue

lo, d

e al

go, t

an s

ólo

para

sob

revi

vir,

Luc

ía,

pero

aho

ra s

ería

un

poco

dif

eren

te, p

orqu

e yo

ya

habr

ía le

ído

los

dicc

iona

rios

con

el a

fán

aún

vivo

de

la

búsq

ueda

de

su n

ombr

e o

letr

a pe

rfec

ta.

Ent

once

s se

acu

mul

aría

todo

en

mí,

just

o as

í com

o se

acu

mul

an lo

s se

gund

os e

n el

cue

rpo

de u

n vi

ejo,

y tú

no

tend

rías

nad

a qu

e ve

r.P

ero

diga

mos

que

sí,

diga

mos

que

logr

o ve

rla

mej

or q

ue n

adie

, dig

amos

que

un

bue

n dí

a cr

uzan

do la

cal

le a

l vol

ver

de la

esc

uela

o d

e ni

ngún

lado

, lle

ga a

la p

alab

ra a

quel

la q

ue c

ifra

su

nom

bre,

y q

ue l

a pa

labr

a es

tá l

ejos

del

ham

bre

vora

z de

las

duda

s, p

orqu

e es

tal

vez

alg

o qu

e se

sól

o se

sab

e, p

ero

no d

iría

que

es

tá l

ejos

, si

no q

ue m

ás b

ien

tien

e ci

erto

tip

o de

inm

unid

ad a

ello

. P

orqu

e la

s du

das

llega

rían

, ind

udab

lem

ente

. Las

dud

as e

ntra

rían

en

cont

acto

con

esa

gra

n re

vela

ción

mía

, y n

o du

do q

ue ta

l vez

pod

rían

lleg

ar in

clus

o a

ocul

tar s

u al

egrí

a, a

l gr

ado

de c

reer

la in

móv

il y

ente

rrad

a co

mo

mue

rta,

sin

em

barg

o, la

pal

abra

que

-da

ría,

más

allá

de

las

duda

s, m

ás a

llá in

clus

o de

todo

. Ser

ía e

so, d

e go

lpe,

la p

iel

que

un d

ía te

rec

ubre

y lo

sab

es, l

os o

jos

que

te e

nfre

ntan

, la

sens

ació

n ag

rada

ble

o de

sagr

adab

le q

ue q

ueda

al h

acer

cua

lqui

er c

osa

y ya

no

hay

muc

ho q

ue h

acer

le.

Uno

pod

ría

irle

a r

ecla

mar

a s

us p

adre

s po

r su

tra

ída

trág

ica,

per

o ig

ual n

o ha

bría

ya

muc

ho q

ue h

acer

le.

El

bebé

nac

e, s

e ha

ce n

iño

y lu

ego

adol

esce

nte,

cr

ece,

sig

ue c

reci

endo

, y u

n bu

en d

ía s

e ve

en

el e

spej

o de

l vóm

ito

que

acab

a de

de

spar

ram

ar e

n el

sue

lo e

mpe

drad

o de

la c

alle

Mon

tez

Pul

er, l

a po

bre

luz

ama-

rille

nta

del p

oste

, y e

nton

ces

algo

com

o un

a lu

cide

z co

mo

en fo

rma

de p

regu

nta:

“¿

Qui

én s

oy?”

, se

lo p

regu

nta,

mie

ntra

s m

ira

por

prim

era

vez

su v

erda

dero

ros

tro

ya c

on a

lgo

de a

livio

en

el e

stóm

ago.

Sus

amig

os l

e pr

egun

tan

si s

e si

ente

mej

or y

él

les

cont

esta

: “S

í, pá

sam

e la

ca

gua”

. Que

le p

asen

otr

a ca

gua

es la

sol

ució

n, p

orqu

e ya

est

á ah

í, po

rque

ni s

e ac

uerd

a dó

nde

dejó

la q

ue tr

aía,

en

la fi

esta

de

Lupi

ta, y

ya

son

las

4 de

la m

añan

a y

de to

dos

mod

os s

e va

n a

regr

esar

cam

inan

do to

dos.

Y ta

l vez

eso

sea

el a

mor

, am

or,

y la

vid

a y

todo

, seg

uir

avan

zand

o in

mer

sos,

com

o si

la n

oche

nun

ca fu

era,

des

de

ese

calo

r ex

táti

co e

n la

gar

gant

a y

en t

odo

el c

uerp

o re

corr

iend

o de

licio

sam

ente

la

san

gre

pren

dida

al r

espi

ro, l

a m

úsic

a co

mo

lo ú

nico

que

pod

ría

sost

ener

nos

en

situ

acio

nes

tale

s de

ago

nía

y pl

acer

, la

reve

laci

ón e

mpí

rica

del

mis

teri

o, a

lgun

os

escu

chan

do a

tent

os, o

tros

mue

rtos

, ni l

a em

bria

guez

pod

ría,

Luc

ía, n

i la

noch

e, n

i el

seg

undo

en

el q

ue, i

nmer

sos,

llev

amos

el r

ostr

o al

fren

te, t

odas

las

mañ

anas

y h

asta

nun

ca, n

ada

podr

ía s

er s

ufic

ient

e, c

omo

si n

o hu

bier

a en

rea

-lid

ad p

erdi

da, o

blig

ados

ent

once

s a

mov

erno

s co

n el

tiem

po e

n su

dir

ecci

ón in

deci

ble,

todo

al f

in y

al

cabo

des

de e

l día

que

no

llega

, per

o se

sie

nte

y és

te,

haci

a al

fren

te s

in d

etrá

s, h

acem

os e

sfue

rzos

todo

lo

mej

or p

ara

vivi

r al

día

y ta

l vez

sól

o vi

vim

os d

e es

te la

do d

e la

s co

sas

y de

l tie

mpo

, y e

l lad

o de

allá

, el

que

va

qued

ando

, osc

uro,

a n

uest

ras

espa

ldas

o

lo q

ue e

stá

al fr

ente

muy

lejo

s, e

s un

mis

teri

o. P

ero

a m

í me

gust

an lo

s m

iste

rios

, Luc

ía, y

o co

men

zarí

a a

pens

ar e

n ti

, con

fron

tado

en

mí.

Me

serv

iría

de

las

pala

bras

que

me

ha d

icho

, y u

n po

co d

e su

voz

ag

azap

ada

dulc

e de

trás

, su

voz

, qu

e es

com

o un

ca

nto

seco

, tie

rno

y fr

ío q

ue n

o al

canz

o a

sabo

rear

de

l tod

o, y

un

poco

de

su c

uerp

o ta

mbi

én, u

n po

co

de s

u di

stra

cció

n, y

esa

peq

ueña

que

ja q

ue h

aces

po

r la

s co

sas

más

insi

gnif

ican

tes,

y e

sa f

orm

a de

ol

vida

rlas

des

pués

con

ese

ges

to t

uyo

y es

e gr

an

sueñ

o qu

e pe

rsig

ues i

ncan

sabl

e, e

se te

rcer

o c

uart

o ca

min

o qu

e no

es

tant

o un

cam

ino,

sin

o al

go q

ue

enci

erra

tu c

uerp

o.M

e se

rvir

ía d

e la

s pa

labr

as,

tris

tem

ente

las

pa

labr

as s

oñad

oras

. Luc

ía, e

n re

alid

ad y

o no

po-

dría

lleg

ar a

sab

erlo

del

tod

o, s

ólo

serí

a al

go q

ue

creo

. Per

o es

o sí

me

perm

itir

á de

círt

elo,

Luc

ía, s

e en

gaña

n aq

uello

s qu

e di

cen

sabe

rla,

se

enga

ñan

si

cree

n po

sibl

e al

guna

vez

ago

tarl

a, s

aber

su

nom

-br

e, s

e ac

erca

n, e

s ci

erto

, per

o no

lo lo

gran

, no

lo

logr

aría

n, p

orqu

e er

es tú

un

cant

o lib

re a

l vie

nto,

un

can

to a

gudo

sob

re u

n m

ar g

rave

al q

ue t

odo

podr

ía ll

egar

, mis

teri

oso,

y h

ay

hist

oria

s que

cue

ntan

de

hom

bres

per

dido

s por

el é

xtas

is so

bre

la a

goní

a, si

guie

ndo

cant

os e

n el

vie

nto,

por

mon

tone

s ti

rado

s po

r la

s ca

lles

de lo

s ro

stro

s, y

ent

once

s as

í, vi

éndo

nos

inm

erso

s en

la v

erbo

sida

d su

bmar

ina,

el m

ism

o ti

empo

que

nun

ca

para

y n

unca

dej

a de

ser

y h

e ah

í la

cues

tión

, la

impo

sibi

lidad

de

mi t

area

y la

de

todo

s lo

s qu

e al

guna

vez

qui

eran

sab

er d

e us

ted,

alg

una

vez,

Luc

ía. L

a pa

labr

a qu

edar

ía o

bsol

eta

y yo

tend

ría

que

volv

er a

em

peza

r y

todo

s te

ndrí

an q

ue v

olve

r a

empe

zar

desp

ués

de u

n ti

empo

, vol

ver

a m

irar

la, b

usca

rla

dent

ro d

e sí

mis

mos

, ac

epta

ndo

que

esas

ene

rgía

s su

elen

per

ders

e to

do e

l tie

mpo

por

el m

ism

o ca

os.

¿Ent

once

s có

mo,

Luc

ía?

¿Qué

es

eso

de t

i que

mi v

ista

jura

inm

utab

le?

Alg

o qu

e vu

elve

, des

pués

de

tant

a co

sa d

e po

r m

edio

en

los

días

y e

n la

s ho

ras,

y e

n la

s no

ches

y e

l and

ar in

term

inab

le s

in r

umbo

, y ta

ntas

con

vers

acio

nes

inex

acta

s de

tan

ta c

osa

que

inte

nta

ser,

lo q

ue y

o ve

ría

en t

i ser

ía a

lgo

que

tan

sólo

vue

lve

y m

e en

cuen

tra

vuln

erab

le y

me

da e

nerg

ía d

e un

lado

y m

e de

bilit

a de

otr

a y

yo

ahor

a es

crib

iénd

ole

esto

, per

o de

sde

lueg

o qu

e va

muc

ho m

ás a

llá d

e lo

que

pue

den

cont

ener

las

pala

bras

, y e

nton

ces

tend

rías

que

cre

erm

e o

algo

así

, alg

o ro

mán

tico

, al

go n

ada

útil

y na

da p

ráct

ico,

y n

ada

de n

ada

y to

do d

e to

do, f

in.

6Ágora

PLA

ZA C

ULT

UR

AL

DE

Ágora

PLA

ZA C

ULT

UR

AL

DE

3

Noé

Ran

feri

Sam

pedr

o H

oyos

Lucí

a El v

uel

o, R

emed

ios

Var

o.

El c

lub

de lo

s re

chaz

ados

Rug

idos

lite

rari

os

Tien

es q

ue s

aber

cóm

o ac

epta

r el

re

chaz

oy

cóm

o re

chaz

ar la

ace

ptac

ión.

Ray

Bra

dbu

ry

NO

sie

mpr

e es

sen

cillo

ser

mad

uro

cuan

do se

trat

a de

pro

cesa

r rep

eti-

dam

ente

el r

echa

zo. M

ucho

men

os

cuan

do e

se r

echa

zo s

e or

ient

a a

algú

n as

pect

o pa

rtic

ular

de

la v

ida

en e

l cua

l pr

eten

dem

os d

esta

car.

Si

bien

cad

a un

o lo

m

anej

a de

form

a di

stin

ta, n

o m

e va

a n

egar

qu

e cu

ando

lo e

xper

imen

tam

os la

s pri

mer

as

vece

s pu

ede

llega

r a

ser

tom

ado

com

o un

a ag

resi

ón d

irec

ta, g

ener

ando

inc

luso

sen

sa-

cion

es d

e tr

aici

ón y

de

duda

s pro

pias

hac

ia lo

qu

e es

vis

to c

omo

una

voca

ción

o u

n ta

lent

o.A

ntes

del

éxi

to l

iter

ario

, al

esc

rito

r es

-ta

doun

iden

se S

teph

en K

ing

le to

có r

ecor

rer

un d

uro

cam

ino

de a

lcoh

olis

mo

com

o co

nse-

cuen

cia

de su

s difí

cile

s ini

cios

en

el m

undo

de

las

letr

as. T

al a

dicc

ión

com

bina

da c

on e

l re-

chaz

o de

sus t

res p

rim

eras

nov

elas

, por

par

te

de d

ifere

ntes

fi r

mas

edi

to-

rial

es, f

uero

n la

s pr

inci

pa-

les

razo

nes

d

e

su

au

-to

exig

enci

a y

desc

onfi a

nza

al m

omen

to

de

escr

ibir

la

cu

art

a,

mis

ma

de l

a qu

e in

ten

des

hac

erse

tr

as r

edac

tar

poco

más

de

tres

pág

inas

y

que

su e

spo-

sa,

Tab

ith

a,

resc

ató

del

ce

sto

de

la

basu

ra i

nsis

-ti

énd

ole

en

term

inar

la.

Una

vez

con

-cl

uid

a, e

sta

obra

cor

rerí

a co

n la

mis

ma

suer

te d

e su

s an

tece

sora

s. C

arta

s y

cart

as d

e re

chaz

o qu

e K

ing

fue

cole

ccio

nand

o en

un

corc

ho y

ent

re

las

cual

es d

esta

ca la

sig

uien

te: “

No

esta

mos

in

tere

sado

s en

la c

ienc

ia fi

cció

n qu

e tr

ata

de

utop

ías

nega

tiva

s, n

o ve

nden

”.E

n 19

74,

desp

ués

de u

n la

rgo

cam

ino,

C

arri

e se

con

vert

iría

en

su p

rim

era

nove

la

publ

icad

a, y

con

más

de

un m

illón

de

copi

as

vend

idas

, en

un

éxit

o lit

erar

io,

adem

ás d

e se

r lle

vada

al c

ine

en c

uatr

o oc

asio

nes.

Seg

u-ra

men

te la

frus

trac

ión

se v

io d

ibuj

ada

muy

pr

onto

en

los r

ostr

os d

e m

ucho

s de

los e

dito

-re

s que

dej

aron

ir a

l nac

ient

e R

ey d

el T

erro

r.Ye

ndo

ahor

a al

guna

s déc

adas

atr

ás, h

acia

19

11 n

os e

ncon

tram

os a

la e

scri

tora

neo

ze-

land

esa

Kat

heri

ne M

ansfi

eld

, qui

en si

endo

ya

una

auto

ra p

ublic

ada,

enf

rent

aría

el r

echa

zo

de u

no d

e su

s cue

ntos

por

par

te d

el e

dito

r de

la r

evis

ta R

ythy

m, J

ohn

Mid

dlet

on M

urry

, ba

jo e

l arg

umen

to d

e se

r un

a hi

stor

ia p

oco

oscu

ra.

Ané

cdot

a ir

ónic

amen

te p

into

resc

a,

pues

a l

a po

stre

, en

191

8, d

icho

edi

tor

se

conv

erti

ría

en s

u se

gund

o es

poso

. Rel

ació

n po

r de

más

par

ticu

lar

y la

cua

l ya

reto

mar

é en

otr

o ar

tícu

lo.

Res

ulta

cur

ioso

que

dur

ante

el a

ño e

n el

qu

e M

ansfi

eld

se

enco

ntra

ba l

idia

ndo

con

el r

echa

zo d

e aq

uel t

exto

, fue

ra e

l mis

mo

en

el c

ual n

acie

ra e

l esc

rito

r br

itán

ico

Will

iam

G

oldi

ng. P

rem

io N

obel

de

Lite

ratu

ra 1

983,

G

oldi

ng e

s co

noci

do p

rinc

ipal

men

te p

or E

l se

ñor

de la

s m

osca

s, n

ovel

a de

195

4, q

ue n

o ob

stan

te a

ser

con

side

rada

en

la a

ctua

lidad

co

mo

un c

lási

co d

e la

lite

ratu

ra in

gles

a, fu

e re

chaz

ada

por a

prox

imad

amen

te 2

0 ed

itori

a-le

s y

a la

cua

l alg

una

vez

califi

car

an d

e “u

na

fant

asía

abs

urda

y s

in n

ingú

n in

teré

s, u

na

estu

pide

z in

sípi

da”.

Var

ias

déca

-da

s de

spué

s, e

n 19

95,

una

jove

n co

mpa

trio

ta d

e G

oldi

ng, l

lam

ada

Joan

ne R

owlin

g,

real

izar

á un

pe-

regr

inar

sem

e-ja

nte

lu

ego

de

enfr

enta

r 12

re-

chaz

os d

el m

a-nu

scri

to o

rigi

nal

de H

arry

Pot

ter

y La

Pie

dra

Fi-

loso

fal,

prim

ero

de

siet

e li

bro

s qu

e in

tegr

arán

la

sag

a li

tera

-ri

a de

l m

agui

to

más

fam

oso

de

Ingl

ater

ra.

Cab

e ag

rega

r qu

e di

-ch

a no

vela

ver

ía

la l

uz g

raci

as a

la

in

terv

enci

ón

de A

lice

New

ton,

h

ija

de

Bar

ry C

un

nin

gham

, pr

esid

ente

de

la

ento

nce

s pe

queñ

a fi

rma

edit

oria

l B

loom

sbur

y, q

uien

lueg

o de

con

vert

irse

en

la p

rim

era

lect

ora

del l

ibro

, baj

ó em

ocio

nada

de

su

habi

taci

ón, i

nsis

tien

do a

su

padr

e qu

e lo

pub

licar

a y

sin

deja

r de

rec

alca

rle:

“¡E

sto

es m

ucho

mej

or q

ue c

ualq

uier

otr

a co

sa q

ue

haya

s tr

aído

ant

es, p

apá!

”.Lu

ego

del é

xito

com

erci

al y

el c

reci

mie

nto

de s

u ca

sa e

dito

rial

, Cun

ning

ham

señ

alar

ía:

“Bus

caba

un

libro

que

tuvi

era

un v

erda

dero

va

lor

de e

ntre

teni

mie

nto,

nun

ca m

e ha

in-

tere

sado

la

liter

atur

a refi n

ada,

sie

mpr

e he

qu

erid

o pu

blic

ar l

ibro

s qu

e a

los

niño

s le

s gu

star

ía le

er; e

ste

era

un li

bro

para

lect

ores

, no

par

a cr

ític

os li

tera

rios

”.

José

Mar

ía L

omel

í Pér

ez

Mu

jer

ley

end

o, G

uil

lerm

o M

artí

Ceb

allo

s.

A pr

inci

pios

del

Sig

lo X

X,

la p

eque

ña p

obla

ción

de

Col

ima

esta

ba r

odea

da d

e hu

erta

s, p

otre

ros y

gra

ndes

ex

tens

ione

s de

tierr

as u

tiliz

adas

par

a la

si

embr

a de

maí

z, a

rroz

, alg

odón

y o

tros

pr

oduc

tos

agrí

cola

s. S

e ca

ract

eriz

ó po

r m

ante

ner

limpi

as l

as c

alle

s de

la

ciud

ad, e

n la

s art

eria

s pri

ncip

ales

tran

-si

taba

n lo

s car

ruaj

es, a

rrie

ros y

via

jero

s pr

oven

ient

es d

e ot

ros r

umbo

s. A

lgun

os

solía

n pa

sar

con

sus

best

ias

carg

adas

de

mer

canc

ías

u ot

ros

obje

tos

valio

sos

que

se d

irig

ían

fuer

a de

la p

erife

ria

con

dest

ino

al p

uert

o de

Man

zani

llo o

a la

s ha

cien

das

más

pro

duct

ivas

del

est

ado.

La e

ntra

ñabl

e C

alza

da G

alvá

n, u

bi-

cada

al o

rien

te d

e la

ciu

dad

capi

tal,

fue

una

de e

llas,

nom

brad

a as

í en

hono

r al

Gen

eral

Ped

ro A

. Gal

ván,

gob

erna

dor

prov

isio

nal d

e C

olim

a en

188

0, q

uien

in

ició

las

labo

res

de c

onst

rucc

ión

de la

pa

rte

nort

e de

la m

ism

a; s

in e

mba

rgo,

ci

ncue

nta

años

atr

ás y

a se

hab

ía p

la-

nead

o el

pri

mer

tra

zo u

rban

ísti

co d

e es

ta im

port

ante

art

eria

, per

o no

se

lo-

gró

conc

reta

r, só

lo e

xist

ían

cam

inos

de

vere

das

en lo

s po

trer

os c

ircu

ndan

tes.

Segú

n ac

tas

de C

abild

o de

191

7,

resg

uard

adas

en

el A

rchi

vo H

istó

rico

de

l Mun

icip

io d

e C

olim

a, c

omen

zaro

n a

expr

opia

r al

guno

s t e

rren

os d

e ej

idos

pa

ra la

pro

long

ació

n su

r de

la C

alza

da;

entr

e al

guno

s pr

opie

tari

os d

e lo

s so

la-

res u

tiliz

ados

fuer

on L

ibra

da, v

iuda

de

Bri

zuel

a; M

aría

Dol

ores

Avi

ña, v

iuda

de

Gar

cía,

con

lot

e ub

icad

o en

tre

la

calle

Mad

ero

y C

alza

da G

alvá

n; V

icen

te

Port

illo,

de

la h

acie

nda

“El P

ereg

rino

”;

Fran

cisc

o Á

lvar

ez,

de l

os t

erre

nos

de

“La

Qui

nta

Cle

men

cia”

, ent

re o

tros

.La

Cal

zada

fue

un lu

gar s

ombr

eado

, de

col

osal

es á

rbol

es c

onoc

idos

com

o sa

bino

s y

algu

no q

ue o

tro

sala

te, q

ue

refl e

jaba

n el

cam

ino

empe

drad

o co

n lo

s ra

yos

del

sol

del

med

iodí

a, h

asta

dibu

jar l

as s

iluet

as d

e lo

s ra

mal

es, q

ue

eran

reg

ados

con

agu

a de

l arr

oyo

“El

Man

riqu

e”.

Por s

u na

tura

leza

, fue

un

espa

cio

de

recr

eaci

ón fa

mili

ar, d

onde

los

luga

re-

ños

asis

tían

a la

Pie

dra

Lisa

a d

isfr

utar

lo

s fr

esco

s vi

ento

s de

los

arra

bale

s de

l ca

mpo

(hoy

es

parq

ue d

e di

vers

ione

s).

Asi

mis

mo,

log

raba

n re

goci

jars

e co

n la

pan

orám

ica

del

Vol

cán

de F

uego

y

el N

evad

o de

Col

ima,

est

e úl

tim

o ca

rgad

o de

nie

ve, i

mpo

nent

e a

la v

ista

de

los

viaj

eros

dur

ante

la e

stac

ión

de

invi

erno

.E

n la

mis

ma

Cal

zada

se

ubic

ó el

vi

ejo

cam

posa

nto,

abi

erto

a p

rinc

ipio

s de

l Si

glo

XIX

, a

la a

ltur

a de

la

calle

pr

inci

pal

(hoy

Mad

ero)

y c

alle

del

Ja

rdín

Núñ

ez (h

oy c

alle

Hid

algo

), q

ue

resu

ltó

insufi c

ient

e en

188

4 pa

ra d

ar

sepu

ltur

a a

cien

tos

de m

uert

os a

cau

sa

de l

a ep

idem

ia d

e la

fi e

bre

amar

illa.

M

ás a

l nor

te, d

onde

inic

ia la

Cal

zada

, se

con

stru

yó e

l hos

pita

l “Po

rfi r

io D

íaz”

(h

oy e

x ba

talló

n m

ilita

r),

cuyo

s tr

a-ba

jos

en e

l pór

tico

del

edifi c

io f

uero

n in

augu

rado

s po

r el

gob

erna

dor

Fran

-ci

sco

Sant

a C

ruz

el 1

5 de

sep

tiem

bre

de 1

898,

fec

ha c

onm

emor

ativ

a po

r el

on

omás

tico

del

pre

side

nte

Día

z. E

ste

reci

nto

jam

ás l

ogró

ter

min

arse

, po

r ha

bers

e de

stru

ido

una

part

e a

caus

a de

l te

mbl

or d

e 19

00 y

, por

lo ta

nto,

que

en d

esus

o pa

ra e

se fi

n.T

ambi

én,

la C

alza

da G

alvá

n fu

e es

paci

o de

cas

tigo

en

la é

poca

de

la

revo

luci

ón c

rist

era;

con

fre

cuen

cia,

ha

bía

mac

abra

s es

cena

s de

cue

rpos

ah

orca

dos

y ex

pues

tos

en e

l ca

min

o.

Por m

ucho

s añ

os fu

e el

lím

ite

de c

asco

ur

bano

de

la c

iuda

d y

el p

aso

oblig

ado

para

dir

igir

se a

l su

r, c

on d

esti

no a

la

esta

ción

del

fer

roca

rril,

o b

ien

tran

si-

tar

haci

a la

ant

igua

gar

ita

de M

éxic

o,

ubic

ada

a la

sal

ida

del c

amin

o qu

e va

a

Gua

dala

jara

.

La e

ntra

ñabl

e C

alza

da G

alvá

nLa

ent

raña

ble

Cal

zada

Gal

ván

José

Lui

s La

rios

Gar

cía

José

Lui

s La

rios

Gar

cía

Page 4: VIÑETAS DE LA PROVINCIA MARGARITA 4 (29 de abril de 1956 ... · Raras combinaciones que pueden estallar en cualquier instante y segar las vidas. Veredas, ondonadas, suaves colinas

Ágora

PLA

ZA C

ULT

UR

AL

DE

5

Su m

ajes

tad

“El F

otin

go”

Don

Man

uel S

ánch

ez S

ilva

VIÑ

ETA

S D

E L

A P

RO

VIN

CIA

(29

de a

bril

de 19

56)

4Ágora

PLA

ZA C

ULT

UR

AL

DE

* Pe

riod

ista

, esc

rito

r y

fund

ador

de

Dia

rio

de C

olim

a.†

PO

R lo

s añ

os d

e 19

16, e

l gen

eral

Man

uel M

. Dié

guez

, que

dur

ante

el p

erio

do

agud

o de

la R

evol

ució

n ha

bía

conq

uist

ado

pres

tigi

o m

ilita

r y a

fect

os p

erso

-na

les

en e

l occ

iden

te d

el p

aís,

traj

o a

Col

ima

dos

auto

móv

iles

nuev

os m

arca

Fo

rd, m

odel

o “T

”, p

onié

ndol

os a

l ser

vici

o pú

blic

o ba

jo la

adm

inis

trac

ión

de u

n en

carg

ado,

Sal

vado

r Za

vala

.E

n aq

uella

épo

ca, l

os F

ord

se v

endí

an c

omo

las

ciru

elas

: a tr

es p

or u

no. P

or u

n ce

ntav

o se

obt

enía

n tr

es c

irue

las

y po

r ig

ual

núm

ero

de “

foti

ngos

” se

pag

aba

un

mill

ar d

e dó

lare

s, q

ue a

l tip

o de

cam

bio

de e

nton

ces

equi

valía

a u

nos

$1,

900

. Se

impu

so a

los

ford

cito

s su

cor

resp

ondi

ente

pla

ca: u

n cu

adrá

ngul

o de

hoj

alat

a ba

rni-

zada

con

zap

olin

de

colo

r az

ul, y

en

med

io, d

esta

cánd

ose

en r

ojo,

los

núm

eros

1 y

2.

Baj

o es

ta m

atrí

cula

y m

anej

ados

por

los

chof

eres

tapa

tíos

Ale

jand

ro V

eloz

y A

rtur

o R

amír

ez, e

mpe

zaro

n a

reco

rrer

las

amod

orra

das

calle

s de

la c

iuda

d, o

casi

onan

do

la f

elic

idad

de

sus

ocup

ante

s, q

ue a

raz

ón d

e $

5.0

0 l

a ho

ra p

resu

mía

n de

hab

er

corr

ido

a la

fant

ásti

ca v

eloc

idad

de

25

kiló

met

ros

por

hora

.P

oco

tiem

po d

espu

és,

don

D

anie

l In

da i

nco

rpor

ó al

sit

io

dos

nuev

os fo

ting

os, q

ue fu

eron

lo

s nú

mer

os 3

y 4

, y

más

tar

de

Luis

Riv

as in

trod

ujo

tres

car

ros

usad

os q

ue f

uero

n lo

s nú

mer

os

5, 6

y 7

. Con

est

a ap

orta

ción

, el

siti

o em

pezó

a c

onto

nea

rse

de

impo

rtan

cia.

Con

form

e au

men

taba

el

nú-

mer

o de

veh

ícul

os d

e m

otor

, se

im

prov

isab

an c

hofe

res

crio

llos:

do

n P

orfi

rio

Guz

mán

, B

rígi

do

Esc

obar

, Jos

é Á

valo

s La

Chu

cha,

Jo

sé O

rozc

o, C

arlo

s y

En

riqu

e M

aldo

nado

, lo

s tr

es h

erm

anos

C

anic

hos

(Fra

nci

sco,

Ad

olfo

, Só

sten

es),

San

tiag

o N

avar

ro,

José

Rod

rígu

ez P

ined

a E

l C

ar-

met

as,

Eul

alio

Ver

gara

El

Pe-

reac

a, S

amue

l Qui

nter

o, E

nriq

ue

Mer

cado

Val

le A

basc

al,

Ch

on

Alo

nso

, Jo

sé B

lake

, Jo

sé R

uiz

El

Bob

i, Jo

sé Á

lvar

ez G

arcí

a E

l B

uitr

e, lo

s he

rman

os S

alva

dor

y A

nton

io C

ebal

los,

Jes

ús Z

amor

a E

l Ceb

ollin

o y

muc

hos

otro

s m

ás.

El

nego

cio

de a

utom

óvile

s de

alq

uile

r pr

esen

taba

esp

lénd

idas

per

spec

tiva

s y

algu

nos

hom

bres

de

empu

je c

omen

zaro

n a

tom

arlo

en

seri

o: d

on J

oaqu

ín M

ora

com

pró

vari

os c

oche

s nu

evos

y d

on E

nriq

ue C

ebal

los

acap

aró

los

mej

ores

clie

ntes

, qu

e se

dis

puta

ban

los

mej

ores

car

ros:

los

prim

eros

de

velo

cida

des

mar

ca O

verl

and,

ve

rdad

eras

coc

tele

ras

por

lo b

rinc

ones

.E

sto

pasa

ba p

or lo

s añ

os 1

920

y a

par

tir

de e

nton

ces

se d

esbo

rdó

inco

nten

ible

la

ava

lanc

ha d

el fo

rdci

to, h

asta

sat

urar

el a

mbi

ente

aut

omov

ilíst

ico.

La

silu

eta

anti

-es

téti

ca, p

ero

llena

de

sim

patí

a de

l fot

ingo

, se

dest

acab

a en

el p

anor

ama

hoga

reño

. E

n to

das

part

es p

odía

vér

sele

, alt

o, z

ancó

n y

trep

idan

te.

Año

s at

rás

se h

abía

int

rodu

cido

el a

utom

óvil

en f

orm

a ai

slad

a y

pers

onal

: en

19

10, e

l señ

or E

dgar

d K

. Sm

oot,

per

sona

je c

asi f

abul

oso

que

asom

bró

la m

odes

tia

de la

s ge

ntes

en

Man

zani

llo c

on lo

s in

agot

able

s re

curs

os d

e su

inge

nio

y di

nam

ism

o,

rega

ló a

l Gob

erna

dor

del e

stad

o, li

cenc

iado

Enr

ique

O. d

e la

Mad

rid,

un

auto

móv

il m

arca

Pac

kard

, pro

porc

ioná

ndol

e un

dec

orat

ivo

chof

er n

egro

. Por

cie

rto

que

pro-

vocó

sab

roso

s co

men

tari

os l

a ci

rcun

stan

cia

de q

ue e

l es

tira

do c

ondu

ctor

gan

aba

más

que

el g

ober

nant

e.Ta

mbi

én e

l ing

enie

ro J

osé

Gut

iérr

ez S

anta

cruz

adq

uiri

ó, h

acia

1910

, dos

eno

rmes

au

tom

óvile

s W

hite

, y e

l ing

enie

ro I

gnac

io G

amio

chip

i, ru

mbo

so p

ropi

etar

io d

e E

l A

lpuy

eque

, hab

ía c

ompr

ado

un c

oche

Max

wel

l con

told

o de

lona

y m

ás c

orre

as d

e cu

ero

que

un a

rnés

de

caba

llo m

ilita

r en

día

de

gran

par

ada.

Est

e au

tom

óvil

nunc

a pu

do ir

a V

illa

de Á

lvar

ez, p

ues

la s

ubid

a de

la c

alle

nue

va r

epre

sent

aba

una

cues

ta

impo

sibl

e de

ven

cer

para

sus

cap

acid

ades

.E

n 19

11, M

anue

l Álv

arez

tra

jo u

n ca

rro

Le V

assi

er, y

al a

ño s

igui

ente

el s

eñor

ca

nóni

go In

da s

e hi

zo d

e un

Ren

ault

, con

mot

or d

e un

sol

o pi

stón

. En

1913

, apa

reci

ó el

pri

mer

Cad

illac

en

man

os d

e C

arlo

s Á

lvar

ez G

arcí

a.D

espu

és, F

ranc

isco

San

tacr

uz R

amír

ez im

port

ó un

Fia

t, im

pone

nte

y es

pect

acu-

lar

com

o un

cat

afal

co, q

ue a

cent

uó la

adm

irab

le a

trac

ción

per

sona

l de

aque

l ino

lvi-

dabl

e co

limen

se, t

ipo

sele

cto

de

la c

osta

, que

con

igu

al f

acili

dad

impr

ovis

aba

un s

onet

o, t

orea

ba

un t

oro

brav

o, r

epre

sent

aba

en

el t

abla

do c

on la

mae

strí

a de

un

acto

r co

nsag

rado

o p

ronu

ncia

ba

el m

ás e

locu

ente

de

los d

iscu

rsos

. A

dem

ás,

fue

un g

ran

enam

ora-

do...

y e

l Fia

t co

nsti

tuyó

par

a él

un

“gan

cho”

ext

raor

dina

riam

en-

te a

fect

ivo.

Por l

os a

ños

de 19

21 ó

1922

, el

doct

or P

edro

Alb

a co

mpr

ó ta

m-

bién

un

carr

o nu

evo

Scri

ps-B

o-th

s, q

ue t

enía

la

part

icul

arid

ad

de p

arar

se e

n ca

da e

squi

na o

de

choc

ar e

n c

ada

post

e, y

com

o en

ton

ces

el e

nce

ndi

do e

ra p

or

el s

iste

ma

de m

agne

to y

el

con-

duct

or d

esco

nocí

a lo

s se

cret

os

mec

ánic

os,

resu

ltab

a qu

e la

s vi

sita

s pr

ofes

iona

les

del m

édic

o se

con

virt

iera

n e

n v

erda

dera

s h

azañ

as,

pu

es p

ara

reco

rrer

ci

nco

o se

is c

uadr

as r

eque

ría

la

coop

erac

ión

de la

chi

quill

ería

del

ba

rrio

, que

se

sola

zaba

en

empu

-ja

r el

inc

onse

cuen

te a

rmat

oste

, ha

sta

que

el d

octo

r co

nse

guía

ar

ranc

arlo

y to

mar

la r

ecta

... E

l doc

tor

perd

ió d

iner

o, ti

empo

y c

lient

ela.

Fue

hast

a 19

27 ó

192

8 qu

e vi

nier

on lo

s pr

imer

os F

ord

mod

elo

A d

e ve

loci

dade

s,

desp

laza

ndo

al s

ufri

do fo

ting

o, p

ero

com

o és

te h

abía

pre

stad

o ta

n la

rgos

y b

ueno

s se

rvic

ios

y es

taba

tan

enr

aiza

do e

n el

gus

to y

cos

tum

bre

de lo

s co

limen

ses,

se

re-

quir

iero

n va

rios

año

s pa

ra q

ue d

esap

arec

iera

del

pan

oram

a co

limot

e su

figu

ra d

e za

ncud

o m

otor

izad

o.Y

toda

vía

hoy,

cua

ndo

Pac

o Za

rago

za (h

ijo d

e do

n E

steb

an, e

l pri

mer

mec

ánic

o de

los

For

d en

Col

ima)

se

deja

ver

con

duci

endo

su

anac

róni

co F

otin

go,

prov

oca

la e

xpec

taci

ón d

e lo

s jó

vene

s ac

tual

es y

un

susp

iro

de n

osta

lgia

de

los

viej

os, q

ue

al c

onte

mpl

arlo

evo

cam

os t

oda

una

époc

a pa

ra s

iem

pre

ida,

que

se

repr

esen

ta

por

el in

imit

able

e in

olvi

dabl

e Fo

ting

o, e

l pio

nero

y p

recu

rsor

del

aut

omov

ilism

o co

limen

se.

SI el

la n

o hu

bier

a id

o a

ese

viaj

e de

gra

duac

ión,

par

a el

qu

e yo

mis

mo

la ll

evé

a un

a ti

enda

de

vest

idos

, y d

onde

de

man

era

espo

ntán

ea p

roba

ba

uno

y ot

ro, p

regu

ntan

do co

n cu

ál se

ve

ría

más

bon

ita.

Si s

upie

ra q

ue e

n to

dos

era

infi n

itam

ente

her

mos

a.M

odel

aba

vest

idos

cor

tos

y ot

ros

holg

ados

que

con

torn

eaba

n su

del

gada

silu

eta,

con

esa

cin

tura

qu

e pr

eced

ía a

esa

s pie

rnas

que

de-

jaba

n at

ónit

o. G

irab

a co

n so

ltur

a,

prov

ocan

do q

ue e

l vie

nto

leva

ntar

a su

fal

da,

qued

ando

de

espa

ldas

a

mí,

preg

unta

ndo

cóm

o se

veí

a. Y

o,

enam

orad

o, s

uspi

raba

.Ta

l vez

era

esa

la r

azón

de

mi

mie

do.

Dec

ía a

mar

me,

per

o er

a ta

n b

ella

que

yo

sabí

a qu

e aú

n co

n el

lar

go t

iem

po q

ue l

levá

ba-

mos

jun

tos,

no

serí

a ga

rant

ía d

e pe

rman

ecer

a m

i lad

o. E

sas

cosa

s se

sie

nten

, el

cor

azón

es

sabi

o. Y

m

ient

ras

la v

eía

ahí s

onri

endo

con

es

os v

estid

os, m

e se

ntía

afo

rtun

ado

en e

l mom

ento

, per

o co

nste

rnad

o po

r el

futu

ro.

Era

un

alm

a lib

re, t

anto

com

o su

bel

leza

; yo

en

cam

bio

era

tan

sólo

un

apas

iona

do, a

burr

ido

por

fuer

a. E

n m

i int

erio

r hab

ía c

ruza

do

mar

es e

nter

os, l

ucha

do c

ient

os d

e ba

talla

s y

reco

rrid

o pe

ligro

sos

lu-

gare

s ex

cént

rico

s po

r el

la a

tra

vés

de h

isto

rias

nun

ca co

ntad

as. Y

o er

a ta

n di

fere

nte

a la

may

oría

de

los

jóve

nes

popu

lare

s. T

an m

onót

ono

junt

o a

ella

.E

sper

aba

con

tan

to a

nh

elo

mie

ntra

s yo

suf

ría

angu

stia

por

aq

uel

día

en e

l qu

e ir

ía c

on s

us

amig

os d

e ge

nera

ción

a e

se v

iaje

de g

radu

ació

n a

la p

laya

, al

que

pi

dió

ir s

ola

porq

ue a

sí l

o ha

bían

de

cidi

do e

ntre

sus a

mig

as. C

alm

aba

mi a

nsie

dad

con

prom

esas

típ

icas

de

am

or y

año

ranz

a, p

ero

el v

acío

en

mi i

nter

ior

no d

ejab

a de

cre

cer.

El

día

de s

u re

gres

o to

do p

a-re

cía

norm

al, h

asta

me

hizo

cre

er

que

sus s

entim

ient

os p

erm

anec

ían,

pe

ro b

astó

con

tom

arla

de

la m

ano

para

sab

er q

ue n

ada

serí

a ig

ual.

¿Por

qué

es

tan

sabi

o el

cor

azón

? Si

no

lo fu

era,

tal v

ez n

o ha

bría

su-

frid

o ta

nto,

ni t

anto

s añ

os. T

al v

ez

no d

ebí h

acer

tant

as p

regu

ntas

que

m

e lle

vara

n a

la te

rrib

le v

erda

d, q

ue

en su

via

je a

l mar

, hab

ía e

stad

o co

n ot

ra p

erso

na y

, por

lo t

anto

, ser

ía

mej

or s

epar

arno

s, q

ue te

nía

gana

s de

“vi

vir

la v

ida”

, de

aven

tura

rse

y co

noce

r m

ás g

ente

. Así

dijo

.N

o sé

si t

enía

raz

ón, p

ero

para

un

jov

en e

nam

orad

o, r

ealm

ente

en

amor

ado,

fue

algo

inco

nceb

ible

, so

bre

todo

des

pués

de

los a

ños q

ue

llevá

bam

os j

unto

s, y

que

en

una

sem

ana

term

inar

a to

do, c

ient

os d

e ci

tas r

omán

ticas

, mile

s de

cart

as d

e am

or, t

anto

s at

arde

cere

s ju

ntos

. Y

me

habí

a he

cho

a la

ide

a de

que

lo

s ho

mbr

es e

ran

crue

les

en l

as

rela

cion

es.

Com

enza

ron

las

teor

ías…

¿se

co

nocí

an d

esde

ant

es?

¿Sus

pad

res

fuer

on l

os c

ulpa

bles

? T

al v

ez n

i ex

ista

el t

ipo

ese

en e

l mej

or d

e lo

s ca

sos y

solo

est

á co

nfun

dida

, qui

ere

apar

tarm

e de

ella

. Ya

se le

pas

ará.

Las

amis

tade

s só

lo a

gran

daro

n la

pila

de

supo

sici

ones

. E

s te

m-

pora

l, ya

vol

verá

con

tigo

… ¿

Pero

cu

ándo

? M

e pr

egun

té t

anta

s ve

-ce

s… q

ue n

unca

lleg

ó.

YA

lo d

ijo N

ietz

sche

: no

hay

hech

os, s

ólo

inte

rpre

taci

ones

, y F

ouca

ult a

rgum

enta

qu

e el

suj

eto

está

suj

etad

o, y

por

tant

o,

su p

ensa

mie

nto,

res

pect

o a

la r

ealid

ad

–ex

tern

a– l

o in

teri

oriz

a a

part

ir d

e to

das

las

doxa

s y

epis

tem

es q

ue le

incu

lcar

on-e

nseñ

aron

de

sde

el m

omen

to d

e na

cer;

vam

os d

ibuj

ando

el

mun

do y

nue

stro

ser

-est

ar e

n él

, seg

ún n

uest

ro

con

text

o-cu

ltur

al,

desd

e un

len

guaj

e, d

esde

mbo

los y

met

áfor

as q

ue se

nos

pre

sent

an c

omo

cier

tas-

verd

ader

as,

algu

nas

vece

s di

alóg

icas

, ot

ras

más

com

o do

gmas

.A

sí, p

ues,

vam

os c

onoc

iend

o-ap

rend

iend

o el

m

undo

, al t

iem

po q

ue c

onfi g

uram

os la

rea

lidad

, dá

ndol

e se

ntid

o a

lo q

ue s

uced

e y

lo q

ue n

os

suce

de, s

egún

las

cree

ncia

s-ce

rtez

as q

ue n

os fo

r-m

aron

-con

form

aron

, ges

tánd

ose

en n

uest

ro p

en-

sam

ient

o la

ilus

ión

de c

erte

zas

para

cam

inar

en

un e

ntor

no, n

uest

ro e

ntor

no e

n el

que

hab

itam

os.

Hab

itam

os u

na c

asa,

som

os p

arte

de

una

fam

ilia

–si

ngul

ar–

que

tien

e y

la co

ntie

ne n

orm

a-ti

vas-

regl

as-v

alor

es-c

ostu

mbr

es q

ue se

sost

iene

n a

part

ir d

e lo

que

pie

nsan

ver

dade

ro d

el m

undo

y

de l

a so

cied

ad,

vam

os a

una

esc

uela

que

nos

ob

liga

a re

cita

r ve

rdad

es h

istó

rica

s, c

ient

ífi ca

s e

incl

uso

relig

iosa

s y

patr

iota

s; c

amin

amos

por

las

calle

s qu

e no

s m

uest

ran

sus

cree

ncia

s y

conv

en-

cion

alis

mos

; lle

ga u

n m

omen

to e

n qu

e nu

estr

o se

ntip

ensa

r es

un

colla

ge d

e id

eas

de v

erda

des

cont

radi

ctor

ias

que

algu

nas

vece

s in

tent

amos

or

dena

r y

ensa

mbl

ar, p

ara

gene

rar

un “

disc

urso

pr

opio

”, a

lgun

as v

eces

baj

o so

spec

ha r

efl e

xiva

, ot

ras

más

baj

o la

im

agen

de

un r

ompe

cabe

zas

inte

rmin

able

que

de

a po

co v

a en

cont

rand

o un

lu

gar

dónd

e si

tuar

se c

ómod

amen

te, a

unqu

e al

-gu

nas

piez

as e

ncaj

adas

, sin

más

, com

o un

esp

ejo

de n

osot

ras

mis

mas

–pe

rson

as–

, int

enta

ndo

en

lo s

ocia

l enc

ontr

ar u

n lu

gar

en e

l mun

do.

En

fil

osof

ía,

¿qué

es

con

ocer

?, y

¿có

mo

llega

mos

a l

os c

onoc

imie

ntos

y l

as c

erte

zas

del

cono

cim

ient

o qu

e cr

eem

os v

erda

dero

s? S

on u

nas

de la

s pr

imer

as p

regu

ntas

que

nos

con

fron

ta e

se

colla

ge q

ue b

usca

enc

ontr

ar e

l or

dena

mie

nto

corr

ecto

del

rom

peca

beza

s de

la re

alid

ad-m

undo

, no

s re

cuer

da q

ue a

lgun

a ve

z du

dam

os d

e lo

que

no

s di

jero

n co

mo

cier

to, n

os d

esbo

rda-

deso

rde-

na –

otra

vez

– e

se c

olla

ge q

ue y

a no

s era

fam

iliar

, pe

ro e

xist

en –

afor

tuna

dam

ente

– m

ucho

s ot

ros

mod

os d

e de

sord

enar

, y d

igo

afor

tuna

dam

ente

, po

rque

nos

da

la o

port

unid

ad d

e re

plan

tear

-nos

la

s ce

rtez

as y

los

con

ocim

ient

os;

la fi

loso

fía s

e si

túa

y no

s si

túa

fren

te a

l co

noci

mie

nto

desd

e la

act

itud

dud

ante

, inc

luso

de

lo q

ue p

erci

bim

os

con

los s

entid

os, p

ues e

sa p

erce

pció

n ra

cion

aliz

a-da

-cod

ifi ca

da p

or a

lgui

en q

ue ti

ene

un le

ngua

je y

ya

un

mod

o de

ent

ende

r-co

mpr

ende

r el m

undo

, y

es a

par

tir d

e al

lí qu

e tr

aduc

imos

, rec

onst

ruim

os

e in

terp

reta

mos

la

real

idad

cad

a qu

ien,

seg

ún

sus

sent

ipen

sare

s y

el o

rden

de

sus

piez

as d

el

rom

peca

beza

s-co

llage

que

ha

inte

grad

o.O

tros

mod

os d

e de

sord

enar

nue

stra

s cer

teza

s y

la il

usió

n de

ella

s es

la s

ocia

lizac

ión

dial

ogan

te

en c

ualq

uier

con

text

o, p

orqu

e no

s co

nfro

nta

con

otra

s, in

clus

o cu

ando

nos

resi

stim

os y

reac

cion

a-m

os p

arla

r con

otr

os e

spej

os, c

on o

tros

cont

exto

s,

con

otra

s cr

eenc

ias,

con

otr

as c

erte

zas-

dogm

as

nos m

ueve

las p

ieza

s, y

nos

obl

iga

a re

-org

aniz

ar-

las

o nu

trir

las,

o in

clus

o de

pura

r-re

cort

ar; n

ada

de e

ste

proc

eso

es li

neal

, y a

dem

ás to

do p

roce

so

tien

e su

s av

ance

s y

retr

oces

os, s

obre

tod

o po

r-qu

e hu

imos

de

lo q

ue n

os c

onfr

onta

, pre

feri

mos

el

con

fort

de

rela

cion

arno

s co

n qu

ien

nos

da la

ra

zón,

por

ello

ele

gim

os p

arla

r-di

alog

ar e

n la

su

perfi

cie

, jus

tam

ente

por

que

al p

rofu

ndiz

ar a

l m

enos

un

poqu

ito, n

os p

uede

qui

tar l

a pl

acen

tera

ilu

sión

de

la c

erte

za, n

os o

blig

aría

a la

rgos

e in

-defi n

idos

des

velo

s, m

iran

do-r

efl e

xion

ando

sobr

e nu

estr

o he

chiz

o co

llage

o r

emov

iend

o la

s pi

ezas

qu

e pa

recí

an e

ncaj

ar e

n la

imag

en y

sin

em

barg

o se

obv

ia e

l err

or.

La c

onci

enci

a de

ilus

ión

de la

s ce

rtez

as n

os

ense

ña a

sen

tipe

nsar

nue

stra

cot

idia

nida

d y

preg

unta

rnos

por

los

supu

esto

s de

rea

lidad

, co-

noci

mie

nto

y ve

rdad

, ca

da v

ez q

ue d

ialo

gam

os

para

res

ignifi c

arno

s en

el m

ar d

e fu

egui

tos-

pre-

gunt

eros

que

som

os.

Arq

uit

ectu

ra s

urr

eali

sta

, Sal

vad

or D

alí.

Ha

bit

aci

ón e

n B

rook

lyn

, Ed

war

d H

opp

er.

La fi

loso

fía

y la

ilus

ión

de la

s ce

rtez

asLa

fi lo

sofí

a y

la il

usió

n de

las

cert

ezas

Mar

cela

Góm

ez G

utié

rrez

Mar

cela

Góm

ez G

utié

rrez

La g

radu

ació

nG

abri

el A

raic

o