vías de comunicación y territorialidad: relaciones entre el bajo ebro y la terra alta- matarranya...

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las prospecciones efectuadas en el barranco de Xalamera (2006) y en el curso bajo del río Canaleta (2007) han sido motivadas por el interés de valorar sobre el terreno lasposibilidades de uso de estos pasos naturales como vías de comunicación durante la antigüedad.Se han recorrido los tramos que definen el cauce de estos cursos hidrográficos y las colinas que los delimitan, especialmente en la zona de contacto con el río Ebro, comprobando las dificultades que presentan para la circulación a pie o por medio de algún sistema de locomoción animal. El trabajo efectuado ha permitido definir unas posibles rutas para acceder desde el Ebro al interior, a la vez que desmentir planteamientos erróneos sobre estos caminos.

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  • Ricardo Alcn Alcn

  • KALATHOS 26-27

    REVISTA

    DEL

    Seminario de Arqueologa y Etnologa Turolense

    CAMPUS UNIVERSITARIO DE TERUEL

    TERUEL 2013-2014

  • DIRECTOR: Francisco Burillo Mozota

    COMIT DE REDACCIN: Alfredo Jimeno, Dpto. de Prehistoria, Universidad Complutense.Emilio Junyent, Dpto. de Arqueologa, Universidad de Lleida.Consuelo Mata, Dpto. de Prehistoria i Arqueologa, Valencia.Carmen Olaria, LAP, Universitat Jaume I, Castelln.Arturo Ruiz, Dpto. de Prehistoria, Universidad de Jan.Gonzalo Ruiz, Dpto. de Prehistoria, Universidad Complutense, MadridVicente Salvatierra, Dpto. de Patrimonio Histrico, Universidad de Jan.Alexia Sanz, Dpto. Sociologa, Ftad. de Ciencias Sociales, Teruel.

    CONSEJO DE REDACCIN: E. Javier Ibez, Seminario de Arqueologa y Etnologa Turolense.ngel Gonzalvo, Seminario de Arqueologa y Etnologa Turolense.Jos Palomar, Seminario de Arqueologa y Etnologa Turolense.Jess V. Picazo, Seminario de Arqueologa y Etnologa Turolense.

    SECRETARIA: Carolina Villargordo Ros.

    COMPOSICIN DEL TEXTO Y MAQUETACIN: Clemente Polo Cuando.

    La direccin de esta revista no se responsabiliza de las opiniones de los autores

    Para informacin, intercambios y suscripciones, dirigirse alSEMINARIO DE ARQUEOLOGA Y ETNOLOGA TUROLENSECampus Universitario de TeruelCiudad Escolar s/n, 44003 TERUELTel. 978 618 119. Fax: 978 618 103

    ESTA PUBLICACIN HA SIDO SUBVENCIONADA PORINSTITUTO DE ESTUDIOS TUROLENSES,

    FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES DE TERUELY CAJA RURAL DE TERUEL

    Dibujo de la portada: Fusayola de la tumba 120 de la necrpolis de La Yunta (Giadalajara).

    ISSN: 0211-5840DEPSITO LEGAL: TE-203-2014EDITA: S.A.E.T.IMPRIME: COMETA S.A.

  • HOMENAJE

    RICARDO ALCN ALCN

  • Vas de comunicacin y territorialidad:relaciones entre el Bajo Ebro y la Terra Alta-

    Matarranya durante la antigedad

    JoRdi diloli FonS* y SAmuEl SARd SEumA** Seminari de Protohistria i Arqueologia. universitat Rovira i Virgili. Tarragona.

    *[email protected]. **[email protected]

    RESuMEn

    las prospecciones efectuadas en el barranco de Xalamera (2006) y en el curso bajodel ro Canaleta (2007) han sido motivadas por el inters de valorar sobre el terreno lasposibilidades de uso de estos pasos naturales como vas de comunicacin durante la anti-gedad. Se han recorrido los tramos que definen el cauce de estos cursos hidrogrficos ylas colinas que los delimitan, especialmente en la zona de contacto con el ro Ebro, com-probando las dificultades que presentan para la circulacin a pie o por medio de algn sis-tema de locomocin animal. El trabajo efectuado ha permitido definir unas posibles rutaspara acceder desde el Ebro al interior, a la vez que desmentir planteamientos errneossobre estos caminos.

    Palabras clave: Prospeccin, ro Ebro, Bajo Ebro, Terra Alta, Bajo Aragn, matarranya,Protohistoria, poca ibrica, poca romana.

    ABASTRAcT

    The prospections made in the ravine of Xalamera (2006) and the low course of theriver Canaleta (2007) they have been motivated for the interest of evaluating the possibi-lities of these natural ways as communication routes in the iberian period. Within the fra-mework of this research all the stretches of these hydrographic courses have been appea-led, especially in the zone of contact with the Ebre river, checking out the difficulties thatthey present to circulate on foot or through some animal locomotion system. The researchhas allowed to describe the possible routes for accessing from the Ebre to the inland, whileto deny erroneous approaches on this ways.

    Key words: Prospection, river Ebro, Bajo Ebro, Terra Alta, Bajo Aragn, matarranya,Protohistory, iberian period, Roman period.

    KALATHOS 26-27Revista del S.A.E.T.Teruel / 2013-2014 / pp. 55-90

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    InTROduccIn

    El tramo inferior del ro Ebro se ha convertido durante los ltimos aos en unespacio de investigacin esencial para entender las transformaciones que las sociedadesindgenas asentadas en el sur de Catalunya experimentaron durante la antigedad. lascondiciones de navegabilidad del Ebro, constantes hasta bien entrado el siglo XX, con-virtieron este ro en una de las principales vas de comunicacin entre el marmediterrneo y el cuadrante nordeste de la Pennsula ibrica, posibilitando las relacionesentre los habitantes de este amplio territorio y los navegantes mediterrneos que accedie-ron a l. de esta forma, fenicios, griegos, cartagineses y romanos participaron delfeedbak que transform culturalmente a las comunidades indgenas durante el ltimomilenio a.n.E. hasta la plena integracin de los pueblos ibricos en las formas polticas,econmicas y sociales impuestas por Roma a los habitantes de Hispania.

    Si embargo, este proceso no se produjo nicamente en las reas ms prximas alespacio fluvial, si no que aprovechando otros accesos, generalmente cursos de barrancoso riachuelos intermitentes, las influencias y productos forneos llegaron a espacios ale-jados del valle del Ebro, transformando a la vez las costumbres de sus habitantes.

    A partir de estas premisas, dentro del marco de los proyectos de investigacin queel Seminari de Protohistoria i Arqueologa de la Universitat Rovira i Virgili realiza en elcurso inferior del Ebro, planteamos la posibilidad de localizar y confirmar o desmentir lafuncionalidad de los pasos tradicionalmente estimados como enlace entre el ltimo tramodel ro Ebro y los altiplanos de la Terra Alta - matarranya - Bajo Aragn, donde se obser-va la afluencia de fuertes influencias mediterrneas a partir del siglo Vii a.n.E.

    En este sentido, a partir del siglo Vii a.n.E. y sobre todo durante la sexta centuriaanterior a nuestra Era, se observa cierta similitud entre algunos elementos culturales pre-sentes en estas reas, siendo el Ebro la principal va de difusin de los mismos. duranteel ibrico pleno, el flujo de influencias mediterrneas se mantiene e incluso aumenta, deforma que conocer las vas que preservan y fomentan estos contactos ideolgicos y mate-riales es fundamental para entender el proceso social que conduce a la aparicin de lasprimeras reas de poblamiento organizadas y funcionalmente especializadas, as como laeclosin de los procesos de integracin poltica de los territorios. Partimos pues de la ideaque el conocimiento de la disposicin de los yacimientos de estas regiones debe permi-tir relacionar la trama ocupacional con los ejes de comunicacin que posibilitan el con-tacto entre las diferentes comunidades locales. Todos estos aspectos nos llevan a conce-bir la evaluacin sobre el terreno de los pasos naturales de comunicacin como unalnea de investigacin fundamental, que debe ser efectuada mediante tcnicas directas deprospeccin, frmula que nos permitir conocer las condiciones orogrficas, los recursospotenciales de la zona analizada y las posibilidades de circulacin que ofrecen ros ybarrancos, pues es innegable que las vas de comunicacin terrestres buscan el aprove-chamiento de estos corredores naturales, un factor invariable a lo largo de la historia. laatenta observacin del paisaje, con la localizacin de los puertos de montaa, las zonasde escasa pendiente, arroyos o vados de los ros, acontecer pues un elemento esencialpara reconocer las posibilidades de los pasos en los cuales podan haberse instalado loscaminos que definan las estructuras viarias en el pasado (Grau, 2002: 94).

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    A partir de estas premisas, el proyecto cuyos resultados presentamos se ha estruc-turado a partir de un trabajo de campo basado en la prospeccin dirigida hacia las reasque por sus caractersticas fsicas o por haberse considerado tradicionalmente pasos natu-rales, hubieran podido permitir el trnsito entre el bajo Ebro y el interior cataln y bajoaragons, pues para los habitantes de la Terra Alta y del Bajo Aragn, las comarcas delmontsi y del Baix Ebre representan el enlace natural con el mediterrneo. Es evidenteque los yacimientos protohistricos de la Terra Alta y de la comarca del matarranya pre-sentan unas caractersticas culturales y de sustrato claramente diferenciadas respecto a lascomunidades indgenas que habitaron el curso inferior del Ebro, aunque sabemos queambos territorios deban estar en ntima relacin tal y como se desprende de la existen-cia de una serie de rasgos comunes en la cultura material, as como por la circulacin deuna misma serie de producciones importadas en ambas reas regionales. de hecho, se hapropuesto incluso, que estos territorios vecinos podran haber experimentado algn pro-ceso de trasvase de poblamiento (Burillo, 1989-90; Arteaga, Padr, Sanmart, 1990;Rafel, 1991; Garca, 2005), de forma que, a pesar de los condicionantes geogrficosdeterminados por las sierras de los Puertos de Tortosa-Beseit, los ros y barrancos queatraviesan estos accidentes orogrficos situados en el margen derecho del Ebro, se haninterpretado como los principales caminos que permitiran la comunicacin entre losterritorios litorales y los del interior, evitando as remontar el Ebro hasta la desemboca-dura del ro matarranya, desde donde se podra acceder a la Terra Alta y al Bajo Aragna travs del propio cauce fluvial.

    Fig. 1.- Situacin del rea de estudio y de las zonas prospectadas

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    de lo que no hay duda es que el estudio de las vas de comunicacin, en tanto quese trata de ejes vertebradores del territorio, representa un instrumento vlido como indi-cador arqueolgico complementario en el momento de caracterizar las diversas entidadesterritoriales, as como las reas de influencia cultural de los grupos tnicos de la reginque es objeto de estudio. Si entendemos el concepto de etnia como aquel colectivohumano con consciencia social de grupo, definido, al menos en un momento concreto desu historia, en un territorio y con una homogeneidad y heterogeneidad de hbitos y cos-tumbres que hacen creer en la existencia de un origen, sentimientos y destino comunes(Burillo, 1992: 195), la cuestin principal a resolver se fundamenta principalmente en elanlisis de las formas de adquisicin de este sentido de consciencia, el cuando, el cmoy, en el marco de nuestro estudio, a travs de donde.

    Es as, que el mbito territorial en el cual circunscribimos este proyecto -cursoinferior del Ebro y Bajo Aragn en un sentido amplio- se ha definido como una zona defrontera, especialmente en poca ibrica, segn el parecer de unos y otros investigadoresque han trabajado en el territorio, distinguindose en este aspecto la presencia de diver-sos pueblos prerromanos: los edetanos, los sedetanos, los ilercavones y, en ltimo lugar,los ausetanos del Ebro u ositanos (Burillo, 2001-02; Benavente, marco, moret, 2003:243). Sin embargo, el proceso de definicin de las caractersticas tnicas de las comuni-dades que ocuparan un territorio geogrfico ms o menos extenso, los centros ciudadeso no- que lo poblaran y las relaciones que mantendran con sus vecinos no es sencillo.

    Fig. 2- Principales posibles pasos entre el ro Ebro y el interior. Se muestran en lnea continua los dos espacios analizados.

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    Tradicionalmente, la informacin principal sobre la disposicin tnica prerromanaen el nordeste peninsular se ha buscado en las Fuentes literarias clsicas, si bien estas seven fuertemente determinadas por los intereses literarios o polticos de los propios auto-res, que a fin de cuentas relatan un proceso en el que el espacio geogrfico se transforma,a medida que Roma extiende su control sobre la Pennsula ibrica, en un espacio polti-co-administrativo (Ciprs, 1993: 260). En este sentido, desde Hecateo, que recoge elpanorama tnico del nordeste peninsular a finales del siglo Vi a.n.E., hasta el siglo iiia.n.E., en que los escritores greco-romanos volvern a dirigir sus miras a la Pennsulaibrica, las fuentes escritas entran en un periodo de silencio que dificulta en fuerte medi-da las posibilidades de explicar la evolucin de los antiguos ilaraugatai hasta desembo-car en los pueblos que ocupan, segn los textos griegos y latinos, durante el siglo iii a.n.E.este espacio geogrfico. Este problema se agrava por lo tardo de las referencias clsicas,escritas bsicamente entre finales del siglo i a.n.E. y mediados del siglo ii d.n.E., y queadems reflejan una realidad poltico-social distinta a la de los siglos anteriores.

    A partir de los datos arqueolgicos, se ha propuesto que el surgimiento de lasetnias que ocuparan a partir de los siglos V-iV a.n.E. el territorio del curso inferior delEbro i reas lindantes: ilergetes, ilercavones, cossetanos, edetanos, sedetanos i auseta-nos del Ebro, se producira a partir de un proceso evolutivo que quedara plasmado en losmodelos de ocupacin del territorio. Sin embargo, la variabilidad que presenta la viven-cia de la etnicidad y por lo tanto la posibilidad de su trascendencia arqueolgica (Burillo,2001-02) hacen difcil la concrecin de los lmites de estos pueblos. Por otro lado, des-conocemos la organizacin de estas comunidades, y para poder fijar sus lmites espacia-les, debemos tener en cuenta la diferencia que hay entre lmite tnico, es decir, la sepa-racin entre dos etnias, y frontera, que sera el lmite de ruptura entre dos entidades pol-ticas diferentes (Castro, Gonzlez, 1989), pero que pueden corresponder a una misma oa ms etnias diferentes, si bien en algn caso ambos conceptos pueden tener la mismarepresentacin geogrfica.

    Centrndonos en el rea investigada, no hay duda de que la franja litoral estuvoocupada, al menos a partir del siglo iii a.n.E. por la etnia ilercavona, si bien todo apun-ta a que el proceso se iniciara durante los siglos anteriores (diloli, 2002a), extendindo-se su presencia entre el ro millars i el Coll de Balaguer, lmites geogrficos con los ede-tanos i los cosetanos respectivamente. El problema surge en el momento de definir lasdemarcaciones tnicas en el interior. Bosch Gimpera, en una propuesta global sobre laetnologa protohistrica catalana, situ a los ilercavones entre el millars y el Coll deBalaguer, con unos hitos occidentales definidos por los relieves que separan el litoral delinterior, es decir, por la vertiente oriental del Sistema ibrico, hasta Xerta, desde donde -abarcando la cuenca del Ebro en la Tierra Alta- se seguira hasta Fai y la desembocadu-ra del Segre, para desde all, por las sierras del Priorat y de Tivissa descender hacia elmar (Bosch Gimpera, 1922; 1948: 83). Esta propuesta, defendida tambin por Pericot(Pericot, 1934: 429), fue variada por S. Vilaseca, quin plante el ao1953 una nuevadelimitacin para los ilercavones: si bien por el sur y por el norte la proposicin de Boschle pareca correcta, los lmites occidentales abarcaran tambin el Bajo Aragn (Vilaseca,1953: 78-79). Almagro Basch, el ao 1965 se basara, al igual que Vilaseca, en la simili-

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    tud cultural de esta regin para extender hasta el matarranya a los ilercavones, propues-ta que sera apoyada por F. Pallars estableciendo una frontera entre ilercavones y edeta-nos en el ro matarranya, donde habra una lnea de ncleos que la defenderan (Pallars,1965: 11-16). El ao 1973 G. Fats, siguiendo el razonamiento de Pallars, estableci loslmites entre sedetanos e ilercavones en el ro matarranya, argumentando la necesidadpor parte de los ilercavones de proteger su frontera occidental de un pueblo en procesode iberizacin (Fats, 1973: 75 y s.). Gimeno, a pesar de plantear la existencia de unafrontera natural en las sierras de Pndols y Cavalls que separaran el litoral del interior -comarcas de la Terra Alta y del Bajo Aragn- se sum a las propuestas de los autoresanteriores (Gimeno, 1975). Tambin m. Beltrn encontrara lgicos los planteamientosde Pallars, indicando la existencia de una frontera claramente definida a lo largo delmatarranya (Beltrn, 1976, 394). El ao 1984, E. Sanmart confirmaba los planteamien-tos de Fats, basndose en la pervivencia de los ncleos arqueolgicos del rea delmatarranya y del Guadalope (Sanmart, 1984: 40).

    ya en los aos 90, estos bosquejos territoriales sufriran una marcada modifica-cin, cuando F. Burillo, siguiendo una revisin de la obra de Tito livio efectuada porP. Jacob, planteaba la existencia en el nordeste peninsular de dos etnias diferentes con elmismo nombre, los ausetanos (Jacob, 1988), propuso en base a criterios extrados de larevisin de las Fuentes y al anlisis arqueolgico, la asignacin del Bajo Aragn, a unode estos grupos ausetanos, al que denomin ausetanos del Ebro (Burillo, 2001-02).Este nuevo planteamiento se vio reforzado cuando se plante la equiparacin por partede la tradicin romana entre los ausetani, de Ausa (Vic) i los ositani de osicerda, u osi,como se abrevia en algunas monedas (Benavente, marco, moret, 2003: 243).Recientemente, P. moret, J. A. Benavente y A. Gorgues han enfatizado esta cuestin, ale-gando las diferencias entre los iberos del Bajo Aragn y los del rea ilercavona, enten-diendo a stos como los ocupantes del litoral y del bajo Ebro (moret, Benavente,Gorgues, 2006: 267-268), si bien los mismos autores destacan que esta identificacintnica es el resultado de una simple hiptesis filolgica, an pendiente de una confirma-cin epigrfica que tal vez no llegue nunca, pero que permite dar a las poblaciones delBajo Aragn ibrico un lugar y un nombre en el entramado tnico de finales del siglo iii,distinguindolas de sus vecinos sedetanos, celtberos belos, ilercavones e ilergetes(moret, Benavente, Gorgues, 2006: 269).

    Estos argumentos muestran sin lugar a dudas la dificultad existente para la deter-minacin de los lmites tnicos de los territorios analizados. Sin embargo, a raz de losdatos presentados, parece clara la distincin entre dos grupos tnicos que ocuparan elespacio interior del sur de Catalunya y del Bajo Aragn que historiogrficamente se haasignado a los ilercavones. no obstante, queremos efectuar unas apreciaciones al respec-to. Aunque se han planteado evidencias de tipo cultural que diferencian a los grupos ins-talados en la costa del Ebro y en el interior durante la poca ibrica, como son la des-igualdad en los rituales de enterramiento o la presencia/ausencia de las estelas de guerre-ro (Burillo, 2001-02), otras explicaciones nos parecen equvocas, pues no reflejan la rea-lidad actual. En este sentido, el planteamiento de moret, Benavente i Gorgues sobre laausencia de tinajas de borde plano reentrante en el Bajo Ebro como prueba de la

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    distincin entre ilercavones y ausetanos del Ebro (moret, Benavente, Gorgues, 2006,269) es refutable a partir de los resultados en las excavaciones arqueolgicas efectuadasen lAssut (Tivenys, Baix Ebre) (diloli et alii, en prensa), en les Planetes (Tortosa, BaixEbre) (diloli, Bea, Vilaseca, 2003) o en la misma ciudad de Tortosa (Baix Ebre) (diloli,Ferr, 2008b), donde se han localizado restos de estos recipientes en niveles ibricos tar-dos, si bien el estado actual de la investigacin nos impide conocer su origen; en segun-do lugar, los mismos autores plantean como elemento diferenciador la inexistencia en lazona de la desembocadura del Ebro de los molinos de vaivn, de los que hay un ejemplaren el museo municipal de Tortosa, procedente del yacimiento de masia despatx(Tortosa, Baix Ebre); por ltimo, la relacin entre la arquitectura del bajo Ebro i del BajoAragn, especialmente en lo que se refiere a la presencia de plantas de tipo circular enedificios turriformes, otro elemento usado como distincin entre ambas regiones, pareceser cada vez ms intensa. En este sentido, las torres de les Planetes (Tortosa, Baix Ebre)(diloli, Bea, Vilaseca, 2003), les Valletes (Aldover, Baix Ebre) (diloli, 2002a; diloli,Ferr, 2008a) o especialmente la torre T3 de lAssut (Tivenys, Baix Ebre) (diloli et alii,en prensa) son indicadoras de la frecuencia de esta tipologa entre las edificacionesdefensivas de los poblados del Bajo Ebro.

    Fig. 3.- distribucin de las principales etnias prerromanas cercanas a la zona analizada.

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    A pesar de estas puntualizaciones y retomando el discurso anterior, nos pareceacertada la distincin entre ilercavones y ausetanos del Ebro u ositanos, dos pueblos quedurante el perodo ibrico veran sus territorios partidos por una lnea imaginaria queposiblemente coincidira con las cumbres del Sistema ibrico en su extremo ms septen-trional, justo en su unin con las sierras de Pndols i Cavalls, separndose as la zona dellitoral del interior, y siendo a travs de los pasos existentes entre estos accidentes geogr-ficos que podran relacionarse ambas comunidades. En este estado de la cuestin, pensa-mos que el conocimiento de las vas de comunicacin fsicas e ideolgicas entre estos dosgrupos, as como la distribucin del poblamiento en funcin de las mismas, puede servirpara perfilar su identificacin, formativa y evolutiva, delimitando sus mbitos de ubica-cin en la medida de lo posible.

    EL RO EBRO y LAS VAS nATuRALES dE cOMunIcAcIn HAcIA LARIBERA dEREcHA dEL EBRO.

    El tipo de contactos, las condiciones de transporte y la frecuencia de los inter-cambios son factores que presentan una alta variabilidad a lo largo de la historia y quedeterminan la estructuracin de las redes viarias en un territorio. En el sur deCatalunya, pese a que las comunicaciones con el interior han sido siempre problemti-cas debido a la orografa del valle del Ebro, el ro ha suplido esta falta de caminosterrestres relevndose como una importantsima va de penetracin y de comunicacincosta-interior, con la zona de lleida, a travs del Segre, o con el Bajo Aragn, porpasos secundarios relacionados con sus afluentes. Es as que la importancia indiscuti-ble del ro Ebro como eje del territorio y va principal de comunicacin se ve multipli-cada si consideramos tambin el papel que juegan sus afluentes en la red de comuni-caciones de su entorno (diloli, 2002a; 2002b).

    A primera vista, los contactos entre el bajo Ebro y las regiones interiores de suribera derecha, Terra Alta, matarranya y Bajo Aragn, podran haberse producido a tra-vs de una serie de pasos naturales que habran actuado como vas de comunicacin,siendo los ms importantes el barranco de les Fonts, el barranco de Xalamera, el roCanaleta, el ro Sec, el barranco de Forn Teuler y el barranco de Voravall-riera de SantPau. Pero lo cierto es que no disponamos todava de un conocimiento preciso sobre elterreno que nos permita determinar cuales son los que presentan unas condiciones msaptas. no obstante, diversos trabajos que se han centrado en esta cuestin han aportadodatos que sugieren caminos factibles a travs de estos riachuelos durante la antigedad.

    Entre estos, destaca el estudio de m Angeles megalln sobre las vas de comuni-cacin romanas en Aragn, en el que se describe la existencia de de tres caminos entre lacosta y el interior aragons: el primero, que seguira el curso del ro Ebro, no citado enlas fuentes clsicas, el segundo que desde Contrebia se dirigira hacia Tarraco, pasandopor Leonica y cruzando el Bajo Aragn y la Terra Alta y el tercero, que tambin desdeContrebia descendera hasta Lintibilim, donde enlazara con la va Augusta, para desdeall, continuar hasta Sagunto (megalln, 1987: 56). En el caso de la segunda va y si con-sideramos que Leonica podra encontrarse ubicada cerca del ro matarranya, tal y como

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    han propuesto algunos autores (Beltrn lloris, 1976: 415; megalln, 1987: 58), el cami-no ms fcil para entrar en el sur de Catalunya desde el interior aragons en poca roma-na pasara por Gandesa, donde se encuentran los accesos al barranco de Forn Teuler (endireccin a la zona de Asc), al ro Sec (en direccin a la zona de mra dEbre) y tam-bin al barranco de Gandesa (en direccin a la zona del Pinell de Brai), pasos naturalesque permitiran enlazar este camino con el Ebro.

    Tambin se ha valorado la pervivencia de las caadas (ligallos), caminos de pas-toreo utilizados para el traslado estacional de los rebaos en poca medieval. de hecho,se trata de pasos que han permitido tradicionalmente la comunicacin entre las tierras delinterior y la costa, teniendo su origen en pocas anteriores a la protohistoria. Es conoci-do el camino nombrado en el Llibre dels Pastorets, que durante el siglo XiV permitirael traslado de los rebaos del Bajo Aragn hacia Tortosa, pasando por Vall-de-roures,Arnes, Horta, Alfara de Carles y Roquetes (noguera, 2006: 68).

    Por otra parte, la planimetra histrica puede ser otro elemento importante paravalorar los caminos antiguos, tal como se puede observar en los mapas dAparici y deCatalunya de Garma, del siglo XViii, que informan de un camino que seguira el traza-do Tortosa, Aldover, Xerta, Pinell de Brai, Gandesa, Batea, Pinyeres, Favara y Caspe, yque podra ser heredero de un camino tradicional que se habra utilizado desde laantigedad. Vale recordar que en Favara, Caspe y Chiprana existen monumentos funera-rios de poca romana al lado de la va, as como otro tipo de restos constructivos de estamisma poca (Puch, 1996).

    Por lo tanto, la continuidad y pervivencia de vas y caminos habra sido relativa,dado que aunque en un primer momento se habran utilizado los caminos de poca ib-rica, en poco ms de dos siglos la romanizacin comport un cambio profundo en elmodelo de ocupacin del territorio, un hecho ligado a la potenciacin y estmulo de laproduccin y a la creacin de una red viaria planificada que deba permitir el enlace entrelos principales ncleos urbanos. de hecho, esta fosilizacin de los caminos antiguos obli-ga a estimar las posibilidades reales de las vas que facilitan la comunicacin del BaixEbre con una zona de cruce de caminos como es el rea de Bot- Gandesa, pues se tratade pasos que sabemos que se han utilizado en diversos momentos a lo largo de la histo-ria y que se han propuesto tradicionalmente como ejes de penetracin transversal haciala Terra Alta, pero que no han sido examinados sobre el terreno para valorar su funcio-nalidad en poca protohistrica.

    Se trata, por una parte, del curso bajo del ro Canaleta (que sigue aproximadamen-te el trazado de la lnea de ferrocarril de la Val de Zafn), propuesto como el principalenlace entre el curso inferior del Ebro y la Terra Alta (Sanmart, 1984; Ruiz Zapatero,1984), y por otro del barranco de Xalamera (el curso del cual sigue aproximadamente eltrazado de la actual Carretera n-230, entre Xerta y Prat de Comte) y que se ha propues-to tambin como una va de conexin entre estos dos territorios, como se ha sugerido envarios trabajos (diloli, 2002a; 2002b; moret, 2002; moret, Benavente, Gorgues, 2006,2006). de hecho, creemos que la prospeccin de estas vas era una tarea esencial paracomprobar en sentido positivo o negativo su funcionalidad como caminos, analizandosobre el terreno los condicionantes concretos de cada caso.

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    REcuRSOS POTEncIALES dE LA REgIn.

    debemos entender que el establecimiento de vas de comunicacin entre diferen-tes comunidades tiene un sentido ligado a procesos culturales que, al menos en pocaprotohistrica, deberan de poseer un fuerte componente econmico y social, ya sea enrelacin a la circulacin de productos bsicos o a la distribucin de productos imbuidosde un sentido de prestigio, que superaran las necesidades esenciales de la poblacin.

    En la zona prospectada, las posibilidades de explotacin agrcola ptimas seconcentran en el curso bajo de ambos cursos de agua, pues se trata de espacios llanosformados por aportaciones aluviales, aptos para todo tipo de cultivo. En este sentido,cabe apuntar que se trata de zonas muy cercanas al Ebro, que estn regadas de formanatural y que en poca antigua podran haberse destinado tanto a los cultivos de huer-ta como a los de secano y en los que se desarrollara una economa agraria basada prin-cipalmente en el cultivo de gramneas, leguminosas, y frutos de secano, entre otros pro-ductos (diloli, 2002a).

    En tanto al curso medio y alto del barranco de Xalamera, la explotacin agrcolaactual se basa en el cultivo de secano, mayoritariamente de via, olivos y almendros. Elro Canaleta, si bien cuenta en su curso medio con algunos puntos donde es practicablela explotacin agrcola de regado o sobre todo de secano, se inscribe en un entramadoorogrfico que impide prcticamente el aprovechamiento de sus mrgenes, pues se tratade un valle especialmente abrupto. no obstante, cabe apuntar que en la zona de la Ventadel Riu, donde el barranco de Prats y el barranco de la Vall se unen con el Canaleta, seconforma un pequeo espacio abierto con posibilidades de aprovechamiento agrario.

    otra de las dificultades a la que nos enfrentamos es la definicin de los productostransportados. Si bien cada vez parece ms claro el inters de los indgenas por las manu-facturas forneas, difcilmente hay rastros de los elementos que podan ofrecer a cambio.Con todo, desde la Terra Alta y las comarcas vecinas se podan distribuir hacia el cursoinferior del Ebro productos agropecuarios como cereales, ganados o pieles. Cuandomenos, la carencia de un conjunto analtico de muestras paleoeconmicas o arqueobot-nicas, no nos permite disponer de unos datos claros respecto a las producciones localesy productos explotados. En este sentido, no debemos olvidar las caractersticas paisajs-ticas de esta regin, donde las amplias zonas de pastoreo, el uso de las cuales fue moti-vo frecuente de conflicto durante la Edad media, debieron de potenciar una especializa-cin ganadera frente a la dificultad de desarrollar una agricultura extensiva.

    Tambin debemos tener en cuenta que el curso alto del barranco de Xalameraconstituye una regin muy rica en cuanto a recursos faunsticos, pues se trata de una zonamontaosa conectada a los Ports de Beseit que hoy en da todava est poblada por cabrahispnica (Capra pirenaica), ciervo (Cervus elaphus), jabal (Sus scropha), conejo(Oryctolagus sp) y liebre (Lepus sp), especies salvajes que tal y como se ha constatadoen diversos yacimientos de la zona contribuyeron a complementar la dieta crnica de losiberos (diloli, 2002a), siendo esta regin un espacio con una presencia de cordillerasboscosas de cumbres escarpadas, paisaje que presenta unas caractersticas idneas paraesta actividad.

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    As mismo, tampoco podemos descartar el inters que pudieron suscitar algunasexplotaciones minero-metalrgicas de la regin, que si bien no han sido consideradasde suficiente valor para atraer a los comerciantes fenicios (moret, Benavente, Gorgues,2006: 238), no deben desestimarse en el contexto global del comercio protohistorico.Entre estos recursos cabe destacar los hard-grounds enriquecidos con minerales de hie-rro presentes en los Puertos de Tortosa- Beseit, destacando las mineralizaciones delateritas ms meridionales de Catalunya, situadas en Fontespatlla (matarranya) y Hortade Sant Joan (Terra Alta), sin desestimar los hard-grounds del dogger de Gandesa(Terra Alta) que aunque con poco xito, han sido explotados en otros momentos hist-ricos, al igual que los lignitos y bauxitas de Beseit (matarranya) y de Prat de Comte(Terra Alta) (diloli, 2002a). Adems, tambin debemos destacar la presencia de mine-ralizaciones de plomo y de pequeas concentraciones de galena y xidos de hierro enla zona de Pals, un rea relativamente cercana al curso del barranco de Xalamera, peroque desde el Ebro dispone de una va de acceso mucho ms directa a travs del barran-co de les Fonts (diloli, 2000; 2002a). otros recursos minero-metalrgicos son, en unsector muy cercano a la zona de la Venta del Riu, una explotacin de arcilla situadajusto en el margen izquierdo del ro Canaleta, que ha sido utilizada de forma habitualdesde hace dcadas.

    debemos valorar tambin el aprovechamiento de la madera de pino procedente delas cordilleras septentrionales del macizo de los Ports de Beseit, documentada durante ladominacin islmica del territorio del bajo Ebro, pero muy probablemente anterior, sien-do especialmente apreciado para la construccin naval, como lo indica an hoy da ladenominacin de tortosinos (turtsh) que se da en algunos puntos del norte de frica alos troncos de pino gruesos y largos. El pino rojo era especialmente apreciado en el surde la Pennsula ibrica, como lo demuestra su uso en el envigado del techo de la mezqui-ta de Crdoba. As mismo, la madera procedente del boj o del tejo se ha utilizado tradi-cionalmente para la fabricacin de diversos utensilios.

    Finalmente, indicar la existencia en el punto donde hoy en da se localiza elSantuario de la Fontcalda (Gandesa), de una fuente de agua caliente, situada a la izquierdadel ro Canaleta. Son aguas que contienen cloruro y carbonato clcico, sulfato de magnesioy cloruro sdico, motivo por el cual se han explotado con fines medicinales o teraputicosdesde el siglo XViii, siendo probablemente conocidas y utilizadas desde pocas anteriores.

    LAS PROSPEccIOnES En EL BARRAncO dE XALAMERA y En EL cuRSOBAjO dEL RO cAnALETA

    Objetivos y metodologa

    las dos campaas de prospeccin efectuadas en el barranco de Xalamera (2006)y en el curso bajo del ro Canaleta (2007) han permitido analizar sobre el terreno las posi-bilidades funcionales de estos accesos como lneas de comunicacin. El objetivo funda-mental era evaluar de forma especfica y detallada la orografa y los accidentes geogr-ficos que determinan sus respectivos trazados, comprobando las ventajas y las dificulta-

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    des que ofrecen estos pasos naturales para el trnsito humano y de mercancas. En estesentido, la prospeccin ha permitido constatar la existencia de diversos yacimientos oestaciones arqueolgicas que se sitan en sus proximidades, inditos, o que como mni-mo no constaban en la carta arqueolgica.

    Para poder desarrollar de forma adecuada estas dos campaas de prospeccin seha actuado sobre una rea territorial concreta definida previamente, desarrollando un pro-grama que supona, en trminos objetivos y de metodologa, una combinacin entre laprospeccin intensiva de algunas zonas inexploradas, el reconocimiento de yacimientosya acreditados en la bibliografa y la aproximacin general a la problemtica histrico-arqueolgica de la zona. En este sentido se ha trabajado sobre cuadrculas tericas mar-cadas en planos topogrficos de diversas escalas (1/50.000, 1/25.000, 1/5.000), ortofoto-mapas de gradaciones diferentes y fotografa area.

    A nivel administrativo, la prospeccin se ha realizado en un territorio incluido enlos trminos municipales de Benifallet, Xerta, Pals, Pinell de Brai, Gandesa y Prat deComte, en la provincia de Tarragona, efectuando slo de manera espordica algunos reco-nocimientos selectivos fuera del rea que representan ambos cursos hidrogrficos. En estesentido cabe destacar que se ha realizado una prospeccin superficial de algunas reascolindantes, como el barranco dels Prats (que desde el barranco de Xalamera se dirigehacia la zona del Pinell de Brai) o el barranco del Hostal (que desde el barranco deXalamera avanza hacia la zona de Horta de Sant Joan), y que podran haber actuado comovas secundarias de enlace de caminos. la finalidad era obtener una muestra equilibraday significativa de toda la zona, centrndonos especialmente en los puntos geoestratgicos,pero tambin en aquellos espacios con posibilidades de explotacin agrcola. los trabajosse han ajustado en lneas generales a los procedimientos metodolgicos bsicos de la pros-peccin arqueolgica (Ruiz Zapatero, Fernndez, 1993; Garca Sanjun, 2005).

    no obstante, el reconocimiento superficial del terreno se enfrenta a diversas difi-cultades, entre las que destacan en esta zona:

    1. los cambios sedimentolgicos producidos como consecuencia de la ero-sin, especialmente en aquellos lugares donde el terreno natural se encuentra auna cota ms realzada. de hecho, los puntos ms elevados que configuran la lneade cerros que a lado y lado definen el trazado del cauce de ros y barrancos, pre-sentan en general una escasa potencia sedimentaria.

    2. la densa vegetacin, que provoca una escasa visibilidad en una parteimportante de la zona. Este es un factor que dificulta el reconocimiento visualminucioso de muchas de las parcelas prospectadas. Se trata de una zona boscosaintegrada por matorrales y pino blanco con un sotobosque a base de romero y alia-ga, hecho que dificulta el examen visual de algunos sectores.

    3. la profunda alteracin del terreno debida a la intensa actividad agrcolaefectuada en algunas vertientes de las cuencas fluviales analizadas. nos referimossobre todo al tramo final de ambos cursos hidrogrficos y tambin a las zonas ms

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    o menos amplias como la planicie de Prat de Comte. los propios cultivos, espe-cialmente los ctricos (el cultivo de mandarinas y naranjas se concentra dentro delos trminos municipales de Benifallet y de Xerta) y los cultivos de secano (el cul-tivo de la via, el olivo, el algarrobo y el almendro, concentrados en el cursomedio del barranco de Xalamera).

    4. las modificaciones del paisaje realizadas durante la Guerra Civil (1936-1939), bsicamente por los efectos de la batalla del Ebro. de hecho se trata de unazona en que es factible documentar con facilidad la presencia de diversos puntoscon evidencias materiales (metralla, latas, restos de proyectiles, etc.) y estructura-les (trincheras, pozos de tiradores, nidos de ametralladoras, refugios, etc.) que serelacionan con este conflicto. Se trata de lugares que disponen de un buen controlvisual del territorio y en los cuales se constata profundamente la alteracin antr-pica de determinados espacios. El avance del ejrcito republicano en esta zona serealiz siguiendo la va del Canaleta, aprovechando la lnea de ferrocarril de la Valde Zafn; no obstante el da 27 de julio de 1938, el V cuerpo de lster recibi elencargo de ocupar dos puntos de enlace de carreteras muy cercanas al barranco deXalamera, el Empalme, en la actual n-230, que va del Pinell de Brai a Xerta y lacarretera que desde Prat de Comte se dirige al Coll de Bot. Pero lo cierto es que,ms all de la zona del Empalme, las tropas republicanas no se dirigieron ni a Pratde Comte ni a la Fontcalda, an tratndose de zonas fundamentales para el controlgeoestratgico de los accesos hacia la zona de Bot y Gandesa. de hecho, el cursobajo del ro Canaleta es seguido aproximadamente por el trazado que define la anti-gua lnea de ferrocarril de la Val de Zafn, que en todo este tramo atraviesa diver-sos tneles, utilizados por el ejrcito republicano a modo de refugio y polvorn.

    la problemtica expuesta, la topografa y la vegetacin del terreno, la ampliaextensin abarcada y el tipo de informacin obtenida, nos hicieron desestimar una pros-peccin de cobertura extensiva para la totalidad del territorio, como ya hemos indicado,optando por una prospeccin orientada. El mtodo de trabajo que hemos aplicado procu-ra explotar la complementariedad de los diferentes procedimientos (Ruiz Zapatero,Fernndez, 1993: 91), empleando la cobertura total en reas concretas y definidas en lasque resulta recomendable y recurrente aplicar, como lnea de trabajo, las estrategias demuestreo, mientras que en otros casos (debido a las condiciones del terreno) se han reali-zado, como ya hemos apuntado, incursiones de manera dirigida o intencional. El diseoprevio se basa en un anlisis de diversos tipos de informacin (cartografa general, cartaarqueolgica, mapas de recursos mineros, fotografa area, referencias escritas, toponimia,etc.) (Hunt, 1996; Garca Sanjun 2005), utilizados tambin de manera combinada a lolargo de todo el proceso de prospeccin y complementados con los datos generados poranteriores trabajos de inventario y prospeccin (mascort, Sanmart, Santacana, 1990,Puch, 1996; diloli, 2002a; Revilla, 2003; noguera, 2006). El registro de yacimientosarqueolgicos y los hallazgos aislados en superficie se ha llevado a cabo mediante fichas,con un formulario predefinido, en las cuales constan una serie de campos referentes a la

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    localizacin (topnimo, coordenadas uTm, cota s.n.m., etc.), a la clasificacin crono-cul-tural (cronologa, descripcin de los materiales) y a la descripcin del yacimiento (poten-cia sedimentaria, rea de dispersin, visibilidad, estructuras). El posicionamiento se haefectuado con GPS y se ha procedido a una recogida selectiva de materiales en superficiepara su posterior estudio. Tambin se ha realizado un registro fotogrfico de todas las par-celas prospectadas. Por otra parte, se efectuaron algunos levantamientos topogrficos delcurso inferior del barranco a partir de una aplicacin de la Carta digital del ejrcito.

    En cuanto al estudio del material arqueolgico, se ha inventariado y cuantificado,valorando su adscripcin tipolgica y cronolgica, efectuandose el dibujo de los elemen-tos ms significativos. El trabajo de campo se organiz diariamente en base a la reparti-cin de las diversas reas de prospeccin que fueron asignadas a distintos equipos.Bsicamente la prospeccin ha sido ejecutada por equipos de 3 a 4 personas1.

    Resultados de la prospeccin

    El barranco de Xalamera

    El barranco de Xalamera, situado a la derecha del Ebro, se ha propuesto tradicio-nalmente como un paso natural entre el ro Ebro y la Terra Alta. El cauce, que nace en Pratde Comte, desemboca despus de recorrer unos 14 kilmetros, en el Ebro, justo frente alasentamiento ibrico del Castellot de la Roca Roja (Benifallet), no lejos de Aldovesta(Benifallet), despus de haber cruzado las sierras de Corrals y de ligues. Se trata de unava que comunica el territorio del Bajo Ebro con el curso alto del ro Algars (trminosmunicipales de Horta de Sant Joan, Arenys de lled y Caseres), o con la depresin de Bot,si bien en este caso debemos tener presente que se trata de un acceso muy difcil si se haceatravesando el Coll del Bot, tal y como apuntan algunos autores (moret, 2002: 72), con-templndose la posibilidad de un virtual acceso por el camino que en direccin norte,siguiendo aproximadamente el trazado de la actual n-230 (antiguo eje del Ebro), transcu-rre a travs del barranco de Prats comunicndose con la zona del Pinell de Brai y Gandesa.

    El rea a prospectar comprenda desde el ro Ebro, donde se sita la desemboca-dura del barranco, hasta su nacimiento en la Serra del montsagre de Pals. Se prestespecial atencin al valle de Prat de Comte, entre el Coll den Gra y las Planelles, perotambin al curso bajo del barranco, el tramo comprendido entre la presa de Xalamera yel Ebro. los principales accidentes orogrficos entre el nacimiento del barranco deXalamera y su desembocadura son la Sierra dels Corrals, el Coll de les moles, lombriade German, las Armes del Rei y la Tossa.

    Antecedentes arqueolgicos.

    Histricamente, el barranco de Xalamera ha sido considerado como la va de pasoms corta y accesible entre el Ebro y la cuenca del ro Algars, bordeando el extremo sep-tentrional de los Puertos de Beseit hasta la zona de Horta de Sant Joan (Belarte, noguera,

    1.- Han participado en estas prospecciones d. Bea, J. Vil, R. Ferr, R. Roqu, S. navarro, A. Gonzlez, R. Graells, R. Balsera,l. Toms, m. domnech, H. Sancho.

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    Sanmart, 2002; diloli, 2002a; diloli, 2002b; moret, 2002; moret, Benavente, Gorgues,2006). de hecho, en el trmino municipal de Horta de Sant Joan conocemos la existen-cia de los yacimientos protohistricos del Collet, Penya Gall y Els Vilans (Puch, 1996),ncleos identificados a partir de la localizacin de materiales cermicos en superficie ya los cuales no podemos otorgar una cronologa precisa de ocupacin ms all de apun-tar su adscripcin al periodo ibrico.

    Con todo, la informacin sobre el poblamiento de este espacio provena sobre todode noticias de aficionados, o del programa de prospecciones que desarroll el ao 1988 unequipo de la universitat de Barcelona (mascort, Sanmart, Santacana, 1990) en el cursoinferior del Ebro, limitado a las terrazas fluviales. Gracias a los resultados obtenidos enesta prospeccin se pudo empezar a valorar la abundante distribucin que presentaban lasimportaciones procedentes del mbito semita sur-peninsular en la zona del Ebro, al menosdesde mediados del siglo Vii a.n.E. Precisamente, en el Tur de Xalamera (Benifallet),uno de los promontorios que jalonan la desembocadura del barranco de Xalamera en el roEbro, se document un yacimiento con notable presencia de nfora fenicia, hecho quesugera la existencia de un centro similar al asentamiento vecino de Aldovesta, ubicado enel margen contrario del Ebro. A parte del yacimiento protohistrico de Aldovesta(mascort, Sanmart, Santacana,1991), en el trmino de Benifallet tambin se ha excavadoel poblado ibrico del Castellot de la Roca Roja, ocupado entre los siglos Vi-ii a.n.E.(Belarte, noguera, Sanmart, 2002), que se encuentra situado justo delante del puntodonde el barranco de Xalamera desagua en el Ebro. un poco ms al sur, todava dentro deltrmino municipal de Benifallet, se encuentra el yacimiento de Coll de Som, ocupadodesde poca ibrica y desde el cual se controla visualmente la desembocadura del barran-co de Xalamera. En el mismo margen del ro, dentro del trmino municipal de Xerta, justoen un cerro situado a la derecha de la desembocadura del barranco de Xalamera, se cono-ce el yacimiento ibrico de les Trampes, con una ocupacin que debe situarse durante elibrico Pleno, entre los siglos V-ii a.n.E. (diloli, 2002a; noguera, 2006).

    ya en el interior, destacan los resultados obtenidos gracias a los trabajos efectua-dos dentro del Programa de Prospeccions Arqueolgiques a la Conca del riu Algars(Terra Alta) llevado a cabo el ao 1999 por la universitat de Barcelona y dirigido porJ.m. Prez, P. Rams y m. Jornet que permitieron documentar en la zona descrita diver-sos yacimientos arqueolgicos de poca protohistrica y posterior, recogidos en la CartaArqueolgica de la Terra Alta.

    Yacimientos documentados.

    Si bien los objetivos esenciales de la presente intervencin estaban orientados a laobtencin de datos referentes a la protohistoria, se han podido documentar yacimientosfechados en distintos horizontes cronolgicos: protohistricos, de poca romana, depoca medieval y de la Guerra Civil (1936-1939). Entre los establecimientos inditoslocalizados destaca el Pla de Fernando (Pals), un asentamiento romano situado en elcurso medio del barranco, que podra indicarnos la existencia de un ncleo rural secun-dario, probablemente subordinado a alguna de las villas o grandes centros de explotacinagrcola situadas en el curso inferior del Ebro.

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    la mayor parte de los yacimientos o estaciones arqueolgicas documentadas seconcentran en el tramo bajo del barranco, la zona ms cercana al Ebro, dado que se tratadel rea que presenta mayores posibilidades de explotacin agrcola y que por tantoresulta ms idnea para acoger ncleos de hbitat ms o menos permanentes. En total sehan documentado 14 yacimientos o puntos de inters arqueolgico, no obstante slo losseis siguientes han proporcionado datos de poca protohistrica o romana:

    1- les Trampes (Xerta).

    En el margen derecho del barranco, justo donde ste desemboca en el Ebro,se alza una colina en la que en su punto ms elevado se ha hallado un conjunto dematerial cermico de poca ibrica, justo en un sector donde tambin se documen-tan restos de material blico relacionados con el transcurso de la Guerra Civil(1936-39). Se trata de un paraje de visibilidad ptima sobre el curso del Ebro ytambin sobre el curso bajo del barranco de Xalamera. la existencia de este yaci-miento se conoca a raz de los trabajos de Jordi diloli (diloli, 2002a) y de Jaumenoguera (noguera, 2006), ubicndose cronolgicamente en un periodo compren-dido entre los siglos V-ii a.n.E.

    2- Tur de Xalamera/ mas de Xalamera (Benifallet).

    Altozano situado en el margen izquierdo del barranco, en su desembocadura.En su cima se localiz un conjunto cermico con un alto predominio de fragmen-tos de cermica fenicia del Crculo del Estrecho, que debe ubicarse cronolgica-mente durante la primera Edad del Hierro (650-550 a.n.E.), pero tambin cermi-ca ibrica, con una tipologa que nos indica un momento de ocupacin que se situa-ra entre los siglos V y ii a.n.E. (diloli, 2002a). Se trata de un punto de ptima visi-bilidad sobre el curso del Ebro y tambin sobre el curso bajo del barranco. la exis-tencia de este yacimiento se conoca por los trabajos de prospeccin efectuados en1988 por la universitat de Barcelona (mascort, Sanmart, Santacana, 1989),momento en que se recuperaron un total de 87 fragmentos de cermica fenicia(Alaminos et alii, 1991, 277). Este hecho sugiri la posibilidad de la existencia deun centro redistribuidor similar al caso del vecino Aldovesta (Benifallet) (Ramon,1994-96, 400). Al pi de esta colina se encuentra el mas de Xalamera, edificio quepresenta elementos constructivos de poca medieval y que se sabe habitado duran-te la poca andalus (Virgili, 2001). Es interesante tambin mencionar un texto delsiglo Xiii donde se alude al mas de Xalamera como una granja denominadaColomera (Combarte, 1989).

    3- los Arquets de Xalamera (Benifallet).

    Punto muy cercano al cauce del barranco, donde actualmente hay un cultivode ctricos (mandarina), en el que se ha documentado la presencia de algunos frag-mentos de cermica comn romana y de los restos de lo que podra ser una cana-lizacin de la misma poca. El material se concentra en la ltima terraza, justo alsur del acueducto medieval conocido como los Arquets de Xalamera. Cabe desta-car que el acueducto de Xalamera es una construccin gtica de piedra que fecha

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    del siglo XiV y que est en relacin con el mas de Xalamera. de hecho, la pros-peccin ha permitido constatar que todava se conservan algunos tramos de estemismo acueducto en el curso medio del barranco, en concreto en la zona del Estretde Carlos (en el kilmetro 19 de la carretera n-230).

    4- mas den Cid (Xerta).

    Altiplano situado en el margen derecho del barranco, en un espacio dondeactualmente se encuentra una masa que posee una extensa rea de explotacinagropecuaria (campos de cultivo y granja) y tambin un repetidor de telefonamvil. En la zona ms elevada del altiplano ha sido posible documentar la presen-cia de algunos fragmentos de cermica ibrica y de cermica comn de pocamedieval. Se trata de un punto que ofrece una ptima visibilidad sobre el cursodel Ebro y el tramo bajo del barranco de Xalamera.

    Fig. 4.- ubicacin de los principales yacimientos arqueolgicos de poca antigua localizados en la desembocaduradel barranco de Xalamera. En la fotografa inferior se observa el rea de la desembocadura del barranco, ptima para la agri-cultura.

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    5- molaterra (Benifallet).

    Colina situada en el margen izquierdo del barranco que presenta una vegeta-cin boscosa a base de matorrales y pino blanco. En este punto ha sido posibledocumentar la presencia de algunos fragmentos cermicos de poca ibrica y tam-bin de un pondus. Se trata de un lugar que dispone de buena visibilidad sobre eltramo final del barranco de Xalamera.

    6- Pla de Fernando (Pals).

    Terraza a media altura situada a pocos metros del curso del barranco que per-mite el control del camino que resigue el trazado de su cauce. Se trata de un espa-cio que actualmente est dedicado al cultivo de algarrobos y de via. la presen-cia de materiales cermicos de poca romana (terra sigillata sur-glica, terra sigi-llata hispnica, terra sigillata africana y cermica comn) se concentra en unpunto afectado por un recorte reciente efectuado en una zona donde se abri elcamino de acceso a una masa. los materiales recuperados nos indican una cro-nologa de ocupacin comprendida aproximadamente entre los siglos ii y V d.n.E.

    Curso bajo del ro Canaleta.

    El rea prospectada abarca el valle del Canaleta desde el punto en que, pasadoBot, el ro inicia un tramo sumamente encajonado a travs de las carenas que enlazan elmacizo de los Puertos con la Sierra de Pndols. Este congosto llega a su mxima expre-sin en la zona de la Fontcalda (Gandesa), donde se perfila un profundo valle que atra-viesa las estructuras geomorfolgicas de un rea que destaca por sus importantes aflora-mientos calcreos. El cauce del ro no se ampla hasta la zona de la Venta del Riu, den-tro del actual trmino municipal del Pinell de Brai, para seguidamente volver a angostar-se a su paso por el macizo de Codines de Riberola hasta que se abre a la Vall, una pla-nicie aluvial del tramo final del ro antes de la desembocadura. El rea prospectada abar-c ambos mrgenes del ro, prestando especial atencin a algunas zonas concretas, espe-cialmente las que presentaban buenas condiciones para acoger ncleos de hbitat, comoes el caso de la zona de la Vall o el barranco de Prats, que en direccin sur enlaza con elbarranco de Xalamera por la zona del Empalme.

    A grandes rasgos, el ro Canaleta, afluente del margen derecho del Ebro que tienesu nacimiento en los Puertos, se ha propuesto tradicionalmente como una va natural decomunicacin, quizs la ms importante, entre el Baix Ebre y la Terra Alta (Sanmart, 1984;Ruiz Zapatero, 1984, diloli, 2002a; 2002b; noguera, 2006). Este hecho se debe a que setrata de un ro que cruza totalmente las sierras ms septentrionales del Sistema ibrico,enlazando de esta forma el valle del Ebro con la Terra Alta, discurriendo en algunos tramospor amplios valles donde histricamente se ha producido una ocupacin humana. En estesentido, como veremos, la prospeccin que hemos efectuado en su tramo inferior nos hahecho desestimar esta idea, pues para atravesar la Sierra de Corrals y desembocar en elEbro el ro atraviesa los niveles geolgicos que forman estos relieves, compuestos por rocascalcreas del jursico y del trisico, mediante pasos inaccesibles para el ser humano.

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    Antecedentes arqueolgicos.

    los datos existentes hasta ahora sobre la ocupacin antigua en el rea donde se haefectuado el presente trabajo de prospeccin, nicamente indicaban la existencia delyacimiento del ligallo de lixem (Benifallet, Baix Ebre), que se encuentra justo en la ver-tiente de una colina situada en el margen izquierdo de la desembocadura del ro Canaletaen el Ebro. En este punto se document en el ao 1989 la existencia de materiales cer-micos de la Edad del Bronce y de poca romana, tal como aparece descrito en el inven-tario de yacimientos arqueolgicos de la Generalitat de Catalunya. En este mismo cat-logo tambin se hacer constar la existencia de industria ltica en dos colinas situadas enla zona de la Venta del Riu (Pinell de Brai) y en la cueva de la Fontcalda (Gandesa).

    Por otro lado, dentro del trmino municipal de Bot, atravesado por el ro Canaleta,se conoce una interesante red de poblamiento protohistrico que integra, entre otros, losyacimientos de los Vilassos i, los Vilassos ii, Tossal de moro y la Font de leure. Se tratade yacimientos que se conocen por prospeccin y a los que por tanto tampoco se lespuede otorgar una cronologa precisa, ms all de apuntar su segura adscripcin al perio-do ibrico (Puch, 1996). Cabe destacar que todos estos yacimientos mantienen comuni-cacin visual con el importante ncleo del Coll del moro (Gandesa).

    Yacimientos documentados.

    El curso bajo del ro Canaleta transcurre por los actuales trminos municipales deBenifallet, Pinell de Brai, Prat de Comte y Gandesa. El trabajo efectuado en este espacioha permitido evidenciar la existencia de diversos puntos de inters arqueolgico, si biense trata mayoritariamente de restos representativos de la Batalla del Ebro. En cuanto a losyacimientos de poca protohistrica, la informacin obtenida se resume en unos pocosdatos dispersos. Sin embargo, por lo que se refiere a la poca romana, destaca la presen-cia de una posible villa (ligallo de lixem) en relacin a la explotacin agrcola de lasparcelas de la llanura aluvial cercanas a la desembocadura. En este caso la mayor partede yacimientos o estaciones arqueolgicas se concentran en el tramo bajo del ro, la zonade la Vall, que es la ms cercana al Ebro. En total se han documentado 11 puntos de inte-rs arqueolgico, no obstante slo han proporcionado datos de poca protohistrica oromana los 4 siguientes:

    1 - ligallo de lixem (Benifallet).

    Se trata de una parcela situada en el margen izquierdo del ro Canaleta, justoen la vertiente de un cerro situado en el punto donde este desemboca en el Ebro,delante del yacimiento del martorell (Benifallet), un asentamiento ocupado enpoca protohistrica (diloli, 2002a). la vertiente ms occidental de la colina fueafectada por la construccin de la carretera que lleva hasta la antigua estacin deBenifallet, enlazando con el camino de la Vall. Estos trabajos permitieron consta-tar la existencia de enterramientos sin adscripcin cronolgica, tal y como nos indi-caron oralmente. de hecho, la existencia de este yacimiento es conocida desde anta-o, pues la primera noticia sobre su presencia procede de la memoria del museo deTortosa de agosto de 1967, en la que se explica que el director, Sr. massip, acompa-

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    ado por el Sr. ngel Sot, intentaron documentar una serie de hallazgos aparecidoscomo consecuencia de los trabajos de desmonte de tierras para el cultivo de naran-jos. En concreto, estas labores de aterrazamiento rebajaron un sector aluvial en lapartida de mollets, afectando a unos enterramientos construidos con losas de piedraa doble vertiente. Tambin se documentaron pavimentos de opus signinum, sillaresy restos de muros (massip, 1987), elementos que fueron considerados en su conjun-to de poca romana. Por otro lado, en 1989, la prospeccin de urgencia efectuadapor el Servei dArqueologia de la Generalitat de Catalunya dirigida por Josep Pou yVctor Revilla, permiti evidenciar como ya hemos sealado, la presencia de algu-nos fragmentos de slex, de cermica a mano (datada en el Bronce Final), cermicaibrica oxidada y cermica romana (cermica de cocina africana, terra sigillata his-pnica y terra sigillata A).

    En la presente intervencin se ha podido recuperar una notable cantidad dematerial cermico, mayoritariamente de poca romana, siendo especialmente desta-cable la presencia de algunos fragmentos de nfora africana procedentes de un corteefectuado en la carretera T-352, que corresponden a una zona de enterramientos depoca bajo-imperial. Por otro lado, vale la pena sealar que, a partir de la revisinde los fondos del museu municipal de Tortosa, efectuadas por nuestro mismo equi-po en el ao 2003, se localiz un lote de materiales recuperados por el Sr. massipen el lugar denominado como Val de Zafn, posiblemente asociable a este mismopunto, entre los que figuran huesos humanos y algunos fragmentos de nfora africa-na. Sin embargo, la presencia de restos de cermica ibrica (un borde de nfora, unborde de tinaja y algunos fragmentos informes) nos obligan a ser cautos a la hora derelacionar estos dos yacimientos, pues ni en la prospeccin del 2007 ni en la efec-tuada en 1989 se constat la presencia de material de poca ibrica en dicho lugar.

    Por otro lado, debemos de tener presente que la palabra ligallo deriva deun vocablo medieval que se utilizaba para designar los caminos ganaderos que unenlas llanuras aluviales y las reas litorales con las zonas interiores de montaa comoel maestrat y los Ports de Beseit. los ligallos se constatan como entidad pecuaria yaconsolidada desde mediados del siglo Xiii, aunque muy probablemente su origen sepueda remontar hasta pocas ms antiguas. de hecho, se ha puesto de manifiestoque muchos de estos caminos, hoy en da mayoritariamente abandonados, se docu-mentan en las proximidades de los asentamientos protohistricos, hecho que sugie-re la posibilidad de que fueran caminos funcionales desde poca prerromana(noguera, 2006: 68). no obstante, debemos tener presente que los caminos de pas-toreo se utilizan de manera peridica y estacional y no obedecen a la necesidad deestablecer una va de comunicacin directa entre dos territorios, si no que respon-den a unos objetivos especficamente relacionados con el transporte y el pasto de losrebaos. En este sentido entendemos que para considerar un camino como unaautntica va de uso regular, tiene que reunir una serie de condiciones que lo haganapto para el trnsito a pie o con animales de carga, de forma que difcilmente pode-mos poner en relacin el uso de este ligallo con la existencia de un camino que posi-bilitara la comunicacin regular entre el Baix Ebre y la Terra Alta.

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    2- Colina en el margen izquierdo del ro Canaleta (Pinell de Brai).

    Punto estratgico situado en el margen izquierdo del ro Canaleta, justo en lazona donde este surge de los ltimos contrafuertes de la Sierra de Pndols y entraen la llanura de la Venta del Riu. Segn consta en la Carta Arqueolgica de la TerraAlta, en 1985 J. Bosch document en prospeccin la presencia de industria ltica,sin especificar su adscripcin cronolgica. Se trata de un punto situado al este de laantigua estacin de Pinell de Brai que dispone de ptima visibilidad sobre el cursodel Canaleta a su paso por la zona de la Venta del Riu, pero no podemos confirmaruna ocupacin de este lugar en poca protohistrica.

    3- Colina en el margen derecho del ro Canaleta (Pinell de Brai).

    Rellano de una colina de difcil acceso que est situada en el margen derechodel ro Canaleta, al igual que la anterior, justo en la zona donde este entra en la pla-nicie de la Venta del Riu. Como en la colina del margen izquierdo, segn consta enla Carta Arqueolgica de la Terra Alta, las prospecciones de 1985 permitieron docu-

    Fig. 5.- yacimientos de poca antigua localizados en el curso del barranco de Xalamera y el curso bajo del ro Canaleta.

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    mentar en este punto diversos fragmentos de industria ltica, sin que se precise sucronologa.

    4- Cueva de la Fontcalda (Prat de Comte).

    Cueva situada en un punto muy prximo a los Estrets de Baix, un sectordonde el ro Canaleta transcurre encajonado, justo despus de haber dejado atrs elsantuario de la mare de du de la Fontcalda. Actualmente, la cueva se encuentra enel lado de apertura de uno de los tneles de la antigua va frrea de la Val de Zafn,ahora convertida en Va Verde. En la Carta Arqueolgica de la Terra Alta, se men-ciona la presencia de algunos fragmentos informes de cermica a mano muy desgas-tada, tanto en el interior como en sus alrededores, sin precisar con exactitud si se tra-taba de un lote de materiales de la Edad del Bronce. Cuando menos, nuestro traba-jo no pudo confirmar esta posible ocupacin.

    Resultados.

    El programa de prospecciones efectuado en el barranco de Xalamera (2006) y enel curso bajo del ro Canaleta (2007) fue concebido como una actividad destinada a valo-rar sobre el terreno las posibilidades de funcionamiento real de estas vas de comunica-cin en poca antigua. Por lo tanto, no se ha pretendido efectuar una valoracin sistem-tica de la totalidad de los puntos arqueolgicos localizados, si no que se ha optado por laseleccin de aquellos hallazgos susceptibles de indicar una ocupacin en poca protohis-trica y romana que confirmasen la ocupacin de estos espacios y su posible funcionali-dad. En este sentido, no hay duda de que ambas prospecciones han proporcionado res-puestas interesantes a muchos de los planteamientos tericos que haban hecho que, den-tro del marco del estudio de este territorio, se considerasen hipotticamente estos pasosnaturales como las vas de comunicacin ms aptas para garantizar los contactos entre elcurso inferior del ro Ebro y la Terra Alta.

    de hecho, una vez efectuadas las prospecciones, consideramos que a nivel orogr-fico el barranco de Xalamera ofrece una serie de opciones factibles para el trnsito huma-no, mientras que descartamos la opcin del curso bajo del ro Canaleta como va de usoregular, pues transcurre por diversos tramos absolutamente angostos como las Codines deRiberola, los Estrets o el paso por la Sierra de Pndols, que no ofrecen soluciones alter-nativas de circulacin. En este sentido, quizs el dato ms relevante del presente trabajoes el hecho de constatar que el curso bajo del ro Canaleta, pese a que aparece citado habi-tualmente como un camino tradicional hacia la Terra Alta (Sanmart, 1984; RuizZapatero, 1984; Aubet, 1993; diloli, 2002a; Rafel, 2003; noguera, 2006), presenta un tra-zado extremadamente abrupto que nos obliga a descartarlo como va de comunicacin defacto. Por otra parte, y en contraste con lo que acabamos de exponer, el trazado del barran-co de Xalamera define una apertura lo suficientemente amplia a lo largo de todo su reco-rrido, que permite la existencia de un camino que podra seguir sin dificultades este cursohidrogrfico hasta la zona de Prat de Comte, desde donde podra enlazar por el barrancodel Hostal, pasando por Coll den Gra, hasta el tramo alto del Canaleta, que aqu s per-mite la circulacin hasta Horta de Sant Joan. En realidad, el barranco de Xalamera slo

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    presenta un punto de relativa dificultad en el Estret de Carlos (Kilmetro 19 de la carre-tera n-230), accidente, pero, que es franqueable sin esfuerzos considerables.

    no obstante, cabe dejar muy claro que el barranco de Xalamera no permite en nin-gn caso un acceso fcil y directo hacia el interior de la Terra Alta, simplemente ofreceuna serie de posibilidades que son las que seguidamente valoramos:

    - Va 1: Camino que permitira acceder al curso alto del ro Algars por elbarranco del Hostal, el cual enlaza con el de Xalamera a los pies de la colina dondese encuentra el municipio de Prat de Comte y desde aqu, a travs de la llanura flu-vial del Canaleta, lleva directamente hasta la zona de Horta de Sant Joan. de hecho,pensamos que es la va que presenta mejores condiciones para una comunicacindirecta y regular entre el Ebro y el interior de la Terra Alta sin atravesar accidentesorogrficos de excesiva dificultad. no obstante implica cruzar el ro Canaleta pocoantes de llegar a la montaa de Santa Brbara. En cuanto a la distancia, se trata deuna va que implica recorrer en total unos 24-26 kilmetros entre la desembocadu-ra del barranco de Xalamera y Horta de Sant Joan.

    - Va 2: Camino que conduce a la zona del Pinell de Brai a travs del barran-co dels Prats, atravesando el ro Canaleta en la zona de la Venta de del Riu y desdeall dirigirse hasta la depresin de Bot y a la zona de Gandesa cruzando las sierras

    Fig. 6.- Posibles vas de comunicacin a travs del barranco de Xalamera, entre el Baix Ebre y la Terra Alta.

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    de Pndols y Cavalls a travs del barranco de Gandesa. Se trata de un camino lige-ramente ms complicado que el anterior, que conduce hacia el interior de la TerraAlta. no obstante, la comunicacin entre Gandesa y Horta de Sant Joan no presen-ta ninguna dificultad una vez atravesados estos macizos del Sistema ibrico. Encuanto a distancia, se trata de una va que implica recorrer en total unos 18-20 kil-metros entre la desembocadura del barranco de Xalamera y Gandesa.

    - Va 3: A la hora de comunicar el Ebro con las planicies interiores de laTerra Alta, existe tambin la posibilidad de que una vez llegados a la zona de Pratde Comte, se accediera a la depresin de Bot y a la zona de Gandesa a travs delColl de Bot. no obstante esta opcin nos parece muy improbable para un camino deuso regular, dado que se trata de una va que implica cruzar un accidente orogrfi-co de alta dificultad que incluso hoy en da resulta difcil. Ciertamente se trata de laopcin ms rpida y directa para acceder a la zona de Bot, no obstante implica supe-rar un desnivel del 12 %, a travs de un camino que si bien actualmente es transita-ble, no poda ser apto, por ejemplo, para el transporte rodado de poca romana oanterior. En cuanto a distancia, implica recorrer en total unos 14-16 kilmetros entrela desembocadura del barranco de Xalamera y el actual municipio de Bot.

    Por otra parte, destaca la relacin que se observa entre la disposicin del pobla-miento y la existencia de caminos o vias. En este sentido, debemos indicar que la orogra-fa de las sierras que separan el Bajo Ebro y la Terra Alta dificulta el establecimientohumano en los puntos ms altos, por la falta de accesos, recursos, etc. Con este condi-cionante y considerando la importancia del control de los accesos a las posibles vas decomunicacin entre estos dos territoriosdurante la antigedad, lo lgico seradisponer los ncleos de habitacin y/ode vigilancia justo a la entrada de lasmismas. As ocurre en la desembocadu-ra del barranco de Xalamera, dondeencontramos la mayor densidad depoblamiento en poca ibrica, conjunta-mente con la presencia en el margenizquierdo del Ebro del asentamiento delCastellot de la Roca Roja (Benifallet,Baix Ebre), el cual por sus caractersti-cas urbansticas y arquitectnicaspodra ejercer la funcin de fortn, quecontrolase el acceso a esta ruta. Por elcontrario, en la desembocadura del roCanaleta no se ha localizado ningnasentamiento de sta misma poca,hecho que confirmara su imposibilidadcomunicativa y la innecesaria protec-cin de este punto durante ste periodo.

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    cOncLuSIOnES

    la valoracin de los hallazgosarqueolgicos permite hacer una serie deprecisiones referentes a los horizontescronolgicos siguientes:

    En cuanto a la Primera Edad delHierro, la existencia de un ncleo conimportante presencia de nfora fenicia enel Tur de Xalamera (Benifallet)(mascort, Sanmart, Santacana, 1990) hahecho que se valoren las posibilidades de

    comunicacin de este barranco con las tierras situadas ms al interior, para distribuir lasimportaciones que llegaban hasta este punto a travs del Ebro. no obstante, cabe preci-sar que nuestra intervencin no ha permitido documentar materiales fenicios en ningnlugar de este trayecto. de lo que no existe duda es que la notable presencia de yacimien-tos con presencia de nfora fenicia en el rea comprendida entre Tortosa y Benifallet,como es el caso de Aldovesta (Benifallet), Tur de Xalamera (Benifallet), El martorell(Benifallet), lo Toll (Benifallet), mas den Serra (Tivenys), Punta Plana de la mra 1(Tivenys), Punta Plana de la mra 2 (Tivenys), Els Tossals (Aldover), Casa de lAssistent(Tivenys) y lAssut (Tivenys) (mascort, Sanmart, Santacana, 1990; diloli 2002a;noguera, 2006), nos est indicando que esta regin acta como un punto de recepcin deimportancia capital para entender el despliegue de estas producciones que se detecta msal norte (hacia la Foia de mra) y hacia los territorios que se extienden a ambos mrge-nes del Ebro (Priorat y Terra Alta- Bajo Aragn). no obstante, excepto el caso excepcio-nal de Aldovesta, el resto de yacimientos se conocen nicamente por prospeccin, por lotanto no contamos con una visin de conjunto para entender como funciona la densa redde poblamiento que presenta el Bajo Ebro en los siglos Vii-Vi a.n.E., ni conocemos qucontrol efectivo se tiene de los accesos al barranco de Xalamera y al ro Canaleta. Slola intervencin efectuada en el asentamiento del Assut (Tivenys) ha aportado reciente-mente nueva informacin que nos indica claramente la existencia de una fase de ocupa-cin datada en los siglos Vii-Vi a.n.E. (diloli, Bea, 2005; diloli et alii, en prensa).

    En la Terra Alta, con los datos actuales, la presencia de materiales fenicios (y detipo fenicio) se concentra esencialmente en el sector norte (Gandesa, Vilalba dels Arcs,Batea y Caseres), un rea de acceso a la zona de Calaceit- maali, donde durante pocapreibrica se constata una densa red de poblamiento. En este sentido, para acceder a lazona de Gandesa desde el barranco de Xalamera, la Va 2 es la que posibilita un paso msdirecto. Si bien, y a pesar de la prctica inexistencia de datos sobre esta poca en el sec-tor sur de la Terra Alta, tambin podemos contemplar la posibilidad de acceso desdeHorta de Sant Joan hacia la zona ms interior bajo aragonesa, a travs del ro Algars. Eneste caso la Va propuesta sera la 1.

    En cuanto a poca ibrica, los resultados obtenidos en las prospecciones bsica-mente nos ofrecen datos para valorar un hecho: la notable presencia de ocupacin y la

    Fig. 8.- Vista del interior del ro Canaleta.

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    Fig. 9.- Principales yacimientos arqueolgicos del Baix Ebre y la Terra Alta durante la Primera Edad del Hierro. 1.-Tossal Red; 2.- Els Tossals; 3.- Tur de Xalamera; 4.- lo Toll; 5.- El martorell; 6.- Aldovesta; 7.- Barranc Fondo; 8.- masden Serra; 9.- Casa de lAssistent; 10.- Plana de la mora 1; 11.- Plana de la mora 2; 12.- Barranc de les Fonts; 13.- mas demussols (nec.); 14.- mianes (nec.); 15.- loriola (nec.); 16.- lAssut; 17.- Castellot de la Roca Roja; 18.- Castell de Sant Joan;19.- Pla de les Sitges; 20.- Font de leure; 21.- Els Vilassos 2; 22.- Tossal del moro de Bot; 23.- Coll del moro (nec.); 24.- Turdel Calvari; 25.- Tossal del moro; 26.- Tossal Red; 27.- Piur del Barranc Fondo; 28.- la Gessera; 29.- Castell d'Almudfar;30.- El Puig; 31.- la Serra mitjana; 32.- Coll del moro del Xollat; 33.- Varavalls (nec.).

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    elevada dispersin de materiales y de hallazgos aislados que se concentra en el curso bajodel barranco de Xalamera, en la zona ms cercana al Ebro. As, al margen de los yaci-mientos ya conocidos, (Tur de Xalamera y les Trampes) tambin hemos podido docu-mentar cermica ibrica en los puntos de mas den Cid (Xerta) y molaterra (Benifallet).En ambos casos se trata de lugares situados en el tramo final del barranco y por lo tantola presencia de cermica ibrica en diversas zonas de este sector pensamos que puedeestar vinculada a la explotacin del entorno, que se deba efectuar desde ncleos cerca-nos, como el propio Tur de Xalamera, les Trampes o, hasta cabe la posibilidad de valo-rar que las llanuras aluviales del barranco pudieran quedar integradas en el rea deinfluencia del Castellot de la Roca Roja. de hecho, desde este yacimiento, ubicado en elmargen derecho del Ebro, se cuenta con un control excepcional del acceso al barranco(Belarte, noguera, Sanmart, 2002). Por otro lado, cabe apuntar que, a nivel de orografay de recursos, los tramos medio y alto del barranco de Xalamera no presentan las condi-ciones ms adecuadas para el establecimiento de los caractersticos asentamientos enaltura, pues las posibilidades de explotacin agrcola disminuyen y las colinas son escar-padas y de difcil acceso.

    de lo que no hay duda es que en esta poca el barranco del Hostal, que enlazadirectamente con el barranco de Xalamera (Va 1), actuara como la lnea de contacto ocamino ms factible entre la zona del curso alto del ro Algars y el curso inferior del Ebro.de hecho, a partir de poca ibrica conocemos la presencia notable de yacimientos cer-canos al curso alto del ro Algars, en los trminos municipales de Horta de Sant Joan,Arnes y lled (Puch, 1996; Gallego, Garca, Jornet, en prensa). Por lo que se refiere a laposibilidad de contacto con los ncleos de la zona de Gandesa-Bot, donde en poca ib-rica tambin se conoce un conjunto notable de ncleos, el acceso ms directo se podraefectuar por la Va 2, es decir por el barranco de Gandesa y el barranco dels Prats, queenlazan con el curso medio del Xalamera. no obstante, desde Gandesa las posibilidadesde contacto con el Ebro se pueden desarrollar tambin a travs de otros caminos quetranscurren ms al norte, como el ro Sec, que conecta con la zona de mra dEbre(moret, 2002). Cabe destacar que durante el periodo formativo, tradicionalmente deno-minado ibrico Antiguo (mediados del siglo Vi a.n.E. mediados del siglo V a.n.E.), lared de poblamiento que se documenta en la Terra Alta contrasta con la falta de datos refe-rentes a esta etapa que constatamos en la zona del Baix Ebre, exceptuando el asentamien-to del Castellot de la Roca Roja y el poblado del Assut, en Tivenys. Sin embargo, no eshasta mediados de siglo V a.n.E. cuando se documenta la plena estructuracin socio-eco-nmica del mundo ibrico del curso inferior del Ebro, un hecho que se confirma en ladesembocadura del barranco de Xalamera, dado que parece ser ste el momento en queaparece una estructura ms densa y organizada de poblamiento: Castellot de la Roca Roja(Benifallet), Coll de Som (Benifallet), mas de Xalamera (Benifallet) y les Trampes(Xerta), todos ellos con control visual directo sobre el acceso al barranco.

    Por otra parte, la prctica falta de ocupacin estable en los mrgenes de esteafluente del Ebro se puede deber a la propia estructuracin de esta regin en poca ibri-ca. Pensamos que, en el caso de que el barranco de Xalamera se utilizase frecuentemen-te como camino entre el Baix Ebre y la zona Terra Alta- Baix Arag, tanto si ambos terri-

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    Fig. 10.- Principales yacimientos arqueolgicos del Baix Ebre y la Terra Alta durante poca ibrica. 1.- mas demussols (as. y nec.); 2.- mianes (nec.); 3.- loriola (nec.); 4.- lAssut; 5.- Castellot de la Roca Roja; 6.- Tur de lAud; 7.-mas de Xalamera; 8.- El martorell; 9.- la Torreta / Coll de Som; 10.- les Trampes; 11.- les Planetes; 12.- les Valletes; 13.-Km. 14; 14.- les Planes; 15.- Punta de Plana de la mora; 16.- Barranc de Sant Antoni; 17.- Castell de Sant Joan; 18.- HospitalVerge de la Cinta; 19.- Pla de les Sitges; 20.- El Bordissal; 21.- la Carrova (nec.); 22.- Pla dEmpries; 23.- les FaixesTancades de lAntich; 24.- El Castell dAmposta; 25.- mianes; 26.- Castell dels moros; 27.- les Esquarterades; 28.- Tossal delmoro de Pinyeres; 29.- Els Vilassos i; 30.- Coll del moro; 31.- Tossal del moro de Bot; 32.- la Gessera; 33.- Coll del morodel Borrasquer; 34.- El Castell; 35.- Els Vilans; 36.- Penya Gall; 37.- El mollet; 38.- Castell d'Almudfar; 39.- Els Carrascals;40.- El Puig; 41.- Els Corralets; 42.- la Serra mitjana; 43.- la Picossa; 44.- Cam dels Anoguerets; 45.- Sant Antoni deCalaceit; 46.- les Hombreis; 47.- Els Castellans; 48.- mas de les madalenes; 49.- mas d'en Cid; 50.- molaterra; 51.- Elsdolors.

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    torios pertenecen a un mismo sistema socio-poltico como si no, los puntos fundamenta-les de ocupacin se deben situar al inicio y al final de la va, es decir, en el interior, Bot,Gandesa u Horta de Sant Joan, donde como ya hemos apuntado, se conoce una abundan-te presencia de ocupacin ibrica, o en la desembocadura, donde se produce el contactocon el ro Ebro y se documenta la presencia del Tur de Xalamera, les Trampes y elCastellot de la Roca Roja. En este aspecto, seria importante profundizar en el conocimien-to de las estructuras de ocupacin del territorio en la zona interior, dado el conocimientoque ya tenemos del rea litoral (diloli, 2002a; noguera 2006), para poder establecermodelos comparables y avanzar as en la posible distincin de los grupos regionales.

    En lo que se refiere al Canaleta, si bien hemos confirmado su imposible funcio-nalidad como va de comunicacin, las caractersticas de su desembocadura s que posi-bilitan una terica explotacin agrcola que viabilizara la existencia de algn asenta-miento en su entorno.

    En poca romana, en base al hallazgo de materiales cermicos en superficie pro-cedentes de diversos puntos prospectados (Arquets de Xalamera, Pla de Fernando), con-tamos con datos que nos informan de la explotacin agrcola de diversas parcelas, tantoen el curso inferior como en el tramo medio del barranco de Xalamera. En este sentido,cabe precisar que se trata de materiales procedentes de zonas aterrazadas, prximas alcauce del barranco, un hecho que creemos debe ser relacionado con el modelo de explo-tacin del territorio caracterstico de poca romana. En este sentido, el Pla de Fernando(Pals) ha sido uno de los puntos donde se han recuperado los materiales cermicos depoca romana ms significativos, en concreto fragmentos de terra sigillata sur-glica, his-pnica y africana, que nos indican una cronologa aproximada de ocupacin entre lossiglos ii-V d.n.E. desde nuestro punto de vista, la presencia de materiales romanos en elPla de Fernando podra indicarnos la existencia de algn ncleo rural secundario subor-dinado o no, a alguna de las villas o grandes centros de explotacin agrcola del cursoinferior del Ebro. En este caso, cabe apuntar que se trata de un yacimiento ubicado en elcurso medio del barranco de Xalamera, en un espacio idneo para el control del paso delbarranco y a solo dos kilmetros de la zona del Empalme, desde donde se bifurcan losdos caminos principales que proponemos: la Va 1 (en direccin Prat de Comte- Horta deSant Joan) y la Va 2 (en direccin Pinell de Brai-Gandesa), por tanto, el barranco deXalamera deba ser un rea explotada y transitada en poca romana.

    de hecho, justo un kilmetro y medio al norte del municipio de Benifallet, conta-mos con la existencia de la villa romana de mas del Catxorro (Benifallet), desde la cualse accede con facilidad a las llanuras aluviales del tramo final del ro Canaleta y delbarranco de Xalamera. Es importante destacar la gran extensin de este yacimiento y suocupacin continuada desde el Alto imperio hasta poca islmica (izquierdo, 1993), ascomo el papel relevante de esta villa como centro productor de nforas de los tiposPascual y dressel 7-11, recipientes utilizados para el transporte de vino.

    Tambin cerca de esta zona, en la vertiente de un altozano situado en el margenizquierdo de la desembocadura del ro Canaleta, destaca, como ya hemos indicado, lapresencia de otro asentamiento de poca romana, el ligallo de lixem (Benifallet), que

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    Fig. 11.- Principales yacimientos arqueolgicos del Baix Ebre y la Terra Alta durante poca romana. 1.- dertosa; 2.-les llomes; 3.- Horta Baixa; 4.- Barrugat; 5.- Pla de les Sitges; 6.- masia despatx; 7.- la Carrova; 8.- El Castell dAmposta;9.- mas del Catxorro; 10.- mas de deg; 11.- Coll del moro; 12.- Coll del moro del Borrasquer; 13.- Castell d'Almudfar; 14.-Penya Gall; 15.- El mollet; 16.- Els Corralets; 17.- Serra mitjana; 18.- ligallo de lxem; 19.- Pla de Fernando.

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    podra tener una extensin importante. En este sentido, cabe apuntar que la importanciade los cursos de agua (barrancos y afluentes) en el modelo de ocupacin que a partir delcambio de Era predominar en las tierras del Ebro es algo indiscutible (Revilla, 2003).

    En otro marco, debemos citar para esta misma cronologa la existencia de unaserie de tramos de una va alto-imperial que se ha podido documentar en la zona de Batea(Prez et alii 1998) y que deben relacionarse con el Ebro en su curso inferior. los vesti-gios de esta va se han localizado a lo largo de unos tres kilmetros, representados poruna calzada empedrada, con un ancho de unos 430 metros (XiV pies romanos) llegan-do en los pasos de barranco hasta los 6 metros (XX pies romanos). Se ha interpretado queeste tramo de calzada correspondera a una va que conectara ilerda con dertosa,siguiendo el trazado ilerda- Celsa (la denominada va Augusta interior), para, unos pocoskilmetros despus de cruzar el ro Cinca, bifurcarse en otra calzada en direccin amequinenza. desde este camino, una vez cruzado el ro matarranya, surgira un ramalque atravesara los actuales trminos municipales de la Pobla de massaluca y Batea.Segn sus descubridores, el trazado de esta va documentada en la zona de Batea pasarapor Gandesa y el Pinell de Brai hasta llegar otra vez al Ebro, atravesando Xerta y desdeall a Tortosa (Prez et alii 1998: 9-10). En referencia al trazado que podra seguir estecamino romano que cruza la Terra Alta, la opcin del curso bajo del Canaleta queda cla-ramente descartada debido a las complicaciones orogrficas que ya hemos expuesto. dehecho, en funcin de las prospecciones que hemos efectuado, nicamente se puede plan-tear una conexin con el Ebro a partir del barranco de Xalamera por la Va 2. no obstan-te, a lo largo de las presentes campaas de prospeccin no hemos podido documentar nin-guna evidencia clara referente al trazado de esta va romana y por tanto su asociacin conel Ebro sigue siendo una cuestin arqueolgica por resolver.

    En definitiva, pensamos que la presencia de yacimientos concentrados en el tramobajo del barranco de Xalamera a partir de mediados del siglo V a.n.E., no obedece sim-plemente al hecho de que se trata de la zona con mayores posibilidades de explotacinagrcola para el establecimiento de ncleos de hbitat, si no que parece responder tambina una clara voluntad de controlar un acceso al barranco. Cabe destacar que se trata de unrea controlada ya con anterioridad, durante los siglos Vii y Vi a.n.E., primero desde elTur de Xalamera y despus desde el Castellot de la Roca Roja. Si atendemos al trazadoy a la apertura que define el cauce, las buenas posibilidades de funcionamiento de esta vason notables para el trnsito a pi, con animales de carga y hasta para el transporte roda-do. Por otro lado, debemos tener presente que las tres vas o caminos que proponemososcilan entre unas distancias de contacto de 20-25 kilmetros, un recorrido que se puederealizar en un da de viaje, siendo quizs slo necesaria la existencia de algn sitio deviga o de peaje intermedio que difcilmente dejara rastro arqueolgico. En este sentido,la prospeccin del barranco de Xalamera ha permitido documentar un yacimiento indi-to en el Pla de Fernando (Pals), un punto donde se ha recuperado una significativa con-centracin de materiales cermicos de poca romana que abarcan una cronologa aproxi-mada que debemos situar entre los siglos ii y V d.n.E. Este yacimiento dispone de unbuen control sobre el paso del barranco y se encuentra a poco ms de un kilmetro delpunto donde se bifurcan las dos vas principales que hemos propuesto: la Va 1 (en direc-

  • J. diloli FonS y S. SARd SEumA

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    cin Prat de Comte- Horta de Sant Joan) y la Va 2 (en direccin el Pinell de Brai yGandesa), hecho que confirma el trnsito por este punto en poca romana.

    En el caso del ro Canaleta, por el contrario, la intervencin efectuada permite des-cartar este tradicional acceso como una va habitual o practicable para comunicar el BaixEbre con la Terra Alta, si bien, como ya hemos comentado, este hecho no descarta una ocu-pacin de aquellas reas cercanas al Ebro con posibilidades de explotacin econmica.

    Para finalizar, comentar que hacia el norte del ro Ebro existen otros pasos quedebern ser investigados en un futuro: el ro Sec (desde mra dEbre), el barranco deForn Teuler (desde Asc) y el barranco de Voravall-riera de Sant Pau (desde Riba-rojadEbre), completando as el anlisis del sistema de caminos supuestamente practicablesentre el litoral y el interior de la zona del bajo Ebro durante la antigedad.

  • VAS dE ComuniCACin y TERRiToRiAlidAd

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