V REUNIÓN CIENTÍFICAASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE HISTORIA MODERNA

TOMO II

LA ADMINISTRACIÓN MUNICIPAL EN LAEDAD MODERNA

Esta edición ha contado con el apoyo del Ministerio de Educación y Cultura,Dirección General de Enseñanza Superior e Investigación Científica, Acción EspecialAPC1998-0123Dirección General de Cooperación y Comunicación CulturalExcmo. Ayuntamiento de San Fernando. Fundación de Cultura.

MUNICIPAL

EN

COORDINADORJOSE MANUEL DE BERNARDO ARES

UNIVERSIDAD DE CÁDIZSERVICIO DE PUBLICACIONES

1999

ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DEHISTORIA MODERNA

© Edita: " Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz" Asociación Española de Historia Moderna

Diseño y Maquetación: CREASUR, S.L.

Printed in Spain. Impreso en España

ISBN Obra completa: 84-7786-642-2/ Vol. II: 84-7786-644-9Depósito Legal: CA-SOS/99

Imprime: INGRASA Artes Gráficas

PRESIDENTA:

EXCMA. SRA. Da ESPERANZAAGUIRRE GIL DE BIEDMA

MINISTRA DE EDUCACIÓN Y CULTURA.

VOCALES:

DR. D. JOSEP JUAN VIDAL

Presidente de la Asociación Española de Historia Moderna.

EXCMO. SR. D. GUILLERMO MARTÍNEZ MASSANET

Rector Magnífico de la Universidad de Cádiz.

EXCMO. SR. D. ENRIQUE ÁNGEL RAMOS JURADO

Vicerrector de Extensión Universitaria de la U.c.A.

ILMO. SR. D. JUAN LÓPEZ ÁLVAREZ

Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la U.CA

EXCMO. SR. D. FRANCISCO RAPALLO COMENDADOR

Almirante Jefe de la Zona Marítima del Estrecho.

D. ANTONIO MORENO OLMEDO

Alcalde-Presidente del Excmo. Ayuntamiento de San Fernando.

D. HERNÁN DÍAZ CORTÉS

Alcalde-Presidente del Excmo. Ayuntamiento de El Puerto de Santa María.

D. JOSÉ QUINTERO GONZÁLEZ

Delegado General de la Fundación de Cultura de San Fernando.

D. JUAN GÓMEZ FERNÁNDEZ

Tte. Alcalde del Área de Servicios Culturales de El Puerto de Santa María.

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COORDINADORES:

DR. JOSÉ LUIS PEREIRA IGLESIAS

Catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Cádiz.

DR. JOSÉ MANUEL DE BERNARDO ARES

Catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Córdoba.

SECRETARIO ORGANIZACIÓN:

DR. JESÚS MANUEL GONZÁLEZ BELTRÁN

VOCALES:

DR. MANUEL BUSTOS RODRÍGUEZ

DRA. MARÍA JOSÉ DE LA PASCUA SÁNCHEZ

DR. ARTURO MORGADO GARCÍA

DRA. GUADALUPE CARRASCO GONZÁLEZ

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JUAN JESÚS BRAVO CARO

Universidad de Málaga

j,--JU'UrH'lU\, A., "Des «gros et gras» aux «gens d'onneul'>>", Histoire des élites en Frailee dll. XV!e Gil Xxe siecle,Tallandier, París, 1994, P. 49. "La France était, au XVle síécle comme dans les temps qni I'ont immédiatement précédéou suivi, un agrégat de communautés, de corps, de confréries, de corporations, de compagnies. Chacun de ces ensem­bies était un petit monde, avec ses hiérarchies internes, ses préséances, ses luttes Jlour le prestige et la domination. Pourespérer pouvoir sí'arracher durablement ala masse des anonymes, il fallait d'abord sí'intégrer dans I'un de ces micro­cosmes, puis, une fois aelmis en son sein, savoir s'imposer aI'attention et a I'estime (ou a la crainte) des mItres.Comment retrouver cette Jloussiere d'aventures, individuelles et faire la synthese de cette eliversité?".

L.--~lg.lIIendo con planteamientos similares al caso francés, el contraste medio rural y urbano configura posiciones eliferen­tes en donde los distintos factores tienen una incidencia desigual. "La «vie champétre» et l' «urbanité» sont deux arts devivre, insJlirés par des idéaux spécifiques et alimentés par des formes ele rechesse parfois elifférentes. Au XVle siecle,

La importancia que de unos años a esta parte han adquirido las investigaciones relativas alcOfrrplelo mundo del poder, considerado éste en su más amplia definición, inclina a muchosirrvestig,ldclres a afrontarlo como eje central para el conocimiento de la formación del EstadoModerno, e influencias sobre el entramado social del momento. El tema de las oligarquías, con

implicaciones en los órganos de gobierno, no sólo a nivel estatal o central, sino también ena la influencia ejercida cuando organizan la vida de las localidades a través de los con­

confieren a este campo historiográfico un excelente asunto de reflexión e investigación.

En cuanto a la generalización del estudio sobre las élites, es acertado el planteamiento deJouanna, cuando hace referencia al caso francés, y destaca la diversidad territorial, adminis­

y personal en relación a los grupos de poder, lo cual dificulta un ejercicio de síntesis his­general(l). Estas características aducidas para el pa.ís vecino, son igualmente constatables

el Antiguo Régimen en la Monarquía hispana, y además, la disparidad entre campo ycontribuía a formalizar visiones distintas de clanes, linajes, etc(2).

En verdad, las dificultades para afrontar un estudio sobre élites pasan por definir lagía de las mismas, pues es evidente que los factores económicos, de poder, culturales, degio... , aunque presentes en el seno de los distintos grupos analizados, no siempre se enc;uentnlrlformando un todo(3). Quizá, el medio rural sea el marco idóneo donde la yuxtaposiciónelementos indicados muestre un grado de conjunción mayor, debido a la paulatina 1l1[(~gr;acü511

en redes clientelares externas, ya sean intermedias o de rango superior, y la obligada COlICentr,a_ción de funciones en espacios de dimensiones reducidas. El papel de suma importanciapeñado por estos dirigentes de núcleos más pequeños, dan un soporte sólido a las otrectnc(;Semanadas de órganos elevados de la Monarquía(4).

La tan reivindicada interdisciplinariedad de las ciencias obliga a manejar conceptos, utí­llajes y metodologías, en principio ajenos al objeto de estudio, pero una vez aplicados correcta­mente, conforman unos resultados de indudable valor para la comprensión global de las cues­tiones examinadas. Así, las múltiples vertientes que ofrece el municipio como elementoca, no sólo a nivel de institución, sino en un plano extensivo al conjunto de personas que dansentido a su funcionamiento, pelmiten ese cruce de fuentes y planteamientos señalados(5). Estasopciones han decantado los enfoques elegidos por los investigadores preocupados de dilucidarel verdadero desarrollo y alcance del hecho municipal, surgiendo en España inicialmente, dosramas paralelas en función del ámbito académico en el cual ejercieron su magisterio los estu­diosos del tema, según a puesto de manifiesto Antoni Passola(6). Este mismo autor se lamentade la ausencia de unas directrices comunes en la historiografía sobre el municipio, con la consi­guiente individualización de los trabajos, que dificulta conclusiones generales tras las preceptí­vas comparaciones(7). Escasos contactos interuniversitarios, unido a la ausencia o dificultad de

la compétition est encore ouverte entre les deux modes de vie; elle aura une issue ambigue, avec le triomphe de la terrecomme valeur économique et celui de la ville comme valeur culturelIe". JOUANNA, A., op. cit., pp. 85-86.

3.-La superposición de los grupos en función de las características apuntadas, conforman conjuntos diversos como señalóP. Burke, en la Introducción a la segunda edición de su obra Venice and Amsterdam, Polity Press- BlackweIl Publishers,1994. Existe la traducción española en Venecia)' Amsterdam. Estudio sobre las élites, del siglo XVII, Gedisa Editorial,Barcelona, 1996.

4.-Este papel relevante de los grupos dirigentes es puesto de manifiesto también por AYLMER, G.E., "Centre et périphé­rie: définition des élites du pouvoir", Les Élites du pouvoir et la construction de I'État en Europe, Presses Universitairesde France, Paris, 1996, p. 78.

5.-Tales presupuestos han sido indicados recientemente por el profesor José Manuel de Bernardo Ares en "El régimenmunicipal en la Corona de Castilla", Studia Historica. Historia Moderna, n°. 15, Universidad de Salamanca, 1996,pp. 23-61.

6.-PASSOLA TEJEDOR, A., La historiografía sobe el municipio en la España Moderna, Universidad de Lieida, 1997, pp.123 Yss. Dichas orientaciones historiográficas surgieron de los departamentos interesados de las Facultades de Filosofíay Letras, y de Historia del Derecho, contando como figuras más representativas de estos inicios a don AntonioDomínguez Ortíz, y don Francisco Tomás y Valiente. El intento más serio de relacionar ambas tendencias, correspondeal Dr. Pere Molas i Ribalta, a raiz de su monografía Societat i poder polític a Mataró (1718-1808), Mataró, 1973.

7.-Ibídem, pp. 134-137. Señala la excesiva individualización de los estudios, y la existencia de contados centros donde seestán articulando algunos grupos de investigación centrados sobre el municipio en tomo a planteamientos definidospreviamente. Al margen de la antigua Corona de Aragón - indicada por A. Passola como el sector que ha conocido unaexpansión mayor de las investigaciones relativas al municipio-, prácticamente Córdoba, Extremadura, Madrid yMurcia, bajo la dirección de los profesores De Bernardo Ares, Rodríguez Sánchez, Martínez Millán y Guillamón Álva­rez junto Cremades Griñán, respectivamente, aparecen como los únicos grupos consolidados en los cuales se acoll1e·te el análisis municipal de una forma más exhaustiva o planificada. A este panorama hay que añadir la pro,duc¡:¡ó!1

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a fuentes originales en lugares concretos, determinan tal situación, más agudizada si nosal medio rural, donde además, es mayor el desinterés de la comunidad científica por

su análisis.

por mi parte, plantearé algunas cuestiones relativas a la formación de los grupos deen un territorio sometido a reformas continuas desde su incorporación a la Corona cas­

durante las últimas décadas del siglo Xv. Las estructuras sociales, institucionales y~¿olnórmc:as, conocieron una adaptación a los nuevos tiempos, en consonancia con el aparatoidelDJóglco que despliegan los Reyes Católicos, y cuyos principios serán recogidos posterior­

por sus descendientes.

Las coordenadas espacio-temporales de la presente exposición, vienen definidas por acon­tecimientos que marcaron el desanollo de uno de los reinos integrantes de aquel conglomerado

territorios denominado Monarquía hispana. La revuelta de los moriscos granadinos (1568­supondrá una serie de desequilibrios socio-económicos de tales dimensiones, que losse dejaron sentir durante muchas décadas, e incluso siglos, pese a la rápida intervención

Corona. Esta diseñó, con el asesoramiento de diversos personajes militares y civiles, unarepobladora cuyo inmediato objetivo era reactivar los resortes productivos del sector

surIDrü~nt:al de la Península Ibérica, mediante la atracción de inmigrantes dispuestos a dar un saltolo desconocido, a cambio del ofrecimiento de propiedades confiscadas a neoconversos

expuls:adcls, acompañado de exenciones y privilegios(8).

bibliográfica relativa al ámbito malagueño, fruto de las pautas diseñadas por la Dra. Pérez de Colosía, en un principio,y sobre todo del Dr. Villas Tinaco, el cual publicó hace apenas dos años un libro, en cierto modo recopilatorio cir­cunscrito al corregimiento de Málaga: Estudios sobre el cabildo muuicipal malague/lo en la Edad Moderna,Diputación Provincial, Málaga, 1996.

De la amplia bibliografía sobre la repoblación llevada a cabo en tiempo de Felipe 11 en el antiguo reino nazarí, desta­caré entre otros, aquellos estudios más recientes, que han aportado nuevos datos a nivel general y alguna casuística espe­cial en tomo a una amplia variedad de cuestiones sobre la misma. BARRIOS AGUILERA, M., "Balance y perspectivasde la investigación acerca de la repoblación del reino de Granada después de la expulsión de los moriscos", Actas delColoquio, de Historia, Almería entre culturas (siglos XIll al XVI), tomo Ir, lEA, Almería, 1991, pp. 613-665; Moriscosy repoblación eulas postrimerias de la Granada islámica, Diputación Provincial, Granada, 1993; "El nuevo horizontede las investigaciones sobre la segunda repoblación en el reino de Granada (1570-1630)", Hombre y Territorio en elReino de Granada (1570-1630), LEA - Universidad de Granada, Almería, 1995, pp. 9-28, Y"La nueva frontera. Elreino de Granada ante el mundo islámico en el siglo XVI", Actas del Congreso La Frontera oriental nazarí como Sl(je­to histórico (s. XIll-XVI) , (Lorca-Vera, noviembre de 1994), LE.A, Almería, 1997, pp. 583-6 lO). BIrRRIEL SALCE­DO, M.Ma

., La tierra de Almllllécar en tiempo de Felipe TI: expulsión de los moriscos y repoblación, Universidad deGranada- Ayuntamiento de Almuñécar, Granada, 1989. Los dos profesores anteriores realizaron conjuntamente, unexhaustivo e interesantísimo trabajo, referente a nivel metodológico y bibliografico sobre la temática repobladora: Larepoblación del reino de Granada después de la e.\pulsión de los moriscos. Fuentes y bibliografía para su estudio.Estado de la cuestión, Universidad de Granada-Grupo de Editores Reunidos, Granada, 1986. Para la zona malagueña,BENITEZ SÁNCHEZ-BLANCO, R., Moriscos y cristianos en el Condado de Casares, Diputación Provincial, Córdoba,1982; BRAVO CARO, J.J., Felipe TI y la repoblación del reino de Granada. La taha de Comares, Universidad deGranada-Univ. de Málaga, Granada, 1995; MARTIN RUIZ, F., Economía y sociedad en el siglo XVI. Moriscos y cris­tianos en el partido de Marbe/la, Málaga, 1984; MARTIN RUIZ, J.Ma

., Cómpeta en su historia. 1568-1593, Málaga,1995. En cuanto al sector más oriental de Andalucía: ANDÚJAR CASTILLO, F., "La expulsión de los moriscos.Algunos impactos económicos en la ciudad de Almería", Actas del Coloquio de Historia, Almería ... , tomo 11, pp. 669­678; CABRILLANA CIEZAR, N., "Repoblación y despoblación en Almería (1572-1599)", Revista de Archivos,Bibliotecas y Mnseo, LXXX, n°. 4, Madrid, 1977, pp. 703 -729; MUÑOZ BUENDÍA, A., "Depresión económica y cri­sis social en Almería y su tierra a finales del quinientos. La recuperación del siglo XVII", Hombre y Territorio... , pp.

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La fuentes consultadas para la elaboración de esta comunicación son, pese a laextensión reducida de la misma, muy diversas, y rebasan las tradicionales Actaslibros diversos del concejo o protocolos notariales. Las particulares características deceso como el iniciado en el reino de Granada a partir de 1570, permiten la utilizaciónpus documentales específicos, consecuencia directa del interés de la Corona porperiódicamente la evolución de la política proyectada. En esta ocasión, la docume:nt,¡ciI1nda ha sido complementada por los informes redactados durante el tercio final del siglolas sucesivas "visitas"(9) realizadas a todas las localidades de repoblación, así comodio de los denominados "Libros de Apeo y Repartimiento" confeccionados cuando lossionados regios ceden a la nueva vecindad cristiana los bienes inmuebles confiscadosminoría morisca. De esta forma, tendremos noticias del momento inicial del reparto, delde partida de muchos de los patrimonios o de su incremento, que ayudarán a quienes cletentl'.nla titularidad de las haciendas a afianzarse o alcanzar prestigio y poder. Además, COli10(;el'i:nl'C\~

las lógicas transformaciones operadas en dichas propiedades, complementado lo ,mt",·;,,"

datos relativos a la imbricación de las familias recién llegadas en el control directo delcipio mediante su participación como candidatos a regidores, jurados, alcaldes ordinarios,y por último, la conflictividad generada con concejos cercanos, ya sea entre iguales o ende desigualdad jurisdiccional.

REPOBLACIÓN YÉLITES. ¿ALCANZAR O CONSOLIDAR EL PODEROLIGARQUÍAS GRANADINAS?

Las repoblaciones llevadas a cabo en el transcurso de la incorporación de los territo~

rios musulmanes peninsulares a la Corona de Castilla, abrían perspectivas de ascenso social,económico y político, común a todas las zonas, cuya incidencia en la formación dede poder sería decisiva para configurar el nuevo mapa municipal. La frontera, con suter de provisionalidad en cuanto a límites e intercambios, pacíficos o no, entre los habitail~

tes de ambos lados, ofrecía un marco ideal para alcanzar prestigio a todos los niveles, con·tribuyendo en muchos casos a la movilidad dentro de los grupos sociales. Esto se apreciacada uno de los reinos que con el tiempo quedarán integrados al incipiente Estado modernoque en España comienza a configurarse con los Reyes Católicos. Este progresivo encum.bramiento de determinados individuos tiene su inicio en el acaparamiento de oficios caneejiles por parte de los nuevos vecinos, los cuales procedían en buen número de casos de las

243~280. Este mismo profesor ha defendido recientemente su Tesis Doctoral cuyo tema central es la jurisdicciónriense, en la cual hace un magnífico análisis de las repercusiones de la deportación de los moriscos en dichoRespecto al problema señorial, SORIA MESA, E., "Señores y repobladores. Nuevas perspectivas en el estudioRégimen Señorial granadino", Hombre y Territorio ..~., pp. 133-156, YSellares y oligarcas: los sellOIIos del Reino deGranada en la Edad Moderna. Universidad de Granada, 1997.

9.- La Corona determinó efectuar una serie de inspecciones generales al reino de Granada, desde 1571 a 1593, sin unadicidad concreta, más exhaustivas al comienzo del proceso repoblador, y muy dilatadas en el tiempo cuandomente está establecido el nuevo contingente humano. Un análisis global de todas ellas en: BRAVO CARO, .U.,visitas como instrumento de control real en la segunda repoblación del Reino de Granada", Hombre y Territorio.....157~186. La visita de 1592~93 ha sido muy bien estudiada por MUÑOZ BUENDÍA, A., "La repoblación delGranada a finales del Quinientos: las instlUcciones particulares de 1595. l. Estudio", Chronica Nova, d. 20, Universidadde Granada, 1992, Granada, pp. 253~297, Y"La repoblación del Reino oo. ll. Documentos", d. 21, pp. 495-596.

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cristianas, hecho determinante para diseñar una sociedad especial desde el mismode la conquista(lO).

lo que nos atañe ahora, la historiografía relativa al fenómeno repoblador en tiempo deha dejado postergado el estudio profundo del régimen municipal surgido o ¿modifica­

partir de 1570, salvo excepciones puntuales, aunque en honor a la verdad, este desinterésapreciarse para el desarrollo completo de esta institución en el reino granadino, al menos

los análisis centrados en las capitales del territorio del siglo XVIII(1 1). No obstante, lasientes líneas de investigación tienden a contemplar el tema del municipio en general, y la far­dón de los grupos dirigentes en particular, como materias prioritarias de prospección(l2).

Las interrogantes son varias y sin una respuesta simple. Estas oligarquías granadinas ¿se'culan básicamente en torno a las propiedades que pasan a manos de cristianos viejos?, o ¿elpaso de bienes es un elemento más en los mecanismos de hacerse con el control de los muni­'os?, léase aquí, del poder económico, político y social de los mismos. Además, ¿se trata de

rquías ex /laVO a partir de los repartos?, o por el contrario, ¿nos hallamos ante una amplia­en la esfera del gobierno local de individuos y familias que, aprovechando la coyuntura

obladora, acceden a los resortes concejiles de determinados lugares, bien desde localidadescanas o desde el seno de la misma comunidad al ser vecinos originarios? Todas estas cues­

deben abrir renovadas inquietudes investigadoras, y afrontar de manera decidida el temaélites en el conjunto del sector suroriental de la Península Ibérica, no sólo de aquellas

afectadas directamente por la deportación de los moriscos. El reino de Granada eramás. A continuación aportaré algunos datos al respecto.

Es indudable que, con independencia del nivel económico de muchos de los integrantes deoligarquías granadinas, el extrañamiento de los neoconversos ofrecía una sugestiva posibili­de incrementar el patrimonio. Máxime, si tenemos en cuenta la cualificación de los inmi­

Por lo general, campesinos, labradores, y artesanos (no todos los esperados), constitu-

afirmación es constatada tanto para los casos murcianos como andaluces por citar, aquellos territorios que se inte­gran más tardiamente a la Corona castellana, en especial el referente al antiguo reino nazarí. HERNÁNDEZ FRANCO,l YJIMÉNEZ ALCÁZAR, lE, "Estado, aristocracia y oligarquías urbanas en el reino de Murcia. Un punto de flexiónen tomo a las Comunidades de Castilla", Chronica Nova, d. 23, Granada, 1996, pp. 172-173. Para una visión generaldel fenómeno repoblador llevado a cabo en territorio granadino durante el periodo de finales del siglo XV y principiosdel XVI: PEINADO SANTAELLA, R., "La repoblación del reino de Granada. Estado de la cuestión y perspectivas deinvestigación", Actas del Coloquio de la VAsamblea de la Sociedad Espwiola de Estudios Medievales, Zaragoza, 1991,pp. 273-334.

Como estudio general en tomo a la formación de los concejos en el reino de Granada, continúa siendo imprescindibleconsultar, PEREZ PRENDES, lM., "El Derecho municipal del reino de Granada", Revista de Historia del Derecho, 11­1, Granada, 1978, pp. 369-459.

un reciente Coloquio celebrado en Granada (Población y Territorio. El Reino de Granada en la España de Felipe1I, septiembre de 1997), varias ponencias y comunicaciones versaron de una u otra forma en tomo a la constitución delos concejos en el marco de la repoblación. BIRRIEL SALCEDO, M.M., "Más allá de los repartimientos: género, fami­lia ypatrimonio"; SÁNCHEZ RAMOS, v., "Espacios y recursos: la reorganización territorial en el proceso repoblador";SORIA. MESA, E., "Los nuevos poderosos: la formación de las oligarquías rurales en la segunda repoblación". Delprof. V. Sánchez Ramos son igualmente interesantes los trabajos ya publicados: "Los términos concejiles y la repobla­ción filipina. El caso de la AlpujalTa oriental", Revista del Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino, segun­da época, n°. 7, Granada, 1993; "Concejos y dominios públicos en la repoblación de Felipe Il", Hombre y Territorio­-., pp. 221-242.

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yen el grueso del contingente. Junto a ellos, soldados participantes en el conflicto, llllerrlbrlJSla burocracia, y ciertos dirigentes o comisionados dependientes del aparato organizadortucional desplegado, desearán y conseguirán las haciendas ofertadas. La normativa lCflObladoraexcluía como poblador útil a los vecinos del reino de Granada, y a aquellos individuosnadas con el proceso, sin embargo, la posición preeminente de los mismos, incitó a uelerrntn,¡j.dos personajes a abusar de sus cargos y transgredir la norma establecida. Ejemplos ~lgnItlcal¡_

vos fueron, el escribano Andrés Ronquillo, que logró ser inscrito como nuevoTrevélez, y sobre todo el contador Terradas. Este oficial de Hacienda, residente en --"".',U<l,

el máximo beneficiario de las suertes confeccionadas en Cútar (Axarquía de Málaga), eldebido al desempeño del cargo, optó por la explotación indirecta y traspasos de lo cOlose:guidosituación mantenida durante más de veinte años( 13).

El absentismo de los pobladores estaba prohibido en un intento de evitar la ues:polbla(;ióny la mala gestión de lo distribuido, pero la "calidad" de algunos colonos facilitó la UDlenc:¡ónautorizaciones temporales para ausentarse de las localidades repobladas. Alonso Ruiz '"-'V 'U<ll\:ua.

vecino de Mar'bella, tenía asignada una suerte, la cual visitaba asiduamente, pero sin estardiendo en la localidad en donde estaba concedida, Faraján. La licencia para poder estar ensituación se le concedió al haber servido de cabo al frente de una cuadrilla en la rebelión,desempeñar las funciones de alguacil de la tierra de Ronda durante los años posteriores amisma. Privilegio parecido esgrimía Baltasar de Mondragón, alcaide de la carcel de Granada,que por razones obvias le era imposible compaginar' su trabajo con la vecindad en el lugar deFaraján, ante lo cual optó por solicitar licencia al Consejo de Población para que mientras nopudiera asistir personalmente a habitar la hacienda concedida - ¿pensaría algún día hacerlo?-,pudieran explotarla "dos moradores con sus mugeres hijos y famylia", de esta forma cumplíanel capítulo referente a tener poblada la suerte, aunque en este caso no fuera el titular de ella.

Pero al margen de estas personas relevantes por sus cmgos o cometidos, grupos concretosde inmigrados impondrán sus criterios a la colectividad de asentamiento, en virtud de una seriede factores entre los cuales jugarán un papel importante la amistad o el paisanaje(l4). Esto noes nada extraño, pues muchos de los recién llegados habían sido alistados en los mismos puntosde origen y, por tanto, la referencia respecto al "otro", les confería unos rasgos comunes.Además, las estrategias familiares desplegadas entre paisanos estrechaban más aún los vínculosparentales, al desarrollarse una clara endogamia no sólo del clan o linaje, sino en el grupo devecinos con idéntica procedencia.

La formalización de patrimonios dentro del grupo, se producía normalmente a partir delavecindamiento inicial del cabeza de familia, siendo beneficiario de una o más suertes. Lasolicitud posterior de lotes de propiedades para sus parientes, sobre todo sus hijos, la heren­cia como medio de transmisión, y también de partición de bienes - lo cual iba en detrimentode la correcta explotación del terrazgo-, o una política matrimonial precisa, en muchos casos

l3.-El contador Antonio Terradas, logró obtener tierras con una extensión superior a las 40 hectáreas. BRAVO CARO, n,Felipe Il y la repoblación ... , p. 241

14.-Estos vínculos derivados del paisanaje son resaltados también como característica de las redes de relaciones de poderen la Edad Moderna, y en concreto al estudiar el caso de los emigrantes vascos, por José M'. Imícoz en "Comunidad,red social y élites. Un análisis de la vertebración social en el Antiguo Régimen", Élites, poder y red social. Las élitesdel País Vasco y Navarra en la Edad Moderna. (Estado la cuestión y perspectivas), Universidad del País Vasco,Bilbao, 1996.

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ridente a emparentar con viudas titulares de suertes, aseguraba el acaparamiento de propie­des en la familia y, por consiguiente, el reforzamiento de la posición social dentro de lalllunidad. A la vez, los hijos podían argumentar los servicios prestados en el campo de bata­por el padre como méritos a la hora de hacerse con algunas suertes en las localidades repo­das y, en ocasiones, esto ofrecía la posibilidad a ciertas familias a instalarse en lugaresueños donde, con el tiempo, podían ejercer influencia en algún sentido, si a través de com­

o cesiones posteriores, diferentes hermanos o parientes lograban detentar las haciendasistritmid[ls( 15).

Este procedimiento, permitía también reforzar uniones entre miembros de similar status,del núcleo repoblado o en otros bien elegidos para el efecto. Tal homogamia, se mani­

en el interior del nuevo contingente de inmigrados, e incluso, con familias avecindadasantiguo en el reino de Granada. Así pues, estamos hablando de un alcance mayor y recí­de los intereses de las oligarquías granadinas. Por un lado, tendriamos ese grupo de poder

se está abriendo paso a costa o favorecido por el proceso, y de otra parte, una élite conso­que establece sus propias estrategias para vincularse a quienes comienzan a ser represen­en las localidades repobladas.

Otro elemento que se produce en la formación y consolidación de las oligarquías grana­del periodo analizado es el de la clientela. Aunque en este punto, las referencias necesitan

una concreción documental más amplia, pues podriamos caer en cierto anacronismo siconlsideralmc)s relaciones de patronazgo/clientela aquellas que sustentan vinculaciones de depen­

vertical del tipo doméstico o servidumbre. Un ejemplo de esta afirmación es el caso deDíaz "que tuvo a cargo la población deste lugar (y) es poblador en Cartagima con qua­

suertes y en este lugar tiene otra suerte que hera de las dos en que bino nonbrado PedroFenllá11'dez Caravajal, su criado, y la arrienda y goza de los frutos della(l6).

Lo dicho hasta el momento es aplicable a la jurisdicción de realengo y a la señorial, indis­tinl:arrlente, pues la política trazada tendía a unificar las medidas en casi todos los puntos dicta­

Pero es evidente la conflictividad que se va a generar con la implantación de la nueva vecin­y el desarrollo de la oligarquías de origen repoblador, con unos desequilibrios de poder y

por alcanzar el gobierno institucional/económico de las localidades, que adquieren pun­diferenciados en los lugares nobiliarios.

Un gráfica situación que se vivía respecto a los lugares de señorío, y a la ingerencia de susen los asuntos municipales, del control de la comunidad mediante la libre disposición

efectivos repobladores, podemos encontrarlo en una de las conclusiones que el comisionadoArévalo de Zuazo, expuso al finalizar la visita de población materializada personalmente

obispado de Málaga y tiwa de Alhama en 1574:

iS.-En ocasiones el acceso a los bienes inmuebles moriscos incautados, requería la emancipación del padre del futuronuevo poblador, paso inexcusable para detentar la titularidad de la suerte concedida. Esto no dejaba de ser un mero-te, pues el progenitor no tendría razones o inconvenientes en satisfacer este requisito, al aumentar el potencial patri­monio de la familia.

16.-Ibídem. El tal Antonio Oíaz, figuraba con su familia en Cartajima, aunque a efectos de control de la repoblación tam­bién lo hacía en Igualeja, al tener suertes concedidas tras los repartimientos. Realengo, jurisdicción de Ronda. Arévalode Zuazo lo "esc!uyó" de la vecindad ele Igualeja, en [unción de la normativa que establecía la prohibición ele detentarsuertes en dos localidades distintas. Pese a ello, continuó encargánelose de resolver los problemas que pudieran surgiren la población ele Igualeja, al haber sielo designado desde un principio con este cometido.

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y porque en este partido ay muchos lugares de señores a quien su magestad diopara que pudiesen nonbrar los vecinos y suertes y las personas que tienen puestos enesta ocasión, an tomado mucha mano para mudar, remober y quitar y poner pObladOl·es.bendría que pues ya se hiyo por esta orden la poblayión de que adelante no tubiesen quede nynguna cosa destas, y sólo tubiese a cargo de las personas que benefiyiasen la na¡~lerlda

Su Magestad, pues esta lo es, por que de lo contrario se siguen muchos ynconbenientesa bisto hayiendose esta visita, que por qualquiera ocasión escluyen a los pobladores y lesla hazienda y ponen los que ellos quieren, y si ubiese de pasar desta manera, en brebeabrían escluido los que ay de presente y puesto otros del reyno y personas que no tubiesencalidades que se requiere para esta poblayión, y con esto, los pobladores de los lugares deres, no benefiyian la hazienda con el cuidado que los del realengo por temor que se las an detal' y echallos del lugar y tanbién conbendría que se quitasen mucho destancos e yn]pm;i~ion(js

que les ponen para que ellos pudiesen permaneyer y labrar y cultibar la hazienda, lopodría mandar hazer brebe y sumariamente sin tela de juiyio a la larga( 17).

Autoridades relacionadas con el proceso cometen irregularidades en el reparto, sobreen el ámbito señorial, haciéndose con las mejores tierras y un mayor número de propiedades, enconsecuencia ejerciendo un control más estrecho sobre las propiedades repartidas, e incidiendosin duda en las decisiones adoptadas posteriormente(l8). Este hecho además era constatable encada uno de los lugares que poseyera el noble considerado, y determinados individuos formabansu propia red, con el beneplácito del señor, el cual ratificaba en última instancia todas las ope­raciones. Este permitía la manipulación de los miembros de la élite local sobre el conjunto de lacomunidad, y no dudaba en participar directamente en las decisiones a adoptar, lo cual limitabael margen de poder del grupo dominante. Así pues, al tratar el elemento señorial hay que distin­guir ciertas características inherentes a la institución, en clara diferencia, aunque sea de formanominal, respecto al realengo. Por ejemplo, estaba establecido, con independencia del régimenjurisdiccional de la localidad, la elección anual de los distintos oficios del cabildo. El concejoabierto era el vehículo a través del cual los vecinos manifestaban su preferencia al seleccionarlos candidatos presentados, normalmente en listas dobles. Hasta aquí el procedimiento no refle­jaba diferencias. Sin embargo, en las comarcas de señorío junto a las presiones de la oligarquíaestablecida para "sacar" a sus allegados, tenían que considerarse las inclinaciones de quienesdetentan la titularidad oficial del territorio. Las tensiones del cuerpo municipal debían soportarla arbitrariedad externa, ya fuera la localidad cabeza de partido o muy especialmente la casa

17.- A. G. S., Cámara de Castilla, leg. 2.20 l. Visita de población de Arévalo de Zuazo al obispado de Málaga en 1574.

IS.-En la villa de Algatocín, jurisdicción de Gaucín, del duque de Medinasidonia, "quando se hizieron las suertes de lashaziendas, Juan del Canpo y Roque de Soto, que fueron comysarios de la población por el duque escogieron cada unosus quatro suertes sin entrar en el cántaro como los demás pobladores, y lo mysmo hizo Diego Sánchez Delgado, quetiene otras quatro suertes de lo quallos pobladores an re~ívido notorio agrabio". Adulteración y corrupción en las elec­ciones quedó manifiesto en las acciones desarrolladas en esta localidad, que por otro lado no fue una excepción en elconjunto del reino de Granada. Se hicieron 70 suertes para distribuir entre 50 pobladores, es decir, alrededor del 20%de las haciendas a repartir ya quedaban al margen del azar, fueron seleccionadas cuidadosamente por quienes deberíangarantizar la limpieza del procedimiento. El ejemplo de Roque de Soto es además curioso dadas las características deloficio desempeñado y del uso de las suertes autoconcedidas: "... es de fuera del reino y a algunos años que bibe enGimena, y es alguacil mayor en aquella villa donde tiene su mujer y casa poblada, y tiene hazienda en Gauzin, ques den­tro del reino, y por tener dos vezindades no puede asistir en la población desta villa, y tiene arrendadas las suertes a per­sonas del reyno, y en Benarravá tiene otras dos suertes en cave~a de Alonso Sánchez de Arévalo, su suegro, que bibe enGibraltar, el qual no las labra y las a visto".

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[9.- A.G.S., Cámara de Castilla, lego 2.201. Las injerencias del duque de Escalona, y de sus subordinados más inmediatos,abarcaban incluso el intento de ampliar potestades o derechos adquiridos. "Que abiendo sido esta villa del suelo deMálaga y no solariego, el marques les pone estancos que no aya mesón, taverna ny tienda, syno solo del dicho marques,cosa que jamás se a hecho, lo qual es en gran dado de los dichos pobladores y vecinos.

Yten, que trae guardas en el canpo que denun~ian de cortas y talas y de daños que hazen los ganados en las viñas, ypanes, y de las dichas denun~iaciones lleva el marques la ter~ia parte, con color que se hazía en tiempo de moriscos,siendo al contrario en tierra de Málaga, en cuyo suelo y fuero está esta villa, las otras dos partes lleva el juez y denun~ia­

dor, no lo pudiendo hazer según fuero de tierra de Málaga, que se aplica al denunciador y propios del con~ejo, sin 11e­bar nada la justicia, las quales guardas pone el gobernador y no el con~ejo, siendo el aprovechamiento comund".

iliaria, apreciándose pocas variaciones si se compara con la trayectoria municipal anterior alflotamiento morisco. Estos momentos de fricción aunarían en ocasiones al concejo, léase oli­quía, junto a los vasallos en general, frente al señor, denunciando ante la autoridad queespondiera las anomalías advertidas. Las quejas de los nuevos pobladores de la villa de

lox (partido de Marbella) reveladas durante la visita de 1574, demuestran el grado de coac­n del duque de Escalona y de sus más directos servidores, personificados en la figura delernador, tanto a la hora de confeccionar las listas definitivas de oficios como al continuo

de autoridad:

Yten, que siendo costunbre de muchos años a esta parte, y según el fuero de Málaga y suque abiendose de hazer las eleyiones de los ofiyios cadañeros, alcaldes ordinarios y de her­

mandad, regidores, alguaciles, personero, en conyejo abierto por botas de la mayor parte comosehazia en tiempo de moriscos, no se haze agora sino quel governador de la dicha villa (Tolox)¿ón los alcaldes y regidores nonbran otros, los quales paresye, y los enbian al marques para quélÓnforme, y algunas vezes el marques nonbra unos por otros, y nunca salen los dichos oficios

siete o ocho personas, que hazen lo quel marques y governador quieren, de que asimysmosyiben mucho agrabio y lo resyibirán mayor sino se remedia.

Otro si, la dicha justicia debiendo de gastar los propios en utilidad del concejo no lo haze,los gasta en cosas que le paresye, de que el conyejo y vecinos son muy agrabiados.

Otro si, quel dicho gobernador no consiente que los alcaldes ordinarios conoscan de nyn­causas yibiles ny crimynales, eyeuto que alguna vez permite que conoscan de alguna causa

y tenyendolo concluso y para sentenyiar, el suso dicho se lo toma y lo sentenyia por llevaraprovechamiento, y quando alguno de los dichos pobladores comete algund delito, por leve

sea, quando con él tiene odio, lo enbia preso a la caryel de la villa de Monda, tres leguasvilla, thenyendo cada villa su jurisdicción distinta una de otra, lo qual asymysmo es en grany perjuicio suyo.

Otro si, el dicho gobernador por molestar a los dichos pobladores y vecinos, quando quierea Monda o a otra parte, e algunos amygos suyos han de camyno, les haze hazer por fuerya

hasta la parte donde ba, syn dalles de comer ny salario nynguno, y esto haze a las perso-con quien tiene odio, y buelben por el bien comund, y si no la quieren hazer los prende... (l9)

Las extralimitaciones en justicia de las personas nombradas por el señor consiguen lareprob'ación unánime del concejo que se va formando, si bien es cierto que dicha oposición ten­

un grado diferente en función del nivel de jurisdicción ejercido por la casa nobiliaria, puesformación de una élite u oligarquía local, estaba mediatizada claramente. En el fondo, se asis­a una problemática señorio/vasallos, integrándose en este punto el poder intermedio entre el

gotJie¡'no del señor representado por el gobernador y el emanado de la comunidad.

La figura de la "gobernación" en los lugares de señorío obtuvo a través de losmientas consumados, la posibilidad de dotar económicamente a las personas que uelenl:anmoficio. Si tenemos en cuenta la costumbre de mantener en dicha posición a determinadosviduos durante un periodo considerable, es fácil entender la condición social adquirida, quemás allá del tiempo efectivo de desempeño en las funciones delegadas por el señor. Note, la oposición de las autoridades repobladoras a llevar a cabo la anexión de suertes aconcretos, fue manifiesta en todo momento, integrada en una política regia más ampliaobjetivos abarcaban el sometimiento mayor posible de cualquier poder ajeno a la Corona. Esdente, que los nobles no se permanecieron impasibles ante esta situación, es más, algunos se ade­lantaron a las directrices emanadas desde los órganos encargados de la repoblación, intentandoampliar territorios, propiedades, prerrogativas, etc., en un claro desafio al monarca, pero conmenos resultados positivos de los esperados. La coyuntura, favorable teóricamente si considera_mos el clima bélico y postbélico, y por tanto de inexactitudes en muchos frentes, entraba en fran­ca contradicción al circunscribirse al reinado de Felipe II.

Las disputas entre los grupos de poder dentro de la comunidad contribuyeron a fomentarincidentes cuyos protagonistas principales fueron el delegado del señor en las localidades_gobernador, alcaides o alcaldes mayores-, y la mesa capitular, principalmente, relegando las pro­testas del pueblo general a un segundo plano, pero haciendo a veces suyas las reivindicacionesde su cabildo. Es expresivo en este sentido la información de 1574 referida a Monda, cerca deMm'bella, en la cual los testigos relacionan aquellos atropellos más comunes de que son objetopor parte del alcalde mayor y del mayordomo del marques de Escalona, apuntando el entendi­miento de los mismos con los miembros del concejo local. Respecto al primero, destacan la inje­rencia en la designación de los oficios concejiles, contraviniendo la normativa de llevarlo a caboa través de la figura del cabildo abierto(20), o las limitaciones en materia de justicia que les dictael alcalde mayor a los alcaldes ordinarios(21).

La normativa municipal encarnada por las ordenanzas, sufrió también las secuelas del pro­ceso repoblador, mediatizado por intereses de las oligarquías que detentaban el dominio. Elclima de incertidumbre posterior a la expulsión de los moriscos permitía las modificaciones enprovecho propio del corpus legislativo de la comunidad. Antiguos vecinos conocedores del terre­no e integrados en los grupos de poder emergentes contaron con el apoyo no siempre desintere­sado de aquellas familias recién llegadas cuyo único pensamiento iba dirigido hacia la obten­ción, lo más rápida posible, de beneficios en las haciendas cedidas, aunque las protestas aflora­ron igualmente(22).

20.-0tro si, el dicho alcalde mayor a quebrantado y quebranta el fuero questa villa tenya que es que los ofiyios cadañerosse elexían por botas y en conyejo abiel10, y el suso dicho se junta con los ofYyiales del concejo y nonbran a quyen lesparesye sin que aya botas ni conyejo abierto, y lo enbian al marques para que lo confyrme, y as¡ son ofYyiales los queandan a su gusto y nunca salen estos ofYyios dellos, los qual es en gran perjuicio de los dichos vecinos de la dicha villa,y gastan muchos dineros en enviar a donde está el marques".

21.-"Otro si, el dicho alcalde mayor, no consiente que los alcaldes ordinarios conoscan de causas yiviles ny de las talesdenunyiaciones, y algunas vezes les da liyencia para que conoscan de algunas hasta questén en estado de sentencia, y élmysmo los sentenyia por llevar el aprovechamiento de todo, siendo muy al contrario de la costunbre que los dichosmoriscos theyan".

22.-A. G. S., Cámara de Castilla, lego 2.201. "Otro si, que por pena de ordenanya prenden a los vecinos y los llevan a lacaryel, y de allí no salen hasta que pagan la pena y costas, y las ordenanyas que ay son nuebas, que se hizieron por algu"nos particulares en boz de concejo, abiendo de ser hechas en concejo abierto.

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Las anomalías detectadas en las localidades repobladas obligaron en 1592 a realizar otralSD(~CC¡OIl general del territorio granadino, por que entre otras cosas, desde 1578 se habían suce­

injerencias de autoridades municipales de tales lugares o de comarcanos, fortaleciendo lapatrimonial de bastantes familias integradas en las oligarquías locales(23). La permisi­de los miembros concejiles facilitaba la concentración de tierras, principalmente, eno grupos concretos, a los cuales no eran ajenos aquellos que descuidaban consciente­

el cumplimiento de la normativa regia. Además, pese al periodo de tiempo transcurridoel comienzo del proceso repoblador, el capítulo relativo a la elaboración y conservación

un libro del concejo relativo a todos los asuntos relacionados con la cesión de bienes inmue­los inspectores atestiguaron la pérdida, mal estado o simplemente la inexistencia de tal

volUll¡en en varios puntos de las comarcas. Dicho estado de cosas permitía mantener ocultastraJlsa'CC¡'011E~S realizadas al margen de la legalidad vigente, aprovechando las propias dificulta­

de las operaciones llevadas a cabo en lugares donde la población autóctona fue desalojadaceleridad y, por tanto, terreno abonado para cometer irregularidades de cualquier tipo.

El apoyo de las ciudades a determinados lugares de su hintherland, despertaba la inquie­protestas y denuncias de las localidades marginadas. Es indudable, que la lucha interna de

oligarquías respectivas contemplarían el entramado repoblador como una situación idóneaextender su poder e influencia a costa de las nuevas comunidades. Es más, las autoridades,

y escribanos de muchos lugares tenían tales intereses que, cuando a raíz de las visitas1592/93 se determina reintegrar a las suertes originarias los trozos desmembrados a lo largoaños, esas mismas personas aprovechan la coyuntura en beneficio propio(24). Son en suma,

mecaJnism()s de acceso a la propiedad y en consecuencia, a la larga, medios para alcanzar unapm;lClon social de reconocimiento que les permita formar parte de la capa dirigente de la comu­nidad, integrándose o no en los órganos dirigentes del concejo.

Por último, indicar varias cuestiones finales. La primera, responder afirmativamente a lapregunta formulada en el título de este estudio. Sin duda, el mercado de la tierra, de bienesinmuebles en general, abierto y favorecido a raíz de la confiscación de las propiedades moris­cas, permitió la llegada de muchos vecinos con diferente procedencia, cuyo objetivo de enri­quecerse, o al menos de salir de los umbrales de pobreza, consiguieron solo en contadas ocasio­nes, y según las comarcas consideradas. Algunos colonos, dadas sus posibilidades económicas,recibieron lotes de hacienda mayores, lo cual, unido al prestigio y reconocimiento social quedetentaban entre los miembros de las nuevas comunidades, bien por participar de un mismo ori­gen, en hechos de armas, etc., fueron alcanzando una posición relevante dentro de las villas repo-

Otro si, que las justi<;:ia que penan a los dichos pobladores por las dichas ordenan<;:as, tienen ganados y no las guardan,antes res<;:iben dellos muchos daños en sus heredades, y por ser de la misma justicia no osan hablar en lo qual ay muchodeshorden' .

23.-A.G.S .. Cámara de Castilla, lego 2.198. "Se aberiguan muchos bienes que dexaron moriscos en los dichos lugares queno están repartidos a los pobladores dellos, y que algunas personas particulares se an entrado en ellos sin orden, y otrosse benefi<;:ian en nonbre de Su Magestad, y muchos traspasos y truecos que los pobladores an hecho de sus haziendassin orden, y dado y acre<;:entado los concejos más suertes de las que pertenecían a pobladores y aver desmenbrado otrasreduziendolas a medias suertes y quartos, contra las condi<;:iones de la pobla<;:ión". En estos términos redactaba un breveinforme Ginés Soler, escribano de la comisión de don Diego Hernando de Mendoza, en la visita de población llevada acabo por éste último desde finales de 1592.

24.-Ibídem, lego 2.199. Tales individuos aprovechan su posición para mejorar las propiedades disfrutadas, ya sea mediantela incorporación de mejores tierras, o redistribución de las existentes.

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repobladas. Esta situación quedó reforzada mediante la materialización de estrategiasya sean matrimoniales, o de otro tipo, y el desempeño de distintos oficios concejiles _r - -~""1~

concretos un verdadero cursus honorum a menor escala. La conexión con grupos que iV1rnaDilllparte de las élites de las cabeceras de partido y ciudades, proporcionó el estrechar lazosformar una red social que trascendió el momento repoblador. La extensión en el tiempo decontactos y el afianzamiento de ciertos clanes, linajes o familias demuestran - y las futurastigaciones apoyarán esta tesis-, que la conformación y consolidación de las oligarquíasdinas supieron aprovechar el hecho coyuntural de la repoblación como un medio para elto patrimonial, y posterior control ideológico, político, etc., no solo de lugares aislados,comarcas enteras. Las dimensiones del término municipal, la riqueza agropecuaria della cercanía o lejanía a la cabeceras de partido, el grado de presión de los señores en sussiones, el origen social de quienes conforman los grupos dirigentes - elementos civiles ores, estos últimos todavía muy escasamente estudiados-, y el grado de manipulación de lanidad desde la institución capitular, son algunos de los capítulos que deberán desvelarse para elconocimiento completo de la implicación y articulación de las redes de poder granadinas.

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