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  • 1-Usar el cerebro

    Arte, filosofa e investigacinExiste algo que se ignora... y que quiere conocer. Eso es "investigar". Una actividad tan cotidiana queresulta trivial, repetida. Siempre estamos preguntando (por qu hay algo que no sabemos); siempreestamos respondiendo preguntas que nos hacen por la misma razn.

    Siempre? En cierta forma, la pregunta es antiptica, porque puede contradecir un optimismo fcil. Esverdad que cuando un aparato (de los muchos que utilizamos) no funciona bien... "investigamos".Tenemos un problema, Houston, y hay que solucionarlo. Esta conducta es universal. Pero hay grandesdiferencias si subdividimos el todo por edades. Un nio no pregunta para "solucionar" problemas, sino porel placer de hacerlo, por curiosidad, por el sentimiento de maravilla que le produce lo novedoso. Sinembargo a medida que pasan los aos, la curva de investigacin "natural" va decreciendo. Lo tilreemplaza otros valores, y la "utilidad" se valora por resultados previsibles. Empieza a resultar extrao"aprender por aprender".

    Este fenmeno (la reduccin paulatina, escalonada, de los intereses vitales) en parte puede favorecer laconcentracin y la creatividad personal; pero se dilapida el tiempo y la energa sobrante en actividadesde entretenimiento. El homo sapiens se ha convertido en homo videns (1). Y su participacin, cuandoexiste, es de "comparsa". Creo que el smbolo de nuestra poca podra estar en un lugar muy habitual einvisible. Quien lea hasta aqu pensar que me dejo llevar por un romanticismo de tipo biolgico. Pero notengo tiempo (ni paciencia) para mostrarlo en detalle. En todo caso lo nico que puedo decir es que estoypersuadido que nuestro cerebro es una preciada posesin y que apenas lo usamos en la vidacotidiana o profesional. Y el que no lo crea all l! quiz se merezca, entonces, vivir una vida no mscreativa que su perro (animal al que admiro... aunque lo veo de horizontes bastante limitados).

    Cmo puede usarse mejor el cerebro?

    La primera condicin es darse cuenta (puede ser un gran descubrimiento!) que apenas lo usamos. Esconocido que una persona puede padecer Alzheimer y en su etapa inicial pasar desapercibido para ella ysu entorno. No se requiere usar mucho cerebro para subsistir perfectamente en la sociedad.(3) Lamayora de las actividades estn tan reglamentadas y son tan habituales que se pueden seguirmecnicamente. Y los errores que se derivan de ello... no son penalizados. Slo cuando el dao cerebralincide directamente en aquellas funciones que impiden la repeticin y el ajustarse a reglas conocidas... escuando el propio sujeto (y sus familiares) empieza a pensar que algo "no funciona bien". Recuerdo lasugerencia de un importante mdico respecto de los temores sobre tener Alzheimer: "empiece apreocuparse cuando guarde los zapatos en su nevera" (4).

    Resulta extrao, lo reconozco, afirmar que usamos poco el cerebro en un mundo tan complicado. Pero la

  • 2complejidad si bien es real... no preocupa ni poco ni mucho al personal. Las ideas hechas, los tpicos, losprejuicios, las reglas, la "experiencia", es suficiente para "entender" nuestro mundo. Por supuesto que noes suficiente... pero para darse cuenta de ello, hay que empezar a usar el cerebro un poco ms de lohabitual.

    El paso siguiente (en un hipottico programa de "puesta a punto" cerebral) es empezar a usarlosistemticamente, encarando una actividad nueva... que es donde el desconocimiento inicial pone aprueba nuestro cerebro infrautilizado. Entre esas actividades hay tres grandes clases que recomiendo.Pero no las "tres" simultneamente (por un problema de tiempo y recursos disponibles), sino una de ellassegn las inclinaciones personales: el arte, la filosofa... o la investigacin.

    Para la primera se requieren algunas condiciones que no son fciles de especificar. En principio todo serhumano puede (y debe) cultivar alguna actividad artstica: msica, dibujo, teatro... en fin, aquello por lo quenos inclinemos segn nuestro modo de ser. Quede sentado que cualquiera de ellas obligar a utilizarzonas inexploradas de nuestro maravilloso cerebro (5). Y el proceso, si no se interrumpe, seguir encascada tan lejos como la persona que trabaja pueda llegar.

    En cuanto a la "filosofa"... puedo asegurar que el intento serio de leer autores y pensar en algunas de lascuestiones tpicamente filosficas, pone en actividad parcelas cerebrales que son "intocadas" en el mundode todos-los-dias. Esto, por si slo (independientemente de otros "efectos") ya justificara que se la tuvieraen cuenta como una de las actividades de "inters cerebral".

    Y la tercera posibilidad? Aqu voy a proponer un esfuerzo de reflexin. Algo que pondra funcionar comoun test para medir nuestro inters por este tema (si Ud. se duerme... hgame caso! abandone esteartculo. Ya lo ha intentado y por hoy es bastante)

    Veamos Es la "investigacin" una actividad con identidad propia... o slo el resultado temporal decultivar otros intereses?

    Nadie dudara de considerarla una actividad y una profesin en ciertos casos... pero slo en stos.

    Las universidades, la industria, los laboratorios investigan. Tambin oficinas gubernamentales, yorganizaciones privadas... sin embargo este esfuerzo est orientado a obtener resultados que, en ltimainstancia, son "externos" a la actividad investigadora.

    Dicho con otras palabras: la sociedad (o sus partes) no "investigan por investigar" sino por obtener algoms all de la propia tarea: un nuevo medicamento, un adelante tecnolgico, una informacin til, o,incluso, un conocimiento "no til" (en su sentido "tecnolgico) pero que se considera importante para lapropia sociedad (como el histrico).

    Bien, este es el pensamiento dominante. Si alguien se preocupa en Espaa por la falta de investigacin,seguramente est pensando en esta clase de problemas... no en que sus habitantes amplen el uso delcerebro ms all de la vida cotidiana.

    Por suerte existen posibilidades que no encajan claramente en un programa utilitario. Sin ir ms lejospensemos en la observacin astronmica realizada por aficionados. Si bien poco habitual, entra dentrode lo "normal". Sabemos (aunque ms no sea por la lectura de los diarios) que hay gente que gasta unaparte considerable de su patrimonio en comprar y mantener aparatos que permiten patrullar el cielocomprobando que los objetos que all se encuentran siguen en su lugar. E incluso es conocido que aveces esta clase de investigadores pueden localizar y registrar nuevos cuerpos celestes, que han pasado

  • 3desapercibidos al escrutinio de los astrnomos profesionales.

    En nuestra pennsula hay pocos aficionados al cultivo no acadmico de la ciencia. Y el propsito de esteartculo es batallar en esa direccin: investigar "por investigar", de la misma forma que se baila "porbailar", se pinta "por pintar", o se filosofa "por filosofar".

    Por supuesto que cuando una persona cultiva un arte, o cualquier otra cosa, no hace solamente lo queparece. Siempre se persiguen muchos objetivos en las actividades complejas (no excluimos, luego, que sebusque alcanzar cierta notoriedad o algn imprevisible beneficio econmico). Pero nadie se asombra sialguien saca fotos "por placer" o canta "por cantar". Existen esas mismas actividades con una etiquetaprofesional, es decir, como trabajo; y tambin existen por si mismas, sin otro valor que el placer que otorgasu ejercicio.

    La propuesta, entonces, debe ser claramente expuesta: investigar es usar el cerebro de otra manera.Similar a una actividad artstica. De la misma naturaleza, aunque los resultados sean diferentes. Loextraordinario del cerebro es que su actividad siendo la misma produce cosas enormemente diferentes:caones, sinfonas, teoremas, mantequilla y... aunque parezca inverosmil, los discursos de nuestrospolticos ms conocidos.

    La diferencia, est en la complejidad de la informacin puesta en movimiento. Una obra de Bach esmsica, un cancin que triunfa en "los 40 principales" es, tambin msica (6).. Sin embargo, pertenecer ala misma familia no supone identidad. Para investigar donde est la diferencia se necesita algo ms querepetir experiencias diarias o aplicar un reglamento.

    Como ya hay bastante material escrito que incentive en la curiosidad por cultivar algn arte y existetambin, aunque en menor cantidad, excelentes escritos que impulsen a nuestro cerebro a "filosofar", noestara nada mal que desde las pginas de nuestra publicacin arrimemos un ascua a la sardina de la"investigacin".

    Se trata de impulsarnos a cultivar la "investigacin" como una actividad por derecho propio,individual, ldica. Con inters social o carente de ello (de la misma manera que nadie se obliga acomponer msica para "mejorar" al gnero humano).

    El problema, el obstculo ms importante con que me encuentro para discurrir sobre estas cuestiones... esque no existe reconocimiento social de la actividad que propongo. No me refiero, insisto nuevamente, a laactividad institucionalizada, colectiva, de las grandes organizaciones, sino a una forma de actividad ldica,creativa, perfectamente individual y cuyos alcances no tengan (aunque en algn momento s puedenlograrlo) importancia social.

    Imaginemos, por un momento, una sociedad donde no existe la "msica". La gente no es sorda,escucha toda clase de ruidos e incluso puede producirlos por placer (cuando se baa, por ejemplo); perono existe el concepto de "msica" ni, por supuesto, ninguna actividad sistemtica encaminada a producirsonidos (nadie "compone" msica).

    En una sociedad de esta clase construir un discurso sobre la importancia de producir msica paraaprovechar mejor las potencialidades cerebrales... resultara muy extravagante a quien se le ocurre quealgo tan poco conspicuo como un ruido puede servir para objetivos tan importantes?

    Si algn novelista imaginativo inventara la figura de un compositor... es probable que gustara en unasociedad as (s la novela estuviera, adems, bien escrita). Pero, a pesar de ello, a nadie sensato se le

  • 4ocurrira seguir por ese camino.

    Bien, dejemos este supuesto. Creo que toda sociedad es "ciega" para reconocer la importancia dealgunas actividades. Y me temo que la espaola contempornea... est en la misma situacin del casoanterior; pero no respecto de la msica (lo cual es una suerte) sino de la investigacin. Las escuelas no lapromueven, y la universidad tampoco (es vista como una actividad posterior, de "post grado"). Elperiodismo de investigacin languidece porque es un consumo de minoras (lo cual significa que lamayora prefiere la "actualidad" enlatada que la informacin que se origina luego de un largo proceso dedescubrimiento) y se pueden imaginar muchas maneras de organizar una fiesta mayor, o una verbena de"solidaridad", pero nadie imagina como podemos incitar a nuestros conciudadanos a entregarse a losplaceres perversos de la investigacin.

    Hay personas que se sienten inclinadas por un arte. Me parece excelente. Muchas menos se sienteninclinadas a filosofar (que es algo muy diferente a "pontificar"). Me alegra cuando advierto que en algncaso sucede. Quisiera inducir a pensar que tambin existe una tercera alternativa, que nuestrasociedad no imagina, pero que de todas maneras es tan real y posible como las otras dos mencionadas.

    Voy a mostrar un caso real de que esta inclinacin existe. Y si un ser humano hace algo (o algo leapasiona) podemos estar seguros que hay otros, en algn lugar del mundo, que se le parecen.

    "... En la ltima pgina llevaba la necrolgica de un folklorista griego menor elevado a lugar destacado porel cambio poltico de su pas. Al parecer, haba muerto en la prisin insular donde el rgimen albergaba aaquellos que no eran de su agrado. El investigador en cuestin haba publicado unos datos sobre el argothomosexual de la Atenas moderna. Claramente, aquello era lo que haba hecho que las autoridades sefijaran en l. Haba sido advertido. Aferrndose a sus convicciones sobre la libertad acadmica, habacontinuado la investigacin y haba publicado el todava ms escandaloso "Argot homosexual en laprostitucin masculina". Condenado a la carcel por haber desacreditado la masculinidad griega, no seacobard. Pstumamente, public un estudio sobre el argot homosexual en las prisiones griegas.

    Aqul era un ejemplo de un hombre que converta cualquier desgracia en tema de investigacin." (7)

    Sherlock Holmes no ha muerto.

    Imaginemos que existe una clase de personas simbolizado por este personaje literario. Personas quesienten un impulso marcado hacia la observacin y el conocimiento. Individuos que gozan con elaborarhiptesis sobre sucesos variados y que se preocupan de recoger suficiente informacin paraponerlas a prueba.

    La figura de Holmes tiene, como toda creacin literaria, muchos significados. Puede ser visto como unadelantado de la "polica cientfica", como un extravagante ingls representante de su cultura fin de sigloXIX... o, tambin, como un aficionado a la investigacin que encuentra en ella un placer sin igual. Alguienque selecciona un campo de trabajo y que puede ser mejor que un "profesional" porque no lo hace parasobrevivir sino slo porque le agrada (recordemos que en la saga de Conan Doyle, S. Holmes es endiversas veces menospreciado por el inspector Lestrade el cual representa la profesionalidad de ScotlandYard).

    Supongo que existen esta clase de personas. En algn lugar del mundo deben existir! No es posibleque nuestro siglo las haya eliminado de raz. No puedo creer que nuestro sistema educacional las hayaextirpado de Espaa. Sera realmente interesante conocer las inquietudes de algunas personas que

  • 5descubran que pueden "investigar" y que quieren hacerlo; pero no se atreven porque no se sientensuficientemente cualificadas.

    En una poca donde hasta para dar un consejo sobre "como respirar" se necesita un ttulo universitarioqu necesidad acuciante tenemos de gente que quiera hacer cosas aunque no pueda asistir a las aulasformales!

    Imaginemos, por un momento, que existe esta clase de humanos... y que les gustara intercambiar susexperiencias, aumentar sus conocimientos, y encontrar consuelo frente a sus frustraciones.Nuestra revista est dispuesta a prestar odos a esos requerimientos, y, en nuestras posibilidades, ampliaraquellos conocimientos (o mtodos) que fueran necesarios para mejorar la calidad de tan distinguidainclinacin. Muchas de estas posibilidades se brindan (y uno as lo ha observado) en publicaciones eningls... pero lamentablemente no se alcanzado este nivel en nuestro idioma. Bien, podramos (tambin enesto) intentarlo.

    Por ahora nada ms... pero el tema queda abierto.

    Carlos Salinas

    Notas:

    (1) Giovanni Sartori. "Homo Videns. La sociedad teledirigida". Trad. De Ana Daz Soler. Taurus. 160 pgs.Segn este autor la televisin al ofrecer slo imgenes, tiene el grave inconveniente de contribuir poco onada a la capacidad de entender humana. La imagen debe tener una buena apoyatura constituida por unaexplicacin documentada, sin embargo el proceso se invierte y es sta (la imagen) la que domina laatencin.

    (2) "Es el nico ejemplo en el que la evolucin ha proporcionado a una especie un rgano que no sabecmo utilizarlo; un rgano de lujo para el que pasarn miles de aos hasta que s dueo llegue a usarloadecuadamente, si es que lo aprende alguna vez" Arthur Koestler.Citado en Anthony Smith."La Mente".Tomo I. Biblioteca Cientfica Salvat. Traduccin Dra. Carmen Lopez.Barcelona. 1986.

    (3) "La enfermedad empieza con dificultades en la memoria episdica, resultado de la incapacidad pararegistrar y fijar inofrmaciones nuevas de naturaleza autobiogrfica. Tales trastornos pueden serdesconocidos o subestimados a causa de la tolerancia del entorno y de una compensacin de lasdeficiencias por parte del paciente, quien, todava consciente de sus dificultades, se ayuda anotando suscitas o las tareas que debe hacer. Aparece seguidamente la falta de algunas palabras, as comodificultades de atencin y de memoria de trabajo, lo que prueba la extensin de las lesiones hacia lacorteza asociativa, causantes de la disminucin de las capacidades conceptuales y de juicio. El pacientese vuelve entonces ms indiferente hacia sus trastornos y es incapaz de compensarlos. Es en esta fasecuando empieza a ser ms dependiente de su entorno, el cual empieza a tomar consciencia delproblema..." de "Los extravos progresivos de la memoria" Bruno Dubois y Bernad Deweer. Informe sobreAlzheimer publicado en Mundo Cientfico (La Recherche), n 186, Enero 1998. Barcelona.

  • 6(4) "...el aporte de enzimas a los enfermos de Alzheimer...detiene el proceso de degeneracin en losprimeros estadios de la enfermedad. Pero el tratamiento farmacolgico... debe ser paralelo a undiagnstico precoz... tan pronto aparezcan los primeros sntomas de prdida de memoria, cambio depersonalidad o trastorno en los juicios. "Siempre antes de que se lleguen a poner los zapatos en lanevera". "Empec a estudiar ruso a los 65 aos para tener el cerebro vivo", entrevista a Jordi Cervs,Director del Instituto Neuropatolgico de la Universidad de Berln, en "El Pas", 31-octubre de 1995.

    (5) "El cerebro puede compararse a un telar mgico en el que millones de centelleantes lanzaderasentretejen una evanescente estructura, siempre significativa aunque nunca duradera; una cambiantearmona de subestructuras. Es como si la Va Lctea emprendiera alguna danza csmica". Sir CharlesSherrington. En Robert Jastrow."El Telar Mgico". Biblioteca cientfica Salvat. Trad. Domingo Santos.Barcelona. 1988. Pag. VII.

    (6) "Yo vuelvo cada cierto tiempo sobre esas obras maestras que son las sonatas de Beethoven. Una obramaestra tiene muchas caras y con el paso del tiempo el intrprete comprende cosas nuevas" AlfrendBrendel en "Un intrprete debe dedicar el 80 por ciento de su vida a las grandes obras", entrevista aAlfrend Brender en "La Vanguardia", 28 de mayo de 1988.

    (7) Nigel Barley."Una Plaga de Orugas".Anagrama.Crnicas. Barcelona. 2da.Edicin 1995, pag.145