urge hablar con la tierra

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Urge hablar con la tierra -¿ Qué hiciste los días en los que no sale el sol dentro, en los que el Invierno se posa en el alma y el silencio te enmudece el corazón; días de esos en los que la tela del vacío te atrapa, la niebla te ciega y la noche se hace eterna? . - En esos días urge ir a hablar con la tierra. Cada día que se hizo noche en mí, caminaron mis pies descalzos rumbo a la tierra y fui a hablar con ella. Hablé como mis labios pronuncian el nombre de mi madre, de mi hija, de mi abuela. Hablé a la Tierra como si ambas fuéramos recién nacidas de la existencia, y mis brazos son su arrullo, y mi ser se siente una raíz de su árbol, una estrella más de su cielo, una célula más de su placenta primigenia. Hablé a la tierra como hija de sus adentros, como brote de conciencia nacido del mismo árbol Madre que acoge a todo cuanto siente. Hablé con la tierra y ella transformó el eco de mi voz en medicina para mi alma. Y fui agua que se abandonó al mar del sentir ... Y sentí la piel de la tierra en mi piel recién nacida, sentí cómo me arropaba los pasos, cómo me sanaba a cada tropiezo, cómo me impulsaba en cada avance, cómo el viento secaba mis lágrimas, cómo las flores danzaban a mi alrededor en sintonía el eterno baile de la vida, cómo los pájaros orquestaban la eterna melodía universal. Sentí a mi alma latir en el corazón de la tierra ... Y fui piel de la piedra, fuego de mi hoguera, vida corriendo por mis venas. Sentí que ya no era mi voz la que hablaba con la tierra, que ya no eran mis manos las que acariciaban, que ya no eran mis pies los

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Urge hablar con la tierra- Qu hiciste los das en los que no sale el sol dentro, en los que el Invierno se posa en el alma y el silencio te enmudece el corazn; das de esos en los que la tela del vaco te atrapa, la niebla te ciega y la noche se hace eterna?.- En esos das urge ir a hablar con la tierra. Cada da que se hizo noche en m, caminaron mis pies descalzos rumbo a la tierra y fui a hablar con ella. Habl como mis labios pronuncian el nombre de mi madre, de mi hija, de mi abuela. Habl a la Tierra como si ambas furamos recin nacidas de la existencia, y mis brazos son su arrullo, y mi ser se siente una raz de su rbol, una estrella ms de su cielo, una clula ms de su placenta primigenia. Habl a la tierra como hija de sus adentros, como brote de conciencia nacido del mismo rbol Madre que acoge a todo cuanto siente. Habl con la tierra y ella transform el eco de mi voz en medicina para mi alma. Y fui agua que se abandon al mar del sentir ... Y sent la piel de la tierra en mi piel recin nacida, sent cmo me arropaba los pasos, cmo me sanaba a cada tropiezo, cmo me impulsaba en cada avance, cmo el viento secaba mis lgrimas, cmo las flores danzaban a mi alrededor en sintona el eterno baile de la vida, cmo los pjaros orquestaban la eterna meloda universal. Sent a mi alma latir en el corazn de la tierra ... Y fui piel de la piedra, fuego de mi hoguera, vida corriendo por mis venas. Sent que ya no era mi voz la que hablaba con la tierra, que ya no eran mis manos las que acariciaban, que ya no eran mis pies los que la caminaban. Ya no era el "yo", sino todos los pronombres. Y ese amor que brotaba en mi alma ya no era mo, ya era libre, y se repotenciaba a medida que se liberaba.En esos das de niebla en el alma, urge hablar con la tierra, agradecerla; urge amarla... para comprender que estamos hechos de races y estrellas, que somos poesa en llamas, que somos Tierra. Para comprender cunto nos escucha la tierra, nuestra voz, pensamientos y sentimientos, y cunto sana su corazn cuando sanamos el nuestro.(Ada Luz Mrquez)-- Hermana guila --Fuente: