Urdangarin usaba a la Casa Realcomo gancho para sus negociosEn la propuesta remitida a sus clientes hacía constar que la Infanta Cristina yel 'asesor' de Zarzuela Carlos Revenga formaban parte de la directiva de Nóos

EDUARDO INDA

ESTEBAN URREIZTIETA / MadridIñaki Urdangarin no se anduvocon miramientos a la hora de ha-cer negocios. El duque de Palmaempleó el nombre de su mujer, laInfanta Cristina, e incluso el de laCasa Real como gancho para darpelotazos multimillonarios por to-da España.

En las propuestas de negocioque presentaba a instituciones yempresas, el yerno de Don JuanCarlos hacía constar en grandescaracteres que en la junta directi-va del Instituto «sin ánimo de lu-cro» Nóos figuraban Doña Cristi-

El duque acudió con sumujer y sus hijos a lacabalgata de Alcalámientras negociaba elcontrato con su alcalde

na y el secretario privado de lasInfantas, Carlos García Revenga.En este último caso no se descri-bía su verdadera misión, sino quese le presentaba como «asesor dela Casa del Rey». Revenga ejercíade tesorero en Nóos.

El objetivo era obvio: hacer resal-tar, aunque fuera falsamente, quetanto la segunda hija de los Reyescomo la Zarzuela estaban detrásdel proyecto. Este modus operandi,empleado con el Ayuntamiento deAlcalá de Henares, se repitió conprácticamente todas las institucio-nes, empresas y personas a las quetocaron. Sigue en página 4

Iñaki Urdangarin, la Infanta y sus hijos en la cabalgata de Reyes de Alcalá de Henares de 2003, semanas antes de que el duque firmase su primer contrata can el Ayuntamiento. / Ricardo uses

La Infanta y La Zarzuela eran el 'cebo'Urdangarin dejaba claro en sus ofertas por escrito a instituciones y empresas que tanto su

mujer como «el asesor de la Casa del Rey García Revenga» estaban en la directiva de Nóos

Viene de primera páginaIñaki Urdangarin y su socio DiegoTorres se presentaban ante todossus objetivos con un aparentementeinocente folleto del Instituto «sinánimo de lucro» Nóos de apenasuna quincena de folios. Tras la cará-tula, que sistemáticamente llevabapor título «Propuesta de colabora-ción profesional», venía una someraexplicación de la razón de ser delInstituto Nóos.

Así se comportaron en todos los

ayuntamientos, comunidades, em-presas y clubes a cuyas puertas lla-maron. Incluida Alcalá de Henares,ciudad en la que cobraron varioscontratos por valor de 33.000 eurosen 2003 y 2004. Una colaboraciónque se truncó meses después, cuan-do el alcalde popular, BartoloméGonzález, dijo «basta», al no poderasumir las cada vez mayores exi-gencias económicas de sus interlo-cutores, que le propusieron crearuna fundación deportiva.

Justo en el epicentro de las 15 pá-

ginas que entregaban para vender lafundación, exactamente en la pági-na ocho, aparece a toda plana un so-lo concepto: «La composición de laJunta Directiva [del Instituto Nóos]».Inmediatamente después se explicaquiénes son los miembros. «El Insti-tuto», apunta para empezar, «estápresidido por Don Iñaki Urdanga-rin». Acto seguido, desgrana el res-to: «En la Junta Directiva también se

integra [sic] Su Alteza Real la ínfan-

ta Doña Cristina, Don Diego Torres,profesor de ESADE, y Don MiguelTejeiro, profesor del ESE».

Tal y como adelantó EL MUNDO,Diego Torres y su cuñado MiguelTejeiro están imputados por el juez.José Castro les acusa de cuatro deli-tos: fraude, malversación, falsedady prevaricación. Tejeiro es el titularde un despacho fiscal en Barcelonaque compartía sede con el InstitutoNóos y Aizoon. Esta última socie-dad, que Urdangarin posee a me-dias con su esposa, les sirvió paradesviarse al menos 600.000 eurospúblicos y una cantidad aún sincuantificar, pero en cualquier casomayor, de aportaciones privadas.

En tercer lugar, sobresale un nom-bre que se ha hecho familiar en elcoso Urdangcain: Carlos García Re-

venga, secretario de las Infantas, yque en el boofe de Nóos se presentacomo «asesor de la Casa del Rey».

Fuentes oficiales de La Zarzuela

aseguraron hace tan sólo dos sema-nas que García Revenga estaba enNóos «a título privado». Dos sema-nas después se puede colegir que,fuera de forma privada o pública,Iñaki Urdangarin se sirvió del secre-tario de las Infantas para hacer verque la Casa Real estaba detrás de to-dos sus tejemanejes y que aquél sedejó utilizar, por cuanto su perma-nencia en Nóos estuvo vinculada ala de su jefa y a la de su marido.

El antiguo profesor de las Infan-tas y ahora asistente personal se

mantuvo en el Instituto desde la lle-gada del duque de Palma y su espo-sa en 2003 hasta su salida en 2006.Y no hacía precisamente las vecesde comparsa. Carlos García Reven-

ga ocupaba el cargo de tesorero. O,lo que es lo mismo, era el encarga-do de controlar los multimillonariosfondos ingresados por administra-ciones públicas, compañías priva-

La cabalgatatenía un precioIñaki Urdangarin no daba puntada sin hilo.El duque de Palma se llevó en 2003 a suesposa, la Infanta Cristina, y a sus hijos a lacabalgata de Reyes de Alcalá de Henaresmientras negociaba con el alcalde uno desus ya famosos y rentables convenios. Elyerno del Rey presenció el recorrido 'real'desde un balcón del Consistorio. A lafamilia Urdangarin-Borbón la acompañabael primer edil de la época, Manuel Peinado,y Rafael Guijosa, ex compañero suyo en elBarga de balonmano y en la selección, yasesor de Deportes del municipio. Semanasdespués de este gesto, Peinado le firmó elprimer contrato.

das y entidades de todo tipo.Daba igual quiénes fueran las

víctimas, porque siempre echabanmano de este folleto a la hora deponer encima de la mesa una pro-puesta de negocio. Lo más curioso

y/o hilarante de todo es que el Insti-tuto Nóos se define primero como«un think tank constituido por em-presas, académicos e investigadoresdedicados a generar conocimientosobre la gestión del patrocinio y elmecenazgo». Paradójicamente, unaspáginas más allá se autocalificancomo «filántropos». «La labor delInstituto», abundan, «contribuye de

manera significativa auna buena gestión de lafilantropía». Entre ges-to filantrópico y gestofilantrópico, facturabanmillones de euros.

Que aquí puedeexistir tráfico de in-fluencias queda tantomás claro en el folio si-guiente, cuando seafirma tajantementeque «el trabajo del Ins-tituto puede servir pa-ra mejorar la participa-ción de las empresas yotras entidades con lasadministraciones pú-blicas».

Urdangarin fue enor-memente sincero al in-tentar vender su pro-yecto de fundación al

Ayuntamiento de Alcalá: «Por el he-cho de estar yo, vendrá todo el mun-do». Sin solución de continuidad, elduque de Palma fue bastante másconcreto. «La primera que entraráserá La Caixa», les prometió a los

máximos rectores de la ciudad natalde Cervantes.

En la oferta que entregaron alConsistorio complutense dejan bienclaro que hay que desembolsarles30.000 euros anuales. Cantidad que,obviamente, no incluye los 33.000euros que les había entregado elmunicipio con anterioridad porotros supuestos servicios.

«El líder es Don Iñaki»Tras la lectura de este folleto, simi-lar al que, a modo de gancho, re-

partieron por numerosos centrosde poder de la geografía española,no hay dudas de quién era el jefe.«El equipo de trabajo estará lidera-do por Don Iñaki e integrado tam-bién por profesionales del Derechoy consultores de GEC», aseverantextualmente. El documento estáplagado de términos empresarialesanglosajones, como «case study[estudio de un caso práctico]»,«think tank [gabinete de estrate-gia]» y «tasfe forcé [fuerza opera-

cional]».Mientras, las reacciones se suce-

den. El colectivo de funcionariosManos Limpias exigió ayer «el ce-se de Ignacio Urdangarin comomiembro de las fundaciones Balia,Equipara y Einsenhower y de unForo de la Universidad de Navarray su despido de Telefónica». Ma-nos Limpias también pide a Ha-cienda que inspeccione a Urdanga-rin y a la Infanta. ... , .^.,., £ ,