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I CARACTERIZACIÓN DE LA ACTIVIDAD TRIPANOCIDA Y CITOTÓXICA DE ACEITES ESENCIALES DE LIPPIA ALBA Y SUS TERPENOS BIOACTIVOS SOBRE TRYPANOSOMA CRUZI ERIKA MARCELA MORENO MORENO UNIVERSIDAD DE SANTANDER FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD MAESTRÍA EN INVESTIGACIÓN EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS BUCARAMANGA 2017

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I

CARACTERIZACIÓN DE LA ACTIVIDAD TRIPANOCIDA Y

CITOTÓXICA DE ACEITES ESENCIALES DE LIPPIA ALBA Y

SUS TERPENOS BIOACTIVOS SOBRE TRYPANOSOMA CRUZI

ERIKA MARCELA MORENO MORENO

UNIVERSIDAD DE SANTANDER

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD MAESTRÍA EN INVESTIGACIÓN EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS

BUCARAMANGA

2017

II

CARACTERIZACIÓN DE LA ACTIVIDAD TRIPANOCIDA Y

CITOTÓXICA DE ACEITES ESENCIALES DE LIPPIA ALBA Y

SUS TERPENOS BIOACTIVOS SOBRE TRYPANOSOMA CRUZI

ERIKA MARCELA MORENO MORENO

Proyecto de Grado presentado al Programa de Maestría en Investigación en

Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad

de Santander, como parte de los requisitos para la obtención del título de Magíster en

Investigación en Enfermedades Infecciosas.

Tutor: Dra. Liliana Torcoroma García Sánchez, MSc, PhD.

Co-Tutor: Sandra Milena Leal Pinto, MSc, PhD.

UNIVERSIDAD DE SANTANDER

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD MAESTRÍA EN INVESTIGACIÓN EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS

BUCARAMANGA

2017

III

IV

Tutor

DRA. LILIANA TORCOROMA GARCÍA SÁNCHEZ, MSc, PhD

V

No te rindas, por favor no cedas,

aunque el frío queme,

aunque el miedo muerda,

aunque el sol se ponga y se calle el viento,

aún hay fuego en tu alma,

aún hay vida en tus sueños,

porque cada día es un comienzo nuevo,

porque esta es la hora y el mejor momento.

Mario Benedetti

VI

A Miguel y Alix

VII

AGRADECIMIENTOS

Agradezco de forma muy especial a la Dra. Liliana Torcoroma García

Sánchez, por depositar su confianza en mí y haberme permitido trabajar con

su maravilloso equipo de trabajo, de quiénes aprendí valiosos

conocimientos durante estos dos años.

A todos los docentes y personal administrativo del programa de Maestría en

Investigación en Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Santander.

A la Dra. Sandra Leal, por su apoyo y competente orientación.

A la Dra. Elena Stashenko, directora del Centro Nacional de Investigación

para la Agroindustrialización de Especies Vegetales Aromáticas y

Medicinales Tropicales (CENIVAM), quién nos facilitó los aceites

esenciales.

Al Laboratorio de Investigación e Innovación en Biotecnología

Agroambiental (LIIBAAM) de la Universidad de Santander, por la

disponibilidad de sus instalaciones.

A la Secretaría de Salud del municipio de Santander, por su gentil

colaboración en la adquisición del Benznidazol.

A la Dra. Leonor Yamile Vargas del programa de Química ambiental de la

Universidad Santo Tomás de Aquino, Bucaramanga, por su colaboración en

la purificación del médicamento de referencia.

A la Dra. Wendy Grey Nieto Pérez del laboratorio de Biotecnología de la

Fundación Cardiovascular, por su disponibilidad y orientación en la

realización de las pruebas de citometría de flujo.

A mis preciadas alumnas, Stephany, María Fernanda y Laura, por su

valiosa colaboración.

A mi gran amigo, Jorge Silva.

A mi familia.

VIII

LISTA DE FIGURAS

Figura 1 Representación esquemática de las formas extracelulares de T. cruzi.. ........ 3 Figura 2. Representación esquemática de la forma intracelular de T. cruzi ................ 4 Figura 3. Ciclo de vida de T. cruzi. .............................................................................. 5

Figura 4. Distribución global de los casos de Enfermedad de Chagas…………...…..7

Figura 5. Distribución de los principales vectores de T. cruzi en el continente

Americano.. .................................................................................................................. 9 Figura 6. Triatoma infestans ........................................................................................ 9 Figura 7. Formas de transmisión oral de T. cruzi... .................................................... 12 Figura 8. Didelphis marsupialis y Panstrongylus megistus infectados con T. cruzi . 14 Figura 9. Mecanismos causales de miocarditis en la infección con T. cruzi. ............ 15 Figura 10. Fases de la infección por T. cruzi.. ........................................................... 17 Figura 11. Estructuras del Benznidazol y Nifurtimox ............................................... 20 Figura 12. Mecanismo de acción del Benznidazol y Nifurtimox............................... 20 Figura 13. Lippia alba (Mill.) N.E. Brown. ............................................................... 25 Figura 14. Distribución geográfica de quimiotipos de Lippia alba. .......................... 27 Figura 15. Estructuras químicas de terpenos de L. alba. ........................................... 30 Figura 16. Actividad Tripanocida y Citotóxica in vitro de Aceite Esenciales de L.

alba quimiotipos Citral y Carvona. .................................................................... ……45

Figura 17. Porcentajes de muerte celular sobre formas cíclicas de T. cruzi tratadas

con 100 µg/mL de AEs de L. alba quimiotipos Citral y Carvona. ............................ 46

Figura 18. Actividad Tripanocida y Citotóxica in vitro de terpenos de L. alba ........ 48 Figura 19. Porcentajes de muerte celular sobre las formas extracelulares de T.cruzi

tratadas con 50 µg/mL de las fracciones terpenoides. ............................................... 49 Figura 20. Isobologramas de las interacciones farmacológicas entre el limoneno y

otros terpenos de AEs de L. alba. .............................................................................. 51 Figura 21. Pérdida del potencial de membrana mitocondrial en epimastigotes de

T.cruzi observados mediante microscopia de contraste de fases interferencial. ........ 52 Figura 22. Electroforesis en gel de agarosa Low Melting de epimastigotes de T. cruzi

tratados con los compuestos en estudio. .................................................................... 54 Figura 23. Fragmentación de ADN en epimastigotes de T.cruzi observados mediante

microscopia de contraste de fases interferencial.. ...................................................... 55 Figura 24. Análisis por citometría de flujo de la externalización de la fosfatidilserina

en epimastigotes de T. cruzi. ...................................................................................... 58

IX

LISTA DE TABLAS

Tabla 1. Reservorios de T. cruzi ................................................................................ 13 Tabla 2. Cuadro comparativo de acción de AEs frente a T. cruzi ............................. 24 Tabla 3. Diversidad fitoquímica de Lippia alba ........................................................ 26 Tabla 4. Aceites esenciales de L. alba quimiotipo Citral. .......................................... 34 Tabla 5. Aceites esenciales de L. alba quimiotipo Carvona. ..................................... 35 Tabla 6. Composición de los medios de cultivo utilizados para el crecimiento in vitro

de Células Vero y T. cruzi .......................................................................................... 37 Tabla 7. Matriz de interacción entre el Limoneno y el resto de terpenos .................. 40 Tabla 8. Composición química relativa y efecto antiproliferativo de los AEs extraídos

del quimiotipo Citral de L. alba sobre T. cruzi. ......................................................... 43 Tabla 9. Composición química relativa y efecto antiparasitario de los AEs extraídos

del quimiotipo Carvona de L. alba sobre T. cruzi ...................................................... 44 Tabla.10. Muerte celular de AEs de L. alba, quimiotipo Citral y Carvona a 100

µg/mL sobre las diferentes formas de T. cruzi. .......................................................... 46 Tabla 11. Efecto antiparasitario de los principales terpenos derivados de L. alba en T.

cruzi ............................................................................................................................ 47 Tabla 12. Muerte celular de terpenos de L. alba a 50 µg/mL sobre las diferentes

formas de T. cruzi. ...................................................................................................... 49 Tabla 13. Interacción farmacológica entre Limoneno y el resto de terpenos derivados

de L.alba. .................................................................................................................... 50

X

LISTA DE ABREVIATURAS

°C: Grados Celsius

CIF: Sumatoria de la CIF µg/mL: Microgramo sobre mililitro

µL: Microlitro

µM: Micromolar

ADN: Ácido Desoxirribonucleico

AE: Aceite esencial

AEs: Aceites esenciales

ANOVA: Análisis de varianza

ATP: Adenosín Trifosfato

BNZ: Benznidazol

CC50: Concentración citotóxica 50

CI50: Concentración Inhibitoria 50

cel/mL: Células por mililitro

CENIVAM: Centro Nacional de Investigaciones para la Agroindustrialización de

Especies Vegetales, Aromáticas y Medicinales Tropicales

CIF: Concentración inhibitoria fraccional

CO2: Dióxido de carbono

COX2: Ciclooxigenasa 2

DAPI: 4 ',6¬diamino¬-2, ¬fenilindol

DMSO: Dimetilsulfóxido

DMEM: Dubelcco’s Modified Eagle Medium

DO: Densidad óptica

DE: Desviación estandar

DTUs: Unidades discretas de tipificación

Em: Emisión

Ex: Excitación

GC-MS: Cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas

gr/mL: Gramos por mililitro

HD-MW: Hidrodestilación asistida por la radiación de un microondas

INS: Instituto Nacional de Salud

IS: Índice de selectividad

kDa: Kilo Dalton(s)

L. alba: Lippia alba

LIT: Liver Infusion Tryptose

LPS: Lipopolisacaridos

m.s.n.m: Metros sobre el nivel del mar

MC: Muerte celular

min: Minutos

mm: Milimetros

NFX: Nifurtimox

nm: Nanómetro

nM: Nanomolar

NO: Oxido nítrico

NOS: Oxido nítrico sintetasa

XI

OMS: Organización Mundial de la Salud

OxCar: Óxido de cariofileno

PBS: Phosphate Buffered Saline

PPAR: receptores activos por proliferadores de peroxisomas

PS: Fosfatidilserina

ROS: Especies reactivas de oxígeno

RPMI: Roswell Park Memorial Institute

SFBi: Suero Fetal Bovino Inactivado

T. cruzi: Trypasnosoma cruzi

TDC: Tripomastigotes derivados de células

TNF: Factor de necrosis tumoral

TryR: Tripanotión reductasa

U/mL: Unidades por mililitro

XII

TABLA DE CONTENIDO

1. INTRODUCCIÓN………………………………………………………… …1

1.1 Trypanosoma cruzi…..…………………………………………….…....…3

1.1.1 Ciclo de Vida ............................................................................................ 4

1.1.2 Epidemiología ............................................................................................ 8

1.1.3 Transmisión ............................................................................................... 8

1.1.4 Reservorios .............................................................................................. 15

1.1.5 Patogénesis de la Enfermedad de Chagas................................................ 17

1.1.6 Manifestaciones cínicas ........................................................................... 17

1.1.7 Tratamientos clásicos .............................................................................. 19

1.1.8 Tratamientos alternativos ........................................................................ 22

1.2 Lippia alba…………………………………………………..……....... …25

1.2.1 Etnofarmacología .................................................................................. ...28

1.2.2 Actividad biológica de L. alba ................................................................ 28

1.2.3 Actividad tripanocida de L. alba ............................................................. 29

1.2.4 Terpenos de L. alba ................................................................................. 29

2. OBJETIVOS ................................................................................................ …32

2.1 OBJETIVO GENERAL……………………………………………….....32

2.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS………………………………………….....32

3. MATERIALES Y MÉTODOS ........................................................................ 33

3.1 MATERIALES…………………………………………………..……….33

3.1.1 Aceites esenciales derivados de L. alba .................................................. 33

3.1.2 Terpenos y medicamentos ....................................................................... 36

3.1.3 Cultivos celulares .................................................................................... 37

3.2 MÉTODOS…………………………………………………………….....38

3.2.1 Citotoxicidad en Células Vero ................................................................. 38

3.2.2 Actividad antiparasitaria en Epimastigotes de T. cruzi ........................... 38

3.2.3 Actividad antiparasitaria en Tripomastigotes derivados de células ……38

3.2.4 Actividad antiparasitaria en amastigotes intracelulares de T. cruzi ......... 39

3.2.5 Evaluación del efecto combinado entre el Limoneno y el resto de

terpenos sobre T. cruzi ..................................................................................... 39

3.2.6 Cambios Morfológicos ............................................................................ 40

3.2.7 Determinación del potencial de membrana mitocondrial ........................ 40

3.2.8 Determinación de la fragmentación del ADN ......................................... 41

3.2.9 Determinación de la externalización de la fosfatidilserina ...................... 41

3.3 ANÁLISIS DE DATOS……………………………………………...… 42

4. RESULTADOS ................................................................................................ 43

4.1 COMPOSICIÓN QUÍMICA Y ACTIVIDAD TRIPANOCIDA DE AEs

DE L. alba………………………………………………………………………43

4.2 ACTIVIDAD TRIPANOCIDA DE TERPENOS DE L. alba…………. 47

4.3 INTERACCIÓN FARMACOLÓGICA DE LOS TERPENOS SOBRE T.

cruzi………………………………………………………………………….….49

4.4 MECANISMO DE MUERTE CELULAR INDUCIDO POR LOS

COMPUESTOS EN ESTUDIO………………………………………………...51

XIII

4.4.1 Cambios celulares ................................................................................... 51

4.4.2 Fragmentación del ADN .......................................................................... 54

4.4.3 Externalización de la fosfatidilserina ...................................................... 57

5. DISCUSIÓN .................................................................................................... 59

6. CONCLUSIONES ........................................................................................... 67

7. REFERENCIAS ............................................................................................... 68

XIV

RESUMEN

TÍTULO

CARACTERIZACIÓN DE LA ACTIVIDAD TRIPANOCIDA Y CITOTÓXICA

DE ACEITES ESENCIALES DE LIPPIA ALBA Y SUS TERPENOS BIOACTIVOS

SOBRE TRYPANOSOMA CRUZI

AUTORES

ERIKA MARCELA MORENO MORENO

PALABRAS CLAVE

Lippia alba, Aceites esenciales, Trypanosoma cruzi

DESCRIPCIÓN

La Enfermedad de Chagas es una infección causada por el protozoario Trypanosoma

cruzi, la cual es caracterizada por un prolongado curso silencioso y complejas

manifestaciones clínicas. Actualmente, no existe evidencia contundente de

quimioterapéuticas eficaces, lo que hace obligatoria la búsqueda de nuevos agentes

tripanocidas más efectivos. Bajo este escenario, fármacos extraídos de plantas

resultan prometedores, teniendo en cuenta su baja toxicidad y amplio espectro

farmacológico. De acuerdo con esto, en este trabajo se evaluó la actividad

tripanocida in vitro de aceites esenciales (AEs) de Lippia alba y de sus terpenos

bioactivos (óxido de cariofileno, citral, limoneno y carvona), caracterizándose el

mecanismo de muerte celular inducido contra T.cruzi. Los resultados fueron

expresados como la concentración inhibitoria o citotóxica 50 (CI50 y CC50,

respectivamente), realizando regresión sigmoidal mediante el Software estadístico

MsxlfitTM. El fenotipo de muerte fue rastreado por microscopía óptica y de

fluorescencia, citometría de flujo y electroforesis de ADN. El análisis estadístico se

realizó por ANOVA de Welch (software SPSS 15.0). En las condiciones testadas, los

AEs y terpenos de L. alba ejercieron efectos inhibitorios distintos en los tres estadios

parasitarios evaluados (p=0.000). Los AEs del quimiotipo Citral exhibieron

concentraciones inhibitorias medias menores (Epimastigotes: CI50 13,6±1,5µg/mL;

Tripomastigotes: CI50 21,9±1,4 µg/mL; Amastigotes: CI50 74,1±4,4µg/mL) que las

alcanzadas con los aceites del quimiotipo Carvona (Epimastigotes: CI50

88,2±3,7µg/mL; Tripomastigotes: CI50 44,9±2,5µg/mL; Amastigotes: CI50

>150µg/mL). El limoneno representó el terpeno de mayor selectividad

(Epimastigotes: IS 7,1; Tripomastigotes: IS 32,8; Amastigotes: IS 10,3) y menor

toxicidad sobre células Vero (Limoneno: CC50 297,1±2,4µg/mL). Además, el

limoneno evidenció una interacción sinérgica in vitro con el Benznidazol

(Epimastigotes CIF=0,44±0,13; tripomastigotes CIF=0,42±0,10; amastigotes

CIF=0,58±0,13µg/mL) y con el óxido de cariofileno (Epimastigotes: CIF 0,49;

Tripomastigotes: CIF 0,45; Amastigotes: CIF 0,71µg/mL). Los análisis celulares

sugieren que la muerte celular observada en el T. cruzi podría ser mediada por un

mecanismo tipo-apoptótico.

XV

ABSTRACT

TITLE

CHARACTERIZATION OF THE TRYPANOCIDAL AND CYTOTOXIC

ACTIVITY OF ESSENTIAL OILS FROM LIPPIA ALBA AND THEIR

BIOACTIVE TERPENES ON TRYPANOSOMA CRUZI

AUTHOR

ERIKA MARCELA MORENO MORENO

KEYWORDS

Lippia alba, Essential oils, Trypanosoma cruzi

DESCRIPTION

Chagas Disease is caused by infection of Trypanosoma cruzi parasite. In general, the

course of the disease is characterized by a prolonged silent phase and a complex

clinical presentation. Currently, there is no compelling evidence of effective

chemotherapeutics, making compulsory the research on more effective and selective

therapies.In this way, plants offer a promissory reserve of bioactive molecules, take

into account their low toxicity and width pharmacologic spectrum. In this work, the

in vitro trypanocidal activity of Lippia alba essential oils (EOs) and their bioactive

terpenes (caryophyllene oxide, citral, limonene and carvone) was evaluated,

following the death mechanism induced on T. cruzi cells. The results were expressed

as Inhibitory Concetration 50 (IC50) or Cytotoxic Concentration (CC50) by sigmoidal

regression using the statistical software MsxlfitTM. Optical and fluorescent

microscopy, flow cytometry, and DNA electrophoresis were used for

characterization of the cell death phenotype. The statistical analysis was made by

Welch’s ANOVA (software SPSS 15.0). In the conditions tested, the L. alba EOs

and their terpenes exhibed a different tripanocidal performance on the diverse

parasites stages (p=0.000). Citral chemotype oils evidenced lower IC50

(Epimastigotes: IC50 13,6±1,5µg/mL; Trypomastigotes: IC50 21,9±1,4 µg/mL, and

Amastigotes: IC50 74,1±4,4µg/mL) than Carvone chemotype EOs (Epimastigotes:

IC50 88,2±3,7µg/mL; Trypomastigotes: IC50 44,9±2,5µg/mL, and Amastigotes: IC50

>150µg/mL). The better selectivity index (SI) was achieved by the monoterpene

limonene (Epimastigotes: SI=7,1; Trypomastigotes: SI=32,8, and Amastigotes:

SI=10,3), with a CC50 value on Vero cells of 297,1±2,4µg/mL. Limonene presented

in vitro synergistic interaction with Benznidazole (with a Fractional Inhibitory

Concentration (FIC) of 0,44±0,13, 0,42±0,10 and 0,58±0,13µg/mL for

epimastigotes, trypomastigotes, and intracellular amastigotes, respectively), and with

caryophyllene oxide (Epimastigotes: FIC=0,49; Tripomastigotes: FIC=0,45;

Amastigotes: FIC=0,71). The cellular analysis suggested that these oils or their

bioactive terpenes (caryophyllen oxide/limonene) could be inducing cell death by an

apoptotic like mechanisms on T. cruzi.

Introducción

1

1. INTRODUCCIÓN

La Enfermedad de Chagas, constituye una de las más importantes enfermedades

tropicales desatendidas a nivel mundial y uno de los problemas más graves de salud

pública en América Latina. Se estima que más de 7 millones de personas están

infectadas en todo el mundo, en donde el 99% de los casos ocurren en el continente

Latinoamericano (Rassi et al., 2012; OMS, 2015). Actualmente, se estima que los

costos globales de esta enfermedad, originada por la infección del protozoo flagelado

intracelular Trypanosoma cruzi, son de aproximadamente US $ 7,19 mil millones por

año (Lee et al., 2013) con pérdidas económicas regionales de US $1,2 mil millones

anuales (Hotez et al., 2008; Hotez et al., 2013). Por su parte, la prevalencia de

Tripanosomiasis en Colombia se ha estimado entre 700.000 y 1.200.000 infectados y

más de 8.000.000 de personas en riesgo (INS, 2012; Cruz y Moreno, 2015).

A pesar del gran avance en el conocimiento de la biología del protozoario T. cruzi y

de los esfuerzos eficaces centrados en el control vectorial y transmisión por

transfusiones sanguíneas (Coura y Dias, 2009; Coura y Viñas, 2010; Coura, 2015),

grandes desafíos aún deben ser enfrentados; en particular aquellos asociados a la

cambiante epidemiología de la enfermedad, atribuida a la variedad de vectores,

reservorios y diferentes vías de transmisión y a la falta de terapias profilácticas y

esquemas de quimioterapéuticos eficaces.

Actualmente, el manejo terapéutico convencional de la Enfermedad de Chagas se

reduce al uso exclusivo de dos medicamentos, Nifurtimox (Lampit®, Bayer) y

Benznidazol (Rochagan® en Brazil y Radanil® en Argentina, Roche), introducidos

en la terapia clínica desde hace más de 40 años (Bustamante y Tarleton, 2014).

Ambos comparten deficiencias relacionadas principalmente con los largos periodos

de tratamiento, sus altos grados de toxicidad (que conllevan a la aparición de efectos

adversos severos como intolerancia digestiva, anorexia grave y compromisos

neurológicos (Rassi et al., 2012; Bern, 2015)), eficiencia tripanocida variable y

eficacia limitada en la fase crónica de la infección (Soeiro y De Castro, 2009; Urbina,

2010; Alviano et al., 2012; Morillo et al., 2015). Adicionado a esto, se ha reportado

el surgimiento de parásitos resistentes (Croft et al., 2005; Coura, 2009).

De acuerdo con lo anterior, la búsqueda de nuevos fármacos tripanocidas es un

problema en abierto, por lo que es una obligación de los países tropicales priorizar

sus esfuerzos públicos y privados, para encontrar nuevas sustancias con actividad

antiparasitaria que permitan el desarrollo de tratamientos más cortos, con mayor

efectividad en los diferentes estadios del parásito, mejores índices de selectividad y

Introducciön

2

menores efectos colaterales (Bernacchi et al., 2002). En este sentido, en las últimas

décadas se han focalizado intensas investigaciones a partir de fármacos extraídos de

plantas o sintetizados, tomando como base prototipos vegetales, los cuales han

evidenciado resultados promisorios para el tratamiento de enfermedades parasitarias

(Schmidt et al., 2012; Wink, 2012; Ramos et al., 2014).

Algunos aceites esenciales (AEs) derivados de plantas de las familias Verbenaceae,

Zingiberaceae, Piperaceae y Poaceae, entre otras (y sus componentes mayoritarios),

han sido descritos como agentes antimicrobianos de amplio espectro farmacológico

(Ramos et al., 2014), incluso con actividad significativa antihelmíntica y

antiprotozoaria (Bakkali et al., 2008; Escobar et al., 2010; Cheikh Ali et al., 2011;

Alviano et al., 2012; Borges et al., 2012; York et al., 2012; Leal et al., 2013). AEs

ricos en terpenos tales como citral (Lippia alba y Cymbopogon citratus), óxido de

cariofileno (Aframomum sceptrum, Achillea millefolium y Piper var brachypodon),

limoneno (L. origanoides y L. pedunculosa) y carvona (Origanum vulgare)

mostraron inhibir el crecimiento de formas extra e intracelulares de T. cruzi con alta

eficiencia (Santoro et al., 2007a; Santoro et al., 2007b; Cheikh Ali et al., 2011;

Santos et al., 2012; Leal et al., 2013; Kpoviessi et al., 2014).

De manera interesante, la presencia de estos terpenos ha sido identificada en AEs

extraídos de dos quimiotipos (Citral y Carvona) del arbusto aromático Lippia alba,

que crece en la región de Santander (Colombia) (Stashenko et al., 2004; García et al.,

2017). Estudios anteriores de tamizaje con estos aceites, evidenciaron acción

inhibitoria y citotóxica selectiva in vitro, contra parásitos tripanosomatídeos

(Cardoso y Soares, 2010; Escobar et al., 2010)

De acuerdo con lo anterior, en este trabajo se planteó como objetivo principal

estudiar las propiedades inhibitorias inducidas por los aceites esenciales del

quimiotipo citral y carvona de L. alba y sus terpenos bioactivos, sobre formas

epimastigotes, tripomastigotes y amastigotes de T. cruzi. Así mismo, fue realizado el

seguimiento del fenotipo de muerte celular ocasionado por el tratamiento, mediante

ensayos de microscopía óptica y fluorescencia, citometría de flujo y electroforesis de

ADN. Estos mismos estudios fueron ejecutados, utilizando como tratamiento

tripanocida los cuatro terpenos realacionados con la actividad tripanocida, que

componen estos dos tipos de aceites (Quimiotipo Carvona: carvona y limoneno; y

Quimiotipo Citral: citral y óxido de cariofileno). La CI50 fue determinada para cada

uno de los compuestos y posibles interacciones farmacológicas fueron evaluadas

mediante una matriz de combinaciones.

Introducciön

3

1.1 Trypanosoma cruzi

Trypanosoma cruzi es un protozoario hemoflagelado perteneciente al orden

Kinetoplastida y familia Trypanosomatidae (Rassi et al., 2012). Este parásito exhibe

una amplia diversidad genética, que permite su clasificación en seis unidades

discretas de tipificación (DTUs): TcI–TcVI (Zingales et al., 2009; Zingales et al.,

2012) siendo el primero, el grupo predominante en Colombia (Luna et al., 2009).

El ciclo biológico del parásito incluye tres formas celulares caracterizadas por la

posición del flagelo, kinetoplasto y núcleo (Prata, 2001): Epimastigotes,

Tripomastigotes y Amastigotes (Figura 1 y 2).

Figura 1 Representación esquemática de las formas extracelulares de T. cruzi. (A) Epimastigote (B)

Tripomastigote (Modificado de Teixeira et al., 2012).

Los epimastigotes (Figura 1A), representan la forma extracelular replicativa no

infectante del parásito, alojados en el intestino medio del vector. Poseen un aspecto

fusiforme, con una longitud aproximada de 20 μm y su kinetoplasto se sitúa en la

parte anterior al núcleo. Por otro lado, los tripomastigotes (Figura 1B) también de

20 μm de longitud, constituyen la forma extracelular infectante no replicativa,

localizada en el intestino posterior y deyecciones de los triatominos. Esta forma se

caracteriza por ser fusiforme alargada, poseer un único flagelo, una membrana

ondulante a lo largo del cuerpo y un kinetoplasto en la parte posterior al núcleo. En

Introducciön

4

los mamíferos, esta es la forma celular que difunde la infección a través de la sangre

(Shyamapada, 2014).

Figura 2. Representación esquemática de la forma intracelular (Amastigote) de T. cruzi (Modificado

de Teixeira et al., 2012)

Por su parte, los amastigotes de aproximadamente 2 μm de diámetro, representan la

forma intracelular replicativa en el hospedero. Poseen un aspecto redondeado sin

flagelo emergente y un kinetoplasto localizado en la parte anterior al núcleo (Coura y

Borges, 2010). Se encuentran localizados en células nucleadas y órganos blancos

(corazón, pulmón, esófago y colon) del huésped vertebrado, formando nidos hasta su

rompimiento, después de varias divisiones celulares.

1.1.1 Ciclo de Vida

T. cruzi tiene un complejo ciclo de vida, el cual involucra dos tipos de hospederos:

vertebrados (humanos y/o reservorios como marsupiales, ratones, simios, entre otros)

e invertebrados (triatominos). El ciclo comienza, cuando el triatomino (vector) se

infecta por la ingestión de parásitos circulantes (Tripomastigotes sanguíneos) de un

huésped humano infectado (Figura 3). En el intestino medio posterior del vector, los

tripomastigotes se diferencian a epimastigotes y se dividen por fisión binaria. Al

cabo de 20 días, en el intestino delgado los epimastigotes se adhieren débilmente a la

cutícula rectal y se transforman nuevamente en tripomastigotes metacíclicos

infecciosos, los cuales son excretados con las heces del vector (Silva Neto et al,

2010; Shyamapada, 2014).

Introducciön

5

Cuando el triatomino infectado ingiere sangre de huéspedes humanos susceptibles,

produce deyecciones. El prurito ocasionado por la picadura del insecto induce al

individuo al rascado; y los tripomastigotes metacíclicos encontrados en las heces del

vector, ingresan al huésped vertebrado a través de las micro laceraciones generadas

por la comezón o a través de las mucosas (Sanabria, 2016).

Figura 3. Ciclo de vida de Trypanosoma cruzi (Kessler et al., 2017).

Introducciön

6

Una vez los tripomastigotes metacíclicos ingresan al humano, invaden las células

nucleadas (macrófagos, células musculares y células epiteliales, entre otras) en el

sistema retículo endotelial localizado y tejido conectivo. En el citoplasma, se

diferencian en amastigotes esféricos y se multiplican por fisión binaria cada 12 horas

aproximadamente, durante un período de 4 a 5 días (Bern, 2015).

Cuando la célula se hincha con amastigotes, estos se transforman en tripomastigotes

sanguíneos y se liberan por la ruptura de la célula huésped. Los tripomastigotes se

propagan a través del torrente sanguíneo y la circulación linfática, e invaden tejidos

adyacentes y células musculares (cardíacas, lisas y esqueléticas) y ganglionares

principalmente, donde experimentan ciclos adicionales de multiplicación intracelular

(Mandal G et al., 2013). Finalmente, el ciclo se completa, cuando los tripomastigotes

sanguíneos son ingeridos por triatominos sanos, durante su alimentación

(Shyamapada, 2014; Bern, 2015).

1.1.2 Epidemiología

La Enfermedad de Chagas se localizó originalmente en zonas rurales del continente

Latinoamericano. No obstante, un cambio en el patrón epidemiológico ha sido

evidenciado en las últimas décadas, con mayor prevalencia, urbanización y

propagación a otros continentes. La reciente globalización, el aumento de los viajes

aéreos e inmigración, constituyen las causas principales del incremento en la

distribución de la enfermedad a Norteamérica, Europa, Australia y Japón (Gascon et

al., 2010). En los Estados Unidos, se estima que 300.000 personas están infectadas,

según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, 2013).

Según la OMS, más de 7 millones de personas están infectadas con T. cruzi en todo

el mundo, en donde el 99% de las infecciones proceden de 21 países continentales de

América Latina: Argentina, Belice, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador,

Guyana Francesa, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Nicaragua, Panamá,

Paraguay, Perú, el Estado Plurinacional de Bolivia, Surinam y Uruguay (OMS,

2015). Las áreas con mayor prevalencia se encuentran en la región del Gran Chaco,

que incluye el centro y sur de Bolivia, el norte de Argentina y el oeste de Paraguay

(Figura 4) (Bern, 2015; OMS, 2015).

En Latinoamérica, esta patología de prolongado curso silencioso y complejas

manifestaciones clínicas, constituye uno de los principales problemas de salud

pública, causando más de 7000 muertes al año, con altas tasas de morbilidad y

discapacidad de por vida. Además, más de 25 millones de personas corren el riesgo

de contraer la infección (OMS, 2015).

Introducciön

7

Figura 4. Distribución global de los casos de Enfermedad de Chagas notificados a la OMS en todo el

mundo, 2010-2013. La migración mundial ha dado lugar a la difusión de la enfermedad de Chagas en

todo el mundo, inclusive en regiones que antes se pensaba no eran endémicas para la infección (OMS,

2015).

En los últimos años, una evidente disminución de la prevalencia de la enfermedad ha

sido presenciada, debido a los exitosos programas de control vectorial y de

transfusiones sanguíneas realizados en varios países latinoamericanos (Dias, 2015).

En 1985, la OMS estimó que casi 18 millones de personas padecían la infección. No

obstante, 30 años después, el último informe actualizado de la OMS, declara que solo

5.7 millones de personas están infectadas en el continente latinoamericano (OMS,

2015).

Bolivia exhibe las tasas de prevalencia e incidencia más alta; sin embargo, Argentina,

Brasil y Colombia contienen una gran mayoría de pacientes con cardiopatía

chagásica. Argentina, Paraguay y Bolivia evidencian la mayor seroprevalencia de T.

cruzi en donantes de sangre (2% - 3%). Por su parte, la transmisión congénita es

mayor en México (1788 casos en 2010) y Argentina (1457 casos en 2010) (OMS,

2015)

De acuerdo con estas cifras, el costo de la Enfermedad de Chagas fue calculado en

338,500 (95% UI: 183,800- 846,400) años de vida ajustados por discapacidad

(DALYs) (Murray et al., 2015), siendo así, la patología de mayor impacto

socioeconómico en América Latina, con un costo económico estimado de US $ 1.200

millones al año. A estos costos deben sumarse, los gastos médicos generados por el

Introducciön

8

tratamiento de personas infectadas que desarrollan patología cardiaca o digestiva

(Hotez et al., 2013; Lee et al., 2013).

En Colombia, la prevalencia de la enfermedad ha sido estimada entre 700.000 y

1.200.000 infectados y cerca de 8 millones de personas en riesgo de adquirir la

infección (INS, 2012; Cruz y Moreno, 2015). Los departamentos que presentan la

mayor tasa de infección incluyen Arauca (21,1%), Casanare (10%), Santander

(6,3%), Norte de Santander (5,2%), Boyacá (3,7%), Cundinamarca (1,9%) y Meta

(1,7%) (Rueda et al., 2014).

1.1.3 Transmisión

La enfermedad de Chagas se transmite a los seres humanos y a más de 150 especies

de animales domésticos y salvajes, principalmente a través de las heces de insectos

hematófagos de la familia Reduviidae y subfamilia Triatominae (Rassi et al., 2012).

A la fecha se han identificado alrededor de 140 especies de triatominos, de los cuales

26 han sido reportados en Colombia (Rueda et al., 2014) y solo unos pocos son

vectores competentes (Triatoma infestans, Rhodnius prolixus, Triatoma dimidiata y

Panstrongylus megistus) para la transmisión del protozoario (Gorla et al., 2010).

Aunque la transmisión vectorial sigue siendo el mecanismo más común para la

adquisición de T. cruzi, vías alternas como la transmisión congénita, transfusiones,

trasplantes de órganos e ingesta de alimentos contaminados, se han convertido

actualmente en importantes rutas de transmisión (Rassi y Marín, 2010).

1.1.3.1 Transmisión vectorial

La transmisión antropo-zoótica de T. cruzi, representa la forma más común de

infección en las zonas endémicas para la Enfermedad de Chagas (Figura 5). En

Colombia, se estima que existen alrededor de 437.960 habitantes infectados mediante

este modo de transmisión (Esteban et al., 2016). Habitualmente, la presencia de los

vectores se asocia con viviendas de bajos recursos, las cuales tienen lugares aptos

para la proliferación del triatomino (techos construidos con ramas, grietas, casas

hechas de materiales de paja, barro, adobe) (Murcia et al., 2013; Moretti, 2015;

Mantilla et al., 2011).

Introducciön

9

Figura 5. Distribución de los principales vectores de Trypanosoma cruzi en el continente Americano.

El área endémica para la transmisión vectorial se extiende desde el sur de los Estados Unidos de

América (EE.UU.) hasta el sur de Argentina y Chile (Sosa-Estani y Segura, 2015).

Triatoma infestans constituye el vector principal de T. cruzi en gran parte de América

del Sur (Figura 6) (Coura, 2015). Se presume su origen en Bolivia y de allí su

trasladado a Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay y Brasil (Noireau, 2009). No

obstante, en el año de 1997 en Uruguay, 1999 en Chile y 2006 en Brasil, el vector

logró ser eliminado a través de la Iniciativa del Cono Sur (Coura y Dias, 2009).

Figura 6. Triatoma infestans, vector principal de T. cruzi (Teixeira et al., 2011)

Introducciön

10

Rhodnius prolixus representa uno de los vectores más importantes para T. cruzi

debido a su rápido ciclo de desarrollo, intensa dispersión, antropofilia y alta

susceptibilidad a la infección y transmisión del protozoario. Es considerado el vector

principal de Colombia, Guyana Francesa y Venezuela, desde donde se cree fue

difundido a través de las aves o pajillas de las palmeras, a los países de América

Central, con excepción de Panamá y Costa Rica (Guhl, 2007). Se ha reportado su

eliminación en Guatemala, Honduras, Nicaragua y El Salvador, con posibles focos

aislados (Coura y Dias, 2009).

En América del Sur, Triatoma dimidiata se localiza en la región centro-oeste de

Colombia, la costa del Ecuador, Norte de Perú y Venezuela. Constituye uno de los

principales vectores en Costa Rica, donde se distribuye ampliamente gracias a su

capacidad para colonizar viviendas humanas (Ramírez et al., 2005; Guhl, 2007). En

países de América Central como Nicaragua, Honduras y Guatemala, donde R.

prolixus ha sido eliminado, T. dimidiata se ha convertido en el principal objetivo.

Una de las particularidades de esta especie, es que sus ninfas se camuflan con la

tierra en el suelo de las viviendas.

Actualmente, Panstrongylus megistus representa el vector potencial más importante

de Brasil, dada su amplia distribución geográfica, alta susceptibilidad a T. cruzi y su

versatilidad como vector salvaje con fácil adaptación doméstica. El hábitat natural

de P. megistus comprende con frecuencia nidos silvestres de marsupiales, en los

ecotopos salvajes del sudeste y sur de Brasil (Coura y Dias, 2009).

1.1.3.2 Transmisión por transfusión sanguínea y trasplante de

órganos

La transmisión de la infección por T. cruzi a través de la transfusión sanguínea,

constituye el segundo mecanismo de transmisión más frecuente en América Latina.

No obstante, debido al aumento de las migraciones de pacientes con enfermedad de

Chagas a países no endémicos, nuevos escenarios globales de este mecanismo han

surgido en los últimos años (Schmunis, 2007; Coura y Viñas, 2010).

La transmisión de T. cruzi por transfusiones sanguíneas, fue sugerida inicialmente

por Dias en 1945 y los primeros casos reportados de personas que adquirieron la

infección mediante este mecanismo, fueron descritos por Freitas y colaboradores en

1952. En Estados Unidos, Suiza, Japón, España y Canadá, la transmisión a través de

vías iatrogénicas, ha sido bien documentada a partir de casos no detectados de la

enfermedad (Gascon et al., 2010).

Por su parte, el control de donantes de sangre en el cono sur, principalmente en

Brasil, Uruguay, Chile y otros países del Sur y Centro América, ha traído consigo la

Introducciön

11

evidente disminución de la infección a través de la transfusión sanguínea. No

obstante, a pesar de la depreciación de las infecciones, este mecanismo sigue siendo

un gran desafío, tanto para países endémicos que no han introducido controles en

relación con sus donantes de sangre; como en países no endémicos que reciben de

manera permanente miles de inmigrantes con enfermedad de Chagas (Coura y Viñas,

2010; Coura et al., 2014). Actualmente, se estima que aproximadamente 300.167

inmigrantes latinoamericanos en EE.UU, están infectados con T. cruzi (Minneman et

al., 2012).

Por otro lado, el trasplante de órganos en pacientes con enfermedad de Chagas y el

uso de órganos de donantes infectados, ha constituido una problemática de debate

durante muchos años en áreas endémicas. La mayor parte de la experiencia publicada

respecto al trasplante de pacientes infectados con T. cruzi, están relacionados con el

trasplante renal, donde se ha puesto de manifiesto que la reactivación de la

enfermedad, se produce principalmente durante el primer año postrasplante con una

incidencia del 15% a 35% (Riarte et al., 1999). La probabilidad de transmisión de T.

cruzi con trasplante de hígado o riñón parece ser menor que el de trasplante de

corazón. El riesgo sustancial de transmisión en receptores de trasplante cardíaco

oscila entre el 75% y 100%; y la incidencia de la reactivación de la miocardiopatía

chagásica tras el trasplante cardíaco se sitúa entre el 21 y el 45% (Kransdorf et al.,

2014). Debido a ello, no se recomeinda el uso de aloinjertos cardíacos de donantes

potenciales que sean seropositivos para la infección por T. cruzi (Kransdorf et al.,

2014).

1.1.3.3 Transmisión congénita

La transmisión congénita constituye el escenario epidemiológico más importante de

la enfermedad de Chagas crónica, teniendo en cuenta la evidente mejora en el control

vectorial. Esta forma de transmisión representa el 22% de casos nuevos de T. cruzi en

el año 2010 (OMS, 2015). De acuerdo con la OMS, el número de mujeres infectadas

en edad fértil es de aproximadamente 1,8 millones y se estima que 14.400 recién

nacidos se infectan cada año (OMS, 2006). La prevalencia de la infección en mujeres

embarazadas varía entre diferentes países y localidades rurales o urbanas, con tasas

de infección congénita de <1 a 70,5% (Oliveira et al., 2010). En Argentina, la tasa de

transmisión oscila entre 1% y 12% (Gürtler et al., 2003; De Rissio et al., 2010). Por

su parte, en Chile, la velocidad de transmisión congénita del parásito es del 8,4%

(Jercic et al., 2010). En Colombia, Cucunubá et al, (2012) determinó que la

prevalencia general de infección por T. cruzi en mujeres embarazadas de 5

departamentos fue del 2,7%, de la siguiente manera: Casanare: 4,0%; Santander:

3,3%; Boyacá: 3,2%; Arauca: 2,1% y meta 0,2%. Un año después, Manrique-Abril y

colaboradores, en dos municipios Boyacenses indicaron una prevalencia de infección

congénita de 4,0% y 2,8% para Miraflores y Moniquira, respectivamente (Manrique-

Introducciön

12

Abril et al., 2013). En éste contexto y teniendo en cuenta los datos locales, se podría

estimar que la prevalencia de infección por T. cruzi en mujeres embarazadas de

poblaciones endémicas colombianas oscila entre el 2% y 4 % (Cucunubá et al, 2017).

1.1.3.4 Transmisión oral

La transmisión oral de T. cruzi probablemente representa el mecanismo más antiguo

y frecuente entre los reservorios silvestres y domésticos del ciclo (Shikanai-Yasuda y

Carvalho, 2012; Coura, 2015). No obstante, en los seres humanos, esta forma

transmisión ocurre de manera inusual, a través de la ingestión de alimentos

contaminados o por el consumo de carne cruda (Figura 7) (Díaz y González, 2014).

Figura 7. Formas de transmisión oral de T. cruzi. Frutas o alimentos son rociadas con secreciones de

las glándulas anales odoríferas de los animales del género Didelphis (Zarigüeya) infectadas con T.

cruzi. Consumo de carne cruda de animales infectados. Vectores infectados son triturados con el

alimento durante su preparación (jugo de caña). Alimentos contaminados con deyecciones de

triatominos (Díaz y González, 2014).

En 1969, Shaw y colaboradores describieron los cuatro primeros casos agudos de la

Enfermedad de Chagas, producidos en Belém PA, Brasil, probablemente a través de

la vía oral. Desde ese tiempo, cientos de casos agudos originados por la transmisión

oral, han sido descritos en la Amazonía (Steindel et al., 2008; De Barros et al.,

2009).

A la fecha, el mayor brote de transmisión oral de T. cruzi reportado se produjo en

Caracas, Venezuela, involucrando 103 casos agudos de la enfermedad (De Noya et

al., 2010). En Colombia, esta vía de transmisión ha sido documentada recientemente

en el departamento de Santander, con evidencia de infecciones agudas de forma

severa y letal (Díaz et al., 2015).

Introducciön

13

1.1.4 Reservorios

Un total de 180 especies de mamíferos pertenecientes a ocho órdenes diferentes,

ampliamente distribuidos en todas las regiones del neotrópico fitogeográfico, han

sido identificados como posibles reservorios de Trypanosoma cruzi (Tabla 1)

(Herrera, 2010).

Tabla 1. Reservorios de T. cruzi (Modificado de Herrera, 2010).

ORDEN NOMBRE COMÚN

Carnivora

Cerdocyon thous azarae Zorro

Canis familiaris Perro doméstico

Eyra barbara Huron, Comadreja

Felis catus Gato doméstico

Nasua nasua Cuatí

Potos flavus Kinkajou

Procyon lotor Mapache

Chiroptera

Antrozous pallidus pacificus Murciélago pálido

Artibeus luturatus Murciélago frutero grande

Lonchophylla mordaz Murciélago nectifero

Mycronycteris megalotis Murciélago orejudo

Noctilio labials Murciélago blanco

Cingulata

Dasypus kapleri Armadillos, Cachicamos

Dasypus novemcinctus Armadillo, Cachicamo de nueve

bandas

Cabassous unicinctus Armadillo de cola desnuda del oriente

Didelphidomorphia

Didelphis albiventris Faro, Rabipelado

Didelphis marsupialis Zarigüeya

Gracilinanus agilis Comadrejita agil

Monodelphis domestica Zarigüeya de cola corta

Philander oposum Comadreja de cuatro ojos

Lagomorpha

Sylvilagus floridanus Conejo de monte

Perisodactyla

Bos Taurus Toro

Sus scrofa Marrano

Tayassu pecari Chácharo

Pilosa

Bradipus tridactytus Oso perezoso de tres dedos

Mirmecophaga tridactyla Oso hormiguero gigante

Tamandúa tetradactyla Oso hormiguero

Primata

Alouatta caraya Mono aullador

Ateles belzebuth Mono araña

Callitrix penicillata Mono titi de pinceles negros

Cebus apella Mono carablanca

Leontopithecus rosalia Mono león dorado

Rodentia

Akodon sp. Ratón campestre

Cavia sp. Cuy, Acure

Nectomys squamipes Rata de agua

Rattus Rata negra, Rata casera

Rhiphidomys macrurus Rata trepadora

Introducciön

14

La especie de armadillo Tatusia novencincta constituye el mamífero placentario más

infectado con T. cruzi. Por su parte, los marsupiales del género Didelphis (Figura 8)

representan los primeros hospederos de T. cruzi en América del Sur. Las zarigüeyas

(Didelphis sp.) poseen la capacidad peculiar de mantener amastigotes en los tejidos y

epimastigotes en las secreciones luminales de las glándulas anales, desde donde las

formas parasitarias contaminan el medio ambiente (Yeo et al., 2005).

Figura 8. Didelphis marsupialis y Panstrongylus megistus infectados con T. cruzi (Coura, 1966).

Los roedores también juegan un papel importante en la difusión de T. cruzi, ya que

varias especies con una amplia distribución ecológica pueden ser infectados por el

protozoario. La prevalencia del 30% de las infecciones en Rattus rattus se

correlaciona con las altas tasas de infecciones en los seres humanos (Galuppo et al.,

2009). Con respecto al orden Carnivora, perros y gatos muestran una alta prevalencia

de infección natural de T. cruzi. Ellos representan los principales animales

domésticos que participan en la transmisión peridomiciliaria y domiciliaria de esta

infección parasitaria (Teixeira et al., 2006).

La infección de T. cruzi en la mayoría de los animales salvajes y domésticos cursa

asintomática. En general en estos huéspedes, las infecciones permanecen latentes

durante años, sin la producción de una patología que ponga en peligro la vida del

animal. No obstante, mamíferos infectados con T. cruzi pueden tener manifestaciones

clínicas y patológicas similares a las descritas para la Enfermedad de Chagas en

humanos. (Teixeira et al., 2006).

Introducciön

15

1.1.5 Patogénesis de la Enfermedad de Chagas

Durante los últimos años, diversos mecanismos han sido postulados para explicar las

lesiones producidas en los tejidos de pacientes con Enfermedad de Chagas (Figura

9). La teoría de la persistencia del parásito, procede de la evidencia de nidos

chagásicos encontrados en el corazón de un niño que murió de Enfermedad de

Chagas aguda (Vianna, 1911). En el año de 1960, un primer informe de miocarditis

Chagásica aguda mostró el parasitismo latente, en contraste con las lesiones

inflamatorias activas (Torres, 1960). No obstante, una reciente investigación pone de

manifiesto la ausencia de nidos parasitarios en las secciones histológicas de corazón

de un gran número de pacientes chagásicos crónicos (Teixeira et al., 2009), lo que

conlleva al cuestionamiento de la existencia de esta teoría.

Figura 9. Mecanismos causales de miocarditis en la infección con T. cruzi. A) Daño directo generado

por la persistencia del protozoario o productos tóxicos parasitarios. B) Daños desencadenados por la

respuesta inmune específica. Se evidencia desplazamiento de miocitos, seguido por la infiltración de

mononucleares y fibrosis. C) Daños no específicos causados por la respuesta inmune innata,

activación de granulocitos y citotoxicidad mediada por anticuerpos. D) Isquemia producida por la

microvasculopatía. E) Autoinmunidad inducida por el parásito, a causa del mimetismo molecular entre

el protozoo y los antígenos propios (Bonney y Engman, 2015).

Introducciön

16

La lisis celular producida por T. cruzi, desencadenada por la multiplicación de

amastigotes y liberación adyacente de tripomastigotes, constituye la causa principal

del daño en el tejido cardiaco. Sin embargo, la presencia de una robusta infiltración

leucocitaria y mediadores inflamatorios liberados por los linfocitos, macrófagos,

eosinófilos, neutrófilos y mastocitos, acrecientan daños más graves en los

cardiomiocitos (Dos Santos y Hudson, 1980; Bonney y Engman, 2015). Se ha

evidenciado que T. cruzi es capaz de perturbar el sistema bradicinina mediante la

activación de los receptores B2 en la invasión de las células endoteliales, lo que lleva

a la vasodilatación y edema intersticial posterior (Todorov et al., 2003)

Por otra parte, se ha demostrado que el daño oxidativo a los complejos respiratorios

mitocondriales en células infectadas con T. cruzi, conducen a la reducción de

generación de ATP mitocondrial y deficiencias en los mecanismos antioxidantes

celulares, como niveles reducidos de la superóxido dismutasa (Wen et al., 2004).

El hallazgo de pérdidas significativas de células neuronales en pacientes con

enfermedad de Chagas y ausencia de T. cruzi, constituye la base de la hipótesis de la

liberación de neurotoxinas generadas por el parásito oculto en alguna parte del

cuerpo humano (Köeberle, 1970). Sin embargo, a la fecha, la neurotoxina hipotética

nunca ha sido demostrada. En este contexto, la ausencia de cualquier tipo de toxina

producida por el protozoo, sugiere que las anormalidades autoinmunes dependientes

en el sistema nervioso autónomo, pueden perpetuar el ciclo de la cardiotoxicidad por

catecolaminas, miocitólisis e insuficiencia cardiaca (Dávila, 2004; Dávila et al.,

2005).

Por otro lado, la teoría de la autoinmunidad sugiere que el daño cardíaco produce una

alteración de la auto-tolerancia, lo que resulta en una reacción inmune contra las

proteínas propias. Se ha sugerido, que la autoinmunidad es desencadenada por daños

parasitarios inducidos en los cardiomiocitos (Fujinami et al., 2006; Hyland et al.,

2007) y por mimetismo molecular entre epítopos inmunológicamente similares del

protozoario y las proteínas del huésped (Cunha-Neto et al., 2006). Durante la

infección, daños mecánicos causados directamente por T. cruzi y una robusta

respuesta inmune, dan lugar a la liberación de grandes cantidades de antígenos

propios, en un entorno particularmente rico en mediadores inflamatorios (Engman y

Leon, 2002). Este medio propicio de estímulos inmunes, supera el umbral de

activación necesario para la ruptura de la auto-tolerancia, lo que resulta en la

autoinmunidad dirigida contra múltiples antígenos. Por su parte, factores

inflamatorios como el interferón-γ y el óxido nítrico, promueven la activación de

células T autorreactivas (Cardillo et al., 2015).

Introducciön

17

1.1.6 Manifestaciones clínicas

La Enfermedad de Chagas se desarrolla en tres fases definidas, las cuales presentan

una sintomatología variable y en ocasiones inespecífica (Figura 10).

Figura 10. Fases de la infección por T. cruzi. La fase aguda de la infección por T. cruzi se caracteriza

por la detección microscópica del parásito durando 8 a 12 semanas. Las personas con enfermedad

crónica sin manifestaciones clínicas, cursan con la forma indeterminada de la enfermedad. Se estima

que del 20 a 30% de las personas que inicialmente tienen la fase indeterminada, desarrollan a lo largo

de los años enfermedades cardíacas o gastrointestinales (Bern, 2015).

1.1.6.1 Fase aguda

La fase aguda se caracteriza por un cuadro clínico inespecífico que puede durar cerca

de 4 a 8 semanas, y en algunas ocasiones, se puede extender hasta 4 meses. Durante

el período de incubación de T. cruzi (72 horas), el protozoo sufre ciclos de

Introducciön

18

replicación en la célula huésped y el sistema inmune desencadena una respuesta

inflamatoria de la piel (chagoma: nódulo subcutáneo, redondeado, eritematoso duro e

indoloro) o la conjuntiva (edema bipalpebral unilateral conocido como signo de

Romaña). Estas lesiones se presentan en menos del 5% de los casos con

manifestaciones clínicas. Los síntomas característicos de la enfermedad incluyen

malestar general, fiebre no mayor de 38.5°C, la cual es de larga duración y constante;

dolor de cabeza, dolor articular y muscular, anorexia, vómitos, diarrea, somnolencia,

apatía, linfadenopatía, hepatoesplenomegalia, edema y convulsiones (Rassi et al.,

2012; Bern, 2015). Las infecciones agudas pueden ser detectadas por la presencia de

anticuerpos IgM específicos contra T. cruzi o frotis sanguíneos coloreados con

Giemsa, en donde se observa directamente el parásito.

En la Enfermedad de Chagas aguda, la tasa de mortalidad es inferior al 10% y la

principal causa de muerte es atribuida a la insuficiencia cardiaca, meningitis o

encefalitis (Rassi et al., 2012; Bern, 2015; Sanabria, 2016).

1.1.6.2 Fase indeterminada

En esta fase de la enfermedad la mayoría de los individuos inmunocompetentes se

encuentran asintomáticos y debido a la eficacia de la inmunidad adaptativa

específica, el parásito logra ser mantenido en bajos o indetectables niveles (Bonney y

Engman, 2015). Se estima que más de dos tercios de personas infectadas con T.

cruzi, permanecen en la fase intermedia durante toda su vida. Por lo general, esta fase

se detecta durante pruebas de admisión de trabajo o tamizaje en los donantes de

sangre. La esperanza de vida de estos pacientes es similar a las registradas para los

individuos no infectados de la misma región (Rassi et al., 2012; Bern, 2015).

1.1.6.3 Fase crónica

Las manifestaciones clínicas de la Enfermedad de Chagas crónica, se observa en

menos de un tercio de los individuos que cursan con la fase indeterminada de la

infección, después de aproximadamente 25 años a partir de la adquisición del

protozoario (Prata, 2001). Entre los pacientes chagásicos con manifestaciones

clínicas, el 94,5% de los casos se verán afectados por problemas de corazón; en

dónde el 38,5% de estos pacientes mueren repentinamente y el 56% desarrollan

insuficiencia cardíaca. El 5,5% de los individuos restantes, presentan síndromes

digestivos como el megaesófago o megacolon. La muerte por enfermedad de Chagas

crónica es a menudo el resultado de la insuficiencia cardíaca congestiva después de

un desarrollo gradual de la disfunción miocárdica debido al daño causado por la

inflamación crónica (Teixeira et al., 2006; Rassi et al., 2012).

Introducciön

19

1.1.6.4 Enfermedad de Chagas congénita

Las manifestaciones clínicas de la enfermedad de Chagas congénita varían desde

casos asintomáticos hasta infecciones mortales; las cuales están relacionadas con el

nivel de parasitemia al nacer (Torrico et al., 2004a; Torrico et al., 2004c). Los signos

y síntomas de la enfermedad pueden estar presentes en el nacimiento, o aparecer en

cuestión de días posteriores al parto (Carlier et al., 2011). La prevalencia de

infección congénita asintomática oscila entre un 40% y 100% (Blanco et al., 2000;

Torrico et al., 2004b). Sin un tratamiento eficaz, los recién nacidos podrían

desarrollar la fase indeterminada de la enfermedad, e inclusive algunos de ellos

presentarían la enfermedad crónica con las manifestaciones típicas cardíacas y

gastrointestinales (Schijman, 2006).

1.1.6.5 Enfermedad de Chagas oral

El periodo de incubación de esta infección, oscila entre 3 a 22 días después de

consumido el protozoario. Las manifestaciones clínicas incluyen fiebre prolongada,

náuseas, vómito, diarrea, cefalea, mialgias, dolor epigástrico, artralgia,

hepatoesplenomegalia, miocarditis, derrame pericárdico y taponamiento cardiaco que

genera finalmente la muerte. Esta patología presenta una alta tasa de mortalidad y se

considera de peor pronóstico entre los pacientes más jóvenes (Bern, 2015; Díaz et al.,

2015).

1.1.7 Tratamientos clásicos

Actualmente, el Benznidazol (BNZ) y Nifurtimox (NFX), introducidos en la terapia

clínica aproximadamente hace más de 40 años, constituyen los dos únicos fármacos

disponibles y de elección para la Enfermedad de Chagas (Bustamante y Tarleton,

2014; Bern, 2015; Benziger et al., 2017). Estas drogas se proporcionan con

frecuencia a todos los niños con infección y personas con enfermedad crónica hasta

la edad de 50 años sin enfermedad cardíaca, y están contraindicadas en el embarazo y

en pacientes con enfermedad renal o hepática avanzada (Rassi et al., 2012).

1.1.7.1 Benznidazol

El Benznidazol (N-bencil-2- (2-nitro-1H-imidazol-1-il) acetamida) es un compuesto

nitro-heterocíclico desarrollado por Roche (USA) (Figura 11A) y utilizado como

tratamiento de primera elección para la Enfermedad de Chagas, desde hace más de 4

décadas (Rassi et al., 2012; Bern, 2015).

Introducciön

20

Figura 11. Estructuras del Benznidazol (A) y Nifurtimox (B) (Castro et al., 2015)

El tratamiento con BNZ, se administra generalmente por vía oral durante 60 días, con

una dosis diaria de 5-7mg/kg para adultos y 10 mg/kg para niños (OMS, 2015). Diversas

investigaciones han evidenciado que la baja solubilidad del BNZ combinada con altas

dosis de tratamiento durante un largo período de tiempo, desencadena una serie de

reacciones adversas que incluyen erupciones cutáneas, dermatitis exfoliativa,

fotosensibilidad, supresión de la médula ósea (trombocitopenia, neutropenia y

agranulocitosis) y neuropatía periférica (Weiss et al., 2011; Rassi et al., 2012). La

biodisponibilidad del fármaco también se ve afectada por su baja solubilidad,

ocasionando una disminución de su efectividad durante la fase crónica de la infección

(Weiss et al., 2011).

El Benznidazol y Nifurtimox actúan mediante la formación de metabolitos electrofílicos

y/o radicales libres (Figura 12). El grupo nitro (tipo R-NO2) de ambos fármacos se

reduce a un grupo amino por acción de la NADPH - Citocromo P450 Reductasa,

ocasionando un anión radical nitro (R-NO2-) derivado del NFX y metabolitos

electrofílicos procedentes del BNZ. Este radical experimenta un ciclo redox con oxígeno

molecular, y por acción de la Superóxido Dismutasa (SOD) se produce O2 y H2O2. El

anión superóxido (O2 U-) y el H2O2, en presencia de Fe3+ forman el radical hidroxilo

(OH-) (reacción de Haber-Weiss), el cual se une a lípidos, proteínas y ADN parasitario,

produciendo la destrucción del protozoo (Maya et al., 2007). Por su parte, el efecto

tripanocida del BNZ no depende principalmente de la producción de radicales, si no de

la formación de metabolitos electrofílicos que se unen de manera covalente a

macromoléculas y generan un daño a las células (Maya et al., 2004; Apt et al., 2008).

Figura 12. Mecanismo de acción del Benznidazol y Nifurtimox (Maya et al., 2007).

Introducciön

21

En el año 2013, Pinazo et al, analizaron 54 pacientes tratados con BNZ, con el fin de

determinar una posible asociación entre las reacciones adversas y la concentración de

BNZ en suero. Aunque los autores no encontraron diferencias estadísticamente

significativas entre las reacciones desencadenadas en los pacientes que detuvieron el

tratamiento con respecto a aquellos que lo terminaron; ellos pudieron determinar que

el BNZ administrado a 5 mg/kg/día resultó en altas concentraciones tripanocidas (3-6

μg/mL), que indican una dosis óptima terapéutica en suero (Pinazo et al., 2013).

1.1.7.2 Nifurtimox

Nifurtimox (N-(3-metil-1,1-dioxo-1,4-tiazinan-4-il)- 1-(5-nitro-2-furil) metanimina)

constituye el tratamiento principal para la enfermedad de Chagas en los Estados

Unidos (Figura 11B). Durante más de 10 años, la compañía farmacéutica Bayer ha

suministrado gratuitamente a la OMS 1 millón de tabletas al año, con asistencia

financiera para su distribución, primordialmente en Honduras y El Salvador

(Martínez-Parra et al., 2015).

El tratamiento con NFX se administra generalmente, de acuerdo a las

recomendaciones de la OMS: de 8 a10 mg /kg diarios en tres dosis divididas para

adultos y de 15 a 20 mg /kg diarios en cuatro dosis divididas para los niños, durante

60 a 90 días (OMS, 2015). Los efectos adversos predominantes del medicamento son

las molestias gastrointestinales, tales como náuseas, vómitos y dolor abdominal. No

obstante, un aproximado del 30% de los pacientes experimentan perturbaciones del

sistema nervioso central como polineuritis, confusión, ataques focales y/o

generalizados, e incluso psicosis, que son superadas cuando el tratamiento se detiene

(Weiss et al., 2011; Rassi et al., 2012).

En general, NFX ha demostrado mayor toxicidad y efectos adversos que BNZ,

incluyendo el aumento del estrés oxidativo en páncreas de rata (Mecca et al., 2007) y

corazón (Mecca et al., 2008). En este contexto, el daño cardíaco causado por el

parásito durante una infección crónica, podría aumentar con la administración de

dicho medicamento. Es por ello, que el NFX no representa el tratamiento de elección

para la Enfermedad de Chagas, en la mayoría de los países endémicos.

El mecanismo de acción del fármaco se basa en la reducción cíclica del grupo nitro,

produciéndose un nitro radical que sufre auto-oxidación, y formación del superóxido

(Figura 12) (Maya et al., 2007). La Nitrorreductasa tipo 1, constituye la enzima

principal implicada en la bioactivación de los fármacos nitroheterocíclicos. En este

contexto, el deterioro de su actividad confiere resistencia a ambos fármacos, NFX y

BNZ (Wilkinson et al., 2008). Hall et al. (2012) demostraron que la reducción de

BNZ genera un derivado de hidroxilamina que finalmente se convierte en glioxal, un

compuesto altamente citotóxico y mutagénico. No obstante, este hallazgo fue

contrarrestado dos años después, en un estudio de metabolómica realizado en T. cruzi

Introducciön

22

tratados con BNZ, en dónde no se detectaron niveles de glioxal (Trochine et al.,

2014).

A pesar de sus efectos secundarios indeseables y la existencia de cepas de parásitos

naturalmente resistentes a los dos compuestos (Filardi y Brener, 1987; Campos et al.,

2013), la principal limitación del uso del NFX y el BNZ, radica en su ineficiente

actividad tripanocida en la fase crónica de la enfermedad (Oliveira et al., 2015;

Urbina, 2015).

En este contexto, dos estudios clínicos (TRAENA (Tratamiento en pacientes adultos)

y BENEFIT (Evaluación del Benznidazol para Interrumpir la Tripanosomiasis))

realizados en una cohorte de pacientes adultos con enfermedad de Chagas crónica,

fueron ejecutados en los últimos años (Zingales et al., 2014; Morillo et al., 2015;

Oliveira et al., 2015; Urbina, 2015). Ambas investigaciones demostraron la

ineficiencia del BNZ para reducir el deterioro clínico cardiaco, morbilidad o

mortalidad de los participantes, a pesar de su efecto tripanocida (Morillo et al., 2015;

Oliveira et al., 2015; Urbina, 2015).

Por su parte, desde el año 2015 un ensayo clínico de fase II/fase III

(CHICAMOCHA-3) empezó a ejecutarse, con la finalidad de deducir la eficacia del

Nifurtimox. El estado actual de esta investigación permanece en curso

(ClinicalTrials.gov).

1.1.8 Tratamientos alternativos

Debido a que los tripanosomatideos y hongos sintetizan ergosterol de manera similar,

fármacos antifúngicos tales como el Posaconazol y Ravuconazol, que actúan

inhibiendo la biosíntesis del ergosterol, han sido estudiados en los últimos años para

evaluar su actividad antichagásica. Estos azoles han mostrado resultados promisorios

en estudios preclínicos, con potentes y selectivos hallazgos frente a amastigotes

intracelulares y modelos murinos en fase aguda de la enfermedad (Urbina, 2009;

Urbina, 2010; Urbina, 2015; Keenan et al., 2015). No obstante, la efectividad de

estas moléculas en estudio clínicos, no ha sido exitosa. CHAGAZASOL determinó la

eficacia y seguridad del Posaconazol en comparación con el BNZ en pacientes

adultos con Chagas crónico (Molina et al., 2014); y STOP CHAGAS

(ClinicalTrials.gov) evaluó la eficacia de esta misma molécula, pero en individuos

que cursaban con la fase indeterminada sin compromiso cardiaco.

Desafortunadamente, en ambos estudios no se evidenció curación parasitaria, ni

tratamiento exitoso. Respecto a la toxicidad y seguridad, ningún efecto adverso grave

fue observado (Keenan et al., 2015).

Introducciön

23

El Fexinidazol representa otro compuesto nitroheterocìclico redescubierto en la

exploración de nitroimidazoles como drogas potenciales para la tripanosomiasis

africana humana. Esta molécula ha mostrado un amplio espectro antiprotozoario, con

buenos resultados en la investigación preclínica (Bahia et al., 2012).

1.1.8.1 Aceites esenciales

Los aceites esenciales (AEs) son extractos volátiles obtenidos a través de destilación

al vapor de diferentes partes de plantas aromáticas (flores, semillas, hojas, ramas,

cortezas frutos y raíces) (Stashenko, 2009); y su principal actividad biológica radica

en actuar como mecanismos de defensa frente a la acción de diferentes

microorganismos fitopatógenos (Bakkali et al., 2008, Schelz et al., 2010).

Durante las últimas décadas, los AEs y sus componentes mayoritarios han sido

descritos como agentes antimicrobianos de amplio espectro farmacológico (Ramos et

al., 2014), con actividad significativa antihelmíntica y antiprotozoaria (Bakkali et al.,

2008; Escobar et al., 2010; Cheikh Ali et al., 2011; Alviano et al., 2012; Borges et

al., 2012; York et al., 2012). Algunos terpenos constituyentes de estas fracciones

aceitosas, tales como citral (Lippia alba y Cymbopogon citratus), óxido de

cariofileno (Aframomum sceptrum, Achillea millefolium y Piper var brachypodon),

limoneno (L. origanoides y L. pedunculosa) y carvona (Origanum vulgare) han

mostrado actividad tripanocida eficiente en formas extra e intracelulares de T. cruzi

(Santoro et al., 2007a; Santoro et al., 2007b; Santoro et al., 2007c; Cardoso y Soares,

2010; Escobar et al., 2010; Kpoviessi et al., 2014; Santos et al., 2014) (Tabla 2).

En el año 2007, Santoro et al., demostraron el efecto tripanocida de AEs derivados

de Cymbopogon citratus contra T. cruzi, obteniendose CI50 significativas en los tres

estadíos parasitarios (Epimastigotes: 126,5 µg/mL; Tripomastigotes: 15,5 µg/mL;

Amastigotes: 5,1µg/mL) después de 24 horas de tratamiento. Estos resultados fueron

atribuidos a su componente principal, el citral: una mezcla de neral y geranial

(Santoro et al., 2007a). En ese mismo año, este grupo de investigadores evidenció el

efecto antiproliferativo de AEs extraídos de la mata de clavo (Syzigium aromaticum),

la albahaca (Ocimum basilicum) y la milenrama (Achillea millefolium) sobre formas

extracelulares de T. cruzi. En esta investigación, el aceite de clavo, cuyo compuesto

principal lo constituyó el Eugenol, evidenció un valor de CI50 de 99,5 µg/mL sobre

epimastigotes y 57,5 µg/mL para Tripomastigotes (Santoro et al., 2007c).

Introducciön

24

Tabla 2. Cuadro comparativo de acción de AEs frente a T. cruzi

Trypanosoma cruzi

AEa CMb Epic CI50

(µg/mL) Tripd CI50

(µg/mL)

Amase CI50

(µg/mL) Referencia

Cymbopogon citratus ND 126,5 15,5 5,1 Santoro et al., 2007a

Thymus vulgaris Timol 77 38 ND Santoro et al., 2007b

Origanum vulgare L. Timol 175 115 ND Santoro et al., 2007b

Syzygium aromaticum Eugenol 99,5 57,5 ND Santoro et al., 2007c

Ocimun basilicum Linalool 102 467,5 ND Santoro et al., 2007c

Achillea millefolium Chamazulene 145,5 228 ND Santoro et al., 2007c

Ambrosia tenuifolia Germacreno D 59,7 ND ND Sülsen et al., 2008

Lippia alba (Mill.) Geranial 5,5 ND 12,2 Escobar et al., 2010

Lippia citrodora Geranial 5,8 ND 38,5 Escobar et al., 2010

Lippia dulcis Trans-β cariofileno 32,2 ND 51,7 Escobar et al., 2010

Lippia micromera Timol 50,6 ND 60,7 Escobar et al., 2010

Lippia origanoides Carvacrol 4,4 ND 9,9 Escobar et al., 2010

Baccharis retusa ND ND 20,39 ND Grecco et al., 2010

Eugenia uniflora L ND 62,76 ND ND Santos et al., 2012

Annona pickelii Biciclogermacreno 27,2 ND ND Costa et al., 2013

Annona salzmannii Biciclogermacreno 89,7 ND ND Costa et al., 2013

Xylopia frutescens E-cariofileno 20,2 11,9 ND Da Silva et al., 2013

Xylopia laevigata GermacrenoD 22,2 12,7 ND Da Silva et al., 2013

Cinnamomum verum Citral 24,13 ND ND Azeredo et al., 2014

Arrabidaea brachypoda Brachidina A ND 36,4 ND Da Rocha et al., 2014

Lippia pedunculosa (R)-Limoneno 33,7 14,1 ND Santos et al., 2014

Artemisia absinthium Trans cariofileno 144,6 ND ND Martinez et al., 2015

Lantana camara L E-cariofileno 201,94 ND ND Barros et al., 2016

Piper malacophyllum Gibbilimbols A ND 102,5 μM ND Varela et al., 2016

aAE: Aceite esencial; bCM: Compuesto mayoritario; cEpi: Epimastigote; dTrip: Tripomastigote; eAmas: Amastigote; fND: No determinado.

En la medicina tradicional africana, Strychnos spinosa ha sido utilizada para tratar la

tripanosomiasis africana. Un estudio realizado en el año 2006, confirmó la actividad

tripanocida de esta planta contra tripomastigotes de Trypanosoma brucei (CI50:

13,5µg/mL) y la baja citotoxicidad de la misma en células de mamífero J774, con un

índice de selectividad de 4,4. El efecto tripanocida fue atribuido a sus componentes

mayoritarios, el linalol (CI50: 2,5µg/mL) y nerolidol (CI50:1,7µg/mL) (Hoet et al.,

2007). Las actividades de estos componentes fueron confirmadas en estudios

posteriores (Nibret y Wink, 2010).

Otro AE usado en la medicina tradicional de África Central, lo constituye el derivado

de la planta aromática Aframomum sceptrum utilizado exhaustivamente como

antiparasitario en Costa de Marfil (Okpekon et al., 2004) y Nigeria (Idu y

Osemwegie, 2007). Este AE ha mostrado notable actividad antiparasitaria in vitro

contra T. brucei, con una concentración letal mínima de 1,51µg/mL, la cual es

atribuible al alto porcentaje de óxido de cariofileno (10%). Cuatro años más tarde,

Introducciön

25

Cheikh Ali et al. (2011), evidenciaron una concentración letal menor (0,1µg/mL) de

este AE en T. brucei.

Por su parte, un estudio realizado en Colombia en el año 2010, puso de manifiesto

que especies de Lippia spp. (Verbenaceae) ricas en neral, geranial, geraniol y timol,

son particularmente activas contra T. cruzi. El AEs de L. alba exhibió la más alta

actividad frente a epimastigotes (CI50: 5,5 μg/mL) y amastigotes intracelulares (CI50:

12,2 μg/mL). Por su parte, los terpenos timol (CI50: 3,2 μg/mL) y S-carvona (CI50:

6,1 μg/mL), constituyeron los compuestos más activos en amastigotes intracelulares

de T. cruzi con un índice selectivo superior a 10 (Escobar et al., 2010).

1.2 Lippia alba

Lippia alba (L. alba) es un arbusto aromático perteneciente a la familia Verbenaceae

y nativo de América Latina. Se conoce popularmente como prontoalivio (Colombia),

cidreira (Brasil) y salvia morada en Argentina. Crece en regiones tropicales y

subtropicales con alturas máximas de 2300 m.s.n.m, (Vit et al., 2002; Parra et al.,

2010), llegando a alcanzar longitudes de hasta 2 metros. Sus hojas verdes se

desarrollan en forma peciolada, asociadas a flores pequeñas (3-5 mm) de tonalidades

rosas, violetas, blancas o amarillas (Guzmán et al., 2004; Parra et al., 2010) (Figura

13).

Figura 13. Lippia alba (Mill.) N.E. Brown.

La planta presenta alta plasticidad fenotípica, atribuida a su versatilidad genética,

ontogenia, ubicación geográfica e influencia de factores medioambientales (clima,

disponibilidad de nutrientes, luminosidad, condiciones de colecta y siembra) (Palacio

et al, 2007; Parra et al, 2007; Cicció y Ocampo, 2010; Teles et al, 2012; Ehlert et al,

2013); y una amplia diversidad fitoquímica (Tabla 3).

Introducciön

26

Tabla 3. Diversidad fitoquímica de Lippia alba (Modificado de Cicció y Ocampo 2010).

País Componentes Mayoritarios

Argentina Lippiona, Dihidrocarvona, Citral, 1-8-Cineol, Piperitona

(36,7%), Limoneno (34,2%).

Brasil Linalool (55%), γ-Terpineno (46,7%), β-Cariofileno

(24,3%), Geranial (12,9), Neral (9,6%), 2-undecanona

(9,0%), p- Cimeno (8,7%).

Colombia Carvona (41-57%), Limoneno (24-37%), Mircenona (39-

63%), Geranial (30,5%), Neral (23,6%).

Costa Rica

Carvona (62,4%), Limoneno (20,8%-25%), Mircenona.

Cuba Carvona (29-40%), β-Guayeno (9,8-11,5%) Piperitenona

(6,4-8,3%), Limoneno (5,8-6.5%).

Estados

Unidos

Metil-chavicol (56,5%), 1,8-Cineol (12,6%), Cariofileno

(7%).

Guatemala Mircenona (37-58,2%), Geranial (27%), 1,8-cineol

(25,4%), Neral (18,9%), Omicenona (16,3%).

Guayana

Francesa

Carvona (67,8%), Limoneno (18,1%)

Perú Carvona (63,4%), Germacreno D (5,6%), Limoneno

(5,1).

Región Caribe Neral (33,1%), Geranial (20,8%), α-Guayeno (15,4%), β-

Ocimeno (13,3).

Uruguay Alcanfor (18,2%), 1-8-Cineol (16,5%)

La variedad química de L. alba sugiere la aparición de múltiples quimiotipos

(individuos de una misma especie con composición química diferente). En este

contexto, Hennebelle et al., (2006) propusieron siete quimiotipos basados en los

componentes mayoritarios del aceite esencial.

Quimiotipo I o Citral: representado por AEs con alto contenido de Citral (Mezcla de

Geranial y Neral); Linalool y β-Cariofileno. Esta variedad ha sido reportada en

diferentes regiones de Colombia (Arauca, Bolívar y Bucaramanga). Así mismo,

análisis de espectrometría de masas han permitido determinar algunos constituyentes

adicionales como geraniol (6,3%), 6-metil-5-heptano-2-ona (6%) y limoneno (3,7%)

(Mesa et al., 2009).

Quimiotipo II o Tagetenona: caracterizado por presentar altos contenidos de

Tagetenona, un terpeno conformado por las cetonas ocimenona y mircenona.

Quimiotipo III o Carvona: constituido por cetonas cíclicas (Dihidrocarvona,

Piperitenona, Lippiona o Carvona) y Limoneno. Ha sido descrito en Colombia con

Introducciön

27

composiciones relativas de Carvona (25,3%) y Limoneno (22,4%). Constituyentes

minoritarios como Neral (10,4%), Geranial (10,4%) y trans-β-Cariofileno (2,4%),

también han sido identificados (Mesa-Arango et al, 2009).

Quimiotipo IV o Mirceno: descrito recientemente en una variedad de L. alba crecida

en Bucaramanga, cuyo constituyente mayoritario es el Mirceno.

Quimiotipos V o Terpineno: constituido principalmente por Terpineno.

Quimiotipo VI o Alcanfor y 1,8-Cineol: compuesto por Alcanfor y 1,8-Cineol.

Quimiotipo VII o Estragol, con alto contenido de Estragol (Metil-chavicol).

En la Figura 14 se observa la distribución geográfica de los quimiotipos de L. alba en

el continente suramericano, resaltando la prevalencia del quimiotipo Citral y Carvona

en la región colombiana (Stashenko et al., 2014).

Figura 14. Distribución geográfica de quimiotipos de Lippia alba (Stashenko et al., 2014).

Introducciön

28

1.2.1 Etnofarmacología

L. alba representa la séptima especie más citada en la medicina tradicional de Brasil

(Hennebelle et al., 2008). Los “curanderos” utilizan sus hojas como una infusión

para tratar problemas de hipertensión, digestivos, resfriados y curación de heridas

locales (Di Stasi et al., 2002; Oliveira et al., 2006; Pinto et al., 2006). En Boyacá,

Colombia, se usa frecuentemente como analgésico y para problemas digestivos

(diarrea, dolor de estómago) y respiratorios (Gripa y tos) (Toscano-González, 2006).

La administración por vía oral representa la vía más citada y según Hennebelle et al.,

(2008) sus usos principales están constituidos por problemas digestivos,

respiratorios, cardiovasculares y sedativos.

1.2.2 Actividad biológica de L. alba

La fitoterapia se ha convertido en una alternativa muy importante de diversas

patologías, dado los efectos secundarios que se atribuyen a las drogas sintéticas.

Durante las últimas décadas, L. alba y sus constituyentes mayoritarios han

demostrado gran potencial terapéutico, como analgésicos, antiinflamatorios,

antiespasmódicos (Haldar et al., 2012; Mamun-OrRashid et al., 2013) y

antimicrobianos de amplio espectro (Escobar et al., 2010; Fabri et al., 2011, Nuñez et

al., 2012; Gómez et al., 2013; Olivero-Verbel et al., 2014; Vera et al., 2014).

Extractos etanólicos de esta variedad, presentan amplia actividad antibacteriana

principalmente contra Staphylococcus aureus (Oliveira et al., 2006; Sena Filho et al.,

2006) y otros microorganismos (Aguiar et al., 2008).

El mayor número de estudios antimicrobianos reportados, han sido principalmente

sobre la actividad de los AEs de L. alba como agentes anti fúngicos en fitopatógenos

(Shukla et al., 2009; Anaruma et al., 2010; Tomazoni et al., 2016) y patógenos

humanos (Mesa-Arango et al., 2009; Costa et al., 2014; Geromini et al., 2015).

Sin embargo, en el último año, estudios publicados referentes a la actividad biológica

de este arbusto aromático, han sido referidos al efecto antitumoral y citotóxico sobre

células leucémicas humanas (Bai et al., 2016; García et al., 2017). Además, L. alba

también ha evidenciado tener acción anestésica y antioxidativa (Cunha et al., 2010;

Azambuja et al., 2011; Barbas et al., 2017). Estas propiedades bioactivas son

atribuidas principalmente a sus constituyentes mayoritarios tales como citral,

geranial, óxido de cariofileno, carvona, neral, linalool y limoneno (Hennebelle et al.,

2008; García et al., 2017).

Introducciön

29

1.2.3 Actividad tripanocida de L. alba

A la fecha, son escasos los estudios reportados en la literatura, específicos de la

actividad tripanocida ejercida por L. alba y/o sus compuestos mayoritarios.

En Colombia, un estudio realizado en el año 2010, puso de manifiesto que especies

de Lippia spp. (Verbenaceae) ricas en neral, geranial, geraniol y timol, presentaban

actividad contra T. cruzi. El AEs de L. alba exhibió efecto tripanocida frente a

epimastigotes (CI50: 5,5 μg/mL) y amastigotes intracelulares (CI50: 12,2 μg/mL). Por

su parte, los terpenos timol (CI50: 3,2 μg/mL) y S-carvona (CI50: 6,1 μg/mL),

constituyeron los compuestos más activos en amastigotes intracelulares de T. cruzi

con un índice selectivo superior a 10 (Escobar et al., 2010).

En ese mismo año, Cardoso y Soares (2010) evaluaron el efecto del citral

(componente mayoritario del quimiotipo Citral de L. alba) sobre el proceso de

metaciclogénesis en T. cruzi. Ellos demostraron que bajas concentraciones de citral

(20 μg/mL) no afectan la viabilidad del epimastigote, ni interfieren en el proceso de

diferenciación. No obstante, concentraciones superiores a 60 μg/mL, producían un

porcentaje de muerte significativo (100%). Además, determinaron que la

concentración calculada que inhibió el 50% de la metaciclogénesis fue de 31 μg/mL

después de 24 horas de tratamiento. Por otra parte, los tripomastigotes derivados de

células demostraron igual suceptibilidad al citral, con una CI50 de 24,5 μg/mL

(Cardoso y Soares, 2010).

Recientemente, Santos et al. (2014) determinó que el limoneno (componente

mayoritario del quimiotipo Carvona de L. alba) posee actividad tripanocida in vitro

en las formas extracelulares de T. cruzi (Epimastigote: CI50 33,7 μg/mL;

Tripomastigotes: CI50 14,1 μg/mL). El tratamiento con este terpeno, causó además

una reducción moderada en el porcentaje de macrófagos infectados y en el número

de parásitos intracelulares, en concentraciones no tóxicas para las células mamíferas

(Santos et al., 2014).

1.2.4 Terpenos de L. alba

En las últimas décadas, las especies de Lippia han sido química y

farmacológicamente investigadas. Se ha determinado que especies pertenecientes a

la familia Verbenaceae, son productores constantes de monoterpenos y

sesquiterpenos, como el limoneno, citral, óxido de cariofileno y carvona (Hennebelle

et al., 2006) (Figura 15), entre otros compuestos (alcaloides, carotenoides,

flavonoides, iridoides, ácidos fenólicos, saponinas, esteroles, azúcares, taninos),

responsables de los efectos biológicos de los aceites esenciales.

Introducciön

30

Figura 15. Estructuras químicas de terpenos encontrados en aceites esenciales de L. alba.

1.2.4.1 Citral

Citral, un monoterpeno aldehído sintetizado por varios géneros de plantas, es una

mezcla de geranial y neral, con fuertes actividades antimicrobianas demostradas

(Cardoso y Soares, 2010; Saddiq y Khayyat, 2010; Jafri et al., 2014). Constituye el

principal componente del aceite esencial de la hierba limón y tiene actividad contra

T. cruzi (Santoro et al., 2007a). Resultados tripanocidas similares han sido

encontrados en aceites derivados de una variante Colombiana (Santander) de Lippia

alba quimiotipo Citral, los cuales eran ricos en citral (mezcla de neral y geranial),

geraniol timol y óxido de cariofileno (Escobar et al., 2010). A este metabolito se le

ha reportado la capacidad de inducir estrés oxidativo y apoptosis en células

tumorales, mediada por el aumento de p53, como consecuencia del daño oxidativo a

nivel del ADN y del estrés del retículo endoplasmático (Ji et al., 2006; Kapur et al.,

2016; Thomas et al., 2016). Además se le han anexado cualidades interesantes como

agente quimioprotector (efecto anti-oxidante cinco veces superior al del α-tocoferol)

(Stashenko et al., 2014) y con actividad inhibitoria fuerte sobre la expresión

citoquinas y mediadores inflamatorios (Liao et al., 2015).

1.2.4.2 Óxido de Cariofileno

El óxido de cariofileno es un sesquiterpeno bicíclico natural, constituyente de varios

AEs y con propiedad antimicrobiana de amplio espectro (Yang et al., 2000; Polanco-

Hernández et al., 2013). La presencia de este terpeno ha sido asociada a la inhibición

del crecimiento de T. brucei con AEs derivados de Aframomum sceptrum (Cheikh‐

Introducciön

31

Ali et al., 2011). Adicionalmente, el óxido de cariofileno también ha sido descrito

como agente inductor de estrés oxidativo e inhibidor de vías de supervivencia en

células tumorales (Park et al., 2011) y con potente actividad anti-inflamatoria de la

respuesta inmune mediada por células T (Ku y Lin, 2013)

1.2.4.3 Limoneno

El limoneno, es un terpeno perteneciente al grupo limonoide, cuya estructura posee

un carbono asimétrico como esterocentro. Como antimicrobianos, múltiples trabajos

han definido sus efectos antibacterianos (Soković et al., 2010), antivirales (Gómez et

al., 2013; Astani y Schnitzler, 2014), antimicóticos (Chee et al., 2009) y

antiparasitarios (Graebin et al., 2010; Santos et al., 2014). Su presencia además, ha

sido atribuida con muerte celular apoptótica por incremento del estrés oxidativo en

células susceptibles de cáncer de prostata (Rabi y Bishayee, 2009) y a través de vías

de muerte mitocondrial dependientes de caspasa en células leucémicas (Ji et al.,

2006).

1.2.4.4 Carvona

Carvona es un terpenoide que se encuentra naturalmente en muchos aceites

esenciales, con fuerte evidencia de actividad antimicrobiana (Aggarwal et al., 2002;

Escobar et al., 2010). Ha sido descrito como un potente antioxidante, incluso

superior al α-tocoferol (Stashenko et al., 2004) y con importante efecto

quimioprotector en células cancerígenas (Zheng et al., 1992).

Finalmente, teniendo en cuenta que la evolución de la infección del T. cruzi es

condicionada por la presencia del parásito, frente al cual el huésped mamífero monta

una respuesta inmune exacerbada (con daño celular y neuronal) y fibrosis

subsecuente de los tejidos (Nagajyothi et al., 2012; Cunha¬Neto et al., 2014), la

búsqueda y desarrollo de nuevas aproximaciones farmacológicas más eficientes y

selectivas, deben apuntar a la completa eliminación del parásito, con adecuada

modulación de la respuesta inmune del huésped. De acuerdo con lo anterior, aceites

esenciales de Lippia alba y sus terpenos bioactivos resultan promisorios para el

desarrollo de terapias más integrales contra la Enfermedad de Chagas,en la cual se

pueden abordar la eliminación selectiva del parásito, quimioprotección,

inmunomodulación y baja toxicidad, a través de posibles sinergias de sus

componentes (Zheng et al., 1992; Mesa-Arango et al. 2009; Escobar et al., 2010; Ku

y Lin, 2013; Stashenko et al., 2014; Liao et al., 2015; García et al., 2017).

Introducciön

32

2. OBJETIVOS

2.1 OBJETIVO GENERAL

Determinar la actividad tripanocida y citotóxica in vitro de aceites esenciales

obtenidos de Lippia alba (Quimiotipos Citral y Carvona) y de sus terpenos

(citral, limoneno, carvona y óxido de cariofileno), sobre formas

epimastigotes, tripomastigotes y amastigotes de Trypanosoma cruzi.

2.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Determinar la Concentración Inhibitoria media (CI50) y la Concentración

Citotóxica 50 (CC50) de los aceites esenciales de L. alba (Quimiotipos Citral

y Carvona) y de sus terpenos sobre los tres estadíos parasitarios de T. cruzi.

Establecer posibles interacciones farmacológicas entre los terpenos y/o

medicamento de referencia (Benznidazol) en la inhibición del crecimiento de

T. cruzi.

Rastrear mediante técnicas generales de biología celular, el mecanismo de

muerte celular inducido por los aceites esenciales de L. alba y sus terpenos

bioactivos sobre T. cruzi.

Objetivos

Materiales y Métodos

33

3. MATERIALES Y MÉTODOS

3.1 MATERIALES

3.1.1 Aceites esenciales derivados de L. alba

Para este trabajo, especímenes de los quimiotipos Citral y Carvona de Lippia

alba (Miller) N. E. Brown fueron plantados en el Centro Nacional de Investigaciones

para la Agroindustrialización de Especies Vegetales, Aromáticas y Medicinales

Tropicales (CENIVAM), ubicado en Bucaramanga, Colombia, a una altitud de 960 m

sobre el nivel del mar. En total fueron producidos 76 tipos diferentes de aceites, los

cuales presentaron variaciones en su quimiotipo de origen (53 Carvona y 23 Citral),

estación de plantío y colecta (lluvia y sequía), parte de la planta (tallo, hojas (verdes,

maduras y mixtas) e inflorescencias) y tiempo de extracción del aceite (30 – 90

minutos) (Tabla 4 y 5). Teniendo en cuenta, las precipitaciones medias (descritas por

el IDEAM), como época de sequía fueron seleccionados los meses de enero a marzo

y como estación seca fueron definidos los meses de abril a noviembre. Las

condiciones ambientales promedio de temperatura, humedad relativa y precipitación

para el período seco fueron: 26.3°C, 68.9% y 1.05 mm/día y para el período lluvioso,

24.5°C, 81.3% y 4.13 mm/día, respectivamente. Los AEs se extrajeron mediante

hidrodestilación asistida por microondas (HD-MW), y su caracterización química fue

llevada a cabo a través de cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas

(GC-MS) utilizando ionización por impacto de electrones en dos columnas de

diferente polaridad (Stashenko et al., 2004; García et al., 2017). Estos procedimentos

fueron realizados por personal adscrito al CENIVAM, bajo la dirección de la Dra.

Elena Stashenko.

Materiales y Métodos

34

Tabla 4. Aceites esenciales de L. alba quimiotipo Citral, producidos bajo diversos parámetros

ambientales y de extracción.

Est

aci

ón

del

o

Est

ad

o

Ma

teri

al

AEa

Tiempo

Extracción

(min)

Parte

planta

Composición química por GC-MS

Neral Geraniol Geranial Cariob OxCarc S

equ

ía

Fre

sco

A4 60 HJd 24.4 21.5 39.8 1.6 -

A5 90 HJ 26.1 17.2 41.4 2.3 -

A7 30 HMe 29.4 - 46.2 2.7 -

A8 30 HM 23.1 - 29.7 1.7 3.8

A27 45 Infl.f 19.6 32.3 30.6 1.9 -

A28 45 Infl. 19.3 31.5 31.3 2.3 -

Llu

via

Fre

sco

A1 30 HJ 25.5 - 36.1 4.1 1.0

A2 30 HJ 25.1 - 36.2 4.6 0.9

A9 60 HM 21.1 - 26.5 3 6.6

A25 45 HTg 22.8 5.3 27.5 4.6 2.8

A26 45 HT 36 6 45.1 3.2 1.4

Sec

o

A13 30 HJ 30.6 - 54.5 2.9 -

A14 30 HJ 31.9 - 57.3 2.6 -

A15 60 HJ 28.4 - 54 5.4 2.2

A16 60 HJ 30.8 - 52.6 3.8 3.3

A17 90 HJ 31.7 - 53.5 4.1 3

A18 90 HJ 29.3 - 54.5 3.5 3.1

A19 30 HM

33.6 - 53.8 2.7 1.9

A20 30 HM 32.1 - 54 4 2.4

A21 60 HM

24.5 - 35.1 0.8 3.9

A22 60 HM

28.8 - 39.7 1.3 4.5

A23 90 HM 28 - 37.8 6.8 2.9

A24 90 HM 24 - 34.3 2 5.7

aAE: Aceite Esencial; bCario: Cariofileno; cOxCar: Óxido de cariofileno; dHJ: Hojas jóvenes; eHM:

Hojas maduras; fInfl: Inflorescencias; gHT: Todas las hojas.

Materiales y Métodos

35

Tabla 5. Aceites esenciales de L. alba quimiotipo Carvona, producidos bajo diversos parámetros

ambientales y de extracción.

Est

aci

ón

del

o

Est

ad

o

Ma

teri

al

AEa

Tiempo

Extracción

(min)

Parte

Planta

Composición química GC-MS

Limoneno Carvona Piperb BCEc S

equ

ía

Fre

sco

B1 30 HJd 34.4 47.2 2.5 7.4

B2 30 HJ 34.7 49.8 2.2 4.4

B3 45 HJ 32.3 43.9 2.3 12.2

B4 45 HJ 37.5 40.9 2.0 10.5

B5 90 HJ 35.4 37.4 2.0 14.5

B6 90 HJ 38.3 36.4 1.9 12.5

B7 30 HTg 37.4 46.0 2.3 5.4

B8 30 HT 35.2 48.2 2.3 5.9

B9 45 HT 35.5 43.2 2.5 8.4

B10 45 HT 34.5 43.2 2.4 10.4

B11 90 HT 33.7 42.7 2.5 10.7

B12 90 HT 36.2 40.9 2.4 10.5

2B3 60 HMe 37.0 46.2 1.8 6.3

2B4 60 HM 38.1 44.1 1.7 7.0

2B5 60 InfLf 33.8 51.2 1.7 5.4

2B6 60 InfL 34.2 49.7 1.6 5.8

Sec

o

2B8 90 HJ 37.0 28.9 2.2 13.7

2B9 90 HJ 37.7 36.6 2.3 13.3

B27 45 HJ 40.5 43.5 1.2 8.0

B28 45 HJ 37.7 41.5 2.3 9.3

Llu

via

Fre

sco

2B10 30 HJ 31.7 43.9 5.1 9.6

2B11 30 HJ 42.8 48.4 1.5 4.4

2B12 45 HJ 33.6 36.5 4.8 13.7

2B25 45 HJ 26.8 38.0 5.4 16.1

2B26 90 HJ 27.8 36.9 5.2 17.1

2B27 90 HJ 27.8 37.1 4.8 17.5

2B28 30 HT 30.6 44.6 4.3 10.4

B19 30 HT 32.0 45.2 4.1 9,4

B20 45 HT 26.8 42.2 5.0 14.0

B15 45 HT 38.0 47.8 1.4 6.9

B16 90 HT 26.7 39.9 5.1 16.2

B34 90 HT 27.3 36.8 4.7 15.9

2B21 30 HM 30.2 39.7 4.7 15.0

2B22 30 HM 28.5 39.9 4.1 14.1

2B23 30 InfL 36.8 53.9 1.5 3.6

2B24 30 InfL 23.5 42.4 4.3 10.5

B37 30 HJ 27.1 46.3 5.6 9.7

B38 30 HJ 46.9 43.0 1.4 6.3

B13 45 HJ 28.1 43.4 5.6 12.1

B14 45 HJ 32.1 42.0 5.0 10.4

Materiales y Métodos

36

Tabla 5. Continuación

Est

aci

ón

del

o

Est

ad

o

Ma

teri

al

AEa

Tiempo

Extracción

(min)

Parte

Planta

Composición química GC-MS

Limoneno Carvona Piperb BCEc

aAE: Aceite Esencial; bPiper: Piperitenona; cBCE: Biciclosesquifelandreno; dHJ: Hojas jóvenes; eHM:

Hojas maduras; fInfl: Inflorescencias; gHT: Todas las hojas.

Como puede ser visto en las Tablas 4 y 5, aceites producidos bajo diversas

condiciones presentaron diferencias significativas en los porcentajes de sus terpenos

mayoritarios. De acuerdo con esto y con la finalidad de determinar el efecto de estas

variaciones en la actividad tripanocida, los 76 aceites fueron subclasificados en 12

grupos. Para este estudio, fue seleccionado un representante de cada uno de estos

subgrupos, siendo 6 óleos del quimiotipo Citral (A13, A20, A23, A24, A25 Y A28) y

6 del quimiotipo Carvona (B7, B16, B37, 2B8, 2B18 y 2B19). Todos estos aceites

fueron extraídos de hojas de L. alba. AEs extraidos de las flores fueron descartados

debido a su alta citotoxicidad sobre células normales del huésped (Vero) (datos no

mostrados).

3.1.2 Terpenos y medicamentos

Los terpenos puros S (+) carvona, D (+) limoneno, (-) (-) óxido de cariofileno y citral

(terpernos derivados de Lippia alba) fueron obtenidos comercialmente de Sigma

Aldrich. El Benznidazol utilizado como medicamento de referencia, fue adquirido de

la Secretaría de Salud del departamento de Santander, Colombia, y gentilmente

purificado por la Doctora Leonor Yamile Vargas, del programa Química ambiental

de la Universidad Santo Tomás de Aquino (Bucaramanga).

Las soluciones stock de cada uno de los aceites y terpenos fueron preparadas en

dimetilsulfóxido (DMSO, Sigma) y guardadas a 4°C, protegidas de la luz. Las

2B13 90 HJ 29.6 37.9 4.9 16.2

2B14 90 HJ 26.6 35.5 5.0 18.3

Seco 2B15 30 HT 27,6 43.0 4.8 12.2

2B16 30 HT 29.4 43.2 4.2 12.9

2B17 45 HT 26.5 41.4 5.1 13.9

2B18 45 HT 23.4 42.1 5.2 16.6

2B19 90 HT 36.4 53.3 1.6 3.2

2B20 90 HT 34.0 44.4 4.7 7.5

B25 30 HJ 38.6 41.3 2.2 9.0

B26 30 HJ 0 0 0 0

2B1 30 HT 26.4 40.2 5.6 9

2B2 30 HT 41.9 47.4 1.6 3.0

2B7 90 HT 36.1 43.1 2.3 9.5

Introducciön

37

soluciones de trabajo fueron diluidas en medio de cultivo a las concentraciones

deseadas, justo antes de cada ensayo (concentración final de DMSO <0.1%).

3.1.3 Cultivos celulares

Células epiteliales derivadas de Riñón de Mono Verde Africano (VERO, ATCC CCL-

81), fueron cultivadas en medio DMEM (Tabla 6) (Life Technology, CA, USA)

suplementado con Suero Fetal Bovino Inactivo al 10% (SFBi) (Life Technology, CA,

USA), 1000 U/mL de penicilina y 100 μg/mL de estreptomicina e incubadas a 37°C,

90% de humedad y 5% de CO2.

Tabla 6. Composición de los medios de cultivo utilizados para el crecimiento in vitro de Células Vero

y T. cruzi

Medio LIT Medio DMEM

Sales Inorgánicas KCl

NaCl

Na2HPO4-H2O

CaCl2 (Anhid.)

Fe(NO3)3-9H2O

MgSO4 (Anhid.)

KCl

NaHCO3

NaCl

NaH2PO4-H2O

Azúcares y Ácidos Orgánicos D-Glucosa

Triptosa

D-Glucosa

Piruvato de Sodio

Aminoácidos

Glicina

L-Arginine

L-Cistina 2HCl

L-Glutamina

L-Histidina -H2O

L-Isoleucina

L-Leucina

L-Lisina

L-Metionina

L-Fenilalanina

L-Serina

L-Treonina

L-Triptófano

L-Tirosina

L-Valina

Vitaminas

Pantotenato D-Calcio

Ácido Fólico

Niacinamida

Piridoxina

Riboflavina

Tiamina

I-Inositol

Aditivos Extracto de hígado

Hemina

Suero Fetal Bovino Inactivado (SFBi) 10%

Penicilina 1000 U/mL

Estreptomicina 100 µg/mL

Materiales y Métodos

38

Epimastigotes de T. cruzi cepa SYLVIO-X10, representativa del TcI (donados por el Dr.

Marcos López-Casillas, del Grupo de Investigación Biomédica Traslacional de la

Fundación Cardiovascular de Colombia) fueron mantenidos en medio Liver Infution

Triptosa (LIT) suplementado con 10% de SFBi a 28°C. Los Tripomastigotes derivados

de células fueron obtenidos mediante la infección de la monocapa de células Vero con

epimastigotes en fase estacionaria (12 días) y crecidos en las mismas condiciones

descritas anteriormente para el mantenimiento de las células de mamífero (Tabla 6).

3.2 MÉTODOS

3.2.1 Citotoxicidad en Células Vero

Células Vero (3x105 cel/mL) fueron incubadas en placas fondo plano de 96 pozos a

37°C, 5% CO2 y 95% de humedad por 24 horas hasta la formación de la monocapa.

Posteriormente, las células fueron expuestas durante 70 horas a los diferentes

compuestos, evaluando 4 concentraciones por triplicado (300, 100, 33.3 y 11.1

µg/mL). La viabilidad celular se determinó empleando el reactivo de proliferación

celular WST-1 (Roche, Mannheim, Germany). Para ello, las células tratadas fueron

expuestas durante 2 horas más con la sonda WST-1 y posteriormente la densidad

óptica fue determinada por espectrofotometría a una longitud de onda de 450 nm. El

porcentaje de citotoxicidad fue calculado mediante la siguiente ecuación: ((DO grupo

control – DO grupo tratado) / DO grupo control) x 100.

3.2.2 Actividad antiparasitaria en Epimastigotes de T. cruzi

Epimastigotes de T.cruzi en fase de crecimiento exponencial fueron cultivados en

placas de 96 pozos a una concentración de 5x105 epimastigotes/mL en medio LIT

con 10 % SFBi. Los parásitos fueron expuestos durante 72 horas a 28ºC con los AEs

y compuestos; concentraciones de 100, 33.3, 11.1, 3.7 µg/mL fueron probadas por

triplicado. Parásitos sin tratamiento fueron evaluados como controles negativos y el

benznidazol fue utilizado como control positivo. La inhibición del crecimiento de los

epimastigotes fue determinada en el microscopio de luz, mediante conteo directo de

parásitos vivos, utilizando el colorante vital azul de trypan (Gibco). Los resultados

fueron expresados como la concentración que inhibe el 50% de los parásitos (CI50).

3.2.3 Actividad antiparasitaria en Tripomastigotes derivados

de células (TDC)

Cultivo en monocapa de células Vero fueron infectados con epimastigotes de T. cruzi

en fase estacionaria e incubadas a 37ºC, 5% CO2 y 95% de humedad hasta observar

Materiales y Métodos

39

liberación de tripomastigotes derivados de células al medio de cultivo.

Posteriormente, estos tripomastigotes derivados de células (5x105 cel/mL) fueron

expuestos durante 24 horas a 37ºC, 5% CO2 y 95% de humedad con los AEs y

componentes mayoritarios. Cuatro concentraciones (100, 33.3, 11.1, 3.7 µg/mL)

fueron evaluadas por triplicado. Se evaluaron controles negativos sin tratamiento y el

benznidazol fue utilizado como control positivo.

La inhibición del crecimiento de tripomastigotes después del tratamiento, fue

determinada en el microscopio de luz, mediante conteo directo de parásitos vivos y el

resultado fue expresado como la concentración que inhibe el 50% de los parásitos

(CI50).

3.2.4 Actividad antiparasitaria en amastigotes intracelulares

de T. cruzi

Células Vero (3x105 cel/mL) fueron sembradas en placas de 16 pozos durante 24

horas e incubadas a 37ºC, 5% CO2 y 95% de humedad. Posteriormente, la monocapa

fue infectada con tripomastigotes derivados de células en un radio 1:3 (célula:

parásito) durante 24 horas para la obtención de amastigotes. Las células infectadas

fueron expuestas durante 120 horas a los compuestos estudiados (en dos dosis, una

en el tiempo 0 y la segunda a las 48 horas) bajo las mismas condiciones de

incubación. Se evaluaron controles sin tratamiento y benznidazol como medicamento

de referencia. Las placas fueron fijadas con metanol y coloreadas con Giemsa para la

evaluación de la inhibición del crecimiento. Se determinó el porcentaje de células

infectadas y no infectadas en un total de 300 células por microscopía de luz.

3.2.5 Evaluación del efecto combinado entre el Limoneno y el

resto de terpenos sobre T. cruzi

Una matriz de interacción farmacológica entre el limoneno (Fracción terpenoide de

mayor selectividad) y el resto de terpenos, fue realizada sobre las tres formas

parasitarias de T. cruzi usando el método de isobolograma de radio fijo, descrito por

Fivelman et al. (2004) con algunas modificaciones.

Para la matriz de interacción fueron usados como base los valores de

CI50 determinados para los terpenos y el Limoneno de manera individual, y utilizadas

dentro de las combinaciones de la forma como se describe en la Tabla 7. Una mezcla

adicional con Benznidazol también fue ejecutada.

Materiales y Métodos

40

Tabla 7. Matriz de interacción entre el Limoneno y el resto de terpenos usando valores de CI50

Combinación Compuesto X Compuesto Y

1 0.0 8x CI50

2 ½ CI50 4x CI50

3 CI50 2x CI50

4 2x CI50 CI50

5 4x CI50 ½ CI50

6 8x CI50 0.0

x: número de veces.

La evaluación de la susceptibilidad se realizó siguiendo la metodología descrita

anteriormente para determinar la actividad antiparasitaria en cada una de las formas

tripanocíticas. La concentración inhibitoria fraccional (CIF) fue calculada mediante la

fórmula: CIF del compuesto X= CI50 del compuesto X en combinación /CI50 del

compuesto X solo, y la sumatoria de la CIF (CIF) se determinó de la siguiente manera:

CIF= CIF del compuesto X + CIF del compuesto Y. De esta forma, se realizaron

isobologramas para determinar la naturaleza de las interacciones entre los compuestos

y/o medicamento de referencia: Interacción sinérgica: CIF <1; interacción antagónica:

CIF >1 e indiferente o aditiva con CIF =1 (Chou y Talalay, 1984; Azeredo y

Soares, 2013).

3.2.6 Cambios Morfológicos

Los cambios morfológicos en formas epimastigotas tratadas con los aceites, terpenos

bioactivos y benznidazol (forma redondeada, disminución del tamaño celular,

condensación de la cromatina nuclear, vacuolización del citoplasma, fragmentación del

núcleo y formación de cuerpos apoptóticos) fueron evaluados por microscopía de luz

mediante microscopia de contraste de fases interferencial.

Para la evaluación de la integridad del DNA, epimastigotes de T. cruzi previamente

tratados (1x106 parásitos/mL) fueron fijados con paraformaldehido al 4% durante 10

minutos y coloreados con 4 ',6diamino-2, fenilindol (DAPI, 1 µg/mL, Sigma Aldrich).

Células no tratadas se utilizaron como control negativo. La morfología de los núcleos

celulares fue observada usando un microscopio de fluorescencia (Nikon Eclipse Ni) a

una longitud de onda de excitación de 358 nm y emisión de 461 nm.

3.2.7 Determinación del potencial de membrana mitocondrial

Para la determinación del efecto sobre el potencial de membrana, los parásitos vivos

fueron coloreados con MitoTracker Red CMXRos (λEm 579nm y λEx599nm), un

derivado de Xrosamina. Para esto, epimastigotes en fase log de crecimiento (1x106

parásitos/mL) fueron incubados con 100 nM Mitotracker Red CMXRos a 28°C por 5

min en DMEM, lavadas con medio fresco e incubadas finalmente sin colorante por 20

minutos (García et al., 2007).

Materiales y Métodos

41

3.2.8 Determinación de la fragmentación del ADN

Un ensayo de TUNEL (Molecular Probes, Invitrogen) fue realizado con la finalidad

de determinar la fragmentación del ADN usando desoxinucleotidil transferasa

terminal marcada con fluoresceína dUTP. Para ello, epimastigotes tratados con la

CI50 X2 de cada compuesto durante 48 horas (1x106 parásitos/mL), fueron lavados

dos veces con PBS, fijados con 4% de paraformaraldehído e incubados con 0,25% de

triton por 20 minutos a temperatura ambiente. Los parásitos se incubaron durante 60

minutos a 37°C con el cóctel de reacción TUNEL (Buffer TDT, nucleótidos con

EdUTP, Desoxinucleotidil transferasa terminal (TdT)) y se adiciono suero albumina

bovino al 3%. Una incubación posterior fue ejecutada con el coctel de reacción

Click-IT (Alexa Fluor® 488) durante 30 minutos, y finalmente se adiciono Hoechst

por 15 minutos protegidos de la luz. Los parásitos fueron analizados mediante

microscopía de fluorescencia (Nikon Eclipse Ni) a una longitud de onda de

excitación de 358 nm y de emisión a 461 nm. Se empleó como control positivo un

cultivo viejo de epimastigotes, de 15 días de incubación. La cuantificación de la

técnica, se realizó a través del conteo de parásitos con fragmentación del ADN

(Emisión fluorescencia verde) en 300 células observadas. Los resultados se

expresaron como porcentaje de epimastigotes TUNEL positivo.

La fragmentación de ADN también fue evaluada por la presencia de un patrón

oligonucleosomal, evidenciado en una electroforesis de agarosa. Brevemente, 3 uL

de ADN parasitario extraído mediante QIAamp® DNA Mini Kit (Qiagen) fue

mezclado con 8 uL de Buffer de carga (Sigma Aldrich) y servido en un gel de

agarosa Low Melting 1,8% a 50 voltios durante 3 horas.

3.2.9 Determinación de la externalización de la

fosfatidilserina

La caracterización de la muerte celular fue determinada mediante el kit de apoptosis

PE Annexin V/Dead with SYTOX® Green (Molecular Probes, Invitrogen) de

acuerdo con las indicaciones del fabricante. La externalización de la fosfatidilserina

se determinó empleando Anexina V recombinante conjugada con la ficobiliproteína

naranja fluorescente R-PE y el fenotipo de las células necróticas utilizando el

colorante de ácidos nucleicos SYTOX. Brevemente, epimastigotes tratados con la

CI50 X2 durante 48 horas (1x106 parásitos/mL) fueron lavados y resuspendidos en el

Buffer Anexina-Binding 1X. Se adicionaron 5 μL de R-PE annexin V y 1 μL de 1

μM SYTOX® Green Stain e incubaron durante 15 minutos a 37ºC, 5% CO2 y 95%

de humedad. Como control positivo de apoptosis se utilizó un cultivo viejo de

epimastigotes, de 15 días de incubación. Parásitos sin ningún tratamiento

Materiales y Métodos

42

representaron el control negativo. Se realizó la lectura en el citómetro de flujo

(FACSCanto II con filtros para RPE (Ex: 488nm / Em: 575 nm), SYTOX (Ex: 503

nm /Em: 524 nm)), facilitado por la Fundación Cardiovascular de Colombia.

3.3 ANÁLISIS DE DATOS

Se utilizó el Software estadístico MsxlfitTM (ID Business Solution, Guildford, UK)

para calcular mediante análisis de regresión sigmoidal, la concentración inhibitoria o

citotóxica 50 (CI50 y CC50, respectivamente) de cada compuesto. Los experimentos se

realizaron por triplicado en tres momentos independientes. El análisis estadístico fue

realizado mediante el software SPSS 15.0, utilizando un ANOVA de Welch para

evaluar la existencia de diferencias entre los valores medios de CI50 en cada estadio

parasitario, así como para analizar los datos de citotoxicidad. Se utilizó la prueba de

Tukey para hacer comparaciones múltiples, estableciendo un nivel de confianza del

95% en todos los casos.

Resultados

43

4. RESULTADOS

4.1 COMPOSICIÓN QUÍMICA Y ACTIVIDAD

TRIPANOCIDA DE AEs DE L. alba

En esta investigación 12 aceites esenciales (AEs) extraídos de los quimiotipos citral y

carvona de Lippia alba, obtenidos bajo condiciones estandarizadas y controladas de

siembra, colecta y extracción, fueron caracterizados y testados en su potencial

tripanocida contra Trypanosoma cruzi.

En términos generales, todos los AEs estudiados ejercieron efectos inhibitorios

distintos en los tres estadios parasitarios evaluados (Epimastigotes: F=1320.080;

p=0.000; Tripomastigotes: F=628.786; p=0.000; Amastigotes: F= 853.422; p=0.000).

En las tablas 8 y 9 se presenta la composición química relativa de los AEs

(quimiotipos Citral y Carvona) y su actividad biológica sobre T. cruzi y Células

Vero.

Tabla 8. Composición química relativa y efecto antiproliferativo de los AEs extraídos del quimiotipo

Citral de L. alba sobre T. cruzi.

AEa

Composición química por GC-MS Epi d

CI50 g ±

DE j

(µg/mL)

Tripe

CI50 ±

DE

(µg/mL)

Amas f

CI50 ±

DE

(µg/mL)

Vero

CC50h±

DE

(µg/mL) Neral

(%)

Geraniol

(%)

Geranial

(%)

Cariob

(%)

OxCarc

(%)

ISi IS IS

A13 30,6 - 54,5 2,9 - 17,3±1,7 7,0 21,4±1,6 5,7 87,8±5,4 1,4 121,3±10,1

A20 32,1 - 54 4 2,4 8,5±1,2 7,8 13,9±0,9 4,7 >33,3 NDk 65,9±5,9

A23 28 - 37,8 6,8 2,9 8,1±1,3 6,2 17,4±1,3 3,0 >33,3 ND 50,5±6,2

A24 24 - 34,3 2 5,7 15,8±1,6 5,7 28,7±1,8 3,1 69,0±3,0 1,3 90,4±7,1

A25 22,8 5,3 27,5 4,6 2,8 17,9±0,7 5,3 19,4±0,9 4,9 >33,3 ND 94,8±9,2

A28 19,3 31,5 31,3 2,3 - 13,7±2,6 7,1 30,7±1,9 3,1 65,5±4,8 1,5 96,6±11,0

BNZ - - - - - 16,9±0,9 8,2 1,2±0,1 116,3 6,2 ± 0,9 22,4 138,7±2,3

aAE: Aceite esencial; bCario: Cariofileno; cOxCar: Óxido de Cariofileno; dEpi: Epimastigote; eTrip:

Tripomastigote; fAmas: Amastigote; gCI50: Concentración Inhibitoria 50; hCC50: Concentración

Citotóxica 50; iIS: Índice de selectividad definido como CC50/IC50; jDE: Desviación Estándar; kND:

No determinado.

Resultados

44

Tabla 9. Composición química relativa y efecto antiparasitario de los AEs extraídos del quimiotipo

Carvona de L. alba sobre T. cruzi

AEa

Composición química por GC-MS Epi d

CI50 g ±

DEj

(µg/mL)

Tripe

CI50 ±

DE

(µg/mL)

Amas f

CI50 ±

DE

(µg/mL)

Vero

CC50h± DE

(µg/mL) Limoneno

(%)

Carvona

(%) Piperb

(%) BCEc

(%)

ISi IS IS

B7 37,4 46,0 2,3 5,4 80,9±2,4 2,5 36,8±2,1 5,5 > 150 NDk 203,0±7,5

B16 26,7 39,9 5,1 16,2 97,4±3,2 2,2 57,4±3,0 3,8 > 150 ND 215,6±9,6

B37 27,1 46,3 5,6 9,7 91,9±3,9 2,1 43,3±1,8 4,5 > 150 ND 195,8±18,2

2B8 37,0 28,9 2,2 13,7 96,1±4,4 1,9 47,2±3,8 4,0 > 150 ND 186,3±11,7

2B18 23,4 42,1 5,2 16,6 85,6±4,8 1,9 33,7±3,1 4,9 > 150 ND 165,1±10,2

2B19 36,4 53,3 1,6 3,2 77,5±3,5 2,9 51,0±1,4 4,4 > 150 ND 226,1±8,5

BNZ - - - - 16,9±0,9 8,2 1,2±0,1 116,3 6,2±0,9 22,4 138,7±2,3

aAE: Aceites esencial; bPiper: Piperitenona; cBCE: Biciclosesquifelandreno; dEpi: Epimastigote; eTrip:

Tripomastigote; fAmas: Amastigote; gCI50: Concentración Inhibitoria 50; hCC50: Concentración

Citotoxica 50; iIS: Indice de selectividad definido como CC50/IC50; jDE: Desviación Estándar; kND:

No determinado.

Como se observa en las Tablas 8 y 9, y en la Figura 16, el desempeño tripanocida de

los AEs extraídos de plantas del quimiotipo Citral exhibieron mayor actividad

(Media Epimastigotes: CI50 13,6±1,5 µg/mL; Tripomastigotes: CI50 21,9±1,4 µg/mL;

Amastigotes: CI50 74,1±4,4 µg/mL), que las obtenidas con el quimiotipo Carvona

(Media Epimastigotes: CI50 88,2±3,7 µg/mL; Tripomastigotes: CI50 44,9±2,5 µg/mL;

Amastigotes: CI50 >150 µg/mL). En este sentido, los mejores valores de CI50 sobre

las formas parasitarias extracelulares fueron alcanzados por los aceites A20

(Epimastigotes: CI50 8,5 ± 1,2 µg/mL; Tripomastigotes: CI50 13,9 ± 0,9 µg/mL) y

A23 (Epimastigotes: CI50 8,1 ± 1,3 µg/mL; Tripomastigotes: CI50 17,4 ± 1,3 µg/mL),

del quimiotipo citral. Al comparar estos dos aceites, no se observaron diferencias

significativas en su actividad tripanocida contra Epimastigotes (p= 1.000), así como

contra Tripomastigotes (p= 0,161). Para estos AEs, no fue posible determinar las

concentraciones inhibitorias 50 en amastigotes, debido a la toxicidad ejercida sobre

las células Vero (A20: CC50= 65,9 ± 5,9 µg/mL; A23: CC50= 50,5 ± 6,2 µg/mL); estos

aceites no mostraron inhibición del parásito en las concentraciones evaluadas (33,3,

11,1 y 3,7 µg/mL). Por otro lado, el aceite A13, presentó actividad tripanocida

importante en las tres formas parasitarias (Epimastigotes: CI50 17,3 ± 1,7 µg/mL,

IS=7,0; Tripomastigotes: CI50 21,4 ± 1,6 µg/mL, IS=5,7; Amastigotes: CI50 87,8 ±

5,4 µg/mL, IS=1,4) y demostró ser el aceite del quimiotipo Citral menos tóxico para

las células mamíferas (CC50 121,3 ± 10,1 µg/mL) (Tabla 8, Figura 16).

Resultados

45

0

20

40

60

80

100

120

140

160

180

200

220

240

A13 A20 A23 A24 A25 A28 B7 B16 B37 2B8 2B18 2B19 BNZ

CI5

0 (

µg

/mL

) /

CC

50

(µg

/mL

)

Quimiotipo Citral Quimiotipo Carvona

CI50 en Epimastigotes

CI50 en Tripomastigotes

CI50 en Amastigotes

CC50 en Células Vero

Figura 16. Actividad Tripanocida y Citotóxica in vitro de Aceite Esenciales de L. alba quimiotipos

Citral y Carvona. CI50: Concentración inhibitoria 50 sobre formas cíclicas de Trypanosoma cruzi;

CC50: Concentración Citotóxica 50 sobre Células Vero.

Todas las fracciones del quimiotipo citral, indujeron muerte celular (MC) superior a

85% en las formas epimastigotas y 100% en las formas tripomastigotas, utilizando

una concentración de 100 µg/mL (Tabla 10, Figura 17). Los aceites A20 (MC: 98,7 ±

0,6); A23 (MC: 93,3 ± 2,0) y A25 (MC: 98,4 ± 0,7) de este quimiotipo, presentaron

los más altos porcentajes de muerte cuando fueron testados a 100 µg/mL sobre las

formas extracelulares replicativas. El aceite A13, quien demostró la mayor

selectividad, indujo muerte celular significativa en las tres formas tripanocíticas

evaluadas (Epi: MC 84,8 ± 1,7; Trip: MC 100 ± 0,0; Amas: MC 56,8 ± 3,1; p<0.05)

(Tabla 10, Figura 17).

Resultados

46

Tabla 10. Muerte celular de AEs de L. alba, quimiotipo Citral y Carvona a 100 µg/mL sobre las

diferentes formas de T. cruzi.

aAE: Aceite esencial; bEpi: Epimastigote; cTrip: Tripomastigote; dAmas: Amastigote; eDE: Desviación

Estándar; fND: No determinado.

Figura 17. Porcentajes de muerte celular sobre formas cíclicas de Trypanosoma cruzi tratadas con

100 µg/mL de los 12 aceites esenciales de L. alba quimiotipos Citral y Carvona.

Por su parte, los AEs del quimiotipo Carvona, presentaron valores de CI50 entre 77,5

µg/mL y 97,4 µg/mL sobre las formas epimastigotes y entre 33,7 µg/mL y 57,4

µg/mL frente a tripomastigotes, con un valor medio de porcentaje de muerte de

56,04% ± 2,25 y 81,06% ± 3,08 respectivamente, a concentraciones de 100 µg/mL

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100

A13 A20 A23 A24 A25 A28 B7 B16 B37 2B8 2B18 2B19

% M

uer

te C

elu

lar

Quimiotipo Citral Quimiotipo Carvona

Epimastigotes

Tripomastigotes

Amastigotes

Muerte celular (%) ± DEe - 100 µg/mL

AE a Epi b Trip c Amas d

Qu

imio

tip

o

Cit

ral

A13 84,8 ± 1,7 100 ± 0,0 56,8 ± 3,1

A20 98,7 ± 0,6 100 ± 0,0 NDf

A23 93,3 ± 2,0 100 ± 0,0 ND

A24 87,6 ± 2,5 100 ± 0,0 74,6± 3,7

A25 98,4 ± 0,7 100 ± 0,0 ND

A28 85,3 ± 3,5 100 ± 0,0 70,4± 2,4

Qu

imio

tip

o

Ca

rvo

na

B7 60,1 ± 1,6 84,5± 1,7 17,0 ± 3,3

B16 50,9 ± 2,2 83,6 ± 6,9 39,0 ± 4,0

B37 53,5 ± 2,4 76,1 ± 1,5 20,0 ± 5,5

2B8 51,3 ± 2,1 78,5 ± 3,1 6,6 ± 4,0

2B18 57,5 ± 2,6 86,8 ± 3,4 19,1 ± 6,2

2B19 62,9 ± 2,6 77,0 ± 2,0 20,2 ± 3,1

Resultados

47

(Tabla 10, Figura 16 y 17). Dentro de los aceites de este quimiotipo, los de mejor

desempeño fueron B7 (Epimastigotes: MC 60,10%, CI50 80,9 ± 2,4 µg/mL, IS=2,5;

Tripomastigotes: MC 84,46%, CI50 36,8 ± 2,1 µg/mL, IS=5,5) y 2B18

(Epimastigotes: MC 57,53%, CI50 85,6 ± 4,8 µg/mL, IS=1,2; Tripomastigotes: MC

86,76%, CI50 33,7 ± 3,1 µg/mL, IS=4,9) (Tabla 9 y 10, Figura 16 y 17). Vale la pena

mencionar que, ninguno de estos aceites presentó actividad antiparasitaria

significativa sobre las formas intracelulares replicativas del parásito (Media CI50

>150 µg/mL; Media MC 20,35% ± 4,37). Así mismo los aceites de este quimiotipo

mostraron ser menos citotóxicos para las células hospederas (Vero), que sus

homólogos del quimiotipo Citral, con un valor medio de CC50 de 198,6 ± 10,9 µg/mL

y 86,6 ± 8,3 µg/mL, respectivamente (Tabla 8 y 9, Figura 16).

4.2 ACTIVIDAD TRIPANOCIDA DE TERPENOS

DE L. alba

Teniendo en cuenta la composición química de los aceites estudiados (Tablas 8 y 9),

y lo descrito en la literatura (García et al., 2017), fueron seleccionados cuatro

terpenos que han sido relacionados con la actividad biológica, para su estudio como

agentes tripanocidas individuales. De esta manera, para el quimiotipo Citral fueron

escogidos los terpenos citral y (-) óxido de cariofileno; y para el quimiotipo Carvona,

los monoterpenos D (+) Limoneno y S (+) Carvona. Para estos ensayos, sobre las

formas extracelulares e intracelulares de T. cruzi, fueron utilizadas las versiones

comerciales (de Sigma Aldrich), de estos compuestos. En la tabla 11 se presentan las

concentraciones inhibitorias medias (CI50) obtenidas en los tres estadios parasitarios

y los valores de CC50 determinados sobre las células Vero.

Tabla 11. Efecto antiparasitario de los principales terpenos derivados de L. alba en Trypanosoma

cruzi

Terpenos

Epia

CI50d± DE

(µg/mL)

Tripb

CI50 ± DE

(µg/mL)

Amasc

CI50 ± DE

(µg/mL)

Vero

CC50e±DE

(µg/mL) IS f IS IS

OxCarg 29,8 ± 1,7 4,3 21,6 ± 0,3 5,9 47,4 ± 1,0 2,7 128,0 ± 4,2

Limoneno 41,8 ± 2,5 7,1 9,0 ± 0,8 32,8 28,7 ± 0,7 10,3 297,1 ± 2,4

Citral 37,2 ± 0,7 2,4 20,8 ± 1,2 4,3 49,0 ± 2,3 1,8 90,2 ± 3,9

Carvona 176,9 ± 7,9 1,4 123,9 ± 7,8 1,9 > 100 NDi 240,1 ± 4,1

BNZh 16,9 ± 0,9 8,2 1,2 ± 0,1 116,3 6,2 ± 0,9 22,4 138,7 ± 2,3

aEpi: Epimastigote; bTrip: Tripomastigote; cAmas: Amastigote; dIC50: Concentración Inhibitoria 50; eCC50: Concentración citotóxica 50; fIS: Índice de selectividad definido como Vero CC50/IC50; gOxCar: Oxido de Cariofileno; hBNZ: Benznidazol; iND: No determinado.

Resultados

48

En general, las cuatro fracciones terpenoides demostraron actividad biológica distinta

sobre las tres formas parasitarias estudiadas (p=0.000). El D (+) limoneno presentó la

más baja concentración inhibitoria 50 sobre las formas tripomastigotas (CI50 9,0 ±

0,8 µg/mL, IS= 32,8) y amastigotas (CI50 28,7 ± 0,7 µg/mL, IS=10,3) (Tabla 11,

Figura 18). A pesar de no evidenciar el menor valor de CI50 en las formas

extracelulares replicativas, el limoneno fue el terpeno más selectivo (CI50 41,8 ± 2,5

µg/mL, IS=7,1) y menos tóxico sobre las células Vero, inclusive con un valor de

CC50 superior al obtenido por el medicamento de referencia (Limoneno: CC50 297,1

± 2,4 µg/mL; BNZ: CC50 138,7 ± 2,3 µg/mL). Por el contrario, el S (+) Carvona

constituyó el terpenoide con menor actividad tripanocida (Epimastigotes: CI50 176,9

± 7,9 µg/mL, IS=1,4; Tripomastigotes: CI50 123,9 ± 7,8 µg/mL, IS=1,9; Amastigotes:

CI50 >100 µg/mL) (Tabla 11, Figura 18).

Figura 18. Actividad Tripanocida y Citotóxica in vitro de terpenos de L. alba quimiotipos Citral y

Carvona. CI50: Concentración inhibitoria 50 sobre formas cíclicas de Trypanosoma cruzi; CC50:

Concentración Citotóxica 50 sobre Células Vero.

A excepción de la carvona (Epimastigotes: MC 26,0 ± 1,53; Tripomastigotes: MC

29,3 ± 8,5), todas las fracciones terpenoides indujeron muerte celular significativa en

las formas extracelulares de T. cruzi a una concentración de 50 µg/mL (Media

Epimastigotes: MC 65,73% ± 1,9; Tripomastigotes: MC 89,50% ± 1,2); siendo el

óxido de cariofileno, el terpeno que presentó los mayores porcentajes de muerte

(Epimastigotes: MC 78,2% ± 2,3; Tripomastigotes: MC 97,7% ± 0,5) (Tabla 12;

Figura 19).

0

25

50

75

100

125

150

175

200

225

250

275

300

Citral Carvona Limoneno OxCar BNZ

CI5

0 (

µg

/mL

) /

CC

50

(µg

/mL

)

TERPENOS

CI50 en Epimastigotes

CI50 en Tripomastigotes

CI50 en Amastigotes

CC50 en Células Vero

Resultados

49

Tabla 12. Muerte celular de terpenos de L. alba a 50 µg/mL sobre las diferentes formas de T. cruzi.

Muerte celular (%) ± DEd - 50 µg/mL

Terpenos Epi b Tripc

OxCara 78,2 ± 2,3 97,7 ± 0,5

Limoneno 57,9 ± 2,2 88,8 ± 1,4

Citral 61,1 ± 1,1 83,0 ± 1,8

Carvona 26,0 ± 1,53 29,3 ± 8,5

aOxCar: Óxido de cariofileno; bEpi: Epimastigote; cTrip: Tripomastigote; dDE: Desviación Estándar

Figura 19. Porcentajes de muerte celular sobre las formas extracelulares de Trypanosoma cruzi

tratadas con 50 µg/mL de las fracciones terpenoides.

4.3 INTERACCIÓN FARMACOLÓGICA DE LOS

TERPENOS SOBRE T. cruzi

Posterior a la caracterización de las propiedades bioactivas de los cuatro terpenos

individuales, una matriz de interacción farmacológica entre el limoneno (fracción

terpenoide de mayor selectividad) y el resto de terpenos y BNZ fue realizada sobre

las tres formas parasitarias de T. cruzi, a partir de los valores de CI50 determinados

individualmente (Tabla 7, Métodos). La interpretación de la CIF se basó en las

especificaciones establecidas por Chou y Talalay (1984), y Azeredo y Soares (2013):

Interacción sinérgica: CIF <1; interacción antagónica: CIF >1 y aditiva con

CIF=1.

Resultados

50

A excepción de la combinación limoneno + carvona (Epimastigotes: CIF = 1,10;

Tripomastigotes: CIF = 1,04), todas las interacciones evaluadas presentaron un

efecto sinérgico, para las formas epimastigotes, tripomastigotes y amastigotes de T.

cruzi (Tabla 13). La combinación limoneno + BNZ, mostró el mayor efecto sinérgico

frente a los tres estadios parasitarios: Epimastigotes: CIF = 0,44; Tripomastigotes:

CIF = 0,42; Amastigotes: CIF = 0,58 (Tabla 13, Figura 20D), siendo la mezcla de

4 veces la CI50 de limoneno y la mitad de la CI50 de Benznidazol (limoneno

4xCI50=BNZ ½CI50) la de mejor efecto sobre la actividad tripanocida del

medicamento de referencia, causando una reducción de su CI50 sobre Amastigotes,

Epimastigotes y Tripomastigotes de 14, 16 y 17 veces, respectivamente. No obstante,

para esta asociación, una actividad sinérgica también fue observada sobre las células

Vero (CIF = 0,54). La mezcla Limoneno + óxido de cariofileno, representó la

segunda combinación de mayor eficacia en las formas parasitarias evaluadas

(Epimastigotes: CIF = 0,49; Tripomastigotes: CIF = 0,45; Amastigotes: CIF =

0,71) y además, evidenció un efecto antagonista sobre las células Vero (CIF = 1,22)

(Tabla 13, Figura 20A).

Tabla 13. Interacción farmacológica entre Limoneno y el resto de terpenos derivados de L.alba.

aEpi: Epimastigote; bTrip: Tripomastigote; cAmas: Amastigote; dOxCar: Oxido de Cariofileno; eBNZ:

Benznidazol; fCIF: Concentración Inhibitoria Fraccional; gDE: Desviación estándar; hND: No

determinado

Los datos de la interacción farmacológica también se expresaron gráficamente como

isobologramas, trazando las concentraciones inhibitorias fraccionales medias de cada

combinación (Figura 20).

L Limoneno+Terpenos

CIFf µg/mL

± DEg

Interacción

farmacológica

Epia OxCard 0,49 ± 0,13 Sinérgico

Carvona 1,10 ± 0,08 Antagonista

Citral 0,74 ± 0,13 Sinérgico

BNZe 0,44 ± 0,13 Sinérgico

Tripb OxCar 0,45 ± 0,09 Sinérgico

Carvona 1,04 ± 0,04 Antagonista

Citral 0,60 ± 0,14 Sinérgico

BNZ 0,42 ± 0,10 Sinérgico

Amasc OxCar 0,71 ± 0,23 Sinérgico

Carvona NDi ND

Citral 0,82 ± 0,15 Sinérgico

BNZ 0,58 ± 0,13 Sinérgico

Vero OxCar 1,22 ± 0,16 Antagonista

Carvona 0,98 ± 0,07 Aditivo

Citral 1,04 ± 0,07 Antagonista

BNZ 0,54 ± 0,18 Sinérgico

Resultados

51

Figura 20. Isobologramas de las interacciones farmacológicas entre el limoneno y otros terpenos de

AEs de L. alba: A) con óxido de cariofileno; B) con carvona; C) con citral; y D) con el medicamento

de referencia Benznidazol (BNZ). Los análisis fueron realizados sobre las tres formas parasitarias de

T. cruzi y células Vero. Las líneas de puntos corresponden a un efecto aditivo. Los puntos debajo,

sobre y por encima de la línea indican un efecto sinérgico, aditivo y antagónico, respectivamente.

4.4 MECANISMO DE MUERTE CELULAR INDUCIDO

POR LOS COMPUESTOS EN ESTUDIO

La evaluación del fenotipo de muerte celular desencadenado por el tratamiento en

epimastigotes de T. cruzi con el AE (A23), terpenos (óxido de cariofileno, limoneno o

citral) e interacción de mayor sinergia (limoneno+BNZ) fue realizada mediante el

análisis de cambios morfológicos, pérdida del potencial de membrana mitocondrial,

fragmentación nuclear y externalización de la fosfatidilserina.

4.4.1 Cambios celulares

Para la evaluación de los cambios morfológicos inducidos por el tratamiento con los

diversos compuestos (AEs, terpenos y BNZ), fueron realizados análisis por microscopía

óptica y de fluorescencia, mediante contraste de fase y coloraciones nucleares (DAPI) y

0

0,2

0,4

0,6

0,8

1

1,2

0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2

CIF

Óxid

o d

e C

ario

file

no

CIF Limoneno

Tripomastigotes

Epimastigotes

Células Vero

Amastigotes

A

0

0,2

0,4

0,6

0,8

1

1,2

0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2

CIF

Ca

rvo

na

CIF Limoneno

Tripomastigotes

Epimastigotes

Células Vero

B

0

0,2

0,4

0,6

0,8

1

1,2

0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2

CIF

Cit

ra

l

CIF Limoneno

Tripomastigotes

Epimastigotes

Células Vero

Amastigotes

C

0

0,2

0,4

0,6

0,8

1

1,2

0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2

CIF

BN

Z

CIF Limoneno

Tripomastigotes

Epimastigotes

Células Vero

Amastigotes

D

Resultados

52

de potencial Redox de membrana mitocondrial (Mitotracker Red CMXRos (Pendergrass

et al., 2004)). Como puede ser observado en la Figura 21, todos los tratamientos

estudiados indujeron alteraciones significativas en la estructura de la membrana,

provocando una conformación esférica del epimastigote. Adicionalmente, fue

evidenciada pérdida del volumen citoplasmático (Figura 21 DIC), reducción del

potencial de membrana mitocondrial (Figura 21 MitoTracker) y la adquisición de un

patrón moteado de la cromatina, con zonas de condensación en el núcleo (Figura 21

DAPI). Estas alteraciones sugieren el desencadenamiento de un posible mecanismo de

muerte celular tipo apoptótico. Por otra parte, el tratamiento de los parásitos con óxido

de cariofileno provocó también pérdida del flagelo. Vale la pena mencionar, que las

células hospederas tratadas bajo las mismas condiciones, no presentaron alteraciones

morfológicas apreciables (datos no mostrados). De manera distinta, el tratamiento con el

BNZ arrojó características morfológicas sugestivas de necrosis, con aumento del

volumen citoplasmático, pérdida de la continuidad de la membrana y conservación del

potencial energético mitocondrial.

DIC DAPI MitoTracker

Figura 21. Pérdida del potencial de membrana mitocondrial en epimastigotes de T.cruzi observados

mediante microscopía de contraste de fases interferencial (DIC). El ADN parasitario fue visualizado

con la sonda DAPI y la pérdida del potencial de membrana se demostró a través de la disminución de

la intensidad de fluorescencia del colorante MitoTrackerRed.

O

xC

AR

A23 E

PI.

SIN

TR

AT

AR

Resultados

53

DIC DAPI MitoTracker

Figura 21. Continuación.

LIM

ON

EN

O +

BN

Z

B

NZ

C

ITR

AL

LIM

ON

EN

O

Resultados

54

4.4.2 Fragmentación del ADN

Para determinar un posible efecto sobre la activación de endonucleasas, un análisis de

fragmentación del ADN por electroforesis en gel de agarosa fue realizado sobre

epimastigotes de T.cruzi, tratados con dos veces la CI50 (CI50X2) de cada compuesto,

durante 48 horas. Los tratamientos estudiados indujeron degradación del ADN, con

desaparición de las bandas, pero sin la obtención de un patrón de escalera visible. Este

patrón oligonucleosomal fue obtenido únicamente con el control utilizado proveniente de

un cultivo de más de dos semanas. Los fragmentos se observaron en la región

comprendida entre las bandas con pesos moleculares de 200 pb y 1000 pb. Un fragmento

adicional se evidenció inferior a la banda de 100 pb (Figura 22, flechas). Por el contrario,

en epimastigotes no tratados se evidenció la preservación de una banda de ADN fuerte,

cercana al sitio de siembra (en la electroforesis).

Figura 22. Electroforesis en gel de agarosa Low Melting al 1.8% del ADN de epimastigotes de T.

cruzi tratados con los compuestos en estudio. Las flechan indican la presencia de fragmentación

oligonucleosomal. aEpi: Epimastigote; bOxcar: Óxido de Cariofileno; cMP: Marcador de Peso

Molecular GeneRuler 1Kb DNA Ladder (Invitrogen); dCP: Control positivo: Cultivo de parásito de 15

días; eBNZ: Benznidazol.

Para confirmar esta posible degradación del ADN documentada en el gel de

electroforesis, fue realizado un ensayo de TUNEL por microscopía de fluorescencia.

Epimastigotes tratados por 48 horas con IC502X, fueron incubados con desoxinucleotidil

transferasa terminal marcada con fluoresceína dUTP y la sonda fluorescente HOECHST.

La fragmentación se evidenció por la emisión de fluorescencia verde en el núcleo y en el

kinetoplasto. Simultáneamente se demostró presencia de ADN con fluorescencia azul en

Resultados

55

ensayos de TUNEL negativos. Los epimastigotes tratados con los terpenos limoneno,

óxido de cariofileno y la combinación limoneno + BNZ, presentaron TUNEL positivo

con porcentajes de 94%, 99% y 98%, respectivamente. No se observó fragmentación

significativa en los cultivos de epimastigotes sin tratamiento (Figura 23).

DIC HOECHST TUNEL

Figura 23. Fragmentación de ADN en epimastigotes de T.cruzi observados mediante microscopia de

contraste de fases interferencial (DIC). El ADN parasitario fue visualizado con la sonda fluorescente

azul HOECHST y los extremos libres de ADN se observaron de color verde, indicando epimastigotes

positivos para el ensayo de TUNEL. Las fotografías son representativas de 10 campos observados.

L

IMO

NE

NO

OxC

AR

A23

EP

I. S

IN T

RA

TA

R

Resultados

56

DIC HOECHST TUNEL

Figura 23. Continuación.

CT

RO

L.

PO

SIT

IVO

L

IMO

NE

NO

+ B

NZ

B

NZ

CIT

RA

L

Resultados

57

4.4.3 Externalización de la fosfatidilserina

Un análisis de citometría de flujo se empleó en epimastigotes de T. cruzi para

determinar el mecanismo de muerte celular inducido por los compuestos en estudio.

Los parásitos fueron co-incubados con las sondas Anexina V y SYTOX Green, para

evaluar la expresión de la fosfatidilserina y la discontinuidad de la membrana,

respectivamente. Epimastigotes control sin tratamiento mostraron 99.7% de

viabilidad (Figura 24A), mientras que los cultivos incubados por 48 horas con dos

veces la CI50 (CI50X2) de cada compuesto, ratificaron muerte celular con porcentajes

significativos de inhibición (óxido de cariofileno: 95,7%; limoneno: 89,2%; citral:

78,4% y limoneno + BNZ: 95,9%, p=0.000). Ningún tratamiento evidenció valores

estadísticamente importantes de SYTOX-Negativo + Anexina V-positiva (p= >0.05),

excepto el control de apoptosis (Cultivo de parásito de 15 días) (13,6%) (Figura

24F). Por el contrario, todos los cultivos tratados mostraron altos porcentajes de

SYTOX-positivo + Anexina V-positiva, en comparación con los epimastigotes sin

tratamiento; resultados que probablemente corresponden a una apoptosis

tardía/Necrosis secundaria (Figura 24).

Resultados

58

Figura 24. Análisis por citometría de flujo de la externalización de la fosfatidilserina en epimastigotes

de T. cruzi. A) Parásitos sin tratamiento. Cultivos incubados con: B) óxido de cariofileno; C)

limoneno; D) citral; E) limoneno + BNZ y F) control positivo de apoptosis (Cultivo de parásito de 15

días). El porcentaje de células positivas para cada perfil, se indica en los diferentes cuadrantes. Las

gráficas son representativas de dos experimentos independientes.

Discusión

59

5. DISCUSIÓN

Reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un grave

problema de salud pública en América Latina, la Enfermedad de Chagas constituye

una de las más importantes infecciones tropicales desatendidas y la principal causa

de miocardiopatía infecciosa a nivel mundial (OMS, 2015; Cucunubá et al., 2016).

Actualmente, esta parasitosis afecta alrededor de 7 millones de personas en el mundo

con un aproximado de 7000 muertes anuales. Esta enfermedad de prolongado curso

silencioso, representa una importante carga económica calculada en 338,500 (95%

UI: 183,800- 846,400) años de vida ajustados por discapacidad (DALYs) (Murray et

al., 2015) y un costo anual de 7,19 mil millones de dólares (Hotez et al., 2013; Lee et

al., 2013). En Colombia, el costo económico del tratamiento estimado por paciente-

año es de US $ 1,028, en función de la gravedad y el nivel de cuidado implementado,

con un costo de vida útil promedio de US $ 11,619 por paciente (Castillo et al.,

2008).

A pesar de su impacto socio-económico, la enfermedad de Chagas continúa siendo

endémica en muchas regiones del Centro y Sur de América (OMS, 2015), afectando

inclusive otras zonas del mundo como Europa, América del Norte, Japón y Australia,

debido a la migración de poblaciones humanas (Gascon et al., 2010; Jackson et al.,

2014).; sin que existe evidencia contundente de una medida profiláctica o de un

tratamiento adecuado para la eliminación de la infección o para la cura de la fase

crónica de la enfermedad (Bernacchi et al., 2002; Morens et al., 2004).

En la actualidad el manejo terapéutico de la Tripanosomiasis Americana continúa

siendo un desafío. Los fármacos convencionales, esencialmente tripanocidas

Nifurtimox (Lampit®, Bayer) y Benznidazol (Rochagan® en Brazil y Radanil® en

Argentina, Roche) (Bustamante y Tarleton, 2014), han fallado en alcanzar la cura

parasitológica y la detención de la progresión de la enfermedad, principalmente en

las fases tardías de esta patología. Como consecuencia, el interés por la “terapéutica

de multi-componentes” ha venido en aumento (Kong et al., 2008) y en este contexto,

fármacos extraídos de plantas o sintetizados a partir de prototipos vegetales

constituyen una excelente opción, ya que ofrecen una importante plataforma para

identificar y desarrollar drogas sinérgicas contra enfermedades de génesis compleja

como el Chagas (Dancey y Chen, 2006).

Vale la pena mencionar, que los protozoarios contienen diferentes vías metabólicas

esenciales, ausentes en los seres humanos, que representan blancos farmacológicos

ideales. Es el caso de la vía del tripanotión (responsable del metabolismo tiol), quien

desempeña actividades protectoras contra el estrés oxidativo, mediante la renovación

del NADPH dependiente de especies de tiol. Estudios anteriores han demostrado que

Discusión

60

la inhibición de esta vía, bloquea la capacidad del parásito para resistir el ataque

oxidativo (de ROS y NOS) montado por las defensas del macrófago (Hossain et al.,

2016). Teniendo en cuenta esta sensibilidad del protozoo al estrés oxidativo, los

derivados nitroimidazólicos, así como nitrofuranos, fundamentan su actividad

tripanocida por inducción de especies reactivas de oxígeno (ROS). Sin embargo,

estos fármacos presentan limitaciones asociadas a su alta toxicidad y efectos

adversos severos, además de su potencial mutagénico. Ambos tienen efectos sobre

las formas tripomastigotes en la fase aguda de la enfermedad, pero no se ha

evidenciado un beneficio contundente de estos medicamentos en la fase crónica

(Morillo et al., 2015).

La acción del nifurtimox depende de la generación de radicales de oxígeno y

peróxido, y el efecto del benznidazol obedece a la unión covalente de metabolitos

electrofílicos a macromoléculas intracelulares, como el glutatión (en menor medida)

y tripanotión y tripanotión reductasa (principalmente). La inhibición del benznidazol

a estos dos últimos, provoca la disminución de los niveles de tiol, que son esenciales

para el mantenimiento del potencial de óxido reducción del parásito. Así mismo, se

han descrito recientemente efectos adicionales del benznidazol, como el daño al

ADN genómico del protozoo, que conlleva al desenrollamiento extenso de la

heterocromatina y sobreexpresión de proteínas de reparación del ADN. Estos

mecanismos podrían contribuir al desarrollo de resistencia a la droga, por parte del

parásito, así como al efecto mutagénico observado sobre las células del huésped

(Rajao et al., 2014).

En este contexto, la revisión de nuevas moléculas se ha centrado principalmente en la

utilización de agentes que alteran el potencial redox celular y se aprovechan de las

deficiencias del parásito, en sus mecanismos de defensa contra el estrés oxidativo

(Wilkinson et al., 2002; Paulino et al., 2005). Un efecto tripanocida similar, ha sido

descrito para mezclas de aceites esenciales (AEs) ricas en terpenos (Santoro et al.,

2007a y b; Cardoso y Soares, 2010; Escobar et al., 2010; Kpoviessi et al., 2014). Los

AEs son extractos volátiles obtenidos a través de destilación al vapor de las plantas

(Post-White y Nicholson, 2007) y sus valores medicinales han aumentado

considerablemente en las últimas décadas. Como antimicrobianos, múltiples trabajos

han definido sus efectos antibacterianos (Murbach Teles Andrade et al., 2014),

antivirales (Gilling et al., 2014), antimicóticos (Venturi et al., 2015) y

antiparasitarios (Kpoviessi et al., 2014). En el caso de T. cruzi, resultados

promisorios fueron obtenidos sobre cepas tratadas con AEs derivados de

Cymbopogon citratus, los cuales exhibieron valores de CI50 de 15,5 µg/mL y 5,1

µg/mL, contra tripomastigotes y amastigotes, respectivamente (Santoro et al.,

2007a). Estos efectos fueron atribuidos al monoterpeno oxigenado citral, uno de sus

componentes mayoritarios (Santoro et al., 2007b). Resultados similares fueron

encontrados en aceites derivados de una variante Colombiana (Santander) de Lippia

Discusión

61

alba quimiotipo Citral, los cuales eran ricos en citral (mezcla de neral y geranial),

geraniol, timol y óxido de cariofileno (Escobar et al., 2010).

En el presente trabajo, se evidenciaron valores medios de CI50 de 13,6 µg/mL y 21,9

µg/mL para mezclas complejas derivadas de L. alba ricas en citral y óxido de

cariofileno (quimiotipo Citral) y concentraciones inhibitorias medias de 88,2 µg/mL

y 44,9 µg/mL para el quimiotipo Carvona de esta misma planta (mezcla rica en

carvona y limoneno) en epimastigotes y tripomastigotes, respectivamente. De manera

individual, el citral mostró inhibir eficazmente las formas epimastigotas de T. cruzi,

con una CI50 de 37,2 µg/mL. En los tripomastigotes derivados de células se demostró

igual susceptibilidad a este terpeno (CI50 20,8 µg/mL). Estos resultados concuerdan

con los obtenidos por Cardoso y Soares (2010), quienes determinaron actividad

tripanocida in vitro del citral en las formas extracelulares no replicativas, con una

CI50 de 24,5 μg/mL.

El mecanismo antiproliferativo de este terpenoide se ha estudiado ampliamente en

otros modelos celulares, principalmente en células cancerígenas. El citral ha sido

identificado como el mayor componente de la supresión de Ciclooxigenasa 2

(COX2) y como un activador de PPAR (Receptores Activados por Proliferadores de

Peroxisomas) α y γ. La supresión del promotor de COX2 dependiente de PPAR γ fue

observada al tratamiento con este terpenoide, en macrófagos humanos estimulados

por lipopolisacaridos (LPS), de manera dosis dependiente. Evidencia creciente indica

que la expresión de COX2 es regulada de manera distinta en diferentes tipos

celulares y juega un rol importante en la génesis tumoral, la inflamación, el

desarrollo y la homeostasis circulatoria; por lo que se sugiere al citral como un

fármaco promisorio para enfermedades inflamatorias y el cáncer (Katsukawa et al.,

2010). Otras investigaciones, definieron propiedades anti-oxidantes fuertes (5 veces

superiores al α-tocoferol) (Rabi y Bishayee, 2009; Stashenko et al., 2014) y

antigenotóxicas potentes para AEs de L. alba, quimiotipo citral y carvona, y sus

principales constituyentes (citral, carvona y limoneno), siendo el citral el compuesto

más activo (López et al., 2011). Así mismo, se evidencia la capacidad de este terpeno

para modular el daño del ADN inducido por doxorrubicina (fármaco cardiotóxico) y

la inhibición de la expresión de COX2 y factor de necrosis tumoral (TNF) alfa en

macrófagos activados por LPS (de Paula et al., 2014). Por otro lado, citral bloquea la

expresión génica de la enzima Óxido Nítrico Sintasa (NOS) inducida por LPS

(iNOS) de forma concentración dependiente. Esta inhibición estaría suprimiendo de

manera potencial la actividad transcripcional y la translocación del factor nuclear

kappa de las células B activadas (NF-ƙB). Estos resultados sugieren que citral es un

agente anti-inflamatorio, y sus efectos pueden deberse a la inhibición de la

producción de óxido nítrico (NO), a través de la supresión de la activación de NF-ƙB.

(Lee et al., 2008). Corroborando esta actividad anti-inflamatoria, Liao et al., (2015),

Discusión

62

determinó el efecto inmunomodulador del citral al inhibir mediadores pro-

inflamatorios en macrófagos estimulados con LPS (NLRP2, TNF-α, IL-6 e IL-1β).

De forma semejante, en el trabajo de Ku y Lin, (2013), fue demostrada una potente

actividad anti-inflamatoria para el óxido de cariofileno, el cual incrementó

marcadamente el coeficiente de mediadores de la respuesta inmune Th2/Th1. En

nuestro estudio, este sesquiterpeno fue encontrado como componente de los aceites

de L. alba de mayor actividad tripanocida, tales como A23 y A20 (quimiotipo Citral).

En estos AEs, fueron utilizados tiempos de extracción superiores a los 60 minutos, lo

cual garantizó el incremento de este tipo de metabolitos de mayor peso molecular.

Diversas investigaciones han asociado la presencia del óxido de cariofileno a la

actividad tripanocida. De esta manera, Cheikh Ali et al., (2011), describieron la

capacidad de inhibir el crecimiento de T. brucei por AEs derivados de Aframomum

sceptrum (concentraciones letales mínimas de 0,1 µg/mL), relacionando esta

actividad a la presencia de este compuesto. Coherente con estos resultados, en

nuestro estudio, la actividad individual del óxido de cariofileno, demostró un efecto

tripanocida significativo (Epimastigotes: CI50 29,8 µg/mL; Tripomastigotes: CI50 21,6

µg/mL; Amastigotes: CI50 47,4 µg/mL) contra T. cruzi.

En modelos celulares de cáncer de próstata y cáncer de mama, se ha logrado

identificar que el óxido β-cariofileno, aislado a partir de aceites esenciales de plantas

medicinales como la guayaba (Psidium guajava), el orégano (Origanum vulgare L.),

la canela (Cinnamomum spp.), el Clavo de olor (Caryophyllata eugenia) y la

pimienta negra (Piper nigrum L.) inhiben varias vías de señalización intracelular que

lideran la muerte celular programada. Algunas de estas vías son PI3K, AKT, mTOR,

S6K1 y proteína activada por mitógeno quinasa (MAPK), las cuales desempeñan un

papel importante en la proliferación celular, supervivencia, angiogénesis y metástasis

de las células tumorales. Adicionalmente la génesis del fenotipo apoptótico por parte

del óxido de cariofileno, también ha sido vinculada al incremento de estrés oxidativo

por ROS mitocondriales. De acuerdo con lo anterior, podría especularse que el efecto

tripanocida observado para este terpeno, estaría relacionado con mecanismos

similares a los utilizados por BNZ y NFX, los cuales actúan aprovechando las

escasas defensas del parásito contra el estrés oxidativo (Paulino et al., 2005).

Adicionalmente, estos hallazgos sugieren que este sesquiterpeno podría interferir con

múltiples cascadas de señalización implicadas en el origen de patologías tumorales e

inflamatorias (Park et al., 2011), como la Enfermedad de Chagas

Otro de los terpenos bioactivos de L. alba abordados en este estudio, fue el limoneno.

Sobre este monoterpeno se han realizado múltiples investigaciones que describen su

baja toxicidad (al ser ampliamente usado como aditivo de alimentos) (Sun, 2007), su

alta biodisponibilidad (Miller et al., 2013) y sus efectos antiproliferativos selectivos

sobre diversas líneas tumorales (Manuele et al., 2009; Rabi y Bishayee, 2009; Xiu-

Discusión

63

Zhen, 2009; Kapoor, 2013). En este sentido, estudios in vivo e in vitro han ratificado

sus propiedades anticancerígenas, pricipalmente sobre tumores sólidos de próstata y

mama (Rabi y Bishayee, 2009; Vigushin et al., 1998; Miller et al., 2013). En cáncer

de próstata, fue determinada la capacidad de inducir muerte celular apoptótica por

estrés oxidativo, de manera selectiva sobre el tejido tumoral (Rabi y Bishayee, 2009).

Esta selectividad fue asociada a los niveles incrementados de estrés celular

(comparados con las normales), inducidos por la alta tasa metabólica (proliferativa) y

por la deficiencia en los mecanismos de defensa antioxidante de la célula tumoral

(Szatrowski and Nathan, 1991; Trachootham et al., 2006). En estas células,

cantidades mayores de ROS provenientes de la mitocondria, son necesarias para la

proliferación resultante de la estimulación de factores de crecimiento (Trachootham

et al., 2006). Debido a este incremento en el nivel basal de ROS, la célula tumoral es

más susceptible a sufrir muerte celular por el tratamiento con agentes pro-oxidantes.

De esta manera, muchos quimioterapéuticos lideran la apoptosis por un incremento

en el estrés oxidativo e inhibición de sistemas antioxidantes, que presionan a las

células del tumor más allá de su punto de quiebre, en términos de lipo-peroxidación,

daño del ADN y oxidación de proteínas. Es el caso de inhibidores de histonas

deacetilasas (Adachi et al., 2004), inhibidores de proteasoma (Perez-Galan et al.,

2006) y agentes redox ciclantes (Lecane et al., 2005).

Teniendo en cuenta la acción antiproliferativa y pro-oxidante del limoneno, en

modelos celulares altamente susceptibles al estrés oxidativo y con pobres defensas

antioxidantes, y la similitud de esta característica con T. cruzi, en este estudio fue

indagada la actividad individual de este monoterpeno, a pesar de su pobre desempeño

en la mezcla de AEs del quimiotipo Carvona (rico en limoneno) (Media

Epimastigotes: CI50 88,2±3,7 µg/mL; Tripomastigotes: CI50 44,9±2,5 µg/mL;

Amastigotes: CI50 >150 µg/mL). Los ensayos realizados, demostraron que el

limoneno presentó el mejor efecto tripanocida (de compuestos individuales

probados) sobre las formas presentes en el hospedero mamífero (Tripomastigotes:

CI50 9,0 µg/mL; Amastigotes: CI50 28,7 µg/mL). Estos resultados fueron similares a

los obtenidos por Santos et al. (2014), quienes evidenciaron una CI50 de 14,1 µg/mL

para este terpenoide, en las formas tripomastigotas de T. cruzi. Además estos autores

determinaron una reducción moderada en el porcentaje de macrófagos infectados y

en el número de parásitos intracelulares, en concentraciones no tóxicas para las

células mamíferas (Santos et al., 2014)

De acuerdo con esto, se concluyó que el efecto tripanocida del limoneno, fue

únicamente evidente fuera de su contexto del aceite esencial del quimiotipo Carvona

de L. alba. Esta falta de actividad antipoliferativa puede ser explicada por las altas

concentraciones medias del monoterpoeno carvona en el aceite (en media de 41.9%),

el cual ha sido descrito como un fuerte antioxidante (Stashenko et al., 2004). Con el

fin de dilucidar un posible antagonismo en su actividad tripanocida entre estos dos

Discusión

64

compuestos (limoneno y carvona), en este trabajo fueron realizados ensayos de

interacción farmacológica. Estos ensayos confirmaron que la presencia de carvona en

la mezcla disminuyó el desempeño del limoneno sobre las formas tripomastigotas

(CIF: 1,04 µg/mL) y epimastigotas (CIF: 1,10 µg/mL) de T. cruzi.

Basados en estos resultados promisorios del limoneno, indagaciones posteriores de

posibles interacciones farmacológicas sinergísticas de este terpeno fueron realizados

usándolo en combinación con los otros dos terpenos bioactivos de este estudio (citral

y óxido de cariofileno), así como con el medicamento de referencia (BNZ). Los

resultados encontrados indicaron un efecto sinérgico en todas las combinaciones

evaluadas, con valores de CIF menores a 0,8 µg/mL, sobre las tres formas

parasitarias. La mejor sinergia fue alcanzada con la mezcla limoneno + BNZ,

causando una reducción de la CI50 del fármaco sobre amastigotes, epimastigotes y

tripomastigotes de 14, 16 y 17 veces, respectivamente. Estas interacciones positivas

podrían ser el resultado de la acción de estos compuestos sobre mecanismos diversos

y aditivos que lideran la muerte celular en líneas susceptibles, tales como: a)

disrupción de la polimerización de microtúbulos e inducción del estrés del retículo

endoplasmático (citral) (Chaimovitsh et al., 2012); b) inhibición de vías de

supervivencia como PIP3/AKT (limoneno, óxido de cariofileno y citral) (Park et al.,

2011; Jia et al., 2013; Xia et al., 2013); c) inducción de estrés oxidativo (limoneno,

citral y oxido de cariofileno) (Rabi y Bishayee, 2009; Park et al., 2011; Kapur et

al.,2016; Thomas et al.,2016); d) e inducción de apoptosis a través de caspasas, entre

otros (limoneno, carvona) (Yu et al., 2008).

De acuerdo con lo anterior, las interacciones farmacológicas encontradas entre el

limoneno y los terpenos citral y óxido de cariofileno, así como con el BNZ, resultan

interesantes si se tiene en cuenta que el uso de múltiples fármacos con diferentes

modos de acción, contra una patología como la Enfermedad de Chagas, potenciaría

su tratamiento de una manera más eficaz. Diversos resultados favorables por el

sinergismo farmacológico incluyen el aumento de la eficacia del efecto terapéutico,

disminución de la dosis (para evitar toxicidad) y retraso en el desarrollo de

resistencias (Chou, 2006). En este contexto, en las últimas décadas, las interacciones

farmacológicas han sido ampliamente exploradas y se han convertido en la elección

principal para el tratamiento de enfermedades complejas como el cáncer y

enfermedades infecciosas, incluída la Tripanosomiasis Americana (Azeredo et al.,

2013; de Figueiredo Diniz et al., 2013; Polanco-Hernández et al., 2013).

Vale la pena mencionar, que en este estudio fue rastreado el fenotipo de muerte

inducido por el tratamiento con los aceites esenciales y sus terpenos bioactivos. En

este sentido, las observaciones de microscopía óptica y de fluorescencia, sobre cepas

de T. cruzi tratadas durante 48 horas con los terpenos en estudio, sugirieron la

inducción de un posible mecanismo de muerte celular programada (redondeamiento

Discusión

65

celular, pérdida del volumen citoplasmático, ausencia del flagelo, disminución del

potencial de membrana y fragmentación del núcleo). En estudios anteriores con

tripanosomatídeos tratados con inhibidores de esteroles (Menna-Barreto et al., 2009)

o con inhibidores de enzimas mitocondriales (García et al., 2007), estas

características fueron asociadas a posibles mecanismos de muerte celular programada

tipo apoptosis o autofagia. No obstante, la existencia de una muerte celular

programada en parásitos protozoarios en los últimos años, ha sido objeto de grandes

polémicas respecto a sus orígenes evolutivos. En Plasmodium y Leishmania diversas

investigaciones han evidenciado características típicas de muerte celular por

apoptosis, tales como condensación nuclear, encogimiento celular, fragmentación del

ADN y acumulación de citocromo c oxidasa (Arambage et al., 2009; Ameisen et al.,

1995; Duszenko et al., 2006; Das et al., 2008; Ali et al., 2010). A la fecha, en

microorganismos unicelulares han sido confirmadas las funciones de sólo dos

factores apoptóticos homólogos de las nucleasas de mamíferos (factor de inducción

de apoptosis y Endonucleasa G) (Akematsu y Endoh, 2010; Gannavaram et al.,

2008). Sin embargo, se recomienda cierta precaución al interpretar estos hallazgos,

ya que muchas de estas nucleasas también tienen funciones no apoptóticas.

Con la finalidad de esclarecer estos hallazgos generales, en este trabajo fueron

realizados ensayos con técnicas de citometría de flujo y coloraciones específicas para

el ADN y el potencial de membrana mitocondrial. De esta forma, para la detección

de la fragmentación nuclear, epimastigotes tratados por 48 horas con los terpenos

citral, óxido de cariofileno, limoneno y la combinación limoneno-BNZ fueron

coloreados con DAPI (Jiménez et al., 2008). En todos los tratamientos fue obtenido

un patrón moteado característico de degradación del ADN. Esta fragmentación fue

confirmada por la obtención de positividad en la prueba de TUNEL. Sin embargo,

debido a que el ensayo de TUNEL no consigue discriminar entre muerte celular

apoptótica y necrótica (Charriaut-Marlangue y Ben-Ari, 1995; Grasl-Kraupp et al.,

1995), un análisis posterior de externalización de fosfatidilserina fue realizado por

citometría de flujo. Para esto, se utilizó la sonda Anexina V y SYTOX Green

(discontinuidad de la membrana) sobre epimastigotes de T. cruzi, tratados con los

compuestos en estudio. Ningún tratamiento mostró valores estadísticamente

importantes de SYTOX-Negativo + Anexina V-positiva (p= >0.05). Por el contrario,

todos los cultivos exhibieron altos porcentajes de SYTOX-positivo + Anexina V-

positiva; resultados que sugieren un posible desencadenamiento de una apoptosis

temprana (antes de 48 horas) que evoluciona rápidamente a apoptosis tardía/necrosis

secundaria, asociada a la fragmentación del ADN. De manera compatible con estos

resultados, las coloraciones específicas para la evaluación de la actividad

mitocondrial, indicaron que las células de T. cruzi tratadas con los compuestos

estudiados presentaban disminución en el potencial de membrana de la organela.

Discusión

66

Finalmente, nuestros resultados permiten concluir que los aceites esenciales

derivados de L. alba quimiotipo Citral, cultivados bajo condiciones estandarizadas y

controladas de siembra, colecta y extracción; presentan una actividad tripanocida

significativa sobre las tres formas cíclicas del T. cruzi. Ensayos posteriores realizados

con las fracciones terpenoides, confirmaron la asociación de esta actividad con la

presencia de los terpenos citral y óxido de cariofileno. En el caso de los aceites del

quimiotipo Carvona, este estudio permitió establecer una relación de antagonismo

entre la carvona y el monoterpeno limoneno, con respecto a su desempeño

tripanocida, teniendo en cuenta que pruebas de citotoxicidad con el limoneno, de

manera indiviual, otorgaron las mejores cualidades antiproliferativas contra T. cruzi.

De igual forma, el limoneno fue el terpeno de mayor selectividad en este estudio

(CC50 297,1 ± 2,4 µg/mL). Adicionalmente, en los ensayos de interaccion

sinergística, el limoneno mostró mejorar la eficiencia tripanocida del citral y óxido

de cariofileno, así como del compuesto de referencia, sobre las tres formas

parasitarias. En el rastreamiento de muerte celular, se evidenció la inducción de un

posible fenotipo tipo-apóptótico. En este contexto, se podría concluir que la

combinación limoneno + óxido de cariofileno, presentó características de desempeño

promisorias (actividad tripanocida significativa sobre los tres estadíos de T.cruzi y

selectividad, mediada por la induccion de un posible mecanismo de muerte no

inflamatorio sobre el parásito), las cuales deben ser confirmadas en posteriores

estudios pre-clínicos. Como ventajas previas a estos estudios, vale la pena mencionar

la seguridad de la baja toxicidad adjudicada al limoneno, la cual ha sido constatada

mediante estudios in vivo (Vigushin et al., 1998), y el uso seguro de este terpeno

como aditivo alimenticio, durante muchas décadas (Van Der Logt et al., 2004). Así

mismo, el limoneno y los otros terpenos bioactivos como agentes tripanocidas,

dilucidados en este trabajo, también ofrecen un potencial uso como agentes

inmunomoduladores en el tratamiento de fases tardías de la Enfermedad de Chagas.

De esta forma, estas terapias podrían ser aplicadas como adyuvantes a los

tratamientos convencionales, mejorando sus niveles de tolerancia y su eficacia

parasitológica. En este sentido, los aceites esenciales de L. alba representarían una

fuente renovable para la extracción de este tipo de compuestos y su explotación

comercial futura.

Conclusiones

67

6. CONCLUSIONES

Los aceites esenciales del quimiotipo Citral exhibieron mayor actividad tripanocida in

vitro, en comparación con el quimiotipo Carvona. La actividad antiparasitaria de estos

AEs fue correlacionada con la presencia de altas concentraciones de citral y óxido de

cariofileno.

El mejor desempeño antiproliferativo sobre T. cruzi fue alcanzado por los AEs A23 y

A20, con valores de CI50 respectivos, sobre epimastigotas de 8,1 y 8,5 µg/mL; y sobre

tripomastigotas de 17,4 y 13,9; y con IS>3.

Sobre amastigotes intracelulares la mejor actividad antiparasitaria fue observada con el

AE A28 (CI50 65,5±4,8).

Entre los terpenos evaluados, el limoneno demostró tener la mayor actividad

antiproliferativa y selectiva in vitro contra las tres formas parasitarias de T. cruzi

(epimastigotes: CI50 41,8 ± 2,5 µg/mL, IS=7,1; tripomastigotes: CI50 9,0 ± 0,8 µg/mL,

IS= 32,8; amastigotes CI50 28,7 ± 0,7 µg/mL, IS=10,3), con porcentrajes de muerte de

88,8 % y 57,9% en tripomastigotes y amastigotes respectivamente, a una concentración

de 50 µg/mL. Adicionalmente, este monoterpeno mostró muy baja toxicidad sobre

células de mamífero Vero (CC50 297,1 ± 2,4 µg/mL).

La combinación del limoneno con óxido de cariofileno, citral o BNZ, fue sinergística

para la actividad antiparasitaria. Por el contrario, hubo antagonismo del efecto

tripanocida en la mezcla limoneno y carvona.

El mejor desempeño tripanocida fue obtenido por la combinación limoneno+óxido de

cariofileno (epimastigotes: CIF 0,49; tripomastigotes: CIF 0,45; amastigotes: CIF

0,71). En esta interacción, la presencia del limoneno disminuyó 8 veces los efectos

tóxicos del óxido de cariofileno, sobre células normales e incremento 13 y 16 veces su

actividad sobre las formas amastigotas y tripomastigotas del parásito. Adicionalmente,

en la mezcla limoneno+BNZ, se potencializó la actividad tripanocida de ambos

compuestos sobre las tres formas de T. cruzi (epimastigotes: CIF 0,44; tripomastigotes:

CIF 0,42; amastigotes: CIF 0,58), aunque con incremento también de su citotoxicidad

sobre células de mamífero (CIF = 0,54).

El mecanismo de muerte celular inducido por el tratamiento del parásito con los terpenos

limoneno, óxido de cariofileno y la combinación limoneno+BNZ, fue aparentemente tipo

apoptótico con redondemamiento de las células, pérdida del potencial de membrana

mitocondrial, fragmentación del ADN y externalización de la fosfatidilserina.

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