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Universidad de Guayaquil Facultad de Ciencias Psicológicas Sistematización de Experiencias Prácticas de investigación EVALUACIÓN DE CONDUCTAS DISRUPTIVAS EN NIÑOS Y NIÑAS DE QUINTO AÑO DE EDUCACIÓN BÁSICA DE LA UNIDAD EDUCATIVA SALITRE, PERIODO LECTIVO 2015. Estudiante: Fresia Nathaly Guzmán Vera Tutor: Psic. Javier Óscar Mogrovejo Gualpa, Mg. Guayaquil, Junio 2016

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Universidad de Guayaquil

Facultad de Ciencias Psicológicas

Sistematización de Experiencias Prácticas de investigación

EVALUACIÓN DE CONDUCTAS DISRUPTIVAS EN NIÑOS Y NIÑAS DE QUINTO AÑO DE EDUCACIÓN BÁSICA DE LA UNIDAD EDUCATIVA

SALITRE, PERIODO LECTIVO 2015.

Estudiante:

Fresia Nathaly Guzmán Vera

Tutor:

Psic. Javier Óscar Mogrovejo Gualpa, Mg.

Guayaquil, Junio

2016

ÍNDICE

RESUMEN ........................................................................................................ 4

INTRODUCCIÓN .............................................................................................. 5

1. CONTEXTO TEÓRICO ................................................................................ 8

1.1 Macrovisión sobre conductas disruptivas en niños escolarizados ............ 8

1.2. Perspectiva nacional sobre conductas disruptivas en niños escolarizados ...................................................................................................................... 8

1.3 Conductas Disruptivas ............................................................................. 9

1.3.1 Definición .............................................................................................. 9

1.3.2 Características de la conducta disruptiva ............................................ 10

1.3.3 Dimensiones de la disrupción escolar ................................................. 12

1.3.4 Factores que favorecen las conductas disruptivas en el aula ............ 12

1.3.5 La escuela frente a la conducta disruptiva .......................................... 15

1.3.6 Los docentes frente a la disrupción en el aula .................................... 17

1.3.7 Herramientas para controlar y mejorar las conductas disruptivas en el aula .............................................................................................................. 18

1.3.8 Modificación de la conducta disruptiva ................................................ 19

1.4 Evaluación psicológica .......................................................................... 21

1.4.1 Definición ........................................................................................... 21

1.4.2 Requerimiento para la evaluación psicológica .................................... 23

1.4.3 Fases de la evaluación psicológica clínica .......................................... 24

1.4.4 Instrumentos de evaluación psicológica .............................................. 26

1.4.5 Técnicas e instrumentos psicológicos ................................................. 27

1.4.6 Clasificación de las pruebas psicológicas ........................................... 28

1.4.7 Métodos para la evaluación psicológica .............................................. 29

1.4.7.1 Entrevista ..................................................................................... 29

1.4.7.2 Observación ................................................................................ 29

1.5 El Estado Ecuatoriano y el desarrollo integral de los niños .................... 29

2. METODOLOGÍA DE LA SISTEMATIZACIÓN ............................................. 31

3. DESCRIPCIÓN DE LA EXPERIENCIA ..................................................... 39

4. RECUPERACIÓN DEL PROCESO .......................................................... 46

5. Análisis y reflexión .................................................................................... 55

6. RECOMENDACIONES ............................................................................. 59

ANEXOS ......................................................................................................... 63

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RESUMEN La sistematización de las prácticas en el área de psicología clínica se realizó con estudiantes de quinto año de educación básica de la Unidad Educativa “Salitre” quienes presentaban conductas inadecuadas, las cuales son modos de actuación inapropiados que obstaculizan el proceso de enseñanza-aprendizaje. Este trabajo tuvo como objetivo reflexionar sobre el proceso de evaluación de los niños y niñas con conductas disruptivas a través de instrumentos psicológicos que permitieran conocer las causas y realizar las respectivas derivaciones. Los instrumentos utilizados fueron: observación áulica, entrevista estructurada y semiestructurada, test de frases incompletas, HTP (casa, árbol, persona), test de la Familia, test de la figura humana; a partir de dicha evaluación se conocieron causas de estas conductas, como el poco control y establecimiento de reglas dentro del hogar, familias disfuncionales, violencia intrafamiliar, así mismo se pudo conocer efectos de dichas conductas como un bajo desempeño escolar, malas relaciones interpersonales, agresividad y oposicionismo dentro del aula de clases. La metodología empleada fue de corte cualitativo para abordar el fenómeno de manera integral, además de utilizarse un enfoque hermenéutico con el cometido de interpretar y exponer la experiencia obtenida a lo largo de un proceso de prácticas, utilizándose el método de acción-participativa con el propósito de que los niños se sintieran un ente activo dentro del proceso. Al concluir la experiencia de práctica se encontró que los niños y niñas que presentaban estas conductas mejoraron parcialmente sus relaciones interpersonales y a su vez su forma de conducirse dentro del aula de clases.

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INTRODUCCIÓN

El presente trabajo está enfocado en sistematizar las experiencias prácticas de psicología en el área clínica realizadas con niños y niñas de quinto año de educación básica (AEB) de la Unidad Educativa Salitre del periodo lectivo 2015-2016, los cuales presentaban conductas disruptivas, siendo estas formas de actuación que dificultaban la armonía dentro del aula de clases, interrumpiendo de manera significativa el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Estas conductas disruptivas se veían marcadas por actitudes agresivas

tanto físicas como verbales, actitud negativista y poco acatamiento a las normas disciplinarias y disposiciones dadas por las respectivas autoridades.

Según la Organización Mundial de la Salud la disrupción en el aula de clases

es una de los mayores problemáticas suscitadas en el ambiente escolar, así lo reflejan las estadísticas, en el Servicio de Salud Mental Infantil del Hospital Roberto del Río, en una población consultante de 1020 niños y adolescentes de ambos sexos, el 17.5 % fueron consultas por déficit atencional e hiperactividad. En el Servicio de Siquiatría del Hospital Regional de Talca, constituyen la primera causa de consulta, con alrededor de un 30 %.Siendo más frecuente en hombres, 3 a 4.

Estudios recientes en Chile reflejan, que los profesores manifiestan que un 27,7% de los niños de 1º básico y un 23,7% de 6° básico; presentan alteraciones del comportamiento. Se encontró una población de 9,2% con TDAH en 1° y un 1,4% en alumnos de 6° básico, donde los niños y niñas que manifiestan estas conductas abruptas provocan la limitación de la interrelación entre el docente y los estudiantes, además de dificultar la relación entre pares, convirtiendo el aula de clases en un ambiente hostil, donde son quebrantadas las normas de convivencia.

Estos tipos de conductas se presentan en diversas manifestaciones y

casuísticas, puesto que este fenómeno no se presenta de igual manera en todos los niños, ya que muchos de ellos presentan actitudes agresivas, oposicionistas, desafiantes, falta de cooperación, entre otras.

Las conductas disruptivas se caracterizan principalmente porque implican la interrupción o el desajuste en el desarrollo evolutivo de un niño impidiéndole mantener relaciones interpersonales sanas.

Estos modos de conducirse abruptamente dentro del aula de clase no tienen en si una utilidad puesto que son aspectos negativos que dificultan el proceso de aprendizaje y el desarrollo integral de los niños y niñas que los presentan.

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Los sistemas sociales en el que se desenvuelven los niños influyen directamente en la formación de su personalidad y por ende en la manera de conducirse en los diferentes ambientes, por ello las causas de estos tipos de conductas son atribuidas al sistema familiar (hogares disfuncionales, estilos de crianza, violencia intrafamiliar), al contexto social (agresividad barrial, marginalidad), al contexto educativo (intolerancia, organización del ambiente escolar).

El objetivo de este trabajo fue reflexionar sobre el proceso de evaluación de los niños y niñas con conductas disruptivas por medio de los instrumentos psicológicos para conocer las causas de sus conductas y posteriormente realizar las pertinentes derivaciones.

La metodología utilizada fue de corte cualitativo, con el propósito de abordar el fenómeno de manera completa, además fue fundamentada en un enfoque hermenéutico, para conocer la experiencia individual de cada niño, haciéndolos parte activa del proceso a través del método de acción-participativa.

El sentido de este proceso de recuperación de la información radica en poder colaborar con la problemática que aqueja a los niños y niñas atendidos puesto que esto les ayudará a mejorar su autovaloración y el respeto hacia los demás, por ende habrá un mejor nivel de salud mental, y este indicador colaborará en su calidad de vida, además de permitirse el desarrollo de habilidades cognitivas, personales y sociales en los profesionales y practicante que fueron parte de este proceso.

El origen de las conductas disruptivas en los niños de quinto AEB de la Unidad Educativa Salitre tiene su procedencia en el contexto en que se desenvuelven estos niños, ya que en sus hogares, vecindarios y la misma institución educativa se ha llegado a normalizar este tipo de actitudes que se presentan de forma abrupta y que irrumpen en el desarrollo evolutivo de los niños imposibilitándoles mantener relaciones personales saludables, además de que muchos de los docentes no estaban preparados para abordar dicha problemática, y por ello desde el mismo ámbito escolar se etiquetaban a los niños como “niños problemas” y contribuyeron de cierto modo al reforzamiento negativo de estas conductas.

Este trabajo de sistematización de prácticas utiliza los constructos teóricos de la teoría cognitiva-conductual empleada en la modificación de la conducta a través de la vinculación del pensamiento y un sistema reflexivo de cada niño, y el reforzamiento de actitudes positivas, además de tener una fundamentación práctica evidenciada en la experiencia obtenida mediante este proceso y expuesta en la evaluación y el seguimiento que se llevó en el mismo.

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La metodología utilizada en este proceso de prácticas es propia de las ciencias sociales por lo que se emplearon herramientas para la obtención de la información entre las cuales se puede mencionar: entrevista estructurada y semiestructurada, guía de observación, Test de Frases incompletas de Sacks para niños, HTP de John N. Buck, test de la Familia de Louis Corman, test de la figura humana de Karen Machover, test de dibujo espontaneo de Wolf, las cuales sirvieron para identificar aspectos personales y sociales, de adaptación, de conflictos internos y externos de los niños y niñas con conductas disruptivas.

Las limitaciones metodológicas fueron: 1) Al realizarse las pruebas escritas algunos niños se mostraron pocos participativos 2) No se obtuvo información relevante por parte de algunos padres de familia.

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1. CONTEXTO TEÓRICO

1.1 Macrovisión sobre conductas disruptivas en niños escolarizados De acuerdo con la clasificación internacional de enfermedades (CIE10) publicada por la OMS, menciona que:

Los trastornos de expresión conductual en niños y adolescentes,

constituyen una de las principales causas de consultas en los

servicios de Siquiatría Infantil del país. Las conductas disruptivas

y agresivas de los niños han sido identificadas como predictores

de conductas antisociales, abuso de sustancias en la

adolescencia y desórdenes siquiátricos en la adultez. Estas

conductas, llamadas externalizadas han mostrado mayor grado

de persistencia que las conductas internalizadas, tales como

tristeza, ansiedad, timidez. (OMS, 1998, pp.3-5).

Las conductas inadecuadas presentadas en el aula de clases son una de las más grandes problemáticas con las que los docentes tienen que tratar. Muchas de estas conductas si no son tratadas a tiempo pueden representar una grave ruptura en el desarrollo integral de los niños, en su desarrollo de habilidades cognitivas, sociales, afectivas actuales y futuras.

1.2. Perspectiva nacional sobre conductas disruptivas en niños escolarizados Carrasco y Yanira (2012) en su estudio sobre la Incidencia De La Violencia Intrafamiliar En el Comportamiento de los Niños de Edad Escolar (quinto año de básico) de la Unidad Educativa del Milenio “Dr. Alfredo Raúl Vera V.” de la ciudad de Guayaquil manifiesta que “la violencia y sus manifestaciones si inciden en el inadecuado comportamiento de los niños, imposibilitando así al alumno, con lamentables consecuencias para su vida emocional y psicológica” (Párr.2).

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Cabrera y Ochoa (2010) en su tesina titulada Estudio del Impacto de las Conductas Disruptivas en Niños y Niñas dentro del aula de clases, Facultad de psicología, Ciudad de Cuenca, refiere que: “las metodologías y premisas planteadas ayudaran a los profesores, padres, niños y niñas a desenvolverse en los diferentes contextos, por medio de actividades que controlen las conductas disruptivas, así creando actitudes positivas hacia ellos mismos y mejorando las relaciones con los demás.

El inadecuado comportamiento que presentan los niños y niñas son muchas veces el reflejo de lo que ellos reciben en el entorno en que se desenvuelven, muchos son violentados en sus hogares, en sus vecindarios e incluso en el centro educativo, siendo así que son niños psicológica y emocionalmente afectados de manera significativa, ya que una forma de exteriorizar la situación de la que son víctimas es convirtiendo en victimas a otros de la agresión de la que estos son objeto. Conocer los factores que influyen directamente a la manifestación de estos accionares permitirán a los padres de familia, docentes, autoridades adoptar mejores actitudes hacia aquellos niños que tienen estas conductas, para así mejorar las relaciones con estos y a la vez usar estrategias y métodos direccionados a la modificación de dichos comportamientos.

1.3 Conductas Disruptivas 1.3.1 Definición Peña y Palacios (2011). En su artículo Trastorno de la conducta disruptiva en la infancia y la adolescencia: diagnóstico y tratamiento, expone que “los TCD también se han conocido como problemas o padecimiento externalizados o del comportamiento perturbador” (p.1).

Los trastornos de conductas implican una serie de actitudes negativas que irrumpen en el desarrollo normal y óptimo de los niños, niñas y adolescentes, estos trastornos pueden tener diversas manifestaciones que impliquen conductas abruptas que imposibiliten, deterioren las relaciones personales que se establezcan, obstruyendo la comunicación de forma asertiva, el desempeño escolar, la vida familiar; afectando de manera significativa el desarrollo de habilidades socio-cognitivas.

Dentro del aula de clases se dan un conglomerado de conductas inapropiadas que:

Se producen en el aula y que impiden el normal desarrollo de la

actividad educativa (boicot, ruido permanente, interrupciones,

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etc.). Representa un problema ya que implica una enorme pérdida

de tiempo, se interpreta como falta de disciplina y produce mayor

índice de fracaso escolar individual y grupal, y finalmente

distancia emocionalmente a los alumnos y profesores, dificultando

las relaciones interpersonales en el aula. (Torrego, 2006, pp. 20 -

21).

Estas conductas inadecuadas se convierten para el docente en un obstáculo para enseñar, y dificultad para que el estudiante pueda aprender, debido a los múltiples desordenes, la indisciplina y la creación de un clima hostil, el cual crea malas relaciones interpersonales dentro del entorno escolar. El presentar dichas conductas aumenta la posibilidad del fracaso escolar, porque al niño se le imposibilita extraer los conocimientos necesarios y adquirir un aprendizaje significativo debido a su interés en convertir el salón de clases en un lugar donde su conducta inadecuada se vuelve el centro de atención.

1.3.2 Características de la conducta disruptiva La disrupción en el ambiente escolar presenta las siguientes características:

• Se refiere a un conglomerado de conductas inapropiadas

dentro del aula, tales como levantarse a destiempo, hablar

cuando explica el/la profesor/a etc.

• Supone que los objetivos educativos de las diferentes

personas en el aula no convergen en un punto común, es

decir los propósitos educativos iniciales del profesor no son

compartidos ni asumidos por todos los alumnos

• Retarda y en algunos casos impide el proceso de

enseñanza y aprendizaje

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• Se convierte en un problema académico, pues no permite

ampliar ni reforzar los conocimientos debidos

• Se interpreta como un problema de disciplina o mejor dicho

de indisciplina en el aula

• Su repercusión excede a los individuos sobre los que se

centra la acción (alumno/a- profesor/a) porque produce

mayor fracaso escolar en el grupo de clase

• Propicia un clima de aula tenso donde se crean malas

relaciones interpersonales tanto entre el profesorado y el

cómo entre los propios alumnos

• Proporciona un campo abandono para la aparición y

aumento del maltrato entre alumnos

• Separa emocionalmente hablando a profesores y alumnos

impidiendo en muchos casos planteamientos didácticos

innovadores. (Fernández, 2001, p.2).

Los niños que presentan estas conductas disruptivas son niños que no tienen control emocional, sus reacciones y modo de conducirse ante cualquier situación que este fuera del control de ellos les causa frustración y su manera de descargar dicha frustración es por medio de episodios explosivos en donde sus conductas abruptas aparecen y se direccionan hacia los demás o hacia sí mismo, siendo estos agresivos, desafiantes, negativistas.

La conducta disruptiva es una actitud repetitiva que causa incomodidad no solo al docente que es interrumpido sino a los demás niños pertenecientes a la clase, ya que se distorsiona significativamente la comunicación entre el docente y sus estudiantes siendo que se crean un ambiente donde las relaciones interpersonales se vuelven desagradables e incompatibles, además de verse afectado el desempeño académico, en donde el niño no podrá asimilar las enseñanzas que recibe por parte de los docentes y por ende no habrá producción de dicho conocimiento ni desarrollo de habilidades cognitivas lo cual lo conllevará al fracaso escolar, e incluso a la deserción escolar.

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1.3.3 Dimensiones de la disrupción escolar

Agustini y Soler (2006). En su texto titulado La Disrupción en las Aulas, Problemas y Soluciones manifiestan que “las conductas disruptivas se dan en dos dimensiones, en relación con la dimensión centro de aprendizaje, y otra dimensión como centro de convivencia” (p22).

Las conductas disruptivas afectan dos dimensiones dentro del aula de clase: 1) la dimensión del centro de aprendizaje, donde se evidencia el bajo desempeño de los estudiantes, ya que no rinden de manera normal debido a su falta de atención e interés en la clase, así mismo el molestar en clase es otro tipo de conducta, y el absentismo donde muchos de ellos renuncian a seguir estudiando debido a los problemas ocasionados por su forma de conducirse dentro de la institución educativa. 2) La dimensión como centro de convivencia, afecta directamente la forma de relacionarse con sus compañeros de clase y sus docentes en donde manifiestan actitudes de falta de respeto, relaciones de poder donde el niño quiere hacer predominar sus pensamientos y deseos, y una actitud violenta con aquellos que no cumplen con sus demandas.

Jadue, J. (2002) en sus estudios pedagógicos sobre Factores Psicológicos que Predisponen al Bajo Rendimiento, al Fracaso y a la Deserción Escolar, señala que “los trastornos de exteriorización incluyen desórdenes de la conducta, con dificultades para manejar la rabia, la irritabilidad y la impulsividad. Los niños con estos problemas pueden mostrar un uso inadecuado o disfuncional de sus habilidades emocionales” (pp. 193 - 204).

Los niños con conductas disruptivas tienen dificultades para desarrollar habilidades emocionales de forma positiva, ya que su manera de actuar es a través de emociones negativas como la rabia, el enojo, la impulsividad y es por ello que actúan impulsivamente muchas veces sin medir las consecuencias de sus acciones. Los trastornos emocionales se encuentran incluidos en los trastornos de conductas que presentan algunos niños, ya que estos son incapaces de percibir y racionalizar sus actitudes y las consecuencias de estas, por ello el niño con conducta disruptiva no es capaz de percibir las necesidades de los demás ya que está concentrado en satisfacer las propias. 1.3.4 Factores que favorecen las conductas disruptivas en el aula En el texto titulado Violencia en el Contexto Escolar se señala como causas o factores que favorecen las actitudes conflictivas en el entorno escolar las siguientes:

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• Factores personales, derivados de la pérdida de

autocontrol y mantenimiento de una conducta reflexiva,

propia de la etapa evolutiva que trascurre desde la

pubertad a la adolescencia; de la falta de empatía con otra

persona -en este caso el profesor- y la respuesta

emocional que se deriva de dicha relación; y, de la

dificultad de adaptación al entorno escolar, que depende

de las habilidades que se dispongan y de la capacidad de

hacer frente a las nuevas situaciones que se van

generando.

• Factores familiares, derivados de las deficiencias en los

procesos de sociabilización por ausencia prolongada de

los padres - con horarios laborales dilatados - y la falta de

referencias: de la inestabilidad en las actitudes y

comportamientos emocionales de los padres hacia sus

hijos, especialmente en los primeros estadios de vida, en

los que debe fraguarse su conducta relacional; de las

situaciones de violencia familiar y permisividad de

conductas violentas del niño/joven; y de la rigidez y

disciplina autoritaria en el entorno familiar.

• Factores contextuales relacionados principalmente con el

entorno familiar: pobreza e insuficiencia de recursos y

medios, inestabilidad de la pareja; o, con el ambiente de

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violencia en la vecindad, barrio y en el conjunto de la

sociedad.

• Factores ambientales, a causa de la carencia de valores

en el entorno social en el que el niño vive (familiar y

sociedad) relacionados con la solidaridad, tolerancia,

respeto a los otros, especialmente a las minorías y

aquellos que presentan alguna diferencia… y la vigencia,

por el contrario, de otros relacionados con la

competitividad, el éxito material o la imposición del más

fuerte propios de la sociedad neoliberal. Los medios de

comunicación y especialmente la televisión, están teniendo

un papel determinante en la difusión de modelos, estilos de

vida y personajes, que mantienen y desarrollan unos

comportamientos antisociales, contrarios de los valores de

la sociedad democrática. (Trianes, 2000, pp.86 - 87).

Los niños al igual que todo ser humano tienen varias necesidades, las cuales son las que direccionan su conducta hacia el objeto de satisfacción de las mismas, por ello es importante que las necesidades básicas, de afecto, seguridad y atención sean cubiertas tanto en el ámbito familiar, social y escolar, ya que un niño que se siente excluido, rechazado, va hacer un niño que de alguna u otra forma va a buscar conseguir lo que le hace falta. Muchas veces los niños que sienten un vacío emocional son aquellos que exteriorizan comportamientos inadecuados, que a medida que van haciéndose un hábito en ellos se convierten en una conducta normal, ya que así consiguen la satisfacción de dichas carencias que no obtuvieron de parte de alguna persona.

En la actualidad nos desenvolvemos en una sociedad en donde la violencia, las malas actitudes, los comportamientos inadecuados, y el peligro de la misma son parte de un convivir normal entre las personas, por ello muchos niños y niñas que presentan conducta disruptiva, son niños que en sus primeros años de vida se han relacionado con este tipo de ambiente hostil, en

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el cual se ha normalizado las relaciones de violencia, de abuso de poder y actitudes negativas que forman parte de una situación social de desarrollo.

Así mismo los mensajes que son emitidos en los diferentes medios de comunicación, especialmente en la televisión, en donde se emiten programas con alto contenido de violencia y donde muchos niños acceden a estos sin ningún control por parte de los adultos, convirtiéndose así en un modelo de conducta que es reproducido con toda normalidad en los diferentes ambientes en que se desenvuelven.

Ison (2004) refiere que las características de “los contextos sociales pueden ser favorecedoras o entorpecedoras del desarrollo personal, caracterizándose los primeros por la presencia de una relación afectiva estable, un clima escolar positivo y modelos de relación que enfaticen el afrontamiento constructivo de los problemas” (pp.257- 268).

La conducta de un niño depende mucho de los sistemas sociales de los que forma parte, estos pueden ser positivos o negativos y son la base fundamental del desarrollo de la personalidad del mismo. La familia es el primer medio de sociabilización de un niño, es ahí donde el niño crea un espacio de seguridad, en el seno familiar es donde el niño adquiere el aprendizaje de conducirse ante situaciones, ya que es en la familia donde se imparten directrices de normas, valores y principios que regirán la conducta de los miembros de ese sistema.

Las relaciones sociales que los niños establezcan en su temprana edad influenciaran significativamente en su manera de conducirse dentro del entorno escolar con sus pares, con las autoridades y docentes. Estos sistemas de interacción social son los que le permitirán una situación social de desarrollo óptima para que el niño forme y fortalezca habilidades socio cognitivas, ya que aprenderá a comunicarse de forma asertiva con quienes lo rodean y a la vez tendrá la oportunidad de extraer conocimientos significativos que asegurará el desarrollo de capacidades, aptitudes y competencias para su desenvolvimiento presente y futuro. 1.3.5 La escuela frente a la conducta disruptiva La escuela es el centro donde mayormente los niños manifiestan las conductas disruptivas, por ello es necesario que este se encuentre en la capacidad de enfrentar dicha situación a través de estrategias que permitan integrar a los niños y niñas con conducta disruptiva, haciéndolos participes del proceso de enseñanza-aprendizaje por medio de la adaptación curricular de los mismos, convirtiéndose en un apoyo que brinde el acompañamiento necesario

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que incentive al niño a sentirse parte del centro de estudio y al ser un ente activo en la creación de un ambiente de relaciones interpersonales armónicas. Se distingue tres estilos de accionar posibles por parte de la escuela:

1. Punitivo-admonitorio: la escuela asume un estilo de

comunicación, un discurso y una actuación basada en

castigar, sancionar, expulsar.

2. Ausente y evitativo: la escuela ignora y desconoce la carga de

malestar (“de eso no se habla”), hasta que, eventualmente,

se produce una hecatombe.

3. Empático-constructivo: ayuda activamente a morigerar el

malestar. (Barreiro, 2009, p. 24).

Dentro del ambiente escolar y quienes lo conforman (autoridades, docentes, profesionales, padres de familia, estudiantes) suele verse desde diferentes perspectivas a los niños que presentan este tipo de conductas disruptivas, esto depende de la institución, sus objetivos y las etapas de desarrollo que esta ha tenido a lo largo del tiempo en su labor de formar niños y niñas.

Muchas escuelas que no están preparadas para trabajar con niños que presentan conductas abruptas que interrumpen en los objetivos que esta tiene como centro de educación suelen reaccionar de forma punitiva, donde utilizan métodos que sancionen a los estudiantes que irrumpen en el proceso de enseñanza-aprendizaje, es así que muchos de estos niños son etiquetados, discriminados y muchas veces separados de la institución como método correctivo o como solución a dicha problemática, o en ocasiones simplemente se omite y no se le da la debida atención a dicha problemática, existen otros centros educativos los cuales se encuentran en un proceso de transición o cambio en el cual se preparan para afrontar problemáticas que surgen en las aulas de clases, y por ello utilizan métodos y estrategias que permitan el trabajar con estos niños, brindándoles así un acompañamiento, apoyo, orientación, prestando atención y viendo dicha problemática desde una perspectiva multicausal.

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1.3.6 Los docentes frente a la disrupción en el aula Barreiro, T. (2007) en su texto titulado Conflictos en el Aula, señala que “toda actitud agresiva de los docentes resulta humillante, afecta la dignidad de los alumnos y, por ende, genera un caldo de cultivo para el deterioro grupal y para conductas disruptivas” (p. 87). Los docentes son aquellos encargados de formar a los niños y niñas potenciando sus capacidades, habilidades, actitudes y aptitudes, en un proceso de enseñanza-aprendizaje donde el docente es el facilitador del conocimiento pero a la vez es el encargado de estimular a los estudiantes a crear el conocimiento en las aulas de clases, por ello es importante que el rol que cumpla como educador y como líder de un grupo de estudiantes sea acompañada de actitudes positivas y empáticas que favorezcan a un ambiente armonioso.

La forma en que los niños y niñas se conducen dentro del salón de clases dependerá mucho de la actitud que tenga el docente frente a ellos, ya que si el docente tiene actitudes negativas estas son percibidas por los niños y puede provocar conflictos dentro del aula, ya que muchos estudiantes podrían presentar actitudes negativas como respuesta a lo que el docente comparte con ellos. Además de las conductas disruptivas esto provoca un deterioro en la comunicación dentro del aula de clases, y esto es lo que imposibilita que se lleve con éxito el proceso de aprendizaje. Las buenas actitudes por parte de los docentes no aseguran que no existan conductas disruptivas o conflictos dentro del aula, pero si son necesarias, a diferencia de las actitudes negativas ya que estas si aseguran un malestar provocado en los niños.

Buitrago y Silva (2015), en su proyecto de investigación. Programa de Especialización en Gerencia Educativa, menciona que “el desarrollo de la autoestima y autocontrol en los estudiantes desde tempranas edades, el poder educarse en un ambiente de la aula organizado, con adultos que sean para ellos modelos de comportamiento y ejerzan un estilo de disciplina democrático” (pp. 32 - 33).

Los escolares son niños y niñas quienes en su etapa de desarrollo aprenden por modelamientos e imitación de conductas observadas, principalmente aprenden de las conductas de las personas que tienen un papel protagónico en sus vidas, es así que además de aprender de la dinámica familiar, también aprenden de las actitudes y formas de conducirse que tienen los docentes dentro del ámbito escolar, es por eso que es importante que dentro del salón de clases el docente cree y fortalezca un ambiente de buenas relaciones, organizado y dinámico, en donde los

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estudiantes se sientas confortados y se desarrollen en un contexto de orden, respeto, comunicación y armonía.

1.3.7 Herramientas para controlar y mejorar las conductas disruptivas en el aula

Olmedillay, T. (2011) menciona que “el docente en el aula tiene mucho en común con el espacio dramático, esto es, lleva implícita una puesta en escena, unas claves para configurar y mantener una relación con la audiencia” ( párr.17).

Existen una serie de herramientas que se pueden aplicar dentro del aula para controlar las conductas presentadas por los niños, entre ellas se mencionan:

1) Distribución y ocupación de espacios. 2) Distribución y uso del

tiempo. 3) Discurso del profesor e interacción verbal. 4)

Interacción no verbal y paraverbal. 5) Reacción (inmediata) ante

la disrupción. 6) Estilo motivacional. 7) Preparación y gestión de

actividades y tareas de aprendizaje. 8) Uso del elogio y del

refuerzo en general. 9) Distribución del poder y ejercicio de la

autoridad dentro del aula. (Olmedillay, 2011, párr. 18).

El docente es el encargado de organizar adecuadamente el salón de clases, por ello de él depende mucho la disciplina del grupo de estudiantes con quienes trabaja, es importante que la distribución de los espacios del aula sea equilibrada y sin hacinamiento, ya que la aglomeración provoca desorden, así mismo es importante la distribución de su tiempo, ya que debe tratar en lo posible de brindar la atención requerida a cada niño, esto va a depender mucho del centro de educación y la distribución de sus estudiantes en cada aula.

El discurso del profesor debe ser seguro en el cual se logre una empatía con los estudiantes, ya que esto se darán cuenta de sus palabras y de sus actitudes; la reacción que tenga el docente ante los niños que presenten conductas inadecuadas es importante para que pueda ayudar a estos niños en la modificación de dichas conductas y en la prevención de otras conductas que interrumpan su labor como educador.

Los docentes deben mostrar un estilo motivacional sobre sus estudiantes, lo cual influirá positivamente en los mismos para que estos se vuelvan

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participes del proceso enseñanza-aprendizaje; la preparación de actividades (lúdicas) que impliquen mayor participación son una herramienta muy útil para el manejo de niños con conductas disruptivas ya que estos facilitan que el niño descargue sus emociones de una manera adecuada y a la vez pueda aprender de manera significativa.

El uso del refuerzo tanto positivo o negativo tiene una gran importancia, ya que de estos depende el mantenimiento de buenas o malas conductas en el salón. Al distribuir el poder y autoridad dentro del salón de clases se está formando niños con responsabilidad y con sentido de pertenencia dentro de su aula de clase, he ahí la importancia de que el niño tenga un papel activo en donde el docente dé ciertas responsabilidades que ayude al niño a un reforzamiento de un buen proceder y conducirse dentro de su espacio de educación formal. 1.3.8 Modificación de la conducta disruptiva Para poder avanzar en el mejoramiento de la calidad de vida de los niños y niñas con conductas inadecuadas es necesario el abordaje psicológico por medio de la modificación de la conducta la cual se “caracteriza por ser una terapia breve, directa, activa, centrada en el problema, orientada al presente, que supone una relación colaboradora y en la que el cliente puede ser un individuo, una pareja, una familia, un grupo o una comunidad” (Pérez, 2012, párr.35). Las formas de conducirse dentro de ciertos contextos son consecuencia del aprendizaje en las situaciones sociales en las que se desenvuelve un individuo, por ello al tratar de modificar ciertas conductas, lo que se busca es desestructurar ciertas actitudes inadecuadas por actitudes adecuadas y aceptadas dentro de una sociedad. Existen varios métodos utilizados para la modificación de conductas, pero el modelo conductual ha sido el más utilizado desde varias épocas atrás, este modelo se basa en la aplicación de métodos y técnicas directas que permitan al individuo ser un participante activo de su situación.

Para realizar la extinción de conductas disruptivas es importante emplear el uso de técnicas que permitan reformar dichas actitudes, a través de la modificación de conducta que:

Proviene del laboratorio de investigaciones. En el análisis

experimental de la conducta se realiza una evaluación que

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reconoce la especificidad de cada situación. En vez de examinar

las emociones, el énfasis de la intervención conductual se basa

en los efectos del ambiente sobre el individuo, a fin de reorganizar

luego las situaciones y sus consecuencias. (Kort, 2003, p. 10).

En el estudio de la modificación de la conducta se realizaba principalmente la evaluación de cada situación, no se prestaba mayor atención a las emociones que presentaba cada sujeto, lo que se buscaba era estudiar específicamente el ambiente o contexto en el que se desarrollaba una conducta y como este influía directa o indirectamente en el individuo, para así reconocer cada contexto y las características de estos y a la vez la influencia que ejercía en cada situación.

Si las personas tuvieran que depender de los efectos de sus propias acciones el aprendizaje sería arriesgado, ya que:

Gran parte de la conducta humana se aprende por imitación de

un modelo: al observar a otros uno se forma una idea de cómo se

llevan a cabo nuevos comportamientos y en ocasiones ulteriores

esta información codificada sirve como guía para la acción.

(Bandura 1997, p. 10).

En los contextos en los que nos desenvolvemos somos influimos por una serie de aspectos de los cuales aprendemos formas de conducirnos frente a situaciones que se nos presenten. Las conductas que especialmente los niños manifiestan son conductas que han observado en otras personas, quienes para ellos son modelos a seguir y por ello reproducen una copia de estas.

Es así que los medios de comunicación especialmente hoy en día la televisión y la programación que en esta se presenta representa la mayor fábrica de conductas, actitudes agresivas, oposicionistas, negativitas, entre otras son lineamientos que conducen al niño a desarrollar o imitar dichas conductas que son reproducidas en los demás sistemas en los que estos se desarrollan, no solamente la televisión, las conductas que tienen otros niños, las conductas de figuras representativas (padres, familiares, docentes, autoridades, etc.) son un modelo a seguir.

Existen varias técnicas empleadas para la modificación de conductas disruptivas de las cuales:

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La psicoterapia conductual y cognitiva presenta métodos directos,

específicos y más complejos de lo que aparentan a simple vista y

ha despertado un interés cada vez mayor en aquellos que buscan

soluciones nuevas para una profesión que despierte el

escepticismo del mundo científico. (Kort, 2003, p. 10).

En la modificación de la conducta la psicoterapia conductual y cognitiva son las que han tenido mayor auge, gracias a sus grandes aportes se ha logrado conocer que para la modificación de las conductas los reforzadores positivos o negativos tienen un gran valor ya que estos son los que permiten el reforzamiento de una conducta o la extinción de la misma. En estas psicoterapias el niño en este caso es un actor principal, un ente consciente en el proceso de aprendizaje de nuevas conductas, ya que al complementarse lo conductual con lo cognitivo se busca la formación de conceptos y razonamientos lógicos que los lleve a la modificación conductual, llevando a las personas a entender su entorno, su forma de conducirse en el para luego influirlo a tomar decisiones, donde se ve involucrado su accionar a través de su conducta en el contexto en que se desenvuelva.

1.4 Evaluación psicológica

1.4.1 Definición Kirchner, Torres y Forns (1988), en su trabajo sobre La evaluación Psicológica definen la misma como “un corpus de conocimientos teóricos-prácticos imbricados con la psicología general que tiene como objetivos describir, clasificar, predecir, modificar, investigar y/o explicar el comportamiento humano, utilizando para ello una serie de instrumentos y técnicas que le son propias” (p.16). La evaluación es un proceso en el cual se busca construir de manera integral la historia de un individuo o grupo por medio de una serie de instrumentos y técnicas para cada caso en donde se busca describir, detallar de manera cuidadosa los pensamientos, sentimientos, actitudes, necesidades, motivaciones, miedos, ansiedades, acciones, reacciones de una persona o grupo de personas, definiendo su estructura personológica.

A través de la evaluación también se busca clasificar, es decir darle un orden jerárquico a dicha estructura para poder establecer criterios

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determinados; la evaluación busca predecir, es decir pronosticar ciertos comportamientos o toma de decisiones de un individuo; y a la vez modificar o cambiar ciertos constructos errados que tienen muchas personas, y llevarlos a reflexionar sobre su problemática y lograr un cambio de actitud frente a una situación; por medio de la evaluación también se busca investigar es decir descubrir información significativa sobre la historia de las personas que permita la comprensión de ciertas situaciones o fenómenos psicológicos que presente un individuo o grupo.

Goldstein y Hersen (1990) en su texto Handbook Of Psychological Assessment (Manual de Evaluación Psicológica) afirman que: “la evaluación implica que hay muchos caminos para evaluar las diferencias individuales, uno de ellos serían los test, pero también podría utilizarse la entrevista, la observación de la conducta en los ambientes naturales y el registro de variables psicofisiológicas” (p.3).

Dentro de la evaluación psicológica existen varios instrumentos o técnicas que se pueden emplear para conocer, describir, predecir, y explicar las características individuales de cada sujeto que es evaluado. La utilización de ciertas herramientas va a depender de cada caso a evaluar, pero entre los instrumentos utilizados están los test de tipo psicométricos con los que se busca medir cualidades de un individuo de manera objetiva para cuantificar y a la vez describir y comparar un individuo con otro en diversos momentos de sus vidas, a través de estos test se puede medir la inteligencia, rasgos de personalidad, aptitudes, habilidades, capacidades.

Otra forma de evaluar es utilizando test de tipo proyectivos, los cuales sirven para obtener información sobre los miedos, ansiedades, dolores, necesidades, motivaciones de las personas a través de herramientas que permitan develar la personalidad del examinado a través de su proyección en cada prueba.

En la evaluación también se utilizan las entrevistas donde se da una interacción entre el evaluador y el evaluado, y permite conocer aspectos verbales y no verbales expresados a través de un relacionamiento directo.

Otra técnica válida en la evaluación es la observación, la misma que puede ser directa o indirecta, por ella se pueden conocer aspectos conductuales de los individuos evaluados en varios contextos. Los registros de variables psicofisiológicas son muy útiles en la evaluación de individuos o grupos, a través de estos se puede realizar una detección y registro de las sensaciones a través de sensores adecuados.

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1.4.2 Requerimiento para la evaluación psicológica

El psicólogo pueda ofrecer un servicio de calidad, donde tiene que considerar una serie de elementos importantes:

A) Precisar el motivo de consulta. B) Recabar la

sintomatología existente. C) Obtener todos los aspectos

significativos del desarrollo. D) Obtener la historia y dinámica

familiar. E) Organizar la batería psicológica de acuerdo a la edad

y problemática presentada por el niño. F) Integrar los datos en un

reporte claro, preciso y confiable. G) Devolver los resultados a los

padres incluyendo las recomendaciones pertinentes. H) Iniciar

tratamiento de acuerdo el caso si el psicólogo está capacitado

para ello. (Psicología UNAM, 2015, párr.4).

Para una buena evaluación psicológica a niños y niñas, el primer paso es definir el motivo de consulta, es decir por qué el niño requiere la evaluación psicológica, luego de ello es importante identificar y describir los síntomas que presenta, también es importante conocer aspectos significativos de su desarrollo, es decir conocer sus primeros estadios de vida y si existió alguna afectación o condición relacionada con el problema actual, es muy importante conocer la dinámica familiar del niño, para identificar patrones de conductas, valores, afectos en el ámbito familiar, luego de ello es necesario elegir las baterías psicológicas con las que se va a evaluar a un niño, esta debe ser acorde a un objetivo direccionado a la problemática, a la edad del niño y al contexto del mismo, una vez que se ha realizado la evaluación a través de una serie de instrumentos, los resultados deben ser registrados y ordenados de manera lógica en un reporte o informe individual, al finalizar la evaluación y el registro de los resultados de la misma, es necesario realizar recomendaciones a padres, maestros y demás personas vinculadas con la problemática que presenta un niño, para así tener posibles cambios en dicha situación, a la vez si se considera necesario recomendar tomar un tratamiento adecuado a la problemática presentada.

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1.4.3 Fases de la evaluación psicológica clínica

El proceso de evaluación está conformado por una serie de fases que permitirán realizar un Psicodiagnóstico individual, las cuales son:

1. Fase inicial o de contacto:

• Primera entrevista emergente, relación vincular

• Explicitación de las demandas

• Manifiestos/latentes

• De cambio/de conformidad

• Encuadre operativo

2. Fase exploratoria o de movilización

• Entrevistas exploratorias

• Entrevistas para la administración de las pruebas

• Observaciones grupales y/o sesiones intensivas de grupo

operativo

• Petición de exploraciones complementarias a otros

especialistas

• Entrevistas (en su caso) con el grupo familiar

3. Fase de sistematización

• Ordenación e interpretación del material recogido

• Sistematización de los datos: formulación de la historia

clínica diagnóstica

• Discusión clínica (interdisciplinar) de las hipótesis de mayor

rango explicativo.

• Supervisión clínica del caso

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• Formulación del juicio diagnóstico, pronostico e

indicaciones terapéuticas o de intervención

4. Fase devolutiva

• Preparación de la devolución:

• Aspectos básicos de la devolución oral al sujeto

• Id al grupo familiar

• Formulación del informe escrito (en su caso) (distintos

niveles: sujeto, especialista, institución)

• Entrevista de devolución

• Encuadre terapéutico o de intervención

• Encuadre de control-seguimiento

5. Fase de control y seguimiento

• Seguimiento del caso en el seno del proceso terapéutico o

de intervención

• Entrevistas específicas de control

• Nuevo proceso evaluativo incluyente de lo anterior. (Ávila,

1978, p.8).

Para realizar una evaluación psicológica se debe seguir un procedimiento en el que se van estableciendo una serie de etapas o fases necesarias para llevar un orden lógico que permita realizar una evaluación integral de un individuo.

La primera fase de una evaluación es la fase inicial en donde se realiza un primer contacto con la persona a evaluar, aquí se conoce la demanda, o motivo por el cual se busca la ayuda psicológica, en esta fase se tiene una primera percepción de la estructura personológica de un sujeto, pero a la vez permite al profesional plantearse preguntas y generar hipótesis.

Una segunda fase que es la de exploración, la cual tiene el objetivo de obtener mayor información posible para detectar una problemática y actuar en

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torno a esta, por ello en esta etapa se realizan una serie de entrevistas para conocer ámbitos importantes de la vida de la persona que se está evaluando, y así mismo por parte del profesional discriminar que instrumentos y técnicas utilizar para evaluar.

Otra fase importante es la de sistematización, la que permitirá dar un orden lógico a la información obtenida, además en esta etapa se podrá realizar la construcción de la historia clínica de un sujeto en donde se identificaran relaciones personales, interpersonales, familiares, entre otras, además de que esta fase será acompañada de la posibilidad de realizar un diagnóstico y pronostico.

Por ultimo hay una fase devolutiva donde el profesional encargado de la evaluación tendrá la responsabilidad de realizar una devolución de los resultados obtenido a lo largo de las fases anteriores, además de proponer una fase de control y seguimiento a través de terapias u orientaciones según lo amerite el caso.

1.4.4 Instrumentos de evaluación psicológica

Los instrumentos psicológicos son todas aquellas herramientas que le permiten al psicólogo obtener información de un sujeto, la cual permite explicar el comportamiento del mismo. Estas herramientas son parte fundamental en el proceso de evaluación psicológica, ya que no lo son todo, pero son un complemento que permite indagar varios ámbitos de un sujeto (personal, social, familiar etc.)

Para realizar una evaluación Psicológica, es necesario valerse de una serie de instrumentos que:

Son construidos en base a teorías psicológicas que intentan

explicar el comportamiento humano. Los resultados de los

mismos se integran al proceso evaluativo y a la toma de

decisiones en relación a la persona en estudio; de forma tal, que

la aplicación de los instrumentos de medida se constituye en la

fase más importante del proceso de evaluación psicológica; al

igual ocurre en cualquier otro campo de la actividad humana,

donde el uso correcto o incorrecto de los instrumento de medida

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determinan la calidad de la información que se obtiene, y por

ende de las conclusiones finales a las que se arriban partiendo de

dichos datos. (Llaneza, 2007, p.18).

En la evaluación psicológica se utilizan métodos, técnicas e instrumentos, lo cual son herramientas valiosas, las cuales deben ser utilizadas correctamente para obtener información veraz, de esto depende los posibles diagnósticos psicológicos que se establezcan. Se suele emplear indistintamente instrumento, técnica y test como herramientas de una misma índole, pero en realidad no son iguales.

Las técnicas pueden ser procedimientos no cuantificados ni tipificados como las entrevistas, a diferencia de los test que son herramientas sistematizadas, estandarizas y tipificadas que evalúa actitudes, conducta, personalidad de dos o más personas. Sin embargo, a cualquier instrumento o técnica de evaluación psicológica se la denomina erróneamente test psicológico, pero no todas las técnicas o instrumentos son test puesto que para serlo requieren estar estandarizados y tipificados.

1.4.5 Técnicas e instrumentos psicológicos

Los instrumentos psicológicos, o pruebas psicológicas que ayudan a obtener datos relevantes para la construcción de la historia clínica de un sujeto, son muy variados, muchos autores los han clasificado de diversas formas.

Lewis, R. (2003), en su texto Test Psicológicos y Evaluación menciona sobre las pruebas que se “pueden clasificar según su contenido, las formas en que se elaboraron, el parámetro para cuya medición se diseñaron, el propósito de su aplicación, e incluso de acuerdo con la manera en que se administran, clasifican e interpretan” (pp.7- 8).

El utilizar todo un bagaje de herramientas psicológicas para evaluar a un individuo es una tarea compleja, ya que estos instrumentos deben ser seleccionados según cada caso, tomando en cuenta el objetivo de lo que se desea valorar y del propósito con el que este se utiliza, incluso es importante saber discriminar el procedimiento de su aplicación e interpretación, ya que existen muchas pruebas las cuales son un poco extensas y complejas en su aplicación e interpretación, pudiendo convertirse este en un problema a la hora de evaluar, ya que se pueden volver muy tediosos para el evaluado y para el mismo evaluador.

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1.4.6 Clasificación de las pruebas psicológicas Existen varias pruebas psicológicas con las que se evalúa a los individuos, estas pruebas se dividen en:

Pruebas objetivas y subjetivas: Las pruebas objetivas nos

proporcionan tablas y medidas de comparación de los sujetos

contra los cuales comparar su ejecución; dichas tablas y medidas

nos permiten interpretar los resultados de una manera clara,

objetiva, no ambigua y la interpretación no depende el juicio del

evaluador. Por otro lado las pruebas subjetivas son aquellas en

que la interpretación de la ejecución del evaluado descansa en

los juicios del evaluador, que a su vez depende de la teoría sobre

la que la prueba descansa; aunque hay líneas generales de

interpretación, los resultados de un mismo sujeto podrían ser

interpretados de diferentes maneras por diferentes evaluadores.

(Aragón, 2004, p.8).

Según esta clasificación, las pruebas psicológicas se pueden dividir en los objetivos, que son las pruebas que van a depender de un estándar para su calificación e interpretación, es decir son pruebas ya tipificadas en donde el juicio del evaluador no interfiere en el resultado obtenido en este tipo de pruebas. A diferencia de estas, están las pruebas de tipo subjetivo, las cuales van hacer interpretadas según la experticia del evaluador y la teoría en que dichas pruebas se sustenten.

Existen variedades de pruebas, las cuales deben ser aplicadas correctamente, ya que de esto depende una buena interpretación y un correcto registro de los resultados que dichas prueban van aportar para el proceso de evaluación.

En la evaluación psicológica además de los test o pruebas psicológicas, también el acompañamiento de métodos como la observación, y técnicas como la entrevista son herramientas que complementan el proceso de evaluación y es de mucho valor para este.

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1.4.7 Métodos para la evaluación psicológica 1.4.7.1 Entrevista

Además de las pruebas psicológicas, existen otros métodos de mucha importancia dentro de un proceso de evaluación, en este caso la entrevista psicológica es un método fundamental, ya que a través de esta interacción que se da entre el entrevistador y el entrevistado se genera una relación de empatía, la cual facilitará el proceso y es de gran ayuda para la obtención de valiosa información.

Symonds (1931) menciona que la entrevista es un método para reunir los “datos durante una consulta privada o una reunión; una persona, que se dirige al entrevistador, cuenta su historia, da su versión de los hechos o responde a las preguntas relacionadas con el problema estudiado o con la encuesta emprendida” (p.7)

Por medio de la entrevista se conocen detalles importantes que aportaran a la construcción de la historia clínica de un sujeto, además de que a través de esta se podrá generar hipótesis que se podrán afirmar negar, para así llegar a obtener resultados que serán de mucha ayuda para realizar un posterior diagnóstico.

1.4.7.2 Observación López, L. (2010). En su texto. Instrumentos de Evaluación Psicológica, menciona que “la observación es un procedimiento de recogida de datos que nos proporciona una representación de la realidad. Como tal, tiene un carácter selectivo y está guiada por lo que percibimos de acuerdo con la aplicación de los test” (p.23). A través de la observación se puede obtener valiosa información que no es exteriorizada por medio de la palabra, por ello la utilización de este método como registro de un lenguaje no verbal es de suma necesidad dentro de cada proceso de evaluación, ya que al contrastar la información obtenida se logrará obtener resultados más eficientes para un proceso de evaluación y seguimiento. En el trabajo con niños la observación se ha convertido en una de las más valiosas herramientas complementarias en la evaluación de los infantes, ya que ellos mayormente se expresan a través de sus movimientos en su relacionamiento con el mundo circundante.

1.5 El Estado Ecuatoriano y el desarrollo integral de los niños El código vigente direcciona varios de sus artículos a la protección de la integridad del desarrollo físico, psicológico y social de los niños, niñas y adolescentes de nuestro país, en el cual prohíbe la emisión de programas

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televisivos con contenidos de violencia para la población infanto-juvenil, quienes no deberán consumir este tipo de programas, procurando así su bienestar en la sociedad, por eso:

El estado, la sociedad y la familia promoverán el ejercicio pleno

de sus derechos; se tenderá al principio de su interés superior y

sus derechos prevalecerán sobre los de las demás personas. Las

niñas, niños y adolescentes tendrán derecho a su desarrollo

integral, entendido como proceso de crecimiento, maduración y

despliegue de su intelecto y de sus capacidades potenciales y

aspiraciones, en un entorno familiar, escolar, social y comunitario

de efectividad y seguridad. Este entorno permitirá la satisfacción

de sus necesidades sociales, afectivo-emocionales y culturales,

con el apoyo de políticas intersectoriales nacionales (Constitución

de la República del Ecuador, 2008, sección V, Art. 44).

La república del Ecuador garantiza en su código vigente el bienestar físico, social y familiar de los niños, niñas y adolescentes, procurando el derecho de un desarrollo integral y óptimo de las capacidades, habilidades y competencias desarrolladas en los niños y niñas a través de su relacionamiento con el entorno social, comunitario y familiar.

Protección frente a la influencia de programas o mensajes,

difundidos a través de cualquier medio, que promuevan la

violencia, o la discriminación racial o de género. Las políticas

públicas de comunicación priorizan su educación y el respeto a

sus derechos de imagen, integridad y los demás específicos de

su edad. Se establecerán limitaciones y sanciones para hacer

efectivos estos derechos (constitución de la República del

Ecuador, 2008, sección V, Art.47).

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2. METODOLOGÍA DE LA SISTEMATIZACIÓN A. Abordaje de aspectos contextuales del proceso de sistematización

La Unidad Educativa “Salitre” ubicada en la Calle Carlos Armando Rodas/ Coop Virgen del Carmen de la ciudad de Salitre, pertenece al distrito de educación zona 5, es una institución que tiene como objetivo la formación integral de sus estudiantes, quienes se caractericen por ser autónomos, de pensamiento crítico, reflexivo, con principios éticos que les permitan emprender acciones hacia una vida armónica a nivel individual y social procurando el buen vivir.

Esta Unidad Educativa cuenta con un aproximado de 2000 estudiantes, distribuidos en tres bloques, los cuales funcionan en tres estructuras diferentes:

El primer bloque antes llamado Escuela Coronel Brito se encuentra ubicado en el centro de Salitre en donde están distribuidos los cursos desde inicial hasta sexto año de educación básica con una jornada matutina.

El segundo bloque localizado en el recinto Santa Rosa donde están distribuidos los cursos desde octavo a décimo año y desde primero a tercer año de bachillerato con jornadas matutina y vespertina, y el tercer bloque antes llamado Colegio Rafael Sotomayor y Luna ubicado al norte de Salitre donde están distribuidos los cursos desde séptimo de educación básica, octavo a décimo año y primer a tercer año de bachillerato con jornadas matutina, vespertina y nocturna.

La sistematización de experiencias de prácticas clínicas se realizó en el bloque 1 en la escuela coronel Brito la cual presta sus servicios de educación hace quince años, siendo una escuela fiscal y funcionando de manera independiente. En el 2014 pasa a formar parte de la unidad educativa llamada Rafael Sotomayor y Luna, perdiendo así su nombre inicial, ya en el 2015 su nombre cambia a unidad educativa Salitre.

El bloque 1 actualmente cuenta con un aproximado de 500 estudiantes quienes están distribuidos en cursos de iniciales hasta sexto año de educación básica , la institución está estructurada de la siguiente forma: planta baja en donde se encuentran distribuidos, cuatro cursos iniciales, tres preescolares, además de contar con una cancha de futbol y básquet, un bar y seis baños para niños y niñas; así mismo cuenta con un piso alto donde están ubicado, una sala de audiovisuales (donde funciona el departamento de consejería estudiantil) y los cursos de primero a sexto año de educación básica paralelos

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A, B, C, también cuenta con corredores, escaleras de emergencia y seis baños para los niños y niñas.

Además cuenta con una oficina donde funciona el rectorado. En la sala de audiovisuales funciona el departamento de consejería estudiantil, conformado por un psicólogo clínico, un psicólogo educativo, un psicopedagogo y un trabajador social, quienes son los responsables de la atención integral de las y los estudiantes que presentan dificultades; los cuales reciben el apoyo, acompañamiento psicológico, psicoeducativo, emocional y social en concordancia con el marco legal vigente.

Las problemáticas que mayormente se atienden en el departamento de consejería son: bajo desempeño escolar, problemas de aprendizaje, violencia intrafamiliar, negligencia por parte de los padres o personas encargadas de los niños, problemas emocionales, problemas conductuales.

Los niños y niñas con los que se trabajó en este proceso de evaluación fueron aquellos que presentaban conductas disruptivas en el quinto AEB, los mismos que fueron derivados por sus docentes al DECE. Estos niños manifestaban actitudes agresivas, oposicionistas, negativitas que no permitían una buena interacción entre compañeros de clases y con la docente, interrumpiendo así el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Los usuarios de este proceso coincidían en características como: edades entre 8 y 9 años, un estatus económico medio, sus viviendas se ubicaban en barrios aledaños a Salitre, donde las actitudes inadecuadas formaban parte de un estilo de vida, además de contar con pocos recursos culturales y sociales (parques, canchas deportivas, centros culturales, entre otros) que les ayudarán en su desarrollo integral, varios de ellos provenían de familias disfuncionales, donde unos vivían con un solo progenitor, otros eran víctimas de violencia verbal y física, tenían estilos de crianza permisiva sin control ni normas de convivencia, y carencia afectiva por parte de sus familiares.

El ambiente escolar en que se desenvolvían estos niños y niñas contribuía de cierto modo al reforzamiento de sus conductas inadecuadas, debido a que algunos docentes no empleaban estrategias y técnicas que les permitiesen el trabajo con estos niños, además el excesivo volumen de estudiantes distribuido en cada uno de los quinto AEB imposibilitaba una mayor atención y control por parte de la docente. También por la falta de sensibilidad a esta problemática, varios docentes etiquetaban a los niños como “niños problemas” “niños malcriados”, lo cual no permitía un trabajo integral con los mismos.

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B. Articulación del enfoque metodológico de abordaje e instrumentos para la realización de procesos de sistematización participativa de experiencias de desarrollo.

La población con la que se trabajó el proceso de evaluación fue con los niños y niñas estudiantes de la Unidad Educativa “Salitre”. La muestra fue ocho niños y niñas pertenecientes al quinto AEB que presentaban conductas inadecuadas dentro del salón de clases, convirtiéndose estas en una de las principales problemáticas presentadas en la institución. Este estudio es de diseño no experimental transversal, debido a que se realizó en un solo momento del tiempo, recolectando así la información necesaria. Este estudio es de tipo exploratorio ya que se pretendió indagar el tema de las conductas disruptivas en niños y niñas, buscando así identificar relaciones potenciales entre variables y lograr una caracterización de dicha problemática que permitiera entender mejor la misma.

La metodología utilizada en este proceso de sistematización es de corte cualitativo con la cual se buscaba profundizar en el estudio de las conductas disruptivas en los niños y niñas de quinto AEB de manera integral, tomando en cuenta los diferentes ámbitos de interacción de los mismos, caracterizando así a cada niño y las manifestaciones de sus conductas a través de procedimientos que dieran un carácter único a las observaciones de dichos usuarios, además se utilizó lo lúdico como una herramienta para obtener información y lograr relaciones de igualdad en donde los niños pudieran expresarse libremente, también se utilizó el método de acción- participativa con el fin de que los niños se sintieran entidades activas y competentes dentro del proceso de evaluación.

En este proceso de sistematización se utilizaron herramientas como la entrevista estructurada y semiestructurada a usuarios e informantes claves (autoridades, docentes, padres de familia, compañeros de clases) para obtener información valiosa para este proceso, también se utilizó guía de observación áulica para determinar la interacción de los niños con sus docentes y compañeros de clases y la forma de conducirse dentro de la misma.

Así mismo se empleó instrumentos de tipo proyectivo con los cuales se buscaba conocer una configuración total de la personalidad (deseos, miedos, ansiedades, intereses, necesidades) y una mayor comprensión de las motivaciones de dichas conductas manifestadas por los beneficiarios, entre estos instrumentos están: test de frases incompletas de Sacks para niños, HTP de John N. Buck, test de la Familia de Louis Corman, test del dibujo espontaneo de Wolf.

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El uso continuo de esta metodología cualitativa comprendió las siguientes etapas: 1. Etapa inicial

Se realizó un primer acercamiento con las autoridades de la Unidad educativa “Salitre” en donde quedó legalizada la práctica pre profesional a través de las respectivas solicitudes aceptadas, seguidamente se realizó el contacto con los profesionales del departamento de consejería estudiantil (DECE), área en donde se iban a realizar las prácticas, a través de este contacto se pudo conocer que el DECE es encargado de contribuir de manera significativa al mejoramiento de las diferentes instancias que corresponden la experiencia educativa en niños, niñas y adolescentes, además de brindar apoyo, acompañamiento, dirección u orientación a niños y niñas con problemáticas de orden educativo, social y emocional, buscando su bienestar integral.

El equipo DECE de esta unidad educativa estaba conformado por tres psicopedagogos, una psicóloga clínica y una trabajadora social, quienes fueron los encargados de brindar la información sobre la labor de dicho departamento. A la vez se conoció las diversas problemáticas atendidas, las cuales eran: niños con problemas de aprendizaje, bajo desempeño escolar, niños con problemas emocionales (familias disfuncionales, niños maltratados), niños con desordenes de conductas o conductas inadecuadas dentro del aula de clases.

Luego de este primer contacto con la institución y el conocimiento de las diferentes problemáticas en la misma, se realizó el acercamiento con docentes y estudiantes, a través de las visitas áulica, en donde además de hacerse observación de la relación entre docentes-estudiantes, estudiantes-estudiantes, se recepto los diversos casos que se presentaban en cada salón de clases, en donde se identificó que las problemáticas más destacadas eran los niños con problemas de aprendizaje y niños que presentaban conductas inadecuadas, entre ellas: niños agresivos con docentes y pares, niños oposicionistas y desafiantes a la autoridad, niños interruptores del proceso de enseñanza-aprendizaje, siendo así estos los casos que los docentes derivaban con mayor frecuencia.

Al realizar las respectivas visitas áulicas, en los cursos de quinto (ABC), se remitieron un aproximado de diez niños con conductas inadecuadas que según lo expresado por los docentes, eran casos reiterativos que salían de su control, por ello realizaron la derivación al departamento de consejería, el cual receptó los casos para iniciar un proceso de evaluación, el cual estuvo a cargo de la practicante bajo la supervisión de los técnicos del equipo DECE.

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2. Etapa de desarrollo Esta siguiente etapa se desarrolló a través de las siguientes fases:

• Fase exploratoria: en donde se realizó una entrevista estructurada a cada uno de los niños del quinto AEB quienes habían sido remitidos por problemas de conducta dentro del aula de clases Esta entrevista se realizó con el objetivo de identificar datos relevantes que nos permitieran generar hipótesis sobre la conducta presentada por los niños.

• Fase de recolección de datos: en esta fase se realizó una entrevista semiestructurada con informantes claves, como autoridades, profesionales del DECE, docentes, compañeros, y padres de familia de los niños, los cuales proporcionaron información que contrastada con la demás información obtenida ayudó a la elección de pruebas psicológicas pertinente para cada caso.

• Fase de aplicación de pruebas psicológicas: se realizó la aplicación de pruebas de tipo proyectivas (test de frases incompletas de Sacks para niños, HTP de John N. Buck, test de la Familia de Louis Corman, test del dibujo espontaneo de Wolf), con el objetivo de conocer las actitudes, necesidades, motivaciones, miedos, ansiedades de los niños; además de explorar el área social, familiar, y personal.

• Fase de análisis e interpretación de las pruebas psicológicas: se realizó el análisis de los test aplicados para así realizar la sistematización de dicha información.

• Sistematización de la información obtenida: se clasificó la información obtenida, la cual respondió a las preguntas planteadas durante el proceso, la misma que permitió afirmar o negar hipótesis y realizar un posible diagnóstico de cada situación evaluada. Luego de esto se organizó la información a través de la construcción de un informe de cada caso.

3. Etapa de cierre • Fase de devolución: en esta fase se realizó las respectivas devoluciones

a los padres de familia, y a los docentes, dando una serie de recomendaciones para mejorar y modificar ciertas conductas presentadas por los niños, a través de la colaboración de cada uno de ellos, tanto en la casa como en la escuela. Se realizó la entrega de informes psicológicos a los técnicos del DECE como evidencia del trabajo de evaluación que se realizó con dichos niños.

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• Fase de seguimiento: esta fase no se completó, debido al tiempo de prácticas, pero en ella se realizó un control de cada niño a través de dos encuentros por dos semanas semana, en donde se utilizaron técnicas lúdicas para trabajar sobre la reflexión de las malas actitudes y formas de conducirse que presentaban los niños, también se realizó una visita áulica por semana donde se realizó la observación directa para el registro de los efectos causados en este proceso.

C. Valoración general del proceso e instrumentos de sistematización

Al establecer un primer contacto con la realidad de estos niños y niñas de esta institución, se pudo conocer las diversas problemáticas psicológicas, sociales y académicas que estos presentaban, las cuales fueron remitidas al departamento de consejería estudiantil, donde se brindó el acompañamiento, orientación y respuesta a dichas situaciones mediante procesos necesarios para cada casuística.

El DECE en su labor de conocer situaciones que afecten directa o indirectamente al niño en su entorno escolar realizó visitas áulicas en donde además de observar el desarrollo de una clase y la interacción que hay entre la docente y los estudiantes, también se encargó de receptar casos que requirieran de un proceso de evaluación y seguimiento.

Los instrumentos utilizados en este proceso parten de una línea metodológica cualitativa ajustada a cada realidad de cada niño, por ello se empleó métodos como la entrevista psicológica, la observación e instrumentos de tipo proyectivo y técnicas narrativas que permitieran al niño expresar sus necesidades, motivaciones, intereses, miedos, ansiedades, los cuales conforman su estructura personológica.

El método de la entrevista formó parte importante de este proceso, ya que esta técnica permitió abordar a cada sujeto como una unidad, y develó datos de mucha relevancia; se utilizó entrevistas estructuradas y semiestructuradas tanto con niños, docentes y padres de familia.

Se utilizó la observación como un método presente en todo este proceso, ya que a través de este se pudo obtener información de aspectos no verbales y registros de las actitudes de los participantes. Entre los instrumentos utilizados están los test o pruebas proyectivas, las cuales fueron:

El test de las frases incompletas de Joseph Sacks para niños de cuatro a doce años, utilizado para explorar área familiar, de relaciones heterosexuales, interpersonales, y de auto concepto, este test está estructurado por sesenta frases incompletas que son un estímulo para que los niños puedan expresar

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sus sentimientos tendencias básicas, afectos, impulsos, deseos y actitudes, proyectando así su personalidad.

Otro test utilizado fue el HTP (casa, árbol, persona) de John N. Buck, basado en la técnica grafica del dibujo a través del cual se puede realizar la evaluación global de la personalidad de niños de ocho años en adelante, ya que el dibujo es un lenguaje simbólico, en el dibujo de la persona se realiza una autoimagen muy cercana de la conciencia, en el de la casa se proyecta la situación familiar y en el del árbol se proyecta un concepto más profundo del yo de cada niño.

También en ocasiones donde se dificultó la aplicación del HTP, se aplicó el test de la familia de Louis Corman con el objetivo de evaluar el estado emocional del niño en relación con su medio familiar, la percepción que tiene de su familia y el lugar que ocupa en ella, esta prueba se administra a niños de seis a diecisiete años. Test del dibujo libre de Wolf, también fue aplicado a varios de estos niños, con el objetivo de que pudieran exteriorizar sus ideas, sentimientos, reforzar sus conocimientos e ideales, y aporta los elementos necesarios para precisar los conceptos que poseen, además de revelar aspectos de su personalidad, este test se utiliza con niños desde los 4 años hasta los 11 años.

D. Evaluación cualitativa y cuantitativa- Acuerdos y compromisos

Cualitativa

• Cualitativamente este proceso de evaluación ayudó a identificar factores que estaban influyendo en las conductas que presentaban los niños, ya que muchos de ellos presentaban conductas inadecuadas aprendidas desde el hogar. Los niños y niñas presentaban actitudes de agresión, desafiantes, oposición a reglas y de poco control emocional, identificándose así rasgos de frustración, ansiedad, hostilidad al entorno, impulsividad.

• Se aportó al fortalecimiento de habilidades y destrezas propias del perfil psicológico de la practicante, en su labor de caracterizar, fundamentar, diagnosticar, diseñar un plan de evaluación y seguimiento con los participantes de este proceso.

• Se logró empoderar a los niños haciéndolos actores activos en este proceso, y a la vez llevándolos a la reflexión y cambio de pensamiento que permita un cambio de conducta.

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• Se logró involucrar a algunos de los padres de familia de estos niños, para que ellos contribuyan en el proceso de evaluación.

• Se involucró a la docente y se logró sensibilizarla a través de la devolución de recomendaciones para el trabajo con estos niños y niñas.

Acuerdos y compromisos • Se acordó realizar un seguimiento dos veces por semana, en donde los

niños se comprometieron a mejorar sus conductas a cambio de permitirles jugar, dibujar o pintar en el departamento de consejería estudiantil en hora de receso.

• Se acordó con las autoridades de la institución dar talleres sobre formas de conducirse, resolución de conflictos, violencia escolar.

• Algunos padres de familia se comprometieron asistir a la escuela una

vez por semana para conocer como avanzaba el proceso de mejorar la conducta y desempeño académico de sus hijos.

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3. DESCRIPCIÓN DE LA EXPERIENCIA A. Descripción del proyecto o programa Como requisito previo al proceso de titulación, se realizaron las prácticas pre profesionales, iniciando el 13 de julio hasta el 26 de noviembre del 2015 completando 500 horas prácticas en el área clínico-educativa, el principal objetivo de la práctica pre profesional era vincular al practicante a una realidad en la que pudiera aplicar los conocimientos teóricos, metodológicos y operacionales adquiridos en sus años de formación, y así mismo potenciar el desarrollo de destrezas, habilidades y competencias que le ayuden en su vida profesional futura. Estas prácticas pre profesionales se llevaron a cabo en la Unidad Educativa “Salitre”, dentro del departamento de consejería estudiantil, el cual es un programa de atención integral para los estudiantes que están en proceso de formación, este tiene como propósito brindar apoyo y acompañamiento psicológico, psicoeducativo, emocional y social a niños, niñas y adolescentes, a través de acciones preventivas frente a problemáticas de orden social (embarazo de adolescentes, consumo de drogas, migración, violencia entre pares, delitos sexuales, entre otros) que requieran la atención emergente según lo establecido por el marco legal en vigencia.

El departamento de consejería estudiantil está conformado por un grupo de profesionales multidisciplinarios, entre ellos: psicólogo clínico, psicólogo educativo, psicopedagogos, y trabajador social, quienes están encargados de velar por el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes según lo establecido por el lineamiento de sus funciones.

El equipo DECE de la unidad educativa Salitre rota por los diferentes bloques que conforman esta unidad, por ello su permanencia en los horarios matutinos en las instalaciones del bloque 1, en donde funcionan los cursos de inicial a sexto año de educación básica, en este bloque los casos que son remitidos al departamento son: dificultades de aprendizaje, desempeño escolar, problemas emocionales, y problemas conductuales, siendo esta última una de las problemáticas más encontradas en las aulas de clases, especialmente en cursos como segundo a sexo año de educación básica.

El proceso de sistematización se llevó a cabo en el bloque 1, con seis niños y dos niñas con edades de 8 a 9 años, pertenecientes al quinto AEB, quienes presentaban conductas disruptivas en el aula.

Estos niños fueron derivados al DECE por sus docentes, debido a las reiteradas actitudes abruptas dentro del salón de clases, siendo ellos un

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obstaculizador de la labor del docente, interrumpiéndolos al levantarse de sus asientos, salir sin permiso del aula, agrediendo a compañeros de manera física y verbal, siendo un ejemplo de desacatadores del orden de convivencia en sus respectivos aulas de clases.

A través de las visitas áulicas realizadas por los técnicos del DECE se realizó la recepción de las respectivas derivaciones dando inicio a un proceso de evaluación y seguimiento de estos estudiantes a cargo de la practicante con el apoyo de los profesionales del departamento.

Luego de la recepción de los casos de los niños y niñas con conductas disruptivas, se trazó un plan de evaluación y seguimiento, con el objetivo de conocer las diversas causas y factores relacionados con estas conductas, para así poder trabajar en su modificación y mejoramiento, este proceso dio inicio con una etapa exploratoria para conocer los datos de los niños (as) y poder formular preguntas que en las posteriores fases se pudieran responder, esta etapa fue acompañada de métodos como la entrevista y la observación, las cuales brindaron una base para la elección de los diversos instrumentos para evaluar a los niños y poder conocer aspectos que de una u otra forma estaban incidiendo en la manifestación de sus conductas inapropiadas.

Seguido de una fase de desarrollo en el que se hizo la recolección de información a través de entrevistas semiestructuradas con niños, docentes, padres de familia y compañeros de clase, luego de esto se realizó la aplicación de pruebas o técnicas psicológicas que permitieran contrastar la información obtenida y así mismo analizar e interpretar la misma. A través de una fase de sistematización se dio un orden a la información y se realizó un posible diagnóstico, registrado en la construcción de la historia de cada caso.

A continuación se realizó una fase de cierre, en donde se devolvió a los padres de familia, docentes y equipo DECE resultados obtenidos a través de la evaluación y recomendaciones para ayudar a los niños de forma integral donde la participación de las personas que se vinculan directamente con ellos pueda ser de gran apoyo para el mejoramiento de sus actitudes, lo cual sería de beneficio para el mejoramiento de sus relaciones interpersonales, y desempeño escolar.

B. Descripción del producto a sistematizar A continuación se describe el trabajo de sistematización de experiencias prácticas realizado en la Unidad Educativa “Salitre”. Con el objetivo de reflexionar sobre el proceso de evaluación de los niños y niñas del quinto año de educación básica que presentaban conductas disruptivas, para conocer las causas de las mismas y posteriormente hacer las respectivas derivaciones.

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1. Fase inicial

Objetivo

Tener un primer acercamiento con la institución y las diversas problemáticas que presentan sus estudiantes

Objeto Problemáticas de los estudiantes de la unidad educativa “Salitre” bloque 1

Actores:

• Autoridades • Docentes • Practicante • Profesionales del departamento de consejería estudiantil

Instrumentos utilizados:

• Entrevista • Fichas de registro de casos del DECE

Impacto: Se identificó las necesidades de los estudiantes de la unidad educativa, y a la vez se conoció las diversas problemáticas que presentan (problemas de aprendizaje, problemas emocionales, problemas conductuales).

2. Fase de recepción de casos

Objetivo:

Se realizaron visitas áulicas con el objetivo de conocer las diversas problemáticas que se presentaban en el quinto AEB, las cuales fueron remitidas por la docente al DECE.

Objeto:

Conductas disruptivas (interrupción de clases, actitud agresiva tanto física como verbal entre pares, negativismo a seguir órdenes de la autoridad)

Los actores que participaron en esta primera etapa son:

• Docente que remitió los casos, quien se mostró muy colaboradora al otorgar información sobre los estudiantes que estaba remitiendo.

• Practicante y trabajadora social quienes realizaron la visita áulica y receptaron los casos remitidos para empezar un proceso de evaluación de

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manera integral para ayudar a que estos niños a mejorar su manera de conducirse dentro del aula de clase.

• seis niños y dos niñas de 8 a 9 años con conductas disruptivas

Instrumentos utilizados:

Observación áulica, entrevista con docente.

Impacto:

En esta primera etapa la docente y los estudiantes conocieron del apoyo y acompañamiento que realiza el DECE con los niños que presentan algún tipo de problemática, además de que se dio la apertura a un proceso de evaluación y seguimiento a los casos remitidos.

3. Fase de exploración Objetivo: establecer una relación de empatía con los participantes Objeto: conductas disruptivas

Actores participantes de esta etapa:

• Niños y niñas de quinto AEB que presentaban conductas disruptivas • Practicante encargada del proceso de evaluación

Instrumentos utilizados:

Entrevista estructurada, en la cual se buscó tener empatía con los niños y niñas para que ellos se sintieran en confianza para responder cada pregunta y pudieran expresar lo que pensaban y sentían, esta entrevista tuvo una duración de 30 minutos con cada una de los participantes.

Se logró identificar informantes claves para próximas entrevistas (padres de familia, compañeros de clases, docente)

Impacto:

En esta etapa se logró conocer información importante acerca de los datos personales de las participantes, información que sirvió para generar hipótesis que en las siguientes etapas se iban a afirmar o negar.

4. Fase de recolección de información Objetivo: identificar factores influyentes en la conducta disruptiva que presentan los niños y niñas.

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Actores participantes de esta etapa:

• Niños y niñas con conductas disruptivas • Practicante encargada del proceso • Trabajadora social • Informantes claves (padres de familia, compañeros de clase) Instrumentos utilizados: Se utilizó citaciones para padres de familia de los niños que presentaban conductas disruptivas, de los cuales acudieron tres de los padres, con quienes se utilizó una entrevista semiestructurada para conocer la dinámica familiar de cada niño. Se realizó visitas domiciliarias a los padres que no habían acudido a la citación por reiteradas veces. De estas entrevistas se identificaron factores como: familias disfuncionales, padres con estilo de crianza permisitos, y padres autoritarios y con actitudes agresivas, padres que prestan poca atención a sus hijos.

También en esta etapa se realizó una entrevista semiestructurada con compañeros de clases de los niños, quienes pasan mayor tiempo dentro del contexto educativo.

Impacto:

Se logró identificar factores de mucha importancia para el proceso, y se logró realizar un genograma familiar de cada niño, obteniendo así datos sobre la dinámica del sistema familiar de cada participante. 5. Fase de elección de protocolo para evaluar

Objetivo: Seleccionar instrumentos que permitan un estudio integral de cada caso.

Se eligió técnicas de proyección (dibujos, narrativas, lúdicas), donde los niños pudieran expresarse libremente y a la vez sentirse participes de este proceso, cada una de estas técnicas iba acompañada del registro de lo que se observaba durante las mismas, y el registro de una entrevista semiestructurada posteriormente.

Actores participantes de esta etapa:

• Practicante • Psicopedagogo (coordinador del departamento y práctica)

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6. Fase de aplicación de instrumentos a niños y niñas

Objetivo: conocer aspectos importantes que contribuyan a la construcción del perfil psicológico de los niños y niñas con conductas disruptivas

Actores que participaron:

• Niños y niñas evaluados • Evaluador (practicante)

Instrumentos utilizados:

• Test del dibujo libre de Wolf • Test de la Familia • Test de Frases incompletas de Sacks para niños • Test HTP ( casa, árbol, persona)

Impacto:

La utilización de estos test permitió que la mayoría de los casos expresaran de forma espontánea sus pensamientos, sentimientos, miedos, ansiedades, motivaciones. Fueron técnicas de fácil aplicación, y poca duración. Entre los inconvenientes presentados, fue con el test de las frases incompletas, ya que dos niños se negaron hacerlo porque no les gustaba escribir, pero esta técnica fue reemplazada por el test HTP. 7. Fase de análisis e interpretación de los test Objetivo: realizar el análisis de las pruebas aplicadas para extraer información relevante de las mismas. Actores: • Practicante encargada del proceso En esta etapa se realizó el respectivo análisis e interpretación de los test aplicados, de acuerdo al protocolo utilizado. Los mismos que fueron ordenados y sistematizados en la historia psicológica de cada estudiante. Al contrastar la información obtenida se pudo realizar la afirmación o negación de ciertas hipótesis planteadas al inicio del proceso. 8. Fase de elaboración de informes psicológicos

Objetivo: Realizar la triangulación de la información obtenida para así elaborar el respectivo informe

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Actor del proceso: • Practicante encargada del proceso

En esta etapa se realizó el informe psicológico el cual sería entregado al departamento de consejería como constancia del trabajo de evaluación que se realizó con estos estudiantes, este informe incluía recomendaciones tanto para estudiantes, padres de familia, docentes y autoridades. 9. Fase de devolución de resultados Objetivo: Realizar la respectiva devolución del diagnóstico obtenido para realizar las respectivas derivaciones En esta etapa se realizó la entrega de cada informe psicológico de cada niño atendido en este proceso, haciendo la derivación de dos de los niños atendidos por problemas de violencia familiar quienes necesitaba de otro tipo de proceso y el acompañamiento de los profesionales correspondientes. Se realizó una entrevista de devolución con padres de familia a quienes se les dio recomendaciones necesarias para el apoyo al mejoramiento de la conducta y desempeño escolar de sus hijos. Así mismo se realizó la entrega de recomendaciones a docentes para que puedan implementar estrategias que les permitan trabajar con los niños que presentaban esta problemática, y a la vez para prevenir la misma. Actores:

• Padres de familia • Docentes, psicólogos 10. Fase de seguimiento Objetivo: observar la evolución de cada caso En esta etapa se acordó realizar un seguimiento a través de dos sesiones por semana y una observación áulica a los niños y niñas participantes de este proceso.

Participantes:

• Practicante • Niños y niñas con conductas disruptivas • Docentes

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4. RECUPERACIÓN DEL PROCESO El proceso de evaluación se llevó a cabo en la Unidad Educativa “Salitre” bloque 1, jornada matutina. El 3 de septiembre del 2015 se iniciaron las visitas áulicas con el acompañamiento de la trabajadora social, para conocer las problemáticas presentadas por los estudiantes, fue así que por requerimiento de la docente del quinto AEB, se derivó a siete niños y niñas que presentaban conductas disruptivas en el aula, los mismo que con sus actitudes interrumpían el proceso de enseñanza-aprendizaje, y quienes se mostraban negativos ante las demandas de su docente.

Se realizó la respectiva recepción de los casos y se inició el establecimiento de un proceso de exploración, evaluación y seguimiento a estos niños y niñas, los mismos que fueron atendidos en la sala de computación, donde funcionaba el Departamento de consejería, el cual no contaba con una oficina propia, por lo que muchas veces el proceso de evaluación fue interrumpido, debido a que la sala de computación se requería para otras actividades; por ello muchas veces se atendía a los niños en la oficina del director cuando esta se encontraba desocupada. El DECE no contaba con el material necesario para el inicio de dicho proceso, ya que no tenía un protocolo de evaluación definido, no contaban con la información personal de cada estudiante, no tenía el material necesario para trabajar con los niños (hojas, lápiz, lápices de colores, plastilina, pinturas, juegos etc.).

Durante este proceso se programó entrevistas estructuradas y semiestructuradas dirigidas a estudiantes, docentes, padres de familia y compañeros de clases; de los cuales muchas veces se imposibilitó establecer contacto con los padres de los niños, debido a que muchos niños no tenía una ficha de datos que registrara el número telefónico para contactarse con sus representantes, y en ocasiones se tuvo que realizar las visitas domiciliarias, las cuales no estaban dentro de lo programado por la práctica, pero fueron necesarias para obtener información e involucrar a los padres de familia en este proceso, debido a que muchos de ellos no asistían a las citaciones enviadas.

Además se programó la aplicación de técnicas psicológicas que permitieran sustentar la evaluación realizada a los niños. Se planificó un cronograma de entrevistas y visitas áulicas para realizar observaciones a los niños y así poder realizar el seguimiento de los mismos.

También fue planificada una serie de talleres con temas relacionados a la problemática suscitada en los salones de clases (formas de conducirse dentro del salón de clases, resolución de conflictos, bullying, etc.), los cuales no fueron

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ejecutados debido a la inestabilidad del personal del DECE con quienes se había hecho dicha planificación.

4.1. Elementos de reconstrucción histórica Para poder explicar los elementos de la reconstrucción histórica del presente trabajo se abordarán siete preguntas que se describen a continuación:

a) ¿Qué se hizo? (Actividades)

Fase inicial • Entrega de solicitud de admisión para prácticas • Entrevista con autoridades • Entrevista con profesionales del DECE • Conocimiento de la labor del DECE • Revisión de registros del DECE • Elaboración de plan de trabajo y cronograma de actividades

Fase de recepción de casos • Visitas áulicas • Entrevista con docentes • Entrevista con estudiantes

Fase de exploración • Entrevista con estudiantes remitidos al DECE • Registro de casos atendidos semanalmente en el DECE • Registro de seguimiento a casos individuales

Fase de recolección de información • Entrevistas estructuradas y semiestructuradas con niños y niñas • Entrevistas con docentes y padres de familia

Fase de elección de protocolo para evaluar • Consulta con coordinador del departamento • Elección de test proyectivos • Revisión bibliográfica de los test

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Fase de aplicación de pruebas psicológicas • Aplicación de: Test del dibujo libre de Wolf; Test de la Familia; Test de

Frases incompletas de Sacks para niños; Test HTP (casa, árbol, persona).

Fase de análisis e interpretación de pruebas aplicadas • Sistematización de información obtenida • Caracterización del perfil psicológico de cada caso

Fase de elaboración de informe psicológico

• Elaboración de diagnóstico presuntivo • Construcción de informe psicológico • Respectivas derivaciones

Fase de devolución de resultados

• Entrega de informe psicológico al departamento de consejería estudiantil • Entrevista de devolución con docentes y padres de familia • Entrega de recomendaciones

Fase de seguimiento • Dos sesiones por semana (de las cuales solo se dieron dos semanas) • Entrevista • Recursos lúdicos para modificación de conducta • Observación • Registro de seguimiento de los casos

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b) ¿Cuándo lo hizo? (organización en el tiempo)

Fases Periodo de tiempo Observaciones

Fase Inicial 13 julio - 26 noviembre ----

Fase de recepción de casos 22 julio - 24 julio ----

Fase de exploración 27 julio - 31 julio ----

Fase de recolección de información 3 - 11 agosto ----

Fase de elección de protocolo para evaluar

12 - 14 agosto ----

Fase de aplicación de instrumentos 17 - 21 agosto ----

Fase de análisis e interpretación de pruebas

24 - 28 agosto ----

Fase de elaboración de informes psicológicos

1 - 4 septiembre ----

Fase de devolución de resultados 7 - 9 septiembre ----

Fase de seguimiento 14 - 25 septiembre

Inicio de práctica del área educativa

C) ¿Quién lo hizo? (actores)

Los actores que intervinieron en este proceso fueron: • Beneficiarios (6 niños y 2 niñas de quinto AEB de la Unidad Educativa

“Salitre” quienes presentaban conductas disruptivas) • Practicante de la facultad de psicología de la Universidad de Guayaquil

(Nathaly Guzmán ) • Autoridades de la Unidad Educativa “Salitre” (Rectora, y coordinadora del

bloque 1) • Personal docente • Personal técnico del DECE • Padres de familia

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c) ¿Cómo lo hizo? (métodos o estrategias empleadas en las actividades)

Fases del proceso de evaluación Métodos o estrategias empleadas

Fase preliminar • Entrevistas • Fichas de registro del DECE • Registro de asistencia del practicante

Fase de recepción de casos • Visitas áulicas • Entrevista • Registro de recepción de casos remitidos

Fase de exploración • Entrevistas • Observación • Análisis de contenido

Fase de recolección de información • Entrevistas • Observación • Citación a padres de familia • Registro de asistencia de padres de

familia • Visitas domiciliarias

Fase de elección de protocolo para evaluar

• Entrevista

Fase de aplicación de instrumentos psicológicos

• Test psicológicos • Entrevista

Fase de análisis e interpretación de test • Manual de calificación • Análisis critico

Fase de elaboración de informe psicológico

• Sistematización de resultados • Historia clínica

Fase de devolución de resultados • Entrevista Fase de seguimiento • Técnicas lúdicas (juegos, pinturas,

cuentos) d) ¿Con qué lo hizo? (medios y recursos: humanos, materiales y

financieros).

Medios y recursos: Humanos: practicante de la facultad de Psicología de la Universidad de Guayaquil (Nathaly Guzmán); personal del DECE, rectora y coordinadora del bloque 1, grupo meta (6 niños y 2 niñas del quinto AEB)

Materiales: Sala de computación, mesa y sillas, hojas bond, protocolo de evaluación, lápiz, lápices de colores, borrador, temperas, plastilina, cuentos, legos.

Financieros: dinero para movilización y para obtención de los materiales para trabajar.

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e) ¿Qué factores del contexto o elementos influyentes favorecieron la posibilidad de la acción local?

• La apertura por parte de las autoridades de la institución para llevar a cabo el proceso de evaluación

• La colaboración del departamento DECE al facilitar los registros de algunos de los estudiantes evaluados.

• La predisposición por parte de la mayoría de los estudiantes para participar de este proceso de evaluación

• La colaboración de la docente del quinto AEB al facilitar información importante y al enviar a los niños al DECE.

f) ¿Qué factores del contexto o elementos influyentes limitaban las

posibilidades de acción social?

• La falta de colaboración de algunos padres de familia al no asistir a las citaciones que se les enviaba.

• Limitantes en aspectos económicos al no contarse con los recursos necesarios dentro del departamento

• Limitante en aspectos de espacio, ya que el departamento de consejería funcionaba en la sala e computación, la cual era ocupada muchas veces por lo que se veía interrumpido el proceso de evaluación y seguimiento.

• Limitantes de tiempo, ya que por la demanda de las demás problemáticas en otros salones, y el poco tiempo de práctica se acorto el tiempo de seguimiento de estos estudiantes.

• Deserción escolar de uno de los niños que al inicio era parte de este proceso de evaluación

4.2. Elementos para ordenar y clasificar la información El eje de la sistematización de este trabajo: es la evaluación de las conductas disruptivas de niños y niñas del quinto AEB de la Unidad Educativa “Salitre”.

Proceso que tuvo como punto de partida las visitas áulicas realizadas en este salón de clase, en donde la docente a cargo de este curso, hizo la derivación de dos niñas y seis niños que presentaban conductas inadecuadas en reiterados momentos de la jornada de clases, los mismos que se levantaban de su asiento sin permiso, molestaban a sus compañeros agrediéndoles verbal y físicamente, además de mostrar una actitud negativa al no trabajar las actividades e interrumpir continuamente el desarrollo de una clase.

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Estos niños fueron atendidos a través de un proceso de evaluación, en el que se aplicó entrevistas y test psicológicos mediante los cuales, se pudo abordar el sistema escolar, personal y familiar de cada participante de este proceso, fue así que a través de este abordaje se identificó que estos niños compartían características similares como: familia disfuncional, falta de atención por parte de los padres, padres permisivos, padres agresivos, nivel socioeconómico medio.

Es así que tres de los ocho niños participantes, eran víctimas de maltrato en sus hogares por lo que las conductas que manifestaban en su aula de clase eran conductas aprendidas desde el hogar, en donde no se les permitía expresar ya que sus padres tenían un estilo de crianza autoritario.

Se identificó que dos de los ocho niños participantes eran niños que recibían poca atención de sus padres, debido a que estos trabajaban, y los niños quedaban al cuidado de otros familiares, quienes les permitían ver programas televisivos (contenido agresivo) sin ningún tipo de control; de los ocho niños participantes tres de ellos eran hijos de padres que se habían separado recientemente, además de que presentaban dificultades de aprendizaje también presentaban actitudes negativitas y de oposición ante las demandas de su docente.

Al concluir con el proceso de evaluación se pudo realizar un proceso de seguimiento donde se buscó llevar a reflexionar a los niños sobre la situación por la que pasaban y así mismo a través de herramientas participativas se pretendió la modificación de dichas conductas.

4.3. Elementos para la interpretación crítica ¿Por qué se consideró el proceso de evaluación con los niños y niñas con conductas disruptivas?

Porque se consideraba necesario iniciar un proceso que permita conocer los factores que estaban provocando la manifestación de las conductas disruptivas de estos niños en el aula de clase.

Es así que a través de una serie de técnicas e instrumentos se inició la evaluación de cada niño participante de este proceso, con el objetivo de abordar las diversas casuísticas y poder llegar a una conclusión que permitirá el acompañamiento, orientación tanto a los niños con sus conductas y a los docentes y padres de familia en el manejo de las misma, siendo así que los niños que se estaban viendo afectados en sus relaciones interpersonales, en

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su desempeño escolar, pudieran fomentar actitudes positivas que les admitieran un desenvolvimiento académico y social óptimo.

En esta fase de evaluación se identificó que muchas de estas conductas disruptivas se daban porque los niños estaban siendo participes de ambientes hostiles, donde las conductas agresivas, oposicionistas y de desacato a normas y reglas eran parte normal de su diario vivir, es así que dichos niños reproducían estas conductas aprendidas de los contexto de desarrollo social, además de que muchas de estas actitudes eran reforzadas por el mal proceder de la docente, al etiquetar a dichos niños como “niños malcriados, niños problemas”, ya que no contaban con las herramientas necesarias para controlarlas, utilizaban métodos coercitivos que provocaban frustración en algunos niños y por ello exteriorizaban respuestas negativas.

Este proceso se desarrolló durante aproximadamente dos meses, en los cuales se logró percibir los factores y las causas de dichas conductas disruptivas, y así mismo se intentó trabajar en ellas, a través de herramientas de modificación de conceptos, actitudes y conductas.

El proceso en ocasiones se vio interrumpido por la falta de un espacio para el trabajo continuo con estos niños, ya que el departamento de consejería no contaba con una oficina propia, al igual que no contaba con materiales para este abordaje. A pesar de las limitaciones que se presentaron, se logró finalizar el proceso de evaluación y realizar las respectivas devoluciones, siendo así que se recomendó métodos y estrategias para que la docente pudiera trabajar y ayudar a mejorar las conductas de estos niños, además de que se intentó trabajar con los padres de los niños (quienes faltaban muy a menudo a las citaciones que se les hacía).

4.4. Métodos e instrumentos a utilizar

• Visitas áulicas: nos permitió el registro del desarrollo de la clase e interacción entre la docente y sus estudiantes, además de identificar problemáticas que requieran de la atención del DECE.

• Observación psicológica: el cual fue un instrumento de mucha utilidad para examinar el contexto educativo en el que se desenvolvían los niños y niñas, además de permitirnos recopilar datos sobre las actitudes y conductas de los niños de manera natural en su ambiente de desenvolvimiento, registrando la información tal cual se observaba.

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• Entrevista psicológica: esta técnica nos permitió contrastar los datos obtenidos a través de la observación, ya que por medio de esta herramienta se pudo profundizar en aspectos relevantes directamente relacionados con las conductas de los niños, y a la vez conocer la percepción de los informantes claves sobre la problemática evaluada.

• Test psicológico proyectivo: a través de estas pruebas psicológicas se

logró conocer aspectos de la personalidad de cada niño, como lo fueron sus miedos, necesidades, motivaciones, actitudes (Test del dibujo libre de Wolf; Test de la Familia; Test de Frases incompletas de Sacks para niños; Test HTP), además de permitir corroborar la información obtenida en las entrevistas.

• Estudio de caso: nos permitió la caracterización de cada niño, obtenida a lo largo del proceso evaluativo.

• Registro de recepción de estudiantes atendidos semanalmente: el cual

permitió llevar un registro de las sesiones llevadas a cabo con los niños.

• Citaciones a padres de familias: las cuales permitieron dar constancia

de las veces que se citó a los representantes de los niños

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5. Análisis y reflexión

A. Lecciones aprendidas

En el proceso de evaluación realizada con los niños y niñas que presentaban conductas disruptivas se logró identificar aspectos relacionados directa e indirectamente con la manifestación de dichas conductas, por lo que se pudo iniciar un proceso de seguimiento en el cual a través de herramientas se ayudó a que los beneficiarios pudieran mejorar dichas conductas, además de dar las respectivas recomendaciones a la docente para el trabajo dentro del aula con dichos niños, de las cuales se obtuvieron resultados por parte de los niños, ya que muchos de ellos establecieron un mejoramiento en su control emocional y conductual, permitiendo esto mejores relaciones interpersonales dentro del aula de clases, y desempeño académico de los mismo, el cual se corroboró en las visitas áulicas posteriores.

Durante este proceso de evaluación y seguimiento a los niños y niñas del quinto AEB que presentaban conductas disruptivas existieron factores que limitaron el desarrollo del mismo, como es: la falta de un espacio en el que no existieran interrupciones, la falta de materiales para trabajar con estos niños, la falta de colaboraciones de algunos padres de familia; mientras que por otra parte también existieron factores que contribuyeron a que se llevará acabo dicho proceso como fueron: la colaboración de los docentes, disposición por parte de los niños, apertura por parte de las autoridades para que se realizará la evaluación y el apoyo de los profesionales del DECE al proporcionar datos relacionados con los niños y niñas.

Este proceso se socializó a través de informes psicológicos de cada participante, los cuales fueron entregados al departamento de consejería estudiantil para que reposaran en sus archivos como constancia del trabajo realizado. Además de las respectivas devoluciones a docentes y padres de familia, para ampliar su percepción sobre la problemática de los niños y para que puedan seguir las recomendaciones útiles para el mejoramiento de las conductas de los estudiantes.

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Dificultades superadas

Fase Dificultades Presentadas

Como se superaron (estrategias y resultados)

Sugerencias para prevenir dificultades

Recepción de casos

-Docentes no formalizaban la derivación de los niños por escrito, tal como lo solicitaba el DECE

-Se facilitó formato para que pudieran realizar las respectivas derivaciones

- Que se les comparta a los docentes los requerimientos del DECE para hacer formal la asistencia de los casos remitidos.

Exploración

- El DECE no contaba con un espacio propio para llevar acabo las sesiones con los niños por lo que se dificultaba la realización de las mismas, cuando la sala de computación (oficina del DECE) era solicitada para otras actividades -Al inicio de la entrevista algunos de los niños se negaron a responder las preguntas realizadas

-Se solicitó a la coordinadora del bloque 1, un espacio donde se pudiera llevar el proceso sin interrupciones -A través de técnicas lúdicas se consiguió que los niños se sintieron en confianza para expresarse.

-Que se cree un espacio donde los profesionales del DECE puedan trabajar sin interrupciones -Que existan materiales lúdicos que permitan crear un ambiente agradable para que los niños se puedan expresar.

Aplicación de instrumentos

-Niños se negaron a realizar las frases incompletas porque no les agradaba escribir mucho.

-Se optó por reemplazar el test de las frases incompletas por el test HTP (casa, árbol, persona)

-Mejorar la selección de instrumentos al momento de trabajar con niños.

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Situaciones de Éxito

Fase Éxitos reconocidos

Como se superaron (estrategias y resultados)

Recomendaciones para fases / procesos futuros

Recolección de información

-Información sobre historia familiar de cada estudiante.

-Visitas domiciliarias con trabajadora social

- Registro de información relevante de cada estudiante

Aplicación de pruebas psicológicas

-El coordinador del DECE reconoció la importancia de los test proyectivos al trabajar con los niños

-Se implementó en el DECE los protocolos de pruebas proyectivas para el trabajo con los estudiantes

-Preparar un banco de protocolos de evaluación para las diferentes problemáticas que presenten los niños.

Devolución de resultados

-Entrega de informes psicológicos de cada niño como precedente a un posterior estudio

-Se implementó en el DECE un formato de informe psicológico para cada caso

-Realizar un informe psicológico más detallado de cada caso para posteriores procesos

Seguimiento

-Trabajo con técnicas lúdicas y de participación en donde los niños se sintieron comprometidos con el proceso -Trabajo con padres de familia

-Se implementó el trabajo con técnicas lúdicas que permitieran la comunicación -Mayor atención a sus hijos y su problemática

-Obtener materiales lúdicos para realizar futuras evaluación y trabajos con los estudiantes. -Fortalecer vínculo entre padres e hijos a través de programas de integración

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Errores para no volver a cometer

Fase

Errores identificados

Causas del error

Recomendaciones para fases / procesos futuros

Elección de protocolo para evaluar

-Elección de pruebas psicológicas

-Poco acompañamiento por parte de los profesionales del DECE, poca consulta bibliográfica para la elección de pruebas psicológicas.

-Que los profesionales del DECE se involucren un poco más, y así haya una mejor consulta del material bibliográfico

Aplicación de instrumentos

-Utilización de técnicas escritas extensas

-Falta de indagación sobre bagaje de instrumentos para niños

- Buscar varias pruebas psicológicas que sean de corta duración para niños

Fase de seguimiento

-Falta de tiempo para continuar con el seguimiento -Falta de un espacio físico y tiempo para continuar con el seguimiento de estos casos

-Por motivos de iniciar las horas de prácticas educativas se acortó el seguimiento con los niños y niñas con conductas disruptivas -El DECE no cuenta con un espacio propio para llevar a cabo su trabajo

-Elaborar un cronograma de las sesiones de seguimiento de los casos atendidos en el DECE. -Crear un espacio en el que se pueda llevar un seguimiento de los casos que lo requieran

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6. RECOMENDACIONES Institución educativa

• Adecuar un espacio físico para el trabajo de evaluación e intervención psicológica con los estudiantes que lo requieran.

• Planificar talleres para padres e hijos con el objetivo de promover una comunicación asertiva.

• Distribuir correctamente la cantidad de estudiantes dentro de un aula de clases para lograr un relacionamiento más directo entre docentes y estudiantes.

• Crear espacios lúdicos y de artes (dibujo, pintura, instrumentos, lecturas) para los niños con problemas de control emocional y conductual.

• Realizar una base de protocolos que faciliten la evaluación de los estudiantes con diversas problemáticas.

• Emplear técnicas de participación activa que permitan establecer mejores relaciones con los participantes de procesos de evaluación psicológica.

• Ejecutar la planificación anual del departamento de consejería estudiantil, en donde incluyan actividades que permitan la integración familiar, educacional y social.

• Desarrollar planes de prevención y promoción para la comunidad educativa y en general, en donde se pueda sociabilizar temas como la violencia intrafamiliar, el bullying, resolución de conflictos, entre otros.

Facultad de Ciencias Psicológicas

• Fomentar una mejor comunicación entre autoridades administrativas y estudiantes de la facultad.

• Capacitaciones para estudiantes y tutores con respecto a las modalidades de titulación para tener un excelente desempeño en futuros procesos.

• Realizar la sistematización de experiencias en conjunto con la práctica pre profesional.

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Torrego Seijo, J.C., Fernandez Garcia, I., de la Serna Leira, M.G., Romero

Izarra, G., Aguado Asenio, J.C., Lapponi Funes, S.,… de Vicente Abad, J

63

ANEXOS

ANEXO A. DIBUJO ESPONTANEO DE WOLF

64

ANEXO B. TEST DE LA FAMILIA DE LOUIS CORMAN

65

ANEXO C. TEST DE LA FIGURA HUMANA DE KAREN MACHOVER

66

ANEXO D. TEST DE FRASES INCOMPLETAS PARA NIÑOS

Nombre: …………………………………… Edad: ……… años Fecha: ……………………..

1. Si yo fuera más grande

2. Me gustaría

3. Si yo fuera solamente

4. Odio a

5. Como me gustaría

6. Antes me gustaba

7. Lo que me entristece

8. Algún día

9. Extraño tanto

10. Quiero ir

11. Cuando estoy solo

12. Una vez

13. Quiero ver un

14. Me gustaría ser

15. Si yo fuera más inteligente

16. Quiero a

17. Las niñas

18. Mis amigos creen que

19. Lo que más me gusta ser

20. Deseo saber

21. Cuando sea mayor voy a

22. Mi papá y mi mamá

23. Siento como

24. Me enojo porque

25. A veces pienso que seré

26. Yo sueño con

27. Mi madre no

28. Cuando me despierto en la noche

29. Dios es

30. Los niños (as) son

67

31. Tengo miedo de

32. Lo que más me enoja

33. A otros niños y niñas

34. Mi padre es

35. Estoy celoso de

36. Me parezco a

37. Pienso mucho en

38. Estoy orgulloso de

39. Otra gente piensa que soy

40. Me da pena

41. Yo trato de

42. Me divierto con

43. A veces me siento triste porque

44. Cuando llego a mi casa voy

45. Cuando alguien de mi familia está enfermo

46. Si otra persona me golpea yo

47. Cuando la gente viene a visitarnos a casa

48. A la hora de la comida

49. Me gusta

50. Si yo veo a un perrito quejándose de frío

51. Me gusta ser

52. Cuando juego

53. Si obtengo lo que quiero en mi casa

54. Cuando me lastimo en algún lado

55. Cuando mis amigos llegan a visitarme

68

ANEXO E. HTP (CASA, ÁRBOL, PERSONA)

69

70

71

ANEXO E. GUIA DE OBSERVACIÓN LUGAR………………………………ÁREA………………………FECHA………………….. NOMBRE DEL OBSERVADOR………………………………………………………………. NOMBRE DEL OBSERVADO……………………………………………………………….... HORA DE INICIO……………………….. HORA DE FINALIZACIÓN……………………...

CATEGORÍA SUBCATERGORÍA OBSERVACIÓN

Comportamiento Verbal

Lenguaje

Sonido

Vocalización

Comportamiento no Verbal

Movimientos corporales

Gestos

Postura

Mirada

Distanciamiento o acercamiento

Interacciones Relaciones entre compañeros

Relaciones entre docentes

Otros

72

ANEXO F. REGISTRO DE CASOS ATENDIDOS

DECE DISTRITAL DE APOYO

Departamento de Consejería Estudiantil

Registro de casos atendidos diariamente por Institución

AÑO LECTIVO: 2015 - 2016

Técnico Especialista: ……………………………………….. Mes: …………………………….. Institución Educativa: ………………………………………….

N Fecha Nombres y apellidos del estudiante

Género Curso /

Paralelo

Jornada Motivo de consulta

Derivado por:

Nombres y apellidos del representante legal

Soluciones oportunas

M F M V N Conductual

Aprendizaje

73

ANEXO G. REGISTRO DE ASISTENCIA DE REPRESENTANTES LEGALES

DECE DISTRITAL DE APOYO

Departamento de Consejería Estudiantil

Registro de asistencia de los Representantes Legales por Institución

AÑO LECTIVO: 2015 - 2016

Técnico Especialista: …………………………………………………. Mes:………………………….. Institución Educativa:………………………………………………….

Fecha

Nombres y apellidos del

representante legal

Género

Parentesco

Motivo de Consulta Nombres y apellidos del

estudiante

Soluciones oportunas

M

F

Conductual

Aprendizaje

74

ANEXO H. CITACIONES

Unidad Educativa “SALITRE” CITACIÓN DEL DEPARTAMENTO DE CONSEJERÍA

ESTUDIANTIL

UNIDAD EDUCATIVA“SALITRE” CITACIÓN DEL DEPARTAMENTO DE CONSEJERÍA ESTUDIANTIL

Salitre,____________________ del 20___ Sr. (a) ______________________________ responsable del o la estudiante__________ _______________ del ______paralelo ____. Motivo: _____________________________________ Para el día: ______________________ 20___ Hora: _____________ Nombres y Apellidos del estudiante: _____________________________________

Salitre,_________________________________ del 20____ Al representante legal, Sr.(a)________________________________ responsable del o la estudiante _____________________________del _______paralelo _____

COMPORTAMIENTO

ASISTENCIA

DESEMPEÑO ACADÉMICO CUMPLIMIENTO DE TAREAS

OTROS

Para el día: ___________________________________ 20____ Hora: _________ ____________________________ TÉCNICO DECE RESPONSABLE

75

ANEXO I. INFORME DE CASOS PRIORITARIOS

UNIDAD EDUCATIVA “SALITRE”

SALITRE, __________________

INFORME DE CASO PRIORITARIO DEL DÍA

DATOS DE LOS ACTORES: Docente que observa e informa.-

Nombres y Apellidos del o la Estudiante.-

Año / Curso.- ___________ Paralelo.- ______ Jornada.- _________

MOTIVO: Agresión ( ) Acoso ( ) Consumo de sustancias ( ) Rechazo o fracaso escolar ( ) Problemas familiares o personales

( )

MOTIVO Y DESARROLLO DEL CASO: INTERVENCIÓN DOCENTE:

76