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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR
FACULTAD DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS
CARRERA DE PSICOLOGÍA INFANTIL Y
PSICORREHABILITACIÓN
Insatisfacción de la imagen corporal y comportamientos de riesgo asociados a los
Trastornos de la Conducta Alimentaria en adolescentes de 12- 16 años de la Unidad
Educativa Fiscomisional Padre Miguel Gamboa 2018-2019.
Trabajo de investigación previo a la obtención del título de Psicóloga Infantil y
Psicorrehabilitadora
AUTORA: Lizeth Dalila Luzuriaga Cerda
TUTOR: MSc. Nacira Virginia Landeta Maldonado
Quito, 2019
i
PRELIMINARES
DERECHOS DE AUTORA
Yo, Lizeth Dalila Luzuriaga Cerda, en calidad de autora y titular de los derechos
morales y patrimoniales del trabajo de investigación ”Insatisfacción de la imagen
corporal y comportamientos de riesgo asociados a los Trastornos de la Conducta
Alimentaria en adolescentes de 12 -16 años de la Unidad Educativa Fiscomisional
Padre Miguel Gamboa 2018-2019” modalidad Proyecto de Investigación, de
conformidad con el Art. 114 del CÓDIGO ORGÁNICO DE LA ECONOMÍA SOCIAL
DE LOS CONOCIMIENTOS, CREATIVIDAD E INNOVACIÓN, concedo a favor de
la Universidad Central del Ecuador una licencia gratuita, intransferible y no exclusiva
para el uso no comercial de la obra, con fines estrictamente académicos. Conservo a mi
favor todos los derechos de autor sobre la obra, establecidos en la normativa citada.
También autorizo a la Universidad Central del Ecuador para que realice la digitalización
y publicación de este trabajo en su repositorio virtual, de acuerdo a lo dispuesto en el
Art. 144 de la LEY ORGÁNICA DE EDUCACIÓN SUPERIOR.
La autora declara que la obra objeto de la presente autorización es original en su forma
de expresión y no infringe el derecho de autor de terceros, asumiendo la responsabilidad
por cualquier reclamación que pudiera presentarse por esta causa y liberando a la
Universidad de toda responsabilidad.
_______________________________
Lizeth Dalila Luzuriaga Cerda
C.C 220010493-9
Dirección electrónica: [email protected]
ii
APROBACIÓN DE LA TUTORA
En mi calidad de Tutor de Titulación, presentado por Lizeth Dalila Luzuriaga Cerda,
para optar por el Grado de Psicóloga Infantil y Piscorrehabilitadora; cuyo título es:
”Insatisfacción de la imagen corporal y comportamientos de riesgo asociados a los
Trastornos de la Conducta Alimentaria en adolescentes de 12 -16 años de edad de la
Unidad Educativa Fiscomisional Padre Miguel Gamboa 2018-2019”, considero que
dicho trabajo reúne los requisitos y méritos suficientes para ser sometido a la
presentación pública y evaluación por parte del tribunal examinador que se designe.
En la ciudad de Quito, a 02 días del mes de Julio de 2019
_________________________
MSc. Nacira Landeta
DOCENTE-TUTORA
iii
DEDICATORIA
A los que el cuerpo les cambia a tirones, a los que dejaron de idealizar el mundo adulto
porque esas son las puertas que muchas veces se les cierra, a los que el mundo exterior
y el mundo interior se les mezcla, a los que en soledad se sienten incomprendidos: los
adolescentes…
A Julia y a Edwin por tomarme la mano y soñar conmigo.
iv
AGRADECIMIENTO
No es sino en el encuentro con otros en donde una idea se gesta; cada retazo
conlleva una historia, cada lazo, un nombre.
A mi madre y a mi padre por haber significado la inspiración en este viaje.
A mis hermanas: compañeras de vida, de juegos, de momentos, ahora compañeras de
ideales y de sueños, gracias por regalarme vida en cada sonrisa y esperanza en cada
abrazo.
A mis amigos y amigas por ser y estar en todo momento
A Jonathan por las incontables conversaciones; que traspasaron lo convencional
A la Unidad Educativa Fiscomisional Padre Miguel Gamboa quienes me abrieron las
puertas para ejecutar esta investigación
A mi Alma Mater, a mi querida Universidad Central, a la Facultad de Ciencias
Psicológicas, a los maestros y maestras, a todos y todas quienes fueron parte de este
proceso, infinitas gracias.
Lizeth Luzuriaga
v
ÍNDICE DE CONTENIDO
PRELIMINARES ............................................................................................................ i
DERECHOS DE AUTORA ............................................................................................ i
APROBACIÓN DE LA TUTORA ................................................................................ ii
DEDICATORIA ............................................................................................................ iii
AGRADECIMIENTO ................................................................................................... iv
ÍNDICE DE CONTENIDO ............................................................................................... v
ÍNDICE DE TABLAS ................................................................................................... viii
ÍNDICE DE ANEXOS .................................................................................................... ix
ÍNDICE DE GRÀFICOS................................................................................................... x
RESUMEN ...................................................................................................................... xi
ABSTRACT ................................................................................................................... xii
INFORME FINAL TRABAJO DE TITULACIÓN .......................................................... 1
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................... 1
CAPÍTULO I PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ............................................. 5
Identificación del problema ............................................................................................... 5
Preguntas de investigación ................................................................................................ 8
Justificación ....................................................................................................................... 9
Objetivos de la investigación ........................................................................................... 11
Objetivo general ............................................................................................................ 11
Objetivos específicos ..................................................................................................... 11
Limitaciones de la investigación. .................................................................................. 12
CAPÍTULO II MARCO TEÓRICO............................................................................ 13
Posicionamiento Teórico ............................................................................................... 13
CAPÍTULO 1: INSATISFACCIÒN DE LA IMAGEN CORPORAL ..................... 14
1.1 Evolución Histórica Del Concepto De Imagen Corporal .......................................... 14
1.2 Teorías de la Imagen corporal ................................................................................... 16
1.3 La Insatisfacción de la imagen corporal .................................................................... 17
1.4 Etiopatogenia y consecuencias de los trastornos de la conducta alimentaria en la
adolescencia ..................................................................................................................... 19
vi
1.5 La insatisfacción de la Imagen corporal en los adolescentes. ................................... 20
CAPÍTULO 2: TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA ................ 23
2.1 Historia de los Trastornos de la conducta Alimentaria. ............................................. 23
2.2 Definición de Trastornos de la conducta alimentaria. ............................................... 26
2.3 Clasificacion de los Trastornos de la Conducta Alimentaria .................................... 27
2.4 Factores de riesgo para desarrollar Trastornos de la Conducta Alimentaria. ............ 30
2.5 La imagen corporal y los Trastornos de la Conducta Alimentaria. ........................... 33
CAPÍTULO TRES: CUERPO, YO, IDENTIDAD Y CONSTRUCCIÓN DE LA
IMAGEN DEL CUERPO. ............................................................................................ 35
3.1 La formación del yo ................................................................................................... 35
3.2 La formación de la personalidad y el cuerpo ............................................................. 37
3.3 La construcción del cuerpo. ....................................................................................... 39
3.4 La semantización del cuerpo y la significación del yo .............................................. 41
3.5 La comprensión psicoanalítica de la autopercepción distorsionada de la imagen del
cuerpo .............................................................................................................................. 43
3.6 La Adolescencia .................................................................................................... 45
3.6.1 Desarrollo de la adolescencia ................................................................................. 45
3.6.2 Los duelos en la adolescencia ................................................................................. 49
3.6.3 La adolescencia como una estancia problemática para los padres ......................... 51
Definición conceptual de variables................................................................................ 54
Operacionalización de variables .................................................................................... 55
Hipótesis ........................................................................................................................ 57
CAPÍTULO III MARCO METODOLÒGICO .......................................................... 58
Enfoque y tipo de la investigación .................................................................................. 58
Enfoque de la investigación .......................................................................................... 58
Tipo de la investigación. ................................................................................................ 58
Diseño de investigación ................................................................................................. 58
Descripción de la Población .......................................................................................... 59
Tipo y método de muestreo ........................................................................................... 59
Tipo de muestreo ........................................................................................................... 59
Método de muestreo ...................................................................................................... 59
Cálculo del tamaño de la muestra .................................................................................... 60
Criterios de inclusión ..................................................................................................... 60
Criterios de exclusión .................................................................................................... 60
vii
Criterios de eliminación................................................................................................. 60
Instrumentos y guías ........................................................................................................ 61
Encuesta Sociodemográfica ........................................................................................... 61
Cuestionario de la Forma Corporal. .............................................................................. 61
Inventario de Trastornos de la Conducta Alimentaria ................................................... 62
Procedimiento .................................................................................................................. 66
Procedimiento de recolección de datos ........................................................................... 66
CAPÍTULO IV PLAN DE ANÁLISIS DE DATOS ................................................... 67
Procedimiento de análisis de datos .................................................................................. 67
Marco Referencial o Contextual ...................................................................................... 68
Resultados ........................................................................................................................ 69
COMPROBACIÓN DE HIPÓTESIS .......................................................................... 82
DISCUSIÓN DE RESULTADOS ................................................................................ 84
CONCLUSIONES ......................................................................................................... 90
RECOMENDACIONES ............................................................................................... 92
CAPÍTULO V CONSIDERACIONES ÉTICAS ........................................................ 94
CAPÍTULO VI ASPECTOS ADMINISTRATIVOS ................................................. 97
Cronograma de actividades ............................................................................................. 97
Presupuesto y Recursos ................................................................................................... 98
Referencia Bibliográfica ................................................................................................ 100
ANEXOS ....................................................................................................................... 104
viii
ÍNDICE DE TABLAS
TABLA 1 .......................................................................................................................... 55
TABLA 2 .......................................................................................................................... 56
TABLA 3 .......................................................................................................................... 69
TABLA 4 .......................................................................................................................... 70
TABLA 5 .......................................................................................................................... 71
TABLA 6 .......................................................................................................................... 72
TABLA 7 .......................................................................................................................... 73
TABLA 8 .......................................................................................................................... 74
TABLA 9 .......................................................................................................................... 75
TABLA 10 ........................................................................................................................ 76
TABLA 11 ........................................................................................................................ 77
TABLA 12 ........................................................................................................................ 79
TABLA 13 ........................................................................................................................ 82
TABLA 14 ........................................................................................................................ 97
TABLA 15 ........................................................................................................................ 99
ix
ÍNDICE DE ANEXOS
ANEXO 1 ....................................................................................................................... 104
ANEXO 2 ....................................................................................................................... 104
ANEXO 3 ....................................................................................................................... 106
ANEXO 4 ....................................................................................................................... 110
ANEXO 5 ....................................................................................................................... 111
ANEXO 6 ....................................................................................................................... 113
ANEXO 7 ....................................................................................................................... 116
x
ÍNDICE DE GRÀFICOS
GRÁFICO 1 ....................................................................................................................... 77
GRÁFICO 2 ....................................................................................................................... 80
xi
Título: Insatisfacción de la imagen corporal y comportamientos de riesgo asociados a
los Trastornos de la Conducta Alimentaria en adolescentes entre 12 y 16 años de edad
de la Unidad Educativa Fiscomisional Padre Miguel Gamboa.
Autora: Lizeth Dalila Luzuriaga Cerda
Tutora: Nacira Landeta
RESUMEN
El presente trabajo de investigación busca conocer la relación existente entre la
insatisfacción de la imagen corporal y los comportamientos de riesgo asociados a los
Trastornos de la Conducta Alimentaria, se tomó como muestra a 102 adolescentes entre
12-16 años de edad de la Unidad Educativa Fiscomisional Padre Miguel Gamboa.
La investigación es cuantitativa, correlacional de carácter no experimental y diseño
transversal misma que se desarrolló con dos reactivos psicológicos de tipo screening:
Cuestionario de la Forma Corporal (BSQ) para determinar los niveles de insatisfacción
de la imagen corporal y el Inventario de Trastornos de la conducta alimentaria (EDI II)
para medir la incidencia de los comportamientos de riesgo asociados a los Trastornos de
la Conducta Alimentaria en los adolescentes.
Los resultados obtenidos muestran la correlación en dirección positiva de las variables: a
mayor insatisfacción de la imagen corporal mayor comportamientos de riesgo asociados
a los TCA.
PALABRAS CLAVE: INSATISFACCIÓN DE LA IMAGEN CORPORAL,
COMPORTAMIENTOS DE RIESGO PARA TCA, ADOLESCENCIA,
TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA, ATENCIÓN PRIMARIA
xii
Title: Body image dissatisfaction and risk behaviors associated with Eating Disorders
in teenagers between 12 and 16 years of age from the Father Miguel Gamboa
Fiscomisional Educational Unit 2018-2019.
Author: Lizeth Dalila Luzuriaga Cerda
Tutor: Nacira Landeta
ABSTRACT
This research work seeks to know the existing relationship between body image
dissatisfaction and risk behaviors associated with Eating Disorders, was taken as a
sample of 102 adolescents between 12-16 years of age from the Father Miguel Gamboa
Fiscomisional Educational Unit 2018-2019.
The research is quantitative, correlational of a non-experimental nature and
crosssectional design that was developed with psychological reagents of the screening
type: Body Shape Questionnaire (BSQ) to determine levels of body image
dissatisfaction and the Eating Disorders Inventory (EDI II) to measure the incidence of
risk behaviors associated with Eating Disorders in teenagers.
The results obtained show the correlation in the positive direction of the variables: the
greater the body image dissatisfaction, the greater the risk behaviors associated with
eating disorders conduct.
KEY WORDS: BODY IMAGE DISSATISFACTION, RISK BEHAVIOURS
FOR ACT, TEENAGER, EATING DISORDERS CONDUCT, PRIMARY
1
INFORME FINAL TRABAJO DE TITULACIÓN
Título: Insatisfacción de la imagen corporal y comportamientos de riesgo asociados a los
Trastornos de la Conducta Alimentaria en adolescentes de 12-16 años de la Unidad Educativa
Padre Miguel Gamboa 2018-2019.
INTRODUCCIÓN
La imagen corporal va construyéndose evolutivamente de tal modo que, en cada etapa
vital, se interioriza la visión que se tiene del propio cuerpo: la adolescencia es una etapa de
significativos cambios físicos y psicológicos en donde la construcción de la propia imagen
corporal cobra una importancia singular, debido a que en esta etapa se asienta el
autoconcepto o las distorsiones cognitivas, la preocupación por el peso y la actitud hacia la
alimentación tienen un papel importante, el adolescente que no se siente satisfecho con su
imagen corporal puede incurrir en alterar las conductas alimentarias para alcanzar un cuerpo
más delgado (Inmaculada, 2015).
En este sentido, “la insatisfacción corporal supone la presencia de juicios valorativos sobre
el cuerpo que usualmente no coinciden con las características reales del individuo”
(Berengüí, 2016, p.3).
Las investigaciones de Bobadilla, López y Avila, 2014; Laporta, Jáuregui y Santed, 2016;
Vaquero, Alacid, y López, 2013; coinciden en que la insatisfacción de la imagen corporal es
la característica definitoria de los trastornos de la conducta alimentaria; es un criterio
diagnóstico central de la anorexia nerviosa (AN) y la bulimia nerviosa (BN).
“Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son enfermedades de salud mental
compleja, multicausal en el que intervienen multitud de factores” (López, 2011, p. 86). En el
origen, desarrollo y mantenimiento de los TCA se ha descrito la existencia de factores
2
condicionantes o predisponentes, desencadenantes o precipitantes y factores mantenedores
del trastorno (Calvo, 2002; Perera, 2002; Toro y Vilardell, 1987).
En la actualidad la investigación persigue no solo el estudio de cuadros clínicos, sino
también los comportamientos alimentarios desajustados y las variables cognitivas asociadas
en relación con la percepción de la imagen corporal, con el fin de determinar factores de
riesgo y la detección temprana de los sujetos más vulnerables y en riesgo de sufrir TCA
(Lameiras, Calado, Rodríguez y Fernández, 2003).
Desde este marco, surge la propuesta del presente trabajo cuyo objetivo general es
conocer si existe asociación entre la insatisfacción de la imagen corporal y los
comportamientos de riesgo asociados a los TCA en una muestra de adolescentes entre 12-16
años.
En el capítulo I se da cuenta sobre la descripción de la primera variable: insatisfacción de
la imagen corporal en donde a través de diferentes conceptos se construye el problema de la
imagen y el cuerpo, además se realiza una revisión bibliográfica de teoría e investigaciones
referentes a la imagen corporal
En el capítulo II se describe la segunda variable de la investigación: Comportamientos de
riesgo asociadas a los Trastornos de la Conducta Alimentaria, en donde se realiza un
recorrido histórico-conceptual sobre esta variable, además se pone en evidencia los factores
de riesgo: predisponentes, precipitantes y de mantenimiento que agudizan el cuadro. Se
muestra como a lo largo de la historia de la humanidad, la alimentación se ha considerado no
solamente una manera de supervivencia, si no que ha adoptado diversos matices asociados a
la cultura.
En el capítulo III se construye la formación e integración del yo corporal, se describe el
estadio del espejo como el primer momento en que el niño percibe por primera vez su imagen
corporal integrada, proceso en el que se identifica a sí mismo, además se describe el
3
desarrollo de la adolescencia: los cambios psíquicos y la restauración psíquica, por la que
atraviesa, Arminda Aberastury (2004) propone que va a existir un triple duelo en la
adolescencia: El duelo por el cuerpo infantil: el adolescente sufre cambios rápidos e
importantes en su cuerpo que a veces llega a sentir como ajenos, externos, y que lo ubican en
un rol de observador más que de actor de los mismos, El duelo por el rol y la identidad
infantiles; perder su rol infantil le obliga a renunciar a la dependencia y a aceptar
responsabilidades, el duelo por los padres de la infancia: renunciar a su protección, a sus
figuras idealizadas e ilusorias, aceptar sus debilidades y su envejecimiento.
4
¿Qué ves cuando te ves?
5
CAPÍTULO I PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
1.1 Identificación del problema
El organismo internacional: Organización Mundial de la Salud (OMS, 2004) ha ubicado a
los Trastornos de la Conducta Alimentaria entre las enfermedades mentales de prioridad para
los niños y adolescentes dado el riesgo para la salud física y mental que implican. Además
son una de las entidades patológicas más frecuentes, se configuran como la tercera
enfermedad crónica más común entre los adolescentes después de la obesidad y el asma.
La imagen corporal representa la manera en que un individuo se percibe, imagina, siente
y actúa respecto a su propio cuerpo, esta imagen corporal va construyéndose evolutivamente
de tal modo que, en cada etapa vital se reestructura el yo corporal interiorizado (Aberastury,
2004).
La adolescencia considerada de gran vulnerabilidad hacia la apariencia física debido a que
se desarrolla el sentido de la identidad y el rol sexual, por consiguiente el periodo más
sensible para el inicio de la insatisfacción corporal.
Los autores (Garner y Garfinkel, 1979; Russell, 1990; Schlundt y Johnson, 1990)
mencionan que los TCA son el resultado de una compleja interacción de factores
predisponentes, precipitantes y perpetuantes.
En este sentido se dice que no hablamos simplemente de un inadecuado hábito alimentario
o a un deseo excesivo por adelgazar, sino de una compleja psicopatología que incluye
factores tales como desequilibrios emocionales, trastornos de la personalidad, conductas
autolíticas, distorsiones perceptivas, inestabilidad emocional, pensamientos obsesivos,
distorsiones cognitivas, alteraciones de la autoestima y autovalía (Moreno, 2001) y a todo un
sinfín de aspectos y circunstancias que supongan una disfunción en el comportamiento
alimentario, siendo la problemática multifactorial.
6
Varios estudios muestran que la prevalencia del TCA ha aumentado progresivamente
desde la década de 1950 en adelante, dichos trastornos constituyen, hoy en día, uno de los
principales problemas de salud mental. Los TCA, en mayor índice la anorexia y la bulimia
han llegado a provocar la muerte en el 6% de pacientes diagnosticados. La prevalencia de
estos trastornos se sitúa en torno al 0.5% y 1% pero el riesgo para padecer TCA se acentúa
durante la adolescencia, con una prevalencia de entre el 13% y el 15% (Schmidt y Wade,
2016, p. 84).
Según un estudio realizado por la universidad de Jaén en España, en Gran Bretaña,
Estados Unidos, Suecia y Australia demostraron que el 80% de los adolescentes están
preocupados por su imagen corporal. Toro realizo diversos estudios españoles, en los que
se observó que la insatisfacción de las adolescentes con su imagen y el deseo de reducir
peso alcanzaba al 50% de la población estudiada (García y Gastelo, 2016, p.70).
En México varios reportes hablan de la presencia de conductas alimentarias de riesgo,
como en el caso de un estudio que incluyó a 9 755 adolescentes entre los 12 y los 19 años de
edad, de los cuales 0.9% de los varones y 2.8% de las mujeres presentaron tres o más
indicadores clínicos que podrían constituir grupos de alto riesgo para el desarrollo de
trastornos alimentarios (Unikel C, 2000).
En Chile, 2010 un estudio realizado en universitarios de áreas de salud señaló que la
prevalencia de riesgo para desarrollar TCA fluctuaba entre 15-41% (González, Orejudo y
Latorre, 2012) por otra parte en Colombia, 2007 se reportó que el 39.7% de estudiantes
universitarios de Cali tenían alta probabilidad de desarrollar algún trastorno alimentario
(Fandiño, Giraldo y Martinez, 2007).
Los autores Chica, Corornel y Romero (2012) realizaron un estudio en la Universidad de
Cuenca en población adolescente no clínica de algunos colegios, en donde se encontró que el
2,7 % de adolescentes padecían Anorexia Nerviosa; por otra parte en la Escuela Politécnica
7
Superior del Litoral (ESPOL), en la ciudad de Guayaquil se encontró que el 36 % de los
adolescentes de la población en estudio, están inconformes con su peso actual y tenían
algunas alteraciones de la percepción corporal (Calvopina, 2014, p.16).
En el Ecuador la prevalencia de los TCA en adolescentes es de aproximadamente del
3.7%, además un 18.3% tiene un factor de riesgo que aumenta la probabilidad de padecerlo
según datos arrojados por Calvopiña (2013).
Sin embargo a pesar de la magnitud del problema sus consecuencias y demás, se puede
percibir que la problemática planteada actualmente ha sido poco investigada en nuestro
contexto, por consiguiente el presente trabajo busca responder de qué manera la
insatisfacción de la imagen corporal está asociada a los comportamientos de riesgo
relacionados a los TCA, de manera específica en la investigación se trabajara las variables de:
Insatisfacción de la imagen corporal y Comportamientos de riesgo asociados a los Trastornos
de la conducta alimentaria, el estudio se realizara con adolescentes entre 12 y 16 años de edad
de la Unidad Educativa Fiscomisional Padre Miguel Gamboa, ubicado la provincia de
Francisco de Orellana, Cantón Puerto Francisco de Orellana en el periodo 2018-2019.
8
Preguntas de investigación
Pregunta General.
¿Cuál es la relación entre el nivel de insatisfacción de la imagen corporal con la presencia de
comportamientos de riesgo asociados a los Trastornos de la Conducta Alimentaria en
adolescentes de 12-16 años de la Unidad Educativa Fiscomisional Padre Miguel Gamboa?
Preguntas Específicas.
1. ¿Cuáles son los niveles de insatisfacción de la imagen corporal en los adolescentes de
12-16 años de la Unidad Educativa Fiscomisional Padre Miguel Gamboa?
2. ¿Cuáles son los comportamientos de riesgo asociados a los Trastornos de la Conducta
Alimentaria en los adolescentes de 12-16 años de la Unidad Educativa Fiscomisional
Padre Miguel Gamboa?
9
Justificación
La insatisfacción de la imagen corporal es un elemento central de los trastornos de la
conducta alimentaria. La opinión más generalizada en lo referente a la etiología de los TCA
es que tienen un origen multicausal, dentro de lo cual la preocupación por la figura y el
seguimiento riguroso de dietas para adelgazar son consideradas conductas de riesgo (Toro,
Nieve y Borrego, 2010).
Los trastornos de conducta alimentaria han adquirido una gran relevancia socio-sanitaria
en las últimas décadas por su complejidad, gravedad y dificultad para poder establecer un
diagnóstico en todas sus dimensiones. Se trata de una patología de etiología multifactorial
donde intervienen factores biológicos, familiares, factores genéticos y socioculturales que
principalmente afectan a niños/as, adolescentes y jóvenes (Álvarez, Franco, López, Mancilla
y Vázquez, 2009).
Los autores (Coyne, Thompson y Racioppo, 2001) señalan que la detección de los
trastornos psicológicos en cuidado primario de la salud es de menos del 50% de los casos
clínicos. Por esto, en cuidado primario se considera que la detección es una prioridad mayor
de salud pública.
Los trastornos del comportamiento alimentario han llegado a ser una preocupación de
Salud Pública en todos los países occidentalizados (Castillo, 2010) Según el Centro de
Información y Referencia 10 millones de americanos padecen hoy en día de enfermedades de
desórdenes alimenticios, Según el Instituto Nacional de Salud Mental de los enfermos
afectados por anorexia uno de diez muere (Roman, 2016).
Debido a que no se cuenta con suficientes estudios de alcance nacional sobre la
insatisfacción de la imagen corporal y los TCA y ante los datos estadísticos sobre la
problemática de incidencia y la edad de ocurrencia, que a nivel de salud pública resulta
problemático, ya que cada vez más el número de adolescentes con TCA aumenta, estos datos
10
son indicativos y de especial interés para conocer cuáles son los niveles de insatisfacción de
la imagen corporal y como esto se relaciona con los comportamientos de riesgo asociados a
los TCA.
El presente trabajo es conveniente para afianzar un mayor conocimiento dentro de la
problemática planteada a través de la ampliación de los datos sobre las variables en población
adolescente no clínica por lo que los sujetos de investigación serán evaluados por pruebas
psicológicas de cribado, en el marco de los sistemas sanitarios, se refiere a la realización de
pruebas a personas en principio sin sintomatología aparente, para que a partir de la aplicación
de los instrumentos distinguir sintomatología precoz que permite conocer la posible
prevalencia de un trastorno de la conducta alimentaria.
El estudio tendrán un valioso aporte para la Institución en mención, ya que permitirá
proporcionar información para comprender este fenómeno, reconocer la posible población de
riesgo y organizar mecanismos de coordinación a fin de que se desarrollen estrategias
dirigidas a la población y comunidad educativa con la finalidad de prevenir posibles casos de
insatisfacción de la imagen corporal y comportamientos de riesgo que están asociados a los
trastornos de la conducta alimentaria.
11
Objetivos de la investigación
Objetivo general
Relacionar el nivel de insatisfacción de la imagen corporal con la presencia de
comportamientos de riesgo asociados a los Trastornos de la Conducta alimentaria en
adolescentes de 12-16 años de la Unidad Educativa Fiscomisional Padre Miguel Gamboa.
Objetivos específicos
1. Identificar el grado de insatisfacción corporal en adolescentes de 12 -16 años de
edad de la Unidad Educativa Fiscomisional Padre Miguel Gamboa.
2. Identificar si existen comportamientos de riesgo asociados a los Trastornos de la
Conducta Alimentaria en adolescentes de 12-16 años de la Unidad Educativa
Fiscomisional Padre Miguel Gamboa.
12
Limitaciones de la investigación.
- Los procesos burocráticos institucionales podrían prolongar la ejecución del proyecto
de investigación.
- Los resultados no se podrán extrapolar o generalizar a otros contextos.
- La investigación será autofinanciada por la investigadora.
13
CAPÍTULO II MARCO TEÓRICO
Posicionamiento Teórico
Se tomó como marco de referencia para el desarrollo de las variables el modelo en el
marco de la teoría cognitiva con su representante David Garner (1982) presenta la interacción
de tres tipos de factores: predisponentes, precipitantes y perpetuantes, como una perspectiva
explicativa de tipo multidimensional y que parte de un enfoque biopsicosocial.
Los factores predisponentes aquellos que contribuyen a generar una vulnerabilidad en
la persona que la hace propensa al desarrollo de los trastornos de la conducta alimentaria.
Los factores precipitantes o desencadenantes llevan a la aparición del trastorno en un
momento preciso, lo cual puede derivarse a partir de situaciones de estrés. Finalmente, los
factores mantenedores o perpetuantes que permanecen inmodificables y provocan que el
trastorno persista o interfiera en el proceso de recuperación (Toro y Vilardell, 1987).
Para Calvo Sagardoy (2002), lo que hace que una persona inicie una serie de conductas
que derivaran en un TCA es la interacción de una serie de factores predisponentes,
precipitantes y mantenedores.
14
CAPÍTULO 1: INSATISFACCIÒN DE LA IMAGEN CORPORAL
1.1 Evolución Histórica Del Concepto De Imagen Corporal
Las primeras referencias a imagen corporal, y alteraciones asociadas, se hallan en los
trabajos médicos sobre neurología a principios del siglo XX.
Una de las primeras investigaciones en torno a esta temática la realiza Paul Schilder, quien
publica en 1935 una monografía sobre la imagen y la apariencia del cuerpo humano en la que
considera a la imagen corporal no sólo como una estructura fisiológica sino también
psicológica hace referencia a la imagen corporal como un factor decisivo en toda la acción
humana y como una parte constitutiva de la persona. El mencionado autor define que la
imagen corporal no sólo se constituye por las impresiones recibidas a través de los sentidos,
de los músculos (aponeurosis) o vísceras, sino que el cuerpo se percibe como una unidad más
allá de las percepciones (Schilder, 1989).
Seguidamente en el año 1962 del siglo XX, Bruch puso de manifiesto por primera
vez la importancia de la imagen corporal al proponer los rasgos psicopatológicos de las
pacientes anoréxicas, donde figuraba la alteración de la imagen corporal como criterio
diagnóstico de dicho trastorno. A partir de ese momento en el mundo científico se
comenzó a adquirir conciencia de la necesidad de conocer qué es la imagen corporal y
de cuáles podrían ser las técnicas de evaluación de la misma (Baile, 2003, pág. 7).
Esos pioneros, cada uno a su manera, así como los numerosos estudios psicológicos
sobre el comportamiento del ser humano, y algunas otras investigaciones inspiraron a
Jacques Lacan para elaborar su célebre teoría del Estadio del Espejo que hace referencia
a aquella etapa en la cual el niño se encuentra por vez primera capacitado para percibirse,
para percibir su imagen corporal completa en el espejo (Lacan, 1949).
15
En esta fase, de acuerdo a la teoría lacaniana, se desarrollaría el yo como instancia
psíquica: teoría que toma al cuerpo como construcción psíquica, posteriormente será la
Psicoanalista (Françoise Dolto, 1984) amplíe las ideas de Schilder en su teoría de la
imagen corporal inconsciente y regrese a tratar el esquema corporal para diferenciarlo de
la imagen y señala que “la imagen corporal es la representación inconsciente del sujeto
en la relación consigo mismo y con el otro, y el esquema corporal sería una especie de
mapa geográfico de los aspectos funcionales y organizacionales del cuerpo” (Portel,
2003, pág. 44).
Desde la psicología cognitiva tenemos el aporte del autor Thompson (1990), quien
concibe el constructo de imagen corporal constituido por tres componentes:
Un componente perceptual: Que se refiere a la precisión con que se percibe el
tamaño corporal de diferentes partes corporales o del cuerpo en su totalidad.
Un componente subjetivo (cognitivo-afectivo): Que incluye las actitudes,
sentimientos, cogniciones y valoraciones que se experimentan en el cuerpo,
especialmente el tamaño corporal, peso, partes del cuerpo o cualquier otro
aspecto de la apariencia física (ej. satisfacción, preocupación, ansiedad, etc.).
Un componente conductual: Referido a conductas provocadas por la percepción
del cuerpo y los sentimientos asociados, citado por (Raich, 2004, p. 2).
Por otra parte (Lemus, 2016) en una de sus investigaciones hace referencia a los
Estudios de Baile Ayensa (2003) quien asegura que todavía no han sido consensuados por
la comunidad científica muchos términos utilizados en diferentes ámbitos que son
cercanos conceptualmente. Pero esta confusión conceptual no se centra exclusivamente en
utilizar esquema corporal e imagen corporal indistintamente, sino que se aglutinan
16
términos como cuerpo, corporeidad, identidad corporal, auto concepto físico e incluso
capital corporal. Esta diversidad de terminología depende en muchas ocasiones de la
disciplina desde la que abordemos el constructo de imagen corporal.
1.2 Teorías de la Imagen corporal
Hay varias definiciones de qué es la imagen corporal, la más clásica se la debemos a
Schilder (1935) que la describe como “La representación mental del cuerpo que cada individuo
construye en su mente”. Por tanto, la imagen corporal no está necesariamente correlacionada
con la apariencia física real, siendo claves las actitudes y valoraciones que el individuo hace
de su propio cuerpo. Aquellos sujetos que, al evaluar sus dimensiones corporales, manifiestan
juicios valorativos que no coinciden con las dimensiones reales presentan una alteración de la
imagen corporal.
(Raich R. M., 2004) Menciona que, desde un punto de vista neurológico, la imagen corporal
constituye una representación mental diagramática de la conciencia corporal de cada
persona. Las alteraciones de la imagen corporal serían el resultado de una perturbación en el
funcionamiento cortical: Miembro fantasma, Anosognosia, entre otras patologías (Cristóbal,
Alacid, María, & López, 2013).
Una concepción más dinámica la define en términos de sentimientos y actitudes hacia el
propio cuerpo (Fisher, 1986) quien advierte de la necesidad de distinguir entre representación
interna del cuerpo y sentimientos y actitudes hacia él. Una representación corporal puede ser
más o menos verídica pero puede estar saturada de sentimientos positivos o negativos de
indudable influencia en el auto concepto según este autor (p.16).
Por otro lado Cash (1990) citado en (Castillo F. G., 2010) menciona que la imagen
corporal implica: perceptivamente, imágenes y valoraciones del tamaño y la forma de
varios aspectos del cuerpo; cognitivamente, supone una focalización de la atención en el
cuerpo y autoafirmaciones inherentes al proceso, creencias asociadas al cuerpo y a la
17
experiencia corporal; y emocionalmente, involucra experiencias de placer/displacer,
satisfacción/ insatisfacción y otros correlatos emocionales ligados a la apariencia externa
(p. 169).
El autor Baile, 2003 después de revisar las teorías entorno a la imagen corporal señala a
Schilder como pionero en el análisis multidimensional del concepto de imagen corporal y
concluye que: Las teorías psicoanalíticas dominan en la primera mitad del siglo XX las
explicaciones sobre el cuerpo, la imagen corporal aspectos psicológicos asociados,
poniendo especial hincapié en las manifestaciones inconscientes.
1.3 La Insatisfacción de la imagen corporal
La insatisfacción de la imagen corporal viene a representar la ansiedad en sus diversas
formas con relación a la comida, el temor a incrementar peso, la obsesión por la delgadez y el
perfeccionismo” la preocupación ansiosa explicaría la relación entre insatisfacción corporal y
la distorsión perceptiva sostienen que cuando algo preocupa es atendido y observado con
ansiedad, facilitando la distorsión de lo percibido. La observación reiterada y ansiosa
conduciría a distorsiones, dándose un feedback positivo entre preocupación corporal y
sobreestimación (Toro y Vilardell, 1987). Esto significa que la persona ve su propio cuerpo
de una manera poco realista, ya sea pensando que es demasiado grande, demasiado feo o
alguna otra característica negativa.
En este sentido, la insatisfacción de la imagen corporal puede producir conductas
alimentarias restrictivas no saludables trayendo complicaciones físicas y psicológicas a la
salud según refieren (Peña & Guajardo, 2013) Entre las conductas alimentarias de riesgo que
realizan en mayor proporción los adolescentes se encuentran las compensatorias, comer
compulsivamente y dietas restrictivas. La insatisfacción de la imagen corporal no es un
fenómeno estático, sino que se nutre de estímulos ambientales que, a su vez, afectan a la
18
distorsión del tamaño y a la preferencia por la delgadez, activando el miedo a la ganancia de
peso (Williamson, 1990).
Las variables asociadas a dicha alteración están relacionadas con la edad, el sexo, el
índice de masa corporal (IMC), la clase social media-alta, población urbana, la
incorporación de la cultura de la delgadez y niveles de ansiedad altos con relación al
incremento de peso citado en (Maganto y Cruz, 2002).
Los autores (Fernández, 2003; Moreno, 2009) mencionan que “las mujeres expresan una
mayor insatisfacción de su imagen corporal y esto se ve reflejado en la utilización de métodos
de control de peso como dietas o realización de ejercicio físico excesivo”. (Castillo, 2016)
Considera que la insatisfacción corporal uno de los principales factores de riesgo en el
desarrollo de la patología alimentaria.
Por otro lado los autores Mora y Raich, (1993) Afirman que si un adolescente presenta
alteración o insatisfacción corporal se puede considerar como un factor predisponente a un
problema más grave como la distorsión del tamaño corporal y se puede utilizar como
diagnóstico de un posible trastorno de la conducta alimentaria.
Los trastornos de la conducta alimentaria se explican por la interrelación de estas tres
variables: Distorsión perceptual del tamaño, preferencia por la delgadez e insatisfacción
corporal. (Maganto & Cruz, 2002, p. 200).
Los autores (Rodríguez, Valverde, & Santos, 2010) Han mostrado que existen mayor
preocupación con el físico e insatisfacción de la imagen corporal últimamente ha
aumentado la frecuencia con la que los varones adolescentes también tienden a manifestar
dichas preocupaciones, los hombres tienden a realizar ejercicio físico excesivo, mientras
que las mujeres suelen realizar dietas limitativas rígidas o bien ayunar (p. 80).
19
1.4 Etiopatogenia y consecuencias de los trastornos de la conducta alimentaria en la
adolescencia
La etiopatogenia es un término formado a su vez por otros dos conceptos, etiología, que
hace referencia a la causa o causas de una enfermedad además de factores propios del
paciente que la favorecerían y factores propios de la enfermedad. La Patogenia representa los
mecanismos por los cuales se desencadena la enfermedad (Cala, 2014).
En el caso de los trastornos alimentarios, la etiopatogenia estaría compuesta por aspectos
biológicos, psicológicos y socio-culturales, puesto que, como la mayoría de trastornos, es de
origen multicausal. Es importante resaltar que el que existan factores predisponentes,
precipitantes y de mantenimiento, no significa que sean los únicos factores posibles, sino más
bien son factores que se han encontrado en común a lo largo de diferentes investigaciones
(Baile, 2003).
Dentro de los factores etiopatogénicos de los trastornos de la conducta alimentaria, existen
factores psicológicos asociados que a su vez van a permitir que estas patologías puedan
aparecer de igual manera que se encuentran asociadas al mantenimiento de la enfermedad.
Según (Bueno, 2015) Es importante resaltar que existen determinadas características que
diferencian según las dimensiones de personalidad a los trastornos alimentarios. Beaumont
(1993) encontró que las personas que realizan dietas se encuentran más aisladas socialmente
y son más obsesivos que las personas que vomitan e incurren a episodios de atracones. A su
vez, Casper (1980, citado en Kirszman y Salgueiro, 2002) propone que aquellos individuos
que incurren en la restricción alimentaria refieren tener menos apetito y menos síntomas de
malestar emocional y ser más perfeccionistas que aquellos que incurren en conductas
bulímicas.
Por otro lado, en el caso de hombres adolescentes, los trastornos alimenticios están
caracterizados por un patrón anómalo en el comportamiento alimentario, siendo común entre
20
sus tipos la baja autoestima, depresión y alta ansiedad. Cash y Deagle (1977, citado en Castle
y Phillips, 2002) proponen que los individuos que sufren de dicha patología tienen alta
insatisfacción corporal además de un intenso miedo a ganar peso. A su vez, se ha propuesto
que la insatisfacción corporal es uno de los mayores factores de riesgo para los trastornos
alimentarios.
Como se puede observar, la imagen corporal es una característica asociada a todos los
trastornos alimentarios, ya sea a nivel predisponente como precipitante y de mantenimiento.
Por lo mismo, cabe delimitarla brevemente y prestarle principal atención debido a su
influencia en los trastornos alimentarios. Existe una gran gama de autores que intentan definir
la Imagen Corporal, pero en la actualidad sigue siendo un término algo confuso, abstracto,
con diferentes manifestaciones (Garcés, 2005).
Existen diferentes teorías explicatorias sobre la insatisfacción corporal. Entre ellas, la más
actual es la propuesta por Ogden citado en (Cala, 2014) Ogden, propone que la insatisfacción
corporal se produce en tres circunstancias distintas:
- Cuando hay distorsión de la imagen corporal
- Cuando hay discrepancia respecto al cuerpo ideal
- Cuando se emiten respuestas negativas ante el cuerpo
1.5 La insatisfacción de la Imagen corporal en los adolescentes.
La adolescencia es la etapa más vulnerable para la aparición de problemas con la
imagen corporal esto se debe a que a lo largo de la adolescencia se experimentan una serie
de cambios: fisiológicos, psicológicos, sociales que pueden desencadenar una
insatisfacción con el propio físico, pero ésta preocupación por el físico resulta diferente
entre mujeres y varones; los adolescentes varones suelen preocuparse más por la
musculatura mientras que las adolescentes mujeres se centran más en la delgadez según
refiere Moreno, Ramos y Rivera, 2010) citado en (Garcia, 2016).
21
(Canavarro, Frontini, Gouveia, y Moreira, 2014) resaltan que durante la adolescencia hay
varios retos biológicos y psicosociales (ej. pubertad, transiciones en la escuela, etc.) que
pueden influir negativamente en el ajuste psicosocial del individuo y contribuir a una mayor
insatisfacción con la apariencia, en consecuencia la insatisfacción de la imagen corporal
puede producir conductas alimentarias restrictivas no saludables trayendo complicaciones
físicas y psicológicas a la salud.
Entre las conductas alimentarias de riesgo que realizan en mayor proporción los
adolescentes se encuentran las compensatorias, comer compulsivamente y dietas
restrictivas En varios estudios se muestra que las mujeres expresan una mayor
insatisfacción de su imagen corporal y esto se ve reflejado en la utilización de métodos de
control de peso como dietas o realización de ejercicio físico excesivo, según (Fernández,
2003; Moreno y Ortiz, 2009) citado en (Córdova, 2017, p. 33).
Los y las adolescentes tienden a creer que pesan más kilos de los que realmente tienen, o a
desear perder algunos kilos porque su peso y apariencia ideales aún no se ajusta a sus
aspiraciones. “Realmente existe una presión socio-cultural para adelgazar esta "presión" se
traduce en la insatisfacción con el propio cuerpo” (Cala, 2014), en una investigación
cuantitativa que realizaron (Foreyt y Godrick, 1982) en donde concluyen que todos los
participantes de este estudio muestran una tendencia a la sobre-estimación del tamaño de su
cuerpo, además encontraron diferencias significativas en el grado de sobre-estimación de la
muestra de adolescentes, precisamente en función de su peso percibido.
Cuando los adolescente creen que están alejados de la delgadez- la musculatura,
entonces es cuando hay mayor tendencia a sobre-estimar también el tamaño corporal,
especialmente en cabeza, pecho y profundidad. (Perpiñá & Baños, 1990, p. 8).
(Castillo, 2016) Realizo un estudio con 439 adolescentes donde el objetivo fue conocer
conductas para el control de peso en mujeres relacionado con insatisfacción corporal, se
22
muestra que un 43% de los adolescentes realizaron algún tipo de dieta alguna vez en su
vida, además la primera dieta que realizaron fue en promedio a los 13 años y las
adolescentes que presentaron sobrepeso y obesidad tuvieron un inicio más precoz de sus
dietas y fueron las que mayormente se involucraron en la realización de las mismas,
además afirma que el 29,6% de adolescentes mostraron una restricción de alimentos de
algún tipo, el 12,3% suprimió o redujo el consumo de hidratos de carbono y un 31%
realizó ayunos como práctica sistemática (pág. 31).
Por otro lado, la conducta que tiende a seguirse a dicho descontento con la imagen
corporal es realizar algún tipo de dieta con el fin único de perder peso y, en la mayor parte de
ocasiones, las dietas se basan en disminuir la ingesta energética habitual por debajo de las
cantidades aconsejables y saludables. Además, suelen ser las mujeres adolescentes las que
llevan a cabo con mayor frecuencia alguna especie de dieta para controlar su peso (Moreno,
Ramos y Rivera, 2010).
(Crisp & Kalucy, 1974) Señalan que la importancia de este fenómeno entre la población
normal, en concreto en adolescentes, este problema ha sido objeto de varias investigaciones:
la preocupación por el aspecto físico afecta a los adolescentes de ambos sexos así lo
confirman algunos estudios realizados en donde concluyen que en este periodo hay una gran
vulnerabilidad hacia la apariencia física debido a que se desarrolla el sentido de la identidad y
del rol sexual (p. 360).
Las preocupaciones por la imagen corporal, así como los trastornos de conducta
alimentaria suelen incrementar rápidamente en la adolescencia temprana, encontrándose más
del 45% de mujeres adolescentes que informan de insatisfacción corporal según el autor
(McLean, Paxton y Rodgers, 2015).
23
CAPÍTULO 2: TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA
2.1 Historia de los Trastornos de la conducta Alimentaria.
Me parece esencial destacar, desde un comienzo, que no intento trazar un marco histórico
de la anorexia, ni de la bulimia o cualquier otro trastorno de la conducta alimentaria, ya que
cada uno de ellos se debe a las exigencias personales y de una sociedad concreta basada en
unos específicos postulados ideológicos, económicos, psicológicos, religiosos y políticos,
entre otros muchos.
Por ello, dado la marcada interdisciplinaridad desde la que se puede analizar este hecho,
he usado fuentes y expertos en diferentes campos del saber. Así pues, la metodología
seguida ha sido multidisplinar ya que he intentado conjugar conceptos de diferentes
disciplinas (Rodríguez , 2007).
La historia de los TCA está unida a la historia de la humanidad desde la aparición y
consolidación de la sociedad como una forma organizada que aporta al ser humano la
posibilidad de la abundancia y, por tanto, del acopio, la alimentación deja de ser
simplemente una necesidad para tomar rasgos culturales. Ya en la época de los romanos
comer era considerado como una actitud saludable y socialmente bien vista, hasta el punto
de que era necesario recurrir al vómito para poder seguir disfrutando del placer de la
comida. (Cala, 2014)
En la historia de nuestra cultura encontramos conductas alimentarias desordenadas
excepto en las últimas décadas y únicamente en los países más desarrollados, comer
suficientes ha sido el privilegio de unos pocos. En la historia el sobrepeso era signo de
poder y salud posiblemente, por esta razón, en la antigüedad los banquetes en los que se
comía y bebía exageradamente, tuvieron un marcado carácter social y sagrado. En el lado
opuesto existió la restricción; el ayuno como una forma de alcanzar la pureza del alma que
24
en la edad media se predicó como una forma de penitencia y de logro de un espíritu
elevado (Fendrick, 1997).
Más adelante Los primeros cristianos y los místicos practicaban el ayuno como
penitencia, rechazo al mundo y medio para lograr un estado espiritual más elevado.
Afirmaban entonces que “El alma se perfecciona con la mortificación en el comer y
beber; también los cristianos, constantemente mortificados, se multiplican más y más”
(Peiró, 2018). Existió la restricción, el ayuno, como una forma de alcanzar la “pureza del
alma”, que en la edad media se predicó como forma de penitencia y de logro de “un
espíritu elevado” El ayuno como práctica penitencial y purificadora Y como protección
contra los espíritus malignos aparece en la mayor parte de las religiones (Cala, 2014,
pág. 20).
La renuncia al mundo a las necesidades del cuerpo o a sus deseos, el triunfo
del espíritu sobre la carne, el arrepentimiento de los pecados cometidos en la
vida pasada, eran las motivaciones del ayuno (Bemporad, 1996)citado por
(Ramón, 2010, pág. 24).
En la Edad Media un número importante de mujeres llevan una vida ascética en la que el
ayuno es esencial.
Alrededor del año 800 se sitúa la legendaria vida de Santa Wilgefortis, conocida en
España como Santa Liberata, séptima hija del rey de Portugal su padre le prometió en
promedio al Rey de Sicilia y para evitar casarse , ella oro a dios y le suplico que le
destruyese su belleza para que así el Rey no la quisiese como, entonces Wilgefortis deja
de comer ya medida que la enfermedad avanzó, sus uñas se empezaron a romper y en el
rostro y el cuerpo de la niña empezó a crecer vello o pelusa, un síntoma del
desequilibrio hormonal causado por una desnutrición gravísima. Por ello Wilgefortis es
conocida actualmente como la “santa barbuda” (Fendrick, 1997).
25
Tenemos también el caso de Catalina de Siena, quien a los 7 años empieza a rechazar los
alimentos, en la adolescencia sólo come hierbas y pan. A sus veintiséis años decide entregar
su vida a Dios, lo cual choca con los planes de su padre quien pretendía casarla, ingresó a la
orden de las Dominicas y fue consejera del Papa Gregorio IX en Avignon al ver que sus
intentos de unificación del papado no dan resultado, se siente fracasada y decide no
alimentarse hasta morir (Turón, 2005).
Así como ellas, surgieron varios casos de doncellas que pretendían alcanzar el máximo
nivel de espiritualidad manteniéndose fuera de los placeres; – los cuales no sólo se limitaban
al carácter sexual- en ese entonces, a un caso con estas características se le denominaba
Anorexia Santa.
El alimento se convirtió en un elemento con el que las mujeres fueron capaces de
dominar, manipular, transgredir y tener poder, en virtud de su rebeldía emancipadora y
ruptura dentro del limitado espacio donde podían decidir sobre ellas mismas: sus cuerpos.
Desposeídas de voz, decisión o de cualquier tipo de poder, un cuerpo, su cuerpo, les hacía
sentir control sobre ellas mismas (Carmen & Cruz, 2000).
De una manera muy concisa y clara, podemos decir que aunque no hay una distinción
física entre la “santa anorexia” y la anorexia nerviosa de nuestros tiempos, la diferencia
fundamental radica en que la sociedad de antes y la de ahora interpretan, juzgan, y reaccionan
al hecho de dejar de comer de forma totalmente distinta, por lo tanto, parece importante
destacar que dichos trastornos de la conducta alimentaria no están solamente definidos por
características físicas y determinados comportamientos, sino también por las percepciones e
interpretaciones de la sociedad en la que aparece.
(Cala, 2014) Los TCA representan en la actualidad el problema de salud más relevante
de la sociedad, tanto por el número cada vez más creciente de personas afectadas, como por
26
las muertes que produce. Se trata de trastornos que necesitan un tratamiento largo, además
de poder convertirse en enfermedades crónicas y conducir a la muerte.
Frecuentemente, suelen convivir con otras enfermedades como son la depresión, el
consumo de sustancias tóxicas o los trastornos de ansiedad así mismo es importante
señalar que el ideal de belleza basado en la extrema delgadez que propagan los medios de
comunicación tiende a aumentar el riesgo de padecer dichos trastornos (Baldares, 2013).
2.2 Definición de Trastornos de la conducta alimentaria.
Los trastornos de la conducta alimentaria se definen como alteraciones específicas y
severas en la ingesta de los alimentos, observadas en personas que presentan patrones
distorsionados en el acto de comer y que se caracterizan, bien sea por comer en exceso o por
dejar de hacerlo; lo anterior en respuesta a un impulso psíquico y no por una necesidad
metabólica o biológica.
Por otro lado el Manual de Trastornos Mentales (DSMIV) define a los TCA como la
presencia de un conjunto de signos y síntomas relacionados con la forma de comer, que
incluye pensamientos y conductas irracionales acerca del peso, la comida y la percepción
de la forma y tamaño del propio cuerpo, adicionalmente los TCA cursan con una amplia
gama de alteraciones en la salud física y mental algunas derivadas de la malnutrición o las
conductas de purga, y otras son alteraciones psiquiátricas coexistentes, como los trastornos
del estado de ánimo, trastornos de ansiedad, abuso de sustancias, trastornos de la
personalidad, entre otros, que agravan el pronóstico e incrementan la morbimortalidad y el
riesgo de suicidio (Escobar & Uribe, 2014, pág. 316).
Los trastornos de la conducta alimentaria son enfermedades mentales en las que el miedo
a engordar, la alteración de la percepción de la imagen corporal y del peso, así como el
pensamiento obsesivo en la comida conllevan una grave modificación de la conducta
27
alimentaria que ocasiona problemas médicos y nutriológicos marcados, los cuales pueden
poner en riesgo la vida.
Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la novena revisión de la
Clasificación Internacional de las Enfermedades en 1978 (CIE-9) y posteriormente en la CIE-
10 (OMS, 1992) incluye los TCA en el capítulo de Trastornos del Comportamiento
Asociados a Disfunciones Fisiológicas y a Factores Somáticos dentro de este apartado
podemos encontrar la AN, AN atípica, BN, BN atípica, hiperfagia en otras alteraciones
psicológicas, vómitos en otras alteraciones psicológicas, otros trastornos de la conducta
alimentaria, trastorno de la conducta alimentaria sin especificación. Como se puede observar
existe bastante consenso entre las dos principales clasificaciones diagnósticas, aunque
también se manifiesta cierta variabilidad a la hora de entender estos trastornos.
Los Trastornos de la conducta alimentaria, más que trastornos de la “alimentación” son
trastornos de la “conducta”, hay que entender esa conducta como las acciones que se realizan
frente a la alimentación, pero también en un sentido amplio (los pensamientos, deseos,
impulsos, actitudes, creencias, y comportamiento en general, etc. relativos a la alimentación)
en este sentido, la alimentación, al depender de esas acciones, queda afectada por ellas, y la
salud, como consecuencia, queda afectada por esa alimentación inadecuada (Calvopina,
2014).
2.3 Clasificacion de los Trastornos de la Conducta Alimentaria
Las definiciones y categorización de los TCA en las clasificaciones internacionales
continúan siendo materia de debate. El principal desafío radica en la dificultad para separar
los síntomas diagnósticos y conductas asociadas a los TCA que frecuentemente se
sobreponen unos con otros en las categorías actualmente vigentes (López & Treasure, 2011).
Las dos principales categorizaciones internacionales, el DSM-IV (Manual Diagnóstico y
Estadístico de Trastornos Mentales; 6) y el CIE-10 (Clasificación Internacional de
28
Enfermedad) describen las tres clases principales de TCA antes mencionadas: Anorexia
Nervosa, Bulimia Nervosa (BN) y Trastornos Alimentarios No Especificados (TANE, según
DSM-IV) o Trastornos Alimentarios Atípicos (según CIE-10). Los límites entre estas
categorías se basan en el grado de desviación del peso normal, el patrón de alimentación y las
medidas para controlar el peso utilizado por quienes los sufren
CIE 10: Criterios diagnósticos para Trastornos de la Conducta Alimentaria
• F 50.0 Anorexia nerviosa
-Pérdida de peso intencional, inducida y mantenida
-Habitualmente hay desnutrición de gravedad variable, con alteraciones endocrinas y
metabólicas secundarias y con perturbaciones de las funciones corporales.
-El trastorno se asocia con una psicopatología específica, en la cual se mantiene como idea
recurrente y sobrevalorada un temor a la obesidad y a la flacidez de la silueta corporal, por
lo que la paciente se autoimpone un límite de peso bajo
-Entre los síntomas se cuentan la elección de una dieta restringida, el ejercicio excesivo,
el vómito y las purgas inducidas y el uso de anorexígenos y de diuréticos.
-Afecta habitualmente a mujeres adolescentes y jóvenes.
-Puede afectar también a muchachos adolescentes y a hombres jóvenes, también a niños
que se acercan a la pubertad y a mujeres mayores hasta la menopausia.
• F50.1 Anorexia nerviosa atípica
-Trastorno que reúne algunas de las características de la anorexia nerviosa, pero en el cual
el cuadro clínico general no justifica ese diagnóstico.
-Por ejemplo, en presencia de una considerable perdida de peso o de un comportamiento
encaminado hacia ello hay ausencia de un marcado miedo a la obesidad, y ausencia de
amenorrea. -Este diagnóstico no debe hacerse en presencia de trastornos físicos conocidos
asociados con pérdida de peso.
29
• F 50.2 Bulimia nerviosa
-Accesos repetitivos de hiperingestión de alimentos
-Preocupación excesiva por el control del peso corporal. -Lo anterior lleva al paciente a
practicar una hiperingestión alimentaria seguida de vómitos y uso de purgantes. Este
trastorno comparte muchas características comunes con la anorexia, incluidas el excesivo
interés en la apariencia personal y el peso. El vómito repetitivo puede dar origen a
trastornos electrolíticos y a complicaciones físicas. A menudo, pero no siempre, hay
antecedentes de un episodio anterior de anorexia nerviosa, con un intervalo que varía de
pocos meses a varios años.
• F50.3 Bulimia nerviosa atípica
-Trastorno que reúne algunas características de la bulimia nerviosa pero en el cual el
cuadro clínico general no justifica ese diagnóstico. Por ejemplo: Pueden presentarse
accesos repetitivos de hiperingestión de alimentos y uso de purgantes sin cambios
significativos de peso.
-Puede no existir el típico excesivo interés por la apariencia corporal y el peso. Otros
trastornos según clasificación CIE-10
• F 50.4 Hiperfagia asociada con otras alteraciones psicológicas
Hiperingestión de alimentos debida a acontecimientos angustiantes, tales como duelos,
accidentes, nacimientos, etc. (excluye obesidad)
• F50.5 Vómitos asociados con otras alteraciones psicológicas
Vómito repetido que tiene lugar en los trastornos disociativos (F44) o hipocondríacos
(F45.2), y que no se deben exclusivamente a afecciones clasificadas fuera de este capitulo.
• F50.8 Otros trastornos de la ingestión de alimentos
Pérdida de origen psicógena del apetito, pica en adulto (excluye: pica en la infancia y la
niñez
30
• F50.9 Trastorno de la ingestión de alimentos, no especificado (CIE 10, 1992, p.140)
2.4 Factores de riesgo para desarrollar Trastornos de la conducta alimentaria.
Los factores de riesgo alertan la posible aparición de los trastornos de la conducta
alimentaria en un futuro, es por ello que se considera importante mencionarlos, se piensa que
una persona se vuelve más vulnerable para desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria
cuando presenta determinadas combinaciones de factores: individuales, familiares,
socioculturales, un evento estresante en una determinada etapa del ciclo vital, como por
ejemplo la adolescencia aúnado a un terreno fertilizado de dietas y actitudes extremas con
respecto al peso y figura, es lo que puede precipitar el problema, sin embargo la perpetuación
del trastorno y lo que puede haberlo disparado en un comienzo está estrechamente
relacionado con los efectos fisiológicos y emocionales del trastorno de la alimentación
(Crispo, 1998).
Se necesita de una combinación de los distintos factores, que adquiere características
particulares en cada caso, más que pensarlos como factores distintivos que causan un
trastorno alimentario es mejor verlos como factores que hacen que una persona sea más
vulnerable para desarrollarlo. Garner (1980; citados por Crispo, 1998) proponen el siguiente
modelo y mencionan que los TCA son el resultado de la interacción de tres tipos de factores:
Factores predisponentes, factores precipitantes, factores perpetuantes.
Los tres tipos de factores pueden estar influenciados por factores biológicos
(alteraciones genéticas y alteraciones neurobiológicas), factores socioculturales
(modelos familiares, desestructuración familiar, presión por cánones de belleza
específicos, influencia de pares, etc.)Y factores psicológicos y cognitivos (depresión,
ansiedad, trastornos obsesivos-compulsivos, alteración de la imagen corporal, etc.)
31
Factores predisponentes
Predisponer significa “preparar con anticipación una cosa o el ánimo para un fin”; es
decir, que cuando hablamos de factores predisponentes estamos diciendo que hay elementos
en el contexto sociocultural en el que estamos inmersos y en las características individuales
del sujeto o en las de su familia que “preparan el ánimo” de esa persona de tal manera que
puede prosperar más fácilmente la idea de dedicarse al culto de la figura o al control del peso
corporal.
Factores predisponentes individuales: aquí se explicarán cuáles son las características
individuales más comunes en las personas afectadas por un trastorno de la alimentación o
problemas con la autonomía. Una posible predisposición a los trastornos de la alimentación
es la dificultad que tienen ciertas personas para funcionar de forma discriminada de la familia
o de otros patrones externos.
Martínez, en el 2001, menciona que científicos del desarrollo humano, como Peretz,
Elkins, Rogers, Maslow, Bettleheim, afirman que la autoestima es una parte fundamental para
que el hombre alcance su plenitud y plena expresión de sí mismo. La persona, en su
autoevaluación, puede verse con orgullo o vergüenza, considerar que posee valor o falta de
él. Según algunos estudios citados por Ortuño (1978), las personas que presentan una
autoestima alta, muestran un control de sus impulsos mayor, con más frecuencia se auto
refuerzan, refuerzan a otros más a menudo, se auto afirman, son persistentes en la búsqueda
de soluciones constructivas, poco agresivos y muestran una actitud positiva hacia su propio
cuerpo.
Tener un físico agradable se ha convertido en una "obligación", pues ello supone prestigio,
seguridad y superioridad, aunque a veces, se alcance a costa del sacrificio de otros valores
más humanizantes. Nunca el cuerpo ha influido tanto en el yo, y en el autoconcepto.
32
Paradójicamente, este perfeccionismo refuerza la sensación de inseguridad, porque exige no
fallar. En estas jóvenes también es muy frecuente encontrar una tendencia a controlar todo en
sus vidas, lo cual incluye, obviamente un férreo control del cuerpo.
B) Factores predisponentes familiares: Crispo, Figueroa y Guelar identificaron ciertas
características familiares comunes; estas son: O escasa comunicación entre sus miembros o
Incapacidad para la resolución de los conflictos que se presentan y sobreprotección por parte
de los padres o rigidez y falta de flexibilidad para encarar las situaciones nuevas, o regular las
reglas familiares adecuándolas a los cambios de etapa
C) Factores predisponentes socioculturales (Crispo, Figueroa y Guelar, 2010): en relación
con estos factores los autores plantean 3 aspectos, uno de ellos es la presión social para ser
delgada; los medios “prometen” a las mujeres de figura esbelta y bajo peso una vida
sofisticada, de gran aceptación social y éxito.
El contexto sociocultural premia la delgadez y tiene prejuicios contra la gordura.
Los trastornos de la alimentación son típicos de las sociedades industrializadas del
mundo occidental aunque están comenzando en las del mundo oriental; y son propios
de las clases sociales medias y altas. Las personas de clase baja afectadas por este
problema, son las que por su trabajo se encuentran inmersas en un ambiente de clase
media o alta donde se juegan esos valores como fundamentales dietas estrictas para
bajar de peso.
Factores precipitantes (Herscovici, 2009): Está demostrado que no hay ningún factor
precipitante único y también que en muchos casos tampoco se puede identificar un
precipitante particular.
Situación de estrés
Situaciones que se acompañan con restricción de la ingesta (recibir
críticas sobre la estética corporal, depresión, enfermedad orgánica grave,
33
obesidad)
Factores Perpetuantes:
Distorsión de la imagen corporal
Mal nutrición severa
Conflictividad familiar
Retraimiento social, entre otros.
Las consecuencias multidimensionales del trastorno (físicas, psicológicas y sociales) son a
la vez factores perpetuantes del trastorno y potenciadores de los factores predisponentes y
precipitantes (Garner, 1982).
2.5 La imagen corporal y los Trastornos de la Conducta Alimentaria.
La imagen corporal se refiere a la manera en que uno percibe, imagina, siente y actúa
respecto a su propio cuerpo, esto quiere decir, que involucra aspectos perceptivos, subjetivos
(satisfacción, insatisfacción) y conductuales (Badillo, 2004).Gómez Pérez-Mitre (2001) la
definen como una configuración global, un conjunto de representaciones, percepciones,
sentimientos y actitudes que el individuo elabora con respecto a su cuerpo durante su
existencia y que a través de las diversas experiencias, entre ellas, la sensación del cuerpo que
se tiene desde la niñez más temprana y que se modifica continuamente a lo largo de la vida
como consecuencia de cambios físicos y biológicos (por ejemplo en la pubertad), por la
enfermedad, el dolor, el placer y la atención, es casi siempre una representación evaluativa
Gómez Mitré (1993) menciona que la imagen corporal cuenta con dos componentes
importantes, la percepción del cuerpo y el concepto del cuerpo. El primero hace referencia a
la sobreestimación o subestimación que se haga del tamaño corporal y el segundo se
manifiesta en la autoestima corporal, es decir, la insatisfacción o satisfacción que se tenga del
propio cuerpo. La alteración de la imagen corporal juega un importante papel en la génesis de
los TCA (Pág. 34).
34
Bruch (1962; citado por Rojo, 2003) es la primera en sugerir la existencia de un trastorno
de la imagen corporal en pacientes con anorexia y bulimia nervosa, así describió tres
elementos básicos del trastorno: 1) el trastorno en la imagen corporal traducido en la
negación de la desnutrición y la falta de preocupación por el deterioro físico; 2) el trastorno
del reconocimiento de los estímulos procedentes del cuerpo, que lleva a la negación del
hambre y a la hiperactividad, y 3) el fuerte sentimiento de ineficacia, que se suele ocultar tras
el negativismo y la actitud de desafío.
En la sociedad actual predomina un modelo estético corporal extremadamente delgado. La
interiorización de este modelo se forma a partir de los 5 años aproximadamente. Toda la
sociedad (familia, amigos, profesores, medios de comunicación, etc.) somos un agente
transmisor de gran importancia a través de comentarios, críticas, o bromas referidas al cuerpo
y a conductas arriesgadas para el control del peso. El desarrollo y difusión de ese modelo
estético corporal delgado femenino constituye un gran factor de riesgo en el inicio de las
manipulaciones alimentarias, que pueden dar lugar a los TCA.
Una persona puede desarrollar (o está desarrollando ya) un problema alimentario cuando
cree reducir las complicaciones de su vida obteniendo una apariencia delgada; cuando decide
comer o no comer por motivos no relacionados con sus necesidades fisiológicas, sino para
calmar la ansiedad, resolver de forma temporal su inseguridad y enfrentarse a la vida; cuando
la apariencia es más importante que cualquier situación, cuando conseguir la delgadez
deseada se convierte en la base de todas las decisiones; o la preocupación por el peso y la
comida va impregnando todas las áreas de la persona (estudios, trabajo, relaciones,
actividades diarias), y sobre todo, cuando sentirse bien emocional y socialmente depende de
lo que se come, de lo que marque la báscula o de una talla de ropa. (Rosa Calvo, 2002).
35
CAPÍTULO TRES: CUERPO, YO, IDENTIDAD Y CONSTRUCCIÓN DE LA
IMAGEN DEL CUERPO.
3.1 La formación del yo
El yo se transforma a través del tiempo, conforme a las circunstancialidades que atraviesan
los individuos en su experiencia vital en el mundo real y en su relación con la presencia del
nosotros. La principal característica del yo es que está impulsado –y en ello radica su
principal tarea– por el deseo de autoafirmación. El yo se autoafirma frente a la realidad
exterior (en cuanto se adapta al mundo real, procurando mantener un equilibrio entre el
principio de placer y el principio de realidad) y frente al ello (en la medida en que adquiere
dominio absoluto sobre la satisfacción de las pulsiones) al mismo tiempo.
(Bueno, 2015) Menciona que “lo inconsciente originario está regido por el reinado
despótico del principio del placer, en la medida en que todas las pulsiones inconscientes
originarias buscan siempre su satisfacción como una manera de obtener placer y de evitar el
displacer” (p.18).
En este sentido Para Freud, el yo “es el representante de lo que puede llamarse razón y
prudencia, por oposición al ello, que contiene las pasiones” (Freud, 1923, pág. 27) Así
mismo, el yo puede comprenderse como la instancia psíquica que gobierna lo consciente y
controla los movimientos motrices. En efecto, antes de que los individuos sean insertados
completamente en el orden simbólico de la cultura y el lenguaje, y cobren dominio de la
motricidad de su cuerpo, advierten la presencia de elementos –el mundo exterior, imágenes
fragmentadas del cuerpo, los otros– que lo sitúan frente a la existencia de un «yo».
Los autores (Vega, Devia, & Roitman, 2011) en saber de Lacan, mencionan que la
estructuración del yo se completa cuando los infantes atraviesan el llamado estadio del
36
espejo1. Lacan deduce que esa primera identificación ante el espejo es clave para la
formación del yo, es literalmente originaria y fundadora de la serie de identificaciones que le
seguirán luego e irán constituyendo el yo del ser humano (Pág.6).
En efecto, antes de poseer la capacidad motriz y cognoscitiva necesaria para contemplar
su reflejo en el espejo, el niño concibe al yo de forma fragmentaria debido a que solo posee
un registro visual fraccionado de su cuerpo–las extremidades– y no una imagen completa del
mismo. (Blasco J. , 1992, pág. 9). El niño sumido en la descoordinación motriz, en el cuerpo
fragmentado. Cuando se mira en el espejo, sin embargo, se mira con sus ojos, que resultan no
estar afectados por la prematuración, y, observa, su expresión es jubilosa. Y es que se
reconoce; o mejor: reconoce su imagen como tal en el espejo (Blasco, 1993).
Y aquí viene el punto clave de la argumentación: aquel que el niño mira y reconoce, ese
que le imita tan bien, y que tarde o temprano descubrirá que es él mismo, o su imagen, para
hablar propiamente, ese no descoordina, no tiene cuerpo fragmentado, eso — es para él: su
imagen se le aparece entera, dotada de una unidad que él no puede atribuir a la percepción de
su propio cuerpo (Vega, Devia y Roitman, 2011) En cambio, cuando ya ha presenciado su
imagen especular en el espejo, y la asume plenamente como su propia proyección, el infante
usa el registro mnémico de su propio reflejo para construir la imago de suyo en tanto unidad
(Lacan, 2009)
De ahí en más, el momento en que termina el estadio del espejo “inaugura la dialéctica
que desde entonces liga al yo con situaciones socialmente elaboradas” (Lacan, Escritos I,
2009, pág. 104). En este sentido, el yo, en tanto “esencia del aparato psíquico” (Freud, 1923)
se autoafirma y se concibe como unidad independiente de los flujos del ambiente exterior y la
1Para Lacan, se puede comprender al estadio del espejo como “una identificación en el sentido pleno que
el análisis da a este término, a saber, la transformación producida en el sujeto cuando asume una imagen,
cuya predestinación a este efecto de fase está suficientemente indicada por el uso, en la teoría, del término
antiguo imago” (Lacan, Escritos I, 2009, pág. 100)
37
existencia de los otros en el momento en que el individuo atraviesa el estadio del espejo y
supera el complejo de Edipo.
3.2 La formación de la personalidad y el cuerpo
La personalidad puede comprenderse como el conjunto de características y
particularidades que definen la forma de ser y comportarse de un individuo en relación a los
otros. (Allport, 1970) Citado por Cerdá, (1985) asume que la personalidad se refiere a “la
integración de todos los rasgos y características del individuo que determinan una forma de
comportarse” (p. 438), es decir, que la personalidad se forma en función del desarrollo del
individuo, a partir de las características ambientales, biológicas y sociales que explican,
modulan y mantienen su comportamiento.
Sin embargo, las características y particularidades que definen la personalidad de los
sujetos no deben ser comprendidas como la manifestación externalizada de la “esencia” de su
yo; puesto que, en realidad, y tal como señala el psicoanálisis, los rasgos característicos de la
personalidad de los individuos se adoptan de los otros.
En Yo y ello (Freud, 1923) menciona que “la persona, al menos en su yo, no es más que la
suma de los objetos que ha amado y perdido, es decir un conglomerado de la historia de las
relaciones de objeto amados, perdidos y a los cuales por lo tanto ha renunciado”. La dualidad
de objeto amado-perdido entra así a ser el motor determinante en la formación de la
personalidad, en la medida en que el yo se constituye como el resultado de la suma de los
objetos amados a los que ha renunciado a lo largo de su vida. En efecto, “un objeto amado”
es un objeto catectizado; es decir, un objeto cargado de envestidura libidinal que se ha
convertido en el objeto de deseo del sujeto.
Según Lacan (1957) citado en (Nieves, 2011) El Edipo es el “conjunto de
representaciones parcial o totalmente inconscientes y provistas de un poder afectivo
38
considerable, a través de las cuales se expresa el deseo sexual o amoroso del niño por el
progenitor del sexo opuesto, y su hostilidad al progenitor del mismo sexo”(p. 73).
Esta representación puede invertirse y expresar amor al progenitor del mismo sexo y odio
al progenitor del sexo opuesto. El Edipo completo consiste en la combinación de ambas
representaciones. En este sentido, Todo objeto de deseo se convertirá, eventualmente, en un
objeto perdido. El primer objeto de deseo al que el sujeto debe renunciar, para sellar su pase a
la cultura, es la madre; a través de la superación del complejo de Edipo. Cuando se supera el
complejo de Edipo, los sujetos han estructurado su Superyó como resultado de la renuncia a
sus progenitores como objeto de amor.
(Chacón & Perez, 2009) Mencionan que el superyó es el heredero del complejo de Edipo,
cuando el niño renuncia a la madre como objeto sexual, la madre queda desinvertida de libido
y se conserva la figura de los padres como una instancia del aparato psíquico, que es una
instancia prohibidora que constituye una parte diferenciada del yo. Cuando se pierden los
objetos edípicos, esos objetos son conservados en el aparato psíquico, pero ahora como
instancia prohibidora, lo que antes era una prohibición externa pasa a ser una prohibición
interna porque está en el propio sujeto. Se puede definir entonces al superyó como la
interiorización de las prohibiciones parentales, es decir que no es la prohibición que ejercen
los padres, sino que es una prohibición que existe en la cultura mediatizada por los padres
(Chacón & Perez, 2009, pág. 22).
Renunciar a los padres como objeto de deseo implica necesariamente una identificación
con los mismos, para mitigar la angustia de la pérdida. Esta identificación se produce a través
de la adopción de ciertas características (principios, valores, hábitos, costumbres, visiones del
mundo, creencias, etc.) que se interiorizan como rasgos de la personalidad o como
lineamientos del superyó. A partir de su primera infancia, la vida de los sujetos se
39
caracterizará por esta constante en la que la relación con el objeto se constituye sobre la base
de un apego-renuncia (Allport, 1970).
En este sentido, la personalidad de los sujetos se constituye como el resultado de todas las
características y los rasgos que se interiorizaron a partir de la renuncia de objetos amados
(Padres, hermanos, familiares, amigos, profesores, figuras admiradas, etc). No obstante, a
pesar de que la personalidad de cada individuo este constituida a partir de su experiencia con
los otros, cada persona en su totalidad constituye una configuración única e irrepetible.
3.3 La construcción del cuerpo.
Partiendo de lo descrito en el anterior subcapítulo, existe otro componente fundamental
para la formación de la estructura yoica en los individuos: el cuerpo. Para Freud, “el yo es
sobre todo una esencia-cuerpo; no es sólo una esencia-superficie, sino, él mismo, la
proyección de una superficie” Es decir, el yo, en cuanto esencia del cuerpo, es una proyección
del mismo. El cuerpo no es nunca una proyección del yo, sino, el yo es una proyección del
cuerpo (Freud, 1923, pág. 27).
La definición del concepto de cuerpo ha sido objeto de disputa entre la medicina, la
psicología y el psicoanálisis. Para la medicina “el cuerpo es esencialmente biológico; cada
especialista se aboca a reconocer la disfunción que expresa cada síntoma” (Costa, Finzi,
2011). Cuyo eje epistemológico se articula alrededor de la anatomía, el cuerpo es concebido
como un organismo. Por su parte, la psicología define al cuerpo como “la expresión externa,
compleja, profunda y diversa del conjunto de las relaciones sociales interiorizadas e
individualizadas por el sujeto” (Febles, 2013, p. 262) además la psicología evolutiva, la que
a través de conceptos como las áreas de conducta y las escalas de desarrollo, describe el
desarrollo evolutivo del cuerpo y el yo en los individuos; y la teoría del esquema corporal,
que da cuenta sobre la autopercepción y consciencia que los sujetos tienen de su cuerpo.
40
Para el psicoanálisis, el cuerpo es una creación lingüística. Su construcción está atravesada
profundamente por el orden simbólico de la cultura y se mediatiza por la presencia del Otro y
de los otros.
Originalmente, la noción de cuerpo no ocupó un lugar central en las reflexiones de Freud,
sin embargo, hoy por hoy es utilizado como un concepto analítico a raíz de los aportes de
Paul Ferdinand Schilder (1930) en su obra «La imagen del cuerpo”. Según el autor
(Hernández, 2013) "la imagen que forma nuestra mente de nuestro propio cuerpo; es
decir, el modo en que nuestro cuerpo se nos manifiesta" (p. 46). En este enunciado está
implícita la idea de que la imagen corporal no es necesariamente consistente con nuestra
apariencia física real y resalta, por el contrario, la importancia de las actitudes y valoraciones
que el individuo hace de su cuerpo
En efecto, el concepto de cuerpo ha sido ampliamente estudiado por el psicoanálisis de
corte lacananiano. Dentro de este enfoque, el cuerpo puede ser comprendido bajo los tres
registros de lo psíquico: lo real, lo imaginario, y lo simbólico. Para Lacan, citado en (Peiró,
2018, pág. 3) lo real está constituido por todo aquello que no es susceptible de ser intelegido
a través de lo simbólico; es decir, lo real representa todo aquel contenido de la experiencia
que no puede ser aprehendido a través de la estructura de lenguaje. Lo real es lo
inconceptualizable (la muerte, el horror, los delirios), lo que existe fuera de la frontera de lo
simbólico.
En este sentido, entender al cuerpo desde el registro de lo real extirpa todo lo simbólico en
él; y lo equipara al concepto de organismo (un cuerpo no simbolizado). “Cuando un ser
viviente viene al mundo es un organismo, pero no un cuerpo, el cuerpo se constituye en la
relación con el Otro del significante” (Unzueta & Lora, 2003, pág. 9). El cuerpo pierde su
condición de real en la medida en que incluso antes de su nacimiento –cuando se lo nombra
41
en relación a su sexo biológico–, este organismo ya es insertado en un determinado orden
simbólico y discursivo.
Por su parte, desde el registro de lo imaginario, el cuerpo es la representación visual –
imago–de una imagen unitaria del yo, que permite sujetar al organismo fragmentado en una
unidad. En saber de (Unzueta & Lora, 2003) “el organismo fragmentado encuentra su unidad
en la imagen; la cual en su papel estructurante organiza el cuerpo ubicándolo como cuerpo
humano: como forma total, superficie, recinto, límite, contorno, que va a ser habitado,
investido, vestido, recubierto por la líbido” (Unzueta & Lora, 2003, pág. 10).
3.4 La semantización del cuerpo y la significación del yo
El estatuto del cuerpo en el psicoanálisis le otorga al organismo una significación
simbólica que está mediatizada por la figura del Otro y de los otros. Al respecto “Es a través
de los otros (la madre en nuestra etapa primitiva) y los otros como obtenemos nuestra
representación de la imagen del cuerpo, es la sustancia misma de nuestro Yo” (Hernández,
2013, pág. 4).
En este sentido, la influencia que la figura del Otro y de los otros ejerce sobre el yo y la
formación de la personalidad es determinante. El Otro se preconfigura como el portador de lo
simbólico y representante de la cultura. Sin la presencia del Otro, el acceso a la cultura, al
lenguaje y al cuerpo sería imposible (Chimbo, 2017).
Según (Grippo, 2016) El Otro es otro sujeto, con su singularidad inasimilable, y también
es el orden simbólico (que media irremediablemente la relación con ese otro sujeto). Este
último sentido es fundamental: “el Otro debe en primer lugar ser considerado un lugar, el
lugar en el cual está constituida la palabra”. El primer Otro con el que el sujeto interactúa en
la escena de lo real, es decir, en la realidad aún no inscrita en el orden del signo-significante,
es la madre; de quién el lactante se concibe como parte absoluta y constitutiva.
Paralelamente, el sujeto debe lidiar con la presencia de un tercero: el gran Otro, que emerge
42
desde lo real como representante del discurso de los otros y de lo simbólico legal para ejercer
la función paterna.
La relación con la madre es determinante para la significación del cuerpo y la
estructuración del yo en la medida en que, en tanto primer emisaria del lenguaje, la madre
deposita en el bebé los primeros registros mnémicos visuales (imágenes) y auditivos
(palabras) que sirven de soporte al sujeto para insertarse en el orden simbólico y castrante de
la cultura.
A diferencia de Freud, que no profundizó en su noción del yo como esencia-cuerpo, Lacan
(1949) desarrolló la idea de la imagen del cuerpo como sustancia misma del yo. “Nuestro yo
es la idea íntima que nos forjamos de nuestro cuerpo, es decir, la representación mental de
nuestras experiencias corporales, representación constantemente influenciada por la imagen
que nos devuelve el espejo” (Hernández, 2013).
43
3.5 La comprensión psicoanalítica de la autopercepción distorsionada de la imagen del
cuerpo
Los sujetos no ven a su cuerpo como realmente es, sino como imaginan o anhelan que sea.
Esto significa que hasta cierto punto puede considerarse como “normal” que los individuos se
sientan insatisfechos con su cuerpo–o alguna parte del mismo– en algún momento de su vida.
(Raich R. M., 2004) En un sentido general, prácticamente todas las personas tienen una
imagen distorsionada de sí mismas respecto a la realidad objetiva de sus cuerpos, debido a
que las imágenes mentales que forman de su organismo son imágenes subjetivas que
inevitablemente terminan por falsear la percepción del cuerpo.
Sin embargo, existen otros casos en los que la distorsión de la imagen del cuerpo puede
llegar a agudizarse y manifestarse sintomáticamente a través de ciertas patologías. Para el
psicoanálisis, la autopercepción distorsionada del cuerpo es el resultado de una deficiente
estructuración de significante en el mismo. Los cuerpos sin significante son “cuerpos vacíos,
mudos, donde no se ha estructurado su imagen y por ende no se puede sostener un narcisismo
fundamental” (Hernández, 2013, pág. 449). Esto significa que, debido a la ausencia de
significante, existe una falta de correspondencia entre la imagen mental que el sujeto posee
de su cuerpo y el cuerpo real. Para Hernández, “la no significación del cuerpo en estos sujetos
se explica por la existencia de una ruptura prematura en el lazo afectivo con la madre”.
Siguiendo la propuesta de (Hernández, 2013), el recién nacido “evoca en su madre el
recuerdo de la niña que fue en su primera infancia, de esa relación olvidada con su propia
madre” (p. 449) En respuesta a esto, la madre envuelve al hijo en palabras cargadas de afecto
que se acompañan de una sonrisa y una mirada iluminada. Estos gestos y estas palabras son
“las que hablan de su deseo como madre y que como un eco se inscriben y anidarán en el
inconsciente del niño”.
44
Según (Hernández, 2013)A la vez, en tanto primer otro, toda madre es un modelo de
mediación pacificadora de las necesidades de su hijo, puesto que cuando hambriento ella
lo ha calmado, cuando angustiado ella lo ha consolado lo que provoca que el bebé se
vuelva a ella, incluso a riesgo de perder su yo al fundirse como unidad con su madre. Es de
esta manera como para cada ser humano, la relación con su madre se convierte en la fuente
de su existencia (p. 450).
Pero al mismo tiempo, la madre no se constituye únicamente como la primera mensajera
de amor (eros), sino también como la primera informadora de los peligros de la vida
(thanatos). En el inconsciente, el hombre no se registra como la representación simbólica de
la muerte, sino la mujer, porque de ella provienen “los goces que hacen olvidar el cuerpo al
sujeto y su ser al niño” (Hernández, 2013, pág. 450). La madre puede llegar a encarnar la
representación de la muerte si se separa a destiempo de su hijo, en la medida en la que dilata
la simbolización de lo real.
Cuando hay una separación temprana y prolongada con la madre (entre los cinco y los
nueve meses), el infante se sitúa frente a la imposibilidad de construir con normalidad su
estructura yoica debido a que la ausencia de palabra y de contacto físico le privan de las
herramientas necesarias para dotar de significante al cuerpo y construir suyo en relación a la
identidad y distancia con los otros (Aberastury, 2004).Cuando existe una ruptura temprana en
el lazo afectivo con la madre, es muy posible que el sujeto desarrolle–en el transcurso de su
desarrollo evolutivo–“conductas compulsivas que lo ponen en peligro, a él y a otros, por lo
que frecuentemente se lo aislará y en este aislamiento es posible el reencuentro con el cuerpo
de la madre que tuvo que desprenderse prematuramente pero que al mismo tiempo teme,
puesto que simboliza la muerte” (Hernández, 2013).
El hecho de que la separación prematura con la madre devenga en percibirla
inconscientemente como la encarnación de la muerte es lo que obstaculiza que –incluso en su
45
adultez– el sujeto dote de significante a su organismo, lo que desemboca en una distorsión
agudizada de la imagen del cuerpo.
3.6 La Adolescencia
3.6.1 Desarrollo de la adolescencia
Conforme crece, el niño aprende las reglas sociales de convivencia, los códigos éticos y
morales que no se deben transgredir, así como las normas y leyes que debe acatar en su
condición de sujeto a la cultura. El yo del niño aprende a ser niño; se percibe así mismo como
diferente al adulto a través de la identificación con otros niños, y de esta forma, construye una
comprensión de la realidad que está absolutamente mediatizada por la relación con los padres
y su entorno familiar (Aberastury, 2004).
La autora en mención, manifiesta que el niño transita a una etapa problemática, llena de
fricciones y de mucha tensión, debido a que su cuerpo se convierte en el escenario de una
serie de modificaciones biológicas que desestabilizan su horizonte de sentido de la realidad y
se convertirán en la fuente de su futuro malestar. Esta fase es la que se conoce como pubertad
o adolescencia.
En efecto, siguiendo la discusión propuesta en La adolescencia normal (Aberastury A. ,
2004) sostiene que la adolescencia es un término que se aplica específicamente al periodo de
la vida comprendida entre la pubertad y el desarrollo completo del cuerpo, cuyos límites se
fijan, por lo general, entre los 12 y 21 años en las mujeres; y entre los 14 y los 25 en los
hombres. Para esta autora, la adolescencia literalmente significa (del latín, adolescencia, ad:
a, hacia + olescere: forma incoactiva de oleré, crecer) “la condición o el proceso de
crecimiento” (Pág. 77).
La inestabilidad emocional y los cambios de comportamiento en los adolescentes son el
producto de la existencia de una enorme confusión interna que es provocada, por un lado, por
46
la necesidad y el deseo de insertarse en el mundo adulto; y por el otro, por los conflictos
subyacentes a la exigencia de abandonar el yo niño (p.80).
Las modificaciones del cuerpo al llegar a la pubertad sostiene (Aberastury, 2004) imponen
al adolescente un cambio de roll frente al mundo exterior, y el mundo exterior se lo exige si
él no lo asume (p.78). Esta exigencia del mundo exterior –continúa la autora– “es vivida
como una invasión a su propia personalidad. Aunque él no quiera, el adolescente es exigido
como si fuese adulto, y esa exigencia del mundo exterior por lo general lo conduce como
defensa a mantenerse en sus actitudes infantiles” (Aberastury, 2004).
La adolescencia se constituye como un estadio en el que los niños se ven obligados a
ingresar en las prácticas sociales adultas debido a que sus cuerpos han adquirido
significantes que, en cuanto representan “madurez sexual” para la cultura,
automáticamente los inserta en el orden simbólico y discursivo del mundo adulto En otras
palabras, “en la medida en que lo que determina el paso de la niñez a la adultez –para la
cultura– es la modificación biológica del cuerpo, es el cuerpo de los sujetos, y no su yo, lo
primero en insertarse en el orden simbólico del mundo adulto” (Aberastury A. , 2004).Esto
significa que los adolescentes especialmente aquellos entre los 12 y 16 años de edad son,
básicamente, niños que habitan un cuerpo –adulto– que antes desconocían.
Cuando el sujeto entra en la adolescencia, las habilidades y el conocimiento que aprendió
cuando niño para relacionarse socialmente con los otros ya no le son de utilidad; porque la
cultura y los cambios biológicos de su cuerpo le demandan un cambio radical en su
personalidad. “Estas exigencias son percibidas en el niño como una invasión, tanto a su
cuerpo como su yo” (Aberastury A. , 2004). Frente a esta invasión, sostiene la autora, “la
primera reacción afectiva del niño es un refugio en su mundo interno; es como si él quisiera
reencontrarse con los aspectos de su pasado para poder enfrentar después el futuro” (p.86).
Por esta razón, la respuesta espontánea del niño frente a la exigencia de modificar su
47
personalidad es negar la obligación impuesta de asumir el roll de adulto a través de la
reafirmación de su yo infantil. Esta actitud es perfectamente comprensible, puesto que asumir
una personalidad adulta significa que por una parte,” el sujeto debe renunciar a la
comprensión de la realidad que construyó en su “roll de niño”; y por la otra, tiene la
obligación de superar el duelo por la infancia” (Aberastury, 2004).
Así, el problema de entrar en el mundo de los adultos –deseado y temido al mismo
tiempo– significa para el adolescente la pérdida definitiva de su condición de niño. “Los
cambios psicológicos que se producen en este periodo y que son el correlato de cambios
corporales, llevan a una nueva relación con los padres y con el mundo” (Aberastury A. ,
2004, p. 1).
Al comienzo de esta etapa, el adolescente oscila entre el impulso de desprenderse de sus
padres –requisito para completar la construcción de su yo adulto– y el temor de perder su
mundo infantil conocido Según (Aberastury, 2004)”Es un periodo de contradicciones,
confuso, ambivalente, doloroso, caracterizado por fricciones con el medio familiar y social;
que frecuentemente se suele confundir con crisis y estados patológicos “. Por esta razón, los
cambios que determinan la pérdida de la identidad de niño sitúan al sujeto frente a la
búsqueda de una nueva identidad.
El adolescente construye su personalidad y resuelve su identidad sexual a partir de su
relación con otros adolescentes y sus prácticas simbólicas; así como también sobre la base
de las figuras adultas con las que se identifica. Sin embargo, este es un proceso lento, por
lo que la mayoría del tiempo el adolescente estará subsumido en una profunda
inestabilidad emocional y una crisis de identidad, según la autora esta etapa “es una
combinación inestable de varios cuerpos e identidades”(Aberastury, 2004).
La obligación de abandonar el mundo infantil que despierta aflicción en el adolescente
puede comprenderse como una manifestación temprana del malestar en la cultura. Este
48
pesar es el que conduce al adolescente a realizar cambios exteriores “que le aseguren la
satisfacción de sus necesidades en la nueva situación en que se encuentra ahora frente al
mundo, las que, al mismo tiempo, le sirven de defensa contra los cambios incontrolables
internos y de su cuerpo” (Aberastury, 2004, p.5).
De esta manera, los cambios exteriores concernientes a la personalidad desembocan en un
aumento de la intelectualización con el objetivo de superar la incapacidad de acción que
caracteriza al adolescente. En consecuencia, la ausencia de significación de la realidad que
subyace al abandono del mundo infantil empuja al adolescente a la búsqueda incansable por
hallar “la solución teórica de todos los problemas trascendentes y de aquellos a los que se
verá enfrentado a corto plazo: el amor, la libertad, el matrimonio, la paternidad, la educación,
la filosofía, la religión” (Aberastury, 2004).
Es la paulatina inserción en el horizonte de prácticas sociales adultas lo que va definiendo
tanto la personalidad como la ideología del adolescente, y lo sitúa frente a la exigencia de
solucionar cuestión eséticas, morales, intelectuales, afectivas e ideológicas (p.85).
49
3.6.2 Los duelos en la adolescencia
Hasta ahora, nos hemos acercado a la noción de que la adolescencia es el momento de un
despertar biológico que impone una serie de cambios corporales al niño a modo de prueba
material de que tanto él, como sus padres, deben aceptar inevitablemente que el cuerpo
infantil está perdiéndose para siempre. A raíz de esto, la experiencia de los sujetos al final de
su niñez está marcada por un sentimiento de angustia que se agudiza a medida que los
cambios corporales se vuelven más palpables según menciona (Aberastury A. , 2004). La
angustia que emerge de esta situación responde al estado de impotencia y desamparo que
invade al individuo a causa del derrumbamiento de su realidad infantil.
Así, una vez que los cambios en el cuerpo del niño o la niña son demasiado evidentes
como para ser ignorados (especialmente en el momento de la aparición de la menstruación
o la eyaculación), el ahora adolescente menciona se ve en la obligación de elaborar los tres
duelos fundamentales de la infancia, a saber.
a) El duelo por el cuerpo infantil
b) El Duelo por la identidad y por el rol infantil
c) El duelo por los padres infantiles (Aberastury, 2004,p 69).
Dicho esto, el duelo por el cuerpo infantil es un proceso en el cual el adolescente intenta
aprender a aceptar la pérdida irrevocable del cuerpo infantil a través de la afirmación de la
nueva personalidad que debe asumir. Al igual que en todo duelo, este duelo “exige tiempo
para ser una verdadera elaboración y no tomar las características de una negación maniaca”
(Aberastury, 2004, pág. 52). La principal característica de este proceso de duelo es que se
constituye como un requisito insoslayable para la aceptación del roll de la pubertad y para la
construcción de la identidad adulta. Cuando “el adolescente supera el duelo infantil, acepta su
cuerpo, y decide habitarlo, logra construir una identidad que le permite insertarse
paulatinamente en la dinámica de las prácticas sociales adultas a través de la adopción de
50
distintas ideologías” (Aberastury A. , 2004). De esta forma, la elaboración del duelo por el
cuerpo infantil conduce a la identidad sexual adulta, a la búsqueda de pareja y a la
creatividad. Con estos cambios, la relación con los padres pasa a asumir características
propias de las relaciones de objeto adultas.
El segundo proceso del duelo que el adolescente debe elaborar es el llamado duelo por
la identidad y por el rol infantil. “La experimentación de este duelo es particularmente
problemática debido a que exige del adolescente una renuncia casi completa de la relación
de dependencia con sus padres”. La dependencia con los padres, también llamada
dependencia infantil, es una característica particular en los seres humanos en la medida en
que a diferencia del resto del reino animal –donde prácticamente todas las especies
atraviesan una infancia fugaz debido a la necesidad de adaptarse y aprender a sobrevivir
por su cuenta lo antes posible–, la infancia humana es una instancia sumamente
prolongada, a causa de la total incapacidad de las crías humanas para sobrevivir por cuenta
propia (Aberastury , 2004).
En este sentido, “elaborar el duelo por la identidad y por el rol infantil significa
desprenderse gradualmente de la dependencia material y emocional que el sujeto ha
construido a lo largo de su vida en la relación con sus padres” (Aberastury A. , 2004). Por
otra parte, este duelo le demanda al adolescente asumir la existencia de un solo sexo en su
cuerpo y la necesidad de construir el imago de los padres para transitar a nuevas formas de
relacionamiento con ellos.
El problema en este segundo duelo radica en que el adolescente siente “la amenaza
inminente de perder la dependencia infantil si asume precozmente su rol genital en momentos
en que esa dependencia es aún necesaria” (Aberastury A. , 2004) Por otra parte, y siguiendo a
Aberastury, en esta etapa de la adolescencia hay una confusión de roles, debido que “al no
poder mantener la dependencia infantil y al no poder asumir la independencia adulta, el
51
sujeto sufre un fracaso de personificación” (p. 55) Por esta razón, el adolescente atraviesa por
periodos de confusión de identidad, “hasta que logra aceptar las pérdidas de su cuerpo infantil
y su rol infantil, al mismo tiempo que va cambiando la imagen de sus padres infantiles,
sustituyéndola por la de sus padres actuales, en un tercer proceso de duelo” (Aberastury,
2004, p. 72) Este tercer duelo –llamado duelo por los padres de la infancia– constituye la
etapa culminante del proceso que el adolescente debe atravesar para construir una identidad
sexual adulta.
En este duelo, la imposibilidad de recuperar el cuerpo infantil no solamente obliga al
adolescente abandonar el orden y las prácticas simbólicas de su niñez; sino que lo compele a
aceptar el imperativo de que la pérdida del primer cuerpo implica necesariamente la pérdida
de los padres de la infancia. Según (Aberastury A, 2004) esto significa que al verse en la
obligación de construir una nueva identidad a causa de las modificaciones biológicas del
cuerpo, el adolescente se enfrenta a la tarea de asumir que la relación con los padres se
modificará necesariamente en la medida en que este va cobrando cada vez mayor espacio de
autonomía e independencia.
3.6.3 La adolescencia como una estancia problemática para los padres
En términos coloquiales, la adolescencia ha sido frecuentemente representada a través de
la expresión «edad del burro»2 al ser una frase que transita en el orden discursivo del mundo
adulto, sirve para dar cuenta acerca de un fenómeno que ha sido escasamente observado, a
saber, el de la experiencia de los padres frente a la adolescencia de sus hijos (Aberastury A,
2004). En cierta forma, el enunciado «la edad del burro» es un término que denota la
imposibilidad de conexión con el adolescente y expresa de forma encubierta la renuncia
implícita de los adultos –especialmente los padres– por establecer un punto de inflexión que
2La terminología«edad del burro»es una expresión muy común para referirse a la adolescencia en el
Ecuador. En otros países hispanohablantes, se utiliza el equivalente “la edad del pavo”.
52
les permita comprender las causas de las actitudes hostiles y la inestabilidad emocional que
atraviesan los sujetos durante este periodo. Dicho de otra forma, la edad del burro es la
exteriorización lingüística de las dificultades que experimentan los padres para lidiar con la
adolescencia de sus hijos.
Según (Aberastury, 2004) La pubertad es una tapa espinosa para el adolescente, así
como para sus padres. Por lo general, las dificultades que atraviesan los padres para lidiar
con los cambios propios de la adolescencia de sus hijos surgen paralelamente al despertar
de la negación de la pérdida del cuerpo del niño, a consecuencia del “sentimiento de
rechazo que experimentan frente a la genitalidad y a la libre expresión de la personalidad
que surge de ella”.
Este rechazo a la genitalidad –que encubre la negación del crecimiento de los hijos–
añadido a la incapacidad de comprender los cambios abruptos del adolescente, provoca que
los padres otorguen una excesiva libertad que se constituye –y así lo vive el adolescente–
como abandono. El problema es que cuando los padres le brindan demasiada libertad al hijo a
causa de la imposibilidad de lidiar con los cambios propios de la edad, están reforzando el
terror –consciente e inconsciente– que el adolescente siente ante la pérdida de su dependencia
infantil, en un momento de su vida en que esa dependencia aún es necesaria (Aberastury,
2004).
Para Aberastury, los padres también “viven los duelos por los hijos, necesitan hacer el
duelo por el cuerpo del hijo pequeño, por su identidad de niño y por su relación de
dependencia infantil” (p. 3) Esto implica que los padres se ven obligados a desprenderse del
hijo-niño para dar paso a una relación con el hijo-adulto, lo que desemboca en una serie de
53
renuncias en los padres que los remiten hacía sus propios problemas no resueltos que habían
sido momentáneamente escotomizados3 a causa de la paternidad.
Por consiguiente, la pérdida del hijo-niño obliga a los padres a enfrentarse a las vicisitudes
del devenir, al envejecimiento y a la finitud. Renunciar al cuerpo infantil del hijo implica el
abandono “de la imagen idealizada de sí mismo que su hijo ha credo y en la que él se ha
instalado; ahora ya no podrá funcionar como líder o ídolo y deberá, en cambio, aceptar una
relación llena de ambivalencias y de críticas” (Aberastury, 2003). Por otra parte, la autora
(Aberastury, 2004) menciona que la adolescencia de los hijos es vivida de forma engorrosa
por los progenitores debido a que en la medida en la que el adolescente se inserta
satisfactoriamente en el horizonte de prácticas sociales adultas y empieza a cosechar sus
propios logros, los padres se ven obligados “a enfrentarse con sus propias capacidades y a
evaluar sus logros y fracasos” (Pag.59). En este balance, en esta rendición de cuentas, –
escribe Aberastury– el hijo es el testigo más implacable de lo realizado y de lo frustrado. Solo
si puede identificarse con la fuerza creativa de su hijo, el padre podrá comprenderlo y
recuperar dentro de sí su propia adolescencia.
En suma, el problema de la relación problemática entre el adolescente y sus progenitores
radica en que los padres generalmente desconocen que la adolescencia temprana es un
periodo de profunda dependencia, donde los sujetos “necesitan de ellos tanto o más cuando
era bebés”. Por esta razón, los padres deben asumir una actitud más flexible y comprensiva
que les permita ser espectadores activos en el proceso de desarrollo de la personalidad del
hijo, sin incurrir en sobreprotección invasiva ni en abandono absoluto.
3La escotomización (del griego antiguo σκότος / skótos, « tinieblas, oscuridad ») es un término usado en
psicoanálisis para describir el mecanismo de ceguera inconsciente, mediante el cual el sujeto hace
desaparecer los hechos desagradables de su conciencia o de su memoria.
54
Definición conceptual de variables
Variable 1.
- Insatisfacción de la imagen corporal: Sentirse insatisfecho con la imagen corporal
puede ser causa de problemas emocionales importantes en la adolescencia y primera
juventud. El poco agrado con la apariencia física va asociado a una baja autoestima,
sentimiento de ineficacia, inseguridad, depresión, ansiedad interpersonal, hacer que la
persona se sienta incómoda o inadecuada en sus interacciones sociales y en general con
una autoevaluación negativa. Soutullo, (2012) planea que la insatisfacción corporal
“Consiste en la percepción alterada de las dimensiones y otras características físicas del
propio cuerpo”. Se habla de insatisfacción corporal cuando la percepción del propio
cuerpo es principalmente de desagrado o insatisfacción.
Variable 2.
- Conductas de riesgo asociadas a los Trastornos de la conducta alimentaria: en el
origen, desarrollo y mantenimiento de los trastornos alimentarios se ha descrito la
existencia de factores condicionantes o predisponentes, desencadenantes o precipitantes y
factores mantenedores del trastorno (Calvo, 2002; Perera, 2002; Toro y Vilardell, 1987).
Por tanto, no hay un factor causal único sino que se da una combinación e intensidad de
varios de ellos que determinaran que una persona concreta desarrolle la patología. Para
Calvo-Sagardoy (2002), lo que hace que una persona inicie una serie de conductas que
derivaran en un trastorno alimentario es la conjugación de factores biológicos,
psicológicos, socioculturales y familiares.
55
Operacionalización de variables
Variable Independiente: Insatisfacción de la imagen corporal
Tabla 1
BSQ Inventario de la Forma Corporal
Variable Dimensiones Indicadores Ítems Instrumento Tipo de datos
Insatisfacción
de la imagen
corporal.
Factor 1:
Insatisfacción de
la imagen
corporal
Nunca, Raramente,
A veces, A menudo,
Muy a
menudo, Siempre
1, 2, 3, 4, 6,
10, 12, 15, 16
y 20
Cuestionario de
la Figura
Corporal (BSQ)
Variable
Nominal :Escala
Likert de
6 opciones de
respuesta
Factor 2:
Preocupación
por el peso.
No insatisfacción IC <81
Leve 81-110, Moderada
111-140
Extrema >140
Puntuación total: 34-
204.
5, 7, 8, 9, 11,
13, 14, 17, 18 y
19
Fuente (Luzuriaga. L, 2019)
56
Variable Dependiente: comportamientos de riesgo asociados a los TCA
Tabla 2
EDI II Inventario de Trastornos de la Conducta Alimentaria.
Variable Dimensiones Indicadores Ítems
Instrum
ento
Tipo de
datos
Comportam
ientos de
riesgo
asociados a
los TCA
Obsesión por la
delgadez
1, 7, 11, 16, 25,32 y
49
Inventari
o de
trastorno
s de la
Conduct
a
alimenta
ria (EDI-
2)
Intervalo
Escala Likert
de 6
opciones de
respuesta
Bulimia 4, 5, 28, 38, 46, 53
y 61
Insatisfacción
corporal
2, 9, 45, 12, 19, 31,
4, 55, 59, 62
Ineficacia
Nunca
Pocas Veces
A menudo
Casi Siempre
Siempre
10, 18, 20, 24, 27,
37, 41, 42, 50, 56
Perfeccionismo
Tres se puntúan
con 1, 2 o 3 y el
resto con 0.
13, 29, 36, 43, 52 y
63
Desconfianza
interpersonal
15, 17, 23, 30, 34,
54, 57
Conciencia
introceptiva
8, 21, 26, 33, 40,
44, 51, 60 64
Miedo a la madurez . 3, 6, 14, 22, 35, 39,
48, 58
Ascetismo 66, 68, 71, 75, 78,
82, 86, 88
Impulsividad
65, 67, 70, 72, 74,
77, 79, 81, 83, 85 y
90
Inseguridad Social 69, 73, 76, 80,
84,89, 91
57
1. Hipótesis
HI. Existe asociación entre la insatisfacción de la imagen corporal y los comportamientos de
riesgo asociados a los Trastornos de la Conducta Alimentaria.
HO. No existe asociación entre la insatisfacción de la imagen corporal y los comportamientos
de riesgo asociados a los Trastornos de la Conducta Alimentaria.
58
CAPÍTULO III MARCO METODOLÒGICO
1. Enfoque y tipo de la investigación
Enfoque de la investigación
El enfoque de la presente investigación es cuantitativo, puesto que se obtuvieron datos
estadísticos sobre la insatisfacción de la imagen corporal y los comportamientos de riesgo
asociados a los trastornos de conducta alimentaria, Según (Sampieri, 2010)“usa la
recolección de datos para probar hipótesis, con base en la medición numérica y el análisis
estadístico, para establecer patrones de comportamiento y probar teorías”.
Tipo de la investigación.
La presente investigación comprende un estudio de Diseño No experimental, se define
como una investigación que se realiza sin manipular deliberadamente variables y en los que
los fenómenos se presentan en su ambiente natural para después analizarlos para (Sampieri,
2012) en la investigación no experimental se observan situaciones ya existentes, no
provocadas intencionalmente en la investigación por quien la realiza. (p. 152).
Diseño de investigación
La presente investigación por la naturaleza de las variables, responde a criterios No
Experimental-Transversal, en los diseños de investigación transversal Los datos que se
obtendrán son levantados temporalmente en un mismo momento y en un tiempo único
(Sampieri, 2012, p. 54).
Con respecto al tipo de investigación, ésta será Correlacional, según Hernández, (2014),
esto permite relacionar la variable independiente con la dependiente, “asociando estas
variables mediante un patrón predecible para un grupo o población” (p. 93). Es decir, en la
investigación se expone cómo están asociadas las variables en función de la hipótesis de
investigación planteada.
Investigación no experimental-transversal-correlacional.
59
1. Población y muestra
Descripción de la Población
La población de la presente investigación está compuesta por 480 hombres y mujeres entre
12-16 años, mismos que se encuentran legalmente matriculados y son estudiantes que asisten
regularmente a la Unidad Educativa Fiscomisional Padre Miguel Gamboa ubicada en la
Provincia de Puerto Francisco de Orellana.
Tipo y método de muestreo
Tipo de muestreo
La presente investigación responde a criterios de tipo de muestreo No probabilístico según
Hernández et al. (2014), La muestra no probabilística supone “un procedimiento de selección
orientado por las características de la investigación, más que por un criterio estadístico de
generalización” (p. 175), además el mismo autor señala que la elección de “los elementos no
dependen de la probabilidad, sino de causas relacionadas con las características de la
investigación o los propósitos que tenga el investigador o grupo de investigadores” (p. 176).
Entonces bajo esta premisa, la presente investigación, no pretende generar datos sujetos a
generalización.
Método de muestreo
De acuerdo al tipo de muestreo No probabilístico el Método al que corresponde: Intencional
o de conveniencia, Según (Ramirez 2015)” El método por conveniencia es una técnica donde
la muestra de la población se seleccionan porque están convenientemente disponibles para el
investigador”.
En este sentido los sujetos fueron seleccionados dada la conveniencia y la autorización por
parte de la Institución Educativa y por los representantes legales de los adolescentes entre 12
y 16 años mas no son seleccionados mediante un criterio estadístico.
60
Cálculo del tamaño de la muestra
Los sujetos que participaron fueron seleccionados dada la conveniencia y la autorización
por parte de la Institución Educativa: los cursos se seleccionaron de acuerdo a la
disponibilidad de tiempo en la jornada académica.
Las autoridades de la institución designaron para la participación en la toma de muestreo
los cursos de:
Noveno de Educación Básica “A”
Decimo de Educación Básica “B”
Primero de Bachillerato “Agronomía”
Segundo de bachillerato “Agronomía”
Resultando una muestra de 102 estudiantes entre las edades de 12 y 16 años,
Criterios de inclusión, exclusión y eliminación
Criterios de inclusión
- Rango de edad entre 12 a 16 años.
- Matricula y asistencia regular a la Unidad Educativa Fiscomisional Padre Miguel
Gamboa (2018-2019).
- Firma de los representantes legales de los adolescentes que hayan firmado el
asentimiento informado.
Criterios de exclusión
- Personas que no se encuentren dentro del rango de edad.
Criterios de eliminación.
- Decisión de no seguir participando en la investigación.
- Reactivos psicológicos que se encuentren incompletos o mal llenados.
- No asistir a clases el día de la aplicación de los reactivos psicológicos.
61
Instrumentos y guías
Encuesta Sociodemográfica
Es un cuestionario de preguntas cerradas diseñado con el objetivo de tener un perfil
sociodemográfica de los participantes de la investigación (sexo, edad, etnia, etc.) además
ayudó a obtener datos que no se encuentran en los reactivos psicológicos a utilizar.
Cuestionario de la Forma Corporal.
El Body Shape Questionnaire o cuestionario de la forma corporal fue creado por por
Cooper, Taylor, Cooper y Fairburn en 1987. Es un cuestionario autoadministrado para medir
la insatisfacción con la imagen corporal debida al peso y la forma del cuerpo.
La decisión de utilizar este cuestionario se fundamentó en varias cuestiones: estar validado
en población colombiana (Castrillón, Luna, Avendaño y Pérez, 2007). Además es una prueba
específica para la evaluación de la insatisfacción de la imagen corporal y la facilidad de
aplicación de manera grupal.
Propiedades psicométricas: La consistencia interna de la validación del BSQ fue alta: alfa =
0.96, I. C. 95% (0.961-0.966). El factor 1 tuvo un alfa = 0.95, I. C. = 95% (0.94-0.95). El
factor 2 tuvo un alfa = 0.92, I. C. 95% (0.92-0.93). ). Tal y como se reporta en los estudios
iniciales (Cooper et al., 1987), la prueba fue diseñada para evaluar un constructo que se
podría traducir como insatisfacción corporal, lo cual es corroborado en otros estudios (Rosen,
Jones, Ramírez y Waxman, 1996).
Los resultados confirman la estabilidad y coherencia de los presupuestos teóricos pues
su alpha general fue de 0,96 con un intervalo de confianza del 95% y que tuvo un límite
inferior de 0,961 y un límite superior de 0,966. Estos resultados muestran el grado de
correlación inter-ítem que se obtiene al aplicar la prueba en población femenina
colombiana, los cuales dan una medida aceptable (Lizasoain y Joaristi, 2003).
62
Codificación: Es una escala tipo likert con 6 opciones de respuesta: 1) Nunca, 2)
Raramente, 3) Algunas Veces, 4) A Menudo, 5) Muy a Menudo,6) Siempre. Se puede
obtener una puntuación entre 34 y 204 puntos (Baile,Raich y Garrido, 2003).
Sus puntuaciones se clasifican en cuatro categorías:
<81 no hay insatisfacción corporal; 81-110 leve insatisfacción corporal; 111-140
moderada insatisfacción corporal; >140 extrema insatisfacción corporal (Espina, Ortego,
Ochoa, Yenes y Alemán, 2001; Cooper, Taylor,Cooper y Fairburn, 1987
Administración: Individual o Colectiva.
Tiempo aproximado de aplicación: 15 Minutos.
Población a la que va dirigida: Adolescentes.
Inventario de Trastornos de la Conducta Alimentaria
El Eating Disorder Inventory (EDI) fue creado por David Garner en 1983, validado por
(Guerrero Diego, 2011) en población peruana. Es un inventario de tamizaje “estrategia
aplicada sobre población no clínica (normal) para detectar un posible problema de salud
mental en individuos sin aparentes signos o síntomas de enfermedad”. (García y Sánchez,
2009).
Fuera del ámbito clínico, el EDI-II representa una forma rápida y económica de detectar
sujetos “subclínicos” o que tienen riesgo de desarrollar en el futuro TCA.
El reactivo se distribuyen a lo largo de 11 escalas: 8 principales (obsesión por las delgadez
(DT); bulimia (B); insatisfacción corporal (BD); ineficacia (I); perfeccionismo (P);
desconfianza interpersonal (ID); conciencia introceptiva (IA) y miedo a la madurez (MF)) y 3
adicionales (ascetismo (A), impulsividad (IR) e inseguridad social (SI).
- Obsesión por la delgadez: Este constructo fue elaborado por Bruch (1973, 1982),
quien describió la Obsesión por la como la característica esencial de los trastornos de
63
la conducta alimentaria. MIDE La manifestación clínica de un intenso impulso de
estar más delgado o un fuerte temor a la gordura es un síntoma esencial para el
diagnóstico de TCA (AN y la BN).
- Bulimia: La escala evalúa la tendencia a tener pensamientos o a darse “comilonas” o
atracones de comida incontrolables.
- Insatisfacción Corporal: Esta escala mide la Insatisfacción del sujeto con la forma
general de su cuerpo o con las de aquellas partes del mismo que más preocupan a los
que padecen trastornos de la conducta alimentaria (estómago, caderas, muslos, nalgas,
etc.).
- Ineficacia: La escala de Ineficacia evalúa sentimientos de incapacidad general,
inseguridad, vacío, desvalorización de sí y falta de control sobre la propia vida. Bruch
(1962, 1973) describió en un principio el “sentimiento abrumador de ineficacia” como
la perturbación subyacente a los trastornos de la conducta alimentaria.
Una puntuación elevada en esta escala revela un déficit significativo de autoestima
ligado a un sentimiento de inadecuación.
- Perfeccionismo: Esta escala mide el grado en que el sujeto cree que sus resultados
personales deberían ser mejores. Bruch (1978) ha indicado que la lucha por alcanzar
niveles de rendimiento perfeccionistas es característica de los pacientes con trastornos
de la conducta alimentaria y Slade (1982) ha añadido que el perfeccionismo es una
condición crítica que facilita el escenario para el desarrollo de la AN y la BN.
- Desconfianza Interpersonal: La escala de Desconfianza Interpersonal evalúa el
sentimiento general de alienación del sujeto y su desinterés por establecer relaciones
íntimas, así como la dificultad para expresar los propios sentimientos y pensamientos.
Diversos autores (Goodsitt, 1977; Johnson y Connors, 1987; Selvini-Palazzoli, 1974;
Story, 1976; Strober, 1981) consideran que la necesidad de mantener a los demás a
64
una cierta distancia es un rasgo psicológico importante en relación con la aparición y
persistencia de algunos casos de trastornos de la conducta alimentaria.
- Conciencia Interoceptiva: Esta escala evalúa el grado de confusión o dificultad para
reconocer y responder adecuadamente a los estados emocionales y se relaciona
también con la inseguridad para identificar ciertas sensaciones viscerales relacionadas
con el hambre y la saciedad (Selvini-Palazzoli (1974) acuñó el término “paranoia
intrapsíquica” para definir la profunda desconfianza que los pacientes TCA tienen en
sus estados internos.
- Miedo a la Madurez: La escala de Miedo a la Madurez evalúa el deseo de volver a la
seguridad de la infancia. Crisp (1965, 1980) argumentó que la psicopatología
principal de los pacientes de AN o BN es el temor a las experiencias emocionales, el
erotismo y la sexualidad relacionados con la adolescencia y el ingreso a la vida adulta.
- Ascetismo: Esta escala mide la tendencia a buscar la virtud por medio de ciertos
ideales espirituales como la autodisciplina, el sacrificio, la autosuperación y el control
de las necesidades corporales que aparecen con la adolescencia como propias de la
sexualidad.
- Impulsividad: La incapacidad de regular adecuadamente los propios impulsos se ha
visto como un síntoma de pronóstico preocupante en los trastornos de la conducta
alimentaria (Casper, 1990).
- Inseguridad Social: Esta escala mide la creencia acerca de las relaciones sociales
como tensas, inseguras, incómodas, insatisfactorias y, generalmente, de escasa
calidad. Se ha observado con frecuencia que algunos pacientes con trastornos de la
conducta alimentaria experimentan falta de seguridad y de felicidad en sus relaciones
sociales, y ello puede tener consecuencias para el tratamiento (Bruch, 1973).
65
Objetivo: El EDI no pretende desembocar en un diagnostico específico de Trastornos de la
conducta Alimentaria, sino en la evaluación precisa de ciertos rasgos psicológicos o conjunto
de comportamientos que se supone que tienen relevancia para comprender y poder tratar los
trastornos de la conducta alimentaria.
Propiedades psicométricas: En el estudio de validez discriminante, fiabilidad y consistencia
interna de este instrumento en población Peruana (la más cercana a nuestro contexto
geográfico) hecha por Diego Guerrero Canalé (2011), quien realizó la adaptación del EDI-2
en una muestra de adolescentes.
En cuanto a la confiabilidad, se utilizó el coeficiente alfa de Cronbach, cuyos índices de
confiabilidad alcanzado es 90, de acuerdo con el planteamiento de Campo-Arias y Oviedo
(2008), al encontrarse entre .80 y .90 tiene características que lo hacen un indicador elevado
de confiabilidad.
Asimismo, para la obtención de evidencias de validez utilizaron, en un primer momento,
la validación por criterio de jueces, y luego de ello el análisis de componentes principales,
utilizando como indicadores los puntajes directos de las escalas. Los resultados indicaron que
las escalas se agrupaban siguiendo la estructura tripartita pro-puesta por Garner.
Codificación: consta de 91 reactivos, con un formato de respuestas en una escala tipo Likert
de seis puntos: “siempre”, “casi siempre”, “frecuentemente”, “en ocasiones”, “rara vez” o
“nunca”.
La opción elegida es convertida en puntuación directa para la escala que evalué, cada ítem
puede puntuar de cero a tres, la puntuación directa de cada escala se obtiene sumando los
puntos atribuidos a los elementos de la misma. En aquellos que están formulados en sentido
contrario (un total de 19 ítems), las puntuaciones se invierten. Se establecen los puntos de
corte con mayor sensibilidad, con el fin de captar el mayor número de sujetos en riesgo de
desarrollar o padecer un TCA.
66
Administración: El EDI II puede aplicarse individualmente o en grupo, en contextos clínicos
y no clínicos, a sujetos mayores de 11 años. Puede ser utilizado por aquellos profesionales
interesados en obtener información que permita aclarar si un sujeto debe ser emitido a
servicio especializado.
Tiempo aproximado de aplicación: 20-25 Minutos.
Procedimiento
Procedimiento de recolección de datos
Recolectar los datos implica elaborar un plan detallado de procedimientos que nos
conduzcan a reunir datos con un propósito específico. (Sampieri, 2010).
Los y las participantes fueron previamente informadas de los objetivos, procedimiento,
beneficios, riesgos e inconvenientes del estudio, así como de la voluntariedad de participar en
el mismo y confidencialidad, todo ello recogido en el Consentimiento Informado en
conjunción con sus tutores legales.
A cada participante se le suministró un código numérico que garantizaba el anonimato de
sus respuestas a los instrumentos de evaluación.
Se procedió a la administración de los instrumentos en el orden que aparece numerado a
continuación.
1. Encuesta sociodemográfica
2. BSQ
3. EDI II
Una vez recogidos los datos se procedió a la aplicación de programas informáticos
correspondientes para identificar los niveles de insatisfacción de la imagen corporal y
comportamientos de riesgo asociados a los TCA.
67
CAPÍTULO IV PLAN DE ANÁLISIS DE DATOS
Procedimiento de análisis de datos
Una vez aplicado los reactivos psicológicos seleccionados para la recolección de la
información de los adolescentes entre 12-16 años de la Unidad Educativa Padre Miguel
Gamboa, se procedió a realizar el correspondiente análisis de datos en base al cumplimento
de los objetivos propuestos: Prueba de normalidad Kolmogorov Smirnov para determinar si
la muestra es paramétrica, Rho de Spearman para investigar la medida de la correlación (la
asociación o interdependencia) entre dos variables.
Se utilizó Excel 12.0 como parte de Office 2018 para el ordenamiento de datos y
Statistical Package for Social Sciences 25 (SPSS) para el correspondiente análisis estadístico.
68
Marco Referencial o Contextual
La Unidad Educativa Fiscomisional Padre Miguel Gamboa, se encuentra ubicada en la
Provincia de Francisco de Orellana, cantón Puerto Francisco de Orellana en la Calles
Alejandro Labaka y Vicente Rocafuerte, mencionada institución fue fundada en el año 1969
por el Monseñor Miguel Gamboa (1913-2000)
El 13 de junio del 2013 el Colegio pasa a ser Unidad Educativa. Actualmente la Unidad
Educativa Fiscomisional Padre Miguel Gamboa está conformada por 2200, mencionada
institución oferta educación de tipo Primaria, Secundaria y de Bachillerato General e
Internacional en Modalidad Presencial, Jornada matutina.
69
Resultados
Se procedió a realizar el correspondiente análisis de datos en base al cumplimento de los
objetivos propuestos en la presente investigación, los datos obtenidos en la aplicación de la
Encuesta Sociodemográfica y los reactivos psicológicos: Cuestionario de la Forma Corporal
y el Inventario de los Trastornos de la Conducta Alimentaria.
Tabla 3
Frecuencias Según gènero
Género
Masculino 52
Femenino 50
Fuente:( Luzuriaga, 2019)
Interpretación: de la muestra investigada de un total de 102 estudiantes de una
institución educativa, se identifica una distribución de datos homogénea, debido a que su
frecuencia es similar entre sus categorías; La frecuencia de género refiere que existen 53
sujetos masculinos y 50 femeninos.
70
Tabla 4
Frecuencias según la edad
Fuente:( Luzuriaga, 2019)
Interpretación: de la muestra investigada de un total de 102 estudiantes de una
institución educativa, se identifica una distribución de datos heterogénea, debido a que su
frecuencia es diferente entre sus categorías; La frecuencia de acuerdo a la edad refiere que la
prevalencia en el estudio es de sujetos entre 13 y 14 años con un 59,8 % de la muestra total y
las edades de 12, 15 y 16 pertenecen al 40,2 % del total de la muestra investigada.
Frecuencia Porcentaje
12 años 10 9,8%
13 años 30 29,4%
14 años 31 30,4%
15 años 12 11,8%
16 años 19 18,6%
Total 102 100,0%
71
Tabla 5
Frecuencia según si miran o no televisión.
Frecuencia Porcentaje
No ve TV No 12 11,8%
Si
Total
90
102
88,2%
100%
Fuente:( Luzuriaga, 2019)
Interpretación: de la muestra investigada de un total de 102 estudiantes de una
institución educativa, se identifica una distribución de datos heterogénea, debido a que su
frecuencia es diferente entre sus categorías; La frecuencia de acuerdo al contenido que los
investigados consumen en TV refiere que 9 de cada 10 investigados miran televisión.
Con respecto al uso de la televisión el autor Pierre Bourdieu (2001) menciona que “Es un
medio que entrega pautas culturales; que configura un campo cultural que entrega símbolos
que los individuos internalizan producto de su socialización con los otros y su entorno” (P.
33). Bajo esta perspectiva podemos decir que la televisión cumple un rol socializador es decir
un constructor de pautas y patrones de comportamientos en los adolescentes los resultados de
este estudio que refleja el consumo masivo de televisión que existe, en la población
investigada el 90% tiene acceso.
72
Tabla 6
Frecuencia según acceso a internet
Frecuencia Porcentaje
Si 77 75,5%
No 25 24,5%
Total 102 100%
Fuente:( Luzuriaga, 2019)
Interpretación: de la muestra investigada de un total de 102 estudiantes de una
institución educativa, se identifica una distribución de datos heterogénea, debido a que su
frecuencia es diferente entre sus categorías; La frecuencia de acuerdo al acceso a internet
refiere que 8 de 10 adolescentes tienen acceso a internet, mientras que 2 de 10 del total tienen
restricción al uso de este servicio tecnológico.
73
Tabla 7
Frecuencia según edad de uso de redes sociales
Frecuencia Porcentaje
No utiliza 4 2,0%
7 a 9 años 21 20,6%
10 a 12 años 55 53,9%
13 a 15 años 22 21,6%
Total 100 98,0%
Sistema 2 2,0%
102 100 %
Fuente:( Luzuriaga, 2019)
Interpretación: De la muestra investigada de un total de 102 estudiantes de una
institución educativa, se identifica una distribución de datos heterogénea, debido a que su
frecuencia es diferente entre sus categorías; La frecuencia de acuerdo a la edad de uso de las
redes sociales determina que 5 de 10 adolescentes investigados tuvieron acceso a las redes
sociales entre los 10 y los 12 años, 2 de 10 sujetos indican que su inicio en las redes sociales
comprende entre las edades de 7 a 9 años, por otro lado 2 de 10 adolescentes reportan que la
edad de inicio fue entre los 13-15 años, solamente el 0,4% de adolescentes investigados no
utilizan ninguna red social.
En los resultados de la muestra evidenciamos que la mayoría de los sujetos tuvieron
acceso a las redes sociales entre la niñez y a inicios de la adolescencia, vemos como el uso de
las redes sociales es parte de la cotidianidad en estos días, y los niños y adolescentes iníciales
no quedan exentos de su uso e impacto. Según señalan varias investigaciones las redes
sociales ocupan un lugar cada vez más preponderante en el proceso de socialización de niños,
niñas adolescentes, además el uso excesivo de las mismas puede traer consecuencias a nivel
psicológico y psicosocial, tales como la vulnerabilidad psicológica, inestabilidad emocional,
cyber bullying entre otras problemáticas (Katherine & Ferreira, 2017).
74
Tabla 8
Frecuencia según si ha pensado en ejercitarse
Frecuencia Porcentaje
Si 74 72,5%
No 28 27,5%
Total 102 100,0%
Fuente:( Luzuriaga, 2019)
Interpretación: de la muestra investigada de un total de 102 estudiantes de una
institución educativa, se identifica una distribución de datos heterogénea, debido a que su
frecuencia es diferente entre sus categorías; La frecuencia de acuerdo a si ha pensado o no
ejercitarse refiere que 7 cada 10 sujetos investigados han pensado o tienen pensado
ejercitarse, por otro lado 3 de 10 no han pensado en hacerlo.
Algunas investigaciones muestran que actualmente la sociedad valora un cuerpo definido
y musculoso, lo que podría considerarse un factor de riesgo para las personas que buscan este
modo deseado de "cuerpo perfecto”, la demanda de un mejor aspecto, se verá reflejado
directamente en querer tener una mayor participación en programas de ejercicio físico para
lograr este objetivo (Smith, 2002).
75
Tabla 9
Frecuencia según el criterio a la belleza como un atributo positivo digno de cultivar en las
personas
Frecuencia Porcentaje
Si 59 57,8%
No 43 42,2%
Total 102 100,0%
Fuente:( Luzuriaga, 2019)
Interpretación: de la muestra investigada de un total de 102 estudiantes de una
institución educativa, se identifica una distribución de datos heterogénea, debido a que la
frecuencia es diferente entre sus categorías; más de la mitad de sujetos investigados (6:10)
consideran a la belleza como un atributo digno de cultivar en las personas, por otra parte 4 de
cada 10 adolescentes afirman que la belleza no es un atributo digno de cultivar.
La preocupación por el aspecto físico es una tendencia en crecimiento constante. Cada vez
la población muestra mayor nivel de preocupación por la apariencia y esto se acentúa
particularmente en los adolescentes. Los cánones de belleza en los adolescentes pueden
condicionar en gran modo sus hábitos, comportamientos y relaciones con los demás
(Calvopina, 2014).
76
Tabla 10
Frecuencia según los niveles de preocupación por la imagen corporal medido a través del
Cuestionario de la Forma Corporal (BSQ)
Frecuencia Porcentaje
Extrema preocupación 2 2,0%
Leve preocupación 28 27,5%
Moderada
preocupación 12 11,8%
Sin preocupación 60 58,8%
Total 102 100,0%
Fuente:( Luzuriaga, 2019)
Interpretación: La muestra investigada de un total de 102 estudiantes de una institución
educativa, se identifica una distribución de datos heterogénea, debido a que la frecuencia es
diferente entre sus categorías; podemos observar el porcentaje de insatisfacción de la imagen
corporal, categorizado según rangos de corte de las puntuaciones totales obtenido en el BSQ.
Se observa que 4 de 10 adolescentes presentan preocupación de la imagen corporal en
diferentes niveles: 2 de cada 10 adolescentes presentan niveles leves de insatisfacción de la
imagen corporal, 2 de cada 10 sujetos investigados presentan niveles moderados y el 2%
refieren niveles extremos de preocupación de la imagen corporal.
En los últimos años la sobrevaloración de la imagen corporal se ha incrementado en el
contexto de una cultura basada en la percepción y la importancia de una imagen idealizada.
Esta tendencia es encabezada por los medios de comunicación y la presión social, y afecta
sobre todo a la población adolescente, podemos decir entonces que la insatisfacción de la
imagen corporal está sujeta a estándares culturales de cuerpos estandarizados y socialmente
aceptados (Maganto y Cruz, 2002).
77
Tabla 11
Género y Niveles de Insatisfacción de la Imagen corporal
Género Niveles de insatisfacción de la imagen corporal
No hay Leve Moderada Extrema
Masculino 52 35 9 4 0
Femenino 50 25 21 8 2
Fuente:( Luzuriaga, 2019)
Gráfico 1
Género y Niveles de Insatisfacción de la Imagen corporal
Fuente:( Luzuriaga, 2019)
Interpretación: de la muestra investigada de un total de 102 estudiantes de una
institución educativa, se identifica una distribución de datos heterogénea, debido a que la
frecuencia es diferente entre sus categorías; en la tabla cruzada podemos observar los niveles
de insatisfacción de la imagen corporal según el género, se observa que 3 de cada diez sujetos
investigados de género masculino y 5 de cada 10 adolescentes de género femenino presentan
insatisfacción de la imagen corporal en diferentes niveles: 1 de cada 10 hombres presenta
leve insatisfacción de la imagen corporal mientras que el 42% de investigados de género
35
9
4
0
25
21
8
2
0 5 10 15 20 25 30 35 40
No hay
Leve
Moderada
Extrema
FEMENINO MASCULINO
78
femenino presentan insatisfacción de la imagen corporal en niveles leves, 7% de la población
de género masculino y 14% de la población de género femenino responden a criterios
moderados de insatisfacción de la imagen corporal, finalmente el único género que presenta
niveles de insatisfacción extrema de la imagen corporal es el género femenino con un valor
del 4% de la población total investigada.
Podemos notar diferencias significativas en las cifras de la población de género masculino
y femenino, estos datos son consistentes si nos remitimos a investigaciones como la de
(Aguado, 2004) que menciona que el modelo estético corporal femenino actual plantea
exigencias mayores que el masculino al ser más irreal anatómicamente y, en publicidades, al
estar más editado e intervenido digitalmente. Los datos recogidos demuestran que el
estereotipo femenino de belleza influye considerablemente entre adolescentes mujeres y que
dicho grupo etario es el que más interiorizado tiene el modelo a la hora de constituir su propia
identidad (Fandiño, 2007).
79
Tabla 12
Frecuencia según los indicadores de comportamientos de riesgo, medido por el Inventario de
Trastornos de la Conducta Alimentaria (EDI II)
Factor Frecuencia Porcentaje
Obsesión por la delgadez No existe indicadores de riesgo 65 63,7%
Existe indicadores de riesgo 37 36,3%
Bulimia No existe indicadores de riesgo 61 59,8%
Existe indicadores de riesgo 41 40,2%
Insatisfacción Corporal No existe indicadores de riesgo 68 66,7%
Existe indicadores de riesgo 34 33,3%
Ineficacia No existe indicadores de riesgo 64 62,7%
Existe indicadores de riesgo 38 37,3%
Perfeccionismo No existe indicadores de riesgo 51 50,0%
Existe indicadores de riesgo 51 50,0%
Desconfianza interpersonal No existe indicadores de riesgo 61 59,8%
Existe indicadores de riesgo 41 40,2%
Conciencia Interoceptiva No existe indicadores de riesgo 66 64,7%
Existe indicadores de riesgo 36 35,3%
Miedo a la madurez No existe indicadores de riesgo 13 12,7%
Existe indicadores de riesgo 89 87,3%
Ascetismo No existe indicadores de riesgo 62 60,8%
Existe indicadores de riesgo 40 39,2%
Inseguridad Social No existe indicadores de riesgo 56 54,9%
Existe indicadores de riesgo 46 45,1%
Impulsividad No existe indicadores de riesgo 63 61,8%
Existe indicadores de riesgo 39 38,2%
Fuente:( Luzuriaga, 2019)
80
Gráfico 2
Frecuencia según los indicadores de comportamientos de riesgo, medido por el Inventario de
Trastornos de la Conducta Alimentaria (EDI II)
Fuente:( Luzuriaga, 2019)
Interpretación: de la muestra investigada de un total de 102 estudiantes de una
institución educativa, se identifica una distribución de datos heterogénea, debido a que la
frecuencia es diferente entre sus categorías; podemos observar el porcentaje de conductas de
riesgo asociadas a los TCA, categorizado según rangos de corte de las puntuaciones de cada
una de las categorías.
En los hallazgos de la investigación se encuentra que 9 de cada 10 sujetos investigados
indica mayor incidencia en la categoría de miedo a la madurez , 5 de cada 10 sujetos
investigados presentan indicadores de riesgo en la escala de Perfeccionismo, 4 de cada 10
adolescentes presentan indicadores de riesgo en las escalas de Inseguridad Social, 4 de 10
puntúan niveles de riesgo en la escala de Desconfianza Interpersonal ,4 de 10 investigados
presentan indicadores de riesgo en Bulimia, 4 de 10 sujetos de la población manifestó en la
escala de Ascetismo la dimensión de Impulsividad 4 de 10 sujetos investigados manifestaron
34 36 37 38 39 40 41 41
51
56
89
68
66 65 64 63 62 61 61
51
46
13
I C C I O D I N E F I C A . I M P . A S C E T . B U L I M . D I P E R F E C . I . S M M
Indicador de riesgo No existe indicador de riesgo
81
indicadores de riesgo 3 de cada 10 sujetos evaluados presentan indicadores de riesgo en la
escala de Conciencia Interoceptiva, 3 de 10 adolescentes presentan puntuación de riesgo en el
factor Ineficacia y 3 de cada 10 adolescentes obtienen puntuación de riesgo en la escala de
Insatisfacción Corporal.
82
COMPROBACIÓN DE HIPÓTESIS
Debido a que la distribución de los datos es no normal para la comprobación de las
hipótesis planteadas en el estudio, se utilizó la fórmula para el Coeficiente de Correlación de
Rho de Pearson (r), prueba estadística que permite analizar la correlación entre las variables;
es decir la relación entre la variable insatisfacción de la imagen corporal y los
comportamientos de riesgo asociados a los Trastornos de la Conducta Alimentaria.
Las hipótesis sometidas a comprobación fueron las siguientes.
HI=Existe asociación entre la insatisfacción de la imagen corporal y los
comportamientos de riesgo asociados a los Trastornos de la Conducta Alimentaria.
HO= No existe asociación entre la insatisfacción de la imagen corporal y los
comportamientos de riesgo asociados a los Trastornos de la Conducta Alimentaria.
La comprobación de la hipótesis de investigación (Hi) se efectuó con la Prueba de coeficiente
de correlación Rho de Spearman.
Nivel de significancia
0,05
Tabla 13
Comprobación de la hipótesis de investigación
N Dirección Rho de Spearman p-valor
102 + 0,39 0,000063
Fuente:( Luzuriaga, 2019)
La correlación entre la insatisfacción de la imagen corporal y los comportamientos de
riesgo, muestra una correlación positiva (r) de 0,20 -0,40, por lo que se comprueba la
Hipótesis de investigación (Hi) significando que a mayor insatisfacción de la imagen
corporal, mayor comportamientos de riesgo, dato que confirma la hipótesis de investigación:
83
existe relación entre la insatisfacción de la imagen corporal y los comportamientos de riesgo
asociados a los TCA.
En consecuencia, se niega la Hipótesis nula (Ho), pues la insatisfacción con la imagen
corporal tiene relación con la presencia de comportamientos de riesgo asociados a los TCA
Proporción: 0,39 que indica una correlación pequeña según la escala de Cohen.
84
DISCUSIÓN DE RESULTADOS
La presente investigación “Insatisfacción de la imagen corporal y comportamientos de
riesgo asociados a los Trastornos de la Conducta Alimentaria en adolescentes de 12-16 años
2018-2019 de la Unidad Educativa Fiscomisional Padre Miguel Gamboa 2018-2019” muestra
que existe una correlación estadísticamente significativa en dirección positiva de las
variables, pues a mayor insatisfacción con la imagen corporal mayor comportamientos de
riesgo asociados a los TCA.
Investigaciones similares al presente estudio como el trabajo de (Moreno y Godeleva,
2002) en donde encuentran que las conductas de riesgo de los trastorno de la conducta
alimentaria guardan relación directa con la insatisfacción de la imagen corporal, para Behar y
Cabrera (2011) la insatisfacción de la imagen corporal es un factor de riesgo
significativamente alto para desarrollar un desorden alimentario, por otro lado en Ambato
Viteri (2009) evidencio que existe una relación significativa entre los hábitos alimenticios y
los componentes de la imagen corporal, así también los autores Thompson y Coovert (1990),
Hawkins, Fremouw y Clement (1984) confirman una relación entre disfunción alimentaria y
alteración de la imagen corporal (insatisfacción corporal) y mencionan que las alteraciones de
la imagen corporal son las que contribuyen a un trastorno alimentario y no la secuencia
inversa (Maganto & Cruz, 2002).
La población de este estudio oscila entre edades que comprenden los 12- 16 años, la
prevalencia de frecuencia es de sujetos entre 13-14 años con un 59,8 % y las edades de 12, 15
y 16 pertenecen al 40,2 % del total de la muestra investigada.
Mediante la aplicación del Cuestionario de la forma corporal (BSQ), se destaca en este
estudio que el 40% de la población adolescente investigada presenta insatisfacción de la
imagen corporal en relación con el estudio de los autores (Cedillo, Salazar y Supo, 2010) en
donde el 36 % de los adolescentes de la población, se sentían inconformes con su peso actual
85
y tenían algunas alteraciones e insatisfacción de la imagen corporal, resultados que coinciden
con los del presente estudio. Por otro lado (Turón, Fernandez, & Vallejo, 2013) evaluaron
factores predisponentes para el desarrollo de conductas alimentarias en adolescentes, y
encontraron que la preocupación por la imagen corporal es del 19.8% de la población,
resultados que indican menor número de adolescentes insatisfechos con su imagen en
relación a los resultados de la presente investigación.
Los hallazgos de este estudio muestran que: 1 de cada 10 hombres presenta leve
insatisfacción de la imagen corporal frente a 4 de 10 mujeres, así mismo el 7% de la
población de género masculino y 14% de la población de género femenino responden a
criterios moderados de insatisfacción de la imagen corporal, el único género que presenta
niveles de insatisfacción extrema de la imagen corporal es el género femenino con un valor
del 4% del total de la población investigada.
Existen diferencias significativas en las cifras de la población de género, estos datos
guardan relación con investigaciones como la de (López, Prado, Montilla, Molina Viana y Da
Silva, 2008) encontraron que el 60.4% de las adolescentes mujeres presentan insatisfacción
con su imagen, así mismo (Trejo, Castro, Facio, Mollinedo, & Valdez, 2010) en un estudio
realizado a hombres y mujeres adolescentes, resalta que las mujeres presentan mayores
niveles de insatisfacción con la imagen corporal en comparación con los hombres. Asi mismo
el autor (Espósito, 2015) añade que el género femenino tiene más interiorizado el modelo de
delgadez a la hora de constituir su propia identidad, los datos de las investigaciones
mencionadas guardan relación con el presente estudio que muestra que 5 de cada 10
adolescentes femeninas frente a 3 de cada 10 adolescentes masculinos presentan en diferentes
niveles insatisfacción de la imagen corporal.
El 70% de adolescentes investigados han pensado o tienen pensado ejercitarse estos
resultados guardan relación con la investigación realizada por (Smith, 2002) en donde
86
encontró que el 45,8% de la población señala que los motivos para realizar actividad
física o algún deporte son por mejorar la figura. La pretensión de una imagen corporal
perfecta e inalcanzable (sostenida por ideas irracionales y diversos sesgos cognitivos),
produce graves distorsiones perceptivas y sitúa a los adolescentes en una experiencia de
permanente insatisfacción que determina algunos de los múltiples y variados
comportamientos dirigidos a obtener una imagen corporal deseada (Raich 2000).
Por otra parte, los hallazgos encontrados en este estudio mediante la aplicación del
Inventario de Trastornos de la Conducta Alimentaria (EDI II) muestran que el 43,83% del
total de la población investigada presenta comportamientos de riesgo asociados a un posible
cuadro de TCA. Según (Anna García & Sánchez, 2009)Se tiende a considerar que el riesgo
para desarrollar patología alimentaria, es resultado de la interacción tanto de factores de
riesgo específicos, como generales y cuantos más factores de riesgo interactúan, mayor es la
probabilidad para desarrollar TCA
Los resultados reflejan que el 90% de los adolescentes evaluados refiere un deseo por regresar a
la seguridad de la infancia, los resultados de este estudio guardan relación con el trabajo realizado
por (Laporta, Díez, Latorre, Vives, & Navalón, 2018) en donde encuentran que el 86.1% de la
muestra investigada presenta un rango clínico típico o elevado en la subescala de miedo a la
madurez, resultados que son similares a los obtenido en la presente investigación que ponen de
manifiesto la incapacidad de aceptación de la madurez psicosexual y de la futura adultez que
presentan los adolescentes , al respecto Arminda Aberastury (2004) menciona que la experiencia de
los sujetos al final de su niñez está marcada por un sentimiento de angustia que se agudiza a
medida que los cambios corporales se vuelven más palpables, vive en ese momento la pérdida de su
cuerpo infantil con una mente aún en la infancia y con un cuerpo que se va haciendo adulto, en este
sentido, la adolescencia se constituye como un estadio en el que los niños se ven obligados a
87
ingresar en las prácticas sociales adultas debido a que sus cuerpos han adquirido significantes
según la autora (Aberastury A. , 2004).
El 41% de la muestra investigada en este estudio puntúan indicadores de riesgo en la escala de
Desconfianza Interpersonal, resultados similares releja el estudio realizado por (Chimbo, 2017)en
donde el 36% de la población de adolescentes sienten confusión o dificultad para reconocer y
responder adecuadamente a los estados emocionales, desinterés por establecer relaciones íntimas,
así como la dificultad para expresar los propios sentimientos y pensamientos.
El 51% de los adolescentes investigados muestra indicadores de riesgo en la escala de
Perfeccionismo en contraparte con el estudio realizado en Perú por (Guerrero,2019) en donde el
37% de los adolescentes presenta indicadores de riesgo en esta escala, al respecto Bruch (1978) ha
indicado que la lucha por alcanzar niveles de rendimiento perfeccionistas es característica de los
pacientes con trastornos de la conducta alimentaria, para Slade (1982) el perfeccionismo es una
condición crítica que facilita el escenario para el desarrollo de la Anorexia Nerviosa y la Bulimia
Nerviosa, por otro lado el 46% de los adolescentes del estudio presentan indicadores de riesgo en
Inseguridad social lo que refleja la creencia acerca de las relaciones sociales como tensas,
inseguras, incómodas, insatisfactorias y, generalmente, de escasa calidad (Crisp y Kalucy, 1974).
En este estudio el 40% de la población presenta indicadores de riesgo en la categoría de
Ascetismo guarda mediana similitud con el estudio realizado por (Quiñones, 2016) en donde el
30% de la muestra presenta indicadores de riesgo en la escala de ascetismo, los adolescentes
que clínicamente puntúan niveles de riesgo poseen una tendencia importante por buscar la
virtud mediante ejercicios de ideales espirituales esto implica autodisciplina, renuncia, control
de las necesidades corporales experimentando sentimientos de culpa cuando se experimenta el
placer. Al respecto es preciso mencionar que en el transcurso de la historia de desarrollo de los
TCA en los indicios de este trastorno en el siglo XVII se describen casos del llamado “ayuno
milagroso” el cual se trataba de mujeres que eran exhibidas en público por su delgadez
88
extrema y de las que se decían que no comían ni bebían durante años gracias a su protección
divina (Chacón y Perez, 2009)
En la categoría de Bulimia el 37% del total de los sujetos investigados puntúan indicadores
de riesgo, se diferencia con la investigación de Quiñones en donde el 13 % de la población
investigada presenta indicadores de riesgo, así mismo en el estudio de Guerrero realizada en
Perú la escala de Bulimia es la menos puntuada. Vemos que la presente investigación indica
mayor porcentaje de riesgo en esta escala que en los estudios mencionados.
Los resultados del presente estudio revelan que 8 de cada10 adolescentes investigados
tienen acceso a internet, así mismo la frecuencia de acuerdo a la edad de uso de las redes
sociales determina que 5 de 10 adolescentes que participaron en la presente investigación
tuvieron acceso a las redes sociales entre los 10 y los 12 años, 2 de 10 sujetos indican que su
inicio en las redes sociales comprende entre las edades de 7 a 9 años y 2 de 10 adolescentes
reportan que la edad de inicio fue entre los 13-15 años, solamente el 0,4% de adolescentes no
utilizan ninguna red social, en los resultados de la muestra se evidencia que la mayoría de los
sujetos tuvieron acceso a las redes sociales entre la niñez y a inicios de la adolescencia,
vemos como el uso de las redes sociales es parte de la cotidianidad en estos días, los niños y
adolescentes iníciales no quedan exentos de su uso e impacto.
Cada vez la población muestra mayor nivel de preocupación por la apariencia y esto se
acentúa particularmente en los adolescentes. Los cánones de belleza en los adolescentes
pueden condicionar en gran modo sus hábitos, comportamientos y relaciones con los demás,
en el presente estudio se encontró que más de la mitad de sujetos investigados (6:10)
consideran a la belleza como un tributo digno de cultivar en las personas.
Los hallazgos del presente estudio reflejan que en la muestra no clínica investigada se
presentan índices de insatisfacción de la imagen corporal, así mismo se evidencia
sintomatología de riesgo asociada a los TCA, es relevante ya que concuerda con lo que se
89
evidenció en otras investigaciones, además los resultados de este estudio guardan relación
con el posicionamiento teórico utilizado en esta investigación: la teoría de David Garner
propone que los TCA son el resultado de la interacción de tres tipos de factores
multidimensionales: Los factores predisponentes confieren susceptibilidad de padecer TCA,
los precipitantes que condicionan la toma de decisiones y conducen a la acción, y los
perpetuantes son los factores que hacen que el cuadro se extienda en el tiempo y se dificulte
su tratamiento. Esto revela el gran impacto negativo que ejerce la insatisfacción de la imagen
sobre los y las adolescentes.
90
CONCLUSIONES
A partir de los resultados obtenidos se plantean las siguientes conclusiones:
En la población de estudio se ha encontrado que el 40% de los adolescentes investigados
entre 12-16 de la Unidad Educativa Fiscomisional Padre Miguel Gamboa presentan
indicadores de insatisfacción de la imagen corporal, la mayoría de los casos ha puntuado
valores pertinentes para una presencia leve. Sin embargo, es importante destacar los casos de
puntuación moderada y extrema que representan el 14, 28%
Adicionalmente, es importante destacar el género con mayor número de casos que
reportan niveles de insatisfacción de la imagen corporal, así, al contabilizar la puntuación los
resultados reflejan que el 65% de adolescentes mujeres muestran insatisfacción de la imagen
corporal frente al 48% de hombres, podemos notar que el género femenino muestra mayor
número de casos con insatisfacción de la imagen corporal distribuido en diferentes niveles de
intensidad confirmándose mayor insatisfacción y preocupación por la imagen corporal en las
mujeres.
Por otro lado el 43, 83 % de la muestra total de adolescentes investigados de acuerdo con
el promedio baremizado refleja indicadores de riesgo en los diferentes comportamientos
asociados a los Trastornos de la Conducta Alimentaria.
Los hallazgos de la investigación muestran que 9 de cada 10 sujetos de la población
evaluada refleja indicadores de riesgo en la escala de Miedo de a la Madurez, lo que indica un
temor a la renuncia de la infancia.
Finalmente, en relación a la hipótesis propuesta, se obtiene 0,39 correlación entre las
variables: insatisfacción de la imagen corporal y comportamientos de riesgo asociados a los
Trastornos de la Conducta Alimentaria, lo que implica una correlación positiva, negándose
así la hipótesis nula, pues desde distintos niveles y dimensiones se ha comprobado Hipótesis
91
de investigación: Existe asociación entre la insatisfacción de la imagen corporal y los
comportamientos de riesgo asociados a los Trastornos de la Conducta Alimentaria.
92
RECOMENDACIONES
En base a los resultados descritos y tomando en cuenta las conclusiones referidas se
concluyen las principales recomendaciones del presente estudio.
Dado el porcentaje de adolescentes investigados que se encuentran categorizados como
población en riesgo, se considera necesario que la institución educativa desarrolle programas
preventivos que promuevan la salud mental y el bienestar integral de los estudiantes y
permitan la detección los casos de mayor vulnerabilidad con la finalidad de contribuir en la
adopción de hábitos alimenticios saludables y en el fortalecimiento del auto percepción de la
imagen corporal.
Es importante señalar que la atención a esta problemática no debe enfocarse únicamente
en el género femenino pese a que las adolescentes mujeres presentan mayor riesgo de padecer
estas patologías, el género masculino también reflejo indicadores de riesgo por lo que se
recomienda elaborar talleres, programas psicoeducativos dirigido a hombres y mujeres.
Se recomienda abordar esta problemática desde distintas perspectivas, facilitando así un
análisis multidisciplinario que favorezca la comprensión multidisciplinaria de los factores de
riesgo que indicen en la insatisfacción e la imagen corporal y en los Trastornos de la
Conducta Alimentaria.
Se recomienda programas de psicoeducación para padres enfocados en la función de la
parentalidad y como está debe ir ajustándose en cada momento evolutivo.
Se recomienda que la Institución Educativa Fiscomisional Padre Miguel Gamboa cree
espacios que integren diferentes herramientas teóricas y vivenciales para que el estudiante de
secundaria conozca sobre los cambios psíquicos que el periodo de la adolescencia trae
consigo, para de esta manera fomentar el cuidado de la salud mental de esta población, así
mismo dar la oportunidad de acumular una serie de conocimientos respecto de sí mismo y del
medio, lo que apoya la creación de ciertas estrategias de enfrentamiento orientadas a obtener
93
un mejor manejo o mayor percepción de control de las situaciones, incrementando de esta
manera el autoconocimiento y favoreciendo una salud mental equilibrada en los y las
adolescentes.
94
CAPÍTULO V CONSIDERACIONES ÉTICAS
La presente investigación cumple con los principios generales de la bioética descritos en la
Guía de Viabilidad Ética de los Proyectos de Investigación, establecidos por la Universidad
Central del Ecuador (2017). Siendo estos los siguientes:
Respeto a la persona y comunidad participante en el estudio: se busca construir un
ambiente en el marco del respeto, para ello en primera instancia se mantendrá el
protocolo necesario: es decir, se ingresará al aula de los adolescentes con la psicóloga
encargada del Departamento de Consejería Estudiantil de la Unidad Educativa, quien
posteriormente presentará al grupo a la investigadora, quien dará indicaciones del
proceso de evaluación; cabe mencionar que dicha autoridad estará presente al
momento de aplicar la encuesta sociodemográfica y los instrumento de evaluación, lo
cual se realizará en un espacio adecuado para ello, considerando los cronogramas
establecidos con la autoridad de la institución, se mantendrá un lenguaje sencillo y
accesible, manifestando a los participantes la confidencialidad y privacidad de los
datos obtenidos.
Autonomía: La investigación posee el permiso necesario por parte de la institución
involucrada (anexo 1) además el principio de autonomía se visualizará en la libertad
que el sujeto tiene en participar, brindando a los participantes toda la información
completa acerca de la investigación, los beneficios, la inexistencia de riesgos, la
absoluta confidencialidad y la posibilidad de retirar su participación en cualquier
momento, así mismo se presentará un consentimiento informado para que sea firmado
de manera voluntaria por las personas que deseen participar en el trabajo de
investigación.
95
Beneficencia: La investigación tiene un valor a nivel de salud mental, ya que
permitirá dar cuenta de las conductas de riesgo para desarrollar TCA dentro de la
población seleccionada, por consiguiente la creación de un programa de prevención
de salud mental, dirigida a la población en riesgo y a la población de la institución
mediante la implementación de programas enfocados en la buena alimentación
La presente investigación es de gran beneficio para la salud mental del país, puesto que,
los niveles de incidencia de los TCA a nivel internacional son altos, por consiguiente los
resultados obtenidos en la investigación serán de gran aporte para el campo de la Psicología
Confidencialidad: Se garantiza la confidencialidad absoluta de los datos
individuales, todos los datos de los y las participantes serán cuidadosamente
guardados e ingresados en la base con un código de identificación alfanumérico cuya
relación con la identidad del sujeto se conocerá sólo por la investigadora. Bajo ningún
concepto será revelada información personal de ningún participante a personas
diferentes de la investigadora sin permiso escrito del participante involucrado
Aleatorización equitativa de la muestra: La participación de los y las adolescentes
de la Institución Educativa así como la aplicación de los reactivos en la investigación
es equitativo para todos y todas, sin excepción de ningún determinante sociocultural,
sociodemográfica como etnia, sexo, nivel socioeconómico, nivel cognitivo, entre
otros.
Protección de la población vulnerable: los sujetos participantes según la
Constitución Ecuatoriana pertenecen al grupo de Atención Prioritaria , puesto que son
adolescentes, así lo establece el artículo 35, por tal motivo será responsabilidad de la
investigadora tener un trato digno para los participantes los cuales serán considerados
siempre como sujetos de derechos, procurando que todo el tiempo de su participación
se encuentren en las condiciones necesarias para su bienestar integral, de igual forma
96
se tendrá siempre presente el buen trato tanto verbal, psicológico y físico de la/el
adolescente
Riesgos Potenciales del estudio: La presente investigación no representa ningún
riesgo ni físico, ni mental para los y las adolescentes que forman parte de la muestra.
Sin embargo, en el caso de existir alguna emergencia al momento de la aplicación, la
investigadora brindará oportunamente primeros auxilios psicológicos, intervención en
crisis o intervención psicológica breve según demande el caso.
Beneficios Potenciales del estudio: la investigación tendrá como beneficiarios
directos a los profesionales de Psicología, mismos que podrán contar con datos
actuales sobre los niveles de insatisfacción de la imagen corporal y niveles de
prevalencia de conductas de riesgo para desarrollar TCA de la muestra seleccionada,
Idoneidad ética y experticia del investigador: Se especifica en el Anexo (G)
Competencia ética y experticia del Tutor y Anexo (H) Competencia ética y experticia
de la estudiante.
Declaración de conflicto de intereses: Declaración de conflicto de intereses del
estudiante y Anexo (2) Declaración de conflicto de intereses del tutor.
97
CAPÍTULO VI ASPECTOS ADMINISTRATIVOS
Tabla 14
Cronograma de actividades
ELEMENTOS Sept.2018 Oct.2018 Novi. Dic. Ener.2019 Feb.2019 Marz. 2019 Abr.2019
Elaboración de la X
propuesta del proyecto
de investigación
Establecimiento del X X
tema
Planteamiento del X
Problema
Definición de X
Instrumentos
Elaboración del Plan X X
Revisión Bibliográfica X
Elaboración del marco teórico X X
Recolección de información X
Procesamiento de información X
Análisis de resultados X
Redacción del informe final X
98
Presupuesto y Recursos
Recursos humanos
Lizeth Luzuriaga-investigador.
MsC. Nacira Landeta -Tutor de Investigación.
Las horas de trabajo del tutor académico de la investigación de la Facultad de Ciencias
Psicológicas de la Universidad Central del Ecuador serán financiadas por mencionada
institución mientras que las horas de trabajo del colaborador/a de investigación en el
Departamento de Consejería Estudiantil de la Unidad Educativa Fiscomisional Padre Miguel
Gamboa serán de donación libre y voluntaria. Todos los otros recursos serán financiados por
la estudiante investigadora.
Recursos de espacio: El espacio físico en donde se ejecutara el trabajo de campo será
en las instalaciones de la Unidad Educativa Fiscomisional Padre Miguel Gamboa
Recursos de infraestructura:
Para la evaluación de los y las adolescentes se utilizó el Salón de actos de la Unidad
Educativa Fiscomisional Padre Miguel Gamboa.
La Facultad de Ciencias Psicológicas de la Universidad Central de Ecuador fue el lugar en
donde se recibieron las tutorías académicas.
Recursos materiales:
Computadora.
Útiles de oficina.
Impresiones.
Recursos temporales:
El trabajo de investigación “Insatisfacción de la imagen corporal y conductas de riesgo
asociados a los Trastornos de Comportamiento Alimentario en adolescentes entre 12 y 16
99
años de edad de la Unidad Educativa Fiscomisional Padre miguel Gamboa se realizara en el
periodo de Agosto-Abril del 2019
Tabla 15
Recursos económicos
Recurso Cantidad
Unidad De
Medida
Costo Unitario Total
Resmas de
Papel Bond
4 dólar 4,00 16,00
Fotocopias 400 Dólar 0,04 16,00
Computadora 1 Dólar 500 500
Movilización 100 Dólar 0,25 25,00
Materiales de
Oficina
10 Dólar 2,00 20,00
Materiales para
Evaluación
900 Dólar 0,15 13, 50
TOTAL $ 590, 50
Fuente: (Luzuriaga, 2019).
100
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104
ANEXOS
Anexo 1
Código de identificación:
1. ¿Cómo se identifica?
Indígena Blanco Mestizo Afrodescendiente Montubio Otro
2. ¿Con quién vive?
Papá Mamá hermanos/hermanas tíos/tías abuelos primos otros
3. ¿Consume contenido de TV?
Si No veo televisión
4. ¿Tiene acceso a internet?
Si No
5. ¿Desde qué edad usa redes sociales?
6 7 8 9 10 11 12 13 14
6. ¿Tiene pensado ejercitarse en un centro de preparación física (gimnasio, crossfit,
calistenia, etc.)? Si No
7. ¿En los últimos 6 meses ha formado parte de algún tipo de grupo o tribu
urbana?
Si No
8. ¿Considera a la belleza como un atributo o valor positivo digno de cultivar en las
personas? Si No
ENCUESTA SOCIODEMÓGRAFICA.
104
Anexo 2
Cuestionario De La Forma Corporal (BSQ)
Nunca Es Raro
A Veces
A Menudo
Muy a Menudo
Siempre
IC1 Cuando te aburres, ¿te preocupas por tu figura? IC2 Has estado preocupada/o por tu figura que has pensado que debías
ponerte a dieta?
IC3 Has pensado que tus muslos, caderas o nalgas son demasiado grandes en proporción con el resto de tu cuerpo?
IC4 Has tenido miedo a convertirte en gordo/a (o más gordo/a)? IC5 Te ha preocupado el que tu piel no sea suficientemente firme? IC6 Sentirte lleno (después de la comida) te ha hecho sentir gordo/a? IC7 Te has sentido tan mal con tu figura que has llorado por ello? IC8 Has evitado correr para que tu piel no saltara? IC9 Estar con gente delgada te ha hecho reflexionar sobre tu figura? IC10 Te has preocupado por el hecho de que tus muslos se ensanchen
cuando te sientas?
IC11 El solo hecho de comer una pequeña cantidad de alimento te ha hecho sentir gordo/a?
IC12 Te has fijado en la figura de otros jóvenes y has comparado la tuya con la de ellos desfavorablemente?
IC13 Pensar en tu figura ha interferido en tu capacidad de concentración (cuando ves televisión, leyendo o conversando)
IC14 Estar desnudo/a cuando te bañas ¿te ha hecho sentir gordo/a? IC15 Has evitado llevar ropa que marcasen tu figura? IC16 Te has imaginado cortando partes grasas de tu cuerpo? IC17 Comer dulces, pasteles u otros alimentos altos en calorías, ¿te han
hecho sentir gordo/a?
IC18 Has evitado ir a actos sociales (por ejemplo a una fiesta) porque te has sentido mal respecto a tu figura?
IC19 Te has sentido excesivamente gordo/a y lleno/a? IC20 Te has sentido acomplejado/a por tu cuerpo? IC21 La preocupación por tu figura, ¿te ha inducido a ponerte a dieta? IC22 Te has sentido más a gusto con tu figura cuando tu estomago
estaba vació (por ejemplo por la mañana)?
IC23 Has pensado que tienes la figura que tienes a causa de tu falta de autocontrol? (que no puedes controlar el comer menos)
IC24 Te ha preocupado que la gente vea “llantitas” en tu cintura? IC25 Has pensado que no es justo que otras chavas/os sean más
delgadas/os que tu?
IC26 Has vomitado para sentirte más delgado/a?
105
IC27 Estando en compañía de otras personas, ¿te ha preocupado ocupar demasiado espacio (Ej. En un autobús)?
IC28 Te ha preocupado que tu piel tenga celulitis? IC29 Verte reflejada en un espejo ¿te hace sentir mal respecto a tu
figura?
IC30 Has pellizcado zonas de tu cuerpo para ver cuanta grasa hay? IC31 Has evitado situaciones en las cuales la gente pudiera ver tu cuerpo
(albercas, baños, vestidores)?
106
Anexo 3
Inventario de Trastornos de la Conducta Alimentaria EDI II.
1. Como dulces e hidratos de carbono sin preocuparme
2. Creo que mi estómago es demasiado grande
3. Me gustaría volver a ser niño para sentirme seguro
4. Suelo comer cuando estoy disgustado
5. Suelo hartarme de comida
6. Me gustaría ser más joven
7. Pienso en ponerme a dieta
8. Me asusto cuando mis sentimientos son muy fuertes
9. Pienso que mis muslos son demasiado gruesos
10. Me considero una persona poco eficaz
11. Me siento muy culpable cuando como en exceso
12. Creo que mi estómago tiene el tamaño adecuado.
13. En mi familia sólo se consideran suficientemente buenos los resultados
Sobresalientes
14. La infancia es la época más feliz de la vida
15. Soy capaz de expresar mis sentimientos
16. Me aterroriza la idea de engordar
17. Confío en los demás
19. Me siento satisfecho con mi figura
20. Creo que generalmente controlo las cosas que me pasan en la vida
21. Suelo estar confuso sobre mis emociones.
22. Preferiría ser adulto a ser niño
23. Me resulta fácil comunicarme con los demás
24. Me gustaría ser otra persona
25. Exagero o doy demasiada importancia al peso
O Nunca 1 Pocas Veces 2 A veces 3 A menudo 4 Casi Siempre 5 Siempre
107
26. Puedo reconocer las emociones que siento en cada momento
27. Me siento incapaz
28. He ido a comilonas en las que sentí que no podía parar de comer
29. Cuando era pequeño, intentaba con empeño no decepcionar a mis padres y profesores.
30. Tengo amigos íntimos
31. Me gusta la forma de mi trasero
32. Estoy preocupada porque querría ser una persona más delgada
33. No sé qué es lo que ocurre en mi interior
34. Me cuesta expresar mis emociones a los demás
35. Las exigencias de la vida adulta son excesivas
36. Me fastidia no ser el mejor en todo
37. Me siento seguro de mí mismo
38. Suelo pensar en darme un atracón
39. Me alegra haber dejado de ser un niño
40. No sé muy bien cuando tengo hambre o no
41. Tengo mala opinión de mí
42. Creo que puedo conseguir mis objetivos
43. Mis padres esperaban de mí resultados sobresalientes
44. Temo no poder controlar mis sentimientos
45. Creo que mis caderas son demasiado anchas
46. Como con moderación delante de los demás, pero me doy un atracón cuando se van
47. Me siento hinchado después de una comida normal
48. Creo que las personas son más felices cuando son niños
49. Si engordo un kilo, me preocupa que pueda seguir ganando peso
50. Me considero una persona valiosa
51. Cuando estoy disgustado no sé si estoy triste, asustado o enfadado.
52. Creo que debo hacer las cosas perfectamente o no hacerlas.
53. Pienso en vomitar para perder peso.
54. Necesito mantener cierta distancia con la gente; me siento incómodo si alguien se acerca
demasiado
108
55. Creo que el tamaño de mis muslos es adecuado
56. Me siento emocionalmente vacío en mi interior
57. Soy capaz de hablar sobre aspectos personales y sentimientos
58. Los mejores años de tu vida son cuando llegas a ser adulto
59. Creo que mi trasero es demasiado grande
60. Tengo sentimientos que no puedo identificar del todo
61. Como o bebo a escondidas
62. Creo que mis caderas tienen el tamaño adecuado
63. Me fijo objetivos sumamente ambiciosos
64. Cuando estoy disgustado, temo empezar a comer
65. La gente que me gusta de verdad suele acabar defraudándome
66. Me avergüenzo de mis debilidades humanas
67. La gente dice que soy una persona emocionalmente inestable
68. Me gustaría poder tener un control total sobre mis necesidades corporales.
69. Suelo sentirme a gusto en la mayor parte de las situaciones de grupo
70. Digo impulsivamente cosas de las que después me arrepiento
71. Me esfuerzo por buscar cosas que producen placer
72. Debo tener cuidado con mi tendencia a consumir drogas
73. Soy comunicativo con la mayoría de la gente.
74. Las relaciones con los demás hacen que me sienta atrapado
75. La abnegación me hace sentir más fuerte espiritualmente
76. La gente comprende mis verdaderos problemas
77. Tengo pensamientos extraños que no puedo quitarme de la cabeza
78. Comer por placer es signo de debilidad moral
79. Soy propenso a tener ataques de rabia o de ira
80. Creo que la gente confía en mí tanto como merezco
81. Debo tener cuidado con mi tendencia a beber demasiado alcohol
82. Creo que estar tranquilo y relajado es una pérdida de tiempo
83. Los demás dicen que me irrito con facilidad
109
84. Tengo la sensación de que todo me sale mal
85. Tengo cambios de humor bruscos
86. Me siento incómodo por las necesidades de mi cuerpo
87. Prefiero pasar el tiempo solo que estar con los demás
88. El sufrimiento te convierte en una persona mejor
89. Sé que la gente me aprecia
90. Siento la necesidad de hacer daño a los demás a mí mismo
91. Creo que realmente sé quién soy
110
Anexo 4
Documento de autorización de la institución donde se realizará la investigación.
111
Anexo 5
CONSENTIMIENTO INFORMADO.
Este formulario de Consentimiento informado va dirigido a los representantes legales o tutores
de los adolescentes entre 12 y 16 años de la Unidad Educativa Fiscomisional Padre Miguel
Gamboa a quienes se invita a participar en el estudio proyecto de investigación denominado:
insatisfacción de la imagen corporal y comportamientos de riesgo asociados a los trastornos
de la conducta alimentaria en adolescentes de 12- 16 años de la Unidad Educativa
Fiscomisional Padre Miguel Gamboa 2018-2019.
Con este documento solicitamos a usted su consentimiento para que su representado
participe en ésta investigación, así como para usar con fines académicos los resultados
generados, el objetivo de la investigación es Analizar atreves de la correlación la
manera en que la insatisfacción de la imagen corporal en los adolescentes condiciona
y determina sus conductas frente a la alimentación.
Investigadores Responsables: Lizeth Dalila Luzuriaga Cerda, MSc. Nacira Landeta (tutora
académica)
Procedimientos a seguir: Si usted está de acuerdo en colaborar activamente en este estudio,
se cumplirán las siguientes actividades:
1. Se presentará la hoja de consentimiento informado
2. Se le aplicará una encuesta sociodemográfica y se le tomara dos cuestionarios que
evalúan la percepción de la imagen corporal y las conductas alimentarias
respectivamente.
3. Se analizarán y se darán a conocer los resultados del estudio de forma general si usted
indica
Riesgos: No existe ningún riesgo físico, emocional ni psicológico para los participantes de esa
investigación
Beneficios: Las personas que participan en el estudio están contribuyendo de manera activa y
voluntaria con la investigación educativa y formativa de las estudiantes responsables
Voluntariedad: La participación en este estudio es voluntaria. El adolescente está libre a
participar tanto como no y puede retirarse de la investigación en cualquier momento.
112
Costo: El procedimiento de investigación no tiene ningún costo para el participante, es
absolutamente gratuito.
Confidencialidad: Como se mencionó anteriormente, se guardará absoluta confidencialidad
sobre la identidad de cada uno de los participantes siendo los datos ingresados a la base con
código alfanumérico. La relación entre el código y su identidad será conocida sólo por el
investigador y ninguna información suya será revelada a terceros sin su consentimiento escrito.
Número de teléfono de los investigadores: Si tiene alguna pregunta, duda, sugerencia o
problema con esta investigación, usted puede llamar al teléfono: 0982457412
DECLARACIÓN DEL CONSENTIMIENTO.
Yo…………………………………………………………………….portador de la cédula de
ciudadanía número………………………..,en mi calidad de representante legal del menor
……………………………………………………he leído este formulario y aceptado que mi
representado participe en la investigación mencionada.
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REPRESENTANTE
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Anexo 6
Declaración de confidencialidad
UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR
SUBCOMITÉ DE ÉTICA DE INVESTIGACIÓN EN SERES HUMANOS
DECLARACIÓN DE CONFIDENCIALIDAD
NOMBRE DE LA
INVESTIGACIÓN
“Insatisfacción de la imagen corporal y
comportamientos de riesgo asociados a los trastornos de
la conducta alimentaria en adolescentes de 12- 16 años
de la Unidad Educativa Fiscomisional Padre Miguel
Gamboa 2018-2019”
NOMBRE DEL
INVESTIGADOR
Lizeth Dalila Luzuriaga Cerda
DESCRIPCIÓN DE LA
INVESTIGACIÓN
El estudio esta direccionado a identificar de qué manera
la insatisfacción de la imagen corporal condiciona los
comportamientos alimentarios, además la muestra
seleccionada responde al periodo de la adolescencia, esa
se ha mostrado como un período vital estrechamente
vinculado a la irrupción de las afecciones alimentarias.
La investigación epidemiológica actual sobre los
trastornos de la conducta alimentaria no solamente se
dirige hacia el estudio de los cuadros clínicos, sino
también a los comportamientos alimentarios
desajustados de riesgo y variables cognitivas asociadas
en relación a la percepción de la imagen corporal para
determinarlos factores de riesgo y detectar a los sujetos
más vulnerables.
Debido al constante aumento de los TCA en las últimas
décadas y a todas las consideraciones previas, hoy en día
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resulta importante que se realice una detección temprana
de factores de riesgo de un posible CA,, el Trabajo
Teórico de campo pretende dar cuenta de esta patología
mediante la visibilización de datos estadísticos
enfocados en responder la hipótesis planeadas.
OBJETIVO GENERAL
Analizar a través de la correlación la manera en que la
insatisfacción de la imagen corporal en los adolescentes
condiciona y determina sus conductas frente a la
alimentación.
OBJETIVO ESPECÍFICOS
- Valorar el grado de insatisfacción corporal en
adolescentes entre 12 y 16 años de edad de la
Unidad Educativa Fiscomisional Padre Miguel
Gamboa.
- Determinar si existen características psicológicas
o comportamentales Distorsionadas frente a la
alimentación en los adolescentes de 12 a 16 años
de la Unidad Educativa Fiscomisional Padre
Miguel Gamboa.
- Establecer como la insatisfacción de la imagen
corporal produce una distorsión de las conductas
alimentarias en los adolescentes entre 12 -16 años
en la Unidad Educativa Fiscomisional Padre
Miguel Gamboa.
BENEFICIOS Y RIESGOS DE
LA INVESTIGACIÓN
El proyecto de investigación propuesto, beneficiara a la
comunidad educativa seleccionada, ya que permitirá la
identificación de riesgo para TCA por insatisfacción de
la imagen corporal en los y las adolescentes que
participan en la muestra, además el estudio tendrán un
valioso aporte para la Institución en mención, ya que
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permitirá proporcionar información cuantitativa y teórica
para comprender este fenómeno, reconocer la posible
población de riesgo y organizar mecanismos de
coordinación a fin de que se desarrollen estrategias
dirigidas a la población y comunidad educativa con la
finalidad de prevenir posibles casos de trastornos del
comportamiento alimentario y contribuir en la adopción
de hábitos alimentarios saludables, en el fortalecimiento
de la autopercepción y la aceptación del cuerpo.
CONFIDENCIALIDAD
Toda la información obtenida de los participantes será
manejada con absoluta confidencialidad por parte de los
investigadores. Los datos de filiación serán utilizados
exclusivamente para garantizar la veracidad de los
mismos y a estos tendrán acceso solamente los
investigadores y organismos de evaluación de la
Universidad Central del Ecuador.
DERECHOS
La realización de la presente investigación no
proporciona ningún derecho a los investigadores, a
excepción de los de tipo estrictamente académico.
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Anexo 7
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