universidad autónoma de baja california sur Área de …biblio.uabcs.mx/tesis/te3424.pdf ·...

87
Universidad Autónoma de Baja California Sur Área de Conocimiento en Ciencias del Mar Departamento Académico de Biología Marina Tesis MORFOMETRÍA CRANEAL Y MANDIBULAR EN JUVENILES DE TORTUGA AMARILLA (Caretta caretta) DEL PACÍFICO NORTE EN BAHÍA MAGDALENA. BAJA CALIFORNIA SUR. MÉXICO. QUE COMO REQUISITO PARA OBTENER EL TÍTULO DE Biólogo Marino PRESENTA: Juan Alfredo López Ramírez Directora: Dra. Rocío Andrea Franco Moreno La Paz Baja California Sur, Noviembre de 2015

Upload: others

Post on 11-Feb-2020

7 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Universidad Autónoma de Baja California Sur

Área de Conocimiento en Ciencias del Mar

Departamento Académico de Biología Marina

Tesis

MORFOMETRÍA CRANEAL Y MANDIBULAR EN JUVENILES DE TORTUGA

AMARILLA (Caretta caretta) DEL PACÍFICO NORTE EN BAHÍA MAGDALENA.

BAJA CALIFORNIA SUR. MÉXICO.

QUE COMO REQUISITO PARA OBTENER EL TÍTULO DE

Biólogo Marino

PRESENTA:

Juan Alfredo López Ramírez

Directora:

Dra. Rocío Andrea Franco Moreno

La Paz Baja California Sur, Noviembre de 2015

I

Dedicatoria

A mi madre Juana Ramírez Huidobro, por su incondicional apoyo y eterno cariño, así

como sus consejos, pero sobre todo por ser siempre esa roca que me ha sostenido

cuando he estado a punto de caer. A mi padre Lino López Millán, por mi maravillosa

infancia, su apoyo invaluable para alcanzar mis metas desde siempre, por traerme

aquí y por todo tu amor. No existen palabras para describir todo lo que significan

para mí, mucho menos para agradecerles por todo. Los AMO.

A Israel y Omar, porque nunca han dejado de estar aquí, por sus extraños consejos,

las incontables peleas y juegos. Gracias por las charlas nocturnas, recordarme la

dirección correcta y por ser mis hermanos. A Vianey por escuchar y reír con nosotros

sin importar sus ideas raras.

A mi mamá Adelina, por todo el amor que me diste y que sigo llevando conmigo. A mi

papá Rufo, por la brisca, el conquián, el domino, etc. Gracias por siempre tener una

palabra de aliento para mí, por todo el tiempo que compartimos y por ser mi valedor.

A Emmanuel, por recordarme esos pequeños grandes gustos, por las risas y las

bromas. A Dante, por la oportunidad de mejorar.

A todos ustedes, gracias por su cariño y confianza.

“El trabajo más difícil es nunca darse por vencido”

-Vincent Thomas Lombardi-

II

Agradecimientos

Finalmente se concreta este proyecto, el cual no habría podido realizar sin el apoyo

de muchas personas que me ayudaron a lo largo de las distintas fases de esta tesis.

A mi directora Rocío Andrea Franco Moreno, gracias por el tiempo dedicado a este

proyecto, por sus consejos y por las lecciones que me dio en este tiempo. Gracias

también al Doctor Víctor Cruz Escalona por permitirme participar en los proyectos del

Instituto Politécnico Nacional IPN-SIP 20140234 e IPN-SIP 20150352, “Morfología

Ecológica y Biometría Animal Basadas en Visión por Computadora, con Fines de

Evaluación y Comparación del Desempeño de Especies Acuáticas”.

A mi comité revisor, al doctor Enrique Alejandro Gómez Gallardo Unzueta, por su

gran apoyo durante el trabajo, su paciencia, comprensión, tiempo y consejo así como

las enseñanzas impartidas en quinto semestre de la carrera. Al doctor Gerardo

González Barba, gracias de igual manera por su tiempo y apoyo, también agradezco

sus clases durante la carrera pero sobre todo las prácticas de campo. A la doctora

María Mónica Lara Uc, por sus asesorías, consejos y orientación que ayudaron a

encauzar el proyecto, por sus palabras y su comprensión. También quiero agradecer

a la doctora Liliana Hernández Olalde por su invaluable asesoría y apoyo.

Al grupo Tortuguero de las Californias, por permitirme participar con ellos y por su

apoyo en la colecta de muestras. Al M.C. Juan Manuel Rodríguez Barón, al PhD.

Hoyt Peckham por la oportunidad de participar con en su equipo de trabajo.

III

A la gente de López Mateos, a Esmeralda “Meme”, “picafresa”, Juan “molenco”,

Oliver, Juan “guapo”, Edwin, Doña Graciela, Doña Guille gracias porque por usted

calme durante meses la perra como se dice vulgarmente. Muchas gracias también a

Jessie, Bárbara, Antonio Diego por ser siempre tan amable con migo y siempre hacer

todo de una manera positiva, Athena por los smores, las lecciones de inglés y los

chistes. También a Bladimir de la Tova, quien me trato como un amigo desde que lo

conocí y quien me enseño lo hermoso que es San Lázaro y sus parajes, Don Diego

quien me dejo descansar en su casa en más de una ocasión, al “Guerepo”, Allan, el

“Japo” y sobre todo a Don Víctor de la Tova, por ser un verdadero maestro de campo

y enseñarme más de lo que me imaginaba.

Gracias a la profesora Isabel Palacios, por el gran empujón que me dio para alcanzar

mis metas.

A la palomilla, Ivan, Juan Carlos “JC7”, Peyen, Ember, Tomas “Torreón”, Cesar

“Coshon”, Tavo, Patrick, Alland, “todo el Soccer Mesta”, Leonardo, Héctor, Noé,

Copado y Chynthia. Gracias por apoyarme hasta terminar.

Aquí me permitiré robar las siguientes palabras. A mi familia paceña Carlos, Beni y

Margarita. Por los consejos, regaños, tapiocas, abrazos y lágrimas, que me han

ayudado durante este recorrido, no tengo más para decirles que gracias.

Gracias a la vida y a dios.

“I´d like to be under the sea, in an octopus´s garden…with you”

The Beatles-Octopus´s Garden

IV

ÍNDICE

RESUMEN……………………………………………...…………………………………..1

1. INTRODUCCIÓN………………………………………………………….…………….2

2. ANTECEDENTES……………………………………………………………………….5

3. JUSTIFICACIÓN………………………………………………………………………...9

4. HIPOTESIS……………………………………………………………………………..10

5. OBJETIVOS………………………………………………………………………….....10

5.1 OBJETIVO GENERAL…………………………………………………………...…..10

5.2 OBJETIVOS PARTICULARES………………………………………………..…….10

6. MATERIAL Y METODOS……………………………………………………………...11

6.1 ÁREA DE ESTUDIO………………………………………………………………….11

6.2 CAMPO………………………………………………………………………………..13

6.3 LABORATORIO………………………………………………………………………14

6.4 GABINETE…………………………………………………………………………....20

7. RESULTADOS………………………………………………………………………....26

7.1 ANÁLISIS DE DATOS………………………………………………………………..26

7.2 ANÁLISIS MORFOMÉTRICOS……………………………………………………..28

7.3 ALIMENTACIÓN……………………………………………………………………...38

7.4 CORRELACION ALIMENTACIÓN-TALLA………...……………………………....42

8. DISCUSIÓN………………………………………………………………………….....46

9. CONCLUSIÓNES………………………………………………………………………55

10. RECOMENDACIONES……………………………………………………….……...56

11. BIBLIOGAFÍA………………………………………………………………………….56

12. ANEXO I……………………………………………………………………………….68

V

13.ANEXOII………………………………………………………………………………69

14.ANEXOIII……………………………………………………………………………...80

1

RESUMEN

El cráneo es una estructura ósea compleja, que cumple con dos funciones

principales: uno, el alojamiento y protección del cerebro y órganos sensoriales,

siendo la vista, el olfato y el oído las más relevantes. Y dos su participación en el

proceso de alimentación. El ciclo de vida de las tortugas marinas hace que varíen su

dieta conforme crecen y migran. Dentro de este grupo, Caretta caretta parece ser la

especie más generalista; se encuentra provista de un cráneo ancho con mandíbulas

potentes y se caracteriza por consumir una amplia variedad de presas. Dentro de

estas destacan crustáceos, moluscos y peces. Entre los meses de junio a septiembre

de 2012, se realizó la colecta de cráneos de Caretta caretta provenientes de playa

San Lázaro, en la Isla Magdalena B.C.S. A partir de estos se realizó un estudio

morfométrico lineal, con el fin de identificar las estructuras más relevantes en el

proceso de alimentación. Se realizó un análisis de correlación que arrojó ocho

variables. Así mismo un análisis de componentes principales indicó que la amplitud

total (AmT), longitud del supraoccipital (LSO), la distancia entre los cóndilos

mandibulares (DCM) y la distancia desde el extremo postero-inferior del cuadrado

hasta el extremo anterior del pico (DEPICP) son las variables que permiten

diferenciar entre individuos. Por otra parte la amplitud total (AmT) y la distancia entre

los cóndilos mandibulares (DCM), podrían relacionarse con la longitud de la

mandíbula inferior (LMI) y con la longitud del escamoso (LES). Se puede concluir que

las correlaciones encontradas entre estas estructuras craneales podrían ser

responsables de la robustez del cráneo de Caretta caretta, sin embargo estas no se

pudieron relacionar con el consumo de alguna presa en particular, por lo que se

recomienda el empleo de otras técnicas en trabajos futuros a fin de encontrar dicha

relación, así como el uso de otras fuentes de información respecto a las presas para

dar mayor robustez a investigaciones futuras. Este trabajo servirá como línea base

en posteriores estudios morfométricos en tortugas marinas.

.

2

1. INTRODUCCIÓN

En México se pueden encontrar siete especies de tortugas marinas;

Lepidochelys olivacea (golfina), Dermochelys coriacea (laúd), Chelonia agassizi

(prieta), Lepidochelys kempi (lora), Chelonia mydas (verde o blanca), Eretmochelys

imbricata (carey) y Caretta caretta (cabezona, caguama o amarilla). Dependiendo de

su distribución, estas especies pueden ser localizadas tanto en la vertiente del

Pacífico como en el Golfo de México y el Caribe (Sánchez, 2011).

Caretta caretta, puede ser localizada en el Golfo de México así como en el

litoral del Pacífico mexicano, específicamente en las costas de Nayarit, Sinaloa, en la

península de Baja California y dentro del Golfo de California. Como las demás

especies, realiza grandes migraciones desde el momento en que los huevos

eclosionan (Johnson et al., 1993 y Eckert y Abreu, 2001). Las migraciones inicia en

las zonas de anidación y forman parte fundamental para el conocimiento del ciclo de

vida de estos organismos; una vez las crías salen del cascarón se alejan de la orilla y

se dispersan con ayuda de las corrientes.

Ya en su estado juvenil pueden diferenciarse dos fases, una fase oceánica y

una pelágica. Hay pocos detalles acerca de la fase oceánica, sin embargo parece

claro que estos se dispersan a través de las cuencas oceánicas; especialmente en

aquellas zonas de afloramiento y convergencia de producción biológica. En esta

etapa la dieta incluye organismos gelatinosos, larvas de invertebrados, algas e

insectos (Eckert y Abreu, 2001; Silman et al., 2002).

Después de diez años aproximadamente comienza la fase pelágica. Al llegar

a la costa los ahora juveniles establecen un rango de residencia (home ranges), en el

que permanecen entre 8 y 20 años hasta alcanzar su estado adulto. Durante esta

etapa su alimentación es similar a la de los adultos, por lo que es posible observar

individuos de ambas clases de edad alimentándose en las mismas zonas;

usualmente consumen caballitos de mar, moluscos, pepinos de mar e incluso

3

corales. Para Caretta caretta esta fase comienza cuando el caparazón alcanza una

longitud entre los 25 y 30 cm. (Eckert y Abreu, 2001).

Algunas tortugas de esta especie que nacen en las costas de Estados Unidos

usan las acumulaciones oceánicas de Sargassum como refugios y zonas de

alimentación, hasta que se transportan a la parte oriental del Océano Atlántico.

Cuando las variaciones en la temperatura son muy fuertes, los juveniles llegan a

desplazarse de sus zonas de residencia. Después se desplazan hacia el sur con los

giros de las corrientes del Atlántico Norte, hasta llegar a orillas de las Islas Canarias;

posteriormente regresan como adultos juveniles con la corriente del Norte Ecuatorial

hasta el Atlántico Occidental (Eckert y Abreu, 2001).

En el caso particular de México los estudios han demostrado que esta especie

puede recorrer grandes distancias en periodos relativamente cortos (Eckert y Abreu,

2001). En la costa del Pacífico, arriban tras realizar una extensa migración desde sus

playas de anidación localizadas en Japón; pasan toda su etapa juvenil en costas

mexicanas hasta regresar a sus costas natales para reproducirse (Bowen et al., 1995

y Seminoff et al., 2004). Estas migraciones se encuentran estrechamente

relacionadas con su alimentación; por ejemplo en las costas de Baja California, se ha

documentado la presencia de juveniles que se congregan para alimentarse del

cangrejo rojo Pleuroncodes planipes (Bowen et al., 1995).

Un aspecto importante es que la alimentación de las tortugas marinas varía

respecto a su especie y su edad. Siendo crías presentan un estilo de vida pelágico y

se alimentan de organismos que forman parte del plancton; sin embargo a partir de

su estado juvenil cambian su alimentación. Chelonia mydas se alimenta

exclusivamente de algas, mientras que Dermochelys coriacea lo hace

primordialmente de medusas. Caretta caretta es una especie generalista, siendo

principalmente carnívora; se alimenta de moluscos bentónicos, crustáceos,

gasterópodos, corales blandos, pepinos de mar, camarones e incluso algas

(Sargassum), entre otras presas. Hay registros que indican que en algunas zonas se

alimentan de organismos provenientes del descarte de la pesca; un ejemplo de esto

4

se da a orillas de la Isla Cumerland en Georgia, donde las tortugas que mueren

ahogadas en las redes de arrastre, aparentemente se alimentan de peces y algunos

crustáceos que caen atrapados en estas mismas (Badillo, 2007 y Bjorndal, 1985).

En México una de las zonas de alimentación más importantes para Caretta

caretta se encuentra en las playas del Pacífico, específicamente en el complejo

lagunar Bahía Magdalena en el Golfo de Ulloa. Debido a las condiciones

oceanográficas que inducen una alta productividad y biodiversidad en esta zona, se

genera una alta concentración de la langostilla roja Pleuroncodes planipes, que

constituye una fuente principal de alimento para esta especie en la región (CNAP,

2011).

Dentro de las adaptaciones que poseen las tortugas marinas encontramos

capacidad de bucear a grandes profundidades, la presencia de glándulas que

permiten excretar el exceso de sal y un cuerpo hidrodinámico. También poseen un

tronco largo dentro de una estructura dorsal convexa y rígida denominada

caparazón, complementado por una sección ventral casi plana llamada plastrón. La

cabeza ha perdido su capacidad para retraerse y las extremidades se encuentran

modificadas en forma de remo, lo cual permite un desplazamiento adecuado dentro

del medio acuático (Gerosa y Ureggi., 2005 y Chacón et al., 2007).

La anatomía de un animal nos puede dar información acerca de su historia de

vida, sus interacciones con el ambiente y su alimentación. En el caso de Caretta

caretta sus hábitos generalistas podrían verse reflejados en la anatomía de su

cráneo. A diferencia de las otras especies, su cabeza es relativamente grande y

ancha hacia la parte posterior y el pico se estrecha anterior a las cavidades orbitales.

Las mandíbulas son robustas y tienen forma de V. Así mismo, tienen un paladar

secundario relativamente largo sin crestas alveolares y los dos huesos maxilares

entran en contacto posterior a los huesos premaxilares (Lutz et al., 2003 y Wyneken,

2004). La cabeza de gran tamaño y la mandíbula potente, hacen posible que esta

especie se alimente de presas fuertemente blindadas como bivalvos y crustáceos

(Spotila, 2004).

5

El estudio de las formas de las estructuras nos ayuda a comprender las

causas de las variaciones anatómicas. El desarrollo ontogénico, las adaptaciones al

medio y los procesos evolutivos, generan diferencias estructurales entre individuos y

especies. Estas diferencias, pueden indicarnos la variedad de funciones que pueden

tener las estructuras como respuesta a una misma presión selectiva, o durante los

procesos de crecimiento y morfogénesis (Zelditch et al., 2004).

Conceptualmente, la ecomorfología se basa en la relación existente entre el

organismo y su ambiente. Es decir, permite analizar los mecanismos por los cuales

las variaciones morfológicas resultan en diferencias funcionales y de desempeño y

da una aproximación para entender la manera en que las especies se reparten los

recursos (Wainwright, 1994 y Bohórquez, 2009). Un ejemplo de esto es la relación

funcional entre la morfología de las estructuras asociadas con la alimentación y las

características del recurso utilizado, como el tamaño de las presas (Granado, 1996;

Franco, 2011). En esencia se puede describir como el entendimiento de la forma y la

función de una estructura (Kardong, 2006).

Durante años se ha reconocido la relación general entre la forma de los

organismos y su ecología. Hutchinson (1959) sugirió que las medidas lineales de las

estructuras tróficas, podrían utilizarse como indicador del grado de traslape o

solapamiento ecológico y esto reforzaría la teoría que diferentes morfologías podrían

adaptarse mejor a diferentes tipos de presas (Wainwright, 1996). Teniendo en cuenta

esto, en el presente trabajo se pretenden determinar cuáles son las estructuras

craneales de Caretta caretta que influyen durante el proceso de alimentación.

2. ANTECEDENTES

La morfometría constituye una forma cuantitativa de abordar las

comparaciones de las formas (Zelditch et al., 2004) y en el caso de las tortugas

marinas, ha sido empleada en distintos estudios. Pritchard y Mortimer (1999)

publicaron “Taxonomía, Morfología Externa e Identificación de las Especies”, donde

mencionan estructuras morfológicas claves para la identificación de las especies de

6

tortugas marinas en campo. Esto para las etapas de cría y adultos. Para ello hacen

uso de características como el número de escamas en la cabeza, de escudos en el

caparazón y de escudos del plastrón.

La morfometría por otro lado también ha sido utilizada para diferenciar entre

sexos. Michel (1995) en su tesis de maestría caracteriza la variabilidad fenotípica de

crías de la tortuga golfina Lepidochelys olivacea, utilizando 30 variables

morfométricas a partir de las cuales busca características particulares para cada

sexo. Mediante el empleo de métodos multivariados (análisis discriminante), sugiere

la posibilidad de inferir con un grado de certeza aceptable (95%) el sexo de las crías,

a partir de nueve variables morfométricas.

Medina et al. (2011) con base en sus análisis morfométricos, determinan la

relación existente entre los escudos dorsales y el largo recto del caparazón (LRC),

para 44 ejemplares de Eretmochelys imbricata (tortuga carey) capturados en Cuba.

Para esto midieron el largo y ancho de los cuatro escudos izquierdos y los cinco

vertebrales. Los autores concluyen que las medidas de los escudos pueden ser

usadas para definir clases de tallas, siempre y cuando los escudos no estén

modificados y usando siempre una ecuación de regresión adecuada. Así mismo

demostraron que las correlaciones entre el crecimiento de los escudos y las tallas de

la tortuga carey, descritas anteriormente para la gran barrera Australiana y Puerto

Rico, también pueden ser aplicadas a las tortugas carey de Cuba y el Caribe.

Otros estudios han usado la morfometría para diferenciar entre poblaciones.

García (2009) realiza su trabajo con morfometría de poblaciones alopátricas de

Chelonia, manejando a C. m. agassizii como subespecie de C. agassizii. En este

estudio se analizaron morfométricamente dos poblaciones reproductoras de C.

agassizii y de C. mydas para determinar posibles diferencias en algunas variables

morfométricas (longitud, amplitud y forma del caparazón y altura del cuerpo), que

sugirieran un posible aislamiento reproductivo mecánico entre ambas poblaciones.

Los datos morfométricos fueron analizados mediante análisis de componentes

principales para determinar la diferenciación entre ambas colonias reproductivas. A

7

pesar de ser encontradas dichas diferencias, se recomienda profundizar al respecto

ya que no se concluye de manera determinante si son suficientes para que se de

dicho aislamiento.

El primer antecedente de morfometría craneal en tortugas marinas es el

trabajo de Nishizawa et al. (2010). En este realizan una comparación morfológica del

cráneo de juveniles y adultos de tortuga verde (Chelonia mydas) y sus implicaciones

en la alimentación. Se encontró que el tamaño de la órbita y la longitud del

supraoccipital en relación con el centro del cráneo, fueron mayores en juveniles que

en adultos. Sin embargo estas diferencias relativas no predijeron una funcionalidad

equivalente en las estructuras tróficas.

En el caso particular de Caretta caretta, se han realizado algunos estudios

morfométricos. Báez et al. (2010) realizan un análisis biométrico de la especie en el

Mediterráneo Occidental, con el fin de encontrar si existen diferencias significativas al

relacionar la longitud recta (LR) y longitud mínima curva del caparazón (LmCC), para

dos poblaciones que confluyen en esta zona. Desarrollaron fórmulas de conversión a

partir de medidas obtenidas de 670 individuos, de un componente multipoblacional.

Se demostró la capacidad predictiva de dichas fórmulas contrastándolas con diez

ejemplares medidos in situ, encontrando que no existen diferencias significativas

entre los valores obtenidos y las medidas estimadas por la fórmula de conversión.

Ferreira et al. (2010) evaluaron los patrones morfométricos de embriones de

Caretta caretta. Mediante marcadores anatómicos sobre el caparazón y el plastrón,

pudieron discriminar la velocidad del desarrollo de las crías. Observaron una

diferencia significativa en la forma del caparazón de las crías, siendo más redondo el

de aquellas que se incubaron por menos tiempo (55 días); en comparación con

aquellas que fueron incubadas por un periodo más largo (67 días). Los resultados de

este estudio indicaron que el tiempo de incubación, explica solo una parte de la

variación total en la forma del caparazón.

Uno de los análisis morfométricos comparativos es el de Jones et al. (2012),

quienes publican un estudio sobre las funciones y variaciones morfológicas del cuello

8

y el cráneo de Caretta caretta y Lepidochelys kempi. Para una mejor observación del

acomodo de los músculos y de la bóveda craneana, hicieron uso de la anatomía

comparada clásica y tomografías. Ellos encontraron que en ambas especies la región

temporal está rodeada de hueso y se encuentra asociada a la mandíbula, haciendo

posible su movimiento; así mismo el aparato hioideo no es conspicuo como en las

tortugas de agua dulce y existen varias similitudes entre los músculos de ambas

especies. Se concluye que la habilidad de succionar a la hora de tragar no se

encuentra bien desarrollada como en las tortugas de agua dulce, sin embargo ambas

poseen un esqueleto capaz de dar poderosas mordidas. Esto podría deberse al tipo

de presas de las cuales se alimentan ambas especies.

Durante las migraciones, las tortugas marinas pueden tener acceso a

diferentes recursos alimentarios. Bowen et al. (1995), demuestran la presencia de

juveniles de C. caretta en las zonas de concentración de Pleuroncodes planipes

(langostilla roja), en las costas de Baja California a partir del empleo de marcadores

mitocondriales. Concluyen que el 95% de las tortugas observadas en el norte de las

costas del Pacífico mexicano provienen de Japón y recorren más de 10,000 km

desde sus zonas de anidación para alimentarse.

Los crustáceos son de las presas más comunes para Caretta caretta. Ocaña

et al. (2006), destacan la importancia del cangrejo Polybius henslowii como principal

recurso en la dieta de la especie en la costa del Estrecho de Gibraltar, África. Los

datos para este estudio fueron obtenidos de 150 tortugas varadas y de un número no

especificado de tortugas capturadas en altamar, de las que se obtuvo el contenido

estomacal (por inducción al vómito). Los autores mencionan que la mayor

concentración de cangrejos, coincide con la abundancia de tortugas, lo que se

produce durante la primavera y el verano. En este periodo P. henslowii representa

entre el 99-100% del contenido estomacal de Caretta caretta. A partir de los

resultados se concluye que esta especie es especialista, ya que al ser cosmopolita

podría alimentarse de diferentes recursos disponibles; sin embargo dados los

resultados obtenidos, estas parecen estar seleccionando su alimento.

9

Báez et al. (2012) realizan “Nuevas aportaciones a la ecología trófica de

Caretta caretta”. El objetivo fue ampliar la información sobre la ecología alimentaria

de esta especie, comparando los contenidos estomacales de dos ejemplares

juveniles capturados: uno perteneciente al Atlántico Norte y otro del Mediterráneo

Occidental. Para el individuo del Atlántico Norte se encontraron moluscos

gasterópodos, anfípodos, cefalópodos y medusas, mientras que para el del

Mediterráneo Occidental se encontraron restos de peces (probablemente de

especies que se utilizan como carnada en los palangres).

En ambos individuos se encontraron objetos antropogénicos como señuelos,

materiales plásticos, cuerdas, trozos de redes, etc. Los autores concluyen que si bien

el número de muestras en este trabajo es meramente anecdótico, los resultados

coinciden con lo ya descrito en la bibliografía. Futuros trabajos podrían mostrar con

mayor claridad las diferencias entre ambas poblaciones de C. caretta; así mismo

mencionan que la presencia de elementos de pesca puede deberse al carácter

oportunista de la especie.

3. JUSTIFICACIÓN

El cráneo es la estructura ósea más compleja de los vertebrados. Este se

encuentra formado por varios huesos que en conjunto, funcionan de una manera

particular dentro de cada grupo animal y acorde a las necesidades de cada especie.

Esta estructura sirve cómo protección para los órganos sensoriales y en conjunto con

la mandíbula trabajan en el proceso de alimentación.

Las tortugas marinas constituyen uno de los grupos de reptiles más antiguos,

por lo que poseen características que podrían definirse cómo primitivas. Poseen un

cráneo anápsido y carecen de dientes, sin embargo esto último no les impide tener

una mordida potente, la cual utilizan para poder capturar sus presas y probablemente

como defensa ante algunos de sus depredadores.

Aunque se tiene conocimiento bibliográfico de que las presas de Caretta

caretta varían respecto a su ubicación geográfica y edad, aún se desconoce si existe

10

una relación entre algunas estructuras craneales y mandibulares específicas y el

consumo de dichas presas. Por esta razón, se considera que un análisis

morfométrico lineal (tradicional) podría permitir la identificación dichas estructuras y

la discriminación de su relevancia. Este constituye un primer acercamiento a la

relación entre la forma y la función de las estructuras cráneo-mandibulares de

Caretta caretta.

4. HIPOTESIS

Dentro de las tortugas marinas Caretta caretta presenta el cráneo más ancho

y robusto, lo cual podría ser atribuido en parte a sus hábitos alimentarios. Si la

morfología del cráneo y la mandíbula restringen el espectro de presas que un

organismo puede consumir, entonces se considera que al realizar un análisis

morfométrico básico, se podría vislumbrar una relación entre las estructuras

craneales y mandibulares medidas, con el tamaño de las presas consumidas por la

especie.

5. OBJETIVOS

5.1 Objetivo general

Identificar las principales características morfométricas del cráneo de los

individuos Caretta caretta distribuidos en Baja California Sur y su posible

relación con los hábitos alimentarios de la especie.

5.2 Objetivos particulares

Realizar una búsqueda bibliográfica exhaustiva acerca de los hábitos

alimentarios de Caretta caretta.

Recopilar la información existente acerca de las tallas de las presas de Caretta

caretta.

Identificar y discriminar las principales estructuras anatómicas del cráneo y la

mandíbula de Caretta caretta, empleando morfometría lineal.

11

Determinar si existe una relación entre las principales estructuras anatómicas

del cráneo y la mandíbula de C. caretta, con sus hábitos alimentarios.

6. MATERIAL Y METODOS

6.1 Área de Estudio

Bahía Magdalena se encuentra localizada entre los 24°15’N, 111°30’W y

25°20’N, 112°15’W y conforma el sistema lagunar más extenso de Baja California

Sur, México con una extensión de 649.7 km2 (Funes y González., 2002; Fleischer y

Urruchúa, 1986).

Dicho sistema puede ser dividido en áreas plenamente diferenciadas:

Área noroeste: se comunica con el Océano Pacífico a través de una entrada

de un kilómetro de ancho denominada Boca de Soledad, que da paso a un canal que

se prolonga siete kilómetros y termina al sureste en el Puerto Adolfo López Mateos.

Hacia la parte sur el canal posee una profundidad promedio de 11 m y se separa del

mar sólo por un estrecho cordón litoral, formado por dunas de arena fina. Termina 30

km al sur en lo que se conoce como la Curva del Diablo. Área norte: donde Bahía

Magdalena se conecta con el Pacífico por una boca de aproximadamente 38 m de

profundidad y 5.5 km de ancho, cuyos extremos son Punta de Entrada y Punta

Redonda. La parte final del complejo se denomina Bahía Almejas, y se comunica al

océano por una boca de 2.5 Km de ancho aproximadamente y 30 m de profundidad,

formando los extremos de la Isla Margarita e Isla Creciente (Fleischer y Urruchúa,

1986).

El complejo lagunar posee tres islas:

Isla Magdalena: con una longitud de aproximadamente 90 km y con forma de

escuadra, se sitúa al Oeste del litoral del municipio de Comondú a 24° 32’N y

25°16’N y 112°18’W y 112°03’W. Esta tiene como principal asentamiento el Puerto

Magdalena.

12

Isla Margarita: localizada a 24° 31’N y 24° 18’N y 112° 18’W y 112° 00’W, con

33.8 km de largo y 7.2 km de ancho.

Isla Creciente: también llamada Bahía Almejas, formada por una franja

angosta de tierra de 23 km de largo que se localiza a 24° 22’N y 24° 19’N y 111°

26’W y 111° 40’W. Esta isla es considerada como área de refugio para múltiples aves

acuáticas y mamíferos marinos (Funes et al., 2007).

Playa San Lázaro forma parte de Isla Magdalena y se encuentra localizada en

el Golfo de Ulloa, en la costa occidental de la Península de Baja California. En dicha

zona se han realizado diferentes estudios dirigidos a la conservación de Caretta

caretta, debido a que es un área importante de alimentación para estos quelonios;

así mismo es una región en la que la pesca ribereña es destacable, lo que trae como

consecuencia un constante impacto sobre esta especie por efectos antropogénicos

(González., 2008; Peckham et al., 2008).

13

Figura 1. Mapa de la zona de muestreo, en el que se demarcan los 45 km de playa San

Lázaro, BCS, México.

6.2 Campo

Los cráneos utilizados en este estudio fueron obtenidos de organismos

varados, encontrados durante los recorridos realizados de Junio a Septiembre de

2012, a lo largo de 45 km de costa pertenecientes a playa San Lázaro B.C.S.,

México. Las salidas de campo formaron parte del monitoreo realizado anualmente

por el Proyecto Caguama (ProCaguama) del Grupo Tortuguero de las Californias

(Oficio; SGPA/DGVS/04568/11). A los organismos muestreados se les aplicó el

protocolo de identificación, se les tomó el largo y ancho curvo del caparazón, se

realizó el registro de ectoparásitos, grado de descomposición, anomalías

morfológicas (en caso de existir), presencia de daño antropogénico (en caso de

existir), localización por GPS y registro fotográfico.

14

Las cabezas de aquellos especímenes identificados como Caretta caretta y

cuyo estado fuese óptimo para el estudio, fueron separadas con ayuda de un

cuchillo, realizando un corte desde la parte posterior del supraoccipital hasta el

cuello. Cada cabeza recolectada fue empaquetada, etiquetada con plumón indeleble

y refrigerada para su posterior transporte al Laboratorio de Docencia número 2 del

Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas del Instituto Politécnico Nacional

(CICIMAR-IPN). En donde se realizó la limpieza de los cráneos y se tomaron las

medidas morfométricas correspondientes. El total de muestras recolectadas en

campo fue de 34.

6.3 Laboratorio

Cada muestra se descongeló con un poco de agua. Posteriormente se realizó

la limpieza de manera manual empleando equipos de disección, cuchillos, espátulas,

pinzas y cepillos. Se retiró todo el tejido muscular, epitelial y adiposo con la mayor

precaución posible, pues la osamenta de estos quelonios es muy frágil y se rompe

con facilidad. Una vez removido el tejido en su totalidad, cada cráneo se dejó secar a

temperatura ambiente durante varios días para después ser re etiquetado e iniciar

con las respectivas mediciones.

Se empleó la guía de identificación “La Anatomía de las Tortugas Marinas”

(Wyneken, 2004), para diferenciar los cráneos de Caretta caretta que se encontraban

en resguardo en la colección del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas

(CICIMAR-IPN); algunos estos cráneos fueron incluidos dentro de los análisis (n=26).

La guía también fue empleada para determinar las estructuras craneales a medir,

con base en su posible importancia durante el proceso de alimentación.

Los cráneos fueron medidos empleando dos instrumentos de medición: cinta

métrica (flexible) y vernier digital (Fowler 0-24”). Las medidas se tomaron en las

vistas dorsal, ventral, lateral y mandibular. Sin embargo debido al mal estado de

algunos cráneos, no todos se pudieron medir con ambas herramientas. Los cráneos

medidos con cinta fueron 46, mientras que los medidos con vernier fueron 60. Cada

15

medida fue registrada en una base de datos realizada en Excel para los posteriores

análisis exploratorios y estadísticos.

A continuación se muestran las medidas tomadas a los cráneos de C. caretta,

(Figuras 2, 3, 4 y 5).

Figura 2. Medidas tomadas a los cráneos en la vista dorsal. a) Medidas de 1 a 6. b) Medidas de 7 a

12. Modificado de Wyneken, 2004.

1) longitud total, 2) longitud desde el borde posterior de las narinas hasta el

extremo posterior, 3) longitud de las narinas externas, 4) longitud del rostro (extremo

más anterior del cráneo hasta el borde posterior del frontal), 5) longitud desde el

borde posterior del frontal (unión frontal/ parietal) hasta el extremo posterior, 6)

longitud de la órbita, 7) ancho del frontal, 8) longitud desde la unión

frontal/postorbital/parietal hasta el extremo posterior, 9) longitud del postorbital 10)

ancho del postorbital, 11) longitud del escamoso y 12) longitud del supraoccipital.

a) b)

16

Figura 3. Medidas tomadas a los cráneos en la vista ventral. a) Medidas ventrales de 1 a 5. b)

Medidas de 6 a 10. Modificado de Wyneken, 2004

1) amplitud total, 2) distancia entre cóndilos mandibulares, 3) amplitud de la

fosa infratemporal, 4) longitud de la fosa infratemporal, 5) amplitud del pico, 6)

longitud del pterigoides, 7) longitud del maxilar, 8) longitud del premaxilar, 9) longitud

del vómer y 10) longitud del palatino.

a) b)

17

Figura 4. Medidas tomadas a los cráneos en la vista lateral. a) Medidas laterales de 1 a 4. b) Medidas

laterales de 5 a 7. Modificado de Guido y Aureggi, 2005.

1) distancia desde el extremo póstero-inferior del cuadrato (cóndilo

mandibular) hasta el extremo anterior del pico, 2) longitud del cuadrato-yugal, 3)

altura del cuadrato-yugal, 4) amplitud del cóndilo del cuadrato-yugal (extremo del

proceso del cuadrado debajo del conducto auditivo), 5) longitud de la órbita ocular, 6)

distancia desde el extremo póstero-inferior del cuadrato-yugal (cóndilo mandibular)

hasta la unión póstero parietal/ escamoso y 7) longitud total.

a) b)

18

Figura 5. Medidas tomadas a las mandíbulas. Modificado de Wyneken, 2004.

1) longitud de la mandíbula inferior, 2) longitud del articular y 3) longitud del

dentario.

Para cada variable se asignó una abreviatura. Éstas son presentadas en la

siguiente tabla.

Tabla 1. Abreviaturas aplicadas a las variables.

VARIABLE ABREVIATURA VARIABLE ABREVIATURA

1.-Longitud total. (LT) 17.-Amplitud del pico. (AmP)

2.-Longitud desde el borde

posterior de las narinas

hasta el extremo posterior.

(LNEEP) 18.-Longitud del pterigoides. (LPT)

3.-Longitud de las narinas

externas.

(LNEX) 19.-Longitud del maxilar. (LM)

19

4.-Longitud del rostro. (LR) 20.-Longitud del premaxilar. (LPM)

5.-Longitud desde el borde

posterior del frontal hasta el

extremo posterior.

(LBPFEP) 21.-Longitud de vómer. (LV)

6.-Longitud de la órbita. (LO) 22.-Longitud del palatino. (LP)

7.-Ancho del frontal. (AnF) 23.-Distancia desde el extremo

postero-inferior del cuadrado

hasta el extremo anterior del

pico.

(DEPICP)

8.-Longitud desde la unión

frontal/postorbital parietal

hasta el extremo posterior.

(LUFEP) 24.-Longitud del cuadrato-

yugal.

(LCY)

9.-Longitud del postorbital. (LPO) 25.-Altura del cuadrato-yugal. (AlCY)

10.-Ancho del postorbital. (AnPO) 26.-Amplitud del cóndilo

cuadrato-yugal.

(AmCCY)

11.-Longitud del escamoso. (LES) 27.-Longitud del orbita ocular. (LOO)

12.-Longitud del

supraoccipital.

(LSO) 28.-Distancia desde el extremo

postero-inferior del cuadrato-

yugal, hasta la unión

posteroparietal-escamoso.

(DCMPES)

13.-Amplitud total. (AmT) 29.-Longitud total. (LTL)

14.-Distancia entre cóndilos

mandibulares.

(DCM) 30.-Longitud del la mandíbula

inferior.

(LMI)

15.-Amplitud de la fosa

infratemporal.

(AmFI) 31.-Longitud del articular. (LA)

16.-Longitud de la fosa

infratemporal

(LFI) 32.-Longitud del dentario. (LD)

20

6.4 Gabinete

Análisis de Datos

Se tomaron un total de 32 medidas del cráneo y la mandíbula (12 dorsales, 10

ventrales, 7 laterales y 3 mandibulares), a los individuos que presentaban todas o al

menos la mayoría de estructuras óseas (n=42). Estas fueron tomadas empleando

dos instrumentos de medición y registradas por dos observadores.

Para analizar si se presentaban diferencias significativas entre instrumentos

de medición y observadores, se realizó una prueba t en la paquetería PAST con un

95% de confianza y tomando las medidas como dos grupos de datos diferentes (cinta

métrica vs. vernier y observador 1 vs. observador 2).

Con el fin de conocer el comportamiento de los datos, se obtuvieron algunos

valores descriptivos para cada una de las 32 variables medidas (medias, desviación

estándar, máximos y mínimos).

Estos cálculos se realizaron para cada una de las variables medidas

empleando Excel. Posteriormente para obtener el comportamiento y tipo de

distribución de los datos de manera gráfica, se realizaron histogramas de frecuencia.

Debido a que el procedimiento se realizó para cada variable, los histogramas

variaron en cuanto al tamaño de muestra (n); ya que como se mencionó

anteriormente, no todos los cráneos presentaban la totalidad de las estructuras a

medir. Sucesivamente se les realizo una prueba de normalidad para conocer la

naturaleza de los datos.

Corrección del factor talla

Debido a que las diferencias en el tamaño tienden a ser muy pronunciadas, la

información acerca de las diferencias en la forma podría quedar enmascarada

(Samuels y Valkenburgh, 2009); adicionalmente las medidas craneales están

fuertemente correlacionadas con el tamaño del cráneo (Cabral et al., 2003). Por esta

razón, corregir o eliminar el factor talla nos permite obtener información acerca de la

21

variación en estructuras craneales específicas, que quedarían enmascaradas de no

eliminar dicho efecto.

Para eliminar el efecto de la talla se empleó la fórmula utilizada por Cabral et al.,

(2003).

b

Donde:

Mc= medida estandarizada

Mx= medida de cada variable (longitud de cada variable)

TL= longitud total del cráneo

= media de las longitudes totales (media de todos los cráneos)

b= pendiente

Este modelo es efectivo puesto que puede ser aplicado a variables

dependientes e independientes (Cabral et al., 2003). Al obtener la matriz con las

medidas estandarizadas, se aplicaron los análisis de datos mencionados (media,

desviación, varianza e histogramas de frecuencia), para conocer su comportamiento

y analizar si éste se diferenciaba con respecto al de las medidas no estandarizadas.

Análisis Morfométricos

Correlación

Para identificar aquellas medidas craneales que se encontraban

autocorrelacionadas y que nos darían información redundante, se calcularon los

coeficientes de correlación por parejas de variables. Para ello se evaluaron todas las

correlaciones posibles entre las variables. La correlación puede aplicarse cuando se

tienen variables continuas o discretas de muchos valores y se desea saber si se

encuentran asociadas o no (Pedrosa y Dicovskyi, 2007). Esta es medida en una

escala que varía entre -1 (correlación inversa) y 1 (correlación directa). Un valor de 0

22

significa ausencia de correlación, lo que indica que las variables son independientes

entre sí.

Para efectos de este análisis, se utilizaron únicamente los cráneos que

presentaban la totalidad de estructuras medidas; lo que redujo el número de muestra

a 26 individuos. Se utilizó el coeficiente de correlación de Spearman, debido a que

permite determinar si hay asociación o interdependencia entre variables aleatorias

continuas, cuando no existe una distribución normal de los datos (tal como sucede

con nuestras medidas).

Análisis Multivariados

Después de identificar y descartar aquellas medidas que aportaban

información redundante, se realizó un Análisis de Componentes Principales (ACP).

Este análisis permite condensar la información dada por un conjunto de K variables

en un conjunto de W componentes, siendo cada uno de los W factores una

combinación de las K variables (Álvarez, 1995).

En esta parte del trabajo al igual que en el análisis anterior, se utilizaron

solamente los cráneos que tuvieran la totalidad de estructuras óseas presentes. Se

aplicó este análisis exploratorio debido a que no es necesario suponer una

distribución normal de los datos y nos muestra aquellas agrupaciones que pudieran

existir entre los organismos. El ACP no considera ninguna estructura a priori de los

datos y trabaja bajo el supuesto que las variables no están correlacionadas; realiza

una serie de combinaciones de las variables originales y las reordena con base a su

variabilidad (Álvarez., 1995).

Análisis de varianza multivariado (MANOVA)

Los análisis multivariados son ampliamente utilizados por dos razones

principales: en primer lugar, porque los cuestionamientos ecológicos siempre

involucran interacción entre las respuestas de más de una variable y en segundo,

porque las diferencias existentes entre los grupos pueden deberse no solamente a

23

una variable, sino ser el resultado de todo un conjunto de variables (Scheiner y

Gurevitch, 2001).

Para evaluar si las diferencias encontradas a partir del ACP eran

estadísticamente significativas, se realizó un Análisis de Varianza Multivariado No

Paramétrico de Krustal-Wallis (MANOVA), ya que la prueba de normalidad indicó que

las variables craneales evaluadas no son normales (Anexo III). El MANOVA nos

permite realizar el análisis conjunto de la relación entre dos o más variables

independientes y dos o más variables dependientes; es decir, nos permite determinar

si las variables independientes influyen de manera simultánea en el valor de

diferentes variables dependientes (Hernández et al., 1991 y Trespalacios et al.,

2005).

Alimentación

En este trabajo se pretendió indagar la relación entre las estructuras craneales

de Caretta caretta con sus hábitos alimentarios. Sin embargo, debido a las

dificultades logísticas para conseguir los contenidos estomacales de individuos

capturados en el área de estudio, se realizó una búsqueda bibliográfica exhaustiva

para caracterizar la dieta de C. caretta. Algunos autores consideran esta especie

como oportunista, debido a la variedad de presas que puede consumir, sin embargo

la mayor parte de su dieta parece estar constituida por crustáceos.

Tras la revisión bibliográfica se determinaron 23 presas principales,

pertenecientes a tres fila diferentes. Posteriormente se consultaron algunas

características físicas de las presas que se consideró pudieran influir en el evento

alimentario de la especie y relacionarse con las estructuras craneales medidas, como

talla y dureza, para esta última se usaron las tres categorías propuestas por

Vanhooydonck et al (2007). Dura, Intermedia y Suave.

La mandíbula de los depredadores debe cumplir con dos rasgos

fundamentales: 1) permitir el cierre rápido de la apertura bucal en el momento en que

la presa sea capturada y 2) producir la fuerza suficiente para triturar y desgarrar las

24

presas (Franco, 2011). En este sentido la talla y dureza de las presas son

características a considerar, pues estas pueden influir en la alimentación de Caretta

caretta. En su ingesta existe una gran variedad de taxones, dentro de los que se

encuentran moluscos y crustáceos que son presas fuertemente blindadas, así como

algunos peces de natación lenta (Baez et al., 2012 y Spotila, 2004).

La talla o tamaño de un organismo condiciona muchas de las características

del mismo (Garcia, 1999). Por ejemplo un mayor tamaño podría dar ventaja para

poder escapar de los depredadores (Kardong, 2007). Por otro lado podemos definir

la dureza como la resistencia a la penetración dada por un objeto determinado

(Valera, 2005). En los animales la dureza se encuentra dada por las características

de los tejidos (Molist et al., 2011). Por ejemplo la consistencia del exoesqueleto de

los crustáceos se da por la quitina, mientras que en los vertebrados encontramos

colágeno, fibras musculares y carbonato de calcio, este último también se encuentra

en la concha de los moluscos, los cuales poseen una concha sólida, interna o

externa dependiendo la especie (Martínez et al., 2011 y Brusca y Brusca, 2005).

Es importante considerar estas dos características, ya que gran parte de las

presas si bien no son muy grandes, si están fuertemente protegidas contra la

depredación, por lo que sería factible encontrar la relación que guardan algunas

estructuras del cráneo Caretta caretta con el consumo de dichas presas. Estas

características aunque no se analizan más a fondo si son consideradas como

factores que influyen en la elección de las presas.

Una vez recopilada esta información se realizó una matriz de presencia

ausencia (1 presencia, 0 ausencia) de presas. Esta fue construida a partir de los

intervalos de clase generados con base en la longitud total de los cráneos, a los

cuales se les asignó la presencia (1) o ausencia (0) de las presas. La asignación fue

hecha asumiendo que las tortugas tendrían cierta preferencia por las presas acorde a

su tamaño: presas grandes - depredadores grandes, presas pequeñas –

depredadores pequeños.

Correlación alimentación – talla

25

Para evaluar si existe una correlación entre las variables morfológicas y las

ecológicas (presas), se desarrolló una prueba de Mantel. Para esto fue necesario

realizar una transformación previa a los grupos de datos (matriz de presencia-

ausencia de las presas y matriz de medidas lineales), debido a que tienen diferente

naturaleza. Esta transformación se realizó mediante el índice de similitud de Bray-

Cutis (Bray y Curtis., 1957), el cual trabaja con un rango de 0 a 1, permitiendo un

traspaso fácil de disimilaridades a afinidades (Salazar et al., 2001; Ramírez, 2006).

Una vez transformados los dos grupos de datos, para evaluar la significancia

de la correlación entre la alimentación de Caretta caretta y sus rasgos craneales, se

realizó la prueba de Mantel con 1.000 aleatorizaciones. Este análisis nos permitió

contrastar un grupo de datos diferentes, con el fin de encontrar la posible relación

entre ambos; es decir una relación causa-efecto (Diez, 2008). El primer grupo de

datos estuvo constituido por las medidas lineales de las que se obtuvo mayor

información y que fueron identificadas a partir de la correlación de Spearman y el

ACP. Para el segundo grupo se utilizó la matriz de presencia-ausencia de las presas,

generada a partir de la información bibliográfica recolectada y que se describe en el

apartado de alimentación de esta misma sección.

Regresión Lineal

Se realizó la regresión lineal para determinar la relación existente entre pares

de matrices (medidas craneales vs presencia-ausencia de presas), para obtener una

representación gráfica y un valor representativo de la misma. Para ello se tomaron

los valores transformados mediante la aplicación del índice de Bray-Curtis,

mencionado anteriormente.

Todos los análisis (correlación de Spearman, ACP, prueba de Mantel,

MANOVA y Bray-Curtis), fueron realizados empleando el programa PAST

(Paleontological Statistics 3.0).

26

7. RESULTADOS

7.1 Análisis de datos

Las medidas tomadas con uno y otro instrumento y por uno y otro observador,

se manejaron como dos grupos de datos diferentes (n1= medidas tomadas con cinta

métrica y n2= medidas tomadas con vernier; n1=medidas tomadas por el observador

1 y n2=medidas tomadas por el observador 2). Teniendo en cuenta un 95% de

confianza (probabilidad de 0.05) y partiendo de la siguiente hipótesis:

H0: Xn1 = Xn2

Ha: Xn1 ≠n2

En cuanto a los instrumentos de medición y observadores, se aceptó la

hipótesis nula: no hay diferencias significativas (t=-0.011, p=0.99 y t=0.87, p=0.38),

respectivamente. Esto nos indica que los datos tomados con una u otra herramienta

o por cualquiera de los observadores, pueden ser utilizados en los análisis

posteriores.

Estadísticos descriptivos

Se realizaron estadísticos descriptivos para ambos grupos de medidas

(estandarizadas y sin estandarizar), a fin conocer su comportamiento (tipo de

distribución) y observar si éste variaba con la estandarización. No se encontraron

diferencias, lo que nos indicó que se podía trabajar con cualquier grupo de datos

para los análisis posteriores. Se optó por trabajar con los datos estandarizados y

provenientes del vernier, por lo que de aquí en adelante los resultados que se

mostrarán corresponden a este grupo de datos. Los valores descriptivos de los datos

sin estandarizar pueden ser revisados en el Anexo I.

En la Tabla 2 se muestran los valores descriptivos de nuestros datos

estandarizados.

27

Tabla 2. Valores descriptivos de los datos estandarizados. 2) longitud desde el borde posterior de las narinas hasta el extremo posterior, 3) longitud de las narinas externas, 4) longitud del rostro, 5) longitud desde el borde posterior del frontal hasta el extremo posterior, 6) longitud de la órbita, 7) ancho del frontal, 8) longitud desde la unión frontal/postorbital parietal hasta el extremo posterior, 9) longitud del postorbital, 10) ancho del postorbital, 11) longitud del escamoso, 12) longitud del supraoccipital, 13) amplitud total. 14) distancia entre cóndilos mandibulares, 15) amplitud de la fosa infratemporal, 16) longitud de la fosa infratemporal, 17) amplitud del pico, 18) longitud del pterigoides, 19) longitud del maxilar, 20) longitud del premaxilar, 21) longitud de vómer, 22) longitud del palatino, 23) distancia desde el extremo postero-inferior del cuadrado hasta el extremo anterior del pico, 24) longitud del cuadrato-yugal, 25) altura del cuadrato-yugal, 26) amplitud del cóndilo cuadrato-yugal, 27) longitud del orbita ocular, 28) distancia desde el extremo postero-inferior del cuadrato-yugal, hasta la unión posteroparietal-escamoso, 29) longitud total, 30) longitud de la mandíbula inferior, 31) longitud del articular, 32) longitud del dentario.

VARIABLE MAX MIN PROM σ VARIABLE MAX MIN PROM σ

2(LNEEP) 15.19 13.95 14.77 0.26 18(LPT) 3.88 2.26 2.90 0.38

3(LNEX) 2.94 2.06 2.49 0.21 19(LM) 7.59 5.86 6.62 0.41

4(LR) 6.11 4.84 5.60 0.28 20(LPM) 2.36 1.59 1.90 0.16

5(LBPFEP) 11.73 9.74 10.85 0.50 21(LV) 2.48 1.41 1.93 0.26

6(LO) 5.25 4.08 4.70 0.27 22(LP) 3.67 2.30 2.93 0.29

7(AnF) 6.23 4.53 5.24 0.37 23(DEPICP) 14.58 12.34 13.24 0.44

8(LUFEP) 11.56 9.39 10.52 0.51 24(LCY) 6.21 4.15 5.10 0.50

9(LPO) 7.79 5.39 6.74 0.58 25(AlCY) 5.98 3.87 4.74 0.49

10(AnPO) 2.44 1.26 1.77 0.24 26(AmCCY) 2.92 2.06 2.49 0.22

11(LES) 5.92 3.59 4.87 1.00 27(LOO) 5.43 4.23 4.78 0.31

12(LSO) 3.64 1.56 2.63 0.47 28(DCMPES) 8.76 6.42 7.64 0.57

13(AmT) 11.13 8.35 9.38 0.76 29(LTL) 16.90 16.09 16.45 0.14

14(DCM) 13.28 11.05 12.07 0.59 30(LMI) 8.17 0.45 9.02 7.10

15(AmFI) 4.44 3.03 3.66 0.38 31(LA) 5.12 0.49 6.29 4.07

16(LFI) 6.13 4.64 5.40 3.86 32(LD) 3.77 0.34 4.44 3.18

17(AmP) 9.03 6.75 7.85 0.53

28

Para entender la tendencia de las variables (grado de homogeneidad o

variabilidad) y tener una visión general de su distribución mediante representaciones

gráficas, se realizaron histogramas para cada una de las 32 medidas morfométricas

tomadas a los cráneos de los individuos. Estos pueden ser revisados en el anexo II

(Figuras 6 a 36).

El tamaño de muestra (n) varió, debido a que no todos los cráneos

presentaron todas las estructuras tomadas en cuenta para el análisis morfométrico.

Sin embargo se trabajó con la mayor cantidad de cráneos posible para tener

robustez en los resultados. Aunque la mayoría de las variables presenta varianzas

relativamente pequeñas (que nos indica un grado de dispersión bajo), no fue posible

observar una distribución normal. Esto pudo constatarse con la prueba de

normalidad, realizada a un 95% de confianza (Anexo III).

7.2 Análisis morfométricos

Correlación

En la Tabla 3 se observan los valores de las correlaciones obtenidas con su

respectiva significancia; a partir de éstos determinamos las variables a eliminar,

debido a su autocorrelación. En total se eliminaron 8 variables: longitud de las

narinas externas (LNEX), longitud desde el borde posterior del frontal hasta el

extremo posterior (LBPFEP), ancho del frontal (AnF), longitud del postorbital (LPO),

longitud de la fosa infratemporal (LFI), amplitud del pico (AmP), longitud del maxilar

(LM), distancia desde el extremo postero-inferior del cuadrado hasta el extremo

anterior del pico (DCMPES).

Los valores de las variables correlacionadas estuvieron muy cercanos a 1(la

mayoría por encima de 0.8), lo que significa que la correlación es positiva o directa.

29

Tabla 3. Correlaciones entre las variables con su respectivo valor y significancia.

VARIABLE CORRELACIONES VALOR SIGNIFICANCIA

Longitud de las narinas

externas (LNEX).

Longitud del maxilar (LM). 0.80 5.58E-03

Altura del cuadrato-yugal (AlCY). 0.81 4.96E-03

Longitud desde el borde

posterior del frontal

hasta el extremo

posterior (LBPFEP).

Longitud desde la unión frontal/postorbital

parietal hasta el extremo posterior (LUFEP).

0.88 2.68E-05

Longitud del postorbital (LPO.) 0.82 2.80E-03

Longitud del dentario (LD). 0.82 1.74E-03

Ancho del frontal (AnF). Longitud del postorbital (LPO). 0.80 6.52E-003

Distancia desde el extremo postero-inferior

del cuadrato-yugal hasta la unión

posteroparietal-escamoso (DCMPES).

0.82 2.68E-03

Longitud del postorbital

(LPO)

Amplitud de la fosa infratemporal (AmFI). 0.80 7.04E-04

Amplitud del pico (AmP). 0.84 6.00E-04

Longitud del cuadrato-yugal (LCY). 0.80 5.81E-03

Altura del cuadrato-yugal (AlCY). 0.83 1.05E-03

Distancia desde el extremo postero-inferior

del cuadrato-yugal hasta la unión

posteroparietal-escamoso (DCMPES).

0.85 2.15E-04

Longitud del dentario (LD). 0.85 1.82E-04

Longitud de la fosa

infratemporal (LFI)

Longitud del maxilar (LM). 0.81 3.74E-03

Longitud del cuadrato-yugal (LCY). 0.85 3.45E-04

Altura del cuadrato-yugal (AlCY). 0.82 1.67E-03

Longitud del articular (LA). 0.85 2.03E-05

30

Amplitud del pico (AmP) Distancia desde el extremo postero-inferior

del cuadrato-yugal hasta la unión

posteroparietal-escamoso (DCMPES).

0.94 7.27E-09

Longitud del dentario (LD) 0.83 9.23E-04

Longitud del maxilar

(LM)

Longitud del cuadrato-yugal (LCY). 0..80 8.52E-03

Altura del cuadrato-yugal (AlCY). 0.80 9.18E-03

Longitud de la mandíbula inferior (LMI) 0.80 5.58E-03

Distancia desde el

extremo postero-inferior

del cuadrato-yugal hasta

la unión posteroparietal-

escamoso (DCMPES).

Longitud del articular (LA) 0.80 7.04E-03

Longitud del dentario (LD) 0.88 2.86E-05

Análisis multivariados

Antes de realizar el ACP se asignaron categorías a los individuos con base en

la longitud total de su caparazón; además se obtuvieron los valores máximos,

mínimos, promedio y desviación estándar (Tabla 4). Cada categoría se representó

con un color para facilitar la visualización en el espacio de ordenación: morado (50 a

59 cm), rojo (60 a 69 cm), azul (70 a 79 cm) y amarillo para los que se desconocía la

longitud total del caparazón. Tras realizar el ACP (Figura 37), notamos una clara

agrupación entre los individuos, con base en dichos patrones de coloración; salvo por

un individuo de longitud de 60 a 69 cm (rojo), el cual se encuentra distante respecto a

su grupo.

También es notable la aparente dispersión de los individuos de color amarillo

(que corresponden a aquellos de los que se desconoce su longitud total). Esta

aparente dispersión en el espacio podría constituir en realidad un acercamiento a su

clasificación con base en la longitud total del caparazón. Debido a su distribución,

suponemos que la mayoría de los individuos indeterminados pudieron presentar una

31

longitud total de 60 a 69 cm; sólo se observan tres individuos ubicados a los

extremos del plano de ordenación: dos que podrían agruparse dentro aquellos que

miden entre 50 y 59 cm y uno dentro de los que miden de 70 a 79 cm. Finalmente

tras observar el área de dispersión se evidencia que la mayoría de individuos se

encuentran dentro del rango de talla que va desde los 60 a los 69 cm.

La selección de los componentes se hace con base en la proporción de

varianza que representan. Usualmente se seleccionan hasta cubrir una porción del

80, 90 o 100%; esta regla es arbitraria y debe aplicarse con cierto cuidado (Peña,

2003). El componente principal uno (CPI) representó el 62.98% de la varianza,

mientras que el segundo (CPII) el 11.64%; ambos explicaron el 74.62%. Sin embargo

al tomar en cuenta el tercer componente (CPIII), que nos explica el 7.19% de la

varianza, se alcanza un 81.81% de la varianza total de nuestros datos.

Tabla 4. Valores máximos, mínimos, promedio y desviación estándar de las longitudes totales de los

caparazones.

LONGITUD TOTAL DEL CAPARAZÓN

VALOR MÁXIMO VALOR MÍNIMO PROMEDIO DESVIACIÓN ESTANDAR

77 54 65.11 6.44

32

Figura 37. ACP de los datos estandarizados tomando en cuenta CPI y CPII. Se observa la agrupación de los individuos con base en la longitud total de los caparazones y la varianza explicada por cada componente principal.

Dado que se utilizó el tercer componente principal, era necesario ubicar las

variables que determinaron su gradiente de variación. Al observar gráficamente el

comportamiento de CPI y CPIII (Figura 38), notamos un cambio en la configuración

espacial de los individuos. Sin embargo se mantiene la agrupación basada en el

tamaño total de los caparazones; incluso aquellos organismos que se encuentran

alejados de sus agrupaciones permanecen distribuidos de la misma manera, al igual

que los organismos de los que se desconoce su longitud (amarillo).

33

Figura 38. ACP de los datos estandarizados, tomando en cuenta CPI y CPIII se observa la agrupación de los individuos con base en la longitud total de los carapachos y la varianza explicada por cada componente principal.

Cabe mencionar que al observar la distribución espacial de nuestros

individuos (figuras 37 y 38), notamos la mayoría sobrepasan los 60 cm de longitud de

acuerdo con las medidas de los caparazones, esto significa que la mayoría de

nuestros individuos son sub adultos. Para Caretta caretta los adultos presentan un

rango va desde 70cm (Peckham, 2008). Aunque en este trabajo se pretendía trabajar

sólo con juveniles, la presencia de los sub adulos no afecta el resultado del trabajo

más allá de la distribución antes mencionada. Además se debe considerar que las

muestras fueron obtenidas de organismos varados, por lo que su clase de edad fue

azarosa.

34

A continuación se muestran los valores numéricos de las cargas resultantes

del ACP de los tres primeros componentes, se muestran en la Tabla 5.

Tabla 5. Cargas del los tres primeros componentes principales. Se muestran las cargas de las

variables relevantes dentro de cada componente.

COMPONENTE VARIABLE CARGA

1

Amplitud total (AmT) 0.4125

Longitud del escamoso (LES) 0.2964

Altura del cuadrato-yugal (AlCY) 0.2857

Longitud del cuadrato-yugal (LCY) 0.278

Distancia entre los cóndilos mandibulares (DCM) 0.2749

2

Longitud del supraoccipital (LSO) 0.5032

Longitud desde el borde posterior del frontal hasta el extremo

posterior (LBPFEP)

0.3134

Longitud desde la unión frontal/postorbital parietal, hasta el

extremo posterior (LUFEP)

0.2819

Longitud del escamoso (LES) 0.253

Distancia desde el extremo postero-inferior del cuadrado hasta

el extremo anterior del pico (DEPICP)

-0.502

Distancia entre cóndilos mandibulares (DCM) -0.3233

Longitud de la mandíbula inferior (LMI) -0.1944

Longitud de la mandíbula inferior (LMI) 0.3195

Distancia desde el extremo postero-inferior del cuadrado hasta

el extremo anterior del pico (DEPICP)

0.2578

Longitud del palatino (LP) 0.230

35

3 Longitud del articular (LA) 0.2118

Longitud de la órbita (LO) 0.2065

Amplitud total (AmT) -0.5476

Distancia entre los cóndilos mandibulares (DCM) -0.4219

Tras revisar las cargas del primer componente resaltan cinco variables

principales: amplitud total (AmT), longitud del escamoso (LES), altura del cuadrato-

yugal (AlCY), longitud del cuadrato-yugal (LCY) y distancia entre los cóndilos

mandibulares (DCM). Gráficamente observamos que las cargas poseen valores

positivos (Figura 39); destacamos aquellas que mostraron mayor proximidad a 1,

debido a que esto significa que dentro del primer componente tienen mayor peso y

su relación es positiva. La variable de la amplitud total fue la que mostró mayor

relevancia.

Figura 39. Cargas del primer componente principal. Las variables AmT, LES, AlCY, LCY y DCM,

fueron las que mostraron mayor proximidad a 1.

36

Las cargas del segundo componente muestran siete variables representativas:

longitud del supraoccipital (LSO), longitud desde el borde posterior del frontal hasta

el extremo posterior (LBPFEP), longitud desde la unión frontal/postorbital parietal,

hasta el extremo posterior (LUFEP), longitud del escamoso (LES), distancia desde el

extremo postero-inferior del cuadrado, hasta el extremo anterior del pico (DEPICP),

distancia entre cóndilos mandibulares (DCM), longitud de la mandíbula inferior (LMI)

(Tabla 5).

Al representar gráficamente las cargas del segundo componente (Figura 40)

se observan las siete variables relevantes. De éstas, tres presentan una relación

negativa, implicando una relación inversa con las variables restantes.

Figura 40. Cargas del segundo componente principal. Se encontraron correlaciones negativas en las

variables DEPICP, DCM y LMI.

En las cargas del tercer componente (Tabla 8) resaltan nuevamente un par de

variables con cargas negativas, lo que indica una relación inversa. Aunque existen

variables con cargas positivas, las dos más representativas se encuentran hacia el

37

componente negativo del plano. En el caso particular de la distancia entre los

cóndilos mandibulares (DCM), ésta aparece con una carga negativa representativa

en el segundo y tercer componente; mientras que en el primero presenta valores

positivos. Otra variable con un comportamiento opuesto es la amplitud total (AmT);

en el CPIII aparece con valores negativos, pero posee la carga más representativa (-

0.5476). En el CPI de igual modo es la más representativa pero toma valores

positivos (0.4125).

Figura 41. Cargas del tercer componente principal. En este componente las cargas más

representativas las presentaron las variables AmT y DCM.

De este modo podemos decir que las variables más representativas para

diferenciar por grupos son: la amplitud total (AmT), longitud del supraoccipital (LSO),

la distancia entre los cóndilos mandibulares (DCM) y la distancia desde el extremo

postero-inferior del cuadrado hasta el extremo anterior del pico (DEPICP).

38

MANOVA

Para tener un sustento estadístico respecto a nuestros resultados, se realizó

un análisis de varianza múltiple o MANOVA, utilizando las variables morfométricas

utilizadas en el ACP. Esto nos indicaría si las diferencias entre las variables usadas

para diferenciar entre individuos son o no estadísticamente significativas. Partiendo

de la siguiente hipótesis.

H0: Las diferencias encontradas entre los individuos son significativas.

Ha: Las diferencias encontradas entre los individuos no son significativas.

El MANOVA arrojó una F=1.44 con una significancia p=0.21 (teniendo en

cuenta una probabilidad de 0.05 (95% de confianza)). Por lo que la H0 es rechazada,

lo que significa que las diferencias entre los individuos no son estadísticamente

significativas.

7.3 Alimentación

La dieta de las tortugas marinas cambia con la edad. En su estadio juvenil se

alimentan principalmente de plancton, pero al crecer varían el tipo de presas que

consumen (Badillo, 2007). Para Caretta caretta podemos definir su alimentación en 3

grandes grupos: crustáceos, moluscos y peces. De acuerdo con la bibliografía

consultada, en ocasiones también se alimentan de equinodermos (pepinos de mar) y

algas (Sargassum spp).

A continuación se muestra la agrupación por fila de las principales presas de

las que se alimenta Caretta caretta, con su respectiva consistencia y talla (Tabla 6).

39

Tabla 6. Presas principales de Caretta .caretta ordenadas por fila; se muestran las tallas y su

consistencia.

FILUM ESPECIE CONSISTENCIA Talla Cm

Max Prom Min

CRUSTACEA Arenaeus cribrarius (Andrade et

al, 2013).

Dura (Quitina) 15.4 14.1 X

Cancer irroratus (Bigford, 1979). Dura (Quitina) 14.1 3.0 X

Callinectes sapidus (Sutton y

Wagner, 2007).

Dura (Quitina) 21 18 X

Hemisquilla ensigera

californiensis (Basch y Engle,

1987).

Dura (Quitina) 30 20 18

Hepatus epheliticus (Hernáez et

al, 2012).

Dura (Quitina) 7.6 6.4 X

Menippe mercenaria (Lindberg y

Marshal, 1984).

Dura (Quitina) 17.0 13.0 7.0

Persephona mediterránea

(Martínez et al, 2009).

Dura (Quitina) 4.4 X 1.0

Platymera gaudichaudii

(Retamal et al, 2013).

Dura (Quitina) 9.0 5.0 X

Pleuroncodes planipes

(Longhurst y Seibert, 1971).

Dura (Quitina) 1.5 1.3 0.9

Polybius henslowii (Munilla,

1997).

Dura (Quitina) 4.2 3.1 2.4

Phronima sedentaria (Báez et

al, 2012).

Dura (Quitina) 4.0 1.6 0.8

Limulus polyphemus (Walls et

al, 2002).

Dura (Quitina) 60 40 25

40

MOLLUSCA Carinaria cithara (Parker et al,

2005).

Dura (Carbonato de

calcio)

5.0 4.8 X

Cavolinia tridentata (Báez et al,

2012).

Dura (Carbonato de

calcio)

1.95 1.58 1.05

Janthina exigua (Báez et al,

2012).

Dura (Carbonato de

calcio)

4.0 1.7 0.5

CHORDATA Brevoortia tyrannus (Smith,

1999).

Suave 50 35 X

Diplectrum sciuris (Cosío y

Bourillón, 2000).

Suave X 17.0 X

Lophiodes caulinaris (Aguirre et

al, 1996).

Suave 50 40 30

Poricthys myriaster (Agüero,

1998).

Suave 48.2 X X

Prionotus albirostris (Soto y

Aguirre, 1996).

Suave X 20 X

Sardinella aurita (Tagliafico et

al, 2008).

Suave 30 26 19.8

CNIDARIA Physalia physalis (Young et al,

2012).

Suave 30 15 X

Calliactis tricolor (Plotkin et al,

1992).

Suave 7.5 2.5 X

A partir de las medidas de las presas se realizó una agrupación y posterior

categorización en presas grandes, medianas y pequeñas. Dichas categorías se

encuentran en la Tabla 7.

41

Tabla 7. Categorización de las presas por su talla.

PRESAS PEQUEÑAS (0.5-9cm) PRESAS MEDIANAS (10-24cm) PRESAS GRANDES (25-50 cm)

Carinaria cithara Arenaeus cribrarius Brevoortia tyrannus

Calliactis tricolor Callinectes sapidus Limulus polyphemus

Cavolinia tridentata Cancer irroratus Lophiodes caulinaris

Hepatus epheliticus Diplectrum sciuris Poricthys myriaster

Janthina exigua Hemisquilla ensigera californiensis Sardinella aurita

Persephona mediterránea Menippe mercenaria

Phronima sedentaria Physalia physalis

Platymera gaudichaudii Prionotus albirostris

Pleuroncodes planipes

Polybius henslowii

Del mismo modo, tomando en cuenta la longitud total del caparazón de los

individuos, se clasificaron en tres categorías diferentes: I (50-59 cm), II (60-69 cm) y

III (70-79 cm).

Después de categorizar los individuos y las presas con base en su tamaño, se

generó la siguiente relación (Tabla 8). Esta contrasta el tamaño de las presas con

respecto al tamaño de los individuos y nos da un panorama general en cuanto al

posible consumo de las presas por tamaño.

42

Tabla 8. Contraste entre las tallas de las presas y la talla de las tortugas.

INDIVIDUOS PRESAS PEQUEÑAS

(0.5-9cm)

PRESAS MEDIANAS (10-

24cm)

PRESAS GRANDES (25-

50 cm)

Talla de

Caparazón

I(50-59cm)

X

Talla de

Caparazón II

(60-69cm)

X X

Talla de

Caparazón III

(70-79cm)

X X

7.4 Correlación alimentación-talla

En la Tabla 9 se observan los valores obtenidos al realizar los intervalos de

clase para construir la matriz de presas (presencia-ausencia). La obtención de

valores descriptivos básicos, permitió observar el comportamiento de los datos de

forma general y para cada una de las clases formadas.

43

Tabla 9. Valores máximos, mínimos, promedio y desviación estándar de las longitudes totales de los

cráneos. Nótese la formación de clases con sus respectivos valores promedio y desviación estándar.

LONGITUD TOTAL DEL CRÁNEO

MAXIMO 19.86 CLASE LIM. INF LIM. SUP FREC PROM D. EST

MINIMO 14.14 I 14.14 16.04 11 14.95 0.61

PROMEDIO 16.32 II 16.04 17.94 12 16.87 0.57

D. ESTANDAR 1.51 III 17.94 19.84 2 18.83 0.70

IV 19.84 21.74 1 19.86 X

El arreglo obtenido para representar la matriz de presas se observa a

continuación (Tabla 10):

44

Tabla 10. Matriz de presencia-ausencia incluyendo las 23 presas. Se observan los intervalos de clase formados a partir de las longitudes totales de los cráneos, la frecuencia y el consumo (1) ó no (0) de las presas. El número en las columnas representa cada una de las siguientes presas.(1) Arenaeus cribrarius, (2) Polybius henslowii, (3) Phronima sedentaria,(4) Pleuroncodes planipes, (5) Cavolinia tridentata, (6) Janthina exigua, (7) Callinectes sapidus, (8) Cancer irroratus, (9) Brevoortia tyrannus, (10) Sardinella aurita, (11) Limulus polyphemus, (12) Prionotus albirostris, (13) Hemisquilla ensigera californiensis, (14) Lophiodes caulinaris, (15) Poricthys myriaster, (16) Diplectrum sciuris, (17) Hepatus epheliticus, (18) Menippe mercenaria, (19) Persephona mediterránea, (20) Platymera gaudichaudii, (21) Carinaria cithara, (22) Physalia physalis, (23) Calliactis tricolor.

Organismo Clase 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23

1 I 0 1 1 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 1 1 1 0 1

2 I 0 1 1 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 1 1 1 0 1

3 I 0 1 1 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 1 1 1 0 1

4 I 0 1 1 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 1 1 1 0 1

5 I 0 1 1 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 1 1 1 0 1

6 I 0 1 1 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 1 1 1 0 1

7 I 0 1 1 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 1 1 1 0 1

8 I 0 1 1 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 1 1 1 1 1

9 I 0 1 1 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 1 1 1 1 1

10 I 0 1 1 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 1 0 1 1 1

11 I 1 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 1 1 1

12 II 1 1 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 1 1

13 II 1 1 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0

14 II 1 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0

15 II 1 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 1 0 0 0 0 0 1 0

16 II 1 0 0 1 0 0 0 1 0 0 0 1 1 1 0 1 0 0 0 0 0 1 0

17 II 1 0 0 1 0 0 0 1 0 0 0 1 1 1 0 1 0 0 0 0 0 1 0

18 II 1 0 0 1 0 0 0 1 0 0 0 1 1 1 0 1 0 0 0 0 0 1 0

19 II 1 0 0 1 0 0 0 1 0 0 0 1 1 1 0 1 0 0 0 0 0 1 0

20 II 1 0 0 1 0 0 1 1 0 0 0 1 1 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0

21 II 1 0 0 1 0 0 1 1 1 0 0 1 1 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0

22 II 1 0 0 1 0 0 1 1 1 0 0 1 1 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0

23 II 1 0 0 1 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0

24 III 1 0 0 1 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0

25 III 1 0 0 1 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0

26 IV 1 0 0 1 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0

45

Teniendo en cuenta que la ecomorfología propone que la morfología de las

estructuras de las especies determina una porción importante de la ecología

alimentaria de las mismas, la correlación entre las variables morfológicas y los

hábitos alimentarios, definirá el posible espectro de presas que Caretta caretta podría

consumir. Sin embargo el comprobar exitosamente este supuesto, dependerá de la

calidad de los resultados que han sido analizados por separado para el presente

trabajo (alimentación y variables craneales).

El resultado de la prueba de Mantel nos muestra que no existe una correlación

entre nuestras matrices. A partir de 9999 permutaciones, se obtuvo un valor de r=-

0.01 con un p=0.58; que implica una relación sin significancia estadística. Este

análisis indica de manera cuantitativa la influencia de la variación de las

características que determinan la habilidad de C. caretta para alimentarse de tipos de

presas de tamaños específicos; en este caso, no encontramos dicha influencia.

Adicional a la prueba de Mantel, se desarrolló una regresión lineal entre las

variables lineales y tróficas obtenidas a partir del cálculo del análisis de Bray-Curtis.

El resultado indica que no existe una correlación alta entre ambas matrices de datos;

coeficiente de correlación de R2 0.00137 y pendiente de 0.461. La regresión nos

permite observar gráficamente (Figura 42) que no existe una relación entre ambas

matrices de datos.

46

Figura 42. Regresión Lineal que muestra la asociación entre las medidas lineales y la presencia-ausencia de las presas con base en el análisis de Bray-Curtis. El coeficiente de correlación R2 dice que no existe un buen ajuste de los datos.

8. DISCUSIÓN

Los valores descriptivos obtenidos para las variables, arrojaron entre cuatro y

cinco intervalos de clase y también mostró que, salvo por las variables; longitud de la

órbita (LO), longitud de la unión frontal postorbital/parietal/ hasta el extremo posterior

(LUFEP), longitud del supraoccipital (LSO), distancia entre los cóndilos mandibulares

(DCM), amplitud del pico (AmP), longitud del pterigoides (LPT), distancia desde el

extremo postero-inferior del cuadrato-yugal, hasta la unión posteroparietal-escamoso

(DCMPES) y longitud total (LTL) (Figuras 10, 12, 16, 18, 21, 22, 32 y 33

respectivamente), no hay una distribución normal en nuestros datos. Todo esto pudo

deberse a que no todos los cráneos presentaron todas las estructuras tomadas en

cuenta para el análisis morfométrico. La distribución de los datos podría deberse al

tamaño de muestra, el cual podría parecer bajo al apenas superar el tamaño mínimo

de 30, comúnmente usado en estadística.

47

Sin embargo se debe considerar que no siempre se obtendrá una distribución

normal. Habitualmente se considera que para obtener una distribución normal,

cualquier tamaño de muestra por encima de 30 es suficiente en casi todos los casos

(Norman y Streiner, 2005). Aunque este tamaño varió, no podemos afirmar que haya

influido en la distribución observada, ya que sólo dos variables presentaron tamaños

de muestra menores a 30: la amplitud total (AmT) y la distancia entre los cóndilos

mandibulares (DCM) (figuras 17 y 18 respectivamente); esta última ajustándose a la

distribución normal. Esto indica que la ausencia de normalidad se debe a la

naturaleza misma de los datos. Aunque idealmente se espera trabajar con

distribuciones normales, esto no siempre se aplica a todas las características de la

naturaleza (Daniel, 2008).

Las altas correlaciones encontradas para las ocho variables (Tabla 3), pueden

deberse a que en conjunto forman parte del dermatocráneo. El dermatocráneo es la

parte externa del cráneo de los vertebrados, forma la caja ósea que protege al

cerebro, la limitante del techo de la boca y encierra parte del esplacnocráneo

(Kardong, 2007). En el caso de las tortugas, el cráneo se compone por el

neurocráneo, donde se aloja el cerebro y una estructura ósea externa, el

esplacnocráneo. Este último al igual que en el resto de los reptiles, contribuye a la

formación de la mandíbula y el aparato hioideo (Wyneken, J., 2004; González y

Acosta., 2006). Al ser todas, parte de una misma estructura funcional, es coherente

el que estuvieran relacionadas, lo que ocasionaría que arrojaran información

redundante para los análisis posteriores. Recordemos que el cráneo es una

estructura formada distintas partes, que fusionadas forman una unidad armoniosa

(Kardong, 2007). Por lo que al trabajar con una sola estructura de este conjunto en

particular, se obtendrá información del resto.

La longitud de las narinas externas (LNEX) se encontró relacionada con la

longitud del maxilar (LM) y la altura del cuadrato-yugal (AlCY). La relación entre estas

dos últimas podría hablarnos de la vía alimentarias del organismo. A diferencia de

otras especies, los maxilares de Caretta caretta entran en contacto con el paladar,

48

que separa total o parcialmente los canales respiratorios de los alimenticios

(Wyneken, 2004). Por su parte, el cuadrato-yugal forma parte de las estructuras de

fijación de los músculos aductores, responsables de cerrar la mandíbula al capturar a

las presas. Aunque es difícil asegurar una relación biomecánica de estas estructuras,

la relación encontrada tiene cierta coherencia si se piensa que una mayor superficie

del cuadrato-yugal implicaría una mayor área de inserción muscular y una mayor

superficie de contacto con el maxilar, teóricamente ambas características permitirían

la generación de una mordida fuerte.

La longitud desde el borde posterior del frontal hasta el extremo posterior

(LBPFEP), se relacionó con tres variables; longitud desde la unión frontal/postorbital

parietal hasta el extremo posterior (LUFEP), longitud del postorbital (LPO) y longitud

del dentario (LD). Estas estructuras salvo por la longitud del dentario (LD), se

encuentran muy cercanas una de otra y básicamente difieren solo en el punto de

unión con el frontal. Por otro lado el ancho del frontal (AnF) se correlacionó con la

longitud del postorbital (LPO) y la distancia desde el extremo postero-inferior del

cuadrato-yugal hasta la unión posteroparietal-escamoso (DCMPES). La relación

entre estas estructuras es una de las más relevantes, biológicamente hablando, ya

que estas forman parte de la bóveda craneal.

Aunque algunas de las correlaciones analizadas se centran en las estructuras

presentes en la parte dorsal del cráneo, otras nos muestran las relaciones entre

aquellas que se ubican hacia la parte ventral y lateral del mismo. Estas son de

relevancia en este trabajo, debido que podrían tener más participación en el proceso

de alimentación, particularmente en el caso del dentario, el maxilar y el cuadrato-

yugal.

Se encontró que la longitud del postorbital (LPO) se correlacionó con la

amplitud de la fosa infratemporal (AmFI), amplitud del pico (AmP), longitud del

cuadrato-yugal (LCY), altura del cuadrato-yugal (AlCY), distancia desde el extremo

postero-inferior del cuadrato-yugal hasta la unión posteroparietal-escamoso

(DCMPES) y la longitud del dentario (LD). En algunas de estas estructuras se

49

insertan músculos que ayudan al proceso de alimentación. El músculo depresor

mandibular, se origina en los huesos cuadrado, cuadrato-yugal y escamoso

insertándose en la mandíbula inferior (Wyneken, 2004). Nuevamente encontramos

estructuras que coinciden con las que se analizaron en el estudio.

Así mismo la longitud de la fosa infratemporal (LFI) se correlacionó con

longitud del maxilar (LM), longitud del cuadrato-yugal (LCY), altura del cuadrato-yugal

(AlCY) y longitud del articular (LA). En este conjunto de variables, el maxilar es la

estructura que podría tener la inserción muscular. El intermandibular se extiende

desde la mandíbula inferior hasta el tendón del músculo pseudotemporal, que

continua hasta el hueso parietal, constrictor colli que es una prolongación del

intermandibular, debajo de este se encuentran los genihioideo, que corren

oblicuamente entre las mandíbulas, todos estos músculos ayudan a tragar y a

bombear la garganta (Wyneken, 2004). La fosa infratemporal como tal también

podría estar participando en la inserción de muscular, puesto que esto fue observado

al momento de la limpieza de las muestras, es probable que alguno de los músculos

antes mencionados también se inserte en parte dentro de este amplio espacio.

La amplitud del pico (AmP) se encontró correlacionada con la distancia desde

el extremo postero-inferior del cuadrato-yugal hasta la unión posteroparietal-

escamoso (DCMPES) y la longitud del dentario (LD), mientras que la longitud del

maxilar (LM) con la longitud del cuadrato-yugal (LCY), altura del cuadrato-yugal

(AlCY) y la longitud de la mandíbula inferior (LMI). Estas relaciones podrían indicar

que las estructuras mencionadas juegan un papel primordial durante la alimentación

para esta especie en particular. De acuerdo con Wyneken (2004), aunque los huesos

craneales en las tortugas presentan una estructura similar, la forma de los huesos del

paladar presenta diferencias entre especies. Estas diferencias en el paladar además

de ser diagnosticas podrían indicar algún tipo de estrategia alimentaria. Esto podría

hablar de la eficiencia alimentaria debajo del mar, pues esta especie expulsa agua

por los nostrilos mientras se alimenta (Bjorndal, 1985). Su paladar, único entre las

50

tortugas marinas, probablemente evite que la tortuga trague agua mientras se

alimenta, prolongando así su tiempo de buceo.

Otra correlación encontrada es la distancia desde el extremo postero-inferior

del cuadrato-yugal hasta la unión posteroparietal-escamoso (DCMPES), con la

longitud del articular (LA) y la longitud del dentario (LD). Estas relaciones hacen

referencia a las estructuras asociadas a la mandíbula inferior, en estas estructuras

también encontramos referencias de inserciones musculares. El músculo depresor

mandibulae, que se encarga de la apertura mandibular y que se origina en los

huesos cuadratal, cuadrato-yugal y escamoso; insertándose en el articular de la

mandíbula inferior, a excepción de D. coriacea en la que se inserta en el conducto

auditivo (Wyneken, 2004). La relevancia de estas estructuras se encuentra en el

hecho que parecen ser las responsables de la fuerza mandibular.

Sin embargo debemos tomar en cuenta que el tipo de inserción muscular

juega un papel importante en la eficiencia de los músculos, en el caso de las

mandíbulas, la fuerza de una mordida depende de la dirección y punto de aplicación

de las fuerzas ejercidas por los músculos que cierran la mandíbula (Kane y

Sternheim, 1989). De esta forma se observa la asociación funcional (apertura

mandibular) en este conjunto de estructuras correlacionadas.

Tras revisar las correlaciones obtenidas entre nuestras variables en un sentido

anatómico, podemos vislumbrar la influencia que tiene cada estructura sobre otra u

otras (en mayor o menor medida); lo que explica las correlaciones altas y positivas.

Se debe considerar que el cráneo es una estructura por demás compleja, resultado

de la unión de varios huesos (Parker et al., 1991). Las características óseas

seleccionadas tras el análisis de correlación, se agrupan conformando el

dermatocráneo, por lo que cada una se involucra en diferentes funciones, que se

desarrollan en esta estructura. De esta manera se constituyen lo que consideramos

como componentes funcionales, los cuales pueden ser descritos de acuerdo a las

funciones primarias que cumplan: alimentario, respiratorio y alojamiento del cerebro

(bóveda craneana).

51

La longitud de las narinas externas (LNEX), en conjunto con la longitud del

maxilar (LM) y la altura del cuadrato-yugal (AlCY) podrían actuar en la funciones

respiratorias durante la alimentación., Así mismo, la longitud desde el borde posterior

del frontal hasta el extremo posterior (LBPFEP) en conjunto con la longitud desde la

unión frontal/postorbital parietal hasta el extremo posterior (LUFEP), la longitud del

postorbital (LPO), la longitud del dentario (LD) y el ancho del frontal (AnF)

relacionado con la longitud del postorbital (LPO) y la distancia desde el extremo

postero-inferior del cuadrato-yugal hasta la unión posteroparietal-escamoso

(DCMPES) actuarían funcionalmente en conjunto como parte de la bóveda craneal.

Mientras que la longitud de la fosa infratemporal (LFI), en conjunto con la longitud del

maxilar (LM), la longitud del cuadrato-yugal (LCY), la altura del cuadrato-yugal (AlCY)

y la longitud del articular (LA) formarían parte del componente alimentario del

organismo, encargado de la captura de la presa.

El primer componente principal (CPI) explicó un porcentaje de variación

bastante alto (62.98%). Al observar las variables que lo conforman, notamos

nuevamente la relevancia del ancho del cráneo; la variable con el valor más

representativo en cuanto a las cargas fue la amplitud total (AmT). Al respecto, se

menciona que el cráneo de C.caretta es más ancho hacia su parte posterior en

comparación con su parte anterior, lo que le da su forma característica (Wyneken,

2004); esto podría indicar una mordida potente, necesaria para poder cubrir una dieta

como la que se reporta para esta especie. Aunque dentro de su dieta se encuentran

peces, algas y medusas, la mayor parte de su alimentación se centra en el consumo

de crustáceos y moluscos (Peckham, 2008); presas que debido a la constitución de

sus tejidos, requieren una mayor fuerza de mordida para poder ser capturadas.

Pareciera que el CPII destaca las variables que dan indicios sobre el tamaño

general del cráneo. Este componente estuvo conformado principalmente por la

distancia desde el extremo postero-inferior del cuadrado hasta el extremo anterior del

pico (DEPICP) y la distancia entre cóndilos mandibulares (DCM). Variables que al

parecer fueron fundamentales para la conformación de las agrupaciones (Figura 37);

52

es probable que a partir de estos rasgos anatómicos pudiéramos definir el tamaño

aproximado de los individuos de esta especie. Resultados similares se han

encontrado en otros trabajos, en los que definen que el tamaño de la órbita y del

supraoccipital varía y puede diferenciar organismos juveniles y adultos (Nishizawa et

al., 2010).

Por su parte, el CPIII resalta variables que se descartaron a partir de los dos

primeros componentes. Aunque la varianza explicada es baja (7.19%), podría

confirmar las variables de importancia en la diferenciación entre individuos de C.

caretta: amplitud total (AmT) y distancia entre los cóndilos mandibulares (DCM)

(Figura 38). Ambas nos indican mandíbulas anchas, que permitirían la captura de

presas más grandes.

De acuerdo con varios autores, la dieta de Caretta caretta varía conforme a

su edad (Bjorndal.,1985, Lutz et al.,1997 y Badillo., 2007). Sin embargo la selección

de presas también podría estar influenciada por el desarrollo de los cóndilos

mandibulares y en este caso, los organismos no cambiarían su dieta hasta que estas

estructuras les permitieran generar la fuerza suficiente como para triturar crustáceos

y bivalvos o sujetar peces de mayor tamaño.

Esencialmente, el ACP destacó las variables relacionadas con la robustez del

cráneo, la cual parece estar definida por la amplitud total (AmT) y la distancia entre

los cóndilos mandibulares (DCM). Estas a su vez podrían afectar la longitud de la

mandíbula inferior (LMI) y en menor medida la longitud del escamoso (LES), lo cual

puede deducirse por las cargas obtenidas en el ACP en los componentes II y III

(Figuras 41 y 42) ya que presentan valores opuestos entre sí. Bjorndal (1985)

menciona que para C. mydas el tipo de alimentación puede determinar la interacción

entre el hábitat y el organismo; en este sentido podría ser que el desarrollo de las

tortugas marinas se encuentre ligado al uso de sus hábitats y que para Caretta

caretta (al igual que en otras especies), el óptimo desarrollo de estructuras craneales

como los cóndilos mandibulares, el escamoso y el articular tal vez tengan una

repercusión en la eficiencia para aprovechar los recursos disponibles en el medio.

53

Sin embargo esto no pudo ser comprobado en este trabajo puesto que no se

encontró una relación entre las mediadas lineales y las presas.

Igualmente, la consistencia de las presas podría relacionarse con la fuerza

generada por las estructuras craneales. Tras analizar las presas de Caretta caretta,

encontramos que una parte considerable de ellas se encuentran blindadas; como es

el caso de algunos crustáceos como Arenaeus cribrarius, Cancer irroratus,

Callinectes sapidus, y Hemisquilla ensigera californiensis o los bivalvos Carinaria

cithara y Cavolinia tridentata, por mencionar algunos.

Este blindaje, proporcionado ya sea por una concha o una armadura de

quitina, puede hacer difícil su consumo por la dureza de su consistencia. Por otro

lado, aquellas presas que hacen parte de los hábitos alimentarios de esta especie y

que son blandas, se caracterizan porque presentan tamaños considerables:

Sardinella aurita (26 cm), Lophiodes caulinaris (40 cm) y Brevoortia tyrannus (35 cm).

En ambos casos una mordida poderosa proporcionada por estructuras craneales

robustas como las mencionadas en este trabajo sería sumamente efectiva ya sea

para abatir a las presas grandes, o para triturar aquellas que se encuentran

fuertemente blindadas.

El sistema generado en la mandíbula de los depredadores debe cumplir con

dos rasgos fundamentales: 1) permitir el cierre rápido de la boca en el momento en

que la presa entre a la apertura bucal o cuando puede ser atrapada en algún punto

entre los dientes (en este caso en algún punto del pico queratinoso) y 2) producir una

fuerza de mordida suficiente para lograr inmovilizar, triturar o desgarrar piezas de la

presa (Franco, 2011). De acuerdo con Silman et al., (2002) esta especie es

principalmente carnívora y suele alimentarse de almejas y cangrejos entre otros

invertebrados, empleando sus poderosas mandíbulas para capturar a sus presas.

Sin embargo, no se debe descartar la posibilidad de que las presas blandas

sean obtenidas por oportunismo. Aparentemente los peces que en ocasiones se

registran en la dieta de la especie, parecen proceder del aprovechamiento de los

descartes de la pesca (Bjorndal, 1985), ya que se duda que en realidad Caretta

54

caretta pudiera atrapar peces vivos. De igual manera, sugieren que las algas que

ocasionalmente aparecen dentro de su dieta, son consumidas de forma accidental

pues éstas aparentemente no le aportan ningún valor nutritivo (Sagarminaga et al.,

2006).

Después de todo lo expuesto anteriormente, se puede decir aunque de

manera muy general, que existen estructuras óseas encargadas de la robustez del

cráneo y que podrían cobrar importancia para la alimentación de Caretta caretta. Sin

embargo la prueba de Mantel mostró una correlación negativa entre las medidas

craneales y el tamaño de las presas, impidiendo relacionar alguna de las estructuras

con alguna de las presas.

Esto podemos atribuirlo a distintos factores;

En cuanto a las presas podría ser la fuente de los datos; ya que el trabajo se

realizó con valores tomados de la bibliografía para las tallas de las presas. Se podría

obtener un resultado más preciso al trabajar con presas obtenidas directamente en

los contenidos estomacales de los organismos y al determinar índices alimentarios

para conocer el aporte energético (índice gravimétrico) y la disponibilidad de las

presas (índice numérico).

En cuanto a los organismos usados en el presente estudio podría ser el

tamaño de muestra; pese a que nuestros datos no presentaron una distribución

normal, un mayor tamaño de muestra le daría más robustez a los resultados; también

las variables seleccionadas, ya que posiblemente se omitieron variables importantes

en los análisis realizados en el presente trabajo y por último las técnicas utilizadas;

ya que se podría encontrar una correlación más alta entre las variables de forma y la

alimentación de los individuos, haciendo uso de técnicas como la Morfometría

Geométrica.

Aunque el modelo de regresión lineal supone que es posible la predicción

exacta del comportamiento de los datos, en la práctica esto casi nunca es alcanzable

(Ross, 2007). Es posible observar (Figura 42) que los valores se encuentran

55

dispersos alrededor de la línea de tendencia, mostrando una relación muy pobre.

Esto en definitiva puede ser causa del origen de las matrices de datos, ya que una es

meramente bibliográfica, lo que en si dificultó el poder encontrar alguna relación.

Caretta caretta presenta una buena variedad de presas dentro de su dieta, tal

como se comprobó tras la revisión bibliográfica, sin embargo resulta difícil determinar

si las presas forman parte de la dieta de adultos o juveniles. Lo anterior debido a que

no existe información que especifique en qué momento las crías deben ser

consideradas juveniles, además durante esta etapa es cuando las tortugas inician su

integración a los hábitos de adulto, pues hasta la fecha no se encuentra definida la

duración en años del estado juvenil (Márquez, 1996). Así pues se pueden observar

organismos juveniles y adultos compartiendo zonas de alimentación (Eckert y Abreu,

2001). Esto indica que no es posible definir una dieta exclusiva para adultos o para

juveniles.

Es importante destacar que en el presente trabajo no se caracterizó de

manera directa la dieta de la especie; por lo que la robustez de la información acerca

del espectro alimentario, se limita a los datos de presencia- ausencia generados a

partir de la búsqueda bibliográfica realizada y no se cuenta con información acerca

del aporte energético o la disponibilidad de las presas en el medio; los cuales

seguramente generarían una caracterización más robusta. Esto último también es

causal para que no se haya logrado la aproximación deseada entre la relación de las

medidas lineales y las presas.

9. CONCLUSIÓNES

Existen correlaciones generales de las estructuras craneales, las cuales

arrojaron una visión básica sobre el ancho del cráneo de Caretta caretta y la

robustez del mismo.

Aunque se exploraron las estructuras craneales de Caretta caretta, no fue

posible saber con certeza cuál o cuáles de estas están relacionadas con el

consumo de alguna presa en particular.

56

A pesar de no encontrar una relación medidas-presas, la distancia entre

cóndilos mandibulares (DCM) y la amplitud total (AmT) nos dan indicios de la

importancia del ancho de la mandíbula, fundamental para atrapar a sus presas

y triturar aquellas de textura dura.

10. RECOMENDACIONES

1. Aunque pudieron encontrarse algunas estructuras de importancia en el cráneo

de Caretta caretta, es probable que alguna se haya queda fuera de este

estudio, por lo que sería recomendable redefinir con que estructuras trabajar.

2. Probablemente la relación entre las medidas y las presas no haya sido

definida por la diferencia en la fuente de los datos, se debe considerar el

trabajar con datos provenientes de contenidos estomacales para así tener una

mayor certeza en cuanto a las tallas de presas y depredadores.

3. Dado que algunos de los análisis utilizados en este estudio no arrojaron

información concluyente, tal vez se debe utilizar otro tipo de técnicas y análisis

para encontrar las relaciones entre las medidas lineales y las presas.

4. Aunque los datos no tenían distribución normal, por la naturaleza misma de los

datos, sería altamente aconsejable dar más robustez a las matrices en

trabajos similares a este.

11. BIBLIOGRAFÍA

Aguirre, C. J.L., Acosta, G. A. F., Agüero. J.C y R.M. Estrada. 1996.

Ictiofauna marina-costera del Pacífico central mexicano: análisis

preliminar de su riqueza y relaciones biogeográficas. Marco Ambiental:

Biología de peces.

57

Agüero de la Cruz. J y Cota, G. V. M. 1998. Ictiofauna de la laguna San

Ignacio, Baja California Sur, México: Nuevos registros y ampliaciones de

ámbito. Ciencias Marinas. 24(3):353-358.

Álvarez, C. R. 1995. Estadística Multivariante y no Paramétrica con SPSS

Aplicación a las Ciencias de la Salud. Díaz de Santos, S.A. España. 408 pp.

Andrade. S, L., Fransozo, V., Bertini. G., Fransozo, N. L. M y Greco, L. S. L.

2013. Reproductive plasticity in the Speckled Crab Arenaeus cribratus

(Decapodoa, Brachyura, Portunidae) Associated with a population

decline. Journal of Coastal Research. Vol 0.

Anderson, R. E., Hair, J. F., Tatham, R. L y Black, W. C. 1999. Análisis

Multivariante. Prentice Hall. 348 pp.

Badii, M. H., Catillo, J., Cortez, A. W y Villalpando, P. 2007. Análisis de

correlación canónica (ACC) e investigación científica. Innovaciones de

Negocios. 4(2):405-422.

Báez, C. J, D. Macías, M. A. Puerto, J. A. Camiñas y J. M. Ortiz de Urbina.

2010. Análisis Biométrico de la Tortuga Boba Caretta caretta (Linnaeus

1758), en el Mediterráneo Occidental. Collec. Vol. Sci. Pap. ICCAT. 65(6):

2305-2309.

Báez, C. J., S. García-Barcelona., J. L. Rueda y D. Macías. 2012. Nuevas

aportaciones a la ecología trófica de Caretta caretta. Bol. Asoc. Herpetol.

Esp. 23 (1): 33-36.

Baillo, M. A y Grané, C. A. 2008. 100 Problemas resueltos de estadística

multivariante; implementados en MATLAB. Delta. España. 192 pp.

Badillo, A. F. J. 2007. Epizoítos y parásitos de la tortuga boba (Caretta

caretta) en el mediterráneo occidental. Tesis doctoral. Universidad de

Valencia. Facultad de Ciencias Biológicas. Departamento de Zoología. 262 p.

58

Basch, V. L y Engle, M. J. 1987. Biogeography of Hemisquilla ensigera

californiensis (Crustacea: Stomatopoda) with emphasis on Southern

California Populations. Third California Islands Symposium.211-220.

Bigford, E. T. 1979. Synopsis of Biological data on the rock crab, Cancer

irroratus say. NOAA Technical Report NMFS Circular 426. 26 pp.

Bjorndal, K. A. 1985. Nutritional ecology of sea turtles. American Society of

Ichthyologist and Herpetologist. 1985 (3): 736-751.

Bohórquez, H. J. 2009. Ecomorfología alimentaria de algunas especies de

peces asociadas a fondos blandos. Tesis de Maestría. CICIMAR. La Paz

Baja California Sur. 132p.

Bowen, B.W., F. A. Aubreu-Grobois., G. H. Balaz., N. Kamezaki., C.J. Limpus

y R. J. Ferl. 1995. Trans-pacific migrations of the loggerhead turtle

(Caretta caretta) demonstrated with mitochondrial DNA markers.

Population Biology. (92): 3731-3734.

Brusca, C. R y Brusca, J. G. 2005. Invertebrados. Mcgraw Hill

Interamericana. España. 1005pp.

Cabral, N. H., Márquez, F. J., Rego, A. L., Catarino, A. I., Figueiredo. J y

Garcia, J. 2003. Genetic and Morphological variation of Synaptura

lusitánica Capello, 1868, along the Portuguese coast. Journal of Sea

Research. (50): 167-175.

Chacón, D., Sánchez, J., Calvo, J. J. y Ash, J. 2007. Manual para el manejo y

la conservación de las tortugas marinas en Costa Rica; Con énfasis en la

operación de proyectos en playa y viveros. Sistema Nacional de Áreas de

Conservación (SINAC), Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE). Gobierno

de Costa Rica. San José. 103p.

59

Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas. 2011. Programa de

acción para la conservación de la especie: Tortuga Caguama, Caretta

caretta. Dirección general de operación regional. Dirección de especies

prioritarias para la conservación. Programa nacional de conservación de

tortugas marinas. 44pp.

Cosío, J. T y L. Bourillón. 2000. Inventario y monitoreo del canal del

Infiernillo para el comanejo de os recursos marinos en el territorio Seri,

Golfo de California. Conservation International México AC. Informe final

SNIB-CONABIO proyecto No. L179.76pp.

Danemann, D. G y E. Ezcurra. 2008. Bahía de los Ángeles: recursos

naturales y comunidad, Línea base 2007. Instituto Nacional de Ecología.

México. 740pp.

Daniel, W. W. 2008. Bioestadística: Base para el análisis de las ciencias

de la salud. Limusa Wiley. México. 755 pp.

Diez, M. F., Zapico, F. F., Álvarez, Ll. J. F., González, V. I., Getino, R. J y

Expósito, E. M. 2008. Formación superior en prevención de riesgos

laborales 3.a ed. Lex Nova. España. 698 pp.

Eckert, K. L. y F. A. Abreu Grobois. 2001. Proceedings of the regional

meeting “Marine turtle conservation in the wider Caribbean region: A

dialogue for effective regional management” Santo Domingo, 16-18

November 1999. WIDECAST, IUCN-MTSG, WWF y UNEP Caribbean

Environment Programme. 154 pp.

Ferreira-Júnior, R.L Treichel, T. L. Scaramussa y J.T. Scalfoni. 2010.

Morphometric pattern in Caretta caretta (Linnaeus, 1758) (Cheloniidae)

hatchlings from nest with different embryo development rates. Braz. J.

Biol. 71 (1):151-156.

60

Fleischer, A. L. y J. C. Urruchúa. 1986. Censos de ballenas grises

(Eschrichtius robustus) en Bahía Magdalena, B.C.S. México. Ciencia

Pesquera. Instituto Nacional de Pesca. Secretaría de Pesca. México. (5): 51-

62.

Funes, R. R., J.G. Gutiérrez y R. P. García. 2007. Estudios Ecológicos en

Bahía Magdalena. Gobierno del Estado de Baja California Sur. Secretaría de

Turismo de Baja California Sur. FOMAR. CICIMAR. 311 pp.

Funes, R. R y R. González A. 2002. Diversidad taxonómica de las larvas de

peces de Bahía Magdalena y zona nerítica adyacente (área prioritaria

costera No. 4). IPN. CICIMAR. Informe final SNIB CONABIO proyecto No.

S102. México D.F. 17p.

Franco, M. R. A. 2011. Morfología y desempeño del aparato mandibular de

seis especies de peces ictiófagos demersales, asociados a los fondos

blandos de la plataforma continental de Nayarit-Sinaloa. Tesis de

Maestría. CICIMAR. La Paz Baja California Sur. 127 p.

García, B. E. 1999. Implicaciones ecológicas y evolutivas del tamaño en

los artrópodos. Departamento de Biología (Zoología). Universidad Autónoma

de Madrid. (26): 657-678.

García, R. L. I. 2009. Tesis de Licenciatura “Morfometría de dos

poblaciones alopátricas de Chelonia, en el mar Caribe la tortuga verde

(Chelonia mydas) y en el Pacífico mexicano la tortuga negra (Chelonia

agassizii). Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Facultad de

Biología. 49p.

Gerosa, Guido y Aureggi Mónica. 2005. Guía para pescadores sobre el

manejo de las tortugas marinas: Manual del profesor. Programa de

Investigación y Conservación de las Tortugas Marinas. 49pp.

61

González, T y Acosta, N. 2006. Patrones morfológicos de los cordados.

Universidad Nacional de Colombia. Colombia. 197 pp.

González, R. A. 2005. Ecología aplicada: diseño y análisis estadístico.

Colección de Estudios de Ecología. Universidad de Bogotá, Jorge Tadeo

Lozano.325 pp.

González, R. E. 2008. Variabilidad de la productividad primaria en el Golfo de

Ulloa, costa occidental de Baja California. Tesis de Doctorado CICIMAR. La

Paz Baja California Sur. 143 p.

Granado, L. C. 1996. Ecología de peces: volumen 45 de serie de ciencias.

Universidad de Sevilla. España. 353pp.

Grupo Tortuguero de las Californias. 2012. Propuesta integral para la

conservación y protección de la tortuga caguama del Pacífico (Caretta

caretta) dentro de su hábitat crítico de alimentación y desarrollo en Golfo

de Ulloa, Baja California Sur. CONABIO. México. 26 pp.

Hammer, Ø. Harper, D.A.T. and P.D. Ryan. 2001. PAST: Paleontological

Statistics Software Package for Education and Data Analysis.

Paleontología Electronica 4(1): 9pp.

Hernáez, P., Rombeso, A., Pinheiro, A. A. M y Nuno. Simoes. 2012.

Population structure and sexual maturity of the calico box crab Hepatu

epheliticus Linnaeus (Brachyura, Hepatidae) from Yucatan Peninsula,

México. Latin American Journal of Aquatic Research. 40(2):480-486.

Hernández. S, R., Fernández. C. C Y Baptista. L, P. 1991. Metodología de la

investigación. McGraw-Hill Interamericana. Colombia. 505 pp.

Johnson, D. K. A., Sierra. C. J. L. y Erosa. S. A. I.1993. Un Tesoro de la

Naturaleza: Las Tortugas Marinas. EDAMEX. México. 117pp.

62

Jones. M. E. H., Werneburg. I., Curtis. N., Penrose. R., O´Higgins. P., Fagan J.

M y Evans .E. S. 2012. The head and neck anatomy of sea turtles

(Cryptodira: Chelonidae) and skull shape in testudines. PLoS ONE

7(11):1-28.

Kane, W. J y Sternheim, M. M. 1989. Física. REVERTÉ. España. 824 pp.

Kardong, K. V. 2006. Vertebrados: Anatomía comparada función y

evolución. Mc Graw Hill. España. 782 pp.

Lindbeg, J. W y Marshall, J. M. 1984. Species profiles: Life histories and

environment requirements of coastal fishes and invertebrates (South

Florida), Stone Crab. U.S. Fish and Wildlife Service. 17pp.

Longhurst, R. A y Seibert. L. R. Don. 1971. Breeding in an Oceanic

population of Pleuroncodes planipes (Crustacea, Galatheidae). Pacific

Science. (25):426-428.

Lutz, L. P., J. A. Musick. 1997. The biology of sea turtles. CRC PRESS.

EUA. 411 pp.

Lutz, L. P., J. A. Musick y J. Wyneken.2003. The biology of sea turtles vol. II.

CRC PRESS. EUA. 456 pp.

Machado, A y J. A. Bermejo. 2013. Estado de conservación de la tortuga

boba (Caretta caretta) en islas canarias, 2012. Santa Cruz de Tenerife:

Observatorio Ambiental Granadilla. 154 pp.

Márquez, René. 1996. Las tortugas marinas y nuestro tiempo. Fondo de

Cultura Económica. México. 104pp.

Martín, A. A y del Castillo, L. J.D. 2004. Bioestadística para las ciencias de

la salud. NORMA-CAPITEL. España. 647 pp.

63

Martínez, E. A., Ballesté. C. J. C., Castro. R. L., Navarro. I. F., Reguero. A. M.,

Medel. M. R. A., Ruiz. M. J., Ros. L. M. V y San José. H. N. 2011. Materiales

didácticos de biología. Guía práctica de maturita. Secciones bilingües de

Eslovaquia. Agregaduría de educación. España-Eslovaquia. 329pp.

Martínez, G., F. Scarabino y E. Delgado.2009. New records of the

brachyuran crabs Hepatus pudibundus (Aethridae) and Persephona

mediterranea (Leucosiidae) in their southernmost Western Atlantic

distribution. Pan-American Journal of Aquatic Sciences. 4(3):279-282.

Medina, Y., F. Moncada y G. Nodarse. 2011. Relaciones morfométricas de

la tortuga Carey (Eretmochelys imbricata) con vista a su aplicación en el

manejo. Revista Cubana de Investigaciones Pesqueras. 28(1):64-68.

Michel, M. J. E. 1995. Tesis de Maestría “Variabilidad Fenotípica en Crías

de Tortuga Marina Lepidochelys olivacea. CICIMAR. 99 p.

Molist, P., Pombal. A. M., Megías. M. 2011. Atlas de Histología Vegetal y

Animal. Departamento de Biología Funcional y Ciencias de la Salud. Facultad

de Biología. Universidad de Vigo. España. 30pp.

Moreno, C. E. 2001. Métodos para medir la biodiversidad. M y T-Manuales

y Tesis SEA. Vol 1. Zaragoza. 84 pp.

Munilla, Ignacio. 1997. Henslow´s swimming crab (Polybius henslowii) as

an important food for yellow-legged gulls (Larus cachinnans) in NW

Spain. Journal of Marine Science. 54: 631-634.

Nishizawa, H.,M. Asahara, N. Kamezaki y N. Arai. 2010. Differences in the

skull morphology between juvenile and adult green turtles: Implications

for the ontogenetic diet shift. Current Herpetology. 29(2):97-101.

Norman, G. R. y Streiner, L. D. 2005. Bioestadística. Harcourt International.

España. 261 pp.

64

Ocaña, O., A. G. de los Ríos y Los Huertos y A. Brito. 2006. The Crab

Polybius henslowii (Decapoda: Brachyura) as a main resource in the

Loggerhead turtle (Caretta caretta) diet from North Africa. Revista.

Académica. Canar. Cienc. 17 (4):103-116.

Olson, L. E., Salomon, K. A., Wirsing, J. A y Heithaus, R. M. 2012. Large-

scale movement patterns of male loggerhead sea turtles (Caretta caretta)

in shark bay, Australia. Marine and Freshwater Research. 63:1108-1116.

Parker, M. D., Cooke, J. W y Balazs. H. G. 2005. Diet of oceanic loggerhead

sea turtles (Caretta caretta) in the central North Pacific. Fishery Bulletin.

103 (1):142-152.

Parker, T. J., Haswell, W. A y Nadal, J. (revisor). 1991. Zoología: Cordados.

REVERTÉ, S. A. España. 983 pp.

Peckham, S. H. 2008. Demographic and conservation implications of

alternative foragin strategies in juvenile loggerhead turtle (Caretta

caretta) of the North Pacific Ocean. University of Santa Cruz. 85 p.

Peckham, S. H., Maldonado, D. D., Volker. K., Manici. A., Gaos. A., Tinker. M.

T y Nichols. W. J. 2008. High mortality of loggerhead turtles due to bycatch,

human consumption and stranding at Baja California Sur, México, 2003 to

2007. Endangered Species Research.

Pedrosa, H y Dicovskyi, L. 2007. Sistema de análisis estadístico con SPSS.

Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria. Nicaragua. 153 pp.

Peña, Daniel. 2003. Análisis de Datos Multivariante. Mc Graw Hill

Interamericana. España. 539 pp.

Plotkin, P.T., Wicksten, M. K y Amos, A.F.1992. Feeding ecology of

loggerhead sea turtle Caretta caretta in the Northwestern Gulf of México.

Marine Biology. 115: 1-15.

65

Pritchard, H. C. P y J. A. Mortimer. 1999. Taxonomía, Morfología Externa e

Identificación de las Especies. Técnicas de Investigación y Manejo para la

Conservación de las Tortugas Marinas. K. L. Eckert, K. A. Bjorndal, A. Abreu-

Grobois, M. Donnelly (editores) UICN/CSE Grupo Especialista en Tortugas

Marinas Publicación No.4. 23-42.

Ramírez, G. A. 2005. Ecología aplicada; diseño y análisis estadístico.

Universidad de Bogotá, Jorge Tadeo Lozano. Colombia. 325 pp.

Ramírez, G. A. 2006. Ecología: Métodos de muestreo y análisis de

poblaciones y comunidades. Pontificia Universidad Javeriana. Colombia.

273pp.

Retamal, A. M., Ernst. B., Chamorro. J y Manríquez P. 2013. Descripción y

distribución geográfica de una nueva especie para el archipiélago Juan

Fernández: Platymera gaudichaudii (H. Milne-Edwards, 1837) (Decapoda,

Calappidae). Latin American Journal of Aquatic Research. 41(5):1010-1012.

Ross. M, Sheldon. 2007. Introducción a la Estadística. REVERTE. España.

809 pp.

Sagarminaga. R., Cañadas. A., Urquiola. E y Vázquez. J, A. 2006. Propuesta

de plan de conservación para la tortuga boba (Caretta caretta) en el

mediterráneo español (Región de Andalucía y Murcia). Sociedad Española

de Cetáceos. España. 94 pp.

Salazar, R. M. E., Hernández, A. S y Núñez, B. E. 2001.Coeficientes de

asociación. Plaza y Valdez. México. 168 pp.

Samuels, M. J y Valkenburg, V. B. 2009. Craniodental indicators of prey

size preference in the Felidae. Biological Journal of the Linnean Society.

(96): 784-799.

66

Sábado, T. J. 2009. Fundamentos de bioestadística y análisis de datos

para enfermería. Servei de Publicacions. Universidad Autónoma de

Barcelona. España. 147pp.

Sánchez y A. Gándara. 2011. Conceptos básicos de gestión ambiental y

desarrollo sustentable. SEMARNAT. México. 333pp.

Seminoff, J. A., A. Resendiz., B. Resendiz y J. Nichols. 2004. Ocurrence of

loggerhead sea turtles (Caretta caretta) in the Gulf of California, México:

evidence of life-history variation in the Pacific Ocean. Herpetological

review. 35 (1):24-27.

Shigeto, A. J., Mangel, C.J., Seminoff y P. H. Dutton. 2008. Demography of

loggerhead turtles Caretta caretta in the southeastern Pacific Ocean:

fisheries-based observations and implications for management.

Endangered Species Research. 5:129-135.

Scheiner, M. S y Gurevitch, J. 2001. Design and Analysis of Ecological

Experiments, second division. Oxford University Press. E.U.A. 432pp.

Silman, R., Vargas. I y Troëng. S. 2002. Tortugas Marinas: Guía Educativa.

Corporación Caribeña para la Conservación. 38 pp.

Smith, Josep W. 1999. Distribution of Atlantic menhaden, Brevoortia

tyrannus, purse-seine sets and catches from southern New England to

North Carolina, 1985-96. U.S Dep. Commer. NOAA Technical Report. 22 pp.

Soto, S. J. J y Aguirre, C. J.L. 1996. Trophic comparison amog Triglidae

(Pisces: Scorpaeniformes) off Baja California Sur, México. Revista de

Biología Tropical. 44 (2):803-811.

Spotila, R. J. 2004. Sea Turtles: A complete guide to their biology,

behavior and conservation. JHU Press. 240 pp.

67

Sutton Glen y Wagner Tom. 2007. Stock assessment of blue crab

(Callinectes sapidus) in Texas coastal waters. Management Data Series

No.249. 45pp.

Tagliafico. A., González. L. W y Eslava. N. 2008. Estimación de los

parámetros de crecimiento y reproducción de la sardina (Sardinella

aurita) del sureste de la isla de margarita, Venezuela. Boletín de

Investigaciones Marinas y Costeras. 37 (2):45-54.

Trespalacios. G., J. A., Bello, A. L y Vázquez. C. R. 2005. Investigación de

mercados: métodos de recogida y análisis de la información para la toma

de decisiones en marketing. Paraninfo. España. 353 pp.

Urroz Carlos. 1991. Elementos de Anatomía y Fisiología Animal. EUNED.

268 pp.

Valera, N. J. P. A. 2005. Apuntes de Física General. Universidad Nacional

Autónoma de México. México. 381pp.

Vanhooydonck, B., Herrel. A y R. Van Damme. 2007. Interactions between

habitat use, behavior, and the trophic niche of lacertids lizards. Pp 427-

449. En: Aldape. L. C. T., Lazcano. H. E. y Martínez. C. M. (Edits).

Composición de la dieta de Aspidoscelis sacki de Zaachila, Oaxaca.

Boletín de la Sociedad Herpetológica Mexicana. 17(2):73-887.

Wainwright, P. C. 1996. Ecological explanation through functional

morphology: The feeding biology of sunfishes. Ecology. 77 (5):1336-1343.

Walls, A. E., Berkson, J y Smith, A. S. 2002. The Horseshoe Crab, Limulus

polyphemus: 200 million years of existence, 100 years of study. Fisheries

Science. 10(1):39-73.

Wyneken, J. 2004. La anatomía de las tortugas marinas U.S. deparment of

commerce NOAA technical memorándum.NMFS-SEFSC-470. 172 pp.

68

Young. M., Salmon. M y Forward. R. 2012. Visual wavelength discrimination

by the Loggerhead turtle, Caretta caretta. Marine Biological Laboratory.

222: 46-55.

Zelditch, L. M, L. D. Swiderski, D. H. Sheets y L. W. Fink. 2004. Geometric

Morphometrics for Biologist. Academic Press. 416 pp.

12. ANEXO I

Valores descriptivos de los datos no estandarizados; máximo, mínimo, promedio y desviación

estándar.

VARIABLE MAX MIN PROM Σ VARIABLE MAX MIN PROM σ

1(LT) 19.86 14.14 16.48 1.52 17(AmP) 9.79 6.44 7.88 0.81

2(LNEEP) 17.63 12.5 14.78 1.40 18(LPT) 4.01 2.29 2.90 0.41

3(LNEX) 2.96 2.02 2.49 0.24 19(LM) 8.11 5.54 6.62 0.61

4(LR) 6.20 4.61 5.60 0.41 20(LPM) 2.37 1.56 1.90 0.18

5(LBPFEP) 13.29 8.88 10.87 1.12 21(LV) 2.48 1.4 1.93 0.28

6(LO) 5.49 3.98 4.69 0.37 22(LP) 3.80 2.3 2.93 0.33

7(AnF) 6.47 4.36 5.22 0.49 23(DEPICP) 15.34 11.38 13.23 1.17

8(LUFEP) 13.07 8.68 10.54 1.09 24(LCY) 6.60 4.03 5.11 0.63

9(LPO) 8.34 5.16 6.76 0.79 25(AlCY) 6.35 3.76 4.74 0.60

10(AnPO) 2.50 1.25 1.77 0.26 26(AmCCY) 2.99 2.01 2.49 0.25

11(LES) 6.26 3.46 4.88 1.07 27(LOO) 5.61 4.06 4.78 0.41

12(LSO) 3.71 1.56 2.56 0.63 28(DCMPES) 9.38 6.10 7.66 0.85

13(AmT) 12.04 7.8 9.71 1.18 29(LTL) 19.57 14.11 16.44 1.49

14(DCM) 14.44 10.14 12.02 1.13 30(LMI) 9.61 6.7 8.16 0.73

69

15(AmFI) 4.60 2.97 3.66 0.45 31(LA) 6.55 3.97 5.12 0.60

16(LFI) 6.40 4.43 5.41 0.55 32(LD) 4.48 3.1 3.77 0.41

13. ANEXO II

Histogramas de frecuencia para las medidas lineales tomadas de los cráneos.

70

Figura.6.Histograma de la variable 2. (LNEEP). Figura.7.Histograma de la variable 3. (LNEX).

Figura.8.Histograma de la variable 4. (LR). Figura.9.Histograma de la variable 5. (LBPFEP).

71

Figura.10.Histograma de la variable 6. (LO). Figura.11.Histograma de la variable 7. (AnF).

72

Figura.12.Histograma de la variable 8. (LUFEP). Figura.13.Histograma de la variable 9. (LPO).

73

Figura.14.Histograma de la variable 10. (AnPO). Figura.15.Histograma de la variable 11. (LES).

Figura.16.Histograma de la variable 12. (LSO). Figura.17.Histograma de la variable 13. (AmT).

74

Figura.18.Histograma de la variable 14. (DCM). Figura.19.Histograma de la variable 15. (AmFI).

Figura.20.Histograma de la variable 16. (LFI). Figura.21.Histograma de la variable 17. (AmP).

75

Figura.22.Histograma de la variable 18. (LPT). Figura.23.Histograma de la variable 19. (LM).

76

Figura.24.Histograma de la variable 20. (LPM). Figura.25.Histograma de la variable 21. (LV).

77

Figura.26.Histograma de la variable 22. (LP). Figura.27.Histograma de la variable 23. (DEPIC).

Figura.28.Histograma de la variable 24. (LCY). Figura.29.Histograma de la variable 25. (AlCY).

78

Figura.30.Histograma de la variable 26. (AmCCY). Figura.31.Histograma de la variable 27. (LOO).

Figura.32.Histograma de la variable 28. (DCMPES). Figura.33.Histograma de la variable 29. (LTL).

79

Figura.34.Histograma de la variable 30. (LMI). Figura.35.Histograma de la variable 31. (LA).

Figura.36.Histograma de la variable 32. (LD).

80

14. ANEXO III

Valores de normalidad de las 32 medidas craneales.

VARIABLE p-valor VARIABLE p-valor

1.-Longitud total (LT). 0.0015 17.-Amplitud del pico (AmP). 0.0027

2.-Longitud desde el borde

posterior de las narinas hasta el

extremo posterior (LNEEP).

0.0051 18.-Longitud del pterigoides

(LPT).

0.0022

3.-Longitud de las narinas

externas (LNEX).

0.0073 19.-Longitud del maxilar (LM). 0.0030

4.-Longitud del rostro (LR). 0.0028 20.-Longitud del premaxilar

(LPM).

0.0048

5.-Longitud desde el borde

posterior del frontal hasta el

extremo posterior (LBPFEP).

0.0030 21.-Longitud de vómer (LV). 0.0023

6.-Longitud de la órbita (LO). 0.0022 22.-Longitud del palatino (LP). 0.0021

7.-Ancho del frontal (AnF). 0.0037 23.-Distancia desde el extremo

postero-inferior del cuadrado

hasta el extremo anterior del

pico (DEPICP).

0.0019

8.-Longitud desde la unión

frontal/postorbital parietal hasta

el extremo posterior (LUFEP).

0.0028 24.-Longitud del cuadrato-

yugal (LCY).

0.0017

9.-Longitud del postorbital

(LPO).

0.0030 25.-Altura del cuadrato-yugal

(AlCY).

0.0034

10.-Ancho del postorbital

(AnPO).

0.0029 26.-Amplitud del cóndilo

cuadrato-yugal (AmCCY).

0.0030

11.-Longitud del escamoso 0.0029 27.-Longitud del orbita ocular 0.0028

81

(LES). (LOO).

12.-Longitud del supraoccipital

(LSO).

0.0056 28.-Distancia desde el extremo

postero-inferior del cuadrato-

yugal, hasta la unión

posteroparietal-escamoso

(DCMPES).

0.0021

13.-Amplitud total (AmT). 0.0015 29.-Longitud total (LTL). 0.0070

14.-Distancia entre cóndilos

mandibulares (DCM).

0.0019 30.-Longitud del la mandíbula

inferior (LMI).

0.0033

15.-Amplitud de la fosa

infratemporal (AmFI).

0.0011 31.-Longitud del articular (LA). 0.0050

16.-Longitud de la fosa

infratemporal (LFI).

0.0024 32.-Longitud del dentario (LD). 0.0018