unidad 4. transformaciones

52
1 UNIDAD 4. TRANSFORMACIONES 4.1. Transformaciones geométricas 4.1.1 Definición Son aplicaciones (correspondencias) de un conjunto M en si mismo, tal que a cada elemento E de M, la transformación asocia (hace corresponder) un elemento E´ que también pertenece a M. Al elemento E´ tambien le puede corresponder el E, diciéndose entonces que la aplicación es biyectiva. El conjunto M puede ser: la recta, el plano, el espacio (el punto). Un elemento E y su transformado E´ se llaman homólogos, y cuando un par de elementos homólogos coinciden se llaman dobles. Las propiedades que permanecen inalteradas en una transformación se llaman invariantes 4.1.2 Principales transformaciones (en el plano) Homografía: Correspondencia entre elementos de la misma especie. A punto le corresponde punto, a recta-recta, etc,... Correlación: Correspondencia entre elementos de distinta especie. A punto le corresponde recta y a recta-punto. Proyectividad: Aplicación que conserva la razón doble y es independiente la posición de la configuración original de la configuración imagen. Perspectividad: Proyectividad restringida por la posición entre original e imagen. La configuración original y la imagen deben ser proyección o sección una de la otra. Homología: Perspectividad homográfica en el plano. (Homotecia, Afinidad, Traslación) Movimiento: Aplicación que permite obtener una figura imagen congruente con la original mediante traslación, giro o simetría axial, o convicciones (transformaciones sucesivas) de los mismos. Semejanza: Cuando a dos figuras homotéticas se les aplica un giro o una simetría axial o combinación de ellos (transformaciones sucesivas) se dice que existe semejanza entre la figura fija y la resultante del movimiento. Inversión circular: Aplicación biunívoca proyectiva, en el plano, en la que pares de puntos homólogos están alineados con un punto fijo y sus distancias a dicho punto fijo tienen producto constante. Polaridad : (respecto de una circunferencia) Correlación proyectiva entre punto y recta con relación a una circunferencia fija, cuyo invariante es la razón doble armónica.

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Page 1: Unidad 4. Transformaciones

1

UNIDAD 4. TRANSFORMACIONES

4.1. Transformaciones geométricas 4.1.1 Definición

Son aplicaciones (correspondencias) de un conjunto M en si mismo, tal que a cada elemento E de M,

la transformación asocia (hace corresponder) un elemento E´ que también pertenece a M.

Al elemento E´ tambien le puede corresponder el E, diciéndose entonces que la aplicación es

biyectiva.

El conjunto M puede ser: la recta, el plano, el espacio (el punto).

Un elemento E y su transformado E´ se llaman homólogos, y cuando un par de elementos homólogos

coinciden se llaman dobles.

Las propiedades que permanecen inalteradas en una transformación se llaman invariantes 4.1.2 Principales transformaciones (en el plano)

Homografía: Correspondencia entre elementos de la misma especie. A punto le corresponde

punto, a recta-recta, etc,...

Correlación: Correspondencia entre elementos de distinta especie. A punto le corresponde recta y

a recta-punto.

Proyectividad: Aplicación que conserva la razón doble y es independiente la posición de la

configuración original de la configuración imagen.

Perspectividad: Proyectividad restringida por la posición entre original e imagen. La configuración

original y la imagen deben ser proyección o sección una de la otra.

Homología: Perspectividad homográfica en el plano. (Homotecia, Afinidad, Traslación)

Movimiento: Aplicación que permite obtener una figura imagen congruente con la original

mediante traslación, giro o simetría axial, o convicciones (transformaciones

sucesivas) de los mismos.

Semejanza: Cuando a dos figuras homotéticas se les aplica un giro o una simetría axial o

combinación de ellos (transformaciones sucesivas) se dice que existe semejanza

entre la figura fija y la resultante del movimiento.

Inversión circular: Aplicación biunívoca proyectiva, en el plano, en la que pares de puntos

homólogos están alineados con un punto fijo y sus distancias a dicho punto fijo tienen

producto constante.

Polaridad : (respecto de una circunferencia) Correlación proyectiva entre punto y recta con

relación a una circunferencia fija, cuyo invariante es la razón doble armónica.

Page 2: Unidad 4. Transformaciones

2

TRANSFORMACIONES GEOMÉTRICAS

MOVIMIENTO

TRASLACIÓN

X X

AFINIDAD GIRO

SIMETRÍA AXIAL

HOMOTECIA

SIMETRÍA CENTRAL

X

SEMEJANZAINVERSIÓN POLARIDAD

X = producto

PROYECTIVIDAD

HOMOGRAFÍA CORRELACIÓN

PERSPECTIVIDAD

HOMOLOGIA

Page 3: Unidad 4. Transformaciones

3

V

AC

B

A'

B'

C'

'

M'M

N'N

Figura 4.1. Definición de homología

4.1.3 Homología y Afinidad

El conocimiento de las propiedades de esta transformación geométrica facilita las construcciones que

surgen en los abatimientos de formas planas y en las secciones planas de todas las figuras radiadas.

Una exposición rigurosa de las transformaciones homológicas se encuentra en libros de Geometría

Proyectiva. Nuestro objetivo será conocer el origen de esta transformación en el espacio,

propiedades, posibilidad de que exista en el plano y construcciones en el plano.

HOMOLOGÍA

Dos formas planas son homológicas cuando

son secciones de una misma radiación. Según

esto, las formas ABC y A’B’C’ de la figura 4.1

son homológicas.

Con independencia de otras propiedades de

carácter proyectivo, que estudia la Geometría

Proyectiva, en la homología así definida se

verifica:

1) Los puntos homólogos A y A’, B y B’... están

alineados con un punto fijo V, llamado centro

de homología.

2) Las rectas homólogas AC , y C'A' se cortan

en una recta fija, MN llamada eje de

homología, que es la recta intersección de los

dos planos y ’. Los puntos M y N del eje son

dobles, es decir, homólogos de sí mismos.

TEOREMA DE LAS TRES HOMOLOGÍAS

Si dos formas planas φ’ y φ’’ (véase figura 4.2) no situadas en el mismo plano, son homológicas de

una tercera φ, respecto de un mismo eje E de homología y de dos centros de homología O’ y O”, son

homológicas entre sí respecto del mismo eje de homología E y de un centro O alineado con 'O'O' .

Sean tres planos , ’ y ’’ que se cortan en la recta E. Proyectemos desde O’ el segmento AB

(forma φ), situado en , sobre ’, con lo que obtendremos el segmento B'A' (forma φ’). 'BA' (φ’) y

AB (φ) son homológicas de centro O’ y eje E. Proyectemos nuevamente AB , ahora desde O’’ y

sobre el plano ’’, con lo que obtendremos el segmento 'B''A' (forma φ”).

'B''A' (φ”) y AB (φ) son homológicos de centro O” y eje E.

Page 4: Unidad 4. Transformaciones

4

Veamos que la relación que liga 'B''A' (φ”) con 'BA' (φ’) es una homología. En primer lugar se

cumple que las rectas homólogas 'B''A' y 'BA' se cortan en un punto M de una recta fija E.

Demostraremos a continuación que los puntos homólogos A’ y A”, B’ y B” ... están alineados con un

punto fijo. Para ello observaremos (figura 4.3) que por estar en un mismo plano los puntos O’, O”, A,

A’ y A”, 'O'O' se deberá cortar con 'A'A' . De igual forma 'B'B' cortará a 'O'O' .

Por otra parte (figura 4.4) los puntos A’, B’, M, A” y B” también están en un plano luego 'A'A' se

cortará con 'B'B' . Puesto que 'O'O' no está contenida en el plano anterior, para que corte

simultáneamente a ''AA' y 'B'B' tiene que pasar por el punto de intersección O de ambas rectas, o

lo que es lo mismo, los puntos homólogos están alineados con un punto fijo de 'O'O' .

O''

O'

''

'

A

B

A' A'''''

B'B''

MEJE

E

Figura 4.2. Teorema de las tres homologías

A' A''

B'

B''

O

M

O'O''

A''

A'

A

O

O'

O''

Figura 4.3 Figura 4.4

Page 5: Unidad 4. Transformaciones

5

HOMOLOGIA ENTRE FORMAS PLANAS SUPERPUESTAS

Si ’ y ’’ fueran un único plano (figura 4.5) existirá una homología entre φ’ y φ” situada sobre dicho

plano, siendo el centro el punto donde 'O'O' corta al citado plano.

En definitiva, si la relación que liga a dos figuras planas situadas sobre un mismo plano es tal que los

puntos homólogos están alineados con un punto fijo y rectas homólogas se cortan sobre otra recta

fija, esta relación es una homología.

HOMOLOGÍA PLANA. DETERMINACIÓN DE PUNTOS Y RECTAS HOMÓLOGAS

Definida la homología por el centro, eje y dos puntos homólogos A y A’ se pueden presentar los

siguientes problemas:

1º. Determinar el punto homólogo de uno dado B

(figura 4.6)

El punto B’, homólogo del B, estará alineado con el

centro O y el punto B. Por otra parte, la homóloga r’ de

una recta cualquiera r, que pasa por AB pasará por M

(punto doble del eje) y por A’; luego B’ se hallará en la

intersección de r’ con OB .

2º. Determinar la recta r’ homóloga de una dada r

(figura 4.7)

En este caso tomamos una recta auxiliar t que pasa por

A; su homóloga t’ pasará por M≡M’ y A’.

El homólogo del punto T, intersección de r, y t será el T’ alineado con OT y situado sobre t’, y por el

' ''

O''

O

O'A

A''A'B

B''B'

'''

Figura 4.5. Homología entre formas planas

eje

A

A'

r'r

B B'

O

MM'

Figura 4.6

Page 6: Unidad 4. Transformaciones

6

que deberá pasar r’, luego esta recta queda definida al

conocer dos puntos T’ y N’ de la misma.

RECTAS LÍMITES DE UNA HOMOLOGÍA

Se llaman rectas límites k’ y l de una homología entre

formas planas a las rectas homólogas de las del infinito

(rectas impropias). Recordemos que recta del infinito o recta

impropia de un plano es la que contiene todos los puntos del

infinito o impropios de este plano.

Puesto que las rectas homólogas se deben cortar sobre el

eje de homología, lógicamente las rectas límites deberán ser

paralelas al eje.

Para su construcción basta con hallar según se ha visto en la figura 4.6 los homólogos de los puntos

M’ y K (figura 4.8).

De dicha construcción se desprende que el cuadrilátero OMUK’ es un paralelogramo (lados opuestos

paralelos) por lo que la distancia de O a l es igual que la de K’ al eje, lo que nos permite situar una de

ellas conocida la otra.

Una recta límite equivale a dos rectas homólogas, luego la homología queda definida conociendo el

centro, el eje y una recta límite.

En la figura 4.9 para determinar el homólogo del punto A conocida la recta límite se ha cogido una

recta auxiliar r que pasa por él; la recta r’ será la paralela por U≡U’ a OM (por estar M en la recta

límite l, su homólogo M’∞ será impropio).

O

MK

l

A

r

K'

UU'

r'

A'

k'

M'

eje

Figura 4.8. Rectas límite

A

A'

MM'

NN'

TO T'

r

t

r'

t'

Figura 4.7

Page 7: Unidad 4. Transformaciones

7

En la figura 4.10 se indica como el ángulo , que forman los homólogos r’ y s’ de dos rectas r y s, es

el mismo que el que forman los homólogos M y N de los puntos M’∞ y N’∞ con el centro de la

homología. La demostración no ofrece dificultad ya que OM es paralela a

M'A' .

CONSTRUCCIONES DE HOMOLOGÍA

1º. Dibujar la figura homológica del triángulo ABC (figura 4.11)

El triángulo ABC corta en los puntos M y N a la recta límite, luego su figura homóloga tendrá en el

infinito todos los puntos homólogos del segmento MN .

O M

NA

M'

N'

A'

UU'

l

VV'

M'

N'

B'

C'

eje

B

CUB'||OM

VC'||ON

Figura 4.11. Figura homológica de un triángulo

O

l

M

r

A

UU'

r'

A'

M'

eje

Figura 4.9 . Construcciones de homología

O

M

M'

r'r

A A'

N'

s s'

N

Figura 4.10. Construcciones de homología

Page 8: Unidad 4. Transformaciones

8

Los homólogos de los lados AB y AC se obtendrán trazando por U≡U’ y V≡V’ las paralelas a OM

y ON , respectivamente.

2º. Definir la homología que transforma el cuadrilátero ABCD en un cuadrado (figura 4.12)

En el cuadrado homólogo A’B’C’D’ se cumple:

• 'B'A y 'D'C son paralelas (intersección en el infinito), luego AB y CD se deberán cortar en

la recta límite.

• 'D'A y 'C'B son paralelas, luego AD y BC se deberán cortar en la recta límite.

Si ahora tomásemos un punto cualquiera como centro de homología la figura homológica sería, en

general, un paralelogramo.

En el cuadrado se cumple que el ángulo de los vértices es 90º, luego el centro de homología

(recordar la figura 4.10) estaría en el arco capaz de 90º sobre el segmento MN .

Si el centro de homología fuera un punto cualquiera de este arco capaz, la figura homológica sería,

en general, un rectángulo pues cumple las condiciones impuestas hasta ahora de tener los lados

opuestos paralelos y formar los contiguos el ángulo de 90º.

El cuadrado se diferencia del rectángulo en que el ángulo de las diagonales es también de 90º.

Luego el centro de homología deberá estar en el arco capaz de 90º sobre el segmento PQ siendo P

y Q las intersecciones de las diagonales de ABCD con la recta límite.

El centro de homología queda pues definido por la intersección de los dos arcos capaces. Tomando

un eje de homología cualquiera (en la figura se ha elegido el que pasa por C naturalmente, paralelo a

la recta límite) el cuadrilátero ABCD se transforma en el cuadrado

A’B’C’D’. l

O

M

A

A'

CC'

P

N

Q

D

B

B'

D'

Eje

Centro de homología

Recta límite

Figura 4.12. Transformación homológica de un cuadrilátero en cuadrado

Page 9: Unidad 4. Transformaciones

9

HOMOLOGÍAS PARTICULARES

HOMOTECIA: El eje de homología es impropio e∞. (SIMETRÍA CENTRAL K=-1)

AFINIDAD: U homología afín. El centro de homología es impropio O∞.

Oblicua: dirección de afinidad oblicua al eje.

Ortogonal: dirección de afinidad perpendicular al eje.

Cizalladura: dirección de afinidad coincide con el eje. (conserva las áreas)

TRASLACIÓN: Son impropios eje y centro (e∞ y O∞).

AFINIDAD

Un caso particular de homología se presenta cuando el centro de homología es un punto impropio.

Todos los razonamientos y construcciones que se han hecho para la homología son aplicables a la

afinidad, con la única diferencia de que los puntos homólogos en vez de estar alineados con un punto

fijo O se encuentran alineados en una dirección fija, llamada dirección de afinidad.

En la afinidad no existen rectas límites pues la recta, impropia es doble. Por otra parte (figura 4.13)

por ser 'AA , 'BB ..., paralelas, se cumple que UA / A'U = VB / 'B'V = TC / 'C'T , es decir, que

la razón de las distancias del eje a cada par de puntos homólogos, tomados en la dirección de

afinidad, es constante.

VV'

UU'

B'

B

A'

A

s

C'

C

r

r'

TT' s'

Eje de afinidad

dirección de afinidad

Figura 4.13. Afinidad

Page 10: Unidad 4. Transformaciones

10

CONSTRUCCIONES DE AFINIDAD

Utilizando las construcciones de afinidad podemos simplificar la determinación del alzado (planta) de

una figura situada en un plano cuando se conoce la planta (alzado). En efecto, las proyecciones a’a”

y se encuentran en una misma dirección, y las rectas b'a' y 'b''a' se cortan en puntos que por tener

las dos proyecciones confundidas son de la recta intersección del plano dado con el 2º bisector, recta

que se fija, e independiente de la línea de tierra que se tome, según se demostró anteriormente.

En la figura 4.14 es conocida la proyección horizontal y de la vertical son datos el a’’b’’g’’.

Los puntos 1’=1” y 2’=2” determinan el eje de afinidad.

Cuando el plano está dado por sus trazas P’ y P” (figura 4.16), se determina en primer lugar el eje de

afinidad hallando la intersección del plano P con el 2º bisector. Para ello basta elegir una horizontal,

por ejemplo la que pasa por el punto B, y observar donde se cortan r’ y r”. Los puntos M (m’=m’’) y N

(n’=n’’) intersección de P’ y P” determinan la recta de intersección con el 2º bisector y por lo tanto el

eje de afinidad. Dada la proyección horizontal a’b’c’d’e’f’, de una figura situada en el plano P, la

proyección vertical a’’b’’c”d’’e’’f’’ se obtiene fácilmente haciendo uso de las construcciones de

afinidad. La dirección de afinidad es la de la perpendicular a la línea de tierra.

b''

a''

c''

d''

e''

f''

g''

a'

b' c'

d'

e'

f'

g'

1'1''

2'''

eje de afinidad

intersección del plano 2º

bisector

Figura 4.14. Afinidad entre proyecciones diédricas

Page 11: Unidad 4. Transformaciones

11

P ''

P '

d''

e''

d''

f''b''

c''

c'

d'

e'

f'

a'

b'

nn'

m'm'' r''

r'

Figura 4.16. Afinidad en sistema diédrico

Page 12: Unidad 4. Transformaciones

12

4.2. Métodos clásicos: Abatimiento de un plano (aplicación al sistema diédrico)

Problema directo: ABATIMIENTO DE UN PLANO CUALQUIERA SOBRE UN PLANO DE

PROYECCIÓN O SOBRE UN PLANO PARALELO A UN PLANO DE PROYECCIÓN.

Se dice que un plano cualquiera (α) se abate sobre otro (π) cuando se hace coincidir el primero

sobre el segundo, haciéndolo girar alrededor de su recta de intersección, la cual recibe el

nombre de charnela (Ch). Generalmente se toma como plano de abatimiento uno de los planos

de proyección, o bien un plano paralelo a éstos, con lo cual se consigue visualizar en

verdadera magnitud todo lo que contenga el plano abatido.

La principal aplicación de los abatimientos es, pues, la de facilitarnos la visualización sin

deformar de formas planas contenidas en planos oblicuos con respecto a los de proyección.

Debe remarcarse que únicamente puede abatirse un plano sobre otro. Por tanto, diremos

que un punto se abate cuando se abate un plano que pase por él, sucediendo lo mismo con la

recta.

a) Abatimiento de un punto (figura 4.17)

Supongamos que (π) es el plano de abatimiento y que un punto (A) cuya proyección ortogonal

sobre él es a’, va a ser abatido con el plano (α) que lo contiene, tomando como eje de giro su

traza con el plano de abatimiento α’, que también llamaremos Ch, por ser la charnela.

Figura 4.17. Abatimiento de un punto

Page 13: Unidad 4. Transformaciones

13

En el abatimiento, el punto (A) describe en el espacio una circunferencia cuyo plano es

perpendicular a la charnela, siendo su radio la distancia del punto al eje de giro y su centro el

punto Q.

Nuestro objetivo va a consistir en determinar las posiciones [A]1 y [A]2, que puede ocupar el

punto (A) cuando se abate dicho plano a sobre (π), en función de la información de que

disponemos del punto y del plano.

Como se ha visto, [A]1 y [A]2 deben definir una alineación perpendicular a la charnela que

contenga a a'. Por tanto, las posiciones [A]1 y [A]2 necesariamente se han de encontrar en la

perpendicular a la charnela que pasa por a'.

Conocida la situación de la recta sobre la cual se van a encontrar las posiciones abatidas [A]1 y

[A]2, nos será preciso, además, conocer el radio de la circunferencia descrita. Este radio es la

hipotenusa del triángulo (A)Qa', rectángulo en a', que siempre podremos determinar cuando

conozcamos la proyección ortogonal del punto a' y la distancia ha = (A)a' del punto (A) al plano

del abatimiento.

Conocida ha, dicho triángulo es reproducible en el plano de abatimiento sin más que llevar ésta

sobre la paralela a la charnela a partir de a'. De forma que la hipotenusa del mismo nos queda

pasando por Q y por tanto nos permite obtener [A]1 y [A]2 como puntos de intersección de la

recta a'Q con la circunferencia de centro en Q y radio ρ.

En resumen, para obtener el abatimiento de un punto se traza desde su proyección ortogonal

sobre el plano del abatimiento la perpendicular y la paralela a la charnela; en la paralela se

toma la distancia del punto al plano de abatimiento para determinar el radio, y haciendo centro

en el punto de intersección de la charnela con la perpendicular se traza una semicircunferencia

que determina con esta última las posiciones del punto abatido.

b) Abatimiento de una recta (figura 4.18)

Como la recta está determinada por dos puntos, bastará conocer el abatimiento de dos de

ellos para tener el de la recta; pero si tenemos presente que todos los puntos de la charnela,

permanecen invariables en el abatimiento, la intersección (B) de la recta (r) con la charnela

será punto que pertenecerá a las posiciones abatidas [r]1 ó [r]2 de la recta, que se conseguirán

conociendo el abatimiento de uno solo de sus puntos (A) que, abatido por aplicación de lo visto

anteriormente, ocupa las posiciones [A]1 ó [A]2 según sea el sentido del giro del plano abatido.

Page 14: Unidad 4. Transformaciones

Segú

plano

cuant

por e

c) Ab

En Si

E

- L

h

- L

- L

p

U

- L

p

- L

- L

E

- L

p

- L

ún esto, co

o, a part

tos puntos d

el punto abati

batimiento de

istema Diédr

El Plano Hor

La proyecció

horizontal de

La charnela

La distancia

punto.

Un Plano Pa

La proyecció

proyección h

La charnela

La distancia

El Plano Ver

La proyecci

proyección v

La charnela

mo se ha

ir de él

del mismo de

ido y por el q

e un plano cu

rico los plano

rizontal (figur

ón ortogonal

e éste a'.

es la traza h

del punto a

aralelo al Hor

ón ortogonal

horizontal de

es la recta h

del punto a

rtical (figura 4

ón ortogona

vertical de és

es la traza v

Figura 4.19

eseemos, sin

que deseemo

ualquiera en

os de abatim

ra 4.19). En

del punto a a

horizontal del

abatir al plan

rizontal (figur

del punto a a

éste a'.

horizontal del

abatir al plan

4.21). En est

al de el pu

ste a".

vertical del pl

Figura 4.1

n más que u

os abatir.

diédrico

miento puede

este caso:

abatir sobre

l plano α’. no de abatim

ra 4.20). En

abatir sobre

l plano inters

no de abatim

te caso:

unto a abati

ano α’’.

18. Abatimient

tilizar rectas

n ser:

el plano de a

miento es la "

este caso:

el plano de a

sección de és

miento se mid

ir sobre el

to de una rect

Fig

abatid

podre

s auxiliares d

abatimiento

altura" o "co

abatimiento

ste con el de

de en proyec

plano de a

ta

gura 4.20

do un punto

emos

de éste que p

es la proyec

ta" de dicho

coincide con

e abatimiento

cción vertical

abatimiento

14

de un

abatir

pasen

ción

n la

o.

.

es la

Page 15: Unidad 4. Transformaciones

- L

d

U

- L

p

- L

a

- L

E

- L

p

- L

- L

p

U

- L

t

- L

- L

v

La distancia

dicho punto.

Un Plano Pa

La proyecció

proyección v

La charnela

abatimiento.

La distancia

El Plano De

La proyecció

proyección d

La charnela

La distancia

punto".

Un Plano Pa

La proyecció

tercera proye

La charnela

La distancia

vertical. 

del punto a

ara/e/o al Ver

ón ortogonal

vertical de és

a es la rect

del punto a

Perfil o De T

ón ortogona

de éste a'".

es la traza d

del punto a

aralelo al De

ón ortogonal

ección de és

es la recta d

del punto a

Figura 4.2

abatir al plan

rtical (figura

del punto a

ste a".

ta frontal d

abatir al plan

Tercera Proy

l del punto

del plano con

abatir al de a

Perfil o De T

del punto a

ste a'".

de perfil del p

abatir al de

21

no de abatim

4.22). En es

a abatir sobr

el plano a

no de abatim

yección (figur

a abatir sob

n el de Perfil

abatimiento

Tercera Proy

a abatir sobr

plano intersec

abatimiento

miento es la "

te caso:

re el plano d

abatir, inte

miento se mid

ra 4.23). En e

bre el plano

o de Tercera

es la "Desvia

yección (figur

re el plano d

cción de éste

o la medirem

F

distancia" o

de abatimien

rsección de

de en proyec

este caso:

de abatimie

a Proyección

ación" o "Re

ra 4.24). En e

de abatimien

e con el de a

mos en proye

igura 4.22

"alejamiento

to coincide c

e éste con

cción horizon

ento es la te

n α’’’.

ferencia" de

este caso:

to coincide c

abatimiento.

ección horizo

15

o" de

con la

el de

tal.

ercera

dicho

con la

ontal o

Page 16: Unidad 4. Transformaciones

Probl

SUS

Si se

deter

abati

abati

afinid

lema inverso

PROYECCIO

e conoce el

rminar sus p

miento y las

miento, [A][B

dad la traza h

o: CONOCID

ONES.

l abatimient

proyecciones

s proyeccion

B][C][D], de u

horizontal α’-

Figura 4.23

DO EL ABAT

o de una f

s, operando,

nes. En la f

un cuadriláte

-Ch y direcci

Figura 4.25

[A]

[D]

K

TIMIENTO D

figura plana

por ejempl

figura 4.25

ero, sobre el

ón de afinida

5. Problema in

H'f

A

D''

D'

[B]

DE UNA FIG

contenida

o, por la afi

se ha segu

plano horizo

ad la de la pe

nverso

f''

f'

N

A'' B

C''

C'

A'

[C]

GURA PLAN

en un plan

inidad que e

uido este ca

ontal, emplea

erpendicular

Figura 4.24

B''

- Ch

B'

A, DETERM

o (α) es se

existe entre

amino a part

ando como e

a la misma.

16

MINAR

encillo

dicho

tir del

eje de

Page 17: Unidad 4. Transformaciones

17

4.3. Métodos clásicos: Giros (aplicación al sistema diédrico)

El Método de los Giros consiste en, dejando invariables los

planos de proyección, variar la posición del conjunto de

puntos, rectas, figuras planas y superficies objeto de

nuestro estudio, hasta conseguir otra más cómoda para

trabajar con ellos. La forma de alcanzar esta posición radica

en someter a dicho conjunto de elementos a uno o más giros

alrededor de una o más rectas. Habitualmente dos giros

sucesivos son suficientes para lograr tal objetivo. Si así

conviniera, una vez resuelto el problema planteado, para

restituir a las posiciones de partida los resultados

obtenidos bastará deshacer los giros que se hayan

realizado.

Al girar una figura alrededor de cierta recta fija (e) (eje de giro)

cada punto (P) de esta figura se desplaza en un plano α perpendicular al eje de giro (plano de giro). El

punto describe una circunferencia (figura 4.26) cuyo centro es el punto de intersección (I) del eje con

el plano de giro (centro de giro), y cuyo radio es igual a la distancia desde el punto que gira hasta el

centro de giro (radio de giro). Si un punto cualquiera del conjunto dado se encuentra en el eje de giro,

al girar dicho conjunto este punto permanece fijo.

Un giro de un determinado conjunto de elementos puede realizarse alrededor de una recta cualquiera.

Sin embargo, la ejecución de los dibujos resulta de tal complicación, que éste es de poca aplicación.

En cambio, el giro alrededor de una recta resulta sencillo y de aplicación muy útil en muchos casos

cuando la recta es perpendicular a uno de los planos de proyección, cuyos casos vamos a estudiar.

4.3.1. Giro alrededor de un eje perpendicular al plano horizontal de proyección

Sea el eje de giro la recta (e) (figura 4.27) perpendicular al plano horizontal y (A) el punto que se trata de

girar alrededor de ella un ángulo θ. El punto (A) efectúa el movimiento en un plano perpendicular al

eje (e), o sea en un plano horizontal, de modo que su proyección vertical se mueve sobre la traza de

dicho plano, es decir, sobre una paralela a la línea de tierra. Como el punto (A) describe en ese plano un

arco de circunferencia de centro la proyección ortogonal del punto (A) sobre el eje (e), la proyección

horizontal a' de (A) describirá sobre el plano horizontal un arco de circunferencia igual al anterior, de

centro la traza horizontal de (e).

Figura 4.26

Figura 4.27

Page 18: Unidad 4. Transformaciones

18

En proyección diédrica (figura 4.27) la posición final del punto (A), será un punto (A1) cuya

proyección horizontal a’1 se ha obtenido girando a' un ángulo θ alrededor de e’ traza del eje (e).

La proyección a" de (A) describe una recta paralela a la línea

de tierra, luego trazando por a" dicha paralela, queda

determinada la segunda proyección a’’1 del punto girado,

teniendo en cuenta que a’1 y a’’1 deben definir una alineación

perpendicular a la línea de tierra.

Si queremos girar una recta efectuaremos el giro de dos de

sus puntos cualesquiera, que podremos elegir

convenientemente.

Sea (r) (figura 4.28) la recta que queremos girar y (e) el eje

de giro, perpendicular al plano horizontal. Elegiremos para

girar dos puntos de (r) que serán su traza horizontal (Hr) y su

punto (M) de mínima distancia al eje de giro obtenido

trazando por e' la perpendicular e'm' a r’ El punto m' se

transforma siguiendo el proceso anterior en el m’1 y la

proyección horizontal r’1 de la recta (r) después del giro será

tangente en m’1 a la circunferencia descrita por m'. Por su

parte, la traza horizontal h’r de la recta (r) se transforma en la

traza horizontal h’r1 de la recta girada, ya que dicha traza se

mueve en el plano horizontal. Los puntos (Hr1) y (M1) nos dan

la recta girada.

Si la recta a girar corta al eje de giro, como la (s) en la figura

4.29, dicho punto de intersección (I) permanece invariable en él

(I = l1) y por tanto para obtener la posición final de la misma

basta girar un solo punto.

Para hallar la nueva posición de un plano (α) tras ser sometido a

un giro, bastará girar una recta y un punto de este plano, o bien

una recta y otra paralela a ella. En caso de que sea posible

podemos elegir la traza horizontal y la horizontal del plano que

pasa por el

punto de

intersección del

eje (e) con el plano (α). Naturalmente dicha horizontal,

tras el giro, continuará siendo una horizontal del

plano.

Sea el plano (α) y sometámoslo a un giro de eje (e) y

ángulo w (figura 4.31). La traza α' se transforma en

la α’1 trazando la perpendicular por e' a α' y girándola

el ángulo w dado. Si m' es el punto de intersección de

dicha perpendicular y la traza α' del plano, éste

describirá una circunferencia de centro e' y tomará la

posición m’1. La tangente en m’1 a esta

circunferencia será la traza horizontal girada α’1. Por

Figura 4.28

Figura 4.29

Figura 4.30

Page 19: Unidad 4. Transformaciones

otro lado

(α) y la

h’1, form

permane

girado.

Si por p

horizont

Obsérve

por lo qu

4.3.2. G

Si el eje

desarro

intersec

(A) (figu

arco de

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que con

Ultimado

El giro d

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del eje d

Otro tan

traza ver

de giro (

o si tomamo

giráramos e

me el ángulo

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al, podrían u

ese que, en r

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ntiene a (A).

o el giro, el p

de una recta

untos a gira

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nto sucede co

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figura 4.34).

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o w con α’,

e. La nueva

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s una recta

n arco de c

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n estas con

cia igual al a

tal a' describ

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Si la traza α’

tal del plano

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siendo por t

traza vertica

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e (I) determi

ento basta pa

perpendicu

perpendicula

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n el eje de g

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nterior y de

be un segme

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análogame

vertical (Vr) q

.33).

e un plano (α

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tanto parale

al de la recta

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centro la tra

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α), solo que e

a frontal del p

ccesible, podr

Figura 4.31

sa por el pun

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a (h1) nos fija

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plano.

si solos al pla

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o vertical de

vertical de p

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aza del eje d

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1

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proyección

proyección,

no paralelo a

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θ, su proyec

de giro con e

o con la traz

ciones a’1 y

nterior, pudié

al, y su pun

o convendrá

ntiene el punt

e, por ejemplo

ersección de

proyección h

a proyección

vertical α’’1 d

n del plano,

ser sometid

mismo.

n

el giro de u

al vertical, d

termina el c

cción vertica

el vertical, m

a horizontal

a’’1.

éndose elegi

to (M) de m

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o intersección

o, dos fronta

e (e) con

horizontal

n vertical

del plano

su traza

o al giro,

un punto (A)

de centro e

entro y el pu

l a" describe

mientras que

del plano fro

ir, en este ca

mínima distan

rectas a gira

n de α con e

les del plano

19

) se

n la

unto

e un

e su

ontal

aso,

ncia

ar: la

l eje

o.

Page 20: Unidad 4. Transformaciones

20

Obsérvese que, en este caso, α’’1 junto con el punto (I) intersección de (α) con (e) determinan ya por sí solos

al plano (α) tras ser sometido al giro, es decir al plano (α1). Al igual que ocurría en el apartado anterior el

conocimiento de ambos elementos basta para completar la transformación de dicho plano

4.3.3. Giros alrededor de ejes perpendiculares a los planos horizontal y vertical de proyección

sucesivos

En muchas ocasiones es de gran utilidad la realización de dos giros de ejes perpendiculares a los

planos horizontal y vertical de proyección sucesivos.

La determinación de las posiciones finales de cuantos puntos, rectas o planos sometamos a estas

transformaciones, se obtienen según lo visto, sin más que considerar las posiciones finales (A1),

(r1), (α1)..., de los elementos sometidos al primer giro como las iniciales en el segundo, que les hace

alcanzar, definitivamente, las posiciones (A2), (r2), (α2)...

En la figura 4.35, se han sometido a dos giros consecutivos de ejes (e1) perpendicular al P.H. y (e2)

perpendicular al P.V. al punto (A), la recta (r) y el plano (α).

V’’r1

Figura 4.33 Figura 4.32

Figura 4.34

Page 21: Unidad 4. Transformaciones

21

4.3.4. Obtención de posiciones particulares de rectas y planos mediante giros

A) TRANSFORMACIÓN DE UNA RECTA EN FRONTAL (figura 4.36)

Bastará para ello someter a la recta a un giro de eje perpendicular al P.H. hasta dejar a su

proyección horizontal paralela a la línea de tierra.

Figura 4.35

Figura 4.36

Page 22: Unidad 4. Transformaciones

22

B) TRANSFORMACIÓN DE UNA RECTA EN HORIZONTAL (figura 4.37)

Bastará para ello someter a la recta a un giro de eje perpendicular al P.V. hasta dejar a su proyección

vertical paralela a la línea de tierra.

C) TRANSFORMACION DE UN PLANO EN PERPENDICULAR AL PLANO VERTICAL (figura 4.38)

Bastará para ello someter al plano a un giro de eje perpendicular al P.H., hasta dejar su traza horizontal

perpendicular a la línea de tierra.

D) TRANSFORMACIÓN DE UN PLANO EN PERPENDICULAR AL PLANO HORIZONTAL (figura 4.39)

Bastará para ello someter al plano a un giro de eje perpendicular al P.V., hasta dejar su traza vertical

perpendicular a la línea de tierra.

Figura 4.37

Figura 4.39

Page 23: Unidad 4. Transformaciones

23

E) TRANSFORMACIÓN DE UNA RECTA EN PERPENDICULAR AL PLANO HORIZONTAL (figura

4.40)

Transformaremos, en primer lugar, a la recta en frontal mediante un giro de eje perpendicular al P.H., y,

a continuación, someteremos a ésta a un giro de eje perpendicular al P.V. hasta dejar a la recta

perpendicular al P.H.

F) TRANSFORMACIÓN DE UNA RECTA EN PERPENDICULAR AL PLANO VERTICAL (figura 4.41)

Transformaremos, en primer lugar, a la recta en horizontal mediante un giro de eje perpendicular al

P.V., y, a continuación, someteremos a ésta a un giro de eje perpendicular al P.H. hasta dejar a la

recta perpendicular al P.V.

Figura 4.40

Figura 4.41

Page 24: Unidad 4. Transformaciones

24

G) TRANSFORMACIÓN DE UN PLANO EN PARALELO AL PLANO HORIZONTAL (Fig. 4.42)

Transformaremos, en primer lugar, el plano en perpendicular al plano vertical mediante un giro de eje

perpendicular al P.H., y, a continuación, mediante un giro de eje perpendicular al P.V. dejaremos el

plano paralelo al horizontal.

H) TRANSFORMACIÓN DE UN PLANO EN PARALELO AL PLANO VERTICAL (Fig. 4.43)

Transformaremos, en primer lugar, el plano en perpendicular al plano horizontal mediante un giro de eje

perpendicular al P.V., y, a continuación, mediante un giro de eje perpendicular al P.H. dejaremos el plano

paralelo al vertical

4.4.4. Aplicaciones de los giros

1a OBTENCIÓN DE VERDADERAS MAGNITUDES DE DISTANCIAS Y

ÁNGULOS

DISTANCIA DE UN PUNTO A UNA RECTA

Si mediante dos mediante dos giros se deja a la recta perpendicular a un

plano de proyección, la distancia del punto a la recta, que

necesariamente se encuentra contenida en un plano que contiene al

punto y es perpendicular a la recta y por tanto paralela al de proyección,

la visualizaremos sin deformar a través de su proyección sobre este

último.

En la figura 4.44 se ha dejado a la recta (r) perpendicular al P.V.

mediante dos giros sucesivos. La distancia se ha medido, a

continuación, directamente en proyección vertical

Figura 4.42

Figura 4.43

Figura 4.44

Page 25: Unidad 4. Transformaciones

25

DISTANCIA DE UNA RECTA A UN PLANO PARALELO

Si mediante dos giros dejamos el plano y la recta perpendiculares a uno de proyección, la distancia

entre la recta y el plano la veremos proyectada sin deformar y por tanto en verdadera magnitud sobre

dicho plano.

En la figura 4.45 mediante dos giros se han dejado la recta (r) y el plano α determinado por lo puntos (A),

(B), (C) perpendiculares al P.H. y la distancia buscada se ha medido directamente a través de su

proyección sobre dicho plano. El giro de eje e1 ha servido para dejar frontal a la recta (r) y el de eje e2

la coloca perpendicular al horizontal.

DISTANCIA ENTRE DOS RECTAS QUE SE CRUZAN

En el caso general de dos rectas (r) y (s) oblicuas respecto de los planos de proyección, siempre

podremos dejar una de ellas perpendicular respecto de uno de éstos. Si procedemos de esta manera,

podremos medir directamente, a continuación, la distancia buscada.

En la figura 4.46 se ha obtenido la distancia entre (r) y (s) mediante la aplicación de dos giros. El giro de

eje e1 de la la recta (r) frontal y el de eje e2 perpendicular al horizontal.

Figura 4.45

Page 26: Unidad 4. Transformaciones

26

ÁNGULO ENTRE DOS RECTAS INCIDENTES

Para obtener el ángulo que forman dos rectas que se cortan, precisaremos ver sin deformar el plano que

determinan dichas rectas. Una manera de ver sin deformar el plano que determinan las rectas se podrá

conseguir dejando a éste paralelo a uno de proyección mediante dos giros sucesivos.

En la figura 4.47 se ha hallado el ángulo que forman las rectas (r) y (s), tras someter a las mismas a

dos giros consecutivos. El giro de eje e1 deja el plano proyectante vertical (se ha elegido la horizontal

h para realizar este giro). El giro de eje e2 deja el plano paralelo al horizontal.

Figura 4.46

r''

s''

s'

r'

e1''

A''

A'

B'

B''

e1'

A1''

r1''

r1' A1'

B1'

B1''

s1''

s1'

e2''

e2'

A2''

r2''

A2'-M2'

B2''

s2''

N1''

N1'

M1''

M1'

M2''

N2''

N2'

s2'

r2'

D

Page 27: Unidad 4. Transformaciones

27

ÁNGULO ENTRE UNA RECTA Y LOS PLANOS DE PROYECCIÓN

Como es sabido, el ángulo que forma una recta con un plano es el ángulo que forma la recta con su

proyección ortogonal sobre ese plano. Podemos medir el ángulo que forma la recta con el horizontal de

proyección si giramos la recta (r) alrededor de un eje perpendicular al P. H. hasta dejarla paralela al P. V.,

sobre el que, tras ello, se proyectará el ángulo buscado en verdadera magnitud (figura 4.48). Mediremos

igualmente el ángulo con el plano vertical si giramos la recta (r) alrededor de un eje perpendicular al

P.V. hasta dejarla paralela al P.H., sobre el que, tras ello, se proyectará el ángulo buscado en

verdadera magnitud (figura 4.49).

r''

s''

r'

s'

A''

A'

C'

C'' G''

G'

e1'

e1''

h''

h'

h1''

A1'

A1''

C1'

- C1''-G1''

G1'

A2'

- e2''

?

Figura 4.47

Figura 4.48 Figura 4.49

Page 28: Unidad 4. Transformaciones

28

ÁNGULO QUE FORMA UN PLANO CON EL HORIZONTAL DE PROYECCIÓN

El ángulo entre dos planos es el de la sección recta del diedro de ambos planos. El ángulo que forma un

plano cualquiera con el P.H. es el que forman con éste último las rectas de máxima pendiente. Si

dejamos el plano perpendicular al P.V. mediante un giro de eje perpendicular al P.H., visualizaremos la

verdadera amplitud de dicho ángulo en proyección vertical (fig. 4.50).

2ª OBTENCIÓN DE SECCIONES PLANAS

Mediante giros siempre podremos dejar al plano seccionador en proyectante respecto alguno de los de

proyección y simplificar, en gran medida, el proceso de obtención la sección (figura 4.51). En dicha

figura el plano seccionador (β) viene dado por los puntos (M), (N) y (O).

Esta aplicación adquiere especial interés en el caso de que la pieza sea de revolución (cilindro, cono,

esfera...) y tengamos su eje perpendicular a un plano de proyección, en cuyo caso elegiremos dicho

eje como el de giro. De esta forma el giro que, a continuación, realicemos, no afectará a la pieza con

el consiguiente ahorro de trabajo.

3ª VISUALIZACIÓN EN VERDADERA MAGNITUD Y SIN DEFORMAR DE FIGURAS PLANAS

Al igual que con el empleo de cambios de planos de proyección, mediante giros podemos dejar

cualquier cara plana de una pieza o el plano que contenga una sección plana de la misma, paralelos a

algún plano de proyección, con lo que podremos visualizarlas en verdadera magnitud y sin deformar. En

la figura 4.51 el plano que contiene a la sección de la pieza se ha convertido, mediante un segundo giro

de eje perpendicular al plano vertical, en paralelo al plano Horizontal, proporcionándonos la

visualización deseada.

4a OBTENCIÓN DE PERSPECTIVAS AXONOMETRICAS ORTOGONALES

Dada una pieza como la de la figura 4.52, podremos obtener su perspectiva axonométríca ortogonal

según una dirección "d" cualquiera, a partir de sus proyecciones diédricas, girando el conjunto de la

pieza y la dirección "d" hasta dejar esta última perpendicular a alguno de los planos de proyección. El

plano de proyección que elijamos hará las veces de plano del cuadro en la perspectiva axonométrica.

Figura 4.50

Page 29: Unidad 4. Transformaciones

Figura 4.5

Figura 4

1

4.52

29

Page 30: Unidad 4. Transformaciones

30

5ª- OBTENCIÓN DE LAS PROYECCIONES DE LOS EJES DE UNA AXONOMETRÍA ORTOGONAL

CONOCIDOS LOS VALORES DE α, β y γ. (Ángulos que forman los ejes con el plano del cuadro) (figura

4.53)

Conocidos los ángulos α, β y γ, la posición de las proyecciones de los ejes las obtendremos como

planta de un sistema diédrico en el que el plano (X)(O)(Y) resulta proyectante vertical, de manera que el

eje (O)(Z) se proyecta sin deformar y forma con la línea de tierra el ángulo γ.

Los ejes (X) e (Y) por su parte formarán ángulos α y β con el Plano Horizontal y en proyección vertical

aparecerán confundidos con la traza vertical del plano (X)(O)(Y). Por ello representaremos en alzado dos

segmentos (O)(A) y (O)(B), paralelos al plano vertical, que formen ángulos α y β con el Horizontal y que

apoyen en (A) y (B) sobre este último, y a continuación los giraremos alrededor de un eje vertical que

contenga a (O) hasta que en proyección vertical se confundan con la traza vertical de (X)(O)(Y), la nueva

posición que adquieran dichos segmentos determinará la de los ejes (X) e (Y). Posición cuya proyección

en planta junto con la del eje (Z) nos proporciona las proyecciones de los ejes axonométricos.

En la figura 4.53 se ha abatido el plano XOY sobre el Horizontal, comprobándose la ortogonalidad de los

ejes OX y OY.

Figura 4.53

Page 31: Unidad 4. Transformaciones

31

4.4. Métodos clásicos: Cambios de plano (aplicación al sistema diédrico)

El artificio que constituye la teoría del cambio de plano de proyección, consiste en sustituir uno de los

planos de proyección, bien el horizontal, bien el vertical, por otro arbitrariamente elegido pero que

cumpla la condición de ser perpendicular al que permanezca fijo.

Para obtener el cambio de los dos planos de proyección, se efectúa en primer lugar el cambio de uno

sólo, sustituyéndose el sistema primitivo por el que resulta una vez se ha realizado el cambio

indicado. Posteriormente se emplea un nuevo cambio de plano, en este caso el plano que variará

será el que en el primer caso permaneció fijo. De esta forma el sistema primitivo se ha sustituido por

otro más adecuado.

Operando de este modo, de forma sucesiva y alternada se pueden efectuar cuantos cambios de

plano sean necesarios. Normalmente uno o dos son suficientes, considerando además que es

necesario en todo caso evitar la excesiva complejidad constructiva.

En ningún caso es posible cambiar los dos planos de proyección simultáneamente.

4.4.1. Restricciones de uso

En general todo método auxiliar, y el cambio de plano entre ellos, si no es aplicado en la forma más

idónea, añade complejidad constructiva al proceso, por lo que su uso se verá restringido a la

aplicación concreta, a determinados casos en los que la ventaja que supone su utilización es

evidente, aconsejando su empleo.

4.4.2 Notaciones

En la aplicación de la teoría del cambio de plano tiene gran interés precisar una notación adecuada,

lo más clara posible.

Se suele indicar el plano que cambia añadiendo a su letra característica H o V según se trate de un

plano horizontal o vertical, el subíndice 1 si se trata del primer cambio de plano, 2 si es el segundo,

etc. (figura 4.54).

Como ya se ha explicado, la mecánica del desarrollo de un cambio de plano supone sustituir uno de

los del sistema (el vertical en la figura 4.54), por

otro que es perpendicular al que permanece fijo,

en este caso el horizontal; el plano que sustituye

será pues un proyectante, y su traza con el que

quedó invariable será la nueva línea de tierra.

Como es sobradamente conocido, la línea de

tierra en el sistema primitivo se indica con dos

trazos paralelos a la misma y situados uno en

cada uno de los extremos de ella, posicionados

además en la región anterior del plano

horizontal, lo que implica precisar el sentido en

el que se abate uno de los planos de proyección

sobre el otro, de acuerdo con la característica

del sistema.

De igual manera, la nueva línea de tierra

obtenida tras el cambio de plano, se indica con

dos trazos paralelos situados en cada extremo

de la referida línea de tierra. Este sistema de Figura 4.54 Cambio de plano vertical

Page 32: Unidad 4. Transformaciones

32 trazos se sitúa igualmente en la zona del plano horizontal que se considera como anterior del mismo,

es decir, la que define el primer diedro (donde se sitúa el supuesto observador).

Analizando la figura 4.54 se tiene que la colocación de los trazos implica el abatimiento del plano tal

como se indica en la figura 4.55. Si se hubiesen situado los trazos al otro lado de la línea de tierra el

abatimiento del plano se realizaría como se muestra en la figura 4.56.

Así pues el sentido de abatimiento es elegible, en función de que no se acumulen y superpongan las

construcciones.

Esta consecuencia es lógica si se tiene en cuenta que el nuevo plano vertical se eligió de forma

arbitraria, sólo dependiente de la resolución más fácil del problema, resultando la línea de tierra

consecuencia de tal elección.

Una vez fijado el sentido de abatimiento, será invariable para determinar las nuevas proyecciones de

cualquier elemento referido al sistema primitivo.

Para indicar la posición de los planos del nuevo sistema se suele emplear una notación consistente

en situar en uno de los extremos de la nueva línea de tierra las letras H y V, una a cada lado de la

misma de forma semejante a los términos de un quebrado en el que la línea de tierra es la divisoria.

La letra correspondiente al plano que se cambia se afecta de un subíndice, que será el 1 para el

Figura 4.55. Abatimiento de un plano. Sentido 1 Figura 4.56. Abatimiento de un plano. Sentido 2

Figura 4.57. Notación en cambios de plano

Page 33: Unidad 4. Transformaciones

33 primer cambio, el 2 si el plano sustituido lo fue en un segundo cambio, etc. En alguna ocasión se

sustituye el quebrado formado por las letras H y V por una llave que abarca ambas letras, según se

muestra en la figura 4.57.

Las proyecciones de los elementos geométricos considerados, referidas a un sistema diédrico

primitivo definido por los planos H y V, vienen indicadas mediante letras latinas o griegas, seguidas

de uno o dos acentos según se refieran a una proyección horizontal o vertical, respectivamente. Así,

un punto A, una recta r o un plano quedarían expresados en proyección, respectivamente, por las

notaciones A’A’’, r’r’’, ’’’. Una vez efectuado el primer cambio de plano las nuevas proyecciones se

indicarán con la misma notación literal, pero seguida del subíndice 1, es decir A’1 A’’1, r’1 r’’1, ’1 ’’1.

Tras el segundo cambio, el subíndice será 2, y se tendrá A’2 A’’2, r’2 r’’2, ’2 ’’2. Igualmente el

subíndice sería 3 en el tercer cambio y así sucesivamente.

4.4.3. Cambio de plano vertical de proyección

Sean los planos V y H los planos de proyección que determinan un sistema diédrico en el que se

encuentran definidos un punto A, una recta r y un plano . Vamos a estudiar como se modifican estos

elementos geométricos cuando se realiza un cambio de plano vertical de proyección sobre el sistema

diédrico definido, introduciendo un nuevo plano vertical V1.

Cambio de plano vertical de un punto

En la figura 4.58 se ha representado un punto A del espacio por sus proyecciones A’ y A’’ en el

sistema diédrico definido por los planos V y H y un segundo plano vertical V1, proyectante en el

mismo sistema (por tanto ortogonal al plano H).

Las proyecciones horizontal y vertical de dicho

punto, en un nuevo sistema diédrico definido

conservando uno de los planos, el horizontal H,

e introduciendo el nuevo plano vertical V1 (figura

4.58), son respectivamente, A’1 y A’’1. Se puede

ver que la proyección horizontal en el nuevo

sistema, A’1, no cambia, puesto que es la

proyección ortogonal del punto A sobre el plano

H que no varía, y por tanto coincide con la

proyección horizontal en el sistema primitivo, A’.

Sin embargo, obtenemos una nueva proyección

vertical, A’’1, proyección ortogonal sobre V1.

Podemos ver que la cota del punto A no varía al

pasar de un sistema a otro.

Por tanto, el cambio de plano vertical se caracteriza por:

a) permanecer invariable la proyección horizontal de un punto A cualquiera del espacio, y b) ser constante la cota de dicho punto.

Una vez abatidos los planos en el sentido indicado por los trazos, el dibujo en proyección queda tal

como se indica en la figura 4.59. Dichos trazos se podían haber situado del otro lado de la nueva

línea de tierra, con lo que la representación en proyección sería la que se dibuja en la figura 4.60. El

punto A aparecería en este caso representado en el segundo cuadrante al estar situado en él con

respecto a este último sistema de planos considerado.

Figura 4.58. Cambio de plano vertical. Punto.

Page 34: Unidad 4. Transformaciones

34 Si se mantiene fijo el plano horizontal y se varía el plano vertical manteniéndolo siempre

perpendicular al primero, un punto situado en el primer cuadrante en un sistema primitivo puede

pasar al segundo cuadrante tras un cambio de plano vertical o viceversa. De igual manera, si el punto

pertenece al tercer cuadrante, aplicando la metodología descrita se puede pasar al cuarto o a la

inversa.

Por tanto, para llevar correctamente (sobre el plano del dibujo) los segmentos que representan las

cotas de un punto se deberá tener en cuenta la posición de los trazos que subrayan la línea de tierra,

los cuales indicarán el sentido a partir del cual se habrán de tomar estas distancias.

En definitiva, para obtener la nueva proyección vertical de un punto cuando se ha cambiado el plano

vertical, se trazará por la proyección horizontal del mismo, que permanece fija, una perpendicular a la

nueva línea de tierra, y se llevará sobre ella y en el mismo sentido relativo respecto de sus trazos, la

distancia que separa la proyección primitiva de su línea de tierra.

Cambio de plano vertical de una recta

Para determinar las nuevas proyecciones de una recta r después de efectuar un cambio de plano

vertical de proyección, es suficiente con obtener las nuevas proyecciones de dos de sus puntos.

Naturalmente la proyección horizontal permanece invariable (figuras 4.61 y 4.62).

En estas figuras se han elegido como puntos de la recta, sus trazas. La traza horizontal no varía,

estando su nueva proyección vertical, H’’r1, sobre la nueva línea de tierra (véase figura 4.6.9). En esta

figura, se ha trazado la perpendicular por V’r , a la nueva línea de tierra y se ha situado V’’r1 de

manera que su distancia a ella coincida con la cota z de la traza vertical, V’’r.

La recta H’’r1V’’r1 será la nueva proyección vertical r’’1 de la recta r. Obsérvese que la traza vertical de

la recta en el nuevo sistema no coincide con la traza vertical en el sistema primitivo. Únicamente

coincidirán ambas trazas en el caso especial en que las dos líneas de tierra se corten en Vr’. La nueva

traza vertical en el nuevo sistema es U’’r1.

Figura 4.60. Nuevas proyecciones de un punto tras un cambio de plano vertical.

Sentido 2.

Figura 4.59. Nuevas proyecciones de un punto tras un cambio de plano vertical. Sentido 1.

Page 35: Unidad 4. Transformaciones

35

Cambio de plano vertical de un plano

Veamos cómo afecta a la representación de un plano, un cambio de plano vertical de proyección.

Si el plano está determinado por tres puntos no alineados, por dos rectas (paralelas o incidentes) o

por una recta y un punto exterior, la nueva representación del plano se obtiene averiguando las

nuevas proyecciones de estos elementos geométricos definidores del plano, según lo ya visto.

En el caso de que un plano esté dado por sus trazas (recordemos que son dos rectas del mismo

que se cortan en la línea de tierra), la traza horizontal, ’, no varía, mientras que la nueva traza

vertical, ’’1, será la recta de intersección de , con el nuevo plano vertical, V1 (figura 4.63).

El problema consiste, por tanto, en determinar la nueva traza vertical ’’1 de . En la figura 4.64 se

puede observar que los dos planos verticales, el nuevo V1 y el antiguo, V, se cortan según la recta

N’’N’, perpendicular al plano horizontal, siendo el punto N del espacio, el punto común a los tres

planos, V, V1 y (figura 4.63). Dicho punto pertenece a la nueva traza vertical ’’1 de .

Figura 4.61. Cambio de plano vertical. Recta. Figura 4.62. Nuevas proyecciones de una recta tras un cambio de plano vertical.

Figura 4.63. Cambio de plano vertical. Plano Figura 4.64. Nuevas trazas de un plano tras un cambio de plano vertical.

Page 36: Unidad 4. Transformaciones

36 En la figura 4.64 conoceremos el punto N’, que será la intersección de las dos líneas de tierra; y si por

N’ se traza la perpendicular a la línea de tierra primitiva, obtendremos sobre ’’ el punto N’’. Ahora se

lleva sobre la perpendicular a la nueva línea de tierra trazada por N’, la cota del punto N del espacio,

obteniendo de este modo el punto N’’1, nueva proyección vertical del punto N. Por N’’1 pasa la nueva

traza vertical ’’1 del plano, que como además, ha de pasar por el punto M’ de corte de ’ con la

nueva línea de tierra, queda completamente determinada y con ella la nueva representación del plano

.

Ahora bien si el punto de corte de las dos líneas de tierra no fuese utilizable por quedar fuera de los

límites del dibujo, podremos obtener ’’1 del siguiente modo:

Como se trata de un cambio de plano vertical, las rectas horizontales del plano seguirán siéndolo

en el nuevo sistema. Por tanto, elegida una de ellas, h, y obtenida su traza vertical en el nuevo

sistema, U’’h1, la nueva traza vertical ’’1 de pasará por U’’h1 y M’, siendo este último punto el de

encuentro de ’ con la nueva línea de tierra (figura 4.65).

Un modo alternativo de trabajo es el que se muestra en la figura 4.66. Consiste en operar con otra

línea de tierra (de trazo discontinuo en la figura) paralela a la nueva línea de tierra e incidente con la

primitiva en un punto dentro de los límites del dibujo, de manera que permita conseguir la dirección de

la nueva traza vertical (recta M’N’’1). Mediante una sencilla traslación de dicha recta hasta hacerla

pasar por P, punto de encuentro de la nueva línea de tierra con la traza horizontal del plano, se

conseguirá la nueva traza vertical ’’1.

4.4.4. Cambio de plano horizontal de proyección

Sean, como en el caso anterior, los planos V y H los planos de proyección que determinan un sistema

diédrico en el que se encuentran definidos un punto A, una recta r y un plano . Vamos a estudiar, en

este caso, como se modifican estos elementos geométricos cuando se realiza un cambio de plano

horizontal de proyección sobre el sistema diédrico definido, introduciendo un nuevo plano horizontal

H1.

Figura 4.65. Obtención de las trazas de un plano tras un cambio de plano vertical. Método 1.

Figura 4.66. Obtención de las trazas de un plano tras un cambio de plano vertical.

Método 2.

Page 37: Unidad 4. Transformaciones

37 Cambio de plano horizontal de un punto

Representado un punto A del espacio en un sistema diédrico inicial determinado por los planos V y H,

mediante sus proyecciones A’ y A’’, vamos a obtener las nuevas proyecciones A’1 y A’’1 del mismo, en

un nuevo sistema diédrico definido por el primitivo V y un nuevo plano horizontal H1, que,

naturalmente, debe ser perpendicular a V.

En la figura 4.67 se puede ver que en este caso la proyección vertical A’’ no varía al cambiar H por

H1, obteniéndose, sin embargo, una nueva proyección horizontal A’1. También se observa que la

distancia del punto A del espacio al plano vertical (alejamiento), y, no se modifica, ya que el plano

vertical V permanece invariable. Por tanto, operando de modo análogo al caso del cambio de plano

vertical, la nueva proyección horizontal, A’1, se obtendrá (figura 4.68) trazando desde A’’, que

permanece fija y por tanto coincide A’’1, la perpendicular a la nueva línea de tierra, y llevando sobre

esta perpendicular la distancia y, que separa la proyección primitiva A’ del plano vertical, a partir de la

nueva línea de tierra y en el mismo sentido respecto de sus trazos que en la primitiva línea de tierra.

Cambio de plano horizontal de una recta

Para obtener la nueva representación de una recta tras un cambio de plano horizontal (figura 4.69),

Figura 4.69 Cambio de plano horizontal. Recta Figura 4.70. Nuevas proyecciones de una recta tras un cambio de plano horizontal

Figura 4.67. Cambio de plano horizontal. Figura 4.68. Nuevas proyecciones de un punto tras un cambio de plano horizontal.

Page 38: Unidad 4. Transformaciones

38 procederemos de manera análoga al caso del cambio de plano vertical, es decir, obtendremos las

nuevas proyecciones de dos cualesquiera de sus puntos, teniendo en cuenta que la proyección

vertical no varía.

Los puntos elegidos, como en el caso anterior, han sido las trazas de la recta. La nueva proyección

horizontal de la recta, r’1, es ahora la recta H’r1V’r1. Obsérvese en la figura 4.70 que en este caso la

primitiva traza vertical de la recta lo sigue siendo, mientras que la traza horizontal, en general, varía.

La nueva traza horizontal es ahora G’r1.

Cambio de plano horizontal de un plano

Veamos, por último, cómo afecta a la representación de un plano, un cambio de plano horizontal de

proyección.

Si el plano está determinado por tres puntos no alineados o por dos rectas (paralelas o incidentes), la

nueva representación del plano se obtiene averiguando las nuevas proyecciones horizontales de

estos puntos o rectas, según lo ya visto.

En el caso de que un plano esté dado por sus trazas, la traza vertical, ’’, no varía, mientras que la

nueva traza horizontal, ’1, será la recta de intersección

de , con el nuevo plano horizontal, H1 (figura 4.71).

El problema consiste, por tanto, en determinar la nueva

traza horizontal ’1 de . Razonando de modo análogo

al epígrafe anterior, en la figura 4.72 se puede observar

que los dos planos horizontales, el nuevo H1 y el

antiguo, H, se cortan según la recta F’’F’, perpendicular

al plano vertical, siendo el punto F del espacio, el punto

común a los tres planos, H, H1 y (figura 4.71). Dicho

punto pertenece a la nueva traza horizontal ’1 de .

Si el punto F no se pudiese obtener dentro de los

límites del dibujo por no incidir las dos líneas de tierra,

se puede operar como en el caso del cambio de plano

Figura 4.73. Obtención de las trazas de un plano tras un cambio de plano vertical.

Figura 4.71. Cambio de plano horizontal. Plano Figura 4.72. Nuevas trazas de un plano tras un cambio de plano horizontal

Page 39: Unidad 4. Transformaciones

39 vertical, pero utilizando en este caso una recta frontal f del plano (figura 4.73), que seguirá siéndolo

después del cambio de plano horizontal. Obtenida la nueva traza horizontal, J’f1, la nueva traza

horizontal ’1 de pasará por G” y J’f1 . También se puede seguir el método descrito en el epígrafe

anterior, que se puede ver en la figura 4.66.

4.4.5. Cambios de planos de proyección sucesivos

En este epígrafe se va a realizar sucesivamente el cambio de los dos planos de proyección, y se va a

aplicar a las representaciones de un punto P, perteneciente a una recta r contenida en un plano .

(figura 4.74).

Para ello supondremos en primer lugar que el sistema primitivo constituido por los planos V y H ha

pasado al determinado por los planos V1 y H, siendo, naturalmente, V1 perpendicular a H y por tanto

proyectante horizontal en el sistema primitivo. En una segunda etapa el sistema constituido por los

planos V1 y H pasa al determinado por los planos V1 y H2, siendo H2 perpendicular a V1, es decir,

proyectante vertical en el segundo sistema.

Figura 4.74. Cambios sucesivos de planos de proyección. a) Punto, b) Recta, c) Plano y d) Representación agrupada tras aplicar cambios

a) b)

c) d)

Page 40: Unidad 4. Transformaciones

40 4.4.6. Obtención de posiciones particulares de rectas y planos

Para conseguir posiciones favorables de rectas y

planos empleando cambios de plano se ha de

proceder planteando las siguientes etapas:

1) elección de la nueva línea de tierra, y 2) determinación del plano que se ha de

cambiar.

Posiciones particulares de rectas

Transformación de una recta oblicua en

horizontal (figura 4.75)

Considerando que una recta horizontal tiene su

proyección vertical paralela a la línea de tierra,

bastará efectuar un cambio de plano horizontal,

tomando la nueva línea de tierra paralela a la

proyección vertical de la recta dada. En la figura

4.6.22 se ha procedido cambiando dos puntos A y

B cualesquiera de la recta.

Transformación de una recta oblicua en frontal

(fiura. 4.76)

Teniendo en cuenta que una recta frontal tiene su

proyección horizontal paralela a la línea de tierra,

bastará hacer un cambio de plano vertical

tomando la nueva línea de tierra paralela a la

proyección horizontal de la recta.

Transformación de una recta oblicua en recta

de perfil (figura. 4.77)

Las proyecciones de una recta de perfil son

perpendiculares a la línea de tierra, y por tanto

esta será la condición con la que se elegirá la

nueva línea de tierra. Se puede elegir

perpendicular a la proyección horizontal, por lo

que la proyección horizontal se mantendrá, o bien

perpendicular a la proyección vertical, en cuyo

caso será la proyección vertical la que se

mantenga. Este es el caso mostrado en la figura

4.77, habiéndose realizado un cambio de plano

horizontal.

Transformación de una recta oblicua en recta

perpendicular al plano horizontal (figura 4.78)

En este caso son necesarios dos cambios de

plano. En primer lugar, mediante un cambio de

plano vertical (sistema de planos de proyección

V1-H), se convierte la recta en frontal y, seguidamente, mediante un cambio de plano horizontal

Figura 4.75. Transformación de una recta oblicua en horizontal.

Figura 4.76. Transformación de una recta oblicua en frontal.

Figura 4.77. Transformación de una recta oblicua en recta de perfil.

Page 41: Unidad 4. Transformaciones

41

(sistema de planos de proyección V1-H2), en el que se elige la nueva línea de tierra perpendicular a

r”1, la recta se transforma en perpendicular al horizontal.

Transformación de una recta oblicua en recta perpendicular al plano vertical (figura 4.79)

Bastará para ello convertir a la recta en horizontal mediante un cambio de plano horizontal (sistema

de planos de proyección V-H1) y, a continuación, transformarla en la posición deseada de

perpendicularidad respecto al plano vertical mediante un cambio de plano vertical (sistema de planos

de proyección V2-H1), tomando la línea de tierra perpendicular a r’1.

Transformación de una recta de perfil en recta paralela a la línea de tierra (figura 4.80)

Será necesario efectuar un doble cambio de plano.

En primer lugar para situar una de las

proyecciones de la recta paralela a la línea de

tierra, es decir en horizontal o frontal. En la figura

4.80, la recta r se ha transformado en frontal

mediante un cambio de plano vertical (sistema de

planos de proyección V1-H). La línea de tierra de

este nuevo sistema se ha tomado paralela a la

proyección horizontal inicial. Los alejamientos de

todos los puntos de la recta ahora son iguales, por

tanto si se efectúa un segundo cambio de plano

(sistema de planos de proyección V1-H2) de tal

forma que sea la proyección vertical r”1 la que no

varíe, situando la nueva línea de tierra paralela a

ella, es decir un cambio de plano horizontal, la

nueva proyección horizontal queda paralela a esta

última línea de tierra, consiguiéndose de este

modo la posición deseada.

Figura 4.78. Transformación de recta oblicua a perpendicular al plano horizontal.

Figura 4.79. Transformación de recta oblicua a perpendicular al plano vertical.

Figura 4.80 . Transformación de una recta de perfil en paralela a la línea de tierra.

Page 42: Unidad 4. Transformaciones

42

Posiciones particulares de planos

Transformación de un plano oblicuo en paralelo a la línea de tierra (figura 4.81)

Para convertir el plano , dado por sus trazas en

una posición de paralelismo respecto de la línea

de tierra, basta con elegir la nueva línea de tierra

paralela a la traza que no cambia. En la figura

4.81 se ha elegido como traza que no cambia la

vertical ”, y teniendo en cuenta que interceptará

a la nueva línea de tierra en un punto impropio, la

nueva traza horizontal ’1 seguirá la dirección de

este punto impropio. Es decir ambas trazas serán

ahora paralelas a la nueva línea de tierra, que era

la posición deseada.

Transformación de un plano oblicuo en proyectante vertical (figura 4.82)

Para transformar un plano oblicuo en

proyectante, se efectuará un cambio de plano

considerando qué traza se desea que se

mantenga. La nueva línea de tierra se tomará

perpendicular a esa traza y se opera en la forma

acostumbrada. En la figura 4.82 se ha realizado

un cambio de plano vertical, en el que se ha

tomado como nueva línea de tierra una

perpendicular a la traza horizontal del plano.

Transformación de un plano oblicuo en proyectante horizontal (figura 4.83)

Siguiendo las indicaciones anteriores, en la figura

4.83 se ha tomado la nueva línea de tierra

perpendicular a la traza vertical, que no cambia, y

se ha efectuado, por tanto, un cambio de plano

horizontal.

Transformación de un plano oblicuo en horizontal (figura 4.84)

En este caso son necesarios dos cambios de

plano. En primer lugar se transforma el plano

dado, , en perpendicular al plano vertical de

proyección mediante un cambio de plano vertical

(sistema de planos de proyección V1-H) y, a

continuación, mediante un cambio de plano

horizontal (sistema planos de proyección V1-H2)

en el que se elige la nueva línea de tierra paralela

a la traza vertical ”1, se transforma en paralelo al

horizontal, que es la posición buscada.

Figura 4.82. Transformación de un plano oblicuo en proyectante vertical

Figura 4.83. Transformación de un plano oblícuo en proyectante horizontal

Figura 4.81. Transformación de un plano oblícuo en plano paralelo a L.T.

Page 43: Unidad 4. Transformaciones

43

Transformación de un plano oblicuo en frontal (figura 4.85)

Se precisan, como en el caso anterior, dos

cambios de plano. En este caso bastará con

transformar el plano para conseguir posición de

perpendicularidad respecto del plano horizontal,

mediante un cambio de plano horizontal (sistema

de planos de proyección V-H1) para, a

continuación, convertirlo en frontal mediante un

cambio de plano vertical (sistema de planos de

proyección V2-H1), tomando la línea de tierra

paralela a la traza horizontal ’1.

Transformación de un plano oblicuo en plano de perfil (figura 4.86)

También se necesita en este caso realizar un

doble cambio de plano de proyección. Se puede

operar utilizando, en primer lugar, un cambio de

plano horizontal con lo que la traza vertical se

mantiene (sistema de planos de proyección V-

H1). De este modo, se elige la nueva línea de

tierra perpendicular a la esta traza y se convierte

el plano en proyectante horizontal. Un segundo

cambio de plano, en esta ocasión un cambio de

plano vertical (sistema de planos de proyección

V2-H1) cuya nueva línea de tierra es

perpendicular a la nueva traza, ’1, determinada

en la etapa anterior, permite obtener la posición

deseada. Este es precisamente el proceso

seguido en la figura 4.86.

Transformación de un plano oblicuo en vertical de proyección (figura 4.87)

Para conseguir la posición buscada se necesitan

dos cambios de plano. Uno de ellos transforma

el plano dado en proyectante horizontal (sistema

de planos de proyección V-H1), y por tanto se

trata de un cambio de plano horizontal, mientras

que el segundo convierte al anterior en vertical

de proyección (sistema de planos de proyección

V2-H1), para lo que basta considerar que la

nueva línea de tierra es la traza ’1.

Transformación de un plano oblicuo en horizontal de proyección (figura 4.88)

En este caso el plano se convierte en primer

lugar en proyectante vertical (sistema de planos

de proyección V1-H), adoptándose después la

nueva traza vertical ”1 como línea de tierra del

Figura 4.84. Transformación de un plano oblicuo en horizontal.

Figura 4.85. Transformación de un plano oblicuo en frontal.

Figura 4.86. Transformación de un plano oblicuo en plano de perfil.

Page 44: Unidad 4. Transformaciones

44

sistema en el que el plano es horizontal de proyección (sistema de planos de proyección V1-H2).

4.4.7. Aplicaciones de los cambios de planos de proyección

Obtención de verdaderas magnitudes de distancias

Distancia de un punto a una recta (figura 4.89)

Si mediante dos cambios de planos de proyección se consigue posicionar la recta de modo que

quede perpendicular a uno de los planos de proyección, el horizontal por ejemplo, la mínima distancia

que separa al punto P de la recta r, vendrá medida por el segmento D. Este es precisamente el

conjunto de operaciones que se ha efectuado en la figura 4.89. En primer lugar, mediante un cambio

de plano vertical se ha situado la recta paralela al plano vertical y posteriormente, mediante un

cambio de plano horizontal la recta queda perpendicular al plano horizontal. Conseguida la verdadera

magnitud de dicha distancia, retornar al sistema de planos de proyección inicial es una operación

carente de dificultad, ya que como se observa en la figura, por P’’1 se ha trazado la perpendicular a la

proyección r’’1 recta, obteniendo el punto A’’1, y a partir de este último punto se obtienen sobre las

proyecciones iniciales de la recta, las de la distancia buscada.

Figura 4.87. Transformación de un plano oblicuo en vertical de proyección.

Figura 4.88. Transformación de un plano oblicuo en horizontal de proyección.

Figura 4.89. Distancia de un punto a una recta.

Page 45: Unidad 4. Transformaciones

45

Distancia de un punto a un plano (figura 4.90)

Se habrá de llegar a una posición, por ejemplo, de perpendicularidad respecto al plano horizontal

para que en d’’1 se consiga la verdadera magnitud D de la distancia buscada. Mediante un solo

cambio de plano, en este caso horizontal se alcanza la posición deseada empleando una frontal f del

plano determinado por los puntos A, B y C. Obsérvese en la figura que la recta PQ es horizontal en el

nuevo sistema V-H1, por lo que su proyección vertical resulta paralela a la nueva línea de tierra y por

tanto, perpendicular a la proyección vertical f’’ de la recta frontal utilizada.

Distancia entre dos rectas paralelas (figura 4.91)

Si mediante dos cambios de planos de proyección sucesivos, por ejemplo uno de ellos de vertical y el

otro de horizontal, se consiguen posiciones de ambas rectas de modo que resulten perpendiculares a

un plano de proyección (en este caso se ha elegido el plano horizontal), la distancia entre las rectas r

y s se obtendrá sin deformar, y por tanto en verdadera magnitud sobre dicho plano. Esta es la

secuencia de operaciones que se ha efectuado en la figura 4.91.

Figura 4.90. Distancia de un punto a un plano.

Figura 4.91. Distancia entre dos rectas paralelas.

Page 46: Unidad 4. Transformaciones

46

Distancia entre una recta y un plano paralelo (figura 4.92)

De nuevo, si mediante dos cambios de planos de proyección se dejan recta y plano perpendiculares a

uno de proyección, la distancia entre la recta y el plano se verá proyectada sin deformar y por tanto

en verdadera magnitud sobre dicho plano. En la figura 4.6.38 se han conseguido posiciones de la

recta r, paralela al plano determinado por los puntos A, B y C y de este plano, perpendiculares al

plano vertical, empleando dos cambios de planos sucesivos, uno de horizontal y otro de vertical.

Figura 4.92. Distancia entre una recta y un plano

paralelo.

Page 47: Unidad 4. Transformaciones

47

Distancia entre dos planos paralelos (figura 4.93)

Se deberá conseguir una posición favorable en la que

ambos planos resulten proyectantes horizontales o

bien verticales. Dicha posición se alcanza mediante

un único cambio de plano, en la figura un cambio de

plano vertical. Sobre el nuevo plano vertical se

obtendrá la verdadera magnitud de la distancia entre

ambos planos.

Distancia entre dos rectas que se cruzan (figuras 4.94 y 4.95)

La obtención de la mínima distancia entre dos rectas

que se cruzan viene dada por el segmento de

perpendicular común a ambas cuyos extremos

apoyen en dichas rectas. Si una de las rectas es

perpendicular a uno de los planos de proyección, la

obtención de la mínima distancia entre ellas se

simplifica considerablemente, ya que se puede ver en

verdadera magnitud sobre ese plano de proyección al

que una de ellas era perpendicular. En el caso

general que las rectas r y s sean oblicuas a los

planos de proyección, siempre se podrá conseguir

una posición de perpendicularidad respecto de un

plano de proyección para una de ellas, mediante dos

cambios de planos de proyección. Si se procede de

este modo, siempre se podrá medir directamente la

distancia buscada. Este es el procedimiento seguido

en la figura 4.94. Retornar al sistema primitivo de

planos de proyección es ya una operación sencilla.

Otra alternativa, mostrada en la figura 4.95, consiste

en trazar un plano que contenga a una de las rectas r

y sea paralelo a la otra s (en la figura dicho plano es el triángulo ABC, que determinan una de las

rectas, r, la paralela a s por un punto cualquiera B de r, recta m, y una frontal AC del mismo) y a

continuación, mediante un

cambio de plano de proyección

(horizontal en la figura) se deja

dicho plano, contenedor de la

recta r, proyectante, resultando

la nueva proyección s’1 de la

otra recta paralela a la recta

definidora de dicho plano (recta

A’1B’1C’1), obteniéndose de este

modo la verdadera magnitud de

la distancia buscada sobre el

segmento D. Sin embargo la

situación exacta en el espacio

Figura 4.93. Distancia entre dos planos paralelos.

Figura 4.94. Distancia entre dos rectas que se cruzan. Método 1

Figura 4.95. Distancia entre dos rectas que se cruzan. Método 2.

Page 48: Unidad 4. Transformaciones

48 del segmento mínima distancia no estará todavía determinada. Para ello, se efectúa un segundo

cambio de plano de proyección (vertical en la figura) respecto del cual ambas rectas resulten

paralelas, es decir frontales, y por tanto se pueden localizar los puntos de apoyo sobre estas del

segmento mínima distancia, segmento PQ.

Obtención de verdaderas amplitudes de ángulos

Ángulo entre una recta y un plano (figuras 4.96, 4.97 y 4.98)

Como es sabido el ángulo que forma una recta con un plano es el determinado por la recta y su

proyección ortogonal sobre dicho plano.

Para obtener el ángulo que forma una recta con el plano horizontal de proyección, si se efectúa un

cambio de plano vertical, de modo que el plano proyectante horizontal que contiene a la recta quede

paralelo al plano vertical, en el nuevo sistema, el ángulo que se desea medir se proyectará en

verdadera magnitud sobre dicho plano. La recta pasará, por tanto, a una posición frontal (figura 4.96).

Análogamente si mediante un cambio de plano horizontal, en este caso, el plano proyectante vertical

que contiene a la recta queda paralelo al nuevo plano horizontal, el ángulo que forma la recta con el

plano vertical se proyectará en verdadera magnitud sobre dicho plano. La recta se transforma ahora

en horizontal (figura 4.97).

El ángulo entre una recta y un plano

oblicuo cualquiera se podrá ver en

verdadera magnitud si mediante dos

cambios de planos de proyección, se deja

la recta perpendicular a un plano de

proyección y, seguidamente, por medio

de un tercer cambio de plano,

manteniendo la recta perpendicular al

plano de proyección correspondiente al

segundo cambio, se deja el plano

perpendicular al otro plano de proyección.

En la figura 4.98, el ángulo buscado se ha

medido tras dejar la recta r perpendicular

al plano horizontal, mediante dos cambios

de plano y, a continuación conseguir una

posición de perpendicularidad del plano

Figura 4.96. Ángulo entre una recta y el plano horizontal de proyección.

Figura 4.97. Ángulo entre una recta y el plano vertical de proyección.

Figura 4.98. Ángulo entre una recta y un plano oblicuo cualquiera.

Page 49: Unidad 4. Transformaciones

49 (dado por los puntos A, B y C) respecto del plano vertical mediante un tercer cambio en el que se ha

utilizado la recta 1B del mismo.

Ángulo diedro entre dos planos (figs. 4.99, 4.100 y 4.101)

El ángulo que forman dos planos es el rectilíneo correspondiente al diedro que determinan ambos

planos.

Para conseguir el ángulo que forma un plano oblicuo cualquiera con el plano horizontal de

proyección, se transforma el plano dado en perpendicular al plano vertical mediante un cambio de

plano vertical. De este modo la nueva traza vertical del plano o la proyección vertical de cualquier

frontal del plano determinan con la nueva línea de tierra el ángulo buscado (figura 4.99).

Si se desea determinar el ángulo de un plano oblicuo cualquiera con el plano vertical de proyección,

se transforma el plano dado en perpendicular al plano horizontal de proyección mediante un cambio

de plano horizontal. Ahora la nueva traza horizontal del plano o la proyección horizontal de cualquier

recta horizontal del plano determinan con la nueva línea de tierra el ángulo buscado (figura 4.100).

Directamente se dispondrá de la verdadera amplitud del ángulo de dos planos oblicuos cualesquiera

cuando ambos sean proyectantes respecto del mismo plano de proyección, como ocurre en la figura

4.101. En esta figura, la recta intersección de ambos planos queda perpendicular al plano horizontal

del segundo cambio. Obsérvese que en el primer cambio efectuado la recta se ha colocado frontal,

por lo que las nuevas trazas verticales de ambos

planos, ’’1 y ’’1 serán paralelas al r’’1, pasando

respectivamente por N y M. Las trazas horizontales

’2 y ’2 pasan por r’2, que se reduce a un punto en

el segundo cambio, determinando el ángulo

buscado.

Alternativamente, para determinar el ángulo entre

dos planos se puede utilizar el procedimiento que

se muestra en la figura 4.102, en la que se han

trazado dos rectas, t y t, perpendiculares

respectivamente a ambos planos por un punto P

cualquiera del espacio. Si a continuación, por

medio de dos cambios de plano, se visualiza la

verdadera amplitud del ángulo que determinan

Figura 4.99. Ángulo entre un plano oblicuo con el horizontal de proyección.

Figura 4.100. Ángulo entre un plano oblicuo con el vertical de proyección.

Figura 4.101. Ángulo de dos planos. Método 1.

Page 50: Unidad 4. Transformaciones

50 ambas rectas, el ángulo que forman los dos planos es el suplementario del que forman ambas rectas.

En la representación diédrica que se puede ver en dicha figura, se ha aplicado este método, en el que

se ha optado por realizar los dos cambios de plano de proyección mencionados. En esta

representación los dos planos vienen dados por los triángulos ABC y DEF.

Obsérvese en dicha figura la conveniencia de elegir la recta frontal 1-2 del plano determinado por t y

t, para conseguir que este plano sea proyectante horizontal en el primer cambio (de horizontal en la

figura), para a continuación, dejar dicho plano paralelo al vertical del último cambio y poder visualizar

la verdadera amplitud del ángulo buscado en esta proyección.

Obtención de secciones planas

La obtención de secciones planas se simplifica considerablemente si el plano seccionador es

proyectante respecto de alguno de los planos de proyección. Siempre se podrá conseguir esta

posición del plano seccionador

mediante un sólo cambio de

plano de proyección.

En la figura 4.103 se ha

efectuado tal operación, para

conseguir que el plano dado

por los puntos M, N y O sea

proyectante, en este caso

vertical. De este modo se

consiguen los puntos P, Q, R,

S, T y U, proyecciones de los

puntos de la sección deseada,

para a continuación, referirlos

a las proyecciones primitivas

del sólido a seccionar.

Seguidamente se ha efectuado

un segundo cambio de plano,

en este caso horizontal, para

determinar la verdadera

Figura 4.102. Ángulo entre dos planos. Método 2. a) Figura de análisis y b) Representación diédrica.

a) b)

Figura 4.103 Obtención de secciones planas de sólidos.

Page 51: Unidad 4. Transformaciones

51 magnitud de la sección. En la representación, al objeto de reducir el tamaño de la misma, y tras

efectuar el segundo cambio de plano se han considerado los alejamientos de todos los puntos de la

verdadera magnitud de la sección, relativos al alejamiento del punto S, que se ha considerado nulo.

/Visualización en verdadera magnitud y sin deformar de figuras planas (vistas auxiliares)

Mediante uno o dos cambios de plano de proyección siempre se podrá transformar cualquier cara de

una pieza, oblicua a los planos de proyección en su representación diédrica, con lo que dicha cara se

visualizará en verdadera magnitud y sin deformar. La nueva proyección de la pieza que se obtiene se

denomina “vista auxiliar”.

En la figura 4.104, el plano que contiene a la cara ABC de la pieza dada se ha transformado mediante

dos cambios de planos de proyección sucesivos, uno vertical y el siguiente horizontal. Para ello se ha

elegido una recta, d en la figura, perpendicular a dicha cara que, por medio de las transformaciones

mencionadas, se ha convertido en perpendicular al plano de proyección horizontal correspondiente al

segundo cambio. La vista obtenida según la dirección de esa recta, permite conseguir la verdadera

magnitud buscada.

Figura 4.104. Verdadera magnitud de figuras planas. Vistas auxiliares.

Page 52: Unidad 4. Transformaciones

52 Obtención de perspectivas axonométricas ortogonales

Dada una pieza como la de la figura 4.105, se puede obtener la perspectiva axonométrica de la

misma según una dirección d cualquiera, a partir de sus proyecciones diédricas, sin más que realizar

dos cambios de planos de proyección sucesivos hasta convertir a la recta d en perpendicular a uno

de los de proyección.

En la figura se han realizado dichos cambios de planos, convirtiendo a la recta d en perpendicular al

plano horizontal H2 correspondiente al segundo cambio. Este plano se considera entonces como

plano del cuadro de la axonometría ortogonal mencionada.

Figura 4.105. Obtención de perspectivas axonométricas ortogonales.