una isla entrerriana pero tambien rosarina

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xx ROSARIO EXPRESS > JUNIO DE 2013 JUNIO DE 2013 > ROSARIO EXPRESS xx LEGADO PARA HONRAR Una isla entrerriana, pero también rosarina Un sector de islas de más de 2.000 hectáreas, donado hace 60 años por un particular, podría transformarse en una reserva ecológica y recreativa si se concreta una iniciativa encarada por la municipalidad de Rosario con participación de entidades ambientalistas. Una materia pendiente para una ciudad cada vez más interesada en su delta. D iversas áreas de la Munici- palidad, junto a asociaciones civiles ecologistas, dieron el puntapié inicial para poner en marcha una reserva ecoló- gica en la isla entrerriana. Se piensa en un espacio educativo, de espar- cimiento, ecoturismo, con uso sustentable y con participación de los isleños. El terre- no, de más de 2.000 hectáreas –superficie que equivale a la de más de 20 parques Independencia– tiene un frente sobre la conexión vial de Victoria y alberga riachos y arroyos internos de las islas. El secretario de Planeamiento muni- cipal, Pablo Barese, adelantó que “en junio se resolverán acciones puntuales del pro- yecto consensuado, y Planeamiento tendrá la visión integral para monitorear y coor- dinar todas las acciones”. El proyecto deberá sortear diversas trabas legales. Se trata de un terreno ce- Por Hagar Blau Makaroff Fotos Leonardo Vincenti dido a Rosario por un particular hace 60 años (ver: “El legado de Deliot”) y bajo ju- risdicción de Victoria, provincia de Entre Ríos. También existe una usurpación de un empresario rosarino que, según fuen- tes municipales, “tiene varias estancias y hasta una pileta”. “..a veces ciudades diferentes se suce- den sobre el mismo suelo y bajo el mismo nombre, que nacen y mueren sin haber- se conocido, incomunicables entre sí. En ocasiones hasta los nombres de los habi- tantes permanecen iguales, y el acento de las voces, e incluso las facciones; pero los dioses que habitan bajo esos nombres y en esos lugares se han marchado sin de- cir nada y en su sitio han anidado dioses extranjeros.” “En el mapa de tu imperio, oh gran Jan, debe encontrar su sitio tanto la gran Fedora de piedra como las pequeñas Fedoras de esferas de vidrio. No porque conexión con las islas entrerrianas, y cada vez su presencia es mayor en estos suelos fértiles que albergan unas 200 especies de aves, 29 especies de reptiles, 21 de anfi- bios, 36 de mamíferos, y 300 de peces. Desde 1953, la Municipalidad tuvo la posibilidad de avanzar en la apropiación le- gal y social de la isla. Hace unos pocos años la Dirección de Catastro municipal comen- zó a delimitar los suelos, y el Área Legal y Técnica de la Secretaría de Gobierno avan- zó en los mecanismos de la sucesión de los 20 kilómetros cuadrados ubicados detrás de la isla del Espinillo y del riacho Chari- güé, donde está el pueblo, frente a Rosario. El departamento de Victoria cuenta con unas 240 mil hectáreas de humedales, de las cuales un 10% aproximadamente serían las tierras cedidas por Deliot. En 1999, el entonces intendente Bin- ner realizó el primer anuncio público so- bre la cesión de la isla de Deliot con la idea de concretar una reserva natural para los todas sean igual de reales, sino porque to- das son supuestas”. Fragmento de Las ciudades invisibles (Calvino, 2008b: 40-41) En las islas entrerrianas coexisten el pueblo Charigüé originario –el de los chanás, timbúes, guaraníes, mocovíes y qom–, y el Charigüé actual, colonizado por inmigrantes españoles, italianos, polacos, alemanes, allá por el 1800. El actual es un pueblo de diez familias, descendientes de los inmigrantes de tercera y cuarta gene- ración, que conviven desde hace unos po- cos años con rosarinos que construyeron viviendas de fin de semana, ecoturismo, y unos pocos valientes que se quedaron a vivir. Pero además del pueblo de Charigüé, en las islas entrerrianas existen campos, pastizales, praderas, juncales, riachos, la- gunas, bajo jurisdicción del Departamen- to de Victoria, pero cedidos a la ciudad de Rosario por el empresario rosarino Carlos Deliot, en 1953. Ciudades diferentes sobre el mismo suelo, no todas reales pero todas supuestas, como las ciudades invisibles de Marco Polo. Sobre esto Pablo Barese reflexiona: “Si bien los pobladores tienen más rela- ción con Rosario, la zona no va a dejar de pertenecer a la provincia de Entre Ríos. Es como si una municipalidad tuviese una propiedad en otra ciudad; no deja de ser una propiedad regida por leyes de otra provincia, y no se va a contravenir ninguna ley en este sentido”. Lo que cotidianamente llamamos “la isla” es el Delta del Paraná, un fragmento del cordón de uno de los humedales más majestuosos del planeta, según la Unión Internacional de Conservación de la Natu- raleza, que comienza en el pantanal Mato Grosso de Brasil y desemboca en el río de la Plata. Los rosarinos han tenido siempre una

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Artículo publicado en Rosario Express en Junio de 2013, sobre la cesión de la isla Deliot, la explotación ilegal de un rosarino de los terrenos, la idea de coexistencia con los charigueños, y los avances de los papeles para que se cumpla el proyecto de reserva rosarina.

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Page 1: Una isla entrerriana pero tambien rosarina

xx ROSARIO EXPRESS > JUNIO DE 2013 JUNIO DE 2013 > ROSARIO EXPRESS xx

LEGADO PARA HONRAR

Una isla entrerriana,pero también rosarina

Un sector de islas de más de 2.000 hectáreas, donado hace 60 años por un particular, podría transformarse en una reserva ecológica y recreativa si se concreta una iniciativa encarada por la municipalidad de Rosario con participación de entidades ambientalistas. Una materia pendiente para una ciudad cada vez más interesada en su delta.

Diversas áreas de la Munici-palidad, junto a asociaciones civiles ecologistas, dieron el puntapié inicial para poner en marcha una reserva ecoló-gica en la isla entrerriana. Se

piensa en un espacio educativo, de espar-cimiento, ecoturismo, con uso sustentable y con participación de los isleños. El terre-no, de más de 2.000 hectáreas

–superficie que equivale a la de más de 20 parques Independencia– tiene un frente sobre la conexión vial de Victoria y alberga riachos y arroyos internos de las islas.

El secretario de Planeamiento muni-cipal, Pablo Barese, adelantó que “en junio se resolverán acciones puntuales del pro-yecto consensuado, y Planeamiento tendrá la visión integral para monitorear y coor-dinar todas las acciones”.

El proyecto deberá sortear diversas trabas legales. Se trata de un terreno ce-

Por Hagar Blau MakaroffFotos Leonardo Vincenti

dido a Rosario por un particular hace 60 años (ver: “El legado de Deliot”) y bajo ju-risdicción de Victoria, provincia de Entre Ríos. También existe una usurpación de un empresario rosarino que, según fuen-tes municipales, “tiene varias estancias y hasta una pileta”.

“..a veces ciudades diferentes se suce-den sobre el mismo suelo y bajo el mismo nombre, que nacen y mueren sin haber-se conocido, incomunicables entre sí. En ocasiones hasta los nombres de los habi-tantes permanecen iguales, y el acento de las voces, e incluso las facciones; pero los dioses que habitan bajo esos nombres y en esos lugares se han marchado sin de-cir nada y en su sitio han anidado dioses extranjeros.”

“En el mapa de tu imperio, oh gran Jan, debe encontrar su sitio tanto la gran Fedora de piedra como las pequeñas Fedoras de esferas de vidrio. No porque

conexión con las islas entrerrianas, y cada vez su presencia es mayor en estos suelos fértiles que albergan unas 200 especies de aves, 29 especies de reptiles, 21 de anfi-bios, 36 de mamíferos, y 300 de peces.

Desde 1953, la Municipalidad tuvo la posibilidad de avanzar en la apropiación le-gal y social de la isla. Hace unos pocos años la Dirección de Catastro municipal comen-zó a delimitar los suelos, y el Área Legal y Técnica de la Secretaría de Gobierno avan-zó en los mecanismos de la sucesión de los 20 kilómetros cuadrados ubicados detrás de la isla del Espinillo y del riacho Chari-güé, donde está el pueblo, frente a Rosario. El departamento de Victoria cuenta con unas 240 mil hectáreas de humedales, de las cuales un 10% aproximadamente serían las tierras cedidas por Deliot.

En 1999, el entonces intendente Bin-ner realizó el primer anuncio público so-bre la cesión de la isla de Deliot con la idea de concretar una reserva natural para los

todas sean igual de reales, sino porque to-das son supuestas”.

Fragmento de Las ciudades invisibles (Calvino, 2008b: 40-41)

En las islas entrerrianas coexisten el pueblo Charigüé originario –el de los chanás, timbúes, guaraníes, mocovíes y qom–, y el Charigüé actual, colonizado por inmigrantes españoles, italianos, polacos, alemanes, allá por el 1800. El actual es un pueblo de diez familias, descendientes de los inmigrantes de tercera y cuarta gene-ración, que conviven desde hace unos po-cos años con rosarinos que construyeron viviendas de fin de semana, ecoturismo, y unos pocos valientes que se quedaron a vivir.

Pero además del pueblo de Charigüé, en las islas entrerrianas existen campos, pastizales, praderas, juncales, riachos, la-gunas, bajo jurisdicción del Departamen-to de Victoria, pero cedidos a la ciudad de

Rosario por el empresario rosarino Carlos Deliot, en 1953. Ciudades diferentes sobre el mismo suelo, no todas reales pero todas supuestas, como las ciudades invisibles de Marco Polo.

Sobre esto Pablo Barese reflexiona: “Si bien los pobladores tienen más rela-ción con Rosario, la zona no va a dejar de pertenecer a la provincia de Entre Ríos. Es como si una municipalidad tuviese una propiedad en otra ciudad; no deja de ser una propiedad regida por leyes de otra provincia, y no se va a contravenir ninguna ley en este sentido”.

Lo que cotidianamente llamamos “la isla” es el Delta del Paraná, un fragmento del cordón de uno de los humedales más majestuosos del planeta, según la Unión Internacional de Conservación de la Natu-raleza, que comienza en el pantanal Mato Grosso de Brasil y desemboca en el río de la Plata.

Los rosarinos han tenido siempre una

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rosarinos, pero el proyecto quedó encajo-nado por razones que nunca se aclararon. En agosto del año pasado, el Concejo Deli-berante elevó un pedido de informes y los mecanismos burocráticos comenzaron a ponerse en marcha.

RESERVA ECOLÓGICAEl secretario de Planeamiento, Pablo

Barese, y el subsecretario de Medio Am-biente, Ricardo Bertolino, convocaron a una reunión formal con la participación de la subsecretaria Legal y Técnica de la Secretaría de Gobierno, Carmen Donadío, la coordinadora del Ente Turístico Rosa-rio, Bibiana Bocca, el subdirector de De-sarrollo Sostenible, y técnicos del nuevo Acuario, entre otros.

También participarán del proyecto representantes de la agrupación “Paraná no se Toca”, el partido “Los Verdes”, y el Taller Ecologista. La abogada María Victo-ria Dunda, de la primera institución nom-brada, informó: “Contrataron a una inge-niera agrimensora para hacer los planos porque hay lotes dispersos, y como algunas tierras hacia el este están usurpadas, están tratando de ejecutar la sentencia de desalojo para recuperarlas y tomar la posesión”.

Barese confirmó que la Municipalidad está notificando a los habitantes sobre la sentencia de ratifica-ción de tenencia de la propiedad. “Esto es ju-risdicción de la provincia de Entre Ríos, por lo que la Subsecretaría Legal y Técnica

lo está resolviendo a través de la Justicia entrerriana. Desde 2008 se avanza con los juicios necesarios, con un abogado de la provincia vecina”, especificó el funciona-rio.

Además, Barese informó en la reu-nión que la Dirección General de Catastro y Topografía “volcó en una foto-grafía aérea georreferenciada los títulos de dominio, y tu-vimos una mejor visión sobre las aproximada-mente 2.000 hectáreas, que serían como unos 20 parques Indepen-dencia”.

El proyecto persi-gue dos objetivos centra-les: no modificar las condi-ciones naturales de los terrenos y conciliar con los habitantes de Chari-güé la iniciativa a poner en marcha; aun-que primero hay que resolver la cuestión de la tenencia de la tierra.

Elba Stancich, ecologista, comenta que se coincidió en hacer un diagnóstico para conocer el área. “Las ONG considera-

mos que los pobladores pueden tener un rol importante en el proyecto,

ya que es su lugar, lo conocen mucho más y saben cuidar-

lo”.

DESCONFIANZAS MUTUASDe la charla con quie-

nes de alguna manera van a tener que ver con el em-

prendimiento, surge que se deberán desmontar previamen-

te desconfianzas mutuas. No sólo

En el Delta coexisten tres jurisdicciones provinciales con sus respectivos municipios y diferentes marcos normativos: Entre Ríos, Buenos Aires y Santa Fe, contando esta última con sólo un 1,5% de propiedad sobre el territorio (en color violeta).

“Esto es jurisdicción de la provincia de Entre Ríos, por lo que la Sub-secretaría Legal y Técnica lo está resolviendo a través de la Justicia entrerriana”, señaló Pablo Barese, secretario de Planeamiento de la Municipalidad de Rosario.

Según Elba Stancich, en números re-dondeados, Santa Fe ocupa el 1,5% de la superficie del delta, Entre Ríos el 82 % y Buenos Aires el 16,5%. Lo que habrá que discutir, según Stancich, es “cuál sería el modelo apropiado para que el delta siga conservando la función de humedal y se-guir disfrutando de los múltiples servicios

ambientales que tiene”.

USURPADORES VERSUS POBLADORESSegún investigó la asociación civil “El

Paraná no se toca”, muchos de los lotes en cuestión fueron ocupados ilegalmente por un productor ganadero de origen rosarino que construyó terraplenes para cambiar

los cursos del agua naturales y así facilitar la cría de ganado, lo que modificó grave-mente el ecosistema.

María Victoria Dunda recuerda: “Fui-mos a la Municipalidad de Victoria a pre-guntar si era legítimo este corte del curso del agua, y nos encontramos que no había nada de eso. El Concejo Deliberante de

por celos jurisdiccionales, sino porque hay visiones distintas que necesariamente de-ben encontrarse.

En el verano son miles los rosarinos que pisan a las islas, impactando en suelo entrerriano. En aquella orilla desconfían de nuestro cuidado, ya que tenemos un

cordón industrial que vuelca afluentes, gente que se cruza a la isla y tira

basura, un parque náutico que está creciendo exponencial-

mente y genera impactos en la isla con pérdidas de hidrocarburos, combusti-ble y contaminación audi-tiva.

Desde esta orilla se observa cómo la quema in-

discriminada de pastizales o la construcción de terraplenes nunca

contó con un control de quienes deten-tan la jurisdicción de la zona para hacer cumplir leyes, ordenanzas, o simplemente tomar acciones de sentido común para la preservación de la naturaleza.

El proyecto necesita entonces una logística novedosa y mucha energía. Y un primer paso importante es resolver la si-tuación de intrusión de un empresario ro-sarino.

Además de avanzar desde cada área local, la Municipalidad dialogando con las secretarías de Producción y de Turismo. Hacia afuera trabaja con el secretario de Recursos Naturales de Santa Fe, Ricar-do Biasatti, para los estudios de impac-to ambiental; con el secretario de Medio Ambiente de la provincia de Entre Ríos, Fernando Raffo, y con la intendencia de Victoria, sobre los asuntos de legalidad.

El legado de Deliot

Carlos Deliot fue un empresario inmobiliario que creó una fundación para que los terrenos que poseía llegaran a destino, y que la renta obtenida fuese dona-da al Hogar del Huérfano de Rosario, actualmente clausurado y con un vacío legal sobre su propiedad.Según diarios de la época, se trataba de un filántropo ermitaño y sin hijos,

que poseía gran cantidad de inmuebles y terrenos. Luego de su muerte, hubo fa-miliares de Deliot que impugnaron su testamento a través de una contienda jurídica con la Municipalidad. Mientras tanto, las propiedades quedaron en un virtual estado de abandono.

Sobre fines de 1989 se regularizó la situación legal de la Fundación, y las aspiraciones de Deliot sobre sus predios empezaron a concretarse. Algunas pro-piedades se vendieron y el dinero se otorgó al Hogar del Huérfano.

La fundación Deliot dejó varios terrenos destinados a actividades públicas, como el Polideportivo que fue recientemente reinaugurado con inversiones de la Fundación de Lionel Messi. Pablo Barese destaca: “Pretendemos que el legado de la isla sea con este mismo sentido, de uso público, y que sea el Estado quien lo controle. Tenemos que retomar contacto con la Fundación; hay un bache que deberíamos ir subsanando para emprolijar esta situación”.

Imagen tomada de Google Earth con intervención digital con datos

otorgados por Organizaciones No Gubernamentales y fuentes

municipales no reveladas. Además de lo enmarcado en

amarillo hay lotes mas pequeños y dispersos en dicha zona y

contiguo al pueblo Charigüé.

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xx ROSARIO EXPRESS > JUNIO DE 2013

Victoria nos informó que se envió una car-ta documento a este señor intimándolo a destruir el terraplén. Pero nada cambió ni la Municipalidad lo exigió. Supimos enton-ces que el usurpador se llama Fiore y que corta los cursos del agua.

Fuentes municipales aseguran que se trata del “dueño de una guardería náutica rosarina, que tiene unos 30 mil vacunos en la parte continental”. Aseveran que a comienzos de este año, un empleado de la justicia se acercó al terreno usurpado para inspeccionar “y lo sacaron con rifles”. En el terreno se rumorea que el usurpador tiene varias estancias y hasta una pileta. Sobre esta situación, Dunda prevé que la Municipalidad de Rosario realice un juicio de desalojo.

Otro tema son los usos de las tierras por parte de los pobladores. En las islas se trabaja con ganadería, pesca, turismo y apicultura, sin afectar la biodiversidad. Los organismos ecologistas aseguran que lo que más contamina los humedales de la zona es el avance indiscriminado de la soja y la ganadería masiva.

En contraposición de quienes toma-ron los terrenos para lucro privado, existe en la isla entrerriana un pueblo pequeño llamado Charigüé (ver subnota), que cuen-ta con una escuela, un dispensario y una comisaría, organizado a través de una co-misión vecinal. Allí mismo hay un museo sobre los humedales, creado por el artista plástico Mario Domínguez Teixeira (http://centroculturalislacharigue.blogspot.com.ar).

Los charigüeños viven armónicamen-te, son conocedores del medio. “Saben que la isla no es la Pampa, conocen sus ciclos

de crecientes y bajantes”, destaca Dun-da. También tienen una relación con la ciudad de Rosario en el comercio, sus

compras de herramientas y alimentos, y venden sus productos.

Las organizaciones ecologistas coinci-den en la importancia de un relevamiento de quiénes son y cómo viven, para res-petar esa forma de vida. Dunda recuerda que “estas tierras fueron avasalladas por cultivos con hojas de maíz, hay intención de convertir el humedal en una pampa, y el humedal no es continente, necesita sus inundaciones”.

MEMORIAS DEL SUELOEn el año 1991, Argentina se adhirió a

la Convención sobre los Humedales a tra-vés de la sanción de una ley que entró en vigor en septiembre del año 1992. La con-vención es un tratado intergubernamen-tal aprobado en 1971 en la ciudad iraní de Ramsar, que atiende la conservación y el uso racional de los humedales.

Con la Ley de arrendamiento de tie-rras fiscales sancionada por la Cámara de Diputados de Entre Ríos, en diciembre de 2004 avanzó la sojización y el pastoreo en la zona de las islas entrerrianas. Se pasó de 15 mil a 250 mil cabezas de ganado, lo que produjo una contaminación de los suelos y aguas, producida por el abono del ganado y en algunos casos por agroquímicos.

En 2007 tuvo trascendencia pública la quema de pastizales que los criadores producían para generar pasturas nuevas para el ganado. El humo originó la conta-minación también en el aire, en las costas santafesinas y bonaerenses, lo cual llegó a los grandes medios y generó un cambio de conciencia.

Elba Stancich recuerda que “a partir de los incendios en las islas, se elaboró un

plan de conservación y aprovechamiento sostenible (PIECAS); hubo mucha prensa y se firmó el acuerdo entre las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe, junto a la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación”. Esto generó más atención so-bre las amenazas que están contaminando el Delta del Paraná.

Los humedales constituyen una im-portante fuente de recursos para la región: abastecimiento y purificación de agua, amortiguación de inundaciones, hábitat para la biodiversidad, servicios ambienta-les para la recreación y el turismo, recursos como frutas, pescado, animales silvestres, madera, cañas, miel, entre otros.

Esta visión torna invalorable las 2.000 hectáreas que Rosario ahora intenta preservar y utilizar racionalmente. Según algunos expertos, la Cuenca del Plata es el mayor humedal del planeta. Es un eco-sistema híbrido, con zonas de tierras que se suelen inundar constantemente. Reúne caudales de los Andes hasta el océano At-lántico, y es vía de comunicación, fuente de agua potable, energía y alimentos para miles de personas.

Los humedales fluviales y costeros tienen un papel irremplazable como áreas de reproducción, desove y cría de los peces de río y de especies marinas. Es base de la seguridad alimentaria de los pobladores ribereños y pescadores, muchos de ellos de bajos ingresos. Cumplen la función vi-tal de filtrar y purificar el agua dulce, de-volviéndola limpia para el consumo en la sociedad.

El Taller Ecologista realizó un CD in-teractivo que se puede ver en su sitio web con un recorrido detallado por el Delta del Paraná (http://tallerecologista.org.ar/sitio/hum), con información detallada, obtenida en el terreno y en consultas bibliográficas.

Las organizaciones ecologistas coinciden en la importancia de

un relevamiento de quiénes son y cómo viven, para respetar

esa forma de vida.

JUNIO DE 2013 > ROSARIO EXPRESS xx

Un diálogo en el CharigüéLA “INVASIÓN” ROSARINA

Agradecimiento: al “Colo” Raúl Rainone, por su colaboración para el traslado a las islas.

El río es un espejo y la tarde apacible cuando nos adentramos entre El Espinillo y La Invernada, camino al poblado de Charigüé. El paisaje de rascacielos y guarderías náuticas mutó en un heterogéneo verde y marrón. Los sauces, ceibos y pircas nos rodeaban,

grandes embarcaciones aparcaban en el camino; los charigüeños saludaban desde la orilla o se asomaban por la ventana para ver quién vino, y se alegraban con la visita.

De vez en cuando aparece una vaca o un caballo, los animales del pueblo, pero después nos comentan sobre la vasta fauna más adentro, en los humedales: tortugas de agua, carpinchos, siriríes, boas, nutrias, ciervos, aguiluchos, caranchos, biguáes, garzas, lobos de río, yacarés, quirquinchos… esos animales que se aprenden en la escuela porque son los famosos del Litoral.

El Charigüé es el primer asentamiento frente a Rosario, creado por los aborígenes chaná-timbú. No hay data cierta del origen ni de cómo fue bautizado así. Después, con la promesa del “granero del mundo”, en el siglo XIX llegaron y colonizaron inmigrantes europeos.

La lancha llegó a destino; una pequeña estancia con gallos, gallinas, un gato blanco y gris, tres collies pastores, un horno antiguo, una lancha que se llama “No se ve”. Tres casitas como habitaciones separadas de un mismo hogar, con el frente corroído por las subidas del riacho. Es el hogar de Roberto Simó, que con ojos amables y mateando habló de sus 72 años de charigüeño. Su expresión sólo cambió cuando se habló sobre el proyecto de reserva municipal de Rosario en la isla.

“Mi abuelo fundó la primera escuela de Charigüé, la fiscal nº 26 –relata don Simó con orgullo (hay foto). Ahora hay una escuela nueva que está muy linda, al lado del dispensario”. Al pasar por la escuela nueva y el dispensario, se observa en el medio dos casillas, una llamada “La conducta” y la otra “La inconducta”.

Mientras su señora convidaba mate en la ronda, don Simó hilvanaba: – “Ya los del pueblo quedan pocos; cada vez es más la gente que viene los fines de semana. Antes eran todas quintas que se trabajaban, de las cuales quedan pocas. Lo que más se hace hoy es la hacienda. Mi hijo es puestero en Los Marinos, una estancia de 10 mil hectáreas”.

Los perros vigilan la orilla; una lancha pasa a gran velocidad. “Cuando yo iba a la escuela, éramos 80 alumnos, pero después el número se fue reduciendo. La gente grande se iba muriendo, los hijos algunos quedaban y otros se iban a Rosario o a Victoria. Quedamos yo, mi mujer, mi sobrino, y unas diez familias, que algunas de ellas son familiares míos también”.

Simó recordó que en su infancia todo el territorio hasta la altura de Puerto San Martín, eran quintas de inmigrantes españoles, polacos, alemanes. “Mi abuelo vino de Mallorca en 1850, colonizó y tuvo a mi padre con sus hermanos acá. Eran agricultores, cultivaban repollo, chaucha, coliflor, y lo vendían en el Mercado de Abasto de Rosario, que quedaba en

San Martín entre San Juan y San Luis”. Sobre su pertenencia, don Roberto Simó

detalló: “Dos de mis tres hijos viven en Rosario, donde también tengo nietos que visito seguido. El tercero vive acá y se va a votar a Victoria. Nosotros para votar, en cambio, nos vamos a Rosario, que es más cerca, pero nos sentimos entrerrianos”. Durante la entrevista se regodea un gallo de cresta alta y plumas negras azuladas, cacareando a cada rato.

Sobre sus actividades productivas, Simó detalla: “Ahora hay poca pesca, sólo se pesca armado. Antes sacábamos surubí, dorado, boga, patí… de todo. La gente de por acá ahora cuida las casas de los rosarinos, podan el césped, y otros siguen siendo puesteros.”

Hasta entonces, la charla era muy amena, los mates los cebaba la señora de Simó y el equipo periodístico que escuchaba atentamente. Hasta que Rosario Express preguntó por el proyecto de reserva ecológica en la isla.

-Varios lotes de la isla entrerriana pertenecen a la municipalidad de Rosario, que hasta ahora no reclamó y actualmente están avanzando en lo legal y catastral ¿Escuchó hablar de eso?

-¿Quién te dijo que es de la municipalidad?

- Nos dijeron que fue cedido en 1953. -¿Y vos sabías que hay una ley, que si vos

no pagás los impuestos, perdés todos los derechos?- Bueno, pero en realidad los terrenos no se

terminaron de ceder, por cuestiones burocráticas que no se resolvieron todavía.

- La municipalidad no tiene más ese derecho. Y te digo, el que lo cedió era un testaferro, un prestamista (se refería a Carlos Deliot).

- Pero se están haciendo los trámites legales de cesión, se está hablando con la intendencia de Victoria y con la Secretaría de Medio Ambiente de Entre Ríos.

- Pero no se puede reclamar ahora, porque incluso en 1977, la provincia de Santa Fe se desligó de su jurisprudencia sobre las islas. Entregó todo a manos de Entre Ríos, lo que llevó a que desde entonces todo lo que está de este lado del canal, sea nuestro. Cuando Binner dijo en 1999 que esto era de “él”, salió publicado en el diario de Victoria Chaná que todos estos territorios están escriturados (nos acercó un original de la publicación que

fotografiamos). - Sí, no me refiero a este terreno que

evidentemente es de ustedes, sino a lotes dispersos y a una zona que es todo campo, más atrás del Paranacito.

- ¿Y después de 60 años va a venir la municipalidad a buscar su tierra, mientras antes no se hicieron cargo de nada? Van a tener que venir con las escrituras. Además, ¿para qué le sirve a la municipalidad de Rosario estas tierras?

- Hay un proyecto para levantar una reserva que puede ser turística, educativa, de producción sustentable, en conjunto con ustedes, los habitantes; hay varias ideas de trabajar con el Área de Economía Solidaria de la Municipalidad.

- Hace unos cuatro años vino Binner, y desde la comisión vecinal lo sacamos corriendo. Después de eso no se dijo más nada; hasta ahora, que la intendenta Fein se vuelve a interesar por esas mentiras, porque para mostrar que son sus tierras, tiene que mostrar las escrituras de Deliot con sus planos.

La señora de Simó escuchó el rumbo de la conversación y agregó:

- En estos días vinieron otros empleados municipales, pero no nos van a sacar de acá.

- En ningún momento el proyecto municipal contempla echar a nadie de sus tierras.

- Esta parte de la isla está toda loteada y escriturada, por lo que no puede ser de ellos. Y Entre Ríos siempre tuvo las islas muy regularizadas, con policía, catastro, todo.

- Claro que sí, pero tuve acceso a un mapa del territorio municipal, y es un rectángulo grande que sale desde la ruta del puente y baja, y es todo campo, antes de llegar a los riachos.

La señora entró a buscar el diario guardado El Chaná de Victoria, que decía:

“La polémica de la isla Charigüé”, donde muestra un plano original de la isla del año 1905, cedido

al periódico por Federico Cáceres, un charigüeño, y otro plano de la oficina de topografía y catastro de la ciudad de Rosario que muestra su delimitación de las tierras de Deliot.

- No se lo vamos a dar, lo vamos a pelear. El pintor Mario Domínguez Teixeira hizo un libro con toda la historia de la isla Charigüé, que defendió las tierras como propias entrerrianas… podés leer todo ahí. La municipalidad de Rosario no tiene propiedad porque no tiene los papeles, nunca los presentó–, finalizó don Simó con evidente disgusto y preocupación.

…Es comprensible la sensación de intrusión

de los isleños por parte de una entidad tan grande como la municipalidad rosarina, que vuelve a buscar su espacio luego de 60 años de haber sido cedido. El tiempo y el trabajo de campo de especialistas determinarán el modo de conciliar con los charigüeños la posibilidad de proyectar en conjunto un uso sustentable de este pedazo de islas entrerrianas.