un viaje por el camino de la lengua castellana

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VIA DESTINO VIAJE POR EL CAMINO DE LA LENGUA CASTELLANA LITERATURA, GASTRONOMíA, HISTORIA Y NATURALEZA, UNIDAS POR LA PALABRA JAVIER TOMÉ

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Un Viaje Por El Camino de La Lengua Castellana

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  • V I A J E V I A J Egastronoma, fiesta, tradicin

    documentos, personajes, literatura

    cultura, paisaje, patrimonio, historia

    San Milln de la Cogolla: la cuna de la palabra escritaSanto Domingo de Silos: la palabra cantadaValladolid: la palabra literariaSalamanca: la palabra sabiavila: la palabra msticaAlcal de Henares: la palabra universal

    DESTINO

    VIA

    JE POR

    EL CA

    MIN

    OD

    E LA LEN

    GU

    A C

    ASTELLA

    NA

    San Milln de la Cogolla (La Rioja), Santo Domingo de Silos (Burgos), Valladolid, Salamanca, vila y Alcal de Henares (Madrid) nos descubren la riqueza de la lengua espaola, desde su nacimiento hasta su desarrollo y expansin.

    El Camino de la Lengua Castellana nos ayuda a conocer ms sobre nuestro idioma y nuestra historia. Nos invita a hacerlo paseando por el claustro de un monasterio, hojeando pginas en una biblioteca, danzando en las calles de un pueblo, degustando unos lomos de bacalao, verduras frescas o unas yemas, relajndonos escuchando gregoriano y brindando con una copa de buen vino.

    Documentos, monasterios, bibliotecas, plazas, gastronoma, escritores, calles y paisajes son el testimonio vivo de la historia del castellano que nos acompaarn a lo largo de todo el Camino.

    Esta gua sugiere bellos recorridos tursticos por los hitos que conforman la ruta de la lengua castellana: San Milln de la Cogolla, Santo Domingo de Silos,

    Valladolid, Salamanca, vila y Alcal de Henares. Nos invita a pasear por silenciosos claustros mientras escuchamos gregoriano, a disfrutar del paisaje

    natural que rodea un monasterio, a degustar lo mejor de la gastronoma de estas rutas, que encuentran su sentido en la historia de nuestra lengua.

    V I A J E P O R E L C A M I N O D E L A L E N G U A C A S T E L L A N A

    9 7 8 8 4 2 4 1 1 0 5 8 1

    ISBN 978-84-241-1058-1

    LITERATURA, GASTRONOMA, HISTORIA y NATURALEzA, UNIDAS POR LA PALABRA

    JAVIER TOM

    V I A J E P O R E L C A M I N O D E L A L E N G U A C A S T E L L A N A

  • V I A J E V I A J Egastronoma, fiesta, tradicin

    documentos, personajes, literatura

    cultura, paisaje, patrimonio, historia

    San Milln de la Cogolla: la cuna de la palabra escritaSanto Domingo de Silos: la palabra cantadaValladolid: la palabra literariaSalamanca: la palabra sabiavila: la palabra msticaAlcal de Henares: la palabra universal

    DESTINO

    VIA

    JE POR

    EL CA

    MIN

    OD

    E LA LEN

    GU

    A C

    ASTELLA

    NA

    San Milln de la Cogolla (La Rioja), Santo Domingo de Silos (Burgos), Valladolid, Salamanca, vila y Alcal de Henares (Madrid) nos descubren la riqueza de la lengua espaola, desde su nacimiento hasta su desarrollo y expansin.

    El Camino de la Lengua Castellana nos ayuda a conocer ms sobre nuestro idioma y nuestra historia. Nos invita a hacerlo paseando por el claustro de un monasterio, hojeando pginas en una biblioteca, danzando en las calles de un pueblo, degustando unos lomos de bacalao, verduras frescas o unas yemas, relajndonos escuchando gregoriano y brindando con una copa de buen vino.

    Documentos, monasterios, bibliotecas, plazas, gastronoma, escritores, calles y paisajes son el testimonio vivo de la historia del castellano que nos acompaarn a lo largo de todo el Camino.

    Esta gua sugiere bellos recorridos tursticos por los hitos que conforman la ruta de la lengua castellana: San Milln de la Cogolla, Santo Domingo de Silos,

    Valladolid, Salamanca, vila y Alcal de Henares. Nos invita a pasear por silenciosos claustros mientras escuchamos gregoriano, a disfrutar del paisaje

    natural que rodea un monasterio, a degustar lo mejor de la gastronoma de estas rutas, que encuentran su sentido en la historia de nuestra lengua.

    V I A J E P O R E L C A M I N O D E L A L E N G U A C A S T E L L A N A

    9 7 8 8 4 2 4 1 1 0 5 8 1

    ISBN 978-84-241-1058-1

    LITERATURA, GASTRONOMA, HISTORIA y NATURALEzA, UNIDAS POR LA PALABRA

    JAVIER TOM

    V I A J E P O R E L C A M I N O D E L A L E N G U A C A S T E L L A N A

  • V I A J E P O R L A H I S T O R I A D E

    L A L E N G U ADOCUMENTO Y MONUMENTO

  • V I A J EV I A J EDireccin editorial: Raquel Lpez Varela

    Coordinacin editorial: Antonio Manilla

    Texto: Javier Tom

    Fotografas: Roberto Jimnez, Santos Cid, Jos Manuel Zorzano, L. Laforga, Fundacin Camino de la Lengua Castellana, Eclctika y archivo Everest

    Diagramacin: Maite Rabanal

    Diseo de cubierta: scar Carballo Vales

    Maquetacin: Maite Rabanal y Fernando Ampudia

    No est permitida la reproduccin total o parcial de este libro, ni su tratamiento informtico, ni la transmisin de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrnico, mecnico, por fotocopia, por registro u otros mtodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright.Reservados todos los derechos, incluido el derecho de venta, alquiler, prstamo o cualquier otra forma de cesin del uso del ejemplar.

    EDITORIAL EVEREST, S. A.Carretera Len-La Corua, km 5 LEN

    ISBN: 978-84-241-1058-1Depsito legal: LE. 708-2007

    Printed in Spain Impreso en EspaaEDITORIAL EVERGRFICAS, S. L. Carretera Len-La Corua, km 5LEN (Espaa)

    www.everest.esAtencin al cliente: 902 123 400

    V I A J E P O R L A H I S T O R I A D E

    L A L E N G U ADOCUMENTO Y MONUMENTO

    DESTINO

    JAVIER TOM

  • INTRODUCCIN

    Cada idioma es una visin del mun-do y el castellano, instrumento de la ms alta cultura, comenz a forjar su leyenda all por el siglo XI, cuando cierto estudiante o predicador ano-t, en los mrgenes de un texto lati-no, el primer testimonio escrito en una lengua que hoy comparten 400 millones de personas en ms de veinte pases, ubicados a uno y otro lado del Atlntico. Son las afamadas Glosas Emilianenses del monasterio riojano de Suso, en San Milln de la Cogolla, un yacimiento de sabidura al que cabe el gran honor de ser la cuna ocial del castellano. Los pri-meros balbuceos de esta lengua mi-lenaria, aunque nacida con vocacin andariega, tendran su continuidad en las llamadas Glosas Silenses, regis-tradas a nales de la misma centuria en el cenobio burgals de Santo Do-mingo de Silos, recinto sagrado a medio camino entre estampa y poe-ma, cuyo claustro es una obra maes-

    tra del romnico por su delicadeza y originalidad.

    La joven y bisoa lengua se fue co-lando por las plazas, mercados y fe-rias de Castilla hasta adquirir carta de madurez en Salamanca, la ciudad sa-bia que reuna prosperidad y esplen-dor en proporciones casi quimricas. Una metrpoli encendida en el orgu-llo de su propia historia e irresistible foco de atraccin para los ms des-lumbrantes talentos de la poca. El periplo lingstico-literario del caste-llano llegara luego hasta Valladolid, escenario privilegiado de los antiguos afanes imperiales. Al calor de la corte se estableci en la vetusta y seorial capital del Pisuerga una galera vario-pinta de personajes que contribuye-ron, cada uno a su modo y manera, a que nuestro idioma alcanzase cate-gora universal. No en vano corran tiempos de conquista y descubri-miento, cuando el castellano se ex-panda por el Nuevo Mundo como el

    DOCUMENTO Y MONUMENTO

    mejor embajador del estilo y el alma espaola. Al n y al cabo, ya dijo Mi-guel de Unamuno que ningn pueblo puede llegar a ser de verdad culto sino por el comercio con otros, por el libre intercambio cultural.

    Las acorazadas murallas que cercan el majestuoso permetro de vila permitieron a santa Teresa de Jess y a san Juan de la Cruz, dos de los grandes msticos patrios, ence-rrarse sobre s mismos y plasmar su hlito creador en los conventos y retiros abulenses, llevados por un fervor visionario que les adentrara por las ms intrincadas sendas del espritu. La identidad secular del castellano alcanz finalmente su cima en Alcal de Henares, cruce de culturas, de estilos artsticos y de destinos histricos. La patria chica de Miguel de Cervantes, creador de una obra de resonancias absolutas, pone lgico trmino a un recorrido simblico e inicitico que presenta,

    a modo de vieja tela zurcida por si-glos de tradicin y cultura, una ex-traordinaria condensacin de vesti-gios monumentales y manifestacio-nes estticas.

    Sobre estos seis hitos indiscutibles y fundamentales en el nacimiento, de-sarrollo y expansin del idioma espa-ol por excelencia se articula el Cami-no de la Lengua Castellana, un museo a cielo abierto por el que han discurri-do, a travs de un lento goteo en el tiempo, ideas, culturas, creencias y co-nocimientos. Unidos por el castellano como una suerte de cordn umbilical, hallamos un lucido catlogo de encla-ves en los que se escribieron algunas de las pginas ms hermosas de la his-toria de Espaa y en los que el rastro del pasado permanece an tangible y verdico, componiendo un mosaico de arte, espiritualidad, cosmopolitis-mo y, por qu no?, diversin asegura-da a un precio asequible para todos los bolsillos. Una serie de valores que

    INTRODUCCINDOCUMENTO Y MONUMENTO

  • INTRODUCCIN

    han sido reconocidos por las mximas instancias sociales del viejo Continen-te, distinguiendo a la ruta del castella-no, el da 25 de junio del 2002, con el ttulo de Itinerario Cultural Europeo, galardn al que se sumara el 16 de ju-nio del ao 2004 su reconocimiento como Gran Ruta Cultural del Consejo de Europa.

    La belleza literaria incita a la fan-tasa y al viaje, dando forma a un pro-yecto turstico de calidad hilvanado en base al gran espectculo que pro-porciona la combinacin de rico pa-trimonio histrico, ciudades monu-mentales con el ms exquisito perl antiguo y espacios de gran valor eco-lgico. Porque junto al mapa de civili-zacin labrado por ese mito de larga sombra que es el castellano, es posi-ble encontrar parajes y zonas verdes en las que arte y naturaleza se dan un apasionado abrazo. La ruta arranca en el riojano valle verde del Crdenas y transcurre por el universo rudo y

    curtido de la meseta que cant Anto-nio Machado en inspirados versos, la Castilla mstica y guerrera de limpios e innitos horizontes. El paisaje pare-ce haber renunciado a todo adorno y oritura, relajando su ceudo sem-blante gracias al hlito de vida que procura el eterno padre Duero, em-peado desde tiempo inmemorial en atemperar un territorio tan hermti-co como mgico.

    Hacia Gredos, el panorama va cambiando de vestuario e introduce paulatinamente al viajero en la suavi-dad y el verdor de la tierra prometida. Porque tanto Gredos como Guada-rrama, las dos grandes barreras que permiten el acceso ltimo a Alcal de Henares, presentan la rotunda gran-deza y majestuosidad de los espacios abiertos, una soledad entre el abismo y el cielo dibujada en paisajes de pos-tal. Un entorno con vocacin de mo-numento, donde la naturaleza ofrece su versin ms bella y extrema.

    DOCUMENTO Y MONUMENTO

    A travs de 700 kilmetros y tres comunidades autnomas, entrela-zadas por el hilo conductor del idioma, el Camino de la Lengua Castellana hace acto de presencia en los seis principales hitos, inci-diendo en el significado sentimen-tal y literario de cada lugar, aunque para completar la panormica con-junta aadiremos un ramillete de excursiones y visitas a otras locali-dades seeras de las distintas pro-vincias. Se trata, en definitiva, de recrear un cuadro colectivo de sa-bores, olores y rostros, con la inten-cin de disfrutar sin prisas merced al dinmico pulso de la rica vida cultural y popular que late a lo lar-go del recorrido. Un conjunto abierto al turista a modo de gran enciclopedia que rene todos los conocimientos alcanzados por una civilizacin de hechuras imperiales.

    INTRODUCCINDOCUMENTO Y MONUMENTO

  • INTRODUCCIN

    En el idioma, escribi Samuel Johnson, se encuentra el rbol genealgico de una nacin. Y aquella lengua surgida de la corrupcin del latn vulgar, con viejos trminos prerromanos, otros germni-cos y alocuciones incorporadas por los francos y occitanos que transitaban el Camino de Santiago, se fue consolidan-do como un instrumento idneo para transmitir ideas y afectos que a co-mienzos del siglo XV ya era utilizado en toda la Pennsula. El primitivo castella-no que sonaba casi como las trompetas de guerra, segn se arma en una cita de 1150, haba crecido y evolucionado tras su aceptacin por parte de las grandes oligarquas urbanas, transfor-mndose en ilustracin viva y fehacien-te de una forma de hablar, de crear y, en denitiva, de ser.

    En 1492, el castellano inicia un trascendental viaje que le permite in-corporar a su libro de estilo expresio-nes y trminos utilizados por las tribus indgenas del recin descubierto Nue-vo Mundo. Coln plasm en el Diario de Viajes las primeras voces hamaca,

    cacique o tiburn y Nebrija incluira en su Gramtica la palabra canoa, germinada al otro lado del Atlntico e incorporada al acervo verbal de un idioma dinmico y creativo que consi-gui colonizar en pocos aos el terri-torio americano. El dominio lingsti-co del castellano, una lengua que se-gn comunic el emperador Carlos V al Papa, mereca ser sabida y entendi-da de toda la gente cristiana, propicia-ra la apertura de las primeras impren-tas en Amrica (1530 en Mjico, 1584 en Per) y la creacin de Universida-des (Santo Domingo en 1538, Mjico en 1551, Lima en 1555 y Cuzco en 1598). De esta forma, volviendo al re-vs la piel de las lenguas propias del abigarrado conjunto de pases, cos-tumbres, tradiciones y creencias que constituan la civilizacin anterior a la llegada de los espaoles, nacieron ga-lanas y ricas expresiones orales que fueron nutriendo la ms importante de nuestras seas de identidad.

    La voluntad de tender puentes que siempre ha distinguido al caste-

    EL CASTELLANO EN EL MUNDO

    llano, obra cumbre del pujante im-perio hispano, encontr un campo abonado en los ncleos de civiliza-cin y renamiento constituidos al-rededor de los virreinatos que se es-tablecieron en los territorios con-quistados. Un viajero de nales del siglo XVI, el doctor Juan de Crde-nas, armaba que el habla de las co-lonias era pulida, cortesana, delica-da y naturalmente retrica, mucho ms propia y elegante que la de los espaoles peninsulares. As, discu-rriendo por sendas y atajos de exti-cas y lejanas caractersticas, el caste-llano fue ganando en pulcritud y tersura gracias al uido contraste entre dos mundos ubicados a miles de kilmetros de distancia. Y es que, tal como sostiene Lzaro Carreter, la nalidad de toda lengua es la de ser-vir como instrumento de comunica-cin dentro del grupo humano que la habla, constituyendo el ms ele-mental y a la vez imprescindible fac-tor de cohesin social: el de enten-derse.

    En nuestros das, el castellano es la lengua ocial de Espaa y de otros diecinueve pases de Amrica y el Ca-ribe, adems de ser el tercer idioma ms hablado del mundo, despus del ingls y del chino. La salud internacio-nal de la lengua de Cervantes est ga-rantizada gracias a los 400 millones de hispanohablantes repartidos por el mundo entero, custodios del formi-dable instrumento de intercambio surgido durante la Alta Edad Media en un idlico rincn de La Rioja. La in-mensa comunidad que habla y piensa en espaol, el segundo idioma ms utilizado en los Estados Unidos, re-presenta un enorme potencial de cul-tura universal, sustentado por orga-nismos como el Instituto Cervantes, la Fundacin San Milln de la Cogolla o la Fundacin Camino de la Lengua Castellana. El castellano, una industria en alza con creciente valor comercial, est perfectamente consolidado como un tesoro sagrado e intangible en el que, por esencia y por presencia, sigue sin ponerse el sol.

    INTRODUCCINEL CASTELLANO EN EL MUNDO

  • Glosas Emilianenses

    SAN MILLN DE LA COGOLLALUGAR DE LA PALABRA

    Gonzalvo fue so nomneen Sant Milln de Suso,natural de Verceo,que zo est'tractado,fue de niez crado;ond'sant Milln fue nado.

    Gonzalo de Berceo: Vida de San Milln de la Cogolla.

    SAN MILLN DE LA COGOLLA

    Testimonio excepcional del patrimonio arquitectnico y sentimental riojano, el conjunto monumental de San Milln de la Cogolla fue declarado Bien Cultural de Inters Mundial el da 4 de diciembre de 1997. Sobre el oratorio que fund san Milln, un hombre tocado por la mano de Dios que sanaba a los endemoniados y a todos los a igidos por las melancli-cas dolencias del espritu, se erigi el mo-nasterio mozrabe de Suso, o de arriba, un lugar envuelto en el aroma del recogi-miento y donde por decisin de Sancho III el Mayor se deposit el cuerpo del anacoreta. Cuenta la leyenda que el rey don Garca, hijo de Sancho, dispuso el traslado de los restos del beato al mo-nasterio de Santa Mara de Njera. Pero los bueyes que deban arrastrar el carro

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    se negaron a moverse, lo que se interpre-t como la negativa de san Milln a des-plazarse del valle que tanto quiso. Fue entonces cuando Garca Snchez III de-termin la ereccin del monasterio de Yuso, o de abajo, en 1053.

    Ya consagrada como primera iniciati-va cenobtica estable de Espaa, un monje de San Milln decidi salvar la distancia entre el habla comn de la ca-lle y el latn eclesistico, escribiendo al-gunas anotaciones en los mrgenes de unas homilas y un penitencial. As na-cieron las Glosas Emilianenses, conserva-das actualmente en la Academia de la Historia, humilde manuscrito que ha pa-

    SAN MILLN DE LA COGOLLA LUGAR DE LA PALABRA

  • Nacido en Berceo hacia el ao 473, san Milln ejerci como sencillo pastor de ovejas hasta que, cumplidos los 20 aos, crey or la voz de Dios encaminndole hacia la vida eremtica. Retirado a una cueva de la sierra de la Demanda, el ascetismo de sus costumbres y la fama de milagrero comenzaron a correr de boca en boca, constituyndose a su alrededor un comunidad de religiosos dedicados al rezo, al trabajo y a la contemplacin. Tras su fallecimiento, acontecido el 12 de noviembre de 574, fue enterrado en el oratorio del lugar, germen de lo que siglos ms tarde sera foco de gran trascendencia tanto por razones histricas y artsticas, como por motivos lingsticos y literarios.

    VIDA ERMITAA

    VIAJE POR LA HISTORIA DE LA LENGUASAN MILLN DE LA COGOLLA

    sado a la posteridad como el primer do-cumento del romance espaol. Si el va-gido inicial del castellano se produjo al amparo de Suso, la misma lengua ad-quiere condicin de idioma culto y pa-tente de universalidad sin cambiar de espacio fsico, pues Gonzalo de Berceo, el primer poeta reconocido de nuestro idioma y precursor de los escritores ms-ticos que habran de llegar en siglos pos-teriores, tambin surgi en San Milln.

    Los avatares polticos e histricos del siglo XIX afectaron gravemente al mo-nasterio, que vivira una primera exclaus-tracin en 1809 y ms tarde la irrupcin vandlica de las tropas de Napolen, preludio de una nueva salida de los monjes benedictinos con motivo de la desamortizacin de 1835. Finalmente, el Estado autorizaba la instalacin en San Milln de los agustinos recoletos, en 1878, orden que actualmente regenta este ncleo religioso y cultural en el que se ha constituido la Fundacin San Mi-lln de la Cogolla, presidida por el prnci-pe Felipe de Borbn, y un aula perma-nente de la lengua espaola que acoge cursos, seminarios y congresos de natu-raleza lolgica. La difusin del castella-no en el mundo global es un reto esen-

    SAN MILLN DE LA COGOLLA

    cial ante el nuevo milenio, compromiso asumido con entusiasmo en este rincn de La Rioja as ensalzado por el poeta: Entre espesos bosques y prdigos valles, naci un idioma y de la ceniza del latn surgi una brasa destinada a prender en millones de lenguas.

    LA VISITA

    Siglos de fe sustentan las piedras plenas de dignidad y nobleza del monasterio de

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    Suso, cuyo recinto nos habla de una evo-lucin en el tipo de religiosidad que corre en paralelo a las diversas transformacio-nes constructivas experimentadas por un edicio vestido con traje de exquisita eti-queta clsica. Desde las primigenias cue-vas eremticas que habitaron san Milln y sus discpulos hasta el cenobio visigtico del siglo VI, rematado por manos moz-rabes en la dcima centuria. La primera gran reliquia histrica aparece en el ante-patio de la iglesia, consistente en los siete

    sepulcros de los infantes de Lara, junto a su ayo Nuo, y las tumbas de tres reinas navarras, Toda, Elvira y Jimena. Ya en el espacio interior, las tres naves se unen por medio de capillas a las grutas excavadas en la roca que encierran las ms ntimas ensoaciones religiosas. Mxima atencin a las ilustraciones gticas del retablo co-nocido como Tablas de San Milln, en las que se narra la vida y prodigios del santo siguiendo el relato que escribi Gonzalo de Berceo en el siglo XIII.

    Existieron con anterioridad otros autores que permanecen en el anonimato, pero el primer poeta con nombre y apellidos que cincel sus eternos versos en lengua romance fue el clrigo riojano Gonzalo de Berceo. Un monje cuya vida religiosa estuvo ligada a los cenobios de San Milln y de Santo Domingo de Silos, emporios del conocimiento que inspiraron una serie de obras como Los Milagros de Nuestra Seora, que pretendan realizar una labor evangelizadora entre sus eles. La poesa de Gonzalo de Berceo, escrita en el siglo XIII, es una joya de la literatura medieval por su realismo ingenuo, pletrico de sabor popular y candoroso humanismo. Toda la magia verbal del primer castellano queda patente en unas rimas eternas que estn incluidas en el ADN de nuestra identidad cultural.

    GONZALO DE BERCEO Y SUS VERSOS ETERNOS

    1. Monasterio de Suso2. Interior del Monasterio de Suso

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  • Ocina de turismo en San Milln de la Cogolla: Edicio Aula de la Lengua en el Monasterio de Yuso 941 373 259

    Informacin en Internet: www.monasteriodeyuso.orgwww.lariojaturismo.com

    Informacin prctica:

    Monasterio de Suso: Reservas: 941 373 082Horario: octubre a Semana Santa de 9,55 a 13,25 h. y de 15,55 a 17,25 h. Semana Santa a octubre de 9,55 a 13,25 h. y de 15,55 a 18,25 h. Cerrado lunes. El monasterio tiene restringida la entrada a vehculos particulares, por una cuestin de conservacin. Se accede con el microbs que se encuentra en San Milln.

    Monasterio de Yuso: Reservas: 941 373 049Horario: Horario: octubre a Semana Santa de 10 a 13 h. y de 16 a 18 h. Semana Santa a septiembre de 10 a 13,30 h. y de 16 a 18,30 h. Cerrado lunes.

    Monasterio:Turismo:

    Hostera del monasterio de San Milln 941 373 277Inaugurada en 1996, el viajero en busca de conocimientos histricos y buena mesa encontrar un lugar de descanso con todo tipo de detalles ornamentales y un restaurante cuya carta de especialidades gira en torno a platos de inspiracin local.

    Dormir y comer:

    Mesn las Glosas Pestio, 2 941 373 232 Profesionalidad y buen hacer son las grandes bazas de este local que prepara una cocina para todos los gustos y todos los estmagos.

    15 15SAN MILLN DE LA COGOLLA

    nuscritos de la rica biblioteca conventual, acondicionada de-nitivamente en 1780. Entre sus ms de 10.000 ejemplares se cuentan cartularios, rarezas bibliogrcas e incunables en perfecto estado de conserva-cin.

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    San Milln de la Cogolla se ve sacudido regularmente por alegres muestras del folklore comunitario como la celebracin en honor a santa Potamia, el 25 de abril, marcada por las rogativas en peticin de lluvias. A mediados de junio tiene lugar una romera slo para hombres en la que antao, cosas de los tiempos, los asistentes solan consumir rap. No hay excepciones sexistas en el multitudinario festejo a la Virgen del Carmen, el 16 de julio y en

    Lugar del Ro, durante el que se baila la danza tpica de San Milln.Cabe destacar igualmente las estas de la Traslacin, a nales de septiembre. Esta celebracin tiene un doble sentido. En primer lugar, conmemora el traslado de los restos del santo de la tierra de Suso a las arquetas que sern guardadas en el monasterio de Yuso. Y en segundo lugar, se trata de la esta de Gracias de la localidad. La gran esta del santo titular es el 12 de

    noviembre, con solemne procesin de sus reliquias en las que danza el grupo local. El placer de la evocacin se relaciona, en todo el entorno, con objetos basados en la idiosincrasia histrica y artstica del cenobio. Existen otras muchas posibilidades, dadas las peculiaridades y tradiciones riojanas. Por poner un suculento ejemplo, el visitante podr adquirir una amplia gama de embutidos de gran calidad.

    Fiestas y compras:

    Un corto paseo por este impresionan-te enclave paisajstico que asombra y en-vuelve nos lleva al monasterio de Yuso, congurado como una radiante inmer-sin en el tiempo y la historia. La severi-dad renacentista y barroca del edicio domina el valle gracias a sus grandiosas dimensiones, fruto de la frentica activi-dad arquitectnica que se prolongara a lo largo del tiempo. El primer recinto se erigi segn postulados romnicos a par-tir de 1053, siendo reconstruido en los si-glos XVI, XVII y XVIII, bajo las premisas

    estticas del preponderante estilo herre-riano. La leccin de buen gusto, diseada a partir de una hermosa amalgama de es-tilos y detalles, se inicia en el prtico ba-rroco, donde podemos contemplar un relieve de san Milln montado a caballo. Discurriendo por un entorno impregna-do de serena espiritualidad, la primera estancia que visitamos es el saln de los Reyes, as llamado por las cuatro pinturas de fray Juan Ricci que representan a Fer-nn Gonzlez, Sancho el Mayor, Garca de Njera y Alfonso VII de Castilla. El claustro renacentista, aunque con aadidos gti-cos y platerescos, se remat en su zona baja el ao 1554, mientras que la parte superior es algo ms antigua, al estar fe-

    chada en 1577. Se trata de un espacio de exquisita retrica visual, idneo para dis-frutar del silencio a la cada de la tarde.

    La iglesia, primer ejemplo espaol de planta de saln, fue proyectada por Toms Rodi a comienzos del siglo XVI, siendo dig-nos de mencin el retablo ideado por el abad fray Ambrosio Gmez, la reja que cie-rra el coro, el plpito parroquial y la sacris-ta rococ dedicada a Nuestra Seora de los ngeles y decorada con frescos en la bveda. Otros elementos a valorar son los lienzos de pintura napolitana y la colec-cin de cobres dispuesta sobre la cajonera. En uno de los ngulos del claustro superior se abre una sala de exposiciones que cuen-ta con nuevas pinturas de Ricci y varios marles historiados que reproducen los que se labraron en 1067 para acoger las re-liquias de san Milln. Una maravilla del arte espaol, al igual que la arqueta forrada con seda rabe y que fue desnudada de oro y pedrera tras el asalto galo de 1809. A pesar de que no pueda visitarse, mencin aparte merece el fondo de cdices y ma-

    VIAJE POR LA HISTORIA DE LA LENGUASAN MILLN DE LA COGOLLA

    1. Detalle del Monasterio de Suso2. Sacrista del monasterio de Yuso3. Vista exterior del monasterio de Yuso4. Marl del relicario de san Milln5. Capitel

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  • Jaula con el gallo y la gallina en la Catedral de Santo Domingo

    Tras dejar atrs Berceo, casa natal de aquel monje Gonzalo que utiliz por pri-mera vez el castellano como arma para aproximarse a sus hermanos en la fe, al-canzamos la localidad de Caas, ubicada a 8 kilmetros de San Milln de la Cogo-lla. La abada de Santa Mara del Salva-dor est incluida entre los ms bellos cenobios cistercienses de Espaa por lo sabio de una arquitectura sagrada que transpira austeridad y recogimiento. Fundada en 1170 por los condes de Haro, don Diego Lpez y doa Aldonza Ruiz de Castro, la fbrica se concluy ha-cia el ao 1236, bajo la direccin de la abadesa doa Urraca. Su hermoso se-

    pulcro gtico puede verse en la sala ca-pitular, cubierta con una bveda en for-ma de palmera. La iglesia gtica sorpren-de por la sensacin de transparencia y luminosidad creada por 20 grandes ven-tanales cubiertos con planchas de ala-bastro, facilitando el disfrute del retablo mayor, con hechuras renacentistas y una iconografa centrada en distintos pasajes de la vida de la Virgen.

    Santo Domingo de la Calzada, lla-mada la Compostela riojana por su fas-tuoso envoltorio histrico y esttico, es lugar de referencia dentro del mundo apostlico de las peregrinaciones jaco-beas. Surgida a mediados del siglo XI por empeo del santo del mismo nombre, que construy puentes, calzadas y un hospital, transformado hoy en Parador

    VIAJE POR LA HISTORIA DE LA LENGUASAN MILLN DE LA COGOLLA

    RUTA 1: LEYENDAS JACOBEAS

    RUTA 1: LEYENDAS JACOBEAS 17

    Plaza Mayor, recinto utilizado antao para los festejos taurinos y que alberga en su anco septentrional el edicio del Ayuntamiento, cuya portada se ve coro-nada por la diosa Fama y los escudos de Felipe V, la ciudad y el cabildo.

    El edicio ms relevante en Santo Domingo de la Calzada es su catedral,

    templo a medio camino entre el gtico y el romnico que comenz a levantarse en 1158. Esta diadema de piedra cobija exquisiteces como la torre exenta de 70 metros de altura, considerada la ms alta

    de Turismo, con la intencin de facilitar el trnsito al nmero creciente de rome-ros que dirigan sus pasos hacia Santiago. La estampa anacrnica y reciamente rio-jana del lugar adopta una noble apostu-ra en la calle Mayor, donde encontramos uno de los albergues ms carismticos y solicitados por los caminantes, o en la

  • una destacada muestra del arte mstico que se atribuye a la escuela de Damin Forment. Hablamos del formidable re-tablo renacentista, dispuesto a modo de eje potico en un recinto sacro real-mente interesante.

    Ezcaray, uno de los ms reclamados destinos turstico de La Rioja, pone tr-mino a la primera ruta por unos parajes donde presente y pasado se entremez-clan en un marco de autenticidad y tra-dicin. Su estacin de esqu es lugar de cita invernal para deportistas y aciona-dos a la nieve llegados desde todos los connes, mientras en la localidad an pervive el recuerdo de la que fuera Real Fbrica de Paos de Santa Brbara, in-dustria textil que procur prosperidad y esplendor a esta villa de arquitectura se-rrana y un casco urbano que evoca la atmsfera de otras pocas.

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    VIAJE POR LA HISTORIA DE LA LENGUASAN MILLN DE LA COGOLLA

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    RUTA 1: LEYENDAS JACOBEAS 19

    1. Arquitectura popular de Santo Domingo de la Calzada2.Torre de la Catedral3. Mercado medieval

    de toda La Rioja, un retablo de nogal la-brado y el mausoleo donde reposa el santo, con sensacional escultura yacen-te. Pero su elemento ms caracterstico

    es la jaula empotrada en la pared y pro-fusamente decorada, donde se guardan un gallo y una gallina que recuerdan el clebre milagro del ave que despus de guisada revivi para denunciar una justi-cia. Y de ah, la renombrada coplilla:

    Santo Domingo de la Calzada,donde cant la gallina despus de asada.

    El Camino de Santiago, esa escuela de vida consolidada desde hace siglos

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    como primer proyecto europeo comn, apura su ltimo tramo por parajes rio-janos en Gran, poblacin fundada por el monarca Alfonso III en el siglo X. El eterno devenir jacobeo ha cincelado a su gusto la calle Mayor de la localidad, congurada a base de construcciones propias de la arquitectura popular de la comarca. All mismo se erige la iglesia de San Juan de Bautista, custodia de

  • RUTA 2: LA TIERRA DEL VINO

    Situada en las inmediaciones de San Mi-lln de la Cogolla, Badarn es villa de afamados asadores y bodegas visitables donde se elabora el glorioso vino de La Rioja, autntico oro lquido que da nom-bre a unas tierras siempre atentas a los placeres ms profundos y a la vez ele-mentales de la vida. Njera tambin es plaza estratgica en la ruta ms devocio-nal y militante de la antigua Europa, cuya denominacin islmica nos habla de un lugar entre peas. Capital de la corte navarra y riojana, fue precisamente el rey Sancho III el Mayor quien desvi el traza-do original del Camino de Santiago para hacerlo pasar por la villa enclavada a ori-llas del Najerilla. El bien surtido patrimo-nio local incluye un puente de piedra sobre el ro que sustituye desde 1866 al

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    vetusto paso utilizado durante siglos por los peregrinos, las iglesias de San Miguel y Santa Cruz, el convento de Santa Elena y un museo arqueolgico compuesto por fondos artsticos y etnogrcos res-catados del entorno comarcal.

    El tesoro de la localidad es la colegia-ta de Santa Mara la Real, erigida en el siglo XI junto a un macizo de piedra cali-za en el que se encontr una imagen de la Virgen que tena a los pies un jarrn de lirios frescos. As narra la leyenda los or-genes del primer recinto romnico, con-sagrado en 1056 y construido para ser panten de monarcas. De aquella prime-ra poca pervive el sepulcro romnico

    RUTA 2: LA TIERRA DEL VINO

    VIAJE POR LA HISTORIA DE LA LENGUASAN MILLN DE LA COGOLLA

    Fiestas en Santo Domingo de la Calzada

  • 23RUTA 2: LA TIERRA DEL VINO 23

    de doa Blanca de Navarra, esposa de Sancho III, acompaada en su ltimo trance por los numerosos enterramien-tos de nobles que cobija el plateresco claustro de los Caballeros y los miem-bros de la dinasta Abarca que descan-san en el panten Real. La iglesia est presidida desde el retablo mayor por una imagen de Santa Mara la Real, mo-delo del mejor romnico.

    VIAJE POR LA HISTORIA DE LA LENGUASAN MILLN DE LA COGOLLA

    1. Concatedral de Santa Mara la Redonda2. Fiestas de San Mateo3. Tapas

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    1. Ayuntamiento de Njera2. Vista nocturna del Puente de Piedra de Logroo

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  • En Navarrete, otro bastin jacobeo, la vida an parece uir al cadencioso ritmo medieval, cuando el lugar era codiciada plaza fronteriza que se disputaban las co-ronas de Navarra y de Castilla. Su entra-mado urbano confortable y ecaz, jalona-do por mltiples casonas de impronta hidalga, parece encaminar al visitante ha-cia la iglesia de la Asuncin, templo del gtico tardo que guarda un impresio-nante trptico amenco atribuido a Am-brosius Benson. A las afueras del pueblo nos despide el cementerio, con depurada fachada romnica procedente del des-aparecido hospital de peregrinos que fun-dara doa Mara Ramrez en 1185.

    La siguiente etapa nos lleva a Logro-o, pulcra y elegante capital de La Rioja. Un lugar antiguo y culto, de distancias cortas, hecho a la medida del hombre. Podemos acceder al apretado y bullicio-so casco urbano a travs del puente de piedra que reemplaz, en 1884, al paso

    romnico construido por santo Domin-go de la Calzada y que fuera utilizado por los peregrinos para salvar el Ebro. Tras visitar la ciudad, los caminantes del pasado salan en direccin a Navarrete por el arco del Revelln, nico vestigio que se conserva de la muralla medieval. Nuestro recorrido urbano comienza en la iglesia de Santa Mara del Palacio, fun-dada en el siglo X y ms tarde reconstrui-da y ampliada en el XVI. Sus elementos ms relevantes son la torre romnica de-nominada La Aguja, un crucero gtico y el retablo renacentista realizado por el maestro amenco Arnau de Bruselas, as como algunos frescos del siglo XVIII con imgenes de la Pasin.

    Otra de las iglesias principales es la consagrada a San Bartolom, con un conjunto escultrico que representa al santo titular. En una capital con tanta raigambre jacobea no poda faltar un templo dedicado al apstol, denomina-

    do en este caso Santiago el Real. Una monumental imagen barroca de Santia-go Matamoros preside la fachada princi-pal, en recuerdo a su milagrosa interven-cin en la batalla de Clavijo, localidad ubicada cerca de la capital, cuando a lo-mos de un caballo blanco carg contra el ejrcito de Abderramn, propiciando el triunfo de las tropas cristianas de Ra-miro I. La concatedral de Logroo, que comparte sede episcopal con Calahorra y Santo Domingo de la Calzada, es cono-cida como La Redonda por erigirse sobre la primitiva iglesia romnica de San Lu-cas, cuya planta era completamente cir-cular. La portada est anqueada por dos llamativas torres gemelas, prembu-lo para un recinto rebosante de obras artsticas como el cuadro de la Cruci-xin que se atribuye al gran Miguel n-gel. Es recomendable acabar la visita en el museo de La Rioja, instalado en el pa-lacio del general Espartero, que presenta un ameno recorrido por el arte, la ar-queologa y la cultura de la regin.

    VIAJE POR LA HISTORIA DE LA LENGUASAN MILLN DE LA COGOLLA

    1. Gastronoma2. De tapas

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    RUTA 3: LAS CIUDADES DE DIOS

    Junto a los complejos monsticos de N-jera, Caas y San Milln, el de Valvanera completa la ruta de los monasterios rio-janos. Al sur de Yuso y de Suso se locali-za esta ciudad de Dios en miniatura, em-plazada en la ladera de un monte cerca-no al pico de San Lorenzo, a 1.000 metros de altitud. Rodeado de una espesa masa boscosa de robles y hayas, el monasterio de Valvanera es un centro de peregrina-cin desde tiempo inmemorial, por co-bijar la imagen de la patrona de la Co-munidad. Una talla que data posible-mente del siglo X y fue encontrada, segn arma la tradicin, por un ladrn arrepentido en el mismo lugar donde se alzara el cenobio. La propia Isabel la Ca-tlica era una gran devota de la Virgen de Valvanera, referencia bsica en un

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    conjunto integrado por la iglesia gtica del siglo XV, el claustro y la ermita del Cristo, reedicada en el siglo XIII. Y es que del primitivo recinto no queda vesti-gio alguno, al ser destruido por un incen-dio en 1413.

    El fervor mariano que rodea al seero monasterio se ve acompaado, en el as-pecto puramente turstico, por una serie de rutas senderistas que nos acercan, por ejemplo, al espectacular valle del ro Toba, en la ladera opuesta a Valvanera. La naturaleza, cuna y fuente de todas las cosas, ha cubierto este paraje con un manto de hayedos y robredales como el del Rajao que son fuente de disfrute para

    RUTA 3: LAS CIUDADES DE DIOS

  • Danza de los zancos, en Anguiano.

    el paseante. Baos de Ro Toba, cabece-ra de la comarca, es lugar de arraigada tradicin chacinera que se expone a la valoracin pblica en el concurrido Fes-tival del Chorizo. Bobadilla, ubicada jun-to al ro Najerilla, presume de una iglesia parroquial con excelente retablo del si-glo XV y, dentro de su trmino, del yaci-miento romano de Los Villares. En Toba, sin embargo, los vestigios que aparecen en su carismtica pea pertenecen a re-motas tribus prehistricas.

    Anguiano es uno de los pueblos ms pintorescos de la Pennsula, por muchas y ancestrales razones. Surgido en el siglo XI pero incluido hasta fechas recientes en la provincia de Burgos, su arquitectu-ra popular de montaa se distribuye por tres barrios dibujados en pronunciada pendiente. Dos de ellos, Las Cuevas y Mediavilla, se unen mediante el sorpren-dente puente de la Madre de Dios, cons-truido en el siglo XVIII y enclavado a 30 metros de altura sobre el curso del ro. La localidad cuenta con un par de iglesias reseables, la de San Pedro, del siglo XVI, y la de San Andrs, con un buen retablo barroco de 1672. Todos los aos, el 22 de julio, da de la patrona Mara Magdalena, y el ltimo n de semana de septiembre, mientras la imagen vuelve a su ermita, Anguiano celebra una de las ms colori-das y extraas muestras del folklore his-pano. Es la llamada danza de los zancos, originada en el siglo XVIII, cuando ocho jvenes se lanzan por la empinada cues-ta que conduce de la iglesia a la plaza, girando a velocidad de vrtigo sobre unos zancos de madera de haya y atavia-dos con vistosos trajes.

    Siguiendo hacia el sur por la LR-113 llegamos al valle de Las Viniegras, geo-grafa rural de pasado ganadero e im-

    portante patrimonio etnogrco. Ven-trosa presenta una estampa de lo ms singular, pues su torre del reloj est en-caramada a una contundente mole ro-cosa. El sabor antiguo de la localidad se extiende desde las casonas blasonadas a la iglesia de San Pedro y la ermita de Villa Rica. No menor inters ofrecen al-gunas de las mansiones de Viniegra de Abajo, edicadas por indianos que hi-cieron fortuna al otro lado del charco. Las viviendas de la vecina Viniegra de Arriba exhiben una tipologa caracte-

    rstica de la arquitectura serrana, con casas de piedra en color rojizo. Dos son sus monumentos religiosos: la iglesia de la Asuncin y la romera ermita de la Magdalena. Otro santuario pone punto nal a la excursin, pues el pantano de Mansilla de la Sierra que sepult al pue-blo del mismo nombre tan slo respe-tara el venerado recinto romnico con-sagrado a Santa Catalina. Los vestigios de la ermita se alzan, con solemne por-te patriarcal, sobre las calmadas aguas de color esmeralda.

    VIAJE POR LA HISTORIA DE LA LENGUASAN MILLN DE LA COGOLLA INFORMACIN TURSTICA 27

    Ezcaray C/ Sagasta, 1 941 354 679.

    LogrooPaseo del Espoln, s/n. 941 291 260

    NavarreteCuesta el Cao, s/n. 941 440 005 (slo abre en verano)

    Santo Domingo de la CalzadaCalle Mayor, 70 941 341 230

    NjeraPlaza San Miguel, 10. 941 360 041

    Ocinas de turismo:

    El programa festivo de La Rioja cuenta con celebraciones que recrean lo proverbial en versin actualizada, proponiendo una pasarela de colorido e ilusin que supone un autntico canto a la vida. Logroo se da un festn a mediados de septiembre durante las estas en honor a san Mateo, muy relacionadas con el ritual de la vendimia. Uno de los momentos ms esperados llega con el pisado de la uva que tiene lugar en la plaza del Espoln, elaborndose el primer mosto de la temporada que es entregado en ofrenda a la Virgen de Valvanera. Tambin concita numeroso pblico el desle de carrozas animado por las peas, organizadoras

    de las degustaciones de choricillos, migas y otros platos tpicos.

    En el mes de mayo, Santo Domingo de la Calzada vuelve la vista al pasado con la esta de las Doncellas, referencia al vergonzoso tributo de 100 jvenes mujeres que los reyes cristianos deban entregar a los emires sarracenos, hasta que Ramiro I acab con tan insoportable afrenta. Tambin en Njera, durante los calurosos das de julio, se suceden las representaciones histricas que nos hablan de los logros y hazaas de nuestros antepasados. Y ms apegado al presente, Bobadilla programa un Festival de la Trucha con amplia participacin ciudadana.

    Fiestas y folklore:

    La labor callada y llena de sabidura de alfareros y artesanos mantiene viva la llama de la tradicin, que en estos parajes se remonta a tiempos prehistricos. As lo prueban numerosos trabajos en arcilla que se han rescatado en el entorno de Navarrete, pueblo reconocido por la maestra de una produccin cermica de indiscutible calidad. El mejor ejemplo es el llamado cntaro navarretero, macizo y ancho, con un asa y pequea orla decorativa. Cacharros, en denitiva, a la vieja usanza, que se ponen a la venta en zocos y tiendas, junto a mantas y tejidos artesanos, alpargatas, productos de mimbre y los imprescindibles toneles.

    Gastronoma:

    Artesana:

    gran arraigo en restaurantes y figones. Los excelentes productos de la huerta son el condimento bsico para una serie de exquisitas propuestas, arropadas por toda la majestad de las cosas sencillas. Chuletillas de cordero con patatas, merluza rebozada,

    El viaje a la memoria gastronmica riojana sigue los dictados de un manual de estilo equilibrado, sensato y respetuoso con los sabores caseros y familiares. Los pimientos rojos asados, todo un primor culinario, pueden degustarse solos o acompaando a unos lomos de bacalao, plato de

    caparrones o las famosas pochas, alevines de alubias frescas, son platos de mucha categora, acompaados en el apartado dulce por el queso fresco o las deliciosas peras al vino. Porque los caldos de La Rioja, reconocidos con la pertinente denominacin de

    origen, son otro de los grandes atractivos del men, pues no en vano llevan dentro la generosidad de la tierra en la que nacen.

  • SANTO DOMINGO DE SILOSEL CASTELLANO SE HACE PIEDRA

    Silos de mi alma.Yo te cant y te canto.En mi pecho te abrigo.Ahora es tambin el claustroY, al azar, un capitel.Arpas virgilianasCon sus cabezas de mujer malditaY sus alas cerradas, poderosas.Y leoncillos vencidos por los pavorreales.Corre por el cimacio un doble entrelazado.Con este nico smbolo hoy me alimento.Los poderes del mal, el bien que lucha.Slo esta estampa prodigiosa,Y a escuchar instante eternoLa msica sin pauta del ciprs.

    Gerardo Diego: Monasterio de Silos.

    SANTO DOMINGO DE SILOS

    Tras San Milln de la Cogolla, el segundo paso en las vivencias de infancia y juventud del castellano nos lleva a la otra vertiente de la sierra de la Demanda, pues en el extremo oriental del valle burgals de Tabladillo se alza uno de los grandes centros de peregri-nacin espiritual y esttica del norte penin-sular: Santo Domingo de Silos. Algunos his-toriadores remontan el ncleo monstico original a poca visigoda, aunque el primer documento alusivo al cenobio de San Sebas-tin de Silos, pues sta era su advocacin, lleva la fecha del 3 de junio del ao 954, cuando el conde Fernn Gonzlez visita el lugar fundado por monjes mozrabes llega-dos desde el sur en busca de mejores condi-

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    ciones de vida, otorgando una carta magna de fueros y franquicias que supona el reco-nocimiento de territorio propio, la exencin de impuestos y la autorizacin al abad para ejercer la jurisdiccin civil, criminal y ecle-sistica.

    Muy deteriorado tras las sucesivas y cruentas andanadas musulmanas, el monar-ca Fernando I de Castilla nombr abad de Silos al riojano Domingo de Caas, que hacia el ao 1040 emprendera la ingente tarea de sanear econmicamente el monasterio, po-ner orden en la observancia y acometer un concienzudo trabajo de edi cacin que toma su mejor forma en el claustro de dos andares, logro sin precedentes del romni-

    co. El decisivo impulso del que sera conoci-do como santo Domingo de Silos, cuya vida y milagros fueron narrados tiempo ms tar-de y en perfecto castellano por Gonzalo de Berceo, propici una etapa de gran prosperi-dad, consagrndose el primitivo templo ro-mnico poco despus de su fallecimiento, acontecido el 20 de diciembre de 1073. La vida de oracin y trabajo se mantuvo sin al-tibajos hasta las desdichadas turbulencias de la Guerra de la Independencia y luego la desamortizacin de 1835, poca funesta que trajo consigo la expulsin de los monjes y la prdida de muchos de los manuscritos de su archivo y de las obras de arte acumula-das a lo largo de los tiempos.

    SANTO DOMINGO DE SILOS, EL CASTELLANO SE HACE PIEDRA1. Fiesta de Los Jefes en Silos

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  • VIAJE POR LA HISTORIA DE LA LENGUASANTO DOMINGO DE SILOS

    Uno de los primeros hitos en la historia editorial del castellano sera el llevado a cabo en el scriptorium de Silos, taller del saber y del hacer donde calgrafos e iluminadores daban testimonio de su fe copiando para la biblioteca del monasterio los clsicos de la espiritualidad y las ciencias eclesisticas. An se conservan, escritos con bella letra visigtica, varios cdices que son ejemplo vivo de una cultura consagrada al cultivo de las ciencias, las artes y las letras. Son las conferencias de Casiano, copiadas por el monje Alburano en 928; el comentario a la Regla de San Benito, escrito en 945 por el monje Juan; y las Glosas Silenses, toda una proeza realizada en aquel universo enclaustrado en una madeja de certezas.

    SCRIPTORIUMS, TALLERES DEL SABER Y DEL HACER

    SANTO DOMINGO DE SILOS 31

  • SANTO DOMINGO DE SILOS 33

    Plantado por los monjes franceses asentados en el monasterio en 1882, el mgico ciprs de Silos muestra todo el embrujo del tiempo detenido. Monumento verde a la verticalidad ms sentida y razonada, ha sido motivo de inspiracin para versos como los del poeta Gerardo Diego:

    Enhiesto surtidor de sombra y sueoque acongojas el cielo con tu lanza.

    Chorro que a las estrellas casi alcanzadevanado a s mismo en loco empeo.

    EL CIPRS DE SILOS

    VIAJE POR LA HISTORIA DE LA LENGUASANTO DOMINGO DE SILOS

  • Panormica del monasterio.

    As hasta el 18 de diciembre de 1880, cuando un grupo de benedictinos france-ses de la abada de Ligug, encabezados por Ildefonso Gupin, comenz la recons-truccin del que fuera uno de los ncleos culturales ms importantes de la Edad Me-dia. Espacio consagrado a la bsqueda de Dios en medio de una gozosa realidad pes-punteada, como no poda ser menos, por los condicionamientos sociales, religiosos y polticos que trajeron consigo los distintos tiempos. Buena prueba del compromiso que siempre ha mantenido la congrega-cin con el devenir de los modos y modas culturales es su sorprendente irrupcin en los titulares de primera pgina de peridi-

    cos y revistas correspondientes a 1994, cuando las grabaciones de cantos grego-rianos efectuadas por los monjes se aupa-ron a los primeros lugares en las ventas musicales de todo el mundo. Y es que ya lo dijo san Agustn: el que canta ora dos ve-ces, aludiendo sin duda a la meloda ca-denciosa y espiritual, autntico blsamo para los sentidos, codicada como rito ce-remonial por el Papa Gregorio I.

    Pero volvamos al comienzo, pues a nales del siglo XI cierto monje cuyo nombre desconocemos, anot en los mrgenes de un texto latino algunas ex-presiones en lengua romance que facili-taban la comprensin de lo ledo. De este modo nacieron las clebres Glosas Silenses que hoy se guardan en el museo

    Britnico, conrmando el hecho diferen-cial del castellano surgido poco antes en San Milln y hermanando dos focos de creatividad unidos por la historia y tam-bin por su protagonismo en los prime-ros albores escritos de esa patria comn para 400 millones de hispanohablantes que es nuestra lengua.

    LA VISITA

    La solemnidad histrica y religiosa del complejo de Silos, donde sucesivas ge-neraciones han plasmado en piedra sus valores ms trascendentales, comienza en el templo trazado en el siglo XVIII sobre planos de Ventura Rodrguez, sustituto de la primera iglesia romni-

    VIAJE POR LA HISTORIA DE LA LENGUASANTO DOMINGO DE SILOS SANTO DOMINGO DE SILOS 35

    ca. El arquitecto Antonio Machuca eje-cutar el proyecto entre 1751 y 1792, aunque manteniendo elementos origi-nales como la hermosa antesacrista. Una pieza clave es la capilla de Santo Domingo, de planta octogonal y acorde con los principios barrocos. Fue termi-nada en 1732 y en ella se guardan las reliquias del patrono, dentro del taber-nculo incluido en una urna con tres coronas de plata sobredorada, llegadas del Trujillo peruano. Entre las distintas dependencias monacales destaca la bo-

    tica, organizada en 1705 con el n de paliar el deciente servicio de farmaco-pea que se daba en la localidad. Contie-ne antiguo instrumental mdico, redo-mas y morteros realizados en cermica de Manises y Talavera de la Reina, junto a un magnco archivo de las frmulas y recetas que utilizaban los monjes. La biblioteca cuenta con un fondo de 60.000 volmenes, en el que se incluyen cotizados incunables y otras obras de-dicadas a consagrar las potencias sagra-das del alma.

    1. Arcada2. Capitel vegetal3. Detalle del relieve "La duda de Santo Toms"3. Botica

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  • lemnes discurran en torno a esta plaza pblica. Despus de atravesar la puerta de las Vrgenes, fechada en 1120, el via-jero se introduce en un mgico univer-so de insuperable perfeccin clsica, moldeado sobre relieves y capiteles de-corados con labores iconogrcas de inuencia oriental. Los sobrecogedores bajorrelieves de sus ngulos represen-tan diversos temas bblicos, completan-do un sensacional muestrario gurativo que se extiende a los artesonados mu-djares, con escenas de caza y retratos de la vida cotidiana en la antigedad. Estamos, sin duda, ante el primer con-junto escultrico medieval de Castilla y Len, cuya jerarqua esttica se basa en los ms nobles principios e ideales del espritu.

    El museo expone piezas de arqueo-loga, una seccin con cdices de litur-gia mozrabe, algunos realizados por miniaturistas del propio convento, y objetos de orfebrera religiosa tan inte-resantes como el cliz de Santo Domin-go, la arqueta de los Esmaltes o la Palo-ma Eucarstica. Antes de concluir este recorrido glorioso y monacal, no pode-mos perdernos alguna de las sesiones de cantos gregorianos que entonan, a distintas horas del da, los benedictinos de Silos. Un coro de anadas y antolgi-cas voces que consiguen desnudar la esencia misma del alma hasta alcanzar la verdad ltima.

    VIAJE POR LA HISTORIA DE LA LENGUASANTO DOMINGO DE SILOS SANTO DOMINGO DE SILOS 37

    Junto al Prtico de la Gloria com-postelano y la Cmara Santa de Oviedo, el claustro bajo de Silos est considera-do uno de los ms brillantes exponen-tes del romnico en Espaa. Iniciado en tiempos de santo Domingo y no con-cluido hasta bien entrado el siglo XII, se trata del ncleo original donde conver-ga toda la vida monstica. Aqu estu-diaban y paseaban los religiosos, se re-una la comunidad y tena adems un carcter litrgico, ya que las procesio-nes organizadas en das festivos y so-

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    1. Sepulcro de Santo Domingo2. Libro de San Juan de la Cruz

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    1. Biblioteca del monasterio2, 3 y 4. Fiesta de Los Jefes en Silos

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  • Informacin en Internet www.patroturisbur.eswww.abadiadesilos.es

    Hospedera de Silos: 947 390 068 Durante todo el ao permanece abierto este retiro solo para hombres que garantiza tranquilidad de espritu y una estancia muy alejada del estrs y los agobios de la vida moderna.Hotel Tres Coronas Plaza Mayor, 6 947 390 047 Instalado en una casona del siglo XVI, cuenta con 16 habitaciones dotadas con todos los lujos de la modernidad. Otros alicientes se encuentran en su restaurante, especializado en una cocina depositaria de los valores tradicionales, y en las excursiones que organiza el hotel. Por ejemplo, la ruta ecuestre por el Parque Natural de la Yecla.Hotel Santo Domingo de SilosCalle Principal 947 390 053 Tambin ofrece alojamiento este establecimiento de precios muy asequibles y excelente ambiente turstico. El comedor invita a una rfaga de propuestas basadas en el exquisito recetario regional y regadas por una bodega de gran envergadura.

    Informacin prctica:

    Dormir y comer:

    Ocina de turismo en Silos: Cuatro Cantones, 10. 1 947 390 119

    Turismo:

    VIAJE POR LA HISTORIA DE LA LENGUASANTO DOMINGO DE SILOS

    Monasterio de Santo Domingo de Silos 947 390 068Horario: M a S de 10 a 13 h. y de 16,30 a 18 h. L, D y festivos de 16,30 a 18 h.

    Museo:

    El monasterio de Santo Domingo no es la nica referencia patrimonial en un pueblecito que esconde otras propuestas muy seductoras. Sin ir ms lejos, el convento de san Francisco y el museo Sonidos de la Tierra, con una de las mejores colecciones de instrumentos musicales de toda Europa. Llegado el ltimo n de semana de enero, la villa de Silos se disfraza para celebrar la esta de los Jefes, declarada de inters turstico regional. Se trata de una gran representacin pica y teatral, jalonada por numerosos actos y divertimentos. La esta de la Cruz tiene lugar en el primer n de semana del mes de mayo, resultando especialmente emotiva la ceremonia organizada en torno a la Sbana Santa, copia de la original.En cuanto al captulo de compras, la brillante

    Fiestas y compras:

    tradicin artesana local avala un generoso abanico de posibilidades adquisitivas a la hora de llevarnos un recuerdo de Silos. Bien puede ser algn objeto alusivo al monasterio, como las guras e imanes donde se representa

    RUTA 1: EL CORAZN DE CASTILLA

    La excursin que nos lleva al corazn del territorio castellano parte del entorno de Santo Domingo de Silos, comarca que cuenta con variados atractivos medioambientales. La accin erosiva del arroyo del Cauce, auente del ro Mata-viejas, ha horadado la inmensa mole de roca caliza del abrupto territorio de las peas de Cervera, esculpiendo un can vertical de 80 metros de profundidad y apenas 2 de anchura. La garganta de la Yecla, autntico capricho de la naturale-za, est rodeada por un hbitat boscoso de sabinas y enebros que aloja una abun-dante colonia de aves rapaces en la que destacan los buitres leonados.

    El esplendor de Lerma, a la que acce-demos por la BU-900, se debe a ser lugar de nacimiento de don Francisco Gmez

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    de Sandoval y Rojas, valido del rey Felipe III. Decidido a convertir su villa natal en exclusiva corte desde la que gobernara Europa, aquel pueblo ubicado en lo alto de un altozano se transform en uno de los espacios ms seoriales y distingui-dos del siglo XVII espaol. La impronta nobiliaria de la localidad queda patente en el palacio Ducal, construccin de gus-to herreriano que fuera iniciada por Francisco de Mora en 1605. La colegiata de San Pedro, con agradables vistas al ro Arlanza, es un templo de gran inters ar-quitectnico y artstico debido a sus re-tablos barrocos y a la estatua labrada por Juan de Arfe del arzobispo Cristbal

    RUTA 1: EL CORAZN DE CASTILLA

    al emblemtico ciprs, u otros productos ms apegados al estmago, como los exquisitos rosquillos elaborados con manteca, huevos, vino blanco y unas gotas de aguardiente.

  • de Rojas, to del duque de Lerma. Antes de proseguir viaje, resulta obligado ad-quirir alguna de las sublimes especialida-des de repostera que elaboran las bue-nas monjas clarisas en su convento.

    Burgos, capital del reino de Castilla y Len desde 1073 hasta la conquista de Granada, es un enclave fundamental en

    el asombroso proceso de expansin del castellano, ya que en la imprenta de Fa-drique de Basilea se imprimi, el ao 1499, la primera edicin de La Celestina. De este taller salieron tambin algunas de las primeras ediciones del Lazarillo de Tormes y la primera versin en nuestro idioma de La Divina Comedia de Dante, traducida por el arcediano de Burgos. Es-tacin obligada de la ruta jacobea, en Burgos se habl durante aos el caste-llano derecho, declarado el ms reco-mendable por Alfonso X el Sabio. Con su

    1. Palacio Ducal de Lerma2. Casa del Cordn, Burgos3. Monasterio de las Huelgas

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    VIAJE POR LA HISTORIA DE LA LENGUASANTO DOMINGO DE SILOS RUTA 1: EL CORAZN DE CASTILLA 41

  • RUTA 1: EL CORAZN DE CASTILLA 43

    dos a la corona de Castilla. Al este de la capital encontramos la Cartuja de Mira-ores, cuyo espectacular retablo poli-cromado fue dorado, segn sostiene la tradicin, con el primer oro llegado des-de Amrica.

    El monasterio de San Pedro de Car-dea, a tiro de piedra de Burgos, se rela-ciona ntimamente con uno de los gran-des personajes nacidos en estas tierras: el Cid Campeador. Rodrigo Daz de Vivar se convertira gracias a El Cantar del Mo Cid, poema pico del ao 1180 que evi-dencia la arqueologa del lenguaje caste-llano, en el gran hroe de la Reconquista. Aqu estuvo enterrado hasta el traslado de los restos a la catedral, donde descan-sa junto a su esposa Jimena, y dej a su familia antes de partir al destierro. El ce-nobio se fund en el ao 899, convirtin-dose en importante centro de poder y cultura durante la Edad Media. Entre los distintos elementos arquitectnicos so-bresale el claustro de los Mrtires, as llamado en recuerdo a los ms de dos-cientos monjes masacrados en la razia musulmana del 953, una construccin de tipologa romnica y arcos de medio punto.

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    1. Gigantes y Danzantes en la estas del Corpus2. Monasterio de San Pedro de Cardea3. Vista de la Catedral y la plaza de Santa Mara

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    decisin, el monarca convirti ese habla en la lengua de los documentos ociales y de la ciencia y la cultura de la poca. La catedral burgalesa, denida por Telo Gautier como delicada igual que un joya femenina, es el monumento ms representativo y, por su tamao, el tercer templo catedralicio de Espaa. La pri-mera piedra fue colocada por Fernando III en 1221, cimentando un recinto pre-ado de historias y de reliquias excepcio-nales.

    Junto a la catedral se halla la iglesia de San Nicols, con un grandioso retablo en

    alabastro policromado que se asent en 1505. En el barrio del Castillo, dispuesto a los pies de la antigua fortaleza, un d-dalo de calles nos lleva a la iglesia de San Esteban, sede del sobresaliente museo del retablo, y al Centro de Arte Caja Bur-gos (CAB), ubicado en un edicio de nueva planta que contrasta por su van-guardismo con las cercanas agujas gti-cas del recinto catedralicio. El Arco de Santa Mara, puerta abierta en la mura-lla que se adorna con estatuas de perso-nalidades locales, se asoma al ro Arlan-zn, al igual que el sosegado Paseo del

    Espoln. Pero la construccin civil ms destacada es la casa del Cordn, donde los Reyes Catlicos recibieron a Coln en 1497, a su regreso del segundo viaje a tie-rras americanas. Otras visitas imprescin-dibles nos acercan al museo de Burgos, con sugerentes secciones arqueolgicas y de Bellas Artes, y al monasterio de las Huelgas Reales, levantado en 1188 por Alfonso VIII y su esposa, Leonor de Aqui-tania, sobre una nca de recreo. Tiene signicado de gran mausoleo funerario pues guarda el panten de la real pareja, as como los de otros personajes vincula-

    VIAJE POR LA HISTORIA DE LA LENGUASANTO DOMINGO DE SILOS

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  • VIAJE POR LA HISTORIA DE LA LENGUASANTO DOMINGO DE SILOS RUTA 1: EL CORAZN DE CASTILLA 45

    1. Artista pintando la Catedral2 y 3. El Curpillos4. El Arco de Santa Mara5. La cartuja de Miraores

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  • Castillo y viedos de Pearanda de Duero

    El Duero, ese ro familiar de aire discipli-nado y festivo a la vez, se congura como el gran eje vertebrador de una comarca sembrada de pueblos y rincones en los que uno puede perderse para disfrutar a sus anchas de los secretos del pasado y las postales idlicas que surgen en el pai-saje. Caleruega es la cuna de santo Do-mingo de Guzmn, fundador de la orden de predicadores y patrono de la provin-cia de Burgos. Alrededor del torren de los Guzmanes se ha edicado un con-junto conventual, con un pozo conside-rado de aguas milagrosas que indica el lugar en que naci el santo all por el ao 1170. Otras reliquias del hijo ms

    destacado de la villa se conservan en el claustro del convento de los dominicos, mientras su madre est enterrada en la iglesia parroquial de San Sebastin. En direccin sur alcanzamos Gumiel de Hi-zn, dominio de antiguos linajes. La igle-sia de Santa Mara, fechada entre los si-glos XV y XVI, se remat en la siguiente centuria con una fachada neoclsica ca-racterizada por el conjunto de hbiles recursos escenogrcos. No desmerece al conjunto el retablo mayor, de autor desconocido, ni las piezas que se mues-tran en la sacrista.

    Enmarcada por un horizonte de vie-dos, Aranda de Duero es la capital de la Ribera burgalesa. Lugar de realengo y sede de la corte en poca de Enrique IV, su acreditada alcurnia se hace evidente

    VIAJE POR LA HISTORIA DE LA LENGUASANTO DOMINGO DE SILOS

    RUTA 2: LA RIBERA DEL DUERO

    RUTA2: LA RIBERA DEL DUERO

    en la iglesia de Santa Mara, cuya facha-da concebida a modo de grandioso reta-blo incluye escenas en relieve de la Ado-racin de los Magos. Una obra atribuida a Simn de Colonia que se ve acompa-ada, en el espacio interior, por la escale-ra mudjar y el plpito renacentista. Si nos jamos en las construcciones civiles, el palacio de los Verdugo, sito en la plaza de El Rollo, destaca entre las abundantes casas seoriales que adornan una locali-dad cuyo subsuelo alberga ms de 120 bodegas subterrneas, excavadas a una profundidad de entre nueve y doce me-tros.

    La sombra de los viejos tiempos an planea sobre Pearanda de Duero, po-blacin agrupada a los pies del castillo edicado en el siglo XV por don Diego de Ziga y Avellaneda. El palacio que perteneci a tan destacado linaje es un edicio renacentista con elegantes de-pendencias y una portada decorada a base de guerreros y motivos herldicos. Adems de la iglesia de Santa Ana, traza-da por Gil de Hontan, conviene dete-nerse en la botica de los Jimeno, abierta a nales del siglo XVII y habilitada en su interior como un delicioso museo con perolas, recetarios y otros objetos utili-zados por los sanadores del pasado. Apenas a 2 kilmetros de Corua del Conde, en el municipio de Pealba de Castro se encuentran las ruinas de la an-tigua ciudad de Clunia, cabeza del Con-vento Jurdico de la Hispania Citerior y una de las ms importantes urbes erigi-das por los romanos en la Pennsula Ib-rica. Sobre un asentamiento indgena de los arvacos, ocupado posteriormente por cntabros y vascones, Tiberio fund un municipium que con el correr del tiempo llegara a albergar 30.000 habi-

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    tantes. Servio Sulpicio Galba, sublevado contra Nern en el 69 d.C., se proclam en Clunia emperador de Roma, conser-vndose de aquel perodo de esplendor las ruinas de un anteatro con capaci-dad para 9.000 espectadores, un conjun-to termal con 7.000 metros cuadrados de baos pblicos e innidad de tum-bas, mosaicos y otros restos.

    La Vid ocupa un lugar principal en el libro de ruta debido al clebre monaste-rio fundado en el siglo XII sobre el lugar en que fuera encontrada, en tiempos de Alfonso VII, una imagen de la Virgen oculta entre pmpanos de vid, a orillas del Duero. La primera fbrica romnica se sustituy, a partir de 1517, por un re-cinto gtico al que se le aadieron dis-tintos elementos renacentistas. Calica-do por su monumentalidad El Escorial de la Ribera, muestra una fachada ela-borada segn el credo churrigueresco,

    esplndido retablo con una escultura de Nuestra Seora de la Vid y el correspon-diente museo, ubicado sobre lo que fue-ra el granero y la despensa conventual, con tallas de marl, pinturas y ricas pie-zas de orfebrera religiosa.

    Entre la innidad de ancdotas y re-cuerdos histricos que jalonan el Cami-no de la Lengua gura en letras de oro el nombre de Diego Marn Aguilera, un campesino de Corua del Conde que en 1793 se convertira en pionero de la avia-cin mundial al volar, en un aparato de su invencin, nada menos que 400 me-tros, hazaa llevada a cabo desde el ve-tusto castillo. Una fortaleza medieval de la que se conservan algunos vestigios, construida en gran parte con piedras tradas desde Clunia. Mejor semblante presenta la ermita romnica del Santo Cristo, otra joya del lugar, datada a co-mienzos del siglo XII.

  • El periplo que nos llevar a rastrear el origen de los primeros pobladores del continente europeo arranca en Cova-rrubias, apenas a unos kilmetros de Santo Domingo de Silos. Se trata de una villa con marcado acento medieval que debe su nombre a las cuevas rojizas que proliferan en los alrededores. La colegia-ta de San Cosme y San Damin se erigi sobre un antiqusimo cenobio visigodo y su fbrica actual, de estilo gtico, cobija magncos altares barrocos y unos se-pulcros conocidos como los entierros de las Santas Infantas. El museo expone el magnco trptico amenco de los Re-yes Magos, atribuido a Gil de Silo. Tam-

    bin tiene la localidad un rollo de justi-cia, rastros de las murallas y casas de en-tramado que parecen rescatadas de un cuento de hadas. En las inmediaciones se halla el monasterio de San Pedro de Ar-lanza, apodado la cuna de Castilla a causa de su marchamo de excelencia his-trica. Construido en el siglo X por el conde Fernn Gonzlez para albergar su panten, la iglesia romnica, comenzada en el ao 1080, y la torre son las princi-pales seas de identidad de este recinto que parece transpirar sentimientos pro-pios.

    Un desvo en la N-234 nos sita ante la ermita visigtica de Quintanilla de las Vias, construccin del siglo VII edica-da sobre un recinto ms antiguo. Aqu intervino Fernn Gonzlez en su primer

    VIAJE POR LA HISTORIA DE LA LENGUASANTO DOMINGO DE SILOS

    RUTA 3: LOS ORGENES DEL PRIMER EUROPEO

    RUTA 3: LOS ORGENES DEL PRIMER EUROPEO

    acto pblico, amparado por la enigmti-ca iconografa llena de encanto y de su-blime mensaje. Importante nudo de co-municaciones en la antigedad, Salas de los Infantes ocupa un lugar preponde-rante en el romancero castellano debido a la leyenda de los siete infantes de Lara, cuyas cabezas cortadas, segn reere la tradicin, fueron recogidas en una urna que se enterr en la iglesia de Santa Ma-ra. Templo, por cierto, edicado sobre una antiqusima necrpolis, tal como atestiguan los numerosos enterramien-tos localizados en los alrededores. Otra importante nota distintiva de la locali-dad radica en los abundantes yacimien-tos de dinosaurios que se distribuyen

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    por el entorno comarcal, especialmente en El Oterillo. Aqu se ha rescatado, du-rante el verano del 2006, el excepcional hueso perteneciente a un saurpodo que meda 25 metros y pesaba alrededor de 100 toneladas.

    Uno de los espacios naturales ms apreciados de la regin, paraso para senderistas y montaeros, es el agrupa-do en torno a la sierra de Neila, con montaas que producen vrtigo estti-co y tupidos bosques. Quintanar de la Sierra fue importante centro carretero, desde la constitucin en tiempos de los Reyes Catlicos de una hermandad que agrupaba a los profesionales del ocio. En la cabecera del valle se localiza un

    conjunto de lagunas de origen glaciar, unidas entre s por la red de pistas que discurre entre una panormica que es puro realismo mgico. La localidad de Neila nos lleva con el recuerdo a la Gue-rra de la Independencia, pues la casona solariega de los Mrquez fue utilizada entre 1809 y 1810 como cuartel por el cura Merino, guerrillero que se distin-gui por combatir sin tregua a los fran-ceses.

    El calidoscopio cromtico de la sierra de la Demanda, refugio para gran varie-dad de especies animales y vegetales, adquiere cierto perl urbano debido a

    Lagunas de Neila

  • seguido de golosinas como esas agujas que reproducen, en versin dulce, los ornatos gticos de la catedral.

    Sinnimo de estmagos repletos y espritus satisfechos, la raigambre de la cocina burgalesa viene de tan antiguo que en uno de los pasajes del Poema del Mo Cid se dice de un personaje que era bien almorzado. Nada sorprendente para esta gastronoma de perl domstico que coquetea con la naturaleza y el ciclo de las estaciones. Uno de sus productos ms afamados es la bicentenaria morcilla de Burgos, manjar de dioses hecho a base de sangre de cerdo, cebolla, manteca y el caracterstico arroz incorporado por los carreteros que all por el siglo XVIII enlazaban Castilla con el reino de Valencia. La portentosa despensa local es la base para especialidades de cuchara como las alubias rojas o las patatas guisadas a la usanza del repertorio clsico. Lechazo, chorizo y truchas aportan excelencia culinaria a la carta de sugerencias, escoltada

    Gastronoma:

    una serie de pueblos que han sabido pre-servar su sabor popular y pasado hidal-go. Barbadillo de Herreros, sita a orillas del ro Pedroso, gan merecida reputa-cin metalrgica durante la Edad Media por fabricar las mejores espadas de Cas-tilla. En Pineda de la Sierra, localidad serrana con casas seoriales repletas de bonitos elementos ornamentales, debe-mos visitar su excepcional templo parro-quial, un tesoro del romnico erigido en las primeras dcadas del siglo XII. Al lado de la villa discurre la llamada Va de la Demanda, ruta verde que recrea el tra-zado del ferrocarril que a nales del siglo XIX pasaba por estos trminos.

    Acabamos el itinerario en los mun-dialmente reconocidos yacimientos de la sierra de Atapuerca, declarados Patrimo-nio de la Humanidad en 2000 por ser un hito excepcional en el estudio de la evolu-cin humana. Desde que en 1976 se en-contrase el primer fsil, una mandbula perteneciente a un individuo que habit hace 300.000 aos en la bautizada como Sima de los Huesos, se han rescatado mltiples restos fosilizados enterrados de forma ritual. En la Gran Dolina han apare-cido evidencias que se corresponden con el homo antecessor, especie con cerca de un milln de aos de antigedad que puede considerarse la primera en Europa. En la localidad de Ibeas de Juarros abre sus puertas un aula arqueolgica especia-lizada en la difusin de todo lo relaciona-do con los yacimientos, organizando visi-tas guiadas por las excavaciones en com-paa de los arquelogos de Atapuerca.

    VIAJE POR LA HISTORIA DE LA LENGUASANTO DOMINGO DE SILOS INFORMACIN TURSTICA 51

    Aranda de DueroPlaza Mayor, s/n 947 510 476

    CovarrubiasMonseor Vargas, s/n 947 406 461

    LermaAudiencia, 6 947 177 002

    Ocinas de turismo:

    Celebraciones abiertas a todos los sabores y colores, envueltas siempre en una singular emocin, se suceden en ldica espiral por las tierras burgalesas, poniendo de maniesto una losofa vital que mezcla el trabajo con la diversin ms sana. Las estas patronales que homenajean a la Virgen de las Vias, en el mes de septiembre, gozan de gran notoriedad en Aranda de Duero. Caleruega se llena de jolgorio cada 8 de agosto, da dedicado al hijo predilecto de la villa, santo Domingo de Guzmn. Si ponemos la vista en Burgos capital, el alcalde hace entrega el 30 de enero de la ofrenda del cirio al patrono san Lesmes, repartiendo entre los asistentes el sabroso panecillo del santo. Una vez

    llegados los primeros calores, la ciudad se convierte en una gran muestra de productos gastronmicos relacionados con la ruta jacobea, divertimento bautizado como mercado del Camino. Las estas de san Pedro y san Pablo tienen lugar en el mes de junio, engarzando una sucesin de das llenos de jarana popular, desles de carrozas y concursos de buen yantar. Mayor registro histrico evidencia El Curpillos, procesin celebrada al da siguiente del Corpus en el monasterio de las Huelgas. Solemne acto en el que se expone pblicamente el pendn de Las Navas de Tolosa que don Alfonso VIII a Burgos, en recuerdo de aquella formidable victoria.

    Fiestas y folklore:

    La cultura del buen vivir que es propia de los burgaleses queda a la vista en los numerosos talleres artesanos que ofrecen al turista productos de vidrio, bordados o los juguetes de madera que se realizan en Quintanar de la Sierra. Para los entusiastas de la repostera sugerimos las mieles de Lerma y Covarrubias o las mermeladas y conturas que se elaboran a lo largo y ancho del espacio provincial. Los comercios de recuerdos que rodean al templo catedralicio, en la capital, ponen a la venta toda una gama de objetos litrgicos, obsequios jacobeos, espadas y guras de caballeros, as como los tpicos Gigantillos moldeados en cermica.

    Artesana:

    obligatoriamente por los intensos y frutales vinos de la Ribera del Duero. Y a modo de colofn, una porcin del fresco y suave queso de Burgos,

    1. Paisajes nevados en Pineda de la Sierra.2. Excavaciones de Atapuerca

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  • VALLADOLIDMITO Y MEMORIA

    Esta es Valladolid, al n la veo!Con qu placer, como la luz primeracuando en ella nac! Dios mo!, creoque vuelvo hoy a nacer. Espera, esperacariosa amistad!, slo un paseopor la plaza, una vuelta por la Acera,djame este aire respirar: deseobeber las dulces aguas de esta fuentede mis recuerdos y baar mi almaen el remanso tibio y transparenteque hace, con ellas resbalando en calma,del tranquilo Pisuerga la corriente.Djame..., quiero hablar con estas piedras,y abrazar estos rboles, y ansiosobesar estas paredes de que yedrasson mis dulces memorias, y reposotomar en estos bancos en que un da,mal estudiante, a divagar vena.

    Jos Zorrila: El drama del alma

    VALLADOLID, MITO Y MEMORIA

    Escenario de captulos culminantes en la historia de Espaa, la llamada Belad Va-led en las viejas crnicas se transform, a partir de 1074 y por impulso del mtico conde Ansrez, en suntuosa urbe que habra de acoger algunas de las mejores obras del renacimiento espaol, adems de ser cabecera del Estado y corte a cuyo alrededor se desarrollara una intensa vida cultural de donde emanaron las for-mas modi cadas del castellano en su concepcin ms pura y autntica. De-mos la palabra al autor local Miguel De-libes, que en 1966 escribi para televi-sin su versin sobre el despegue y con-solidacin de esta metrpoli llena de vocaciones legendarias: Valladolid limi-ta al norte con don Pero Ansrez, el con-de que fund la ciudad hace un montn

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    de aos, y por el sur con don Jos Zorri-lla, el poeta romntico. Entre don Pero y don Jos se extiende toda la historia de la ciudad, su pasado.

    Titulada ciudad por Felipe II y capital ocasional de la nacin, Valladolid cono-cera su momento de dorado esplendor a lo largo del siglo XVI, auspiciado por los caudales de oro que llegaban desde las recin descubiertas tierras america-nas. En paralelo al torbellino de exhibi-ciones reales, espectculos y estas, fue-ron surgiendo sorprendentes hallazgos narrativos gracias a la nmina de autores que se codeaban, en la ciudad imperial, con Coln o Magallanes. A orillas del Pi-

    suerga vivieron y escribieron Miguel de Cervantes, fray Luis de Len, santa Tere-sa o Francisco de Quevedo. Alfonso de Valds, secretario del emperador Carlos V y literato con enorme amplitud de mi-ras, saberes y conocimientos, re ej en su Dilogo de las cosas acaecidas en Roma, momento esplendoroso de la lite-ratura castellana, los entresijos y las tra-mas del poder que se vivan en aquella solemne capital que pareca estar toca-da por la gloria.

    Corrieron los aos y Valladolid fue cayendo en la misma crisis que aquejaba al antao todopoderoso imperio espa-ol, cuando la inmortal Castilla contem-

    VALLADOLID, MITO Y MEMORIA

  • plaba horrorizada como su obra secular se iba desmoronando. Pese a todo, el ar-mazn del tiempo se ha ocupado de sal-vaguardar un puado de joyas de re-nombre universal, testimonio vivo y fe-haciente del rancio abolengo de una ciudad que, llegado el siglo XX, vivira una etapa de desarrollismo econmico y gran crecimiento urbano, hasta el punto de ser elegida en 1983 como capital au-tonmica de Castilla y Len. Justa re-compensa para la honorable provincia vallisoletana que tanto contribuy a la formacin del Estado Moderno y cuyo riqusimo patrimonio monumental an podemos contemplar con ojos admira-dos. Una nueva generacin de estilistas del idioma ha venido a sustituir a los vie-

    jos maestros, con escritores como Jorge Guilln, Rosa Chacel, Francisco Umbral, Jimnez Lozano o Gustavo Martn Gar-zo, todos ellos comprometidos en la aventura comn de la palabra.

    ITINERARIO 1: DEL CAMPO GRANDE A LA PLAZA MAYOR

    Comenzamos el recorrido por el paisaje urbano de Valladolid, poblado de edi-cios nobles y memorables obras artsti-cas, en el Convento de los Agustinos Filipinos, templo de sobrio y seorial as-pecto que fuera diseado por el arquitecto neoclsico Ventura Rodr-guez a partir de 1759. En las dependen-cias interiores se ubica el llamado museo

    Oriental, inslita muestra que es nica en su gnero. Centenares de piezas reco-piladas por los misioneros agustinos en sus viajes evangelizadores evidencian todo el poder de lo extico, destacando la mejor coleccin de arte chino, lipino y japons existente en nuestro pas. Jun-to al recinto agustino se halla la iglesia de San Juan de Letrn, antiguo hospital transformado posteriormente en san-tuario. Al nal del paseo y en la plaza que lleva el nombre del almirante se ubi-ca el monumento a Cristbal Coln, obra de Antonio Susillo fechada en 1905.

    La Acera de Recoletos, en cuyo n-mero 12 naci Miguel Delibes, domina un lateral del parque del Campo Gran-

    VIAJE POR LA HISTORIA DE LA LENGUAVALLADOLID VALLADOLID, MITO Y MEMORIA 55

  • VALLADOLID, MITO Y MEMORIA

    de, donde se respira el aire ms puro de la capital. La antigua explanada rodeada de conventos que era conocida como el campo de Marte, se transform en el siglo XIX y por decisin del alcalde Mi-guel Iscar en romntico jardn de estilo burgus, embellecido con bustos de di-versos personajes locales, como la escri-tora Rosa Chacel. Tambin acoge dos fontanas de excelente riqueza decorati-va: la fuente de la Fama (1880) y la fuen-te del Cisne (1886). El lateral contrario nos lleva hasta la plaza de Zorrilla, don-de se erige la estatua que rinde culto al insigne escritor. Un monumento realiza-do por Aurelio Carretero en 1900, en el que aparece el poeta vallisoletano reci-

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    tando uno de sus inspirados versos. En el anco occidental podemos ver la mar-cial estampa de la Academia de Caba-llera, cuya primera piedra fue colocada por Alfonso XIII el da 4 de mayo de 1921. Su museo repasa la historia de la caballera espaola, incluyendo una cu-riosa coleccin de soldaditos de plomo. Delante de la fachada se alza el monu-mento a los Cazadores de Alcntara, grupo escultrico en bronce esculpido por Mariano Benlliure en 1931.

    La cosmopolita y pujante Valladolid, hija de la industria y el trabajo, acoge en su casco urbano joyas de la memoria co-mn como la casa Mantilla y la casa del Prncipe, ejemplos del modernismo lo-

    1. Fuente en el Campo Grande2. Estatua de Rosa Chacel3. Campo Grande

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    VIAJE POR LA HISTORIA DE LA LENGUAVALLADOLID

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  • cal. Ms adelante, la casa-museo de Cervantes evoca la estancia en Vallado-lid, ciudad que cita una y otra vez a lo largo de su obra, el genial manco de Le-panto. Aqu mismo vivi, entre 1603 y 1606, Miguel de Cervantes, en lo que en-tonces era humilde vivienda asentada junto a uno de los ramales del Esgueva, muy cerca del hospital de la Resurrec-cin. A pesar de sus problemas con la justicia, que le encarcel durante un tiempo tras el asesinato frente a su puer-ta del caballero Gaspar de Ezpeleta, se inspir en el entorno para escribir el Ca-samiento engaoso y el Coloquio de los

    perros, adems de que en la propia Valla-dolid circularon los primeros ejemplares del Quijote, a comienzos de enero de 1605. La vivienda, ambientada con mue-bles originales y otros objetos, recrea a la perfeccin la vida cotidiana en una mo-rada hidalga del siglo XVII. Fue adquirida por Alfonso XIII y as lo hizo, en su nom-bre, el marqus de Vega-Incln en 1912, pasando a manos del Estado un edicio que ha merecido el siguiente comenta-rio de Francisco Umbral: la casa de Cervantes es cntrica y humilde, som-bra y bella, prestigiada de yedras y per-fumada de maderas antiguas y cuartero-

    nes. Dentro hace fro y por eso, los poe-tas se renen ms en verano.

    Contiguo, el museo de la Real Aca-demia de Bellas Artes est compuesto por fondos de los concursos convocados por el Ayuntamiento desde 1863, aparte de obras cedidas en depsito por el mu-seo del Prado y distintas donaciones. En la calle que homenajea a la reina Mara de Molina, dotada de un patrimonio in-

    VIAJE POR LA HISTORIA DE LA LENGUAVALLADOLID

    1. Plaza de Zorrilla2. Casa-museo de Cervantes3, 4 y 5. Semana Santa

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    VALLADOLID, MITO Y MEMORIA

    mobiliario-cultural de lujo, se encuentra el teatro Lope de Vega, local inaugurado en 1861. Y muy cerca, el convento y mu-seo de San Joaqun y Santa Ana, funda-cin cisterciense que fue reconstruida a nales del siglo XVIII, en estilo neoclsi-co, por Sabatini. En el coqueto museo cuelgan varios lienzos de Goya y de Ba-yeu, adems de un Cristo Yacente, atri-buido a Gregorio Fernndez, y una Dolo-rosa de Mena. Adentrndonos en una barriada ordenada y distinguida por su

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  • VALLADOLID, MITO Y MEMORIA

    se debe a Alonso Berruguete. Tambin desde la Plaza Mayor se accede a la plaza de Fuente Dorada, que asentada en una encrucijada plena de aoranzas medie-vales rinde homenaje con una estatua gremial a las hermandades de artesanos que habitaron estos lugares.

    El convento Porta Coeli, conocido como las Calderonas, tambin posee un aroma de tiempos pretritos. Fundado por don Rodrigo Caldern segn los c-nones artsticos imperantes entre los cor-tesanos ms encumbrados, los sepulcros del benefactor y de su esposa, doa Ins Vargas, estn ennoblecidos por soberbias estatuas orantes. La seductora torre de planta cuadrada de la iglesia del Salvador nos lleva hasta un recinto sacro en el que descuella, dentro de la capilla de San Juan Bautista, su magnco retablo de inspira-cin amenca. El pasaje Gutirrez es un admirable ejemplo de las galeras comer-ciales que estuvieron de moda en la Euro-pa del siglo XIX. Mucho diseo y gran apariencia tienen su armadura de hierro y el cerramiento de cristal, inaugurados en 1886, congurando un espacio lleno de vitalidad y encanto que resulta idneo tanto para la actividad mercantil como para el simple disfrute esttico. Acaba-mos el paseo en el museo de Ciencias Naturales, sito en la plaza de Espaa o del Campillo, completa coleccin de zoolo-ga, botnica y arqueologa. Y muy cerca el santuario de la Gran Promesa, edicio jesuita de austero semblante.

    ITINERARIO 2: LA CIUDAD SEORIAL

    Iniciada su construccin en 1527 sobre una colegiata que ya exista anterior-mente, la Catedral fue proyectada con la pretensin de convertirse en el tem-

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    Fruto de un tiempo que se va perdien-do en la memoria, dos relevantes templos escoltan al recinto catedralicio. La iglesia de las Angustias, erigida por Juan de Na-tes a partir de 1597, presenta una atracti-va portada y se adorna, en el interior, con la venerada Virgen de los Cuchillos, una de las tallas ms importantes de Juan de Juni. Y al lado la iglesia de Santa Mara la Antigua, rematada por un notable chapi-tel con tejado en forma de escamas, con-siderado una suerte de icono de la vida local. Con acierto, ha merecido el calica-tivo de reina de las torres romnicas de Castilla. En realidad, no queda apenas nada del templo original surgido en el si-glo XI, una capilla que formaba parte de la casa-palacio del fundador don Pero An-srez, a cuyo alrededor fue creciendo la villa del Esgueva. El edicio que ha llegado a nuestros das, despus de muchas res-

    1 y 2. Ayuntamiento y Plaza Mayor3. Calle Ferrari

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    plo ms importante de Espaa. Un sue-o truncado que jams se llevara a cabo, pese que a partir de 1580 Juan de Herrera, el arquitecto favorito de Felipe II, se hiciera cargo de las obras. Los pla-nes originales iran quedando en el olvi-do, hasta que en 1668 se concluye el cuerpo central y ms tarde, en 1730, el maestro Churriguera termina la facha-da. El resultado nal es una iglesia de tipo procesional con gran nave central y dos laterales, cuya magnitud esttica queda realzada por la rejera de la capi-lla de San Juan Evangelista y el extraor-dinario retablo realizado por Juan de Juni, entre 1546 y 1562. El museo Dioce-sano acoge ricos tesoros saturados de liturgia, como la custodia de plata repu-jada que labr Juan de Arfe o un Ecce Homo de Gregorio Fernndez, prodi-gioso modelo del barroco espaol.

    rica oferta comercial y ldica, la iglesia de la Pasin tan slo conserva la porta-da, acogiendo en su interior una sala municipal de exposiciones. Un giro a la izquierda nos acerca al Caballo de Troya, antigua posada que luce a modo de bla-sn una pintura del emblemtico equi-no. La vieja prestancia de la Plaza Mayor, corazn del bullicio callejero, est presi-dida por una estatua del conde Ansrez fechada en 1903, homenaje en piedra al fundador de la ciudad. En el lado norte se ubica el edicio del Ayuntamiento, que desde 1908 controla este espacio pblico de diversin, esta e intercam-bios econmicos y culturales. En la por-ticada Plaza Mayor, cuyo origen se re-monta al siglo XVI, sita Miguel Delibes un pasaje principal de El hereje, obra que ha inspirado una ruta literaria por la ca-pital vallisoletana que incluye lugares tan sealados como la taberna de Gara-bito, la casa de Alonso Berruguete o el palacio del licenciado Brutn, sito en la plaza de las Brgidas.

    La vivaracha calle Santiago combina muestras del rutilante pasado con el lu-joso presente de los establecimientos comerciales ms postineros. Buen ejem-plo es el edicio de las Francesas, en su da convento de las comendadoras de la Santa Cruz y ahora moderno centro de compras. Su iglesia, del siglo XVII, alber-ga otra sala municipal de exposiciones. Antes, la iglesia de Santiago es un recin-to de traza gtica, iniciado en 1490, que cobija un valioso retablo de la Epifana, obra de excepcional belleza plstica que

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  • VIAJE POR LA HISTORIA DE LA LENGUAVALLADOLID VALLADOLID, MITO Y MEMORIA 63

    1. Catedral3. Cervantes y la torre de Santa Mara de la Antigua 2

    1 tauraciones, procede del siglo XIV, cuan-do el monarca Alfonso XI sustituy el pri-mer recinto romnico por una construc-cin de incomparable empaque gtico.

    El nacimiento de la antiqusima Uni-versidad de Valladolid, que lleva casi siete siglos contribuyendo a la prosperidad provincial, se remonta a 1293, cuando ya aparece documentada como importante

  • La Catedral, de Juan de Herrera

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    centro acadmico. El Papa Clemente VI aprob en 1346 la bula que daba fe de su fundacin ocial, constituyendo a partir de tan lejana fecha un foco de irradiacin cultural volcado en la difusin del caste-llano en el mbito extranjero. Entre sus muros se entablaron grandes controver-sias a propsito de las nuevas corrientes de pensamiento originadas por Erasmo y Lutero, aparte de depurar nuestra lengua hasta lograr ese modelo de buen hablar tan caracterstico de la imperial Vallado-

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    lid. Un idioma bien barnizado y ejemplar-mente desprovisto de orituras, segn sentencia Juan de Valds en su Dilogo de la lengua: todo el bien hablar castellano consiste en que digis lo que queris con las menos palabras que pudiredes. Que-vedo, Zorrilla y Larra pasaron por sus au-las, mientras fray Luis de Len dictaba desde la ctedra lecciones de humanismo sabio. Precisamente en Valladolid perma-necera encarcelado por la Inquisicin du-rante cinco largos aos,