Este Anuario surge de la necesidad de sintetizar y difundir un tipo de investigación-acción dinamizada por un grupo de investigadorxs y becarixs del CONICET convencidxs de que las transformaciones hacia mundos más justos son posibles.

Es una invitación a recorrer esta experiencia situada en la ciudad de Bariloche. Procura reconocer y aportar a los

procesos colectivos de construcción de conocimiento a partir de la reivindicación de saberes plurales, en el marco de redes interactorales para la producción de tecnología en madera, con el propósito de promover pequeñas economías

cooperativas y el uso del recurso forestal local.

Sean bienvenidxs a compartir estos mundos.

Forman parte del equipo interdisciplinar del programa CO-CONSTRUCCIÓN DEL CONOCIMIENTO:

Noelia CejasVirginia MartinezMaria Rosa MandriniPaula PeyloubetSantiago RíosLaura SarmientoMaria Ines SesmaAgustina SoleraFernando Vanoli

Para conocer mas del trabajo del equipo:coconstrucciondelconocimiento.wordpress.com

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Noviembre 2015 - Montaje de módulo de prueba

En una de sus famosas tesis, la XI, Karl Marx nos deja servida una invitación jugosa: hasta ahora los filósofos se han preocupado por interpretar el mundo. De lo que se trata es de transformarlo. Quizás el mundo es muy grande, y quizás no es igual para todxs. Quizás es que por ahora estamos en Bariloche, como desde antes en Concordia y antes en Villa Paranacito. Lo cierto es que el intento por producir transformaciones nunca será, en nuestra perspectiva, tarea sólo del saber académico.

Tantas veces pensada, desde distintas corrientes críticas, la transformación social es aquí considerada en el marco de una práctica específica: el desarrollo colectivo de tecnología, en este caso, para la construcción en madera. De manera profesa, nuestra perspectiva de trabajo

rebasa los límites convencionales del desarrollo de tecnología. Para ello, la interactoralidad es vivenciada como una metodología en movimiento, que permite acercarnos a distintxs actores con todos nuestros sentidos; para conocernos y reconocernos, en nuestras similitudes y diferencias; para dialogar, intentando comprendernos más que explicarnos, o tan solo para permanecer en silencio. En otras palabras, allí donde los cánones suponen que la transferencia del saber experto es capaz de resolver toda problemática social, nosotrxs pensamos en una producción de conocimiento que pueda nacer plural.

Pluralidad que implica hacer lugar a aquellas voces silenciadas, que dicen cosas de maneras diferentes, porque hablan sobre aquello que se hace de otro

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modo. Los carpinteros barilochenses, compañeros trabajadores y protagonistas de este diálogo, comparten sus saberes con sus palabras, sus gestos y sus silencios. Saberes construidos en lo cotidiano, en la práctica del oficio, en la organización cooperativa de su trabajo, en la asamblea con sus otrxs compañerxs. Saberes que estuvieron históricamente apartados a los márgenes de las concepciones económicas tradicionales y que hoy, en un taller en Bariloche, tienen un lugar en el centro.

Así, en un ejercicio de pensamiento y acción basado fundamentalmente en el encuentro, vamos componiendo junto a nuestrxs compañerxs pequeñas transformaciones, sobre cuya potencialidad Galeano ya nos advirtió cuando nos decía que mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo

cosas pequeñas pueden cambiar el mundo. En ese sentido, el escenario privilegiado para el desarrollo plural de conocimiento toma lugar en los talleres, donde cada unx de nosotrxs puede darse al encuentro con la herramienta que mejor le permita expresarse: porque no todo puede decirse con palabras.

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Creemos necesario establecer algunas definiciones respecto de nuestro abordaje de investigación y acción, sin mayores pretensiones que presentar un constructo en movimiento, que se nutre -y genera- experiencias de trabajo colectivo.

El eje cardinal, que organiza todas las dimensiones de nuestra perspectiva de trabajo, es la construcción interactoral de conocimiento. El carácter central de esta categoría remite a la condición de incompletitud de todo saber, que en primer lugar discute la superioridad autopromovida del saber académico social en el abordaje/comprensión/resolución de problemáticas de esta índole. Concretamente, procuramos desplegar procesos de producción de conocimiento de manera participativa en el marco del desarrollo de

tecnologías para el campo del Hábitat, integrando en ese proceso saberes locales, subalternizados, silenciados, desaprovechados y/o ignorados por los mecanismos convencionales de Ciencia y Tecnología (CyT).

Esto abre la necesidad de complejizar el acercamiento comprensivo a estos escenarios, de construir nuevos modos de producir conocimiento, habilitando espacios de encuentro con otrxs actores y otros campos de experiencia generadores de saberes extra-académicos.Sin ningún gusto por abonar definiciones taxativas, si quisiéramos señalar algunas áreas de acción y reflexión que cobran especial valor en nuestro enfoque de trabajo, cuya intrínseca relación las hace distinguibles sólo en un nivel analítico, esas dimensiones serían: metodológica,

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política, productiva, material, institucional y afectiva.

Una de estas dimensiones, que nos suscita a profundas reflexiones, recala en aspectos metodológicos. Es necesario repensar los modos de establecer relaciones con lxs actores que forman parte del escenario que se aborda. En ese sentido intentamos construir una perspectiva de trabajo que desande los caminos de la epistemología colonial, la cual hace referencia a una mirada sobre el mundo cuya primera frontera de subalterización se hace manifiesta ante saberes no occidentales pero que, en la medida en que esa matriz vincular se institucionaliza, va engendrando nuevas fronteras ante otros saberes (populares, no académicos) que también se constituyen como “no autorizados”.En este ejercicio de desarrollo de tecnología, crítico de aquello que se denuncia, procuramos construir lazos con/entre actores locales, privilegiando miradas plurales sobre el escenario que se aborda. Así, los encuentros se orientan a

reconocer aquello que reúne a lxs actores, por medio de espacios de comunicación que permiten poner de manifiesto los sentidos que cada unx de ellxs arroja al proceso colectivo (condición que confiere participación auténtica, desde genuinas intenciones, vocaciones y saberes). Estos espacios contribuyen a la construcción de una definición del escenario a partir de múltiples dimensiones (conceptualmente delineadas a continuación), en el marco de acuerdos por consenso no forzado, aportando a la comprensión colectiva de la situación.Esta dimensión metodológica, que asumimos analíticamente, nos permite reflexionar en el marco de una actitud crítica que aspira a ser transformadora en cuanto a las formas convencionales de conocer y (re)producir el saber, es decir, en detrimento de las consabidas prácticas de transferencia de conocimiento experto, exógenamente producido, bajo el enfoque neutral y universal del saber académico.

Otra de las dimensiones es de carácter político. Bajo este tópico intentamos

señalar la necesidad de establecer transformaciones en los distintos niveles de las prácticas que compartimos. La transformación, como mera consigna, es incluso tomada hoy por las fuerzas neoliberales, de manera que nos interesa precisar que el objetivo consiste en impulsar prácticas emancipadoras, de justicia social (especialmente en los niveles epistémico y económico). Convencidxs de que la dimensión política se traduce en la práctica; acción y transformación son objetivos fundamentales de estos procesos. En el legítimo derecho de ser portadorxs de ideas, deseos y expectativas, procuramos posicionarnos a todxs como decisores poniendo en valor la diversidad de experiencias, generando sentido político en la participación de cada unx.Esto se inscribe, ni más ni menos, en la construcción de otros mundos.

Por su parte, la dimensión productiva emerge en estrecha coincidencia con las discusiones en el campo de la economía social. En ese marco, una vez más, la

trama de actores-trabajadorxs emerge como un espacio fértil para pensar en modelos de desarrollo alternativos al hegemónico. Desde allí, nuestro deseo es aportar a la construcción de un escenario económico en el que quepamos todxs, donde lo suficiente pueda ser la medida de lo necesario, bajo una perspectiva de empatía social, que permita atender y satisfacer los deseos y necesidades de la población, más allá del nivel material. A partir de una revisión de las relaciones interactorales en este tipo de experiencias productivas, advertimos que la articulación de saberes diversos a la que hicimos referencia anteriormente, está atravesada por relaciones de poder que hacen necesaria la resistencia estratégica del más débil. La dimensión productiva nos pone frente a la concientización de la vulnerabilidad de algunos actores que participan como productores en el marco de una cultura heredada de modernidad y globalización. Cuestionar esta herencia cultural productiva se constituye en una de nuestras razones investigativas.

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La dimensión institucional se circunscribe a aquellos mecanismos u organismos que regulan los procesos de producción de conocimiento para el desarrollo de tecnología. En ese nivel, nos interesa reconocerlos para integrar aspectos favorecedores y conducentes a la práctica participativa y también para procurar transformar aquellos que constituyen obstáculos para este objetivo. En un nivel general, el Estado (en sus diferentes niveles y áreas de gestión), pero especialmente los organismos de CyT nacionales, constituyen un área privilegiada de indagación, advirtiendo que los instrumentos de financiamiento y los mecanismos de evaluación constituyen claros reguladores y (re)productores del hacer investigativo y del rol del investigador en la sociedad. En otro escenario del Estado, emergen como actores claves las entidades gubernamentales municipales (atendiendo a lo local como escenario privilegiado de investigación-acción) directamente implicadas con la producción de Hábitat (desde su concepción amplia), es decir, organismos vinculados a la vivienda, el

trabajo, el desarrollo/inclusión social, fomento a emprendedores, economía social, etc.

Existe también una dimensión material, tal vez resulte la más evidente, pero muchas veces intentamos ocultarla del relato para darle valor al resto de las dimensiones, que en este mundo en el que vivimos, es justamente lo material lo que suele quitar valor al resto. Es por eso que, para nosotrxs, la dimensión material es “la excusa” que hace que nos encontremos y la que nos permite poner en marcha este proceso colectivo que desafía las tradicionales construcciones participativas. Sin embargo, más allá de estas reflexiones, lo material es parte del hacer productivo del circuito socio-económico que se promueve y tiene también un objetivo fundamental: contribuir a la construcción de espacios para la vida de las personas, ya sean viviendas, salones comunitarios o componentes para la construcción, a partir del recurso forestal local. Así, la madera es el material emblemático en estos procesos y, de manera deliberada, constituye un

Mural realizado por Walter Peteanpara los 50 años de INTA Bariloche

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eslabón clave a poner en funcionamiento a estos circuitos de producción.

Finalmente, identificamos una dimensión que emerge como un regulador tácito de las relaciones interactorales, en estrecha vinculación con aspectos subjetivos e intersubjetivos que se movilizan en el ser/estar con otrxs. Los afectos representan en este enfoque una dimensión insoslayable, donde la construcción de lazos solidarios y de confianza establecen un carácter fundante de todas las relaciones inmanentes a los niveles antes señalados.Presentada desde su versión más idealista, esta dimensión reúne a hombres y mujeres en un entorno material, bajo una poderosa intuición que promueve una vivencia colectiva transformadora, que todxs procuramos proteger, rodeándola de las mejores intenciones, portadoras de un deseo constituido cooperativamente. De esta manera, poder recuperar los diversos modos de existencia nos pone frente a la posibilidad de legitimar todo aquello no-racional que se juega en estos procesos investigativos, tradicionalmente

delineados por criterios de objetividad y neutralidad. Que la ciencia no consiga interpretarlo con sus instrumentos racionales, no significa que no exista, que no esté allí y que no nos acompañe en nuestros trayectos investigativos. Nosotrxs precisamente queremos reivindicarlo y ser conducentes a un mundo de respeto por la pluralidad y la experiencia emocional.Así, la confianza en la política, el afecto con lxs compañerxs, permiten ir más allá de determinadas coyunturas, para ser el sostén principal de estos procesos, algo que en apariencia pudiera ser superficial, o una consecuencia secundaria, se transforma en una dimensión esencial del trabajo que realizamos.

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El Alto en Bariloche Taller de oficios San José Obrero en El Alto

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Marzo 2015 - Encuentro de la red de actores

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Equipo CIECS-CONICET–UNC Córdoba

Somos un grupo multidisciplinario que intenta aportar, cada unx desde sus saberes, a los procesos colectivos de construcción de conocimiento. Trabajamos en pos de la reivindicación de saberes plurales, desde una visión crítica de la matriz gnoseológica vigente -en la que el saber académico es incuestionablemente superior a otros saberes-, con el objetivo de contribuir a un diálogo entre sujetos experiencialmente diversos / esencialmente iguales. Nuestro equipo arribó a Bariloche en el año 2013, con el propósito de formar parte de una red de actores, capaz de apalancar las economías vulnerables en circuitos productivos socio-habitacionales, dinamizando el recurso forestal local: pino ponderosa.

Equipo INTA – Bariloche

Es un grupo de personas que intenta aportar al proceso en varias dimensiones. Una técnica, relacionada principalmente con

brindar alternativas a la problemática forestal. Otra de organización y gestión, que tiende al fortalecimiento de la red interactoral, mediante la contribución de soluciones y alternativas permanentes dinamizando el desarrollo del proceso. Este equipo fue uno de los que inició la conformación de la red de actores con el objetivo de poner en marcha un circuito productivo interactoral.

(…) contribuir al bienestar de todos a partir de la diversificación de la matriz productiva con el sector forestal (…) Que podamos seguir trabajando todos juntos”

Instituto Municipal de Tierra y Vivienda para el Hábitat Social

Este equipo lleva a cabo sus tareas desde el sector público, velando por las problemáticas habitacionales de los ciudadanos de Bariloche. Específicamente en este proceso, el equipo municipal aporta a la consolidación de la red a través de la participación activa de algunxs de sus miembros, además de contribuir

materialmente en su desarrollo.

(…) es un sueño que en Bariloche se ponga de pie la casa de madera y que se reivindique como material de construcción. (…) el Instituto debe promover ese uso”

Municipalidad – Secretaría de Desarrollo Humano (SDH)

Este actor del sector público, se integra a partir de la necesidad de dar primacía al componente social a lo largo del proceso. Específicamente en este caso, en su dimensión de desarrollo humano, la apuesta es sobre el sector estatal como promotor y difusor de políticas que tiendan a favorecer a los sectores más vulnerables.

(…) restituir y afianzar el tejido social. El beneficio para la gente de Bariloche va a ser el de dejar de hablar de viviendas de emergencia para empezar a hablar de vivienda digna. Resaltar la importancia de generar trabajo local”

Municipalidad – Subsecretaría de Economía Social y Desarrollo Local

(SsESDL)

En la misma línea que los demás actores

del sector público, este organismo aparece en el proceso con la intención de fortalecer el componente social. Específicamente se presenta como propulsor de elementos que tiendan a fortalecer a la economía social, a través del estímulo a la organización de los actores que integran el proceso productivo.

Es muy buena esta alianza estratégica entre instituciones públicas y organizaciones sociales. Es muy interesante lo de la diversificación productiva que genere empleo local”

Municipalidad – Concejo Deliberante

Este actor del sector público se suma al proceso con el objetivo de institucionalizar algunos elementos. La medida más emblemática fue la creación de la Comisión Promotora del Sector Foresto Industrial de Bariloche, surgida como espacio de discusión en torno a cuestiones específicas del sector foresto industrial, entre ellas en lo atingente a este proceso.

Se puede colaborar desde el concejo con normativas y ordenanzas”

Comisión Forestal y Maderera de Bariloche (CMFB)

Este grupo de personas se organiza a raíz de la necesidad de pensar estrategias que den soluciones a problemáticas forestales existentes en la ciudad de Bariloche. Así, se inició un trabajo conjunto con el equipo de CONICET Córdoba y de INTA Bariloche, que derivó en la conformación de esta red interactoral, ampliada a otros actores en el transcurso de este proceso, complejizando el enfoque más allá de las problemáticas específicas del sector.

El sector foresto industrial puede ser una pata económica de la región patagónica… su promoción puede generar puestos de trabajo y diversificar la matriz productiva”

Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico

(SEDRONAR) Inicialmente, este grupo de personas comienza a formar parte del proceso a través del Taller de oficios San José Obrero, para luego participar a través de Sedronar. Esta organización está conformada por un

grupo de jóvenes que desarrollan tareas de oficio, especialmente de carpintería y herrería, y actualmente constituyen uno de los grupos que lleva a cabo el desarrollo de la tecnología de vivienda en madera.

Trabajar estos problemas a partir de los oficios, especialmente carpintería y herrería, con los jóvenes”

Cooperativa Ligados a Buenas Utopías Resistimos a Resignarnos

(LABURAR) – Taller EL SEMILLERO

Tanto la Cooperativa LABURAR como el Semillero, son un grupo de personas que forman parte del Colectivo Al Margen. Nacen con el propósito de generar empleo autogestivo para jóvenes que comienzan a crecer y desarrollarse. Se constituyen como otro de los grupos que lleva a cabo el desarrollo de la tecnología de vivienda en madera, específicamente con sus saberes en carpintería.

Promover la cultura del trabajo, la solidaridad, la participación ciudadana, la promoción de derechos y la inclusión”

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Taller de Capacitación Integral Angelelli

Esta organización forma parte del proceso desde sus inicios, participando de manera activa en la conformación de la red. En relación a lo técnico, se ocupan del diseño de las aberturas. Asimismo, uno de sus talleristas quiso dejar su impronta personal con un mural decorativo. En lo organizacional, se constituye como uno de los participantes centrales de la red, desarrollando un rol activo y primordial.

Nos gusta y nos dedicamos al diseño. Nos comprometemos a participar incorporando a la currícula algunos elementos de este desarrollo tecnológico” Escuela Nehuen Peuman

Este actor se suma a la red Interactoral con el interés de integrar a la currícula educativa, algunos elementos del circuito productivo de tecnología social, en especial aquellos asociados al trabajo con la madera, el diseño y el desarrollo de tecnología de vivienda, entre otros. A partir de allí, se constituyó como un actor principal en la red, a través de la participación y colaboración activa de

parte de su personal docente.

La escuela apoya el proyecto, el interés está en que los pibes de la escuela puedan participar del proyecto”

Centro Interdisciplinario de Estudios sobre Territorio, Economía y Sociedad (CIETES) - Universidad de Río Negro

(URNR)

La URNR, a través de este centro, se suma al proceso brindando apoyo institucional y promoviendo vínculos con nuevos actores para, de esa manera, ampliar y profundizar la red.

La necesidad de adecuación permanente a las necesidades, problemáticas y demandas identificadas de la comunidad, para permitir la generación de prácticas sociales orientadas a la promoción del desarrollo local”.

Dirección Provincial de Bosques

Este actor participa del proceso desde sus inicios, contribuyendo al reconocimiento del marco regulatorio del cuidado y uso de los bosques en Bariloche. Actualmente, participa de la Comisión Forestal del Concejo Deliberante, expresando su apoyo

al proceso.

Estaba todo desarticulado en el sector forestal, entonces que estar juntos ahora es importante”

Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación (MAGyP)

Esta institución del Estado Nacional, a través de su Técnico Regional en Patagonia Andina, forma parte de esta red de actores desde el inicio, específicamente a través de su participación activa en la Comisión Forestal y Maderera de Bariloche. Su aporte se ha orientado a gestionar contactos que amplíen la red.

Impulsar el desarrollo de un encadenamiento foresto-industrial competitivo, económico, social y ambientalmente sustentable” Administración de Parques

Nacionales (APN) – Parque Nacional Nahuel Huapi

Este organismo del Estado Nacional se suma como actor al proceso con la intención de informar sobre la situación del Parque Nacional Nahuel Huapi, el cual se encuentra colindante a terrenos

donde habita el Pino Ponderosa, especie que se constituye en materia prima de la tecnología desarrollada. De esta madera, resulta de suma importancia su aporte en relación al mantenimiento de la especie, y la preservación del bosque nativo.

El interés específico es que se logre un buen manejo del recurso y preservar el lugar. Parques estuvo históricamente ausente de estos espacios y ahora quieren estar presentes”

Centro Científico Tecnológico Patagonia Norte - CONICET

A través de este actor se intenta vincular interinstitucionalmente al proyecto, tendiendo un puente entre el equipo CONICET Córdoba e investigadores locales, apostando a la idea de dar impulso y visibilización a los procesos de investigación provenientes del sector de la ciencia y la tecnología.

Soluciones y trabajo para jóvenes”

Comunidad del Barrio 96 viviendas

El barrio 96 viviendas alojará el primer 22 23

desarrollo tecnológico emergente de este proceso, un salón de usos múltiples. Es por eso, que se considera importante entablar un vínculo con la comunidad de vecinxs, en un espacio de participación donde puedan expresar sus necesidades, urgencias y preferencias.

Bariloche tiene una identidad maderera. La parte del trabajo local para los jóvenes genera mucho entusiasmo. Nos hace mucha falta ese salón”

Agencia de Desarrollo Crear – Rio Negro

La agencia CREAR está destinada a brindar financiamiento con el objetivo de fortalecer a pequeños y medianos emprendimientos productivos. De esta manera, brindó apoyo al proceso, posibilitando el desarrollo de tres talleres de producción.

Una herramienta válida para la concreción de una tarea dinamizadora de las economías de las distintas regiones de la Provincia”

Programa Consejo de la Demanda de Actores Sociales PROCODAS - MinCyT

PROCODAS es una línea de financiamiento

que depende del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, que ha permitido sostener económicamente nuestro proceso junto a otros financiamientos. Es el segundo proyecto PROCODAS que apoya este proceso (el primero, durante el año 2013, permitió iniciar el trabajo del equipo en Bariloche).

Promover e Impulsar la inclusión social, con participación y protagonismo de todos los actores, a través del desarrollo y/o la implementación de Tecnologías que mejoren la calidad de vida”

Proyecto Asociativo de Diseño PAD – MinCyT

De la misma manera que PROCODAS, PAD es un proyecto de financiamiento otorgado por MinCyT, a través del cual este proceso obtuvo continuidad a lo largo del 2015, permitiendo contar con el apoyo económico necesario para avanzar en el diseño del desarrollo tecnológico.

El diseño como factor estratégico de innovación, donde se destaque el carácter asociativo de la propuesta, (…) favoreciendo la articulación entre actores territoriales con miras al desarrollo local” 24 25

Agosto 2015 - Reunión en el Taller de Producción

A lo largo del año se generaron espacios comunes a todxs lxs actores donde convergieron todas las dimensiones del proceso. Los denominamos talleres productivos pero bien podrían llamarse encuentros entre amigos o reuniones de producción. Estos encuentros son la síntesis del proyecto, y se conforman de ocho jornadas que tuvieron lugar en diferentes espacios: el Taller San José Obrero en el Alto, la sede del programa PAIS (en la ex carpintería de Parques Nacionales) y la estación experimental de INTA.

La excusa que nos reúne en estos encuentros es la de producir un artefacto tecnológico, “la cabriada”, que no es más que un elemento estándar para construir o ampliar viviendas u otros espacios como salones comunitarios. Para co-construir esta tecnología necesitamos estar todxs

presentes para que cada unx pueda aportar su conocimiento. Es en este ejercicio donde aparecen los más variados aportes. Así, los productores de los bosques indican que el material que nos brinda el Pino Ponderosa de Bariloche se extrae de los cortes de raleo, que tienen determinadas características (no más de 5 pulgadas de espesor y no más de 3 metros de largo); los vecinos del barrio Las 96 viviendas, para quienes se creará un salón con esta tecnología, proponen algunas características espaciales específicas de acuerdo a sus necesidades; los chicos del taller San José, con sus conocimientos de herrería, proponen articular madera con metal; asimismo, las maquinarias y habilidades carpinteriles de los integrantes del Taller San José y de la Cooperativa Laburar, nos invitan a trabajar la madera de un modo artesanal cuidando los detalles.

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En el espacio de producción, el hacer toma centralidad y se materializa el momento de construcción colectiva de la tecnología.

Marzo 2015 - Los primeros talleres de producción se

realizaron en el Taller San José Obrero, Punto de Encuentro

Comunitario, de SEDRONAR, en el Alto de Bariloche.

En los talleres cada uno participa a su modo, y es que “la producción” no implica solamente trabajar la madera, también son momentos de compartir conversaciones, comidas y aportes al procesos desde otros lugares como la gestión, la difusión y aspectos operativos que hacen al funcionamientos del taller. En ocasiones, los compañeros que no participan directamente de los espacios productivos, se hacen presentes al menos para saludar. Incluso hasta algunos curiosos vienen a conocer de qué se trata.

Comenzamos allá por marzo con el primer taller, siendo algunxs pocxs y sin entender mucho la dinámica propuesta. Hicimos unas matrices y algunas cabriadas, y llegamos a conformar el primer pórtico, todo en madera y hasta lo levantamos para ver como quedaba. En estos procesos es muy motivador para todxs poder visualizar resultados materiales. Así, a lo largo de seis encuentros posteriores, fuimos ajustando esta tecnología, cambiando maderas por metal, soldando, perforando, cortando, reinventando... y terminamos el año de la mejor manera, montando un

módulo itinerante (así lo llamamos por ser algo que no queda montado de manera permanente) en el predio del INTA.

Así como cada encuentro sintetiza en parte todo el proceso, este encuentro en particular sintetiza el trabajo de todo el año. Fueron dos largos días acompañados de sol, lluvia y algo de nieve primaveral. Un lugar donde todxs los actores se fueron haciendo presentes con sus aportes, como lo hicieron en todo el año. Trabajamos, tomamos mates, charlamos, almorzamos, jugamos a la pelota, nos reímos, discutimos, nos abrazamos. Un momento que nos encontró a todxs empujando para un mismo lado -literalmente- para poder levantar los casi 400 kg de esos pórticos; más de 40 manos trabajando juntas cada una dando toda su fuerza, observando que, con el esfuerzo conjunto, algo se alza. Una vez arriba entre sonrisas se termina de asegurar la estructura para que todo esto no se venga abajo. Son justamente esas sonrisas y esos abrazos los que nos dejan tranquilos de que esto es un trabajo que está sólido y que queda mucho por delante.

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Noviembre 2015 - Montaje del primer pórtico

Por una necesidad de la tecnología se sumaron trabajos en herrería, que forman parte de un saber de los compañeros locales.

Noviembre 2015 - Almuerzo colectivo

Noviembre 2015 - Montaje de módulo de pruebaen el predio de INTA

escuelas

Julio 2015 - Carpintería de la Escuela Nehuen Pehuman 45

La escuela es, quizás, lo primero que se nos venga a la cabeza cuando pensamos en educación. Sin embargo, sabemos que los espacios donde se producen y circulan saberes exceden por mucho las paredes de esas instituciones. Nadie podría negar que los “talleres de producción” que convocan a tan diversos actores barilochenses son, también, espacios de construcción de conocimientos. Lo que suele suceder es que la escuela moderna, tal como la conocemos, está desacoplada de esos otros espacios, separada del hacer cotidiano, del resto de la vida social y productiva, provocando una suerte de doble carril por donde circulan saberes diferentes: los escolares y los asociados a la práctica cotidiana.

Cuando nos acercamos a las escuelas de oficio Nehuen Peuman y al Taller Integral Angelelli, con estas ideas críticas al lugar

tradicional de la escuela, estructuralmente disociado de los espacios de trabajo, hallamos allí compañerxs que estaban también caminando en la misma lucha, la del compromiso de desbordar las fronteras de las instituciones educativas, hacerlas porosas, para dejarse interpelar por lo que sucede más allá de sus paredes. Así fue que no hicieron falta más que unas palabras y algún que otro mate para que se sumaran a este proyecto y empezáramos a trabajar juntos.

A medida que profesorxs y alumnxs se fueron acercando al proceso, conociendo de qué se trata, preguntando, opinando, respondiendo, fuimos buscando entre todxs aquel lugar que les permitiera participar sin abandonar su lugar específico de formación de jóvenes en el oficio de la carpintería. Este punto no es menor ya que los objetivos, las lógicas y las

prioridades de las escuelas son diferentes a las de las cooperativas de trabajo. Una vez más, el desafío fue (y es) articular tiempos e intereses diferentes en una plataforma de trabajo común.

Allá por marzo de este año realizamos el primer encuentro en la escuela Nehuen Peuman, con profesorxs y alumnxs de quinto año del secundario. Con fotos, dibujos y palabras, fuimos contándoles a chicxs y grandes cómo fue que de un lugar chiquitito que se llama Villa Paranacito nos fuimos a Concordia y de ahí aterrizamos en Bariloche; hablamos de por qué los árboles, por qué la madera, por qué una tecnología y no otra, por qué unxs trabajadorxs y no otrxs. Después, lxs invitamos a que se quedaran pensando si les interesaba subirse a este tren y de qué manera hacerlo, y ahí nomás surgieron varias ideas que alumnxs y profesorxs fueron conversando y puliendo mejor hasta que nos encontramos nuevamente en el mes de julio.

Para ese entonces, nos dimos con la sorpresa de que en los meses que no nos

vimos, lxs alumnxs habían estado haciendo en clase (en una escala menor, acorde a las posibilidades edilicias de la escuela y al tamaño de las aulas) la famosa cabriada que los carpinteros ensayaban en los talleres. Luego de advertir que lxs alumnxs no sólo habían aprendido un montón de cosas de la tecnología que veníamos co-construyendo, sino que tenían un montón de ideas nuevas para aportar, lxs invitamos a que nos acompañen en el siguiente viaje al taller de producción y que sumen su voz al ya polifónico coro de voces que suenan en esos espacios.

Así fue como en los dos talleres de producción siguientes, alumnxs y profesorxs de las escuelas Nehuen Peuman y Taller Integral Angelelli, se sumaron con sus manos y sus saberes y habilitaron un camino de doble mano que va de la escuela al taller y del taller a la escuela, abriendo un poro más en las paredes de esas escuelas, que ahora respiran un poco más de aroma a pino ponderosa.

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Marzo 2015 - Taller con alumnos de la Escuela Nehuen Pehuman

La noción de encuentro tiene un sentido muy profundo, que toma diferentes formas en los momentos claves que componen a este proceso. Las reuniones son una de esas formas de encontrarnos con la diversidad de actores que forman parte de esta red. Hablamos de reuniones con un fuerte carácter institucional, especialmente por su propósito de arraigar las incumbencias de este proyecto a la responsabilidad del Estado como garante de derechos. Sólo a modo ejemplificativo, algunas de las instituciones con las que nos reunimos son: la Municipalidad, el INTA, el CONICET y la Comisión Forestal y Maderera de Bariloche.

Vale decir que no todas las reuniones son de la misma índole. Algunas son más operativas, pero no por eso menos políticas, y se realizan entre referentes locales que periódicamente deben

tomar decisiones para que esto siga en marcha. Otras evocan otros sentidos, donde el encuentro toma un valor menos pragmático y más simbólico, donde se dispone de un tiempo más pausado para conversar y dialogar entre muchxs sin el apuro de las cuestiones operativas que impone el día a día.

De esta forma comenzó el 2015, con un encuentro colectivo que convocó a la mayoría de los actores del proceso. Nos reunimos en la sede de la Dirección de Bosques, alrededor de las maquetas que esbozaban las primeras ideas de la tecnología y de tarjetas que representaban a cada actor que forma parte del proceso. Esto sirvió de excusa para que cada unx pudiera tomar su tarjeta y se presentara compartiendo sus expectativas sobre el proceso, sus intereses en relación al colectivo y sus compromisos.50

Mayo 2014 - Reunión con Comisión Forestal y Maderera

A mediados de año, se convocó a una reunión en el Centro Científico Tecnológico Patagonia Norte de CONICET, con la intención de construir un vínculo con becarixs e investigadorxs barilochenses que pertenecen a ese centro. La reunión prevista cambió su dinámica ya que, al participar sólo unos pocos miembros de ese centro, lxs actores presentes no eran otrxs que nuestrxs compañerxs de ruta. Debido a eso, el encuentro se transformó en una conversación más descontracturada, que permitió despejar dudas e intercambiar posiciones de actores muy diversos que ocupan espacios distintos en nuestra sociedad.

53Agosto 2015 - Encuentro en el CCT Patagonia Norte

palabras de cierre. . . y apertura

Este Anuario, que quiso eludir de a momentos el reinado de la palabra, está compuesto por una selección de imágenes emblemáticas del tiempo y espacio compartidos. Así, la fotografía emerge como un espacio de sentido privilegiado y autónomo respecto del texto; capaz de captar y suscitar, en la obtura de un solo instante, una trama compleja de sensaciones y reflexiones.De alguna manera la intención de trabajar con soportes discursivos alternativos se reúne con los distintos esfuerzos y luchas que propician la reivindicación de otras formas de conocer y de otras gnoseologías, que repetidamente son omitidas, silenciadas o subalternizadas. De hecho, en este proceso de co-construcción, compartimos con otrxs experiencias no lingüísticas, que se experimentan y aprenden en la práctica y que no pueden ser explicadas, descritas o representadas, al menos únicamente, desde la palabra.Ligado al profundo valor que tiene la experiencia en nuestro trabajo, otra meta común como equipo es la recuperación de lo sensible, un verdadero desafío dentro del mundo científico. En este sentido, entendemos que la experiencia que nos reúne

camina siempre de la mano de lo espiritual o lo mágico. En los tiempos y espacios compartidos, rituales del conjunto, ocurren momentos mágicos y, tal vez, podamos relatar, traducir o interpretar algunos; otros, sin embargo, como el significado profundo de lo que las acciones evocan en esa práctica para cada unx de nosotrxs, no pueden ser completamente explicados o reproducidos, tan sólo vividos. Es por eso, que creemos fuertemente que es preciso habitar el mundo en esa experiencia compartida para poder ver más, oír más y sentir más.Entre tanta inmensidad, cuando todo lo vivido en este año parece infinito, es diminuto lo que puede ser contado en algunas páginas. Mucho queda por fuera: anécdotas; aprendizajes personales, junto con los colectivos; nuevas reflexiones, que son promesa del tiempo por venir; compromisos asumidos, semilla de todo lo que todavía nos falta por cultivar juntos.Esto cierra un año, pero a su vez abre otro. Nunca sabremos hasta donde, pero los compromisos se renuevan: porque aunque las coyunturas cambian, esta red antepone voluntad y convicciones.

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